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El 2 de mayo del año en curso, tuvimos la oportunidad de asistir a una ponencia
titulada “Aprovechamiento de residuos de frutas tropicales para el diseño de
alimentos funcionales”. Como su título sugiere, la presentación se centró en la reutilización de los residuos de frutas, que contienen tipos similares o diferentes de nutrientes que la pulpa, como el bagazo, cáscaras, semillas y cutículas.
Durante la ponencia, se destacó el impacto del término "alimento funcional" en la
sociedad, un concepto que ha ganado relevancia desde hace tiempo. Un ejemplo notable es la introducción de yodo en la sal de mesa para reducir los casos de bocio en las personas. Este término comenzó a utilizarse en los años 80 en Japón.
La creciente demanda de alimentos funcionales en los últimos años se explica en
parte por el aumento de la esperanza de vida en todo el mundo. Las personas buscan alimentos que ofrezcan beneficios nutricionales adicionales. Estos alimentos se dividen en dos categorías: de origen animal y de origen vegetal, cada uno con sus compuestos activos. En esta ponencia, se hizo énfasis en los alimentos de origen vegetal, que han demostrado disminuir los radicales libres gracias a sus antioxidantes.
No obstante, no todos los alimentos pueden considerarse funcionales. Para ser
clasificados como tales, deben cumplir con ciertas características específicas, las cuales fueron discutidas en detalle durante la presentación.
• Es un alimento a base de ingredientes naturales.
• Es un alimento que debe consumirse como parte de una dieta diaria
• Alimentos que al consumirse tienen una particular función en el cuerpo
humano a requisito, tales como:
o Mejoramiento en los mecanismos de defensa biológica.
o Prevención o recuperación de algunas enfermedades especificas
o Control de las condiciones físicas y mentales
o Retardo del proceso de envejecimiento.
Todo esto es una gran motivación para nosotros como ingenieros bioquímicos. El conocimiento que el ponente, Dr. Víctor Manuel Moo Huchin, nos ha compartido es invaluable. Las investigaciones futuras resaltarán la importancia de este conocimiento. Introducción
La búsqueda de alternativas sostenibles y económicas en la alimentación animal ha
llevado a la exploración de subproductos agrícolas como fuentes viables de nutrientes. En este contexto, el uso de residuos de Cucurbita argyrosperma, también conocida como calabaza pipiana, ha ganado atención debido a su potencial nutritivo y su abundancia en diversas regiones agrícolas. La doctora Mónica Ramírez Mella ha investigado exhaustivamente este tema, destacando los beneficios y las implicaciones del uso de estos residuos en la alimentación de rumiantes.
La Cucurbita argyrosperma es una planta que se cultiva principalmente por sus
semillas comestibles, dejando una gran cantidad de residuos, incluyendo cáscaras, pulpa y tallos. Estos residuos poseen un perfil nutricional que los hace adecuados para la alimentación de rumiantes. Estudios han mostrado que estos subproductos contienen un alto contenido de fibra, proteínas y minerales esenciales como calcio y fósforo, que son fundamentales para el crecimiento y desarrollo de los animales.
La doctora Ramírez Mella ha subrayado que la inclusión de estos residuos en la
dieta de los rumiantes no solo proporciona una fuente rica en nutrientes, sino que también puede mejorar la eficiencia digestiva. Los rumiantes, debido a su sistema digestivo especializado, pueden descomponer y extraer nutrientes de materiales fibrosos que otros animales no pueden aprovechar eficientemente.
El uso de residuos de Cucurbita argyrosperma presenta varios beneficios
económicos y ambientales. En primer lugar, reduce los costos de alimentación, ya que estos residuos son generalmente menos costosos en comparación con los alimentos comerciales convencionales. Esto es particularmente importante para los pequeños agricultores y productores, quienes pueden utilizar estos subproductos disponibles localmente para mejorar la sostenibilidad económica de sus operaciones.
Desde una perspectiva ambiental, la utilización de residuos agrícolas ayuda a
mitigar los problemas asociados con la acumulación de desechos orgánicos. En lugar de ser descartados, estos residuos son reciclados en la cadena alimentaria, reduciendo así la carga ambiental. Además, la reducción en el uso de alimentos concentrados y otros suplementos puede disminuir la huella de carbono de la producción ganadera.
A pesar de los numerosos beneficios, existen desafíos asociados con la
implementación de residuos de Cucurbita argyrosperma en la alimentación de rumiantes. La doctora Ramírez Mella señala que la variabilidad en la composición nutricional de los residuos puede afectar la consistencia de la dieta. Factores como las condiciones de cultivo, la madurez de la planta en el momento de la cosecha y los métodos de procesamiento pueden influir en el valor nutritivo de los residuos.
Asimismo, es esencial realizar estudios de palatabilidad y aceptabilidad, ya que no
todos los rumiantes pueden adaptarse fácilmente a nuevas fuentes de alimento. La transición debe ser manejada cuidadosamente para evitar problemas digestivos y asegurar que los animales mantengan su ingesta y rendimiento productivo.
Conclusión
El uso de residuos de Cucurbita argyrosperma en la alimentación de rumiantes,
como lo presenta la doctora Mónica Ramírez Mella, ofrece una alternativa viable y sostenible que puede beneficiar tanto a los productores como al medio ambiente. A través de una gestión adecuada y la consideración de los factores nutricionales y de aceptación, estos residuos pueden convertirse en un recurso valioso en la producción ganadera. La investigación y la innovación continuas en este campo serán cruciales para maximizar los beneficios y minimizar los desafíos, contribuyendo así a un sistema agrícola más resiliente y sostenible. La ganadería de precisión, una estrategia innovadora en la gestión del ganado se ha convertido en un pilar fundamental para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la producción animal. En este contexto, la bioquímica surge como una herramienta esencial que impulsa el éxito de esta industria en evolución.
La nutrición animal es un aspecto crítico de la ganadería de precisión, y la
bioquímica desempeña un papel crucial en este campo. A través del estudio de los nutrientes esenciales y sus efectos en el metabolismo del ganado, los científicos pueden diseñar dietas personalizadas que maximizan la salud y el rendimiento de los animales. Los avances tecnológicos permiten una formulación precisa de estas dietas, adaptadas a las necesidades individuales de cada animal, lo que conduce a una alimentación más eficiente y una reducción del desperdicio de alimentos.
Además, la bioquímica es fundamental para monitorear la salud animal. Los
biomarcadores bioquímicos en la sangre y otros fluidos corporales proporcionan información valiosa sobre el estado de salud de los animales, lo que permite una detección temprana de enfermedades y desequilibrios metabólicos. La implementación de tecnologías de monitoreo remoto y sensores bioquímicos en la ganadería de precisión mejora la capacidad de los agricultores para intervenir rápidamente y prevenir enfermedades.
La calidad de los productos animales también está influenciada por la bioquímica.
La comprensión de los procesos bioquímicos involucrados en la producción de carne, leche y otros productos permite optimizar su calidad y cumplir con los estándares exigidos por los consumidores. Mediante técnicas bioquímicas avanzadas, como la manipulación de la alimentación y el manejo del estrés en los animales, se puede mejorar la composición nutricional y sensorial de los productos finales.