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Noviembre 12 Procesal III

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En algunos casos, lo que procede y lo que corresponde solicitar

por el recurrente es sólo la invalidación de la sentencia que se impugna.


En otras ocasiones, dependiendo del motivo de la impugnación, no solo
se va a pedir la invalidación de la sentencia, sino que todo o parte del
proceso donde se dictó dicha decisión. A partir del motivo que se
invoque, la pretensión recursiva de la parte va a ser distinta; hay que
presentarla muy bien para no caer en la inadmisibilidad al ser un recurso
de derecho estricto.
El objeto de la casación es invalidar, según el art. 764.
Dependiendo del motivo la solicitud va a corresponder a la invalidación
de la sentencia definitiva impugnada. También puede ser invalidación de
la sentencia más sentencia de reemplazo, la cual hay que pedirla. Hay
una tercera opción que es la invalidación de la sentencia y todo o parte
del proceso, para lo cual hay que pedir reenvío.
Hay tres normas que son esenciales para determinar los motivos o
causales del recurso: 768, 795 y 800. Esos motivos pueden agruparse en
dos categorías: (i) motivos referidos a vicios incurridos en la dictación de
la sentencia (ii) motivos referidos a vicios incurridos durante la
tramitación del proceso en que se dicta la sentencia. De ahí ya se extrae
cuando habrá nulidad de la sentencia y cuándo nulidad del proceso.
Hay cuatro casos en el 768 de nulidad propiamente tal; se pedirá
la nulidad de la sentencia y el reenvío para que se subsane el vicio, pero
sólo en la sentencia.
-Art. 768 n°1. Estamos hablando de la sentencia definitiva de primera
instancia o de segunda instancia. En alguna de ellas ocurre que (i) fue
dictada por un tribunal incompetente o (ii) por un tribunal integrado en
contravención de lo dispuesto por la ley. La norma no distingue, por
tanto, debemos entender que se está refiriendo a todo tipo de
incompetencia, absoluta o relativa, mas pareciera ser que esto tiene
más sentido cuando es una incompetencia absoluta, porque de ser
relativa, opera la prórroga de competencia, por lo que a esta altura del
proceso, parece ser improcedente impugnar por dicha causal al ser la
competencia relativa renunciable.
Esto se corresponde con el art. 769 que contiene la preparación
del recurso de casación en la forma. Si no se preparó, el recurso será
declarado inadmisible. Es decir, es necesario que la parte haya
reclamado la incompetencia oportunamente y en todos los grados
jurisdiccionales, porque de lo contrario, será desestimado el recurso; el
demandado debió haber opuesto una excepción dilatoria de
incompetencia, después apelar la sentencia que rechaza la dilatoria, la
Corte al confirmar la sentencia confirma también la competencia. Esto
significa que el mismo tribunal ad quem que es la CA ya se pronunció
sobre el punto, porque si la Corte hubiera sostenido al momento de
conocer la apelación incidental que el tribunal es incompetente, no nos
hubiéramos enfrentado a esto.
El segundo vicio señalado en el n°1 es el tribunal integrado de
manera irregular. Estamos hablando de una sentencia de segunda
instancia. Se refiere a la integración de las salas de las Cortes. Por
ejemplo, el COT dice que la sala no puede estar integrada por mayoría
de abogados integrantes y en el caso había un ministro y dos abogados
integrantes.
Si es incompetencia absoluta, debería invalidarse todo el proceso.
Reenviar al tribunal correspondiente y anular todo porque el
procedimiento suele ser distinto.
-768 n°2.
Lo que está detrás es la inobservancia de un presupuesto
procesal: la imparcialidad del juzgador. Tenemos que distinguir dos
situaciones: (i) juez legalmente implicado; esto significa que el juez se
encuentra afecto a una causal de implicancia de aquellas que señala el
COT y (ii) recusación.
Aun cuando no se haya invocado el motivo de implicancia y recién
se alegue al momento de impugnar la sentencia definitiva, prospera la
casación porque prima esta norma sobre la exigencia de la
convalidación, prima la relevancia de la imparcialidad, porque los
motivos de implicancia son de orden público, graves y que pueden estar
involucrados en un delito de prevaricación. Es una de las normas que
permite sostener que los motivos de implicancia son de orden público e
irrenunciable. Está en el 195 del COT.
La recusación está en el 196 y es renunciable. Acá no basta con
que exista un motivo de recusación, sino que es necesario que el
incidente de recusación esté pendiente y no obstante ello dictó
sentencia o bien ya haya sido declarada por el tribunal, no obstante lo
cual dictó sentencia. Simplemente hay que invalidar la sentencia y
reenviarla a un juez imparcial.
-768 n°3.
Se aplica solo a sentencias de segunda instancia. Consiste en la
inobservancia sobre las normas sobre acuerdos que están en el COT. En
el fondo, fueron generadas esas sentencias sin cumplir con el margen
legislativo que dispone el legislador para que se tomen decisiones por
tribunales colegiados.

-768 n°8.
Aplica solo a sentencias definitivas de segunda instancia. La CA
dictó sentencia definitiva y falló una apelación que había sido desistida.
Esa sentencia es anulable por la casación por este motivo.

Las causales del 4, 5, 6 y 7 ya los vimos. La particularidad que


tienen es que de acuerdo con el art. 786 del CPC, en caso de que el
tribunal ad quem acoja un recurso de casación por alguno de estos
motivos, debe dictar sentencia de reemplazo. En ese caso, la casación
adquiere el carácter de un recurso de mérito.
-768 n°4. El vicio es la ultra petita. Se vincula con el art. 160, la norma
sobre congruencia. La ultra petita aparece descrita de dos maneras y
contempla dos hipótesis: (i) otorgar más de lo pedido por las partes;
esta es la ultra petita propiamente tal (ii) extender la sentencia a puntos
no sometidos a la decisión del tribunal. Lo que hay es una inobservancia
a una regla procesal fundamental: la regla de congruencia consagrada
en el art. 160.
La primera situación se traduce en que la sentencia impugnada de
primera o segunda instancia otorga una prestación en favor de la parte
respectiva superior de la que había solicitado durante el periodo de
discusión. La prestación que pide el demandante consiste en una
condena a un determinado monto; la ultra petita se produce cuando la
sentencia acoge la demanda, accede a la pretensión y supera ese
monto.
La segunda hipótesis es distinta. Se extiende a un punto no
sometido a la decisión del tribunal. Esto la doctrina llama extra petita.
Se pronuncia sobre un determinado punto que no fue sometido a la
decisión del tribunal por las partes. La pretensión es una pretensión
indemnizatoria donde el demandante pide que se condene a indemnizar
perjuicios consistentes en daño emergente y lucro cesante, pero la
sentencia agrega el daño moral. Dentro de este vicio van aquellos casos
en que el tribunal de alzada comete una infracción a la regla de
reformatio in peius.
Debemos agregar “expresamente” que es lo que dice el art. 160
en la oración extendiéndola a puntos no sometidos…
-768 n°5.
El presupuesto procesal inobservado es la forma de las sentencias.
Tiene principal importancia la fundamentación que es el 170 n°4.
Dentro de este numeral no están incorporadas las exigencias del
AA de la CS del año 1920 sobre forma de las sentencias. No es una
causal de casación, porque la casación es de derecho estricto. Se puede
utilizar el AA para efectos argumentativos, pero hay que señalar con lujo
de detalles cuáles de los numerales específicos del 170 son los
inobservados.
Dentro de esta causal se encuentra el vicio denominado citra
petita que significa omitir el pronunciamiento sobre algo sometido a
conocimiento por las partes; es decir, una decisión que omite alguno de
los puntos sometidos a conocimiento y fallo por el tribunal.
También se incluye las consideraciones contradictorias o las
motivaciones contradictorias que no es lo mismo que decisiones
contradictorias. Dada la presencia del antagonismo, esos considerando
se eliminan unos con otros y dejan a la sentencia desprovista de
motivación y por tanto susceptible de impugnar por esta vía.
Se puede alegar como vicio la ausencia de consideraciones de
hecho. En ese caso, se va a alegar es que la sentencia incumple con un
requisito del art. 170 n°4, por tanto el recurso se funda en el 768 n°5 en
relación con el 170 n°4. Cuando la norma del 170 exige que la sentencia
contenga consideraciones de hecho, está refiriéndose al razonamiento
fáctico, el análisis de las alegaciones hechas por las partes y de las
pruebas producidas en el proceso. La norma impone como requisito un
razonamiento probatorio, es decir, un razonamiento analítico de las
pruebas aportadas a la causa. Deben contenerse las razones porque los
tribunales dan por establecidos los hechos, no basta enumerar las
pruebas, sino que analizarlas. Se diferencia del razonamiento holístico
donde no es necesario un examen analítico de las evidencias. Por eso
las Cortes han invalidado sentencias de la instancia señalando que
simplemente hay una enumeración de medios probatorios sin un análisis
de la cuestión.
A la hora de enfrentarse de una sentencia de primera o segunda
instancia, a lo mejor lo que hay en la sentencia no es tanto un problema
de mala valoración de las pruebas, sino que se omitieron, no se
analizaron. Por ejemplo, podría encontrar que en el juicio indemnizatorio
del choque de los trenes había un video y tres testigos; podría ocurrir
que la sentencia diga que un testigo no vio el choque cuando sí lo vio,
que otro testigo no explicó cómo ocurrió cuando sí lo hizo, etc., ahí hay
una mala valoración. Podría ocurrir que no se mencionan los testigos o
se mencionan algunas partes de su declaración, se sintetiza mal o se
transcriben sus declaraciones, pero no se examinan analíticamente.
Cuando la cuestión de fondo es una mala valoración, la vía para
impugnar es el recurso de apelación; hay un error in iudicando de los
hechos. Cuando el problema es que se omite parte de la declaración, se
omite un testigo o simplemente se trascribe, hay un tema de falta de
consideraciones de hecho y la vía para impugnar es el recurso de
casación en la forma.
Se dijo que este es un recurso que no da lugar a instancia, sino
que se somete a conocimiento cuestiones de legalidad. Acá podemos
hacer una precisión, porque a partir de ese cuestionamiento de la
legalidad procesal, se puede plantear una cuestión probatoria en el
plano de la falta de una fundamentación. Con motivo de este vicio,
pueden incluir un capítulo de impugnación en una casación diciendo que
no se valoró la prueba o que no se consignaron pensamientos analíticos.
Esto es muy relevante cuando se preparen casaciones ante la CS porque
prácticamente no se tiene ningún espacio para interponer cuestiones de
hecho.
A veces no basta con impugnar cuestiones de derecho, porque las
cuestiones de derecho y de hecho están imbricadas, sobre todo cuando
los hechos están descritos en la norma.
La tentación de camuflar una apelación por esta vía es muy alta,
por tanto, hay que ser muy cuidadosos. Lo que se le está pidiendo a la
Corte es que revise la racionalidad de la decisión, la fundamentación.
Tiene que ver con los hechos.
-768 n°6
Se afecta el principio non bis in idem. Se genera una situación de
decisiones contradictorias. Es necesario hacer prevalecer una decisión,
siendo la primera que goza autoridad de cosa juzgada.
Acá se produce el mismo problema con la incompetencia, debido a
que se vuelve a someter a conocimiento el mismo tribunal que ya lo
conoció.
(:..) (tengo Dagmar)

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