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Unidad 634456

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OBLIGACIONES

OBLIGACIÓN
Es la relación jurídica en virtud de la cual una persona, denominada deudor, debe satisfacer en favor de otra, llamada
acreedor, una determinada prestación. El art. 724 expresa: “La obligación es una relación jurídica en virtud de la cual el
acreedor tiene el derecho a exigir del deudor una prestación destinada a satisfacer un interés lícito y, ante el
incumplimiento, a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés”.
Se llama crédito el derecho del acreedor de exigir aquello que constituye el objeto de la obligación. Se llama deuda el
deber del deudor de cumplir la prestación (de dar, hacer o no hacer algo) a favor del titular de la obligación.
ELEMENTOS DE LAS OBLIGACIONES
1-Sujetos: Sujeto activo o acreedor es aquel en favor del cual se establece la obligación; recibe también el nombre de
titular de la obligación pues es quien posee el título para exigir del deudor el comportamiento debido. Sujeto pasivo o
deudor es la persona obligada, la que debe cumplir la prestación a favor del acreedor. Desde ya que para que la
obligación sea válida, los sujetos deben tener capacidad de derecho, lo que permitirá que el acreedor pueda ser titular
del crédito y el deudor quedar obligado por la deuda. La falta de capacidad de derecho produce la nulidad absoluta de la
obligación; si falta la capacidad de ejercicio, la nulidad será relativa y susceptible de confirmación. Ambos sujetos –
acreedor y deudor- pueden ser unipersonales (un solo acreedor y/o deudor) o múltiples (varios acreedores y/o varios
deudores).
2- Objeto. El objeto de la obligación es la prestación que debe satisfacer el deudor al acreedor; es decir, es aquello a lo
que el deudor se comprometió y debe cumplir en su favor, pudiendo consistir esa prestación en dar algo, en hacer algo o
en no hacer algo en favor del acreedor. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe ser material y
jurídicamente posible, lícita, determinada o determinable, susceptible de valoración económica y debe corresponder a
un interés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor.
3- causa- fuente: es el hecho que le da origen. “No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho
idóneo para producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico”
FUENTES TRADICIONALES.
1- La ley es fuente directa de numerosas obligaciones que han sido impuestas por el legislador.
2-El contrato es “el acto jurídico mediante el cual dos o más partes manifiestan su consentimiento para crear, regular,
modificar, transferir o extinguir relaciones jurídicas patrimoniales” (art. 957). Es el modo más difundido de establecer
relaciones de contenido obligacional. Su análisis será efectuado en la unidad correspondiente.
3-Los hechos ilícitos son las acciones u omisiones contrarias a la ley, que pueden ser realizadas con intención de producir
un daño o sin intención de provocarlo, caso en el que solo hay en el autor culpa o negligencia. El autor del hecho está
obligado a reparar el daño que hubiere causado a la víctima.
4-El cuasicontrato es una figura jurídica que sin ser propiamente un contrato se asemeja al mismo en cuanto a sus
efectos.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES
Los efectos pueden ser inmediatos o diferidos, según que comiencen a producirse al nacer la obligación o con
posterioridad. También pueden ser instantáneos o permanentes. Son instantáneos aquellos que se producen de
una sola vez o se agotan con una sola prestación, y son permanentes aquellos en que la prestación se extiende en
el tiempo.
1-Efectos con relación al acreedor. Lo normal, o al menos lo esperable, es que el deudor cumpla la obligación a su
cargo en forma voluntaria, honrando así el compromiso asumido con el acreedor. Pero si la obligación no se
cumple, la ley confiere al acreedor ciertas facultades legales (art. 730), pudiendo optar por las siguientes
alternativas:
a) Emplear los medios legales a fin de que el deudor le procure aquello a que se ha obligado, es decir, cumpla con
la prestación a su cargo, pudiendo forzarlo judicialmente a ello.
b) Hacer cumplir la prestación por un tercero (garante, fiador), siempre que sea posible, a costa del deudor.
c) Obtener del deudor las indemnizaciones correspondientes, por los daños y perjuicios que sufriera a causa del
incumplimiento de la obligación.
2-Efectos con relación al deudor. El cumplimiento puntual (en el tiempo pactado) y exacto (pagando estrictamente
la prestación debida) de la obligación por parte del deudor, le da derecho a liberarse del vínculo obligacional y a
rechazar cualquier acción que intente el acreedor en su contra, fundada en esa obligación (art. 731).
CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES.
1. Ejecución directa. Hay ejecución directa cuando se cumple con el objeto de la obligación, es decir, cuando el
deudor (en forma voluntaria o forzada) o un tercero, satisfacen la prestación debida. Si el deudor cumple
voluntariamente con la prestación, nos encontramos frente a una ejecución directa por cumplimiento normal o
natural de la obligación. En caso contrario, el acreedor puede forzarlo legalmente a la realización del
comportamiento debido. El cumplimiento forzado es posible siempre que se acuda a los mecanismos legales a
través de los cuales el juez tiene la potestad de compeler al deudor a dar, hacer o no hacer algo en favor del
acreedor, descartándose por completo el empleo de toda forma de violencia contra la persona del deudor.
Respecto de las obligaciones de dar, el derecho del acreedor a su cumplimiento específico se supedita a la
concurrencia de tres requisitos: 1) que la cosa exista, 2) que la cosa esté en el patrimonio del deudor; 3) que el
deudor esté en posesión de la cosa. Con relación a las obligaciones de hacer, el Código admite como regla su
ejecución forzada, salvo que sea necesario ejercer violencia contra la persona del deudor. Si en cambio la
obligación consistiera en un hecho personal o un servicio profesional, frente a la negativa del deudor en cumplirla,
el acreedor solo podrá reclamar la indemnización de daños y perjuicios.
2. Ejecución por un tercero. b), faculta al acreedor a hacerse procurar por otro la prestación a que se ha obligado el
deudor, a costa de este. El cumplimiento de la obligación “por un tercero” es una posibilidad que otorga el
ordenamiento jurídico al acreedor para que la obligación sea cumplida por una persona distinta a la del deudor, si
bien a costa de este último.
3. Ejecución indirecta. En caso de incumplimiento de la obligación, el acreedor tiene derecho a obtener del deudor
las indemnizaciones correspondientes.
4-¿ función resarcitoria. La función resarcitoria de la responsabilidad civil tiene su expresión en el reclamo
indemnizatorio del acreedor contra el deudor.
Para que sea procedente el reclamo de indemnizaciones es necesario que concurran los siguientes factores, que
son los presupuestos de la responsabilidad civil: 1.- Que el deudor se encuentre en mora; 2.- Que el
incumplimiento sea imputable al deudor por dolo o culpa de su parte; 3.- Que haya ocasionado algún daño al
acreedor; 4.- Que exista una relación de causalidad entre el incumplimiento del deudor y el daño experimentado
por el acreedor. Basta que alguno de estos requisitos no se verifique para que el deudor se exima de
responsabilidad civil por las consecuencias de su incumplimiento.
PRIMER PRESUPUESTO DE LA PROCEDENCIA INDEMNIZATORIA MORA: retardo injustificado en el cumplimiento de
la obligación. a) Existe retardo o demora en el cumplimiento de la obligación (art. 886); b) Dicho retardo sea
imputable al deudor, por dolo o por culpa (factores de atribución de responsabilidad); c) Se produzca el “estado”
de mora o la “constitución” en mora del deudor, según corresponda. Constitución en mora: Es el acto en virtud del
cual el retardo o demora del deudor en cumplir la obligación es puesto en evidencia, fundamental saber si el plazo
de cumplimiento de la obligación es determinado o indeterminado, ya que en el primer caso la mora del deudor se
producirá en forma automática, mientras que en el segundo será preciso articular una “interpelación” o intimación
previa.
A) Plazo expreso. Mora sin interpelación (automática). En las obligaciones de plazo determinado “la mora del
deudor se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la obligación” (art. 886). Es
decir que en estos casos, la mora se produce de pleno derecho, automáticamente, por el mero vencimiento del
plazo pactado
B) Plazo tácito determinable. Mora con interpelación. Si el plazo no está expresamente fijado en la obligación, pero
resulta “tácitamente de la naturaleza y circunstancias de la obligación”, la constitución en mora requiere la previa
interpelación al deudor, es decir, la exigencia por medio fehaciente del cumplimiento de la obligación.
La interpelación: Se entiende por interpelación el requerimiento fehaciente del acreedor al deudor para que
cumpla con la obligación. Para constituir en mora al deudor, la interpelación que le formule el acreedor puede ser
judicial o extrajudicial. La judicial se produce con la notificación de la demanda o con la intimación de pago en el
juicio ejecutivo, o mediante un embargo preventivo que contenga una intimación, o de otra intimación de pago
hecha en un proceso judicial. La extrajudicial debe consistir en una intimación concreta y categórica, que contenga
claramente la exigencia del pago, y debe estar referida inequívocamente a reclamar el cumplimiento del objeto de
la obligación.
C) Plazo indeterminado. Fijación judicial. En las obligaciones con plazo indeterminado.
Mora del acreedor: Se configura el estado de mora en el acreedor cuando el deudor le ofrece cumplir con el objeto
de la obligación (art. 867) y aquel se rehúsa injustificadamente a recibirlo.
SEGUNDO PRESUPUESTO DE LA PROCEDENCIA INDEMNIZATORIA FACTORES SUBJETIVOS DOLO: Efectos. El deudor
es responsable de los daños y perjuicios que su incumplimiento doloso provoque al acreedor, haciendo nacer el
deber de reparar el daño causado (art. 1716). Esta responsabilidad es más grave que la que resulta del
incumplimiento por culpa o negligencia, y ello se traduce en una mayor amplitud del resarcimiento a cargo del
deudor doloso. En los contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber
previsto al momento de su celebración, pero cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en
cuenta estas consecuencias también al momento del incumplimiento. Ello comprende no solo los daños y
perjuicios que fueren consecuencia inmediata y previsible de la falta de cumplimiento de la obligación.
Factores Subjetivos. La CULPA. No tiene intencion de cometer daño. La conducta culpable, por acción o por
omisión, puede caracterizarse por la imprudencia (precipitación en el obrar, sin prever las consecuencias); la
negligencia (obrar sin la debida diligencia ni tomar los recaudos necesarios para evitar los resultados dañosos) o la
impericia (faltas o errores no acordes a la capacitación, práctica, experiencia y habilidad de una persona en una
ciencia, arte o profesión).
Culpa concurrente. Se produce cuando tanto el deudor como el acreedor son culpables del incumplimiento o del
hecho dañoso, generadores de responsabilidad.
Daño producido por el “riesgo” o “vicio” de la cosa o por actividades riesgosas o peligrosas. Régimen actual. El
nuevo Código asigna responsabilidad objetiva al daño derivado de las cosas y actividades riesgosas. Así, el art. 1757
dispone que “toda persona responde por el daño causado por el riesgo o vicio de las cosas, o de las actividades que
sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
No son eximentes de responsabilidad la autorización administrativa para el uso de la cosa o la realización de la
actividad, ni el cumplimiento de las técnicas de prevención”. “el riesgo de la cosa se configura cuando ésta
aumenta la posibilidad de daño; esta potencia puede ser normal o habitual y por ello se presume, o bien haberlo
sido especialmente en el caso, y por ello hay que probarla”
Sujetos responsables del daño causado por el riesgo o vicio de las cosas o actividades riesgosas o peligrosas. Dueño
o guardián. Responsable de la actividad. art. 1758 dispone: “El dueño y el guardián son responsables concurrentes
del daño causado por las cosas. Guardián es quien, aun sin ser el dueño, ejerce por sí o por terceros el uso, la
dirección y el control de la cosa, o quien obtiene un provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si
prueban que la cosa fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta. En caso de actividad riesgosa o
peligrosa responde quien la realiza, se sirve u obtiene provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto
por la legislación especial”.
Eximentes de responsabilidad. Tales eximentes son:
a) La falta de adecuada relación de causalidad. El art. 1726 dispone que solo “son reparables las consecuencias
dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño”.
b) El uso de la cosa contra la voluntad expresa o presunta del dueño o del guardián. El art. 1758, 1er. párrafo, in
fine del Código establece que “El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa fue usada en contra de
su voluntad expresa o presunta”.
c) la causa ajena. “El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos de
atribuir responsabilidad. En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición
legal en contrario”. Es de destacar el uso del término “causa” en lugar del de “culpa” utilizado en el art. 1113 del
Código Civil anterior, que resultan sustancialmente diferentes.
d) El caso fortuito proveniente de un factor totalmente ajeno al riesgo de la cosa. El art. 1730 dispone que “Se
considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha
podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto disposición en contrario”
CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR
El art. 1730 dispone: “Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que,
habiendo sido previsto, no ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad,
excepto disposición en contrario”. El Código emplea los términos “caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos.
-Caracteres del caso fortuito:
a) Imprevisibilidad. El hecho será imprevisible cuando supere la aptitud normal de previsión que pueda exigirse al
deudor.
b) Inevitabilidad. Se refiere a la impotencia del hombre para impedir que ocurra un evento.
c) Ajenidad del deudor. No habrá caso fortuito si el hecho que impide el incumplimiento se relaciona con la
persona del deudor, ya que en tal caso habría culpa del mismo.
El hecho impeditivo puede provenir de un tercero ajeno al deudor y en tal caso podrá constituir la fuerza mayor
(por ej. robo, accidente en transporte público sin culpa del conductor, etc.) pero a condición de que reúna los
caracteres de imprevisibilidad e inevitabilidad; no haya culpa del deudor en la intervención del tercero, y no se
trate del hecho de un tercero del cual el deudor tenga el deber de responder (por ej. un empleado).
d) Actualidad. El hecho constitutivo del caso fortuito debe ser actual, es decir, que debe ocurrir al tiempo de
cumplirse la obligación.
-Efectos del caso fortuito. El efecto esencial del caso fortuito es liberar al deudor de la responsabilidad por su
incumplimiento (art. 1730), quedando no solo eximido de la prestación debida (que no podía cumplir aunque se lo
propusiera), sino también de pagar los daños y perjuicios.
TERCER PRESUPUESTO DE LA PROCEDENCIA INDEMNIZATORIA: EL DAÑO
Se entiende por “daño” todo detrimento, menoscabo, disminución o lesión de un derecho o un interés, patrimonial
o no, que sufre el acreedor en su persona, bienes o que afecta un derecho de incidencia colectiva, a causa de la
acción o del incumplimiento del deudor. Según el art. 1737 “Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés
no reprobado por el ordenamiento jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de
incidencia colectiva”.
-Requisitos del daño resarcible. Para que el daño sea susceptible de resarcimiento y para la procedencia de la
indemnización, deben reunirse los siguientes requisitos: debe existir
a) Daño directo es el que sufre la víctima propiamente.
b) El perjuicio debe ser actual o futuro.
c) El daño debe ser cierto, no eventual, y debe subsistir al momento de la sentencia.
d) El daño producido debe hallarse en relación causal con el hecho del agente.
-Pautas para reparar el daño: “La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la situación del
damnificado al estado anterior al hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por
el reintegro específico, excepto que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo
caso se debe fijar en dinero. En el caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad
personal, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a
costa del responsable”
-Reparación integral: La doctrina de la responsabilidad civil y del derecho de daños, ha señalado reiteradamente
que la reparación del daño debe ser “integral” o “plena”, es decir; debe procurar dejar a la víctima en la misma
situación en la que se encontraba con anterioridad a que se lesionaran sus derechos.
La Indemnización. La indemnización es la reparación del daño causado por el incumplimiento de una obligación,
mediante el pago de una suma de dinero, cuya finalidad es resarcir al damnificado el perjuicio sufrido, sea que se
trate de un incumplimiento contractual o de un acto ilícito. La indemnización comprende la pérdida o disminución
del patrimonio de la víctima (daño emergente), el lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a
la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida de chances. Estas tres categorías integran el llamado “daño
material” propiamente dicho que sufre el acreedor o víctima. Además, se incluye especialmente las consecuencias
de la violación de los derechos personalísimos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus
afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de vida (art. 1738).
El daño moral. Su reparación. El “daño moral” es el causado a las personas en su espiritualidad, sentimientos o
afecciones íntimas, importando “una minoración en la subjetividad de la persona, derivada de la lesión a un interés
no patrimonial; una modificación disvaliosa del espíritu en el desenvolvimiento de su capacidad de entender,
querer o sentir, que habrá de traducirse en un modo de estar diferente de aquel en que se hallaba antes del hecho,
anímicamente perjudicial, como consecuencia de este”
-Quien puede reclamar un daño moral: su vez, el art. 1741 del Código dispone: “Está legitimado para reclamar la
indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su muerte o sufre
gran discapacidad también tienen legitimación a título personal, según las circunstancias, los ascendientes, los
descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato familiar ostensible”.
-Daño moral en materia de incumplimiento contractual: Si bien cualquier persona sufriría un daño común ante la
inejecución de una obligación contractual (por ej., la falta de entrega de mercaderías), que la haría acreedora al
reclamo de los perjuicios derivados del incumplimiento (daño emergente y lucro cesante), ello no implica ni da por
sentada la existencia del daño moral motivado en tal incumplimiento, razón por la cual existe coincidencia en
doctrina y jurisprudencia de que en estos casos el agravio moral debe ser probado por la víctima que invoca
haberlo padecido.
-Daño moral en materia extracontractual. El daño moral debe comprender el resarcimiento de todos los
padecimientos (físicos y psíquicos) que provocaron desórdenes espirituales derivados del hecho ilícito, y su
estimación no debe ni tiene por qué guardar proporcionalidad con los daños materiales emergentes del mismo,
pues la magnitud del daño moral solo depende de la índole especial del hecho generador de la responsabilidad y
no del resarcimiento específicamente referido al daño material. El reconocimiento y resarcimiento del daño moral
depende, en principio, del arbitrio judicial para lo cual basta la certeza de que ha existido, sin que sea necesaria
otra precisión.
CUARTO PRESUPUESTO DE LA PROCEDENCIA INDEMNIZATORIA: EL NEXO CAUSAL
El art. 1726 que “son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho
productor del daño. Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las
mediatas previsibles”.
Para que exista responsabilidad debe haber una relación de causalidad entre el incumplimiento de la obligación y el
daño sufrido por el acreedor, es decir el primero debe ser la causa y el segundo el efecto. Por ello, se sostuvo que
debe existir una causa eficiente entendiendo por tal “La relación de causalidad jurídicamente relevante que existe
entre el daño ocasionado y el antecedente que lo produce normalmente, conforme el curso natural y ordinario de
las cosas”.
MODOS DE ASEGURAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES.
A- Cláusula Penal. El art. 790 dispone: “La cláusula penal es aquella por la cual una persona, para asegurar el
cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en caso de retardar o de no ejecutar la obligación”.
Puede ser establecida al tiempo de celebrarse el contrato o con posterioridad. Puede fijarse tanto a favor del
acreedor como de un tercero.
Según el art. 792 debe la pena estipulada el deudor que no cumple la obligación en el tiempo convenido, si no
prueba una causa extraña que suprima la relación causal.
Se reconoce a la cláusula penal una doble función:
1) Función compulsiva: estimula y compele al cumplimiento de la obligación principal para evitar afrontar la pena o
multa.
2) Función resarcitoria: pues determina el monto indemnizatorio, ya sea que el incumplimiento del deudor sea
temporario o definitivo.
Art 793: “La pena o multa impuesta en la obligación suple la indemnización de los daños cuando el deudor se
constituyó en mora; y el acreedor no tiene derecho a otra indemnización, aunque pruebe que la pena no es
reparación suficiente”
B. Astreintes. Los jueces pueden imponer sanciones conminatorias de carácter pecuniario en beneficio del titular
del derecho, a quienes no cumplieran deberes impuestos en una resolución judicial. Se trata de multas que tienden
a compeler al incumplidor a ajustar su conducta a derecho, que se fijan en dinero, y que se aplican a pedido de
parte (y no de oficio). Los jueces graduarán el monto de estas condenas en proporción al caudal económico de
quien deba satisfacerlas.
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES
A- PRINCIPALES y ACCESORIAS: Conforme al art. 856 “Obligaciones principales son aquellas cuya existencia,
régimen jurídico, eficacia y desarrollo funcional son autónomos e independientes de cualquier otro vínculo
obligacional. Los derechos y obligaciones son accesorios a una obligación principal cuando dependen de ella en
cualquiera de los aspectos precedentemente indicados, o cuando resultan esenciales para satisfacer el interés del
acreedor”. Es decir que la obligación principal tiene existencia propia, mientras que las accesorias necesitan de otra
obligación para existir.
B-OBLIGACIONES DE DAR. La obligación de dar es la que tiene por objeto la entrega de una cosa, mueble o
inmueble. Según sea la finalidad para la cual se haya de dar la cosa, la obligación puede ser de:
1- Obligación de dar cosas ciertas: Se trata de cosas que están determinadas desde el origen de la obligación.
2- Obligación de género: La obligación de dar es de género si recae sobre cosas determinadas sólo por su especie y
cantidad.
3- Obligación de dar dinero: La obligación es de dar dinero si el deudor debe cierta cantidad de moneda,
determinada o determinable, al momento de constitución de la obligación.
Conforme al art. 765 “Si por el acto por el que se ha constituido la obligación, se estipuló dar moneda que no sea
de curso legal en la República, la obligación debe considerarse como de dar cantidades de cosas y el deudor puede
liberarse dando el equivalente en moneda de curso legal”. Y de acuerdo al art. 766 “El deudor debe entregar la
cantidad correspondiente de la especie designada”.
La obligación puede llevar intereses: 1. Compensatorios. Son válidos los intereses que se han convenido entre el
deudor y el acreedor, como también la tasa fijada para su liquidación. Si no fue acordada por las partes, ni por las
leyes, ni resulta de los usos, la tasa de interés compensatorio puede ser fijada por los jueces (art. 767); 2.
Moratorios. A partir de su mora el deudor debe los intereses correspondientes. La tasa se determina: a) por lo que
acuerden las partes; b) por lo que dispongan las leyes especiales; c) en subsidio, por tasas que se fijen según las
reglamentaciones del Banco Central (art. 768); 3. Punitorios. Los intereses punitorios convencionales se rigen por
las normas que regulan la cláusula penal (art. 769).
-Anatocismo: No se deben intereses de los intereses, excepto que: a) una cláusula expresa autorice la acumulación
de los intereses al capital con una periodicidad no inferior a seis meses; b) la obligación se demande judicialmente;
en este caso, la acumulación opera desde la fecha de la notificación de la demanda; c) la obligación se liquide
judicialmente; en este caso, la capitalización se produce desde que el juez manda pagar la suma resultante y el
deudor es moroso en hacerlo; d) otras disposiciones legales prevean la acumulación (art. 770).
C. OBLIGACIONES DE HACER Y DE NO HACER: Las obligaciones de hacer o de no hacer consisten en una actividad (o
inactividad), es decir, un hecho positivo o una abstención del deudor que debe ajustar su conducta a los términos
de la obligación. Estas obligaciones se caracterizan por el compromiso de un obrar (positivo o negativo) del deudor
a favor del acreedor, y que según el art. 773 se concreta en un hecho o servicio.
Obligaciones de hacer: Son las que tienen por objeto la realización de un hecho positivo por parte del deudor. “La
obligación de hacer es aquella cuyo objeto consiste en la prestación de un servicio o en la realización de un hecho,
en el tiempo, lugar y modo acordados por las partes”
Obligaciones de no hacer: Son las que tienen por objeto la abstención u omisión de un hecho por parte del deudor.
Son las que tienen por objeto una abstención del deudor o tolerar una actividad ajena. Su incumplimiento
imputable permite reclamar la destrucción física de lo hecho, y los daños y perjuicios.
D- OBLIGACIONES ALTERNATIVAS: Obligación alternativa es la que “tiene por objeto una prestación entre varias
que son independientes y distintas entre sí. El deudor está obligado a cumplir una sola de ellas”. La facultad de
elegir corresponde en principio al deudor, salvo estipulación en contrario.
E-OBLIGACIONES FACULTATIVAS: La obligación facultativa tiene una prestación principal y otra accesoria. El
acreedor solo puede exigir la principal, pero el deudor puede liberarse cumpliendo la accesoria. El deudor dispone
hasta el momento del pago para ejercitar la facultad de optar (art. 786), es decir que en este tipo de obligaciones la
opción siempre corresponde al deudor.
F-OBLIGACIONES DIVISIBLES E INDIVISIBLES: Obligaciones divisibles. Obligación divisible es la que tiene por objeto
prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial. Para que la prestación sea jurídicamente divisible se exige la
concurrencia de los siguientes requisitos: a) ser materialmente fraccionable, de modo que cada una de sus partes
tenga la misma calidad del todo; b) no quedar afectado significativamente el valor del objeto, ni ser antieconómico
su uso y goce, por efecto de la división. Obligaciones indivisibles. Son indivisibles las obligaciones no susceptibles de
cumplimiento parcial (art. 813). Hay indivisibilidad: a) si la prestación no puede ser materialmente dividida; b) si la
indivisibilidad es convenida; en caso de duda sobre si se convino que la obligación sea indivisible o solidaria, se
considera solidaria; c) si lo dispone la ley (art. 814). La ley considera indivisibles las prestaciones correspondientes a
las obligaciones: a) de dar una cosa cierta; b) de hacer, excepto si han sido convenidas por unidad de medida y el
deudor tiene derecho a la liberación parcial; c) de no hacer; d) accesorias, si la principal es indivisible (art. 815).
OBLIGACIONES DE SUJETO PLURAL.
1. Obligaciones simplemente mancomunadas: Son aquellas en las que el crédito o la deuda se fracciona en tantas
relaciones particulares independientes entre sí como acreedores o deudores haya.
2. Obligaciones solidarias: Hay solidaridad en las obligaciones con pluralidad de sujetos y originadas en una causa
única cuando, en razón del título constitutivo o de la ley, su cumplimiento total puede exigirse por cualquiera de los
acreedores a cualquiera de los deudores.
TRANSMISIÓN DE DERECHOS Y DE OBLIGACIONES.
-Hay transmisión de un derecho o de una obligación cuando una persona sucede a otra en la titularidad de uno u
otra. Tanto el acreedor como el deudor pueden transmitir el crédito o la deuda, respectivamente, a otra persona.
Cuando se transmite una obligación, su contenido permanece inalterado pues la obligación es la misma, al tiempo
que se produce un cambio en su elemento personal (acreedor o deudor). Si también cambiara la obligación no
habría transmisión sino novación.
-Clases de transmisión. La transmisión puede ser: a) legal (sucesión hereditaria) o voluntaria (cesión de créditos); b)
A título universal (comprende todo o una parte alícuota del patrimonio) o a título singular (se transmite uno o más
bienes determinados); c) Por actos entre vivos (la que deriva de un contrato) o por causa de muerte (herencia o
legado).
-Límites a la transmisibilidad: El principio general citado no es absoluto, ya que pueden existir límites o
prohibiciones a la posibilidad de transmitir, fundados en: a) La naturaleza del derecho (derechos personalísimos:
vida, honor, etc.; obligaciones intuitu personae; derechos de familia); b) El mandato de la ley (alimentos futuros) c)
La voluntad de las partes (prohibición de subalquilar; prohibición de sustituir un mandato).
-Modos de operarse la transmisión:
a) Cesión de derechos. Es el contrato en virtud del cual una de las partes (cedente) transfiere a la otra (cesionario)
un derecho (art. 1614);
b) Cesión de deudas. Hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero, acuerdan que éste último debe
pagar la deuda, sin que haya novación. En caso de que el deudor ceda su deuda a otra persona será necesario el
consentimiento expreso y categórico del acreedor, a fin de proteger a este del peligro de que el nuevo deudor sea
insolvente.
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES.
1) EL PAGO:Pago es el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la obligación (art. 865). Pagar es
cumplir con la prestación debida, ya se trate de una obligación de dar, de hacer o de no hacer. Si el pago realizado
por el deudor satisface el interés del acreedor, producirá la extinción de la obligación (art. 880), marcando la
liberación del deudor y el fin de la relación obligacional existente. Un acto voluntario, lícito, que tiene por fin
inmediato la extinción de relaciones jurídicas (art. 259), de carácter unilateral pues en su formación solo interviene
la voluntad del deudor, quien puede pagar aun cuando el deudor no acepte el pago, acudiendo en tal caso el pago
por consignación.
-Requisitos del objeto del pago.
1) Identidad. El deudor debe pagar exactamente aquello a lo que se obligó.
2) Integridad. El pago debe ser íntegro, por el total del objeto debido, y no parcial, salvo que así se convenga en la
obligación.
3) Disponibilidad del objeto de pago. Para que el pago sea válido y eficaz es preciso que el crédito se encuentre
expedito, esto es, que el deudor tenga libre disponibilidad de la cosa o crédito con el que paga.
El recibo: Es el documento escrito por el cual el acreedor declara haber recibido el pago de la obligación. Debe
estar firmado por el acreedor, su representante o tercero indicado. Se rige por el principio de libertad de formas,
pudiendo ser otorgado en instrumento público o privado.
Imputación del pago. Imputar el pago es determinar a qué deuda se asignará este cuando existan entre el mismo
acreedor y deudor varias obligaciones, y el pago hecho sea insuficiente para cubrir todas las deudas.
CLASES DE PAGO.
A) PAGO POR CONSIGNACIÓN: Es el pago que hace el deudor con intervención de una autoridad que puede ser
judicial o extrajudicial.
1.- Consignación judicial: Según el art. 904 la consignación puede tener lugar cuando: a) el acreedor fue constituido
en mora; b) existe incertidumbre sobre la persona del acreedor; c) el deudor no puede realizar un pago seguro y
válido por causa que no le es imputable. En estos casos el deudor debe recurrir al juez competente, debiendo
notificarse la demanda de consignación al acreedor, quedando supeditada la validez y fuerza cancelatoria del pago
a la decisión judicial.
2.- Consignación extrajudicial: el deudor de una suma de dinero puede optar por el trámite de consignación
extrajudicial. A tal fin, debe depositar la suma adeudada ante un escribano de registro, a nombre y a disposición
del acreedor, cumpliendo los siguientes recaudos: a) notificar previamente al acreedor, en forma fehaciente, del
día, la hora y el lugar en que será efectuado el depósito; b) efectuar el depósito de la suma debida con más los
intereses devengados hasta el día del depósito; este depósito debe ser notificado fehacientemente al acreedor por
el escribano dentro de las 48 horas hábiles de realizado.
B) PAGO CON SUBROGACIÓN: Es el que realiza un tercero en lugar del deudor, de modo que al hacer el pago
reemplaza al acreedor en la relación obligacional y se le transmiten todos los derechos y acciones que tenía el
acreedor originario. El pago por subrogación transmite al tercero todos los derechos y acciones del acreedor, y los
accesorios del crédito.
C) PAGO INDEBIDO: Es el caso del que efectúa un pago sin estar obligado, o cuando el acreedor carece de título
para recibirlo.
D) PAGO CON BENEFICIO DE COMPETENCIA: El beneficio de competencia es un derecho que se otorga a ciertos
deudores, para que paguen lo que buenamente puedan, según las circunstancias, y hasta que mejoren de fortuna.
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES (continuación)
2.- NOVACIÓN. La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva, destinada a
reemplazarla (art. 933). Es requisito esencial de la novación que haya voluntad de novar. En caso de duda, se
presume que la nueva obligación contraída para cumplir la anterior no causa su extinción.
3.- COMPENSACIÓN. La compensación de las obligaciones tiene lugar cuando dos personas, por derecho propio,
reúnen la calidad de acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra deuda.
Extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el monto de la menor.
3.-TRANSACCIÓN. La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un litigio o ponerle fin,
haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o litigiosas.
4.- CONFUSIÓN. La obligación se extingue por confusión cuando las calidades de acreedor y de deudor se reúnen
en una misma persona y en un mismo patrimonio. Puede producirse por sucesión universal, o por transmisión del
crédito o de la deuda a la misma persona, o cuando una tercera persona sea heredera del acreedor y deudor.
5.- DACIÓN EN PAGO. La obligación se extingue cuando el acreedor voluntariamente acepta en pago una prestación
diversa de la adeudada. La dación en pago exige que sea aceptada por el acreedor, y formalizada por escrito.
6.- RENUNCIA DE DERECHOS DEL ACREEDOR. Renuncia es el acto jurídico por el cual una persona hace abandono
de un derecho propio dándolo por extinguido. Cuando la renuncia se hace por un precio o a cambio de cualquier
ventaja es renuncia onerosa, la capacidad de las partes se determina según las reglas de los contratos onerosos; en
tanto la renuncia gratuita de un derecho sólo puede ser hecha por quien tiene capacidad para donar.
7.- REMISIÓN DE LA DEUDA. La remisión de la deuda es la condonación o perdón del acreedor a una obligación
específica del deudor. A diferencia de la renuncia (género) que se refiere a toda clase de derechos, la remisión
(especie) se vincula exclusivamente con los derechos creditorios y se refiere a la extinción de las obligaciones. Art
950 del Código establece que “Se considera remitida la deuda, excepto prueba en contrario, cuando el acreedor
entrega voluntariamente al deudor el documento original en que consta la deuda…”
8.- IMPOSIBILIDAD DE PAGO. producida por caso fortuito o fuerza mayor, extingue la obligación, sin
responsabilidad para las partes. Hay imposibilidad material o física cuando la cosa jamás ha existido, o ha dejado de
existir o nunca podrá existir. Hay imposibilidad jurídica cuando se procura la propiedad de cosas que no pueden ser
objeto de propiedad.
9.- PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA. La prescripción en general, en palabras de la Corte Suprema, “es una institución de
orden público, creada para dar estabilidad y firmeza a los negocios, disipar las incertidumbres del pasado y poner
fin a la indecisión de los derechos” Para Llambías la prescripción es un medio de extinción de las acciones
correspondientes a los derechos en general. La prescripción es de dos clases: 1)adquisitiva: permite adquirir un
derecho real de goce por su posesión pública y continua durante el plazo fijado en la ley, que habiendo buena fe y
justo título puede ser de 10 años para inmuebles, y de 2 años para muebles (registrables o no) si la cosa es hurtada
o perdida, o de 20 años sin mediar justo título y buena fe, sean muebles o inmuebles. 2)Liberatoria o extintiva, que
es la que nos ocupa en esta parte, que opera sobre todo tipo de derechos en general, y a favor y en contra de todas
las personas, excepto disposición legal en contrario, e incluso los acreedores y cualquier interesado pueden oponer
la prescripción, aunque el obligado o propietario no la invoque o la renuncie. La prescripción liberatoria no
extingue el derecho en sí, sino que produce la extinción de las acciones derivadas de ese derecho que el titular ha
abandonado durante el plazo señalado por la ley. Declarada prescripta una obligación, esta se extingue.
La prescripción exhibe dos elementos esenciales: a) La inacción del acreedor, que pudiendo ejercer su derecho no
lo hace. b) El transcurso del tiempo indicado en la ley.

Plazos de prescripción: En general el plazo de prescripción ordinaria para toda acción es de 5 años, salvo
disposición especial que fije otro plazo y excepto que esté previsto uno diferente en la legislación local (art. 2560).
Prescribe a los 10 años el reclamo del resarcimiento de daños por agresiones sexuales infligidas a personas
incapaces. El cómputo del plazo de prescripción comienza a partir del cese de la incapacidad (art. 2561, 1er.
párrafo).
Prescribe a los 3 años el reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil (art. 2561, 2do.
párrafo).
Prescriben a los 2 años: a) el pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos; b) el
reclamo de derecho común de daños derivados de accidentes y enfermedades del trabajo; c) el reclamo de todo lo
que se devenga por años o plazos periódicos más cortos, excepto que se trate del reintegro de un capital en
cuotas; d) el reclamo de los daños derivados del contrato de transporte de personas o cosas; e) el pedido de
revocación de la donación por ingratitud o del legado por indignidad; f) el pedido de declaración de inoponibilidad
nacido del fraude (art. 2562).
Prescribe al cabo de 1 año: a) el reclamo por vicios redhibitorios; b) las acciones posesorias; c) el reclamo contra el
constructor por responsabilidad por ruina total o parcial, sea por vicio de construcción, del suelo o de mala calidad
de los materiales, siempre que se trate de obras destinadas a larga duración.

Prescripción y caducidad. La caducidad es un modo de extinción de ciertos derechos por haberse omitido su
ejercicio durante el plazo fijado por la ley o la voluntad de los particulares.
Si bien la prescripción y la caducidad parten de un mismo supuesto de hecho, caracterizado por la inacción del
titular de un derecho durante cierto tiempo, sus consecuencias jurídicas son distintas, pues mientras la
prescripción extingue la acción dejando subsistente el derecho no ejercido (aunque reducido a una mínima
eficacia), la caducidad, por el contrario, extingue el derecho.

DIF: La prescripción no extingue el derecho, extingue la acción no el derecho. Y la caducidad si lo extingue

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