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Casación #4604-2018 Lima Norte

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CASACIÓN N° 4604-2018 LIMA NORTE

Materia: EJECUCIÓN DE ACTA DE CONCILIACIÓN

Lima, veinticinco de marzo de dos mil diecinueve. -

VISTOS; con los actuados que anteceden y, CONSIDERANDO:

PRIMERO.- Viene en calificación el recurso de casación interpuesto por la demandante Deise


Díaz Aliaga, en contra del auto final contenido en la resolución número catorce de fecha
dieciséis de enero de dos mil dieciocho, expedido por la Primera Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la resolución número doce emitida por
el juzgado de primera instancia que declara infundada la demanda interpuesta por Spranger
Díaz Aliaga y Deise Díaz Aliaga contra Quirino Díaz Chancahuana y Pascuala Aliaga Mollán,
sobre ejecución de título ejecutivo extrajudicial (ejecución de acta de conciliación coacuerdo
total), denegándose la ejecución; por lo que, corresponde examinar si el recurso
extraordinario cumple con los requisitos que exigen los artículos 387º y 388º del Código
Procesal Civil, modificados por la Ley número 29364.

SEGUNDO. - Antes de revisar el cumplimiento de los requisitos necesarios para el recurso de


casación, se debe tener presente que éste es extraordinario, eminentemente formal y técnico,
por lo que tiene que estar estructurado con sujeción a los requisitos que exige la norma
procesal civil para su admisibilidad y procedibilidad, es decir, se debe puntualizar en cuál de
las causales se sustenta, si es: i) en la infracción normativa; o, ii) en el apartamiento
inmotivado del precedente judicial. Debe presentar, además, una fundamentación precisa,
clara y pertinente respecto de cada una de las referidas causales, así como demostrar la
incidencia directa de la infracción sobre la decisión impugnada. Que esta exigencia es para
lograr los fines de la casación: nomofiláctico, uniformizador y dikelógico. Siendo así, es
obligación procesal de los justiciables saber adecuar las agravios que denuncia a las causales
que para la referida finalidad taxativamente se encuentran determinadas en la norma procesal
civil, pues el Tribunal de Casación no está facultado para interpretar el recurso extraordinario,
ni para integrar o remediar las carencias del mismo o dar por supuesta y explícita la falta de
causal, tampoco para subsanar de oficio los defectos en que incurren los casacionistas, en la
formulación de los referidos recursos.

TERCERO.- En ese sentido, se verifica que el recurso de casación cumple con los requisitos
para su admisibilidad, conforme lo exige el artículo 387º del Código Procesal Civil, modificado
por la Ley número 29364, toda vez que se interpone: i) Contra la resolución de vista expedida
por la Sala Civil Permanente de Lima Norte, que pone fi n al proceso; ii) Ante el referido
órgano jurisdiccional que emitió la resolución impugnada; iii) Ha sido presentado dentro del
plazo previsto en la norma; y, iv) Asimismo, se cumple con adjuntar el arancel judicial
correspondiente a la interposición del recurso.

CUARTO. - Al evaluar los requisitos de procedencia dispuestos en los cuatro incisos del
artículo 388º del Código Procesal Civil, modificado por la Ley Nº 29364, se verifica que la
casacionista Deise Díaz Aliaga, cumple con el primer requisito previsto en el inciso 1) del
referido artículo, toda vez que no consintió el auto de primera instancia que le fue
desfavorable.

QUINTO.- Para establecer el cumplimiento de los incisos 2 y 3 del precitado artículo 388°, el
recurrente debe señalar en qué consisten las infracciones normativas o apartamientos del
precedente judicial que denuncia, siendo estas las siguientes: a) Infracción normativa de los
incisos 3 y 5, del artículo 139, de la Constitución Política del Perú1, inciso 6, del artículo 502 ;
incisos 3 y 4, del articulo 122 y 197 del Código Procesal Civil3 ; así como del artículo 12 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial4 . Señala que el artículo 18 de la Ley de Conciliación – Ley
26872-modifi cado por el artículo 1 del Decreto Legislativo 1070, refiere que el Adjetivo señala
que procede la ejecución de la obligación contenida en el título cuando su contenido es cierto,
expreso y exigible y que el recurrente suscribió un acta de conciliación con Pascuala Aliaga
Mollán y Quirino Díaz Chancahuana a fi n que en el plazo de quince días cumplan con
otorgarle la escritura pública del terreno ubicado en la avenida Cuarto Centenario N° 254 de
Chachapoyas, sin embargo, la obligación no ha sido cumplida y que pese a dicho
incumplimiento la Sala Superior confirmó el auto que declaró infundada la demanda bajo el
argumento que la ejecución no queda acreditada a qué título adquirieron el bien inmueble
materia de otorgamiento de escritura pública y que no encuentra certeza de la obligación,
decisión que incurrió en infracción del artículo 949 del Código civil, norma que señala que la
sola obligación de enajenar un inmueble determinado hace al acreedor propietario de él, ello
en concordancia con el artículo 923 de la misma norma sustantiva. Señala que el Ad quem ha
incurrido en infracción del artículo 1529 del Código Civil, ya que sobre la base de dicho
artículo, la compra venta tiene dos características: i) es un contrato obligacional en el que la
traslación de dominio es una consecuencia del perfeccionamiento del contrato; y, ii) es
consensual, requiriendo solamente el consentimiento de las partes, existiendo libertad en la
forma; en consecuencia, la inscripción registral en los registros públicos no es obligatorio, sino
declarativo y no constitutivo de derechos; y que no obstante ello, adjunta el testimonio de la
escritura pública de fecha veintiocho de febrero de dos mil dieciocho, acumulación de áreas
de tres inmuebles urbanos que otorgan los esposos Quirino Díaz Chancahuana y Pascuala
Aliaga Mollán, suscrita por el ejecutados y por el Notario Público Oscar Cumpa Torres, con el
objeto de probar la titularidad de los adquirientes respecto del bien materia de conciliación,
con lo cual se acredita la certeza de la ejecución y los errores incurridos por el Ad quem. b)
Infracción procesal del artículo 690-e del Código Procesal Civil5 : Alega que el artículo 690-E
del Código Procesal Civil, señala que ante la ausencia de contradicción el Juez expedirá un
auto sin más trámite ordenando la ejecución, y en el presente caso, los ejecutados no han
formulado contradicción al mandato ejecutivo contenido en la resolución número dos de fecha
veintiocho de junio de dos mil dieciséis, razón por la cual, los jueces de mérito debieron
aplicar la norma denunciada y llevar adelante la ejecución forzada.

SEXTO.- En relación al primer agravio propuesto, esta Sala Suprema considera que merece
un análisis especial el caso sub examine, por cuanto, si bien, se aprecia del acuerdo
conciliatorio que se ha expresado la obligación de extender una escritura pública del contrato
de compra venta del inmueble ubicado en la avenida Cuarto Centenario 254 de Chachapoyas,
sin embargo, el Ad quem ha referido que: i) no existe impedimento a que la judicatura revise
el título materia de ejecución, ii) que los acuerdos conciliatorios, si bien son bilaterales, deben
realizarse dentro del marco jurídico vigente, y iii) que en relación a la certeza de la ejecución
no queda clara y acreditado a qué título adquirieron el inmueble materia de otorgamiento de
escritura pública. Siendo así, ciertamente, este Supremo Tribunal, converge con los
fundamentos de la Sala Superior, por cuanto, si bien es cierto, el proceso único de ejecución
tiene como fi n que se cumpla con un derecho previamente reconocido en un título ejecutivo,
a diferencia del proceso cognitivo o de conocimiento, en el que se persigue la constitución o
declaración de una relación jurídica, no es menos desdeñable considerar que en el caso en
concreto, estamos ante una pretensión de otorgamiento de escritura pública, cuyo
antecedente no resulta contundente para proceder a la ejecución, ya que no existe medio de
prueba alguno que acredite que los ejecutados Quirino Díaz Chancahuana y Pascuala Aliaga
Mollán, en principio hayan mantenido el dominio del inmueble respecto del cual se pretende el
otorgamiento de escritura, nótese así, que la primera cláusula del contrato de compraventa
del bien inmueble si bien anota una posible descripción de los linderos y medidas
perimétricas, la misma se encuentra en una escritura pública diferente, denominada escritura
pública de acumulación de áreas de fecha veintiocho de febrero de dos mil ocho; siendo así,
esta peculiaridad que reviste el pedido de ejecución del acta de conciliación restan fuerza a la
exigibilidad del documento, el cual, constituye uno de los requisitos para la procedencia de la
ejecución contenida en el artículo 689 del Código Procesal Civil. En efecto, esta Sala
Suprema considera que las referencias anotadas, no deben escapar a la evaluación jurídica,
por cuanto los hechos y la pretensión que subyace del pedido de ejecución de acta
(otorgamiento de escritura pública) no ha producido la convicción necesaria a efectos de su
ejecución, y los hechos contenidos en el acta de conciliación no encajan convincentemente
con la pretensión, a lo cual se aúna la circunstancia que el ejecutado Quirino Díaz
Chancahuana en el momento de celebrarse el acto conciliatorio tenía noventa y siete años de
edad, lo cual genera dudas en relación a la capacidad plena del ejecutado en el momento de
la celebración del acta de conciliación, máxime si los ejecutantes no han presentado un
examen previo de sus padres (los ejecutados) que determine dicha capacidad, deber de
vigilancia que ha sido inadvertida por el Conciliador, y también por los propios hijos, quienes
debido al grado estrecho de familiaridad tuvieron expedita las condiciones para lograr
acreditar su capacidad plena al momento mismo de efectuarse el acuerdo conciliatorio, y si
bien dicho acto de diligencia no constituye un requisito de procedibilidad para efectos de la
conciliación, su omisión genera serias dudas relativas a la capacidad del ejecutado.
Asimismo, es pertinente indicar que este Supremo Colegiado considera que no son atendibles
los alegatos del recurrente en el sentido que se habrían vulnerado normas materiales relativas
a que la transferencia de los inmuebles son de carácter consensual y que la sola transferencia
del bien genera derechos, toda vez que dichos parámetros normativos, ampliamente definidos
por nuestra legislación peruana, no son los que se encuentran en discusión, sino, que el
problema radica en que el acta de conciliación, que pretende el otorgamiento de la escritura
pública, de un bien no inscrito registralmente, y del cual no existe un tracto sucesivo claro y
documentado, no puede ser materia de exigibilidad, ya que el derecho de propiedad que
subyace del acta de conciliación no fue respaldado con la documentación suficiente y dicha
ausencia no genera convicción en el Juez para la ejecución de otorgamiento de escritura
pública.

Finalmente, en relación al segundo agravio, esta Sala Suprema considera que la circunstancia
que los ejecutados no hayan salido a juicio y por ende no hayan contradicho el mandato
ejecutivo, ello no implica, como inmediata respuesta sancionadora la consecuente ejecución
del acta de conciliación, por cuanto, la ley impone a los jueces de todas las instancias, al
control previo de legalidad en relación a los títulos que se pretenden ejecutar, lo contrario
sería inobservar el debido proceso, de aplicación amplia y transversal contenida en el inciso 3,
del artículo 139, de la Constitución Política del Perú. Siendo ello así, este Colegiado Supremo,
considera que los autos de mérito se encuentran debidamente motivados, no siendo
consecuencia de una valoración sesgada o fundada en hechos erróneos o falsos, sino que es
el resultado de la valoración integral de las pruebas aportadas; en consecuencia, no son
atendibles los argumentos esbozados por el casacionista, razón por la cual, el auto de vista
cumple de manera suficiente los estándares de la debida motivación, en tanto que ha
cumplido con argumentar con suficiente solvencia lógico jurídico los extremos de su decisión y
además ha dado respuesta a los extremos de apelación propuesta en su momento por el
recurrente.

SÉPTIMO.- Con relación a la exigencia prevista en el inciso 4) del referido artículo 388 del
Código Procesal Civil, si bien el recurrente menciona que su pedido casatorio es anulatorio y
revocatorio; no obstante, el cumplimiento aislado de este último requisito no es suficiente para
declarar procedente el recurso de casación postulado, por cuanto los requisitos de
procedencia de dicho medio impugnatorio son concurrentes conforme lo señala el artículo
392º del Código Adjetivo en mención; lo cual, de acuerdo a lo desarrollado en los
fundamentos precedentes, no se ha cumplido en el presente caso. Por estos fundamentos,
declararon: IMPROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por la demandante Deise
Díaz Aliaga, en contra del auto de vista expedido por la Primera Sala Civil Permanente de la
Corte Superior de Justicia de Lima Norte; DISPUSIERON la publicación de la presente
resolución en el Diario Oficial “El Peruano”, bajo responsabilidad; en los seguidos por Deise
Díaz Aliaga contra Quirino Díaz Chancahuana y Pascuala Aliaga Mollán, sobre ejecución de
acta de conciliación; y, los devolvieron. SS. TÁVARA CÓRDOVA, HURTADO REYES,
SALAZAR LIZÁRRAGA, ORDÓÑEZ ALCÁNTARA, ARRIOLA ESPINO. EL VOTO SINGULAR
DE LOS SEÑORES JUECES SUPREMOS HURTADO REYES Y SALAZAR LIZÁRRAGA, ES
COMO SIGUE:

Lima, veinticinco de marzo de dos mil diecinueve. VISTOS; y,

CONSIDERANDO: PRIMERO .- Viene en calificación el recurso de casación interpuesto por


la demandante Deise Díaz Aliaga, en contra del auto final contenido en la resolución número
catorce de fecha dieciséis de enero de dos mil dieciocho, expedido por la Primera Sala Civil
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, que confirma la resolución
número doce emitida por el juzgado de primera instancia que declara infundada la demanda
interpuesta por Spranger Díaz Aliaga y Deise Díaz Aliaga contra Quirino Díaz Chancahuana y
Pascuala Aliaga Mollán, sobre ejecución de título ejecutivo extrajudicial (ejecución de acta de
conciliación con acuerdo total) que deniega la ejecución en atención al artículo 690-F del
Código Procesal Civil. SEGUNDO. - Se advierte que el presente proceso se deriva de la
ejecución del Acta de Conciliación Nº 0009-16 del quince de marzo de dos mil dieciséis, la
que, conforme lo prescribe el artículo 18 del Decreto Legislativo 1070, constituye título de
ejecución que se tramita a través del proceso de ejecución de resoluciones judiciales. En esa
perspectiva, se asimila a una sentencia firme dado que resuelve en forma definitiva el derecho
en disputa. Siendo ello así, su ejecución posterior no cabe ser examinada en esta sede, pues
el Tribunal Casatorio tiene su razón de ser en la debida aplicación del derecho objetivo
(artículo 384 del Código Procesal Civil), que es el que se examina antes que exista decisión
firme, por lo tanto, no ingresa al examen la ejecución de lo ya decidido, cuyo trámite
corresponde de manera exclusiva a las instancias de mérito. Por estas consideraciones y de
conformidad con las precitadas normas, el voto singular de los señores Jueces Supremos
Hurtado Reyes y Salazar Lizárraga, es porque se declare: IMPROCEDENTE el recurso de
casación interpuesto por Deysi Díaz Aliaga contra el auto de vista de fecha dieciséis de enero
de dos mil dieciocho; DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el Diario
Oficial “El Peruano” conforme a ley; en los seguidos por Spranger Díaz Aliaga y Deise Díaz
Aliaga, sobre ejecución de acta de conciliación; y los devolvieron. Interviene como ponente el
señor Juez Supremo Hurtado Reyes. S.S. HURTADO REYES, SALAZAR LIZÁRRAGA.

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