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Adolescentes y redes sociales: pros

y contras
Published: May 8, 2023 10.13pm BST
Virginia Sánchez Jiménez, María Luisa Rodríguez de Arriba, Universidad de Sevilla

La adolescencia es un periodo de exploración, búsqueda y


construcción de la identidad y la personalidad. Chicos y chicas
necesitan participar de contextos en los que puedan expresarse y
experimentar diferentes roles. Para ello, buscan establecer relaciones
simétricas (a diferencia de las relaciones que mantienen en el
contexto familiar o educativo), convirtiéndose el grupo de iguales en
un contexto de socialización fundamental.

La participación en redes sociales facilita estas tareas evolutivas. Así,


sabemos que una de las actividades más habituales de los jóvenes en
el contexto online es la comunicación y el contacto con los iguales:
hacer amistades nuevas, reforzar las relaciones ya existentes e,
incluso, buscar pareja. Esta comunicación aumenta la intimidad y la
calidad de las relaciones, mejora la competencia social e impacta en
el bienestar.
Además, puede tener efectos positivos sobre la autoestima ya que,
por una parte, son los propios jóvenes quienes tienen el control sobre
qué aspectos de sí mismos quieren hacer públicos y a quiénes
quieren mostrarlos. Por otra parte, estas publicaciones son reforzadas
mediante likese interacciones de sus iguales y flirteos amorosos,
favoreciendo el autoconocimiento y la valoración de sí mismos. La
construcción de la identidad es otro de los beneficios psicológicos del
uso de redes sociales.
Los estudios indican que los jóvenes utilizan este medio para buscar
información, contrastar ideas o expresar sus propios gustos e
intereses. En relación con esto, la exploración de la sexualidad ocupa
un lugar preferente, no solo porque en redes sociales hay mucho
contenido disponible, sino porque también pueden expresar su deseo
e interés sexual hacia otras personas, flirtear e incluso iniciarse en
actividades sexuales.

Esto es especialmente relevante en el caso de adolescentes LGTBIQ+


quienes obtienen de internet y las redes sociales información y apoyo
que, en ocasiones, no encuentran en el contexto offline.
Datos de un estudio reciente reflejan el uso masivo que los y las
jóvenes hacen de estas plataformas. Una encuesta realizada a más de
mil adolescentes de diferentes centros de Andalucía por nuestro
equipo de investigación a principios de 2022 mostró que casi el 100 %
de los menores encuestados utilizaban WhatsApp, Instagram y
TikTok.

Al preguntar por otras redes sociales, aparecían nombres nuevos


como BeReal (aplicación que envía una alerta de manera aleatoria a
usuarios de una misma zona para que compartan una fotografía
realizada al momento), que parece que gana fuerza respecto a otras
redes sociales (Twitter, Snapchat, Telegram o Facebook), más
populares años atrás o en otras poblaciones.

Porcentaje de adolescentes que tienen perfil en distintas redes sociales. VIRTUAL-


PRO Can Datos de 'Virtual Reality enhance adolescent sexual harassment
prevention? Testing a new programme', Author provided
Cabría plantearse por qué las redes sociales ayudan a los jóvenes a
resolver estas tareas evolutivas y les resultan tan atractivas. Cuatro
son, a nuestro entender, las razones a destacar.

En primer lugar, puede ser una plataforma segura desde la que


explorar y relacionarse en el mundo virtual. Quienes lo deseen
pueden mantener el anonimato, que les protege frente al
reconocimiento de sus iguales y conocidos de la vida offline.
En segundo lugar, la comunicación en redes sociales es asíncrona,
esto es, emisor y receptor no tienen por qué estar conectados al
mismo tiempo. Esta característica supone una gran ventaja frente a la
comunicación cara a cara, ya que pueden releer y pensar dos veces si
quieren o no enviar ciertos mensajes.

En tercer lugar, internet y las redes sociales aumentan la


accesibilidad. Esta accesibilidad hace referencia a la información
disponible (casi de cualquier temática) y también a las personas. Los
y las jóvenes fácilmente pueden buscar información sobre sus
intereses y gente afín con las que establecer una relación de amistad
o incluso romántica.

Anonimato, asincronía y accesibilidad desencadenan en la cuarta


razón: la desinhibición. Al encontrarse tras una pantalla y no ver de
manera directa las consecuencias de sus acciones, el
contexto online facilita que chicos y chicas actúen de manera
impulsiva y asuman más riesgos de lo que cabría esperar.
Las sombras de las redes sociales
A pesar de estos beneficios, internet y las redes sociales esconden un
lado oscuro. Efectivamente, los estudios realizados confirman que
algunos chicos y chicas se ven envueltos en comportamientos
desadaptativos, como por ejemplo la adicción a internet o a las
apuestas online, y otras conductas agresivas e inmorales en la red,
como el ciberacoso, el acoso sexual online o la violencia online en la
pareja.
El ciberacoso es quizá la forma de agresión online entre iguales que
más impacto social está teniendo en los últimos años. Su elevada tasa
de prevalencia entre los jóvenes (entre el 10 % y el 15 %) y las
perniciosas consecuencias para el desarrollo social y moral de los
implicados lo convierten en un problema de salud pública que está
movilizando muchos recursos humanos y económicos destinados a
su prevención y erradicación.
Este uso desajustado de las redes sociales se expresa también en el
interior de las incipientes relaciones románticas y en los procesos de
cortejo. Hemos comentado que, si bien estas plataformas facilitan la
exploración de la sexualidad y el flirteo, un mal aprendizaje de las
claves que regulan la interacción online puede derivar en verdaderas
agresiones de naturaleza sexual, que en este contexto resultan
especialmente dañinas cuando implican contenido visual y
multimedia.
Así, algo más de uno de cada diez adolescentes afirman haber
compartido contenido sexual de manera no consensuada ni
consentida, solicitar fotos o vídeos sexuales a otra persona, en
ocasiones bajo coacción o reenviar información íntima de otras
personas sin su consentimiento. Estas agresiones son preocupantes
no solo por el impacto que tienen en los chicos y chicas que las
sufren, sino por sus connotaciones socio-jurídicas y morales, puesto
que implican el intercambio de material pornográfico entre
menores.

En cuanto a las relaciones sentimentales, muchas parejas


adolescentes refieren un aumento de los celos, los conflictos y los
malentendidos cuando la comunicación online no se gestiona o
modula adecuadamente, lo que deriva en conductas como el
espionaje y el control de las actividades y movimientos de la pareja.
Reforzados por creencias erróneas sobre el amor y las relaciones de
pareja, pueden llegar a leer sin permiso sus mensajes, obligar a
compartir contraseñas, intentar contactar con la pareja de manera
impulsiva o controlar quiénes pueden formar parte de su red
social online de la pareja.
Tomados en su conjunto, estos datos reflejan que el mundo virtual
no está exento de riesgos ni dificultades para los chicos y las chicas.
Cabe preguntarse entonces: ¿qué podemos hacer para optimizar los
beneficios y minimizar los riesgos del uso de las redes sociales en los
jóvenes?

Cuando el problema es parte de la solución


Las redes sociales y el uso de las nuevas tecnologías llegaron para
quedarse e instalarse en nuestras vidas. De hecho, al menos en las
sociedades occidentalizadas, cuesta imaginar cómo sería nuestro día
a día sin ellas.

Desde esta perspectiva, para ayudar a los jóvenes a gestionar sus


relaciones interpersonales online, debemos contemplar no solo el
enseñarles a utilizar las redes sociales y las nuevas tecnologías de
manera saludable y moralmente responsable, sino también incluirlas
como herramientas para la intervención, aprovechando sus ventajas
y beneficios. Para ello, familias y profesionales necesitan estar
actualizados acerca de los avances tecnológicos, sus potencialidades y
los usos que los adolescentes hacen de ellos.
La realidad virtual se está postulando como una gran aliada para la
prevención del ciberacoso en adolescentes y también para la
prevención de la violencia sexual online.
Específicamente, desde la Universidad de Sevilla, estamos
desarrollando diversos programas psicoeducativos para prevenir el
acoso sexual online en adolescentes utilizando la realidad virtual
(el Programa Virtual-PRO y el Programa GoByst!).
En estos programas, estamos sensibilizando a los adolescentes sobre
el acoso sexual online, sus consecuencias y entrenándolos en la toma
de decisiones en un entorno seguro gracias a las experiencias
inmersivas. Tras participar en estos programas, los y las adolescentes
han valorado el uso de la realidad virtual como una herramienta muy
motivadora, han disminuido sus experiencias de acoso sexual en el
contexto online y son más conscientes de las agresiones sexuales que
pueden tener lugar en sus centros educativos.
En definitiva, los adolescentes y las redes sociales mantienen una
relación llena de contrastes. Es responsabilidad de todos educar a los
jóvenes a convivir en la red desde la propia red, para que estas
proyecten más luces que sombras en su desarrollo social, emocional
y moral.

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