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Introducción

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Resumen

Reconocer los derechos humanos de las personas con discapacidades, implica


garantizarles la igualdad y las libertades fundamentales, lo cual debe manifestarse
en el ámbito laboral y social. En los últimos años, la prohibición de la
discriminación ha cobrado gran relevancia en las condiciones de vida de las
personas con capacidades diferentes, lo que requiere una correcta
implementación en la legislación de los Estados. Sin embargo, no es suficiente
con ajustar las normas; también es necesario que estas se reflejen en el entorno
laboral.

Palabras clave: derechos humanos, personas con discapacidad, desigualdad,


discriminación, normatividad, mercado laboral.

En el presente trabajo se realiza un análisis de la normatividad de México en


materia de personas con discapacidad, con la finalidad de evidenciar normatividad
y jurisprudencia.
Por otro lado, el Banco Mundial a nivel internacional dice que más de 1000
millones de personas viven con alguna discapacidad. Considerando que a nivel
mundial hay aproximadamente un poco más de 7500 millones de personas, las
personas que viven con algún tipo de discapacidad representan cerca del 13% de
la población a nivel mundial. En México, este porcentaje corresponde al 5% de la
población total.
El derecho de las personas con capacidades diferentes México

Introducción
El tema de discapacidad es dinámico y se encuentra en constante
problematización, debate y actualización, lo cual permite plantear contextos y
conceptos. El estudio de este sector en el mercado laboral, es un tópico relevante
dentro de la economía ya que ha existido discriminación para este grupo de
personas.

Generalmente, se pensaba que al tener alguna discapacidad no podían llevar a


cabo un trabajo con éxito, sin embargo, eso no es del todo cierto, ahora vivimos en
un mundo moderno y vanguardista que pugna por la inclusión de todos, por
eliminar barreras mentales y estructurales, cobijado por el principio de igualdad,
donde todos vivamos y desempeñemos un trabajo digno, adecuado a nuestras
capacidades que sea recurrente, fuente de desarrollo personal y colectivo, en un
escenario donde desaparezca la exclusión y discriminación laboral.

En el contexto de los derechos humanos, el reconocimiento y protección de las


personas con discapacidad en México están alineados con las recomendaciones
internacionales, particularmente las promovidas por la Organización Mundial de la
Salud (OMS). A nivel global, hay más de 1.300 millones de personas que viven
con algún tipo de discapacidad, esto quiere decir que el 16% de la población total
(es decir, 1 de cada 6 personas en el mundo) una cifra que sigue en aumento
debido al envejecimiento poblacional, el incremento de enfermedades crónicas y
las emergencias sanitarias, como la pandemia de COVID-19 (OMS, 2023). Este
fenómeno subraya la necesidad urgente de abordar las inequidades que enfrentan
estas personas, tanto en los sistemas de salud como en otros sectores sociales.

La OMS destaca que el derecho de las personas con discapacidad a la salud es


inherente y universal, e incluye el acceso al más alto nivel posible de atención
sanitaria, sin discriminación. Sin embargo, las personas con discapacidad
enfrentan una mayor exposición a riesgos de salud y mayores barreras en la
atención médica, como la inaccesibilidad de los establecimientos de salud y la
falta de servicios adaptados a sus necesidades específicas. En este sentido, la
OMS enfatiza que estas inequidades no se originan en la discapacidad misma,
sino en factores sociales, económicos y políticos que perpetúan la exclusión
(OMS, 2023).

La importancia de esta investigación radica en realizar un estudio de la


normatividad, jurisprudencia, planes y proyectos enfocados en las personas con
discapacidad en México con el propósito de identificar retos y oportunidades en
este sector del mercado laboral. Es esencial informar sobre los derechos y
obligaciones que implica contratar a personas con discapacidad en la República
Mexicana, así como identificar las organizaciones que llevan a cabo estas
acciones y aquellas que pueden replicarlas. Además, esta población tiene derecho
a acceder al trabajo en condiciones de igualdad. Desde este enfoque, el
empleador no solo debería buscar la diversidad, sino también comprometerse a
ofrecer empleo para todos, garantizando igualdad de oportunidades, seguridad y
respeto.

En México, el marco normativo, encabezado por la Ley General para la Inclusión


de las Personas con Discapacidad, busca implementar las obligaciones
internacionales derivadas de la Convención sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad, promovida por la OMS y las Naciones Unidas. Este tratado
exhorta a los Estados a garantizar la participación activa de las personas con
discapacidad en la formulación de políticas públicas, la eliminación de barreras
físicas y sociales, y la promoción de la accesibilidad universal (OMS, 2023). A
pesar de estos esfuerzos, persisten desafíos en la implementación efectiva de
estas disposiciones, como la insuficiencia de infraestructura accesible y la falta de
sensibilización entre la población general.

La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto las vulnerabilidades adicionales de


las personas con discapacidad y destacó la necesidad de servicios de salud
inclusivos, cercanos a sus comunidades, y de estrategias de comunicación
accesibles. Lecciones aprendidas de esta crisis han llevado a replantear enfoques
hacia la equidad sanitaria, como la promoción de una mayor colaboración entre
gobiernos, organizaciones y la sociedad civil para garantizar que los derechos de
las personas con discapacidad sean protegidos y respetados en todos los niveles.

Por otro lado, La Ley Federal del Trabajo (LFT) en México establece un marco
normativo claro para la inclusión laboral de personas con discapacidad, en línea
con los principios de igualdad y no discriminación. Este marco, actualizado en sus
disposiciones para garantizar la equidad, reconoce el derecho de las personas con
discapacidad a acceder al trabajo en condiciones de igualdad y bajo términos que
promuevan su integración plena y digna en el mercado laboral.

El artículo 2° de la LFT destaca que el trabajo es un derecho y un deber social,


señala que su ejercicio debe realizarse bajo condiciones que aseguren la dignidad
de las personas. En este sentido, prohíbe la discriminación por motivos de
discapacidad, entre otros factores (Diputados, 2023). Además, el artículo 133°
establece que los empleadores tienen prohibido realizar prácticas discriminatorias
que excluyan a personas con discapacidad de procesos de reclutamiento,
selección, contratación o formación profesional (Diputados, 2023).

La ley también incluye disposiciones específicas sobre la adecuación de los


espacios laborales. Según el artículo 132°, fracción XXXI, los empleadores tienen
la obligación de implementar medidas necesarias para garantizar que los lugares
de trabajo sean accesibles y estén adaptados a las necesidades de las personas
con discapacidad, promoviendo así un entorno inclusivo y libre de barreras
(Diputados, 2023). Esta obligación está diseñada para eliminar obstáculos físicos,
tecnológicos y actitudinales que puedan limitar la participación plena de estas
personas en sus empleos.

Un aspecto destacado de la LFT es el incentivo a los empleadores para contratar


a personas con discapacidad mediante beneficios fiscales y programas de apoyo.
Estos incentivos, aunque no están explícitos en la LFT, se complementan con
políticas públicas promovidas por el Gobierno Federal, como las incluidas en el
Programa Nacional de Inclusión Laboral, que buscan reducir el desempleo en este
sector y fomentar una cultura laboral inclusiva.

A pesar de los avances legislativos, persisten desafíos en la implementación de


estas disposiciones, especialmente en el sector privado. Las principales barreras
incluyen la falta de conocimiento por parte de los empleadores sobre las
obligaciones legales, los prejuicios sociales y la carencia de infraestructura
adaptada en los lugares de trabajo. Por tanto, es crucial fomentar campañas de
sensibilización y fortalecer los mecanismos de supervisión y sanción para
garantizar el cumplimiento de las normativas.

En términos generales, la ley federal del trabajo en México no solo busca


garantizar el acceso al empleo para las personas con discapacidad, sino también
transformar la cultura laboral, promoviendo la igualdad de oportunidades, el
respeto y la seguridad en el entorno de trabajo.

No obstante, la LFT en México establece disposiciones clave para la inclusión


laboral de personas con discapacidad, buscando promover un entorno equitativo y
accesible en el mercado laboral. Entre sus disposiciones más relevantes, la ley
obliga a los empleadores a realizar ajustes razonables en los centros de trabajo,
garantizando accesibilidad y condiciones laborales adecuadas para este sector de
la población. Este marco normativo tiene el objetivo de eliminar barreras físicas y
actitudinales que históricamente han limitado la inclusión laboral de personas con
discapacidad (Economista, 2024).

De acuerdo con la reforma aprobada en 2021, se busca que al menos el 5% de las


plazas laborales sean ocupadas por personas con discapacidad en las empresas.
Además, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) tiene la
responsabilidad de implementar políticas públicas que promuevan la capacitación
y el empleo de este grupo, incluyendo programas específicos y bolsas de trabajo
inclusivas (Economista, 2024).

Sin embargo, la implementación enfrenta desafíos. Aunque la LFT prohíbe a los


empleadores justificar la falta de accesibilidad por razones presupuestarias, la
adecuación de los espacios laborales puede requerir inversiones significativas.
Esto, sumado a la falta de sensibilización en muchas organizaciones, ha limitado
el impacto de las reformas. Un estudio reciente mostró que solo el 17% de las
empresas en México tienen políticas claras de inclusión, mientras que el resto
realiza esfuerzos mínimos o circunstanciales, como en fechas conmemorativas
(Economista, 2024).

Finalmente, es crucial reconocer que estas disposiciones están alineadas con los
estándares internacionales establecidos por la Convención sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad, que promueve el derecho al trabajo digno en
igualdad de condiciones, así como los Objetivos de Desarrollo Sostenible que
abogan por trabajo decente y crecimiento económico inclusivo.

No Discriminación y Acceso al Empleo


El acceso al empleo y la no discriminación de personas con discapacidad es un
tema crucial para la justicia social y el desarrollo sostenible. Datos de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), alrededor del 15% de la población
mundial (1,000 millones de personas) tiene alguna discapacidad, de las cuales un
80% están en edad de trabajar. Sin embargo, enfrentan barreras significativas
para acceder a empleos decentes debido a prejuicios, entornos físicos
inaccesibles y falta de ajustes razonables en los lugares de trabajo. Las personas
con discapacidad experimentan tasas de desempleo más altas y mayor riesgo de
pobreza que las personas sin discapacidad, lo que también impacta
negativamente en el desarrollo económico y social de sus comunidades (OIT,
2023).

Las personas con discapacidad enfrentan numerosos desafíos en el acceso al


empleo. Entre los principales obstáculos se encuentran las barreras culturales y
estructurales que incluyen prejuicios sociales, desconocimiento sobre sus
capacidades, y la ausencia de entornos laborales accesibles. Además, la falta de
tecnologías de apoyo y ajustes razonables, como modificaciones en horarios o
entornos físicos, dificulta su integración laboral. Estas problemáticas afectan
particularmente a las mujeres con discapacidad, quienes enfrentan una doble
discriminación, limitando su representación en sectores bien remunerados y
perpetuando desigualdades económicas. La exclusión laboral no solo afecta su
bienestar personal y social, sino que también reduce las oportunidades de
desarrollo económico para las sociedades, debido a la pérdida de productividad y
diversidad en los lugares de trabajo.

En México, las personas con discapacidad enfrentan múltiples barreras para


acceder al mercado laboral, a pesar de los esfuerzos nacionales e internacionales
por garantizar su inclusión. Datos recopilados por la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), solo el 0.5% de los empleados en las empresas mexicanas son
personas con discapacidad, y la mayoría de ellos ocupa puestos de nivel
jerárquico bajo, como empleados u obreros (96%). Apenas un 2.4% logra
desempeñarse en mandos medios, y solo el 1.6% alcanza cargos en alta
dirección, principalmente en áreas de operaciones o apoyo administrativo. Estas
cifras evidencian una falta de representación significativa en roles de liderazgo y
áreas estratégicas dentro de las empresas (OIT, 2023).

Las principales barreras que enfrentan incluyen prejuicios sociales sobre su


capacidad productiva, así como la falta de entornos laborales accesibles y
adaptados a sus necesidades. Adicionalmente, el acceso a programas de
capacitación y formación profesional sigue siendo limitado, lo que restringe sus
posibilidades de competir en igualdad de condiciones en el mercado laboral. Esta
situación afecta de manera particular a las mujeres con discapacidad, quienes
enfrentan mayores tasas de desempleo y exclusión debido a la intersección de
género y discapacidad (OIT, 2023).

Para abordar estos desafíos, la OIT colabora con los sectores público y privado en
México, promoviendo políticas inclusivas y programas de sensibilización para
combatir las barreras culturales y estructurales. Entre las estrategias
implementadas se encuentra el fortalecimiento legislativo, con leyes que prohíben
la discriminación laboral por motivos de discapacidad, así como la promoción de
ajustes razonables en los entornos laborales. Además, se han desarrollado
programas de capacitación específicos para personas con discapacidad, con el
objetivo de mejorar su empleabilidad y facilitar su integración al mercado laboral.
Estas acciones están alineadas con la Convención sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),
particularmente el ODS 8, que promueve el trabajo decente y el crecimiento
económico inclusivo.

A pesar de los avances logrados, la participación de las personas con


discapacidad en el mercado laboral mexicano sigue siendo limitada, lo que
evidencia la necesidad de redoblar esfuerzos para garantizar una inclusión plena y
efectiva. La implementación de estrategias inclusivas no solo beneficia a este
grupo de población, sino que también enriquece el ámbito laboral con diversidad y
promueve el desarrollo económico sostenible.

Para abordar estos retos, la OIT lidera varias iniciativas enfocadas en la inclusión
laboral de personas con discapacidad. En primer lugar, promueve la
implementación de ajustes razonables en los procesos de selección y condiciones
laborales, asegurando que las empresas eliminen barreras físicas y operativas.
Asimismo, colabora con sectores públicos y privados para desarrollar políticas
inclusivas, como el programa CEOs por la Inclusión, que sensibiliza a líderes
empresariales sobre la importancia de contratar a personas con discapacidad y
fomentar entornos de trabajo equitativos. Paralelamente, la OIT organiza
programas de capacitación y sensibilización destinados a empleadores y
trabajadores, con el objetivo de mejorar el entendimiento de los derechos
laborales de las personas con discapacidad y crear una cultura organizacional que
valore la diversidad. Además, alinea sus acciones con la Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS), promoviendo la igualdad de oportunidades y condiciones
laborales dignas para todos.
5. Incentivos y Programas de Apoyo
En México, se han establecido diversos programas e incentivos que buscan
mejorar la inclusión laboral y el bienestar económico de las personas con
discapacidad. Entre las iniciativas más relevantes se encuentra la Pensión
Universal para Personas con Discapacidad Permanente, que otorga un apoyo
bimestral de 2,800 pesos a personas con discapacidad de entre 0 y 64 años. Este
programa, que benefició a más de un millón de personas en 2022, representa un
esfuerzo significativo por parte del gobierno federal para reducir las
desigualdades. Además, se ha destinado un presupuesto histórico de 87 mil
millones de pesos en 2023, acompañado de estrategias como módulos de registro
y visitas domiciliarias, para garantizar el acceso a este beneficio, especialmente en
comunidades remotas o para personas con movilidad limitada (Gobierno de
México, 2023)

En el ámbito laboral, se han implementado incentivos fiscales para empresas que


contratan a personas con discapacidad. Las empresas pueden deducir el 100%
del Impuesto Sobre la Renta (ISR) derivado de los salarios de estos trabajadores y
un 25% adicional del salario efectivamente pagado. Estas medidas buscan
fomentar la contratación de personas con discapacidades significativas,
promoviendo la inclusión en el mercado laboral formal. Para acceder a estos
incentivos, las empresas deben cumplir con ciertos requisitos, como la certificación
de discapacidad y el aseguramiento de los trabajadores en el Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS) (Gobierno de México, 2023).

Además, el programa Abriendo Espacios, operado por el Servicio Nacional de


Empleo, ofrece evaluaciones personalizadas que permiten identificar las
habilidades y competencias laborales de las personas con discapacidad,
ayudándolas a integrarse en empleos adecuados. Durante el primer semestre de
2023, este programa facilitó la colocación laboral de más de 6,700 personas con
discapacidad en sectores diversos. Complementariamente, el distintivo "Gilberto
Rincón Gallardo" reconoce a empresas que adoptan prácticas inclusivas en sus
entornos laborales, promoviendo modelos que sirvan de ejemplo para otros
centros de trabajo (Gobierno de México, 2023).

El Programa Nacional de Trabajo y Empleo para las Personas con Discapacidad


2014-2018 fue una iniciativa del gobierno mexicano que promueve la inclusión
laboral de las personas con capacidades diferentes. En un contexto donde las
barreras sociales y laborales limitan las oportunidades de empleo, este programa
se estableció con la finalidad de aumentar el acceso al trabajo, mejorar las
condiciones laborales y fomentar la capacitación de personas con discapacidad.
Uno de los ejes principales del programa fue el acceso al empleo. Se promovieron
vacantes específicas en colaboración con el sector privado, así como la creación
de bolsas de trabajo accesibles. Estas acciones facilitan la búsqueda de empleo y
aseguran que las personas con discapacidad pudieran acceder a oportunidades
laborales adecuadas. Además se enfocó en la capacitación y formación, se
ofrecieron programas de capacitación adaptados a sus necesidades, así como la
inclusión de programas de educación técnica y profesional. Este enfoque buscó no
solo aumentar las competencias laborales, sino también empoderar a las personas
con discapacidad para que se integraran de manera efectiva en el mercado
laboral. De la misma manera se contemplaron acciones de sensibilización y
conciencia social. Se llevaron a cabo campañas para informar a la población y a
los empleadores sobre los beneficios de contratar a personas con discapacidad.
Así mismo, se organizaron talleres y eventos que promovieron el diálogo sobre la
importancia de la inclusión. Finalmente, se trabajó en el apoyo legal y político,
reforzando leyes que garantizan el derecho al trabajo y la no discriminación. Se
implementaron mecanismos para asegurar el cumplimiento de estas normativas,
con el fin de proteger los derechos laborales de las personas con discapacidad. A
través de estos ejes estratégicos, el programa nacional de trabajo y Empleo para
las Personas con Discapacidad buscó no solo aumentar la tasa de empleo de este
grupo en el sector formal, sino también reducir la discriminación y transformar la
percepción social hacia la discapacidad. Este programa fue un paso significativo
hacia la inclusión laboral en México, estableciendo las bases para un entorno más
justo y equitativo para todos. La continuación de estas iniciativas es fundamental
para avanzar en la plena inclusión de las personas con discapacidad en el ámbito
laboral y social.

De manera similar el Programa de Capacitación para el Trabajo (PCT) es una


iniciativa del gobierno mexicano que busca fomentar el desarrollo de habilidades y
competencias laborales entre la población, con un enfoque especial en grupos
vulnerables como personas con discapacidad, jóvenes y adultos desempleados.
Este programa es una herramienta clave para mejorar la empleabilidad y facilitar la
inserción de estos grupos en el mercado laboral. El principal objetivo del PCT es
fomentar el empleo, proporcionando a los participantes las herramientas
necesarias para aumentar sus posibilidades de conseguir un trabajo. A través de
una amplia gama de cursos en áreas como administración, informática, oficios y
servicios, el programa responde a las necesidades del mercado laboral,
asegurando que la capacitación sea relevante y efectiva.

La duración de los cursos varía según la especialidad, desde talleres breves hasta
programas más extensos. Al finalizar la capacitación, los participantes pueden
obtener certificados que acreditan sus habilidades, lo que enriquece su perfil
laboral y les da una ventaja competitiva en la búsqueda de empleo. El PCT se
caracteriza por su enfoque inclusivo, promoviendo la capacitación de grupos
vulnerables. Esto se logra mediante la colaboración con instituciones educativas,
empresas y organizaciones de la sociedad civil, garantizando así que los
programas sean accesibles y de calidad. Los beneficios del programa son, mejorar
la empleabilidad de los participantes, brinda acceso a oportunidades laborales a
través de bolsas de trabajo, contribuye al desarrollo personal y profesional de los
asistentes, incrementando su confianza y motivación. El programa de capacitación
para el trabajo es un esfuerzo significativo del gobierno mexicano para reducir el
desempleo y mejorar la calidad de vida de la población. Al enfocarse en la
capacitación y el desarrollo de habilidades, el PCT atiende la demanda del
mercado laboral, sino que también promueve la inclusión social y el bienestar de
los grupos más vulnerables. Este programa representa un paso importante hacia
una sociedad más equitativa y con mayores oportunidades para todos.
condiciones. ( Secretaria del Trabajo , 2021-2024)

Del mismo modo el Sistema Nacional de Empleo (SNE) es una iniciativa,


administrada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), que tiene por
finalidad el facilitar la inserción laboral y promover el empleo en el país. Este
sistema se ha convertido en un puente entre los buscadores de empleo y los
empleadores, ofreciendo diversos servicios y recursos que mejoran las
oportunidades laborales para la población. Una de las características más
favorable del SNE es su bolsa de trabajo, una plataforma que agrupa ofertas
laborales de distintas empresas. Esta bolsa incluye vacantes dirigidas a diversos
grupos, destacando la oferta para personas con discapacidad, lo que refleja un
compromiso con la inclusión y la equidad en el mercado laboral. Al igual que los
programas mencionados anteriormente ofrece orientación laboral, proporcionando
asesoría y herramientas que ayudan a los solicitantes a mejorar su perfil
profesional y a preparar su búsqueda de empleo de manera efectiva. Asimismo,
organiza ferias de empleo en diversas regiones del país, donde los participantes
pueden interactuar directamente con empleadores, conocer ofertas disponibles y
recibir información sobre diversas oportunidades. El SNE ayuda a fomentar un
mercado laboral más justo y accesible, promoviendo el bienestar social y
económico del país.

Estos programas e incentivos reflejan el compromiso de México por construir un


entorno más inclusivo, donde las personas con discapacidad tengan
oportunidades equitativas de empleo y acceso a apoyos económicos que
contribuyan a mejorar su calidad de vida.

Actualmente, el compromiso es garantizar el ejercicio de los derechos sociales


para cerrar las brechas de la desigualdad, a través de acciones que fortalezcan y
promuevan el desarrollo social de los grupos en situación de vulnerabilidad y de
estrategias para incrementar su inclusión productiva, el Programa nacional de
trabajo y empleo para las personas con discapacidad (PNTEPD), integra
estrategias que permitan brindar a las personas que buscan empleo y tienen
alguna discapacidad, elementos para su capacitación, rehabilitación,
profesionalización e incorporación en el mercado laboral en igualdad de
condiciones. Así mismo, busca fortalecer la cultura de inclusión y no
discriminación entre los sectores productivos, lo que permite garantizar un entorno
laboral favorable, con opciones de acceso, desarrollo y permanencia, sin
discriminación hacia las personas con discapacidad. Fortalece la coordinación
entre las políticas sociales y económicas correspondientes a distintas instituciones
de orden federal relacionadas con las personas con discapacidad, con el fin de
impulsar condiciones que asegurarán el acceso a puestos de trabajo sin
discriminación, el desarrollo de actividades laborales que contribuyan al ejercicio
de sus capacidades humanas y profesionales. Este programa tiene un principio
rector sustentado en el PND, “no dejar a nadie atrás, no dejar a nadie afuera”,
cuyo fin superior es el “bienestar general de la población”, que se alcanzará a
través de la construcción de un modelo viable de convivencia entre los sectores
sociales, donde nadie quedará excluido. Las condiciones sociales para que
muchas personas con discapacidad ejerzan su derecho a contar con un trabajo
digno y, de igual manera, habrá generando el espacio para un cambio perdurable
en la cultura laboral, dentro del cual se reconozca a las personas con
discapacidad en toda su plenitud e igualdad. (PNTEPD, 2021-2024).

Por otro lado, como respuesta a la protección a los derechos de las personas con
capacidades diferentes que forman parte de una sociedad vulnerable se crearon
programas de apoyo. Programa Nacional de Trabajo y Empleo para las personas
con discapacidad 2021 – 2024, promociona los derechos laborales de las
personas con discapacidad con pleno respeto a su dignidad, con igualdad de
oportunidades y no discriminación, a través de las 30 políticas que promuevan
mayores oportunidades, busca dar capacitación para el empleo y su inclusión en
el sector económico; eliminar las barreras que enfrentan las personas con
capacidades diferentes y lograr el reconocimiento de sus derechos, para alcanzar
un mayor desarrollo social. Igualmente, el programa pensión para el bienestar de
las personas con discapacidad contribuye a garantizar el pleno ejercicio de los
derechos y libertades fundamentales a niñas, niños, adolescentes, jóvenes,
personas indígenas, afromexicanas y/o adultas con discapacidad a través de
un apoyo económico de 3 mil 100 pesos entregados de manera bimestral. La
razón de ser de esta pensión son las condiciones que limitan la interacción de las
personas que viven con alguna discapacidad, la cual, a su vez, registra una mayor
prevalencia en personas en situación de pobreza (incluidos menores de edad,
indígenas y afrodescendientes), adultas mayores y mujeres, limitando su
participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones.

Sin embargo, la Red Nacional de Vinculación Laboral (RNVL), fortalece la


inclusión laboral de las personas con menor empleabilidad o en situación de, a
través de acciones de instituciones y organizaciones públicas, privadas y sociales.
La coordinación de acciones entre las instituciones que integran (REVL) tienen
como objetivo brindar a las personas con menor empleabilidad o en situación de
vulnerabilidad, servicios de inclusión laboral tales como: vinculación laboral,
consejería, evaluación de habilidades y aptitudes laborales, así como talleres y
asesorías para contribuir a mejorar sus condiciones. Estos servicios son
proporcionados de manera presencial o manera virtual, también se ponen a
disposición de sindicatos, empresas e instituciones interesadas en adoptar e
impulsar una cultura de inclusión laboral y la incorporación del principio de
igualdad y no discriminación; particularmente, ofrece orientación para el
perfilamiento de vacantes incluyentes, asesoría para la construcción de entornos
favorables para la inclusión y sensibilización para el establecimiento de centros de
trabajo libres de discriminación y violencia. (Red Nacional de Vinculación Laboral,
2021). De la misma manera Centro de Capacitación y Rehabilitación (CECART),
que promueve la inclusión y brinda de forma gratuita capacitación para el trabajo y
apoyo para búsqueda de empleo. Si la persona ya cuenta con una pensión por
discapacidad, la puede conservar y además capacitarse en otra actividad para
reincorporarse a un trabajo.

Así mismo otros programas no buscan el apoyo de inclusión, sino más bien el
apoyo financiero, un ejemplo de ello es la pensión de invalidez que se otorga
cuando la persona asegurada se halle imposibilitada para procurarse, mediante un
trabajo, un salario superior a 50% del recibido por el último año de trabajo,
siempre que la imposibilidad derive de una enfermedad o accidente no laboral. El
estado de invalidez da derecho a la persona asegurada a una pensión temporal
que se le otorga por periodos renovables, en los casos de existir posibilidad de
recuperación para el trabajo o cuando por la continuación de una enfermedad no
profesional se termine el disfrute del subsidio y la enfermedad persista, o definitiva
cuando el estado de invalidez es de naturaleza permanente (IMSS, 2021).

5.1. Estímulos Fiscales para Empleadores

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