CLAR - Boletín de Prensa - 01
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CENTINELA de
Espanza
Boletín
DE PRENSA
Día 1 | viernes 22 de noviembre de 2024
V Congreso Latinoamericano y Caribeño de Vida Religiosa
www.clar.org
DE PRENSA 01 Boletín
En el gimnasio del Colegio Corazón de María de los Misioneros Claretianos, han recibido a
más de 400 participantes venidos de Américas, Europa y África y, de manera virtual, se han
conectado más de 600 religiosas/os.
El Congreso inició con un momento orante-artístico, animado por la CONFAR, que situó a
los participantes en un espíritu de peregrinación junto al pueblo en clave de esperanza.
En las palabras de apertura el P. José Luis Loyola, MSpS (vicepresidente de la CLAR) invitó
a una profunda reflexión sobre la situación actual del mundo y a ser respuesta ante la
incertidumbre y las crisis que afectan a la Vida Religiosa. En sus palabras, reconoció el
panorama sombrío de los tiempos que vivimos: un "paisaje incierto", "tiempos
convulsionados e insostenibles", y "estructuras inestables" que desestabilizan a los
pueblos.
v
También reconoció que “nuestra condición de centinelas de esperanza es ineludible e
impostergable... sin esperanza solo vemos piedras. La esperanza tiene resquicios que nos
hace ver más allá, dialogar con el futuro, crear una atmósfera de reconciliación; ofrecer
señales e indicadores, brindando sentido y orientación a nuestro caminar juntos.
Este análisis recuerda que los problemas sociales no son sólo estadísticas o datos
abstractos, sino que tienen efectos reales y palpables en la vida de las personas, como lo
testimoniaron algunos participantes de Venezuela, Chile, Bolivia, Cuba y El Salvador. Las
soluciones a estos problemas deben ser concretas, estructurales y estar enfocadas en la
justicia social y la equidad. La región de América Latina y el Caribe tiene recursos y
capacidades para enfrentar estos desafíos, pero es crucial que exista voluntad política,
unidad social y un compromiso genuino con el fortalecimiento de la democracia y la
reducción de la desigualdad.
Esperanzas EN CONTEXTOS
Este panel fue moderado por el P. Israel Arévalo, CM (secretario adjunto de la CLAR), y
abordó las realidades de Trata de Personas, Migración y Ecología Integral.
La Hna. Sandra Ortiz, OSR (Red Kawsay - Uruguay) resaltó un enfoque profundamente
humano y respetuoso hacia las mujeres que han vivido la experiencia de la prostitución. En
su reflexión, invitó a alejarse de la etiqueta de "víctima", ya que muchas de estas mujeres
no se identifican con ese término. En lugar de verse como víctimas, se perciben a menudo
como culpables o responsables, al haber tomado decisiones difíciles en contextos de
pobreza, violencia o manipulación. La idea central es que, para avanzar en el proceso de
sanación y transformación, es necesario restaurar su dignidad, hacer que se sientan
nuevamente personas y que puedan recuperar la confianza tanto en sí mismas como en
los demás.
Las palabras de Elsa Cristina Cuello (laica de la Red Kawsay de Córdoba) reflejaron una
profunda experiencia de transformación y esperanza, centrada en la fuerza del
acompañamiento, la misericordia divina y el trabajo colectivo en red. Su testimonio resaltó
cómo, en medio de situaciones de violencia y vulnerabilidad, el apoyo de personas
dispuestas a escuchar, cuidar y compartir humanidad puede marcar una diferencia
significativa.
v Vida Religiosa
CENTINELA de -3-
Espanza
El concepto de "centinelas" que ella mencionó refiere a esas personas que se convierten
en guardianes del bienestar y la dignidad de los demás, quienes se encargan de ver,
escuchar y acompañar a aquellos que están en situación de sufrimiento. Según Cuello,
estos centinelas son fundamentales para el proceso de cambio personal y colectivo, ya
que, a través de su intervención, se recupera la esperanza y la posibilidad de un futuro
diferente.
Al finalizar, Elsa hizo un llamado a la acción, invitando a "salir" y "mirar al otro", subrayando
la importancia de la empatía y la escucha a quienes están en situaciones difíciles. Es un
recordatorio de que, en un mundo donde muchas veces prevalece el egoísmo y la
indiferencia, la escucha activa y el cuidado mutuo son las claves para sanar heridas y
restaurar la dignidad.
Por otro lado, el P. Jorge Costadoat, SJ (Miembro del Equipo de Teólogas/os de la CLAR y
de la Comisión de Personas Migrantes y Refugiados) planteó una profunda reflexión sobre
la migración y su conexión con la fe y la ética cristiana. El punto de partida es que la
verdadera cuestión no es simplemente si creemos en Dios, sino qué imagen de Dios nos
mueve y nos inspira en nuestras acciones. La pregunta se centra en cómo nuestra
comprensión de Dios influye en nuestra praxis social y política, y particularmente, en cómo
nos enfrentamos a situaciones de injusticia como las migraciones forzadas.
Costadoat subrayó que las migraciones forzadas no son sólo un fenómeno social y
político, sino también "signos de los tiempos", es decir, situaciones que deben
interpelarnos como sociedad y como creyentes. En este sentido, las migraciones reflejan
una profunda crisis de humanidad que no podemos ignorar. Estas situaciones de
desplazamiento masivo — ya sea por violencia, pobreza o desastres naturales — son un
claro indicio de que el mundo actual está fallando en su responsabilidad hacia los más
vulnerables.
El teólogo afirmó que Dios no puede aceptar las condiciones actuales en las que se dan las
migraciones, especialmente cuando se dan en términos inhumanos. Esto es un llamado a
la acción para que las comunidades de fe se cuestionen cómo sus prácticas y sus sistemas
sociales pueden contribuir a humanizar las migraciones, garantizando que los migrantes
sean tratados con dignidad, respeto y justicia.
También planteó que es necesaria una reflexión consciente sobre el proceso de reducción.
No se trata sólo de reducirse, sino de hacerlo de manera estratégica, renovando la misión
y volviendo a lo esencial para reafirmar la identidad y la pertenencia dentro de las
congregaciones.
El P. Fernando expresó que este proceso de cambio se enfrenta a dos obstáculos clave: la
espiral del deterioro y la inercia institucional. El primero se manifiesta cuando la reducción
se hace irreflexivamente, llevando a un deterioro organizacional que afecta el sentido de
pertenencia de los miembros y genera abandono. El segundo obstáculo, la inercia, refleja
una resistencia al cambio, a pesar de la conciencia de su necesidad.
Finalmente mencionó que un contexto de reducción estratégica puede ser tejido para que
se suscite la esperanza: ofreciendo nuestro servicio donde realmente somos generadores
de vida y nosotros también aprendemos; permaneciendo donde nuestro servicio es
significativo, y teniendo el valor de salir de donde no lo es; siendo actores junto con otros
actores, abiertos a confiar; facilitando trayectorias personales, que cada hermana/o
encuentre su manera de aportar su don, su carisma personal.
El primer día del congreso finalizó con la Eucaristía presidida por el P. José Luis Loyola,
MSpS (vicepresidente de la CLAR), en un ambiente de agradecimiento e interiorización.