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Gianfranco Cassiano: Cuicuilco

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EL ORIGEN DE LA

AGRICULTURA EN MEXICO

Gianfranco Cassiano

El estudio de la transición a la economía agrí- ración drástica de la biomasa vegetal, cuando menos en las etapas
cola ha sido enfrentado a partir de diferentes incipientes, donde todavía se cuenta con organismos de baja producti-
enfoques,1 ya resumidos y analizados críti- vidad y poca palatabilidad.
camente en varias oportunidades por Binford y Igualmente estéril resulta la aclaración de que el proceso de
Flannery.2 Los autores que han estudiado este sedentarización surge a partir de una no explicada consolidación de la
tema aún al utilizar marcos explicativos y pro- práctica agrícola. Existe un acuerdo casi general de que ésta coincidió
cedimientos analíticos diferentes, coinci- con una estabilización del patrón de asentamiento, por lo que la se-
den en que se trata de un proceso más que de dentarización ha sido interpretada como una condición esencial para el
un evento, cuyas raíces e implicaciones son éxito de la práctica del cultivo, o a lo sumo, como una tendencia definida
económicas, pero se revierten al ámbito social al mismo tiempo que la otra.
y generan cambios, primero en la organización De hecho, uno de los atributos esenciales en el Cercano Oriente es
de producción y posteriormente, en toda la la existencia, durante la transición y quizá desde antes, de poblaciones
estructura social. ya plenamente sedentarizadas. En México, al contrario, los grupos po-
La fuerza adquirida por el planteamiento seían alta movilidad y la experimentación de cultivos, al parecer, se dio
economicista, sin embargo, ha debilitado la de manera concomitante o ligeramente posterior a un proceso de
discusión sobre la existencia de factores poblamiento. Así, los mesoamericanistas hicieron derroche de tinta
causales en la esfera ideológica. Por ejemplo, para explicar con marcos ambientalistas siempre más refinados cómo
resulta difícil sostener que el cultivo fue una surgió el cultivo sin sedentarismo.
práctica de subsistencia realmente alternativa A partir de la idea de que transcurrieron varios miles de años para
a la caza-recolección, en condiciones de alte- que los nuevos pobladores se ajustaran a la fisonomía de las nuevas
áreas, y con base en la densidad y características de los sitios arqueo-
1V. G. Childe, Los orígenes de la civilización, Fondo de lógicos, se sostiene que en las etapas tempranas de desarrollo no se
Cultura Económica, México, 1954; R. Braidwood, El hombre
prehistórico, Fondo de Cultura Económica, Breviarios, número alcanzaron tamaños de población tan altos como para afectar la
107, México, 1971; L.R. Binford, ’PostPIeistocene Adaptations",
en S. Struever (editor), PrehistoricAgriculture, The Natural History
eficiencia de las actividades de autosubsistencia de los grupos de
Press, Garden City, New York, 1971, pp. 22-49; K. V. Flannery, J. productores ni para requerir un reajuste de las unidades domésticas. Sin
Marcus y S. A. Kowalewski, "The Preceramic and Formative of the
ValleyofOaxaca", en J. A. Sabloff(editor), Arqueology, Supplement
embargo, los autores coinciden en que hace aproximadamente unos
totheHandbookofMiddleAmerican Indians, volumen 1, University seis mil años cambió la estructura de población, hecho cualitativamente
of Texas Press, Austin, 1985, pp. 48-93; R. S. MacNeish, (editor),
Tehuacan Accomplishments", en J. A. Sabloff (editor), Sup-
importante porque interactúa con elementos de la esfera reproductiva,
plementto the HandbookofMiddle American Indians, volumen 1, y que modificaron los esquemas de autosuficiencia.
Arqueology, University of Texas Press, Austin, 1985, pp. 345-373;
M. Harris, Caníbales y reyes, Biblioteca Científica Salvat, Barce- En general, también existe acuerdo con el establecimiento de una
lona, 1986; M.N. Cohén, The Food Crisis in Prehistory, Yale diferencia conceptual entre el origen de la agricultura y el del cultivo, en
University Press, New Haven and London, 1977; D. Rindos,
'Evolución darwiniana y cambio cultural. El caso de la agricultu- términos de la actividad y de sus implicaciones sobre la organización de
ra”, en L. Manzanilla (editora), Coloquio Z. Gordon Childe, UNAM, producción. El cultivo en un principio sobrevivió porque era una práctica
México. 1988, pp. 345-373.
2 Binford, op. cit:, Flannery etal., op. cit. “informal” y como tal, no interfería con los calendarios de la caza-

CUICUILCO 15
recolección. Esto implica que la discusión sobre la transición debería el único sitio abierto de importancia, el de Geo-
apuntar hacia la definición de los tiempos, áreas y proceso de Shih, aún no ha sido publicado completamente
y presenta limitaciones en cuanto al fecha-
formalización del cultivo en agricultura.
La mayoría de las aportaciones recientes a la discusión se han miento.
dado dentro del campo de la teoría ecológica y neoevolutiva y de los En el caso de Tehuacán, al contrario, los
planteamientos de la ecología cultural? Entre lo más interesante está datos son abundantes, pero existen problemas
la idea de que el hombre y los cultígenos mantienen una compleja en cuanto a la interpretación cronológica y
relación que implica mecanismos evolutivos y coévolutivos que no cultural de varios pisos de ocupación y a la de-
siempre se encuen- terminación de la va-
tran bajo estrecho riable ambiental, que
control por parte de se reflejan en cam-
la sociedad. bios en el tiempo de
Por otro lado, en las reconstrucciones e
el contexto de la eco- interpretaciones, así
logía cultural, se han como de las fechas.
afinado laspropuestas Considero que la
sobre la reorganiza- discusión debe arran-
ción de las actividades cardesde el momento
productivas, a partir del poblamiento im-
de cambios cualita- portante del territorio
tivos en la predecibi- mexicano, éste pare-
lidad del medio, para ce corresponder a
aumentar la eficiencia unos 12 000 años a.p.
temporal y territorial Para tales etapas los
en la explotación de datos son muy po-
los recursos. Desde es- bres, especialmente
te punto de vista, el en cuanto a contex-
cultivo sería una prác- tos fechados con evi-
tica tendiente a amor- dencias deactividades
tiguar los efectos de productivas. Esto, que
las fluctuaciones im- de por sí constituye un
predecibles de la pro- dato, evidentemente
ductividad natural. afecta la posibilidad de
Asimismo se asume manejar los factores
que la experimenta- económicos y demo-
ción del cultivo no necesariamente debe referirse al contexto alimen- gráficos desde antes de comenzar el proceso
ticio, sino al tecnológico, como es el caso del bule (Lagenaria de transición.
siceraría).i Es una opinión generalizada que los grupos
Lo anterior lleva a concluir que un discurso sobre el origen de la que se movían de la vertiente oriental y los de
agricultura podría ser visto como la consolidación, en etapas abruptas, zonas semiáridas mostraban marcada prefe-
de una práctica marginal, más que como la consecuencia natural de rencia por los recursos vegetales, los animales
procesos económicos y sociales. medianos y pequeños y sólo, eventualmente,
A continuación intento esbozar la secuencia del proceso de transi- presas mayores. Según Lorenzo5aún en aque-
ción en México, apoyándome en la información arqueológica y los in- llas regiones —como la cuenca de México—
tentos interpretativos ya mencionados. Hay que recordar que los dos donde abundaba la megafauna, ésta no cons-
conjuntosdedatos másimpo ríanles, procedentesdelosvallesdeTehua- tituía la base de alimentación, sino una alterna-
cán y Oaxaca, presentan varios problemas para su interpretación. En tiva esporádica. La frecuencia de captura
esta última región la investigación de las fases tempranas ha producido estaba ligada a eventos no siempre bajo con-
información pobreycualitativamente inadecuada. Los asentamientosde trol del hombre.
cueva parecen reflejar etapas de ocupación muy breve y especializada;
J. L. Lorenzo, "Los primeros pobladores", en R. Pina Chan
3 Rindos, op. clt.
(coordinador), Del nomadismo a los centros ceremonia'es, SEP-
4Flannsry el al., op. cit.
INAH, México, 1975. pp. 15-59.

16 CUICUILCO
De acuerdo con la idea originaria de Childe6 probablemente surgió de la apreciación del potencial de sus recursos en
asumo que el primer factor que estimuló el cuanto confiabilidad, abundancia, temporada de producción y reproduc-
proceso fue un cambio ambiental el cual empe- ción. En ellos interactuaban estrechamente con algunos organismos,
zó probablemente hace unos trece mil años o tanto animales como vegetales y, si se considera que se trata de las
más. Este cambio se percibe con más claridad discontinuidades más húmedas en zonas generalmente áridas, existen
cuando empiezan a generarse —desde hace ciertos elementos de comparación con la teoría del oasis de Childe.12
diez mil años—7 grandes corredores desérti- La explotación de los recursos implicaba el establecimiento de un
cos en las vertientes occidental y oriental de calendario flexible,13 que respondiera a variaciones predecibles en la
México y el sur de los Estados Unidos. abundancia y en la fructificación del recurso. Además, dentro de los
Al parecer, un efecto climático importante vegetales, se preferían las especies perennes, pues garantizaban la pro-
en los trópicos de Norteamérica fue el despla- ducción renovada año con año, según la precipitación. Esto es posible
zamiento de la temporada lluviosa del invierno verlo en grupos actuales, como los seris.14
al verano, lo cual causó aridificación y favore- Probablemente las herbáceas fueron recursos para casos extre-
ció la dispersión y especiación de los elemen- mos,15cuando faltaran los básicos ya que no eran las preferidas por su
tos xerófitos, ya presente en los ecosistemas poca palatabilidad y por la dificultad de preparación, pues los grupos de
tropicales y subtropicales desde hace al me- zonas semiáridas preferían el consumo en crudo.16
nos unos dieciséis mil años.8 Las unidades productivas tenían una movilidad alta, especialmente
A juzgar por la distribución de los elementos en el sentido altitud ¡nal y es de esperar la utilización de una amplia gama
considerados como indicadores8 existen por lo de recursos y de opciones alimenticias variadas, aunque los ambientes
menos dos rutas principales de poblamiento en con fuentes de agua permanentes debían ser entre los favorecidos para
sentido norte-sur. La primera en la vertiente estancias más largas.17
occidental, se relaciona con la entrada de gnu- Desde estos primeros momentos comienza un aumento demográfico,
pos clovis, de la "tradición de puntas acanala- apenas perceptible en el registroarqueológico, dadoque las poblaciones son
das”, cuya economía estaba orientada hacia la nuevas, de muy baja densidad y están situadas por debajo de la capacidad
cacería de animales medianos y grandes en am- de carga del medio. Si la organización de producción consistía en grupos
bientes templado-húmedos. Queda como obje- productivos pequeños, formados por pocas familias nucleares;18 podía
todediscusiónlaintensidaddeaprovechamiento ocasionarse la segmentación, cuando las instancias de regulación de las
de los vegetales y de los animales pequeños. actividades de cada grupo y de las relaciones entre ellos fueran inoperantes.
La otra entrada se realizó por la Sierra
12 Childe, op. cit.
Madre Oriental, probablemente por grupos 13 K. V. Flannery (ed.), Güila Naquitz, Archaic Foraging and Early Agricultura in Oaxaca,
portadores de la llamada "cultura del desierto"10 Acadenic Press, New York, 1986
’«R. S. Felgar y M. 8. Moser People of the Desert and Sea, Ethnobotany of the Seri Indians, The
caracterizada tecnológicamente por la fabrica- University of Arizona Presa, Tucson, Arizona, 1986.
1S Flannery, op. cit.
ción de elementos foliáceos no acanalados y 18 Felgar, op. cit.
económicamente por la preferencia hacia am- 17 MacNeish, op. cit.
18 Ibidenr, Flannery etal., op. cit.
bientes más secos, donde utilizaban recursos
animales, medianosy pequeños, y recursos ve-
getales en condiciones de semiaridez.
Losambientesmásfrecuentadosse situaban
entre 1 500 y 1 700 msnm, según la latitud, en 600 Km

zonas de contacto entre comunidades bióticas


con composición y temporadas productivas di-
ferentes. La elección de los microambientes"
YA Carador con poUoixiad
ó» tinuoCn a la
8 Childe, op. cit. agrictflura
7R. Byme,"EI cambio climático y los orígenes de la agricultu-
ra", en L. Manzanilla (editora), op. cit., pp. 27-40.
•T. Vandevender, "Holocene Woodlands in the Southwestern
Deserts", en Science, número 198, 1977, pp. 189-192.
8 D. Santa María y J. García-Bárcena, Puntas de proyectil,
cuchillos y otras herramientas sencillas délos grifos, Subdirec-
ción deservicios Académicos, Cuaderno de Trabajo, número 40,
INAH, México, 1989.
10 G. R. Willey, An Introductíon to American Archaeology,
volumen 1, Prentíce-Hall, Englewood Cliffs, 1966.
” M. D. Coe y K. V. Flannery, "Microenvironments and
Mesoamerican Prehistory”, en Science, número 143,1964, pp.
650-654.

CU1CUILC0 17
leguminosas silvestres. Esto afecta parcial-
mente la organización y estructura de la unidad
productiva básica —pequeños grupos—; sin
embargo, ya se aprecia cierta tendencia a la
agrupación en conjuntos residenciales mayo-
res. También persisten las formas sociales de
reproducción ideológica, aunque el registro
manifieste rituales mortuorios complejos.24
La abundancia de recursos debió favorecer
un aumento de las poblaciones humanas que,
sin embargo, ya no podían desprender seg-
mentos hacia las regiones contiguas al sur y al
norte, pobladas desde etapas anteriores. En-
tonces, se hizo necesario un reajuste de la es-
ir-,'
tructura demográficaal interiorde cada territorio
y una intensificación productiva que implicó la
ocupacióny aprovechamiento de un mayor nú-
mero de territorios y la utilización de una mayor
Al considerar un número finito de "microambientes”, necesariamen- gama de recursos, sobre todo vegetales.
te se alcanzó un “tope" de población que obligó a determinados seg- Arqueológicamente lo anterior puede verse
mentos a salir de la unidad fisiográfica de residencia y buscar otra, en el final de la fase El Riego y en la primera
posiblemente adyacente. En esta relación biunívoca entre sistemas parte de la fase Coxcatlán en el valle de
donadores y receptores,” los segmentos se dirigían hacia el sur, donde Tehuacán25 y, menos claramente, en la segun-
existían, aparentemente, áreas despobladas, por lo menos en la ver- da parte de la fase Naquitz en Oaxaca.26
tiente oriental. Buscaban reproducir las formas de vida de su región El aumento en el número de sitios, con res-
original y efectuaban los ajustes necesarios por las inevitables diferen- pecto a las fases anteriores, puede interpretar-
cias en cuanto a composición y abundancia de los recursos. se como un incremento poblacional en cada
Durante estas fases de poblamiento existió cierta estabilidad climática una de las regiones fisiográficas. Los grupos fre-
y condiciones un poco más frescas que las actuales y quizá más cuentaban las comunidades de bosque espino-
húmedas.20 La composición de especie era parecida a la actual, salvo so, de pino encino y los ecotonos entre éstas,
por algunos elementos de la fauna que variaban su abundancia relativa, cazando animales medianos o pequeños y
absoluta y su distribución. recolectando vegetales. Va está representa-
Hacia los 7 000 años a.p., en el registro paleoambiental se ha do de manera consistente el consumo de semi-
reconocido una etapa denominada altitermal, con condiciones más cáli- llas de especies herbáceas, se menciona la
das que las actuales.21 Si tomamos en cuenta la posibilidad de un desfa- posibilidad de una domesticación incipiente de
samiento entre el fenómeno ambiental y su manifestación en el registro, diferentes vegetales.27 La movilidad podía ser
es muy probable que éste se empezara a dar desde antes. Hay que alta, pero los grupos regresaban estacionalmen-
señalar que no todos los paleoecólogos admiten su existencia, como te a determinados lugares de caza o colecta.
sucedeconelcasodelvallede Oaxaca, pero para la cuenca de México22 Este patrón parece seguir sin alteraciones
y el suroeste de los Estados Unidos23 esta variación climática ha sido hasta el 6000 o5 500a.p., cuando se manifies-
comprobada y defendida. ta un nuevo cambio climático, en la segunda
El altitermal comúnmente se divide en dos partes: la primera más parte del altitermal. El clima se toma gradual-
húmeda y la otra más seca. Durante la primera, las condiciones favo- mente más seco, sin disminución de la tempe-
rables de precipitación se reflejan en un incremento de la biomasa vegetal ratura, pero con alteración de los ciclos de
y animal. Los grupos responden a los cambios ambientales, efectúando sequía-humedad. Por otro lado, se genera una
una recalendarización de actividades y reorientando sus pautas de relación interactiva constante entre erosión y
aprovechamiento hacia los vegetales, especialmente las cactáceas y las disminución de la cubierta vegetal, que redun-
'“Binford, op. cit.
2ÜP. S. Martin, The Last 10000 Years, The University of Arizona Press, Tucson, 1970; Flannery 2* MacNeish, op. cit.
op. cit. 2i Ibidem.
R. McGuire, Hohokam and Patayan: Prehistory of South western Arizona, Academic Press 29 Flannery, op. cit.
Ne?/York, 1982. 27 Ibidem; MacNeish, (editor), ThePrehistory of the Tehuacan
”0. González, comunicación personal. Valley, volumen 5, Excavations and Reconaissance, University of
”McGuire, op. cit. Texas Press, Austin, 1972.

18 CUICUILCO
da en la depauperación de la última, en la dis- entre éstos. Para sus campamentos, los grupos prefieren los
minución neta de la biomasa y en procesos de microambientes más húmedos, en la proximidad de manantiales y de
adaptación a las condiciones áridas, con cam- otras fuentes de agua y frecuentan más el bosque espinoso, comunidad
bios en la diversidad de especies y en la bióticamente rica, que contiene el conjunto de especies más confiables.
distribución de su abundancia. Al mismo tiempo, se hace indispensable la expansión de las áreas
La vegetación ahora forma paquetes aisla- de captación hacia zonas que antes no se aprovechaban mucho, como
dos espacialmente, más densos, cerca de los las cercanas a las vegas. Cabe señalarque tal modificación del territorio
cauces y de los manantiales. Seguramente se no necesariamente implica el aumento de la superficie total, sino más
dan en abundancia las leguminosas silvestres bien un cambio y una intensificación de los recorridos. Como conse-
y cactáceas y hay más disponibilidad de cuencia de la mayor movilidad y del ejercicio de control territorial, quizá
gramíneas, que toman ventaja de la denuda- con formas de exclusión temporal, disminuye la probabilidad de encuen-
ción de muchas zonas. La fauna disminuye, en tros entre unidades domésticas de productores.
número y tamaño, y así la cacería pierde Es en este momento cuando los grupos se plantearon la necesidad
importancia frente a la captura de mamíferos de formalizar tales encuentros, acordando periodos de reuniones den-
pequeños y reptiles. tro de sus nuevos calendarios para realizar ceremonias relacionadas
Tanto la estructura de población como el con el ciclo de vida, intercambios matrimoniales y de bienes e imparti-
ción de justicia. Es decir que aparece en México por primera vez lo que
etnográficamente se conoce como macrobanda.
El origen de esta estructura se presenta como una de las posibles
soluciones al peligro de nucleación de la sociedad, en el caso de México
por cambios de estrategias productivas en respuesta a modificaciones
de la abundancia y distribución de los recursos. Su función sería
fomentar la reproducción ideológica y el mantenimiento de los lazos de
5* r identidad étnica, para que los grupos de productores sigan reconocién-
dose como emparentados y efectúen los intercambios indispensables
para su sobrevivencia en cuanto unidades productivas. El sentir de la
relación microbanda-macrobanda es que de la sobrevivencia del nivel
mayor de organización dependen las unidades que la conforman.
Arqueológicamente podemos aislar indicadores más o menos
claros en el final de la fase Coxcatlán, en la fase Abejas del Valle de
Tehuacán29 y en la fase Jicaras del Valle de Oaxaca.30 Es interesante
notar que en el primer caso se consigna un patrón cuasialdeano, con
casas semienterradas, típicas en momentos posteriores de las zonas
áridas del norte y noroeste de México. Sin embargo, no se dan cambios
radicales en la composición tecnológica de la fase, ni en el patrón de
subsistencia básico.
La existencia de una aldea en la fase Abejas ha sido ampliamente
cuestionada, en vista de que, en realidad, sólo se encontró una estruc-
tura y las otras mencionadas por MacNeish son hipotéticas.
En el sitio de Geo-Shih, en Oaxaca, se describe una estructura
- , 'L.
constituida por dos alineamientos de cantos de río, el cual está formado
por un corredor de unos veinte metros de longitud por siete de ancho,
despejado de materiales arqueológicos en su interior y con supuesta
función ritual. Al estar el sitio a cierta distancia del cauce, en el elemento
patrón de asentamiento sufren cambios para se materializa una buena cantidad de trabajo social y la interpretación
adecuarse a las nuevas condiciones. La con- en el plano superestructura! parece lógica, dadas además las caracte-
secuencia de la reestructuración del calenda- rísticas del contexto.3’
rio y del repertorio28 implica nuevas tomas de Históricamente, la macrobanda se reporta en México en varias
decisión sobre la confiabilidad de cada recurso partes del norte y noroeste, por ejemplo para los pericuesy los cochimies
y el establecimiento de jerarquías cualitativas
29 MacNeish, The Prehistory...
MFlannery etal., op. cit.
2BFlannery, op. cit. 31 Ibidem.

CUICUILCO 19
de Baja California,32 vinculándose a la temporada de maduración de la todo el mezquite, y sigue con varias especies
pitahaya dulce, cuya abundancia permitía alimentar una población de cactáceas.
temporal entre cien y trescientas personas. Este cambio de conducta social repercute
En lo social, la primera consecuencia debió ser la aparición de uno en varios aspectos sobre los ecosistemas
o varios papeles relacionados con la organización y reglamentación de semiáridos, de por sí inestables. En condicio-
los encuentros y de las ceremonias, esdecir se formaliza una figura tipo nes normales la extracción de recursos por
shamán.33 También se agudizan las formas de control de población para parte de grupos pequeños y dispersos no
no ejercer demasiada presión sobre la biomasa disminuida. afectaba mayormente al medio, pero la con-
Evidentemente no se trata aquí de asumir que existe, como lo centración anual de población en áreas restrin-
maneja Cohén,34 una carencia de recursos, que finalmente se convierte gidas debió perjudicar a unos organismos y
en elcatalizador del cambio económicoalaagricultura. Más bien, dentro favorecer a otros, no tanto por su utilización,
de los límites de la organización de producción vigente, se modificaron tratándose básicamente de frutos, sino por las
gradualmente las estrategias temporales y laborales para la utilización actividades domésticas.
de otros recursos. Se generó una modificación intencional de
Otro efecto de la reorganización se manifestó en la socialización del la estructura del ecosistema, a escala variable
conocimiento. A partir de este momento se manejan datos procedentes eneltiempoyenel espacio, en relación con su
de segmentos de población que durante buena parte del año viven capacidad de regeneración. La denudación de
experiencias diferentes, en aislamiento o en contacto eventual con las porciones destinadas a los campamentos pro-
grupos no necesariamente pertenecientes a su propia etnia. Así, losque dujo alteraciones casi permanentes, limitó la
se mueven cerce de fronteras culturales tienen acceso a datos y a posibilidad de regeneración de las poblaciones
bienes de consumo externos a su área. Durante las reuniones de la naturales y permitió la proliferación de otras
macrobanda, la información y los elementos materiales adquiridos por especies, menos competitivas pero más pio-
cada microbanda pasan al patrimonio de la comunidad y se da una neras. Además el hombre, voluntaria o invo-
integración que produce nuevos conocimientos. luntariamente, se comportaba como dispersor
Tales encuentros se realizaban año tras año durante la temporada de las plantas que consumía ya que, al desechar
de verano que, por ser la de lluvias, es también la más productiva y la de las semillas en las orillasde losasentamientos,
mayor disponibilidad de agua para el consumo humano. Un requisito les proporcionaba condiciones de subsisten-
para su realización fue la selección de los lugares que contaban con cia poda menor competencia con otros orga-
condiciones para mantener una población de más de cien personas nismos y la abundancia de materia orgánica.35
durante semanaso meses, en el entendido de que la, o las microbandas, Estas herbáceas de rápido crecimiento de-
cuyos territorios abarcaran estas zonas, debían ceder sus derechos de bieron ser precisamente las formas primitivas
utilización del recurso. En este caso, tratándose de valles internos, de maíz, frijol y calabaza, que no compiten entre
seguramente se echaba mano de productos vegetales, como los frutos
de cactáceas y leguminosas. Sin embargo, en zonas costeras, tenemos 35 Braidwood, op. cit.
evidencia de la utilización de productos mari-
nos como peces entre los cochimies o cagua-
mas entre los seris.
La producción de alimento para un grupo
numeroso no debió implicar en un principio el
establecimientodeformasdecooperacióncom-
plejas, sino más bien la suma de esfuerzos
individuales o de algunas unidades domésti-
cas básicas. Es posible que también se dieran
y ’
procesos redistributivos de bienes, cuya pro-
ducción durante el año no había sido igual para
todas las microbandas. El espectro de recur-
sos —al final de la primavera y del verano—
empieza con las leguminosas arbóreas, sobre
“ G Cassiano, 'Observaciones sobre la función de las
tablas en la historia de Baja California", en Arqueología, número
2, 19BB, pp. 179-196.
1 MacNeish, 'Tehuacan..."
4 Cohén, op. cit.

20 CUICUILCO
TABLA 1. SECUENCIA DE POBLAMIENTO Y REPOBLAMIENTO
CORRELACION CON DATOS CLIMATICOS Y ECONOMICOS
FINAL DEL TRANSICION PRINCIPIA EL PRIMERA FASE SEGUNDA FASE
PLEISTOCENO PLEISTOCENO- HOLOCENO DEL ALTITERMAL DEL ALTITERMAL CLIMA CLIMA
>10.000 AP HOLOCENO 8.000-7.000 AP 7.000-5.500 AP 5,500-4,500 AP PARECIDO AL PARECIDO AL
10.000-8.000 AP ACTUAL ACTUAL
CONDICIONES CLIMA CLIMA PARECIDO CLIMA MAS CALIDO CLIMA MAS CALIDO 4,000-3,500 3,500—>>
MAS HUMEDAS Y PROGRESIVAMENTE AL ACTUAL Y HUMEDO Y SECO
FRESCAS QUE LAS MAS CALIDO Y
ACTUALES SECO

CAZA- RECOLECCION- RECOLECCION- RECOLECCION- AGRICULTURA


CAZA- RECOLECCION ' CAZA CAZA •- CAZA RECOLECCION- DE TEMPORAL.
RECOLECCION. ESPECTRO AMPLIO REDUCCION DEL CAZA. HUMEDAL Y
AUMENTA EL APARICION DE ESPECTRO RIEGO. MAS
ESPECTRO ESPECTRO DE CULTIGENOS PRIMEROS CULTIVO DE CULTIGENOS E
ANGOSTO RECURSOS CULTIVOS CULTIVO MAS TEMPORAL HIBRIDOS
IMPORTANTE MEJORADOS

MAS TOLERANCIA MICROBANDA- MACROBANDA- INMIGRACION


POBLAMIENTO ECOLOGICA MOVILIDAD REDUCCION DE LA MACROBANDA MICROBANDA ALDEAS,
GRUPOS ESTACIONAL MOVILIDAD MOVILIDAD AUMENTA AUMENTO DE
PEQUEÑOS AUMENTA ESTACIONAL POBLACION POBLACION
POBLACION GRUPOS MAS AUMENTO DE TERRITORIALIDAD DISMINUYE LA
ALTA MOVILIDAD SEGMENTACION GRANDES POBLACION SEGMENTACION Y MOVILIDAD TERRITORIALIDAD
Y EMIGRACION. EMIGRACION MAS PRECISA

POBLAMIENTO MOVIMIENTO BAJADA A LAS ] I AGRICULTURA I AGRICULTURA


OCUPACION DE HACIA EL PLANICIES DE TEMPORAL DE HUMEDAL Y
VALLES AL SUR
INTERCAMBIO
ESTE Y/U
OESTE -> COSTERAS
Rj NUEVOS
RIEGO
AUMENTO DE
OCUPACION SSXNT/WSCCN HIBRIDOS POBLACION
DEL BOSQUE SEGMENTACION
MESOFILO Y EMIGRACION

sí, pues se complementan. Estas maduraban geográfica y ecológica, nunca lo hubieran hecho. Los procesos de en-
en septiembre, al terminar la temporada de trecruzamiento subsiguientes favorecen el surgimiento de híbridos de
lluvias, cuando ya se acababa la cosecha de las características más deseables, con la ayuda además del efecto de la
plantas silvestres y con su consumo podía translocación, el cual permite liberar a las plantas de presiones ambien-
prolongarse la estancia en los campamentos.36 tales y expresar rasgos genéticos recesivos.
Lo anterior explica, sin recurrirá catástrofes Los híbridos, como en el caso del maíz, aparecen precisamente
ambientales y “crisis alimenticias", por qué ad- durante esta segunda parte del altitermal, pero otros elementos, como
quieren peso en la alimentación especies de ba- las calabazas, se encuentran desde antes, posiblemente porque se
ja densidad y productividad y con una conducta utilizaban no tanto en la alimentación sino para fabricar contenedores.38
natural poco predecible, de procesamiento La presencia de los híbridos, además, estaría señalando el ingreso a
complicado, pocopalatablesy, aunque de fácil etapas de cultivo primitivo de plantas que en un principio simplemente
conservación en ambientes secos, sujetas a fueron favorecidas en cuanto a competencia y reproducción.
ataques por parte de insectos y roedores. Otro conjunto de problemas se refiere al tipo de indicadores utilizados
Al contrario de lo que opina MacNeish;37 para inferir el cultivo. Por un lado, se le ha atribuido demasiada importancia
pensamos que el manejo del ambiente no im- al querer distinguir especies cultivadas de las silvestres, lo cual es muy
plica en esta etapa la existencia deformastem- difícil en fases incipientes de manejo. Por otro lado, no se ha cuestionado
pranasde horticultura, sino, más bien, el cuidado suficientemente, a escala regional, la validez de indicadores tales como
de algunos organismos, a través del manteni- la presencia de semillas de potenciales cultígenos o de híbridos cultiva-
miento de las condiciones de alteración que dos. Si en las áreas en estudio se realizan intercambios de productos,
favorecen su existencia y proliferación. sería posible encontrar evidencias de cultivo al interior de grupos que no
Este grupo de plantas se forma por aporta- lo practican. En realidad, por la cronología y la naturaleza de los hallazgos
ción de las diferentes microbandas, lo que mesoamericanos, parece tratarse de un problema supraregional.
permite que entren en contacto organismos Durante la segunda fase del altitermal, una parte de los grupos que
autóctonos y alóctonos que, por su exclusión habitaron los valles pudieron transpasar las montañas y establecerse

^Flannery, op. cit.


37 MacNeish. ’Tehuacan...". 38Flannery, op. cit.

CUICUILCO 21
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sobre la vertiente húmeda de la costa del golfo. Esta decisión, que fue el Alrededor del 5 OOOa.p. existen en el litoral gru-
producto de un lento proceso de reconocimiento de las nuevas zonas pos acerámicos concierto sedentarismo,40 loque
bióticas, tuvo dos consecuencias: el establecimiento de un movimiento implicaría un desplazamiento bastante rápido,
de poblamiento hacia las costas, perpendicular al que se había dado plausible si consideramos que quedaron sin ha-
hasta el momentoy la "adaptación” a nuevos hábitat. Además, probable- bitar las porciones intermedias de selva mediana
mente permitió aligerar la presión de población en los valles internos. y alta, que sólo en épocas más tardías adquirie-
Los grupos, en su desplazamiento, transportaron semillas de las ron una población estable. Los grupos costeros,
plantas que estaban manipulando, con ello realizaron una translocación aparentemente, no practicaban la agricultura, lo
cuyos efectos serían mayores que los anteriores, puesto que se dio en cual parecería lógico puesto que se trata de una
ambientes mucho más húmedos, de bosque mesófilo. Las plantas actividad todavía no plenamente afirmada.
expresaban un mayornúmeroderasgosfenotípicosfavorables, aumen- Hacia el 4 000 a.p. en la fase Purrón de Te-
taba la productividad y la producción y, por lo tanto, la seguridad de las huacán y poco después en la fase Espiridión de
cosechas. Por las condiciones óptimas del temporal, el cultivo se muestra Oaxaca41 aparecelacerámicajuntoconlosprime-
como una actividad mucho más rentable y empieza a convertirse en la ros h íbridos productivos de maíz y muy bien podría
base económica de la sociedad. tratarse de dos elementos foráneos. Además, en
La conformación y consolidación de grupos con economía agrícola ambos casos las evidenc ias son escasas, como si
repercutiría sobre las poblaciones de los valles por los contactos de se hubiera producido una repentina disminución
intercambio, a través de los cuales recibieron elementos tecnológicos, de población.
híbridos más productivos de especies cultivadas y materias primas de Podría estarse dando un reflujo, desde la
intercambio a larga distancia.39 El aún dudoso desarrollo aldeano de la costa del golfo, de grupos que tratan de apro-
fase Abejas podría corresponder a un momento en el que ya existen di- vechar las mejores condiciones climáticas que
chas relaciones de intercambio y contribuyen a consolidar el patrón se- siguen al fin del altitermal. Estos son portado-
misedentario. Para Tehuacán, por ejemplo, se menciona para el 6 000 res de rasgos tecnológicos nuevos, como la
a.p. la presencia de aguacate "cultivado fuera del valle”, que podría cerámica y las navajillas prismáticas de
proceder de una región situada al este. obsidiana. Sin embargo, tales conocimientos
Por otro lado, los grupos asentados en la vertiente más húmeda de tecnológicos no necesariamente fueron gene-
la costa del golfo debieron empezar a sufrir también un aumento de rados por los nuevos pobladores, quienes tam-
población que, al igual que en el poblamiento original, planteó la nece- bién los pudieron haber adquirido. Además,
sidad de una segmentación. Los nuevos segmentos, quizá aprove- tratándose de descendientes de las poblacio-
chando los corredores de mayor aridez, empezaron a moverse hacia nes de los valles, comparten rasgos con éstos.
la costa, alejándose de los valles y generando procesos de desarrollo
autónomos. 40 B. L Stark. The Rise of Sedentary Life", en J. A. Sabloff
(editor). Supptement lo Ihe Handbook of Middle American In-
dians, volumen 1. Arqueology, University of Texas Press, Auslin.
1985. pp. 345-373.
MacNeish, The Prehistory...
*' Flannery, op. cit.

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Es a partir del repoblamiento en los valles de magnifica según las características ambientales locales y el tipo y la
Tehuacán y de Oaxaca que, hacia el 3000a.p„ intensidad de la alteración humana. Lo último se refiere a cuáles
cuando se origina un desarrollo aldeano que cambios en la estructura del patrón de asentamiento, sin modificación
parecería resultado de un proceso de desarro- de la densidad total de población, que produzcan un aumento en el
llo interno, sobre todo porque abarca otras tamaño de los grupos residenciales y una disminución de su movilidad,
regiones. El cultivo y la vivienda se trasladan pueden tener importantes efectos cuantitativos en la capacidad pertur-
cerca de las riberas de los ríos, donde existen badora del hombre sobre el medio.
mejores condiciones edáficas y de humedad y Aunque, como ya se señaló, no hay evidencias paleoecológicas
estacionalmente se segregan grupos de pro- concluyentes del altrtermal, el hecho de encontrar una reorganización
ductores hacia las porciones serranas para de fuerzas productivas de tipo macrobanda podría constituir en sí un
realizar actividades de cacería y recolección.42 indicadcr ambiental.
En lugar de surgir competencia por el recur- Si estamos de acuerdo con Flannery en que el consumo de las
so con las poblaciones originarias, se da un cosechas permite alargar los tiempos de permanencia en los campa-
proceso de integración de los grupos más se- mentos, entonces hay que dedicar mayores esfuerzos para tratar de ex-
dentarizados, bajo un sistema donde se ins- plicar en cuáles ámbitos de la sociedad se genera la necesidad de
titucionaliza el prestigio y se empiezan a estancias más largas y cómo esto involucra la práctica del cultivo.
marginar las unidades de productores que La transformación original de la economía de cultivadora "de tiempo
habitan el somontano y se dedican de tiempo parcial" a agrícola, improbable en regiones semiáridas por las limitacio-
completo a la caza y a la recolección, que nes ambientales, debió realizarse fuera de las "áreas de origen", a
parecen subsistir hasta épocas tardías en la alturas compatibles con éstas, en franjas de buena precipitación y sin
estructura de microbanda. En este momento el tanto problema de competencia con la vegetación natural, lo que
complejo agrícola es muy rico, e incluye varias hubiera implicado un gran esfuerzo de mantenimiento.
plantas no originarias de los valles. Entonces, para el origen de la agricultura habría que plantear un
En conclusión, plantear el origen de la agri- modelo geográfico donde entren en contacto dos zonas: una semiárida,
cultura para zonas semiáridas engendra peli- pero con el potencial biótico de los cultígenos y otra templado-húmeda,
gros por dos motivos. En primer lugar, los
asentamientos con evidencias de este tipo se
relacionan con gradientes ecotonales entre
ambientes semiáridos y húmedos, donde exis-
ten una mayor diversidad biótica y condiciones
más favorables para el “temporal”. En segundo
lugar, aunque en un momento inicial se haya
dado un manejo exitoso de algunos vegeta-
les, la práctica agrícola tiene límites impuestos
por la inestabilidad de tales franjas de transi-
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ción, por la baja fertilidad de los suelos y la

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cantidad de humedad disponible. Lo anterior
puede reducir la posibilidad de expresión del
acervo genético de las poblaciones vegetales
y la generación de híbridos productivos.
De hecho, como el temporal es escaso e
impredecible, en las regiones semiáridas la
agricultura se estabiliza por la introducción de
técnicas de riego, para las cuales se tiene evi-
dencia sólo en etapas tardías.
La realización y el crecimiento de una acti-
vidad económica involucran entonces varia-
bles naturales, que tienen peso diferencial en
distintos momentos de desarrollo social y el
efecto de un cambio climático se reduce o se

<?Flannery et al., op. cit.

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con desarrollo de suelos ricos en materia orgánica y con abundancia y Formative of the Valley of Oaxaca”, en J. A.
diversidad de especies silvestres aprovechables. Este modelo, en el Satíott(editor), Supplement to the Handbook
caso de México, permitiría redefinir el concepto de “área nuclear", of Middle Ame-rican Indians, Arqueology,
previamente entendido como una región favorable bióticamente por la volumen 1, University of Texas Press, Austin,
presencia de poblaciones silvestres densas de plantas susceptibles de 1985, pp. 48-93.
manejo.*3 Harris, M„ Caníbales y reyes, Biblioteca Cien-
La cronología y la distribución espacial de los diferentes hallazgos tífica Salvat, Barcelona, 1986.
arqueológicos mexicanos induce a pensar que la conformación del Hassan, F. A., Demographic Archaeology,
complejo de cultivo básico sea el resultado de una integración de Academic Press, New York,1981.
información en un nivel supraregional, que circula en sentido norte-sur, Lorenzo, J. L., "Los primeros pobladores", en
posibilitada por la existencia de un sustrato cultural común y vinculada al R. Pina Chan (coordinador), Del nomadismo
procesode poblamiento. Igualmente, el cambiode la práctica agrícola se a los centros ceremoniales, SEP-INAH,
da en un nivel supraregional, esta vez en el sentido este-oeste, cuando México, 1975, pp. 15-59.
menos para el valledeTehuacán, relacionado con otra fase de poblamiento MacNeish, R. S. (editor), The Prehistoryof the
y la apropiación de ambientes cualitativamente diferentes. Tehuacan Valley, volumen 5, Excavations
La investigación arqueológica de las vertientes de la costa del and Reconaissance, University of Texas
golfo, en alturas de entre 1 200 y 1 500 metros y con vegetación de Press, Austin, 1972.
bosque mesófilo, podría aportar datos en favor o contra este plantea- —“Tehuacan Accomplishments", en J. A. Sabloff
miento, pero en la planeación del muestreo habría que tomar en (editor), Supplement to the Handbook of
cuenta que las condiciones de humedad de estas áreas no favore- Middle American Indians, volumen 1,
cen la conservación de los materiales orgánicos y que la perturbación Arqueology, University of Texas Press, Austin,
humana es altísima. 1985, pp. 345-373.
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<J Braidwood, op. cit.

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