PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO
GUÍA: Hoy, al iniciar el Adviento, comenzamos un nuevo año litúrgico. El Adviento es un tiempo especial de
preparación y espera. Iremos encendiendo, semana tras semana, las cuatro velas de esta corona como un
símbolo de nuestra preparación gradual para recibir al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos
recuerdan que Él es la Luz del mundo que irrumpe para disipar las tinieblas que nos rodean. El color verde
que caracteriza a la corona simboliza la vida y la esperanza que Él, Dios hecho niño, viene a traernos.
GUÍA: La bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre esta Corona y sobre todos los que
con ella queremos preparar la venida de Jesús.
ACTO DE CONTRICIÓN:
¡Señor mío, Jesucristo!
Dios y Hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberos ofendido;
también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia
propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
TODOS: Amén.
LECTOR:
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (Lc 21, 25-28. 34-36)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Habrá señales prodigiosas en el sol, en la luna y en las
estrellas. En la tierra, las naciones se llenarán de angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la
gente se morirá de terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues hasta las
estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en una nube, con gran poder y majestad.
Cuando estas cosas comiencen a suceder, pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora
de su liberación. Estén alerta, para que los vicios, con el libertinaje, la embriaguez y las preocupaciones de
esta vida no entorpezcan su mente y aquel día los sorprenda desprevenidos; porque caerá de repente como
una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Velen, pues, y hagan oración continuamente, para que
puedan escapar de todo lo que ha de suceder y comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
LECTOR: Señor Jesús, en este Primer Domingo de Adviento, venimos ante Ti con un corazón contrito y
humillado, pues somos conscientes de nuestra pequeñez. En medio de la angustia y el miedo que nos rodea,
confiamos en Tu promesa de liberación. Ayúdanos, pues, a mantenernos vigilantes y firmes en nuestra fe,
alejados de los vicios y preocupaciones que nos desvían de Ti. Fortalece nuestra oración continua para que,
cuando llegue el día, podamos encontrarnos dignos ante Tu gloriosa presencia.
TODOS: Amén.
GUÍA: Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en este tiempo y elevemos nuestras peticiones con
confianza. Respondamos a cada petición diciendo: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS
SEÑOR.
PETICIÓN 01
Señor, en este primer domingo de Adviento, te pedimos que nos ayudes a preparar nuestros corazones para
la llegada de tu Hijo, Jesús. Que podamos vivir este tiempo de espera con alegría, esperanza y humildad,
recordando que tu promesa de salvación se cumple en cada momento de nuestras vidas. Roguemos al
Señor…
TODOS: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.
PETICIÓN 02:
Señor, al comenzar este tiempo de Adviento, te pedimos que nos ayudes a vivir en paz y armonía, tanto en
nuestro interior como en nuestras relaciones con los demás. Que, al esperar la venida de Cristo, podamos ser
portadores de tu paz y testigos de tu amor incondicional, llevándote a cada rincón de nuestro hogar, trabajo y
comunidad. Roguemos al Señor…
TODOS: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.
PETICIÓN 03:
Señor, mientras comenzamos este tiempo de Adviento, te pedimos que abras nuestros corazones a tu amor y
nos ayudes a vivir la espera con serenidad. Que, en medio de las prisas y preocupaciones cotidianas,
sepamos detenernos y hacer espacio para reflexionar sobre tu presencia en nuestra vida. Que esta espera
sea una oportunidad para renovarnos espiritualmente y vivir con un corazón más puro y dispuesto a servirte.
Roguemos al Señor…
TODOS: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.
TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.