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barroco

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El Barroco fue un período cultural que abarcó desde la segunda mitad del siglo XVI

hasta la primera mitad del siglo XVIII. Se difundió por toda Europa y América
Latina, así como por otras regiones colonizadas por los europeos.

El barroco contrastó con el Renacimiento por expresar una sensibilidad pesimista,


desengañada, crítica y compleja. Esto se debe a que literatura y el arte barrocos
representan una época inquietante desde el punto de vista psicológico, cultural y
social, además de político y económico.

¿Qué es el barroco?

barroco

Caravaggio: La vocación de San Mateo. 1601. Óleo sobre lienzo. 3,38 m × 3,48 m.
Capilla Contarelli, Italia.

El barroco se puede definir como el “arte de parecer”, ya en las artes, ya en la


literatura. Tres elementos pueden ser considerados fundamentales de su estética:
el efectismo, la espectacularidad y la emocionalidad.

El término barroco se usó por primera vez a mediados del siglo XVIII en pleno
contexto de la Ilustración o Iluminismo. Originalmente, el significado de barroco
fue tomado de portugués antiguo, pues "barroco" designaba un tipo de perla de
forma irregular.

En la época de la Ilustración, los iluministas Diderot y Rousseau usaron esta


palabra para describir de manera peyorativa el arte de ese período, al que
consideraban estrambótico y confuso. Sin embargo, la historiografía posterior ha
reivindicado el valor estético de este período.

Características del barroco

Horror vacui

barroco

Pedro Pablo Rubens: Los horrores de la guerra. 1638. Óleo sobre tabla. 206 × 345
cm.

Palacio Pitti, Florencia.


Si algo caracterizó al barroco fue el principio del horror vacui, expresión latina que
quiere decir 'horror al vacío'. El arte barroco, en todas sus manifestaciones, gusta
de los acabados abigarrados y recargados, con lo que pretende llenar todo el
espacio.

Dinamismo y tensión

El sentido de movimiento, dinamismo y tensión es fundamental en el barroco. No


se busca el reposo, sino que, por el contrario, se establecen tensiones entre las
formas, los sonidos, las palabras o los conceptos.

Representación de pasiones y temperamentos interiores

El barroco se aleja de las prescripciones filosóficas del renacimiento que


llamaban a la mesura y al equilibrio. Opta más bien por la representación de las
pasiones y los temperamentos interiores, tanto lo que respecta a cada personaje
como al conjunto de la obra.

Búsqueda del contraste

En las diferentes disciplinas artísticas, el barroco revela un gusto por el contraste,


que en las artes plásticas se expresa por medio del claroscuro. Aplica no solo a la
pintura, sino a la arquitectura, la escultura, la música e, incluso, la literatura.

Sustitución de lo absoluto por lo relativo

Lo absoluto cede su lugar a la relatividad, en consonancia con una época que


carecía de seguridades filosóficas, teológicas y culturales. Domina el orden de la
percepción, del efecto, de la búsqueda de sensaciones y contradicciones por
encima de los principios cerrados.

Centros múltiples

barroco

Bernini: Baldoquino de San Pedro. Basílica de San Pedro, Vaticano, Roma.


Fotografía de Rubén Ramos Blanco.

El arte barroco destacó por dejar de lado la idea de una obra con un solo centro de
interés (por ejemplo, en pintura el punto de fuga único) para recurrir a los centros
múltiples. Estos centros con frecuencia generan composiciones elípticas. Tal
principio fue visible en todas las disciplinas artísticas, aunque adaptado a sus
recursos.

Efecto incompleto o inconexo

El barroco promovió, en consecuencia, el efecto de inconexión o de obra abierta o


incompleta, a diferencia del renacimiento que cerraba el universo de la obra en sí
misma. Ese gusto por lo incompleto expresó la inquietud por la infinitud y la
trascendencia.

Búsqueda del estremecimiento metafísico

Frente a la voluntad racional del renacimiento,que buscaba la armonía y el


equilibrio, el barroco prefiere la promoción del estremecimiento metafísico.

Pesimismo y desengaño

A diferencia del Renacimiento, en el barroco domina un pensamiento pesimista


y/o desengañado, como respuesta a la crisis histórica que estaban viviendo.

Temas del arte barroco

barroco

Carracci: La carnicería. 1583. Óleo sobre lienzo. 185 cm × 266 cm. Christ Church
Picture Gallery, Oxford.

Se siguieron cultivando los temas de historia, religión y mitología, aunque


prefirieron las escenas de mayor dramatismo y conmoción.

En cuanto a la religión, la Iglesia católica fijó la iconografía para prevenir la herejía.


Se prefirieron temas como la Inmaculada Concepción, la Eucaristía, los santos y
la Iglesia triunfante, asuntos muy sensibles en la disputa con el protestantismo.

También fueron frecuentes la alusión a la fugacidad del tiempo y el desencanto del


mundo, así como las costumbres y vida cotidiana, incluida la realidad social.
También te puede interesar: Renacimiento y Neoclasicismo.

Literatura barroca

La literatura barroca se caracterizó por el interés en el detalle, los efectos y la


exuberancia formal de aquella época. Por lo mismo, fue característico el uso
excesivo de las figuras literarias, tales como la adjetivación, la elipsis, la metáfora,
el hipérbaton, la antítesis y la perífrasis.

En cuanto a los géneros, la literatura del barroco dio continuidad a aquellos


heredados por el Renacimiento. Sin embargo, hubo un desarrollo novedoso de la
dramaturgia, particularmente en las formas de la comedia y la tragicomedia. Estas
desafiaban la estructura clásica de las tres unidades dramáticas.

El barroco acogió una gran pluralidad de corrientes literarias. En el caso particular


de la literatura española, dos fueron las corrientes más importantes: el
culteranismo y el conceptismo.

El culteranismo o gongorismo valoró la forma sobre el contenido. En


consecuencia, fue más rico en figuras retóricas y referencias literarias cultas. Su
principal representante fue Luis de Góngora.

El conceptismo valoró el contenido tanto como la forma. Se basa en la exposición


de ideas o conceptos mediante el ingenio verbal. Uno de sus principales
exponentes fue Francisco de Quevedo.

Los tópicos de la literatura barroca giraron en torno a la preocupación por la


fugacidad de la vida, la apariencia y el desencanto. A saber:

Mundo como teatro: mundo incierto de apariencias que invita a reflexionar.

Mundo al revés: lamento sobre la injusticia y la deformación del deber ser.

Homo homini lupus: denuncia que el hombre es un lobo para el hombre.

Militia amoris: comparación del amor con la guerra.


Fortuna cambiante: lamento por el carácter caprichoso de la buena fortuna.

Memento mori: recordatorio sobre la inevitabilidad de la muerte.

Tempo fugit: lamento sobre la fugacidad del tiempo y la existencia.

Collige virgo rosas o 'corta las rosas, doncella': persuade a las doncellas de
aprovechar su juventud.

Carpe diem: invita a aprovechar el día como única opción ante la muerte
inevitable.

Autores y obras de la literatura barroca

Luis de Góngora, España, 1561-1627. Obras más representativas: Fábula de


Polifemo y Galatea; Soledades.

Lope de Vega, España, 1562-1635. Obras más representativas: Fuenteovejuna; El


perro del hortelano.

Francisco de Quevedo, España, 1580-1645. Obras más representativas: Sueños y


discursos; El Parnaso español; Historia de la vida del Buscón.

Tirso de Molina, España, 1579-1648. Obras más representativas: El burlador de


Sevilla; El condenado por desconfiado; El vergonzoso en palacio.

Pedro Calderón de la Barca, España, 1600-1681. Obras más representativas: La


vida es sueño; El gran teatro del mundo; El príncipe constante.

Sor Juana Inés de la Cruz, Nueva España, 1648-1695. Obras más representativas:
Divino narciso; Redondillas; Primero sueño; Los empeños de una casa.

John Milton, Inglaterra, 1608-1674. Obras más representativas: El paraíso perdido;


Veintitrés sonetos; Comus; Arcades.

Giovan Battista Marino, Italia, 1569-1625. Obras más representativas: Le Rime; La


lira; 'L'Adone'.

Jean-Baptiste Poquelin o Molière, Francia, 1622-1673. Obras más representativas:


Tartufo; El enfermo imaginario; El médico a palos.

Jean Racine, Francia, 1639-1699. Obras más representativas: Fedra; Andrómaca;


Ifigenia. Arte barroco

barroco

Diego Velázquez: Vieja friendo huevos, 1618, óleo sobre lienzo, 100,5 cm × 119,5
cm, Galería nacional de Escocia, Edimburgo.
Al igual que el resto de las expresiones artísticas del barroco, las artes plásticas se
caracterizan esencialmente por el dinamismo y la tensión en la composición.

Esto se reflejó en características específicas como el uso de múltiples puntos de


fuga; planos abiertos; composiciones asimétricas; ornamentación excesiva;
riqueza en los detalles y gusto franco por el color.

Nuevos géneros pictóricos aparecieron también en el barroco, tales como los


retratos colectivos, los bodegones, el vanitas, la pintura de género y el paisaje.

Los retratos corporativos o colectivos retrataban a varias personas en un solo


lienzo. Con frecuencia, hacían alusión a personas reunidas en torno a oficios,
gremios o profesiones.

Los bodegones o naturalezas muertas representaban alimentos animales y


vegetales, flores y objetos utilitarios. En los países prósperos, expresaban la
abundancia. En los países en crisis, como España, expresaban la carestía.

El género vanitas es una variación de los bodegones, que llama la atención sobre
la vanidad y la fugacidad del tiempo. Por eso incluye calaveras, pompas de jabón,
alimentos en descomposición, velas consumiéndose, etc.

La pintura de género se refiere a las escenas cotidianas de color local. Aunque ya


existía antes del barroco, alcanza un importante reavivamiento durante este
período.

Por último, el paisaje o país como género autónomo se desarrolla en la transición


del renacimiento al barroco, aunque siempre ha existido como acompañante de
retratos o escenas.

Artistas plásticos, arquitectos y obras del arte barroco


Caravaggio, Italia, 1573-1610. Pintor de estilo tenebrista. Obras representativas:
Baco joven; Vocación de san Mateo; Conversión de san Pablo y la Crucifixión de
san Pedro.

Annibale Carracci, Italia, 1560-1609. Uno de los creadores del clasicismo


pictórico y precursor del neoclasicismo. Obras representativas: La carnicería, La
Asunción (1587); Venus, Adonis y Cupido; El sacrificio de Isaac.

Gian Lorenzo Bernini, Italia, 1598-1680. Escultor, arquitecto, pintor, dibujante y


escenógrafo. Obras representativas: Apolo y Dafne; El rapto de Proserpina; Éxtasis
de Santa Teresa; cátedra de San Pedro, Plaza de San Pedro, Vaticano, Roma.

Francisco de Zurbarán, España, 1598-1664. Pintor de corriente tenebrista con


sencillez compositiva y gran realismo. Obras representativas: Adoración de los
pastores; San Francisco en meditación; Desposorios místicos de Santa Catalina
de Alejandría.

Diego de Silva Velázquez, España, 1599-1660. Pintor de naturalismo tenebrista.


Obras representativas: Aguador de Sevilla; Adoración de los Magos; La rendición
de Breda; Cristo Crucificado, Las Meninas o La familia de Felipe IV.

Bartolomé Esteban Murillo, España, 1617-1682. Pintor orientado a temas


religiosos con un tratamiento humano y sencillo. Obras representativas: La
Sagrada Familia del pajarito; La Virgen y el Niño con santa Rosalía de Palermo;
numerosas versiones de la Inmaculada Concepción.

Petrus Paulus Rubens, Países Bajos, 1577-1640. Pintor que destaca por el
tratamiento de la tensión entre lo intelectual y lo emotivo y el dinamismo formal.
Obras representativas: Tríptico de la elevación de la cruz; El juicio de Paris; La
adoración de los Magos; El rapto de Proserpina; Las tres gracias y El jardín del
amor.

Rembrandt Harmenszoon van Rijn, Países Bajos, 1606-1669. Temas de gran


dramatismo, dinamismo y realismo en los retratos corporativos. Obras
representativas: La lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp; Filósofo en
meditación o Estudioso en meditación; El retorno del hijo pródigo.

Anthony van Dyck, Países Bajos, 1599-1641. Estilo exuberante y dinámico que se
transformó en elegante y solemne. Obras representativas: El Prendimiento; Carlos
I como cazador y Retrato ecuestre de Carlos I.

Nicolás Poussin, Francia, 1594 -1665. Representante de la tendencia clasicista


francesa del siglo XVII. Obras representativas: La peste de Azoth; Adoración del
becerro de oro; Los pastores de la Arcadia.

Música barroca
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La música del barroco fue verdaderamente innovadora en muchos sentidos. Se


caracterizó por el desarrollo de la armonía tonal y el contrapunto. Asimismo, con
la música barroca apareció el bajo continuo, se estableció el ritmo claro y
delimitado y se promovió la improvisación y el virtuosismo.

No menos importante, el barroco fue el responsable de la invención de la


orquesta, aunque para entonces se trataba de una orquesta más pequeña de las
que conocemos actualmente.

La creatividad de la música barroca no se limitó a las características del nuevo


lenguaje musical.

Numerosos géneros musicales fueron creados en el barroco, tales como la ópera,


el oratorio, la cantata, la sonata, el concerto grosso y la suite.

La ópera fue impulsada por el compositor Claudio Monteverdi. Integraba el arte


teatral con el canto, y se componía esencialmente de recitativos y arias para
solista, coros y una obertura instrumental.

El oratorio también está asociado al canto de un relato, pero este no se escenifica.


Los relatos de los oratorios son religiosos, de allí su nombre. Por su parte, la
cantata es una forma musical destinada a ser cantada, ya temas religiosos, ya
temas seculares, la cual combina números instrumentales con recitativos, arias y
coros.

En cuanto a la música instrumental, la sonata se destinó a la exposición de uno o


más instrumentos solistas, mientras que el concerto grosso significó el inicio de la
música orquestal. A esto se añadió la suite, una sucesión de piezas para danzar,
normalmente estructurada en cuatro movimientos.

Músicos y compositores
Claudio Monteverdi, Italia,1567-1643 Obras más representativas: La fábula de
Orfeo; La coronación de Popea; Madrigales varios.

Antonio Vivaldi, 1678-1741. Obras más representativas: Las cuatro estaciones;


Stabat Mater; Concierto para mandolina; Concerto alla rustica.

Jean-Baptiste Lully, Francia, 1632-1687. Obras más representativas: Cadmo y


Harmonia; Amadís; Ballet royal de flore, lwv 40.

Marc-Antoine Charpentier, Francia, 1643-1704. Obras más representativas:


Magnificat; Misa de Port Royal; Le Malade imaginaire; David et Jonathas.

Johann Pachelbel, Alemania, 1653-1706. Obras más representativas: Canon en Re


mayor; Musikalische Sterbensgedancken; Hexachordum Apollinis.

Johann Sebastian Bach, Alemania, 1685-1750. Obras más representativas:


Oratorio Pasión según San Mateo; Tocata y fuga en re menor, BWV 565; El clave
bien temperado; Invenciones y Sinfonías.

Georg Friedrich Händel, Alemania, 1685-1759. Obras más representativas:


Oratorio El Mesías; Giulio Cesare; Acis y Galatea; Saul; Música acuática.

Henry Purcell, Reino Unido, 1659?-1695. Obras más representativas: Dido y Eneas;
Full Anthem; La reina de las hadas. Anthem; La reina de las hadas.

Contexto histórico del barroco

barroco

Rembrandt: Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp. 1632. Óleo sobre lienzo.
1,7 m x 2,16 m. Mauritshuis, La Haya.

La estética del barroco fue consecuencia, en parte, del impacto de ciertos


antecedentes históricos que promovieron la eclosión de propuestas artísticas
muy diversificadas en los años siguientes.

Por un lado, el descubrimiento de América en 1492 puso fin al aislamiento del


continente americano. Con ello, favoreció la consolidación del absolutismo, la
conquista y colonización de América, el triunfo de las compañías comerciales y el
tráfico transoceánico.

Por su parte, la Reforma luterana en 1517 y la Contrarreforma católica en 1545


rompieron la unidad cultural y espiritual de Europa. En medio de esto, la teoría
heliocéntrica de Copérnico hacia 1543, los avances de Galileo y las leyes de
Kepler conmocionaron las bases del creacionismo y el antropocentrismo.
Sumemos a ello la crisis de Europa en el siglo XVII. Caída de la economía,
revolución de precios, levantamientos sociales, guerras (Guerra de los 30 años,
Crisis de 1640 en España), hambrunas, epidemias y caída del índice demográfico,
etc.

Todo ello coadyuvó para que el barroco se expresara en un arte muy dinámico,
creativo, original y, sobre todo, diverso en su universo de estilos, temas y recursos
en cada país donde se manifestó.

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