País Vasco
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BILBAO: DÍA 1
El primer día es para conocer una de las ciudades con mayor importancia en el País
Vasco, la ciudad de Bilbao, uno de los lugares más imprescindibles que descubrir en
cualquier itinerario por la zona. Actualmente es una ciudad ejemplo de remodelación
urbanística y es conocida internacionalmente por el Museo Guggenheim.
Mercado La Ribera:
Ubicado en pleno corazón del casco antiguo de Bilbao se encuentra el Mercado La
Ribera, tu primera parada del día, uno de los lugares con mayor importancia
turística.
En 1990 fue declarado como el mercado de abastos cubierto más grande de
Europa, su construcción se remonta a 1920 por lo que el edifico en sí mismo ya
merece la pena visitarlo.
Recorre sus numerosos puestos y descubre algunos de los productos más típicos y
característicos del País Vasco, el ambiente aquí es bullicioso y animado a todas
horas del día.
Plaza Nueva:
Mercado de los domingos la plaza se llena de artesanos y bohemios vendiendo
productos hechos a mano.
Basílica de Begoña:
Más tarde visita la Basílica de Begoña, considerada la patrona de Vizcaya, destaca
por su estilo gótico mezclado con otras tendencias y construida a principios del
siglo XVI.
En el exterior destaca por lo majestuosa que es su fachada, en el interior no puede
faltar la visita a la virgen, muy querida por los habitantes e incluso por los marineros.
Ayuntamiento:
Sede que se encarga de gobernar la villa de Bilbao
Puente Zubizuri:
Visita uno de los grandes iconos de Bilbao, el famoso Puente Zubizuri, diseñado
por el conocido Calatrava.
Dicho arquitecto es conocido por numerosos problemas en sus diseños
arquitectónicos, este puente sufrió en primera persona alguno de ellos.
Calatrava no pensó en lo deslizante que era su diseño cuando llovía, encima en el
País Vasco con sus abundantes precipitaciones, por lo que tuvieron que colocar
felpudo antideslizante encima del precioso cristal del suelo.
No te preocupes, en la actualidad no hay problemas de deslizamientos.
Es conocido por su estructura arqueada y de color blanco, parecida a la de un barco
lo que hace que sea uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.
Museo Guggenheim:
No puedes visitar a Bilbao sin recorrer el Museo Guggenheim, se trata de uno de los
museos más prestigiosos de arte contemporáneo en toda la península.
Además, es popular por su peculiar fachada, una obra de arte por sí sola, en su
exterior se encuentran numerosas esculturas muy queridas en la ciudad. En
especial, el Perro Puppy de Bilbao y la gran araña.
La entrada para visitar el interior es de 16€ por persona, descubre sus interesantes
colecciones de arte contemporáneo.
Mirador de Arantxa:
Para terminar el día no puede faltar la visita al asombroso mirador de Arantxa,
ubicado en la cima de una de las montañas que rodean a Bilbao.
Desde este mirador vas a conseguir las mejores panorámicas de Bilbao y del
Valle de Txorierri.
Arriba también puedes contemplar numerosas esculturas, el Engranaje, una pieza
original del funicular del siglo XX y un monumento en memoria de las víctimas de la
Guerra Civil conocido como Huella Dactilar.
¿Cómo puedes llegar al Mirador de Arantxa desde Bilbao? Puedes utilizar el
Funicular de Arantxa, tiene un coste de 3,25€ ida y vuelta y salen con una
frecuencia de 15 minutos.
Muelle de Marzana:
Cuando la tarde llega a su fin el muelle Marzana se convierte en uno de los lugares
preferidos de los jóvenes para sentarse a tomar algo. Aquí la terraza es la calle.
Unas escaleras que hacen de grada improvisada con vistas al Mercado de la
Ribera. Los bares de la zona están de moda. La oferta es amplia tanto para picar
algo como para cenar, y así seguirá siendo cuando acaben las restricciones. Hay
días que en los que incluso suena música en directo. Ir al muelle Marzana es uno de
las mejores maneras de despedir el día.
Mercadillo de 2 de mayo:
Cada primer sábado de mes, en la calle Dos de Mayo se celebra este peculiar
mercadillo. Una calle entera volcada con este evento que llena de vida la zona. Aquí
podréis encontrar cualquier cosa. Tanto de segunda mano como a estrenar. Los
creadores de la zona aprovechan para sacar a la calle sus colecciones y mostrarlas
ante un público que viene con ganas de descubrir tesoros y de pasarlo bien. Más
que un mercadillo es una fiesta, que se ha adaptado a la nueva situación con control
de aforo y distancia de seguridad entre los puestos.
El arenal:
El Arenal es el Bilbao más puro. Aquí es donde pasean los bilbaínos de pura cepa.
Su nombre hace referencia a la playa interior que existía ahí antiguamente. Con el
tiempo se fue transformando en puerto, hasta llegar al parque que es hoy en día.
Entre el teatro Arriaga y el Ayuntamiento, el Arenal es un lugar plácido y vivo que
tiene en su kiosko con forma de concha el epicentro del costumbrismo. Cada
domingo por la tarde la música suena para que los más animados salgan a bailar.
El estanque del parque de Doña Casilda:
Doña Casilda es el pulmón de Bilbao. Junto a la Gran Vía, es el lugar perfecto para
desconectar del ruido y ajetreo urbano. Muchos árboles y grandes zonas verdes
perfectas para tumbarse a hacer un picnic o leer un libro. Sin embargo, el
protagonista es el estanque. En él se pueden ver patos, gansos y otras aves que
acuden a beber agua y que viven aquí de forma permanente. Darles de comer es
uno de los planes preferidos de los niños que se acercan hasta este parque.
El ascensor de Begoña:
Construido en 1949, es uno de los rincones más emblemáticos de Bilbao. Se edificó
para unir las siete calles con el barrio de Santutxu, y es visible desde casi cualquier
punto del centro de la ciudad. Desde la calle Esperanza y por un módico precio,
ofrece una de las mejores vistas de la villa. Esta gran torre de hormigón con estilo
brutalista es patrimonio industrial del País Vasco, y además un monumento que ha
servido durante años para facilitar la vida a los vecinos
El funicular de Artxanda:
Inaugurado hace más de cien años, montar en el funicular de Artxanda es una de
las actividades preferidas de los bilbaínos. El motivo está al final del viaje. Cuando
lleguemos arriba nos encontraremos en la zona urbana más alta de la ciudad. Un
lugar lleno de merenderos, restaurantes y zonas de ocio. Subirse en las cabinas y
sentarse en los bancos de madera es como viajar en el tiempo. Es el medio de
transporte más antiguo y encantador de Bilba: desde el centro al monte en unos
minutos.
El lavadero de Mujeres:
A principios del siglo XX, abrió sus puertas el Lavadero de San Mamés y Castaños.
Con una estética modernista, este lavadero tenía prohibida la entrada a hombres,
salvo para trasnsportar elementos pesados. Gracias a ello rápidamente se convirtió
en el punto de reunión preferido de las mujeres que reclamaban mayor
protagonismo en los asuntos importantes de la villa. Hoy en día se mantiene su
preciosa fachada que destaca orgullosa y esconde esta asombrosa historia detrás.
Rascacielos de Bailen:
Se trata de un edificio peculiar. Fue el primero en superar los 40 metros de altura en
la ciudad. Quizá a primera vista parezca que no tiene nada especial, pero su estilo
racional, inspirado en los rascacielos de Chicago del siglo XIX y su ubicación sobre
la ría lo convierten en un edificio misterioso y de alguna manera fascinante. Fue una
revolución arquitectónica en la década de 1940. Desde su azotea se tiene una de
las mejores vistas sobre el Casco Viejo y el ensanche de Bilbao.
Getxo:
De camino a San Sebastián nos paramos en el majestuoso Puente Colgante
también llamado Puente de Vizcaya, Puente Colgante de Portugalete o Puente
Palacio. Otro de los simbolos del País Vasco.
Los orígenes del puente se remontan a finales del siglo XIX, fue el primer puente
transbordador construido en el mundo de estructura metálica. Desde 2006 fue
declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
Castillo de Butrón:
La siguiente parada fue el abandonado Castillo de Butrón. Situado en Gatika, sobre
una colina, encima de unas rocas, y rodeado de un bosque centenario. Los orígenes
del castillo se remontan a la Edad Media, fue remodelado en el siglo XIX.
Al parecer el castillo se usó como hotel medieval por un tiempo hasta que fue
embargado. Actualmente se encuentra a la venta! ya sabes, si te estas buscando un
castillo, este esta en venta!
Mundaka:
Más tarde acércate a Mundaka, un pueblo cargado de leyendas ubicado en el
corazón de la Reserva de Urdaibai, un tesoro natural sin precedentes que ha
mantenido sus tradiciones y su aire marinero.
En especial, es conocido por tener una gran ola de más de 400 metros de altura, por
lo que es el lugar favorito para los amantes del surf.
Puedes pasear por su pequeño pero precioso casco antiguo, visitar la Ermita de
Santa Catalina y terminar el recorrido en el puerto.
Guernica:
Seguro que este nombre te recuerda al popular cuadro de Pablo Picasso y con
razón, tiene el mismo nombre del pueblo ya que representa la tragedia que tuvo
lugar en él en 1937.
El fuerte bombardeo de los alemanes e italianos destruyeron al completo la ciudad,
a excepción de dos símbolos de la ciudad, la Casa de las Juntas y el Árbol de
Guernica.
Ambos lugares son una parada imprescindible para conocer parte de la historia del
pueblo, bajo el árbol el presidente jura su cargo y en la Casa de las Juntas destaca
su espectacular Sala de la Vidriera.
Acantilado Flysch (ruta):
No puede faltar la visita a uno de los paisajes naturales más especiales del País
Vasco, 13 kilómetros de costa con increíbles formaciones rocosas.
La mejor forma de conocer este lugar es realizar una ruta de senderismo por los
acantilados Flysch, el entorno natural, las formaciones y el paisaje hacen que sin
duda el recorrido merezca la pena.
Además, es otro de los escenarios de España escogidos por la popular serie de
Juego de Tronos. ¡Un entorno de película!
Playa de la Concha:
Acércate a descubrir la playa más popular de la costa de San Sebastián, es
conocida como la mayor playa urbana de Europa, considerada una de las
mejores.
Es la playa más céntrica de la ciudad, por ello siempre hay numerosos turistas que
la visitan. Es de gran tamaño, con amplios arenales de arena dorada, es perfecta
para dar un largo paseo disfrutando de la costa y el ambiente de la zona.
Cuenta con numerosos servicios, desde alquiler de tumbonas, aseos, duchas,
algunos restaurantes e incluso club de deportes acuáticos.
Ayuntamiento:
Situado entre la playa La Concha y el Casco Viejo, el ayuntamiento es uno de los
edificios más majestuosos de San Sebastián.
Puerto:
Clásico puerto pesquero del Cantábrico, un lugar ideal para pasear. La poca
actividad pesquera y la demanda ha hecho que se haya reconvertido en puerto
deportivo.
Además cuenta con mucho encanto gracias a sus preciosas vistas, con un relajado
paseo, para disfrutar de un poco de tranquilidad.
Al lado de la parte vieja, donde se dispone de bares y restaurantes con exquisitos
pinchos y buenos platos para degustar.
También alberga un importante acuario donde puedes disfrutar contemplando el
fondo marino.
Monte Urgull:
Más tarde dirígete hacia el Monte Urgull, ubicado en uno de los extremos de la
Bahía de la Concha, un bosque rodeado de playa.
Es uno de los tres pulmones de la ciudad, un paraje natural con caminos
asfaltados, rodeados de vegetación exótica y que esconden miradores con
preciosas panorámicas de San Sebastián.
Paseo Nuevo:
Un bonito y relajante paseo junto al mar famoso por las olas que en él suelen
golpear cuando hay mareas vivas. Este paseo va desde el acuario hasta la zona del
Kursaal y Boulevard y rodea el monte Urgull.
Playa Zurriola:
Ésta es la playa de los surfistas.
Monte Ulía:
Para terminar el día visita el Monte Ulía, no es tan popular como el Monte Urgull
debido a lo alejado que se encuentra del centro de la ciudad, pero sin duda, merece
la pena acercarse a descubrirlo.
Lugar precioso lleno de árboles, en plena naturaleza, aún quedan restos de de una
torre desde la que se avistaban antiguamente ballenas. Desde el mirador que hay
en la cima se puede apreciar todo Jaizkibel hasta la costa francesa. ¡Un panorama
espectacular para ver el atardecer!
Playa Ondarreta:
Al abrigo del Monte Igueldo y frente la Isla de Santa Clara es una de las playas mas
conocidas de Donostia. Unida a las playas de La Concha y La Zurriola a través de
un paseo marítimo de 7 kilómetros.