familia
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EDUCATIVO
Resumen
2. LA IDENTIDAD FAMILIAR
Ser familia, hacer familia, vivir como familia es un desafío que tiene que
ver con una situación perenne y con unas condiciones nuevas. Lo
perpetuo se debe a que en cada generación se ha presentado, se
presenta y se presentará el reto de hacer familia, lo que supone la
conjunción de elecciones de personas condicionadas por distintas
circunstancias en un contexto social, cultural y político determinado. Lo
novedoso en la actualidad es el fenómeno social de sujetos que actúan
produciendo formas de convivencia alternativas a lo que comúnmente
se ha vivido como familia y, en algunos casos, insistiendo en que se les
reconozca socialmente como familias (Carrington, 2002). La emergencia
de este fenómeno, gente que vive lo familiar de un modo peculiar y
divergente a lo que están habituadas las sociedades, no es una primicia
en la historia; el acontecimiento es el modo en cómo se produce un
proceso de reinstitucionalización de la familia (Sprey, 2009). Quizás por
ello y en algunas situaciones, la sociedad espera de estas nuevas formas
familiares el desempeño de funciones –se han destacado en el apartado
anterior– que no les corresponden ya que se trata de realidades sociales
distintas a la familia que se tuvo como referencia para delimitar los
diversos roles sociales que se están subrayando. Es razonable
preguntarse si la diversidad de formas familiares supone también
variedad en las funciones exigibles o esperables.
Las personas pueden optar por crear esta realidad social específica;
específica por confirmar un entramado de relaciones interpersonales por
sexos y generaciones y porque participa con diferentes intensidades de
cuatro características conectadas entre sí, amor sexual-
afectivorecíproco- benevolente- y por tanto abierto a la procreación. Esta
realidad social denominada familia se vivencia de modos diversos: “las
formas familiares se organizan como «variaciones sobre un tema