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Sueño

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INTRODUCCIÓN

Está claro que el sueño, y todo lo que lo rodea, es una parte esencial en nuestras vidas;
de hecho, ha sido de gran interés desde, prácticamente, el inicio de la humanidad.
Podemos observar cómo durante siglos este ha sido un tema recurrente, si bien en la
investigación científica, también en la escritura, el cine y el arte. Los artistas son los
grandes soñadores; varias han sido las obras nacidas durante o tras el sueño, y muchas
son las que retratan este estado. El sueño de Dalí, Autorretrato onírico por Frida Kahlo
e Insomnia de Rufino Tamayo son ejemplos de esto; pero también lo son las diferentes
tumbas donde el faraón aparece retratado doblemente simbolizando este estado divino.
Y es que, los sueño han sido considerados herramientas adivinatorias, vínculos directos
con los dioses y los mensajes que estos tenían, durante gran parte de nuestra historia. No
fue hasta el siglo V a. n. e. que la medicina mágica dio paso a la medicina técnica. Con
ella fue que empezaron a aparecer las primeras teorías sobre el origen de los sueños de
la mano de filósofos tales como Heráclito, Demócrito, Platón o Aristóteles. En esta
época, Demócrito asegura que el insomnio es resultado de descuidos en la dieta y que la
somnolencia diurna no es otra cosa más que símbolo de enfermedad y Epicuro ya
desmentía el origen divino del sueño. Si damos un gran salto cronológico y nos
situamos en el siglo XVIII, lo hacemos en el periodo conocido como la Ilustración, en el
periodo del racionalismo, en el periodo donde surge una nueva teoría del sueño. Así,
Von Haller defiende la idea de que el sueño no es sino síntoma de enfermedad, pues
altera la tranquilidad sensorial (Haller, 1768).

Sin embargo, el verdadero avance vino a principio del siglo XX de la mano de Hans
Berger y el encefalograma, capaz de medir la actividad eléctrica producida por el
cerebro humano. Con este nuevo descubrimiento le es posible demostrar no solo que la
actividad cerebral no es constante durante todo el sueño, sino también que existen
diferencias entre el sueño y la vigilia. ¡Se podría decir incluso que el conocimiento, en
lo que al sueño respecta, había sido prácticamente nulo hasta ese momento!

Ahora que ya tenemos un conocimiento general sobre el concepto sueño y sobre la


importancia de este, tanto en nuestra vida como en nuestra historia; procederemos a
explicar algunos conceptos básicos y muy significativos que se podrán dividir en cinco
bloques: la cronobiología del sueño, el reloj biológico y el sueño, la estructura del
sueño, los problemas y enfermedades del sueño y cómo tratarlas y por último,
curiosidades que creemos pertinentes porque: ¡saber nunca está de más!

Fisiología del sueño

“El sueño es el estado intermedio entre la vigilia y la muerte, la vigilia vista como un estado activo del animal y de
las funciones intelectuales y, la muerte como su suspensión total.”
Hipersomnia

La hipersomnia es el trastorno referido a la “somnolencia excesiva a pesar de haber


dormido durante un período principal que dura al menos siete horas” (Association,
2014). Este trastorno puede ser efecto secundario de ciertos medicamentos o incluso
estar desencadenado por factores genéticos, sin embargo, nosotros nos centraremos
en la hipersomnia idiopática (HI) o primaria; es decir, aquella que no tiene una causa
clara.

Numerosos estudios han ilustrado que el inicio de esta afección se da durante las
primeras décadas de vida y de forma gradual, así como lo hace la narcolepsia (Bruck &
Parkes, 1996; Montplaisir, 1983) y es que, en un primer momento, la hipersomnia,
podría llegar a confundirse con la narcolepsia. De hecho, los criterios de diagnóstico de
las primeras investigaciones llevaron a la ausencia de estudios sólidos y a datos
erróneos. Tras 30 años de investigación y de avances de la evaluación diagnóstica
(Billiard & Sonka, 2016), el número de pacientes diagnosticados con hipersomnia se ha
visto considerablemente reducido. Sin ir más lejos, Matsunaga observó hipersomnia
idiopática en siete pacientes de 500 totales, es decir, únicamente un 1.4% de los
pacientes padecía de hipersomnia idiopática. (Matsunaga 1987)

Aunque tanto la hipersomnia como la narcolepsia, son trastornos del sueño-vigilia, la


hipersomnia no suele implicar arrebatos de sueño irresistibles; sino que más bien se
caracteriza por períodos recurrentes de sueño, somnolencia, dificultad para despertar
y un dormir prolongado -más de nueve horas- pero no reparador.

Cabe destacar que el deterioro tanto cognitivo, como en lo social y laboral va de la


mano, la mayoría de veces, con este trastorno del sueño (RESERVED, 2020) y es igual
de importante tratarlo como lo es tratar una rotura de menisco o una gastroenteritis.

Igual que en la narcolepsia, el tratamiento de la hipersomnia idiopática debe ser


individualizado y dependerá del análisis aislado tanto del paciente como de sus
diferentes síntomas. Las medidas a tomar van desde el control en los horarios de
sueño, pasando por dormir siestas breves y programadas, hasta beber café en los
casos más leves. En algunas ocasiones se puede recurrir al uso de estimulantes suaves.
Para casos más graves, el tratamiento más popularizado es el uso de anfetaminas o de
derivados de las mismas. Sin embargo, últimamente se han estado introduciendo
nuevos fármacos destinados al tratamiento, tanto de la narcolepsia como de la
hipersomnia idiopática, que han resultado menos problemáticos que los ATS. Así pues,
algunos de estos fármacos son la claritromicina, el metilfenidato o el modafinil.
(Principal, médica & idiopática, 2020). Sin embargo, es importante señalar que, aunque
estos medicamentos cumplen su función y hacen frente a la somnolencia diurna, no
presentan tanta eficacia ante la hipersomnia idiopática con aumento de la duración del
sueño. (RESERVED, 2020)
Apnea

El síndrome de apnea e hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS) es un trastorno del


sueño caracterizado por episodios nocturnos recurrentes en los que hay una limitación
del paso del aire de forma intermitente y reiterada producida por alteraciones en la vía
aérea superior. Dependiendo de si la obstrucción al paso de aire se produce de manera
total o parcial, estaremos hablando de apnea o hipopnea respectivamente (User,
2020). Estas oclusiones de la vía aérea son de diferentes duraciones y sus repeticiones
–a veces varios cientos de veces durante la noche- durante años, repercuten
gravemente sobre el sistema nervioso central.

Esta enfermedad está caracterizada por la presencia de síntomas tanto nocturnos,


-ronquidos, sueño no reparador, pausas respiratorias...- como diurnos -somnolencia,
fatiga, cefaleas matutinas...- e implica complicaciones en la calidad de vida que van
desde problemas en las relaciones sociales y un incremento en el riesgo de sufrir
accidentes –según el estudio de H. Wu, un 31% de pacientes SAHOS sufrieron un
accidente automovilístico frente a un 15% de personas no SAHOS- (Wu & Yan-Go, 1996),
pasando por cambios del estado anímico y una considerable disminución de la
capacidad de concentración, lo cual provocaría, por ende, una igual disminución del
rendimiento, tanto académico como laboral; hasta llegar, incluso, a provocar la
muerte. La gravedad de dicha afección se mide en función del número de
apneas/hipopneas por hora de sueño siendo leve si el índice de apnea-hipopnea es
inferior a 15; moderado si es de 15-30 y grave si es superior a 30 (Association, 2014).

Según estudios recientes, esta enfermedad toma cada vez más peso en nuestra
sociedad llegando un 0.8% de mujeres y un 2.2% de hombres en nuestro país a cumplir
los criterios mínimos para ser diagnosticados con dicha enfermedad (Marin, Gascon,
Carrizo & Gispert, 1997). Es importante un correcto tratamiento de la misma puesto
que de lo contrario, podría llegar a provocar otras afecciones, entre ellas el
cáncer (Nieto et al., 2012). A la hora de establecer un tratamiento para el SAHOS hay
que tener en cuenta distintos aspectos que van desde lo más básico como comprobar
si existen anomalías estructurales en la vía área superior, y si es el caso, proceder a
solucionarlas; y general, como puede ser el establecimiento de hábitos y horarios para
la regulación del sueño y el acabar con el consumo de alcohol, tabaco y sustancias
relajantes de la musculatura respiratoria. La pérdida de peso también es un factor,
según una gran variedad de estudios, que tendría que tenerse en cuenta en pacientes
con sobrepeso ya que ayudaría a la mejora del mismo (Peppard, 2000). Por otro lado,
cabe destacar el uso de dispositivos orales, los cuales mantienen abierta la vía aérea
superior mediante la insuflación de presiones de aire, reduciendo, por tanto, la
cantidad de apneas e hipopneas, y logrando nuevamente un sueño reparador (User,
2020).
Referencias intro:

1. Haller, A. (1768). Elementa physiologiae corporis humani. Venetiis: Apud A. Milocco.

2. Givrad, S. (2016). Dream Theory and Science: A Review. Psychoanalytic Inquiry, 36(3),
199-213. doi: 10.1080/07351690.2016.1145967

3. Lan̕ Entralgo, P. (1982). Historia de la medicina. Barcelona: Salvat.

4. Marinovic, M. (1994). Presencia del sueño en el arte de Latinoamérica. AISTHESIS, 28.


Retrieved

5. Bové Ribé, A. (2015). Tratado de Medicina del Sueño (pp. 5-15). Editorial Médica
Panamericana.

Referencias hipersomnia:

1. Association, A. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5® (pp.
204, 205). Washington, D.C.: American Psychiatric Publishing.

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https://www.orpha.net/consor/cgi-bin/Disease.php?lng=EN

3. Matsunaga, H. (1987). Clinical study on idiopathic CNS hypersomnolence. Jpn J


Psychiatry Neurol

4. Bruck, D., & Parkes, J. (1996). A comparison of idiopathic hypersomnia and narcolepsy-
cataplexy using self report measures and sleep diary data. Journal Of Neurology,
Neurosurgery & Psychiatry

5. Montplaisir, J. (1983). Narcolepsy and hypersomnia. Neurology, 33(10), 1394-1394.


doi: 10.1212/wnl.33.10.1394-a

6. Billiard, M., & Sonka, K. (2016). Idiopathic hypersomnia. Sleep Medicine Reviews, 29,
23-33. doi: 10.1016/j.smrv.2015.08.007

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enciclopedia médica. Retrieved 2 November 2020, from
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000803.htm

Referencias apnea:

1. User, S. (2020). SINDROME DE APNEA E HIPOAPNEA OBSTRUCTIVA DEL SUEÑO.


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https://www.granadaneurofisiologia.com/index.php/trastornos-del-sueno/patologias-
mas-frecuentes/37-sindrome-de-apnea-e-hipoapnea-obstructiva-del-sueno.html

2. Association, A. (2014). Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5® (pp.
204, 205). Washington, D.C.: American Psychiatric Publishing.
3. Wu, H., & Yan-Go, F. (1996). Self-reported automobile accidents involving patients
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10.1212/wnl.46.5.1254

4. Marin, J., Gascon, J., Carrizo, S., & Gispert, J. (1997). Prevalence of sleep apnoea
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Epidemiology, 26(2), 381-386. doi: 10.1093/ije/26.2.381

5. Nieto, F., Peppard, P., Young, T., Finn, L., Hla, K., & Farré, R. (2012). Sleep-disordered
Breathing and Cancer Mortality. American Journal Of Respiratory And Critical Care
Medicine, 186(2), 190-194. doi: 10.1164/rccm.201201-0130oc

6. Peppard, P. (2000). Longitudinal Study of Moderate Weight Change and Sleep-


Disordered Breathing. JAMA, 284(23), 3015. doi: 10.1001/jama.284.23.3015

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