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Marx Extenso

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KARL MARX

1. INTRODUCCIÓN: MARX, FILÓSOFO DE LA SOSPECHA.


1.1. CONTEXTO HISTÓRICO.
1.2. CONTEXTO FILOSÓFICO.
2. EL PROBLEMA DEL SER HUMANO: EL HOMO FABER.
2.1. LA ANTROPOLOGÍA MARXISTA.
2.2. LA ALIENACIÓN: EL CAPITALISMO COMO CÁRCEL DEL
TRABAJADOR.
3. EL PROBLEMA DE LA POLÍTICA Y/O SOCIEDAD.
3.1. EL MATERIALISMO HISTÓRICO Y LA EVOLUCIÓN DE LOS
MODOS DE PRODUCCIÓN.
3.2. EL MATERIALISMO DIALÉCTICO.

1. INTRODUCCIÓN: MARX, FILÓSOFO DE LA SOSPECHA.


El marxismo es el sucesor natural de lo mejor de la humanidad del siglo XIX: la
filosofía alemana, la economía política y el socialismo francés"
Engels.

Marx, junto con Nietzsche y Freud, es considerado un filósofo de la sospecha, al


considerar que detrás de los grandes conceptos y de las grandes teorías que explican el
mundo se esconden determinados intereses que deben ser desvelados o desenmascararlos.
En el caso de Marx, la lucha de clases, determinados intereses de una clase explotadora
que quiere mantener la desigualdad existente. Todos los filósofos de la sospecha
criticaron los conceptos ilustrados de razón y de progreso, poniendo en tela de juicio los
pilares en los que se asienta la cultura occidental. Marx va a denunciar la desigualdad
existente que trae consigo la introducción de la propiedad privada con la aparición de la
revolución industrial y el capitalismo, que se alejan de los ideales de libertad, igualdad y
fraternidad.
1.1. CONTEXTO HISTÓRICO.
Vamos a centrarnos principalmente en el marxismo de Marx y de Engels, que
vivieron durante la edad contemporánea. Ésta comienza aproximadamente en la
revolución francesa y presenta una serie de rasgos que es importante tener en cuenta para
entender el pensamiento marxista.
Políticamente se dan revoluciones políticas: la revolución francesa y las
conquistas napoleónicas, por un lado, y el Congreso de Viena y la Restauración del
Antiguo Régimen, por otro. Sin embargo, el clima es agitado y se suceden las
revoluciones liberales, desde el liberalismo, socialismo, movimientos democráticos y
anarquismo. Estos
movimientos intentan ser
controlados por la iglesia
católica y sectores
conservadores de la burguesía.
Con estas revoluciones,
desaparece el Antiguo
Régimen, apareciendo otros
movimientos como el
nacionalismo.
Económicamente hablando, se produce la revolución industrial. Todo el avance
científico que se produjo durante la Edad Moderna se pone en práctica durante esta época
con el desarrollo técnico, dando lugar a la introducción de maquinaria en la producción
industrial (“maquinismo”) y al trabajo en serie. Comenzó en Inglaterra a mediados del
siglo XVIII y va a ser la burguesía la propietaria de los medios de producción (propiedad
privada) que va a contratar a trabajadores (proletariado) que venden su fuerza de trabajo
a cambio de un salario. Destaca la máquina de vapor.
Socialmente hablando, aparece el capitalismo. Durante el siglo XIX, se extiende
la revolución industrial por toda Europa (capitalismo industrial: ferrocarril, carbón,
industria textil…). En consecuencia, las ciudades crecen, lugar en el que se van
construyendo paulatinamente nuevas industrias. La estructura de las ciudades cambia al
diferenciarse zonas de burgueses y proletariado. Entre ambas clases se sitúa una clase
media de funcionarios, maestros… No obstante, son dos las clases fundamentales, dos
clases enfrentadas que, a juicios de Marx, no son más que otra manifestación del
desarrollo de la historia, la cual no es más que una historia de lucha de clases. Estas dos
clases son:
- La burguesía: capitalista y dueña de los medios de producción.
- El proletariado: la clase trabajadora que va a padecer bajo el yugo del sistema
capitalista condiciones infrahumanas, salarios mínimos y que, según Marx, es
una clase alienada. Sin embargo, poco a poco la clase trabajadora va tomando
conciencia de su situación y se organiza en sindicatos, asociaciones
clandestinas… Estas unificaciones no van a estar carentes de disputas y
problemas.
1.2. CONTEXTO FILOSÓFICO.
Para entender el pensamiento de Marx, es necesario pasar revista a las principales
influencias que va a tener este autor que es considerado no solo filósofo, sino también
economista y revolucionario. Tres son las fuentes de las que bebe Marx.

Socialismo Economía
Hegel
(en su etapa de utópico política
estudiante en Berlín) (Durante su exilio en (Durante su exilio en
París) París)

Crítica al idealismo de Autores: Saint-Simon, Autores: Adam Smith y


Hegel Fourie o Proudhon David Ricardo

Le influye el modo en el
Conserva: dialéctica y Toma ideas socialistas y
que analizan la
concepción de la revolucionarias de su
economía y la relación
historia como un pensamiento político y
entre el valor y el
proceso orientado a un la idea de lucha de
trabajo que regula la
fin clases
actividad productiva

Evidentemente, estas influencias no constituyen en sí mismas el pensamiento de


Marx, sino que este va más allá desarrollando un pensamiento propio que tendrá gran
influencia, no solo filosófica, sino política y revolucionaria.
1) Crítica al idealismo absoluto hegeliano.
La crítica a la filosofía de Hegel es fundamental para entender su materialismo
histórico y dialéctico. Marx rechaza la concepción que Hegel tenía de la realidad, pues
suponía que todo lo real es la manifestación de la Idea, del concepto (desaparece el
noúmeno, la cosa en sí) siguiendo un proceso dialéctico. De esta manera, reduce lo que
existe (la realidad) a la idea. Expliquemos, pues, qué es esto del desarrollo dialéctico antes
de proseguir.

La dialéctica va a ser tanto el método que utiliza Hegel para explicar la realidad
como el modo en el que ésta se desarrolla o comporta. La realidad (la Idea) se
desenvuelve y progresa mediante el conflicto y la posterior conciliación. Es decir,
atraviesa 3 fases:
- Tesis: la afirmación de algo.
- Antítesis: la negación de la tesis.
- Síntesis: resolución del conflicto anterior mediante otra negación, pero
incluyéndolo, sin prescindir de él. Resuelve el conflicto anterior y lo conserva.
En la síntesis no se llega a la afirmación del principio, sino que se generan
nuevos conocimientos.
Nuestra razón es capaz de generar oposiciones entre los conceptos (antítesis) y en
un segundo momento ser capaz de conciliar esas oposiciones en una síntesis, lo cual
constituye el uso dialéctico del pensamiento.
Marx va a rechazar esta concepción de la realidad como el despliegue de la idea,
pues no considera que sea ésta el elemento esencial de la realidad, sino que lo son las
actividades materiales (la estructura económica). Para Marx, son las actividades
económicas, las actividades materiales (el ser) las que determinan el pensar y no al revés
como considera Hegel. De esta manera, Para Marx, la conciencia se produce en el
desarrollo dialéctico de una realidad entendida como materia en constante movimiento.
Crea así su materialismo histórico. Su crítica también incluye los aspectos políticos,
porque para Hegel las formas del Estado y de la organización social de su época no son
más que el desarrollo único posible de la realidad que acaba en el presente. Estas
instituciones ayudan a la consecución de la autorrealización humana. Por el contrario,
Marx, va a llevar a cabo una crítica de estas estructuras que perpetúan la alienación del
individuo, la lucha de clases y las desigualdades. Y también, como veremos, su crítica
incluye aspectos antropológicos, porque el ser humano para Hegel es fundamentalmente
espíritu, cuya esencia es su autoconciencia. A Marx le interesa el individuo que vive en
sociedad y que está condicionado históricamente. No obstante, de Hegel conservará su
concepción dialéctica de la realidad, la cual será aplicada a su análisis del desarrollo de
la historia.
La filosofía hegeliana se divide en dos corrientes: la derecha, que prima una
interpretación cristiana de Hegel y una concepción conservadora de las cuestiones
sociopolíticas, y la izquierda (Feuerbach), que prima una crítica a la filosofía de la
religión, partiendo de la crítica que Hegel hace del cristianismo. Marx critica de la derecha
el hecho de que justifiquen las desigualdades y la aceptación de la historia y su resultado
final como desarrollo del Espíritu. De la izquierda, especialmente de Feuerbach, le
interesa su defensa del materialismo. Feuerbach critica la concepción que se tenía de la
divinidad, al no ser más que la extrapolación, la proyección en una entidad perfecta de la
esencia humana. La divinidad es la humanidad considerada como universal con sus
atributos de amor, inteligencia… El individuo se aliena a sí mismo en la idea de Dios y
esta alienación es miseria. No obstante, le decepciona que Feuerbach no se da cuenta de
que esta miseria tiene raíces económicas, le decepciona su incapacidad para ir más allá
de la crítica, de convertir la filosofía en ese instrumento de cambiar el mundo, y le
decepciona su materialismo mecanicista que olvida la dialéctica. Se queda en un plano
eminentemente teórico. No en vano en su XI Tesis sobre Feuerbach afirma: "Los filósofos
no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es
de transformarlo".
2) El socialismo utópico francés.
Destacaban las ideas del conde de Saint-Simon o de Fourier, que estaban llenas
de un cierto romanticismo, de esperanzas vanas y demasiado idealistas y de un cierto
carácter visionario y moralizante. Criticaban la sociedad industrial y la organización
laboral, defendían la igualdad y la fraternidad, proponían el reparto comunitario de los
bienes... También se enfrentó a las ideas del anarquista Proudhon y Louis Blanc, que
proponía la eliminación inmediata de la propiedad privada y el poder y la jerarquía en la
sociedad. Frente a este socialismo utópico, Marx defiende un socialismo científico,
pues considera que se puede analizar científicamente el desarrollo dialéctico de la historia
que, de acuerdo a unas leyes socio-económicas, nos va a llevar de forma necesaria a una
sociedad comunista sin clases tras una revolución social. La historia tiende a una situación
sin propiedad privada, donde el hombre pueda conciliarse nuevamente consigo mismo.
La llegada de esta situación responde a leyes y no a esperanzas.
3) La influencia de la economía política inglesa.
De economistas como Adam Smith o Ricardo, toma el modo en el que analizan la
economía y la relación entre el valor y el trabajo que regula la actividad productiva. Van
a ser claves para el análisis marxista del trabajo de su época y el concepto de alienación.
Para ambos el origen de la riqueza no es la tierra, sino el trabajo. Sin embargo, Marx
criticó a los economistas ingleses, porque aportaron la base teórica al capitalismo (por
ejemplo: la ley de la oferta y la demanda de Adam Smith). Además, para Marx, el trabajo
ya no es la actividad con la que el hombre se realiza, sino que en el seno de la sociedad
capitalista, lo embrutece y lo esclaviza. Marx encuentra en la teoría del valor de David
Ricardo el punto de partida para su propia teoría del trabajo. Para Ricardo, el valor del
trabajo equivale a lo que cuesta renovar la capacidad del trabajo consumida. Así, el patrón
paga al trabajador con lo necesario para que recupere sus fuerzas. Esto lleva a salarios
ínfimos. El trabajo es una mercancía, un medio por el que el trabajador recibe un salario.
Como luego veremos, también el concepto de plusvalía será esencial en el análisis social
y filosófico que desarrolla Marx.
2. EL PROBLEMA DEL SER HUMANO: EL HOMO FABER Y LA
ALIENACIÓN.
¿Qué particular concepción del ser humano tiene Marx partiendo de su concepción
de la filosofía como arma para
transformar el mundo? ¿En qué
condiciones se encuentra el ser humano
en el sistema capitalista? ¿Qué tipo de
revolución necesita el sistema para que
el hombre se reconcilie consigo mismo
tras su evidente alienación? Vamos a
bosquejar, en primer lugar, la
concepción que tiene Marx del ser
humano. Después, analizaremos los
problemas de la sociedad capitalista en
nuestro intento de concebir al ser
humano.
2.1. LA ANTROPOLOGÍA MARXISTA.

Marx concibe al ser humano en términos generales como homo faber, como
hombre trabajador o productor. El hombre se realiza a sí mismo mediante el trabajo. ¿Qué
es el trabajo? No es otra cosa que la transformación de la naturaleza. Es una mediación
dialéctica, pues mediante el trabajo el hombre niega la naturaleza, transformándola en
producto humano y al mismo tiempo, se afirma a sí mismo. En este producto, el hombre
se proyecta. Aquí ya advertimos la vertiente práctica y no teórica en la concepción de
Marx sobre el ser humano. El hombre no es razón (Aristóteles), no es pensamiento
(Hegel), es trabajo.
De esta primera característica, también se deriva otra: el ser humano es un ser
dinámico, universal, pues negando la naturaleza se afirma a sí mismo. Es producto
universal y consumidor universal. ¿Por qué? Porque todo ser humano tiene necesidades
que satisfacer. La diferencia con otros seres vivos, como los animales, es que estas
necesidades se satisfacen a través del trabajo. Es una satisfacción mediata (el trabajo
media en este proceso), al contrario que la satisfacción inmediata del resto de los
animales. El ser humano, además, produce herramientas, instrumentos para transformar
la naturaleza, con los que puede elaborar una cantidad ingente de productos.
El ser humano es un ser social. Resuena la filosofía de Aristóteles cuando
afirmaba que el ser humano es un animal social y político por naturaleza. El hombre
individual no es más que una abstracción, porque el hombre es hombre en sociedad.
Finalmente, el ser humano es un ser histórico. Las circunstancias históricas
que rodean al ser humano lo condicionan, de manera que no existe una esencia inmutable
y universal que hace al ser humano ser lo que es (al contrario que para Aristóteles, por
ejemplo). El ser humano no tiene naturaleza fija, pues se realiza a sí mismo
dialécticamente, a través de la historia, en la que se suceden diversos modos de
producción, como veremos.

2.2. LA ALIENACIÓN: EL CAPITALISMO COMO CÁRCEL DEL


TRABAJADOR.
¿Qué ocurre con la llegada de la revolución industrial y el sistema capitalista? Que
el ser humano cae preso de la alienación. La Alienación es el proceso mediante el
individuo se enajena, se extraña, sale fuera de sí, se vuelve otro, se pierde a sí mismo…
Lo analiza en: Manuscritos económico-filosóficos y en La ideología alemana. La
alienación tiene su origen en un desajuste del proceso productivo: en la división del
trabajo (especialización) y en la aparición de la propiedad privada que trae consigo el
sistema capitalista, en el que individuo deja de ser dueño de los medios de producción,
del producto elaborado en el que se proyectaba e incluso de sí mismo, pues ahora se ve
en la tesitura de vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario ínfimo para sobrevivir.
La alienación supone, por un lado, la explotación económica del trabajador en
manos del dueño de los medios de producción (burgués) y, por otro lado, una división de
la sociedad en clases: la clase explotada (el proletariado) y la clase explotadora (la
burguesía). Esta división en clases, esta alienación, provocan el divorcio del hombre
consigo mismo, pues el trabajo deja de ser aquello mediante el cual el hombre se realiza.
Aunque la alienación es una constante de la historia humana se hace más patente en el
capitalismo burgués tras la revolución industrial y se produce a 4 niveles fundamentales:
- La alienación en cuanto al producto del trabajo. El capitalista es el dueño de los
medios de producción, principal fuente de riqueza. Los medios de producción hacen
referencia a todo lo necesario para producir riqueza. Incluye la fuerza del trabajador
y toda la maquinaria. Pues bien, en el sistema capitalista, el trabajador ya no es
dueño ni de los medios de producción ni del propio producto que obtiene, en el cual
se proyectaba porque era algo así como una prolongación de sí mismo. El producto
deviene en mercancía, como también el trabajo, y al mismo tiempo el trabajador
mismo se reifica, se convierte también en una cosa.
Además, el producto es puesto a la venta por un precio superior al coste de
producción, de manera que se genera un beneficio (la plusvalía). ¿A quién
pertenece esta plusvalía? También al capitalista.
- Alienación en cuanto a la actividad que el trabajador realiza. El trabajo ya no
es esa actividad, esa mediación dialéctica, mediante la cual el individuo se realiza
a sí mismo. La especialización y la incorporación de máquinas en la fábricas trae
consigo el “trabajo en cadena” , en el que cada trabajador se encarga de realizar una
tarea repetitiva dentro de un largo y complejo proceso. El trabajador es tratado como
un apéndice más dentro del proceso productivo. Se convierte en un esclavo que
busca la satisfacción en las actividades animales: comida, sexualidad... El hombre
se animaliza a través del trabajo y busca la humanidad fuera de él.
- Alienación en la relación entre seres humanos. El ser humano ya no se asocia
naturalmente con el resto para transformar la naturaleza, sino que ocupa un lugar
en el proceso de producción. La primera consecuencia de la alienación económica
es, como ya hemos visto, la división del trabajo que trae consigo la división social
en dos clases: explotadora y explotada. Los burgueses no se realizan porque no
producen y la clase proletaria no se realiza porque está alienada y no se beneficia
del proceso. Además, los individuos se ven como enemigos entre sí. Se produce, en
fin, el divorcio entre el hombre y la especie humana. Solo con la eliminación de
las clases sociales, el hombre podrá reconciliarse nuevamente consigo mismo.
- Alienación en la relación del hombre con la naturaleza. Finalmente, este tipo de
alienación resume las anteriores. El mundo se vuelve hostil para el ser humano. Los
obreros deben emigrar del campo a las ciudades para subsistir, perdiendo así el
hábitat natural que en la sociedad feudal al menos estaba.
Además de todas estas formas de alienación, hablaremos después de la alienación
ideológica encargada de perpetuar esta nefasta situación de desigualdad.

¿Cómo salir de esta testado de esclavitud, de alienación, de divorcio con nosotros


mismos?

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