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boludeces one black the one

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La defloración anal de Ana Rosa


Prólogo: muchas veces el erotismo tiene detrás de las paredes que ayer se han levantado, otras
historias más secretas y desconocidas que ni te imaginabas. Puto.
--------------- . --------------

Comisaría n° 27 Melipal
Y tal vez, a lo largo de la eternidad hayan surgido y perecido varias humanidades como ésta, y después de
nosotros, puéde ser que exista algúna otra, buena y definitiva, que valga la pena.
. . . . . . .
Eran las 2:00 am. El cielo era negro y oscuro, y en la 27 el comisario observaba muy preocupado por la
ventana de su flamante despacho, a la espera de 3 móviles que habían ido por malhechores. (El comisario era
un señor respetable y esbelto, prolijo, atento y muy bien entendido y entrenado de sus obligaciones. De
razgos nórdicos y de unos 50 años.)
A la vuelta de la comi, dos de los tres patrulleros trajeron en total 4 delincuentes. El comisario, ni bien los vio
llegar, salió de su despacho y se dispuso a bajar las escaleras despacio, a la vez que revolvía su té de tilo con
una pesada seriedad, que hacía notar el interés por la paz de su amada ciudad, -aunque más no séa en la
dependencia que se le ha delegado- y por precaución de no chorrearse la caliente infusión encima, por estar
haciendo esas dos cosas a la vez.
Años enteros de trabajo constante, sin vacaciones, el comisario día a día, noche a noche emprendía y
comandaba largas batallas contra la delincuencia, pero núnca le parecía suficiente.
Al bajar las escaleras y llegar al receptáculo o como mierda se llame el recibidor o coso ese, todos los oficiales
lo esperaban en fila, mostrando los delincuentes que habían agarrado, sujetados fuertemente de las muñecas.
Era ese, el mismo panorama que no terminaba nunca, jornada tras otra, a pesar del buen proceder de aquella
comisaría.
A 2000 km. En el barrio porteño de la Boca, vivía un señor de 55años. Un albañil sano y prolífico que salía de
terminar su última obra, y se dirigía a propósito caminando muy tranquilo a su casa por las veredas, pensando
y muy tranquilo, observándolo todo: Las valdosas, los cercos, los comercios, los autos… todo lo hacía
filosofando, o algo así. Se entiende? Todo le “daba cuerda” a sus pensamientos.
En su imaginación, adelantaba en el tiempo sus labores de pezca de camarones en su barco recién comprado
y a estrenar, y eso sucedería recién al mes siguiente con la temporada y con la llegada de sus queridos
sobrinos. Miraba el cielo, y disfrutaba ya no tener más apuro ni responsabilidades. Los días de obra ya eran
historia.
En tanto 2 años ántes, el comisario se había reunido con el departamento de “Desarrollo de tecnología y
ciencias” de la policía de Rio Negro para crear un arma auto sustentable e implacable, brutal, que pusiera a
raya a cada despreciable o potencial delincuente. Y llegaron a inventar un material regenerativo hecho a partir
de excrementos y otras eyecciones humanas. Lo importante de éste material es que es abundante,
biodegradable, maleable y rico en hierro. De ahí su color y olor. ( remítanse a las putas enciclopedias, las
conchas de sus madres) y la ventaja de tener tanto hierro, es que es magnetizable y a través de una novedosa
y sofisticada maquina electromagnética, lograban darle a los soretes, la forma que quisieran, que se muevan
por sectores o en masa total, etc. usando los teresos magnetizados como “carne” básicamente, y profilácticos
usados como tendones., y en fin.
La máquina capáz de darse vida mancomunadamente con el grandísimo pastón de bosta y los profilácticos
recolectados, también fue dotada de mucha inteligencia y se abastecía comiendo más mierda y profilácticos
como si fuera un animal de la naturaleza, pero esta vez, fecalofílico. Lo habían programado para mostrar
forma de super héroe y comportarse como tal. Curiosamente, su anatomía copiaba a la de un super humano a
1
la perfección, salvo por que no le habían hecho bien el culo. Le habían tapado el agujero justamente. Con un
ojete normal y funcional, no tendría sentido su metabolismo, si come caca, ¿Qué quieren que se ponga a
cagar, comida?? Nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo,
NNNOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!

No se podía correr el riesgo de que agarre el vicio de andarse comiendo la mierda que él mismo se cagó, pues
se distraería de sus obligaciones justicieras. Tampoco es saludable ver tan esbelto robot policía de mierda
fresca y brillante recagandose por los rincones, o quién sabe dónde, no? Entónces por eso mismo, los
científicos no incluyeron en los planos del mostro los diseños un complejo y peludo ojete mecanico, porque
más que nada, y en este caso en especial, nada más al pedo que un orto. Entonces, éste mostro de mierda, a
diferencia de “ROBOCOOP” tenía hecho todo, menos el culo. (robocoop, cara de concha ladeada. A 90°)
Pues éste justamente necesitaba comer una vastísima cantidad de soretes ajenos sin desperdiciar ningúno
para poder mantener su integridad, lo que, si no sos tan culeado, ya sabes que éste robot, sólo puede crecer,
ya que ni caga ni pierde su forma escultural engordando como un policía común y corriente. También podía
transformarse en cualquier otra cosa, como en un auto, o en una vaca. Su “mente,” o su centro operativo era
blindado a las balas pero su punto débil era el agua en abundancia, gustaba verse, solo como el culeado
famoso del “Increíble Hulk” encabronado y marrón, y lo llamaronnn:

GUASQUíDOTO
TERESóRICO!!!
NNNNRRRIIICATAAATTIIIIII !!!!! ( rescátate
dicho por un conchasumadre).

Las 12:00 del mediodía, y nuestro amigo de La Boca disfrutaba del puchero que con tánto amor le preparó su
amada esposa. Al fin un almuerzo juntos y tranquilos. Ese barco ya iba a rendir sus esperados frutos. Toda la
vida ahorró para solo dos cosas. 1) para hacer su casa y 2) para comprar ese barco. Y junto a sus queridos
sobrinos esperaba emprender marinas aventuras de trabajo bien pago.
Entonces el presidente del Departamento de “Desarrollo de tecnologías y ciencias” de la Policía de Río
Negro, llamó al comisario para avisarle que la “máquina de justicia” ya estába terminada. Y que tanto él, como
el presidente de la nación, gobernador, ministros e intendente, tenían cita para mañana a las 8 : 00 a.m. en
dicho departamento para ver en secreto a la criatura.
Es así, que al otro día, estaban todos reunidos en una oscura sala como si fuera de un cine. Se abren las
cortinas, y vidrio mediante, había una criatura de unos 2,5 mts. Igual al increíble hulk pero marrón. El
científico responsable se presentó, dió detalles técnicos, presupuestarios, y fue al grano. Mostró cómo
funcióna el móstro:
- “Bién, queridos funcionarios, - les díjo- vamos a hacer desfilar personas de toda clase frente al
Guasquídoto Teresórico, y verán lo que pasa cuando detecta a un delincuente”.
Y fue así que en la fila, Guasquidoto Teresórico detectó a un cabeza del orto con intenciones de punguear a
una pobre viejecita…
Pobre “cabezón”!! Guasquídoto Teresórico, “el robot de mierda”,- y no porque sea malo- agarró
inmediatamente al cabezón de la cintura, lo dio vuelta y cabeza abajo le arrancó los pantalones, le ató las
2
piernas juntándolas con la panza, y quedando con todo el culo afuera y puntúdo apuntando a la boca de la
bestia marron y justiciera, le apretó el torso y la panza tan fuerte, que el malhechor se recagó, explotándole el
culo por la presión ejercida por Guasquídoto Teresórico y este mismo quasi-robot, se comió todo el caguído
del macaco y recuperó fuerzas ejercidas al haberse tragado toda la marrón deposición eyectada por tan feo
delincuente, dejándolo agonizante, semidesnudo y embarrado de mierda por nuestro nuevo justiciero!! Que
liiiiindoooo!!! Todos aplaudiendo y vitoreando sin ton ni son, afiebrados de tanta calor y alegría. La páz estaba
ya garantizada y a un muy bajo costo. Pero… nadie sospechaba del olorázo que dejaba éste robot de mierda
( El clásico olor a letrina huevosa descompuesta, pero bastante peor) en el ambiente hasta que, luego de la
tramitación obligatoria mediante, para la homologación, uso, y otras mierdas, nuestro querido, marrón y
oloriento héroe superbotón, entró en acción ininterrumpida y éste fue el comienzo del fin para él
(Guasquídoto) por la sencilla razón de que por el olor a mierda que tenía, no podía estar quieto ni almacenado
(terrible cagada, pero que andaba de lindo!!!), por lo que debía estar trabajando constantemente las 24hs del
día y al aire libre.
La bestia tenía internet, whatsapp, sms, y todo chirimbólo electrónico de asistencia total de detección de
chorístas y acciónes comúnes y afínes del cabeza de valde. Todo lo escuchaba y todo lo detectaba a la
perfección. No fue dotado de corazoncito, pues entonces éste, vería la realidad completamente deformada, y
hasta al revés. Tanto era el éxito del coso éste, que en muy breve tiempo la ciudad se limpió de orcos del orto
conchasumadre y ya toda la gente vivía en paz. Tanto trabajo, hizo aumentar el tamaño del móstro éste, y
tanta paz le generó HAMBREEEE, entendes?
Volviendo al barrio de la boca en Buenos Aires, el viejito nuestro del barquito pesquero, estaba tramitando
los papeles de su barquito cuando su hermosa hija, Ana Rosa (vamoooo!!! Ahí está tomando color, no?)
quedó sola con su noviecito.
Ana Rosa, era una hermosa señorita de unos 18 añitos. Linda y graciosa con sus dos clásicas trencitas y un
cuellito saliente sobre los hombros de sweaters de colores suaves y claros, de un cuerpo sano y voluptuoso a
la vez que bien disimulados por la manera de vestir de ésta.
Su novio Pete, un Bélga porfiado, que había venido al país siendo un niño con su tío, pues sus padres
habíanse muerto en un terrible accidente.
Y así estában ellos, tortolitos enamorados, desde hacían meses trensandose en amores lujuriosos como si en
verdad fuera que ibanse a morír mañana. Y live and let die!!! La nena con el muchacho estaba chocha. Todavía
no tenía intenciónes de arruinarle la vida trabajando para obtener muebles o inmuebles, y sexualmente se
sentía satisfecha. En cuánto a él, sentía que debía introducirse en experiencias un poco mas osadas. Estamos
hablando del culo de Anita, nada menos.
Entre tanto, en la ciudad y alrededores del control de la policía de Río Negro, todo estaba en páz absoluta.
Pilas de chorros muertos y rotos desde hacía ya bastante tiempo, con un Guasquidoto Teresorico que cada vez
encontraba menos que comer, incluso hasta los límites mas lejanos de la provincia a tal punto que vió propícia
una auto-reprogramación de emergencia para poder permitirse su alimentación en grandes plantas
depuradoras de fluídos cloacales, que por un lado y de esta manera, solucionó su hambre, pero aumentó su
tamaño, y el ritmo en el que entraba toda la mierda a la planta, era para él ,cada vez más lerdo. ¿Se acuerdan
del tamaño del Guasqui? Bueno, ahora medía 45 metros de amor, justicia y pura bosta, con un hambre de
mierda de la puta madre. Tanta hambre, y tanta inteligencia tenía el Guásky, que se dió cuenta que capital
federal y alrededores era el lugar indicado para encontrár mierda a granel. Y para allá fue corriendo a gran
velocidad.

Que contento estaba el señor del pequeño barco pesquero. Ya estaba con sus sobrinos, firmando los
últimos papeles cuando en su casa, su hija era dulcemente atosigada por su novio Pete: ”Que si”, ”que
no”.”Que tengo miedo” y que, “dale, tonta” ,”que no pasa nada”, ”que me va a doler”, entre otras cosas era la
disputa en la enredada y desnuda parejita mientras el sexo sucedía de la forma mas tradicional.
Ahí va:
Guasqui llegando a la Boca. El hombre y los sobris subiéndose al barquito. La pareja cojiéndo. El viejo
encendiendo los motores. La flaca gimiendo. Guasquidoto llegando al riachuelo. Pete quería culearla. El viejo
sintiendo el motorcito. Guasquidoto que salta con violencia haciendo temblar el piso y las paredes. El olor de
3
Guasquidoto. El barquito que zarpa. La sombra de Guasquidoto volando. Ana rosa se asusta y corre a ver a la
ventana. El novio que corre tras ella. Guasquidoto que cae de panzaso mal en la mierda más pura y espesa del
riachuelo se hace reconcha, explota al carajo , salpicando con verdaderos torrentes de mierda y bosta por
doquier en un radio de 10km a la redonda. El barco que se revienta y vuela a la puta madre que los re parió.
Ana, al pié de su ventana aterrorizada y en bolas. Pete se avíva yendo tras de su amada que quedó de
espaldas y se la llegó a enterrar hasta lo más hondo del culo celestial, y ésta imagen:
Sobre el antepecho de la ventana clásica de Ana Rosa, posan sus manos blanquesinas y
sus pechos bamboleantes. De boca abierta y ojos achinados por el terror y la sorpresa
de cuanta cosa estaba aconteciendo en el riachuelo, a la boca abierta que grita, ojos
estrabigos y la cabeza ladeada por el ensarte lujurioso, inesperado y repentino del que
aquel fuera su novio.
Tras ella, se puede apreciar a Pete. De semblante locuaz, brillante, ganador, triunfante
y viril. Plenamente realizado al cumplir su azaña con toda su virilidad encarnada en el
recto de su amor. Y queridos amigos, solo resta que cantemos nuestra canción a la vez
de visualizar esta hermosa postal, que he acabado de describir.
La canción indicada se llama “SOLEADO-instrumental- música clásica” y su letra es
muy fácil. (y dale, que esperás para googlearla, pelotudo!!) y Dice así:

Aa aa
A a a aa
Aa aa
Aaaaa
Aaa aa
A a a aa
A a a a….
A aa a a
( sigue así eternamente…. )

Mariano Augusto Fernandez


40 años…

Poneeeeleeee
ee!!!!
Finoli.

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Introducción para el extraño mundo de


Quilombo Man
4
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Prologo: bendita sea mi querida audiencia.
-------------------------
Llega nuestro querido fletero a la gran mansión a la hora exacta, y como es inteligente, no gusta de hablar
con quienes manifiestan su desconfianza a priori, desdeñando a base de algún tonto prejuicio.
No me conóce y sólo quiero hacer bién mi trabajo, pero ahí va: veo una bandeja con bananas y exclamo: “uy,
que rico!” y la señora se acerca y me dice: “Querés una? Servíte!” Y hace lo que ya sabía que iba a ocurrir: me
da la banana en un plato con cuchillo y tenedor, observando que llegase ese momento en donde ella gozaría
al verme cual salvaje macaco sirviéndose de la gratuita naturaleza con la mano. Entonces agarro el cuchillo, el
tenedor y corto la banana tal como lo haría un cirujano experto y me dispongo a comer. Extrañada la vieja
puta, se sorprende y confiesa: Hubiéra apostádo que ibas a agarrarla con la mano! Y al llevarme el último
bocado a la boca, emprendo marcha hacia la camioneta, no sin antes, contestando a su sorpresa diciéndole
que la única banana que agarro con la mano es “ÉSTA”. AMASANDOME MI HERMOSO PAQUETE GENITAL para
que no confunda con un plátano ordinario. Seeeee!! Memorable. (suena “ORION” de Metallica)

Si. Todo lo resuelve con amor y quilombo. Como aquella vez que salvó la vida de una histerica señorita,
parada al borde de la cornisa de un edificio de 4 pisos, amenazando con tirarse a la mierda para acabar con su
corta vida. ¿Y qué pasó? Jeje: pasó que justo quilombomán se paseaba todo choto él, con su camioneta re
canchero por el centro de la ciudad, hasta que de repente ve a una muchedumbre emplazada en las veredas
de aquel edificio, y tras buscar el motivo que unía al grupo, se dio cuenta en seguida, y ¿qué hízo?
Rapidamente enlazó como trencito al paragolpes trasero de su camioneta, varios tachos de basura de esos
grandes que son de recolección por carga mecánica de camión, y con una maniobra maestra, logra hacer
pegar una curva fuerte en forma de latigazo a los tachos, volcandolos y desparramando todo su contenido al
pié del edificio donde la guanáca quería tirarse ensuciando todo y a todos, y todo quedó regado de botellas ,
cosas podridas, papeles higiénicos, pañales, toallitas usadas, todo desparramado en la vereda a lo que a la
chinchúda malcriáda le empezó a dar asco a la vez que pedía que: “por favor limpien esa asquerosidad, que
ahí no pienso tirarme!” , y en eso, entre tanto tumulto , la gente indignada por el quilombo desparramado en
la vereda, comenzó a perseguír a quilombomán que astutamente hizo bajar de su briósa camioneta, al celebre
enmascarado “murciélago-man” (Un hermitaneo que tal como los murciélagos, son “chupasangre”, vive en
una cueva y vive de noche. Negro de mugre. Que cuando a quilombo man se le complican las cosas, lo busca,
le da una bati-señal, que consiste en flamearle un billete en señal de auxilio; se juntan y siempre logran su
cometido), que ni bien baja de la citada camioneta, se pone valientemente al frente de la muchedumbre,
haciendose cargo del quilombo, bajándose la bragueta y mostrándoles la pija a todos, sacándo a la pendeja
del foco de atención, pero dejándola perpleja a ésta, consiguiendo así nuestro héroe, que a los bomberos se
les hiciera mas fácil atraparla y salvarla, habiendo estado entretenída con el quilombo que sucedía en la
vereda. Y en todos esos casos, murciélago-mán caía en cana detenido, respaldando cada quilombo cometido,
y como era un viejo inimputable y muy habitué de las comisarías, los policías le terminaban regalando un
chegusán, lo ponían a cebar mates y la estadía del calabozo terminaba siendo bastante más placentera y hasta
más higiénica que su rústica morada. Una vez terminada la misión, kilomboman, pasaba a darle unos mangos
a murcielagomán y le entregaba mucho del quilombo de su camioneta. Quilombo que consistía en varios
retazos de goma espuma, telas y cosas que quilombomán necesita poner entre las cosas que transporta para
evitar rayas y golpes en los objetos que la gente necesita trasladar en su furgón. Y ese quilombo también era
de mucha necesidad para murcielagoman y su comodidad, ya que se le estropeaban las almohadas y
colchones en su caverna muy seguido por la humedad y etc. que allí había. Y el quilombo de almohaditas que
quilombomán le daba a nuestro querído ermitáneo, en seguida lo reponía al furgón, (goma espuma y retazos
de acolchado) pero nuevo y límpio que conseguia gratis en las mueblerías, ya que eso es lo que usan para
embalaje de sillones cuando los mandan de fábrica en camiones y semirremolques y luego los tiran o regalan (
a los retazos y almohaditas, hombre. No sea boludo!), y el ciclo del quilombo comienza otra vez, y a la mierda.
Su camioneta, un Ford Transit del ´99, un furgoncito hermoso, de ensueño quien le daría de comer

5
fundamentalmente a nuestro valiente super héroe. Era sin dudas, su brioso corcel. Más que nada por el
chirrido de la correa del alternador al arrancar.
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Sin dudas, ésta, no es más que la historia de un prodigio. Un prodigio innato.
Ni bien nació, al momento de terminar la mamadera, nuestro querido fletero descargaba el contenido de ésta
por todos lados, provocando el conocido alboroto de la madre que lo parió. Esperando un niño dormido,
encontraba un regadero de leche en todas partes, y al pequeño sonriente y entusiasmado a más no poder. La
adolescencia y juventud del mismo, no menguó demasiado del resto de su vida en cuanto a sus niveles de
entropía. Todo lo contrario. Montañas de quilombo por todas partes tirados adornaban su reino, su mundo y
su entorno, al son de potente rock and roll, pudiendo generar traumas irreversibles en otras personas. Dicese,
por ejemplo, de una conocida flaca, una gringa medio conchuda que al ver su quilombo, no se que le pasó,
pero lo que quedó medio espástica, parece.
En su temprana juventud, pudo hacerse un puesto de trabajo en la construcción, donde se disponía a
demoler edificios viejos, total y parcialmente.
Todo lograba gracias al quilombo. Y en la empresa constructora, donde duró varios años -trabajo inmediato
anterior al de fletero-, altercado mediante, de des hizo de un archi enemigo, mucho antes y más rápido que
otro super héroe se ha des hecho jamás de su imprescindible villano, sin violencia ni nada. Cero golpes y de
una forma totalmente desarticulada.
Y fue así que mientras estábamos juntando arena, este imbécil comenzó una vez más a desafiarme, y mi
paciencia llegó a su fin. Este payazo se llamaba “Beto”, y logró encabronarme por última vez.
A continuación, el puto dialogo estallador:
- Asi que vos sos quilombo man, eh?
- Asi es, beto… asi es.
- Ahhh. Pero yo si que soy bueno pa´l quilombo. Vos sos muy tiernito, me parece.
- Solo es lo que tu piensas. Pero creo que te equivocas.
- Yo me conozco a todas las putas de aquí, y mi mujer cree que le soy fiel. Jajaja, pobre diabla!
- Sigo pensando que no es como piensas- decía yo, sin descuidar mi trabajo-
- Y vamo´a ver. Si queré, salimos el sábado pa´los cabaré y a ver quién aguanta más y quién le pinta
mejor la del quilombo. Vos sos un tiernito, un gringo de mierda y no te la bancá.
- Listo. Así y todo, no son las cosas mías, tal como vos pensás, pero acepto. Lo malo es que no vamos a
volver a vernos nunca más. Y jamás podrás reconocerme nada.
- Jaja te re cabió, boló.

Maldito bastardo, ya rebalsó el vaso, y se metió solo en su propia trampa. Ya no volverá más a molestarme.
Y así fue que llegó el sábado, lo acompañé a cada cabarét y jamás se dio cuenta de las fotos que le saqué.
Incluso hasta lo tenté a ponerse a culear con un travesti, y esa fue clave. Más se reía de mí, más ebrio estaba y
menos cuenta se daba de las fotos que le sacaba. Por desafiante, se comió un trába, no más para mostrarme
que dentro del quilombo, él, era completo. Entonces yo dije “basta”, y me fui a la mierda. Usé Facebook, y
desparramé fotos a todos sus contactos. Desde la mujer, a sus hijas, sus amigos y compañeros de trabajo,
ingeniero, capatáz,etc…
Al trasfondo de la situación, no lo conozco. El domingo fue lo suficientemente largo como para que la
información hiciera sentir su efecto a todas esas personas. Sí sé, que el tipo se volvió a Paraguay y a partir del
lunes, viví otra vida laboral más tranquila.
Peripecia tras peripecia, quilombomán, se fue ganando un lugar, tanto en el cielo como en el infierno.
¿Y para qué ahondar en más historias resumidas, si puedo ganar más dinero explayando cada historia en un
libro más e individual? Lo que sí, no quedaré con las ganas de decirles que quilombo tras quilombo, año tras
año, nuestro héroe kilombo man, ha llegado glorióso a tal punto en el que un buen día hasta el mismísimo
tata dió, después de convertir a la gorda callumán en otra Ford Transit, se decidióse a conectar el teléfono,
levantarse de su burdo letargo y a recagárme a pedo y ponerse cachonda castigándome por original.
“serás original, pero eso no quita que me estés hinchando las pelotas, turbio, fletero pelotudo!!!!”- dijo dios
padre todopoderoso al son de “Oh mamá, ella me ha besado”de Pablo Ruiz de fondo – Yo recuerdo
6
perfectamente cuando ni bien escucho ese tronar, me doy vuelta y veo que no me equivocaba! Él mismo
estaba tras de mí, jugando con mi destino A ESCONDIDAS!! y el mundo se prendió fuego con los mapuches
que él creó y mis huevos se hincharon tanto que uno se desprendió de mi ser y siguió creciendo hasta que el
dolor parecía cosquillas al lado del odio a tamaño maldito bastardo. Y ésta lucha se volvió trenzada al llamar a
su hijo más ruín de los abismos más hediondos y calientes. Y no más cierro los ojos y corro, corro!! Revoleo mi
huevo caído y creciente, y sé que el inténto de llegar a matar, me matará. Pero corriendo y llorando,
pensando en su vana gloria, corro, y de un revoleo certero voy, y les parto de un bolazo la cabeza a dios y a su
compinche asociado y los muelo a golpes. El mundo estalla y la gente libre empieza a vivir por sus propias
convicciones y los sigo agarrando a patadas. Dios, sangrando y sangrando, desea llegar a Mendoza para
recuperar su sangre y le pregúnto:
- Por que no te haces una transfusión de sangre normal?
- Porque con vino me siento super
- Mis camionetas toman gas-oil común y no dicen tantas boludeces, cerdoo!!!
Y es ahí que dios convaleciente, al no poder llegar a Mendoza ni al mercadito a robarse todo el vino, cae al
suelo, se le apaga la luz roja del ojo, suena guerrero del arco iris, y de mi huevo aún colgante y de acero sale
una luz blanca y cegadora al mismo tiempo que se abre y sale entre esa luz intensamente blanca, “la
motosierra del poder XR4 “ OOOOOh!!!!!!!!!. La tomo temblorosamente sabiendo que es lo último que haga.
Lo piso, le corto la espalda a cada costado de la columna vertebral, le parto el cráneo, agarro su médula
espinal con sus vertebras llenas de jugo de tomate frio adobado con vino dulce, tiro y me quedo revoleando
su cerebro enmarañado al final de su espinazo tiñendo la vida de rojo, y así como es el mundo, luegomente y
a partir de allí, comenzó a cerebrár la nueva y roja navidad cada día del año, con la sangre de los cabeza de
valde, menos los 24 y 25 de diciembre. Y nada, quilombomán, es realmente de hacer quilombo. Mucho
quilombo… y así fué que nuestro simpático super héroe, siguió atendiendo sus teléfonos y usando su tierno
quilombo para llevar muebles de aquí para allá., de aquí para allá, de aquí…. Para allá. Con mucho quilombo y
amor, que me quedaba en el huevo derecho. Y chúpenlo.
Mariano Augusto Fernandez. 40 años
------------------------------------------ Prologo bonus
track---------------------------------------------
A todas esas almas que han perecído trágicamente haciendo las cosas bién toda la vida, y aquellos países
fundidos en vano por países profanos, corruptos, burlistas y a quienes solo han conocido la injusticia,
búsquenlo a dios por su sendero, y descalábren su fantasmal cuerpicéjo a palos limpios y morbosos. Que no
quede sombra de su soberbia molestando las piedras, la mugre, insectos o cualquier ápice dotado de genuina
existencia. Amen.

Fin
De paso: Si conduzco mal, llame al 0-800 (chupala!!!)

La destruncada historia de aqua- man

7
Ayudándo a limpiar la casa de mi tía abuéla, élla de pronto, encuéntra y me muéstra un baúl con estúdios
submarinos hechos y documentados por mi querido y difunto abuelito, y entre sus documentos habían cosas
sin demasiada importancia, como estudios de algas, vida marina, estadísticas de temperaturas y salinidad, etc.
Y un documento extremadamente extraño de un hombre anfibio con muchas características de los peces.
Medio hombre, medio pez.
Entre sus características, el tipo se ve que es rubio, pelo corto con un buen jopo prominente, al menos en sus
primeros registros, y cabello largo en sus últimos registros, usa antifaz, viste un traje con escámas, lleva un
logotipo en el pecho con una letra “A”, y una hornamentacion muy “loca” con unas calzas apretadas y verdes.
Al leer el informe que se llamaba “aquamán”, púde entender que el sujeto en cuestión, fue conocído; y que
mientras vivía en el agua, atendía problemas de justicia de tierra firme en tierra firme (…) y después volvía de
mal humor a zambullirse unos días hasta que otra vez hiciera más o menos lo mismo, volviendo al mar furióso
siempre. También díce que solía subirse a cualquiér barco pirata a peleár con los que estában a bordo, y
luego de salir victorioso, volvía al agua. Pero que en definitiva era un hombre tan bueno como incomprendido,
que luchaba día y noche contra el mal, así fuera que tuviese que abandonar temporalmente su hábitat para
hacerlo.
Y buscando entre tales documentos, por qué es que se volvía enojado a su húmedo hogar, no encontré una
sola respuesta.

Su último informe de actividad en tierra firme me hizo ver que tal vez fuera un hombre acomodado en la
sociedad, porque dice que a menudo iba al “Manhattan Center”. Pero mi abuelo, al no poderlo seguir a
ningún lado, no pudo enriquecer ningúna historia, solo haciendo acrecentar mi intriga sobre lo que haría este
enigmático personaje. De éste también se reportaría de su vida bajo el agua, al mísmo recolectando alimentos
y perlas, como también ciertas rarezas y objetos caídos de distíntos naufragios. Y cuando éste se disponía a
emitír reflección u opinión, el documento decía: “Audio ininteligible por formación de burbujas”, y lo que es
peor, en muy breve tiempo, mi queridísimo abuelo fallece y su trabajo y seguimiento de este personaje tan
particular, quedan trúncos e inconclusos.
Harto de esta situación, me dispongo a darle forma a esta historia usando mis superpoderes de superfletero,
que soy, trasladando mi inquietud por lo más profundo del espacio-tiempo y a plasmar en certezas algunas
de mis sospechas sobre la vida de éste, tapando cada agujero con mi brillante capacidad de fletero
superhéroe, ya que soy el mismísimo “Quilomboman”!. Y es asi que me subo a la Ford transit con la historia
en la mano, la dejo en la butaca de al lado, y me dispongo a visualizar el pasado del hombre pez. Más
precisamente en sus últimos momentos. De paso, nos será útil para poder saber si es que aún vive.
Leo el siguiente y último escrito de mi querído abuelo, me concentro profundamente, respiro muy lento y
profundo, me agarro cariñosamente de mis bolas poderosas de fletero, repito la frase que se detalla a
continuación unas 25 veces, y me dispongo a visualizar el pasado: (mucho ruido de arpas, plis)

“Y se dispuso a ir al “Manhattan Center Tower”, pero en un tiempo no mayor a 5 minútos, aquaman volvió a
salir como un rayo a sumergirse en el agua, con una seriedad que vuelve hielo al fuego.”…

Un torbellino de sensaciónes se disparan en mi ser y rapidamente de mis bolas coloradas se abre un portal
tiñéndolo todo de negro, y mi conciencia cae en un blanco y espeso espiral donde después de atravesar una
luz blanca, caigo en un lugar publico de fin de los años ´70, y nadie puede verme porque allí solo soy un
fantasma.
Estoy rodeado de narizudos zoquetes con frack y portafolios, porque efectivamente estoy en el “Manhattan
Center”, lo que me dice que mi trance fue preciso. La luz del sol entra dorada a aquel lugar, una torre de la
reputa madre. Vislumbro al fin al Aquaman que ingresa al edificio y mi emoción es grande. Que impactante es
ver lo mismo que mi abuelo veía con sus ojos, pero ni bien entra, se le ríen por lo bajo, se codean, y se tapan
la nariz, porque casualmente por el ambiente, empiezo a sentir, cómo comienza a volar una merluza podrida
en el ambiente como si en vez de Aquaman, hubiera entrado un elefante marino muerto (…) si…
¡¡al fin podré ver que hace!! ¿Por qué se le ríen? ¿Qué le sucedió en el manhattan center?
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Pues bien: algunas de mis sospechas se aclaran pronto, y al que no le cuadre, que la chupe, porque cae
exaltado aquáman, muy transpirado en el manhattan center y todos los narizudos empezaron de inmediato al
verlo:
- “mmm… que baranda a pescado!!”
- “Si, que baranda!”
El ciego mangueador que cada día se posa a la entrada con sus lentes oscuros, su tarrito y sus rosadas encías
sin dientes, se puso a saludar:
-”a dios señoritas!! Vienen de jugar hockey, no? ¡Una monedita, por favor!”.
Y de repente a Aquaman, se le acerca una adorable señora que por los años, creyó identificar el origen del
fétido perfume y amablemente le pregunta con sonrisa dulce y paciencia de madre:
-“que no le han enseñado a lavarse bien las verijas m´ijo?”
Y en eso que nuestro desafortunado superhéroe, en calma pero alzando su voz, le retruca a la misma
enseñándose a si mismo y preguntole:
- “pero señora, no ha visto usted que soy mitad hombre y mitad pez?”
Y claro, por poco la anciana atajó su risa y queriendo decirle algo halagador, ésta fue interrumpida por la risa
de todos los narizudos cabeza de zapato y mocasines- que de eso estaba regado por doquiér- que uno tras
otro le decían, gritaban e insinuaban cosas como que “ ya saben y ya se habían dado cuenta que es y era
medio pescado, que falta no hacía de verlo , sino, olerlo, o que para andar con esas calzas tal o cual cosa”.
Veo que todos coinciden en que éste hombre – Aquaman- es “medio pescado”, aunque de manera burlesca.
Y eso mismo entristece muy feo a Aquaman, héroe que deja la vida luchando por el bien de esos y otros
guanacos. y es así que nuestro desdichado super héroe se fue a la mierda con un encule de aquellos, re
chinchudo, olvidándose de los asuntos que tenía que hacer en ese edificio. Se fue corriendo de ahí, llegó a la
costa, los reputeó cagandose en todos, y se sambulló al mar y nadó y nadó, dirigiéndose a la reputa madre
que los re mil parió, carajos. Entonces en el fondo del mar encontró un coral que le llamó muchísimo la
atención, a lo que éste exclamo: “brururr? Blurpmblrlrlrr!! brruuíií´p. crruuipbb brrrgfgftrrb bbrbrbrb,
blsubrlbrls brublurbluurl srublubsulrulu lsurblrbllu”, lo que no me deja claro si está puteando o reflexionando
sobre otra cosa, porque bajo del agua no se entiende un choto cuando hablan. Por consiguiente, veo que de la
arena misma, sale instantánea y fugazmente formando una pequeña nube, una rara mantarraya que lo
arponea gravemente en una pierna afectándole directamente a la arteria femoral. Mucha sangre perdía.
Entonces pensó en pedirle a dios por única vez, que lo ayude, en medio de una gran mancha roja de sangre. Y
sucedió que efectivamente, -al no haberle pedido nunca nada antes a dios, y al haberle dedicado toda su vida
al bien-, allí sucedió el milagro: una luz muy brillante se presentó ante él, al son de “oh, mamá”- de Pablito
ruiz-, transformándose en un hombre muy peludo de barbas blancas, que al disiparse la gran luz, quedaron
solos aquaman y dios. Un silencio abrumador fue interrumpido por la pregunta del magestuoso:
- Que te ocurre, hijo? Cómo podré ayudarte?-y antes de que aquaman digera algo, -ya que bajo el agua
no se le entiende una chota a ningún mortal- salieron del agua volando por acción y milagro de dios
padre todopoderoso, para que a Aquaman se le entienda un choto al hablar, y de esta manera,
plantear la posible solución.
- Oohhh!! Tu existes, todopoderoso!! – exclamó mientras chorreaba de sangre su pierna-
- Y, claro, hijo. Tu me estás viendo. ¿Que es lo que deseas? -dijo dios-
- Sálvame, te lo ruego!! Estoy perdiendo mucha sangre… necesito que me des de tu sangre para poder
sanar…
- Grupo sanguíneo?- preguntó dios-
- Rh negativo
- Oh!! Me temo que no podrá ser posible, porque yo…
- Por que? Dime por que? Me estoy muriendo!!
- Es que tú eres rh negativo y yo… yo soy Malbec. Bueno, hijo. Me voy a comer una ensalada de
achicoria. Chau! -y se fue a la mierda-
- ¡¡Uy, la concha de tu madre!!- dijo- y se murió.

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Lo que ocurrió con Aquaman después, fue que quedó muerto flotando en el agua por un día. Al otro día pasó
un gran barco pesquero de atúnes, que lo pezcó sin darse cuenta - al cuerpo de Aquaman- con las redes, a el y
a otros pescados, lo que fue cocinado, triturado y envasado en cientos de latitas de paté al igual que los otros
animales marinos, que inmediatamente después de ser envasados, eran almacenados en un contenedor
marítimo. A la mierda el jopo, a la mierda las calzas verdes, a la mierda sus raros atuendos, y a la mierda su
antifaz y a la mierda con todo.
Ese contenedor con todas esas latitas de conservas dentro, donde también estaba Aquaman multienlatado,
fue trasbordado a otro barco sin rotular debidamente, y que al llegar a un país de Africa central, quedó
confiscado y varado en la aduana bajo el sol por unos 15 años sin refrigeración, por no saber bien que carajo
es, ni a donde vá, ni para quién concha era, en donde por fin, tras la decisión de un diplomático pertinente, se
dispuso que a toda esa peste y otros cientos de contenedores marítimos los tiraran bien a la mierda, y que en
ese lugar, donde estaban las pútridas conservas, más bien, hicieran un estacionamiento lindo prolijo y amplio
y a la mierda, para aparcar el culo del auto si se me canta.
Y bueno chicos, del trance de Aquaman, paso a otro trance porque el amasijo bolar me lleva a otras playas
llenas de mujeres en bolas, lindas y jadeantes, que por eso me despabilo rápido porque me pueden estar
mirando el muñeco, que para andármelo acogotando, prefiero en la cálida intimidad de mi hogar. Que lo parió
Aquaman, no? Que loco, que vida! Les gustó chicos? Porque de ésta manera, es cómo, gracias a KurTTrucKs,
sus bolas, su camioneta y sus poderes, se dilucida una historia más, que se destrúnca y sale a la luz, aunque no
les gúste. En ese caso CHUPENLA, ya que a esta historia, si llegaron hasta aquí, también la tienen a dentro otra
vez. A la historia no? Chauchas, y hasta la próxima!! Putos!!!

Fin.

Oscar y el ascensor.
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Prólogo: Cuando subir por el ascensor es más pegriloso de lo sospechado, esto va dedicado, a los
que dedican tiempo a la mecanografía de la era digital. Y va hasta la reputisima madre que los reparió a todos.
Prepárense y pónganse a chupar esta mandarina:
No sé quién carajo inventó el ascensor, pero después de tantos millones de veces habidas, se encontraba
por ahí un fletero maravilloso (yo) luchando con la electrónica manera de ponerlo a facilitarme la conchuda
tarea de hacerla fácil subiendo toda esta cantidad de pelotudeces al piso “X” donde mi cliente se pondrá a
disfrutar de su vida departamentáda.
A la voz de “ daaale la concha de tu madre, cerráte de una vez, pedazo de bosta!!” y en presencia de
Oscarcito, todo se hizo muy sencillo cuando el joven ayudante se hizo cargo de la conducción de éste vertical
medio de transporte.
Desde aquel día en que empecé a trabajar con Oscarcito, me di cuenta que era un tipo muy listo. Manejaba
ese ascensor con una cancha sin igual. El, sólo se acercaba al teclado, tocaba el botón indicado y la maldita
cosa cerraba la puerta automáticamente y se disponía a subir y bajar derechito y cuanta cosa, este
desquiciado quisiera que haga. Después de verlo accionando el desgraciado ascensor, volteé y le dije:
- Oye Billy
- No soy Billy , soy Oscarcito -respondió-
- bien, Oscarcito, ya cuéntame. Cómo es que tú lo háces? Quiero…, quiero decir… cómo es que agarras y
lo haces subir o bajar tan fácilmente? Al menos dime, cómo éres capáz de que cierre la puerta en seguida!
- ahh, yo… , yo solo me paro junto al teclado, hago mi gorra hacia atrás y selecciono el número que me indica
al piso al que me llevará y… eso es todo. A veces, también presiono el botón que cierra las puertas, en caso de
que el aparato lo traiga y listo.
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Sabes? Hace mucho tiempo, de niño, sentía que el ascensor no arrancaba, la maldita cosa no quería subir...!!
- Oh, Billy!
- No soy Billy, soy Oscarcito!!.
- Si, Oscarcito. Por un demonio. Eso es lo que me pasa a mi a diario!! Y ya, sigue contando la maldita
historia, hijo de perra!!
- Me llamo Oscarcito. Veras: tenía unos 18 años y solo quería ir al piso 16. Tocaba ese maldito botón y
no hacia más que seguir en el mismo lugar. Apretaba el botón 16, el maldito botón “16” y el muy
cretino seguía allí!!!
- Ascensor desquisiado!!!
- Tenia las manos temblorosas y la boca muy seca, y continué apretando ese botón de pacotillas tan
rápido y consecutivo como pude, hasta que comencé a golpearlo duro!!
- Bien, Oscarcito, le diste su merecido!!
- Se tambaleaba ese bastardo!!
- Si, pégale, lucía!!
- Que no me llamo lucía!! Soy Oscarcito!! Y lo seguía golpeando y golpeando hasta que mi padre
escuchó, vino hasta mi, y me dijo:
- “Oye Billy!”
- y yo le respondi: No soy Billy, soy Oscarcito.
- Disculpa hijo, concéntrate, respira hondo, fíjate en el teclado. Míralo atentamente, ves? Arriba. Siiii
ahí arriba. Justo aquí! Lo ves? Esta maldita perilla es de ventilación. Esta, es de la luz. Y esta perilla es
para desactivarlo. No lo ves?
- Oh, si!! -Le dije- y era la maldita perilla de “PARE”, la que lo estaba hechando todo a perder por el
retrete!!
- Ah, no me lo creo, Johnny
- No soy Billy. Soy Oscarcito.
- Me estas jodiendo, amigo?
- Oh, no, Mariano. Era la maldita perilla activada y no lo sabía!
- Oh Billy, …
- No soy Billy. Soy Oscarcito.
- Lo sabía. Ese mequetrefe se las trae, eh? Se creía muy listo.
- Si, Marianín, Superado ese misterio,… - me mira a los ojos, un poco agobiado, y continúa diciendo -
nadie me ha parado aún todavía. Nadie!
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Uuuhhh..! Que tipo pelotudo! – pienso - doy media vuelta y sigo con mi trabajo haciéndome el boludo,
consciente de que Billy quedó en el ascensor acariciando sus teclas, murmurándole cosas al oído.
Ya había algo raro entre ellos, y desde siempre dejé que a los ascensores los manejara él. Más todavía el de
Frey 198 donde además, para accionar el cofre ascendente, se necesitaba de un cospel electrónico, y que el
mismo ascensor se hacía saber con una voz femenina que ya habíamos llegado a tal piso o que ya cerremos la
puerta de un modo sospechosamente acaramelado para mi gusto, por lo que seguí sospechando “algo raro”
entre ellos sin querer dar señales del muy posible descubrimiento sentimental.
- Podríamos hacer una carrera de ascensores, yo alentaría a tu equipo y apostaría por él y saldríamos
ganando! Tu que opinas Willy?
- Ya te he dicho que no soy Billy. Yo, soy Oscarcito. Y no correré en ascensor otra vez.
- Cónchale, Oscarcito.
- Oh, no lo haré! Me oíste? Yo sólo deseo terminar esta loca mudanza e irme a mi casa a descansar- dijo-
y se dispuso a manipular mas cosas para cargar y mudar. Pero yo, ni lento ni perezoso, me dispuse a
interrogar el ascensor.
- Bien, amiga. Que tenemos aquí? -le dije, mientras el ascensor permanecía sospechosamente inmóvil-
- “Cierre la puertita”- dijo con voz femenina anque electrónica-
- Hey, no me cambies de tema, maldito tarro de pacotillas!!!
- “Por favor, la puertita” -dijo, mientras permanecía inmutable-
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- Solo explícame, por qué con migo no quieres andar? Es que te…
- “la puertita”-interrumpió, y no se le movía un pelo-
- Oh, no me interrumpas, maldita sea!!!
- “cierre la puertita”- dijo, todavía desafiante, cara dura-
Carajo! ahí viene Billy de nuevo, y seguimos trabajando hasta que la mudanza llegó a su fin.
Nos subimos a la camioneta y dirigiéndonos a la casa de Billy, casi no hablamos. Demoños! Que hombre
extraño! Lo dejo, nos saludamos como lo hacíamos siempre y me dispuse a irme de allí. No lo sé, tal vez a
tomar un café. Billy seguía en la esquina, y yo no sé por qué, me fijé por el retrovisor y allí venía ella hacia él.
Toda de acero inoxidable, los cables atados en una cola muy larga, y sus luces y botones bien delineados, y me
dije, “maldición, lo sabía!! Sabía que había algo más en su manejo de ascensor. Esa cancha, esa muñeca, esa
destreza a la hora de subir y bajar tan prolijamente.”
Vuelvo al edificio de Frey 198, entro, y naturalmente el ascensor continuaba allí. Qué extraño! Voy al de Mitre
899 y también estaba allí. Voy al de San Martín 405 y estaba impecable y servicial… Voy al Bariloche Center y
veo que no faltaban ningúno de los tres. Me rindo -dije- y salgo a la vereda de San Martín al 150 y no creo lo
que veo. No lo creo. No puede ser! Es que… el ascensor del hotel del s.o.m.u., “navegantes III” no estaba allí.
Yo trabajé en ese lugar en los años 2012/14 y se bien quién es ese ascensor.
Pero… es que…ese… ese ascensor… también se llama oscar
!! Como !!!!!! Billy
Eso solo quiere decir una sola cosa: Oscarcito es bi-norma mecanofílico! Y la otra, es que los ascensores
también se ven atraídos por los seres humanos. No puede ser posible. Voy rápidamente a la casa de Billy y
tras acercarme sigilósamente veo a través de la cortina de su cuarto una sombra cuadrada subiendo y
bajando. Subiendo y bajando, subiendo y bajando.¡¡¡ SUBIENDO, Y BAJANDOOO!! !Y me dije: ya… es
demasiado tarde. Es… demasiado tarde.
“Cuando el hombre y la maquina se unan, la humanidad, ya no será la misma” -dijo un chino hijo de puta y
milenario-
No quería hacerme la idea de que Billy y oscar estuvieran cojiendo. Después de todo, un ascensor, lo único
que puede hacer es subir , bajar y cerrar la puertita. Y los ascensores hombres no pueden quedarse
embarazdos. Salvo que……………………………. Ese ascensor es uno muy moderno. Pero su voz era igual a la de
Victor Hugo Morales! No podía ser un ascensor mujer feminista muerte al macho, con voz de hombre! Pero
estoy empezando a creer que los ascensores se reproducen por igual sean hombre o mujer. Dicho sea de
paso, Victor Hugo Morales, también es gay. Y los humanos hombre no podemos embarazarnos. Lo que no
implica que la naturaleza de los ascensores sea igual, porque pertenecen a otro reino. Y ahí ocurre mi temor

más grande: ¿quién dice que, fruto de ese amor, no vaya a salir un Robocoop? ¿Y si sale un
Terminator? Buuum!!! Eso es solo cuestión de tiempo. Una reproducción controlada y en
criadero con ascensores y hombres, puede dar lugar a la producción de lavarropas automáticos, microondas o
cajeros automáticos, por ejemplo. En Manhattan, en Suiza, y en Israel, los empleados bancarios no son como
los que tenemos en estas latitudes trecermundistas. No trabajan igual que por aquí. Sino que ellos se la pasan
cojiendo a destajo a imponentes, raudos y fornidos ascensores de rascacielos, 8 horas diarias, 5 dias a la
semana, para generar esas máquinas de dinero (cajeros automáticos). No es eso lo que me preocupa, no. Solo
cuándo la reproducción es únicamente pasajera, placentera y descontrolada y cuando se juntan dos corazónes
solitarios por la vida ( hombre el, y ascensor, el.) y se cojen sin protección, surgen los problemas. Así es como
aparecen ciertos tarros parlantes/silvadores y andariegos como r2d2, o el otro robot imbécil de la guerra de
las galaxias que es dorado, Robocoop, pelotudos como Terminator y otros cachirulos similares. Estos han sido
hijos de padre cualquiera, - tipo camarero, fletero, barrendero, etc.- con ascensores de cualquier edificio, sin
importar status ni ubicación edilicia.

Mariano Augusto Fernandez. Fletero. 40 años.


Fin Es lo que hay…!
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12
el báculo doblegador del carajo.
A lo largo de la historia han aparecido de tanto en tanto, celebres objetos muy misteriosos de cualquier
forma y tamaño. Cosas tales como el santo grial, la caja esa radioactiva que no me acuerdo como se llama (el
arca de la alianza o algo así), el caballo de troya, etc. pero hubo un objeto perdido muy poco conocido en el
que varios reyes y gobernantes durante siglos han buscado con serias intenciones de encontrar. Estamos
hablando del “Magico Báculo Doblegadór, o del Respeto”.
Según decían los muy antiguos y maltrechos manuscritos, hubo una princesa de un país muy prospero,
ordenado desaparecido y lejano, que francamente tenía el corazón muy blando, que cuando llegó a ser la
reina, el país comenzó a desestabilizarse anárquicamente porque ésta mismísima reina no hacía valer el rigor
de las leyes ni el respeto de sus ministros y súbditos que, viéndola tan permisiva, dejaban ocurrir todas las
formas de corrupción conocidas. Y lejos de tomar acciones drásticas, obligó a un brujo de la corte, el mas
impresionante y eficaz del país, a confeccionarle un mágico bastón que la ayude a imponer su autoridad,
pueda portar fácilmente, y que hiciera que todo aquel que se acerque al báculo y a su portante, quedara bajo
el encanto de su hechizo y se volviera sinceramente respetuoso, incapaz de actuar de forma poco seria o
engañosa, y que sirviera también para dejarlo en sucesión, generación tras generación.
Los errores se fueron sucediendo paulatinamente un tiempo después de que la reina mandara a matar al
brujo una vez confeccionado el objeto, para que éste no hiciera otros báculos para cualquier otra persona,
asegurándose ser la única en el mundo en poseer tal cosa. El hechizo en sí mismo funcionó a la perfección.
Cada ministro cumplió respetuoso con la reina y con sus obligaciones honradamente, acatando las mínimas
ordenes y deseos de su majestad. Y por respeto y por el honor hacia la reina, los actos de corrupción cesaron
inmediatamente. El lejano país se volvió prospero otra vez, pero, nada es perfecto. La reina necesitaba
heredero de sangre, y su suerte con los muchachos de la corte no podía ser mejor, de no ser por un detalle: la
respetaban demasiado. Grande era la admiración de cuanto muchacho y cortesano hubiera, paseándose por
allí. Pero la respetaban demasiado. Muchas veces, pensó en dejar de lado el báculo misterioso para poder
llevar adelante sus vanas necesidades lujuriosas. Pero, a dónde? Todo mortal gustaría de hacerse con el
famoso bastón, robarlo u obtenerlo de cualquier manera. Ni el amante más sincero, con la oportunidad de
gozar del respeto del mundo, rechazaría la tentación de poseer el báculo en un simple descuido de su dueña,
quien perdonaría la cruel osadía por quedar ella también bajo el hechizo del basto. El castillo tampoco podía
quedar sin sirvientes ni guardias. La vida de la reina se encontraba permanentemente vigilada. Si la reina fuera
vista sin el báculo, así sea que lo hubiera guardado, muy bien escondido, más de uno se volvería loco por
buscarlo, maniatando a la reina, extorsionándola para su confesión delatora y sublevándola posteriormente a
su mandato, perdiendo así, la reina, su reinado y respetando indefectiblemente a quien esté poseyendo
fraudulentamente el citado objeto con forma de bastón. Las personas pasarían de respetarla, a reírsele,
quedando la mismísima reina, siendo el súbdito de cualquier papanatas que se apodere del maldito báculo
mágico. Maldita sea la urgencia de matar al brujo, pues no le ha dado tiempo de advertirle algunas cosas a la
reina, como que, al báculo, no debían faltarle el respeto usándolo para cosas de uso descuidado, como el de
revolver una sopa, o acomodar brasas de una chimenea, etc. ya que éste, arrasaría con todo el pueblo de una
vez, eliminando al país, de cuajo.
Los años pasaban y la reina veía su reino ordenado, prolífico y tranquilo, pero ella se veía cada vez mas vieja y
mas sola. Soñaba con un hijito sonriente y un padre humillado y retorcido por ella y la ley. Y era por eso que la
reina pasaba horas mirando el báculo, sumida en sus pensamientos. Lo miraba y se reía, lo miraba y lloraba, lo
miraba y lo miraba. Todos la querían y todos la respetaban demasiado. Nadie le faltaba el respeto. Y sus
noches, solo un mar de lágrimas. Los años pasaban y la reina volvía cada vez más obsesa a su báculo
embrujado.
Esto es lo último que se registró de esa reina. Era solo una señora sumida bajo la mirada obsesiva hacia ese
objeto.
13
Luego de interminables campañas de búsqueda, varios grupos de misioneros han perdido sus vidas buscando
rastro de ese objeto, como del pueblo aquél.
Importantes reyes, verdaderos emperadores han perdido cuantiosas fortunas en esas campañas y jamás
nunca una novedad, dejando el caso prácticamente en el desinterés y en manos de cualquiera que quisiera
aventurarse por sus propios medios en historia tan incierta de no solo un palo, sino, de todo un pueblo
completo. Desde geólogos e historiadores de renombre comandados por fuertes imperios, a gente que solo
tenían buena intuición, un pico y una pala, llegó el turno de que nuestro ídolo más grande indague sobre lo
acontecido, y él es: El Fletero KurTTrucKs “Quilomboman”
KurTTrucKs, tomó valientemente el caso, lo cargó en su blanca y todopoderosa Ford Transit y se dispuso a
remontar en el tiempo con las bolas de cristal en sus manos. Al cabo de unos minutos, EL Fletero logró entrar
en trance y el quién fuera testigo y notario de este mismo acontecimiento, pudo dejar constancia que sus
dichos – del hermoso fletero- , fueron absolutamente profanos, sin posibilidad de aceptación. Cuenta que
aquel pueblo fue victima de una poderosa explosión, comparable a la de cientos o miles de bombas atómicas
detonadas en simultáneo.
Al fletero se le preguntó entonces por el báculo, y éste respondió que del báculo no quedan más que rastros
químicos esparcidas por todo el globo terráqueo, debida la explosión del mismo.
Cuando se le preguntó por lo que ocurrió media hora antes y media hora después de la explosión, respondió
que todo ocurrió según lo pactado por el brujo aquel. El palo debía tener el respeto del mundo entero, antes
que nada. sin importar que fuera un cualquiera, un rey o hasta el mismo dios, quien lo tuviera en su poder. Y
así fue que la reina, después de estar años obsesionada y obnubilada por este bastón, con la mirada enferma,
perdida, derrotada en su soledad y su pueblo debidamente ordenado, se levantó de su trono, subió las
escaleras, se encerró en su cuarto, se quitó la ropa y se metió el palo en el culo. Después de decir: “mah´siii!!”
y al sollozar su segundo gemido, aquel palo, desde el interior de su cuerpo comenzó una explosión que duró a
penas 10 segundos. Y en esos 10 segúndos se borró toda la historia de un pueblo milenario y soberano.
Al momento de su muerte, su alma subió al cielo y fue recibida por san pedro quien le preguntó, por qué
creía ella, estar por aquí?
Ella respondió:

- “Ya que el balance de mis acciones, desde muy joven, ha sido bueno, me he propuesto seguír así hasta
el día de mi muerte. Y aquí estoy”.

Y al ser recibida por dios, -con la canción de “oh mama” de Pablito Ruiz al mango-, éste mismo le díjo:
- Bienvenida tú eres al reino de los cielos, hija mía, porque tú has sido buena”
La reina entonces, muy arrepentida de su tan conocída bondad, soltó una lagrima, y respondió:
- ”Viste? UNO A CERO!!!” -ACOMPAÑADO DE UN ROBUSTO PALMAZO detrás de su oreja,
descolocando a éste de su trono celestial y mandándole a volar su clásica aureóla dorada debajo de su
heladera sagrada, vengando de algúna manera las injusticias más crueles de cuanto mortal sobre la
tierra.-
- “Cuántos habrían querído hacer lo mismo que tú? Con este palmazo, también haz tenido un acto de
bondad con millones de personas dolídas contra mí, pero tu desgracia era un problema tuyo, y la oreja
y la aureóla son mías. Por eso, tendrás tu pequeño escarmiento, amén de otra oportunidad”
Y así sucedió que dios la mandó a la tierra en el siglo XX, encarnada en la mismísima Lizy Tagliani, - que no es
ni hombre ni mujer- , por buena y por pelotuda. Y bueno, chicos: es lo que hay. Soy fletero y no Jorge Luis
Borges.
Y de esta manera, sepan que solo nuestro hermosísimo fletero con sus bolas de cristal, montado en su Ford
Transit pudo resolver el milenario misterio que nadie ha podido, acerca del paradero del báculo y el ocaso del
pueblo y su reina que terminó sus días con su vida y su pueblo con ese mágico palo metido en el culo. Y
recuerden otra cosa, chicos: cada vez que vean a Lizy Tagliani, recuerden que tras eso, hay esto otro.
Amén.

14
Finoli

Felices cuentos pascuales

“Me estoy re meando, es viernes santo y éste es quizás el momento mas propicio para contarles algunas
historias maravillosas”. Así amaneció diciendo nuestro apuesto super héroe, con la chota dura y en la mano,
contandonos ésta vez, historias que tienen mucho que ver con nuestras pascuas, con los conejos, con los
cuernos y con tata dios. Y con marte y con ametralladoras, con escabeches de conejo, con trabajo, con los
huevos, los viajes espaciales, con la sangre, los milagros y con la reentablillada y purulenta concha de sus
madres putas.com, y todo lo que tenga que ver con éstas fiestas pascuales, amen.
Y si, queridos cristianos.- dijo él, mientras se acariciaba los huevos- hay muchas historias que valen la pena
recordar en estas pascuas. Les contaré dos historias de fé, esperanza, y huevos. Una historia para cada huevo.

1) Origen del huevo-corazón


Todo comenzó un triste y gris día de pascuas, en el que un hombre común revolvía concentrado y lentamente
su taza de café en el bar de la esquina, acongojado por el amor de esa fémina que no podía reconquistar ni
mantener. La perdía a paso seguro cada véz que discutían, porque ya casi no se hablaban. Afuera llovía
bastante y el frío tampoco le daba optimismo. Pero cómo la quería a ella… ¿un amor platónico? Tal vez.
Así fue que después del primer sorbo dulce y caliente, cambió la vista y se puso a mirar para afuera.
Sé, que ésto sucedió antes de la era del youtube, -sería por la década de los noventa- cuando un señor que andaba en zancos
por la vereda, captó su atención encafeinada. ¿De qué se las traerá con esos bigotes enrulados en las puntas, galera, moño y
todo eso? -pensaba- y el zancúdo venía repartiendo volantes que decian:

"viaje a un lugar distinto y tranquilo, tenga trabajo y cobre buen sueldo. Interesados, dirigirse al lado siniestro de la NASA ".

Y así es como este pelotudo, perdido en necesidades imperiosas, cayó sintiendo que ésta era su oportunidad. Fue como un
tren sin control, ciego, al costado siniestro de la NASA sin dudarlo, y lo tomaron en seguida.
Una vez allí, se enteró que se trataba de una heroica misión, dónde al término, cobraría unos 20 millones de dólares,
endulzandole la oportunidad de enamorar perdidamente a la mujer que lo había desechado cual trapo sucio de su reputa vida.

Una vez en la NASA le dieron la tarea de hacer pozos, embolsar la tierra, pesarla y etiquetarla. Lo hacían cagar en aparatos
muy raros, comer cosas extrañas, etc. y así tooodos los días. Entendía muy pocas cosas en inglés, pero a todo decía que si,
pensando en los millones.
Pasaron dos años sin darse cuenta, y después de ponerlo a dormir por seis meses consecutivos, lo felicitaron, le dieron un
uniforme, lo metieron en un tubo lleno de cables, y lo durmieron de nuevo por otros seis meses.
En eso que estaba tan cómodo, lo despiertan unas ganas tremendas de ir a mear, pero cuando se levanta en su minúscula
cabinita llena de cables y botones, queda muy sorprendido por el extraño paisaje. Todo árido y de ciertos tintes rojizos, sin
aves ni molestas moscas. No podía ser la provincia de misiónes porque el frío intenso de afuera era más propio de la Antártida.
Pero sin hacer caso a la situación, se dió cuenta que tendría que empezar a hacer cada una de las pelotudeces que lo han
estado poniendo a hacer en la misma NASA. Y así estuvo día tras día, semana tras semana.

- ¿cómo no les pregunté a estos gringos, dónde concha quedará “el planeta Marte”? ¿Será cerca de tierra del fuego?
¿Cómo concha no les pregunté? ¿Qué concha estará haciendo mi amor? ¿dónde concha habrá un quiosco o
almacén, por aquí? -se preguntaba al no haber entendido nunca a dónde concha lo habían mandado, por estar
pensando obseso en amor perdido de ésta pobre conchuda-

Y es así que sin pensar en otras cosas, agachaba la cabeza, volvía a pensar en ella, su amor, y seguía trabajando. Sólo lo
interrumpían cada tres meses, un trasbordador que venía a buscar sus bolsas etiquetadas y se iban en seguida. Él los
esperaba con algunas artesanías hechas para venderles y algunas promos muy interesantes, pero lo ofendía la inexplicable
negativa de éstos a comprarle, ya que, sus argumentos coincidían en que no traían sencillo. De hecho, le demostraban que ni
siquiera portaban billeteras.
15
“que hijos de puta, si para manejar una moto de mierda tenés que portar cédulas, documentos, etc, que para eso es
imprescindible el uso de billeteras. y más, para manejar alta nave espacial. ¿cómo concha se les ocurre salir sin guita ni
billetera ni cédulas ni carnets ni nada? ¿Qué concha pasa si los paran a mitad del viaje? ¿y si tuvieran que repostar
combustible, concha? ¿de que concha se disfrazarían? Es sencillo, no quieren comprar una concha porque son ortivas. Eso
pasa”.- es lo que pensaba nuestro pelotúdo amigo en crisis de amor, y en el planeta rojo-
Y así es cómo nuestro estúpido y desafortunado viajero espacial nadaba entre ortivas, desamores y una ignorancia total.
muchos años pasaron desde la última vez en que vió a su amor, y ahora era el momento de volver a la Tierra, y fue así que los
ortivas de mierda lo hicieron subir a la nave, lo dispusieron a dormir otros seis meses y al despertar de nuevo, lo hizo rodeado
de doctores, en el planeta tierra.
Ya de vuelta a su ciudad, y con muchísimo dinero en su caja de ahorros, este pelotudo fue rápidamente a la casa de su amada
pelotuda, con un ramo de flores al pedo, y una pinta de idiota de la re puta madre, con la desagradable sorpresa de que al
entrar a la casa de su pelotuda amada, a ésta, le estaban dando murra de a 3 tipos a la vez. De inmediato sintió algo muy raro
dentro del pecho. Sintió como unas cosquillas raras y algo como que le estaba colgando allí mismo. Sin perder el tiempo, fue
urgente al hospital y de allí directamente a un ecocardiograma en dónde el cardiólogo no podía creer lo que estaba viendo. ¡En
vez de corazón, este pelotudo tenía una pija y dos bolas! ¡¡es que, se le había hecho pija el corazón de ver a su pelotuda
amada siendo desculada por tres negros tremendos!! Y gracias a la contracción alternativa de lo que parecían ser los huevos,
éste lograba que por suerte su sangre fluyera logrando sobrevivir normalmente. Amor, fe, esperanza y huevos = Pascua.
Hermoso cuento de pascuas. Se entiende? Los huevos son equivalentes al corazón.

Fin Mariano Fernandez, 40


años.
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2) Experiencia diocesana fletal y pascual.


Otra cosa que nadie sabe, es de la experiencia que tuvo quilomboman directamente con el mismísimo tata dios.
Todo ocurrió un día en que nuestro valiente fletero super héroe andaba cagado en la mierda y a las puteadas. Y al término de
un día insoportable, se hechó en su cama a descansar, y en su soledad reconoció que todavía le habían quedado algunas
puteadas en el tintero. Que gran invento las puteadas. ¡Que gran utilidad! ¿Quién las habrá inventado? El pobre fletero, rey del
quilombo, yacía inconsciente del cansancio amasijandose los huevos sin cesár, pero sin darse cuenta que esa es su clave
mágica y personal para viajar en el tiempo -la de amasijarse los huevos-. Así fue que entre dormitando y pensando en la
mística que tienen las puteadas, cae en una blanca espiral donde solo cae, sin darse cuenta del todo de lo que estaba
ocurriéndole,- por el intenso cansancio que padecía -sintiendo un vértigo cada vez mas intenso y despertando en una hermosa
pradera soleada y con la horrible canción de Pablito Ruiz de “oh, mamá, ella me ha besado” retumbando entre tanta
naturaleza. Pero dada la rareza del contorno y abombado por el sueño, sin reparar en diferencias con la realidad, se puso a
caminar pensando en la mística que tienen las puteadas y en el vacío que su ignorancia es incapaz de llenar por sí misma y sin
advertir que ese panorama era prehistórico y hasta quizás paleolítico porque tan solo él, estaba muy cansado. Viajó en el
tiempo y no se dio cuenta.
- ¿De donde viene, “la concha de su madre?” y ¿cómo habrá surgido la palabra “culo”? ¿y la palábra ”teta”? ¿cómo
habrá surgido la palabra “cajeta”? cómo podré saberlo si ni siquiera puedo explicarme la naturaleza de palabras más
mundanas como las clásicas “pelotudo”, “boludo” o “mierda” o “la reentablillada y purulenta concha de sus madres“ -
se preguntó obnubilado, Quilomboman. Será de dios? -
Quilomboman, no era consciente de que permanecía agarrándose las bolas, sumado a que se estaba queriendo acercar a la
respuesta indicada, no sospechó nunca que eso, en realidad lo estaba acercando a dios, es decir, al mismísimo
superpoderoso. Pero… recién cae de que la canción de Pablito Ruiz … es la preferída de… y es así que rápidamente se da
vuelta y efectivamente estaba allí, el mismisimo dios, bailando y cantándoles a los mismos dinosaurios creados por él,
verdaderos gigantes con enormes narizotas y grandes mandíbulas deseosas de garronear al altisímo en su santa performance
artística. El altísimo, mucho mas grande que ellos, fácilmente los mantenía a distancia barriéndolos a patadas, y cuando la
canción parecía terminar, el diosito parecía despertar de algún elixir, pero aprovechaba la ocasión para levantarse la sotana y
soltar sobre ellos todo un pedo huracanado, llenando sus grandes ocicos,- que para eso él se los hizo así al hocico- del flato
sagrado.
Sin dejar de agarrarse las bolas, nuestro querido fletero, aunque dormido, se concentraba para conducirse a la respuesta
indicada, y después de investigar al altísimo por tres días, llegó a la conclusión de que entre “córeo y córeo” nuestro señor dios,
así planeaba nuestra humanidad.
Después de ver cosas poco importantes para él, en esos momentos, se dio cuenta de que dios tenía turnos para cada cosa
que planificaba para la humanidad.
¡Y también para crear todas las palabras de cada idioma que necesitaría para separarnos mejor entre humanos, incluídas las
puteadas! ¡Alucinante fue ver cómo éste dios, acostado sobre la pradera, dibujaba y escribía en el cielo con las nubes, bocetos
y frases en Argentino, tal si fuera el cielo con sus nubes, una auténtica pizarra! A pleno se sentía quilomboman, detrás de un
árbol, mientras vió con sus propios ojos como es que el todopoderoso 4x4 escribía en el cielo, cosas como: “la reconcha de tu
madre”, “pinchila”, “pija”, “conchita” “ganzo”, “manguera”, “retrete”, “puto”, “trolo” y toda una zarta de pelotudeces verbales sin
parangón, que eran tanto para la dama como para el caballero, pero nunca como para él.
Hasta aquí todo iba muy bien, hasta que fui testigo de ver cómo ideaba su plan maquiavélico de crear toda una humanidad con
potencial para ser felices e inteligentes pero dejándolos caer en desgracia sin que se den cuenta nunca de las trampas que él
mismo inventaba entre canción y otra del Pablito Ruiz, el mismo que cuando cantaba, la cagaba con toda.
16
Entre sus apuntes figuraban estas cosas:
1) Creerán fuertemente que ser mejor está mal
2) Creerán enemigo al que vean que les va mejor
3) Se controlarán entre ellos y asesinarán al que tenga comportamiento ejemplar
4) Verán con buenos ojos a familias numerosas donde el amor y el alimento, nunca serán suficiente para todos
5) …etc
6) Etc…
7) Etc…..

Y es así como a nuestro quilomboman, se le acalambraron las hemorroides y se le empezaron a inflamar un flemón y los
hermosos huevos, dejando salir de ellos una intensamente blanca luz, al momento de que desde el interior de los mismos,
salían la ametralladora y la moto-sierra XR4 de los huevos derecho e izquierdo respectivamente. y todo se pudrió porque
éste se encabronó y a todos a la puta los mandó, al momento en que el mismísimo superpoderoso se dio cuenta de que
allí estaba su entrometido fletero, personaje central de sus descargas de ira caprichosa, y también se encabronó y
también infló sus huevos, y se libró una batalla sangrienta donde el todopoderoso, de sus huevos hinchados que luego se
abrieron, dejó salir a un ejército de conejos violadores en donde se me hizo muy difícil luchar contra ellos. Casi me cojen
en varias ocaciones, pero lograba reducirlos a cientos de tarros de escabeche delicioso para llevárselos todos al fede para
que vaya y los venda, pobre. Y entonces ahí llámo a mi fiel ayudante murcielagomán, para que se quede distrayendo a los
conejos y al encabronado dios superpoderoso, porque por más de que los estaba recagando a tiros y escabechandolos
con mi motosierra XR4 del poder, se me estaba poniendo aburrida la cosa. -esa de estar haciendo cagar conejitos
violines-
Esto solo hizo que dios se ponga chinchudo y se largue a llorar de histeria, aunque sí que logró que la labor de
murcielagomán, quedara terminada, comenzando éste a guardarse la pija subiéndose la bragueta y volviendo al pueblo
con unos mangos míos, y una multitud de conejos cagados a pijazos dentro de su enorme carretilla.
Entonces de repente, quilomboman, vio que ya no habían más conejos jodiendo por todos lados.
Pero dios chinchudo todavía, se abre la zotana ante la mirada valiente de quilombomán, mostrándole el ganzo
pederasta adornado con orejas del ratón Mickey, le apuntó y le disparó con su rayo de la extinción y la total jodición, y
el maestro fletero del quilombo comienza a dar vueltas desordenadas, a retorcerse y golpearse con andá a saber que
poronga, y sentir que estaba cayendo permanentemente ocasionándole fuerte vértigo, haciendo sonar grandes
estruendos, verse crear chispas, relámpagos, haciéndole sentir tristeza, frío, angustia, golpes y a descender por un
torbellino propio del agua del inodoro en fría oscuridad tempestuosa, hasta que de golpe sintió que una luz borrosa y
movediza se le viene encima y pasa a ser más y más brillante, hasta que el punto máximo de nitidez coincide con la
aparición del aire y el sol en cielo pleno y despejado, y flotando a la par suyo empieza a verse un montón de mierda tan
marrón como él, y al darse cuenta que dios lo dejó convertido en un terrible sorete alargado….
Es temprano a la mañana, y su pequeño perro va hasta la cama de su amo quilombomán, a despertarlo porque hace
rato amaneció y nuestro fletero, de un sacudón se despierta y vé exaltado la pared de su cuarto, y dijo felizmente: “pero
nunca jamás tendrán el valor de estar en mi lugar, y en el de otros que están mucho peor, caras de verga.”
Se da vuelta buscando feliz, a su perrito “Pitín”, lo ve y acaricia dulcemente sabiendo que él es quien se acaba de cagar
en el pasillo. …
y si, fuckers, todo fue un sueño. Las conchas de sus madres. Nadie imaginaba este final. jejep

y bueno zocotrijas, desde mi ganzo que los saluda con amor, les dedíco estos muy hermosos cuentos pascuales que sin
la necesidad de ser demasiado explícitos, ilustran con exactitud de dónde viene cada símbolo pascual. Hasta aquí, otra
entrega especial, que nos muestra que de haber llegado hasta aquí, es porque ya la tienen toda adentro totalmente.
¡Hasta pronto, soretes!!

mariano augusto fernandez, 40 años


Fin
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17
Annabelle Winterhalder y la desgracia del
Fletero

La noche estaba recién servida. Tres jóvenes perdedores se juntan a joder en la mesa de la casa de uno de
ellos. Tres bastardos inconscientes sin mucho amor a la vida, no hacen más que quemar el tiempo. Hasta que
se les ocurre iniciar un juego espiritista. En la ceremonia, pregúntan por dinero fácil,- extraña pregunta, ya que
ese ritual se usa normalmente para invocar a algúna que otra ánima- y lo curioso es que de inmediato aparece
un caos muy extraño y paranormal en la casa.
Corte repentino de luces, seguido de un cierre violento en simultáneo de todos los postigos, ruidos, risas,
murmullos que venían de cualquier parte, y tras un tornado nuboso sobre la mesa, ocasionado por un fuerte
viento helado dentro del mismo hogar, se ponen a volar objetos que se destruyen por todas partes ante la
mirada estúpida de estos tres muchachos, y de repente, cesa el caos inmediatamente y en completo silencio,
descaradamente y ante ellos, se aparece “El Checho” (el dios de los mecánicos de autos), clásico gordo
grasiento, de aspecto amenazante, con un extraño mate en la mano izquierda, los ojos rojos brillantes y una
maltrecha pava en la mano derecha. Este dios, no se aparece ante cualquiera. Solo se aparece ante bastardos
de acusada condición. Los tres bastardos no paraban de expresar risas torpes, por la falta de circulación de
sangre en las venas y nula oxigenación mental. La casa quedó revuelta, a los pibes les importó un carajo y “El
Checho” sin más, les aconseja “trabajar” de mecánicos, ya que, sin saber, destrozando y faltando el respeto,
podrían conseguir prosperidad fácilmente. Aunque también les reveló un misterioso secreto que los hizo ir
corriendo al hospital…
Comienza a sonar “Crazy train” de Ozzy Osbourne, y Los tres bastardos habían salido desbocados de la casa
hasta ese nosocomio, pues el dios “Checho” les reveló que siempre y cuando se apresuren, entre los residuos
patógenos provenientes de la sala de parto, encontrarían un objeto mágico y muy valioso, que iba a darles
mucha riqueza y abundancia, asegurándoles una larga vida al pedo.

Todo esto ocurría en el año 2006, y en esa madrugada comenzó a caer una lluvia torrencial, y con el viento
pareció llegar un taxi de urgencia con una mujer a la que dos enfermeros tuvieron que ayudar a bajar a la
guardia del nosocomio porque estaba por dar a luz.
Allí entonces, nace una niña ( ruido de cristalitos a lo Harry potter, por favor. Gracias). Una hermosa niña con
un encanto misterioso, acompañada de un don muy especial. Pues ésta niña nacería con una chequera en la
placenta. Todos los presentes estaban maravillados con la recién nacida y todavía le colgaba la placenta, hasta
que todo se detuvo cuando su madre pronunció su nombre, pues la llamó: “Annabelle Winterhaunther” y con
esto ocurrió un extraño conjuro impactante que potenció inesperadamente lo que ya estaba escrito en el libro
de la vida, y aunque podía fallar, el destino de la niña se vió fortalecido por este suceso.
“Annabelle Winterhaunther”, si. Ese nombre cambió de lugar algunas cosas: La chequera, por ejemplo.
Aunque por muy poco, los tres bastardos llegaron tarde al hospital y fueron directamente al sector de los
residuos patógenos, lejos -por suerte- de la sala de parto. Y al entrar a dicho sector, revolvieron todo, todo, y
no encontraban ningún diamante ni objeto misterioso ni nada que se le parezca, porque además al momento
de ponerle ese nombre a la niña, la chequera pasó de estar temporalmente en la placenta, para reubicarse y
permanecer definitivamente dentro del orto de la misma niña, por lo que ésta, en vez de cagar soretes
normales, cagaba cheques cruzados y al portadór.

18
Año 2022 y los bastardos seguían buscando objetos misteriosas o algo así.
Mientras tanto, la vida corría tranquila y las jóvenes doncellas -madre e hija-, aposentadas en su imponente
mansión, no tenían una mierda que hacer en todo el día, ya que la niña cagaba la guita en grande, pero, de
tan solitas que estaban, a Annabelle se le ocurrió preguntar tímidamente a su madre por el paradero de su
misterioso padre. Y dijo:
- Madre: ¿Quién… quien es mi padre? – la madre siempre temió por la llegada de ese momento, por lo
que con mucha cautela respondió:
- No lo sé, Annabelle. No lo sé… lo único que podría decirte, es que tu padre fue uno de los
cuatrocientos ochenta y nueve mil setecientos noventa y tres hombres comúnes más cuatro mil
novecientos dieciocho putos con los que andúve por aquella noche y… no sabría decirte jamás, cuál de
todos fue. Salvo… salvo que… salvo que llames a Quilombomán, EL FLETERO.
- El FLETERO? - dijo ansiosa-
- Si. EL FLETERO. El, te ayudara.
- ¿Cual es el fletero que tu dices, mamá? ¿estás hablando de KurTTrucKs? ¿El apuesto y guapo
KurTTrucKs, que se las banca todas?
- Si, hija. El mismo. Tóma: marca este número y consultalo. 2944952539
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AL OTRO DÍA:
En el horizonte y a lo lejos, se veía acercarse una blanca zaeta, que a su paso levantaba una gran polvareda
como si de la cola de un cometa se tratase, y dentro de ésta maravilla mecánica, venía él. Imponente,
elegante y de negro y al son de “Rotopercutor” de “Asspera”, llegaba sonriente a la gran puerta de entrada.
Preguntándoles cuál era el problema, y después de una breve charla, se dispuso a enseñarles que para eso,
debían trasladarse en el tiempo. Más, no en el furgón, ya que el furgón solo sirve para trasladar giladas. Pero
como el fletero es el más completo de todos, usa sus bolas coloradas en buena forma para tal fin: los viajes en
el tiempo.
Entonces el fletero, cortésmente ofreció sus bolas para que Annabelle las toque y agarre la señal del tiempo
que ella necesite. Y así es que se dispusieron a llevar adelante el ritual.
- A esta poronga le falta un poco de agua y jabón - dijo la doncella-
- Estas agarrando la chota más deseada, pero no las bolas del poder. Si tú necesitas ver a través del
tiempo y buscar la información que quieres, agarrame suavemente las bolas y ya no la pija.
Entonces Annabelle agarró suavemente las bolas del fletero para llenarlas de su peculiar energía y entró en
un trance místico e inmortal, siendo presa de un extraño torbellino blanco y espeso, y a través de un túnel de
tiempo, comenzó su carrera hacia atrás, hasta ese moménto cuando su madre se embarazó de ella,
adentrándose en lo más hondo de la concha de su madre para buscar entre la mar de microscópicos
renacuajos blancos de genéticas dispares, la sola espermatozoide que fecundó el propio ovulo del que la hizo
ser, y desde ahí seguir sus rastros hasta dar con la chota del tipo que la escupió, para finalmente dar con el
dueño de esa chota y a partir de allí, terminar por conocer finalmente al padre de Annabelle. Y ese tipo era,
nada menos que un mega magnate de lo mas evasor. Un evasor que gustaba contraer deudas adrede, y que
nunca pagaría, ya que le encantaba meterse todas las deudas por el culo, gozando así de una muy extraña
impunidad divina… ¡que extaño!
Annabelle vuelve de su trance y sin soltarle las bolas al fletero, que andaba con los pantalones por los
tobillos, (mostrando sus flacas, chuecas y peludas canillas) entiende más o menos y comienzan a investigar el
misterio de ¿cómo es que, de un padre evasor a más no poder, que se pierde glorioso él, sus deudas en el
orto, con una impunidad inusitada, pueda llegar a nacer una doncella capaz de cagar tantos cheques cruzados
y sin olor a pedo? y entonces ahí quilomboman , comenzó su ardua tarea de trasladarse hasta los anales de
esta historia con la ayuda de Annabelle que en el mientras tanto, le agarraba la chota.
Comienza el ritual nuestro pichongo fletero, poniendo sus manos a trabajar, con su inefable amase testicular,
y empienza su trance:
Cae por un torbellino blanco y denso y al terminar su caída por un largo túnel luminoso, espanta una neblina
tenue, que de a poco lo deja ver que estaba en un antiguo pueblo de la antigua Europa.
19
Entre tantos personajes que pululaban por ahí, tanto como de estar observando el panorama completo,
nuestro maravilloso fletero, deduce que estamos en Italia en una época precristiana, -Mas allá que desde el
año del orto- se concentra mejor y, visión remota mediante, se fija en un hombre que sin faltarle el trabajo,
dedica su tiempo y energía diario en andar pagándoles las deudas a propios y ajenos. “que tipo raro!”-se dijo –
pero era así. Toda su vida así. Se dispone a acelerar el tiempo, y ve que el tipo muere en la más cochina
pobreza, mientras el fletero fugazmente le pega un cachetazo a Annabelle porque lo distrae jugando con su
ganzo mientras éste se encuentra ocupado viajando en el tiempo para ayudarla. “¡¡ quiettta!!” -le dijo- y
siguió observando el espíritu del que hoy es su padre, vida tras vida, una tras otra, época tras otra, y nada más
pudo ver a un tipo que sólo ayuda a cualquiera en lugar de vivir una vida prospera, hasta que el fletero
precioso ya no aguantó más y gritó con todos sus pulmones al son de: “¡¡¡ pero que tipo pelotuuuudooooo
que eraaaaa!!!”
Tanto fue el clamor de sus pulmones, que internado en las inmediaciones del mas allá, el mismísimo tata dios
supo de la presencia del fletero al estar compartiendo el mismo ámbito, la misma dimensión que él.
Al hermoso fletero, no le costó nada saber que dios se le estaba acercando, porque de inmediato comenzó a
escucharse la típica canción de “Oh, mamá” de Pablito Ruiz, hinchándole bastante los huevos a nuestro
infalible y muy apuesto fletero. Ahí mismo, el poderoso tata dios, con todo el Pablito Ruiz de fondo, intentó
contarle la historia de ese señor, infructuosamente. Pues el quilombo que metía dios con su super equipo de
audio celestial, era monstruoso y no se entendía un carajo, por lo que nuestro valiente fletero tuvo que
agarrarse muy bien las bolas para lograr la telepatía con el altísimo, lo que con esto, logró tres cosas:
1) Entendió que hoy, el padre de Annabelle gozaba con el premio de su última vida, disfrutando de ésta a
sus anchas, (saliéndose con las de él, en todas)
2) Parte de su destino (del padre) era que en la mejor parte de su vida, lo venga a visitar una hermosa
hija inesperada que se encargue de pagarle sus deudas fácilmente en el momento adecuado,
ahorrándose años de convivencia toxica y malos ratos por parte de la madre, que por no haberlo ni
conocído jamás a él, (al margen de la menúda cojida), no pudo influenciár negativamente al pedo a su
hija respecto de éste ni de su familia paterna jamás, ahorrándose nuevamente del hecho “gustoso” de
separarlos y de transformar a su hija en autentica rehén y enemiga, evitando oportunamente de tomar
odio al pedo hacia él, desde niña. Y…
3) Que al papíto fletero se le hincharan los huevos de manera impresionante, no sólo por apretárselos
tanto para poder entender, sinó porque éste tata diós, es cada vez mas hincha pelotas con su Pablito
Ruiz.
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Luego de hallar la querida respuesta, y con los huevos dispuestos al plato de semejante manera, nuestro
amigo del quilombo, tomó su ametralladora y su motosierra XR4 del poder, y le hizo re mierda el stereo
sagrado al flaquito barbudo, a la voz de: “¡cortá con ese quilombo de una vez, las reconchas de sus madres!”
logrando una culeada batalla campal, en la que Annabelle me salvó al estar chupándome la pija fuertísimo, a
la vez que de forma muy correcta repasaba las tablas de multiplicar, perfectamente y de manera aleatoria,
dada su posición social, su gran inteligencia, su clase y su rectitud. Chupaba y decía:
- Chup, chup! 5x4= 20. Chup chup, 8x3= 24. Chup chup, 9x9=81. Chup chup, 8x8=64 chup chup, 3x7=21
- Francamente eres exacta en tus ecuaciones.
- Pues sí. Toda la gente de mi clase es así: mi chongo, por ejemplo, cada vez que me coje, traza
estadísticas en ejes cartesianos. y no se quita los anteojos ni los mocasines…
- Ok. Mira: - interrumpiendo la pelotudez que le explicaba- yo sé quién es tu padre -dijo-. Llámalo,
visitalo y paga sus deudas con los cheques que sacas del orto. Se querrán para siempre por haber
salteado eso de que tu madre nunca pudo entrometerse entre ustedes, nunca pudo tomarte de rehen
y tampoco ha llegado a hablarte mal de éste, al no conocerlo. Créeme que si no lo haces, me
rechupará un huevo de todas maneras.
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Al término de sus tablas de multiplicar chupapijantes y la explicación aburrida sobre la identidad y
paradero del susodicho magnate, el fletero subió sus pantalones, lavó su maravillosa pija y con un misterio
más resuelto, se dispuso a irse a la recalcadísima mierda, sin saber que los tres bastardos, tras desistir de
20
la búsqueda de placentas con chequeras o algo así, recordaron lo otro que el dios de los mecánicos “El
Checho” les aconsejó: “para ganar dinero fácil, tendrán que ser mecánicos”.
Y así querida audiencia, es cómo a pesar de luchar contra el mal, a quilombomán, lo esperan 3 nuevos
mecánicos bastardos, deseosos de engañarlo, sacarle su dinero, romperle las camionetas, en total sintonía
con el tata dios. El que se ríe es puto.

fin

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Un indiana jones de mierda y del siglo XVI

Mientras tanto en el espacio, una nave espacial vagaba por ahí, a velocidades impensadas por el ser humano,
mucho más allá de la velocidad de la luz. En su interior habían dos extraterrestres jodiendo y pelotudeando,
pues estos eran dos amigos que se querían mucho y habían salido a pasear, boludear y a escuchar música
fuerte y tomar mates y a comer unas facturas en o.v.n.i. por las galaxias. Se trata de seres que correspondían
a una civilización 20 millones de años más avanzada que la nuestra, por lo que su tecnología podía hacer
posible cualquier cosa: Viajar en el espacio-tiempo, hacer viajar a otros en ello mismo, manipular
civilizaciones, crear y destruir mundos en solo instantes… en fin, lo que se te ocurra.

Mientras forreaban , cantaban y reían, la bolsa de facturas iba quedando vacía hasta que quién sabe por qué, les
terminó quedando una sola, cuando en ese mismo instante pasaban por el planeta tierra en el siglo xvi.
Una pequeña pero amistosa disputa se despertó en aquellos extraterrestres acerca del destino del pequeño pastelillo, y
surgió así la interesante propuesta de uno de ellos: la idea consistía en manipular telepáticamente a las altas élites
europeas, sin que estos sospecharan de esto, para que manden a un solo humano de lo más rudo y preparado para toda
adversidad, el más selecto del área del planeta más avanzado en general, y hacerlo viajar a una parte del planeta donde
la civilización brillara por su ausencia, a buscar a una negra toda tajienta y de puro candor, de la tribu más salvaje, para
llevársela sana y salva a modo de agasajo al jeque árabe más importante de Arabia, para que el líder ruso se entere, y
con eso se cague de bronca.
Y la apuesta simplemente consistía en ver, si después de todo esto, el hombre elegido vuelve a su tierra vivo,
cumpliendo la misión -con la negra toda tajienta en manos del jeque, y el ruso cagado de bronca y todo-, me morfo la
factura yo, y si por cualquier razón, fracasa la misión, se la morfa el otro.
Tipo así y entonces se dispusieron a manipular graciosa y telepaticamente a los reyes de los principales países
europeos, y con la ayuda de su increíble tecnología, jugaron acelerando el paso del tiempo del planeta tierra en varias
velocidades, que en un principio, por ejemplo, empezaron acelerando el tiempo en 1 día = 1 segundo, en una primera
etapa y luego 10 días = 1 segundo en las etapas posteriores, y acelerando aún más, luego, para que esa disputa pueda
solucionarse mientras el agua del mate sigue caliente.

Toda esta poronga que voy a contarles la hicieron durar sólo 3 minutos, en la pequeña maquina de tiempo que
portaban los extraterrestres. Pero la historia duró meses en la tierra.
Se dispusieron entonces de inmediato a manipular telepáticamente a los lideres terráqueos de Europa, y Surgió así que
estos líderes, tras largas asambleas y convenciones importantes, lograron definir que tenían que enviar a un delegado
de importancia mayor hacia la ciudad que hoy conocemos como Río de Janeiro, para que vaya y busque a la negra
21
tajienta más caliente y exótica de aquellas latitudes y mandársela de regalo al jeque más importante de Arábia . El
elegido termino siendo un muy preparado general austríaco, tan rudo como diplomático que había salido victorióso de
innumerables batallas, conquistas y muchas otras aventuras, encabezaba actos y desfiles militares, siendo él, una
persona reconocida, respetada y muy temida por la gente común, incluso también hasta los más importantes líderes
europeos.
Inmediatamente para esa misión, tuvieron que seleccionar a un buen equipo marítimo de 5 carabelas para asegurarse
la ida y la vuelta, cargadas con cañones de gran poder, carabinas y municiones y 120 tripulantes entre los cuales habían
artilleros, marineros, hombres de mantenimiento, enfermeros, etc., encargándose sólo de llevar con seguridad al héroe
para que hiciera lo suyo en solitario sin que ningúno más pisara tierra firme. Y fue así, que toda la comitiva zarpó y
emprendieron viaje mar adentro, donde les ocurrió de todo. Al principio, iban bien. A las tres semanas, un huracán logra
hacer chocar dos de las 5 carabelas entre sí, hundiéndolas en los abismos más profundos del océano. Al mes de la
tragedia, al mismo barco donde iba nuestro valiente héroe, lo alcanza a chocar una gran ballena azul, rompiéndolo y
forzando a la tripulación sobreviviente a hacer trasbordo con maniobras de rescate, distribuyendo a los naufragos, más
al delegado, entre los dos barcos restantes.
Y tras días incontables, más dificultad tras otra, lograron llegar a destino. La hora de bajar al valiente expedicionario a la
tierra indicada, también llegó.
Armado solamente con un machete, un kriss a la cintura y una mochila con un largavista, una piedra de hacer chispas y
otro par de pelotudeces, este valiente héroe expedicionario comenzó su misión: Buscar a una hermosa negra tajienta
que bamboleara sus carnes en tierno vaivén, y cargarla en una carabela para enviársela sana y salva al tan poderoso
jeque Arabe.
Buscó y valientemente se abrió paso entre la maleza, soportando el calor y defendiéndose raudamente de las fieras que
acechaban por ahí, día tras día con la muerte acechándolo a cada centímetro. Y este gringo pelotudo sí que se las
bancaba mejor que un león, porque la llevaba muy bien en esa selva como si hubiese sido suya desde siempre.
En eso y ya empezada la noche, y a dos días del encuentro con el héroe, había una aldea muy alegre aunque caníbal
que reían al ver el espectáculo de uno de ellos retorciéndose de formas estrambóticas, tal en occidente es el yoga, como
si se tratase de una verdadera obra nocturna. Así es cómo, por suerte nuestro querído héroe, y en plena noche, -y a
causa del fuego y el bullicio de la tribu-, logra encontrar muy fácilmente a la negra indicada, al estar bailando al son de
los tambores, frente a sus pares que la estaban disfrutando. El héroe marca la zona y se marcha no muy lejos para
dormir y continuar con su plan al otro día, pero con la desgracia de que un extraño insecto lo pica y lo hace dormir por
tres días seguidos.
La indicada negra tajienta que bailaba, tenía un pretendiente que era, como decir, “el príncipe de la tribu” o el hijo del
patriarca. Y como toda pareja nueva y joven, iban y venían por aquí y por allá, entre la tribu y la profundidad del bosque
para culear y volvían.
Al segundo día de sueño consecutivo del Austríaco, ésta parejita lo encontró durmiendo en el bosque y se les hizo agua
la boca, les pareció un buen plato exótico para la cena de la tribu, y el “príncipe” de la aldea quedó maravillado también
con los juguetes que éste portaba, quedándoselos y llevandose al misionero para llenar las vandejas del banquete
principal de la noche siguiente.
El patriarca quedó muy contento con todo el hallazgo que trajo su hijo a la tribu. Entonces al anochecer comenzó la
fiesta y al misionero lo adobaron, lo sazonaron, le pusieron mucho ají, zanahorias, mandioca, cebollitas, zapallitos,
mucho romero, oregano a gusto, 14 cubitos knorr y lo metieron en una olla. Cuando el agua comenzó a calentarse, el
misionero despertó pero no logró salir ya que el cocinero al percatarse, lo mató de un palo en la cabeza. A la noche,
toda la tribu disfrutó de su exótico festín, notando su aprobación con creces, ya que la cazuela de gringo les había salído
deliciosa. La parejita enamorada se hacía probar mutuamente los distintos órganos y partes del cuerpo del Austríaco
misionero, cual pajarillos enamorados, ronrroneándose como gatitos amorosos, masticando juntos tal vez un mismo
cacho de duodeno, de bulbo raquideo, de cuádriceps con perejiles y orégano, media cabeza de chota con mequecheque
de humor vitrio con papas fritas, para luego seguir con el postre elaborado a base de deliciosos frutos, pasteles y
helados, llendose todos a cagar por ahí, esporadicamente uno tras otro con el estomago bien lleno y prosiguiendo -al
terminar de la menuda deposición del hermoso pastón de bosta- con el baile y la hermosa partuza, limpiando toda miga
y restos de comida y de gringo rostizado que tan tan delicioso les quedó. Algunos aborígenes, de tanta embriaguez,
vomitaban en los alrededores lo que habían cenado. Y tan feliz era esa tribu que decidieron enarbolar el himno a su
aldea. Y éste fue así:

Himno de la tribu ésta, la nuestra


Se sazona ya el churrasco
Deste gringo

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Con amor y con algunos condimentos
Hago un jugo, pruebo y digo:
“como me gustariá tirarme un pedo”
Un sorete se dispara hasta el calcetín
Para arruinarme todo el lienzo
El vecino
De al lado me vió
La puta madre que los re parió
----- . -----
Me bajo el calzoncillo
Mostrándoles las bolas
Me agarre la chota y
Los pinto de amarillo
Les hago el dibujito
de un rojo cabezón
----- . -----
me fui a
lavar el orto
y siento
que se asoman
y de la banderola
del baño se escucho
coros: y de la banderola, del baño se escuchó.
----- . -----
“Ahí ta´el vecino turbio
En bolas y en ojotas
Vamos a la cocina
A comerle el churrasco
Que le salió mortal
¡¡ viva el metoooolll ¡!”
----- . -----
Los escuché y me enojo
Y salgo re caliente
Bañado en detergente
A los vecinos matar
A los vecinos matar
A looooooooossss…
Vecinos matar.

Y tal es así que los amigos extraterrestres, sonrientemente, validaron la apuesta con mucho gusto, pero con el hermoso
gesto del ganador de partir la facturíta en dos mitades, y compartirla con su compa, y de ésta manera saborear el último
mate disfrutándolo equitativamente, armoniosamente y a la par, cada cual con su mitad, tal como se debe, continuando
con el paséo galáctico al son de una bella canción y con la calefacción al máximo, ya que el espacio profundo
intergaláctico es muy frío.
Al llegar a su respectivo planeta, siguieron con sus maravillosas vidas y punto.

Fin Universoool

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- Marcianos disputándose la última galletita

- apuesta

- Breve historia de tecnología de éstos

- Manipulación ideológica telepática

- Indios retorciéndose para reírse

- Campaña heroica

- Lo cazan unos caníbales y tienen una velada romántica mientras lo comen.

- Lo sazonan , lo condimentan y hacen un rico mequecheque

- Toda la tribu contenta enarbola su hermoso himno.

- Aunque pierde la apuesta, el amigo marciano le regala la galletita

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La mala sorpresa de quilombo man.

- Un tipo muy ordenado quiere revertir la condición enquilombada de quilombomán

- Quilombomán cae y es invitado a una carrera de nas car en donde todos los idiotas corren en
embotellamiento circular ordenado, y quilomboman se infla los huevos y de los agarra fuerte para
volverse gigante de 200 mts

- Patea todos los autitos a chumbazos y los rompe a todos.

- Termina agarrando la Peugeot boxer para terminar y ganar la carrera

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La mala acción de
Tododerechitoman
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Poema de regalo
Asi es como se vuelve,
nuestro pimpollo fletero
de pelearla en duro esmero
a su casa a descansar.
Puteando y carajeando
Mandando a todos juntos
Si es que acaso caben dudas
Pa las casa y a cagar

Prólogo
Si. Ya colgó los guantes por hoy. Cierra su camioneta y se dispone a llegar tranquilamente a su casa a descansar. Antes
que nada, se saca la campera, se pone a picar algo, luego se pega una duchita, y cuando parece que la inspiración es
suficiente, se posa frente al teclado amasándose sabiamente los huevos, y se dispone a cagar historias por los dedos.
Hete aquí tal cosa:

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D ía de invierno, muy gris, frío y lluvioso. Paraná, Entre Ríos, Argentina. Viene sonando de fondo una de Air

Supply. Y vemos como se suceden las cuadras y el transito desde el vuelo de un sombrero negro muy elegante y
perfumado, avanzando con alternancias y giros que todo mortal provoca al caminar. Todo se ve en blanco y negro, salvo
por los tonos rojos y violetas de algunos comercios, árboles, autos etc. Termina la canción y puesta nuestra imaginación
sentada al borde de ese mismo sombrero, entramos ansiosos al aeropuerto. y tal cual fuéramos un fantasma que está
parado a su lado, vemos cómo este correcto y elegante muchacho comienza a secar prolijamente su hermoso y cuidado
sombrero antes de guardarlo en el estuche pertinente. En pleno vuelo hacia Bariloche, suena redemption song de bob
Marley.
En esta ciudad (Bariloche), el clima está peor. Esta vez no hay más colores. Todo se ve gris, blanco y negro y no está de
más resaltar el proljísimo sobretodo negro y el caro pero exquisito perfume del recién llegado a la ciudad cordillerana ni
el cuidadísimo peinado de éste en medio del vendaval y la lluvia invernal característico de la zona.
Al retirar su equipaje numeroso y abultado por la cantidad de trajes y sombreros, que previamente él había mandado
unos días antes a la misma ciudad donde acaba de llegar, los taxistas le recomiendan llamar a un flete cerrado para el
traslado de sus cosas, y el flete indicado pareció ser KurTTrucKs, el autentico quilomboman. Y ahí venía éste al son de
“you could be mine” de “Guns n´Roses”, tirando un vasito vacío de café a la mierda pero a dentro del furgón, feliz de
tirarse un pedo y peleando con un moco que no quiere dejar su nariz por nada del mundo, y entonces llega Mr.
quilomboman al aeropuerto con todo ese quilombo biónico, y cuando éste abre las puertas de su brioso furgón ante los
ojos del recién llegado, ésta historia comienza a tener todos los colores al notarse cada resto de basura, papelitos de
envoltorios, vasos de café, restos de choripán, latas de gaseosas, en el lugar donde éste tenía que apoyar sus impecables
bártulos, pero como quilombo man es muy astuto, pudo poner una sabana arriba de todo el caos, transformándolo en
un lugar mullido para los objetos de tan prolijo personaje, y sin dar tiempo a que el mismo de Paraná pueda quejarse de
algo. Pero no todo fue perfecto. Será por el olor a pedo que volaba, o el aliento pútrido del fletero, o tal vez las miguitas

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del asiento hicieron despertar la lástima del recién llegado. Y entonces fue a partir de ese momento que el paranaense
se propuso darle un cambio de vida a nuestro fletero mágico, pues mucha lastima al pedo le dio.

Suena el tema de Ozzy Osbourne “ Perry Mason” ( no más por que me gusta)

Desde el infinito mismo y desde el comienzo del cosmos, de los siglos de los siglos de profundidades eternas hasta el día
de hoy. Todo lo que vemos, todo lo que somos y de lo que estamos hechos, solo ha sido el pilar de nosotros mismos y
este mamerto de mierda, también. Somos la mierda pedestalizada. Y bueno. Sigamos.

Al margen de la chochura del fletero mágico que boludeaba por la vida trasladando giladas por doquier, cantando y
choripaneando, pedorreando y eructando, éste forastero paranaense se traía “algo” entre manos, o mejor dicho: en el
pelo -Ampliaré-. Su tremenda rectitud, no solo en su vestimenta, higiene y modales, también se hacía notar en su
cuadradez mental, cerrada como la concha de las muñecas Barbie. Y tan solo por eso mismo éste salame desinfectado
llega a su nueva morada cordillerana sin tener la posibilidad de entender ni concebir por una semana entera la sagrada
naturaleza putrefacta del fletero maravilloso y entuciasmado. Y como no podía ser de otra manera, decidió que la vida
del fletero no podía ser así y comenzó a planificarle un cambio de vida “más lindo” (¿Qué?) y de “buena fé” al paladín de
los fletes, que también podrá verse desde un mejor punto de vista, como a ponerse a hincharle bien las pelotas al
Gardel de los furgones, sin saber ni sospechar que bajo ese hermoso atuendo negro, (porque quilomboman viste hasta
los calzones de color negro ) se esconde el genuino, el papito y maravilloso superhéroe, QUILOMBOMAN, vistiendo
EXACTAMENTE el mismo atuendo para cada ocasión, sin tener necesidad de disfraces ni cambiarse en ningún lugar
como otros super héroes por el grandioso superpoder que tiene de hacerse el super boludo y -más que nada- por la
paja que debe producir semejante berretín de andarse disfrazando como un payazo de mierda, como el pelotudo de
batman etc., porque nuestro querído fletero, ni el calzón es de cambiarse. Concha de su madre. . Solo parece un super
fachero distínto, cuando en realidad él, es un superhéroe de los palotes, de pura cepa y de eso nadie me discute. El que
discute es puto y se acabó.

Pónganse a oscuras para prepararse a lo que se viene, porque el taradito de la higiene, aclara sus ideas peinando
suavemente sus prolijisimos cabellos de mierda, haciendo aparecer de ésta manera a un extraño ser paranormal - cual
aladdino que frota su lampara para que desde su interior aparezca un fantasmal y magico genio - que lo ayuda
diciendole extraños consejos. Un ser misterioso, calvo, sonriente. Presuntamente puede distinguirse perfectamente que
tiene el culo chato, viste una túnica marrón, no hace nada que se le agradezca, pone su mente en blanco, no piensa
pero da sermones y concejos, come pasto y le llaman “Dabú”. Y la verdadera identidad del tarado prolijo de Entre Ríos,
es: TODODERECHITOMANN!!
Entonces resulta que éstos dos bastardos, congenian el siniestro plan, limpio, sano y desalmado de fijarse la meta de
ponerse a hacer madurar, enderezar costumbres, moral y el aseo personal del majestuoso aunque torcido, fletero
quilomboman. Entre esas cosas, también planeaban hacer que le gusten las “músicas” de moda, a que vista de vivos
colores, a que use pantalones cortos, a que se falopée, a que sea ordenado, que busque una novia, se case y ésta lo
domine, a que tome alcohol, a que se lave bien los dientes … en fin; A que sea un clásico pelotudo capaz de desaparecer
ante la mar de la normalidad mimetizándose con cuanto pelotudo anda por ahí. Y claro: bardearon con la posibilidad de
hacerlo entrar en algúna religión y no hubo caso. El paranaense lo invitó a tomar birra artesanal y quilomboman más
vale que no fue. Las películas yanquis lo aburren por su monótono contenido, pero lo interesante de todo ésto es que,
ningúno sospechó jamás que lo que estaban haciendo realmente, era estarle hinchándole poco a poco las super-bolas a
un super héroe que usa la hinchazón de sus huevos como arma de destrucción masiva, o sea que en realidad estaban
alimentando un monstruo, un camino sin retorno, o sea un quilombo del que no iban a salir sanos ni salvos, porque en
las pelotas del fletero, coloradas y de cristal, hay oculto un hinchómetro bio-cosmotrónico del carajo, capaz de
hincharse sin parecerlo, que pueden si quieren, hacer aparecer al mismísimo infierno sobre la tierra una vez que éstas
explotan.
Y el limpísimo imbécil camuflaba sus tontos abordajes en forma de la necesidad de un flete, donde además de sacarle
información al fletero, intentaba hacerlo refleccionar sobre sus incomprendidos hábitos, pero siempre sin éxito. Tales
eran así los consejos y dictámenes de Dabú (otro pelotudo) que recomendaba al paranaense que hacer, para con el
pobre superhéroe bifurgonado, “quilomboman”.
Y el majestuoso fletero se las bancaba porque el desinfectado “tododerechitomann” le pagaba bien esos viajes, y un
poco se daba cuenta de sus entrometidas intenciónes pero, se hacía el boludo, le cobraba y a la mierda.
Y así fue que el desinfectado Entrerriano, de tantos embates fallidos, pudo enganchar un posible tema que usó para
llevar a cabo un nuevo plan pobre, nefasto y estúpido, pero de manera forzada, que finalmente dio algunos resultados.

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Porque en un viaje de flete logró saber que al fletero le gustan los “fierros”, y eso lo hizo pensar que tal vez, a través de
ello, podía acercarlo a las carreras de autos, y de allí, a los colores, a la vida del tumulto y el fanatismo, al alcohol,
haciéndolo palpitar tal vez, de un momento intenso de competición, sumido bajo los efectos de un brebaje misterioso,
una pócima mágica ideada por el hijo de puta de dabú, logrando de esta manera y de una vez por todas, enamorar al
fletero a la vida del orden y la normalidad estereotipada. Pues la paciencia de tododerechitomán, se acabó y ya quería
resultados.
Lo más lindo es que el fletero odia el deporte ¿tamo?
Los dados están hechados. Poco falta para el desastre, pero los dos bastardos seguían sobrepensando la mierda de plan
atrevido que dará el pie para que se arme un rico, suave, jugoso, estruendoso y anecdótico quilombo del carajo, y la
reputísima, colorada ,purulenta y reentablillada concha de su bien puta madre que los re mil reparió, por entrometidos
del orto. ¡¡ Muaaajajajajaja!! Entonces, a partir del tema de las carreras de autos, aconsejado por “Dabú, el culo chato”
continuaron condimentando el peor error de sus vidas, para comenzar “La corrección de quilomboman” ¿y cuál fue su
plan? Primero intentar hacerlo entrar en el mundo del deporte, pero ordenado, para hacerlo entusiasmar con las
estúpidas carreras de Nas car… Y así fue que el dúo tododerechitomann-Dabú, metió en el café del supremo fletero (sin
que éste se dé cuenta), un brebaje a base de brócoli con aceite de soja, maíz y una hojita de faso, para pelotudizárlo
cuantiosamente y destrozar su cerebro, haciéndolo proclive de pegotearse fácilmente con la maña ideológica que se
presente en el momento. Después de lograr el químico engaño con éxito, lo llevaron bastante abombado a un lugar de
estados unidos a ver una carrera de nascar (encima, de nascar. si, carrera de embotellamiento ) en primera fila,
previamente habiendolo vestido con ropas de colores, perfumado y con una cerveza sin abrir en la mano, para que logre
emocionarse con esa bosta y comience a “encarrilarse” fanaticamente sin sospechar que al fletero ya lo tenían muy con
los huevos recontramil inflados y al plato de antemano. Y pasó que cuando éste, ante el salvador quilombo de los
motores de esos autos cagados, se da cuenta del lugar, situación, en dónde está sentado, cómo está vestido, como si
parte de su naturaleza mística que es el quilombo, en total sintonía lo rescatase y volviera a poner en su lugar, dándose
la desagradable sorpresa de que se encuentra vestido como un total imbécil pelotudo, sentado en la tribuna de una
pista oval, llena de idiotas gordos chorreando kétchup de sus grasientas hamburguesas, y entonces lo vió a
tododerechitoman, sonriente, creyendose triunfante y sobrador, teniéndolo al lado suyo como trofeo porque
supuestamente él había comenzado finalmente el camino de enderezar al fletero bifurgonado, -que también es el rey
sol del quilombo más biónico de la vida- y preso de la magra sorpresa, cual gran baldazo de agua fría, rompió su puto
trance, no pudo creer lo osado y poco creativos que son éste par de idiotas y su horrible y estúpido plan que claramente
iba en detrimento de su personalidad y de su hermosa vida color de mierda. Entonces inmediatamente el fletero se
emputeció de rabia, encabronandose con un encule de aquellos, logrando que sus huevos se inflen a la mierda de
repente y de un magnífico acto reflejo, se los agarró y apretó fuertísimo, pero así como que se re caga, impidiendo que
éstos exploten, pero logrando efectivamente inflarse él mismo completo, ganando una altura tremenda de unos 200
metros, rasgando todas sus torpes vestiduras mostrando el pedazo indefectiblemente al quedar totalmente en pelotas,
al grito tronador de: “¡¡¡Aquí voy por ustedes y las conchas de sus madres, putooooooossssss!!!” comenzando el caos
que todos queríamos ver. Y sin más, se pone a correr y a cagarlos a todos a patadas mal puestas, a los gordos de mierda
éstos de la tribuna y a cada autito verga de esos de nascar que corren en trencito como auténticos pelotudos, uno a
uno. Chumbazo bestia para todo lo que encontraba, tirando todo lejos zaparrastrosamente a la mierda con las patas. Y
así se entretuvo bastante con eso, dejando el culerío, si. Todos hechos zorra a patadas quedaron. Y a la mierda los
gordos, a la mierda el kétchup, a la mierda cada auto de nascar, a la mierda las hamburguesas, y a la mierda con todo. Y
todo junto, roto y pateado desperdigado por ahí, formaban un hermoso quilombo, pero…¡¡éste pelotúdo de
tododerechitoman, había logrado escapar a salvo con su maestro Dabú!! y nuestro fletero los pierde de vista, pero se
agarra de los huevos, se concentra, y se pone a escudriñar con su mirada de galán de telenovela, hasta que los ve: y ahí
estaban cagados en las patas, escondidos atrás de un carrito que decía: “hot dog”(jot dog)… “¡concha! -dijo
quilomboman- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ni siquiera saben de la magia ni el ritual de lo que es incorporar sabiamente al propio y sagrado
organismo a través de la ingesta debidamente masticadas, las vitaminas y minerales santos de un recalcitrado,
exquisito , aromático y jugoso choripán con chimichurri…las conchas de sus maaadreeeeesss!!!!!!!!!!!!!! -Gritó
ferozmente encabronado- y empezó a surtír a diestra y siniestra al tododerechitomann y a su puto Dabú, al ritmo de la
bien Argentina canción de “Tiempos violentos” de “Asspera”, a tal punto que fue grotezco, hasta que de repente a
mitad de la canción, notó que lo distraían un poco los gritos de lo que parecía ser una especie de vieja conchuda, y al
voltear su hermosa mirada hacia abajo, y en pleno boxeo, advirtió que efectivamente el singular ruido molesto,
cotorrero y chinchudo, provenía de las fauces de una de esas viejas chotas medio religioides, que cuando quilomboman
prestó atención de la pelotudez que le estaba increpando, logró entender claramente que le decía: “dios, de seguro te
está mirando y muy pronto te castigará estos gravísimos pecados”, por lo que por un momento se interrumpe la canción
de Asspera, y el fletero -nuestro papito quilomboman-, dejó de cagar a patadas a estos dos putos, los guardó

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suavemente en un armario y se dispuso a hacer lo que hace en otros cuentos, o sea: con dulces sonidos de arpas,
nuestro querido y adorado fletero, pusose muy concentrado a amasar sus preciosos huevos, ya que de esa manera
entra en un trance quántico que le permite trasladarse hacia otra realidad o dimensión paralela en donde esté dios,
para corroborar y ver, lo que éste estaba haciendo mientras cagaba a patadas a estos idiotas, si lo estaba mirando o
que, y se encuentra con que en realidad no. Dios estaba con la radio al mango escuchando “oh, mamá. Ella me ha
besado” de Pablito Ruiz, con la zotana levantada mostrándoles la chota con orejítas de Mickey Mouse a los dinosaurios
de la era paleolítica, con las canillas flacas y peludas, pero ni pelota con el quilombo que el fletero estaba haciendo en el
planeta tierra.
Entonces vuelve nuestro fletero rápidamente a la realidad y le contestó a la vieja que “no. Nada que ver. Dios está
entretenido con otra cosa”. Y otra vez, manos a la obra, y con la bella melodía Assperiana mediante, quilomboman
volvió a liberar dulcemente del encierro a los dos infelices desinfectados para que respiren, se oxigenen, tomen agüita y
coman pastito para nuevamente agarrarlos y reventarlos a patadas limpias inmediatamente, al ritmo de la citada y bella
canción de “Asspera”, logrando algo muy importante, chicos: tododerechitoman perdió las ganas de joderle la vida a
quilomboman, aunque también perdió sus dientes, -quilomboman, al menos los tiene. podridos, pero los tiene-,
terminó con lordosis, escoliosis y todo chueco, dislocado, torcido y sucio por las patadas recibidas. Dabú al fin, después
de miles de patadas bien puestas y tras varios miles de años de andar al pedo sin hacer nada que se le agradezca, se
consiguió una changa y se dejó de joder con esa gilada de andar comiendo pasto y probo el choripán y le encantó.
Y el bifurgonado más apuesto de la historia, por ahí anda; fleteando muy feliz como un delfín, nadando con su transit
por las calles de Bariloche, tirándose todos los hediondos pedos que se le cantan, sacándose los mocos que quiera,
amasándose los huevos, y cantando “Rotopercutor” de Asspera a los gritos y al re palo y que se cague todo. Y bueno.
Esto es lo que hay. Hasta acá llega el cuentito. Déjenme de romper las pelotas. Ustedes joden demasiado. Buenas
noches, cariñitos, mimitos, y todo ito y como dijo el fletero, váyanse todos a las conchas de sus madres, y amén. Puto el
que lee.

Fin
escondía un secreto mágico dentro de su super pelo que
. (Aunque más precisamente, diría que, lo que le gusta es la técnica y tecnología científica aplicada a los múltiples
sistemas que integran los distintos medios de transporte por automoción)

Había una vez un idiota


Derechitoman.
Superpoder de hacer aparecer a buda mientras se peina
Enderezar a quilomboman
Quilomboman cae en una trampa
Creen que le puede gustar el nas car
Quilomboman se infla las bolas pero se las agarra con fuerza y se termina hinchando el, llegando a medir 50mts de alto
Agarra a todos los autitos a patadas
Gana la carrera metiéndose con la transit al quedar la pista oval desierta
Lo tuerzo a patadas

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La madre de tododerechitoman me dice que sere castigado por dios, y lo busco a dios a ver si vio algo y les estaba
mostrando la chota a los dinosaurios con pablo ruiz de fondo

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La Pelotuda y el
Pelotudo que de tanto
romper las pelotas,
terminaron juntos.
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H ay veces, amigos, que sufro la tentación de ponerme a escribir tontas historias obvias, de contenido normal,

esperable y ordinario. Y siento fiebre, náuseas, ganas de cagar, calambres cerebrales y de la pierna, por la tentada, pero
lejos de ponerme a escribirlas, sucumbo ante la realidad de vomitar historias bizarras, cagandolas por los dedos sobre el
teclado, con el cerebro hirviente de ideas. ¡Qué voy a andar amagando con esas tontas náuseas! Pero a todo le llega su
hora y las ganas de experimentar. Es así que pensé en la historia de una querída histérica que nació en algún lugar del
reino unido, en febrero de 1980. Hija de un matrimonio de clase muy alta, su madre se llamaba Lisa Mc Donnell y su
padre Alfred James O´Tuda y a la niña la llamaron hermosamente “Pell”. Una niña de dorados cabellos, mejillas rosadas
y ojos celestes que cuando alcanzó la adolescencia se volvió verdaderamente hermosa, y gracias a la fortuna de sus
padres, no tuvo necesidad de ocupar su tiempo en demasiadas cosas, así que sólo pasaba el tiempo aplicandose
costosas cremas y productos en toda su perfecta y hermosa piel para propiciar, quién sabe qué mejora a su por demás
privilegiado cuerpo.
Era bella y lo sabía muy bien, calzaba alta burra de novela. Sólo la aterraban las ideas fantasmagóricas de la posibilidad
de volverse fea algúna vez.
Por eso se alimentaba de cosas que no aportaban absolutamente nada al cuerpo, para no verse gorda jamás. Comía
porquerías, todo de la línea “SER”, por ejemplo. Ella no podía aceptar el más mínimo defecto en su persona.
Entonces por todo eso, cayó por una vorágine letal de malos alimentos, respirando fragancias fuertes que le quitaban
oxigeno, absorviéndo por la piel cantidades de productos raros, etc. Y pasó que un día volviendo del gimnasio se vió tres
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novelas juntas y cuando terminó de ver el segundo programa de chimentos, sufrió de un primer colapso mental, y se
desmayó….
Cada vez que se desmayaba, lo hacía en el calor de su hogar, hasta que un día lo hizo dentro de un taxi, y ésta fue
revivida por el mismísimo taxista que era grandiosamente Argentino, y la despertó con una sorpresa muy curiosa, ya
que éste cacheteándola la llamaba sorpresivamente por su nombre y apellido juntos, como si fuera que la conocía, algo
imposible de suceder, suplicándole que abra sus ojos, a la voz de: “Aupen ioráiiss!”- le decía, a demás de su nombre
completo- Y nuestra querida “pell” al no caer totalmente de la primera sorpresa, le pasó que el Argentino le regala un
puñado de chicles “Bazooka” creyendo que se desmayó por alguna falta de azúcar, al no tener otra cosa dulce que
ofrecerle. Y pell, ya lo creyó demasiado grato. Pero al abrir los chicles, surgió la magia again: los chicles incluían un
horóscopo dentro que le vaticinaban destellos de luces y suertes de las que no las pú creer creyendo realizarlas de la
mano de un bello amor- que para eso lo vió al tachero como el indicado.-. ¡Vieron, estúpidos? ¡Vieron que soy capaz de
escribir historias normales? ¡Forros! ¡putos! ¡putos, putos, putos, putos, putos! Entonces ella no podía más de amor por
el taxista que finalmente, la correspondió. Pero surgió que a lo largo de la dulce relación con éste, había un italiano
llamado Dino Giusseppe L´Orto que hinchaba las pelotas por el amor de la gringa ésta. La gringa lo hechaba a la mierda y
éste volvía siempre, porfiado al poco tiempo a suplicar por su amor. Pero siempre era hechado ferozmente a la mierda,
lejos de su vista hasta que una vez, Pell, vió riendo cómo Dino Giusseppe se iba llorando desauciado, con el corazón
todo hecho mierda, y lo siguió por la vereda asegurándose de que al fin se vaya. Pero tras dar vuelta a la esquina lo vió
francamente rendido, dispuesto a irse definitivamente a la mierda donde era mandado siempre, subiéndose
pesadamente a un Lamborghini Veneno Super Veloce que casualmente lo había estacionado detrás del taxi que
manejaba su prometido. Y a partir de allí nuestra gringa protagonista, sintió una lástima desgarradora que la hizo
comprender que su amor por Dino Giusseppe era verdadero y para siempre. Entonces, pell, corrió para alcanzarlo antes
de que éste pusiera en marcha su voluminoso motor V12 origen Audi para preguntarle si es que acaso ese era su único
auto, a lo que Dino giusseppe, secándose las lagrimas le contestó que no, y que a demás de el Lamborghini Veneno
Super Veloce, tenía otros 200 autos exóticos más. En ese momento , Pell, recapacitó logrando de esta manera aceptarlo
como único amor verdadero, mandándolo al tachero a pasear a la concha de su madre por la rechota vida, y así la gringa
y Dino Giuseppe quedaron pegados como dos tortolítos de lítio, contrayendo matrimonio en seguida y radicándose en la
extraña zona sur de Argentina, siendo ella legalmente casada, quedó inscripta en el registro civil como la doña Pell O
´Tuda de L´Orto, y domésticamente conocida por la gente como “la gringa pelotuda de mierda” que si bien ella los
corregía al principio diciendoles que ella era “de L´Orto, y no, de mierda”, como ellos la llamaban pero haciendo caso
omiso con el tiempo, asumiendo que tanto sea “de mierda o de L´Orto” es la misma cosa, no viene al caso. Y en fín, la
gringa pelotuda se tranquilizó demasiado del cuidado obsesivo de la imagen al estar más entretenída con su italiano
amor en Argentina y al ver que lo que destruye la mujerés, no es la gordura, sinó el feminísmo. Aunque guay, querida
audiencia; porque mediante pasaba el tiempo, y todo eran risitas tiernas, la gringa fue engordando el culo, tanto y
tanto, que ya al tano guitudo no le gustaba más ese culo que parecía emular a nuestra querída luna llena, y resulta que
se enganchó a la minita pelirroja toda tetuda del supermercado de la vuelta que estaba re buena y se divorciaron con la
gringa ésta.
Entonces la gringa Pell O´Tuda se volvió a su país a encontrarse con su tachero amor, total ésta se divorció y se quedó
con alta cuenta bancaria y se compró un taxi para ser colega de su novio reivindicado que también la perdonó en
seguida y se daban besitos aunque éste quedara aplastado un poquito por Pell que estaba mucho más gorda, y también
fueron felices y con mucha guita pero igual la fueron remando en taxi muy felices, y él ya no se lavaba los dientes ni se
lavaba los calzones y ella jedía bastante también, pero felices y jugaban al teto. Todo el mundo les hacía faquiu
permanentemente por todas partes del mundo y ellos hacían también lo mismo: faquiu para todos. Y, ¡Uy, dio! Bueno ,
chicos. Viendo que la historia que me salió es una mierda terrible, yo que ustedes, ni la leo. No se olviden de comprar
los otros libros que sí están buenos.¡¡ Besitos del fletero, chicos!! ¡¡¡a tomar por el culoooooooooooooooo!!!

Fin.
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Pell o´tuda de l´orto


Ella, terrible yegua calzaba alta burra,
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El, terrible papito. Claro que de dos escalones por debajo del nivel de potricidad del fletero
Después de la historia normaloide contada a mi manera, viene un después de mierda.

Tiene una novia estúpida


Sobredosis de cremas y yogurtes ser
Pell o´tuda de l´orto

El Checho. Terrible
guacho culeado.

B ueno. Hete aquí el relato de una historia muy especial, tétrica y de misterio paranormal, trascurridas en
un momento en el que quien la redacta, presenta alto matorro sobre sus pelotas, haciendo de ésta, una
historia prácticamente imposible de creer, ya que viene de las manos de un vagóte de 41 años de edad.
Tómelo o déjelo. Pero sin perder más tiempo, pasémos a la historia de una vez.
El sonído de “Feed my Frankenstein” de Alice Cooper se hace sentir a todo volumen mientras Quilombomán,
a bordo de su furioso Ford Transit, atraviesa por largos kilómetros la gran tormenta nocturna de rayos,
truenos y una densa lluvia a la 1:00 de la madrugada para llegar exhausto a su fría y oscura guarída, y así
poder al fín descansar.
Al cerrar la puerta y prender la luz de su apartamento, notó un olor particular a nafta, que por poco lo distrae
de su necesidad de ir a bañarse y demás. Cuestión que no le dio bola y siguió con lo suyo.
Al lavarse la cabeza, notó que al quererse sacar el shampoo de los ojos con la toalla, que estaba bien colgada
a la izquierda del barral de la cortina, por algúna razón que no entendió, la pudo usar descolgandola del lado
opuesto del mismo barral… y nuestro amigo quedó alerta de algo que estaba jodiendo por ahí y que no era
capaz de ver. Después de contemplar sabiamente la situación, refleccionó concluyendo y dijo: “la puta madre
que los reparió, lo último que faltaba”
Después de un buen baño y una pequeña cena, éste se dispuso a dormirse en su cama, pero en plena
oscuridad sentía que alguien lo miraba de cerca, haciendo sentir su respiración.
Prendió la luz, pero no vió nada. Apagó la luz de nuevo y forzando la vista pudo divisar un horrible contorno
de un ser repugnante, gordo, del que emanaba ese extraño olor a nafta que sintió al llegar a su casa, y aclaró
sus dudas diciendo con un gran encule: “No. No es el cuco... ¡No es el cuco, sino, checho! El dios supremo de
los mecánicos…¡¡ la reconcha automática de margaríta!!”.
Enseguida le ordenó firmemente que se retire inmediatamente de su casa, o más vale que se despida de su
precaria y grosera existencia, pues los huevos del fletero cuando se hinchan, pueden ser letal para cualquiera,
incluídos los dioses. ( si no, compren mis números anteriores y verán.) y fue así que lentamente se materializó
una siniestra bosta inmunda con total imagen amenazadora y semejante al de un típico mecánico bien
bastardo, quien luego de un breve lapso de total silencio, pidió ayuda al fletero como si éste fuese Roberto
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Galán o algo por el estilo ( la reconcha de su madre), a lo que el fletero empezó a hincharse las bolas al punto
en donde casi explotan todos a la mierda. Entonces el espanto, conociendo a quilomboman, se retiró, y antes
de traspasar la puerta, volteó de golpe preguntando si le había causado algún susto, a lo que el fletero le
respondió que la mentalidad del mecanico, ya asusta bastante. Vaya a la mierda tranquilo. Entonces el Checho
se marchó a la mierda, esperando toda la noche sentado en la vereda, a que salga el fletero para seguirle
hinchando las pelotas hasta lograr que en algún momento, éste le dé bola, ya que el fletero ayuda a todos,
cual típico superhéroe, y éste pelotudo del checho no estaba dispuesto a renunciar a la grata ayuda de
quilomboman, porque además éste, era la persona indicada para serle severamente ingrato, condición a prióri
del mecanico que se jacte como tal.
Y cayó el día en que el checho lo encontró blando a quilombo man, y se pusieron a pasear de a pié por la
turística ciudad de San Carlos de Bariloche mientras que el checho comentaba sus miserias pasionales al
master de los fletes, que con mucha dificultad prestaba atención, pero no le daba ningún interés. Y aquí es en
donde se nos mete la magia mamerta de jolibud: porque cuando entraron a la “Galería del Sol” vieron al
mismísimo “Linterna Verde” que turisteaba feliz, con todas sus calzas, su jopo y su tangáje que lo hacen tan
especial y tan llamativo, apoyado con sus codos en la baranda del primer piso, limpiando o toqueteando esa
linterna que lleva en el pecho y le da el poder, e instantáneamente se me ocurre una super idea a la velocidad
de la transit, y la idea estaba buenísima: el plan era que el checho aprovechara su condición de fantasma y le
robe la linterna al yanqui superheroe por un ratito, para que ésta le de el super poder de empernarse a algúna
vieja que pase por ahí, y que después de consumar su lujuriósa necesidad, me dé la linterna a mí, así quedo
bien con el jopúdo ridículo devolviéndosela honestamente, para que en una de esas, si es que es tan
agradecido, me de el pié para unirme a la liga de la justicia y pertenecer al gremio de batman y super araña y
toda esa manga de pelotudos enmascarados como si fueran chorros.
El problema vino instantáneamente. No sobre el hecho de robar, porque a eso sí que el checho lo hizo
perfectamente como un profesional, sinó con lo que hizo después: al que se cojió primero, fue al “Linterna
verde” agujereando su hermosa calza, rompiendo y dejandole al aire todo lo que se llama CULO.
Y después siguió cogiéndose a todo aquél que encontró camino a la calle y a una velocidad impresionante, ya
que cada polvo le duraba un segundo, pero a una velocidad de serruche estrepitosa y estereopijosa.
Y nuestro heroico fletero lo tenia ahí a “Linterna Verde” llorando como histerica por el hecho del robo de su
menúda linterna, a lo que el quilomboman, se le piantó de frente y con sus chuecas le dijo en voz de super
héroe: “Oh, no temas, cabezón. Lo cazaremos de los pelos del orto y lo haremos recagar como dios manda y
pronto tu linterna, vas a recuperar, puto. No seas maricón. No llores.” Y bueno, mucho no entendió porque el
gringo, como todo gringo berreta, habla sólo ingles. Pero lo mejor es que algo le entendió así que secó sus
lagrimas, y con todo el culo al aire salió con el héroe fletero “quilomboman” a ver si no encontrában al checho
entre tanta gente inocente, que se quejaba por el dolor de culo. Bueno, algunos ni la sintieron, pero el dúo
justiciero (linterna verde- quilomboman) se daba cuenta de a quienes también les habían roto el orto por los
pantalones rajados que veían en ellos. Pasaron algúnas semanas de búsqueda y en el mundo ya, había una
pandemia ortorrotológica brutal , ya que todos andaban con el culo roto, y sólo el rey del quilombo (el fletero)
sabía bien por qué. Pero aplicando muy bien el poder de hacerse el boludo, nadie, ni siquiera el mismísimo
Linterna Verde, sospechaba que al caos lo había iniciado el mismo quilomboman sin querer. (a partir de éste
momento, quilomboman empieza a relatar el cuento en primera persona. Yo soy quilomboman. Más fácil
¿eh?)
Entonces proseguímos con la búsqueda, pero antes de continuar, le pido por favor al “Linterna Verde” que se
tape el culo, porque una cosa fue lo de la linterna y el checho, pero otra, es andar así con todo el culo
depilado al aire y a la vista de todos, ya es de gusto eso, y a la voz de “plís, tapin ior ass, man. Che, midle
bateri”, linterna verde fue, y se lo tapó con una camisa atada a la cintura. Nunca ir al hotel a ponerse otra
calza ni nada, ¿viste? Entonces en determinado lapso de tiempo creyeron haber llegado al punto muerto
donde ya no sabían más que poronga hacer ni dónde carajo buscar al puto checho de mierda. Nuestra
imaginación parecía haber llegado a su fin, y la ignorancia no nos aportaba nuevos datos. Pero tras un destello
luminoso como de sorete recién cagado, curiosamente notamos que la seguidilla de culeadas misteriosas, se
daban de 8:00 a 18:00 Hs y se nos ocurrió, que tal vez el checho en esas horas restantes de inactividad podría
estar en su morada, o en su casa natal, y ponele vaya a lo de su madre ¿qué se yo?. Entonces me calenté y los
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salimos a buscar bien sentados, con mi poder de trasladarme en el espacio tiempo interdimensional, que
lograba en plena concentración y amasándome las bolas. Y ahí fue cuando de un grito feroz le pedí a linterna
verde que me agarre suave de las bolas, porque él debía averiguar con mejor imperancia a donde concha
estaría su linternita de mierda así se dejaba joder y de hinchar las pelotas, y el checho también nos deje el
culo tranquilo. “¡¡¡vo´, agarrame las bola!!! – le dije- y juntos caímos en un misterioso torbellino energético,
entrando a un túnel del espacio tiempo, queriendo saber sobre la madre y la casa natal del checho, llegando a
una realidad absolutamente inesperada. Nos dimos cuenta que no nació en una casa ni hospital. Su madre
tampoco era una persona definida. Su madre y su casa parecían ser parte de la misma cosa en movimiento,
pues él había nacido en un burdel flotante. Eso que flotaba era un catamarán. Pero un gran catamarán. Un
catamaran lleno de mujeres que comerciaban con su cuerpo. Y pudimos ver que el checho era EL hijo de un
catamarán enorme lleno de putas. Y de nada nos sirvió la info. Le pego un palmazo en la nuca a linterna verde
porque me estaba amasijando el ganzo, y le digo: ¡las bolas agarrá, forro! (total éste idiota, mucho no
entiende el español) y de inmediato nos sumímos en otra nueva espiral que nos mete en un túnel de espacio
tiempo que nos hace llegar plenos hasta los miembros de la junta galáctica de la justicia, y le sugiero que
hable con sus amos, los patrones de la liga de la justicia universal para que nos digan por donde concha anda
esa puta linternita de una vez, si es que esa linterna tiene algún seguimiento eletrónico, a lo que me dí cuenta
que también lo iban a recagar a pedos por haberla perdido, jejeje. Y medio que así fue. Pero lo peor no fue
eso. Lo peor fue que los de la liga de la justicia universal le avisaron que en unas horas iba a recibir una
linterna nueva por correspondencia, a lo que el gringo éste de la linterna se entuciasmó y volvió a la vida. Re
contento andaba el estúpido. Y la verdad es que ya estábamos más tranquilos por la noticia, a pesar de que la
gente seguía teniendo esos extraños arrebatos en el orto. Mientras esperábamos la correspondencia
decíamos: “puta ¡que raro!” hasta que en eso, llega una caja a la habitación del pelotudo éste con calzas que
mostraban su flaco culo. Abrímos la caja, y yo me tenté y empecé a cagarme de la risa. Me aguanté como
pude porque la liga de la justicia le mandó una de esas linternas comúnes, viejas y porongúdas de ¡plástico
azul, encima! con una foto que no pude ver bien por la curiosidad inmediata de lo que decía la carta que
mandaron.
Y la carta decía así:
“Querido Linterna Verde:
Le hacemos llegar estas hermosas líneas, para que sepa que la poderosa linterna que
le ha sido entregada otrora, ya tiene un nuevo dueño que nos hace muy felices a todos. No nos arregla nada
bien las mecánicas de nuestras naves espaciales, pero nos quedó gustando como nos rompe el ojete.
Esperamos que ésta nueva linterna común y corriente que le hemos enviado, le sirva para algo, que desde ya,
si no le sirve para nada, puede muy bien metersela toda entera adentro del orto si así lo quisiera. Suyos, la
junta galáctica de la justicia. Besitos.”

“P.D.: le adjuntamos la foto del nuevo poseedor de lo que fuera su linterna poderosa”

Y cuando me pongo a ver quien fue el que la ligó, me doy cuenta de que era el mismísimo checho...
(¡¡¡uuuuhhhh, la puta madree!!!) Me aplaudo la frente con la mano derecha, me muerdo el labio inferior y
renuncio. Ya fue. El checho tiene el poder de rompernos el culo de manera perpetua. Ya no hay mas que
hacer, y el gringo pelotudo éste quedó pataleando de bronca, llorando y gritando re histérico el pelotudo. Yo
lo miraba sin encontrarle ningún interés para mí, ya que no pertenece más al gremio de los superhéroes, y a la
mierda con codearme con batman, a la mierda con codearme con superaraña, a la mierda con super-hijitus, y
no me quedó otra que cargar al “Linterna Verde” en mi furgón y trasladarlo para que quede lejos,
amistosamente a la vuelta de la loma de la re puta que lo parió para que se quede ahí lejos y que no siga
chillando al lado mío porque cuando llora hace ruido y molesta, y nada. A partir de ahí, todos los mecánicos
gozan de rompernos mal el culo de cayetanos nomás y yo seguí con lo mío pero lavando tapizados y puliendo
faros. Creo que linterna verde, después se pegó un tiro o se suicidó, ni idea, cosas de él. Mal no le haría, pues
jode demasiado. Y así fue como en esta nueva entrega, nuestro papucho super heroe Quilomboman, no
resuelve una mierda que se le agradezca, pero igual saluda y se va a cagar. Si el quiere.
Y bueno loco, qué? Es la primera historia que escribo con mis dulces 41 añitos.
33
Fin
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pues el checho venía de un largo tiempo sin ponerla, ya que antes de ser el dios de los mecánicos, éste era un
estúpido de carne y hueso normal que nunca tuvo el placer de servir a una dama, pero que hoy, al ser un
fantasma tan feo o más que antes cuando estaba vivo, está triste y no la pone y etc.

- Son las 3 de la mañana, imbécil. Mañana a la tarde podrás decirme que coños quieres.
-

- Se presenta “el checho” a quilombo mann .


- no para de hacerse la paja
- ¿ y que puedo hacer justo yo? Hijo de puta
- la quiere poner
- no sé cómo explicarle que eso es cosa de el. Y porfía mucho.
- paseamos y lo encontramos a linterna verde apoyado en la baranda de la galería del sol limpiando su linternita del
poder
- rápido y a la velocidad de la transit, idéo un doble plan para que el checho la ponga y tras el recupero de la linterna,
hacer que linterna verde me deba una para que me haga entrar a la liga de la justicia
- linterna verde con sus calzas cuyo talle ajustado, dejaba ver sus cachas a cualquiera.
- el checho le rompe el culo y empieza a culear a todos
- aventura de linterna verde con migo para recuperar su linterna
- buscamos a la madre del checho para saber alguna forma de conmoverlo o algo y no se puede porque es hijo de un
catamarán lleno de putas.
- llega una caja esperanzadora con linterna porongúda adentro
- el checho es quien termina siendo el dueño de la linternaverde, concedida por la junta galáctica, y legalmente es el
checho quien gana rompiéndonos el culo a todos nosotros
- yo me hago cargo del traslado de linterna verde , desde donde estamos hasta la mierda, pues se puso muy
insoportablemente chinchudo.

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Amores que vuelan
(Historia real)

C ual plantita hermosa que brota germinante de su semilla en la naturaleza, se va gestando ésta vez, la increíble

historia de un amor exotico en la vida real, situado al otro lado del charco. Y así fue que al rey del quilombo, en la hora
de tomar su cafecíto, le cae oportunamente esta historia impresa del diario “El Cordillerano” en sus terribles manos,
otorgada por el mismo destino, despojando posibilidades de toda casualidad. Y es nuestro valiente fletero quien se
atreve a contar lo sucedido, con ánimos de instruír consecuencias de un amor indebido. No es la primera vez que
nuestro héroe bifurgonado “Quilomboman”, nos informa sobre las consecuencias de la complicada y pecaminosa
mecanofília. Si no, lean “Oscarcito y el ascensor” y déjenme de hinchar las pelotas.
La noticia decía en resumidas cuentas, que una joven alemana se había enamorado perdidamente del avión comercial,
Boeing 737 y que mantenía relaciones sexuales con su replica a escala, al que ella, con mucho amor le había puesto el
nombre de “Dicki”. Esta replica ocupaba toda su cama, pero periódicamente y cuando podía, se disponía a viajar en un
avión igual al mencionado Boeing, sin importar a dónde, porque la gracia principal, era estar con él y sentir sus motores.
Luego de reflexionar por un tiempo sobre este extraño fenómeno amoroso, he logrado llegar a pensar en una muy
probable situación realista y un tanto incomoda, que por un momento dejó encendidas todas mis alarmas. La situación
de que, si a la guanaca o los demás pasajeros se les da por ir a cagar en pleno vuelo, probablemente sea que le estén
metiendo entre todos, un gran pastón de bosta en lo más interno del cuerpo del avión, echándose éste, a volar entre
aeropuertos, acaparando montañas de soretes internacionales de miles de personas que transporta al año y que jamás
tendrá el agrado de conocer personalmente, más que nada, porque los aviones solo vuelan y no pueden conocer ni
saludar a nadie. Tampoco sabremos si ésta ragazza es o no es consciente de que tantas miles de personas trasportadas
año tras otro por el mismo avión, hagan volar indefectiblemente sus coloridos flatos silenciosos adentro de su
queridisimo novio, escueta y esporádicamente, dotadas de gran disimúlo.
Tamaña noticia de amor mecanofílico, perdió atención por parte de casi todos. Pero sé que será útil indagar en esa
historia para conocer su final, y así dejar constancia de sus consecuencias, para que cuando un potencial estúpido idiota,
en vías de convertirse en un estupido idiota-mecanofílico, lea éste cuentito, y cuando esté caliente con un coso
mecanico, diga: “ah… Y entonces mejor no”. Y de esta manera salvar miles de vidas y miles de lugares en las guardias de
los hospitales al no haber gente con cosas como floreros, aviones o calefactores metidos en el orto o tipos abotonados
con la garcha metida en aspiradoras o en heladeras, autos, etc…
Entonces aquí empieza la magia, porque el ritual del viaje por el espacio-tiempo comenzó a la vez que nuestro querído
fletero se concentró y empezó a amasijarse las pelotas:

En aquél entonces, nadie se atrevía a negarse a éstas cosas. Ni siquiera los parientes. Todo estaba bien, salvo lo normal.
Y mientras todo se fue desmadrando, sólo quedó nuestro fletero como único testigo, convencido de que el amor hacia
esos objetos debería ser motivo de generar otros usos más prácticos y útiles que el sexual o marital. Y el desmadre
comenzó el día en que el regístro civil aprobó el casamiento de ambos, que en cuestión de días se llevó a cabo en un
predio abierto, cercano al aeropuerto, al no existir iglesias pensadas para esta clase de matrimonios.
Ya en minutos previos a la boda, se veía acumularse ordenadamente a sus bancas una gran multitud, que entre los
invitados había una larga lista entre los que no faltarían parientes, amigos, allegados, compañeros y hasta ingenieros y
técnicos miembros de la Boeing y de la prensa mundial. Más de cien filas de bancas dispuestas a cada lado de la
pasarela nupcial buscaban ser testigos de tal aparatoso acontecimiento. Habiendo llegado el tan dichoso momento, la
concurrencia superó con creces las expectativas, al punto de quedar gente parada tras las últimas mencionadas butacas.
El cura no aparecía, pero la novia si. Con un hermoso vestido blanco yacía solitaria al empezar la pasarela. A lo lejos se
sentía cada vez más fuerte el silbido tronador de las turbinas del majestuoso avión Boeing 737 de la aerolínea “Hapag
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Lloyd”, que muy puntual se venía acercando a paso demoledor e imponente. La marcha nupcial se iba escondiendo al
perder protagonismo del rugír de las turbinas “Pratt & Whitney JT8D-7” metiendo un terrible quilombo turbínico de 110
DB. al que el sistema de audio no podía hacerle frente ni cosquillas. El cura llega al altar escondiendo su pobre vista
míope, en la lectura de su santa biblia y en terribles culo de botellas. Todos contentos concentrando la mirada en los
labios del maltrecho sacerdote pederasta, creyendo poder entender algún carajo de las santas palabras que estaría
pronunciando entre tanto quilombo avionífero, confiados en dar con el respeto de esos sermones de mierda. Cada uno
de los invitados había ido con varios kilos de arroz, puesto que el tamaño del novio excede ampliamente los 30 metros
de largo.
Y la novia y el novio avanzando lentamente entre las filas…
Ella, toda enamorada, miraba en los ojos de la aeronave un semblante serio, dotado de gran respeto. Él, paso a paso,
inmutable miraba al frente sin manifestar emoción algúna, y sin tanto disimúlo, empezó a achicar la cantidad de
invitados, al pasar con sus poderosas turbinas por encima de ellos, dejando tras de sí una gran línea formada por arroz
con carne picada y rostizada, con un aspecto de guiso exquisito y humeante.
El sacerdote levanta la vista de su sagrada biblia al terminar su lectura, cuando ya hacía un breve lapso de tiempo que
tenía a los enamorados junto a él, frente al altar, y los casa. Ella, después de que por la acretada deducción -dado el
quilombo reinante en dicha ceremonia-, creyo haber sido declarados marido y mujer, dándole enseguida un beso al
novio en el tren de aterrizaje delantero, luego voltéa hacia atrás y saluda radiante al público, pese a la gran sorpresa
sobre la repentina ausencia de la gran mayoría de los que estaban presentes. La novia y los sobrevivientes se
encontraban contentos al consumar el histórico hecho, sin darse cuenta de lo macabro que había sido el final de esas
personas faltantes, ni el origen de todo ese guiso de carne y arroz disperso sobre el suelo, pero sin sospechar tampoco,
sobre el destino de sí mismos.
Todos reían en la hora de los canapés, pues sobraban tanto como también porciones de almuerzo y del clásico pastel
nupcial. Cuando el champagne comenzó a sobrar, no escatimaron en su consumo, y como a veces pasa, alguien se dio
cuenta de algo muy importante: el novio pasó todo el rato sin comer ni beber nada, con las turbinas apagadas como si
estuviera aburrido o hechado de menos, por lo que todos los presentes, agarraron sus cucharitas y tenedores, y
comenzaron a catapulteárle comida, pastel y helados por toda su trompa, dejandole un gran engrudo resbaloso y
grasiento, a lo que la novia un poco desconforme, sugirió en plan de alimentarlo debida y civilizadamente, sabiendo por
conocerlo perfectamente bien, que a la boca de alimentación no la tiene en la trompa, sinó en las bocas de carga de
combustible que posee en las alas. Todos contentos con ánimos de contribuir a la felicidad de los novios, y bajo los
efectos del abundante champagne disponible en las mesas, comenzaron a hechar comida a los tanques de combustible
del avión, y la fiesta siguió hasta comenzar la noche, momento cargado de emociónes, pues se acercaba la tan anhelada
luna de miel.
Pues alguno de ellos, bastante en pedo, le sugirió a la alcoholizada novia que llegado “ése” tan ansiado momento, se
disponga acostada en lo alto de una antena de radio con las piernitas en “V” dispuéstas a diestra y siniestra, con
hubicacion de las 10:10 una pierna respecto a la otra, esperando por la acción sexual del aparato volador para que éste
venga por sí solo en pleno despegue, y queden de ésta manera, unidos por siempre. Y así fue que poco a poco el avión,
elegantemente giró 180° al comienzo de la pista de despegue, tomando velocidad paulatinamente con sus turbinas
llenas de power metal, de gasolina y virilidad, cargado en sus asientos con los pocos invitados que habían quedado, para
viajar todos juntos al mismo lugar en total armonía y a toda velocidad, dirigiéndose primerísimamente, en pleno
carreteo hacia la “chuchy” de ella.
La nariz del avión se iba parando.
Ella, pobrecíta traspiraba de emoción.
Él, ya había despegado con la naríz grasienta y resbalosa, llena de comida hasta que morbosa e instantaneamente el
cuerpo de ella quedó cubriendo los primeros 8 metros del avión, estirada y dilatada, quedando sus piernitas como dos
pequeños apéndices que salían a la altura de las primeras ventanillas de pasajeros, dejando a la tripulación ciega y
desesperada, ya que, más allá de las amígdalas de la novia, no podían ver un carajo más, y del pequeño golpe producido
por la drástica unión, algunos instrumentos dejaron de marcar, sembrando el pánico entre los pilotos.
Con la chica muerta cubriendo prolijamente toda la trompa del avión y el mismo volando a la deriva ganando varios
miles de pies de altura, los alimentos tirados al interior del tanque de combustible, comenzaron pues a tapar los
conductos del mismo, obstruyendo el flujo de combustible hacia los motores, apagandolos y dejando caer al avión en
picada, sin capacidad de revertir la situación, estrellándose contra una montaña con una violencia inusitada y
haciéndose recontra reconcha contra el piso.
Entonces: Y a la mierda la chica, y a la mierda el avión. Y a la mierda con los invitados y a la mierda con todos.
Y todo quedó seriamente destruido y hecho pija, en un gran cráter en llamas. Nadie se salvó, aunque por efectos del
champagne que había a granel, murieron todos en pedo y por ende debida a la muerte, no jugaron nunca más al teto.

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Para todo aquel que pensaba que estos amores son “solo” estériles, piénsenlo 2 veces. Puede que en realidad,
generen la extinción en masa de varias familias, incluída la tuya…
¿Vieron chicos? ¿Qué tul? Así que ya saben: antes de meter la chota en un caño de escape, o un avión en la cajeta,
hagan un curso de algo, apréndanse un hobby, salgan al parque o háganse una paja como dios manda para luego
continuar buscando que carajo hacer de su buena vida que se les agradezca. Dejen de joder, ustedes joden demasiado y
les sobra mucho tiempo. Váyanse a cagar o peguense un tiro y chau. Hasta la próxima. Nos vemos en otra maravillosa
entrega, guachos forros.
Con mucho, mucho, mucho, mucho, mucho amor:

Mariano
Augusto Fernandez

Fin.
La mina que se casó con un avión.
El obstetra le dice que de ser posible un embarazo, tendrá que ser por cesarea, pues la formita de sus alas no hará
posible que el parto suceda.
La boda
Las turbinas comiendo gente
La cara de boludo del novio (avión)
Poca gente para los canapés
Catapulteaban comida con los tenedores y las cucharas a la naríz del avión,
Con toda la sobra de la comidase la hechan al tanque de combustible del avión
Noche de bodas y de emperne
En plena empernada los pilotos pierden visibilidad
Con buena altura los tanques de combustibles se tapan y el avión cae en picada haciendose reconcha contra el piso
Pero murieron todos felices y no jugaron al teto nunca

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La aparición de
“Oxidoman”
- Hola, buenas tardes. Necesito hacer un traslado de algunas porquerías. Es desde aquí hasta un lote a
las afueras de la ciudad
- Ok. En treinta minutos, podrá ser?
- Ah, si. En cuanto usted pueda. ¡Muchas Gracias!

Suena lounge act de nirvana a muy alto volumen y se ven suceder las cuadras desde el interior de mi Ford
Transit, entre autos y semáforos y sorbos de cappuccino sacado de la maquina de café de algún kiosco, hasta
que por fin llego al domicilio, al mismo tiempo que la canción del gringo suicidado llega a su fin.
Toco bocina y sale un jorobado cubierto por un prolijísimo sobretodo con capucha, pero muy muy
perfumado. Ese perfume me recuerda a algo, pero no se que es… veo tanta gente por día que al fín no sé, me
olvído. Viene, carga un portafolio tan chico que bien podría caber en un pequeño medio de transporte y no sé
bien por que querría un flete de las proporciónes de mi modesta camioneta. Se sube a mi furgón, saluda pero
no hace contacto visual. No puedo verle la cara, luce muy extraño pero me importa un carajo, total, este
pelotudo mientras pague, ya está. Y nos dirijímos hasta las afueras de la ciudad sin cruzar ningúna palabra. Ese
perfume…
Llegamos y me pide que lo acompañe. Caminamos 3 minutos por el monte y luego, al detenerse, el imbesil
con la cabeza totalmente gacha se da vuelta hacia mí, se saca la capucha y muestra una cabeza deforme y
rapada. Levanta la cabeza y de sus labios horriblemente deformados me dice que “no merezco vivir”. Le
pregúnto: ”¿Por?”, (pero así como chupándome un huevo después de haber sido sobado por un ejercito de
putas finas). Todo eso, sin desquitar las ganas de adivinar, quién carajo és el feo éste.
La mierda jorobada ésta, parece enfurecida,-me dije- y acto seguido, se me viene al humo con serias ganas de
matarme y del asco que me dá, salgo corriendo pegando una carcajada como niño en el clásico juego de “la
mancha”, muriéndome de risa por los movimientos estúpidos que hace. Esquivo muuuy fácilmente sus
“amenazantes golpes” pero, No hay manera de sacármelo de encima y tampoco de hacer que se rinda.
Envidiable su perseverancia. Yo me sigo preguntando, “¿quién carajo es el deforme de mierda éste?”, a la vez
de preguntarme igualmente, “¿cuando será el momento en que se me hincharán las bolas para acabar con
esto, haciendo mierda al jorobado de una vez”?
( Breve explicación para el atrevido lector que agarró éste cuento sin antes leer otro de la línea
“quilomboman”: Siendo entonces cuando mis bolas se hinchan, es cuando mis bolas explotan
cuantiosamente, o mis superpoderes aparecen cual increíble hulk, como también, de ellas pueden salir la
motosierra XR4 del poder y una ametralladora de mis huevos derecho e izquierdo respectivamente).
Yo, no podía parar de correr, esquivarlo y cagarme de risa, y desde luego, divertirme mientras veía más que
evidente que el que tenía las bolas al plato, era precisamente el jorobado de mierda éste.
Yo no lo tocaba ni nada, aunque si, se puso todavía más cabrón cuando le revoleé a la mierda el maletín que
traía, que seguramente llevaba un revolver u otra gilada parecida.
Pues éste imbécil parecía tener unas pilas barbaras, un odio acia mí imposible de parar, hasta que ya me
acordé de quién puta era. Y es el taradito este de... de ¡Tododerechitoman! Con razón tanto perfume, y
ahí nomás se me ocurrió un hermoso plan siniestro pero efectivo que lo iba a hacer recalentar peor: decirle

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que nos encontremos en otro punto alejado de la ciudad y que cada uno iba por sus propios medios,( yo en
cámio, y él que se maneje. Ya es grande él.) y desde luego: el que llega primero, gana.
Entonces voy corriendo urgente por la colina dejandolo atrás al jorobado de mierda éste hasta mi camioneta,
me subo y voy manejando re pancho hasta el otro punto de encuentro, a pesar del frío y la lluvia extremos,
escuchando Hey Jude de los Beatles, cantando con la calefacción al mango mientras saboréo un delicioso
capuccino caliente con deliciosas facturas, tirándome pedos de colores y sacándome unos mocos de gloria, y
cuando pasaron unas horas, y hacía rato que yo había llegado al lugar, me acuerdo de el jorobado, y elaboro
otro horrible pero muy retorcido plan para reventar peor al jorobado y cagarme más de la risa por eso:
Primero, le propongo una changa a mi fiel ayudante “Juancito”, para que venga, pero sin decirle nada más,
porque desde luego aprovecharé su peligrosa reacción al contarle un cuento mío. ¿Y qué pasa cuando a
Juancíto le cuento un cuentito de los míos? Pues bien: se le hinchan las bolas peligrosamente, igual que a mí
cuando me rompen las pelotas con algo ( o para que lo entienda un mexicano: cuando agotan mi paciencia).
Nada más que por respeto a mi ayudante, nunca probé su paciencia ( porque si decía: nunca probe sus bolas,
iba a quedar muy raro) ni pude ver hasta donde se le hinchaban las mismas, y tampoco sé qué es lo que pasa
cuando éstas revientan; pero puedo adivinar por deducción, que si lo obligara a escuchar un cuento mío
completo, sus bolas podrían ser capaces de estallar cuantiosamente hasta la recontraputísima madre que los
reparió; que si a todo ésto, logro que estallen cerca de la cara del jorobado de mierda, podría lograr que el
jorobado:
- 1) se termine de hacer mierda.
- 2) corrija su postura y se enderece hacia atrás, agradeciéndome y llendose al fin a cagar.
- 3) mínimo se va a calentar mucho más pero nada más.
- 4) en cada caso, me estaría cagando de risa

Entonces, llámo al jorobado y le digo que nos encontremos en un lugar donde voy a estar junto a un pequeño
hombre atado, al que necesíta que le lean un cuento antes de dormir. Pues le expliqué, que juancíto es un
hombre muy violento y pelotudo, y debe permanecer atado y amordazado, por su gran peligrosidad y que si
no se le lee un cuentito a la noche, éste se pone más pelotúdo todavía, y es capaz de andar haciéndo cualquier
cagada por ahí; y que yo, soy tan buena persona, que soy de hacer éstas cosas, cada día y cada noche con
todo aquél que lo necesíta.
El jorobado cayó como el más inocente a mi trampa. El pobre Juan, antes de amordazarlo puteaba a lo
grande. Pero después de amordazarlo, le prometí que valdría la pena, que confíe en mí y que le pagaría muy
bien. Se calmó, pero no tanto como para desinflar sus bolas, pues la ansiedad y el nerviosismo, ayudaban a
hinchar sus pequeñas bolas.
Y así fue que para mi alegría, llega el jorobado al lugar, puntual, intrigado, desconfiado y expectante y lo
invíto a sentarse frente a frente con juan. Yo, tomo asiento a 90° respectivamente de ellos. Juan, quedó
sentado de piernas abiertas con la espalda atada al respaldo de su silla.
El jorobado, debido a su joroba y al haberse sentado delante de juan, quedó oportunamente con la cara cerca
de las bolas de juan. Que lindo me está saliendo el plan.
Antes de empezar la lectura, el jorobado me advierte que sea lo que ésto fuere, me matará efectiva e
inmediatamente al terminar de leer ese cuento, y que recuerde despedirme del “liciado mental”, antes de
morírme. Pero antes de que siga hablando pelotudeces, le pégo un lindo mazaso somnífero al jorobado de
mierda que lo invitó a quedar bolúdo a lo largo del cuento, quedándose en el molde y permitiendo que mi
experimento se lleve a cabo. Pues sólo me sirve que Juan esté consciente para que al escuchar mi cuento,
entienda la pelotudez del mismo y se hinche efectivamente las pelotas.

Le agradezco al Juancho por haber asistido a la ceremonia, y con ellos sentados, uno al frente del otro,
comienzo la lectura que dice así:

39
El pelotudo y la pelotuda, que de tanto

hinchar las pelotas, terminaron juntos”

“Había una vez, una querída histérica que nació en algún lugar del reino unido, en febrero de 1980. Hija de un
matrimonio de clase muy alta, su madre se llamaba Lisa Mc Donnell y su padre Alfred James O´Tuda y a la niña la
llamaron hermosamente “Pell”. Una niña de dorados cabellos, mejillas rosadas y ojos celestes que cuando alcanzó la
adolescencia se volvió verdaderamente hermosa, y gracias a la fortuna de sus padres, no tuvo necesidad de ocupar su
tiempo en demasiadas cosas, así que sólo pasaba el tiempo aplicandose costosas cremas y productos en toda su
perfecta y hermosa piel para propiciar, quién sabe qué mejora a su por demás privilegiado cuerpo.
Era bella y lo sabía muy bien, calzaba alta burra de novela. Sólo la aterraban las ideas fantasmagóricas de la posibilidad
de volverse fea algúna vez.
Por eso se alimentaba de cosas que no aportaban absolutamente nada al cuerpo, para no verse gorda jamás. Comía
porquerías, todo de la línea “SER”, por ejemplo. Ella no podía aceptar el más mínimo defecto en su persona.
Entonces por todo eso, cayó por una vorágine letal de malos alimentos, respirando fragancias fuertes que le quitaban
oxigeno, absorviéndo por la piel cantidades de productos raros, etc. Y pasó que un día volviendo del gimnasio, se vió
tres novelas juntas y cuando terminó de ver el segundo programa de chimentos, sufrió de un primer colapso mental, y
se desmayó….
Cada vez que se desmayaba, lo hacía en el calor de su hogar, hasta que un día lo hizo dentro de un taxi, y ésta fue
revivida por el mismísimo taxista que era grandiosamente Argentino, y la despertó con una sorpresa muy curiosa, ya
que éste cacheteándola la llamaba sorpresivamente por su nombre y apellido juntos, como si fuera que la conocía, algo
imposible de suceder, suplicándole que abra sus ojos, a la voz de: “Aupen ioráiiss!”- le decía, a demás de su nombre
completo- Y nuestra querida “pell” al no caer totalmente de la primera sorpresa, le pasó que el Argentino le regala un
puñado de chicles “Bazooka” creyendo que se desmayó por alguna falta de azúcar, al no tener otra cosa dulce que
ofrecerle. Y pell, ya lo creyó demasiado grato. Pero al abrir los chicles, surgió la magia again: los chicles incluían un
horóscopo dentro que le vaticinaban destellos de luces y suertes de las que no las pú creer, creyendo realizarlas de la
mano de un bello amor- que para eso lo vió al tachero como el indicado.-. ¡Vieron, estúpidos? ¡Vieron que soy capaz de
escribir historias normales? ¡Forros! ¡putos! ¡putos, putos, putos, putos, putos! Entonces ella no podía más de amor por
el taxista que finalmente, la correspondió. Pero surgió que a lo largo de la dulce relación con éste, había un italiano
llamado Dino Giusseppe L´Orto que hinchaba las pelotas por el amor de la gringa ésta. La gringa lo hechaba a la mierda y
éste volvía siempre, porfiado al poco tiempo a suplicar por su amor. Pero siempre era hechado ferozmente a la mierda,
lejos de su vista hasta que una vez, Pell vió riendo, cómo Dino Giusseppe se iba llorando desauciado, con el corazón
todo hecho mierda, y lo siguió por la vereda asegurándose de que al fin se vaya. Pero tras dar vuelta a la esquina lo vió
francamente rendido, dispuesto a irse definitivamente a la mierda donde era mandado siempre, subiéndose
pesadamente a un Lamborghini Veneno Super Veloce que casualmente lo había estacionado detrás del taxi barato que
manejaba su prometido. Y a partir de allí nuestra gringa protagonista, sintió una lástima desgarradora que la hizo
comprender que su amor por Dino Giusseppe era verdadero y para siempre. Entonces, pell, corrió para alcanzarlo antes
de que éste pusiera en marcha su voluminoso motor V12 origen Audi para preguntarle si es que acaso ese era su único
auto, a lo que Dino giusseppe, secándose las lagrimas le contestó que no, y que a demás de el Lamborghini Veneno
Super Veloce, tenía otros 200 autos exóticos más. En ese momento , Pell, recapacitó logrando de esta manera aceptarlo
como único amor verdadero, mandándolo al tachero a pasear a la concha de su madre por la rechota vida, y así la gringa
y Dino Giuseppe quedaron pegados como dos tortolítos de lítio, contrayendo matrimonio en seguida y radicándose en la
extraña zona sur de Argentina, siendo ella legalmente casada, quedó inscripta en el registro civil como la doña Pell O
´Tuda de L´Orto, y domésticamente conocida por la gente como “la gringa pelotuda de mierda” que si bien ella los
corregía al principio diciendoles que ella era “de L´Orto, y no, de mierda”, como ellos la llamaban pero haciendo caso
omiso con el tiempo, asumiendo que tanto sea “de mierda o de L´Orto” es la misma cosa, no viene al caso. Y en fín, la
gringa pelotuda se tranquilizó demasiado del cuidado obsesivo de la imagen al estar más entretenída con su italiano
amor en Argentina y al ver que lo que destruye la mujerés, no es la gordura, sinó el feminísmo. Aunque guay, querida
audiencia; porque mediante pasaba el tiempo, y todo eran risitas tiernas, la gringa fue engordando el culo, tanto y
tanto, que ya al tano guitudo no le gustaba más ese culo que parecía emular a nuestra querída luna llena, y resulta que
se enganchó a la minita pelirroja toda tetuda del supermercado de la vuelta que estaba re buena y se divorciaron con la
gringa ésta.”

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( bueno, hasta aquí, juan, además de los huevos a punto de estallar, tenía los ojos exorbitados y todas las venas del
cuerpo le desfiguraban la piel) continúa la lectura:

“ Entonces la gringa Pell O´Tuda se volvió a su país a encontrarse con su tachero amor, total ésta se divorció y se quedó
con alta cuenta bancaria y se compró un taxi para ser colega de su novio reivindicado que también la perdonó en
seguida y se daban besitos, aunque éste quedara aplastado un poquito por Pell que se estaba comiendo todo y estaba
mucho más gorda, y también fueron felices y con mucha guita pero igual la fueron remando en taxi muy felices, y él ya
no se lavaba los dientes ni se lavaba los calzones y ella jedía bastante también, pero felices y jugaban al teto. Todo el
mundo les hacía faquiu permanentemente por todas partes del mundo y ellos hacían también lo mismo: faquiu para
todos. Y, ¡Uy, dio! Bueno , chicos. Viendo que la historia que me salió es una mierda terrible, yo que ustedes, ni la leo.
No se olviden de comprar los otros libros que sí están buenos.¡¡ Besitos del fletero, chicos!! ¡¡¡a tomar por el
culoooooooooooooooo!!!”
Sin poder concluir el cuento con la palabra “fin”, los huevos de juancito explotaron de tal forma que hasta abrió un
agujero en el techo y todo quedó hecho un severo enchastre. Claro que el jorobado de mierda voló al carajo también;
pero no murió. ¿Será por la blandúra de haber estado medio dormído que la explosión no le afectó? Concha de su
madre. Entonces, el jorobado se levanto y se vino corriendo hasta mí, pero como ya no me daba mas gracia, búsco
realizar el plan “B”.
El jorobado de mierda, mostró que literalmente, es el vengador más perseverante de la historia, y bastante
indestructible. Los invíto a remitirse al cuento de “tododerechitoman, para que puedan ver lo duro que le dí y todo lo
que me llevó deformarlo cuando era perfectamente atletico y de mi altura,( antes de dejarlo todo doblado así), y aquí
está otra vez…
Como ya era bastante tarde y me agarró la fiaca, llamo a otro superhéroe que lo haga recapacitar o algo así y que se
deje de joder, pero que me dé todo el crédito a mí, mientras veo el espectáculo sentado y relajado, y se me ocurre
llamarlo a murcielagomán, pero tiene un pedo de aquellos, y en eso me acuerdo de un cliente amigo que me había dado
una tarjetita de superhéroe a domicilio, y ya me había comentado algo sobre sus extraños poderes, y sin tenerle fé, lo
llamo, le comento la situación, se interioriza con el problema, lo llevo a que conozca al jorobado del orto, y entendió en
seguida. Le muestro al jorobado y mientras me siento a comer un delicioso choripán con fanta, le digo:

- ¡Mira que pelotudo es! ¿que opinas?


- ¡¡Tienes razón, maquina del mal!! ¡fichala, y déjamelo todo a mí!

Y allí mismo, mi amigo Javier Salgado dio un paso adelante, se encabronó con el jorobado de mierda, y por su calentura
ocurrió que un halo electromagnético giratorio empezó a rodearlo, atrayendo toda clase de esquirlas de metal oxidado
que andaba por ahí, formando un claro huevo de pascua marrón que terminó de cubrirlo todo, de pies a cabeza, por un
momento de loco y electrizante torbellíno. Y después de un minuto de calma, todos atónitos mirando el extraño suceso,
maravillados con el extraño capullo inmóvil, preguntándonos por el destino del muchacho encabronado que quedó
dentro; cuando de repente, el capullo comenzó a girar otra vez y a brillar, desperdigándose nuevamente en millones de
esquirlas de oxido, formando una gran nube oscura, y de esa nube, dos torrentes de oxido fuertemente electrificados,
se metieron inyectados a los venaculos de los brazos de mi amigo que se cagaba de risa, vaya a saber por qué coños,
quedando al final, totalmente transformádo en: “oxidoman” juajuajuajjuajua
Y entonces calló su risa, se puso caracúlico, y localizó al implacable jorobado de mierda, lo apuntó con sus manos
abiertas en pose cinematográfica y le tiró mágicamente con un cajón de placard por la jeta, y nada. Le tiró con una
mesita de luz completa por la cabeza, y casi lo tambaléa, pero no le hace demasiado daño porque, ¿qué vas a hacerle a
un tipo que ya está todo hecho mierda de antes? Y ahí fue cuando oxidoman, corta por lo sano, y lo recaga a mueblazos
por todo lo que se llama “jeta”, con una metralla de muebles de tan amplia variedad, como de mesas, sillas, muebles de
cocinas, muebles para taller, roperos, escritorios de oficina, racks para t.v., estanterías, puertas, escaleras, ventanas,
cajones, cómodas, zapateros, etc. que al jorobado de mierda, por los mueblazos dados, le corrigió la postura dorsal y
enderezó sus ideas. No le devolvió ningún diente ni lo hizo más bello, pero le dejó la casa hecha “una monada” por lo
que el jorobado enderezado tuvo que trabajar muy duro para poder pagar todo eso, a demás de la cirugía en su cara y
su dentadura, quedando entretenído por años, y ya sin tiempos para seguir haciendo cagadas por ahí ni andar
vengándose de la gente, ni nada; dejando al apuesto fletero tranquilo y con sus bolas en paz. Todo esto, no sin antes,
jurárle al malhechor, que si no paga sus muebles, la metralla será esta vez, de sobrantes de madera metidos en el orto a
pura metralla, lubricados con alcohol y arena volcánica, que también tendrá que abonar. Hijo de una gran puta.

41
Y así fue que el jorobado de mierda volvió a ser el mismo tododerechitoman, galán y refinado pero sin dabú y
completamente hubicado, con todos los dientes otra vez, y con toda la casa amoblada, y Javier “oxidoman” Salgado,
continuó comprándose motos y autos de Rumania , rusia y de cuanto país contenga algúna “R”y todo bien. La casa bien,
las cosas bien. Y por su puesto, vemos que una vez más, nuestro querído fletero con pose heroica, mirando al horizonte
de “coté” deja flamear su capa, llevandose todo el crédito y los clamores del primor de vuestras lindas hermanas, y ya
veré de que porónga escribir próximamente. Chau. Ya no jodan. Ustedes joden demasiado. Y recuerde: juegue al “teto”

Fin.

Presentación de “OXIDOMAN” para explicar lo importante del nuevo personaje:


Y así es que éste fue el super héroe mas practico que existió, porque cual dragón-ball, y a través de una posición
luchadora y desde sus manos abiertas unidas por sus muñecas, el mismo superhéroe, comienza a eyectarle hermosos
muebles varios por la jeta al malhechor, que finalmente terminan por embellecer la casa del mismo en cuestión ,
obligándolo a pagar por el valioso trabajo, teniendo que ocupar el tiempo en trabajar para poder pagar los muebles,
logrando de que ya no le queden tiempos de seguir haciendo cagadas, porque el tiempo restante, lo debe gastar en
odontólogos y mecánicos dentales. Pues después de haber sido cagado a mueblazos por la jeta, el malhechor quedaría
con toda la jeta hecha pija, con urgencia de reestablecerla esteticamente. Si, ya lo escribi a esto… bueno chupenlá

Fin.
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20
Quilomboman nos
protegió. Evitó de
42
que a la vida del
universo la hagan
realmente concha
S ucede así que estacióno para buscar materiales de un corralón. Lo primero que veo es una bruta
“MILF”, y en seguida, al margen de dicha fémina, me marea un olor a podrido letal. Tras investigar sobre el
origen del olorázo, me doy cuenta de que sale de cada centimetro de mi ser, y cuando me dispongo a prestar
atención sobre mi entorno y el número de mi turno, veo a un pulcro japones muy atento tomando muestras
de mi terrible baranda asquerosa con sus propias narices, a lo que yo, muy preocupado, le pregunté que si no
le hace mal mis fragancias corporales, a lo que éste me responde en un bastante buen español, que sus
narices ya han resistido poderosas bombas atomicas, pero que probablemente mi olor, sea tan poderoso
como aquel explosivo y que por lo tanto le gustaría hacerme algunos estudios mucho más técnicos. Yo le digo
que sí, y se ve que mi asunto era tán importante, que me terminaron llevando gratis hasta un sofisticado
laboratorio en el lejano aunque honorable país de Japón en la plena y majestuosa AGENCIA ESPACIAL“JAXA”,y
ahí anduve en pelotas en una jaula, tomando café y comiendo choripán en el apartado más secreto del mismo
organismo. Allí determínan felizmente, que mis fragancias corpóreas, naturales y masculinas, son mucho más
poderosas y explosivas que cualquier derivado del petróleo, siendo éste negro fluido, el producto de la
recalcitración de multiples organismos que han estado pudriendose durante millones de años bajo la tierra.
Pero también, que un solo calzón sucio mío, más un parcito de medias de tres días sin lavar (también de mi
propiedad), de sólo unos gramos de peso, equivalen a un buen racimo de enormes bombas atómicas
reventando a la vez, siendo así que al darme cuenta de mi potencial, y en un impás de los científicos
japoneses, me pego un buen baño rápido, y persuado a unas bellas japonesas mostrándoles mi super ganzo
dinosaurico ( en comparación a la de un japones) para que me dejaran escapar y de paso me consiguen ropa,
un pasaje y me vuelvo a casa con vistas a diseñar una poderosa nave espacial aprovechando mi combustible
corporal, orgásmico y fósil. Fue así que dentro de un tubo aerodinamico con clara forma de firme chota
parada, doté su interior de una veintena de narices de plástico que daban con cada parte específica de mi
cuerpo donde yo expeliera esa clase de gases putrefactos. De las narices plásticas, salían tubos que
terminaban en el colector de aire de un compresor que finalmente alimentaba un tanque especial cuyo
hediondo contenido servía como brutal combustible que era vertido en un quemador especial en el culo de la
nave que serviría como turbo reactor del recarajo para hacer grandes viajes cósmicos a velocidades
inusitadas, incluso para la ciencia ficción. Y dentro de la cabina había una gran estufa, una bicicleta fija,
comida espacial, un reciclador de agua, tanques de agua para beber, pero nunca para lavarme nada, ni el culo
ni la jeta, con pelelas para acumular soretes y de esa manera avanzar cada vez más rápido por generación de
fuertes gases mega podridos y combustibles. También le había puesto un buen telescopio a la nave, y claro
está que a la hora de salir a pasear a la superficie de algún planeta debía hacerlo con algúna vestidura, por lo
que para ello inventé un traje todo negro con una gran abertura en mis pelotas, dejando ver todo mi hermoso
ganzo fletero al frente de mis hermosas bolas rosadas y depiladas. Y todo este poderío galactico volador (mi
nave espacial), ligó el super-nombre de: ”LA GRAN CHOTA COSMICA” Y así me encaminé en una odisea
espacial sin dudarlo, viajando a la reconcha de su madre por el espacio a una velocidad que se lo lleva puta,
chivando cada vez peor y llendo cada vez más rápido hasta llegar casi hasta las fronteras mismas del universo
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en una cagadita de tiempo, y desde el último sistema planetario de la última galaxia, se vislumbraba una
última pero extraña constelación formada por unas 30 estrellas. Esa constelación, de verde resplandor,
formaban la inequívoca forma de una hermosa cotorra barranquera, cuya estrella más brillante situada al del
centro mismo de tal constelación, pero un poco más al sur, albergaba un extrañísimo planeta peludo y rosado,
dotado de un jugoso valle encantado que cruzaba todo el sur, trazando una línea recta. Absolutamente
fascinado con mi hallazgo, pienso nombrar a la constelación como “de la Cotorra” o “de la Lora”, y no me
decido por cual será el mejor de los dos nombres, hasta que se me ocurre incluir al singular planeta con
intenciones de enriquecer su nombre, para final y definitivamente llamarla, tan simple como la constelación
de “La Peluda Concha de la Lora” y al planeta rosado, lo bauticé simplemente como : “Planeta Almeja” (tal era
su forma) entonces yo, totalmente entuciasmado, anulo la función de la mayoría de las narices recolectoras
de barandazo corpóreo para aminorar el suministro de combustible de las turbinas de mi nave, para así bajar
consecuentemente la velocidad de la misma, permitiéndome una suave entrada a la atmosfera de éste
hermoso planeta, y así poder almejizar felizmente para luego explorarlo al carajo. Ya atravesando su
atmosfera, puedo notar como vuela una especie de merluza podrida, que por poco me descontrola la
velocidad de mi nave, al sumarse dichos tufos a los míos para potenciar mi combustible sin querer, alterando
el funcionmiento de la misma. Pero tras bloquear dos nuevas narices recolectoras de olor, fácilmente logré
dejar todo bajo control, quedo quieto en el aire majestuosamente, estudiando los extraños seres que habitan
el planeta para poder decidir si bajar y hacer contacto o no. Viéndolo todo desde un lugar privilegiado, me doy
cuenta que sus habitantes parecen ser amigables. Presuntamente estos seres presentaban curiosas formas de
abultados coños con patas, luciendo un hermoso tajo entre ellas, que parecían llorar desconsoladamente por
todo: “que si no era chica es porque es muy grande” o porque “no me entiende “ o “me entiende
demasiado”…, también pude ver otros seres. Unos pequeños seres saltarínes que eran constantemente
ahuyentados por estos seres-concha, casi infructuosamente. Entre lo que pude saber, bajo profunda
investigación, es que dichas vulvas ambulantes se dedicaban a cultivar hortalizas varias , como zanahorias,
berenjenas, pepinos, batatas, bananas etc. y que esos pequeños saltarínes que tenían el planeta controlado,
eran de otro planeta y tenían a un rey dominando al planeta Almeja, consumiendo sus recursos y cada uno de
esos seres foráneos, no hacían más que molestar a sus legítimos habitantes cachuchoides, que no paraban de
llorar y llorar desconsoladamente a causa de su incordial intrusión también. Y entonces yo me recalenté, me
acerqué a la almejoide más importante del planeta, con mi traje negro y mi chota toda colgando y convencído
del potencial de su especie, le propuse ponernos a fabricar naves espaciales para miles de ellas para que así
puedan encontrar ayuda en otros planetas. Persuadída la almeja reina por mi traje que dejaba ver bien mis
colgajos masculinos, accedió a mis cósmicas soluciónes viajeras. Pero… craso error el mío: sus naves, con mi
misma tecnología, volaban más rápido aún que yo. Y pasó que no podía contener yo sólo el desborde de su
colonización espacial.
Con que el universo sea invadido por miles de seres-concha voladoras que provienen del espacio, y que
vaguéan por la vida y el cosmos, no sería nada. Lo trágico, fue que los seres-concha galácticos no podían
comprender ni concebir la vida funcionando de maneras distintas a como ellas son. Por lo que el estrago
devino en el hecho en que estas cachuchas voladoras procuraban raudos tajos sangrantes en los abdómenes
de cuanta criatura alienigena se encontraban en aquellos recónditos planetas que colonizaban,(la re puta
madre que los re parió) para supuestamente hacerlas ver y sentir como ellas, quienes creían que sin ese
sangrante tajo, se veían imperfectas, infelices, afuncionales y opresores.
Lógicamente, tras hacer concha a cada especie, éstas quedaban tiradas, muertas y extintas al pedo.
Yo decía, no más: “ puta, que cagada me mandé”. De ésta manera estaba comenzando a perecer la vida en el
cosmos entero por mi culpa, por bueno y por pelotudo, y entonces tuve que pensar rápido en un plan efectivo
y más que nada, veloz. Estos seres-concha estaban haciendo concha la vida del cosmos y no se daban cuenta
que a todos los dejaban muertos y en la ruína, pero fue así que se me ocurrió el más eficiente plan, y volví
urgente al planeta tierra y adoctriné a un puñado de grandísimos hippies armados con herramientas, maderas
y mucho insecticida; les conseguí un porro a cada uno, y sin darse cuenta, sus naves comenzaron a andar
mucho más rápido que mi nave, al punto en que tuve que ser remolcado por varios de ellos para poder llegar
al planeta Almeja, todos juntos a la vez.

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Una vez allí, propusimos a la reina del planeta Almeja, fumigar su planeta con raid, para vencer a los invasores
chupasangre saltarines y que considere dejar a un lado ya, la mala idea de las colonizaciones Almegígenas.
Que dé la orden de hacer volver a cada una de las expedicionarias Almejícolas, y en consecuencia, dejar de
usar los cohetes que les suministré para ya entretenerse con otras mejores y novedosas invenciones
terrícolas, muy parecidas a la forma de esas naves que copiaban de manera fiel la forma de “La Gran Chota
Cosmica” ( mi cohete espacial), que les iba a gustar más que andar haciendo cosas fuera de casa, cual macho
opresor. Con éste objeto, se sentirían realmente más satisfechas y encontrarían al fin, su tan anhelado
consuelo. Entonces allí, ordené a cada hippie ponerse a tallar en madera, la réplica de nuestras naves
espaciales, gemelas a “La Gran Chota Cosmica” ( mi cohete espacial) pero macizos y a un tamaño inferior
dónde pueda ser manipulable para que estos seres se lo pongan donde más les guste, y tras la gozosa
aprobación de la reina, la misma procuró comentarles a todas las almejícolas lo acontecido, a través del grupo
de Whatsapp de lo tremendo del socotroco cabeziode que tenía en su poder y que todas deberían probar, a lo
que todas y cada una volvió al planeta de inmediato para probar el nuevo artilugio que les venía como anillo al
dedo, dejando de joder definitivamente al pobre universo y a cada ser extra-almejestre para desde ya,
quedarse felices ellas y sin salir jamás de su propio planeta, dominando esas extrañas e inertes porongas
artificiales a los latigazos y al puro drama novelezco.
Al salirnos increíblemente bien nuestro rescate pacífico del cosmos, y tras la vuelta completa e inmediata de
los seres-concha a su planeta, tanto yo, como la orda terrestre de hippies expedicionarios, nos quedamos un
rato más en el planeta Almeja, destruyendo cada una de las naves que yo mismo les había construido a los
seres-concha almejestres, para que no salgan nunca más por la vida a hacer cagadas y con los pedazos de
dichas naves, hicimos una gran fogata, rodeandola con todos los hippies contentos y cantando, donde en un
comienzo no faltaron clásicos de sui generis, o la del “oso” de Moris, o algúna de los Beatles por la mitad,
felices divirtiéndonos, eliminando cada vestigio de nave espacial de los seres-concha, seguros de evitar que
ocurriera otra invasión almejestre.
Lo malo, fue que después de un puñado de buenas canciones de fogón, cada hippie, sintió placer de entonar
cacofónicas estupideces de la talla de: “Arjona”, “Marco Antonio Solís”, “La Beriso”, “Callejeros”, “La 25”… a lo
que yo, después de ver que no cambiaban más de repertorio musical, en vez de retirarme indignado, y
comportarme como un auténtico ortiva, decidí acompañarlos en su jolgorio acercándoles más naves
espaciales para continuar con la fiesta ignea. Claro que les acerque todas las naves, menos la mía... Fumados
estaban ellos.
Y cuando ví encenderse la última nave, los dejé cantando y disfrutando la vida, la noche almejestre, esas
canciónes y la fogata.
Luego, sin querer interrumpir, me volví solito y sin hacer ruido a mi querído planeta Tierra, cantando “love
me do”, pensando en cada uno de ellos con mucho amor.
Después de llegar solito a mi casa, me saco la campera dándote la espalda, me doy vuelta, te miro sonriendo,
te guiño un ojo, y te señalo con el dedo. Y después de bañarme, lavarme bien las pelotas y ponerme talquito,
me pongo la toalla cual capa de superhéroe y así en pelotas revoleando el ganzo, pongo pose de super héroe,
ya que una vez más, he evitado que nos vengan a hacer concha a todos, salvando al universo de un
estrepitoso quilombo, llevado a cabo por una flota voladora de seres-concha, provenientes del planeta
Almeja, constelación de La Peluda Concha de la Lora, ubicadas anatómicamente en la concha de dicha
constelación.
Y pero no importa, los salvé igual a todos porque los quiero mucho, menos a los hippies, que a esta altura
deben estar todos hechos concha en el planeta almeja por cantar pelotudeces, pero todo bien, también los
quiero. Los vuelvo a guiñar un ojo, les pido con muy mal aliento que jueguen al teto, y les pido que se dejen
de joder, pues ustedes joden demasiado. Lean a Jorge Luis Borges y dejen de hinchar las pelotas. Amén.

Fin.
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21
El rescate
La verdad es que llegó un momento en donde no me estaba llamando gente para trabajar, y
para dejar el letargo hogareño me fui a caminar. En un momento, una determinada situación, interrumpió mis
pensamientos para dejarme avocado en otra situación fascinante: resultó no más, que ví a un agente de
transito efectuar una multa a un auto mal estacionado. Así es como llegué a la conclusión de que tal vez yo,
estuviera desenvolviéndome en el oficio equivocado. Que cosa hermosa, andar por la vida reventando giles,
cobrando infracciones a diestra y siniestra ¿no?

Entonces llego a casa, me tiro en mi cama, y comienzo a amasarme las bolas, filosofando con ese oficio,
trasmutandolo con el del panorama de algunas chicas desnudas, y me quedo dormido, sin ser en absoluto
consciente de que por estar amazando mis bolas, entré en trance, y me fui para otra realidad ( recuerdo a mi
audiencia, que yo, como que soy “quilomboman” tengo el poder de viajar en el tiempo, el espacio, y otros
distintos planos dimensionales con el solo hecho de amasarme mis propias bolas, ya que hay otros seres que
hacen cosas parecidas , pero, con hermosas bolas de cristal ¡Sigamos! ). En esa realidad sonaba muy
claramente la canción de “oh mamá, ella me ha besado” de Pablito Ruiz, y sin hacerme notar, vi como una
famosa deidad, jugaba alegremente con una enorme fémina de redondeadas, pesadas y grandes
proporciónes, a las que éste propiciaba grandes patadas, verdaderos chumbazos que la hacían volar
rápidamente dando tumbos en el aire con sus largas trensas alborotadas y sus jamones ondulantes, para
finalmente dar impacto estruendoso contra una frondosa pared, haciendola rebotar y una vez en el suelo,
éste dios, comenzaba el ciclo pateál otra vez y una y otra vez, dejando a la pobre gorda toda maltrecha al final
del día, toda tirada y patiada en el piso, sucia y en pelotas, valga la redundancia. Yo me cagué de lástima y no
pude evitar exclamar:
“¡pobre criatura! No puede ser…. Debo hacer algo por ella, aunque ésta parezca feliz”. Me dije con ansias de
justicia. Con lagrimas en mis ojos , pero sin quitarle la vista de encima, le dije susurrando sin que ésta lo
notara:

- Gorda: voy por ti, y juro que te salvaréhhh…

Entonces, ahí nomás empieza a sonar “The Trooper” de IRON MAIDEN, y se van todos a cagar.

Pasó así que me desperté re caliente y decidido a descargar mis genomas artesanalmente en el baño. Largo
toda una mar de renacuajos a pleno escupitajo gancestral, entro posteriormente a la ducha que me rebosa de
confort totalmente indispensable para empezar a pensar acerca del rescate de la pobre gorda asquerosa y
pelotuda. Hago un delicioso café y pensando sobre lo inmediato, me doy cuenta que cada día escupo más
lejos.
Claro -me dije- , no podré arriesgarme yo, esta vez. Creo que por ésta ocasión, tendré que tercerizar mi
servicio de rescate a la gorda… lo va a tener que hacer otro super-heroe, sin dudas. Pero ¿quién podrá hacerlo
tan valiente y sigiloso? No podrá pelear, su acción debe ser rápida, perfecta, prolija y silenciosa… y debe
asegurar a la gorda, su libertad.

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En el primero que pensé que podría tomar mi lugar, fue en “Batman”. Pero él, vive todo el día en pedo, cada
vez peor en su caverna , y francamente por algo hace rato que ya, ni lo llamo más para ningúna changa ni
nada.
Otro que se me ocurrió, fue “Super-man”, pero éste es muy caro y no se junta con super-heroes
sudamericanos.
El “Capitan America” lo mismo. Caro y racista.
“Araña-man” claramente no puede ser, porque desde que garchó por única vez con la hija del hombre
radiactivo, murió porque como la vida no escribe destino post-garche a los araños, un buque mercante le cayó
en la cabeza, y lo recagó matando como si fuera una chancleta gigante.
Misma situación para “Aqua-man”, que está fuera de servicio por haberse muerto a la bosta, desangrado
por una mantarraya, con el trágico suceso de haber sido envasado en miles de latitas de atún, mezclado con
otros atúnes, que en un contenedor terminaron pudriendose.
A “Linterna Verde” ni lo nombren porque se me inflan las pelotas en seguida. Por algo lo trasladé a “El
Maiten”. Que tipo histérico.
“ El Chapulín Colorado” menos… para pelotudos, mejor pongo a cualquier pajero idiota y gratis.
Y “Oxido -man”, la verdad es que no me sirve en este caso porque no hay villanos a los quién haya que
enderezar recagandolos a mueblazos en la jeta. Esto, sólo es un simple rescate.
¡Que desolación, carajo! Pero cuando me pongo a buscar superhéroes de oferta por internet, encuentro de
todo y la mayoría son poco tentadores. Como uno que se llama “El enano Buena Gente-man”, “El Flaco
Salvagatitos-man”, “El Bueno del Barrio-Man” y toda una lista de pelotudos bondadosos de mierda que al fín,
ni puta idea, peeeeero peeeeeeerooo, sin bajar los brazos, sigo buscando y veo una opción singular que me
parece de lo más tentadora: “FLECHA VERDE” … (quien puta es éste?)
Que de todas maneras, y tras haberlo elegido con todas las dudas de su efectividad, yo lo veo, y no entiendo
bien por qué, en tiempos de pistolas y rayos laser, éste culeado yanqui y asqueroso prefiere un arco y una
flecha… y verde como la concha de la lora que más llama la atención. Pero se me ocurre que al menos con esa
flecha, no va a andar haciendo ningún estruendo al rescate de la gorda de las patadas, pero lo que más
primero me llamó la atención, es lo barato que es éste arquero monocromático. Y entonces me dispongo a
llamarlo y tras una breve negociación, llegamos a un acuerdo. El, sólo me pedía u$s 1000 .- para el rapto de la
gorda. Pues, yo no tengo ese dinero, pero, se me ocurrió todo un maravilloso plan para poder conseguirlo de
una manera divertida y que no manche mi reputación como fletero:
Por la noche, comencé a amacijár mis huevos, (de esa manera despierto mis poderes mágicos de nadar
interdimensionalmente, ¿se entiende? Y si no, lee otra cosa chatuermana) con intenciónes de meterme
intruso, al mundo de los sueños humanos. Fue ahí entonces cuando creé un pasado falso en las memorias de
las mentes de los trabajadores municipales, haciendo que mágicamente, crean que me conocen desde hace
tiempo, y me crean parte del equipo de inspectores de transito. Fue algo así como una hipnotización. ¡que
hermosura! Al fin podría trabajar como inspector municipal de transito, con chalecos verdes, boleta, birome
en mano, vigotes y alta cara de estupido. Y ahí nomás, comencé a recaudar fondos para traer al flecha verde
éste , para que sea quién rescate a la gorda asquerosa y a la mierda.

Suena: “No sé inglés” de Pappo, al mango.

Salgo a la calle vestido de inspector y comienzo a levantarlos a todos del fundillo del orto a la voz de:
“Alto ahí, usted acaba de estacionar, COMO EL ORTOOO!!!” Y al que veía pasar por algún semáforo, le
gritaba: usted acaba de pasar por el semáforo, COMO EL ORTOOOO!!! Y al que veía que tenía el auto de algún
color, lo hacía recapacitar diciéndole: usted tiene el auto de un color, COMO EL ORTOOOO!!! Y así
sustantivamente haciéndoles pagarme inmediatamente algunos mangos para aplacar mi ira, y así repensar
mis ideas de labrarles un acta de infracción vehicular.
Y tras un ardua jornada de bravos infortunios recaudatorios, vuelvo a mi morada para llamarlo al arquero
yanqui , jopúdo y entangado en sus ridículas calzas y flechas verdes, para avisarle que ya casi tengo su dinero.
Que sólo me hace falta probar su efectividad, ya que todavía no ví ningúna de sus violentas películas ni
ningúna otra película, excepto por las de “Torrente” y “Machete”, y la del “Submarino amarillo”, y la de
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“Help”… “Ico, el caballito valiente”… “Las brujas de sugarramurdi”….. Y bueno, para mi felicidad y la de la
gorda boluda, éste pelotudo especial y arquero, aceptó en venir a Bariloche para la contienda sin pago previo,
lo que hizo ablandar mi corazón de albóndiga con fainá. Al llegar a mi ciudad, lo hospedé en mi propia casa, y
sin más lo obligué a tocar mis bolas para llevarlo a la dimensión misma donde estaba la gorda toda pateada.
Lo que estuvo medio raro, fue que no me costó nada hacer que el yanqui encalzado y jopúdo me tocara las
bolas (…). Pero en seguída tuve la suerte de encaminarlo hacia otro plano dimensional, donde existía el reino
de los cielos, donde sucedía la triste situación futbolística. Y ahí estaban. Dios y la gorda. La gorda que volaba
de un lado a otro a puro chumbazo, rebotando como una autentica pelota gigante, con Pablito Ruiz de fondo
molestando a más no poder. Y le digo:
- “ves? Yo no sé si la gorda es repelotuda o el otro se pasa de culeado, pero yo quiero que en un
descuído la traigas con nosotros y tras volver a nuestro plano terrenal, -dejando ya el celestial- la
largamos a la calle en libertad, como la ballena “Willy” al mar, y a la mierda, a seguir remando, nada
más que al margen de andar desnuda como una ballena, ésta pobre desgraciada, es plenamente una
persona”. A lo que éste pelotúdo me responde, pelotuda, resbalosa y cinematograficamente:
- “Tienes razóun, entendidou: será fácil y rapidou.”
Eso quería escuchar. Lo malo fue que al quedar sola la gorda, éste arquero pelotudo le mandó un flechazo con
una soga para enlazarla y traerla, pero la gorda era tan pesada que no la movió ni un solo centimetro, a lo que
el estúpido me dice:
- “Ou nou!! Ni la puedou mover!!! Que hagou??
- Y… -dije yo- tirale con una flecha lipo-aspiratomica, y cuando esté más liviana, lo volves a intentar.
Digo… no tenés una de esas, lipo-aspiratómicas, vos?
- Ouuh shet…. No había pensado en esou…
Va, y el pelotudo le ensarta una de esas flechas lipo-aspiratómicas en el medio del culo (estaba para errarle…
ponele) y en seguida transforma a la pesada gorda horrible en una terrible mina espectacular, tan linda que
calzaba alta burra de novela, tan liviana que la trae rápidamente hacia él, toda enlazada, pero que en vez de
venirnos rajando para ésta dimensión, el pelotudo se la pone a chamuyar haciendose el banana al pedo,
porque para qué, si total es re trolo el yanqui pelotudo. Y la verdad que la flaca calza alta burra de novela,
pero yo no sabía como hacer en ese lugar, escondido tras de unas nubes, para hacer que el yanqui se avive,
porque si dios lo agarraba al pelotudo de flecha verde de intruso, nadie sabe que es lo que podría pasar con
ellos. Más sobre todo si estábamos ahí jodiendo a su “pelotíta”. Y no va que “hablando de Roma”, cae dios al
lugar, comiéndose una rica manzana, saboreándola de la forma más ruidosa, pelando buzarda con la remera
toda afuera y rascándose un testículo de lo más guazo posible.
¡La reputa madre que los re parió, che! y sin dejar de masticar tranquilamente, los vé, y mientras muerde un
nuevo bocado saboreandolo, el pelotudo que traje de norteamérica se le para de pecho e intenta reprenderlo
o desafiarlo diciendole:
- “¡¡¡ iuúuuu, deja en paz a esta morocha!!!”
- Óiaa, - dijo dios. mientras mastíca, y da un nuevo mordiscón a la manzana y con la boca babeando y
llena, dice:- ¡mi pelotita!
A lo que dios simplemente se agachó, los agarró a los dos y los apelmazó haciendolos una sola pelotita roja,
compactándolos cual bola de nieve, continuando con su juego habitual de patearla haciendola rebotar
fuertemente contra la pared.
Yo me volví a mi vida habitual, a las puteadas. pero ya sabiendo lo que iba a pasar con éste pelotudo. ¡ya
sabíiiaa, ya sabía!
Llego a casa y voy en busca del bolso que trajo el pelotudo éste de yanquilandia, lo revisé y no traía guita ni
electrodomésticos ni nada. Sólo calzones ridículos, entonces con la plata que recaude de las multas, no era
mucho, pero la gasté en un alfajor, gas-oil, pagué el seguro de la transit, y a lo demás se lo dí al Fede para que
se lo gaste todo en putas. Y bueno chicos, ahora lean otra cosa. Otro día les cuento una historia mejor. Lean
Harry potter, o no se qué, yo no estoy de humor. No me rio. me importa tres carajos, forros.

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Fin.
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El Ángel Culél
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Ok , amigos. Esta será una nueva ocasión en donde nuestro pachucho fletero la pasa nuevamente a
cagar, a la mierda sin pedir permiso. Surgió ésta vez, la clásica situación en donde nuestro queridito amigo
flashea en colores tras la típica toqueteada de su propio ganso, mientras que a su vez, queda obnubilado ante
los misterios de las profundidades de los vastos océanos, carajo ( y no es que esté hablando metafóricamente.
Me refiero al grandísimo charco de agua que separa America de África). Pasó así que entre minitas en pelotas
imaginadas y la visión remota llevada a cabo por el estado de trance de nuestro hermosiento ejemplar bi-
furgonado, sucedía naturalmente la oscura y fría vida salvaje sub-marina normal, hasta que en un
determinado momento todo se torció: primero, de repente, las calmadas aguas submarinas se agitaron por la
repentina fuga de peces alborotados nadando apresuradamente en la misma dirección, como escapando de
algo. Luego, desde el lado contrario, muy sutilmente comenzó a escucharse ruido de música y bullicio, del que
también, ayudado por la gran oscuridad del lugar, se pudo ver una hermosa guirnalda iluminada dándole
forma a ese hermoso barco que desde la distancia, hacía notar su hermosa opulencia. (Y bueno: el quilombo
del barco me espantaba a los pescados, entendes? Eso era).
Toda esa opulencia naval en aquél lugar se hacía notar, y despertó mi curiosidad y logró hacerme olvidar a
tantas fulanas imaginarias en tarlipes invadiendo mi mente. Pero esto no termina aquí señores, nooooooo.
Porque lo más pelotudo del cuento, comienza al mismo tiempo en el que yo me propongo girar hacia aquel
barco con ansias de ir hasta allí a tan sólo investigarlo, aprovechando mi situación de fantasma somnoliento,
ya que en mis estados de trance, es mi espíritu el que decide escapar de mi cuerpo y aparece en cualquier
parte del cosmos. Y cuando me dispongo a desplazarme dentro del agua, me sorprende el paso fugaz de una
hermosa sirena que me atropella sin notar mi presencia sub acuática, y tras ver que ésta iba directamente a
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dar contra el barco, no tuve otra posibilidad en la vida, más que reforzar mis ganas de hacer exactamente lo
mismo, pero ahora, a demás del interés del barco, lo mejor que tengo para observar, es qué es lo que pasará
con la actitud de la sirena, respecto de ese barco... la concha de vuestras tías que se llamen Margaritita.
Resultó así que estábamos a unas 350 millas náuticas de los acantilados de “Dover” y en el barco se festejaba
el cumpleaños del príncipe “Eric el Rojo”, con la codicia en sus ojos, una flor en el pullover y la cara de
pelotudo inequívoca que caracteriza a cada uno de éstos sujetos malcriados. Y la sirena trepó ese barco
cuidadosamente, sin querer ser vista por nadie, con una destreza sorprendente ¡qué hija de puta! Pero, total
¿y para qué? …Y para joder, y para chusmear inocentemente, pero jamás pensó quedar totalmente
anonadada con un obrero tripulante de tercera clase que mientras barría se sacaba los mocos y se los comía.
Inmediatamente me sorprende algo que en la san puta vida pensé que me iba a encontrar, y es que la misma
sirena comienza a pedorrear largando un montón de pequeñas huevas que caen al agua y otro tanto se
quedan pegadas en las paredes del barco, dada su excitación con el humano. Pues ahí mismo no me quedó
otra, más que exclamar con toda justicia: “¡pero me re cago en la mierda y se van todos a las re´putisima
madre que los re parió: yo que pensaba que la sirenita era un cetáceo, y terminó siendo un salmónido
mamífero! Y o sinó: ¿para qué carajo tiene las tetitas?”
Acto seguido, la sirena comenzó a llorar, porque vió que mientras ella sea sirena, nunca podrá hinchar las
pelotas al muchacho en su propio hogar, ni arrebatárselo, ni mucho menos conquistarlo. Así de rápido se fue
toda chinchuda hasta las profundidades del mar a buscar al magnánimo rey de los mares, quien fuera su
padre -el rey “Tritón”- para irle a hinchar las pelotas con el “caprichito” más estupido e impensado para el rey
y el mundo marino. Y lo imposible se hizo realidad al cabo de algunas semanas por la necesidad del rey de
estar con sus bolas en paz, largando a la sirena pobremente vestida en la superficie, totalmente transformada
en una mujer, mandándola a la concha de su madre por caprichosa e hinchapelotas, advirtiéndole una cosa:

- “querrás volver, espantada al obligarte aquél humano a poner en una tarta, el cadáver de todos tus
amiguitos, con quesito, cebolla caramelizada con zanahoria rayada fina y morrones, calditos knorr,
ajito, nuez moscada y pan rayado, para saciar el hambre de tu hogar, y yo no podré volverte sirena de
nuevo nunca más. Nomás por hinchapelotas. Adiós, hija mía. Decí que tengo 87 hijas más, que sinó te
extrañaba”

……. la dejó en la costa y se fue a la mierda. Lo bueno es que el rey se re copó y la transformó en una re-mina,
con unas gambas, un culito y unas tetitas… ésta, a demás calzaba alta burra de novela, con una magia latente
extra en su nueva mitad inferior, que luego van a ver que en el trascurso de la historia, llegando al final, nos
sorprenderá con una impensada sorpresa.
Después de sólo unas cuantas horas de búsqueda, la sirenita, logró dar con el muchacho que tanto le gustó, y
a pesar del buen comienzo, todo comenzó a derrumbarse en seguida.
Claro: los peces y las sirenas no entienden nada de billetes ni estratos sociales, aunque tampoco entienden de
baños ni inodoros. y pasó así que con el muchacho, la ahora minúsa, empezó a cagarse de hambre, y el amor,
también se le iba enfriando al carajo.
Cada vez más aterrada estaba a la hora de comer, pues el muchacho, al ser un obrero marítimo de mierda y
de cuarta, traía puros peces rancios para la cena, y la culeada podía reconocer horrorizada a los cadáveres de
sus amiguitos del mar que este boludo traía para comer. Los reconocía hasta con nombre y apellido, y
obviamente, esto le caía muy para el orto modificado.
El fulano, también tenía que soportar que la sirena, por buena que estuviera, se cagara y se meara encima,
frente a sus padres, se cagara en la cama y se esté meando y cagando por doquier, como si no pasara nada.
Pues el fulano no sabía nada de su vida pasada, y nunca se iba a imaginar que bajo del mar, no existe
posibilidad de usar baño algúno, ya que allí, las meadas y las cagadas se desechan al igual que los pedos para
nosotros. y la sirena que, si bien, joven era, necesitaba de un tiempo para aprender a cagar civilizadamente.
Pero sin tiempo para perdonar, el tipo a la sirena, lejos la mandó a cagar. Y la sirena, sin limpiarle un sorete ni
rastro de ellos, cansada de él, se marchó dejando charquitos cada tanto. Y soretes.
Tríste fue verla llamar en vano a su padre para que la pase a buscar “ya mismo, que ya no lo soporto más”.

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Toda enchinchada estaba por su estúpida transformación. Vagó por las calles sin saber que concha hacer
hasta que a la noche se le acercó una señora que la adoptó y le enseñó a cagar, mear y a lavarse y cuidar el
culo y la almeja, tal como dios manda. Tanto fue así que se engolocinó de la variedad de cremas, calzónes y
artículos que usaban las humanas para ponerse en el culo. Pues abajo del mar, las minusas sólo usan prendas
para taparse un poco las tetitas, y solo se trataban de duros corpiños hechos de almejas. Y nada más.
El tiempo pasó, y la sirena se adaptó a la vida terrestre, comiendo carnes, frutas y verduras que compraba
con el dinero que le dejaba su prospero negocio que se llamaba: “Tu culo y yo. Casa de estética almejo-
rajestre”.
Tan feliz era masmejorando la imagen del culo de las ragazzas del lugar, que se se se se se se mantuvo años y
años prosperando con notable fama internacional.
Aunque, no todo ha sido color marron y de rosas. Porque un día como cualquiera, azoló en la ciudad, un
incendio colosal de grandes prestaciones en donde cada uno que se salvó de quemarse vivo, tuvo que huir a
otra ciudad hasta tanto no se extinguiese del todo ese fuego hijo de puta, y sólo en ese momento, la sirena se
cagó en la mierda por haber elegido el aire y la tierra para vivir. Y mientras ella sufría desplomada en el suelo,
los dioses contemplaban el caos bebiendo champagne. Pero uno de ellos muy particular, sintió que dicho
siniestro catastral, había sido demasiado para la única persona que lo ponderaba. Y ese dios, no era otro que
“San Culo Telorróm Piéron” o más conocido como el ángel “Culél”, y éste se propuso efectuar un milagro muy
importante: salvarle la lencería y todo el centro de estética del upíte a la sirena modificada, siendo el único
lugar intacto de la ciudad. Todo esto, no más porque toda la obra de vida de la joven dedicada al culo
femenino, debía tener su sana recompensa. No conforme a ello, tras la vuelta de la ex sirena al comercio y la
hermosa sorpresa de ésta al tener todo disponible para seguir trabajando, dedico un muy hermoso
agradecimiento al dios del ocóte, que el mismo, tras haber escuchado tan grata hermosura, se conmovió
hasta las lagrimas.

- “esto, no puede quedar así”- dijo San culo ”culel” Telorróm Piéron- ésta mujer, que viene de ser
sirena… jamás nadie pensó que después de que le hicieran el culo, marcaría un hito. Merece entonces
la pena que ella conlleve el privilegio de tener, no uno, sino dos”

Y dicho y hecho, dado que la sirena ya tenía abierto un portal mágico candente en el rosquete, provocado por
el momento y situación en donde por eso haya mutado de tener cola de pez salmónido, a piernas, concha y
un terrible culo delicioso, que al santo de los ojetes se le hizo muy fácil crearle un culo gemelo, al lado del
existente. Entonces la sirena, inmediatamente pasó a tener dos ortos, cuatro cachetes y tres rayas.
- “Che, ¿la raya del medio para qué está?” -le preguntó otro santo que vagueaba por ahí-
- “¿sabes que tenes razón? Soy un culeado- dijo “Culel”

Y sin pensarlo más, aprovechó que esa noche había premio con “yapa”, y a la raya del medio desprovista de
agujero, le propició uno, para que ese trasero no quede huacho. Que hijo de puta, así como escritor, no la voy
a poner nunca más.
Y bueno, la vida siguió, con la ragazza calzando tres ortos en total.
Y el pueblo, poco a poco, prosperó. Y la sirenita, de vieja, se jubiló. Y siendo bastante grande, mateando con
agua hirviendo, la pierna se quemó. Y ya “Culel” no la salvó un choto, porque hace años, ella se retiró. Y a
magoya reclamó. Y pero al teto jugó. Y hasta que al fin me desperté. “mierda”- dije- son las 5:00 A.M. y me
dormí sin querer. Estoy todo vestido y sucio… me voy a bañar, y al salir de la ducha, antes de lavarme los
dientes, te guiño un ojo, y mientras revoleo el ganzo, te sonrío y con muy mal aliento les digooooohhhh:
Bueno, mi querída audiencia:
¡Agárrenme el pescadito!
Y suena “Rotopercutor” de Asspera, al mango y dale que vaaaaaa!!!!!!!!!!

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Fin. Oly

Elige tu puta
Aventurah,Whacho!
!
T ras un vasto tiempo de paz, nuestro hermoso fletero notó que sólo hacía su trabajo mas notorio y nada
más, (el de fletero) y hacía bastante tiempo ya, que había aletargado sus benevolentes acciones de
superhéroe, por la sola razón de que para eso, ya no lo estaban llamando. Y tras caminar pensativo todo un
domingo de pascuas, pudo sospechar que algún culeado le estaría cagando la changa justiciera. “¿Quien será
el hijo de puta que esté ocupando mi lugar?” – se preguntó, y comenzó su investigación-

Al otro día, comenzó su jornada normal con su preciado flete hasta dar con una tierna viejecita, de esas que
cuando hablan, si tienen que cagarla, la cagan. Pero mentir, no mienten. Y por las dudas, mientras manejaba
su majestuosa Ford Transit le preguntó por el estado del barrio, a lo que ésta, fácilmente le respondió que:

- ”Por el momento, todo está tranquilo, gracias a un muchachito que llegó de Cordoba, capital (…) gracias a
él, uno lo llama y viene. Llega con su pistola grandota, y de tan amoroso que es, no larga ni un solo tiro, pero,
al delincuente lo derrite como si fuera manteca de una forma que no entiendo cómo. Responde al nombre de
¡¡EL WHAZO DE LA PISTOLITA-MAN!!”

- ¿el “whazo…”, pero si aquí todos decimos “Whacho”…?”,- se preguntó él, siempre seductor fletero
pluscuamperfecto-

- “…Y todos terminamos sabiendo que Cordoba capital, es lo mejor que le podía pasar a la vida. Pero si no
le confesamos que los porteños son todos putos, él, hay que ver que agresivo se pone, y nunca más te
defiende ”

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- ¡¡¡Las conchas de sus madres!!! – dijo- ya ésto ha sido suficiente… no será el último cordobés
defenestrando mi tierra entera y malpropagandeando a la hermosa gente de Buenos Aires -cual chileno
agrandado, “pisoteando” a mi amada Argentina-, pero se arrepentirá de haberse entrometido en mi
caminoh…!

Llegando una vez al destino, nuestro fletero más teto, bajó amablemente a la viejecita asquerosa del furgón,
bajó sus bartulos, y habiendo terminado la misión y se dispuso a irse a la mierda, dispuesto a pescar a un
rufian...CUARTETERO.

¡¡¡ME CAGO EN LA MONA GIMENEZ, Y EN LA PUTA QUE LOS PARIÓ A TODOS LOS CUARTETEROS!!!

Rápidamente vuelvo a casa, y trazando líneas en un mapa, calculando tiempo, altura y distancias, ideando un
plan muy sofisticado que me tomó un mes y una semana, para dar directamente con el singular cordobés para
conocerlo y finalmente, darle una buena lección a medída. El plan era infalible: sólo tenía que llamar al
maltrecho “murciélago-man”, juntarnos frente a la casa de la viejita ésta que sabía cómo llamar al “héroe
cordobés”, y estando yo disfrazado de conchasumadre, fingír estar dándole una injusta golpiza al borrachín de
la bati-cueva para llamar la atención de la misma viejecita chota, así ésta se ponía en acción llamando al
tarado de la “docta” y a partir de ahí ¡BUM! Todo lo demás…

Al término de mi fantástico desarrollo, en el momento indicado, me dirigí hacia la bati-cueva, con unos
billetes de 500 mangos para buscar a murciélago-man, a quién tuve que explicar todo pacientemente.

Inmediatamente, en plena puesta del sol, sin que haya demasiada luz, nos pusimos a hacer creíble un pleno
acto de delincuencia ante la ventana de la señora vieja chota, que al escuchar ruidos tales como: “¡¡Pimmm!!,
¡¡Pum!!, ¡¡Pamm!!, ¡¡oowwch!!” y aullidos de socorro del paladín de las bati-cuevas, la misma ésta vieja salió a
chusmear, y horrorizada sacó de su cartera una buena linterna que con ella, al encenderla, iluminó el cielo
proyectando una clara figura que me hizo enfermar de cólera: la forma proyectada, no era otra que la
provincia de Buenos Aires pintada con las franjas del arco iris… y dije: ”Santas cachuchas con ruedas, batman,
ese cordobés es un maldito hijo de perra…. Que ppuuutoooooo…..”

Nuestra actuación cesó en el momento que el culeado cordobés se hizo presente con un traje amarillo, verde
y negro, con flecos y brillantinas, pantalón de cuero ajustado, pepés de charol lustrados a espejo, una cubana
en el pelo, flequillo y una pistola grande, haciendo una pose hollibudense ultra grasa como de James Bond, a
la voz de:

“¡ yeeespeten mi autoriiidá, mi intiliiigencia, dejen de heeechar moco, y no se peeelién má, che cuuuleáo, y
viva cordoba capiiiiital, que só pooorteñooo……….…! ( no paraba de hablar y advertir al pedo)

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Entonces yo y murciélago-man nos pusimos de pié.

“Así te quería encontrar”- le dije- “Que vivan la provincia, la ciudad de Buenos Aires y toda la Argentina
entera” -le dijimos- a lo que sin hacerse esperar, el cordobés nos contesta que “los gua´cer ooocote, iáa los
guá ser ye caaagar”. Automaricamente, por la manera burlona que tiene de hablar el ridículo éste, se me
hincha instintivamente el huevo izquierdo donde guardo mi ametralladora xr4 del poder, y le cago a tiros su
pistola de mierda que se destroza en el aire. El cordobés se caga de risa, me confiesa que el arma la tiene para
disimular que en realidad, él es el villano “Aliento feo-man” y que me despida de éste mundo porque nadie se
salva de su arma secreta y que nadie tampoco se va a entrometer en su campaña de convencernos a todos
que “Todo es nada y que córdoba lo es todo”. Yo simplemente me le río y le confieso que tiene razón:
“Cordoba, es NADA” jajajaja ¡¡no sabe ni hacer eslogan el estúpido!! Salta hacia nosotros, abre la boca y nos
sorprende lanzándonos un aliento putrefacto bestial, con el calor de 20 bombas atómicas, que por desgracia
hizo que mi buen amigo de la baticueva, perdiera la vida incendiado empeorando su situación dado a la
acentuada graduación alcohólica de su sangre.

La batalla se comenzó enseguida y entonces se libró pareja, mano a mano. Sin trampas, porque yo también le
dirigía mi aliento a carnotauro podrido y reventado.

Alientos horribles nos dirigíamos entre nosotros para matarnos. Aromas de cadáveres putrefactos y ardientes
volaban de los dos bandos azolando de tanto en tanto, alambrados, casas, tendido eléctrico, y los dos por
igual, causándonos serios daños en nuestra piel.

A mí, por ser cortés, jamás se me ocurrió dar uso a la motosierra XR4 del poder que mi testiculo derecho
inflamado me invita a usar cada vez que algún imbésil osa hincharme las repelotas, porque pasaría a pelear
con mucha ventaja y en forma despareja. Y por el contrario, el cordobés, al sentirse acorralado, justamente
hace lo contrario: recurre sin códigos a hacer trampa, y desde algún lugar hace sonar uno de los quilombos
más insoportables, capaz de volver primate a un grandísimo ser humano normal. Y violentamente suena sin
piedad: “A mover el bum bum bum, chiquitá, chiquitá , chiquitá,chiquitá, chiquitá,chiquitá, chiquitá, chiquitá,
chiquíííta” de “La Mona Giménez”. Pela un estúpido fernet del fondo de su ojete para refrescarse, no sin antes
terminarme con un magnífico K.O. de un último y aberrante alientazo a bosta de caballo podrido enviado
salvajemente, directamente a mi carita de ángel.

Y de esa manera, y por primera vez, caigo absolutamente abatído. Suena “is anybody out there?” de Pink
Floyd, mientras el cordobés maltrecho, a duras penas pero implacable, levanta la bandera amarilla, verde y
negra, propia de la provincia de cordoba.

Yo, tendido en el suelo, con signos vitales muy débiles y sin casi poder moverme, se me pianta un lagrimón
ante tan cruenta situación.

¿Que más podía yo hacer, intoxicado, con toda la piel podrida y quemada? Sólo en el mundo y agonizando yo
estaba. Y en ese estado, se me cruzó ante mis ojos, la viva imagen de mi amada Ford Transit. Y ahora, ¿Quién
la irá a mantener?

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Pero en ese mismo momento, surgió en el cielo un extraño evento paranormal: comenzó a formarse un
violento remolino espiralado, y en su centro se abrió un siniestro agujero luminoso dotado de una brava
tormenta eléctrica, muy muy extraño por ser de noche, y del colosal agugero celestial, se apareció con total
majestuosidad e imponencia, el mismísimo rey león extinto en carne, “MUFASA”, padre de “Simba”, que en
total seriedad me clava su roja mirada salvaje y me dice:

- “Mariano, me haz olvidado”

- no, eso nunca!- le dije por las dudas-

- olvidaste quién eres, y así me olvidaste a mí. Revisa tu ropa interior, simba…

- no soy simba ¡soy marianito!

- uh, concha, perdón mariano: revisa tu ropa interior, marianito. Eres más que solo un mal aliento, tienes más
de lo que crees ahora. Toma tu lugar en el ciclo de la vida.

- ¿y que es lo que puedo hacer, si estoy todo hecho reconcha?

- recuerda quien eres… tú eres mi hijo, el rey del quilombo… recuerda quién eres… -y cortó. ( tuu tuu tuu tuu
tuu… )-

A lo que yo quedé más colgado que él buscando de vuelta la comunicación, para decirle que mi papá no es él,
sinó que es otro. Mi papá es Mario Fernandez, quiosquero y que se encuentra parcialmente equivocado, y que
pero a la voz de: “¿hola?, ¡holaaa! Hooooolaaaaa!.... carajo, el bolúdo me cortó…! Pero entre pensando sus
mágicas palabras, y viéndolo al cordobés festejando, me dí cuenta: “ igual tiene razón en una cosa” y tal es así
que a plena voluntad por sed de venganza, toda la energía que me quedaba en mi huevo derecho se
multiplicó y se redirigió a mis brazos y otras partes de mi pobre cuerpo achicharrado. La música de
“Comfortably numb” de Pink Floyd que sonaba en mi mente tapó al cuartetazo berreta que se escuchaba en el
ambiente y que no me dejaba respirar bien, y lentamente pero a paso seguro, ya con algunas fuerzas
recuperadas, me arránco el calzoncillo y una media sucios por usarlos por más de un mes sin lavar que me
habían quedado puestos, y se los tiro rápida y directamente a los ojos del cuartetero consumidor de fernét, y
va que se hizo re mierda, a puro halarído histerico y cinematográfico. Se desintegró como la grasa en la sartén
que usa una gorda culona para hacer tortas fritas, y a la mierda el cordobés. Cagó. Y gracias a la película de
PinkFloyd, las bacterias que habían tenido una vida fructífera gracias a mí, sintieron que algo debían hacer por
mí y a puro vómito sagrado de ellas, comenzaron a reconstruirme de inmediato, terminando yo, de
arrancarme toda la piel muerta sobrante y a la mierda, quedando yo todo papíto otra vez y vestido de negro,
a lo que maravillado, el dueño de T.N., que oh, justo pasaba por ahí , quedó maravillado de mis poderes. No
paraba de aplaudir, y muy entuciasmado, el, se acercó a saludarme y a ofrecerme un puesto de trabajo. Así es
que me ofreció ser el encargado de la seguridad de los garcas más grandes del canal y del mundo. Yo acepté, y
como amo Buenos Aires, viajamos todos juntos para allá, y yo comencé una nueva vida.

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Siempre vestido de negro, comencé el día metiéndome en los estudios de un concurso de cocina donde la
magia era siempre preparar la mejor merienda. Rarísimo programa que había sido ambientado tal cuál el
interior de mi Ford Transit ( lleno de migas de pan, vasitos prehistóricos de café, latas de gaseosas, basura ,
basura, y mucho más basura. ) habían 4 concursantes acomodados como podían entre basura y escombros, y
la iluminación era pobre. El presentador tomó carrera desde un rincón del estudio, hasta que echó a correr
hasta el centro del mismo sitio, donde había un mediano tacho de basura colmado de estupideces desechadas
al que propició una gran patada haciendo volar cada porquería e iniciando así la música, las cámaras, las luces
y la acción. Una de las porquerías del tacho, fue a impactar en el ojo de un concursante, causando su muerte y
formando de ahora en más, parte del decorado, por lo que ahora quedaron jugando 3. La gente aplaudía de
gloria y emoción. La siguiente concursante tenía la misión de preparar un bizcochuelo, pero ésta pelotuda se
olvidó de ponerle huevo, por lo que le quedó como el orto. Rápidamente el jurado la mandó a la mierda, pero
ésta ella, toda emputecída, pudo hechar a la mierda a los jueces a través de una denuncia penal,
aprovechando que eran hombres, y reemplazandolos a éstos, por su querída abuela mujer y bien hembra. La
abuela, claro, la aprobó siempre con 10, y por eso se abrazaron de amor y lloraron fuertemente hasta que el
programa les importó un carajo y se tomaron un taxi y desaparecieron del mapa. Entonces sólo quedaron 2
concursantes que fueron los semifinalistas, y que por eso:

A) “Canale” los invitó a los dos a una visita guiada a la fabrica de salsa de tomate .

B)”Terrabusi” los invita a su fabrica de turrones navideños.

C) en el canal se agarran fiebre tifoidea.

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