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BIBLIOGRAFÍA
Laura Argenti es una autora argentina conocida por sus trabajos en mitos y leyendas. Ha
escrito varios libros, entre los cuales destaca "Mitos y Leyendas Argentinas", donde recopila
y narra diversas historias del folclore argentino y latinoamericano. Sus relatos suelen
combinar elementos fantásticos y tradicionales, ofreciendo una visión moderna de estos
mitos que a menudo reflejan las transformaciones culturales y sociales de las regiones de
donde provienen
GUÍA NUMERO 2
1- BUSCAR INFORMACIÓN DE MITO, LEYENDA Y CUENTO FANTÁSTICO
2- ELEGIR UN TEXTO QUE TENGA RELACIÓN CON EL MITO, LEYENDA Y CUENTO FANTÁSTICO
RESPONDER A LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
a) ¿Creen en fantasmas?
b) ¿A que cosa o circunstancia le temen? Compartir en grupo
c) Elegir un hecho o relato y desarrollar de forma narrativa en la carpeta
RESPUESTA:
1. **Mito**:
- **Definición**: Un mito es una narración tradicional que explica el origen de elementos
naturales, sociales, o culturales mediante historias sagradas protagonizadas por dioses, héroes,
y seres sobrenaturales.
- **Características**:
- Se considera una verdad dentro de la cultura que lo originó.
- Suele tener un propósito educativo o moral.
- Relata eventos fundacionales o cosmológicos.
- **Ejemplo**: El mito de Prometeo, quien robó el fuego de los dioses para dárselo a los
humanos.
2. **Leyenda**:
- **Definición**: Una leyenda es una narración de hechos humanos que se transmite de
generación en generación, con una base histórica pero embellecida con elementos ficticios.
- **Características**:
- Mezcla realidad y ficción.
- Se ubica en un tiempo y lugar específicos.
- Refleja valores y creencias de la comunidad.
- **Ejemplo**: La leyenda del Cid Campeador, un héroe español medieval con historias llenas
de hazañas y valentía.
3. **Cuento fantástico**:
- **Definición**: Un cuento fantástico es una narración breve en la que se introducen
elementos sobrenaturales o inexplicables en un contexto aparentemente realista.
- **Características**:
- Mezcla lo real con lo irreal.
- Busca sorprender o inquietar al lector.
- Puede explorar temas filosóficos o psicológicos.
- **Ejemplo**: "La casa tomada" de Julio Cortázar, donde dos hermanos son expulsados de
su casa por una presencia inexplicable.
Cada uno de estos géneros tiene su propia estructura y función dentro de la literatura y la
cultura, aportando diferentes perspectivas sobre la realidad y la imaginación.
1.La mayoría del grupo piensa que los fantaseras no existen el que cree es apenas 1.
2. Los miedos que compartimos en el grupo son el miedo a las alturas y a la oscuridad.
Un integrante del grupo estaba en llamada en plena noche con sus amigos, por un momento
escuchó que gritaren su nombre y fue a ver quien era. En ese momente las únicas en su casa
eran ella y su mamá, que hacia el ruido y nada, su mamá estaba Muy dormida hace horas.
Volvió a su llamada y sus amigos le preguntaron qué le dijo su madre, ahí se dió cuenta que no
fue la única que escuchó ese grito/llamado. Lo paranormal Fue no saber quién o qué la llamó
esa noche.
2-
“EL ANILLO DE LA PIEDRA ROJA”
Hace casi dos siglos, existía en la ciudad de Ca- tamarca una mujer llamada Candelaria, a quien
nadie en lo población quería por su detestable defecto de la curiosidad; fea y de ojos pequeños
y redondos como los de las tortugas.
Ella ansiaba saber la vida y milagros de toda la vecindad y no sólo se contentaba con preguntar
lo que no le im- portaba, sino que también se atrevía a concurrir a las casas, de visita, para
poder así enterarse más fielmente de cuanto deseaba.
La gente del lugar la había apodado "La Curiosa" y ya ninguno la conocía por su verdadero
nombre que era sonoro y agradable.
Claro es, la gente estaba harta de soportarla en sus permanentes averiguaciones y no sabía
cómo enmendar a esta mujer que era la piedra de escándalo en la apaci- ble ciudad
provinciana.
Como es sabido, la curiosidad trae aparejada una gran cantidad de males, entre los que
sobresale la murmura- ción, ya que al comentar lo que se sabe o lo que se cree saber se llega al
chisme y hasta a la difamación.
Así pues, Catamarca vivía intranquila, ya que había lle- gado por culpa de "La Curiosa", una ola
de resquemores que iban separando, cada vez más, a familias enteras, que se trataban desde
hacía infinidad de años.
Era necesario, para la tranquilidad de todos, dar un es- carmiento a la chismosa mujer, pero...
¿cómo? Se in- tentaron toda clase de pruebas, desde el desprecio hasta el incidente personal,
pero todo fue inútil, ya que “La Curiosa" proseguía su vida, sin cambiar en nada sus deplorables
costumbres.
-¡Esto es intolerable! -exclamó una noche el alcalde de la ciudad, hombre entrado en años, de
grave aspecto y larga barba blanca.-¡Hay que poner inmediato reme- dio a este mal que
amenaza dividir por completo a la sociedad!
-¡No lo sé! ¡Pero hay que hallar el modo de extinguir esta enfermedad, peor que la viruela!
-¡Cortémosle la lengua! -vociferó un quinto, blandien- do sus puños, lleno de ira, ya que "La
Curiosa" le ha- bía hecho separarse de su esposa a causa de sus in- trigas.
-Nada de eso es bueno -respondió el alcalde grave- mente-hay que hallar otro medio más
eficaz. Si la en- cerramos, su voz se seguirá oyendo por entre las re- jas; si la echamos de la
ciudad, llevaremos la desgra- cia a otras poblaciones apacibles como la nuestra; si le cortamos
la lengua, será un castigo inhumano que
Los contertulios se quedaron mudos, ensimismados, sin saber qué partido tomar para resolver
tan serio proble ma, que constituía un flagelo en la soñolienta población de Catamarca.
Se resolvió por fin efectuar una reunión de notables y llamar a su seno a "La Curiosa” para
invitarla a cambiar de vida, so pena de severos castigos.
Así se hizo.
Una noche, en la Sala del Cabildo, iluminado con cien- tos de velas de sebo, se reunió lo más
granado de la so- ciedad catamarqueña bajo la severa presidencia del al- calde, que nunca
dejaba de acariciarse su larga barba blanca que le cubría el pecho.
"La Curiosa" fue llevada a duras penas, ya que desde un principio se negó a concurrir, pero al
fin fue introducida en la sala, donde se desencadenó una tempestad de murmullos
desaprobadores ante la presencia de la malhadada mujer.
Ésta miró con sus ojos de tortuga a la concurrencia y se sonrió después, como desafiando a sus
improvisados jueces.
-Oye, Candelaria comenzó el alcalde.-Nos hemos re- unido para invitarte a que des fin a tu
perjudicial de- fecto de la curiosidad, que arrastra un sin número de males que nos afectan a
todos por igual.
Pero... ¡si yo no hago mal a nadie! -respondió la mu- jer con voz áspera.-Yo sólo pregunto y la
gente me cuenta la verdad... ¡Eso es todo!
Ante esta salida, no pudieron menos que reírse todos los oyentes, ya que la mujer se
horrorizaba de otro defecto, sin pensar en el que ella poseía.
El alcalde, ocultando su risa, contestó haciendo esfuer- zos por parecer grave:
-¡Observas la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el tuyo, Candelaria! ¡Toda esa gente a
quien durante tantos años le has preguntado cosas que no debían interesarte, quizá te hayan
mentido, ya que la mentira en este caso se justifica ante el deseo malsano de sa- ber! Nosotros
te pedimos buenamente que procures dominar tu grave defecto que tanto mal nos ha hecho y
te recibiremos con gusto nuevamente en nuestros hogares, si es que tu voluntad vence a tu
terrible vi- cio! ¿Aceptas?
"La Curiosa" vaciló unos instantes y luego repuso muy suelta de lengua:
-¡Está bien, señor alcalde! ¡Procuraré refrenar mi cu- riosidad, pero estoy segura que toda la
gente siempre me ha dicho la verdad Ojalá fuera cierto -repuso el anciano y así terminó aquella
reunión, saliendo la gente poco convencida de que pudiera enmendarse.
Tal como lo habían pensado los habitantes de Catamar- ca, la mujer, a los pocos días, continuó
su terrible mania y las rencillas y murmuraciones adquirieron tal carácter, que se perdió por
completo la paz y el sosiego en la leja- na población colonial.
La noticia de tan terrible mal, llegó hasta los más apar- tados lugares de la provincia y lo supo
una viejecita in- dia que vivía en su choza, sobre las laderas de unas cumbres llamadas de
Calingasta.
-Yo sabré curarla -dijo la anciana aborigen, y marchó camino de la ciudad, y cuando llegó fue
directamente a la casa de "La Curiosa” que la recibió con agrado.
-¡Me han dicho que tienes un terrible defecto! comenzó diciendo la anciana, al entrevistarse
con Candelaria.-¿Es verdad?
-¿Quieres curarte?
-Pues bien -repuso la india.-Aquí te entrego un talis- mán que seguramente te arrancará del
cuerpo el mal de la curiosidad. Cuídalo mucho, porque perteneció a antiguos reyes de América
de épocas muy remotas.
-Míralo. Es un anillo con una gruesa piedra roja, que te lo pondrás en el dedo del corazón de tu
mano dere- cha. Este anillo tiene la virtud de dar a conocer siem- pre los verdaderos
pensamientos de la gente. Cuando algo preguntes y te respondan, pide al talisman que obligue
a que te digan la verdad y así verás y escucha- rás cosas que nunca te has imaginado.
Y, dicho esto, la india marchó a su choza de la montaña, dejando a "La Curiosa" completamente
intrigada sobre el poder sobrenatural de la preciosa alhaja.
No bien estuvo sola, pensó en poner en juego el poder del talismán y salió a la calle a continuar
sus acostum- bradas correrías averiguando la vida y milagros de to- dos.
-¡Hola, vecina! -empezó diciendo, ante una señora que por allí pasaba.-¿Qué tal? ¿Es verdad
que su hija Mi- caela se ha disgustado con su novio?
"La Curiosa” quiso poner en juego los poderes de su pie- dra y solicitó su ayuda, tocándola tres
veces, tal como se lo aconsejó la india.
-¡Es falso lo que te he dicho, vieja lechuza! -gritó.-¡Mi hija se casará y serán felices! ¡Te detesto,
curiosa in- soportable! ¡Ojalá se te pudriera la lengua!
- Un poco más allá se cruzó con don Damián, el jefe de Correos, quien, al verla, le dijo con una
sonrisa:
-¡Adiós, hermosura!
La mujer tocó de nuevo tres veces a su anillo mágico y dan Damián comenzó, en forma
inesperada, a hablar como un loco.
-¡Eres más fea que un escuerzo! ¡No puedo ni verte, curiosa insoportable!
La infeliz no quiso oír más y siguió su camino, cada vez más sorprendida por lo que estaba
ocurriendo.
Al llegar a la puerta de su casa, tropezó con su hermano mayor que salía para el trabajo, el que
la saludó con afecto.
12
Candelaria volvió a tocar tres veces el anillo para saber lo que pensaba de ella tan próximo
pariente y escuchó:
-¡Eres la vergüenza de la familia! ¡Por ti vivimos sepa- rados de todo el mundo! ¡Quiera, Dios
que te alejes para siempre de nuestro lado!
La pobre mujer no pudo más, y con espanto y amargura arrojó lejos de sí la alhaja maravillosa y
penetró en su habitación convertida en un mar de lágrimas.
Entonces se dio cuenta de que la curiosidad sólo condu- ce al deshonor y al desprecio y que
por su propia culpa era rechazada hasta por sus mismos hermanos.
La prueba del anillo fue mejor remedio que todos los consejos del alcalde y las amenazas de la
población Desde aquel día se enmendó de manera definitiva, y ja- más volvió a abrir su boca
para hacer preguntas indis- cretas, con lo que poco a poco ganó la confianza de los vecinos y el
amor de sus parientes. ¡Y ésta es la verídica historia del anillo de la piedra roja, que con su
poder so- brenatural, obligaba a la gente a decir la verdad!