Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
1 vistas50 páginas

2_148946_1712

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1/ 50

CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

ENTRE LOS CRITERIOS SUSTENTADOS POR EL


TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS
CIVIL Y DE TRABAJO DEL DECIMOSEXTO
CIRCUITO, Y EL TERCER TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO.

VISTO BUENO
SEÑOR MINISTRO
PONENTE: MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.
SECRETARIA: ROSA MARÍA ROJAS VÉRTIZ CONTRERAS.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente al día ocho
de mayo de dos mil trece.

V I S T O S; y,

R E S U L T A N D O:

PRIMERO. Denuncia de la Contradicción. Mediante escrito


presentado por **********, Magistrado integrante del Tercer Tribunal
Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Decimosexto Circuito, el
veintiuno de febrero de dos mil trece en la Oficina de Certificación
Judicial y Correspondencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, se denunció la posible contradicción de tesis entre el criterio
emitido por el Tercer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo
del Decimosexto Circuito, con residencia en Guanajuato, Guanajuato,
al resolver el amparo directo **********, y el sustentado por el Tercer
Tribunal Colegiado en Materias Civil del Primer Circuito, con residencia
en México, Distrito Federal, al resolver el amparo directo **********.

SEGUNDO. Trámite de la denuncia. Mediante acuerdo de


veintiocho de febrero de dos mil trece, el Presidente de la Suprema
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Corte de Justicia de la Nación admitió a trámite la denuncia de la


contradicción de tesis, ordenó formar y registrar el expediente con el
número 90/2013, solicitó a la Presidencia del Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, con residencia en
México, Distrito Federal, copia certificada de la ejecutoria
pronunciada en el juicio de amparo directo número ********** de su
índice, así como el envío por correo electrónico de la información que
contenga dicha sentencia; asimismo, la relativa al amparo directo
número ********** del índice del Tercer Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Decimosexto Circuito, con
residencia en Guanajuato, Guanajuato, en términos de lo
establecido mediante la Circular 3/2011-P del Tribunal Pleno de este
Máximo Órgano Jurisdiccional. De igual manera, solicitó a las
Presidencias de los dos Tribunales Colegiados de Circuito
contendientes que informen si el criterio sustentado en las referidas
ejecutorias se encuentra vigente, o en su caso, la causa para tenerlo
por superado o abandonado.

Asimismo, remitió los autos para su estudio al Ministro Jorge


Mario Pardo Rebolledo, y ordenó darle vista al Procurador General de
la República, para que dentro del término de treinta días, en caso de
estimarlo conveniente, formulara su opinión sobre el tema.

TERCERO. Avocamiento. En cumplimiento al proveído de


admisión, por diverso acuerdo de seis de marzo de dos mil trece
dictado por el Presidente de la Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, se tuvieron por recibidos los autos de la
contradicción de tesis número 90/2013, y se ordenó el avocamiento
del asunto en la misma, ordenando se enviaran los autos a la
ponencia de su adscripción, para la elaboración del proyecto de
resolución.

2
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

CUARTO. Integración del asunto en la


Primera Sala. Mediante acuerdo de Presidencia de esta Primera Sala,
de fecha once de marzo de dos mil trece, se ordenó agregar el oficio
********** suscrito por la Secretaria de Acuerdos del Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, y tener a la
autoridad oficiante, informando que el expediente relativo al juicio de
amparo directo **********, se encuentra en el archivo de concentración
ubicado en Toluca, Estado de México, por lo que una vez que lo tenga
a la vista, dará cumplimiento a lo solicitado por auto de veintiocho de
febrero de dos mil trece, dictado por el Presidente de este Alto
Tribunal; asimismo, informa la imposibilidad que tiene para remitir el
archivo electrónico correspondiente, toda vez que no se cuenta con
respaldo electrónico alguno.

Mediante acuerdo de Presidencia de esta Primera Sala, de fecha


diecinueve de marzo de dos mil trece, se ordenó agregar el oficio 07
suscrito por la Secretaria de Tesis del Tercer Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Decimosexto Circuito, mediante el
cual en cumplimiento a lo solicitado por auto de fecha veintiocho de
febrero del año en curso, emitido por el Presidente de este Alto
Tribunal, remite copia certificada de la ejecutoria emitida en el amparo
directo **********, así como el archivo correspondiente a la cuenta de
correo electrónico que se le indicó, e informa que el criterio sostenido
en el citado asunto continúa vigente.

Mediante acuerdo de Presidencia de esta Primera Sala, de fecha


primero de abril de dos mil trece, se ordenó agregar el oficio número
********** suscrito por la Secretaria de Acuerdos del Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, mediante el cual en
cumplimiento a lo solicitado por el auto de fecha veintiocho de febrero

3
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

del año en curso, emitido por el Presidente de esta Suprema Corte de


Justicia de la Nación, remite copia certificada de la ejecutoria emitida
en el amparo directo **********, de su índice, e informa la imposibilidad
que tiene para remitir el archivo electrónico correspondiente a la
cuenta de correo electrónico que se le indicó, toda vez que no se
cuenta con respaldo electrónico alguno; asimismo, informó que el
criterio sostenido en el citado asunto continúa vigente.

Por otra parte, al estar debidamente integrado el presente


asunto, se ordenó el envío de los autos a la ponencia del Ministro
Jorge Mario Pardo Rebolledo, para la elaboración del proyecto de
resolución y en su momento dé cuenta a esta Primera Sala.

Finalmente, ordenó hacer del conocimiento la anterior


determinación, a los Presidentes de los Tribunales Colegiados
contendientes, así como a la Encargada de la Oficina de Estadística
Judicial de este Alto Tribunal.

QUINTO. Pedimento del Ministerio Público. Con fecha seis de


marzo de dos mil trece, el Subsecretario General de Acuerdos de este
Alto Tribunal certificó que el plazo de treinta días concedido al
Procurador General de la República para exponer su parecer
transcurre del siete de marzo al veinticuatro de abril de dos mil trece.

El Agente del Ministerio Público de la Federación formuló


pedimento mediante escrito presentado el veinticuatro de abril de dos
mil trece ante la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el sentido de que la
contradicción de tesis es inexistente, dado que no hay antagonismo
entre los criterios de los tribunales.

4
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

C O N S I D E R A N D O:

PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala es competente


para conocer y resolver sobre la presente denuncia de contradicción
de tesis de conformidad con lo dispuesto por los artículos 107, fracción
XIII, de la Constitución Federal; 226, fracción II, de la Ley de Amparo
vigente, publicada en el Diario Oficial de la Federación el dos de abril
de dos mil trece; y 21, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Poder
Judicial de la Federación, en relación con los puntos segundo, tercero
fracción VI y cuarto del Acuerdo General 5/2001, en virtud de que se
trata de una denuncia de contradicción de tesis suscitada entre
criterios de Tribunales Colegiados de diversos Circuitos, en un tema
que, por ser de naturaleza civil, corresponde a la materia de la
especialidad de la Primera Sala. Lo anterior con base además, en la
decisión adoptada por el Pleno de este Alto Tribunal en sesión pública
de once de octubre de dos mil once, derivada de la diversa
Contradicción de Tesis número 259/2009.

SEGUNDO. Legitimación del denunciante. La denuncia de


contradicción de tesis proviene de parte legítima, de conformidad con
lo previsto por los artículos 107, fracción XIII, primer párrafo,
constitucional y 227, fracción II de la Ley de Amparo vigente a partir
del tres de abril de dos mil trece, pues fue realizada por José de Jesús
Ortega de la Peña, Magistrado integrante del Tercer Tribunal
Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Decimosexto Circuito, con
residencia en Guanajuato, Guanajuato, uno de los Órganos
Colegiados entre los que se suscita la posible contradicción, por lo que
se actualiza el supuesto de legitimación a que aluden los referidos
preceptos.

5
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

TERCERO. Criterios de los tribunales contendientes. Las


consideraciones contenidas en las ejecutorias pronunciadas por los
Tribunales Colegiados de Circuito, que dieron origen a la denuncia de
contradicción, son las siguientes:

I.- TESIS DEL TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS CIVIL Y

DE TRABAJO DEL DECIMOSEXTO CIRCUITO, CON RESIDENCIA EN

GUANAJUATO, GUANAJUATO, quien conoció del amparo directo civil


**********, con los antecedentes siguientes:

Una persona de sexo masculino llenó una solicitud para contratar


un seguro de vida el dieciocho de enero de dos mil diez, la cual fue
ingresada a la aseguradora el veinticinco de enero siguiente. La
aseguradora emitió la póliza correspondiente el nueve de febrero del
mismo año. A continuación, la beneficiaria de la póliza notificó a la
aseguradora del fallecimiento del asegurado, lo cual tuvo lugar el tres
de febrero de dos mil diez.

Presentó su reclamación a la aseguradora, la cual le fue


denegada bajo el argumento de que en la fecha en que el señor
falleció todavía no estaba vigente la póliza de seguro, ya que en los
términos del artículo 21, fracción I, de la Ley sobre el Contrato de
Seguro, su vigencia inicia hasta que el proponente tiene conocimiento
de la aceptación de la oferta, sin embargo, en el caso el proponente
falleció antes de conocer sobre la aceptación por parte de la
aseguradora, ya que la póliza se emitió con posterioridad a su
fallecimiento, por lo que no se perfeccionó el contrato; aunado a que
en la misma se pactó que la vigencia del seguro iniciaba hasta el
quince de febrero del mismo año.

6
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Como consecuencia de lo anterior, la señora


demandó a la aseguradora, en la vía ordinaria
mercantil, el pago de la indemnización derivada del cumplimento del
contrato de seguro de vida celebrado por su esposo, aduciendo que
en los términos del artículo 21, fracción III, de la Ley sobre el Contrato
de Seguro, el contrato de seguro se perfeccionó a partir “de la oferta”,
lo cual no puede estar condicionado a la emisión de la póliza.

El juez de primera instancia consideró probada la acción


ejercitada, por lo que condenó a la aseguradora al pago de la
indemnización solicitada, así como, al pago de intereses moratorios, y
al pago de costas.

La aseguradora apeló dicha resolución. La Sala responsable


confirmó la sentencia impugnada, y condenó a la aseguradora al pago
de costas de segunda instancia. En lo que interesa, manifestó que la
interpretación correcta del artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de
Seguro, era que los contratos de seguro de vida sólo pueden
celebrarse a plazo cuando sea necesario examen médico, ya que
cuando no lo sea, el contrato surte efectos desde la oferta, y por lo
tanto, no es aplicable la fracción I de dicho artículo.

La aseguradora promovió un juicio de amparo directo, del cual


conoció el Tercer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del
Decimosexto Circuito, quien amparó a la aseguradora, con base en
las consideraciones siguientes:

“En otro orden de ideas, devienen fundados los


conceptos de violación segundo, tercero, cuarto, quinto,

7
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

sexto, séptimo y octavo, analizados de manera conjunta,


dada su estrecha relación, de acuerdo con lo dispuesto
por el precepto 79 de la Ley de Amparo.

Asiste razón jurídica a la peticionaria de garantías, en el


sentido de que la sentencia de segunda instancia parte
de una premisa errónea respecto de la interpretación del
artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro.

[…] De conformidad con el diverso artículo 21, contenido


en el Capítulo II ‘La Póliza’, el contrato de seguro se
perfecciona desde el momento en que el proponente (en
este caso, el asegurado,) tuviere conocimiento de la
aceptación de la oferta; aceptación que corre a cargo de
la compañía aseguradora, de acuerdo con lo previsto por
la fracción I del precepto en análisis.

La fracción III prevé que el contrato de seguro se pueda


celebrar a plazo; por ende, la fracción I es aplicable a
aquellos contratos de seguro que no se sujetan a un
plazo.

Conforme con esta última fracción, es al vencimiento del


plazo que se pacte, cuando iniciará la eficacia para las
partes. Por tanto, si no se sujeta a plazo, el acuerdo de
voluntades se perfeccionará hasta el momento en que el
proponente tenga conocimiento de la aceptación de la
oferta.

A continuación, la propia fracción realiza una salvedad


para el caso de que, el contrato sujeto a plazo, sea

8
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

relativo a un seguro de vida y prevé dos


supuestos:

a) El plazo que se fije, no podrá exceder de treinta días a


partir del examen médico, si éste fuere necesario, y,

b) El plazo fijado, no podrá ser mayor de treinta días, a


partir de la oferta, si no es necesario practicar examen
médico.

El precepto en cita dispone:

‘Artículo 21.- El contrato de seguro:

I.- Se perfecciona desde el momento en que el


proponente tuviere conocimiento de la aceptación de la
oferta. En los seguros mutuos será necesario, además,
cumplir con los requisitos que la ley o los estatutos de la
empresa establezcan para la admisión de nuevos socios;

(…) III.- Puede celebrarse sujeto a plazo, a cuyo


vencimiento se iniciará su eficacia para las partes, pero
tratándose de seguro de vida, el plazo que se fije no
podrá exceder de treinta días a partir del examen médico,
si éste fuere necesario, y si no lo fuere, a partir de la
oferta’.

De una interpretación literal, armónica y sistemática del


precepto en cita, se desprende que, en la fracción I, se
contemplan los contratos de seguro que no se sujetan a
plazo alguno, para cuyo caso, quedará perfeccionado

9
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

desde el momento en que el proponente tuviere


conocimiento de la aceptación de la oferta.

Por su parte, la fracción III, expresamente prevé que el


contrato de seguro se pueda celebrar sujeto a un plazo y
a cuyo vencimiento, se iniciará la eficacia para las partes.
No obstante, únicamente para el seguro de vida se
establece que el plazo previsto en esa fracción no exceda
del término de treinta días; así, para las restantes clases
de seguro, el término podrá ser diverso al de treinta días
que ahí se estipula.

Finalmente, se desprende que, la intención del legislador


fue que el plazo de treinta días máximo ahí previsto
habría de contarse, para el caso de que fuera necesario
realizar examen médico, una vez que éste se llevara a
cabo; y, de no ser necesario, que ese plazo máximo de
treinta días para que iniciara la eficacia del contrato entre
las partes, se contara a partir de la oferta.

Lo anterior, dado que, en la fracción en análisis, el


legislador no estableció un supuesto diverso a los ya
analizados; esto es, que el contrato o bien se
perfeccionara desde el momento mismo en que el
proponente tuviera conocimiento de la aceptación de la
oferta; o, si se sujetaba a plazo la eficacia del mismo, a
partir de treinta días, para el caso de seguro de vida,
contados desde el examen médico, si era necesario
realizarlo, o desde la oferta, si ello no era necesario.
Esto es, el precepto en modo alguno indica que los
seguros de vida en los que no sea necesario realizar un

10
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

examen médico, tengan eficacia desde


que el proponente realiza su oferta, dado
que, para que exista un contrato, se requiere del
consentimiento de ambas partes y admitir la postura de la
ad quem llevaría a conducir que por el simple hecho de
llenar un formulario, que pasara a ser la propuesta del
futuro asegurado, el acuerdo de voluntades quedara
automáticamente conformado, cuando la aseguradora
aún no ha aceptado la oferta; lo que, a guisa de ejemplo,
llevaría a una aseguradora a pagar la prima que se
proponía en una oferta, para el caso de que el
proponente falleciera a escasos minutos de haberla
signado.

Por otra parte, el término común de treinta días, en los


seguros de vida, para el caso de que se sujete la eficacia
del contrato a un plazo, dependiendo de si se realiza un
examen médico o no, aparece fijado por el legislador a fin
de acotar los plazos en ese caso, esto es, para que no
sean superiores a treinta días”.

II.- TESIS DEL TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL


DEL PRIMER CIRCUITO, CON RESIDENCIA EN MÉXICO, DISTRITO FEDERAL,
quien conoció del amparo directo **********, con los antecedentes
siguientes:

Una persona de sexo masculino llenó y presentó a una


aseguradora una solicitud para un seguro de vida el dieciséis de
noviembre de mil novecientos ochenta y ocho. Dicha solicitud fue
aceptada por la aseguradora hasta el veintisiete de diciembre del

11
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

mismo año, según se desprendió del acervo probatorio. El proponente


falleció el cuatro de diciembre anterior.

Los beneficiarios presentaron su reclamación, aduciendo que


dado que el proponente presentó su oferta el dieciséis de noviembre,
y no requirió de examen médico, la vigencia del contrato de seguro
iniciaba en esa fecha, en la cual se hizo la oferta, en los términos de la
fracción III del artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro.

La aseguradora rechazó la reclamación, argumentando que la


mera solicitud no perfecciona el contrato, sino que en los términos de
la fracción I del artículo citado, el contrato se perfecciona hasta que el
proponente conoce de la aceptación de la oferta por parte de la
aseguradora. Esto es, el contrato se habría perfeccionado el
veintisiete de diciembre, pero dado que el proponente falleció el día
cuatro, el contrato no se perfeccionó.

Como consecuencia de lo anterior, la señora demandó a la


aseguradora, en la vía ordinaria mercantil, el pago de la
indemnización derivada del cumplimento del contrato de seguro de
vida celebrado por su esposo, aduciendo que en los términos del
artículo 21, fracción III, de la Ley sobre el Contrato de Seguro, el
contrato de seguro se perfeccionó a partir “de la oferta”.

El juez de primera instancia consideró probada la acción


ejercitada, por lo que condenó a la aseguradora al pago de la
indemnización solicitada, así como, al pago de intereses moratorios, y
al pago de los productos generados por la reserva constituida.

12
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

La aseguradora apeló dicha resolución. La Sala


responsable revocó la sentencia impugnada, al
considerar que el contrato sólo se podía haber perfeccionado hasta el
momento en que el proponente conociera de la aceptación de la
oferta, cuestión que no sucedió, por lo que absolvió a la aseguradora
de las prestaciones reclamadas.

La parte actora promovió un juicio de amparo directo, del cual


conoció el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito, quien amparó a la actora, con base en las consideraciones
siguientes:

“IV.- Los conceptos de violación formulados por la


quejosa demuestran que la sentencia reclamada es
violatoria de garantías, lo que motiva la concesión del
amparo solicitado. Esta conclusión se funda en las
siguientes consideraciones:

Las constancias de autos, con pleno valor de convicción


en términos de lo dispuesto por el artículo 202 del Código
Federal de Procedimientos Civiles, demuestran que la
Sala responsable estimó que el juez de primer grado
actuó ilegalmente al declarar procedente la acción
intentada por la actora contra **********, toda vez que la
sentencia de primer grado se basó en una errónea
interpretación del artículo 21 de la Ley sobre el Contrato
de Seguro en cuanto previene, en su fracción I, que el
contrato de seguro se perfecciona desde el momento en
que el proponente tuviere conocimiento de la aceptación
de la oferta; y que en el caso específico se advertía que

13
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

el solicitante no pudo tener conocimiento de la aceptación


de la oferta porque falleció el cuatro de diciembre de mil
novecientos ochenta y ocho, es decir, antes de la
aceptación que data del veintisiete de diciembre de ese
año. Agregó la Sala de apelación que la fracción III del
artículo invocado se refiere a una hipótesis diferente que
no encuadra al caso que nos ocupa; por tal motivo
desestimó la nota asentada en la solicitud de incremento
del seguro, en la que se hace constar que el solicitante
ingresaba sin examen médico ante la inexistencia de
antecedentes médicos recientes.

La quejosa niega haber manifestado que el contrato de


seguro se perfecciona con la sola solicitud, y alega que la
Sala de apelación no tomó en cuenta la fracción III, del
artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro. Esta
norma previene que el contrato de seguro puede
celebrarse sujeto a plazo, a cuyo vencimiento se iniciará
su eficacia para las partes; pero tratándose de seguro de
vida, el plazo que se fije no podrá exceder de treinta días
a partir del examen médico, si éste fuere necesario, y si
no lo fuere, a partir de la oferta.

Los conceptos de violación aludidos son fundados.


Como alega la quejosa, la actora en el juicio natural no
manifestó que el contrato de seguro que dio origen a la
reclamación que formula, se hubiere perfeccionado con la
solicitud que el asegurado propuso. Antes bien, desde su
escrito inicial de demanda alegó que el señor **********
quedó legalmente asegurado desde el dieciséis de
noviembre de mil novecientos ochenta y ocho, fecha en

14
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

que se celebró la oferta por no haber sido


necesaria la práctica de examen médico;
tal afirmación se fundó en lo dispuesto por el artículo 21,
fracción III de la Ley de Contrato sobre Seguro.

Se advierte que al respecto la empresa demandada negó


la aplicación de ese numeral porque la solicitud de seguro
no se celebró sujeta a condición o plazo, y adujo que en
materia de seguros, para el perfeccionamiento del
contrato, la ley adoptó el sistema del ‘conocimiento’.

En la sentencia de primer grado el juez del conocimiento


sostuvo que el contrato se perfeccionó desde la oferta en
virtud de que al ingresar la solicitud sin examen médico
por existir antecedentes médicos recientes, el contrato no
estuvo sujeto a plazo, como reconoció la empresa
aseguradora en su escrito contestatorio.

La Sala responsable, por su parte, sin mayor motivación


consideró aplicable la fracción I del numeral mencionado
y estimó que la fracción III se refería a una hipótesis
distinta.

Tal consideración es ilegal e implica una violación


manifiesta en perjuicio de la quejosa que motiva se supla
la deficiencia de la queja en su beneficio con fundamento
en lo dispuesto por el artículo 76 bis, fracción VI de la Ley
de Amparo.

El artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro


establece efectivamente diversas hipótesis:

15
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

En su fracción I sienta la regla general de que el contrato


se perfecciona desde el momento en que el proponente
tuviere conocimiento de la aceptación de la oferta; es
decir, se adopta la teoría del conocimiento.

Esa regla, sin embargo, sufre diversas restricciones y


excepciones. De ese modo la fracción II previene que el
contrato no puede sujetarse a condición suspensiva
consistente en la entrega de la póliza o de cualquier otro
documento en que conste la aceptación; tampoco puede
sujetarse a la condición suspensiva del pago de la prima.
Conforme con la fracción III el contrato de seguro puede
celebrarse a plazo, en cuyo caso la eficacia del contrato
para las partes se iniciará al vencimiento del plazo
pactado. En este supuesto, desde luego, no se requiere
que el proponente tenga conocimiento de la aceptación
de la oferta.

Tratándose del seguro de vida la ley distingue entre el


caso que fuere necesario examen médico, y la hipótesis
contraria. En el primer supuesto si el contrato se celebra
a plazo, éste no puede exceder de treinta días contados a
partir del examen médico del asegurado, cuando dicho
examen fuese necesario. Si el examen médico no fuese
necesario, el contrato iniciará su eficacia a partir de la
oferta.

De las constancias de autos, con pleno valor de


convicción en términos de lo dispuesto por el artículo 202
del Código Federal de Procedimientos Civiles, se

16
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

desprende que las partes contrataron un


seguro de vida. En este supuesto, no es
aplicable la regla general prevista en la fracción I del
artículo 21 de la Ley de la Materia, sino la fracción III de
dicho dispositivo. Luego entonces, es inexacto que esta
última regla se refiera a una hipótesis distinta a la que nos
ocupa.

También es inexacto que tratándose de seguros de vida y


no sea necesario examen médico, la fracción III sólo sea
aplicable si el contrato se celebró a plazo. El contrato de
seguro sólo puede celebrarse a plazo cuando fuere
necesario el examen médico, ya que cuando no lo fuere
surte sus efectos desde la oferta. En este supuesto se
adopta la teoría de la emisión puesto que el legislador
pretende la protección inmediata del solicitante que se
encuentra en perfecto estado de salud”.

De la ejecutoria anterior derivó la siguiente Tesis Aislada que se


identifica con el número de registro 218676, Octava Época, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, Tomo X, Septiembre de 1992,
Materia(s): Civil, Página: 368, de rubro y texto siguiente:

“SEGURO DE VIDA, PERFECCIONAMIENTO DEL


CONTRATO DE. Tratándose del seguro de vida la ley
distingue entre el caso que fuere necesario examen
médico, y la hipótesis contraria. En el primer supuesto si
el contrato se celebra a plazo, éste no puede exceder de
treinta días contados a partir del examen médico del
asegurado, cuando dicho examen fuese necesario. Si el
examen médico no fuese necesario el contrato iniciará su

17
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

vigencia a partir de la oferta. Como se advierte, el


contrato de seguro sólo puede celebrarse a plazo cuando
fuere necesario el examen médico, ya que cuando no lo
fuere surte sus efectos desde la oferta, en este supuesto
se adopta la teoría de la emisión puesto que el legislador
pretende la protección inmediata del solicitante que se
encuentra en perfecto estado de salud. En consecuencia,
no es aplicable la regla general prevista en la fracción I,
del artículo 21 de la ley de la materia, sino la fracción III
de dicho dispositivo”.

CUARTO. Existencia de la contradicción de tesis. Sentada la


exposición de las ejecutorias materia de análisis, debe determinarse a
continuación si existe la contradicción de tesis denunciada.

Para determinar lo anterior, debe analizarse si los Tribunales


Colegiados contendientes, al resolver los asuntos que son materia de
la denuncia, sostuvieron tesis contradictorias, entendiéndose por tesis,
el criterio adoptado por el juzgador a través de argumentaciones lógico
jurídicas para justificar su decisión en una controversia, pues lo que
determina la existencia de una contradicción, es que dos o más
órganos jurisdiccionales terminales del mismo rango, adopten criterios
jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho, o sobre un
problema jurídico central, independientemente de que las cuestiones
fácticas que rodean los casos que generan esos criterios no sean
iguales, ya que las particularidades de cada caso no siempre resultan
relevantes, y pueden ser sólo adyacentes.

Así lo determinó el Pleno de este Alto Tribunal en la tesis


jurisprudencial 72/2010, de rubro: “CONTRADICCIÓN DE TESIS.
EXISTE CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE

18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS TRIBUNALES


COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN EN SUS
SENTENCIAS CRITERIOS JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN
MISMO PUNTO DE DERECHO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE
LAS CUESTIONES FÁCTICAS QUE LO RODEAN NO SEAN
EXACTAMENTE IGUALES”.1

Lo anterior con la finalidad de proporcionar certidumbre en las


decisiones judiciales y dar mayor eficacia a su función unificadora de
la interpretación del orden jurídico nacional.

Con base en lo anterior, esta Primera Sala estima que sí existe


la contradicción de tesis, debido a que ambos tribunales colegiados
se pronunciaron respecto del mismo punto de derecho.
1
Tesis: P./J. 72/2010, Jurisprudencia, Novena Época, Pleno, Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta XXXII, Agosto de 2010, Página: 7, Registro: 164,120, cuyo texto es del tenor siguiente: “De los
artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 197 y 197-A de
la Ley de Amparo, se advierte que la existencia de la contradicción de criterios está condicionada a que
las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito en las
sentencias que pronuncien sostengan ‘tesis contradictorias’, entendiéndose por ‘tesis’ el criterio adoptado
por el juzgador a través de argumentaciones lógico-jurídicas para justificar su decisión en una
controversia, lo que determina que la contradicción de tesis se actualiza cuando dos o más órganos
jurisdiccionales terminales adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho,
independientemente de que las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales, pues la
práctica judicial demuestra la dificultad de que existan dos o más asuntos idénticos, tanto en los
problemas de derecho como en los de hecho, de ahí que considerar que la contradicción se actualiza
únicamente cuando los asuntos son exactamente iguales constituye un criterio rigorista que impide
resolver la discrepancia de criterios jurídicos, lo que conlleva a que el esfuerzo judicial se centre en
detectar las diferencias entre los asuntos y no en solucionar la discrepancia. Además, las cuestiones
fácticas que en ocasiones rodean el problema jurídico respecto del cual se sostienen criterios opuestos y,
consecuentemente, se denuncian como contradictorios, generalmente son cuestiones secundarias o
accidentales y, por tanto, no inciden en la naturaleza de los problemas jurídicos resueltos. Es por ello que
este Alto Tribunal interrumpió la jurisprudencia P./J. 26/2001 de rubro: ‘CONTRADICCIÓN DE TESIS DE
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS PARA SU EXISTENCIA.’, al resolver la
contradicción de tesis 36/2007-PL, pues al establecer que la contradicción se actualiza siempre que ‘al
resolver los negocios jurídicos se examinen cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten
posiciones o criterios jurídicos discrepantes’ se impedía el estudio del tema jurídico materia de la
contradicción con base en ‘diferencias’ fácticas que desde el punto de vista estrictamente jurídico no
deberían obstaculizar el análisis de fondo de la contradicción planteada, lo que es contrario a la lógica del
sistema de jurisprudencia establecido en la Ley de Amparo, pues al sujetarse su existencia al
cumplimiento del indicado requisito disminuye el número de contradicciones que se resuelven en
detrimento de la seguridad jurídica que debe salvaguardarse ante criterios jurídicos claramente opuestos.
De lo anterior se sigue que la existencia de una contradicción de tesis deriva de la discrepancia de
criterios jurídicos, es decir, de la oposición en la solución de temas jurídicos que se extraen de asuntos
que pueden válidamente ser diferentes en sus cuestiones fácticas, lo cual es congruente con la finalidad
establecida tanto en la Constitución General de la República como en la Ley de Amparo para las
contradicciones de tesis, pues permite que cumplan el propósito para el que fueron creadas y que no se
desvirtúe buscando las diferencias de detalle que impiden su resolución”.

19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

En efecto, ambos tribunales conocieron de asuntos en los que


una persona realizó una oferta a una aseguradora para la contratación
de un seguro de vida, sin embargo, falleció antes de que la
aseguradora emitiera la póliza de seguro correspondiente, y de que
existiera alguna constancia de la aceptación de la aseguradora y del
conocimiento de dicha aceptación por parte del proponente; por lo
cual, ambos tribunales se vieron en la necesidad de interpretar el
artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro, llegando a
conclusiones discrepantes.

El Tercer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo


del Decimosexto Circuito consideró que la interpretación correcta del
artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro, es como sigue:

 Que la fracción I es aplicable a los contratos de seguro que


no se sujetan a un plazo, y la fracción III a los contratos
que se sujetan a plazo.
 Conforme a la fracción I, el acuerdo de voluntades se
perfecciona hasta el momento en que el proponente tiene
conocimiento de la oferta.
 Conforme a la fracción III, en los contratos de seguro
sujetos a plazo, la eficacia del contrato inicia al vencimiento
del plazo pactado, el cual no puede exceder de 30 días,
contados a partir del examen médico, si fue necesario, y en
caso de no serlo, contados a partir de la oferta.

Dicho tribunal añadió que el precepto en modo alguno indica que


los seguros de vida en los que no sea necesario realizar un examen
médico, tengan eficacia desde que el proponente realiza su oferta,
dado que, para que exista un contrato, se requiere del consentimiento
de ambas partes y admitir la postura contraria llevaría a conducir que

20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

por el simple hecho de llenar un formulario el acuerdo


de voluntades quedara automáticamente conformado,
cuando la aseguradora aún no ha aceptado la oferta; lo que, a guisa
de ejemplo, llevaría a una aseguradora a pagar la suma asegurada
que se proponía en una oferta, para el caso de que el proponente
falleciera a escasos minutos de haberla signado.

Por su parte, el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del


Primer Circuito consideró que la interpretación correcta del artículo
21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro es como sigue:

 Conforme a la fracción I del precepto citado, el contrato se


perfecciona en el momento en que el proponente tuviera
conocimiento de la aceptación de la oferta, sin embargo,
dicha regla sufre diversas restricciones y excepciones.
 Conforme a la fracción III, el contrato de seguro puede
celebrarse a plazo, en cuyo caso, la eficacia del contrato
inicia al vencimiento del plazo pactado.
 Tratándose del seguro de vida, si el contrato se celebra a
plazo y se requiere examen médico, el plazo no puede
exceder de 30 días contados a partir del examen médico
del asegurado. Sin embargo, cuando el examen médico no
sea necesario, el contrato inicia su eficacia a partir de la
oferta.
 Es inexacto que tratándose de un seguro de vida, la
fracción III sólo sea aplicable si el contrato se celebró a
plazo.
 El contrato de seguro sólo puede celebrarse a plazo
cuando fuere necesario examen médico, ya que cuando no
lo fuere surte efectos desde la oferta. Por lo tanto, dado
que el contrato no estuvo sujeto a plazo, no es aplicable la

21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

regla prevista en la fracción I, sino la prevista en la fracción


III, y surtió efectos desde la oferta.

La síntesis anterior permite advertir que los Tribunales


Colegiados coincidieron en que (a) la fracción I del artículo 21 de la
Ley sobre el Contrato de Seguro establece que el contrato de seguro
se perfecciona en el momento en que el proponente tiene
conocimiento de la aceptación de la oferta, (b) la fracción III del mismo
precepto regula la posibilidad de celebrar el contrato de seguro de vida
a plazo, en cuyo caso el contrato surte efectos a partir del vencimiento
del plazo pactado, y (c) en caso de que se requiera examen médico, el
plazo para que surta efectos el contrato de seguro de vida no podrá
exceder de treinta días a partir del examen médico.

Sin embargo, discreparon en las dos cuestiones siguientes:

1) Si el contrato de seguro de vida puede celebrarse a plazo


en aquellos casos en que no se requiera examen médico; y

2) El momento en que se perfecciona el contrato de seguro


de vida cuando no se requiere examen médico.

Lo anterior, en virtud de que mientras el Tercer Tribunal


Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Decimosexto Circuito
consideró que el contrato de seguro de vida sí puede celebrarse sujeto
a plazo cuando no se requiera examen médico, en cuyo caso, el plazo
fijado no podrá exceder de treinta días a partir de la oferta; el Tercer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito consideró
que el contrato de seguro de vida no puede celebrarse sujeto a plazo
cuando no se requiera examen médico, por lo cual, surte efectos en el
momento en que el proponente realiza la oferta.

22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

En consecuencia, corresponde a esta Primera


Sala determinar si el contrato de seguro de vida
puede celebrarse a plazo cuando no se requiere examen médico,
y de ser afirmativa la respuesta, dilucidar en qué momento se
perfecciona el contrato en ese supuesto.

No obsta a lo anterior, que el cuatro de abril del presente año


haya sido publicada en el Diario Oficial de la Federación una reforma a
la Ley sobre el Contrato de Seguro, la cual entró en vigor al día
siguiente, ni que en la misma fecha se haya publicado la Ley de
Instituciones de Seguros y de Fianzas, que abrogará a la Ley General
de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros y a la Ley
Federal de Instituciones de Fianzas, al entrar en vigor, esto es, dentro
de los setecientos treinta días naturales siguientes a su publicación;
puesto que dicha reforma no incide en la materia de la presente
contradicción de tesis.

QUINTO. Estudio de fondo. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación considera que debe prevalecer, con
carácter de jurisprudencia, el criterio sustentado en esta resolución, el
cual es similar al sostenido por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Decimosexto Circuito, con base en los
razonamientos que a continuación se exponen.

Esta Primera Sala observa que los dos Tribunales Colegiados


que emitieron los criterios contendientes partieron de una premisa
equivocada, pues consideraron que la fracción I del artículo 21 de la
Ley sobre el Contrato de Seguro no es aplicable a los contratos de
seguro que se sujetan a un plazo, lo que implica que, en cierta
medida, confundieron el perfeccionamiento de un contrato consensual
con su eficacia.

23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Por virtud de lo anterior, para poder responder a las


interrogantes de la presente contradicción de tesis, esta Primera Sala
empezará por explicar la naturaleza del contrato de seguro, y
posteriormente, determinar cuál es la interpretación correcta del
artículo 21 de la Ley sobre el Contrato de Seguro, atendiendo a lo que
establece la Teoría General de las Obligaciones en relación al
consentimiento, el perfeccionamiento de un contrato, y el efecto de
sujetarlo a un plazo.

A) Naturaleza del contrato de seguro

Por virtud del contrato de seguro, la empresa aseguradora se


obliga a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al verificarse
la eventualidad prevista en el contrato.2

Es un contrato bilateral,3 oneroso y aleatorio, en virtud de que


tanto la aseguradora, como el contratante o asegurado, asumen
derechos y obligaciones que son correlativos. El contratante se obliga
al pago de la prima estipulada durante toda la vigencia del contrato, y
la aseguradora, a su vez, se obliga al pago de la suma asegurada en
caso de actualizarse el siniestro amparado por el contrato. Si se
incumple el pago de la prima, salvo ciertas excepciones,4 la obligación
a cargo de la aseguradora cesa, según se explicará más adelante.

Es oneroso porque existen provechos y gravámenes recíprocos.5


Sin embargo, es aleatorio porque la prestación debida depende de un
2
ARTÍCULO 1 de la Ley sobre el Contrato de Seguro: “Por el contrato de seguro, la
empresa aseguradora se obliga, mediante una prima, a resarcir un daño o a pagar una
suma de dinero al verificarse la eventualidad prevista en el contrato”.
3
ARTÍCULO 1,836 del Código Civil Federal.- El contrato es bilateral cuando las partes se
obligan recíprocamente.
4
Por ejemplo, el seguro saldado o prorrogado.

24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

acontecimiento incierto que hace que no sea posible


evaluar la ganancia o pérdida respecto de cada
contrato de seguro en particular, hasta el momento en que el
acontecimiento se realice.6

De acuerdo a la doctrina,7 los elementos esenciales del contrato


de seguro son: (a) el riesgo, (b) la prima, (c) la prestación del
asegurador, que constituye la suma asegurada, y (d) la empresa
aseguradora.

El riesgo es una “eventualidad dañosa”, esto es, un suceso


dañoso, futuro e incierto, que es universal o general. En cambio, el
siniestro constituye la realización del daño temido, que es de carácter
particular. Esto es, al verificarse el riesgo previsto en el contrato se
produce lo que se conoce como siniestro.

En el caso de los seguros de vida, si bien es cierto que la muerte


es un hecho futuro, pero no incierto -pues se sabe que inevitablemente
acontecerá-, sí existe incertidumbre respecto de la fecha y forma en
que tendrá lugar, por lo cual, es posible considerarla técnicamente
como riesgo en materia de seguros.
De manera que, el contrato de seguro está necesariamente
ligado al elemento riesgo, que amenaza el patrimonio o la persona del
asegurado, ya que si el riesgo no existe, el contrato es nulo o se
5
ARTÍCULO 1,837 del Código Civil Federal.- Es contrato oneroso aquel en que se estipulan
provechos y gravámenes recíprocos; y gratuito aquel en que el provecho es solamente de una de
las partes.
6
ARTÍCULO 1,838 del Código Civil Federal.- El contrato oneroso es conmutativo cuando
las prestaciones que se deben las partes son ciertas desde que se celebra el contrato, de
tal suerte que ellas pueden apreciar inmediatamente el beneficio o la pérdida que les
cause éste. Es aleatorio, cuando la prestación debida depende de un acontecimiento
incierto que hace que no sea posible la evaluación de la ganancia o pérdida, sino hasta
que ese acontecimiento se realice.
7
Ruíz Rueda, Luis; El Contrato de seguro; México, Porrúa 1978. XIX 295 pág.

25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

resuelve de pleno derecho, según se desprende de los artículos 45 y


46 de la Ley sobre el Contrato de Seguro.8

Por otra parte, la prima es la contraprestación que se obliga a


pagar el contratante del seguro por la garantía que presta el
asegurador, cuyo monto no se fija arbitrariamente, sino que debe ser
calculada en función de la duración del seguro, de la gravedad del
riesgo, y de la suma asegurada contratada, con base en la
probabilidad estadística, y la ley de los grandes números.9
8
ARTÍCULO 45.- El contrato de seguro será nulo si en el momento de su celebración, el riesgo
hubiere desaparecido o el siniestro se hubiere ya realizado. Sin embargo, los efectos del contrato
podrán hacerse retroactivos por convenio expreso de las partes contratantes. En caso de
retroactividad, la empresa aseguradora que conozca la inexistencia del riesgo, no tendrá derecho a
las primas ni al reembolso de sus gastos; el contratante que conozca esa circunstancia perderá el
derecho a la restitución de las primas y estará obligado al pago de los gastos.

ARTÍCULO 46.- Si el riesgo deja de existir después de la celebración del contrato, éste se
resolverá de pleno derecho y la prima se deberá únicamente por el año en curso, a no ser que los
efectos del seguro deban comenzar en un momento posterior a la celebración del contrato y el
riesgo desapareciere en el intervalo, en cuyo caso la empresa sólo podrá exigir el reembolso de los
gastos.
9
ARTÍCULO 43.- Si la prima se ha fijado en consideración a determinados hechos que agraven el
riesgo y estos hechos desaparecen o pierden su importancia en el curso del seguro, el asegurado
tendrá derecho a exigir que en los períodos ulteriores se reduzca la prima, conforme a la tarifa
respectiva y si así se convino en la póliza, la devolución de la parte correspondiente por el período
en curso.

ARTÍCULO 61.- Cuando se aseguren varios riesgos, el contrato quedará en vigor respecto a los
que no se afecten por la omisión o inexacta declaración o por la agravación siempre que se
demuestre que la empresa aseguradora habría asegurado separadamente aquellos riesgos en
condiciones idénticas a las convenidas.

ARTÍCULO 62.- En el caso del artículo anterior, el contrato subsistirá también si el asegurado
paga a la empresa aseguradora las primas mayores que eventualmente le deba conforme a la
tarifa respectiva.

Asimismo, en las páginas 7 y siguientes de su libro, Ruiz Rueda relata que “ha sido la
observación de los hechos de la misma especie, pero sujetos al azar y el registro de los
resultados de tales observaciones efectuadas de una manera constante y sistemática, lo
que ha permitido el cálculo de las probabilidades y la determinación con una aproximación
extraordinaria, de las pérdidas totales en esos grupos homogéneos de casos expuestos a
un mismo riesgo, durante un lapso determinado… La constancia con que estas
observaciones se repitieron permitió anunciarlas como la expresión de una regla general
de producción de un fenómeno, regla a la cual se dio el nombre de ley de los grandes
números…La ley de los grandes números, regla desprendida de la estadística o sea de la
experiencia registrada según una técnica propia tiene su explicación en que la mayoría de
los fenómenos que para nosotros están sujetos al azar, en realidad se realizan debido a la
acción de causas regulares y constantes, cuyas leyes naturales desconocemos y de ahí
que sólo apreciemos esos fenómenos como efectos aislados. Si la observación de esos
fenómenos se registra en grupos de casos posibles muy reducidos, puede ocurrir que no

26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

La falta de pago de la prima ocasiona que cese


la vigencia del seguro, es decir, ante la falta de pago
de la prima la empresa aseguradora dejará de estar obligada a cubrir
el siniestro amparado por la póliza, pues los pagos de prima son
necesarios para que la empresa aseguradora cuente con los montos
suficientes para pagar las sumas aseguradas de los siniestros que se
realicen, de acuerdo con los cálculos matemáticos y estadísticos de
los que forma parte el seguro contratado.10

sólo operen sus causas regulares y constantes, sino que también puede intervenir la
acción de causas accidentales e irregulares no regidas por leyes naturales. Los resultados
obtenidos en la observación de estos grupos reducidos, pueden variar entre sí
grandemente, por la razón apuntada. En cambio, mientras mayor sea el número de casos
posibles de realización del efecto, que se observen, menor será el de la intervención de
las causas accidentales e irregulares en la producción del efecto observado y mayor será
el de la intervención de las causas regulares y constantes… La regla de estadística
denominada ley de los grandes números, no es sino la generalización del fenómeno
observado en el pasado, hecha al inferir de su constante repetición, que también se
producirá en el futuro… Así se ha llegado a medir la probabilidad estadística, aplicando
los mismos procedimientos usados para la probabilidad matemática…porque se tiene
siempre un número determinado de casos posibles, que es aquél que ha servido para las
pruebas cuyos resultados se registran y además se tiene el número de casos en que el
suceso se ha realizado, es decir, hay numerador y denominador para expresar los
resultados de cada prueba. Además, como la repetición de éstas, con grandes volúmenes
de casos observados, hace que el número de los realizados no varíe sensiblemente,
puede establecerse una frecuencia media de realización en el pasado, lo que permite
inferir que lo mismo ocurrirá en lo futuro...[Por ello] …la prima que en conjunto deba
pagar el mutualizado para cubrir la totalidad del monto posible de la pérdida tiene que
estar en relación con la suma asegurada total…En consecuencia, la prima o cuota se
calcula también en función de la unidad de tiempo que corresponde para cada
mutualidad. En suma, la cuota o prima se calcula en función del riesgo, de la duración y
de la suma asegurada y gracias a ese cálculo puede hacerse previamente y no hasta que
transcurre ese plazo convenido”.
10
(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 4 DE ABRIL DE 2013)
ARTÍCULO 40.- Si no hubiese sido pagada la prima o la fracción correspondiente, en los casos de
pago en parcialidades, dentro del término convenido, los efectos del contrato cesarán
automáticamente a las doce horas del último día de ese plazo. En caso de que no se haya
convenido el término, se aplicará un plazo de treinta días naturales siguientes a la fecha de su
vencimiento.

(REFORMADO, D.O.F. 2 DE ENERO DE 2002)


Salvo pacto en contrario, el término previsto en el párrafo anterior no será aplicable a los seguros
obligatorios a que hace referencia el artículo 150 Bis de esta Ley.

(REFORMADO, D.O.F. 5 DE ENERO DE 1966)


ARTÍCULO 41.- Será nulo cualquier convenio que pretenda privar de sus efectos a las
disposiciones del artículo anterior.

27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Por otra parte, la prestación del asegurador o “garantía” es la


obligación que asume la empresa aseguradora de cubrir el riesgo
amparado por la póliza durante toda la vigencia del contrato de
seguro, la cual incluye la obligación del pago de la suma asegurada en
caso de realizarse el siniestro durante la vigencia del contrato.

Finalmente, el elemento “empresa”, que se desprende de los


artículos 1 y 2 de la Ley sobre el Contrato de Seguro, 11 precisa que no
puede existir un seguro aislado u ocasional, sino que un contrato de
seguro necesariamente presupone la reunión de un gran número de
riesgos de la misma especie, lo que requiere de una organización
económica rigurosamente técnica, indispensable para lograr la
compensación de los riesgos, según las leyes de la estadística.12

Se trata de un tercero no mutualizado que toma a su cargo esa


organización económica, planea y organiza económicamente la
distribución de los riesgos, o sea la distribución de las pérdidas antes
de que éstas se produzcan, puesto que los riesgos no son sino
pérdidas probables cuyo monto puede calcularse previamente,
mediante la regla denominada ley de los grandes números, que de la
frecuencia de realización observada, permite inferir la probable pérdida
en el futuro.

B) Interpretación del artículo 21 de la Ley sobre el


Contrato de Seguro

11
ARTÍCULO 1°.- Por el contrato de seguro, la empresa aseguradora se obliga, mediante una
prima, a resarcir un daño o a pagar una suma de dinero al verificarse la eventualidad prevista en el
contrato.

ARTÍCULO 2°.- Las empresas de seguros sólo podrán organizarse y funcionar de


conformidad con la Ley General de Instituciones de Seguros.
12
Cfr. Ruíz Torres, Luis, op cit. p. 63-64.

28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Una vez explicada la naturaleza del contrato de


seguro, corresponde a esta Primera Sala determinar
cuál es la interpretación correcta del artículo 21 de la Ley sobre el
Contrato de Seguro, para así poder dilucidar en qué momento se
perfecciona el contrato de seguro, en qué supuestos se puede
celebrar a plazo, y en qué momento surte efectos cuando se celebra a
plazo.

Para dichos efectos, conviene transcribir los artículos de la Ley


sobre el Contrato de Seguro que son relevantes para determinar lo
anterior:

“(F. DE E., D.O.F. 13 DE SEPTIEMBRE DE 1935)


ARTÍCULO 5°.- Las ofertas de celebración, prórroga,
modificación o restablecimiento de un contrato
suspendido, obligarán al proponente durante el término
de quince días, o el de treinta cuando fuere necesario
practicar examen médico, si no se fija un plazo menor
para la aceptación.

(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, D.O.F. 9 DE ABRIL


DE 2012)
ARTÍCULO 6°.- Se considerarán aceptadas las ofertas de
prórroga, modificación o restablecimiento de un contrato
suspendido, hechas en carta certificada con acuse de
recibo, si la empresa aseguradora no contesta dentro del
plazo de quince días, contados desde el siguiente al de la
recepción de la oferta, pero sujetas a la condición
suspensiva de la aprobación de la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público.

29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

(REFORMADO, D.O.F. 15 DE ABRIL DE 1946)


La disposición contenida en este artículo no es aplicable
a las ofertas de aumentar la suma asegurada y en ningún
caso al seguro de personas.

(REFORMADO, D.O.F. 15 DE ABRIL DE 1946)


ARTÍCULO 19.- Para fines de prueba, el contrato de
seguro, así como sus adiciones y reformas, se harán
constar por escrito. Ninguna otra prueba, salvo la
confesional, será admisible para probar su existencia, así
como la del hecho del conocimiento de la aceptación, a
que se refiere la primera parte de la fracción I del artículo
21.

ARTÍCULO 20.- La empresa aseguradora estará obligada


a entregar al contratante del seguro, una póliza en la que
consten los derechos y obligaciones de las partes. La
póliza deberá contener:

I.- Los nombres, domicilios de los contratantes y firma de


la empresa aseguradora;

II.- La designación de la cosa o de la persona asegurada;

III.- La naturaleza de los riesgos garantizados;

IV.- El momento a partir del cual se garantiza el riesgo y


la duración de esta garantía;

V.- El monto de la garantía;

30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

VI.- La cuota o prima del seguro;

(ADICIONADA, D.O.F. 4 DE ABRIL DE 2013)


VII.- En su caso, la mención específica de que se trata de
un seguro obligatorio a los que hace referencia el artículo
150 Bis de esta Ley, y

(REFORMADA, D.O.F. 4 DE ABRIL DE 2013)


VIII.- Las demás cláusulas que deban figurar en la póliza,
de acuerdo con las disposiciones legales, así como las
convenidas lícitamente por los contratantes.

(REFORMADO, D.O.F. 15 DE ABRIL DE 1946)


ARTÍCULO 21.- El contrato de seguro:

I.- Se perfecciona desde el momento en que el


proponente tuviere conocimiento de la aceptación de
la oferta. En los seguros mutuos será necesario,
además, cumplir con los requisitos que la ley o los
estatutos de la empresa establezcan para la admisión
de nuevos socios;

II.- No puede sujetarse a la condición suspensiva de


la entrega de la póliza o de cualquier otro documento
en que conste la aceptación, ni tampoco a la
condición del pago de la prima;

III.- Puede celebrarse sujeto a plazo, a cuyo


vencimiento se iniciará su eficacia para las partes,
pero tratándose de seguro de vida, el plazo que se fije
no podrá exceder de treinta días a partir del examen

31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

médico, si éste fuere necesario, y si no lo fuere, a


partir de la oferta.

ARTÍCULO 204.- Todas las disposiciones de la presente


ley tendrán el carácter de imperativas, a no ser que
admitan expresamente el pacto en contrario”.

En lo que interesa, de dichos artículos se desprende que el


proponente del seguro, esto es, quien hace la oferta, queda vinculado
por la misma por un término de quince días, salvo cuando tenga que
practicarse examen médico, en cuyo caso, quedará vinculado por un
lapso de treinta días.

Asimismo, se señala que las ofertas relativas al seguro de


personas y para el incremento de la suma asegurada, no se
consideran aceptadas si la aseguradora no comunica su aceptación
dentro del plazo señalado en el párrafo anterior. A diferencia de las
ofertas de prórroga, modificación o restablecimiento de un contrato
suspendido, en cuyo caso, sí procede la afirmativa ficta.

Se enumeran los requisitos que debe contener la póliza que


emita la empresa aseguradora, entre los cuales, está el momento a
partir del cual se garantiza el riesgo y la duración del contrato de
seguro.

Asimismo, de dichos artículos se desprende que el contrato de


seguro es consensual, pues basta el acuerdo de voluntades de las
partes para que surta efectos. La ley es clara en cuanto a que la
póliza constituye sólo un medio de prueba de la existencia del contrato
de seguro, sin embargo, su perfeccionamiento no puede
condicionarse a la emisión de la misma.

32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Ahora bien, el artículo 21, establece en su


fracción I, el momento en que se perfecciona el contrato de seguro, al
señalar que “se perfecciona desde el momento en que el proponente
tuviere conocimiento de la aceptación de la oferta”.

La doctrina coincide en sostener que para efectos del contrato


de seguro, el proponente es quien realiza la oferta del contrato, esto
es, quien desea contratar la protección del seguro con la empresa
aseguradora, y por lo tanto, llena y firma el formulario que se le
entrega.

Lo anterior, debido a que, conforme a la Teoría General de las


Obligaciones, para que exista una oferta de contrato, se requiere
que se realice una declaración de voluntad de contratar con una
persona determinada, y que esa declaración de voluntad contenga los
elementos esenciales del contrato que se desea celebrar, o al menos
datos suficientes para determinarlos, como lo son en el caso del
contrato de seguro, el riesgo que se desea asegurar y elementos para
determinar su intensidad, el monto de la suma asegurada que se
desea contratar y el rango de la prima que se puede pagar, lo cual
sólo se obtiene cuando el interesado llena el formulario y lo presenta a
la aseguradora.13
De manera que, las condiciones generales que emiten las
aseguradoras para cada tipo de contrato de seguro, no pueden
considerarse como una oferta de contrato, porque como su nombre lo
dice, contienen “condiciones generales” para el público en general,
que carecen de las circunstancias o condiciones especiales que se
requieren para poder determinar los elementos específicos de cada

13
Op. cit, p. 84.

33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

contrato, de manera que se traducen sólo en invitaciones al público en


general para hacer alguna oferta a la aseguradora.

Ahora bien, el plazo que establece la ley para que el proponente


quede vinculado con su oferta -quince días por regla general, que
pueden extenderse a treinta cuando se requiere examen médico-, es
necesario para que la aseguradora evalúe los elementos de la oferta
que le fue realizada, recabe información para la apreciación del
riesgo, y decida si la acepta.

La aseguradora debe analizar la relación entre la gravedad del


riesgo que se pretende asegurar, el monto de la suma asegurada y la
capacidad económica del proponente, para evitar que la suma
asegurada pueda ser excesiva o el monto de la prima inadecuado, así
como, para fijar las condiciones en que la aseguradora pueda aceptar
el seguro propuesto, como la extensión de la cobertura, limitaciones
del riesgo, exclusiones, determinación de deducibles, etcétera.

Transcurrido el plazo señalado en el artículo 5 de la Ley sobre el


Contrato de Seguro, sin que la aseguradora dé una respuesta, el
proponente queda desligado de su oferta, y por lo tanto, puede
rechazar cualquier aceptación extemporánea de la aseguradora, la
cual tendrá, en su caso, el carácter de una contrapropuesta.

Sin embargo, es necesario que la aseguradora manifieste su


voluntad de aceptar la oferta dentro del plazo durante el cual el
proponente está vinculado a su oferta, para que el contrato de seguro
se perfeccione.

Debe tenerse presente que, conforme a la Teoría General de las


Obligaciones, el “consentimiento” es el acuerdo de voluntades

34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

tendiente a producir efectos de derecho.14 El


consentimiento está integrado por dos voluntades que
se conciertan y que constituyen una voluntad común.15

En este punto, cabe abrir un paréntesis para atender -en lo que


interesa- a lo que dispone el Código Civil Federal, supletorio del
Código de Comercio, y éste a su vez de la Ley sobre el Contrato de
Seguro,16 en relación al consentimiento.

“ARTÍCULO 1,794.- Para la existencia del contrato se


requiere:

I.- Consentimiento;

II.- Objeto que pueda ser materia del contrato.

ARTÍCULO 1,796.- Los contratos se perfeccionan por el


mero consentimiento; excepto aquellos que deben
revestir una forma establecida por la ley. Desde que se
perfeccionan obligan a los contratantes no sólo al
cumplimiento de lo expresamente pactado, sino también

14
Bejarano Sánchez, Manuel; Obligaciones Civiles, Editorial Harla, Tercera Edición,
México, 1992, pág. 49.
15
Op. cit. p. 55.
16
Al respecto es aplicable la tesis de rubro y texto siguientes: SEGURO, CÓDIGOS
SUPLETORIOS DE LA LEY DEL CONTRATO DE. Los contratos de seguros de vida se
rigen por las disposiciones de la Ley sobre el Contrato de Seguro, y como se reputan
actos de comercio los contratos de seguro de esta especie, siempre que sean hechos por
empresas, supletoriamente a la ley citada, tiene aplicación el Código de Comercio y sólo a
falta de disposiciones de este código, serán aplicables las del derecho común, o sean las
del Código Civil para el Distrito y Territorios Federales, vigente en toda la República para
asuntos de orden federal, como son los mercantiles. Tercera Sala, Sexta Época, Registro:
271756, visible en el Semanario Judicial de la Federación Volumen XXVIII, Cuarta Parte,
Página: 276.

35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

a las consecuencias que, según su naturaleza, son


conforme a la buena fe, al uso o a la ley.

ARTÍCULO 1,803.- El consentimiento puede ser expreso


o tácito, para ello se estará a lo siguiente:

I.- Será expreso cuando la voluntad se manifiesta


verbalmente, por escrito, por medios electrónicos, ópticos
o por cualquier otra tecnología, o por signos inequívocos,
y

II.- El tácito resultará de hechos o de actos que lo


presupongan o que autoricen a presumirlo, excepto en los
casos en que por ley o por convenio la voluntad deba
manifestarse expresamente.

ARTÍCULO 1,804.- Toda persona que propone a otra la


celebración de un contrato fijándole un plazo para
aceptar, queda ligada por su oferta hasta la expiración del
plazo.

ARTÍCULO 1,807.- El contrato se forma en el momento


en que el proponente reciba la aceptación, estando
ligado por su oferta según los artículos precedentes.
ARTÍCULO 1,810.- El proponente quedará libre de su
oferta cuando la respuesta que reciba no sea una
aceptación lisa y llana, sino que importe modificación de
la primera. En este caso la respuesta se considera como
nueva proposición que se regirá por lo dispuesto en los
artículos anteriores”.

36
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

De conformidad con dichos preceptos, el


consentimiento es un elemento de existencia de los
contratos, que requiere de dos emisiones de voluntad sucesivas para
perfeccionarse: una oferta dirigida a una persona determinada, con
los elementos esenciales del contrato que se propone celebrar, y una
aceptación lisa y llana, ya que en caso contrario, la aceptación hace
las veces de una contraoferta.

Asimismo, la aceptación por parte de la aseguradora puede ser


expresa o tácita.17

Por regla general, la aceptación es expresa y se da a conocer


mediante la emisión de la póliza. Asimismo, puede manifestarse
mediante comunicación verbal, ya sea directamente o a través de un
intermediario -generalmente el agente de seguros-, o por la emisión de
alguna carta de aceptación. Sin embargo, también puede ser tácita,
como sería el caso de aceptar el pago de la prima, sin establecer
alguna salvedad al efecto.18

Sin embargo, en todo caso debe haber una aceptación. El


silencio u omisión de dar una respuesta no puede considerarse como
una aceptación de la oferta. El artículo 6 de la Ley sobre el Contrato

17
ARTÍCULO 1,803.- El consentimiento puede ser expreso o tácito, para ello se estará a lo
siguiente:

I.- Será expreso cuando la voluntad se manifiesta verbalmente, por escrito, por medios
electrónicos, ópticos o por cualquier otra tecnología, o por signos inequívocos, y

II.- El tácito resultará de hechos o de actos que lo presupongan o que autoricen a


presumirlo, excepto en los casos en que por ley o por convenio la voluntad deba
manifestarse expresamente.
18
Para evitar que se configure una aceptación tácita, si se les extiende el pago de una
prima antes de que decidan si aceptarán la oferta, las aseguradoras por regla general, no
lo reciben, o lo reciben en calidad de depósito, para aplicarlo al pago el prima en caso de
que el contrato se perfeccione.

37
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

de Seguro lo dispone expresamente cuando se trata de la celebración


del seguro de personas o del incremento de la suma asegurada.

Ahora bien, si como señala el artículo 1,796 del Código Civil


Federal, los contratos consensuales se perfeccionan por el mero
consentimiento, y en el caso que nos ocupa, ya quedó establecido
que el contrato de seguro es consensual, puesto que la ley no exige
formalidad alguna para su perfeccionamiento, en tanto establece que
la póliza de seguro constituye sólo un medio de prueba de su
celebración, y su vigencia no puede condicionarse a su entrega;
entonces, resulta de suma importancia determinar en qué momento se
integra el consentimiento.

Esto es, ¿es suficiente que el destinatario de la oferta acepte, o


se requiere además que el proponente reciba la aceptación, o incluso
sea informado de la misma?

Lo anterior ha dado lugar a diversas teorías para la formación del


consentimiento entre no presentes, como sigue:19

 Conforme a la teoría de la declaración, el consentimiento


se integra en el momento en que el destinatario de la oferta
declara aceptarla.
 Conforme a la teoría de la expedición, el consentimiento
se integra en el momento en que el destinatario de la oferta
envía al proponente su aceptación.
 Conforme a la teoría de la recepción, el consentimiento
se integra en el momento en que el destinatario de la oferta
recibe la aceptación.

19
Bejarano Sánchez, Op. cit. p. 62.

38
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

 Conforme a la teoría de la información, el


consentimiento se integra en el momento
en que el destinatario de la oferta se informa de la
aceptación emitida por su contraparte.

Ahora bien, nuestro ordenamiento jurídico establece


expresamente a cuál de dichas teorías se acoge.

En efecto, de los preceptos transcritos se advierte que el Código


Civil Federal acoge la teoría de la recepción para el perfeccionamiento
de los contratos celebrados conforme a dicho código. Sin embargo, la
Ley sobre el Contrato de Seguro acoge la teoría de la información.

Lo anterior se desprende justamente del artículo 21, que señala:


“El contrato de seguro se perfecciona desde el momento en que el
proponente tuviere conocimiento de la aceptación de la oferta”.

Esto es, no basta que se emita y se envíe el documento que


contiene la aceptación, sino que es necesario además, que el
proponente lo reciba y conozca que su contraparte ha aceptado su
propuesta.

Naturalmente, al establecer la Ley sobre el Contrato de Seguro


una regla especial para el perfeccionamiento de los contratos de
seguro, no les es aplicable supletoriamente la regla general que
establece el Código Civil Federal.

De manera que, como primera conclusión, se puede establecer


que la Ley sobre el Contrato de Seguro acoge la teoría de la
información en la fracción I de su artículo 21, y por lo tanto, dispone
que el contrato de seguro se perfecciona en el momento en que el

39
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

proponente tiene conocimiento de la aceptación de la oferta por


parte de la aseguradora.

Lo cual implica que la aseguradora tiene que haber aceptado y


hecho saber al proponente su aceptación dentro de un período de
quince días, que se puede extender a treinta cuando se requiere
examen médico, ya que fuera de esos casos, la comunicación de la
aseguradora se traduciría en una contrapropuesta.

Ahora bien, la regla general es, que cuando el contrato se


perfecciona surte efectos entre las partes. Esto es, a partir de su
perfeccionamiento son exigibles los derechos y obligaciones
estipulados para ambas partes.

Sin embargo, conforme al Título Segundo (Modalidades de las


Obligaciones) del Libro Cuarto (De las Obligaciones) del Código Civil
Federal, las obligaciones pueden sujetarse a modalidades, como lo
son, una condición o un plazo. Cuestión que la Ley sobre el Contrato
de Seguro considera aplicable al contrato de seguro.

En efecto, en la fracción III del precepto en análisis se permite


que las partes difieran la exigibilidad de los derechos y obligaciones
derivados del contrato de seguro, sujetando los efectos del contrato a
un plazo.

Ahora bien, lo anterior no quiere decir, que cuando el contrato se


celebra a plazo no se perfecciona con el mero consentimiento.

Según se anticipó, el contrato de seguro, al ser consensual,


se perfecciona con el mero consentimiento, dado que la ley no
exige formalidad alguna para su perfeccionamiento. Por lo tanto, el

40
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

hecho de que las partes acuerden pactar un plazo


para que surta efectos, no quiere decir que el contrato
no se haya perfeccionado. Una vez que el proponente tiene
conocimiento de la aceptación de su oferta, el contrato es válido,
partiendo de que cumple con todos sus elementos de existencia y de
validez.

El plazo sólo constituye una “modalidad de las obligaciones”, que


tiene el efecto de diferir la exigibilidad de los derechos y obligaciones
derivados del contrato,20 hasta la fecha en que las partes hayan
convenido.

De manera que, el contrato de seguro que se celebra a plazo


también se perfecciona en el momento en que el proponente tiene
conocimiento de la aceptación de su oferta.

En consecuencia, la diferencia entre el contrato que se celebra a


plazo y el que no se celebra a plazo, es que en éste los derechos y
obligaciones derivados del contrato surten efectos de inmediato, en el
momento en que el contrato se perfecciona. Por el contrario, en los
contratos celebrados a plazo, los derechos y obligaciones pactados
surten efectos, y por lo tanto, son exigibles hasta el vencimiento del
plazo pactado. Sin embargo, se insiste, ambos quedaron
perfeccionados desde que el proponente se informó de la aceptación
de su oferta.

Ahora bien, la fracción III señala: “Puede celebrarse sujeto a


plazo, a cuyo vencimiento se iniciará su eficacia para las partes,
pero tratándose de seguro de vida, el plazo que se fije no podrá
20
ARTÍCULO 1,953 del Código Civil Federal.- Es obligación a plazo aquélla para cuyo
cumplimiento se ha señalado un día cierto.

ARTÍCULO 1,954.- Entiéndase por día cierto aquél que necesariamente ha de llegar.

41
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

exceder de treinta días a partir del examen médico, si éste fuere


necesario, y si no lo fuere, a partir de la oferta”.

De dicha fracción se desprenden dos cuestiones: por un lado,


una regla general, conforme a la cual, los contratos de seguro pueden
celebrarse a plazo, y por otro lado, una regla especial, que acota el
plazo que puede pactarse para los contratos de seguro de vida.

En lo que se refiere a la posibilidad de celebrar los contratos de


seguro a plazo, de la fracción transcrita no se desprende que se
limiten los casos en que el contrato de seguro puede celebrarse a
plazo.

En efecto, la fracción III del artículo 21 de la Ley sobre el


Contrato de Seguro, prevé lisa y llanamente la posibilidad de que las
partes pacten que los derechos y obligaciones derivados del contrato
no inicien en la fecha en la que el contrato se perfeccionó, sino que
difieran su exigibilidad a otra fecha.

Dicha estipulación puede ser de la conveniencia de ambas


partes, por ejemplo, si el asegurado tiene un contrato de seguro
vigente sobre el mismo riesgo y quiere esperar a que dicho contrato
termine su vigencia para iniciar con el contrato nuevo, de esa manera
puede evitarse la duplicación en el pago de primas.

De manera que la fracción III en estudio no limita los casos o


tipos de seguros que pueden celebrarse a plazo, sino que establece
en forma genérica esa posibilidad, en cuyo caso, aclara, el contrato
surtirá efectos al vencimiento del plazo pactado.

42
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Por lo tanto, no le asiste la razón al Tercer


Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito,
en cuanto señala que dicha fracción debe interpretarse en el sentido
de que el contrato de seguro de vida sólo puede celebrarse a plazo
cuando fuere necesario examen médico.

Lo que permite llegar a una segunda conclusión, en el sentido


de que el contrato de seguro de vida se puede celebrar a plazo,
independientemente de si se requiere examen médico o no.

Según se anticipó, lo que la fracción III del artículo 21 de la Ley


sobre el Contrato de Seguro hace, es acotar el plazo que puede
pactarse para los contratos de seguro de vida.

En efecto, la fracción en cita permite que todo tipo de


contrato de seguro se celebre a plazo, sin establecer en forma
general alguna restricción al respecto, salvo en lo que se refiere a los
seguros de vida.

En relación a los contratos de seguro de vida, la fracción III


limita el plazo que las partes pueden pactar para que el contrato
surta efectos, de manera que el plazo que se estipule no pueda ser
mayor a treinta días, contados a partir de dos supuestos diversos:

(1) cuando es necesario que el asegurado se realice un


examen médico, el plazo para que los derechos y
obligaciones derivados del contrato surtan efectos, no
excederá de treinta días contados a partir del examen médico;
o

43
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

(2) cuando no es necesario que el asegurado se realice un


examen médico, el plazo para que los derechos y
obligaciones derivados del contrato surtan efectos, tampoco
excederá de treinta días, pero contados a partir de la fecha en
que se realizó la oferta para contratar a la aseguradora.

La exigencia de que el contrato de seguro de vida no se extienda


más allá de treinta días, se justifica por razones técnicas, ya que en
plazos superiores podrían presentarse variaciones considerables en el
riesgo, lo que podría generar un desajuste en los elementos del
contrato de seguro que sirvieron de base para el acuerdo de
voluntades.21

En consecuencia, la tercera conclusión a la que se llega, es


que el contrato de seguro de vida que se celebra a plazo, si bien se
perfecciona desde que el proponente tiene conocimiento de la
aceptación de su oferta, los derechos y obligaciones que de él se
derivan surten efectos al vencimiento del plazo pactado, el cual no
puede ser mayor a treinta días, contados a partir del examen médico
que se realice el asegurado cuando éste se requiera, o en su defecto,
contados a partir de la fecha en que el proponente realizó la oferta.

Por lo tanto, tampoco es correcto que cuando no se requiera que


el asegurado se realice examen médico, el contrato de seguro de vida
se perfeccione y surta efectos en la fecha en la que el proponente
realiza la oferta a la aseguradora, aun cuando no se conozca si la
aseguradora aceptará la oferta o no, o si realizará modificaciones a la
misma.

21
Cfr. Ruíz Torres, Luis, op. cit. p. 100.

44
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Lo anterior, puesto que según se ha explicado a


lo largo de esta ejecutoria, para que el contrato se
perfeccione se requiere del consentimiento, el cual se integra hasta el
momento en que el proponente se entera de la aceptación de la
aseguradora, y no antes; puesto que la ley no le atribuye efectos
retroactivos al consentimiento, salvo en caso de que las partes lo
hayan pactado expresamente.

De ahí que, si el proponente fallece antes de conocer que la


aseguradora aceptó su oferta, el contrato no se perfecciona.

No es óbice a lo anterior, que el artículo 1,809 del Código Civil


Federal, supletorio del Código de Comercio y de la Ley sobre el
Contrato de Seguro, establezca lo siguiente:

“ARTÍCULO 1,809.- Si al tiempo de la aceptación hubiere


fallecido el proponente, sin que el aceptante fuere sabedor
de su muerte, quedarán los herederos de aquél obligados
a sostener el contrato”.

Puesto que lo que dicha disposición pretende, es que los


herederos queden obligados hacia el destinatario de la oferta. De
manera que, si éste la acepta dentro del plazo en el que el proponente
debió seguir vinculado a la misma, no se vea frustrado el acto jurídico,
y pueda llevarse a cabo.

Sin embargo, esa disposición no puede ser aplicable a un


contrato de seguro de vida, en el que el proponente que fallece
pretendía ser el sujeto asegurado, porque resulta contrario a la
naturaleza del contrato de seguro, ya que según se explicó al inicio de
este considerando, el riesgo es un elemento esencial del contrato de

45
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

seguro, de manera que el contrato es nulo si al momento de su


celebración -perfeccionamiento del contrato- el riesgo ha desaparecido
o ya se realizó.

En efecto, el artículo 45 de la Ley sobre el Contrato de Seguro


dispone expresamente:

“ARTÍCULO 45.- El contrato de seguro será nulo si en el


momento de su celebración, el riesgo hubiere
desaparecido o el siniestro se hubiere ya realizado. Sin
embargo, los efectos del contrato podrán hacerse
retroactivos por convenio expreso de las partes
contratantes. En caso de retroactividad, la empresa
aseguradora que conozca la inexistencia del riesgo, no
tendrá derecho a las primas ni al reembolso de sus gastos;
el contratante que conozca esa circunstancia perderá el
derecho a la restitución de las primas y estará obligado al
pago de los gastos”.

El artículo 1,809 arriba transcrito, persigue que los herederos


permanezcan obligados al cumplimiento de las obligaciones derivadas
del contrato, durante la vigencia del mismo, cuestión que no sería
posible en el caso de un contrato de seguro de vida cuando el
proponente que falleció pretendía ser el asegurado, porque al haber
acontecido el siniestro que se pretendía asegurar antes de que el
contrato se perfeccionara, ya no hay prima que pagar, y por lo tanto,
no existe una obligación a cargo del proponente ni de sus herederos.

En consecuencia, las respuestas a las interrogantes formuladas


en la presente contradicción de tesis son las siguientes:

46
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

1) El contrato de seguro es consensual, y


por lo tanto, se perfecciona con el mero
consentimiento, el cual se integra en el momento en que el proponente
tiene conocimiento de la aceptación de su oferta por parte de la
aseguradora.

2) Los derechos y obligaciones derivados del contrato de


seguro surten efectos en el momento en que el mismo se perfecciona,
salvo si se celebra a plazo, en cuyo caso, los derechos y obligaciones
surtirán efectos al vencimiento del plazo pactado.

3) La Ley sobre el Contrato de Seguro no limita la posibilidad


de celebrar cualquier tipo de contrato de seguro a plazo, sin embargo,
acota el plazo al que pueden sujetarse los contratos de seguro de
vida, el cual no podrá exceder de treinta días contados a partir del
examen médico cuando se le requiera al asegurado, y si no se
requiere examen médico, el plazo no podrá exceder de treinta días
contados a partir de la fecha en que el proponente realizó la oferta.

SEXTO. Por lo expuesto en los considerandos anteriores, debe


prevalecer con el carácter de jurisprudencia obligatoria el criterio
siguiente:

CONTRATO DE SEGURO DE VIDA. SU PERFECCIONAMIENTO


(INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 21 DE LA LEY SOBRE EL
CONTRATO DE SEGURO). El contrato de seguro es consensual y,
por lo tanto, se perfecciona con el mero consentimiento de las partes.
El precepto citado acoge, en su fracción I, la teoría de la información
para la integración del consentimiento, ya que dispone que el contrato
de seguro se perfecciona desde el momento en que el proponente
“tuviere conocimiento de la aceptación de la oferta”. Para efectos de

47
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

dicho contrato, el proponente es quien realiza una oferta a la


aseguradora para contratar un seguro, mediante el llenado y firma del
formulario que le es proporcionado, quien conforme al artículo 5 de la
propia ley, queda vinculado con su oferta durante quince días, que
pueden extenderse a treinta cuando se requiere que el posible
asegurado se realice un examen médico. Transcurrido dicho plazo sin
que la aseguradora dé una respuesta, el proponente queda desligado
de su oferta, y por lo tanto, puede rechazar cualquier aceptación
extemporánea, la cual tendrá, en su caso, el carácter de una
contrapropuesta. Sin embargo, es necesario que la aseguradora
manifieste su voluntad de aceptar la oferta dentro del plazo durante el
cual el proponente está vinculado para que se integre el
consentimiento, ya que el silencio u omisión de dar una respuesta no
puede considerarse como una aceptación de la oferta cuando se trata
de la celebración del seguro de personas o del incremento de la suma
asegurada en los términos del artículo 6 de la propia ley. Ahora bien,
de la fracción III del citado artículo 21, se desprenden dos cuestiones:
por un lado, una regla general, conforme a la cual los contratos de
seguro pueden celebrarse a plazo, lo que permite que las partes
difieran la exigibilidad de los derechos y obligaciones derivados del
contrato hasta el vencimiento del plazo pactado, sin limitar los casos o
tipos de seguros que pueden celebrarse a plazo, en el entendido de
que el contrato de seguro que se celebra a plazo también se
perfecciona en el momento en que el proponente tiene conocimiento
de la aceptación de su oferta; y por otro lado, una regla especial, que
acota el plazo que puede pactarse para los contratos de seguro de
vida. Conforme a lo anterior, el contrato de seguro de vida se puede
celebrar a plazo, independientemente de si se requiere examen
médico o no. Lo que la citada fracción III hace, es acotar el plazo que
puede pactarse para los contratos de seguro de vida, de manera que
el plazo al que se sujeten los efectos del contrato no pueda ser mayor

48
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

a treinta días, contados a partir del examen médico


que se realice el asegurado cuando éste se requiera
o, en su defecto, contados a partir de la fecha en que el proponente
realizó la oferta. De ahí que si el proponente fallece antes de conocer
que la aseguradora aceptó su oferta, el contrato no se perfecciona,
porque en los términos del artículo 45 de la Ley sobre el
Contrato de Seguro, el contrato es nulo si al momento de su
celebración -perfeccionamiento del contrato- el riesgo ha desaparecido
o ya se realizó.

Por lo expuesto y fundado se resuelve:

PRIMERO.- Sí existe la contradicción de tesis a que este


expediente se refiere, en los términos del considerando cuarto de esta
resolución.

SEGUNDO.- Debe prevalecer, con carácter de jurisprudencia, el


criterio sustentado por esta Primera Sala, en los términos de la tesis
redactada en el último considerando de este fallo.
TERCERO.- Dese publicidad a la tesis de jurisprudencia que se
sustenta en la presente resolución.

Notifíquese; con testimonio de esta ejecutoria, comuníquese la


anterior determinación a los Tribunales Colegiados en cita y, en su
oportunidad, archívese el toca como asunto concluido.

Así, lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por mayoría de cuatro votos de los señores Ministros:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente y Ponente Jorge
Mario Pardo Rebolledo, en cuanto a la competencia legal de esta

49
CONTRADICCIÓN DE TESIS 90/2013.

Primera Sala en contra del emitido por el Ministro José Ramón Cossío
Díaz y por unanimidad de votos en cuanto al fondo del asunto.

Firman el Presidente de la Sala y Ponente con el Secretario de


Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE

MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES

En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

50

También podría gustarte