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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

SUSCITADA ENTRE EL PRIMER TRIBUNAL


COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
SÉPTIMO CIRCUITO Y EL SEGUNDO
TRIBUNAL COLEGIADO EN LA MISMA
MATERIA Y CIRCUITO.

VISTO BUENO
SR. MINISTRO

MINISTRO PONENTE: JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO.


SECRETARIA: MERCEDES VERÓNICA SÁNCHEZ MIGUEZ.

México, Distrito Federal. Acuerdo de la Primera Sala de la


Suprema Corte de Justicia de la Nación, correspondiente a la sesión
del día cinco de diciembre de dos mil doce.

V I S T O S , para resolver, los autos relativos a la contradicción


de tesis 416/2012 y,

RESULTANDO:

PRIMERO. Denuncia. Mediante oficio fechado el tres de


septiembre de dos mil doce, presentado el diez de septiembre
siguiente en la Oficina de Certificación Judicial y Correspondencia de
esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Magistrado **********
integrante del Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Séptimo Circuito, denunció la posible contradicción de tesis suscitada
entre el tribunal que integra al resolver el amparo directo ********** y el
Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito al
resolver los recursos de revisión ********** y **********, así como, los
amparos directos ********** y **********.
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

SEGUNDO. Trámite de la denuncia. Mediante acuerdo de


fecha diecisiete de septiembre de dos mil doce, el Presidente de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, admitió a trámite la denuncia
formulada; y a fin de integrar debidamente el expediente relativo
ordenó girar oficio a la Presidencia del Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Séptimo Circuito, para que remitieran copia certificada
de las ejecutorias relativas a los juicios de amparo en revisión
********** y **********, así como de los juicios de amparo ********** y
**********, de su índice y la información electrónica que contenga
dichas sentencias; además solicitó a los Presidentes de ambos
Tribunales que informaran si el criterio sustentado en dichos asuntos
se encuentra vigente, o en su caso, la causa para tenerlo por
superado o abandonado.

Asimismo, ordenó pasar los autos de la contradicción de tesis


para su estudio al Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, así como
enviar los autos a la Sala que se encuentra adscrito, a fin de que su
Presidente proveyera lo conducente.

En el mismo proveído, se ordenó dar vista a la Procuradora


General de la República, para que dentro del término de treinta días
manifestara lo que a su representación conviniera.

El diecinueve de septiembre de dos mil doce, el Subsecretario


General de Acuerdos de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación
certificó que el plazo concedido a la Procuradora para exponer su
parecer respecto a este conflicto, transcurriría del veinte de septiembre
al cinco de noviembre de dos mil doce.

Por acuerdo de veinticuatro de septiembre de dos mil doce, la


Primera Sala se avocó al conocimiento del asunto y por diverso

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

proveído de nueve de octubre de dos mil doce, el Presidente de esta


Primera Sala, tuvo por integrado el expediente de la contradicción de
tesis y ordenó enviar los autos de la presente contradicción a la
Ponencia de su adscripción, a fin de que se formule el proyecto de
resolución respectivo.

En cumplimiento a lo requerido, en el auto de diecisiete de


septiembre de dos mil doce, mediante oficio 250 de fecha veintiuno de
septiembre de dos mil doce, el Presidente del Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito informó que el criterio
sustentado al resolver el amparo directo **********, se encuentra
vigente. De igual manera, mediante oficio **********, de veintiocho de
septiembre de dos mil doce, el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Séptimo Circuito, remitió copia certificada de las ejecutorias
emitidas en los recursos de revisión ********** y **********, así como en
los juicios de amparo directo números ********** y **********; e informó
que en esa misma fecha se envió por correo electrónico la sentencia
solicitada, además informó que se encuentran vigentes los criterios
sustentados en los cuatro expedientes antes citados.

TERCERO. Desahogo de la Vista. Mediante oficio número


DGC/DCC/1344/2012, de cinco de noviembre de dos mil doce, el
Agente del Ministerio Público de la Federación, adscrito a la Dirección
General de Constitucionalidad, formuló su opinión en el sentido de que
si existe contradicción de tesis.

CONSIDERANDO:

PRIMERO. Competencia. Esta Primera Sala de la Suprema


Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer de la
presente denuncia de contradicción de tesis, atendiendo a lo dispuesto

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

en los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los


Estados Unidos Mexicanos; 197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción
VIII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en
relación con los puntos segundo y cuarto del Acuerdo Plenario 5/2001,
publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintinueve de junio
de dos mil uno; en virtud de que se trata de una posible contradicción
de tesis entre Tribunales Colegiados de Circuito y el tema de fondo
corresponde a la materia civil, en la que se encuentra especializada
esta Sala.

No pasa inadvertido que a partir del cuatro de octubre de dos mil


once entró en vigor el decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación el seis de junio de ese año, mediante el cual se reformó,
entre otras disposiciones, la fracción XIII, del artículo 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que dispone
que el Pleno y las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
tienen facultades para resolver las contradicciones de tesis que se
susciten entre los Plenos de Circuito de distintos Circuitos, los Plenos
de Circuito en materia especializada de un mismo Circuito o los
Tribunales Colegiados de un mismo Circuito con diferente
especialización, no así respecto de los criterios sustentados entre dos
Tribunales Colegiados de un mismo Circuito.

En esa distribución de competencias, esta Primera Sala advierte


que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se encuentra
reconocida constitucionalmente como órgano terminal en la solución
de este tipo de conflictos; de ahí que dicha competencia constitucional
para conocer de contradicciones de tesis, deba estimarse extendida a
los criterios contradictorios suscitados entre tribunales colegiados de
un mismo circuito, como sucede en el presente caso.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

Tal extensión de competencia encuentra justificación jurídica en


un criterio de mayoría de razón, dado que mientras no se promulgue la
ley reglamentaria respectiva y no queden debidamente habilitados y
en funcionamiento los Plenos de Circuito, este Alto Tribunal debe
asumir el conocimiento de la presente contradicción de tesis, a fin de
resolver de manera pronta la cuestión planteada, porque de esa forma
se otorga certeza jurídica para la solución de los asuntos competencia
de los Tribunales Colegiados contendientes; de lo contrario, se
generaría indefinición en la solución de asuntos como el que ahora se
analiza, en claro perjuicio del orden público y el interés social.

SEGUNDO. Legitimación. La denuncia de la posible


contradicción de tesis proviene de parte legítima, de conformidad con
lo previsto por los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 197-A de la Ley de
Amparo, pues fue realizada por el Magistrado **********, integrante del
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, que
es uno de los órganos colegiados entre los que se suscita la posible
contradicción, por lo que se actualiza el supuesto de legitimación a
que aluden los referidos preceptos.

TERCERO. Posturas contendientes. Con la finalidad de


establecer y determinar si existe o no la contradicción de tesis
denunciada y, en su caso, poder establecer el criterio que debe
predominar, se estima conveniente precisar el origen de los asuntos
en que se emitieron los criterios contendientes, así como las
consideraciones y argumentaciones en que se basaron los tribunales
colegiados de circuito al emitirlos, lo que se realiza de la siguiente
manera:

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

1. Origen del amparo directo 381/2012, del índice del Segundo


Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito y
criterio que en él se sostiene.

Origen. El asunto deriva de un juicio ordinario civil, radicado en


el Juzgado Cuarto de Primera Instancia del Distrito Judicial de
Veracruz, en el que ********** reclamó de su cónyuge **********, el
cumplimiento de diversas prestaciones entre las que destaca el
pago de una pensión alimenticia provisional y en su momento
definitiva a su favor.

El demandado contestó la demanda instaurada en su contra


negando las prestaciones reclamadas y opuso las excepciones y
defensas que estimó pertinentes.

Seguido el juicio en sus trámites legales, el juez del conocimiento


dictó sentencia en la que condenó al demandado a las
prestaciones reclamadas.

En contra de esa determinación, el cónyuge interpuso recurso de


apelación, del que conoció la Cuarta Sala del Tribunal Superior de
Justicia del Estado, quien confirmó la sentencia de primera
instancia.

Por virtud de la resolución anterior, la parte demandada promovió


juicio de amparo, del que tocó conocer al Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, quien lo radicó
con el número ********** y concedió el amparo solicitado.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

Criterio. En lo que al tema interesa, el Segundo Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, sostuvo lo
siguiente:

“Lo anterior es así, pues, para establecer la


necesidad de los alimentos para la cónyuge, ésta debió
ofrecer pruebas tendentes a demostrar sus
circunstancias personales, ya que en su favor la ley no
establece la existencia de presunción alguna al
respecto; cabe indicar que situación diversa guardan los
menores de edad e incapaces, quienes por sus
características personales, gozan en su favor de la
presunción de necesitar los alimentos, porque constituyen
un grupo cuyas particularidades son iguales, por ende, con
independencia de sus circunstancias socioeconómicas,
tales menores e incapaces requieren que alguien les
ministre los medios necesarios para subsistir y educarse;
conclusión que se establece por el simple hecho de que,
por regla general, se hallan impedidos legalmente para
desarrollar actividades laborales a efecto de allegarse de
medios económicos para su subsistencia o bien, están
limitadas sus condiciones jurídicas que les permita obtener
ingresos en forma distinta a la laboral.

Las anteriores circunstancias no operan en


tratándose de los cónyuges, habida cuenta de no existir
la homogeneidad como sí ocurre con los menores o
incapaces sobre la presunción humana requerida.

A mayor abundamiento, a fin de robustecer el


argumento relativo a la carga de probar la necesidad
alimentaria por parte de la cónyuge, es conveniente decir
que este Órgano Colegiado ha considerado con

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

antelación, que la esposa, de la perspectiva de ubicarse


como acreedora alimentista, carece de la presunción de
necesitarlos.

En efecto, sin desconocer que anteriormente esa era


la regla general, dada la redacción de los Códigos Civiles,
pues, la jurisprudencia que avalaba ese criterio era la
sustentada por la entonces Tercera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, identificada con el número
643, publicada en la página cuatrocientos setenta y seis del
Tomo IV, Materia Civil, del Apéndice editado al Semanario
Judicial de la Federación 1917-1995, Parte Histórica
Obsoleta, registro 392770, de rubro y texto:
“ALIMENTOS NECESIDAD DEL PAGO DE. CARGA
DE LA PRUEBA.- El marido tiene obligación de alimentar a
la mujer y a los hijos, quienes tienen a su favor la
presunción de necesitar los alimentos, salvo prueba en
contrario. La obligación cesa cuando los acreedores ya no
tienen necesidad de ellos, pero la carga de la prueba
corresponde en estos casos al deudor.”
Sin embargo, tales razonamientos no imperan en la
actualidad; en principio, es oportuno traer a colación la nota
aclaratoria con que se publicó el criterio jurisprudencial
citado en el párrafo precedente, en donde se expresa
literalmente: “La tesis ha dejado de tener vigor, ya que el
artículo 164 del Código Civil para el Distrito Federal que
interpreta, fue reformado por Decreto de 31 de diciembre de
1974, artículo que indicaba que el marido debe darle
alimentos a la mujer y hacer todos los gastos necesarios
para el sostenimiento del hogar, para establecer igualdad
de derechos y obligación entre los consortes para el
sostenimiento del hogar, la alimentación de los mismos y la

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

de sus hijos, además, produce confusión ya que establece


que cuando ya no se tiene necesidad de los alimentos la
carga de la prueba corresponde al deudor, y se entiende
que sería exclusivamente el marido”.
Ese enunciado permite avalar la consideración de que
la carga de demostrar la necesidad alimentaria,
tratándose de cualquiera de los cónyuges actuando
como acreedores, corresponde a quien la alega.
Ello es así, pues, en segundo orden, los artículos 100
y 101 del Código Civil para el Estado de Veracruz vigentes
estipulan: “Artículo 100.- Los cónyuges contribuirán
económicamente al sostenimiento del hogar, a su
alimentación y a la de sus hijos, así como a la educación de
éstos en los términos que la Ley establece, sin perjuicio de
distribuirse la carga en la forma y proporción que acuerden
para este efecto, según sus posibilidades. A lo anterior no
está obligado el que se encuentre imposibilitado para
trabajar y careciere de bienes propios, en cuyo caso el otro
atenderá íntegramente a esos gastos.= Los derechos y
obligaciones que nacen del matrimonio, serán siempre
iguales para los cónyuges e independientes de su
aportación económica al sostenimiento del hogar.”; y,
“Artículo 101.- Los cónyuges y los hijos en materia de
alimentos, tendrán derecho preferente sobre los ingresos y
bienes de quien tenga a su cargo el sostenimiento
económico de la familia y podrán demandar el
aseguramiento de los bienes para hacer efectivos estos
derechos.”. A su vez, el diverso numeral 233 del citado
ordenamiento, que en lo conducente establece: “Los
cónyuges deben darse alimentos;…”

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

De la interpretación relacionada de esos preceptos,


resulta que reconocen igualdad de los cónyuges ante la ley;
por ende, cuando uno demanda alimentos del otro, al
momento de fijar la pensión alimenticia definitiva en la
sentencia, no debe considerarse que goce de la apuntada
presunción, por el contrario, el cónyuge actor tiene la
carga de demostrar la necesidad de recibirlos en
términos del numeral 228 del Código Procesal Civil para
el Estado de Veracruz, en cuanto reza: “El actor debe probar
los hechos constitutivos de su acción y el reo los de sus excepciones.” ;
esto es, debe probar su imposibilidad para trabajar y la
carencia de bienes propios; y, aunque esto último pudiera
considerarse un hecho negativo, lo cierto es que, ante la
inexistencia de disposición expresa en el Código Civil del
Estado, del que se pueda establecer la presunción a favor
de la esposa de necesitar los alimentos, se halla obligada a
justificar la necesidad de los mismos.”

2. Origen del amparo directo 900/2009, del índice del Primer


Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito y
criterio que en él se sostiene.

Origen. El asunto deriva de un juicio ordinario civil, radicado en


el Juzgado Sexto de Primera Instancia del Distrito Judicial de
Coatzacoalcos, Veracruz, en el que **********, por su propio
derecho y en representación de sus menores hijos demandó de
su cónyuge **********, el cumplimiento de diversas prestaciones
entre las que destaca el pago de una pensión alimenticia
provisional y en su momento la definitiva a favor de ella y de sus
menores hijos.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

El juez del conocimiento admitió el libelo de referencia y ordenó


emplazar al demandado, quien dio contestación a la demanda
instaurada en su contra oponiendo las defensas y excepciones
que estimó convenientes.

Seguido el juicio en sus trámites, el Juez del conocimiento dictó


sentencia en el sentido de condenar al demandado al pago de la
pensión alimenticia reclamada equivalente al sesenta por ciento
de sus ingresos.

En contra de esa determinación, el cónyuge condenado interpuso


recurso de apelación, del que tocó conocer a la Cuarta Sala del
Tribunal Superior de Justicia del Estado quien confirmó la
resolución de primer grado.

Inconforme con dicha resolución, el demandado promovió juicio


de garantías, del cual conoció el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Civil del Séptimo Circuito, quien concedió el amparo
solicitado por una cuestión de tipo formal.

Criterio. En lo que al tema interesa, el Primer Tribunal


Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito, sostuvo lo
siguiente:

“Por otra parte el quejoso alega que la sala


responsable confirma la sentencia de primer grado, que lo
condena a pagar una pensión alimenticia definitiva a su
esposa e hijos, consistente en el sesenta por ciento de su
sueldo y demás prestaciones que recibe de su centro de
trabajo, cuando que la actora bien puede proporcionarse
alimentos, sin que haya justificado que los necesita, ya que

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

la acción alimentaria protege a los acreedores que no tienen


oportunidad de obtenerlos por sus propios medios, tal sería
el caso de los menores de edad, pero no con ella.
No le asiste la razón con lo anterior ya que en
términos de los artículos 233 y 242 del Código del Estado
de Veracruz, se advierte que los cónyuges deben darse
alimentos de acuerdo a las posibilidades del obligado y a
las necesidades del que ha de recibirlos; por lo tanto,
cuando la esposa demanda los alimentos a su cónyuge,
tiene a su favor la presunción legal de necesitarlos y
por ende es al demandado a quien le corresponde
desvirtuarla; lo que podría ocurrir si demuestra
fehacientemente que la actora cuenta con una fuente de
trabajo o que tenga bienes que le generan ingresos para
sufragar sus necesidades alimentarias; sin embargo, el
demandado aquí peticionario de garantías al contestar la
demanda argumentó que la accionante trabaja en el
restaurante denominado ********** ubicado en la ciudad de
Coatzacoalcos, Veracruz, y para acreditar su dicho, ofreció
el convenio número ********** celebrado entre los
contendientes ante la Agencia del Ministerio Público de
Investigación y Conciliación Especializada en Delitos
Sexuales y Contra la Familia, con fecha diecisiete de junio
de dos mil ocho, en donde supuestamente la actora
manifestó al dar sus generales, entre otras cosas, que es
“empleada del **********”; sin embargo, el aludido medio de
convicción es insuficiente para tener por demostrado de que
la actora cuenta con una fuente laboral y que por ello no
necesita los alimentos reclamados, si se toma en cuenta
que al absolver las posiciones cuatro, cinco y seis (fojas 73
vuelta y 76) aceptó que el diecisiete de junio de dos mil

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

ocho signaron un convenio ante la citada Agencia del


Ministerio Público, pero rechazó que en el mismo haya
manifestado ser empleada del restaurante **********, por la
que dicha documental por sí sola resulta insuficiente para
acreditar el extremo pretendido, si se considera que debió
probarse de manera fundada fehaciente, y para ello era
necesario que el demandado ofreciera diverso medio de
prueba que apoyara aquél.”

Este criterio fue reiterado al resolver el amparo directo **********,


el cual también deriva de un juicio ordinario civil sobre pago de
alimentos, pues en él se sostuvo lo siguiente:

“A mayor abundamiento, cabe apuntar que no se


advierte, en forma alguna, que la pensión definitiva,
consistente en el dieciocho por ciento de los ingresos que
obtiene el hoy quejoso por su trabajo, resulte excesiva.
En esas condiciones, no es dable estimar que se
vulnere el principio de proporcionalidad a que alude el
artículo 242 del Código para el Estado de Veracruz, que
establece que los alimentos han de ser proporcionales a la
posibilidad del que debe darlos y a la necesidad de quien
debe recibirlos, por lo que si, en el caso, se demostró, con
las pruebas que obran en autos, tales como los talones de
pago que obran a fojas de la nueve a la veintidós del juicio
ordinario civil, exhibidos por la actora, que el actor tiene
ingresos que le permiten otorgar los alimentos que se
reclaman, así como que la actora goza de la presunción
de necesitarlos, sin que la misma se hubiera desvirtuado
suficientemente de manera alguna, con ello se cumple,
cabalmente, con el supuesto contenido en el artículo

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

inicialmente referido; de ahí que se estime correcto el


porcentaje fijado por la alzada, consistente en el equivalente
al dieciocho por ciento sueldo y demás prestaciones que
percibe el hoy quejoso por su trabajo, dado que para fijar el
mismo se observó lo previsto en tal artículo, el cual se
compone del examen conjunto y sistemático de dos
elementos, a saber: la posibilidad del alimentista y la
necesidad del alimentario, ya que el primero depende de su
activo patrimonial, según sea el monto de sus ingresos, los
que han de ser bastantes para cubrir la pensión reclamada,
aunque también debe atenderse a sus necesidades, sobre
todo cuando vive separado de sus acreedores alimentarios,
lo que en el caso acontece, según se desprende de las
constancias del juicio natural; de donde es inexacto que no
se tomaran en cuenta para ello las pruebas rendidas por el
demandado; por lo que resulta incierto que el mismo quedara
en estado de indefensión ante la pretensión de su
demandante; de manera que si en esa forma lo apreció la
Sala responsable la sentencia que se combate debe
estimarse ajustada a derecho.”

Así, como los amparos ********** y **********, se resolvieron por el


Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito con
posterioridad a los recursos de revisión ********** y **********, se hace
innecesario conocer su contenido.

CUARTO. Requisitos para la existencia de la contradicción.


La existencia de la contradicción de tesis está condicionada a que los
Tribunales Colegiados de Circuito sostengan tesis contradictorias,
entendiéndose por tesis, el criterio adoptado por el juzgador a través
de argumentaciones lógico jurídicas para justificar su decisión en una

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

controversia, pues lo que determina la existencia de una contradicción,


es que dos o más órganos jurisdiccionales terminales del mismo
rango, adopten criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto
de derecho, independientemente de que las cuestiones fácticas que
rodean los casos que generan esos criterios no sean iguales.

En efecto, el Pleno del Máximo Tribunal de la República, al


resolver la contradicción de tesis 36/2007, en sesión del treinta de abril
de dos mil nueve, estableció, por unanimidad de diez votos, que para
que se dé una contradicción de tesis, es indispensable que exista un
problema jurídico que amerite ser definido para el mundo jurídico, y así
evitar que se sigan dando situaciones confusas y, desde luego,
soluciones distintas y contradictorias a asuntos similares.

Lo anterior quedó plasmado en la jurisprudencia 72/2010, v isible


en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXXII, Agosto de 2010, página 7, que lleva por
rubro: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE CUANDO LAS
SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA
NACIÓN O LOS TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO
ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS JURÍDICOS
DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE DERECHO,
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS CUESTIONES
FÁCTICAS QUE LO RODEAN NO SEAN EXACTAMENTE
IGUALES.”1
1
La jurisprudencia que se cita es del tenor siguiente: “CONTRADICCIÓN DE TESIS. EXISTE
CUANDO LAS SALAS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN O LOS
TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO ADOPTAN EN SUS SENTENCIAS CRITERIOS
JURÍDICOS DISCREPANTES SOBRE UN MISMO PUNTO DE DERECHO,
INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LAS CUESTIONES FÁCTICAS QUE LO RODEAN NO SEAN
EXACTAMENTE IGUALES. De los artículos 107, fracción XIII, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, 197 y 197-A de la Ley de Amparo, se advierte que la existencia de la
contradicción de criterios está condicionada a que las Salas de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación o los Tribunales Colegiados de Circuito en las sentencias que pronuncien sostengan "tesis
contradictorias", entendiéndose por "tesis" el criterio adoptado por el juzgador a través de
argumentaciones lógico-jurídicas para justificar su decisión en una controversia, lo que determina

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

Así, de conformidad con el criterio anterior, la existencia de una


contradicción de tesis está condicionada a que:

a) Dos o más órganos contendientes se pronuncien sobre un


mismo punto de derecho, independientemente de que las
cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente
iguales; y

b) Que respecto de ese punto, sostengan criterios jurídicos


discrepantes.

QUINTO. Análisis de los requisitos de la contradicción de


tesis en el caso concreto. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación estima que en el caso a estudio sí se satisfacen
los requisitos precisados en el considerando que antecede, y que por
ende, sí existe contradicción de tesis entre el Primer Tribunal

que la contradicción de tesis se actualiza cuando dos o más órganos jurisdiccionales terminales
adoptan criterios jurídicos discrepantes sobre un mismo punto de derecho, independientemente de
que las cuestiones fácticas que lo rodean no sean exactamente iguales, pues la práctica judicial
demuestra la dificultad de que existan dos o más asuntos idénticos, tanto en los problemas de
derecho como en los de hecho, de ahí que considerar que la contradicción se actualiza únicamente
cuando los asuntos son exactamente iguales constituye un criterio rigorista que impide resolver la
discrepancia de criterios jurídicos, lo que conlleva a que el esfuerzo judicial se centre en detectar
las diferencias entre los asuntos y no en solucionar la discrepancia. Además, las cuestiones
fácticas que en ocasiones rodean el problema jurídico respecto del cual se sostienen criterios
opuestos y, consecuentemente, se denuncian como contradictorios, generalmente son cuestiones
secundarias o accidentales y, por tanto, no inciden en la naturaleza de los problemas jurídicos
resueltos. Es por ello que este Alto Tribunal interrumpió la jurisprudencia P./J. 26/2001 de rubro:
"CONTRADICCIÓN DE TESIS DE TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. REQUISITOS
PARA SU EXISTENCIA.", al resolver la contradicción de tesis 36/2007-PL, pues al establecer que
la contradicción se actualiza siempre que "al resolver los negocios jurídicos se examinen
cuestiones jurídicas esencialmente iguales y se adopten posiciones o criterios jurídicos
discrepantes" se impedía el estudio del tema jurídico materia de la contradicción con base en
"diferencias" fácticas que desde el punto de vista estrictamente jurídico no deberían obstaculizar el
análisis de fondo de la contradicción planteada, lo que es contrario a la lógica del sistema de
jurisprudencia establecido en la Ley de Amparo, pues al sujetarse su existencia al cumplimiento del
indicado requisito disminuye el número de contradicciones que se resuelven en detrimento de la
seguridad jurídica que debe salvaguardarse ante criterios jurídicos claramente opuestos. De lo
anterior se sigue que la existencia de una contradicción de tesis deriva de la discrepancia de
criterios jurídicos, es decir, de la oposición en la solución de temas jurídicos que se extraen de
asuntos que pueden válidamente ser diferentes en sus cuestiones fácticas, lo cual es congruente
con la finalidad establecida tanto en la Constitución General de la República como en la Ley de
Amparo para las contradicciones de tesis, pues permite que cumplan el propósito para el que
fueron creadas y que no se desvirtúe buscando las diferencias de detalle que impiden su
resolución.”

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

Colegiado en Materia Civil del Séptimo Circuito y el Segundo


Tribunal Colegiado en la misma Materia y Circuito.

Se estima de esa manera, porque los asuntos de los que


emanan los criterios contendientes, tienen su origen en un juicio
ordinario civil, en el que uno de los cónyuges (concretamente la mujer)
demandó del otro, el pago de una pensión alimenticia.

Juicios en los que el punto controvertido consistió en determinar


si para el otorgamiento de la pensión alimenticia demandada, la
cónyuge actora tiene a su favor la presunción de necesitar los
alimentos que demanda y, en consecuencia, es el demandado quien
debe destruir esa presunción; o si por el contrario, al no gozar de tal
presunción, la actora es quien está obligada a demostrar la necesidad
de recibirlos.

Punto de derecho en el que sí existe la necesidad de unificar


criterios, pues mientras el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil
del Séptimo Circuito afirma que la actora goza de la presunción de
necesitar los alimentos; y por ende, arroja al demandado la carga
de desvirtuar esa presunción.

El Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo


Circuito, asevera que para establecer la necesidad de los alimentos
de la cónyuge que los demanda, ésta debió ofrecer pruebas
tendientes a demostrar sus circunstancias personales, ya que en
su favor, la ley no establece la existencia de presunción alguna al
respecto, pues la carga de demostrar la necesidad alimentaria,
tratándose de cualquiera de los cónyuges actuando como
acreedores, corresponde a quien la alega.

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CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

En esa virtud, la cuestión a dilucidar consiste en:

 Determinar si para el otorgamiento de la pensión


alimenticia demandada, la cónyuge actora tiene a su
favor la presunción de necesitar los alimentos que
demanda de su contrario y, por ende, es el demandado
quien debe destruir esa presunción; o si por el
contrario, al no gozar de tal presunción, es la actora
quien está obligada a demostrar la necesidad de
recibirlos.

SEXTO. Determinación del criterio que debe prevalecer.


Toda vez que la decisión asumida por los tribunales contendientes, se
hace depender de la existencia o no de una presunción en favor de la
cónyuge que solicita los alimentos, esta Primera Sala estima que para
poder establecer de manera correcta cuál es el criterio que debe
prevalecer, en primer lugar se debe dejar precisado en qué consiste
una presunción y los alcances probatorios que ésta puede tener.

Lo que se hace de la siguiente manera:

La presunción y sus alcances probatorios.


De acuerdo con la Enciclopedia Jurídica Mexicana del Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de
México, la palabra presunción deriva “Del latín praesuntio, acción y
efecto de presumir, sospechar, conjeturar o juzgar por inducción.”2

Hernando Devis Echandía, en su obra Teoría General de la


Prueba Judicial, citando a Carnelutti, señala que “La presunción es un
juicio lógico del legislador o el juez, en virtud del cual se considera
2
Pérez Duarte y Noroña. Alicia Elena, segunda edición, México, Editorial Porrúa, 2004, Tomo M-P,
página 732.

18
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

como cierto o probable un hecho (lo segundo es presunción judicial o


de hombre), con fundamento en las máximas generales de la
experiencia, que le indican cuál es el modo normal como se suceden
las cosas y los hechos.”3

De la anterior definición, se advierte que las presunciones


pueden ser de dos tipos, a saber: legales y humanas o judiciales.

Las presunciones legales son creadas por el legislador y, por


tanto, deben encontrarse previstas en alguna ley, pues no pueden
existir sin una norma legal expresa que las consagre. Dichas
presunciones a su vez pueden ser de dos clases, iuris tantum o iuris
et de iure.

Las primeras consideran cierto un hecho en tanto no se


demuestre lo contrario, es decir, permiten probar en contra del hecho
presumido; mientras que las segundas estiman definitivamente cierto e
indiscutible el hecho que se presume, es decir, no admiten prueba en
contrario.

Las presunciones humanas o judiciales, no se encuentran


previstas en la ley, sino que operan con base en hechos conocidos por
el juzgador, o en pruebas que aisladamente no demuestran el hecho
que se pretende probar, pero que lo hacen verosímil y probable, de tal
modo que en conjunto permiten inferirlo con certeza. Es decir, las
presunciones humanas o judiciales, son el resultado de los
razonamientos claros y precisos que realiza el juzgador basado en la
lógica y su experiencia, razonamientos que necesariamente deben
partir de una base segura, es decir de un hecho conocido sin lugar a
dudas, pues si se parte de una diversa presunción, el argumento
3
Quinta edición, Bogotá Colombia, Editorial Temis, Sociedad Anónima, 2002, Tomo II, páginas 677
y 678.

19
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

probatorio se convierte en una cadena de silogismos y la conclusión


no podría considerarse exacta o inequívoca; y por ende, dicha
conclusión no podría ser aceptada por el juzgador.

Lo anterior es perfectamente entendible, pues así como la


presunción legal exige que quien quiera beneficiarse de ella,
demuestre estar colocado en la hipótesis legal de la que se deriva
dicha presunción; en la presunción humana o judicial, es necesario
probar previamente los hechos conocidos que le sirven de base.

Lo hasta aquí señalado, esencialmente concuerda con lo que el


Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Veracruz,
establece con relación a las presunciones, pues dicho ordenamiento
en sus artículos 299, 300 y 301, dispone lo siguiente:

“Artículo 299. Presunción es la consecuencia que la ley o el


juez deducen de un hecho conocido para averiguar la verdad
de otro desconocido: la primera se llama legal y la segunda
humana.
Hay presunción legal cuando la ley lo establece
expresamente y cuando la consecuencia nace inmediata y
directamente de la ley; hay presunción humana cuando de un
hecho debidamente probado se deduce otro que es
consecuencia ordinaria de aquél.”

“Artículo 300. El que tiene a su favor la presunción legal,


sólo está obligado a probar el hecho en que se funda la
presunción.”

“Artículo 301. No se admite prueba contra la presunción


legal cuando la ley lo prohíba expresamente.

20
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

Contra las demás presunciones legales y contra las


humanas, es admisible prueba.”

Una vez que se ha dejado establecido lo anterior, y teniendo en


cuenta que las presunciones pueden ser legales y humanas, en primer
lugar se debe dirimir la siguiente cuestión:

¿Existe alguna presunción legal de la cual pueda derivarse


que por el simple hecho de que en un juicio ordinario civil sobre
alimentos, la cónyuge actora acredite ser esposa del demandado,
ello le da derecho a recibir una pensión alimenticia de éste, aún
sin acreditar que tiene necesidad de ella?

Al respecto la respuesta es negativa, pues no existe ninguna


presunción legal, que permita concluir que el simple hecho de que la
esposa que solicita los alimentos acredite tal carácter, conduzca de
inmediato a presumir que tiene necesidad de recibirlos por parte del
marido demandado.

Lo anterior en razón de lo siguiente:

En el Estado de Veracruz, la cónyuge que demanda el pago de


alimentos del marido, no goza de ninguna presunción legal a su
favor, de la cual pueda derivarse que por el simple hecho de que en
un juicio de alimentos la cónyuge acredite ser esposa del demandado,
tenga derecho a recibir una pensión alimenticia de éste, aún sin
demostrar que tiene necesidad de ella.

Se estima de esa manera, pues el Código Civil de esa Entidad


Federativa, que es el que regula el derecho a recibir alimentos, sobre
el tema establece lo siguiente.

21
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

“Artículo 232. La obligación de dar alimentos es


recíproca. El que los da tiene a su vez el derecho de
pedirlos.”

“Artículo 233. Los cónyuges deben darse alimentos;


la Ley determinará cuándo queda subsistente esta
obligación en los casos de divorcio y otros que la misma
Ley señale. Los concubinos están obligados, en igual forma,
a darse alimentos si se satisfacen los requisitos señalados
por el artículo 1568.”

“Artículo 234. Los padres están obligados a dar


alimentos a sus hijos. A falta o por imposibilidad de los
padres, la obligación recae en los demás ascendientes por
ambas líneas que estuvieren más próximos en grado.”

“Artículo 235. Los hijos están obligados a dar alimentos


a los padres. A falta o por imposibilidad de los hijos, lo están
los descendientes más próximos en grado.”

“Artículo 236. A falta o por imposibilidad de los


ascendientes o descendientes, la obligación recae en los
hermanos.
Faltando los parientes a que se refieren las
disposiciones anteriores, tienen obligación de ministrar
alimentos los parientes colaterales dentro del cuarto grado.”

“Artículo 237. Los hermanos y demás parientes


colaterales a que se refiere el artículo anterior, tienen
obligación de dar alimentos a los menores, mientras éstos
llegan a la edad de dieciocho años. También deben alimentar
a sus parientes dentro del grado mencionado, que fueren
incapaces.”

“Artículo 238. En la adopción simple el adoptante y el


adoptado tienen obligación de darse alimentos, en los casos
en que la tienen los padres y los hijos. Tratándose de
adopción plena se estará a lo dispuesto en los artículos 232,
234, 235 y 236 de este Código.”

22
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

“Artículo 239. Los alimentos comprenden la comida, el


vestido, la habitación y la asistencia en casos de enfermedad.
Respecto de los menores, los alimentos comprenden,
además, los gastos necesarios para la educación básica del
alimentario, y para proporcionarle algún oficio, arte o
profesión lícitos y adecuados a sus circunstancias
personales.”

“Artículo 240. El obligado a dar alimentos cumple la


obligación asignando una pensión competente al acreedor
alimentario, o incorporándolo a la familia. Si el acreedor se
opone a ser incorporado, compete al juez, según las
circunstancias, fijar la manera de ministrar los alimentos.”

“Artículo 241. El deudor alimentista no podrá pedir que


se incorpore a su familia el que debe recibir los alimentos,
cuando se trate de un cónyuge divorciado que reciba
alimentos del otro, y cuando haya inconveniente legal para
hacer esa incorporación.”

“Artículo 242. Los alimentos han de ser


proporcionados a la posibilidad del que debe darlos y a
la necesidad del que debe recibirlos.”

“Artículo 243. Si fueren varios los que deben dar los


alimentos y todos tuvieren posibilidad para hacerlo, el juez
repartirá el importe entre ellos, en proporción a sus haberes.”

“Artículo 244. Si sólo algunos tuvieren posibilidad, entre


ellos se repartirá el importe de los alimentos; y si uno sólo la
tuviere, él cumplirá únicamente la obligación.”

“Artículo 245. La obligación de dar alimentos no


comprende la de proveer de capital a los hijos para ejercer el
oficio, arte o profesión a que se hubieren dedicado.”

“Artículo 246. Tienen acción para pedir el


aseguramiento de los alimentos:
I.-El acreedor alimentario;
II.-El ascendiente que le tenga bajo su patria potestad;

23
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

III.-El tutor;
IV.-Los hermanos y demás parientes colaterales dentro
del cuarto grado;
V.-El Ministerio Público.”

“Artículo 247. Si las personas a que se refieren las


fracciones II, III y IV del artículo anterior no pueden
representar al acreedor alimentario en el juicio en que se pida
el aseguramiento de alimentos, se nombrará por el juez un
tutor interino.”

“Artículo 248. El aseguramiento podrá consistir en


hipoteca, prenda, fianza, o depósito de cantidad bastante a
cubrir los alimentos.”

“Artículo 249. El tutor interino dará garantía por el


importe anual de los alimentos. Si administrare algún fondo
destinado a ese objeto, por él dará la garantía legal.”

“Artículo 250. En los casos en que los que ejerzan la


patria potestad gocen de la mitad del usufructo o de los
bienes del hijo, el importe de los alimentos se deducirá de
dicha mitad, y si ésta no alcanza a cubrirlos, el exceso será
de cuenta de los que ejerzan la patria potestad.”

“Artículo 251. Cesa la obligación de dar alimentos:


I.-Cuando el que la tiene carece de medios para
cumplirla;
II.-Cuando el alimentario deja de necesitar los
alimentos;
III.-En caso de injuria, falta o daño graves inferidos por
el alimentista contra el que debe prestarlos;
IV.-Cuando la necesidad de los alimentos dependa de
la conducta viciosa o de la falta de aplicación al trabajo del
alimentario, mientras subsistan estas causas;
V.-Si el alimentario, sin consentimiento del que debe
dar los alimentos, abandona la casa de éste por causas
injustificables.”

24
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

“Artículo 252. El derecho de recibir alimentos no es


renunciable, ni puede ser objeto de transacción.”

“Artículo 253. Cuando el deudor alimentario no


estuviere presente o estándolo rehusare entregar lo
necesario para los alimentos de los miembros de su familia
con derecho a recibirlos, se hará responsable de las deudas
que éstos contraigan para cubrir esa exigencia, pero sólo en
la cuantía estrictamente necesaria para ese objeto y siempre
que no se trate de gastos de lujo.”

“Artículo 254. El cónyuge que sin culpa suya se vea


obligado a vivir separado del otro, podrá pedir al Juez del
lugar de su residencia, que obligue al cónyuge ausente a
que le ministre los alimentos que haya dejado de
proporcionarle y a los cuales tenga derecho. El juez,
según las circunstancias del caso, fijará la suma que deba
suministrarse mensualmente, dictando en su caso las
medidas necesarias para que dicha cantidad sea asegurada y
se cubran los gastos erogados con tal motivo por el cónyuge
acreedor alimentario.”

De lo dispuesto en los preceptos transcritos, no se advierte


ninguna hipótesis normativa que de lugar a considerar que el simple
hecho de que una persona acredite tener el carácter de esposa del
cónyuge demandado, sea suficiente para presumir que tiene
necesidad de recibir alimentos de éste; y que por ende, el cónyuge
demandado necesariamente deba proporcionárselos cuando le son
requeridos a través de una pensión alimenticia.

Ello es así, porque si bien el Código Civil para el Estado de


Veracruz en su artículo 233, señala que los cónyuges deben darse
alimentos, ese deber constituye una obligación de carácter general
que no hace ninguna distinción por razón de género, en tanto que no
se establece que uno de ellos en particular sea el que deba
proporcionarlos al otro, por el contrario, dicha obligación en términos

25
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

de lo dispuesto en el artículo 232 del propio ordenamiento, es


recíproca.

Así, aunque la ley reconoce el derecho de los cónyuges a recibir


alimentos, lo cierto es que no hace ninguna distinción por razón del
género; y por ende, no establece ninguna presunción legal en favor de
alguno de ellos, de la cual pueda derivarse que para el otorgamiento
de la pensión alimenticia demandada, baste con demostrar el carácter
de cónyuge, aun cuando no tenga necesidad de recibir dicha pensión
por parte de su contrario.

Ello es así, pues de considerar que por el simple hecho de que


uno de los cónyuges demuestre ese carácter, se debe presumir que
tiene derecho al pago de la pensión alimenticia reclamada, tal
situación también implicaría presumir que tiene necesidad de dicha
pensión, es decir se estaría llegando a la primer presunción partiendo
de esta última, lo que no es aceptable, ya que en realidad se trataría
de un silogismo.

Así, aunque la ley reconoce el derecho de los cónyuges a recibir


alimentos, lo cierto es que no hace ninguna distinción por razón del
género; y por ende, no establece ninguna presunción legal en favor de
alguno de ellos, de la cual pueda derivarse que para el otorgamiento
de la pensión alimenticia demandada, baste con demostrar el carácter
de cónyuge, sin necesidad de acreditar que se tiene que recibir dicha
pensión por parte de su contrario.

En efecto, aunque no pasa inadvertido que el artículo 254 del


Código Civil para el Estado de Veracruz, señala que el cónyuge que
sin culpa suya se vea obligado a vivir separado del otro, podrá pedir al
juez del lugar de su residencia que obligue al cónyuge ausente a que

26
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

le ministre los alimentos que le haya dejado de proporcionar y a los


cuales tenga derecho, lo cierto es que al respecto también señala que
el juez, según las circunstancias del caso, fijará la suma que deba
suministrarse mensualmente, lo cual quiere decir que este precepto
tampoco autoriza la presunción de referencia pues para actualizar el
supuesto a que alude, el juzgador primero debe cerciorarse que el
cónyuge que solicita los alimentos no haya tenido culpa de esa
separación; y después, aún en esa hipótesis, está obligado a ponderar
las circunstancias del caso, lo cual implica que deberá analizar la
necesidad del acreedor alimentario y las posibilidades del deudor, de
manera que en ese sentido, se insiste, tampoco existe una presunción
legal de la cual pueda derivarse que baste con acreditar el carácter de
cónyuge para que en automático proceda el pago de la pensión
alimenticia demandada.

Ello es así, pues de considerar que por el simple hecho de que


uno de los cónyuges demuestre ese carácter, se debe presumir que
tiene derecho al pago de la pensión alimenticia reclamada, tal
situación también implicaría presumir que tiene necesidad de dicha
pensión, es decir se estaría llegando a la primer presunción partiendo
de esta última, lo que no es aceptable, ya que en realidad se trataría
de un silogismo.

Una vez que se ha dejado establecido que no existe una


presunción legal en los términos referidos, se debe determinar lo
siguiente:

¿Existe alguna presunción humana o judicial de la cual pueda


derivarse que por el simple hecho de que en un juicio ordinario
civil sobre alimentos, la cónyuge actora acredite ser esposa del

27
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

demandado, ello le de derecho a recibir una pensión alimenticia


de éste, aún sin acreditar que tiene necesidad de ella?

Para poder responder esta interrogante debe tenerse presente lo


siguiente:

Como ya se mencionó el Código Civil para el Estado de Veracruz


en sus artículos 232 y 233 es terminante al establecer que los
cónyuges deben darse alimentos y que esa obligación es recíproca;
sin embargo, esos preceptos no establecen cómo o en qué medida es
que los cónyuges se deben proporcionar alimentos, por tanto para
determinar la manera en que dichos alimentos deben ser otorgados,
es necesario atender a la regla general de proporcionalidad que para
tal efecto se establece en el artículo 242 del propio ordenamiento, de
acuerdo con la cual, los alimentos deben proporcionarse atendiendo a
la posibilidad de quien debe darlos y a la necesidad del que debe
recibirlos.

Lo anterior se corrobora con lo dispuesto en el artículo 100 del


Código Civil para el Estado de Veracruz, pues de acuerdo con dicho
precepto, los cónyuges están obligados a contribuir a su alimentación
según sus posibilidades.

En efecto, dicho precepto establece lo siguiente:

“Artículo 100. Los cónyuges contribuirán


económicamente al sostenimiento del hogar, a su
alimentación y a la de sus hijos, así como a la educación
de éstos en los términos que la Ley establece, sin perjuicio
de distribuirse la carga en la forma y proporción que
acuerden para este efecto, según sus posibilidades. A lo

28
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

anterior no está obligado el que se encuentre


imposibilitado para trabajar y careciere de bienes
propios, en cuyo caso el otro atenderá íntegramente a
esos gastos.”

De lo anterior se sigue que para demandar el pago de alimentos


no basta con demostrar que se tiene el carácter de cónyuge del
demandado, pues de acuerdo con la regla general de proporcionalidad
antes mencionada, quien solicita los alimentos debe tener necesidad
de ellos, pues es esa necesidad lo que da causa a que la parte actora
acuda ante el órgano jurisdiccional solicitando el pago de los
alimentos.

Ahora bien, aunque esa necesidad no puede presumirse por


el simple hecho de que la actora demuestre que es cónyuge del
demandado, no se debe perder de vista que el artículo 100 del
Código Civil para el Estado de Veracruz, también señala que los
cónyuges contribuirán económicamente al sostenimiento del hogar, a
su alimentación y a la de sus hijos, así como a la educación de éstos
en los términos que establece la ley, sin perjuicio de distribuirse la
carga en la forma y proporción que acuerden para tal afecto ,
según sus posibilidades.

En consecuencia, cuando la esposa demanda el pago de los


alimentos argumentando que tiene necesidad de ellos, porque se
dedicó preponderantemente al trabajo del hogar o al cuidado y
educación de los hijos, en razón de que en su matrimonio esa fue la
forma en que se distribuyó la carga de contribuir al sostenimiento del
hogar, a la educación y cuidado de los hijos; y a consecuencia de ello,
asevera por ejemplo, que carece de bienes o no tiene los suficientes
para satisfacer sus necesidades alimenticias, que no está en

29
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

condiciones de trabajar o de encontrar un trabajo remunerado o sus


posibilidades de encontrarlo son limitadas ya sea por su edad o las
enfermedades que presenta debido a ésta, o porque precisamente, al
haberse dedicado preponderantemente al trabajo del hogar o al
cuidado y educación de los hijos, no pudo desarrollarse
profesionalmente o actualizar sus conocimientos, debe presumirse que
tal argumentación es cierta.

Lo anterior en razón de lo siguiente:

No se puede negar que en México la mayoría de las mujeres


casadas se dedican preponderantemente a los quehaceres propios del
hogar, así como a cuidar y educar a los hijos, razón por la cual no han
estado en posibilidad de desarrollarse profesional y laboralmente, o
que en su caso, ese desarrollo se encuentra limitado en comparación
con el de su marido.

Ciertamente, en agosto de 2007, en la Décima Conferencia


Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, los países
participantes, entre ellos México, acordaron desarrollar instrumentos
de medición periódica del trabajo no remunerado que realizan las
mujeres y hombres, especialmente encuestas de uso del tiempo para
hacerlo visible y reconocer su valor, incorporar sus resultados al
sistema de cuentas nacionales y diseñar políticas económicas y
sociales.

México al igual que otros países, reconoció la necesidad de


cuantificar el tiempo dedicado a todas las formas de trabajo; ayudar a
evidenciar el tiempo asignado a servicios no remunerados de los
hogares y facilitar su reconocimiento como una actividad que
interviene de manera relevante en la economía del país.

30
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

A consecuencia de ello, y conforme a los compromisos


internacionales y nacionales que el Estado mexicano ha asumido con
la política de igualdad, en México se han realizado cuatro encuestas
sobre uso del tiempo, la última de ellas efectuada en 2009, muestra
las diferencias de género a través de las actividades cotidianas de
mujeres y hombres y del tiempo que dedican a cada una de ellas, así
como la mayor participación de las mujeres en el trabajo doméstico no
remunerado, y en consecuencia, sus menores oportunidades respecto
a los hombres para desarrollar actividades profesionales y de
recreación.

En efecto, de esa encuesta se advierte que las mujeres dedican


el 47.7% de su tiempo semanal al trabajo doméstico y a las
actividades de cuidado de personas del hogar, ocupaciones que
predominan en su vida cotidiana; mientras que al trabajo para el
mercado y el uso de medios ocupan el 17.9% y 12.2.% de su tiempo
respectivamente.

En cambio, entre los hombres, el trabajo para el mercado ocupa


la mayor parte de su tiempo semanal, en promedio el 41.8%, en
segundo término los quehaceres domésticos y las actividades de
cuidado con 17% y por último el uso de medios masivos de
comunicación 14.4%.

Así, como se adelantó, ante los resultados de esa encuesta, no


se puede negar que existe una notable diferencia del uso del tiempo
dedicado al trabajo doméstico y cuidado de personas en el hogar entre
mujeres y hombres; y que ello, es resultado en parte, de la división
genérica del trabajo y de la permanencia de roles de género, que han
asignado a las mujeres la responsabilidad del cuidado del hogar y de

31
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

los hijos, lo cual necesariamente ha limitado sus oportunidades de


acceso al trabajo remunerado y a la obtención de ingresos.

Por ello, como ya se mencionó, si bien la simple demostración de


que se es cónyuge del demandado no es suficiente para generar la
presunción de necesitar alimentos, al existir la presunción humana de
que en México la mayoría de las mujeres se dedica
preponderantemente al trabajo del hogar o al cuidado y educación de
los hijos, cuando la cónyuge mujer asevera que a consecuencia de
ello carece de bienes o no tiene los suficientes para satisfacer sus
necesidades alimenticias, que no está en condiciones de trabajar o de
encontrar un trabajo remunerado o sus posibilidades de encontrarlo
son limitadas porque al haberse dedicado preponderantemente al
trabajo del hogar o al cuidado y educación de los hijos, no pudo
desarrollarse profesionalmente o actualizar sus conocimientos, debe
presumirse que efectivamente se dedicó preponderantemente al
trabajo del hogar o al cuidado y educación de los hijos.

En esa virtud, cuando la necesidad alimenticia alegada tiene


como antecedente esa presunción y se sustenta en hechos
negativos, como son los referentes a que carece de bienes o no tiene
los suficientes para satisfacer sus necesidades, que no está en
condiciones de trabajar o encontrar un trabajo remunerado en razón
de que durante su matrimonio no se pudo desarrollar profesional o
laboralmente y ello redujo sus posibilidades, etcétera, atendiendo a la
distribución de las cargas probatorias, se debe concluir que en
todo caso, es al demandado a quien le corresponderá demostrar
lo contrario, es decir que la actora sí está en condiciones de
satisfacer sus necesidades alimentarias.

32
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

De acuerdo con las consideraciones que se han expuesto, debe


prevalecer con carácter de jurisprudencia, en términos del artículo 192
de la Ley de Amparo, el criterio que sustenta esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación a continuación:

ALIMENTOS ENTRE CÓNYUGES. LA MUJER QUE DEMANDA SU


PAGO CON EL ARGUMENTO DE QUE SE DEDICÓ
PREPONDERANTEMENTE AL TRABAJO DEL HOGAR O AL
CUIDADO Y EDUCACIÓN DE LOS HIJOS, TIENE A SU FAVOR LA
PRESUNCIÓN DE NECESITARLOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE VERACRUZ). El simple hecho de que en un juicio de alimentos, la
actora acredite tener el carácter de cónyuge del demandado, es
insuficiente para presumir que tiene necesidad de ellos. Lo anterior es
así, porque el Código Civil para el Estado de Veracruz no establece
presunción legal alguna en ese sentido, y aun cuando su artículo 233
disponga que los cónyuges deban darse alimentos, este deber
constituye una obligación de carácter general que no hace distinción
por razón de género, en tanto no prevé que uno de ellos en particular
esté obligado a proporcionarlos; por el contrario, dicha obligación, en
términos del numeral 232 de ese código, es recíproca. Además, como
el referido artículo 233 no establece cómo o en qué medida los
cónyuges deben proporcionarse alimentos, se entiende que están
obligados a otorgarlos conforme a la regla general de proporcionalidad
prevista en el artículo 242 del propio ordenamiento, es decir, en
atención a la posibilidad del que debe darlos y a la necesidad del que
debe recibirlos, situación que se corrobora con el artículo 100 del
referido código, acorde con el cual los cónyuges deben contribuir a su
alimentación según sus posibilidades y distribuir la carga de esa
contribución en la forma y proporción que acuerden. Ahora bien, aun
cuando dicha necesidad no pueda presumirse por el simple hecho de
que la actora demuestre que es cónyuge del demandado, cuando ésta

33
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

demanda el pago de alimentos con el argumento de que tiene


necesidad de ellos porque se dedicó preponderantemente al trabajo
del hogar o al cuidado y educación de los hijos, ya que en su
matrimonio así se distribuyó la contribución de referencia, se presume
que tal argumentación es cierta, pues es un hecho innegable que en
México, por la permanencia de los roles de género, la mayoría de las
mujeres casadas se dedican preponderantemente a los quehaceres
propios del hogar, así como al cuidado y educación de los hijos, lo cual
les limita sus oportunidades de desarrollarse profesional o
laboralmente, con lo que reducen notablemente la obtención de
ingresos en comparación con los del marido; de ahí que si se toma en
cuenta que esa necesidad tiene como antecedente la presunción de
referencia y que se sustenta en hechos negativos atento a la
distribución de las cargas probatorias, debe concluirse que es al
demandado a quien le corresponde demostrar lo contrario, es decir,
que la actora está en condiciones de satisfacer sus necesidades
alimentarias.

Lo establecido en la presente sentencia no afecta las situaciones


jurídicas concretas establecidas en los juicios de amparo que dieron
origen a las sentencias contradictorias, de conformidad con el artículo
197-A, párrafo segundo, de la Ley de Amparo.

Finalmente, en términos de lo dispuesto en el artículo 195 de la


Ley de Amparo, la tesis jurisprudencial que resume el argumento
resolutorio de este fallo, deberá identificarse con el número que le
corresponda y remitirse a la Coordinación de Compilación y
Sistematización de Tesis para su publicación en el Semanario Judicial
de la Federación y su gaceta.

34
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

Por lo anteriormente expuesto, y con fundamento en los artículos


107, fracción XIII, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, 192, 195, 197-A de la Ley de Amparo y 21, fracción VIII,
de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, se resuelve:

PRIMERO. Sí existe contradicción entre los criterios que


sostienen el Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Séptimo
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en la misma Materia y
Circuito, en los términos del considerando quinto de esta resolución.

SEGUNDO. Debe prevalecer con el carácter de jurisprudencia, el


criterio sustentado por esta Primera Sala, en los términos de la tesis
redactada en el último considerando del presente fallo.

TERCERO. Dése publicidad a la tesis jurisprudencial que se


sustenta en la presente resolución, en los términos del artículo 195 de
la Ley de Amparo.

Notifíquese; con testimonio de la presente resolución, y en su


oportunidad archívese el expediente como asunto concluido.

Así lo resolvió la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia


de la Nación, por mayoría de tres votos de los Señores Ministros:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Presidente y Ponente Jorge Mario Pardo Rebolledo en
contra del emitido por el Señor Ministro José Ramón Cossío Díaz, por
lo que se refiere a la competencia. Asimismo, por mayoría de tres
votos de los señores Ministros: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Olga
Sánchez Cordero de García Villegas y Presidente y Ponente Jorge
Mario Pardo Rebolledo, en contra del emitido por el Ministro José
Ramón Cossío Díaz, en cuanto al fondo del presente asunto, quien se

35
CONTRADICCIÓN DE TESIS 416/2012

reserva el derecho de formular voto particular. Ausente: Ministro


Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Firman el Presidente de la Sala y Ponente con el Secretario de


Acuerdos, que autoriza y da fe.

PRESIDENTE DE LA PRIMERA SALA Y PONENTE

MINISTRO JORGE MARIO PARDO REBOLLEDO

SECRETARIO DE ACUERDOS
DE LA PRIMERA SALA:

LIC. HERIBERTO PÉREZ REYES

En términos de lo previsto en los artículos 3°, fracción II, 13, 14 ó 18, de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en
esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como
reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos.

36

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