Las teorías del desarrollo económico explican cómo los países logran crecimiento y bienestar, siendo fundamentales para la formulación de políticas efectivas. La teoría clásica, asociada a economistas como Adam Smith y David Ricardo, enfatiza el libre mercado y la competencia como motores del desarrollo, mientras que la teoría neoclásica, surgida en el siglo XIX, se centra en la utilidad y la asignación eficiente de recursos. Ambas corrientes han influido significativamente en el pensamiento económico moderno y en la comprensión del desarrollo económico.
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Las teorías del desarrollo económico explican cómo los países logran crecimiento y bienestar, siendo fundamentales para la formulación de políticas efectivas. La teoría clásica, asociada a economistas como Adam Smith y David Ricardo, enfatiza el libre mercado y la competencia como motores del desarrollo, mientras que la teoría neoclásica, surgida en el siglo XIX, se centra en la utilidad y la asignación eficiente de recursos. Ambas corrientes han influido significativamente en el pensamiento económico moderno y en la comprensión del desarrollo económico.
Las teorías del desarrollo económico explican cómo los países logran crecimiento y bienestar, siendo fundamentales para la formulación de políticas efectivas. La teoría clásica, asociada a economistas como Adam Smith y David Ricardo, enfatiza el libre mercado y la competencia como motores del desarrollo, mientras que la teoría neoclásica, surgida en el siglo XIX, se centra en la utilidad y la asignación eficiente de recursos. Ambas corrientes han influido significativamente en el pensamiento económico moderno y en la comprensión del desarrollo económico.
Las teorías del desarrollo económico explican cómo los países logran crecimiento y bienestar, siendo fundamentales para la formulación de políticas efectivas. La teoría clásica, asociada a economistas como Adam Smith y David Ricardo, enfatiza el libre mercado y la competencia como motores del desarrollo, mientras que la teoría neoclásica, surgida en el siglo XIX, se centra en la utilidad y la asignación eficiente de recursos. Ambas corrientes han influido significativamente en el pensamiento económico moderno y en la comprensión del desarrollo económico.
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Las teorías del desarrollo económico son métodos y modelos que intentan explicar
cómo los países alcanzan el crecimiento económico y mejoran el bienestar de sus
poblaciones. El desarrollo económico es un tema central en la economía y la política de todos los países. Comprender las teorías básicas del desarrollo económico es esencial para formular políticas eficaces que promuevan el crecimiento sostenible y mejoren la calidad de vida de las personas.
A lo largo de la historia, las teorías han evolucionado y han sido propuestas por diversos economistas y expertos en la materia; los economistas han elaborado muchas teorías para explicar el desarrollo económico. A continuación, se examinan algunas de las principales corrientes teóricas.
Teoría del desarrollo clásico
Es la teoría económica basada en la idea de que el libre mercado es el modo natural
de funcionamiento de las economías y conduce al progreso y la prosperidad (la competencia es el principal motor del crecimiento y el desarrollo económicos). Surgió en los siglos XVIII y XIX y se asocia principalmente con Adam Smith, Jean- Baptiste Say y David Ricardo.
Esta teoría cambió la orientación del pensamiento económico, que dejó de basarse en las preferencias de los gobernantes o las clases sociales. Los economistas clásicos hacían hincapié en los beneficios del libre comercio y analizaban sistemáticamente el valor de los bienes y servicios como expresión del coste de producción.
Los economistas clásicos rechazaban la intervención gubernamental en los
mercados a través de controles de precios, cuotas, regulaciones u otros mecanismos que interfirieran en el funcionamiento normal del mercado.
Según esta teoría, los mercados pueden asignar recursos y crear riqueza de forma eficiente cuando se les permite funcionar libremente, sin intervenciones indebidas del gobierno.
La teoría se desarrolló posteriormente con la aparición del capitalismo como sistema
económico dominante y los grandes cambios socioeconómicos que trajo consigo la revolución industrial.
El inicio de esta línea de pensamiento económico se considera generalmente en
1776, cuando Adam Smith publicó “La riqueza de las naciones”, una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones. En este libro, argumentaba que la división del trabajo y el interés propio conducen a la creación de riqueza y al desarrollo económico. Según la ley de Jean-Baptiste Say, la producción de bienes y servicios genera renta, que a su vez crea demanda de esos bienes y servicios.
David Ricardo desarrolló la teoría de la ventaja comparativa, según la cual los
países deben especializarse en la producción de bienes en los que tienen una ventaja comparativa y luego comerciar con otros países para maximizar la eficiencia y el bienestar económico.
John Stuart Mill, uno de los representantes importantes de esta teoría, analizó el proceso de formación de los salarios, el valor de los bienes en función de su utilidad y las condiciones para un comercio eficiente. Planteó el concepto de estancamiento del capitalismo debido a la disminución gradual de los beneficios y propuso diversas medidas para mejorar la distribución de la renta en la sociedad.
Estos teóricos clásicos sentaron las bases del pensamiento económico posterior y siguen influyendo en la economía moderna.
Teoría del desarrollo neoclásico
La teoría neoclásica es una escuela de pensamiento económico que sostiene que
el valor de un bien es función de la utilidad o satisfacción que los consumidores atribuyen a ese bien. Esta escuela asume que el crecimiento económico es el resultado de la acumulación de capital, el progreso tecnológico y la asignación eficiente de los recursos.
La escuela neoclásica surgió en la década de 1870. El término escuela neoclásica
ha sido criticado por algunos economistas que sostienen que intentaba fusionar ideas económicas marginalistas de los años 1870 a 1920. Estas ideas pretendían formalizar la economía para asimilarla de una forma más matemática.
Un aspecto fundamental del neoclasicismo que lo distingue de la escuela clásica es
su forma de interpretar los precios y el valor relativo de los bienes. La escuela clásica suponía que el valor de un bien se explicaba por la utilidad marginal, es decir, el valor de la última unidad de consumo (el lado de la demanda). Una de las principales preocupaciones de los neoclásicos era la asignación y distribución óptimas de los recursos sociales. Además, defendían el libre comercio como motor del desarrollo económico y como forma de explotar las ventajas comparativas de los países.
El neoclasicismo se originó en las ideas de los economistas marginalistas que
buscaban una teoría económica más rigurosa basada en modelos matemáticos objetivos que excluyeran los determinantes históricos. Existen tres orientaciones principales del neoclasicismo: • Inglesa: Asociada con William Stanley y Alfred Marshall, maestros del neoclasicismo. • Austriaca: asociado a Carl Menger, que desarrolló los fundamentos del análisis de la utilidad marginal. • Francesa: Asociado con Leon Wallace, que desarrolló la teoría del equilibrio general y el concepto de utilidad marginal.
*Principales supuestos
Los neoclásicos centraron su análisis en la elección entre alternativas y los cambios
marginales, que son el objeto del cálculo y el equilibrio general. En cuanto al comportamiento de los individuos y las empresas, la escuela neoclásica parte de tres supuestos básicos:
• Tanto los productores como los consumidores son racionales.
• Los individuos tratan de maximizar su utilidad o satisfacción al consumir bienes o servicios. Las empresas buscan maximizar sus beneficios al vender bienes o servicios. • Los individuos y las empresas actúan de forma independiente basándose en información completa y relevante.
También existen algunas diferencias con los economistas clásicos a la hora de
analizar la teoría del valor, la fijación de precios y la distribución de la renta.
• Teoría del valor: los economistas clásicos partían de la base de que el valor de los bienes y servicios viene determinado por los insumos de los factores, mientras que los economistas neoclásicos señalaban que el valor viene determinado por la utilidad de un bien para el consumidor y su escasez relativa. Cuanto mayor es la utilidad de un bien, más están dispuestos a pagar por él los consumidores. A la inversa, cuanto más escaso es un bien, mayor es su valor. • Formación de precios y distribución de la renta: antes de la llegada de los economistas neoclásicos, se pensaba que las rentas de los factores estaban determinadas por procesos históricos. Los economistas neoclásicos rechazaron este análisis y sostuvieron que la oferta y la demanda de un factor de producción determinan su precio. Así, el equilibrio en el mercado de los factores de producción determina la renta y su distribución entre los agentes económicos propietarios de un factor de producción dado.
