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Eduardo Galeano y Mario Benedetti

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Galeano y Benedetti; 2

escritores bajo la mirada


social.
Cronista de América
Eduardo Germán María Hughes
Galeano nació en Montevideo , Uruguay
el 3 de setiembre de 1940. Falleció el 13
de abril del 2015 a raíz de cáncer de
pulmón.
Está considerado como uno
de los más influyentes escritores
de la literatura latinoamericana.
A los 14 años entró en el mundo del
periodismo, publicando dibujos que firmaba
"Gius", por la dificultosa pronunciación de
su primer apellido.
Algún tiempo después empezó a publicar
artículos, que firmó ya como Galeano.
En sus inicios fue redactor jefe
de la revista Marcha (1960-64),
que terminó siendo silenciada
en 1974 por la dictadura. En
1973 tuvo que exiliarse a
Argentina. En 1975 se instala en
España.
Gius

PILAR EL SOL
Redactor de la revista marcha Director del diario Época
En 1973 en Argentina funda y dirige la revista
literaria “CRISIS”
• Publica en vida más de 40 libros. Varios de ellos han
sido traducidos a múltiples idiomas.
Algunas publicaciones
LAS VENAS ABIERTAS DE AMERICA LATINA (1971)
• Argumentaba mediante una serie de crónicas una suerte de historia
del saqueo de América Latina, que comenzaba en la época de la
Colonia española y seguía hasta nuestros días. La tesis era, a grandes
rasgos, que los 400 años de historia de la América mestiza se
reducían a una continua explotación de los recursos naturales de
nuestro continente con complicidad de la clase dominante.
Primera parte:
La pobreza del hombre como resultado de la riqueza de la tierra
"Fiebre del oro, fiebre de la plata": narra de forma sucinta toda la
fiebre del oro y de la plata, desde la llegada de Cristóbal Colón
hasta que estos metales se agotaron o perdieron su valor.
"El rey azúcar y otros monarcas agrícolas": el capítulo más extenso
del libro. En él se habla sobre las usurpaciones de los recursos en
distintas regiones a lo largo de los años en manos de las grandes
potencias (como son el caso del azúcar en Cuba, el caucho en
Brasil, la banana en Ecuador y Colombia, etc.).
"Las fuentes subterráneas del poder": capítulo dedicado a las
riquezas mineras y las atrocidades cometidas en su nombre.
• Segunda parte:
• El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes
• "Historia de la muerte temprana": reseña histórica de América
Latina y sus vaivenes.
• "La estructura contemporánea del despojo": en contraste con el
capítulo anterior, éste trata cómo continúa el saqueo por vías
más indirectas pero no menos efectivas, mediante un sistema
colonial opresor hacia adentro y oprimido desde fuera.
Memoria del Fuego
(1982-1986)
• La trilogía cuenta la historia de América Latina, desde la creación del
mundo hasta nuestros días. Cada tomo está ordenado
cronológicamente:

• I Los nacimientos: desde la creación del mundo hasta el siglo XVII.


• II Las caras y las máscaras: siglos XVIII y XIX.
• III El siglo del viento: siglo XX.

Estos textos buscaban hacer un retrato del continente, mezclando la


historia con la mitología indígena, fundiendo investigación y tradición
oral.

El texto se compone de una sucesión de pequeños relatos, de tamaño


inferior a una página. Los relatos están redactados en prosa, alguno de
ellos en prosa poética.
Temas
INDIGENAS VOCES DEL PODER
VOCES DEL PASADO INDIGENA MOVIMIENTOS DE
ANTIGLOBALIZACIÓN
Deuda ecológica. Dictadura universal, por los grandes
Latinoamérica condenado a ser financieros.
basurero.
• Túpac Amaru —¿Quiénes nos han puesto en este estado de morir tan deplorable? ¿Quiénes se chupan nuestra
sangre y comen de nuestro sudor? ¡Nos tratan como a perros, nos sacan el pellejo! ¡Cortemos de una vez el mal
gobierno de tanto ladrón zángano que nos roba la miel de nuestros panales! ¡Hermano: el patrón ya no comerá
más de tu pobreza!

• En 1780, se levantó contra todo este sistema de muerte y esclavitud, José Gabriel Condorcanqui, Tupaj Amaru,
que sublevó a los indígenas desde el valle del Cusco, se sublevó junto a miles de esclavos que servían en las
haciendas y en los obrajes. Era una espalda y otra espalda, y todas llenas de cicatrices. Por traición, Tupac
Amaru cayó en manos de los españoles. Lo llevaron a la plaza del Cusco, le cortaron la lengua, lo amarraron de
pies y manos a las cinchas de cuatro caballos.

• PREGONERO —¡Se prohíbe a los indios usar sus vestidos tradicionales!… ¡Se prohíben todas las pinturas de los
incas!...

• Los caballos corren hacia las cuatro esquinas de la plaza. Y tiran y tiran, pero no rompen el cuerpo del indio. No
pueden.

• PREGONERO —¡Se prohíbe a los indios celebrar sus fiestas! ¡Se prohíbe hablar en lengua quechua! ¡Se prohíbe
el sonido del pututu!
• Las espuelas de los jinetes desgarran los vientres de los caballos en un gran esfuerzo. Pero no pueden, no pueden romper su cuerpo. Tupaj Amaru
no se parte, no se parte nunca.

• PREGONERO —¡Se ordena a los indios vestirse según la costumbre española! ¡Se ordena a las indias peinarse según la costumbre española! ¡Se
ordena a los indios hablar la lengua española!

• Por fin, cuando el sol se oculta por no mirarlo, cortan el cuerpo del indio en pedazos y lo degüellan como hace dos siglos a Atahualpa, su
antepasado.

• PREGONERO —¡Se ordena que no quede semilla de este maldito nombre de Tupaj Amaru!!

• Así murió el padre de los pobres, Tupaj Amaru, por querer ver a sus hermanos indios libres de la esclavitud.

• COMPADRE —Y como él, tantos otros en tantos lugares de América Latina.


• VECINA —De los muertos que mataron no nos dicen nada. Y de los que murieron peleando, todavía menos.
• COMPADRE —Pero los nietos de los muertos y los nietos de los que murieron peleando, están entre nosotros. 50 de cada 100 ecuatorianos, 50 de
cada 100 peruanos, 60 de cada 100 bolivianos, 70 de cada 100 guatemaltecos, son indios. Son los sobrevivientes de nuestros antepasados de
América. Aún son esclavos en sus tierras. Pero ya se quitaron la máscara del susto. Y con su verdadero rostro rechazan ese «encuentro de
culturas», que nunca existió.
• Para quienes conciben la historia como una competencia, el atraso y la miseria
de América Latina no son otra cosa que el resultado de su fracaso. Perdimos;
otros ganaron. Pero ocurre que quienes ganaron, ganaron gracias a que nosotros
perdimos: la historia del subdesarrollo de América Latina integra, como se ha
dicho, la historia del desarrollo del capitalismo mundial. Nuestra derrota estuvo
siempre implícita en la victoria ajena; nuestra riqueza ha generado siempre
nuestra pobreza para alimentar la prosperidad de otros: los imperios y sus
caporales nativos. En la alquimia colonial y neocolonial, el oro se transfigura en
chatarra, y los alimentos se convierten en veneno. Potosí, Zacatecas y Ouro Preto
cayeron en picada desde la cumbre de los esplendores de los metales preciosos
al profundo agujero de los socavones vacíos, y la ruina fue el destino de la
pampa chilena del salitre y de la selva amazónica del caucho; el nordeste
azucarero de Brasil, los bosques argentinos del quebracho o ciertos pueblos
petroleros del lago de Maracaibo tienen dolorosas razones para creer en la
mortalidad de las fortunas que la naturaleza otorga y el imperialismo usurpa. La
lluvia que irriga a los centros del poder imperialista aboga los vastos suburbios
del sistema. Del mismo modo, y simétricamente, el bienestar de nuestras clases
dominantes - dominantes hacia dentro, dominadas desde fuera- es la maldición
de nuestras multitudes condenadas a una vida de bestias de carga.
• (...)
• Toda la pompa y la alegría se habían desvanecido y no quedaba sitio
para ninguna esperanza. El testimonio final, grandioso como un
entierro para aquella fugaz civilización del oro nacida para morir, fue
dejado a los siglos siguientes por el artista más talentoso de toda la
historia de Brasil. El «Aleijadinho», desfigurado y mutilado por la
lepra, realizó su obra maestra amarrándose el cincel y el martillo a las
manos sin dedos y arrastrándose de rodillas, cada madrugada, rumbo
a su taller. La leyenda asegura que en la iglesia de Nossa Senhora das
Mercés e Misericordia, de Minas Gerais, los mineros muertos
celebran todavía misa en las frías noches de lluvia. Cuando el
sacerdote se vuelve, alzando las manos desde el altar mayor, se le
ven los huesos de la cara. "
De nuestros miedos

• De nuestros miedos
• nacen nuestros corajes
• y en nuestras dudas
• viven nuestras certezas.
• Los sueños anuncian
• otra realidad posible
• y los delirios otra razón.
• En los extravíos
• nos esperan hallazgos,
• porque es preciso perderse
• para volver a encontrarse.
• (De: El libro de los abrazos)
Día del Descubrimiento (Octubre, 12)

• En 1492, los nativos descubrieron que


eran indios,
• descubrieron que vivían en América,
• descubrieron que estaban desnudos,
• descubrieron que existía el pecado,
• descubrieron que debían obediencia
a un rey y a una reina
• de otro mundo y a un dios de otro
cielo,
• y que ese dios había inventado la
culpa y el vestido
• y había mandado que fuera quemado
vivo quien adorara al sol
• y a la luna y a la tierra y a la lluvia que
la moja.
• (En: Los hijos de los días)
Día del servicio doméstico (Marzo, 30)

• Maruja no tenía edad.


• De sus años de antes, nada contaba. De sus años
• de después, nada esperaba.
• No era linda, ni fea, ni más o menos.
• Caminaba arrastrando los pies, empuñando el plumero,
• o la escoba, o el cucharón.
• Despierta, hundía la cabeza entre los hombros.
• Dormida, hundía la cabeza entre las rodillas.
• Cuando le hablaban, miraba el suelo,
• como quien cuenta hormigas.
• Había trabajado en casas ajenas desde que tenía
memoria.
• Nunca había salido de la ciudad de Lima.
• Mucho trajinó, de casa en casa, y en ninguna se hallaba.
• Por fin, encontró un lugar donde fue tratada
• como si fuera persona.
• A los pocos días se fue.
• Se estaba encariñando.
• (En: Los hijos de los días)
Guerras calladas

• No estalla como las bombas, ni suena como los tiros.


• El hambre, que mata callando, mata a los callados.
• De ellos, sabemos todo. Los expertos, los pobrólogos,
• los estudian y nos ofrecen los datos actualizados:
• Qué no comen,
• en qué no trabajan,
• cuántos son,
• cuánto no pesan,
• cuánto no miden,
• qué no tienen,
• qué no piensan,
• qué no votan,
• en qué no creen.
• Sólo nos falta saber por qué los pobres son pobres.
• Ellos, los muertos de las guerras, los presos de las cárceles,
• los brazos disponibles, los brazos desechables,
• sin tierra, sin casa, sin camino.
• ¿Será que los pobres son pobres
• porque su hambre nos da de comer
• y su desnudez nos viste?
• ¿Qué sería de nosotros sin ellos?
• (En Los Nadies)
El miedo

• Una mañana, nos regalaron un


conejo de indias.
• Llegó a casa enjaulado.
• Al mediodía, le abrí la puerta de
la jaula.
• Volví a casa al anochecer
• y lo encontré como lo había
dejado:
• jaula adentro,
• pegado a los barrotes,
• temblando del susto de la
libertad.
• (De: El libro de los abrazos)
El miedo global

• Los que trabajan tienen miedo de perder el • Miedo de la mujer a la violencia del hombre
trabajo.
• y miedo del hombre a la mujer sin miedo.
• Los que no trabajan tienen miedo
• Miedo a los ladrones, miedo a la policía.
• de no encontrar nunca trabajo.
• Miedo a la puerta sin cerradura,
• Quien no tiene miedo al hambre, tiene
miedo a la comida. • al tiempo sin relojes,
• Los automovilistas tienen miedo de caminar • al niño sin televisión,
• y los peatones tienen miedo de ser • miedo a la noche sin pastillas para dormir
atropellados. • y miedo al día sin pastillas para despertar.
• La democracia tiene miedo de recordar • Miedo a la multitud,
• y el lenguaje tiene miedo de decir. • miedo a la soledad,
• Los civiles tienen miedo a los militares, • miedo a lo que fue
• los militares tienen miedo a la falta de • y a lo que puede ser,
guerras.
• miedo de morir,
• Es el tiempo del miedo.
• miedo de vivir...
• (En: Patas arriba, La escuela del mundo al
revés)
El mundo

• Un hombre del pueblo de Negua,


• en la costa de Colombia,
• pudo subir al cielo.
• A la vuelta, contó,
• dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida
humana.
• y dijo que somos un mar de fueguitos.
• Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás
• no hay dos fuegos iguales
• hay fuegos grandes y fuegos chicos
• y fuegos de todos los colores
• hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento,
• y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas
• algunos fuego, fuegos bobos, ni alumbran ni queman
• pero otros arden la vida con tantas ganas
• que no se puede mirar sin parpadear
• y quien se acerca, se enciende
• (De: El libro de los abrazos)
La cultura del terror

• El colonialismo visible te mutila sin


disimulo:
• te prohíbe decir,
• te prohíbe hacer,
• te prohíbe ser.
• El colonialismo invisible, en cambio,
te convence
• de que la servidumbre es tu destino
• y la impotencia tu naturaleza:
• te convence de que no se puede
decir,
• no se puede hacer,
• no se puede ser.
• (De: El libro de los abrazos)
La llegada

• El hijo de Pilar y Daniel Weinberg


• fue bautizado en la costanera.
• Y en el bautismo le enseñaron lo
sagrado.
• Recibió una caracola:
• -Para que aprendas a amar el agua.
• Abrieron la jaula de un pájaro preso:
• -Para que aprendas a amar el aire.
• Le dieron una flor de malvón:
• -Para que aprendas a amar la tierra.
• Y también le dieron una botella
cerrada:
• -No la abras nunca, nunca.
• Para que aprendas a amar el misterio.
• (De: Las palabras andantes)
La Utopía

• La utopía está en el horizonte,


• me acerco dos pasos,
• ella se aleja dos pasos.
• Camino diez pasos y el
horizonte
• se corre diez pasos más allá.
• Por mucho que yo camine,
• nunca la alcanzaré.
• ¿Para qué sirve la utopía?
• Para esos sirve: para caminar.
Los Nadies

• Sueñan las pulgas con comprarse un perro • Los nadies,


• y sueñan los nadies con salir de pobre, • los ningunos, los ninguneados.
• que algún mágico día llueva de pronto la buena • Corriendo las liebres, muriendo la vida, jodidos,
suerte,
• rejodidos:
• que llueva a cántaros la buena suerte:
• Que no son, aunque sean.
• pero la buena suerte no llueve ayer,
• Que no hablan idiomas sino dialectos.
• ni hoy ni mañana ni nunca,
• Que no profesan religiones, sino supersticiones.
• ni en llovizna cae del cielo la buena suerte,
• Que no hacen arte, sino artesanía.
• por mucho que los nadies la llamen y aunque les
pique • Que no practican cultura, sino folclore.
• la mano izquierda, • Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
• o se levanten con el pie derecho, • Que no tienen cara, sino brazos.
• o empiecen el año cambiando de escoba. • Que no tienen nombre, sino número.
• Llos hijos de nadie, los dueños de nada. • Que no figuran en la historia universal.
• Sino en las páginas rojas de la prensa local.
• Los nadies.
• Que cuestan menos que la bala que los mata.
• os nadies:
• (De: "El libro de los abrazos")
Ojalá tengamos el coraje

Ojalá tengamos el coraje de estar solos • que la condición humana vale la pena,
• y la valentía de arriesgarnos a estar juntos, • porque hemos sido mal hechos, pero no estamos
terminados.
• porque de nada sirve un diente fuera de la boca
• Ojalá podamos ser capaces de seguir caminando
• ni un dedo fuera de la mano.
• los caminos del viento
• Ojalá podamos ser desobedientes
• a pesar de las caídas y las traiciones y las derrotas,
• cada vez que recibimos órdenes que humillan
nuestra conciencia • porque la historia continúa, más allá de nosotros,
• o violan nuestro sentido común. • y cuando ella dice adiós, está diciendo: hasta luego.
• Ojalá podamos merecer que nos llamen locos, • Ojalá podamos mantener viva la certeza
• como han sido llamadas locas las Madres de Plaza • de que es posible ser compatriota y contemporáneo
de Mayo,
• de todo aquel que viva animado por la voluntad de
• por cometer la locura de negarnos a olvidar justicia
• en los tiempos de la amnesia obligatoria. • y la voluntad de la belleza,
• Ojalá podamos ser tan porfiados para seguir • nazca donde nazca y viva cuando viva,
creyendo,
• porque no tienen fronteras los mapas
• contra toda evidencia,
• del alma ni del tiempo.
Ventana sobre el miedo

• El hambre desayuna miedo.


• El miedo al silencio aturde las calles.
• El miedo amenaza:
• Si usted ama, tendrá sida.
• Si fuma, tendrá cáncer.
• Si respira, tendrá contaminación.
• Si bebe, tendrá accidentes.
• Si come, tendrá colesterol.
• Si habla, tendrá desempleo.
• Si camina, tendrá violencia.
• Si piensa, tendrá angustia.
• Si duda, tendrá locura.
• Si siente, tendrá soledad.
• (De “Ventana sobre el tiempo)
Viceversa

• "De nuestros miedos


• nacen nuestros corajes,
• y en nuestras dudas
• viven nuestras certezas.
• Los sueños anuncian
• otra realidad posible,
• y los delirios otra razón.
• En los extravíos
• nos esperan los hallazgos
• porque es preciso perderse
• para volver a encontrarse."
Son cosas chiquitas

• Son cosas chiquitas.


• No acaban con la pobreza
• no nos sacan del subdesarrollo,
• no socializan los medios de
producción
• y de cambio, no expropian las cuevas
de Alí Babá.
• Pero quizá desencadenen la alegría
de hacer,
• y la traduzcan en actos.
• Y al fin y al cabo, actuar sobre la
realidad
• y cambiarla aunque sea un poquito,
• Es la única manera de probar
• que la realidad es transformable.
Mario benedetti
Poemas de amor y compromiso
Biografía

• Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia, Mario Benedetti, nació en Paso de los
Toros el 14 de septiembre de 1920, integrante de la conocida como Generación del 45. Se educó
en Montevideo, donde trabajó desde los catorce años en una fábrica de repuestos de
automóviles. Posteriormente se trasladó a Buenos Aires, Argentina, donde, formando parte del
semanario Marcha, se formó como periodista. El exilio político (1973) lo lleva a Perú, luego a
Cuba y finalmente a España, donde sigue desarrollando su actividad literaria. Finalmente
consigue volver a Uruguay en 1983.
• En la obra de Mario Benedetti pueden diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus
circunstancias vitales, así como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de
América Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa
experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía, y
el espíritu pequeño-burgués que la anima.

• En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y la esperanza de
amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por
represiones militares. Durante más de diez años, Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España
como consecuencia de esta represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una
novela en verso: El cumpleaños de Juan Ángel (1971), así como cuentos fantásticos: La muerte y
otras sorpresas (1968). Trató el tema del exilio en la novela Primavera con una esquina rota
(1982).
• El día 17 de mayo de 2009 poco después de las 18:00, Benedetti muere en su casa de
Montevideo, a los 88 años de Su cortejo fúnebre fue encabezado por integrantes de la
Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay y la Central de Trabajadores (PIT -
CNT) entre otras personalidades y amigos del escritor, y cientos de ciudadanos que
acompañaron al mismo, quedando de manifiesto su fuerte arraigo popular. Fue sepultado
en el Panteón Nacional del Cementerio Central de Montevideo.
Decir que no

• Ya lo sabemos • ya lo sabemos
• es difícil • es difícil
• decir que no • decir que no
• decir no quiero • decir no quiero

• ver que el dinero forma un • no obstante


cerco • cómo desalienta
• alrededor de tu esperanza • verte bajar tu esperanza
• sentir que otros • saberte lejos de ti mismo
• los peores
• entran a saco por tu sueño
• oírte • y ver que un día
• primero despacito • pobre diablo
• decir que sí • ya para siempre pordiosero
• decir sí quiero • poquito a poco
• comunicarlo luego al mundo • abres la mano
• con un orgullo enajenado
• y nunca más
• puedes cerrarla.
El sur también existe

• Con su ritual de acero • pero aquí abajo abajo


• sus grandes chimeneas • el hambre disponible
• sus sabios clandestinos • recurre al fruto amargo
• su canto de sirenas • de lo que otros deciden
• sus cielos de neón • mientras el tiempo pasa
• sus ventas navideñas • y pasan los desfiles
• su culto de dios padre • y se hacen otras cosas
• y de las charreteras • que el norte no prohibe
• con sus llaves del reino • con su esperanza dura
• el norte es el que ordena • el sur también existe
• con sus predicadores • pero aquí abajo abajo
• sus gases que envenenan • cada uno en su escondite
• su escuela de chicago • hay hombres y mujeres
• sus dueños de la tierra • que saben a qué asirse
• con sus trapos de lujo • aprovechando el sol
• y su pobre osamenta • y también los eclipses
• sus defensas gastadas • apartando lo inútil
• sus gastos de defensa • y usando lo que sirve
• con sus gesta invasora • con su fe veterana
• el norte es el que ordena • el Sur también existe
• con su corno francés • pero aquí abajo abajo
• y su academia sueca • cerca de las raíces
• su salsa americana • es donde la memoria
• y sus llaves inglesas • ningún recuerdo omite
• con todos su misiles • y hay quienes se desmueren
• y sus enciclopedias • y hay quienes se desviven
• su guerra de galaxias • y así entre todos logran
• y su saña opulenta • lo que era un imposible
• con todos sus laureles • que todo el mundo sepa
• el norte es el que ordena • que el Sur también existe
Ese gran simulacro

• Cada vez que nos dan clases de • en mi región hay calvarios de


amnesia ausencia
• como si nunca hubieran existido • muñones de porvenir/arrabales de
• los combustibles ojos del alma duelo
• o los labios de la pena huérfana • pero también candores de
mosqueta
• cada vez que nos dan clases de
amnesia • pianos que arrancan lágrimas
• y nos conminan a borrar • cadáveres que miran aún desde sus
huertos
• la ebriedad del sufrimiento
• nostalgias inmóviles en un pozo de
• me convenzo de que mi región otoño
• no es la farándula de otros • sentimientos insoportablemente
actuales
• que se niegan a morir allá en lo
oscuro
• el día o la noche en que el olvido
• el olvido está tan lleno de memoria estalle
• que a veces no caben las • salte en pedazos o crepite/
remembranzas • los recuerdos atroces y los de
• y hay que tirar rencores por la borda maravilla
• quebrará los barrotes de fuego
• en el fondo el olvido es un gran • arrastrarán por fin la verdad por el
simulacro mundo
• nadie sabe ni puede/ aunque quiera/ • y esa verdad será que no hay olvido.
olvidar
• un gran simulacro repleto de
fantasmas
• esos romeros que peregrinaran por el
olvido
• como si fuese El Camino de Santiago
Hombre que mira la luna

• Es decir la miraba porque ella


• se ocultó tras el biombo de nubes • cuando los amantes ricos la
• y todo porque muchos amantes de miraban
este mundo • desde sus tedios y sus pabellones
• le dieron sutilmente el olivo • satelizaba de lo lindo y oía
• que la luna era un fenómeno
• con su brillo reticente la luna cultural
• durante siglos consiguió
transformar • pero si los amantes pobres la
• el vientre amor en garufa cursilínea contemplaban
• la injusticia terrestre en dolor • desde su ansiedad o desde sus
lapizlázuli hambrunas
• entonces la menguante entornaba
los ojos
• porque tanta miseria no era para
ella
• hasta que una noche • y libres para siempre de la luna
casualmente de luna lunática
• con murciélagos suaves con • fornicaron al fin como dios
fantasmas y todo manda
• esos amantes pobres se miraron • o mejor dicho como dios
a dúo sugiere.
• dijeron no va más al carajo
selene

• se fueron a su cama de sábanas


gastadas
• con acre olor a sexo deslunado
• su camanido de crujiente vaivén
Hombre que mira la tierra

• Cómo querría otra suerte para esta • o que descendiera la lluvia


pobre reseca inaugurándola
• que lleva todas las artes y los oficios • y le dejara cicatrices como zanjones
• en cada uno de sus terrones • y un barro oscuro y dulce
• y ofrece su matriz reveladora • con ojos como charcos
• para las semillas que quizá nunca
lleguen • o que en su biografía
• pobre madre reseca
• cómo querría que un desborde • irrumpiera de pronto el pueblo
caudal fértil
• viniera a redimirla • con azadones y argumentos
• y la empapara con su sol en hervor • y arados y sudor y buenas nuevas
• o sus lunas ondeadas • y las semillas de estreno recogieran
• y las recorriera palmo a palmo • el legado de viejas raíces
• y la entendiera palma a palma
• como querrían que se escucharan
• su verde gratitud y su orgasmo
nutricio
• y que el alambrado recogiera sus
púas
• ya que por fin sería nuestra y una

• como querría esa suerte de tierra


• y que vos muchachita
• entre brotes o espigas
• o aliento vegetal o abejas
mensajeras
• te extendieras allí
• mirando por primera vez las nubes
• y yo tapara lentamente el cielo
Hombre preso que mira a su hijo

• Cuando era como vos me enseñaron los • pobrecitos creían que libertad
viejos
• era tan solo una palabra aguda
• y también las maestras bondadosas y miopes
• que muerte era tan solo grave o llana
• que libertad o muerte era una redundancia
• y cárceles por suerte una palabra esdrújula.
• a quien se le ocurría en un país
• donde los presidentes andaban sin capangas.
• Olvidaban poner el acento en el hombre.

• Que la patria o la tumba era otro pleonasmo


• La culpa no era exactamente de ellos
• ya que la patria funcionaba bien
• sino de otros más duros y siniestros
• en las canchas y en los pastoreos.
• y estos sí
• cómo nos ensartaron
• Realmente no sabían un corno
• en la limpia república verbal
• cómo idealizaron
• la vidurria de vacas y estancieros
• y cómo nos vendieron un ejército
• que tomaba su mate en los cuarteles.
• Uno no siempre hace lo que quiere • Vos ya sabés que tuve que elegir
• uno no siempre puede otros juegos
• por eso estoy aquí • y que los jugué en serio.
• mirándote y echándote
• de menos. • Y jugué por ejemplo a los ladrones
• y los ladrones eran policías.
• Por eso es que no puedo
despeinarte el jopo • Y jugué por ejemplo a la escondida
• ni ayudarte con la tabla del nueve • y si te descubrían te mataban
• ni acribillarte a pelotazos. • y jugué a la mancha
• y era de sangre.

• Botija aunque tengas pocos años


• creo que hay que decirte la verdad • Pero también es bueno que conozcas
• para que no la olvides. • que tu viejo calló
• o puteó como un loco
• Por eso no te oculto que me dieron picana • que es una linda forma de callar.
• que casi me revientan los riñones
• todas estas llagas, hinchazones y heridas • Que tu viejo olvidó todos los números
• que tus ojos redondos • (por eso no podría ayudarte en las tablas)
• miran hipnotizados • y por lo tanto todos los teléfonos.
• son durísimos golpes
• son botas en la cara • Y las calles y el color de los ojos
• demasiado dolor para que te lo oculte • y los cabellos y las cicatrices
• demasiado suplicio para que se me borre. • y en qué esquina
• en qué bar
• qué parada
• qué casa.
• Y acordarse de vos • Uno no siempre hace lo que quiere
• de tu carita • pero tiene el derecho de no hacer
• lo ayudaba a callar. • lo que no quiere.

• Una cosa es morirse de dolor • Llora nomás botija


• y otra cosa es morirse de vergüenza. • son macanas
• que los hombres no lloran
• Por eso ahora • aquí lloramos todos.
• me podés preguntar
• y sobre todo • Gritamos, berreamos, moqueamos,
chillamos, maldecimos
• puedo yo responder.
• porque es mejor llorar que traicionar
• porque es mejor llorar que traicionarse.

• Llorá
• pero no olvides.
Desaparecidos

• Están en algún sitio / concertados • ven pasar árboles y pájaros


• desconcertados / sordos • e ignoran a qué sombra pertenecen
• buscándose / buscándonos
• bloqueados por los signos y las dudas • cuando empezaron a desaparecer
• contemplando las verjas de las plazas • hace tres cinco siete ceremonias
• los timbres de las puertas / las viejas • a desaparecer como sin sangre
azoteas • como sin rostro y sin motivo
• ordenando sus sueños sus olvidos • vieron por la ventana de su ausencia
• quizá convalecientes de su muerte • lo que quedaba atrás / ese andamiaje
privada
• de abrazos cielo y humo
• nadie les ha explicado con certeza
• si ya se fueron o si no
• si son pancartas o temblores
• sobrevivientes o responsos
• cuando empezaron a desaparecer
• como el oasis en los espejismos
• a desaparecer sin últimas palabras
• tenían en sus manos los trocitos
• de cosas que querían

• están en algún sitio / nube o tumba


• están en algún sitio / estoy seguro
• allá en el sur del alma
• es posible que hayan extraviado la
brújula
• y hoy vaguen preguntando
preguntando
• dónde carajo queda el buen amor
• porque vienen del odio
Hagamos un trato

Cuando sientas tu herida sangrar


cuando sientas tu voz sollozar
cuenta conmigo

• (de una canción de Carlos Puebla)


Compañera
usted sabe no alerte sus fusiles
que puede contar ni piense qué delirio
conmigo a pesar de la veta
no hasta dos o tal vez porque existe
o hasta diez usted puede contar
sino contar conmigo
conmigo si otras veces
me encuentra
si alguna vez
huraño sin motivo
advierte
no piense qué flojera
que la miro a los ojos
igual puede contar
y una veta de amor
reconoce en los míos conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo
AMOR DE TARDE

Es una lástima que no estés conmigo


Es una lástima que no estés conmigo cuando miro el reloj y son las seis.
cuando miro el reloj y son las cuatro Podrías acercarte de sorpresa
y acabo la planilla y pienso diez minutos y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
y estiro las piernas como todas las tardes yo con la mancha roja de tus labios
y hago así con los hombros para aflojar la tú con el tizne azul de mi carbónico.
espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo


cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca
verdades.
Cada ciudad puede ser otra

cada ciudad puede ser otra


Los amorosos son los que cuando el amor pinta los muros
abandonan,
y de los rostros que atardecen
son los que cambian, los que
olvidan. unos es el rostro del amor

• Jaime Sabines y el amor viene y va y regresa


y la ciudad es el testigo
Cada ciudad puede ser otra de sus abrazos y crepúsculos
cuando el amor la transfigura de sus bonanzas y aguaceros
cada ciudad puede ser tantas
como amorosos la recorren y si el amor se va y no vuelve
la ciudad carga con su otoño
el amor pasa por los parques ya que le quedan sólo el duelo
casi sin verlos amándolos y las estatuas del amor
entre la fiesta de los pájaros
y la homilía de los pinos
CONFIDENCIAL

Fueron jóvenes los viejos


pero la vida se ha ido
desgranando en el espejo

y serán viejos los jóvenes


pero no lo divulguemos
que hasta las paredes oyen.
Cuando éramos Niños

ya cuando nos casamos


Cuando éramos niños los ancianos estaban en los
los viejos tenían como treinta cincuenta
un charco era un océano un lago era un océano
la muerte lisa y llana la muerte era la muerte
no existía. de los otros.

luego cuando muchachos ahora veteranos


los viejos eran gente de ya le dimos alcance a la verdad
cuarenta el océano es por fin el océano
un estanque era un océano pero la muerte empieza a ser
la muerte solamente la nuestra
una palabra
Currículum

El cuento es muy sencillo, Usted ama,


usted nace, se transfigura y ama
contempla atribulado por una eternidad tan provisoria
el rojo azul del cielo, que hasta el orgullo se le vuelve tierno
el pájaro que emigra, y el corazón profético,
el torpe escarabajo se convierte en escombros.
que su zapato aplastará
valiente. Usted aprende
y usa lo aprendido,
Usted sufre, para volverse lentamente sabio,
reclama por comida para saber que al fin el mundo es ésto,
y por costumbre, en su mejor momento una nostalgia,
por obligación, en su peor momento un desamparo,
llora limpio de culpas, y siempre, siempre
extenuado, un lío,
hasta que el sueño lo descalifica. entonces,
usted muere.
Chau número tres

Te dejo con tu vida te dejo sin mis dudas


tu trabajo pobres y malheridas
tu gente sin mis inmadureces
con tus puestas de sol sin mi veteranía
y tus amaneceres
pero tampoco creas
sembrando tu confianza a pie juntillas todo
te dejo junto al mundo no creas nunca creas
derrotando imposibles este falso abandono
segura sin seguro
estaré donde menos
te dejo frente al mar lo esperes
descifrándote sola por ejemplo
sin mi pregunta a ciegas en un árbol añoso
sin mi respuesta rota de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra

estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen

y ojalá pueda estar


de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirandoté.
Decir que No
Ya lo sabemos
es difícil oírte
decir que no primero despacito
decir no quiero decir que sí
decir sí quiero
ver que el dinero forma un cerco comunicarlo luego al mundo
alrededor de tu esperanza con un orgullo enajenado
sentir que otros
los peores y ver que un día
entran a saco por tu sueño pobre diablo
ya para siempre pordiosero
ya lo sabemos poquito a poco
es difícil abres la mano
decir que no
decir no quiero y nunca más
puedes cerrarla.
no obstante
cómo desalienta
verte bajar tu esperanza
saberte lejos de ti mismo
Defensa de la alegría

Defender la alegría como una trinchera defender la alegría como un destino


defenderla del escándalo y la rutina defenderla del fuego y de los bomberos
de la miseria y los miserables de los suicidas y los homicidas
de las ausencias transitorias de las vacaciones y del agobio
y las definitivas de la obligación de estar alegres

defender la alegría como un principio defender la alegría como una certeza


defenderla del pasmo y las pesadillas defenderla del óxido y de la roña
de los neutrales y de los neutrones de la famosa pátina del tiempo
de las dulces infamias del relente y del oportunismo
y los graves diagnósticos de los proxenetas de la risa

defender la alegría como una bandera defender la alegría como un derecho


defenderla del rayo y la melancolía defenderla de dios y del invierno
de los ingenuos y de los canallas de las mayúsculas y de la muerte
de la retórica y los paros cardiacos de los apellidos y las lástimas
de las endemias y las academias del azar
y también de la alegría
Lo que necesito de ti

No sabes cómo necesito tu voz; Necesito la flor de tus manos


necesito tus miradas aquella paciencia de todos tus
aquellas palabras que siempre me actos
llenaban, con aquella justicia que me
necesito tu paz interior; inspiras
necesito la luz de tus labios para lo que siempre fue mi espina
! Ya no puedo... seguir así ! mi fuente de vida se ha secado
...Ya... No puedo con la fuerza del olvido...
mi mente no quiere pensar me estoy quemando;
no puede pensar nada más que aquello que necesito ya lo he
en ti. encontrado
pero aún !Te sigo extrañando!
Mass media

De los medios de comunicación


en este mundo tan codificado
con internet y otras navegaciones
yo sigo prefiriendo
el viejo beso artesanal
que desde siempre comunica tanto
Mengana si te vas con el zutano...

Mengana si te vas con el zutano


yo/tu fulano/ no me mataré
simplemente los seguiré en la noche
por todos los senderos y las dunas
vos gozando tal vez y yo doliéndome
hasta que vos te duelas y yo goce
cuando las huellas a seguir no sean
dos tamañas pisadas y dos breves
sino apenas las de tus pies dulcísimos
y entonces yo aparezca a tu costado
y vos /con esa culpa que te hace
más linda todavía/ te perdones
para llorar como antes en mi hombro.
Nuevo canal interoceánico

Te propongo construir
un nuevo canal
sin esclusas
ni excusas
que comunique por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural pacífico.
Soneto kitsch a una mengana

• Yo/ fulano de mí/ llevo conmigo


• tu rostro en cada suerte de la historia.
• Tu cuerpo de mengana es una gloria
• y por eso al soñar sueño contigo.

• Luego/ si el sueño acaba te persigo


• soñándote despierto/ es una noria
• que rodea tu eco en mi memoria
• y te cuenta esos sueños que te digo.

• Así/ sin intenciones misteriosas


• sé que voy a elegir de buena gana
• de mi viejo jardín sólo tus rosas.

• De las altas ventanas tu ventana


• de los signos de mar tu mar de cosas
• y de todo el amor/ tu amor/ mengana.
Te quiero
• si te quiero es porque sos
• mi amor mi cómplice y todo
• y en la calle codo a codo
• somos mucho más que dos
• Tus manos son mi caricia
• mis acordes cotidianos • y por tu rostro sincero
• te quiero porque tus manos • y tu paso vagabundo
• trabajan por la justicia • y tu llanto por el mundo
• porque sos pueblo te quiero
• si te quiero es porque sos
• mi amor mi cómplice y todo • y porque amor no es aureola
• y en la calle codo a codo • ni cándida moraleja
• somos mucho más que dos • y porque somos pareja
• que sabe que no está sola
• tus ojos son mi conjuro
• contra la mala jornada • te quiero en mi paraíso
• te quiero por tu mirada • es decir que en mi país
• que mira y siembra futuro • la gente viva feliz
• aunque no tenga permiso
• tu boca que es tuya y mía
• tu boca no se equivoca • si te quiero es porque sos
• te quiero porque tu boca • mi amor mi cómplice y todo
• sabe gritar rebeldía • y en la calle codo a codo
• somos mucho más que dos.

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