Conclusion Max Planck y Einstein 2
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Ingeniería Bioquímica
Química
La nueva era de la física comenzó en 1900 con el joven físico alemán Max Planck.
Al examinar los datos de la radiación que emitían los sólidos calentados a diferentes
temperaturas, Planck descubrió que los átomos y las moléculas emiten energía sólo en
cantidades discretas o cuanto.
Los físicos siempre habían supuesto que la energía era un proceso continuo y que en el
proceso de radiación se podía liberar cualquier cantidad de energía.
La teoría cuántica de Planck revolucionó la física. Sin duda, la serie de investigaciones
que siguió a este descubrimiento modificó para siempre el concepto de la naturaleza.
A fines del siglo XIX, varios físicos estaban estudiando este fenómeno, tratando de entender la relación entre la
temperatura y la intensidad y longitud de onda de la radiación emitida. Las leyes conocidas de la física no podían explicar
este fenómeno.
En 1900, un físico alemán llamado Max Planck (1858-1947) resolvió el problema con una hipótesis audaz: propuso que
la energía sólo puede ser liberada (o absorbida) por los átomos en “paquetes” discretos con cierto tamaño mínimo. Planck
dio el nombre de cuanto (que significa “cantidad fija”) a la cantidad más pequeña de energía que se puede emitir o
absorber como radiación electromagnética, y propuso que la energía, E, de un solo cuanto es igual a una constante
multiplicada por su frecuencia:
E = hυ
La constante h, llamada constante de Planck, tiene un valor de 6.63 *10^ 34 joule-segundos (J-s). ν es la frecuencia
de radiación.
Debido a que υ= c/λ, la ecuación, también se puede expresar de la siguiente manera:
E = h c/λ
El Efecto Fotoeléctrico
En 1905, sólo cinco años después de que Planck presentara su teoría cuántica, Albert Einstein la utilizó para
resolver otro misterio en la física: el efecto fotoeléctrico, un fenómeno en el que los electrones son expulsados desde
la superficie de ciertos metales que se han expuesto a la luz de al menos determinada frecuencia mínima, y que se
conoce como frecuencia umbral. El número de electrones liberados, no su energía, era proporcional a la intensidad
(o brillantez) de la luz. No importaba qué tan intensa fuera la luz, los electrones no se liberaban cuando la frecuencia
no llegaba al umbral.
La teoría de la onda de luz no podía explicar el efecto fotoeléctrico, pero Einstein partió de una extraordinaria
hipótesis al considerar que un rayo de luz es, en realidad, un torrente de partículas.
Tomando como punto de partida la teoría cuántica de Planck, Einstein dedujo que cada una de estas
partículas de luz, que ahora se conocen como fotones, debe poseer una energía E, de acuerdo con la ecuación
E = hυ
Donde υ es la frecuencia de la luz.
Esto se resume en la siguiente ecuación
hυ = KE + W
Donde KE es la energía cinética del electrón emitido y W es la función del
trabajo, que es una medida de cuán fuerte están unidos los electrones en el
metal.