SILICOSIS1
SILICOSIS1
SILICOSIS1
■ Existen tres tipos de silicosis, dependiendo del menor o mayor nivel de sílice cristalina:
crónica, acelerada y aguda.
■ Los síntomas pueden no aparecer en las primeras etapas de la silicosis crónica, pero
pueden incluir: dificultad para respirar, tos fuerte y debilidad. Es muy posible que
aparezcan otras enfermedades como el cáncer de pulmón, la Enfermedad Pulmonar
Obstructiva Crónica (EPOC) y la tuberculosis, con síntomas como fiebre, pérdida de
peso, sudores nocturnos, dolores en el pecho e insuficiencia respiratoria. Desde el punto
de vista médico la silicosis se clasifica en varios grados:
Grados
■ Primer Grado: la enfermedad se manifiesta y se diagnostica radiológicamente, con una
simple radiografía de tórax. Inicialmente no representa ninguna disminución en la
capacidad de trabajar, pero sí se debe evitar continuar con la exposición, para evitar su
empeoramiento. No tiene la consideración de situación constitutiva de invalidez, pero sí
requiere un cambio de puesto.
■ Primer Grado con enfermedad intercurrente: si la silicosis va acompañada de otras
enfermedades como bronconeumopatía, cardiopatía crónica o tuberculosis residual, pasa
a equipararse legalmente a una de segundo grado, de modo que estaríamos ante una
enfermedad profesional que sí es constitutiva de invalidez.
■ Segundo Grado: incapacitan a la persona trabajadora para desempeñar las tareas propias de su puesto,
por lo que se accede a la denominada Incapacidad Permanente y Total para la profesión habitual, con
derecho a una pensión del 55% del salario y la posibilidad de compatibilizar dicha pensión con otro
empleo exento de riesgo. Cumplidos los 55 años, de no encontrarse con empleo, la pensión se
incrementa hasta el 75% de la base reguladora.
■ Tercer Grado: se manifiesta con la incapacidad de realizar el menor esfuerzo físico por lo que resulta
incompatible con todo tipo de trabajo, dando derecho a la situación de Incapacidad Absoluta, con
pensión vitalicia del 100% del salario.
Es fundamental hacer cumplir la normativa aplicable a esta enfermedad, y sobre todo los protocolos
médicos destinados a estos casos ya que son de suma importancia para detectar precozmente la silicosis y
otras alteraciones respiratorias relacionadas con este mineral, debiendo recoger la información clínica
laboral de cada persona trabajadora desde que comenzó a trabajar y llevando un control y estudio de cada
uno de los exámenes médicos periódicos.
Las formas simples de la enfermedad se suelen detectar inicialmente con radiografías de tórax sin que la persona
tenga ningún síntoma físico.