Exp. #09 Sesión 1 CC - SS 5°
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N° o9
QUINTO DE SECUNDARIA
PERUANAS Y
PERUANOS, NOS
COMPROMETEMOS
EN LA
CONSTRUCCIÓN
CONSTRUYE DE
INTERPRETACIONES HIST ÓRICAS
1.- Según la Fuente A ¿Cuáles eran las condiciones de inseguridad que se vivió durante la década de
1980?
• La violencia política, la delincuencia, el narcotráfico, la corrupción galopante y la descomposición del Estado, la
inseguridad ciudadana se convirtió en un problema fundamental y la situación se agravó aún más por la
descomposición de la policía.
2.- De acuerdo a la Fuente B, ¿qué caracterizó la inseguridad ciudadana en el espacio urbano y rural
de nuestro país durante la década de 1990?
• Los secuestros de muy corta duración, los asaltos a automóviles en vías públicas, la violencia juvenil expresada en
barras bravas y pandillas, la actividad de jóvenes en el transporte ilegal de drogas hacia el exterior y la mayor
proliferación de lugares para el expendio de droga destacan como las principales de estas manifestaciones.
II.- Respuesta de la
sociedad civil y el Estado
ante la inseguridad en el
Perú a fines del siglo XX
Fuente C. El Perú urbano en la década de 1980
En la década de los ochenta en el Perú, las condiciones de
seguridad de la urbe se deterioraron aceleradamente, al mismo
ritmo en que la lucha por la supervivencia se iba haciendo
implacable y se agravaba la corrupción. En asentamientos
populares y residenciales proliferaban los mercadillos de drogas
y la prostitución clandestina. Los asesinatos, los asaltos
domiciliarios y callejeros, el robo de locales comerciales,
industriales y bancarios, ya ni siquiera hacían noticia de primera
plana en los diarios, a pesar de su frecuencia y escala. La
respuesta del pueblo se expresa en la organización de sistemas
autónomos de vigilancia barrial y, en casos extremos, en los
tribunales populares y ejecuciones sumarias. (...) Desde la
organización de clubes provincianos y asociaciones de vecinos,
hasta las rondas vecinales.
Fuente D. Las rondas campesinas
En realidad, el nombre de rondas campesinas es tomado de la
experiencia organizativa autónoma de los campesinos de
Cajamarca, nacida a fines de la década del setenta. El estatus
legal de las rondas del Norte está dado por la Ley N.° 24571,
promulgada por el gobierno de Alan García el 7 de noviembre
de 1986. Dicha ley reconoce las rondas campesinas como
“pacíficas, democráticas y autónomas, cuyos integrantes están
debidamente acreditados ante la autoridad política competente,
como organizaciones destinadas al servicio de la comunidad y
que contribuyen al desarrollo y la paz social, sin fines políticos
partidarios” y precisa como sus objetivos: “la defensa de sus
tierras, cuidado de su ganado y demás bienes cooperando con
las autoridades en la eliminación de cualquier delito”.
Fuente E. Las organizaciones de la sociedad civil, gobierno local y nacional ante la inseguridad
ciudadana
Las rondas campesinas (organizaciones de la sociedad civil) no solo reprimieron la delincuencia,
sino que, posteriormente, asumieron cierto tipo de administración de justicia dando solución a
conflictos locales. Otra organización de la sociedad civil de finales de los 80 fueron los serenazgos.
Los municipios han asumido funciones de cuidado del orden público y han formado y equipado
cuerpos de vigilancia que rondan sus jurisdicciones. Inicialmente estos aparecieron en los
municipios con más recursos de Lima. Al principio hubo resistencias, especialmente en Policía,
pero luego unos y otros han funcionado en una línea de colaboración pragmática. También es
notable el crecimiento de los servicios privados de seguridad, los que tuvieron sus niveles más altos
entre 1989 y 1992. Ante el importante crecimiento de la actividad delincuencial, el Poder Ejecutivo
obtuvo del Congreso la delegación de facultades extraordinarias para legislar sobre esta materia;
especialmente sobre los casos graves de delincuencia, la extensión de la penalidad a los menores de
edad que participasen en la comisión de estos delitos, la activación del fuero militar para casos de
delincuencia común y la incorporación del Servicio de Inteligencia Nacional en tareas de represión
de la delincuencia. Todas estas son respuestas que están dentro de las fronteras de la normatividad
vigente en el Perú, respecto a los problemas de la seguridad y del orden público. De acuerdo a ella,
esta es una responsabilidad que se concentra en las fuerzas policiales.
Fuente F. La Constitución Política y la seguridad
ciudadana
El artículo 197 de la vigente Constitución Política del Perú
establece una valiosa precisión al señalar que las
municipalidades brindarán los “servicios de seguridad
ciudadana, con la cooperación de la Policía Nacional del Perú,
conforme a ley”. Es decir, que son las municipalidades, sin
distinguir si son provinciales o distritales, las que tienen
autonomía sobre la tarea de seguridad ciudadana; lo que a su
vez las obliga a poner mayor énfasis y coordinar con la política
nacional, toda vez que son ellas quienes en el aparato
organizacional estatal tienen mayor contacto con la realidad de
los ciudadanos.
4 Adaptado de Ubillus, J. (2016). La seguridad ciudadana en el Perú. Análisis de la seguridad y su convencionalidad en el estado de emergencia del Callao. Lima: Concurso Anual de
Investigación Jurídica “Carolina Rosenberg Guttman”. p. 10-11. Recuperado de https://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con5_uibd.nsf/a4111aa01a513eea0525824a007443eb/
$file/lu_seguridad.pdf
A partir del análisis de las fuentes C, D, E y F, respondamos lo siguiente:
1 ¿Qué coincidencias y diferencias hay entre lo que plantean las fuentes E y F sobre la labor de las
municipalidades ante el problema de inseguridad ciudadana entre finales de 1980 y la década de
1990?
• La diferencia que se encuentra en la fuente E es que se menciona que hubo una resistencia por parte de los policías
para trabajar con los cuerpos de vigilancia de las municipalidades, mientras que, en la fuente F se informa que,
según la Constitución, intencionalmente se «obliga» a las municipalidades a trabajar con los policías. Una de las
coincidencias entre las fuentes puede ser el trabajo de coordinación que deben realizar las municipalidades y la
Policía Nacional del Perú en favor de la seguridad ciudadana.
2 De acuerdo a la fuente D, ¿qué importancia se les atribuye a las rondas campesinas a finales de
1980 ante el problema de inseguridad ciudadana?, ¿qué importancia tiene hoy ante la persistencia
de dicho problema?
3 Actualmente, ¿qué limitaciones tienen las organizaciones del Estado y de la sociedad civil para
hacer frente el problema de la inseguridad ciudadana?, ¿a qué se deben dichas limitaciones?
Recogemos un testimonio
Ahora que hemos analizado el contexto en el que se
presentó el problema de inseguridad ciudadana a
fines del siglo XX en nuestro país y cómo desde el
Gobierno nacional y algunas organizaciones de la
sociedad civil se dio respuesta a este problema,
recogemos un testimonio para analizar en qué
medida desde nuestra comunidad también se buscó
responder a este problema durante las décadas de
1980 y 1990.
Tomemos en cuenta que...
• Nuestro entrevistado haya vivido en el periodo histórico
en estudio.