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El Cuento

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Republica Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez
Núcleo San Carlos

EL CUENTO

Facilitadora: Participante:
Belkys Mejías
María carrasco
C.I: 28.439.517
Índice

 Mateo…………………….. ………………………………pág. 03  El amor de una cobra por su cuaderno………. Pág. 13

 De malabarista a rey……………. ………………………..Pág. 4y5  El ojo sin casa……………. …………………..Pág. 14

 Silla para un psicótico……………………………………... pág. 06  La guerra del planeta de los magos………… ...Pág. 15

 El hechizo de lectura………….. ……………………………pág. 07  El elefante pantalones……………….. ……….Pág. 16

 Una familia extravagante……… …………………………...pág. 08  La cabeza rosa del Marciano azul……………. Pág. 17

 Recuerdos………….. ……………………………………….pág. 09  Una amistad única…………………. …………Pág. 18

 El viaje inesperado de la hormiga en el sombrero…………. Pág. 10  Bibliografía……………………………………Pág. 19

 El robo de Mozart……………………………………………pág. 11

 Cama superhéroe………. …………………………………...Pág. 12


Mateo
Kenia Abigail Barrón
Esc. Sec. Carlos Espinoza Romero, Monclova.

 Mateo es un muchacho que le gusta leer y escribir. Un día estaba


escribiendo una historia y su papá le dijo: “Deja eso que no te brinda nada
bueno, mejor vete a lavar carros”. Le iba a pegar. Mateo agarró su máquina
y su papel y se fue a sentaren las montañas. De repente, comienzan a caer
gotas del cielo, entonces volteó hacia arriba: era una rana gigante que
estaba llorando. Mateo le preguntó: “¿Por qué lloras?”. Y se contaron sus
penas.
De malabarista a rey
Hazel Alejandra Flores Sánchez
Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo.

 Hace muchos años, en el Reino Encantado vivía un chico llamado Adrián. A pesar de ser pobre, vivía con una sola — ¿Y cómo sabré si realmente soy digno de ella?—Ya
ilusión: convertirse en rey algún día. Adrián era el mejor malabarista de todo el reino, tanto que el rey lo invitó a lo verás. Sólo sé paciente. Adrián se acercó poco a
su castillo para que divirtiera a su hija la princesa. Adrián aceptó gustoso. Ya en el castillo comenzó con trucos que poco y de repente el estanque quedó tan iluminado que
fueron de los más sencillos a los más complejos. La princesa encantada le pidió que trabajara de malabarista para Adrián casi se desmaya dela emoción. Los patos, al ver
todos en el castillo. Antes de que Adrián pudiera aceptar, el rey notó que su hija empezaba a enamorarse de él y que Adrián era digno de aquella corona, se sumergieron
pensó: un pobre jamás se convertirá en el soberano de este reino. Adrián, sin más que decir, se fue indignado a su en el agua y se la trajeron. Adrián muy contento
casa, pero en el camino recordó la leyenda de una corona, una que hace años se había perdido y que brillaba si la regresó a su hogar y pidió una audiencia con el rey. En
persona que la portaba era pura de corazón. Adrián tomó lo poco que tenía y se encaminó en busca de la corona. el castillo todos quedaron muy sorprendidos al ver que
Cuando ya estaba cansado de buscar, se sentó a la sombra de un árbol y curiosamente escuchó voces pero nadie se Adrián tenía la corona. Prometió dársela al rey pero a
encontraba cerca de él, solamente había unos patos en un estanque. Adrián se dejó llevar por la curiosidad, quiso cambio él quería la mano de su hija. El rey accedió y se
investigar y… ¡oh maravilla! Los patos estaban platicando muy alegres, así que Adrián temeroso les dijo: — celebraron las bodas. Y así, un chico que nunca
¡Buenos días! ¿Me podrían decir dónde estoy?—Claro, estás en el estanque mágico —le contestaron—. ¿Pero, por renunció a sus sueños, de ser un malabarista pobre, se
qué estás aquí tan solo?—Estoy buscando la corona mágica que hace siglos se perdió, o bueno eso creo. —Bueno casó con la princesa y se convirtió en rey, un rey justo
chico, nosotros resguardamos esa corona, pero no se la daremos a cualquier persona, sólo a quien realmente sea y muy generoso con todos sus súbditos.
digno de ella.
Silla para un psicótico
Helen Armendáriz y Luz Elena Serrano Armendáriz
Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo.

 Este era un hombre que amaba los muebles del hogar, en especial las sillas, pues eran su mueble preferido para pensar. Un
día decidió ir a un lugar donde se vendían todo tipo de muebles. Le pareció maravilloso. Además, descubrió una variedad de
sillas inmensa, de plata, de oro, de peluche, esponja y cuero. Pero ninguna le parecía la adecuada. Caminando por los
pasillos, giró su cabeza, de pronto su vista se detuvo en una muy especial, estaba sin terminar, fea, llena de defectos; era
horrorosa, pero a él no le importó. Pagó una gran cantidad por ella (el vendedor argumentaba que esa silla era del velador,
pero fue en vano). Una vez en casa, empezó por darle la textura exacta, después la pintó de colores pastel y por último, para
decorarla, usó hojas secas y objetos estilo vintage. Cansado y casi a punto de terminar su trabajo, se sentó y admiró su gran
belleza.

 Final 1: De pronto sintió un gran temor, la silla parecía moverse, su amada silla ahora lo perseguía por toda la casa.

 Final 2: Empezó por darle la textura exacta, después la pintó de colores pastel y por último, para decorarla, usó hojas secas
y objetos vintage. Cansado casi por terminar su trabajo, se sentó y admiró la belleza que había descubierto. Satisfecho, puso
en práctica su nueva aventura. Este hombre pensó en la belleza de una silla. Sonará loco pero de esto trata la historia: a
pesar de ver sillas muy hermosas, elige la más fea y opta por descubrir su belleza.
El hechizo de lectura
Italia Segovia Triana
Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo

 Existió un joven al que le gustaba leer tanto, que se obsesionó con la


lectura. Un día un mago le dijo: — ¿Tú eres el chico que le gusta
mucho leer?—Sí, ¿por qué?—Tengo algo para ti, un hechizo. — ¿Por
qué? ¿Qué he hecho para merecer un hechizo?—Leer, leer, leer
mucho. Voy a borrar de tu mente esta conversación. Te hechizaré, si un
día saltas una página del libro, morirás. Él siguió con su vida, leyendo
libros. Encontró un libro, un libro que leyó y le encantó, le encantó
tanto que lo leía día y noche. Se lo sabía de memoria, se lo sabía todo
de principio a fin. Un día le dio por leerlo una vez más, llegó un
momento en que, por pereza, no quiso leer una página, así que se la
saltó, retiró el libro de su cara y vio al mago. El joven confundido
quiso volver a la lectura pero ya no podía. Se debilitó lentamente.
Murió.
Una familia extravagante
Enrique Aldair Canizales Fonseca
Esc. Sec. Jesús Eloy Dewey Castilla, Saltillo.

 Esta es la historia de una familia algo extravagante que le gustaban


mucho los animales marinos.

Un día compraron un delfín. Nomás por puro gusto, pero había un


pequeño problema, no tenían una pecera tan grande para meterlo. Así que
sin muchas opciones, el padre de la familia convirtió la mesa del comedor
en una pecera gigante. Resuelto ese problema, surgió otro, ahora la
familia no tenía dónde comer. A la madre se le ocurrió una idea, comprar
una pecera muy, muy grande y comer en ella. La familia compró la
pecera, la llevó a su casa y la usó como mesa. El delfín estaba contento
con su nueva mece-pecera y la familia pues... cada día tenía más escamas
Recuerdos
Cristina Luna
Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo.

 Se preguntó una y otra y muchas veces más qué sucedió antes de encontrar ese pequeño dije con forma de
linterna...Ese pobre chico aislado en su casa misteriosa, con un nombre desconocido. Su linterna le concedía
ciertas habilidades, algunas de gato y otras de lobo, ambas combinadas. Sólo le duraban de la media noche hasta
el amanecer. Durante dos semanas soñó lo mismo. Seguía un camino en el bosque, pero siempre despertaba antes
de llegar a su destino: — ¡No puede ser! —dijo sobresaltado. Realizó su rutina diaria, cuando acabó eran las 10
p.m. Decidió sentarse a mirar televisión, y entonces empezó a marearse...— ¡Auch!, mi cabeza, me duele mucho.
La linterna comenzó a brillar más que de costumbre, empezó a escuchar una voz: —Sigue hasta lo más profundo
del bosque y entra ahí...Despertó. Eran las 11:47 p.m., se había quedado dormido pero aun así le hizo caso a la
voz de su sueño y se dirigió al bosque. Al salir de su casa, sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo y dijo: —
Ya son las doce. Siguió su camino hacia el bosque, cuando llegó a la parte más profunda del bosque encontró un
árbol muy peculiar con un espiral en el centro. Se acercó poco a poco y logró transportarlo. Caminó por un
pasillo oscuro hasta llegar a una habitación rodeada de estantes con libros, en el centro había una mesa, encima
de ella una fotografía de una familia y él dijo: — ¡Es mi familia!
El viaje inesperado de la hormiga en el sombrero
Karen Monserrat Pérez Beltrán
Esc. Sec. General No. 3 Francisco I. Madero, Saltillo.

 A la orilla de la ciudad se encontraba un árbol gigante donde vivía una colonia


enorme de hormigas. Entre ellas había una que era demasiado distraída. Todas
iban a buscar alimento cada mañana alrededor de su hogar. Por las tardes ella
solía descansar sobre las enormes hojas de un álamo. De tanto trabajar, un día
decidió descansar un poco más. Entonces el sueño se colgó de sus ojitos y se
quedó dormida. Un hombre alto pasaba por ahí, y pues nada, la pequeña
hormiguita se cayó en el ala de su sombrero. Desesperada, buscaba por donde
bajarse. Eso era imposible, así que se resignó a dar un largo paseo. En su viaje fue
observando cómo mucha gente contaminaba aquella linda ciudad. Pero también
observaba cómo otras personas la mantenían limpia. ¿Cuántos días tenían que
pasar para que la hormiga se diera cuenta de lo importante que es cuidar nuestro
medio ambiente?
El robo de Mozart
Hilda Gabriela Martínez Rivera
Esc. Nazario S. Ortiz Garza, Saltillo

 Hace mucho tiempo vivía un perro llamado Mozart. No era un perro cualquiera, pues caminaba
y hablaba. De todos los animales era el más inteligente, pero se sentía solo ya que era el único
que iba más allá de los ladridos. Un día, cansado de ser diferente, se sentó a observar cómo sus
compañeros ladraban a la gente que pasaba. Duró horas y horas escuchando los sonidos,
entonces se dio cuenta de que los demás perros seguían un patrón al ladrar. A eso le llamó
música. Era increíble lo que había descubierto; esto lo llevó a componer melodías no sólo con
ladridos, sino con todo tipo de sonidos. Mozart pensó en llevar la música al mundo humano
pero se dio cuenta de que un campesino lo escuchaba. Mozart corrió y corrió pero este
campesino lo atrapó, lo llevó a su casa y ahí lo encerró. El campesino le preguntó su nombre.
Desde ese momento, el campesino se hizo llamar Mozart y lo obligó a decirle todo lo que sabía
de música. Porque ese hombre no era un tonto y usó los conocimientos para su beneficio. Por
eso ahora conocemos a Mozart como un genio musical.
Cama superhéroe
Arely Berenice Rodríguez Solís
Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo.

 Había una vez una pequeña cama angosta y maloliente que quería ser mejor.
Nadie quería dormir en ella, ni siquiera un perro. La pequeña cama pensaba que
si se convertía en superhéroe, tal vez todos querrían descansar en ella pues así lo
hacían las personas en las camas anchas y con un agradable olor. Cierto día, un
gato llegó maullando tristemente y la cama pudo observar que estaba lastimado.
Entonces la cama pensó: es el momento ideal, lo cuidaré y todos me querrán sin
dudarlo. Le habló al gato y éste de inmediato se recostó en ella. —Gracias —
dijo el gato—, es muy amable de tu parte. Nadie me ayudó, fue una suerte
encontrarte. —De nada —respondió la cama—, mi mayor sueño es ser
superhéroe y tú me has dado la oportunidad. — ¿Superhéroe? —Preguntó el
gato asustado—, ¿en serio?—Muchas gracias, al fin conseguiré mi sueño.
El amor de una cobra por su cuaderno
Yvonne Yatziri Rodríguez Solís
Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo.

 — ¿Me amas? —preguntó la cobra al cuaderno con preocupación.

—Claro que te amo —aseguró.

— ¿Por qué? —le preguntó mirándolo profundamente.

—Porque eres especial para mí. Puede que te sientas inseguro por el hecho de que somos diferentes y
piensas que todo va a terminar muy pronto, pero mis intenciones no son esas. Ambos se miraron con
intensidad, con los corazones latiendo a mil por hora por todo lo que sentían en ese momento, pensando
en su futuro, en su historia, en su amor y, sin pensarlo, se tomaron de la mano, se abrazaron, se besaron
e hicieron todo lo posible para creer que nada cambiaría entre ellos de manera tan repentina. Después
los dos se fueron en silencio hacia el rincón de su amor creado por todos sus sentimientos.

— ¿Me amas? —volvió a preguntar el cuaderno, ya que tenía duda, quería saberlo con todas las ganas
del mundo, ya que sabía que su última hoja sería utilizada muriendo lentamente y con dolor. La cobra
apenas iba a contestar cuando el cuaderno cayó al suelo esperando el último momento de cortar su
última hoja.
El ojo sin casa
Sofía Elizabeth Sifuentes Zapata
Esc. Sec. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo

 Un ojo muy mirón, en busca de dónde


vivir, paseaba todos los días por la calle
de caracol. Por más que miraba, no
encontraba nada. Pasaron los días y el ojo
perdía las esperanzas, hasta que una
señora se le acercó y le dijo: — ¿Tú qué
me miras? Llamó a un policía y al pobre
ojo lo arrestaron. Él, muy triste, le contó
todo al policía. Al escuchar su historia, le
ofreció su casa. Aunque no era mucho, era
todo para el ojo.
La guerra del planeta de los magos
Rodrigo Alejandro Romero Palomares
Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo.

 Los magos del norte estaban inconformes


con los magos del sur, ya que ellos eran
más poderosos y poseían más territorio.
Así que decidieron atacar al rey William,
un mago de más de 6000 años que no pudo
defenderse al ser tocado por la espada. Su
hijo Rugart asumió el trono. Enfureció al
enterase de quién asesinó a su padre.
Estalló medio planeta con una poderosa
llama de fuego. Por eso la magia terminó
El elefante pantalones
Francisco Uriel Marines López
Esc. Sec. General No. 4 Prof. Apolonio M. Avilés, Saltillo.

 El elefante don Luis podaba el pasto cuando de


pronto pasó una cebra vendiendo pantalones. Se
los quiso probar pero ninguno le quedaba.
Entonces hizo un enorme berrinche, tan enorme
como él y se tiró al piso y se arrastró por todo el
lugar. Los animales estaban muy asustados. Pero
la cebra le dijo que la siguiente semana pasaría
con nuevos modelos y tallas más grandes. Esperó
ansioso a la siguiente semana que volvió a pasar.
Feliz, el elefante se probó tres y le quedaron
súper bien.
La cabeza rosa del Marciano azul
Mia Icel Pamela Bustillos Rentería
Esc. Sec. Federico Berrueto Ramón, Saltillo.

 En un planeta muy lejano, vivía un


pequeño marciano de cabeza rosa y cuerpo
azul. Era diferente, único en Marte. Pero
un día llegó a su planeta una marcianita de
su color y dejó de tener la atención de los
demás. Se sintió muy solo, así que decidió
pintar su cabeza de un llamativo color
verde sin darse cuenta de que aquello no
era pintura sino diminutas semillas. Al día
siguiente brotó un increíble jardín en su
cabeza y así volvió a llamar la atención de
todo su planeta.
Una amistad única
Melany Margarita Perales Rodríguez
Esc. General No. 21 Javier Luis Cabello Siller, Saltillo.

 Hace muchos años existió un mundo en el que todos los objetos


cobraban vida, ese lugar era maravilloso. Pero no vengo a
contarte sobre eso, sino sobre lo que ocurrió una noche helada
en algún lugar de otro mundo.

Una pala se encontraba explorando cuando de repente escuchó a


alguien pidiendo auxilio. Guardó silencio para averiguar de dónde
procedía ese ruido, después de un largo tiempo encontró un perro,
apenas era un cachorro. La herramienta alcanzó a observar que tenía
una pata lastimada, ella no dudó en ayudar a ese pequeño. Así que se
inclinó, lo subió en su pecho y lo llevó a su hogar. Un cálido cuarto de
albañil. Ella lo cuidó hasta que se curó. Pasaron los años y el perro
creció fuerte y grande, y también cuidaba de él. Se habían hecho
grandes amigos. El tiempo pasó y un día ella, la pala, estaba muy
débil. El albañil la utilizó e inevitablemente se rompió.
Bibliografía

 https://www.seducoahuila.gob.mx/leer/assets/cuentos-breves.pdf

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