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TEOLOGÍA SISTEMÁTICA - Cosmología

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TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

COSMOLOGÍA
(Basada en el texto de H. Orton Wiley y Paul T. Culbertson, “Introducción a la
Teología Cristiana”)

DOCENTE: Rodrigo Beltrán Chávez

www.wesleyanachile.com/diplomado | formacion@wesleyanachile.com
COSMOLOGÍA

TEMAS:

I. EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

II. LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS

III. LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN


COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
A. La Naturaleza de la Cosmología
La cosmología es el estudio que trata sobre el origen y la naturaleza
del universo o creación, como un sistema ordenado o cosmos. No obstante,
en teología, el término se limita gene­ralmente a la consideración de la
naturaleza aparte del hombre. El estudio del origen y de la naturaleza del
hombre se considera bajo categorías separadas: la antropología y la
hamartiología.
En tiempos antiguos parece que la gente tenía un con­cepto muy
limitado del mundo. Pero mientras comenzaba a dar atención al mundo en
que vivían y a los cielos que lo cubrían, usaron las expresiones “los cielos y
la tierra” o “los cielos, la tierra y el mar”, para describir al universo creado.
La doctrina de la creación puede ser definida como: Dios creó el
universo entero de la nada, y el universo fue originalmente bueno, y Dios
lo creó para su gloria.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

B. Teorías de la Creación
El relato escritural de la creación tiene más significado
si se ve en contraposición con varios puntos de vista no
cristianos. Haremos breve mención y a grandes rasgos de las
siguientes teorías:
1) La teoría física o materialista
2) la teoría de la emanación o panteísta
3) la teoría de la evolución natural
4) la teoría de la creación continua
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

1. La teoría física o materialista


Esta teoría de la creación presupone la eternidad de la
materia. La hipótesis de la generación espontánea no
considera a Dios como el arquitecto del universo.
Es la aplicación de la filosofía materialista a la idea de
la creación del universo, y se desarrolló como resultado del
racionalismo del siglo XIX.
Una teoría como ésta, que omite a Dios como el agente
activo personal de la creación, no puede sostenerse en la
teología cristiana.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
2. La teoría de la emanación o panteísta
Este punto de vista sostiene que el mundo no fue ni creado ni
hecho de material preexistente, sino que debe considerarse como la
extensión de una sustancia divina. Emana de Dios, como el manantial
de una fuente o como los rayos de luz derivados del sol. El panteísmo
es la idea de que todo el universo es Dios o parte de Dios (budismo y
otras religiones orientales).
La debilidad de esta teoría es la debilidad del panteísmo mismo,
que niega la personalidad de Dios, porque si todo el universo es Dios,
Dios no tendría una personalidad distinta; tampoco Dios sería
inmutable, porque como el universo cambia, Dios también cambiaría;
tampoco Dios sería santo, porque en el universo existe el mal y el
universo es parte de Dios, etc.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
3. La teoría de la evolución natural
Al tratar de la explicación de la creación el término evolución se utiliza
comúnmente en referencia a la macroevolución, es decir a la teoría general de la
evolución, que propone que la materia inerte dio origen al primer material vivo,
que subsecuentemente se reprodujo y diversificó para producir todos los
organismos vivos, extinguidos o existentes. Esta teoría es similar, si no idéntica, a
la teoría de la generación espontánea. La evolución natural, en lugar de resolver el
problema de la creación, la aleja más y más desde el punto de vista del tiempo. La
cuestión del origen del universo y la materia permanece sin respuesta.
La teoría demuestra su fragilidad cuando menos en tres puntos vitales: 1)
No ha podido establecer puntos de conexión entre lo animado y lo inanimado; 2)
no puede pasar de la vida difusa del reino vegetal a lo consciente, a la vida
somática del reino animal; y 3) no puede explicar el vacío entre la vida somática
de los animales y la vida racional, consciente y espiritual del hombre.
Sólo la actividad creativa de Dios pudo haber originado la vida vegetal, la
animal y la personal.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

4. La teoría de la creación continua


Este punto de vista desafía la idea de la creación como
un acto sencillo y completo en favor de la idea de la creación
como un proceso de continuidad.
Esta teoría es sostenida principalmente por los
evolucionistas teístas. Asegura que el desarrollo orgánico se
debe no a fuerzas materialistas, sino al poder divino que
obra dentro de este organismo. Esta actividad divina se
identifica algunas veces con el proceso creativo de
continuidad y algunas veces se limita a ciertos puntos
cruciales en desarrollo o evolución.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
C. La Relación de Dios con la Creación
La doctrina de las Sagradas Escrituras de la creación sostiene
que el universo tuvo un principio, que no es eterno ni en materia ni
en forma, que no se originó a sí mismo (generación espontánea),
sino que debe su origen al poder omnipotente y a la voluntad
incondicional de Dios.
Este es el concepto cristiano de creación del universo y de todo
lo que existe. Incluye: 1) La creencia en un Dios todopoderoso por
medio de quien el mundo se hizo de la nada y sólo por la voluntad
divina; 2) el concepto de Dios en la Trinidad de su esencia; 3) la
presentación de los atributos de Dios (omnipotencia, sabiduría y
amor); y 4) la creencia en la creación por medio de la Palabra divina.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
1. La creación y la Trinidad.
La Biblia enseña claramente que en la obra de la creación, el Hijo y el
Espíritu Santo estaban asociados con el Padre. Pablo habla respecto a
la relación del Padre con el Hijo en la creación: “Para nosotros, sin
embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas,
y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son
todas las cosas, y nosotros por medio de él” (1 Corintios 8:6). El
salmista se refiere a la participación del Espíritu Santo en la creación:
“Envías tu Espíritu, son creados” (Salmos 104:30). Esto confirma el
relato de Génesis respecto al principio de la creación. Se presenta
aquí al Espíritu moviéndose sobre la faz de las aguas (viviendo,
respirando sobre las aguas) trayendo orden y belleza donde antes
había caos (Génesis 1:2). Otros muchos pasajes bíblicos revelan que
las personas de la Trinidad estaban activas en la creación.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

2. La creación y los atributos de Dios.


Muchos de los atributos de Dios se revelan en la creación. La
existencia misma de un universo, tan vasto y complejo como para
confundir nuestra imaginación, revela su poder omnipotente. El
orden y perfección reflejan su omnisciencia inmensurable. En la
preparación de todas las cosas para la felicidad del hombre se
revelan la sabiduría y la bondad. La creación del hombre mismo
encuentra su origen en el inmenso amor de Dios al buscar nuevos
objetos sobre los cuales demostrar este amor. En todo lugar la
naturaleza revela la perfección y los atributos de Dios. Bien hizo el
salmista en exclamar: “¡Cuán innumerables son tus obras, oh
Jehová! Hiciste todas ellas con sabiduría; la tierra está llena de tus
beneficios” (Salmos 104:24).
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
3. La creación y el Logos.
¿Qué medios usó Dios para crear todas las cosas? “Por la palabra de Jehová fueron
hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca” (Salmos 33:6). Pero
esta palabra no debe considerarse como algo impersonal: Es Cristo como el Logos o el
Verbo; es el mediador en la creación así como en la redención. “En el principio era el
Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios…Todas las cosas por él fueron hechas, y
sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:1, 3). “Porque en él fueron creadas
todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio
de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten”
(Colosenses 1:16-17). El Verbo, un tanto encubierto en el Antiguo Testamento con
expresiones como “Dios dijo” y “sea esto”, se considera en el Nuevo Testamento no sólo
como la palabra hablada, sino como el Verbo hablando, es decir, nuestro Señor
Jesucristo. Es por medio de Él que los deseos y planes del Padre en la creación se
vuelven una realidad. Debido a que el Logos o el Verbo fue el mediador del propósito y
la eficiencia, en la obra de la creación, el Verbo encarnado, Jesucristo, vino a ser él
mediador de la gracia reveladora y capacitante de la redención.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

D. La Cosmogonía Mosaica

El relato cristiano del origen y del orden del universo se


presenta en el “Himno de la creación”. Al estudiarlo
dirigiremos nuestra atención a tres temas principales:

1) Los tipos variados de interpretación,


2) los días de la creación, y
3) la creación primaria y la creación secundaria.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
l. Tipos variados de interpretación.
El relato mosaico respecto al origen del universo, que incluye a la tierra y
al hombre, se ha interpretado de varias maneras. Algunos críticos modernos han
considerado este relato como mitológico, pero ni su tono ni su contenido
permiten que sea considerado como tal. Un segundo tipo de interpretación, el
método alegórico, surgió como resultado de la influencia de eruditos del gran
centro griego de Alejandría. Un buen número de padres primitivos de la iglesia
adoptaron este método. Las objeciones a este método son casi las mismas que a la
interpretación mitológica. Otro método de interpretación es el de la “hipótesis de
visión”, que considera el relato de Génesis como el resultado de una serie de
visiones dadas, de tal manera que la verdad se mezcló con el concepto del
vidente. Esta explicación nunca ha sido aceptada por la iglesia. Para el
cristianismo el relato mosaico representa la historia verdadera respecto al origen
del universo y del mundo. Tanto Jesús como los apóstoles lo consideraron como
historia sagrada (Mateo 19:4) y como divinamente inspirado. Por tanto, es para
nosotros la autoridad final.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
2. Los días de la creación.
El relato de Génesis respecto a la creación es, primordialmente, un documento
religioso. No es una declaración científica. No obstante, no debe tampoco considerarse
como contradictorio a la ciencia. La palabra hebrea yom, que se traduce como “día”,
aparece no menos de 1.480 veces en el Antiguo Testamento, y se traduce en más de
cincuenta palabras diferentes, incluyendo “tiempo”, “vida”, “hoy”, “edad”, “para
siempre”, “continuamente” y “perpetuamente”. Con un uso tan flexible de la palabra, es
imposible dogmatizar o exigir restricción completa a uno solo de esos significados. La
mejor exégesis hebrea nunca ha considerado los días de Génesis como días solares, sino
como días-períodos de duración indefinida. La doctrina de un tiempo inmenso anterior a
los seis días de la creación, fue un punto de vista común entre los padres primitivos y los
escolásticos. Agustín se refirió a los períodos como “días divididos por Dios” en
contraste con los días solares o “divididos por el sol”. Afirma que la palabra “día” no se
aplica a la duración de tiempo, sino a los límites de grandes períodos. Muchos otros
padres de la iglesia, eruditos judíos y teólogos modernos sostienen esta interpretación.
Otros escritores al reconocer que la palabra hebrea “día” quiere decir o un período de
tiempo indefinido o definido, dejan el asunto sin resolver.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
3. Creación primaria y creación secundaria.
El relato mosaico hace una distinción entre la creación
primaria de materia, en el sentido de originación de la materia, y
la creación secundaria, o sea la formación de esta materia por
elaboración subsecuente en un universo ordenado.
La creación primaria es directa e inmediata. La creación
secundaria es siempre indirecta y mediata. En la primera, Dios
genera de la nada la existencia de la materia primaria para
construcción; en la segunda, la forma y la modela en objetos
específicos.
Las dos facetas son consideradas actos creativos de la
deidad; uno directo, y el otro indirecto.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

E. El Orden de la Creación
Al considerar el orden de la creación tal como se da en
el libro de Génesis, examinamos varios tópicos:

1) La creación primaria u originación,


2) la creación secundaria o formación,
3) los períodos creativos, y
4) la teoría de la restauración.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
1. La creación primaria u originación.
La palabra “creó” se usa tres veces en el relato de Génesis.
Es una traducción de la palabra hebrea bara que significa
originación o creación de novo (nuevo): “En el principio creó Dios
los cielos y la tierra” (Génesis 1:1); “Y creó Dios los grandes
monstruos marinos” (Génesis 1:21); “Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó” (Génesis 1:27). Parece
evidente que la palabra “creó”, tal como se usa aquí, se refiere al
principio de la existencia de las cosas. Todo aquello que llegó a
existir no había existido en ningún tiempo anterior. El primer
paso, pues, fue generar la existencia de la sustancia material o
materia en su forma o estado caótico y aforme.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

La segunda originación fue la de la vida somática o vida del


alma: “Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser
viviente que se mueve” (Génesis 1:21). Tenemos aquí la aparición
de una nueva entidad, llamada vida somática (de soma, cuerpo).
Esta nueva vida surge en un cuerpo distinto y separado de la
vida difusa que se encuentra en el reino vegetal. La palabra
“alma”, como se usa en este caso, se refiere a una entidad
inmaterial, que tiene sensación, sentimientos y voluntad. La
palabra alma, aquí, no es sinónima del término “espíritu”, que se
usa para indicar la naturaleza inmaterial del hombre en su
relación con Dios y el orden moral.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

El tercer acto creativo de Dios en sentido de originación es


el del espíritu o ser personal: “Y creó Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Génesis 1:27).
Describe la creación de un hombre consciente de sí mismo, de
uno que sabe, y sabe que sabe. Es un agente moral libre,
responsable de sus actos. Es uno que lleva la imagen de Dios.

Podemos decir, entonces, que las tres entidades creadas que


la palabra bara expresa, en el sentido de originación, son
materia, alma y espíritu, o materia, vida y mente.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
2. La creación secundaria o formación.
Dios no solamente es el Creador de los materiales, es
también el Diseñador o Arquitecto. Crea a través de la
formación, usando los materiales ya existentes. Crea por medio
de la creación misma, aún cuando lo hace por mandato creativo
como en el caso de la originación.
En el relato de Génesis encontramos una serie de siete actos
formativos por medio de los cuales Dios transforma el material
caótico y amorfo, aun cuando es preexistente y preparado, en un
universo de orden y hermosamente formado.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
Estos siete decretos de Dios constituyen su creación secundaria:

1) “Sea la luz” (Génesis 1:3), es la formación de la luz cósmica,


considerada como el calor radiante y la luz.
2) “Haya expansión” o firma­mento (Génesis 1:6) y “Júntense las aguas
que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco”
(Génesis 1:9).
3) “Produzca la tierra hierba verde” (Génesis 1:11), introducción de
una nueva fuerza en la materia, un elemento vital que da lugar a una
materia vitalizada que hace posible el reino de los objetos vivientes.
Este nuevo elemento llega a existir por mandato divino, pero no está
separado de la tierra preexistente; no se dice “haya hierba verde”,
sino que dice “produzca la tierra hierba verde”.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
4) “Haya lumbreras en la expansión de los cielos” (Génesis 1:14), la luz de estas
luminarias proporciona las condiciones necesarias para el desarrollo ulterior
del reino orgánico.
5) “Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra”
(Génesis 1:20).
6) “Produzca la tierra seres vivientes según su género” (Génesis 1:24). En estos
actos formativos 5 y 6 se hace referencia solamente a la creación del material o
a los organismos físicos que contienen las almas vivientes creadas (en el
sentido de originación) en este punto en el plan creativo (Génesis 1:21).
7) “Hagamos al hombre” (Génesis 1:26), no dice “produzca la tierra al hombre”,
dice “Hagamos al hombre”. Aquí la palabra formativa “hagamos” se refiere al
cuerpo material del hombre, y entrelaza o establece una relación entre él y el
universo físico. En la palabra “creó” (bara) (Génesis 1:27), encontrarnos la
originación del ser espiritual del hombre a la imagen y semejanza de Dios.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
Es evidente un orden natural y lógico en los varios períodos del
desarrollo formativo. Cada paso prepara el camino para los pasos
subsecuentes. El todo encuentra su punto culminante en la expresión
siguiente: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno
en gran manera” (Génesis 1:31).

3. Los períodos creativos.


Es importante en el relato mosaico respecto a la creación el
arreglo ordenado de períodos y estados conocidos como días
creativos. En el sentido de originación, la creación es instantánea,
pero como formación, la creación es gradual y acumulativa. Hay una
revelación progresiva en una escala ascendente de actos creadores.
Cada estado es preparatorio al que le sucederá y a la vez una profecía
de lo que le seguirá.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

Primero, hay dos grandes eras que se mencionan, cada una


con tres días creativos, la era inorgánica y la era orgánica.
Segundo, cada una de estas grandes eras principia con la
aparición de luz; la primera era con la creación de la luz cósmica
y la segunda, con la luz que emanó de las lumbreras creadas.
Tercero, cada una de estas eras termina con un día en el
cual se completa un trabajo doble. El primero es el acto de
completar o perfeccionar lo que le precede; el segundo, es una
profecía de lo que será.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
La era inorgánica
Día 1: La luz cósmica.
Día 2: El firmamento –agua y atmósfera-.
Día 3: La tierra seca (o delimitación entre mar y tierra).
La creación de la vegetación (transicional y profética).

La era orgánica
Día 4: Las lumbreras.
Día 5: Los animales inferiores -peces y aves-.
Día 6: Los animales de la tierra.
La creación del hombre (transicional y profética).
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

La creación de la vegetación, que por razones físicas


pertenece al tercer día, es la culminación de la era inorgánica
y la profecía de la era orgánica que le sigue.
También el hombre, la culminación de la obra del sexto
día, es profética de una nueva edad en que la voluntad de
Dios será hecha en la tierra como se hace en el cielo.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN

4. La teoría de la restauración.
A fin de dar una explicación respecto a los períodos
geológicos, muchos eruditos cristianos interpretan el primer
versículo del relato de la creación como una declaración
introductora sin referencia a un orden temporal (Génesis 1:1);
y que entre éste y los siguientes versículos pasó un inmenso
intervalo de tiempo (Génesis 1:2 y sig.). De esta manera se
explican los grandes períodos creativos que la geología
demanda sin tener que considerar los días de Génesis como
diferentes a los días solares de veinticuatro horas cada uno.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
Estrechamente relacionado con lo anterior se encuentra la teoría
de la restauración, que es aceptada en mayor o menor grado en la
iglesia. De acuerdo con este punto de vista, la declaración
introductoria: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”,
representa una creación inicial y perfecta. La siguiente declaración: “Y
la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz
del abismo”, se considera como referencia a una gran catástrofe en la
que todo lo que había en la tierra estaba destruido. Después de un
período de tiempo indeterminado, Dios volvió a crear la tierra
revivificándola en una semana de días solares. Para probar este punto
de vista, se repiten las palabras de Isaías cuando dice: “Dios, el que
formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano (esto es,
no la creó para que fuera un desperdicio), para que fuese habitada la
creó” (Isaías 45:18).
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
F. El Propósito de la Creación.
El término eón (“edad” o “mundo”) se usa para describir la sucesión de épocas
y períodos a través de las edades e incluye tanto los aspectos físicos como los éticos
del mundo.
El primer eón fue aquel período indefinido formativo que antecede a los cielos
y tierra actuales. Este período se caracterizó por el caos de las edades geológicas y por
la confusión moral y espiritual resultante de la apostasía de una porción de ángeles
del cielo.
La segunda edad es la del régimen presente. Las Sagradas Escrituras enseñan
claramente que al final de cuentas, muchas de las agencias poderosas que ahora se
encuentran cautivas, por decirlo así, serán puestas en libertad. El resultado se
traducirá en cambios drásticos y en la aparición de una nueva tierra y un nuevo cielo.
Pedro describe estos cataclismos en 2 Pedro 3:10-13. Desde el punto de vista espiritual
y ético, la edad presente ha sido caracterizada por dos eventos principales: La caída
del hombre en pecado y la encarnación gloriosa de Jesucristo, a fin de que el hombre
pudiera tener un nuevo principio espiritual.
COSMOLOGÍA I.- EL RELATO ESCRITURAL DE LA CREACIÓN
El tercer eón comenzará con la segunda venida de Cristo que será el que
introducirá la era venidera. Desde el punto de vista físico, la nueva edad
encontrará su expresión en un nuevo cielo y una nueva tierra En el plano de lo
ético y de lo moral, será una edad libre de pecado y de todo desorden moral.
Es así como la teología encuentra el propósito último de la creación en el
reino de Dios. Este reino es, desde luego, una posesión presente de “justicia, paz y
gozo en el Espíritu Santo” (Romanos 14:17) y una esperanza futura. Jesucristo
mismo fue la representación perfecta de los principios sobre los cuales descansa
el reino. Por medio de su obra redentora los hombres pueden ser librados del
pecado; con el gozo completo de este trabajo, su pueblo será librado de las
consecuencias del pecado. En la era venidera, su reino principiará como la
realización completa de los ideales éticos y espirituales más elevados del
individuo. En un sentido último, por lo tanto, la creación física encuentra su
significado en las aspiraciones éticas y espirituales y en las posibilidades del
hombre, al encontrar éstas su satisfacción plena en el reino de Dios totalmente
establecido.
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS

Las Sagradas Escrituras enseñan claramente que hay un


orden de inteligencias más elevado que el del hombre; pero,
aseguran que estos seres están relacionados con el hombre,
tanto en la providencia como en el régimen de redención.
Se les llama espíritus para denotar su naturaleza
específica, y ángeles para denotar su misión. Se conoce
relativamente poco de estos seres, y lo que se conoce está
revelado en La Biblia. Son espíritus creados, pero el tiempo
de su creación no se ha indicado con claridad.
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS
A. Naturaleza, Atributos y Ministerio de los Ángeles.
Los ángeles son descritos frecuentemente como espíritus puros,
esto es, seres incorpóreos e inmateriales. La opinión general de la
iglesia es que los ángeles no poseen cuerpo.
El Dr. Pope, sin embargo, insiste en que solamente Dios es
espíritu esencial y puro, y que los ángeles están vestidos con
vestiduras etéreas como las que Pablo describe en su declaración:
“Hay cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:44). Si no poseen cuerpo, las
Escrituras enseñan que en ocasiones asumen cuerpos humanos, ya sea
en apariencia o en realidad, a fin de conversar con los hombres
(Génesis 18:2; 19:1,19). Son grandes en poder y potencia (2 Pedro 2:11)
y exceden en fortaleza a los hombres (Salmos 103:20).
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS

Las Escrituras indican que el hombre goza de una


riqueza de experiencia que les es negada a los mismos
ángeles. Pedro habla de los que “os han predicado el
evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las
cuales anhelan mirar los ángeles” (1 Pedro 1:12).
Tanto Juan como Pedro se refieren a la limitación
similar en la experiencia angélica. Ellos son solamente
testigos de la gloria redentora del hombre, pero no pueden
participar de Cristo en el mismo sentido real.
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS
Los atributos comúnmente adscritos a los ángeles incluyen la
indivisibilidad, la inmutabilidad, la ilocalidad (imposibilidad de
situarlos en lugar determinado) y la agilidad. Siendo indivisibles e
inmutables, los ángeles pueden describirse como invisibles,
incorruptibles e inmortales. No son omnipresentes, pero están
siempre presentes en algún lado. Se mueven rápidamente y con
facilidad.
Deben considerarse como individuos, pero no tienen conexión
racial. No son masculinos ni femeninos y no propagan su especie
(Mateo 22:30).
Hay grados y rangos entre los ángeles, tales como los de
querubines, serafines, tronos, dominios, principados, potestades y
arcángeles.
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS

El ministerio más elevado de los ángeles consiste en cooperar


con Dios, en ayudarle y en servirle. Cuando se dice que “se
regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 38:7), se hace referencia a
los ángeles. Estuvieron presentes en la creación, en la
promulgación de la ley, en el nacimiento de Cristo, después de la
tentación en el desierto, en el Getsemaní, en la resurrección y en
la ascensión.
Su deber principal es el de ministrar a los herederos de la
salvación “¿No son todos espíritus ministradores, enviados para
servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”
(Hebreos 1:14).
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS
Los ángeles en su estado original eran seres santos, dotados de
libre albedrío y sujetos a un período probatorio. Fueron creados para
escoger voluntariamente servir a Dios y prepararse para ministrar a
los herederos de la salvación.
No todos ellos conservaron su primer estado; muchos cayeron en
pecado y se revelaron contra Dios (Judas 6). De aquí que leamos
respecto a “la condenación del diablo” (1 Timoteo 3:6) que, de acuerdo
con la información que nos suministran las Escrituras, estaba a la
cabeza de aquella porción de ángeles que cayeron en pecado. Por esta
razón, Satanás es llamado “príncipe de la potestad del aire” (Efesios
2:2) y sus huestes son conocidas como “huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes” (Efesios 6:12).
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS
Podemos aceptar que después de su período probatorio, los
ángeles buenos fueron confirmados en la santidad y admitidos a
un estado de gloria, desde donde siempre contemplan el semblante
de Dios (Mateo 18:10).
La caída de los ángeles malignos puede considerarse como
apostasía voluntaria, y se cree que su pecado consistió en orgullo (1
Timoteo 3:6). Como consecuencia de su pecado, están bajo
condenación de Dios (2 Pedro 2:4) y serán castigados eternamente
(Mateo 25:41). Su disposición hacia Dios es de enemistad. En
Satanás se encuentra este propósito maligno y es él quien está a la
cabeza de este grupo de ángeles.
COSMOLOGÍA II.- LOS ÁNGELES Y LOS ESPÍRITUS
B. Satanás
Satanás es un ser personal, la cabeza del reino de los
espíritus malos. El es el anticristo esencial.
Se le aplican a él de manera más frecuente dos nombres
que expresan su carácter: Satanás o adversario y diablo o
acusador falso. Nuestro Señor lo describe como el sembrador de
la simiente de error y duda en la iglesia (Mateo 13:39) y como
mentiroso y asesino (Juan 8:44). Puede transformarse en ángel de
luz.
Consideraremos este asunto con mayores detalles en
conexión con el origen del mal, cuando estudiemos aquella parte
de la teología denominada hamartiología.
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN

El Dios de la creación es también el Dios de la


providencia. Él es quien sostiene y cuida al mundo que ha
hecho. Sus misericordias están sobre todas sus obras. Su
providencia refleja su bondad, sabiduría, poder y otros
atributos. La providencia se le imputa al Padre (Juan 5:17), al
Hijo (Colosenses 1:17, Hebreos 1:3) y al Espíritu Santo
(Salmos 104:30). Sin embargo, por lo general se le atribuye al
Padre.
La providencia puede definirse como aquella actividad
del Dios Trino por la cual conserva, cuida y gobierna el
mundo que ha creado.
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN

La providencia suele clasificarse en providencia


general, por medio de la cual Dios cuida del mundo como un
todo y cuida también de las cosas que hay en él, y
providencia especial, que se refiere específicamente al
cuidado de la raza humana.
También puede clasificarse en providencia ordinaria,
por la cual se entiende el ejercicio general del cuidado de
Dios por medio de principios y leyes establecidas, y
providencia extraordinaria, o sea la intervención milagrosa
de Dios en el curso ordinario de la naturaleza o de la
historia.
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN

Trataremos el asunto de la providencia bajo las


siguientes divisiones principales:

1. Conservación, como una referencia a la naturaleza


inanimada;
2. Preservación, como una referencia a la naturaleza animada
y los deseos de las criaturas de los reinos subhumanos; y
3. Gobierno, en su aplicación al hombre en su estado
probatorio.
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN
A. Conservación
La conservación es la providencia preservadora de Dios en el reino del
universo físico. Se refiere a la relación de Dios con el mundo. Las Escrituras
enseñan claramente que Dios permanece activo, sosteniendo todas las cosas
con la potencia de su palabra. “Da a todos vida y aliento y todas las cosas”
(Hechos 17:25). “Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28).
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Colosenses
1:17).
La iglesia ha sostenido la creencia en la presencia inmediata de Dios en
la conservación del universo material, pero también ha considerado las leyes
de la naturaleza (establecidas por Dios) como principios observados de la
actividad divina. Aunque la relación exacta entre Dios y sus leyes de la
naturaleza no se ha determinado exactamente, la mayoría de los pensadores
cristianos reconocen leyes, principios y causas secundarias en la conservación
del mundo, pero no las convierten en agencias activas que suplanten a Dios.
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN

B. Preservación
La preservación es la obra de la providencia de Dios en el reino
animado, personal e impersonal. El cuidado providencial de Dios se
extiende hasta las formas más inferiores de vida. El gobierna el orden
inferior del reino animal, en gran parte por medio del apetito y del
instinto: “Las hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su
comida” (Proverbios 30:25). “Los ojos de todos esperan en ti, y tú les
das su comida a su tiempo. Abres tu mano, y colmas de bendición a
todo ser viviente” (Salmos 145:15-16). Este cuidado providencial se
extiende también al hombre en general como criatura de Dios.
Nuestro Señor Jesucristo declaró que el Padre “hace salir su sol sobre
malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos” (Mateo 5:45).
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN
C. Gobierno
Debemos recordar siempre que la idea básica de la doctrina cristiana
con respecto a la providencia divina es que Dios gobierna sobre todos con
amor. Esto encuentra su triunfante expresión en Pablo, quien declara: “Y
sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto
es, a los que conforme a su propósito son llama­dos” (Romanos 8:28).
Debido a que el hombre es un agente moral con libre albedrío, la
relación de Dios con el hombre en el gobierno difiere de su relación con el
universo material en la conservación y con el reino animal en la
preservación. Dios reconoce y respeta la libertad del hombre (pues Él lo
creó libre). Ejerce influencia sobre el hombre, pero no lo obliga, al grado
de que sean puestas a un lado la libertad de acción y la responsabilidad. La
acción resultante no es propiamente la obra de Dios, sino la de la criatura a
quien pertenece el acto consumado.
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN

Ha sido costumbre establecer distinción entre cuatro modos


de gobierno divino:

1) Permisible: Cuando Dios permite algún evento, no debemos


entender que Él lo consiente, sino más bien que no ejercita su
poder para evitarlo. Dios permite el pecado, pero no lo aprueba,
lo aborrece, porque Él es infinitamente santo (2 Crónicas 32:31;
Salmos 81:12-13; Oseas 4:17; Hechos 14:16; Romanos 1:24,28).
2) Preventivo: Este es el acto restrictivo de Dios por medio del
cual previene a los hombres de cometer pecado (Génesis 20:6,
31:24; Salmos 19:13).
COSMOLOGÍA III.- LA RELACIÓN DE DIOS CON SU CREACIÓN

3) Directivo: Dios desaprueba los actos malos del hombre y Dios


predomina sobre estos malos actos, extrayendo de ellos
consecuencias que no eran la intención de los agentes malvados.
Esto es conocido en ocasiones como la providencia predominante
o superior. (Génesis 50:20; Salmos 76:10; Isaías 10:6; Juan 13:27;
Hechos 4:27-28; Romanos 9:17-18).
4) Determinativo: Se refiere al control que Dios ejercita sobre los
límites del pecado y de la maldad (Job 1:12, 2:6; Salmos 124:2; 2
Tesalonicenses 2:7). Uno de los pasajes más conocido que ilustra
esta verdad: “Pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más
de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

COSMOLOGÍA
(Basada en el texto de H. Orton Wiley y Paul T. Culbertson, “Introducción a la
Teología Cristiana”)

DOCENTE: Rodrigo Beltrán Chávez

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