Cultivo y Manejo de Especies Forrajeras-Nabo Forrajero
Cultivo y Manejo de Especies Forrajeras-Nabo Forrajero
Cultivo y Manejo de Especies Forrajeras-Nabo Forrajero
FORRAJERAS
CULTIVO Y UTILIZACION DEL NABO
1. Características botánicas de la planta
• El nabo forrajero es una planta bianual, dicotiledónea,
pertenece a la familia de las
• crucíferas, caracterizado por tener sus órganos florales
en cruz.
• Las variedades forrajeras tienen raíz napiforme, cuyo
parénquima cortical adquiere gran desarrollo, son
carnosas suculentas denominado "bulbo" de forma
esférica, globosa o fusiforme de gran tamaño según
variedad. la cual se utiliza como forraje y para el
consumo humano.
Las hojas pecioladas nacen del tallo basal
Haga clic en el icono para agregar una ima
hipertrofiado, son anchas de forma acorazonada,
con lóbulo irregularmente dentado grande, la
pubescencia de las hojas es áspera al tacto. Posee
tallo florífero cilíndrico ramificado y liso.
Inflorescencia en racimo terminal, con flores abiertas delgadas, con cuatro
sépalos y cuatro pétalos amarillos, seis estambres tetradínamos.
Fruto en silicua dehiscente, largos que anchos. semilla pequeña dispuesta en
una sola hilera, de forma redondeada de color castaño rojiza. Es una planta que
tiene su origen Europa y Asia Central.
2. TECNOLOGÍA DEL
CULTIVO
a.Exigencias climáticas
• El nabo forrajero ha sido introducido en la década del 70 a la Sierra Sur del
Perú, principalmente para suplementar para cubrir la escasez de forraje en
las estaciones de otoño y parte de invierno. Es una especie que se cultiva
por su raíz (bulbo) y hojas, se adapta bien a clima templado frio, desde 3500
a 4000 msnm.
• Tolera las bajas temperaturas una vez establecido. El nabo forrajero tiene
buena adaptabilidad a los diferentes suelos y climas del altiplano de Puno,
en este ámbito las variaciones de precipitación anual toman valores entre
479 mm a 700 mm, que se concentra en los meses diciembre a abril
alrededor del 70 % de la precipitación total anual y temperatura media del
aire entre 7.2 a 9.9°C.
b. Exigencias edáficas
• El nabo puede cultivarse en terreno franco, franco-arcilloso o arcilloso. con
pH de 5.5 a 8.0, es decir medianamente ácido a ligeramente alcalino, sin
problemas de inundación, tolera la salinidad. Es preferible sembrar el nabo
en rotación después de papa dulce o papa amarga.
• El terreno elegido, debe preparase entre los meses de octubre y noviembre.
En terreno cultivado, bastará una aradura y rastra en forma cruzada hasta
dejar el terreno bien mullido, para lograr la uniformidad en la germinación y
emergencia de las plántulas de nabo.
c.Variedades de nabo
Nabo Sueco (Swede) Brassica napus Var. Napo brassica:
• Variedad Superlativa
• Variedad Champion
• Variedad New Zealand Sensation
Nabo Redondo (Turnip) Brassica rapa Var Rapa.
• Variedad Green Globe
• Variedad York Globe
• Variedad Red Globe
• Variedad Purple Top
Nabo Sueco (Swede) Brassica Nabo Redondo (Turnip) Brassica
napus Var. Napo brassica rapa Var Rapa
• Las variedades de nabo forrajero adaptadas a la zona del altiplano de
Puno, de mejor performance forrajero son: Green Globe, Pink Kapai y Red
Globe.
• Las variedades de Nueva Zelandia crecen rápido durante la época de lluvia
y sus bulbos pueden permanecer en el suelo por tres a cuatro meses entre
otoño e invierno sin sufrir mayor daño por heladas y sequía.
• La producción promedio de los nabos en siembra extensiva alcanza 55,000
Kg/Ha de bulbo verde y 5.000 Kg/Ha de materia seca. El bulbo del nabo
contiene 8 a 9 % de materia seca. 8 % de proteína total y porcentaje
promedio de materia seca digestible de 72 %.
d. Época de siembra
• La siembra debe hacerse a más tardar, los primeros días del mes de
noviembre de la variedad Green Globe y de todas las variedades Suecas,
porque estas son de lento establecimiento y desarrollo.
• Las variedades York Globe, Pink Kapai y Red Globe se recomiendan
sembrarlo entre el 15 de noviembre hasta el 15 de diciembre cuando exista
humedad suficiente en el suelo.
• A medida que se atrasa la fecha de siembra, hay la tendencia de obtener
bulbos pequeños y los rendimientos disminuyen, aunque su producción de
hojas es similar a las siembras tempranas.
e.Cantidad de semilla y fertilización
• La cantidad de semilla de nabo a utilizarse por hectárea, varía en función a la
calidad de la semilla, preparación del terreno y oportunidad de siembra. Por el
método de siembra al voleo, se recomienda la cantidad de un kilo por hectárea
de semilla con 90% de poder germinativo, esto debido a que las semillas de
nabo son pequeñas. Con dosis de siembra mayores a un kilo, se obtiene mayor
densidad de plantas por hectárea, y como consecuencia de la competencia por
el espacio, los bulbos tienen menor desarrollo en peso.
• Fertilización. - La dosis de fertilización debe aplicarse basándose en un
análisis del suelo. En condiciones del altiplano de Puno, teniendo en cuenta la
rotación de cultivo, se recomienda para el cultivo de nabo niveles de 50-40-00
de NPK/Ha. A la siembra se aplica todo el fósforo y nitrógeno fraccionado en
dos aplicaciones a la siembra y al inicio de la formación de los bulbos.
f. Siembra
• El nabo forrajero puede instalarse, utilizando máquina sembradora de cereales o
manualmente al voleo.
• Para la siembra mecánica. es necesario regular lo mejor posible la sembradora, los
puntos de distribución de semilla para la densidad correcta, los implementos de
profundidad de enterrado de semilla a 2 cm, y los implementos de rodamiento y
compactado del suelo. Esta siembra justifica para más de 01 hectárea.
• Para la siembra al voleo, se aconseja mezclar la semilla de nabo con unos 10 kilos
de estiércol o tierra, también se puede mezclar con los fertilizantes, de esta
manera se logra distribuir la semilla uniformemente en toda el área del terreno,
dando dos pasadas en forma cruzada. Inmediatamente después de la siembra la
superficie del terreno debe afirmase mediante el uso de un rodillo emparejador a
fin de cubrir perfectamente las semillas a una profundidad no mayor de 2 cm.
También da buenos resultados dos a tres pasadas de rebaño de ovinos sobre el
terreno sembrado.
3. LABORES DE
MANTENIMIENTO DEL
CULTIVO
a.Control de malezas
• Las malezas generalmente
compiten al nabo por los
nutrientes, humedad, luz y espacio
en la fase inicial de formación de
hojas. El control manual de malas
hierbas se recomienda realizar a
los 60 días después de la siembra,
junto con la fertilización
complementaria de nitrógeno.
b. Fertilización complementaria de
nitrógeno
• El nabo aprovecha bien las
aportaciones de nitrógeno para el
desarrollo de las hojas y bulbos. La
aplicación de 25 Kg/Ha de nitrógeno
debe hacerse a los 60 días de la
siembra, al voleo después del
deshierbo, cuando el suelo este
húmedo.
c.Control de plagas
y enfermedades
• En condiciones del
altiplano de Puno, los
daños que ocasionan
plagas y enfermedades no
son de importancia
económica. La plaga más
común que ataca al cultivo
de nabo forrajero es el
pulgón verde
Acyrthosiphun pisum.
4. UTILIZACIÓN Y
MANEJO
a.Cualidades alimenticias
• El bulbo y hojas de la planta de nabo se aprovechan
para la nutrición del ganado en pastoreo. Su cultivo
en el altiplano ha adquirido interés por su elevado
rendimiento en materia verde, por su valor
nutritivo y bajo costo de producción. El bulbo del
nabo, contiene 8 a 9 % de materia seca, 8% de
proteína total, con bajo contenido de fibra de 10.4
% y 72% de materia seca digestible.
• Es un buen alimento para toda clase de animales
(vacunos. ovinos, alpacas y cerdos) También los
bulbos se utilizan en la alimentación humana como
fruta, en sopa y ensalada.
Valor nutritivo
• El nabo forrajero es un alimento de alta calidad que se
caracteriza por ser muy energético, con un aceptable contenido
en proteínas, digestible y rico en minerales, sobre todo calcio y
potasio. Su contenido en agua es muy elevado, del orden del 88
por 100 de su peso. Es adecuado para la alimentación de los
rumiantes durante el invierno, siendo recomendable
complementarlo con alimentos fibrosos, pobres en proteínas
como pajas, henos de mala calidad, etc.
• La composición química varía según se trate de hojas o de raíces.
Las hojas tienen mayor contenido en materia seca, en proteínas
y en calcio. Las raíces son más ricas en azúcares.
b. Cosecha de bulbos
• Cuando las hojas más viejas del cultivo de nabo están a punto
de secarse, es el momento propicio de efectuar la cosecha de
los bulbos. La cosecha o recolección consiste en sacar los
bulbos del suelo con ayuda de un pico tipo 'raucana",
eliminación de hojas secas en el campo, ensacado y traslado al
establo, donde se puede almacenar el producto en pequeños
montones cubiertos con paja hasta por dos semanas.
• El bulbo del nabo es preferible utilizarlo picado en los
comederos para la alimentación de ganado. La vaca lechera
consume sin dificultad el nabo, que se debe suministrar
después del ordeño, bueno para cerdos como refuerzo
alimenticio.
c.Pastoreo de nabo en otoño
• Para el pastoreo directo del nabo forrajero, se recomienda uso de cercos
eléctricos, pastoreo controlado en franjas o a estaca, para evitar el
exceso de pisoteo. Cuando los animales están libres sin control dañan los
bulbos, hay consumo parcial, los bulbos dañados se secan y se deterioran
rápidamente.
• La siembra de diciembre, es comúnmente dirigido para aprovechar hojas
y bulbos del nabo al pastoreo con vacunos, ovinos o alpacas, en los
meses de abril - mayo, antes de que se sequen las hojas, como forraje
complemento precisamente cuando los pastos cultivados perennes
están en descanso.
d. Pastoreo de bulbos en invierno
• El nabo forrajero es buen complemento en la ración diaria del ganado,
principalmente en invierno, cuando la producción de los pastos naturales es baja.
• La siembra de noviembre de la variedad Green Globe, con cobertura de cebada o
avena. se puede pastorear con vacunos, alpacas o con ovinos en empadre en los
meses de junio y julio para aprovechar el bulbo. Una hectárea de nabo alcanza
para 17 vacas en producción por mes ración media, o para 25 toretes /Ha/mes
ración completa en otoño.
e. Problemas derivados de la mala
utilización de los nabos forrajeros
• Como se ha expuesto anteriormente, el cultivo de nabos, utilizado
racionalmente, puede cubrir la alimentación de los rumiantes con un coste
económico bajo. Su consumo no presenta problemas. No obstante, existen
referencias bibliográficas en las que se indica que un mal uso del cultivo
puede ocasionar trastornos que conviene tener en cuenta. En general, éstos
son intoxicaciones por nitratos, anemias hemolíticas, mal olor y mal sabor
en la leche. El nabo tiene tendencia a acumular nitratos libres,
especialmente cuando se aplican abonados fuertes, que pueden producir
intoxicaciones en los rumiantes que Ilegan a afectar a la reproducción y al
crecimiento.
• Este contenido en nitratos es más elevado cuanto más joven es la planta y
disminuye con la madurez. Las intoxicaciones se evitan no aportando dosis
excesivas de nitrógeno. De 80 a 100 unidades fertilizantes de nitrógeno por
hectárea, en total, son suficientes para el cultivo. Tampoco debe
aprovecharse la planta en estados muy jóvenes o, si se hace, realizar el
pastoreo en varias veces.
• Las anemias hemolíticas se deben al contenido de la planta en S-metil
cisteína sulfóxido (SMCO), sustancia que aumenta con la madurez y, sobre
todo, con la subida a flor. Los animales sanos, con buenas reservas, pueden
pastar durante tres meses sin manifestar ningún descenso en el
crecimiento diario. Solamente a partir de ese momento y pastando la
planta durante la subida a flor, pueden presentarse problemas de
intoxicación con SMCO, que se manifiestan por un descenso en el
crecimiento y por los síntomas que caracterizan la deficiencia en cobre.
• Cuando esto llega a suceder, un cambio en la alimentación hace que los
animales vuelvan a la normalidad a los pocos días. EI nabo puede también
transmitir mal sabor y mal olor a la leche, debido a determinados aceites
que contiene. Estos efectos se reducen tanto más cuanto mayor sea el
tiempo transcurrido entre la ingestión y el ordeño,
• En conclusión, puede decirse que el nabo es un cultivo fácil que no precisa
cuidados especiales, salvo prevenir el ataque de enfermedades y plagas, se
incluye fácilmente en las alternativas intercalándose entre los cultivos
forrajeros principales y permite cubrir, de forma económica, las
necesidades alimenticias de los rumiantes.