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Complicaciones Postoperatorias en Cirugía

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COMPLICACIONES

POSTOPERATORIAS EN
CIRUGÍA
Tema Nº 21
Katherin Elisa Reyes Cueva
Las complicaciones pueden aparecer por
diferentes razones:
• Un cirujano descuidado, despreocupado
o con prisa durante una intervención
puede cometer errores técnicos que
provocan una complicación
postoperatoria.
• El cirujano puede realizar una
intervención técnicamente perfecta y
meticulosa en un paciente con nutrición
adecuada, y aun así, presenta una
complicación por la naturaleza de la
propia enfermedad.
• De forma similar, el uso juicioso de los
antibióticos y de otra medicación
preoperatoria puede influir en el
resultado.
Cuando finaliza la intervención quirúrgica:
• Es obligatorio un seguimiento postoperatorio
compulsivo.
• Las revisiones completas y atentas a los
pacientes de forma regular en el postoperatorio
permiten al cirujano vigilar y detectar
complicaciones postoperatorias en fase
inicial, cuando pueden corregirse con mejor
resultado.
Durante este proceso, el cirujano debe:
• revisar todas las heridas,
• evaluar la ingesta y la evacuación,
• comprobar la gráfica de temperatura,
• asegurarse de los niveles de actividad,
• evaluar el estado nutricional, y
• comprobar el grado de dolor.
Complicaciones de la herida quirúrgica
Seroma: acumulación de grasa líquida, suero y
líquido linfático bajo la incisión.
• Este líquido suele ser claro, amarillento y
viscoso.
• Se localiza en la capa subcutánea, justo por
debajo de la dermis.
• Es la complicación más benigna tras una
técnica quirúrgica.
• Por ejemplo se producen después de una
mastectomía, disección axilar, disección
inguinal y grandes hernias ventrales o •
cuando una malla protésica Manifestación clínica: tumefacción bien
circunscrita, molestia a la presión y drenaje
(politetrafluoroetileno) se emplea en la ocasional de líquido claro por una herida
reparación de una hernia ventral. reciente.
• Tratamiento: drenaje subcutáneo o drenaje
abierto si el seroma esta infectado.
Hematoma: acumulación anormal de
sangre, habitualmente en la capa
subcutánea de una incisión reciente o en un
espacio potencial formado en la cavidad
abdominal tras la extirpación de un órgano.
• La formación de un hematoma guarda
relación con una hemostasia inadecuada,
una depleción de factores de coagulación
o una coagulopatía.
• La evaluación de un hematoma grande y
en expansión, incluye valoración de los
factores de riesgo preexistentes y
parámetros de coagulación (p. ej., tiempo • Manifestación clínica: hinchazón creciente, grande
de protrombina, tiempo de o pequeña y localizada, cubierta por piel de color
tromboplastina parcial activada, INR, morado/azul, puede drenar un líquido rojo oscuro
recuento de plaquetas, tiempo de a través de la herida fresca y ser antiestética o
hemorragia), así como tratamiento dolor en la zona de una incisión quirúrgica.
quirúrgico.
• Los hematomas pequeños no requieren
intervención y se reabsorben por sí solos.
Fallo agudo de una herida (dehiscencia de
la herida o dehiscencia de la pared
abdominal): separación postoperatoria de
los estratos musculoaponeuróticos
abdominales.
• Es una de las complicaciones más temidas
por los cirujanos y representa un problema
muy grave debido al riesgo de
evisceración, a la necesidad de intervenir
inmediatamente y se infecte la herida
quirúrgica y se forme una hernia incisional.
• Aproximadamente en el 1-3% de los
• La infección de heridas en profundidad es una de
pacientes que se someten a una operación
abdominal. las causas más frecuentes de separación de
heridas localizadas.
• Suele producirse en la mayoría de los
casos 7-10 días después de la intervención,
aunque puede hacerlo en cualquier
momento (rango: de 1 a > 20 días).
• El tratamiento depende del grado de
separación aponeurótica y de la presencia
o no de evisceración o de contaminación
intraabdominal significativa (p. ej., fuga
intestinal, peritonitis).
Una dehiscencia pequeña en la zona
proximal de una incisión alta en la línea
media 10-12 días después de la operación
puede responder a medidas
conservadoras, como la compresión de la
herida con una gasa empapada en solución
salina y la colocación de un vendaje
abdominal.
En caso de evisceración, hay que cubrir los
• Manifestación clínica: en la cuarta parte de intestinos eviscerados con un paño estéril
los pacientes la dehiscencia va precedida de empapado en solución salina y efectuar los
un drenaje repentino y espectacular de una preparativos necesarios para volver al
cantidad grande de líquido claro de color quirófano después de un breve período de
salmón. reanimación hídrica.
Infección del sitio quirúrgico (infección de la
herida): estas infecciones del sitio quirúrgico (ISQ)
son un problema importante para los cirujanos.

• Normalmente, las heridas se clasifican de la


siguiente manera:
1. Superficiales, comprenden la piel y el tejido
subcutáneo
2. Profundas, abarcan la aponeurosis y el músculo.
3. De espacios orgánicos, comprenden los órganos
internos del cuerpo si la intervención abarca esa
región.
Patogenia:
• Los cocos grampositivos son responsables
de la mitad de las infecciones —
Staphylococcus aureus (el más frecuente),
estafilococos coagulasa-negativos y
especies de Enterococcus—.
• El organismo que ha desarrollado
resistencia a la meticilina (S. aureus
resistente a meticilina [SARM]) presenta
dos subtipos, el SARM adquirido en el
entorno hospitalario y el adquirido en la
comunidad.
• El SARM adquirido en el entorno
hospitalario se asocia a infecciones
nosocomiales y afecta a personas
inmunodeprimidas. También infecta a
pacientes con heridas crónicas, a los El SARM adquirido en la comunidad se relaciona
sometidos a intervenciones invasivas y a con diversas infecciones de piel y tejidos blandos en
los que han recibido tratamiento pacientes con o sin factores de riesgo de infección
antibiótico previo. por SARM.
• Manifestaciones clínicas: las ISQ superficiales y
profundas se acompañan de eritema, sensibilidad,
edema y febrícula, en ocasiones, supuración. A
menudo, la herida es blanda o fluctuante en la zona
infectada, lo que contrasta con la firmeza del
reborde de cicatrización que se observa en el resto
de la herida.
• Estudios de laboratorio: el paciente puede presentar
leucocitosis.
De acuerdo con la Joint Commission, se considera que
una herida quirúrgica está infectada si cumple los
siguientes requisitos:
1) la herida supura un material muy purulento;
2) la herida se abre espontáneamente y supura
líquido purulento;
3) la herida supura un líquido que da resultado
positivo en los cultivos bacterianos o en la tinción
de Gram, y
4) el cirujano observa eritema o supuración y procede
a abrir la herida al considerar que está infectada.
• Tratamiento: una vez que se sospecha o
se confirma la ISQ, el tratamiento
dependerá de la profundidad de la
infección.
Tanto en las heridas superficiales como en
las profundas, hay que retirar los puntos de
la zona infectada e introducir un aplicador
con punta de algodón en las heridas que
rezuman material purulento y pus.
Complicaciones de la termorregulación:
La hipertermia maligna (HM) es una crisis • Se puede sospechar esta posibilidad
hipermetabólica muy peligrosa que se durante la evaluación preoperatoria en
manifiesta en personas susceptibles un paciente con antecedentes familiares
durante la exposición a un anestésico de HM o con antecedentes personales de
general estimulador o después de la mialgia tras el ejercicio, tendencia a
misma. desarrollar fiebre, trastornos musculares
e intolerancia a la cafeína.
• Se calcula que la HM afecta a 1 de cada
30.000-50.000 adultos.
• La susceptibilidad a la HM se hereda
como un trastorno autosómico
dominante.
• Manifestaciones clínicas: si una persona • La imposibilidad de abrir la boca por
es susceptible a la HM puede manifestar espasmo de los músculos maseteros
este trastorno por primera vez al constituye un signo precoz
administrarle un anestésico estimulador patognomónico, indicativo de
general o inmediatamente después.
susceptibilidad a la HM.
Algunos pacientes manifiestan la forma •
abortiva de HM (taquicardia, arritmia, Otras manifestaciones consisten en
elevación de la temperatura y acidosis). taquipnea, hipercapnia, rubor
cutáneo, hipoxemia, hipotensión
Otros pacientes, tras la intubación con arterial, anomalías electrolíticas,
succinilcolina, manifiestan una pérdida de rabdomiólisis e hipertermia (>40
las sacudidas musculares durante la
estimulación neuromuscular y desarrollan ºC).
rigidez muscular.
Fiebre postoperatoria: (38-40 ºC) puede ser
consecuencia de una infección o del citado
síndrome.
• Se registra en dos tercios de los pacientes.
• Las infecciones más frecuentes son las asociadas a
la prestación de la asistencia —infecciones del
sitio quirúrgico, infecciones de las vías urinarias
(IVU) por ejemplo: presencia de un catéter
urinario (> 2 días) y por las bacterias endógenas
(flora del colon, sobre todo E. coli) son la causa
más habitual de IVU en pacientes con cateterismo
a corto plazo; infecciones del torrente sanguíneo
asociadas a catéter venoso central (ITS/AC)
intravascular por la colonización de estafilococos
coagulasa-negativos, bacterias adquiridas en el
ámbito hospitalario (p. ej., SARM, bacilos
gramnegativos con resistencia a múltiples
fármacos y especies fúngicas [Candida albicans]) y
neumonía—.
• Las temperaturas que aumentan 5-8 días
• Manifestación clínica: fiebre elevada que
después de la intervención requieren
fluctúa o se mantiene.
atención inmediata y, en ocasiones,
A menudo se considera que la fiebre que intervención urgente.
aparece durante las primeras 48-72 h tras
Hay que evaluar seis parámetros:
la cirugía abdominal se debe a las
atelectasias. 1. el aire (los pulmones),
En ocasiones, las ISQ por clostridios o 2. la herida,
estreptococos se manifiestan con fiebre
durante las primeras 72 h del período 3. el agua (las vías urinarias),
postoperatorio.
4. las deposiciones (tramos inferiores del
La fiebre que aparece 5-8 días después de tubo digestivo),
la cirugía es más preocupante que aquella
5. la farmacoterapia (p. ej., antibióticos),
que comienza en el período postoperatorio
y
precoz.
6. la deambulación (p. ej., trombosis).
• El tratamiento de las fiebres
postoperatorias debe fundamentarse en
los resultados de un minucioso estudio
diagnóstico.
Se recomienda intentar reducir la fiebre
con antipiréticos.
Complicaciones respiratorias:
Atelectasia: ocasiona perdida de la • Los pacientes presentan fiebre baja,
capacidad residual funcional (FRC, malestar y ruidos respiratorios reducidos
functional residual capacity). en los campos pulmonares inferiores.
Con frecuencia el paciente siente las
• Complicación respiratoria postoperatoria molestias propias de la fiebre, aunque no
más frecuente en las 48 h siguientes a la registra otros síntomas pulmonares
intervención y puede predisponer a manifiestos.
neumonía.
• El riesgo aparece especialmente elevado
en los pacientes muy fumadores, obesos,
y con secreciones pulmonares
abundantes.
• Para evitar la atelectasia se debe • El control inadecuado del dolor en el
animar a los fumadores a que dejen periodo posoperatorio contribuye a poco
de fumar al menos 1 semana antes de esfuerzo inspiratorio y colapso de los
la operación y se debe optimizar el lóbulos inferiores.
tratamiento de los pacientes • La prevención de la atelectasia se facilita
afectados por enfermedad pulmonar si se pide al paciente que permanezca en
obstructiva crónica, asma e ICC. la posición sedente lo mas posible, con la
ambulación temprana y con la analgesia
adecuada.
• En individuos sentados con un ángulo
mayor de 45° se puede lograr un
incremento de 700 ml o mas de FRC. En el
caso de sujetos unidos a un respirador
mecánico, con solo elevar 30 a 45° la
cabecera de la cama y aportar volúmenes
ventilatorios adecuados (8 a 10 ml/ kg)
mejoran los resultados en el aparato
pulmonar.
Neumonía: infección nosocomial más • Factores asociados al aumento del riesgo
frecuente en pacientes hospitalizados. de neumonía: estado de
inmunodepresión, enfermedad
• Los casos que se presentan más de 48 h concomitante, peor estado nutricional,
después del ingreso y sin signos de hospitalización prolongada, consumo de
antecedentes de infección son derivados tabaco, edad avanzada, uremia,
como correspondientes a neumonía consumo de alcohol, tratamiento
adquirida en el entorno hospitalario. antibiótico previo, presencia de sonda
• La neumonía intrahospitalaria de inicio endotraqueal, nasogástrica (NG) o
temprano (< 5 días) presenta mejor entérica y tratamiento con inhibidores de
pronóstico que la de presentación tardía la bomba de protones (IBP) utilizado para
(> 5 días). prevenir las úlceras gastroduodenales
agudas.
• Patogenia: los microorganismos más • Para evitar la neumonía, se debe animar
habituales son Streptococcus pneumoniae a los fumadores a que dejen de fumar al
(que coloniza las vías respiratorias menos 1 semana antes de la operación y
superiores), Haemophilus influenzae, se debe optimizar el tratamiento de los
especies de Enterobacteriaceae (E. coli, y pacientes afectados por enfermedad
especies de Klebsiella y de Enterobacter) y pulmonar obstructiva crónica, asma e
S. aureus (sobre todo SARM). ICC.
• Una vez establecido el diagnóstico y
mientras se esperan los resultados del
cultivo, el tratamiento antibiótico
provisional se relaciona con disminución
de la mortalidad. La elección del
antibiótico depende de los factores de
riesgo del paciente, la duración de la
hospitalización, la duración de la
ventilación mecánica, la antibioterapia
previa y los resultados del cultivo, así
como de la posible inmunodepresión.
• Una amplia variedad de lesiones • El edema pulmonar está relacionado con la
pulmonares y/o del aparato acumulación de líquido en los alvéolos. La presencia de
cardiovascular pueden provocar una líquido en la luz de los alvéolos impide la oxigenación,
insuficiencia respiratoria aguda. y produce una hipoxemia.
Tres de las manifestaciones más frecuentes • La LPA y el SDRA están relacionados con
de esta lesión son hipooxigenación a causa de una respuesta inflamatoria
1. el edema pulmonar, fisiopatológica que conduce a la acumulación de
2. la lesión pulmonar aguda (LPA) y líquido en los alvéolos así como al engrosamiento del
3. el síndrome de dificultad respiratoria espacio entre los capilares y los alvéolos.
del adulto (SDRA).
Manifestaciones clínicas del Manifestaciones clínicas de la LPA y el SDRA: hipooxigenación
edema pulmonar:
hipoxemia (presión parcial La LPA se relaciona con una relación Pao2/fracción de oxígeno
de oxígeno en la sangre inspirado (Fio2) menor de 300, infiltrados bilaterales en la
arterial por debajo de 80 radiografía de tórax, y una PECP menor de 18 mmHg. Su
mmHg). Valor normal: 90 – duración suele ser menor y no es tan grave.
100 mmHg. El SDRA se asocia a una relación Pao2/Fio2 menor de 200 y tiene
infiltrados bilaterales, así como una PECP menor de 18 mmHg.
Como consecuencia:
• el paciente debe Como consecuencia:
incrementar el trabajo • taquipnea,
respiratorio, • disnea y
• aumento de la frecuencia • aumento del trabajo respiratorio, que se manifiesta por el uso
respiratoria y exagerado de los músculos respiratorios.
• uso exagerado de los • La cianosis se relaciona con una hipoxia avanzada y supone una
músculos de la respiración. emergencia.
• La auscultación de los campos pulmonares revela unos sonidos
respiratorios débiles con crepitantes y, en ocasiones,
estertores.
• La gasometría arterial demuestra la presencia de una Pao2 baja
y una Paco2 elevada.
Tratamiento del edema pulmonar: Tratamiento de la LPA y el SDRA:
• restricción de líquido y diuresis intensiva,
• administración de oxígeno con mascarilla • La administración de oxígeno no suele
facial en los casos leves, y conseguir por sí sola una mejoría de la
• la intubación en los casos más graves. hipoxia.
• El paciente con LPA o SDRA grave debe
recibir inicialmente una Fio2 del 100% y
después del 60% conforme se produce la
curación.
• El SDRA mediante intubación inmediata.
Embolia pulmonar (EP):
• Complicación postoperatoria muy grave Manifestaciones clínicas: la respuesta
que constituye una fuente evitable de fisiológica a la EP depende del tamaño
morbilidad y mortalidad. del trombo.
• La mayoría de las EP se forman a partir de
una trombosis venosa profunda (TVP)
presente en las piernas.
• Otras causas poco frecuentes de EP son las
embolias grasas secundarias a fracturas de
huesos largos y las embolias gaseosas, que
a menudo se asocian a intervenciones
quirúrgicas y líneas venosas centrales.
Establecer un diagnóstico de EP requiere pruebas
confirmatorias (TC helicoidal con medio de
contraste I.V. también conocida como TC en
espiral, o angiografía pulmonar por TC) y pruebas
complementarias (ecografía dúplex venosa [EDV]
y prueba de dímero D). También radiografía
torácica, un ECG, una gasometría arterial. El tratamiento de la EP comienza con su
prevención. Dado que la mayoría de las EP se
• Si no presenta síntomas en las piernas, se puede originan a partir de coágulos presentes en el
optar por la TC espiral. sistema venoso profundo de las piernas en
pacientes de riesgo.
• Si los resultados de la TC espiral son subóptimos
o negativos y las probabilidades clínicas de una • Se le prescribe medicación anticoagulante.
EP son muy elevadas, se realiza una angiografía.
• Si el resultado de la ecocardiografía es
• La TC espiral está contraindicada en los positivo, se inicia el tratamiento
pacientes alérgicos a los contrastes yodados. trombolítico (p. ej., heparina no
• Si presenta síntomas en las piernas, esta estable fraccionada, estreptocinasa, urocinasa,
y si el resultado de la EDV es positivo, se activador del plasminógeno tisular
considera que el paciente sufre una EP. En los recombinante) se emplean en el
pacientes inestables se solicita una tratamiento de las EP masivas.
ecocardiografía y si este es negativo, se realiza
una angiografía pulmonar.
Complicaciones cardiacas: Complicaciones renales y de las vías
urinarias:
• Hipertensión postoperatoria: la cuarta parte de
los pacientes que se someten a una intervención • Retención urinaria: en la mayoría de los
quirúrgica. La hipertensión diastólica (> 110 casos esta complicación es una anomalía
mmHg) suele asociarse más a complicaciones reversible.
cardíacas, mientras que la hipertensión sistólica
• Insuficiencia renal aguda: se han
(> 160 mmHg) conlleva un mayor riesgo de
accidentes cerebrovasculares y muerte. identificado dos tipos de IRA: oligúrica y no
oligúrica. En la insuficiencia renal oligúrica,
• Isquemia e infarto perioperatorio: la el paciente elimina menos de 480 ml de
mortalidad general asociada a IM en pacientes orina al día. En la insuficiencia renal no
sometidos a cirugía es del 12%. oligúrica, el paciente excreta al día más de 2
• Arritmias cardíacas postoperatorias: la l de orina isostenúrica, sin eliminar las
mayoría de las arritmias son pasajeras y toxinas de la circulación sanguínea.
benignas, y no causan síntomas ni cambios
fisiológicos.
• Insuficiencia cardíaca postoperatoria: el riesgo
de insuficiencia cardíaca es máximo
inmediatamente después de la cirugía y durante
las primeras 24 a 48 h del período
postoperatorio.
Complicaciones gastrointestinales:
• Íleo y obstrucción intestinal postoperatoria precoz: el íleo postoperatorio afecta sobre todo
al estómago y al colon. Tras una laparotomía, la motilidad intestinal se reanuda al cabo de
varias horas, la motilidad gástrica, en un plazo de 24 a 48 h, y la motilidad del colon, en 48 a 72
h.
• Síndrome compartimental abdominal agudo: define un aumento de la disfunción o la
insuficiencia orgánica por hipertensión intraabdominal (HIA) superior a 12 mmHg con un
mínimo de tres mediciones realizadas con una diferencia de entre 4 y 6 h al final de la
espiración en pacientes relajados.
• Fístulas intestinales: Desde el punto de vista fisiológico, las fístulas se clasifican como de gasto
elevado o reducido, sobre la base el volumen de secreción en 24 h. La definición exacta de
gasto elevado o reducido varía de 200 a 500 ml/24 h.
No obstante se reconocen tres categorías diferentes:
1. de gasto reducido (< 200 ml/24 h),
2. de gasto moderado (de 200 a 500 ml/24 h) y
3. de gasto elevado (> 500 ml/24 h).
Complicaciones neurológicas:
• Delirio, alteraciones cognitivas y psicosis: el delirio consiste
en un estado de confusión aguda y representa una
complicación habitual de la cirugía. En su etiología intervienen
numerosos factores (cuadro 12-14).
• Trastornos convulsivos: Los pacientes más expuestos a las
convulsiones postoperatorias son aquellos con antecedentes
epilépticos, los que presentan síndrome de abstinencia aguda
por alcohol o fármacos y los que están recibiendo otros
fármacos, como antidepresivos, hipoglucemiantes y lidocaína.
• Accidentes cerebrovasculares postoperatorios pueden ser de
tipo isquémico o hemorrágico.
Los accidentes cerebrovasculares isquémicos se deben en la
mayoría de los casos a la hipotensión arterial perioperatoria, a un
control excesivo de la hipertensión arterial o a embolias
cardíacas en los pacientes con fibrilación auricular, consecuencia
de un IM o la endocarditis bacteriana.
Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos son menos
frecuentes y se deben en la mayoría de los casos al tratamiento
con anticoagulantes.
GRACIAS POR SU
ATENCIÓN

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