ARTROSIS
ARTROSIS
ARTROSIS
c. Finalmente, aparecen zonas en las que el hueso deja estar protegido por el
cartílago por lo que los huesos que forman la articulación rozan
produciendo dolor, rigidez y pérdida de la movilidad.
¿A QUÉ SE DEBE?
• La artrosis de cadera es aquella que afecta a la parte superior de la pierna. Este tipo de
artrosis es bastante frecuente, aunque no tanto como la artrosis de rodilla o de mano.
En general, es propia de personas mayores, pero puede aparecer antes de los 50 años,
siendo excepcional en jóvenes.
• El síntoma fundamental es el dolor, que se localiza en la zona de la ingle y en la zona
interna del muslo. Sin embargo, en ocasiones el dolor se puede reflejar en la rodilla.
• Al principio de la enfermedad, el dolor sólo aparece al caminar y al subir o bajar
escaleras. También se siente dolor tras un período de reposo, hasta que la articulación
entra en calor, y luego vuelve a aparecer tras una larga caminata o ejercicio prolongado,
porque se sobrecarga la articulación. De forma progresiva, se van haciendo difíciles
acciones tan elementales como cruzar o flexionar las piernas, o caminar. En estadios
avanzados el dolor puede aparecer durante la noche, por la posición de reposo y, con el
paso del tiempo, es normal que aparezca cojera al caminar.
ARTROSIS CERVICAL
La artrosis de rodilla es el tipo más frecuente de artrosis. Se puede distinguir entre dos tipos de
artrosis de rodilla:
A. Artrosis de rodilla primaria: está muy relacionada con el envejecimiento y con la genética, y
va ligada al desgaste de las diferentes partes que forman la rodilla (los huesos la membrana
sinovial y el cartílago).
B. Artrosis de rodilla secundaria: se suele producir por una lesión previa, como pueden ser una
fractura o una lesión de ligamentos. Suele afectar a deportistas y a personas obesas, ya que el
sobreesfuerzo que exigen a sus rodillas es elevado.
En este caso la enfermedad afecta a las partes interna y/o frontal de la rodilla provocando dolor
cuando se realiza un esfuerzo. Como consecuencia de este dolor y por la evolución degenerativa
de la enfermedad el paciente puede tener cojera si la enfermedad avanza a un estadio avanzado.
En este tipo de artrosis el movimiento de la articulación suele causar chasquidos.
TRATAMIENTO
• El objetivo del tratamiento de la artrosis es mejorar el dolor,
retrasar la evolución de la enfermedad y mejorar la calidad de
vida. Para ello, se dispone de varias alternativas: medidas
físicas, fármacos y cirugía.
MEDIDAS FÍSICAS
1. Evitar la obesidad: aumenta el riesgo de padecer artrosis de rodilla y cadera y favorece
su progresión. Para ello es conveniente llevar una dieta equilibrada y realizar ejercicio de
manera regular.
2. Realizar ejercicio físico aeróbico habitualmente (caminar, nadar, bicicleta): ayuda al
control de la enfermedad, a prevenir la atrofia muscular y a controlar el peso.
3. Aplicación de calor local: se puede aplicar en forma de baños de agua (en la artrosis de
las manos) o mediante una manta eléctrica.
4. Utilización de férulas, bastón o plantillas: las férulas son útiles para mantener en
reposo la articulación dolorida, como en la base del pulgar (muñequera) o en los dedos de
los pies (plantillas). El calzado es muy importante en el caso de artrosis de pies; se
aconseja zapato de suela blanda y gruesa para que absorba los impactos con un tacón no
demasiado alto. En el caso de la artrosis de rodilla o cadera es recomendable el uso de un
bastón o muleta (se lleva en la mano contraria al lado que duele).
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
En cuanto a los medicamentos utilizados en la artrosis destacan 2 grandes grupos:
a. Fármacos analgésicos y antiinflamatorios de acción rápida: dentro de este grupo se incluye el
paracetamol, los antiinflamatorios (orales o tópicos como la capsaicina) y los opioides como el
tramadol. Generalmente, se suele iniciar el tratamiento con el paracetamol y si no se consigue
controlar el dolor se añaden antiinflamatorios o bien, opioides en función de las
características del paciente y los síntomas que presente. Los corticoides intraarticulares
también son útiles como tratamiento de la artrosis, especialmente si se trata de pacientes con
una única articulación afecta y que presenta signos inflamatorios.
b. Fármacos de acción lenta, también llamados SYSADOA (“Symptomatic Slow Action Drugs for
Osteoarthritis” = Medicamentos sintomáticos de acción lenta para la osteoartritis). Los
fármacos incluidos en este grupo, además de controlar el dolor, ayudan a preservar el
cartílago y frenar la evolución de la enfermedad. Los fármacos incluidos en este grupo son:
condroitín sulfato, sulfato de glucosamina y diacereína que se administran por vía oral y el
ácido hialurónico que se administra mediante una infiltración dentro de la articulación
afectada (sobre todo cadera o rodilla).
CIRUGÍA
• La cirugía está indicada cuando el resto de los tratamientos no logra controlar el dolor o
el paciente se encuentra muy invalidado por la enfermedad.
• El objetivo de la cirugía es atenuar el dolor y recuperar parte de la función de la
articulación, o corregir una deformidad.
• Algunas intervenciones se pueden hacer para limpiar y lavar la articulación, eliminando
adherencias y cuerpos extraños.
• Otra técnica es la osteotomía que permite, cortando cuñas de hueso, realinear y colocar
en posición correcta la articulación y se aplica, sobre todo, en la artrosis de rodilla.
• Por otro lado, otra técnica es la artroplastia que consiste en sustituir total o
parcialmente las zonas enfermas de la articulación, utilizando prótesis artificiales
formadas por componentes de metal, plástico y cerámica.
• Las artroplastias más frecuentes son las de cadera y rodilla.
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