Elena Perulero

Blas de Otero impregnó su poesía de temáticas sociales y políticas. Sus obras fueron siempre maduras, muy humanas y llenas de libertad. A pesar de las represiones, nunca se censuró y expresó abiertamente su postura ideológica, incluso en sus escritos. Tras su adhesión al marxismo, se decidió a ser poeta, una figura que consideraba un agente activo en la sociedad, ya que puede luchar por la libertad y los derechos sociales desde sus obras. En este artículo se desgrana el informe de Manuel Azcárate sobre el poeta y lo que significó para el movimiento antifranquista en plena dictadura.

<em>Don Juan Tenorio</em> de Zorrilla es una obra muy popular, la más representada de la literatura española. Todos los aficionados al teatro la habrán visto, al menos, una vez y habrán celebrado el acierto o afeado el error de tal o cual montaje, de tal o cual actor. Sin embargo, esa misma familiaridad ha ido, muchas veces, en detrimento de una consideración más seria del drama. Lustros después de su creación, El Tenorio sigue representándose y atrayendo la atención de los espectadores, así como dando lugar a nuevas recreaciones (Albert Boadella, Juan Mayorga... los últimos). Esta edición trata de acercarse, en primer lugar, al texto, desentrañando cuestiones que, sorprendentemente, estaban sin resolver; y, en segundo lugar, al contexto en el que don José Zorrilla escribió.