Books by Óscar Perea Rodríguez
El presente libro, ante todo, pretende establecer unas premisas básicas en el conocimiento que, d... more El presente libro, ante todo, pretende establecer unas premisas básicas en el conocimiento que, desde la perspectiva historiográfica, puede realizarse del Cancionero de Baena, basándose en la inserción de gran parte de sus poemas en el contexto histórico en que fueron compuestos, además de acotar —hasta donde su autor le ha sido posible llegar— las biografías de esos grandes desconocidos que, para la amplia mayoría de eruditos, investigadores o aficionados a la historia y a la cultura del siglo XV hispánico, son los poetas de cancionero. El autor ha seguido el camino que ya aconsejase don Marcelino Menéndez y Pelayo, extrayendo toda la amplia esencia histórica que destila el Cancionero de Baena para leerlo y estudiarlo de una forma distinta a la habitual: no como un poemario, sino como si se tratase de una crónica coetánea de los tiempos antes mencionados, es decir, los comprendidos entre la llegada al trono de los Trastámara y la consolidación de su linaje al frente del reino.
En 1511, el erudito Hernando del Castillo publicó la primera edición del "Cancionero general". En... more En 1511, el erudito Hernando del Castillo publicó la primera edición del "Cancionero general". En él pueden encontrarse poemas de diversas épocas escritas por más de doscientos trovadores. Este estudio profundiza no sólo en el conocimiento de aquellos poetas cuyos versos engalanan el "Cancionero general", sino también en el de las distintas cortes literarias hispánicas en las que, bajo mecenazgos de diversa índole, tuvo lugar el esplendor cultural que refleja la lírica cortés escogida por Castillo, cuya proyección además continuó durante todo el Renacimiento.
o Reviewed by Álvaro Fernández de Córdova. Anuario de Historia de la Iglesia 18 (2009): 468-69.
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/355/35512039063.pdf
El caballero es el guerrero más prestigioso de la Edad Media. Profusamente armado, montado en un ... more El caballero es el guerrero más prestigioso de la Edad Media. Profusamente armado, montado en un magnífico corcel, parece invencible. Guiado por el código de la caballería, mientras lucha con su espada y su lanza, el honor y la gloria le esperan. Este libro ofrece la información esencial que se necesita para convertirse con éxito en un caballero en la Edad Media. Entre otras cosas enseña: • Cómo superar una ceremonia caballeresca • Qué armas y armaduras comprar • Dónde debería ir de cruzada • Cómo hacer fortuna en la guerra • A qué orden de caballería unirse • Cómo ganar en un torneo y encontrar el amor de tu vida • Qué hacer en los asedios y las batallas Basada en anécdotas contemporáneas y descripciones, combinada con reconstrucciones actuales, este libro, escrito por un historiador medieval, proporciona un vívido retrato de lo que era ser un caballero en la guerra.
En el año 1681, el impresor madrileño Antonio de Zafra publicó la Tercera parte de Comedias de Mo... more En el año 1681, el impresor madrileño Antonio de Zafra publicó la Tercera parte de Comedias de Moreto, donde se encontraba una obra titulada Las travesuras del Cid, burlesca, que es la que será nuestro objeto de estudio en este trabajo.
No hace falta más que unas breves líneas para presentar a Agustín Moreto y Cabaña, el bien conocido dramaturgo natural de la villa y corte de los Habsburgo, donde desempeñó un papel fundamental en el crecimiento de las artes escénicas siguiendo la estela de ese Arte nuevo de hacer comedias pergeñado por su maestro (y de otros muchos), el inmortal Lope de Vega. A la poderosa sombra del Fénix de los Ingenios creció una gran diversidad de autores cuya originalidad literaria no ha sido demasiado apreciada a pesar de que contaron en su época con un indudable éxito. En el caso de Moreto, además del calificativo de “Terencio de España” que le aplicó el mismísimo Baltasar Gracián en su Criticón, se dice que el mismo rey Felipe IV se encontraba entre los admiradores de sus piezas teatrales, sobre todo de su más conocida y exitosa: El desdén con el desdén. En la producción de Moreto se proyectan todos los elementos caracterizadores de la comedia teatral española de la época, incluidos los típicos enredos argumentales y la presencia de elementos histriónicos y bufonescos que resultaban tan del agrado de la plebe, principalmente en sus escritos más ligeros y breves.
El escritor y religioso Juan Pérez de Montalbán (1602-1638) es uno de esos eruditos y literatos d... more El escritor y religioso Juan Pérez de Montalbán (1602-1638) es uno de esos eruditos y literatos del Siglo de Oro español que todavía resultan escasamente conocidos, y cuando lo son se trata de por motivos ajenos al conocimiento de sus obras literarias. En este sentido, resulta prácticamente imposible referirse a él y no mencionarlo como el protagonista de aquellos zahirientes versos en que Quevedo fustigaba su más que probable origen converso, diciéndole el famoso epigrama:
El «Doctor» tú te lo pones,
el «Montalbán» no lo tienes,
con que, quitándote el «Don»,
vienes a quedar «Juan Pérez».
Incluso en un plano más positivo y alejado de las burlas quevedescas, resulta también sintomático que nuestro autor sea mucho más conocido por ser el primer biógrafo de su maestro, Lope de Vega, que por su propia y exitosa obra literaria, amplísima en calidad y en cantidad, como, al menos en teoría, debió de corresponder al que fue considerado como discípulo predilecto del Fénix de los Ingenios. Sin embargo, y como podemos observar en este caso concreto, son demasiadas las ocasiones en que los favoritos de Clío no son los mismos que los de Calíope.
La presencia de hombres de letras italianos en la Península Ibérica durante el reinado de los Rey... more La presencia de hombres de letras italianos en la Península Ibérica durante el reinado de los Reyes Católicos (1474-1516) constituye uno de los factores principales para el despegue del Humanismo hispano (Gómez Moreno, 1994). De entre tantos nombres ilustres, quizá sean Pedro Mártir de Anglería y Lucio Marineo Sículo los más conocidos, en especial este último, a quien se le atribuye un papel esencial en este proceso (Rummel, 1997). Nuestro objetivo en este trabajo es el de editar una de sus obras, la Crónica d’Aragón, título de la traducción que el bachiller Juan de Molina efectuó del original latino de Marineo Sículo.
Las andanzas biográficas del erudito italiano han sido acotadas de manera reciente por la editora de su epistolario, T. Jiménez Calvente (2001); ante tal buen hacer, remitimos a ese estudio para el conocimiento de la biografía del humanista y únicamente revisaremos aquí un par de detalles referentes a la Crónica que es objeto de nuestra edición. Marineo Sículo publicó el original latino de su crónica, titulado De primis Aragonie regibus, en la imprenta zaragozana de Jorge Coci el 30 de abril de 1509 (Norton, 74 y 192). Gracias a las noticias de Abizanda (1915, 324), sabemos que el autor recibió la nada despreciable cantidad de mil sueldos en dinero de Jaca (Coci recibió justo la mitad), a modo de emolumentos por la impresión de esta obra. El período en que Marineo Sículo vivió entre Zaragoza y Monzón, durante los años 1508 y 1510) destaca por la fecundidad de la actividad cronística del erudito italiano (Jiménez Calvente, 2001, 51-62), así como por las mutuas relaciones e influencias entre él y el círculo intelectual del Reino de Aragón, en especial los humanistas naturales de Alcañiz (Maestre, 1990). Sin embargo, la obra parece deberse al mecenazgo de Alonso de Aragón, hijo ilegítimo de Fernando el Católico, verdadero promotor de que fuese Marineo Sículo quien se dedicase a esta labor (Jiménez Calvente, 2000, 208-212).
Papers by Óscar Perea Rodríguez
El presente artículo pretende establecer la identificación de los miembros de la Casa Real castel... more El presente artículo pretende establecer la identificación de los miembros de la Casa Real castellana mencionados por Jerónimo de Pinar en su conocido poema Juego Trobado (Dutton ID 6637), así como establecer lo más ajustadamente posible la probable fecha de composición y representación de este divertimento áulico. Además de prestar atención a las rúbricas, se indaga cómo la duración del luto en el reino de Castilla es clave para certificar ambas cosas, la datación del poema y la identificación de los protagonistas, habida cuenta de la cadena de muertes sufrida por los Trastámara en los años finales del siglo XV.
Monograph- Homenagem a Aida Fernanda Dias oferecida pelos seus colegas de Philobiblon. Ed. Martha E. Schaffer
This article, drawing upon documents that trace the history of the extant Cancionero de Baena (Bi... more This article, drawing upon documents that trace the history of the extant Cancionero de Baena (Bibliothèque national de France, MS. Esp. 37; Dutton PN1) from the library of Isabel I (Segovia, 1503) to those that prove that Jorge de Beteta of Soria gave it to Philip II for the Escorial library in 1575 or 1576 and comparing its contents to works of Gonzalo Argote de Molina and BNE MSS/3788 (Dutton MN15), shows that ca. 1580 there were two copies of the Cancionero de Baena in the Escorial library as well as one of a “Cancionero de Alfonso Álvarez de Villasandino,” which was in fact probably a third copy.
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Este artículo repasa la historia de todos los testimonios manuscritos del Cancionero de Baena, en especial de la única copia que ha llegado a nuestros días y que se conserva hoy en la Bibliothèque National de France (MS. Esp. 37, Dutton PN1). Aunque este códice se halló en la biblioteca que Isabel la Católica tuvo en Segovia (1503), se aportan novedosas evidencias que prueban que un caballero de Soria, Jorge de Beteta, lo donó en 1575 o 1576 al rey Felipe II. Por otro lado, la comparación de PN1 con los trabajos de Gonzalo Argote de Molina y el cancionero manuscrito BNE MSS/3788 (Dutton MN15) prueban que ya en torno a la década de 1580 había, con toda probabilidad, dos copias del Cancionero de Baena en El Escorial y una copia del “Cancionero de Alfonso Álvarez de
Villasandino”, la cual es muy probable que fuera una tercera copia del Cancionero de Baena.
Ed. Francisco Toro Ceballos. Los reinos peninsulares en el siglo XV. De lo vivido a lo narrado. Encuentro de investigadores en homenaje a Michel García. Andújar: Ayuntamiento–Asociación Cultural Enrique Toral y Pilar Soler, 2015, pp. 241-254.
En el bien conocido Romance de Durandarte (ID 0882, 11CG-465 fol. 137r: “Durandarte, Durandarte”)... more En el bien conocido Romance de Durandarte (ID 0882, 11CG-465 fol. 137r: “Durandarte, Durandarte”)2, una de las más famosas y bien estudiadas piezas de nuestro romancero medieval (Dumanoir), su anónimo autor se atrevió a poner una amarga queja en boca de la dama declamante de los versos. Antes servida y amada mas ahora despechada, nuestra quejumbrosa dueña reclama una urgente aclaración a su antiguo enamorado. La tensión narrativa se establece en los motivos que llevaron a Durandarte a aparentar que no conocía a la dama en el momento en que ambos se reencontraron
Ed. Antonio Cortijo Ocaña & Marcial Rubio Árquez. Las ‘Obras de burlas’ del Cancionero general de Hernando del Castillo. Santa Barbara: University of California-Publications of eHumanista, 2015. 125-172., 2015
About four decades ago, the two modern editions of the Cancionero de obras de burlas (19OB), of ... more About four decades ago, the two modern editions of the Cancionero de obras de burlas (19OB), of Domínguez (1978) and Jauralde Pou-Bellón Cazabán (1974), finally condemned to its deserved obscurity Usoz y Río’s 1841 edition. Even though both his edition and his library on spiritual topics have an evident archaeological interest (Vilar), the Quaker sympathiser born in Spain presented an abbreviated version of this cancionero to prove that, by his lights, the obscene and decadent habits of the Spanish empire were built upon Catholicism. Thus, the first thing to point out is that scholars have only been able to read the complete 19OB since the late 20th century, which has made it impossible for us to understand in depth what we can consider to be the first catalogue of medieval and renaissance jibes and jests written in Spanish.
Vir bonus dicendi peritus: studies in honor of Charles B. Faulhaber. Eds. Antonio Cortijo Ocaña, Ana M. Gómez-Bravo & María Morrás. New York: Hispanic Seminary of Medieval Studies, 2014. 153-207.
Sin duda tomando como base el que la condición del libro como elemento de transmisión de un conte... more Sin duda tomando como base el que la condición del libro como elemento de transmisión de un contenido posee en sí misma “un interés conceptual o intelectual” (Reyes Gómez 39), los estudios de bibliografía material han empezado a desplazar un tanto, en términos científicos, a los de bibliografía erudita, tanto en su más clásico perfil, el de la bibliofilia, como en el más novedoso relacionado con la evolución histórica del libro como objeto de colección. Podría decirse que, con respecto a los impresos de los siglos XV y XVI, los estudios de crítica o bibliografía material han comenzado a situarse en el mismo lugar de importancia y solidez científica que la codicología ocupa con respecto a las fuentes manuscritas.
Parece poco discutible el hecho de que el hispanismo todavía tiene una gran deuda con la mayoría de la producción científica del campo de la bibliofilia publicada en los siglos XIX y XX (Simón Díaz 38-39), aunque solo sea por haber asentado con firmeza las bases descriptivas de ediciones textuales posteriores. Sin embargo, existe en la actualidad cierta tendencia a presentar a los estudios recientes de bibliografía material, entendidos desde la etiqueta anglófila de analytical bibliography, como los que han fundamentado el asalto de esta disciplina académica a los espacios científicos del hispanismo. En concreto, se viene señalando como momento inicial de esta creciente importancia el lustro final del siglo XX, cuando se tradujeron al castellano las obras de McKerrow (1998), Gaskell (1999) y Bowers (2001). Sin demérito de estas tres magníficas aportaciones, cuando se las hace pioneras en el hispanismo de los estudios bibliográficos muchas veces se olvidan, por ejemplo, trabajos de investigadores de la talla de Simón Díaz (1983) y Moll (1989), o los coloquios de El libro antiguo español celebrados de forma periódica en Salamanca, o las cuatro bibliografías principales de la base de datos PhiloBiblon, actividades todas ellas que, desde los años 80 del siglo pasado, mantienen líneas de investigación en la materialidad de las fuentes primarias de las literaturas hispánicas.
Damas de la Casa de Mendoza. Historias, leyendas y olvidos. Ed. Esther Alegre Carvajal. Madrid: Ediciones Polifemo, 2014. 95-130.
Espigando el diverso y abigarrado contenido del primer artículo dedicado a la biografía de Mencía... more Espigando el diverso y abigarrado contenido del primer artículo dedicado a la biografía de Mencía de Mendoza, es bastante curioso el hecho de que su humilde y opaco autor, que no se atrevió a firmar la pieza, otorgase veracidad a una supuesta conversación entre la dama y su marido. Según este relato, en una de las ocasiones en que el noble guerrero hubo regresado al calor del hogar señorial, su esposa resumió los quehaceres acometidos durante la ausencia marital respondiendo a su cónyuge: “Señor, ya tenéis palacio en que morar, quinta en que cazar y capilla en que os enterrar”.
A este ingeniosa respuesta, a su “vivísima inteligencia”, debe sin duda la Condesa de Haro casi toda la fama de que goza en nuestros días. Como prueba, basta con entrecomillar la frase “tenéis palacio en que morar” y hacer una búsqueda en la fuente de información por antonomasia de nuestro siglo XXI, Google, donde encontraremos alrededor de un centenar de resultados con este criterio: artículos académicos, monografías, enciclopedias y diccionarios biográficos, blogs e, incluso, la página de presentación de las escrituras para la creación de la famosa capilla de los Condestables en la catedral burgalesa a la que Mencía de Mendoza dedicó gran parte de su vida, todos ellos engalanan la fama de la Condesa de Haro por medio de la sutil agudeza indicada.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, y el “Libro de buen amor”. Congreso Homenaje a Alberto Blecua. Ed. Francisco Toro Ceballos. Alcalá la Real: Ayuntamiento, 2014. 209-221.
No creo que haya mejor ocasión que este homenaje alcalaíno al maestro Alberto Blecua para vencer ... more No creo que haya mejor ocasión que este homenaje alcalaíno al maestro Alberto Blecua para vencer las reticencias y dudas del neófito que, en palabras de Márquez Villanueva, ha de pisar por vez primera los “senderos de alto riesgo” por los que camina el Libro de buen amor. Por motivo de mi admiración y reconocimiento al homenajeado, voy a dejarme vencer (de forma espero más consciente que inconsciente) por una obra que, en palabras de Gómez Moreno, “irradia una energía que primero atrae y, en algún punto de la lectura, hace del lector curioso un prosélito más”. Hacía ya algún tiempo que me rondaba por la mente profundizar de forma comparativa en alguna de las notables ambigüedades, notorias y conocidas, con que Juan Ruiz aquilató su obra, como es la del título, pues en mi peregrinar anterior por los cancioneros castellanos cuatrocentistas, más algunas inteligentes observaciones de algunos estudiantes, me habían predispuesto a ello.
Estudios sobre minorías hispánicas de la Edad Media y los Siglos de Oro en homenaje a Francisco Márquez Villanueva. eHumanista / Conversos 2 (2014): VII-X.
En la cálida primavera extremeña de 2005, durante el transcurso de un congreso sobre minorías rel... more En la cálida primavera extremeña de 2005, durante el transcurso de un congreso sobre minorías religiosas en la España medieval y moderna que a la sazón se celebraba en Plasencia, Francisco Márquez Villanueva fue entrevistado por una cadena de televisión local para promocionar el evento tal como la calidad científica de ambos, conferencia y entrevistado, merecían. Al ser inquirido por las polémicas en la academia acerca de las diferentes teorías de interpretación de moriscos y conversos, el profesor de Harvard ofreció una muestra de su siempre bien ponderada opinión, concluyendo su respuesta con un pequeño chascarrillo: “Me siento bien orgulloso cuando voy caminando y susurran a mi paso: Por ahí va un castrista”. El incisivo y sorprendentemente bien informado periodista comprendió de forma parcial la broma que acababa de escuchar, pues contestó con sorna: “Parece un poco peligroso que le llamen así en Florida, ¿no?” Liberando entonces aquel castizo y burlón espíritu sevillano que jamás dejó que fuera erosionado por la distancia temporal y geográfica norteamericana, don Paco concluyó tan divertido diálogo televisivo con una carcajada rotunda: “Aquí me han llamado cosas bastantes peores por ser castrista”.
Ofrezco aquí una versión en pdf del original enviado a la imprenta; para facilitar su cita (si fu... more Ofrezco aquí una versión en pdf del original enviado a la imprenta; para facilitar su cita (si fuera el caso), lleva la paginación tal como ha sido malpublicada por mamporreros que dicen ser editores. En el pdf no hay erratas de imprenta ni groseras separaciones de palabras y, sobre todo, el documento que sirve de base al estudio se edita con las líneas numeradas, tal como estaba en el original que fue enviado para su publicación, con el fin de que el lector pueda seguir con coherencia la argumentación explicada en el trabajo. Se ve que unos cuantos numeritos no se consideraron importantes en una publicación científica y los quitaron; "total, como nadie lo va a leer", debieron de pensar....
eHumanista / Conversos 1 (2014): IV-V, Jan 2014
Todavía en el año 2005, en el transcurso de una conferencia sobre conversos y moriscos celebrada ... more Todavía en el año 2005, en el transcurso de una conferencia sobre conversos y moriscos celebrada en Plasencia bajo los auspicios de Saint Louis University (Madrid campus), el profesor Francisco Márquez Villanueva se sorprendía de que no existiera ninguna revista que se dedicase, de forma específica y en el mundo académico del hispanismo, a lo que la crítica norteamericana ha denominado como “interfaith relationships”, es decir, a las relaciones culturales y religiosas mantenidas por los miembros de distintos credos durante su devenir común en tierras hispánicas.
A pesar de su notoriedad e importancia en nuestro pasado histórico, el decreto de conversión obli... more A pesar de su notoriedad e importancia en nuestro pasado histórico, el decreto de conversión obligatoria para los judíos, ordenado por los Reyes Católicos en la primavera de 1492, presenta aún no pocas sombras e interrogantes. Tal vez la más problemática de todas sea el intento de racionalizar, desde nuestro conocimiento actual de aquel pasado, las hipotéticas ventajas que Isabel de Castilla y Fernando de Aragón pretendieron obtener al tomar tan notoria como polémica medida. En general se acepta la opinión de que, en efecto, “los monarcas no deseaban que sus judíos se les marcharan”, sino que “aceptaran el bautismo y se quedaran”, un pensamiento totalmente acorde a la conocida querencia de las monarquías europeas en general, y de la hispánica en particular, por atacar y proteger, a veces casi al mismo tiempo, el devenir de las comunidades judías de sus territorios. Pero como tantas otras del pasado, todavía quedan muchas incógnitas por despejar.
El Compromiso de Caspe (1412), cambios dinásticos y constitucionalismo en la Corona de Aragón. Actas del XIX Congreso de Historia de la Corona de Aragón
El origen de este trabajo comenzó con el examen, para el proyecto de investigación PhiloBiblon–BE... more El origen de este trabajo comenzó con el examen, para el proyecto de investigación PhiloBiblon–BETA (Bibliografía Española de Textos Antiguos) , de las diversas fuentes manuscritas que conforman una pequeña crónica conocida con el nombre de Sumario del despensero de la reina Leonor (BETA texid 2851). Desde la ya muy lejana edición de Llaguno en el siglo XVIII , son varios los investigadores que se han ocupado de esclarecer en lo posible la redacción de esta crónica, entre otros, Diego Catalán , Jean-Pierre Jardin , Juan Carlos Conde y Fernando Gómez Redondo .
Siguiendo precisamente a este último, debemos establecer que el Sumario del despensero, en su primigenia compilación, contenía noticias sobre los más destacados sucesos hispánicos desde el reinado del asturiano Pelayo hasta el de Enrique III de Trastámara, esto es, hasta el año 1406 . Más tarde, los materiales de la primitiva versión fueron manipulados para formar una alteración del original a la que llamamos Refundición del Sumario del despensero (BETA texid 3658) , buena prueba de los muchos avatares que estos sumarios de crónicas sufrían en su contenido según iba pasando el tiempo. Al margen de estas dos redacciones principales, quedaría por dilucidar todavía el enigmático asunto de si existió o no, como parece más probable , una versión impresa de la obra. Sin embargo, es tan complicado llegar a algún tipo de certidumbre sobre esto que prefiero dejar la polémica para mejor ocasión.
Lo converso: orden imaginario y realidad en la cultura española (siglos XIV-XVII). , Dec 15, 2013
No por ser una cita conocida, casi canónica, hay que dejar de mencionar que en la descripción ini... more No por ser una cita conocida, casi canónica, hay que dejar de mencionar que en la descripción inicial realizada por Miguel de Cervantes de su ingenioso protagonista, buena parte de la cualidad de hidalguía que adornaba al bueno de Alonso Quijano viene precisamente implícita en un régimen dietético que constaba de
una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos... (Quijote 1, 1)
Dejando al margen que las dos primeras referencias a una dieta frugal se hagan tal vez para enfatizar la pobreza del hidalgo manchego, lo que llama poderosamente la atención es que Cervantes no enumere el recorrido dietético semanal en orden, esto es, viernes, sábado y domingo, sino que comience con los sábados, indicando además que el menú de ese día estaba compuesto de duelos y quebrantos. La bibliografía sobre el enigma semántico que todavía hoy presenta esta expresión culinaria es muy amplia, desde que María Goyri (1915) se hiciera eco de las teorías de Alfred Morel-Fatio y de Rufino Cuervo, plasmadas en un artículo del primero (1915). Por este misterio han circulado desde el mismísimo Américo Castro (1966) a estudiosos de la religiosidad cervantina (Muñoz Iglesias 1989: 209-211), pasando por pulidos cervantistas de todas las épocas, como Rodríguez Marín (1949), Fernández Nieto (2007) y, muy recientemente, Navarro Durán (2010).
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Books by Óscar Perea Rodríguez
o Reviewed by Álvaro Fernández de Córdova. Anuario de Historia de la Iglesia 18 (2009): 468-69.
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/355/35512039063.pdf
No hace falta más que unas breves líneas para presentar a Agustín Moreto y Cabaña, el bien conocido dramaturgo natural de la villa y corte de los Habsburgo, donde desempeñó un papel fundamental en el crecimiento de las artes escénicas siguiendo la estela de ese Arte nuevo de hacer comedias pergeñado por su maestro (y de otros muchos), el inmortal Lope de Vega. A la poderosa sombra del Fénix de los Ingenios creció una gran diversidad de autores cuya originalidad literaria no ha sido demasiado apreciada a pesar de que contaron en su época con un indudable éxito. En el caso de Moreto, además del calificativo de “Terencio de España” que le aplicó el mismísimo Baltasar Gracián en su Criticón, se dice que el mismo rey Felipe IV se encontraba entre los admiradores de sus piezas teatrales, sobre todo de su más conocida y exitosa: El desdén con el desdén. En la producción de Moreto se proyectan todos los elementos caracterizadores de la comedia teatral española de la época, incluidos los típicos enredos argumentales y la presencia de elementos histriónicos y bufonescos que resultaban tan del agrado de la plebe, principalmente en sus escritos más ligeros y breves.
El «Doctor» tú te lo pones,
el «Montalbán» no lo tienes,
con que, quitándote el «Don»,
vienes a quedar «Juan Pérez».
Incluso en un plano más positivo y alejado de las burlas quevedescas, resulta también sintomático que nuestro autor sea mucho más conocido por ser el primer biógrafo de su maestro, Lope de Vega, que por su propia y exitosa obra literaria, amplísima en calidad y en cantidad, como, al menos en teoría, debió de corresponder al que fue considerado como discípulo predilecto del Fénix de los Ingenios. Sin embargo, y como podemos observar en este caso concreto, son demasiadas las ocasiones en que los favoritos de Clío no son los mismos que los de Calíope.
Las andanzas biográficas del erudito italiano han sido acotadas de manera reciente por la editora de su epistolario, T. Jiménez Calvente (2001); ante tal buen hacer, remitimos a ese estudio para el conocimiento de la biografía del humanista y únicamente revisaremos aquí un par de detalles referentes a la Crónica que es objeto de nuestra edición. Marineo Sículo publicó el original latino de su crónica, titulado De primis Aragonie regibus, en la imprenta zaragozana de Jorge Coci el 30 de abril de 1509 (Norton, 74 y 192). Gracias a las noticias de Abizanda (1915, 324), sabemos que el autor recibió la nada despreciable cantidad de mil sueldos en dinero de Jaca (Coci recibió justo la mitad), a modo de emolumentos por la impresión de esta obra. El período en que Marineo Sículo vivió entre Zaragoza y Monzón, durante los años 1508 y 1510) destaca por la fecundidad de la actividad cronística del erudito italiano (Jiménez Calvente, 2001, 51-62), así como por las mutuas relaciones e influencias entre él y el círculo intelectual del Reino de Aragón, en especial los humanistas naturales de Alcañiz (Maestre, 1990). Sin embargo, la obra parece deberse al mecenazgo de Alonso de Aragón, hijo ilegítimo de Fernando el Católico, verdadero promotor de que fuese Marineo Sículo quien se dedicase a esta labor (Jiménez Calvente, 2000, 208-212).
Papers by Óscar Perea Rodríguez
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Este artículo repasa la historia de todos los testimonios manuscritos del Cancionero de Baena, en especial de la única copia que ha llegado a nuestros días y que se conserva hoy en la Bibliothèque National de France (MS. Esp. 37, Dutton PN1). Aunque este códice se halló en la biblioteca que Isabel la Católica tuvo en Segovia (1503), se aportan novedosas evidencias que prueban que un caballero de Soria, Jorge de Beteta, lo donó en 1575 o 1576 al rey Felipe II. Por otro lado, la comparación de PN1 con los trabajos de Gonzalo Argote de Molina y el cancionero manuscrito BNE MSS/3788 (Dutton MN15) prueban que ya en torno a la década de 1580 había, con toda probabilidad, dos copias del Cancionero de Baena en El Escorial y una copia del “Cancionero de Alfonso Álvarez de
Villasandino”, la cual es muy probable que fuera una tercera copia del Cancionero de Baena.
Parece poco discutible el hecho de que el hispanismo todavía tiene una gran deuda con la mayoría de la producción científica del campo de la bibliofilia publicada en los siglos XIX y XX (Simón Díaz 38-39), aunque solo sea por haber asentado con firmeza las bases descriptivas de ediciones textuales posteriores. Sin embargo, existe en la actualidad cierta tendencia a presentar a los estudios recientes de bibliografía material, entendidos desde la etiqueta anglófila de analytical bibliography, como los que han fundamentado el asalto de esta disciplina académica a los espacios científicos del hispanismo. En concreto, se viene señalando como momento inicial de esta creciente importancia el lustro final del siglo XX, cuando se tradujeron al castellano las obras de McKerrow (1998), Gaskell (1999) y Bowers (2001). Sin demérito de estas tres magníficas aportaciones, cuando se las hace pioneras en el hispanismo de los estudios bibliográficos muchas veces se olvidan, por ejemplo, trabajos de investigadores de la talla de Simón Díaz (1983) y Moll (1989), o los coloquios de El libro antiguo español celebrados de forma periódica en Salamanca, o las cuatro bibliografías principales de la base de datos PhiloBiblon, actividades todas ellas que, desde los años 80 del siglo pasado, mantienen líneas de investigación en la materialidad de las fuentes primarias de las literaturas hispánicas.
A este ingeniosa respuesta, a su “vivísima inteligencia”, debe sin duda la Condesa de Haro casi toda la fama de que goza en nuestros días. Como prueba, basta con entrecomillar la frase “tenéis palacio en que morar” y hacer una búsqueda en la fuente de información por antonomasia de nuestro siglo XXI, Google, donde encontraremos alrededor de un centenar de resultados con este criterio: artículos académicos, monografías, enciclopedias y diccionarios biográficos, blogs e, incluso, la página de presentación de las escrituras para la creación de la famosa capilla de los Condestables en la catedral burgalesa a la que Mencía de Mendoza dedicó gran parte de su vida, todos ellos engalanan la fama de la Condesa de Haro por medio de la sutil agudeza indicada.
Siguiendo precisamente a este último, debemos establecer que el Sumario del despensero, en su primigenia compilación, contenía noticias sobre los más destacados sucesos hispánicos desde el reinado del asturiano Pelayo hasta el de Enrique III de Trastámara, esto es, hasta el año 1406 . Más tarde, los materiales de la primitiva versión fueron manipulados para formar una alteración del original a la que llamamos Refundición del Sumario del despensero (BETA texid 3658) , buena prueba de los muchos avatares que estos sumarios de crónicas sufrían en su contenido según iba pasando el tiempo. Al margen de estas dos redacciones principales, quedaría por dilucidar todavía el enigmático asunto de si existió o no, como parece más probable , una versión impresa de la obra. Sin embargo, es tan complicado llegar a algún tipo de certidumbre sobre esto que prefiero dejar la polémica para mejor ocasión.
una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos... (Quijote 1, 1)
Dejando al margen que las dos primeras referencias a una dieta frugal se hagan tal vez para enfatizar la pobreza del hidalgo manchego, lo que llama poderosamente la atención es que Cervantes no enumere el recorrido dietético semanal en orden, esto es, viernes, sábado y domingo, sino que comience con los sábados, indicando además que el menú de ese día estaba compuesto de duelos y quebrantos. La bibliografía sobre el enigma semántico que todavía hoy presenta esta expresión culinaria es muy amplia, desde que María Goyri (1915) se hiciera eco de las teorías de Alfred Morel-Fatio y de Rufino Cuervo, plasmadas en un artículo del primero (1915). Por este misterio han circulado desde el mismísimo Américo Castro (1966) a estudiosos de la religiosidad cervantina (Muñoz Iglesias 1989: 209-211), pasando por pulidos cervantistas de todas las épocas, como Rodríguez Marín (1949), Fernández Nieto (2007) y, muy recientemente, Navarro Durán (2010).
o Reviewed by Álvaro Fernández de Córdova. Anuario de Historia de la Iglesia 18 (2009): 468-69.
http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/355/35512039063.pdf
No hace falta más que unas breves líneas para presentar a Agustín Moreto y Cabaña, el bien conocido dramaturgo natural de la villa y corte de los Habsburgo, donde desempeñó un papel fundamental en el crecimiento de las artes escénicas siguiendo la estela de ese Arte nuevo de hacer comedias pergeñado por su maestro (y de otros muchos), el inmortal Lope de Vega. A la poderosa sombra del Fénix de los Ingenios creció una gran diversidad de autores cuya originalidad literaria no ha sido demasiado apreciada a pesar de que contaron en su época con un indudable éxito. En el caso de Moreto, además del calificativo de “Terencio de España” que le aplicó el mismísimo Baltasar Gracián en su Criticón, se dice que el mismo rey Felipe IV se encontraba entre los admiradores de sus piezas teatrales, sobre todo de su más conocida y exitosa: El desdén con el desdén. En la producción de Moreto se proyectan todos los elementos caracterizadores de la comedia teatral española de la época, incluidos los típicos enredos argumentales y la presencia de elementos histriónicos y bufonescos que resultaban tan del agrado de la plebe, principalmente en sus escritos más ligeros y breves.
El «Doctor» tú te lo pones,
el «Montalbán» no lo tienes,
con que, quitándote el «Don»,
vienes a quedar «Juan Pérez».
Incluso en un plano más positivo y alejado de las burlas quevedescas, resulta también sintomático que nuestro autor sea mucho más conocido por ser el primer biógrafo de su maestro, Lope de Vega, que por su propia y exitosa obra literaria, amplísima en calidad y en cantidad, como, al menos en teoría, debió de corresponder al que fue considerado como discípulo predilecto del Fénix de los Ingenios. Sin embargo, y como podemos observar en este caso concreto, son demasiadas las ocasiones en que los favoritos de Clío no son los mismos que los de Calíope.
Las andanzas biográficas del erudito italiano han sido acotadas de manera reciente por la editora de su epistolario, T. Jiménez Calvente (2001); ante tal buen hacer, remitimos a ese estudio para el conocimiento de la biografía del humanista y únicamente revisaremos aquí un par de detalles referentes a la Crónica que es objeto de nuestra edición. Marineo Sículo publicó el original latino de su crónica, titulado De primis Aragonie regibus, en la imprenta zaragozana de Jorge Coci el 30 de abril de 1509 (Norton, 74 y 192). Gracias a las noticias de Abizanda (1915, 324), sabemos que el autor recibió la nada despreciable cantidad de mil sueldos en dinero de Jaca (Coci recibió justo la mitad), a modo de emolumentos por la impresión de esta obra. El período en que Marineo Sículo vivió entre Zaragoza y Monzón, durante los años 1508 y 1510) destaca por la fecundidad de la actividad cronística del erudito italiano (Jiménez Calvente, 2001, 51-62), así como por las mutuas relaciones e influencias entre él y el círculo intelectual del Reino de Aragón, en especial los humanistas naturales de Alcañiz (Maestre, 1990). Sin embargo, la obra parece deberse al mecenazgo de Alonso de Aragón, hijo ilegítimo de Fernando el Católico, verdadero promotor de que fuese Marineo Sículo quien se dedicase a esta labor (Jiménez Calvente, 2000, 208-212).
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Este artículo repasa la historia de todos los testimonios manuscritos del Cancionero de Baena, en especial de la única copia que ha llegado a nuestros días y que se conserva hoy en la Bibliothèque National de France (MS. Esp. 37, Dutton PN1). Aunque este códice se halló en la biblioteca que Isabel la Católica tuvo en Segovia (1503), se aportan novedosas evidencias que prueban que un caballero de Soria, Jorge de Beteta, lo donó en 1575 o 1576 al rey Felipe II. Por otro lado, la comparación de PN1 con los trabajos de Gonzalo Argote de Molina y el cancionero manuscrito BNE MSS/3788 (Dutton MN15) prueban que ya en torno a la década de 1580 había, con toda probabilidad, dos copias del Cancionero de Baena en El Escorial y una copia del “Cancionero de Alfonso Álvarez de
Villasandino”, la cual es muy probable que fuera una tercera copia del Cancionero de Baena.
Parece poco discutible el hecho de que el hispanismo todavía tiene una gran deuda con la mayoría de la producción científica del campo de la bibliofilia publicada en los siglos XIX y XX (Simón Díaz 38-39), aunque solo sea por haber asentado con firmeza las bases descriptivas de ediciones textuales posteriores. Sin embargo, existe en la actualidad cierta tendencia a presentar a los estudios recientes de bibliografía material, entendidos desde la etiqueta anglófila de analytical bibliography, como los que han fundamentado el asalto de esta disciplina académica a los espacios científicos del hispanismo. En concreto, se viene señalando como momento inicial de esta creciente importancia el lustro final del siglo XX, cuando se tradujeron al castellano las obras de McKerrow (1998), Gaskell (1999) y Bowers (2001). Sin demérito de estas tres magníficas aportaciones, cuando se las hace pioneras en el hispanismo de los estudios bibliográficos muchas veces se olvidan, por ejemplo, trabajos de investigadores de la talla de Simón Díaz (1983) y Moll (1989), o los coloquios de El libro antiguo español celebrados de forma periódica en Salamanca, o las cuatro bibliografías principales de la base de datos PhiloBiblon, actividades todas ellas que, desde los años 80 del siglo pasado, mantienen líneas de investigación en la materialidad de las fuentes primarias de las literaturas hispánicas.
A este ingeniosa respuesta, a su “vivísima inteligencia”, debe sin duda la Condesa de Haro casi toda la fama de que goza en nuestros días. Como prueba, basta con entrecomillar la frase “tenéis palacio en que morar” y hacer una búsqueda en la fuente de información por antonomasia de nuestro siglo XXI, Google, donde encontraremos alrededor de un centenar de resultados con este criterio: artículos académicos, monografías, enciclopedias y diccionarios biográficos, blogs e, incluso, la página de presentación de las escrituras para la creación de la famosa capilla de los Condestables en la catedral burgalesa a la que Mencía de Mendoza dedicó gran parte de su vida, todos ellos engalanan la fama de la Condesa de Haro por medio de la sutil agudeza indicada.
Siguiendo precisamente a este último, debemos establecer que el Sumario del despensero, en su primigenia compilación, contenía noticias sobre los más destacados sucesos hispánicos desde el reinado del asturiano Pelayo hasta el de Enrique III de Trastámara, esto es, hasta el año 1406 . Más tarde, los materiales de la primitiva versión fueron manipulados para formar una alteración del original a la que llamamos Refundición del Sumario del despensero (BETA texid 3658) , buena prueba de los muchos avatares que estos sumarios de crónicas sufrían en su contenido según iba pasando el tiempo. Al margen de estas dos redacciones principales, quedaría por dilucidar todavía el enigmático asunto de si existió o no, como parece más probable , una versión impresa de la obra. Sin embargo, es tan complicado llegar a algún tipo de certidumbre sobre esto que prefiero dejar la polémica para mejor ocasión.
una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos... (Quijote 1, 1)
Dejando al margen que las dos primeras referencias a una dieta frugal se hagan tal vez para enfatizar la pobreza del hidalgo manchego, lo que llama poderosamente la atención es que Cervantes no enumere el recorrido dietético semanal en orden, esto es, viernes, sábado y domingo, sino que comience con los sábados, indicando además que el menú de ese día estaba compuesto de duelos y quebrantos. La bibliografía sobre el enigma semántico que todavía hoy presenta esta expresión culinaria es muy amplia, desde que María Goyri (1915) se hiciera eco de las teorías de Alfred Morel-Fatio y de Rufino Cuervo, plasmadas en un artículo del primero (1915). Por este misterio han circulado desde el mismísimo Américo Castro (1966) a estudiosos de la religiosidad cervantina (Muñoz Iglesias 1989: 209-211), pasando por pulidos cervantistas de todas las épocas, como Rodríguez Marín (1949), Fernández Nieto (2007) y, muy recientemente, Navarro Durán (2010).
3). Hesiod’s tracks are not, however, easy to trace. María Rosa Lida de Malkiel, the most distinguished scholar to study these Classical components in medieval Spanish literature, did not find any other possible influence of Hesiod besides a subtle reference to the well-known motif of the nightingale (1975, 104).
E por quitar el fastío a los lectores que, por ventura, las muchas obras graves arriba leídas les causaron, puse a la fin las cosas de burlas provocantes a risa con que concluye la obra, por que coja cada uno por orden lo que más agrada a su apetito.
This work intends to shed light on Duarte Días, a little-known 16th century Portuguese author who wrote poetry in both Portuguese and Spanish during the reign of King Phillip II. This paper provides a biographical approach and analyses his two main works– La conquista de Granada, 1590, and Várias obras em língua portuguesa e castelhana, 1592–, while at the same time serves as an inventory of printed issues of both books known to date. The paper focuses on the codex of the Várias obras, located in Archivo Histórico Nacional in Madrid, within Inquisition section; its great importance is due to the fact that it is one of the few remaining manuscritos de imprenta, i.e., the manuscript in which the printed edition was based on. Finally this article also presents the different locations of poems both within the codex and the printed issues of Várias obras, along with the critical edition of two unpublished sonnets in Spanish found within Días’ manuscript.
Volume 2, 2014: Estudios sobre minorías hispánicas de la Edad Media y los Siglos de Oro en homenaje a Francisco Márquez Villanueva (Óscar Perea Rodríguez, Rica Amran, Antonio Cortijo Ocaña, eds.) http://www.ehumanista.ucsb.edu/contact/conversos%202/index.shtml
a una imagen como a unos colores o a un texto, estaba siempre situada en el escudo.
Quien sumase mayor número de victorias en las justas, o combates de uno contra uno, era el ganador del torneo, que había enfrentado a todos contra todos. De esta forma, el ganador, aparte de los premios establecidos, podía ostentar sin duda el orgullo de ser el mejor caballero de cuantos allí
habían participado.
titulado Der Renner (ca. 1300), en el que se menciona al juego de los bolos como uno de los deportes favoritos de los estudiantes germanos.
legislar este verdadero mundo del hampa, lleno de truhanes, fulleros, rufianes y otros oficios marginales, que se refleja a la perfección en muchas obras capitales de la literatura española del Renacimiento y del Siglo de Oro.
pasa o mesagicomar se conocía desde el Renacimiento a los juegos de prestidigitación basados en engañar a la vista mediante trucos de manos. Una de las primeras descripciones fiables del juego se debe nada menos que a fray Bartolomé de las Casas en los primeros años del siglo XVI.
persona más cercana un pensamiento secreto; cuando todos habían completado la acción, generalmente siguiendo el sentido de las agujas del reloj, el participante que había escuchado el secreto respondía con una frase al interesado, sentencia lo suficientemente ambigua e ingeniosa como para dejar entrever a todos con la respuesta cuál era la
confidencia que le había sido confiada en susurros.