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La sociedad globalizada: un mosaico
multicultural en la biblioteca
Dra. Estela Morales Campos
En este documento presento a la sociedad globalizada como una
condición de vida de nuestra época, cuyas características, funciones y
acciones incluyen conceptos y realidades como la pluralidad, la
diversidad, la igualdad, la equidad, la solidaridad, la individualidad, la
cooperación, el multiculturalismo, los flujos y contraflujos de
personas, de información, de datos transfrontera y, por supuesto, a la
sociedad de la información con sus relaciones reales y virtuales; en
ese contexto, la biblioteca se asume como la gran institución social
que nos hace posible el uso de la información requerida por cada uno
de los habitantes del planeta de manera organizada, eficiente, plural y
personalizada, en el menor tiempo y al menor costo. Se destacan
tópicos como globalización, sociedad de la información,
multiculturalismo, infodiversidad, biblioteca y equilibrios sociales y
culturales y se ejemplifica en ocasiones con menciones a México y
América Latina nuestro entorno más cercano a nuestro yo, a nuestra
idiosincrasia, a nuestra historia y geografía.
1. La globalización
1
Metadata, citation and similar papers at core.ac.uk
Pensar en el mundo como una sociedad global en la que las
relaciones, los procesos y las estructuras económicas, políticas,
demográficas, geográficas, históricas, culturales y sociales se
desarrollan a escala mundial, privilegiando este enfoque sobre
procesos y desarrollo a escala nacional o local, es una circunstancia
que, en mayor o menor medida, marcó a los grupos sociales de fines
del siglo XX y constituye una realidad sin discusión del actual siglo
XXI.
La aldea global prevista por Marshal Mc Luhan da lugar a una
cotidianidad de vocablos, hechos, funciones y conceptos como: la
sociedad global, la fábrica global, la cultura global, presentes en
nuestra vida personal, académica y laboral, así como en el centro
comercial, las organizaciones político-sociales, y en las agrupaciones
económicas y educativas como la OTAN, la Comunidad Europea, el
MERCOSUR y en una institución tan representativa en la sociedad como
la biblioteca, por mencionar algo.
La globalización no sólo es una totalidad geográfica e histórica, sino
es la interacción de muchas sociedades que además incorporan, a la
diversidad cultural y a la pluralidad ideológica; se suman y restan
singularidades, particularidades y universalidades.
La globalización puede ser así definida como la intensificación de
las relaciones sociales en escala mundial que ligan localidades
distantes de tal manera que los acontecimientos de cada lugar
son modelados por eventos que ocurren a muchas millas de
distancia y viceversa [...] La transformación local es una parte de
la globalización [...] así lo que ocurre en una vecindad local
tiende a ser influido por factores [...] que operan en una distancia
indefinida respecto a la vecindad en cuestión.1
Hay que destacar que, para entender lo local, no se puede olvidar lo
global, ya que lo singular tampoco puede prescindir de lo universal; si
lo ignoramos, estaríamos creando micro universos sociales como
“burbujas” en las que solo se podría resaltar lo original, quizá lo
exótico. El mundo actual no puede ubicarse en situaciones extremas:
sólo lo local o sólo lo global, debe entenderse como una gama de
posiciones que se mueven, actúan y interactúan; el saber local es parte
del saber global, de un conocimiento universal, ya que la propia
globalización y sus productos tecnológicos movilizan el conocimiento
y favorecen sus flujos inter y transfrontera.
La interconexión de fenómenos, hechos y actividades observados en
todo el mundo, cuando se manifiestan en un lugar, reflejan lo que
sucede en otro y traslucen simbiosis de culturas, adaptaciones y
asimilaciones de nuevos contextos impuestos por diferentes tipos de
fuerza; con ello, estamos viviendo lo que hoy en día llamamos
globalización
A pesar de aceptar la vigencia de la globalización, los pueblos y las
naciones no quieren perder su identidad y se esfuerzan porque su
1
Anthony Giddens, As consequiencias da modernidade, Sâo Paulo, Ed. UNESP, 1991, p. 69-70; citado
en: Octavio Ianni, Teoría de la globalización, México, Siglo XXI Edit., 1996. p. 163.
2
gente conozca los fundamentos de su historia y cultura, así como los
rasgos de pertinencia a una sociedad definida; por lo tanto, se requiere
educar y formar capacidades que permitan que lo local alimente a lo
global. En ese sentido, un insumo fundamental de la vida y por
consecuencia de la educación actual, es el acceso y uso de la
información; información que la propia globalización facilita su
producción, flujo y uso.
En efecto, una característica de la globalización es la de imprimir
mayor intensidad a los flujos de información, los intercambios de
capitales internacionales y la gran comercialización de productos de
todo tipo, aun los culturales y los científicos. Tanto en nuestra
localidad o en cualquier parte del mundo es posible encontrar
ejemplos al respecto, como un supermercado global de alimentos, una
gran muestra de la literatura latinoamericana, de música caribeña, de
arte medieval o de textiles africanos, ubicados en cualquier parte del
mundo, y en más de un sitio en Internet.
Los grupos sociales y los países más débiles impugnan la abrumadora
influencia de los más poderosos, que se hace más patente ante la
fuerza globalizadora y producen respuestas que se traducen en
acciones que nunca deberían haber estado ausentes; por ejemplo, en
algunos países latinoamericanos, frente a los cada vez más frecuentes
anglicismo y las abundantes conductas y productos estadounidenses,
se ha adoptado una actitud de rescate de lenguas y tradiciones locales.
Los programas en este sentido han sido activados por individuos o
desde el gobierno o desde asociaciones civiles y han tenido una
respuesta positiva de sus comunidades lo cual nos permite afirmar que
en un principio, en lo superficial, se aceptan con aparente facilidad
rasgos de otras culturas y lenguas, pero en lo profundo se mantiene la
identidad local y el interés por vivirla. Hoy día es importante
privilegiar este rescate de haberes y productos culturales, del yo local
y del yo latinoamericano o caribeño, como ejemplo de una Región
que se manifiesta de varias formas, una de ellas es a través de la
información que, con las telecomunicaciones y el Internet, fluye
libremente. Pero si dejamos que solo los países más desarrollados,
sean los que pongan su información en la red los países de la región
encontrarían con más facilidad esta información y se podría estar en
3
desventaja ante una oferta de productos culturales a través de la
información privilegiando lo internacional o lo global, sobre una
deficiente representación de lo local, lo latinoamericano o lo caribeño,
Las sociedades, aun las de comunidades muy pequeñas, a veces
carentes de otras tecnologías y otros satisfactores, a partir del Internet
y a través de la información pueden recibir influencia e influir de
manera impredecible en lo económico, en lo social, en lo académico,
en lo político y, por supuesto, en lo cultural; y casi de manera natural
participar en los procesos globalizadores, que tanto se han impulsado
con la Red.
2. La sociedad de la información
El valor social y económico de la información proviene del
reconocimiento individual o colectivo que se le confiere, de la
necesidad de la sociedad de utilizarla o poseerla; y aunque este valor
se traduce en un costo y un precio, la colectividad y sus instituciones
han buscado los medio para que se tenga acceso a este bien cultural:
de manera individual, comprándola directamente, o bien, a través de
los subsidios o de los programas sociales del Estado que absorben los
costos mediante legislaciones que favorecen a la industria editorial y
de la información, a los productos computacionales, a las
telecomunicaciones y a las bibliotecas, todos ellos promotores de la
información y de su lectura.
Cuando la sociedad y los grupos gobernantes reconocen el valor de la
información, también están admitiendo el poder vinculado con ella.
Así como hoy en día se reconoce abiertamente la imposibilidad de
vivir aislados y nos integramos a los procesos globalizadores, también
debemos admitir que hoy, más que nunca, la información y el
conocimiento que tengamos los unos de los otros será el eje de
nuestro desarrollo y el de los demás.2
La sociedad de la información implica que el ingreso y la riqueza
provienen de manera importante del sector de la información, la
industria, los productos, los servicios y los resultados de su uso; pero,
2
Estela Morales, México. Tradición e impacto en la producción contemporánea de fuentes de
información sobre América Latina, México, UNAM-FFyL [tesis doctoral], 1998,p. 218-222.
4
al mismo tiempo, la sociedad de la información incluye una noción de
servicio universal al hacer accesible la información a todos, lo cual
implica defender y garantizar el derecho a la información, así como
facilitar los medios de comunicación y de acceso a ésta.
La sociedad de la información no sólo considera usar la información y
tenerla disponible y de fácil acceso, también cuenta con una
contraparte muy importante: estimular la producción informativa de
los múltiples grupos sociales que forma la diversidad, la cual, a su
vez, enriquece la globalidad en la que todos tendríamos que estar
representados; la riqueza local es muy importante para que la global
sea más valiosa. La infodiversidad objetiviza la diversidad cultural y
la pluralidad ideológica para que se equilibren las fuerzas que
conviven en la sociedad; al mismo tiempo, la infodiversidad hace
más complejos los alcances de la Sociedad de la Información.
Hoy día las comunidades científicas de primer orden, además de
reconocer el valor de la información, la exigen como un requisito
fundamental para poder realizar investigación o para presentar
programas de desarrollo social; así lo demuestra su gasto en
información y la infraestructura que se requiere para su uso, como son
los productores de información (editores y autores) y las instituciones
que la organizan para su uso colectivo y social (bibliotecas). Cabe
mencionar que los países latinoamericanos ya empiezan a transformar
sus enfoques en cuanto a esta situación y, como resultado de ello, la
información figura entre sus prioridades.3
3. El multiculturalismo
América Latina y el Caribe por tomar un ejemplo, son espacios
geográficos que, desde el siglo XV, además de sus habitantes locales,
han albergado migraciones de otros continentes y de otros países;
todos esos grupos humanos, anclados a sus respectivas culturas, en
ocasiones se manifestaban en espacios separados, pero a veces se
mezclaban y se podían encontrar diferentes modalidades de
existencia, tales como el encuentro de la cultura local con la migrante
3
Estela Morales, “Latin America and the Caribbean” [chapter 8.], en: World Information Report, 199798, Paris, UNESCO, 1998, p. 167-180 y en: http://www.unesco.org/webworld/wirerpt/vers-web-htm
5
que, a su vez, dio lugar a mestizajes e hibridaciones; aún más, la
convivencia de la cultura local con la migrante y con la híbrida dio
como resultado el amplio mosaico del multiculturalismo
latinoamericano y caribeño:
En la actualidad, la reunión de distintas culturas nos permite observar
y participar de las diferencias, así como aceptar nuevas identidades
colectivas que conviven con o sin reglas definidas, o previamente
aceptadas.
Cultura es un concepto cada vez más amplio que se utiliza para
nombrar lo que no nos dio de manera original la naturaleza; bajo el
término cultura agrupamos los conocimientos, técnicas, creencias y
valores, expresados en símbolos y prácticas, que caracterizan a
cualquier sociedad humana y que suelen transmitirse aunque no
mecánicamente ni de manera secuencial en el tiempo y en el
espacio, de una generación a otra y de un lugar a otro.4 Desde 1981, la
UNESCO utiliza una definición incluyente que responde a los valores
actuales de diversidad y pluralidad:
En su sentido más amplio la cultura puede considerarse
actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos,
espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que
caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Ella
engloba, además de las artes y las letras, los modos de
vida, los derechos fundamentales del ser humano, los
sistemas de valores, las tradiciones y las creencias.5
La idea de pluralidad implica que hay más de uno, y la idea de
diversidad sugiere que existen diferentes maneras legítimas de
conocer la realidad y de creer en las muchas ideas que el ser humano
es capaz de generar.
La coexistencia y/o la convivencia de más de una cultura, pueden
darnos un escenario multicultural; sin embargo, no todas las
sociedades multiculturales son del mismo tipo, esto dependerá de
cómo se aglutinen o se separen, cómo coexistan, compartan o se
4
Guillermo de la Peña, cit. en: León Olivé, Multiculturalismo y pluralismo, México, Edit. Paidós-
UNAM/Facultad de Filosofía y Letras, 1999, p. 41.
5
UNESCO, Nuestra diversidad creativa; Informe de
México, UNESCO -Correo de la UNESCO, 1997, p. 123.
6
la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo,
mezclen. Todas las modalidades, aun las excluyentes, deben
considerar el principio de respeto a la diversidad, el respeto al derecho
a la diferencia y a la existencia de la pluralidad de creencias, de ideas
y de valores.6
Las migraciones se tienen que entender no sólo como un
desplazamiento físico de grupos sociales, es necesario dimensionar la
influencia que llegó a través de la educación, la ciencia, el arte y la
cultura en general, que no necesariamente se enriqueció con la
presencia de personas, sino a través de libros. Además, habría que
agregar que tal aportación cultural es de ida y vuelta, pues llegaron
migrantes a estas tierras, pero también los locales fueron a conocer
ciudades de otras latitudes; La información producida por los
migrantes y los locales también fluyó, se movilizó y desplazó en
varias direcciones Por lo que hoy en día, este intercambio
transfronterizo de elementos culturales también se ha establecido en el
terreno de la información y de los datos, así como en el comercio y el
flujo de impresos y de información que se ha incrementado
exponencialmente con las nuevas tecnologías de información y con
herramientas como el Internet y las páginas web.
4.Infodiversidad y globalización
En este nuevo siglo, la vida de las personas transcurrirá en la
globalización y en la diversidad, en la aceptación y el respeto a esta
diversidad que, a su vez, produce información; la existencia o
ausencia de ambos fenómenos pueden afectar de manera positiva o
negativa los programas de trabajo o de vida de la persona o de su
comunidad.
Respetar y promover la creación, difusión y circulación de las ideas
permite a los grupos sociales ejercer pesos y contrapesos en las
relaciones entre personas, entre instituciones, entre países, entre el
todo y las partes; las ideas provenientes de esta diversidad y
pluralidad dan sustento y forman la infodiversidad y se traducen en
información que propicia la comunicación, la discusión, la aceptación,
6
León Olivé, Op. Cit., p. 121.
7
la discrepancia, la comparación, la exclusión y la generación de
conocimiento.
La infodiversidad es pluralidad, rescate, conservación, disponibilidad
y libre acceso a la información. La infodiversidad representa el
conjunto de acciones y funciones que permiten y aseguran a todo ser
humano vivir en un ambiente de diversidad y pluralidad de ideas y
pensamientos del pasado y del presente, del norte y del sur, de oriente
y occidente, y que le darán equilibrio a la vida de un individuo como
integrante de un grupo social.
La información y sus muy variadas representaciones constituyen uno
de los productos culturales de todos los tiempos y, por consiguiente,
cada grupo social y cada individuo están en posibilidades de producir
información. Hablar de infodiversidad es reconocer las diferencias de
contenido y de estilo en la información, de formato y de procedencia,
de lo efímero y lo permanente, de lo académico y lo popular, de lo
demandado por el gran público y por el especializado, por las
mayorías y las minorías que forman nuestros espacios vitales.
Cada individuo, cada comunidad, cada país es un productor de
información en potencia. En nuestro ejemplo, América Latina y el
Caribe son ricos en conocimiento, registrado o no; cada vez más la
región se esfuerza por dejar constancia de ese conocimiento por
medio del alfabeto, la imagen o una combinación audiovisual, como
consecuencia de una acumulación histórica o de un interés actual.;
cada vez notamos más registros del conocimiento latinoamericano y
caribeño en medios impresos, audiovisuales y electrónicos.
La globalización, la infodiversidad y las tecnologías de la información
constituyen tres motores que han acelerado el proceso de
aproximación entre los países y los individuos. La globalización y el
éxito de Internet han favorecido un amplio reconocimiento del uso de
la información; sin embargo, no llega a ser total, porque las
diferencias económicas y de desarrollo también se reflejan en el
empleo de dicha información. Cuanto mayor es la cantidad de
información generada por una sociedad, mayor es su necesidad y sus
posibilidades de convertirla en conocimiento para aplicarlo. Así se
crea un círculo virtuoso: en la medida en que hay un conocimiento,
hay información y también hay aplicaciones tecnológicas; y en la
8
medida en que la información, sus productos y su industria, producen
ingresos y bienestar se habla de una sociedad de la información, en la
que todos pueden crear, producir y usar información y conocimiento
(aclarando que informarse no es lo mismo que apropiarse del
conocimiento). Hay que leer/reflexionar/abstraerse para aspirar a ese
conocimiento.
Si bien la información es el factor dominante de nuestra sociedad y la
materia prima de la vida actual, no es suficiente que se genere;
también es necesario leerla y formar habilidades para usar el
conocimiento que conlleve a un beneficio personal y colectivo. La
información nos brinda un indicador objetivo de la riqueza
multicultural de nuestra región, ¿cuánto produce la industria editorial
y de la información? ¿Cuántos libros se publican? ¿Cuántos artículos?
¿Cuál es el incremento mensual de las páginas web elaboradas en la
región y sobre la región? ¿Qué cantidad de información se registra
cada día en Internet? ¿Qué temas se tratan? Nos sorprenderían los
cientos de piezas informativas que tenemos a nuestro alcance, si
tuviéramos el tiempo, no para leerlas sino sólo para desplegarlas.
5. El equilibrio social y cultural
El hombre, aunque comparte características comunes en sus derechos
universales, conserva distintivos que lo singularizan por su historia y
por su origen; todas estas características se reflejan en la información
que produce este ser humano, una información que registra el
conocimiento que se produce. Por lo tanto esta información que puede
estar registrada en una variada gama de formatos: libros, revistas,
folletos, en papel y en medio electrónico es la que estará presente en
la biblioteca y que de no reflejar la pluralidad y diversidad del
pensamiento humano y su multiculturalismo no estaría respondiendo
a la esencia de la biblioteca ya la actual sociedad globalizada.
Encontramos en el Internet, en los noticieros, en la prensa, en las
bases de datos y en los estantes de las bibliotecas a) diferentes
traducciones de los poetas griegos, b) las versiones alemanas y las de
los aliados sobre la Segunda Guerra Mundial, c) la conservación de
las ballenas desde el punto de vista de Greenpeace y desde el enfoque
9
de los pescadores y mercaderes japoneses y d) un tema de actualidad
como la guerra de Irak, donde tenemos la oportunidad de elegir entre
las participaciones de las múltiples culturas y etnias en el conflicto,
así como los diferentes enfoques ideológicos y la diversidad de
intereses políticos y económicos; resalta la pluralidad ideológica y
religiosa de los grupos y actores que intervinieron; quiénes fueron
afectados. En este último tópico, vemos actuar tres elementos que
impactan los servicios de información de hoy y que son una exigencia
que modela a la sociedad de la información: la pluralidad, la
diversidad y el multiculturalismo.
Los agentes activos que han permitido la existencia de esos elementos
que conforman la infodiversidad han sido los registros de la
información (alfabética y audiovisual; impresa y electrónica), como
son las cadenas de televisión, los servicios de Internet, la radio y la
prensa escrita; así, en el ejemplo de Irak ante la fuerza global y
transnacional de un CNN (Cable News Network), pudimos contar con
otros enfoques y otros ángulos provenientes tanto de esfuerzos
globales como de aportaciones locales que a su vez se volvieron parte
de la globalidad: la Brithish Broadcasting Corporation (BBC inglesa),
la televisión española, Televisa y Televisión Azteca (en el caso de
México), Al-Jazeera (de Qatar) y Abu-Dabi (de Jordania).
Seguramente, en el futuro se sumará a este mosaico la perspectiva del
propio elemento Iraquí. Esta infodiversidad nos ha permitido ver una
guerra no desde la información de los “vencedores” sino no desde la
perspectiva de otros observadores internacionales o locales en nuestro
caso una guerra vista también por el punto de vista mexicano.
La tecnología de información y de comunicación y las grandes
fusiones corporativas de los medios concentran un gran poder de
difusión de mensajes, que provoca una estandarización de signos y
símbolos y que permitiría pensar que el fin del multiculturalismo ha
llegado; sin embargo, esos mismos medios globales, a través de su
gran potencial económico, abren espacios a gustos distintos con el fin
de captar más audiencia en cada uno de los puntos geográficos donde
llegan. Así, por ejemplo, la compañía MTV (Music & Television), que
transmite su señal en televisión cerrada en todo el mundo, forma su
programación diaria con segmentos compartidos, por un lado, con la
10
música de los grandes ídolos musicales internacionales de una
juventud globalizada y, por otro, con la música de los cantantes
locales que también representan un negocio para la industria del
video, el disco y el espectáculo; así, el cliente demanda en los dos
sentidos: el global y el local.
La globalización económica y cultural borra las fronteras nacionales y
puede desdibujar las identidades asociadas a ellas; hace también que
la diferenciación socio-cultural cobre más visibilidad dentro de los
propios entornos. Asimismo, el flujo transfronterizo de datos vía las
telecomunicaciones ha permitido a las comunidades sociales conocer
la información que se está generando en diferentes partes del mundo y
que los demás se enteren de lo que el grupo local está haciendo;
gracias a este flujo podemos seleccionar y utilizar la información
requerida a nuestro diario quehacer.
Los actuales grupos sociales son tan complejos y diversos que, a la
vez, tienen que desarrollarse en dos planos: el global y el local; por lo
tanto, necesitan una oferta informativa diferente. Se trata de una
sociedad global en la que simultáneamente se encuentra el desarrollo
tecnológico de punta y las modalidades arcaicas de vida, así como de
un ser humano que se satisface con las comodidades tecnológicas y, al
mismo tiempo, busca y disfruta de la naturaleza y de los productos
artesanales.
Aunque ya en muchos países se ha iniciado el trabajo de rescate de la
información local, ésta revela deficiencias para darle visibilidad
internacional, pues hay un mínimo apoyo a los autores, bajo
presupuesto para el proceso editorial y una muy elemental y artesanal
comercialización; deficiencias que contrastan con la organización y
presupuesto destinado para esta actividad en los países desarrollados
que, prioritariamente, alimentan las fuentes de información impresas
y digitales, los cuales, de manera cotidiana y abrumadora, alimentan
los catálogos editoriales, las páginas web y las publicaciones
electrónicas en texto completo, a las que con mucha facilidad
podemos acceder en el momento en que la necesidad surge o, de tanta
11
visibilidad, también nos pueden crear una necesidad a partir de
estímulos externos y extranjeros.7
La producción y la difusión de la información contribuyen a proteger
la infodiversidad y los medios electrónicos como el Internet y los
webs la hacen visible a más persona. La infodiversidad activa evita la
exposición pasiva a un conocimiento e información de tipo
monopólico por parte de un país o de una corporación, por lo que
preservar la multiplicidad de las ideas y las opiniones manifestadas en
el mundo, favorece la libre selección de la información que más
convenga a nuestros intereses y deseos, y no la que responde a
intereses externos que nos presionan a consumir.
6. La biblioteca ante la sociedad globalizada
La biblioteca siempre ha sido un espacio, una institución, un símbolo,
un concepto que nos indica la presencia del conocimiento, del saber,
de las ideas, de la creación humana; inherente a esta concepción se
halla el valor universal y local de ese conocimiento, de esa creación,
por lo que la biblioteca en la sociedad de la globalización resalta su
esencia de espacio plural, diverso y multicultural.
Los usuarios reales, virtuales y potenciales de las bibliotecas en un
mundo globalizado, interactúan todos con todos, con ciertos
subgrupos de manera libre, programada o aleatoria; van a recibir
variadas solicitudes que requerirán de una rica oferta de información
por parte de la biblioteca y podrán elegir de acuerdo con su necesidad
su proyecto, su prioridad, su entorno, etc.
Considero importante resaltar que la biblioteca debe ofrecer todos los
enfoques, no manipular ni censurar; la oferta de información debe ser
amplia, libre y democrática, ya que los intereses serán tan variados
como la historia de cada uno de nuestros usuarios. Los especialistas
en información también tienen que tener presente este reto, que
afronta no nada más la biblioteca sino la sociedad globalizada, pues la
información se relaciona con muchos aspectos de las tecnologías y
constituye un insumo determinante para todos los procesos científico7
Néstor García Canclini, Consumidores y Ciudadanos. Conflictos multiculturales de la globalización,
México, Edit. Grijalbo, 1995, p. 176-177.
12
culturales, productivos y de mercado. El bibliotecario tiene que estar
alerta para el hoy y para el mañana; al mismo tiempo, debe asumir un
constante y permanente proceso de educación-actualización para el
desarrollo de los mejores medios, herramientas y principios para el
uso de la información por todos, para todos y para todo.
Eso implica no sólo tener presente el principio de cantidad de modo
indiscriminado, sino vigilar de manera celosa la determinante de
calidad: calidad de la información, calidad del servicios, calidad de
los procesos, porque ahora la tecnología le permite al usuarios ser más
selectivo y personalizado en sus demandas.
Si bien la biblioteca en la globalización recibirá los efectos de un
movimiento pendular entre lo local y lo global, por otro lado, la
existencia generalizada de tecnología y la ausencia parcial o total de
ella, así como la masificación de Internet y su uso estratificado,
también asumen valores éticos universales independientemente de su
tipo, su tamaño, sus riquezas y sus carencias, valores y principios
como: a) la libertad de acceso a la información, la necesidad universal
de un acceso equitativo a la información, las ideas y trabajos de
creación e imaginación; b) el ofrecimiento de los servicios de
información bajo los más altos indicadores de calidad para garantizar
el acceso a la información; c) La igualdad de los usuarios ante los
servicios de acuerdo con el tipo de biblioteca sin importar sus
desventajas, su origen, su etnia, su sexo, su idioma, su filiación
política, su raza, su religión o su ubicación geográfica; d) el apoyo al
flujo de información por el mundo; e) el balance en el ejercicio de los
derechos de los productores de información; los creadores-autores y,
sobre todo, los derechos de los usuarios; f) el equilibrio entre los más
y menos favorecidos para disminuir los obstáculos y la distancia entre
los diferentes niveles de desarrollo de las comunidades; g) el trabajo
para que disminuya la brecha tecnológica que impida el acceso al
conocimiento y la riqueza; h) la promoción de la lectura; i) el
estímulo en el uso de Internet para acceder al conocimiento y
estimular la comunicación local, internacional y global.8
8
Bridging the digital divide: report on the brain storming session hosted by Kay Raseroka, IFLA
Presidente-elect, ate the 68th IFLA Conference in Glasgow, 21 August 2002, IFLA Journal, 29 (2003), p.
65-88
13
La aceptación de las condiciones de vida de una sociedad global que
facilita la visibilidad de las fuerzas multiculturales y de la
infodiversidad significa el respeto al ser humano, a sus derechos, a sus
costumbres y formas de vida; el pluralismo ideológico, político y
cultural, a su vez, aspira a la convivencia de colectividades diversas
que necesitan de su biblioteca como un espacio y un símbolo social
libre, lleno de soluciones y de incógnitas, de oportunidades y
posibilidades que nos permiten ejercer la democracia, crecer y
desarrollarnos como individuos, como sociedad, como país y como
región. La biblioteca se presenta como la institución que, en la
sociedad globalizada, permite ejercer la democracia con su
característica más representativa, ya que nos muestra el ser, el pensar
y el quehacer de los diferentes grupos sociales y culturales que
habitamos el planeta tierra.
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