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ISSN: 2221-7819 ÑAWPA MARCA Doris Coaquira Carita Conocer para proteger: Una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica 9 José Quispe Orosco Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho 21 Rodrigo Padilla Sinchi Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí 45 Harry Pizarro Anaya Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999) 73 Raúl Adanaqué Velásquez El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729 97 Pieter van Dalen Luna, Anthony Villalta Tello y Roberto Tello Cuadros Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en la sección superior de Cerro Portillo, valle medio del Rímac (Carapongo) 109 Gori Echevarría López Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú 125 Pieter van Dalen Luna Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa Eulalia - Huarochirí 153 Juan Conde Vilca Calzados prehispánicos en la sierra sur. Evidencias de Chulkumayu en la cuenca alta del río Pampas – Ayacucho 157 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. 1 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 2 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. ÑAWPA MARCA Revista de investigaciones sociales andinas y amazónicas. Volumen 2, Número 4, 2022 3 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 ÑAWPA MARCA Revista de investigaciones sociales andinas y amazónicas. ÑaMa Volumen 2, Número 4 / abril – junio de 2022. Año 2. Ñawpa Marca es una publicación científica periódica, donde se publican trabajos de investigación originales e inéditos en el campo de la arqueología y áreas afines, a nivel de la región andina y amazónica o regiones cercanas. Está dirigida a un público interesado en conocer las últimas investigaciones arqueológicas y culturales sobre el área andina-amazónica. Es de periodicidad cuatrimestral. DIRECTOR: Anthony Ulises Villalta Tello Jr. José Balta 295, Carabayllo -.Lima - Lima. EDITOR: Miguel Antonio Mota Labán COMITÉ ASESOR EDITORIAL: Dr. Alberto Bueno Mendoza, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Dr. Pieter Dennis van Dalen Luna, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Mg. Wilber Bolívar Yapura, Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco. Mg. Ilder Elar Cruz Mostacero, Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo. Dr. Eyne Omar Bendezú De la Cruz, Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica. COMITÉ REVISOR POR PARES: Lic. José Gabriel Amorín Garibay, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Lic. Donal Gutiérrez Espinola, Ministerio de Comercio Exterior y Turismo. Lic. Guido Casaverde Ríos, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lic. Nancy Santander Málaga, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Mg. Daniel Eduardo Cáceda Guillén, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lic. Rubén Antonio Wong Robles, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Mg. Ismael Pérez Calderón, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN: James Quilca Chuco Primera edición, junio de 2022. Calle Los Halcones 181, Dpto. 301, Lima 27, Lima-Perú. Teléfono (0054) 01-442 0458. Correo electrónico: revistañawpamarca@hotmail.com El editor recibe los artículos, los cuales son seleccionados y revisados por el comité revisor por pares. Cada artículo es responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la opinión del editor. Está permitida cualquier reproducción, siempre citando al autor y a la revista como fuente. Foto de la carátula: Vista del sitio arqueológico de Gloria Chica. Contracarátula: Edificación Inca del sitio de Incahuasi de Parinacochas, frente al volcán Sara Sara. ISSN: 2221-7819 Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú, Nº 2020-04210. Tiraje: 200 ejemplares. Impreso en el Perú / Printed in Perú. Impreso en junio de 2022. JUAN GUTEMBERG EDITORES IMPRESORES E.I.R.L. Av. Bolivia 148, int. 2069 (Centro Comercial Centro Lima), Lima – Lima – Perú. Teléfono: 240-0523. 4 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. ÍNDICE Introducción 7 Doris Coaquira Carita Conocer para proteger: Una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica 9 José Quispe Orosco Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho 21 Rodrigo Padilla Sinchi Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí 45 Harry Pizarro Anaya Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999) 73 Raúl Adanaqué Velásquez El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729 97 Pieter van Dalen Luna, Anthony Villalta Tello y Roberto Tello Cuadros Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en la sección superior de Cerro Portillo, valle medio del Rímac (Carapongo) 109 5 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 6 Gori Echevarría López Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú 125 Pieter van Dalen Luna Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa Eulalia - Huarochirí 153 Juan Conde Vilca Calzados prehispánicos en la sierra sur. Evidencias de Chulkumayu en la cuenca alta del río Pampas – Ayacucho 157 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. INTRODUCCIÓN Nos enorgullece presentar el cuarto número de la revista Ñawpa Marca, la cual es un espacio de encuentro para arqueólogos y académicos en las ciencias sociales a nivel nacional e internacional, donde investigadores nacionales publican investigaciones inéditas y sobresalientes que aportan de nuevos teorías y técnicas para entender nuestras sociedades del pasado, asimismo, tenemos algunos artículos que resaltan las investigaciones históricas en nuestro país. Nuestro objetivo es servir como una plataforma de colaboración, aprendizaje y divulgación, fomentando el diálogo constructivo que impulsan nuestras disciplinas sociales. En el presente número de la revista tenemos investigaciones sumamente interesantes que abordan temas y sitios poco explorados. En primer lugar tenemos el artículo de Doris Coaquira Carita, titulado “Conocer para proteger: Una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica” , en este artículo la autora como parte de su trabajo de investigación para el curso de Prácticas Pre Profesionales en la UNMSM, realizó un estudio de reconocimiento y descripción general del sitio Arqueológico de Gloria Chica situado en el distrito de Ate, Provincia de Lima, departamento de Lima, donde abarca cuatro estrategias para la recuperación del sitio arqueológico, la primera enfocada a la capacitación de los vecinos de las Urbanización San German, la segunda a realizar actividades de salida hacia el sitio donde los vecinos puedan realizar trabajos de limpieza, la tercera enfocada a la implementación de talleres y proyectos educativos con los vecinos y los centros educativos de la zona y la cuarta estrategia que plantea la autora es crear accesos y circuitos turísticos para que la población conozca, el sitio. En segundo lugar tenemos el artículo de José Quispe Orosco, titulado “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”, en este artículo el autor realiza una descripción general de la organización espacial de uno de los sitios arqueológicos más importantes de la parte sur del departamento de Ayacucho, según el autor. El sitio arqueológico de Incahuasi sería un importante sitio de traza ortogonal, asimismo, identificó una kallanka con accesos hacia la plaza central, este sitio, señala el autor, que sería un centro administrativo del periodo Horizonte Tardío (1470 DC-1532 DC). En tercer lugar tenemos el artículo de Rodrigo Padilla Sinchi “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”, en este artículo el autor realizó exploraciones en los sitios arqueológico de Higospuquio, Huacapune, Peña Culebra, Cantahuaycho y Coto Gentil, estos ubicados en el anexo poblado de Ayas y Linday, distrito de San Jerónimo de Surco, Provincia de Huarochirí, el autor plantea por las condiciones del ordenamiento del espacio y al complejo sistema de relaciones visuales entre los sitios, estarían ligados a la sacralización del agua, asimismo, señala que estos asentamiento estarían cumpliendo un patrón repetitivo de formas constructivas, como los estructuras soterradas, estructuras unitarias y estructuras rectangulares. En cuarto lugar tenemos el artículo de Harry Pizarro Anaya, titulado “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”, donde el autor realiza un análisis exhaustivo sobre los trabajos de restauración que se realizó en el Antiguo Tribunal de Cuenta de la antigua 7 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 Casa Nacional de Moneda, realiza un derrotero histórico desde la creación del recinto (1683), detallando las reconstrucciones (1687, 1746 y 1873) hasta su puesta en uso social. En quinto lugar, tenemos el artículo de Raúl Adanaqué Velásquez, titulado “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”, en este artículo, el autor realiza la descripción del testamento de Antonio Urdanivia Sipán, Cacique de San Juan de Végueta, en este testamento se señala la herencia (tierras, animales) del cacique, las deudas y tributos que tenía que cobrarse, asimismo, señala a sus herederos sus sobrinos Francisco Bentura, Juan Alonzo y Liberata, hijos de su hermana María Magdalena y el reparto de las tierras de herencia a sus sobrinos por no tener herederos forzosos. En sexto lugar, tenemos el artículo de Pieter van Dalen Luna, Anthony Villalta Tello y Roberto Tello Cuadros, titulado “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en la sección superior de Cerro Portillo, valle medio del Rímac (Carapongo)”, este artículo es el resultado del proyecto de investigación arqueológica que realizaron los autores con el apoyo de alumnos de la UNMSM en el año 2018, donde se revelaron hallazgos que permitieron dar como evidencia que en este sitio existió evidencia ceremonial en la cima del Cerro Portillo. En séptimo lugar tenemos el artículo de Gori Echevarría López, titulada “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”, en este artículo es el resultado de un Proyecto de Evaluación Arqueológica realizada por el autor y bajo la coordinación de Anselmo Lozano Calderón, en el Lote 34 y Área de Influencia -Ucayali – Perú, el autor explica la metodología (reconocimiento y prospección) que lo llevó a identificar cuatro sitios arqueológicos (Cocani, Boca Cocani, Unini y L34AI-09-S02), pudiendo identificar que estos sitios serian de pequeñas proporciones a diferencia como lo plantean otros autores; asimismo, realizó hallazgos como: hachas, piezas escultóricas, cerámica, artefactos líticos, etc. Asimismo, tenemos dos notas in extenso. En primer lugar, Pieter van Dalen Luna, titulado “Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa Eulalia – Huarochirí”, en esta nota, el autor realiza una descripción de la arquitectura superficial del sitio que denominó como “Vicas” por estar próximo a este anexo, este sitio se define la presencia de una trinchera, recintos de planta cuadrangular con esquinas curvas, terrazas y andenes, asimismo, halló cerámica doméstica de pasta roja, lo cual le da una filiación cronológica correspondiente al Periodo Intermedio Tardío. En segundo lugar, Juan Conde Vilca y Gino Carlency Baez Cárdenas, titulado “Calzados prehispánicos en la sierra sur. Evidencias de Chulkumayu en la cuenca alta del río Pampas – Ayacucho”, en esta nota, dan las características de los calzados prehispánicos, hallados en el 2012 en Chullkumayu, y que actualmente se encuentran en la I.E. de Quispillaccta. Los autores hacen un recuento de las características de los tipos de calzados que se identificaron en los Andes Centrales y Meridionales, concluyendo que los calzados hallados sería el tipo llanke. Agradecemos profundamente a todos los investigadores y expertos que han contribuido en este cuarto número, así como a aquellos que nos acompañarán en los futuros números. Sus esfuerzos y dedicación son los cimientos sobre los cuales construimos este espacio de difusión de conocimientos. Anthony Ulises Villalta Tello, Director. 8 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. ARTÍCULO ORIGINAL ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 CONOCER PARA PROTEGER: UNA PROPUESTA DE GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARQUEOLOGICO EN EL SITIO GLORIA CHICA “Know to protect: A proposal for the management of the archaeological heritage at the Gloria Chica site” Doris Deysi COAQUIRA CARITA https://orcid.org/ 0009-0000-9208-6427 Universidad Nacional Mayor de San Marcos doris.coaquira@unmsm.edu.pe Resumen Se conocen diversas investigaciones arqueológicas, históricas, etnohistóricas y catastrales para el valle medio del rio Rímac, estos trabajos se realizaron mediante reconocimientos en superficie y excavaciones en sitios seleccionados. Sin embargo, el sitio arqueológico de Gloria Chica, a la fecha no presenta trabajos de investigación (excavación y conservación) y menos trabajos que encaminen hacia una gestión de patrimonio arqueológico, motivo por el cual, el presente artículo tiene como objetivo determinar aquellas estrategias que nos guíen hacia una gestión de recuperación del sitio arqueológico de Gloria Chica. Palabras Claves: Valle medio del rio Rímac, Gloria Chica, Gestión de Patrimonio Arqueológico, estrategias, recuperación, sitio arqueológico. Abstract Various archaeological, historical, ethnohistorical and cadastral investigations are known for the middle valley of the Rímac river, these works were carried out through surface surveys and excavations in selected sites. However, the archaeological site of Gloria Chica, to date, does not present research work (excavation and conservation) and less work that leads to the management of archaeological heritage, which is why, the objective of this article is to determine those strategies that guide us towards a recovery management of the Gloria Chica archaeological site. Key words: Middle valley of the Rímac river, Gloria Chica, Management of Archaeological Heritage, strategies, recovery, archaeological site. * Artículo recibido: enero del 2022. * Artículo aprobado: mayo del 2022. --------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- 9 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 INTRODUCCIÓN El presente artículo trata sobre una propuesta hacia la gestión de patrimonio arqueológico en el sitio de Gloria Chica con el fin de recuperar el sitio arqueológico a través de estrategias o actividades que involucren a la participación activa de la ciudadana. El sitio está ubicado en el distrito de Ate, provincia Lima y departamento Lima. Fue declarado y aprobado como Sitio Arqueológico con la Resolución Directoral Nacional N° 0084 por el Instituto Nacional de Cultura en el año 2007. Se escogió como eje de investigación, ya que hasta la fecha no presenta intervenciones arqueológicas, ni trabajos de conservación y restauración, solo se ha llegado a aproximaciones a nivel superficial. Motivo por el cual, el presente estudio tiene como objetivo determinar las estrategias que nos guíen hacia una gestión de Patrimonio arqueológico en el sitio arqueológico de Gloria Chica. Primero se hará una revisión limitada de antecedentes arqueológicos, luego la revisión del marco teórico con el propósito de sintetizar y entender aquellos conceptos de gestión, turismo del patrimonio arqueológico y como la participación ciudadana es fundamental para generar una identidad cultural. Así mismo se explicará la problemática identificada y finalmente se desarrollará aquellas estrategias que impliquen articular al ciudadano con la recuperación del sitio arqueológico. Actualmente el sitio presenta un estado de abandono y de conservación regular, con un deterioro en la estructura constructiva producto de factores naturales y antrópicos. CARACTERISTICAS GENERALES DEL SITIO ARQUEOLÓGICO Ubicación del sitio El sitio arqueológico de Gloria Chica está ubicado en la margen izquierda del valle medio del río Rímac. Consta de un área delimitada por el entonces INC que es de 432511.48 m² y está ubicado en las siguientes coordenadas UTM: 18L, 297458 m E y 8671406 m S. Gloria Chica se encuentra en la urbanización San Germán, distrito de Ate, provincia Lima y región Lima a la altura del kilómetro 13 de la carretera central y una altitud de 457 m.s.n.m. Descripción actual del sitio arqueológico El sitio arqueológico de Gloria Chica, según la descripción de Villacorta (2004) denomina a este conjunto arquitectónico como “una residencia de elite o palacio” para el periodo del Intermedio Tardío y a su vez, está conformado por una serie de compuestos amurallados y edificios de terrazas con complicadas subdivisiones internas, así como numerosas estructuras menores. En la actualidad se observa que el sitio está compuesto principalmente por dos técnicas constructivas visibles: la primera, compuesto por el adobón y material de tapia, estos conforman recintos de planta rectangular y cuadrangular, patio, pasajes y murallas. El segundo, es la técnica de piedra unida con argamasa de barro, estos conforman las áreas de depósito o almacenaje, terrazas, muros y recintos de base cuadrangular. 10 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. VALLE MEDIO DEL RÍMAC LEYENDA Sitio Arqueológico Gloria Chica Río Rímac Carretera Central Urb. San Germán Figura 1: Imagen de la ubicación del sitio arqueológico Gloria Chica, valle medio de la margen derecha del rio Rímac. Fuente Google Earth. Antecedentes del sitio arqueológico de Gloria Chica Las referencias bibliográficas para el sitio arqueológico son escasas, ya que hasta la fecha se conocen solo estudios a nivel descriptivo en trabajos de prospección, registros en superficie, levantamientos del sitio y del valle medio del Rímac. Los estudios arqueológicos se iniciaron con Villar Córdova (1935) quien señala y describe la existencia de palacios, conjunto de edificios rectangulares de gruesas paredes de adobón para la zona media del valle medio del Rímac. Luego, Louis Stummer (1954: 221) es el primero en intentar hace una tipología de sitios ubicados algunos en la cumbre de los cerros y otros en la falda de los cerros de cuerpos en forma de tapiales, a partir de la prospección arqueológica y un análisis de la arquitectura y material asociado a los asentamientos. Más adelante, el arquitecto Arturo Jiménez Borja (1988: 7) lleva a cabo la mayor intervención de trabajos de conservación y restauración para los sitios de Huaycán de Pariachi, San Juan de Pariachi y Puruchuco, siendo este último como el más significativo para su análisis de los Periodos Tardíos y lo interpreta como la residencia de elite de un curaca local. 11 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 Técnica constructiva del tapial: Residencia de Elite o Palacio Técnica de piedra unida con argamasa de barro: Áreas de almacenaje, terrazas Figura 2: Imagen panorámica del sitio arqueológico Gloria Chica: compuesto por la técnica constructiva del tapial y piedra unida con argamasa. Vista de Oeste a Este. El primer investigador en describir el sitio fue Carlos Milla (1974), quien observa con detalle el edificio y su conjunto de Gloria Chica como: “La hondonada se ve pequeño, destacan muros de recintos rectangulares, regularmente conservados, material adobón con numerosas colcas rectangulares bajo el nivel de los cuartos. En la parte más alta hay tumbas saqueadas, en piedra rustica mediana, circular, 80 de altura que se estrechan en su parte media y remontan en techo de laja hallamos una tumba casi intacta con huesos humanos largos, paredes sólidamente hechas en piedra y barro grueso similares y más destruidos, había varias en diferentes niveles en lo que parecen restos de andenes de construcción separaba todo un poblado que uso la piedra mediana de cerro para sus tumbas. Las paredes de adobón serian de pobladores posteriores. En una unidad arquitectónica con patios y habitaciones más o menos como Puruchuco había que investigar el campo de cultivo ubicado debajo a este sitio. En las quebradas adyacentes hay tumbas de piedra en terraza hasta cerca de 50 mts más arriba de las ruinas.” (Milla 1974: 87). Otra descripción complementaria en cuanto al sitio es la FAUA UNI-Ford (1988), es un inventario que brinda una perspectiva sobre el estado de conservación de los sitios monumentales, es así que describe al edificio como un “complejo administrativo mayor”. El catastro de Walter Tosso (2000) recopila información sobre la situación actual del patrimonio arqueológico del distrito de Ate y los diversos tipos de problemáticas que afrontan cada uno 12 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. de los monumentos. A fines de la década de 1990, el Lic. Luis Felipe Villacorta hace un estudio del valle medio y bajo del rio Rímac proponiendo la existencia de Conjuntos Palaciegos (Villacorta 2001) y los caracteriza por estar encerrados en muros perimétricos, tener áreas abiertas con depósitos y recintos con funciones residenciales y de almacenamiento. Luego en el 2004 postula que la arquitectura del poder estuvo íntimamente ligado a un tipo particular de edificio: La residencia de elite o palacio. (Villacorta 2004). Figura 3: Panorama de la Residencia de Elite del sitio arqueológico Gloria Chica. Al fondo se visualiza la urbanización San Germán. Vista de Sur a Norte. MARCO TEORICO DE GESTIÓN DE PATRIMONIO ARQUEOLÓGICO Para llevar a cabo el estudio actual, se recurrió a diferentes fuentes bibliográficas como Tesis, libros, artículos nacionales e internacionales con el propósito de sintetizar y entender aquellos conceptos de gestión, turismo del patrimonio arqueológico y como la participación ciudadana es fundamental para generar una identidad cultural, valorización y recuperación del sitio arqueológico. Primero, nos basaremos en la definición de Gestión de un sitio arqueológico de María Ángeles (2017:51) define que es el conjunto de actividades orientadas a la protección, revalorización y difusión de los bienes del patrimonio arqueológico, desarrolladas por entidades públicas o privadas. A continuación, empezaremos a citar los diferentes conceptos sobre una gestión de patrimonio arqueológico: 13 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 Para realizar una Gestión del Patrimonio Cultural, según nos explica Iris Donayre (2020:153) en su estudio para la zona arqueológica Huaycán de Pariachi: implica todo lo relacionado con las estrategias que facilitan, apoyan y conducen a la puesta en valor del Patrimonio Cultural y para que éstos vuelvan a tener una función social. En tal sentido, la gestión de patrimonio es un proceso en el cual se llevan a cabo acciones como: la detección de un bien cultural o natural que se encuentre en peligro, el registro y documentación de estos bienes, la investigación científica y participativa, la intervención relacionada a las actividades de conservación y/o restauración, la difusión y acciones de concientización en la población y la puesta en función social de los habitantes, dependiendo del bien de que se trate, este proceso abre diversas posibilidades (DeCarli, 2006). Manuel Rodríguez (2018), nos presenta en su artículo una visión detallada del sistema de protección del patrimonio cultural y natural de la humanidad. Explica que la protección esta regulada y orientada por mecanismos de convención de las normas jurídicas que forman parte de la legislación nacional y de los tratados internacionales. Amalia Pérez-Juez (2006) nos plantea en el libro “Gestión de Patrimonio Arqueológico” que poco a poco debemos asociar el término del turismo con el patrimonio arqueológico, y como esto va cambiando y empieza a reconocerse que es una de las mejores herramientas para promover el respeto al patrimonio, fomentar la participación ciudadana, aumentar el conocimiento del pasado y, en definitiva, contribuir a la conservación y transmisión del legado arqueológico. También plantea que la educación es, sin duda, la mejor arma y el acceso turístico a los yacimientos arqueológicos, la mejor herramienta pedagógica. Pérez-Juez (2006:78). Sabemos que el turismo arqueológico posee como objetivo principal promover el interés público en la protección y la conservación del patrimonio arqueológico. Esto lo recalcan Alberto Moreno e Ignacio Sariego (2017) en su artículo de “Relaciones entre turismo y Arqueología” e indican que lo más valioso del patrimonio arqueológico es cuidar de nuestro pasado visible, ya que Perú cuenta con una variedad exquisita de patrimonios naturales y culturales que se deben valorar y proteger conjuntamente, en el turismo la arqueología es un componente significativo que viene a ser íntegra en una comunidad para así evitar riesgos. (Moreno y Sariego, 2017). Así mismo, José Carlos Hayakawa (2016), tuvo como objetivo gestionar el patrimonio edificado a través de la prevención para evitar el incremento de viviendas de las comunidades urbanas, por ende, este artículo desarrolla y facilita la implementación de una gestión más equilibrada para el cuidado de los bienes culturales. También explica los alcances sobre la potencialidad de los conceptos de Patrimonio y Gestión. Jerly Aliana, Nelly Faustino y María Silva (2021), proponen como objetivo principal en su Tesis de Maestría, identificar aquellos aliados estratégicos para optimizar la gestión en los sitios arqueológicos de Lima Metropolitana y aquellas estrategias para capacitar a la ciudadana con la finalidad de generar un vínculo con el patrimonio cultural, en particular hacia los sitios arqueológicos. 14 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. Figura 4: Vista del conjunto arquitectónico de tapial del sitio arqueológico Gloria Chica. Vista de norte a sur. Figura 5 (izquierda): Vista de los muros de tapial del sitio arqueológico Gloria Chica. Vista de sur a norte. Figura 6 (derecha): Vista de la técnica constructiva expuesta en uno de los conjuntos arquitectónicos. Vista de norte a sur. 15 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 Figura 7: Vista de un vano de acceso compuesto por piedra y argamasa del sitio arqueológico Gloria Chica. Vista de sur a norte. Figura 8: Vista de los muros con la técnica constructiva del tapial y muros de piedra con argamasa en el sitio arqueológico de Gloria Chica. Vista de oeste a este. 16 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. Por último, tenemos la Tesis de Licenciatura de Naida De La Cruz y Alisson Gallardo (2021), donde hacen un estudio en el sitio arqueológica de Gloria Chica cuyo objetivo fue evaluar la preservación actual en la zona arqueológica. Emplearon la técnica de las encuestas a 126 pobladores de la zona y concluyeron que en el sitio de Gloria Chica no se ha realizado una adecuada preservación provocando el deterioro del sitio, pero resaltan que si uno hubo un interés del ciudadano por involucrarse y relacionarse con su patrimonio. Entonces, tras citar estos trabajos y ejemplos mencionados arriba, podemos asegurar la importancia de la gestión de un Patrimonio Arqueológico y como esto promueve al ciudadano en generar un interés hacia la protección y valorización del Patrimonio. IDENTIFICACIÓN Y PLATEAMIENTO DEL PROBLEMA En la actualidad sabemos que a nivel nacional existen diferentes ejemplos y trabajos de participación ciudadana con su patrimonio arqueológico, uno de los proyectos ejemplares de Gestión del Patrimonio Peruano es el caso del Complejo Arqueológico de Huaca Pucllana, tras 40 años de investigación, conservación, difusión, gestión y puesta en valor, se continúan con los trabajos de investigación y recuperación del complejo en conjunto con los ciudadanos del distrito de Miraflores. A nivel local, el distrito de Ate cuenta con 14 sitios arqueológicos registrados en el Ministerio de Cultura, la mayoría de estos sitios no presenta proyectos camino hacia una Gestión del Patrimonio Arqueológico, ya que el nivel de intervención arqueológica es hasta la excavación y conservación. Sin embargo, tenemos como ejemplo en la margen derecha del valle a la zona monumental Huaycán de Pariachi, como proyecto en Puesta de Valor en coordinación con el Ministerio de Cultura y a través de un proyecto local llamado Huaycán Cultural que tienen como fin proteger, difundir y programas de sensibilización y charlas sobre el cuidado de la zona arqueológica. De este modo, se plantea la siguiente problemática: existe una escasa gestión del patrimonio arqueológico en el distrito de Ate, a pesar que el Ministerio de Cultura engloba y registra a los sitios de San Juan de Pariachi, Gloria Grande y Gloria Chica como una “Zona Arqueológica Monumental” quedando en ese nivel. Además, la participación ciudadana es fundamental para iniciar una gestión de recuperación del sitio arqueológico. Por ello, planteamos la siguiente pregunta: ¿Cuáles son las estrategias a seguir para una gestión en el sitio arqueológico de Gloria Chica? Y como objetivo general es: Determinar las estrategias que nos guíen hacia una gestión de Patrimonio arqueológico en el sitio arqueológico de Gloria Chica. CONOCER PARA PROTEGER: ESTREGECIAS HACIA LA RECUPERACIÓN DEL SITIO ARQUEOLOGICO GLORIA CHICA 17 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 9-20 / ISSN: 2221-7819 Tras conocer la problemática en el sitio arqueológico de Gloria Chica y tener como antecedente el estudio “Preservación de la zona arqueológica Gloria Chica del distrito de Ate, Lima, 2021” por De La Cruz y Gallardo (2021) proponemos que el sitio arqueológico es factible realizar una adecuada gestión, ya que no solo cuenta con diversas áreas y tipos de arquitectura, sino que la urbanización San Germán tiene un interés por recuperar el sitio. A continuación, desarrollaremos aquellas estrategias principales que impliquen articular al ciudadano con la recuperación del sitio arqueológico. Como primera actividad hacia la recuperación es realizar una capacitación a los ciudadanos de urbanización San Germán con respecto al sitio arqueológico. Temas principales como lo señala Hayakawa (2016) quien afirma que la preservación es fundamental en un patrimonio cultural para llevar a cabo una gestión preventiva. Por ende, la capacitación tiene como objetivo involucrar cada vez más al ciudadano con el sitio y así generar una concientización, valoración y cuidado del sitio arqueológico. Como segunda estrategia es realizar con la participación ciudadana con actividades de salida hacia el sitio, principalmente a realizar actividades de limpieza y recojo de basura en el sitio. Sabemos que la información que se brinde al ciudadano es fundamental, es así que proponemos como tercera estrategia la implementación de talleres y proyectos educativos con temas de conservación, recuperación e importancia del sitio arqueológico en los colegios y centros comunales de la urbanización. Una cuarta estrategia es planificar y habilitar un circuito turístico, la actividad se realizaría con el apoyo de los ciudadanos capacitados y el personal del Ministerio de Cultura para la habitación del camino a recorrer por el sitio arqueológico. Y, por último, la quinta estrategia es creas programas de voluntariado en coordinación con el Ministerio de Cultura con el fin de promover y proteger el sitio arqueológico. Al realizar este tipo de actividades incentivan la participación de niños, jóvenes y adultos con respecto al patrimonio arqueológico. Esto también, conlleva a la formación de futuros promotores culturales y turísticos. A MANERA DE CONCLUSIÓN A partir de la problemática analizada y desarrollada se concluye que el sitio arqueológico de Gloria Chica tiene un potencial hacia el desarrollo de una gestión de patrimonio arqueológico, a través de la participación del ciudadano de la urbanización San Germán, además las estrategias y actividades establecidas generaran un impacto positivo de sensibilización, valorización y recuperación del sitio arqueológico. Todo ello ira de la mano con la participación activa de los ciudadanos y de las autoridades en pro de actividades dirigidas a la conservación, protección y difusión del sitio arqueológico de Gloria Chica. BIBLIOGRAFIA: ALANIA, Jerly; FAUSTINO, Nelly; SILVA, María. (2021). Lineamientos para la gestión de los sitios arqueológicos de Lima Metropolitana. Trabajo de investigación para optar el grado de Magister. Universidad del Pacifico. 93 pp. 18 COAQUIRA CARITA, Doris: “Conocer para proteger: una propuesta de gestión del patrimonio arqueológico en el sitio Gloria Chica”. ANGELES QUEROL, María. (2017). Manual de Gestión del Patrimonio Cultural. Ed. Akal. Madrid, 541 pp. DE LA CRUZ, Naida; GALLARDO, Alisson. (2021). Preservación de la Zona Arqueológica Gloria Chica del distrito de Ate, Lima, 2021. Tesis para optar el grado de Licenciatura. Universidad Cesar Vallejo. 88 pp. DECARLI, Georgina. (2006). Un Museo Sostenible: Museo y comunidad en la preservación activa de su patrimonio. San José, Costa Rica: Oficina de la UNESCO para América Central, 1era Ed. DONAIRE, Iris. (2020). Gestión del Patrimonio Cultural de la Zona Arqueológica de Huaycán y su impacto en el Desarrollo Turístico. Revista San Gregorio (38): pp. 152-162. HAYAKAWA, José Carlos. (2016). Gestionando El Patrimonio Edificado de Lima. Apuntes Para La Construcción De Un Marco Teórico. Revista Turismo y Patrimonio, 10, pp. 29–39. 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DATOS DE LA AUTORA Doris Deysi COAQUIRA CARITA: Bachiller en la carrera de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Interesada en realizar investigaciones en los Periodos Arcaicos en la Costa Sur del Perú y el Periodo del Intermedio Tardío del Valle Medio del Rímac. Ha participado en diversos proyectos de investigación como el Programa Cardal 20172020; Programa de investigación Huaycán de Cieneguilla 2020 y el Proyecto de Rescate Lomas de Ilo 2021-2022. 20 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte ARTÍCULO ORIGINAL Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. ÑAWPA MARCA / Vol 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 ORGANIZACIÓN ESPACIAL DEL SITIO ARQUEOLÓGICO INCAHUASI, DURANTE EL PERIODO HORIZONTE TARDÍO EN LA MESETA DE PARINACOCHAS – AYACUCHO “Spatial organization of the Incahuasi archaeological site, during the late horizon period on the Parinacochas plateau – Ayacucho”. José Luis Quispe Orosco https://orcid.org/0000- 0002-3153-6794 Pontificia Universidad Católica del Perú jlqoroscoi@gmail.com Resumen El presente ensayo es un esbozo para poder entender la organización espacial de uno de los sitios arqueológico más importantes ubicados en la parte sur del departamento de Ayacucho, visiblemente corresponde al Periodo Horizonte Tardío (1470 DC – 1532 DC) porque ostenta una planimetría y arquitectura de factura inca imperial. El objetivo del presente trabajo es dilucidar el comportamiento de la organización espacial de este importante sitio de traza ortogonal, constituidos por una plaza central de forma rectangular, colindante con recintos de planta rectangulares y cuadrangulares, además exhibe una kallanka con accesos orientados hacia la plaza central. Para poder entender conspicuamente recurrimos a las fuentes etnográficas, etnohistóricas y arqueológicas, documentos que nos ayudó a fijar la importancia de Incahuasi dentro de este espacio geográfico, así como su ordenamiento territorial instado por el imperio Inca. El resultado muestra un manejo adecuado del espacio, muy similar a otros centros administrativos de carácter local, distribuidos en diferentes puntos del territorio imperial, que se encuentran integrados a la red vial y a la huaca. Palabras claves: Inca, Tawantinsuyu, Parinacochas, Ayacucho, arquitectura. Abstract This essay is an outline to understand the spatial organization of one of the most important archaeological sites located in the southern part of the department of Ayacucho, visibly it corresponds to the Late Horizon Period (1470 AD - 1532 AD) because it has a planimetry and architecture of Inca imperial invoice. The objective of this work is to elucidate the 21 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 behavior of the spatial organization of this important orthogonal site, made up of a rectangular central plaza, adjoining rectangular and quadrangular enclosures, it also exhibits a kallanka with accesses oriented towards the central plaza. . In order to conspicuously understand, we resorted to ethnographic, ethnohistorical and archaeological sources, documents that helped us establish the importance of Incahuasi within this geographical space, as well as its territorial ordering urged by the Inca empire. The result shows an adequate management of the space, very similar to other local administrative centers, distributed in different points of the imperial territory, which are integrated into the road network and the huaca. Keywords: Inca, Tawantinsuyu, Parinacochas, Ayacucho, architecture. * Presentado: 14 – 03 – 2022. * Aprobado: 17 – 05 – 2022. En memoria a: Florentino Orosco Ll. INTRODUCCIÓN La importancia y la funcionalidad de los espacios del sitio arqueológico Incahuasi de Parinacochas durante el periodo Horizonte Tardío (1470 DC – 1532 DC) y Colonial Temprano (1533 d.C. – 1600 d.C.), nos brindará un estudio bastante novedoso para la sección sur del departamento de Ayacucho. Cabe precisar que durante el periodo Inca se desarrolló un ordenamiento territorial, poseyendo como centro del poder al Cusco, desde donde se iban creando provincias o cabeceras de provincias de carácter sumamente complejo y estos a su vez estarían englobando a los demás pueblos locales, pero para poder controlar, no solo bastó los centros administrativos, sino el Qhapaq Ñan (Hisylop, 1986) que fue una estrategia de mucha importancia para la integración a las demás llaktas. Consolidados estos centros administrativos empezaron a esforzarse en la obtención de los tributos, para ello crearon las famosas qollqas e Incahuasi no fue ajeno, para ello crearon su qollqa (ubicado a 300 m lado NO), igualmente para legitimar sus poder crearon o se fusionaron a los oráculos existentes como es el caso de Sara Sara (5055 msnm). Asimismo, la organización espacial fue premeditada por los Incas, pensamos que, no era construir por construir en cualquier espacio, el hombre andino entendió muy bien el espacio circundante (apus, constelaciones, ríos, calendarios, etc.). Incahuasi es uno de ellos, muy aparte de ser una simple arquitectura, estuvo fusionado o concatenado con varios puntos de carácter ceremonial (Sara Sara, Atamarca, Incahuasi, Laguna Parinacochas, Qhapaq Ñan, etc.) y geopolítico (dominio de áreas de cultivo emplazados en los valles de Sacsara, Pararca, Tonco, etc), y en las partes altoandinas estarían controlando la producción ganadera. UBICACIÓN GEOGRÁFICA El sitio arqueológico Incahuasi, se localiza a 6.49 km al norte del anexo de Tarco, adyacente a la laguna de Parinacochas y a 32 km al este del volcán Sara Sara, políticamente corresponde 22 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. a la jurisdicción del anexo de Tarco, distrito de Pullo, provincia de Parinacochas, departamento de Ayacucho, a 3330.00 msnm con coordenadas UTM 634,770.5461 Este y 8´314,503.2033 Norte, zona 18 S; posee una extensión aproximada de 11.67 Ha tal como consta en la (RDN N° 670/INC-2016). El espacio geográfico en la que se ubica el sitio arqueológico, posee suelos derivados de materiales fluvio-glaciares, desarrollados a partir de antiguos depósitos, que fueron acarreados y acumulados por acción de las aguas de los deshielos ocurridos en épocas pasadas. Estos suelos son de relieve moderadamente de planos inclinados a empinados; generalmente son de naturaleza gravo-pedregosa, de relieve ondulado, reacción acida y baja fertilidad. Este grupo de suelos se distribuye en forma localizada en la parte alta dentro de la zona de páramo y al lado oeste está flanqueado por canteras de afloramientos rocoso de tipo granito (Oner: 2014). Al lado norte colinda con Raccayniyocc y Alambriyocc. Al lado sur colinda con la trocha carrozable Tarco Incahuasi. Al lado este colinda con la trocha carrozable Tarco Incahuasi. Al lado oeste colinda con terrenos de la familia Mitma. Figura 1: Vista satelital del sitio arqueológico Incahuasi y la posible Qollqa (google earth). SITIO ARQUEOLÓGICO INCAHUASI El Sitio Arqueológico de Inkahuasi presenta un patrón arquitectónico de tipo ortogonal, la arquitectura de sus edificios está basada en el uso de piedra bajo la técnica de almohadillado sólidamente asentadas, los recintos son de forma rectangular con accesos orientados al este y distribuidos sobre un espacio ligeramente plano inclinado. Colinda con canteras de roca de tipo arenisca, utilizado en las construcciones de las viviendas. Según Casaverde (2016) menciona que, Incahuasi ostenta arquitectura de carácter 23 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 monumental con litos labrados de estilo Inca imperial, con accesos que conducen a sectores selectos donde debieron residir grupos del poder local, representantes del estado imperial, existen también estructuras rectangulares conocidas como kallancas, asociadas a patios cuadrangulares presentando algunas de estas estructuras divisiones internas, las que sugieren actividades administrativas, existen diferentes etapas constructivas lo que sugiere cambios y/o modificaciones en el proceso de ocupación cultural. Presenta una plaza central de forma rectangular de dimensiones considerables, es posible que el Qhapaq Ñan (Hyslop, 1990) esté cruzando por la parte central – de sureste a noroeste y viceversa – lado oeste de esta plaza colinda con la kallanka principal de forma rectangular con tres accesos trapezoidales orientados hacia la plaza (Gasparini y Margolies, 1970) y al nevado de Sara Sara. Estos recintos servían en el avituallamiento del séquito de viajeros y comisarios dentro de su itinerario, así como para realizar actividades de celebraciones o conciertos. Canziani (2020, p. 18) haciendo referencia sobre los cronistas menciona que la estructura ceremonial denominado ushnu debía estar apostado en el centro de la plaza o cerca de uno de sus lados. Posiblemente en Incahuasi exista un ushno en la parte central de la plaza, lamentablemente por factores antrópicos ha sido desmantelados, en la actualidad no se puede evidenciar con claridad. La plaza y la kallanka principal están flanqueados por dos riachuelos, aguas que discurren hacia la laguna de Parinacochas, este tipo de planificación no es particular en sitios incas de carácter administrativo, la misma plaza de Cusco posee como componente el río Huatanay (Gasparini y Margolies, 1977), este elemento (yacu) vital ha sido considerado de mucha importancia, siendo utilizados para la limpia del cuerpo, para la agricultura, del abastecimiento en el consumo mismo, por lo que fue venerado como una huaca de segundo orden (Carrión, 1955). El lado este, norte y sur de la plaza está constituido por construcciones de tipo vivienda de planta rectangular y cuadrangular, lamentablemente, por el estado de conservación en el que se encuentra, es difícil poder observar a detalle. El sitio arqueológico se divide en cuatro sectores, tomamos en consideración esta división desde el centro de la plaza (chaupi): hanan y hurin están en la dirección norte – sur, mientras tanto; ichuq y allin están orientados al este – oeste, respectivamente. Los que están en el sector I (Hanan) son: la kallanka, un recinto rectangular dividido en pequeños cuartos ubicados al suroeste de la kallanka; mientras tanto en el sector II (hurin) se aprecian recintos cuadrangulares y la laguna de Parinacochas; asimismo en el sector III (allin) se puede evidenciar recintos rectangulares y un riachuelo; en tanto en el sector IV (ichuq) se observa un riachuelo y un conjunto de viviendas con patios rectangulares y cuadrangulares. Canziani informa que, en los alrededores de los centros urbanos se localizaban centenares de estructuras de depósito, conocidas como qollqas, para la conservación y almacenamiento de distintos productos (Gasparini y Margolies, 1977; Hyslop, 1990; Morris y Thompson, 1985; Canziani, 2016). Al parecer se está repitiendo este tipo de planificación en Incahuasi, a 300 m al lado noroeste de la plaza, sobre un promontorio rocoso donde se puede evidenciar una 24 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. construcción rectangular de 100 m de largo por 15 m de ancho y subdivididos en pequeños recintos cuadrangulares, manteniendo una orientación de SO – NE, posiblemente sea una Qollqa central. Cabe precisar que, Incahuasi es el segundo wamani de importancia después de Vilcashuamán con respecto al tramo sureño de Ayacucho. Consideramos a Incahuasi como un eje de importancia puesto que, está ubicado en el tramo transversal de la ”ruta del pescado”, asimismo, está considerando como centro de distribución, intercambio o trueque entre grupos de la costa y la sierra, se infiere a razón de que hasta la década de los 80s se venía realizado una feria de carácter internacional, importando objetos desde continentes asiático, europeo y americano. En tanto, este sitio cumplió un rol fundamental dentro de la organización espacial del imperio inca, controlando la producción local, realizando la integración sociopolítica con los grupos locales y legitimando poderes del imperio Inca a través de las deidades locales y otros. Fig. 2. Vista en detalle de la organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi y algunas huacas (Fuente: SIGDA). ORGANIZACIÓN TERRITORIAL DE INCAHUASI Según la RAE se entiende por organización del espacio, la extensión que contiene toda la materia existente, en términos geográficos, podemos decir que es la extensión que contiene toda la superficie terrestre (https://dle.rae.es). Es el medio en el que están distribuidos toda la materia viva e inerte, el hombre desde su aparición estuvo sujeto a las determinaciones de las reglas de la naturaleza, los incas no fueron ajenos a las reglas del espacio circundante, lograron entender expresamente el comportamiento del ecosistema. El ecosistema es el receptáculo, pero no solo 25 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 para posisionarse dentro de ella, sino saber cohabitar y adaptarse a un conjunto de conceptos (relaciones, cosmología, producción, etc.) en tanto, el medio geográfico ha ejercido real y profunda influencia sobre las sociedades humanas, y debemos agradecer a los modernos geógrafos históricos haberlo subrayado: “Las crecientes del [rio], reproducidas a intervalos regulares, no sólo permitieron al [estado inca] alimentar a una numerosa población; también obligaron a crear una firme organización centralizada, la cual permitió a dicha población aprovechar el poder fertilizador de las aguas del río. Esa misma situación promovió la observación precisa de las estaciones, una de cuyas consecuencias fue la invención del calendario que utilizamos y el descubrimiento de elementos geométricos y astronómicos fundamentales, desarrollados por los [incas] y por los hombres de ciencia posteriores” (Childe, 1925, pp. 67-68). Aun no logramos entender del todo completo los conceptos abstractos cognitivos del hombre andino sobre su medio circundante, no solo es la bipartición o cuatripartición, las constelaciones, los ceques (líneas imaginarias), etc.; sino va mucho más allá, la organización espacial en realidad aún carece del entendimiento profundo, existe interrogantes como ¿Porque están tomando esta fracción reducido de terreno para asentarse, cuando existe terrenos más amplios? ¿Acaso es solo por la orientación de los astros y los caminos? Considero que se debe analizar a profundidad la organización espacial de modo concomitantemente con los conceptos de los bienes físicos y las ideologías (abstractos). Cabe traer a colación el argumento de Steward (1955) cuando manifiesta que, los seres humanos no reaccionan a la trama de la vida solamente mediante su constitución orgánica dirigida genéticamente. La cultura, más que potencial genético para la adaptación, ajuste y sobrevivencia, explica la naturaleza de las sociedades humanas. Más aún, la trama de la vida de cualquier sociedad humana local puede extenderse mucho más allá que el medio físico inmediato y del conjunto biológico. En los estados, naciones e imperios, la naturaleza de un grupo local está determinada en mucho mayor medida por estas instituciones mayores, que por sus adaptaciones locales. Si la naturaleza de las comunidades humanas es el objeto del análisis, entonces las explicaciones se encontrarán utilizando conceptos y métodos culturales e históricos, y no los conceptos biológicos. Lozano (1999) dilucida extraordinariamente el concepto del hombre andino sobre su emplazamiento en el medio geográfico tomando en consideración la división bipartita de Anan saya y Urin saya, es decir de dos partes alta y baja, respectivamente. Al parecer, dichas partes, tienen relación con el movimiento ascendente o descendente del sol hacia los trópicos, y el registro de la constelación que aparece en los ciclos estacionales, es decir de unas coordenadas de orden celeste; la otra división territorial, es cuatripartita, y se correspondía con las regiones cardinales, a saber: Antisuyu, sureste-noreste; Cuntisuyu, suroeste- noroeste; Collasuyu, sureste-suroeste; y Chinchaysuyu, noreste-noroeste, respectivamente, es decir, tienen como referencia unas coordenadas terrestres (p. 169). Menciona que las divisiones (bi y cuatripartición o coordenadas celestes y terrestres), que tienen un punto de cruce o centro: Kay Pacha (Aquí o ahora), conformarían un sistema multidimensional de ordenación territorial que se aplicó en todas las cabeceras provinciales, ciudades, y centros poblados mayores y menores, según la jerarquía 26 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. de asentamientos poblados existentes en el Tawantinsuyu, que fue recogida por F. Guamán Poma. Incahuasi no fue ajeno a una construcción premeditada, al contrario, va encerrando un conjunto de enigmas de una concepción simbólica, evidentemente, obedece a un conjunto de ideas tales como; la bipartición, la orientación de los accesos y la plaza hacia el volcán Sara Sara, (el nacimiento del sol en el mes de junio se localiza en la parte central del volcán Sara Sara, posteriormente su movimiento se va alejando hacia el lado derecho teniendo como punto máximo diciembre; Quilcata, luego retorna al otro extremo) y su ubicación en uno de los suyos (Contisuyo). Consideramos que, para asentarse en este pequeño segmento de terreno debió obedecer a un conjunto de lógicas, muy aparte de lo mencionado anteriormente, es oportuno señalar que aún pervive en la cosmología andina las prácticas de las construcciones de moradas sobre la vera hanan del camino, porque aseguran que es imposible el acceso de las ánimas hacia esa margen del Qatun Ñan. Figura 3: Vista del tramo del Contisuyo, ubicado al suroeste de Incahuasi (foto: Google Earth). Según Suel (2008) indica que, un territorio dividido y regulado por normas se denomina ordenamiento territorial (p. 09), evidentemente durante el Horizonte Tardío (1470 DC - 1532 DC) se ha perfeccionado el ordenamiento territorial, en primer lugar se planificó la vía del Qhapaq Ñan, una red vial que controló, integró y selló la hegemonía Inca, posteriormente se construyeron centros de avanzada, luego centros administrativos en ciertos segmentos de la longitud del camino, estos centros cumplieron funciones administrativas, ceremoniales, etc. Asimismo están los chasquihuasis, lugares de descanso para los mensajeros que trasladan las misivas en nudos de hilo (quipus), del mismo modo, fijaron las huacas principales en cada terreno conquistado como es el caso de Sara Sara. Cada componente antes mencionado estaba bajo control político, económico, social y religioso por personas encargadas en la administración de bienes del imperio Inca, con el objetivo de llevar a cabo una adecuada organización territorial imperial. Cardona (2018) informa sobre los Incas de Parinacochas, según Guamán Cagia, curaca de los aymaraes, señaló en la Visita de Atico y Caravelí (1549) que: “…. ellos cuidaban los ganados del Inca en Parinacochas y que [por ello] le daban carne seca (charqui), ropa de cumbe de lana y de plumas, 27 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 mates, ojotas, maíz y ají; también le enviaban mujeres (indias) cuando las solicitaba” (Galdós, 1977, p. 79; Cardona, 2018, p. 161). El Estado es una sociedad política autónoma y organizada cuya función es estructurar la convivencia de las personas que integran la sociedad y satisfacer las necesidades afines con la supervivencia y el progreso común, bienestar general o bien común (Llatas, 2011, p. 177). Es decir, que no solo se trata de cómo se divide el territorio en circunscripciones sino también como se le administra y que funciones debe cumplir cada una de esas administraciones expresadas en los diferentes niveles de gobierno que tienen que haber sobre estos territorios para efectuar una correcta gestión territorial. En tanto, el estado Inca era de carácter teocrático, dividido en suyus y cada uno de estos suyos estaba bajo la vigilancia de un tukuyrikuq, e Incahuasi está dentro del Contisuyo, formando parte de una unidad funcional, con un gobierno local (incaparantin) que está administrando un área de influencia de mediano alcance, y ejecutando las tareas encomendadas por el inca. INCAHUASI DESDE UNA PERCEPCIÓN LOCAL Según Bingham (1922) en referencia al sitio arqueológico Incahuasi menciona que están visitadas solo durante la tercera semana de agosto (es posible que se refiere a la feria internacional llevado a cabo ese mes del año), en el momento de la feria anual. En la plaza ahora desierta había muchas piedras bajas de rectángulos parcialmente cubiertos con adobe y listos para ser convertidos en casetas. La plaza estaba rodeada de largas construcciones con techo de paja de adobe y piedra, en su mayoría de toscos sillares. Unos pocos sillares mostraban signos de haber sido cuidadosamente revestidos por antiguos canteros. Algunos sillares sueltos pesaban media tonelada y habían desconcertado los intentos de los constructores modernos. Al construir la gran iglesia, se aprovechó un hermoso muro de sillares ceñidos. Incahuasi fue bien nombrado. Hubo una vez aquí una casa Inca, posiblemente un templo; los lagos eran una vez objeto de culto, o casa de reposo, construida para permitir a los jefes y recaudadores de impuestos para viajar cómodamente sobre los vastos dominios de los incas” (Bingham, 1922, p. 33; Quichua, 2016, p. 10). Según Vivanco (2019) menciona que la presencia Inka en esta zona andina, fue administrado por el inca Pachakutiq quien incorporó a formar parte de la provincia de Kuntisuyo. El wamani Incahuasi de Parinacochas ha sido considerada por los inkas, como una zona productora de maíz y lana, por lo que se transformó la infraestructura agrícola: andenes, canales y reservorios; asimismo, los corrales para el pastoreo de camélidos (p. 279). El territorio de los Pariguanacochas y Layramarcas, es considerablemente extenso y compuesto por diversos pisos ecológicos, los terrenos altoandinos han sido propicios para la crianza de camélidos, mientras tanto los terreno pertenecientes al piso ecológico quechua fueron aprovechados para producción del maíz, por lo que el Inca Garcilaso de la Vega haciendo referencia del viaje del Inka Mayta Cápac a Parinacochas señala: “Este Inca, después de realizar importantes conquistas ordenó se prepare un ejército que se encaminaría a la región del Kontisuyu, fue así que entró a esta región 28 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. de Pariguanacochas, con el cual nombran aquella provincia, que es grande, fértil, hermosa y tiene mucho oro; y los españoles, le llaman Parinacochas”. Figura 3: El volcán Sara sara y la laguna de Parinacochas (Cardona A.: 2018). Al ser un espacio internodal en el segmento de la red vial inca (Qhapaq Ñan del Contisuyo) ha sido considerado un centro administrativo de alcanse fundamental para el imperio Inca, además, no solo está ejerciendo la administración económica, sino también dirigiendo las ceremonias sobre la huaca principal Sara Sara. Polo de Ondegardo (1571), en su crónica “Religión y gobierno de los Inkas” argumenta lo siguiente: “Del templo del Sol salían como de cuatro, ciertas líneas que los indios llamaban ceques, o hacíase cuatro partes conforme a los cuatro caminos reales que salían del Cusco…”. Este camino al mar fue el más importante del Tawantinsuyu, esto se refiere a la ruta del pescado. Asimismo, Antonio Raimondi visitó Parinacochas en 1863 y da cuenta del Qapaq Ñan del Kontisuyu: “Existen restos de un camino antiguo de 150 pies de ancho entre piedras y cascajo con dirección al mar…”; también se refiere a la ruta del pescado que corre con dirección hacia Puerto Inca en Atiquipa (Arequipa), comarca donde se pudo evidenciar colcas que fueron utilizados como almacenar pescado para posteriormente ser enviado hacia Incahuasi y Cusco, respectivamente. 29 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 En su unidad de origen y creencia, la montaña de Sara Sara fue considerada la huaca más importante a una altura de 5 705 msnm (Fowler 1924: 224.) y se distinguía por representar lo femenino (Monografía de la provincia de Parinacochas, 1951, p. 340; Quichua, 2016, p. 5). Coincidimos con las fuentes orales que indican que Sara Sara es una mujer joven apuesta que en reiteradas ocasiones habría encantado a los viajeros que transitaban por la margen derecha del aquel volcán (Pullo – Maran); asimismo según las mismas tradiciones orales, argumentan que por la simpatía de Sara Sara hubo un conflicto entre Achatayhua y Anchakata, dos apus (masculinos): el primero fue herido y por consiguiente perdería a la joven Sara. Asimismo, Cardona (2018) hace mención sobre Sarasara, una huaca considerada femenina que gozaba de propicia reputación, llegando a tener destacados a su servicio 2000 mitimaes, algunos identificados como chinchaysuyus y 200 ovejas hembras con sus respectivos padrillos (Julien, 1998, p. 506). Además, esta huaca u oráculo tuvo alcances importantes dado que poseía ganados y personal al servicio. Por otro lado, la meseta de Parinacochas al parecer estuvo administrado directamente por el inca (Cardona, 2018, p. 162), Túpac Inca Yupanqui que era hijo de Pachacutec, contaba con terrenos localizados en el extremo este del Chinchaysuyu, en la provincia de Parinacochas, los mismos que al momento de la visita era administrado por uno de sus biznietos (Julien, 1998, p. 506); además, este Inca sería quien determinó los reasentamientos y las delimitaciones territoriales a través de amojonamientos. Parinacochas, en cambio, formó parte de las haciendas reales en manos de la panaca de Túpac Inca Yupanqui y estuvo, por lo tanto, bajo una directa administración desde el Cusco. INCAHUASI ENTRELAZANDO COMPONENTES Incahuasi, como los demás centros administrativos incas, ostenta un ordenamiento territorial y una organización espacial de carácter imperial. Agurto (1987) menciona que: “…. el planeamiento urbano, o sea la fundación de nuevas poblaciones y/o la modificación y desarrollo de las existentes, tenía como objetivo primordial coadyuvar a la ocupación territorial y, consecuentemente colaborara a la mejor administración y buen gobierno del Tahuantinsuyo. Por eso, el asentamiento y desarrollo de las ciudades y poblaciones estaba indisolublemente ligado a la implantación del sistema vial y ellas, prácticamente eran parte de la infraestructura de la red caminera” (p. 61). La organización espacial es visible en Incahuasi, es interesante la división cuatropartita (hanan, urin, allin ichuq) a partir de la plaza central y cada porción está encerrando recintos que funcionan distintamente; ejemplo la plaza, la kallanka, la qollqa, etc., cumplen funciones particulares, asimismo es necesario poder entender el emplazamiento de Incahuasi entre dos riachuelos. La kallanca de forma rectangular con eje longitudinal de este a oeste posee dimensiones de 40 m por 8 m, está ubicada en el primer sector, posee accesos orientados hacia la plaza principal, así como al volcán Sara Sara. Gasparine y Margollies (1977) en relación a las kallankas indican que, se trataría de un gran galpón de planta rectangular muy alargada con techos de dos aguas sostenido por series de pilares hincados a lo largo del eje longitudinal. Uno de los lados 30 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. más largos, con varios vanos, da siempre sobre la plaza principal (p. 204). Asimismo, algunos cronistas proporcionan una información muy importante, cuando señalan que en cada uno de estos palacios, templos y edificaciones principales estaban dotados en sus frentes que daban a la plaza de amplios ‘galpones’ que conocemos como kallanka. De modo que estas edificaciones de planta rectangular alargada, no sólo definían el perímetro de la plaza Inka del Cusco, sino que cada una de estas kallankas aparentemente constituía una gran área techada que servía de zona de recepción previa al ingreso a sus respectivos complejos, como también pudieron servir de espacio de representación pública en determinados eventos y celebraciones (Gasparini y Margolies; 1977, pp. 46-72, 206-208; Hyslop, 1990; 40-44). Por la ruta del pescado llegaba a Incahuasi los pescados frescos y luego continuarían su trayecto hacia Cusco, según Cardona (2018) refiriéndose a la velocidad con la cual podían desplazarse algunos productos e importantes noticias requeridas por la cúpula del Estado Inca, Murúa anotó: “Cuando el Ynga quería comer pescado fresco de la mar, con haber setenta u ochenta leguas desde la costa al Cuzco, donde él residió, se lo traían vivo y buyendo, que cierto parece cosa increíble en trecho y distancia tan larga, y en caminos tan ásperos y fragosos, porque lo corrían a pie y no a caballo, pues nunca los tuvieron hasta que los españoles entraron en esta tierra” (Murúa, 2001[1612], p. 350; Cardona, 2018, p. 157). Antonio Vásquez de Espinosa reportó en 1623 que en la costa de Chala “[…] ay algunos indios pescadores [donde pescan mucho pescado regalado para toda la comarca y para la tierra adentro] ay buenas lisas y pegesrreyes, y otros” (citado en Julien 1998: 503; Cardona 2018), prosigue señalando que al sur de Atico había lobos marinos y un pueblo de pescadores que capturaba mucho pescado que luego de salarlo era llevado a la sierra” (Cardona, 2018, p. 159). CENTRO ADMINISTRATIVO Los centros administrativos incas fueron espacios de carácter estratégico, construidos cada cierta distancia y ubicados a la vera de la red vial Inca, estos van obedeciendo ciertos objetivos, como: control de producción local, vigilancia y cumplimento de mano de obra, control y sanción sobre levantamientos o rebeliones, etc. Estos cánones fueron encargados para su cumplimento al jefe local por el inca. Incahuasi es uno de los centros administrativos de segundo orden ubicado en el tramo del Contisuyo evidentemente estuvo a la expectativa del normal desarrollo del poder (gobierno) socio-económico, religioso y militar del estado imperial. Cardona (2018) menciona que, el escenario de valles y quebradas que forma este abanico que descienden desde Parinacochas hacia el litoral de Caravelí, en Chala y Atiquipa, va exponiendo simultáneamente una serie de rutas empleadas prehispánica e históricamente para conectar las poblaciones y cacicazgos que ocupaban la costa, la meseta y valles de Parinacochas, así como los productivos valles de Cotabambas en Apurímac, rutas que debe entenderse en el marco de un complejo sistema político y administrativo que incluía el santuario de Incahuasi, Sarasara y la laguna de Parinacochas (p. 167). 31 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 Según Santillana (2020, p. 18) indica que el Estado Inca, se sabe, estructuró una eficiente administración acorde con la múltiple y compleja configuración política y social del Tahuantinsuyu. Su propósito fue manejar información, acceder a recursos humanos y bienes y tener control de las deidades regionales. Este diseño político se materializó en el sistema administrativo que articuló los diversos territorios y provincias del Tawantinsuyu, configurando la red de centros administrativos encabezado por el Cuzco capital: “…. permitían la centralización de una serie de operaciones administrativas, ceremoniales y económicas que eran esenciales para asegurar la base política, militar y económica sobre la que se sustentaba el Estado” (Ibid, 2020, pp. 23,24). Los caminos son vías de comunicación entre dos o más puntos, fueron construidos para unir poblaciones con áreas donde se tuviera intereses diversos, tales como mantener y reforzar lazos políticos, administrativo-económicos, para trazar rutas de intercambio y para articular espacios rituales y sagrados. La jerarquía de los caminos se encuentra relacionada con características tales como su longitud, el periodo cultural en que fueron construidos y utilizados, el espacio geográfico en donde fueron hechos, y, principalmente, hacia dónde nos conducen. Se requería una burocracia administrativa que mediara entre las comunidades locales y estatales. Siempre que fue posible se empleó las estructuras burocráticas y a los líderes étnicos locales. Pero cuando estas no existían, o en casos de lucha y conflicto, fue necesario crear nuevas estructuras. Se necesitó, también, un bien planeado sistema logístico y de comunicaciones. Sin estos hubiera sido difícil afianzar conquistas distantes e incluso los comienzos de una real consolidación (Morris, 2020, p. 53). Los centros administrativos fueron construidos a una distancia de 4 o 5 días de camino el uno del otro, al final de cada día había una estación de paso y al final de cada 4 o 5 días, una ciudad (Ibid, p. 96). ADMINISTRANDO GRUPOS PARIGUANCOCHAS, LAYRAMARCAS Los grupos Pariguancochas y Layramarcas (Julio C. Tello 1940) son grupos étnicos que estarían integrando a la macro étnica de los Rukanas perteneciente al Periodo Intermedio Tardío (1100 d.C. – 1470 d.C.), en las prospecciones realizadas se ha evidenciado una cantidad considerable de instrumentos bélicos fragmentados dispersos en la superficie exactamente en la parte noroeste de la laguna de Parinacochas, correlato suficiente que indica un conflicto y resistencia por parte de estos grupos al embate del imperio Inca. Asimismo, se evidencia sitios arqueológicos ubicados en la cima de los cerros como es el caso de Layramarca de Sacsara Pullo, sin embargo, Quichua argumenta que los poblados de carácter defensivo [que están] asentados en las partes altas de los cerros y en las zonas bajas sin mayores evidencias bélicas, indican que el Periodo Intermedio Tardío (900-1438 d.C.) no fue exclusivamente un periodo de constantes guerras como explican las investigaciones arqueológicas en el centro y norte de Ayacucho (González, 1992, p. 42; Quichua, 2016, p. 7). Consideramos hasta cierto punto valido, cabe precisar que nuestra disciplina trabaja directamente con artefactos concretos, sin tomar informaciones solo de carácter etnohistórico, por lo tanto, inferimos que la construcción de Incahuasi sería resultado del antagonismo entre los grupos locales y el estado Inca (Cardona, 2018), en tanto que no existiera la autoridad local encomendada, los incas imponían la suya, 32 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. construyendo un centro administrativo en algún punto conveniente que sirviera de núcleo al control Inca. Lograda la pacificación (en algunos casos trasladados como mitimaes) el siguiente paso es el control absoluto apropiándose y administrando la producción agrícola de los valles de Sacasara, Malco, Huallhua, Pararca, Mirmaca, Chaipi, etc.; y de igual manera se controló la ganadería que estaban distribuidos en la meseta de Parinacochas, Nawa Alta, Lacaya Siete Puertas, etc. Asimismo, estarían controlando la extracción de minerales en Qori Huayrachina, Maraiccasa, Huanuhuanu, Areniso, Achataywa etc. Para todas estas actividades se ejerció y se obligó la mano de obra local. El tramo vial de Pampachiri, Parinacochas y Charpera debió estar constantemente restaurado por estos grupos étnicos antes mencionados. Figura 5: Espacio geográfico y fauna alto andino en la meseta de Parinacochas. ESPACIO DE INTERCAMBIO Iñigo Ortiz en su “Visita de Huánuco”, menciona solamente al maíz como bien de subsistencia que era trasladado al Cuzco, y esto solo rara vez. La ropa, en cambio, era llevada con frecuencia a la capital. El patrón es claro: los bienes de subsistencia eran llevados generalmente a los centros administrativos provinciales, a unos pocos días de camino; los bienes suntuarios, en cambio, eran llevados con frecuencia hasta el Cuzco (Morris, 2020, p. 156). 33 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 Las hipótesis que orientaron esta investigación proceden de las ideas de Polanyi (1957) y Murra (1956 y 1962b), quienes sostienen que una de las funciones de los grandes centros administrativos era la redistribución de una amplia variedad de bienes a través de diversos «pisos», tanto ecológicos como culturales. El postulado es que el complejo de los depósitos servía en gran medida como el «centro» de una red de redistribución y, por tanto, que los asentamientos en que estaban ubicados funcionaban como centros redistributivos de intercambio, análogos a los centros mercantiles que se encuentran en otros contextos. REDISTRIBUCIÓN DE EXCEDENTES Es importante la argumentación de Earls (1976) que los Incas enfocaban sus esfuerzos administrativos en el cultivo del maíz y dejaban la regulación de los tubérculos a las organizaciones tradicionales locales, por lo que cabría concluir que se daban cuenta de las limitaciones del Estado para el mantenimiento del equilibrio económico ante el impacto de circunstancias extraordinarias y no predecibles. La organización político-económica inca consistía entonces de dos niveles de control. El primero, basado en el maíz, mantenía el equilibrio del sistema político frente a las perturbaciones no controlables, dentro de los límites permisibles, mediante estos mecanismos calendáricos y tecnológicos que organizaban la redistribución eficiente de la plusvalía. Un segundo nivel de control basado en la autonomía de los grupos locales sobre la regulación del cultivo de tubérculos y la redistribución de su plusvalía local. En caso de calamidad u otra perturbación exterior al sistema, que sobrepasara los límites de organización de la plusvalía, tal el caso de una sequía general que durara muchos años, o una invasión militar que afectara los propios mecanismos administrativos -como lo hicieron los españoles- al punto que el primer sistema cayera en un desequilibrio irreparable, el segundo quedaría para salvaguardar la supervivencia de, por lo menos, algunas de las unidades etnopolíticas locales. Incahuasi a igual que los otros centros administrativo ha cumplido entre muchas, la función de recaudar el tributo de las poblaciones locales (Layramarcas y pariguanacochas). Cabe precisar que los maíces más preciados por el inca estaba en el valle de Pararca, según fuentes orales estos maíces eran trasladados hasta el Cusco y consumido especialmente por los incas de la elite, quizá por este aprecio a este producto tan elemental en el mundo andino se haya denominado a esta huaca importante de Sara Sara (maíz - maíz). El resto de la producción habría sido acopiada desde los valles de Sacsara, Tonco, Cora Cora, igualmente fueron recaudados desde las partes altoandinas, productos como; lanares, charqui, chuño y entre otros productos. Dato importante es que, estamos evidenciando en Incahuasi, una Qollqa de forma rectangular con pequeñas subdivisiones, esta qollqa está ubicada a 300 m en el lado noroeste de Incahuasi. CENTRO CEREMONIAL Es un espacio donde versan un conjunto de elementos sacros (ushno, plaza, riachuelos que flanquean, etc.). La plaza central en Incahuasi se ubica en un lugar especial, posee una visión extraordinaria al volcán Sara Sara, según fuentes orales se sabe que en esta plaza se 34 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. realizaba la gran fiesta al maíz (Sara Aymoray Raymi) el furor de esta fiesta se presenciaba en el mes de mayo, justo en la temporada de la cosecha de este producto especial. La orientación que domina Incahuasi es fenomenal dado que desde la plaza central se puede entrelazar o concatenar varios puntos de carácter ceremonial que posteriormente intentaremos desarrollar en las siguientes páginas. INCAHUASI DE CAHUACHO El sitio arqueológico Incahuasi de Cahuacho se encuentra ubicado en el anexo de Ayroca, este sitio al parecer corresponde a un Ushno Figura 5: Vista en detalle del acceso trapezoidal del Incahuasi de Cahuacho, con una orientación de Sur a Norte. En la imagen se aprecia al fondo la laguna de Parinacochas, una huaca que expone un conjunto de amarus. VOLCÁN SARA SARA Lorenzo Huertas (2008) citando a Cristóbal de Albornoz (1984) refiere que el Inca Tupa Yupanqui reedificó y amplió los santuarios del Titicaca y del nevado Sarasara (p. 257). Algunos distantes del Cuzco como la huaca constituida por el nevado del Sara Sara: adoratorio activo 35 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 hasta hoy, del excepcional maíz de las macroetnias Rukana, Cabana y Andamarca (Zumaeta, 2020, p. 31). Según Zuidema (2020) en Albornoz se hace referencia a la huaca Sara Sara qu se sorprende y ubica una breve lista que cierra una observación —la que despertó su interés por ella—sobre la huaca Sarasara, en la provincia de Parinacochas. Dice así (1989: p. 194): “De Parinacocha [adoraban a] Sarasara. Y de todas las provincias tomaron la [huaca] mas principal e de quien tenian los naturales notiscia, que las traían al Cuzco, e que hablavan por sus meses, cuando hazian sus fiestas los yngas, como esta dicho. Esta notiscia alcanzaron en Quito y en toda la tierra”. Figura 4: Vista desde el lado noroeste el volcán de Sara Sara, huaca importante durante el imperio inca. Antes (1989: 182) ya había prestado atención a esta huaca y a otra mencionada a continuacion, como sigue: “Sarasara es un cerro nevado y en el una piedra del dicho nombre. Topa Ynga Yupanqui. Era una piedra en figura del dicho ynga, que fue el que gano a el Sol la dicha provincia, como esta referido. Tenian en mucha veneracion este bulto, y con muchas haciendas”. 36 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. Las huacas, nos dice Albornoz, “hablaban por sus meses” y tenían “sus fiestas”; el contexto revela la intención de sus palabras: cada huaca hablaba en el Cuzco en su propio mes y en su propia fiesta. Sarasara, la piedra, y otras rocas como ella, habían sido llevadas al Cuzco y muy probablemente colocadas cerca de la ciudad, en la dirección de su provincia, tal como lo explicase Polo. Johan Reihnad (1996) ubica una Capacocha en la cima del volcán Sara Sara y denominado Sarita. En base a los datos ubicados no cabe duda que este apu ha sido uno de los oráculos muy venerados (Curátola, 2016), dicho apu se localiza adyacente al camino real de Qhapaq Ñan que va en orientación de este a oeste (Cusco - Puerto Inca). Además, debemos añadir que, últimamente hemos descubierto una estructura rectangular de aproximadamente 50 m de largo por 12 m de ancho en la cima, es posible que en este espacio se haya desarrollado algún evento ceremonial de tamaña trascendencia, llevado a cabo por un oficiante de esta huaca. PUQUIO ATAMARCA Este importante manantial se ubica al pie y lado NO del volcán Sara Sara, en 1992 y 1993 hubo una sequía en toda la zona sur de Ayacucho, a consecuencia de este fenómeno catastrófico se secó la laguna de Parinacochas (brotaron sales), las gentes empezaron a transitar de un lado para otro, obviamente existía pantanales en algunas partes. A finales de 1993 viajamos de un poblado llamado Osqollo – Puyusqa, en ese tramo pudimos evidenciar este famoso puquial, muy venerado por la gente local, observamos a una distancia de 50 m, que manaba una gran cantidad de agua la cual discurría hacia la laguna. Lo sorprendente es que este puquio estaba circundado (protegido) por una estructura rectangular, obviamente en mal estado de conservación por el paso del tiempo y la afectación por las sales que contiene esta laguna. Bajo esta evidencia asumimos que este puquial es una huaca, por esta razón estarían preservando con este tipo de construcciones, las piedras utilizadas para el recinto son de tipo caliza, que naturalmente no se encuentra por ese sector, debieron trasladar desde una cantera que está ubicada a 700 m. Actualmente esta huaca se encuentra sumergida bajo el agua de la laguna antes mencionada, posteriormente en otros trabajos estaremos documentando mayores datos. FIESTA DEL MAÍZ Existen fuentes orales sobre la importancia que le dan a este producto tan apreciado durante el imperio inca, en la zona de Quilcata aún pervive algunas informaciones básicas y también canciones en alusión al sara (maíz), aquí debo dejar la información recopilada por el Sr. Franklin Merino C. (2021): “Sara Aymuray Raymi En los actuales centros poblados y distritos de las provincias de Parinacochas y Paucar del Sarasara de la Región Ayacucho, existen relatos antiguos contados oralmente de padres a hijos. Entre ellos, existe una llamada “Sara Aymoray Raymi”, expresión Quechua o Runa Simi que significa “Fiesta de cosecha de maíz”. Los párrafos siguientes son algunos retazos de esos relatos orales en Quechua sobre la citada fiesta. SARASARA HUACCAPA HATUN MITAN HATUN MINKAN HATUN AYNIN HATUN 37 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 HAYLLIN HATUN QASWAN HATUN HARAWIN SARA KALCHAY SARA ARKUY SARA TIPIY SARA ASTAY SARA ISKUY SARA MUJUY SARA KUTAY SARA AQAY SARA PIRWAY Mamasara, Hatun Warmi Sara Kausay Wachag (Grandiosa madre progenitora de semientes de maíz). Era una mujer fértil, fecunda, diligente, amorosa que moraba en las entrañas del nevado Sarasara, y a quien le atribuían la abundancia de maíz de los pata pata (Andenes). Razón por la cual, los incas y Hatun Runa (sembradores incas) convirtieron en su Huacca, lugar sagrado para sus rituales, ofrendas y fiesta. Por gratitud a esta divinidad convirtieron el proceso de producción de maíz en actos sagrados, creando la Gran Fiesta de Cosecha de Maíz o Sara Aymoray Raymi. ¿Cómo era la fiesta Sara Aymoray Raymi? “Era una fiesta colectiva de cosecha de maíz que el Inca y los Hatun Runa realizaban en las tierras del Inti, Inca y Hatun Runa, en cada ayllu de la región Sarasara poniendo en ejecución su Minka, Ayni y Mita; seguida de actos sagrados llamados Sara Kalchay, Sara Arkuy, Sara Tipiy, Sara Astay, Sara Iskuy, Sara Mujuy, Sara Kutay, Sara Aqay y Sara Pirway; con ceremonias rituales en Inkawasi, Quilcata y Incapatiyanan (adoratorio en las cumbres del nevado Sarasara); todo ello, en medio de cantos de Haylli, Qaswa, música y danzas, por gratitud a Mamasara” Se emplea la expresión “región Sarasara” para referirnos a los actuales centros poblados y distritos que integran las provincias de Parinacochas y Paucar del Sarasara. La fiesta habría sido una de las celebraciones agraria más importante del Contisuyo, por su sacralidad y fama que se realizaba en la Pampa de Incahuasi a orillas de la laguna de Parinacochas. Cuentan que muchas delegaciones de ayllus peregrinaban al Sarasara para participar de la fiesta. AYUNO El hijo del Sol habiendo llegado a Inkahuasi iniciaba su ayuno. Comía con sacralidad solamente Sara Aco Sanco (Harina de maíz revuelto con Llama Wira o cebo de llama). INTI MUCHAY. El día indicado, el Inca con su ejército, sacerdotes, naciones visitantes se reunían en la pampa de Inkawasi para recibir al padre Sol. Era la ceremonia de adoración que llamaban Inti Muchay (Besar al Sol). Para lo cual, desde el alba esperaban la salida del Sol por una de las cumbres del volcán nevado Sarasara. La salida del Sol era sagrada, por ello, las Intip Akllan (Las escogidas del Sol) al ver los primeros rayos Ratay (Trepar) las cumbres del Sarasara, entonaban Harawikunata, mientras los participantes se mantenían acuclillados Umanta Kumuspa (Con la cabeza doblada) a medida que los rayos bajaban bañando los cerros y llegaba a Inkawasi, los congregados estallaban en coro de Haylikuna. Luego el Inca se dirigía a un altar de piedra que existía en el patio del recinto de Inkahuasi, donde alzando un kero de oro salpicaba con sus dedos chicha y hacia beber a su padre la sagrada Sara Aqa (Chicha de maíz), acto que era acompañado plegarias, cantos de Harahui y Haylli ejecutado por su ejército, sembradores y cantoras escogidas. Ciertamente, quien experimente ver la salida del sol desde el recinto de Inkawasi, podrá confirmar que es un gran espectáculo, parece que el astro saliera de las entrañas mismas del nevado. ¿Qué habría sentido la población incaica participante de la fiesta ver al padre Sol salir del nevado? ROMERIA AL NEVADO El Inca y sequito, iniciaban el camino hacia el nevado Sarasara, recorriendo los actuales Ayllus de Untuco, Yurag Wasi, Colloni llegaba al Ayllu de Incuyo, donde en cierta ocasión las nubes impidieron al Inca continuar su camino, había tanta nube expesa llamado Pacha Pullu (Neblina) que dijo: Pullusqa kay ñanta, conservándose desde 38 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. entonces el lugar con el nombre de Pullusqa, y sus cargadores decían Inka kuyuskaptin. Es posible que el origen del nombre del actual distrito de Pullusqa con su capital Incuyo sea la historia mencionada. Continuando el camino pasaba por los ayllus de Lacaya, Chacaraya y llegaba a Pararca (Hoy Distrito de Pararca). El Inca en horas de la mañana cruzaba el rio de Pararca a través de una hermosa Chaca (Puente) hecho con Huascakuna (Sogas) de diverso grosor hechos con pelambres de alpacas y llamas y otras de Llaqa (Maguey seco) que se obtenía de una planta llamado Chuchau (Maguey), estas sogas eran sujetadas de mamposterías de piedra que tenía el puente en cada lado. Estas sogas eran hechas por los Ayllus de Aulla y Pararca quienes tenían la responsabilidad de su funcionamiento y conservación. Hoy en su lugar se ha reemplazado con un puente moderno de arena y cemento, construido por un ingeniero enamorado de una linda Puchqo Manzana (Gentilicio de bellas mujeres Pararqueñas). Esta Chaca (Puente) incaica era parte del camino Inca que recorre abismos profundos del Contisuyo. Los caminos están aún allí. Cruzando el puente se llega a Killa Killa, lugar muy empinado donde cierta vez el Inca Tupac Yupanqui, cayo de su Apana (Litera) quien molesto ordeno a su ejército hacer tajos en el camino de buen ancho Ñanta Mulluchispa (Haciendo curvas en el camino) así lo hicieron y llegaron al ayllu de Quilcata. Killa, Killa, es el nombre dado a esta parte del camino, debido a que a partir de este lugar las Killap Akllankuna (Las escogidas de la Luna) se ubicaban en lomadas al borde del camino, desde donde ejecutaban cantos de Harawis al paso del Inka y sequito. Para esta ocasión el camino estaba adornado con Qantu Waytakuna hasta el mismo nevado. Continuando la subida el Inca llegaba al Ayllu de Quilcata, descansaba en la vivienda de los Quilqa runa hombres dedicados a cultos propiciatorios y predicciones del tiempo. Estos hombres vivían en el barrio de Wayllas junto a un pequeño cerro llamado Quilcata Orqo, los Quilcateños actuales le dicen maqueta de Sarasara, por tener una configuración parecida al Nevado. Quilcata era un ayllu pequeño, rodeado de grandes andenes, con una pampa ceremonial de 20 mil m2 aproximadamente, a esta pampa llegaba el Camino Inca, totalmente empedrado desde Pararca. Igualmente, de esta pampa salían caminos secundarios que unían las Tierras del Sol, del Inti y Hatun Runa. En la actualidad la pampa ceremonial se convirtió en la plaza de armas del distrito de Quilcata y en la parte donde había un Usno para rituales orientado hacia el Sarasara, lo reemplaza la iglesia católica dando espaldas al Sarasara. En un extremo de esta pampa aún existe una fuente de aguas surgentes llamado Pagcha, que continua entregando agua proveniente del cerro Allqani (Guerrero mitológico petrificado guardián de Quilcata). Las aguas son consideradas regalo de este guerrero, para calmar la sed del Inka y ejercito. El ayllu de Quilcata estaba conformado por dos barrios llamado Wayllas y Qilana. Wayllas es el barrio masculino y Qilana el femenino, ambos barrios eran complementarios. En la actualidad bailando Huayllacha continúan repitiendo el estribillo “Wayllas/Gilanan, Wayllas/Gilanan, Wayllas/Gilanan”. Todo quilcateño sabe estribillo. Existió en el ayllu de Quilcata mujeres creativas llamadas Auaq acllakuna (Tejedoras escogidas), quienes empleando el Telar de Cintura diseñan e inventan la Apascha. De ellas dice la tradición oral, que habitaron Hilana Akllawasi (Casa de tejedoras escogidas). Actualmente el recinto existe en estado ruinoso. TINKAY o LIBACION El Inka y Sacerdotes de Quilcata se dirigían al cerro Pillullu Orqo, ubicado en el sector de Wampu, cerro construido intencionalmente con la forma de un seno y se cree que es de Mamasara, ciertamente tiene la forma anatómica del seno de mujer. El 39 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 cerro en su parte central tiene un agujero como del pezón de la mujer. En ese agujero el Inca desde un Kero de oro vertía Chuya Aqa o esencia de la chicha de maíz, igualmente vertían la sangre del roedor silvestre llamado Chumpullo. Acto que involucraba mucha sacralidad. QOMPUY ENCIENSAMIENTO El Inka, con sus sacerdotes y Akllas al alba salían de Quilcata y se dirigían a Purkututu, lugar sacro considerado como el aparato reproductor femenino de Saramama. En ese lugar reverente realizaba su ritual llamado “Qompuy” en agradecimiento por la abundante agua que recibía por ese puquio. Para ello, los sembradores reunían y formaban en los andenes aledaños a las agua surgentes decenas de montículos de Qombrusta ( ), leña de Qeñua, Pagpa ( ), Taya y Tantar Kichka. Luego le prendían fuego echándole hojas de Coca Quinto, Llama Wira. El Qosni (Humo) invadía las faldas del Sarasara, como para limpiarle o defender de Layqakunamanta (Hechiceros malos), y que no se enferme su madre. Tambien el Inka, levantando su Kero de oro salpicaba gotas de Aqa (Chicha de Maíz) a los Apus (Ispiritus) de Allqani, Illaqaqa, Puca Puca, en agradecimiento por acompañar y cuidar a su madre, de igual forma vertía abundante chicha en las aguas surgentes y andenes agradeciendo a Mamasara por la abundancia de esas aguas. SARA MAMALLAY PURKUTUTU YAKUCHAYKITA AMA CHAKICHIYCHU SARA MUJUCHAYTARAJ MISKI YAKUCHAYKIWAN CHICCHIRIMUCHUN GINA MAMALLAY ISPAYLLA ISPARIMUMUY PORKUTUTU YAKUCHAYKITA KAUSARIKUNAYPAJ CHAYMI KAYRACHAYKIPAS YAKUCHAYKI RAYKU SAPA TUTA TAKIPAYASUNKI CHAYNAM AYLLULLAYPAS TAKIPALLASUNKI TUSUPALLASUNKI YAKUCHAYKI RAYKU MANA KAPTINQA AYLLUNTINCHA ÑAKARIYMAN WAÑUYCHA APAWANMAN INKAP TIYANANPI ORACION Era un ritual de ofrenda que realizaba el Inka de manera personalísimo asistido por su sacerdote, en Inkap Tiyanan (Adoratorio Inca), ubicado en una de las cumbres del nevado Sarasara. Llegaba a este santuario subiendo por el camino de Chacamarca, Puka rumi, Wankarama. En este adoratorio realizaba la adoración personal a su madre Saramama, agradeciendo por todas las subsistencias recibidas, y por haberle regalado agua sin la cual no podrían los Ayllus sobrevivir. Enseguida, reverente ofrendaba los mejores productos de cosecha, hojas de coca, Mullu, Chegchi Sara, chicha, puyñu, llama Wira, Apascha, Illa Rumi, ídolos de camélidos que eran enterrados por los contornos del adoratorio. De la misma manera, sacrifican Chumpullu cuya sangre en un Puyño (Cantaro) llevaban a un Machay (Cueva) localizado en el mismo nevado para que Saramama pueda beberla, también entregaban Conopas (Ídolos de animales hecha en piedra y madera). El Inca en este santuario solía quedarse muchos días conversando con su madre. INICIO DE LA GRAN COSECHA DE MAIZ El Inka bajando del nevado Sarasara a Quilcata, comunicaba a los representantes de los Ayllukuna de la región Sarasara, el consentimiento de Mamasara para iniciar la cosecha de maíz o Sara Aymoray Raymi. Correspondiendo al mes de Mayo actual. Igualmente, ordenaba el Sara Kuskiy o la búsqueda de Illa Sara o Kuti Sara, que consistía en la ubicación de choclos que tengan los dientes en formación circular o dos choclos unidos, particularidades que era considerada como una bendición, razón por lo cual Hatun runakuna (Los sembradores incas) afanosos procuraban encontrar mazorcas con esas características. MINKA, AYNI Y MITA. Durante la cosecha de maíz la Minka, el Ayni y la Mita, se mostraba vigorosa, potente, llegando a su mayor sacralidad en medio de las expresiones de sus ritos, cantos, música y danza. KAYQA MAMAY AYLLUYPA HATUN 40 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. MINKAN AYNIN MITAN CHAYPA CHANINTA SARACHAYTA MIRARICHIY AYLLUYWAN KAUSAKUNAYPAS PIRWAYPAS CHANINTIN MUJUYUJ KANANPAQ CHAYMI AYLLUYPAS CHANINTAM TAKIPALLASUNKI, TUSUPALLASUNKI ………… ÑAM MAMALLAY SARAYAYKI POQORUNÑA CHAYMI AYNICHAYWAN, MINKACHAYWAN, MITACHAYWAN PALLARUSPA QOPUYKI ÑAM TAYTAY INTIMANPAS SARACHANTA QOPUNI SARACHAYKITA KALCHARIMUSPA TIPIRIMUSPA ASTARIMUSPA ISKURIMUSPA MUJURIMUSPA PIRWARIMUSPA AQARIMUSPA. El Inka dando ejemplo iniciaba la cosecha de maíz en sus andenes de Inkasuyu, ubicado en las inmediaciones de Quilcata, que hasta hoy conserva su nombre (Incasuyo). Igualmente, millares de hombres y mujeres pertenecientes a diversos Ayllus se dirigían a cosechar maíz en las tierras del Inti llamado Wampu. Tambien los Hatun Runa iniciaban la cosecha de maíz en sus Markas. Conforme algunas versiones orales, los sembradores Incas durante la cosecha cumplían con sacralidad los siguientes actos: SARA KALCHAY. Acto de cortar la planta de maíz en pie con sus mazorcas en rama, separándola del vientre de Saramama (Madre maíz). Acto comparado con el trabajo de cirujano cuando utiliza el bisturí para cortar el cordón umbilical. Durante este acto las mujeres con las ramas hacían una especie de muñecas simbolizando a Saramama (La madre del maíz) para protejer la cosecha. SARA ARKUY Las plantas cortadas las apilaban casi verticalmente, formando como una especie se arco con las plantas. Los arcos de maíz lo hacían en medio de los andenes o plataformas de piedras, para que las mazorcas terminen de madurar con los rayos del Sol. Conocían la técnica de cómo evitar que HUKUCHA MANA MIKURUNANPAG. (Para que los ratones no lo coman). SARA TIPIY Cuando las mazorcas secaron o perdieron su humedad, se les consideraba maduros, procediendo la separación de la mazorca del tallo. Lo hacían torciendo manualmente, formando con estas mazorcas montículos en los andenes. Durante la ejecución de este acto de producía la quema de los muñecos de Sara-Mama (Madre de Maíz). SARA ASTAY. Consistía en el acarreo de las mazorcas de maíz hacia la pampa de Inkawasi empleando miles de llamas. Llegando apilaban las mazorcas en la pampa o espacios adyacentes al palacio de Incahuasi, que para esta ocasión estaba alfombrado con Ischu. Las mazorcas que pertenecían al Inca eran depositados en un sector de la pampa y las del Tayta Inti en otro sector. Las mazorcas quedaban formando miles de montículos. Las mujeres también participaban con sus Apaschas colgado de su cabeza o pecho llevando con mucha diligencia cantidades casi igual que los hombres. Vale decir, que el acarreo era semejante a la labor de las hormigas cuando llevan hojas a su hormiguero, a diferencia de las hormigas, eran miles de hombres y mujeres que llevaban maíz a Incahuasi. Igualmente, el tráfico de llamas era interminable llevando la preciada carga de maíz. SARA ISKUY. Era el acto de desgranar maíz empleando la mano. Era permitido realizar solo a mujeres vírgenes llamadas Akllas, quienes asidos de la mano rodeaban las mazorcas, luego arrodillándose las desgranaban dejando caer los granos a su Mellqayninman, una forma de depósito formado con su anaku o pollera, luego con los granos formaban otros montículos, clasificándolo según el color y tamaño, unos con granos de maíz rojos, negros, blancos y amarillos, asimismo, considerando la salubridad de los granos separan Sara Peqakunata (Maiz hongeado) formando con ellos otros montículos para elaborar chicha. SARA MUJUY Era un acto permitido solo a las Acllas (Escogidas) o mujeres vírgenes especializadas en reconocer semillas saludables. Para ello asidos de la mano se ubicaban 41 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 21-44 / ISSN: 2221-7819 alrededor de los montículos de los granos, luego empleando sus manos escogían los mejores granos de maíz exclusivamente para semilla, como haciendo un control de calidad riguroso considerando su color, salubridad, tamaño. Estos granos eran depositados en las Pirwas que tenía cada ayllu del Sarasara. Todo este acto era acompañado de Harawikuna ejecutadas por cantoras vírgenes. SARA KUTAY. Consistía en moler los granos de maíz con un Tunau (Batan) sobre un Maray (Plataforma plana de piedra). Me dicen en esta fiesta se producían abundante Sara Aco (harina de maiz) producto de Tagsa Sara, o Chusu Sara con las cuales hacían Sanco un alimento especial para los días de fiesta. SARA AQAY Consistía en llevar a unas chicherías ubicados cerca al palacio de Incahuasi, los granos de maíz considerados Peqa, donde un grupo de mujeres Maraypi Peqa Sarata Kutaspa (Moliendo el maiz hongueado) y otros procesos preparaban grandes cantidades de chicha. Todos los participantes bebían la chicha para sentir sanación, vitalidad y salud. Asímismo, de los mejores granos hacían Asua (Chicha fresca) muy sabrosas para que tome el Inka y sequito. Las chichas eran de buen sabor y de óptima calidad. SARA PIRWAY. Consistía en almacenar maíz perteneciente al Inca y del Sol, en las Collcas (Depósitos) de cada Ayllu. Otra parte lo almacenaban en Collcas que había en los caminos. Otras se enviaban a los depósitos del cuzco. Los Hatun Runa almacenaban su maíz en las Pirwas de su vivienda, hechas de maguey y otros vegetales. La Collca estaba aromado con hierbas especiales, para alejar roedores y alimañas. Durante la madrugada las Akllas hacían rituales a las Cabrillas invocando protección para las Colqas, hasta la nueva temporada de siembra. LA MITA INCAICA. Desde Puerto Inca ubicado en el centro poblado de Atiquipa próximo al puerto de Chala – Arequipa, llegaban a Inkawasi los Mitayoc (Trabajador dedicado a la Mita), con cientos de llamas cargando Qocha Yuyu (Duvillaea antárctica), producto comestible, muy nutritivo, que luego de un proceso de secado se comía en esta fiesta. Esta población que cumplía la Mita estaba especializaba en la recolección de algas marinas. Su permanencia en esta caleta era por temporadas, para dar paso a otras poblaciones para que recojan el alga. Dicen que toda la población de los Ayllus del Tawantinsuyo tenía como dieta el Qocha Yuyu. De igual forma pescaban Challwa (Nombre dado a los peces del mar en general), y desde esta caleta llevaban pescados frescos para el Inca, Kuracas, sacerdotes, señores principales del Cuzco y personalidades importantes de los centros incaico. También en sus orillas existe un ecosistema de vegetación de lomas donde levantaron grandes extensiones de terrazas para cultivar diversos productos aprovechando la humedad que trae las brisas marinas de la estación invernal. Cuentan los antiguos quilcatinos que fiesta de maíz en tiempos de la colonia fue reemplazada por la Feria de Inkawasi.” ALGUNAS CONCLUSIONES Incahuasi a nuestro modo de percibir, fue un eje fundamental en el ordenamiento territorial, ya que estaría denominado en segundo orden después de Vilcashuamán, este sitio es de paso obligatorio para la costa quiere decir que ha existido una correspondencia total entre la población altoandina y costera en su momento. 42 OROSCO, José: “Organización espacial del sitio arqueológico Incahuasi, durante el Periodo Horizonte Tardío en la meseta de Parinacochas – Ayacucho”. Por otro lado, observando la planificación de este sitio uno se queda atónito, ¿Por qué se erige en este espacio cuando en realidad existe otros espacios más amplios? Consideramos que la cosmogonía y cosmología inca ha traspasado el mero hecho del lugar físico, ellos habrían estudiado el lugar y ver de qué manera iban organizando con los demás componentes, jugar con las constelaciones astronómicas, el tiempo factor fundamental, los riachuelos casi siempre están presentes adyacentemente en este tipo de centros. Otro asunto es organización del espacio, posee una plaza central con un posible ushno en la parte central, las kallankas están orientadas a la plaza principal, consideramos que la dualidad existe, a partir de la plaza hacia el lado N esta los hanan y hacia el sur el resto de los recintos del hurin. BIBLIOGRAFÍA. AGURTO CALVO, Santiago. (1980). Cusco: la traza urbana de la ciudad inca.Unesco‑INC; Cusco. BINGHAM, Hiram. (1964). Machu Picchu. la ciudad perdida de los Incas. Ediciones ZigZag, Santiago. CARDONA ROSAS, Augusto. (2018). 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DATOS DEL AUTOR: José Luis QUISPE OROSCO: Licenciado en Arqueología por la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica. Candidato a Maestría con Mención en Estudios Andino, Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Diplomado de Alta Especialización: Patrimonio Cultural, por la Universidad Inca Garcilaso De la Vega – Lima. Arqueólogo del Ministerio de Cultura de Huancavelica desde 2013 al 2015. Diplomado en Conservación de Objetos Arqueológicos, por el Instituto Superior de Conservación y Restauración Yachay Wasi - Lima Diplomado en Museología, Gestión de Patrimonio y Políticas Culturales, por la Universidad Privada Simón Bolívar – Lima. Director del Proyecto de Investigación Arqueológico Chukurpus, Distrito - Santiago de Chocorvos - Huaytará – Huancavelica - 2018. Director del Proyecto de Investigación Arqueológico Chukurpus e Identificación de Sitios Prehispánicos Santiago de Chocorvos, Huaytará, Huancavelica – 2021. Director de Asuntos Académicos del Instituto de Paleontología, Arqueología y Medio Ambiente (IPAMA) Ica. Actualmente arqueólogo del Ministerio de Cultura de Ica (desde 2015 hasta el presente). 44 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en ARTÍCULO ORIGINAL el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. ÑAWPA MARCA / No 2, VOL 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 APUNTES SOBRE LA ARQUEOLOGÍA DE LOS ANEXOS POBLADOS DE AYAS Y LINDAY EN EL DISTRITO DE SAN JERONIMO DE SURCO, HUAROCHIRI. “Notes on the archeology of the populated annexes of Ayas and Linday in the district of San Jeronimo de Surco, Huarochiri”. Rodrigo José Padilla Sinchi https://orcid.org/0000-0003-3197-3692 Universidad Nacional Federico Villarreal padillasinchirodrigojose@gmail.com Resumen A partir de una exploración realizada por el autor en los anexos poblados de Ayas y Linday1, jurisdicción del distrito de San Jerónimo de Surco (Huarochirí), se proporcionará información entorno a los sitios arqueológicos aledaños de Higospuquio (2750 m.s.n.m), Huacapune (3700 m.s.n.m), Peña Culebra (2800 m.s.n.m.), Cantahuaycho (2350 m.s.n.m) y Coto gentil (2720 m.s.n.m). Tales evidencias son significativas dada la carencia de literatura arqueológica para la parte alta del valle del Rímac. Postulamos que la construcción de los asentamientos registrados estarían ligados a la sacralización del agua, ello debido a que estos sitios se encontrarían inmersos en un complejo sistema de relaciones visuales y de ordenamiento del espacio. Palabras claves: San Jerónimo de Surco, Ayas, Linday, Huarochirí, pinturas rupestre, Rímac, simbolismo del agua. Abstract From an exploration carried out by the author in the populated annexes of Ayas and Linday, jurisdiction of the district of San Jerónimo de Surco (Huarochirí), information will be provided on the neighboring archaeological sites of Higospuquio (2750 m.s.n.m), Huacapune (3700 m.s.n.m), Peña Culebra (2,800 meters above sea level), Cantahuaycho (2,350 meters above sea level) and Coto Gentil (2,720 meters above sea level). Such evidence is significant given the lack of archaeological literature for 1 Bajo el título “Evidencias arqueológicas en la sierra de Lima: espacio, paisaje y rito en San Jerónimo de Surco, Huarochirí” hemos presentado un reporte preliminar sobre los trabajos suscitados en dicha área de estudio como ponencia en el IX Coloquio de estudiantes de Arqueología realizado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) los días 14 y 15 de Noviembre del 2019. 45 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 the upper part of the Rímac valley. We postulate that the construction of the registered settlements would be linked to the sacralization of water, due to the fact that these sites would be immersed in a complex system of visual relations and spatial ordering. Keywords: San Jerónimo de Surco, Ayas, Linday, Huarochirí, cave paintings, Rímac, water symbolism. * Presentado: 15 – 03 – 2022. * Aprobado: 18 – 05 – 2022. UBICACIÓN Y ASPECTOS GEOGRÁFICOS La cuenca del río Rímac se origina en la vertiente occidental de la cordillera de los andes – a una altitud máxima aproximada de 5.508 m.s.n.m.–, en el nevado Paca a unos 132 kilómetros al nor-este de la ciudad de Lima. Figura 1. Mapa de ubicación de los sitios investigados y mencionados en el artículo. El mapa es nuestro. Conforme la cuenca se va elevando desde Lima hacia la cordillera, el valle presenta significativas variaciones que van de un amplio plano costero –en el cual se ubica la ciudad de Lima–, a un perfil de valle bien definido donde las actividades agrícolas se encuentran presentes y aparecen importantes centros urbanos, tales como Chaclacayo, Chosica, Surco y Matucana. En la sección alta de la cuenca–a unos 2,200 m.s.n.m al este de San Jerónimo de Surco–, el 46 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. valle se torna muy estrecho, con paredes laterales, un talud muy empinado y paisajes diversos. Debido a estas características, el valle del Rímac presenta una orografía que encierra paisajes y climas diferentes que van desde el cálido en la sección media (Chaupiyunga) hasta el gélido clima de Ticlio. El distrito de San Jerónimo de Surco, ubicado en la región Quechua, según la clasificación de Pulgar Vidal (1967), presenta – al igual que todos los de la provincia de Huarochirí– una economía netamente agrícola y ganadera. Sus tierras son fértiles gracias a que se aprovechan –y distribuyen– las aguas provenientes de lagunas alto andinas, las cuales desembocan de manera natural en los abismos por medio de cataratas; también se hace uso de las aguas que proveen las lluvias, siendo estas canalizadas por un intrincado sistema de canales y reservorios que –con mucha seguridad–, datarían de épocas prehispánicas, al igual que los andenes circundantes. En la jurisdicción del Municipio de San Jerónimo de Surco, ubicados en la margen derecha del valle alto del rio Rímac (Figura 1) se ubican los anexos poblados de Ayas (Figura 2) y Linday (Figura 3). Figura 2: Vista panorámica del Anexo poblado de Ayas. 47 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 3: Anexo poblado de Linday. Debido a que la mayoría de los sitios prospectados han recibido serias afectaciones por la mala gestión dentro de las comunidades aledañas, tales como alteración de estructuras y huaquearía, las descripciones serán breves. LOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS DE AYAS Higospuquio2 El sitio arqueológico de Higospuquio se ubica a unos 2750 m.s.n.m. sobre la ladera Este del cerro Tomapongo y actualmente está muy destruido. Para su emplazamiento se ha construido grandes terrazas, las cuales permiten que la arquitectura se adapte a la topografía. La arquitectura del sitio se caracteriza por presentar estructuras habitacionales y estructuras funerarias hechas de piedra semi canteada unidas por argamasa de barro. 2 El sitio fue registrado inicialmente en el catastro del Arq. Carlos Milla Villena (1974), quien lo ubico durante el periodo Intermedio Temprano, esta asignación es tentativa y se basa en la propuesta teórica de dicho autor sobre un supuesto «triángulo geográfico» (Milla, 1974-1975). También se menciona que el sitio tiene una doble ocupación debido a la presencia de estructuras soterradas y construcciones exteriores. 48 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Las denominadas estructuras habitacionales se caracterizan por estructuras soterradas y estructuras unitarias. Las estructuras soterradas (Figuras 4 y 5) son grandes edificios con dos o tres subdivisiones internas, con un único acceso pequeño, también soterrado. Por su parte, las estructuras unitarias (Figura 6) se caracterizan por ser edificios mucho más pequeños y de una sola cámara. Otras formas arquitectónicas identificadas son los edificios rectangulares (Figura 7) que presentan un nivel aterrazado y están asociados a pequeños patios, los cuales se encuentran conectados por escaleras; en algunos casos, están unidos a otros edificios compartiendo un mismo muro (Figura 4). En el caso de las estructuras funerarias estas son de tipo machay, compuestos por una o dos cámaras individuales (Figuras 8 y 9), las cuales se encuentran adecuadas al interior de grandes abrigos rocosos. En el caso de las estructuras de una sola cámara se ha registrado una especie de cista en el interior (Figura 10) mientras que las estructuras de dos cámaras se caracterizan por encontrarse separadas por un muro compartido de roca canteada con argamasa de barro. Figura 4: Tipo de estructura soterrada. 49 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 5: Detalle de un vano de acceso de la estructura soterrada. Figura 6: Estructura unitaria. 50 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 7: Estructura rectangular con dos entradas. Figura 8: Croquis de una típica estructura rectangular. 51 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 9: Estructura funeraria con una cámara Figura 10: Estructura funeraria con dos cámaras Figura 11: Cista en el interior de un machay de una sola cámara. 52 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. La evidencia material registrada en la superficie del sitio es muy escasa, destacan fragmentos de cerámica y manos de moler (figura 12). Dentro de los fragmentos de cerámica hallados se pudo identificar las formas de ollas y cantaros, los cuales son de pasta color marrón oscuro y naranja, muy toscas en su manufactura (imagen 3). Estas formas sugerirían actividades domésticas. Figura 12: Mano de moler hallada in situ cerca de un conjunto de estructuras soterradas. Figura 13. Fragmentería registrada en el sitio de Higospuquio. 53 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Huacapune El sitio arqueológico de Huacapune3 (Figura 13 y 14) se ubica a unos 3700 m.s.n.m. en la cima de la primera meseta del cerro Tomapongo en Ayas. El sitio se emplaza sobre una pequeña explanada, al pie de un promontorio rocoso natural. El arqueólogo Luigi Mazzi (2018) ha realizo una descripción de este complejo4. Es interesante la propuesta del autor debido a que clasifica al sitio como un Kuri5, el cual podría haber estado dentro de un paisaje ordenado, donde Huacapune cumplía la función de centro ceremonial destinado a la veneración de los ancestros locales y a rituales vinculados al agua que tendrían su origen en tiempos anteriores a la hegemonía del culto a Pariacaca. En líneas generales, el emplazamiento del sitio arqueológico ha modificado el relieve de la montaña debido al empleo de terrazas para poder hacerlo accesible y habitable. Mazzi (2018) define que la característica principal del asentamiento es la presencia de un muro perimétrico de 1.20 m de ancho por 3 m de alto, conformado por los sectores A y D (Mazzi y Bazán, 2021), el cual está ubicado de tal forma que sigue el contorno del relieve, separando la parta baja de la pequeña meseta de los abismos. La plaza central, como indica Mazzi (2018), divide la parte inferior Sur, sector B (Mazzi y Bazán, 2021) de la parte superior donde se encuentra la escalera principal (Figura 16) que conduce al farallón, ubicado al Norte, sector E (Mazzi y Bazán, 2021) (Figura 17). Este farallón se encuentra en la parte central y superior del sitio; hacia el lado Este del farallón hay varias construcciones con recintos de planta rectangular y accesos restringidos, dichas estructuras están asociadas al camino que conduce a la plaza. Desde la parte superior del farallón se tiene un magnífico control visual del sitio y de toda el área circundante al farallón6. Hacia el Oeste, sector C (Mazzi y Bazán, 2021), se encuentra la mayoría de los pasadizos y recintos, algunos de ellos con cámaras subterráneas (figura 18) y estructuras mortuorias (Figura 19). Por otro lado, hacia el Este, sector A (Mazzi y Bazán, 2021), se encuentra la salida, la cual conecta con andenerías y un canal7, el cual desciende de una catarata menor. Con respecto a las estructuras mortuorias, estas se presentan en dos tipos: A) mausoleos de medidas aprox. 3.50 m. de alto que presentan tres cavidades superpuestas de 1m. de alto cada una; y B) cistas soterradas de forma circular, con una profundidad de aprox. 1.50 m. de alto y un diámetro aprox. de 3 m., la presencia del material cultural es escasa (Figura 20). Registrado en el catastro de Milla Villena (1974) como Waka-pune A y B, asociado cronológicamente –en base a su propuesta teórica del “triángulo geográfico” (Milla, 1974-1975)–, al periodo Intermedio temprano; posteriormente, Alberto Bueno (1992) indica que el sitio presenta ocupación humana desde el Periodo Intermedio Tardío. 4 Si bien la primera propuesta de sectorización es dada por Morford y Gitlitz (1969), recientemente Mazzi y Bazán (2021) han presentado una nueva descripción y sectorización del sitio. 5 Los Kuri son, para Tello y Miranda (1923), asentamientos erigidas en lo alto de las montañas, los cuales presentan muros altos que cercan peñones rocosos, estos últimos poseen formas caprichosas de una forma circular; también poseen terrazas que protegen –y restringen– el acceso al sitio. Estos peñones estarían representando a los ancestros de cada comunidad, el cual ha sido petrificado y es donde se colocaban a las momias principales. Kuri también significa rayo (Arriaga, 1920). 6 Mazzi y Bazán (2021) indican que se puede visualizar desde el peñón de Huacapune cinco sitios arqueológicos pertenecientes a las jurisdicciones de San Jerónimo de Surco, San Andrés de Tupicocha y Matucana. 7 Este canal parte desde la laguna de Ucte y pasa por todo el asentamiento (Mazzi, 2018). 3 54 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 14: Vista panorámica de Huacapune. Figura 15: Plano de Huacapune donde se aprecian los sectores públicos (Sector A, B y D) y sectores privados (Sector E y C), propuestos por Mazzi y Bazán (2021). 55 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 16: Escalera principal. Figura 17: Farallón de Huacapune. 56 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 18: Estructura que presenta una cámara subterránea. Figura 19: Estructura funeraria del tipo mausoleo. 57 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 20: Fragmentería registrada en el sitio de Huacapune. Cortesía de Luigi Mazzi, modificado por nosotros. La pintura rupestre de Peña Culebra Peña Culebra (Figuras 21, 22 y 23) se ubica a unos 2800 m.s.n.m. en la ruta que va desde Ayas hasta la catarata de Mortero. El lugar se caracteriza por tener solo la representación de una serpiente de contorno delineado en tinta de color rojo, las líneas son sinuosas, dando la impresión de estar en movimiento. El soporte para la representación ha sido la cara liza del farallón. Considerando que la forma de representación de dicha pintura presenta atributos similares a las formas de serpientes plasmadas en las vasijas del estilo Villa el Salvador8, advertimos de una posible filiación al periodo Intermedio Temprano. Los sitios arqueológicos de Songos Cantahuaycho9 El sitio se encuentra situado al este del anexo de Linday, en la ladera del cerro Tomapongo a unos 2350 m.s.n.m., las estructuras se encuentran adaptadas a un relieve desigual y con diferencias de altura dando la sensación de estar construidos escalonadamente; las construcciones se encuentran organizadas en conjuntos que comparte un espacio abierto a modo de patio y que en ocasiones el techo de los edificios llegan a ser el piso o patio de otras estructuras. Los edificios se organizan entorno a patios. Las estruc8 9 Ejemplos similares de esta representación son reportados por Delgado (2017). El sitio fue registrado como Linday Bajo por el Arq. Carlos Milla en su Catastro (1974) con una cronología asignada para el periodo Intermedio Tardío. 58 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 21: Ubicación de la pintura de Peña Culebra. La flecha señala la ubicación de la pintura. Figura 22: detalle de la pintura rupestre de Peña Culebra. 59 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 23: Redibujo de la pintura de Peña Culebra. El dibujo es nuestro. turas identificadas tienen planta irregular de dimensiones grandes, con techo de grandes lajas de roca y una altura externa que va desde 1.50 m. a 2.20 m.; además, presenta vanos de acceso construidos con jambas y dinteles, para ello se han empleado piedras de grandes dimensiones con forma rectangular. Se han distinguido dos tipos de edificios, estructuras soterradas y estructuras unitarias (Figura 24). Las estructuras soterradas presentan una profundidad variada que tiene por lo general de 1.20 m. con respecto del nivel del suelo (Imagen 6); estos edificios se caracterizan por ser espacios de grandes dimensiones que utilizan rocas grandes –y anchas– para los dinteles y el soporte de grandes rocas para el techo a modo de mastabas. Mientras que las estructuras unitarias (Figura 26) son por lo general de 1.60 m. de altura, aunque también hay pequeñas, aproximadamente de 90 cm. de alto; algunas de estas estructuras se encuentran asociados a patios bien definidos (Figura 25). La presencia de material cultural es escasa. La cerámica registrada presenta una pasta marrón oscuro y naranja, sin poderse identificar formas. También se han reportado algunas manos de moler (Figura 27). 60 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 24: Estructura unitaria y estructura soterrado. Figura 25: Vista de las estructuras unitarias. 61 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 26: Croquis de una estructura soterrada. Figura 27: Estructuras unitarias asociadas a un patio. Figura 28: Mano de moler, hallada in situ cerca del conjunto de estructuras unitarias. 62 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Coto Gentil10 Ubicado a unos 2720 m.s.n.m emplazado sobre una pampa denominada “boquicuesta” al oeste del cerro Tomapongo, siguiendo el camino que parte de Cantahuaycho. El sitio (Figura 29) se caracteriza por presentar estructuras rectangulares (Figuras 30 y 31), con muros que presentan un acabado en piedra canteada, unida por argamasa de barro. Los edificios presentan techos de grandes rocas dispuestas a modo de mastabas. Estos edificios se encuentran asociados a estructuras soterradas (Figura 32). Algunas de las estructuras rectangulares presentan dos vanos de acceso (Figura 33), similares a los reportados para Huacapune. Actualmente el sitio ha sido muy depredado por la actividad humana, por ello, la fragmentería es muy escasa, evidenciándose solo dos tipos de pasta –marrón oscuro y naranja–, utilizado para ollas y cantaros (Figura 34). Figura 29: Vista panorámica del sitio arqueológico de Coto Gentil. Figura 30: Vista en 3D de una estructura rectangular del sitio de Coto Gentil. La imagen es nuestra. 10 También conocido, por la comunidad aledaña, como Mitowayabo. 63 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 Figura 31: Vista de una estructura rectangular y una estructura unitaria pequeña. Figura 32: Vista de una estructura unitaria pequeña y una estructura unitaria soterrado. 64 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 33: Estructura con dos vanos. Figura 34: Fragmentería registrada en el sitio de Coto Gentil. 65 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 CONCLUSIONES El trabajo de la tierra ha sido fundamental para el desarrollo de las sociedades prehispánicas. El establecimiento de ciclos agrarios como herramienta de control en pro de la producción y manejo de las fuerzas productivas están siempre ligadas a una estructura de ritualidad y simbología; no es casual que en la mayoría de los asentamientos se evidencie lugares para estos actos como canales, huancas, plazas sagradas y un sinnúmero de espacios simbólicos donde se evocarían los mitos de los héroes civilizadores, constructores de canales, mallquis litificados, etc. A partir de los datos recogidos durante esta prospección en los anexos poblados de Ayas y Linday se puede sugerir la existencia de un patrón repetitivo de formas constructivas 11: las estructuras soterradas y las estructura unitarias y estructuras rectangulares; así mismo, también registramos tres tipos de estructuras funerarias: machay, cistas soterradas y, posiblemente, estructuras con dos vanos. La poca presencia de la cerámica diagnóstica hace imposible asignarle una temporalidad clara a cada asentamiento, pero podemos sugerir que estos edificios podrían estar tentativamente asociados al Periodo Intermedio Tardío; también debemos indicar, en base a las características arquitectónicas y posibles funcionalidades, que el sitio de Huacapune sería el lugar principal y, probablemente, el más antiguo, al cual asociamos con el periodo Horizonte Medio teniendo la función de centro ceremonial integrador asociado al culto al agua. Una de las principales características de Huacapune es la presencia de un enorme farallón del cual se estaría generando todo el asentamiento y que, por sus características y la forma como juega con el asentamiento, hace indicar que este elemento sería una huanca, el cual es un bulto de forma alargada, por lo general de piedra que puede ser de origen natural –cuando su forma fue modelada por la naturaleza–, o artificial –cuando hay un tratamiento del hombre para darle esa forma alargada; su origen se remonta a los periodos tempranos del desarrollo de la cultura andina (Farfán, 2012). Dentro de sus atribuciones, la huanca es un símbolo y un personaje vigente que sustenta la fertilidad y la abundancia, es decir, chacrayoc y marcayoc, dueño de la chacra y dueño del pueblo, respectivamente (Gonzales, 1989). La huanca también es considerada el dueño del agua12 y la réplica del ancestro momificado al que se atribuye la fundación del lugar, el pueblo y del grupo al cual se reconoce como descendiente. El alcance de su culto es variable, según Duviols (1973) existían huancas que eran veneradas desde un solo ayllu hasta por varios pueblos e, incluso, por una provincia entera. Los datos históricos hallados en el Manuscrito de Huarochirí de 1608, hablan de dos grupos asentados en esta zona: los Huayllas y los Surcos. Sobre estos grupos tenemos la siguiente información en relación al culto a Pariacaca: Debemos indicar que otros sitios ubicados en la margen izquierda como en Chingana y Huanano (Foto 28), pertenecientes al distrito de San jerónimo de Surco, difieren de estas características aunque presentan algunas similitudes. Esperamos complementar la información recopilada en próximos trabajos. 12 Esto se podría ver en la relación que existe entre canal que parte desde la laguna de Ucte el cual se asocia al farallón (Huanca) y que atraviesa todo el asentamiento de Huacapune. 11 66 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. “Los Surcos prefieren que sean los Huayllas quienes bailen para ellos. Si estos se han casado con mujeres de la comunidad [los de Surco] y si observan estos ritos, los [Surco] no les quitan sus chacras u otras cosas por ser forasteros. Mas bien los estiman y los ayudan. /Y es cierto que/ cualquiera de estos Huayllas que residen en Surco cuando vienen a comprar coca a Suquiacancha pide a la vendedora que aumente su porción por ser el huacsa. Hoy día aprovechan la ocasión de cualquier pascua importante de los cristianaos para celebrar estas pascua y ejecutar estos bailes; y la gente de Surco aventaja a todas las otras comunidades [en su celo]” (Taylor, 1987, p. 177; los subrayados son nuestros). La información expuesta es valiosa puesto que se sugiere que los Huayllas al ser estos forasteros (¿Yacuases?) eran subordinados de los Surco (¿Huaris?); esto tomaría relevancia debido a que se afirma la cohabitación en un ayllu forastero a consecuencia del casamiento con mujeres locales, en dicho sentido, se estaría estableciendo una relación de subordinación: solo por medio de la especialización ritual se les hubiera permitido integrarse a la comunidad y alcanzar el favor particular del dios regional; esto se ve reflejado en el hecho de que los Huayllas eran quienes iban a bailar en remplazo de los Surco durante las celebraciones a Pariacaca, siendo estos los huacsas. Al respecto de este término, el Manuscrito menciona que: “[Cada vez que] Pariacaca conquistaba [una comunidad] de las alturas, estableciéndose allí [como huaca local], prescribía lo necesario para su culto. Estas instrucciones eran idénticas para todas las comunidades […]/Se dice que / Pariacaca [escogió a un miembro] de cada [linaje a quien] dio las instrucciones siguientes: “Tú eres quien cada año organizarás las pascuas según las tradiciones que yo he establecido”. A éste [le dio] el nombre de huacsa [y le ordenó] celebrar bailes tres veces por año trayéndole coca en bolsas de cuero muy grandes” (Taylor, 1987, pp. 167-169; los subrayados son nuestros). Pablo Joseph de Arriaga, extirpador de idolatría, menciona, en relación a San Jerónimo de Surco, que: “En el pueblo de Sam Jerónimo hubo bien que hacer por ser muy dados a la embriaguez. Treinta cruces que había mandado poner el doctor Diego Ramírez donde había sacado treinta huacas estaban quietas; mandáronse poner; descubriéronse treinta malquis y una huaca principal llamada Yaromarca. Habían tornado a hacer algunas fiestas para su gentilidad. Cuando había hielos llamaban a los que nacieron de pies ya los que tiene partidos los labios y a los que nacieron dos de un vientre, y a estos riñen los sacerdotes, diciéndoles que por no haber ayunado a sal y agi había hielos, y luego les mandaban que por diez días ayunasen al modo ordinario y que se abstuviesen de sus mujeres; mandábanles también que se confesasen de sus pecados a solas, y dábanles por penitencia que se lavasen, y guardaban las demás ceremonias de sus confesiones” (Arriaga, 1920, p.183; el subrayado es nuestro). De esta sección destacamos que la dedicación de los ayllus de San Jerónimo de Surco hacia las fiestas en honor a las huacas y, sobre todo, la presencia de una deidad del rayo –y los 67 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 elementos asociados a ello13– como los posibles ata y curi14 que, a su vez, se asocian a los nevados, símbolos del culto al agua. Las multiplicidades de cruces colocados actualmente en cada reservorio de agua asociadas a los canales registrados en Ayas (foto 28) bajo la presencia –o cercanía– de los sitios y la pintura de Peña culebra con las cataratas hacen innegable las relaciones simbólicas entorno al agua; de tal modo que las relaciones –posiblemente existentes– entre canal, huanca y pintura no parecen ser únicas en la zona de San Jerónimo de Surco puesto que estas estarían inmersas dentro de un complejo sistema de relaciones visuales y de un ordenamiento del espacio ligados a la sacralización del agua, anteriormente indicado en nuestro trabajo sobre la zona de Matucana (Fig.29) (Padilla, 2018). Figura 35: Estructura presente en el sitio de Huanano, San Jerónimo de Surco. Fabian de Ayala en su “Errores, ritos, supersticiones y ceremonias de los yndios de la prouincia de Chinchaycocha y otras del Piru (1603)”, con respecto al culto del rayo, indica: “La muger que paria dos de un uientre los atribuyan al rayo // que llaman curi y despues que los tratan los españoles como les an oydo dezir quando truena Sanctiago lo llaman por este nombre y se lo ponen a los assi nacidos Sanctiago o Curi muy sin excepcion quedando este nombre por apellido de sobrenombre en la succession de los tales y la muger que los paria auia de ayunar ynfaliblemente doze dias absteniéndose de comer agi y sal y de que no llegase a ella su marido todos los doze dias en reuerencia del rayo pidiendole que no la empreñase otra uez” (Duviols, 1974-1976, p. 282). 14 Revisar Bravo (2014) para una explicación más detalladas sobre los illas, atas y curis. 13 68 PADILLA SINCHI, Rodrigo: “Apuntes sobre la arqueología de los anexos poblados de Ayas y Linday en el distrito de San Jerónimo de Surco, Huarochirí”. Figura 36: Vista de uno de los tantos reservorios de agua hallados en Ayas, los cuales se encuentran asociados a una cruz. Figura 37: Vista panorámica desde Higospuquio y su visualización hacia los sitios de Pariasune y Punsho Pukro ubicados en la jurisdicción de Matucana (la flecha roja indica la ubicación de ambos asentamientos). 69 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 45-72 / ISSN: 2221-7819 AGRADECIMIENTOS A Luigi Mazzi por compartir el plano y las imágenes de Huacapune que acompañan este artículo, a Bradymir Bravo por la sugerencias y discusiones que se vertieron en este artículo. A El Champal de Cocachacra y en especial a Marion Ona por el apoyo en las prospecciones a la zona de Ayas. BIBLIOGRAFÍA. ARRIAGA, José. (1920). Extirpación de Idolatrías del Perú. Colección de Libros y Documentos Referentes a la Historia del Perú, Tomo I (Segunda Serie). Imprenta y Librería Sanmarti. BRAVO, Bradymir. (2014). Los illa, ata y curi entre los checas de Huarochirí. 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Ha participado en excavación y gabinete en diversos proyectos de investigación arqueológica. Interesado en los periodos Formativo e Intermedio Temprano. Desde hace varios años viene investigando la provincia de Huarochirí con énfasis en el valle medio y alto del Rímac. Actualmente, viene realizando una investigación arqueológica e histórica en torno al distrito de Santa Cruz de Cocachacra, Huarochirí. 72 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor ARTÍCULO ORIGINAL de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. ÑAWPA MARCA / No 2, VOL 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 ANALIZANDO UN CASO DE ESTUDIO: LA RESTAURACIÓN DEL ANTIGUO TRIBUNAL MAYOR DE CUENTAS – CASA NACIONAL DE MONEDA (AHORA MUSEO NUMISMÁTICO DEL PERÚ) (1997-1999). “Analyzing a case study: The restoration of the old Main Court of Accounts – National Mint House (now Peru Numismatic Museum) (1997-1999)”. Harry Pizarro Anaya https://orcid.org/0000-0002-4434-9584 Universidad Nacional Mayor de San Marcos harry.pizarro@unmsm.edu.pe Resumen El presente artículo es el resultado del trabajo de investigación elaborado en la asignatura de Metodología de Diagnóstico, Evaluación e Intervención del Patrimonio Cultural Inmueble (MEDIEPAC) a cargo del Dr. Arq. José Carlos Hayakawa Casas, como parte de la currícula de la Maestría de Gestión del Patrimonio Cultural del área de posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), durante el ciclo 2021-I. Palabras claves: patrimonio, arqueología, Colonia, Lima, gestión cultural. Abstract This article is the result of the research work carried out in the subject of Methodology of Diagnosis, Evaluation and Intervention of Immovable Cultural Heritage (MEDIEPAC) in charge of Dr. Arq. José Carlos Hayakawa Casas, as part of the curriculum of the Master of Cultural Heritage Management of the postgraduate area of the Faculty of Social Sciences of the Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), during the 2021-I cycle. Keywords: heritage, archaeology, Colonia, Lima, cultural management. * Presentado: 12 – 03 – 2022. * Aprobado: 31 – 05 – 2022. INTRODUCCIÓN El estudio de caso trata sobre la restauración del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda, ahora Museo Numismático del Perú durante los años 1997-1999, y 73 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 tiene como objetivos1 el conocer la metodología de diagnósticos aplicada en el Museo Numismático en la gestión del patrimonio cultural inmueble y planificación de proyecto de uso social, a partir de la reflexión y entendimiento del contexto histórico del inmueble y del proyecto realizado. Se ha seguido la metodología estándar para estudios de caso (Díaz de Salas et. al. 2011), que define al mismo como el estudio de fenómenos, momentos concretos, etc. utilizando métodos cuantitativos y cualitativos, siendo en esencia una estrategia de investigación que comprende todos los métodos conocidos en ciencias sociales que busquen: contextualizar el problema, tener estándares de investigación, determinar los métodos de análisis, organizar los datos y establecer alternativas. En este trabajo hemos realizado los siguientes pasos: la selección del caso, elaboración de preguntas de investigación, localización de fuentes y posterior recopilación de datos, la interpretación de los mismos y la elaboración de un informe con las conclusiones respectivas. MARCO DE REFERENCIA: MARCO HISTÓRICO SOBRE EL PALIMPSESTO DEL PREDIO Si bien se han registrado tres grandes reconstrucciones asociadas en su mayoría a los grandes sismos en Lima (1687, 1746, 1873) y su construcción es atribuída al alarife Martín Gómez durante la gestión del Virrey Melchor de Navarra y Rocafull, Duque de la Palata (1683), es importante señalar las siguientes efemérides (ver figuras 1 y 2)2: ● 1 de diciembre de 1683, se reinaugura en el llamado “campo del Fraile” la sede del entonces “Casa de Fundición de Moneda y del Quinto Real", trasladada desde el “Solar de Riquelme”. ● El terremoto del 20 de octubre de 1687 causó serios daños al edificio, aunque no hay referencia a cómo era el predio en ese entonces. ● El terremoto del 28 de octubre de 1746 provoca la destrucción total del inmueble, provocando la reconstrucción del mismo, añadiendo al solar los terrenos de los predios ruinosos mediante ventajosas adquisiciones, dando por reinaugurada en 1760. ● En 1823 la Casa de la Moneda fue siniestrada por los Realistas durante las guerras de Independencia, siendo reabierta en 1828. ● Durante la gestión de Mariano Ignacio Prado (1866-1868) se remodela la Casa de la Moneda para que sirva de morada de sus empleados y vigilante del Tesoro Público. ● En 1870 se reforman los edificios de la Casa de la Moneda, reconstruyendo la fachada que existe hasta ahora, unificando el frente y demoliendo la zona que luego ocupó el Tribunal Mayor de Cuentas. 1 2 Basado en el syllabus del curso Metodología de Diagnóstico, Evaluación e Intervención del Patrimonio Cultural Inmueble. Basado en Fuentes documentales e historia monetaria (2014) de Dionisio de Haro y en Antecedentes históricos del Tribunal Mayor de Hacienda y Audiencia Real de Cuentas del Virreynato (sic) del Perú (1981), en formato revista de la Contraloría General del Perú. 74 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. ● En 1896 el Tribunal Mayor de Cuentas se trasladó al predio materia de estudio, funcionando hasta 1964. ● En 1974 se realizó la última restauración de la Casa de la Moneda hasta la intervención de 1997-1999. Figura 1. línea del tiempo del objeto de estudio Figura 2: Evolución del predio y del paisaje urbano: 1675, 1908, 1924 y 19443. 3 Plano de Nolasco (1675), plano de Lima por el centenario de la batalla de Ayacucho (1924), Plano de acequias (1908) y foto aérea del SAN (1944). 75 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 Sobre el contexto del proyecto Entre los años de ejecución del proyecto (1997 a 1999), el Perú estaba bajo la dictadura cívico-militar de Alberto Fujimori (1990-2000), quien entraba en un proceso de crisis política en busca de una fraudulenta re-reelección, que trajo consigo la destitución de los magistrados del Tribunal Constitucional. Esta crisis estuvo agravada por la inestabilidad económica mundial de 1998 y el ENSO del mismo año. Orgánicamente, el organismo rector de la cultura en el país era el Instituto Nacional de Cultura (INC), quien en esos años estuvo dirigido por Luis Arista y Luis Repetto. Es en ese contexto que, en junio de 1998, el Banco Central de Reserva del Perú presentó al INC con Expediente N.º 1876/07-98 el Anteproyecto del "Proyecto de Refacción - Restauración Integral y Adecuación a Nuevo Uso de la parte Posterior del Local del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas - Casa Nacional de Moneda para su debida aprobación. No es hasta el 02 de marzo de 1999 por Acuerdo N° 01/12.11.98 que se aprobó el Anteproyecto con la salvedad de realizar una evaluación sobre la posible existencia de la continuidad de la galería del 2do. piso adosado a la pared colindante de la Casa de la Moneda. Este acuerdo fue ratificado por la entonces Comisión Nacional Técnica Calificadora de Proyectos Arquitectónicos el 04 de marzo de 1999, mediante acuerdo 05/04.03.99. Marco Contextual: Datos del bien inmueble El "Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas", forma parte del actual Conjunto Arquitectónico correspondiente a la "Casa Nacional de la Moneda"; ubicada en la esquina formada por los Jirones Junín (antiguamente Calle Moneda) N° 781, 791 y Paruro (antigua Calle del Molino Quebrado) N° 528, Distrito del Cercado de Lima, Provincia de Lima, Departamento de Lima, en la Zona Monumental, precisamente en la Microzona A IV del Centro Histórico de Lima, formando parte del Ambiente Urbano Monumental del Jr. Junín, (Antiguo Camino al Pueblo del Cercado). Se ingresa directamente desde la calle a la sección que fuera ocupada por el Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas (Jirón Junín N° 781). Cuenta con un ingreso secundario desde el interior de la Casa de la Moneda. Entre los inmuebles vecinos más importantes tenemos el actual Congreso de la República, el actual Museo de la Inquisición y como espacio público la Plaza Bolívar. El uso actual es institucional (museo y oficinas administrativas) y el propietario es el Estado (Banco Central de Reserva del Perú). Según la bibliografía consultada4, el bien inmueble presenta las siguientes características: es una edificación en esquina, con dos pisos y amplias proporciones. El patio principal posee 4 El "Inventario del Patrimonio Monumental Inmueble de Lima (Valles de Chillón, Rímac y Lurín)" realizado por la FAUA UNI (1993) y el “Proyecto de restauración y adecuación al nuevo uso del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas-Casa Nacional de la Moneda” (1997). 76 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. galerías con arcos y una pileta al centro. Su filiación cultural es virreinal, estilo neoclásico (actual). Presenta un área de 9,728.70 m², correspondiendo el área intangible 7,980 m². Para el proyecto de restauración solo se consideró un área intangible de terreno de 699.68 m². Su estado de conservación es bueno al estar en uso social. No presenta amenaza de destrucción, ni se encuentra tugurizado. Está saneado legalmente y ha sido declarado monumento 5. El dispositivo legal referido es la Resolución Suprema N° 2900-72-ED del 28 de diciembre de 1972, que denomina a la "Casa Nacional de Moneda", Conjunto Arquitectónico como MONUMENTO HISTÓRICO ARTÍSTICO. Según la memoria descriptiva del “Proyecto de restauración y adecuación al nuevo uso del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas-Casa Nacional de la Moneda” (1997) el área intangible comprende el sector que ocupa el Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas, el Museo Numismático, los Antiguos talleres de Laminación, Corte y Fundición, la Imprenta general y las Oficinas Administrativas. Figura 3. El predio y el paisaje urbano en la actualidad (vía Google earth). El sistema estructural presenta muros portantes, techo plano horizontal y las siguientes características: 5 Todo esto gracias al proyecto materia de estudio. 77 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 Materiales predominantes: Cimiento: piedra y cal. Sobrecimiento: ladrillo y cal. Muro: adobe. Columna: madera. Arco: ladrillo y cal. Techo: madera. Piso interior: madera. Entrepiso: madera. Cielo raso: madera. Cobertura: barro. Portada: ladrillo y cal. Escalera: madera. Barandal: madera. Balcón: madera. Zócalo: madera. Decoración: papel. Carpintería: madera. Cerco, reja: fierro. Acabado muro interno: yeso. Acabado muro externo: cemento y arena. Claraboya,teatina,linterna: madera. Datos de los actores del proyecto - - Estuvieron involucrados los siguientes actores6: El propietario: El Banco Central de Reserva del Perú (BCR). Ente supervisor: Instituto Nacional de Cultura con la Arquitecta Ruth Arriola como supervisora de campo y la arquitecta Ruby Bustamante como Directora de Centros Históricos. Director técnico: Arquitecto José Correa Orbegoso (+). Ingeniero civil: Jorge Marroquín. Ingeniero residente de obra: José María Gálvez. Maestro de obra: Francisco Cardozo. Restaurador: Elmer Zapata, encargado de la pintura mural. Arqueólogos: Juan Mogrovejo, Lydia Casas, Lucénida Carrión. Ingeniero eléctrico: Walter Silva. Ingeniero sanitario: Raúl Castañeda. Contratista: Construcciones Villasol S.A. Inspector de obra: Bentín-Dextre Arquitectos S.A. Marco Teórico Este caso es un ejemplo de Restauración, ya que tuvo como objeto modificar los rasgos perceptibles del objeto. Estamos hablando también de un ejemplo de Arquitectura Perdurable que por sus cualidades o significados debe perdurar para las generaciones venideras (Rivera 2002). Entre las principales cartas y resoluciones de conservación y restauración identificadas en el proyecto, se encuentran las siguientes (López Morales 2009): 6 Basados en lo recogido en la Revista Arkinka 45 (1999) y contrastada por comunicaciones personales con José María Gálvez y Jorge Marroquín. 78 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. Figura 4. Plano de la Casa de Moneda en 1983, según el Inventario FAUA UNI. 79 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 - La carta de Venecia (1964), basada principalmente en el artículo 14: “Los lugares monumentales deben ser objeto de atenciones especiales a fin de salvaguardar su integridad y de asegurar su saneamiento, su tratamiento y su realce. Los trabajos de conservación y de restauración que en ellos sean ejecutados deben inspirarse en los principios enunciados en los artículos precedentes”. - La carta de Atenas (1931) , basada en su artículo 7: “La Conferencia recomienda respetar, al construir edificios, el carácter y la fisonomía de la ciudad, especialmente en la cercanía de monumentos antiguos, donde el ambiente debe ser objeto de un cuidado especial. Igualmente se deben respetar algunas perspectivas particularmente Pintorescas”. - Las resoluciones de Icomos de Moscú, Rusia (1978): “La protección de ciudades históricas y barrios históricos en el contexto de desarrollo urbano”. - Las normas de Quito (1967): Conservación y Utilización de Monumentos y Lugares de Interés Histórico y Artístico. También se aplica La Carta de Ámsterdam (1975) y su concepto de ciudad histórica que busque favorecer a la comunidad y su desarrollo cultural, económico y social. PRESENTACIÓN DE RESULTADOS Fase de diagnóstico Se tuvieron los siguientes criterios de ejecución: un estudio histórico, arqueológico, arquitectónico y funcional en un estudio interdisciplinar; trabajos de liberación y remoción de agregados, trabajos de limpieza, mantenimiento, resane y completamiento de acabados y decoración y; trabajos de obra nueva, los trabajos de restauración en sí. Los objetivos macro del diagnóstico (1997)7 fueron rescatar y poner en valor el sector de la Casa Nacional de Moneda que ocupó el "Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas"; adaptar a nuevo uso el Monumento HistóricoArtístico en mención, de manera que pueda cumplir funciones de Museo 8. El área intangible estaba integrada por los siguientes componentes: un sector del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas, el Museo Numismático, los antiguos Talleres de Laminación, Corte y Fundición, la Imprenta General y las Oficinas Administrativas, con un área de 7,980 m² en dos niveles de edificación. El proyecto inicial (1997)9 Se planteó en tres fases: a) estudio y proyecto de restauración arquitectónica, que presentaba los siguientes componentes: estudios previos, el proyecto de restauración, y el anteproyecto; b) proyecto: la ejecución en sí de la dirección de obra que Proyecto de Restauración y Adecuación a Nuevo Uso del Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas Casa Nacional de Moneda- Convenio de Cooperación Mutua INC-BCR (1997) 8 El posterior Museo Numismático de Lima. 9 Resolución Directoral 298 del 31 de agosto de 1995. 7 80 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. comprendía un estudio histórico y arqueológico; c) estudio y Proyecto de Ingeniería: correspondiente a la elaboración de planos y memoria descriptiva del proyecto estructural, de instalaciones eléctricas y sanitarias. El proyecto integral se ha dividido en tres etapas, similares a la anterior: - Análisis y Diagnóstico del Estado Actual de la Edificación. - Proyecto Arquitectónico de Restauración. - Proyectos de Ingeniería Estructural, Sanitaria y Eléctrica. Estas son etapas que se relacionan estrechamente unas con otras en la ejecución del proyecto y que se desarrollan en paralelo a lo largo de la ejecución de la obra. Resultados obtenidos de la fase de diagnóstico Se logró un registro de distribución y áreas precisas: el Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas (Área a restaurar), se desarrolla en 2 pisos de altura con ambientes que se desarrollan alrededor de un patio central, distribuidos de la siguiente manera: • 1° Piso: Hall de ingreso desde la Calle Junín (especie de zaguán), patio central. Escalera de acceso al segundo nivel, seis habitaciones y corredor de acceso hacia el fondo. • 2° Piso: Galería, dos baños y siete habitaciones. La edificación cuenta con un área construida total de 1213.36 m², repartida en dos niveles, correspondiéndole al 1 º piso un área de 606.68 m2 y al 22 piso un área de 606.68 m², siendo el área libre de 93.00 m². También se lograron los siguientes objetivos de registro: la codificación de ambientes, la antigüedad de la construcción, el sistema constructivo (estructuras, cimiento, muros), los trabajos en acabados, revestimientos, pisos, cielos rasos, puertas y ventanas, carpintería de madera y de fierro, escalera, instalaciones sanitarias y eléctricas. Tipología arquitectónica El sector de la Casa de la Moneda que ocupó el Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas, en el transcurso del tiempo ha sufrido innumerables alteraciones. Se han encontrado en este sector superposición de elementos arquitectónicos que corresponden a los siglos XVII, XVIII, XIX y XX. Presenta distribución típica de la "Casa Colonial Solariego", sin embargo, la tipología arquitectónica predominante (acabados) es Republicano, pareciera que su momento de mayor esplendor fue a partir de la segunda mitad del Siglo XIX, época en que cobra mayor trascendencia la Casa de la Moneda. - Presenta lo siguientes momentos constructivos: Elementos Arquitectónicos del Siglo XVII. Elementos Arquitectónicos de la segunda mitad del Siglo XVIII. Elementos Arquitectónicos de fines del Siglo XIX. Elementos Arquitectónicos de fines de inicios a mediados del siglo XX. 81 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 Fase de ejecución: Objetivos de la intervención (1999)10 Se mantuvieron los objetivos iniciales que vienen desde el anteproyecto: a) rescatar y poner en valor el sector de la Casa Nacional de Moneda que ocupó el "Antiguo Tribunal Mayor de Cuentas"; b) adaptar a nuevo uso, el Monumento Histórico-Artístico en mención, de manera que pueda cumplir funciones de Museo Numismático del Perú. Estrategia general de la intervención La ejecución del “Proyecto de refacción integral y adecuación al nuevo uso de la parte posterior del local del antiguo Tribunal de Cuentas” tuvo como estrategia principal restaurar las evidencias arquitectónica de dos fases constructivas11: - La posterior al terremoto de 1746, que supuso la reconstrucción del inmueble que permanece hasta la actualidad. - La posterior al terremoto de 1940, que dio lugar a la modernización de la casa y que incluyó restauraciones como la del arquitecto Harth-Terré (1974). Esto supuso el desmontaje de todas las adiciones que no estuviesen relacionadas a esos momentos y que alteraban la originalidad del inmueble, además de algunos trabajos de restauración con un diagnóstico errado. Para esto fue muy importante el aporte de la arqueología histórica y la historia del arte siguiendo el ejemplo de la Carta de Venecia (1964), y las normas de Quito (1967), además de seguir los principios de la llamada “restauración objetiva” que recomienda la inclusión de excavaciones arqueológicas y calas murales antes y durante las restauraciones en edificios históricos para tener una lectura total y científicamente contrastable de la composición y evolución del inmueble. La estrategia de este proyecto, ya totalmente enfocado al uso social del bien patrimonial, se puede evidenciar en su organigrama, basado en la compilación de información varia: Dirección técnica Proyecto de consolidación y refuerzo estructural Residente de Obra Exploración y restauración de pintura mural Instalaciones eléctricas y sanitarias Investigación arqueológica Figura 5. Organigrama del proyecto (Basado en Correa 2009). 10 11 Según Resolución Directoral Ejecutiva N° 392/INC del 3 de junio de 1999. Desarrollado por Correa en Revista Arkinka 45 (1999). 82 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. Acondicionamiento del objeto patrimonial Las obras de restauración y acondicionamiento para el nuevo uso social (pasar de un edificio administrativo a uno de carácter público como es el museo, supuso adecuar y aprovechar los espacios originales (casona del siglo XVIII), para las futuras salas de exposición museográfica. Además, las evidencias de sucesión de fases constructivas pertenecientes al periodo colonial temprano fueron aprovechadas para integrarse al nuevo museo. Figura 6: plano del bien a analizar. Tomado de Correa (1999). 83 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 Figura 7: plano del bien a analizar. Tomado de Villanueva (2017) 84 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. Todos estos criterios se pueden evidenciar en el análisis del bien inmueble antes de la intervención y después de la misma12 (ver figura 7). Intervención en las estructuras, trabajos constructivos y de adecuación a nuevo uso/conservación Basados en el informe N°158-98-INC/DHC de Ruth Arriola Muñoz (1998), se pueden reconstruir los distintos procesos de intervención en estructuras, trabajos constructivos y de adecuación: - En noviembre del 1997: desmontaje de enlucidos de yeso, apuntalamiento, trabajos de calzaduras y concreto de muros adyacentes, desmontaje de carpintería de madera de los vanos, intervención de la pintura mural, desmontaje de zócalos, retiro de entablamentos, entablado de cielo raso de madera machihembrado y viguetas de ambientes, entablamento de ambientes, desmontaje de enchape de madera, retiro de carrizos de los tabiques, demolición de muro de ladrillo, nivelación de ambientes, descubrimiento de arco original de ladrillo, exploraciones arqueológicas, liberación de superposiciones polícromas en murales, frisos y zócalos, restauración mural, trabajos de conservación en el arco descubierto. - En diciembre del 1997: desmontaje de ventanas, tabiques, entablado de artesonado, vigas, pilares, balaustres, soleras, piso machihembrado; apuntalamiento de artesonados, codificación de elementos, limpieza de artesonados, replanteo de niveles, trabajos de calzaduras de cimentación del arco de ladrillo, vaciado de calzaduras, picado de muros de ladrillo y adobe, trabajos de restauración mural con acetato, demolición de muros de quincha. - Enero de 1998: excavación del área de poza, calzaduras, limpieza y consolidación de la vasija o hallazgo arqueológico, picado de muros, construcción de cajuelas, picado de muros, apuntalamiento y arriostre de muros, excavación de zanjas, consolidación de muros de adobe, replanteo de ubicación de columnas y zapatas, armado de estribos de fierros para columnas, descubrimiento de tres pozos de azulejos. Las acciones de intervención se pueden resumir en tres grandes grupos13: - Las que buscaron repristinar, o devolver al monumento a su estado original o primitivo, eliminando aquellos añadidos o elementos ejecutados en fases posteriores. Acción que generalmente es rechazada según las cartas de conservación, pero pueden ser justificadas si eso favorece su nuevo uso social. Gracias a la hipótesis de trabajo de Villanueva (2017), como parte de un curso en la Facultad de Arquitectura de la UPC. 13 Conceptos tomados de la EASD de Valencia. http://www.easdvalencia.com/ 12 85 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 - Las que buscaron reconstruir, en la reconstrucción integral o parcial de un edificio, pero con carácter excepcional, debido a terremotos o hechos de guerra. En este caso las labores fueron enfocadas a restituir estructuras colapsadas o en riesgo de derrumbe. Figura 8. Vistas de las obras ejecutadas en el corredor del segundo patio. Se observan los trabajos de cajuelas de albañilería. Fuente Arriola 1998. - Las que siguieron los principios de anastilosis, son operaciones de recomposición en su lugar de las partes o materiales caídos y dispersos en el lugar. Desde un punto de vista de la restauración es la técnica de desmontaje de un elemento arquitectónico para ser codificado, conservado y luego restituido a la arquitectura del edificio. INTERPRETACIÓN DE RESULTADOS Para interpretar los resultados de la intervención en el predio es necesario evaluar también la idoneidad del nuevo uso, plasmado en un museo donde el público pueda apreciar y conocer 86 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. Figura 9: Vistas de los trabajos de desmontaje de cajuelas en albañilería. Se observan trabajos de apuntalamiento de vanos, arcos y hornacinas. Fuente Arriola 1998. el proceso histórico de la producción de moneda en el país, aprender el proceso de fabricación y los diversos valores que ha adquirido el dinero a través de los años y comprender los momentos de mayor auge económico en nuestra nación y cuán necesaria es la estabilidad monetaria para el desarrollo nacional. 87 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 Figura 10. Vista de trabajos de liberación y apuntalamiento de muro. Se efectúan calzaduras y trabajos de cajuela de ladrillo. Se observa un vano con arco de media naranja y pintura mural. Fuente Arriola 1998. Figura 11. Vista de trabajos de apuntalamiento en varios y desmontaje de carpintería de madera previa codificación. Fuente Arriola 1998. 88 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. Figura 12. Vista de reformulación de apuntalamiento de vanos. Fuente Arriola 1998. La Casa Nacional de Moneda tiene como ingreso un gran portón que da a un patio central cuadrangular, con una pileta de concreto y piedra labrada con una escultura en bronce, rodeada por un jardín cercado por una reja de hierro. A los lados del patio existen corredores de madera de arquillos vidriados, al igual que en el segundo piso del siglo XIX. La parte moderna comprende construcciones levantadas para el área de producción, ubicadas al fondo del inmueble. Mediante las ocho salas que nos ofrece este museo, los visitantes podemos aprender sobre la evolución de la moneda, el arte que contiene cada pieza, su proceso de fabricación y las diferentes herramientas con las cuales se acuñaban. Desde el 2004, el Estado peruano brinda de forma gratuita el ingreso al Museo Numismático del Perú, con un recorrido guiado a través de él y una muestra de vídeos sobre la historia de la moneda en el Perú y de la Casa Nacional de la Moneda. Bajo un detallado contexto histórico el museo nos ayuda a darnos cuenta de cómo la evolución de la moneda está intrínsecamente relacionada con los acontecimientos históricos de la nación. Las intervenciones realizadas cumplieron en primera instancia con los objetivos trazados desde la fase del anteproyecto, respetando las dos etapas de la arquitectura más importantes o 89 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 de las que quedan mejores evidencias materiales: las estructuras que se remontan al siglo XVII y que fueron reconstruidas luego del terremoto de 1746; la realizada a mediados del siglo XX para que funcione el Tribunal Mayor de Cuentas (Correa 1999). Figura 13. Vista de desmontaje de los ambientes del segundo piso, dejando los ambientes que dan a la fachada. Se observa el entramado y el enquinchado. vista de área que no será intervenida, se observan que los ambientes previos han sido desmontados. Fuente Arriola 1998. 90 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. Figura 14. En los trabajos de exploración se encontró una ofrenda al “apu”. Una vasija de regular dimensión se ubica en la cimentación de un muro a una altura de 0.90 m con respecto al nivel de la vereda. Fuente Arriola 1998. En la fachada se ha restaurado la fachada de la Casa de la Moneda de 1878, encontrando en el relleno de esta fachada molduras de ladrillo policromado, perteneciente a la portada barroca colonial. En el zaguán el techo artesonado corresponde a la casa colonial, con pintura mural que imitaba al ladrillo con motivos vegetales. Se pudo recuperar el arco que comunica con el patrio y que fuera sellado por la remodelación del siglo XX. En este caso se ha tratado de devolver las características del siglo XVIII. El patio presenta un piso empedrado que puede remontarse a los siglos XVII-XVIII, presentando diseños florales en la distribución de los guijarros. Las galerías, 91 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 columnas, escaleras y puertas de madera corresponden a la remodelación de 1896 y ha sido respetado el estilo neoclásico incluido su color original gracias a calas verticales. Figura 15. Pintura mural durante los trabajos de exploración. Fuente Arriola 1998. El escritorio o estudio ubicado al costado del patio también fue el ambiente restaurado, con cuatro alacenas que servían para guardar valores, libros u otros documentos. La carrocera fue restaurada de acuerdo al hallazgo de un piso empedrado y se ha podido distinguir una puerta en forma de arco que comunica con el escritorio. El pozo arqueológico es producto de las excavaciones arqueológicas realizadas durante la fase de ejecución del proyecto, ubicado bajo el piso empedrado, compuesto por un cántaro de cerámica de forma ovoide con diversos materiales al interior, en lo que según los arqueólogos y arquitectos se trataría de una especie de pago o ritual fundacional al momento de la construcción de la casa en periodos coloniales 14 La sala o principal es el ambiente más importante de la casa, lugar donde se realizaban las actividades sociales y que corresponde al siglo XVIII. El techo artesonado de madera es una herencia de la arquitectura mudéjar15, presenta en el inferior un pintado con motivos barrocos y una cenefa con tonos azules. El oratorio está conformado por una hornacina que contiene a un retablo o lienzo que puede cerrarse por dos hojas de madera entablada. La tinajera colocada sobre bases de azulejos. Estas tinajas recibían el agua fresca que goteaba de una piedra de No se han realizado estudios arqueométricos que puedan definir si este hallazgo corresponde a la primera casona colonial del siglo XVI antes de la misma Casa de la Moneda. 15 Estilo arabesco traído en el siglo XVII. 14 92 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. filtrar ubicada en el nivel superior. El piso era del tipo pastelero colocado en “espina de pez”, el cual ha sido reintegrado con ladrillos hechos de cerámica más resistente. La decoración mural restaurada data de los siglos XVIII y XIX, conformando zócalos, frisos y chambranas polícromos. La cuadra restaurada fue en sus momentos de uso social un área familiar, con estilo mudéjar y servía como comedor. Se compone de un poyo y ventana de balaustres que data del siglo XVIII. La cámara o aposento de dormir data del siglo XVIII que conecta con la sala, la cuadra y el segundo patio o traspatio, con artesonado de madera, hornacina y una recámara que para el año de restauración no había sido habilitada. El callejón o chiflón que servía para conectar el patio principal y el traspatio también fue restaurado. La segunda planta, desmontada durante la restauración y mantenida en su fachada, data del siglo XVIII, pero fue remodelada a finales del siglo XIX. El salón de sesiones del Tribunal Mayor de Cuentas data también de 1896, de estilo ecléctico por su cielo raso de tablazón forrado con tela y decoraciones de moldura de madera tallada, pintura mural sobre la tela y en los tres arcos que conforman el estrado del Tribunal. Finalmente, la terraza es un espacio abierto de la segunda planta pocas veces visto en la arquitectura limeña, posiblemente del siglo XVIII por su techo de artesonado con vigas y ménsulas talladas. Figura 16. restos de un tramo de piso de canto rodado en la carrocera y la vasija arqueológica (Fuente Colección del arquitecto José Gálvez). CONCLUSIONES La intervención en el ahora Museo Numismático del Perú es un caso modelo de cómo un proyecto en un inmueble patrimonial que tenga como objetivo el nuevo uso social tiene que ser en esencia interdisciplinar: arquitectura, arqueología, restauro, ingeniería civil, historia del arte, etc. Además, debe tener un marco legal adecuado y la delimitación de los fueros de supervisión, diseño y ejecución bien establecidos. 93 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 Figura 16: fachada incorporada a la Casa de la Moneda y perspectiva del primer patio en la planta baja. (Fuente Correa 1999). Quizá con una normativa más clara y actualizada a las convenciones sobre patrimonio arquitectónico histórico, este proyecto no hubiera demorado los años que gastó en ser aprobados, aunque esa demora fuese favorable, al evidenciarse errores en la fase de diagnóstico, comprensibles ante la ausencia de un proyecto de evaluación que incluyeran excavaciones arqueológicas que contrastaran los planos o registros históricos acerca de la evolución del edificio. 94 PIZARRO AMAYA, Harry: “Analizando un caso de estudio: La restauración del antiguo Tribunal Mayor de Cuentas – Casa Nacional de Moneda (ahora Museo Numismático del Perú) (1997-1999)”. El proyecto en sí pudo integrar las distintas disciplinas señaladas anteriormente, aunque más por la necesidad que por la planificación, en especial el capítulo de conservación y arqueología, lo que demuestra la efectividad que los proyectos sean dinámicos y flexibles, ya que cada inmueble tiene sus propias particularidades más allá de metodologías de intervención, siguiendo las siguientes analogías: PRESERVAR Ambiente CONSERVAR Materiales REPARAR Técnicas constructivas CONSOLIDAR Estructura RESTAURAR Estética REHABILITAR Uso, función REPRISTINAR Historia RECONSTRUIR Identidad ANASTILOSIS Musealización BIBLIOGRAFÍA. CARTA DE VENECIA. (1964). Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de Monumentos y Sitios. II Congreso Internacional de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos. CARTA DE ATENAS content/uploads/VARIOS. (1931). http://conservacion.inah.gob.mx/normativa/wp- CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA. (1981). Antecedentes históricos del Tribunal Mayor de Hacienda y Audiencia Real de Cuentas del Virreynato del Perú. Lima. CORREA ORBEGOSO, José. (1999). Casa del Tribunal Mayor de Cuentas. Arkinka, N°45. DE SALAS, Sergio; MARTÍNEZ, Víctor & MORALES, Cecilia. (2011). Una guía para la elaboración de estudios de caso. Razón y palabra, 75. HARO ROMERO, D. D. (2014). Fuentes documentales e historia monetaria: la Casa de Moneda de Lima en el Archivo General de la Nación-Archivo Colonial (1717-1829). Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto Riva-Agüero. LÓPEZ MORALES, F. J. (2009). La evolución del concepto de patrimonio en las Cartas Internacionales. La evolución del concepto de patrimonio en las Cartas Internacionales, 10001006. RIVERA BLANCO, J. (2002). De varia restauratione: teoría e historia de la restauración arquitectónica. Lima. 95 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 73-96 / ISSN: 2221-7819 DATOS DEL AUTOR: Harry PIZARRO ANAYA: Arqueólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y con estudios de Maestría en Gestión del Patrimonio Cultural, con 25 años de experiencia en distintos campos de la arqueología peruana, tanto en el sector público como en el privado. Ha participado en los siguientes proyectos arqueológicos: Huacoy, Huallamarca, Pacopampa, Huaca Pucllana, Omo Alto, Huaycán de Cieneguilla, Iglesia de San Lázaro, Garagay, PIA Las Bambas entre otros. Ha sido especialista en Paisaje del CIIRC del Museo Nacional de Chavín y director del Proyecto Plazuelas de Lima. En arqueología histórica tiene una publicación: "Hermandades y cofradías en la Iglesia del Señor san LÁ-ZARO, Lima. Siglos. XVI-XVIII: apuntes desde la arqueología colonial” (2017). Especialista en la Direcc ión General de Investigación y Estudios en Turismo y Artesanía del MInisterio de Comercio Exterior y Turismo (2022). 96 ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio ARTÍCULO ORIGINAL Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”. ÑAWPA MARCA / No 2, VOL 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 EL CACICAZGO SAN JUAN DE VÉGUETA Y EL TESTAMENTO DE ANTONIO URDANIVIA SIPÁN. LIMA, 28 DE SEPTIEMBRE DE 1729 “The chiefdom of San Juan de Végueta and the will of Antonio Urdanivia Sipán. Lima, September 28, 1729” Raúl Adanaqué Velásquez https://orcid.org/0000-0001-7034-9716 Universidad Nacional Mayor de San Marcos radanaquev@unmsm.edu.pe Resumen El curacazgo fue una institución prehispánica utilizada por la dominación española, con el nombre de cacicazgo, para obtener beneficios en provecho de los funcionarios y particulares civiles, militares y eclesiásticos. Los caciques o curacas en el Perú colonial jugaron un papel importante en el desarrollo de la economía del virreinato peruano. Fueron la pieza clave para poder administrar la mano de obra colonial y, fundamentalmente como el nexo entre los dos grupos antagónicos por la diferente situación en la organización política y social. Los estudiosos utilizan los testimonios dejados en los protocolos notariales como los incluidos en alguna probanza o expediente judicial. Palabras claves: Cacicazgo de San Juan de Végueta. Tierras en Mazo. Ayllus de Végueta. Corregidor de chancay. Tributos. Abstract The curacazgo was a pre-Hispanic institution used by the Spanish domination, with the name of cacicazgo, to obtain benefits for the benefit of civil, military and ecclesiastical officials and individuals. The caciques or curacas in colonial Peru played an important role in the development of the economy of the Peruvian viceroyalty. They were the key piece to be able to administer the colonial workforce and, fundamentally as the link between the two antagonistic groups due to the different situation in the political and social organization. The scholars use the testimonies left in the notarial protocols as those included in any evidence or judicial file. Keywords: Chiefdom of San Juan de Végueta. Lands in Mazo. Ayllus de Végueta. Chancay corrector. Tributes. * Presentado: 19 – 03 – 2022. * Aprobado: 12 – 05 – 2022. 97 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 INTRODUCCIÓN La sobrevivencia del sistema del cacicazgo se debió a tres causas importantes. La primera, haberse dedicado a la rentable actividad económica del arrieraje; la segunda, a la posibilidad de tener entre sus descendientes sobrevivientes varones para así mantener el prestigio y los bienes acumulados, evitándose en este caso la división de los caudales entre los herederos; y, la tercera, haberse esforzado por aparecer como fiel cristiano respetando los preceptos de la Iglesia y cumpliendo fielmente las disposiciones coloniales. HUAURA El señorío de Huaura ha sido estudiado por Rostworowski (1978:136-143) sobre la base de una visita administrativa realizada en 1549. En esta se menciona a pueblos especializados en actividades económicas. Por ejemplo, Vytan era un lugar de pescadores que posteriormente fue conocido como Végueta; Carquín también fue un lugar de pescadores; en cambio, Mazo lo era de agricultores. El repartimiento de Végueta estaba situado en la costa del Pacífico, aproximadamente 18 kilómetros al norte de la boca del río Huaura. El pueblo colonial se encontraba ubicado en un excelente lugar (centro azucarero y productor de trigo). Huaura producía maíz, vino y aceitunas, productos estos que eran embarcados rumbo al mercado limeño (Cook 1974, No.8). Cook (idem. 81-89) en su estudio sobre Végueta, nos dice que los ayllus existentes en 1623 eran: Conin, Cavijon, Mochique, Quipico, Aucayán y Chacaca. En 1683 fueron: Conin, Llayco y Canas, los demás fueron indicados como indios forasteros. La reducción de los ayllus motivó que algunos posiblemente se extinguieran y otros se fusionaran entre los demás. Aunque, al final de cuentas a postrimería del siglo XVIII, la denominación por ayllus ya no era dable para la administración colonial, debido a que fomentaba innumerables pleitos con relación a jurisdicción de tierras y también litigios sobre el derecho de tributar. Este aspecto fundamental se puede notar en la costa. Una de las trabas a la administración colonial fue mantener vigente la cantidad de ayllus porque ello significaba reconocer a sus jefes inmemoriales, creando de esta manera contradicciones con el cacique principal. Por tal razón, los jefes de ayllus desaparecieron convirtiéndose en “principales” y, por ende, con obligación de tributar y cumplir la mita minera, salvo excepciones en que como mandones se encargaban de cobrar el tributo. Esto generó un mayor margen de dominio a los caciques principales en cuanto a poder controlar la mano de obra en contubernio con los encomenderos, y posteriormente con los corregidores, y curas para beneficio propio. El nuevo orden así establecido -sociedades, europea y andina- varió de un lugar a otro de acuerdo a la relación de poder por parte de las instituciones españolas y la tradición local heredada de tiempos prehispánicos (Varón 1980:29-31). 98 ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”. ANTONIO URDANIVIA SIPÁN Hizo su testamento el 28 de septiembre de 17291. Ahí declaró que sus padres legítimos, ya difuntos, eran Ignacio Urdanivia y María Holguín. Después de declarar haber vivido en la fe católica y temiendo a la muerte dictó su testamento en la siguiente manera. Primeramente, que después de sus días su cuerpo sea amortajado con el hábito de San Francisco y sea enterrado en la iglesia de San Lázaro o en la parte que sus albaceas dispongan. Además, deben acompañar la cruz alta, cura y sacristán de la parroquia y todo lo que dispusieran sus albaceas a quienes les dejó libertad para que dispongan del funeral y entierro de su cuerpo. Dejó a las mandas forzosas y acostumbradas cuatro reales y otros cuatro reales a los santos lugares de Jerusalén. Deudor • • • • Declaró ser deudor a: Joseph Varela Gallego, que asiste en Huaura, 16 pesos. Marcos de la Mata, cura de Huaura: 40 pesos. De esta deuda le tiene entregado “a cuenta de ellos ocho o nueve fanegas de mais a razon de tres pesos cada fanega mi[sic] y asimismo me a de abonar el flete de seis mulas de carga á razon de tres pesos cada una de ellas y una carga de carbón en dos pesos y una cabra en doce reales que dichas partidas importan quarenta y sinco pesos y quatro reales siendo las dichas cargas de mais ocho y siendo nueve importan quarenta y ocho pesos y quatro reales que solo se estará a lo que dijere el dicho doctor don Marcos de Mata y es mi voluntad se cobre el restante de los quarenta pesos por mis vienes”. Juan Ñañez, capitán: 2 pesos. Marqués de Torre Bermeja, corregidor: 60 pesos, por fianza de indios. Acreedor Declaró tener como sus deudores a: • Marqués de Torre Bermeja, corregidor: 100 pesos por el salario de 5 años a razón de 20 pesos cada uno. • Pedro del Castillo, corregidor de Chancay: 500 pesos por la demasía que le cobraba de los indios tributarios. Solo eran 14 y cobraba por 40. Exceso demostrado y que constaba ante el escribano de Huaura, Juan Xenis Terán. Tributos La cobranza y posterior pago del tributo corrió a cargo del cacique del pueblo de reducción. Según la retasa de Végueta, correspondía pagar el entero del tributo de catorce indios. Ya tenía 1 Archivo General de la Nación (AGN). Registro Notarial. Escribano Arredondo, F. Cayetano de. Protocolo No. 63. Años 1727-1730. Folios 307-309v. 99 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 pagado hasta el tercio de San Juan del año 1729. Solamente quedaba restando cuatro pesos y medio por los 14 indios sujetos. Fue el general Pedro Prieto corregidor de la villa de Chancay quien en los cinco años que fue autoridad le cobró, por 40 indios, en exceso cuando en realidad eran 14 de acuerdo a la razón del contador de retasas. Matrimonio Fue casado y velado según las normas católicas con María Clara y que durante el dicho matrimonio no tuvieron hijo alguno. Además, la dicha María Clara, no llevó dote alguna. Sus bienes Por sus bienes declaró: “tres mulas de carga aparexadas de reata abajo, y un cavallo almendrado aguililla. Ytt. Una potranca castaña asimismo aguililla. Ytt. Otra yegua jobera de paso llano. Ytt. Una reja grande buena. Quatro lampas, una hacha. Ytt. Quarenta cabesas de ganado de cerda entre chicas y grandes. Ytt. Treinta cabras entre chicas y grandes”. Además, en una caja grande de Panamá tenía conservados los títulos y papeles de las tierras y otros trastes de valor. De esta relación de bienes podemos inferir que se dedicó al arrieraje de Végueta a Lima, transportando maíz y animales de cerda para aprovechar la manteca necesaria para uso diario en la preparación de los alimentos. Tierras Nuestro cacique estudiado, adquirió 18 fanegadas de tierras ubicadas en Mazo y las compró, según los títulos entregados por Antonio de Urra, juez medidor de tierras en dicha villa de Mazo. Asimismo, 8 fanegadas de tierras, inmediatas a las 18 mencionadas, las cuales heredó de sus antepasados y habían sido empeñadas por su abuelo Sebastián García Sipán, al abuelo del actual poseedor el licenciado Antonio de Loza. Las tierras del cacicazgo las tenía arrendadas al capitán Juan Vidal y le debía 29 pesos de dicho arrendamiento. Reparto de la herencia Las tierras las reparte entre sus sobrinos por no tener herederos forzosos. A Esteban de Orejón, hijo de Estefanía de Coca, su hermana, legó una fanegada de tierra. A Joseph de Loza, Juan Benito y “al otro hermano por no acordarme de su nombre,” hijos de María Holguín, ya difunta, una fanegada de tierras a cada uno respectivamente. A Juan Marcos, hijo de su hermana Juana Holguín, se le entregue otra fanegada de tierra. Asimismo, a Masta, su sobrino, hijo de su hermana Leonarda se le entregue una fanegada de tierras. Albaceas Y, para cumplir y pagar su testamento, mandas y legados y todo lo en el contenido dejó y nombró por sus albaceas y tenedores de bienes a Jacinto de Santa María y a Jacinto Caro su 100 ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”. cuñado para que entren en todos sus bienes los vendan y rematen en almoneda pública o fuera de ella para que se pueda ejecutar las disposiciones y derecho a un buen entierro cristiano. Herederos Nombró por sus herederos universales a sus sobrinos Francisco Bentura, Juan Alonzo y Liberata, hijos de su hermana María Magdalena: “para que todo lo que asi fuere lo haian y hereden con la bendision de Dios y la mia atento a no tener como asi lo declaro herederos forzosos asendientes ni desendientes que lexitimamente y comforme a derecho me puedan y devan heredar”. Firmó el testamento, dado en Lima, conjuntamente con los testigos Antonio Carrillo, Bernardo Garrido y Joseph Agaia Caquin Chimo. Antonio Zipan (F.) Josep Agaya Caquin Chimo (F.) P. To. Antonio Carrillo (F.) Barnardo Garrido (F.) BIBLIOGRAFÍA. ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl. (2007). La descendencia de los Incas y de los cacicazgos regionales del norte durante el Perú colonial. Historias. Revista de la Asociación Historia, Sociología y Ecología, 2: pp. 9-42. Lima. ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl. (2014). Poder y riqueza: caciques y principales (siglos XVI-XVIII). Lima: QELLCA.COM. Edición virtual. COOK, Guillermo. (1974). La población indígena de Végueta 1623-1683: Un estudio del cambio de la población de la costa central del Perú en el siglo XVII. Historia y Cultura, 8: pp. 8189. CÓRDOVA y URRUTIA, José María. (1839[1991]). Estadística Histórica, Geográfica, Industrial y Comercial. De los pueblos que componen las provincias del Departamento de Lima. Edición facsimilar realizada en conmemoración del 80 aniversario de la fundación de la sociedad “Entre nous” . Edición, prólogo e índices por César Coloma Porcari. ROSTWOROWSKI, María. ( Estudios Peruanos. 1978). Señoríos indígenas de Lima y Canta. Lima. Instituto de VARÓN GABAI, Rafael. (1980). Curacas y Encomenderos. Acomodamiento nativo en Huaraz siglos XVI-XVII. Lima. P.L. Villanueva. 101 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 ANEXO 1 TESTAMENTO DE ANTONIO URDANIVIA SIPÁN CACIQUE DE SAN JUAN DE VÉGUETA [ al margen: Testamento de don Antonio Urdanivia Sipán, yndio] En el nombre de Dios todo poderoso amen= Sepan quantos esta carta de testamento ultima y final voluntad vieren como yo don Antonio Urdanivia Sipan natural que declaro ser del pueblo de San Juan de Vegeta de donde actualmente soy casique y gobernador hijo lexitimo que declaro ser de don Ygnacio Urdanivia y de doña María Holguin ya difuntos estando como estoi enfermo en cama de la enfermedad que dios nuestro señor a sido servido de darme pero en todo mi acuerdo y memoria natural creiendo como firmemente creo en el misterio de la santissima trinidad Padre, Hijo y espíritu santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero y en todo lo demas que nuestra santa madre iglesia católica, apostolica, romana cree y enceña devajo de cui a feé y creencia e vivido y protexto vivir y morir como catholico fiel cristiano y temiendome de la muerte que es cosa natural a toda criatura humana otorgo que hago y ordeno mi testamento en la forma y manera siguiente== Primeramente encomiendo mi alma a Dios nuestro señorque la crio y temiendo como /307v/ presio infinito de la presiosa sangre muerte y pasion y el cuerpo a la tierra de que fue formado. Ytten. Es mi voluntad que quando la de Dios nuestro señor fuere servido de llevarme de esta presente vida mi cuerpo se amortaje con el avito de nuestro Padre San Francisco y sea sepultado en la iglesia parrochial de señor san Lasaro o en la parte y lugar que paresiera a mis alvaseas y le acompañe la cruz alta, cura y sachristan de la parrochia y el de más acompañamiento que paresciera a mis alvaseas a cuia disposición dejo la forma de mi funeral y entierro. Ytt. Mando a las mandas forzosas y acostumbradas quatro reales a todas ellas con que las aparto de mis vienes y otros quatro reales a los santos lugares de Jerusalem donde xpto nuestro vien obro nuestra redempcion. Ytt. Declaro le soi deudor a don Joseph Barela Gallego que asiste en la villa de Guaura diez y seis pesos mando le paguen de mis vienes. Ytt. Le soi deudor al doctor don Marcos de Mata, cura de dicha villa de Guaura quarenta pesos y a cuenta de ellos le tengo dadas ocho o nueve fanegas de mais a razon de tres pesos cada fanega mi [sic] y asimismo me a de abonar el flete de seis mulas de carga á razon de tres pesos cada una de ellas y una carga de carbón en dos pesos y una cabra en doce reales que dichas partidas importan quarenta y sinco pesos y quatro reales siendo las dichas cargas de mais ocho y siendo nueve importan quarenta y ocho pesos y quatro reales que solo se estará a lo que dijere 102 ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”. el dicho doctor don Marcos de Mata y es mi voluntad se cobre el restante de los quarenta pesos por mis vienes . Ytt. Devo al capitan Juan Ñañes dos pesos mando se le paguen de mis vienes. /308r/ Ytt. Declaro que de los reales tributos que estan a mi cargo como tal governador tengo enterado y satisfecho al marques de Torre Vermeja correxidor y justicia maior de la villa de Chancay asta el tercio de San Juan de este presente año y solo quede restando quatro pesos y medio sin quedar a deber cosa alguna por esta razon de los catorze yndios tributarios que pagan tasa y estan a mi cargo. Ytt. Declaro que debo a dicho señor Marquez de Torre Vermeja sesenta pesos procedidos de algunas fianzas de yndios que hize mando se le paguen de mis vienes. Ytt. Declaro que el dicho señor Marquez me es deudor de cien pesos de a ocho reales que como tal correxidor de dicha villa de Chancay me deve pagar de el salario de sinco años que se cumplirán por navidad de este presente año á razon de veinte pesos en cada uno de ellos según la asignacion de S.M. me tiene echa, mando se cobren por mis vienes. Ytt. Declaro que el general don Pedro del Castillo correxidor que fue de dicha villa de Chancay me es deudor de quinientos pesos o lo que constare por una quenta que para en poder de don Juan Xenis Teran natural de dicha villa de Guaura y escrivano público de ella y esta cantidad que me debe prosedio de la demasia que me cobrava en cada un año por razon de los tributos que estavan a mi cargo pues siendo assi que solo es el numero de catorze yndios los que solo se an pagado me cobrava el numero de cuarenta y debe justamente restituirme esta demasia pues aunque me a insignuado el que nos compongamos no lo e querido aser, y asi mando se cobre esta dicha cantidad por mis vienes. Ytt. Declaro fui casado y velado según orden de Nuestra Santa Madre Iglesia con María Clara y durante el dicho matrimonio no tuvimos ningunos ningunos (sic) hijos ni tampoco trajo a mi poder /308v/dote alguno declarolo asi para que conste. Ytt. Declaro que el general don Pedro Prietto correxidor que fue de la dicha villa de Chancay en los sinco años que fue correxidor me estubo cobrando por raszon de los reales tributos que estavan a mi cargo á razon de quarenta yndios y siendo asi que solo devia enterar por la razon del contador de retazas dichos catorze y esta demasia mando a mi alvasea la recauden y cobren por mis vienes que asi es mi voluntad. Ytt. Declaro por mis vienes los siguientes. Primeramente tres mulas de carga aparexadas de reata abajo, y un cavallo almendrado aguililla. Ytt. Una potranca castaña asimismo aguililla. Ytt. Otra yegua jobera de paso llano. Ytt. Una reja grande buena. Quatro lampas, una hacha. Ytt. Quarenta cabesas de ganado de cerda entre chicas y grandes. Ytt. Treinta cabras entre chicas y grandes. 103 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 Ytt. Una caja grande de Panamá en que estan unos titulos y papeles de las tierras y otros trastes. Ytt. Declaro tengo por mis vienes dies y ocho fanegadas de tierras que estan en las tierras de Mazo en dicha jurisdiccion de Guara que las compre de su magestad según el titulo que tengo de ellas dado por don Juan Antonio de Urra, juez medidor que fue de tierras en dicha villa. Ytt. Declaro que asimismo tengo ocho fanegadas de tierras immediatas a las de arriva expresadas las quales herede de de (sic) mis antepasados y estan empeñadas en poder de el licenciado don Antonio de Loza que las empeño don Sebastian Garcia Sipan mi abuelo /309r/ al abuelo del dicho licenciado don Antonio de Loza mando que mis alvaseas las recaude por mis vienes. Ytt. Declaro que el capitán Juan Bidal me es deudor de veinte y nuebe pesos procedidos del harrendamiento de las tierras del casicasgo mando se cobren por mis vienes. Ytt. Es mi voluntad que a Esteban de Orejon mi sobrino hijo de Estefania de Coca mi hermana se le da una fanegada de tierra que asi es mi voluntad . Asimismo se les den á Joseph de Loza, á Juan Benito y al otro su hermano por no acordarme de su nombre todos tres mis sobrinos hijos de Maria Holguin difunta y una fanegada de tierras á cada uno que asi es mi voluntad. Ytt. Asimismo es mi voluntad que á Juan Marcos mi sobrino hijo de Juana Holguin mi hermana se le de otra fanegada de tierra. Ytt. Asimismo es mi voluntad que á Masta mi sobrino hijo de Leonarda mi hermana se le de una fanegada de tierras. Y para cumplir y pagar este mi testamento, mandas y legados y todo lo en el contenido dejo y nombro por mis alvaseas y thenedores de vienes á Jasinto de Santa María y a Jasinto Caro mi cuñado para que entren en todos mis vienes los vendan y rematen en almoneda publica o fuera de ella. Den cartas de pago parescan en juicio o fuera del y agan todo quando convenga en razon de dicho alvaseasgo que el poder que para ello se rrequiere y es necesario ese les doi con libre y general administracion y sin ninguna limitazion para que puedan husar del el tiempo que el derecho dispone /309v/ que yo les prorrogo todo el que hubieren menester. Y en el remaniente de todos mis vienes, deudas, derechos y acciones y futuras subceciones ynstituio y nombro por mis universales herederos a Francisco Bentura, Juan Alonzo, Liberata mis sobrinos hijos de mi hermana María Magdalena para que todo lo que asi fuere lo haian y hereden con la bendision de Dios y la mia atento a no tener como asi lo declaro herederos forzosos asendientes ni desendientes que lexitimamente y comforme a derecho me puedan y devan heredar. Y por el presente revoco y anulo y doi por ningunos de ningún valor fuerza ni efecto otros qualesquiera testamentos cobdisilos poderes para testar y otras ultimas disposiciones que antes 104 ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”. de esta haia fecho y otorgado por escripto ó de palabra que quiero no valgan ni hagan fee en juicio ni fuera del salvo este testamento que ahora hago y otorgo que quiero se guarde cumpla y execute por ultima y final voluntad en aquella via y forma que mas haia lugar en derecho que es fecho en la ciudad de los reies de el Perú en veinte y ocho días del mes de septiembre de mil setecientos y veinte y nuebe años y el otorgante a quien yo el presente escribano publico doi fee conozco como asimismo la doi de que a lo que parescio esta en todo su acuerdo memoria y entendimiento natural lo firmo de su nombre siendo testigos llamados y rogados don Antonio Carrillo, don Bernardo Garrido, don Joseph Agaya Caquin Chimo Don Antonio Zipan Testigo Antonio Carrillo Bernardo Garrido Don Joseph Agaya Caquin Chimo Ante mi Francisco Cayetano de Arredondo 105 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 ANEXO 2 DEFINICIÓNES DE TOPO Y FANEGADA Topo derivado de tupu: Garcilaso de la Vega en su comentarios reales dice ser una hanega de tierra para sembrar maíz; pero que tiene hanega y media de las de España, tambien llama tupu á una legua de camino. La academia española lo hace del espacio de legua y media, y en algunas aritmeticas modernas se le señala cinco mil varas cuadradas. Fanegadas.—Como los valles se repartieron á españoles se dieron los sitios con esta medida, cuyo nombre se encuentra en las ordenanzas del señor Toledo de 21 de enero de 1577 mas se nos asegura varia en las provincias del sur. En un libro que se halla en el tribunal de cuentas de repartimientos del tiempo del duque de la Palata, se halla la siguiente anotación firmada por el contador general de tributos don Juan José Leuro, que dice: ¨La fanegada de tierra se compone de 288 varas de longitud y 144 de latitud que hacen 41,472 varas planas ó cuadradas que es el territorio total que ocupa la fanegada, esta tiene 36 almudes de á 1,152 varas, por que cada almud tiene 48 varas de longitud y 24 de latitud. En: CÓRDOVA y URRUTIA, José María 1839[1991] Estadistica Historica, Geografica, Industrial y Comercial. De los pueblos que componen las provincias del Departamento de Lima. Tomo I:135. 106 ADANAQUÉ VELÁSQUEZ, Raúl: “El cacicazgo San Juan de Végueta y el testamento de Antonio Urdanivia Sipán. Lima, 28 de septiembre de 1729”. ANEXO 3 FIRMA DEL CACIQUE ANTONIO URDANIVIA SIPAN Firmado como ANTONIO ZIPAN 107 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 97-108 / ISSN: 2221-7819 DATOS DEL AUTOR: Raúl ADANAQUÉ VELÁSQUEZ: Historiador por la UNMSM. Magíster en Historia por la UNMSM. Docente de la Decana de América. Dicta los cursos en la Facultad de Ciencias Sociales, Escuela de Historia: Fuentes Históricas del Perú Colonial y Seminario de Fuentes e Investigación coloniales. En la Facultad de Educación: Historia del Perú Siglo XIX, Historia del Perú Siglo XX y Historia General y del Perú (s. XVIal XVIII) y Análisis de la Coyuntura Histórico Social. Ha publicado más de un centenar de artículos. De la etapa colonial: Sobre los curacas y esclavos siglos XVII-XVIII. De la etapa republicana: sobre la independencia del Perú y La correspondencia que tuvo el Amauta Luis E. Valcárcel con Jorge Basadre, Max Uhle, Juan Comas, Philip A. Means, José María Arguedas, entre otros. Índices: Onomástico, Títulos, Toponímico y Temático” de la Colección Mariátegui Total. T. 1: “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana e Ideología y Política”. 2008. Además, los libros: 1.- Poder y riqueza: caciques y principales. Lima. 2014. 2.- Historias. La pluma y la prensa. Lima 2015. Es miembro de los Grupos de Investigación en la UNMSM: Miembro del Grupo de Investigaciones de Estudios Coloniales. UNMSM (GIEC), Miembro del Centro de Estudios Asiáticos. UNMSM (CEAS).. 108 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación ARTÍCULO ORIGINAL de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. ÑAWPA MARCA / No 2, VOL 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 DETERMINACIÓN DE LAS OCUPACIONES CULTURALES Y SUS CARACTERÍSTICAS EN LA SECCIÓN SUPERIOR DE CERRO PORTILLO, VALLE MEDIO DEL RÍMAC (CARAPONGO) “Determination of cultural occupations and their characteristics in the upper section of Cerro Portillo, middle Rímac valley (Carapongo)” Pieter D. van Dalen Luna https://orcid.org/0000-0002-2498-9242 Universidad Nacional Mayor de San Marcos pvandalenl@unmsm.edu.pe Anthony Villalta Tello https://orcid.org/0000-0003-2689-1051 Universidad Nacional Mayor de San Marcos anthony.vt@hotmail.com Roberto Tello Cuadros https://orcid.org/ 0009-0002-7182-7382 Universidad Nacional Mayor de San Marcos kalony22@hotmail.com Resumen En el presente artículo se presenta los resultados de las investigaciones arqueológicas desarrolladas el año 2019 en la sección superior del sitio arqueológico Cerro Portillo, ubicado en la margen derecha del valle medio del río Rímac. Las excavaciones revelaron el hallazgo de evidencias ceremoniales en la parte superior del cerro, de características acerámicas que evidencian parte de la parafernalia religiosa de las antiguas poblaciones del valle del Rímac. Palabras claves: arqueología, valle medio del Rímac, estrategias de adaptación, Lurigancho, áreas ceremoniales. Abstract This article presents the results of the archaeological investigations carried out in 2019 in the upper section of the Cerro Portillo archaeological site, located on the right bank of the middle valley of the Rímac river. The excavations revealed the discovery of 109 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 ceremonial evidence in the upper part of the hill, of ceramic characteristics that show part of the religious paraphernalia of the ancient populations of the Rimac valley. Keywords: archeology, middle valley of Rímac, adaptation strategies, Lurigancho, ceremonial areas. * Presentado: 5 – 02 – 2022. * Aprobado: 14 – 05 – 2022. INTRODUCCIÓN El año 2018 los autores realizaron investigaciones con excavaciones en el sitio arqueológico de Portillo, valle medio del Rímac, con el objetivo de determinar las características de las ocupaciones culturales en este sitio arqueológico en proceso de desaparecer por acción de las invasiones generadas en los últimos años; así como determinar el emplazamiento de la arquitectura y su dispersión por todo el sitio. Las investigaciones arqueológicas en la margen derecha de la sección media del río Rímac se han centrado en cuatro zonas principales: En la zona de Huachipa y la quebrada de Huaycoloro (Cajamarquilla) donde algunos trabajos de investigación han determinado una larga tradición alfarera que va desde el Formativo hasta periodos tardíos; la zona de Carapongo y la zona de Ñaña. UBICACIÓN DEL SITIO El sitio arqueológico de Portillo se encuentra ubicado en la margen derecha del valle medio del río Rímac, a 550 metros de altura, ubicándose el punto datum (WGS-84) en la parte central a N 8673110 y E0 297333, en la cima y ladera media del cerro Portillo. Topográficamente el área es poco accidentada, con laderas empinadas. El sitio se encuentra orientado hacia el sur. Políticamente se ubica en la localidad de Carapongo, distrito de Lurigancho, provincia de Lima, región Lima. El sitio de Portillo se encuentra emplazado en un lugar estratégico, desde donde se tiene un buen panorama de casi toda la cuenca media del río Rímac. La fuente de agua próxima se ubica en el fondo del río Rímac y canales de regadío laterales, debajo del sitio arqueológico mismo, a unos 150 metros de profundidad. DESCRIPCIÓN DEL SITIO El sitio arqueológico de Portillo se ubica en la parte baja y ladera media y superior del cerro del mismo nombre. En la parte baja se aprecian estructuras funerarias muy destruidas, con arquitectura a base de tapiales (edificada mediante la técnica de paños murarios), muy destruidas por acción del huaqueo y del avance de las urbanizaciones y asentamientos humanos contiguos. 110 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. Figura 1: Mapa de ubicación de Cerro portillo con respecto al valle bajo y medio del río Rímac. Existe un canal de irrigación antiguo que pasa por la base del cerro, desde donde la invasión del Asentamiento Humano El Cerrito La Libertad, ha destruido considerablemente las estructuras arqueológicas, las cuales según la ficha técnica y memoria descriptiva de declaratoria del sitio arqueológico por el ex Instituto Nacional de Cultura, estaban conformadas por plataformas continuas escalonadas y extendidas, sobre el cual se emplazó pequeños habitáculos y recintos de función doméstica con muros a base de piedras canteadas unidas con poca argamasa o sin argamasa, así como la presencia de estructuras funerarias. Lamentablemente tras la invasión del Asentamiento Humano y el tráfico de terrenos en zona arqueológica de parte de sus directivos, se removió considerablemente el terreno de manera constante (hasta el año pasado se ha continuado removiendo con maquinaria este sitio arqueológico destruyendo las pocas estructuras que quedaban en pie). Se puede observar en superficie por toda la ladera del cerro, 111 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 abundante fragmentería cerámica de pasta roja oscura, la cual se encuentra muy erosionada y destruida. En la ladera superior del cerro se aprecia pequeños espacios planos o cimas intermedias en las cuales se aprecian estructuras; aunque gran parte de este sitio ha sido alterado por la población del Asentamiento Humano, quienes invadieron también esta zona, alterando gran parte de las evidencias. Este asentamiento se encuentra declarado Patrimonio Cultural de la Nación desde 1998 y es uno de los pocos sitios que se encuentra inscrito en Registros Públicos (SUNARP). Figura 2: Vista en foto satelital de sitio arqueológico Cerro Portillo. LAS EXCAVACIONES EN LA PARTE SUPERIOR En el mes de agosto de 2018 se realizaron excavaciones en la parte superior del sitio arqueológico. Si bien es cierto, el proyecto fue planteado para la excavación de cerca de 20 unidades en la parte baja, media y alta del sitio arqueológico Portillo, finalmente el Ministerio de Cultura solo autorizó la excavación de estas 8 unidades ubicadas en la parte superior debido a que las partes media y baja se encontraban destruidas por la invasión y formaban parte de un proceso penal. Las unidades excavadas fueron las siguientes: UNIDAD 7: Es una cuadricula de 8 x 8 metros, emplazada en una zona plana, coordenadas UTM 8673330N, 297403E. Se observa en superficie 2 terrazas continuas y escalonadas de 0.50 metros de largo (terraza 1), 0.20 metros de ancho (terraza 2), y 0.35 m de alto; además de piedras dispersas en superficie. Las terrazas están conformadas cada una por una hilera simple de 112 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. Figura 3: vista de la capa A, unidad 9. Figura 4: vista de la estructura semisubterránea en unidad 9. piedras canteadas, sin argamasa intermedia. La capa S es de tierra color gris, entremezclada con pequeñas gravas. Es semicompacta, de naturaleza eólica, de 0.02 m de espesor; es una capa formada por la acumulación de pulvurescencia compactado por el agua de las lluvias, no 113 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 se encontró material cultural mueble. La capa A está conformada por una capa de tierra de color marrón entremezclado con grava, de naturaleza semicompacta, de entre 0.15 m y 0.10 m. No se encontró material cultural mueble. Sobre esta capa se están emplazando las bases de estas terrazas, las cuales corresponden a periodos contemporáneos, elaborados por un grupo de invasores que ocuparon esta parte del terreno, siendo luego desalojados, quedando estas dos terrazas. Se observa abundantes piedras grandes sueltas. La capa B es la capa geológica, de color amarillenta, combinada con pequeñas gravas que hacen compacto el terreno. UNIDAD 8: Esta es una trinchera de 8 x 3 metros, emplazado en una zona plana del cerro, en las coordenadas UTM: 8673299N, 297421E. No se encontró ninguna evidencia arqueológica. Figura 5: vista de la terraza de unidad 9. UNIDAD 9: Unidad de 8 x 8 metros, ubicada en la coordenada UTM: 8673330N, 297503E, emplazada en un área conformada por una terraza de 9 metros de largo, 1.80 metros de ancho y 0.50 metros de altura. La terraza está edificada a base de piedras canteadas mampuestas sin argamasa, utilizando piedras de diferentes tamaños, con caras irregulares hacia el paramento. 114 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. Las hileras que conforman la terraza son irregulares, no uniformes. La capa S está conformada por un colchón de vegetación seca (achupalla), combinada con tierra de color gris, mezclada con grava en pocas proporciones, de naturaleza semicompacta y de 0.04 metros de grosor, no se encontró material cultural arqueológico mueble. La capa A es de color amarillenta con pequeñas gravillas (en menor proporción), con abundante inclusión de excremento de ganado caprino y algunas plantas de achupalla en la parte superior. Al finalizar la capa, a 0.38 metros de profundidad (el grosor de la capa es entre 0.05 metros y 0.38 metros, apareciendo solo en el área de la terraza, no existiendo en más de la mitad de la extensión de la unidad), se pudo ver la extensión de la terraza de 9 metros de largo con 0.50 metros de altura máxima, presentando en la parte superior de la terraza una pequeña estructura semisubterránea de 0.42 metros de diámetro, elaborada con piedras canteadas pequeñas y medianas sueltas. Se observó también un pequeño acceso a la parte superior de la terraza, a modo de vano, con su umbral de piedra alargada. Este vano tiene 0.52 metros de ancho y una altura conservada de 0.09 metros. No se encontró material cultural arqueológico mueble. La capa B está conformada por la roca madre aflorante de color amarillento, de naturaleza sólida, la cual aflora en el 75) de la unidad hacia la superficie. Figura 6: vista panorámica del valle de Carapongo visto desde la unidad 9. UNIDAD 10: De 8 x 8 metros, emplazada en un área casi plana, cubierta de achupallas secas, en las coordenadas UTM: 8673291N, 297550E. La secuencia estratigráfica identificada en la excavación es la siguiente: La capa S está formada por tierra de origen eólico, de color gris, combinada con pequeñas gravillas y restos secos de achupalla. Se identificó una estructura semisubterránea. Al retirar la capa superficial y antes de iniciar la capa A, se identificó en la parte media de la unidad, a 2.56 metros del límite norte y a 3.81 metros del límite este, una estructura semicircular, a modo de cista, con la base media cuadrangular, elaborada a base piedras 115 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 canteadas de diferentes tamaños, elaborado por pircado simple (sin argamasa). Tiene un diámetro de 0.49 metros y 0.12 metros de profundidad. Al excavar la estructura de pudo observar la base que está hecha de piedra de diferentes tamaños que se condicionan en el terreno, no se observan que estén unidos con argamasa, sino como un pircado. Tiene 0.05 metros de grosor. No se encontró material cultural arqueológico mueble. Se observan algunas piedras sueltas de tamaño mediano y grande (de hasta 0.30 metros de largo). La capa A es tierra de color marrón claro amarillento combinado con gravas, de naturaleza compacta. Esta capa solo aparece en un 25% del área total de la unidad. Tiene 0.10 metros de grosor. Al culminar esta unidad se identificó el basamento de la estructura semisubterránea, la cual descansa sobre la roca madre. No se encontró material cultural mueble al interior, ni al exterior. Figura 7: vista de la capa estéril, unidad 10. Vista de la estructura en el lado derecho. UNIDAD 11: Está conformada por una cuadrícula de 8 x 8 metros, en las coordenadas UTM: 8673207N, 297520E, ubicada en un área de poca pendiente. Al interior de esta unidad se halló una estructura de planta circular, edificada con piedras canteadas de diferentes tamaños, sin argamasa. La secuencia estratigráfica identificada en esta unidad es la siguiente: La capa S es un suelo compacto de origen eólico, formado por la acumulación de piedras (gravas) y tierra, de 0.05 metros de grosor. Presenta residuos vegetales secos (achupalla). Al momento de excavar la capa S, se observa que la tierra va cambiando a un tipo de tierra color más marrón claro (pues la parte de esta capa en contacto con el ambiente está en contacto con la humedad ambiental), combinadas con gravas en menor proporción. La estructura circular tiene 0.48 metros de diámetro interno, formado por piedras sueltas medianas que la delimitan. No se halló materiales culturales muebles. La capa A, está conformado por la roca madre de origen geológico, de color amarillento. No se encontró material cultural. 116 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. Figura 8: vista final de la excavación de la unidad 11, nótese la estructura circular elaborado en tiempos contemporáneos. UNIDAD 12: Se emplazó en un área de poca pendiente, en las coordenadas UTM: 8673221N, 297547E, es una cuadricula de 4 x 4 metros. La secuencia estratigráfica identificada en la excavación es la siguiente: La capa S es de color gris, de origen eólico, con presencia de inclusiones de gravillas y achupalla, tiene un espesor de 2 cm aproximadamente, de naturaleza suelta. La capa A es de tierra de color marrón claro amarillento, que está combinada con pequeñas gravas de relleno. La tierra no es compacta, no presenta problemas al excavar. Esta capa es compacta, con un grosor de 0.28 metros. Se identificó al interior de esta capa, una estructura de planta circular, ubicado al lado central de la unidad, la cual tiene 0.92 metros de diámetro y 0.52 metros de profundidad, intruyéndose en la roca madre (capa B). Al excavar al interior de esta estructura, edificada con piedras canteadas medianas, unidas con argamasa, se halló tierra de relleno color marrón amarillento entremezclada con piedras pequeñas; sin hallarse material cultural mueble alguno. UNIDAD 13: Se trata de una unidad de 4 x 4 metros, en las coordenadas UTM: 8673170N, 297492E. La secuencia estratigráfica identificada es la siguiente: La Capa S está conformada por tierra semi-compacta de color gris con pequeñas gravas y con presencia de piedras grandes. Esta capa tiene 0.04 metros de grosor. En una de las esquinas (lado N) de la cuadricula se observa la capa A (afloramiento rocoso). Se observa, desde antes de retirar esta capa, un alineamiento de piedras de una sola hilera, de planta semicircular y forma lineal ovalada, que correspondería a un pequeño paraviento. Tiene 1.12 metros de largo y 0.18 metros de grosor. La capa A es la roca madre, de color marrón amarillento, conteniendo en la interfacie con la capa S, pequeñas gravas que se han desprendido de la roca madre. 117 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 Figura 9: vista final de la unidad 12 y del paraviento. Figura 10: Otra vista del paraviento de la unidad 12. UNIDAD 14: Esta unidad es una trinchera de 8 x 2 metros, ubicada en un espacio plano, junto a la cruz de madera (cruz de camino), en un área cubierta de vegetación seca (achupalla), en las coordenadas UTM: 8673162N, 297560E. En los alrededores de la unidad hay 118 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. alineamientos de piedras y pequeñas terrazas de muros de piedras mampuestos sin argamasa, elaborados por los invasores que hace algunos años ocuparon y parcelaron el terreno de manera irregular, siendo luego desalojados. Al interior de la unidad no se halló ninguna evidencia cultural mueble o inmueble. Junto a esta unidad hay una cruz moderna a la cual se le celebra una fiesta cada año, por referencia de los pobladores antes había otra cruz más antigua. ESTADO DE CONSERVACIÓN El sitio arqueológico Portillo se encuentra en pésimo estado de conservación, destruido en gran medida por la invasión del Asentamiento Humano El Cerrito la Libertad y el tráfico de terreno del que ha sido objeto por parte de sus autoridades. En los últimos años nuevas invasiones han ocupado la parte superior del sitio arqueológico donde realizamos excavaciones, situación favorecida por un Proyecto de Evaluación Arqueológica que determinó que esta área no contenía restos arqueológicos y que viene propiciando la emisión del Certificado de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA), cercenando gran parte del sitio arqueológico. INTERPRETACIONES Y DISCUSIONES El objetivo de realizar el presente proyecto de investigación fue el determinar las características de las ocupaciones de este sitio. De la revisión de las fotografías aéreas, se había identificado alineamientos en la parte baja del sitio arqueológico; por lo que las unidades del 1 al 6 y del 15 al 17 se plantearon en esta zona. De haberse excavado estas unidades propuestas se hubiera logrado conocer las características de este sitio que está próximo a desaparecer por las invasiones, sin que se conozca sus componentes. Las prospecciones arqueológicas realizadas en la ladera media y superior del sitio arqueológico, permitieron identificar unas pocas áreas semiplanas donde se podía excavar y recuperar algunos datos. En las prospecciones en toda la ladera media y superior no se encontraron materiales muebles en superficie. En todas estas áreas emplazamos unidades de excavación, que son las que presentamos líneas arriba. En las unidades ubicadas hacia el lado oriental del sitio se halló dentro de la capa A (de poco grosor), algunas estructuras de planta ovalada, de sección semisubterránea, edificadas con piedras canteadas sueltas, mampuestas sin argamasa. Esto nos lleva a plantear tres posibles hipótesis sobre la funcionalidad de estas estructuras: 1. Estas estructuras datarían de periodos Precerámicos (Arcaico Tardío), correspondiendo a áreas ceremoniales. Esto fue propuesto inicialmente por el supervisor Lic. Carlos Morales, señalando que las estructuras habrían podido servir como receptáculo de elementos ofrendatorios; aunque debemos precisar que no se halló evidencias de estos elementos al interior de las estructuras. 119 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 2. También, es posible que se traten de estructuras acerámicas, es decir de periodos prehispánicos tardíos pero que no presentan cerámica. Durante periodos prehispánicos tardíos esta área se hallaba en el área de interacción entre los Ichma (costeños) y los Chaclla (altoandinos de la actual provincia de Huarochirí). 3. En tercer lugar, hay también la posibilidad de que se trate de estructuras de periodo republicano; pues sobre una terraza se halló coprolitos de ganado caprino; lo que nos hace pensar que correspondía a estancias de ganaderos caprinos que en épocas de invierno y cuando esta ladera de cerro se cubría de lomas estacionales de achupalla, llegaban con sus ganados a pastear en la zona. No se ha recuperado ningún fragmento de cerámica, ni arqueológica ni contemporánea. Hemos tomado la versión de algunas personas mayores (de más de 70 años) que viven en la zona, quienes señalan que, hasta hace 30 años, algunos arrieros de cabras de la Comunidad de Chaclla llegaban con su ganado a pastear en la zona. Posiblemente, estas estructuras sean habitaciones o habitáculos estacionales de estos pastores. En todo caso, futuras investigaciones podrán esclarecer la filiación cultural y cronológica de estas edificaciones excavadas en la parte superior del sitio. Con respecto al posible paraviento, este aflora a la superficie, estando conformado por piedras sueltas, como se observa en la fotografía, por lo que es difícil darle una cronología, más aún cuando tampoco se recuperaron materiales muebles en los alrededores. Los paravientos son sitios estacionales edificados en diversas regiones de los Andes con el objeto de ser refugios estacionales a pastores o viajeros. Las estructuras funerarias observadas en la parte media baja y baja del sitio si presentan filiación cultural prehispánica tardía, correspondiente a la cultura Ichma. Ichma o Ichimay es como se conoce al señorío o nación que se desarrolló inmediatamente antes de la llegada de los Incas en los tres valles de Lima: Pachacamac, Rímac y luego Carabayllo (Bazán; 1990, Díaz; 2002a, 2002b, 2004, Cornejo; 2000, Morales; 1993). El centro principal era el centro de Pachacamac, centro ceremonial más importante de toda la costa central, santuario del dios del mismo nombre, al cual los Incas adoptaron por su importancia como una de las divinidades del imperio (Eeckhout; 2008, Franco; 1996). En el valle medio del Rímac (donde se ubica cerro Portillo), existen otros sitios Ichma, muchos de ellos con ocupación del Tawantinsuyu, como Huaycán de Pariachi, extenso sitio con arquitectura monumental a base de tapiales principalmente, San Juan de Pariachi, Hunchihuaylas, La Puruchuca, Puruchuco, entre otros; muchos de estos con presencia de palacios (Villacorta; 2003, 2004). Las excavaciones realizadas por Camilo Dolorier (2017) en el sitio de Portillo le permitieron identificar la presencia de mitimaes Chaclla que estarían ocupando este territorio desde la quebrada de Jicamarca. Miguel Cornejo Guerrero (2000, p. 154) tomando le referencia de Rostworowski y Espinoza señala que los Chacllas conquistaron Carapongo, Huampaní y Huachipa. Lida Casas (2017), señala en base a sus excavaciones en los sitios arqueológicos Carapongo B y Caraponguillo, que durante el Periodo Intermedio Tardío, esta zona estuvo 120 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. ocupado por los Ishmas, quienes ampliaron la frontera agrícola con la construcción de canales y reservorios. Puruchuco es otro asentamiento tardío de gran importancia, ubicado en el valle del Rímac, distrito de Ate. Fue ampliamente investigado y restaurado por Arturo Jiménez Borja, en la segunda mitad del siglo pasado. El monumento está edificado a base de tapiales elaborados en paños murarios, aunque existen algunos muros de adobe en la parte interna, así como segmentos de piedra en algunos remates. Puruchuco correspondió a la residencia de un curaca local durante el Horizonte Tardío. En los alrededores existen sitios arqueológicos Ichma, como Huaquerones donde Guillermo Cook identificó debajo de un asentamiento humano moderno, una extensa área funeraria. En la zona de Ñaña, Jonathan Palacios (2017) realiza investigaciones en el sitio La Explanada, uno de varios sitios que se ubican en laderas, cumbres, mesetas y quebradas de los cerros contiguos al valle del Rímac en su margen norte. En este sitio, prospecciones y excavaciones identificaron estructuras muy similares a las ubicadas en la parte superior de Portillo, conformadas por muros de piedras mampuestas sin argamasa y estructuras ovaladas semisubterráneas, las cuales corresponden a estructuras ceremoniales de culto al agua y a los cerros, de datación del Precerámico Final y Periodo Inicial. Por analogía, podrían corresponder las edificaciones halladas en la parte superior de portillo a este periodo cultural; presentando una reocupación en periodos republicanos. CONCLUSIONES Las excavaciones realizadas en el Cerro Portillo, valle medio del Rímac, aunque limitadas y restringidas, han permitido identificar un conjunto de edificaciones de aparente función ritual, ubicadas en la parte superior del cerro. Estas estructuras son muy recurrentes en la cima de los cerros que se elevan desde el valle mismo, correspondiendo a pequeños santuarios de culto al agua y al paisaje circundante. En la parte baja y media del cerro se identificó ocupaciones del Intermedio Tardío, conformado por pequeñas unidades habitacionales y estructuras funerarias, lamentablemente destruidas por las invasiones de asentamientos humanos. AGRADECIMIENTOS Un agradecimiento especial a los arqueólogos que han participado en estas investigaciones, en especial al Bach. Erick Ramos Luque, a la Bach. Lizeth Travezán Maldonado, entre otros. BIBLIOGRAFÍA BAZAN DEL CAMPO, Francisco. (1990). Arqueología y etnohistoria de los periodos prehispánicos tardíos de la costa central del Perú. Tesis para optar el título de Licenciado en Arqueología. UNMSM. 121 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 CASAS, Lida. (2017). La zona de Carapongo como expresión física de una entidad política durante el período de los Reinos y Señoríos Tardíos. Tesis para optar el Grado Académico de Magíster en Arqueología Andina. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. CORNEJO GUERRERO, Miguel A. (2000). 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Tesis para optar el Grado Académico de Magíster en Arqueología Andina. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. EECKHOUT, Peter. (2008). El oráculo de Pachacamac y los peregrinajes a larga distancia en el mundo andino antiguo. Adivinación y oráculos en el mundo andino antiguo: pp. 161-180. Lima: Institut français d'études andines. IFEA - Pontificia universidad católica del Perú. PUCP. ESPINOZA, Waldemar. (1984). Los señoríos de Yaucha y Picoy en el abra del medio y alto Rímac. Siglos XV y XVI. El testimonio de la etnohistoria. Revista Histórica, XXXIV: pp. 157-279. Lima. FRANCO JORDÁN, Régulo. (1996). Arquitectura monumental en Pachacamac. ARKINKA, 11: pp. 82-94. Lima. MORALES CHOCANO, Daniel. (1993). Historia arqueológica del Perú. Del Paleolítico al Imperio Inca. Compendio Histórico del Perú, Tomo I. Lima: Ed. Milla Batres. PALACIOS, Jonathan. (2017). Agua. Ritual y culto en Yañac (Ñaña): la montaña sagrada. Lima: Universidad Peruana Unión. Lima, 254 pp. 122 VAN DALEN LUNA, Pieter; VILLALTA TELLO, Anthony y TELLO CUADROS, Roberto: “Determinación de las ocupaciones culturales y sus características en Cerro Portillo, valle del Rímac (Carapongo)”. VILLACORTA OSTOLAZA, Luis. (2003). “Palacios y ushnus: curacas del Rímac y gobierno inca en la costa central”. En: Boletín de Arqueología PUCP. No 7. Pontificie Universidad católica del Perú. Lima, pp. 151-187. VILLACORTA OSTOLAZA, Luis. (2004). “Los palacios en la costa central durante los periodos tardíos: de Pachacamac al Inca”. En: Bulletin de l’Institut Français d’Etudes Andines. No 33(3). Instituto Francés de Estudios Andinos. Lima, pp. 539-570. DATOS DE LOS AUTORES: Pieter VAN DALEN LUNA: Licenciado en Arqueología (UNMSM), bachiller en Ciencias de la Educación (UNE-EGV-LC), magíster en Arqueología Andina (UNMSM), magíster en Gestión del Patrimonio Cultural (UNMSM). Doctor en Ciencias Sociales con mención en antropología (UNMSM) y Doctorado en el Programa de Estudios Andinos Arqueología especialidad en arqueología (PUCP). Diplomado en Conservación especializado en arquitectura arqueológica. Docente nombrado de la UNMSM, departamento académico de arqueología. Premio al Mérito Científico UNMSM 2012. Exdirector del Museo de Arqueología y Antropología de San Marcos–UNMSM (2012-2017). Ex vicedecano nacional del Colegio Profesional de Arqueólogos del Perú (2018-2019). Director del Proyecto de Investigación Arqueológica Chancay–Huaral–Atavillos (PACHA). Director General de Investigación en Turismo y Artesanía del MINCETUR. Anthony VILLALTA TELLO: Bachiller en Arqueología por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es miembro Adherente del grupo de Investigación: Arqueología Andina y Gestión de Recursos Culturales y Naturales (ARQANBIO). Tiene experiencia como arqueólogo de campo y gabinete. Ha realizado trabajos de campo en diferentes regiones del país. Ha laborado en el Colegio Profesional de Arqueólogos del Perú (COARPE) del 2018 al 2019. Se ha desempeñando tcomo arqueólogo de campo y jefe de campo en rabajos de investigación en la provincia de Huaral como Macatón, Lumbra y La Huaca. Ha realizado excavaciones en Cerro Colorado (valle de Huaura), Purunmraca y Marca Piche. Ha llevado un diplomado especializado en conservación del patrimonio arqueológico inmueble. 123 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 109-124 / ISSN: 2221-7819 Roberto TELLO CUADROS: Licenciado en Arqueología por la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, egresado de la maestría en gestión del Patrimonio Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha laborado en el Museo de Arqueología y Antropología de San Marcos (2015-2020) Ha sido directivo nacional del Colegio Profesional de Arqueólogos del Perú (2018-2019). Ha realizado investigaciones arqueológicas en diversas regiones del Perú y tiene publicados múltiples artículos científicos sobre arqueología andina. 124 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 ARTÍCULO ORIGINAL y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. ÑAWPA MARCA / No 2, VOL 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 EVALUACIÓN ARQUEOLÓGICA DE LA EXPLORACIÓN SÍSMICA 2D EN EL LOTE 34 Y ÁREA DE INFLUENCIA. UCAYALI. PERÚ1 “Archaeological evaluation of the 2D Seismic Exploration in Block 34 and Area of Influence. Ucayali. Peru” Gori Tumi Echevarría López https://orcid.org/0000-0001-8332-979X Universidad Nacional Mayor de San Marcos goritumi@gmail.com Resumen El presente artículo está basado en el reporte de evaluación arqueológica a los trabajos de exploración sísmica llevados a cabo en el Lote 34 y Área de Influencia, del año 2002 afectados sobre la cuenca alta del río Ucayali, en el departamento del mismo nombre en la Amazonía peruana. Se exponen los principales aspectos metodológicos, así como los resultados de la evacuación, que incluyeron el reconocimiento de diversos sitios arqueológicos, la recuperación de material cultural mueble, y la prevención de la afectación al patrimonio arqueológico. Se concluye sobre las ventajas y limitaciones de una evaluación arqueológica en un contexto de exploración industrial, y las posibilidades académicas de tal emprendimiento. Palabras claves: Exploración sísmica, evaluación arqueológica, prospección, Amazonía, Ucayali. Abstract This article is based on the archaeological evaluation report of the seismic exploration work carried out in Lot 34 and Area of Influence in 2002; on the upper basin of the Ucayali river, in the department of the same name in the Peruvian Amazon. The main methodological aspects are exposed, as well as the results of the evacuation, which included the recognition of various archaeological sites, the recovery of movable cultural material, and the prevention of damage to the archaeological heritage. It 1 La versión original de este informe fue entregada por el autor al arqueólogo Anselmo Lozano como reporte de labores el año 2002. Esta versión ha sido editada y modificada en algunos aspectos para su publicación respectiva. La mayor parte de la documentación fotográfica se encuentra en poder del arqueólogo Lozano y no pudo ser usada en esta publicación. 125 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 concludes on the advantages and limitations of an archaeological evaluation in a context of industrial exploration, and the academic possibilities of such an undertaking. Keywords: Seismic exploration, archaeological evaluation, prospecting, Amazonia, Ucayali. * Presentado: 1 – 02 – 2022. * Aprobado: 14 – 05 – 2022. INTRODUCCIÓN La historia de las exploraciones de hidrocarburos en el Lote 34 y Área de Influencia -Ucayali, Perú- se remontan al año de 1973, por lo que existe una historia continua de intervención industrial en este territorio, cuya ejecución se ha realizado con muy poca o ninguna supervisión arqueológica. Debido a esto, existe un vacío en la información cultural del área, que presenta testimonios de ocupaciones y actividad humana pretérita. Teniendo en cuenta que las posibilidades de afectación del patrimonio cultural en un territorio dado se dan desde el momento en que empiezan los trabajos de intervención, es que la evaluación arqueológica del año 2002, tuvo como objetivos el reconocimiento de los procedimientos de exploración símica, la forma en que estos procedimientos afectan el patrimonio; y la prevención de esta afectación. El trabajo se llevó a cabo como parte de las actividades relacionadas a la exploración, previstas por la Empresa Repsol Exploración Perú, Sucursal del Perú (Repsol-YPF) en coordinación con el Instituto Nacional de Cultura, INC-San Martín. El área cubierta por la exploración símica abarcó bosque amazónico, cuencas de ríos y laderas montañosas, donde, en condiciones normales es prácticamente imposible deambular en forma libre. Debido a esto, desde una perspectiva arqueológica, los procedimientos de penetración en el territorio, por la exploración sísmica, constituyeron una oportunidad para realizar un reconocimiento a zonas difíciles de acceder sin una logística compleja. Esto dio como resultado el hallazgo de diversos sitios arqueológicos y material arqueológico aislado, corroborando el hecho de que el territorio ha sido ocupado desde la antigüedad. Este informe sólo abarca los aspectos del trabajo de campo y se hizo de acuerdo a los parámetros previstos en el Reglamento de Investigaciones Arqueológicas del Instituto Nacional de Cultura del Perú, y fueron llevadas a cabo por el que suscribe, bajo la coordinación del arqueólogo Anselmo Lozano Calderón, durante los meses de julio y agosto del año 2002. METODOLOGÍA El reconocimiento y prospección Como ya se mencionó, toda el área que comprende la zona de exploración sísmica en el Lote 34 y Área de Influencia se halla cubierta en su mayor parte de bosque amazónico, por lo 126 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. tanto, la aproximación de campo, como ya dijimos, está restringida a las formas de penetración de las que dispone la empresa exploratoria. Ya que el área comprende 340.295 Km. lineales, distribuidas en 11 trochas de prospección símica, el sistema de reconocimiento arqueológico siguió el planteamiento lineal; reformulando la numeración dada para las líneas con una nueva clave (Tabla 1). Para la ubicación de los sitios arqueológicos se usó el sistema de acotación de las líneas, mediante “estacas”, y coordenadas UTM; lo cual es bastante preciso para una referencia directa de cualquier punto de la línea. Tabla 1: Nomenclatura de las líneas de exploración símica 2D, Lote 34 y Área de Influencia. Nomenclatura Símica Nomenclatura arqueológica REP-02-01 L34AI-01 REP-02-02 L34AI-02 REP-02-03 L34AI-03 REP-02-04 L34AI-04 REP-02-05 L34AI-05 REP-02-06 L34AI-06 REP-02-07 L34AI-07 REP-02-08 L34AI-08 REP-02-09 L34AI-09 REP-02-10 L34AI-10 REP-02-11 L34AI-11 La forma de reconocimiento de los sitios fue por observación directa del terreno, durante las visitas programadas a las líneas de exploración símica. Ya que los sitios se ubicaron en la línea o próximos a ella, los rasgos de identificación incluyeron características topográficas, disposición y distribución de materiales muebles, y la distinción de alteraciones físico culturales en el entorno. En ningún caso se practicaron excavaciones o cateos de reconocimiento. El sistema de registro usado en la evaluación, a nivel descriptivo, incluyó un cuaderno o diario de campo y fichas analíticas especialmente diseñadas para el trabajo. Las fichas utilizadas fueron, ficha de sitio, ficha de materiales arqueológicos (cerámico, lítico), y ficha para bolsa de materiales. Se incluyó un registro fotográfico extensivo. La clasificación y nomenclatura La identificación de los sitios y materiales recuperados siguió un esquema estándar. Estos fueron identificados con una clave que incluye el código de la línea de procedencia y un número correlativo al hallazgo; de esta forma: L34AI-01-S01; lo cual quiere decir: Lote 34 y Área de Influencia, línea 01, sitio 01. De igual modo los elementos arqueológicos aislados fueron identificados por una clave que incluye la mención del Lote y línea de procedencia; también como el número correlativo de 127 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 recuperación, así: L34AI-01-E01; lo cual significa: Lote 34 y Área de Influencia, línea 01, Elemento arqueológico aislado 01. Los materiales provenientes de los sitios se identificaron con la clave del sitio y un número correlativo, independientemente del tipo de material del que se trate, así: L34AI-01-S01, 001; siendo el último número el que identifica al material específico. Por su parte, la identificación de los materiales no arqueológicos va a seguir este mismo procedimiento, pero se va a incluir la mención literal descriptiva del objeto, por ejemplo: L34AI10-Entierros; manteniendo el mismo sistema para el material paleontológico, al cual vamos a nominar simplemente “fósil”. Por su parte, el material etnográfico se nominó con las siglas Et con una numeración correlativa. El caso de la ubicación del Campamento Base, se va a ajustar de acuerdo a la cercanía que tiene con la línea correspondiente, en este caso la Línea Sísmica 7. De esta forma todos los materiales van a estar identificados siguiendo un parámetro de referencia estándar y único. EL LOTE 34 Y ÁREA DE INFLUENCIA Ubicación El lote 34 y su área de influencia se localizan dentro de las provincias de Coronel Portillo y Atalaya en el departamento de Ucayali; zona que corresponde a la parte central este del país. De acuerdo al Estudio de Impacto Ambiental (EIA, 2002), el Lote 34, con una extensión aproximada de 1,125,156 ha y Área de Influencia 76 000 ha, tiene como referencia las coordenadas UTM 8965929mN 711022mE; y 8852429mN y 526400mE; y el área de influencia las coordenadas UTM 637800mE, 8829000mN y por el oeste con el límite de la reserva comunal “El Sira”. No obstante la extensión del lote, la zona de exploración sísmica se redujo únicamente al territorio que políticamente corresponde a la provincia de Atalaya, localizado hacia el noroeste del poblado del mismo nombre, donde el cauce alto del río Ucayali adquiere un rumbo marcadamente norte (Fig. 1). Geografía De acuerdo al EIA, el Lote 34 y Área de Influencia afectan un territorio principalmente amazónico (98,31% de toda su superficie) “con diferentes tipos de forestas o cobertura vegetal en el cual se incluyen ríos, cochas y lagunas”. De todo el lote, 19,065 ha. (1,69%) han sido modificadas para su habilitación en terrenos agrícolas y pastizales, además de zonas pobladas. La mayoría de estas poblaciones se ubican cerca de las riberas del río Ucayali y son de origen indígena. 128 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. La zona cubre parte de las regiones naturales de selva alta, marcada por los declives de la vertiente oriental de la formación orogénica de “El Sira” y las zonas inferiores dominadas por colinas y llanos de la selva baja hacia la margen derecha del río Ucayali, el mismo que puede reconocerse como el divisor natural entre estas regiones. La diferencia de altitudes en estas zonas va de los 300 hasta los 1000 m; con un clima general cálido húmedo. Hidrográficamente corresponde al alto Ucayali entre las localidades de San José y Villa San Luis, teniendo como afluentes importantes a los ríos Cohengua, Tahuania, Cumario, Geneponshea, Sheshea, Unini, y quebradas de importacia como Puntijao y Apinihua que discurren en el área de infuencia. ANTECEDENTES DE INVESTIGACIÓN Las investigaciones petroleras en el Lote 34 se han llevado a cabo desde 1973 y han cubierto sísmica y pozos exploratorios, sin embargo, esta es la primera vez que se hace una supervisión arqueológica de los trabajos de investigación petrolera. Las tablas 2 y 3 (tomadas del Estudio de Impacto Ambiental 2002) graficarán el tipo de estudio llevado a cabo, la fecha y la compañía ejecutora. Tabla 2: Sísmica previa, periférico al Lote 34 y Área de influencia Long Ex Compañía Sísmica Año Empresa itud Lotes (km.) Signal Petroleum Cía Hispanoil OXY REPSOL-YPF Western Geophysical 1973–75 3 366 33 Cía G.S.I. 1973–75 3 129 36 Western Geophysical 1987 1 424 36 CGG 1999 512 34* * Actual nominación Tabla 3: Relación de Pozos Exploratorios Periférico al Lote 34 Y Área de Influencia Perforación Profun Resultad Ex Pozo Opera Año de didad o Lotes Pies dor Abandono Pangea Shahuinto 1998 Negativo 71 Energy Runuya Hispanoil 1975 11 545 Seco con índices de gas 36 La Colpa OXY 1989 9 617 Negativo 36 129 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 Figura 1. Mapa hídrico de Ucayali, con la ubicación del área de exploración sísmica, en el Lote 34 y Área de Influencia. Tomado del Gobierno Regional de Ucayali. Para el caso de los estudios arqueológicos realizados en el área de exploración, se tienen datos de la presencia de nueve sitios, los que han sido tabulados (Tabla 4) para facilitar su referencia y comparación con los sitios hallados en la presente evaluación Tabla 4: Sitios arqueológicos ubicados previamente en el Lote 34 y Área de Expansión (Fuente: EIA, 2002). N Ubica Cl Nomina Descrip exten Asocia o. ción UTM ave ción ción sión ción cultural 8911200 Cementerio Estilo 01 SHA1 Azuaya 7500 m2 594510 de Urnas Azuaya 8872700 Cementerio 02 UCA-40 Sonoshenea Cumancaya 603080 de urnas 8890877 Fragmentos Indetermina 03 UCA-47 Bolognesi 614255 de cerámica do 8874500 Fragmentos 04 TAH-1 Canapistea Caimito (?) 633800 de cerámica 130 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. 05 8882700 603600 UCA-45 Shebonillo Fragmentos de cerámica - 06 8852705 502800 CAT-1 Chicosa Fragmentos de cerámica - TAH-2 Cocha Sheboña UCA-46 Sharara UCA-47 Puerto Nuevo 07 08 09 8892600 605500 8965810 562730 8964520 562700 Fragmentos de cerámica Fragmentos de cerámica Fragmentos de cerámica - Indetermina do Cashibo protohistóric o Indetermina do Indetermina do Indetermina do De acuerdo al Estudio de Impacto Ambiental (2002), estos sitios fueron registrados por el arqueólogo Rogger Ravines en abril del 2001, salvo los dos primeros sitios, registrados por William Allen (1960), y Peter Roe respectivamente. La mayoría de los sitios se ubican en terrazas aluviales y cerca o dentro de actuales asentamientos humanos. LA PROSPECCIÓN SÍSMICA La exploración sísmica es una de las etapas primarias de la investigación de hidrocarburos, las misma que incluye posteriormente, la apertura de pozos exploratorios y pozos de extracción. En este caso, no obstante, el proyecto de prospección símica 2D del Lote 34 y Área de Influencia sólo incluye las actividades de campo conducentes a lograr un registro sísmico de la geología subyacente al área de trabajo, con el objetivo de hallar yacimientos de hidrocarburos. La prospección sísmica en su conjunto es una actividad compleja que involucra una gran cantidad de personal, infraestructura y servicios, los mismos que se adaptan a las circunstancias del trabajo y el territorio. Hay que resaltar que todas estas operaciones tienen un impacto en el terreno y pueden afectar de una forma u otra el contenido cultural del mismo, así como también el medio ambiente circundante. El cuadro siguiente (Tabla 5) va a graficar el impacto global de las operaciones sísmicas en hectáreas, basada en una proyección de 285 Km. lineales, el cual incluye además los puntos de disparo (shot points) y el uso de los explosivos de pentolita (basado en el EIA-2002) Tabla 5: Alteraciones Globales Previstas por Sísmica 2d Modificada (285 Km.). Lote 34 Y Área de Influencia Actividad Ha. Aprox. TM Carga Línea Sísmica: 285 Km. Ancho: 1,2 34, 2 Campamento Base Logístico: (2ha.) – Zona 2,0 Intervenida Campamento Sub – Base 1,0 - 131 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 Campamento Volante: (150 m2 c/u), cada 3,5 Km.: 81 Helipuertos: (2, 400 m2 c/u), cada 3,5 Km.: 81* Zona de Descarga (DZ), (48 m2 c/u), cada 0,8 Km: 356* Shop Points (puntos de disparo): cada 50 m: 5700 SP a 1 m2 x punto Pentolita (Kg.) Total a Comprometerse 1,2 - 19,4 - 1,7 - 0,6 - 60,1 (0,007%) 17 17 La prospección símica, para un mejor entendimiento de su desarrollo se puede dividir en dos grupos de actividades principales: logística y operaciones. Logística El proyecto incluyó la apertura de once (11) líneas sísmicas 2D con un total de 340.295 km, de longitud lineal (Figura 2). Todas las líneas tuvieron un ancho máximo de 1,2 m. El siguiente cuadro (Tabla 6) muestra el código y ubicación de las líneas sísmicas de acuerdo al programa previo de 9 líneas sísmicas (basado en el EIA-2002) Tabla 6: Líneas Sísmicas 2D (Programa Modificado) Código Inicio Final LA – 01 LA—02 LA – 03 LA – 04 LA – 05 LA – 06 LA – 07 LA – 08 LA – 09 Este 604034.6 615742.2 598491.9 599955.6 598645.1 599913.2 599222.7 600312.2 605140.5 Norte 8869130.6 8870658.9 8864256.2 8860861.3 8856029.4 8850890.4 8845700.1 8839357.2 8833295.9 Este 610445.7 617362.9 627429.3 624790.4 633642.1 624876.6 634208.5 635292.3 625126.9 Norte 8829647.7 8830691.8 8872169.9 8863730.7 8856489.1 8852242.9 8846699.7 8840537.8 8834031.8 Las actividades iniciales incluyeron el levantamiento de infraestructura fija para el desarrollo de las actividades de campo en toda el área de prospección, que incluye la apertura de campamentos bases, helipuertos, zona de descarga, y campamentos volantes. La siguiente es una descripción general de esta infraestructura, basado en el Estudio de Impacto Ambiental (2002):  Fuente: REPSOL-YPF 132 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. Figura 2. Ubicación y nomenclatura de las líneas sísmicas en la cuenca alta del río Ucayali. Plano elaborado por la compañía exploratoria. 133 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 a. Campamentos Se compone de: • Campamento Base Logístico (CBL). Su construcción demandará 15 días y su desmantelamiento 5 días. • Campamento Sub – Base. Representa el lugar de apoyo logístico complementario al Campamento Base, su extensión no sobrepasa 1,0 has. • Campamentos volantes (CV). Presentan una dimensión aproximada de 10 m x 15 m (150m2) localizados a una distancia alterna de 3,5 kms. y cercanos a los helipuertos. b. Helipuertos (HP) Presentan un área total de 60 x 40 m (2,400 m2) y una plataforma de 6 x 6 m (36 m2). Se ubican cada 3.50 Km. en las líneas sísmicas. c. Drop zones (DZ). Se denomina así a la zona de descarga, la misma que es utilizada para depositar material de trabajo mediante helicópteros, esta zona ocupa un área de 6 x 8 (48 m2), ubicados a una distancia aproximada de 800 m. cada uno. Operaciones Este es el grupo de actividades en el que la evaluación arqueológica puede desarrollarse paralelamente a la exploración sísmica. La prospección sísmica operativa en campo incluye “grosso modo” cuatro etapas de trabajo: a. Topografía (trocha), b. Taladro (perforación y carga), c. Registro (sísmica 2D); y d. Reforestación. Aunque las etapas mencionadas son exclusivas, ellas se llevan paralelamente en las líneas de acuerdo a los avances de las labores; algunas de las obras de infraestructura se realizan, además, siguiendo este progreso. a. Topografía. Esta actividad incluye la apertura de trochas o líneas rectas de distancia fija (varios kilómetros) y 1,5 m de ancho en los cuales se va a practicar el registro sísmico. La apertura de las líneas incluye el registro topográfico de la longitud y la elevación, así como su ubicación geodésica con GPS. Las líneas van exactamente acotadas cada 25 m. y es en esta etapa donde se implementan los helipuertos (HP), drop zones (DZ), campamentos volantes, y se registran todos los rasgos topográficos relevantes que servirán en el trabajo posterior. 134 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. Figura 3. Trabajo de taladro| en la operación de perforación para explosivos. Fotografía por GoriTumi, 2002. b. Perforación Aquí se ejecuta el taladrado (Fig. 3) y cargado de orificios tubulares con explosivos, lo que son detonados por los miembros del equipo de registro. Los pozos se realizan cada 25 m. consistiendo de un número de tres, ubicados a 1,5 m de distancia entre ellos. Las cargas se componen de 1.0 Kg. de explosivo colocadas a 3.0 m de profundidad. c. Registro Esta labor involucra la participación de tres grupos distintos: 1. “Sismo A”, el cual se encarga de tender una línea de cable con terminales sensibles para detectar movimiento del suelo, 2. El equipo de registro o “casa blanca”, el cual utiliza una cabina de procesamiento, desde donde se hacen las detonaciones y el registro de los resultados de la sísmica de reflexión; y 3. “Sismo B” el cual retira el cable de la línea. El trabajo de registro es definitivo y en esta etapa prácticamente se termina la labor de prospección en campo, puesto que los resultados del registro se procesan en gabinete. Todo el trabajo posterior es colateral y ya no involucra ninguna labor de infraestructura o registro. 135 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 d. Reforestación Es la última etapa correspondería también a las labores de cierre de la exploración. Sigue inmediatamente a la de registro y se encarga de cerrar todas las líneas mediante la reforestación de sus helipuertos, drop zones, y cualquier otra área abierta usada para infraestructura (como algunas zonas especiales para la cabina de registro). EVALUACIÓN ARQUEOLÓGICA Evaluación La evaluación arqueológica se llevó a cabo del 5 de julio al 25 de agosto del año 2002 en el área que comprende las 11 líneas sísmicas del Lote 34 y Área de influencia. La evaluación consistió de la revisión de los procedimientos de exploración sísmica 2D y de parte del territorio en donde las operaciones se realizaron, con el fin de identificar y prevenir las afectaciones al patrimonio arqueológico. Esta actividad incluyó la visita a campamentos bases, campamentos volantes y diferentes grupos de trabajo en operaciones de topografía, taladro, registro y reforestación. Debido a que el trabajo de evaluación se adecuó a los requerimientos de la exploración sísmica, es que hubo una gran variación de actividades en cortos periodos de tiempo. El cuadro siguiente (Tabla 7) va a resumir cronológicamente las principales actividades llevadas a cabo durante la evaluación arqueológica, por periodos semanales. Tabla 7: Cronograma de actividades llevadas a cabo Semana Actividad Llegada al campamento, inducción y reconocimiento. Recopilación de información 1ra sobre la operación Evaluación del trabajo de topografía, líneas 10, 2, y 1. Evaluación del sitio Cocani 2da en el Campamento Base Evaluación del trabajo de registro, “shooters” y “sismo B”. Evaluación del cementerio, línea 10 y hallazgo del sitio 02, línea 9. Recuperación de la escultura 3ra lítica Charla a “permiseros” (trabajadores sociales). Recuperación del hacha lítica. Evaluación del trabajo de Perforación, línea 11. Evaluación del trabajo de “Casa 4ta Blanca” (registro), hallazgo del sitio 03 “Boca Cocani”, línea 6 Recuperación de los elementos arqueológicos líticos, dos, de la línea 9. Evaluación 5ta del trabajo de reforestación, línea 9 Reconocimiento de la línea 9, hallazgo del sitio 04 “Unini”. Evaluación del trabajo de 6ta “shooters”, línea 4. Recuperación de material etnográfico, cerámica y flechas, líneas 9 y 5 respectivamente. Puesta de la muestra “Evaluación Arqueológica en la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia”. Evaluación de puerto de aprovisionamiento en el río 7ma Cohengua 136 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. 8va Evaluación del trabajo de “sismo B” (registro), línea 11 RESULTADOS La evaluación llevada a cabo arrojó un importante volumen registro, a pesar de nuestra limitación logística y la dificultad de cubrir todo el territorio implicado en la exploración sísmica. En los cuadros siguientes se puede observar el área cubierta, el tipo de trabajo evaluado y la línea en que este se llevó a cabo. Tabla 8: Líneas Símicas y distancia recorrida en la evaluación arqueológica Línea Sísmica Kilómetros recorridos 1 6.0 2 4.0 3 No recorrida 4 3.0 5 No recorrida 6 14.0 7 No recorrida 8 4.0 9 12.0 10 11.0 11 33.0 Total 87.0 Tabla 9: Actividades registradas y líneas donde se hizo la evaluación Tipo de actividad Registro Topografía Perforación Casa Reforesta Sismo Sismo Shooters Blanca A B 2 11 9 4 11 9 6 Líneas 1 6 9 10 Todos los sitios ubicados y los materiales arqueológicos recuperados fueron registrados de acuerdo a los procedimientos descritos en la metodología, de esta forma podemos exponer los siguientes resultados. SITIOS ARQUEOLÓGICOS Se ubicaron y reconocieron cuatro sitios arqueológicos (Tabla 10), uno de los cuales, el sitio L34AI-09-S01, se halló dentro del área del Campamento Base. 137 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 a. Sitio Arqueológico L34AI-07-S01, “Cocani” Este sitio arqueológico fue encontrado por personal laboral la segunda semana del mes de mayo, dentro del área del campamento principal de operaciones. El hallazgo se hizo cuando se hacía un pozo para el bladder de almacenamiento de combustible JP-1, en la sección norte de la zona llamada campamento Villa San Luis; siendo identificado originalmente por el arqueólogo Anselmo Lozano La excavación no afectó toda la extensión del sitio arqueológico, excepto un área de 10 m2, donde se observó cerámica arqueológica a hasta los 30 y 40 cm de profundidad. Salvo el área descrita el resto del yacimiento se mantuvo sin alteraciones evidentes ya que los contenedores se hicieron sobre nivel superficial. El mes de julio hicimos una observación adicional en el sitio, y pudimos apreciar que este puede ser reconocido en superficie; existiendo materiales arqueológicos dispersos en un área de más de 100 m2, que incluyen fragmentos de cerámica y restos líticos (Fig. 4 y 5). También se verificó la presencia de esta asociación material (lítico y cerámica) en cortes abiertos de hasta 30 cm. de profundidad, hechos por personal de la compañía para infraestructura operativa en la misma área (Fig. 6). Hay que anotar que la cerámica se encuentra en mal estado de conservación, siendo su manipulación muy delicada. El sitio se encuentra en la cima de una loma natural, la cual forma parte de un grupo de colinas leves sobre una de una terraza aluvial ubicada 200 m al oeste del río Unini, aproximadamente a 2 Km de la desembocadura de este río en el Ucayali. El relieve es visible ya que el área se encuentra deforestada para servir de asiento al campamento y zona de pasturas. De acuerdo al personal de la compañía, el actual propietario de la zona no tiene conocimiento de que el lugar es un sitio arqueológico. b. Sitio Arqueológico L34AI-09-S02. Este sitio fue reconocido el 16 de julio del 2002 cuando se realizaba el trabajo de shooters (consistente en la detonación de cargas de explosivos) y “sismo b” en la Línea Sísmica 9; a 5 m. al norte de la línea, a la altura de la estaca número 446. Se halló a la entrada a una parcela, en una zona parcialmente deforestada y sembrada con frutales. El yacimiento se trató de un conjunto de afloramientos de rocas en un área de aproximadamente 150 m2, sobre una ladera moderada, la misma que se encuentra dentro de un paisaje montañoso con colinas y quebradas poco profundas; observándose también areniscas y calizas en la zona. El sitio contiene una quilca o petroglifo sin materiales asociados. La evidencia está conformada por un conjunto de trazos lineales de probable carácter cultural, tipo incisiones sobre arenisca. 138 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. Figura 4. Cerámica proveniente del Sitio Arqueológico L34AI-07-S01, “Cocani”. Fotografía por Gori-Tumi, 2002. 139 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 Figura 5. Material lítico proveniente del Sitio Arqueológico L34AI-07-S01, “Cocani”. Fotografía por Gori-Tumi, 2002. 140 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. Figura 6. Trinchera para infraestructura operativa, realizada en el Sitio Arqueológico L34AI-07S01, “Cocani”. Fotografía por Gori-Tumi, 2002. c. Sitio Arqueológico L34AI-06-S03, “Boca Cocani” Este sitio arqueológico fue descubierto el 27 de julio del 2002 en circunstancias en que se estaba evaluando el trabajo de “registro” y el uso de su cabina de aparatos llamada “Casa Blanca”. El sitio consiste de una extensa área de desechos de cerámica en mal estado de conservación, dispersos en un área aproximada de 20 x 40 m. Se ubicó sobre la ladera de una colina, 300 m al oeste del río Ucayali, cerca de la desembocadura del río Cocani; aproximadamente 30 m al norte de la Línea Sísmica 6 a la altura de la estaca 545. El área alrededor de “Boca Cocani” muestra suelos de arcillas y arenas, y se caracteriza por colinas marcadas y quebradas cortas no muy profundas. Hacia el borde del río se observan terrazas medias y altas con algunos afloramientos de calizas. Toda la cima de la colina y la ladera adyacente al norte, donde se ubica el sitio, fueron rozadas y quemadas para habitación poco tiempo antes de que llegara la cabina de registro; esto permitió observar abundante cerámica en superficie, muchas con huellas de quema, y algunos perfiles (expuestos por la roza) con cerámica arqueológica. Por la densidad del material se presume que el sitio es mayor de lo que puede observarse a simple vista. 141 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 La cima de la colina, fue nivelada para área de vivienda en tiempos modernos. No se encontró materiales arqueológicos en superficie; lo que quizá se debe a la remoción del suelo. Sin embargo, hay que precisar, la mayor parte del material cerámico se encuentra en contexto primario. d. Sitio Arqueológico L34AI-09-S04, “Unini” Este sitio se halló en el caserío Diamante Azul, durante una visita realizada con miembros del equipo medico y administrativo de la compañía cuando realizaban trabajos de extensión en la zona, el día 5 de agosto del 2002. Este caserío fue cruzado por la línea sísmica 9, por lo cual se convirtió en un área de visita y actividad obligada para la compañía; y por tanto parte de la zona evaluada arqueológicamente. Unini se ubica en una terraza nivelada baja, inmediatamente al margen oeste del río del mismo nombre, el cual colecta al Ucayali varios kilómetros al norte. La terraza es prácticamente plana, incluso en zonas que no han sido habilitadas para vivienda o chacra. La tierra en superficie contiene arcillas y arenas, conformado por depósitos fluviales. El sitio arqueológico consistió de una amplia zona de desechos culturales en buen estado de conservación, que incluyeron abundante cerámica y material lítico, cuya extensión cubre casi toda la superficie del caserío; con un área mínima de 200 m 2 por la dispersión de la cerámica. Algunos pobladores han reconocido haber encontrado vasijas enterradas cuando construían sus casas en algunas zonas más periféricas, lo que da una idea de la amplitud real del yacimiento. De acuerdo a la información de los pobladores, varios de los caseríos y comunidades de la zona producían cerámica hasta algún tiempo, caso contrario al caserío de Diamante Azul, que es de origen reciente (menos de 30 años), lo que le da al lugar más relevancia como sitio arqueológico. Tabla 10: Sitios Arqueológicos identificados en la Evaluación arqueológica del Lote 34 y Área de Expansión Sitio Estado de Ubicación Clave Nominación Descripción No. conservación Cerámica y lítico en Base Cocani, L34AI01 Cocani superficie, y Bueno Línea 7 07-S01 estratificada Línea 9, estaca L34AI02 Roca grabada Bueno 446 09-S02 Línea 6, estaca L34AICerámica y lítico en 03 Boca Cocani Malo 545 06-S03 superficie C. Diamante L34AICerámica y lítico en 04 Unini Bueno Azul, Línea 9 09-04 superficie 142 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. Elementos arqueológicos aislados Durante el trabajo de evaluación se pudo recuperar material arqueológico que había sido colectado irregularmente por miembros del personal de la compañía, personal obrero o de staff (Tabla 11). Debido a que este material fue levantado sin un procedimiento controlado, no se pudo reconocer el lugar de origen, aunque en muchos casos sí se pudo rastrear la ubicación del mismo. Una descripción de las circunstancias del hallazgo y las características de las piezas recuperadas sigue a continuación. a. Hacha. L34AI-10-E01 El día 16 de julio al estar evaluando el trabajo de “sismo” se pudo tomar contacto con el grupo “verde” o de reforestación. En este grupo uno de los trabajadores nos dijo que había recogido un hacha de piedra (a la cual llamó “hacha incaica”) en la Línea Sísmica 10. Según el autor del hallazgo, la pieza se encontró en un banco de piedras en la orilla de una quebrada que colecta al río Ucayali, aproximadamente sobre la estaca 861 de la referida Línea 10. El artefacto, en excelente estado de conservación, fue entregado el día 23 de julio del 2002 en el Campamento Base, y consistió de un hacha de caliza blanca tallada y pulida finamente, de 7.6 cm. de alto x 5.6 cm. de ancho (Fig. 7). b. Pieza escultórica. L34AI-05-E02 El día 18 de julio del 2002 en el Campamento Base Cocani se hizo la recuperación de una pequeña pieza escultórica, la misma que fue encontrada por el lavandero del campamento. Según este trabajador, la pieza se halló en la maquina de secado entre las ropas del supervisor de taladro, del equipo de perforación No 4. Al ser cuestionado, el supervisor negó ser el responsable del objeto. No obstante, fuera el caso que él o su equipo colectaran esta pieza, es probable que ésta haya provenido de la Línea Sísmica 5. La pieza mostró un excelente estado de conservación (Fig. 8), a pesar de haber sido lavada (sometida a un estrés físico-químico). La pequeña escultura parece tratarse de la representación de un pez (los pobladores reconocían al paiche). Fue trabajada incisión y pulido, resalta la sección anterior más lograda. c. Cerámica. L34AI-09-E03/04 El día 23 de julio del 2002 uno de los miembros del equipo de reforestación hizo entrega, en el Campamento Base Cocani, de dos fragmentos de cerámica, los cuales, según el autor del levantamiento, provienen de la Línea Sísmica 9. Estas piezas fueron y colectadas mientras el 143 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 equipo realizaba sus actividades de reforestación entre las estacas 621 y 631 de la referida línea, siendo halladas en superficie. Se trata de dos fragmentos cerámicos muy similares (Fig. 9), de pasta gruesa, cocción oxidante y superficie exterior corrugada e interior llana. Nosotros recorrimos la referida línea y no pudimos verificar la presencia de material arqueológico entre las estacas señaladas por el informante, lo más probable es que se halla confundido el dato de su ubicación. Figura 7. Hacha de caliza, proveniente de la Línea Sísmica 10. Fotografía por Gori-Tumi, 2002. d. Artefacto lítico (mano de moler). L34AI-09-E05 Esta pieza, conjuntamente con otro artefacto lítico, fueron recogidos por uno de los ingenieros de la compañía el día 30 de julio del 2002, en circunstancias en que realizaba un reconocimiento geológico. Según el autor del levantamiento, las piezas se hallaron en un radio de 1m2, en asociación a un fragmento cerámico; entre las estacas 527 y 528 de la Línea Sísmica 9. 144 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. La mano de moler, hallada en un excelente estado de conservación, mostró una zona activa convexa y algunas secciones fracturadas. Presentó también incisiones en su cara anterior, sin formar un orden aparente o algún tipo de representaciones figurativa. Figura 8. Pieza escultórica, proveniente de la Línea Sísmica 5. Fotografía por Gori-Tumi, 2002. e. Artefacto lítico (percutor). L34AI-09-E06 Esta pieza tiene el mismo contexto que la mano de moler ya que fue recogida el mismo momento y por el mismo ingeniero. Se trata de un canto rodado ligeramente alargada y delgado, con desgastes marcados en sus extremos, probablemente por su uso como percutor. Su estado de conservación es bueno. f. Piedra horadada (L34AI-07-E07) El 14 de agosto se recuperó una pequeña piedra horadada en el Campamento Base Cocani, la cual fue dejada en uno de los ambientes de forma anónima. De acuerdo al supervisor de seguridad, la pieza fue colectada y luego traída del campamento volante que se encontraba aproximadamente en la estaca 515 de la Línea Sísmica 7; la misma que pasa al norte del Campamento Base. El objeto, de origen natural, presenta un contorno circular con una oradación en uno de sus lados, lo cual le da la forma de un vaso irregular. Tabla 11: Elementos arqueológicos aislados, recuperados en la evaluación arqueológica Estado de Número Procedencia Clave Descripción Cantidad conservación 145 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 01 Línea 10 02 Línea 05 03 Línea 09 04 Línea 09 05 Línea 09 06 Línea 07 L34AI-10E01 L34AI-05E02 L34AI-09E03/04 L34AI-09E05 L34AI-09E06 L34AI-07E07 Hacha Bueno 1 Pieza escultórica Bueno 1 Cerámica, fragmentos Bueno 2 Mano de moler Bueno 1 Percutor lítico Bueno 1 Piedra horadada Bueno 1 Total 7 Otros Sitios y materiales no arqueológicos fueron registrado y recuperados en la evaluación. Esto se hizo en virtud de la importancia cultural que ellos representan para la zona y la necesidad de su conocimiento y estudio. Los materiales fueron clasificados siguiendo el mismo procedimiento que los materiales arqueológicos convencionales (Tabla 12). a. Sitio de entierros. L34AI-10-entierro El día 16 de julio del 2002 se verificó la presencia de un área de enterramientos en la Línea Sísmica 10, a 200 m. al sur del cruce con la Línea 9. El sitio fue hallado cuando se realizaban los trabajos de topografía mediante la apertura de la trocha para la referida línea. El sitio consiste en dos líneas de cruces cristianas plantadas en una superficie plana de aproximadamente 100 m2, la cual no muestra ninguna referencia escrita. Algunas señales, como cruces, han sido marcadas con machetes en los árboles, mientras otras han sido echas físicamente con ramas cortadas. El área esta ligeramente deforestada, aunque no hubiese sido posible hallar el sitio sin que la trocha la haya atravesado. Igualmente, el lugar no tiene ninguna referencia y esta alejado varios kilómetros del poblado más cercano. Se infiere que el lugar es una zona particular de enterramientos, la cual sea mantenido de manera reservada por los pobladores locales. b. Fósiles. L34AI-07-fósil El día de 7 de agosto del 2002 se observaron una serie de fósiles, los que se hallaron en el puerto del Campamento Base Cocani (Fig. 7). Esta zona, como casi toda el área de exploración sísmica, presenta afloramientos de rocas estratificadas las cuales contienen restos paleontológicos. Estos 146 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. se verifican principalmente en las orillas de los ríos o en los cortes laterales de lagunas terrazas que bordean sus cauces. Figura 9. Cerámica, proveniente de la Línea Sísmica 9. Fotografía por Gori-Tumi, 2002. 147 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 c. Cerámica etnográfica. L34AI-09-Et01 Durante la evaluación arqueológica se pudo examinar fragmentos de cerámica elaborada en tiempos recientes, por mujeres del caserío Ramón Castilla. Estas piezas fueron revisadas mientras se evaluaba la Línea Sísmica 9, gracias a por una de las productoras de cerámica. Hay que anotar que hace años que ya no se fabrica cerámica utilitaria en la zona, debido a la introducción masiva de productos industriales de reemplazo. Los fragmentos fueron colectados para fines de estudios comparativos el 10 de agosto del 2002. d. Fléchas etnográficas. L34AI-05-Et02 y L34AI-05-Et03 Durante el trabajo de evaluación se pudo recuperar dos flechas producidas por pobladores locales, las que fueron entregadas por personal de la compañía el 11 de agosto del 2002. Estas flechas se encontraron clavadas en el suelo de la Línea Símica 5, por el grupo de regado de material de registro o “sismo A”, en las estacas 691 y la 1459; que son zonas de terrazas bajas y amplias planicies aluviales sobre la margen derecha del río Ucayali. Lamentablemente desconocemos las fechas en que se hicieron los levantamientos, los que fueron realizados por los ingenieros responsables del proyecto. La presencia de estas flechas significó la paralización momentánea del proyecto, siendo interpretadas primariamente como una prohibición del paso, ya que estos territorios pertenecen a las comunidades nativas de la zona; no obstante, nunca se confirmó ningún mal entendido entre la compañía y las comunidades nativas. Las flechas se componen de tres partes, la punta, el cuerpo y las plumas. La punta esta elaborada en madera de ponillo siendo aserrada en uno de sus lados. El cuerpo se compone de una caña llamada “checote”, muy ligera. Y las plumas son de un ave llamada “zancatze”. Tabla 12: Materiales y elementos no arqueológicos registrados y recuperados en la evaluación del Lote 34 y Área de Influencia Estado de Número Procedencia Clave Descripción Cantidad Conservación L34AI-1001 Línea 10 Entierros Bueno entierro Línea 07, L34AI-0702 Fósiles Bueno 4 Campamento fósil Base Línea 09, C. L34AI-09- Cerámica 03 Bueno 1 Ramón Castilla Et01 (fragmento) L34AI-0504 Línea 05 Flecha Bueno 1 Et02 148 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. 05 Línea 05 L34AI-05Et03 Flecha Bueno 1 Total 7 CONCLUSIONES Respecto al área debemos distinguir primariamente que la zona comprendida en la exploración petrolera no es coincidente con la zona completa del lote 34 y el Área de Influencia, correspondiendo más precisamente a su sección sur. No obstante, esta zona es considerable pues abarca 340.295 Km lineales, con un área aproximada de 2,000 Km2. Se trata de un territorio en bosque tropical tupido de selva baja, hacia el oeste y de un territorio montañoso semiescarpado y boscoso hacia el este. La exploración símica, sin embargo, corta esta configuración geográfica transversalmente creando una división que no distingue las formaciones naturales en superficie, ya sean estos ecosistemas o regiones naturales. Para los fines de la evaluación arqueológica este corte transversal permitió tener una visión de un territorio ecológicamente variado, que podría expresarse como un muestreo lineal no aleatorio, utilizando para ello las mismas líneas de exploración símica. Aunque el objetivo principal de la evaluación arqueológica es verificar el impacto de las operaciones sísmicas en la zona, esta no puede hacerse sin reconocer la evidencia mediante un planteamiento de área que use los mismos términos y enfoques territoriales de la exploración petrolera; por lo cual su aprovechamiento arqueológico se encuentra condicionado por la capacidad de cobertura de las diversas actividades en la operación sísmica, La ocupación arqueológica del área debió ser extensiva, especialmente en la parte oeste de la zona de exploración sísmica, donde se ubican las faldas de la cordillera del Sira. Esto se puede inferir, ya que todos los materiales registrados, exceptuando las dos flechas de la línea 5, se hallaron en la margen izquierda del río Ucayali y muy cerca de su cauce. La cercanía a la cadena montañosa el Sira, principalmente desde la línea 4 hasta la línea 9, es un factor en la conservación de la evidencia, especialmente de los asentamientos arqueológicos en áreas no inundables. Los sitios arqueológicos hallados no son tan grandes como los descritos por otros autores para la zona norte del Lote y de la misma cuenca del Ucayali, lo que podría estar en razón de nuestra limitación logística para un reconocimiento de mayor amplitud, ya sea por la cobertura de bosque o las restricciones de la línea de exploración sísmica. Las evidencias observadas son, por tanto, básicas respecto a la naturaleza y extensión de los sitios, y no incluyen consideraciones sobre la cronología y la asociación cultura hasta mejores análisis. No obstante lo anterior, consideramos que los resultados de la evaluación arqueológica son importantes, especialmente por la variación de la evidencia registrada, que incluye materiales 149 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 inmuebles (sitios arqueológicos) y materiales muebles; además de testimonios etnográficos. De esta manera contamos con tres asentamientos con material de superficie, un sitio con quilcas, y un sitio de enterramientos. Y entre los materiales muebles se incluyen cerámica, lítico (tallado y pulido); así como cerámica y flechas etnográficas. Dos piezas pueden considerarse excluyentes, el hacha tallada y pulida, en piedra caliza y la pequeña escultura lítica. Ambas en excelente estado de conservación. Lamentablemente estas piezas, así como varios de los materiales muebles ya descritos, provienen de sitios que no nunca pudimos reconocer. Si estos materiales provienen de sitios particulares, la suma total de yacimientos arqueológicos registrados alcanza los 10 sitios; lo cual es un índice moderado del potencial arqueológico del área. Como mencionamos al inicio de este informe, el impacto de una explotación petrolera en los sitios y materiales arqueológicos puede darse desde el primer momento en que empiezan las operaciones, algo que ha quedado demostrado con la afectación de algunos contextos arqueológicos enterrados donde se ubicó el área de combustible JP, dentro del Campamento Base (sitio Cocani), el mismo mes en que se iniciaron los trabajos. No obstante, el cálculo real del impacto en la evidencia arqueológica no puede hacerse apropiadamente, ya que las labores de exploración han excedido la capacidad de control de la evaluación arqueológica. Es decir, tuvimos que enfrentar una limitación logística. A esto se suma el hecho que ningún participante técnico de la operación sísmica tenía la capacidad para reconocer cualquier tipo de evidencia arqueológica, lo cual es un factor de afectación cultural en sí mismo. No obstante, en base a lo que se pudo evaluar, el nivel de impacto en los sitios y materiales arqueológicos fue grande, con una afectación comprobada en siete de 10 sitios arqueológicos; detrimento físico en un sitio (sitio Cocani), y remoción de material arqueológico en seis. Si tomamos en cuenta que nuestra evaluación consideró solo dos meses de los seis que duro la operación, entonces podemos hacernos una idea de los posibles impactos de estos trabajos en el área. RECOMENDACIONES Nosotros iniciamos la evaluación tomando cuenta de las disposiciones de seguridad y control que la compañía tenía como referencias de comportamiento, tanto en el campamento como en las actividades de exploración sísmica, lo que incluyó restricciones de visitas a comunidades nativas y otras sobre medio ambiente y salud. Sin embargo, existieron deficiencias en las disposiciones que controlan la protección y seguridad de los bienes culturales, antiguos y recientes. Lo que se debe fundamentalmente a que el personal no esta capacitado para distinguir un bien cultural cuando lo ve. 150 ECHEVARRÍA LÓPEZ, Gori-Tumi: “Evaluación arqueológica de la Exploración Sísmica 2D en el Lote 34 y Área de Influencia. Ucayali. Perú”. Inmediatamente empezamos a recuperar información sobre bienes culturales colectados elaboramos una carta de recomendación para el personal de la compañía, la cual incluía medidas de protección, señalamiento, y ejemplos de materiales (incluso paleontológicos), con mención de su protección por parte del estado. Un aspecto fundamental de las medidas de mitigación de impactos practicados durante la evaluación fue el seguimiento y la recomendación personal a los miembros de los equipos de trabajo sobre la importancia y el valor de los bienes culturales nacionales. Esta recomendación incluyo personal de Staff y obrero. A continuación, se enumeran las recomendaciones para una adecuada protección de los bienes culturales durante el desarrollo de este tipo de actividades, recomendaciones que pueden incluirse como parte de un plan de mitigación. 1. Un arqueólogo debe formar parte del staff operativo de la compañía, porque es el único capaz de distinguir un material cultural y su importancia. 2. Este arqueólogo o grupo de arqueólogos deben encargarse, en el campo, de monitorear y evaluar el impacto de las actividades de exploración sísmica en los sitios y materiales arqueológicos; desde el mismo inicio de las actividades operativas. 3. La compañía debe considerar tener una oficina encargada de arqueología, donde se puedan estudiar y clasificar los materiales culturales recuperados. Esta oficina estaría relacionada directamente con la oficina de Medio Ambiente de la compañía contratista. 4. Entre los elementos que son materia de la protección y estudio se deben incluir todos los tipos de artefactos culturales, como los arqueológicos, ya sean muebles o inmuebles, además de materiales con valor etnográfico como cerámicas, armas (flechas, dardos, etc.) instrumentos, y otros. Así como también objetos paleontológicos. 5. Todo el personal de la compañía contratista y contratada, que va a participar de las actividades sísmicas debe atravesar una inducción donde se le va a orientar acerca de los bienes culturales, clases e importancia. Como se puede deducir de las recomendaciones, la evaluación debe pasar a ser un monitoreo permanente y debe estar completamente soportada por la institución que promueve y financia los trabajos de exploración industrial en las zonas que pueden contener evidencias culturales, de importancia para la nación peruana. DESTINO DE LOS MATERIALES Todos los materiales recuperados fueron trasladados y depositados en los ambientes del Instituto Nacional de Cultura, filial Moyabamba. Para lo cual consta un acta. Este depósito se hizo en medida que es la filial de Moyabamba la encargada de la supervisión de los trabajos de exploración sísmica del Lote 34 y Área de Influencia, del departamento de Ucayali. 151 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 125-152 / ISSN: 2221-7819 BIBLIOGRAFÍA CONSULTORÍA Y SERVICIOS GEOGRÁFICOS Y MEDIO AMBIENTE S.A.C. GEMA.(2002) Estudio de Impacto Ambiental. Exploración Sísmica 2D Modificada del Lote 34. Ucayali – Perú. Lima. DATOS DEL AUTOR: Gori Tumi ECHEVARRÍA LÓPEZ:: Licenciado en arqueología por la universidad Nacional Mayor de San Marcos, y Magister en Docencia Universitaria por la Universidad Enrique Guzmán y Valle “La Cantuta”; y con estudios de maestría y doctorado en Historia del Arte por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Miembro del Colegio de Arqueólogos de la Región Cusco, y arqueólogo con una extensiva experiencia de estudios en la región andina y amazónica del Perú; además de trabajos de investigación en México y Bolivia. Ha dictado seminarios y conferencias tanto en el país como en extranjero y ha sido docente de arqueología de la Universidad Santiago Antúnez de Mayolo de Ancash. 152 VAN DALEN, Pieter: “Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa NOTAS Eulalia - Huarochirí”. ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 153-156 / ISSN: 2221-7819 UN SITIO ARQUEOLÓGICO PREHISPÁNICO TARDÍO EN VICAS, CUENCA ALTA DEL RÍO SANTA EULALIA - HUAROCHIRÍ “A late prehispanic archaeological site in Vicas, upper basin of the Santa Eulalia river - Huarochirí” Pieter van Dalen Luna https://orcid.org/0000-0002-2498-9242 Universidad Nacional Mayor de San Marcos pvandalenl@unmsm.edu.pe Resumen Se presenta el breve registro de un pequeño sitio arqueológico ubicado en las alturas de la provincia de huarochirí en el distrito de Huachupampa. El registro de este sitio se realizó de manera fortuita el año 2005 como parte de una inspección realizada en los alrededores. Sin embargo es importante, ya que su caracterización permitirá conocer un poco más sobre la arqueología de estos territorios altos andinos. Palabras claves: Arqueología, Huarochirí, cuenca del río Santa Eulalia, arquitectura, Andes Centrales. Abstract A brief record of a small archaeological site located in the heights of the province of Huarochirí in the district of Huachupampa is presented. The registration of this site was carried out fortuitously in 2005 as part of an inspection carried out in the surroundings. However, it is important, since its characterization will allow us to know a little more about the archeology of these high Andean territories. Keywords: Archaeology, Huarochirí, Santa Eulalia river basin, architecture, Central Andes. * Presentado: 4 – 02 – 2022. * Aprobado: 13 – 05 – 2022. 153 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 153-156 / ISSN: 2221-7819 INTRODUCCIÓN El año 2005 con motivo de una inspección que como parte del instituto Nacional de cultura realizáramos junto con los arqueólogos Pedro Patrocinio Marcos y William Tomaylla Yupanqui al distrito de Huachupampa, identificamos un sitio arqueológico sin nombre el cual denominamos como Vicas, al igual que el nombre del anexo donde se encontraba ubicado. UBICACIÓN El sitio se encuentra ubicado en la margen izquierda de la cuenca alta del río Santa Eulalia, afluente por la margen derecha del río Rímac, en la ladera de una colina. Políticamente se ubica en el anexo de Vicas, distrito de Huachupampa, provincia de Huarochirí. El sitio tiene una dimensión de 150 x 50 metros. La vía de acceso al sitio se realiza por la carretera afirmada de Santa Eulalia a Yauli. De allí se sigue por el camino de herradura que va en forma zigzagueante de suave pendiente hasta el sitio, a 4 Kms. del pueblo de Vicas. El sitio se encuentra emplazado en una ladera del cerro que se eleva junto al pueblo. El sitio se encuentra orientado de esta a oeste. Se trata de un conjunto arquitectónico no monumental. EL SITIO ARQUEOLÓGICO El sitio se define por la presencia de una trinchera en el extremo oeste, recintos en la parte superior de la colina, terrazas que rodean a la parte superior y andenes en la periferia del sitio. - La trinchera. Se orienta de sur a norte y tiene una extensión de 5m. de ancho por 20m. de largo con una profundidad superior a 1.50m. La trinchera se define por dos muros que recorren en forma paralela en dirección Norte – sur. El muro lateral oeste está hecho mediante la técnica de terraza con piedras de tamaño medio a grande. El muro lateral este tiene un ancho de 3 metros con una elevación superior a los 1.30m. de altura. Para su construcción se utilizaron piedras canteadas hacia el exterior y relleno de tierra suelta y cascajo en el interior del muro. El nivel del piso original no está definido debido al avanzado proceso de erosión. - Los recintos. Está conformado por 10 a 20 recintos muy destruido y reutilizado por los actuales ganaderos. Generalmente los recintos presentan planta de forma cuadrangular con esquinas curvos, sus vanos se definen por dos lajas dispuestas en forma vertical. Los muros están muy destruidos y no es posible determinar la altura original, forma de cubierta, sistema de ventilación y acabado final. Algunos de los recintos se asocian a pequeños hoyos de forma circular de 1.30m. de diámetro definido por alineamientos de piedras canteadas. Hay una reutilización del espacio por parte de los actuales ganaderos. - Terrazas. Hacia ambos lados de la colina, inmediatamente después de los recintos, aparecen un conjunto de terrazas que habrían funcionado como patios o como base para la edificación de los recintos domésticos. 154 VAN DALEN, Pieter: “Un sitio arqueológico prehispánico tardío en Vicas, cuenca alta del río Santa Eulalia - Huarochirí”. - Andenes. Está conformado por un conjunto de andenes distribuidas desde la quebrada hasta la cima de la colina Vicas. La construcción de los andenes se hizo con el empleo de piedras de tamaño medio en forma irregular. Actualmente, muchos de los andenes cercanos al sitio están abandonados y solo es aprovechado la vegetación que crece en los meses de verano por los criadores de ganado vacuno. Se halló en superficie fragmentería cerámica de pasta roja y naturaleza doméstica. El sitio corresponde al Periodo Intermedio Tardío con reocupación durante el Horizonte Tardío. El estado de conservación es muy malo. Los muros de los recintos fueron destruidos casi en su totalidad y sobre la superficie se construyeron los actuales corrales de ganado donde solo se observa las piedras que definen el acceso. El estiércol de ganado vacuno y la erosión cubren la mayor parte del sitio. Existen muy pocas investigaciones arqueológicas en la cuenca alta del río Santa Eulalia. Siendo los pioneros Julio C. Tello y Próspero Miranda (1923) quienes realizan descripciones en San Pedro de Casta (Marcahuasi). Posteriormente, en base a una inspección realizada en la represa de Antucocha en el mismo Distrito de Huacupampa, se publicó sus características (van Dalen, 2010). Alfonso Ponciano (2006) present las características del sitio de Japaní. Por su parte, Alfredo Altamirano (2014) analizó unas huancas de Huachupampa con formas de camélidos. CONCLUSIONES En la presente nota se presentan las características de un pequeño sitio arqueológico ubicado en la comunidad campesina de Vicas, en el distrito de Huachupampa, en la provincia de huarochirí. Se trata de un sitio con pequeñas unidades domésticas que se encuentran asociadas al exterior con un sistema de andenerías. El sitio al igual que muchos de periodos prehispánicos tardíos presenta limitación en el acceso, se aprecia una trinchera que restringe el fácil acceso al interior, esto con fines defensivos. Por su parte los recintos son unidades domésticas de planta cuadrangular y esquinas curvas dispuestos aglutinadamente hacia la cima del cerro.. BIBLIOGRAFÍA ALTAMIRANO, Alfredo. (2014). De la huanca a lo cognitivo: el sitio arqueológico tardío de Punkayán, distrito de Huachupampa, Huarochirí, Perú. Arqueología de las cuencas alto y medio andinas del departamento de Lima (pp. 257-274). Pieter van Dalen, ed. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos. BUENO, Alberto. (1992). Huarochirí ocho mil años de historia. Huarochirí. Lima, Perú: Municipalidad de Santa Eulalia de Acopaya. 155 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 153-156 / ISSN: 2221-7819 PONCIANO, Alfonso. (2006). Japani: Tukuy Rikuq, 3, pp. 39-49. Lima: Editorial Grupo Kuntur. TELLO, Julio. C. y MIRANDA, Próspero. (1923). Wallallo y Carhuincho Ceremonia Gentilicia de una comunidad. En J.C. Tello, (Ed.) INCA, revista trimestral de estudios antropológicos, I(4), 510522. VAN DALEN LUNA, Pieter. (2010). Sistemas agrícolas e Hidráulicos en la región altoandina del departamento de Lima, provincias de Yauyos y Huarochirí. Boletín de Lima, 161, pp. 47-59. Lima. DATOS DEL AUTOR: Pieter Dennis VAN DALEN LUNA: Licenciado en Arqueología (UNMSM), bachiller en Ciencias de la Educación (UNE-EGV-LC), magíster en Arqueología Andina (UNMSM), magíster en Gestión del Patri-monio Cultural (UNMSM). Doctor en Ciencias Sociales con mención en antropología (UNMSM) y estudios de Doctorado en el Programa de Estudios Andinos Arqueología especialidad en arqueología (PUCP). Diplomado en Conservación especializado en arquitectura arqueológica. Docente nombrado de la UNMSM, departamento académico de arqueología. Premio al Mérito Científico UNMSM 2012. Exdirector del Museo de Arqueología y Antropología de San Marcos–UNMSM (2012-2017). Ex vicedecano Nacional del Colegio de Arqueólogos (2018-2019). Director del proyecto de Investigación Arqueológica Chancay–Huaral–Atavillos (PACHA). 156 CONDE, Juan y BAEZ, Gino: “Calzados prehispánicos en la sierra centro-sur: evidencias de Chullkumayu en la cuenca alta del río Pampas -NOTAS Ayacucho”. ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4/ 2022, 157-163 / ISSN: 2221-7819 CALZADOS PREHISPÁNICOS EN LA SIERRA CENTRO-SUR: EVIDENCIAS DE CHULLKUMAYU EN LA CUENCA ALTA DEL RÍO PAMPAS - AYACUCHO “Prehispanic footwear in the central- southern highlands: evidences of Chullkumayu in the upper basin of the Pampas river - Ayacucho” Juan Conde Vilca https://orcid.org/0000-0002-5932-6481 Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga juan.conde.11@unsch.edu.pe Gino Carlency Baez Cárdenas https://orcid.org/0009-0001-2767-83199242 Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga carlency.baez.12@gmail.com Resumen En el presente trabajo se dan a conocer algunas características generales de los calzados prehispánicos que fueron hallados en un entierro descontextualizado en la cuenca alta del río Pampas – Ayacucho. Se tratan de 5 ejemplares de calzados que se encuentran en regular estado de conservación y nos permiten entender sobre el uso de los calzados en la época prehispánica en la sierra Centro-Sur. Palabras claves: calzados prehispánicos, Chullkumayu, cuenca Pampas, Ayacucho. Abstract In this paper we present some general characteristics of the pre-Hispanic footwear found in a decontextualized burial in the upper basin of the Pampas River - Ayacucho. There are 5 specimens of footwear that are in a regular state of preservation and allow us to understand the use of footwear in the pre-Hispanic period in the Central-Southern highlands. Keywords: pre-Hispanic footwear, Chullkumayu, Pampas basin, Ayacucho. * Presentado: 19 – 02 – 2022. * Aprobado: 25 – 05 – 2022. 157 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 157-163 / ISSN: 2221-7819 INTRODUCCIÓN En el presente trabajo se dan a conocer algunas características de los calzados prehispánicos que fueron hallados en Chullkumayu (UTM 565821 E, 8497275 N, a 2 941 m.s.n.m.), en la cuenca alta del río Pampas - Ayacucho. Estas evidencias fueron encontradas en el año 2012 durante la construcción de una carretera que conectaría las poblaciones de Chuschi y Totos. Posteriormente, fueron recuperados y custodiados junto a otros materiales arqueológicos en los almacenes de la I. E. de Quispillaccta, en el distrito de Chuschi, Cangallo – Ayacucho (Conde, 2021). LOS CALZADOS PREHISPÁNICOS DE CHULLKUMAYU En la actualidad, la mayor parte de la población andina utiliza los calzados de jebe, los cuales fueron introducidos en las primeras décadas del siglo pasado. Antes de esta época, la mayor parte de la población utilizaba los calzados elaborados de diferentes materiales, que eran menos resistentes que los calzados de jebe. En la época prehispánica se utilizaron diversos tipos de calzados por las condiciones del terreno en los Andes, permitiendo la comodidad al momento de caminar en los diferentes espacios. Para entender sobre los calzados prehispánicos, se tiene diferentes evidencias arqueológicas en los cuales estos fueron identificados, entre los cuales se tiene dentro de la iconografía, calzados en contextos, así mismo registrados en los dibujos de cronistas coloniales como el de Guamán Poma de Ayala (1613 [2002]). No obstante, los estudios sobre los calzados prehispánicos son escasos. Uno de los trabajos más detallados es de Abal (2010) y Vitry (2013) (2014) los cuales provienen de los Andes Meridionales de la época Inca. Asimismo, en los Andes Centrales se han encontrado evidencias de calzados, principalmente en la costa (Ministerio de Cultura, 2012; van Dalen, 2016); sin embargo, no existen trabajos completos y actuales. Por el área de nuestro estudio existen investigaciones generales sobre el pasado prehispánico como los estudios de Muñoz y Núñez (2006) y otros (Vivanco, 2014; Carrera, Farfán, & Gonzales, 2014; Isbell, 2005); mas no encontraron este tipo de evidencias. Los calzados de Chullkumayu, a pesar de que se encuentran descontextualizados, nos podrían permitir entender ciertas características como las materias primas, las técnicas de elaboración, tipos de calzados, entre otras. Los calzados mencionados en el presente trabajo fueron encontrados en un entierro prehispánico en Chullkumayu asociada a un conjunto de materiales arqueológicos como artefactos de mate, restos botánicos, textiles (uncus, chuspa, entre otras); todos ellos asociados hasta a 5 individuos, donde uno se encuentra momificado en posición sentado flexionado (Conde, 2021). A pesar de que fueron encontrados hace más de una década, no existen investigaciones sobre los materiales recuperados. 158 CONDE, Juan y BAEZ, Gino: “Calzados prehispánicos en la sierra centro-sur: evidencias de Chullkumayu en la cuenca alta del río Pampas - Ayacucho”. Figura 1: uno de los calzados mejor conservados recuperadas de Chullkumayu -Ayacucho. Se identificaron 5 calzados de los cuales tres se encuentran impares. Las plantas de los calzados están elaboradas principalmente de cuero, (probablemente de camélidos) que protegían las plantas del pie del terreno recio. También, está constituida por soguillas o ataduras a modo de fijación del pie, las cuales se encuentran trenzadas o retorcidas, elaboradas de fibra de camélido y cabellos humanos. Generalmente las suelas de los calzados presentan un solo pliegue a excepción de un ejemplar donde se observa dos pliegues juntos sujetados por una delgada cuerda de cuero que traspasa por los bordes a través de unos cortes. También, estos calzados probablemente presentaban piezas de cuero a modo de hebillas en los cuatro lados: dos en la parte anterior en cado uno de los lados laterales y dos en el cada lado de la parte posterior. Estas hebillas presentan una abertura desde donde se amarraban las soguillas que sujetaban el pie en la parte superior como en el lado posterior (talón) del individuo. Para la clasificación de los calzados abiertos, se tomó la nomenclatura propuesta por Abal (2010), quien determinó 4 tipos a partir de los restos hallados en los Andes Meridionales: llanke, chapito, ojota o usuta y shukuy. Posteriormente, Vitry (2014) agrega un tipo más a los propuestos por Abal, a la que denomina como “orco kawkachum”. Si comparamos con cada uno de las características de estos tipos de calzados, en este hallazgo al menos existen un tipo de calzado prehispánico bien definido: sandalia tipo Llanke. 159 ÑAWPA MARCA / Vol. 2, No 4 / 2022, 157-163 / ISSN: 2221-7819 Aunque no hay un registro de cómo estaban depositados en relación con el individuo y los demás materiales asociados, probablemente estos calzados fueron puestos como ajuar funerario. Así, estos objetos adquirieron un valor simbólico formando parte de los rituales funerarios andinos. Además, los materiales registrados habrían cumplido un rol muy importante en la vida social de los individuos que forman parte de los contextos funerarios. Los calzados fueron fundamentales en la cotidianidad de los pobladores prehispánicos (en uno de los ejemplares identificó el desgaste en la zona del talón de la suela). Esto lo podemos notar en los dibujos de Guamán Poma de Ayala (1613 [2002]), donde la gran mayoría de los personajes indígenas se encuentran con los calzados puestos. Para la elaboración de estos calzados, probablemente se siguió todo un proceso, desde conseguir las materias primas (cuero, fibra de camélido, algodón, etc.), el uso correcto de las herramientas para el proceso de confección (cuchillos, raspadores, entre otros), para así llegar al producto final. Cabe mencionar, que la presencia de un grupo cultural, no se refleja solamente en la cerámica y arquitectura, sino también en otros objetos como los tejidos y otros materiales (Ministerio de Cultura, 2012). Por ejemplo, en el caso de los tejidos, estos: “… otorgaban identidad social política y cultural en el antiguo Perú” (Ministerio de Cultura, 2012, pp. 5). No se descarta que también los calzados, presentaban elementos característicos de un grupo social, así como también reflejaría su status social, región de procedencia y hasta ciertas costumbres ceremoniales en el mundo andino prehispánico. CONSIDERACIONES FINALES Estos hallazgos nos permiten ver un panorama general del uso de los calzados en la época prehispánica, principalmente en la cuenca alta de Pampas. Probablemente no sea el único tipo de calzado que se utilizaba durante la época; pero estos hallazgos nos dan a entender algunas características de los calzados que utilizaron en sus diferentes actividades cotidianas. Además, estas investigaciones suman al entendimiento de las poblaciones del área. BIBLIOGRAFÍA ABAL, Clara. (2010). Arte textil incaico en ofrendatorios de la alta cordillera andina. Aconcagua, Llullaillaco, Chuscha. Argentina: Fundación CEPPA Ediciones. BAUER, Brian S. (2008). Cuzco antiguo tierra natal de los Inkas. Cusco: CBC. BETANZOS, Juan. (1987 [1551]). Suma y Narración de los Inkas. (M. d. Martín Rubio, Ed.) Madrid: Atlas. 160 CONDE, Juan y BAEZ, Gino: “Calzados prehispánicos en la sierra centro-sur: evidencias de Chullkumayu en la cuenca alta del río Pampas - Ayacucho”. CARRERA, Pablo; FARFÁN, Genaro; & GONZALES, Marino. (2014). Informe de la expedición arqueológica a la cuenca del río Pampas. Museo Nacional de Antropología y Arqueología (19451946). Conchopata, 4: pp. 11-56. Ayacucho: UNSCH. CIEZA DE LEÓN, Pedro. ((1553) 1985). El Señorío de los Inkas. (M. Ballesteros, Ed.) Madrid. CONDE, Juan. (2021). 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Ayacucho: UNSCH. 162 CONDE, Juan y BAEZ, Gino: “Calzados prehispánicos en la sierra centro-sur: evidencias de Chullkumayu en la cuenca alta del río Pampas - Ayacucho”. DATOS DE LOS AUTORES: Juan CONDE VILCA: Egresado de Arqueología de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga, quién participó en diferentes proyectos arqueológicos por diferentes partes del Perú como en Ayacucho, Apurímac, Ancash, Lima, entre otras. Actualmente viene realizando investigaciones arqueológicas en la cuenca alta del río Pampas como también el proceso social, político y económico prehispánica en el distrito de Chuschi – Ayacucho. Gino Carlency BAEZ CÁRDENAS: Egresado de la escuela de arqueología de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga. Ha participado en diferentes proyectos de investigación arqueológica en distintos departamentos del Perú, entre los cuales se destaca la participación en las excavaciones del sitio de Churucana en la provincia de Huamanga, departamento de Ayacucho, y los sitios de Macatón – Miraflores, en la provincia de Huaral, departamento de Lima. 163