Análisis
Matemático
Segunda edición
T. M. Apostol
,
4
¡AL REY EnTÉ
Análisis
Matemático
Segunda edición
Tom M. Apostol
Califormia Institute of Technology
(En)
EDITORIAL
REVERTÉ
Barcelona - Bogotá - Buenos Aires - Caracas - México
Título de la obra original:
Mathematical Analysis
Versión original publicada en lengua inglesa por:
Addison-Wesley Publishing Company, Inc. Reading, Massachusetts, U. S. A.
Copyright O by Addison-Wesley Publishing Company. Al Rights Reserved
Edición en español:
O Editorial Reverté, S. A., 1976
Edición en papel:
ISBN: 978-84-291-5004-9
Edición e-book (PDF):
ISBN: 978-84-291-9448-7
Versión española por:
Dr. José Pla Carrera
Doctor en Matemáticas
Profesor de la Facultad de Matemáticas en la Universidad de Barcelona
Revisada por:
Dr. Enrique Linés Escardó
Catedrático de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Madrid
Propiedad de:
EDITORIAL REVERTE, S. A.
Loreto, 13-15. Local B
08029 Barcelona. ESPAÑA
Tel: (34) 93 419 33 36
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medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos, queda rigurosamente
prohibida sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas por las leyes.
H 628
A
mis padres
Prólogo
Una ojeada al índice anadlítico pondrá de manifiesto que este libro de texto
trata temas de análisis a nivel de «Cálculo superior». La pretensión ha sido
proporcionar un desarrollo de la materia que sea honesto, eficaz, puesto al día
y, al mismo tiempo, que no resulte pedante. El libro constituye una transición
del Cálculo elemental a cursos más avanzados de la teoría de las funciones
real y compleja e introduce al lector un poco en el pensamiento abstracto que
ocupa el análisis moderno.
La segunda edición difiere de la primera en muchos aspectos. La topología
en conjuntos de puntos se explica al establecer los espacios métricos generales,
así como el espacio euclídeo n-dimensional, y se han añadido dos nuevos capítulos sobre la integración de Lebesgue. Se ha suprimido lo referente a integrales lineales, análisis vectorial e integrales de superficie. Se ha cambiado el
orden de algunos capítulos, se han escrito totalmente nuevos algunos apartados
y se han añadido ejercicios nuevos.
El desarrollo de la integración de Lebesgue se deduce de la propuesta de
Riesz-Nagy que se enfoca directamente a las funciones y sus integrales y no
depende de la teoría de la medida. El tratamiento aquí está simplificado, puesto
a la vista y un tanto reordenado para estudiantes de cursos inferiores.
La primera edición se ha seguido en cursos de matemáticas de distintos
niveles, desde el primer curso de estudiantes no graduados al primero de graduados, tanto como libro de texto, como de rejferencia suplementaria. La segunda edición conserva esa flexibilidad: por ejemplo, los capítulos 1 al 5, 12
y 13 son un curso de cálculo diferencial de funciones con una o más variables;
los capítulos 6 al 11, 14 y 15, un curso de teoría de la integración. Son posibles
muchas otras combinaciones: cada profesor puede elegir los temas que se acomoden a sus necesidades consultando el diagrama de la página siguiente, que
expone la interdependencia lógica de los capítulos.
Quisiera expresar mi gratitud a muchas personas que se tomaron la molestia
de escribirme sobre la primera edición. Sus comentarios y sugerencias influ-
yeron en la preparación de la segunda. Debo dar las gracias especialmente al
doctor Charalambos Aliprantis, que leyó detenidamente todo el manuscrito
de la obra e hizo numerosas observaciones oportunas, además de proporcionarme algunos de los nuevos ejercicios. Por último, quisiera hacer patente mii
agradecimiento a los estudiantes de Caltech, cuyo entusiasmo por las matemáticas fue el primer incentivo para esta obra.
T. M. A.
VII
INTERDEPENDENCIA
EL SISTEMA
REALES Y EL
DE
DE
1
l
LÓGICA
LOS
LOS
DE
LOS
CAPÍTULOS
NÚMEROS
COMPLEJOS
2
ALGUNAS NOCIONES BASICAS
DE LA TEORÍA DE CONJUNTOS
|
3
ELEMENTOS DE
EN CONJUNTOS
!
TOPOLOGÍA
DE PUNTOS
4
LÍMITES
Y CONTINUIDAD
!
5
DERIVADAS
Y
6
FUNCIONES DE VARIACIÓN
ACOTADA Y CURVAS
RECTIFICABLES
$
Y
SERIES
8
INFINITAS
PRODUCTOS
Y
CÁLCULO
INFINITOS
DE
VARIAS
12
DIFERENCIAL
VARIABLES
—l
Y
—
7
LA INTEGRAL DE
RIEMANN-STIELTIJES
9
SUCESIONES
DE FUNCIONES
FUNCIONES
PROBLEMAS
|
Y
14
INTEGRALES
MÚULTIPLES
DE RIEMANN
Y
LA
10
INTEGRAL
—
DE LEBESGUE
|
11
SERIES DE FOURIER E
INTEGRALES DE FOURIER
y
TEOREMA
CAÁLCULO
16
DE CAUCHY Y
DE RESIDUOS
y
Y
15
INTEGRALES DE
LEBESGUE MULTIPLES
13
IMPLÍCITAS Y
DE EXTREMOS
...
7
E
.
(supremo)
O
!
VIÍ
El sistema de los números reales y el de los complejos
Introducción
Los axiomas de cuerpo
Los axiomas de orden
Representación geométrica de los números reales
Intervalos
Los enteros
Teorema de descomposición única para enteros
Los números racionales
Los números irracionales
Cotas superiores; elemento máximo, cota superior
00
1
1.1
1.2
00
Capítulo
ANAN =
Indice analítico
mínima
El axioma de completitud
Algunas propiedades del supremo
Propiedades de los enteros deducidas del axioma de completitud
La propiedad arquimediana del sistema de los números reales
Los números racionales con representación decimal finita
Aproximaciones decimales finitas de los números reales
Representaciones decimales infinitas de los números reales
Valor absoluto y desigualdad triangular
La desigualdad de Cauchy-Schwarz
Más y menos infinito y la extensión R* del sistema de los números reales
Los números complejos
Representación geométrica de los números complejos
La unidad imaginaria
Valor absoluto de un número complejo
Imposibilidad de ordenar los números
complejos
Exponenciales complejas
Otras propiedades de las exponenciales complejas
El argumento de un número complejo
Potencias enteras y raíces de números complejos
Los logaritmos complejos
Potencias complejas
Senos y cosenos complejos
Infinito y el plano complejo ampliado C*
Ejercicios
X
X
Capítulo
Índice
2
2.1
2.2
2.3
2.4
2.5
2.6
2.7
2.8
2.9
2.10
2.11
2.12
2.13
2.14
2.15
Capítulo
Capítulo
Algunas nociones básicas de la teoría de conjuntos
Introducción
Notaciones
Pares ordenados
Producto cartesiano de dos conjuntos
Relaciones y funciones
Más terminología referente a funciones
Funciones uno a uno e inversas
Funciones compuestas
Sucesiones
Conjuntos coordinables (equipotentes)
Conjuntos finitos e infinitos
Conjuntos numerables y no numerables
El conjunto de los números reales no es numerable
Álgebra de conjuntos
Colecciones numerables de conjuntos numerables
Ejercicios
3
3.1
3.2
33
3.4
Elementos de topología en conjuntos de puntos
4
Límites y continuidad
Introducción
Sucesiones convergentes en un espacio métrico
Sucesiones de Cauchy
Espacios métricos completos
Límite de una función
Límites de funciones con valores complejos
Límites de funciones con valores vectoriales
Funciones continuas
4.1
4.2
4.3
44
4.5
4.6
4.7
4.8
Introducción
El espacio euclídeo R"
Bolas abiertas y conjuntos abiertos de R
La estructura de los conjuntos abiertos de R!
Conjuntos cerrados
Puntos adherentes. Puntos de acumulación
Conjuntos cerrados y puntos adherentes
Teorema de Bolzano-Weierstrass
Teorema de encaje de Cantor
Teorema del recubrimiento de Lindelóf
Teorema del recubrimiento de Heine-Borel
Compacidad en R*
Espacios métricos
Topología en espacios métricos
Subconjuntos compactos de un espacio métrico
Frontera de un conjunto
Ejercicios
analítico
39
39
39
40
41
41
42
43
45
45
46
Índice
XI
analítico
4.9
4.10
4.11
4.12
4.13
4.14
4.15
4.16
4.17
4.18
4.19
4.20
4.21
422
4.23
Capítulo
5
Capítulo
6
6.1
6.2
6.3
6.4
6.5
6.6
6.7
6.8
6.9
La continuidad de las funciones compuestas
Funciones complejas y funciones vectoriales continuas
Ejemplos de funciones continuas
Continuidad y antiimágenes de conjuntos abiertos y cerrados
Funciones continuas sobre conjuntos compactos
Teorema de Bolzano
Conexión
Componentes de un espacio métrico
Conexión por arcos
Continuidad uniforme
Continuidad uniforme y conjuntos compactos
Teorema del punto fijo para contracciones
Discontinuidades de las funciones reales
Funciones monótonas
Ejercicios
9%6
97
97
98
100
102
102
104
106
107
109
110
111
113
115
116
Derivadas
Introducción
Definición de derivada
Derivadas y continuidad
Álgebra de derivadas
La regla de la cadena
Derivadas laterales y derivadas infinitas
Funciones con derivada no nula
Derivadas cero y extremos locales
Teorema de Rolle
Teorema del valor medio para derivadas
Teorema del valor intermedio para las derivadas
Fórmula de Taylor con resto
Derivadas de funciones vectoriales
Derivadas parciales
Diferenciación de funciones de una variable compleja
Ecuaciones de Cauchy-Riemann
Ejercicios
125
125
125
126
127
128
129
130
131
132
132
134
136
137
138
140
142
146
Funciones de variación acotada y curvas rectificables
Introducción
Propiedades de las funciones monótonas
Funciones de variación acotada
Variación total
Propiedad aditiva de la variación total
La variación total [a,x], como función de x
Funciones de variación acotada expresadas como diferencia de
153
153
153
154
156
157
158
Aplicaciones
topológicas
(homeomorfismos)
dos funciones crecientes
Funciones continuas de variación
Curvas y caminos
acotada:
159
159
161
XII
Capítulo
Índice
6.10
6.11
6.12
Caminos rectificables y longitud de un arco
Propiedades de aditividad y de continuidad de la longitud de arco
Caminos equivalentes. Cambios de parámetros
Ejercicios
161
163
164
165
7
71
7.2
7.3
74
7.5
7.6
7.7
7.8
79
7.10
7.11
7.12
7.13
7.14
7.15
7.16
La integral de Riemann-Stieltjes
Introducción
Notación
La definición de la integral de Riemann-Stieltjes
Propiedades lineales
Integración por partes
Cambio de variable en una integral de Riemann-Stieltjes
Reducción de una integral de Riemann
Funciones escalonadas como .integradores
Reducción de una integral de Riemann-Stieltjes a una suma finita
Fórmula de sumación de Euler
Integradores monótonos crecientes. Integrales superior e inferior
Propiedades aditiva y lineal de las integrales superior e inferior
Condición de Riemann
Teoremas de comparación
Integradores de variación acotada
Condiciones suficientes para la existencia de las integrales de
Riemann-Sticltjes
Condiciones necesarias para la existencia de las integrales de
Riemann-Stieltjes
Teoremas del valor medio para las integrales de Riemann-Stieltjes
La integral como función del intervalo
El segundo teorema fundamental del Cálculo integral
Cambio de variable en una integral de Riemann
Segundo teorema del valor medio para integrales de Riemann
Integrales de Riemann-Stieltjes dependientes de un parámetro
Derivación bajo el signo integral
Intercambio en el orden de integración
Criterio de Lebesgue para la existencia de las integrales de
Riemann
Integrales complejas de Riemann-Stieltjes
Ejercicios
169
169
170
171
171
174
175
176
177
179
181
181
185
186
187
189
Series infinitas y productos infinitos
Introducción
Sucesiones convergentes y divergentes de números complejos
Límite superior y límite inferior de una sucesión real
Sucesiones monótonas de números reales
Series infinitas
Introducción y supresión de paréntesis
Series alternadas
Convergencia absoluta y condicional
223
223
223
224
225
226
227
229
230
747
7.18
7.19
7.20
7.21
7.22
7.23
7.24
7.25
7.26
7.27
Capítulo
analítico
8
8.1
8.2
8.3
8.4
8.5
8.6
8.7
8.8
193
194
195
196
197
199
200
201
203
203
205
211
212
Índice
Capítulo
analítico
8.9
8.10
8.11
8.12
8.13
8.14
8.15
8.16
Parte real y parte imaginaria de una serie compleja
Criterios de convergencia para las series de términos positivos
La serie geométrica
El criterio de la integral
Las notaciones O grande y o pequeña
El criterio del cociente y el criterio de la raíz
Criterios de Dirichlet y de Abel
Sumas parciales de la serie geométrica %z" sobre el círculo
8.17
8.18
8.19
8.20
8.21
8.22
8.23
8.24
8.25
8.26
8.27
Reordenación de series
Teorema de Riemann para series condicionalmente convergentes
Series parciales
Sucesiones dobles
Series dobles
Teorema de reordenación para series dobles
Una condición suficiente para la igualdad de series reiteradas
Multiplicación de series
Sumabilidad de Césaro
Productos infinitos
Producto de Euler para la función zeta de Riemann
Ejercicios
Sucesiones de funciones
Convergencia puntual de sucesiones de funciones
Ejemplos de sucesiones de funciones reales
Definición de convergencia uniforme
Convergencia uniforme y continuidad
La condición de Cauchy para la convergencia uniforme
Convergencia uniforme de series infinitas de funciones
Una curva que llena todo el espacio
Convergencia uniforme e integración de Riemann-Stieltjes
Sucesiones convergentes con convergencia no uniforme que pueden ser integradas término a término
Convergencia uniforme y diferenciación
Condiciones suficientes para la convergencia uniforme de series
Convergencia uniforme y sucesiones dobles
Convergencia en media
Serie de potencias
Multiplicación de series de potencias
El teorema de sustitución
Recíproca de una serie de potencias
Series reales de potencias
Serie de Taylor generada por una función
Teorema de Bernstein
La serie binómica
Teorema del límite de Abel
Teorema de Tauber
Ejercicios
9
9.1
9.2
9.3
9.4
9.5
9.6
9.7
9.8
9.9
9.10
9.11
9.12
9.13
9.14
9.15
9.16
9.17
9.18
9.19
9.20
9.21
9.22
9.23
unidad |z|=1
CU
231
231
232
232
234
235
236
237
238
240
241
243
244
245
247
248
250
252
255
256
265
265
206
268
269
270
271
272
274
275
278
280
281
282
284
289
290
291
292
293
294
297
298
300
301
XIV
Índice
Capítulo
10
10.1
10.2
10.3
10.4
10.5
analítico
La integral de Lebesgue
Introducción
Integral de una función escalonada
Sucesiones monótonas de funciones escalonadas
Funciones superiores y sus integrales
Las funciones integrales de Riemann como ejemplo de las funciones superiores
La clase de las funciones integrables de Lebesgue en un intervalo
general
Propiedades básicas de la integral de Lebesgue
Integración de Lebesgue y conjuntos de medida cero
Teoremas de convergencia monótona de Levi
Teorema de convergencia dominada de Lebesgue
Aplicaciones del teorema de convergencia dominada de Lebesgue
Integrales de Lebesgue sobre intervalos no acotados como límite
de integrales sobre intervalos acotados
Integrales de Riemann impropias
Funciones medibles
307
307
308
309
312
Lebesgue
Diferenciación bajo signo integral
Intercambio en el orden de integración
Conjuntos medibles de la recta real
La integral de Lebesgue en subconjuntos arbitrarios de R
Integrales de Lebesgue de funciones complejas
Productos interiores y normas
El conjunto L?() de las funciones de cuadrado integrable
El conjunto L(1) como espacio semimétrico
Un teorema de convergencia para series de funciones de L*(1)
Teorema de Riesz-Fischer
Ejercicios
342
345
349
352
355
356
357
358
360
360
302
303
373
373
373
374
11.8
11.9
11.10
Series de Fourier e integrales de Fourier
Introducción
Sistemas ortogonales de funciones
El teorema de óptima aproximación
Serie de Fourier de una función relativa a un sistema ortonormal
Propiedades de los coeficientes de Fourier
Teorema de Riesz-Fischer
Los problemas de convergencia y representación para series
trigonométricas
Lema de Riemann-Lebesgue
Integrales de Dirichlet
Una representación integral para las sumas parciales de una
11.11
Teorema
10.6
10.7
10.8
10.9
10.10
10.11
10.12
10.13
10.14
10.15
10.16
10.17
10.18
10.19
10.20
10.21
10.22
10.23
10.24
10.25
Capítulo
11
11.1
11.2
11.3
11.4
11.5
11.6
11.7
Continuidad de funciones definidas por medio de integrales de
serie de Fourier
de localización de Riemann
316
318
319
323
323
330
333
335
337
340
376
377
378
380
381
383
386
387
Índice
analítico
11.12
11.13
11.14
11.15
11.16
11.17
11.18
11.19
11.20
11.21
11.22
Capítulo
12
12.1
12.2
12.3
12.4
12.5
12.6
12.7
12.8
12.9
12.10
12.11
12.12
12.13
12.14
Capítulo
13
13.1
13.2
13.3
13.4
13.5
13.6
13.7
Capítulo
14
14.1
14.2
XV
Condiciones suficientes para la convergencia de una serie
Fourier en un punto particular
Sumabilidad de Cesáro para series de Fouriér
Consecuencias del teorema de Fejer
Teorema de aproximación de Weierstrass
Otras formas de series de Fourier
Teorema de la integral de Fourier
Forma exponencial del teorema de la integral de Fourier
Transformadas integrales
Convoluciones
Teorema de convolución para transformadas de Fourier
Fórmula de sumación de Poisson
Ejercicios
de
Cálculo diferencial de varias varables
Introducción
La derivada direccional
Derivadas direccionales y continuidad
La derivada total
La derivada total expresada por medio de las derivadas parciales
Aplicación a las funciones complejas
La matriz de una función lineal
La matriz jacobiana
Regla de la cadena
Forma matricial de la regla de la cadena
Teorema del valor medio para funciones diferenciables
Una condición suficiente de diferenciabilidad
Una condición suficiente para la igualdad de las derivadas parciales cruzadas
Fórmula de Taylor para funciones de R” en R
Ejercicios
Funciones implícitas y problemas de extremos
Introducción
Funciones con determinante jacobiano no nulo
El teorema
de
la función
inversa
El teorema de la función implícita
,
Extremos de funciones reales de una variable
Extremos de funciones reales de varias variables
Problemas
Ejercicios
de
extremos
condicionados
Integrales múltiples de Riemann
Introducción
Medida de un
intervalo
acotado
de
R"
388
389
391
392
393
394
39%
397
399
401
403
407
417
417
417
418
419
421
422
423
425
427
428
430
432
434
437
439
445
445
447
451
453
455
456
460
466
471
471
471
XvVI
Índice
14.3
14.4
14.5
14.6
14.7
14.8
14.9
14.10
Capítulo
15
15.1
15.2
15.3
15.4
15.5
15.6
15.7
15.8
15.9
15.10
15.11
15.12
15.13
analítico
Integral de Riemann de una función acotada definida en un
intervalo compacto de R
Conjuntos de medida cero y criterio de Lebesgue patra la existencia de una integral múltiple de Riemann
Cálculo de una integral múltiple por integración reiterada
Conjuntos medibles Jordan en R*
Integración múltiple sobre conjuntos medibles Jordan
El contenido de Jordan expresado como integral de Riemann
Propiedad aditiva de la integral de Riemann
Teorema del valor medio para integrales múltiples
Ejercicios
Integrales de Lebesgue múltiples
Introducción
Funciones escalonadas y sus integrales
Funciones superiores y funciones integrales Lebesgue
Funciones medibles y conjuntos medibles de R*
Teorema de Fubini para la reducción de la integral doble de una
función escalonada
Algunas propiedades de los conjuntos de medida cero
Teorema de Fubini para la reducción de integrales dobles
Criterio de Tonelli-Hobson de integrabilidad
Cambios de coordenadas
|
!
Fórmula de cambio de variables en integrales múltiples
Demostración de la fórmula de cambio de variables para transformaciones lineales de coordenadas
Demostración de la fórmula de cambio de variables para la función característica de un cubo compacto
Complemento de la demostración de la fórmula de cambio de variables
Ejercicios
Capítulo
16
16.1
16.2
16.3
16.4
16.5
16.6
16.7
16.8
16.9
16.10
160.11
16.12
Teorema de Cauchy y cálculo de residuos
Funciones analíticas
Caminos y curvas en el plano complejo
Integrales de contorno
La integral a lo largo de caminos circulares expresada en función del radio
El teorema de la integral de Cauchy para un círculo
Curvas homotópicas
Invariancia de las integrales de contorno en las homotopías
Forma general del teorema de la integral de Cauchy
Fórmula de la integral de Cauchy
Número de giros de un circuito con respecto a un punto
La no acotación del conjunto de puntos con número de giros
igual a cero
Funciones analíticas definidas por integrales de contorno
472
475
475
480
482
483
484
486
488
491
491
492
493
494
497
499
501
504
505
511
511
514
521
523
527
527
528
529
532
533
534
536
538
539
540
542
544
Índice
analítico
160.13
16.14
16.15
10.16
16.17
16.18
16.19
16,20
16.21
16.22
16.23
16.24
16.25
16.26
16.27
Desarrollo en serie de potencias de las funciones analíticas
Desigualdades de Cauchy. Teorema de Liouville
Separación de los ceros de una función analítica
El teorema de identidad para funciones analíticas
Módulos máximo y mínimo de una función analítica
El teorema de la aplicación abierta
Desarrollos de Laurent para funciones analíticas en un anillo
Singularidades aisladas
Residuo de una función en un punto singular aislado
Teorema de Cauchy del residuo
Números de ceros y de polos en una región
Cálculo de integrales reales por medio de residuos
Cálculo de la suma de Gauss por el método de los residuos
Aplicación del teorema del residuo a la fórmula de inversión
para transformadas de Laplace
Aplicaciones conformes
Ejercicios
Índice de símbolos especiales
Indice alfabético
XvVII
546
548
549
551
551
553
554
557
559
560
561
562
565
570
572
575
585
589
Análisis
matemático
CAPÍTULO 1
El sistema de los números
reales y el de los complejos
1.1
INTRODUCCIÓN
El Análisis matemático estudia conceptos relacionados de alguna manera con
los números reales; por ello empezaremos nuestro estudio del Análisis con una
discusión del sistema de los números reales.
Existen diversos métodos para introducir los números reales. Uno de ellos
parte de los enteros positivos 1, 2, 3, ..., que considera conceptos no defini-
dos, utilizándolos para construir un sistema más amplio, los números racionales positivos (cocientes de enteros positivos), los mnegativos y el cero. Los
números racionales son utilizados, a su vez, para construir los números irracionales, números reales como y2 y , que no son racionales. El sistema de los
números reales lo constituye la reunión de los números racionales e irracionales.
A pesar de que estas cuestiones constituyen una parte importante de los
fundamentos de la Matemática, no las describiremos aquí con detalle. Es un
hecho que, en la mayor parte del Análisis, nos interesarán solamente las propiedades de los números reales antes que los métodos utilizados para construir-
los. Por lo tanto, consideraremos los números reales mismos como objetos no
definidos, sometidos a ciertos axiomas de los que extraeremos ulteriores propiedades. Dado que el lector está, probablemente, familiarizado con la mayoría
de las propiedades de los números reales que consideraremos en las páginas que
siguen, la exposición será más bien breve. Su propósito es examinar las carac-
terísticas más importantes y persuadir al lector de que, de ser necesario, todas
las propiedades se podrían deducir a partir de los axiomas. Tratamientos más
detallados podrán hallarse en las referencias del final de este capítulo.
Por conveniencia usaremos la notación y la terminología de la teoría de conjuntos elemental. Supongamos que $ designa un conjunto (una colección de objetos). La notación x € $S significa que x está en el conjunto $, escribiendo x €£ $
para indicar que x no está en $.
|
Un conjunto S es un subconjunto de T si cada elemento de $ está también
en T. Lo indicaremos escribiendo S C 7. Un conjunto es no vacío si contiene,
por lo menos,
un elemento.
2
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
Suponemos que existe un conjunto no vacío R de elementos, llamados números reales, que satisfacen los diez axiomas enumerados a continuación. Los axiomas se clasifican de manera natural en tres grupos a los que nos referiremos
como axiomas de cuerpo, axiomas de orden y axioma de completitud (llamado
también axioma del supremo o axioma de continuidad).
1.2
LOS
AXIOMAS
DE
CUERPO
Junto con el conjunto R de los números reales admitimos la existencia de dos
operaciones, llamadas suma y multiplicación, tales que, para cada par de nú-
meros reales x e y, la suma x
minados unívocamente por x e
axiomas que a continuación se
trarios en tanto no se precise
+ y y el producto xy son números reales detery, satisfaciendo los siguientes axiomas. (En los
exponen, x, y, 7 representan números reales arbilo contrario.)
Axioma
l1.
Xx + Y = Y + X,
Xy = yx
(leyes conmutativas).
Axioma
2.
X + (y + z) = (X + 9) + 7,
Axioma
3.
Xx(y + Z) = Xy + xz
x(y7) = (xy)2
(leyes asociativas).
(ley distributiva).
Axioma 4. Dados dos números reales cualesquiera x e y, existe un número
real z tal que x + 2 = y. Dicho número z se designará por y — x; el número
x—x se designará por 0. (Se puede demostrar que O es independiente de x.)
Escribiremos — x en vez de 0 — x y al número — x lo llamaremos opuesto de x.
Axioma 5. Existe, por lo menos, un número real x £ 0. Si x e y son dos
números reales con x = 0, entonces existe un número Z tal que xz = y. Dicho
número z se desginará por y|x; el número x|x se designará por 1l y puede demostrarse que es independiente de x. Escribiremos x-! en vez de 1|x si x50
y a x' lo llamaremos recíproco o inverso de x.
De estos axiomas pueden deducirse todas las leyes usuales de la Aritmé-
tica; por ejemplo, —(—2 =x, (+9'=x, ——
» =y—x x—)=
x + (—3),
etc. (Para un desarrollo más
1.3
AXIOMAS
LOS
DE
detallado, ver Referencia
1.1.)
ORDEN
Suponemos también la existencia de una relación < que establece una ordenación entre los números reales y que satisface los axiomas siguientes:
El sistema
Axioma
NOTA.
de los números
6.
reales y el de los complejos
Se verifica una y sólo una de las relaciones x = y, x <y,
3
X > y.
X > y significa lo mismo que y < .
Axioma
7.
Si x < y, entonces,
para cada z, es
Axioma
8.
Si x > 0 e y > 0, entonces xy > 0.
Axioma
9.
Si x> y e y > Z, entonces
x+ Z< y + Z.
x > Z.
NOTA. Un número real x se llama positivo si x > 0 y negativo si x < 0. Designaremos por R* el conjunto de todos los números reales positivos y por R- el
conjunto de todos los números reales negativos.
De estos axiomas pueden deducirse las reglas usuales que rigen las operaciones con desigualdades. Por ejemplo, si tenemos que x < y, entonces xz < yZ
si Z es positivo, mientras que xZ > yZ si Z es negativo. Además, si x > y y
Z > W con y y w positivos, entonces xz > yWw. (Para una discusión más detallada
de estas reglas ver Referencia 1.1.)
NOTA.
El simbolismo x< y se utiliza para abreviar la afirmación:
[ X
<
Resulta, pues, que 2 < 3 ya que
y
O
X
2<< 3; y
=
y.9)
2< 2 ya que 2 = 2. El símbolo >
se utiliza de forma análoga. Un número real x se llama no negativo si x — 0.
Un par simultáneo de desigualdades tales como x < y, y < Z se abrevia por
medio de la expresión x < y
Z.
El teorema que sigue, que no es más que una consecuencia inmediata de
los axiomas precedentes, se utiliza a menudo en las demostraciones del Aná-
lisis.
Teorema 1.1.
Sean a y b números reales tales que
a<
b+
€ para cada
€ > O.
(1)
Entonces a < b.
Demostración. Si b < a, entonces la desigualdad (1) no se satisface para e =
(a — b)/2 puesto que
|
b+e=b+
a-b
2
=
a+b
2
<
a+a
2
=a
4
El sistema
de
los
números
reales
y el de
los
complejos
Por lo tanto, por el axioma 6, resulta que 2 <b.
El axioma 10, axioma de completitud, será enunciado en la sección 1.11.
1.4. REPRESENTACIÓN GEOMÉTRICA
DE LOS NÚMEROS REALES
Los números reales son, a menudo, representados geométricamente como pun-
tos de una recta (denominada recta real o eje real). Se elige un punto
para que represente el 0 y otro a la derecha del O para que represente el 1,
como muestra la Fig. 1.1. Esta elección determina la escala. Con un conjunto
apropiado de axiomas para la Geometría euclídea a cada punto de la recta
real corresponde un número real y uno sólo y, recíprocamente, cada número
real está representado por un punto de la recta real y uno solo. Es usual referirse al punto x en vez de referirse al punto correspondiente al número real x.
y
y
0
o
1
—
T
y
Figura 1.1
La relación de orden admite una interpretación geométrica simple. Si x < y,
el punto x está a la izquierda del punto y, como muestra la figura 1.1. Los nú-
meros positivos están a la derecha del 0 y los números negativos están a la
izquierda del 0. Si a < », un punto x satisface las desigualdades
y sólo si, x está entre a y b.
1.5
a < x<bsi,
INTERVALOS
El conjunto de todos los puntos comprendidos entre a y b se denomina inter-
valo. A menudo es importante distinguir entre los intervalos que incluyen sus
extremos y los intervalos que no los incluyen.
NOTACIÓN. La notación (x:x verifica P) designa el conjunto de todos los números reales x tales que satisfacen la propiedad P.
Definición
1.2.
Supongamos
a< b. El intervalo abierto (a, b) se define por
(a,
bd = (x:a
< x < D).
El intervalo cerrado [a, b] es el conjunto (x:a < x < b). Los intervalos semiabiertos (a, b] y [a, b) se definen análogamente utilizando, respectivamente, las
desigualdades a < x
<b y
a< x < b. Los intervalos infinitos se definen como
sigue:
(a,
+00)
= (x:x > a),
[a,
+00)
= (x:x > a),
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
(-00,a)
= (x:x <a),
5
(-—0o,a]
= (x:x<a).
Se utiliza a veces el intervalo (—oo,
+ vo) para designar la recta real R.
Un solo punto es considerado como un intervalo cerrado «degenerado».
NOTA. Los símbolos + 00 y —oo se Utilizan aquí tan sólo por conveniencias
de notación y no deben ser considerados como números reales. Más adelante
extenderemos el sistema de los números reales incluyendo estos dos símbolos,
pero, mientras no lo hagamos, el lector deberá entender que todos los números
reales son «finitos».
1.6
LOS
ENTEROS
En esta sección se describen los enteros como un subconjunto especial de R.
Antes de definir los enteros conviene introducir la noción de conjunto inductivo.
Definición
1.3.
Un
conjunto de números
reales se denomina
ductivo si tiene las dos propiedades siguientes:
a)
b)
conjunto
in-
El número 1 está en el conjunto.
Para cada x del conjunto, el número x + 1 está también en el conjunto.
Por ejemplo, R es un conjunto inductivo. También lo es R*. Definiremos
los enteros positivos como aquellos números reales que pertenecen a todos los
conjuntos
inductivos.
Defjinición 1.4.
Un número real se denomina entero positivo si pertenece a
cada uno de los conjuntos inductivos.
designa por Z*.
El conjunto
de los enteros positivos se
El conjunto Z* es, a su vez, inductivo. Contiene al número 1, al número 1 + 1 (designado por 2), al número 2 + 1 (designado por 3), y así sucesivamente. Como Z* es subconjunto de cada uno de los conjuntos inductivos
consideraremos a Z* como el menor conjunto inductivo. Esta propiedad de Z*
se denomina, a menudo, principio de inducción. Suponemos al lector familiarizado con las demostraciones por inducción que se basan en este principio.
(Ver Referencia 1.1.) Ejemplos de tales demostraciones se dan en la sección siguiente.
Los opuestos de los enteros positivos se llaman enteros negativos. Los enteros positivos junto con los enteros negativos y el O (cero), forman un conjunto Z que llamaremos, simplemente, conjunto de los enteros.
6
El sistema
1.7
TEOREMA DE
PARA ENTEROS
de los números
DESCOMPOSICIÓN
reales y el de los complejos
ÚNICA
Si n y d son enteros y si n = cd para algún entero c, diremos que d es un divisor de n, o que n es un múltiplo de d, y escribiremos d|n (se lee: d divide a n).
Un entero 7 es primo si n > 1 y si los únicos divisores positivos de n son 1 y n.
Si n > 1 y n no es primo, entonces n es compuesto. El entero 1 no es ni primo
ni compuesto.
Esta sección
expone
algunos
resultados
elementales
acerca
de la descom-
posición de enteros, culminando con el teorema de descomposición única, llamado
también el teorema fundamental
de la Aritmética.
El teorema fundamental establece que (1) cada entero n > 1 puede ser re-
presentado como producto de factores primos y que (2) esta descomposición
es Única, salvo en el orden de los factores. Es fácil probar la parte (1).
Teorema 1.5.
Cada entero n > 1 es primo o producto de primos.
Demostración.
Utilizaremos la inducción sobre n. El teorema se verifica tri-
vialmente para n =2. Supongamos que es cierto para cada entero k con
1<k<n.Si n noes primo, admite un divisor d con 1 < d< n. Por lo tanto,
n = cd, con 1 <c<n. Puesto que tanto c como d son <n, cada uno es
primo o es producto de primos; luego n es un producto de primos.
Antes de probar la parte (2), la unicidad de la descomposición, introduciremos otros conceptos.
Si dja y d|b, diremos que d es un divisor común de a y b. El teorema que
sigue demuestra que cada par de enteros
es combinación lineal de a y de b.
Teorema
forma
l1.6.
a y b posee un divisor común
que
Cada par de enteros a y b admite un divisor común d de la
d = ax + by
donde x e y son enteros. Además, cada divisor común de a y b divide a d.
Demostración.
Supongamos primeramente que a > 0 y b = 0 y procedamos por
inducción sobre n = a + b. Si n = 0, entonces a-= b = 0 y podemos tomar
d = 0 con x = y = 0. Supongamos entonces que el teorema ha sido probado
para 0, 1, 2, ..., n— 1. Por simetría podemos suponer a= b. Si b =0, en-
tonces d = a, x = 1, y = 0. Si
b> 1 podemos
aplicar la hipótesis de induc-
a>=n—b<n— 1. Por lo tanto existe
ción a a —b y a b, ya que su suma es
un divisor común d de a — b y b de la forma d = (a — bx + by. Este entero d
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
divide también a (a — ») + b = a, luego d es un divisor común de a y de b
y tenemos que d = ax + (y — )b, es combinación lineal de a y 5. Para completar la demostración debemos probar que cada divisor común divide a d.
Como un divisor común divide a a y a b, dividirá también a la combinación
lineal ax + (y
— x)b = d. Esto completa la demostración si a > 0 y b = 0. Si
uno de ellos o ambos fuesen negativos, aplicaríamos el resultado que acabamos
de demostrar a |a| y |b|.
NOTA. Si d es un divisor común de a y b de la forma d = ax + by, entonces
— d es también un divisor común de la misma forma, — d = a(— x) + b—y).
De estos dos divisores comunes sólo el no negativo se denomina el máximo
común divisor de a y de b y se designa por mcd(a, b) o, simplemente, por (a, b).
Si (a, b) = 1, se dice que a y b son primos entre sí.
Teorema
1.7 (Lema
de Euclides).
Si albc y (a, b) = 1, entonces alc.
Demostración.
Como (a, b) = 1, podemos escribir 1 = ax + by. Por lo tanto,
Teorema 1.8.
Si un número primo p divide a ab, entonces pla o p|b. En ge-
C = acx + bcy. Pero ajacx y albcy, luego alc.
heral, si un número primo p divide al producto a, ... a;, entonces p divide a
uno de los factores por lo menos.
Demostración. Supongamos que plab y que p no divida a a. Si probamos que
(p, a) = 1, el lema de Euclides implica que p|b. Sea d = (p, a). Entonces d|p,
luego d = 1 0 d = p. No puede ser que d = p ya que día, pero p no divide a a.
Por lo tanto, d = 1. Para demostrar la afirmación más general se procede por
inducción sobre el número k de factores. Los detalles se dejan al lector.
Teorema 1.9 (Teorema de descomposición única). Cada entero n>
1
puede ser representado como producto de factores primos, y si se prescinde del
orden de los factores la representación es única.
Demostración.
Procederemos por inducción sobre n. El teorema es cierto para
n = 2. Supongamos, entonces, que es cierto para todos los enteros mayores
que 1 y menores que n. Si n es primo, no hay nada que demostrar. Supongamos, por lo tanto, que n es compuesto y que admite dos descomposiciones en
factores primos; a saber
n = P.P2 **
D. = 4192
q-
(2)
Deseamos probar que s-= t y que cada p es igual a algún q. Dado que p, divide a q -q: ... d:, divide por lo menos a uno de los factores. Cambiando los
8
El sistema
de
los
números
reales
y el de
los
complejos
índices de las q, si es necesario, se puede suponer p,/q,. Por lo tanto, p, = 4
ya que tanto p, como q, son primos. En (2) simplificamos p, en ambos miembros y obtenemos
n
— =P2 Ps = 4217de
P1
Como n es compuesto, 1
n]p, < n; luego por la hipótesis de inducción las
dos descomposiciones de n/p, son idénticas, si se prescinde del orden de los
factores. Por lo tanto, lo mismo
minada.
1.8
LOS
NÚMEROS
es cierto para (2) y la demostración
está ter-
RACIONALES
Los cocientes de enteros a/b (donde b
0) se llamarán números racionales.
Por ejemplo, 1/2, — 7/5, y 6 son números racionales. El conjunto de los números racionales, que designaremos por Q, contiene a Z como subconjunto.
Observe el lector que todos los axiomas de cuerpo y todos los axiomas de
orden se verifican en Q.
Suponemos que el lector está familiarizado con ciertas propiedades elemen-
tales de los números racionales. Por ejemplo, si a y b
dia (a + b)/2 también lo es y está comprendida entre
dos números racionales hay una infinidad de números
plica que, dado un número racional cualquiera, no
número racional «inmediato superior».
1.9
LOS
NÚMEROS
son racionales, su mea y b. Así pues, entre
racionales, lo cual imsea posible hablar del
IRRACIONALES
Los números reales que no son racionales se denominan
plo, los números
<v2, e, 7 y e" son irracionales.
irracionales. Por ejem-
En general no es fácil probar que un cierto número particular es irracional.
No existe ninguna demostración simple de la irracionalidad de e”, por ejemplo.
Sin embargo, la irracionalidad de números tales como x/5
3 no es excesivamente difícil de establecer y, de hecho, probaremos fácilmente el siguiente:
Teorema
1.10.
Si n es un entero positivo que no sea un cuadrado perfecto,
entonces An es irracional.
Demostración.
Suponemos
en primer
lugar
que
> 1 que sea cuadrado perfecto. Si admitimos que
contradicción. Supongamos
sores comunes.
Entonces
que
yn = a/b, donde
nb? = a* y, dado
que
n no
admite
ningún
divisor
yn es racional, llegamos a
a y b son enteros
el primer
miembro
sin divi-
de esta
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
9
igualdad es un múltiplo de n, también lo será a”. Sin embargo, si a* es múltiplo de n, a deberá serlo ya que n no admite divisores > 1 que sean cuadrados
perfectos. (Esto se ve fácilmente examinando la descomposición de a en facto-
res primos.) Todo ello significa que a = cn, donde c es un entero. Entonces
la ecuación nb? = a* se transforma en nb? = ce?*n”, o b = nc”. El mismo argumento prueba que b debe ser asimismo múltiplo de n. Entonces a y b serían
ambos múltiplos de n, lo cual contradice el hecho de que a y b carecen de divisores comunes. Esto finaliza la demostración en el caso de que n no admita
un divisor > 1 que sea cuadrado perfecto.
Si n admite un factor que sea cuadrado perfecto, podremos escribir n = m*k,
donde k > 1 y k no admite divisores > 1 que sean cuadrados perfectos. Por lo
tanto /n = m kK; y si n fuese racional, el número yk sería también racional, contradiciendo lo que acabamos de demostrar.
Un tipo distinto de argumentación es preciso para probar que el número e
es irracional. (Suponemos cierta familiaridad con la exponencial e? del Cálculo
elemental y su representación como serie infinita.)
Teorema 1.11. Si e =1
el número e es irracional.
+ x + x/21
+ x*/31
+ ... + x"/n!
+ ..., entonces
Demostración. Probaremos que e es irracional. La serie e+! es una serie alternada con términos que decrecen constantemente en valor absoluto. En tales
series el error cometido al cortar la serie por el n-ésimo término tiene el signo
algebraico del primer término que se desprecia y, en valor absoluto, es menor que
el del primer término que se desprecia. Por lo tanto, si s, = "- , — IY/K!,
tenemos
la desigualdad
—
O<e!-5s
de la que se obtiene
2k-—1 ,
1
<——,
2!
0< (2k — D'(e! — su-1)
<><>,
2k
2
(3)
para todo entero k > 1. Ahora bien (2k — 1)!s,;-, es siempre un entero. Si e
fuese racional, entonces podríamos elegir K suficientemente grande para que
2k — 1)!e-! fuese también un entero. A causa de (3) la diferencia entre am-
bos enteros debería ser un número comprendido entre 0 y 4, lo cual es imposible. Luego e
NOTA.
no es racional y, por
Para una demostración
tanto, e tampoco
lo es.
de la irracionalidad de r, ver Ejercicio 7.33.
Los antiguos griegos sabían de la existencia de los números irracionales
allá por el año 500 a.C. Sin embargo, una teoría satisfactoria de tales números
10
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
no sería desarrollada hasta finales del siglo diecinueve en que tres teorías dis-
tintas son introducidas al mismo tiempo por Cantor, Dedekind y Weierstrass.
En la Referencia
1.6 puede hallarse información
acerca de las teorías de De-
dekind y Cantor y sus equivalencias.
1.10 COTAS SUPERIORES; ELEMENTO
COTA SUPERIOR MÍNIMA (SUPREMO)
Los
números
irracionales
aparecen
MÁXIMO,
en AÁlgebra
cuando
se pretenden
resolver
ciertas ecuaciones cuadráticas. Por ejemplo, se desea un número real x tal que
x? =2.
De
los nueve
axiomas
enumerados
anteriormente
no puede
deducirse
si en R existe 0 no un número x, puesto que Q satisface también estos nueve
axiomas
y hemos
probado
que
no
existe ningún
número
racional
cuyo
cua-
drado sea 2. El axioma de completitud nos permitirá introducir los números
irracionales en el sistema de los números reales y proporcionar al sistema de
los números reales una propiedad de continuidad que es fundamental en muchos de los teoremas de Análisis.
Antes de describir el axioma de completitud, es conveniente introducir una
terminología y una notación adicionales.
Definición 1.12. Sea S un conjunto de números reales. Si existe un número
real b tal que x < b para todo x de $, diremos que b es una cota superior de S
y que S está acotado superiormente por b.
Decimos
una cota superior ya que cada número
mayor
que
b también
es
una cota superior. Si una cota superior b es, además, un elemento de $, b se
denomina último elemento o elemento máximo de S. A lo sumo habrá uno.
de tales b. Si existe tal número b, escribiremos
b = máx $.
Un
conjunto
mente.
carente
de
cotas
superiores
se denomina
no
acotado
superior-
Las definiciones de los términos cota inferior, acotado inferiormente, primer
elemento (o elemento mínimo) pueden formularse análogamente. Si S tiene un
elemento mínimo, designaremos a dicho mínimo por mín $.
Ejemplos.
1.
2.
El conjunto R* = (0, + 0) es un conjunto no acotado superiormente. No posee ni cotas superiores ni elemento máximo. Está acotado inferiormente por 0,
pero no posee elemento mínimo.
El intervalo cerrado S = [0, 1] está acotado superiormente por 1 e inferiormente por 0. De hecho, máx S = 1 y mín $ =0.
El sistemade
3.
los números
reales y el de los complejos
El intervalo semiabierto S = [0, 1) está acotado superiormente
rece de elemento máximo. Su elemento mínimo es 0.
11
por
1, pero
ca-
Para conjuntos como los del ejemplo 3 que están acotados superiormente
pero que carecen de elemento máximo, existe un concepto que sustituye al de
elemento máximo. Se denomina extremo superior o supremo del conjunto y se
define como
sigue:
Defjinición 1.13.
Sea S un conjunto de números reales acotado superiormen-
te. Un número real b se denomina
propiedades siguientes:
a)
b)
extremo
superior de $S si verifica las dos
b es una cota superior de $.
Ningún número menor que b es cota superior de $.
Ejemplos. Si S = [0, 1] el elemento máximo 1 es asimismo extremo
Si S = [0, 1), el número 1 es extremo superior de $, aun cuando $
mento máximo.
Es
fácil probar
que
un conjunto
no
puede
tener dos
superior de $.
carece de ele-
extremos
superiores
distintos. Por lo tanto, si existe extremo superior de $, existe sólo uno y puede
hablarse del extremo superior.
Es corriente, en la práctica, referirse al extremo superior de un conjunto
por medio del término más breve de supremo, abreviado sup. Adoptamos esta
convención
y escribimos
b =supS,
para indicar que b es el supremo de $S. Si S tiene un elemento máximo, entonces máx $ = sup $.
ma
El extremo
análoga.
1.11
Nuestro
EL
inferior o ínfimo de $, designado
AXIOMA
último
axioma
DE
del
por inf $, se define
de for-
COMPLETITUD
sistema
de
los
números
reales
involucra
la noción
de supremo.
Axioma 10.
superiormente
b = sup $.
Todo conjunto no vacío S de números reales que esté acotado
admite un supremo; es decir, existe un número real b tal que
Como consecuencia de este axioma se obtiene que todo conjunto no vacío
de números reales acotado inferiormente admite un ínfimo.
12
1.12
El sistema
ALGUNAS
de los números
PROPIEDADES
DEL
reales y el de los complejos
SUPREMO
En esta sección se discuten algunas propiedades fundamentales del supremo,
que se utilizarán en este texto. Existe un conjunto análogo de propiedades
para el ínfimo que el lector formulará por sí mismo.
La primera de ellas establece que todo conjunto de números con un supremo contiene números tan próximos como se quiera a dicho supremo.
Teorema
1.14
(Propiedad
de la aproximación).
Sea S un conjunto no”
vacío de números reales con un supremo que se designa por b = sup $S. Entonces, para cada a< b, existe un x de $ tal que
a
Demostración.
<
x < D.
Ante todo, x < b para todo x de $. Si fuese x <a para todo x
de $, entonces a sería una cota superior para S menor que el supremo que -es
la cota superior mínima. Por lo tanto, x > a para un x de $, por lo menos.
Teorema 1.15 (Propiedad aditiva).
A y B, sea C el conjunto
Dados dos subconjuntos no vacíos de R,
C=Xx+y:xeA,
Si tanto
yeB).
A como B tienen un supremo, entonces C tiene un supremo y
sup C = sup A + sup Z.
Demostración.
Sea a = sup A, b = sup B. Si Z E C, entonces 7 = x + y, don-
de x E A, y E B, luego 2=x
+ y<a + b. Por lo tanto a + b es una cota superior de C, luego C admite un supremo, sea c = sup C y c
<a+- b. Vere-
mos ahora que a + b <c. Elijamos un e > 0. Por el teorema 1.14 existe un x
de A y un y de B tales que
a—E<X
b-e<y.
Sumando
estas desigualdades,
obtenemos
a+b-2<x+)y<ec.
Luego, a + b<c + 2e para cada e > 0 y, por el teorema
1.1,
a+ b<<ec.
La demostración del teorema que sigue se deja como ejercicio para el lector.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
Teorema 1.16 (Propiedad de la comparación).
13
ñDados dos subconjuntos
no vacíos S y T de R tales que s <t para todo s de $ y todo t de T, si T tiene
supremo, entonces $S tiene supremo, y
sup $ < sup 7.
1.13
DEL
PROPIEDADES DE LOS ENTEROS
AXIOMA DE COMPLETITUD
DEDUCIDAS
Teorema 1.17. El conjunto Z* de los enteros positivos
acotado superiormente.
Demostración.
Si Z* estuviese acotado
1, 2, 3, ..., no está
superiormente, entonces
Z* admitiría
un supremo, tal como a = sup Z*. Por el teorema 1.14 tendríamos que
a—1
< n para algún n de Z". Por lo tanto » + 1 >a para esta n. Esto contra-
dice el hecho de ser a = sup Z* ya qule n+ 1 EZ".
Teorema
n> x.
1.18.
Para cada número real x existe un entero positivo n tal que
Demostración. Si no fuese así, existiría un x que sería una cota superior para
Z*, en contradicción con el teorema 1.17.
1.14 LA PROPIEDAD ARQUIMEDIANA
DE LOS NÚMEROS REALES
El teorema
que
sigue
enuncia
la propiedad
DEL
SISTEMA
arquimediana
del sistema
de los
números reales. Geométricamente dice que todo segmento lineal, por largo que
sea, puede recubrirse por medio de un número finito de segmentos lineales de
longitud positiva dada, por pequeña que sea.
Teorema 1.19. Si x>0 y si y es un número
tero positivo n tal que nx > y.
Demostración.
número
real
existe un en-
Aplicar el teorema 1.18 sustituyendo x por y/x.
1.15 LOS NÚMEROS
DECIMAL FINITA
Un
real arbitrario,
de
RACIONALES
la forma
CON
REPRESENTACIÓN
14
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
donde a, es un entero no negativo y a,, ..., d, SOn enteros
0<a;<9, se expresa usualmente de la siguiente forma:
r
Dicha
expresión
ejemplo,
11
2
recibe
el nombre
aº.a1a2
satisfacen
"'a,,.
de representación
—1 ==2 =00,
50 107
10
Los números
=
que
decimal
finita de r. Por
29
2
5
“==7++2-=1,5.
4
10 1072
*
reales de este tipo son necesariamente racionales y, de hecho,
todos ellos son de la forma r = a/10”, donde a es un entero. Sin embargo, no
todos los números racionales pueden expresarse mediante representaciones decimales finitas. Por ejemplo, si 1/3 pudiese expresarse así, tendríamos que
1/3 = a/10" o 3a = 10" para un cierto entero a. Pero esto es imposbile ya que 3
no divide a ninguna potencia de 10.
1.16 APROXIMACIONES DECIMALES
DE LOS NÚMEROS REALES
FINITAS
Esta sección utiliza el axioma de completitud para demostrar que los números
reales pueden aproximarse, con la exactitud que se desee, por medio de números racionales que admitan representación decimal finita.
Teorema 1.20. Suponemos x = 0. Entonces,
un decimal finito r, = a, . a,a, ... a, tal que
para todo entero n = 1, existe
r,,$x<rn+—l—.
10"
Demostración. Sea S el conjunto de todos los enteros no negativos <cx. $ es
no vacío, ya que 0 €ESS, y está acotado superiormente por x. Por lo tanto, $
admite un supremo: a, = sup $. Es fácil ver que a, € S; luego a, es un entero
no negativo. Llamaremos a a, el mayor entero contenido en x, y escribiremos
a, = [X]. Es claro que
a0$x<aº+1.
Sea ahora a, = [10x— 10a,], el mayor entero contenido en 10x — 10a,. Como 0< 10x— 10a, = 10(x—a,) < 10, tenemos que 0 < a, <9 y
a1
_<_
10x_
10a0
<a1
+
1.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
15
En otras palabras, a, es el mayor entero que satisface las desigualdades
dy
*
as
+ —
a
<xXx<ao+
10
*
+
10
En general, habiendo elegido a,, ..., ay-, con
entero que
satisfaga
las desigualdades
as
a,
ay + L+'-+—.<x<ao
*
Entonces
10
0 < a, <9
10"
*
1
.
0 <a; <9, sea a, el mayor
a
+ +":+
10
a, + |
10"
.
4
0
y tendremos
rn$x<r,,+—1-,
10”
donde r,, = a, . a,a, ... an. Esto completa la demostración. Es fácil verificar que
x es, de hecho, el supremo del conjunto de los números racionales r,, r,, ...
1.17 REPRESENTACIONES DECIMALES
DE LOS NÚMEROS REALES
INFINITAS
Los enteros a,, a,, a,, ..., Obtenidos en la demostración del teorema
1.20 pue-
den utilizarse para definir una representación decimal infinita de x. Escribiremos
X
=
aº.alazº"
para indicar que a, es el mayor entero que satisface (4). Por ejemplo, si x = 1,
obtendremos a, = 0, a, = 1, a, =2, a, = 35 y d, = 0 para todo n = 4. Por lo
tanto,
podemos
escribir
1 = 0,125000 - -Si intercambiamos los signos de
definición ligeramente diferente de
tos 7, satisfacen Y, < x < r. + 107”,
cesarios no son los mismos que en
desigualdad < y < en (4), obtenemos una
representación decimal. Los decimales finisin embargo los dígitos a,, a,, a,, ..., Te(4). Por ejemplo, si aplicamos esta segunda
definición a x = $, obtenemos la representación decimal infinita
$ = 0,124999 - -El que un número real admita dos representaciones decimales distintas es un
simple ejemplo del hecho de que dos conjuntos diferentes de números reales
pueden tener el mismo supremo.
16
El sistema
1.18
VALOR
de
ABSOLUTO
los
números
reales
Y DESIGUALDAD
y el de
los
complejos
TRIANGULAR
En Análisis son bastante frecuentes los cálculos con desigualdades. Son de par-
ticular importancia las que se relacionan con la noción de valor absoluto. Si x
es un número real, el valor absoluto de x, desginado por |x], se define como
sigue:
x] =
X,
— X,
six>0,
.
SI x < 0.
Una desigualdad importante concerniente a los valores absolutos viene dada por
el siguiente:
Teorema 1.21.
si —a<x<a.
Si a= 0, entonces tenemos la desigualdad |x|<a
si, y sólo
Demostración. De la definición de |x| se obtiene la desigualdad — |x| < x < |x],
ya que x = |x).0 x = —|x|. Si suponemos que |x]| < a, podemos escribir —a <
— k| <x < |x] <a y la mitad del teorema queda demostrada. Recíprocamente,
si suponemos — a< x<a, entonces, si x > 0, tenemos que || = x <a, mien-
tras que si x <0, tenemos que kx| =—x <a. En ambos casos obtenemos que
|x] <a y el teorema queda demostrado.
Podemos
Teorema
utilizar este teorema para demostrar la desigualdad triangular.
1.22.
Para números reales arbitrarios x e y se verifica
IX + y) < lxX| + |y])
— (desigualdad triangular)
Demostración. 'Tenemos que — |x| <x < |x] y que — |y| <y < |y|. Sumando
obtenemos — (X| + |y)) <x + y < |x] + |y| y, en virtud del teorema 1.21, concluimos que |* + y| < |x] + |y|. Esto demuestra el teorema.
A menudo
se utilizan, otras formas de la desgiualdad triangular. Por ejem-
plo, si en el teorema 1.22 hacemos
la
— b|
x =a—ce
y= c—b, resulta
< la — e| + |c — bl.
Asimismo, del teorema 1.22, obtenemos |x] > |x + y| — |y|. Haciendo x =a + »,
y =—b, resulta
la + b| > la| — 1bl.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
Intercambiando a y b obtendremos, además,
y por lo tanto
17
|a + b| > |b| — |a| =
— (|a| — |b)),
la + b| > |Ia| — |b||.
Por inducción podemos probar asimismo las generalizaciones
1.19
Vamos
LA
X
+ X) + *77
+ Xal < 1Xil + lX,l + -77+ 1Xl
|xl
+x2
+'”+xnl
DESIGUALDAD
DE
>
|xll
—
|x2|
—
Ixn|º
CAUCHY-SCHWARZ
a deducir ahora otra desigualdad usada a menudo
Teorema 1.23 (Desigualdad de Cauchy-Schwarz).
en Análisis.
Si a, ..., an y b,, ..., bn
son números reales cualesquiera, se tiene
E A) (E7
Además, la igualdad se verifica si, y sólo si, existe un número
ayx + b = 0 para cada k = 1, 2, ..., n.
Demostración.
tanto
Una
suma
de cuadrados
no puede
ser nunca
real x tal que
negativa.
Por lo
tenemos
n
- (a,x + b
>0
k=1
para todo número real x, y es igualdad si, y sólo si, cada término es cero. Esta
desigualdad puede escribirse en la forma
Ax*? + 2Bx
+ C > 0,
donde
A=Zaí,…
-
B=Íakbk,
P
C=Zb,%.
-
S1 A > 0, hacemos x = — B/A a fin de obtener B? — AC < 0) que es la desigualdad deseada. Si 4 = 0, la demostración es trivial.
18
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
NOTA. Utilizando notación vectorial, la desigualdad de Cauchy-Schwarz toma
la forma
(ab < lal*|bl?*,
donde a = (a,, ..., a,),
b = (b,, ..., b,) son dos vectores n-dimensionales,
a
b
—
Z
akbk,
k=1
es su producto escalar, y |a|| = (a-a)'7” es la longitud de a.
1.20
DEL
MÁS Y MENOS INFINITO Y LA EXTENSIÓN
SISTEMA DE LOS NÚMEROS REALES
R*
En esta sección extenderemos el sistema de los números reales adjuntando dos
«puntos ideales» designados por los símbolos + 00 y —oo («más infinito» y
«menos
infinito»).
Dejinición 1.24. Por sistema ampliado de los números reales, R*, entenderemos el conjunto de los números reales R junto con dos símbolos + 0o y —vo
que satisfagan las siguientes propiedades:
a)
Si
x E R, tenemos
X + (+09) = +oo,
X — (+0) = —o,
X/(+00) = x/(—00)
b)
= 0.
X + (—0) = —oo,
X — (—00) = +o,
Si x> 0, tenemos
X(+00)
=
+oo,
X(—00)
=
—oo.
=
—oo,
X(—00)
=
+oo.
c) Si x< 0, tenemos
X(+00)
d)
(+00) + (+009) = (+ 9X+00)
= (—0X—09)
(— 0) + (—09) = (+ 9)(—00) = —o0.
e)
Si
xE R, entonces
—
= +o,
<x<+oo.
NOTACIÓN. Utilizaremos el símbolo (—o0o, + v00) para designar a R y [—oo,
+ vo] para designar a R*. Los puntos de R se llaman «finitos» para distinguirlos de los puntos «infinitos»
+ vo y —oo.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
19
La razón principal para introducir los símbolos + 00 y —oo es de pura
conveniencia. Por ejemplo, si definimos + v0 como el sup de un conjunto de
números no acotado superiormente, resulta que, en R*, todo subconjunto no
vacío de R tiene un supremo. El supremo es finito si el conjunto está acotado
superiormente e infinito si no está acotado superiormente. Análogamente, definimos que el ínfimo de todo compuesto no acotado inferiormente es
tonces todo subconjunto no vacío de R tiene ínf en R*.
— 0o. En-
Para ciertos trabajos posteriores acerca de los límites, conviene además introducir la siguiente terminología.
Definición 1.25. Cada intervalo abierto (a, + vo) se dice que es un entorno
de + co, o una bola con centro + vo. Cada intervalo abierto (—ovo, a) se dice
que es un entorno de — oo, o una bola con centro —oo.
1.21
LOS
NÚMEROS
COMPLEJOS
De los axiomas que gobiernan la relación < se deduce que el cuadrado de un
número real no es nunca negativo. Entonces, ecuaciones cuadráticas elementales
tales como, por ejemplo, x? = —1 no poseen solución entre los números reales.
Un nuevo tipo de números, llamados números complejos, debe introducrise
para conseguir soluciones de tales ecuaciones. Resulta entonces que la introducción de tales números proporciona, al mismo tiempo, soluciones de las ecuaciones algebraicas generales de la forma
aAy + A,X
+ ::* + ayx" = 0,
donde los coeficientes a,, a,, ..., 4, SOn números
reales cualesquiera. (Este re-
sultado es conocido como Teorema fundamental del Álgebra.)
Definiremos
talle.
ahora los números complejos y los discutiremos con cierto de-
Defjinición 1.26. Por número complejo entenderemos un par ordenado de mnúmeros reales, que designaremos por (X., X,). La primera componente, x,, se llama
parte real del número complejo; la segunda componente, x,, se llama parte
imaginaria. Dos números complejos x = (X,, X,) e y = ,, y,) son iguales, y
escribiremosx = y, si, y sólo si, x, = y, Y X, = Yy. Definimos la suma x + y
y el producto xy por
X +y
NOTA.
=
(X
+ Y1, X2
+ Y2),
Xy
=
(X1);
—
X2Y2, X1y2
+
X2 1).
El conjunto de todos los números complejos será designado por C.
Teorema 1.27. Las operaciones de suma y multiplicación que acabamos
dejinir satisfacen las leyes conmutativa, asociativa y distributiva.
de
20
El sistema
Demostración.
los
números
Solamente demostraremos
demostraciones
tonces
de
reales
y el de
los
complejos
la propiedad distributiva;
las otras
son más simples. Si x = (X,, x>), y = (y,, ,) y Z = (Z,, ,), en-
tenemos
X(y + 2) = X1, X)(71 + 21, y2 + 22)
= (X1y¡ + X121 — X2Y9 — X272, X1Y) + X177 + X2)1 + %271)
(X1)1 — X2)2, X1Y2 + X2)1) + (X12 — X272, X177 + X271)
Xy
Teorema
+
XxzZ.
l1.28.
(X, X2)
(X¡,
+
x2)(19
(0, 0) =
0)
—
(X¡,
(X
x2)9
X2),
(X, X2>)(0, 0) =
(xla
x2)
+
(—xla
(0, 0),
_x2)
—
(0)
O)
Demostración. Las demostraciones son inmediatas a partir de las definiciones,
lo mismo que en los teoremas 1.29, 1.30, 1.32 y 1.33.
Teorema 1.29. Dados dos números complejos x = (xX,, x,) € y = (,,, y,), existe un número complejo z tal que x + Z = y. De hecho, 7 = (y, — ,, Y, — x>).
Este Z se designa por y —x. El número complejo (—x,,
— X,) se designa
por — X.
Teorema
1.30.
Para cualquier par de números complejos x e y, tenemos
(—x)y = x(—7) = —(x7) = (—1, Ox7).
Definición 1.31. Si x = (X,, X,)£ (0, 0) e y son números complejos,
mos x = [Xx,/(x; + x3)), — x,/? + X)], e y/x = yx1.
Teorema 1.32. Si x e y son números complejos con
mero complejo z tal que xz = y, a saber, 7 = yXx.
defini-
x + (0, 0), existe un nú-
Revisten especial interés las operaciones con números complejos cuya parte
1maginaria es O.
Teorema
1.33.
X1 0) + (7,0) = (X, + 71,0),
Xi> O71, 0) = 171 0),
X1, 0/(71, 0) = (x,/7,, 0),
—
siy, = 0.
NOTA. Es evidente, que en virtud del teorema 1.33, podemos realizar las operaciones aritméticas de los números complejos de parte imaginaria nula operan-
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
21
T +y = (Z] + Y1, 22 + Y)
Y = (Y1 Y9)
Yx= (71, 72)
!
¡
0 = (0,0)
Figura
Z| = (71, 0)
1.2
do tan sólo con las partes reales por medio de las operaciones de los números
reales. Por lo tanto, los números complejos de la forma (, 0) tienen las mismas
propiedades aritméticas que los números reales. Por esta razón es conveniente
considerar el sistema de los números reales como un caso particular del sistema de los números complejos, y convendremos en identificar el número complejo (x, 0) con el número real x. Por eso escribiremos x = (x, 0). En particular, 0 = (0, 0) y 1= (1, O).
-
1.22 REPRESENTACIÓN GEOMÉTRICA
DE LOS NÚMEROS COMPLEJOS
Así como los números reales se representan geométricamente como puntos de
una recta, los números complejos se representan como puntos de un plano. El
número complejo x = (X,, x,) puede ser imaginado como el «punto» de coordenadas (x,, x,) Hecho esto, la definición de suma coincide con la suma según
la regla del paralelogramo. (Ver Fig. 1.2.)
La idea de expresar geométricamente los números complejos como puntos
de un plano fue formulada por Gauss en su disertación de 1799 e, indepen-
Figura
1.3
22
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
dientemente, por Argand en 1806. Más tarde Gauss ideó la expresión un tanto
desafortunada de «número complejo». Los números complejos admiten otras representaciones geométricas. En vez de utilizar puntos de un plano, se pueden
utilizar puntos de otras superficies. Riemann encontró que la esfera es especial-
mente adecuada para este propósito. Se proyectan los puntos de la esfera desde
el Polo Norte sobre el plano tangente a la esfera en el Polo Sur y entonces a
cada punto del plano le corresponde un punto sobre la esfera. Con excepción
del Polo Norte, a cada punto de la esfera le corresponde un punto sobre el plano
y sólo uno. Esta correspondencia se denomina una proyección estereográfica.
(Ver Fig. 1.3.)
1.23
LA
UNIDAD
IMAGINARIA
Conviene a veces considerar el número complejo (x,, x,) como un vector bidimensional de componentes x, y x,. Sumar dos números complejos utilizando
la definición 1.26 es lo mismo que sumar dos vectores componente a compo-
nente. El número complejo 1 = (1, 0) juega el mismo papel que el vector unitario de dirección horizontal. El análogo al vector unitario de dirección vertical
vamos a introducirlo ahora.
Dejinición 1.34.
unidad imaginaria.
El número
complejo
(0, 1) se representa por i y se llama
Teorema 1.35. Cada número complejo x = (x,, x,) puede representarse en la
jorma x = X, + ix,.
Demostración.
X; = (X1, 0),
Xy
+
IX)
=
— X, = (0, D(%,, 0) = (0, x>),
(X1, 0) +
(0, x,)
=
(1, x>).
El próximo teorema expresa que el número complejo ¿ proporciona una solu-
ción para la ecuación x? = —l.
Teorema
l1.36.
i =—l|1.
Demostración.
i
1.24
VALOR
=
ABSOLUTO
(0, 1X0,
DE
1) =
UN
(—1,0) =
NÚMERO
—1.
COMPLEJO
Vamos a extender ahora el concepto de valor absoluto al sistema de los números complejos.
El sistema
de los números
Dejinición 1.37.
reales y el de los complejos
23
Si x = (X,, x,), definimos el módulo, o valor absoluto, de x
como el número real no negativo |x| dado por
X|
Teorema
= vx1
+ X.
1.38.
1) |1(0, 0| = 0, y |x]) > Osix = 0.
1) |x/y] = |x]/Iy], siy + 0.
li) |y = Ixl 171
iv) 1X1 O| = TXil
Demostración. Las afirmaciones (1) y (1v) son inmediatas. Para demostrar (i1),
consideremos x = X, + iX,, y = y, + y,, entonces xy = X,y, — X,y, + X,y +
X,y,). La afirmación (11) se sigue de la relación
y* = X177 + X2y5 + x177 + Xy7 = (x1 + x)07 + 97) = 1x/*1y7”.
La ecuación (iii) puede deducirse de (ii) escribiéndola en la forma |x| = |y| |x/y|.
Geométricamente, |x] representa la longitud del segmento que une el origen
con el punto x. En general, |x — y| es la distancia entre los puntos x e y. Utilizando esta interpretación geométrica, el siguiente teorema establece que uno
de los lados de un triángulo es menor que la suma de los otros dos lados.
Teorema
1.39.
Si x e y son números complejos, entonces
IX + y| <
IX| +
|y|
desigualdad
triangular)
La demostración se deja como ejercicio para el lector.
1.25
IMPOSIBILIDAD
Todavía
no hemos
DE
ORDENAR
LOS
NÚMEROS
COMPLEJOS
definido ninguna relación de la forma x< y, si x e y son
números complejos cualesquiera, ya que es imposible dar una definición de <
para los números complejos que satisfaga las propiedades dadas por los axio-
mas 6 al 8. Para justificarlo, supongamos que fuese posible definir una relación de orden < que satisficiera los axiomas 6, 7 y 8. Entonces, como ¿0,
se debiera tener i >0 o ¿< 0, porel axioma 6. Supongamos que ¿ > 0. Entonces tomando x = y = i en el axioma $, tendríamos ¿? > 0, 0o — 1> 0. Sumando 1 a ambos miembros (axioma 7), obtendriamos 0 > 1. Por otro lado,
aplicando el axioma 8 a — 1 > 0, hallaríamos 1 > 0. Tendríamos, pues, 0 > 1
y también 1>0, que, por el axioma 6, es imposible. Así pues, suponer que
i> 0 lleva a contradicción.
[¿Por quéla desigualdad
— 1 > 0 no
era ya una
24
El sistema
de los números
contradicción?] Un razonamiento
reales y el de los complejos
análogo prueba que no es posible ¿ < 0. Por
lo tanto, los números complejos no pueden ser ordenados de tal suerte que se
verifiquen los axiomas
1.26.
6, 7 y 8.
EXPONENCIALES
COMPLEJAS
La exponencial e* (x real) ha sido mencionada anteriormente. Deseamos
definir
e para z complejo de tal suerte que las principales propiedades de la función
exponencial real se conserven. Las citadas propiedades de e” para x real son
la ley de los exponentes, e":e”: = e":17:, y la ecuación e* = 1. Daremos una
definición de e para Z complejo que conserve estas propiedades y que: se reduzca-a la exponencial ordinaria cuando
7 sea real.
Si escribimos Z = x + iy (x, y reales), entonces para que se verifique la ley
de los exponentes deberíamos tener e*+*7 = e"e', Queda entonces por definir lo
que significa e*7.
Definición 1.40. Si 7 = x + iy, definimos e* = e"+7 como
plejo e = e" (cos y + i sen y).
el número
com-
Esta definición* coincide claramente con la función exponencial real cuan-
do z es real (esto es, y = 0). Probaremos a continuación que la ley de los exponentes se cumple.
Teorema 1.41. Si z, = x, + iy, y Z, = X, + iy, son dos números complejos,
entonces tenemos
ezlezz
—
ezl+zz.
Demostración.
e 21
e"(cos y, + iseny,),
e? = e(cos y, + iseny),
e'e? = ee| cos y, cos y, — sen y, sen y,
+ i(cos y, sen y, + sen y¡ cos y>)].
* Es posible dar muchos argumentos para motivar la ecuación e'” = cos y + ¡ sen y. Por
ejemplo, escribamos e*” = f(y) + ig(y) e intentemos determinar las funciones de variable
real f y g a fin de que las leyes usuales de las operaciones con exponenciales reales sean
aplicables también a las exponenciales complejas. Diferenciando formalmente se obtiene
e" = 9(y) —if(), si suponemos que (e*”Y = ¿e*”?. Comparando estas dos expresiones para
e'”, vemos que f y g deben satisfacer las ecuaciones f(y) = 2'(3), f y) = — 20). La eliminación de g conduce a f(y) = — f'(y). Como deseamos que e* = 1, debemos tener que
f(0) = 1 y f(0) = 0. -Ello prueba que f(y) = cos y y 20) = — fG) = sen y. Por supuesto,
este razonamiento no prueba nada, pero indica ostensiblemente que la definición e*” =
= Cos y + ¡ sen y es razonable.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
25
Ahora bien, e":e”: = e*:**:, ya que x, y X, son ambos reales. Además,
COS y; COS Y, — sen y¡ sen y, = cos ( y¡ + y,)
y
COS y¡ seny, + sen y; Cos y, = sen(y, + 7>),
y por lo tanto
ee
1.27
OTRAS
— e
**| cos (y, + y,) + isen(y,
PROPIEDADES
+ y,)) = e.
DE LAS EXPONENCIALES
COMPLEJAS
En los teoremas siguientes Z, ,, Z, designan números complejos.
Teorema
l1.42.
Demostración.
Teorema
e*e = e' = 1. Por lo tanto, e* no puede ser cero.
1.43.
Demostración.
Teorema
e* jamás es cero.
Si x es real, entonces |e**| = 1.
|e**!? = cos? x + sen” x = 1, y |e**| > 0.
1.44.
Demostración.
e* = 1 si, y sólo si, Z es un múltiplo entero de 2mi.
Si 7 = 2rin, donde n es un entero, entonces
e = cos (2n)
Recíprocamente, supongamos que
e" sen y = 0. Como que e?
- 0,
entero. Pero cos (kr) = (— 1Y. Por
Como
e? >0,
k debe ser par.
prueba el teorema.
Teorema 1.45.
Demostración.
1.28
EL
+ i sen(27n)
=
|1.
e* = 1. Esto significa que e* cos y =1 y
debe ser sen y = 0, y = kr, donde K es un
lo tanto, e? = (— 1Y ya que e cos (kr) = 1.
Por lo tanto e = 1 y entonces x = 0. Esto
e*: = e*: si, y sólo si, Z, — Z, = 2rin (donde n es un entero).
e*: = e*: si, y sólo si, e:”: =
ARGCGUMENTO
DE
UN
NÚMERO
COMPLEJO
Si el punto Z = (x, y) = x + iy se representa en cordenadas polares r y 0, podemos escribir x = r cos 9 e y = r sen 6, es decir, Z = r cos 0 + ir sen 0 = re
Los dos números r y 9 determinan a z de forma única. Recíprocamente, el nú-
26
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
mero positivo r está determinado unívocamente por Z; de hecho, r = |z|. Sin
embargo, z determina el ángulo 9 salvo múltiplos de 27. Hay una infinidad de
valores de 6 que satisfacen las ecuaciones x = |Z] cos 8, y = |z] sen 6, pero na-
turalmente cada dos difieren en .un múltiplo de 2r. Cada uno de estos valores de 9 se llama un argumento de Z pero se distingue uno de ellos y se denomina argumento principal de Z.
Defjinición 1.46. Sea 7 = x + iy un número complejo no nulo. El único número real 6 que satisface las condiciones
x = |z| cos 6,
y = |z|sen6,
—nT
<O
<
+7
se llama el argumento principal de z, y se representa por 0 = arg (z).
La anterior discusión origina inmediatamente el siguiente teorema:
Teorema
1.47.
Todo
número
complejo
770
puede ser representado
forma 7 = re', donde r = |z| y 0 = arg (7) + 2rn, siendo n un entero.
en la
NOTA. Este método de representar a los números complejos es particularmente
útil en relación con la multiplicación y la división, ya que se tiene
.
.
(rlelºl)(rzelºz)
Teorema
1.48.
.
=
rirge'01+62)
C
e
io
re
-
r,
e'(61—02)
“i z,7, 7 0, entonces arg (7,7,) = arg (7,) + arg (z,) + 2mn
(Z1> Z2), donde
0,
H(Z¡,
y
ZZ)
—
+19
— 1,
si
—n
si
—27
si
< arg (7,) + arg (7,) <
+17,
<
—7T,
arg
(Zl)
+
arg
(22)
<
n < arg (7,) + arg (7,) < 27.
Demostración. Si Z, = |Z,|-e*; Z, = |Z,]-e**, donde 0, = arg (7,) y 6, = arg (7,),
entonces Z,2Z, = |Z,2Z,|e**-%). Como
—m<0,< +7 y —í<0,< +r, tenemos
—2r-<0,
+ 8,<2r.
Por lo tanto existe un entero
7
tal que —r
<
0, + 6, + 2m <m. Este número n es, precisamente, el n(Z,, 7,) dado en el teo-
rema, y para este n tenemos arg (7,27,) = 0, +0, +2an. Esto prueba el teorema.
1.29 POTENCIAS ENTERAS
DE NÚMEROS COMPLEJOS
Y RAÍCES
Defjinición 1.49. Dados un número complejo Z y un número entero n, definimos la n-ésima potencia de Z como sigue:
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
Z =1
z
Z*l
=77,
27
sin>0,
= (Z "Y,
sizX0
y n>0.
El teorema 1.50 establece que se verifican las reglas usuales de los exponentes. La demostración, que se puede hacer por inducción, se deja como
ejercicio.
Teorema 1.50.
Dados dos enteros m y n, tenemos, para Z + 0,
z7
Teorema 1.51.
Si
—
y
Z- 0, y si n es un entero positivo, entonces existen exac-
tamente n números complejos
n-ésimas de Z), tales que
n
2k
= Z,
Además,
(2,2,y = z7z2.
distintos
para
Z,,
Z,,
..., Zn-1
Vllamados
ráíces
cada
k = 0, 1,2,...,n — l1.
estas raíces son dadas por las fórmulas
Z, = Re'*,
donde
d = 28 (2) | 27k
(k =0,1,2,...,n
— 1).
n
n
12R= |z|”,
NOTA. Las n raíces n-ésimas de z están igualmente espaciadas sobre el círculo
de radio R = |z|/”, con centro en el origen.
Demostración.
Los n números complejos
Re**,
0O <<k<n—1,
y cada uno de ellos es una raíz n-ésima de z, ya que
(Rei4>k)n
—
Rnein4>¡<
—
|Zlei[arg (z) + 27k]
g
eAri/3
Figura
1.4
e>ri/3
=
z,
son distintos
28
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
Debemos probar ahora que no hay otras raíces n-ésimas de Z. Supongamos
que w = Ae** es un número complejo tal que w” = z. Entonces |w|” = |z|, de
donde A” = |z], 4 = |2]'7”. Por lo tanto w”" = z puede escribirse e**" — eiP2r5()],
que implica m —arg (7) = 2rk para algún entero k. Luego « = [arg (Z) +
27k]/n. Pero mientras k toma todos los valores, w toma sólo los valores distintos Z,, ..., Zn-1. (Ver Fig. 1.4.)
1.30
LOS
LOGARITMOS
COMPLEJOS
En virtud del teorema 1.42, e* nunca es cero. Es natural preguntarse si hay
otros valores que e* no puede tomar jamás. El teorema siguiente prueba que
el cero es el único valor excepcional.
Teorema
1.52.
Si z es un número
complejo
-+ 0, existen números
jos w tales que e” = Z. Uno de tales w es el número complejo
comple-
log |z| + i arg (7),
y todos los demás tienen la forma
log |z| + ¡ arg (7) + 2nmi,
donde
n es un
entero.
Demostración. Como que e |*1+? ars (2) — ¿elos lél e? ars (7) — [z| e? *"8 (7) — 7, vemos que w = log |z] + ¿ arg () es una solución de la ecuación e” = 7. Pero
si Y, es otra solución, entonces e” = e”: y, por lo tanto,
w —
w,
= 2nmi.
Definición 1.53. Sea 270 un número complejo dado. Si w es un número
complejo tal que e* = Z, entonces w se denomina un logaritmo de Z. El valor
particular de w dado por
w = log |z| + iarg (7)
se llama logaritmo principal de Z, y para este w escribiremos
w = Log .
EJEMPLOS
1.
2.
3.
Puesto que |i| =1 y arg (i) = 7/2, Log (i) = i/2.
Puesto que |—i| = 1 y arg (—i) = —r/2, Log (—i) = —iz/2.
Puesto que |—1| =1 y arg (—1) = 7, Log (—1) = ñi
El sistema
4.
de los números
reales y el de los complejos
Si x > 0, Log (x) = log (x), ya que
5. Puesto que |1 + i| = 2
Teorema 1.54.
|x] = x y arg (x) =0.
29
-
y arg (1 + ) = a/4, Log (1 + ) =log V2 + irí4.
Si 7,7, 7 0, entonces
Log (7,7,) =
Log 2, + Log 7, + 2rin(z,, ,),
donde ní(z,, 2,) es el entero definido en el teorema
1.48.
Demostración.
Log (2,7,) = log |2,2,| + ¡ arg (7,7,)
= log |z,| + log |z,| + i [arg (7,) + arg (7,) + 2nn(z,, 7,)].
1.31
POTENCIAS
COMPLEJAS
Utilizando los logaritmos complejos, podemos
potencias complejas de números complejos.
Dejinición
nimos
1.55.
dar ahora una definición de las
Si Z- 0 y si w es un número
7
—
complejo
cualquiera,
defi-
ewLogz
EJEMPLOS
1. ¿! = g'Lost — ci(in/2) _ ,-"/2
2,
(_l)l
—
eiLog(-1)
—
¿1()
—
¿-
3. Si n es un entero, entonces z"*+1 — e"+1)Logz _ ¿nLogzoLogz — 27 por lo que la
definición
1.55 no se contradice con la definición
1.49.
Los dos teoremas siguientes nos suministran las reglas de cálculo con potencias complejas:
Teorema
1.56.
7:7: = 7:1%
sj 7£0.
Demostración.
Z
Teorema
1.57.
w +w2
_
e(vv¡+w2)l.ogz
—
e w1 Log z e ,w2 Log Z
Si z,7,
5% 0, entonces
(Z,22)”
w
_
w
w
= 2773e
2mi
,
w "(2122),
=
7179
30
El sistema
de
los
números
reales
y el de
los
complejos
donde n(z,, 7,) es el entero definido en el teorema 1.43.
Demostración.
(2,2,)” = e” 1s (2172) — ¿w[Logz1+Logz2+2ain(z1,22)]
1.32
SENOS
Y COSENOS
Definición 1.58.
NOTA.
Cuando
Teorema
COMPLEJOS
Dado un número complejo z, definimos
z es real, estas igualdades
1.59.
concuerdan
con
la definición
1.40.
Si z7 = x + y, entonces tenemos
cos Z = cos x cosh y — ? sen x senh y,
sen 7 = sen x cosh y + 7 cos x senh y.
Demostración.
2 cos
La demostración
7=e** +e"*
= e cos x + i sen x) + e”(cos x — sen )
= cos x(e + e 7) —i sen Xe
— e”)
= 2 cos x cosh y —2i sen x senh y.
para sen Z es análoga.
Más propiedades de los senos y cosenos se dan en los ejercicios.
1.33
INFINITO
Y EL
PLANO
COMPLEJO
AMPLIADO
C*
A continuación extendemos el sistema de los números complejos adjuntando
un punto ideal designado por el símbolo vo.
Dejinición
1.60.
Por
sistema
de
los números
complejos
ampliado
C*
en-
tenderemos el plano complejo C junto con un símbolo oo que satisfaga las si-
guientes propiedades:
a)
b)
C)
Si ZE C, entonces se tiene 7 + v00 = Z—vo =v0, Z/0
Si
Z€E C, pero Z + 0, entonces Z(00) = v y Z/0 =v0.
0 + 0 = (|)(0) = 0.
= 0.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
31
Defjinición 1.61. Cada conjunto de C de la forma (z:|z| > r >0)
mina entorno de co, o bola con centro en oo.
se deno-
El lector puede preguntarse por qué a R le hemos adjuntado dos símbolos,
+mo y —oo, mientras que a C sólo le adjuntamos un símbolo, vo. La res-
puesta radica en el hecho
meros reales, mientras que
que ciertas propiedades de
se verifiquen sin excepción,
de que existe una relación de orden < entre núentre números complejos no sucede lo mismo. Para
los números reales que involucran la relación <
es necesario disponer de dos símbolos, + v y —oo,
tales como los definidos anteriormente. Ya hemos mencionado, por ejemplo,
que cada conjunto no vacío tiene un sup en R*.
En C resulta más conveniente disponer de un solo punto ideal. A modo
de ilustración, recordemos que la proyección estereográfica establece una correspondencia uno a uno entre los puntos del plano complejo y los puntos
de la superficie de la esfera, distintos del Polo Norte. La aparente excepción del
Polo Norte puede ser eliminada considerándolo la imagen geométrica del punto
ideal co. Así conseguiremos una correspondencia uno a uno entre el plano
complejo ampliado C* y la superficie total de la esfera. Es evidente, desde un
punto geométrico, que si el Polo Sur se coloca en el origen del plano complejJO, el exterior de un «amplio» círculo en el plano se colocará, por proyección
estereográfica, en un «pequeño» casquete esférico alrededor del Polo Norte.
Ello ilustra con claridad por qué hemos definido un entorno de co mediante
una -desigualdad de la forma |z] >r.
EJERCICIOS
Enteros
1.1 Demostrar que no existe un primo máximo. (Una demostración
por Euclides.)
1.2 Si n es un entero positivo, probar la identidad algebraica
a"
—
b
=
(a
—
b)
n—1
Z
era conocida
akb"_1_k.
k=0
1.3
Si 2"— 1
es primo,
probar
que
n es primo.
donde p es primo, se llama un primo de Mersenne.
Un
primo
de
la forma
2?— 1,
1.4. Si 2 + 1 es primo, entonces n es una potencia de dos. Un primo de la forma 2?" + 1 se llama un primo de Fermat. Indicación: Utilizar el ejercicio 1.2.
1.5 Los números de Fibonacci 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, ..., son definidos recursivamente por la fórmula x, ., = X, + Xy-1,€0N X¡ = X, = |.
Probar que (X, X,+1) = 1 y que x, = (a" — b"Y(a — b), donde a y b son las raíces
de la ecuación x* — x — 1 =0.
32
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
1.6 Probar que cada conjunto no vacío de números enteros
mer elemento. Este es el principio de buena ordenación.
Números
racionaes
positivos
posee
pri-
e irracionales
1.7 Hallar el número racional cuya expresión decimal es 0,3344444...
1.8 Probar que la expresión decimal de x terminará en ceros (o en nueves) si,
y sólo si, x es un número racional cuyo denominador es de la forma 2”5”, donde
m y n son enteros no negativos.
1.9
1.10
Probar que x/2 + 3 es irracional.
Si a, b, c, d son racionales y si x es irracional, probar que (ax + b)/(cx + d)
es, en general, irracional. ¿Cuándo se dan las excepciones?
1.11 Dado un número real cualquiera x > 0, probar que hay un irracional entre
0 y x.
1.12 Si a/b <<c/d con b >0, d > 0, probar que (a + o)/(b + d) está entre a/b
y cld.
1.13 Sean a y b enteros positivos. Probar que x/2 está siempre entre las dos fracciones a/b y (a + 2b)/(a + b). ¿Qué fracción está más próxima a 2?
1.14 Probar que
Vn—1
+ Vn
+ 1 es irracional para todo entero n —> l1.
1.15 Dado un número real x y un entero N > 1, probar que existen enteros 7 y k
con
OLK<N tales que |kx—h| < 1/N. Indicación. Considerar los N + 1 números íx — [£x] para t = 0, 1, 2, ..., N y probar que algún par difiere a lo más
I/N.
1.16 Si x es irracional, probar que existe una infinidad de números racionales h/k
con k > O tales que |x—h/k| < 1/k?. Indicación. Suponer que sólo existe un número finito h,/k,,..., h./k. y aplicar el ejercicio 1.15 para llegar a contradicción,
con N > 1/8, donde 8 es el menor de los números |X —
1.17 Sea x un número racional positivo de la forma
n
X
=
aA
h;/k;|.
b
donde cada a, es un entero no negativo con a, <<k—1
Sea [x] el mayor entero contenido en x. Probar que a, =
k k — 1)! x] para k =2,
..., n, y que n es el menor entero
Recíprocamente, probar que cada número racional positivo
en esta forma de una manera y una sola.
Cotas
para k>2 y a, >0.
[x], que a,= [kK! x] —
tal que n! x es entero.
x puede ser expresado
superiores
1.18 Probar que el sup y el inf de un conjunto, si existen, son únicos.
1.19 Hallar el sup y el inf de cada uno de los siguientes conjuntos de números
reales:
a) Todos los números de la forma 2?+3-+5-7,donde p, q y r toman todos
los valores enteros positivos.
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
b) S = íx:3x? — 10x + 3 < O).
c) $ = (x: (x—a) (x—b) (x—c)
1.20 Probar
la propiedad
de
(x—d)<0),
la comparación
para
donde
supremos
33
a<b<c<d.
(Teorema
1.16).
1.21 Sean A y B dos conjuntos de números positivos acotados superiormente, y
sea a — sup A, b = sup B. Sea C el conjunto de todos los productos de la forma xy,
donde x € A e y € B. Probar que ab = sup C.
1.22 Sean x real > 0 y k entero >2. Sea a, el mayor
definidos a,, a,, ..., An_1, Sea a, el mayor entero tal que
a
a
kK
k
ao+—l+—%+
a) Probar
que
<x
y,
supuestos
a
..
O <<a, <k— 1 para cada
entero
+ E< X.
k"
i = 1, 2,...
y probar que x es el sup del
b) Sea r, =a, + ak? +a,k-2+ ... + a,k"
conjunto de los números racionales r,, r,, ...
NOTA.
Cuando
k = 10 los enteros
a,, a,, a,,...
son
los dígitos de una
represen-
tación decimal de x. Para un k cualquiera obtenemos una representación en base K.
Desigualdades
1.23
Probar
la
identidad
n
2
(2 akbk)
k=1
Nótese
que
1.24 Probar
de
Lagrange
n
n.
esta identidad
4
de
n
<
de Cauchy-Schwarz.
n
2
(Z a',t)(2 bí)
k=1
k=1
n
(E ct) .
k=1
Minkowski:
n
(Z (ay + bk)2)
1/2
n
< (2 aí)
k=1
1/2
n
+ (Z bí)
k=1
Es la desigualdad triangular
(ab; — aby.
reales arbitrarios a,, b,, C,; tenemos
n
la desigualdad
lsk<j<n
la desigualdad
implica
números
reales
»
k=1
(E akbkck)
k=1
1.25 Probar
número
= (2 ai) (Z bí) k=1
que para
para
||a +b|| < lal| + ||b]| para vectores n dimensionales,
lall = (2 ai)“2.
k=1
Si
a, >a,>...Za, y b >b,>...—>
b,, probar
Indicación.
(Ea)(Es) =15 an
ZISJSRSn
(ak
—
.
k=1
donde a = (a,,..., a,), b = (b,,..., b,1) y
1.26
1/2
aj)(bk
—
b_,)
>
0.
que
34
El sistema
Números
complejos
1.27 Expresar
los
de
siguientes
los
números
números
complejos
a) (1 + Ds
c) 5 + P6
1.28 En cada caso, determinar
1.29
Si
en
x + iy = |x
la forma
los
complejos
a + bi.
todos los valores reales x e y que satisfacen la rela-
— »|
b)
x + iy = (X —
Y,
7 = x + iy, x e y reales, el complejo conjugado
Z = Xx—iy.
y el de
b) (2 + 3D/(3 — 4i,
d) 1(1 + D/0 +i9).
ción dada.
a)
reales
Probar que:
100
c)2i'º=x+iy.
k=0
de z es el número
complejo
a) 77 + Z7 = 71 + Z,
D) 7177 = 717,,
c) z7 = |z]*,
d) z + 7 = al doble de la parte real de z.
€) (7 — 7)/i = al doble de la parte imaginaria de z.
1.30 Describir geométricamente el conjunto de los números
facen cada una de las condiciones siguientes:
complejos
a) |z| = 1,
b) |z] < 1,
c) |z| < 1,
d)
e)
f)
1.31
z +
Dados
7Z=1,
tres
números
z
— Z=i,
complejos
z,,
Z, + Zy + Z; = 0, probar que estos tres
equilátero inscrito en el círculo unidad
Z,,
Z,
tales
que
Z+7=
z que
satis-
lz.
|z,| = |z,| = lz,| =1
números son los vértices
y centrado en el origen.
de un
y
triángulo
1.32 Si a y b son números complejos, probar que:
a) la — b|? < (1 + la|*)A + |6]”).
b) Si a= 0, entonces
gativo.
|a + b| = la| + |b| si, y sólo si, b/a es real y no ne-
1.33 Si a y b son números complejos, probar que
la — b| = |1 — ab|
si, y sólo si, la| =1
Ja — b| < |1 — ab]?
o |b| = 1. ¿Para qué números a y b es válida la desigualdad
1.34 Si a y c son números
reales constantes,
azz + bZ + bz+c=0
b es complejo,
probar que la ecuación
(a*£0,72=x+-+ji):
representa un círculo en el plano xy.
1.35 Recordemos la definición de la inversa de la tangente: dado un número
real t, tg-1(1) es el único número real 6 que satisface las dos condiciones siguientes:
—
T
2
<O<
n
+-,
2
te 0=.
s
El sistema
Si
de los números
reales y el de los complejos
35
z = x + jy, probar que
a) arg (z) = 8
(Z) ,
x
si x > O,
b) arg (z) = tg”
(J—¡) + 7,
D
si x < 0, y > 0,
c) arg (z) = tg*
(X)
X
si
— ,
d) arg (z) = 7ísix=0,y>
1.36. Definimos el siguiente
Z, < 7, Si tenemos
i) |z1] <
|z2|
x < 0,y <O,
0; arg (z) =
—gsix=
«pseudo-orden»
de números
o
lz,|
i) |7,] =
y
0, y < O.
complejos:
arg(7,)
diremos
que
< arg (7,).
¿Cuáles de los axiomas 6, 7, 8, 9 se satisfacen con esta relación?
1.37 ¿Cuáles de los axiomas 6, 7, 8, 9 se satisfacen si la pseudo-ordenación se define
como
sigue?
Diremos
i)
1.38 Establecer
que (x,, y,)
x1
<
< (%,, Y,) si tenemos
x2
y demostrar
0)
un
ii)
teorema
x1
=
x2
análogo
e
y1
*
vienen dadas
por
1 satisfacen la ecuación
x, a,
..., ",
y2.
al teorema
(7,/7,) en función de arg (7,) y arg (z,).
1.39 Establecer y demostrar un teorema análogo al teorema
(7,/7,) en función de Log (7,) y Log (z).
1.40 Probar que las raíces n-ésimas de 1 (llamadas también
unidad)
<
1.48,
expresando
1.54, expresando
arg
Log
raíces n-ésimas de la
donde w = e*7i/", y probar que las raíces
l +x+2»x+:..-—
X 10
1.41 a) Probar que |zi| < e" para todo complejo
b) Probar
1.42
que
que sea z.
no existe una
Si w = u + iv(u,
v reales),
zw
1.43 a) Probar
que
Log
—
constante M
probar
z -£ 0.
> 0 tal que
|cos z|
< M
cualquiera
que
eu log |z] —varg(z)el[vlog Iz| +uare (2)]
(7”) = w
Log
z + 2rin,
donde
n es un entero.
b) Probar que (z): = zva e*"ine. donde n es un entero.
1.44 i) Si 0 y a son números reales, —7 < 0< + r, probar que
(cos
ii) Probar
que,
en
0 + ¡ sen
general,
0Y = cos
la restricción
haciendo 0 = —r y a=4.
(a0) + ¿ sen (a6)
— 7 < 0 << +7
es necesaria
en
(1)
36
El sistema
de los números
reales y el de los complejos
111) Si a es un entero, probar que la fórmula de (i) se verifica sin necesidad
de imponer restricciones a 0. En este caso se conoce como el teorema de
Moivre.
1.45 Utilizar el teorema de Moivre (ejercicio 1.44) para obtener las identidades
trisonométricas
sen 30 = 3 cos? 0 sen 0— sen?* 6,
cos 30 = cos: 9 — 3 cos / sen? 6
válidas para todo 0 real. ¿Son válidas si 9 es complejo?
1.46 Definimos tg z = (sen z7)/(cos z) y probar que, para
sen 2x + ¿ senh
tg
7 =
cos 2x + cosh
Z = X + y,
se tiene
2y
2y
1.47 Sea w un número complejo dado. Si w £ +1, probar que existen dos valores
de 7 = x + iy que satisfacen las condiciones cos 7 =w y —7 << X< +r. Hallar
estos valores cuando w =í y cuando w =2.
1.48 Demostrar la identidad de Lagrange para números complejos:
n
2 b
2
= »
n
lal
k=1
k=1
n
- ?-
k=1
>;
lab, — aphil”.
lsk<j<n
Utilizarla para deducir la desigualdad de Cauchy-Schwarz para números complejos.
1.49 a) Probar,
utilizando
la
Moivre, que
ecuación
de
la
parte
imaginaria
de
la
fórmula
de
sen n0 = sen" 0[(Í) cotg"-10 — (';) cotg" 30 + (';) cotg"-50 — +-. : ,
b) Si
O< 8 < 7/2, probar
sen
que
(2m + 1) 0 = sen?"+1 0P ,, (cotg? 6)
donde P,, es el polinomio
Pm(x)=(2ml+
de grado m dado por
1 )x"'
1)x"'—(2m3+
1+(m5+
2m +
1 )x m
2
...
Utilizar este resultado para demostrar que P,, tiene ceros en los m puntos
distintos x,, = cotg? (5k/(2m + 1)) para k = 1, 2,..., m.
c) Demostrar que la suma de los ceros de P,, viene dada por
Ícotgº
nk
k=1
y que
la suma
m
+
de sus cuadrados
Zcotg4
k=1
2m
7k
2m + 1
_
m(2m
_
m(2m
1
—
3
viene dada
—
1Y4m*
45
1)
>
por
+
10m
— 9)
-
El sistema
NOTA.
de los números
Estas identidades pueden
reales y el de los complejos
37
utilizarse para demostrar que $_, -* = 7?/6 y
Yn-117* = 7*/90. (Ver ejercicios 8.46 y 8.47.)
1.50
para
Probar que z” — 1 = [[k-1 (2 — e?""") para todo complejo z. Utilizar esto
deducir
la fórmula
n—1
sen*7 _
k=1
REFERENCIAS
1.1
1.2
1.3
1.4
1.5
SUGERIDAS
n
PARA
_
2
n—1
para n > 2.
POSTERIORES
ESTUDIOS
Apostol, T. M., Calculus, Vol. 1, 2.* ed. Ed. Reverté, S. A., Barcelona.
Birkhoff, G., y MacLane, S., A Survey of Modern Algebra, 3.* ed. Macmillan,
New York, 1965. (Hay traducción al castellano. Ed. Vicens Vives, Barcelona.)
Cohen, L., y Ehrlich, G., The Structure of the Real-Number System. Van Nostrand, Princeton, 1963.
Gleason, A., Fundamentals of Abstract Analysis. Addison-Wesley, Reading,
1966.
Hardy, G. H., A Course of Pure Mathematics,
Press,
1952.
10.2 ed. Cambridge University
1.6 Hobson, E. W., The Theory of Functions of a Real Variable and the Theory of
1.7
1.8
1.9
1.10
Fouriers Series, Vol. 1, 3.2 ed. Cambridge University Press, 1927.
Landau, E., Foundations of Analysis, 2.* ed. Chelsea, New York, 1960.
Robinson, A., Non-Standard Analysis. North-Holland, Amsterdam, 1966.
Thurston, H. A., The Number Svstem. Blackie, London, 1956.
Wilder, R. L., Introduction to the Foundations of Mathematics. 2.* ed. Wiley,
New York, 1965.
CAPÍTULO 2
Algunas nociones básicas
de la teoría de conjuntos
2.1
INTRODUCCIÓN
Al estudiar las distintas ramas de la Matemática es útil manejar la notación
y la terminología de la Teoría de conjuntos. Esta teoría, desarrollada por
Boole y por Cantor a finales del siglo diecinueve, ha tenido una gran influencia en el desarrollo de las matemáticas del siglo veinte. Ha unificado muchas
ideas, aparentemente desconexas, y ha ayudado a reducir muchos conceptos
matemáticos a sus fundamentos lógicos de una manera elegante y metódica.
- No daremos un desarrollo sistemático de la teoría de conjuntos; nos limitaremos a discutir algunos de sus conceptos básicos. El lector que desee explorar este terreno más ampliamente puede consultar las referencias del final
de este capítulo.
Una colección de objetos, considerados como una sola entidad, se llamará
conjunto. Los objetos de la colección se llamarán elementos o miembros del
conjunto y diremos que pertenecen al conjunto o que están contenidos en él.
El conjunto, a su vez se dice que, los contiene o está compuesto por sus ele-
mentos. Nuestro interés radica, principalmente, en los conjuntos de entes matemáticos; esto es, conjuntos de números, puntos, funciones, curvas, etc. Sin
embargo, como la mayor parte de la teoría de conjuntos no depende de la
naturaleza de los objetos individuales de la colección, supone una gran economía de imaginación estudiar conjuntos cuyos elementos puedan ser de cualquier tipo. Es a causa de esta cualidad de generalización por lo que la Teoría
de conjuntos ha tenido un efecto tan grande en la mayor parte de los desarrollos matemáticos.
2.2
NOTACIONES
Los conjuntos los designaremos, usualmente, por medio de letras mayúsculas :
A,B, C,...,X, Y, Z,
39
40
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
y los elementos por medio de letras minúsculas: a, b, c, ..., X, y, Z. Se escribe x € S para indicar que «x es un elemento de », o que «x pertenece a $».
Si x no pertenece a $, se escribe x € S. A veces para designar un conjunto escribiremos sus elementos entre llaves; por ejemplo, el conjunto de los enteros
pares positivos menores que 10 se expresa por medio de (2, 4, 6, 8). Se escribe S = (x:x satisface a P) para indicar que $
los cuales se verifica la propiedad P.
A partir de un conjunto dado es
dos subconjuntos del conjunto dado.
enteros positivos menores que 10 que
un subconjunto del conjunto de los
En
general,
ACB,
decimos
si todo
que
elemento
un
posible formar nuevos conjuntos, llamaPor ejemplo, el conjunto de todos los
son divisibles por4, es decir, (4, 8), es
enteros pares positivos menores que 10.
conjunto
de A
es la colección de los x para
pertenece
A
es subconjunto
a B. La
de
afirmaciór
B,
y se escribe
A — B
no
elimi-
na la posibilidad de que sea B — 4. De hecho, son simultáneas 4
=B y
BCA
si, y sólo si, 4 y B tienen los mismos elementos. En este caso, decimos que
A y B son iguales y escribimos A = B. Si A y B mo son iguales, escribimos A £ B.Si1
ACB, pero A £ B, entonces se dice que A es un subconjunto
propio de B.
Conviene considerar la posibilidad de un conjunto sin elementos; tal conjunto se llama conjunto vacío y se le considera, por convenio, subconjunto
de todo conjunto. El lector puede hallar útil imaginar un conjunto como una
caja que contiene ciertos objetos, sus elementos. El conjunto vacío es, entonces, una caja vacía. El conjunto vacío se designa por el símbolo .
2.3
PARES
ORDENADOS
Consideremos un conjunto de dos elementos a y b; es decir, el conjunto (a, b).
En virtud de nuestra definición de igualdad, este conjunto es igual al conjunto (b, a), ya que no se halla involucrada la cuestión del orden. Sin embargo,
es necesario considerar también conjuntos de dos elementos en los que el orden
sea importante.
(,
es
el
tos
Por ejemplo,
en Geometría
analítica
plana,
las coordenadas
y) de un punto representan un par ordenado de números. El punto (3, 4)
distinto del punto (4, 3), mientras que el conjunto (3, 4) es el mismo que
conjunto (4, 3). Cuando deseemos considerar un conjunto de dos elemena y b, ordenados, escribiremos los elementos entre paréntesis: (a, b). En-
tonces a es el primer elemento y b el segundo. Es posible dar una definición
de par
ordenado
de objetos
(a, b) que
involucre
teoría de conjuntos. Tal definición es la siguiente:
Definición
2.1.
(a, b) = taj, la, djj.
tan
sólo
el lenguaje
de
la
Algunas
nociones
Esta
definición
básicas
de la teoría de conjuntos
establece
que
(a, b) es un conjunto
41
que
contiene
dos
ele-
mentos (a) y(a, b). Utilizando dicha definición se puede demostrar el siguiente
teorema:
Teorema
2.2.
(a, b) = (c, d) si, y sólo si,
a= c y
b=d.
Este teorema muestra que la definición 2.1 es una definición «razonable»
de par ordenado, en el sentido de que el objeto a se distingue del objeto b.
La demostración del teorema 2.2 es un ejercicio instructivo para el lector. (Ver
ejercicio 2.1.)
2.4
PRODUCTO
CARTESIANO
DE
DOS
CONJUNTOS
Definición 2.3. Dados dos conjuntos A y B, llamaremos producto cartesiano de A y B, y lo representaremos A X B, al conjunto de todos los pares ordenados (a, b) tales que
aC A y b E B.
Ejemplo. Si R representa el conjunto de todos los números reales, entonces
a R x R le corresponde el conjunto de todos los números complejos.
2.5
RELACIONES
Sean x e y números
terpretado como
como
como
un
número
reales, de modo
las coordenadas
xy = l,
Cada
Y FUNCIONES
complejo).
x
que el par ordenado
Encontramos,
+ yY
una de estas expresiones
(x, y) pueda
ser in-
rectangulares de un punto del plano xy (o
= 1,
x
con
+y
frecuencia,
< 1,
expresiones
x < .
determina un cierto conjunto
tales
(a)
de pares orde-
nados (x, y) de números reales ; es decir, el conjunto de todos los pares ordenados (x, y) para los que la expresión se satisface. Un tal conjunto de pares orde-
2y =1
T
+ y? =
22 +y<1l
x<y
42
Algunas
nados
se llama
relación plana.
nociones
Se llama
básicas de la teoría de conjuntos
grafo
de la relación
al conjunto
de
puntos del plano que le corresponde si a cada par ordenado de la relación se
le asocia un punto del plano. Los grafos de las relaciones descritas en (a) están
dibujados en la Fig. 2.1.
El concepto de relación puede formularse con tal generalidad que los objetos x e y del par (x, y) no hayan de ser, necesariamente, números, sino que
puedan ser objetos de cualquier naturaleza.
Dejinición 2.4.
Se llama relación a todo conjunto de pares ordenados.
Si S es una relación, el conjunto de todos los elementos x que aparecen
como primeros elementos de los pares (x, y) de $S se llama dominio de $S
y se designa por D(S). El conjunto de los segundos elementos y se llama redorrido de S y se designa por R(S).
El primer ejemplo dibujado en la Fig. 2.1 es un tipo especial de relación,
conocido con el nombre de función.
Definición 2.5.
Una función F es un conjunto de pares ordenados (x, y)
ninguno de los cuales tienen el mismo primer elemento. Esto es, si (x, y) € F
y (X, 2) E F, entonces y = Z.
La definición de función requiere que, para cada x del dominio de F, exista
exactamente un y tal que (x, y) E F. Es costumbre
en x y escribir
llamar a y el valor de F
y = F
en vez de (x, y) E F, para indicar que el par (x, y) pertenece
al conjunto F.
En lugar de la descripción de una función F mediante la presentación de
los pares que contiene, es de ordinario preferible describir el dominio de F
y luego para cada x del mismo indicar la manera de obtener el valor F(x). En
relación con esto, disponemos del siguiente teorema cuya demostración se deja
de ejercicio para el lector.
Teorema
a)
b)
2.6
2.6.
Dos funciones F y G son igudles si, y sólo si,
OF) = G)
( y G tienen el mismo
F(x) =G(x)
para todo x del F).
MÁS
TERMINOLOGÍA
dominio),
REFERENTE
y
A FUNCIONES
Cuando el 9(7) es un subconjunto de R, entonces F se denomina función de
una variable real. Si OF) es un subconjunto de C, el sistema de los números
complejos, entonces F se denomina función de una variable compleja.
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
43
Si I) es un subconjunto de un producto cartesiano A X B, entonces F
es una función de dos veriables. En este caso los valores de la función se de-
signan por F(a, b) en vez de Fí((a, »)). Una función de dos variables reales es
aquella cuyo dominio es un subconjunto de R x R.
Si S es un subconjunto de 9(F), diremos que F está definida en S. En este
caso, el conjunto de los F(x) con x E S se denomina imagen de S por F y se
designa por F(S). Si 7 es un conjunto cualquiera que contenga a F(S), entonces F se llama también aplicación de S en T. Esto se expresa, corrientemente,
escribiendo
F:S
>T.
Si F(S) = 7, se dice que la aplicación es sobre T. Una aplicación de S en sí
mismo
se denomina a veces
transformación.
Consideremos, por ejemplo, la función de una variable compleja definida
por la ecuación F(7z) = Z”. Esta función aplica cada sector S de la forma
0 <arg (7) < a < r/2 del plano complejo Z sobre un sector F(S) determinado
por las desigualdades 0 <arg [F(7)] < 2a. (Ver Fig. 2.2.)
F(S)
a R
R
b
Z
F
Figura
2.2
Si dos funciones F y G satisfacen la relación de inclusión G <F, se dice
que G es una restricción de F o que F es una extensión de G. En particular,
si $ es un subconjunto de D) y si G está definida por la ecuación
G(x) = F()
para todo x de $,
entonces se dice que G es la restricción de F a S. La función G consta de los
pares de la forma (x, F(x)), con x € S. Su dominio es $ y su recorrido es F(S).
2.7
FUNCIONES
UNO
A UNO
E INVERSAS
Dejinición 2.7. Sea F una función definida en S. Se dice que F es uno
uno en $ si, y sólo si, para todo x e y de $,
F(x) = F()
implica x = y.
a
44
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
Esto equivale a decir que una función que es uno a uno en $ asigna valo-
res distintos a elementos de $ distintos. Estas funciones se llaman también inyectivas. Son importantes puesto que, como veremos en seguida, poseen inver-
sas. Sin embargo, antes de establecer la definición de inversa de una función,
conviene introducir una noción más general, que es la de inversa de una relación.
Dejinición 2.8.
Dada una relación S, la nueva relación $ definida por
S = ((0,5): (6, ) e S)
se llama la inversa de $.
Así,un par ordenado (a, b) pertenece a $ si, y sólo si, el par con los elementos invertidos, (b, a), pertenece a S. Cuando $ es una relación plana, esto
significa, simplemente, que el grafo de $ es el simétrico del grafo de S con respecto a la recta y = x como eje de simetría. En la relación definida por x < ,
la relación inversa se define por y < .
Defjinición 2. 9. Supongamos que la relación F es una función. C0nszderemos la relación inversa F, que puede ser o no ser una función. Si F es también una función, entonces F se llama inversa de F y se designa por F-.
La Figura 2.3(a) ilustra un ejemplo de una función F para la que fF no es
función. En la Fig. 2.3(b) tanto F como su inversa son funciones.
El siguiente teorema nos dice que toda función que sea uno a uno en su
dominio posee, siempre, una inversa.
F
:
i
(a)
Figura
2.3
(b)
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
45
Teorema 2.10. Si la función F es uno a uno en su dominio,
también una función.
entonces F es
Demostración.
probar
Para probar que
F
es
una
función,
debemos
que si
(x, YE F y (x, y E F, entonces y =. Pero (x, y) E F significa que y, Y EF;
esto es, x = F(). Análogamente, (x, 7) € F significa que x = F(Z). Por lo tanto
F(y) = F(Z) y, como que hemos supuesto que F es uno a uno, ello implica y = 7.
Luego, 7 es una función.
NOTA. El mismo argumento prueba que si F es uno a uno en un subconjunto
S de 9I7), entonces la restricción de F a S posee una inversa.
2.8
FUNCIONES
COMPUESTAS
Definición 2.11. Dadas dos funciones F y G tales que R(F) = DG), se puede construir una nueva función, la compuesta G o F de F y G, definida como
sigue: para cada x del dominio de F, (G o FYx) = G[F(X)1.
Como que R(7) C D(G), el elemento F(x) está en el dominio de G, y por
lo tanto tiene sentido considerar G[F(x)]. En general, no es verdad que G o F =
F o G. De hecho, F oG sólo tiene sentido si el recorrido de G está contenido
en el dominio de F. Sin embargo, la ley asociativa,
He
(G o F) = (HoG)oF,
se verifica siempre que ambos miembros tengan sentido. (La verificación será
un ejercicio interesante para el lector. Ver ejercicio 2.4.)
2.9
SUCESIONES
Entre los ejemplos más importantes de funciones
nidas en subconjuntos de los enteros.
se hallan las que están defi-
Definición 2.12. Por sucesión finita de n términos entenderemos una función F cuyo dominio sea el conjunto de números (1, 2, ..., n).
El recorrido de F es el conjunto
(F(1), F(?), F(3), .... F(n)), ordinariamente
desginado por (F,, F,, F,, ..., F,). Los elementos del recorrido se llaman términos
de la sucesión
naturaleza.
Defjinición 2.13.
y, además,
pueden
ser objetos
arbitrarios
de cualquier
Por sucesión infinita entenderemos una función F cuyo do-
minio sea el conjunto (1, 2, 3, ...) de todos los enteros positivos. El recorrido
46
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
de F, esto es, el conjunto (F(1), F(?), F(3), ...). se designa también por (F
F,, ...), y el valor F,, se llama el término n-ésimo de la sucesión.
Por motivos de brevedad, usaremos en ocasiones la notación
designar la sucesión infinita cuyo término n-ésimo es F,.
(F,)
F
para
Sea s — (s,) una sucesión infinita, y sea k una función cuyo dominio es
el conjunto de los enteros positivos y cuyo recorrido es un subconjunto del
conjunto de los enteros positivos. Supongamos que k «conserva el orden» o,
con otras palabras, «es creciente», esto es, supongamos
k(m)
La función compuesta so
uno de tales n se tiene
< k(n),
que
sim<n.
K está definida para todo entero n > 1, y para cada
(s o k)(n) = Sum-
Una tal función compuesta se llama una subsucesión de s. De nuevo, por motivos de brevedad, utilizaremos a menudo, lo notación (sk(x,) O f(s,) para
designar la subsucesión de (s,) cuyo n-ésimo término es s(»).
Ejemplo.
2.190
Sea s = (1/n) y sea K definida por k(n) = 2”. Entonces s o k = (1/27).
CONJUNTOS
COORDINABLES
(EQUIPOTENTES)
Definición 2.14. Dos conjuntos A y B son coordinables, o equipotentes, y se
escribe A ¿ B si, y sólo si, existe una función uno a uno F cuyo dominio es
el conjunto A y cuyo recorrido es el conjunto B.
Se dice también que F establece una correspondencia uno a uno entre los
conjuntos A y B. Es claro que cada conjunto A es coordinable consigo mismo
(tomar como
de A). Además,
F la función
«identidad» definida por F(x) = x para todo x
si A _-B entonces B- A,
ya que si F es una función uno
a uno que hace a A coordinable con B, entonces F- hará B coordinable con 4.
También, si 4 -B y si
B_C, entonces A _ C. (La demostración se deja al
lector.)
2.11
CONJUNTOS
FINITOS
E INFINITOS
Se dice que un conjunto $ es finito y que contiene n elementos si
S
- (1, 2,...,n».
El entero n se llama número cardinal o simplemente cardinal de S. Es un ejercicio fácil demostrar que si (1, 2, ..., ny — (1, 2, ..., mj entonces m = n. Por
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
47
lo tanto, el cardinal de un conjunto finito está bien definido. El conjunto vacío
se considera también finito. Su cardinal se define por 0.
Los conjuntos que no son finitos se llaman infinitos. La diferencia principal entre ambos es que un conjunto infinito puede ser semejante a alguno de
sus subconjuntos propios, mientras que un conjunto finito nunca podrá ser se-
mejante a uno de sus subconjuntos propios. (Ver ejercicio 2.13.) Por ejemplo,
el conjunto Z* de todos los enteros positivos es semejante al subconjunto pro-
pio (2, 4, 8, 16, ...) formado por las potencias de 2. La función uno a uno F
que los hace semejantes
2.12
CONJUNTOS
está definida por F(x) = ?* para cada x de Z*.
NUMERABLES
Y NO
NUMERABLES
Un conjunto S se dice que es infinito numerable si es coordinable con el conjunto de todos los
enteros
positivos;
esto es, si
S — (1,2,3,...).
En este caso existe una función f que establece una correspondencia uno a uno
entre los enteros positivos y los elementos de $; por consiguiente, el conjunto $
puede ser descrito como sigue:
S =
0), 1(2), 503), - -- +
A menudo se utilizan subíndices y f(k) se designa por a, (o por otra notación
semejante) y se escribe, entonces, S = (a,, a,, a;, ...). Lo importante aquí es
que la correspondencia nos permite utilizar los enteros positivos como «etique-
tas» de los elementos de S. Un conjunto infinito numerable se dice que tiene
cardinal
No
(léase:
Defjinición 2.15.
álef subcero).
Un conjunto S es numerable si es o bien finito o bien infi-
nito numerable. Un conjunto que no sea numerable se llama no numerable.
Las palabras numerable y no numerable son sustituidas a veces por contable y no contable.
Teorema
2.16.
Todo
subconjunto
de un conjunto numerable
es numerable.
Demostración. Sea S un conjunto numerable dado y supongamos que ACS$.
Si A es finito, no hay nada que demostrar, por lo tanto podemos suponer
que A es infinito (lo cual significa que S también lo es). Sea s = (s,) una sucesión infinita de términos todos distintos tal que
S-=
'[S1,
5'2,...).
48
Algunas
nociones
básicas
de
la teoría
de
conjuntos
Se define una función en el conjunto de los enteros positivos como sigue:
Sea k(1) el menor entero positivo m tal que s, € 4. Suponiendo que k(1),
k(2), ..., kK(n — 1) han sido definidas, sea k(n) el menor entero positivo m >
k(n — 1) tal que s, € 4. Entonces k conserva el orden: m > n implica k(m)
> K(n). Se forma entonces la función compuesta sok. El dominio de soKk
es el conjunto de los enteros positivos y el recorrido de s o k es A. Además,
s 9 k es uno a uno, ya que
s[k(m)]
implica
P
s[xX(m)],
Sk(n) — Sk(m)>
que significa kK(n) = k(m), y esto implica n = m. Esto prueba el teorema.
2.13
NO
EL
ES
CONJUNTO
DE
LOS
NÚMEROS
REALES
NUMERABLE
El siguiente teorema demuestra que existen conjuntos infinitos no numerables.
Teorema
2.17.
El conjunto
de todos
los números
reales no es numerable.
Demostración. Es suficiente demostrar que el conjunto de los x que satisfacen 0 < x< 1 es no numerable. Si los números reales de este intervalo fuesen
numerables, existiría una sucesión s = (s,) cuyos términos constituirían todo
el intervalo. Probaremos que esto es imposible construyendo, dentro del intervalo, un número real que no sea término
los s, como decimales infinitos:
Sn
—
de esta sucesión.
0.un,1un,2un,3
Una
vez escritos
. .._
donde cada z, ; es 0, 1, ..., 0 9, consideramos el número real y cuya expresión
decimal es
y = 0.0,0,03 ...,
donde
U, =
e
2,
Si Un n £
,
1,
Siv,, =1
Entonces ningún término de la sucesión (s,) puede ser igual a y, ya que y difiere de ;s, en el primer decimal, de s, en el segundo decimal, ..., de s, en el
n-ésimo decimal. (Una situación como s, = 0,1999... e y = 0,2000... no puede
darse por la manera como han sido elegidas las v,.) Como 0 < y
1, el teo-
rema queda demostrado.
Algunas
nociones
básicas
de
la teoría
de
conjuntos
49
Teorema 2.18. Si 7+ designa al conjunto de todos los enteros positivos, entonces el producto cartesiano Z* X Z* es numerable.
Demostración.
Se define la función f en Z* X Z* como
f(m, n) = 2"3",
Entonces
de 7*.
2.14
f es uno
ALGEBRA
a uno
DE
si mnneZ*
sigue:
xZ*.
en Z* X Z* y el recorrido
de f es un
subconjunto
CONJUNTOS
Dados dos conjuntos A, y A,, definimos un nuevo
de A, y A,, designado A, U 4,, como sigue:
conjunto,
llamado
reunión
Definición 2.19. La reunión A, U A; es el conjunto cuyos elementos son los
elementos que pertenecen a A, 0 a A, o a ambos.
Esto es lo mismo
que decir que A, U A, consta de los elementos que per-
tenecen por lo menos a uno de los conjuntos A,, A,. Como en esta definición
no se hallan involucradas cuestiones de orden, la reunión A, U 4A, es la misma
que A, U A,;
esto es, la reunión
de conjuntos
es conmutativa.
La
está dada de tal manera que la reunión de conjuntos es asociativa:
A1
U
(A2
U
A3)
—
(Al
U
A2)
U
definición
A3.
La definición de reunión puede extenderse a colecciones finitas o infinitas
de conjuntos:
Dejinición 2.20.
Si F es una colección arbitraria de conjuntos, entonces la
reunión de todos los elementos de F se define como el conjunto de los elementos que pertenecen a uno, por lo menos, de los conjuntos de F, y se designa por
U 4.
AeF
Si F es una colección finita de conjuntos, F = (A,, ..., An), se escribe
UA=
AEF
UAk=A1UA2U"'UA,¡.
k=1
Si F es una colección numerable, F = (A,, A,, ...), Se escribe
U4=U4
AeF
k=1
=4 4
50
Algunas
Defjinición 2.21.
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
Si F es una colección arbitraria de conjuntos, la intersec-
ción de F se define como el conjunto cuyos elementos son los elementos que
pertenecen a todos los conjuntos de F, y se designa por
n 4.
AeF
La intersección de dos conjuntos A, y A; se desgina por A, NA, y consta
de los elementos comunes a ambos conjuntos. Si A, y A, no tienen elementos
comunes, entonces A, N A, es el conjunto vacío y A, y A, se llaman disjuntos.
Si F es una colección finita (como más arriba), se escribe
nA=ROIAR=AInA20"'nAH,
AeF
y si F es una colección numerable, se escribe
0A=kn
AeEF
Ak=AlñAzñ"'
=1
Si los conjuntos de la colección carecen de elementos comunes, su intersección
es el conjunto vacío. Nuestras definiciones de reunión e intersección son, además, aplicables cuando F no es numerable. Por el modo como se han definido
las reuniones y las intersecciones, las leyes conmutativas y asociativas se satis-
facen automáticamente.
Definición 2.22. El complemento
B—AA, se define como el conjunto
B-
de
A
A=x:x€eB,
relativamente
pero
a B,
designado
por
x£4A).
Nótese que B — (B — 4) = A siempre que A C B. Nótese también que B — A
=BSBNA
es vacío.
Las nociones de reunión, intersección,
la Fig. 2.4.
B
A
A uB
Figura 2.4
y complementario
B
A
AnB
están ilustradas en
B
A
A-A
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
Teorema 2.23. Sea F una colección
junto B, se tiene
de conjuntos.
Entonces
51
para cada con-
B- U4=Nn(-4),
y
B- NA4=U6B-1.
Demostración. Sea S = U ,rA, T = N a.r (B
— A). Si xEB—S,
entonces
x E B, pero x E S. Por lo tanto, no es cierto que x pertenezca a uno, por lo
menos, de los A de F; por lo tanto x no pertenece a ninguno de los A de F.
Luego, para cada A de F, xE B— . Pero esto implica que xE7, luego
B—
tra que
SET. Deshaciendo los pasos, se obtiene que
B— S =T.
mento semejante.
Para
2.15 COLECCIONES
NUMERABLES
Definición 2.24.
demostrar
la segunda
NUMERABLES
DE
T
=B—S, y esto demues-
afirmación,
utilizar un
argu-
CONJUNTOS
Si F es una colección de conjuntos tal que, cada dos con-
juntos de F distintos, son
de conjuntos disjuntos.
disjuntos,
se dice entonces
que F es una colección
Teorema 2.25. Si F es una colección numerable de conjuntos disjuntos, tal
como F = (A,, A,, ...), en la que cada conjunto A, es numerable, entonces
la reunión
U*, A; es también numerable.
Demostración. Sea A, = íd1n Q2n> A3,n...),n = 1,2,...,y sea S = U
,
Entonces todo elemento x de S está en uno de los conjuntos de F y, por lo
tanto, x = dm,, para un cierto par de enteros (m, n). El par (m, n) está univocamente determinado por x, ya que F es una colección de conjuntos disjuntos. Por lo tanto la función f definida por f(x) = (m, n) si x = ama, X ES,
tiene dominio S. El recorrido f(S) es un subconjunto de Z *X7*(donde Z*es el
conjunto de los enteros positivos) y por lo tanto es numerable. Pero f es uno
a uno y por consiguiente S — f(S), que equivale a decir que $ es numerable.
Teorema
2.26.
Si F = (A,, A,,
...) es una colección numerable
tos, sea G = (B,, B,, ...), donde B, = A, y, para n > 1,
n—1
B,.l
—
An
—
U
k=1
Ak'
de conjun-
52
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
Entonces G es una colección de conjuntos disjuntos, y se tiene que
0
U
4
=
00
U
B-
Demostración. Cada conjunto B, se ha construido de forma que carezca de
elementos comunes con los conjuntos anteriores B,, B,, ..., B,_,. Por lo tan-
to G es una colección de conjuntos disjuntos. Sea 4 = U-1 4, y
B=U2,
B,.
Probaremos que A = B. Ante todo, si x € A, entonces x € A; para un cierto K.
Si n es el menor de estos k, entonces x E 4,, pero x € U7-1 4,, lo cual significa que x € B,, y entonces x € B. Por consigueinte A C B. Recíprocamente,
si x E B, entonces x E B,, para algún n, y entonces x E A,, para este mismo .
Luego x € A y esto prueba que BC 4.
- Utilizando los teoremas 2.25 y 2.26, se obtiene inmediatamente el
Teorema 2.27. Si F es una colección numerable de conjuntos numerables,
entonces la reunión de todos los conjuntos de F es un conjunto numerable.
Ejemplo 1. El conjunto Q de todos los números racionales es un conjunto numerable.
Demostración. Sea A, el conjunto de todos los números racionales positivos
que tienen denominador ». El conjunto de todos los números racionales positivos es igual a [; 4,. De aquí se sigue que Q es numerable, ya que cada
An lo es.
Ejemplo
2.
El conjunto
S de intervalos con
extremos
racionales
es numerable.
Demostración. Sea (x,, x,, ...) el conjunto de números racionales y sea 4A, el
conjunto de todos los intervalos cuyo extremo izquierdo es x,, y cuyo extremo
derecho es un número racional. Entonces A4, es numerable y lo es S = U,ͺ= 1 Ar-
EJERCICIOS
2.1 Demostrar el teorema 2.2. Indicación. (a, b) = (c, d) significa ((a), (a, b)) =
Uc), (c, d)). Recuérdese ahora la definición de conjuntos iguales.
2.2
Sea S una relación y sea 9(S) su dominio.
D
il)
li1)
La relación S se llama
reflexiva si- a = 9(S) implica (a, a) ES,
simétrica si (a, b) E S implica (b, a)ES,
rransitiva si (a, b)ES y (b, c)E S implica
(a,
) ES.
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
53
.Una relación que sea reflexiva, simétrica y transitiva se llama relación de equivalencia. Determinar cuál de estas propiedades satisface $, si S es el conjunto de todos
los pares de números reales (x, y) tales que
a)
x < ,
b)
d) x? + y? = 1,
x < y,
c) x <
e) x? + y*? < 0,
)
|»|,
x? +x=y+y.
2.3 Las siguientes funciones F y G están definidas para todo número real x por
las ecuaciones dadas. En cada uno de los casos en que la función compuesta G o F
pueda definirse, dar el dominio de G o F y una fórmula (o fórmulas) para (G o FYXx).
a) F(x) = 1 — x,
G(x) = x*? + 2x.
b) F(x)
= x + 5,
G(x)
=
c)
=
G0)
=
F(x)
2
X
,
Si 0
<x<l
X>
=
,
|x]/x,s1 x * 0, G(0) =
Xx*,?
1, en los casos restantes,
Hallar
F(x)
si G(x) y G[F(x)]]
vienen
SIO<
.
0,
dados
x<
1.
1,
en los casos restantes.
por:
d) G(x) = x*,
G[F(x)]
e) G(x) = 3 + x + x?,
G[F(x)]) = x? — 3x + 5.
= x* — 3x? + 3x —
1.
2.4 Dadas tres funciones F, G, H, ¿qué restricciones deben imponerse a sus dominios para que las cuatro funciones compuestas que siguen estén definidas?
G oF,
.Suponiendo
HoG,
Ho(GoF),
que sea posible definir H o (G o r) y (H o G6) o F, probar la ley asociativa
He(GoF)
2.5
(HoG)oF.
=
(H:06)oF.
Probar las siguientes identidades de la teoría de conjuntos para reuniones e in-
tersecciones :
a)
AU(BUC)=(AUBIVEO,
AN(BNAC)
=(ANBINC.
b) AN(BUC) =(ANBIU(ANO).
c) (4UB)IN(AUC)=
d)
AU(BNEC).
(4 U BIN(BU
CIN (CU
A)=(ANBUN(ANC)UI(BNO).
e) AN(B- 0) =(41B) - UNO).
f) (4
-
CIN(B-
C)
g) (4 - BIU B = Asi,
2.6
Sea f:S —> T una
bar que
=>=(AnB)-€E.
y sólo
función.
Si A
HA
U B) = F(A)
U f(B)
Generalizar
este resultado
al caso
si, BCA.
y B son
subconjuntos
yY . fANB)s<
de reuniones
arbitrarios
de S. pro-
SA SB).
e intersecciones
arbitrarias.
54
2.7
Algunas
Sea
f:S > T una
nociones
función.
Si
básicas
de la teoría de conjuntos
Y C 7, se designa
por f-(Y)
junto de S que f aplica en Y. Esto es,
f- (Y) = x:xeS
Y = f-'(3)],
) F
U Z] = /-1(7)
d) f-7
A Y) = fY)
subcon-
y fuJeY).
El conjunto f—1-(Y) se llama la antiimagen de Y por f. Probar
guientes para subconjuntos arbitrarios Y de $ e Y de T7.
a)
al mayor
las propiedades
b) FIS-"(7)] < Y,
U F-1(7),
S1)
9 S-(T- Y=5-50).
—
f) Generalizar (c) y (d) para reuniones e intersecciones arbitrarias.
2.8 Aludimos al ejercicio 2.7. Probar que f[f-(Y Y = Y para cada subconjunto
de T si, y sólo si, 7 = f(S).
2.9 Sea f:S — T una función. Las siguientes proposiciones son equivalentes.
a) f es uno a uno en $.
b) f(A NB) = f(A)N f(B) para todos los subconjuntos A, B de $,
c)
d)
si-
Y
f-(A) = A para cada subconjunto A de $,
Para todos los subconjuntos disjuntos A y B de $, las imágenes f(4) y f(B)
son disjuntas,
e)
Para
todos los subconiuntos
A
y B de S con BC4A,
tenemos
HA — B) = f(A) — f(B).
2.10
Probar que si
4 = B y
BC,
entonces A »C.
2.11 Si (1, 2, ..., n)
(1, 2, ..., m), entonces n = m.
2.12 Si S es un conjunto infinito, probar que S contiene un subconjunto infinito
numerable. Indicación. Elíjase un elemento a, de S y considérese S — (a).
2.13
tente
2.14
B—
2.15
Probar que cada conjunto infinito S contiene un subconjunto propio equipoas.
Si A es un conjunto numerable y B es un conjunto no numerable, probar que
A es equipotente a B.
Un
número
f(x) = 0, donde
real se llama
algebraico
f(x) = a, + a,x + ... + a,X
teros. Probar que el conjunto
si es raíz de una
es UN
polinomio
ecuación
con
algebraica
coeficientes
en-
de todos los polinomios con coeficientes enteros es
numerable y deducir que el conjunto
numerable.
de todos los números
algebraicos
es asimismo
2.16 Sea S un conjunto finito de n elementos y sea 7 la colección de todos los subconjuntos de S. Probar que 7 es un conjunto finito y hallar el número de elementos de
7.
2.17 Sea R el conjunto de los números reales y sea $S el conjunto de todas las funciones a valores reales cuyo dominio es R. Probar que S$ y R no son coordinables.
Indicación. Supongamos que S < R y sea f una función uno a uno tal que f(R) = $.
Si a
ER, sea e, = f(a) la función a valores reales de S que corresponde al número
real a. Definimos ahora h por medio de la ecuación h(x) = 1 + 2,(x) si x E R, y pro-
bar que h€EE S.
Algunas
nociones
básicas
de la teoría de conjuntos
55
2.18
Sea $S la colección de todas las sucesiones cuyos términos sean los enteros O y 1.
2.19
Probar que los siguientes conjuntos son numerables:
a) el conjunto de todos los círculos del plano complejo de radio racional y de
centro de coordenadas racionales,
b) toda colección de intervalos disjuntos de longitud positiva.
Probar que S$ es no numerable.
2.20
Sea funa
función a valores reales definida para todo x del intervalo 0 < x < 1.
Supongamos que existe un número positivo M que verifica la siguiente propiedad:
para cada elección, con un número finito de puntos x,, X,, ..., X, del intervalo
O<x< 1, la suma
SX) + -- + SED| < M.
Sea S el conjunto de los x de
O< x< 1 para los que f(x)
£ 0. Probar que $S es
numerable.
2.21 Hallar la falacia de la siguiente «demostración» de que el conjunto de todos
los intervalos de longitud positiva es numerable.
Sea (X,, .X,, ...) el conjunto numerable de todos los números racionales y sea /
un
intervalo
una
función
de longitud
positiva.
Entonces
7 contiene
una
infinidad
de puntos
ra-
cionales x,, pero de entre estos habrá uno que tendrá un índice n mínimo. Definimos
F por
medio
de la ecuación
F(7) = n, si x, es el número
racional
de
menor índice que pertenece al intervalo 7. Esta función establece una correspondencia uno a uno entre el conjunto de todos los intervalos y un subconjunto de los
enteros positivos. Por lo tanto el conjunto de todos los intervalos es numerable.
2.22 Sea S la colección de todos los subconjuntos de un conjunto dado 7. Sea
f:S >R una función a valores reales definida en $S. Se dice que la función f es
aditiva si F(A U B) = f(A) + f(B) siempre que A y B sean subconjuntos disjuntos
de T. Si f es aditiva, probar que, para todo par de subconjuntos A y B, se tiene
y
FA Y B) = f(A) + f(B.— A)
f(A Y B) = f(A) + 1(B) — FA N B).
2.203 Aludimos al ejercicio 2.22. Suponemos que f es aditiva y suponemos además
que las siguientes relaciones se verifican para dos subconjuntos particulares A y
B de T7:
HA U B) = FA
+ SB) — SA)SB)
FAN B) = SAB),
donde
A'
=T — A,
B"_=
calcular el valor de f7).
REFERENCIAS
2.1
T —B.
SUGERIDAS
Probar
PARA
— JA + f(B) = (),
que
estas
relaciones
POSTERIORES
determinan
f(7),
ESTUDIOS
y
Boas, R. P., A Primer of Real Funcions. Carus Monograph
York, 1960.
No.
13. Wiley, New
56
2.2
2.3
2.4
2.5
2.6
2.7
Algunas nociones básicas de la teoría de conjuntos
Fraenkel, A., Abstract Set Theory, 3.? ed. North-Holland, Amsterdam, 1965.
Gleason, A., Fundamentals of Abstract Analysis. Addison-Wesley, Reading,
1966.
Halmos, P. R., Naive Set Theory. Van Nostrand, New York, 1960. (Hay traducción francesa. Ed. Gauthier Villars. Hay traducción castellana).
Kamke, E., Theory of Sets. F. Bagemibl, translator. Dover, New York, 1950.
Kaplansky, 1., Set Theory and Metric Spaces. Allyn and Bacon, Boston, 1972.
Rotman B., y Kneebone, G. T., The Theory of Sets and Transfinite Numbers.
Elsevier, New York, 1968.
CAPÍTULO 3
Elementos de topología
en conjuntos de puntos
3.1
INTRODUCCIÓN
La mayor parte del capítulo anterior trata de conjuntos «abstractos», esto es,
conjuntos de objetos cualesquiera. En este capítulo consideraremos conjuntos
de números reales, conjuntos de números complejos y, en general, conjuntos en
espacios de más dimensiones.
En este estudio es conveniente y útil utilizar la terminología geométrica.
Así, hablaremos de conjuntos de puntos de la recta real, conjuntos de puntos .
del plano, o conjuntos de puntos de espacios de mayor número de dimensiones. Más adelante estudiaremos funciones definidas en conjuntos de puntos, y
es conveniente poseer un cierto conocimiento acerca de algunos tipos fundamentales de conjuntos de puntos, tales como conjuntos abiertos, conjuntos cerrados y conjuntos compactos, antes de abordar el estudio de las funciones.
El estudio de estos conjuntos se llama topología en conjuntos de puntos.
3.2
EL
Un
punto
ESPACIO
del espacio
EUCLÍDEO
(X, X;). Análogamente,
R"
bidimensional
es un
par
un punto en un espacio
ordenado
de
tridimensional
números
es una
reales.
terna or-
denada de números reales: (X,, X,, X;). Es, pues, adecuado considerar una
n-pla ordenada de números reales y referirnos a él como a un punto del espacio n-dimensional.
Definición 3.1.
reales
(X,,
Sea n> 0 un entero. Un conjunto ordenado de n números
X , ..., X,)
se
llama
punto
n
dimensional
nentes. Los puntos o vectores se designarán
negrita; por ejemplo,
X = (X, X9, ..., X,)
y
=
(ylay29'º'ayn)'
57
o
por medio
vector
con
n
compo-
de una sola letra en
58
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
El número x, se llama k-ésima coordenada del punto x o k-ésima componente
del vector x. El conjunto de todos los puntos n-dimensionales se llama espacio euclídeo n-dimensional o simplemente n-espacio, y se designa por R".
Puede ocurrir que el lector se pregunte qué ventajas presenta trabajar en
espacios de más de tres dimensiones. En realidad, el lenguaje de los n-espa-
cios hace fácilmente comprensibles cuestiones más complicadas. El lector quizás esté lo suficientemente familiarizado con análisis vectorial de tres dimensiones, para percatarse de la ventaja que representa el poder escribir las ecuaciones de un movimiento que posee tres grados de libertad por medio de una
sola ecuación vectorial en vez de tener que utilizar tres ecuaciones escalares.
Existe una ventaja análoga cuando el sistema posee n grados de libertad.
Otra ventaja que se obtiene estudiando n-espacios para un n cualquiera es
que, de una vez, se estudian todas las propiedades que son comunes a los 1-es-
pacios, 2-espacios, 3-espacios, etc., esto es, propiedades independientes de la
dimensión del espacio
Los espacios de más dimensiones se presentan como algo totalmente natural en campos tales como la Relatividad, y la Mecánica estadística y cuántica.
Incluso espacios de infinitas dimensiones son corrientes en Mecánica cuántica.
Definiremos ahora las operaciones algebraicas con puntos n-dimensionales :
Definición
Definimos:
a)
Igualdad:
b)
Suma:
3.2.
Sean
X
=
x = (X,,
y
..., Xn) €e y = (,.
si,ysólº
x+y=(xl
c)
Multpilicación
por números
d)
Diferencia:
e)
Vector nulo u origen:
Si, X1
=
19
--.,X
= n-
+yla--ºaxn+yn)'
reales (escalares):
ax = (ax,,..., ax;,)
X
— y =X
Producto
interior o producto
escalar:
Xy = 2 Xk Vk=1
(a real).
+ (—l)y.
0 = (0,...,0).
f)
-... Yn) elementos
de R”.
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
59
g) Norma o longitud:
lll = 0) = (2 xí)1/2.
k=1
La norma ||x — y|| se llama distancia entre x e y.
NOTA.
Usando la terminología del Álgebra lineal, R” es un ejemplo de espacio
vectorial (o linealD).
Teorema
3.3.
Designemos por x e y dos puntos de K. Entonces se tiene:
a)
b)
|x| =0, y ||| = 0 si, y sólo si, x = 0.
|lax|| = la| ||| para todo número real a.
d)
e)
ix-y| < Ixil IIyl
|x + yll < || + lyl
c)
| — yl = |y — xd.
(desigualdad de Cauchy-Schwarz).
(desigualdad triangular)
Demostración. Las afirmaciones (a), (b). y (c) se deducen inmediatamente de
la definición, y la desigualdad de Cauchy-Schwarz se demostró en el teorema 1.23. La afirmación (e) se sigue de (d) ya que
X
+ y*
=
2 (X + y)
k=1
=
2 Xk
k=1
+ 2xxyk + Y)
= Ixl* + 2x-y + llyl* < Ix]* + 21x/ Iyl + 1y1* = Cl + fiy1D?.
NOTA.
A veces la desigua_ldad triangular
se escribe
en la forma
X — zl < 1X — yl + 1y — zil
Esta expresión se deduce de (e) reemplazando x por x —y
e y por y —z.
lXl — ylN < x — y
Dejinición
3.4.
El vector coordenado
k-ésima componente
unidad u, de K
es el vector cuya
es 1 y todas las restantes son cero. ASsí,
u, = (1,0,...,0),
u, = (0,1,0,...,0),
..., u, = (0,0,...,0, 1).
Si x = (X, ..., X1) entonces x = X,U, + ... + XnU, Y X, = X-U,, X, = X-U,,
.... Xn = X Un. Los vectores u,, ..., Uy S€ llaman también vectores base.
60
Elementos
3.5
BOLAS
ABIERTAS
de topología
Y CONJUNTOS
en conjuntos de puntos
ABIERTOS
DE
R"
Sea a un punto de RK” y sea r un número positivo dado. El conjunto de todos
los puntos x de R* tales que
IX — al <r,
se denomina n-bola abierta de radio r y centro a. Designamos este conjunto
por B(a) o por Bla; P).
La bola B(a; r) consta de todos los puntos cuya distancia a a es menor
que r. En R' este conjunto es un intervalo abierto con centro en a. En R? es
un disco circular, y en R* es una esfera sólida con centro en a y radio r.
3.2.
Definición de punto interior.
Sea S un subconjunto de R", y supon-
gamos que a E S. Entonces a se denomina punto
n-bola abierta con centro en a, contenida en $.
interior de $S si existe una
En otras palabras, cada uno de los puntos interiores a de S puede ser rodeado por una n-bola B(a) C S. El conjunto de todos los puntos interiores de S
se llama interior de S y se designa por int S. Cada conjunto que contiene una
bola con centro en ase denomina
3.6.
Defjinición de conjunto
entorno de a.
abierto.
todos sus puntos son interiores. En
S = int S. (Véase ejercicio 3.9.)
Un conjunto S de R” es abierto si
otras palabras, S es abierto si, y sólo si,
Ejemplos. En R! el tipo más simple de conjunto abierto es un intervalo. abierto. La
unión. de dos o más intervalos abiertos es también abierta. Un intervalo cerrado
[a, b] no es un conjunto abierto ya que sus extremos a y b no son puntos interiores
del intervalo.
Ejemplos de conjuntos abiertos en el plano son: el interior de un disco; el producto cartesiano de dos intervalos abiertos unidimensionales. El lector debe tener
en cuenta que un intervalo abierto de R'!, considerado como subconjunto del plano,
no es un conjunto abierto. De hecho, ningún subconjunto de R! (salvo el conjunto
vacío) puede
2-esfera.
En
R”,
ser abierto en R?, ya que
tanto
el conjunto
vacío
tales conjuntos
(¿Por
qué?)
son conjuntos abiertos. El producto cartesiano
(a19
de intervalos abiertos
abierto
de
R”
b1)
(am
unidimensionales
llamado
intervalo
como
no pueden
el mismo
contener una
espacio
R”,
bn)
(a,, b)), ..., (a. b,) es un conjunto
abierto
n-dimensional.
por (a, b), donde a = (a,, ..., a,) y b = (b,, ---, D)
Lo
designaremos
Elementos
de topología
en conjuntos de puntos
61
Los dos teoremas siguientes demuestran cómo a partir de conjuntos abiertos de R* es posible obtener nuevos conjuntos abiertos.
Teorema 3.7.
es abierta.
Demostración.
S=
U arÁ.
menos,
n-bola
de
los
La reunión
de una colección
conjuntos
de S. Dado
La
Teorema 3.8.
es abierta.
Demostración.
abiertos
Sea F una colección de conjuntos abiertos y sea S su reunión,
Supongamos
que
de
abierta B(x) C 4. Pero
punto in_terior
abierto.
arbitraria de conjuntos
x € S. Entonces
F.
Sea
ACS,
que
intersección
cada
x
€ 4.
x debe
Como
A
estar en uno,
es
luego
B(x)C
punto
de S es un
de una colección
abierto,
por
existe
lo
una
S y por lo tanto x es un
punto
interior, S es
finita de conjuntos
abiertos
Sea S = [|7 Ar, donde cada A; es abierto. Supongamos que
x ES. (Si $ es vacío, no hay nada que demostrar.) Entonces x € A; para todo
k= 1, 2, ..., M, y por lo tanto existe una n-bola abierta B(x; r;) C Az. Sea r
el menor de los números positivos 7,, 7,, ..., ?m. Entonces x € B(x:r) C S. Esto
es, x es un punto interior y por lo tanto $ es abierto.
Vemos entonces que, a partir de conjuntos abiertos dados, se pueden formar nuevos conjuntos abiertos haciendo reuniones arbitrarias o intersecciones
finitas. Las intersecciones arbitrarias, en cambio, no siempre producirán conjuntos abiertos. Por ejemplo, la intersección de todos los intervalos abiertos
de la forma (— 1/n, 1/n), donde n = 1, 2, 3, ..., es el conjunto reducido únicamente a 0.
3.4
LA
ESTRUCTURA
DE
LOS
CONJUNTOS
ABIERTOS
DE
R'
En R' la reunión de una colección numerable de intervalos abiertos disjuntos
es un conjunto abierto y, sorprendentemente, cada conjunto abierto de K* no
vacío se puede obtener de esta manera. Esta sección está destinada a demostrar
esta afirmación.
Ante todo introduciremos el concepto de intervalo componente.
3.9.
Definición
de intervalo
componente.
Sea S un subconjunto abierto
de K'. Un intervalo abierto I (que puede ser finito o infinito) se llamará intervalo componente de S si
ICS
y si no existe ningún otro intervalo abierto
J-7 1 tal que ICIES.
62
Elementos
de topología
en conjuntos
de puntos
En otras palabras, un intervalo componente de S no puede ser un subconjunto propio de ningún otro intervalo abierto contenido en $.
Teorema 3.10.
Cada punto de un conjunto
a un intervalo componente de S y a uno solo.
abierto
no
vacío
S pertenece
Demostración.
Supongamos que x E S. Entonces x está contenido en algún
intervalo abierto 7 con ICS. Existen muchos de tales intervalos pero el «mayor» de ellos será el intervalo componente deseado. Dejamos para el lector la
demostración de que este intervalo es 1, = (a(x), b(x)), donde
alx) = inf fa: (a, x) < S),
b(x) = sup 1b : (x, b < S).
Puede ocurrir que a(x) sea —voo y puede ocurrir que b(x) sea +oo. Es claro que
no existe ningún
intervalo abierto J tal que 1,
CJ ÉS,
luego
1, es un intervalo
componente de $ que contiene a x. Si J, fuese otro intervalo componente de $
conteniendo a , entonces la reunión 7, U J, sería un intervalo contenido en S y
que contendría a 1, y a J,. Por lo tanto, por definición de intervalo componente,
se tendría 1, U J;, = 1, e I, U J;
Teorema
35.11
(Teorema
de la recta real).
una
colección
= J,, luego L, = J-.
de representación
para
los conjuntos
Cada conjunto abierto no vacío S de K
numerable
de intervalos componentes
abiertos
es la reunión de
de $, disjuntos.
Demostración.
Si x ES, sea 1, el intervalo componente de S que contiene a x.
nales.
intervalo
La reunión de todos los intervalos 7, es, evidentemente, S. Si dos de ellos,
1; € I, tienen un punto en común, entonces su reunión /7, U/7, es un intervalo
abierto contenido en :S y que contiene a 1, y a 1,. Por lo tanto, I, UI, = 1,
e 1,UI, = 1,, luego 1, = 1,. Por lo tanto los intervalos 7, forman una colección disjunta.
Resta demostrar que forman una colección numerable. A este fin, supongamos que (X,, X,, Xs, ...) designa el conjunto numerable de los números racioEn
cada
componente
/, habrá
una
infinidad
de x,,
pero
entre
ellos uno sólo con el menor índice n. Definiremos entonces una aplicación F por
medio de la ecuación F(7,) = n, si x,, es el número racional de 7, con el menor
índice n. Esta función F es uno a uno ya que F(1,) = F(1,) = n implica que
1, € 1, tienen en común a x, y ello implica que 7, = 1,. Por tanto F establece
una correspondencia uno a uno entre los intervalos 7, y un cierto subconjunto
de los números naturales. Esto termina la demostración.
NOTA.
Esta
representación
de S es única.
De
hecho,
si S es reunión
de in-
tervalos abiertos disjuntos, entonces estos intervalos serán necesariamente los
intervalos componentes de S. Es una consecuencia inmediata del teorema 3.10.
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
63
Si S es un intervalo abierto, entonces la representación contiene sólo un
intervalo componente, a saber, $ mismo. Por lo tanto, ningún intervalo abierto
de R'
puede
expresarse
como
reunión
de dos conjuntos
abiertos disjuntos no
vacíos. Esta propiedad se designa también diciendo que un intervalo abierto
es conexo. El concepto de conexión en conjuntos de R” se estudia más amplia-
mente en la sección 4.16.
3.)5
CONJUNTOS
3.12
CERRADOS
Defjinición de conjunto cerrado.
su complementario R"
— $S es abierto.
Un conjunto S de R" es cerrado si
Ejemplos. Un intervalo cerrado [a, b] de K' es un conjunto cerrado. El producto cartesiano
[ala b1]
de
n intervalos
mado
cerrados
X
X
unidimensionales
intervalo cerrado [a, b] n-dimensional.
[am
es un
bn]
conjunto
cerrado
de
R”,
lla-
El siguiente teorema, consecuencia inmediata de los teoremas 3.7 y 3.8,
muestra cómo construir nuevos conjuntos cerrados a partir de conjuntos cerrados dados.
Teorema 3.13.
La reunión de una colección finita de conjuntos cerrados es
cerrada, y la intersección de una colección arbitraria de conjuntos cerrados
es cerrada.
Otra relación
guiente teorema.
entre conjuntos
Teorema 3.14.
Si A
B— A es cerrado.
Demostración.
Basta
dos conjuntos
cerrados.
es abierto y B cerrado,
observar
de dos conjuntos abiertos,
3.0
PUNTOS
abiertos y cerrados
y que
ADHERENTES.
es la que
entonces A
expresa
— B
el si-
es abierto y
que A — B = A n (R” — B) es la intersección
B — 4 = BN (R"
— A) es la intersección de
PUNTOS
DE
ACUMULACIÓN
Los conjuntos cerrados pueden definirse por medio
y por medio de los puntos de acumulación.
de los puntos
adherentes
64
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
3.15 Definición de punto adherente. Sea S un subconjunto de R”, y sea x
un punto de K, no necesariamente de S. Entonces se dice que x es adherente
a S si toda n-bola B(x) contiene un punto de S, por lo menos.
Ejemplos
1. Si xE'S, entonces x es adherente a S, ya que cada n-esfera B(x) contiene a x.
2. Si S es un subconjunto de R acotado superiormente, entonces el sup $ es adherente a.
Ciertos puntos son adherentes a S porque cada bola B(x) contiene puntos
de $ distintos de x. Estos puntos se llamarán puntos de acumulación.
3.16.
Definición de punto
de acumulación.
ces x se llama punto de acumulación
menos un punto de $ distinto de x.
Si S =R"
y x E R”, enton-
de S si cada n-bola B(x) contiene por lo
En otras palabras, x es un punto de acumulación de $ si, y sólo si, x es
adherente a S — (x). Si x€E'S pero x no es un punto de acumulación de S$,
se dice que x es un punto aislado de $.
Ejemplos
1. El conjunto de los números de la forma 1/n, n = 1, 2, 3, ... tienen al cero como
punto de acumulación.
2. El conjunto de los números racionales tiene a cada racional como punto de
acumulación.
3. Cada punto del intervalo cerrado [a, b] es un punto de acumulación del conjunto
de los números del intervalo abierto (a, b).
Teorema 3.17.
Si x es un punto de acumulación de S, entonces toda n-bola
B(x) contiene infinitos puntos de $.
Demostración.
Supongamos lo contrario; es decir, que exista una n-bola
B(x) que contenga sólo un número finito de puntos de S distintos de x; llamémosles a,, a, ..., an. Si r es el menor de los números positivos
X — ay
entonces B(x;
X — l,
..,
IX — anl
r/2) será una n-bola de centro x que no contendrá ningún punto
de S distinto de x. Conitradicción.
Este teorema implica, en particular, que un conjunto que no posea una
infinidad de puntos carece de puntos- de acumulación. El recíproco, sin embargo, es falso. Por ejemplo, el conjunto de los enteros (1, 2, 3, ...) es un
conjunto
infinito que carece
de puntos
de acumulación.
En
una
sección pos-
terior demostraremos que los conjuntos infinitos contenidos en una esfera po-
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
65
seen siempre un punto de acumulación. Éste es un resultado importante conocido como
3.7.
teorema
de Bolzano-Weierstrass.
CONJUNTOS
CERRADOS
Y PUNTOS
ADHERENTES
Un conjunto cerrado se ha definido como el complementario de un conjunto
abierto. El teorema
siguiente presenta otra definición de conjunto cerrado.
Teorema 3.18.
Un conjunto S de R” es cerrado si, y sólo si, contiene todos
sus puntos adherentes.
Demostración.
Supongamos que $ es cerrado y que x es adherente a $. De-
seamos probar que x € S. Supongamos que x € S y llegaremos a una contradicción. S1 x € S, entonces x € R” —$ y, como que R" —$ es abierto, alguna
n-bola B(x) está contenida en R” — S. Entonces B(x) no contiene puntos de $,
en contradicción con el hecho de que x es adherente a $.
Para probar el recíproco, supongamos que $S contiene todos sus puntos
adherentes y demostraremos
entonces que $ es cerrado. Sea x E R” —$.
En-
tonces x € S, luego x no es adherente a $. Por lo tanto, existe una bola B(x)
que no corta a S, por consiguiente B(x) - R”
— $. Así pues, R” — $ es abierto
y, entonces, S es cerrado.
3.19. Definición de adherencia. El conjunto de todos los puntos adherentes
de un conjunto dado S se llama adherencia de S y se designa por $.
Para todo conjunto se tiene que S C S ya que todo punto de $ es adherente
a S. El teorema 3.18 prueba que la inclusión opuesta $'C S se verifica si, y sólo
si, $ es cerrado. Por lo tanto se tiene:
Teorema
3.21.
3.20.
Un conjunto S es cerrado si, y sólo si,. S = S.
Definición de conjunto derivado.
de acumulación
na por $.
El conjunto de todos los puntos
de un conjunto S se llama conjunto derivado de $S y se desig-
Es claro que, para todo conjunto S, $ = SUS$”.
ma 3.20 implica
tiene:
que $ es cerrado
Por lo tanto, el teore-
si, y sólo si, S C S. En
Teorema 3.22.
Un conjunto S de R
sus puntos de acumulación.
otras palabras,
se
es cerrado si, y sólo si, contiene todos
66
3.8
Elementos
TEOREMA
DE
de topología
en conjuntos
de puntos
BOLZANO-WEIERSTRASS
3.23. Definición de conjunto acotado.
Se dice que un conjunto S de R"
está acotado si está contenido totalmente en una n-bola Bla; r) para algún
r > 0 y algún a de R”.
Teorema 3.24 (Bolzano-W eierstrass).
Si un conjunto acotado S de R
contiene una infinidad de puntos, entonces existe por lo menos un punto de
R* que es un punto de acumulación de $.
Demostración. Para fijar ideas daremos primero la demostración en el caso R'.
Como $ es un conjunto acotado, está contenido en un cierto intervalo [—a, al.
Uno, por lo menos, de los subintervalos [—a, 0], [0, a] contiene un subconjunto infinito de S. Llamemos a este subintervalo [a,, b,]. Dividamos [a,, b,] en
dos partes iguales y obtendremos un subintervalo [a,, b,] que contendrá un sub-
conjunto de $, infinito ; y continuemos este proceso. De esta manera hemos obtenido una colección numerable de intervalos tales que el n-ésimo intervalo [a,, b,]
tiene longitud b,
— a, = a/2"-!. Es claro que el sup de los puntos extremos de
la izquierda a, y el inf. de los puntos extremos de la derecha b, coinciden; llamémosle x. [¿Por qué son iguales?] El punto x será de acumulación de $S ya
que, si r es un número positivo, el intervalo [a,, b,] estará contenido en B(x; r)
siempre que n sea suficientemente grande para que b, — a, < r/2. El intervalo B(x; r) contiene un punto de $ distinto de x y, por lo tanto, x es un punto
de acumulación de S. Esto prueba el teorema para R'. (Obsérvese que el punto de acumulación x puede pertenecer o no a $)
Ahora daremos una demostración para KR”, n> 1, extendiendo las ideas
seguidas al tratar el caso R'. (El lector podrá seguir la demostración en el caso
R? recurriendo a la Fig. 3.1.)
Elementos
Como
de topología
en conjuntos de puntos
$ está acotado, S podrá
ser incluido
67
en una cierta n-bola B(0;
a),
a > 0, y por lo tanto en el intervalo n-dimensional J, definido por las desigualdades
—a
Aquí J, designa
<x,
el producto
<a
(K = 1,2,...,n).
cartesiano
Jy = 19 x M
x .- x 1O
esto es, el conjunto de puntos (X,, ...,
X), donde x; E 1, y donde
es un intervalo unidimensional —a < x, <a. Cada intervalo 1,
subdividir en dos subintervalos IC
I:
e IC
definidos por las desigualdades
—a < x, < 0;
Ahora, consideramos
cada 7,0
se puede
IN:0<x,<a.
todos los productos cartesianos de la forma
1,
I
--7 x 1,
(a)
donde cada k; =1 o 2. Hay, exactamente, 2” productos de este tipo y, además, cada uno de ellos es un intervalo n-dimensional. La reunión de estos
2" intervalos es el intervalo original J,, que contiene a S; y por lo tanto, uno
por lo menos de los ?” intervalos (a) contiene una infinidad de puntos de $.
Elijamos uno de los que verifican esta propiedad y llamémosle J,; podrá ex-
presarse también
J =19 x 19 x--- x 19
donde cada 7,% es uno de los subintervalos de 1, de longitud a. Procedamos ahora con J, de la misma manera como hemos procedido con J,, dividiendo cada intervalo 7;? en dos partes iguales y obteniendo un intervalo
n-dimensional J, que contenga una infinidad de puntos de $. Si continuamos
este proceso, obtendremos una colección numerable de intervalos n-dimensio-
nales J,, J,, J;, ..., tales que el intervalo m-ésimo J,, verifica la propiedad de
contener un subconjunto infinito de S y se puede expresar en la forma
J = 19 x IM x .. x [
Escribiendo
14 = [af”, b
tenemos
(m)
bk
_.
(m)
ak
_
2m—2
donde IM CP
68
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
Para cada K fijo, el sup de todos los extremos de la izquierda a, ”, (m = 1,
2, ...), deberá ser igual al inf de todos los extremos de la derecha b,”, (m =
= 1, 2, ...), y este valor común lo designaremos por ,. Afirmamos ahora que
el punto t = (f,, t,, .... 1) es un punto de acumulación de $S. Para verlo, basta
tomar una z-bola B(t; r). El punto t pertenece a cada uno de los intervalos
J.. Jo, ..., Construidos anteriormente, y cuando m es tal que a/2” < r/2, el
entorno incluirá a J,,. Pero como J,, contiene una infinidad de puntos de S$,
también los contendrá B(t; r), lo que demuestra que t es, realmente, un punto
de acumulación de $.
3.29
TEOREMA
DE
ENCAJE
DE
CANTOR
Como aplicación del teorema de Bolzano-Weierstrass, demostraremos
rema de encaje de Cantor.
Teorema 3.25.
Sea (Q,, Q,, ...) una colección numerable
vacíos, de R" tales que:
l)
1)
Qk+1
C
Qk
(k
—
l,
2,
3,
Cada uno de los conjuntos
el teo-
de conjuntos, no
)
Q; es cerrado y Q,
está acotado.
Entonces la intersección [? , Q,. es cerrada y no vacía.
Demostración.
Sea S = [)r-1 21 Entonces S es cerrado en virtud del teore-
ma 3.13. Para probar que $S es no vacío, bastará encontrar un punto x que
pertenzca a S. Podemos suponer que cada uno de los Q; contiene una infinidad de puntos de $S; en otro caso la demostración es trivial. Formemos entonces una colección de puntos distintos A = f(x,, X,. ...), donde x, € Or.
Como A es un conjunto infinito contenido en el conjunto acotado Q,, poseerá
un punto de acumulación; llamémosle x. Probaremos que x€ES
verificando
que, para cada K, x C Q;. Es suficiente probar que x es un punto de acumulación de cada uno de los Q;, ya que todos ellos son conjuntos cerrados. Pero
cada entorno de x contiene una infinidad de puntos de A, y como todos ex-
cepto (quizás) un número finito de los puntos de A pertenecen a Q;, este entorno contiene una infinidad de puntos de Q;. Por lo tanto, x es un punto de
acumulación de Q; y el teorema queda demostrado.
3.10
TEOREMA
DEL
RECUBRIMIENTO
DE
LINDELOF
En esta sección introducimos el concepto de recubrimiento de un conjunto y
demostramos
el teorema
del recubrimiento
de Lindelof.
concepto se hará patente en algunos trabajos posteriores.
La
utilidad
de
este
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
69
3.26. Dejinición de recubrimiento. Una colección de conjuntos F'se deno-
mina recubrimiento de un conjunto dado S si S =r
A. Se dice también
que la colección F recubre a $S. Si F es una colección de conjuntos abiertos,
entonces F se denomina recubrimiento abierto de $.
Ejemplos
1. La colección de todos los intervalos de la forma 1/n < x < 2/n, (n =2, 3, 4, ...),
es un recubrimiento abierto del intervalo 0 < x < 1. Es un ejemplo de recubri2.
3.
miento numerable.
La recta real R! está recubierta por la colección de todos los intervalos abiertos (a, b). Este recubrimiento es no numerable. Sin embargo, contiene un recubrimiento numerable de R', a saber, todos los intervalos de la forma (n, n+2),
donde n recorre los valores enteros.
Sea S$ = ((x, y):x > 0, y > 0). La colección F de todos los discos circulares con
centros en (x, x) y radios x, x > 0, es un recubrimiento de S. Este recubrimiento
no es numerable. Sin embargo contiene un recubrimiento numerable de $, a sa--
ber, todos los círculos para los que x es racional. (Ver ejercicio
3.18.)
El teorema del recubrimiento de Lindelóf establece que todo recubrimiento
abierto de un conjunto $ de R” contiene una subcolección numerable que también recubre a S. La demostración utiliza el siguiente resultado preliminar:
Teorema 3.27. Sea G = (A,, A;,, ...) la colección numerable de todas las
n-bolas de radio racional y con centro en puntos de coordenadas racionales.
Supongamos que x C R y sea S un conjunto abierto de R" que contenga a x.
Entonces una, por lo menos, de las n-bolas de G contiene a x y está contenida
en $S. Esto es, se tiene
xEA,E£S
Demostración.
La colección G es numerable
x € R” y si $ es un
n-bola B(x;
les,
para algún A; de G.
conjunto
abierto
r)<CS. Encontramos
en virtud del teorema 2.27. Si
que contiene
a x, entonces
existe una
un punto y de $, de coordenadas
«próximo» a x y, tomándolo como
raciona-
centro, hallaremos entonces un entorno
en G interior a B(x; 7) y que contenga a x. Si
X =
(X, X2, ... , Xn),
sea y, un número racional tal que |y,
— xx| < r/(4n) para cada K = 1, 2, ..., n.
Entonces
ly
— xll < 1y
— Xil + *
r
+ 1,
— Xil <¿-¡.
70
Elementos
de topología
en conjuntos de puntos
Figura 3.2
A
continuación
consideremos
un
número
racional
q tal
que
r/4 < g <r/2.
de Lindelóf).
Supongamos
Entonces x € B(y; q) y B(y; a) = B(x;: NES. Pero Bly; q)EG y por lo
tanto el teorema queda demostrado. (Ver Fig. 3.2 para el caso K”.)
Teorema
3.28
(teorema
del recubrimiento
que A — R" y que F es un recubrimiento abierto de A. Entonces
subcolección numerable de F que también recubre a A.
Demostración.
Sea G = (A,, A;s, ...) la colección numerable
existe una
de todas
las
n-bolas de centros y radios racionales. Este conjunto G se utilizará para extraer de F una subcolección numerable que recubra a á.
Supongamos que x € A. Entonces existe un conjunto abierto S de F tal
que x € S. Por el teorema 3.27, existe una n-bola A; de G tal que x € 4,<'$.
Para cada $ existe una infinidad numerable
de tales 4A;, pero
una de entre todas, por ejemplo la de índice más pequeño;
sólo elegiremos
llamémosle m =
= mMx). Tenemos entonces que x € A-m(x, < S. El conjunto de todas las n-bolas Am(x, obtenidas cuando x recorre todos los elementos de A es una colección numerable de conjuntos abiertos que recubre a A. A fin de lograr una
subcolección numerable de F que recubra a A, hacemos corresponder a cada
conjunto Azx(x, uno de los conjuntos S de F que contenga a Ayx(x,. Esto acaba
la demostración.
3.11
TEOREMA
El teorema
abierto de
numerable.
y acotado,
to. La
DEL
RECUBRIMIENTO
DE
del recubrimiento de Lindelóf establece
un conjunto arbitrario 4 de R” se puede
El teorema de Heine-Borel nos dice que
entonces podemos reducir el recubrimiento
demostración
requiere
el teorema
HEINE-BOREL
que de un recubrimiento
extraer un recubrimiento
si, además, A es cerrado
a un recubrimiento fini-
de encaje de Cantor.
Teorema 3.29 ( Heine-Borel). Sea F un recubrimiento abierto de un conjunto A de K, cerrado y acotado. Entonces existe una subcolección finita de F
que
también
recubre
a áÁ.
Elementos
de topología
Demostración.
Una
subcolección
71
de puntos
en conjuntos
numerable
de
F,
llamémosla
(7,, l,,
...),
recubre a A, en virtud del teorema 3.28. Consideremos, para m — 1, la reunión
finita
S. = U h.
k=1
Es abierta, ya que es reunión de conjuntos abiertos. Probaremos que, para algún valor de m, la reunión $,, recubre a á4.
A este fin consideremos el complementario R” — $,,, que es cerrado. Definimos una colección numerable de conjuntos (Q,, Q,, ...) de la siguiente manera: Q, = A, y para m> 1,
O
= AN
(R — $.
Esto es, Q,, consta de todos los puntos de A que están fuera de $,. S1 podemos probar que, para algún valor de m, el conjunto Q,, es vacío, habremos
demostrado que, para este valor de m, ningún punto de A está fuera de $,. ;
en otras palabras, habremos probado que existe un $,, que recubre a 4.
Observemos las siguientes propiedades de los conjuntos Q,,: Cada conjunto
O es cerrado, ya que es intersección del conjunto cerrado A y el conjunto cerrado R* — S». Los conjuntos Q,, son decrecientes, ya que los conjuntos $,.
son crecientes; esto es, Om:, = Om. Los conjuntos Q,,, por ser subconjuntos
de A, están acotados. Por lo tanto, si ninguno de los conjuntos Q,, es vacío,
podemos aplicar el teorema de encaje de Cantor para concluir que la intersección n,º¿º=1 0, tampoco es vacía. Ello implica la existencia de un cierto
punto de A que pertenezca a todos los conjuntos Qn, 0, lo que es equivalente,
la existencia de un punto de A que esté fuera de todos los conjuntos $,,. Pero
esto es imposible, ya que 4 = U
y esto termina la demostración.
3.12
COMPACIDAD
EN
1 S,. Por lo tanto algún Q,, debe ser vacío,
R-
Acabamos de ver que, si un conjunto S de R* es cerrado y acotado, entonces
todo recubrimiento abierto de S puede reducirse a un recubrimiento finito. Es natural preguntarse si podrían existir conjuntos distintos de los cerrados y- acotados
que verificasen también esta propiedad. Tales conjuntos se llamarán compactos.
3.30.
Definición de conjunto compacto.
Un conjunto S de R" se llama
compacto si, y sólo si, cada recubrimiento abierto de S contiene un subrecubrimiento finito; esto es, una subcolección finita que también recubra a $.
El teorema de Heine-Borel establece que todo conjunto
acotado, es compacto. Probaremos ahora el recíproco.
de R”, cerrado
y
72
Elementos
Teorema 3.31.
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
Sea S un subconjunto de R". Entonces las tres afirmaciones
siguientes son equivalentes:
a)
b)
c)
$S es compacto.
$ es cerrado y acotado.
Todo subconjunto infinito de S tiene un punto de acumulación
Demostración.
en $.
Como se indicó antes, (b) implica (a). Si probamos que (a) im-
plica (b), que (b) implica (c) y que (c) implica (b), habremos establecido 1a
equivalencia de las tres afirmaciones.
Supongamos que se verifica (a). Probaremos primero que $S está acotado.
Elijamos un -punto p de $S. La colección de n-bolas B(p; %K), k = 1, 2,
un recubrimiento abierto de S. Por compacidad, una subcolección finita también recubre a $ y, por lo tanto, $ está acotado.
A continuación probaremos que $ es cerrado. Supongamos que no lo fuese.
Existiría un punto y que sería un punto de acumulación
de $ y tal que y €£S.
Si x ES, sea r, = |x
— y||/2. Cada r, es positivo ya que y € S y la colección
(Bx;
r):
x€ S)
es un recubrimiento
abierto de S. Por compacidad,
mero finito de estos entornos recubre a $, por lo que es
un nú-
P
C kL_)1 B(X,; r,)Designemos por r al menor de los radios r,, r,, ..., ,. Es fácil comprobar que
la bola B(y;
r) no tiene puntos en común con ninguna de las bolas B(x;;
r7;).
De hecho, si x E B(y; r), entonces ||x
— y||
<r <rx, y por la desigualdad
triangular tenemos que ||y — xx|| < ||y — x|| + ||x — xx||, luego
lX — Xel = ly — Xel — 1x — yI = 27 — 1X — yl > re
Por lo tanto, x € B(x;;
r,). Resulta,
pues, que
B(y; r)
S es vacío,
en con-
tradicción con el hecho de que y es un punto de acumulación de $. Esta contradicción prueba que $ es cerrado y, por lo tanto, que (a) implica (b).
Supongamos que se verifica (b). En este caso la demostración de (c) es inmediata, ya que si 7 es un subconjunto infinito de S, entonces 7 está acotado
(puesto que $S lo está), y por el teorema de Bolzano-Weierstrass 7 posee un
punto de acumulación que llamaremos x. Ahora bien, x es también punto de
acumulación de S y por lo tanto x €'S, dado que $ es cerrado. Por todo lo
cual (b) implica (c).
Supongamos que se verifica (c). Probaremos
(b). Si S no estuviese acotado,
entonces para cada m > 0' existiría un punto x,, de $ tal que |||| > m. La
colección 7 = (x,, X, ...) constituiría un subconjunto infinito de $ y entonces,
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
73
por (c), 7 admitiría un punto de acumulación en S. Pero para m > 1 + y||
tenemos
m
en contradicción
Todo
con
— YI = lXal — ly > m — lyl > 1,
el hecho
de que y sea un punto
ello prueba que $S está acotado.
Para
terminar la demostración
tenemos
que probar
de acumulación
de
7.
que $S es un conjunto
cerrado. Sea x un punto de acumulación de S. Como cada entorno de x con-
tiene infinitos puntos de S, podemos considerar los entornos B(x; 1/k), donde
K= 1, 2, ..., obteniendo así un conjunto numerable de puntos distintos, que
llamaremos
to x también
infinito de S,
7 = (x,, x,, ...), contenido en $, tal que x, € B(x;
es un punto
la
parte
de acumulación
de 7. Como
1/k). El pun-
7 es un subconjunto
(c) del teorema nos dice que 7 debe poseer un punto
de acumulación en S. Si podemos demostrar que x es el único punto de acumulación de 7 habremos terminado la demostración del teorema.
Para ello supongamos que y -+ x. Entonces, por la desigualdad triangular
tendremos que
ly — x| < 1y — Xel + 1Xy — XI < ly — Xl + 1/k,
si m ET.
Si k, se toma suficientemente grande para que 1/k < 1l|y
— x|| siempre que
k> K,, la última desigualdad conduce a la siguiente: +y
— x|| < ||y — xellEsto prueba que x; € B(y ; r) donde k > k,, si r = i ||y —x||. Por lo tanto y no
puede ser un punto de acumulación de 7, con lo cual queda demostrado
que (c) implica (b).
3.13
ESPACIOS
MÉTRICOS
Las demostraciones de algunos de los teoremas de este capítulo dependen tan
sólo de unas pocas propiedades de la distancia entre puntos y no dependen en
absoluto del hecho de que los puntos sean de R”. Cuando estas propiedades de
la distancia se estudian en abstracto conducen al concepto de espacio métrico.
3.32.
to
de
tro
1.
2.
3.
4.
Definición
de espacio
métrico. * Un
espacio métrico es un conjun-
M, no vacío, de objetos (que llamaremos puntos) dotado de una función d
M X M en R (que llamaremos la métrica del espacio) que satisface las cuapropiedades siguientes, cualesquiera que sean los puntos x, y, Z de M:
d(x, x) = 0.
díx, y) > 0 si xL£y.
d(x, y) = d(y, ).
díx, y) < d(x, z) + d(z, y).
74
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
El número no negativo d(x, y) puede considerarse como la distancia entre x
e y. En estos términos el significado intuitivo de las propiedades 1 a 4 es claro.
La propiedad 4 se llama la desigualdad triangular.
Un espacio métrico se designa, a menudo, por medio de (M, d) a fin de recalcar que en la definición de espacio métrico tanto el conjunto M como la
métrica
d juegan
Ejemplos
1 M=R";
2.
3.
4.
su papel.
díx, y) = |Ix — yl||. Esta métrica
se llama métrica euclídea. Cuando
distingue del espacio euclídeo R? puesto que consta de los mismos puntos y de
la misma métrica.
M es un conjunto no vacío; díx, y) =0 si x = y, d(x, y) =1 si x*y. Esta
métrica se llama métrica discreta, y (M, d) se llama espacio métrico discreto.
Si (M, d) es un espacio métrico y si $ es un subconjunto no vacío de M, entonces (S, d) es también un espacio métrico con la misma métrica o, mejor aún, con
la métrica resultante de restringir d a SX$. Se llama a menudo la métrica rela-
tiva inducida por d sobre S, y S es un subespacio métrico
S.
6.
7.
de M. Por ejem-
plo, los números racionales Q con la métrica d(x, y) = |x — y| constituyen un
subespacio métrico de R.
M=R?; díx, y = V(x, —y
+ 4(x, — y,), donde x = (x,, ,) € y = (y,, y).
El espacio métrico (M, d) no es un subespacio del espacio euclídeo R? ya que
la métrica es distinta.
M = ((x,, x>): xÍ + x3 = 1), la circunferencia unidad de R?; dí(x, y) = la longitud del menor de los arcos que sobre la circunferencia unidad unen a los puntos
Xx e y.
M = X1, X2, X3) : x1 + x3 + x3 = 1), es la superficie esférica unidad
díx, y) = la menor de las longitudes
rica unidad, une a los puntos x e y.
8. M = R"; d(x, y)= lX,
— y,| + ... +
9.
nos
refiramos al espacio euclídeo R”, se sobreentenderá que su métrica es la euclídea
si no se especifica alguna otra.
M=C, el plano complejo; d(z,, 7,) = |z, — z,|. Como espacio métrico, C no se
M = R";
3.14
d(x, y) = max
TOPOLOGÍA
EN
(),
— yl
ESPACIOS
de los arcos
que,
sobre
en R:;
la superficie
esfé-
. — Yal-
... lX,
— Yal)-
MÉTRICOS
Las nociones básicas de la topología en conjuntos de puntos se pueden extender a un espacio métrico arbitrario (M, d).
Si
a EM,
la bola B(a;
r) de centro en a y radio r > 0 es el conjunto de
todos los puntos x de M tales que
d(x, a) <r.
Algunas veces designaremos a esta bola por medio de By(a; r) a fin de
recalcar que sus puntos pertenecen a M. Si S es un subespacio métrico de M,
la bola B:(a; r) es la intersección de S con la bola By(a; P).
Elementos
de topología
en conjuntos
de puntos
75
Ejemplos. En el espacio euclídeo R! la bola B(0; 1) es el intervalo abierto (—1, 1).
En el subespacio métrico S = [0, 1] la bola By(0; 1) es el intervalo semiabierto [0, 1).
NOTA. La apariencia geométrica de una bola de R” no es necesariamente «esférica» si la métrica no es la métrica euclídea. (Ver ejercicio 3.27.)
S1 SC M, un punto a de $ se llama punto interior de S si alguna de las
bolas By(a; r) está contenida en S. El interior de $, int $, es el conjunto de
los puntos interiores a S. Un conjunto $ es abierto en M si todos sus puntos
son interiores; es cerrado en M si M —S es abierto en M.
Ejemplos
1. Cada bola B,(a; r) de un espacio métrico M es abierta en M.
2. En un espacio métrico discreto M cada subconjunto $S es abierto. De hecho, si
x € S, la bola B(x; 1) consta sólo de puntos de S (ya que sólo contiene a x),
3.
luego S es abierto.
¡Por lo tanto cada subconjunto de M
es también cerrado!
En el subespacio métrico S = [0, 1] del espacio métrico euclídeo R', cada intervalo de la forma [0, x) o (x, 1], donde 0 < x < 1, es un conjunto abierto en $.
Estos conjuntos no son abiertos en R'.
El ejemplo
3 muestra
que,
si $ es un
subespacio
métrico
de M,
los con-
juntos abiertos en S no son necesariamente abiertos en M. El siguiente teorema
describe la relación que
juntos abiertos en $.
existe
entre los conjuntos
abiertos
en M
y los con-
Teorema 3.33. Sea (S, d) un subespacio métrico de (M, d), y sea X un subconjunto de S. Entonces X es abierto en $ si, y sólo si,
para algún conjunto A
Demostración.
X=
abierto en M.
ANnS
Supongamos que A es abierto en
M y sea
X =
ANnS.SIix E X,
entonces x C 4 y por lo tanto By(x; r) C A para algún r > 0. Por lo tanto
BA(x; r) = Bulx; RANASCANS
= Y,
luego
X
es abierto
en
$.
Recíprocamente, supongamos que X es abierto en S. Probaremos que
X =ANS
para un conjunto A, abierto en M. Para todo x de X existe
una bola B:(x; r,) contenida en X. Ahora bien, B.(x; r,) = Bulx; ,) NS. Si
hacemos
A
entonces A
es abierto en M
=
U
xeX
BM(x;
rx)>
y es fácil verificar que
4 N S$ = X.
76
Elementos
de topología
en conjuntos
de puntos
Teorema 3.34. Sea (S, d) un subespacio métrico de (M, d) y sea Y un subconjunto de S. Entonces Y es cerrado en $ si, y sólo si, Y = BANS para algún
conjunto B cerrado en M.
Demostración.
Si Y
=
BA S, donde B es cerrado en M, entonces
donde A es abierto en M, luego Y
que
=SNB == SA(IM—
Y sea cerrado en $.
B = M— A
A)=S—A:
Recíprocamente, si Y es cerrado en S, sea X = S—Y.
abierto en $, luego X = ANS, donde A es abierto en M y
Entonces
de ahí
Y
es
Y=S-XYX=S-(ANSI=S-A=Sn(M-A)=SAnB,
donde
B = M — A
es cerrado
en M.
S1 SC M, un punto x de M se llama punto adherente de S si cada bola
Bulx; r) contiene un punto de $S, por lo menos. Si x es adherente de S — (x),
entonces se dice que x es un punto de acumulación de S. La clausura $ de $
es el conjunto de todos los puntos adherentes de $, y el conjunto derivado $' es
el conjunto de todos los puntos de acumulación de $S. Entonces, $ =S U$”.
Los teoremas que se dan a continuación son válidos en cada espacio métrico
(M,
d) y se demuestran
exactamente
igual
a como
se demostraron
en
el caso del espacio euclídeo R”. En las demostraciones, la distancia euclídea
Ix — y|| deberá ser reemplazada
Teorema 3.35.
b)
por la métrica d(x, y).
(a) La reunión de una colección arbitraria de conjuntos abier-
tos es abierta, y la intersección de una colección finita de conjuntos abiertos
es abierta.
La reunión de una colección finita de conjuntos cerrados es cerrada, y la
intersección
de una
Teorema 3.36. Si A
y
B— A es cerrado.
colección
arbitraria
de conjuntos
es abierto y B es cerrado,
Teorema 3.37. Para cada uno
afirmaciones son equivalentes:
a) S es cerrado en M.
de
cerrados
entonces
los subconjuntos
S de
es cerrada.
A — B
M
es abierto
las siguientes
b) S contiene a todos sus puntos adherentes.
c) S contiene a todos sus puntos de acumulación.
d
S=5
Ejemplo. Sea M = Q el conjunto de números racionales con la métrica euclídea
de R!. Sea S el conjunto de todos los números racionales en el intervalo abierto (a, b),
donde tanto a como
b son irracionales. Entonces S es un subconjunto
cerrado de Q.
Elementos
ma
de topología
en conjuntos
de puntos
77
En nuestras demostraciones del teorema de Bolzano-Weierstrass, del teorede encaje de Cantor, y de los teoremas del recubrimiento de Lindelóf
y de
Heine-Borel
hemos
utilizado
no
sólo
pacio euclídeo R”, sino también propiedades
las
propiedades
métricas
del
es-
especiales de R” que, en gene-
ral, no son válidas en un espacio métrico arbitrario (M, d). Para poder exten-
der estos teoremas a los espacios métricos habrá que imponer a M ciertas restricciones posteriores. Una de estas extensiones se esboza en el ejercicio 3.34.
La
trario.
sección
siguiente
3.15
SUBCONJUNTOS
describe
la compacidad
COMPACTOS
DE
en un
UN
espacio
ESPACIO
métrico
arbi-
MÉTRICO
Sea (M, d) un espacio métrico y sea S$ un subconjunto de M. Una colección F
de subconjuntos abiertos de M se llama recubrimiento abierto de $S si
S<
UAEF
4.
Un subconjunto S de M se llama compacto si cada recubrimiento abierto
de S contiene un subrecubrimiento finito. S se dice que está acotado si
S C B(a; r) para algún r > 0 y algún a de M.
Teorema 3.38. Sea S un subconjunto compacto de un espacio métrico
Entonces:
1) $S es cerrado y acotado.
i) Cada subconjunto infinito de S posee un punto de acumulación en $.
Demostración.
Para demostrar (i) reharemos la demostración
del teorema
M.
3.31
y usaremos la parte de la argumentación que demostraba que (a) implica (b).
El único cambio que debemos realizar consiste en reemplazar la distancia euclí-
dea ||x— y||
por la métrica d(x, y) a lo largo de toda la demostración.
Para probar (1i1) se procede por contradicción. Sea 7 un subconjunto infinito de S y supongamos que $ no contiene ningún punto de acumulación de 7.
Entonces, para cada punto x de $, existirá una bola B(x) que no contendrá
ningún punto de 7 (si x £ 7) o un punto de 7 solamente (el mismo x, cuando
x E T). Cuando x recorre S, la reunión de estas bolas B(x) es un recubri-
miento
abierto de S. Como
$S es compacto,
una subcolección finita recubre
a |S y por lo tanto también recubre a 7. Pero esto contradice el hecho de que Y
sea infinito y cada una de las bolas contenga a lo sumo un punto de 7.
NOTA. En el espacio euclídeo R”, cada una de las propiedades (i) y (ii) es equivalente a la compacidad (teorema 3.31). En un espacio métrico general, la
propiedad (ii) es equivalente a la compacidad (para una demostración, ver
la referencia 3.4), pero en cambio la propiedad (1) no lo es. El ejercicio 3.42
nos suministra un ejemplo de un espacio métrico M en el que ciertos subconjuntos cerrados y acotados no son compactos.
78
Elementos
Teorema
pacto M.
3.39.
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
Sea X un subconjunto cerrado de un espacio métrico com-
Entonces X es compacto.
Demostración.
Sea F un recubrimiento abierto de Y, es decir Y C Ur 4.
Probaremos que un número finito de los conjuntos A recubre a Y. Como que
X es cerrado su complementario M — X es abierto, luego F U ((M— X)) es
un recubrimiento abierto de M. Pero M es compacto, luego este recubrimiento
contiene un subrecubrimiento finito que podemos suponer que incluye M — X.
Por lo tanto
MCC
A U:::VA,U(M
— Y).
Este subrecubrimiento recubre también a X y, como que M — X no contiene
puntos de X, podemos suprimir el conjunto M — X del subrecubrimiento y,
a pesar de todo, sigue recubriendo a X. Entonces X C 4,U...UA,, luego
X
es compacto.
3.16
FRONTERA
DE
UN
CONJUNTO
Defjinición 3.40. Sea S un subconjunto de un espacio métrico M. Un punto x
de M se llama punto frontera de $S si cada bola By(lx; r) contiene, por lo menos, un punto de $S y, por lo menos, un punto de M — S. El conjunto de todos
los puntos frontera de S se llama frontera de $S y se designa por 0S.
El lector puede verificar fácilmente que
S =SNM-S.
Esta fórmula prueba que 0S es cerrado en M.
Ejemplo. En R”, la frontera de una bola B(a; r) es el conjunto de puntos x tal
que ||x—al| =r. En R:, la frontera del conjunto de los números racionales es
todo en R!.
En -los ejercicios y también en el capítulo 4 se desarrollan otras propiedades de los espacios métricos.
EJERCICIOS
Conjuntos
abiertos
y cerrados
en R'
y R?
3.1 Probar que un intervalo abierto de R' es un conjunto abierto y que un intervalo cerrado es un conjunto cerrado.
Elementos
3.2
de topología
en conjuntos de puntos
79
Determinar todos los puntos de acumulación de los siguientes conjuntos de R'
y decidir
a)
b)
c)
d)
e)
f)
g)
h)
3.3 Lo
a)
b)
c)
d)
e)
f)
cuándo los conjuntos son abiertos o cerrados (o cuándo no lo son).
Todos los enteros.
El intervalo (a, b]
Todos los números de la forma 1/n,
(n = 1, 2, 3, ...).
Todos los números racionales.
Todos los números de la forma 2- + S5,
(m, n = 1, 2, ...
Todos los números de la forma (—1Y + (1/m),
(m, n =1, 2, ..).
Todos los números de la forma (1/n) +(1/m),
(m, n = 1, 2, ...).
Todos los números de la forma (—1Y/[1+(1/n)],
(n = 1, 2, ...).
mismo que en el ejercicio 3.2 para los siguientes conjuntos de R:
Todos
Todos
Todos
Todos
Todos
Todos
los
los
los
los
los
los
números complejos
números complejos
números complejos
puntos (x, y) tales
puntos (x, y) tales
puntos (x, y) tales
3.4 Probar que cada
nales e irracionales.
conjunto
abierto
z tales que |z| > 1.
z tales que |z| > 1.
de la forma (1/n) + (i/m), (m, n=1, 2,...).
que x>—y? < 1.
que x > 0.
que x = 0.
no
vacío
S de R!
contiene
números
racio-
3.5 Probar que los únicos conjuntos de R' que son a la vez abiertos y cerrados
son el conjunto vacío y R'!. ¿Existe una afirmación análoga para R??
3.6 Probar que cada conjunto cerrado en R' es la intersección de una colección
numerable de conjuntos abiertos.
3.7 Probar que un conjunto cerrado y acotado, no vacío, S de R' o bien es un
intervalo cerrado o bien S podrá obtenerse a partir de un intervalo cerrado suprimiendo una colección disjunta mnumerable de intervalos abiertos cuyos extremos
pertenecen a $.
Conjuntos
3.8
abiertos
Probar
que
y cerrados
las n-bolas
conjuntos abiertos en R”.
de R"
abiertas
y los intervalos
abiertos
n-dimensionales
3.9
3.10
Probar que el interior de un coniunto de R* es abierto en R”.
Si
SC R?”, probar que int $ es la reunión de todos los subconjuntos
3.11
Si S y 7 son subconjuntos de R”, probar
son
abiertos
de R" que están contenidos en $S. Esto se describe diciendo que int S es el mayor de
los subconjuntos abiertos de $.
(int$) N (int 7) = int (S N7),
3.12
Sean
S' y $, respectivamente,
junto S de R”. Probar que:
a)
b)
c)
d)
que
y
el conjunto
$S es cerrado en R”; esto es,
Si
SC 7, entonces S C 77.
(CUTY
=S UZ7”.
(S) =.
(5 Y CS”.
(int S) V (int 7) £ int (S U 7).
derivado
y la clausura
de un
con-
80
3.13
Elementos
e) $S es
f) $ es
a S.
Sean S
de topología
en conjuntos
de puntos
cerrado en R”.
la intersección de todos los subconjuntos cerrados de R” que contienen
Esto es, $ es el menor conjunto cerrado que contiene a $S.
y 7 subconjuntos de R”. Probar que SNA T < SNTy qe
SNAT £
SATsi S es abierto.
NOTA. Las afirmaciones de los ejercicios 3.9 hasta 3.13 son verdaderas en cualquier
espacio meétrico.
3.14 Un conjunto S de R* se llama convexo si, para cada par de puntos x e y
de $ y cada número real 6 que satisfaga 0 < 6 < 1, se verifica que Óx + (1 — 0y ES.
Dar una interpretación geométrica de esta definición (en R? y R$) y probar que:
a)
b)
C)
Cada n-bola de R” es convexa.
Cada intervalo abierto n-dimensional es convexo.
El interior de un conjunto convexo es convexo.
a)
Si x es un punto de
lación de cada uno
Si x es un punto de
ción de uno, por lo
d) La clausura de un conjunto convexo es convexa.
3.15 Sea F una colección de conjuntos de R”, y sea S = UAGF Ay T= nAGF A.
Para cada una de las siguientes afirmaciones dar una demostración o un contraejemplo.
b)
3.16
Probar que el conjunto
acumulación de 7, entonces x es un punto de acumude los conjuntos A de F.
acumulación de S, entonces x es un punto de acumulamenos, de los conjuntos A de F.
S de los números
racionales del intervalo
(0, 1) no
puede expresarse como la intersección de una colección numerable de conjuntos
abiertos. Indicación. Expresemos S = (X,, x,, ...), supongamos que S = n;2º=1 Sto
donde cada uno de los ; es abierto, y construyamos una sucesión (0Q,) de inter-
valos cerrados tales que 0,,,
teorema
Teoremas
de la intersección
acerca
de
los
de
C O, =S,
Cantor
recubrimientos
y tales que x, * O,.
para
en
obtener
una
Entonces, utilizar el
contradicción.
R*
3.17 Si
SC R?”, probar que la colección de puntos aislados de S es numerable.
3.18 Probar que el conjunto de los discos abiertos del plano xy con centro en (x, x)
y radio x > 0, x racional, es un recubrimiento numerable del conjunto f((x, y): x > 0,
y > 0).
3.19
2, 3,
rema
3.20
trar
La colección F de los intervalos abiertos de la forma (1/n, 2/n), donde n =
..., es un recubrimiento abierto del intervalo (0, 1). Probar (sin utilizar el teo3.31) que ninguna subcolección finita de F recubre a (0, 1).
Dar un ejemplo de un conjunto S que sea cerrado pero no acotado y enconun recubrimiento abierto numerable F tal que ningún subconjunto finito de F
recubra a S.
3.21 Dar un conjunto S de R* que verifique la siguiente propiedad: para cada x
de $, existe una n-bola B(x) tal que B(x) N S es numerable. Probar que $ es numerable.
|
3.22 Probar que toda colección de conjuntos abiertos disjuntos de R” es necesariamente numerable. Dar un ejemplo de colección de conjuntos
cerrados disjuntos
que no sea numerable.
Elementos
3.23
de topología
en conjuntos de puntos
81
Supongamos que S C R”. Un punto x de R* es un punto de condensación
de S
si toda n-bola B(x) tiene la propiedad que B(x)n S no es numerable. Probar que si
S$ no es numerable, entonces existe un punto x en $ de modo que x es un punto de
condensación de $.
3.24 Supongamos que S C R” y que $ no es numerable.
tos de condensación de $S. Probar que:
a) S —7 es numerable,
b)
c) T
d) 7
Nótese que
3.25
Sea 7 el conjunto
de pun-
SN7 no es numerable,
es un conjunto cerrado,
no posee puntos aislados.
el ejercicio 3.23 es un caso especial de (b).
Un conjunto
de R” se llama perfecto si S = $, esto es, si $ es un conjunto
cerrado que carece de puntos aislados. Probar que, si F es un conjunto cerrado no
numerable de R”, puede expresarse en la forma F = A UB, donde A es perfecto
y B es numerable (teorema de Cantor-Bendixon).
Indicación.
Espacios
Utilizar
el ejercicio
3.24.
métricos
3.26 Probar que, en todo espacio métrico (M, d), tanto el conjunto vacío (Y como
el espacio entero M son, a la vez, abiertos y cerrados.
3.27
Considerar
en R”
las dos
métricas
siguientes:
di(x, y) = lsisn
max |x; — vil, — d(x, y)= $i=1 |x; — Dil.
En cada uno de los espacios métricos siguientes, probar que la bola B(a;
la apariencia geométrica que se indica:
a)
b)
c)
d)
r) tiene
en (R?, d), un cuadrado de lados paralelos a los ejes de coordenadas.
en (R?, d), un cuadrado cuyas diagonales son paralelas a los ejes.
Un cubo en (RS, d).
Un octaedro en (R3, d;).
3.28 Sean d, y d, las métricas definidas en el ejercicio 3.27 y sea ||x— yl| la métrica euclídea usual. Comprobar que se verifican las siguientes desigualdades, cualesquiera que sean los puntos x e y de R”:
d (X, y) < IX — yl < d.(x, )
3.299
Si (M,
d) es un espacio
métrico,
y — dd(x, y) < Vn|x — v| <ndGx, y.
se define
d'(x, y) =
069
=
d(x, 7)
dy
.
Probar que d' también es una métrica para M. Obsérvese que 0 < d'(x, y) < 1 para
todo x, y de M.
3.30 Probar que cada subconjunto finito de un espacio métrico es cerrado.
3.31 En un espacio métrico (M, d), el conjunto B(a; r) = (x:d(x, a) < r) se llama
bola cerrada de radio r > 0 y centro en el punto a de M.
82
Elementos
de
topología
en
conjuntos
de
puntos
a)
b)
3.32
Probar que B(a; r) es un conjunto cerrado.
Dar un ejemplo de un espacio métrico en el que B(a; r) no sea la adherencia de la bola abierta B(a; r).
En un espacio métrico M, si ciertos subconjuntos verifican
AC SC A, donde
A es la adherencia de A, entonces se dice que A es denso en S. Por ejemplo, el conjunto Q de los números
racionales es denso
en T, probar que A es denso en 7.
3.33
Con
referencia
al ejercicio
en R. Si A
3.32, diremos
que
un
es denso
espacio
en S y $ es denso
métrico
M
es sepa-
rable si posee un subconjunto numerable A que sea denso en M. Por ejemplo, R es
separable ya que el conjunto Q de los números racionales es un subconjunto denso
numerable.
3.34
Probar
que
cada
espacio
euclídeo
R*
es separable.
Con referencia al ejercicio 3.33, probar que el teorema del recubrimiento
de
Lindelóf (teorema 3.28) es válido en todo espacio métrico separable.
3.35 Con referencia al ejercicio 3.32, si A es denso en $S y si B es abierto en S$,
probar que
BC AN B. Indicación. Ejercicio 3.13.
3.36 Con referencia al ejercicio 3.32, probar que A N B es denso en $ en el supuesto
de que A y
3.37 Dados
trica p en el
Por ejemplo,
d (X,> Y,) +
Subconjuntos
B sean densos en $ vy de que B sea abierto en $.
dos espacios métricos (S, d,) y (S,, d,), es posible construir una méproducto cartesiano $, X $,, a partir de d, y de d,, de varias maneras.
si x = (X,, X,) € y = ,, y,) son elementos de $, X ,, sea po(x, y) =
dy(X,. Y,). Probar que p es una métrica para $, X S, y construir otras.
compactos
de unm espacio
métrico
Probar cada una de las afirmaciones siguientes, concernientes a un espacio métrico
arbitrario (M, d) y a subconjuntos S, 7 de M.
3.38 Supongamos que S C 7 C M. Entonces $ es compacto en (M, d) si, y sólo si,
S es compacto en el subespacio métrico (7, d).
3.39 Si S es cerrado y 7 es compacto, entonces $ N 7 es compacto.
3.40 La intersección de una colección arbitraria de subconjuntos compactos de M,
es compacta.
-
3.41 La reunión de un número finito de subconjuntos compactos de M es compacta.
3.42 Consideremos el espacio métrico Q de los números racionales con la métrica
euclídea de R. Sea $S el conjunto de todos los números racionales del intervalo abierto (a, b), donde a y b son irracionales. Entonces S es un subconjunto de Q, cerrado
y acotado, que no es compacto.
Miscelánea
de propiedades
del interior y de la frontera
Si A y B designan subconjuntos cualesquiera de un espacio métrico M, probar que:
3.43 int 4 = M — M — .
3.44 int (M
.3.45
— A) = M
int (int 4) = int 4.
— 4.
Elementos
de topología
en conjuntos de puntos
83
3.46 a) int (_1 4) = -1 (int 4),donde cadaA; = M.
b) int (uer A) S (Jaer
c)
3.47
3.48
3.49
3.50
3.51
3.52
Dar un ejemplo en el que la igualdad de (b) no se verifique.
a) Uaer (int 4) = int (Uuer A).
b)
a)
Dar un ejemplo de una colección finita F que no satisfaga la igualdad en (a).
int (04) = Y si A es abierto o si A es cerrado en M.
b) Dar un ejemplo para el que int (0.4) = M.
_
Si int 4 = int B = Q y si A es cerrado en M, entonces int (4 Y B) =.
Dar un eiemplo en el que int A=int B=Q0), pero para el que int (4 V B) = M.
A=ANM-A
yódA=o0M-A.
SiAn B =, entonces A U B) = 74 VIB.
REFERENCIAS
3.1
3.2
3.3
3.4
(iNt A), si F es una colección infinita de subconjun-
tos de M.
Boas,
SUGERIDAS
R. P., A
New York,
Gleason, A.,
Kaplansky,
Simmons, G
New York,
Primer
PARA
POSTERIORES
of Real Functions.
Carus
ESTUDIOS
Monograph
No.
13. Wiley,
1960.
Fundamentals of Abstract Analysis, Addison-Wesley, Reading, 1966.
1., Set Theory and Metric Spaces. Allyn and Bacon, Boston, 1972.
.F., Introduction to Topology and Modern Analysis. McGraw-Hill,
1963.
CAPÍTULO 4
Límites y continuidad
4.1
INTRODUCCIÓN
Suponemos al lector ya familiarizado con el concepto de límites tal como es
introducido en el Cálculo elemental donde es corriente presentar varios tipos
de límites. Por ejemplo, el límite de una sucesión de números
simbolizamos cuando escribimos
reales (x,), que
lim x, = ,
n>o
significa que para cada número e > O existe un entero N tal que
lX, — A| <e
siempre
que n>N.
Este límite pretende transmitir la idea intuitiva de que x,, puede estar suficientemente próximo a A en el supuesto de que n sea suficientemente grande. También se da el límite de una función, indicado por medio de la notación
lim f(x) = A,
x>p
que significa que para cada e > 0) existe otro número 5 > O tal que
I/(x) — Al < e siempre que 0 < |x — p| < ó.
Esta definición expresa la idea de que f(x) puede conseguirse tan próxima a A
como queramos, siempre que x se tome lo suficientemente próximo a p.
Las aplicaciones del Cálculo a los problemas geométricos y físicos del es-
pacio tridimensional y a las funciones de varias variables nos obligan a extender estos conceptos a R”. Es tan necesario como fácil dar un paso más e introducir límites en el marco más general de los espacios métricos. Esto simplifica
la teoría puesto que elimina restricciones innecesarias y al mismo tiempo cubre
casi todos los aspectos necesarios del Análisis.
Primeramente discutiremos los límites de las
sucesiones
de puntos
de un
espacio métrico y después discutiremos los límites de funciones y el concepto.
de continuidad.
85
56
Límites y continuidad
4.2
SUCESIONES
CONVERGENTES
EN
UN
ESPACIO
MÉTRICO
Definición 4.1. Una sucesión (Xn) de puntos de un espacio métrico (S, d) es
convergente si existe un punto p de S que satisfaga la siguiente propiedad:
Para todo < > O existe un entero N tal que
dlX,, P) < €
siempre que n = N.
Diremos también que X,) converge hacia p y escribiremos x, —> p cuando
n —> o0, o simplemente x, — p. Si no existe un tal número p de S$, se dice que
la sucesión (X,) es divergente.
NOTA.
La definición de convergencia implica que
X,>p
La convergencia
euclídeo KR'.
Ejemplos
1.
En un espacio
para
X,
todo
<M
de la sucesión
un
sucesión
M>0
d(x,, p) >0.
(d(Xx,, p)) hacia O se realiza en el espacio
euclídeo R', una
n. Si una
para
Si, y sólo si,
sucesión
creciente
(x,)
está
se llama creciente si X, < Xy y,
acotada
premo de su recorrido, sup (x,, X,, ...). Análogamente,
2.
superiormente
(esto
es,
si
y para todo nñ), entonces (x,,) converge hacia el su(x,) se llama decreciente
si Xy., < X, para todo n. Cada sucesión decreciente acotada inferiormente converge hacia el ínfimo de su recorrido. Por ejemplo, (1/n) converge hacia 0.
Si (a,) y (b,) son sucesiones reales que convergen hacia 0, entonces (a, + b,)
también converge hacia 0. Si
0O<c,<a, para todo n y si fa,) converge hacia 0, entonces (c,) también converge hacia 0. Estas propiedades elementales de
las sucesiones de R! pueden ser útiles para simplificar algunas de las demostra-
3.
ciones concernientes
a límites
En el plano complejo C, sea
hacia 1 + 2i puesto que
de un
espacio
Z, = 1 + n
métrico
general.
+ (2— 1/n)i. Entonces (7,) converge
1
1
d(Z», 1 + 2iY = |z, — (l + 2i)? = a + ] - O cuando
n
luego
d(z,,
n>oo,
1-+2i)>0.
Teorema 4.2. Una sucesión (X,y de un espacio métrico (S, d) puede converger hacia un punto de $, a lo sumo.
Demostración. Supongamos que X, —>p y que x, —>q. Probaremos
En virtud de la desigualdad triangular se tiene
que p = q.
Límites y continuidad
87
0 < d(p, q) < d(p, x,) + d(x,. q).
Como dí(p, x.) >0 y d(x,, q)>0 se tiene que d(p, q) = 0, luego p = qSi una sucesión (x,) converge, el único punto hacia el que converge se
llama límite de la sucesión y se designa por medio de lim x, o por medio
de lim,.. X.
Ejemplo. En el espacio euclídeo R! tenemos que lim,., » 1/n = 0. La misma
sucesión
en el subespacio métrico 7 = (0, 1] no converge puesto que el único candidato para
el límite es 0 y O £ 7. Este ejemplo muestra que la convergencia o divergencia de
una sucesión depende tanto del espacio elegido como de la métrica.
Teorema
4.3.
En
un espacio
métrico
(S, d), suponemos
T = (%,, X,. ...) es el recorrido de (x,). Entonces:
a)
b)
T está acotado.
p es un punto de adherencia
que
x,—>p
y que
de T.
Demostración.
a) Sea N el entero que corresponde a e = 1 en la definición
de convergencia. Entonces todo x, con n > N está en la esfera B(p; 1), luego
cada punto de 7 está en la esfera B(p; r), donde
r
=1
+
max
Por lo tanto, 7 está acotado.
b) Como cada esfera B(p;
(d(p9
xl)9'ººsd(pa
xN—l))º
) contiene un punto de 7, p es adherente a 7.
NOTA. Si T es infinito, cada bola B(p;
de 7, luego p será punto de acumulación
€) contendrá una infinidad de puntos
de 7.
El teorema siguiente prueba el recíproco de la parte (b).
Teorema
4.4.
Dado
un espacio
meétrico (S, d) y un subconjunto
T CS,
si
p es un punto de S adherente de T, entonces existe una sucesión (x,) de puntos de T que converge hacia p.
Demostración.
Para
cada
entero
n>
1
existe
un
punto
d(p, X,) < 1/n. Por lo tanto d(p, x,) —>0, luego x, — p.
x,
de
7
tal
que
Teorema 4.5. En un espacio métrico (S, d) una sucesión (Xx,) converge hacia p si, y sólo si, cada subsucesión (Xy(1)) converge hacia p.
Demostración.
Supongamos
que
x, >
p
y
consideremos
una
subsucesión
(Xx(n)). Para cada e > O existe un N tal que n > N implica d(x,, p) < e. Como
83
Límites y contínuidad
Xxn)Y
es una subsucesión,
existe
un entero M tal que k(n)>N para
n > M. Por lo tanto, n > M implica d(Xx:), P) < €, que prueba que Xk(n) —> D.
El recíproco
misma.
4.3
se verifica trivialmente, ya que
SUCESIONES
DE
(x,)
es una. subsucesión
de sí
CAUCHY
S1 una sucesión (x,) converge hacia el límite p, sus términos avanzados deben
aproximarse a p y por lo tanto aproximarse entre
enunciada más formalmente en el siguiente teorema.
sí. Esta
propiedad
está
Teorema 4.6. Supongamos que ÍX,) converge en un espacio métrico (S, d).
Entonces para cada e > Q existe un entero N tal que
dlXn, Xm)
<e — siempre que N>N
y m>=N.
Demostración. Sea p = lim x,. Dado e > 0, sea N tal que d(x,, p) < €/2 siempre que n = N. Entonces d(Xm, p) < £/2 si m = N. Si tanto 7 como m son ma-
yores o iguales que N por la desigualdad triangular tenemos
d(X,, X,) < d(%,, p) + d(p, x,) < ; +
4.7.
Definición de la sucesión de Cauchy.
<e
2
=e
Una sucesión (x,) de un espa-
cio métrico se llama sucesión de Cauchy si satisface
(llamada la condición de Cauchy):
Para cada € > O existe un entero N tal que
d(Xn, Xm)
E-
la siguiente
condición
siempre que n> N y m>N.
El teorema 4.6 establece que toda sucesión convergente es una sucesión
de Cauchy. El recíproco, en general, es falso en un espacio métrico general.
Por ejemplo, la sucesión (1/n) es una sucesión de Cauchy en el subespacio
euclídeo
7 = (0, 1] de K', pero en cambio
dicha sucesión no converge en T7.
Sin embargo, el recíproco del teorema 4.6 es cierto en cada espacio euclídeo R*.
Teorema
4.8.
En el espacio euclídeo R* toda sucesión de Cauchy es con-
vergente.
Demostración. Sea (x,) una sucesión de Cauchy de R* y sea T = (x,, X,. ...)
el recorrido de la sucesión. Si 7 es finito, entonces todos los términos de f(x,)
excepto un número finito son iguales y por lo tanto (x,) converge hacia este
valor común.
Límites y continuidad
89
Supongamos ahora que 7 es infinito. Utilizaremos el teorema de Bolzano-
Welierstrass para demostrar que 7 posee un punto de acumulación p, y a con-
tinuación probaremos que (x,) converge hacia p. Debemos probar, ante todo,
que 7 está acotado. Esto se sigue de la condición de Cauchy. En efecto, cuando e =1 existe un N tal que n> N implica ||x,
— xyv|| < 1. Esto significa
que todos los puntos x,, con 7 > N pertenecen a la bola de radio 1 y centro x,
luego 7 está contenido en una bola de radio 1 + M y centro O, si M designa
al mayor de los números ||x,||, .... ||xv||. De donde, al ser 7 un conjunto infinito acotado, admitirá un punto de acumulación p en R* (en virtud del teorema de Bolzano-Weierstrass). Probaremos ahora que fx,) converge hacia p.
Dado e > 0 existe un N tal que |x,
— xm|| < £/2 siempre que n > N y
m = N. La bola B(p;
se tiene
||xn
—
€/2) contiene un punto x,, con
pl|
<
"xn
—
xml|
+
lem
—
p|l
m = N. Luego, si
E
5
<
E
'2' =
+
n = N,
E,
luego lim x, = p. Esto termina la demostración.
Ejemplos
1.
El teorema 4.8 es, a veces, Útil para probar la convergencia de una sucesión cuyo
límite no se conoce de antemano. Por ejemplo, consideremos la sucesión de R'
definida por
—
1W-1
xn=1_.l_+.1._l+...+(_l)__
2
Si
m> n>N,
obtenemos
|xm—xn|=
3
d
(agrupando
1
n+1
—
n
los
1
n+2
términos
sucesivos
+...il
m
en
pares)
que
<15_l_,
n
N
luego ||x,,
— X,|| < e siempre que N > 1/e. Por lo tanto la sucesión (,) es una
sucesión de Cauchy y por consiguiente converge hacia un cierto límite. Puede
2.
probarse (ver
simple vista.
el ejercicio
8.18) que
este límite
es log
2, lo cual
no
es obvio
a
Dada una sucesión real (a,) tal que |a,,. — an+1) < 3|an+1 — a,| para todo
nZ 1, podemos probar que (a,) converge sin necesidad de conocer su límite.
Sea b, = |ad,+1 — a,|. Entonces 0< b,;, < b,/2
luego, por inducción, b,., <
b /2". Por
lo tanto
b, —>0.
Así pues,
si m > n tenemos
m—1i
Am — n = Z(ºk+1
-1
k=n 1
luego
|a,,,—-
a,,l
<
k=2nka
b,.(l
— ay;
1
+5+"'+'2—mle.)
Ello implica que (a,) es una sucesión de Cauchy,
luego
<2bn'
(a,) es convergente.
90
4.4
Límites y continuidad
ESPACIOS
MÉTRICOS
COMPLETOS
Defjinición 4.9.
Un espcio métrico (S, d) se llama completo si toda sucesión
de Cauchy de S converge en S. Un subconjunto T de S se llama completo si
el subespacio métrico (T, d) es completo.
Ejemplo 1. Cada uno de los espacios euclídeos R* es completo (teorema 4.8). En
particular, R* es completo, pero el subespacio 7 = (0, 1] no es completo.
Ejemplo 2. El espacio R* con la métrica d(x. y) = max¡ <i<n |X; — Y¡| es completo.
El teorema que damos a continuación relaciona la completitud con la compacidad.
Teorema
4.10.
to T es completo.
Demostración.
el recorrido
En
todo
espacio
métrico
(S,
d),
cada
subconjunto
compac-
Sea (x,) una sucesión de Cauchy en 7 y sea A = (xX,, X,, ...)
de (x,).Si A
es finito, entonces
(x,)
puntos de A, luego (x,) converge en T.
converge
hacia
uno
de
los
S1 A es infinito, el teorema 3.38 nos asegura que A admite un punto de
acumulación p en 7 puesto que 7 es compacto. Probaremos ahora que x, — p.
Dado < > 0, elijamos N tal que
n > N y m> N implique d(x., Xm) < £/2. La
bola B(p; €/2) contiene un punto x,, con
desigualdad triangular nos conduce a
m>=N.
Por
lo tanto si
n> N
la
(X, p) < d(x,. X) + d(Xm, P) < g + 5f = E,
luego ¡x, —> p. De lo cual se deduce que toda sucesión de Cauchy en 7 admite
límite en 7, luego T es completo.
4.5
LÍMITE
DE
UNA
FUNCIÓN
En esta sección consideraremos dos espacios métricos (S, d:) y (T, dr), donde
ds y dr designan las métricas respectivas. Sea 4 un subconjunto de $S y sea
f: A>T una función de A en 7.
Dejinición 4.11.
tación
Si p es un punto de acumulación
lim f(x) = b,
x>D
de A y si
bET,
la no-
(1)
Límites
y continuidad
91
significa lo siguiente:
Para cada € > O existe un 8 > O tal que
dr(f(x), b) <e
El
es b»,
remos
La
mo
siempre
que x E A,x
£ p, y ddx,
p)
$.
símbolo dado en (1) se lee «el límite de f(x), cuando x tiende hacia p,
o «f(x) es próximo a b cuando x es próximo a p». A menudo indicaesto escribiendo f(x) > b cuando x — p.
definición formaliza la idea intuitiva de que f(x) puede hacerse tan próxi-
a b como
se desee siempre que se elija x suficientemente próximo
B3(P)
NA
Figura
de acumulación
de A a
a p
fin de
/
(ver Fig. 4.1). Se requiere que p sea un punto
4.1
que tenga sentido considerar puntos x de A suficientemente próximos a p, con
x % p. Sin embargo, no es necesario que p pertenezca al dominio de f, y tampoco lo es que b deba pertenecer al recorrido de f.
NOTA.
La
definición
puede
ser formulada
en
términos
de bolas.
Así,
(1) se
verifica si, y sólo si, para toda bola Br(b) existe una bola B,(p) tal que B:(p) N A
sea no vacío y, además,
1) € Br(b)
Formulando
siempre
de esta manera,
que x E B4(p) N A, XED.
la definición tiene sentido cuando
bos) pertenecen al sistema ampliado
de los números
reales R*
p o b (0 am-
o al sistema
ampliado de los números complejos C*. Sin embargo, en lo venidero, entenderemos que p y b son finitos salvo que se indique explícitamente que pueden
ser infinitos.
El teorema que sigue a continuación relaciona los límites de funciones con
los límites de sucesiones convergentes.
Teorema 4.12.
bET. Entonces
Supongamos
que p es un punto de acumulación
lim f(x) = »,
x>»Dp
de A y que
(2)
992
Límites
y continuidad
SI, y sólo si,
lim f(x,) = b,
(3)
n>o
para toda sucesión
Demosiración.
tal que
(x,)
de puntos de A — (p)
Si se verifica
dr(f(x), b)
<e
(2), entonces
siempre
para
que x € A
que sea convergente
cada
y 0 <
hacia p.
e > 0 exiíste un
ds(x, p) <3%.
8 > 0
(4)
Como p es adherente a A—(p). por el teorema 4.4, existe una sucesión
X.) en A — (p) convergente hacia p. Para el 8 que interviene en (4), existe
un entero N tal que n > N implica ds(x., p) < 8. Entonces (4) implica que
drf(X.). b) < € para n = N, y por lo tanto (f(x,)) converge hacia b. Así pues,
(2) implica (3).
Para probar el recíproco supondremos que se verifica (3) y que (2) es falso,
llegando a una contradicción. Si (2) es falso, entonces para algún e > O y todo
5 > 0 existe un punto x de A (donde x puede depender de 5) tal que
0 < ds(x,p)<ó
pero
— dr(f(x), b) > .
(5)
Tomando $ = 1/n, n = 1, 2, ..., esto significa que existe una sucesión (.x,) de
puntos de A — (p) tal que
0 < ds(X,,P) < 1n
pero
d(f(x,), b) > e.
Es evidente entonces que hemos obtenido una sucesión (x,) que converge hacia p pero en cambio
tradice a (3).
NOTA.
la sucesión
no converge
hacia
b, lo cual
con-
Los teoremas 4.12 y 4.2 prueban que una función no puede tener dos
límites diferentes cuando
4.6
f(f(x,))
LÍMITES
DE
x — p.
FUNCIONES
CON
VALORES
COMPLEJOS
Sea (S, d) un espacio métrico, sea 4 un subconjunto de S, y consideremos dos
funciones f y g definidas
sobre A y con valores complejos,
f:
A>C,
2:
A>C
La suma f + g se define como la función cuyo valor en cada punto x de A es
el número complejo f(x) + ¿(x). La diferencia f — , el producto f-g, y el cociente f/g se definen análogamente. Es sabido que el cociente sólo está definido
en aquellos puntos x en los que 2(x) + 0.
Límites y continuidad
93
Las reglas usuales para el cálculo con límites vienen dadas en el teorema
que sigue.
Teorema 4.13.
Sean f y g dos funciones con valores complejos definidas
en un subconjunto A de un espacio métrico (S, d). Sea p un punto de acumulación de A, y supongamos que
lim f(x) = a,
lim g9(x) = b.
x->p
Entonces
tendremos
x>p
también:
a) lim,., [/(x) + 96)] =a + b,
b) lim,..
, S(x)9(x) = ab,
) lim,., , f(%)/9(x) = a/b
si b£+0.
Demostración. Probaremos (b), dejando las otras partes como ejercicio. Dado €
con
O<e < 1, sea € un segundo número que satisfaga 0 < e < 1, que dependerá de e en la forma que precisaremos más adelante. Existe un 8 > O tal
que si
xE A y d(x, p) < $, entonces
A = la + (f(9 — al <la +
ENs —
Haciendo
|9(x) — bl < €'.
y
(x) —al <e
<ld +1.
f(x)g(x) — ab = f(x)g(x) — bf(x) + bf(x) — ab,
tenemos
/()90x) — abl < IF 19() — DI + 151 176) — al
< (|a| + 1)e' + |ble' = e'(la| + |b] + 1).
Si elegimos e = e/(|a| + |b] + 1), veremos que [f(x)g(x)
— ab| < < siempre que
x EA
4.7
y dlx, p) < $, y esto demuestra
LÍMITES
DE
FUNCIONES
CON
(b).
VALORES
VECTORIALES
De nuevo, sea (S, d) un espacio métrico y sea 4 un subconjunto de $S. Consideremos dos funciones f y g, definidas sobre A, con valores vectoriales tomados en R”,
f:A>R%
g:4->R.
El cociente de funciones con valores vectoriales no está definido (si k >?),
pero es posible definir la suma f + g, el producto M (si A es real) y el pro-
ducto escalar f-g por medio de las fórmulas
94
Límites
(f + 909 = 1() + 80),
— AUNE) = 416),
y continuidad
— E-9)4) = 10)-9()
para todo x de A. Se tienen entonces las siguientes reglas para calcular los límites
de funciones con valores vectoriales.
Teorema
4.14.
Sea p un punto de acumulación
lim f(x) = a,
x>Dp
de A y supongamos que
lim g(x) = b.
x>p
Entonces se tiene también:
a) lim,.,, LÍ(X) + g(x)] =a +b,
b) lim,.,, 2f(x) = 1a
para cada escalar X,
C) lim,. , f(x)
- g(x) = a-b,
d) lim..,, IfC)I| = llall.
Demostración.
Probaremos
sólo las partes (c) y (d). Para probar (c) hagamos
1():8() — a-b = [f() — al-[g(x) — b] + a-[g(x) — b] + b-[f(9) — al.
La desigualdad de Cauchy-Schwarz
0<
<
y la desigualdad triangular nos dan
() -g(x) — a-bl
MO — al lgo) — bl + lall lge) — bl + 1b| IfC) — al
Cada uno de los términos de la derecha tiende a O cuando x—>p,
f(X)- g(1) — a-b. Esto prueba (c). Para demostrar (d), obsérvese que
HIECN — lall | < 11869 —l
NOTA. Sean f., ...., f, n funciones con válores reales definidas
f:
A—>R” la función con valores vectoriales definida por
f
= T). f.(%). --.. h)
Entonces f., ..., f. se llaman componentes
para indicar dicha relación.
Si a = (a,, ...,
luego
sobre A, y sea
si xEA4.
de f, y se escribe f = (f,, ..., f,)
Q,), entonces para cada r = 1, 2, ..., n tenemos
1f,(x) — a,| < IM() — all < 2 1f.(x) — a,.
Estas desigualdades demuestran que lim,., f(X) = a si, y sólo si, limo.p'f.(X) = apara cada r.
Límites y continuidad
4.8
FUNCIONES
95
CONTINUAS
La definición de continuidad que se.da en Cálculo elemental puede extenderse
a funciones definidas de un espacio métrico a otro.
Definición 4.15. Sean (S, ds) y (T, dr) espacios métricos y sea f: S >T una
función de S en T. La función f se llama continua en un punto p de $S si para
cada € > O existe un 8 > O tal que
Ar(f(x). f(P)) < e
siempre que ds (X, p) < $.
Si f es continua en todos los puntos del subconjunto A
continua en A.
de S$, se dice que f es
Esta definición refleja la idea intuitiva de que puntos cercanos a p se apli-
can, por medio de f, en puntos cercanos a f(p). Puede expresarse, también,
en términos de bolas: una función f es continua en p si, y sólo si, para cada
e > 0, existe un 8 > 0 tal que
1BsW: 9) = Brlfp): =).
Aquí Bs(p; $) designa una bola de S; su imagen, por medio de f, debe estar
contenida en la bola Br(f(p);
€) de T. (Ver Fig. 4.2.)
Si p es un punto de acumulación de $, la definición de continuidad im-
plica que
lim f(x) = S).
Xx>Dp
S1 p es un punto aislado de S (un punto de $S que no es de acumulación de 5),
entonces toda yf definida en p será continua en p ya que para $ suficiente-
mente
pequeño
existe un único x que satisface d:(X, p)
dr(F(p). f(»)) = 0.
$, a saber x = p, y
Teorema 4.16.
Sea f:
S>T una función de un espacio métrico (S, ds) en
otro espacio métrico (T, dr), y supongamos que p E S. Entonces f es continua
Bs(p; 8)
Brif(p);€)
Imagen de Bs(p; 5)
T
Figura
4.2
$
9%6
Límites
en p si, y sólo si, para cada sucesión
y continuidad
(x,) de S convergente en p, la sucesión
(U(x,)) de T converge hacia f(p); en símbolos,
linm f(Xx,) = f (lim
n+
n>
x,,) .
o
La demostración de este teorema es análoga a la del teorema 4.12 y se
deja de ejercicio para el lector. (El resultado puede deducirse también del teo-
rema 4.12 pero el hecho de que algunos de los términos de la sucesión (x,)
puedan ser iguales a p presenta una dificultad de orden menor en el razonamiento.)
El teorema se enuncia a veces, diciendo que para funciones continuas
el símbolo de límite y el símbolo de la función pueden intercambiarse. En
estos intercambios es preciso un cierto cuidado, ya que algunas veces (f(x,))
converge a pesar de que (%,) es divergente.
Ejemplo.
Si x,>* e y, >y en un espacio métrico (S, d), entonces d(x,, y,)—>
d(x, y). (Ejercicio 4.7.) El lector puede verificar que d es continua sobre el espacio
métrico (S X5, p), donde p es la métrica del ejercicio 3.37 con S, =$, = $.
NOTA. La continuidad de una función f en un punto p recibe el nombre de
propiedad local de f, puesto que depende sólo del comportamiento de f en las
inmediaciones del punto p. Una propiedad de 7 referente al dominio entero
de f se denomina propiedad global. Así, la continuidad de f en su dominio
es una propiedad global.
4.9
LA
CONTINUIDAD
DE
LAS
FUNCIONES
COMPUESTAS
Teorema 4.17. Sean (S, d;), (T, dr) y (U, dv) espacios métricos. Sean f:S - T
y 2: f(S)> U funciones, y sea h la función compuesta definida sobre S por
medio de la ecuación
h(x) = a(f(x))
— para todo x de $.
Si f es continua en p y si g es continua en f(p), entonces h es continua en p.
Demostración.
'
Sea b = f(p). Dado
dy(2(y). 2(b) < e
Para este $ existe un $ tal que
Combinando
e > 0, existe un 8 > 0 tal que
siempre
que dr(y, b) < $.
dr(f(x). f(p)
8
siempre que di(x, p) < *.
estas dos desigualdades y haciendo y = f(x), obtenemos
dy(híx), h(p)) < e
luego 7 es continua en p.
siempre que d.(x, p) < ,
Límites y continuidad
4.10
FUNCIONES
CONTINUAS
Teorema
4.18.
97
COMPLEJAS
Y FUNCIONES
VECTORIALES,
Sean f y g dos funciones con valores complejos, continuas en
un punto p de un espacio métrico (S, d). Entonces f + e, f — g y f-g son todas
ellas continuas en p. El cociente f|g también es continuo en p si g(p) 0.
Demostración.
El resultado es trivial si p es un punto aislado de $. Si p es
un punto de acumulación de $, el resultado se sigue del teorema 4.13.
Existe, además, un teorema análogo para las funciones con valores vecto-
riales, que se demuestra de la misma manera, utilizando el teorema 4.14.
Teorema 4.19.
Sean f y g dos funciones continuas en un punto p de un
espacio métrico (S, d), y supongamos que f y g toman sus valores en R". Entonces cada una de las siguientes funciones es continua en p: la suma f + g,
el producto M para cada número real A, el producto escalar f-g, y la norma ||£||.
Teorema 4.20.
Sean f., ..., fn, n funciones reales definidas sobre un subcon-
junto A de un espacio métrico (S, ds) y sea f = (f., .... f.). Entonces f es continua en un punto p de A si, y sólo si, cada una de las funciones f,, ..., f es
continua en p.
Demostración.
Si p es un punto aislado de A no hay nada que demostrar.
Si p es un punto de acumulación, obsérvese que f(x)— f(p) cuando x-—>p
si,
y sólo si, f.(x)
— f:(p) para cada k = 1, 2, ..., .
4.11
EJEMPLOS
DE
FUNCIONES
CONTINUAS
Sea $ = C, el plano complejo. Es un ejercicio trivial demostrar que las siguientes funciones con valores complejos son continuas en C:
a)
b)
las funciones
constantes,
definidas
por f(z) = c para todo
z de C;
la función identidad, definida por f(z) = 7 para todo z de C.
Aplicando
polinomios
repetidamente
el teorema
4.18 se establece la continuidad de los
f(z) = aq + a,7 + ay7 +
donde
los a; son números
-- + az",
complejos.
Si S es un subconjunto de C en el que el polinomio f no se anula, enton-
ces 1/f es continua en $. Por lo tanto una función racional 2/f, donde g y f son
98
Límites y continuidad
polinomios, es continua en cada uno
minador sea no nulo.
Las
funciones
reales
del
Cálculo
de los puntos
elemental,
de C en los que el deno-
tales
como
la
función
expo-
nencial, trisgonométrica, logarítmica, son continuas en todos los puntos en que
están definidas. La continuidad de estas funciones elementales justifica la práctica común de calcular ciertos límites substituyendo la «variable independiente» por el valor límite;
por ejemplo,
lin e* = e =1.
x>0
La continuidad de las funciones exponencial y trigonométrica complejas
es una consecuencia de la continuidad de las funciones reales correspondientes
y del teorema 4.20.
4.12
CONTINUIDAD Y ANTIIMÁGENES
ABIERTOS Y CERRADOS
DE
CONJUNTOS
El concepto de antiimagen es útil para
globales de las funciones continuas.
dar dos importantes
4.21.
Sea f: S —>T una función de un cierto
Defjinición de imagen inversa.
conjunto S en otro conjunto
T. Si Y es un subconjunto
caracterizaciones
de T, la antiimagen
de Y por f, designada por f“Y), se define como el mayor de los subconjuntos de S que se aplica
en Y por medio de f; esto es,
f“(Y) = (x: xES
NOTA.
y f(YEY).
Si f admite función inversa f+, la antiimagen
de Y por medio de f
coincide con la imagen directa de Y por medio de f+, y en este caso no hay
ambigiiedad en la notación f(Y). Nótese también que f-1(4)
=
f '(B)
si
ASBET.
Teorema 4.22.
Sea f: S>T
una función de S en T. Si XCS
e YET
tenemos:
a) Y = fY) implica f(() C Y.
b) Y = f() implica X Cf “).
La demostración del teorema 4.22 es inmediata por cuanto no es más que
una traducción directa de la definición de los símbolos f(Y) y f(F), y se deja
al lector. Obsérvese que, en general, no es posible concluir que Y = f(X) implice X = f(Y).
(Ver el ejemplo
en la Fig. 4.3.)
Límites
y continuidad
Figura
Nótese
que
99
4.3
las afirmaciones
de la siguiente manera:
del teorema
SSr
Obsérvese asimismo que
juntos A y B de T.
4.22 pueden
xX<f
expresarse
también
0.
f“'(A U B) = f1(4)U f'(B)
para
todos
los
subcon-
Teorema 4.23.
Sea f:
S->T una función de un espacio meétrico (S, ds) en
otro (T, dr). Entonces f es continua en $S si, y sólo si, para cada conjunto
ubierto Y de T, la antiimagen f(Y) es abierta en $.
Demostración.
Sea f comtinua sobre S, sea Y un abierto de 7, y sea p un
punto de f(Y). Probaremos que p es interior a f'(Y). Sea y = f(p). Como
que Y es abierto entonces tenemos
Como
que f es continua
Por lo tanto,
que Br(y;
Bs(p; 6) =S *F(Bs(p; ]
luego p es un punto
e)C Y para un cierto e > 0.
en p, existe un 8 > O tal que f(B.(p;
3) C Br(y;
*).
=S -'[Br(Y; ] =S-1(7),
interior a f“(Y).
Recíprocamente, supongamos que f'(Y) es abierto en S para todo subcon-
junto abierto Y de 7. Elijamos p en $ y sea y = f(p). Probaremos que f es
continua en p. Para cada valor e > 0, la bola Br(y; ) es abierta en T, luego
f '"(Br(y; +)) es abierto en S. Ahora bien, si p E f (Br(y; E)) entonces existe
un 8>0 tal que B.(p; 5)< f'(Br(y; )). Por consiguiente, f(B.(p; 5)) <
C Br(y; £), luego f es continua en p.
Teorema 4.24. Sea f:S >T una función de un espacio métrico (S, d:) en
otro (T, dr). Entonces f es continua en $ si, y sólo si, para cada conjunto cerrado Y de T, la antiimagen f(Y) es cerrada en $.
100
Límites
Demostración.
Si
Y
es cerrado
en
STAplíquese
ahora
el teorema
T,
entonces
7 — Y
es
y continuidad
abierto
en
T
y
Y=S8-f'(7).
4.23.
Ejemplos. La imagen de un conjunto abierto por medio de una aplicación continua
no es necesariamente abierta. Un contraejemplo muy simple es el de las funciones
constantes que aplican todo S en un único punto de R'!. Análogamente, la imagen
de un conjunto cerrado en una aplicación continua no tiene por qué ser cerrada.
Por ejemplo, la función real f(x) = arctg x aplica R'! en el intervalo (—7/2,
4.13
FUNCIONES
CONTINUAS
SOBRE
El teorema que sigue prueba que la imagen
función continua es un conjunto compacto.
bales de las funciones continuas.
CONJUNTOS
7/2).
COMPACTOS
de un conjunto compacto en una
Es otra de las propiedades glo-
Teorema 4.25.
Sea f: S>T una función de un espacio métrico (S, d:) en
otro (T, dr). Si f es continua en un subconjunto compacto X de $, entonces la
imagen NX) es un subconjunto compacto de T; en particular, f(X) es un conjunto cerrado y acotado de T.
Demostración. Sea F un recubrimiento abierto de f(Y), es decir f£(X) C Uer 4.
Probaremos que un número finito de conjuntos A recubre a f(X). Como
f es continua sobre el subespacio métrico (X, d;) podemos
aplicar el teore-
ma 4.23 para concluir que cada uno de los conjuntos f(4) es abierto en
(Y, d). Los conjuntos f1(4) forman un recubrimiento abierto de X y, como
X es compacto, un número finito de ellos recubre a X; sea Y C f(4))
U...Uf'(4,). Entonces
=I
|
<SI-1(4)) u ---US-A)]
N
sO
luego f(X) es compacto.
cerrado y acotado.
Como
A,
U
ADI OVFA
corolario del teorema
(4)]
U A
3.38, vemos
que f(X) es
Definición 4.26.
Una función £: S > R* está acotada en $S si existe un número positivo M tal que |f(x)]| < M para todo x de $.
Como f está acotada en $S si y sólo si f(S) es un subconjunto
de R*, tendremos el siguiente corolario del teorema 4.25.
acotado
Límites y continuidad
Teorema 4.27.
espacio euclídeo
entonces
101
Sea f: S—> R* una función de un espacio métrico S en el
R*. Si f es continua en un subconjunto X, compacto en $,
está acotada en X.
Este teorema posee importantes
implicaciones
en el caso de funciones rea-
les. Si f es una función real, acotada sobre X, entonces f(X) es un subconjunto de R, acotado, luego posee supremo, sup f(), e ínfimo, inf f(X). Además,
inf f(X) < f(X) < sup f(X)
=para cada x de Y.
El próximo teorema prueba que una función continua f alcanza efectivamente
los valores sup f(X) e 1nf f(X) si X es compacto.
Teorema 4.28. Sea f:S —>R una función real de un espacio métrico S en
el espacio eucliídeo R. Supongamos que f es continua en un subconjunto X,
compacto en S. Entonces existen puntos p y q de X tales que
S) = inf f()
Sa) = sup
).
NOTA. Como que f(p)< f(x) < f(g) para todo x de X, los números f(p) y
f(q) se llaman, respectivamente, los valores mínimo y máximo globales o absolutos de f en X.
Demostración. El teorema 4.25 demuestra que f(X) es un subconjunto cerrado
y acotado de R. Sea m = inf f(Y). Entonces m es adherente a f(Y) y, por ser
1(X) cerrado, m € f(X). Por lo tanto, m = f(p) para un cierto p de X. Análogamente, f(7) = sup f(X) para un cierto q de X.
Teorema 4.29.
Sea f: S>T una función de un espacio métrico (S, ds) en
otro (T, dr). Supongamos que f es uno a uno sobre S, de modo que la función
inversa f-! existe. Si S es compacto y si f es continua en S, entonces f es continua en f(S).
Demostración.
Por el teorema 4.23 (aplicado a f+) bastará probar solamente
que para cada conjunto cerrado X de S la imagen f(X) es cerrada en 7. (Obsérvese que f(X) es la imagen inversa de X por medio de f-.) Como X es cerrado y S es compacto, X es compacto (por el teorema 3.39), luego f(X) es
compacto
ma
(por el teorema 4.25) y por lo tanto f(X) es cerrado (por el teore-
3.38). Esto
acaba
la demostración.
102
Límites y continuidad
Ejemplo. Este ejemplo muestra que la compacidad de $S es esencial en el teorema 4.29. Sea ¡S = [0, 1) con la métrica usual de R! y consideremos la función f con
valores complejos definida por
f(x) = e?"i*
Ésta
es una
aplicación
continua
uno
mpara0O<x<1.
a uno
del
semi-intervalo
abierto
[0,
1) en el
círculo unidad |z| = 1 del plano complejo. Sin embargo, f-! no es continua en el punto f(0). Por
ejemplo,
si x, = 1 —
(X,) no converge en $S.
4.14
APLICACIONES
1/n, la sucesión
TOPOLÓGICAS
(f(x,))
converge
hacia
f(0) pero
(HOMEOMORFISMOS)
Definición 4.30.
Sea f:
S>T una función de un espacio métrico (S, ds) en
otro (T, dr). Supongamos también que f es uno a uno en S, de modo que la
función inversa f existe. Si f es continua sobre S y f es continua sobre f(S),
entonces diremos que f es una aplicación topológica o un homeomorfismo, y los
espacios métricos (S, d:) y (f(S), dr) se llaman homeomorfos.
Si f es un homeomorfismo, entonces f- también lo es. El teorema 4.23
prueba que un homeomorfismo aplica subconjuntos abiertos de S en subconjuntos abiertos de f(S). Aplica asimismo subconjuntos cerrados de S en sub-
conjuntos cerrados de f(S).
Una propiedad de un conjunto que permanezca invariante frente a las distintas aplicaciones topológicas,
las propiedades de ser abierto,
Un ejemplo importante de
Se trata de una aplicación f: S
la métrica;
es decir,
se llama una propiedad topológica. Así pues,
cerrado, compacto son propiedades topológicas.
homeomorfismo lo constituyen las isometrías.
> T que es uno a uno sobre $S y que conserva
d1—(f(X), f(y))
—
d8(xv
y)
para todos los puntos x e y de $S. Si existe una isometría de (S, ds) en (f(S). dr),
los dos espacios métricos se llaman isométricos.
Las aplicaciones topológicas son particularmente interesantes en la teoría
de curvas. Por ejemplo, un arco simple es la imagen topológica de un intervalo,
y una curva cerrada simple es la imagen topológica de una circunferencia.
4.15
TEOREMA
DE
BOLZANO
Esta sección está dedicada al famoso teorema de Bolzano que concierne a una
propiedad global de las funciones reales continuas en intervalos compactos
[a, b] de R. Si la gráfica de f está por encima del eje de las x en a y por
debajo del eje de las x en », el teorema de Bolzano afirma que la gráfica debe
Límites y continuidad
103
cruzar, por lo menos
una vez, a dicho eje entre a y b. Nuestra
nombre
de la conservación
demostración
se basará en una propiedad local de las funciones continuas conocida con el
de propiedad
Teorema 4.31.
del signo.
Sea f definida en un intervalo S de K. Supongamos que f es
continua en un punto c de S y que f(c) + 0. Entonces existe una bola unidimensional B(c; 8) tal que f(x) tiene el mismo signo que f(c) en B(c; 5) NS.
Demostración.
Supongamos
tal que
que f(c)> 0. Para cada
< > 0 existe un 8>0
Hc) — e < f() < f(c) + e — siempre que x E B(c;
INS.
Elijamos el ó que corresponde a e = f(0)/2 (este € es positivo). Entonces se tiene
4 f(c) < f(x)
<¿ f(c)
siempre que x € B(c; $) NS,
luego f(x) tiene el mismo signo que f(c) en B(c; 5)n$S. La demostración es
análoga en el caso f(c) < 0, excepto en el hecho de que hay que elegir
e = — f(0).
Teorema 4.32 (Bolzano).
Sea f real y continua en un intervalo compacto
[a, b] de R, y supongamos que f(a) y f(b) tienen signos opuestos; esto es, supongamos que f(af(b) < 0. Entonces existe, por lo menos, un punto c del
intervalo abierto (a, b) tal que f(c) = 0.
Demostración.
Por
definición,
supongamos
que (a) > 0 y f(b) < 0. Sea
A = (x: x E [a, b] y f(x)
= 0).
A es no vacío, puesto que a € A, y A está acotado por b. Sea c = sup A. Entonces a < c< b. Probaremos que f(c) = 0.
Si f(c) + 0, existe una bola unidimensional B(c; $) en la que f tiene el mis-
mo signo que f(c). Si f(c) > 0, entonces habrá puntos x > c en los que f(x) > 0,
en contradicción
con
la definición
de c. Si f(c) < 0, entonces
c — 98/2 es una
cota superior para A, contradiciéndose, de nuevo, la definición de c. Por consiguiente debemos
Del teorema
tener f(c) = 0.
de Bolzano
se deduce
dio para funciones continuas.
fácilmente
el teorema
del valor interme-
Teorema 4.33. Supongamos que f es real y continua en un .intervalo compacto S de R. Supongamos que existen dos puntos a < B de S tales que
104
Límites
a)
F f(6). Entonces
en el intervalo (a, f).
f toma
todos los valores comprendidos
y continuidad
entre f(x) y f(S)
Demostración. Sea k un número comprendido entre f(x) y f(8) y apliquemos
el teorema de Bolzano a la función ¿ definida en [x, 6] por medio de la ecuación e(x) = f(x) — K.
El teorema del valor intermedio, juntamente con el teorema 4.29, implican
que la imagen cotinua de un intervalo compacto S por medio de una función
real es otro intervalo compacto;
a saber
Linf /(S), sup /(5)].
(Si f es constante
en $, entonces
el intervalo
sería
siguiente extiende esta propiedad a escenarios más
tricos.
4.16
degenerado.)
La
sección
amplios de espacios mé-
CONEXIÓN
En esta sección se describe el concepto de conexión y su relación con la continuidad.
Dejinición 4.34.Un espacio métrico S se dice que es no conexo si
S=
AUB,
donde A y B son conjuntos abiertos disjuntos de S, no vacíos. Diremos que S
es conexo si no es no conexo.
NOTA. Un subconjunto X de un espacio métrico S se llama conexo si, considerado como subespacio métrico de $, es un espacio métrico conexo.
Ejemplos
1.
2.
3.
4.
El espacio métrico S = R — (0) con la métrica usual euclídea es no conexo, ya
que es unión de dos conjuntos abiertos disjuntos no vacíos, los números positivos
y los números reales negativos.
Cada intervalo abierto de R es conexo. Esto se demostró en la sección 3.4 como
consecuencia del teorema 3.11.
El conjunto Q de los números racionales, considerado como subespacio del espacio euclídeo R', es no conexo. En efecto, Q = 4 U B, donde A consta de todos
los números racionales < y2 y B de todos los números racionales > x/í Análogamente, cada bola de Q es no conexa.
Cada espacio métrico S contiene subconjuntos no vacíos conexos. En efecto, para
cada p de $ el conjunto (p) es conexo.
Para relacionar la conexión con la continuidad introduciremos el concepto
de función a dos valores.
Límites y continuidad
105
Dejinición 4.35. Una función real f que es continua en un espacio métrico S
se llama función a dos valores sobre $ si f(S) = (0, 1).
En otras palabras, una función a dos valores es una función continua cuyos
únicos valores posibles son O y 1. Puede ser considerada como una función continua de $ en el espacio métrico 7 = (0, 1), donde 7 está dotado de la métrica
discreta. Recuérdese que cada subconjunto de un espacio métrico discreto 7
es a la vez abierto y cerrado en 7.
Teorema 4.36. Un espacio métrico S es conexo si, y sólo si, cada una de las
funciones a dos valores definidas en S es constante.
Demostración.
definida
sobre
Supongamos que $S es conexo y sea f una función a dos valores
S. Queremos
probar
que
f es constante.
B = f"((1)) las antiimágenes de los subconjunos
Sean
A = f((0))
(0) y (1). Como
y
(0) y
(1) son subconjuntos abiertos del espacio métrico discreto (0, 1), tanto A
como B son abiertos en $S. Por lo tanto, $ = A UB, donde A y B son con-
juntos abiertos disjuntos. Pero, al ser S conexo, o A es vacío y B =, o bien
B es vacío y A = $S. Tanto en un caso como en el otro, f es constante en $.
Recíprocamente, supongamos que $ es no conexo, luego S = A UB, donde A y B son subconjuntos de $S abiertos disjuntos y no vacíos. Presentaremos
ahora una función a dos valores definida sobre S que no será constante. Sea
_
10
f(x)—il
si XxEA,
si XxEB.
Como que A y B son no vacíos, f toma los valores 0 y 1 y por tanto no es
constante. Además, f es continua sobre S ya que la imagen inversa de cada
subconjunto abierto de (0, 1) es abierto en $.
A continuación demostramos
nexo es conexa.
que la imagen continua de un conjunto co-
Teorema 4.37. Sea f: S > M una función de un espacio métrico S en otro M.
Sea X un subconjunto conexo de $. Si f es continua en X, entonces f(X) es un
subconjunto conexo de M.
Demostración. Sea g una función a dos valores definida sobre f(X). Probaremos que g es constante. Consideremos la función compuesta h definida en X
por medio de la ecuación h(x) = e(f(x)). Entonces h es continua en X y puede
tomar solamente los valores 0 y 1, luego-% es una función a dos valores en X.
Como que X es conexo, h es constante en X y esto implica que g es constante
en f(X). Por consiguiente f(X) es conexo.
106
Límites y continuidad
Ejemplo. Como un intervalo X de R' es conexo, cada imagen continua f(Y) es conexa. Si f toma valores reales, la imagen f(X) es otro intervalo. Si f toma valores
en R”, la imagen f(Y) se llama curva de R". Entonces, cada curva de R” es conexa.
Como corolario al Teorema 4.37, tenemos el teorema siguiente que es una
extensión del de Bolzano.
Teorema
4.38
(Teorema
del
valor
intermedio
para
funciones
reales
continuas). Sea f una función real continua definida en un subconjunto conexo S de R”. Si f alcanza dos valores distintos sobre S, tales como a y b, entonces para cada c comprendido entre a y b existe por lo menos. un punto x
de S en el que f(x) =c.
Demostración.
'
La imagen f(S) es un subconjunto conexo de R'. Por lo tanto,
(S) es un intervalo que contiene a a y a b (ver ejercicio 4.38). Si algún valor c
comprendido
4.17
entre a y b no estuviese en f(S), entonces
COMPONENTES
DE
UN
ESPACIO
f(S) no
sería conexo.
MÉTRICO
Esta sección demuestra que todo espacio métrico S puede expresarse de forma
única como reunión de «trozos» conexos, llamados componentes. Ante todo demostraremos el siguiente.
Teorema
4.39.
Sea F una colección de subconjuntos conexos
métrico S tal que la intersección
U = Uuer 4 es conexa.
Demostración.
Como
de un espacio
T = ( .r A es no vacía. Entonces, la reunión
T- Q, existe un
t de T7. Sea
f una función
a dos
valores definida sobre U. Probaremos que f es constante en U probando que
f(x) = f(t) para todo x de U. Si x € U, entonces x € A para un cierto A de F.
Como A es conexo, f es constante sobre A y, como t E A, f(x) = f(1).
Todo punto x de un espacio métrico S$ pertenece, por lo menos, a un subconjunto conexo de $, a saber (x). Por el teorema 4.39, la reunión de todos
los subconjuntos conexos que contienen a x es también conexo. A esta reunión
la llamaremos componente de S, y la designaremos por U(x). Así, U(x) es el
subconjunto de $ conexo maximal que contiene a x.
Teorema 4.40. Todo punto de un espacio métrico S pertenece a una única
y determinada componente de S. En otras palabras, las componentes de S forman
una colección de conjuntos disjuntos cuya reunión es $.
Límites y continuidad
107
Demostración. Dos componentes distintas no pueden tener ningún punto x en
común ; en otro caso (por el teorema 4.39) su reunión sería un conjunto conexo
más grande que contendría a x.
4.18
CONEXIÓN
POR
ARCOS
En esta sección se describe una propiedad especial, llamada conexión por arcos,
que poseen algunos
euclídeo R”.
Dejinición 4.41.
(pero
no
todos)
los
Un conjunto S de R
conjuntos
conexos
de
un
espacio
se llama arco-conexo si, para cada
par de puntos a y b de $, existe una función f:[0, 1] —> $S tal que
f(0=a
NOTA.
y
f(1)=b.
Una tal función se llama un camino de a a b. Si f(0)+ f(1), la imagen
de [0, 1] por medio de f se denomina arco, que une a con b. Entonces, $S es
arco-conexo si cada dos puntos distintos de S pueden unirse por medio de
un arco contenido en $S. Los conjuntos arco-conexos se llaman también
hexos por caminos. Si f(t) = tb + (1 — ()a para
O<< 1, la curva que
a y b se llama segmento rectilíneo.
coune
Ejemplos
1. Cada conjunto convexo de R” es arco-conexo, ya que el segmento rectilíneo que
une dos puntos del -conjunto está en el conjunto. En particular, las bolas n-dimensionales abiertas y las cerradas son arco conexas.
2. El conjunto de la figura 4.4 (reunión de dos discos cerrados tangentes) es arco
conexo.
Figura 4.4
3.
u ]
Figura
4.5
El conjunto de la figura 4.5 consiste en todos los puntos de la curva descrita por
y = sen (1/x),
O< x < 1, y los del segmento horizontal —1 < x < 0. Este conjunto es conexo pero no arco conexo (ejercicio 4.46).
El teorema que sigue relaciona la conexión por arcos con la conexión.
108
Límites y continuidad
Teorema
4.42.
Todo
conjunto S de R* arco-conexo es conexo.
Demostración. Sea g una función a dos valores definida sobre $S. Probaremos
que g es constante sobre $S. Elijamos un punto a de $. Si x € S, unamos a con x
por medio de un arco 1' contenido en S. Como que T' es conexo, g es constante sobre I' luego ¿(x) = ¿(a). Pero, al ser x un punto arbitrario de S, queda
demostrado que g es constante sobre $, y que $ es conexo.
Hemos visto anteriormente que hay conjuntos conexos que no son arco
conexos. Sin embargo, ambos conceptos son equivalentes en el caso de conjuntos abiertos.
Teorema
4.43.
Demostración.
Un
conjunto
abierto conexo
Sea S un conjunto
x ES. Probaremos
de R*
abierto y conexo
es arco-conexo.
de K” y supongamos
que
que x puede unirse con cualquier otro punto y de $S por
medio de un arco contenido en S. Designemos por A el subconjunto de $ for-
mado por los puntos que pueden unirse con x, y sea B = S — 4. Entonces
S= AUB, donde A y B son disjuntos. Ahora demostraremos que tanto A
como B son abiertos en R”.
Sea
aC A y unamos a con x por medio de un arco 1' contenido en $.
Como que a E S y $ es abierto, existe una bola n-dimensional B(a) C S. Cada y
de B(a) puede unirse con a por medio de un segmento rectilíneo (contenido
en $) y por lo tanto con x por medio de TI'. Así pues, si y € B(a), entonces
y C 4. Esto implica que B(a) C 4, y por lo tanto A es abierto.
Para ver que B también es abierto, supongamos que b € B. Entonces existe
una bola n-dimensional B(b) C S, ya que $ es abierto. Ahora bien, si un punto y de B(b) pudiese unirse con x por medio de un arco 1”, contenido en $,
el punto b también podría unirse con x, uniendo primeramente b con y (por
medio
de un segmento
rectilíneo contenido
en B(b))
y utilizando
después
I”.
Pero como b € A, ningún punto de B(b) deberá pertenecer a A. Así, B(b) C B,
luego B es abierto.
Hemos obtenido, por lo tanto, una descomposición S = A UB, donde A
y B son conjuntos de R” abiertos y disjuntos. Pero, A es no vacío ya que
x E.A. Como que $ es conexo, B deberá ser vacío, con lo cual S = 4. Ahora
bien, es evidente que A
es arco-conexo ya que cualquier par de puntos de A
pueden unirse por medio de un arco conveniente, uniendo primeramente cada
uno de ellos con x. Por consiguiente, S es arco-conexo y la demostración está
terminada.
NOTA.
Un
camino
f:[0,
1]>S
se llama poligonal si la imagen
de [0, 1] por
medio de f es la reunión de un número finito de segmentos rectilíneos. El mis-
Límites
mo
y continuidad
109
argumento utilizado para demostrar el teorema 4.43 prueba además
cada conjunto conexo
de R” es conexo por poligonales;
que
es decir, cada par de
puntos del conjunto puede unirse con un arco poligonal contenido en el con-
junto.
Teorema 4.44. Todo conjunto abierto S de R* puede expresarse de forma
única como reunión de una familia disjunta numerable de conjuntos conexos
y abiertos.
Demostración. Por el teorema 4.40, las componentes de S constituyen una
colección de conjuntos disjuntos cuya reunión es S. Cada componente 7 de $S
es abierta, puesto que si x E 7 existe una bola n-dimensional B(x) contenida
en S. Como B(x) es conexo, B(x) C 7, luego T es abierto. Por el teorema de
Lindelóf (teorema 3.28), las componentes de S constituyen una colección numerable, y por el teorema 4.40 la descomposición en componentes es única.
Dejinición 4.45.
Un conjunto de R" se llama región si es la reunión de un
conjunto conexo abierto con alguno, ninguno, o todos sus puntos frontera. Si
ninguno de sus puntos frontera está incluido en la región, se dice que ésta
es una región abierta. Si todos los puntos frontera están incluidos, se dice que
la región es una región cerrada.
NOTA. Algunos autores utilizan la palabra
especialmente en el plano complejo.
4.19
CONTINUIDAD
Supongamos
dominio
en vez de región
abierta,
UNIFORME
que f está definida
en un cierto
espacio
métrico
sus valores en otro espacio métrico (T, dr), y supongamos
(S, ds) y tiene
que f es continua
en un subconjunto A de $S. Entonces, dado un punto p de A y un e > 0, existe
un 8 > 0 (que depende de p y de ) tal que, si x € 4, entonces
dr(f(x). f(p)) < :
siempre
que d.(x, p)
< .
En general no se debe esperar que, fijado e, el mismo valor de 8 sirva para
cada punto p de A. Sin embargo, puede ocurrir. Cuando ocurre, se dice que la
función es uniformemente continua en áA.
Dejinición 4.46. Sea f:S —> T una función de un espacio métrico (S, ds) en
otro espacio métrico (T, dr). Entonces se dice que f es uniformemente continua en un subconjunto A de $ si verífica la siguiente condición:
110
Límites y continuidad
Para cada < > O existe un 8 > O (que
que si
XE A y p E A entonces
dr(f(x). f(p)) < :
depende
exclusivamente
de
siempre que dg(x, p) < %.
¿) tal
(6)
A fin de insistir en la diferencia entre continuidad sobre A y continuidad
uniforme sobre A consideraremos los siguientes ejemplos de funciones reales.
Ejemplos
1. Sea f(x) = 1/x para x > 0 y consideremos A = (0, 1]. Esta función es continua
en A pero no es uniformemente continua en A. Para demostrarlo, sea e = 10,
y supongamos que encontrásemos un 38,
O<< S< 1, que satisficiese la condición
de la definición. Haciendo x = 8, p = 8/11, tendríamos |x — p| <$ y
11
1
10
> 0.
ISO —— FADI = ——=—
r
5>1
2.
Luego para esos dos puntos tendríamos siempre |f(x)— f(p)| > 10, en contra de
la definición de continuidad uniforme.
Sea f(x) = x*? si xER! y tomemos A = (0, 1] como antes. La función
formemente continua sobre A. Para demostrarlo, observemos que
0)
Si |*—p|
— ID
es uni-
= l* — P*| = 1E — PRE + P| < 21x — nl
$, entonces
|f(x)
— f(p)| < 28. Luego,
si e está dado,
0 = €l/2 para garantizar que |f(x)— f(p)| < < para cada par x, p con
Esto prueba que f es uniformemente continua sobre A4.
basta
tomar
|Xx—p| <$.
Un ejercicio instructivo consiste en demostrar que la función del ejemplo 2
no es uniformemente continua sobre R'.
4.20
CONTINUIDAD
UNIFORME
Y CONJUNTOS
COMPACTOS
La continuidad uniforme en un conjunto A implica la continuidad en A. (El
lector puede
comprobarlo.)
El recíproco
también
es cierto si 4
es compacto.
Teorema 4.47 ( Heine). Sea f:S —> T una función definida entre dos espacios métricos (S, ds) y (T, dr). Sea A un subconjunto compacto de S y supongamos que f es continua en A. Entonces f es uniformemente continua en A.
Demostración.
bola Bs(a;
Dado
que e > 0, a cada punto a de A se le puede asociar una
), con r dependiendo de a, tal que
dr(f(x). a)) < -;-
siempre
que x € B.4(a; ) NA.
Límites y continuidad
111
Consideremos la colección de las bolas By(a; r/2) de radio r/2. Recubren a 4
y, como A es compacto, basta un número finito de ellas para recubrir a A,
o sea
AS
U Bda,;
k=1
2
E).
En cualquiera de las bolas de doble radio, B¿(a;; 7;) se tiene
dr(f(x). (a)
< —28—
siempre
que x €E.By(a; 74) N 4.
Sea 8 el menor de los números r7,/2, ..., m/2. Probaremos que este 3 satisface
la definición de continuidad uniforme.
En efecto, consideremos dos puntos de A, por ejemplo x y p, con
d(x, p) < 5. En virtud de la anterior discusión existirá una bola Bg(a;; r./2)
que contenga
a x, luego
E
dr(S(x), F(ay)) < Por la desigualdad triangular tenemos que
ds(p, ay) < d<(p, X) + ds(x, ay) < Ó + r_; < r_; + > = Yy
Por lo tanto, p € Bs(as ; r,) N'S, y entonces tenemos también que
dr(f(P). f(ar)) < €/2.
Utilizando, una vez más, la desigualdad triangular obtenemos
d1(f(x), S(P)) < dr(SC), a) + drlfla, SOP)) < 56 + 2£ = e.
Esto
4.21
termina
la demostración.
TEOREMA
DEL
PUNTO
FIJO
PARA
CONTRACCIONES
Sea f::S > S una función de un espacio métrico (S, d) en sí mismo. Un punto p
de S es un punto fijo de f si f(p) = p. La función f se denomina contrac-
ción de $ si existe un número positivo
o coeficiente de contracción), tal que
d(f(X). f(7)) <« dx, y)
% < 1 (llamado constante de contracción
para todo x, y de $.
(7)
112
Límites y continuidad
Es evidente que
continua.
una
contracción
de
un
espacio
métrico
es uniformemente
Teorema 4.48 (Teorema del punto fijo). Una contracción f de un espacio
métrico completo S tiene un único punto fijo p.
Demostración. Si p y p' son dos puntos fijos, (7) implica d(p, p) < « d(p, p).
luego d(p, p) = 0 y p = p'. Luego f posee, a lo sumo, un punto fijo.
Para probar que existe uno, elijamos un punto x de $S y consideremos la
sucesión de iteraciones :
x,
S), 170
Es decir, se define recurrentemente la sucesión (p,) por medio de:
Po
=
X,
Pn+1
=f(Pn),
n=0,1,2,...
Probaremos que (7,) converge hacia un punto fijo de f. Ante todo demostra-
remos
que
(p,)
es una
sucesión
d(pn+lº
pn)
—
de Cauchy.
De
d(f(pn)af(pn-—l))
<
(7) obtenemos
ad(pm
pn—l)>
y, entonces, por inducción, resulta que
dPn+1> Pa)
donde c = d(p,.p,).
m > h,
Utilizando
m-i
<
la
2 dlp:, Ppo) =
desigualdad
m—i
dP P) < Y dlDii:
k=n
) S € )=c
k=n
CO”,
triangular
a
n
—
1
—
hallaremos,
m
Q
<
(4
1
—
para
n
QA
e.
Como 4” —> 0 cuando n — oo, dicha desigualdad triangular prueba que fp,) es
una sucesión de Cauchy. Pero como $S es completo, existe un punto p de $ tal
que P,— p. Por la continuidad de f,
1) = f<lim p…) = lim f(p,) = lim p.ri = D.
n>o
n>»
oo
n>o
luego p es un punto fijo de f. Esto acaba la demostración.
Muchos
teoremas
importantes
de existencia del Análisis son consecuencias
fáciles del teorema del punto fijo. Damos ejemplos en los ejercicios 7.36 y 7.37.
La referencia 4.4 lo aplica al Anmálisis numérico.
Límites
4.22
y continuidad
113
DISCONTINUIDADES
DE
LAS
FUNCIONES
REALES
El resto de este capítulo lo dedicaremos a estudiar propiedades especiales de
funciones reales definidas en subintervalos de R.
Sea f una función real definida sobre un intervalo (a, b). Supongamos que
c E [a, b). Si f(x) > A cuando x — c con valores mayores que c, diremos que
A es el límite lateral por la derecha de f en c y lo indicaremos, escribiendo
lim f(x) = 4.
xX>IC+
El límite lateral por la derecha se designa también por medio de f(c+). En la
terminología e, 0 significa que para todo e > 0 existe un 8 > O tal que
)
— f(c+)| <e
siempre
que
c< X<c
+385<EB.
Nótese que f no necesita estar definida en el punto c. Si f está definida en c
y es f(c+) = f(c), diremos que f es continua por la derecha en c.
Los
límites laterales por la izquierda y la continuidad
en c se definen
Si a<c<
análogamente
si c E (a, bl.
por la izquierda
b, entonces f es continua en c si, y sólo si,
He) = Hc+) = Ñ(c—).
Diremos que c es una discontinuidad de f, si f no es continua
caso deberá darse alguna de las siguientes condiciones:
a)
b)
c)
O no existe f(c+) o no existe f(c—).
Tanto f(c+) como f(c—) existen pero son distintos.
Tanto f(c+) como f(c—) existen y f(c+) = f(c—)£ f(O.
En
el caso
(c) se dice que el punto
c es una
en c. En
este
discontinuidad evitable, ya que
la discontinuidad podría evitarse volviendo a definir f en c de suerte que el
valor de f en c fuese f(c+) = f(c—). En los casos
una
discontinuidad
aunque volvamos
inevitable dado
a definir f en c.
(a) y (b), se dice que c es
que la discontinuidad no puede
evitarse
Dejinición 4.49. Sea f una función definida sobre un intervalo cerrado [a, b].
Si f(c+) y f(c—) existen en un punto interior e, entonces:
a)
b)
C)
f(c)— f(c—) se llama el salto de f a la izquierda de c,
f(c+)— f(c) se llama el salto de f a la derecha de e,
f(c+)—f(c—) se llama el salto de f en c.
114
Límites
y continuidad
Si alguno de ellos es distinto de 0, entonces se dice que f tiene una discontinui-
dad de salto en c.
En los puntos extremos a y b, sólo consideraremos uno de los saltos laterales, el salto a la derecha en a, f(a+)— f(a), y el salto a la izquierda en b,
15) — 16—).
Ejemplos
1.
La función f definida por f(x) = x/|x| si x £ 0, f(0) = 4, tiene una discontinui-
2.
dad de salto en 0, independiente del valor de A. Aquí f(0+) = +1 y f(0—) = —I.
(Ver fig. 4.6.)
La función f definida por f(x) = 1 si
x=* 0, f(0) = 0, posee un salto de discon-
tinuidad evitable en 0. En este caso f(0+) = f(0—) =1.
Figura 4.6
Figura
4.7
3.
La función f definida por f(x) = 1/x si x £ 0, f(0) = 4, tiene un punto de discontinuidad inevitable en 0. En este caso f(0+) y f(0—) no existen. (Ver fig. 4.7.)
4. La función f definida por f(x) = sen (1/x) si x = 0, f(0) = 4, posee una discon5.
tinuidad inevitable en O ya que f(0+) y f(0—) no existen. (Ver fig. 4.8.)
La función f definida por f(x) = x sen (1/x) si x = 0, f(0) = 1, tiene un punto
de discontinuidad evitable en 0, ya que f(0+) = f(0—) = 0. (Ver fig. 4.9.)
í
Figura 4.8
NU;.
Figura 4.9
Límites y continuidad
4.23
FUNCIONES
115
MONÓTONAS
Definición 4.50. Sea f una función real definida en un subconjunto S de R.
Entonces f es creciente (o no decreciente) en $S si para todo par de x e y de $,
x<y
implica
f(X)<(f0).
Si x < y implica f(x) < f(y), entonces f se llama estrictamente creciente sobre $S.
(Las funciones decrecientes se definen análogamente.) Una función se llama
monótona en $ si es creciente o decreciente en $.
Si f es una función creciente, entonces
—f es una función decreciente. Gra-
cias a este resultado tan simple, resulta que en muchas de las situaciones que
involucren
funciones
ciones crecientes.
Probaremos
que
monótonas
las funciones
bastará
considerar
monótonas
sólo
el caso
en intervalos
de
compactos
las
fun-
poseen
siempre límite lateral por la derecha y límite lateral por la izquierda. Por lo
tanto
sus discontinuidades
(si tiene) deben
ser discontinuidades
de salto.
Teorema 4.51. Si f es creciente en [a, bl, entonces f(c+) y f(c—) existen las
dos para cada c de (a, b) y se tiene
He—) <£ I) < F(e+).
En
los puntos extremos se tiene f(a) < f(a+) y f(b—) < f(b).
Demostración.
Sea A = (f(x):
a< x < c). Como f es creciente, este conjunto
está acotado superiormente
por f(c). Sea « = sup A. Entonces « < f(c) y
probaremos
que
f(c—) existe y es igual a e.
Para ello probaremos
c—
primero que para cada e > 0 existe un ó > 0 tal que
d< x<c
implica
|f(x)—a| <e.
Pero como « = sup A, existe un elemento f(x,) de A tal que « — e < f(x ) <«.
Como f es creciente, para cada x de (x,, c) tenemos también que « — e < f(x) <
< , y por lo tanto |f(x) — «| < e. Por consiguiente, el número 8 = c — , tiene
la propiedad requerida. (La demostración de que f(c+) existe y es — f(c) es
análoga y sólo algunas modificaciones triviales son necesarias en el caso de los
puntos extremos.)
Existe, además, un teorema análogo
lector puede formular por sí mismo.
para
funciones
decrecientes
que
el
116
Límites
y continuidad
Teorema 4.52. Sea f estrictamente creciente en un conjunto S de R. Eñntonces f existe y es estrictamente creciente en f(S).
Demostración.
f
Como
f es estrictamente
creciente, es uno
a uno
en $, luego
existe. Para ver que f+ es estrictamente creciente, sean y, < y, dos puntos
de f(S) y sea x, = f (), x, = f-1(y,). No puede ser que x, > x,, ya que entonces tendríamos también que y, > y,. La única alternativa es x, < x,, y esto
significa que f-! es estrictamente creciente.
El teorema
4.52 junto
con
el teorema
4.29 conducen
a:
Teorema 4.53. Sea f estrictamente creciente y continua en un intervalo compacto [a, b]. Entonces f es continua y estrictamente creciente en el intervalo
U(a). f(b)].
NOTA. El teorema 4.53 nos dice que una función continua, estrictamente creciente es una aplicación topológica. Recíprocamente, toda aplicación topológica de un intervalo [a, b] sobre un intervalo [c, d] debe ser una función estrictamente
monótona.
La
verificación
de
este
muy instructivo para el lector. (Ejercicio 4.62.)
hecho
constituye
un
ejercicio
EJERCICIOS
Límites de sucesiones
4.1
42
Probar cada una de las afirmaciones siguientes acercade sucesiones de C.
a)
b)
C)
7?>0 si |z| < 1; (7”) diverge si |z| > 1.
Si Z, >0 y si (c,) está acotada, entonces (c,,7,) — 0.
Z"/n! —>0 para cada complejo z.
d) Si a, = / n? + 2—n,
Si ap., = (,,,
entonces a, — 0.
+ a,)/2 para todo
n = 1, expresar a, en función
de a, y a,, y
demostrar que a, — (a, + 2a,)/3. Observación: d,.7 — d,.1 = a, — An41)4.3 Si
O<x,<1
y si X,,, =1— V1 — x, para todo n
1, probar que (x,) es
una sucesión decreciente con límite 0. Probar además que x,,,,/X, > $.
4.4 Dos sucesiones de enteros positivos (a,) y (b,) se definen recursivamente haciendo a, = b, =1 e igualando las partes racionales e irracionales de la ecuación
ay + b, V2 = (ay_1 + b.-1V22
paran>2.
Probar que a,? —2b,? = 1 para n 2 2. Deducir que a,/b,— J2 por medio de valores > x/5, y que 2b,/a, > V2 por medio de valores <2.
Límites
y continuidad
4.5
Una
4.7
En
sucesión
real
117
(x,)
satisface
7X,,,, = X,? + 6 para
n Z2 1. Si x, =3,
pro-
bar que la sucesión crece y hallar su límite. ¿Qué ocurre si x, =3 o si x, = 3?
4.6 Si la,| < 2 y la,,, — an4 1| < $a7 1 — a7| para todo n> 1, probar que (a)
converge.
un
espacio
métrico
(S,
que dX,, y,)> d(% ).
d)
suponemos
que
x, —>Xx
y que
y, —>y.
Probar
4.8 Probar que en un espacio métrico compacto (S, d), cada sucesión de S admite
una subsucesión convergente en $. Esta propiedad implica también que $S es compacto, pero no se pide una demostración de este resultado. (Una demostración puede
encontrarse en las referencias 4.2 o 4.3.)
4.9 Sea A un subconjunto de un espacio
que A es cerrado. Probar que el recíproco
completo.
Límites
NOTA.
métrico S. Si A es completo, probar
también es cierto siempre que $S sea
de funciones
En los ejercicios 4.10 a 4.28 todas las funciones serán reales.
4.10 Sea f definida en un intervalo abierto (a,
Consideremos las des afirmaciones siguientes:
a) lim |/Gx + A - foY| = 0;
pero
4.11
que
(a) siempre
(a) no.
Sea f definida
implica
en R?.
Si
los
dos
límites
lm
f7y
en el que
Consideremos
lim,.,, f(X,
y—>b
) SO ) =
y)
y
lim,,;f(x,
x>a
— íºº8(
Xy
d)f(x'y)_Ío
'
2
—
7
(X +)) sen(1/x) sen (1/y)
sen
x — sen y
e) S(x, y) = [ te x—tgy
cOS? x
sigue:
SI(X,y)$(0,0),Í(
+)y
c) f(x, y) = 1—c sen (xy)
_
y>b
ahora las funciones f definidas en R? como
X
Pb).
= L
unidimensionales
—y
—2__3
f(x,y)=
x € (a,
(b) se verifique
lim [llim f(x, »] = lim flim fGx, »)] = L.
x—-+>a
a)
que
h>0
(b), y dar un ejemplo
(X.3y)>(a,b)
y si existen
bar que
supongamos
b) lim |f(x + h) - f« — M| =0.
h>0
Probar
b) y
0.
0,0)
)_=
,
si(x, ») * (0, 0), /(0, 0) = 0.
six £ 0,1(0, y) = ».
six£X0
e
y =0,
six=00y=0.
si te x * tg y,
si tg x = tg y.
y),
pro-
118
Límites
y continuidad
En cada uno de los ejercicios anteriores, determinar cuándo existen los límites que
se proponen y calcular los que existan:
lim [im /(x, y)] ;
x>0
4.12
lim flim f(x, 7)] ;
y->0
y>0
x—-+>0
hm _
(X,y)>(0.0)
f(x, y.
Si x € 0, 11 probar que el siguiente límite existe,
lim [lim cos?" (m! 7x)] ,
m>XO
y que su valor es 0 o 1, según
Continuidad
4.13
para
4.14
de funciones
n>o
que x sea irracional o racional.
reales
Sea f continua en [a, b] y sea f(x) = 0 si x es racional. Probar que f(x) =0
todo x de [a, b].
Sea f continua en el punto a = (a,, a,, ..., a,) de R”. Conservemos a,, a,, ..., a,
fijos y definamos
una
ecuación
nueva
función g de una sola variable real definida por la
g(x)
_
f(X,
dZ2y
...,
an)—
Probar que g es continua en el punto x = a,. (Este resultado suele expresarse diciendo que una función continua de n variables es continua en cada una de ellas
separadamente.)
4.15 Probar por medio de un ejemplo que el recíproco
cida en el ejercicio 4.14 no es verdadero en general.
4.16 Sean f, g y h definidas en [0, 1] como sigue:
f(x) = g(x) = h(x) = 0,
f(x) =1 y 2(x) =,
de la proposición
estable-
siempre que x sea irracional;
siempre que x sea racional;
h(x) = 1/n, si x es el racional
h(0) = 1.
m/n
(irreducible);
Probar que f no es continua en ningún punto de [0, 11, que ¿g es continua sólo
en y = 0, y que 7 sólo es continua en los puntos irracionales de [0, 1].
4.17 Para cada x de [0, 1], sea f(x) = x si x es racional, y sea f(x) = 1 — x si x es
irracional. Probar que:
a) f(f(x)) = x para todo x de [0, 1].
b)
f(x) + f(1
d)
f toma
c)
4.18
— x) =
1 para
todo x de
todos
los valores
comprendidos
1].
entre
O y 1.
e) fx+y)— f(x)— f(y) es racional para todos los x e y de [0, 1].
Sea f definida en R y supongamos que existe por lo menos un punto x, de R
en el que f es continua.
face la ecuación
Supongamos
fE +
Probar
[0,
f es continua sólo en el punto x = $.
que existe una constante
también
que, para
cada
x e y de R, f satis-
= 1Y) + 0).
a tal que f(x) = ax para
todo r.
Límites y continuidad
119
4.19 Sea f continua en [a, b] y definamos g como sigue: e(a) = f(a) y, para a< «
< b, g(x) es el máximo de los valores de f del intervalo [a, x]. Probar que ¿ es
continua
en
[a, b].
4.20 Sean f,, ..., f,, m funciones reales definidas en un conjunto S de R”. Supongamos que cada f; es continua en el punto a de S. Definir una nueva función f como
sigue: Para cada x de $, f(x) es el mayor de los m valores f,(x), ..., fm(x). Dis-
cutir la continuidad de f en a.
4.21 Sea f:S —>R continua en un conjunto abierto S de R”, supongamos que p E S
y que f(p) > 0. Probar que existe una bola n-dimensional B(p; r) tal que f(x) > 0
para cada x de la bola.
4.22 Sea f definida y continua en un conjunto cerrado S de R. Sea
A =(Xx:xES
y
fx)=0).
Probar que A es un subconjunto cerrado de R.
4.23 Dada una función f:R —R, definimos dos conjuntos A y B en R? como sigue:
A = (4,»):y <SO)h
B=1(%,9:7 > S).
Probar que f es continua en R si, y sólo si, tanto
4 como B son subconjuntos
abiertos de R?.
4.24 Sea f definida y acotada en un intervalo compacto $S de R. Si T7 CS, el número
Q (T) = sup (f(x) — f(9): xe T, y E T)
se llama
número
oscilación de
f
en T. Si x€ESS, la
oscilación de f en x se define como
0() = lim B6
-+0+
D)
el
5).
Probar que este límite existe siempre y que wr(x) = 0 si, y sólo si, f es continua en x.
4.25 Sea f continua en un intervalo compacto [a, b]. Supongamos que f tiene un
máximo local en x, y un máximo local en x,. Probar que debe existir un tercer
punto entre ¡x, y x, en el que f posea un mínimo local.
NOTA. Decir que f posee un máximo local en x, significa que existe una bola unidimensional B(x,) tal que f(x) < f(x,) para todo x de B(x)N [a, b]. Los mínimos
locales se definen análogamente.
4.26 Sea f una función real, continua en [0, 1], con la siguiente propiedad: para
cada número real y, o no existe ningún x de [0, 1] para el cual f(x) = y o bien
existe uno exactamente. Probar que f es estrictamente monótona en [0, 1].
4.27 Sea f una función definida en [0, 1] con la siguiente propiedad: Para cada
número real y, o no existe ningún x en [0, 1] que verifique f(x) = y,o bien existen
exactamente dos valores de x en [0, 1] para los cuales f(x) = y.
a) Probar que f no puede ser continua en [0, 11.
b) Construir una función f que tenga esta propiedad.
c) Probar
que una función con esta propiedad
discontinuidades
en
[0,
1].
debe tener una
infinidud
de
120
4.28
Límites
En cada caso, dar un ejemplo de una función
que f(S) = 7, o explicar
de un
T = (0, 1].
b) $ = (0, 1,
T = (0, 1) U (1,2).
d)
e)
£)
g)
S
S
S
S
=
=
=
=
Continuidad
[0,1]V
[0,1] x
[0,1] x
(0,1) x
en espacios
los ejercicios que
T =el
[2,3],
[0,1],
[0,1],
(0, ),
van
conjunto
no puede
de los números
7=(0,1).
7 =R?2.
7 =(0,1) x 0, 1).
T=R?2.
existir tal f:
racionales.
métricos
del 4.29 al 4.32, suponemos
de un espacio métrico (S, d;) en otro (7, dr).
4.29 Probar que f es continua en $ si, y sólo si,
f- '(int B) < int f-1(B)
4.30
, continua sobre S de modo
ejemplo .por qué
a) S = (0, 1),
c) S = R',
En
por medio
y continuidad
Probar que f es continua en $
f(A) < f(A)
que f:S— 7 es una
función
para todo subconjunto B de 7.
si, y sólo si,
para cada subconjunto A de $S.
4.31 Probar que f es continua en $ si, y sólo si, f es continua sobre cada subconjunto compacto de S. Indicación. Si x, —>p en S, el conjunto f(p, X., X,, ...) eS
compacto.
4.32 Una función f:S —7 se denomina aplicación cerrada en $S si la imagen f(4),
de cada uno de los cerrados A de , es cerrada en 7. Probar que f es continua y
cerrada si, y sólo si, / (A) = f(A) para cada subconjunto A de $.
4.33
Dar
un ejemplo de una función continua f y de una
sucesión de Cauchy
de S para los que (f(x,)) no sea de Cauchy en T7.
4.34 Probar que el intervalo (—1, 1) de R' es homeomorfo
(x,)
a R'. Ello demuestra
que ni la completitud ni la acotación son propiedades topológicas.
4.35 La sección 9.7 contiene un ejemplo de una función f, continua en [0, 1], con
f(O, 1)) = [0, 1) X [0, 1]. Probar que dicha f no puede ser uno a uno sobre [0, 1].
Conexión
4.36 Probar que un espacio métrico S es no conexo si, y sólo si, no existe ningún
subconjunto A de S, A
S, que sea a la vez abierto y cerrado en $.
4.37
Probar
que
dos,
semiabiertos,
un
espacio
métrico
S es conexo
si, y sólo
si, los únicos
subcon-
juntos de S que son a la vez abiertos y cerrados en S son el vacío y el propio $.
4.38 Probar que los únicos subconjuntos conexos de R son (a) el conjunto vacío,
(b) los conjuntos formados por un solo punto, y (c) los intervalos (abiertos, cerrao infinitos).
Límites
y continuidad
121
4.39 Sea Y un subconjunto conexo de un espacio métrico S. Sea Y un subconjunto
de S tal que X C Y C Y, donde Y es la clausura de Y. Probar que Y también es
conexo.
En
particular,
esto
prueba
que
X
es conexo.
4.40 Si x es un punto de un espacio métrico S, sea U(x) la componente de $ que
contiene a x. Probar que U(x) es cerrado en $.
4.41 Sea S un subconjunto abierto de R. Por el teorema 3.11, $ es la reumión de
una colección numerable y disjunta de intervalos abiertos de R. Probar que cada
uno de estos intervalos abiertos es una componente del subespacio métrico $S. Explicar por qué esto no contradice al ejercicio 4.40.
4.42
Se da un conjunto compacto S de R” con la siguiente propiedad:
Para cada
par de puntos a y b de $S y para cada e > 0 existe un conjunto formado por
número finito de puntos (xo, X,,..., X,) en $ con Xo = ay X, = b tal que
ka—'xk_¡l|
<
€
pa_1'ak=
un
1',2,...,".
Probar o refutar: $S es conexo.
4.43 Probar que un espacio métrico S es conexo si, y sólo si, cada subconjunto
no vacío de $ tiene una frontera no vacía.
4.44 Probar que cada subconjunto convexo de R” es conexo.
4.45 Se da una función f:R” >R” que sea continua en RK” y uno a uno. Si A es
abierto
y
no conexo de R”, probar que f(4) es un abierto no conexo de £ (R”).
4.46 Sea A = ((x, y):0O
<< x < 1, y = sen 1/x), B = ((x, y):y = 0, —1<x
< 0) y
sea S$ = A UB. Probar que $ es conexo pero no arco-conexo. (Ver la figura 4.5,
sección 4.18.)
4.47
pactos
(1
Sea F =(F,,
de
R”
tales
F,, ...) una colección numerable de conjuntos conexos y comque
F;.., C F;
F, es conexa y cerrada.
para
cada
K > 1.
Probar
que
la
intersección
4.48 Sea S un conjunto conexo y abierto de R”. Sea 7 una componente
Probar que R* —7 es conexo.
4.49
Sea
(S, d) un
espacio
métrico
de S y cada r > 0, el conjunto
Continuidad
uniforme
4.50
que una
Probar
función
conexo
no acotado.
Probar
(x: d(x, a) = r) es no vacío.
que es uniformemente
continua
de R”
— $.
que para cada
en un
conjunto
a
$ es
también continua en $.
4.51 Si f(x) = x*? para cada x de R, probar que f no es uniformemente continua en R.
4.52 Supongamos que f es uniformemente continua sobre un conjunto acotado S
de R". Probar que f debe estar acotada en $.
4.53 Sea f una función definida en un conjunto $ de R” y supongamos que f(S) C R”.
Sea g definida en f(S) con valores en R*”, y sea h la función compuesta definida
por h(x) = g[f(x)]) si xE S. Si f es uniformemente continua en $S y g es uniformemente continua en f(S), probar que h es uniformemente continua en $S.
4.54 Supongamos que f:S — 7 es uniformemente continua en $, donde $ y 7 son
espacios métricos.
Si (x,) es una sucesión de Cauchy
una sucesión de Cauchy
en 7. (Comparar
en S, probar que
con el ejercicio 4.33.)
(f(x,)) es
122
Límites
y continuidad
4.55 Sea f:S >T función de un espacio métrico S en otro espacio métrico T7.
Supongamos que f es uniformemente continua en un subconjunto A de $S y que 7 es
completo. Probar
nua en á4.
que existe una
única extensión
de f a A uniformemente
4.56 En un espacio métrico (S, d), sea 4 un subconjunto
una función f,:S —>R* por medio de la ecuación
conti-
no vacío de S. Definimos
Ja(x) = inf (d(x, ) : y € 4)
para cada x de $S. El número f,(x) se llama la distancia de x a 4.
a) Probar que f, es uniformemente continua sobre $.
b) Probar que A = (x:x€S y f,(x) = 0).
4.57
En
un
espacio
métrico
(S,
d),
sean
A
y B
subconjuntos
cerrados
disjuntos
de $S. Probar que existen subconjuntos U y Y de $ abiertos disjuntos tales que
ACU y BECV. Indicación. Sea e(x) = f,(x)
— f:(), siguiendo la notación del
ejercicio 4.56, y consideremos g-1(—oo; 0) y g-1(0, +>0).
Discontinuidades
4.58 Localizar y clasificar las discontinuidades
mediante las siguientes ecuaciones:
de las funciones
a) f(x) = (sen x)/x
b) f(x) = e'/*
si
x5 0, f(0) = 0.
si x F 0, f(0) = 0.
c) f(x) = e? + sen (1/x)
d) f(x) = 1/(1 — e1/%)
si x=0, f(0)=0.
si x £ 0, f(0) = 0.
)
fa) =e
f definidas
en
R:
4.59 Localizar los puntos de R? en los que cada una de las funciones del ejercicio 4.11 no es continua.
Funciones
monótonas
4.60 Sea f definida en un intervalo abierto (a, b) y supongamos que para cada
punto interior x de (a, b) existe una bola unidimensional B(x) en la que f es creciente.
Probar que f es una función creciente en todo
(a, b).
4.61 Sea f continua en un intervalo cerrado [a, b] y supongamos que
máximos y mínimos locales en el interior del intervalo. (Ver la NOTA
ejercicio 4.25.) Probar que f debe ser monótona en [a, b|.
4.62 Si f es uno a uno y continua en [a, b], probar que f ha de ser
monótona en [a, b]. Esto es, probar que cada aplicación topológica de
un intervalo [c, d] debe ser estrictamente monótona.
4.63
Sea f una
teriores tales que
función
creciente definida en
a < X¡ < Xy < --<
[a, b] y sean x,,
Xy < b.
Deducir
de
numerable.
la parte
(a) que
el conjunto
de
estrictamente
[a, b] sobre
..., X, n puntos
a) Probar que Xk=1 Ú Cx+) — Sk—)]) < HB—) — Ha+).
b)
f carece de
que sigue al
las discontinuidades
de
in-
f es
Límites y continuidad
c)
Probar
123
que f posee puntos
de continuidad
en cada uno de los subinter-
valos abiertos de [a, b].
4.64 Dar un ejemplo de una función f, definida y estrictamente creciente
conjunto S$ de R tal que f- no sea continua en f(S).
4.65 Sea f estrictamente creciente en un subconjunto S de R. Supongamos
imagen f(S) verifica una de las propiedades siguientes: (a) f(S) es abierto;
conexo; (c) f(S) es cerrado. Probar que f debe ser continua en $.
Espacios
4.66
métricos
y puntos
Sea B(S) el conjunto
en
que
un
la
(b) f(S) es
fijos
de todas las funciones
reales definidas y acotadas
conjunto $, no vacío. Si f € B(S), sea
en un
IFI= sup CO
El número ||f|| se llama la «norma sup» de f.
a) Probar que la fórmula d(f, ) = ||f — e|| define una métrica d en B(S).
b) Probar que el espacio métrico (B(S), d) es completo. Indicación. Si (f,)
es una sucesión de Cauchy en B(S), probar que (f,(x)) es una sucesión de
Cauchy de números reales para cada x de $.
4.67 Con referencia al ejercicio 4.66 consideremos el subconjunto de B(S) de todas
las funciones continuas y acotadas en S, que designaremos C(S), en donde S designa
ahora un espacio métrico.
a) Probar que C(S) es un subconjunto cerrado de B(S).
b) Probar que el subespacio métrico C(S) es completo.
4.68 Recurrir a la demostración del teorema del punto fijo (teorema 4.48) para las
cuestiones de notación.
a) Probar que d(p, p,) < d(x, f(x))x"/(1 — o).
Esta desigualdad, útil en trabajos numéricos, proporciona una aproximación
de la distancia existente entre p, y el punto fijo p. Se da un ejemplo en (b).
Tomar f(x) = i(x + 2/x), S = [1, +o0]. Probar que f es una contracción
b)
de $ cuya constante de contracción es y = 4 y cuyo punto fijo es p = y.
Formar la sucesión (p,) empezando por x=p, =1
y probar que
P, — V21<27.
4.69 Probar, utilizando contraejemplos, que el teorema del punto fijo no tiene por
qué verificarse si (a), el espacio métrico subyacente no es completo, o bien si (b), la
constante de contracción « = 1.
4.70 Sea f:S
—
una función de un espacio métrico completo (S, d) en sí mismo.
Supongamos que existe una sucesión real (a) convergente hacia O tal que d(f"(x),
PO<
a,díx, y) para todo n Z 1 y todo x, y de $, donde f" es la n-ésima iteración
Probar
que
de f, es decir,
P
= f), FHO
f tiene un punto
a f” para un m conveniente.
4.71
Sea
f:S—>$S
una
fijo.
función
de
d
= F0)
para n =1.
Indicación.
Aplíquese
un
métrico
espacio
f(x), S(y)) < d(x, Y)
el teorema
(S, d) en
del punto
sí mismo
fijo
tal que
124
Límites y continuidad
siempre que x = y.
a)
b)
4.72
Pn+1
Probar que f posee a lo sumo un punto fijo, y dar un ejemplo
función % de este tipo sin puntos fijos.
Si S es compacto, probar que f admite un punto fijo exactamente.
ción. Probar que g(x) = d(x, f(x)) alcanza un mínimo en S.
de
una
Indica-
c) Dar un ejemplo en el que, siendo S compacto, f no sea una contracción.
Supongamos que f satisface la condición del ejercicio 4.71. Si x€'S, sea p, = x,
—
a)
b)
f(p-n)a
y
Probar
Cn
—
que
d(vap
p'n+1)
(c,) es una
para
n Z
0.
sucesión decreciente, y sea c = lim Cy
Supongamos que existe una subsucesión ( Pr(n)) Convergente hacia un cierto
punto q de $S. Probar que
c = d(9,/(0)) = d(f(a),SIS(a)D.
Deducir
REFERENCIAS
4.1
4.2
4.3
4.4
que
q es un
punto
SUGERIDAS
fijo de f y que p,
— .
PARA
POSTERIORES
ESTUDIOS
Boas, R. P., A Primer of Real Functions. Carus Monograph No. 13. Wiley, New
York, 1960.
Gleason, A., Fundamentals of Abstract Analysis. Addison-Wesley, Reading, 1966.
Simmons, G. F., Introduction to Topology and Modern Analysis, McGraw-Hill,
New York, 1963.
Todd, J., Survey of Numerical Analysis. McGraw-Hill, New York, 1962.
CAPÍTULO 5
Derivadas
.1
INTRODUCCIÓN
Este capítulo trata de la derivada, concepto fundamental del Cálculo diferencial. Dos tipos distintos de problemas —el problema físico, que consiste en
buscar la velocidad instantánea de una partícula móvil, y el problema geométrico, que consiste en buscar la recta tangente a una curva en un punto
dado—, ambos conducen de forma muy natural a la noción de derivada. No
nos interesaremos ni por las aplicaciones físicas ni por las aplicaciones geo-
métricas;
rivadas.
Este
dedicaremos nuestra atención a las propiedades generales de las de-
capítulo
tratará,
ante
todo,
de
las
derivadas
de
funciones
de
una
variable real y, especialmente, de funciones reales definidas en intervalos de R.
Estudiará también brevemente las derivadas de funciones de valores vectoriales
de una variable real, y las derivadas parciales, ya que estos temas no envuelven
ideas nuevas. Mucho de lo que se expone será familiar al lector, pues se trata
de Cálculo elemental. Un tratamiento más detallado de la teoría de la derivación para funciones de varias variables involucra cambios realmente importantes y por ello se desarrollará en el capítulo 12.
La última parte de este capítulo trata de las derivadas
plejas de una variable compleja.
5.2
DEFINICIÓN
DE
de funciones
com-
DERIVADA
Si f está definida sobre un intervalo abierto (a, b), entonces para cada dos puntos distintos x y c de (a, b) podemos
considerar el cociente de diferencias (*)
10 -f
X
Mantenemos
do x>e.
*
c fijo y estudiamos
Este cociente se conoce
con
—c
el comportamiento
el nombre
de este cociente
de cociente incremental.
125
(N. de t.)
cuan-
126
Derivadas
Dejinición 5.1. Sea f una función real definida en un intervalo abierto (a, b),
y supongamos que c E (a, b). Diremos que f es diferenciable en c siempre que
el límite
EEO
x>c
X
—<c
exista. El límite, designado por f(c), se llama
derivada
de f en c.
Este método de calcular límites define una nueva función f, cuyo dominio
está formado por aquellos puntos de (a, b) en los que f es diferenciable. La
función f se llama la primera derivada de f. Análogamente, la n-ésima deri-
vada de f, designada por f', es la primera derivada de f”-?, para n =2, 3, ...
(según mnuestra definición, sólo es posible considerar f si f- está definida
en un cierto intervalo abierto). Otras notaciones con las que el lector puede
estar familiarizado son
1A = DO = j—í (0) = 4ydx |x=c
[donde y = f()].
o notaciones similares. La función f se escribe, a veces, f'.
produce f a partir de f se llama diferenciación.
5.5
DERIVADAS
El proceso
que
Y CONTINUIDAD
El teorema que se da a continuación
permite reducir algunos
de derivadas a teoremas de continuidad.
de los teoremas
Teorema 5.2. Si f está definida en un intervalo (a, b) y es diferenciable en
un punto c de (a, b), entonces existe una función f* (que depende de f y de c)
continua en c y que satisface la ecuación
S) — I) = £ — *Q
(1)
para todo x de (a, b), con f*(c) = f(c). Recíprocamente, si existe una función f*, continua en c, que satisfaga (1), entonces f es diferenciable en c y
Me) = ).
Demostración.
Si f(c) existe, sea f* definida en (a, b) como
r =0
sigue:
sixxe 9 -fO
Entonces f* es continua en c y (1) se verifica para todo x de (a, b).
Derivadas
127
Recíprocamente, si (1) se verifica para una cierta función f* continua en c,
entonces dividiendo por x —c y haciendo x—>c vemos que f(c) existe y es
igual a f*(c).
Como
Teorema
consecuencia
5.3.
Demostración.
inmediata de (1) se obtiene:
Si f es diferenciable en c, entonces f es continua en c.
En
(1) hagamos
x-—>ec.
NOTA. La ecuación (1) tiene una interpretación geométrica que ayuda a adquirir una intuición de su significado. Como que f* es continua en c, f*(x) es
aproximadamente igual a f*(c) = f(c) si x es próximo a c. Reemplazando f*(x)
por f(c) en (1) obtenemos la ecuación
I) = Fc + FE
que será aproximadamente
— ),
correcta cuando x — c sea pequeño. En otras pa-
labras, si f es diferenciable en c, entonces f es aproximadamente
una función
lineal en las proximidades de c. (Ver Fig. 5.1.) El Cálculo diferencial explota,
continuamente, esta propiedad geométrica de las funciones.
(2, (7))
Tangente
4
con pendiente f'(c)
—
—
ST
l
1
— Y) J
!
Figura
5.4
ALGEBRA
DE
a
S
E - — — — —
(c J(0)),
|
fe) — 10)
5.1
DERIVADAS
El siguiente teorema describe las fórmulas usuales para diferenciar la suma,
la diferencia, el producto y el cociente de dos funciones.
Teorema 5.4.
Supongamos que f y g están definidas en (a, b) y son diferenciables en c. Entonces f + 2, f—e£ y f-g son también diferenciables en c.
Esto es asimismo verdadero para f|g si g(c) -+ 0. Las derivadas
dadas por las fórmulas siguientes:
en c están
128
Derivadas
a) U + () =9 +90,
b) (f-9)(0 = f(J9'(c) + F'O9(0),
) — f19)(c) = 959 g(o—* HO
Demostración.
Probaremos
,
en el supuesto
(b). Utilizando
S) = Fc) + X — )S*(X),
el teorema
de que g(c)
0.
5.2, escribiremos
— 9(x) = alc) + (x — e)9*().
Entonces
SD
— I9(c) = X — IX)
Dividiendo por x—c
ciones
+
y haciendo que x—>c
de las otras afirmaciones
son análogas.
FI)]
+ ( — )
obtendremos
F*CI*E.
(b). Las demostra-
De la definición se sigue inmediatamente que si f es constante en (a, »), entonces f = 0 en (a, b). También, si f(x) = x, entonces f(x) = 1 para todo .
Aplicando repetidamente el teorema 5.4 obtenemos que si f(x) = x" (n entero
positivo), entonces f(x) = nx"-! para todo x. Aplicando, de nuevo, el teorema 5.4 vemos que todo polinomio admite derivada en todo R y que cada fun-
ción racional admite derivada en los puntos en los que está definida.
2.)9
LA
REGLA
DE
LA
CADENA
Un resultado más profundo lo constituye la llamada regla de la cadena para la
diferenciación
de
funciones
compuestas.
Teorema 5.5 (Regla de la cadena). Sea f definida en un intervalo abierto S
y sea g definida en fS), y consideremos la función compuesta gf definida
en S por medio de la ecuación
(g * NPE) = 20()).
Supongamos que exista un punto c de $ tal que f(c) sea un punto interior de f(S).
Si f es diferenciable en c y g es diferenciable en f(c), entonces g o f es diferenciable en c y se tiene que
(9 2S'(0) = 9 IF
Demostración.
Utilizando el teorema
fo) — f(c) = X —
5.2 podemos
f*(x)
escribir
para todo x de $,
Derivadas
donde
129
f* es continua
en c y f*(c) = f(c). Análogamente,
9(7) — 9LU/(]) = [y — ]9*(,
para todo y de un cierto
Aquí
Elijamos
abierto 7 de (S) que contenga a f(C).
x de $ tal que y = f(x) E 7 ; tenemos
afO
En
subintervalo
$* es continua en f(c) y g*(f(0)) = g'Tf(C)].
— al o] = L/G) —
virtud del teorema
H*
de continuidad
= E — )OO
de las funciones
9*[1(x)] — a* 5(0)] = a U/(c)]
Por lo tanto, si dividimos
como
5.6
(2) por
x —c
lim g[f(x)]
—
Xx>c
—
X
entonces
y hacemos
c[f(º)]
—
)
compuestas,
cuando x—c.
que x—>c,
obtenemos
g'[f(c)]f'(c),
pretendíamos.
DERIVADAS
LATERALES
Y DERIVADAS
INFINITAS
Hasta ahora, la afirmación de que f tenía derivada en c significaba que c era
interior a un cierto intervalo en el que f éstaba definida y que el límite que
definía f(c) era finito. Es conveniente extender el campo de nuestras ideas con
vistas a la discusión de las derivadas en los extremos de los intervalos. Es
asimismo deseable introducir las derivadas infinitas, de forma que la interprepretación geométrica de una derivada como la pendiente de la recta tangente
sea válida aun en el caso en el que la tangente sea vertical. En tal caso no es
posible demostrar que f es continua en c. Sin embargo, exigiremos explícitamente que lo sea.
Definición 5.6. Sea f una función definida en un intervalo cerrado S y supongamos que f es continua en el punto c de S. Entonces f admite derivada
lateral por la derecha de c si el límite lateral por la derecha
lin 109 =SO
XxXcC+
existe y es finito, o si es +0
Las
derivadas
laterales
por
X
—c
0 —vo. Este límite lo designaremos por f.(c).
la izquierda,
designadas
por
f -(c),
se definen
130
Derivadas
Ti
T2
T3
T4
T5
T6
T7
Figura
5.2
análogamente. Además, si c es un punto interior de S, entonces diremos que f
posee derivada f(c) = +o0 si ambas derivadas laterales en c valen +0oo. (La derivada f(c) = —oo se define análogamente.)
Es claro que f posee una derivada (finita o infinita) en un punto interior c
Si, y sólo si, f+(c) = f-(c), en cuyo caso f .(0 = f (0 = f(0).
La figura 5.2 ilustra algunos de estos conceptos. En el punto x, tenemos
que f+(x,) = —oo. En el punto x, la derivada lateral por la izquierda es O y la
derivada lateral por la derecha vale —1. Además, f(x,)) = —oo, f-«
f10X,) = +1, f(X,) = +oo, y f-(x,) =2. No existe derivada
ni por el otro) en x;, ya que f no es continua en dicho punto.
5.7
FUNCIONES
CON
DERIVADA
NO
= —1,
(ni por un
lado
NULA
Teorema 5.7.
Sea f definida en un intervalo abierto (a, b) y supongamos
que para cada c de (a, b) tenemos f(c) > 0 o f(c) = +oo. Entonces existe una
bola unidimensional B(c) < (a, b) en la que
fO
Demostración.
> f(c)
six > e,
y
fx)
Si f(c) es finito y positivo podemos
< f(c)
six <c.
escribir
S) — I) = x — )/*()),
donde
vación
f* es continua
del signo
en c y f*(c) = f(c) > 0. Por la propiedad
de las funciones
continuas
de la conser-
existe una bola unidimensional
Derivadas
131
B(c) = (a, b) en la que f*(x) tiene el mismo signo que f*(c), y esto significa que
f(x)— f(c) tiene el mismo signo que x—e.
Si f(c) = +oo, existe una bola unidimensional
10 -O ,
X
cuando
—€C
B(c) en la que
x *
c.
En esta bola el cociente es, de nuevo, positivo y la conclusión sigue como antes.
Un resultado análogo al del teorema 5.7 es válido, naturalmente, si f(c)
o si f(c) = —vo en algún punto interior c de (a, ?b).
5.8
DERIVADAS
CERO
Y EXTREMOS
< O
LOCALES
Dejinición 5.8. Sea f una función real definida en un subconjunto S de un
espacio métrico M, y supongamos que a E S. Entonces f posee un máximo- local
en a si existe una bola B(a) tal que
1() < (a)
para todo x de B(an$S.
Si f(x) = f(a) para todo x de Bla)
NOTA.
Un máximo
S, entonces f posee un mínimo
local en a es el máximo
local en a.
absoluto de f en el subconjunto
B(a) N'S. Si f tiene un máximo absoluto en a, entonces a es un máximo local.
Sin embargo, f puede poseer máximos locales en varios puntos de S sin que
posea máximo
absoluto en el conjunto $.
El teorema que sigue establece una relación entre las derivadas nulas y los
extremos locales (máximos o mínimos) en puntos interiores.
Teorema 5.9.
Sea f definida en un intervalo abierto (a, b) y supongamos
que f posee un máximo local o un mínimo local en un cierto punto interior c
de (a, b). Si f posee derivada (finita o infinita) en c, entonces f(c) debe ser cero.
Demostración.
Si f(c) es positiva o +00, entonces f no puede tener un extremo local en c, en virtud del teorema 5.7. Análogamente, f (c) no puede ser
negativa ni —o0. Luego, dado que existe derivada en c, la única posibilidad
que queda es f(c) = 0.
El recíproco
del
teorema
53.9 es falso. En
general,
el saber
que
f(c) =0
no basta para deducir que f tiene un extremo en c. De hecho, es posible que
132
Derivadas
carezca de ellos, como puede verificarse por medio del ejemplo f(x) = x* y
c = 0. En este caso, f(0) = 0 pero f es creciente en todo entorno de 0.
Además, conviene insistir en el hecho de que f puede tener un extremo local
en c sin que f(c) sea cero. Por ejemplo, f(x) = |x] tiene un mínimo en x =0
pero, naturalmente, no existe la derivada en 0. El teorema 5.9 presupone que
f tiene derivada (finita o infinita) en c. El teorema presupone también que c es
un punto interor de (a, »b). En el ejemplo f(x) = x, donde a < x <b, f alcanza
su máximo
nunca
5.9
y su mínimo
en los puntos extremos pero en cambio f(x) no es
cero en [a, b].
TEOREMA
DE
ROLLE
Es geométricamente evidente que una curva suficientemente «regular» que corta
al eje ox en los puntos extremos del intervalo [a, b] debe poseer un «punto de
viraje» en algún punto comprendido entre a y b. El enunciado preciso de este
resultado se conoce con el nombre de teorema de Rolle.
Teorema 5.10 (Rolle).
en cada uno de los puntos
bién que f es continua en
existe un punto interior c,
Demostración.
Supongamos que f posee
de un intervalo abierto
los puntos extremos a y
por lo menos, en el que
Supongamos
derivada (finita o infinita)
(a, b), y supongamos tamb. Si f(a) = f(b), entonces
f(c) = 0.
que f nmo es cero en ningún
punto
de (a, b) y
llegaremos a una contradicción. Como que f es continua en un conjunto compacto, alcanza su máximo M y su mínimo m en algún punto de [a, b]. Ninguno de dichos valores extremos puede ser alcanzado en un punto interior
(pues en ese caso f se anularía); por lo tanto la función los alcanza en los
extremos del intervalo. Como f(a) = f(b), entonces m = M, y por lo tanto
f es constante en [a, b]. Esto contradice el supuesto de que f no es cero en
ningún punto de (a, b). Luego f(c) = 0 para algún c de (a, ?b).
5.10
TEOREMA
Teorema
5.11
DEL
VALOR
(Teorema
MEDIO
PARA
del valor medio).
DERIVADAS
Sea f una función con deri-
vada (finita o infinta) en cada uno de los puntos de un intervalo abierto (a, b),
y supongamos además que f es continua en los extremos a y b. Entonces existe
un punto c de (a, b) tal que
S06) — Sa) = F
— a).
Geométricamente, este teorema establece que una curva suficientemente re-
gular que una dos puntos 4
y B posee una tangente con la misma
pendiente
Derivadas
133
que la cuerda AB. El teorema 5.11 lo deduciremos de un teorema más general que se refiere a dos funciones f y g que juegan un papel simétrico.
Teorema 5.12 ( Teorema del valor medio generalizado).
funciones continuas que poseen derivada (finita o
puntos del intervalo abierto (a, b) y cada una es
tremos a y b y, además, no existe ningún punto x
el que f(x) y g(x) sean ambas infinitas. Entonces
se tiene
Sean f y g dos
infinita) en cada uno de los
continua en los puntos exdel interior del intervalo en
para algún punto c interior
FOLIG6) — 9(a)] = 9'(OLF(6) — a).
NOTA.
Cuando
e¿(x) = x, se obtiene
el teorema
5.11.
Demostración. Sea h(x)= f(x)- [g(b) — e(a)] — e(x)- [f(b) — f(a)]. Entonces 7'(x)
es finito si f(x) y g(x) son ambas finitas, y 7'(x) es infinito si una de las deri-
vadas f(x) o g'(x) es infinita. (La hipótesis excluye e] caso de que ambas sean
infinitas.) Además, 7 es continua en los exremos a y b, y h(a) = h(b) =
= f(a)2(b) — ela)f(b). Por el teorema de Rolle existe un punto interior c en el
que 7'(c) = 0, lo que demuestra la proposición.
NOTA.
dolo
El lector podrá
a la curva
interpretar el teorema
del plano
x = 8(0), y = 1(1), a<1<b.
coordenado
5.12 geométricamente, refirién-
xy cuyas
ecuaciones
paramétricas
son
Existe una extensión de este teorema que no requiere la hipótesis de contmuidad en los extremos.
Teorema 5.13.
Sean f y g dos funciones, cada una de ellas con derivada
(finita o infinita) en cada punto de (a, b). Supongamos también que en los extremos a y b existen los límites f(a+), g(a+), f(b—), g(b—) y son finitos.
Supongamos además que no existe ningún punto x de (a, b) en el que las derivadas f(x) y g(x) sean ambas infinitas. Entonces para algún punto interior c
tenemos
FOLIG-) — 9(a+)] = 9 (OLFB—) — Fa+)1Demostración.
Definamos
dos nuevas funciones F y G en [a, b] como
FO =1)
F(a) = f(a+),
y
G)=80)
G(a) = g(a+),
si xE(a, )
F(5) = 1(b—-),
G(b) = 9(6-).
sigue:
134
Derivadas
Entonces F y G son continuas en [a, b] y podemos aplicar el teorema 5.12
a F y G a fin de obtener la conclusión deseada.
El resultado que sigue es una consecuencia inmediata del teorema del valor medio.
Teorema 5.14.
Suponemos que f posee una derivada (finita o infinita) en
cada uno de los puntos del intervalo (a, b) y que f es continua en los extremos a y b.
a)
b)
C)
Si f toma sólo valores positivos (finitos o infinitos) en (a, b), entonces f es
estrictamente creciente en [a, b|.
Si f toma sólo valores negativos (finitos o infinitos) en (a, b), entonces f es
estrictamente decreciente en [a, b].
Si f es cero en todo (a, b), entonces f es constante en [a, b].
Demostración.
Elijamos x < y y apliquemos
al subintervalo [x, y] de [a, b]. Obtendremos
S)
— SE) =
Todas las afirmaciones
esta ecuación.
Aplicando
el teorema
((
del teorema
— x)
siguiente
5.14(c) a la diferencia
el teorema
del valor medio
donde cE(x, .
se deducen
inmediatamente
f — g se obtiene:
Corolario 5.15.
Si f y g son continuas en [a, b] y tienen derivadas
i¡guales en (a, b), entonces f — g es constante en [a, b].
5.11
TEOREMA DEL VALOR
PARA LAS DERIVADAS
de
finitas
INTERMEDIO
En el teorema 4.33 se ha demostrado que una función f continua en un intervalo
compacto [a, b] alcanza todos los valores comprendidos entre su máximo y su
mínimo en el intervalo. En particular, f alcanza cada uno de los valores comprendidos entre f(a) y f(b). Un resultado análogo es válido para las funciones
que se obtienen como derivadas de otras.
Teorema 5.16 (teorema del valor intermedio para derivadas).
Supongamos que f está definida en un intervalo compacto [a, b] y que posee derivada (finita o infinita) en cada uno de los puntos interiores. Supongamos, además, que f posee derivadas laterales finitas f.(a) y f-(b) en los puntos extre-
Derivadas
135
mos, con f.(a) =f (b). Entonces, si c es un número real comprendido
f.(a) y f-(b), existe por lo menos un punto interior x tal que f(x) =.
Demostración.
Definamos
una nueva
9(x) = 709 = a(º)
función g como
entre
sigue:
si x-£a, g(a) = la).
Entonces g es continua en el intervalo cerrado [a, b]. Por el teorema del valor
intermedio de las funciones continuas, g alcanza cada uno de los valores comprendidos entre f.(a) y [f(b) — f(a)]/(b — a) en el interior de (a, b). Por el teorema del valor medio, tenemos que ¿(x) = f(c) para algún c de (a, x), en donde
x E (a, b). Por lo tanto, f toma todos los valores entre f.(a) y [f(b)—
— f(a)]/(b —a) en el interior (a, b). Un argumento análogo aplicado a la función h, definida por
h(X)
— f(JC)
— f(b)
x — b
si x£b,
h(b) = f'(b),
prueba que f alcanza todos los valores comprendidos entre [f(b) — f(a)]/(b — a)
y f-(b) en el interior (a, b). Combinando estos resultados, vemos que f alcanza cada uno de los valores comprendidos entre f.(a) y f-(b) en el interior (a, b), lo cual termina la demostración.
NOTA.
El teorema
5.16 es asimismo
válido
si una o ambas
derivadas
late-
rales f.(a) y f-(b) es infinita. La demostración en este caso se obtiene considerando la función auxiliar g definida por medio de la ecuación ¿(x) =
f(x)
— cx, si x € [a, b]. Los detalles se dejan al lector.
El teorema del valor intermedio demuestra que una derivada no puede cam-
biar de signo en un intervalo si no toma el valor cero. Por lo tanto, tenemos
el siguiente teorema, que es más fuerte que el 5.14(a) y (b).
Teorema 5.17.
Sea f con derivada (finita o infinita) en (a, b) y continua en
los extremos a y b. Si f(x) + 0 para todo x de (a, b), entonces f es estrictamente monótona en a, b.
El teorema
del valor intermedio
tonas son necesariamente continuas.
prueba
también
que las derivadas
Teorema 5.18.
Supongamos que f existe y es monótona
abierto (a, b). Entonces f es continua en (a, b).
en
un
monó-
intervalo
136
Derivadas
Demostración. Supongamos que f tuviese una discontinuidad en algún punto c
de (a, b); llegaremos entonces a una contradicción. Elijamos un subintervalo
cerrado [x, 6] de (a, b) que contenga a c en su interior. Como que f es monótona en fx, $, la discontinuidad en c debe ser una discontinuidad de salto
(por el teorema 4.51). Por lo tanto f omitiría alguno de los valores comprendidos entre f(a) y f($), en contradicción con el teorema del valor intermedio.
2.12
FÓRMULA
Como
hemos
observado
aproximadamente
ecuación
DE
una
TAYLOR
CON
RESTO
anteriormente, si f es diferenciable en c, entonces f es
función lineal en las proximidades
S) = I) + FE
es aproximadamente
correcta cuando
de c. Esto
es, la
— ,
x — c es pequeño. El teorema de Taylor
nos dice que;, en general, f puede aproximarse por medio de un polinomio de
grado n — 1 si f posee derivadas hasta el orden n. Además, el teorema de Taylor proporciona una expresión útil para calcular el error cometido en esta
aproximación.
Teorema.5.19 (Taylor).
Sea f una función que admita derivada n-ésima
f") finita en todo el intervalo abierto (a, b) y supongamos que f"-) es continua en el intrevalo cerrado [a, b]. Supongamos que c E [a, b]. Entonces, para
todo x de [a, b], x -£ e, existe un punto x, interior al intervalo, que une x con c
tal que
A—1
(k)
0) = 10 + k;foº(x —
(n)
+ f——n(jº—) (x — o
El teorema de Taylor se obtiene como consecuencia de un resultado más
general que, a su vez, es una extensión directa del teorema del valor medio generalizado.
Teorema 5.20.
Sean f y g dos funciones que posean derivadas n-ésimas f
y g finitas en un intervalo abierto (a, b) y derivadas (n — 1) continuas en
el intervalo cerrado [a, b]. Supongamos que c € [a, b]. Entonces, para todo x
de [a, b], x =, existe un punto x, interior al intervalo, que une x con c tal que
[f(x) ¡;)f—O ( - c)*] )
= [O [g(x) kZ;ºO
- )].
Derivadas
137
NOTA. Para el caso especial en que g(x) = (x—eo?, tendremos g“X(c) =0
para
O< <<n—1
y g'(x) =n!. Este teorema se reduce entonces al teorema de Taylor.
Demostración.
Para simplificar, supongamos c < b y x > c. Mantengamos
fijo y definamos dos nuevas funciones F y G como sigue:
n—1
(K)
n—1
(k)
x
F(1) = 10 + Y fk——fº (x — %
G() = 9(1) + Y %$º(x — 5,
para cada ? de fc, x]. Entonces F y G son continuas en el intervalo cerrado
[c, x] y tienen derivadas finitas en el intervalo abierto (c, x). Por lo tanto, el
teorema 5.12 se puede aplicar y podemos
Fa
Esto conduce
escribir
Gx) — G(O) = G'(x
)[ F(x) — F(c)],
donde x, E (c, X.
a la ecuación
F'x)La(x) — G(0)] = CEE
— F(O),
(a)
ya que G(x) = 2(x) y F(x) = f(). S1, ahora, calculamos la derivada de la suma
que define F(7), teniendo en cuenta que cada uno de los términos de la suma es
un producto, encontramos que todos los términos se destruyen salvo uno, y
se obtiene
(x
=
0=
F'(t)
Análogamente,
—
(),
p 10
obtenemos
— Y
G'(t), (1) = (X=D
(1).
(1)
Si hacemos ? = x, y substituimos en (a), obtenemos la fórmula de este teorema.
2.13
DERIVADAS
DE
FUNCIONES
VECTORIALES
Sea f:(a, b) > R” una función vectorial definida en un intervalo abierto (a, b)
de R. Entonces f = (f,, ..., f,), donde cada componente ,, es una función real
definida en (a, b). Diremos que f es diferenciable en un punto c de (a, b) si
cada una de las componentes , es diferenciable en c y definimos
138
Derivadas
T(e) = (1(c), ... f()).
En
otras
palabras, la derivada
f'(c) se obtiene
diferenciando
cada una de las
componentes de f en c. A la vista de esta definición no es sorprendente que
nos preguntemos cuáles de los teoremas de diferenciación son válidos para
funciones vectoriales. Por ejemplo, si f y g son funciones vectoriales diferenciables en c y si A es una función real diferenciable en c, entonces la suma
f +g,
se tiene
el producto
Xf, y el producto
escalar f-g son diferenciables
en c y
(f + 8)(0) = f(0) + £(0),
A(O = 72'()f() + UIFO),
(£- 8)'(0) = f(0)-2(0) + 19:81(0).
Las demostraciones se obtienen fácilmente si se consideran las componentes.
Existe también una regla de la cadena para diferenciar funciones compuestas
que se prueba de la misma manera. Si f es vectorial y u es real, entonces la
función compuesta g, dada por g(x) = f[u(x)], es vectorial. La regla de la ca-
dena establece que
g'(c) = fiu(o)]w'(0),
si el dominio de f contiene un entorno de u(c) y si w(c) y f'[u(c)] existen.
El teorema del valor medio establecido en el teorema 5.11 no se verifica en
el caso de funciones vectoriales. Por ejemplo, si f(?) = (cos , sen t) para todo
f real, entonces
f(2 7) — f(0) = 0,
pero f(£) no es nunca cero. De hecho, ||f(5)|| = 1 para todo t. Una versión
modificada del teorema del valor medio para funciones vectoriales será desarrollada en el capítulo 12 (teorema 12.8).
2.14
DERIVADAS
PARCIALES
Sea S un conjunto abierto del espacio euclídeo R”, y sea f: S >R una función real definida en S. Si x = (X,, ..., X1) y € = (C,, ..., Cn) Son dos puntos
de S$ con las coordenadas correspondientes iguales excepto en el k-ésimo lugar,
esto es si x; = €; para
¡£ k y si x, X c;, entonces podemos considerar el
límite
i 09 -10
Xk
Ck
xk
—
Ck
Derivadas
139
Cuando este límite existe, se le llama derivada parcial de f con respecto de la
k-ésima coordenada y se designa por medio de
DS(O, — hO.
% (6),
k
o por alguna otra expresión análoga. Nosotros adoptaremos la notación Df(c).
Este proceso produce n nuevas funciones D,f, D.f,
..., D.,f definidas en los
puntos de S en los que los correspondientes límites existen.
La diferenciación parcial no es, realmente, un muevo concepto. Podemos
considerar a f(x,, ....,
X,) como una función de una sola variable cada vez,
dejando las demás fijas. Es decir, si introducimos una función g definida por
g(xk)
—
f(C1,
...
ck—la
xk9
ck+la
...
cn)a
entonces la derivada parcial Dif(c) es precisamente la derivada ordinaria g(c;).
Esto se enuncia usualmente diciendo que para diferenciar f con respecto a la
k-ésima variable, se suponen constantes las otras variables.
Siempre que tengamos que generalizar un concepto de R' a R” procura-
remos conservar las propiedades más importantes que, en el caso unidimensio-
nal, la existencia de la derivada en c implica la continuidad en c. Por lo tanto,
lo óptimo sería disponer un concepto de derivada para funciones de varias
variables que implicara la continuidad. Para las derivadas parciales no ocurre
esto. Una función de n variables puede poseer derivadas parciales en un punto
con respecto
de cada una de las variables y no ser continua en dicho punto.
Illustraremos esta afirmación por medio
variables:
S, y) =
X +
l,
,
del ejemplo de una función con dos
y,
si
x=00y=0,
en otro caso.
Las derivadas parciales D.f(0, 0) y D.f(0, 0) existen ambas.
x->0
X
—
0
En efecto:
x>0 X
y, análogamente, D.f(0, 0) = 1. Por otro lado, es claro que esta función no
es continua en (0, O).
La existencia de las derivadas parciales con respecto de cada variable
separadamente implica la continuidad con respecto de cada variable separada-
mente; pero como hemos visto, ello no implica necesariamente la continuidad
respecto de todas las variables simultáneamente. La dificultad que presentan
140
Derivadas
las derivadas parciales proviene de su misma definición: en ella estamos obligados a considerar sólo una variable cada vez. Las derivadas parciales nos
proporcionan una medida de la variación de una función en la dirección de
cada uno de los ejes. Existe un concepto más general de derivada que no restringe nuestras consideraciones a las direcciones particulares de los ejes coordenados. Este concepto será desarrollado en el capítulo 12.
El propósito de esta sección es Únicamente
el de introducir la notación de
las derivadas parciales, ya que las utilizaremos ocasionalmente antes de alcanzar el capítulo 12.
S1 f tiene derivadas parciales D.f, ..., D,f en un conjunto abierto S, entonces podemos también considerar sus derivadas parciales. Éstas se llamarán
derivadas parciales de segundo orden. Escribiremos D,.f para designar la derivada parcial de Df con respecto de la r-ésima variable. Entonces,
Dr,kf=
Dr(Dkf)'
Las derivadas parciales de orden superior se definen análogamente. Otras notaciones son
Dr,kf
.15
—
DIFERENCIACIÓN
COMPLEJA
a
f
OX, ÓX
DE
?
p.art
,
—
FUNCIONES
a
A
f
ÓX, 0X, ÓX,
DE
UNA
.
VARIABLE
En esta sección discutiremos brevemente las derivadas de las funciones complejas definidas en subconjuntos del plano complejo. Tales funciones son, naturalmente, funciones vectoriales cuyo dominio y recorrido son subconjuntos
de R”?. Todas las consideraciones del capítulo 4 concernientes a los límites y a
la continuidad de las funciones vectoriales se aplican, en particular, a las fun-
ciones de una variable compleja. Existe, sin embargo, una diferencia esencial
entre el conjunto
C de los números
complejos
y el conjunto
complejos.)
sistema
que verifica los axiomas
R”
de los vec-
tores n dimensionales (cuando n > 2) que juega un importante papel en este
momento. En el sistema de los números complejos disponemos de las cuatro
operaciones algebraicas de sumar, restar, multiplicar y dividir, y estas operaciones verifican muchas de las propiedades «usuales» del Álgebra que son válidas en el sistema de los números reales. En particular verifican los cinco primeros axiomas de los números reales enumerados en el capítulo 1. (Los axiomas 6 al 10 involucran la relación de orden <, que no existe entre números
Todo
algebraico
1 al 5 se llama
cuerpo. (Para una discusión más amplia de los cuerpos, véase la referencia 1.4.)
Derivadas
141
La multiplicación y la división no pueden ser introducidas en R” (para n > 2)
de forma que R” sea un cuerpo * que contenga a C. Como la división es posible en €, es posible asimismo
formar el cociente fundamental
de diferencias
z) — f(O)I/(z— c) que fue utilizado para definir la derivada en R, y entonces
se presenta de forma clara cómo hay que definir la derivada en C.
Definición 5.21. Sea f una función compleja definida en un conjunto abierto $ de C, y sea c E S. Entonces f es diferenciable en c si el límite
z>c
Z—
= S)
C
existe.
Por medio de este proceso de calcular límites se obtiene una nueva función
compleja f definida en aquellos puntos Z de S donde f(z) existe. Las derivadas
de orden superior f”, f”, ... se definen, como es natural, de forma análoga.
Las siguientes proposiciones son válidas para funciones complejas definidas en un conjunto abierto $; sus demostraciones son exactamente las mismas
que las utilizadas en el caso real:
a)
f es diferenciable
tal que
en c si, y sólo si, existe una función
f*, continua
en c,
S) — S) = €7 — )S*(),
para todo z de S, con f*(c) = f(0).
NOTA. Si hacemos
en la forma
e(z) = f*(7)—f(c),
S) = I) + FZ
la
ecuación
de
(a)
podemos
ponerla
— ) + glzXz — 9
donde g(7)> 0 cuando z>c. Esta expresión se llama la fórmula de Taylor de
primer orden para f.
* Por ejemplo, si fuese posible definir una multiplicación en R* que dotara a R* de estructura de cuerpo, conteniendo a C, podríamos razonar como sigue: Para cada x de R* los
vectores 1, x, x”, x* serían linealmente dependientes (ver Referencia 5.1, p. 558). Entonces
para cada x de R', se verificaría una relación del tipo a, + a,X + a,X” + a,x* = 0, donde
Ao; A,, A,, A, SON NÚMETrOS reales. Pero cada polinomio de grado tres con coeficientes reales
es un producto de un polinomio lineal por un polinomio cuadrático con coeficientes reales.
Las únicas raíces de tales polinomios son o bien números reales o bien números complejos.
142
Derivadas
b)
C)
$i f es diferenciable en c, entonces f es continua en c.
Si dos funciones f y g tienen derivadas en c, entonces su suma, su diferencia, su producto y su cociente tienen también derivadas en c y se obtienen
por medio de las fórmulas usuales (como en el teorema 5.4). En el caso
de f|g, debemos suponer que g(c) 0.
dy La regla de la cadena es válida; es decir, tenemos
(9*5)'(0) = 9 IF
(C),
si el dominio de g contiene un entorno de f(c) y si f(c) y 2 [f(c)] existen.
Si f(z) =z,
se obtiene
f(z) =1
para
todo
z de
C.
Por
(c) reiterado,
se
tiene que f(7) = nz"7! cuando f(z) = 7 (n es un entero positivo). Esto también
se verifica cuando n es un entero negativo, siempre que 77 0. Por lo tanto, es
posible calcular las derivadas de los polinomios
racionales complejas utilizando las mismas
Cálculo
5.16
elemental.
ECUACIONES
DE
complejos. y de las funciones
técnicas que las empleadas
en el
CAUCHY-RIEMANN
Si f es una función compleja de una variable compleja, podemos
valor de la función en la forma
escribir cada
FZ) = ulz) + inz),
donde u y v son funciones reales de una variable compleja. Podemos, además,
considerar 4 y y como
funciones
reales de dos variables reales y escribir en-
tonces
f(Z)
=
ulx, y)
+
ÍU(X, y)a
si
Z=X+
Ly.
En ambos casos, escribiremos f = 4 + iv y nos referiremos a u y a v designándolas parte real y parte imaginaria de f. Así, en el caso de la función
exponencial compleja f, definida por
f(z) = e = e cos y + ie'seny,
las partes real e imaginaria vienen dadas por
ulX, y) = e* cos y,
Análogamente,
cuando
Vx, y) = e seny.
f(z) = Z? = (x + iy)”, obtenemos
ulx, Y) = X — Y,
— v(x,7) = 2x7.
Derivadas
una
143
En el próximo teorema veremos que la existencia de la derivada f impone
severa restricción a las partes real e imaginaria
Z y v.
Teorema 5.22.
Sea f
=u + iv definida en un conjunto abierto S de C.
Si f(c) existe para un c de S$, las derivadas parciales D ulc), D,u(c), D,víc)
y D,v(c) existen y se tiene
S) = Diulc) + i DyO),
(3)
f'(e) =
(4)
D, u(c) — i D,ulo).
Esto implica, en particular, que
D ulc) =
D- u(c)
y
NOTA. Las dos últimas ecuaciones
de Cauchy-Riemann. Generalmente
D u(c) =
se conocen
se escriben
u _ 0v
óx
y
Demostración.
Como
nida en $ tal que
Óv
0
— D,ulo).
por el nombre
en la forma
—
de
ecuaciones
Óu
Óy
que f(c) existe, es posible encontrar una función f* defi-
S) — J) = (2 — e)S*7),
donde f* es continua
Z = X + I,
donde
)
en c y f*(c) = f(c). Escribamos
c =a+ib,
y
4A(7) y B(Z) son reales. Obsérvese
f*(z)
= A(z) + iB(Z),
que A(7) — A(c) y B(Z) — B(c) cuan-
do 7z>c. Considerando sólo aquellos números z de S para los que y = b y
tomando las partes real e imaginaria de (5), tenemos
ulx, b) — u(a, b) = (x — a)A(x + ib),
V(x, b) — v(a, b) = (x — a)B(x + ib).
Dividiendo por x—a y haciendo que x—>a obtenemos
D ulc) = A(c)
y
D v(c) = B(o).
Como que f(c) = Alc) + ¿B(c), esto prueba (3).
Análogamente, considerando aquellos Z de S$ con x = a tenemos
y
que prueba (9).
D-u(c) = A(o)
D2u(C)
—
_B(C)a
144
Derivadas
El teorema que sigue da algunas aplicaciones de las ecuaciones de CauchyRiemann.
Teorema
5.23.
Sea f = u + iv una función con derivada en cada uno de los
puntos de un disco abierto D centrado én (a, b). Si u, v o |f| son constantes *
en D, entonces f es constante
entonces f es constante.
en D. Además,
si f(7) = 0 para
todo z de D,
Demostración. Supongamos que u es constante en D. Las ecuaciones de Cauchy-Riemann prueban que D,y = D,v = 0 en D. Aplicando dos veces el teo-
rema del valor medio unidimensional, obtenemos para un y entre b e y,
u(X, y) — v(x, b) = (y — 5)D:u(x, y) = 0,
y para un X entre a y ,
v(x, b) — v(a, b) = (x — a)D (x', b) = 0.
Por lo tanto v(x, y) = vía, b) para todo (x, y) de D, luego v es constante en D.
Un
razonamiento
constante.
Supongamos
análogo
demuestra
que
si v s
constante,
ahora que |If| es constante en D. Entonces
constante en D. Derivando parcialmente tenemos
uD,u
- En virtud
escribirse
+ vD,v
de las ecuaciones
de
= O,
uD,u
+ vD,v
Cauchy-Riemann
vD,u
entonces
Z es
f? =4 + Y” es
= 0.
la segunda
ecuación
puede
— uD v = 0.
Combinando
ésta con la primera, podemos
eliminar D,v y obtenemos
(u?+v>D,u = 0. Si u?+v? = 0, entonces 4 = v= 0, luego f = 0. Si 4?+vY? L£0,
entonces D,u = 0; luego u es constante y f también.
Finalmente, si / = 0 en D, ambas derivadas parciales D,v y D,v son cero
en D. De nuevo, como en la primera parte de la demostración, obtenemos que
f es constante
en D.
El teorema 5.22 nos dice que una condición necesaria para que la función
f =u + iv posea derivada en c es que las cuatro derivadas parciales D,u, D,u,
Dv, D,v existan en c y satisfagan las ecuaciones de Cauchy-Riemann. Esta
* Aquí |f| designa la función cuyo valor en z es If(Z)|.
145
Derivadas
condición no es, sin embargo,
siguiente ejemplo.
Ejemplo.
suficiente, como
Sean u y v definidas como
X
ux, Y)
X
(X, y) =
=7
— Y
+)
—7
x3+y3
x? + y?
podemos
ver considerando
el
sigue:
siG,7) 7 (0,0),
u(0,0) = 0,
si (x, y) £ (0,0),
n(0,0) = 0.
Es fácil comprobar que D, u(0, 0) = D v(0, 0) = 1 y que Dou(0, 0) = —D,v(0, 0) =
— 1, por lo tanto las ecuaciones de Cauchy-Riemann se verifican en (0, 0). A pesar
de todo, la función f = u + iv no puede tener derivada en z = 0. En efecto, para
x = 0, el cociente diferencial se convierte en
1a) - 1f0 _ —7 +
z—0
mientras
que
_,
¡y
+ |,
para x = y, es
1() -SO__xi
Zz—0
X + IX
_1+i
2
.
y por lo tanto f(0) no existe.
En
el capítulo
12 demostraremos
que
las ecuaciones
de Cauchy-Riemann
son suficientes para establecer la existencia de la derivada de f =u + iv en c
si las derivadas parciales de 4 y y son continuas en un entorno de c. Para ilustrar cómo hay que utilizar este resultado en la práctica, obtendremos la derivada de la función exponencial. Sea f(7) = e? = u + iv. Entonces
UlX, Y) = e cos y,
V(x, y) = e" seny,
y por lo tanto
D ulx, y) = e* cos y = D>u(x, y),
Doulx, y) =
—e'seny
=
— D ulx, )).
Como estas derivadas parciales son continuas en todo R? y satisfacen las ecuaciones de Cauchy-Riemann, la derivada f(z) existe para todo z. Para calcularla
usaremos el teorema 5.22 y obtendremos
f(z)
= e cos y + iesen y = f(7).
Entonces, la función exponencial es su misma
derivada (como en el caso real).
146
Derivadas
EJERCICIOS
Funciones
reales
En los ejercicios que siguen se supone, siempre que
las fórmulas para derivar las funciones elementales
sea necesario, que se conocen
trigonométricas, exponenciales
y logarítmicas.
5.1 Una función f satisface una condición de Lipschitz de orden « en c si existe
un número positivo M (que puede depender de c) y una bola unidimensional B(c) tales que
1S) — FO| < M|
— el
si x € B(0), x*ec.
a) Probar que una función que satisface una condición de Lipschitz
den « es continua en c si « > 0, y derivable en c si 4 > 1.
b)
de
or-
Dar un ejemplo de una función que satisfaga la condición de Lipschitz de
orden 1 en c para la que f(c) no exista.
5.2 En cada uno de los siguientes casos, determinar los intervalos en los que la
función f es creciente o decreciente y determinar los máximos y mínimos (si existen)
en el conjunto en el que f está definida.
a) f(x)
5.3
= x? + ax + »b,
x ER.
b) f(x) = log (x? — 9),
X| > 3.
C) f(x) = x?3(x — 1Y
O<x<|.
d) f(x) = (sen x)/x if x * 0, f(0) = 1,
0<x<z7/2.
Buscar
posible
un polinomio
S1)
=
a,
f del menor
fA2)
=
grado
a,
FE
=
tal que
D,
X2)
=
D,
donde x, £ x, y a,, a,, b,, b, son números reales dados.
5.4 Se define f como sigue: f(x) = e 1/%” si x £ 0, f(0) = 0. Probar
a) f es continua para todo .
que
b) f es continua para todo x, y que f()(0) = 0, (7 = 1, 2, ...).
5.5 Definimos f, 2 y h como sigue: f(0) = 2(0) = HO) y, si x = 0, f(x) = sen (1/x),
elx) = x sen (1/x), h(x) = x? sen (1/x). Probar que
a) f'(x) = —1/x* cos (1/x), si x * 0;
f(0) no existe.
c) '(x)
h(0)
b) 9'(x) = sen(1/x)
5.6
dos
Obtener la fórmula
funciones
— 1/x cos (1/x), si x £ 0;
= 2xsen (1/x) — cos (1/x), si x * 0;
de Leibnitz para la derivada
9'(0) no
existe.
= 0;
lim,..o 7 (x) no existe.
n-ésima del producto
f y e¿:
/y
h"(x)
=—
(n-k)
kZ=(:)(n(k) f (k) Xx)g
(x),
n
donde (k)
k
n
—O
h de
Derivadas
147
5.7 Sean f y g dos funciones definidas en todo R y con derivadas finitas terceras
F(x) y 2 (x) para todo x de R. Si f(x) g(x) = 1 para todo x, probar que las relaciones de (a), (b), (c) y (d) se verifican en todos los puntos en los que el denominador
no es cero:
a) F(XS)
b)
FSE)
c) Fe
f
_
9e3
+ 9 0)/9(x) = 0.
— 25 0/50) — 90)/9(x) = 0.
FOO
S)9 )
50
fE
(f"(x))º _ 9"09)
o
2U”mM)
90
_ 90
90
_,
_3 (g"(x))º_
2190
NOTA. La expresión que aparece en el primer miembro de (d) se llama
Schwarz de f en x.
e) Probar que f y ¿ tienen la misma derivada de Schwarz si
9(x) =
derivada de
[af(x) + bl/ [cf(x) + dl,donde ad — bc + 0.
Indicación. Si c -+ 0, escribir (af + b)X(cf + d) = (a/c) + (bc — ad)[ic(ef + d)] y aplicar la parte (d).
5.8 Sean f., f., £,, £, cuatro funciones con derivadas en (a, b). Definamos F por
medio del determinante
F(x)
a)
Probar
9
que F(x)
=
L)
9
,
si x E (a, b).
existe para cada x de (a, b) y que
F(x) =
b)
h)
Y
fE
91(xX)
)
9:(X)
fFx)
9i(x)
H()
9>(x)
Establecer y probar un resultado más general para determinantes de orden ».
5.9 Dadas n funciones f,, ..., f,, derivables hasta el orden n en (a, b), definimos
una función W, llamada el Wronskiano de f., ..., f, como sigue: Para cada x de
(a, b), WIx) es el valor del determinante de orden n que en la X-ésima fila, m-ésima
columna, tiene al elemento f$,'f"”(x), donde k = 1, 2, ..., n y m = 1, 2, ..., n. [La
expresión [O(x) designa a f,(x).] a) Probar que W'1(x) se obtiene
b)
Supongamos
Cf(X) + ...
para cada x
NOTA. Un conjunto
conjunto linealmente
c)
reemplazando
la última
fila del
nante que define W(x) por las derivadas n-ésimas f”(x),...,
determi-
fP(x).
que existen n constantes C., ..., Cy, NO mulas, tales que
+ cafy(X) =0 para todo x de (a, b). Probar que W(x) = 0
en (a, b).
de funciones que satisface una relación de este tipo se llama
dependiente sobre (a, b).
La anulación del Wronskiano en todo el intervalo (a, b) es necesaria, pero
no es suficiente para que f,, ..., f,, sean linealmente dependientes. Probar
148
Derivadas
que en el caso de dos funciones, si el Wronskiano se anula en (a, b) y si
una de las funciones no se anula en (a, b), entonces constituyen un conjunto linealmente dependiente en (a, b).
El teorema
5.10
del valor medio
Dada una función f definida y derivable con derivada finita en (a, b) y tal que
lim,.,- f(X) = +00, probar que lim,_,_ f(x) o no existe o es infinito.
S.11 Probar que la fórmula del valor medio puede escribirse en la forma:
fE + h) — f()
,
donde
Fijar
0
< 8 < 1. Determinar
9 en función
En
+ 6,
de x y de % cuando
a) f(x) = x*,
b) f(x) = ,
C) f(x) = e”,
d) f(x) = log x,
x £ 0 y hallar lim,,, 6 en cada
5.12
= f
el teorema
5.20 hacemos
caso.
f(x) = 3x*—2x3—x?+1
Probar que f(x)/2(x) nunca es igual al cociente [f(1)
< 1. ¿Cómo conciliar esto con la igualdad
f6) - f _ ra
9(b) — 9(a)
9(x1)
a) f(x) = senx,
posible
encontrar
una
— g(x) = cos x;
clase
general
y ag(x) = 4x>—3x?—2x.
— f(OX/[e(1)
— g(0)] si O << x
a<
x, < b,
que se obtiene del teorema 5.20 cuando n = 1?
5.13 En cada uno de los casos especiales del teorema
x =b, y demostrar que x, = (a + b)/2.
¿Es
x > 0.
5.20,
b) S(x) = e,
de pares de
tomar
n = 1, c =a,
— 9(x) = e.
funciones
f y g para
los que
X, sea siempre (a + b)/2 y tales que los ejemplos (a) y (b) pertenezcan a dicha clase?
5.14 Dada una función f definida y con derivada finita f en el intervalo semiabierto
0
< x < 1 y tal que
|f ()| < 1, definimos
Demostrar que el lim,,. a, existe.
5.15
Supongamos
a, = f(1/n) para n = 1, 2, 3, ...
Indicación. Utilizar la condición de Cauchy.
que f posee derivada finita en cada uno
valo abierto (a, b). Supongamos
además
que
lim,,,f(x)
de los puntos del inter-
existe
y es
finito
para
uno de los puntos interiores c. Demostrar que el valor de este límite deberá ser f(c).
5.16 Sea f continua en (a, b) con derivada finita f en todo (a, b), excepto quizás
en c. Si lim,., , f (x) existe y vale A, entonces f(c) existe también y vale A4.
5.17
Sea f continua en [0, 1], f(0) = 0, f (x) finito para cada x de (0, 1). Probar que
si % es creciente en (0, 1), entonces también lo es la función g definida por medio
de la ecuación e2(x) = f(x)/.
5.18 Supongamos que f posee derivada finita en (a, b) y es continua en [a, b] con
f(a) = f(5) = 0. Probar que para cada real A existe un c de (a, b) tal que f (c) = Mf(c).
Indicación. Aplicar el teorema de Rolle a ¿(x) f(x) para una g conveniente que dependa
de A.
Derivadas
149
5.19 Supongamos que f es continua en [a, b] y que posee una derivada segunda f”
finita en el intervalo abierto (a, b). Supongamos que la cuerda que une los puntos
A = (a, f(a)) y B = (b, f(b)) corta a la gráfica de la función f en un tercer punto P
distinto de A y de B. Probar que f”(c) = 0 para un c de (a, b).
5.20 Si f posee derivada tercera f” finita en [a, b] y si
Sa) = F(a) = f(6) = F(6) = 0,
probar que f”(c) = 0 para un c de (a, ?b).
5.21 Sea f una función no negativa y que admita tercera derivada finita f” en
el intervalo abierto (0, 1). Si f(x) = 0 para dos puntos, por lo menos, de x en (0, 1),
entonces f (c) = 0 para un c de (0, 1).
5.22 Supongamos que f admite una derivada finita en un cierto intervalo (a, +0>0).
a) Si f(x) >1 y f(x)>c cuando x—> +oo, probar que c = 0.
b) Si f(x)> 1 cuando x—> +o0, probar que f(x)/x— 1 cuando x — +oo.
c) Si f(x) >0 cuando x > +v, probar que f(x)/x
— Ocuando x—> +oo.
5.23
Sea h un número
positivo fijo. Probar que no existe ninguna
función f que
satisfaga las tres condiciones siguientes: f(x) existe para x Z 0, f(0) = 0, f(x) Z h
para x >0.
5.24 Si h > 0 y f(x) existe (y es finita) para cada x de (a — h, a+ 1), y si f es con-
tinua en [a
— h, a + hl, probar que se tiene:
a) Ta + h);f(º“ H - Fa
0 +f(ía-0h,
O<O<1:
O<
h
c)
A<1.
Si f”(a) existe, probar
Fa — lim/e + 9 — 259) + fa -h
h-0
h
d)
Dar un ejemplo en el que exista el límite del cociente que aparece en (c)
pero f“(a) no exista.
5.25 Sea f una función con derivada finita en (a, b) y supongamos que c E (a, b).
Considerar la siguiente condición: Para cada e > 0 existe una bola unidimensional
Blc;
8), cuyo radio 8 depende sólo de e y no de e, tal que si x € B(c;
8) y xX“c,
entonces
Sx) — Fc)
— f(OI
< .
Probar que f es continua en (a, ») si esta condición se verifica en todo (a, b).
5.26 Sea f con derivada finita en (a, b) y continua en [a, b], con a < f(x) < b para
todo x de [a, b] y | (x)) < « < 1 para todo x de (a, b). Probar que f posee un único
punto fijo en [a, b].
150
5.27
Derivadas
Dar un par de funciones f y g con derivadas finitas en (0, 1) tales que
pero que
5.28
lim,_, f (x)/2'(x) no exista, eligiendo g de modo
que
Demostrar el siguiente teorema:
' (x) nunca valga cero.
Sean f y g dos funciones con derivadas n-ésimas finitas en (a, b). Supongamos
que,
para algún punto interior c de (a, b), f(c) = f(c) = ... = f"-D(c) = 0, y que dc) =
g(c) = ... = 2"-D(c) = 0, pero
que
g"Xx)
nunca
in 70 - 220
90
es cero
en (a, b). Probar
que
x>c 9x)
NOTA.
f
y g(” no se suponen continuas en c. Indicación.
(x
F(x) = () —
definir G
5.29
“-
c)n—1f(n—l)(c)
(n —
a
análoga, y aplicar el teorema
de forma
Haciendo
b
1!
5.20 a las funciones
F y G.
Probar que la fórmula que aparece en el teorema de Taylor se puede escribir
de la forma
siguiente:
S)
=
%
24
N
E-9
y, E- de -7
+
— G-
f(n)(x1),
donde x, es un punto interior al intervalo que une x con c. Sea 1—0 = (X—x)/(xX—oc).
Probar que
O<
6< 1 y deducir la siguiente forma del término complementario
(debida a Cauchy):
1Indicación.
Tomar
9"'x-o
(n — 1)!
fPOx + (A — Oel
G(t) = g(1) = + en la demostración
Funciones vectoriales
5.30 Si una función vectorial f es diferenciable
del teorema
en c, probar
5.20.
que
(D = lim 1 Hc + » - £o].
h>0
h
Recíprocamente, si este límite existe, probar que f es diferenciable en c.
5.31 Una función vectorial f es diferenciable en cada punto de (a, b) y tiene norma
|I£f| constante. Demostrar que f(1)-f'(1) = 0 en (a, b).
5.32 Una función vectorial f no es nunca cero y posee una derivada f' continua
en R. Si existe una función real A tal que £ (1) = MDf(1) para todo
, entonces
existe
una función real positiva 4 y un vector constante c tales que f(1) = u(t)-c para todo 1.
Derivadas
Derivadas
5.33
151
parciales
Consideremos
la función f definida en R? por las siguientes fórmulas:
a, »=-—X
+y
Probar
que
las derivadas
si(,»E(0,0) f(0,0)=0.
parciales
D. f(x,
y) y Dof(x,
y) existen
para
cada
(,
y)
de R? y expresar dichas derivadas explícitamente en función de x e y. Probar, además,
5.34
que f no es continua
en (0, 0).
Sea f definida en R? como sigue:
2
—
f(x, ») = yííT%
2
si (x, y) * (0,0), /(0,0) = 0.
Calcular las derivadas parciales de primer y segundo orden de f en el origen, cuando
existan.
Funciones
5.35
complejas
Sea S un conjunto
abierto
de C y sea S*
el conjunto
de los complejos
con-
jugados z, cuando z € $S. Si f está definida sobre $, definir g sobre S* como sigue:
9(7)=/(z), complejo conjugado de f(z). Si f es diferenciable en c, probar que g es
diferenciable en € y que 91(5) = f(c).
5.36
i) En cada uno de los siguientes ejemplos escribir f = u + iv y hallar fórmulas explícitas para u(x, y) y v(x, y)
a) f(z) = sen z,
b) f(z)
C) f(z) = |zl,
e) f(z) = argz
g) f(z) = e”,
d) f(z) = 7,
S) =logz Z-+0),
h) f(z) = z* (a complejo,
(Z * 0),
= cosz,
z = 0).
(Estas funciones están definidas tal como se indicó en el capítulo 1.)
i) Probar que u y v satisfacen las ecuaciones de Cauchy-Riemann
para los
siguientes valores de z: Para todo z en (a), (b), (g); ningún z en (c),
(d), (e); todos los Z excepto los números reales z < 0 en (), (h). (En la
parte (h), las ecuaciones de Cauchy-Riemann se verifican para todos los z
si % es un entero no negativo, y se verifican para todo z £ 00 si « es un
entero negativo.)
111) Calcular las derivadas f(z) en (a), (b) (), (g), (), en el supuesto de que
existan.
5.37 Escribir f = u + iv y suponer que f posee derivada en cada uno de los puntos
de un disco abierto D centrado en (0, 0). Si au” + bv? es constante en D para ciertos números reales a y », no ambos nulos, probar que f es constante en D.
152
Derivadas
REFERENCIAS
3.1
5.2
SUGERIDAS
PARA
POSTERIORES
ESTUDIOS
Apostol, T. M., Calculus, Vol. 1. 2.? ed. Ed. Reverté, S: A., Barcelona, Bogotá,
Buenos Aires, Caracas, México.
Chaundy, T. W., The Differential Calculus. Clarendon Press, Oxford, 1935.
CAPÍTULO 6
Funciones
de variación acotada
y curvas rectificables
6.1
INTRODUCCIÓN
Algunas de las propiedades básicas de las funciones monótonas fueron descritas
en el capítulo 4. En este breve capítulo se estudian las funciones de variación
acotada, una clase de funciones íntimamente relacionada con las funciones mo-
nótonas. Veremos que estas funciones están en estrecha conexión con las curvas
que poseen longitud finita (curvas rectificables). Juegan también un papel en la
teoría de la integración de Riemann-Stieltjes que desarrollaremos en el próximo capítulo.
6.2
PROPIEDADES
DE
LAS
FUNCIONES
MONÓTONAS
Teorema 6.1. Sea f una función creciente definida en [a, b] y sean X, X., ..., Xn
n+ 1 puntos tales que
a = Xo
Tenemos
entonces
< X¡
< X,
-<
X,
= D.
la desigualdad
-1
X VGa+) - S)
k=1
Demostración.
<
Supongamos
que f(x+) < f01) y O1)
que
< 16) — Aa).
y, € (Xx, Xr11).
Para
1<k<n—1
tenemos
<1Cx—), luego fXx+) — f—) <10%)
— fO-1)-
Si sumamos estas desigualdades, la suma de la derecha nos da f(,_)
— f(7)Puesto que f(y,-,)
— (,) < f(b)
— f(a), esto completa la demostración.
La diferencia f(x,+)
— f(x.—) es, además, el salto de f en x;. El teorema
anterior nos dice que, para cada colección finita de puntos x; de (a, b), la
suma de los saltos en estos puntos está siempre acotada por f(b)— f(a). Este
resultado nos servirá para demostrar el teorema siguiente.
Teorema 6.2. Si f es monótona
nuidades de f es numerable.
en [a, b], entonces el conjunto
153
de disconti-
154
Funciones
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
Demostración. Supongamos que f es creciente y sea $,, el conjunto de puntos
de (a, b) en los que el salto de f es superior a 1/m, m > 0. Si x, < X, <-..
< X»-, están en $,,, el teorema 6.1 nos asegura que
n—l1
< f(5) — f(a).
Esto significa que $, debe ser un conjunto finito. Pero el conjunto de discon-
tinuidades de f en (a, ») es un subconjunto de la reunión U%-1 S., y por lo
tanto numerable. (Si f es decreciente, el argumento se aplica a —f.)
6.3
FUNCIONES
Definición 6.3.
DE
VARIACIÓN
ACOTADA
Si [a, b] es un intervalo compacto, un conjunto de puntos
P
—
(x03
xl?
...
xn)a
que satisfaga las desigualdades
a = Xy < X1 *** < X_1
se llama
partición de
[a, b].
El intervalo
< X, =,
[Xx_., x]
se llama
k-ésimo subin-
tervalo de P y se escribe Ax, = Xy — Xk-., Con lo que Y x=1 Axy, = b—a. La
colección de todas las particiones posibles de [a, b] se designará por medio
de V[a, bl.
Dejinición 6.4. Sea f definida en a, b]. Sí P = (X,, X., ..., X) es una partición de la, b], escribiremos Af = f(X1)— f(Xr.--), para k = 1, 2, ..., n. Si existe
un número positivo M tal que
» 1AfI < M
k=1
para toda partición de [a, b], entonces diremos que f es de variación acotada
en [a, b].
Los dos teoremas que siguen proporcionan
riación
acotada.
ejemplos de funciones de va-
Teorema 6.5.
en f[a, b].
Si f es monótona en [a, b], entonces f es de variación acotada
Demostración.
Sea f creciente. Entonces para cada partición de [a, b] tenemos
Af 2 0 y por lo tanto
n
Y. 1ARL = 2 Af = Z JG - SE-)) = 106) - Aa).
k=1
Funciones
de variación
acotada
y curvas
rectificables
155
Teorema 6.6. Si f es continua en [a, b] y si f existe y está acotada en el
interior, es decir que |f(xX)] < A para todo x de (a, b), entonces f es de variación acotada en [a, b].
Demostración.
el teorema
del valor medio, tenemos
— Xr-1) en donde %r € Xk 1 X1)-
- J- 1) =S
= F
Af
Esto
Aplicando
implica
Z JAl = Z SA Ax < A D Axy = A(b — a).
Teorema 6.7.
Si f es de variación acotada en [a, b], es decir que , |Afr]
para toda partición de [a, b], entonces f está acotada en [a, b]. De hecho,
CD|
Demostración.
< |1f(a)|
Supongamos
que
P = (a, x, b), obtenemos
)
+ M
para todo x de fa, b].
x E€(a,
b).
Utilizando
la partición
especial
— Fal + 156) - F| < M.
f| < a)| + M. Idéntica desigualdad se
Esto implica que |f(x)
— f(a)|
< M,
Ejemplos
1. Es fácil construir
continuas
verifica si x
<M
=4 0 si X = D.
funciones
que
no
sean
de
variación
acotada.
Por
ejemplo, sea f(x) = x cos (7/(2x)) si X = 0, f(0) = 0. Entonces f es continua en
[0,
1], pero
si consideramos
es fácil comprobar,
2n
»
k=1
h
la partición
calculando,
1
l
l
2n
2n
2n— 2
=—+—+
en 2n
subintervalos
que
+
—
2n—2
+ +
Esta suma no está acotada para todo n, ya que la serie 21
(1/n) diverge. En
este ejemplo la derivada f existe en (0, 1) pero f no está acotada en (0, 1). Sin
embargo, f está acotada en todo intervalo compacto que no contenga el origen
y, por lo tanto, f es de variación acotada en tales intervalos.
156
2.
3.
Funciones
de variación
acotada
y curvas
rectificables
Un ejemplo análogo al primero lo proporciona la función f(x) = x? cos (1/r)
si x£0, f(0)
= 0. Dicha función f es de variación acotada en [0, 1], ya que
f está acotada en [0, 1]. De hecho, f(0) = 0 y, para x £ 0, f(x) = sen (1/x) +
2x cos (1/x), luego |(x)|) < 3 para todo x de [0, 1].
La acotación de f no es condición necesaria para que f sea variación acotada.
Por ejemplo, considérese la función f(x) = x1/3. Esta función es monótona (y por
lo tanto de variación acotada) sobre todo intervalo finito. Sin embargo, f (x)—>
+v0 cuando x —>0.
6.4
VARIACIÓN
Defjinición 6.8.
TOTAL
Sea f una función de variación acotada en fa, b] y sea 3 (P)
la suma >x=1 |Af:] correspondiente a la partición P = (x,, X., .... Xn) de [a, bl.
El número
V (a, b) = sup () (?): P e F[a, b |,
se llama variación total de f en el intervalo [a, b].
NOTA.
Si no hay peligro de confusión, escribiremos
Dado
Y ; en vez de Y ((a, b).
que f es de variación acotada en [a, b], el número
más Y ; > 0, ya que cada suma ; (P) > 0. Y además Y(a,
f es constante en [a, bl.
V
es finito. Ade-
b) = 0 si, y sólo si,
Teorema 6.9. Supongamos que f y g son dos funciones de variación acotada
en [a, b]. Entonces también lo es su suma, su diferencia y su producto. Ade-
más, se tiene
en donde
A = sup f|9(x)] : x e [a, b ),
Demostración.
B = sup (1)
: x e [a, b]).
Sea h(x) = f(x)g(x). Para cada partición P de [a, b] se tiene
A| = 1/00)90%) — J19 - 1)1
= 1/)90) — F- )90)]
+ VU4-)90)
— J- )9- )I < ALARI + BIA9:
Esto implica que / es una función de variación acotada y que Y, < AVy + BVY>.
Las demostraciones correspondientes a la suma y la diferencia son muy simples y las omitiremos.
Funciones
de variación
acotada
y curvas
rectificables
157
NOTA. Los cocientes no han sido incluidos en el teorema anterior ya que el
recíproco de una función de variación acotada no es, necesariamente, de variación acotada. Por ejemplo, si f(x)
> 0 cuando
x — x,, entonces
1/f no estará
acotada en ningún intervalo que contenga el punto x, y (por el teorema 6.7)
1/f no puede
ser de variación acotada en tal intervalo. Para poder extender el
teorema 6.9 a los cocientes, es suficiente excluir las funciones cuyos valores lle-
guen a ser tan próximos
a cero como
se desee.
Teorema 6.10. Sea f una función de variación acotada en [a, b] y supongamos que f está acotada de forma que no se pueda aproximar a cero; esto es,
supongamos que existe un número positivo m tal que 0 < m<
de [a, b|. Entonces
V, < V,/m”.
g = 1/f
es
también
de
variación
|f(x)| para todo x
acotada
en
fa,
b]
y
Demostración.
[Ag.]
6.5
=
PROPIEDAD
1
1
)
J- 1)
ADITIVA
DE
|=
LA
AJ
116791107
VARIACIÓN
¡ < M
_—m*
TOTAL
En los dos últimos teoremas el intervalo [a, b] se conservó fijo y Y ¡(a, b) era
considerada función de f. Ahora fijaremos
f y estudiaremos la variación
total como función del intervalo [a, b], con lo cual obtendremos la siguiente
propiedad aditiva.
Teorema
6.11.
Sea f de variación
acotada
en
[a, bl, y supongamos
que
c E (a, b). Entonces f es de variación acotada en [a, c] y en [c, b] y se tiene
V (a, b) =
Demostración.
Probaremos
V (a, c) +
V(c, b).
en primer lugar que f es de variación acotada en
[a, c] y en [c, b]. Sea P, una partición de [a, c] y sea P, una partición de [c, b].
Entonces P, =P, UP, es una partición de [a, b]. Si X (P) designa la suma
> [Afr] correspondiente a la partición P ( en el intervalo
escribir
apropiado),
2 (P) + X () = Y (P9) < V(a, b).
podemos
(1)
Esto prueba que cada suma %$ (P) y
(P,) está acotada por V¡(a, b) y ello
significa que f es de variación acotada en [a, c] y en [c, b]. De (1) se obtiene
también la siguiente desigualdad
158
Funciones
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
V(a, c) + Vi(c, b) < V (a, »),
en virtud del teorema 1.15.
Para obtener la desigualdad en el otro sentido, sea P = (x,, X;, ..., Xn) €
C[a, b] y sea P, = P U (c) la (probablemente nueva) partición obtenida al añadir
el punto c. Si c € [Xx-_,, Xr], entonces tenemos
O
— F-
)I< 1)
— HJ + A
— J-
y por lo tanto 3 (P) < >(P,). Ahora bien, los puntos de P, que están en [a, cl
determinan una partición P, de [a, c] y los que están en [c, b] una partición P,
de [c, b]. Las sumas correspondientes a estas particiones están relacionadas por
=
) <
X P)
= EP)
+ EP
<
V(a,c) +
V(c,b).
Por consiguiente, Y ¡(a, c) + Y ¡(c, b) es una cota superior para cada suma 3, (P).
Puesto que dicha cota no puede ser menor que el extremo superior, tenemos
V(a, b) <
Vi(a, c) +
V(c, »),
que termina la demostración.
6.6
LA
VARIACIÓN
TOTAL
f[a, x] COMO
FUNCIÓN
DE
x
Ahora mantendremos fija la función f y el punto inicial del intervalo y estudia-
remos la variación total como función del punto extremo de la derecha del intervalo. La propiedad aditiva de la variación total implica consecuencias importantes para esta función.
Teorema 6.12. Sea f una función de variación acotada en [a, b]. Sea Y definida en [a, b] como sigue: V_(x) = Y (a, x) si
a<< x< b, V(a) = 0. Entonces:
1)
1)
Y es una función creciente en [a, b].
Y —fes una función creciente en [a, bl.
Demostración. Si a < x < y < b, podemos escribir V (a, y) = Y (a, x)+V (x, y)Esto implica que Y(y)— Y (x) = Y (x, y) > 0. Luego Y(x) < Y(y), e (1) se verifica.
Para demostrar (1i), sea D(x) = Y (X) — f(x) si x € [a, b]. Entonces, si a <
x<y<b, tenemos
D(y — DE) = Y() — 709 — O
— S)
= V7(x, ») — 1O
Pero de la definición de Y (x, y) se sigue que
fO - fE) < Y,(x, 7).
— F-
Funciones
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
159
Esto significa que D(y)
— D(x) = 0, y (1i) se verifica.
NOTA.
Para ciertas funciones , la variación total Y (a, x) se puede expresar
como
una integral. (Ver ejercicio 7.20.)
6.7.
FUNCIONES DE VARIACIÓN ACOTADA EXPRESADAS
COMO DIFERENCIA DE DOS FUNCIONES CRECIENTES
La simple y elegante caracterización de las funciones de variación acotada que
damos a continuación es consecuencia del teorema 6.12.
Teorema 6.13. Sea f definida sobre [a, b]. Entonces f es de variación acotada en la, b] si, y sólo si, f puede expresarse como diferencia de dos funciones crecientes.
Demostración. Si f es de variación acotada en
V — D, en donde Y es la función del teorema
[a, b], podemos escribir f =
6.12 y D = V —f. Tanto Y
como D son funciones crecientes en [a, b].
El recíproco se deduce inmediatamente de los teoremas 6.5 y 6.9.
La representación de una función de variación acotada como diferencia de
dos funciones crecientes no es Única. Si f = f, — f,, en donde f, y f, son crecientes, se tiene también que f = (f, + 2)— (f; + £), siendo g una función cre-
ciente arbitraria, y ello nos proporciona una nueva representación de f. Si g es
estrictamente creciente, también
lo serán f, + g y f, + g. Por consiguiente, el
teorema 6.13 es asimismo válido si reemplazamos «creciente» por «estrictamente
creciente».
6.8
FUNCIONES
CONTINUAS
DE
VARIACIÓN
ACOTADA
Teorema 6.14. Sea f una función de variación acotada en f[a, b]. Si x € (a, b],
sea YV(x) = V ,(a x) y hagamos V(a) = 0. Entonces cada punto de continuidad
de f también es un punto de continuidad de V. El recíproco también es cierto.
Demostración. Puesto que V es monótona, los límites laterales por la derecha
y por la izquierda V(x+) y V(x—) existen para cada punto x de (a, b). En
virtud del teorema 6.13, lo mismo es cierto para f(x+) y f(x—).
Sia<<x<y<b,
se verifica [por definición de Y ((x, y)] que
0 < 1/(7) — SI
Haciendo
< 7(7) — 76).
que y — x, obtenemos
0 < IfX+)
— fO|
<
Y(X+)
-
Y().
160
Funciones
Análogamente,
de
variación
0 < |f(x) — f(x—)| <
acotada
Y (x) — V(x—).
can que todo punto de continuidad de
y curvas
Estas
rectificables
desigualdades
impli-
VY es también un punto de continui-
dad de f.
Para demostrar el recíproco, sea f continua en un punto c de (a, b). Entonces, dado e > 0, existe un 8 > 0 tal que 0 < |x—ec| < $ implica |f(x) — f(c)|
< £/2. Para este mismo e, existe una partición P de [c, b], por ejemplo
P = Xo, X1, ... , Xn),
tal que
Agregando
Xo
= €,
X,
= b,
,
Ve, b) - 2* < =1Y 1AFid.
más
puntos
a P únicamente
S [Afr] y por lo tanto podemos
fica que
conseguiremos
considerar que 0 < x,
que
aumente
la suma
— x, < $. Esto signi-
Afl = 101) -FO <>,
con lo que la desigualdad anterior se convierte en
V (c, b) -
<
2
2
+ X 1f <Í + VG D),
k=2
2
ya que (xX,, X, .... Xn) es UNa partición de [x,, b]. Tenemos, por tanto,
V¡(c, b) —
Pero
0 <
V(x,) —
V(c)
Vi(x1, b) < ¿.
= V(a, x,) —
VJ(C,
x1)
—
V (a, )
V¡(C,
b)
—
V¡(X¡,
b)
<
E.
Con lo cual hemos probado que
O<x,
—ce<ó
implica
0<
V(x,) —
V(c) < €.
Esto demuestra que V(c+) = V(c). Un razonamiento análogo lleva al resultado Y (c—) = V(O). El teorema queda entonces demostrado para todos los puntos interiores de [a, b]. (Para los puntos extremos son necesarias ciertas modificaciones triviales.)
Combinando
el teorema
6.14 con el 6.13, podemos
establecer
Funciones
de variación
acotada
y curvas
rectificables
161
Teorema 6.15. Sea f una función continua en [a, b]. Entonces f es variación
acotada en [a, b] si, y sólo si, f se puede expresar como diferencia de dos funciones crecientes continuas.
NOTA. El teorema se verifica también si reemplazamos «creciente» por «estrictamente creciente».
Es claro que las discontinuidades de una función de variación acotada (si
existen) deberán ser discontinuidades de salto en virtud del teorema 6.13. Además, el teorema 6.2 nos dice que constituyen un conjunto numerable.
6.2
CURVAS
Y CAMINOS
Sea f:[a, b] >R" una función vectorial, continua en un intervalo compacto
[a, b] de R. Cuando t recorre [a, b], los valores f(t) de la función describen
un conjunto de puntos de R” llamado gráfica de f o curva descrita por f.
Una curva es un subconjunto compacto y conexo de R” dado que es la imagen
continua de un intervalo compacto. La función f se llama un camino.
Es a veces útil imaginarse una curva como trazada por una partícula móvil.
El intervalo [a, b] puede ser interpretado como un intervalo de tiempo y el
vector f(r) determina la posición de la partícula en el instante t. En esta in-
terpretación, la función f se denomina un movimiento.
Distintos caminos pueden dibujar la misma curva. Por ejemplo, las dos funciones complejas
f(l)
—
e2nir,
g(t)
—
e—-2nít,
O
<
1<
1,
dibujan ambas el círculo unidad x* + y? = 1, pero los puntos son recorridos
en sentidos opuestos. El mismo círculo lo dibuja cinco veces la función
h(1) = e,
6.190
O<
CAMINOS
<1.
RECTIFICABLES
A continuación introducimos
Y LONGITUD
el concepto
DE
UN
ARCO
de longitud de un arco de curva. La
idea consiste en aproximar la curva por medio de polígonos inscritos, técnica
aprendida de los antiguos geómetras. Nuestra intuición nos asegura que la longitud de cualquier polígono inscrito no excederá a la de la curva (dado que
la línea recta es el camino más corto entre dos puntos), luego la longitud de
una curva deberá ser una cota superior de las longitudes de todos los polígonos
inscritos. Por consiguiente, parece natural definir la longitud de una curva como
el extremo superior de las longitudes de todos los polígonos inscritos posibles.
162
Funciones
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
Para la mayoría de las curvas que aparecen en la práctica, esto proporciona
una definición útil de longitud de arco. Sin embargo, como veremos en seguida,
existen curvas para las cuales el extremo superior de las longitudes de los
polígonos inscritos no existe. Por tanto, es necesario clasificar las curvas en dos
categorías:
las que tienen longitud y las que no. Las primeras se denominan
rectificables, las segundas no rectificables.
Daremos ahora una descripción formal de estas ideas.
Sea f£:[a, b] > R” un camino en R”. Para una partición cualquiera de [a, b],
dada por
P =
ítº, (
PEO
t,,,),
los puntos f(t,), f(t)), .... £(£..) son los vértices de un polígono inscrito. (Puede
verse un ejemplo
en la figura 6.1.) La longitud de este polígono
mos por A(P) y se define como la suma
Af(P)
—
í
"f(tk)
—
la designare-
f(tk-l)llº
f(t5)
(1)
Figura
f(l6)
6.1
Defjinición 6.16. Si el conjunto de números A (P) está acotado para todas las
particiones P de [a, b], entonces el camino f se llama rectificable y su longitud
de arco, designada por A(a, b), se define por
Aygla, b) = sup LA(?): P e 9[a, bl).
Si el conjunto
de números
Ay(P)
no está acotado,
f se llama no rectificable.
Existe un método fácil para caracterizar todas las curvas rectificables.
Teorema 6.17.
Consideremos un camino f:[a, b]—>R" de componentes
£ = (f,, ... fa). Entonces f es rectificable si, y sólo si, cada componente f es de
variación acotada en [a, b]. Si f es rectificable, tenemos las desigualdades
V.(a, b) < A¿la, b) < Y¡(a, b) + ::: + V,(a, »),
(k = 1,2,...,n),
)
Funciones
en donde
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
163
V1(a, b) desgina la variación total de f en [a, bl.
Demostración. Si P = Cto, t,, ..., tm) €ES UNA partición de [a, b] tenemos
27 15009 — HC-I < AP) < 2 2150 — HE
'
para cada
k. Todas
las afirmaciones del teorema
se siguen fácilmente
(3)
de (3).
Ejemplos
1. Como hemos indicado anteriormente, la función dada por f(x) = x cos (7/(2x))
para x 7 0, f(0) = 0, es continua pero no es de variación acotada en [0, 1]. Por
lo cual su grafo no es una curva rectificable.
2. Es posible demostrar (ejercicio 7.21) que si f' es continua en [a, b], entonces
f es rectificable y su longitud de arco puede obtenerse por medio de una integral.
D
Ayla, b) = f MO
6.11
PROPIEDADES DE
DE LA LONGITUD
Sea f = (f,, ..., f.) un
de las componentes f
[a, b]. En esta sección
función del intervalo
Teorema
6.18.
ADITIVIDAD
DE ARCO
Y DE
CONTINUIDAD
camino rectificable definido en [a,
es de variación acotada en cada
fijamos f y estudiamos la longitud
[x, y]. Ante todo demostraremos
b]. Entonces cada una
subintervalo [x, y] de
de arco A:+(x, y) como
una propiedad aditiva.
Si c E (a, 6) tenemos
Aga, b) = Aga, c) + Aye, b).
Demostración. Añadamos el punto c a la partición P de [a, b]; obtendremos
así una partición de [a, c] y una partición de [c, b] que designaremos, respectivamente, P, y P, tales que
AP)
< A?1)
+ AgP:) < Ayga, €) + Aiye, b).
Esto implica que A(a, b) < Ay(a, c) + A(c, b). Para obtener la desigualdad
en el otro sentido, sean P, y P, particiones arbitrarias de [a, c] y [c, b], respectivamente. Entonces
P=P1UP2,
164
Funciones
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
es una partición de [a, b] para la que tenemos
AP1) + AP2) = AdP) < Ara, b).
Puesto que el supremo de todas las sumas A:(P,) + A+(P,) es la suma A(a c) +
Á c, b) (ver teorema 1.15), el teorema está demostrado.
Teorema 6.19.
Consideremos un camino rectificable f definido en [a, b]. Si
x € (a, b], sea s(x) = A+(a, x) y sea s(a) = 0. Entonces tendremos:
1) La función s así definida es creciente y continua en [a, b].
1) $i no existe ningún subintervalo de [a, b] en el que f sea constante, entonces s es estrictamente
Demostración.
Si
creciente
en
[a,
b)].
a< x <y <b, el teorema 6.18 implica s(y) — s(x) = A(x, y)
> 0. Ello prueba que s es creciente en [a, b]. Además tenemos que s(y)—s(x)>0
a no ser que A:+(x, y) = 0. Pero, en virtud de la desigualdad (2), A(x, y) =0
implica V.(x, y) = 0 para cada K y esto, a su vez, implica que f es constante
en [x, y]. Por consiguiente (i1) se verifica.
|
Para demostrar que s es continua, utilizaremos, de nuevo, la desigualdad (2)
para escribir
0 < s(y) — s(x) = Arx, Y) < Z) Vilx, y)Si hacemos que y —>x, obtenemos que cada término Y;(x, y) —>0 y por consiguiente s(x) = s(x+). Análogamente, s(x) = s(x—) y la demostración está terminada.
6.12
CAMINOS
EQUIVALENTES.
CAMBIOS
DE
PARAMETRO
En esta sección se analiza una clase de caminos en la que todos tienen el mismo
grafo. Sea f:[a, b]-> R” un camino de R* y sea u:[c, d| > [a, b] una función
real, continua y estrictamente monótona en [c, dj con recorrido [a, b]. Entonces
la función compuesta g = f o 4 dada por
g(') = f[u(1)]
para
c <<t <d,
es un camino cuya gráfica coincide con la de f. Dos caminos
f y g como
los
mencionados se llaman equivalentes. Se dice que ambas funciones proveen representaciones paramétricas distintas de una misma curva. La función u define
un cambio de parámetros.
Designemos por C la gráfica común
a los dos caminos
equivalentes f y g.
Funciones
de variación
acotada
y curvas
rectificables
165
Si u es estrictamente creciente, se dice que f y g dibujan a C en la misma
dirección. Si u es estrictamente decreciente, se dice que f y g dibujan a C en
direcciones opuestas. En el primer caso, se dice que u preserva el orden; en el
segundo caso, que invierte el orden.
Teorema 6.20. Sean f:[a, b] >R" y g:[c, d| > R dos caminos en R”, cada
uno de los cuales es uno a uno en su dominio. Entonces f y g son equivalentes
si, y sólo si, tienen la misma gráfica.
Demostración. Caminos equivalentes tienen, necesariamente, la misma gráfica.
Para demostrar el recíproco, supongamos que f y g tienen la misma gráfica.
Puesto que f es uno a uno y continua en el conjunto compacto [a, b], en virtud
del teorema 4.29 sabemos que f- existe y es continua en su gráfica. Definamos u(t) = f*[g(1)] si + E [c, d]. Entonces u es continua en [c, d] y g(1) =
f[u(?)]. El lector podrá comprobar fácilmente que u es estrictamente monótona,
y que por lo tanto f y g son caminos equivalentes.
EJERCICIOS
Funciones
6.1
6.2
de
variación
acotada
Determinar cuáles de las siguientes funciones son de variación acotada en [0, 1].
a) f(x) = ** sen (1/x) si x- 0, f(0) = 0.
b) f() = Vx sen (1/x) si x+£0, f(0) =0.
Una
función f, definida en [a, b], verifica una condición uniforme de Lipschitz
de orden « > 0 en [a, b] si existe una constante M >0 tal que |f(x)
— fG)| <
M|x
— y|* para todo x e y de [a, b]. (Comparar con el ejercicio 5.1.)
a)
b)
c)
Si f es una
tal función,
probar
que
« > 1 implica
que
f es constante
en
[a, b], mientras que y = 1 implica que f es de variación acotada en [a, b].
Dar un ejemplo de una función f que satisfaga una condición uniforme de
Lipschitz de orden « < 1 en [a, b] tal que f no sea de variación acotada
en [a, b)].
Dar un ejemplo de una función f que sea de variación acotada y que; sin
embargo, no satisfaga ninguna condición uniforme de Lipschitz en [a, b].
6.3 Probar que una función polinómica f es de variación acotada en todo intervalo compacto [a, b]. Describir un método que permita calcular la variación total
de f en [a, b] conociendo los ceros de la derivada f.
6.4 Un conjunto no vacío S de funciones reales definidas en un intervalo [a, b]
se llama espacio vectorial de funciones si verifica las siguientes propiedades:
a) Si
fCS, entonces cf E S para cada número real c.
b) Si fES y gE'S, entonces f + gES.
El teorema 6.9 demuestra que el conjunto Y de todas las funciones de variación acotada en [a, b] constituye un espacio vectorial. Si S es un espacio vectorial que con-
166
Funciones
de variación
acotada
y curvas
rectiticables
tiene todas las funciones monótonas en [a, bl, probar que Y C'S. Este resultado
puede enunciarse diciendo que las funciones de variación acotada constituyen el
menor espacio vectorial que; contiene a todas las funciones monótonas.
6.5 Sea f una función real definida en [0, 1] tal que f(0) > 0, f(x)* x para todo x,
y fx) < f(y) siempre
que x <y.
Sea A = (x:f(x)
> x). Probar que
sup
AEA
y
que f(1)> 1.
6.60 Si f está definida en todo R', entonces se dice que f es de variación acotada
en (—o, +o0) si f es de variación acotada en cada intervalo finito y si existe un
número positivo M tal que Y,(a, b) < M para todo intervalo compacto [a, b]. La
variación total de f en (—o, +0>>0) es, entonces, el supremo de todos los múmeros
V¡(a, b), —m<a< b< +07, y se designa por V ,(—o, +00). Definiciones análogas
se aplican a los intervalos infinitos semiabiertos [a, +00) y (—oo, bl.
a)
Establecer y demostrar para el intervalo infinito (—o, +00) teoremas análogos a los teoremas 6.7, 6.9, 6.10, 6.11 v 6.12.
Demostrar que el teorema 6.5 es cierto para (—oo, +00) si «monótona» se
sustituye por «monótona y acotada». Establecer y demostrar una modifica-
b)
6.7
ción análoga para el teorema 6.13.
Supongamos que f es una función de variación acotada en [a, b] y sea
P
Como
es usual,
escribimos
A(P) =
Los
=
*[Xº, x1,...,x,,)€?[a,
b].
Af,. = f(x,)
— fQr- ), K = 1, 2,
(k: Af
> 0,
B(P)
=
(K: Añ
..., n. Definimos
< 0).
números
Pr(a, b) = sup : 2
Af : P e Pfa, b] )
keA(P)
ngla, b) = sup [ z
Af| : P e Pfa, b]:
keB(P)
se llaman, respectivamente, variaciones positivas y negativas de f en [a, b]. Para
cada x de (a, b], sean
V(x) = Y(a, x), plx) = pr(a, x), n(x) = n,(a, x), y Ví(a) =
p(a) = n(a) = 0. Demostrar que se tiene:
a) Y(x) = p(x) + n).
b) 0 < p(x) < Y(x) y 0 < n(x) < Y(x).
C) p y n son crecientes en [a, b].
d)
f(x) = f(a) + p(x)— n(x).
teorema 6.13.)
(La
e) 2(x) = V(x) + f(x) — f(a),
parte
(d)
da
una
mnueva
— 2n(x) = Y() — f) +
demostración
del
a).
f) Cada uno de los puntos de continuidad de f es también un punto de continuidad de p y de n.
Funciones
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
167
Curvas
6.8
Sean
f y g funciones
f(e) = e?
a)
6.9
complejas
definidas
site [0,1],
como
sigue:
0(1) = e"
si t € [0,2].
Demostrar que f y £ tienen el mismo grafo pero en cambio,
con la definición de la sección 6.12, no son equivalentes.
de
acuerdo
b) Probar que la longitud de g es el doble que la de f.
Sea f un camino rectificable de longitud L definido en [a, b], y supongamos
que f no es constante en ningún subintervalo
gitud de arco dada por s(x) = A+(a, x) si
a) Probar que s-! existe y es continua
b) Definir g(t) = f[s-1(1)] si 1 € [0, L] y
de [a, b]. Si s designa la función lona< x<b,
y s(a) = 0.
en [0,. Li.
probar que g es equivalente a f. Dado
que f(1) = g[s(/)], la función g nos proporciona una representación de la
gráfica de f que tiene por parámetro la longitud de arco.
6.10 Sean f y g dos funciones reales continuas y de variación acotada definidas
en [a, b], con 0 < f(x) < ¿(x) para cada x de (a, b), f(a) = e(a), f(b) = ¿(b). Sea h
la función compleja definida en el intervalo [a, 2b — a] como sigue:
a)
b)
c)
h)
= 1 + if(1),
sia<!<b,
h(t)
= 2b — 1 + 19(2b — »),
sib<1<2b-—a.
Demostrar
Explicar
que
por
entre f, e2 y h.
Demostrar
/ describe una
medio
de
un
rectificable I.
las
relaciones
<x<b,
existentes
fx) <y
< 9(x))
es una región del plano R? cuya frontera es la curva T.
Sea H la función compleja definida en [a, 25 —a] como sigue:
H(t) = £ + 4i [9(25 — 1) — fQb — 1)],
Probar
que
la región
H
describe
una
So = (x,D:a < x <b,
sia<r<b,
Á
H(t) = t — +i [9(1) — f(1)],
e)
geométricas
que el conjunto de puntos
S = (X, »»:a
d)
curva
dibujo
curva
f
sib<1r<2b-—a.
rectificable 1', que
es la frontera
de
- 90 < 2y < 9(x) — f-
Probar que S, posee al eje de las abscisas como eje de simetría. (La región
S, se llama la simetrización de S con respecto al eje de las abscisas.)
f) Probar que la longitud de T', no excede a la longitud de T'.
168
Funciones
Funciones
absolutamente
de
variación
acotada
y curvas
rectificables
continuas
Una función real f definida en [a, b] se llama absolutamente continua en [a, D) si,
para cada < > 0, existe un 8 > O tal que
Y. 16 — Fal <e
k=1
para cada n subintervalos abiertos disjuntos (a;, b;) de [a, b], n = 1, 2, ..., tal que
la suma de sus longitudes 3x-1 (b — a,) sea menor que 6.
Las funciones absolutamente continuas intervienen en la teoría de la integración
y diferenciación de Lebesgue. Los ejercicios propuestos a continuación dan algunas
de sus propiedades elementales.
6.11 Probar que cada función absolutamente
variación acotada en [a, b].
continua
en
[a,
b] es continua
y de
NOTA. Existen funciones continuas y de variación acotada que no son absolutamente
continuas.
6.12 Probar que f es absolutamente continua si satisface una condición uniforme de
Lipschitz
6.13
de orden
1 en
[a, b]. (Ver ejercicio
6.2.)
Si f y g son absolutamente continuas en [a, b], probar que cada una de las
siguientes
funciones
también
lo es:
|f|, cf, (c constante),
e está acotada en valor absoluto por un número
REFERENCIAS
6.1
6.2
SUGERIDAS
PARA
f+¿2,
f-g;
mayor que cero.
POSTERIORES
además
f/g si
ESTUDIOS
Apostol, T. H., Calculus, Vol. 1, 22 ed. Ed. Reverté, S. A. Barcelona, Bogotá,
Buenos Aires, Caracas, México.
Natanson, I. P., Theory of Functions of a Real Variable, Vol. 1, ed. rev. Traductor, Leo F. Boron. Ungar, New York, 1961.
CAPÍTULO 7
La integral
de Riemann - Stieltjes
7.1
INTRODUCCIÓN
El Cálculo trata principalmente dos problemas geométricos: encontrar la tangente a una curva, y hallar el área limitada por una curva. El primero se resuelve por medio de un paso al límite, conocido con el nombre de diferencia-
ción;
el segundo, por medio de otro paso al límite —la integración— del que
trataremos
ahora.
El lector recordará que en el Cálculo
elemental para hallar el área de una
región limitada por la gráfica de una función positiva f definida en [a, bl,
dividíamos el intervalo [a, b] en un cierto número de subintervalos, por ejem-
plo n, designando por medio de Ax; la longitud del intervalo k-ésimo, y considerábamos las sumas de la forma $-1
f(1,)
- Axx, en donde 7 designa un cierto
punto del intervalo k-ésimo. Una suma de este tipo es una aproximación, me-
diante rectángulos, del área que intentamos calcular. Si f es una función con
comportamiento suficiente regular en [a b] —por ejemplo, continua—, entonces
cabe la esperanza de que estas sumas tengan un límite cuando n — oo, si hace-
mos las subdivisiones cada vez más finas. Lo expuesto es lo que constituye,
hablando grosso modo, la definición de Riemann de la integral definida (? f(x) dx.
(Más adelante daremos una definición precisa.)
Los dos conceptos, derivada e integral, se presentan por caminos verdaderamente diferentes y es un hecho realmente notable que resulte que ambos con-
ceptos están íntimamente relacionados. Si consideramos la integral definida de
una función continua f como una función de su límite superior, es decir escribimos
F(x) = rf<t) de,
entonces F posee derivada y F'(x) = f(x). Este importante resultado prueba que,
en un cierto sentido, la diferenciación y la integración son operaciones inversas.
En este capítulo se estudia el proceso de integración con cierto detalle. En
169
170
La integral de Riemann-Stieltjes
realidad consideramos un concepto más general que el de Riemann:
a saber,
la integral de Riemann-$Stieltjes, que involucra dos funciones f y «. El símbolo
que utilizamos para designar tales integrales es f'; f(x) dalx), o alguno similar,
y la integral de Riemann se obtiene como caso particular cuando u(x) = x.
Cuando « tiene derivada continua, la definición es tal que la integral de Sieltjes
l5 1) dalx) se convierte en la integral de Riemann [ f(x) «'(x) dx. Sin embargo,
la integral de Stieltjes tiene sentido en el caso en que « no es diferenciable
e incluso cuando no es continua. De hecho, es al tratar con funciones discontinuas % cuando se hace patente la importancia de la integral de Stieltjes. Eligiendo adecuadamente una función discontinua «, una suma finita o infinita
puede expresarse como una integral de Stieltjes, y la sumación y la integral
de Riemann ordinaria son casos especiales de este proceso más general. Los
problemas físicos que consideran la distribución de masas que son en parte
discretas y en parte continuas pueden ser abordados utilizando la integral de
Stieltjes. En la teoría matemática de la probabilidad esta integral es un instru-
mento muy útil que hace posible la consideración simultánea de variables aleatorias continuas y discretas.
'En el capítulo 10 estudiaremos otra generalización de la integral de Riemann, conocida con el nombre de integral de Lebesgue.
7.2
ÑNOTACIÓN
Para abreviar establecemos ciertos convenios de notación y de terminología que
se utilizarán a lo largo de este capítulo. Trabajaremos con un intervalo com-
pacto [a, b] y, salvo advertencia explícita, todas las funciones designadas por
f, g a, $, etc., se considerarán funciones reales definidas y acotadas en [a, b].
Las funciones complejas se tratarán en la sección 7.27, y las extensiones a fun-
ciones no acotadas y a intervalos infinitos se desarrollarán en el capítulo 10.
Como en el capítulo 6, una partición P de [a, b] es un conjunto finito de
puntos, por ejemplo
P = Xo, X1, ... , X),
tal que a = x, < X, < ... < X_1 << Xy = b. Una partición P” de [a, b] es más
fina que P (0 un refinamiento de P) si
P< P”, que se expresa también escri-
biendo P 2 P. El símbolo Axa; designa la diferencia Ac
í
Ad
= «(x,)
— «(xx_1), luego
= a(b) — a(a).
El conjunto de todas las posibles partitciones de [a, b] se designa por C[a, b].
La integral de Riemann-Stieltjes
La norma
171
de una partición P es la longitud del mayor de los subintervalos
de P y se designa por medio de ||P||. Obsérvese que
P2P
— implica
— IP| < IPI.
Esto es, los refinamientos de una partición hacen
recíproco no se verifica necesariamente.
7.5
LA
DEFINICIÓN
DE
LA
INTEGRAL
decrecer
DE
su norma,
pero el
RIEMANN-STIELTJES
Definición 7.1. Sea P = [X,, X., ..., X,) Una partición
punto del subintervalo [Xr_,, xr]. Una suma de la forma
de [a, b] y sea t, un
S(P, f, a) = ¡;f(tk) Ad
se llama una suma de Riemann-Stielties de f respecto de «. Diremos que f
es Riemann-integrable respecto de « en fa, b]l, y escribiremos «f E R(x) en
[a, b]» si existe un número A que satisface la siguiente propiedad: para cada
e > 0, existe una partición P, de [a, b] tal que, para cada partición P más
fina que P, y para cada elección de los puntos t;, del intervalo [Xr_,, Xr], se
tiene |S(P, f, a) — A| <.
Cuando tal número A existe, es Único y se representa por medio de
1 fda o por medio de |2f(x) du(x). Diremos también que existe la integral de
Riemann-Stieltjes (, f de. Las funciones f y « se denominan, respectivamente,
integrando e integrador. En el caso particular en que «(x) = x, escribiremos
S(P, f) en vez de S(P, f, a), y f E R
en vez de f E R(x). La integral se llama,
entonces, integral de Riemann y se desgina por |2f dx o por [ f(x) dx. El valor
numérico de f2 f(x) da(x) depende exclusivamente de f, , a y b, y no depende
en absoluto del símbolo x. La letra x es una «variable muda» y puede ser subs-
tituida por cualquier otro símbolo conveniente.
NOTA.
Ésta es una de las diversas definiciones aceptadas de la integral de Rie-
7.4
PROPIEDADES
mann-Stieltjes. Otra
el ejercicio 7.3.
definición
(que
no
es equivalente
a esta) se establece
en
LINEALES
Es fácil demostrar que la integral opera de forma lineal tanto sobre el integrando como sobre el integrador. Éste es el sentido de los dos teoremas que
siguen.
172
La integral de Riemann-Stielties
Teorema 7.2. Si f E R(a) y si g € R(a) en [a, b], entonces c.f + c,g € R(x)
en [a, b] (para todo par de constantes c, y c,) y se tiene
í
Demostración.
escribir
b
(Cf + czg)da=clí
Sea
h =c,f +c,g.
Dada
S(P, h, ) = ¡; h(t,) Ad
—
CIS(P9.f:
d)
b
fda+czí
una
partición
= c ;f(tk) Ad
+
CZS(P9
g
b
g da.
P de
[a,
b]
podemos
+ C2 ¡; g(t) Ad
(Z).
Dado e > 0, elijamos P”, tal que P> P”, implique |S(P, f, «) — 2f del < , y
elijamos P”, tal que
P,
P2 P”, implique |S(P, g, a)— 5 g de| < €. Si tomamos
=P , UP",, entonces, para P más fina que P, se tiene
b
b
|S(P,h,a)—cljfda—czÍ
g de
<
Iclls
+
I62'89
a
y esto prueba
el teorema.
Teorema 7.3. Si f E R(x) y f E RI(P) en [a, bl], entonces
[a, b] (para todo par de constantes c, y c,) y se tiene
bed(c1a
+ c,P) = e, íbfda
f C R(c,a + c,6) en
+ C, bedB.
La demostración es análoga a la del teorema 7.2 y se deja como ejercicio.
Un resultado en cierta manera análogo a los dos teoremas anteriores nos
dice que la integral también es aditiva con respecto al intervalo de integración.
Teorema 7.4. Supongamos que c E (a, b). Si dos de las integrales de (1) existen, entonces la tercera también existe y además se tiene
chda+íbfda=íbfda.
Demostración.
Si P es una partición de [a, b] tal que c EP,
P
=P
a,c|
y
(1)
sean
P" =P|cbl,
La integral de Riemann-Stieltjes
173
las particiones correspondientes a [a, c] y a [c, b], respectivamente. Las sumas
de Riemann-Stieltjes asociadas a estas particiones están ligadas por la ecuación
S(P,J ) = SPFJ 0) + SPF 0).
Supongamos que (e f de e [? f dn existen. Entonces, dado ¿ > 0, existe una
partición P”, de [a, c] tal que
SP f, a) — chda
E
< 5
.
,
siempre que P” sea más fina que P”,,
a
y una partición P”, de [c, b] tal que
8
IS(P”9f9
a)
—
Íbfdd
< 5
.
siempre
que P"
"
sea más
7
fina que P”..
1A
c
Entonces P, = P , UP”,
es una partición de [a, b] tal que si P es más fina
que P, se verifica P 2 P,' y P”> P,”. Luego, si P es más fina que P., podemos combinar los resultados precedentes para obtener la desigualdad
S(P,f,a)—chda—íbfda
<
E.
Esto demuestra que l% f de existe y es igual a [c f de + Y f da. El lector puede
verificar fácilmente que un razonamiento análogo prueba el teorema en los
casos restantes.
Utilizando la inducción matemática, podemos demostrar un resultado parecido para una descomposición de [a, b] en un número finito de subintervalos.
NOTA.
El tipó de razonamiento utilizado anteriormente no permite demostrar
que la integral fc f de exista siempre que | f de existe. La conclusión es, sin
embargo, correcta y en el caso de integradores « de variación acotada, este
resultado será demostrado más adelante en el teorema 7.25.
Definición
7.5.
Si a < b, definimos f3 fda = — If,' fda
( f da. Definimos también [afde =0.
siempre
La ecuación del teorema 7.4 puede, entonces, escribirse como
íbfda+ícfda+íafda=0.
que
sigue:
exista
174
7.5
La
INTEGRACIÓN
POR
integral
de
Riemann-Stieltjies
PARTES
En las integrales de Riemann-Stieltjes existe una notable relación entre el integrando y el integrador. La existencia de [? f de implica la existencia de _Íf'. « dí,
y el recíproco también es cierto. Además, entre ambas integrales se verifica
una relación muy sencilla.
Teorema
7.6.
Si f E R(x) en [a, b], entonces a« E R(f) en [a, b] y se tiene
í 1) dalx) + j - 0) dfo) = fb)46) — Haxaa).
b
NOTA. Esta ecuación, que expresa una cierta ley de reciprocidad para la integral,
se conoce con el nombre de fórmula de integración por partes.
Demostración.
Sea e > 0 un número real dado. Como
que ff,' f de existe, habrá
un partición P, de [a, b] tal que para cada P” más fina que P., tenemos
|S(P',f, a) — íbfda
< E.
(2)
Consideremos una suma de Riemann-Stieltjes arbitraria para la integral |2 « df,
por ejemplo
S(P, a, f) = 2 al(ty) Af = Z A
— ,; ()1 -
en donde P es más fina que P,. Si hacemos 4 = f(b)«(b) — f(a)x(a). tendremos
la identidad
A
Restando
=
las dos últimas
;f(xk)ºº(xk)
ecuaciones
A — S(P,%1) = Y Sa)
k=
—
;f(xk-1)a(xk-1)-
obtendremos
— a(1)] + 21
=
[a0t) — Cxi-1)]-
Las dos sumas de la derecha pueden combinarse en una sola suma de la forma S(P”, f, %), en donde P” es la partición de [a, b] obtenida juntando los pun-
La integral de Riemann-Stielties
175
tos x; y tr. Entonces P” es más fina que P y por lo tanto más fina que P,. Luego,
la desigualdad (2) es válida y ello significa que tenemos
A—S(P,a,f)—J'bfda
siempre que P sea más
y vale A —I3fdo¿.
7.0
fina que P,. Pero
CAMBIO DE VARIABLE EN UNA
DE RIEMANN-STIELTJES
< E,
esto nos asegura
que (? « df existe
INTEGRAL
Teorema 7.7. Sea f E R(x) en [a, b] y sea g una función continua estrictamente monótona definida en un intervalo S de extremos c y d. Supongamos
que a = gc), b = ad). Sean h y $ las funciones compuestas definidas como
sigue:
h) =SL96)],
820 = al9()],
si xES.
Entonces h E R($) en S y tenemos que [? f da = (h df. Esto es,
J f() do(t) = Í SI9c9)] dfolaC]).
9(d)
d
a(c)
c
Demostración. Para precisar supongamos que g es estrictamente creciente en $.
(Ello implica c < d.) Entonces g es uno a uno y posee una inversa g-! continua y estrictamente creciente en [a, b]. Por lo tanto, a cada partición P =
[Yo» ---. Ya) de [c, dl, corresponde una y sólo una partición P” = (x,, ...., Xn)
de [a, b] con x; = 2(y,). De hecho, podemos escribir
P =gP)
y
P=2"(P).
Además, un refinamiento de P produce un refinamiento correspondiente de P”,
y recíprocamente.
Dado e > 0, existe una partición P”, de [a, b] tal que P” más
fina que ?P,
implica |S(P”, f, «) — lé f de| < e. Sea P, = g-(P”) la partición de [c, d] correspondiente, y sea P = (y,, ..., Y,) Una partición de [c, dj más fina que P,. For-
memos una suma de Riemann-Stieltjes
S(P, h, $) = 2 h(uy) ABr,
176
en
La integral de Riemann-Stieltjes
la
que
u
E yr 1. y.1
y
AR
= P0r)
— PO ).
Si
hacemos
+ = g(u,)
y
X = 2(7r), entonces P” = (x,, ..., X,) es uUna partición de [a, b] más fina que P”,.
Además, tenemos entonces
S(P, h, B) = ;f[g(uk)]ía[g(yk)] — e[g9(7-)I
= ,;f(tk)ía<xk> — aXy-1)) = SQP”,£, 0),
ya que t; € [Xx-., Xr]. Por lo tanto, |S(P, h, 6) — [2f de| < < y el teorema está
demostrado.
NOTA.
Este teorema
se aplica en particular a las integrales de Riemann;
esto
es, cuando «u(x)= x. Otro teorema de este tipo, en el que no se requiere que
g sea monótona, será demostrado más adelante para las integrales de Riemann.
(Ver teorema 7.36.)
7.7
HREDUCCIÓN
A UNA
INTEGRAL
DE
RIEMANN
El teorema que sigue nos dice que podemos reemplazar el símbolo d«u(x) por
(x) dx en la integral [? f(x) dx(x) siempre
tinua.
que « posea una
derivada a
con-
Teorema 7.8. Supongamos que f E R(x) en [a, b] y supongamos que « posee una derivada « continua en [a, b]. Entonces la integral de Riemann
_ÍZ fx) a'(x) dx existe y se verifica
b
b
í f(x) dalx) = í fOxa"(x) dx.
Demostración.
Sea g(x) = f(x)x (x) y consideremos
una suma de Riemann
S(P, 9) = Z (1) Ax; = k;f(tk)a'(tk) Axk.
La misma partición P y la misma elección de los t, puede utilizarse para formar
la suma de Riemann-Stieltjes
S(P,f, a) = k;f(tk) Aoy.
La integral de Riemann-Stieltjes
177
Aplicando el teorema del valor medio, podemos escribir
Ad
= a (v,) Ax;,
en donde
v; E (Xx_., X5.
y por lo tanto,
S(P, f, Y) — SEP, 9) = ,;f(tk>[a'(vk> — () Axe.
Dado que f está acotada, tenemos |f(x)|) < M para todo x de f[a, b], siendo
M > 0. La continuidad de ' en [a, b] implica la continuidad uniforme en [a, b].
Por lo tanto, dado e > 0, existe un 8 > O (que sólo depende de ) tal que
0 < |x| —
y| < ó
implica
imp
laa(x)
(x) —a' (I < 2M(6 8 — a) .
Si tomamos una partición P”, de norma ||?”,|| < 8, entonces para cada partición
más fina P tendremos
que
|(v1)
— « (tX)| < e/[2M(b — a)] en la ecuación pre-
cedente. Para tal partición P tenemos, pues,
IS(P, S, a) — SP, 9)I < ;
Por otro lado, puesto
que f
E-R(x) en [a, b], existe una partición P", tal que
si P es más fina que P”, se tiene
SP f, a) — va f de
<
E
—.
2
Combinando estas dos últimas desigualdades, vemos que cuando P es más fina
que P, = P U P”, tenemos |S(P, g) — [? f da| < <, y esto completa la demostración.
NOTA.
Un resultado más fuerte que no requiere la continuidad de « se demues-
tra en el teorema 7.35.
7.8
FUNCIONES
ESCALONADAS
COMO
INTEGRADORES
S1 « es constante en todo el intervalo [a, b], la integral _Í2 f de existe y vale 0,
ya que cada suma S(P, f, «) = 0. Sin embargo, si « es constante excepto en un
punto en el que presenta una discontinuidad de salto, la integral [? f de no tiene
por qué existir y, si existe, no tiene por qué valer cero. Una descripción más
completa la da el siguiente teorema :
178
La
integral
de
Riemann-Stieltjes
Teorema 7.9. Dados a < c < b, definimos « en [a, b] como
lores «(a), «(c), a(b) son arbitrarios:
a(x) = a(a)
alx) = a(b)
sigue: Los: va-
si a<x<ec,
si
C <ÓxX<D.
Sea f una función definida en [a, b] de manera que una por lo menos de las
funciones f o % sea continua a la izquierda de c y una por lo menos lo sea a la
derecha de c. Entonces f E R(x) en [a, b] y se tiene
J f de = floo(e+) — o(c—).
NOTA. El resultado es válido si c = a, con tal de que escribamos «a(c) en lugar
de a(c—), y es válido para c = b si escribimos «(c) en lugar de «(c+). Más
adelante demostraremos (teorema 7.29) que la integral no existe si f y « son
discontinuag a la derecha o a la izquierda de c.
Demostración.
Si c
E P, cada término de la suma S(P, f, ) es cero excepto en
los dos términos procedentes del subintervalo separado por c; así
SUP, H a) = F- 1)La(c) — a(c—)] + Atla(c+) — a(o)],
en donde 1y , <c <t;. Esta ecuación se puede escribir también:
A = J(%k-1) — FILa(A) — a(e—)] + A
— FILA(C+) — AC
en donde A = S(P, f, a) — f(O[a(c+) — a(c—)]. Por lo tanto tenemos
JA| < 1(%-1) — FO A(e) — a(c— ) + 150) — FO HAC+) — ADSi f es continua en c, para cada e > 0 existe un 8 > 0 tal que |P|| < 8 implica
-1
-A
<e
y
— K-O
<e
En este caso, obtenemos la desigualdad
JA| < ela(c) — a(c—)I + ela(c+) — a).
Pero esta desigualdad es legítima tanto si f es continua en c como si no lo es.
Por ejemplo, si f es discontinua a la derecha y a la izquierda de c, entonces
La integral de Riemann-Stieltjes
179
a(c) = a(C—) y alc) = c+) y obtenemos A = 0. Por otra parte, si f es continua a la izquierda pero discontinua a la derecha de c, deberá verificarse
a(c) = a(c+) y obtendremos |A| < e la(c) — a(c—)|. Análogamente, si f es con-
tinua a la derecha y discontinua a la izquierda de c, tendremos «(c) = «(c—)
y |A| << |a(c+) — ao)|. Por lo tanto, la última desigualdad escrita se verifica
en todos
los casos. Esto termina
Ejemplo.
El teorema
la demostración.
7.9 nos dice que
el valor de la integral de
Riemann-Stieltjes
puede ser alterado cambiando el valor de f en un solo punto. Los ejemplos que siguen muestran además
tales cambios. Sea
que
la existencia de la integral puede
a(lx) = O,
si
Sa)
si-l<x<+1.
=1,
XY £ 0,
a(0) =
resultar
afectada
por
—1,
En este caso, el teorema 7.9 implica [!, f da = 0. Pero si volvemos a definir f de
tal manera que f(0) =2 y f(x) =1 si x—0, se ve fácilmente que f!1, fda no
existe.
Efectivamente,
división, obtenemos
si P es una
S(P, L a) = F
—
integral.
Para
probar
esto
que contiene
a 0 como
punto
de sub-
[alx,) — a(0)] + F1) [a(0) — alx,—>)]
f(tk)
en donde *r-2 < Mk-1 < 0 <
la elección de 1y y t;_,. Por
en una integral de Riemann
número finito de puntos sin
partición
—
f(tk—l)a
1y < X. El valor de esta suma es 0, 1 ó —1, según
lo cual !, f da no existe en este caso. Sin embargo,
(? f(x) dx, podemos cambiar los valores de f en un
que ello afecte ni a la existencia ni al valor de la
basta
considerar
el caso
en
que
f(x) =0
para
todo
x
de [a, b], excepto para un punto, por ejemplo x = c. Para una tal función es obvio
que |S(P, P| < I)| |IP||. Puesto que ||P|| puede hacerse tan pequeño como se quiera,
hemos probado que ?? f(x) dx = 0.
7.9
REDUCCIÓN DE UNA INTEGRAL
A UNA SUMA FINITA
DE
RIEMANN-STIELTJES
El integrador « del teorema 7.9 es un caso particular de una clase importante
de funciones conocidas con el nombre de funciones escalonadas. Estas funcio-
nes son constantes en todo el intervalo salvo para un número finito de discontinuidades de salto.
Definición 7.10 ( función escalonada). A una función « definida en [a, b|
se le llama función escalonada si existe una partición
a=
X,
< X,
<<
X,
=D
180
La integral de Riemann-Stieltjes
de modo que « sea constante en cada subintervalo abierto (Xx_., Xr). Al número
aAlXr+)
— a(X,—) se le llama el salto en x; si 1 <<k<n. El salto en x, es
alx,
+)
— a)
» en
Xn
ES a(xn)_'º¿(xn—)º
Las - funciones escalonadas establecen conexión
mann-Stieltjes y las sumas finitas:
Teorema
7.11
(Reducción
de una integral de Riemann-Stieltjes
suma finita). Sea « una función
en Xx, en donde
escalonada
X1, ...
son
las
entre las integrales
de Rie-
a una
definida en [a, b] con salto ur
Xa
descritas en la definición 7.10.
Sea f una función definida en [a, b] tal que f y « no sean ambas discontinuas
a la derecha o a la izquierda de cada x;. Entonces [% f de existe y se tiene
J 109 dal) = Y Fesda
Demostración.
Por el teorema
7.4, j3fdo¿ puede
tegrales del tipo considerado en el teorema 7.9.
escribirse como
suma
de in-
Una de las funciones escalonadas más simple es la función parte entera. Su
valor en x es, precisamente el valor del mayor entero menor o igual que x
y se designa por [x]. Así pues, [x] es el único entero que satisface las desigualdades [x] < x < [x] + 1.
Teorema 7.12. Cada suma finita puede expresarse como una integral de Riemann-Stieltjes. De hecho, dada una suma finita 3 x- ¡ ax, definimos f en [0, n]
como sigue:
1x)
=ax
si k—1<x<k
(k=1,2,
..., n),
f(0)=0.
Entonces
» a=
en donde
[x] es el mayor
Demostración.
k=1
22109 = í " 109 díl,
entero < x.
La función parte entera es una función escalonada continua por
la derecha. y con salto igual a 1 en cada entero. La función f es continua por la
izquierda en 1, 2, ..., n. Basta aplicar el teorema 7.11.
La integral de Riemann-Stieltjes
7.10
FÓRMULA
DE
SUMACIÓN
181
DE
EULER
Utilizaremos las integrales de Riemann-Stieltjes para obtener una fórmula notable conocida con el nombre de fórmula de sumación de Euler, que relaciona
la integral de una función
en un intervalo
[a, b] con la suma
de los valores
de la función en los puntos enteros de [a, b]. Se utiliza a veces para aproximar
integrales mediante sumas 0, recíprocamente, para estimar los valores de ciertas
sumas por medio de integrales.
Teorema 7.13 (Fórmula de sumación
tinua f en [a, b], entonces se tiene
de Euler).
Si f posee derivada con-
Y 1) = J 10 de + í 1 ((69) dx + SA — SOX)).
a<n<b
en donde
((x)
= x — [x]. Si a y b son enteros, se obtiene
— a- %) » 110 J; 0)
2 1(1) = Lb f dx + Lbf,(x) (x
NOTA.
2:a<n<b
Demostración.
significa la suma desde n = [a] + 1 a n = [b].
Aplicando el teorema 7.6 (integración por partes), tenemos
Í S) d(x — [Lx]) + í (x — [x]) dfí(x) = SC5Xb — [b]) — S(aXa — [a]).
Puesto que la función parte entera posee saltos unidad en los enteros [a] + 1,
[a] + 2, ..., [b], podemos
escribir
j 101 = E 0.
Si combinamos esta igualdad con la ecuación anterior, el teorema se deduce
inmediatamente.
7.11
INTEGRADORES MONÓTONOS CRECIENTES.
INTEGRALES SUPERIOR E INFERIOR
La teoría de la integración de Riemann-Stieltjes la desarrollaremos desde ahora
para integradores monótonos crecientes, y veremos más adelante (en el teore-
182
ma
La integral de Riemann-Stieltjes
7.24) que esto es tan general como
variación acotada.
estudiar la teoría para integradores
de
Cuando « es creciente, las diferencias Ax; que aparecen en las sumas de Riemann-Stieltjes son todas ellas no negativas. Este hecho tan simple juega un papel
esencial en el desarrollo de la teoría. Por brevedad, utilizaremos la abreviatura
«27
en [a, b]» para indicar que «z es creciente en [a, b)».
Como establecimos anteriormente, para hallar el área de la región limitada
por una función se consideran las sumas de Riemann Sf(1-)Ax, como aproximaciones al área por medio de rectángulos. Tales sumas aparecen también en ciertos problemas físicos que requieren para su resolución el uso de integrales. Otro
método de aproximación
a estos problemas se obtiene al considerar las sumas
A
T
Figura
.u
4)
(«
,
l
7.1
superior e inferior de Riemann. Por ejemplo, en el caso de las áreas, podemos
considerar aproximaciones por «exceso» y por «defecto» mediante las sumas
>MiAxk y >mrAxx, en donde M;, y m;, designan, respectivamente; el sup y el
ínf de los valores de la función en el k-ésimo subintervalo. Nuestra intuición geométrica nos dice que las sumas superiores son por lo menos tan grandes como
el área a determinar, mientras que las sumas inferiores no pueden exceder a
dicha área. (Ver Fig. 7.1.). Por lo. tanto, parece natural preguntarse
: ¿Cuál es el
menor valor posible de las sumas superiores? Esto nos lleva a considerar el ínf
de todas las sumas superiores, que es un número real llamado la integral superior
de f. La integral inferior se define análogamente como el sup de todas las sumas
inferiores. Para funciones razonables (por ejemplo, para funciones continuas)
estas dos integrales son iguales a [? f(x) dx. Sin embargo, en general, estas integrales son diferentes y plantean un problema verdaderamente importante: el de
hallar condiciones relativas a la función para que las integrales superior e inferior coincidan. Trataremos ahora este tipo de problema para las integrales de
Riemann-Stieltjes.
La integral de Riemann-Stielties
Definición 7.14.
Sea P una partición de (a, b] y sea
Myf)
= sup U(x): x e [Xx-1> Xel);
m S) =
Los
183
inf (x):
x e [Xr-1> Xx])-
números
U(P, f, a) = Z Myf) An —
se llaman, respectivamente, sumas
pecto a « para la partición P.
NoTA.
Se verifica
> 0 y podemos
— LEP,fo0= kZ M S) Ac,
superior e inferior
siempre m(f) <
escribir también
y
M(f).
Si «7
que my(f)Aau
de Stietjes de f con res-
en
[a, b], entonces Ax; >
< Mi(f)Axx,
de lo que se sigue
que las sumas inferiores no exceden nunca a las sumas superiores. Además, si
tr C [Xk-1 Xx], entonces
MAS) < J) < MU).
Por lo tanto, cuando « 7, tenemos las desigualdades
L(P,f, a) < SP, f, a) <
UP, f, y)
que relacionan las sumas superior e inferior con las sumas de Riemann-Stiel tjes.
Estas desigualdades,
que utilizaremos frecuentemente en lo que sigue, no tienen
por qué verificarse si % no es una función creciente.
El siguiente teorema prueba que para « creciente, un refinamiento de la partición aumenta las sumas inferiores y disminuye las sumas superiores.
Teorema 7.15.
Supongamos que a« 7 en [a, b]. Entonces:
1) Si P” es más fina que P, tendremos
U(P', f a) < UP, f a)
y
L(P',f ) > LP, f a).
i1) Para cada par de particiones P, y P,, tendremos
L(P.,f, 0) < U(P>,f, )Demostración. Es suficiente probar (1) cuando P” posee sólo un punto más que
P, por ejemplo c. Si c está en el subintervalo ¿-ésimo de P, podemos escribir
U(P', f, a) = ,; Myf) A
kFi
+ M'[a(c) — a(x;-)] + M'Talx) — ao)],
184
La
en donde M' y M”
Pero, dado que
integral
de
Riemann-Stieltjes
designan, respectivamente el sup de f en [x;_., c] y fc, x;].
M <Mif)
y
M'<M(
se tiene U(P”, f, «) < U(P, f, «). (La desiguadad existente entre las sumas inferiores se demuestra análogamente.)
Para probar (11), sea
P = P, UP,. Se tiene entonces
L(P.,f, a) < LUP,f, a) < U(P,f, a) <
NoTa.
De este teorema se sigue también (para « creciente)
m| a(b) — a(a)] < L(P,,
en donde
U(P,, f a).
£ a) <
UP,,
£ a)
< M [x(5) — a(a)],
M y m designan el sup y el ínf de f en [a, b].
Dejinición 7.16.
Supongamos que a 7 en fa, b]. La integral superior de Stieltjes de f respecto de « se define como sigue:
íbfda = inf (U(P, f, a) : P e F[a, b |).
La integral inferior de Stietjes se define análogamente:
b
'í f da = sup L(P, f, a) : P e I[a, b]).
NoTA. A veces escribiremos I(f, «) e I(f, «) para designar las integrales superior
e inferior. En particular, si x(x) = x, las sumas superiores e inferiores se designan
por U(P, f) y L(P, f) y se llaman las sumas superior e inferior de Riemann. Las
correspondientes
integrales,
designadas
Teorema 7.17.
Supongamos que « 7 en [a, b]. Entonces If, x) < Tf, ).
integrales superior e inferior de Riemann.
por J. G. Darboux (1875).
Demostración.
Dado
[% f(x) dx
y
[% f(x) dx,
se
llaman
Fueron introducidas por primera vez
e > 0, existe una partición P, tal que
U(P,,f, a) < TF a) + ¿.
La integral de Riemann-Stielties
185
Por el teorema 7.15, se tiene que I(f, «) + e es una cota superior de todas las
sumas inferiores L(P, f, ). Por lo tanto, I(f, «) < T(f, «) + e, y, puesto que e es
arbitrario, ello implica I(f, x) < I(f, <).
Ejemplo. Es fácil dar un ejemplo en el que I(f, a) < I(, a). Sea a«(x) = x y defi-
namos
f en
[0,
1] como
f(x) =
sigue:
1, si x es racional,
f(x) = 0,
si x es irracional.
Entonces para cada partición P de [0, 1], tenemos M;(f) = 1 y m(f) = 0, ya que
cada subintervalo contiene tanto racionales como irracionales. Por consiguiente,
U(P, f) =1 y LUP, f) = O para toda P. Se deduce que, para [a, b] = [0, 11, tenemos
rb
Ífdx=l
Obsérvese
que
se obtendría
el mismo
dex=0.
resultado
y f(x) = 1 cuando x es irracional.
7.12
b
e
si f(x) =0
cuando
x es racional,
PROPIEDADES ADITIVA Y LINEAL DE LAS INTEGRALES
SUPERIOR E INFERIOR
Las integrales superior e inferior gozan de muchas de las propiedades de la integral. Por ejemplo se tiene que
b
í
e
fda=ífda+J
a
a
b
f da,
c
sia <<c< b, y la misma igualdad se verifica en el caso de la integral inferior.
Sin embargo, ciertas igualdades que se verifican con integrales se convierten en
desigualdades cuando se reemplazan aquéllas por integrales superiores e inferio-
AN
r(f+g)da
íbfdoz
1V
res. Por ejemplo, se tiene
[
b
í(f+g)da
+í
b
g da,
b
a+ígda.
Estas observaciones puede verificarlas el lector sin ninguna dificultad. (Ver ejercicio 7.11.)
186
7.13
La integral de Riemann-Stieltjes
CONDICIÓN
DE
RIEMANN
Si esperamos que la integral superior y la integral inferior sean iguales, también
debemos esperar que las sumas superiores sean tan próximas como queramos a
las sumas inferiores. Parece pues natural buscar aquellas funciones f para las
que la diferencia U(P, f, x) — L(P, f, «) puede hacerse arbitrariamente pequeña.
Definición 7.18. Diremos que f satisface la condición de Riemann respecto de « en fa, b] si, para cada < > 0, existe una partición P, tal que si P es
más fina que P, implica
0
< U(P, f, a)
— LP, f, a) < €.
Teorema 7.19.
Supongamos que « 7 en [a, b]. Entonces las tres afirmaciones
que siguen son equivalentes:
1) f € R(2) en fa, bl.
11) f satisface la condición de Riemann
111) 1(, %) = T(f, 2).
Demostración.
respecto de a en fa, b].
Probaremos que la parte (i) implica la parte (ii), que (1i) impli-
ca (11i) y que (1i1) implica (i). Supongamos que se verfica (1). Si «(b) = «(a), entonces (ii) se verifica trivialmente, por lo tanto podemos suponer que a(a) < «(?).
Dado e > 0, elegimos P, tal que para toda partición P más fina que P, y todas
las elecciones de 7; y ,, en [Xk-.. Xx], se verifique
k;f(rk) Ao, — A
<
E
—
3
.1) Auy — A| <“,3
k=1
en donde A = f ':l f de. Combinando estas desigualdades, obtenemos
2 0) — 1091 An
Dado que My(f) — m,(f) = sup (1(0)—f(x):x,
cada h > 0 es posbile elegir t; y ,, tales que
I)
— SA
> KS)
X
<
2
3
— .
en [Xr-1.Xr]), se sigue que para
— mUf) — h.
La integral de Riemann-Stielties
187
y eligiendo h = 1e/[a(b) — «(a)] podemos escribir
U(P, f, Y — LP, f, a) = E“ [M,(S) — mi(f)] Acy
< Z [S() — FA)] An + h Z Ady < €.
Por consiguiente (1) implica (ii).
Supongamos ahora que (ii) se verifica. Dado e > 0, existe una partición P, tal
que P más fina que P, implica U(P, f, «) < L(P, f, «) + €. Por lo tanto, para una
tal P se tiene
I(£
y) < UUP, £ a) < LEP, £, a) + e < Uf a) + €.
Esto es, I(f, ) < I(f, ) +
Pero en virtud del teorema
lo tanto (ii) implica (111).
Finalmente, supongamos
común. Probaremos que f?
tal que UP, f, «) < T(f, a)
mo P”, tal que
€ para cada e > 0. Por consiguiente, I(f, «) < Nf, a).
7.17, tenemos también la desigualdad opuesta. Por
que I(f, «) = I(f, «) y designemos por A dicho valor
f de existe y es igual a A. Dado e > 0, elegimos P”,
+ < para toda P más fina que P”... Elegimos asimis-
LP, f %) > I5, %) — €
para toda P más fina que P",. Si P, = P, U P"., podemos escribir
I(£a) — e < LP,, a) < SUP,
f a) < U(P,
f a) < T£ 4) + €
para cada P más fina que P,. Pero dado que I(f, x) = T(f, v) = 4, se deduce que
ISP, f, x) — A| < € siempre que P sea más fina que P,. Todo ello prueba que
Jofdoa
existe y es igual a A y la demostración
7.14
TEOREMAS
DE
del teorema
queda
concluida.
COMPARACIÓN
Teorema 7.20. Supongamos que a 7 en [a, b]. Si f € R(a) y g € R(a) en [a,
b] y si f(x) < glx) para todo x de [a, bl, entonces tenemos
Í fx) dalx) < Í
g(x) da(lx).
188
La
integral
de
Riemann-Stieltjes
Demostración.
Para cada partición P, las correspondientes sumas de RiemannStieltjes satisfacen
S(P, f, a) = k;f(tk) Ady < 2 g(t) Aa, = S(P, 9, a),
ya que « 7 en [a, b]. De lo que se deduce fácilmente el teorema.
En particular, este teorema implica que [7 () da(x) > 0 siempre que g(x) >
> 0 y a7
Teorema
en fa, bl.
7.21.
Supongamos que « 7 en [a, b]. Si f € R(x) en [a, b], entonces
f| E R() en [a, b] y tenemos la desigualdad
J f de| < Í 6 de(oo.
b
Demostración.
b
Utilizando la notación de la definición 7.14, podemos escribir
MiÚS)
— mÚ)
= sup UC)
— 0)
: x, y ENPxp-1, Xi])-
Dado que la desigualdad ||f(x)| — IF(I| < 1/G) — O|
tenemos
MA
— mFD
se satisface siempre,
< MUP) — muf).
Multiplicando ambos miembros por A27 y sumando respecto de K, se obtiene
U(P, 1f1, «) — LEP, IFI, a) < UCP,J q) — LEP,£ 0)),
para cada partición P de [a, b]. Aplicando la condición de Riemann, se obtiene
que |f| € R(x) en [a, b]. La desigualdad del teorema se sigue haciendo g = |f| en
el teorema 7.20.
NotTa.
El recíproco del teorema 7.21 es falso. (Ver ejercicio 7.12.)
Teorema 7.22. Supongamos que
?* € R(x) en [a, bl.
Demostración.
Ultilizando
M
« 7
la notación
= [M0I5D]*
en [a, b]. Si f '€E R(a) en [a, bl, entonces
de la definición
y
7.14, tenemos
mMS> = [mIL1)]?.
La integral de Riemann-Stieltjes
Por lo tanto podemos
189
escribir
MS*) — m(S) = [M0US) + mOFSDIEMCA ) — m0IFD]
<
2M|
MfI)
— m1F1)],
en donde M designa una cota superior de |f| en [a, b]. Aplicando la condición de
Riemann,
la demostración
queda
terminada.
Teorema 7.23. Supongamos que a7 en [a, b]. Si f '€E R(x) y g € R(x) en [a,
b], entonces el producto f -g 'E R(a) en [a, b].
Demostración.
Se utiliza el teorema 7.22 juntamente con la identidad
2)9() = L/() + 9607 — [O
7.15
INTEGRADORES
DE
VARIACIÓN
— [90)]*.
ACOTADA
En el teorema 6.13 veíamos como toda función « de variación acotada en f[a, b]
se podía expresar como diferencia de dos funciones crecientes. Si Y = 4%, — ,
es una tal descomposición y si f € R(a,) y f '€ R(a;) en [a, b], se sigue en virtud
de la linealidad que f € R(c) en [a, b]. Sin embargo, el recíproco no siempre es
verdadero. Si f E R(x) en [a, b], es posible elegir funciones crecientes «, y X, tales que a = , — ,, pero de tal manera que ninguna de las integrales f f de,,
S f de, exista. La dificultad se halla, naturalmente, en el hecho de que la descomposición % = X, — , no sea Única. Sin embargo, es posibl. demostrar la
existencia de una descomposición, por lo menos, para la cual el recíproco es verdadero a saber, cuando <«, es la variación total de « y a, = «,
se la definición 6.8.)
Teorema 7.24.
mos por V(x) la
Supongamos que
ces f'E R(Y) en
— . (Recuérde-
Supongamos que « es de variación acotada en [a, b]. Designevariación total de « en [a, x] si
a< x<b, y sea V(a) = 0.
f está definida y acotada en [a, b]. Si f'E R(a) en [a, b], entona, b].
Demostración.
Si V(b) = 0, entonces Y es constante y el resultado es trivial.
Supongamos por lo tanto que Y(b) > 0. Supongamos además que |f(x)| < M si
x E [a, b]. Como Y es creciente, basta demostrar que f satisface la condición
de Riemann respecto de Y en [a, b].
190
La integral de Riemann-Stieltjies
Dado e > 0, elegimos P, tal que para todo refinamiento P y toda elección de
puntos
; y f, en [xx_,, Xr] se verifique
2, 0) —
k=1
— y — VO<
E
An| <
4
-
AM
l4 +—.
Para P más fina que P, podemos establecer las dos desigualdades
Y M
() — m IA%I <
— mNIAR — 1a) <>> y
que, sumándolas, nos dan U(P, f, Y) — L(P, f, Y) < .
Para demostrar la primera desigualdad, observemos que
y por lo tanto
í
— mAPIAY,
[M(S)
—
[Acl)
2M
<
';1 (AY, —
AV —
|Aur|
= 0
|Acl)
- 2M <V(b) — Z |Aockl) < É
2
Para
demostrar
la segunda desigualdad,
sea
A(P) = (K : Au, > O
B(P) = (k: Aa, < O),
y sea h = 1e/V(b). Si k € A(P), elegimos ; y £7 tales que
I) — S) > MUFS) — m(f) — h;
pero, si k '€ B(P), elegimos
Entonces
t; y f7 tales que f(1) — f(tx)
> Mf — m.(f)
— h.
Z [M:(S) - m(S)] ¡Ac] < Z() [S() — FT [Acal
+ keB(P)
Y Y) — Sa [Aal + h k=1
Y [Aul
Todo
ello prueba
que f € R(V)
en [a, b].
D
<=+h6)=5+
4
4
|
= Z [S() — F()] Aa + h Z JAc
La integral de Riemann-Stieltjes
191
Nota. Este teorema (juntamente con el teorema 6.12) nos induce a reducir la
teoría de la integración de Riemann-Stieltjes para integradores de variación acotada al caso de integradores crecientes. Entonces el criterio de Riemann es aplicable y nos proporciona un instrumento verdaderamente útil en nuestro trabajo.
Como
primera
aplicación
con el teorema 7.4.
obtendremos
un
resultado
íntimamente
relacionado
Teorema 7.25.
Sea « de variación acotada en [a, b] y supongamos que f “E R
(4) en la, b]. Entonces f'E R(%) en cada subintervalo [c, dl de [a, bl.
Demostración.
Sea V(x) la variación total de « en [a, x], con Y (a) = 0. Entonces 4 = Y — (V —), en donde tanto Y como Y —« son ambas crecientes en
[a, b] (teorema 6.12). Por el teorema 7.24, f € R(7), y por lo tanto fE R(Y — )
en (a, b]. Por consiguiente, si el teorema es verdadero para integradores crecientes, se tiene que f:E R(V) en [c, d] y f '€ R(Y
— x) en [c, d], luego f E R(4)
en f[c, di.
Por lo tanto, es suficiente demostrar
el teorema
cuando
«7
en [a, b]. En
virtud de teorema 7.4. es suficiente probar que cada una de las integrales ff de
y Jf de existe. Supongamos que a < c < b. Si P es una partición de [a, x], sea
A(P, x) la diferencia
A(P, x) =
U(P, £ a) — LUP, f a),
de las sumas superior e inferior asociadas al intervalo [a, x]. Dado que f'E R(x)
en [a, b], la condición de Riemann se verifica. Por lo tanto, dado e > 0, existe una
partición P, de
poner que c E
ción P”, de fa,
P =P UP, es
[a, b] tal que A(B, b) < < si P es más fina que P,. Podemos suP,. Los puntos de P, que pertenecen a [a, c] definen una partic]. Si P es una partición de [a, c) más fina que P”,, entonces
una partición de [a, b] obtenida juntando los puntos de P” con
los puntos que P, posee en [c, b]. Ahora bien, la suma definida por A(P”, c) contiene sólo parte de los términos de la suma definida por A(P,
término es > 0 y dado que P es más fina que P ., tenemos
b). Como
cada
A(P', c) < A(P, b) < ¿.
Esto es, P” más fina que P”, implica A(P”, c) < €. Por lo tanto, f satisface la
condición de Riemann en [a, c] y [£ f de existe. El mismo argumento prueba
naturalmente que 14 f de existe, y por el teorema 7.4 se sigue que | f de existe.
El teorema, que sigue es una
aplicación de los teoremas
7.23, 7.21
y 7.25.
192
La
integral
de
Riemann-Stieltjes
Teorema 7.26. Supongamos que f E R(x) y g € R(a) en [a, b], en donde
en [a, b]. Definimos
a 7
F(O) = j " f(0) da(t)
G(x) = J “ 9(1) do(t) f x e [a, 6.
Entonces f € R(G), g E RIF), y el producto f- g € R(a) en [a, b] y se tiene
í " f0990) del = J " () 406
— í b 9(x) dF(X.
Demostración.
La integral f f-gda
cada partición P de [a, b] se tiene
existe en virtud
del teorema
7.23. Para
S(P, , 0) = Y 1a) í 9(1) dn(1) = Y> J * fa990) del),
J 109900 dalx) = Y) J fD9(o) dao).
Por consiguiente, si M, = sup (|2(X)|:x E [a, b]), tenemos
|S(P S G6)—
be-g
de
2 j U — SO9(1) do(t)
A
< M, » í * 900 — FO da(o) < M, Y) J
[M.(f) — mf)] de(t)
MÁU(P, f, a) — L(P, f oc)).
Puesto que fE R(a), para cada e > 0 existe una partición P, tal que P más fina
que P, implica U(P, f, x) — L(P, f, «) < €. Ello demuestra que f € R(G) en
[a, b] y que f f-g de = [ f dG. Un razonamiento análogo prueba que g € R(F)
en [a, b] y que f f-g de = f g aF.
NOTA.
El teorema 7.26 es válido también si « es de variación acotada en [a, b].
La integral de Riemann-Stieltjes
7.1466
193
CONDICIONES SUFICIENTES PARA LA EXISTENCIA
DE LAS INTEGRALES DE RIEMANN-STIELTJES
En la mayoría de los teoremas anteriores hemos supuesto que ciertas integrales
existian y hemos estudiado entonces sus propiedades. Es natural que nos pre-
guntemos: ¿Cuándo existirá la integral? Dos condiciones
ramente útiles, responden a esta pregunta.
suficientes, verdade-
Teorema 7.27. Si f es continua en [a, b] y si « es de variación acotada en
[A, b], entonces f E R(4) en [a, b].
NOTA.
En virtud del teorema 7.6, se obtiene una segunda condición suficiente
al intercambiar f y « en la hipótesis.
Demostración. Es suficiente demostrar el teorema para «7 con a(a) < a(b).
La continuidad de f en [a, b] implica la continuidad uniforme, esto es dado
e > 0 podemos encontrar un é > 0O (que depende tan sólo de €) tal que
X — y| <ó
implica |f(x) — SO| < e/A,
en donde 4 = 2[a(b)
— a(a)]. Si P, es una partición de norma
tonces para P más fina que P, se tendrá
Myf)
—
máf)
<
¿JA,
ya que Mf) —- mi(f) = sup f(X)
— f():x, y en
desigualdad por Ax; y sumando, se obtiene
U(P.f a) — L(P,£a) <
y por
en [a,
En
guiente
||P.|| < 8, en-
[r-1. xx]). Multiplicando
la
ka
D An =<
2
k=1
lo tanto se verifica la condición de Riemann. Por lo tanto, f E R(ú)
b].
particular, para u(x) = x, los teoremas 7.27 y 7.6 proporcionan el sicorolario:
Teorema 7.28. Cada una de las siguientes condiciones es una'condición suficiente para que exista. la integral ? f(x) dx:
a)
b)
f es continua en [a, bl.
fes de variación acotada
en [a, D.
194
7.17
La integral de Riemann-Stieltjes
cCONDICIONES NECESARIAS PARA LA EXISTENCIA
DE LAS INTEGRALES DE RIEMANN-STIELTJES
Cuando « es de variación acotada en [a, b], la continuidad de f es suficiente
para que exista la integral [? f da. Sin embargo, la continuidad de f en todo
[a, b] no es necesaria. Por ejemplo, en el teorema 7.9 veíamos que, cuando la
función « es escalonada, la función f puede definirse arbitrariamente en [a, b]
con la condición de que f sea continua en los puntos de discontinuidad de «.
El próximo teorema nos dice que, si queremos que la integral exista, debemos
evitar las discontinuidades comunes tanto por la derecha como por la izquierda.
Teorema 7.29. Supongamos que « 7 en [a, b] y sea a < c < b. Supongamos
además que tanto « como f son discontinuas por la derecha en x = c; esto es,
supongamos que existe un e > O tal que para cada 8 > O existen valores de x
e y en el intervalo (c, c+5) para los que
)
— FO = €
la(y) — ac| = e.
Entonces la integral Íf. fx) dalx) no existe. Tampoco existe integral si « y f son
discontinuas por la izquierda en c.
Demostración. Sea P una partición de [a, b] que contenga al punto c como
punto de partición y consideremos la diferencia
U(P, f, ) — L(P, f, a) = k=1
Y, [MS) — muF)] AcxSi el intervalo i-ésimo contiene al punto c como
extremo izquierdo, entonces
U(P,f, a) — L(P, f, a) > [MF) — mÁILa(x;) — a(0)1,
ya que cada término de la suma es > 0. Si c es una discontinuidad por la derecha común,
que
podemos
suponer
a(x;:) — a(c)> e. Por
que
el punto .x; se ha elegido de tal manera
consiguiente,
M:i(f) — mi:(f) > e. Luego,
las
hipótesis
del
teorema
implican
U(P, f, 4) — L(P, £, a) > ,
y la condición de Riemann
no puede verificarse. (Si c es un punto
tinuidad por la izquierda común, el argumento es análogo.)
de discon-
La integral de Riemann-Stieltjes
7.18
TEOREMAS DEL VALOR
DE RIEMANN-STIELTJES
195
MEDIO
PARA
LAS
INTEGRALES
Si bien las integrales aparecen en gran número y variedad de problemas, son
relativamente pocos los casos en que el valor de la integral puede obtenerse
explícitamente. Sin embargo, a menudo es suficiente disponer de una estimación
de la integral más que de su valor exacto. Los teoremas del valor medio que se
dan en esta sección son particularmente útiles para obtener tales estimaciones.
Teorema 7.30 (Primer teorema del valor medio para integrales de Rie-
mann-Stieltjes). Supongamos que « 7 y que f E R(x) en [a, b]. Si M y m
designan, respectivamente, el sup y el inf del conjunto ff(x):x E [a, b]). Entonces existe un número real c que satisface m < c < M tal que
íb f() dalx) = c Jv b du(x) = c[a(b) — a(a)].
En particular, si f es continua en [a, b], entonces c = f(x,) para cierto x, de [a, b].
Demostración. Si a(a) = (b), el teorema se verifica trivialmente, ya que ambos miembros son 0. Por lo tanto, podemos suponer que «(a) < «(b). Dado que
todas las sumas superiores e inferiores verifican
m| «(b) — «(a)] < LP, £ a) < U(P, £ a) < MTa(5) — «a)],
la integral [? f de debe estar comprendida
entre ambas cotas. Por consiguiente,
el cociente c = (J f de)/( (* de) está comprendido entre m y M. Si f es continua
en [a, b], el teorema
de [a, b].
del valor
intermedio
hace
que
c = f(x,)) para
algún
x,
Un segundo teorema de este tipo puede obtenerse a partir del primero, uti-
lizando el método
de integración por partes.
Teorema 7.31 (Segundo teorema del valor medio para integrales de Riemann-Stieltjes). Supongamos que « es continua y que f7 en [a, b]. Entonces existe un punto x, en [a, b] tal que
í "10 deo) = f(a) J * dao) + f06) j da(o).
196
La
Demostración.
Por
el teorema
integral
de
Riemann-Stieltjes
7.6, tenemos
b
b
[ 109 de = s) — Sa) - J 0() df(>)
a
Aplicando
el teorema 7.30 a la integral de la derecha, obtenemos
J S) dalx) = Sa)Lalxo) — aa)] + F(BLa(b) — alxo)],
en donde x, E [a, b], que es la afirmación que pretendíamos
7.19
LA
INTEGRAL
COMO
FUNCIÓN
DEL
demostrar.
INTERVALO
Si f € R(x) en [a, b] y si « es de variación acotada, entonces (por el teorema 7.25) la integral [*f de existe para cada x de [a, b] y puede estudiarse
como una función de x. Ahora
de esta función.
obtendremos
algunas
de las propiedades
de
Teorema 7.32. Sea % una función de variación acotada en [a, b] y supongamos que f E R(x) en [a, b]. Definimos F por medio de la ecuación
F(x) = J f da,
Entonces
1)
11)
111)
se
si x E [a, bl.
tiene:
F es de variación acotada en [a, b].
En cada uno de los puntos en los que « es continua, F también lo es.
Si a7 en fa, bl, la derivada F'(x) existe en cada punto x de (a, b) en que
A (X) exista y f sea continua. Para tales x, se tiene
F(x) = S))
Demostración.
implica que
Es suficiente suponer que « 7 en [a, b]. S1 x -+ y, el teorema 7.30
F(y) — FG = J " f de = e[a(y) — (),
en donde m < c< M (siguiendo la notación del teorema 7.30). Las afirmaciones (1) y (1i1) se siguen inmediatamente de esta ecuación. Para probar (iii), dividamos por y —x y observemos que c — f(x) cuando y >«x.
La integral de Riemann-Stieltjes
197
Si juntamos el teorema 7.32 con el teorema 7.26 obtenemos el siguiente
teorema que convierte una integral de Riemann de un producto f-g en una
integral de Riemann-Stieltjes [? f dG con integrador continuo de variación
acotada.
Teorema
7. 33.
Si fE R y
2E R
F(x) = í fOdt,
en fa, b], sean
X
66 = í g(t) dt si x E a, bl.
a
Entonces F y G son funciones continuas y de variación acotada en [a, b]. Además, f E R(G) y g E RIF) en a, b], y tenemos
J fODI0) de = í 10 d000) = í 9() 4FG9.
b
b
b
Demostración. Las partes (1) y (11) del teorema 7.32 prueban que F y G son
continuas y de variación acotada en [a, b]. La existencia de las integrales y las
dos fórmulas obtenidas para [? f(X)e(x) dx se siguen del teorema 7.24, al hacer a(x) = X.
NOTA. Cuando a(x) = x, la parte (i11) del teorema 7.32 es a veces llamada
primer teorema fundamental del cálculo integral. Establece que F'(x) = f(x) en
cada uno de los puntos de continuidad de f. En el próximo apartado daremos
un teorema, compañero del anterior, y que se conoce con el nombre de segundo
teorema fundamental.
7.00
EL SEGUNDO
INTEGRAL
TEOREMA
El teorema que sigue nos dice cómo
Teorema
7.34
(El segundo
FUNDAMENTAL
DEL
CÁLCULO
hay que integrar una derivada.
teorema fundamental
del Cálculo integral).
Supongamos que f E R en [a, b]. Sea g una función definida en [a, b] tal que
la derivada g' exista en (a, b) y cuyo valor sea
g (x) = f()
Supongamos
y satisfacen
además
que,
para cada x de (a, b).
en los extremos,
los valores g(a+) y g(b—)
9(a) — 9(a+) = 9(6) — 9(b—).
existen
198
La integral de Riemann-Stieltjes
Entonces
se tiene que
í f(9) de = j 9'(5) dx = 9(b) — g(a).
b
Demostración.
b
Para cada partición de [a, b], podemos
escribir
9(b) — a(a) = 2 [90) — 90x-] = Z 9 (1) Axy = k;f(tk) Axp,
en donde ¿; es un punto de (x_,, x,) determinado por el teorema del valor medio del Cálculo diferencial. Pero, para un e > 0, podemos tomar la partición
suficientemente fina para que
lg(b) — g(a) — J 100 d
PEO
Í f(9) d
< E,
y ello prueba el teorema.
Combinando el segundo teorema fundamental del cálculo con el teorema 7.33
se obtiene un teorema más fuerte que el teorema 7.8.
Teorema
7.35.
Supongamos que f E R en fa, b]. Sea « una función continua
siguientes
integrales existen y son iguales:
en [a, b] y cuya derivada « sea integrable de Riemann en [a, b]. Entonces las
Í f(x) dalx) = í .f(x)oc'(x) dx.
Demostración. En virtud del segundo
mos, para cada x de [a, b],
teorema
fundamental
del cálculo
a(x) — a(a) = Íx a'(t) dt.
a
Haciendo g = a en el teorema 7.33 obtenemos
NOTA.
el teorema 7.35.
En el ejercicio 7.34 se enuncia un resultado relacionado con éste.
tene-
La integral de Riemann-Stieltjes
721
CAMBIO
DE
VARIABLE
199
EN
UNA
INTEGRAL
DE
RIEMANN
La fórmula que aparece en el teorema 7.7 para el cambio de variables en una
integral, a saber
sg f de = 5*f_ h dB, adquiere la forma
9(d)
ga(c)
fO de = J N ONORA
cuando «(x) = x y g es una función estrictamente monótona con derivada g
continua. Esto es válido si f € R en [a, b]. Cuando f es continua, podemos utilizar el teorema 7.32 para evitar la restricción de que g sea monótona. De hecho,
tenemos el siguiente teorema:
Teorema
7.36 (Cambio
de variable en una integral de Riemann).
Su-
pongamos que g posee derivada continua g en un intervalo fc, dl. Sea f continua en ¿l [c, dl) y definamos F por medio de la ecuación
F() = | fodt
sixegle, ).
g9(c)
Entonces, para cada x de [c, di, la integral [ f[2(1)]2'(1) dt existe y vale F[g(x)].
En
particular,
tenemos
g(d)
a(c)
1() de = í fg(1I9"(1) de
d
Demostración. Como tanto g como la función compuesta fog son continuas
en [c, d], la integral en cuestión existe. Definamos G en [c, dj como sigue:
G(x) = f " Aa(t9"(1) dr.
Debemos
probar que G(x) = F[g(x)]. Utilizando
el teorema
7.32, tenemos
0'(X) = Sl 9()I9'(x);
y, en virtud de la regla de la cadena, la derivada de F[g(x)] es también
fleX)]g (x), ya que F(x) = f(x). Por consiguiente, G(x) — FTge(x)] es constante.
Pero, para x = c, tenemos G(c) = 0 y F[g(c)] = 0, luego la constante debe ser
cero. Así pues, G(x) = F[g(x)] para todo x de [c, d]. En particular, cuando
x = d, obtenemos G(d) = Flg(d)], que es precisamente la última ecuación del
teorema.
200
La integral de Riemann-Stieltjes
9(S)
9(d)
9)
O--—--———--N----[-1--8
Figura
-—--—-
7.2
NOTA. Algunos libros demuestran el anterior teorema con la hipótesis suplementaria de que g' es no nula en todo [c, dl, que implica, naturalmente, la monotonía de g. La anterior demostración muestra que esto no es necesario. Ob-
sérvese que, al ser g continua en [c, d], gl[c, d]) es un intervalo que contiene al
intervalo que une ge(c) con g(d). En particular, el resultado es válido si g(c) =
g(d). Esto hace que este teorema sea particularmente útil en las aplicaciones.
(Véase la figura 7.2 para una g admisible.)
Realmente existe una versión más general del teorema 7.36 que no requiere
ni la continuidad de f ni la de ¿, pero la demostración es mucho más complicada. Supongamos
que h € R en [c, d]j y, si x € [c, d], consideremos e(x) =
[% h(1) dt, en donde a es un punto fijo de [c, d]. Entonces, si f € R en g([c, d)).
la integral [4 f[g(1)] h(1) dt existe y se tiene
9(d)
g9(c)
d
,
1() dx = [ SIg(INE e.
Éste parece ser el teorema más general acerca del cambio de variable en
integral de Riemann. (Para una demostración, consúltese el artículo de H.
telman, Mathematical Gazette, 45 (1961), pp. 17-23.) El teorema 7.36 es el
especial que se obtiene al considerar que h es continua en [c, d] y que f es
tinua en ¿([c, d)).
7.022
SEGUNDO TEOREMA DEL VALOR
PARA INTEGRALES DE RIEMANN
MEDIO
Teorema 7.37. Sea g continua y supongamos que f7
dos números reales que satisfagan las desigualdades
A < f(a+)
y
una
Kescaso
con-
en f[a, b]. Sean A y B
B > f(6—).
La integral de Riemann-Stieltjes
201
Entonces existe un punto x, de [a, b] tal que
) J f0900) dx = A í
En partcular, si f(x)
X
- g9(x) dx + B J
b
9(x) dx.
Xo
a
7 0 para todo x de [a, b], tenemos
b
i) r fC9(x) dx = B í g(x) dx, en donde x, Efa, bl.
*o
NOTA.
La parte (ii) se conoce con el nombre
de teorema de Bonet.
Demostración.
Si a(x) = [% e(1) dí, entonces a = g, y el teorema 7.31 es aplicable, y se obtiene
J 1090 de = 1a) J * 909 de + f0) J * 9() de
Esto prueba (1) siempre que A = f(a) y B = f(b). Ahora bien, si A y B son
dos números reales que satisfacen las desigualdades A <<f(a+) y B= f(b—),
podemos volver a definir f en los extremos a y b asignándole los valores f(a) = 4
y f(b) = B. La función f modificada es asimismo creciente en [a, b] y, como
hemos indicado anteriormente, el hecho de cambiar el valor de f en un número
finito de puntos no afecta en absoluto el valor de la integral de Riemann. (Es
claro que el punto x, de (1) dependerá de la elección de A y de B.) Haciendo
A = 0, la parte (ii) se sigue de la parte (1).
7.23
INTEGRALES DE RIEMANN-STIELTJES
DE UN PARÁMETRO
Teorema
7.38.
DEPENDIENTES
Sea f continua en cada punto (x, y) de un rectángulo
O
= (x, »:a<x<b,
c<y <d).
Supongamos que « es de variación acotada en [a, b] y sea F la función
nida en [c, d] por medio de la ecuación
Hw=Jnnwww.
a
defi-
202
La
integral
de
Riemann-Stieltjes
Entonces F es continua en [c, d|. En otras palabras, si y, € [c, d|, tenemos
lim í f% y) da) = J * im fCG, y) d(x)
y
yo
a
Y yo
= J f(x, yo) da(o).
b
Demostración.
Supongamos que a7 en [a, b]. Como que Q es un conjunto
compacto, f es uniformemente continua en Q. Por lo tanto, dado e > 0, existe
un 8 > O (que depende sólo de ¿) tal que, para cada par de puntos Z = (x, ))
y 2 =, y) de O tales que |l2—z| <$, tenemos |f(x, y) — f(x. y)| < €. Si
ly —y | < $, tenemos
FO) - FO < í (, ») — SG y) daa) < efo(b) — a(a)].
Esto establece la continuidad
Naturalmente,
cuando
de F en [c, di.
u(x) = x, este resultado
se convierte en un teorema
de continuidad para las integrales de Riemann que dependen de un parámetro.
Sin embargo, es posible obtener un teorema mucho
más útil para integrales de
Riemann que el que se obtiene haciendo a(x) = x si se utiliza el teorema 7.26.
Teorema 7.39. Si f es continua en el rectángulo [a, b] X [c, dl, y si
en [a, b], entonces la función F definida por la ecuación
g£R
F(y) = f 9()f(x, y) dx,
b
es continua
en [c, dl|. Esto es, si y, E [c, dl, tenemos
lim J 90O SG, y) de = í 9()SCr, yo) dx.
y>yo
Demostración.
Ja
a
Si G(x) = [7 g(0) dt, el teorema
[PÍCx, y) dG(x). Aplíquese ahora el teorema 7.38.
7.26 prueba
que
F(y) =
La integral de Riemann-Stieltjes
7.04
DERIVACIÓN
BAJO
203
EL
SIGNO
DE
INTEGRAL
Teorema 7.40.
Sea QO = ((x, y
:a<x< b,
c<y< d). Supongamos que %
es de variación acotada en [a, b] y, para cada y fijo de [c, dl, supongamos que
la integral
H»=ínmwww,
b
a
existe. Si la derivada parcial D,f es continua
para cada y de (c, d) y viene dada por
en
Q,
la derivada
F(y)
existe
F'(y) = Í Daf(, y) dec
NOTA.
En particular, cuando g € R en [a, b] y a(x) = [% 2(1) df, obtenemos
F(y) = Í 966 y) de
F'() = j 9() D,SCx, y) dx.
a
Demostración.
Si y, E (c, d) e y 5 y,, tenemos
FO - FG _ [PLE
y —
o
a
-17 qy - f D2 f(x, 7) do(x),
» —
Yo
en donde y está comprendido entre y e y,. Como que D,f es continua en Q,
se obtiene la conclusión razonando análogamente a como se razonó en la demostración del teorema 7.38.
7.05
INTERCAMBIO
EN
EL
ORDEN
DE
INTEGRACIÓN
Teorema 7.41.
Sea Q = ((x, y :a <xx<b,
c<y< d). Supongamos que «
es de variación acotada en a, b], 6 es de veriación acotada en [c, dl, y f es
continua en Q. Si (x, y) C O, definimos
F(y) = Í f(x, y) da(x), — G() = J f0x, y) dB(.
204
La integral de Riemann-Stielties
Entonces F E R(6) en [c, dij, G E R(a) en [a, bl, y tenemos
J F(y) dB(y) = J G(x) de().
d
b
c
En otras palabras,
a
podemos
intercambiar
el orden
de integración
como
sigue:
J [ j f0x, y) aBl y)] da(x) — J [ Í 0y) da(x)] dBC y.
Demostración.
Por el teorema 7.38, F es continua en [c, dl y por lo tanto
F € R(6) en [c, d|. Análogamente, G € R(x) en [a, b]. Para demostrar la igualdad de ambas integrales, es suficiente considerar el caso en que « 7 en [a, b]
y 87
en [e, dl.
En virtud de la continuidad uniforme, dado ¿ > 0 existe un ó > 0) tal que
para cada par de puntos Z = (, 3) y 7 = (, y) de 0, con |[7-—z| < $, se tiene
|f(xa
y)
_f(x,a
y')l
<
€E.
Subdividimos ahora el rectángulo en n? rectángulos iguales, subdividiendo [a, b]
y [c, dj en n partes iguales cada uno, en donde n se ha elegido de tal manera que
6G-9 _8
,
nZ
Escribiendo
A-9.8
E
xk=a+k(b_a)
yk=c+k(d—c),
n
para
k = 0,
1, 2,
..., n, tenemos
n-1
d
b
n
n-1
í (í 1057 dB(Y)) delx) = 2 í
c
J
Aplicamos dos veces el teorema
convierte en
C
»
Xk
7.30 al segundo
(J
y-1
1( y) d5(y)) da(x).
miembro.
La doble
n
)
n—
Xy
j=0f(x,í,
y;)[B(y¡+l)
_
B(yj)][a(xk+l)
—
oz(xk)],
suma
se
La integral de Riemann-Stieltjies
205
en donde (x, y';) pertenece al intervalo Q;,; que tiene por vértices. opuestos los
puntos (Xr, Y;) y (Xr+1> Y;+1). Análogamente, obtenemos
Í - (íbf(x,' y) da(x)) dB( »
||M
;f(x',:, YILA(Y;+1) — BODILC+1) — C1
en donde
(x";, y";)) € Or,;. Pero
f(Xx, y ;) — f(X"x, Y' )| < € y por lo tanto
j G(x) da(x) ——í F(y) d¡3(y)l
b
d
';) [aXp+1)
< ºí;) [A(Y;+1) — BO
— A%1)]
= e[ P(d) — PCcI[a(b) — «(a)]Puesto que € es arbitrario, esto implica la igualdad entre ambas integrales.
El teorema 7.41 junto con el teorema 7.26 nos da el siguiente resultado para
las integrales de Riemann.
Teorema 7.42.
Sean f continua en el rectángulo [a, b] X c, d]. Si
[a, b) y si
hE R en [c, dl, entonces tenemos
J*b [J'd g(x)h( y)S(x. y) dy] dx
=
J
[J
g CR
g(xy)(f(x, y) dx] dy.
Demostración.
Sea u(x) = j'j,º g(u) du y sea P(y) = fí…' h(v) dv, y apliquemos
teoremas 7.26 y 7.41.
7.2066
CRITERIO DE LEBESGUE
DE LAS INTEGRALES DE
en
PARA LA
RIEMANN
los
EXISTENCIA
Cada función continua es integrable de Riemann. Sin embargo, la continuidad
no es ciertamente necesaria, pues hemos visto que f € R cuando f es de varia-
ción acotada en fa, b]. En particular, f puede ser una función monótona con
un
conjunto numerable de discontinuidades y aun así la integral [? f(x) dx
existe. En realidad, existen funciones con un conjunto infinito no numerable
de discontinuidades que son.integrables de Riemann. (Ver ejercicio 7.32.) Por lo
206
La integral de Riemann-Stieltjes
tato, parece natural
preguntarse
«cuántas»
función siendo integrable según Riemann.
discontinuidades
puede
poseer
una
El teorema definitivo en este sen-
tido fue descubierto por Lebesgue y lo demostraremos en esta sección. La idea
que se halla detrás del teorema de Lebesgue se hace patente si examinamos qué
condiciones impone al conjunto de las discontinuidades de f la condición de
Riemann.
La diferencia entre las sumas superior e inferior de Riemann viene dada por
2 [M(f) — m(S)] Axz,
y, hablando «grosso modo», f es integrable si, y sólo si, esta suma puede hacerse suficientemente pequeña. Descompongamos esta suma en dos partes,
S, + ,, en donde $, contiene sólo los subintervalos cuyos puntos son todos de
continuidad de f, y S, contiene los restantes sumandos. En $,, cada diferencia
My(f) — muf) es pequeña en virtud de la continuidad y, por lo. tanto, aunque
en S, aparezca un gran número de sumandos puede conseguirse que sea pequeña. En $,, sin embargo, las diferencias M,(f) — mx(f) no tienen por qué ser
necesariamente pequeñas; pero puesto que están acotadas (pbr M, por ejem-
plo), tenemos |S,|
< M XAx;, por lo cual S, será pequeña siemre que la suma
de las longitudes de los subintervalos correspondientes a $, lo sea. Por lo tanto,
podemos esperar que el conjunto de discontinuidades de una función integra-
ble pueda recubrirse por medio de intervalos cuya longitud total sea pequeña.
Ésta es la idea central del teorema de Lebesgue. Para formularlo con ma-
yor precisión introduciremos los conjuntos de medida cero.
Dejinición 7.43.
Un conjunto S de números reales posee medida cero si, para
cada < > O, existe un recubrimiento numerable de S por medio
abiertos, tales que la suma de sus longitudes sea menor que e.
Si designamos
re que
a los intervalos por medio
sc Ua.b)
de (a;, b;), la definición
; (by — a,y <
y
de intervalos
requie-
(3)
Si la colección de intervalos es finita, el índice k de (3) recorre un conjunto
finito. Si la colección es infinita numerable, entonces k irá de 1 a vo, y la suma
de las longitudes es la suma de una serie infinita, dada por
N
Í (b — a) = lim » (, — a.
N>o0
k=1
La integral de Riemann-Stieltjes
207
Junto con la definición, precisamos algunos resultados acerca de los conjuntos de medida cero.
Teorema 7.44.
Sea F una colección numerable de conjuntos de R, por ejemplo
F=
cada
uno
de
los cuales
tiene
íF1>F29"')9
medida
cero.
Entonces
su
unión
o e)
S
—
U
Fk9
k=1
tiene
también
Demostración.
medida
cero.
Dado e > 0, existe un recubrimiento numerable de F, por me-
dio de intervalos abiertos, la suma de cuyas longitudes es menor que €/2”. La
reunión de todos estos recubrimientos de $S es asimismo un recubrimiento numerable de S por medio de intervalos abiertos y la suma de las longitudes de
todos los intervalos es menor que
Ejemplos.
Como
un conjunto formado por un solo punto tiene medida cero,
se tiene que cada subconjunto numerable de R tiene medida cero. En particular, el
conjunto de los números racionales tiene medida cero. Sin embargo, existen con-
juntos no numerables que tienen medida cero. (Ver el ejercicio 7.32.)
A
continuación
Dejinición 7.45.
TCSS, el número
introduciremos
el concepto
de oscilación.
Sea f una función definida y acotada en un intervalo $S. Si
Q(T) = sup U(x) — S) :xe T,
se llama
número
la oscilación
de f en T. La oscilación
O (x) =
lim
h>0+
vET;,
de f en x se define como
el
Q(B(x; h) nS).
NOTA.
Este límite existe siempre, ya que Q,(B(x; h) n'S) es una función creciente de h. En realidad, T, C T, implica Q(7 ) < QxT,). Además, 07(x) = 0
S1, y sólo si, f es continua en .. (Ejercicio 4.24).
208
La integral de Riemann-Stieltjes
El teorema que sigue nos dice que si wr(x) < e en cada uno de los puntos
de un intervalo compacto [a, b], entonces (,(7) < € para todo subintervalo 7
suficientemente pequeño.
Teorema 7.46.
Sea f una función definida y acotada en [a, bl, y sea e > O
un número real dado. Supongamos que w¡(X) < € para cada x de [a, b]. Entonces existe un 8 > O (que depende tan sólo de ) tal que para cada subintervalo
cerrado T =fa, b], se tiene que Q (T) < e siempre que la longitud de T sea
menor que ¿.
Demostración.
B(x; 0:) tal que
Para
cada
x de [a, b]
existe
una
bola
unidimensional
B, =
Q,(B, N [a, b]) < 04(x) + [E — 0/(X)] = .
El conjunto de todas las bolas B(x; 8,/2) de amplitud la mitad constituyen un
recubrimiento de (a, b]. En virtud de la compacidad, un número finito de ellas
recubre a f[a, b] (supongamos que este número es K). Sean los radios correspondientes 8,/2, ..., 8x/2 y sea 8 el menor de estos números k. Cuando el intervalo 7 tenga longitud menor que $, entonces 7 estará parcialmente recubierto
por una, por lo menos, de estas bolas; sea, por ejemplo, B(x,; 8,/2). Sin em-
bargo, la bola B(x,; 8,) recubre totalmente a 7 (ya que $, > 28). Además, en
B(x,; 8,) N la, b] la oscilación de f es menor que e. Ello implica que 2,(7) < €
y el teorema está demostrado.
Teorema 7.47. Sea f una función definida y acotada
e > Q se define el conjunto J, como sigue:
J, = (x:xe [a, b],
en
[a, b]. Para cada
0((x) > €).
Entonces J, es un conjunto cerrado.
Sea x un punto de acumulación de J,. Si x€£J,,
Demostración.
07(x)
€. Por lo tanto existe una bola unidimensional B() tal que
tenemos
Q (B(X) n [a, b1) < .
Por lo tanto, ningún punto de B(x) pertenecerá a J,, contradiciendo el hecho de
que x sea de acumulación de J,. De donde, x E J, y J, es cerrado.
Teorema
7.48.
(Criterio
de Lebesgue
para
la integrabilidad
de Rie-
mann.) Sea f una función definida y acotada en [a, b] y sea D el conjunto de
las discontinuidades
tiene medida cero.
de f en [a, b]. Entonces
f E R en [a, b] si, y sólo si, D
La integral de Riemann-Stieltjes
209
Demostración. (Necesidad.) Supondremos, en primer lugar, que D no tiene medida cero y demostraremos que f no es integrable. Podemos escribir D como
una reunión numerable de conjuntos
D= UD,
en donde
D, = íx:w¡(x) > -1;?
Si
xE D, entonces w(x)
r =1,
2, ....
> 0, luego D es la reunión de los conjuntos D,, para
Ahora bien si D no tiene medida cero, entonces alguno de los conjuntos D,
tampoco
la tendrá
(en
virtud
del
teorema
7.44).
e > 0 para el cual cualquier colección numerable
Por
consiguiente,
existe
un
de intervalos abiertos que
recubra D, tendrá una suma de longitudes > e. Para una partición P de [a, b]
tenemos
U(P, f) — LEP, ) = k=1
Y [Mi(S) — mAP)] Ax = Si + S = S,
en donde $, contiene los términos que provienen de subintervalos que en su
interior contienen puntos de D, y S, contiene los términos restantes. Los intervalos abiertos de $, recubren D;,, excepto posiblemente a un subconjunto finito
en D,, de medida 0, luego la suma de sus longitudes es, por lo menos,
Esto
significa que
— muf)
= 1 y por lo tanto S; >
r
“Y
MXS)
e. Pero
1 n
en estos intervalos tenemos
U(P,S) — LP. S) > -f,
para cada partición P, luego la condición de Riemann no se verifica. Por con-
siguiente, f no es integrable de Riemann. En otras palabras, si f E R, entonces D tiene medida cero.
|
(Suficiencia).
Ahora supondremos que D tiene medida cero y demostraremos que se verifica la condición de Riemann. De nuevo cscribimósD=U3,, D,
en donde D, es el conjunto de los puntos x en los que 0,(x) > 1/r. Dado que
D, < D, cada D, tiene medida cero, por lo que cada D, se puede recubrir por
medio de intervalos abiertos, cuyas longitudes sumen < 1/r. Puesto que D, es
compacto (teorema 7.47), un número
finito de dichos intervalos recubrirá a D,.
210
La integral de Riemann-Stieltjies
La reunión de estos intervalos es un conjunto abierto que designaremos A,. El
complementario B, = [a, b] — A, es la reunión de un número finito de subintervalos cerrados de [a, b]. Sea 7 un subintervalo típico de B,. Si x '€ 7, entonces
0/(x) < 1/r y entonces, en virtud del teorema 7.46, existe un 8 > 0 (que sólo
depende de r) tal que 7 puede ser subdividido en un número finito de subinter-
valos T de longitud < 8 en los que Q,(7) < 1/r. Los extremos de todos estos
subintervalos definen una partición P, de [a, b]. Si P es más fina que P, podemos
escribir
wnn—unn=gyMwwwmawn=&+sb
en donde $, contiene los términos que provienen de los subintervalos que con-
tienen puntos de D,, y S, contiene los términos restantes. En el k-ésimo término
de S, tenemos
l
Myf) — mXf) < —
r
y entonces S, < b
—
r
Puesto que A; recubre todos los intervalos que intervienen en $,, tenemos
815…_,
r
en donde m y M son el sup y el ínf de f en [a, b]. Por consiguiente
U(P,f)
— L(P, ) < *
—-—m+b-—a
-
.
Dado que esto se verifica para cada r — 1, la condición de Riemann
ca, luego f E R en f[a, b].
se verifi-
NOTA. Una propiedad se verifica casi en todo un subconjunto S de R si se
verifica en todo S salvo en un conjunto de medida 0. Luego, el teorema de
Lebesgue establece que una función f acotada en un intervalo compacto [a, b]
es integrable de Riemann
[a, b].
Las
siguientes
en [a, b] si, y sólo si, f es continua casi en todo
afirmaciones
(algunas
de las cuales
han
sido
probadas
an-
teriormente en este mismo capítulo) son consecuencias inmediatas del teorema
de Lebesgue.
Teorema
[a, b].
7.49.
a) Si f es de variación acotada en [a, b], entonces
f
=R en
La integral de Riemann-Stieltjes
b)
c)
d)
e)
Si f
211
ER en fa, bl, entonces f E R en [c, d| para cada subintervalo [c, dl C
c [a, b; f ER y P ER en a, b]. También f-g E R en [a, b] siempre que
g'ER en f[a, bl.
Si fER y g
ER en fa, b], entonces f/|eg E R en [a, b] siempre que
acotada en valor absoluto por un número mayor que 0.
Si f y g son funciones acotadas con las mismas discontinuidades en
entonces f'E R en [a, b] si, y sólo si, g E R en fa, b].
Sea £ E R en [a, b] y supongamos que m < g(x) < M para todo x de
Si f es continua en [m, MI, la función compuesta h definida por
f[e(x)] es integrable de Riemann en [a, bl.
NOTA.
fER
g esté
a, b],
[a, b|.
h(x) =
La afirmación (e) no se verifica necesariamente si se supone sólo que
en [m, M].
7.27.
(Ver ejercicio 7.29.)
INTEGRALES
COMPLEJAS
DE
RIEMANN-STIELTJES
Las integrales de Riemann-Stieltjes de la forma (? f da, en las que f y « son
funciones complejas definidas y acotadas en un intervalo [a, b] son de gran im-
portancia en la teoría de funciones de variable compleja. Pueden introducirse
utilizando exactamente la misma definición que la utilizada en el caso real. La
definición 7.1 tiene perfectamente
sentido cuando f y « son funciones comple-
jas. Las sumas de los productos f(1)[a(x,) — a(x.-1)] utilizadas para formar
las sumas de Riemann-Stieltjes deben interpretarse como sumas de productos
de números complejos. Puesto que los números complejos verifican las propieda-
des conmutativa, asociativa y distributiva que se verifican también en el caso
de los números reales, no debe, pues, sorprendernos que las integrales complejas satisfagan muchas de las propiedades de las integrales reales. En particular, los teoremas 7.2, 7.3, 7.4, 7.6 y 7.7 (así como sus demostraciones)
son válidos (palabra por palabra) cuando f y « son funciones complejas. (En
los teoremas 7.2 y 7.3, las constantes c, y c, pueden ser números complejos.)
Además,
disponemos
del siguiente teorema que reduce la teoría de las integra-
les complejas de Stieltjes al caso real.
Teorema 7.50. Sean f = f, + if, y % = Qy + a, funciones
nidas en el intervalo [a, b]. Se tiene, entonces,
complejas
ífda=(í f, de, —szdaz>+i(í f, de +ífldaz),
b
b
b
b
siempre que existan las cuatro integrales del segundo miembro.
b
defi-
212
La integral de Riemann-Stieltjes
La demostración del teorema 7.50 es inmediata a partir de la definición y
se deja como ejercicio para el lector.
El uso de este teorema nos permite extender al caso complejo muchas de
las propiedades importantes de las integrales reales. Por jemplo, la conexión
entre la diferenciación y la integración establecida en el teorema 7.32 es válida
s definimos las nociones de continuidad, diferenciabilidad y variación acotada
por medio de las componentes, como hacíamos en el caso de las funciones vectoriales. Diremos entonces que la función compleja « = «%, + ix%, es de variación acotada en [a, b] si cada componente «, y , es de variación acotada en
[a, b]. Análogamente, la derivada e«'(1) está definida por la ecuación a'(1) =
1() + ia5(t) siempre que las derivadas o',(t) y .,(1) existan. (Las derivadas
laterales se definen análogamente.) Con estos convenios, los teoremas 7.32 y 7.34
(los teoremas fundamentales del Cálculo integral) son válidos cuando f y « son
funciones complejas. Las demostraciones se obtienen directamente utilizando
el teorema 7.50 y los teoremas correspondientes del caso real.
Volveremos a ocuparnos de las integrales complejas en el capítulo 16, al
estudiar con más
detalle las funciones complejas de una variable compleja.
EJERCICIOS
Integrales
7.4
7.2
de Riemann-Stieltjes
Probar que Ja dalx) = a(b) — a(a), directamente a partir de la definición 7.1.
Si f € R(a) en [a, b] y si (2 f de = 0 para cada f monótona
que « es constante en [a, b].
7.3 La siguiente definición de
la integral
de
Riemann-Stieltjes
en [a, b], probar
es bastante
usual
en textos matemáticos: Se dice que f es integrable respecto de « si existe un
número real A que satisfaga la siguiente propiedad: para cada e > 0 existe un
0 > O tal que para cada partición P de [a, b] con norma ||P|| < 8 y cada elección
de 1, en [Xr_,, Xx], tenemos IS(P, f, u) — A| < .
a)
b)
74
Probar que si f? f dn existe según esta definición, entonces existe también
de acuerdo con la definición 7.1 y ambas integrales son iguales.
Sean f(x) = u(x) = O para a < x < c,f(x) = «(x) =1 para
c< x < b,f(c)=0,
au(c) = 1. Probar que ( f de existe de acuerdo con la definición 7.1 pero
no existe según
Si fER
la definición
esta segunda
definición.
según la definición 7.1, probar que [? f(x) dx existe también según
7.3.
(Contrastar
este resultado
con
el ejercicio
7.3(b).
Indicación.
Sea
I = 12/(x) dx, M = sup (f(x)): x e [a, b]). Dado < > 0, elegir P, tal que U(P., f <
] + e/2 (con la notación
de la sección
7.11). Sea N el número
visión de P, y sea 8 = e/(2MN). Si ||P|| < 8, hagamos
U(P,f) =
» MS)Ax, = $
+ 5,
de puntos
de subdi-
La integral de Riemann-Stieltjes
213
en donde $, es la suma de los términos que pertenecen a aquellos subintervalos
de P que carecen de puntos de P, y $, es la suma de los términos restantes. Entonces
S1 < U(P,,f) < I + e2
y por lo tanto
y
S, < NMIP||
< NMó
= eN,
U(P, f) < 1 + e. Análogamente,
L(P, f) > I — esi|P|
< ó
mpara algún $.
Por lo tanto IS(P, f — 1| < € si ||P|| < min (6, 5.
7.5 Sea (a,) una sucesión de números reales. Para x = 0, definimos
[x]
A(x) = Y a, = Z; (A
n<Xx
en donde [x] es la parte entera de x y las sumas vacías valen cero. Sea f una fun-
ción con derivada continua en el intervalo
Stieltjes para deducir la fórmula que sigue:
1< x<a.
Utilizar
las
integrales
de
Y ayf(n) = - f — ACIS 09 de + AS(O).
ns<a
1
7.6 Utilizar la fórmula
integral de Stieltjes para
i
3)2_&=
7.7
Euler
Suponer
1
de sumación de Euler, o la integración
deducir las siguientes identidades:
s—1+SJ<1
"X
por partes en una
.
x[s+]1 de
ss7l
que f es continua en [1, 2n] y utilizar la fórmula de sumación
o la integración
de
por partes para demostrar
5 0900 = [ S6 - 20372 s
2n
2n
k=1
7.8 Sea p,(X) = x — [x] — 4 si x + entero, y sea $,(x) = 0 si x = entero. Sea también p,(x) = 10 $() dt. Si f” es continua en [1, n] probar que la fórmula de suma-
ción
de Euler
implica
que
.
0(XS ”(x) dx + S1) + I)
Zn:f(k) = Ílnf(X) dx — J:l
2
k=1
7.9 Hágase
f(x) = In x en el ejercicio 7.8 y pruébese
lan =(n+idinn-n+1+
que
í
n
1
$—Ííi)dt.
214
La integral de Riemann-Stielties
7.10
Si
x z
1, sea m(x) el número
de primos
n(x) =
2
< x, esto es,
1,
PSx
en
donde
del número
la suma
primo
está
extendida
establece que
a todos
los
lim 7(x) n
x>0
Esto se demuestra
dada por
usualmente
primos
p<
x. El
teorema
=1.
X
estudiando
números
una
%x) = Y
función
$, íntimamente
relacionada,
Inp,
PSX
en donde, de nuevo, la suma está extendida a todos los primos p < x. Tanto la función 7 como la función $ son funciones escalonadas con salto en los números primos. Este ejercicio demuestra cómo, por medio de la integral de Riemann-Stieltjes,
es posible relacionar estas dos funciones.
a) Si
x>2, probar que r(x) y $() se pueden expresar por medio de las siguientes integrales de Riemann-Stieltjes :
I(x) = J " Mrdr(o,
0)= Í 0).
3/2
NOTA.
3
2
1n
t
El límite inferior puede substituirse por cualquier otro número del intervalo
abierto (1, ?2).
b) Si xZ2,
utilizar
la integración
Ix)
por
partes para
X
= n(x)
1n x —
J
x)
+ J *
()
7N(x) =
1n x
probar
ZZ_(I_) di,
2
|
o t In?t
Estas relaciones son útiles para demostrar que el teorema del número primo
es equivalente
Si a7
a la relación lim,., , 9()/x = 1.
en [a, b], probar que se verifica:
a) rfda=chda+rfda,
b
b
(a<c<b),
b
wÍa+masífa+Íga
ajv+ma
b
V
7.11
b
dea+Í
b
g da.
La integral de Riemann-Stieltjes
7.12
Dar
un ejemplo
de una
215
función
acotada
f y de una
nidas en [a, b] tales que |f| € R(x%) pero para las que
función
creciente « defi-
? f de no exista.
7.13 Sea « una función continua de variación acotada en [a, b]. Supongamos
g < R(a) en [a, b] y definamos 6(x) = 17 9(£) dalt) si x € [a, b]. Probar que:
a)
que
Si f7 en [a, b], existe un punto x, de [a, b] tal que
rde = 1a) fºg de + f(6) f' g de
b)
Si, además,
f es continua
en [a, b], se tiene también
[ a F0090) deto) = 1) [ea:/0f
0a
a
xo
7.14
Supongamos
que
f € R(x)
en
[a, b], en donde
« es de variación
acotada
en
[a, b]. Si V(x) designa la variación total de y en [a, x] para cada x de (a, b], y
V (a) = 0, probar
que
J
en donde M
la desigualdad
b
< fb F| dY < MY(b),
f da
es una cota superior de |f| en [a, b]. En particular, cuando u(x) = x,
se transforma
en
b
J— S(x) dx|
< M(b — a).
7.15 Sea (,) una sucesión de funciones de variación acotada en [a, b]. Supongamos que existe una función « definida en [a, b] tal que la variación total de
ad — , en [a, b] tienda hacia cero cuando n —+o0. Supongamos además que «(a) =
0,(a) = 0 para cada n = 1, 2, ... Si f es continua en fa, b], probar que
b
b
lim J fx) da,(x) = í f(x) dalx).
n+
7.16
0
a
a
Si fe R(a), /* € R(4), g € R(), y 9? € R(a) en [a, b], probar que
211
Cuando
S)
1)
90)
0|
2
de
de
“ )] "0
- ( Í fy da(x)) ( J 9 da(x)) - ( J fJ9(-) da(x))z.
b
«7
b
en [a, b], deducir la desigualdad
de Cauchy-Schwarz
( j f0090) da(x)) < ( J f da(x)) ( Í 90 da(x)).
2
(Comparar con el ejercicio
1.23.)
b
b
216
La integral de Riemann-Stielties
7.17
Supongamos
que fe R(a), gy € R(a), y / 9 € R(a) en [a, bl. Probar que
; J [ J 1() - SeM(ÁW) — 269) da<y)] do(x)
b
b
- (a(b) — a(a)) J f0990) dl — ( J 10 da(x)) ( J 90 da(x)).
b
b
b
a
S1 a27
en
f[a, b], deducir
la desigualdad
b
b
b
( J f(x) da(x)) ( J 9(x) da(x)) < (a(b) — a(a))í F(x) a(x) dalx)
en donde tanto f como g son crecientes (o decrecientes) en [a,
desigualdad inversa se verifica si f crece y g decrece en [a, b].
Infegrales
7.18
b]. Probar
que
la
de Riemann
Supongamos que f E R en [a, b]. Utilizar el ejercicio 7.4 para demostrar que
el límite
.
lim
n>o
existe y vale [? f(x) dx.
b-ac
n
)
n
Deducir que
:
n
_n
hm2k2+n2—z,
7.19
b-a
2:fa+k
k=1
.
y
11m2(n
n>
o
2
k=1
+ k?)2,-1/2=_
MA+/?).
Definir
fO) = ( J
x
o
2
e” dt) ,
g(x) = Í
1
S
o
>—x2(t2+1)
1+1
di.
a) Probar que 21(x) + f(x) = 0 para todo x y deducir que e(x) + f(x) = 7/4.
b) Utilizar (a) para demostrar que
lim J
x>o
Jo
e * dt = lx/;
2
7.20 Supongamos que g € R en [a, b] y definamos f(x) = [7 9(1) dí si x € [a, b].
Probar que la integral f% |9(1)| drt da la variación total de f en [a, x].
7.21
Sea
f = (f,,
..., f,) una
función
vectorial
con
derivada
Probar que la curva descrita por f tiene por longitud
Aya, 5) = J ICO d
continua
f' en
[a, b].
La integral de Riemann-Stieltjes
7.22
Si f"+D
217
es continua en [a, x], definimos
h = -n! J Ja€ — DE*D(O) dr.
a)
Demostrar
que
(x)
Ik—l(x)
7.23
—
Ik,(x)
—
f
—
(a)l(c.x'
a)k'
k
—
19
29
e.
A
b) Utilizar (a) para expresar el resto de la fórmula de Taylor como una integral (ver Teorema 5.19).
Sea f una función continua en [0, a]. Si x € [0, a], definimos f (x) = f(x) y sea
ha(= J (X — S(O dí,
n!
n=0,1,2,...
0
a) Probar que la n-ésima derivada de f,, existe y es igual a .
b) Demostrar el siguiente teorema de M. Fekete: El número de cambios de
signo de f en [0, a) no es inferior al número
junto ordenado
de cambios
de signo del con-
a), J1(a), - - - , Sla).
c)
Indicación. Procédase por inducción matemática.
Usar (b) para demostrar el siguiente teorema de L. Fejér: El número de
cambios de signo de f en [0, a] no es inferior al número de cambios de signo
del conjunto ordenado
f(0),
J - f(1) dt,
r 1f(1) de,
J - f(1) dr.
0
0)
)
7.24 Sca f una función continua positiva en [a, b]. Si M
que f alcanza en [a, b], probar que
lim
7.25
Una
cuadrado
(J
b
fxyY dx)
0 < x <
1,0 < y <
º
b)
c)
el máximo
valor
= M.
función f de dos variables reales está definida en cada punto (x, y) del
unidad
f(x, y) = [ 1,
a)
1/n
designa
Calcular
2y,
1 como
sigue:
si X es racional
i x es irracional
13 f(x, y) dx y 10 S(. y) dx en términos de y.
Probar que ó f(x, y) dy existe para cada x fijo y calcular
términos de
x y t para O<x < 1,0<<1.
Sea
fó/(x, y) dy
en
F(x) = 11 f(x, y) dy. Probar que 1ó F(x) dx existe y calcular su valor.
218
7.26
La integral de Riemann-Stieltjes
Definimos f en [0, 1] como
fx) =2”,
sigue:
para n = 0, 1, 2, ...
f(0)=0;
si 21<
a) Dar dos motivos por los que Í)f(x) dx existe.
b)
Sea
F(x) = 13 f(t) dt. Probar que para
O< x<1
x<2-;
entonces
se tiene
F() = x4(x) — 34(Y,
en donde A(x) = 2-[-1n2/1n?], siendo
[y] la parte entera de y.
7.27 Supongamos que f posee una derivada monótona
f(xX) 2 m > O para todo x de [a, bl. Probar que
J " cos f(x) dx
decreciente
que
satisface
2
=—.
a
Indicación.
Multiplicar y dividir el integrando por f (x) y utilizar el teorema 7.37(i1).
7.208 Dada una sucesión decreciente de números reales (G(n)) tal que G(n)—>0
cuando n — 0, se define una función en [0, 1] por medio de (G(n)) como sigue:
NO) = 1; si x es irracional, entonces f(x) = 0; si x es el número racional irreducible m/n, entonces f(m/n) = G(n). Calcular la oscilación w;(x) en cada x de [0, 1]
y probar que f E R en [0, 1].
7.29 Sea f la función definida en el ejercicio 7.28 con G(n) = 1/n. Sea ¿(x) = 1 si
O< x< 1, g(0)
no es integrable
7.30 Utilizar le
7.31 Ultilizar el
y si f(x) 2 m >
= 0. Probar
de Riemann
teorema de
teorema de
0 para todo
que la función compuesta % definida por h(x) = e[f(x)]
en [0, 1], a pesar de que f € R y g€E R en [0, 1].
Lebesgue para demostrar el teorema 7.49.
Lebesgue para demostrar que si f € R y g E R en fa, b]
x de [a, b], entonces la función 7 definida por
hx) = FUy
es integrable de Riemann en [a, b].
7.32 Sea 1 = [0, 1] y sea A, =1— (1, 3) el subconjunto de 7 obtenido suprimiendo
en ] los puntos del intervalo abierto que constituye el tercio central de /; esto es,
A, = [0, 31 U 5, 1]. Sea A, el subconjunto de 4A, obtenido suprimiendo el tercio
central abierto de [0, 1] y el de [?, 1]. Continuar este proceso y definir A,, A,, ...
El conjunto € =
a) C es un
b) xEC ssi,
c) C es no
7.33
d)
n,º,º= 1 A, Se llama conjunto de Cantor. Probar que
conjunto compacto que tiene medida cero.
y sólo si, x = Y ». , a,3”, en donde cada a, 0 es 0 0 es 2.
numerable.
Sea f(x) = 1 si xEC,
Este ejercicio proporciona
es irracional. .Sea f(x) = x"(1
a)
b)
f(x) =0
una
si x € C. Probar que fE R
demostración
(debida
— x)/|n!. Probar que:
en [0, 1].
a Ivan Niven)
de que
7*
O< f(x) < 1/n! si O< x<1.
Cada una de las k-ésimas derivadas f“*)(0) y f“(1) es un entero. Supongamos entonces que 7? = a/b, en donde a y b son enteros positivos, y sea
Z (— DY PG 1?7
F() = b kK=0
219
La integral de Riemann-Stieltjes
Probar que:
c)
F(0) y F(1)
son enteros.
d) 72a"f (x) sen nx = dí (F'() sen nx — nF(x) cos nx).
X
e) F(1) + F(0) = na"Jl f(x) sen 7x dx.
0
f) Utilizar (a) y (e) para deducir que 0 < F(1) + F(0) < 1 si n es suficiente-
mente grande. Esto contradice (c) y prueba que 7* (y por lo tanto r) es
irracional.
7.34 Sea « una función real, continua en el intervalo [a, b] con derivada «' finita
y acotada en (a, b). Sea f una función definida y acotada en [a, b] y supongamos
que las integrales
b
J 1() dalx) — y
b
J f() a'(x) dx
existen. Probar que ambas integrales son i