Historia del
y Arquitectura
m exicana
A rte
C-22
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería / Licenciatura en Arquitectura
Catedrático: Arq. Edgar Franco Flores
Apunt e s D igit a le s y Cue st iona r ios por Cla se
La Con qu ist a
Arquit ect ura Colon ia l
I nt rodu cción [ 1 5 1 9 - 1 5 5 0 d.C.]
Pr in cipios a rqu it e ct ón icos
y u rba n os du ra n t e La Con qu ist a
→ El periodo denom inado de la Conquist a en México, est á int egrado por el
largo y com plicado proceso de dom inio, sublevación y fusión de dos cult uras del t odo
opuest as: la occident al [ europea] y la m esoam ericana. Est e proceso se lleva a cabo
durant e cerca de t res siglos, donde el art e e idiosincrasia de am bas cult uras se unen,
para crear m anifest aciones art íst icas, que si bien siguen los pat rones del art e
plant eados por Europa, los t em as recurrent es de la ornam ent ación, así com o los
procesos t écnicos de creación y expresión son fuert em ent e influidos por el art e
prehispánico.
→ Ent re los aspect os hist ór icos, sociales y cult urales [ que definieron la
arquit ect ura y el urbanism o colonial] que deben t om arse en cuent a, encont ram os:
• España se conviert e en un país cult uralm ent e sólido y fuert e. Logra su unidad
e independencia del rest o de los países.
–La Edad Media concluye.
–Los españoles expulsan a los m oros de sus t errit orios, logrando
independencia cult ural.
–El art e, que ant es había sido exclusivo de la iglesia, ahora se expande a
t odos los sect ores.
–Los principios de los hom bres clásicos se desent ierran y generan los
principios del Renacim ient o, que se viert en en el diseño y const rucción de
m onast erios.
–La im prent a se conviert e en el m edio de difusión cult ural m ás im port ant e de
la época, perm it iendo expandir cont enidos de t em as varios a escalas nunca
ant es im aginadas.
–El hum anism o, basado en recursos filosóficos, espirit uales y reflexivos, es el
m edio por el cual España desarrolla recursos art íst icos propios, adapt ando el
Gót ico a su idiosincrasia [ surgiendo el llam ado gót ico isabelino] , m ant eniendo la
influencia del m udéj ar en el art e [ influencia que llega, inclusive, a la Nueva
España] , y llevando los principios de la pint ura it aliana a las nuevas t ierras
recién descubiert as y conquist adas.
• La necesidad prim era de los españoles que llegan a Am érica es la de
prot ección cont ra los indios bárbaros que se niegan a som et erse a su cult ura e
idiosincrasia.
Es de est a m anera que lo prim ero que los españoles const ruyen en las cost as del
Golfo de México son fort alezas [ la m ás not able fue la de las At arazanas, cuyo nom bre
deriva del árabe Dar as saana, que significa “ arsenal” ] , const ruida siguiendo los
principios de los cast illos m edievales, rodeados, en est e caso, por lagunas.
Ot ra de las m odalidades
arquit ect ónicas
de
la
época
consist ió en fort ificar los puert os
descubiert os y t om ados por los
españoles, para guarecerlos de los
at aques de los pirat as y los
indígenas aún rebeldes.
Uno
de
los
puert os
fort ificados m ás im port ant es fue
San Juan de Ulúa, en el Est ado de
Veracruz.
• Considerem os que la conquist a de los españoles no fue exclusiva de la
Ciudad de México, sino que el dom inio de los europeos se ext endió a t odo el cent ro
del país.
Una de las necesidades m ás aprem iant es fue el colocar orden en las poblaciones
de los indígenas, cuyas paut as de diseño y const rucción, de acuerdo a los propios
españoles: “ no seguía regla alguna” . Las ciudades fundadas y t razadas por los
españoles, siguieron [ com o era de esperarse] los plant eam ient os de la ant igua Europa,
sobre t odo de Andalucía.
Dos t ipos de t raza urbana im peraron durant e la Conquist a:
–La t raza cuadriculada, em pleada en t erreno plano, at ribuida a Hipodam os de
Milet o, filósofo griego, cuyos principios fueron adopt ados por los rom anos, y
post eriorm ent e llevados por ellos a España.
–La t raza irregular, usada en sit ios m ont añosos o con fuert es desniveles, y que
es de origen m oro. A cont inuación se enlist an algunos de los responsables de las
t razas de las ciudades m ás im port ant es de esa época:
Ciudad de México, Ciudad de Veracruz y Ciudad de Oaxaca. Trazadas por
Alonso García Bravo [ 1540- 1550] .
Ciudad de Querét aro. Trazada por: Juan Sánchez de Alanís.
Valladolid, Morelia. Trazada por Juan Ponce [ 1542- 1543] .
Puebla de los Ángeles. Trazada por Alonso Mart ín Pérez “ Part idor” [ 1531] .
Los principios urbanos seguidos en el t razo de las ciudades se pueden
resum ir en el esquem a de escuadra [ en las zonas planas] , en form a de t ablero
de aj edrez. En las zonas m ont añosas se opt ó por respet ar y seguir los
accident es del t erreno. Las calles t ort uosas se adapt aron a las configuraciones
t opográficas.
La Ciudad de México fue t razada y const ruida sobre Tenocht it lán, y lo que
ant es fuera el Tem plor Mayor de la ciudad, fue sem idest ruido y cubiert o, para el
post erior t razo de la nueva capit al española, ya que los conquist adores
consideraron que la población azt eca había sido t razada sin definir zonas,
int ercalando áreas de vivienda unas con ot ras, de una m anera nada práct ica,
adem ás de que los españoles rediseñaron las exist ent es avenidas por ot ras,
acorde a las nuevas necesidades urbanas.
• En un principio, los conquist adores se aloj aron en los grandes palacios
m esoam ericanos, invit ados por los propios gobernant es de las ciudades
prehispánicas, asom brados por la belleza, grandeza y am plit ud espacial de
sem ej ant es const rucciones. Pero, conform e el proceso de conquist a fue
desarrollándose, los conquist adores const ruyeron sus propias viviendas, cuya
configuración y aspect o conocem os gracias a los códices de la época.
Hacia 1554, las casas present aban el siguient e aspect o:
Parecían fort alezas, no eran m uy
alt as, present aban sem ej ant e solidez
en sus m uros, j am bas y dint eles eran
de piedra t allada, sobre las puert as se
ost ent aban las arm as de los dueños, y
los t echos eran planos, hast a que en
1581 com enzaron a ser cubiert os de
ladrillos, con canales de desagüe de
m adera o barro. Las casas se regían
por el principio de pat io cent ral.
Algunas adopt aron la cost um bre de
edificar t orres, y aunque est e elem ent o
fue prohibido enérgicam ent e por el
Ayunt am ient o, las t orres en las casas
[ com o
elem ent o
decorat ivo
exclusivam ent e] persist ió al paso de
los años.
Casa del Marqués de San Mat eo de Valparaíso.
México, Dist rit o Federal
Palacio de Cort és. Cuernavaca, Morelos
Las casas de los
caudillos present aban la
m ism a apariencia, sólo que
eran
m ás grandes en
escala
y
solidez.
Los
elem ent os represent at ivos
eran:
una
logia
con
arquerías y colum nas, así
com o
balaust radas
de
piedra. Uno, dos o t res
pisos, con alt os m uros
m acizos.
Torres
y
t orreones
en
algunos
casos.
• La t ercera necesidad que generó const rucciones fue la de salud y prot ección
para los españoles y los propios indígenas.
Est as inst it uciones fueron reflej o de la com plej idad y el poder y alt o nivel de
organización logrado en las poblaciones som et idas a la conquist a de los españoles. Su
im port ancia fundam ent al radica en que la t ipología arquit ect ónica del hospit al responde
com plet am ent e a las necesidades plant eadas por su función.
La plant a, en la m ayoría de los casos, se dist ribuye alrededor de un gran pat io
rect angular con dos cruj ías lat erales, una para hom bres y una para las m uj eres. Exist e
a veces una capilla abiert a al cent ro [ invención de los españoles, result ado de la
necesidad de adapt ar sus creencias a las de los indígenas acost um brados a los rit uales
y cult os religiosos al aire libre] , y oficinas de adm inist ración.
El hospit al era una verdadera inst it ución de t rabaj o especializado, organización y
cooperación ent re los m iem bros de la población.
Los indígenas, que
com enzaban a penet rar
en el régim en civilizado
de
los
españoles,
aprendían
un
oficio
det erm inado, en el cual
se especializaban. De
est a
m anera,
cada
m iem bro de la sociedad
t enía un t rabaj o dent ro
de la organización t ot al
del com plej o, lo que
ayudaba a m ant ener a
la localidad funcionando
adecuadam ent e.
Alrededor de los
hospit
ales
se dist r ibuían
Hospit al de Jesús Nazareno, ant es Hospit al de la Purísim a Concepción,
zonas
habit
acionales
Fundado por el propio Hernán Cort és
para los m iem bros de la
com unidad, al igual que t errenos de cult ivo que se t rabaj aban en pos del bienest ar de
la población.
•
Ot ra de las necesidades obligadas durant e la Conquist a, fue el
est ablecim ient o de organizaciones gubernam ent ales para inst aurar orden polít ico y
poder, siem pre dependient es de España.
Las prim eras dos organizaciones creadas para est e fin en la Nueva España fueron
los llam ados Ayunt am ient os. El prim ero se est ableció en Veracruz, y fue llam ado
Ayunt am ient o de la Villa Rica. El segundo fue el Ayunt am ient o de la Ciudad de México,
fundado apenas y los azt ecas cayeron t ras los at aques de los españoles. Las funciones
prim eras de dicho ayunt am ient o se ej ecut aron en Coyoacán, para post eriorm ent e
t rasladarlas a la nueva capit al.
Los edificios de los ayunt am ient os fueron dest ruidos al paso de los años, pero se
cree que m ant uvieron la t ipología de las casas de los prim eros españoles y los
caudillos.
•
La necesidad de educación no fue dej ada de lado, y fue sat isfecha en la
Nueva España. Prim eram ent e est a función fue absorbida por los benem érit os
franciscanos, quienes im part ieron t odos los niveles educat ivos posibles en sus
convent os [ de los cuales se hablará m ás adelant e] . Fueron los franciscanos quienes
gest ionaron t erreno para la const rucción del llam ado Colegio de San Juan de Let rán,
donde se im part ieron cursos de prim aria y secundaria.
Lo represent at ivo en el aspect o educat ivo, fue que se logra
fundar La Real y Pont ificia Universidad de México, a prim era
pet ición del fray Bart olom é de las Casas al virrey don Ant onio de
Mendoza en 1539.
Su apert ura t uvo lugar el 25 de enero de 1553. Se organizó a
im agen
y
sem ej anza de las
universidades
europeas
de
t radición
part icularm ent e la de
escolást ica,
Salam anca.
La universidad se t rasladó durant e
varios
años
de
edificación
en
edificación, hast a que en 1586, ocupó
su sit io definit ivo, en el cent ro de la
act ual Ciudad de México.
En el cam po educat ivo, debe
señalarse que exist ieron dos edificios
de sum a im port ancia hist órica, que
Prim er edificio dest inado a la Real
y Pont ificia Universidad de México
fueron reflej o de la unión de las
idiosincrasias españolas e indígenas, y
que est ablecieron las bases para la com penet ración de am bas cult uras:
El Tecpan de la Parcialidad de San Juan [ Tecpan de México] : concluido en
1566. Se adornó con una pint ura que represent aba la genealogía de los
señores indígenas que habían gobernado a México, y llevaba el escudo de
arm as del em perador.
El Tecpan de Tlat elolco: que incluyó en su program a arquit ect ónico espacios
para dogm a y audiencias, sit ios de reunión para los m acehuales, huert as,
depart am ent os para recibir a los virreyes y arzobispos cuando iban de visit a,
espacio para cárcel, y baños o t em ascales.
El edificio en sí es una m uest ra de la com unión ent re principios españoles y
prehispánicos. Su plant a y ornam ent o recuerdan los claust ros de los
convent os m as ant iguos del Siglo XVI .
•
•
¿Cuáles son para t i los aspect os sociales y cult urales reflej ados en
la arquit ect ura de la Conquist a descrit a en est a clase?
¿Cuáles son las principales necesidades de los españoles al llegar a
las ciudades de Am érica, y cóm o fueron solucionadas dichas
necesidades de m anera urbana y arquit ect ónica? Enlíst alas.
• Busca ej em plos de t razas urbanas de ciudades de México, y
explica la configuración de t raza con la que fueron diseñadas
Edgar Franco Flores. A r q u i t e c t o
Apuntes digitales disponibles en:
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Historia del
y Arquitectura
m exicana
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C-23
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo
Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería / Licenciatura en Arquitectura
Catedrático: Arq. Edgar Franco Flores
Apunt e s D igit a le s y Cue st iona r ios por Cla se
Arquit ect ura Colonial Siglo XVI
Arquit ect ura Con ve n t u a l [ 1 5 2 4 - 1 5 8 0 d.C.]
Pr in cipios qu e ge n e r a r on la a rqu it e ct u r a con ve n t u a l
→ Las prim eras edificaciones del rubro religioso const ruidas en la Nueva
España fueron provisionales, verdaderos cobert izos de m adera para aloj ar al
sacerdot es y a los prim eros fieles.
La t ipología seguida por los arquit ect os y personas dedicadas al diseño y
const rucción de las prim eras iglesias, fue la plant a de t ipo basilical, m uy com ún en
Andalucía, adem ás de la influencia m udéj ar que había azot ado a España en los últ im os
años.
La plant a basilical, de origen rom ano y bizant ino, era la m ej or opción por su
facilidad de const rucción, ya que la m adera [ m at eria prim a en ese lugar y t iem po] era
abundant e, adem ás de que los obreros exist ent es eran num erosos, y perm it ía levant ar
las t res naves de rigor con excelent e capacidad para los fieles necesit ados. Las iglesias
t enían t odas t enían t echum bres de m adera. La prim era bóveda se const ruiría t iem po
después, para la I glesia viej a de San Francisco de México. Se cuent a que los indios
quedaron en sobrem anera sorprendidos por la form a y configuración de la cúpula, y
m uchos de ellos vieron con verdadero horror cóm o los españoles quit aban la cim bra de
la est ruct ura. Los indígenas no pasaban debaj o de la cúpula por t em or a que se les
viniera encim a.
El por qu é de la s ca pilla s a bie r t a s
→ En un principio los indios se m ost raron reacios a acept ar la nueva religión
im puest a por los españoles. Se dice que pasaron cerca de cinco años para que los
prim eros indios acept aran los principios cat ólicos. Muchos de ellos sólo cam biaron de
perspect iva, creyendo que los nuevos ídolos que veneraban eran nuevos dioses que
llegaron para luchar y vencer a los suyos.
La m ayoría de los indios acept aban los principios de la nueva religión, sin
em bargo, a escondidas cont inuaban realizando cult os a sus ant iguos ídolos.
Con la conversión de los indios al cat olicism o, el núm ero de fieles creció
considerablem ent e, lo que generó la im periosa necesidad de const ruir espacios
religiosos oficiales, que sat isficieran la capacidad de usuarios exist ent es.
→ Las capillas abiert as o capillas de indios se conviert en en la solución
práct ica, obvia y lógica para at acar el problem a, por represent ar la fusión ent re el
t em plo crist iano y el t eocali indígena, en un t iem po y lugar donde los indígenas est án
acost um brados a la adoración al aire libre, herencia de siglos y siglos de t radición
prehispánica. Las capillas abiert as son verdaderas innovaciones arquit ect ónicas y
t ipológicas del art e colonial.
→
Las capillas abiert as pueden clasificarse en cuat ro t ipos:
• El t ipo m ás sencillo consist e en un
presbit erio que se abre por un solo arco
visible desde el gran at rio. Magnit ud y
visibilidad dependen de las dim ensiones
del
pat io.
Una
de
las
m ás
represent at ivas es la del Convent o de
Act opan, en Hidalgo.
• La capilla abiert a const a de una o varias
naves perpendiculares al ej e del t em plo, y en el
cent ro de ella se
abre
un
Capilla de indios de Act opan. Hidalgo
presbit erio.
En
est as
capillas los sacerdot es oficiant es se encuent ran baj o
t echo, al igual que una porción privilegiada de fieles,
m ient ras el rest o se excluye al espacio abiert o.
Tlalm analco, México
• El t ercer t ipo de capilla abiert a
const a de num erosas naves paralelas,
cuya est ruct ura recuerda a las fam osas
m ezquit as m usulm anas.
Capilla abier t a de Cholula, Puebla
•
Capilla abiert a de Cuilapan. Oaxaca
El últ im o t ipo es una capilla
abiert a con form a de perfect a
basílica, que const a de t res
naves, pero en dos de sus lados
present a arcos que deben haber
sido abiert os en su origen, y que
perm it en
presenciar
las
cerem onias desde el ext erior del
t em plo.
→ La arquit ect ura convent ual de las Tres Órdenes m endicant es respondió a la
necesidad de pacificar el proceso de conquist a y dom inio español sobre los indígenas,
por part e de la iglesia cat ólica, que prefiere llevar a cabo la evangelización de m anera
apaciguada.
Fr a n cisca n os, Agu st in os, D om in icos. Tipología de Con v e n t os
Re ce t a n u e va e spa ñ ola pa r a con st r u ir con v e n t os e n e l Siglo XVI
→
Fue el prim er virrey, don Ant onio de Mendoza, quien unifica, de acuerdo a
las t res Órdenes m endicant es, la form a que debían seguir los convent os.
→ Tres part es int egran el edificio: el gran pat io [ at rio, cem ent erio o cam po
sant o] que se ext iende al
frent e,
el
t em plo
y
el
m onast erio.
El pat io se rodea de
fort ificaciones y m uros con
alm enas, con t res puert as de
acceso. En el crucero de ej es
coloca una cruz de m adera,
que, a part ir de 1539, es de
piedra [ cruz at rial] .
La fachada principal del
t em plo
t iene
varios
com ponent es: el t em plo alt o y
sunt uoso, la capilla abiert a
[ cuando exist e] , y los arcos de
Convent o de Acolm an, Est ado de México.
Plant as arquit ect ónicas
ingreso a la port ería.
El t em plo es la part e
m ás
im port ant e
del
convent o, const a de una
gran nave que se dirige al
ponient e, y el alt ar m ayor
al fondo. Sobre la puert a
principal
una
bóveda
sost iene al coro. Se ve
adem ás ot ra port ada que
casi siem pre m ira al nort e.
La nave principal se
cubre, en un principio, con
bóvedas de cañón corrido,
Convent o de Acolm an, Est ado de México.
para
post eriorm ent e
Plant as arquit ect ónicas
const ruir bóvedas gót icas,
con
nervaduras
com plicadas.
El t est ero del t em plo es rect angular o poligonal, a veces en sem icírculo, y se
cubre por ret ablos de m adera t allada y dorada, con escult uras, pint uras al óleo y
m ot ivos ornam ent ales policrom os.
El t ipo de t em plo se considera gót ico- isabelino, es decir, la t ransición
arquit ect ónica del gót ico al plat eresco.
→ Al sur del t em plo [ generalm ent e] se ext iende el convent o.
→ El m onast erio se const ruye alrededor del claust ro, la m ayoría de dos pisos
y t echados con bóvedas en la plant a baj a y viguería de m adera en la plant a alt a. Los
arcos suelen ser apunt alados, propios de la Edad Media, y pueden o no llegar al
Renacim ient o.
→ Se incluye dent ro del plan arquit ect ónico oficinas para la vida m onást ica, la
sala “ del profundis” , el refect orio, la cocina, las bodegas y las caballerizas.
→ Alrededor del claust ro alt o se encuent ran los dorm it orios, organizados por
largos pasillos que com unican a las celdas, pequeños e independient es espacios
reservados a la privacidad de la vida m onást ica.
Por m e n or e s de la s Ór de n e s m e n dica n t e s
→ Durant e el siglo XI I I aparecieron dent ro de la I glesia Cat ólica, las órdenes de
frailes por t odos conocidas:
En 1209, el papa I nocencio I I I confirm ó la creación de los Herm anos Menores
o Franciscanos, organizados por San Francisco de Asís.
En 1215 nació la Orden de predicadores, conocidos com o dom inicos,
organizados por sant o Dom ingo de Guzm án.
En 1256 varias congregaciones de religiosos fueron agrupados por el papa
Alej andro I V con el nom bre de Er m it años de San Agust ín, influenciados por la vida
u obra de San Agust ín de Hipona, m uert o en 430, pero que fue considerado com o
su fundador.
→ Se les llam a órdenes m endicant es por vivir de la caridad pública, y se
ext endieron por t oda Europa y España, lugar desde el cual viaj aron al nuevo cont inent e.
→ Desde 1521, obt uvieron preferencia y perm iso de part e del papa para viaj ar a
Am ér ica y evangelizar a las poblaciones recién conquist adas. Hernán Cort és solicit ó
expresam ent e frailes, por su vida aust era, ej em plar, y por ser encont rarse libres de
int ereses polít icos.
→ Grupos de las t res órdenes viaj aron a Am érica. La prim era m isión de doce
franciscanos arribó a Veracruz el 13 o 14 de m ayo de 1524. Los prim eros doce dom inicos
llegaron a la ciudad de México el 2 de j ulio de 1526. Los siet e prim eros agust inos
desem barcaron el 22 de m ayo de 1533.
Ar qu it e ct u r a por z on a s y e st a dos
→ Hablar de convent os de las t res órdenes con
caract eríst icas específicas es casi im posible, ya que las
const rucciones franciscanas, agust inas y dom inicas siguieron
las reglas im puest as por el virrey para la const rucción de sus
convent os.
Para com prender y diferenciar los convent os de cada
una de las órdenes, es necesario conocer sus rut as dent ro
del país, y las zonas y est ados que cada orden abordó y en
donde se est ablecieron.
g Los
franciscanos organizaron su j urisdicción, llam ándola Cust odia del
Sant o Evangelio, inicialm ent e se ext endieron por los valles de México y
Tlaxcala- Puebla, y m ás adelant e por t odo el país.
Algunas de las const rucciones franciscanas
• Tepeaca
•
• Convent o Grande de México
•
• Tlalm analco
•
• Huej ot zingo
•
• Puebla
•
• Texcoco
•
• Tlaxcala
•
• Cholula
•
• Cuernavaca
•
• Tula
•
• Tochim ilco
•
• At lixco
•
• Tepeapulco
m ás represent at ivas son:
Zacat lán de las Manzanas
Tlalnepant la
Huaquechula
Tecali
Cuauht inchan
QuechólacTepeyanco
At lihuet zía
Calpan
Tot om ihuacan
Tepej i del Río
Xochim ilco
Huichapan
Provincia de San Pedro y San Pablo de Michoacán:
• Tzint zunt zan
• Uruapan
• Valladolid [ Morelia]
• Zacapu
• Pát zcuaro
• Erongarícuaro
• Acám baro
Provincia de San José de Yucat án:
Cabe m encionar que los t em plos en est e sit io generalm ent e se coronan
por una gran espadaña de m últ iples cam paniles, con una siluet a dent ada hacia
arriba.
• Cam peche
• I zam al
• Mérida
• Valladolid
• Maní
• Mot ul
• Conkal
• Calkiní
• Zizant ún
• Ticul
• Tizim ín
g Los
•
•
•
•
•
•
En Hidalgo, la rut a seguida por los franciscanos fue la siguient e:
Tepeapulco
• Tepej i del Río
Tulancingo
• Alfaj ayucan
Zem poala
• At ot onilco de Tula
Apan
• Tlahuelilpan
Tula
• Huichapan
Tepet it lán
• Tecozaut la
agust inos, en una prim era et apa, incursionaron por regiones de
Morelos, y llegaron hast a Guerrero, después avanzaron hacia Hidalgo y,
finalm ent e, a Michoacán.
Sin t ener la lim it ación del vot o de pobreza de
los franciscanos, los convent os agust inos son los m ás
sunt uosos, y en donde el art e plat eresco florece com o en
ninguna ot ra de las órdenes.
Provincia del Dulce Nom bre de Jesús de México:
• Convent o de México
• Met zt it lán
• Ocuit uco
• Act opan
• Tot olapan
• I xm iquilpan
• Yecapixt la
• Tlayacapan
• Zacualpan de Am ilpas
• Jonacat epec
• Ocuilan
• At lat lauhcan
• Epazoyucan
• Malinalco
• Acolm an
Provincia de San Nicolás de Tolent ino en Michoacán:
• Tiripit ío
• Valladolid
• Yuririapúndaro
• Cuit zeo
• Ucareo
•
•
•
•
•
•
•
•
•
•
En Hidalgo, la rut a seguida por los agust inos fue la siguient e:
At ot onilco el Grande
• I xm iquilpan
Met zt it lán
• Villa Tezont epec
Molango
• Acat lán
Xochicoat lán
• Chapulhuacán
Epazoyucan
• Tut ot epec
Singuilucan
• Chichicaxt la
Mixquiahuala
• Chapant ongo
Huej ut la
• Tlanchinol
Act opan
• Aj acuba
Zacualt ipán
• Lolot la
g Los dom inicos, venciendo m il dificult ades, llegaron a crear la Provincia de
Sant iago de México, y se asent aron principalm ent e por t ierras de Morelos,
Oaxaca, Chiapas y Yucat án.
Las plant as de los convent os y const rucciones dom inicas present an var iaciones
con respect o a lo est ipulado por el virrey y los frailes.
Son los prim eros que com ienzan a abrir capillas a los
lados de la gran nave. Edifican cruceros y peralt an la bóveda
sobre dicho crucero, apareciendo así la disposición
cruciform e que se desarrolla durant e t odo el siglo XVI I . En
sus obras exist e ciert o eclect icism o, que perm it e vislum brar
m ayor variedad que el rest o de las órdenes.
Provincia de Sant iago de México:
• Convent o de México
• Oaxt epec
• Yaut epec
• Puebla
• Tepozt lán
•
•
•
•
•
•
At zcapot zalco
Chim alhuacán
Tlaquilt enango
Coixt lahuaca
Teposcolula
Coyoacán
Provincia de San Hipólit o de Oaxaca:
• Oaxaca
• Yanhuit lán
• Tlaxiaco
• Cuilapan
→
M ision e s de la s Ór de n e s m e n dica n t e s
La m isión de las órdenes fue propagar el crist ianism o en Am érica. Se t enía
la creencia de que Jesucrist o regresaría en una segunda venida [ o parusía] , para
presidir el j uicio final.
El ret raso de dicho event o se explicó com o suceso lógico t ras saber de la
exist encia de un nuevo cont inent e, donde num erosos pueblos no t enían conocim ient o
alguno del evangelio, por lo que la segunda venida de Crist o se había ret rasado hast a
que las enseñanzas cat ólicas fueran adm inist radas a est os pueblos ignorant es.
La iglesia ot orgaba pues, las herram ient as evangélicas necesarias para que las
personas del nuevo m undo conocieran los principios del crist ianism o, y fueran ellas las
que, ut ilizando su libre albedrío, eligieran si deseaban ser salvadas o no.
La em presa evangelizadora debía llegar al m ayor núm ero de indígenas posibles,
recurriendo a t écnicas didáct icas desde la repet ición oral para la m em orización de
t ext os, hast a el uso de la pint ura, la escult ura y la m ism a arquit ect ura com o m edios de
dogm a y enseñanza.
Es por est o que los convent os se conviert en en elem ent os donde la arquit ect ura,
la pint ura y la escult ura se conj ugan para cum plir los propósit os. Cada zona y
población realizó su propia int erpret ación de los lineam ient os evangélicos, y con los
cuales se m ezclan im ágenes, figuras, ídolos y dem ás ideas indígenas acerca de la
religión y los dioses.
Pa r t e s qu e con for m a n la a r qu it e ct u r a con ve n t u a l
→ Te m plo: Lugar sagrado donde se m anifiest a Dios. Sit io planeado con
orden, que int ent a reproducir el cosm os. Las ideas fundam ent ales durant e su diseño y
const rucción son orden y orient ación.
Las iglesias crist ianas derivan de las basílicas rom anas en est ruct ura, pero en
ellas influye de igual m anera la idea del Tem plo de Salom ón const ruido en Jerusalén,
que poseía un vest íbulo o at rio, un recint o llam ado Sant o, y dent ro de él, ot ro espacio
llam ado Sant o de los Sant os.
Los convent os ut ilizan el sim bolism o, el lenguaj e pict órico, y las dist ribuciones
espaciales para lograr reproducir un espacio sacro y divino.
→ At rio:
Cuadrángulo sit uado delant e de la iglesia, que funge com o uno de varios
espacios que m arcan diversos niveles de sacralidad, y lent am ent e int roducen al fiel
hacia el recint o sagrado.
Est e espacio es definido por m uros de piedra, coronados algunas veces con
alm enas, o sim ples arcos. En ocasiones form an t aludes que son product o de la
adapt ación a la t opografía del t erreno.
Recordem os que se recom endaba const ruir los convent os en espacios alt os y
visibles, de acuerdo a la t radición crist iana.
Cuando el t erreno propio del at rio es ut ilizado com o cem ent erio, debió ser
bendecido por un obispo o su represent ant e, es decir, un fraile. En est os casos recibe
el nom bre de cam posant o.
Una de las funciones fundam ent ales del at rio fue llevar a cabo los procesos de
evangelización y acult uración para los indígenas,
quienes aprendían t am bién dist int os oficios, los
principios de la lect ura y escrit ura, a la par que se
les inst ruía en los principios del evangelio.
→ Cr u z a t r ia l:
De caráct er sim bólico, colocada en el crucero
de ej es. Represent aba a Crist o en diversos aspect os
y con diversos ornam ent os: relieves com o el farol
con el que se buscó a Crist o en Jerusalén, las 40
m onedas que recibió Judas, el gallo que cant a
después de la t ercera negación de Pedro, la colum na
de la flagelación, la corona de espinas, la m ano que
abofet ea, los inst rum ent os para la crucifixión…
Generalm ent e a t odas se les esculpen clavos y la
sangre que sale de las llagas, y, al pie de la cruz, un
cráneo con dos t ibias cruzadas, para recordar que
Cruz at rial de convent o fr anciscano de
ése era el sit io de la t um ba de Adán.
Huexot zingo, en Puebla
→ Ca pilla s posa s:
Espacios colocados generalm ent e en las arist as de los convent os, originados por
la necesidad de encont rar un punt o de reunión para las personas que realizaban
procesiones y llegaban al claust ro del convent o, que llegó a ser insuficient e para el
núm ero enorm e de fieles convert idos al cat olicism o. Se les llam a capillas “ posas” ,
porque en ellas hubo la necesidad de “ posar” im ágenes o escult uras sacras, delant e de
las cuales se det enían las procesiones para orar o rezar.
Capilla abier t a de convent o de Teposcolula
→ Ca pilla s a bie r t a s:
Espacios al aire libre, cuyo obj et ivo era
sat isfacer la necesidad de reunión de fieles.
Con el t iem po, cum plieron una im port ant e
función dent ro de los convent os, ya que,
unidas a la pint ura iconográfica o a la
escult ura, lograron convert irse en elem ent os
fundam ent ales para la evangelización.
→ Ca m pa n a rio y t or r e :
Elem ent o fácilm ent e ident ificable com o
sím bolo de defensa espirit ual. Tom ó el lugar de
los t em plos que
coronaban
las
alt as
pirám ides
los cuales eran
escalonadas de los indígenas,
reconocibles a dist ancia.
Las cam panas de la t orre fungieron com o m edio
para llam ar a los fieles a la palabra de Crist o, a la vez
que se convert ía en sím bolo de fort ificación y defensa.
En m uchas ocasiones se prefirió colocar espadañas
en lugar de cam panarios.
Espadaña de Convent o de Cuit zeo
→ I gle sia :
Recint o m ás im port ant e dent ro del conj unt o convent ual. Replet o de sim bolism o,
com o m anifest ación de Dios en la Tierra.
En el ext erior las iglesias t ienen gruesas est ruct uras de m am post ería, reforzadas
con cont rafuert es. Al paso de los años, las naves cent rales son t echadas con bóvedas,
siguiendo la t radición europea.
Las plant as est án basadas en la configuración de las ant iguas basílicas rom anas,
pero no cum plieron con la disposición de cruz, debido a que se buscaba siem pre la
econom ía de recursos. Las plant as son rect angulares, con una sola nave cent ral o t res.
Las alm enas en las fachadas de las iglesias aparecen porque para m uchos
frailes, el t em plo posee una doble función: fort aleza m ít ica y guerrera- m ilit ar.
→ Por t a da de ca n t e r a :
Las fachadas principales guardan t odo un j uego sim bólico, que es fundam ent al
dent ro de la cult ura crist iana.
Por m edio de elem ent os sim bólicos, t rabaj ados en cant era en la m ayoría de los
convent os del nuevo m undo, se represent an aspect os didáct icos y evangélicos del
cat olicism o.
Las colum nas al
cost ado de puert as o
vent anas, sim bolizan las
colum nas
del
t em plo
salom ónico. La puert a de
acceso, siem pre al cent ro,
represent a a Crist o, quien
es el único que puede
crear el paso hacia lo
divino, o la Salvación. Se
le relaciona t am bién con
la obediencia, ya que
quien desee ent rar, debe
guardar
los
m andam ient os
dados.
Ot ros
sím bolos,
ornam ent os y escult uras,
se
int erpret an
com o
Convent o de Acolm an, Est ado de México
elem ent os divinos que, al
igual que el acceso al j ardín del Edén, prot egían y vigilaban la ent rada a est e espacio
divino.
En ocasiones se m uest ran las im ágenes de San Pedro y San Pablo com o m edios
por los cuales se lleva la palabra de Dios.
Aparecen t am bién en algunas port adas de las iglesias, los escudos de las
respect ivas órdenes m endicant es, haciendo alusión a sus propios organizadores y
principios evangélicos, ya que son ellas los m edios por los cuales Crist o com part e sus
enseñanzas.
→
N a ve ce n t ra l:
La orient ación de la nave y su configuración, responden a principios y
sim bolism os propiam ent e evangélicos.
La aust eridad de la plant a, adem ás de responder a la econom ía en el uso de
m at eriales, se relaciona t am bién con la “ aust eridad de vida” , que debe ser m ost rada
por los frailes.
La nave de la iglesia se orient a con la cabecera hacia el est e, ya que el fiel debe
orar hacia donde el sol sale, event o que sim boliza a Crist o nacient e, resucit ado y
redent or. El acceso, por lo t ant o, se orient a hacia el oest e, o a la puest a del sol, que se
relaciona al j uicio final.
Com o puede verse, est os m ism os principios hacen eco a las creencias de los
indígenas, y que definieron las t razas urbanas de sus ciudades durant e siglos.
En los m uros de la nave cent ral, se colocan pint uras o cenefas inferiores y
superiores, que no hacen sino recalcar el obj et ivo evangélico y didáct ico buscado por
las órdenes m endicant es.
Las vent anas de la nave son alt as, para evit ar que desde fuera pueda verse lo
que sucede en el int erior de la iglesia.
→ Pr e sbit e rio y a lt a r:
El presbit erio es el ext rem o de la nave cent ral, el sit io donde convergen t odas y
cada una de las act ividades religiosas llevadas a cabo en el int erior de la iglesia.
En algunos casos el presbit erio se const ruye m ás est recho, m ient ras en ot ras
iglesias m ant iene el ancho original de la nave, y sólo se delim it a por un elem ent o
llam ado arco t riunfal, que es el que da fina a la nave, y cuyo t rabaj o escult órico es
not able. Cerca del arco t riunfal se
encuent ra el púlpit o, elem ent o que se
encont raba present e en el Tem plo de
Salom ón com o un est rado de bronce, y
en donde hablaba a los present es,
quienes escuchaban at ent os.
El presbit erio se t echa con una
bóveda, que puede ser nervada, y que
t iene la función de resalt ar su
im port ancia y darle m ayor j erarquía.
Los m uros del presbit erio fueron
al inicio decorados con pint uras, luego
con ret ablos, y finalm ent e con alt ares
de est ilo neoclásico que t erm inaron por
I nt erior de I glesia de Sant o Dom ingo. Oaxaca
consagrar est e elem ent o de la iglesia.
El alt ar m ayor de una iglesia
sim boliza la cim a de la m ont aña, por est a razón el alt ar se encuent ra elevado con
respect o al rest o del espacio. Las escaleras que acceden al alt ar, en la m ayoría de los
casos, son im pares.
→ Sa cr ist ía :
Recint o cont iguo al presbit erio y con acceso direct o a él. En est e espacio se
guardan las vest iduras sacerdot ales, los vasos sagrados y los libros, y sim bólicam ent e
represent a el út ero de María, donde Crist o t om ó la sagrada vest idura de la carne.
La sacrist ía present a en m uchas ocasiones pint uras que m uest ran pasaj es de la
vida de Crist o.
→
El Con ve n t o:
Sit io dest inado al ret iro de la vida cot idiana, dedicada por ent ero a Dios.
Est e espacio se encuent ra al sur de la gran m ayoría de los com plej os
m onást icos, siguiendo con el principio de la visión del profet a Ezequiel, quien vio que
la puert a que dirigía a los aposent os de los sacerdot es se encont raba hacia el sur.
El convent o basa sus principios arquit ect ónicos en la Villa rom ana.
→ Por t a l de l con ve n t o:
Llam ado t am bién “ port al de los peregrinos” .
Es el sit io que acoge a los visit ant es y viaj eros, y en
él se llevan a cabo las confesiones de los indios.
Muchos de ellos poseen decoraciones m urales.
→ Por t e ría de l con ve n t o:
Es el recint o cont iguo al port al, y que servía
de acceso al claust ro. En él se pint an m urales con
episodios de la em presa evangelizadora, honrando a
los frailes valient es que abrieron las puert as a la
m isión de evangelizar a quienes lo requieran.
→
Cla u st r o:
Es el núcleo del convent o [ sit io de clausura,
aislam ient o y
com unión
de
bienes en la
t radición de la
Por t al del convent o de Act opan
Edad Media en
Europa] , y sim boliza el paraíso y la esencia del
ret iro a la vida m onacal. En los claust ros
agust inos, se encuent ran m uros con escenas de
la vida y la pasión de Crist o.
La part e baj a de los claust ros est á
ocupada por espacios com o el refect orio, la “ sala
de profundis” , la cocina y la despensa y las
bodegas.
→ Pin t u r a s de l con ve n t o:
La pint ur a m ural se ut ilizó con fines
ornam ent ales y con propósit os didáct icos. La
t écnica ut ilizada fue el falso fresco, y se em pleó
el negro, una gam a de grises, y, de m anera
excepcional, la policrom ía.
En las pint uras aparecen diversos m ot ivos
Claust ro del convent o de Act opan
evangélicos: la vida y obra de Crist o, cenefas o
frisos con pasaj es de las escrit uras, e im ágenes
de sant os específicos, acorde a cada orden
m endicant e.
→ Esca le r a de l con ve n t o:
La escalera es un sit io al que se le ot orgó im port ancia sim bólica de m anera
especial. En est os lugares se pint aron escenas que hacen alusión a las virt udes que
debían desarrollar los frailes, que eran los únicos personaj es que subían y baj aban por
las escaleras.
→ La s ce lda s de l con ve n t o:
Habit aciones de los frailes, sencillas, ubicadas en la segunda plant a de los
claust ros generalm ent e. Su configuración, dim ensiones y am bient e int erior, t enían
com o obj et ivo el aislam ient o y la reflexión de los frailes.
→ Fu e n t e s y h u e r t a s:
El agua represent ó siem pre un elem ent o nat ural im port ant e dent ro de la vida
m onacal. La vem os present e en fuent es, pozos y dem ás elem ent os de cont ención y
alm acén. El agua sim bolizó para los frailes la m et áfora del agua que brot a para ot orgar
vida. Para ellos, las enseñanzas del m onast erio, brot aban del int erior de él al ext erior,
com o m anant ial de vida, para dar de beber a los fieles, sedient os de conocim ient o.
Las huert as cum plieron fines ut ilit arios, y fueron, por su part e, valiosos m edios
para obt ener alim ent o y vino, que era usado con fines lit úrgicos. En ellas había
t am bién espacio para las aves de corral, que j unt o con la huert a, hacían que
práct icam ent e el convent o fuera aut osuficient e.
Con el paso del t iem po las huert as se separaron de los convent os por calles y
avenidas aledañas, o los t errenos fueron vendidos y ut ilizados con ot ros fines.
•
Busca t res capillas abiert as de iglesias m exicanas y clasifícalas
de acuerdo a las t ipologías dadas
•
•
Elige uno de los convent os enlist ados en est a clase, y busca
fot ografías de las part es que lo int egran [ y que puedes
encont rar en el últ im o apart ado de est a clase] . I m prim e las
ilust raciones en un acet at o para m ost rarlas a t us com pañeros
Obt endrás un punt o ext ra direct o en la siguient e ponderación de
calificaciones si encuent ras la descripción de “ un rollo” , dent ro
de la arquit ect ura colonial del siglo XVI y una ilust ración de est e
espacio arquit ect ónico
Edgar Franco Flores. A r q u i t e c t o
Apuntes digitales disponibles en:
www.architectiak.com