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Revista Científica Ra Ximhai Paz, Interculturalidad y Democracia Vol. 12 Número 4 Edición Especial Enero-Junio de 2016 Publicación de la Universidad Autónoma Indígena de México Revista Científica Ra Ximhai Editor General Dr. Gustavo Enrique Rojo Martínez Directora Dra. Rosa Martínez Ruiz Subdirectora Dra. Elvia N. Rodríguez Sauceda ISSN-1665-0441 D.R. © Ra Ximhai Hecho en México Printed in Mexico Ra Ximhai El Nombre La identificación de esta revista con el nombre de Ra Ximhai (escrito en lengua hñahñú), que t adu ido al español sig ifi a el u do, el U i e so o la ida , ha e efe e ia a la atu aleza desde un punto de vista cosmológico signado por los indígenas otomíes. La revista lleva este título como un homenaje a las culturas indígenas del país que forman parte importante de la riqueza cultural de México. Diseño de portada: Ing. Aminne Armenta Armenta Foto: Tatiana P. Todos los artículos publicados son sometidos a arbitraje por especialistas. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Se aceptan colaboraciones de acuerdo con las políticas de la revista. Enviar colaboraciones a raximhai@uaim.edu.mx RA XIMHAI COMITÉ EDITORIAL INTERNACIONAL CONSEJO EDITORIAL PROFESORES INVESTIGADORES: PROFESORES INVESTIGADORES: Dr. FRANCISCO A. MUÑOZ Universidad de Granada-España Instituto de la Paz y los Conflictos Dra. EMMA ZAPATA MARTELO Colegio de Postgraduados Campus Montecillo Dr. PAULO HENRIQUE NOVAES MARTINS DE ALBUQUERQUE Universidad Federal de Pernambuco-Brasil Presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) Dr. RAFAEL GÓMEZ RODRÍGUEZ California State University, Monterey Bay Dr. DANIEL CAMACHO MONGE Universidad de Costa Rica Profesor Emérito y Director de la Revista de Ciencias Sociales Dr. NORMAN MARCELO ARNOLD CATHALIFAUD Universidad de Chile Decano de la Facultad de Ciencias Sociales VicePresidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS) Dr. TIZIANO TELLESCHI Università di Pisa, Italia Centro Interdisciplinare Scienze per la Pace Dr. ALEXIS ROMERO SALAZAR Universidad del Zulia-Venezuela Director Revista Espacio Abierto Dr. JULIO MEJÍA NAVARRETE Universidad Ricardo Palma-Perú Dra. ESPERANZA GÓMEZ HERNÁNDEZ Editora de la Revista de Trabajo Social Universidad de Antioquia-Colombia Dra. ALICIA ITATÍ PALERMO Editora de la Revista de la Asociación Argentina de Sociología Dr. JAIME ANTONIO PRECIADO CORONADO Universidad de Guadalajara CUCSH Dr. LEIF KORSBAEK Escuela Nacional de Antropología e Historia División de Postgrado Dr. BENITO RAMÍREZ VALVERDE Colegio de Postgraduados Campus Puebla Dr. MIGUEL ÁNGEL SÁMANO RENTERÍA Universidad Autónoma Chapingo Dr. MINDAHI CRESENCIO BASTIDA MUÑOZ Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Lerma Dr. RICARDO MELGAR BAO Instituto Nacional de Antropología e Historia División de Postgrado (INAH). Delegación Morelos Dra. ROCÍO ROSAS VARGAS Universidad de Guanajuato Campus CelayaSalvatierra Dr. Gustavo Enrique Rojo Martínez Editor General Universidad Autónoma Indígena de México Dra. Rosa Martínez Ruiz Directora Universidad Autónoma Indígena de México Dra. Elvia N. Rodríguez Sauceda Subdirectora Universidad Autónoma Indígena de México Ra Ximhai Revista de Paz, Interculturalidad y Democracia Volumen 12, Número 4 Edición Especial / Enero - Junio 2016 ISSN-1665-0441 Ra Ximhai está indexada en: Red Iberoamericana de Innovación y Conocimiento Científico REDIB, desarrollado en el seno del Portal Tecnociencia, bajo el patrocinio y financiamiento de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), Sistema de Información Bibliográfica sobre las publicaciones científicas seriadas y periódicas, producidas en América Latina, el Caribe, España y Portugal (LATINDEX), Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades (CLASE), Electronic Journals Service (EBSCO), Red de Revistas de América Latina y el Caribe, España y Portugal (Red ALyC), Servicios de Alertas y Hemeroteca Virtual de la Universidad de la Rioja, España (DIALNET), Social Science Information Gateway (SOSIG) de la Universidad de Bristol (Inglaterra), Directory of Open Access Journals (DOAJ) de la Universidad de Lund (Suecia), Red de Revistas de la Asociación Latinoamericana de Sociología (RevistALAS), el Catálogo Bized (Inglaterra), Hispanic American Periodicals Index (HAPI), Academic Journals Database (USA), e-journal (UNAM), en SCOPUS, red de bibliotecas virtuales de Ciencias Sociales de América Latina y El Caribe de la red (CLACSO) y en el Instituto de Apoyo a la Investigación e Innovación (INAPI), Portal de revistas científicas y arbitradas de la UNAM, Digitalización y Divulgación de Revistas Académicas Latinoamericanas (Cengage Learning). Puede consultarse a través de la biblioteca de revistas electrónicas de: Ciencia y Tecnología de la Organización de Estados Americanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), Göteborg University Library (Alemania), Braunschweig University Library (Alemania), Uppsala University Library (Alemania), Kassel University Library (Alemania), Biblioteca Virtual de Biotecnología para las Américas del Instituto de Biotecnología de la UNAM (México), Universidad de Caen Basse-Normandine (Francia), Institución Universitaria Centro de Estudios Superiores María Goretti (Colombia), Librería del Ministerio de Ciencia y Tecnología (Brasil), Centre Population et Developpemente, CIRAD (Francia), Revistas de Ciencia y Tecnología de la Universidad Centroamericana (Nicaragua), Oxford Brookes University (Inglaterra), Electronic Journal Library (China), University of Leicester (Inglaterra), E-journals de la Universidad de Nancy (Francia), University of Georgia Libraries (USA), Elektroniset Lehdet de la Universidad de Tampere (Finlandia), Revistas On-Line de la Universidad de Torino (Italia), Revistas Electrónicas de la Universidad de Joseph Fourier (Francia), Recurso-e de la Universidad de Sevilla (España), Revistas electrónicas de la Universidad de Franche-Comté (Francia), Thomas Library de la Universidad de Wittenberg (USA), Ohio Library and Information Network de State Library of Ohio (USA), Periodiques Electroniques de la Universidad Joseph Fourier et del’ Institut Nacional Polytechnique de Grenoble (Francia), Library of Teikyo University of Science and Technology (Japón), University of Tsukuba Library (Japón), Albertons Library of Boise State University (USA), Oxford University Libraries (Inglaterra), Magazines and Journals List de Milton Briggs Library (USA), Library de Southern Cross University, (Australia), Agence Bibliograph de l´er Seignement Supérieur (ABES) (Francia), University of Tennessee Libraries (USA), Walter E. Helmke Library of Indiana University (USA), Trinity University Library Catalog (USA), Columbia University Libraries (USA), Centre National de la Recherche Scientifique (Francia), Electronic Journals of Texas Tech University (USA), Bibliothèque de l'Institut Universitaire d'Hématologie (Francia), University Library of University of Sheffield (Inglaterra), Binghamton University Libraries (Inglaterra), Library of University of Liverpool (Inglaterra), University of Illinois at Urbana-Champaign Library Gateway (USA), Cornell University Library (USA), Binghamton University Libraries (USA), Digital Library de la Universitá Di Roma Torvergata (Italia), Main Library and Scientific Information Centre of the Wroclaw University of Technology (Polonia), Biblioteca Digital de Ciencia y Tecnología Administrativa (Argentina), USF Libraries de la University of South Florida (USA), Sistema Bibliotecario di Ateneo di Politécnico di Milano (Italia), Washington Research Library Consortium (WRLC) (USA), Biblioteca Digitale della Sapienza di Università degli studi di Roma "La Sapienza" (Italia) Biblioteca Universitaria di Lugano de la Universitá Della Svizzera (Italia), Bibliotèques Universitaires de Universitè Jean Monnet Saint-Etienne (Francia) y en in4ciencia. Ra Ximhai Revista de Paz, Interculturalidad y Democracia Volumen 12 Número 4 Edición Especial / Enero – Junio 2016 ISSN-1665-0441 Todos los artículos publicados son sometidos a arbitraje por especialistas en el tema mediante el sistema de “pares ciegos”. El contenido de los artículos es responsabilidad de los autores. Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons México 2.5. Atribución-No Comercial-No Derivadas 2.5 México Eres libre de:  copiar, distribuir y comunicar públicamente la obra Bajo las condiciones siguientes: Atribución. Debes reconocer la autoría de la obra en los términos especificados por el propio autor o licenciante. No comercial. No puedes utilizar esta obra para fines comerciales. No Derivadas. No está permitido que alteres, transformes o generes una obra derivada a partir de esta obra.   Al reutilizar o distribuir la obra, tiene que dejar bien claro los términos de la licencia de esta obra. Alguna de estas condiciones puede no aplicarse si se obtiene el permiso del titular de los derechos de autor Los derechos derivados de usos legítimos u otras limitaciones reconocidas por ley no se ven afectados por lo anterior. htpp://creativecommons.org.mx El mundo, El universo o La vida ISSN-1665-0441 VOLUMEN 12 NÚMERO 4 EDICIÓN ESPECIAL ENERO-JUNIO 2016 CONTENIDO VOLUMEN 12 NÚMERO 4 EDICIÓN ESPECIAL ENERO-JUNIO 2016 PAZ, INTERCULTURALIDAD Y DEMOCRACIA ISSN-1665-0441 ARTÍCULO CIENTÍFICO 15 Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Gerardo Núñez Medina; María Georgina Rivas Bocanegra y Hilda María Jiménez Acevedo 35 Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de Bahía Honda (Pinar del rio) Silfredo Rodríguez Basso 43 Análisis de metales pesados en parque estatal “Flor del Bosque” José Carlos Mendoza Hernández; Janette Arriola Morales; Gabriela Pérez Osorio; Ángel Silveti Loeza; Miriam Vega Hernández; Ana Lilia Portillo Zapotitla; Olimpia Jaramillo Hernández; Ricardo Morales Juárez 57 Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile Marianela Denegri Coria; Yessica Knabe Álvarez; José Sepúlveda Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler Morales 71 Las pensiones de cesantía-vejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES Manuel Ildefonso Ruiz Medina; María del Socorro Borboa Quintero y Dalia María Cuadras Borboa 93 Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente José Manuel Hernández Trujillo 111 Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México Daniela Gallardo Olimón; Obeimar Balente Herrera Hernández; Manuel Roberto Parra Vázquez y Francisco Guízar Vázquez 133 Condiciones laborales de la mano de obra rural de México Felipe Contreras Molotla 153 Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México Gabriela Pérez Osorio; Janette Arriola Morales; Tania García Lucero; María Lourdes Saldaña Blanco y José Carlos Mendoza Hernández 169 Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) Silfredo Rodríguez Basso; Ana Bertha Ferrer Rodríguez y Maurilio Concepción Domínguez 183 Microempresas y capital humano: un análisis para México Claudia Sáenz Vota y Adanelly Ávila Arce 197 Posibilidades de crecimiento y éxito microempresarial: un análisis a través de modelos logit David de Jesús González Milán; Adanelly Ávila Arce y Eva Alejandra Rios Luna 211 Género y desertificación. programáticos Verónica Vázquez García Vínculos conceptuales RESEÑAS 225 Hombres maltratados. Masculinidad y control social José Luis Rojas Solís y CONTENTS VOLUME 12 NUMBER 4 SPECIAL EDITION JANUARY-JUNE 2016 PEACE AND DEMOCRACY INTERCULTURALITY ISSN-1665-0441 SCIENTIFIC ARTICLE 15 Social determinants of sons and daughters unwanted among indigenous and mestizo women in San Cristobal de Las Casas, Chiapas Gerardo Núñez Medina; María Georgina Rivas Bocanegra y Hilda María Jiménez Acevedo 35 Related to the African presence in the cultural identity of Bahía Honda (Pinar del Rio) studies Silfredo Rodríguez Basso 43 Analysis of heavy metals in state park “Flor del Bosque” José Carlos Mendoza Hernández; Janette Arriola Morales; Gabriela Pérez Osorio; Ángel Silveti Loeza; Miriam Vega Hernández; Ana Lilia Portillo Zapotitla; Olimpia Jaramillo Hernández; Ricardo Morales Juárez 57 Socialization and intergenerational transmission of food consumption patterns: their impact on cultural food-related identity in urban women mapuche from Chile Marianela Denegri Coria; Yessica Knabe Álvarez; José Sepúlveda Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler Morales 71 The unemployment pension-age and invalidity of the law of the IMSS, a practical theoretical analysis in workers of PyMES Manuel Ildefonso Ruiz Medina; María del Socorro Borboa Quintero y Dalia María Cuadras Borboa 93 Coffee cutters in Mexico. The underworld of decent work José Manuel Hernández Trujillo 111 Social learning in political constrast: governmental resistance or dependency of indigenous communities in Chiapas, Mexico Daniela Gallardo Olimón; Obeimar Balente Herrera Hernández; Manuel Roberto Parra Vázquez y Francisco Guízar Vázquez 133 Working condition of rural labor in Mexico Felipe Contreras Molotla Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 13 153 Assessment of the quality of the water of four Jagüeyes in the state park “Flor del Bosque”, Puebla, Mexico Gabriela Pérez Osorio; Janette Arriola Morales; Tania García Lucero; María Lourdes Saldaña Blanco y José Carlos Mendoza Hernández 169 Beliefs and religious practices of African background present in Bahia Honda (Pinar del Río) Silfredo Rodríguez Basso; Ana Bertha Ferrer Rodríguez y Maurilio Concepción Domínguez 183 Microenterprises and human capital: an analysis for Mexico Claudia Sáenz Vota y Adanelly Ávila Arce 197 Growth and success possibilities on microenterprises: an analysis through logit models David de Jesús González Milán; Adanelly Ávila Arce y Eva Alejandra Rios Luna 211 Gender and desertification. Conceptual and programatic links Verónica Vázquez García REVIEW 225 Abused men. Masculinity and social control José Luis Rojas Solís RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 15-34 DETERMINANTES SOCIALES DE LOS HIJOS E HIJAS NO DESEADOS ENTRE MUJERES INDÍGENAS Y MESTIZAS DE SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS SOCIAL DETERMINANTS OF SONS AND DAUGHTERS UNWANTED AMONG INDIGENOUS AND MESTIZO WOMEN IN SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS Gerardo Núñez-Medina1; María Georgina Rivas-Bocanegra2 y Hilda María Jiménez-Acevedo3 1 Director de investigación del Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social del Estado (CIEPSE), Chiapas. Circuito Abutilon 378, Cluster II, Bonanza. Tuxtla Gutiérrez. Chiapas. C.P. 29020. Correo electrónico: gerardo.nm1@gmail.com. Tel: 961 206 5252. 2 Profesora Titular de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Alamedas 23, San Cristóbal de las Casas, Chiapas 29200. Correo electrónico: georgina.rivas@unicach.mx. Tel. 967 678 7608. 3 Profesor de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). Privada las Terraza 1155, Tuxtla Gutiérrez. Chiapas C.P. 29060. Correo electrónico: luzhec10@hotmail.com. Tel. 961 61 10844. RESUMEN La incidencia de hijos(as) no deseados en San Cristóbal de las Casas se estima del orden del 39% de los nacimientos, está cifra tiene importantes implicaciones sobre la calidad de vida las mujeres y de sus hijos(as). El trabajo tiene por objeto cuantificar la prevalencia de hijos(as) no deseados entre mujeres indígenas y mestizas, además de distinguir sus características socioeconómicas. La información presentada se recolectó a partir de una muestra probabilística levantada el mes de abril de 2014, a mujeres que habitaban en la zona urbana del municipio de San Cristóbal de las Casas, de entre 15 y 54 años de edad, con al menos un hijo(a) nacido vivo. Se trata de una encuesta probabilística por conglomerados en dos etapas representativa para la zona urbana y para las mujeres indígenas y mestizas. A partir de la aplicación de un modelo de regresión logística fue posible estimar el efecto que un conjunto de variables socioeconómicas ejercen sobre las posibilidades de que una mujer tenga un hijo(a) no deseado. Los resultados indican que la mayor incidencia de hijos(as) no deseados se concentra entre mujeres analfabetas, adolecentes (de 15 a 19 años), solteras e indígenas Tseltales. Sin embargo, la prevalencia es alta en todos los grupos étnicos y todos los estratos socioeconómicos, por lo que es muy importante entender el efecto de cada variable ejerce sobre la ocurrencia del fenómeno, con el objetivo de proteger a las mujeres (y sus hijos(as)) quienes se ven vulneradas por los efectos de dichas variables. Palabras clave: prevalencia, embarazo, aborto, regresión logística. SUMMARY The incidence of unwanted children in San Cristobal de las Casas is estimated in the order of 39% of births, this figure has important implications for the quality of life for women and their children. The work aims to quantify the prevalence of unwanted children between indigenous and mestizo women, in addition to distinguish their socioeconomic characteristics. The information presented was collected from a random sample lifted in April 2014, to women living in the urban area of the municipality of San Cristobal de las Casas, aged between 15 and 54 years old with at least one children ever born. It is a probabilistic survey of clustering in two stages representative for urban areas and for indigenous and mestizo women. After the implementation of a logistic regression model it was possible to estimate the effect that a set of socioeconomic variables have on the chances of a woman having an unwanted child. The results suggest that the highest incidence of unwanted children is concentrated among illiterate women, adolescents (15 to 19), single and indigenous Tzeltal. However, the prevalence is high in all ethnic groups and all socioeconomic strata, so it is very important to understand the effect each variable has on the occurrence of the phenomenon in order to protect women (and their children) harmed by the effects of these variables. Key words: prevalence, pregnancy, abortion, logistic regression. Recibido: 17 de agosto de 2015. Aceptado: 18 de febrero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 15-34. 15 16 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas INTRODUCCIÓN Este trabajo surge o o u a i i iati a apo ada po el p o e to Prevalencia del embarazo no deseado e “a C istó al de Las Casas, Chiapas , financiado por el Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP). El objetivo fue conocer la prevalencia del número de hijos e hijas que son no deseados por sus madres así como conocer las características socio-económicas de las mujeres que por algún motivo están criando al menos a un hijo o hija no deseado. El trabajo indaga sobre las características educativas, laborales, étnicas, conyugales y familiares que prevalecen entre las mujeres mestizas e indígenas con hijos deseados y no deseados, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas. Los hallazgos presentados se basan en los datos captados por una encuesta probabilística tomada exprofeso a mujeres de entre 15 a 55 años con al menos un hijo o hija nacido vivo, residente en el área urbana de la ciudad de San Cristóbal. A dichas mujeres se les aplicó un cuestionario acerca de su deseo de haber tenido o no a sus hijos e hijas. La muestra se diseñó para ser representativa entre mujeres mestizas e indígenas. Se puede afirmar que desde la segunda mitad del siglo pasado ha habido un cambio en las preferencias de las mujeres hacia un menor número de hijos e hija, en el municipio de San Cristóbal; lo que ha ocurrido también en el resto del estado, aunque de manera desigual (INEGI, 2005), esta situación ha sido reforzada por las políticas implementadas en materia de planificación familiar1. De esta forma, las políticas que impulsan la preferencia por un menor número de hijos se contraponen a los roles tradicionales de género que aun enfatizan fuertemente el matrimonio y la maternidad como proyecto de vida hegemónico; situación que es especialmente grave entre mujeres indígenas, mujeres jóvenes o mujeres analfabetas. Los roles de género tradicionales confinan a la mujer al hogar, le asignan un bajo nivel de empoderamiento, una baja capacidad para tomar decisiones en distintos ámbitos de su vida, en especial en los ámbitos sociales, laborales y económicos, pero sobre todo limitan su capacidad para decidir sobre el uso de métodos anticonceptivos, el número de embarazos y por ende el número de hijos e hijas que debe tener a lo largo de toda su vida reproductiva, especialmente al inicio de la misma. En este sentido, se espera que las diferencias culturales entre mujeres mestizas e indígenas sean un elemento capaz de explicar la prevalencia diferencial en el número de hijos e hijas no deseados. Mucho se ha escrito sobre las consecuencias del aborto, legal e ilegal, como un problema de salud pública (Langer-Glas, 2003). Por otro lado diversos trabajos apoyados o financiados por organizaciones civiles contrarias al derecho de las mujeres a decidir sobre su maternidad, han tenido por objetivo convencerlas a través de múltiples argumentos, desde religiosos y natalistas hasta de tipo médico-salubristas, de los daños que produce el abortar y la conveniencia de llevar su e a azo a ue té i o , pa a ue, u a ez o u ido el a i ie to, las ismas organizaciones se desentiendan de los costos y las responsabilidades del cuidado del hijo o hija, mismos que pasan directamente a la mujer, a la familia y a la sociedad. Por el contrario, son pocos los trabajos enfocados a analizar lo que ocurre con los hijos producto de dichos nacimientos, en 1 La política demográfica actual, como política de Estado, nace en México en 1974 con la publicación el 07 de enero del mismo año de la Ley General de Población, que dio paso a los programas de planificación familiar (CONAPO, 2014). En Chiapas, en 1979, el 24% de las mujeres unidas en edad fértil utilizaba ya algún método anticonceptivo. En los años 80 el “Plan Chiapas” y los “Planes y Programas de Gobierno 1982-1988” en el estado, explícitamente se proponían bajar la tasa de crecimiento de la población; y en 1984 se formula el Programa de Planificación Familiar en Chiapas (Sánchez, 2000) Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 17 especial en sociedades pluriétnicas, donde el producto se convierte, muchas de las veces, en un hijo o hija no deseado, con alcances y consecuencias que aún no han sido ni estimados, ni documentados. Antecedentes México al igual que otros países latinoamericanos, se encuentra inmerso en un proceso de transición demográfica, marcado por una importante reducción de la fecundidad (Brosius, 2008). Actualmente, se estima que el número promedio de hijos por mujer es de 2.22 a nivel nacional (INEGI, 2011), mismo que se espera continúe descendiendo hasta alcanzar el nivel esperado de remplazo intergeneracional de 2.1 hijos, al finalizar el primer cuarto del presente siglo (Hernández et al., 2013). La situación, sin embargo, no es homogénea al interior del país, pues en los estados de la región sureste, aún se observa un número de hijos por mujer muy por encima del encontrado en el resto de México (CONAPO, 2013); Esta situación puede explicarse por el atraso en el proceso de transición demográfica presentado por la población indígena de Chiapas, que mantienen aún muchos de sus usos y costumbres; situación que se ve reforzada por un alto porcentaje de población que se encuentra viviendo bajo condiciones de pobreza extrema, 32.2% (CONEVAL, 2010) y porque 87 de los 122 municipios de la entidad están clasificados como de alta y muy alta marginación (CONAPO, 2000). Una de las consecuencias importantes producto de la reducción del número de hijos e hijas es paradójicamente, el aumento en el número de embarazos no deseados2; se estima que en 2009, a i el a io al % de los e a azos fue o o i te io ados , es de i , . illo es. De esa cifra, 30% terminó en un aborto inducido, 6% en un aborto espontáneo y 19% en un nacimiento no planeado. La mayoría se contabilizó en los estados del norte y del centro del país así como en el Distrito Federal, con porcentajes de hasta un 70%, mientras que para los estados más marginados la proporción alcanzó un 45%. Es importante señalar que la tasa de aborto inducido ha ido en aumento, de 25 abortos por cada 1000 mujeres en 1990 ha pasado a 38 por 1000 en 2009, lo que implica un incremento de 52% en el periodo referido. De dicho incremento se desprenden dos tesis importantes, (1) las mujeres están teniendo más embarazos no intencionados que en el pasado, con las consecuentes dificultades para evitarlos o (2) la proporción de embarazos no intencionados permanece constante, pero existe una mayor propensión por parte de las mujeres a terminar dicho embarazo en aborto. La tasa de aborto inducido en Chiapas se encuentra entre 26 y 27 por 1000 mujeres, cifra menor a la reportada en regiones más desarrolladas, lo que sugiere, en lo general, que existe una menor motivación para tener familias más pequeñas (Juárez et al., 2013), o que el aborto no es visto aún como una alternativa viable para resolver un embarazo no deseado. Si bien, paulatinamente es posible encontrar mayor información acerca del aborto, visto como un problema de salud pública, dado que suele practicarse de manera ilegal y por ende en condiciones de alto riesgo, como ocurre en muchos países en vías de desarrollo, donde la práctica realizada bajo los términos señalados incrementa las estadísticas de muertes maternas. Existe también menos información en relación a la magnitud y las consecuencias que enfrentan las mujeres que de cualquier forma continúan con un embarazo inoportuno o no deseado hasta el nacimiento del hijo o hija, debido a que en general son las propias mujeres quienes finalmente enfrentarán los El embarazo “no intencionado” se refiere a aquel que ocurre cuando no se desea, se haya usado o no algún método anticonceptivo; engloba al embarazo no deseado en absoluto (unwanted) y aquel que ocurre inesperadamente y que no cancela la oportunidad de otro hijo en el futuro (mistimed). 2 18 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas costos económicos y sociales de la crianza del hijo(a) con consecuencias en el largo plazo tanto para ellas como para él o la menor. Estudios realizados en diferentes países señalan que el estatus que las mujeres den a su embarazo condiciona la búsqueda de atención y la utilización de cuidados prenatales, por ejemplo, las uje es ue p ese ta u e a azo o i te io ado tie e ás p o a ilidades de et asa dichos cuidados y de hacer un uso inadecuado de los servicios de salud, independientemente si se trata de países desarrollados o en vías de desarrollo (Dibaba et al., 2013). Mientras que otros estudios, sobre el tema, concluyen que los embarazos inoportunos o no deseados se asocian a pobres resultados en términos de la salud perinatal: productos de bajo peso, nacimientos pretérmino y pequeños para la edad gestacional (Shah et al., 2011). Existe menos información sobre los efectos de los embarazos no intencionados en países en vías de desarrollo. Singh y colaboradores (2013) encontraron desde un estudio prospectivo en la India, que entre los nacidos de embarazos no deseados es más probable una inadecuada vacunación y una mayor mortalidad neonatal, tal cual otros autores lo han evidenciado. En América Latina, los casos de Guatemala y Ecuador muestran evidencias de que se han encontrado importantes prevalencias de embarazos no deseados entre población indígena, caracterizada por sus condiciones de marginación (Singh et al., 2006, López de la Cruz 2010, Goicolea y San Sebastián 2010); en Bolivia, Sahpiro Mendoza y colaboradores (Sahpiro-Mendoza, 2005) mostraron que niños(as) menores de 3 años no deseados, por ambos padres, tenían mayor riesgo de sufrir restricciones en su desarrollo físico que aquellos hijos(as) que fueron deseados, independientemente del sexo o del estrato social. Algunos estudios sugieren que los hijos e hijas inoportunos y no deseados reciben menos recursos emocionales y cognitivos de sus padres que los hijos(as) que fueron deseados (Barber & East 2009). En los Estados Unidos, el seguimiento a una muestra de mujeres que tenían hijos pequeños, unas de las cuales abortaron y otras que por el tiempo de gestación no tuvieron más alternativa que continuar hasta el nacimiento del producto, evidenció un menor desarrollo psicomotor en todos los menores de 5 años de las últimas, consistente con el deseo de las mujeres de no tener otro hijo para no afectar el bienestar de los menores ya nacidos (Foster et al., 2006). San Cristóbal de Las Casas en la región de los Altos de Chiapas La ciudad fue desde la conquista española uno de los principales centros comerciales de la región, hasta el año de 1894 cuando la ciudad de Tuxtla se convierte en la capital del estado de Chiapas. San Cristóbal de las Casas es una ciudad media pluriétnica inmersa en la región de los Altos de Chiapas; se encuentra dentro de una zona indígena conformada fundamentalmente por los pueblos Tsotsil y Tseltal (Viqueira, 1995). Actualmente el municipio de San Cristóbal de las Casas cuenta con un total de 185 mil habitantes, mientras que su área urbana cuenta con 158 mil habitantes, es decir 85% de la población reside en la ciudad, según cifras del censo para el año 2010. Se trata del tercer municipio con la mayor tasa de crecimiento promedio anual3 del estado, se ha estimado un crecimiento sostenido del 3.3%, entre los años 2000 al 2010 (INEGI, 2011); situación que se explica por el proceso de urbanización 3 La tasa de crecimiento promedio anual está determinada por el incremento o disminución de los nacimientos y defunciones, como por el saldo neto migratorio (INEGI, 2012). La tasa de crecimiento media anual de la población estima el ritmo de cambio en el tamaño de las diferentes cohortes producto de la dinámica demográfica natural y social. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 19 observado en todo el país, producto principalmente de la inmigración campesina e indígena de la región de Los Altos, además de inmigración proveniente de otras regiones de Chiapas, de otras entidades federativas de México y de otros países. Es importante señalar que se optó por estudiar el comportamiento relacionado al deseo por los hijos(as) de las mujeres en la ciudad de San Cristóbal de las Casas debido a que se trata de una ciudad media, en la que puede observarse una importante mezcla de poblaciones mestizas e indígenas, donde existen altos niveles de analfabetismo y de desigualdad económica y social combinados con importantes niveles de rezago en el acceso a servicios educación y salud; tales características permiten una importante reducción de costos y tiempos durante la etapa de levantamiento de información y posibilitan el contraste de distintas hipótesis sin tener que recurrir a seleccionar distintas poblaciones en diferentes territorios. Diseño de la muestra Entre los días 12 al 24 de abril del año 2014, se levantó la encuesta sobre Hijos Deseados y No Deseados en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, a mujeres de la zona urbana del municipio de entre 15 y 55 años de edad, con al menos un hijo o hija nacido vivo. El objetivo central de la muestra es obtener información, a nivel municipal, para estimar con precisión las tasas de anticoncepción, embarazos y abortos además de los niveles de prevalencia en el número de hijos(as) no deseados, tanto para mujeres indígenas como mestizas. Adicionalmente se recabó información sobre el número total de hijos nacidos vivos, el estatus de deseo por los mismos y el nivel socioeconómico de las mujeres y sus parejas. El marco geo-estadístico que sirvió de base para el diseño de la muestra, se conformó con información obtenida del INEGI, cuya última fuente publicada fue el censo de población y vivienda 2010. A partir del marco muestral disponible, se diseñó un esquema de muestreo por conglomerados en dos etapas de selección. Las unidades primarias de muestreo (UPM) se constituyeron por áreas geo-estadísticas básicas (AGEBS) cuyo universo se conformó por 62 AGEBS urbanas (se excluyeron 8 AGEBS que no contaban con un número suficiente de manzanas), de las 54 AGBS elegibles se seleccionaron 12 con probabilidad proporcional al número de manzanas. Para garantizar un adecuado nivel de representatividad en la muestra de mujeres tanto indígenas como mestizas, las manzanas fueron clasificadas con base en el criterio siguiente: Un manzana era considerada como indígena cuando la proporción de mujeres hablantes de lengua indígena era superior al 65% respecto del total de mujeres que habitan alguna de las viviendas de la manzana, en caso contrario la AGEB era clasificada como mestiza. Dado que se requiere un tamaño de muestra representativo para mujeres indígenas y mestizas, al interior de cada AGEB se seleccionaron aleatoriamente dos manzanas mestizas y dos manzanas indígenas resultando en una muestra total de 48 manzanas seleccionadas. Es decir, se diseñó un esquema de muestreo bietápico por conglomerados. La primera etapa de muestreo correspondió a la elección de AGEBS y la segunda a la selección de manzanas. Se eligieron 12 AGEBS y 4 manzanas por AGEB, lo que dio por resultado la selección de un total de 48 manzanas; 24 de ellas mestizas y 24 indígenas; finalmente se censaron todas las viviendas donde habitaba al menos una mujer de entre 15 y 55 años con al menos un hijo o hija nacido vivo. Por lo que resultaron seleccionadas en muestra un total de 486 viviendas. Debido a problemas asociados a la falta de respuesta, el total de encuestas levantadas resultó ser de 379 (Cochran, 1969) se 20 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas desecharon 8 encuestas con cuestionario incompleto, las mujeres encuestadas reportaron haber tenido un total de 1,046 hijos e hijas entre deseados y no deseados. Las mujeres de San Cristóbal de Las Casas Dado que la muestra fue diseñada con el objetivo de proveer información representativa para las poblaciones mestizas e indígenas de mujeres entre 15 y 55 años de edad con al menos un hijo(a) nacido vivo en la Ciudad de San Cristóbal, es importante revisar la representatividad de cada grupo. La proporción de mujeres según etnia de pertenencia resultó ser muy similar entre mujeres indígenas 46% (de las cuales el 20.5% hablaba tzotzil y el 17.8% tzeltal) y mestizas 54%, con lo que puede garantizarse el nivel de representatividad de cada grupo. Cuadro 1.- Hijos deseados y no deseados según diferentes características de la madre (datos de la muestra de hijos no deseados) Variable Total de hijos(as) hijos deseados hijos no deseados ideal de hijos Embarazos Abortos mujeres con hijos no deseado Total Mestizas Indígenas Alfabetas Analfabetas Solteras Casadas o unidas Divorciadas o separadas 2.8 2.5 3.2 2.5 4.6 2.5 2.8 2.6 2.1 1.8 2.5 1.9 3.5 1.6 2.2 1.6 0.7 0.6 0.7 0.6 1.0 0.9 0.6 0.9 3.2 2.9 3.6 3.0 4.4 2.6 3.2 3.0 3.2 0.2 2.8 0.2 3.6 0.2 2.8 0.2 5.3 0.4 2.6 0.2 3.1 0.2 3.3 0.5 0.4 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4 0.5 Las características más relevantes obtenidas de la muestra señalan que la media de hijos(as) que las mujeres tuvieron fue de 2.8, mientras que el número ideal de hijos(as) fue de 3.2 por lo que en términos generales, las mujeres no estarían alcanzando su ideal reproductivo, es decir, en promedio las mujeres están teniendo 0.4 hijos(as) menos de los que idealmente desearían tener, por lo que es de esperar que la proporción de hijos(as) nacidos vivos no deseados sea muy baja, véase Cuadro 1. Sin embargo, de los 2.8 hijos(as) reportados, 2.1 son deseados y el resto 0.7 son no deseados, lo que representa una cuarta parte (25%) de los hijos nacidos vivos. En promedio, las mujeres indígenas fueron quienes presentaron una fecundidad mayor; en promedio 3.2 hijos(as) (2.5 deseados y 0.7 no deseado) respecto de las mujeres mestizas cuya fecundidad alcanzó 2.5 hijos(as) (1.8 deseados y 0.6 no deseados). El ideal de hijos(as) para las mujeres mestizas fue de 2.9 mientras que para las mujeres indígenas fue de 3.6 hijos(as) lo que representa una expectativa superior en un 24.9%, Cuadro 1. Como era de esperarse dado el estigma que prevalece respecto al tema, 22% de las mujeres admitió haber abortado alguna vez (sin diferenciar entre electivo o espontaneo). De las mismas, 17.8% tuvo un aborto y el restante 4.2% dos o más abortos. Del total de mujeres entrevistadas, el Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 21 19.2% declararon que sus embarazos fueron no deseados, lo que resultó en una prevalencia del 39.8% de hijos(as) no deseados, véase Cuadro 1, cifra menor a la reporta por Juárez y colaboradores a nivel nacional. 5.0 4.5 4.0 3.5 3.0 2.5 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 15-19 20-24 total de hijos 25-29 30-34 35-39 hijos deseados 40-44 45-49 50-54 hijos no desados Figura 1.- Hijos(as) deseados y no deseados por edad de la madre (datos de la muestra de hijos no deseados). Como es de esperarse, al analizar el comportamiento por grupos de edad, la proporción de hijos(as) no deseados entre mujeres se incrementó de forma constante con la edad, salvo para el grupo de mujeres entre 35 y 39 años; las mismas muestran un comportamiento atípico en relación con el número de hijos deseados y no deseados; las mujeres de esta generación, en promedio expresan haber tenido un mayor número de hijos no deseados que las mujeres de los grupos aledaños, Figura 1. La proporción de hijos no deseados de las mujeres en el grupo de edad 35 a 39 fue del 38%, en relación al 22% de las mujeres del grupo 40 a 44 y del 18% del grupo 30-34. Es decir, las mujeres del grupo de edad de entre 35 y 39 años se encuentran mucho menos satisfechas con su fecundidad, lo que se refleja en una alta incidencia de hijos(as) no deseados. Esta situación podría ser explicada en términos del porcentaje de abortos reportados por las mujeres del grupo 35-39, cifra que alcanzó el 31.3% de abortos y que es superior al 22.2% y 28.9% reportado por los grupos 30-34 y 40-44 respectivamente. A medida que las mujeres incrementaron su edad, también incrementaron el número promedio de hijos(as) y de hijos(as) deseados, sin embargo, la proporción de hijos(as) no deseados permaneció en niveles más bien constantes en una franja de entre 0.4 y 1.1 hijos(as), y como ya se señaló, el grupo de mujeres de 35 a 39 años presenta el nivel promedio más alto de hijos no deseados (1.1), a la vez que el porcentaje de mujeres que se han practicado algún aborto es del 31.3% (en el grupo 35-39), nueve puntos porcentuales arriba del promedio general del 22.3%, Figura 1. La condición de analfabetismo en la población femenina de entre 15 y 55 años de edad, es utilizada como un proxi para cuantificar el acceso y uso a los servicios de salud, en particular, servicios de salud reproductiva, entre los que destacan salud materno infantil y prevención de embarazos no deseados. En este sentido, la proporción de mujeres analfabetas alcanzó el 12.5%, lo que contrasta con la media nacional que es del 6.9% al año 2010 (INEGI, 2011); se debe destacar que la proporción de analfabetismo entre las mujeres se incrementa con la edad, como sucede entre las generaciones que tuvieron menores oportunidades para asistir a la escuela. 22 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Entre las mujeres analfabetas fue notorio el mayor número promedio de hijos(as) 4.6, con respecto a las mujeres que sí sabían leer y escribir, cuyo promedio fue de 2.5; es decir, 2.1 hijos(as) más en promedio, lo que evidentemente repercutió en la proporción de hijos no deseados 0.6 hijos(as) para mujeres alfabetas y 1.0 hijos no deseados en promedio para mujeres analfabetas, Cuadro 1. Modelo de regresión logística Dado que la variable que se busca modelar es dicotómica (incidencia de hijos no deseados entre mujeres), se optó por utilizar un modelo de regresión logística, el cual permite analizar la relación entre una variable dependiente dicotómica (Y) a modelar y un conjunto de variables independientes (x1, x2, x3,…, n), que reflejen algunas de las características socioeconómicas más relevantes del fenómeno estudiado. El modelo de regresión logística supone la existencia de una relación no-lineal entre la variable dependiente y las variables independientes; forma parte de una familia de modelos conocida como modelos lineales generalizados, cuya característica principal consiste utilizar una función li k G •)) en lugar de asociar directamente la variable Y a la combinación lineal de variables independientes xi s, lo ue de i a e u odelo de la fo a: � � =� +� + ⋯+ � El tipo de la fu ió li k depe de di e ta e te de la dist i u ió aso iada a la a ia le respuesta, que en el caso logístico se determina como una distribución binomial(n; P), donde la función G(Y) representa el logaritmo del cociente de momios (odds) que modela el riesgo relativo de ocurrencia de Y dados los valores que toma el vector (x1, x2, x3,…, n): Por lo que � � = ( � = � )=� +� −� = + ⋯+ � ( � ) −� Al despejar P de la ecuación (1.1) se obtiene el modelo de regresión logística: � �= | , , …, = � � +� � +⋯+�� �� +� � +� � +⋯+���� . (1.2) Donde el vector β = β0, β1,...., βk) es el vector de parámetros a estimar (Hosmer & Lemeshow, 1989: xxxx). La variable dependiente Y representa la respuesta de las mujeres al deseo explícito de tener o no tener a sus hijos. Se consideró que un hijo era no deseado cuando la mujer declaraba expresamente que no deseo el embarazo o cuando el embarazo se produjo a pesar del uso de algún método anticonceptivo y no llevo vigilancia alguna durante el tiempo de embarazo del hijo referido. En resumen, la variable Y puede tomar los siguientes valores: Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 �= ú ℎ | 23 ℎ El criterio de selección de variables independientes se basó en la importancia teórica de la variable para explicar el comportamiento respecto de la preferencia por tener hijos (deseados y no deseados), por lo que de la totalidad de variables colectadas por la encuesta (34 variables), se consideró que sólo once eran las más relevantes para el desarrollo del modelo (Cuadro 2). La decisión para la selección de variables se tomó con base en la importancia asignada a cada variable según los criterios establecidos en la literatura revisada. A partir de las doce variables seleccionadas, se consideraron adicionalmente criterios de orden estadístico asociados al grado de correlación entre variables, la capacidad explicativa de las mismas y su nivel de significancia, en aras de construir un modelo de regresión parsimonioso. La presencia evidente de problemas de correlación entre variables independientes, misma que puede observarse en la matriz de correlaciones del Cuadro 2, hace necesario el uso de medidas remediales estándares a los problemas de colinealidad en modelos de regresión. La presencia de colinealidad entre variables independientes suele tener efectos muy importantes sobre la calidad de los parámetros estimados, en especial, en la reducción de la capacidad explicativa de los parámetros del modelo (Faulín, 2006). Una de las mejores soluciones a los problemas de colinealidad consiste en eliminar las variables responsables de causar la colinealidad, para ello debe prescindirse de las variables que sean menos significativas para el modelo. Cuadro 2.- Matriz de correlaciones (datos de la muestra de hijos no deseados) Edad numero_hij os num_emba Num_aborto sUsaba_antic alfabetismo estudia_act Nivel a_esc Trabaja tipo_lengua edo_civil X1 X2 X3 X4 X5 X6 X7 X8 X9 X1 0 X1 1 X1 2 X1 X2 1.00 0.420 0.455 1.00 0.890 0.143 0.094 0.099 0.160 60.010.128 0.01 2 0.001 0.029 0.011 0.206 7- 50.302 0.32 0.06 3 0.075 0.13 0.07 0 2 0.109 2 X3 1.00 0.420 0.173 0.032 X4 1.00 0.140 0.022 6- 40.010.3040.320 0.06 0 0.078 0.116 0.040.0590 0.06 0.04 2 0.028 0.037 8 8 X5 1.00 0.040 0.052 0.141 0.146 0.025 00.17 0.06 2 7 X6 1.00 0.010 0.054 0.092 20.020 0.02 0.07 5 4 X7 1.00 0.160 0.139 0.122 0.095 00.04 0 X8 1.00 0.960 0.232 80.20 0.01 0 8 X9 1.00 0.210 10.19 0.04 2 3 X10 1.00 00.11 0.01 2 5 X11 1.00 0.020 0 X12 1.00 0 A partir del análisis de correlaciones presentadas en el Cuadro 1, se hizo evidente que existen dos grandes bloques de variables correlacionadas. Uno asociado a las variables: número de hijos, número de embarazos y número de abortos y un segundo bloque relacionado con: nivel de escolaridad y años de escolaridad (cada bloque representa un concepto particular, el primero asociado al tamaño del hogar y el segundo al nivel educativo de la mujer). Para seleccionar las variables que aportan un mayor grado de explicación al modelo se ajustaron distintas curvas de regresión intercambiando las variables correlacionadas, considerando los bloques anteriores y 24 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas tomando como base el modelo saturado4 intercambiando una variable de cada bloque. El criterio utilizado para la selección del modelo se basó en la comparación de estadísticos que miden la bondad del ajuste a partir del valor de máxima verosimilitud. A diferencia de los modelos de regresión lineal, donde el estadístico de ajuste más popular es el R2, en regresión logística se utiliza u estadísti o de ajuste glo al o o ido o o des ia ió 5 es u a edida de la o dad de ̂). Cuanto más grande sea la diferencia o ajuste e t e los alo es o se ados Y los espe ados Y desviación entre los valores observados y los esperados, el ajuste del modelo será peor. Por lo tanto, se considera que un modelo es mejor cuanta más pequeña sea su desviación. A medida que agregamos variables a la ecuación esperaríamos obtener una menor desviación, sin embargo, los modelos se vuelven menos parsimoniosos, además de que se requerirá de un tamaño de muestra mayor. La regresión logística utiliza el método de máxima verosimilitud para encontrar la desviación más pequeña posible entre los valores observados y los alo es esti ados a t a és de étodos ite ati os o los ue us a dife e tes solu io es hasta e o t a los pa á et os ue p o ee el mejor ajuste posible o la menor desviación. Una vez encontrada la mejor solución se reporta la desviación como: �=− ∗ ℎ Por lo que la desviación es efectivamente menos dos veces el logaritmo de la función de verosimilitud. En general, para evaluar el ajuste de un modelo o para comparar distintos modelos en competencia se utilizan medidas de información, basadas en la desviación. Para ello se utilizan dos criterios centrales, el AIC (Akaike Criterio de Información) y el BIC (bayesian information criterion). El criterio AIC es uno de los más populares, se estima considerando el número de parámetros y la desviación estimada a través del valor de máxima verosimilitud. El criterio de información AIC se define como: � = �+ dónde p representa el número de parámetros en el modelo, mientras que el BIC o criterio de información bayesiano permite comparar dos modelos empleando técnicas bayesianas, bajo el supuesto de que no existe preferencia previa alguna sobre ninguno de los modelos (Hosmer & Lemeshow, 2000). El estadístico BIC se calcula como: � = � + ln ∗ dónde p representa el número de parámetros en el modelo y n el total de observaciones. 4 Existen distintas estrategias para el desarrollo de modelos de regresión, una de las más populares recomienda la inclusión en el modelo inicial de todas las variables independientes más las interacciones de las mismas, o al menos, las interacciones de primer orden (tomadas de dos en dos). A estos se les llama modelos saturados. En nuestro caso consideramos el modelo saturado como el que incluye todas las variables independientes sin interacciones, debido a que la inclusión de interacciones puede conllevar la introducción variables correlacionadas al modelo. 5 El termino en inglés es “deviance”. La desviación proporciona una prueba de bondad de ajuste para el modelo, cuando el tamaño de muestra no es suficientemente grande (n>30) la distribución de la desviación no converge a una distribución chi-cuadrada, en cuyo caso se recomienda usar el estadístico chi-cuadrado de Pearson para datos binomiales. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 25 Cuadro 3.- Selección del modelo de regresión logística (datos de la muestra de hijos no deseados) Variable agregada LR Chi2 Log Likelihood AIC Modelo base (MB) MB + numero_hijos MB + num_embarazos MB + Num_abortos MB + Nivel MB + a_esc MB + numero_hijos + a_esc MB + num_embarazos + a_esc MB + Num_abortos + a_esc MB + numero_hijos + num_embarazos +a_esc MB + numero_hijos + Num_abortos +a_esc 3391.0 3808.9 3552.4 3439.2 2828.5 2964.8 3859.6 3190.4 3484.8 4961.4 5083.9 -22362.2 -22153.5 -22281.8 -22338.4 -19063.8 -18888.0 -18440.6 -18775.2 -18628.0 -17889.1 -17828.5 44741 44325 44581 44694 38145 33794 36901 37570 37276 35811 35688 Los valores presentados en el Cuadro 2, muestran la correlación entre dos variables, lo que ocurre cuando el valor absoluto de su coeficiente de correlación excede el 0.2. De esta forma se detectó que las variables con mayores niveles de correlación eran: x1 (edad) con las variables x2 (número de hijos), x3 (número de embarazos) y x10 (trabaja, si la mujer trabaja actualmente), x8 (nivel de escolaridad) y x9 (años de escolaridad), y con x2 y x3; finalmente se encontró una alta correlación de la variable x10 con las variables x8 y x9. A partir de las correlaciones detectadas se ajustaron distintos modelos (modelos en competencia), tomando como inicial un modelo base conformado por las variables x1, x5, x6, x7, x10, x11 y x12 e intercambiando las variables independiente restantes. Se concluyó que el modelo de diez variables ajustaba de mejor forma el comportamiento de las mujeres en relación con el hecho de tener hijos(as) no deseados (Cuadro 3). El ajuste alcanzado por el modelo de diez parámetros fue el mejor entre los modelos probados según el criterio AIC, además de resultar en un modelo con un menor número de variables que el inicial. El Cuadro 3 presenta los distintos modelos ajustados. La selección del modelo se realizó comparando diversas medidas de bondad de ajuste entre las que se consideraron estadísticos como: chi-cuadrado, razón de verosimilitudes, y medidas de información como el AIC. Los resultados correspondientes a cada modelo se muestran en el Cuadro 3, donde el modelo de diez parámetros corresponde al menor AIC. Una vez seleccionado el modelo se procedió a validar la significancia estadística de cada una de las variables incorporadas, con la finalidad de e o t a u odelo edu ido o u e o ú eo de variables que continúe explicando los datos, para ello se utilizó el método de selección paso a paso por inclusión "hacia adelante", forward-stepwise method (Hilbe, 2009). Es importante mencionar que el uso del procedimiento tiene por objetivo validar cada variable con lo que se evalúa secuencialmente al modelo cada vez que una variable es introducida. 26 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Cuadro 4.- Selección de variables por inclusión hacia adelante (datos de la muestra de hijos no deseados) Block 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Variable Introducida Constante Edad numero_hijos Num_abortos Usaba_antic Alfabetismo estudia_act a_esc Trabaja tipo_lengua edo_civil LL -24916 -20332 -19701 -19574 -18606 -18586 -18521 -18509 -18509 -18508 -17828 LR 76.420 1262.950 253.960 1934.820 39.830 130.320 24.780 0.510 0.360 653.870 Df 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 1.000 Pr > LR 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.000 0.474 0.549 0.000 AIC BIC 40668 39407 39156 37223 37185 37057 37034 37035 37037 35688 40685 39432 39189 37264 37235 37115 37100 37110 37120 35767 El resultado de agregar las variables individualmente puede verse en el Cuadro 4, el AIC del modelo con diez parámetros fue de 35,688; un valor menor que el obtenido con el modelo nulo; pero igual al presentado en el Cuadro 3, (ya que se trata del mismo modelo), sin embargo, debe notarse que el AIC del modelo se incrementa con las variable x10 y x11 razón por la que se optó por eliminarla la variable x10 del modelo6, de forma que el modelo quedo conformado por nueve variables independientes, mismas que se enlistan en el Cuadro 6, que es el modelo que mejor ajustada la variable Y, con el menor número de variables posibles. El AIC del modelo final presentado en el Cuadro 6 es de 36,359. Cifra mayor a la presentada en el Cuadro 3 y 4, para el modelo en competencia de diez parámetros. La decisión de elegir el modelo de nueve parámetros, estimado el Cuadro 6, se justifica por el hecho de que la variable x10 (trabaja) adicionalmente presentaba altos niveles de correlación. Una vez validada la significancia individual de las variables de la regresión, es necesario realizar pruebas para medir el grado de ajuste global del modelo, para lo que se utilizan métodos de análisis de bondad de ajuste global. Los métodos de bondad de ajuste global se basan en comparar las observaciones de la respuesta contra las predicciones hechas por el modelo, sin importar las variables dependientes utilizadas. El estadístico chi- uad ado de Pea so χ2) compara frecuencias observadas y esperadas en un escenario binomial con el que se construye una distribución asintótica chi- uad ada. La hipótesis ula se e haza a u i el de sig ifi a ia α ua do χ2 χ2J− ‘+ ; lo que equivale a que el valor-p de la p ue a de hipótesis sea e o al i el α p e ia e te establecido (Hosmer & Lemeshow, 2000). Los resultados del ajuste chi-cuadrado para el modelo de regresión logística pueden observarse en el Cuadro 5. Cuadro 5.- Bondad de ajuste del modelo Logistic model for ind_hnodeseados, goodness-of-fit test number of observations = number of covariate patterns = Pearson chi2(125) = Prob > chi2 = 6 24899 162 19721.59 0.000 Pese a la evidencia estadística se decidió no eliminar la variable x11 debido a que se considera una variable fundamental para explicar las diferencias en la prevalencia de hijos deseados y no deseados entre grupos étnicos. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 27 Una vez validada la significancia de cada uno de los parámetros y el ajuste global del modelo, el siguiente paso consiste en interpretar los resultados. Como se mencionó con anterioridad, la relación entre la variable dependiente de respuesta binaria Y y el vector de variables independientes xi s, e el odelo de eg esión logística, es no lineal, por lo que la interpretación de parámetros se vuelve más compleja que en los modelos lineales; dado que el vector de parámetros cuantifica la probabilidad de ocurrencia de Y=1 (la probabilidad que una mujer tenga al menos un hijo no deseado), condicionada a la información proporcionada por el vector (x1, x2,....,x9); esto es P(Y=1 | x1, x2,…, 9). Con la finalidad de facilitar la interpretación de los parámetros estimados por el modelo de regresión es aconsejable despejar el momio (odds), definido en la ecuación (1.1), de la siguiente forma: � = � �� = | , , … , − � �� = | , , … , = exp(� + � �, +⋯+ � �, ) . Una vez que se conoce el valor del momio (odd) es posible calcular su probabilidad correspondiente como: �� = + � � = exp � + � �, + ⋯ + � �, + exp � + � �, + ⋯ + � �, Con lo que es más o menos simple pasar de un momio a una probabilidad y viceversa. Los oefi ie tes βi del modelo de regresión logística pueden interpretarse directamente como el efecto que el cambio de una unidad de la variable xi ejerce sobre el logito pronosticado por el modelo, ua do todas las a ia les i depe die tes esta tes pe a e e o sta tes. Es de i , βi refleja el efecto que el cambio de una unidad en xi ejerce sobre el logaritmo del cociente de momios asociados a la ocurrencia del evento Y. Sin embargo, la interpretación más común de los parámetros del modelo de regresión logística se realiza sobre el cociente de momios de la regresión (y no sobre el logaritmo del momio). El cociente de momios (odds ratio) del modelo de regresión logística se interpreta como el efecto que una unidad de cambio de xi ejerce sobre el cociente de momios del evento Y; cuando la variable toma los valores xi+1 y xi; lo que se representa como: = �| �+ �| � = � � = | , ,…, � + ,…, − � � = | , ,…, � + ,…, � � = | , , … , �, … , − � � = | , , … , �, … , Para obtener el cociente de momios (odds ratio) a partir del modelo de regresión logística es necesario calcular la exp(�̂� ). El cociente de momios se interpreta como el momio de ocurrencia del evento Y condicionado al cambio de xi (es el momio de Y dada la exposición a xi+1 sobre el momio de Y dada la exposición a xi). Cuando el cociente de momios es igual a 1.0 indica que el cambio en la variable xi no ejerce ningún efecto significativo sobre la ocurrencia de Y. Si el cociente de momios es menor que 1.0 implica 28 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas que el cambio de una unidad de xi edu e la posi ilidad 7 de ocurrencia de Y (Faulín, 2006), por lo que la variable ejerce un efecto protector. Si por el contrario si el cociente de momios es mayor que 1.0, implica que el cambio de una unidad en xi i e e ta las posi ilidades de o u e ia de Y. En todos los casos debe considerarse que el resto de variables independientes distintas de xi permanecen constantes. RESULTADOS Y DISCUSIÓN En el Cuadro 6, se muestran los resultados del modelo de regresión. Los mismos indican que las posibilidades de que una mujer tenga un hijo no deseado se reducen en un 2% por cada año de edad cumplido, cada año de escolaridad reduce las posibilidades de tener un hijo no deseado en 1.5%; mientras que la práctica del aborto reduce en un 42% las posibilidades de tener un hijo(a) no deseado, el saber leer y escribir disminuye en un 40% las posibilidades de tener un hijo(a) no deseado así como estudiar actualmente lo hace en un 52%. En contra parte, tener un hijo más incrementa un 48% las posibilidades de que este sea no deseado, a la vez que uno de los factores que ejerce mayores efectos sobre las posibilidades de tener un hijo(a) sea no deseado es el uso de anticonceptivos, por parte de la mujer. Es decir, que la concepción del hijo(a) ocurra a pesar del uso de algún método anticonceptivo moderno, multiplica por tres y media veces las posibilidades de que el hijo(a) sea no deseado. Si se toma como grupo de referencia a las mujeres mestizas (las mujeres cuya lengua materna es el español y sus momios son iguales a uno), la posibilidad de que un mujer Tsotsil tenga un hijo no deseado se reduce en un 57% respecto de las mujeres mestizas, mientras que se incrementan un 33% si la mujer es de origen Tzeltal (respecto del grupo de referencia). Cuadro 6.- Modelo de regresión logística (datos de la muestra de hijos no deseados) hijo_nodeseado Edad numero_hijos Num_abortos Usaba_antic Alfabetismo estudia_act a_esc tipo_lengua Español Tsotsil Tseltal edo_civil Soltera Casada o unida Divorciada o separada 0.981 1.488 0.588 3.563 0.604 0.487 0.985 Std. Err. 0.002 0.018 0.017 0.102 0.123 0.030 0.003 -11.290 33.680 -17.980 44.320 -2.480 -11.860 -5.470 1.000 0.434 1.337 0.017 0.047 1.000 0.372 0.289 0.017 0.021 Odds Ratio Interval] 0.000 0.000 0.000 0.000 0.013 0.000 0.000 [95% Conf. 0.977 1.454 0.555 3.368 0.406 0.433 0.980 -21.410 8.200 0.000 0.000 0.402 1.247 0.469 1.433 -21.260 -17.320 0.000 0.000 0.339 0.251 0.407 0.333 Z P>z 0.984 1.522 0.623 3.769 0.900 0.549 0.991 7 Se optó por utilizar el término posibilidad en lugar de momio, para facilitar la lectura del documento. Algunos trabajos emplean el término probabilidad o riesgo relativo, sin embargo, las acepciones son incorrectas. Un momio no es una probabilidad, aunque es posible convertir un momio en probabilidad y viceversa (ver ecuación 1.4). El riesgo se define como el cociente de la probabilidad de que ocurra un evento cuando se está expuesto sobre la probabilidad de que ocurra el evento cuando no se está expuesto. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 29 La mujeres con las mayores posibilidades de tener hijos(as) no deseados son las solteras con relación a las mujeres casadas o unidas cuyas posibilidades se reducen en un 61.9%, las divorciadas o separadas cuyo posibilidad se ve reducida en un 71%, mientras que la probabilidad de tener un hijo no deseados es de tan solo 10.4% para las mujeres viudas, respecto de las mujeres solteras. Cuadro 7.- Capacidad Predictiva del Modelo (de la muestra de hijos no deseados) Classified + if predicted Pr(D) >= 0.5 True D defined as hijo_nodeseado != 0 Sensitivity Specificity Pr( + D) Pr( -~D) 65.09% 83.46% Positive predictive value Pr( D +) 73.88% Negative predictive value Pr(~D -) 76.88% False + rate for true ~D Pr( +~D) 16.54% False - rate for true D Pr( - D) 34.91% False + rate for classified + Pr(~D +) 26.12% False - rate for classified - Pr( D -) 23.12% Correctly classified 75.77% Otra forma de evaluar el modelo es a través de cuantificar el porcentaje de observaciones que este es capaz de predecir correctamente. El porcentaje se calcula utilizando el modelo para estimar la probabilidad de ocurrencia de Y como p = P(Y | x1,x2,…, n), y contrastándola con una probabilidad de corte p0, en general fijada como 0.5, de forma que si p p0, el modelo predice Y=1, en caso de que p < p0, el modelo predice Y=0. El porcentaje de aciertos del modelo se obtiene contrastando las predicciones estimadas con los resultados observados en la muestra. En el Cuadro7 se muestra que el porcentaje de casos clasificados correctamente por el modelo; el mismo alcanzó el 75,7% de los casos observados en la muestra original. Otro punto importante a evaluar es la sensibilidad del modelo, medida como la probabilidad de que un caso sea clasificado como ocurrido dado que ocurrió (Pr( + D)), mientras que la especificidad cuantifica la probabilidad de que un caso sea clasificado como no ocurrido dado que en realidad no ocurrió (Pr( -~D)). Ambos valores son presentados en el Cuadro 7, con sus eventos complementarios, mutuamente excluyentes, definidos como Pr( - D) y Pr( +~D) respectivamente. De forma gráfica, la capacidad de clasificación del modelo frente a los casos verdadero positivo (TP) y falsos positivos (FP) puede observarse en la curva ROC (Receiver Operating Characteristic), una gráfica que compara la sensibilidad frente a la especificidad. La ventaja de la curva ROC es que muestra el cambio de la sensibilidad respecto de la especificidad para todos los posibles puntos de corte p0. El área bajo la curva también conocida como índice de exactitud (A), es una métrica de rendimiento, cuanto mayor sea el área bajo la curva mejor poder de predicción, debido a que el área bajo la curva ROC representa la probabilidad de clasificar correctamente un par de casos (ocurrido o no ocurrido) seleccionados al azar. Los valores de A van de 0.5 (igual al azar) a un máximo de 1. Se suele considerar que valores superiores a 0.7 son aceptables. En nuestro caso A = 0,8 para el modelo de regresión logística del Cuadro 6 y la curva presentada en la Figura 2. 30 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e 0.00 0.25 0.50 0.75 1.00 hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas 0.00 0.25 0.50 1 - Specificity 0.75 1.00 Area under ROC curve = 0.8126 Figura 2.- Curva ROC (datos de la muestra de hijos no deseados). CONCLUSIONES La mayor incidencia de hijos(as) no deseados, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, se concentró entre mujeres analfabetas, adolecentes (de 15 a 19 años), solteras e indígenas particularmente en mujeres Tseltales, lo que parece indicar que las mujeres social y económicamente más desfavorecidas tienen mayores probabilidades de tener un embarazo inoportuno y eventualmente un hijo(a) no deseado, cuyos cuidados, manutención y tiempo de crianza van a recaer directamente sobre la madre, en detrimento de la calidad de vida de ella y su hijo(a), limitando sus posibilidades de acceso los mercados laborales formales, sus oportunidades educativas y sus oportunidades de tener una pareja estable. Si bien, tener un hijo(a) puede limitar, posponer o truncar la asistencia escolar de la mujer en función de su edad, la cantidad de apoyo familiar que reciba y el tipo de subvenciones sociales que reciba, en general, la asistencia escolar es un factor protector, que en nuestro caso reduce un 52% las posibilidades de tener un hijo(a) no deseado, a la par que cada año de escolaridad adquirido reduce 2%. Los resultados parecen indicar que aumentar el acceso a la educación formal permite a las mujeres disminuir sus posibilidades de tener hijos(as) no deseados al aumentar su capacidad para tomar mejores decisiones, incrementar su nivel socioeconómico, a la par de su autonomía. En contra parte, los efectos de una educación interrumpida especialmente por el nacimiento de un hijo(a) no deseado pueden tener consecuencias en el largo plazo tanto para la mujer como para su producto, al imposibilitar el cumplimiento de metas y/o expectativas, con lo que la relación con el hijo(a) no deseado puede hacerse mucho más compleja o conflictiva. Las madres con hijos no deseados tienen relaciones de menor calidad con sus hijos que persisten hasta la edad adulta (Barber, Axinn, y Thornton, 1999). Los resultados indican que los hijos(as) son menos deseados cuando se es soltera, (en general, estar casada, unida o divorciada es un factor protector respecto de tener hijos(as) no deseados) situación asociada a la falta de aprobación familiar y apoyo social. El apoyo familiar puede ser un factor fundamental para enfrentar de forma exitosa la crianza de un hijo(a) no deseado, en especial al inicio de la vida reproductiva (15 a 19 años), o cuando se carece de un esposo, cónyuge o pareja. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 31 La edad es un factor protector muy importante respecto de tener hijos(as) no deseados, cuanto más se espera a tener un hijo(a) existe una mayor probabilidad de que este sea deseado, debido a ue la so iedad p esio a a ue las uje es espe ial e te adultas asadas cumplan con su papel de madre, en cuyo caso incrementa sus probabilidades de contar con una red familiar y social de apoyo, con lo que su experiencia como madre suele ser más gratificante. Un mayor apoyo social puede modificar la percepción en relación de lo que significa ser madre y respecto del deseo por el hijo(a). Un resultado que es bastante controversial, desde nuestro punto de vista, es que las mujeres Tseltales presentan posibilidades mucho menores de tener hijos(as) no deseados, en relación con la mujeres mestizas o Tsotsiles, situación que podría estar asociada a la factores de empoderamiento o a cambios culturales asociados a la percepción de lo que es o significa tener un hijo(a) no deseado. Sin embargo, en este momento no contamos con información más detallada de la percepción asociada al deseo de tener hijos entre los diferentes grupos étnicos. Otra limitación importante de la investigación, es que se trata de un estudio de cohorte transversal, razón por la que no disponemos de información sobre cambios en el deseo por un determinado hijo(a) en razón de modificaciones en las preferencias personales provocadas por cambios en el estatus marital, laboral, educativo, económico, etc. Es decir, un hijo(a) puede cambiar de estatus de deseado a no deseado (o viceversa) cuando una mujer tiene una nueva pareja, por ejemplo. Finalmente, fue posible asociar con éxito un conjunto de variables socio-económicas relevantes a la posibilidad de que una mujer indígena o mestiza tengo un hijo(a) no deseado. Los resultados muestran la importancia del contexto para proteger a las mujeres y a sus hijos(as), especialmente de quienes se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, por lo que cuentan con menor apoyo familiar y social. El nacimiento de un hijo(a) es un evento estresante para cualquier mujer, pero sin duda lo es mucho más cuando se trata de un producto no deseado. Si la sociedad no es capaz de proveer los medios para prevenir este tipo de situaciones, esta entonces obligada a proporcionar, medios, apoyos y subvenciones que minimicen la carga emocional, económica y social de criar un hijo(a) bajo esta situación, esto si se quieren prevenir los efectos nocivos en el largo plazo de tener una sociedad con una prevalencia superior a un tercio de hijos(as) criados por progenitoras que no los desearon. LITERATURA CITADA Barber, J. y East, P. (2009). Ho e a d pa e ti g esou es a aila le to si li gs depe di g o thei i th i te tio status . In: Child development; 80(3): 921-939. Brosius, A. L. (2008). La situa ió de og áfi a de los países de estudio . E : T a si ió demográfica, políticas sociales y las cuentas nacionales de transferencia; pp. 14-18. Cochran, W. (1969). Técnicas de muestreo. 3ª Impresión. 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UNAM, CIESAS, CEMCA Universidad de Guadalajara, pp. 219-236. Síntesis curricular Gerardo Núñez Medina Doctor en demografía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Maestro en demografía por el Colegio de México y Actuario por la facultad de ciencias de la UNAM. Director de investigación del Consejo de Investigación y Evaluación de la Política Social del Estado (CIEPSE), Chiapas. Circuito Abutilon 378, Cluster II, Bonanza. Tuxtla Gutiérrez. Chiapas. C.P. 29020. Correo electrónico: gerardo.nm1@gmail.com. Tel: 961 206 5252. María Georgina Rivas Bocanegra Doctora en Ciencias en Ecología y Desarrollo Sustentable por Colegio de la Frontera Sur. Profesora Titular de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH). Alamedas 23, San Cristobal de las Casas, Chiapas 29200. Correo electrónico: georgina.rivas@unicach.mx. Tel. 967 678 7608. 34 | Gerardo Núñez-Medina; María Georgina Rivas-Bocanegra y Hilda María Jiménez-Acevedo · Determinantes sociales de los hijos e hijas no deseados entre mujeres indígenas y mestizas de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas Hilda María Jiménez Acevedo Doctora en Desarrollo Social por la Universidad de Londres, Inglaterra. Profesor de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma de Chiapas (UNACH). Privada las Terraza 1155, Tuxtla Gutiérrez. Chiapas C.P. 29060. Correo electrónico: luzhec10@hotmail.com. Tel. 961 61 10844. RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 35-41 ESTUDIOS RELACIONADOS CON LA PRESENCIA AFRICANA EN LA IDENTIDAD CULTURAL DE BAHÍA HONDA (PINAR DEL RIO) STUDIES RELATED TO THE PRESENCE AFRICAN IN THE CULTURAL IDENTITY OF BAHIA HONDA Silfredo Rodríguez-Basso Profesos Auxiliar. Universidad de Pinar del Rio. Cuba. Correo electrónico: antropol@upr.edu.cu RESUMEN El artículo realiza un análisis valorativo de los principales autores y obras relacionadas con los estudios sobre la presencia de antecedente africano en la identidad cultural de Bahía Honda con una concepción de continuidad históricocultural. Este trabajo, con carácter de sistematización teórica, como métodos el dialecto-materialista y el de análisis y recopilación de fuentes documentales y bibliográficas. Los resultados indicaron la dispersión de la información, la variedad de orientaciones disciplinares realizadas además de la inexistencia de este tipo de valoración en los estudios realizados hasta el momento. Palabras clave: presencia de africana, identidad cultural de Bahía Honda. SUMMARY The present article refers to a qualitative analysis of the main reference authors and works related to the studies about the presence of the African legacy in the cultural identity of Bahia Honda based on a continuing historical- cultural conception. This study has a systematized theoretical character and includes methods like the dialectic- materialistic and documental analysis. The results indicated a wide diffusion of information, the variety of disciplinary directions and also a lack of this kind of qualitative evaluation in the previous studies carried out. Key words: presence African, cultural identity of Bahia Honda. INTRODUCCIÓN El estudio de los aportes etnoculturales africanos constituye un asunto bastante reciente. En el caso de Bahía Honda, actualmente incluida en la provincia de Artemisa, a partir de la nueva División Política Administrativa aplicada en 2010, al igual que el resto de la región Pinar del Rio los estudios de este corte hasta la primera mitad del siglo XX estuvieron matizados por una visión positivista y racial del tema quedando prácticamente excluido de los estudios socioculturales, proclives a la herencia hispana y canaria en Vueltabajo, de ahí que un análisis de este tipo, requirió valorar en su justa dimensión las limitaciones y alcances por autores y obras sobre un fenómeno que trascendió la esclavitud, al haber sido una expresión de lo pinareño y lo cubano. De acuerdo a lo anterior, el presente artículo pretende analizar algunas de estas indagaciones sobre un asunto aún pendiente en las investigaciones sobre el legado africano en la identidad cultural local y regional de la Vueltabajo. Recibido: 10 de diciembre de 2014. Aceptado: 19 de enero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 35-41. 35 36 | Silfredo Rodríguez-Basso · Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de bahía honda (Pinar del Rio) MATERIALES Y MÉTODOS A diferencia del resto de las localidades vueltabajeras, Bahía Honda constituyó un referente para el presente trabajo. Para ello se tuvo en cuenta, el precedente dejado en la literatura cubana por Cirilo Villaverde (1838, 1839), en la etnografía por Desiderio Herrera (1845), la organológica y la música por Fernando Ortiz (1955), hasta los más recientes realizados por Jesús Guanche (1986), Natalia Bolívar (1995, 1998) y Silfredo Rodríguez (2009), sin obviar otras contribuciones realizadas por especialistas culturales del territorio, quienes de una manera u otra, indagaron en este tema, tanto como practicantes o promotores directos de estas expresiones, pertenecientes a la cultura popular tradicional, tal y como es definida por Jesús Guanche y Margarita Menjuto (2008), un conjunto o sistema de actividades y valores creados, trasmitidos y heredados por el pueblo para la satisfacción de sus necesidades cotidianas, lo cual responde a las aspiraciones de desarrollo de un grupo o comunidad en un contexto espacial y temporal concreto. RESULTADOS Y DISCUSIÓN El escritor vueltabajero Cirilo Villaverde, (1812-1894) dedicó su primera Excursión a Vueltabajo (1838), a describir sus impresiones experimentadas en su recorrido hasta su natal San Diego de Núñez, sin extenderlo hasta el poblado de Bahía Honda, al que incluyó en su segundo parte (1839), a través del camino que separaba ambas poblaciones entre la Sierra del Aguacate al sur y los ingenios de azúcar ubicados, en las proximidades costeras. En 1832, Bahía Honda y San Diego de Núñez formaban un solo partido, aparte del partido de las Pozas, y los pueblos de la Mulata y el Morrillo hasta la creación en noviembre de 1847 de la Tenencia de Gobierno Político y Militar de Bahía Honda que incluyó al pueblo de Bahía Honda y San Diego de Núñez, de ahí que este se mantuvo a los largo del siglo XIX bajo su jurisdicción junto a Las Pozas. La descripción realizada por Villaverde en 1838, enfatizan el problema del escaso volumen poblacional existente tanto en el pueblo de Bahía Honda como en San Diego de Núñez, ambos con posibilidad espaciales y económicas para un mayor número de habitantes en momentos en que la producción agrícola se había intensificado. Para mediados del siglo XIX, este factor, estimulará el poblamiento por concepto del incremento de las unidades productivas azucareras ante la creciente demanda en el mercado internacional y la necesidad de fuerza de trabajo esclava. De tan solo 5 ingenios existentes en la década del 70 del siglo XVIII, el Censo de 1841 contempló la cantidad de 24, 16 de ellos ubicados en San Diego de Núñez. Este partido, además de poseer el mayor volumen de población con respecto a Bahía Honda y Las Pozas, unos 5.846 de un total de 10.752 habitantes, de ellos el 39 %, 4.255, se concentraba vinculado al azúcar. Con una población de africanos y sus descendientes esclavos y libres de 8,473 en los partidos de Bahía Honda, San Diego de Núñez concentraba la mayor con respecto a los restantes partidos con 5.158, más del 60%. En esta última cifra, se refleja una regularidad demográfica del poblamiento en Bahía Honda relacionada a la superioridad de la población de africanos y sus descendientes con respecto a la población blanca, estructurada en la plantación esclavista azucarera a partir de la década de 1830. El propio Censo de 1841, estimo la cifra de blancos en 2, 867 blancos, con respecto a unos Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 37 africanos 8. 473 esclavos y libres vinculados al azúcar así como a las restantes producciones en su mayor parte, agrícolas. En este contexto socioeconómico, Villaverde se convirtió en el descriptor por excelencia de esta localidad, con el mérito del haber moldeado con la descripción detallada del esclavo y el cimarrón, junto al guajiro y al rancheador, los sujetos sociales por excelencia que configuran con sus creaciones materiales y espirituales, los rasgos iníciales de la identidad vueltabajera. El rancheador, formará parte del aporte literario de Villaverde a la cultura de esta región, mediante el diario transcrito sobre las persecuciones de cimarrones realizadas por el rancheador Francisco Estévez entre 1837-1842, por las localidades y serranías ubicadas al oeste de la Habana, más allá de la Vueltabajo, con referencias sobre lugares, personajes, sucesos y objetos, que formaron parte de estas historias donde el cimarrón es ubicado en el rango de un sujeto de valor cultural. El partido de San Diego de Núñez, aparece en estas descripciones como uno de los escenarios de resistencia esclava por excelencia, algunas veces con pasajes de cimarrones que provenientes de lugares distantes se dirigían hacia los ingenios y barracones de esclavos de Bahía Honda, para ocultos entre sus dotaciones, participar en las festividades católicas. Estos bateyes de ingenios, devinieron en espacios públicos de interacciones étnicas y culturales, entre ellos el del ingenio La Luisa (fundado en 1810, actualmente Pablo de la Torriente Brau, demolido en el 2002) mediante cantos y toques de tambor por parte de esclavos lucumís, congos y ararás-magino, en honor a entidades míticas como Akaró, culto arará surgido en 1827 en el ingenio San Teresa, sirviendo además como un canal de comunicación interdialectal con propósitos incitadores hacia actos de rebeldía. Los juicios de estos rancheadores sobre las expresiones religiosas africanas, constituyen una evidencia de la exclusión cultural que constantemente reflejaron hacia prácticas, muy común en el discurso hegemónico de la sacarocracía criolla. Al referirse por ejemplo a los líderes de cimarrones, parte de sus ideas despectivas fueron dirigidas a los usos de identificativos religiosos empleados en Vueltabajo entre ellos Agustín Mandinga, apodado Madre de Agua, entidad nombrada de esta forma en Palo Monte, sincretizada con Yemayá y la Virgen de Regla, en Ocha/Ifá y el Catolicismo, respectivamente. Otra posición desde los estudios enciclopédicos de corte demográfico e histórico, fueron los realizados por Esteban Pichardo (1854) y Jacobo de la Pezuela (1863), sobre población africana residente en los partidos de Bahía Honda y San Diego de Núñez, lo que contribuyó a los análisis posteriores sobre población africana en Bahía Honda durante el siglo XIX, lo que en gran medida influyó en las proyecciones de la intelectualidad criolla con respecto a las preocupaciones sobre el p edo i io del eg o e la so iedad uelta aje a. La Memoria sobre población en la Vuelta de Abajo, costa del norte (1845), perteneciente a Desiderio de Herrera (1792-1856), informe en el que incluyó una etnografía sobre los rasgos más característicos de los habitantes de norte y llanura sur, entre el Pan de Guajaibón y la Ensenada de la Guadiana (límites actuales entre los municipios de la Palma y Bahía Honda hasta el municipio Sandino, provincia de Pinar del Río) con una visión regional del reformismo burgués donde el incremento de la cimarronearía, formó parte del a gu e to fu da e tal so e el pelig o eg o, que se cernía sobre la colonia cubana a partir de la influencia ejercida por la Revolución Haitiana de 1790 a 1804. 38 | Silfredo Rodríguez-Basso · Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de bahía honda (Pinar del Rio) En este informe, parte de los promovidos por la Sociedad Económica de Amigos del País (SEAP), constituyó uno de las primeras etnografías comparativas aplicadas a la región Vueltabajo con el propósito de diagnosticar sus potencialidades desde el prisma de una sociedad colonial que tardíamente comenzó a interesarse por la población ubicada al oeste de la Habana y más aún, cuando la manufactura capitalista del extremo norte oriental, incidió en las dinámicas o stituti as de su po la ió e t e ellas lo ue él ap e ió o o el o e ez la o la aza af i a a, a a te ísti o de la p odu ió tabacalera de la cuenca sur de Vueltabajo. Los diarios, informes, censos y diccionarios geográficos, estadísticos e históricos, con su perspectiva literaria e historiográfica respectiva sobre el siglo XIX, se mantienen como exponentes más importante de una aproximación sociocultural hacia los africanos en Bahía Honda, en contraste con la imagen positivista y racial que sustentada en el miedo al negro desde el prisma del cimarrón, fue construida por los círculos intelectuales del occidente cubano como parte del imaginario racista de las élites dominantes. En la obra de Fernando Ortiz (1881-1969), Bahía Honda constituye uno de los exponentes locales más utilizados en sus indagaciones sobre legado cultural de los africanos en Vueltabajo. Con sus estudios etnohistóricos, continúa siendo una excepción dentro de la postura asumida por otros autores a inicios del siglo XX, que incursionaron en este tema, más proclives al legado aborigen o hispano en sus estudios culturales sobre esta región. Lo anterior guarda estrecha relación con la obra de Adolfo Dollero, cuando al analizar el censo de 1862, cuestionó el sentido metafórico con que la prensa del siglo XIX llamó a Vueltabajo Co ti e te Neg o , e este e to es o u a po la ió eg a del %, de ahí lo i e pli able del calificativo utilizado según el criterio de esta autor, cuestión que lo lleva a omitir la herencia cultural de estos componentes étnicos durante su recorrido por Bahía Honda, incluido en su obra Cultura Cubana: La provincia de Pinar del Río y su evolución (1921), contemporáneamente con Fernando Ortiz, cuando ya había advertido en sus indagaciones historiográficas y antropológicas, su integración a la sociedad cubana. En su estudio del negro, Fernando Ortiz rebasó los análisis anteriores con respecto a sus pa ti ula idades e Bahía Ho da. E Los Neg os Es la os , la o te pla o o u o de los principales enclaves del contrabando de esclavos y con mayor población rural del país. Más tarde, en su momento de solides intelectual con la creación del eologis o t a s ultu a ió e , aplicado a los estudios sobre el proceso formativo de la cultura cubana, en Los instrumentos de la música afrocubana Volumen V. (1955), dedica un importante epígrafe al tambor Kinfuiti, con la inclusión del resultado de su visita al ingenio Orozco, antiguo La Luisa en Bahía Honda junto al lingüística Teodoro Díaz Fabelo, en 1946. Su análisis integral sobre el tambor kinfuiti o manfula, denominación que recibió de acuerdo al toque, baile e instrumento cuyas características organológicas lo distinguieron dentro de los tambores, de fricación interno, formó parte de sus incursiones de campo por Bahía Honda, donde llegó a realizar una observación directa de este peculiar instrumento, que acompañó los cantos en congo musundi, en honor a San Antonio de Padua, santo sincretizado con Ta Makuende Yaya. Natalia Bolívar Arosteguí y Carmen González Díaz de Villegas (1998), reconstruyeron etnohistóricamente la génesis de esta entidad dentro de su estudio estructural del Palo Monte Mayombe en el occidente cubano, con entrevistas a antiguos practicantes de la festividad. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 39 En 1986, Jesús Guanche Pérez desarrolló en el archivo parroquial de San José de Bahía Honda, un exhaustivo estudio documental que le permitió mediante el método comparativo, analizar la composición étnica africana en la región occidental durante periodo 1851 a 1860, así como la evaluación de de las uniones matrimoniales africanas mixtas y homogéneas entre 1822 y 1870. Este estudio realizado sobre la base del procesamiento de libros parroquiales depositados en dicha institución, constituyó una aplicación práctica de la teoría sobre los procesos etnoculturales con un enfoque local con el fin de considerar su incidencia en los procesos culturales acaecidos, sobre la base del aparato referencial y conceptual, empleado cuyo resultado reflejó en su obra, Componentes étnicos de la nación cubana (2008). La revisión bibliográfica realizada, dirigida a la búsqueda de investigaciones específicas o estudios de caso sobre prácticas de sustrato africano en Bahía Honda, con la integración del enfoque histórico-cultural, evidenció el predominio de trabajos monográficos a través de ponencias, memorias de eventos o monografías breves no publicadas en poder de los autores. Dentro de ellas, de Barbará Ayala Roig, Los majinos: su influencia en la danza y el canto en el central Pablo de la Torriente Brau, durante el I Simposio de la Cultura Pinareña, en 1983, Yenia García Zamora y “o ia ‘i e a “pe gle o U a “a e dotisa Af o u a a , e 05 y Ana Bertha Ferrer Rodríguez, so e el El Ki fuíti, sus pa ti ula idades e Bahía Ho da, Pi a del ‘ío , Bahía Ho da, Histo ia Cultu a e Ide tidad , a os de , esultados es asa e te isi les o espe to a su publicación. Como un intento de superación de esta limitación, se desarrolló como parte de un proyecto de investigación multidisciplinar perteneciente a la Universidad de Pinar del Río, una sistematización teórica de carácter etnohistórico y sociocultural desarrollada por el historiador Silfredo Rodríguez Basso bajo el título, La presencia etno-africana en Bahía Honda en la primera mitad del siglo XIX. Dimensión y proyección sociocultural (2009), cuyo propósito esencial estuvo dirigido a valorar el legado africano en toda su dimensión y proyección cultural como aporte principal, en función del rescate, revitalización y preservación de estas prácticas, en peligro de desaparición; primer estudio teórico de rigor que con este objetivo lo concibe como un hecho de cultura, elemento esencial para establecer su valor para la identidad cultural de esta localidad. CONCLUSIONES En resumen, podemos valorar por estos estudios que Bahía Honda se distingue por un legado africano con manifestaciones de relieve que a pesar de haber sido distorsionadas u ocultadas en lo cultural por algunos autores, se ha mantenido como un componente distintivo de su identidad cultural. Investigaciones de este corte, se han mantenido como una necesidad en la región Vueltabajera, lo que posibilitara redescubrir una cultura que nos revela lo diverso de lo cubano desde el legado africano. Miniglosario Akaró: Deidad de origen arará relacionada con la muerte representada por una máscara que representa el fundamento de Olokun. 40 | Silfredo Rodríguez-Basso · Estudios relacionados con la presencia africana en la identidad cultural de bahía honda (Pinar del Rio) Congo musundi: Etnia sundi, embarcados por la costa entre Cabo López y Cabo Negro, oeste de actuales Repúblicas de Angola y el Congo. Ta Makuende Yaya: Tal y como sucede con el registro de palabras de origen africano cuya fuente es principalmente oral y ante las escasas evidencia escritas, la variabilidad de las transcripciones por autores siempre es recurrente tal y como se aprecia en Fernando Ortiz y Natalia Bolívar al transcribirla. Ta Makuenda yaya (Ortiz 1955) Tamacuende Yaya, Ta Macuende Yaya (Bolívar 1995), Ta Makuende Yaya (Bolívar, González 1998), guarda relación con la leyenda sobre unos esclavos congos que hallaron entre la mezcla del campo del ingenio Menocal a finales del siglo XVIII, una figu a de ade a eg a tos as fa io es a la ue o a o Ta Mak e da Ya a — uje ue uida iño en lengua bantú; creencia que se trasladaría a esclavos de otros grupos étnicos, sincretizada con San Antonio de Padua. En la Santería se asocia con Elegguá. (Consultar: Bolívar, Natalia. Carmen González Díaz de Villegas y Natalia del Río Bolívar. 1998. Ob. Cit.). Kinfuiti o manfula: Procede del vocablo bantú formado por ki-mfuá-ntí. Ki, es «prefijo de oficio, condición de abstracción o diminutivo». Mfuá significa «muerte», Ntí un «tronco de árbol, madero o palo». Todo ello equivaldría a «tronco o palo, es decir tambor, que funciona por la muerte», (Consultar. Fernando Ortiz. 1955. Ob.cit, y Lino A. Neyra. La tradición del kinfuiti y las Reglas de Palo e Cu a, En Revista Enfoques, Corresponsalía CUBA de IPS. La Habana No.18, septiembre de 2005, segunda quincena, pp. 2-10. LITERATURA CITADA Ta Makuende Yaya y las Reglas de Palo Monte. Mayombe, Briyumba, Kimbisa y Shamalongo. Editorial José Martí, La Habana. Dollero, A. (1921). Cultura Cubana. La provincia de Pinar del Río y su evolución. Imp. Soane y Fernández, Compostela 121, Habana. Resumen del Censo de Población de la Isla de Cuba a fin del año de 1841. Imprenta del Gobierno por S.M. Habana. Nodal, R. (2001). “t a ge i a e la d: Palo Ma o e, a af i a -cuban religious tradition in the diaspo a. A Dissertation Submitted in Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy in Anthropology at The University of WisconsinMilwaukee, United States. Hernández, P. P. L. y Ramírez, P. J. F. (2009). Cirilo Villaverde. Excursión a Vuelta Abajo. Primera Parte (1838). Compilación. Ediciones Loynaz, Pinar del Río. 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Síntesis curricular Silfredo Rodríguez Bassó Licenciado en Educación, Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río. Máster en Desarrollo Social Caribeño, Universidad de La Habana. 42 | RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 43-55 ANÁLI“I“ DE METALE“ PE“ADO“ EN PARQUE E“TATAL FLOR DEL BO“QUE ANALY“I“ OF HEAVY METAL“ IN “TATE PARK FLOR DEL BO“QUE José Carlos Mendoza-Hernández1*; Janette Arriola-Morales1; Gabriela Pérez-Osorio1; Ángel Silveti-Loeza1; Miriam Vega-Hernández1; Ana Lilia Portillo-Zapotitla1; Olimpia JaramilloHernández1 y Ricardo Morales-Juárez2 1 Benemérita Universidad autónoma de Puebla. 1Facultad de Ingeniería Química, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Instituto Tecnológico de Puebla. *correo electrónico: josecarlos.mendoza@correo.buap.mx 2 RESUMEN Dada la importancia de conservar las aéreas naturales protegidas, y considerando que las actividades antropogénicas puede afe ta a los egetales el suelo e el Pa ue Estatal Flo del Bos ue , se p opuso o o o jeti o del t a ajo analizar la concentración de seis metales pesados tóxicos (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni, Pb), en hojas de ocho especies vegetales (Quercus mexicano, Quercus rugosa, Juniperus deppeana, Juniperus fláccida, Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Mimosa malacophylla y Euforbiáceas) y muestras de suelo agrupadas en cuatro zonas diferentes (pino, encino, eucalipto y pastizales) dentro del área de estudio, para lo cual se colectaron muestras de vegetales durante un año y de suelo en época de lluvias y de estiaje. Las muestras se trataron bajo lo establecido por la normatividad mexicana para cuantificar metales. Cabe destacar que los seis metales analizados (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni y Pb), se encontraron en todas especies de vegetales y en la fracción total del suelo, mientras que en la fracción disponible del suelo el Cr no fue detectable en ninguna zona, indicando que no será fácilmente adquirible por las plantas mediante las raíces. Se encontró una elevada correlación entre Cr-Cu en la mayoría de los vegetales indicando una fuente común. Las concentraciones de los metales están dentro de los límites permisibles para no causar una fitotoxicidad, pero estos se pueden seguir acumulando en raíz, tallo, hojas y causar un daño a vegetales y un deterioro del área natural protegida Flo del Bos ue Pue la . Palabras clave: área protegida, metales en vegetales, contaminación. SUMMARY Given the importance of conserving protected areas, and considering that human activities can affect plants and the soil and the "Flower Forest" State Park set a target of work analyzing the concentration six toxic heavy metals (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni, Pb) in sheets of eight plant species (Quercus Mexico, Quercus rugosa, deppeana Juniperus, Juniperus flaccid, Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Mimosa malacophylla and Euforbiáceas) and soil samples grouped into four different areas (pine, oak, eucalyptus and pastures) within the study area, for which vegetable samples were collected for a year and land in rainy and dry season. The samples were treated under the provisions of Mexican law to quantify metals. It notes that the six metals tested (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni and Pb), were found in all plant species and the total fraction of the soil while the soil available in the Cr fraction was not detectable in any area, indicating that there be readily available to plants through the roots. A high correlation between Cr-Cu was found in most vegetable indicating a common source. The concentrations of metals are within permissible limits not to cause chemical injury, but they can continue to accumulate in root, stem, leaves and cause plant damage and deterioration of the protected area "Flor del Bosque Puebla." Key words: protected area, metal plant, pollution. Recibido: 01 de septiembre de 2015. Aceptado: 15 de enero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 43-55. 43 44 | José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández; Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez “Flor del Bosque” · Análisis de metales pesados en parque estatal INTRODUCCIÓN El proceso de la industrialización y la urbanización rápida, durante los últimos años, dieron lugar a un aumento en la contaminación de la atmósfera y esto es debido a diferentes compuestos como óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, plaguicidas partículas suspendidas y metales pesados. La actividad industrial y el tráfico automotor cumplen un rol importante en la formación de partículas y participan directa e indirectamente en la formación de aerosoles secundarios; en consecuencia, la concentración de partículas en áreas urbanas es alta comparada con áreas no urbanas (Saskia 1998, Fernández et al., 2000). Los metales pesados, se emiten a la atmósfera mediante fuentes industriales y otras antropogénicas (Cayir, et al., 2007, Das et al., 2007). La exposición a los metales pesados, es un problema significativo de la toxicología ambiental; su contaminación, ha aumentado considerablemente desde la década de 1900. Se sabe que los ambientes cercanos a las carreteras son contaminados por metales pesados emitidos de la combustión de los motores de los vehículos. Estos metales, se están depositando constantemente en pequeñas cantidades durante periodos largos de tiempo, acumulándose en el ambiente y pueden ser un peligro para los ecosistemas y la salud humana. (Srinivas et al., 2009; Affum et al., 2008, Gutiérrez-Ruíz et al., 2007). Actualmente existe una gran preocupación a nivel mundial con relación a la contaminación por transporte atmosférico de los metales pesados a gran escala debido a su capacidad de asociación a masas de aire, por efectos de recirculación de los vientos, dichos metales tienden a depositarse en areas alejadas a su fuente de orígen (Machado et al., 2008). La deposición atmosférica se ha identificado como la fuente principal de metales pesados en las plantas y el suelo, especialmente alrededor de áreas urbano-industriales. Los aerosoles del metal depositados sobre el suelo, se pueden absorber a través de la raíz o depositar en las hojas y el fruto y absorber directamente. (Pandey et al., 2009; Srinivas et al., 2009, Wu et al., 2008). Algunos oligoelementos, son esenciales en la nutrición de la planta, pero las plantas que crecen en un ambiente contaminado, pueden acumular los oligoelementos en altas concentraciones, causando un riesgo serio a la salud humana. (Srinivas et al., 2009; Gharaibeh et al., 2010). El uso de plantas como monitores de la contaminación atmosférica, se ha estudiado históricamente, pues las plantas, son los aceptadores iniciales de la contaminación atmosférica pues actúan como limpiadores para muchas macropartículas y aerotransportadas a través de la atmósfera. La demanda de medios de transporte rápidos ha aumentado durante las últimas décadas debido a la explosión demográfica. Esto ha llevado de manera paralela a un enorme aumento en el número de diversos tipos de vehículos, que ahora se ha convertido en una fuente importante de contaminación atmosférica a nivel global. El uso de automóviles, está creciendo rápidamente y la contaminación que estos generan es mayor que la causada por la emisión del polvo y de los gases venenosos. Los vehículos de motor de combustión interna de gasolina y diésel, originan un 60-70% de la contaminación generada en ambientes urbanos (Joshi and Swami, 2009; Mohd et al., 2009). Los etales pesados, se puede o a o o ele e tos pote ial e te tó i os , los uales, de acuerdo a la lista de contaminantes prioritarios de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA), incluyen a los siguientes elementos: arsénico, cromo, cobalto, níquel, cobre, zinc, plata, cadmio, mercurio, titanio, selenio y plomo (INECC). En condiciones normales, la mayoría de los compuestos de los metales potencialmente tóxicos, se encuentran en cantidades fijadas por consideraciones de orden geológico y en formas químicas bastante insolubles, por lo tanto, no representan un peligro potencial para la biota. No obstante, como consecuencia de las diversas actividades humanas, principalmente la industrial, esta situación ha cambiado radicalmente, debido a que en los suelos, diversos compuestos de estos Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 45 elementos se presentan en grandes cantidades y/o en formas solubles, rompiendo el equilibrio natural y causando la contaminación de acuíferos y en ocasiones, la introducción de estos elementos en la red trófica. Dos factores esenciales que contribuyen a los efectos perjudiciales de los metales pesados son: 1) Los metales no son destruidos a través de la degradación biológica como es el caso de diversos contaminantes orgánicos y 2) Los metales tienden a acumularse en el medio ambiente y a asociarse a la materia orgánica e inorgánica mediante procesos de adsorción, de formación de complejos y combinaciones químicas (Alloway, 1990). MATERIALES Y MÉTODOS Área de estudio Se realizaron muestreos de vegetales mensualmente entre el período de enero a diciembre del 2012 e el Pa ue Estatal Láza o Cá de as Flo del Bos ue Figura 1). Los sitios fueron elegidos en base a las diferencias de vegetación y cada una considerada como una zona de estudio (pino o zona 1, encino o zona 2, eucalipto o zona 3 y pastizales o zona 4). Para las muestras de suelo se realizó un muestreo en época de sequía, alrededor de los vegetales en estudio, considerando las cuatro zonas de estudio. Las muestras de suelo fueron de 0 a 30 cm. Análisis de metales En cada una de las zonas se realizó una recolección de hojas de las diferentes especies de vegetales encontradas en cada una (Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Juniperus deppeana, Quercus mexicana, Euforbiáceas, Quercus rugosa, Mimosa malacophylla, Juniperus fláccida). Las hojas se secaron en el horno Riossa H-41 a 60 °C durante 24 horas. Para el análisis de los metales (Cr, Cd, Cu, Hg, Ni y Pb), las hojas de los diferentes vegetales que se recolectaron se mezclaron y se trituraron, de esta mezcla se realizó una digestión ácida en el horno de microondas SEV DIG-1 con 0.5 g de muestra, 5 mL de HCl, 10 mL de HNO3 y 2 mL de H2O2, y se determinó su concentración mediante el equipo de absorción atómica Perkin Elmer Analyst 400 (EPA 3052). El suelo recolectado, se preparó como lo indica la determinación AS-01 de la NOM-021- RECNAT2000, y posteriormente se eliminó la materia orgánica en una mufla a 400 °C, se procedió a realizar la digestión con 10 mL de HNO3, 5 mL de HCl y 2 mL de H2O2 concentrado respectivamente, se realizó la digestión en el horno de microondas, para la determinación los metales totales. Para los metales disponibles el tratamiento es: agitar 20 g de suelo con 40 mL de solución DTPATEA-CaCL2 durante 2 hr a 480 rpm, filtrar las muestras y aforar a 50 mL con agua desionizada (NMX-AA-051-SCFI-2001; NOM-021-RECNAT-2000). Tanto los metales totales como solubles fueron medidos en un espectrofotómetro de absorción atómica Perkin Elmer Analyst 400. 46 | José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández; Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez “Flor del Bosque” · Análisis de metales pesados en parque estatal Cuadro 1.- Distribución de las especies vegetales en cada zona Nombre Científico Nombre Común ZN1 ZN2 ZN3 Quercus mexicano Encino x x x Quercus rugosa Encino x x x Juniperus deppeana Pino x x x Juniperus fláccida Pino x x x Eucalyptus camaldulensis Eucalipto x x Eucalyptus globulus Eucalipto x x Mimosa malacophylla Uña de Gato x Euforbiáceas Cola de Zorra x x x ZN1: Zona pino, ZN2: Zona encino, ZN3: Zona eucalipto, ZN4: Zona pastizales Zona4 Zona3 Zona2 Zona1 Figura 1.- Dist i u ió de las zo as de uest eo e el pa ue Flo del Bos ue . ZN4 x x Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 Región Zona 1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 | 47 Tipo de Vegetal Pino Encino Eucalipto Pastizales RESULTADOS Y DISCUSIÓN Los valores promedio de los metales Cr, Cd, Cu, Hg, Ni y Pb obtenidos de un año en mg Kg -1 presentes en ocho especies de vegetales (Eucalyptus camaldulensis, Eucalyptus globulus, Juniperus deppeana, Quercus mexicana, Euforbiáceas, Quercus rugosa, Mimosa malacophylla, Juniperus fláccida) e suelo de las uat o zo as de estudio del pa ue estatal Láza o Cá de as, Flo del Bos ue , fue o estudiados pa a o o e las posibles afectaciones a un área protegida y que representa uno de los pulmones de la Ciudad de Puebla. De acuerdo a las concentraciones obtenidas de metales en Eucalyptus camaldulensis (Cuadro 1) los valores mayores corresponden al Cr (2.527 mg kg-1) y Pb (3.286 mg kg-1) en la zona 3 y los más bajos a Cd (0.131 mg kg-1) en la zona 1. El estudio por zona indica que la zona 3 está más contaminada que las demás. En el análisis estadístico se encontró una diferencia significativa (p<0.05) en el Cu entre la zona 2 y 4, siendo mucho más elevada en la zona 4, y una correlación entre el Cr-Cu de 0.617. Cuadro 2.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Eucalyptus camaldulensis Elemento Concentración mínima Periodo Total Zona 2 Zona 3 Zona 4 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Cr 0.401 1.526 1.209 1.128 ± 0.534 2.527 ± 0.857 2.384 ± 0.786 Cd 0.092 0.126 0.103 0.131 ± 0.061 0.159 ± 0.051 0.141 ± 0.063 Cu 0.169 0.248 0.347 0.236 ± 0.106 0.561 ± 0.192 0.681 ± 0.255 Hg 0.039 0.465 0.425 0.226 ± 0.119 1.024 ± 0.434 0.191 ± 0.067 Ni 0.405 0.223 0.047 0.970 ± 0.316 0.832 ± 0.362 0.248 ± 0.011 Pb 0.136 1.287 0.530 1.063 ± 0.458 3.286 ± 0.719 1.512 ± 0.346 Para Eucalyptus globulus los metales que presentaron mayor concentración corresponde a Cr (2.239 mg kg-1) y Pb (1.257 mg kg-1) en la zona 3 y los de menor concentración a Cd (0.164 mg kg-1) en la zona 2. Para la mayoría de los metales las concentraciones son más altas en la zona 3 y en el análisis no se encontraron ni diferencias significativas ni correlaciones entre los metales analizados (Cuadro 3). 48 | José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández; Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez “Flor del Bosque” · Análisis de metales pesados en parque estatal Cuadro 3.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Eucalyptus globulus Elemento Concentración mínima Zona 2 Periodo Total Zona 3 Zona 2 Zona 3 Cr 0.437 0.657 1.301 ± 0.505 2.239 ± 0.877 Cd 0.012 0.031 0.028 ± 0.005 0.164 ± 0.041 Cu 0.032 0.213 0.182 ± 0.051 0.634 ± 0.046 Hg 0.215 0.023 0.572 ± 0.016 0.247 ± 0.017 Ni 0.033 0.649 0.247 ± 0.029 2.866 ± 0.361 Pb 0.476 0.362 1.152 ± 0.147 1.257 ± 0.132 Las concentraciones de los metales en Juniperus deppeana en donde se observa que los valores más elevados corresponden a Pb (3.9181 mg kg-1) y Cr (2.7623 mg kg-1) en la zona 3 mientras que los valores más bajos corresponden a Cd (0.1546 mg kg-1) en la zona 4. Los valores más elevados para los diferentes metales se encontraron en la zona 3 excepto para el Hg, que fue más elevado en la zona 1, mientras que en la zona 4 se presentaron los valores más bajos. No se encontraron diferencias significativas en ninguno de los metales, pero si hay una correlación entre Cr-Cu de 0.523 y Hg-Ni de 0.538 (Cuadro 4). Cuadro 4.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Juniperus deppeana Elemento Concentración mínima Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Cr 1.553 1.3826 1.5878 0.9435 Cd 0.1184 0.1276 0.1397 0.1230 Cu 0.2582 0.2637 0.1885 0.3223 Hg 0.7635 0.0345 0.2884 Ni 0.0492 0.0475 Pb 1.1243 0.5815 Periodo Total Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 2.524 ± 0.967 2.4510 ± 0.865 2.7623 ± 0.923 2.0402 ± 0.814 0.1546 ± 0.732 0.6739 ± 0.988 0.1604 ± 0.093 0.6123 ± 0.220 0.1752 ± 0.033 0.5244 ± 0.293 0.1619 ± 0.096 0.6634 ± 0.016 0.1120 2.0825 ±1.319 0.1471 ± 0.086 0.5124 ± 0.224 0.3173 ± 0.022 0.0587 0.4642 0.9376 ± 0.883 0.3023 ± 0.025 1.0447 ± 0.586 2.2234 ± 0.722 0.1097 0.5236 1.9806 ± 1.007 1.6573 ± 0.359 3.9181 ± 0.986 1.6042 ± 0.430 Las concentraciones de metales en Quercus mexicana, nos establece que los valores más altos corresponden a Pb (5.5414 mg kg-1) y Cr (2.9489 mg kg-1) en las tres zonas, y los valores más bajos corresponden a Cd (0.1366 mg kg-1), sin encontrarse diferencias significativas en ninguno de los metales; sin embargo hay una correlación entre Cr-Cu de 0.520; Cr-Pb de 0.512; Cu-Pb de 0.688 (Cuadro 5). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 49 Cuadro 5.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Quercus mexicana Elemento Concentración mínima Periodo Total Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona1 Zona 2 Zona 3 Cr 2.0499 1.4535 1.7789 2.7347 ± 0.865 2.4062 ± 0.642 2.9489 ± 0.842 Cd 0.1037 0.1111 0.1288 0.1366 ± 0.026 0.1491 ± 0.305 0.1546 ± 0.062 Cu 0.3202 0.2032 0.2931 0.6496 ± 0.053 0.4780 ± 0.039 0.5951 ± 0.059 Hg 0.1075 0.0347 0.0175 0.3579 ± 0.078 0.2283 ± 0.081 0.6327 ± 0.058 Ni 0.5373 0.5352 0.5220 1.7146 ± 0.241 2.8133 ± 1.178 1.7948 ± 0.405 Pb 0.9527 0.6196 0.2514 3.9998 ± 0.369 4.7965 ± 1.495 5.5414 ± 0.778 En Euforbiáceas los metales con mayor concentración fueron Pb (9.3531 mg kg-1) y Cr (2.7626 mg kg-1) y el más bajo Cd (0.0285 mg kg-1), y los valores más altos corresponden a la zona 3, encontrándose diferencias significativas en el Cr entre la zona 2 y 3 y en el Cd entre la zona 1 y 2, y una correlación entre Cr-Cu de 0.677 (Cuadro 6). Cuadro 6.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Euforbiáceas Elemento Concentración mínima Zona1 Zona 2 Zona 3 Cr 1.4739 0.2394 Cd 0.0824 Cu Periodo Total Zona1 Zona 2 Zona 3 1.76 2.4556 ± 0.045 0.9965 ± 0.331 2.7626 ± 0.729 0.0023 0.1315 0.1159 ± 0.930 0.0285 ± 0.009 0.1647 ± 0.089 0.1025 0.1429 0.2761 0.4354 ± 0.882 0.1825 ± 0.083 0.6344 ± 0.244 Hg 0.0609 0.5643 0.0983 0.3415 ± 1.483 0.1469 ± 0.068 0.3385 ± 0.099 Ni 0.3286 0.0100 0.2327 0.7997 ± 0.927 0.9883 ± 0.289 1.3462 ± 0.901 Pb 0.0953 0.0500 6.1786 0.9312 ± 1.634 0.0417 ± 0.016 9.3531 ± 1.553 En Quercus rugosa los metales con mayor concentración son Pb (5.2568 mg kg-1) y Cr (2.8159 mg kg-1), y el de menor concentración corresponde a Cd (0.1298 mg kg-1); siendo en la zona 2 en la que presentaron los valores más altos, sin encontrarse diferencia significativa en los metales en ninguna de las zonas pero si una correlación entre Cu-Hg de 0.701 y Cu-Ni de 0.608 (Cuadro 7). Cuadro 7.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Quercus rugosa Elemento Concentración mínima Periodo Total Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona1 Zona 2 Zona 3 Cr 1.7768 1.2734 1.2289 2.8159 ± 1.253 2.4848 ± 0825 2.2965 ± 0.981 Cd 0.0853 0.0782 0.1071 0.1342 ± 0.569 0.1298 ± 0.069 0.1484 ± 0.099 Cu 0.1717 0.134 0.0956 0.4876 ± 0.922 0.4652 ± 0.049 0.4257 ± 0.145 Hg 0.0531 0.1985 0.5278 0.6035 ± 0.893 0.4231 ± 0.188 1.6328 ± 0.728 Ni 0.8606 0.4808 0.0749 1.9551 ± 1.205 1.6391 ± 0.323 0.6165 ± 0.323 Pb 1.3242 3.1194 0.5491 5.0757 ± 1.89 5.2568 ± 1.637 2.3553 ± 0.906 50 | José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández; · Análisis de metales pesados en parque estatal Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez “Flor del Bosque” En los vegetales de Mimosa malacophylla los tres metales que presentaron la mayor concentración fueron Pb (11.0072 mg kg-1), Cr (3.0645 mg kg-1) y Ni (2.3342 mg kg-1) y el de menor concentración fue Cd (0.1393 mg kg-1). La zona 2 fue la que tiene los valores más elevados, no se encontraron diferencias significativas entre las zonas en ninguno de los metales pero si una correlación entre Cr-Cu de 0.725 (Cuadro 8). Cuadro 8.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Mimosa malacophylla Elemento Concentración mínima Zona 2 Periodo Total Zona 3 Zona 2 Zona 3 Cr 2.04 0.02 3.0645 ± 0.817 2.5145 ± 0.876 Cd 0.02 0.02 0.1393 ± 0.021 0.1448 ± 0.012 Cu 0.17 0.20 0.8176 ± 0.132 0.5763 ± 0.123 Hg 0.51 0.58 0.1736 ± 0.012 0.1902 ± 0.032 Ni 6.34 8.24 0.7988 ± 0.134 2.3342 ± 0.876 Pb 116.92 4.03 11.0072 ± 1.29 1.4510 ± 0.564 En Juniperus flaccida los metales con mayor concentración son Cr (2.7373 mg kg-1), Pb (1.4393 mg kg-1) Ni y Hg (1.2404 mg kg-1), mientras que el de menor concentración es Cd (0.1217 mg kg-1). La zona 3 es la que presenta los valores más altos. El análisis estadístico indica que no hay diferencias significativas, pero si correlaciones entre Cr-Cu de 0.545; Cr-Hg de 0.702; y Cr-Ni de 0.548 (Cuadro 9). Cuadro 9.- Concentraciones promedio de los metales (mg kg-1) en Juniperus flaccida Elemento Concentración mínima Periodo Total Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona1 Zona 2 Zona 3 Cr 1.1685 1.1042 1.3314 2.7373 ± 0.743 1.9460 ± 0.796 2.1974 ± 0.762 Cd 0.0858 0.0797 0.1159 0.1217 ± 0.315 0.1297 ± 0.033 0.1613 ± 0.077 Cu 0.0886 0.1092 0.2120 0.4203 ± 0.065 0.4360 ± 0.163 0.5024 ± 0.182 Hg 0.127 0.0814 0.0227 0.6388 ± 0.127 0.2536 ± 0.083 1.2404 ± 0.681 Ni 0.0131 0.0299 0.2374 0.5764 ± 0.196 0.5835 ± 0.121 1.2404 ± 0.498 Pb 0.5774 0.367 0.4180 1.4393 ± 0.958 1.2653 ± 0.796 1.2995 ± 0.263 Las concentraciones de metales totales en suelo en las diferentes zonas analizadas, en orden descendente los metales se comportaron de la siguiente manera Cr>Pb>Cu>Ni>Hg y Cd. La zona 4 fue la que presentó los valores más elevados. En el análisis estadístico se encontró una diferencia significativa p<0.05 en todos los metales entre la zona 4 y la zona 1 y 2 y una correlación entre CuNi 0.969, Hg-Ni 0.954, Cu-Hg 0.953, Hg-Pb 0.936, Cr-Ni 0.920, Cr-Cu 0.891, Ni-Pb 0.872, Cu-Pb 0.864, Cr-Hg 0.858, Cd-Hg 0.764, Cd-Cu 0.757, Cr-Pb 0.741, Cd-Ni 0.723, Cr-Cd 0.659 y Cd-Pb 0.654 (Cuadro 10). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 51 Cuadro 10.- Concentraciones promedio de metales (mg kg-1) totales en suelo Elemento Concentración mínima Periodo Total Zona 1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Cr 20.50 13.00 28.51 32.30 23.1086± 1.91089 18.6743± 3.49218 29.5400± 0.62624 33.7171± 0.57677 Cd 0.40 0.71 0.90 0.93 0.6629± 0.16461 0.7829± 0.04333 1.0046± 0.12030 1.0846±0 .10902 Cu 5.40 4.00 11.50 18.70 8.5080± 2.03601 6.4286± 1.73922 13.1343± 1.85395 19.8240± 1.03414 Hg 0.38 0.30 1.80 4.49 0.4060± 0.02741 0.4411± 0.10851 2.0966± 0.2936 4.8632± 0.28827 Ni 7.10 4.10 10.90 16.00 Pb 4.09 5.80 7.60 25.03 7.9171± 0.60596 4.9103± 0.60039 6.1291± 1.68961 6.4006± 0.51889 11.6434± 0.50046 8.5571± 0.67768 17.0314± 0.79256 30.4166± 4.88018 Para metales extractables las concentraciones mayores fueron para Pb seguidas de Ni, Cu, Cd y Hg, y para el Cr los valores no fueron detectables. La zona 4 fue la que presentó los valores más elevados en comparación con las demás. Se encontraron diferencias significativas en los metales de Cd, Cu y Ni entre la zona 4 y la zona 1 y 2, así como correlaciones entre Cd-Ni 0.823, Cu-Pb 0.759, Cd-Cu 0.756, Cu-Ni 0.721, Ni-Pb 0.692, Cd-Pb 0.555 (Cuadro 11). Cuadro 11.- Concentraciones promedio de metales extractables (mg kg-1) en suelo Elemen to Concentración mínima Periodo Total Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Zona1 Zona 2 Zona 3 Zona 4 Cr nd nd nd nd Nd nd Nd nd Cd 0.0425 0.0423 0.0375 0.1236 0.0455± 0.0041 0.048± 0.0054 0.042± 0.0051 0.1343± 0.0106 Cu 0.1200 0.1205 0.2450 0.3375 0.2405± 0.0982 0.2380± 0.0969 0.3195± 0.085 0.5817± 0.1746 Hg 2.30E05 1.19E04 8.75E05 8.75E05 1.15E-04± 7.62E-05 1.53E-04± 4.23E-05 1.37E-04± 4.06E-05 1.36E-04± 4.09E-05 Ni 0.1800 0.2100 0.2800 0.6025 0.2270± 0.0441 0.2440± 0.0270 0.4600± 0.1160 0.7505± 0.1199 Pb 1.0600 1.1600 1.2450 1.3025 1.1080± 0.0408 1.2270± 0.0751 1.3830± 0.1540 1.5620± 0.2884 52 | José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández; Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez “Flor del Bosque” · Análisis de metales pesados en parque estatal Los datos recopilados, a partir del año 2000, por la estación de Monitoreo del Servicio Meteo ológi o Na io al de la Co isió Na io al del Agua Mé i o i di a ue las di e io es del viento predominan desde la zona norte hacia el sureste de la ciudad durante todo el año. (Figura 2) Esta dirección del viento influye en el transporte de partículas y por consiguiente en la deposi ió de las is as ue puede p o e i de los pa ues i dust iales Pue la Cha hapa , así o o, desde zo as o u a alta de sidad de og áfi a u i adas al o o ie te de la ciudad de Puebla. Figura 2.- Mapa que indica la dirección de los vientos dominantes promedio anual que influyen en la zona de estudio. La presencia de los metales tóxicos Hg, Pb, Cr, Cd y Cu en los vegetales y suelos provenientes del medio ambiente pueden ejercer una acción tóxica inhibiendo principalmente el crecimiento de las plantas (Baderna et al., 2015), ocasionando una disminución de los vegetales en tiempos moderadamente cortos. La vía por la cual los metales pueden causar una fitotoxicidad es mediante la alteración del crecimiento y la germinación siendo dependiente del compuesto químico del metal (Duan et al., 2015, Baderna et al., 2015). La inhibición de la germinación de las semillas y la elongación de la raíz son el principal efecto tóxico por los metales pesados, y dependen de las especies de las plantas y de las concentraciones de los metales. Pueden causar efectos directos e indirectos sobre el crecimiento de las plantas y alterar muchas funciones fisiológicas por la formación de complejos con O, N y S. Estos interfieren con la captación de minerales, el metabolismo proteico, funcionamiento de la membrana celular, la captación de agua, inhibición de la fotosíntesis (Hasan et al., 2009, Patra et al., 2004, Baderna et al., 2015). Aunque las concentraciones de los metales encontradas en los vegetales y la fracción extractable en el suelo no representan un riesgo fitotóxico directo ya que el Pb debe tener valores mayores a 20 mg Kg-1, el Hg 5 mg Kg-1, el Cd 10 mg Kg-1, el Cu 30 mg Kg-1, de acuerdo a lo reportado por Patra et al., 2004, Aiman et al., 2016, Duan et al., 2015, las plantas pueden seguir absorbiéndolos y acumularlos en las raíces, tallo, nódulos radiculares y semillas por el incremento de las concentraciones externas, y causar alteraciones como las antes mencionadas fundamentalmente en Mimosa y Juniperus Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 53 fláccida que son los vegetales que presentaron las concentraciones más elevadas de los metales. Las poblaciones de Eucalyptus se pueden ver afectadas por la presencia de Cd, Cr y Pb principalmente por alteraciones en la clorofila como lo sucedido en la región de Sonora México que las poblaciones de Eucalyptus disminuyeron considerablemente por la contaminación atmosférica como lo reporta García-Rico et al., 2010. La correlación que se presentó en seis de las ochos especies de vegetales (Mimosa malacophylla, Euforbiáceas, Eucalyptus camaldulensis, Juniperus fláccida, Juniperus deppeana y Quercus mexicana) y en la fracción total y extractable correspondió a Cr-Cu con valores en un intervalo de 0.520 a 0.725, de ahí las correlaciones que solamente se presentaron en alguna de las especies de vegetales son Cr-Pb, Cu-Pb, Cu-Hg, Cu-Ni, Cr-Hg, Cr-Ni y Hg-Ni. Estas correlaciones encontradas indican una fuente común y pueden deberse a diversas actividades industriales como metalúrgicas, de producción de pinturas, de generación de autopartes y cromado de las mismas, las cuales se llevan a cabo en el parque Industrial Chachapa, localizado a unos kilómetros del parque Estatal Flor del Bosque, y que debido a la influencia de la dirección del viento determinadas influyen en la deposición de los metales en los vegetales, lo cual concuerda con lo encontrado por Parizanganeh et al., 2010 y Duan et al., 2015, que cerca de zonas industriales aumentan considerablemente las concentraciones de los metales y existen correlaciones positivas mayores a 0.6 entre Pb-Ni, Cr-Cu, Cr-Pb, Zn-Pb. Estas correlaciones se pueden utilizar para explicar la distribución espacial de los metales (Duan et al., 2015) y establecer una posible influencia de las actividades industriales que se realizan cerca de esta área natural protegida. CONCLUSIONES Los resultados del análisis de los metales tóxicos Pb, Cd, Cr, Cu, Ni, Hg, efectuados indican la presencia de éstos en todos los vegetales Mimosa malacophylla, Euforbiáceas, Eucalyptus camaldulensis, Juniperus fláccida, Juniperus deppeana, Quercus mexicana, Quercus rugosa y Eucalytus globulus, debido presumiblemente a las actividades industriales ya que el análisis espacial indica que la zona 3 recibe las corrientes de aire, y mostro claramente mayor incidencia en la concentración de metales, no así los puntos de zona 1 y zona 2 que se encuentran posterior a este y en una zona más baja, al igual que la zona 4 que se ubica a una menor altitud del área natural protegida. La correlación entre Cr-Cu fue la que se encontró en seis de las ocho especies vegetales estudiados indicado una fuente común y que posiblemente sean los metales que más puedan bioacumularse. Otras correlaciones que también son importantes de considerarse por que incluyen elementos que no tienen actividad biológica conocida son Cu-Hg, Cr-Hg, Cu-Pb, Cr-Pb. Las concentraciones de metales encontradas, no presentan fitotoxicidad en este periodo, sin embargo las posibilidades de incrementar las concentraciones por el aumento de la emisión de contaminantes y por la bioacumulación ponen en riesgo los vegetales del pulmón más importante de la Ciudad de Puebla , ya que en el corto plazo pueden presentar afectaciones, por lo que es necesario que se establezcan medidas de protección para esta área natural protegida, ya que su seguridad se está viendo amenazada al seguir extendiéndose las actividades industriales, y los desarrollos habitacionales hacia esta zona. 54 | José Carlos Mendoza-Hernández; Janette Arriola-Morales; Gabriela Pérez-Osorio; Ángel Silveti-Loeza; Miriam Vega-Hernández; Ana Lilia Portillo-Zapotitla; Olimpia Jaramillo-Hernández y Ricardo Morales-Juárez “Flor del Bosque” · Análisis de metales pesados en parque estatal AGRADECIMIENTOS A FOMIX-CONACYT Gobierno del Estado de Puebla, a PRODEP y a la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP) de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por el financiamiento otorgado para la realización de este trabajo. LITERATURA CITADA Aiman, U., Mahmood, A., Waheed, S. y Malik, R. N. (2016). Enrichment, geo-accumulation and risk surveillance of toxic metals for different environmental compartments from Mehmoos Booti dumping site, Lahore city, Pakistan. Chemosphere. 114:2229-2237. Affum, H. A., Oduro, A. K., Nartey, V. K., Adomako, D., Nyarko, B. J. B. (2008). Biomonitoring of airborne heavy metals along a major road in Accra, Ghana. Environ Monit Assess. 137:15– 24. Alloway, B. J. (1990). Heavy metals in soils. New York, Blackie Glasgow and London. Halstod Press John Wiley & Sons. Inc. pp. 339. Baderna, D., Lomazzi, E., Pogliaghi, A., Ciaccia, G., Lodi, M. y Benfenati, E. (2015). Acute phytotoxicity of seven metals alone and in misture: Are Italian soil threshold concentrations suitable for plant protection?.Environmental research. 140:102-111. Cayir, A., Coskun, M., Coskun, M. (2007). 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Disponible en: http://www.inecc.gob.mx/sqre-temas/763-aqre-metales. 56 | RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 57-70 “OCIALIZACIÓN Y TRAN“MI“IÓN INTERGENERACIONAL EN PAUTA“ DEL CON“UMO DE ALIMENTO“: “U IMPACTO EN LA IDENTIDAD CULTURAL ALIMENTARIA EN MUJERE“ MAPUCHE URBANA“ DE CHILE “OCIALIZATION AND INTERGENERATIONAL TRAN“MI““ION OF FOOD CON“UMPTION PATTERN“: THEIR IMPACT ON CULTURAL FOOD-RELATED IDENTITY IN URBAN WOMEN MAPUCHE FROM CHILE Ma ia ela De egri-Coria ; Yessi a K a e-Álvarez ; José “epúlveda-Maldo ado ; Ligia Orella a ; Olga Ruiz ; Os a Vivallo Be ta “ h ettler-Morales Depa ta e to de Psi ología. Nú leo Cie tífi o Te ológi o de Cie ias “o iales Hu a idades. U i e sidad de La F o te a. F a is o “alaza Nº , Te u o, Chile. a ia ela.de eg i@uf o te a. l. P og a a de Magíste de Psi ología, U i e sidad de La F o te a. palo a @li e. l. Depa ta e to de Psi ología, U i e sidad de La F o te a. jose.sepul eda@uf o te a. l. Ce t o de I estiga ió e Psi ología E o ó i a Co su o, U i e sidad de La F o te a. L .o a@g ail. o . I stituto de Estudios I díge as. U i e sidad de La F o te a. olga. uiz@uf o te a. l. Nú leo Cie tífi o Te ológi o de Cie ias “o iales Hu a idades. U i e sidad de La F o te a. i allou a@g ail. o . Depa ta e to de P odu ió Ag ope ua ia, Fa ultad de Cie ias Ag ope ua ias Fo estales, U i e sidad de La F o te a. e ta.s h ettle @uf o te a. l. RE“UMEN Esta i estiga ió a o dó la ide tidad ultu al ali e ta ia apu he, e fo á dose e la so ializa ió t a s isió i te ge e a io al de las pautas de o su o de ali e tos e uje es apu he eside tes e zo as u a as, o side a do fa to es de i flue ia e la o p a, p epa a ió sele ió de ali e tos. La uest a fue de uje es adultas, auto-ide tifi adas o o apu he ue poseía al e os u apellido de di ha et ia. “e utilizó u a etodología ualitati a, to a do el elato o o u idad de a álisis, los datos fue o e a i ados seg e ta do la uest a e e o es a o es de años. Los esultados uest a u de ilita ie to e las p á ti as de so ializa ió t a s isió i te ge e a io al de pautas ali e ta ias apu he, espe ial e te e el g upo de e o es de años, lo ue i ide e la a te ió de la ide tidad ultu al ali e ta ia. Palabras clave: t a s isió i te ge e a io al, so ializa ió , pautas ali e ta ias t adi io ales, ide tidad ultu al ali e ta ia. “UMMARY This esea h add essed the Mapu he food- elated ultu al ide tit , fo usi g o so ializatio a d i te ge e atio al patte s of food o su ptio i Mapu he o e esidi g i u a a eas, o side i g fa to s that i flue e the pu hase, p epa atio a d sele tio of food. The sa ple o sisted of o e pa ti ipa ts ho self-ide tified as Mapu he a d had at least o e of thei su a es elo ged to that eth i it . A ualitati e ethodolog as used, the u it of a al sis ei g the sto , a d the data e e a al sed o side i g a seg e tatio of the sa ple i to ou ge a d olde tha ea s. The esults sho a eake i g i so ializatio p a ti es a d i te ge e atio al t a s issio of Mapu he dieta patte s, espe iall i those ou ge tha age , hi h affe ts the ai te a e of thei food- elated ultu al ide tit . Key words: i te ge e atio al t a s issio , so ializatio , t aditio al food patte s, food- elated ultu al ide tit . INTRODUCCIÓN Los há itos ali e ta ios las p á ti as pa a su ad uisi ió está i fluidos po u a a plia ga a de fa to es psi oso iales, so io- ultu ales e o ó i os. Éstos i pa ta los pat o es de o su o de ali e tos, o figu a do estilos p opios ue pe ite disti gui a di e sos seg e tos de la Recibido: 06 de febrero de 2015. Aceptado: 01 de diciembre de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 57-70. 57 58 | Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile po la ió Tojo et al., ; Nestle et al., ; Qui ta illa, . La pe te e ia ultu al es u o de los fa to es ue tie e a o i pa to en la conducta alimentaria. En todas las ultu as se adopta u o ju to de ee ias o a titudes, o pa tidas so ial e te o st uidas, ue i o po a aspe tos afe ti os se so iales, o se ue ias a ti ipadas efe tos positi os egati os de u a a e a de o e , este eotipos ideales, e t e ot os, ue i te ie e a la ho a de a epta o e haza u ali e to de idi su o su o pe a e te o espo ádi o. E este o te to, las p opiedades at i uidas a los ali e tos está fu dadas e alo a io es ee ias espaldadas po la t adi ió ultu al, ue les at i u e alo es sig ifi ados ás allá de sus a a te ísti as o jeti as U i e, . Ello i pa ta e la to alidad e o io al del o te to de o su o, juga do u ol apital e la o st u ió de lo ue de o i a os gusto del ali e to “ h ettle De eg i, . La Ide tidad Cultu al Ali e ta ia ICA se defi e o o la ide tidad ue se ate ializa e p odu tos, té i as de o i a, platos odos de o su o o side ados o o p opios po uie es fo a pa te i teg a te de la ultu a, o o típi os po los e te os a ella Duha t, . “egú La o he et al., de t o de los i di ado es ás a eptados del g ado de ide tifi a ió ét i a está la p efe e ia de ali e tos. Fis hle e o o e e la ela ió pe so a- o ida a la atu aleza del sí is o do de la ela ió o los ali e tos i flu e fue te e te e la o st u ió de la ide tidad i di idual ole ti a, po ello las t a sfo a io es ali e ta ias pod ía o stitui igual e te t a sfo a io es ide tita ias e la ide tidad ole ti a; al i te e i se la o i a de u g upo, se i te ie e el se ti ie to ole ti o de pe te e ia. De este odo, la ela o a ió o su o de ali e tos está est e ha e te i ulado a la ep odu ió si óli a ate ial de las o u idades hu a as. La pe a e ia de asgos uli a ios o eglas ali e ta ias e u g upo so ial es i di ati o de la p ote ió ue ada g upo ge e a e o t a de la a ultu a ió o i teg a ió a ot os g upos. E o t aposi ió , la ause ia o de ilita ie to de estas eglas i di a ía la p ese ia o iesgo de asi ila ió po pa te de ot a ultu a a a do o de la p opia Fis hle , ; Medi a, ; G a ia, . Ello po ue la ultu a ali e ta ia posee u a alta se si ilidad a te fa to es o o el o ta to i te ét i o, la e olu ió te po al espa ial de las so iedades o g upos hu a os, las o di io a tes geo e ológi as, e ge e al, todos a uellos estí ulos de a io so io ultu al, i teg a ió so ial a ultu a ió Ca as o, . Ello es especialmente sensible en el caso de las culturas en contacto, especialmente entre los pueblos indígenas y la cultura mayoritaria. En Chile, a partir de 1960 se produce la intervención formalizada hacia el pueblo mapuche por parte del gobierno chileno, siendo esta década en la que se introducen los primeros programas de transferencia tecnológica, de salud y educación formulados para incorporar a los mapuche al desarrollo nacional (Carrasco, 2004), al mismo tiempo a partir de 1962 se inicia un proceso de reforma agraria que permitió devolver territorios a los mapuche, facilitando que mejorara su producción agrícola y de alimentos (Toledo, 2006). Sin embargo, con la entrada de la dictadura en 1973, se puso en marcha un proceso de revocación de las expropiaciones realizadas en el marco de la Reforma Agraria con el objeto de restaurar los derechos y devolver las tierras a los antiguos dueños (Bengoa, 2004). A la vez, las tierras expropiadas que se mantuvieron en manos del Estado fueron muchas veces transferidas a la Corporación Nacional Forestal, quien posteriormente las vendería a precios bajísimos a las Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 59 e p esas fo estales o lo ue éstas o fo a o g a des supe fi ies ue van cercando y asfixiando a las comunidades indígenas y a su cultura. Junto con expoliar los recursos hídricos y alte a el e osiste a, o ge e a e pleos o ela io es de o ple e ta iedad CEPAL, 2012:34). Estas acciones provocaron la división de las tierras ancestrales, rompiendo el esquema tradicional de uso de la tierra, la vida social y productiva del pueblo mapuche e impactando dramáticamente en su posibilidad de producir sus propios alimentos. A partir de los años 80, en la medida que se instalan los procesos globalizadores, en Chile se instala un fuerte sistema económico neoliberal que impactará tanto a la economía como a la sociedad chilena en su totalidad. De esta manera, a medida que la sociedad chilena cambia, el pueblo mapuche impactado por las precarias condiciones de vida que estaban llevando en los campos empobrecidos, experimenta a su vez una aculturación progresiva y fenómenos masivos de migración hacia las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida. En la actualidad, entre un 70% u 80% de la población mapuche de Chile reside en áreas urbanas, principalmente en la capital, Santiago, y en las ciudades intermedias de las regiones de poblamiento histórico, como Concepción, Temuco, Imperial y Carahue, entre otras (Bello, 2002). Ello ha profundizado el proceso de a ultu a ió , o asio a do a ios e la ali e ta ió , la fa ilia la so ializa ió ási a, los ie es de o su o, la te ología las o di io es ate iales de ida, e t e ot os aspe tos “aiz et al., ; “epúl eda, . La glo aliza ió , o su e o o ía de li e e ado, ha afe tado las o du tas de o p a o su o. Algu os auto es señala la i flue ia de los este eotipos ideales, de i ados de las so iedades de o su o, su i flue ia e la o st u ió de ide tidad a t a és del o su o, ue lle a ía a los sujetos a sele io a a uellos pat o es ali e ta ios ue les pe ita u pli o sus e pe tati as del o ideal. Estos pat o es ta ié so glo alizados o ede e a este eotipos de elleza, salud pode p opios de los países o ide tales desa ollados. Estos pat o es o so sólo i di iduales, si o ue se o pa te e a uellos g upos o a a te ísti as si ila es Ditt a Ho a d, ; Halli ell Ditt a , ; De eg i Ma tí ez, tie de a ge e aliza se ha ia los disti tos ie os de u a so iedad. Este fe ó e o o es aje o al pue lo apu he, espe ial e te e el aso de a uellos de sus ie os ue ha ita e las zo as u a as, p o o a do p ofu dos a ios e sus há itos de o su o de ie es se i ios e los pat o es de ela io es de so ializa ió t a s isió ge e a io al al i te io de la fa ilia, debilitando fuertemente las practicas alimentarias tradicionales y los gustos y preferencias de consumo de alimentos, especialmente en la población mapuche infantil y juvenil (Errázuriz, 2006). La so ializa ió e la ultu a apu he se a a te iza po la t a s isió o al de sa e es o o i ie tos a las ue as ge e a io es, e el o te to de la fa ilia la o u idad. E este es e a io, es la ad e las uje es de la fa ilia uie es asu e a o ita ia e te la t a s isió de los sa e es do ésti os, de t o de los uales esta ía las pautas de ali e ta ió Qui t i ueo Maheu , . Los o te idos edu ati os ad ui idos du a te el p o eso de so ializa ió pe ite la i te a ió de la pe so a o el e to o so ial, atu al espi itual de a ue do a las pautas ultu ales apu hes esta le idas Qui t i ueo Quila ueo, ; Al hao et al., ; Huai uilaf, . “i estos o te idos so dé iles, o so t a s itidos o está ause tes, la p opia ide tidad ultu al suf i á a ios, u has e es i e e si les ue se p ofu diza á e las ge e a io es poste io es Ca as o, . La t a s isió i te ge e a io al se p odu e a t a és de la ida dia ia, el t ato o al, los itos dia ios ue a lle a do a a o la fa ilia, la i te a ió a ital la i te a ió filial. E ella, los 60 | Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile pad es, ad es los adultos sig ifi ati os, a ep odu ie do las pautas de i te a ió ue a su ez tu ie o o p opios p oge ito es he a os, i flu e do a su ez e lo ue se á los estilos de ida de sus hijos Gil e t, ; La so Al eida, ; Va gas e I áñez, . E el aso de la ultu a apu he, po t ata se de u a ultu a e i e te e te o al, este p o eso de t a s isió i te ge e a io al es aú ás íti o puesto ue de esta t a s isió o al depe de á efe ti a e te la pe a e ia de los usos, ostu es os o isió ue a a te iza el se apu he . Es la uje , la ad e o la a uela la ue t a s ite la a tesa ía, te tile ía, o o i ie tos de los a tepasados de los usos edi i ales de disti tos ele e tos, la e a gada de ulti a la tie a fa ilia , la ue sie a hie as, f utos, así o o ta ié do esti a los a i ales t a s ite las pautas de ali e ta ió de los ali e tos ue os los alos Fa o , ; Olea, ; Pai e al, . De t o de estas p á ti as ultu ales, la ali e ta ió juega u ol i po ta te dado ue u aspe to e t al e la ultu a del pue lo apu he es el kü e oge , o side a do o o ase el a te i ie to del e uili io o la atu aleza todo lo e iste te e ella. Este ie esta se us a ta ié a t a és de los ali e tos, los uales so sele io ados de a ue do a las e esidades de las fa ilias de ada te ito io. Así, la ali e ta ió a ás allá del á ito fisiológi o de e esidad de i ge i ali e tos pa a te e las e e gías e esa ias pa a ealiza a ti idades dia ias: i o po a u a i sta ia de salud físi a, so ial e tal, ue fo tale e la i teg alidad de las pe so as, po ello si o tie e e e espí itu la ge te sale o la sa g e ás dé il Vale zuela, ; Jel es ≥a o, ; “epúl eda, . “e ap e ia ade ás u a fue te aso ia ió del tipo de ali e to su p epa a ió o o asio es otidia as festi as, dá dole u fue te o po e te si óli o a algu os ali e tos ue solo so p epa ados e ie tas festi idades u o asio es espe iales ‘e e o, . Te ie do e ue ta estos a te ede tes, este estudio se e fo ó e uje es adultas apu he po su papel e la so ializa ió t a s isió i te ge e a io al de pautas de o su o ali e ta io. De a ue do a ello, su o jeti o fue: Ide tifi a cambios en la identidad cultural alimentaria mapuche en mujeres mapuche de distintas generaciones, expresados en sus prácticas de socialización, transmisión intergeneracional y selección alimentaria en la familia. MATERIALE“ Y MÉTODO“ Parti ipa tes “e t a ajó o u a uest a de uje es apu hes, eside tes e la ‘egió de La A au a ía sele io adas po uest eo i te io ado. Los ite ios espe ífi os de i lusió fue o : se espo sa les de la o p a de ali e tos pa a su hoga , esta e u a go eta io e t e a años oe te a años, te e al e os u apellido apu he auto- e o o e se o o apu he. La uest a fi al uedó o fo ada po u , % de uje es e o es de años, , % a o es de años. El % eside te e la iudad de Te u o sólo u %, si ie t a aja a e Te u o, esidía e zo as u ales aledañas pe o est e ha e te i uladas o la u e. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 61 Té i as e i stru e tos “e utiliza o g upos fo ales e t e istas i di iduales, siguie do u a pauta de p egu tas se iest u tu ada, pa a la e ole ió de datos a e a de los te as de so ializa ió t a s isió i te ge e a io al de la o du ta de o su o de ali e tos, del ite io de sele ió al o e to de la o p a, los fa to es de i flue ia e la o du ta de o p a p epa a ió de ali e tos. El i el so ioe o ó i o de las pa ti ipa tes fue Ni el “o ioe o ó i o E“OMA‘ Adi a k, . edido a t a és del Método de E alua ió de Pro edi ie to U a ez o stituida u a ase de datos de posi les pa ti ipa tes, se e ia o i ita io es pe so ales pa a pa ti ipa e el estudio. Todas las pa ti ipa tes fi a o o se ti ie tos i fo ados a e a de sus o di io es de pa ti ipa ió . “e ealiza o dos g upos fo ales, de o ho pe so as ada u o, o side a do los lí ites de edad a tes e io ados. E fo a o ple e ta ia, se ealiza o e t e istas i di iduales se iest u tu adas pa a p ofu diza e algu os aspe tos la e dete tados e los g upos fo ales. Las e t e istas se ealiza o e dos sesio es pa a i i iza el a sa io pode p ofu diza e los sig ifi ados de las e t e istadas. Pla de A álisis “e t a s i ió e fo a lite al el dis u so de los g upos fo ales e t e istas. El te to p odu ido fue so etido a a álisis de o te ido o e fo ue lógi o-se á ti o, edia te el ual se e o o ie o las atego ías e e ge tes ue ag upa a los sig ifi ados at i uidos, po u lado, a la so ializa ió t a s isió i te ge e a io al de la o du ta de o su o de ali e tos; , po ot o, a las p á ti as a tuales de o su o de ali e tos, e ua to al ite io de sele ió los fa to es de i flue ia e la o du ta de o p a p epa a ió de ali e tos. Se utilizó codificación abierta (Strauss y Corbin, 1990), en la que se trata de dar una denominación común (código más abstracto o conceptual) a fragmentos del discurso. A continuación, estas categorías fueron definidas operacionalmente, lo que permitió distinguir subcategorías. El a álisis del elato se lle ó a a o o side a do las te de ias de dos ge e a io es etá eas: e o es de años a o es de años. Pa a la alida ió o fia ilidad de los datos, se ealizó t ia gula ió po jui io de e pe tos. RE“ULTADO“ Y DI“CU“IÓN “i ie todas las pa ti ipa tes se auto- e o o ie o o o apu he, a t a és de las e t e istas fue posi le e o o e dos te de ias; a ultu ados o a o e a ía o la ultu a hile a po as p á ti as t adi io ales apu he i ultu ales, do de se o se a a el esfue zo po a te e ie tas p á ti as t adi io ales pe o a la ez lle a u a otidia idad p opia de la ultu a hile a. Esto fue o se ado e a os g upos de edades. E té i os de edad, es e el g upo de a o es de años do de se o se a u a a o te de ia u esfue zo olu ta io ha ia el a te i ie to de pautas t adi io ales de ali e ta ió , las uales les fue o t a s itidas po sus fa ilias de o ige , o o se o se a e los 62 | Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile siguie tes e t a tos: …el udai… o lo eía e i asa po ue i a á lo ha ía…po ue a ella le e señó su mamá a hacerlo y yo trato de conseguirlo también. … los atutos, i a uela los ha ia o ella ap e dí. Por otro lado, algunas de las mujeres, especialmente las más jóvenes, relataron que no fue o so ializados e pautas de o su o apu he: Mi asa es u a asa de ali e ta ió o ide tal, a soluta e te, o tie e ada de i flue ia ét i a, o o ap e dí de is pad es po ue ellos se fue o u pe ueños de su asa se ia o e a ie te o apu he. Yo o ap e dí ada, puede se po ue e fui al i te ado u hi a solo llega a los fi es de se a a. A su ez ohe e te o lo ad ui ido a t a és de t a s isió i te ge e a io al, las pe so as e el g upo a o de años tie de a a te e el o su o t adi io al de ali e tos Ta la , a sea a t a és de la o p a, a te ie do la t adi ió de la ela o a ió de platos de o pleja p epa a ió e o asio es espe iales o a través de la adop ió de ue as fo as de p epa a ió : Te go u a ase a a la ue le o p o atutos, llega e di e, i a te t aje atuto, ue i o pa a osot os, los tosta os, le olo a os la a te uilla… El il ao…, es o o u lujo, u a está ha ié dose de fo a pe a e te, po ue es difícil y requiere tiempo pero ocasionalmente en invierno o cuando vienen las visitas del campo. La ui ua, la o, a lo ejo o o e salada o dig eñes, pe o ta ié ueda ue a o le he o de sada. “i e a go, ua do estas uje es a o es de años so o sultadas a e a de la t a s isió de estas pautas p á ti as de sele ió o p epa a ió de ali e tos t adi io ales ha ia sus hijos, la a o ía señala ue ello o se p odu e e o o e u o te e la t adi ió fa ilia de e seña la o i a t adi io al. Las azo es pa a este o te e la so ializa ió ali e ta ia apu he adi a , po u a pa te, e la difi ultad tie po ue e uie e esta e seña za po ot a pa te, e la po a disposi ió e i luso esiste ia de sus p opios hijos e hijas pa a ap e de lo: Es ue la o i a apu he es difí il, e esita i g edie tes ue o sie p e está dispo i les e Te u o, así ue es o pli ado pode e seña les. “o e etas la gas, difí iles, se e esita tie po ue es lo ue u o o tie e, e to es p efie o e seña les e etas hile as ue so ás fá iles. Es ue o les gusta, o lo o e e di e ue o uie e ap e de po ue es u a o ida a a. Ellos o o e ada apu he, so os i a ido o los ue segui os o ie do atuto o to a do uda , a ellos les da o o as o, es pa a pu as peleas así ue a o lo i te to. E u g upo i o ita io se o se a esfue zos po t a s iti la t adi ió ali e ta ia, espe ial e te po la o ie ia del i pa to ue ello tie e e la ide tidad ultu al. “i e a go, este p o eso se e f e ta a u has difi ultades: Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 63 Es ta difí il, o e ue t as los i g edie tes, so a os po ue so a os pe o igual ha ue t ata . A is hijos los lle o u ho al a po, do de las iejitas de i fa ilia, pa a ue ap e da o se pie da esta t adi ió . Me uesta u ho, las a o es a o uie e o i a o igo e di e ue es u difí il, ue ha ot as osas ue so ás fá iles. Igual a e es las o ligo po ue les digo: si o o i a uest a o ida, se a a pe de , o se á apu he o o de e se . E ela ió a ello, a ias de ellas, e aliza el te o la a gustia ue les p o o a la p o a le pé dida de ide tidad apu he ue puede su ede si se ol ida de sus ali e tos t adi io ales: “i o o e os uest a o ida i ap e de os a p epa a la se a a pe de u a pa te i po ta te de se apu he, la o ida es la ue u e a la fa ilia. Yo a e es llo o po ue pie so, o o esta á i a ita falle ida al e ue su hija o es apaz de e seña le a sus ietos a a te e su t adi ió . Me da u ha pe a. E a io, e el g upo de uje es e o es de años, se o se a u a e o te de ia ha ia la a te ió de ali e tos t adi io ales apu he, señala do ue ha ha ido a ios e sus há itos desde ue salie o de su asa ate a: No, e los há itos ue te go ho asi o o su o ada apu he, lo tu e a tes, e i asa, e a e los há itos de i fa ilia do de se o su ía ali e to apu he. P á ti a e te ada desde ue e i e a Te u o, sólo o ida hile a. La e ue t o ás fá il a iada. “e o se a, au ue e e o edida, la o p a espo ádi a de algu os ali e tos t adi io ales o la ela o a ió de algu os platos de fá il p epa a ió e o asio es espe iales. “i e a go, o lo justifi a po oti os de a te ió de la ultu a si o po a te e u a ali e ta ió saluda le e i luso po oda: E i asa llega os a o su i u ho de eso, eso ue os uedó, de la ha i a tostada o li aza, t ata os e la fe ia de us a algu a a uelita ue a de po ahí e die do su ha i ita. A e es o p o iste de a allo, pa a o asio es espe iales. Después he ido le e do di e ue es ás sa a, ue p e ie e la dia etes p otege el hígado. “e á po eso ue los iejos a tiguos e a ás sa os. A e es, ua do pode os a os a alg estau a t do de haga o ida apu he ahí la o su i os, o o aho a está de oda lo ét i o, he os t atado de e upe a esa t adi ió . Este g upo es ta ié el e os fa ilia izado o las pautas p á ti as de ali e ta ió t adi io ales de la ultu a apu he. “e o se a ue e i ie o e o so ializa ió ali e ta ia t adi io al, ta to e las p á ti as de o su o o o e las fo as de p epa a ió de los ali e tos, lo ue e ide te e te pod ía esta i flue ia do su o su o a tual. Ha dos te de ias e los elatos, u a e t ada e ha e sido so ializados e pautas de o su o apu he pe o o ha e las i te alizado la ot a e o ha e sido so ializados e ello Cuad o : 64 | Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile Mi ta No, eje Mi a á t ató de e seña e pe o es ta difí il, es u a o ida ue e uie e u ho ajo eo ue po eso o uise ap e de . e ada, e i asa ua do é a os hi os u a o su i os osas, po plo, típi as de lo ue ha e la et ia apu he. a á u a ap e dió ada de o i a apu he po eso ta po o o sé ada. Cuadro .- “o ializa ió y tra s isió i terge era io al de pautas de o su o tradi io al de ali e tos e apu he adultos Categorías e trales “u ategorías Dis urso “e o p a espo ádi a e te Ma te ió de pautas de o su o t adi io al Co su o t adi io al I “o ializa ió de pautas de o su o t adi io al G upo de a o es de o a ió e el o su o t adi io al “e ela o a platos de o pleja p epa a ió e o asio es espe iales “e o p a espo ádi a e te se ela o a platos de fá il p epa a ió e o asio es Adop ió de ue as fo as de p epa a ió “i a te ió del o su o t adi io al No se p epa a t adi io ales “o ializados e pautas de o su o t adi io al Fue o so ializados e pautas de o su o apu he No so ializados e pautas de o su o t adi io al No fue o so ializados e pautas de o su o apu he años. G upo de e o es de años. A i o p a ali e tos os g upos Pa a p ofu diza e los há itos de o su o ali e ta io dete ta la pe a e ia o ause ia de p á ti as de sele ió de o ige ultu al apu he, a os g upos fue o o sultados a e a de los ite ios de sele ió de la o p a de ali e tos e la a asta fa ilia otidia a. Lla a la ate ió ue p á ti a e te i gu o de los pa ti ipa tes, o side ó e plí ita e te o o ite io la pe te e ia a la et ia apu he de ellos is os o del ali e to a o su i . E ge e al, todos los ite ios se ela io a o p á ti as o ide tales o ite ios o o el esgua do de la salud, a a, alidad, p e io el sa o o el gusto. Ta ié ag ega o ite ios estéti os efe idos a ue o e go de el tie po ue e uie e su p epa a ió Cuad o . Yo t ato de o juga lo ue sé ue es saluda le todo lo ue ha a pe o ta ié o juga lo o los gustos, e la edida e ue se pueda satisfa e a as situa io es. Me fijo e ue la a a sea ue a, ue o sea a o espe ial e te ue sea de alidad pa a p otege la salud. Elijo osas sa itas espe ial e te ue o e go de , ha ue uida la lí ea po salud pe o ta ié po estéti a….las go ditas la pasa al e uest a so iedad. Co p o osas fá iles, ue se o i e ápido o i pli ue u ho tie po e la o i a. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 65 Cuadro .- Criterios de sele ió de ali e tos y Fa tores de i flue ia so re la o pra y prepara ió de ali e tos e apu he adultos Te a Categorías Co posi ió del p odu to e la eti ueta , “aluda le , Ali e to ue o p o o ue au e to de peso , Nut iti o , Bala eado . “alud C ite ios de “ele ió de Ali e tos Fa to es de i flue ia so e la o pa p epa a ió de ali e tos G upo de a o es de “u ategorías Ma a-Calidad- p e io P e io , Ma a , Calidad . “a o “a o P epa a ió Tie po de p epa a ió , Fá il de p epa a P ese ta ió P ese ta ió P efe e ia de los i teg a tes , De isió de la dueña de asa , Cola ió de hijos , Costu e fa ilia Fa ilia Tie po dispo i le Tie po dispo i le Calidad Calidad del p odu to Dieta Bala eada Tipo de T a ajo Dieta Bala eada Tipo de t a ajo años. G upo de e o es de años. A os g upos La p i e a efle ió ue e e ge del a álisis de los esultados es ue la o st u ió de u a ide tidad ultu al ali e ta ia, a sea de u g upo o de u a a ió e te a, p o ede de las e olu io es e las p á ti as ali e ta ias, de la o st u ió e o st u ió de dis u sos e to o a ellas de los esfue zos ue los p opios pue los ealiza pa a a te e ie tas uti as o ostu es e u o pus ali e ta io ue les ep ese ta. Es el f uto de u a histo ia o pleja, he ha de i flue ias, de i t odu io es o de a a do os de p odu tos, de p o esos de difusió de flu tua io es e la est u tu a de la o e salidad. Así, la ide tidad ultu al ali e ta ia es el p odu to de u a sedi e ta ió ultu al a la go plazo: se fu da e u a i a he e ia ultu al, i te a a u g upo, e u o ju to de ep ese ta io es de sí is o del ot o Duha t, . Los esultados de la p ese te i estiga ió señala los a ios ue ha suf ido la ide tidad ali e ta ia apu he e p esada e la p ese ia de pautas de t a s isió i te ge e a io al de p epa a ió o su o de ali e tos ue ha suf ido a ios p og esi os. La a te ió de algu as de las p á ti as ali e ta ias t adi io ales e las pe so as a o es de años, se e p esa ta to e la a te ió de la ela o a ió de ali e tos t adi io ales pe o i u s itos a o asio es espe iales o o e la o p a de ellos a p epa ados. Po ot o lado, se o se a a ios e la p epa a ió de ali e tos t adi io ales, puesto ue los pa ti ipa tes adopta ue as fo as de 66 | Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile p epa a ió a ase de i g edie tes t adi io ales, p opios, ez lados o i g edie tes de la ultu a o ide tal. Así, la a te ió de las pautas t adi io ales, o su adapta ió a ue os i g edie tes, da ue ta del o ta to o ot os pue los de las esiste ias ultu ales. La posi ilidad de apu hiza u plato o igi al e te o ide tal es la ejo uest a de este p o eso de e ea ió ultu al, do de uie o i a t a sfo a el ali e to lo dota de u a ide tidad dete i ada Aguile a, . E este g upo se ap e ia u esfue zo pe a e te po a te e las pautas ultu ales pe o a la ez o juga las o las de la ultu a hile a, e o pa a ió o el g upo de e o es de años, p o a le e te o o u a fo a de adapta ió a la ultu a a o ita ia, p odu to de sus p o esos ig ato ios. Las a o es de años e ig a o sie do jó e es ha ia la iudad, pe o pe a e ie o g a pa te de su i fa ia e o ta to o sus fa ilias de o ige e el se to u al fue o a o e te so ializado po ellos, e pautas de o su o de ali e tos t adi io ales. Po ello sie te pe a e te e te u a espe ie de a dato i te o po p ese a la ultu a apu he les a gustia pe de sus ele e tos ide tita ios. Este ele e to, si ie es u ial pa a la a te ió de algu as pautas t adi io ales la ús ueda de a te e p ese tes ele e tos de la ultu a ali e ta ia, o es u ite io ue p e alez a a la ho a de o p a la a asta otidia a de ali e tos, la ual es sele io ada po p e io ot as a a te ísti as ás e a as a la e talidad de o su o o ide tal. Ade ás, po esidi e la iudad, tie e es aso a eso a i g edie tes t adi io ales, ue e su a o ía se o igi a e ulti os p á ti as fa ilia es de auto suste ta ió . Po ot a pa te, este es u g upo ue, a pesa de ha e sido so ializado e la ultu a apu he, de la a o p o o e la t a s isió i te ge e a io al, al o e seña a sus hijos estas is as p á ti as, lo ue pod ía p o o a u uie e e la o st u ió de la ide tidad ali e ta ia “epúl eda, . De este aspe to uest a u a la a o ie ia ue les a tie e e u pe a e te o fli to pe o dado ue ha asu ido las p á ti as de ia za o ide tales, sie te ue o puede p esio a u o liga a sus hijos a ealiza a ti idades a las ue se iega po ue se de e a epta la i di idualidad de los iños. E o t aste, e el g upo de e o es de años se epo ta e o o su o de ali e tos t adi io ales e o p ese ia de e pe ie ias de so ializa ió ali e ta ia apu he e sus fa ilias de o ige , dado ue la a o ía de estos g upos fa ilia es a esidía e las zo as u a as, lo ue p o a le e te p odujo u uie e e la t a s isió o al de di has p á ti as ue se da e el se o de la fa ilia e te dida Huai uilaf, . “i ie este g upo ta ié de la a fue te e te su ide tidad ét i a, esta ads ip ió o a de la a o o la p á ti a ali e ta ia. Desde esta pe spe ti a, sus p á ti as apa e e fue te e te ho oge eizadas o la ultu a a o ita ia hile a. Pa e ie a ue se t ata ás ie de u a ide tidad o eptual, do de se asu e de odo a st a to la pe te e ia a la ultu a, pe o ello o se efleja e las p á ti as de la ida otidia a, u a de las uales es la ali e ta ió . P o a le e te este fe ó e o o edez a a los fue tes p o esos ei i di ati os, p odu to de los o i ie tos de e upe a ió de tie as a est ales ue ha lide ado algu os ie os de la ultu a apu he, ue al se ediatizados glo alizados po los edios de o u i a ió , se uel e o te idos de alta ale ia afe ti a pa a estos jó e es, e u a he a ie ta pa a la o st u ió de su p opia ide tidad Pi o Me i o, . De esta a e a, se ap e ia ue la ide tidad ultu al ali e ta ia apu he es se si le al o ta to i te ét i o, al a io so io ultu al a la p esió eje ida po los odelos de la so iedad de o su o o ide tal Aguile a, . Así, ta to e el g upo de apu hes a o es de años Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 67 o o el de e o es de años, se o se ó i flue ia de la a ultu a ió e la pautas de o su o t adi io al. Vi i e la iudad, los ho a ios del t a ajo, el siste a e o ó i o e el ue se desa olla la o du ta de o su o de ali e tos, ha e ue estos apu hes se adapte al siste a u a o o ide tal ue haga esfue zos po a te e el o su o t adi io al, o p a do, o i a do o asio al e te o, e últi o aso, i o a do a pa ti de la o i a apu he. De esta a e a, la t a s isió i te ge e a io al de pautas de o su o de ali e tos apu he ha sido afe tada odifi ada e el p ese te. ‘esulta o plejo epeti las pautas de o su o a est ales e u o te to u a o, po ue la fa ilia e te dida la o u idad so o te tos de ap e dizaje a te i ie to de la ultu a apu he ue o está p ese tes e la ida u a a “aiz et al., ; “epúl eda, . La e ig a ió de i di iduos fa ilias apu he ha ia las iudades es u a situa ió ue o solida la desi teg a ió de u odelo ali e ta io p ofu da e te a aigado e la ela ió de la pe so a o su e to o Ca as o, . O igi al e te los ali e tos e a p epa ados e asa, lo ue e ue ía tie po el a eso a i g edie tes ue se p odu ía e el e to o u al. Vi i e la iudad, i e sos e u o te to ali e ta io p opio de la ultu a o ide tal, ha e ue pa a las pe so as e t e istadas la o se a ió de su ide tidad ultu al ali e ta ia apu he sea u difí il. U e u so al ue los i di iduos a ude es a la ús ueda de i g edie tes ali e tos t adi io ales p epa ados a esi les e el e ado de o su o. “i e a go, estos ta ié so difí iles de e o t a ad ui i , los sujetos e f e ta esta difi ultad edia te sus edes de apo o, o o las ase as ue t ae el ali e to del a po o uie es lo e de e las fe ias li es. ‘esulta pa adóji o ue e los supe e ados hile os se e ue t e ali e tos de países ás leja os, o e ista ofe ta de p odu tos p opios de u a ultu a o la ue se oha ita otidia a e te. E o se ue ia, se ap e ia el i pa to ue ha te ido la so iedad de o su o e la ide tidad ultu al ali e ta ia, a la ez ue se de uest a ue la o p a de ie tos ali e tos puede se u edio pa a el esgua do de esta ide tidad desdi ujada. Ade ás, esulta i te esa te ue e las p á ti as a tuales de los apu hes e t e istados e e ja elatos o e ie tes a p opiedades de los p odu tos ali e ti ios de su p epa a ió si i gu a efe e ia a su o ige ultu al, pe o sí a ele e tos o o ue el ali e to o p o o ue au e to de peso, aspe to ela io ado o los á o es de elleza i pe a tes e la so iedad de o su o glo alizada. Este estudio o stitu e u a ap o i a ió a la ide tidad ultu al ali e ta ia los a ios ue ésta e pe i e ta f e te a los p o esos de a ultu a ió . Los dis u sos o te idos, so e las pautas de ali e ta ió i uladas a la ide tidad e apu hes, pe ite e t e e de ilita ie to e los p o esos de t a s isió i te ge e a io al de p á ti as de o su o t adi io al, ue se agudiza e las ge e a io es ás jó e es. Pa a futu as i estiga io es, se á de i te és u segui ie to ue dé ue ta e a o detalle de los a ios e la ide tidad ultu al ali e ta ia e la po la ió apu he, e disti tos g upos eta ios zo as de eside ia, ó o sus ie os o ilia la e esidad de p ese a ió de la ultu a la ide tidad o la adapta ió a e to os de la ultu a o ide tal. LITERATURA CITADA Adi a k. . El i el “o ioe o ó i o E“OMA‘. Ma ual de apli a ió . - . Dispo i le e : http:// . i o e . l/id /do u e tos/E“OMA‘.pdf 68 | Marianela Denegri-Coria; Yessica Knabe-Álvarez; José Sepúlveda-Maldonado; Ligia Orellana; Olga Ruiz; Oscar Vivallo y Berta Schnettler-Morales · Socialización y transmisión intergeneracional en pautas del consumo de alimentos: su impacto en la identidad cultural alimentaria en mujeres mapuche urbanas de Chile Agulie a, I. . I g edie tes Mapu he Co st u ió Ide tita ia: el peso de las ep ese ta io es. E La políti a de lo di e so: ¿P odu ió , e o o i ie to o ap opia ió de lo ultu al? 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Re ista RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 71-91 LAS PENSIONES DE CESANTÍA-VEJEZ E INVALIDEZ DE LA LEY DEL IMSS, UN ANÁLISIS TEÓRICO PRÁCTICO EN TRABAJADORES DE LAS PYMES THE UNEMPLOYMENT PENSION-AGE AND INVALIDITY OF THE LAW OF THE IMSS, A PRACTICAL THEORETICAL ANALYSIS IN WORKERS OF SMES Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María CuadrasBorboa3 Dr. en Estudios Fis ales po la U i e sidad Autó o a de “i aloa, P ofeso e I estigado Titula C de la Fa ultad de Co tadu ía Administración de la UAS1. Dra. En Estudios Organizacionales por la Universidad Autónoma Metropolitana, Profesora e Investigadora Titula C de la Fa ultad de Co tadu ía Ad i ist a ió de la UA“ 2. Maestría en Ciencias administrativas por la Universidad de Occidente, Profesor de asignatura base de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAS3. RESUMEN En el presente estudio se analiza y se da a conocer el impacto que tiene el salario base de cotización en la determinación de la cuantía de las pensiones de cesantía en edad avanzada e invalidez que ampara la Ley del Seguro Social vigente para cada caso, se estudia también las causas del desconocimiento de las prestaciones del Seguro Social de parte de los trabajadores. Para ello se utilizó un enfoque metodológico mixto, apoyado en la tradición cualitativa del estudio de caso, cuyo objetivo es la particularización y no la generalización, mismo que permitió relacionar los datos obtenidos con la teoría, así como describir, analizar y explicar los resultados encontrados con el objeto de estudio. Los resultados surgieron de la aplicación de la encuesta elaborada con 22 ítems, cuyas preguntas fueron cerradas y estructuradas con el método de Likert que fueron contestadas por 40 trabajadores de dos empresas conocidas como Pymes de la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, México, durante el mes de marzo del 2014. Una vez efectuado el análisis de los datos recolectados, los resultados muestran un deterioro severo a las pensiones debido a los salarios bajos y la precariedad del empleo así como disminución de recursos con el nuevo sistema de pensiones y de parte de los trabajadores un casi total desconocimiento de las prestaciones que la Ley otorga motivado por la falta de difusión del IMSS y la falta de capacitación de las empresas. Palabras clave: Prestaciones de la ley del IMSS, salario base de cotización, salario diario integrado, requisitos para pensión, asignaciones familiares, ayuda asistencial. SUMMARY The present study analyzes and discloses the impact of base salary contribution in determining the amount of pension severance at old age and disability insurance, that covers the Law of the current Social Security for each case, is studied also causes the lack of knowledge of Social Security benefits by the workers. This requires a mixed methodological approach supported in the qualitative tradition of case study aimed to particularization and not generalization, which made it possible to link the obtained data with the theory, and to describe, analyze and explain the results found with the object of study. The results emerged from the application of the survey conducted with 22 items, whose questions were closed and structured with the method of Likert that were answered by 40 workers at two companies known as SMEs in the City of Culiacan, Sinaloa, Mexico, during the month March 2014. On completion of the analysis of the data collected, the results show a severe deterioration of pensions due to low wages and lack of jobs and declining resources with the new pension system of pensions and from the workers an almost total ignorance of the benefits that the law provides motivated by the lack of diffusion by the IMSS and the lack of enterprise training. Key words: Benefits of the Law of IMSS, base salary contribution, integrated daily wage, requirements for pensions, family allowances, welfare assistance. Recibido: 03 de noviembre de 2014. Aceptado: 08 de julio de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 71-91. 71 72 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES INTRODUCCIÓN En los últimos tiempos, la calidad de vida de los trabajadores mexicanos se ha deteriorado por múltiples factores, entre ellos destacan los bajos salarios que perciben, el alto costo de la vida, insuficiente alimentación, etc., situación que influyó para la realización del presente trabajo de investigación, relativo al aprovechamiento de parte de los trabajadores de las prestaciones en dinero de la Ley del IMSS (Instituto Mexicano del Seguro Social), como medio de apoyo a su subsistencia, particularmente el caso de las pensiones por cesantía y vejez. El objetivo general de este trabajo de investigación es: Conocer el grado de conocimiento y percepción de los trabajadores sobre las prestaciones económicas o en dinero que la Ley del Seguro Social y determinar cuál ha sido su impacto en el aspecto económico y social de los empleados de las pequeñas y medianas empresas de Culiacán, así como el rol que han seguido los departamentos de recursos humanos de éste tipo de empresas y el IMSS para que los trabajadores gocen de dichas prestaciones e identificar el impacto en su economía. De la misma forma, en este trabajo se considera un caso teórico práctico de pensión por cesantía y vejez en donde de manera sencilla se orienta a los estudiosos de la seguridad social y los interesados en el tema y que desde la comodidad de su oficina y hogar puedan determinar resultados previos al cálculo por parte del IMSS. Planteamiento del problema En México la expectativa de vida de los derechohabientes que ampara la Ley del Seguro Social (LSS) se incrementó considerablemente durante los últimos años hasta llegar al promedio de más de 80 años, por lo que había la necesidad de replantear una serie de modificaciones que garanticen la sustentabilidad del sistema de pensiones, esta situación obligó a la reforma de la ley a partir de julio de 1997, que de haber prevalecido por mucho tiempo, hubiera obligado a la institución a pagar pensiones no fondeadas a los trabajadores y sus beneficiarios, generando un déficit financiero para la institución. Sin embargo, con todo y las modificaciones la LSS está lejos de ofrecer un monto suficiente a los beneficiarios de las pensiones que son la base para permitir a los trabajadores y sus familias un mínimo de bienestar al retirarse de sus labores por diversos motivos, o al momento de fallecer, debido a los salarios bajos y la precariedad del empleo así como la disminución de recursos con el nuevo sistema de pensiones, bajo esquema de cobro de onerosas comisiones, que debieran incrementar los fondos existentes. Según cifras de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), 42 por ciento de los trabajadores con Administradora de Fondos de Retiro (AFORE) perciben 2 salarios mínimos de ingreso, 19 por ciento 3 salarios mínimos, 11.2 por ciento un solo salario y sólo el 9 por ciento alcanzan los 4 salarios mínimos; lo anterior implica que sólo 18 por ciento de las personas con una cuenta de Afore corresponde a trabajadores con ingresos superiores a 5 salarios mínimos, lo que refleja el nivel de calidad de pensiones que llegarán a percibir los mexicanos en los próximos años. De acuerdo con la CONSAR, la proporción de mexicanos con ingresos superiores a los 5 salarios mínimos va disminuyendo de manera paulatina, de tal modo que las personas con 5 salarios mínimos representan casi el 5 por ciento del total y con más de 25 salarios o más representan Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 73 apenas 0.5 por ciento. El salario promedio de los trabajadores cotizantes en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que tuvieron al menos una aportación a la subcuenta de retiro en los últimos 36 meses, fue de 3.5 salarios mínimos. Cerca de tres cuartas partes de estos trabajadores perciben un ingreso menor a cuatro salarios mínimos, y el 93.5 por ciento obtiene un ingreso de 8 salarios mínimos o menos y apenas el 1.2 por ciento de los cotizantes al IMSS percibe 18 salarios mínimos o más. Todo esto razona, que las aportaciones que realizan los patrones y trabajadores a las cuentas de Afore (Administradora de Fondos de Retiro) sean bajas por su propio ingreso mínimo, lo que las hace insuficientes para garantizar un retiro digno. Para efectos de la determinación de la cuantía de la pensión por cesantía y vejez e invalidez, la LSS aprobada en 1997 mantiene vigente el mecanismo de operatividad de la ley anterior, situación que permite a los trabajadores y sus beneficiarios que mantienen sus derechos a obtener una pensión más remunerable que la que ofrece la ley actual. Sin embargo, aquellos trabajadores y sus beneficiarios que desconozcan este beneficio estarán limitados a obtener recursos determinados con el esquema de la nueva ley, por lo que sus recursos financieros serán bajos evitando un mejor bienestar económico para el trabajador y su familia. Pero, aún con las reformas, el sistema de pensiones de la LSS sigue teniendo problemas, y los tendrán unas dos décadas más, porque a los trabajadores que ya tienen sus derechos adquiridos no se les puede modificar el esquema de cuotas; problema que está pasando en todo el mundo no sólo en México. Lo que permitió establecer la siguiente pregunta de investigación: ¿Cómo opera el mecanismo para determinar las pensiones por cesantía y vejez e invalidez de acuerdo a la Ley del Seguro Social y cuáles son las condiciones para obtenerlas? La presente investigación está relacionada con un problema social, que afecta principalmente al sector vulnerable de trabajadores que laboran y cotizan semanas en entidades privadas en un régimen de seguridad social durante una gran cantidad de años para que al final puedan disfrutar de una pensión ya sea por la edad o por la enfermedad. Nuestro principal aporte a la investigación estriba en que los involucrados conozcan sus derechos, los requisitos y las bases para obtener una pensión digna y contribuir de esa forma a dar respuesta a sus necesidades, de allí la pertinencia del estudio. Objetivo central Analizar y explicar el mecanismo de operatividad de la Ley del Seguro Social 1973 y 1997 para determinar las pensiones por cesantía en edad avanzada e invalidez, así como los requisitos de la ley para su obtención e identificar las causas que impiden a los trabajadores disfrutar tales beneficios. Hipótesis Los salarios base de cotización registrados a los trabajadores de las Pymes son insuficientes y los requisitos los limitan para determinar una pensión digna, además existe en la mayoría de los 74 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES trabajadores un casi total desconocimiento de los trámites y requisitos por falta de difusión tanto de las empresas como del seguro social. Marco teórico y legal Bases de cotización y cuotas del Seguro Social En la legislación mexicana de la seguridad social el término cotización se emplea para los efectos de cálculo de las prestaciones a que un asegurado tiene derecho. Semanas de cotización se refiere al número de semanas por los que se haya pagado la cuota respectiva que origina el derecho a una determinada prestación en dinero o en especie; es el punto de referencia económico que sirve para la determinación y pago de las cuotas obrero patronales (Diccionario de Seguridad Social, 2005). De acuerdo al artículo 84 de la LFT el Salario Diario Integrado (SDI), incluye los pagos hechos en efectivo por cuota diaria y las gratificaciones, percepciones, alimentación, habitación, primas, comisiones, prestaciones en especie y cualquier otra cantidad o prestación que se entregue al trabajador por sus servicios, excluyendo sólo los conceptos que la propia LSS permite. El concepto de SDI debe quedar claro para los patrones porque un error en el cálculo o en el criterio para integrarlo puede provocar diferencias que repercuten en hacer pagos en exceso, o pagos menores que ocasionen actualizaciones y recargos (Ruiz, 2007). Por otra parte, el artículo 27 de la LSS establece: para los efectos de esta Ley, se excluyen como integrantes del salario base de cotización (SBC), dada su naturaleza, los siguientes conceptos: I. II. III. IV. V. VI. VII. VIII. IX. Los instrumentos de trabajo tales como herramientas, ropa y otros similares; El ahorro, cuando se integre por un depósito de cantidad semanaria, quincenal o mensual igual del trabajador y de la empresa; si se constituye en forma diversa o puede el trabajador retirarlo más de dos veces al año, integrará salario; tampoco se tomarán en cuenta las cantidades otorgadas por el patrón para fines sociales de carácter sindical; Las aportaciones adicionales que el patrón convenga otorgar a favor de sus trabajadores por concepto de cuotas del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez; Las aportaciones al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores y las participaciones en las utilidades de la empresa; La alimentación y la habitación cuando se entreguen en forma onerosa a trabajadores; se entiende que son onerosas estas prestaciones cuando representen cada una de ellas, como mínimo, el veinte por ciento del salario mínimo general diario, que rija en el Distrito Federal; Las despensas en especie o en dinero, siempre y cuando su importe no rebase el cuarenta por ciento del salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal; Los premios por asistencia y puntualidad, siempre que el importe de cada uno de estos conceptos no rebase el diez por ciento del SBC. Las cantidades aportadas para fines sociales, considerándose como tales las entregadas para constituir fondos de algún plan de pensiones establecido por el patrón o derivado de contratación colectiva. Los planes de pensiones serán sólo los que reúnan los requisitos que establezca la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR). El tiempo extraordinario dentro de los márgenes señalados en la Ley Federal del Trabajo LFT. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 X. | 75 Para que los conceptos mencionados en este precepto se excluyan como integrantes del salario base de cotización, deberán estar debidamente registrados en la contabilidad del patrón. Dentro del marco anterior, la ley es clara en lo que trata el artículo 9 de la misma, que en su contenido refiere que las disposiciones de la ley que establecen cargas a los particulares y las que señalan excepciones a las mismas, así como las que fijan infracciones y sanciones son de aplicación estricta. Sin embargo, en lo que respecta a algunos conceptos de integración al salario, el Honorable Consejo Técnico del IMSS emitió los siguientes acuerdos para tomarse en cuenta en la determinación del salario diario integrado para efectos de seguro social (SDI) ó SBC: acuerdo 494/93 (Fondo de Ahorro); acuerdo 496/93 (Premio de asistencia y puntualidad; acuerdo 495/93 (Despensa) y acuerdo 497/93 (Horas extra), mismas que permiten determinar un SBC para reducir legalmente el salario y que sean del conocimiento de las diversas dependencias del Instituto para que se cumpla debidamente y difundirse adecuadamente, a fin de que los patrones y trabajadores tengan un conocimiento preciso al respecto. Estos acuerdos fueron formulados basados en la Ley de 1973 cuando la base de integración se especificaba en el artículo 32, sin embargo continúan vigentes con la ley de 1997 en el artículo 27, pero en cualquier momento pudieran ser revocados (Belmares, 2005). Tasas o cuotas de seguridad social Para que se pueda cumplir con la finalidad de la seguridad social: garantizar el derecho a la salud, la asistencia médica, proteger los medios de subsistencia y los servicios sociales necesarios para el bienestar individual y colectivo, así como el otorgamiento de una pensión que, en su caso y previo cumplimiento de los requisitos legales, será garantizada por el Estado, se clasifican diversos tipos de ramos de aseguramiento de acuerdo al artículo 11 de la LSS. a) b) c) d) e) Seguro de enfermedades y maternidad Seguro de riesgos de trabajo Seguro de invalidez y vida Seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez Seguro de guarderías y prestaciones sociales Cada uno de estos ramos de aseguramiento es distinto porque protegen al trabajador y sus beneficiarios contra situaciones diferentes, mediante prestaciones en especie y en dinero, pero en este estudio nos concentramos específicamente en el tema de la investigación, las cuales se detallan a continuación. Seguro de invalidez y vida Protege contra los riesgos de invalidez y muerte del asegurado o del pensionado por invalidez cuando éstos no se presentan por causa de un riesgo de trabajo mediante el otorgamiento de una pensión a él o sus beneficiarios. Los recursos necesarios para financiar las prestaciones y los gastos administrativos del seguro de invalidez y vida, así como la constitución de las reservas técnicas, se obtendrán de las cuotas que están obligados a cubrir los patrones, los trabajadores y demás sujetos obligados, así como de la contribución que corresponda al Estado según el artículo 146 LSS. 76 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES A los patrones y a los trabajadores les corresponde cubrir, para el seguro de invalidez y vida el 1.75 % y el 0.625 % sobre el salario base de cotización, respectivamente (Artículo 147 LSS). En todos los casos en que no esté expresamente prevista por la ley o por convenio la cuantía de la contribución del Estado para los seguros de invalidez y vida, será igual al 7.143 % del total de las cuotas patronales y la cubrirá en los términos del artículo 108 de esta ley (Artículo 148 LSS). Seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez (RCV) Es el seguro mediante el cual el trabajador cotizante ahorra para su vejez, y por tanto, los riesgos que cubre son el retiro, la cesantía en edad avanzada, la vejez del asegurado, así como la muerte de los pensionados por este seguro. Con la contratación de este seguro, el trabajador tendrá derecho a una pensión, asistencia médica, y las asignaciones familiares y ayuda asistencial que correspondan al cubrir los requisitos que marca la Ley. Los patrones y el gobierno federal, en la parte que les corresponde están obligados a enterar al Instituto el importe de la cuota obrero patronal y la aportación Estatal del seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez. Dichas cuotas se recibirán y se depositaran en las respectivas subcuentas de la cuenta individual de cada trabajador, para ser administradas por las Administradoras de Fondos de Retiros (Afores), en los términos previstos en la Ley para la Coordinación de los sistemas de ahorro para el retiro. Artículo 168 LSS. Las cuotas y aportaciones a que se refiere el artículo anterior son: En el ramo de retiro, a los patrones les corresponde cubrir el importe equivalente al 2% del salario base de cotización del trabajador. En los ramos de cesantía en edad avanzada y vejez, a los patrones y a los trabajadores les corresponde cubrir respectivamente las cuotas del 3.150 % y 1.125 % sobre el salario base de cotización. En los ramos de cesantía en edad avanzada y vejez la contribución del Estado será igual al 7.143 % del total de las cuotas patronales, además, el gobierno federal aportará mensualmente, por concepto de cuota social, una cantidad inicial equivalente al 5.5 % del salario mínimo general para el Distrito Federal, por cada día de salario cotizado, la que se depositará en la cuenta individual de cada trabajador asegurado. Estas cuotas y aportaciones al destinarse, en su caso, al otorgamiento de pensiones, se entenderán destinadas al gasto público en materia de seguridad social de acuerdo al Artículo 168 de la LSS. La entrada en vigor de la nueva Ley del Seguro Social en 1997 sustituyó el sistema denominado de reparto que era administrado por el IMSS, por uno de capitalización de cuentas individuales operado por las Administradoras de Fondos de Retiro (AFORES), que son administradoras privadas especializadas en el manejo de fondos para el retiro. Bajo el sistema de reparto, las pensiones se pagaban con las aportaciones de los trabajadores en activo, los patrones y el gobierno, más los rendimientos de los fondos de retiro acumulados. Debido al envejecimiento de la población y a malas políticas de inversión, ya que la administración de esos recursos no era la adecuada y era el gobierno quien garantizaba el pago de la pensión, éste esquema empezó a generar un déficit financiero. Actualmente, bajo el nuevo sistema, las tres aportaciones se depositan en una cuenta individual a nombre del trabajador y se destinan al pago de su pensión. Así, el monto que recibe depende de las aportaciones realizadas y el rendimiento de la cuenta individual. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 77 A los trabajadores en transición, es decir, aquellos que empezaron a cotizar antes de la nueva Ley del Seguro Social, la actual legislación en su Artículo 11 Transitorio les concede el derecho a elegir bajo que legislación quieren retirarse:   Primera opción: El régimen de la Ley del Seguro Social de 1973 Segunda opción: El régimen de la Ley del Seguro Social de 1997 Régimen de pensiones Ley 1973 El régimen de pensiones de la Ley del seguro Social de 1973, comprende los artículos: 137 al 159 y del 167 al 171. a) Pensión por cesantía en edad avanzada Para pensionarse bajo esta modalidad es necesario que el trabajador tenga cotizadas en el IMSS un mínimo de 500 semanas, edad entre 60 y 64 años y contar con trabajo remunerado, así como renunciar a su actual empleo (Artículo 143 y 145 LSS 1973). El anterior razonamiento se apoya en un elemental concepto laboral de acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que manifiesta el derecho de recibir una prestación compensatoria a regir en el ocaso de la vida y cuya denominación no interesa para el objetivo que se persiga, a efecto de entender la necesidad del disfrute de una sobrevivencia decorosa cuando se han perdido las facultades para el desempeño de una labor activa durante un periodo de mayor o menor intensidad de la existencia de ese ser llamado trabajador (Barajas, 2000). b) Pensión por vejez Para pensionarse por Vejez, el mínimo de semanas requeridas es de quinientas (Artículo 138 LSS 1973) y la edad de 65 años o más. Además de que el trabajador tiene derecho a una pensión vitalicia, también se aplica la conservación y el reconocimiento de derechos tanto para él como a su familia. Articulo 137 LSS 1973. Los artículos 164 y 165 de la LSS señalan el derecho del trabajador pensionado a recibir una asignación familiar y una ayuda asistencial las cuales serán explicadas por separado. Otra característica importante es que las pensiones otorgadas serán revisadas cada vez que se modifique el salario mínimo del Distrito Federal. (Artículo 172 LSS 1973). En términos de la Ley de 1973, articulo 171, la pensión por cesantía en edad avanzada se otorgará dependiendo de la edad de retiro y de las semanas de cotización acreditadas. En el Cuadro 1 se muestran los porcentajes que le corresponden al trabajador si acredita 500 semanas. 78 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES Cuadro 1.- Porcentajes de pensión por edades en cesantía y vejez (LSS 1973) Edad 60 61 62 63 64 65 8 % de pensión 75 80 85 90 95 100 De la misma forma el Artículo 167 LSS 1973 señala: las pensiones anuales de invalidez y de vejez se compondrán de una cuantía básica y de incrementos anuales computados de acuerdo con el número de cotizaciones semanales reconocidas al asegurado con posterioridad a las primeras quinientas semanas de cotización, según la cuantía básica y los incrementos serán calculados conforme el Cuadro 2. Cuadro 2.- Excedente de 500 semanas cotizadas (LSS 1973) SMGDF 9 Hasta 1 De 1.01 a 1.25 De 1.26 a 1.50 De 1.51 a 1.75 De 1.76 a 2.00 De 2.01 a 2.25 De 2.26 a 2.50 De 2.51 a 2.75 De 2.76 a 3.00 De 3.01 a 3.25 De 3.26 a 3.50 De 3.51 a 3.75 De 3.76 a 4.00 De 4.01 a 4.25 De 4.26 a 4.50 De 4.51 a 4.75 De 4.76 a 5.00 De 5.01 a 5.25 De 5.26 a 5.50 De 5.51 a 5.75 De 5.76 a 6.00 De 6.01 hasta el límite superior Cuantía básica 80.00 % 77.11 % 58.18 % 49.23 % 42.67 % 37.65 % 33.68 % 30.48 % 27.83 % 25.60 % 23.70 % 22.07 % 20.65 % 19.39 % 18.29 % 17.30 % 16.41 % 15.61 % 14.88 % 14.22 % 13.62 % 13.00 % Incremento anual 0.563 % 0.814 % 1.178 % 1.430 % 1.615 % 1.756 % 1.868 % 1.958 % 2.033 % 2.096 % 2.149 % 2.195 % 2.235 % 2.271 % 2.302 % 2.330 % 2.355 % 2.377 % 2.398 % 2.416 % 2.433 % 2.450 % Para efecto de determinar la cuantía básica anual de la pensión y sus incrementos, se considera como salario diario el promedio correspondiente a las últimas doscientas cincuenta semanas de cotización (cinco años). Si el asegurado no tuviere reconocidas las doscientas cincuenta semanas señaladas se tomarán las que tuviere acreditadas, siempre que sean suficientes para el otorgamiento de una pensión por invalidez o por muerte. 8 9 En el caso de cesantía, se aumentará un año a los cumplidos, cuando la edad exceda en seis meses. Salario Mínimo General del Distrito Federal Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 79 El salario diario que resulte se expresará en veces el Salario Mínimo General para el Distrito Federal vigente en la fecha en que el asegurado se pensione, a fin de determinar el grupo de la tabla que antecede en que el propio asegurado se encuentre. Los porcentajes para calcular la cuantía básica, así como los incrementos anuales se aplicarán al salario promedio diario mencionado. El derecho al incremento anual se adquiere por cada cincuenta y dos semanas más de cotización. Los incrementos a la cuantía básica, tratándose de fracciones del año, se calcularán en la siguiente forma: a) Con trece a veintiséis semanas reconocidas se tiene derecho al cincuenta por ciento del incremento anual. b) Con más de veintiséis semanas reconocidas se tiene derecho al cien por ciento del incremento anual. El Instituto otorgará a los pensionados comprendidos en este capítulo, un aguinaldo anual equivalente a una mensualidad del importe de la pensión que perciban. Como complemento a lo anterior el artículo 168 de la Ley 1973 menciona: La pensión de invalidez, vejez o cesantía en edad avanzada, incluyendo las asignaciones familiares y ayudas asistenciales que en su caso correspondan, no podrá ser inferior al 100% del salario mínimo general que rija en el Distrito Federal. El monto determinado servirá de base para calcular las pensiones que se deriven de la muerte tanto del pensionado, como del asegurado, al igual que para determinar la cuantía del aguinaldo anual. En todo caso, el monto del aguinaldo a que se refiere el párrafo anterior, no será inferior a treinta días. La cuantía mínima de las pensiones derivadas de incorporaciones generadas por decreto del Ejecutivo Federal o convenios celebrados por el Instituto en los términos de esta Ley, que contengan las modalidades de aseguramiento en el ramo de los seguros de invalidez, vejez, cesantía en edad avanzada y muerte, se sujetará a lo establecido en el segundo párrafo del artículo 172 de la ley de SS 1973. De la misma forma el Artículo 169 LSS 1973, establece: La pensión que se otorgue por invalidez, vejez o cesantía en edad avanzada, incluyendo el importe de las asignaciones familiares y ayudas asistenciales que se concedan, no excederá del cien por ciento del salario promedio que sirvió de base para fijar la cuantía de la pensión. Este límite se elevará únicamente por derechos derivados de semanas de cotización reconocidas, cuando el monto que se obtenga por concepto de la pensión sea superior al mismo. Las anteriores limitaciones no regirán para las pensiones con el monto mínimo establecido en el artículo 168. Una vez cubiertos los requisitos y autorizada la pensión, corresponde al Gobierno Federal a través del IMSS, calcularla de acuerdo al salario promedio que el trabajador ganó en los últimos cinco años y la edad al momento del retiro, y pagarla durante el tiempo que le quede de vida. Además de recibir la pensión que le corresponde de acuerdo con el cálculo que realiza el Seguro Social, tiene derecho a disponer en una sola exhibición de los recursos de retiro y vivienda 92. 80 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES De acuerdo con la Ley del Seguro Social 1997, los recursos correspondientes al Nuevo Sistema de Pensiones, los que están en la AFORE se canalizarán al Gobierno Federal para que el IMSS pague su pensión. Además del monto mensual de la pensión, el trabajador pensionado tiene derecho a recibir otras dos prestaciones sociales, las denominadas asignaciones familiares y la ayuda asistencial de acuerdo a lo previsto en el artículo 164 de la LSS 1973 que señala lo siguiente: Las asignaciones familiares consisten en una ayuda por concepto de carga familiar y se concederá a los beneficiarios del pensionado por invalidez, vejez o cesantía en edad avanzada, de acuerdo a las siguientes reglas: Para la esposa o concubina del pensionado el quince por ciento de la cuantía de la pensión; Para cada uno de los hijos menores de dieciséis años del pensionado, el diez por ciento de la cuantía de la pensión; Si el pensionado no tuviere ni esposa, ni hijos menores de dieciséis años, se concederá una asignación del diez por ciento por cada uno de los padres del pensionado si dependieran económicamente de él; si careciera de los anteriormente señalados, se le concederá ayuda asistencial. De la misma forma, el pensionado tiene derecho a recibir un aguinaldo anual, tal y como lo señala el artículo 168 de la LSS 1973 bajo lo siguiente: El monto determinado por pensión, servirá de base para calcular las pensiones que se deriven de la muerte del pensionado, como del asegurado, al igual que para fijar la cuantía del aguinaldo anual. En todo caso el monto del aguinaldo a que se refiere el párrafo anterior, no será inferior a treinta días. Cuando ocurra la muerte del asegurado o del pensionado por invalidez, vejez, o cesantía en edad avanzada, el Instituto otorgará a sus beneficiarios, conforme a lo dispuesto en el presente capítulo, las siguientes prestaciones: Artículo 149 LSS 1973. Pensión de viudez; pensión de orfandad; pensión de ascendientes; ayuda asistencial a la pensionada por viudez, en los casos en que lo requiera, de acuerdo con el dictamen médico que al efecto se formule; y asistencia médica, en los términos del capítulo IV de las prestaciones de la LSS. Son requisitos para que se otorguen a los beneficiarios las prestaciones contenidas en el párrafo anterior, según el artículo 150 LSS 1973, los siguientes: 1. Que el asegurado, al fallecer, hubiese tenido reconocido el pago al Instituto de un mínimo de ciento cincuenta cotizaciones semanales, o bien que se encontrara disfrutando de una pensión de invalidez, vejez o cesantía en edad avanzada; y 2. Que la muerte del asegurado o pensionado no se deba a un riesgo de trabajo. Tendrá derecho a la pensión de viudez la que fue esposa del asegurado o del pensionado. A falta de esposa, tendrá derecho a recibir la pensión, la mujer con quien el asegurado o pensionado vivió como si fuera su marido, durante los cinco años que precedieron inmediatamente a la muerte de Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 81 aquél, o con la que hubiera tenido hijos, siempre que ambos hayan permanecido libres de matrimonio durante el concubinato. Si al morir el asegurado o pensionado tenía varias concubinas, ninguna de ellas tendrá derecho a recibir la pensión (Artículo 152 LSS 1973). La misma pensión le corresponderá al viudo que estuviese totalmente incapacitado y que hubiese dependido económicamente de la trabajadora asegurada o pensionada fallecida. Cálculo según el artículo 167 LSS 1973 Ejemplo: Trabajador con edad de 60 años; total semanas cotizadas 2140; SMG: $73.04; salario de los últimos cinco años: (últimas 250 semanas cotizadas al IMSS), el trabajador tiene esposa, el Cuadro 3 indica los salarios con los que el trabajador cotizó en los últimos 5 años. Cuadro 3.- Salarios últimas doscientas cincuenta semanas (datos hipotéticos) AÑO 2009 2010 2011 2012 2013 TOTAL SBC 900.00 950.00 1000.00 1,150.00 1100.00 5,000.00 Para aclarar la forma de determinar la cuantía de la pensión, se propone seguir los siguientes pasos: Paso 1. Se Determina el salario promedio de las últimas doscientas cincuenta semanas de cotizaciones (5 años). 5000.00 / 5 años = 1000.00 Salario promedio Paso 2. Se determinan las semanas cotizadas en exceso, restando al total de semanas cotizadas las 500 (quinientas) que como requisito establece la LSS, esto es: 2140 - 500 = 1,640 semanas en exceso reconocidas. 1640/52 semanas del año = 31.53 semanas en exceso (32). Paso 3. El salario diario que resulte del paso 1, se dividirá entre el salario mínimo general vigente en la fecha en que el asegurado se pensione, a fin de determinar el grupo o renglón de la tabla en que el propio asegurado se encuentre. $ 1000/ 73.04 = 13.69 este resultado lo buscamos en la tabla del art. 167 de la Ley 1973. Paso 4. El resultado del paso tres, nos ofrece dos datos: el % cuantía básica y el incremento anual %, mismos que utilizaremos para calcular la pensión. Paso 5. El porcentaje determinado por la tabla referente a la cuantía básica, se multiplica por el salario promedio de los últimos cinco años y multiplicado el resultado a su vez por los 365 días del año nos arrojará el importe de la cuantía básica de la pensión. $ 1000.00 * 13.00 * 365 días = $ 47,450, importe de la cuantía básica de la pensión. 82 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES Paso 6. El porcentaje determinado por la tabla referente al incremento anual se multiplica por el número de semanas en exceso y multiplicado el resultado a su vez por los 365 días del año y el resultado multiplicado por el número de semanas en exceso nos arrojará el importe del incremento anual de la pensión. 1000.00 * 2.450 = 24.50 * 365 días = $8492.50 * 32 años que corresponden a las semanas reconocidas en exceso del paso 2 = $ 286, 160.00 Incremento anual pensión. Paso 7. Se suman los resultados obtenidos en el paso seis y determinamos el importe anual total base para la pensión. Cuantía básica anual + Incremento anual= pensión anual base $47,450 + $ 286,160 = 333,610 pensión anual base Paso 8. Si el trabajador tuviere cónyuge, se le adiciona un 15% del importe de la pensión anual base determinado en el paso 7 (asignación familiar). (Multiplicar por 115= sobre el importe total base). $333,610.00 * 115= 50,041.50 (15% esposa). Para el caso de las mujeres trabajadores en el cuál el IMSS no reconoce pagos de asignación familiar directa por tener cónyuge ó concubinario, el artículo 138 de la LSS establece que si el pensionado no tuviera ni esposa o concubina, ni hijos, ni ascendientes que dependan económicamente de él, se le concederá una ayuda asistencial equivalente al quince por ciento de la cuantía de la pensión que le corresponda, es decir, se reconoce también un 15% como ayuda por soledad. Paso 9. Si el trabajador tuviere hijos en edad escolar, que estuvieren en instituciones del sistema nacional y hasta los 25 años, se le adiciona 10% adicional por c/u de los hijos (asignación familiar). (Multiplicar por 110= sobre el importe total base). En nuestro ejemplo el trabajador no tiene hijos en edad escolar, de acuerdo al art. 138 de la LSS las asignaciones familiares concedidas para los hijos del pensionado con motivo de no poderse mantener por sí mismos, debido a inhabilitación para trabajar por enfermedad crónica, física o psíquica, podrán continuarse pagando hasta en tanto no desaparezca la inhabilitación. Paso 10. De la misma forma se le adiciona un 11% adicional a la pensión de acuerdo al art. décimo cuarto transitorio, decreto del 20/12/2001 (multiplicar por 111= sobre el importe total base). 333,610 + 50,041.50 = $383,651.50 * 111 = 42,201.67 (11% adicional). Paso 11. Se suman los resultados obtenidos en los pasos 8, 9 y 10 y resultará el importe total base acumulado de la pensión. $333,610.00 + 50,041.50 (15% esposa) =$383,651.50 + 42,201.67 (11%adicional) = $425,853.17 Paso 12. El resultado obtenido en el paso 11, se multiplica por el porcentaje de acuerdo a la edad del trabajador y el resultado se divide entre 12 meses nos ofrece el importe de la pensión mensual. Importe total de la Pensión: total pensión. $ 425, 853.17 * .75% (cuadro 1) /12 meses = $26,615.82 importe Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 83 c) Pensión por invalidez Ley 1973 El procedimiento de cálculo para la pensión por invalidez, es similar al que se aplica en la pensión por cesantía y vejez, con la única diferencia que en vez de aplicar los porcentajes de edad para determinar la cuantía básica, al resultado del cálculo no se le aplica ningún porcentaje, se entera íntegro al pensionado, de ahí que quien goce de una pensión por invalidez no podrá disfrutar de una por vejez, cesantía en edad avanzada u orfandad (arts. 174 y 175, LSS 1973). Régimen de pensiones Ley 1997 El 1 de mayo de 1992 se implementa el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) como seguro complementario a las pensiones otorgadas por el IMSS y en el cual el patrón debe abrir para cada trabajador una cuenta individual en el banco de su preferencia. A partir de esa fecha, el ahorro obligatorio consistió y consiste en una cuota del 2 % del salario base de cotización, a cargo del patrón que debe entregar a una institución de crédito a su elección. Cada trabajador debe tener una cuenta individual, nominativa; debe tener el número de cuenta del contribuyente y designarse beneficiarios por parte del trabajador en caso de su fallecimiento. Cuando corresponda puede haber dos subcuentas; para retiro y para el fondo de vivienda (INFONAVIT). Con la individualización de cuentas, el trabajador pasa a convertirse en el único dueño de sus aportaciones, recibe los beneficios que le otorgan los recursos al momento de pensionarse y pertenece a un sistema de aportaciones tripartitas. Además tiene la oportunidad de saber, cuando lo desee, donde están y en que se invierten sus ahorros (Camacho, 2005). La institución de crédito debe entregar al patrón el comprobante del depósito y éste debe entregarla al trabajador así como informar al sindicato de las aportaciones hechas a favor de los trabajadores. La misma institución debe informar al trabajador el estado de su cuenta, por lo menos una vez al año. En la operación de las cuentas, la institución crediticia debe entregar el dinero al Banco de México para depósito en la cuenta del IMSS a más tardar el cuarto día hábil bancario. El trabajador tiene derecho a retirar su saldo cuando en una nueva relación laboral no haya seguro obligatorio; operación que requiere el depósito en otra cuenta similar de retiro, de las señaladas en el Comité Técnico del SAR, así como de contratar un seguro de vida con cargo a los recursos de subcuenta y a hacer depósitos adicionales. El trabajador que cumpla sesenta y cinco años o tenga derecho a una pensión de cesantía en edad avanzada, vejez, incapacidad permanente parcial de más del cincuenta por ciento; o disfrute de un plan de pensiones del patrón o del contrato colectivo, tienen derecho a recibir sus fondos situándolos en la entidad financiera que él designe, para obtener una pensión vitalicia, o, para recibirla en una sola exhibición (Kurzyn, 1996). En Diciembre de 1995 se aprobó la Nueva Ley del IMSS, y se estableció como fecha de inicio de vigencia el uno de enero de 1997, aunque después se aplazó su puesta en marcha hasta el uno de julio de 1997. En la exposición de motivos que dio lugar a ésta ley, se señala que: 84 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES … la o liga ió estatal de o t i ui de a e a ás efe ti a al desa ollo a io al, a la generación del ahorro interno y al crecimiento del empleo, coincide con la necesidad de enfrentar las complejas circunstancias y de resolver urgentemente la crítica situación financiera por la que atraviesa el Instituto, de adecuarse a los cambios demográficos, de responder a las crecientes demandas de mayor eficiencia en el uso de los cuantiosos recursos que se le confían para convertirlos en servicios y prestaciones y de superar insuficiencias con la firme voluntad de dar plena vigencia a sus principios y filosofía original de la seguridad social. Todo esto hace impostergable emprender los cambios indispensables para fortalecer al Instituto y darle viabilidad en el largo plazo; acrecentar su capacidad de dar mayor protección; mejorar la calidad, eficiencia y oportunidad en el otorgamiento de servicios de salud; así como garantizar prestaciones sociales adecuadas y pensiones justas (Ramírez, 2004). A partir de la entrada en vigor de la actual ley, en el año de 1997, comenta Budebo (2004), el sistema cambió por el llamado contribución definida; porcentaje de cada sueldo que el trabajador debe entregar a su plan de pensiones y que suele estar determinado por el Estado. El dinero del trabajador se deposita en una cuenta donde acumula intereses hasta que el trabajador se jubila. Este sistema tiene como base la existencia de cuentas individuales de contribución definida. En él las pensiones dependen de lo que se acumule a lo largo de la vida laboral a través del esfuerzo de los trabajadores, y su monto depende tanto de las aportaciones como de los rendimientos obtenidos y las comisiones que se apliquen al sistema. Por esta razón se requiere que las personas tengan presente de manera frecuente los indicadores que les permitan recibir una orientación aproximada de su posible beneficio, dichos indicadores se denominan tasas de reemplazo. La tasa de reemplazo (TR), es la relación que existe entre salario promedio durante la vida laboral de un trabajador y la proporción de la pensión a que tiene derecho una vez que cumpla los supuestos de ley (Paredes, 2012). En el caso mexicano la pensión tiene un piso mínimo, que significa el beneficio garantizado por el Estado, que asegura una pensión equivalente a un salario mínimo general en el Distrito Federal, a partir del mismo, las personas podrán incrementar su monto, de acuerdo a sus condiciones particulares de contribución y de ahorro, que depende de cuatro factores y la combinación de ellos determina la tasa de reemplazo TR 10: a) b) c) d) Comisiones cobradas por las afores; Años de cotización Contribución rendimientos En el nuevo sistema de financiamiento de pensiones de retiro se crean dos seguros, por una parte el denominado RCV, que comprende las ramas de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez, con una aportación tripartita de cuotas calculadas sobre salarios base de cotización. Asimismo, se crea 10 OCDE (2013). Panorama de las pensiones 2013. Información obtenida el 15/10//2014 http://www.oecd.org/centrodemexico/OECD-PensionsAtAGlance-2013-Highlights-Mexico%20SPA.pdf en la web: Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 85 el IV: invalidez y vida, también con aportaciones tripartitas, por otra parte se determina una cuota adicional por parte del gobierno, la creación de una cuenta individual de retiro de los trabajadores, que serán manejadas a través de las administradoras de fondos de retiro (AFORES), que serán de tres tipos (Ruiz, 2007): a) Institucional (IMSS). b) Sector Social c) Privadas Pérez Chávez, (2005) refiere que en 1997 al entrar en vigor el nuevo Sistema de Pensiones se consideró que los cambios trastornarían los derechos de los trabajadores que en breve ejercerían el beneficio de una pensión por cesantía en edad avanzada y vejez, por lo que fue necesario, determinar algunas disposiciones transitorias para dejar vigentes algunos derechos de la ley anterior. Así en el artículo tercero transitorio de la LSS vigente, se estableció que los asegurados inscritos con anterioridad a la fecha de entrada en vigor de la ley de 1997, al cumplir los supuestos legales para disfrutar cualquiera de las pensiones, podrán decidir sobre las opciones siguientes. 1. Acogerse al beneficio de la LSS, vigente hasta el 30 de junio de 1997. 2. Elegir el esquema de pensiones de la nueva ley. Por su parte, el artículo transitorio de la misma ley, prevé la obligación del IMSS de calcular el importe de la pensión para cada uno de los regímenes, esto a solicitud del trabajador, el cual decidirá lo que a sus intereses convenga. Continúa comentando Pérez Chávez que tanto las pensiones de cesantía en edad avanzada, como las de vejez podrán ser pagadas por las compañías de pensiones (aseguradoras) o las propias AFORES, una vez que existan los fondos suficientes en las cuentas individuales de los trabajadores, pero mientras no suceda esto, seguirán siendo pagadas por el IMSS, bajo el régimen anterior. En resumen, en la Ley 97 para pensiones de cesantía y vejez, la pensión se cubre con lo que tengan en la cuenta individual y si no alcanza, se cubre una pensión garantizada que equivale a un mes del SMGDF11, esto significa que bajo la Nueva Ley, el beneficio no se conoce de antemano, éste dependerá de los rendimientos que obtenga la Afore elegida. Con el régimen actual de pensiones, cada trabajador ahorra de forma individual a través de su cuenta de ahorro, y además puede incrementar su ahorro para mejorar su pensión. Lo único que garantiza la nueva Ley del IMSS es un salario mínimo. Pensión por invalidez régimen 1997 Según el numeral 141 de la LSS vigente, el monto de la pensión por invalidez será igual a una cuantía básica del 35% del promedio de los salarios correspondientes a las últimas 500 semanas de cotización anteriores al otorgamiento de la misma, o las que tuviese siempre que sean suficientes para ejercer el derecho a dicha pensión –esto es 250 al declararse aquélla o 150 si el dictamen respectivo determina el 75% o más de invalidez– actualizadas conforme al Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), más las asignaciones familiares y ayudas asistenciales. 11 Salario mínimo General del Distrito Federal 86 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES En este caso, el asegurado contratará su pensión y un seguro de sobrevivencia para sus beneficiarios, con la institución de seguros que elija. Para ello, el IMSS le pagará a la aseguradora la suma asegurada que resulte de la operación de restar al monto constitutivo para contratación de la pensión y un seguro de sobrevivencia el saldo acumulado en la cuenta individual del asegurado para dar por resultado la suma asegurada a entregar por el IMSS a la aseguradora elegida por el derechohabiente. Si el trabajador tiene un saldo acumulado en su cuenta individual mayor al necesario para integrar el monto constitutivo para contratar los seguros de renta vitalicia y de sobrevivencia, podrá optar por: retirar la suma excedente en una sola exhibición; contratar una renta vitalicia por una cuantía mayor, o; aplicar el excedente a un pago de sobreprima para incrementar los beneficios del seguro de sobrevivencia (art. 120, LSS 1997). En ningún caso la pensión por invalidez, incluyendo las asignaciones familiares y ayudas asistenciales, podrá ser inferior a un salario mínimo general vigente en el DF. METODOLOGÍA Esta investigación es de tipo mixta con enfoque de estudio de caso, ya que permite relacionar los datos obtenidos con la teoría, así como describir, analizar y explicar los resultados encontrados con el objeto de estudio. El objetivo primordial del estudio de caso es la particularización y no la generalización, se toma un caso particular y se llega a conocerlo bien, y no principalmente para ver en qué se diferencia de los otros, sino para ver que es, que hace. Se destaca de la unicidad, y esto implica el conocimiento de los otros casos de los que el caso en cuestión se diferencia, pero la finalidad primera es la comprensión de éste último (Stake, 2007). Al referirse al estudio de caso Merriam (1988) citado por Rovira, et al (2004) señala que: Es el conocimiento en profundidad de un fenómeno concreto y no la obtención de resultados sobre el caso general que el fenómeno seleccionado pueda representar; reconoce Merrian que el estudio de caso es un método muy limitado y sugiere que una posible solución a este problema es utilizar procedimientos estándar de muestreo, tanto en el interior del caso como en la selección de varios casos para estudiar el mismo fenómeno. La búsqueda constante de nuevos y mejores modelos explicativos de las organizaciones requiere de metodologías que puedan, a partir del contacto con el objeto de estudio, generar nuevas explicaciones requeridas. Por ello, dadas las limitaciones que existen para construir nuevas teorías, el estudio de caso resulta una metodología particularmente útil en la investigación relacionada con la empresa, la exploración y descripción de aspectos novedosos o poco conocidos de las organizaciones presentan resultados con alto potencial de utilidad en la práctica, por lo que se seleccionaron dos PyMes de la Ciudad de Culiacán, el tipo de muestreo que se utilizó para la presente investigación fue el probabilístico, debido a que las entrevistas se efectuaron con personas involucradas con la problemática sujeta a estudio, personas trabajadores de la empresas elegidos al azar y de las que se pretendió conocer la percepción que tienen acerca de las prestaciones económicas de la Ley del Seguro Social. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 87 Primeramente se realizó una revisión bibliográfica y documental, que permitió conocer las investigaciones realizadas de acuerdo a los enfoques teóricos señalados como básicos para la ejecución de este estudio y que constituyeron el marco teórico. En la investigación de campo se utilizó, para la recolección de los datos, las fuentes documentales, entrevistas a profundidad, observación, archivos grabados, análisis textual, y transcripciones. Asimismo, para lograr los objetivos y dar respuesta a las preguntas de investigación planteadas y con la finalidad de que el grado de validez y confiabilidad del estudio fuera mayor, se transcribió la información para realizar su análisis y contrastación teórica y la elaboración del producto final con sus respectivas conclusiones y recomendaciones. RESULTADOS La recopilación de información se sometió al análisis estadístico de los datos recopilados mediante programa de computo Excell que permitió la ordenación categorización, tabulación y combinación de estos pudiendo inferir el sentido de nuestras propuestas contenidas en esta investigación y de la que se incluyen en este estudio tablas que explican los resultados de la percepción de los trabajadores acerca de las prestaciones de seguridad social. Para ello, primeramente se procedió a e t e ista a los t a ajado es de las e p esas A B elegidos al aza , utiliza do pa a ello el cuestionario-encuesta, mismo que se apli ó a t ei ta t a ajado es de la e p esa A a diez t a ajado es de la e p esa B , u total de t a ajado es. De los uales t a ajado es so hombres y 18 son mujeres. Para la realización del estudio se entrevistó a Directivos de la empresa, a la Contadora o Gerente de Recursos Humanos y trabajadores. Las fuentes específicas que se utilizaron en la recolección de la información fueron, notas de campo, como producto de las actividades de observación, documentos internos de la empresa, otros materiales documentales y cuestionarios. En relación al grado de conocimiento y percepción de los trabajadores sobre las pensiones, el análisis se realizó en base a los datos que presenta el Cuadro 4, el cual muestra el grado de conocimiento que los trabajadores tienen de las pensiones a que tienen derecho cuando se presente la incidencia por pensión por invalidez y cesantía o vejez. Cuadro 4.- Grado de conocimiento de Pensiones (información proporcionada por el personal) Concepto Pensión por Invalidez Pensión Cesantía y V. Si % No % Total porcentaje 2 10.0 38 90.0 100% 7 17.0 33 83.0 100% Al mismo tiempo en la entrevista, los trabajadores aducen que la causa que les impide aprovechar las prestaciones son el desconocimiento de las prestaciones y la falta de difusión de parte de las empresas y del mismo Seguro Social. Además la información proporcionada por los trabajadores, reveló que aunque no se ha presentado la incidencia, no conocen los requisitos para cumplir con las leyes vigentes. 88 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES Buscando conocer la opinión de los trabajadores en referencia al sistema de pensiones, se les cuestionó lo siguiente ¿considera usted que los pagos que reciben los pensionados del IMSS son justos?, respuesta manifestada en el Cuadro 5. Cuadro 5.- Opinión de los trabajadores sobre los pensiones (información proporcionada por el personal) Opción de respuesta Frecuencia % Si son justos No son justos 4 11 10.00 27.50 Algunos casos No sé 3 22 7.50 55.00 Total frecuencias 40 100.00 La gran mayoría de los entrevistados, el 82.5%, desconoce la prestación, o la considera injusta. Solo un 10 % la considera justa y únicamente el 7.50 % manifiesta que algunos casos de pensión son justos. Respuestas que reflejan la baja aceptación de los trabajadores a las pensiones que reciben actualmente los pensionados; aducen que los salarios que reciben son bajos y que posiblemente también será de la misma forma la pensión que recibirán, pero desconocen la mayoría de ellos la forma en que se calcularía una pensión, las causas que las motivan así como los requisitos para recibirla. Generalizando, en materia de pensiones, los asegurados desconocen los requisitos, plazos y consecuencias para recibir una pensión. De acuerdo a estos resultados, los trabajadores de las e p esas A B , e t e el el po ie to de los t a ajado es des o o e los e uisitos la forma de determinar la cuantía de su pensión, situación que coincide con la información presentada por Rivero (2007), en relación a que entre el 85 y cien por ciento de los trabajadores del país desconoce las prestaciones del IMSS12. La información anterior permitió alcanzar el objetivo de este trabajo de investigación denominado: Analizar y explicar el mecanismo de operatividad de la Ley del Seguro Social 1973 y 1997 para determinar las pensiones por cesantía en edad avanzada e invalidez, así como los requisitos de la ley para su obtención e identificar las causas que impiden a los trabajadores disfrutar tales beneficios. De la misma forma permitió validar la hipótesis de investigación: Los salarios base de cotización registrados a los trabajadores de las Pymes son insuficientes y los requisitos los limitan para determinar una pensión digna, además existe en la mayoría de los trabajadores un casi total desconocimiento de los trámites y requisitos por falta de difusión tanto de las empresas como del seguro social. Además la información proporcionada por los trabajadores, reveló que aunque no se ha presentado la incidencia, no conocen los requisitos para cumplir con las leyes vigentes. 12 Nota obtenida del artículo “Desconocen prestaciones del IMSS” publicado en el Debate de Culiacán el día 29 de marzo de 2007. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 89 CONCLUSIONES Se observaron los objetivos, características, legalidad, así como los elementos para la determinación del salario base de cotización y su relación con los beneficios que recibe el trabajador en materia de prestaciones, particularmente en pensiones de cesantía y vejez e invalidez. El método mixto, es decir una combinación de los métodos cuantitativo y cualitativo permitió cuantificar e interpretar la información proporcionada por los trabajadores de pequeñas y medianas empresas. La gran mayoría de los entrevistados, el 82.5%, desconoce estas prestaciones, en qué forma se calcularía una pensión, las causas que las motivan así como los requisitos para recibirla. Sin embargo agregaron inconformidad de parte de los trabajadores pensionados, debido a que las los salarios que reciben son bajos y que posiblemente también será de la misma forma la pensión que recibirán. Consideraciones finales La importancia que reviste la seguridad social para el trabajador ha sido ampliamente comentada en el desarrollo del presente trabajo de investigación. En la medida que el trabajador sepa aprovechar las diferentes prestaciones en dinero, permitirá que se conviertan en medios de subsistencia para su mejoría económica, el apoyo que reciba de parte de las empresas y del IMSS será invaluable para tal fin, bajo este contexto, y en función de las expectativas que tienen los resultados de éste trabajo de investigación, después de haber dado a conocer las conclusiones a las que se alcanzó, las cuales fueron consideradas como las más relevantes y pretendiendo aportar algunas ideas que pudieran servir para el mejoramiento de las empresas investigadas, se presentan las siguientes recomendaciones:     El IMSS, como organismo responsable de la protección, observancia, promoción, estudio y la divulgación de los derechos de los trabajadores previstos por la ley respectiva, necesita realizar acciones bilaterales en conjunto con los patrones, tendientes a la protección de las personas por medio de la difusión de sus derechos en materia de seguridad social. Es necesario que las empresas investigadas mantengan informados a los trabajadores sobre seguridad e higiene en el trabajo, es fundamental para que vean resultados positivos, por los que las empresas deben iniciar y apoyar la investigación sobre la seguridad e idoneidad del entorno de trabajo y sobre los comportamientos, actitudes, procedimientos y actividades de riesgo. Es recomendable para las empresas propiciar actividades en materia de seguridad social, en donde las personas puedan participar con sus ideas, opiniones y pláticas principalmente con el personal de nuevo ingreso. Es prioritario sensibilizar al personal de los riesgos profesionales, mejorar la conciencia que tienen de sus derechos a un entorno seguro de trabajo y de sus obligaciones, para protegerse y aumentar su seguridad y la de otras personas. Es ineludible para las empresas investigadas adoptar y aplicar todas las medidas necesarias, para preservar la salud y el bienestar, así como obtener y difundir información sobre las prestaciones de seguridad social. 90 | Manuel Ildefonso Ruiz-Medina1; María del Socorro Borboa-Quintero2 y Dalia María Cuadras-Borboa · Las pensiones de cesantíavejez e invalidez de la ley del IMSS, un análisis teórico práctico en trabajadores de las PyMES         Las empresas y el instituto tienen la obligación moral y legal de darles a conocer mediante cursos, pláticas, folletos, información suficiente para conocerlas y aprovecharlas, es un derecho irrenunciable, que no puede perderse por falta de conocimiento o por falta de reunir los requisitos que la ley exige. Es recomendable que el IMSS establezca mecanismos que permitan que la mayoría acceda a la información sobre las prestaciones contenidas en la Ley, ya que su página de Internet donde se contempla la información relevante sobre dichas prestaciones, son inaccesibles para la mayoría de los trabajadores. De manera general y al margen de los resultados particulares de la investigación realizada en las empresas A y B, se presentan además las siguientes propuestas: Fomentar una cultura de capacitación en todos los sentidos, particularmente en dar a conocer de manera continua las prestaciones en especie y en dinero de la Ley del IMSS. Que las escuelas de administración y las de contaduría pública o similares concedan más importancia a la materia: seguridad y beneficios sociales o aportaciones de seguridad social, situación que permitiría a profesionistas mejores y más prácticos conocimientos en esa materia. Lo anterior se puede logar por medio de la participación de los docentes que imparten dichas materias, quienes son los más indicados para llevar a cabo dicha tarea. Es necesario contar en la localidad con profesionistas, consultores o asesores que dominen el tema y que lo promuevan entre las empresas y de esta forma contribuyan a su difusión. Es conveniente que las Universidades e Instituciones de Educación Superior y los empresarios establezcan convenios de vinculación que permitan por un lado la solución de problemas en la empresa en materia de seguridad social y otros y por otro lado que estudiantes y maestros desarrollen en la práctica conocimientos, actitudes, aptitudes y valores que favorezcan su desarrollo personal y profesional. LITERATURA CITADA Barajas, M. de O. S. (2000). Derechos del Jubilado y del pensionado. Cámara de Diputados LVIII Legislatura-UNAM, México, 2000:3. Disponible en: http://www.bibliojuridica.org/libros/libro.htm?l=72, con fecha 05 de febrero 2003. 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Reglamento Afiliación, Clasificación, Recaudación y Fiscalización de la Ley del Seguro Social. 92 | RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 93-110 CORTADORES DE CAFÉ EN MÉXICO. EL INFRAMUNDO DEL TRABAJO DECENTE COFFEE CUTTERS IN MEXICO. THE UNDERWORLD OF DECENT WORK José Manuel Hernández-Trujillo RESUMEN En este artículo se planteó como objetivo, explicar las dificultades que se presentan para lograr que los cortadores de café, se inserten en relaciones laborales propias del trabajo decente. Para lograrlo se diseñó la siguiente estructura de exposición de la investigación. En el primer apartado, se analiza el entorno en el que se desarrolla el mercado de trabajo, en este, se caracterizó a los empleadores, tratando de identificar la importancia de los diferentes estratos en la producción y en el empleo, identificar las alternativas de empleo en las localidades productoras, algunas tendencias de la superficie cosechada, así como de las dificultades existentes para la reconversión productiva. En el segundo apartado, se señalan algunos factores que afectaron a la mayoría de los productores, a partir de la desregulación del mercado de café y de los efectos que esto tuvo en su empobrecimiento, y en muchos casos, del abandono de la actividad por parte de los productores. En el tercer apartado, se analiza la condición socioeconómica de los jornaleros, enfatizando algunas características que son relevantes en la incorporación de las personas al mercado de trabajo, tales como analfabetismo, reducida educación formal, y hablantes de lengua indígena, con el propósito de explicar sus reducidas capacidades de movilidad laboral, en mercados de trabajo formales. En el cuarto se analizan las características de su ocupación, sus niveles de ingreso y se exponen algunos elementos sobre la estructura del consumo. Ya que necesariamente, sus ingresos, determinan su consumo, y este es monótono, reducido y de baja calidad nutricional. Los cortadores de café, son un importante núcleo de los jornaleros agrícolas, que se emplea sin contratos, sin prestaciones, que trabaja cuatro meses al año, en el café, donde una tercera parte de los ocupados supera los 50 años de edad, y sus ingresos sólo le alcanzan para comer con regularidad, tortillas y frijoles en el período de mayor ocupación. Por eso se señala, que si existe un piso en el trabajo decente, en él se encuentran los cortadores de café. Palabras clave: jornalero, mercado de trabajo, agricultura. SUMMARY The objective of this article is to explain the difficulties implied in the coffee cutters insertion into labor relationships suitable of decent work. In order to do so, the following structure was designed for presenting the research. The first section analyzes the labor market environment, while characterizing the employers aiming to identify their importance both in the different production links and in the employment level, as well as the employment alternatives in the producing localities, some tendencies of the harvested zones and the difficulties for the production restructuration. The second part, points out some factors that affected the producers majority, since the coffee market deregulation and its effe ts o its i po e ish e t, a d i ost ases, the p odu e s ease of thei a ti it . The third section analyzes the socioeconomic state of day laborers, stressing out the relevant characteristics for their insertion into the labor market, such as illiteracy, scarce formal education and indigenous language speakers, with the objective of explaining their low capacities for labor mobility in formal labor markets. In the fourth part their employment characteristics are analyzed, their income levels, and some elements regarding their o su ptio st u tu e a e p ese ted due to the fa t that si e thei i o e dete i es thei o su ptio , a d it s monotonous, limited and of low nutritional quality. Coffee cutters are an important nucleus of day laborers, which is employed without contracts, benefits, works four months per year in this activity, a third of the overall workers surpass fifty years of age, and their income only are Recibido: 04 de junio de 2015. Aceptado: 04 de noviembre de 2015. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 93-110. 93 94 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente sufficient for eating only tortillas and beans during the high employment level period. Accordingly, it is stated that if there is a floor in the decent work, the coffee cutters are on it. Key words: day laborer, labor market, agriculture. INTRODUCCIÓN El trabajo en el campo, en cualquier lugar del mundo, es reconocido como un trabajo precario, caracterizado por su discontinuidad, sus bajos salarios, frecuentemente desarrollado por extranjeros pobres, donde los empleadores aprovechando esta condición los hacen sujeto, de las formas más extremas de explotación. En México, el mundo del trabajo de los cortadores de café, es un entorno en el que la mayoría de los empleadores son pobres, sin alternativas de trabajo y en un ambiente donde la movilidad física resulta costosa y la movilidad laboral es inexistente, por lo que, la mayoría de quienes se contratan como cortadores de café, son pobres, que terminan como empleados de otro pobre. Si se considera que el trabajo decente, es aquel en el que el trabajador obtiene un salario remunerador, que tiene acceso a la seguridad social, y se desenvuelve en un ambiente donde puede decidir libremente su derecho al trabajo. Hablar del trabajo entre los cortadores de café, es hablar del extremo del trabajo precario, donde la brecha entre este y el trabajo decente, alcanza su máximo en México. La eliminación del trabajo precario, depende en primer término de las propias instituciones en las que se basa el trabajo, es decir, del salario mínimo y su carácter remunerador, de las prestaciones sociales establecidas en la ley y que se adquieren al establecerse la relación laboral, de las organizaciones de los trabajadores, mediante las cuales exigen el cumplimiento de las leyes del trabajo y de la seguridad social, y de las instituciones de gobierno que supervisan las relaciones contractuales. Pero sobre todo, esto no puede lograrse, si los empleadores no cuentan con las condiciones de rentabilidad que les permitan resolver, los conflictos que supone la relación laboral Por ello, en el propósito de identificar las dificultades que significa la superación del trabajo precario entre los cortadores de café y el logro del trabajo decente, se ha visto la necesidad de desarrollar cuatro dimensiones de la relación laboral de los cortadores de café. La primera es analizar las condiciones en que se desenvuelven los empleadores, ya que son ellos quienes tienen que encarar la relación laboral, y de sus condiciones de rentabilidad, es que se desprenden las posibilidades de mejorar la relación laboral. Para ello, elaboramos un breve análisis de los principales problemas que enfrenta el mercado del café y la forma en que este afecta a los productores. En segundo lugar, cuando se realiza la caracterización de los cortadores de café, se trata de exponer, no sólo cuáles son sus condiciones laborales, sino el ámbito en que estas se realizan y la forma en que ellos asumen su relación laboral. En tercer lugar, se analizan las condiciones en que se incorporan al trabajo y las condiciones que presenta su empleo, es decir, niveles de ingreso regularidad en el trabajo y prestaciones sociales. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 95 En cuarto lugar, a partir de las características de la ingesta que arroja la encuesta a jornaleros, expresar el significado de la pobreza alimentaria que sufren los cortadores de café, incluso cuando se encuentran laborando en los picos de la demanda de trabajo. El ámbito del mercado de trabajo El café ocupa un lugar importante en el panorama agrícola mexicano. Es fuente de trabajo de 284,953 productores (estimado por Salinas, 2000), es uno de los principales productos agropecuarios de exportación, en la época de cosecha llega a generar hasta 400,000 empleos, por lo que dependen de su cultivo y cosecha aproximadamente dos millones de personas. Es un cultivo de zonas serranas (de 500 a 1200 metros sobre el nivel del mar) de escasas comunicaciones y, por tanto, marginadas. Sin embargo, se trata de un cultivo 100% comercial y destinado a la exportación (Paré, 1990). Cuadro 1.- Estructura de productores de café, 2000 (Salinas, 2000) superficie Has Estrato Social Campesino De 1 a 2 Minifundistas 2a5 Minifundistas 5 a 10 Pequeño transicional más de 10 a 20 Campesino-empresarial más de 20 Empresarial Pequeño Mediano Grande Total Superficie 610,986 247,484 229,622 133,880 65,630 84,540 25,990 18,286 40,264 761,156 % 80.3% 32.5% 30.2% 17.6% 8.6% 11.1% 3.4% 2.4% 5.3% 100.0% Productores 279,042 194,719 66,617 17,706 4,311 1,240 815 245 180 284,593 % 98.0% 68.4% 23.4% 6.2% 1.5% 0.4% 0.3% 0.1% 0.1% 100.0% Como se advierte en la estratificación elaborada por Salinas, el 91.8% de los productores cuenta con una superficie de cultivo de menos de 5 hectáreas, y tan sólo concentran el 62.7% de la superficie de cultivo. Por las condiciones en que realizan sus actividades productivas, se considera que estos propietarios se desenvuelven en condiciones de elevada marginalidad. Existe un segundo estrato de productores, que posee predios con una superficie de 5 a 10 hectáreas, que representa el 6.2% de los productores, y concentra el 17.6% de la superficie de cultivo. Así, se tiene que el 98% de los productores, corresponden al estrato de productores campesinos, y poseen el 80.3% de la superficie susceptible de cultivo. Una primer característica de estos productores, es que desarrollan su actividad, en condiciones tecnológicas precarias, con muy baja o nula asistencia técnica, y con bajo uso de insumos, lo que supone la obtención de rendimientos reducidos, que se ubican en alrededor de 10 quintales de café por hectárea cosechada (Pare, 1990). Otra característica importante de este grupo de productores, es que aun cuando poseen una superficie determinada de tierra bajo su control, sólo tienen en explotación alrededor del 60% de la misma (Ramírez y González, 2006). Así, la producción promedio por productor, es de aproximadamente de 18 quintales anuales para el primer subgrupo, y de alrededor de 80 quintales para el segundo. Otra característica de este núcleo de productores, es que por lo regular, debido a la precariedad de sus explotaciones, a su condición de sobrevivencia, y a la urgencia que tienen de recursos monetarios, venden café cereza, lo que castiga aún más sus condiciones de ingreso y su condición de vida. 96 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente Existe un tercer estrato de productores, compuesto por quienes poseen superficies de cultivo mayores a 10 hectáreas y menores a 20. Este grupo definido por Salinas, como campesino empresarial, se caracteriza por participar de la estructura de subsidios a la producción, por un mayor uso de insumos y por tener un mejor acceso a la estructura de créditos de los organismos creados para el apoyo a la producción, lo que les permite la utilización de la mayor parte de las superficies que detentan. Estos factores, posibilitan que los productores incrementen en forma sustancial sus rendimientos, logrando un promedio de producción de 30 quintales de café por hectárea. El cuarto estrato, compuesto por los agricultores considerados como empresariales, poseen predios con tamaños superiores a las 20 hectáreas, representan el 0.4% de los productores, y poseen una superficie total equivalente al 11.1% de la superficie de cultivo, pero además de ello, poseen un adecuado acceso a la estructura de subsidios a la producción, al crédito institucional y comercial, y han sido dueños de la mayor parte de la infraestructura industrial, lo que les ha permitido, incluso en la etapa en que el estado regulaba la producción, industrialización y comercialización del aromático, tener el control de los mercados regionales del café y permanecer vinculados a los circuitos de exportación. La producción de café en México se genera en 15 entidades federativas, pero en 7 de estas, la superficie en explotación y los volúmenes de producción son muy reducidos, por lo que el análisis se centra en los que contribuyen en forma significativa en la producción. Pues estos expresan la dinámica de la producción, los principales cambios en los sistemas productivos y de comercialización, determinan la dinámica del empleo y son los que tienen la fuerza suficiente para configurar los mercados de trabajo del café. Estas entidades son: Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y Veracruz. Desde 1958, en que se constituye el Instituto Mexicano del Café (INMECAFE), hasta el año de 1989 en que se disuelve, este organismo sirvió al gobierno mexicano, para la realización de investigación, experimentación, asistencia técnica para contribuir a la producción y para el apoyo a los productores cafetaleros (mediante el crédito, o los anticipos a la cosecha), así como para organizar a los productores en las Unidades Económicas de Producción y Comercialización (UEPCs), y para desarrollar las actividades de industrialización y la comercialización del café, en el mercado interno y en los mercados internacionales (Pare, 1990). Las UEPC´s al ser diseñadas con una estructura y propósitos específicos orientados a la organización de los productores para ser funcionales a la estrategia del gobierno, de acopio, comercialización, asistencia técnica organización del mercado en función de sus propósitos, limitaron las posibilidades de desarrollo de organizaciones campesinas con mayor capacidad para participar en los distintos mercados (de productos, financieros y de trabajo, entre otros), y con una característica de gestión en que las decisiones se centraran en sus necesidades, considerando su tamaño, sus condiciones de producción y sus necesidades de desarrollo. La intervención del gobierno en todo el proceso de producción y comercialización del café, ocasionó que los productores no desarrollaran capacidades autogestivas, ya que las UEPCs, fueron promovidas por el INMECAFE, como organismos que al agrupar a los productores les facilitaban todo el proceso de acopio, comercialización e industrialización del café, es decir, estas organizaciones, al ser promovidas por un ente ajeno a los productores, eran funcionales a los propósitos del gobierno. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 97 La o ga iza ió de los p odu to es e las UEPC s, le fa ilita a al go ie o, i da asiste ia técnica, hacer anticipos a la producción y con ello programar los volúmenes de producción, establecer condiciones y calidades del producto y precios en función del nivel de procesamiento del café, entre otras actividades. Para los productores, los beneficios que obtenían de la organización, se relacionaban con el acceso al crédito y a la comercialización. Al no estar construidos para mejorar la capacidad competitiva de los productores, no brindaban economías de escala, ni desarrollaban habilidades gerenciales, por lo que la única ventaja y habilidad que adquirían sus dirigentes, era la política, es decir, la que provenía de estar al frente y representar a grupos importantes de población. A pesar de que con la desaparición del INMECAFE, se empezó a desarrollar un deterioro paulatino de las condiciones de vida de los productores, esto no se ha traducido en modificaciones importantes en la superficie sembrada total, pues si consideramos a 1990 como un período base, la superficie se incrementó en un 9%, pero si consideramos a 1995 como el año base, esta se ha mantenido sin cambios. En la cafeticultura, se presenta una paradoja, donde interactúan las características mismas de la actividad, de los productores y la falta de alternativas económicas en las regiones productoras. La paradoja, surge porque el café es un producto comercial, orientado al mercado exterior, donde los productores no responden a los lineamientos del mercado, por varias razones. La primera razón, es que una proporción importante de la superficie en producción la detentan productores en condiciones de infrasubsistencia, en regiones donde el cultivo de café es de las pocas opciones de cultivo que tienen para sus tierras, pues lo desarrollan en terrenos de ladera. La segunda razón, es que las regiones donde producen, se encuentran en zonas de difícil acceso, lo que presenta fuertes dificultades para el traslado de grandes cantidades de productos frescos de alta perecibilidad, constituyéndose en barreras naturales para la diversificación productiva y su comercialización. La tercera razón, es que se trata de un cultivo perenne, por lo que los productores tienen mayores dificultades para abandonar su cultivo, pues supone la pérdida de los esfuerzos de varios años, por lo que los productores toman la decisión de esperar a que sobrevenga un cambio en el mercado, que mejore su rentabilidad, postergando la decisión de abandonar la actividad, en más tiempo que el que llevaría en otros cultivos. Cuadro 2.- Superficie Cosechada en estados seleccionados (1990-2011) (Hectáreas) (SIACONSAGARPA) Entidad San Luis Potosí Nayarit Hidalgo Guerrero Puebla Oaxaca Veracruz Chiapas Total 1990 200 18159 15595 35877 44799 174657 124529 165000 578816 1995 23291 18263 43644 38998 67390 151067 152438 222892 717983 2000 20887 17866 37241 39552 70323 114458 152993 239373 692693 AÑOS 2005 19193 19304 29192 50944 73800 162728 148843 251605 755610 2010 21283 20097 25949 53914 51537 153105 153173 253541 732600 2011 18380 20101 26333 47046 53614 127217 143548 243667 679906 Al analizar la superficie de cultivo, no se aprecian modificaciones importantes, ya que esta apenas se incrementó en 10% en los 21 años del período. En donde si se observan modificaciones es en la superficie cosechada, lo que se debe, fundamentalmente a los efectos del clima. Si bien, el café 98 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente presenta una siniestralidad promedio de 10% a nivel nacional, existen entidades donde la siniestralidad es muy superior, como Querétaro, donde es de 38%, San Luis Potosí, con 27%, Oaxaca con 15% y Puebla con 13%. En el resto de las entidades, la siniestralidad es menor al 10%. Cuadro 3.- Producción de café en estados seleccionados (1990-2011) (Porcentajes por estado) (SIACON-SAGARPA) Entidades Chiapas Veracruz Oaxaca Puebla Guerrero Nayarit Hidalgo San Luis Potosí Otras entidades Total 1990 1995 2000 2005 2010 2011 35.7% 24.8% 21.5% 7.6% 3.7% 1.8% 3.7% 0.0% 1.2% 100.0% 36.8% 17.1% 17.4% 16.4% 3.9% 1.9% 4.6% 1.3% 0.6% 100.0% 30.4% 28.0% 9.8% 21.8% 3.7% 1.7% 3.0% 0.9% 0.8% 100.0% 39.9% 20.2% 9.8% 21.5% 3.0% 1.2% 2.7% 1.0% 0.6% 100.0% 41.0% 28.1% 11.6% 10.2% 2.9% 2.1% 2.2% 1.2% 0.8% 100.0% 42.4% 26.1% 12.2% 7.8% 3.8% 3.6% 2.1% 1.1% 0.9% 100.0% La mayor parte de la producción cafetalera, se concentra en Chiapas. La participación de Chiapas en la producción nacional se incrementó del 35.7% de la producción en 1990, al 42.4% en el año 2011. Veracruz mantuvo su posición como segundo productor, Oaxaca mantuvo su posición como tercer productor, pero redujo sustancialmente su aportación, ya que de producir el 21.2% del total nacional en 1990, paso a producir el 12.2% en el 2011. Hidalgo, es otra de las entidades que perdieron participación en la producción, ya que pasó del 3.7% al 2.1%. Efectos de la desregulación del mercado del café entre los productores La desaparición del INMECAFE y su sustitución por el Consejo Mexicano del Café, marco el principio del proceso de desregulación del mercado. Al desparecer el INMECAFE, los productores vieron desaparecer con él, los mecanismos que garantizaban la comercialización del producto, así como el marco en que lograban un ingreso precario, y los enfrentó de golpe a una caída de los precios internacionales e internos de su producto, en un marco de inestabilidad permanente y bajo las condiciones que marcan organismos que lejos de centrarse en la reproducción de las unidades de producción, se centran en la obtención de ganancias cada vez mayores. A partir de entonces, la comercialización del grano, queda exclusivamente en manos de agentes privados (nacionales y trasnacionales), quienes han adoptado un sistema de compra de café a partir de la calidad del grano, imponiendo castigos con base en el número de defectos encontrados en muestras aleatorias de cada saco comercializado (Pérez; 2006). Por otra parte, el gobierno mexicano, a través del Programa de Reconversión Productiva intenta que los productores cuyos predios se ubican a alturas menores de 600 msnm, abandonen la actividad. El proceso de reconversión ha enfrentado fuertes resistencias, en primer lugar porque supone el abandono de las inversiones que constituyen la parte más importante de su patrimonio, y por otra parte, porque en las regiones que habitan, de las inversiones que se encuentran a su alcance y en las que tienen más experiencia, la del café ha sido la más rentable. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 99 Por tanto, se ven obligados a desarrollar estrategias de sobrevivencia, en las que se incluyen modificaciones en sus unidades productivas, así como en sus fuentes de ingresos. Tienden a reducir las inversiones en sus cafetales, a reducir el pago de mano de obra y a sustituirla por mano de obra familiar, pero además tienden a solventar algunos gastos del cafetal, mediante la utilización de recursos obtenidos a través de la migración. Al espe to, Mest ies, señala ue la isis del afé ha o e tido a arias regiones del estado (de Veracruz) en zonas damnificadas y ha originado cambios demográficos, agrarios y productivos de su mapa. En lo relativo al cultivo del café, los productores tienden a abandonar las labores de fertilización y limpia en 40 por ciento de las fincas de la cuenca cafetalera Jalapa-Coatepec (Corecafeco, 21 de febrero de 2003), lo que ocasiona una caída drástica de los rendimientos y la i festa ió po plagas o o la o a Mest ies, . Esta falta de alternativas y la caída de sus ingresos, debido a la inestabilidad del mercado, profundizaron aún más la crisis de los productores minifundistas, ya que al reducir las inversiones en sus cafetales, caen sus rendimientos, lo que deteriora aún más su condición de ingreso orillando a los productores minifundistas a buscar otras alternativas, entre las que se encuentra la migración. En el estudio realizado por Paré, en 1990, se señala que uno de los primeros efectos de la desregulación de los mercados del café, fue el incremento de la migración de zonas cafetaleras como consecuencia de los bajos precios tanto para los productores como para los cortadores. Así, de acuerdo con Ramírez Ramos, se considera que la producción de café y la migración no son necesariamente estrategias de supervivencia mutuamente excluyentes, sino que mediante los recursos generados fuera de la comunidad se pueden apoyar la explotación del cultivo, y para ello, es frecuente que las familias propietarias de predios minifundistas de café, envíen a los miembros más jóvenes, en edad laboral, a trabajar fuera de la comunidad, con el propósito de contribuir con el ingreso familiar, y de la misma manera, mantener la viabilidad de su explotación (Ramírez Ramos, 2006). De la misma manera se observa, que los procesos migratorios no son homogéneos, ya que mientras Ramírez encuentra que los cafetaleros de Puebla, tienden a migrar hacia localidades cercanas (Ramírez Ramos, 2006), Mestries aprecia una migración de larga duración, hacia los Estados Unidos (Mestries, 2003). En lo que coinciden ambos autores, es que los procesos migratorios de los cafetaleros son fenómenos recientes, por lo que cuando se hacen hacia el extranjero, las condiciones son de mayor vulnerabilidad. Los productores y jornaleros del café son el último eslabón de la historia migratoria hacia Estados Unidos. Llegan a ella con la frontera cerrada, tarifas encarecidas, carencia de redes de apoyo y desconocimiento de la geografía y la urbanización. Para emigrar los caficultores deben endeudarse. Empeñan parcelas y casas (Ramírez Ramos, 2006). Condiciones socioeconómicas de los jornaleros cafetaleros Para el análisis de las condiciones socioeconómicas de la incorporación de los cafetaleros al mercado de trabajo, consideramos los factores de estructura de edad y sexo, edad de inicio al trabajo y nivel de estudios. 100 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente El mercado de trabajo rural, es un mercado donde los trabajadores envejecen prematuramente, ya que la forma de acceso es mediante una revisión física del empleador, por lo que a partir de que las personas superan los 40 años, reducen sustancialmente su posibilidad de ser contratados, y a partir de los 55 años, su participación en el mercado es de apenas 11.8% del total (calculado en base a ENJO 2009). Esto se debe a que debido a la estacionalidad con la que se realiza la contratación, y a la falta de medios para valorar la carrera, se hace una revisión física, basada en los estereotipos de los reclutadores, en los que la edad y la fortaleza física cobran una gran importancia (Hernández, 2007). Por ello, a partir de que los trabajadores cumplen alrededor de los 40 años, empiezan a perder la regularidad en el empleo, lo que hace que el costo de transacción de buscar empleo se eleve, ya que manteniéndose constante el número de días que buscan empleo, se reduce el número de días que lo obtienen, hasta que llega el momento en que el número de días con trabajo a la semana se hace tan reducido que los ingresos obtenidos dejan de ser atractivos. Así, en el estereotipo de los reclutadores de jornaleros, los mayores de cuarenta años, son viejos. Cuando los jornaleros tienden a abandonar los ciclos migratorios orientados a los mercados intensivos en fuerza de trabajo, por lo oneroso de la búsqueda de empleo, regresan a sus localidades de origen. En estas, el trabajo es irregular y con bajos salarios, pero la búsqueda de empleo es menos costosa, ya que en ellas conocen los períodos de trabajo y hasta los empleadores. En ellas también, han aprendido a sobrevivir precariamente, desarrollando diversas formas de autoempleo, y se reducen los costos de sobrevivencia, ya que cuentan con una vivienda y los ingresos derivados del trabajo, se centran en la satisfacción de las necesidades alimentarias. Cuadro 4.- Trabajadores por edad y sexo (2009) (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA) Grupos de edad Sexo Masculino Femenino Total 15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 29 años 30 a 34 años 35 a 39 años 40 a 44 años 45 a 49 años 50 y más años Total 3.4% 11.2% 14.0% 12.4% 7.3% 9.6% 9.6% 32.6% 100.0% 7.1% 5.4% 8.9% 8.9% 17.9% 8.9% 17.9% 25.0% 100.0% 4.3% 9.8% 12.8% 11.5% 9.8% 9.4% 11.5% 30.8% 100.0% El mercado de trabajo del café, tiene la característica de ser intensivo, pero en el que predominan los empleadores en condiciones de marginalidad. Por ello, aun cuando la demanda de fuerza de trabajo, supera las capacidades de las unidades de producción, y se genera una demanda intensa de trabajo asalariado como producto de la cosecha, este no puede ser cubierto con trabajadores de otras zonas, pues en la región no existen condiciones salariales que hagan atractiva la migración de trabajadores, ya que esta demanda se acrecienta, pero en un entorno de salarios deprimidos (que son los que pueden pagar la mayoría de las unidades de producción), y con la existencia de una población local sin alternativas de empleo. Así, la cosecha se atiende principalmente con trabajo familiar, que es complementado con toda la oferta de trabajo disponible en la localidad, lo que explica que en este mercado de trabajo, el Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 101 estrato de trabajadores asalariados de 55 años y más, represente el 30.8% del total (el triple del que se emplea a nivel nacional). Los mercados de trabajo rurales del maíz, frijol y de otros cultivos en los que predomina el productor minifundista, lo reducido de las demandas y la intermitencia con que se producen los empleos, sólo puede ser abastecido por mano de obra local, pero además, esta mano de obra, debe de tener un buen conocimiento de la oferta de trabajo, y de los agentes que lo ofrecen, para poder emplearse con mayor frecuencia y en las mejores condiciones. Otra característica, del corte de café, es la participación de las mujeres, mismas que participan en el corte a todas las edades, casi en la misma proporción que los hombres. En el grupo de edad de 15 a 19 años, representa el 40% (son casi la mitad), en los grupos de edad de 20 a 39 años, su participación se reduce a menos del 20% y se vuelve a recuperar a partir de los 40 años. Así, lo que podemos ver, es que en el momento en que se presenta la demanda de trabajo en el corte de café, se modifican los roles en la familia, por lo que todas las personas en condiciones de trabajar, se incorporan al empleo asalariado y sólo las mujeres que se encuentran en la etapa reproductiva y al cuidado de menores, se dedican preponderantemente a las funciones del hogar. Con esto, lo que podemos ver, es que las familias refuncionalizan los roles de sus integrantes, aprovechando las ventanas de oportunidad que les brinda la localidad, tratando de mantener aún en condiciones extremas, el mejor nivel de vida posible. En la mayoría de las entidades, los grandes productores, tienden a demandar trabajadores de regiones cercanas, en las que prevalecen condiciones más precarias que en las mismas regiones p odu to as, al espe to señala Ma ip, El g ueso de los t a ajadores, aquellos que se incorporan al buen corte y arrase, proceden de la sierra de Zongolica-Negra y mayoritariamente de la parte más alta y fría de la misma (municipios de Tehuipango, Veracruz y Ajalpan, Puebla). Étnicamente está a ados o o los ás i dios de los i dios . “u o t ata ió está li e de ela io es recíprocas y compadrazgos. La marcación étnica de los trabajadores es muy importante, pues es de acuerdo a los diferentes grados de indianidad que se naturalizan los excesos y miserias de la cosecha. Así los trabajadores procedentes de la parte fría de la sierra son representados como poseedores de una mayor resistencia a las inclemencias del tiempo, agotamiento y con mínimos e uisitos de ida; se di e ue so ue udos Ma ip, . Como se observa, cuando los productores transicionales y los empresariales (finqueros), acuden a los enganchadores para aprovisionarse, definen las regiones de enganche en función de los atributos que consideran que tiene los originarios de esos lugares, y del estereotipo que ellos tie e de u ue o tado de afé Goff a , , de la fo a e ue estos esulta funcionales a las difíciles condiciones en que ellos los mantendrán durante el período de la cosecha. En contraste, no gustan de contratar trabajadores de la región, ya que en función de su este eotipo, los a lo ales o les gusta t a aja . Chiapas es una región que podría ser considerada atípica, lo anterior se debe a que en ella, existen aproximadamente 600 fincas de gran tamaño, de las que 132, se encuentran organizadas en la Unión de Fincas Cafetaleras (Cruz, 2013) que ante la demanda de sus unidades de producción, se han visto en la necesidad de establecer estrategias de aprovisionamiento de trabajadores, al estilo de las unidades de producción de corte empresarial, es decir, atrayendo población migrante, mediante programas de enganche de trabajadores extranjeros (preferentemente guatemaltecos). 102 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente Debido a la precariedad de las condiciones salariales del mercado de trabajo, la única posibilidad de mantener una condición competitiva que les permita atraer trabajadores y mantenerlos durante todo el período de cosecha, es atrayéndolos de regiones en condiciones de mayor pobreza relativa que las localidades donde se ubican y bajo condiciones contractuales en las que se les dificulte la exigencia de condiciones mínimas de empleo. Por eso, los finqueros han privilegiado el enganche de trabajadores guatemaltecos, ya que estos encuentran atractivas las condiciones de empleo de las fincas cafetaleras de Chiapas, mientras que para los productores, las ventajas que tienen los jornaleros guatemaltecos, es que carecen de documentación migratoria y desconocen sus derechos, por lo que a pesar de que se encuentran obligadas por la Ley Federal del Trabajo, a brindar a sus trabajadores migrantes, lugares para pernoctar, proveerles de alimentos e inscribirlos al servicio médico (Instituto Mexicano del Seguro Social), los finqueros han desarrollado un ámbito laboral, donde reducen a los cortadores de café de origen guatemalteco, a una condición de semiesclavitud (Macip, 2007), que les permite incrementar sus ganancias y mejorar su condición competitiva. U pu to ue e e e ate ió es el a is o ha ia la po la ió i dia, ue se agudiza ua do se trata de los centroamericanos. Sobre ellos, los tratos son siempre más crueles pues el Soconusco comparte con el país una xenofobia velada hacia los centroamericanos, también son sometidos a jornadas de trabajo extenuantes, salarios que muchas veces son retenidos por los contratistas y de miseria cuando se les paga; generalmente los contratistas cobran una comisión y ellos establecen las condiciones de trabajo (Cruz, 2013). Cuadro 5.- Población por grupos de edad de incorporación al trabajo (Porcentajes respecto al total del grupo de edad) Grupos de edad 15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 29 años 30 a 34 años 35 a 39 años 40 a 44 años 45 a 49 años 50 y más años Total Grupos de edad de inicio en el trabajo 6 a 12 años 13 a 17 años 18 años y más 50.0% 50.0% 0.0% 30.4% 56.5% 13.0% 26.7% 56.7% 16.7% 40.7% 48.1% 11.1% 34.8% 43.5% 21.7% 36.4% 50.0% 13.6% 33.3% 37.0% 29.6% 51.4% 29.2% 19.4% 39.7% 42.7% 17.5% Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% Vivir en la pobreza, en regiones con pocas posibilidades de empleo remunerado y donde las oportunidades para el desarrollo de actividades productivas alternativas también son limitadas, obliga a las familias a utilizar todos los recursos posibles y disponibles, para garantizar un mínimo de condiciones de sobrevivencia, aun cuando eso comprometa las condiciones para el desarrollo futuro de sus miembros. Así, el 39.7% de los cortadores de café, se incorpora al trabajo asalariado entre los 6 y los 12 años de edad. Lo preocupante, es que eso se presenta, incluso entre los trabajadores que tienen entre 15 y 19 años de edad (donde el 50% de ellos se inició en el trabajo, entre los 6 y los 12 años de edad). Lo que significa que se incorporan al trabajo, estando inscritos en la escuela, y esto es un factor que actúa en detrimento de su desempeño escolar y afecta su permanencia. Lo reducido de las oportunidades de empleo asalariado, y las nulas de trabajo semicalificado en la localidad, son determinantes para que las familias no aspiren a brindar un mayor nivel de educación a sus hijos. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 103 Cuadro 6.- Población por grado de estudios, según sexo (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA) Grado de estudios Ninguno Primaria inconclusa Primaria Secundaria inconclusa Secundaria Preparatoria inconclusa Preparatoria Estudios profesionales Total Sexo Masculino 28.1% 35.4% 21.9% 0.6% 12.4% 0.0% 1.1% 0.6% 100.0% Femenino 37.5% 35.7% 21.4% 0.0% 3.6% 1.8% 0.0% 0.0% 100.0% Total Masculino 30.3% 35.5% 21.8% 0.4% 10.3% 0.4% 0.9% 0.4% 100.0% Entre los cortadores de café, se observa el mayor nivel de analfabetismo existente entre los jornaleros agrícolas, pues este es de 30.3%. La población que no terminó la primaria representa el 65.8%, y la población que reconoció que no sabe escribir un recado, es de 65.4%. Lo anterior, nos indica, que en sus comunidades existe una reducida accesibilidad a la educación, pero además, es un indicador de que existen pocas posibilidades de practicar la comunicación escrita, por lo que quienes no concluyen el nivel de educación primaria, terminan por perder las capacidades comunicativas aprendidas en la escuela. La importancia de la educación entre la población trabajadora, es que en los mercados de trabajo formales, el grado de estudios es un requisito, y el tener determinadas capacidades comunicativas es una condición para incorporarse al trabajo. Por eso, en las localidades donde existen posibilidades de movilidad social en base al trabajo, el nivel de estudios de las personas, marca la condición para que estas se empleen en condiciones de equidad. Cuadro 7.- Población por grado de estudios, según grupos seleccionados de edad (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA) Grado de estudios Ninguno Primaria inconclusa Primaria Secundaria inconclusa Secundaria Preparatoria inconclusa Preparatoria Estudios profesionales Total 15 a 24 años 6.1% 18.2% 27.3% 3.0% 36.4% 3.0% 3.0% 3.0% 100.0% Grupos de edad 25 a 39 años 22.5% 33.8% 31.3% 0.0% 11.3% 0.0% 1.3% 0.0% 100.0% 40 años y más 42.1% 41.3% 14.0% 0.0% 2.5% 0.0% 0.0% 0.0% 100.0% Total 30.3% 35.5% 21.8% 0.4% 10.3% 0.4% 0.9% 0.4% 100.0% Al analizar el nivel de estudios por grupos de edad, podemos obtener algunas conclusiones:  La primera es que se observa una diferencia muy marcada en el nivel escolar de la población, ya que entre la población de 25 años y más, el principal nivel de estudios concluido, es la primaria, mientras que en los menores a 25 años, es la secundaria, lo que nos muestra que en la actualidad hay una mayor accesibilidad local a la educación. 104 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente  La existencia de un mayor nivel educativo, también nos habla de que la población joven, tiene mayores posibilidades de desarrollar ciclos migratorios en búsqueda de trabajo, pues el tener un certificado de nivel secundaria, les brinda la posibilidad de incorporarse a trabajos en los que dicho certificado es un requisito. Al analizar el nivel educativo de los jornaleros, en función de su condición de hablantes de alguna lengua indígena, se encontró que no existe diferencia, entre unos y otros, lo que nos habla de que las condiciones educativas de los cortadores de café, no sólo son indicadores de su deteriorada condición de vida, sino de la reducida movilidad laboral en base a la educación, en sus localidades. Otro aspecto que resulta importante señalar, es que existe una diferenciación muy marcada entre el nivel de estudios logrado por las mujeres y el obtenido por los hombres, lo que es resultado, no de las limitaciones locales para brindar servicios públicos, sino por la existencia de roles en las familias, que sujetan a las mujeres a una doble discriminación, ya que mientras que en términos globales, el 12.4% de los hombres logran terminar la secundaria, sólo el 3.6% de las mujeres la obtiene. En este caso, la diferencia resulta de una decisión que no se encuentra marcada por las limitaciones de ingreso o de servicios educativos, pues como se señaló, todas las personas en edad de trabajar, lo hacen, sino en una decisión tomada al interior de las familias, donde el ir a la escuela se encuentra íntimamente relacionada con el reconocimiento de la importancia que tiene la educación, según el género. Empleo, ingresos y condiciones de vida La información de la encuesta nacional, presenta limitaciones para el análisis de las condiciones de vida de los jornaleros agrícolas, ya que se encuentra dirigida a obtener información sobre las condiciones de los jornaleros agrícolas en los períodos en que sus mercados de trabajo son muy dinámicos, por tanto sus conclusiones no pueden ser expandidas a todo el año. Sin embargo, es de suponer que por brindar información de los períodos en los que la regularidad de los empleos y los ingresos es mayor, refleja condiciones de vida superiores, por lo que es de esperarse, que en el resto del año, su condición de vida se vea deteriorada sustancialmente. Cuadro 8.- Población por días trabajados a la semana, según grupos de edad (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA) Grupos de edad 15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 29 años 30 a 34 años 35 a 39 años 40 a 44 años 45 a 49 años 50 y más años Total Días a la semana que trabaja 1a3 4 5 20.0% 10.0% 30.0% 13.0% 8.7% 8.7% 6.7% 3.3% 10.0% 22.2% 14.8% 3.7% 8.7% 4.3% 17.4% 22.7% 0.0% 22.7% 18.5% 7.4% 3.7% 23.6% 8.3% 15.3% 17.9% 7.3% 12.8% 6y7 40.0% 69.6% 80.0% 59.3% 69.6% 54.5% 70.4% 52.8% 62.0% Total 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% 100.0% En la temporada de cosecha de café, la oferta de trabajo se presenta con una gran regularidad y existe una elevada posibilidad de obtener trabajo toda la semana. Así un 62% de los jornaleros trabaja seis días a la semana, mientras que el 12.8% del total, trabaja sin descansar un solo día. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 105 Lo que se advierte es que la posibilidad de encontrar empleo es tan grande, que al parecer, los días en los que no se logran emplear, obedecen principalmente al costo de transacción de empleo, es decir, al tiempo perdido en la búsqueda de trabajo, como la demanda de trabajo no se concentra como en un mercado de subasta, los trabajadores tienen que acudir a la búsqueda de empleo, existiendo la posibilidad de no encontrarlo. Lo anterior explica, porque sólo el 17.9% de los cortadores sólo se contrata entre uno y tres días. Por otra parte, la forma en que se distribuye la ocupación de los cortadores por número de días trabajados, no indica la existencia de procesos de exclusión por grupos de edad o sexo. Como estamos hablando de un mercado de trabajo atendido fundamentalmente por mano de obra local, en el que se trata de optimizar toda la oferta de trabajo local disponible, el mecanismo de pago por kilogramo cortado, elimina la necesidad de establecer condiciones para la contratación, ya sea por edad o sexo, e incluso se hace innecesario el proceso de supervisión, pues cada trabajador se vuelve responsable de cortar el máximo de producto al día. Por lo que el ingreso máximo disponible, es responsabilidad de cada persona. A pesar de la intensidad con que se realiza el trabajo, y de la regularidad con la que se emplean, los ingresos se encuentran tan deprimidos, que en función de los propios jornaleros, el 36% de ellos, reconoce que el ingreso les resulta insuficiente para atender sus necesidades alimentarias. De la misma manera, un 24.9% señala que la principal necesidad que no satisface es la de vestido y calzado Entre los cortadores de café, se advierte que sus condiciones nutricionales son precarias, pues el 41.5% de ellos sólo ingiere dos alimentos al día, mientras que el 55.6% lo hace tres veces al día. Al analizar, el contenido de su dieta podemos advertir que esta es de menor calidad aún, pues el alimento de mayor frecuencia, es la tortilla, y es consumida por el 97.9% de la población, todos los días de la semana, por lo que es el alimento principal, y su principal fuente de carbohidratos y en reducida proporción de proteínas. El segundo alimento en importancia son los frijoles, en primer lugar, por ser el segundo de mayor importancia en el consumo y en segundo lugar, por ser su principal fuente de proteínas. Por esto, resulta preocupante que sólo sean consumidos por el 72.6% de los encuestados durante toda la semana, mientras que el 14.1% los consume de uno a tres días, y el 9.4% lo consume de 4 a 6 días semana, es decir, quienes no los consumen con regularidad, tienen elevadas deficiencias nutricionales, ya que disponen de un consumo bajo de proteína y con baja regularidad. El tercer alimento en importancia es el huevo, pero a diferencia de los dos anteriores, que son consumidos por casi el 100% de la población, un 9.4% de la población no lo consume. El restante 90.6%, lo consume con muy reducida frecuencia, pues el 66.7% de la población encuestada, lo consume entre uno y tres días, y sólo el 11.5% lo consume todos los días. Las verduras (entre las que se incluye el jitomate, la cebolla y el chile), es consumida por el 84.2% de la población, y el 24.8% las consume todos los días, pero a diferencia de los otros alimentos, la mayor frecuencia de consumo se realiza con una periodicidad de 1 a 3 días, mientras que quienes los consumen entre 4 y 6 días son una proporción muy reducida (12.3%). 106 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente Cuadro 11.- Alimentos con mayor frecuencia de consumo, además de tortillas (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA) Días a la semana que consume Tortillas, con otros alimentos 0 1 2 3 4 5 6 7 Total Frijoles 3.4% 2.1% 5.1% 7.3% 3.8% 2.6% 3.0% 72.6% 96.6% Verduras 15.8% 17.9% 17.1% 12.8% 5.6% 3.0% 3.0% 24.8% 84.2% Huevo 9.4% 19.7% 25.2% 21.8% 5.1% 3.4% 3.8% 11.5% 90.6% Pollo 15.8% 56.4% 19.7% 5.6% 1.3% 0.9% 0.0% 0.4% 84.2% El pollo, que es el quinto alimento en importancia, sólo es consumido ocasionalmente, ya que el 15.8% no lo consume ningún día y el 56.4% sólo lo consume un día a la semana. Como se puede observar, la estructura de consumo de los cortadores de café, nos habla de una existencia difícil, ya que realizan grandes esfuerzos para ocuparse, involucran a la mayoría de la familia en el trabajo, tratan de trabajar, incluso sin descansar, y a pesar de ello, tienen una ingesta monótona, reducida y de baja calidad nutricional. Al analizar sus niveles de ingresos en la temporada de cosecha de café, se encontró que a pesar de que se advierte una elevada regularidad en su empleo y en sus ingresos, esto son apenas suficientes, para que el 78.2% de los jornaleros viva en esa temporada, en condiciones de pobreza alimentaria, es decir, que sus ingresos monetarios les resultan insuficientes para atender sus necesidades alimentarias, aun considerando que utilizaran exclusivamente todo su dinero para ello, y que los consumieran tal cual se encuentra disponibles en el mercado, es decir, sin cocinarlos y sin los implementos para hacerlo. Así, sólo el 21.8% de los cortadores de café viven por encima de la línea de pobreza alimentaria. También se observa, que él 83.8% de los jornaleros vive en pobreza de capacidades, es decir, no tiene capacidades para atender sus necesidades de salud y de educación. Mientras que el 92.3% de los cortadores de café, se desenvuelve en condiciones de pobreza patrimonial. Cuadro 12.- Cortadores de café, según tipo de pobreza (Porcentajes por grupo de edad) Población por grupos de edad 15 a 19 años 20 a 24 años 25 a 29 años 30 a 34 años 35 a 39 años 40 a 44 años 45 a 49 años 50 y más años Total Población por tipo de pobreza Alimentaria Capacidades Patrimonial 80.0% 90.0% 90.0% 87.0% 87.0% 91.3% 73.3% 73.3% 86.7% 74.1% 81.5% 92.6% 87.0% 87.0% 100.0% 86.4% 90.9% 95.5% 70.4% 88.9% 96.3% 76.4% 81.9% 93.1% 78.2% 83.8% 93.2% Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 107 Debido a la intermitencia de la ocupación, a la pobreza misma de la mayoría de los empleadores y a la débil capacidad institucional de organismos como Secretaria del Trabajo y el Instituto Mexicano del Seguro Social, para verificar las condiciones de contratación de los cortadores, no cuentan con acceso a relaciones contractuales formales, y por tanto, a la seguridad social. Los cortadores de café, enfrentan grandes dificultades para resolver sus necesidades básicas en sus localidades y en el entorno inmediato. Habitan en localidades pequeñas, caracterizadas por una gran dispersión, en un medio físico que si bien es apropiado para el cultivo del café, debido a la altura y a su condición de ladera, es poco apropiado para el cultivo de bienes que tradicionalmente forman parte de su dieta. Por otra parte, la elevada dispersión de las localidades y la reducida población que las constituyen, y una fuerte orientación de las localidades pequeñas y de las concentraciones urbanas hacia la producción agrícola, han sido factores que dificultan la construcción de infraestructura educativa, y de salud pública, pero también, son factores que han limitado el desarrollo de una infraestructura económica diversificada, que brinde empleos alternativos en actividades industriales, comerciales y de servicios propios para la población con habilidades laborales básicas. Cuadro 13.- Acceso a programas de atención a la población en condición de Pobreza (ENJO 2009, SEDESOL-PAJA) Programa Recibe Apoyo Si No Piso Firme Programa de Empleo Temporal Seguro Popular Adultos Mayores Liconsa PROCAMPO Oportunidades 8.5% 0.9% 3.0% 0.9% 0.4% 12.4% 17.9% 91.5% 99.1% 97.0% 99.1% 99.6% 87.6% 82.1% Por estas y otras condiciones, los cortadores de café, se encuentran entre los núcleos de población en mayor condición de pobreza relativa en México, debido a que habitan en localidades donde las oportunidades de empleo remunerado son reducidas, y las oportunidades de obtener bienes mediante el autoempleo, también lo son. De la misma manera, el empleo en la agricultura, aún en la temporada de mayor intensidad, se caracteriza por ser un empleo precario, con bajos ingresos, en condiciones de una gran explotación, sujetos a las peores formas del trabajo, por lo que quienes logran superar la línea de pobreza alimentaria con su empleo en el campo, sólo representan el 21.8% de la población ocupada. Por otra parte, son excluidos de la mayor parte de los programas que cuando menos a partir de sus enunciados, los involucran entre su población objetivo preferente. Entre los programas sociales de mayor importancia, y en los que expresan su participación, son programas que los tienen virtualmente excluidos. El 97.0% de los cortadores, no tiene acceso al seguro popular, la casi totalidad de los cortadores (99.6%), se encuentra excluida del programa LICONSA, el 91.5% de los trabajadores se encuentra excluido del programa piso firme. El 82.1% de los cortadores, se encuentra excluido del programa oportunidades. Como se observa, los cortadores de café, en el ámbito de la política social, enfrentan una nueva paradoja, ya que existe un numeroso grupo de programas sociales que se han elaborado para atenderlos, considerando en su diseño elementos que les permiten incorporar a la población que ha sido excluida de 108 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente programas de políticas universales, por su pobreza, por su dispersión y por otros factores propios de la pobreza, mediante la focalización, pero el inadecuado diseño de sus reglas de elegibilidad, y la ineficiente focalización y la inadecuada instrumentación, los hace sujeto de una nueva discriminación que los excluye de los programas que fueron creados para atenderlos. CONCLUSIONES El análisis de las condiciones del mercado de trabajo de los cortadores de café, nos presenta un panorama bastante sombrío. Las localidades donde se cosecha café, se encuentran sumidas en la pobreza, marcadas por reducidas posibilidades de utilización productiva de sus tierras, con limitadas posibilidades de empleo alternativas a la agricultura y en particular a la agricultura del café. La mayoría de los productores de café, enfrentan serias dificultades para mejorar las condiciones de contratación de sus trabajadores, ya que también son pobres, y enfrentan un mercado del producto adverso, en el que dada su elevada dispersión tienen pocas posibilidades para influir en una mejora en sus condiciones de rentabilidad. Así, se configura un mercado de trabajo, donde el 78.2% de los cortadores de café, en la temporada de mayor oferta de empleo, obtienen niveles de ingreso por debajo de la línea de pobreza alimentaria. La ausencia de alternativas de empleo diferentes a la agricultura, provocan que fuera de la temporada de café, el empleo se vuelva más irregular, provoca que la mayoría de ellos se desenvuelva el resto del año en condiciones de indigencia. La precariedad de las condiciones de vida de los pequeños productores de café, es un factor que afecta negativamente, la posibilidad de que más del 60% de los cortadores obtenga condiciones para aspirar a establecer un régimen de relaciones laborales formales. Por otra parte, la falta de oportunidades de empleos alternativos, en las localidades cafetaleras (el entorno del mercado de trabajo), es otro factor que afecta las posibilidades de mejora de las condiciones salariales, ya que las empresas que tienen mejores posibilidades económicas y que producen café como negocio, aprovechan la competencia que existe por la búsqueda de empleo, en las propias localidades, como un factor para proveerse de trabajadores de regiones lejanas en condiciones salariales más deprimidas. Es decir, utilizan las mismas estrategias que los productores hortaliceros (el enganche de trabajadores), para deprimir aún más los salarios regionales e incrementar con ello sus márgenes de ganancia. Por si esto fuera poco, las instituciones públicas (El instituto Mexicano del Seguro Social y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social) que se encargan de regular las condiciones de contratación no tienen presencia ni interés en operar en estas zonas. La atención a la salud, es vista como un problema de acceso a servicios médicos para la población pobre, y es atendida mediante el seguro popular, mientras que el problema de la seguridad social, también es visto, no como un derecho de la población por toda una vida de trabajo, sino como sino como la obligación del estado de atender a la población mayor a 70 años, que no ha logrado el derecho a ningún tipo de pensión. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 109 Como se observa, el mercado de trabajo de los cortadores de café, representa el inframundo del trabajo decente, ya que se encuentra fuera de la vista oficial, sus condiciones, se encuentran por debajo de cualquier otro mercado de trabajo precario, los jornaleros son vistos como pobres y no como trabajadores, y sus regiones, lejos de ser sujeto de acciones para regular su trabajo, se han convertido en regiones inhóspitas para el ejercicio del derecho, donde las únicas miradas que han centrado su atención en este marco laboral, son las de los derechos humanos. Para posicionar a estas regiones en el ámbito del trabajo decente, es necesario reconocerlas primero como un mercado de trabajo, e iniciar un proceso, para que quienes se desempeñan en él, empiecen a construir las relaciones que les permitan aspirar a ser el piso del mercado de trabajo, donde sus trabajadores tengan cuando menos el derecho, de que su salario les permita satisfacer sus necesidades alimentarias durante el período de contratación. Por si esto fuera poco, el análisis del mercado de trabajo de los cortadores de café, nos indica que sus carencias son más profundas, ya que aparte de que no existe un marco institucional, para hacer valer la ley en el ámbito de las relaciones laborales, se observa que el gobierno federal también demuestra incapacidad para atender a la población en condición de pobreza extrema, pues la mayoría de la población entrevistada, manifiesta que no es sujeto de atención de los programas focalizados de atención a la pobreza. LITERATURA CITADA Cruz, A. R. (2013). Cafés negros y rojos en Chiapas: entre la barbarie y desarrollo desde abajo, El México bárbaro del siglo XXI. Ed. UAM-X. Goffman, E. (2006). Estigma. La identidad deteriorada, Amorrortu. Disponible en: Editoresfile:///C:/Users/JOSE%20MANUEL/Downloads/GoffmanEstigma%20(1963)%20(2). pdf. Consultado en noviembre 2015. Hernández, T. J. M. (2007). Regulación de los mercados de trabajo rural en México, Tesis de Grado UAM. Macip, P. R. F. (2007). Racismo y superexplotación: los jornaleros indígenas en el ejército industrial de reserva. Bajo el volcán, 7(11), 45-60. Mestries, F. (2003). Crisis cafetalera y migración internacional en Veracruz. Migraciones internacionales, 2(2), 121-148. Paré, L. (1990) ¿Adelgazamiento del INMECAFE o de los pequeños productores de café. Revista Sociológica, 133-144. Pérez, A. P. y Huacuja, F. E. Cadenas globales y café en México. Ramírez, R. L. R., y Zapata, E. Derecho al juego de niños y niñas en fincas cafetaleras del Soconusco, Chiapas. 110 | José Manuel Hernández-Trujillo · Cortadores de café en México. El inframundo del trabajo decente Ramírez, S. J., Palacios, N. D., y Velazco, S. D. (2006). Diagnóstico sobre la condición social de las niñas y niños migrantes internos, hijos de jornaleros agrícolas. Disponible en: http://revistarayuela.ednica.org.mx/sites/default/files/25.pdf. Consultado en septiembre 2014. Ramírez, V. B. R. y Romo, A. G. (2006). La migración como respuesta de los campesinos ante la crisis del café: estudio en tres municipios del estado de Puebla. Ra Ximhai, 2(2), 319-341. Salinas, E. (2000). Regulación y desregulación en el caso del café. Análisis económico, 15(31), 185205. SEDESOL-PRONJAG. (1996). Programa de mediano plazo, para la atención de los jornaleros agrícolas (1995-2000). SEDESOL. (2009). Encuesta Nacional de Jornaleros Agrícolas. http://www.cipet.gob.mx/jornaleros/. Consultado en marzo 2012. Disponible en: Síntesis curricular José Manuel Hernández Trujillo Doctor en Ciencias Sociales por la UAM. Profesor-investigador Titular C, en el Departamento de Economía de la UAM-Azcapotzalco. Sus líneas de investigación, son: Mercados de trabajo rurales, Migración y pobreza rural y políticas públicas para el desarrollo de regiones de elevada marginalidad. México, correo electrónico: mhernanmx@gmail.com RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 111-132 APRENDIZAJE SOCIAL EN CONTRASTE POLÍTICO: RESISTENCIA O DEPENDENCIA GUBERNAMENTAL EN COMUNIDADES INDÍGENAS DE CHIAPAS, MÉXICO SOCIAL LEARNING IN POLITICAL CONSTRAST: GOVERNMENTAL RESISTANCE OR DEPENDENCY OF INDIGENOUS COMMUNITIES IN CHIAPAS, MEXICO Daniela Gallardo-Olimón1; Obeimar Balente Herrera-Hernández2; Manuel Roberto Parra-Vázquez3 y Francisco Guízar-Vázquez4 1 Estudiante de Maestría en Ciencias en Recursos Naturales y Desarrollo Rural, El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. 2Investigador del Área Académica Estudios Socioambientales y Gestión Territorial, Ecosur, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. 3Investigador titular del Área Académica Estudios Socioambientales y Gestión Territorial, Ecosur, San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México. 4Investigador titular en Área Académica Estudios Socioambientales y Gestión Territorial, Ecosur, Campeche, Campeche, México. RESUMEN En años recientes se ha desarrollado una discusión conceptual amplia sobre los procesos de Aprendizaje Social (AS) como el motor de los procesos de gestión territorial. Del mismo modo se ha discutido el papel del gobierno y sus implicaciones en los grupos de acción territorial. Sin embargo, no existen estudios que aborden el AS en comunidades indígenas de la misma etnia que contrastan por su relación con el gobierno y su institucionalidad. En este estudio abordamos esta comparación en el marco del concepto de control cultural y así explicar el rumbo de sus procesos de desarrollo y gestión territorial. Mientras un grupo exhibe objetivos educativos y espirituales, el otro manifiesta intereses técnicos y productivos, sin embargo, los dos procesos tienen una trayectoria hacia una cultura apropiada y de autogestión a contrapelo de las presiones internas y externas. De este modo, exponemos posibilidades locales diferentes que reemplazan los rezagos no cubiertos por el gobierno centralizado. Palabras clave: gestión territorial, aprendizaje, desarrollo local, posdesarrollo, control cultural, e institucionalidad. SUMMARY In recent years there has been a broad conceptual discussion on processes of Social Learning (SL) as the driving force of territorial management processes. Similarly, there has been a discussion on the role of the government and its implications on groups of territorial action. However, there are no studies that deal with SL in indigenous communities with the same ethnic roots but with a contrasting relation with the government and its institutionality. The present work takes on this comparison within the framework of cultural control in order to explain the course of their processes of development and territorial management. While one group shows goals towards education and spirituality, the other reveals technical and productive interests. Nevertheless, both processes exhibit a trajectory towards a culture of appropriation and self-management, against internal and external pressures. In this sense, we bring to light different local possibilities that replace the unfullfilness and backwardness of the centralized government. Key words: territorial management, learning, local development, postdevelopment, cultural control, and institutionality. INTRODUCCIÓN La frontera sur de México, y el estado de Chiapas en particular, refleja una realidad contradictoria: gran riqueza biocultural asociada a una situación de pobreza social del 74% de sus pobladores (Boege, 2008; CONEVAL, 2012). Frente a la incapacidad del gobierno mexicano de cumplir con la distribución equitativa de servicios públicos aptos para el desarrollo en zonas rurales e indígenas, presentamos la posibilidad de procesos de autogestión con acompañamiento como modo de atender esa grieta. Comparamos dos estudios de caso como alternativas de procesos de Recibido: 08 de junio de 2015. Aceptado: 19 de enero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 111-132. 111 112 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · autogestión territorial con raíces originarias compartidas pero con posturas políticas o t asta tes. Algu os us a el i i ejo ie t as ot os el ue i i . A aliza estos caminos es de aporte transcendental para el laboratorio social y político de referencia nacional e internacional en que se ha convertido el estado de Chiapas, México. El vivir mejor está asociado al boom del neoliberalismo y la globalización. En este marco nos encontramos frente a una fase del desarrollo del capitalismo donde los modelos de desarrollo, enraizados en la economía neoclásica y conducta sistémica, pasan por encima de las particularidades de los territorios campesinos e indígenas para amoldar una sociedad idealizada. Los p og a as de t a sfe e ias gu e a e tales, o o e a ios países e desa ollo Cueto, 2009; Veras Soares et al., 2010), introducen elementos culturales y decisiones de fuera lo cual resulta en una cultura de subordinación. No obstante, y afortunadamente, esta situación no es estática ni definitiva. La puesta en juego de los diferentes elementos mediante acciones da para dinamizar la condición cultural y caminar hacia rumbos diferentes. Así identificamos el desarrollo rural como un proceso de gestión del territorio – espacio que consiste tanto en aspectos materiales de naturaleza e infraestructura como en aspectos inmateriales de ideologías y valores vinculados a esa tierra (Meek, 2015) – que se da en formas distintas según los modos de vida y las trayectorias históricas que el mismo presenta. Dentro un ámbito sometido que empieza a caminar hacia la recuperación de sus elementos culturales y el poder tener más incidencia en sus decisiones, ubicamos el modelo de desarrollo local que se caracteriza por optimizar el uso de los recursos locales disponibles en combinación con recursos externos, como respuesta al desafío de la globalización y paradigma económico imperante (Boisier, 1999; Méndez, 2001). Por su parte, la búsqueda del Buen Vivir, asociado al posdesarrollo, acentúa preocupaciones morales para superar el eurocentrismo del pensamiento moderno sin caer en el escepticismo radical y el cinismo político (Santos, 2010; Escobar, 2010). Esta teoría social del sur se fundamenta en una visión colectiva en armonía con la naturaleza, el saber vivir en comunidad, y la pluriculturalidad (Choquehuanca-Céspedes, 2010; Solón, 2014). En términos culturales, el Buen Vivir se aproxima al ámbito donde los elementos culturales y las decisiones que se toman en cuanto a ellos son internos. Sin embargo, es de reconocer que la existencia no es siempre armónica, sino que también está inmersa en conflictos y dinámicas de poder. En este marco analizamos dos procesos de gestión de territorial relativos a dos localidades del pueblo Tseltal, una de las etnias mayas del estado de Chiapas del sureste mexicano, cada cual con su visión diferencial de desarrollo. Este pueblo se ubica en una región inmersa en un marco histórico de marginación de servicios públicos con altos índices de analfabetismo, y donde demandas por una educación digna y no asistencialista han dado cabida a programas alternativos para comunidades indígenas (García García, 2002). La desestructuración del campo después de la aplicación de políticas económicas neoliberales ha provocado un despoblamiento rural como nunca antes visto, acompañado de una disminución de recursos públicos (Rubio, 2006; Ortega Hernández et al., 2010). Chiapas es también el vivo ejemplo de la aplicación incorrecta de políticas públicas de arriba-abajo y de una mala distribución de recursos para el combate a la pobreza (Villafuerte Solís, 2003; Cortés Sánchez, 2011; Aguilar et al., 2013). Los dos territorios indígenas tseltales aquí analizados se ubican en municipios vecinos del estado de Chiapas, sin embargo muestran claras diferencias de cómo viven su realidad particularmente desde la posición política que han adoptado. Al primero lo ubicamos como un grupo en resistencia principalmente porque se niegan a recibir apoyos gubernamentales en la medida de lo posible, y Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 113 simpatizan con el movimiento zapatista desde su levantamiento a principios de los años 90. El segundo grupo se caracteriza por su colaboración abierta con el gobierno y por su alta dependencia a las transferencias gubernamentales. Coincidentemente, en ambos casos se llevó a cabo una acción paralela dentro de una misma temporalidad: construcciones de tanques de ferrocemento para la utilización y almacenamiento de agua pluvial. Así tomamos este punto de referencia como el foco de análisis y contraste, pues detrás de los dos casos existen procesos complejos y de mucho tiempo atrás que han podido establecer las condiciones necesarias para llevar a cabo las construcciones. En ambos casos nos interesa analizar los procesos preexistentes y continuos que se ubican detrás de las metas trazadas y de los beneficios obtenidos a corto plazo (Richy-Vance, 1999; Arreola et al., 2009). Para el propósito utilizamos la teoría de Aprendizaje Social (AS) como principal eje teórico: el AS empieza y termina con una acción intencionada donde se genera conocimiento a partir de la experiencia de cambio (Cazorla et al., 2010). Así, los saberes son producidos y validados en forma conjunta entre actores de la propia comunidad y externos. Los conocimientos generados acentúan lo social cuando van más allá del individuo y se sitúan en la comunidad mediante la interacción de los actores que participan en la acción intencionada (Reed et al., 2010; Vela, 2010). En este sentido, nuestro argumento va en torno a que las comunidades caminan en la medida que aprenden durante el proceso. Medir la intangibilidad del aprendizaje es tarea difícil, no obstante to a os a io es i te io adas espe ífi as pa a u i a posi les o e tos de a io de o o i ie to o o i di ado es pa a el AS. Identificamos cómo se dan estos procesos, quiénes participan, y los espacios donde se genera aprendizaje. Recopilamos la información etnográfica durante 18 meses de trabajo de campo e investigaciónacción participativa en los municipios tseltales de Chilón y Oxchuc, específicamente en las o u idades de Ti a uil el Tza espe ti a e te Figura 1). La primera se encuentra en la zona selva norte y la segunda en la zona de los altos; es interesante resaltar que a pesar de sus realidades contrastantes, estas comunidades están a sólo aproximadamente 50 kilómetros de distancia acentuando así la gran diversidad y complejidad de la zona, el estado, y el país. Figura 1.- Mapa de u i a ió de los estudios de aso: Ti a uil el Tza . 114 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · Nuestra investigación comenzó con el acompañamiento de un diplomado en el poblado de Bachajón, municipio de Chilón, impartido por los mismos tseltales previamente capacitados. En el marco de aprender a hacer diagnósticos comunitarios, uno de los resultados más tangibles del diplomado hasta el momento ha sido una serie de construcciones colectivas de cisternas en las comunidades de los diplomantes. Para fines de una investigación más robusta, decidimos hacer un contraste de este proceso con otro que fuera lo suficientemente similar por un lado pero con elementos no compartidos por otro (Sartori, 1994; Rodríguez, 2011). De este modo analizamos de manera paralela un proceso de construcción de cisternas en el municipio vecino de Oxchuc, sin diplomado comunitario y con subsidio del gobierno, lo cual incrementó la pertinencia del contraste. En estos territorios y espacios de encuentro, hicimos visitas semanales donde de manera sistemática se realizó la observación participante, para posteriormente tener la confianza suficiente de hacer entrevistas a profundidad a los actores clave de ambas experiencias. Para finalizar el proceso de investigación-acción se facilitó un intercambio de experiencias entre los dos grupos de trabajo. La información fue sistematizada y categorizada utilizando la herramienta software Atlas ti, la cual fue útil para el análisis y organización de la información cualitativa. En nuestro caso nos benefició ya que la herramienta permite mezclar categorías deductivas – las preestablecidas que dieron pie a las entrevistas – así como categorías inductivas que salieron durante las entrevistas y pláticas informales. Los resultados parciales identifican condiciones que propician el aprendizaje en procesos de gestión territorial. Encontramos que ambos casos tienen como fin construir un proyecto de sociedad: mientras que el de Oxchuc está basado en una estrategia productiva, el de Chilón está basado en una estrategia educativa. Ambos están encaminados, con un significativo acompañamiento institucional, hacia una cultura de autogestión para, en un caso, superar la dependencia paternalista y, en el otro, superar al aislamiento que la resistencia implica. Desarrollo rural: aprendiendo a gestionar el territorio Como respuesta a la frustración del desarrollo y efectos perversos del neoliberalismo, surge una p olife a ió de desa ollos o sus espe ti os, o asio al e te edu da tes, adjeti os. El propósito de este trabajo no es profundizar en las diferencias teóricas de los múltiples desarrollos, sin embargo, en el intento de comprender la gestión de territorios particulares, tomamos el desarrollo local como referencia. El desarrollo local es un proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural (Schejtman y Be degué, . Tie e u a lógi a de des e t aliza ió de egula ió ho izo tal ue a e túa los procesos de crecimiento y acumulación de capital de territorios que tienen una cultura e instituciones propias, sobre cuya base se toman las decisiones de i e sió Váz uez Ba ue o, 2000). La generación de nuevos mapas productivos abre nuevas posibilidades para procesos más complejos de desarrollo local utilizando elementos internos así como externos (Boisier, 2005). En este sentido, la globalización es desafiante pero no ingobernable. En la necesidad de regresar a lo local, surge una revalorización del municipio en la mayoría de los países latinoamericanos durante los años 90. Se retoma la estrategia de descentralización y se redistribuye mayor responsabilidad a los gobiernos locales mediante una serie de reformas constitucionales (Mota Díaz y Díaz Muñiz, 2008). En México, la última modificación al artículo 115 Constitucional en el 2000 otorga reconocimiento al municipio como entidad de gobierno política con poder de gobernar y no simplemente administrar (Pineda, 2001). No obstante, poco se ha avanzado en este sentido. Los municipios siguen actuando como correas del gobierno central que Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 115 sirven para canalizar recursos, y no como tomadores de decisiones dentro del territorio local. Aunado a esto, en un escenario municipal complejo y multicultural como es Chiapas, existe un gran desequilibrio político y de poder entre la cabecera municipal y sus respectivas agencias en términos de acceso a recursos (Santín del Río, 2001). Como pensamiento crítico contemporáneo en América Latina, surge una visión del posdesarrollo con preocupaciones éticas y una fuerte conexión entre la teoría y la práctica con valores de igualdad, libertad, y reconocimiento de la diferencia. Así se populariza otra filosofía de vida que intenta ir más acorde con las cosmovisiones de las poblaciones rurales indígenas: la búsqueda del Buen Vivir. Desde la perspectiva de Solón (2014), este concepto no representa una regresión utópica al pasado, sino un enfrentamiento a los problemas contemporáneos aprendiendo de nuestras raíces. No es el bienestar que se resume al asistencialismo para los más marginados, sino equilibrar objetivos culturales, ambientales, sociales y económicos, y más importante, llevar el equilibrio a cabo sin competencia. El Buen Vivir es una constante búsqueda en espiral: es saber comer, compartir, bailar, jugar, servir a la comunidad, cuidar a los mayores, proteger a la atu aleza p a ti a sus p opias ee ias… la ida espi itual y la vida material son un todo indisociable (Solón, 2014). Sin duda la diversidad cultural es una fortaleza para asegurar la sustentabilidad de la vida por lo que vemos el concepto étnico-cultural reivindicarse cada vez más (Santos, 2010; Albó, 2011). Para entender mejor los procesos étnicos planteamos los modelos de desarrollo en función de la teoría del control cultural propuesta por Guillermo Bonfil (1991). Cabe mencionar que las situaciones reales presentan fenómenos complejos y difícilmente se amoldan a este tipo de literatura teórica cultural, sin embargo y tomando esto en cuenta, el análisis de Bonfil sobre la resistencia de los pueblos originarios ante la dominación cotidiana da luz a nuestro trabajo para fines narrativos únicamente. Bonfil define a un grupo étnico como un conjunto relativamente estable de individuos que mantiene continuidad histórica porque se reproduce biológicamente y porque sus miembros establecen entre sí vínculos de identidad social distintiva (1991); asimismo se modifica a lo largo de su trayecto de etnogénesis. El autor argumenta que el patrimonio cultural heredado nace a partir de que en algún momento histórico cualquier grupo étnico se ha constituido en una unidad política autónoma. Subsecuentemente ocurre lo que él denomina control cultural que, como sistema y como proceso, forma un sistema dinámico de relaciones entre elementos culturales requeridos para el día a día, y la capacidad de decisión que se ejerce sobre ellos. Bonfil resume su argumento en una matriz de relaciones (Figura 4): la intersección entre elementos culturales que son propios del grupo – los que la unidad social ha producido, reproducido, mantenido y transmitido de generaciones pasadas – y los que son ajenos – aquellos que se viven en la unidad social pero que no han producido ni reproducido ellos mismos – por un lado, y por el otro la capacidad de la toma de decisiones – ya sean también propias o ajenas – que exige la puesta en juego de los elementos para cualquier acción. En este sentido, proyectamos los modelos de desarrollo previamente mencionados desde la perspectiva del control cultural. Tomando los extremos como ejemplo, un modelo de desarrollo económico neoliberal que aterriza en comunidades indígenas cae en el cuadrante de cultura impuesta ya que ni los elementos ni las decisiones son propias del grupo. Por lo contrario, un modelo de desarrollo como el del Buen Vivir en las mismas comunidades indígenas camina más dentro del cuadrante de cultura autónoma ya que los elementos y decisiones son propias del grupo sin haber dependencia externa. No obstante, las realidades a las que nos enfrentamos son bastante más complejas que eso. En cualquier situación y cualquier grupo las decisiones se llevan a 116 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · cabo a múltiples niveles y escalas, y, sin entrar en el debate filosófico de la libertad, ninguna decisión es completamente libre, sin embargo, se toma siempre en un contexto dado que ofrece un número discreto de opciones posibles, en función de factores de muy diversa índole que forman parte de la circunstancia (Bonfil, 1991). Así, dependiendo de cómo se utilice ese margen de libertad se pueden manifestar procesos de resistencia, innovación y/o apropiación por parte del grupo étnico. En este sentido, estos procesos de cambio y decisiones son apuestas como en un tablero de ajedrez y más importante aún, son aprendizajes. Así, tomamos la teoría de Aprendizaje Social (AS) como vehículo de los grupos para transitar de un cuadrante de control cultural a otro, o de un modelo de desarrollo a otro. Ante la crisis actual de la investigación y crecientes problemas socio-ambientales, ya no es suficiente estudiar soluciones desde fuera y con una sola perspectiva. A manera de intentar llevar a cabo un proceso de intercambio equitativo tanto del lado práctico como del lado de investigación, vemos pertinente utilizar un enfoque que tenga cabida para el continuo proceso de aprendizaje. El AS se concibe como un cambio en el conocimiento que va más allá del individuo y que llega a situarse de manera amplia en unidades sociales o comunidades de práctica a través de la interacción de los actores que participan en la red social (Reed et al., 2010). Es decir, es un proceso de cambio social en el cual las personas aprenden uno del otro de manera que sea beneficioso para el sistema socio-ambiental más extenso del que forman parte. Es una teoría de aprendizaje informal con un giro dialógico (Díez Palomar y Flecha García, 2010; Martín et al., 2011) donde es la misma experiencia de cambio a partir de una acción intencionada la que genera conocimiento (Cazorla et al., 2010). Nosotros aplicamos el mismo enfoque pero en términos de desarrollo rural y gestión del territorio. Durante el proceso de gestión territorial, simultáneamente se efectúa uno de AS mediante acciones intencionadas y reflexiones entre individuos y grupos. El aprendizaje de nuevas estrategias se lleva a cabo de modos instrumentales a nivel micro dentro de una estructura social determinada por sus reglas y valores, mientras que con el tiempo, el aprendizaje ocurre a mayor escala y de maneras más radicales, por ejemplo, en términos de creencias y valores subyacentes. Los grupos circulan en este proceso de aprendizaje utilizando elementos internos y/o externos, y luchan, o no, por su capacidad de decisión. Es decir, hay movimiento en la medida que se aprende. Pa a a ota la u idad de a álisis ge e ado a de ap e dizaje, e u i os al o epto de G upos de A ió Lo al GAL . Los GAL so o side ados o o ue as est u tu as de la so iedad i il organizada, compuestas de una diversidad de actores involucrados con el objetivo de autogestión de iniciativas y aprovechamiento de los recursos locales (de los Ríos Carmenado et al., 2011). En uest o aso los e o a os GAT a ue pe sa os pe ti e te efe i os a ellos o o G upos de A ió Te ito ial . Los GAT so u idades, o al e te i te ultu ales, de pe so as ue participan directamente en los procesos de acción y toma de decisiones compartidas; la misma creación de los GAT es un proceso paulatino de aprendizaje. El propósito es crear un espacio y grupo de reflexión conjunta sobre el diseño de estrategias para experimentar y aprender sobre la marcha de las mismas. Roling y Pretty (1998) sugieren que son plataformas de negociación donde se ge e a , as o t a sfie e , o ocimiento y tecnología de manera conjunta. Fi al e te, o side a os los GAT o o u tipo de oope a ió lo al ue no se refiere únicamente a la participación de los diferentes actores sociales en procesos territoriales, sino a la consolidación misma de un grupo de agentes en un territorio que se capacitan para organizar y asumir responsabilidad sobre un acuerdo de acción colectiva (Caspar et al., 1997). Tomamos la Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 117 siguiente tabla de características de la cooperación como referencia para analizar los procesos de gestión territorial (Figura 2): Figura 2.- Tipos de cooperación local (Caspar et al., 1997). Resultados sobre los procesos tseltales Para el análisis de nuestros datos partimos de los siguientes temas como guía para las entrevistas: contexto, actores, posición política, organización, espacios y relaciones, toma de decisiones, escuela de pensamiento, finalidad de las acciones, proceso de construcción física, proceso de construcción social, y resultados y aprendizajes. Nos apoyamos del programa Atlas ti para codificar la información y establecer relaciones, familias y redes entre los códigos. De manera deductiva surgieron los nodos articuladores de (1) objetivos y valores, (2) institucionalidad, y (3) gestión territorial, que permitieron llevar a cabo el análisis y contraste entre las categorías. Por tal, la siguiente sección se presenta en función de estas categorías integradoras. 1. Objetivos en función de valores Según González Casanova (1987), en los estudios sociales los objetivos y valores son categorías importantes que cubren funciones analíticas del fenómeno del desarrollo, ya que por un lado a a te iza la o jeti idad po el ot o la ideología del p o eso. El p opósito es e te de los valores como un factor de orientación de los objetivos, y por ende el rumbo de sus caminos de desarrollo. En el caso del grupo de Chilón, los objetivos varían dependiendo la perspectiva de la diversidad de actores involucrados en el proceso. La construcción de la cisterna en la comunidad de Ti a uil fue un producto, de varios, del diplomado comunitario impulsado por la Misión de Bachajón y financiado por la Fundación Kellogg. Este tuvo como objetivo concreto que los cargos comunitarios que lo impartieron les transmitieran a sus compañeros lo que aprendieron en un primer diplomado de un par de años atrás: hacer un diagnóstico comunitario para poder identificar los problemas prioritarios de sus comunidades, atenderlos de manera organizada, y encontrar los caminos de solución colectivamente. Uno de los cargos más jóvenes al preguntarle 118 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · sobre la finalidad del diplomado afirma: es para resolver necesidades familiares inmediatas (Juan Deara Méndez, cargo jTijaw Lequil Cuxlejal13 de Ti a uil . Los tanques se construyeron a partir de que la mayoría de los diagnósticos comunitarios apuntaron hacia la escasez de agua como uno de los principales problemas en sus comunidades. La construcción se hizo de manera colectiva por la misma gente de las comunidades con el objetivo de que aprendieran a hacerlo con sus propias manos para posteriormente replicarla ellos mismos si así lo quisieran. Se facilitó el apoyo de personas de fuera con suficiente experiencia en ese tipo de construcciones y en contextos similares. Construyeron junto con la gente con el objetivo de capacitar a algunos hombres como albañiles para que dirijan las construcciones su se ue tes e las de ás o u idades. E Ti a uil seguido ha e eu io es e lesiales do de llegan cientos de personas cada año, así que se cumplió el objetivo más inmediato del agua: aho ita en las fiestas que se hacen ya no hay ese problema, ya no hace falta el agua, tenemos lo sufi ie te Ma ia o Mo e o Ga ía, a go jTijaw Lequil Cuxlejal, p ediá o o de Ti a uil . Las mujeres cuentan que acarreaban agua desde un río a media hora caminando, por lo que cuando tenían fiestas difícilmente daba para acarrear tal cantidad de agua. Al crear las condiciones para que se realice un diplomado comunitario, la Misión de Bachajón como principal actor institucional y religioso, tiene un objetivo educativo más a largo plazo. Su estrategia de acción es desarrollar un modelo educativo, basado en la corriente de educación popular a partir del pensamiento de Paulo Freire, desde la cosmovisión y el sentir de las comunidades tseltales: lo que busca la Misión es siempre tener un proceso educativo, afirma Magaly Olivo Hernández (Coordinadora del área de Desarrollo Integral Sustentable y Organización (DISO) de la Misión de Bachajón). Nos cuentan que es importante tener un sistema de educación más pertinente a la región y situación que se vive, que fortalezca la identidad cultural, y que desarrolle capacidades locales. Planean tener algo diferente que no estén ofreciendo las otras universidades y que sea realmente para la gente tseltal (Magaly Olivo Hernández). Se tiene que llevar a cabo en un contexto de procesos cognitivos y afectivos donde nada se entiende si antes no se ha traído al corazón (Paoli, 2001). Este objetivo se empieza a manifestar en acciones observables como el diplomado comunitario donde se crean espacios y condiciones para propiciar el aprendizaje, sin embargo el largo plazo está todavía por verse. Por el otro lado, los objetivos del grupo de Oxchuc están menos orientados a la cuestión educativa y mucho más dirigidos a la cuestión productiva. El proyecto de los tanques de ferrocemento en la o u idad del Tza se dio de a e a u dife e te al de Ti a uil: o hu o diplo ado fue u proyecto completamente subsidiado por el gobierno. El objetivo por parte del gobierno fue aproximarse a uno de los Objetivos del Milenio de la ONU del acceso igualitario al agua. Originalmente el proyecto estaba dirigido a aquellas familias que no tuvieran agua entubada en su hogar, por lo que la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) – instancia gubernamental a nivel nacional que tiene un centro coordinador en Oxchuc – ofreció el proyecto a líder local Salvador Gómez López (actor local clave, habitante del Tzay, y protagonista del proceso de Oxchuc) para que lo promoviera en su comunidad. Aunque sí tuvieran agua entubada, se vieron beneficiados principalmente los familiares de Don Salvador. En este caso las personas de la comunidad no se involucraron en el proceso de construcción más que para acarrear los 13 El cargo jTijaw Lequil Cuxlejal es un cargo nuevo que surgió a partir del primer diplomado y son quienes impartieron el diplomado posterior al que nos referimos en este trabajo. El nombre significa “Motivadores de la Buena Vida” por lo que son responsables de hacer lo que el mismo nombre especifica en sus propias comunidades a través de diferentes actividades. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 119 materiales; solo decidieron dónde querían el tanque y en tres o cuatro días lo tuvieron hecho por albañiles de fuera contratados por la CDI. A diferencia de las familias que aceptaron el proyecto, Don Salvador decidió mandar a construir el suyo no en su casa, sino en su parcela con el objetivo de crear un sistema de riego innovador de frutales y aguacates. Don Salvador y su grupo de trabajo tienen como objetivo a largo plazo establecer una parcela demostrativa: quiero hacer la parcela demostrativa y quiero hacer el ejemplo para mis familiares, para los productores que quieran hacer. Como antecedente, unos años atrás El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) acompañó al grupo de Don Salvador durante el proyecto de diversificación productiva con el objetivo que los sujetos sean más partícipes de sus procesos de planeación (Ramos Pérez et al., 2009). Observamos que este objetivo se ha cumplido parcialmente pues han aprendido a bajar proyectos de gobierno por sí mismos, no nada más por obtener los recursos económicos y comprobar los gastos como suele pasar en el municipio, sino utilizarlos para un fin más a largo plazo: Don Salvador y todas esas personas de su grupo han aprendido a negociar frente al gobierno entonces así puede funcionar de mejor manera que andar condicionando su voto (Pedro Pablo Ramos Pérez, egresado de Ecosur, asesor técnico del proceso de Oxchuc). Asimismo, la forma de pensar de las personas está directamente ligada a la cultura, los valores y creencias que la gente tiene o que comparten con su familia, grupo o comunidad. Los valores son acuerdos o códigos de comunicación que permiten la interacción y la formulación de objetivos comunes: son las representaciones colectivas, las creencias y los valores integrados que motivan a la participación y/o la aceptación de las acciones: la subjetividad como un elemento cultural indispensable (Bonfil, 1991). En las comunidades tseltales afiliadas a la Misión de Bachajón lo primero que observamos es el grado de espiritualidad como elemento transversal que vive en el día a día. El tipo de espiritualidad que observamos hoy en día en todos los planos de la vida en las comunidades tseltales es un sincretismo curioso entre las creencias de la religión católica y la cosmovisión maya, entre Dios y la Madre Tierra, es una espiritualidad de darle gracias a Dios y a la ida po ue os pe itió ha e u a o a ió … E es pa te de esta atu aleza, todo el tie po está contemplando, estás viendo (Magaly Olivo Hernández). En los diplomados comunitarios, por ejemplo, siempre se empieza la concentración con un altar maya, con una mezcla de significados tseltales como los colores de las velas y símbolos católicos como la Virgen de Guadalupe. Cada sesión en el aula se abre y se cierra con una oración para dar gracias, para estar en armonía con sus corazones. El lequil cuxlejalil, o la ida ple a , es su a e a de i i ela io a se o la Mad e Tie a la divinidad – corazón del cielo y corazón de la tierra – es la integración entre la sociedad y la naturaleza. Es el consejo de los ancianos y de su saber sagrado: La vida plena es tener tranquilidad dentro de la casa, ya que es donde nace la unidad, el respeto, la educación que fortalece nuestra manera de ser y orienta a vivir nuestra vida entre nuestros hermanos, hermanas, y hermanitos. Cuando hay unidad en la familia, hay paz, hay serenidad, y los hijos viven tranquilos. Cuando no hay armonía, repercute en los animales y en lo que sembramos (Guzmán Jiménez, 2009; Principal de Bachajón, maestro del Diplomado de Lengua y Cultura de la Misión de Bachajón). Es el poder estar en armonía a todo nivel desde uno mismo hasta con la familia, la comunidad, el cielo, y la naturaleza, y así vivir en ju a o’ta il, o e u solo o azó , o sigo is o o ot os, 120 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · sin rupturas o divisiones. Por eso la unidad y la colectividad son valores indispensables para cada a ió ealizada. E esta si to ía, a tes de e peza a o st ui la p i e a iste a e Ti a uil, la comunidad se reunió y decidieron colectivamente que en lugar de hacer una cisterna de 45mil litros que abasteciera a un par de docenas de hogares, se hiciera mejor una más pequeña de 30mil litros para uso comunitario y de la iglesia exclusivamente. Tomaron esta decisión como comunidad para no abrir la posibilidad de conflicto con los hogares en las partes más altas donde no alcanza a subir el agua. Es decir, para no romper con la armonía comunitaria. El proceso de construcción misma también reflejó la unidad de la comunidad pues aportaron desde los niños, hombres, mujeres y hasta los ancianos. Al terminar se llevó a cabo una gran celebración para inaugurar la cisterna. Dar un servicio es parte de ellos y de la vida plena. Ser humilde y servidor hacia la comunidad son actitudes y valores imprescindibles (Paoli, 2001). En el proceso de Oxchuc por el otro lado, la gente de la comunidad no se involucró tanto en el proceso de construcción de las cisternas. No hubo celebración ni oración. No obstante, la pérdida del sentido de comunidad no significa necesariamente que han optado por el individualismo absoluto. Observamos que más bien la fuerza de unidad se concentra en su linaje, en su familia, y po eso los g upos se fo a a pa ti de sus ela io es de pa e tes o. La o ep ió de t a aja ju tos es ta ié u alo u i po ta te o pa tido e t e los o hu ue os “á tiz Gó ez, 2009). Lo que intenta transmitir el grupo de Don Salvador son valores más orientados al trabajo y al ha e . Ellos tie e u a filosofía de po e el eje plo ha ie do , de ha e las osas pa a pode enseñar a sus hijos y a la gente. Al tener cierta posición en su linaje y en su comunidad, Don Salvador está consciente que es un objeto de observación por otros. El hecho de haber puesto los tanques para riego en su parcela, Don Salvador está poniendo el ejemplo de lo que se puede hacer cuando uno innova y va más allá de aceptar el subsidio gubernamental. Los oxchuqueros han demostrado una mentalidad de cambio en el pasado mediante la conversión al cultivo de café en los años 70 y en la gradual adopción del durazno diamante y aguacate hass en los últimos años (Sántiz Gómez y Parra Vázquez, 2012). Los tanques en su parcela y el sistema de riego por goteo son el vivo ejemplo de la noción de experimentación de Don Salvador. Don Salvador y su grupo también han desarrollado un fuerte valor de compromiso. La confianza y compromiso que Don Salvador ha construido con la CDI fue clave para la construcción de tanques en el Tzay. Previamente, en un proyecto de diversificación productiva, a comparación de otros beneficiarios de plantas de que las vendieron por el valor monetario, Don Salvador no nada más las plantó sino también le apostó al inmenso e impresionante trabajo de construir terrazas para sus árboles de aguacate. Al respecto, nos expresó su sentir: hice compromiso con el doctor, con Pedro, pero todo cumplí, hasta pasé un poquito. Esto ha sido muy importante sobre todo para no seguir alimentando un sistema del estado paternalista y de dependencia gubernamental que se ha vivido en Oxchuc por mucho tiempo (Ramos Pérez et al., 2009; Sántiz Gómez y Parra Vázquez, 2010). Cabe mencionar que este grupo de trabajo en particular ha demostrado un cambio en actitud y ha desarrollado el valor de la responsabilidad: Don Salvador y su grupo han dejado de ver el dinero como una forma de obtener recursos para comprar otras cosas. Más bien empiezan a verlo como una fuente para invertir en cosas que les den algún provecho para tener más alimentos, para poder mejorar su vivienda, para que sus hijos no se vayan (Pedro Pablo Ramos Pérez). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 121 Por lo tanto vemos dos fuerzas completamente diferentes detrás de los procesos de construcción de cisternas. Por un lado hay participación colectiva, espiritualidad, y armonía comunitaria, que se pretende transmitir a un proyecto educativo más amplio, y por otro lado está el linaje, el poner el ejemplo, la mentalidad de cambio, y el cumplir con responsabilidad como los valores que alimentan un objetivo productivo más a largo plazo. Sin embargo, cabe mencionar que los dos procesos están de alguna u otra manera motivando el aprendizaje y la gestión en sus respectivos territorios a su modo de ver la vida; ambos buscan mejorar su calidad de vida desde su propia cosmovisión ya sea espiritual o productiva. 2. El peso de la institucionalidad En ambos casos partimos directamente de las organizaciones mediadoras que facilitaron la construcción de los tanques: la Misión de Bachajón en el caso de Chilón y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) para el caso de Oxchuc. Ambas son instituciones con una larga trayectoria e historia de acompañamiento y presencia en los respectivos territorios, no obstante con grandes diferencias operativas que dan sentidos diferentes a los procesos y que se reflejan al interior de las comunidades. La Misión de Bachajón es por definición una institución religiosa. Una vez digerido el trauma de la colonización y la evangelización forzada de los pueblos originarios de hace casi medio milenio, vemos resaltar aspectos importantes de la presencia reconfigurada de esta institución en territorios indígenas. Desde su fundación en 1958 en el poblado de Bachajón, municipio de Chilón, la Misión de Bachajón – como parte de la Diócesis de San Cristóbal de la Casas, Chiapas - ha venido haciendo sus labores eclesiales y al mismo tiempo adaptándose para compaginar con las labores cotidianas y creencias de los tseltales de más de 600 comunidades de las regiones altos y selva norte de Chiapas. Algo que efectivamente comenzó como un catolicismo impuesto con tinte colonialista, se fue dando de tal manera que se ha ido apropiando por parte de la gente y a la vez redefiniéndose a través de su propia cosmovisión. La relación de mutuo fortalecimiento se ha dado principalmente por la reorientación de la institución: de una estrictamente evangelista a una de cohesión social e integración comunitaria. Los valores tseltales como la armonía comunitaria y la vida plena, o lequil cuxlejalil, son ahora valores compartidos. La Misión de Bachajón ha construido tal confianza con la gente que es vista como: Una frondosa ceiba enraizada en la tierra tseltal, con un fuste extremadamente robusto y apoyado por múltiples contrafuertes, que sostienen un sinnúmero de a as ue e e o ti ua e te e u a at ósfe a de espi itualidad… estas aí es buscan en la tierra los nutrientes para el fortalecimiento de la vida buena (Parra Vázquez, En prensa, 1). Esta relación simbiótica entre la gente tseltal y la Misión de Bachajón se ha dado a través de una cadena de procesos históricos particulares de la región. Desde el acompañamiento durante la lucha agraria de los años 70 hasta la concesión del sacerdocio indígena, son acciones que han favorecido a comenzar lo que Appendini y Nuijten (2002) señalan como proceso de devolución de poder a la población para hacer de ella socios activos. La Misión de Bachajón ha modificado sus normas y reglas, dictadas desde el Vaticano, y ha logrado un diálogo sólido y flexible para dar lugar a una Iglesia Autóctona y crear un entorno institucional de confianza con sentido de participación y pertenencia de los tseltales. No obstante, como institución tiene su propia estructura jerárquica 122 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · que va desde un Superior de los jesuitas a nivel nacional hasta los mismos cargos representantes comunitarios. Por el lado contrastante en el caso de Oxchuc, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), antes Instituto Nacional Indigenista (INI), es una instancia gubernamental y por ende con un sentido distinto en la manera de operar de esta institución. El INI se fundó en 1948 por el gobierno mexicano como intento de integración nacional de los indígenas en un contexto político posrevolucionario de ideología indigenista. El indigenismo es una postura un tanto paternalista, que tienen los no-indígenas hacia los indígenas, similar a la que la Misión de Bachajón tomó en un inicio, (Favre, 1998). En 1951 se fundó el primer Centro Coordinador en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, lanzando programas de escolarización laica indígena y de técnicas ode as de p odu ió ag í ola edia te la apa ita ió de p o oto es. Este p ograma fue pa ti ula e te e itoso e el u i ipio a ue % de los p o oto es de la egió e a oxchuqueros (Corbeil, 2013). No obstante, esta iniciativa gubernamental no fue más que un acto paternalista de adaptación de los indígenas como sociedad homogénea al nuevo marco mexicano (Corbeil, 2013). A pesar de la destacada participación por parte de los oxchuqueros, atraídos por las promesas de mejoramiento económico, fracasó como programa gubernamental al tener gente elati a e te edu ada o ue os oficios y técnicas sin poder encontrar empleos suficientes al interior del municipio. El INI apoyó a los habitantes de Oxchuc a resolver conflictos étnicos por vías legales, como contra el abuso de poder de los ladinos finqueros, no obstante esta institución desde el inicio se destacó por sus propias conductas de caciquismo y corrupción (Sántiz Gómez y Parra Vázquez, 2010; Esparza, 2013). Muchos de los presidentes municipales de Oxchuc desde entonces fueron promotores del INI en esa época por lo que también cambió la estructura del poder local al dejar una política municipal – o cultura impuesta – enmarcada principalmente por el capitalismo y asistencialismo del gobierno federal (Corbeil, 2013). En el 2003 el INI cambia su nombre al de Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) fungiendo más, según el gobierno mexicano, como un organismo descentralizado para orientar, apoyar en temas de infraestructura, salud y vivienda, y para evaluar los programas y acciones públicas para el desarrollo integral sustentable de los pueblos indígenas . di.go . . Algu os a gu e ta ue es la ue a épo a del eoi dige is o o la is a políti a i dige ista, pe o aho a lla ada desa ollo de los pue los i díge as , ue sigue los modelos de combate a la pobreza dictados por las grandes estructuras de poder del Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional (Korsbaek y Sámano Rentería, 2007). El asistencialismo en el municipio de Oxchuc ha sido una condición latente donde la gente escucha, acepta y recibe (Ramos Pérez et al., 2009; Sántiz Gómez y Vázquez Parra, 2010). En este marco institucional, la CDI fue la organización mediadora para la gestión de los tanques de ferrocemento en la comunidad del Tzay. La agenda del gobierno federal va de acuerdo con los ODM establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas para el año de 2015, y por ende la inclusión de acciones como dotar agua entubada, servicio de drenaje u otro sistema de saneamiento dentro de las viviendas. La CDI obedece a una estructura nacional que, al igual que la Misión de Bachajón, incluye desde un Director General hasta representantes comunitarios mediante Centros Coordinadores a nivel municipal. Evidentemente la estructura institucional de la CDI abarca un territorio mucho más amplio con miles más de personas involucradas a nivel nacional. Desde el Centro Coordinador en la cabecera municipal de Oxchuc se dirigieron directamente a Don Salvador para que promoviera el proyecto en su comunidad. Es decir, el proyecto se dio en el Tzay por la influencia y agencia de Don Salvador. En este sentido, los Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 123 coordinadores de la CDI en Oxchuc siempre han tenido buena disposición para este tipo de proyectos y han apoyado a las comunidades independientemente del color14 (Calixto Gómez Sántiz, Consejero indígena tseltal, miembro activo del grupo de trabajo de Don Salvador). Evidentemente en la actualidad existe una buena relación entre la CDI en Oxchuc y el grupo de trabajo de Don Salvador, probablemente porque es una relación que también se ha ido reconfigurando con el tiempo para beneficio de ambas partes. Aunque la CDI, comparada con la Misión de Bachajón, acompaña menos a la gente, al final ambas organizaciones funcionan como una herramienta facilitadora para la gestión de sus territorios y el aprendizaje social. Después de medio siglo de presencia en la zona, pareciera que ambas instituciones están cada vez más a favor de proporcionar los recursos necesarios para la movilización de los actores locales. Ambas instituciones procuran, retomando las palabras de Appendini y Nuijten (2002), proporcionar mecanismos que permitan acrecentar la capacidad de acción de los propios agentes – individuales o colectivos – para que puedan movilizar y/o transformar las instituciones en beneficio de ellos mismos. No es exactamente que las comunidades construyen de forma endógena sus propias instituciones para lidiar con asuntos complejos como el manejo de recursos naturales (Pacheco Balanza, 2011), sino que vemos cómo estas comunidades utilizan instituciones ya existentes y reconfiguradas, como herramientas a su favor. El papel de estas organizaciones intermediarias es clave para el aprendizaje social. Más allá de las instituciones como tal, vemos la dinámica institucional reflejada al interior de las mismas comunidades, pa ti ula e te e la est u tu a de a gos. E Ti a uil, el siste a de a gos está organizado en función de la Iglesia Autóctona. Este manifiesta el sincretismo de valores católico-tseltales que resulta en una estructura compleja y cargada de significados muy particulares. El sistema en su totalidad abarca territorios más allá de la comunidad, pero algunos de los a gos ue e os e Ti a uil so a to histas, a ia hi/ o o, ate uistas, uidado es de la Madre Tierra, promotores de salud y presidente de ermita entre otros. También hay cargos de mayor rango como los prediáconos quienes fungen como autoridades comunitarias. El cargo más i po ta te espeta le ue e o t a os e Ti a uil es el del Diá o o Miguel Mo e o Ál a o su esposa Pet o a o o E g a de edo es del Co azó uie es so lo ás e a o al sa e do io tseltal. Don Miguel es un hombre mayor con un ánimo admirable y una presencia auténtica, siempre sonriente, pulcro, y el principal bailarín en las fiestas de la comunidad. Se cree que los ca gos o de e de a i a solos po lo ue la a o ía de los a gos se asu e e pa es de he a o/a a o he a ito/a e o ea do u í ulo disti to de o p o iso aprendizaje (Ruíz Galindo Terrazas, 2010). Los cargos eclesiales son elegidos por la comunidad y son para toda la vida. Esta estructura de cargos se formó como un intento de organización autónoma para que, en la mayor medida posible, se puedan resolver conflictos internos pacíficamente sin tener que involucrar a los cargos civiles vinculados al Estado. En el Tzay, el sistema de cargos, más acorde a sus relaciones institucionales, está más orientado a cuestiones civiles y políticas. Ahí todo hombre, desde que contrae matrimonio, tiene la obligación de ocupar un cargo empezando por el más bajo en la estructura jerárquica, por ejemplo en los comités de policía, clínica, carretera o de la tienda gubernamental CONASUPO. Posteriormente en la escalera jerárquica le siguen los cargos de secretario, tesorero, comité de educación, agente municipal hasta llegar a los principales de la comunidad. Todos los cargos tienen una duración Se refiere con “color” a filiación política, pues cada partido político o movimiento sociopolítico se suelen representar con colores distintivos. 14 124 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · obligatoria de un año excepto los principales que mantienen el cargo hasta la muerte. Los cargos en el Tzay se ocupan únicamente por el hombre sin tomar en cuenta a sus esposas. Esta tendencia se presenta en otras partes del estado: los cargos religiosos ya no existen como antes, como servicio a la comunidad y como escalón de prestigio en la comunidad, pues actualmente son pagados (Santos-Chávez y Renard-Hubert, 2006). El hecho de que los cargos sean obligatorios, pagados, que tengan un tiempo definido, y que no esté i ulados a sus idas espi ituales o o e Ti a uil, uest a u a lógi a dife e te ás e a a al tipo de so iedad políti a do i a te. E Ti a uil o se amos un poco más de compromiso moral y un sentido más comunitario por parte de los cargos que al final va más acorde con sus creencias y normas subyacentes. Estas reglas implícitas en ambos casos se ven reflejadas en sus relaciones institucionales dentro y fuera de su comunidad las cuales, según Scoones (2009), son inevitablemente reguladas por relaciones de poder que operan en distintos niveles, continuamente modificándose, e indispensables para sus respectivos procesos de aprendizaje social. Desde la perspectiva de Bastidas Morales (2015) es el nuevo neoinstitucionalismo como alternativa regional mediante la reestructuración de arenas de poder y negociación. Es una nueva relación sociedad-Estado-mercado que ayuda a entender el cambio histórico de las reglas de interacción, normas, y códigos de conducta. Así, vemos que ambas son instituciones que, a su manera particular de acompañamiento de procesos de gestión territorial, han facilitado el proceso de aprendizaje social en los grupos. Gestión Territorial Nos referimos a cada proceso de desarrollo rural más específicamente como un acto de gestión territorial: el tiempo y espacio que da lugar a la interacción de un cambiante número de actores internos y externos, donde continuamente se toman decisiones en función de los objetivos y valores compartidos, y, como resultado, donde constantemente se modifican las relaciones sociales e institucionales. Más específicamente, es un espacio apto para los momentos y procesos de aprendizaje. A manera de acotar la unidad de a álisis, e u i os al o epto de G upos de A ió Te ito ial GAT o o he os e io ado. El GAT que hizo posible la construcción de las cisternas en el proceso de Chilón fue el mismo grupo de personas que se movilizó para el diplomado comunitario. Desde la Misión de Bachajón se dieron decisiones significativas al plantear la educación tseltal como objetivo. La formación de DISO por ejemplo, que es el equipo que acompañó el diplomado, pasó por un momento importante en su historia: la decisión de despedir a la mayoría de los mestizos y contratar en su lugar a tseltales para empezar a formar líderes indígenas. Hoy en día, vemos que DISO es un equipo tseltalizado con la mayoría siendo indígenas jóvenes y profesionistas. Desde nuestro punto de vista de fuera, el que más se destacó como facilitador del diplomado fue un joven tseltal llamado Pedro Gutiérrez Cruz quien es recientemente egresado, con el apoyo de la Misión, de la li e iatu a de Pla ea ió e Desa ollo ‘u al del Ce t o de Estudios pa a el Desarrollo Rural (CESDER). Pedro es el prototipo ideal para este tipo de proceso: es alguien quien está inmerso en su contexto pero capacitado con las herramientas necesarias para formarse como líder local. Es alguien quien está consciente de la situación coyuntural y de los objetivos a largo plazo del que él forma parte. Hablando de las finalidades de los diplomados, Pedro comenta: esta parte que estamos haciendo es como desarrollar el capital humano con su sujeto sociopolítico para que ellos mismos puedan empezar a reclamar, a gestionar. Pedro no nada más repite el discurso con la terminología adecuada, sino que también lo entiende, y se apropia del papel que le toca Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 125 desarrollar. Asimismo este tipo de jóvenes son quienes, con herramientas y acompañamiento, se conviertan en tomadores de decisiones que seguro que se van a equivocar pero seguro que van a aprender (Magaly Olivo Hernández). Aparte de los integrantes de DISO, identificamos a los demás integrantes del GAT del proceso de Chilón (Figura 3). En él se encuentran los jTijaw Lequil Cuxlejal quienes tienen un papel muy significativo ya que ellos son los que les corresponde motivar y animar a sus compañeros en sus espe ti as o u idades. E el aso de Ti a uil, Ma ia o Mo e o Ga ía Mi aela De esa Guzmán son una pareja joven con el cargo de prediáconos de la comunidad, quienes se destacan por su labor: él le gusta motivar a la gente, no es porque domine a la gente de la comunidad pero es como motivador y es joven (Gerónimo Pérez Moreno, cargo jTijaw Lequil Cuxlejal, habitante de Ti a uil . Po el lado del o te ido etodología del diplo ado o u ita io está la apo ta ió de los investigadores y técnicos de Ecosur quienes han acompañado el proceso desde tiempo atrás. Finalmente, un último integrante silencioso pero sumamente importante del GAT es la Fundación Kellogg como agencia financiadora del diplomado y construcción de cisternas; evidentemente sin este apoyo no se hubiera podido llevar a cabo nada de lo mencionado. El GAT de Chilón representa un proceso pedagógico intercultural como el propuesto por Bertely Busquets (2001) y Gasché (2008) que requiere de la capacidad de diálogo y organización de un grupo comprometido de una diversidad de actores con un objetivo de sociedad en común. Ubicamos las ca a te ísti as de oope a ió del p o eso de Chiló ás ha ia la a i a ió o el objetivo de movilizar a los agentes locales y con una lógica menos tangible de aportar al proceso de desarrollo (Figura 2). Por lo mismo, es complejo medir los resultados de la animación del te ito io, si e a go sí pode os afi a ue la o st u ió de la iste a e Ti a uil tu o buenos resultados tanto en su funcionamiento como en la motivación de la comunidad para trabajar colectivamente y así seguir alimentando la armonía comunitaria. La motivación también la encontramos más a nivel personal, por ejemplo con el joven Juan Deara Méndez quien, después de construir un par de cisternas, se animó a hacer una réplica en su casa con la ayuda de su padre. No basta con hacer la réplica, este joven ahora está pensando en aprender a gestionar sus propios proyectos: sacar proyectos si lo quisiera hacer también algún día lo voy a lograr (Juan Deara Méndez). Esto nos resalta dado el ambiente de resistencia ante apoyos del gobierno que hay en la comunidad; de cierto modo este joven está dispuesto a abrir esa ventana de oportunidad. Al respecto, vemos este cambio en actitud como resultado de los varios intercambios de experiencias que se llevaron a cabo con otros grupos de campesinos durante el proceso de los diplomados. Después de ver con sus propios ojos lo que otros grupos de indígenas han podido lograr con apoyos de gobierno les ha motivado a expandir sus posibilidades. En la perspectiva de control cultural de, están caminando de un ámbito un tanto autónomo a uno apropiado en la medida que empiezan a tomar sus propias decisiones en cuanto a elementos aprendidos ajenos. Esto implica un proceso de asimilación y el desarrollo de ciertos conocimientos y habilidades para su manejo, la modificación de ciertas pautas de organización social y/o la incorporación de otras nuevas, el reajuste de aspectos simbólicos y emotivos que permita el manejo subjetivo del elemento apropiado (Bonfil, 1991). El intercambio de experiencias también ha sido clave en el GAT del proceso de Oxchuc. Los avances en producción que vemos hoy por parte de los oxchuqueros, especialmente en la parcela de Don Salvador, ha sido en gran parte motivado por intercambios de experiencias donde conocieron a primera mano producciones exitosas de durazno, de aguacate, y de construcción de terrazas. Como integrante animador del GAT de Oxchuc, Ecosur ha aportado principalmente en la 126 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · planeación y logística de los intercambios de experiencias en años anteriores, por lo que lo consideramos como actor importante aunque no haya tenido mucha incidencia en la propia construcción de las cisternas (Figura 3). Figura 3.- GAT Chilón y GAT Oxchuc. En este caso evidentemente el actor principal del GAT es el grupo de trabajo de Don Salvador quienes hoy en día son los que se movilizan para su propio beneficio. El proyecto de las cisternas fue responsabilidad de Don Salvador como ya mencionado: se obtuvo el recurso a través de la CDI, se comprobaron los gastos, y recibieron los tanques como estaba planeado. Así, consideramos esta a ió i te io ada o o u tipo de oope a ió de gestió Figura 2). Sin embargo, para llegar a este punto hubo un proceso previo de animación en los proyectos de diversificación productiva: La gente se empezó a emocionar al ver que el proyecto podría funcionar, al verlo que podrían manejarlo, que tenían rendimiento, que tenía buen precio entonces la gente se fue animando en el proceso al conocer experiencias locales (Pedro Pablo Ramos Pérez). Ahora el GAT oxchuquero se mueve principalmente para la gestión de proyectos acorde con sus objetivos de producción, pero al mismo tiempo animan al territorio con sus acciones guiadas por su le a de e seña ha ie do . El llega a te e u a pa ela de ost ati a es u a uestió tangible y observable para animar al territorio. En este caso, también vemos un movimiento paulatino hacia un ámbito apropiado desde la perspectiva de personas como Don Salvador que empiezan a decidir cómo y cuándo utilizan los recursos gubernamentales de la mejor manera posible y no tener que seguir dependiendo de ellos en el largo plazo. Sin que eso signifique que no existen condiciones para mantenerse en un ámbito sometido ya que es cómodo y rentable políticamente para los de dentro y fuera. Sin duda, los intercambios de experiencias de campesino-a-campesino fueron espacios valiosos de aprendizaje para todas las partes involucradas; nosotros aprendimos que esta es la estrategia más efectiva para la construcción conjunta de conocimiento y diálogo de saberes. Pudimos concretar esto después de facilitar un intercambio de experiencias entre ambos grupos: los oxchuqueros al isita la o u idad de Ti a uil lo ue ás les lla ó la ate ió pa a epli a fue la o a de Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 127 mecate que utilizan para sacar el agua de las iste as. Mie t as ue los de Ti a uil al isita la parcela de Don Salvador en el Tzay, quedaron impresionados con sus árboles de aguacate: Pues lo que quiero hacer es el injerto de aguacate porque si lo logro hacer entonces tal vez puedo adquirir algún ingreso no sé si diera el aguacate comienzo a venderlos por eso quiero hacer crecer (Mariano Moreno García). Después de un caminar de reconfiguraciones y aprendizajes, vemos a ambos grupos transitar de un modelo de desarrollo a otro, así como de un tipo de control cultural a otro: Figura 4.- Resultados. Adaptado con base en Bonfil (1991). Sugerimos que ambos procesos de gestión territorial están encaminados hacia una cultura apropiada de autogestión, no estática, desde una visión de desarrollo propia para combatir las asimetrías existentes y así construir un proyecto de sociedad. Basado en la educación o en la producción, vemos que de cierta manera ambos comparten una lógica de desarrollo de capacidades locales a largo plazo, en la medida que haya acompañamiento y aprendizaje en el curso del camino. Convertirse en tomadores de decisiones desde y para su territorio, será una alternativa para cubrir los rezagos de un gobierno contagiado y lastimado por el modelo económico imperante. CONCLUSIONES A pesar de sus inicios imponentes, actualmente y después de un caminar histórico particular para cada caso, tanto la instancia gubernamental (CDI) como la instancia religiosa (Misión de Bachajón) son herramientas facilitadoras para la gestión de los territorios y el aprendizaje social de los dos 128 | Daniela Gallardo-Olimón; Obeimar Balente Herrera-Hernández; Manuel Roberto Parra-Vázquez y Francisco Guízar-Vázquez Aprendizaje social en contraste político: resistencia o dependencia gubernamental en comunidades indígenas de Chiapas, México · grupos tseltales. La posición política contrastante y la forma de concebir el desarrollo desde las dos organizaciones mediadoras se evidencian con fuerza en las distintas configuraciones del caminar de ambos grupos. Esto se observa desde sus objetivos y valores, hasta sus acciones concretas territoriales. No obstante los caminos diferentes, ambos casos se presentan como posibilidades de procesos de autogestión con acompañamiento frente a la incapacidad del gobierno mexicano de cumplir con la distribución adecuada de servicios públicos. Como respuesta a los desafíos de la globalización, ambos procesos se encaminan hacia una cultura apropiada de autogestión para, por una parte, superar la dependencia paternalista y, por el otro, superar al aislamiento que la autonomía implica. No obstante, siguen existiendo presiones desde dentro y fuera de las comunidades para mantenerse en condiciones de subordinación. Por lo mismo, en este perímetro no-deseable es donde habitan la mayoría de las familias campesinas rurales de México, y del mundo, que viven a expensas de las transferencias gubernamentales permeando los espacios más profundos de sus vidas cotidianas. LITERATURA CITADA Aguilar, M., López, P. y Echeverría, L. (2013). 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RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 133-151 CONDICIONES LABORALES DE LA MANO DE OBRA RURAL DE MÉXICO WORKIN CONDITION OF RURAL LABOR IN MEXICO Felipe Contreras-Molotla Investigador Titular del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (CEIICH-UNAM). Correo electrónico: molotla_c@yahoo.com.mx RESUMEN El objetivo de este trabajo es mostrar el comportamiento de las condiciones laborales de la mano de obra rural de México en el contexto de la apertura comercial (1990-2010). Por tal motivo, se revisan las tendencias de las ocupaciones agropecuarias y no agropecuarias; actividades asalariadas y no asalariadas; el ingreso laboral; y las principales característica sociodemográficas de la mano de obra como la edad y la escolaridad. El análisis empírico se desprende del procesamiento de los microdatos de las muestras de los Censos de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Entre los principales resultado se constata el bajo crecimiento del empleo asalariado en los contextos rurales, tanto en actividades agrícolas como no agrícolas. El trabajo asalariado agropecuario femenino creció hasta inicios del siglo XXI y posteriormente tuvo una contracción al final de la década del dos mil. Los varones continúan, predominantemente, en actividades agropecuarias, pero se ha incrementado su participación en el trabajo agrícola asalariado. Las ocupaciones no agropecuarias aumentaron en los contextos rurales. Sin embargo, en el último momento del estudio se volvieron más precarias, ya que se incrementó el trabajo por cuenta propia, con bajos niveles de remuneración, esta situación responde a la limitada demanda laboral de la mano de obra. Por lo tanto, en el contexto de la apertura comercial, no se incrementaron las ocupaciones asalariadas de manera sostenida y se continúa con bajos niveles de remuneración. La región geográfica de residencia permitió distinguir diferencias en las condiciones laborales de la población rural ocupada y, en el tiempo se acortó ligeramente la brecha salarial regional. La región Noroeste, Norte fueron las que mostraron los mayores niveles de remuneración laboral, en contraparte, las regiones Sur y Golfo fueron las que presentaron las remuneraciones menores. Palabras clave: Fuerza de trabajo rural; actividades rurales no agrícolas; población rural; condiciones laborales. SUMMARY The aim of this paper is to show the behavior of the working conditions of the rural labor force of Mexico in the context of trade liberalization (1990-2010). Therefore, trends in agricultural and non-agricultural occupations are reviewed; salaried and non-salaried activities; labor income; and the main demographic characteristic of labor as age and schooling. The empirical analysis shows processing micro-data samples from the Census of Population and Housing 1990, 2000 and 2010. Among the major results in low growth of wage employment in rural contexts, both agricultural and non-agricultural activities is found. The female agricultural wage labor grew to early twenty-first century and later had a contraction at the end of the decade two thousand. Males still predominantly in farming, but it has increased its participation in the agricultural wage labor. Non-agricultural occupations increased in rural contexts. However, at the last moment of the study became more precarious, as the increased work on their own, with low levels of remuneration, this situation reflects the limited labor demand of labor. Therefore, in the context of trade liberalization, not salaried occupations increased steadily and continues with low levels of remuneration. The geographic region of residence enabled to distinguish differences in the working conditions of the rural population and occupied in time regional wage gap it is slightly shortened. The Northwest, North region were showing the highest levels of labor remuneration, in contrast, the South and Gulf regions were those that had the lowest wages. Key words: rural labor force; rural no farm-activities; rural population; labor conditions. Recibido: 10 de noviembre de 2015. Aceptado: 15 de enero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 133-151. 133 134 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México INTRODUCCIÓN En México, como en otros países de América Latina, en décadas recientes se han registrado importantes transformaciones sociales en todos los ámbitos, en especial en los contextos rurales, vinculadas con la reestructuración económica, la expansión de las empresas mineras y agrícolas, la mayor articulación de las ciudades con el ámbito rural, como consecuencia del mejoramiento de la infraestructura, el transporte y el desarrollo de las telecomunicaciones, que han tenido una influencia de lo urbano en el espacio local, modificando el contexto social y cultural. Como resultado de dichas transformaciones, la producción agrícola en los contextos rurales, cada vez más, tienen una menor importancia en el ingreso de los hogares, en contraparte, las ocupaciones no agropecuarias han ganado mayor centralidad en el ingreso familiar. La proliferación de las actividades económicas no agrícolas ha transformado la organización económica de los hogares, debido a que ésta ya no gira exclusivamente en torno a la agricultura como en el pasado. Esas transformaciones se consolidaron a partir de la apertura comercial, la reestructuración económica y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Con éste, se pretendía atraer inversión del capital nacional e internacional a la agricultura, lo que generaría empleos asalariados en el sector agrícola y en los servicios demandados por las empresas agrícolas (Rubio, 2004).15 También se esperaba una movilidad de empleo y de capital, de las actividades no competitivas hacia las competitivas en el mercado interno y externo (Puyana y Romero, 2008). Sin embargo, el balance de los resultados del TLCAN, indican que no ha contribuido al desarrollo económico y el bienestar social de toda la población mexicana (Acosta y Álvarez, 2005). Con la eliminación gradual de los aranceles en los productos agrícolas, un importante número de pequeños y medianos productores quedó excluido del mercado, porque no logró competir con los grandes productores nacionales y del exterior, dado que no contaban con las condiciones y apoyos productivos necesarios para modernizarse y aumentar su productividad. Esta situación polarizó las condiciones económicas de la población rural. La baja productividad y rentabilidad de los pequeños minifundistas intensificó la pluriactividad de los hogares rurales, es decir, sus integrantes combinaron de manera permanente actividades agropecuarias y no agropecuarias (Grammont, 2009). Esta situación es distinta a la que sucedía en el pasado, ya que hasta mediados de los ochenta podía observarse que los ingresos provenientes de la migración interna e internacional sólo eran complementarios para el consumo, y la producción agrícola permitía el funcionamiento de la economía campesina (Arizpe, 1980; Appendini y Salles, 1983), a diferencia de lo que sucede en décadas recientes, los ingresos generados a partir del trabajo agropecuario asalariado y no agropecuario se han vuelto centrales e indispensables para estos hogares. Es por ello que resulta conveniente profundizar en las características y condiciones laborales que prevalecen en los espacios rurales en el contexto de la apertura comercial. 15 Algunas organizaciones de comercializadores y productores del campo han manifestado su inconformidad, a 20 años de la firma el TLCAN, señala ue: o ha ada ue ele a , pues éste os e po e ió y el gobierno abandonó, despojó y excluyó del desarrollo" (La Jornada, 2 enero de 2014). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 135 El propósito de este trabajo es mostrar la evolución de las ocupaciones agropecuarias y no agropecuarias, así como las condiciones laborales de la mano de obra rural de México en el contexto de la apertura comercial (1990-2010). Con dicho análisis se construye un balance sobre la situación de la población rural en el mercado de trabajo en el contexto de la apertura comercial. MATERIALES Y MÉTODOS Para revisar el comportamiento ocupacional de la mano de obra rural, sus condiciones laborales y sus principales características sociodemográficas, se utiliza los microdatos de las muestras de los Censos de Población y Vivienda de l990, 2000 y 2010. El procesamiento de los microdatos se realizó con el paquete estadístico R (The R Proyect for Statistical Computing). Con dicha información se revisan las tendencias de: a) las ocupaciones agropecuarias, referidas a las actividades económicas agrícolas, ganaderas, silvícolas, acuícolas y forestales; las ocupaciones no agropecuarias abarcan actividades económicas vinculadas con las industriales, la manufactura, la construcción, los servicios y el comercio; b) ocupaciones asalariadas, en las que se recibe un pago a destajo, por tarea o jornada desempeñada; ocupaciones no asalariadas, referida a los trabajadores por cuenta propia principalmente;16 c) ingreso laboral, considera al ingreso monetario reportado mensualmente por el producto de su trabajo; el ingreso laboral de las tres fechas del estudio se encuentra en pesos de julio de 2010; el ingreso laboral por hora de trabajo se refiere al ingreso mensual entre el total de horas trabajadas mensualmente; d) las principales característica sociodemográficas de la mano de obra como la edad, se refiere a los años cumplidos reportados; la escolaridad acumulada, referida al número de años cursados y aprobados. Debido a la importancia de las diferencias económicas a lo largo del país, la información se analiza según la región geográfica de residencia, para lo cual se construyeron nueve regiones: 1) Noroeste, integrada por Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora; 2) Norte, integrada por Coahuila, Chihuahua y Durango; 3) Noreste, integrada por Nuevo León y Tamaulipas; 4) Occidente, integrada por Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit; 5) Centro Norte, integrada por Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas; 6) Centro, integrada por Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala; 7) Sur integrada por Chiapas, Guerrero y Oaxaca; 8) Golfo, integrada por Tabasco y Veracruz; 9) Península, integrada por Campeche, Quintana Roo y Yucatán (CONAPO, 2004). RESULTADOS Y DISCUSIÓN En este apartado se muestran las principales transformaciones ocupacionales de la mano de obra rural de México en el contexto de la apertura comercial (1990-2010). Por lo tanto, se revisan las tendencias de las ocupaciones agropecuarias y no agropecuarias; la forma de remuneración, asalariada y no asalariada; el comportamiento del ingreso laboral; y las principales característica sociodemográficas como la edad y la escolaridad de la población rural ocupada. La información estadística utilizada se desprende de los microdatos de las muestras de los Censos de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. 16 Se excluye a los patrones. 136 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México La evolución de la población rural de México indica un crecimiento moderado entre 1990 y 2010, ya que pasó de 23.3 a 26.0 millones de habitantes. Esto obedece, en parte, a la persistencia de la migración interna e internacional y al descenso de la fecundidad como lo muestra la información de la última fecha censal. Es oportuno mencionar que más de la mitad de la población rural se concentra en la región Sur, Centro y Golfo. A lo largo de este tiempo se presentó un cambio en la estructura por edad de la población rural, transitando de una sociedad predominantemente infantil a una con mayor presencia de población en edad de trabajar. Esta tendencia es diferente cuando se analiza la dinámica demográfica por región, mostrando una población más joven en el Sur y más envejecida en el Norte del país. En tanto, las transformaciones expresadas en el mercado de trabajo se encuentran relacionadas con el comportamiento señalado y el crecimiento de las ocupaciones no agropecuarias, como veremos más adelante. La población ocupada en los contextos rurales de México entre 1990 y 2010, mostró un incremento considerable, ya que pasa de 5.5 a 8.1 millones, esta información sugiere una mayor cantidad de población en edad de trabajar y un cambio en la estructura por edad de la población, produciendo una mayor presión en el mercado laboral local y regional. Entre la población ocupada masculina se manifestó un aumento de 4.9 a 6.2 millones. En el caso de la población ocupada femenina se observó una dinámica considerablemente mayor, ya que se triplico su participación en términos absolutos en el mercado laboral de 0.5 a 1.8 millones. Esto muestra que, cada vez más, las mujeres se incorporan al mercado de trabajo, probablemente como una respuesta de los hogares rurales frente a las presiones económicas y la baja rentabilidad que obtienen los pequeños productores. Se debe advertir que la inserción en el mercado laboral es distinta por región geográfica de residencia entre varones y mujeres, como se examinará más adelante. Como se ha venido mencionando, las tendencias tienen matices particulares cuando se revisa la información por región geográfica de residencia. Esto se debe, en parte, a que históricamente el desarrollo económico y social de México ha sido asimétrico, sobre todo en el asentamiento de la agricultura empresarial en la planicie de los estados del Norte y Noroeste, beneficiada por las grandes obras de infraestructura; y la agricultura campesina asentada principalmente en las regiones Centro y Sur (Reyes Osorio, 1975; CEPAL, 1982; Florez, 2012). De tal forma, se espera encontrar diferencias en el mercado de trabajo y en las condiciones laborales vinculadas con la región geográfica de residencia. Actividades agropecuarias De 1990 a 2010 desciende la proporción de la población en ocupaciones agropecuarias, pasa de un poco más de dos terceras partes a menos de la mitad (67.6% a 48.8%), esta reducción proporcional, en términos absolutos, significó un ligero aumento de la población en ocupaciones agropecuarias de 3.7 a 3.9 millones. La información revela que no se ha modificado significativamente su magnitud a lo largo de los últimos 20 años, probablemente esta variación obedece al fin del reparto agrario, la demanda no sostenida de trabajadores agrícolas y a la tecnificación de los procesos productivos, que se vinculan con una mayor productividad y ahorro de la mano de obra,17 con excepción de la época de cosecha en que se requiere de una mayor 17 Incluso algunos trabajos de investigación mencionan el desempleo entre los jornaleros agrícolas, fenómeno que no se había presentado en el pasado (Barrón, 2014; Rojas, 2015). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 137 cantidad de fuerza de trabajo, a pesar de que se generó una demanda permanente de trabajadores agrícolas en el sector más dinámico como resultado de la rotación de los cultivos. Este cambio no se presentó de la misma forma y magnitud a lo largo de todo el país. Por ejemplo, en las regiones Sur, Golfo y Península, la proporción de trabajadores agropecuarios fue considerablemente elevada y el descenso proporcional que experimentó no fue tan drástico como ocurrió en las regiones Noroeste, Centro-Norte y Centro, en las que han ganado terreno las ocupaciones no agropecuarias, que se encuentran estrechamente vinculados con el acceso a los mercados de trabajo cercano a las ciudades (Cuadro 1). Cuadro 1.- Distribución de la población rural ocupada, según el tipo de actividad, región y sexo, 1990, y 2010rural ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1990, 2000 y 2010. Distribución de 2000 la población Hombres Mujeres Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Agropecuario 1990 2000 2010 67.3 58.4 50.5 69.5 53.2 59.8 70.7 59.8 56.1 72.4 65.2 59.5 63.6 53.6 49.9 63.9 53.5 45.2 84.7 78.5 75.0 78.8 72.5 62.2 75.8 64.0 59.6 72.8 64.2 58.4 55.9 33.1 18.8 9.4 7.5 15.5 11.9 10.4 10.8 20.7 17.4 16.1 17.4 15.4 12.5 13.3 25.3 15.3 25.7 40.4 29.0 17.8 28.2 10.9 8.9 12.5 8.1 21.9 26.1 16.9 65.4 52.9 42.9 63.4 43.6 51.6 65.5 52.0 48.2 66.6 54.9 48.6 58.6 45.4 40.4 57.9 46.6 37.0 79.8 69.9 65.6 74.6 64.1 51.9 70.9 53.9 49.0 67.6 55.9 48.8 No agropecuario 1990 2000 2010 31.1 40.1 48.7 29.3 44.8 39.2 28.1 38.6 42.9 25.4 33.3 39.9 34.1 43.3 49.3 34.6 45.0 54.1 13.9 20.4 24.3 20.1 26.5 37.2 23.0 35.1 40.0 25.7 34.3 40.9 41.2 64.3 80.7 84.8 88.4 83.4 83.1 86.7 88.0 67.9 79.5 83.2 74.4 80.5 86.7 79.4 72.3 83.9 61.0 54.9 70.1 70.8 69.2 88.4 83.2 85.7 91.2 69.3 70.6 82.3 32.8 45.3 56.4 34.9 53.9 47.4 33.0 46.1 50.8 30.2 43.3 50.7 38.5 51.3 58.8 39.9 51.7 62.2 17.8 28.2 33.7 23.6 34.6 47.5 27.4 45.0 50.5 30.1 42.2 50.5 1990 1.6 1.2 1.2 2.1 2.2 1.5 1.4 1.1 1.2 1.6 2.8 5.8 5.0 11.4 8.2 7.3 13.3 11.4 7.9 8.8 1.8 1.7 1.5 3.2 2.9 2.2 2.4 1.8 1.7 2.3 N.E. 2000 1.5 2.1 1.7 1.5 3.1 1.5 1.0 1.0 1.0 1.5 2.6 4.1 2.9 3.0 4.1 2.4 4.7 2.5 1.9 3.3 1.8 2.5 1.9 1.8 3.3 1.7 1.9 1.3 1.1 1.9 2010 0.8 1.0 1.0 0.6 0.8 0.8 0.7 0.6 0.4 0.7 0.5 1.1 1.2 0.7 0.8 0.8 0.9 0.7 0.6 0.8 0.8 1.0 1.1 0.7 0.8 0.8 0.7 0.6 0.5 0.7 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). Para ejemplificar, en la región Sur y Centro, dentro de las ocupaciones agropecuarias, en 1990 contó con altos porcentajes de trabajadores dedicados al cultivo de maíz y/o frijol, que aumentan para para el año 2010 (de 48.4 a 56.0% y de 35.5% a 37.1%, respectivamente), el tipo de 138 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México agricultura es predominantemente campesina. Por otro lado, en los cultivos relacionados con la producción de frutas, hortalizas y flores aumentó en las regiones Occidente (10.5 a 23.9%) y Centro-Norte (5.9 a 14.3%), que obedece a la expansión de las empresas agrícolas en productos de exportación (Contreras, 2013). Con la información se puede apreciar que la agricultura empresarial se afianzó en las regiones del Norte y Noroeste del país, en tanto que la producción agrícola por cuenta propia ha sido predominante en las regiones del Sur y Centro. Así pues, las transformaciones en la estructura ocupacional y productiva se encuentran asociadas a la cercanía y mejor acceso a los mercados de trabajo local, regional y a centros urbanos o semiurbanos, lo que configura distintos escenarios de la ruralidad en el país. Una diferencia clara en la inserción de las ocupaciones agropecuarias se presenta según sexo, ya que la proporción de varones ha disminuido de manera distinta (72.8% a 58.4%), en comparación con las mujeres (21.9 a 16.9%), y estas diferencia se expresan con mayor amplitud entre las regiones. Los varones de las regiones Sur y Golfo fueron los que reportaron el porcentaje más elevado de trabajadores agropecuarios entre 1990 y 2010 (Cuadro 1). Entre las mujeres, las diferencias fueron claras en las regiones Noroeste y Occidente, ya que mostraron uno de los principales descensos porcentuales (de 55.9 a 18.8% y de 20.7 a 16.1%, respectivamente). Estos descensos no se observaron con la misma magnitud en las regiones Sur y Golfo, que siguieron una tendencia contraria, por lo que aumentó la proporción de trabajadoras agropecuarias para el año 2000 y posteriormente descendió. La información de la participación femenina en el trabajo agrícola, se debe matizar a partir de que, por lo regular, el trabajo agrícola femenino en las parcelas familiares no se ha reconocido como trabajo sino como ayuda (González Montes, 1997). En resumen, la variación de los trabajadores agropecuarios sugiere que existen diferencias al interior del grupo, como una consecuencia del fin del reparto agrario y el aumento temporal del trabajo agrícola asalariado. De esta forma, podremos suponer que los trabajadores agropecuarios son completamente distintos a los que observamos antes de la firma del TLCAN, esto lo revisaremos con mayor detalle cuando examinemos la evolución de los trabajadores asalariados y por cuenta propia, que por lo regular, son campesinos con característica sociodemográficas particulares. Actividades no agropecuarias La población ocupada en actividades no agropecuaria aumentó de 30.1% a 50.5% entre 1990 y 2010. En términos absolutos representó un incremento de 1.8 a 4.1 millones, estas transformaciones se atribuyen a la demanda que se generó alrededor de los servicios de las empresas agrícolas, al crecimiento de los servicios estatales, municipales y locales, al acceso y difusión de las telecomunicaciones, el autoempleo que ha formado históricamente una alternativa en la generación de ingresos frente a las políticas agrícolas excluyentes de los pequeños y medianos productores. Las diferencias en la inserción en el mercado de trabajo se presentan según género y región de residencia. La población masculina, como se mostró en los párrafos anteriores, se inserta predominantemente en ocupaciones agropecuarias, en tanto que la población femenina se inserta en ocupaciones no agropecuarias, a pesar de que la participación económica femenina tuvo un auge importante en las ocupaciones agropecuarias asalariadas a inicios de este siglo. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 139 Las regiones Centro y Centro-Norte se han caracterizado por tener un mayor acceso a ocupaciones distintas a las agropecuarias y han mantenido altas proporciones de trabajadores no agropecuarios (Cuadro 1), probablemente obedece a la instalación de algunas maquiladoras en zonas rurales, la demanda de los centros urbanos de trabajadores no calificados en los servicios, en la construcción y el trabajo doméstico, esto se ve favorecido con mejores condiciones en la infraestructura, el transporte y las vías de comunicación, que han permitido traslados cotidianos de manera más eficiente (Mummert, 1995). Se manifestó un incremento sostenido de la población ocupada femenina en actividades no agropecuarias entre 1990 y 2010 (de 69.3% a 82.3%). Estas proporciones fueron mayores en las regiones Península (83.2 a 91.2%), Noreste (83.1 a 88.0%) y Norte (84.8 a 83.4%), regiones que han tenido una dinámica económica creciente en las últimas décadas. En el caso de la población masculina la proporción más elevada en ocupaciones no agropecuarias se registró en las regiones Centro y Centro-Norte (Cuadro 1). Las ocupaciones no agropecuarias predominantes entre los varones no han cambiado sustantivamente, por lo regular, se encuentran en trabajos relacionados con la construcción, conductores de camiones de carga y pasajeros, la elaboración de algunos productos de metal y madera. En el caso de la población femenina se encuentran en trabajos vinculados con el comercio, el trabajo doméstico remunerado y la preparación de alimentos (Contreras, 2013). Como se puede apreciar, no son ocupaciones que demanden alta escolaridad y calificación de la mano de obra rural. Características por edad El análisis descriptivo que se presenta utilizó como medida de tendencia central la mediana. Se optó por este indicador porque se considera menos afectado por los extremos en la distribución de edades. Se caracteriza a la mano de obra de acuerdo con la edad, señalamos que la población rural tiene comportamientos demográficos distintos entre las regiones geográficas de residencia. Con lo que se puede establecer que la población más envejecida se localiza en las áreas del norte del país, ya que atraviesa por una etapa de transición demográfica avanzada o muy avanzada; tienen una dinámica demográfica distinta en fecundidad y migración con respecto a la región Sur, que se encuentra en una etapa moderada de la transición demográfica. Ahí prevalecen tasas de fecundidad más elevadas y, en consecuencia, una población más joven (Conapo, 2001). Por ejemplo, la edad mediana de la población rural aumentó entre los dos momentos del estudio de 17 a 23 años de edad y no hubo mayores diferencias según sexo (Cuadro 2). Las principales diferencias de edad aparecen entre las regiones Noreste (22 y 28 años) y Noroeste (20 y 27), que tuvieron las mayores medianas de edad. La región Sur fue la que reportó la menor edad (16 y 20 años). La población rural ha seguido un proceso natural y social de envejecimiento de su población, que se refiere principalmente al aumento en la expectativa de vida, la reducción de la fecundidad y la migración de la población en edad de trabajar, aunque este proceso tiene distintas características entre las regiones geográficas de residencia. La edad mediana de la población ocupada rural para 1990 fue de 30 años y se incrementó en cinco años para 2010 (35 años). La población ocupada masculina registró mayor edad que la población ocupada femenina. Esta diferencia fue mayor para 1990 (31 vs. 24) que la de 2010 (36 vs. 34). Entre las regiones Noreste, Noroeste y Golfo se registraron edades medianas superiores a la de la 140 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México población ocupada rural. El aumento de la edad de la población ocupada femenina se encuentra relacionada con la insuficiencia del ingreso masculino en el hogar, por lo que se presenta una mayor participación femenina, sobre todo cuando ya no tienen hijos pequeños que demanda una mayor atención y cuidado. Cuadro 2.- Medidas de edad de la población rural ocupada., según tipo de actividad, región y 1990, 2000 y 2010 Medianas desexo, edad de la población rural ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1990, 2000 y 2010. Hombres Mujeres Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total 1990 32 34 35 33 34 35 32 32 33 33 19 31 28 24 22 35 32 32 34 25 30 34 35 32 34 35 32 32 33 32 Agropecuario 2000 2010 34 38 36 38 37 42 34 38 37 39 36 39 33 36 34 40 36 38 35 38 25 33 31 34 38 38 30 34 31 33 36 40 33 37 34 40 36 40 33 37 32 38 36 38 37 41 33 37 36 38 36 39 33 36 34 40 36 38 34 38 No agropecuario 1990 2000 2010 31 33 36 29 31 35 30 31 35 30 31 34 28 30 33 29 30 33 30 30 32 29 31 34 28 29 32 29 30 33 25 30 36 22 27 35 22 29 35 24 28 34 22 25 30 24 28 33 27 30 34 25 31 35 25 28 33 24 28 33 30 32 36 27 30 35 28 31 35 28 30 34 26 28 32 28 30 33 29 30 33 29 31 34 27 29 32 28 30 33 1990 32 32 33 32 31 32 31 30 31 31 22 23 23 24 22 25 28 27 25 25 30 30 32 30 30 30 30 30 30 30 Total 2000 33 33 34 33 33 32 32 33 33 33 28 28 30 28 25 30 31 32 29 29 32 32 34 32 31 32 32 33 32 32 2010 37 36 39 36 35 35 35 37 35 36 35 34 35 34 31 34 35 36 33 34 37 36 38 35 34 35 35 37 35 35 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). La edad mediana para los ocupados agropecuarios fue de 32 años y de los trabajadores no agropecuarios de 28 años en 1990. Veinte años después, la edad mediana de los trabajadores agropecuarios se incrementó en 6 años y la de los ocupados no agropecuarios en 5 años. Entre los hombres ocupados en actividades agropecuarias se incrementó la edad mediana (33 y 38), y en menor medida entre los ocupados no agropecuarios, que pasó de 29 a 33 años, entre los dos momentos del estudio. Entre las trabajadoras agropecuarias se registró una edad mediana mayor (25 y 37 años) que la de las ocupadas no agropecuarias entre los dos momentos del estudio (24 y 33 años). Las regiones Noreste, Golfo y Norte correspondió una edad mediana superior entre la Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 141 población ocupada agropecuaria, que se expresa igual entre la población agropecuaria masculina y femenina (Cuadro 2). Esta información sugiere, claramente, diferencias en la inserción laboral de los trabajadores en ocupaciones agropecuarias y no agropecuarias. Debemos mencionar que los más jóvenes se insertan en ocupaciones no agropecuarias, en tanto la población con mayor edad, que ha tenido acceso a las tierras de labor se encuentran en ocupaciones agropecuarias; y una parte de la población masculina joven se encuentra en ocupaciones agropecuarias asalariado o como trabajador familiar sin pago. El incremento de la edad entre los trabajadores agrícolas es mayor que la de los trabajadores no agrícolas. Este comportamiento en la edad se confirma también en el mismo sentido que en los trabajos de Garay (2008), Pacheco (2010) y Florez (2012). La información nos revela la diferencia generacional en la inserción al mercado laboral, ya que los más jóvenes se desempeñan en ocupaciones no agropecuarias y los de mayor edad en ocupaciones agropecuarias. Escolaridad La mediana de escolaridad de la población ocupada en las áreas rurales de México ha pasado de 3 a 6 años de escolaridad entre los dos momentos del estudio. Estas cifras son importantes porque refieren la calificación formal de la mano de obra rural y la desigualdad social en el país. Estos resultados se relacionan con la migración de la población rural que ha alcanzado mayores niveles de escolaridad y que las ocupaciones no agropecuarias, en gran parte de los contextos rurales, no requieren escolaridad elevada. Las medianas de escolaridad de la población femenina ocupada fueron mayores, en comparación con las medianas de la población ocupada masculina. Los hombres en 2010 se mantuvieron con seis años de escolaridad y entre las mujeres la mediana osciló entre siete y nueve años, de acuerdo con las distintas regiones de residencia, sobre todo en el Norte, Noroeste y Noreste (Cuadro 3). La información indica la forma diferenciada en que la población rural ha accedido a los servicios educativos y que no se ha estimulado una demanda laboral que requiera de mano de obra con mayor escolaridad, ya que la estructura ocupacional muestra que no se ha incrementado sustantivamente las demanda de ocupaciones con mayor formación académica. Al revisar las medianas de escolaridad de las regiones Sur, Golfo y Península (2, 3 y 3 años) para 1990, observamos que no sobrepasan la mediana de escolaridad nacional de los contextos rurales. Es una situación a la que se debe poner especial atención porque concentran a parte de la población rural del país. La única región que sobrepasó la mediana nacional de escolaridad rural fue la región Noroeste con 7 años para el 2010, región que concentra a una pequeña proporción de población rural (Cuadro 3). Esta información confirma el bajo nivel de escolaridad de la mano de obra rural, que puede ser una barrera para que esta población acceda a trabajos no agropecuarios, o agropecuarios más sofisticados, donde la preparación signifique mejores condiciones de trabajo y vida, siempre que esta demanda laboral se incremente en estos lugares. A inicios de este siglo se señaló que para acceder a un trabajo no agropecuario en los espacios rurales era necesario, por lo menos, contar con nueve años de escolaridad (Yúnez-Naude y Taylor, 2001; De Janvry y Sadoulet, 2002). 142 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México Cuadro 3.- Mediana de escolaridad de la población rural ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1900, 2000 y 2010 Mediana de escolaridad de la población rural ocupada, según tipo de actividad, región y sexo, 1990, 2000 y 2010. Hombres Mujeres Total Agropecuario 2000 2010 5 6 4 6 4 6 4 6 4 6 No agropecuario 1990 2000 2010 6 6 9 6 6 8 6 6 9 5 6 7 5 6 7 1990 4 4 4 3 3 Total 2000 6 6 6 5 6 2010 6 6 6 6 6 Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte 1990 4 4 4 3 3 Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte 3 3 3 3 3 5 4 4 3 4 4 4 3 4 4 4 5 4 4 4 6 5 5 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 5 6 9 6 6 6 6 6 6 6 6 6 8 6 7 6 6 9 8 9 9 9 9 9 9 8 9 4 3 3 3 3 6 6 6 6 6 6 4 5 5 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 9 9 9 6 8 Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte 2 2 2 3 4 4 4 3 3 3 2 3 3 3 5 4 4 4 4 5 3 4 5 5 6 6 6 6 6 6 6 6 5 6 6 6 6 6 5 6 6 6 6 6 6 6 6 6 6 9 6 9 6 9 9 9 9 7 8 6 3 6 4 6 5 5 4 3 3 6 4 6 6 6 6 6 6 6 6 9 6 8 6 7 7 6 6 6 6 Centro Sur Golfo Península Total 3 2 3 3 3 4 3 3 4 4 6 5 5 6 6 6 6 6 5 6 6 6 6 6 6 9 6 9 8 9 4 3 3 3 3 6 4 5 5 6 6 6 6 6 6 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). Tipo de remuneración Para ver el avance del proceso de salarización rural en el contexto de la apertura comercial, presentamos su comportamiento entre los dos momentos del estudio a partir de tres categorías: el trabajo asalariado, que incluye a los empleados, jornaleros y peones; el trabajo no asalariado, que consideran a los trabajadores por cuenta propia; y los trabajadores familiares sin pago. La tendencia del trabajo asalariado ha ido en aumento, llegando a 57.1% en 2010, en tanto, el comportamiento de los trabajadores familiares sin pago ha tenido altibajos, mostrando un aumento considerable en el año 2000 y un descenso para 2010, aunque no a los niveles de 1990. Entre los varones se observó un incremento de 10 puntos porcentuales en su participación en trabajos asalariados. A diferencia de lo que ocurrió en la tendencia de la población ocupada Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 143 femenina, que descendió en 12 puntos porcentuales, recordemos que en 1990 la participación económica femenina, en términos absolutos, fue considerablemente menor que la de 2010. La región Noroeste fue la que contó con mayor participación de trabajadores asalariados, con porcentajes superiores al 70%. La región Noreste mostró una dinámica creciente y se posicionó como la segunda región con el mayor porcentaje de trabajadores asalariados. En contraparte, la región Sur, históricamente ha reportado la menor proporción de trabajadores asalariados, lo que muestra las limitaciones en su dinámica económica y sus alternativas en el mercado laboral, como lo sugiere el incremento de trabajadores familiares sin pago que se duplicó, prácticamente, entre 1990 y 2010. Cabe destacar que la información no muestra considerables diferencias por género al interior de las regiones. Cuadro 4.- Distribución de la población ocupada rural según el tipo de remuneración, región geográfica y sexo, 1990, 2010 Distribución de la población ocupada rural 2000 según y tipo de remuneración, región geográfica y sexo, 1990, 2000 y 2010 Hombres 1990 68.0 47.5 51.8 46.0 53.2 Asalariado 2000 74.9 58.3 63.6 55.7 60.5 2010 76.5 61.2 71.4 62.1 66.0 No asalariado 1990 2000 28.5 21.1 41.1 31.7 40.9 28.6 44.4 33.3 36.9 27.1 2010 20.5 30.6 22.4 30.9 24.7 54.4 26.7 51.1 44.0 47.0 58.9 32.0 59.1 49.0 54.0 61.5 32.1 62.4 50.3 56.7 38.3 63.9 40.7 50.7 44.5 29.1 52.5 29.5 41.2 34.3 29.1 49.7 30.2 42.4 33.1 7.3 9.5 8.1 5.2 8.4 12.0 15.5 11.3 9.9 11.7 9.4 18.2 7.4 7.3 10.2 Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península 88.7 83.0 82.8 68.8 79.7 81.2 66.0 72.2 58.5 68.7 73.2 68.3 70.4 66.1 68.4 10.5 13.5 15.4 26.0 16.4 14.7 22.0 20.5 27.7 19.1 23.0 24.8 23.6 27.7 23.9 .9 3.5 1.8 5.2 3.9 4.1 12.0 7.3 13.8 12.2 3.8 6.9 6.0 6.1 7.7 73.6 42.3 67.5 61.9 70.7 62.0 26.7 55.3 48.7 55.0 62.3 33.5 57.3 49.4 58.4 23.0 50.8 27.0 34.2 25.2 22.9 50.6 28.3 35.3 29.5 27.9 47.5 34.6 42.9 31.7 3.3 6.9 5.5 3.9 4.1 15.1 22.8 16.3 16.1 15.4 9.8 18.9 8.0 7.7 9.9 Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península 71.4 51.0 54.5 48.4 55.9 76.3 59.9 65.0 56.4 62.2 75.7 62.5 71.2 63.1 66.6 25.6 38.4 38.7 42.5 34.8 19.7 29.7 27.3 32.1 25.3 21.1 29.5 22.6 30.1 24.5 3.0 10.7 6.8 9.1 9.3 4.0 10.4 7.7 11.6 12.4 3.2 8.0 6.2 6.8 8.9 56.5 27.8 52.2 45.2 49.3 59.7 30.8 58.4 48.9 54.2 61.8 32.4 61.4 50.1 57.1 36.6 62.9 39.9 49.6 42.7 27.6 52.0 29.3 40.0 33.3 28.8 49.3 31.1 42.5 32.8 6.9 9.3 8.0 5.1 8.0 12.7 17.1 12.3 11.1 12.5 9.5 18.4 7.5 7.4 10.1 Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Mujeres Total Total Total Trabajador familiar sin pago 1990 2000 2010 3.5 4.0 3.0 11.4 10.0 8.2 7.3 7.8 6.2 9.6 11.0 7.0 9.9 12.5 9.3 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). 144 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México En 1990 un poco más de la mitad del trabajo asalariado fue agropecuario. La distribución del trabajo asalariado para los varones se concentró en las ocupaciones agropecuarias, a diferenciad de lo que ocurría entre las mujeres, como lo indica la mayor proporción de trabajadoras asalariadas en ocupaciones no agropecuarias. La mayor proporción del trabajo no asalariado se concentró en las ocupaciones agropecuarias, y al revisar la información por sexo, observamos que los varones no asalariados se dedicaban principalmente al trabajo agropecuario, a diferencia de lo que ocurría entre las mujeres, ya que la mayoría se encontraba en ocupaciones no agropecuarias. En el 2010 se observó una situación distinta, debido a que comenzó a ganar mayor presencia el trabajo asalariado no agropecuario, ya que 2 de cada 3 trabajadores se desempeñaban en dichas ocupaciones. Esta información nos indica la contracción del trabajo agropecuario asalariado. Entre los varones se observó una menor participación en el trabajo asalariado agropecuario y en el caso de las mujeres aumenta su participación en el trabajo no agropecuario asalariado. Cuadro 5.- Tipo de remuneración por tipo de ocupación, según sexo, México, 1990, 2000 y 2010 Asalariado sexo Hombres Agropecuario No agropecuario No especificado Total Mujeres Agropecuario No agropecuario No especificado Total Total Agropecuario No agropecuario No especificado Total 1990 56.4 42.1 1.5 100.0 19.8 78.6 1.6 100.0 51.4 47.0 1.5 100.0 2000 49.4 49.5 1.0 100.0 17.9 80.8 1.3 100.0 42.5 56.4 1.1 100.0 No asalariado 2010 44.2 55.4 .4 100.0 11.1 88.4 .4 100.0 36.3 63.2 .4 100.0 1990 85.4 14.0 .6 100.0 27.8 67.5 4.7 100.0 82.2 17.0 .8 100.0 2000 79.8 20.0 .2 100.0 29.3 68.2 2.5 100.0 70.1 29.2 .7 100.0 Trabajador familiar sin pago 2010 73.9 25.8 .2 100.0 15.6 84.3 .2 100.0 60.9 38.9 .2 100.0 1990 94.7 3.9 1.4 100.0 43.4 31.0 25.6 100.0 92.2 5.2 2.6 100.0 Total 2000 2010 1990 2000 2010 91.4 92.1 72.4 64.7 58.9 8.2 7.7 26.4 34.6 40.7 .5 .2 1.1 .7 .3 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 51.8 57.3 22.8 26.5 17.1 44.8 42.4 73.8 71.6 82.6 3.4 .3 3.4 2.0 .3 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 80.9 84.2 67.7 56.5 49.2 17.9 15.6 31.0 42.5 50.4 1.3 .2 1.3 1.0 .3 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. En el trabajo no asalariado se observó un incremento considerable en las ocupaciones no agropecuarias en el caso de los varones y en el caso de las mujeres se volvió predominante, es decir, a pesar de que la población ocupada femenina aumentó su participación en el trabajo asalariado, recientemente ha aumentado con mayor velocidad su participación como trabajadoras no asalariadas. Estas condiciones nos indican la precariedad de los mercados de trabajo, caracterizados por no generar una demanda sostenida de trabajadores asalariados. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 145 Debemos mencionar que en América Latina, en la gran mayoría de los casos, el trabajo asalariado se encuentra en condiciones precarias y no permite superar las condiciones de pobreza (Klein, 2013). Por lo que sería un error considerar que todo el trabajo asalariado es una alternativa para mejorar las condiciones económicas de la población rural, en tanto los salarios no recuperen su poder adquisitivo. De esta manera, se puede señalar que existe un conjunto amplio de la población rural ocupada que se ha insertado en actividades por cuenta propia no agropecuarias, situación que nos sugiere su participación en empleos denominados de refugio y probablemente con condiciones precarias. Así pues, no todo el empleo no agrícola rural es una alternativa que les permita a las personas vivir decorosamente. Ingresos por hora de trabajo El análisis de ingresos por hora de trabajo que se presenta a continuación se encuentra en pesos de julio de 2010, por lo que no existe ninguna restricción para comparar los ingresos laborales. En términos generales, el ingreso laboral en los contextos rurales representa la mitad de los ingresos laborales reportados en los contextos más urbanizados; brecha que se ha ido acortando, como lo muestra la información de 2010 (Cuadro 6). El ingreso laboral mediano de la población femenina rural es menor frente a la población ocupada masculina, en la gran mayoría de los casos, brecha que se ha diluido lentamente, probablemente por el descenso generalizado que ha experimentado el salario real. El ingreso mediano por hora de trabajo nos indica que se ha estancado y en algunos casos descendió entre 1990 y 2010. Es claro que continúa existiendo una brecha entre los ingresos generados por el trabajo agropecuario y no agropecuario, esta diferencia se ha reducido, aunque persisten las diferencias. Al parecer el ingreso laboral no agropecuario se ha reducido más que el ingreso laboral agropecuario como se muestra en el cuadro 6. Este debilitamiento y diferencia se puede atribuir a la mayor participación de trabajadores en actividades no agropecuarias por cuenta propia que tienen menores ingresos que los trabajadores asalariados no agropecuarios y al descenso de los salarios reales. Se podría decir que, en parte, el ingreso que proviene de actividades no agropecuarias se ha precarizado, probablemente por el crecimiento del trabajo por cuenta propia, que en términos generales, es menor que la remuneración por salario. Se podría decir que en los noventa las ocupaciones no agropecuarias mostraban notables diferencias con respecto al trabajo agrícola, a principios de siglo el trabajo asalariado era la diferencia en el ingreso por trabajo más notable, y para el 2010, es claro que ni el trabajo asalariado ni el trabajo no agropecuario representan notables ventajas económicas en los contextos rurales. 146 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México Cuadro 6.- Ingreso laboral mediano por hora de trabajo de la población rural adecuada de México, 1990, 2000 y 2010 Ingreso laboral mediano por hora de trabajo de la población rural ocuada de México, 1990,200 y 2010 Hombres Mujeres Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Agropecuario 1990 2000 16.7 13.2 13.0 12.9 11.2 10.5 17.0 13.2 11.2 9.9 2010 16.4 15.4 16.4 17.3 13.8 No agropecuario 1990 2000 2010 23.0 18.1 22.5 18.6 15.8 19.0 17.9 15.8 19.7 22.3 15.8 21.1 17.1 14.4 18.5 1990 18.6 14.9 13.4 18.6 13.4 Total 2000 15.1 14.8 12.7 14.1 12.1 2010 19.7 16.8 17.5 19.0 16.4 8.9 7.2 11.2 8.9 11.2 14.0 13.4 11.2 16.6 11.2 7.5 6.8 7.9 7.5 8.8 11.5 10.1 10.5 13.2 10.5 12.3 9.9 12.3 11.5 12.8 15.4 14.8 14.4 16.4 14.1 18.6 17.9 17.3 16.7 18.6 20.8 16.5 14.7 15.9 13.0 13.2 11.9 11.3 11.3 13.6 15.8 15.4 14.2 11.5 11.3 17.9 16.4 16.6 14.8 18.5 20.5 17.3 17.5 16.4 15.3 11.9 8.9 11.2 11.2 13.0 15.6 16.1 13.9 16.0 12.4 9.9 7.9 8.2 9.2 10.6 13.2 15.0 13.8 11.9 11.3 15.3 12.3 14.1 13.1 15.8 18.8 16.4 17.3 16.4 14.8 9.3 5.6 9.3 11.2 13.0 16.3 13.0 11.2 16.7 11.2 6.2 4.9 6.3 7.9 7.9 13.2 12.8 10.5 13.2 9.9 11.0 8.3 11.0 9.9 13.1 16.4 15.4 16.4 17.1 13.8 13.8 13.0 13.9 12.2 14.9 22.3 18.5 17.2 21.3 16.5 10.5 8.2 9.5 9.2 11.1 17.3 15.8 15.7 14.2 13.2 14.8 12.3 14.4 12.3 14.8 21.7 18.5 19.2 19.7 17.5 13.0 11.2 13.0 12.0 13.8 17.9 15.3 13.4 18.6 13.0 9.8 7.4 8.2 9.0 10.5 14.6 14.8 13.2 13.7 11.9 14.4 11.8 14.1 12.3 14.8 19.7 16.7 17.5 18.5 16.4 8.9 7.2 11.2 8.9 11.2 7.1 6.6 7.9 7.5 8.8 12.3 9.9 12.3 11.3 12.8 17.5 17.3 16.7 15.6 17.9 12.0 10.8 10.5 10.5 13.2 16.4 14.8 16.4 14.4 17.3 12.2 8.9 11.2 11.2 13.0 9.9 7.9 8.2 9.2 10.5 14.8 12.3 14.1 12.8 15.4 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). Ingreso laboral Para ilustrar con mayor detalle los argumentos mencionados en el apartado anterior a continuación mostramos el comportamiento de los ingresos mensuales medianos por trabajo que, en su mayoría, fueron más elevadas en 1990 en comparación con 2010. Cabe mencionar que en el año 2000 se observó un descenso de los salarios en comparación con el ingreso de 1990. El ingreso mediano a lo largo de estos 20 años pasó de 2 345 a 3 000 pesos mensuales (Cuadro 7).18 A pesar del aumento continúan siendo ingresos que no permiten elevar las condiciones económicas de la 18 Para tener una referencia con respecto al ingreso, mencionamos que la línea de pobreza rural patrimonial per cápita para 1992 fue de 226.99; el año 2000 fue de 819.75 pesos y para el 2010 fue de 1408.46 por persona (Coneval, 2012). Es decir, 953.35, 3443 y 5916 pesos para un hogar de 4.2 integrantes en promedio. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 147 población rural, los ingresos reportados se consideran deprimidos y esa condición no ha variado sustantivamente (Jiménez, 2007; Larralde, 2008; Grammont, 2010; Lara, 2011). Cuadro 7.- Ingreso laboral mediano delalapoblación población ocupada de1990,200 México,y 2010 1990, 2000 y 2010 Ingreso laboral mediano de ruralrural ocuada de México, Hombres Mujeres Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Noroeste Norte Noreste Occidente Centro Norte Centro Sur Golfo Península Total Agropecuario 1990 2000 3,491 2,426 2,327 2,405 2,327 2,062 3,491 2,405 2,172 2,062 2010 3,214 3,000 3,000 3,343 2,571 No agropecuario 1990 2000 2010 4,654 3,437 4,400 3,801 3,161 3,857 3,608 3,299 4,071 4,510 3,299 4,286 3,491 2,941 3,857 1990 3,646 2,909 2,715 3,723 2,715 Total 2000 2,887 2,749 2,405 2,749 2,405 2010 3,857 3,429 3,429 3,857 3,400 1,862 1,396 2,250 1,745 2,165 3,064 2,637 2,327 2,793 2,172 1,374 1,236 1,374 1,374 1,650 2,062 2,062 2,062 2,062 2,062 2,143 1,671 2,143 2,057 2,143 2,871 3,000 2,571 2,786 2,571 3,758 3,608 3,608 3,491 3,879 3,879 3,103 2,715 2,715 2,327 2,749 2,474 2,474 2,405 2,749 2,749 2,612 2,405 2,062 2,062 3,857 3,429 3,857 3,200 3,857 3,171 2,700 3,000 2,743 2,571 2,327 1,629 2,327 2,250 2,327 3,258 3,067 2,715 2,793 2,327 2,062 1,604 1,717 1,924 2,062 2,405 2,577 2,405 2,062 2,062 3,200 2,143 2,571 2,571 3,000 3,000 2,871 3,000 2,786 2,571 1,784 1,164 1,862 1,939 2,521 3,258 2,327 2,327 3,491 2,172 1,031 824 1,031 1,236 1,374 2,405 2,405 2,062 2,405 2,062 1,371 1,286 1,500 1,286 2,143 3,086 3,000 3,000 3,214 2,571 2,706 2,327 2,598 2,017 2,715 4,636 3,491 3,491 3,879 3,297 2,027 1,374 1,374 1,374 1,924 3,437 2,887 2,968 2,749 2,749 2,571 1,800 2,400 1,714 2,571 4,286 3,429 3,857 3,857 3,429 2,327 1,939 2,327 1,939 2,706 3,491 2,909 2,715 3,491 2,599 1,717 1,203 1,374 1,374 1,717 2,749 2,749 2,405 2,474 2,199 2,571 1,714 2,143 1,714 2,571 3,814 3,343 3,429 3,429 3,000 1,862 1,396 2,172 1,745 2,250 1,374 1,236 1,374 1,374 1,650 2,057 1,600 2,143 2,000 2,143 3,491 3,491 3,491 3,103 3,491 2,405 2,062 2,062 2,062 2,566 3,429 3,000 3,400 2,571 3,429 2,327 1,629 2,327 2,172 2,345 2,062 1,443 1,650 1,717 2,062 3,000 2,143 2,571 2,571 3,000 Fuente: Cálculos propios a partir de la Muestra del Censo de Población y Vivienda de 1990, 2000 y 2010. Regiones: Noroeste (Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora); Norte (Coahuila, Chihuahua y Durango); Noreste (Nuevo León y Tamaulipas); Occidente (Colima, Jalisco, Michoacán y Nayarit); Centro Norte (Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas); Centro (Distrito Federal, Hidalgo, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala); Sur (Chiapas, Guerrero y Oaxaca); Golfo (Tabasco y Veracruz); Península (Campeche, Quintana Roo y Yucatán). Al revisar la información por tipo de ocupación desempeñada entre las dos fechas, los ocupados no agropecuarios fueron los que tuvieron los ingresos más elevados (3 491 y 3 429 pesos), en comparación con los ocupados agropecuarios (2 250 y 2 143 pesos), esta información muestra claramente el estancamiento del ingreso por trabajo, independientemente del tipo de actividad económica que se realiza. Para precisar las diferencias en las remuneraciones en los grupos ocupacionales, es necesario examinar la información por la región geográfica de residencia, ya que se ha mostrado en los apartados anteriores que entre las regiones las brechas en las condiciones laborales se manifiestan con claridad. 148 | Felipe Contreras-Molotla · Condiciones laborales de la mano de obra rural de México En 1990, las regiones Noroeste y Norte fueron las de ingresos medianos más elevados. En el lado contrario están las del Sur y Golfo con los ingresos medianos menores. Para 2010, se identifica que la región Noroeste fue la que tenía los ingresos más elevados junto con las regiones Noreste y Occidente. En el extremo opuesto se hallaban las regiones Sur, Golfo y Península. En las ocupaciones no agropecuarias, el comportamiento en la remuneración por trabajo es semejante al señalado, por lo que continúan figurando las regiones del Noroeste, Noreste y Occidente como las que cuentan con las medianas de ingreso por trabajo más elevadas. Y las regiones Norte, Centro-Norte y el Centro tuvieron ingresos ligeramente menores al primer conjunto de regiones. Las regiones Sur, Golfo y Península, sobre todo esta última, tuvieron los menores ingresos en ocupaciones no agropecuarias (Cuadro 7). El ingreso laboral mediano por regiones nos ha proporcionado dos grupos que se distinguen claramente, de acuerdo con sus niveles de remuneración. Por un lado, están las regiones Centro, Sur, Golfo y Península, que ofrecen menor ingreso laboral. Por otro lado, las del Noroeste, Norte, Noreste y Occidente, con mayores niveles salariales. En cualquier conjunto de regiones prevalecen las diferencias entre los ingresos femeninos y masculinos. De esta manera, es claro que el ingreso por trabajo ha descendido y en el mejor de los casos se ha mantenido o ha crecido ligeramente en comparación con el nivel registrado en 1990, se aprecia la diversidad entre las ocupaciones y sus niveles de remuneración por sexo y región de residencia geográfica, ya que hay diferencias salariales considerables, pero también entre las ocupaciones prevalecen diferencias. CONCLUSIONES La intención de este trabajo ha sido mostrar un panorama amplio sobre la evolución de las condiciones laborales de la mano de obra rural de México en el contexto de la apertura comercial. Se mostraron claras diferencias entre las regiones sobre el nivel de ingreso laboral, por tipo de ocupación y sexo, situación que indica que los procesos de transición hacia ocupaciones no agropecuarias ha avanzado sustantivamente, a pesar de que gran parte de estas actividades difícilmente les permitirá a la población rural mejorar sus condiciones económicas. En el contexto de la apertura comercias observamos que continúa prevaleciendo el trabajo agropecuario por cuenta propia, a pesar de que ha descendido en algunas regiones del país, de esta manera sigue siendo una fuente importante de empleo para la población rural, sobre todo para la población masculina, no se descarta que esta población fuera de la época de cultivo y cosecha desempeñe temporalmente otro tipo de actividad económica, se tendría que profundizar con mayor detalle en esta situación. La inserción por edad muestra que la población agrícola que se encontraba en ocupaciones asalariadas era joven, en comparación con la población que se encontraba en ocupaciones agropecuarias por cuenta propia. Este fenómeno se puede encontrar asociado a la preferencia de contratar población joven y que las generaciones más antiguas tuvieron un mayor acceso a la tierra. Y probablemente se estén generando conflictos intergeneracionales en la tenencia de la tierra. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 149 Las principales diferencias en la inserción laboral de mano de obra rural según sexo, indica que la población femenina se inserta preferentemente en ocupaciones no agropecuarias, a pesar de que se incrementó su participación en actividades agropecuarias asalariadas entre 1990 y 2000. Sin embargo, en el 2010 se observó un descenso de la participación de este conjunto de la población y, en contraparte, aumenta la población masculina en ocupaciones agrícolas asalariadas. Las ocupaciones no agropecuarias no son las mismas de los años noventa, ya que aquellas presentaban mejores condiciones laborales en comparación con las del año 2000. Algunas ocupaciones calificadas se han precarizado como el trabajo de profesionistas y técnicos, ya que han proliferado las ocupaciones por cuenta propia con menores niveles de ingresos. Es importante señalar que el proceso de salarización tanto en ocupaciones agropecuarias como no agropecuarias avanzó de manera moderada hasta principios del siglo XXI, posteriormente desciende de manera importante, en contraparte, comienzan a expandirse las ocupaciones por cuenta propia, de la misma forma que ocurrió en algunas ocupaciones calificadas como los técnicos y profesionistas. Es decir, el trabajo en los espacios rurales continúa precarizándose. Todo ello ha ocurrido en el contexto de la apertura comercial y la firma del TLCAN, por lo que el balance al final del trabajo puede constar que es necesario instaurar acciones diferenciadas entre la población rural, con el propósito de que mejoren sus condiciones económicas. Una medida inmediata podría ser el aumento del salario, no solamente de los trabajos agrícolas, como lo son los justos reclamos de la organización de jornaleros agrícolas del Valle de San Quintin, Baja California. LITERATURA CITADA Acosta, A., y Álvarez, C. 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El sector agropecuario mexicano: un decenio con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Efectos económicos y sociales. Alicia Puyana y José Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 151 Romero (coords.), El sector agropecuario y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Efectos económicos y sociales. México: El Colegio de México. Rojas, ‘. T. . Jo ale os ig a tes afetale os e las fi as de Pue la , po e ia presentada en el 10º Congreso de la Asociación Mexicana de Estudios Rurales, Toluca. ‘u io, B. . El se to ag ope ua io e i a o e los años o e ta: su o di a ió desest u tu a te ue a fase p odu ti a , e Bla a ‘u io oo di ado a , El sector agropecuario mexicano frente al nuevo milenio, Plaza y Valdez, UNAM. Saavedra, F. y Rello, F. (2010). Dimensiones estructurales de la agricultura y el desarrollo rural en México, México, Banco Munidal, Flacso-México, 263p. Yú ez, N. A. Melé dez, M. Á. . 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RESUMEN El abastecimiento de agua representa actualmente un problema, dada la sobre explotación de los mantos freáticos y la contaminación de los cuerpos de agua superficiales, por lo que es de suma importancia encontrar alternativas de suministro. La captación de agua de lluvia en zonas con escasez o déficit de agua potable se considera una de las opciones más viables para el abastecimiento del vital líquido, algunos de los sistemas más utilizados para tal propósito son los jagüeyes. El Parque Estatal General Lázaro Cárdenas del Río ejo o o ido o o Flo del Bos ue u i ado al O ie te de la Ciudad de Puebla y catalogado como Área Natural Protegida, cuenta con jagüeyes que permiten almacenar agua proveniente de la lluvia. En este trabajo de investigación se determinaron los principales parámetros fisicoquímicos y i o iológi os del agua al a e ada e uat o jagüe es de Flo del Bos ue , de a ue do a la o ati idad e i a a correspondiente; con el objetivo de establecer su calidad y así determinar si los usos que se le dan como abrevadero y riego forestal no representan un riesgo para la flora y fauna del parque. Se analizaron muestras compuestas de cada jagüey, en dos temporadas de secas y dos de lluvias, entre noviembre de 2011 y octubre de 2012. El agua de los cuatro jagüeyes presenta importante contaminación microbiológica por huevos de helminto, Fasciola hepática, coliformes fecales (180 UFC) y totales (475 UFC), lo que representa un riesgo a la salud de la flora y fauna; así como gran cantidad de sólidos sedimentables y suspendidos. Dado que estos sistemas se instalaron para contar con agua para el riego de las zonas boscosas y como abrevadero de los animales que ahí habitan, sería recomendable que antes de utilizarla se le diera un tratamiento apropiado, además de que se sugiere mejorar su diseño o construcción para que sea apta para los usos planeados. Palabras clave: características físicas, características químicas, características microbiológicas, contaminación del agua, Índice de Calidad del Agua (ICA). SUMMARY The water supply is currently a problem, given the over-exploitation of groundwater and contamination of surface water, so it is important to find alternative supplies. The rain water harvesting is considered one of the most viable options for the supply of the vital liquid; some of the most utilized systems for this purpose are the jagüeyes. State Park General Lázaro Cárdenas del Río better known as "Flor del Bosque", it is located east of the city of Puebla and listed as Protected Natural Area, this park has jagüeyes which store water from rain. In this research, the main ph si o he i al a d i o iologi al pa a ete s of ate sto ed i fou jagüe es of Flo del Bos ue e e easu ed according to Mexican regulations, in order to establish its quality and determine the uses that are given as a watering wooded areas and drinking trough do not represent a risk to the flora and fauna of the park. Composite samples of each jagüey were analyzed, during two dry weather stations and two rainy weather stations between the moths of November 2011 and October 2012. The water of the four jagüeyes has microbiological contamination by helminth eggs, Fasciola hepatica, fecal (180 CFU) and total coliforms (475 CFU), this represents a risk to the health of wildlife; as well as lots of settleable and suspended Recibido: 21 de octubre de 2015. Aceptado: 15 de enero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 153-168. 153 154 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México solids. Since these systems have been installed for watering wooded areas and drinking trough of animals live there, it would be advisable before use be given appropriate treatment, plus it aims to improve its design or construction to be suitable for the intended uses. Key words: physics characteristics, chemical characteristics, microbiological characteristics, Water pollution, Water Quality Index (WQI). INTRODUCCIÓN El agua es un recurso natural crítico debido a que de este dependen todas las funciones de los ecosistemas y sobre el cual se sustentan todas las actividades sociales y económicas del ser humano. La calidad del agua es tan importante como la cantidad para satisfacer las necesidades ambientales y humanas básicas. Un agua de mala calidad tiene costos económicos asociados incluyendo la degradación de los ecosistemas, problemas de salud, impacto en actividades como la agricultura, turismo, producción industrial y desde luego se eleva el costo de su tratamiento (UNESCO, 2000; UNESCO 2012; Ertug y Hoekstra, 2012). Los jagüeyes, también conocidos como ollas de agua, cajas de agua, aljibes, trampas de agua o bordos de agua, son depresiones naturales o artificiales sobre el terreno, que permiten almacenar agua proveniente de la lluvia y de escurrimientos superficiales. Jagüey es un vocablo taíno que significa balsa, zanja o pozo lleno de agua, en el que abreva el ganado. Los jagüeyes artificiales son un caso particular de la captación de agua de lluvia, misma que ha sido conocida en nuestro país desde las épocas prehispánicas. Captar agua proveniente de escurrimientos superficiales durante la época de lluvia y utilizarla de manera controlada como fuente de abrevadero durante la época de estiaje, es el principal objetivo de estas obras (SAGARPA, 2009). Anualmente México recibe del orden de 1,489 miles de millones de metros cúbicos de agua en forma de precipitación. Se estima que el 73.1% se evapotranspira y regresa a la atmósfera, el 21.1% escurre por los ríos y arroyos, y el 4.8% restante se infiltra al subsuelo de forma natural y recarga los acuíferos. Tomando en cuenta las exportaciones e importaciones de agua con los países vecinos, así como la recarga incidental, el país cuenta con 462 mil millones de metros cúbicos de agua dulce renovable, por año, a lo que se denomina disponibilidad natural media. La disponibilidad media per cápita (por habitante) de agua a nivel nacional disminuye con el aumento de la población, ya que la disponibilidad natural media total se divide entre un mayor número de habitantes. La disponibilidad natural media per cápita de agua a nivel nacional disminuirá de 4,090 metros cúbicos por habitante por año en el año 2010 a 3,815 en 2030. En algunas regiones hidrológico-administrativas del país, el agua renovable per cápita alcanzará en 2030 niveles cercanos o incluso inferiores a los 1,000 metros cúbicos por habitante por año, lo que se califica como una condición de escasez grave (CNA, 2012). La información climatológica recabada por el servicio meteorológico nacional, indica que durante el 2011, la escasez de lluvia registrada se extendió y se acentuó en la parte de la meseta centro norte de la república mexicana, con graves efectos agrícolas y ganaderos en varios estados. En diversas zonas del país la sequía se clasificó como extrema y excepcional, afectando hasta por periodos mayores a seis meses (CNA, 2012). Aunado a los problemas de sobreexplotación y sequía, la sociedad enfrenta el grave problema de la contaminación del agua. En México, la Comisión Nacional del Agua se encarga del monitoreo de la calidad del agua superficial, subterránea y de las zonas costeras, siendo un total de 1627 sitios analizados. Para la evaluación de la calidad del agua se utilizan tres indicadores principales: la Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 155 Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5), la Demanda Química de Oxígeno (DQO) y los Sólidos Suspendidos Totales (SST). La DBO5 y la DQO se utilizan para la estimación de la materia orgánica en los cuerpos de agua, mientras que los SST miden todos aquellos sólidos que no se disuelven en el agua, y quedan suspendidos (CNA, 2012). Dos son los principales desafíos en materia de agua que afectan a la sostenibilidad de los asentamientos urbanos: la falta de acceso a agua potable y saneamiento y el aumento de desastres relacionados con el agua como inundaciones y sequías. Estos problemas conllevan enormes consecuencias para la salud y el bienestar humano, la seguridad, el medio ambiente, el crecimiento económico y el desarrollo. De ahí la necesidad de buscar alternativas para el suministro de agua con el fin de satisfacer las necesidades básicas del ser humano (Allen y Richard, 2005; CNA, 2011). La determinación de los principales parámetros fisicoquímicos y microbiológicos asociados a la calidad del agua, son indispensables para establecer su posibilidad de uso. Además, que permiten establecer la causa u origen de contaminantes que pudieran estar presentes (Serwan, 1993; Mckenzie, 2010). El Pa ue Estatal Flo del Bos ue , está ubicado en el municipio de Amozoc de Mota, Puebla. Fue inaugurado el 24 de enero de 1987, entre los objetivos establecidos al crear el parque destaca constituir uno de los mejores parques de educación ambiental. Cuenta con una superficie de 699,7 hectáreas, donde se encuentran cuatro tipos de vegetación: el bosque de encino, el matorral espinoso, el pastizal y el bosque de eucalipto. En cuanto a la fauna silvestre se han identificado 4 especies de anfibios y 14 especies de reptiles, mientras que para el grupo de las aves se han registrado 105 especies y 14 especies de mamíferos. En las últimas décadas, la mancha urbana fue creciendo y casi terminó con los bosques de esa zona, reduciendo el hábitat de animales como el venado cola blanca, el mapache, la ardilla gris y la víbora de cascabel, que huyeron a refugiarse a este espacio de bosque protegido, donde continúan habitando en libertad. Dentro de este Parque Estatal se construyeron jagüeyes con el objetivo de captar el agua de lluvia y utilizarla como abrevaderos para los animales que ahí habitan, así como para el riego forestal (SSAOT, 2012). En esta investigación se realizó el muestreo y análisis del agua acumulada en cuatro jagüeyes del parque con el objetivo de establecer su calidad y determinar si es adecuada para el propósito establecido o si puede representar un riesgo para la flora y fauna del Parque. Se determinaron 20 parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, asociados a la calidad del agua. Encontrándose que el principal problema del agua acumulada en estos sitios es la contaminación microbiológica por la presencia de coliformes totales y fecales, y por Fasciola Hepática. MATERIALES Y MÉTODOS El primer paso fue la ubicación geográfica de los cuatro jagüeyes de acuerdo al registro del Parque y mediante el recorrido a pie. El Parque está ubicado en Carril a San Bartolo S/N, Ex hacienda San Bartolo, Col. Casa Blanca, Amozoc de Mota, Puebla, entre los paralelos: 19° 02' 36'' y 19° 03' 11'' de latitud Norte, y entre los meridianos 98° 08' 10'' y 98° 08' 25'' de longitud Oeste, y una altitud de 2300 m. s. n. m. y de 2200 m. s. n. m. La ubicación geográfica de los cuatro jagüeyes (Figura 1) es: º . Latitud No te º . Latitud Oeste, º . Latitud No te 156 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México º º . . Latitud Oeste, Latitud No te º º . . Latitud No te Latitud Oeste. º . Latitud Oeste, Posteriormente se realizó el muestreo del agua, que consistió en una muestra compuesta para cada jagüey, donde se recolectaron tres litros de agua de tres puntos diferentes, teniendo un total aproximado de 10 litros de agua por jagüey, la cual fue almacenada en recipientes de polietileno con tapa. Durante el muestreo se realizó la medición de los parámetros de campo: conductividad (NMX-AA-093-SCFI-2000), temperatura (NMX-AA-007-SCFI-2001), pH (NMX-AA-008-SCFI-2000), oxígeno disuelto (NMX-AA-012-SCFI-2001) y materia flotante (NMX-AA-006-SCFI-2000). Figura 1.- Ubicación de los cuatro puntos de muestreo del agua de los jagüeyes del Pa ue Estatal Flo del Bos ue , Pue la, Mé i o. Finalmente, en el laboratorio se determinaron los siguientes parámetros: sólidos sedimentables (NMX-AA-004-SCFI-2000), disueltos, totales, suspendidos, fijos y volátiles (NMX-AA-034-SCFI2001); acidez y alcalinidad (NMX-AA-036-SCFI-2001), dureza (NMX-AA-072-SCFI-2001), demanda bioquímica de oxígeno a cinco días (NMX-AA-028-SCFI-2001), nitritos (NMX-AA-099-SCFI-2001), fósforo total (NMX-AA-029-SCFI-2001), huevos de helminto (NMX-AA-113-SCFI-1999), coliformes totales y fecales (NMX-AA-42-1987), estos últimos reportados como Unidades Formadoras de Colonias (UFC) por 100 mL de muestra. Las determinaciones se realizaron por triplicado para tener un promedio representativo de cada parámetro. Los muestreos se llevaron a cabo en cuatro periodos diferentes, dos de estiaje y dos de lluvia: 24 de noviembre de 2011 (Seca 1, S1), dos de abril (Seca 2, S2), tres de julio (Lluvia 1, L1) y ocho de octubre del 2012 (Lluvia 2, L2). El muestreo y las determinaciones de los 20 parámetros fisicoquímicos y microbiológicos mencionados se realizaron de acuerdo a las Normas Oficiales Mexicanas de Análisis de Agua correspondientes. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 157 Dado que no existe una normatividad específica para determinar la calidad del agua de un jagüey, se toman como referencia las siguientes Normas Oficiales Mexicanas (NOM), con el fin de comparar los valores obtenidos con los Límites Máximos Permisibles (LMP) establecidos en ellas: NOM-127-SSA1-1994, Salud ambiental, agua para uso y consumo humano-límites permisibles de calidad y tratamientos a que debe someterse el agua para su potabilización, NOM-001SEMARNAT-1996, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales en agua y bienes nacionales, NOM-002-SEMARNAT-1996, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes en las descargas de aguas residuales a los sistemas de alcantarillado urbano o municipal, NOM-003-SEMARNAT-1997, que establece los límites máximos permisibles de contaminantes para las aguas residuales tratadas que se rehúsen en servicios al público. De acuerdo con varios especialistas en el área, se establece que existen nueve parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, que pueden utilizarse como indicadores de la calidad del agua. El Índice de Calidad de Agua (ICA), propuesto por Brown y mejorado por varios investigadores (Samboni, 2007; Varcarcel, 2009), es una suma lineal ponderada de estos nueve parámetros, como se indica a continuación: � 9 =∏ � Donde: �= �� � wi: Pesos relativos asignados a cada parámetro (Subi), y ponderados entre 0 y 1, de tal forma que se cumpla que la sumatoria sea igual a uno. Subi: Subíndice del parámetro i. Finalmente, los índices por parámetro son promediados a fin de obtener el ICA de la muestra de agua como se muestra en el Cuadro 1. Cuadro 1.- Parámetros del ICA y ponderación de acuerdo a su importancia I subi wi 1 2 3 4 5 6 7 8 9 Coliformes fecales pH DBO5 Nitratos Fosfatos Temperatura Turbidez Sólidos disueltos totales Oxígeno disuelto 0.15 0.12 0.10 0.10 0.10 0.10 0.08 0.08 0.17 El ICA adopta para condiciones óptimas un valor determinado de 100, que va disminuyendo con el aumento de la contaminación del agua en estudio, hasta llegar al valor de cero que se asocia a agua de pésima calidad, como se observa en la clasificación del Cuadro 2 (Samboni, 2007; Varcarcel, 2009). 158 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México Dependiendo del método utilizado, puede variar el valor para cada nivel de calidad, sin embargo permanece la tendencia de que cercano a cero es mala la calidad y cercano al 100 se va teniendo la mejor calidad del agua (UNEP-GEMS, 2007). Cuadro 2.- Clasificación de la calidad del agua, de acuerdo al valor del ICA calculado CALIDAD DEL AGUA VALOR Excelente Buena Regular Mala Pésima 91 a 100 71 a 90 51 a 70 26 a 50 0 a 25 Con los valores obtenidos experimentalmente, promediados de un análisis por triplicado en la mayoría de los casos, se estimó el ICA para cada jagüey. En este trabajo, se calculó el valor del ICA para los periodos S2 y L1 tomando las concentraciones de sólidos disueltos como turbidez y nitritos como nitratos. Por lo anterior, se considera que los valores del ICA obtenidos son sólo una aproximación del valor real. Sin embargo, representan una idea clara y rápida de entender y conocer la calidad del agua de los jagüeyes en estudio. La Figura 2, muestra las gráficas de los parámetros físicos: pH, temperatura y conductividad. La Figura 3 presenta las gráficas de los parámetros físicos: sólidos sedimentables y totales. La Figura 4, muestra las gráficas de las concentraciones de sólidos suspendidos, disueltos, fijos y volátiles en el agua de los cuatro jagüeyes en las cuatro temporadas de muestreo. Las concentraciones de fósforo y nitritos en el agua de los cuatro jagüeyes en las temporadas S1, S2 y L1, se observan en la Figura 5. La Figura 6 presenta los resultados de las determinaciones de los parámetros: oxígeno disuelto, demanda bioquímica de oxígeno, acidez, alcalinidad y dureza. La Figura 7 presenta los resultados de las determinaciones microbiológicas, donde se observa la presencia tanto de coliformes totales como fecales. El Cuadro 4 presenta los resultados del cálculo del Índice de Calidad del Agua, de acuerdo al modelo y procedimiento descrito anteriormente, para los cuatro jagüeyes en las temporadas S2 y L1. Finalmente, en el Cuadro 5 se presentan los valores de la desviación estándar por parámetro para cada jagüey. RESULTADOS Y DISCUSIÓN De manera general, no se observó materia flotante en los cuatro jagüeyes. En algunos casos, se observó la presencia escasa de follaje de árboles circundantes al cuerpo de agua. Los resultados de la mayoría de los parámetros analizados, muestran un gran incremento en la temporada de estiaje S2 con respecto a las demás temporadas S1, L1 y L2, debido a que en dicha temporada la cantidad de agua disminuye por lo menos en un 40% produciendo un aumento en la concentración de varios de los parámetros analizados. La gráfica correspondiente a pH muestra variaciones mínimas entre temporadas y jagüeyes, los valores varían entre 6.3 y 8. Sin embargo, es apreciable la misma tendencia de variación en todos los jagüeyes, valores cercanos a 6 en la primera temporada de secas (S1), aumenta ligeramente en la segunda temporada de secas (S2), disminuye en la primera temporada de lluvias (L1) y aumenta a pH de 8 en la segunda temporada de lluvias (L2). En general, los valores de pH medidos están Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 159 debajo del LMP (8.5) de acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 (Cuadro 3). En el caso de la temperatura los resultados variaron entre 11 y 21 °C, estas variaciones corresponden a la época del año y horario en los que se realizaron los muestreos. De manera general, estos valores están por debajo del LMP (40°C) de acuerdo a la NOM-001-SEMARNAT-1996. La conductividad eléctrica muestra variaciones notables entre temporadas y jagüeyes, sobresaliendo la segunda temporada de secas en los jagüeyes 1 y 3, con valores superiores a 280 µS/cm, lo que indica mayor concentración de sólidos y sales disueltas; mientras que el resto de temporadas los valores están por debajo de 150 µS/cm. Siendo la segunda temporada de lluvia, la de valores de conductividad eléctrica más baja dado que la cantidad de agua almacenada ha aumentado en todos los jagüeyes (Figura 2). Figura 2.- Resultados de medición de los parámetros de físicos: pH, temperatura y conductividad. Los sólidos sedimentables tienen concentraciones menores a 2 mL/L en todos los jagüeyes y temporadas, con excepción del J3 en la temporada S2 que contiene 17 mL/L. Por consiguiente, de acuerdo a las normas NOM-001-SEMARNAT-1996 y NOM-002-SEMARNAT-1996 (Cuadro 3), las concentraciones que se encontraron están por debajo de los LMP, excepto para el J3 en S2. Por otra parte los sólidos totales presentan concentraciones variables, entre 200 y 2000 mg/L, registrándose el valor de sólidos totales más alto en la temporada S2, para todos los jagüeyes excepto para J1 (Figura 3). Figura 3.- Concentraciones de sólidos sedimentables y totales. 160 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México Las variaciones en los valores de sólidos obtenidos no muestran una tendencia particular ni por jagüey ni por temporada. Sobresale el valor de sólidos disueltos en el J3 temporada S2, con un valor de 1600 mg/L, mientras que en los demás casos los valores están por debajo de 800 mg/L. Los sólidos disueltos únicamente están normados para el caso de agua potable (1000 mg/L, Cuadro 3), se podría decir que todos los jagüeyes cumplen con la norma dado que los valores medidos están por debajo del LMP, de la NOM-127-SSA1-1994, excepto para J3 en S2. Los sólidos suspendidos tienen su valor máximo en la temporada S2, excepto para el J1. Teniendo la mayor concentración en J4, cerca de 1000 mg/L, mientras que el valor más bajo se registró en J1 con 120 mg/L. Comparando las concentraciones de sólidos suspendidos con el LMP establecido en la NOM003-SEMARNAT-1997, se considera que en todos los casos no cumple con esta norma dado que todos los valores están por arriba de 30 mg/L (Cuadro 3). En el caso de los sólidos fijos, la temporada S2 registra las concentraciones más altas excepto para J1, mientras que para los sólidos volátiles todos los jagüeyes contienen la concentración más alta en la temporada S2. Siendo el J3, el que registra un mayor concentración de sólidos fijos y volátiles (Figura 4). Los sólidos suspendidos totales (SST) en general, pueden tener su origen por contaminación con aguas residuales o por procesos de erosión hídrica en este caso se considera este último la causa de SST en los jagüeyes del Parque Estatal. La principal problemática asociada al aumento de este parámetro, es que puede ocasionar turbiedad en el agua, además de una disminución en el paso de luz solar a través del agua, impidiendo o reduciendo la actividad fotosintética de organismos acuáticos, de gran importancia para la producción de oxígeno disuelto (Atlas Digital del Agua México 2012). Lo anterior conllevaría a la descomposición del cuerpo de agua, imposibilitando el uso del agua para ningún tipo de servicio. Los sólidos suspendidos (incluyendo sedimentables) en combinación con el color, no deben reducir la profundidad del nivel de compensación de la luz para la actividad fotosintética en más de 10% a partir del valor natural, de acuerdo con lo establecido en los criterios ecológicos de calidad del agua (CE-CCA-001-1989). Figura 4.- Concentración de los diferentes tipos de sólidos presente en el agua de los cuatro jagüeyes. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 161 Para ambos parámetros fósforo y nitritos, el periodo de S2, presenta los valores más altos, con una diferencia notable para los demás periodos. En el caso de fósforo las concentraciones están por debajo del LMP establecido en la NOM-001-SEMARNAT-1997 (Cuadro 3). Los valores encontrados de nitritos presentan concentraciones altas, por arriba del LMP establecido en la NOM-127-SSA11994, excepto para el jagüey 1 (Figura 5). En este caso, la presencia del fósforo puede atribuirse a la entrada de compuestos fosforados por el agua proveniente de las lixiviaciones de los suelos y rocas. Los fosfatos totales, medidos como fósforo, no deberán exceder de 0.05 mg/ en influentes a lagos o embalses ni de 0.025 mg/ dentro del lago o embalse, para prevenir el desarrollo de especies biológicas indeseables y para controlar la eutroficación acelerada, como lo marcan los criterios ecológicos de calidad del agua (CE-CCA-001-1989). Figura 5.- Resultados de la concentración de nutrientes en el agua analizada. Los valores de oxígeno disuelto están en un intervalo muy cercano entre 5.8 y 9.2 mg/L. Siendo el periodo de lluvia 1, L1, el que tiene mayor concentración para los jagüeyes J1 y J2, mientras que en el periodo de lluvia 2, L2, el mayor valor se observa en los jagüeyes J3 y J4. En el caso de la demanda bioquímica de oxígeno, se observan los valores más bajos en el jagüey J3, en los tres periodos medidos, alrededor de 4 mg/L. Mientras que en los demás jagüeyes, el periodo de secas 2, presenta las concentraciones más altas, entre 9.6 y 13.7 mg/L. Este parámetro está normado, por lo que comparando con las normas oficiales correspondientes NOM-001-SEMARNAT-1996, y de la NOM-003-SEMARNAT-1997, los valores encontrados están por debajo de los LMP establecidos (Cuadro 4). El aumento en la concentración de la DBO5 significa una reducción en el contenido de oxígeno disuelto en el agua, afectando considerablemente a los organismos y los ecosistemas acuáticos (Atlas Digital del Agua México 2012). El agua de los cuatro jagüeyes presenta acidez por debajo de los 5 mg/L, siendo mayor en el periodo S1 para los jagüeyes J1, J2 y J4. Mientras que para el J3, el valor permanece casi constante en las dos temporadas de secas, alrededor de 3 mg/L. Los valores de dureza del agua se encuentran entre 18 y 48 mg/L, siendo mayor en la temporada de secas 2. Según la clasificación de dureza del agua, se considera que es agua muy blanda (0 – 75 mg/L). La dureza del agua en los jagüeyes puede estar asociada con la presencia de iones metálicos, especialmente Ca+2 y Fe+2 y por los aniones HCO3-, Cl-, NO3- y SO4-2, y refleja que la naturaleza geológica de los sitios de estudio están relacionados con caliza y rocas impermeables como el granito (Mackenzie, 2010) (Figura 6). 162 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México Figura 6.- Resultados de los parámetros químicos: oxígeno disuelto, demanda bioquímica de oxígeno, acidez, alcalinidad y dureza. El J1 contiene la concentración más baja de coliformes totales, por debajo de 50 UFC. Mientras que el J2, presenta una concentración por arriba de 200 UFC en el periodo S2. Finalmente, en J3 y J4 se observa el valor más alto en el periodo L1, entre 200 y 500 UFC. En consecuencia las concentraciones de los coliformes totales, en todos los jagüeyes y temporadas, se encontraron arriba de los LMP de acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 (Cuadro 3). En el caso de los coliformes fecales, el J1 presenta los valores más bajos, sin embargo en todos los jagüeyes se aprecia que la temporada S2 muestra los valores más altos. El J2, presenta valores altos de coliformes fecales en ambas temporadas de secas, entre 40 y 180 UFC. Por lo anterior, las concentraciones de coliformes fecales se encontraron arriba de los LMP de acuerdo a la NOM-127-SSA1-1994 (Cuadro 3). Sin embargo, aunque no se trata de agua potable si representan un riesgo sanitario dado que en las cercanías de los jagüeyes se encuentran ubicadas cabañas que se rentan al público en general y por lo tanto hay gente que sin precaución tiene contacto directo con estas aguas (Figura 7). La Gerencia de Saneamiento y Calidad del Agua (GSCA) de la Comisión Nacional del Agua (Centro de Derecho Ambiental, 2006), establece que existe un grupo básico de variables que por su representación y por la información que provee en cuanto a características y propiedades del agua de cuerpos superficiales pueda dar una idea adecuada de la calidad del agua en un sitio y tiempo determinados. Los indicadores ambientales desarrollados en la GSCA, junto con las variables que se emplean, son: Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016     | 163 Riesgo potencial sanitario: Coliformes fecales. Tendencia a la eutrofización: Fosfatos solubles y nitratos. Arrastre de sólidos: Conductividad específica y sólidos suspendidos totales. Agua residual: Demanda bioquímica de oxígeno (DBO5), nitrógeno amoniacal, oxígeno disuelto Por lo anterior, las aguas de los jagüeyes se consideran con riesgo potencial sanitario, con tendencia a eutrofización e importante arrastre de sólidos. Figura 7.- Concentración de parámetros microbiológicos durante tres periodos de muestreo (S1, S2 y L1). Los jagüeyes 1, 3 y 4 presentan contaminación por huevos de helminto en las dos épocas evaluados, S2 y L1. Se encontró Fasciola Hepática (Figura 8), la cual está asociada a una enfermedad conocida como fasciolosis común en animales herbívoros y eventualmente puede ser adquirida por el hombre atacando principalmente al hígado. La Fasciola es un parasito eurixeno, es decir, tiene un amplio número de mamíferos que pueden funcionar como huéspedes. Esta puede medir entre 150-160 micras, estos se albergan en el intestino delgado e hígado donde puede desprender sus huevos. La Fasciola hepática, es un parásito trematodo con distribución en todo el mundo, es la causa de pérdidas importantes en la industria láctea. Algunas investigaciones demuestran que su distribución está influenciada por los factores climáticos / ambientales como: precipitación anual, siega de pastos, la proporción de hierba de los pastos en la dieta y la duración de la temporada de pastoreo. Además, los resultados de estas investigaciones también indican que en las zonas templadas, estos factores de manejo afectan la distribución espacial de F. hepática, y tienen efecto sobre la supervivencia y la tasa de desarrollo del parásito en el pasto y en el huésped intermediario (Bennema, et al., 2011; Howell, et al., 2015). Por lo anterior, el contacto directo con el agua almacenada en dichos jagüeyes, representa un riesgo a la salud de la fauna que habita en el parque, así como de la vegetación que se riega con dicha agua. Cuadro 3.- Límites máximos permisibles (LMP) de algunos de los parámetros fisicoquímicos y microbiológicos determinados en este estudio, establecidos en las Normas Oficiales Mexicanas Parámetro Demanda Bioquímica Oxígeno mg/L Dureza mg/L Fósforo Total mg/L de NOM-127SSA1-1994 NOM-001SEMARNAT1996 NOM-002SEMARNAT1996 NOM-003SEMARNAT1997 --------- 150 --------- 30 500 --------- --------30 ----------------- ----------------- 164 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México Nitritos mg/L pH Sólidos Sedimentables mL/L Temperatura °C Materia Flotante 0.05 6.5-8.5 ------------------------- ----------------2 40 °C ausente ----------------10 ----------------- ----------------------------------------- Coliformes Fecales UFC/ 100 ml de muestra 0 --------- --------- --------- Coliformes Totales UFC/ 100 ml de muestra 2 --------- --------- --------- Huevos de helminto --------- --------- --------- h/L Sólidos suspendidos mg/L Sólidos disueltos mg/L --------1000 mg/L 125 --------- ----------------- 30 --------- e sual En los resultados del cálculo del Índice de Calidad del Agua (Cuadro 4), se destaca el hecho de que en todos los casos se tienen valores muy cercanos, entre 34.29 y 45.50, lo que corresponde a un agua de mala calidad de acuerdo a la escala del método utilizado. A pesar de que estos son valores aproximados, es importante considerar que ésta agua es utilizada para el riego de las zonas boscosas y para el consumo de los animales que habitan en la reserva del parque, lo que podría representar un riesgo para la flora y fauna en general. Figura 8.- Fasciola hepática encontrada en los jagüeyes 1, 3 y 4. Cuadro 4.- Resultados del cálculo del ICA, para los cuatro jagüeyes durante la segunda temporada de secas y la primera de lluvias. Temporada J1 J2 J3 J4 S2 L1 39.71 45.50 34.29 39.40 37.84 45.37 36.17 42.14 Realizando una análisis estadístico de ANOVA (p<0.05) de los 4 jagüeyes se encontró una diferencia significativa en ST entre 1 y 2, SST, alcalinidad a la fenolftaleína entre el 1, 3, y 4, acidez entre 1 y 2, 3; temperatura 1 y 2; conductividad entre 1 y 2, 3, 4; y comparando entre el muestreo Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 165 de época de lluvias y el de secas se encontró diferencias significativas en todos los parámetros analizados excepto para la temperatura. Se observa que el pH y oxígeno disuelto no varían de manera notable a lo largo del año para los cuatro jagüeyes. Los parámetros de temperatura, acidez, sólidos sedimentables y DBO5 muestran poca variación a lo largo del año en los cuatro jagüeyes. Las concentraciones de sólidos y sales disueltas tienen variación importante a lo largo del año, lo que se asume por los valores altos de desviación estándar para conductividad y sólidos totales. Tales variaciones a lo largo del año son resultado de las variaciones en el contenido de agua almacenada, concentraciones altas en la temporada de secas por la evaporación del agua. Resalta el hecho de que los valores de coliformes totales tienen grandes variaciones en los cuatro jagüeyes, siendo mayor para el jagüey 3. En general, el jagüey 3 parece estar más expuesto a las variaciones climáticas y al contacto con la fauna del lugar, dado que sus desviaciones estándar son mayores que los otros tres jagüeyes. (Cuadro 5) Los coliformes fecales muestran la mayor variación el jagüey 2, seguido del J3, J4 y J1, lo que nos indica que cerca del J2 y J3 hay materia fecal que es arrastrada por el viento hasta el agua, o llega a estos por las escorrentías de las temporadas de lluvia. Cuadro 5.- Valores de la desviación estándar por parámetro para cada jagüey PARÁMETRO J1 J2 J3 J4 Conductividad Temperatura pH Oxígeno disuelto Sólidos sedimentables Sólidos totales Sólidos disueltos Sólidos suspendidos Sólidos fijos Sólidos volátiles Acidez Alcalinidad Dureza DBO5 Coliformes totales Coliformes fecales 98.0938 1.6459 0.7274 0.8000 1.4174 172.1223 127.2533 59.7185 258.4688 115.2539 1.7929 7.2429 10.6096 1.7643 13.0766 6.5574 30.6485 2.6775 0.75 0.5480 0.3201 160.8195 108.6982 84.8804 107.5017 73.4551 1.3023 12.7017 7.2308 2.8498 94.8753 82.3731 179.6169 3.7536 0.6800 0.9979 8.6016 903.3774 680.1468 234.5992 686.0143 217.6148 0.5204 14.5349 9.4124 0.5414 243.3737 21.3853 36.5912 4.6765 0.8020 0.7047 0.9303 425.7080 77.8947 464.5890 372.1053 56.2699 1.8251 14.2374 8.2831 4.5008 100.0466 10.9696 CONCLUSIONES Con los parámetros analizados se pudo identificar que en la temporada de estiaje la calidad del agua de los 4 jagüeyes en general disminuye, de tal forma que no se considera adecuada para que esta pueda ser consumida por la fauna que se encuentra en el parque y de la misma manera no es viable utilizarla para riego pues no beneficia al mismo. El valor del ICA, es una forma clara y fácil de interpretar la calidad del agua para cualquier usuario. En general, el principal problema en el agua de los jagüeyes estudiados, es la contaminación microbiológica causada por la presencia de huevos de helminto, Fasciola hepática, coliformes fecales y totales dado que está directamente asociada a enfermedades hepáticas y gastrointestinales. Lo anterior representa un gran riesgo a la 166 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México salud de la fauna que habita el parque y bebe del agua almacenada en los jagüeyes. Finalmente, las aguas de los jagüeyes se consideran con riesgo potencial sanitario y tendencia a eutrofización. LITERATURA CITADA Allen, P. D. y Richard H. M. (2005). Stormwater management for smart growth. New York: Springer. Atlas Digital del Agua México. http://www.conagua.gob.mx/atlas/ciclo19.html (2012). Disponible en: Bennema, S. C., Ducheyne, E., Vercruysse, J., Claerebout, E., Hendrickx, G., y Charlier, J. (2011). ‘elati e i po ta e of a age e t, eteo ologi al a d e i o e tal fa to s i the spatial distribution of Fasciola hepatica in dairy cattle in a tempe ate li ate zo e , International Journal for Parasitology, 41, pp. 225–233. CE-CCA-001/89 Criterios Ecológicos de Calidad del Agua. Diario Oficial de la Federación. Disponible en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=4837548&fecha=13/12/1989 Centro Mexicano de Derecho Ambiental A.C. (2006). Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, Sistema Nacional de Información del Agua. El agua en México: lo que todas y todos debemos saber. México. CNA. (2011). Situación del Subsector Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. México. CNA. (2012). Altas del Agua en México 2012. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales. México. E tug, E. A. Hoekst a, A. Y. . Ca o a d ate footp i ts . UNE“CO, United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization, France. Howella, A., Baylisb, M., Smith, R., Pinchbeck, G., y Williams, D. (2015 . Epide iolog a d i pa t of Fasciola hepatica exposure inhigh- ieldi g dai he ds , P e e ti e Vete i a Medicine, 121, pp. 41–48. Mackenzie, L. D. (2010). Water and wastewater engineering. United States of America: Mc Graw Hill. SSAOT. (2012). Parques estatales. Disponible en: http://ssaot.puebla.gob.mx/index.php?option=com_content&view=category&layout=blog &id=94&Itemid=181 SAGARPA, Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. (2009). Ollas de agua, Jagüe es, Cajas de agua o Alji es , A aha Do í guez A e edo. Mé i o. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 167 “a o i, ‘. N. A., Ca a ajal, E. Y., Es o a , J. C. . ‘e isió de pa á et os fisicoquímicos o o i di ado es de alidad o ta i a ió del agua , ‘e ista I ge ie ía e I estiga ió , 27(3), pp. 172-181. “e a , M. J. B. . Dete ti g ate ualit pa a ete s i the No folk oads, U.K., usi g La dsat i age , I te atio al Journal of Remoting sensing, 14(7), pp. 1247-1267. UNEP-GEM“. . Glo al D i ki g Wate Qualit I de De elop e t a d “e siti it A al sis ‘epo t , U ited Natio s E i o e t P og a e Glo al E i o e t Mo ito i g “ ste / Water Programme. Canada. UNESCO. (2000). Cómo se usa el agua en el planeta. http://www.unesco.org/water/wwap/facts_figures/index.shtml Disponible en: UNESCO, United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization. ( . Ma agi g ate u de u e tai t a d isk , The U ited Natio Wo ld Wate De elop e t ‘epo t . Volume 1. Luxembourg. Val a el, ‘. L., Al e o, M. N., F ías, F. D. . El Í di e de Calidad de Agua o o he a ie ta para la gestió de los e u sos híd i os. Cu a: Medio A ie te Desa ollo , ‘e ista electrónica de la Agencia de Medio Ambiente, 9 (16), pp. 1-5. MÉTODOS DE PRUEBA NMX-AA-093-SCFI-2000 Análisis de agua.-determinación de la conductividad electrolítica.- Método de prueba. NMX-AA-012-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de oxígeno disuelto en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-008-SCFI-2000 Análisis de agua.-determinación del pH- Método de prueba. NMX-AA-004-SCFI-2000 Análisis de agua.-determinación de sólidos sedimentables en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-034-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de sólidos y sales disueltas en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-007-SCFI-2001Análisis de agua.-determinación de la temperatura en aguas naturales, residuales y residuales tratadas - Método de prueba. NMX-AA-036-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de acidez y alcalinidad en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-073-SCFI-2001Análisis de agua.-determinación de cloruros totales en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. 168 | Gabriela Pérez-Osorio; Janette Arriola-Morales; Tania García-Lucero, María Lourdes Saldaña-Blanco y José Carlos Mendoza- Hernández · Evaluación de la calidad del agua de cuatro Jagüeyes del parque estatal “Flor del Bosque”, Puebla, México NMX-AA-028-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de demanda bioquímica de oxígeno en aguas naturales, residuales (DBO5) y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-030-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de la demanda química de oxígeno en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-072-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de dureza total en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-029-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de fósforo total en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-099-SCFI-2001Análisis de agua – determinación de nitrógeno de nitritos en aguas naturales y residuales – métodos de prueba NMX-AA-026-SCFI-2001 Análisis de agua.-determinación de nitrógeno KJENDAHL en aguas naturales, residuales y residuales tratadas.- Método de prueba. NMX-AA-042-1987 Calidad del agua - determinación del número más probable (NMP) de coliformes totales, coliformes fecales. NMX-AA-113-SCFI-1999 Análisis de agua.- determinación de huevos de helminto.- Método de prueba. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen a la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial por el apoyo y facilidades otorgadas para la realización de esta investigación dentro del Parque Estatal Flo del Bos ue , Pue la. Se agradece a la Secretaría de Educación Pública, por el financiamiento otorgado a través de Proyecto PROMEP 2012. Tania García Lucero agradece la beca otorgada a través del proyecto mencionado para la realización de su tesis de licenciatura. Síntesis curricular Gabriela Pérez Osorio Doctora en Ciencias en Física de Materiales por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE). Profesor-Investigador de la Facultad de Ingeniería Química de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), titular del Colegio de I ge ie ía A ie tal e i teg a te del Cue po A adé i o P‘ODEP: Control de la Co ta i a ió A ie tal . ‘e o o i ie to de pe fil P‘ODEP, e i teg a te del Pad ó de Investigadores de la BUAP. Líneas de Investigación: Síntesis y caracterización de materiales para aplicaciones ambientales; Análisis y determinación de la calidad del agua. Correo electrónico: gabriela.perez@correo.buap.mx RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 169-181 CREENCIAS Y PRÁCTICAS RELIGIOSAS DE ANTECEDENTE AFRICANO PRESENTES EN BAHÍA HONDA (PINAR DEL RÍO) BELIEFS AND RELIGIOUS PRACTICES OF AFRICAN BACKGROUND PRESENT IN BAHIA HONDA (PINAR DEL RÍO) Silfredo Rodríguez-Basso1; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez2 y Maurilio Concepción-Domínguez3 1 Doctor en Ciencias sobre el Arte. Profesor Auxiliar. Docente en Historia y Antropología Social. Universidad de Pinar del Rio. Cuba. Licenciada en Historia. Profesora Asistente. Docente e Investigadora. Universidad de Artemisa. Cuba. 3Licenciado en Educación. Profesor Asistente. Docente e Investigador. Universidad de Artemisa. Cuba. 2 RESUMEN El presente artículo forma parte de una tesis doctoral sobre la presencia de antecedente africano en la identidad cultural de Bahía Honda, entonces municipio de la provincia de Pinar del Río, Cuba hasta diciembre de 2010. Con la sistematización de las principales creencias y prácticas de este substrato existentes (Santería, Palo Monte y Arará Magino), se abordaron cada uno de sus componentes con un enfoque sociocultural, parte integrante de su cultura popular tradicional. Además del Espiritismo, expresión que transversaliza sincréticamente las manifestaciones mencionadas, la principal conclusión extraída ha consistido en las particularidades específicas presentes que han convertido lo religioso en un universo representativo de la identidad cultural de esta localidad en Vueltabajo. Palabras clave: identidad cultural, localidad, universo representativo. SUMMARY The present article is part of PhD thesis about the presence of the African legacy in the cultural identity of Bahia Honda, former municipality of Pinar del Rio province, Cuba until December 2010. With the systematization of the main beliefs and practices of this existent substratum (Santería, Palo Monte y Arará Magino), each component are analyzed based on a socio- cultural approach as an integrated part as the cultural identity in the province. Apa t f o spi itis , a e p essio that osses a d i teg ates the diffe e t eligious a ifestatio s, the ai conclusion we could arrive in this work consists on the present specific peculiarities that have converted the religious in a representative universe of the cultural identity of this location in Pinar del Rio. Key words: cultural identity, location, representative universe. INTRODUCCIÓN Cada una de las religiones populares cubanas, constituyen un sistema de creencias y prácticas en sí mismas. En Bahía Honda, cuatro de ellas se han mantenido con sus peculiaridades: la santería; las Reglas de Palo Monte, principalmente el Mayombe; la Regla Arará, en su variante magino; y el espiritismo cruzado. Al interactuar entre sí, expresan un fenómeno que, en consonancia con el criterio expuesto por Jorge Ramírez Calzadilla (2003), conforman la conciencia religiosa, la actividad religiosa y la dimensión organizativa, con la inserción cada vez mayor del sentido valorativo que contribuye a revelar la importancia que el autor de este resultado le concede a la relación religión, cultura e identidad. Recibido: 15 de diciembre de 2014. Aceptado: 23 de enero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 169-181. 169 170 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) Los procesos de culturización que afectan al campo religioso contiene en su amplitud y complejidad, como forma de la conciencia social, la dimensión valorativa entendida como criterios, juicios, puntos de vistas, que ejercen un papel regulador de la conducta social del practicante, con la inclusión del resto de la sociedad, cuestión que encierra un significado cultural que, incluso, trasciende a la religión misma al ser integrante de la cultura; es cultura ella misma (Ramírez, 2003) como lo es la identidad, tal y como se manifiesta en cada una de las creencias y prácticas de origen africano presentes en Bahía Honda, que se abordan a continuación. MATERIALES Y MÉTODOS Los materiales y métodos empleados se han fundamentado en el trabajo de campo con una perspectiva emic. La obtención de la información, se realizó mediante intercambios dialógicos entre los investigadores y los practicantes portadores de la tradición religiosa con privilegio de la entrevista no estructurada en profundidad y la observación participante sistemática de la práctica religiosa. El procesamiento de los datos, mediante el método triangular y el hermenéutico, se mantuvo respetando los códigos culturales de los sujetos implicados, uno de los componentes básicos de la identidad cultural de substrato africano en Bahía Honda. RESULTADOS Y DISCUSIÓN La Santería La santería o Regla de Ocha-ifá, constituye el resultado del sincretismo entre santos católicos y africanos pero, al ser cultura, es parte de un universo donde la conciencia, la actividad, la organización y la valoración de lo santero, son atravesados por la identidad, algo que la gente de Bahía Honda asume como el modo individual de ser uno mismo en la diversidad. De ese modo, la santería continúa siendo una de sus fuentes de sentido; por ejemplo, en la forma de representarla. Entre las más frecuentes se hallan las estatuillas de santos de yeso, situadas en un altar de madera, de estructura piramidal, en cuya parte superior se ubica la de mayor veneración. Como particularidad, suelen aparecer diferencias con otras regiones del país, y también locales, como en el número de piedras que se asocian con cada oricha, las que, por lo general, responden en cantidad a los caminos o avatares que los tipifican, tal y como se aprecia en las casas templo ubicadas en La Habana y Matanzas. Durante la observación participante de una festividad dedicada a Changó en la finca Santa Teresa, comunidad Pablo de la Torriente Brau, realizada en el ua to de fu da e to de Flo e io ‘od íguez, se ap e ió el usto de Oyá, Las Mercedes y la Virgen de Regla he hos de pied a F. ‘od íguez, e t e ista pe so al, de di ie e de , o una sola de ellas situadas de manera respectiva, depositadas en un recipiente de barro. Cual reminiscencias de formas arcaicas del culto hacia la naturaleza, también se encuentran tradiciones similares en las zonas rurales del Corojal, en Harlem, lugares donde se venera a Changó, más relacionadas con el credo y práctica ararás, como el de Akaró. Tales ceremonias, acompañadas de cantos, danzas y música, canalizan los sentimientos, emociones, ideas, juicios y estados de ánimo hacia esta y otras deidades. La más extendidas, junto a las de Changó, han sido las ofrecidas a Oggún y Babalú ayé, que en las décadas del 40 y el 50 del siglo pasado, Sarah Fidelzait y Juan Pérez de la Riva apreciaron en la población de la Sierra del Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 171 Rosario, insertas en un amplio tejido social que se extendió a representantes de la burguesía azucarera cubana. La santería, al ser también un proceso que contiene la apropiación de valores culturales por parte de las clases hegemónicas sobre determinadas prácticas de la cultura dominada, fungió como un factor de posibilidad para la preservación de la actividad religiosa, regularidad que explica por qué personalidades de la política republicana, como Ramón Grau San Martín y Fulgencio Batista, se implicaron en ceremonias de iniciación en Ifá, que se extendieron a representantes del empresariado ganadero y azucarero, entre ellos José Miguel Fonte, dueño de la finca Corojal y Juan Manuel Casanova y Diviño, propietario del central Orozco: José Miguel Fonte, dueño de la finca Corojal, daba una novilla para la comida del bembé, mataban puercos. La que estaba al frente de eso era la hija mayor de Carlos Sandoval (tío de Emelina), allí no había día y noche, se daba mucha comida, se cocinaba con una tropa de mujeres, la comida había que comérsela, duraba la noche entera del día 31 y todo el día primero, mientras llegara gente (F. Collado, entrevista personal, 7 de mayo de 2008). En Bahía Honda, la figura más recurrente fue Juan Manuel Casanova y Diviño, al que Fernando O tiz alo ó de adi to fa o e edo de la eligió o regla de ocha, de los negros yorubas o lucumí, en la cual lo tenían por «hijo de Santa Bárbara», o sea babalocha Oni-Changó , (Ortiz, 1955, p. 151) fiel reflejo del universo social que abarcó la santería. Cada 4 de diciembre realizaba ceremonias en homenaje a Changó, y en ellas efectuaba el sacrificio de animales para comidas rituales realizadas junto a la ceiba y capilla que hizo construir en devoción a esta deidad. A eso de las tres de la madrugada llegaba Casanova acompañado de una comitiva que incluía a la «china Rabeiro», que la encabezaba; era la hora del sacrificio del carnero, al llegar Casanova se hacía una cruz en la frente con sangre de los animales ya sacrificados y se iniciaba la peregrinación, y él permanecía hasta concluir la matanza y entregar los animales a las cocineras que en ocasiones fueron Sofía Lombillo, Teresa Castanedo, Agustina Labarrere, entre otras. Cuentan que no fueron pocas las veces que el Oni-Changó, Casanova, montó el santo, mientras bailaba en el tumulto, produciéndose verdaderas discusiones entre los empleados presentes por despojarlo de los zapatos y demás impedimentas para ejecutar esta función, sobre todo se recuerda una ocasión en que Papito Zamora y Perico Barbería (tocadores) casi se fajan por cumplir esta tarea (Tradiciones Culturales. Obtenida el 4 de febrero de 2009, de http:// www.pinarte.cult.cu/bahia). Del mismo modo complacía a Oggún en las máquinas del central, con el concurso de dos experimentadas practicantes, la negra Fortuna y «La China Rabeiro», hecho que mostraba las difusas fronteras sociales presentes en el cuadro religioso de la sociedad cubana en el que, incluso, la mujer practicante ocupaba un lugar protagónico en la actividad religiosa ejerciendo, además, cierta influencia en la cultura dominante, a contrapelo de la tríadica exclusión de que era objeto: por ser mujer, pobre y negra. 172 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) A la muerte de Manuel Casanova, en 1949, estas garantes de la ceremonia mantuvieron la continuidad de la tradición al no implicarse en ella los descendientes de este empresario; pero la misma se interrumpe en la década de los 70 del pasado siglo, entre otras causas, por el deceso de ambas, siendo reasumida poco después por familias como los Arrozarena y los Leal, en sus «casas de fundamento», las cuales se ubican, por lo general, en las viviendas de los oficiantes, y es ahí donde se depositan los objetos e imágenes sagradas. En su entorno, la representatividad de la mujer, no solo por su experiencia y prestigio, adquiere un sentido valorativo como uno de los pilares del ejercicio ritual. Gran parte de sus criterios están basados en sus experiencias de vida. Cua do se afi a: o t aigo i sa to desde ue i e al u do, i sa to, el ue e a a da a í, a o lo t aigo … a esos de po ahí, sa to inventao si , les lla o o , E. Cla el, e t e ista a B. Maldo ado, de ju io de o ue a uí el sa to se «asienta» desde de pequeño, anteriormente se usaba un taburete de palma donde el niño era ubicado y se le asentaba en la a eza el sa to, a ello se le de o i a a «sa to la ao», de « a igua» o «pa ao» o, desde ot o ángulo, al ser la tradición un factor que relativiza la práctica religiosa: Yo no tengo santo coronado, lo mío es de tradición. Todo aquí es trascendencia de familia, mi abuelo murió con 120 años, campesino, dueño del fundamento y quien lo heredó fue mi padre. Hay que cumplir con ellos. Yo no consulto, aquí han venido mucha gente, yo no tengo ese poder. Yo no consulto sin tener ese poder (F. Rodríguez, entrevista personal, 4 de diciembre de 2013). Por otra parte, una practicante de la santería desde 1971, ratifica lo anterior al exponer que su inicio vino solo, con un asiento de cabeza con Yemayá Olokum, ya que mi mamá me vio muy desajustada, pero lo mío es natural (J. Arozarena, entrevista personal, 4 de diciembre de 2013). Su convicción, en apariencias de una ingenuidad primitivista, permite delinear determinados rasgos de un proceso religioso que se bifurca, entre el ajuste a los principios básicos establecidos y su banalización, regularidad que demuestra el impacto, cada vez más efectivo, de las culturas locales en las actuales coordenadas globalizantes. Uno de sus efectos se expresa en el desplazamiento de los practicantes hacia entornos sociales más atrayentes (como la capital del país), lo que revela un fenómeno de erosión cultural con impacto local ante lo abrupto de los cambios socioeconómicos producidos, entre ellos, y en primer orden, la repentina demolición del central, condujo a la inexistencia de Ifá en Orozco, ya que los sacerdotes de aquí han emigrado hacia La Habana (M. Concepción, entrevista personal, 26 de junio de 2013) aunque, y es pertinente pensarlo, por razones de índole ritual. Así, los integrantes del grupo portador Magino Arará, principalmente los miembros de las familias Gómez y Sandoval, residentes en Harlem, al igual que sus similares provenientes de la capital, los 4 de diciembre, se t aslade a Gua aja , do de tie de a ee o t a se du a te las ele a io es a Babalú-ayé , F. Collado, entrevista personal, 7 de mayo de 2018) al igual que los 17 de diciembre, o en los 31, en las fiestas de comidas a los orichas de devoción, todo ello como alternativa solidaria encaminada a sortear su eclipsamiento; actividades identitarias que continúan conformado rasgos distintivos de una fisonomía familiar. Pero ello no significa la tácita ausencia de la santería en Bahía Honda, aun cuando los criterios científicos sobre el tema ubiquen sus nodos en La Habana y Matanzas. Lo expresado por Maurilio forma parte de una visión particular sobre determinados procesos culturales en los que la movilidad social comprende el debilitamiento del sentido de pertenencia que, en las Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 173 circunstancias concretas de transnacionalización de las religiones de origen africano, demeritan su capital simbólico, uno de los desafíos de la identidad, manifiestos en la vida cotidiana, en este caso, un fenómeno de desterritorialización física y espiritual, en tanto los sacerdotes de Ifá, cuyas posibilidades económicas y jerárquicas les permiten fijar su residencia en otras zonas del país, con mayores atractivos y potencialidades para el ejercicio de su práctica y que, en el caso concreto del Pablo de la Torriente Brau, estimula, entre otras causas, la migración de sujetos portadores hacia el interior o el exterior del país, cuestión que reduce el nivel y calidad de vida de la población. Así se trasluce la incorporación, cada vez mayor, al universo religioso popular, según lo expuesto por Jorge Ramírez Calzadilla, del componente práctico-valorativo de lo santero, sin que signifique una supuesta yorubización, o retroceso al pasado africano, cuando realmente significa la continuidad innovadora de este legado abierto a nuevas influencias internas y externas como un sistema dinámico, algo que Rolando Zamora apreció en la relación identidad cultural y transculturación. Sin resultar un opuesto a la movilidad que caracteriza al universo santero en Bahía Honda, la familia religiosa extendida permanece como el núcleo duro de preservación de la tradición. Las reuniones de santo, las fiestas de comidas de todos los santos, denominadas bembés, actividades religiosas en su integración dentro de un universo transcultural, contienen su base en linajes rituales y consanguíneos, tal como se expresa en los Gómez y Sandoval. Un proceso similar, con sus características específicas, ocurre en las Reglas de Palo Monte que, en Bahía Honda, sincretizadas con la arará y el espiritismo, poseen una tradición religiosa de matriz familiar que se extiende, en lo fundamental, en su vertiente Mayombe y que descansa en su componente esencial: la nganga. Las Reglas de Palo Monte Al identificar, además del Mayombe, como las variantes existentes dentro del Palo Monte, la Briyumba y Kimbisa (Fuentes, Schwegler 2005) las que, fuera de cualquier otra añadidura, poseen como atributos básicos la nganga, las creencias en entidades espirituales; las ceremonias de iniciación y rituales; los toques, bailes y cantos; los sacrificios de animales; las ofrendas de comidas y bebidas; el cuarto de fundamento (munanso vela), y la creencia en el Supremo Hacedor, Sambia Empungo, las cuales incluyen al padrino (tata nganga) y a la madrina (ngudi nganga), representantes claves. Sus raíces están asociadas al antecedente bantú, cuya actividad ritual, en el occidente cubano, se erigió sobre antiguas ngangas. Además de las abordadas en el capítulo anterior, la Bejuco Nfinda, surgida en Guanajay, bajo la égida de Mario Cuesta Laza durante el siglo XX, llegó, incluso, hasta la ciudad de Pinar del Río en la década del 50, lo que convierte al occidente cubano en uno de los epi e t os de la a ia te a o e a, si ila a la de Matanzas. Saca empeño y Bejuco Nfinda, so pote ias ele a tes, esta últi a i i iada po Ma io Cuesta, pad i o de Ped o Leal M. Concepción, entrevista personal, 26 de junio de 2013). Pero los procesos de cambio han provocado transformaciones significativas que abarcan, incluso, el culto a los espíritus y a los antepasados, siempre ganguleros de reconocida estimación, a quienes se le concede una «canonización informal», al rango de «mpungu criollo», que contempla los sacrificios y toques en su honor; una de las dimensiones donde el Mayombe prevalece como la más ortodoxa de las reglas de la palería. 174 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) En Bahía Honda, la mixtura religiosa conduce a la integración del Palo Monte con los credos y prácticas santeras y espiritistas, en los que es común apreciar ngangas de nombre arará, Amañó, propiedad de Domingo Rivera Sandoval; y otras, como Lucero Mundo y Ceiba Mocha, fusionadas en el kikongo, entre ellas: Tata Perico y Ceiba Ngundu, con diferencias en los materiales para la elaboración: unos con recipientes de cocos, otras en los rituales de iniciación y toques característicos ejecutados durante la celebración de las festividades religiosas. La diversidad de deidades se caracteriza por su sincretismo y microlocalización. Algunas de ellas denominadas de periferia (Guerra, Schwegler et al., 2005), o entidades locales (Figarola 2012), aunque constituyen en lo conceptual miradas diferentes, no solo están restringidas a un reducido espacio geográfico, sino que expresan una forma particular de asumir el credo o la práctica ritual, características del Palo Monte. El culto a Oggún, junto al de Changó, es uno de los de mayor difusión en Bahía Honda, pues cuenta, entre sus pilares, a Pedro Leal (Peyo), ngangulero perteneciente a los Batalla Saca empeño con la jerarquía reconocida gracias al concurso de su hermana Regla Leal, santera devota de Changó, a quien Peyo recurre para propiciar la asistencia espiritual a la que el palero no puede o no alcanza ofrecer en un momento determinado, alianza que refuerza, en gran medida, la interacción de la santería y de la palería, entre miembros de una familia, además de lo inclusivo que propicia al consolidar el rol desempeñado por la mujer en el acto ritual, sujeta a determinadas prohibiciones, tal y como ocurre dentro del Mayombe. Otra de sus aristas consiste en la armónica ilación con los ritos iniciáticos asumidos por la santería del Palo Mo te, do de se o te pla los a a ie tos o as a illa ue, ju to al asie to de cabeza, revelan lo participativo e incluyente del universo religioso africano. E las asas de fu da e to, au ue el alta del sa to el de los o gos, ue o puede t a aja se al is o tie po , está po sepa ado, la ep ese ta ió e eso de “a ta Bá a a, o e tela de Ma ‘ufi a la do to a, la ue se iste de blanco, puesto que resuelve muchos p o le as de salud , J. A oza e a, e t e ista pe so al, de di ie e de apo a la fu ió predictivo-interpretativa que, a partir de los chamalongos, atesora el valor de esta fusión, sustentado en su efecto funcional, encaminado a las soluciones de las necesidades vitales del creyente. Si se visita la casa de la santera Juana Martha Illa Arozarena, en la comunidad Pablo de la Torriente Brau, podrá constatarse tal práctica adivinatoria. La misma consiste en un juego de cuatro o cinco chapillas (lascas de coco) o siete u ocho caracoles, con un lado cóncavo y otro convexo para que, al ser lanzadas y al caer de una forma u otra, presenten una letra o signo específico en relación con el solicitante del servicio oracular y cuya traducción regula la actitud a ejercer para solucionar una urgencia existencial. Del kikongo (Xiia, espíritu, Longo o Loango, lugar de África donde surge este culto), según (Bolívar, 1995), o (cha, pequeño tratado, malongo, enseñanza, doctrina, lección). Los chamalongos expresan no una variante palera, sino un tratado común a todas las reglas (Fuentes, Schwegler et al., 2005) cuya extensión a la santería revela el carácter basal de la función predictivointerpretativa, praxis ritual común a las religiones de sustrato africano, y que funciona a la vez como regulador de la vida terrenal, sostén de la identidad individual y colectiva de los sujetos que orientan su quehacer cotidiano de acuerdo a los significados simbólicos que encierra. Ello, por Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 175 supuesto, no excluye el apelar a otros medios proféticos que garantizan la efectividad de la función predictiva. La posesión religiosa, la mpaka nmensu (el tarro o cuerno, colmado de sustancias mágicas y por cuya cavidad se avizora el futuro mediante un espejo), envueltos en un velo místico, propician traducir los mundos personales tan complejos y contradictorios de la existencia humana y que también, por mediación de la nganga, contribuyen al sentido de pertenencia mediante la relación trascedente que esta última condiciona. La tradución del kikongo de la palabra nga (yo) nga (yo), más que la metáfora sobre la existencia de una dualidad antropológica que expresa el desdoblamiento del sujeto religioso en su condición física y espiritual, es la concreción de la identidad del sujeto hablante (Figarola et al., 2012). El autor del presente artículo, aprecia, más allá de una desacertada traducción de los remanentes de esta lengua, una conexión entre el ngangulero y el muerto que en ella reside, eje de la energía vital que existe en toda la materia, expresión de un referente que al convertirse en su alter, estructura la identidad palera sobre la base de un ente situado en un plano personificado de lo simbólico. El pacto funcional entre el vivo y el muerto, aporte de las religiones de antecedente africano a la cultura popular tradicional, en particular, de la palería cubana, consiste en la dialéctica que a través de un proceso de comunicación sagrada, sobrenatural, trascedente, transforma al palo monte en un hecho individual que entre el gangulero y su «muerto», se realiza en un espacio particular de culto, la casa fundamento, una residencia donde se ejerce ajustado a la tradición familiar y religiosa, una forma de construir su realidad. Similar a la santería, los fenómenos de culturización que afectan a las Reglas de Palo Monte donde resaltan la creciente deslegitimación de los nganguleros, los conflictos entre diversos espacios sagrados basados en su mayor o menor ancestralidad, el número de ahijados que poseen y de clientes que demandan sus servicios, revela un hecho social que genera nuevas formas identitarias entre las que sobresale la capacidad de reutilizar, en su dimensión valorativa, mecanismos de resistencia ante fenómenos de erosión cultural. La crisis espiritual que atraviesa la comunidad Pablo de la Torriente ante el debilitamiento del sentido de identificación, con algunos referentes en: las elevaciones del Cuzco, la bahía homónima, el pasado remoto del pueblo, sus plantaciones de azúcar, las familias y personalidades de la ultu a lo al, e fi , el p o eso su jeti o ue ge e a u se tido de pe te e ia ie to g ado de lealtad Gi é ez, 94) contiene el valor potencial de su desplazamiento a otros como los presentes en el credo y práctica del Palo Monte, similar a las que la nganga recibe en cada acto ritual. De esta forma, Bahía Honda, en la conciencia y actuación colectiva de sus habitantes, con un nuevo sentido metafórico, ha devenido en la expresión local de la gran nganga cubana, en cuya integración con las demás manifestaciones religiosas, recibe nuevos ingredientes que le aportan energías sobrenaturales, tan originarias como las provenientes de una de sus más valiosas herencias: la arará. 176 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) La Regla Arará. Variante Magino Las investigaciones recientes sobre la herencia cultural arará en el occidente de Cuba, se o e t a ha ia las lo alidades de Jo ella os, Pe i o Ag a o te, de la p o i ia de Mata zas (Rodríguez, 2006). Sobre Bahía Honda existen algunas referencias relacionadas con los ararás de la comunidad Harlem y el grupo portador 1802, del Pablo de la Torriente Brau, proyecto que estimuló algunos trabajos sobre el tema en las décadas del 80 y el 90 del siglo pasado. La religiosidad de antecedente arará en Bahía Honda consiste en la variante magino en comparación con las restantes conocidas en Cuba (Dahomey y Sabalú), sincretizada con la santería y con la incorporación de significativos aportes de matriz bantú. Con respecto a Matanzas existen notables semejanzas, dentro de ellas la existencia de la familia religiosa como núcleo trasmisor y preservador de sus prácticas por generaciones, tal y como ocurre con los Baró en Jovellanos y los Zulueta en Perico, con sus similares en Bahía Honda a través de los Sandoval y los Gómez, en Harlem; o diferencias expresadas en la preservación de cabildos como el Arará «Espiritu Santo» y el Magino, no así en la localidad de referencia, donde este rol lo ha desempeñado la casa templo o la de fundamento. Estas y otras características relacionadas con el ámbito religioso, músico-danzario u organológico expresan, comparativamente, los rasgos que identifican la presencia arará en Matanzas y Bahía Honda, lo que permite apreciar los específicos de cada territorio. El ámbito ritual constituye el área fundamental de conservación de sus caracteres étnicos y unidad cultural en torno a determinados cultos a deidades, en las que se aprecian remanentes lingüísticos de origen fon. El culto a Ajorú (el Babalú ayé mayor), es similar al existente en la provincia de Matanzas bajo el nombre de Asojano, el que se le nombra como Ojundegara o Alua, en el caso de los Baró. Magino, junto a Jimagua, Oggún Bankea, Centella, Lucero Mundo, Amañó, y Cuaviloro, constituyen santos locales de Bahía Honda, todos entrecruzados con el palo y la santería, tal y como se evidencia en las «reuniones o juegos de santos», una de las actividades que, desde principios del siglo XX, eran organizadas y regentadas por Arturo Gómez junto a sus caballos u omo orichas, en las que se invocaban a estas deidades con el propósito de predecir la ocurrencia de huracanes o enfermedades y la obtención del favor o petición que provocase una buena cosecha al propiciar las lluvias, lo que revela la reminiscencia de cultos agrarios en correspondencia con el entorno ecológico del sujeto practicante, lugar donde el elemento hídrico es predominante y cuyos procedimientos ceremoniales se ejecutan mediante procesiones religiosas hacia este medio natural. Logondo, vinculado con Yemayá (Virgen de Regla) y Ochún (Virgen de la Caridad del Cobre), se relaciona con la procesión de La Laguna, presente en los cantos donde la concepción sobre el bien y el mal es predominante, basado en un referente climático o de índole vital, ya sea en la oposición lluvia-sequía, salud-enfermedad, vida-muerte. La deidad Akaró se relaciona con la naturaleza sobre la base de un avatar marino deificado en Olokun, donde Olo figura la extensión del océano, lo profundo y desconocido, en cuya vastedad incorpora la idea sobre el fin de la existencia humana, representada en Akaró, y su antítesis en Somuggaggá (Somu, pechos, mama, senos; ggaggá, grande, inmensa), expresión del órgano Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 177 femenino que nutre y favorece la vida. El culto local, por el influjo bantú, lo representa al modo de una entidad que se materializa en una nganga, equiparada con este nombre, indicador de la creencia en los muertos, presente en actos de posesión en la Santería y el Palo Monte, objeto de respeto y obediencia. Al ser Magino u sa to pa ti ula de A tu o Gó ez» Akaró … , que no le daba a todo el u do, a a asi adie a uí le aja ese sa to E. Cla el, e t e ista pe so al, de a il de , ofrecen el desplazamiento de estas actividades a la memoria histórica cuya renovación ocurre cuando brotan posibilidades para su recuperación en nuevos procesos identitarios. Uno de ellos consiste en cómo Akaró, de santo exclusivo entre un reducido número de hombres, todos inexistentes físicamente, en la actualidad se reencarna, singularmente, en una mujer: Isabel Urquiola Crespo, regente de una casa de fundamento de Palo Monte. Al referirse a esta renovación, Alfonso Urquiola, reconocida personalidad del deporte y de la cultura vueltabajera, expone una perspectiva en que, aun con la presencia de la mujer, la preservación y afianzamiento místico de esta entidad, no se reduce al olvido, cuando expresa: Akaró tiene una fortaleza tremenda, a veces se echa un hombre encima, su característica principal es ser un santo muy fuerte. Yo no soy fanático a eso, yo toco en bembés, toco campana. Cuando veo un santo montado yo lo que hago es tocarlo pero no me arrimo mucho a ellos a no ser que él me llame, pero ese santo, Akaró, siempre me llama. Cada vez que me toca yo tengo que ponerme otra muda ropa (A. Urquiola, entrevista personal, 11 de septiembre de 2015). La creación de un grupo portador que asume como identificador cultural la deidad Magino y de un proyecto sociocultural denominado Akaró-Wailero, expresan la resignificación de lo ritual en lo individual y grupal. La cooperación y unidad que propicia la persistencia de la tradición religiosa se advierte al implicar sujetos en diversos grupos de edades durante la ejecución de las ceremonias rituales magino; entre ellos, los pertenecientes a edades tempranas, ejecutan, en la denominada de La Laguna, en Co ojal, a io es ua do: se a da a a ue se a ie a u pozo o u hue o e la tie a, se po ía los niños delante y los mayores detrás, cada uno con un cubo, una lata, un jarro, y según se echaba esa agua , o ua do pa a e ita los i lo es du a te las p o esio es se e p e día a i o ha ia la a , los a ue os dela te, los iños det ás después los a o es Y. A osta, e t e ista personal, 2 de abril de 2013) lo que reproduce por imitación el aprendizaje de la tradición religiosa asegurando la comunidad de intereses en torno a sus prácticas. El carácter social del hecho religioso arará, por su integración con las religiones presentes en Bahía Honda, contribuye a la cualidad nueva que manifiesta el credo, actividad y su organización, cuando concurren en ella formas diversas de ejercerlo. La iniciación en Oyá, y su fortalecimiento con Centella, en la misma casa-templo, de la que fue objeto Emelina Clavel, revela el avance de este proceso de sincretización, reflejado en la multiplicidad de entidades locales que intervienen en la Santería: Mamaíta oba, Logondo, Yare yare, Don fole, Siete años, Godopan, Pajarito volandero, Guiriño, Minajo, Centella, Culebra rayo, Baloggún, Changocito, Aggalari, Máximo guelele, Purita, Malegua, Oya de lanza, Oya gule, Oya la llimbe, Oya lari, 178 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) Oya dey ggalodde, Meddenu, Perengin, Ajulli, Mocofio, Chango, Cevarrayo, Cuatro viento, Ceiba gondo, Batalla, Joseito taite (Y. Acosta, et al.). Desprendidas de las principales, Babalú Ayé, Changó, Oyá y Oggún, expresan la diversidad de componentes que concurren desde otras procedencias cuya amalgama contiene formas particulares de concebir este universo sincrético, entre otras, que los maginos sostengan que Akaró se fusione con Oggún, presto a nuevas influencias como las provenientes del espiritismo, cuestión que conduce a su identificación como cruzado o «cruzao». El Espiritismo cruzado En Cuba se practica una versión del espiritismo que, procedente de Europa y los Estados Unidos, surge en la región oriental a finales del siglo XIX, extendiéndose por resto del país durante el siglo XX. Entre los factores que han promovido su popularidad, se encuentran: su adaptabilidad, sincretismo, descompromiso con esquemas religiosos complejos, su no institucionalidad, la afinidad grupal que posibilita el desarrollo heterogéneo de la práctica y la ayuda mutua, más allá de las fronteras del grupo (I. Hogde, entrevista personal, 6 de marzo de 2003). Sus variantes reconocidas se diferencian en cantidad, según el criterio de los distintos autores. La propia Ileana Hogde considera la existencia de tres variantes del espiritismo: el kardeciano, el de cordón y el cruzado. Se añade la de caridad, la muertera y de sanación (Lloga, 2013) características que al ser intrínsecas de la tradición espirita no indican una u otra variante específica al responder al modelo de conducta social del o de la practicante de la religión. La diversidad de perfiles existentes se ajusta a las peculiaridades locales de su expansión por el resto del país. En el occidente, la influencia de la santería ha dado lugar a un proceso de asimilación de componentes de la Regla de Ocha, mixtura que en Bahía Honda es matizada con las Reglas de Palo Monte, cuestión que conduce a la denominación popular de la variante cruzada que, oriunda de Santiago de Cuba, refleja los límites imprecisos que la caracterizan. La amalgama de ideas y prácticas que caracterizan a esta variante afectan, incluso, a los principios centrales del credo. Alrededor de la idea sobre el alma se yergue un cuerpo de argumentos sobre el nexo existente y el lugar protagónico que ocupan en el espacio sagrado el espíritu, el muerto y el santo, relación que regula el ejercicio ritual. Practicantes consultados afirman que: Aquí se cruza mucho el santo con el espíritu, hay personas que trabajan más el santo que el muerto, pero en sí tienen el muerto, pero no lo trabajan. A veces el santo se aparta para que entre el muerto al igual que el muerto lo hace con el santo, son cruces. Donde no hay espíritu no hay santo y donde no hay santo, no hay espíritu (F. Collado, entrevista personal, 1 de abril de 2013). El cruce funciona por igual en la representatividad social de los practicantes, donde la dualidad santero-espiritista y palero-espiritista se aprecia en la preeminencia de la mujer religiosa. Las portadoras Antonia Duarte y Juana, de la Loma de los Cocos, cuyo principio de caridad las o du ía a o o a a adie po sus sesio es espi ituales D. Go zález, e t e ista pe so al, de abril de 2013), reafirman la idea de la indulgencia y la compasión por el otro como modelo regulador y orientador de la conducta, mediante formas individuales de objetivarlo. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 179 En la santiguación, el pase de la mano y la curación, sobre la base de los conocimientos y la experiencia adquirida en el seno familiar y social; en actos como la sanación —ejecutados por las denominadas «curanderas»—, con diferencias singulares en la forma de elaborar la bóveda espiritual, el prestigio de la mujer se ha consolidado al constituir un arquetipo de ayuda espiritual, eafi ado e Laudeli a Valido, a uie lla a a «La de los Ma gos» o la de «Las Ma os P odigiosas», a uie e u ía u ha ge te de todas pa tes D. Go zález, et al.), lo cual evidencia las posibilidades que para la inclusión social ofrece el espiritismo en comparación con otras expresiones religiosas, además de implicar una participación colectiva donde, incluso, el no practicante puede experimentar momentos relevantes de la sesión espiritual. La comunidad del central Harlem se distingue por la presencia de practicantes y lugares de culto individuales, junto a los santeros y paleros que, en gran medida, ejercen la actividad espirita dispersos por toda Bahía Honda, localidad donde se advierten, además, rasgos de otras variantes del cordón espiritual. El empleo de la cascarilla, la miel de abeja, las plantas, junto a las imágenes de los santos católicos, incluso del fuego para apartar algún «espíritu rebelde», son elementos frecuentes que, desde la santería, la palería y el ritual católico asisten al espiritismo. CONCLUSIONES Las creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda, expresan la continuidad de un legado que se preserva en cuatro manifestaciones privilegiadas que se entrecruzadas, en una interacción entre la cultura popular tradicional y la identidad cultural local, como un resultado nuevo cuya cualidad mayor se percibe en su profundo sentido simbólico, expresado en la conducta de los sujetos practicantes portadores de la cultura y en las formas particulares individuales y colectivas de apropiación de esta herencia con la relevancia de aquellas que resultan significativas por su valor funcional para la satisfacción de sus necesidades. La cualidad de resultar un fenómeno vivo de cultura, revela el proceso natural en que algunas de estas actividades se extinguen, preservan y revitalizan, en un continuo proceso de asimilación, negación y renovación, donde sujetos, objetos y lugares de memoria como la familia de los Gómez, la campana del ingenio La Luisa, o las ruinas del central Orozco, son expresiones que revelan el significado de este legado y su vigencia en las actuales y futuras generaciones de esta localidad. Mini glosario Akaró: Deidad de origen arará relacionada con la muerte representada por una máscara que representa el fundamento de Olokún. En Bahía Honda se sincretiza con Oggún en santería y con San Bartolomé en el catolicismo. La investigadora Natalia Bolívar sostiene su sincretismo en el catolicismo con San Rosendo, santo patrón de la ciudad de Pinar del Río, criterio no compartido por los autores por relacionarse con dos localidades con características físico-geográficas e histórico-culturales diferentes. Bajar el santo: Acto posesivo de carácter simbólico-ritual protagonizado por un creyente que transcurre en la Santería como en Palo Monte Mayombe por parte del santo, deidad o entidad religiosa objeto de culto por parte de un individuo o colectividad de practicantes. 180 | Silfredo Rodríguez-Basso; Ana Bertha Ferrer-Rodríguez y Maurilio Concepción-Domínguez · Creencias y prácticas religiosas de antecedente africano presentes en Bahía Honda (Pinar del Río) Nganga: Receptáculo mágico, componente fundamental de las Reglas de Palo Monte. Caldero en el que se depositan materiales orgánicos de origen vegetal y animal incluido resto humanos. Nganguleros: Practicante de la religión de Palo Monte, recibe esta denominación por ser el propietario de la nganga. Reuniones de santo: Ceremonia ritual conformada por los caballos de santos en la santería. Caballo de santo: Practicante que ejerce la función de médium del oricha o deidad de devoción en la santería durante el acto de poseso. Vinakho: Deidad arará-magino que representa las más reconocidas por este grupo (no se dispone aún de información sobre su representatividad religiosa). LITERATURA CITADA Bolívar, N. (1995). Las distintas manifestaciones de Palo Monte en Cuba, Revista Anales del Caribe, 14-15. Fidelzait, S. y De la Riva, J. P. (1987). San José de Sumidero. Demografía social del campo cubano. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales. Fuentes, J. y Schwegler, A. (2005). Lenguas y ritos de Palo Monte Mayombe. La Habana: Editorial Iberoamericana Vervuert. Giménez, G. (1994). Apuntes para una teoría de la región y de la identidad regional, Estudios sobre las Culturas Contemporáneas, 018 (6), 165-173. James, J. (2012). Cuba, la gran nganga. Algunas prácticas de la brujería. Ciudad de La Habana. Cuba: Editorial José Martí. Lloga, C A. (2003). Cultura popular tradicional, religión y cubanía. Una mirada al relato antropológico cubano desde la Casa del Caribe, Tesis en opción al título de Doctor en Ciencias Históricas, Universidad de La Habana. Ramírez, J. (2003). Cultura y reavivamiento religioso en Cuba, Revista Temas, (35), 31- 43. Rauhut, C. (2013). La transnacionalización de la santería y su renegociación en Cuba, Revista Temas, (76), 46- 54. Rodríguez, R. (2006). Chinos y negros en el ajiaco cultural cubano, Arte et littérature d´Amerique Latine, 1-7. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 181 Síntesis curricular Silfredo Rodríguez Basso Doctor en Ciencias sobre el Arte por la Universidad de las Artes de La Habana. Profesor Auxiliar de la Universidad de Pinar del Río. Sus líneas de investigación son: Proyecto de gestión del patrimonio vivo y la identidad cultural de la ciudad de Pinar del Río para el desarrollo local y sobre la Historia Regional y Local. Miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba y de la Sociedad Cubana de Antropología Biológica. Correo electrónico: antropol@upr.edu.cu Ana Bertha Ferrer Rodríguez Licenciada en Historia por el Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Rio. Profesora Asistente de la Universidad de Artemisa. Sus líneas de investigación son: Historia local y religiones populares de antecedente africano. Miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba. Maurilio Concepción Domínguez Licenciado en Historia por el Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Rio. Profesor Asistente de la Universidad de Artemisa. Sus líneas de investigación son: Historia local y religiones populares de antecedente africano. Coordina el proyecto sociocultural Akaró-Wailero. Miembro de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba. 182 | RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 183-195 MICROEMPRESAS Y CAPITAL HUMANO: UN ANÁLISIS PARA MÉXICO MICROENTERPRISES AND HUMAN CAPITAL: AN ANALYSIS FOR MEXICO Claudia Sáenz-Vota1 y Adanelly Ávila-Arce2 1 Maestra en Eco o ía E p esa ial. P ofeso a de Tie po Co pleto Titula B ads ita a la Fa ultad de E o o ía I te a io al. Co eo electrónico: saenzvota@gmail.com. 2Doctora en Ciencias Económicas. Profesora Investigadora de Tie po Co pleto Titula B ads ita a la Facultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Correo electrónico: adanelly.avila@yahoo.com.mx RESUMEN El concepto de capital humano es definido como el conjunto de habilidades, conocimientos, experiencias, valores que se acumulan a través de la inversión en la educación dando lugar al crecimiento económico de la empresa, al progreso social de los trabajadores, a que la tasa de rendimiento de dicha inversión sea positiva y que la distribución del ingreso sea más igualitaria. La inversión de capital humano y su relación con el nivel de ingresos y la productividad es importante para promover políticas de mejora, fundamentadas en el análisis y dónde los resultados conlleven a la eficiencia del sistema educativo, a la optimización de los ingresos percibidos, a la disminución de la pobreza y a que las Microempresas desarrollen niveles eficientes de productividad para sobrevivir en un mundo globalizado y cambiante en aspectos culturales, económicos, sociales y tecnológicos. Clasificación JEL: I21, J31, J24, D21. Palabras clave: capital humano, rentabilidad, microempresas. SUMMARY The concept of human capital, is defined as the set of abilities, knowledge, experiences, values, which accumulate through the investment in education giving place to the economic growth of the enterprise, to the social progress of the workers, and to the rate of performance in such investment to be positive and so the distribution of the income be more equal. The investment in the human capital and its relation with the level of incomes and the productivity is important to promote the improvement of policies, substantiated in the analysis and where the results involve the efficiency of the educational system, the optimization of the incomes perceived, to the microenterprises to develop efficient levels of productivity to survive in this globalized and changing world in the cultural, economic, social and technological aspects. JEL Classification: I21, J31, J24, D21. Key words: human capital, profitability, microenterprises. INTRODUCCIÓN En los últimos años se ha determinado que para aumentar el nivel de vida, la educación es uno de los caminos, suponiendo que mientras mayor nivel educativo se tenga, se generarán productos y servicios de mayor valor en el mercado y como consecuencia se recibirá un mayor nivel salarial. La educación es una forma de inversión mediante la cual se espera que se incremente la productividad de los individuos (Rojas, Angulo y Velázquez, 2000). Esta inversión es un determinante en el crecimiento y en la competitividad a largo plazo. El mejoramiento de las habilidades en el capital humano y como consecuencia, en la competitividad permite que el individuo se inserte más fácilmente en el proceso productivo, aumentar su rendimiento, tener mejores empleos y por ende mejores salarios (Urciaga y Almendarez, 2008). Recibido: 21 de octubre de 2015. Aceptado: 19 de febrero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 183-195. 183 184 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México En el mismo sentido la escolaridad, es el proceso de enseñanza dentro de las escuelas como formadoras, preparadoras o entrenadoras de capital, mientras que la empresa es productora de bienes. Mencionado por Mungaray y Ramírez, en 1975 Becker establece que para tener el dominio en ciertas habilidades se requiere la experiencia laboral y los estudios escolares, como complemento, por lo que estos aprendizajes deben adquirirse parte en la escuela y parte en el trabajo (Mungaray y Ramírez, 2007). A través de los diversos estudios realizados y plasmados en la literatura económica, se ha establecido que el capital humano que está formado por medio de la inversión en educación formal, aporta mayor productividad y generación de valor para la empresa, mejores aptitudes de la fuerza de trabajo y por lo tanto mejores ingresos así como mayor permanencia y competitividad en el campo laboral a largo plazo. La inversión educativa se refleja en el mercado laboral de dos maneras. Primero, la escuela es el medio para desarrollar habilidades. Las empresas están dispuestas a pagar más a aquellos candidatos que generan mayor valor para sus operaciones (Rodríguez, 2012). Segundo, el grado educativo es una señal de mercado, es decir, una pista que las empresas usan para formarse una idea acerca del potencial de los candidatos (Estrada, 2011). En México, un profesionista gana alrededor de 75% más que una persona con estudios de nivel preparatoria (Estrada, 2011). Así pues, la expectativa de mayores ingresos está relacionada con el grado de preparación que posee la población. Una mayor especialización en los conocimientos y habilidades se refleja en una mayor remuneración en el ámbito laboral (Laez y Jiménez, 2011). Aunque en México existen oportunidades de trabajo para los profesionistas, les falta valor agregado por lo que optan por empleos no calificados ya que es verdaderamente difícil cubrir el perfil requerido (Rodríguez, 2012). A pesar de lo anterior, Ordaz (2007) menciona a autores como Kane y Rouse quienes en el año 1993 identifican que un individuo por cada año adicional de la Universidad, gana un 5% más que alguien que completó el bachillerato. Dichos resultados son consistentes con la investigación de Rojas et al., (2000) quienes concluyen que mientras una persona tenga mayores grados de educación, su ingreso salarial aumenta y un universitario graduado recibe 78% más de salario al de una persona sin estudios. En la actualidad es común observar que existen profesionistas que desempeñan cargos que no están relacionados con sus estudios y vacantes que no son cubiertas por no cubrir el perfil requerido, ya sea por falta de experiencia o por falta de habilidades específicas. Es por ello que a través de este estudio se pretende analizar si en los últimos años un individuo podría verse tentando a no proseguir sus estudios e incorporarse al mercado laboral dentro de las pequeñas y medianas empresas. Debido a lo anterior, entre los principales objetivos de la investigación se encuentran determinar si el nivel de estudios de los empresarios es un factor indispensable para la obtención de mayores ingresos y estabilidad de las Microempresas en México, y además identificar la relación entre el nivel de educación y el valor de la Microempresa en México. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 185 Por otra parte la hipótesis que sustenta la investigación consiste en que el capital humano formado a partir de la inversión en educación formal, se asocia directamente con mejores ingresos dentro la microempresa en México y favorece su valor en el mercado laboral de la misma. La estructura de la presente investigación está conformada por un segundo apartado donde se analiza estadísticamente la relación que existe entre el capital humano y las empresas en México. El tercer apartado hace una revisión de la literatura relacionada con el capital humano y dichas unidades económicas. Posteriormente se describe el enfoque metodológico y el modelo utilizado. Finalmente se presenta en el quinto y sexto apartado que incluye los resultados y las conclusiones de la investigación. Análisis descriptivo del capital humano y las empresas en México El capital humano en los últimos años ha sido de gran relevancia, pasando de ser un criterio utilizado para explicar los diferentes niveles de salarios entre las diferentes clases de trabajadores a ser un concepto con una identidad en la ciencia económica (Falgueras, 2008), por lo que en la actualidad las universidades están haciendo vinculación con las empresas para conocer e identificar la demanda de habilidades y conocimientos que deben poseer los egresados, y minimizar la brecha existente entre el nivel de conocimientos y el nivel de ingreso salarial, y como consecuencia lograr la adecuada inserción de los profesionistas, cubrir las expectativas del empleador y llevar a un progreso económico y social. En México, de acuerdo con Mungaray et al., (2007) el sector empresarial se divide en cuatro grandes grupos con base al número de empleados y sector de actividad económica donde operan según la clasificación Oficial. Estos grupos están constituidos en micro, pequeñas, medianas y grandes empresas, tal como se ilustra en Cuadro 1. Cuadro 1.- Clasificación de las Empresas en México (con base en el Diario Oficial de la Federación (2002) Sector Tamaño Clasificación según el número de empleados Industria Comercio Servicios Micro De 0 a 10 De 0 a 10 De 0 a 10 Pequeña De 11 a 50 De 11 a 30 De 11 a 50 Mediana De 51 a 250 De 31 a 100 De 51 a 100 Grandes Más de 250 Más de 100 Más de 100 Por otra parte, la desigualdad de los salarios es una realidad comprobada que acompaña a la caída de los ingresos salariales a los miembros más pobres y menos educados de la sociedad (Urciaga et al., 2008). El grueso de los trabajadores recibe salarios bajos. Estas diferencias se relacionan directamente con el nivel educativo, como se puede observar en el Cuadro 2 en donde los profesionistas, trabajadores de la educación y funcionarios y directivos de los sectores público, privado y social reciben los salarios por hora más altos, quienes son los que poseen mayor nivel educativo en comparación con las demás ocupaciones. 186 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México Cuadro 2.- Ingreso por Hora trabajada de la Población Ocupada por Grupos (con base en INEGI, Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo. 2012) Profesionistas, técnicos y trabajadores del arte Trabajadores de la educación Funcionarios y directivos de los sectores público, privado y social Trabajadores en actividades agrícolas, ganaderas, silvícolas y de caza y pesca Trabajadores industriales, artesanos y ayudantes Conductores y ayudantes de conductores de maquinaria móvil y medios de transporte Oficinistas Comerciantes Trabajadores en servicios personales Trabajadores en servicios de protección y vigilancia y fuerzas armadas Otros trabajadores con ocupaciones insuficientemente especificadas Primer trimestre del 2013 ($) Primer trimestre del 2012 ($) Primer trimestre del 2011 ($) Primer trimestre del 2010 ($) 63.35 57 53.32 52.43 70.92 67.82 65.17 67.4 80.27 77.33 78.2 83.39 17.6 17.64 16.17 17.7 27.7 25.68 25.25 24.38 28.98 26.44 25.71 25.6 37.96 26.08 35.68 25.09 35.33 25.03 35.4 24.4 24.62 23.92 22.95 22.25 30.36 22.64 21.9 22.12 30.81 53.16 93.02 27.78 La Figura 1, señala que hasta el 2010, existe una relación directa entre el nivel de escolaridad y el ingreso percibido por persona; el no terminar nivel básico o medio superior representa una disminución en su ingreso promedio mensual, esta diferencia es más marcada si la persona no culmina sus estudios de licenciatura y existe una gran diferencia si la persona cuenta con estudios de posgrado ya que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH), esta diferencia es en promedio de $10,000.00 (Montes, 2013). Figura 1.- Ingreso Promedio Mensual y Nivel de Instrucción (Montes, 2013). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 187 En un estudio realizado por Urciaga et al., (2008) en donde captan cerca del 62 por ciento de la población del país, se hace notar que dependiendo del grado de estudios también se tienen diferencias salariales como se puede ver en el Cuadro 3, haciéndose notar que la diferencia entre el nivel posgrado y las personas sin instrucción es de más de 4 veces. Cuadro 3.- Salarios por hora según Nivel Educativo (con base en Urciaga et al., 2008) Nivel Educativo Pesos ($) Sin instrucción Primaria Secundaria Preparatoria Profesional Posgrado Promedio 32.11 40.52 48.34 56.42 96.47 144.45 69.81 Dentro de la división por zonas, existen diferencias salariales, siendo la zona centro quien más paga a aquellos profesionistas con mayor nivel educativo, en donde existe un mayor porcentaje de personas que poseen algún grado aprobado en estudios superiores, ya sea técnico superior, profesional, maestría o doctorado. Haciendo un análisis comparativo a nivel nacional, todas las Entidades Federativas a lo largo de los años han ido incrementando su nivel de instrucción por lo que al comparar los porcentajes de la población con 24 años y más, que tienen al menos un grado aprobado en estudios superiores, ya sea técnico superior, profesional, maestría o doctorado por entidad federativa se reitera que los dos estados con mayor porcentaje son, en primer lugar el Distrito Federal con un promedio de 22%, 25% y 30% para los años 2000, 2005 y 2010 respectivamente seguido de Nuevo León con un 17%, 19% y 24% de la población en los años mencionados respectivamente. Los estados de menor población con algún grado aprobado en estudios superiores son Oaxaca y Chiapas (2010) con 11% ambos, como se ilustra en el Cuadro 4. Cuadro 4.- Porcentaje de la Población con algún Grado de Estudios Superiores por Entidad Federativa (con base en INEGI. Censos de Población y Vivienda, 2000 y 2010. Actualización marzo 2011) Entidad federativa Estados Unidos Mexicanos Aguascalientes Baja California Baja California Sur Campeche Coahuila de Zaragoza Total (%) 2000 Hombres (%) Mujeres (%) Total (%) 2005 Hombres (%) Mujeres (%) Total (%) 2010 Hombres (%) Mujeres (%) 12 14.5 9.8 14.5 16.5 12.7 17.8 19 16.7 13.3 12.9 16.2 14.7 10.7 11.1 16.1 15.1 18.5 16.2 14 13.9 20.3 18.1 21.7 18.6 19 17.5 12.8 15.3 10.3 15.8 17.4 14.3 20.4 20.8 20 11.3 13.7 8.9 14.5 16.6 12.6 18.9 20.5 17.5 14.8 17.3 12.4 17 19.1 14.9 20.9 22.6 19.4 188 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México Cuadro 5.- Porcentaje de la Población con algún Grado de Estudios Superiores por Entidad Federativa (con base en INEGI. Censos de Población y Vivienda, 2000 y 2010. Actualización marzo 2011). Continuación Entidad federativa Colima Chiapas Chihuahua Distrito Federal Durango Guanajuato Guerrero Hidalgo Jalisco México Michoacán de Ocampo Morelos Nayarit Nuevo León Oaxaca Puebla Querétaro Quintana Roo San Luis Potos_ Sinaloa Sonora Tabasco Tamaulipas Tlaxcala Veracruz de Ignacio de la Llave Yucatán Zacatecas Total (%) 12.4 6.7 11.6 2000 Hombres (%) 15.1 8.5 13.4 Mujeres (%) 9.8 4.9 9.8 Total (%) 15.4 8.6 13.4 2005 Hombres (%) 17.6 10.4 15 Mujeres (%) 13.4 7 11.9 Total (%) 19.5 10.8 16.6 2010 Hombres (%) 20.5 12.3 17.6 Mujeres (%) 18.6 9.4 15.6 22.1 27.2 17.6 25.2 29.1 21.8 30.2 32.6 28.2 10.4 7.4 8.9 8 12.4 11.5 12.6 9.1 10.6 9.5 15.1 14.3 8.5 5.9 7.4 6.6 10 9 12.6 10 11.1 10.4 15.2 13.8 14.3 11.6 12.3 11.7 17.5 15.9 11 8.7 10.1 9.2 13.2 11.9 15.5 12.6 13.1 13.2 18.8 17.4 16.4 13.5 13.7 13.9 20.3 18.6 14.6 11.7 12.6 12.6 17.5 16.4 8.2 10.3 6.5 10.3 12.1 8.8 12.7 13.7 11.8 12.4 11 16.9 6.5 10.1 12.7 12 14.8 12.2 20.5 8 12 15.6 14.1 10.3 9.8 13.5 5.1 8.4 10.2 9.9 14.6 13.6 19.1 8.7 12.5 16.3 14.3 16.5 14.2 22 10.1 14 18.7 15.7 13 12.9 16.3 7.5 11.1 14.1 12.8 18.4 17.2 23.6 10.8 15.5 20.7 18.4 19.4 16.8 25.8 11.9 16.4 22.4 19.1 17.6 17.7 21.4 9.9 14.7 19.1 17.6 10.1 11.6 8.6 12.9 14.1 11.8 16.1 16.7 15.5 13.3 12.9 10.4 13.8 10 15.5 15.2 12.8 15.9 11.5 11.1 10.6 8.1 11.8 8.6 16.8 15.6 13.1 16.2 12.3 18.4 17.4 14.9 17.8 13.6 15.3 13.8 11.3 14.8 11.2 21.1 19.4 16.6 19 15.7 21.7 20.5 18 19.9 16.4 20.5 18.4 15.3 18.1 15.1 9.4 10.8 8 12.2 13.4 11.1 14.8 15.5 14.1 9.7 8 11.9 9.8 7.6 6.5 12 10.2 13.9 11.5 10.2 8.9 16.3 12.8 17.6 13.5 15 12.2 Finalmente Kantis, Postigo, Federico y Tamborini (2002) señalaron que las empresas son las principales protagonistas para el crecimiento y desarrollo económico de un país. La relación entre la educación y la creación de las mismas es positiva y tratándose de estudios relacionados con la tecnología, el nivel de educación es relativamente elevado. Así mismo menciona que estudios realizados para América Latina, revelaron que el 50% de las empresas más dinámicas son creadas por graduados universitarios. Confirma que estas empresas se distinguen por varias características como son: perfil más calificado en materia de dinamismo, recursos humanos y oportunidades que aprovechan. Concluye Kantis et al., (2002) que dentro de los factores que son importantes para que una empresa sea dinámica son los estudios universitarios ya que les brindan una plataforma de conocimientos que ayudan a resolver problemas, a tener la visión para el acceso a la tecnología, y a desarrollar el aprendizaje durante su vida laboral. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 189 Revisión de la literatura El origen del concepto de capital humano se puede encontrar en las obras de los principales autores clásicos, quienes establecieron a la actividad económica como una ciencia influida también por aspectos cualitativos o habilidades poseídas por los seres humanos. Entre los autores que dieron pie a este concepto se encuentra Adam Smith (1776/1994), John Stuart-Mill (1864/1987), John Baptiste Say (1880/1964), hasta llegar a autores contemporáneos como Theodore Schultz (1968), Gary Becker (1983) y Jacob Mincer (1974). A raíz de esto, se han elaborado cientos de estudios dedicados al capital humano y la relación directa que tiene con los salarios percibidos por los trabajadores. En el mismo sentido Falgueras (2008) propone un modelo donde demuestra que los empresarios enlazan sus ofertas de salarios al nivel de educación ya que pretenden lograr que los mismos trabajadores se autoseleccionen: las personas más productivas son las que invierten más en educación y terminan con títulos mejores y se muestran como buenos trabajadores. Este modelo concluye que las personas que han invertido más en educación obtienen salarios mayores ya que: un trabajador con mayor educación tienen una productividad marginal mayor, y en un mercado competitivo su salario también será mayor. Por otra parte Barceinas (1999) considera que se debe de tomar a la educación como una forma de inversión; los individuos más educados obtienen mayores salarios, mayor estabilidad en las empresas y sus puestos y ocupaciones cuentan con mayor prestigio que los individuos menos educados. Establece que para que un individuo lleve a cabo una inversión adicional en su educación se le debe de compensar con ingresos adicionales suficientes, y en consecuencia se tiene un aumento en la productividad. En estudios a nivel internacional se encuentra Briceño (2010) que realiza una compilación de varios autores quienes estudian el impacto de la educación en el capital humano, mencionando a Danison que determina que entre el año 1910-1960 el crecimiento económico de Estados Unidos, Argentina, México y Brasil se incrementó como resultado de la inversión en educación. En el mismo sentido incluye a John Barro, Profesor de la Universidad de Harvard, quien determinó que por un año adicional de educación superior se incrementa la tasa de crecimiento del producto per cápita en casi 0.5 puntos en países en vías de desarrollo. Para el caso de Colombia, Briceño (2010) menciona que la educación tiene una relación directa con el nivel salarial ya que por cada año de estudio se espera que el ingreso aumente en 12.85% y por cada año de experiencia se obtenga un 4.87%, dando un 17% aproximadamente de rentabilidad a la educación superior según el estudio de Sánchez realizado en el año 2004. Un estudio realizado por el Banco Mundial (1990), para 58 países en el período 1960-1985, comprueba que la influencia de la educación es un factor con alta participación en el PIB de cualquiera de los países, aumentando un 3% por cada año más de estudio de los habitantes y manteniéndose constante las demás variables del crecimiento. Para el caso de México, Mungaray et al., realiza un estudio sobre el capital humano y la productividad en microempresas de México estableciendo como hipótesis que a mayor inversión en la educación formal mayores ingresos corresponden a los trabajadores y mayor productividad y eficiencia para la empresa. El enfoque dado por Mungaray et al. consiste en analizar que el nivel de estudios de la persona y la experiencia que se tiene para manejar un micronegocio influyen de manera sustancial en la productividad de la misma. 190 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México A pesar de la situación económica que se ha venido observando y que gran número de profesionistas se han empleado en ocupaciones con menor remuneración que el esperado, o bien han tenido que incursionar como microempresarios, se puede concluir que la relación entre ingresos percibidos por persona y el nivel de escolaridad es positiva y directa. Mostrando que la población con escolaridad media superior y superior percibió 125% más salario que aquellos que solamente cuentan con primaria incompleta, derivando que el trabajo de los profesionistas se reconoce y se premia monetariamente de acuerdo a los conocimientos y competencias que se van acumulando por cada año de estudio. En el mismo sentido los estudios a nivel microeconómico, según Mungaray et al., se han enfocado a analizar la relación del capital humano con la eficiencia asignativa, la permanencia en los negocios y la productividad, dando como resultado que la inversión en capital humano y la experiencia en el manejo de las microempresas favorecen la productividad de las mismas. En este sentido menciona que lo que determina o favorece la permanencia en las empresas es la experiencia en la administración del negocio. METODOLÓGIA En los últimos años se han venido realizando estudios referentes al impacto de la educación en el nivel de ingresos, identificando que existe una relación positiva, sin embargo existe poca literatura acerca de los estudios realizados para México. Dentro de los que miden la rentabilidad económica de la escolaridad se encuentra el de Bracho y Zamudio (1994), quienes a través de la ecuación de Mincer basados con datos de la ENIGH (1989) determinan que la tasa de retorno es de 11.7% por cada año adicional de estudio. Por su parte Barceinas (2001) mediante el cálculo de las tasas de rentabilidad en base en la ENIGH 1994 y 1996 en México y con el método directo, la función minceriana y el método elaborado, encuentra que el mayor rendimiento de la educación se obtiene en los estudios de preparatoria para la población en general, variando entre un 13.7% y 15.2%. Utilizando el enfoque de las funciones de producción y el análisis de productividad total factorial, Mungaray et al., en su análisis de la Microempresa en México, encontró que el aprovechamiento y capitalización de la experiencia y educación son factores importantes para la sobrevivencia y permanencia de la misma. Si bien, la microempresa está imposibilitada a adquirir capital físico adicional, el cambio se centra en la acumulación de capital humano a través de su escolaridad, brindando beneficios sustanciales en la productividad. a) Descripción de la base de datos Para efecto de este análisis se aplica un estudio descriptivo, exploratorio y transversal en donde se analizan y revisan fuentes secundarias de información, tomándose en cuenta la Encuesta Nacional de Micronegocios (ENAMIN) de los años 2008, 2010 y 2012; cuyo objetivo principal es profundizar en el conocimiento de las condiciones de operación y el empleo de los micronegocios, así como las principales características de recursos productivos, organización, monto y distribución de gastos e ingresos (Social, 2010). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 191 Por otro lado, se consideraron los datos de la Encuesta Nacional de Competitividad, Fuentes de Financiamiento y uso de Servicios Financieros de las Empresas (ENAFIN), cuyo objetivo es identificar el acceso que tiene las empresas en México a fuentes de financiamiento y sus condiciones, recabar información sobre el uso de los recursos y estudiar los determinantes de su nivel de productividad (Social, 2010). b) Descripción del modelo El modelo específico a medir o estimar en la presente investigación esta representado como: Dónde: � =� +� � +� +� + � LogIngresos= Logaritmo de los ingresos de los empresarios LogValempr= Valor de la empresa en el mercado Micro= Empresas de tamaño micro de la muestra Edusup= Educación superior obtenida por los microempresarios Ui= Término de perturbación o de error RESULTADOS a) Resultados ENAMIN Dentro del período 2008-2012, se presenta un aumento considerable de microempresarios en el rango de edad 20 a 29 años con una tasa de crecimiento del 1% en el año 2010 con respecto al 2008, hasta un 11% para el año 2012 con respecto al 2010. De igual forma se tiene una tasa de crecimiento positiva en el rango de 50 a 59 años. Cabe mencionar que en el rango de 30 a 39 años se tiene una tasa de crecimiento negativa de un -1% para el año 2012 con respecto al 2010. Por otra parte, se observa que los microempresarios se encuentran mas preparados ya que se incrementa el número de éstos con estudios a nivel medio superior y superior en el período 20082012 siendo la tasa de crecimiento de un 30%, como puede verse en la Figura 2. 2012 2010 2008 0 Medio superior y superior 500 000 2008 1 833 576 1 000 000 1 500 000 2 000 000 2 500 000 2010 2012 2 091 721 2 375 641 Figura 2.- Microempresarios con educación medio superior y superior (ENAMIN 2008, 2010 y 2012). 192 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México En relación a los ingresos de las microempresas el mayor número de éstas se encuentran percibiendo hasta un salario mínimo19. Cabe hacer notar que comparando los tres años en estudio, en cada uno de los rangos existe un aumento del número de microempresarios, teniendo un incremento considerable en el rango de más de 5 hasta 10 salarios mínimos, lo que se traduce en un ingreso mensual de más de $9,207.00 hasta $18,414.00 pesos, como puede observarse en la Figura 3. 2,000,000 1,800,000 1,600,000 1,400,000 1,200,000 2008 1,000,000 800,000 2010 600,000 2012 400,000 200,000 0 Hasta uno Más de 1 Más de 2 Más de 3 Más de 5 Más de 10Más de 15Más de 20 a2 hasta 3 hasta 5 hasta 10 hasta 15 hasta 20 Figura 3.- Nivel de Ingresos al mes en salarios mínimos (ENAMIN 2008, 2010 Y 2012). b) Resultados Econométricos ENAFIN Para complementar la información se consideró la base de datos de la Encuesta Nacional de Competitividad, Fuentes de Financiamiento y Uso de Servicios Financieros de las Empresas (ENAFIN) 2010, utilizando las variables más significativas como son el ingreso, el valor de la empresa y la educación de los propietarios. Al trabajar estas variables dentro del paquete estadístico EViews (versión 7), se obtuvieron los siguientes resultados que se muestran en el Cuadro 5. Cuadro 6.- Modelo de Variación del Ingreso (con base en ENAFIN, 2010) LOGINGRESOS VARIABLE LOGVALEMP MICRO EDUSUP COEFICIENTE PROBABILIDAD 0.469859 -0.664352 0.294188 0.0000 0.0000 0.0115 R-Squared 0.490517 Durbin-Watson stat 1.763946 F-stastic 153.7227 Nota: Se realizaron las diferentes pruebas de normalidad y confiabilidad del modelo. 19 El salario mínimo se encuentra en $61.38 pesos diarios, según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI). Vigente a partir de 1 de enero del 2013 Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 193 Como se puede observar, una variación en una unidad adicional del valor de la empresa incrementa casi en 47% el comportamiento de los ingresos de la misma. Curiosamente el hecho de que el tamaño de la empresa sea micro, afecta de manera negativa el comportamiento de los ingresos de ésta. Y finalmente una de las variables de mayor interés dentro de esta investigación era el comportamiento del capital humano donde se identificó que, el que el empresario tenga una educación superior afecta de manera positiva al comportamiento de los ingresos de la empresa. Este resultado corrobora que mientras exista una mayor inversión en capital humano, el retorno a la inversión es mayor en el ámbito empresarial, dando como resultado mejor desempeño (ingresos) de la empresa en el mercado laboral. CONCLUSIONES En los últimos años el estudio de las microempresas se ha enfocado en la importancia de este tipo de unidades económicas sobre la generación de empleos, aportaciones a la dinámica económica, comportamiento financiero, entre otras, señalando que las características con las que cuentan (tanto endógenas como exógenas) han sido, en la mayoría de los casos, favorecedoras para su inserción y buen funcionamiento. Bajo ese escenario, autores como Mungaray et al., (2007) y González et al., (2013), han demostrado que dentro de las características principales a analizar se encuentra el capital humano o la educación. Dicha característica es fundamental para tener condiciones de éxito y crecimiento dentro de la empresa. En dicho sentido, de acuerdo al objetivo de este estudio se logró identificar, en relación a las microempresas, que la persona con mayor nivel de estudios, influye de manera sustancial en el manejo del micronegocio y en la productividad del mismo, así como su valor en el mercado, determinando la permanencia en el ámbito laboral, sin embargo al hacer el análisis en los negocios de mayor tamaño como son la pequeña y mediana empresa, específicamente para la base de datos, se encontró que existen problemas de normalidad y los resultados no fueron significativos. Estos resultados confirman la hipótesis en dónde se afirma que la relación del nivel de estudios de las personas se asocia directamente con mejores ingresos dentro de la empresa; también se aprecia que el tamaño (micro) afecta de manera negativa el comportamiento de los ingresos por lo que es conveniente buscar condiciones para modificarlo. Por otro lado, es importante señalar que a partir de que se deja la escuela, los estudios del empresario, conforme pasan los años, se van quedando obsoletos y el aprendizaje por la experiencia en el trabajo viene siendo la única fuente de capital humano a largo plazo, por lo que es recomendable que las universidades a través de la vinculación y la inserción de los estudiantes por medio del servicio social a las mismas, establezcan una relación empresa-universidad de capacitación continua en donde los empresarios puedan estar actualizándose acerca de las mejoras tecnológicas, administrativas, y/o económicas, según sea su ramo. 194 | Claudia Sáenz-Vota y Adanelly Ávila-Arce · Microempresas y capital humano: un análisis para México LITERATURA CITADA Barceinas, F. (1999). Función de Ingresos y Rendimiento de la Educación en México, (U. A. Metropolitana). Estudios Económicos XIV Barceinas, F. (2001). Capital Humano y rendimientos de la educación en México". (U. A. Metropolitana, Ed.) 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Rendimientos a la Educación Superior en México: Ajuste por sesgo utilizando máxima verosimilitud. Economía Mexicana, Nueva Época, 87-89. Síntesis curricular Claudia Sáenz Vota Maestra en Economía Empresarial por la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Licenciado en Mercadotecnia por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) Ca pus Chihuahua. P ofeso a de Tie po Co pleto Titula B ads ita a la Facultad de Economía Internacional. Ponente en Congresos nacionales e internacionales. Adanelly Ávila Arce Doctora y Maestra en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y Licenciada en Economía por la UABC. Es profesora e investigadora de tiempo completo titula B ads ita a la Fa ultad de E o o ía I te a io al de la U i e sidad Autó o a de Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP y es miembro del Sistema Nacional de I estigado es i el . Las líneas de investigación de cultiva son sobre el crecimiento y desarrollo empresarial y competitividad agroalimentaria. Es autora y coautora de diversos artículos arbitrados e indexados. 196 | RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 197-209 POSIBILIDADES DE CRECIMIENTO Y ÉXITO MICROEMPRESARIAL: UN ANÁLISIS A TRAVÉS DE MODELOS LOGIT GROWTH AND SUCCESS POSSIBILITIES ON MICROENTERPRISES: AN ANALYSIS THROUGH LOGIT MODELS David de Jesús González-Milán1; Adanelly Ávila-Arce1 y Eva Alejandra Rios-Luna2 1 Profesores de tiempo completo en la Facultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Miembros del Sistema Nacional de Investigadores. Correos electrónicos: aknot17@yahoo.com.mx; adanelly.avila@yahoo.com.mx. 2Licenciada en Economía Internacional, egresada de la Facultad de Economía Internacional, de la Universidad Autónoma de Chihuahua. RESUMEN Este documento estudia la creación de microempresas como solución del desempleo, su crecimiento e impacto a nivel nacional. La hipótesis que sustenta la investigación afirma que a causa del desempleo existe un crecimiento en la tasa de apertura de microempresas incrementando la actividad microempresarial a nivel nacional. La metodologia consistió en estimar un modelo logístico que permitió confirmar que el desempleo tiene una relación positiva con respecto a la variable dependiente, ya que los efectos marginales muestran que un cambio discreto del desempleo incrementa la probabilidad de ocurrencia del crecimiento microempresarial. Clasificación JEL: D22, L25, L26, L29. Palabras clave: microempresas, crecimiento, desempleo, modelos logit. SUMMARY This paper studies the micro enterprises creation as unemployment solution, it´s growth and impact at a national level. The hypothesis that holds the research affirms that there is growth in micro enterprises opening rate due to unemployment, increasing the activity at a national level. The methodology consisted of estimate a logistical model that allowed to confirm that there is a possitive relationship between the dependant variable and unemployment, due that marginal effects show that a discret change in unemployment increases the microenterprise´s growht likelihood. Classification JEL: D22, L25, L26, L29. Key words: microenterprises, growht, unemployment, logistical model. INTRODUCCIÓN A principios de los años ochenta en México, se comenzó a dificultar la creación de nuevos empleos para las personas en edad laboral. Dicha problemática del desempleo se convirtió desde entonces en un gran reto para el país en términos de política económica. Para esta cuestión, el país ha tratado de resolver la problemática, ya estructural, pero lamentablemente la capacidad de la economía mexicana para generar empleos que sean productivos al mismo ritmo en que crece la población, sigue siendo un gran desafío (Ruiz y Ordaz, 2011). En México, aproximadamente el 60% de la población mayor de 14 años representa la Población Económicamente Activa (PEA), lamentablemente la tasa de crecimiento medio anual ha disminuido en los últimos años. Al país se le ha dificultado generar el suficiente número de empleo Recibido: 06 de octubre de 2015. Aceptado: 19 de febrero de 2016. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 197-209. 197 198 | David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna microempresarial: un análisis a través de modelos logit · Posibilidades de crecimiento y éxito para toda la población, es decir no se ha podido aumentar el empleo a medida de que crece la población (Ruiz y Ordaz, 2011). A pesar de las dificultades, el país ha perseverado para lograr tener una base de empresarios, que da como resultado un impresionante desarrollo empresarial. En el periodo de 1970-1998, se crearon alrededor de dos millones de nuevas empresas. De esta gran cantidad de empresas que se desarrollaron, en los años noventa hubo una fragmentación en el desarrollo empresarial, pues 1,021,417 de nuevos emprendedores, más del 96.95 % fueron microempresarios, y el resto fueron pequeñas, medianas y grandes empresas (Ruiz, 2004). Se podría considerar como un comportamiento natural e incluso racional que los individuos opten por buscar soluciones a la situación crítica del desempleo, y por lo general encuentran como mejor alternativa la de crear su propia empresa (Mungaray y Ramírez, 2007). Sin embargo, en la actualidad, el nivel de desempleo ha aumentado y este es el momento en que los individuos se enfrentan a un gran reto y es aquí en donde esta población según sus condiciones son más propensos a ocuparse en la informalidad y en empleos de menor protección social (Ruiz y Ordaz, 2011). En el mismo sentido, el sector informal esta abundado por la población joven de entre 12 y 19 años, y por adultos mayores de 49 años. En la economía informal se pueden considerar actividades como el comercio al por menor, los talleres de reparación, la construcción, los restaurantes, los taxis, los alimentos en la vía pública y los servicios profesionales, entre otros (Flores y Valero, 2003). Debido al panorama anterior, el objetivo principal de la investigación consiste en analizar la creación de microempresas como solución a la problemática del desempleo. Por lo cual, se analiza su eficiencia, crecimiento e impacto a nivel nacional a través de la aplicación de modelos logísticos. La hipótesis que sustenta la investigación afirma que a causa del desempleo, existe un crecimiento en la apertura de microempresas incrementando la actividad microempresarial a nivel nacional, considerando que entre de los elementos clave para el crecimiento y éxito de las mismas se encuentran la educación, edad, y sexo. La estrutura del documento consiste en un segundo apartado de análisis general del desempleo en México, seguido por un tercer apartado que considera diversos postulados teóricos en torno al tema del desempleo y su relación con la creación de microempresas. Por otra parte, en el cuarto apartado se presenta el análisis metodológico a través de modelos logísticos y finalmente se presentan los resultados y las conclusiones de la investigación. Perspectivas del desempleo y las microempresas De acuerdo con diversos resultados de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México se encuentra en los últimos lugares con respecto a la tasa media de desempleo a comparación de América Latina, la cual ha obtenido resultados decrecientes al paso de los años a diferencia de México que ha tenido tasas crecientes hasta el 2009, fecha en la cual se vio afectado fuertemente por la crisis económica internacional (Ruiz y Ordaz, 2011). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 199 En el Cuadro 1 se muestra la distinción de la tasa de desempleo entre México y la región a partir del año 2000. Estos indicadores muestran que la diferencia entre estos era de 7 % para este año y para el 2009 disminuyó hasta 1.5 puntos. Según el promedio de ocupación del Cuadro 1, se calcula que el desempleo abierto ha afectado aproximadamente a 2.5 millones de personas (Ruiz y Ordaz, 2011). Cuadro 7.- Tasa anual media de desempleo en América Latina (con base en Ruiz y Ordaz, 2011) 2000 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 América Latina y el Caribe 10.4 11 10.3 9.1 8.6 7.9 7.4 8.3 Argentina 15 17.3 13.6 11.6 10.2 8.5 7.9 8.8 Bolivia 7.5 N.A. 6.2 8.1 8 7.7 6.7 6.8 Brasil 7.1 12.3 11.5 9.8 10 9.3 7.9 8.1 Chile 9.7 9.5 10 9.2 7.8 7.1 7.8 9.8 Colombia 17.3 17.1 15.8 14.3 13.1 11.4 11.5 13 Costa Rica 5.2 6.7 6.7 6.9 6 4.8 4.8 7.6 Ecuador 9 11.5 9.7 8.5 8.1 7.4 6.9 8.6 El Salvador 6.7 6.2 6.5 7.3 5.7 5.8 5.5 N.A. Guatemala 2.9 5.2 4.4 N.A. N.A. N.A. N.A. N.A. Honduras N.A. 7.6 8 6.5 4.9 4 4.1 4.9 México 3.4 4.6 5.3 4.7 4.6 4.8 4.9 6.8 Nicaragua 7.8 10.2 9.3 7 7 6.9 8 N.A. Panamá 15.3 15.9 14.1 12.1 10.4 7.8 6.5 7.9 Paraguay 10 11.2 10 7.6 8.9 7.8 7.4 N.A. Perú 7.8 9.4 9.4 9.6 8.5 8.4 8.4 8.3 República Dominicana 13.9 16.7 18.4 17.9 16.2 15.6 14.1 14.9 Uruguay 13.6 16.9 13.1 12.2 11.4 9.6 7.9 7.7 Venezuela 13.9 18 15.6 12.4 9.9 8.3 7.4 8 Uno de los principales afectados por el desempleo son los jóvenes entre 14 y 29 años, ya que estos en su mayoría no estudiaron ni desempeñaron alguna actividad económica. El Programa Nacional de la Juventud (PNJ) resalta que el desempleo les afecta más a ellos puesto que la tasa de desempleo abierto de los jóvenes, dobla a la de los adultos. En la Figura 1 se puede observar las tasas de desempleo según el nivel educativo de la población, el desempleo se encuentra en los niveles educativos más altos y lamentablemente éstas han ido aumentando conforme al paso del tiempo, lo que resulta extraño es que la desocupación para todos los niveles de educación sea mayor que al mayor nivel de capacitación (Ruiz y Ordaz, 2011). 200 | David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna microempresarial: un análisis a través de modelos logit · Posibilidades de crecimiento y éxito 8 7 6 5 4 3 2 1 0 Sin instrucción Primaria 2005 Secundaria 2007 2008 Media Superior 2009 Superior 2010 Figura 1.- Tasas de desempleo (Ruiz y Ordaz, 2011). Las personas que no tuvieron poca educación tienen menor nivel de desempleo, ya que tienen una mayor capacitación y/o experiencia laboral. Lo que se concluye con esta información es que no es suficiente la educación si no que debe ir de la mano con la capacitación ya que la falta de ello es un obstáculo para la generación de empleo (Ruiz y Ordaz, 2011). Con base en esto se hace un análisis de la relación que existe entre la educación y los motivos para iniciar un negocio, el cual se puede ver como una solución económica al problema del desempleo, como se ilustra en el Cuadro 2. Según Ocegueda y Mungaray (2002), de las personas que iniciaron un negocio por iniciativa propia, solo el 7 % de los emprendedores cuentan con un nivel medio superior y el 2.3 % con estudios técnicos, quienes lo abrieron por recomendación, la mayoría solo cuenta con secundaria terminada y de quien lo abrió por necesidad económica, sólo el 2.32 % de los propietarios cuentan solamente con primaria. Cuadro 2.- Relación entre el nivel de estudios del microempresario y los motivos por iniciar el negocio (número de empresarios) (con base en Ocegueda, et al., 2002) Nivel de estudios Motivos Sin estudios Formales Primaria Secundaria Preparatoria Nivel Técnico Iniciativa propia 4 19 7 3 1 Recomendación 2 2 2 NA NA Necesidad económica Total NA 1 NA NA NA 6 22 9 3 1 Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 201 Los resultados demuestran que la mayoría de los empresarios cuentan con estudios formales por que los propietarios tuvieron mayores elementos de análisis antes de la apertura de sus actividades dentro del ámbito empresarial. La educación es evidentemente una gran variante ante la apertura de empresas, en México afortunadamente (o bien, desafortunadamente) la creación de empresas es muy alta según estudios realizados en los años 90 por parte de Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidad (CEPAL). Sin embargo la mayoría de estas son entre micro y pequeñas empresas (Kantis, 2002). Por otra parte, el Cuadro 3 muestra la distribución específicamente de las micro y pequeñas empresas del país por sector, industrial, comercio y de servicios, así como el porcentaje que tiene cada uno de estos sectores sobre el total de empresas según sus características. Cuadro 3.- Las MYPES por sector en México (con base en Americarum Universitas (s.f.) Sector Micro Pequeñas Total Industria 6.70 % 31.76 % 8.32 % Comercio 71.58 % 34.88 % 69.20 % Servicios 21.73 % 33.36 % 22.48 % Total 100.00 % 100.00 % 100.00 % Se puede observar que las microempresas en el sector comercial tiene un nivel porcentual considerable a comparación del industrial que solo cuenta con el 6.70 % sobre el total y en las pequeñas empresas todos los sectores tanto industrial, comercial y servicios se encuentra nivelado entre el 31.76 % y el 34.88 %, teniendo más apertura el sector comercial. Postulados teóricos del desempleo y las microempresas E el año del o u ió u a atást ofe ue a ó u pe iodo de i esta ilidad pa a el país, con la falta de acuerdos interbancarios y sobre todo con la bancarrota de la empresa Lehman Brothers en Estados Unidos y la cuál, como consecuencia afectó a otras naciones. A pesar de que Estados Unidos haya tomado medidas de control y regulaciones en actividades financieras, para el caso de México, esta crisis tuvo consecuencias desfavorables, ya que agravó problemas económicos y en materia de generación de empleo y en las débiles condiciones de vida de un número considerable de la población (Correa, 2012). Pero más allá de culpar a los viejos desequilibrios, Maldonado (2010) asegura que la crisis influyó en la mala situación de México, ya que está se tornó muy difícil después de esta recesión, y de igual manera América Latina corrió con la misma suerte, puesto que en el 2009 experimentó una caída del PIB como resultado a la disminución de exportaciones, flujo de capitales, inversiones, ingreso de sector turismo y del flujo de remesas. Aunado a los resultados previstos a partir del 2008, la Organización Internacional del Trabajo informó que para 2012 el desempleo comenzó a incrementar, dejando a 197.3 millones de 202 | David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna microempresarial: un análisis a través de modelos logit · Posibilidades de crecimiento y éxito personas sin empleo y 39 millones de personas se vieron obligadas a abandonar el mercado de trabajo, proyectando la misma tendencia para el 2013 (Almonte, 2013). Es evidente entonces, que las tasas de desempleo y ocupación parcial, han aumentado después de esta fecha tan marcada, y aunque los indicadores denotan un proceso de deterioro en el mercado laboral, esto se puede deber al escaso campo de trabajo dentro del sector formal, lo que define que la producción se base mayormente en el uso intensivo de trabajo más que de un proceso de calificación que genere condiciones de ingreso diferentes y que correspondan a mejores niveles de productividad (Leobardo, 2010). Por otra parte, las microempresas (consideradas como pequeñas unidades económicas) constituyen una pieza clave del empleo. Representan el cambio estructural a escala nacional y mundial de este fenómeno y son una afable alternativa para hacer frente a las dificultades en cuestión de empleo, desigualdad y pobreza (Mac-Clure, 2001). Se tiene la certeza de que la empresarialidad atrae beneficios al desarrollo económico y social, a la innovación y a la generación de nuevos puestos de trabajo. Estudios demuestran que los aumentos de las tasas de nacimientos de empresas, entre los años 1988 y 1996, están relacionadas de manera positiva con un benéfico desarrollo económico para los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y al mismo tiempo se comprueba que son mayores las tasas de creación y crecimiento de empresas en los países industrializados (Angelelli y Listerri, 2003). Sin embargo, considerando el panorama anterior, el éxito de la microempresas es atribuido a diversos factores entre los que destaca la edad, puesto que se considera determinante del desempleo y creación empresarial, ya que tanto el desempleo como la pobreza en la sociedad actual, se relaciona con la dificultad de oportunidades para encontrar trabajo en edad laboral y orilla a los individuos a buscar otras opciones de desarrollo (Ruiz y Ordaz, 2011). Otro elemento que se considera de suma importancia para el éxito en una microempresa, es el nivel de mercado potencial, ya que sin demanda no podrían las empresas seguir en operación (González y Ávila, 2013). Mientras que Marroquín (2008) señala que el éxito empresarial se le atribuye a diferentes factores, ya sean internos o externos, pero a pesar de la variedad de estos factores, el fundador será pieza fundamental para definir el éxito o fracaso de la empresa. METODOLOGÍA Diversos autores han estudiado temas relacionados con la presente investigación. En la literatura, autores como Leobardo (2013), hace un análisis de empleo, con un comparativo para el periodo 2010-2013, donde con base en datos a la OCDE (2012), afirma que la tasa promedio de desempleo fue de 7.3, viendo los efectos de la crisis 2008-2009. Debido a esto, se encontró una relativa relación entre este fenómeno y la creación de fuentes de empleo a través de las Pymes (INEGI, 2013), esto también incluyendo al sector informal como válvula de escape del mercado de trabajo. En lo que respecta al modelo utilizado para probar la relación entre las variables comentadas, se encontró el trabajo de González y Ávila (2013) quienes aplican un modelo de respuesta cualitativa (modelo logit), para analizar la relación entre las características de las microempresas y su potencial de crecimiento. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 203 a) Especificación del modelo logístico o logit Se consideró usar el modelo logístico20 ( ) de elección binaria como modelo de regresión. Recuérdese que el modelo está considerado para la participación del desempleo en la apertura y crecimiento de las microempresas. En el periodo que se realizó la encuesta. Es posible que exista un crecimiento microempresarial � = o bien que no haya �=0). El modelo se pantea como sigue: � � �= = �, � �= = − − �, � Donde representa un vector de variables independientes, el cual, a su vez tiene una probabilidad de ocurrencia, representada por el vector de parámetros �, es decir, refleja el impacto que � tiene sobre la probabilidad. Por ejemplo, uno de los factores de mayor interés es el efecto que tiene el desempleo sobre la probabilidad de abrir un micro negocio. Con esto, se plantea un modelo de regresión, Al ser [ | ] = �, � = �´�. �, � , se construye el siguiente modelo de regresión logística: = [ | ]+ − [ | ] = �´� + � Una característica importante de este modelo es la forma como se distribuyen los datos que dan origen a los valores dependientes21. Entonces, en su mayoría, la distribución logística es aplicada también, por sus buenas propiedades matemáticas. � �= = �´� + �´� = Ʌ �´� La función de distribución logística se representa como Ʌ �´� . Este modelo es el definido como . b) Descripción de la muestra e información disponible Los datos utilizados en la investigación parten de la Encuesta Nacional de Microempresarios (ENAMIN 2012), el cual es un proyecto desarrollado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y el trabajo de campo es aplicado cada dos años. La información de la encuesta se constituye de la caracterización de los micros negocios, como lo son: su forma de operación, ingreso, gastos, inventarios y características del personal ocupado en ellos, ya sea del sector de comercio, manufactura, servicios, transporte, entre otras pequeñas unidades económicas. Véase Greene (1999). “Análisis econométrico”. 3ra edición. De acuerdo con Greene (1999), la distribución que da origen a la variable aleatoria dependiente es un criterio importante al elegir el modelo de respuesta cualitativa. 20 21 204 | David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna microempresarial: un análisis a través de modelos logit · Posibilidades de crecimiento y éxito La cobertura geográfica de esta encuesta es nacional, abarcando 32 entidades federativas, mismos que forman parte de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), excluyendo áreas rurales, debido a que sus actividades se concentran en la agricultura y crianza de animales. El tamaño de la muestra es de 34,183 observaciones distribuidos en todo el país. Sin embargo, el total de observaciones que tuvieron la información completa es de 4,372. c) Descripción del modelo base Con base en una amplia serie de criterios, el modelo fue adaptado con variables explicativas con mayor relevancia para el comportamiento del crecimiento microempresarial, finalmente el modelo quedo en función de:  _ = , ó , Variable dependiente: Crecimiento Microempresarial ( _ ,� ) El crecimiento de la empresa, es definida como el crecimiento de los beneficios y los dividendos (Fernández, 1999). Debido a que no se tiene una variable especifica del crecimiento microempresarial, se utilizara una variable , bajo a criterios propios, adecuándolos ante la literatura, con autores como lo son Mac-Clure (2001), tomando en cuenta conceptos como el ingreso y las ganancias. Bajo a estos términos se relacionó la variable dependiente con la rentabilidad microempresarial que es el beneficio de la empresa dividida por el valor contable de las acciones (Fernández, 1999) y según De Mel (2008) la rentabilidad media microempresarial se encuentra en 4.6 % y 5.3 %. Por lo tanto, considerando que esta variable es binaria, luego de haber obtenido los porcentajes pertenecientes a cada empresa de la muestra, se toma como 1 a las que tienen una rentabilidad mayor o igual a 4.6 %, y el valor 0 a todas aquellas que no cuentan con este requisito.  Variables independientes: Desempleo, Educación, Edad, Sexo Son cuatro las variables independientes, ya que se tomaron solo las más convenientes para la investigación con base a la literatura. Las variables de desempleo y sexo, son consideradas de igual manera que la variable dependiente, como binaria, pero este caso se le otorga el valor 1 a aquellos que no contaban con un empleo tres meses antes de haberles hecho la encuesta, y el valor 0 a aquellos que se encontraban laborando en ese tiempo; y para la variable sexo el 1 es para los hombres y el 2 para las mujeres. Se toma en cuenta que la Educación y Edad son variables numéricas, en el caso de la edad la cifra ya está dada y en el de Educación se realizó una codificación22 para cada nivel de educación según los años pertenecientes a cada uno de ellos, es decir, el nivel primaria=6, Secundaria=9, Preparatoria o bachillerato=12, Carrera Técnica=14 y Profesional=16. 22 Este criterio se usa para convertir una variable cualitativa a cuantitativa y no necesariamente representa los años de estudio. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 205 Cuadro 4.- Tipología de variable Núm. De Variable Tipo de Variable Crecimiento Microempresarial Binaria Criterio de dicotomización 1. 1. Desempleo Binaria Educación Edad Numérica Numérica Sexo Binaria 1. > − 0. >4.6 .6 Inicia por motivo desempleo 0. Otro Años de educación 0. .99 Hombre 2. Mujer RESULTADOS Los resultados obtenidos en la regresión logística se presentan a continuación en el Cuadro 5, donde se encuentran especificadas las variables, el coeficiente y la significancia de cada una de ellas. a) Significancia de las variables En la fila tres se encuentran especificados el nivel de significancia individual de la distribución z (P>z), donde se muestra que las variables son significativas a todos los niveles. Cuadro 5.- Regresión logística, variable dependiente: Crecimiento microempresarial Variable Constante Desempleo Educación Edad ���� Sexo Núm. Observaciones válidas Pseudo R2 Log verosimilitud Coeficiente P>|z| .0779924 .2382101 -.0866123 -.0660296 .0006677 1.183726 0.831 0.002 0 0 0 0 4372 0.1069 -2647.9454 b) Interpretación de resultados U a io dis eto de la a ia le Dese pleo Edad2 i e e ta la p o a ilidad de o u e ia del e i ie to i oe p esa ial. E el aso de las a ia les edu a ió Edad , el signo es negativo, lo que se interpreta de la siguiente manera: como un cambio discreto en la variable Educación y Edad disminuye la probabilidad de ocurrencia del crecimiento microempresarial. Al ser el sexo una variable binaria, es decir, que toma el valor 1 si el microempresario es hombre y 2 si es mujer, la interpretación se refiere a que un cambio discreto de la variable (pasa de 1 a 2), la probabilidad de ocurrencia de la variable dependiente cambia 1.18 %. 206 | David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna microempresarial: un análisis a través de modelos logit · Posibilidades de crecimiento y éxito c) Efectos marginales En el Cuadro 6 se muestran los efectos marginales de las variables, el cual, hace que la probabilidad de ocurrencia de la variable es mayor. Cuadro 6.- Efectos marginales Logit, variable dependiente: Crecimiento microempresarial Variable Desempleo Educación Edad dy/dx .0575355 -.0208163 -.0158695 P>|z| 0.002 0 0 ���� Sexo .0001605 .284495 0 0 Un cambio discreto de las variables, influyen en el incremento o disminución de la probabilidad de ocurrencia de la variable dependiente, que a continuación se explican con mayor precisión según los resultados de la regresión realizada: En la variable de desempleo, un cambio discreto incrementa la probabilidad de ocurrencia del crecimiento microempresarial en 5.75 %, en la educación disminuye un 2.08 %, en la edad de igual manera disminuye, pero en un .15 %, caso contrario a la que aumenta 0.0016 %, esto debido a su signo. En el caso del sexo si el microempresario es hombre se le da el valor de 1 y 2 si es mujer, entonces, si la variable tiene un cambio discreto, es decir, si pasa de 1 a 2, la probabilidad de ocurrencia de la variable dependiente cambia en 2.84 %. CONCLUSIONES De acuerdo con los resultados cuantitativos y cualitativos obtenidos en los apartados anteriores, se concluye que para la problemática del desempleo, principalmente en México, se pudo observar que aunque es un problema estructural, ha tenido mayor impacto en tiempo de crisis, como lo fue la del 2008, tiempo en el cual fue notoria una mayor creación de microempresas. Además, se responde positivamente al primer cuestionamiento de la investigación, es decir, el desempleo si influye en la apertura microempresarial, y ya en el efectivo crecimiento de estos establecimientos intervienen las variables a estudiar en un principio, es decir, la educación, edad, y sexo. Para Marroquín (2008) existen otras variables que influyen en el éxito empresarial, como lo son los criterios financieros y administrativos y los no financieros como son la atención al cliente, o las de carácter personal del emprendedor: la entidad geográfica, número de dependientes económicos y horas laboradas. Realizando pruebas econométricas, se analizaron a fondo las variables de estudios para medir con mayor precisión su influencia en el crecimiento y mejora de las microempresas. Al aplicar un modelo logit y al saber los resultados, la respuesta fue más clara. Con esto se pudo confirmar que el desempleo si tiene una relación positiva con respecto a la variable dependiente incluso es la variable que mayor relación tiene, puesto que en los efectos marginales, un cambio discreto del Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 207 desempleo incrementa la probabilidad de ocurrencia del crecimiento microempresarial en 2.38 % es decir, el desempleo además impulsar a los empresarios a iniciar un nuevo negocio, también es un incentivo para la mejora y crecimiento del mismo, tomando en cuenta claro, las demás variables que también son importantes. En el caso de la educación, se pensaría que entre mayor educación mayor nivel de crecimiento, pero en este caso existen contradicciones a esta afirmación. Esto debido a que en las pruebas econométricas resultó que un incremento en la educación disminuye la probabilidad de tener crecimiento. En la literatura, se encontraron a autores como González y Ávila, (2013), quienes afirman que tanto la educación como la edad, tienen un impacto positivo ante la creación y crecimiento de las microempresas y este concepto coincide con el de Mungaray (2007), lo que los diferencia es que este autor plantea que el capital humano puede ser adquirido también, a través de la educación informal, con la experiencia adquirida. Por otro lado, la relación existente entre la edad del empresario y el crecimiento la microempresa, es decreciente, hasta que éste alcanza los 49 años de edad, la relación se vuelve creciente. La relación creciente se debe a que a medida que el individuo crece va adquiriendo experiencia y el manejo de la empresa mejora. LITERATURA CITADA Almonte, L. de J. (2013). Empleo y desempleo en el Estado de México: Una revisión paralela a la dinámica de la economía. Angelelli, P. y Llisterri, J. (2003). El BID y la promoción de la empresarialidad: Lecciones aprendidas y recomendaciones para nuevos programas. Ed. Banco Interamericano de Desarrollo. Correa, L. G. (2012). Crisis económica y bienestar. Universidad Autónoma de México. De Mel., S. D. M. y Woodruff, C. (2008). Returns to capital in microenterprises: evidence from a field experiment. The Quaterly Journal of Economics. Fernández, P. (1999). PER, crecimiento y rentabilidad de una empresa. En Temas de Actualidad. No. 80. Flores, Daniel y Jorge Noel Valero (2003). Tamaño del sector informal y su potencial de recaudación en México. En Secretaria de Hacienda y Crédito Público. González, M. D., Ávila A. A. y Aguilar, B. J. G. (2013). Monotonía microempresarial y posibilidades de crecimiento en microempresas. Revista Paradigma Económico. Greene, W. (1999). Análisis econométrico. 3ª edición. INEGI. (2004). Instituto Nacional de Estadística y Geografía: Censos Económicos 2004. 208 | David de Jesús González-Milán; Adanelly Ávila-Arce y Eva Alejandra Rios-Luna microempresarial: un análisis a través de modelos logit · Posibilidades de crecimiento y éxito Kantis, H. (2002). Empresarialidad en economías emergentes: Creación y desarrollo de nuevas empresas en América Latina y el Este de Asia. Banco Interamericano de Desarrollo. Almonte, L. de J. (2013). Empleo y desempleo en el Estado de México: Una revisión paralela a la dinámica de la economía mexicana, 2000-2012. Economía Actual. Año VI, Núm. 1. Mac-Clu e, O. . Las i oe p esas: ¿u a solu ió a los p o le as de e pleo? . Maldonado, T. C. (2010). Los impactos sociales de la crisis económica de México. Friedrich Ebert Stiftung. Ma o uí , ‘. . Fa to es de é ito en dirección estratégica en pequeñas y medianas e p esas de la zo a et opolita a de Guadalaja a . OCDE. (2011). Estudios económicos de la OCDE: México 2011. Ocegueda, J. M. y Mungaray, A. (2002). Efectos de la estabilización macroeconómica sobre el desempeño de micro y pequeñas empresas. Capitulo III. Rodas, C. A. R. y Rodas, A. C. A. (2007). Estructura socioeconómica de México. Ruiz, C. (2004). Dimensión Territorial del Desarrollo Económico de México. Facultad de Economía, UNAM. Ruiz, P. y Ordaz, J. L. (2011). Evolución reciente del empleo y el desempleo en México. Journal of Economic Literature. Vol. 8, No 23. Correa, L. G. (2012). Crisis económica y bienestar. Universidad Autónoma de México. Síntesis curricular David de Jesús González Milán Doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Maestro en Ciencias Económicas por la UABC y Licenciado en Economía por la UABC. Es profesor e i estigado de tie po o pleto titula B ads ito a la Fa ultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Las líneas de investigación de cultiva son sobre el crecimiento y desarrollo empresarial y competitividad agroalimentaria. Es autor y coautor de diversos artículos arbitrados e indexados. Adanelly Ávila Arce Doctora y Maestra en Ciencias Económicas por la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), y Licenciada en Economía por la UABC. Es profesora e investigadora de tiempo completo titula B ads ita a la Fa ultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuenta con el Perfil Deseable PRODEP y es miembro del Sistema Nacional de I estigado es i el . Las líneas de investigación de cultiva son sobre el crecimiento y desarrollo Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 209 empresarial y competitividad agroalimentaria. Es autora y coautora de diversos artículos arbitrados e indexados. Eva Alejandra Rios Luna Licenciada en Economía Internacional en la Facultad de Economía Internacional de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Asistente de investigación y ex becaria Promep. Ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales. 210 | RA XIMHAI ISSN 1665-0441 Volumen 12 Número 4 Edición Especial Enero – Junio 2016 211-224 GÉNERO Y DESERTIFICACIÓN. VÍNCULOS CONCEPTUALES Y PROGRAMÁTICOS GENDER AND DESERTIFICATION. CONCEPTUAL AND PROGRAMATIC LINKS Verónica Vázquez-García Profesora Investigadora Titular, Desarrollo Rural, Colegio de Postgraduados, Carretera Federal México-Texcoco km. 36.5, Montecillo, Estado de México, 56230, verovazgar10@gmail.com RESUMEN En la Cumbre de la Tierra de 1992 surgieron tres convenciones diseñadas para contrarrestar la crisis ambiental planetaria: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación. Este artículo se enfoca en la última, con el propósito de construir puentes entre la desertificación y la perspectiva de género. Primero se definen ambos términos para establecer vínculos conceptuales entre ellos. Posteriormente se analizan diversos documentos de la Organización de las Naciones Unidas que hacen referencia a la equidad de género, así como los esfuerzos para incorporarla a la Convención de Lucha contra la Desertificación. Se concluye que ésta es la más avanzada de las tres en integrar la perspectiva de género. Sin embargo, aún es necesario transitar del compromiso de palabra a las acciones concretas. Palabras clave: degradación de tierras, equidad de género, política ambiental, convenciones, ONU. SUMMARY Three conventions emerged from the Earth Summit of 1992 in order to counteract the world environmental crisis: the United Nations Framework Convention on Climate Change, the Convention on Biological Diversity and the United Nations Convention to Combat Desertification. This paper focuses on this latter, with the purpose of building links between desertification and gender. Firstly, both terms are defined in order to establish conceptual links between them. Various documents on gender equality of the United Nations are also discussed in order to analyze the efforts to mainstream gender into the Convention to Combat Desertification. It is concluded that this is the most advanced of the three, although a transition from lip service to concrete actions remains to be seen. Key words: land degradation, gender equality, environmental policy, UN, conventions. INTRODUCCIÓN En 1992 tuvo lugar en Río de Janeiro, Brasil, la Cumbre de la Tierra, evento convocado por la ONU con el propósito de concientizar sobre el impacto del desarrollo económico en el medio ambiente (Gabaldón & Rodríguez, 2002; Guimaraes & Bárcena, 2002). A la cumbre asistieron delegados de cerca de 170 países, además de cientos de representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG). En ella se elaboraron varios documentos que ahora constituyen hitos en la historia de la política ambiental: la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo, serie de principios para el cuidado ambiental; la Agenda 21, plan de acción para el desarrollo sustentable. También se firmaron dos instrumentos: la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), que afirma la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que promueve la conservación de la herencia genética de la humanidad. Asimismo se iniciaron negociaciones para elaborar la Recibido: 17 de julio de 2015. Aceptado: 23 de septiembre de 2015. Publicado como ARTÍCULO CIENTÍFICO en Ra Ximhai 12(4): 211-224. 211 212 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), que fue firmada en 1994 por 191 países para entrar en vigor en 1996 (Lambrou & Laub, 2004). El presente artículo se enfoca en esta última convención. En muchos países, la lucha contra de la desertificación equivale a impulsar el desarrollo, dada la importancia de los recursos naturales para el sistema productivo y el grado de deterioro en el que se encuentran. La CNULD pretende establecer alianzas globales para revertir y prevenir la degradación de tierras, mitigar los efectos de la sequía, reducir la pobreza y promover la sustentabilidad ambiental (CNULD, 2011ª). En la octava Conferencia de las Partes (COP) realizada en Madrid, España, en septiembre de 2007, se plantearon cuatro objetivos estratégicos: 1) mejorar las condiciones de vida de las poblaciones afectadas; 2) mejorar las condiciones de los ecosistemas afectados; 3) generar beneficios globales; 4) movilizar recursos y crear alianzas para tal fin (ONU, 2007). Esto implica, necesariamente, la participación de poblaciones locales en la definición del problema y la búsqueda de soluciones. El enfoque de género es indispensable para alcanzar tales objetivos. Este artículo se propone construir puentes conceptuales y programáticos entre la desertificación y la perspectiva de género. La metodología consistió en la revisión de varios documentos sobre el tema para identificar, proponer y desarrollar tales vínculos. El texto está dividido en cuatro apartados además de esta introducción. En el primero se definen brevemente los dos conceptos clave (desertificación y género), para luego establecer vínculos entre ellos en la segunda sección. La tercera analiza los elementos de equidad de género presentes en algunos documentos de la ONU, en particular aquellos que se refieren a la desertificación, mientras que la cuarta y última concluye destacando la necesidad de formar equipos capaces de formular alternativas para combatir la desertificación desde la interdisciplina. El punto de partida ¿Qué es la desertificación? El término desertificación remite tanto al desierto físico donde no se siembran alimentos, como a áreas desertificadas, donde las precipitaciones son breves y se practica la agricultura de subsistencia. El concepto de degradación es más amplio puesto que incluye el proceso de deterioro del suelo, la capa vegetal y la biodiversidad en relación con la capacidad productiva del ecosistema. El término aceptado por los países signatarios de la CNULD se refiere a la degradación de tierras en zonas áridas, semi-áridas y sub-húmedas secas producto de la interacción entre actividades humanas y variaciones climáticas (Morales, 2005). La degradación implica la reducción de la productividad y diversidad biológica de tierras de cultivo, praderas, pastizales y bosques, disminuyendo su capacidad para mantener la vegetación natural, cultivos y animales. Según la ONU, alrededor del 70% de las tierras agrícolas del mundo se encuentran empobrecidas, involucrando a más de 100 países del mundo (Graña, 2007). Los pastizales suponen 43% de las tierras degradadas y las tierras de cultivo, el 18%. Cada año se pierden aproximadamente 18 millones de hectáreas, lo equivalente a la superficie de Bulgaria. Alrededor de 1,500 millones de personas dependen de áreas en proceso de degradación y viven en condiciones de pobreza, lo cual trae consigo mayores posibilidades de degradación al ampliarse las fronteras agrícolas (CNULD, 2011ª). Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 213 Las causas de la degradación han sido divididas en dos: las de origen natural y las de origen humano. Entre las primeras se encuentran las características climatológicas, geomorfológicas, edafológicas, fitogeográficas e hidrológicas de una región en particular, además de la influencia de la erosión hídrica y eólica. Entre las segundas se encuentran prácticas inadecuadas de cultivo, pastoreo, uso de maquinaria, sistemas de riego y agroquímicos; predominio de monocultivos; actividades mineras, petrolíferas y urbanísticas; además de talas e incendios forestales (CNULD, 2011ª). La problemática es severa, pero la desertificación no es un monstruo imparable que consume lentamente las plantas, el ganado, las personas y las tierras más fértiles del mundo (CNULD, 2011ª). Se puede combatir con la incorporación de materia orgánica en el suelo, la revegetación y reforestación, la fijación de dunas, innovaciones en el manejo de hatos rumiantes, técnicas sustentables para la distribución del agua y de la agricultura (compostas, barreras vivas, terrazas, diversificación), entre otras medidas. Para que estas propuestas tengan éxito es necesario elaborar un marco político y legal que favorezca las innovaciones, desarrollar las capacidades de las instituciones correspondientes y, sobre todo, construir sinergias y consensos con los y las usuarias de la tierra, incluyendo a mujeres y hombres. Esto involucra directamente a la perspectiva de género, la cual se define a continuación. ¿Qué es el enfoque de género? El concepto de género es producto de la segunda ola del feminismo que surgió en los años sesenta del siglo pasado. Ha sido utilizado para analizar la construcción simbólica del mundo social a partir de la diferencia sexual. A partir de este análisis ha sido posible documentar la existencia de un sistema educativo y un mercado laboral segregado por género, la doble o triple jornada laboral de las mujeres, distintas formas de violencia de género, la escasa participación femenina en espacios formales de la política, entre otras muchas contribuciones. En el campo de la agricultura y los recursos naturales, el trabajo pionero de Boserup (2007), publicado por primera vez en 1970, dejó claro que la modernización tiene un impacto diferenciado en hombres y mujeres, en detrimento de estas últimas en lo que se refiere a las políticas de reforma agraria, transferencia tecnológica y servicios crediticios. Las mujeres han recibido mucho menos tierra que los hombres, han sido excluidas de innovaciones tecnológicas y del acceso a créditos. Esta es una realidad que todavía se constata en la mayoría de los países del mundo, a pesar de que fue detectada hace ya varias décadas (Banco Mundial, 2009). Distintas autoras han desarrollado conceptos que ayudan a explicar la persistencia de estas desigualdades. Mies & Shiva (2004) documentan cómo la visión mercantilista de los recursos naturales, por ejemplo los forestales, constituye una forma de violencia en contra de las mujeres, ya que se concentra sólo en la explotación y comercialización de maderables en detrimento de la gran cantidad de recursos forestales no maderables que ellas conocen y utilizan. En otras palabras, las fuerzas del mercado y la política estatal han afectado los intereses de las mujeres, debilitando su papel en la soberanía alimentaria y conservación de la biodiversidad. Otras autoras, entre ellas Agarwal (2004), Leach et al. (2004) y Rocheleau et al. (2004) han aportado nuevos elementos a la discusión, por ejemplo la importancia de considerar diferencias no sólo entre mujeres y hombres, sino también entre distintas mujeres ubicadas en contextos culturales y ecosistemas específicos. Hay diferencias de clase, etnia, parentesco y edad que 214 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos determinan el acceso y control sobre los recursos naturales. También hay todo un juego institucional que moldea dicha relación, empezando por la familia, que debe ser analizada a profundidad para ubicar desigualdades en su interior, hasta instituciones de gobierno y fuerzas del mercado, cuyo accionar impacta de manera diferenciada en las relaciones de género. Estas propuestas entran dentro de la corriente denominada Género, Medio Ambiente y Desarrollo (GMAD), cuya preocupación central es transitar hacia la sustentabilidad ambiental con equidad social y de género (Rico, 1998). La corriente de GMAD se propone analizar las diferencias de género en la división del trabajo, el acceso y control sobre recursos naturales y productivos, y el papel que juegan distintas instituciones en recrear o, por el contrario, reducir la inequidad de género. A partir del concepto de género ya que no se habla sólo de las mujeres sino de las relaciones sociales que éstas establecen y del sistema de poder en el que están insertas. Con los estudios de género se establece una nueva mirada de la problemática socio-ambiental, basada en el análisis de las diferencias de género, clase, etnia y edad en relación a los recursos propios de cada ecosistema. Los estudios de género enfocados en la problemática de la desertificación son escasos e incipientes. En la próxima sección se proponen algunos puentes conceptuales entre la desertificación y el enfoque de género en torno a siete temáticas identificadas a partir de una revisión de la literatura. Vínculos conceptuales: la desertificación bajo los lentes de género Pobreza La gente que vive en zonas proclives a la desertificación se encuentra muy por detrás del resto de la humanidad en términos de bienestar humano. La pobreza es tanto una causa como una consecuencia de la desertificación, puesto que la presión económica puede obligar a ampliar fronteras cultivables. Pero la pobreza tiene un rostro de género: las mujeres constituyen dos terceras partes de los 1,300 millones de personas que viven en pobreza extrema (Mutepfa, s.f.). La jefatura femenina del hogar abarca hasta el 25% en algunas comunidades rurales y urbanas, y estos hogares tienden a ser más pobres que los demás (PNUMA, 2004). La degradación de suelos reduce el rendimiento de los cultivos y pone en peligro la seguridad alimentaria de los hogares, situación que afecta en particular a las mujeres que son las encargadas de planificar las comidas y cocinar. En condiciones de pobreza resulta complicado comprar fertilizantes artificiales, semillas resistentes a la sequía, etc. Es indispensable diseñar intervenciones que contemplen la plena participación de las mujeres en la definición y combate a la desertificación (Mutepfa, s.f.; López, 2008). También se requieren herramientas de acción afirmativa que atiendan específicamente la problemática de los hogares encabezados por mujeres: mayor pobreza, menos acceso a los recursos, menos manos para trabajar, menos voz en localidades donde las estructuras de poder formal e informal son esencialmente masculinas (PNUMA, 2004). Conservación de la biodiversidad Las mujeres rurales dependen de los recursos naturales para la subsistencia, es decir, para alimentar y cuidar la salud propia y de sus familias. Los conocimientos tradicionales sobre calidad Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 215 de suelos, uso de plantas, prácticas agrícolas y manejo de rebaños están diferenciados por género. Las mujeres poseen muchos de ellos y son importantes trasmisoras a nivel intracomunitario e intergeneracional. Cuando los alimentos (frutos, raíces, hongos, gusanos, insectos, mariscos), plantas medicinales y otros recursos (por ejemplo material artesanal) dejan de estar disponibles, se deteriora la nutrición y salud de la familia y el estatus de las mujeres, al tiempo que se pierden importantes reservorios de conocimientos que podrían ser de utilidad para la humanidad entera (Mutepfa, s.f; López, 2008). La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son prerrequisitos importantes para la conservación medioambiental y el desarrollo sostenible. Las iniciativas deben contribuir a la igualdad por medio de la creación de posibilidades, beneficios y revaloración de conocimientos de mujeres y hombres (Blanco & Velázquez, 2003; CDB, 2010). Leña y agua Las mujeres son las principales responsables de tener leña en casa. Cuando su disponibilidad disminuye, la jornada laboral de las mujeres aumenta y su calidad de vida decae. Esta situación ha llevado al diseño y difusión de estufas ahorradoras de leña. Estudios realizados sobre estas estufas demuestran que su uso sí logra reducir la concentración de contaminantes al interior de la vivienda, las cantidades de leña utilizadas y la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) (Berrueta et al., 2007; Johnson et al., 2008). También disminuye la incidencia de ojos irritados, problemas respiratorios y dolores de cabeza en mujeres, así como la duración de infecciones respiratorias en niños pequeños, lo cual se traduce en ahorros de tiempo y dinero (Armendáriz et al., 2008; Schilmann et al., 2014). Sin embargo, todavía se desconoce si esta tecnología ha contribuido a la igualdad de género. Generalmente las mujeres son vistas como simples usuarias de una nueva tecnología en lugar de participantes activas en su diseño, fabricación, mercadeo, distribución, venta y otras actividades relacionadas con su empoderamiento económico. Para lograr estos cambios es necesario respetar el sistema cultural de cada localidad que establece espacios, tiempos y formas de trabajo, así como construir alternativas desde una lógica participativa (Cordes, 2011). Las mujeres necesitan agua para la realización de todas las actividades asociadas con su rol tradicional de género: preparación de alimentos, limpieza del hogar y de la ropa, aseo y atención a la salud humana, cuidado de animales. Cuando el agua escasea, deben ir cada vez más lejos a conseguirla, y su salud y la de sus familiares suele verse afectada (Blanco & Velázquez, 2003; López, 2008). Schenerock et al. (2011) describen algunas de las estrategias que las mujeres utilizan para enfrentar la sequía, las cuales implican más trabajo, conflicto y costo económico: [en] el tiempo de estiaje el río baja y las mujeres tienen que desbloquearlo y destaparlo para lavar. Las mujeres tienen dificultades con las personas de los invernaderos cuando tienen que desbloquear el ío… Te e os ue o p a pipas pa a te e agua… Te e os ue i po agua al pozo a las : o 5:00 am, ya que más tarde no hay agua. Seguridad alimentaria En muchas de las tierras áridas del mundo las mujeres cultivan, elaboran, administran y comercializan alimentos y otros recursos naturales. La pérdida de fertilidad de suelos a causa de la degradación provoca una disminución en el rendimiento de los cultivos (Mutepfa, s.f). Cualquier propuesta relacionada con abonos orgánicos, técnicas de labranza, construcción de terrazas y 216 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos barreras vivas, implica nuevas cargas de trabajo. Antes de proponerlas, hay que analizar y problematizar la división genérica del trabajo y no asumir la permanente e infinita elasticidad del trabajo femenino, ya que la sobrecarga de actividades repercute de manera negativa en la salud y estatus de las mujeres al interior del grupo doméstico (PNUMA, 2008). Tenencia de recursos clave (tierra, árboles, ganado) En la mayoría de los países del mundo, la tenencia de tierras agrícolas y forestales es predominantemente masculina. Según varias autoras (Rocheleau y Edmunds, 1997; Bose, 2011), los procesos de legislación y titulación de tierras no han tomado en cuenta las necesidades femeninas. Este es el caso de las habitantes de Biehl en la India, país donde la legislación utiliza conceptos patriarcales para regular la herencia y transferencia de la tierra, lo que ha aumentado la dependencia de las mujeres hacia sus maridos (Agarwal, 1994). En Nigeria, las mujeres pueden extraer forraje, caracoles y hongos en áreas de uso común, pero necesitan el permiso de los hombres para sembrar en la parcela familiar (Mai et al., 2012). La tenencia de la tierra y la tenencia de los árboles no son equivalentes. Las mujeres pueden utilizar frutos pero no todo el árbol. Generalmente, la comercialización de maderables es una actividad masculina, mientras que las mujeres están más centradas en la leña de uso doméstico y recursos no maderables (PNUMA, 2004). En Uganda, los líderes de cada tribu controlan el acceso a la tierra. Las mujeres no siembran árboles en la parcela familiar porque temen ser desposeídas de la cosecha. Los hombres tienen bosques privados (naturales y plantaciones) de los cuales ellas solo pueden extraer leña sólo después del aprovechamiento de la madera (Mukasa et al., 2012; Banana et al., 2012). En Camerún, las relaciones de parentesco determinan el aprovechamiento femenino de los recursos forestales, de tal forma que las mujeres pierden derechos de usufructo al casarse para adquirir nuevas prerrogativas a través de su suegra y cuñadas (Tiani, 2001). Las mujeres manejan rebaños de ganado, en particular pequeños rumiantes, cerdos y aves, ie t as ue el ga ado a o suele esta e a os as uli as. Las uje es ha sido asi u i e sal e te e o o idas o o las p i ipales espo sa les de la ia za de a es pe ueños rumiantes, así como de la elaboración y venta de productos lácteos (Banco Mundial, 2009). Sin embargo, esto no quiere decir que formalmente sean las dueñas de los animales o que se beneficien de manera directa de su procesamiento y venta; pueden encargarse de ellos, pero no necesariamente venderlos o utilizar el recurso producto de la venta. En general, tienen menos acceso y control sobre tierras de pastoreo, agua, forraje, crédito, servicios veterinarios y mercados. Además, su trabajo no ha sido adecuadamente reconocido en el diseño e implementación de políticas públicas dirigidas al sector (Eade & Williams, 1995; Banco Mundial, 2009; FAO, 2012). En pocas palabras, las mujeres generalmente tienen acceso (posibilidad de uso), pero no control (posibilidad de disponer, tomar decisiones) sobre recursos clave para la sobrevivencia. Esta carencia dificulta a su vez su acceso a otros beneficios, por ejemplo el crédito, que debe ser avalado con un título de propiedad. El análisis de género de los derechos de propiedad es indispensable para hacer propuestas de combate a la desertificación (PNUMA, 2004). Los programas y proyectos tendrían que poner a disposición de las mujeres los medios de vida y sistemas alternativos de crédito que puedan ayudarles a rehabilitar tierras o implementar nuevas prácticas agrícolas, forestales y de manejo de rebaños (Mutepfa, s.f). Ya existen experiencias positivas en este sentido, por ejemplo la reforma agraria en Zimbabue que favorece la tenencia Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 217 femenina de la tierra o la cotitularidad a favor del hombre y la mujer en Colombia. También se ha logrado avanzar en la formulación de medidas legales para que los derechos consuetudinarios no incrementen las desigualdades de género en países como México (PNUMA, 2004). Acceso a información Información es poder. ¿Pero información sobre qué? Sobre los proyectos que llegan a una comunidad, las oportunidades de capacitación, los cambios de poderes a nivel nacional, etc. Las mujeres tienen menos niveles de educación formal que los hombres, algunas son analfabetas, y no participan en espacios de política formal e informal. Empaform (2006) indica que 80% de las mujeres, personas con alguna discapacidad y de la tercera edad de Uganda no conocían las reglas básicas de los proyectos implementados en sus comunidades e ignoraban del todo sus derechos. Lewark et al. (2011) identificaron condiciones similares al estudiar los conocimientos de las mujeres de Nepal en torno a los procesos de certificación maderera. No solo eran menores que los de los hombres, sino que apenas 10% del total de la población era beneficiada. Las mujeres no participaron en las etapas iniciales de conformación de grupos, por lo que nada más poseen pequeños fragmentos de información. Conflicto y migración socio-ambiental En algunas regiones con tierras en estado de degradación se presentan conflictos que pueden desembocar en la lucha armada, con un impacto diferenciado por género y edad. La violación de mujeres y niñas frecuentemente es utilizada como arma de guerra. Los niños son reclutados en grupos armados, sobre todo cuando sus familias se desintegran por la pobreza, la migración, la seguía, o más bien el encadenamiento de todos estos fenómenos. Mujeres, niños y niñas generalmente son excluidos de procesos de mediación y resolución de conflictos a pesar de que se encuentran entre los principales afectados (Mutepfa, s.f). Los periodos severos y prolongados de sequía pueden producir abandono de tierras y procesos migratorios. En general el asunto de la migración se considera masculino, puesto que se asume ue el jefe de fa ilia p o eedo deja su hoga pa a a te e a los su os. Pe o este supuesto está lejos de la realidad. La migración constituye una estrategia de sobrevivencia de toda la familia, como muchas otras, por ejemplo, cambiar el patrón de siembras. Ruiz (2010, 2012), Jungehülsing (2010) y Laako (2012) estudian la migración en relación con el cambio climático en la frontera sur de México. En algunos casos migran tanto hombres como mujeres, particularmente las jóvenes y/o madres solteras, mientras que otras permanecen en sus comunidades, esperando remesas y acumulando responsabilidades relacionadas con la supervivencia y bienestar de sus familias. Para las tres autoras la violencia es un factor detonante y acompañante del proceso migratorio. Existe el riesgo de perder la vida en el camino o ser víctima de la trata de personas en centros nocturnos; en estados militarizados como Chiapas, las mujeres enfrentan violencia sexual de parte del ejército. La falta de estadísticas desglosadas por sexo y región dificulta un diagnóstico certero del fenómeno. Es necesario generarlas para tomar decisiones acertadas de política pública relacionada con el tema (López, 2008). Vínculos programáticos: el enfoque de género en la ONU La Agenda 21 producto de la Cumbre de Río (1992) reconoce a gobiernos, comunidades, grupos empresariales, comunidad científica, organismos no gubernamentales y agencias internacionales 218 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos como protagonistas del desarrollo sustentable. A su vez, entre los grupos principales se encuentran las mujeres, infancia y juventud, poblaciones indígenas, autoridades locales, sindicatos y agricultores como actores clave en la definición de las políticas ambientales (Gabaldón & Rodríguez, 2002; Guimaraes & Bárcena, 2002). En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing en 1995 se planteó la importancia de la equidad de género para el desarrollo. Los gobiernos firmantes (aproximadamente 180) se comprometieron a crear instrumentos de política pública con perspectiva de género, incluyendo la ambiental. El objetivo K de la Plataforma de Beijing se compromete a la protección y promoción de los conocimientos ambientales de las mujeres y a su participación en actividades encaminadas al desarrollo sustentable (Salazar, 1999). El tercer objetivo de los Objetivos de Desarrollo del Milenio promulgados en 2000 se propone promover la equidad de género. El documento identifica tres dimensiones del empoderamiento femenino: igualdad de oportunidades en salud y educación; igualdad de acceso a oportunidades y recursos; capacidad de las mujeres para ejercer derechos y participar en procesos de toma de decisiones. Otros documentos de la ONU, como la CNULD, tienen que alinearse con este planteamiento (Mutepfa, s.f.). Las tres convenciones producto de la Cumbre de Río de Janeiro han retomado el tema de género de manera desigual. La CMNUCC ha omitido cualquier mención sobre la desigualdad de género y la participación de las mujeres. Por su parte, el párrafo 13 del CDB reconoce el papel de las mujeres en la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, por lo que se confirma la e esidad de su pa ti ipa ió total e el diseño e i ple e ta ió de políti as La ou & Lau , 2004). La CNULD hace varias referencias explícitas y recurrentes al papel de la mujer en la búsqueda de soluciones a la desertificación. Es la convención más avanzada en la tarea de integrar la perspectiva de género debido a que emergió en países del sur y afecta a las personas más pobres del mundo. Desde su formulación en 1994, los considerandos del documento señalan, textualmente, lo siguiente: Destacando el importante papel desempeñado por la mujer en las regiones afectadas por la desertificación o la sequía, en particular de las zonas rurales de los países en desarrollo, y la importancia de garantizar a todos los niveles la plena participación de hombres y mujeres en los programas de lucha contra la desertificación y mitigación de los efectos de la sequía (ONU, 1994). El artículo 5 menciona las obligaciones de los países afectados, entre las cuales se encuentran facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de las mujeres y los jóvenes (ONU, 1994). El artículo 10 señala que los programas nacionales de acción asegurarán la participa ió … ta to de uje es o o de ho es… e la pla ifi a ió de políti as, la adop ió de decisiones, la ejecución y la revisión de los programas de acción nacionales (ONU, 1994). El artículo 19, referente al fomento de capacidades, educación y sensibilización del público, demanda la plena participación de la población a todos los niveles, especialmente a nivel local, en particular de las mujeres y los jóvenes (ONU, 1994). Para lograr tal fin, el mismo artículo indica que las instituciones evaluarán las necesidades de educación en las zonas afectadas, elaborarán planes de estudios adecuados y ampliarán, según sea necesario, los programas de educación y de instrucción Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 219 elemental para adultos, así como las oportunidades de acceso para todos, especialmente para las jóvenes y para las mujeres (ONU, 1994). En 1997, Hama Arba Diallo, secretario ejecutivo de la CNULD declaró que las uje es a u da … e e u sos e apa idad de adapta ió … ua do tie e la opo tu idad, ha de ost ado se perfectamente capaces de encontrar fuentes de ingresos alternativas, particularmente en periodos de sequía intensa en las tierras secas, y de adquirir los conocimientos necesarios para ello (PAN, 2008). En ese mismo año, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) diseñó un plan de acción para reforzar la participación femenina en la planificación, ejecución, financiamiento y toma de decisiones de la CNULD. Se planteó la importancia de sensibilizar a representantes políticos y asegurar el derecho de las mujeres a administrar los recursos de su entorno. Dos años después (1999) el tema del Día Mundial Contra la Desertificación fue El papel de la mujer, lo cual dio aún más relevancia al enfoque de género en la Convención. Varios gobiernos asumieron el tema con entusiasmo, por ejemplo los de Marruecos, Senegal y Sudáfrica, al organizar eventos específicos. El PNUD llevó a cabo algunas iniciativas de más largo plazo en Gana, Nigeria y Burkina Faso (PNUMA, 2004). Con todas estas acciones, la CNULD se ha puesto a la vanguardia en la incorporación de la perspectiva de género a una problemática ambiental de alcance global. Sin embargo, esto no necesariamente se ha traducido en acciones concretas de programas nacionales. Se han enfrentado los siguientes obstáculos: poca comprensión de las cuestiones de género; escasez de datos desagregados; opiniones tradicionales sobre las funciones propias de cada género. Es por ello que varias organizaciones han insistido en el tema. En la COP 8 (2007), las ONG ahí presentes hicieron un llamado sobre la importancia trascendental de la equidad de género y su significado para la lucha contra la desertificación... Debiéndose garantizar por los gobiernos la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres y el reconocimiento de las mujeres como agentes claves en la gestión de recursos naturales, especialmente en el manejo sostenible de la tierra (López, 2008). En esa misma COP se tomó la decisión de elaborar un plan estratégico a diez años (2008-2018) para fortalecer la implementación de la CNULD. El plan incluye áreas de acción para la incidencia, ciencia y fortalecimiento de capacidades. A partir del análisis del plan, una encuesta y tres talleres, el Comité para la Revisión de la Implementación de la Convención (CRIC por sus siglas en inglés) propuso una Política Marco sobre Género (PMG) con cuatro objetivos principales: transversalizar la perspectiva de género en la CNULD; promover la equidad de género al implementar el plan estratégico; demostrar los beneficios de hacerlo; incrementar la efectividad del trabajo de la secretaría y las partes de la Convención (CNULD, 2011b). La propuesta del CRIC fue reforzada por una resolución de la Asamblea General de la ONU realizada en 2010 orientada a promover la equidad de género en el sector ambiental, un taller convocado por UICN-Costa Rica en 2011 para definir la ruta de la integración de la perspectiva de género en las tres convenciones de la ONU, y una jornada completa de trabajo en la COP 10 de la CNULD. En la COP 10 (2011) realizada en Corea se insistió en que el compromiso de palabra con la equidad de género se traduzca en acciones concretas como las siguientes: crear un grupo de expertos y expertas; designar a alguien competente para un puesto en la Secretaría de la CNULD; otorgar recursos adicionales, adecuados, accesibles y oportunos para lograr los objetivos de la PMG. Luc Gnacadja, secretario de la CNULD, asumió el reto al declarar que la plataforma de género sería uno 220 | Verónica Vázquez-García · Género y desertificación. Vínculos conceptuales y programáticos de los pilares de la lucha contra la desertificación, mientras que Sergio Zelaya, coordinador de políticas globales de la CNULD, destacó que el cumplimiento del PMG permitiría aumentar el rendimiento de tierras en un margen de 2.5 a 4%, lo cual, a su vez, reduciría entre 12 y 17% el número de personas hambrientas en el mundo y haría más equitativa la división de labores entre mujeres y hombres. En esta COP se asumió el compromiso de ayudar a gobiernos nacionales a desarrollar e implementar acciones para lograr estas metas, asunto en el que actualmente se está trabajando (El Porvenir, 2011). El papel de la comunidad científica es vital en el logro de los objetivos de la CNULD, incluyendo el cumplimiento del PMG. El Plan Estratégico 2008-2018 señala que la CNULD debe convertirse en autoridad mundial en materia de conocimientos científicos y técnicos sobre la desertificación y la degradación de las tierras y sobre la mitigación de los efectos de la sequía (CNULD, 2008). Para lograrlo, es necesario crear equipos de trabajo capaces de superar las oposiciones binarias que separan (ciencia dura/ciencia blanda, tecnología/aspectos sociales, hombres/mujeres), entender la relevancia de todos estos aspectos para atacar el problema, y diseñar estilos horizontales de trabajo entre distintos especialistas con la misma voz y poder de decisión. Según el Marco Estratégico de la FAO 2000-2015, la interdisciplina es un prerrequisito indispensable para alcanzar el desarrollo rural sustentable (FAO, 1999). CONCLUSIONES Este artículo se propuso construir puentes entre la desertificación y la perspectiva de género. Se partió de la definición de degradación de tierras propuesta por la CNULD y el concepto de género desarrollado por la corriente GMAD. Los puentes fueron de dos tipos: conceptuales y programáticos. En relación a los primeros, se mostró la relevancia de la perspectiva de género para siete temas centrales al combate a la desertificación. En los segundos, se retomó la historia misma de la Convención para destacar los años (1994, 1997, 1999, 2007, 2011) en los que la perspectiva de género ha sido sobresaliente, empezando por varias secciones del documento donde se habla del tema hasta llegar a la PMG presentada en la COP 10 realizada en 2011 en Corea. La CNULD es la más avanzada de las tres convenciones de la ONU en sus esfuerzos para incorporar la perspectiva de género en la política ambiental, tanto a nivel de su plan estratégico decenal (2008-2018) como de los esfuerzos individuales realizados por algunos países, particularmente los de África. Sin embargo, sigue siendo necesario transitar con mayor determinación de las palabras a la acción para implementar la PMG presentada en la COP 10. El esfuerzo tiene que ser sistemático y realizarse en cada proyecto impulsado por la Convención y en todas sus etapas: diagnóstico, elaboración, implementación, monitoreo y evaluación. Los roles de género, las diferencias en el acceso y control sobre recursos, los conocimientos diferenciados por género, el empoderamiento femenino, deben ser identificados desde el diagnóstico y considerarse a lo largo de todo el proceso. Asimismo, los resultados deben ser beneficiosos no sólo para el ecosistema en cuestión, sino también para los hombres y mujeres que participan, en condiciones de equidad, en nuevos estilos de gestión ambiental. Es indispensable formar equipos de trabajo que contribuyan, desde distintas disciplinas, a esta labor. Sólo así podrá hablarse del desarrollo rural sustentable que todavía constituye una de las aspiraciones más importantes de la comunidad internacional. Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 | 221 LITERATURA CITADA Agarwal, B. (1994). Gender, resistance and land-interlinked struggles over resources and meanings in South Asia. Journal of Peasant Studies 22(1): 82-125. Agarwal, B. (2004). El debate sobre género y medio ambiente: lecciones de la India. En: Vázquez, V. & M. Velázquez, (Eds.), Miradas al futuro. 239-272. UNAM, CP, IDRC, México D.F. Armendáriz, C. R. E., Johnson, M., Zuk, M., Rojas, L., Díaz, R. R., R. H. y Masera, O. (2008). Reduction in personal exposures to particulate matter and carbon monoxide as a result of the installation of a Patsari improved cook stove in Michoacan, Mexico. Indoor Air 18: 93– 105. Banana, A., Bukenya, M., Arinaitwe, E., Birabwa, B. y Ssekindi, S. (2012). Gender, tenure and community forests in Uganda. 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Sus áreas de interés son género, medio ambiente y desarrollo rural sustentable. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II. Es integrante de la Academia Mexicana de Ciencias desde 2012. RESEÑA REVIEW Título: Hombres maltratados. Masculinidad y control social Autora: Laia Folguera Cots Edición: Edicions Bellaterra Lugar: Barcelona, España No. de páginas: 216 pp. Año: 2014 Si se argumenta que dar voz a varones maltratados por una mujer no es razonable debido a que esta violencia es minoritaria e inocua comparada con la que sufren las mujeres, esta afirmación tiene, ya en sí misma, relevancia para el estudio sociológico (Folguera, 2014). Hombres maltratados. Masculinidad y control social es el fruto de un extenso trabajo y rigurosa investigación cuya génesis se e o ta a la tesis do to al El a ó maltratado. Representaciones sociales de la as uli idad dañada suste tada e la Universidad de Barcelona (UAB) y cuya autoría pertenece a Laia Folguera Cots, profesora del Departamento de Sociología y Análisis de las organizaciones de la UAB y especialista en masculinidades, estado del Bienestar y técnicas cualitativas y cuantitativas de investigación. Se trata de un texto que pretende colaborar con el llenado de un enorme vacío sobre un problema tabú del que se habla poco, pero se especula mucho: los hombres heterosexuales como víctimas no normativas de la violencia de pareja. Una aportación realizada desde una perspectiva sociológica que podría calificarse de novedosa y valiente debido a que ofrece una postura disidente a la gran influencia de las perspectivas feministas en el estudio de la violencia en la Recibido: 20 de abril de 2015. Aceptado: 01 de octubre de 2015. Publicado como RESEÑA en Ra Ximhai 12(4): 225-228. José Luis Rojas Solís pareja y, a su vez, complementaria a otras investigaciones que ya se han acercado al estudio del fenómeno de la violencia hacia los varones, como por ejemplo las obras de Díaz (2006), Fairman (2005) o Toldos (2013). El objetivo central de la autora ha sido entender el proceso de construcción de la identidad masculina en un contexto de e ep io alidad e i ade ua ió o las normas sociales establecidas en medio de grandes y veloces transformaciones socioculturales que complican más el panorama para estos hombres al obligarlos a convivir con nuevos parámetros de masculinidad y sin discursos a los cuales adherirse. Todo ello desde una perspectiva de género que analiza el proceso de victimización del hombre –paradójicamentepo se a ó ue se ha e e te si le a su capacidad de expresión pública y a su posicionamiento en el marco de la violencia en el ámbito de la pareja en el que la mujer es la víctima por defecto y él la víctima no o ati a Folgue a, . 225 226 | José Luis Rojas Solís · Reseña. Hombres maltratados. Masculinidad y control social Así, nos encontramos ante un interesante análisis del enfrentamiento entre la realidad de hombres maltratados y el control social que les orilla a replegarse en sí mismos y optar por el mutismo o rebelarse ante ello y desarrollar su capacidad de asociacionismo. Un valeroso intento de aplicación de la teoría de género a la violencia que sufren los hombres, un reto tan enorme como políticamente incorrecto al pretender expa di al gé e o ás allá de su atu al frontera: las mujeres; de tal forma que plantea la posibilidad de que la violencia contra las mujeres sea una de las muchas formas de violencia de género que existen. Para conseguir tan profundas aspiraciones la autora ha optado por un enfoque cualitativo acercándonos a la realidad de diez hombres que señalan haber sufrido maltrato por parte de sus parejas, una elección metodológica afortunada ya que, como ella misma declara, no trata de cuantificar casos o generalizar resultados sino de entender la realidad y la interpretación que de ella hacen los participantes. Hombres cuyas edades oscilan entre 37 y 67 años, que han convivido con su pareja agresora, señalando la existencia de violencia psicológica, física y económica así o o di e sos p o esos de judi ializa ió de ida . Con respecto a la organización y estructura del libro es preciso mencionar que, sin detrimento de la rigurosidad y riqueza con que la doctora Folguera aborda su objeto de estudio, encontramos una organización en cuatro secciones muy concisa en donde en el primer apartado la autora ofrece un marco teórico y su propia definición de violencia de género, aunque desde una perspectiva de género incluyente con los varones en la que, entre otras cuestiones, se tenga en cuenta la evolución de los roles de uno y otro sexo en una sociedad determinada y en un momento dado. Asimismo expone la violencia simbólica que pueden sufrir los varones, aquella que abreva en la creencia de que los varones no pueden ser víctimas debido a patrones asociados a la masculinidad y que por defecto las mujeres sean vistas como las víctimas exclusivas. En el capítulo siguiente se revisan aspectos relativos a la masculinidad, las motivaciones de las mujeres para agredir como parte de patrones culturales de género así como las investigaciones realizadas fuera del ámbito español sobre el fenómeno y su relevancia como objeto de estudio sociológico. Es muy llamativo que la autora advierta la posible interpretación de esta segunda parte como una necesidad de dar legitimidad a un objeto de a álisis i popula así o o las reacciones burlescas e incrédulas ante la posible existencia de hombres víctimas, sin olvidar las dudas sobre la viabilidad de su aportación en el ámbito académico. En el tercer epígrafe se presentan diez relatos de hombres maltratados en los que existen algunos elementos comunes como po eje plo el p o eso de su isió ue se inicia por medio de la agresión psicológica, el aislamiento gradual de los varones y el capital social -principalmente sus familias y, en segundo lugar, sus amigos- para salir de la relación de maltrato; sin olvidar el sentimiento de indefensión que la mayoría de ellos señalan sentir ante las leyes e instituciones así como su conciencia de la necesidad de elaborar un discurso convincente que justifique el reclamo de una consideración social y jurídica no limitada por razón de su sexo. No menos llamativas son las características de la agresora entre las que se puede encontrar, por ejemplo, la diversidad de edad y formación académica. En la cuarta y última sección la investigadora finaliza su obra realizando un análisis breve, pero muy atinado, sobre la invisibilización del fenómeno, la definición de género desde una perspectiva distinta a la habitual así como la espiral del silencio y algunos Ra Ximhai Vol. 12, Número 4 Edición Especial, Enero - Junio 2016 aspectos jurídicos que rodean a la problemática de los hombres maltratados. Valoración general de la obra Co side a do ue e el aso del a ó , la sociedad española se resiste a reconocerle el estatus social de maltratado y, en el ámbito judi ial, el de í ti a ul e a le Folgue a, 2014), el valor de este tipo de obras es indudable para las ciencias sociales, humanas y de la conducta, pues la violencia de pareja como hecho social- no solo atañe a la víctima y el victimario o victimaria, sino también quienes rodean al fenómeno en su entendimiento, valoración, prevención y tratamiento. En ese sentido, si la realidad social puede entenderse de otras maneras a través del estudio de los colectivos estigmatizados socialmente, al dar –y escuchar- la oz a los si oz tal ez poda os e te de os de otras maneras a nosotras o nosotros mismos por medio de los discursos alternativos. Así la autora nos ofrece un texto alejado de dis u sos ole ti izados , de reivindicaciones jurídicas vacuas o ánimos comparativos entre la violencia hacia la mujer y el hombre, y a cambio se aproxima con pericia a los patrones de la masculinidad que delimitan y condicionan la expresión pública y el reconocimiento mismo de la experiencia violenta así como los modelos de género que influyen en la valoración social del acto violento. Por ello este libro representa un viaje de conocimiento y autoconocimiento, de crítica y autocrítica por el cual la autora nos dirige con sobrada sencillez y claridad por en medio de sinuosos caminos teóricos e ideológicos para que, sin menospreciar en ningún momento a la violencia hacia la mujer, el o la lectora interesada tenga un acercamiento a las experiencias de hombres maltratados. Sin lugar a dudas su postura disidente con los discursos ortodoxos dominantes sobre la | 227 violencia de pareja requiere de un proceso de reflexión sobre los propios presupuestos del lector o lectora. Un proceso que con mucha probabilidad ha vivenciado Folguera por medio de su investigación en la que, por momentos, añade comentarios de sorpresa e incluso cierta suspicacia ante los relatos de los hombres maltratados, detalles que lejos de ser máculas en su obra se constituyen en un dechado de autenticidad al mostrar la confrontación de sus propios presupuestos teóricos e ideológicos con la realidad de los hombres maltratados y sus relatos que, no está de sobra decirlo, merecen el beneficio de la duda como el de cualquier otra víctima de violencia interpersonal sin importar su sexo. Así tenemos entre manos un trabajo novedoso para las ciencias sociales en la región iberoamericana -en especial para la Sociología- y complementario en el quehacer de otras ciencias como la Psicología o la Criminología y un llamado a la reflexión de hasta qué punto y de qué manera no solo la sociedad, sino también algunos sectores de la comunidad académica pudieran estar contribuyendo al control social sobre los asos o o ati os de iole ia e la pareja. Sin detrimento del gran valor general de la obra es oportuno decir que una vez más queda pendiente el estudio de la violencia en parejas homosexuales. Si bien es cierto que incluir a hombres y mujeres como posibles víctimas o agresores de pareja constituye un gran avance en un contexto dominado por discursos simplistas de la violencia interpersonal (Hamby y Grych, 2013; Toldos, 2013), no lo es menos la necesidad de seguir implementando con mayor profundidad e inclusividad la categoría de género para alejarse de los presupuestos acríticos en torno a la masculinidad, como forma de control social y sobre todo del heterocentrismo. 228 | José Luis Rojas Solís · Reseña. Hombres maltratados. Masculinidad y control social En ese sentido futuras investigaciones podrían ayudar a arrojar más luz acerca de cuestiones como la emergencia de nuevas masculinidades y su asociación en la vivencia de los hombres más jóvenes como víctimas de violencia de pareja. En ese sentido, y solo por poner un ejemplo, hay diversas investigaciones que sugieren la existencia de violencia sexual hacia hombres la cual brilla por su ausencia en los relatos incluidos en el libro, quizás debido a la gran influencia de la masculinidad hegemónica -tan presente en otras generaciones- que les dificultó reconocerse como víctimas, minimizando la violencia física de las que fueron objeto y, por ende, obviando las agresiones de tipo sexual. De la misma forma sería importante profundizar en la emergencia de las nuevas feminidades sobre todo en aquellas con características no deseables como la violencia así como también sería pertinente ahondar en hasta qué punto puede considerarse al trato institucional y jurídico como una forma de violencia hacia estos hombres por el solo hecho de ser varones y estar en el lado que no se considera normativo. Sin menoscabo de lo anterior y sin lugar a vacilación alguna, es preciso señalar la necesidad de continuar luchando contra la violencia hacia la mujer, en ese sentido este libro de ninguna manera trata de comparar o equiparar la violencia sufrida por hombres y por mujeres. Superada esta posible crítica es preciso reconocer la importancia de seguir dando voz a otras víctimas no oficiales de la violencia de pareja en aras de favorecer un trato igualitario en beneficio de ambos sexos y la sociedad en general. En ese tenor esta obra se constituye en una aportación altamente recomendable para todas y todos aquellos interesados en el estudio y análisis riguroso e incluyente del fenómeno de la violencia de pareja. LITERATURA CITADA Díaz, J. (2006). El varón castrado: verdades y mentiras de la violencia doméstica en España. Barcelona: Planeta. Fairman, S. (2005). El hombre maltratado por su mujer: una realidad oculta. Buenos Aires: Lumen. Hamby, S., & John Grych. (2013). The web of violence. Exploring connections among different forms of interpersonal violence and abuse. Dordrecht, The Netherlands: Springer. Toldos, P. (2013). Hombres víctimas y mujeres agresoras. La cara oculta de la violencia entre sexos. Alicante: Cántico. Síntesis curricular José Luis Rojas Solís Doctor en Psicología por la Universidad de Salamanca (USAL, España), maestro en Ciencias Sociales (USAL), experto en Género y Comunicación (Universidad Pontificia de Salamanca) y licenciado en Psicología (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla), licenciado en Humanidades (USAL) y licenciado en Comunicación audiovisual (USAL). Ha publicado diversos artículos en revistas indexadas nacionales e internacionales sobre: género, relaciones de parejas jóvenes y violencia entre sexos. Recientemente ha finalizado su investigación posdoctoral en la Universidad de La Laguna (España) sobre la detección de patrones de violencia en parejas jóvenes. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), CONACYT–México. Correo electrónico: jlrojassolis@gmail.com COLABORACIONES INSTRUCCIONES PARA POSTULAR ARTÍCULOS A LA REVISTA RA XIMHAI La revista Ra Ximhai de la Universidad Autónoma Indígena de México, Institución Intercultural del estado de Sinaloa, tiene como objetivo la publicación de artículos y ensayos científicos inéditos, revisiones bibliográficas y reseñas de libros en español, inglés, francés, italiano y portugués, vinculados a las ciencias sociales y de manera particular a los temas relacionados con la Paz, la Interculturalidad, los Conflictos y la Democracia en México, América Latina y el mundo en general. Los trabajos deben ser originales e inéditos. Los textos deben de ser un aporte al conocimiento de las ciencias sociales y no deben de haber sido propuestos en otras revistas académicas. Tipos de contribuciones: - Artículos de investigación. Deben ser propuestos temporales o definitivos de investigación. Deben de contener por lo menos introducción, metodología, resultados y conclusiones. Ensayos científicos. Derivados de investigación de campo, documental, combinada o de estudios de caso. - Estado del arte. Elaborado a partir de perspectivas críticas y analíticas de revisiones bibliográficas donde se sistematizan y analizan teorías, metodologías y resultados de investigaciones en un campo específico del conocimiento con el propósito de exponer las diferentes tendencias predominantes (no menos de 25 referencias). - Reseñas bibliográficas. Pueden ser de divulgación (de 3 a 5 páginas) o reseñas críticas que expongan las condiciones teóricas, metodológicas, epistemológicas y analíticas del libro reseñado. Características de los trabajos:      Deberán tener la forma y presentación de artículo, ensayo científico, estado del arte o reseña bibliográfica. Los textos usarán mayúsculas y minúsculas. Deberán ser enviados sin errores ortográficos ni gramaticales. Extensión mínima de 14 cuartillas y máxima de 35 incluyendo gráficas o cuadros en el tamaño carta que por default da el procesador de textos Word. Letra Times New Roman 12 pts, a un espacio y medio (1.5). Las citas textuales dentro del texto no deben de exceder 10 renglones. Las notas adicionales deben de ir numeradas, a pie de página y con interlineado sencillo. No deben de exceder cinco renglones. Estructura formal del artículo - Título El artículo se iniciará con un título en español y en inglés. Debe presentarse en forma breve, es decir, indicar la naturaleza del trabajo de la manera más clara posible. No exceder 12 palabras. - Autor o autores El (los) nombre (s) del (los) autor (es) seguido por sus apellidos, los cuales deben estar separados por un guion sin espacios. - Resumen Se expondrá una síntesis del trabajo no mayor a 10 renglones, incluyendo los aspectos más relevantes: importancia, materiales y métodos, resultados y conclusiones. No se debe incluir en el antecedente, discusión, citas, llamados a cuadros, figuras y referencias a pie de página. Estará escrito en español (Resumen) y en inglés (“Summary”). El “Summary” podrá tener hasta 10 renglones. - Palabras clave Son palabras ubicadas después del resumen, que se citan para indicar al lector los temas principales a los que hace referencia el artículo, además de facilitar la recopilación y búsqueda de la cita en bancos de información. Se requiere un número entre tres y seis y no deben estar contenidos en el título. - Key words Son las mismas palabras que se incluyen en el apartado anterior, pero en inglés. Se enlistaran después del “Summary”. - Síntesis curricular Al final del trabajo favor anexar una síntesis curricular (hoja de vida) de cada autor, no mayor a seis renglones, letra tipo Times New Roman 12 pts. Reseña del libros Debe incluir:  Título del libro reseñado.  Editorial, ciudad de edición y año de edición.  Nombre y antecedentes personales del autor, institución a la que pertenece y correo electrónico.  Notas a pie de página (opcional).  Bibliografía al final del texto, de acuerdo a la normatividad APA (si emplea referencias adicionales al libro reseñado). Ejemplos de citación Las citas en el cuerpo del texto deben señalarse de la siguiente manera:  Un autor. Ejemplo: (Galtung, 1996, p.57).  Dos autores. Ejemplo: (Martínez y Muñoz, 1999, p. 265).  Más de tres autores. Ejemplo: (Ortega, et al., 2002, p. 45).  Una referencia con tres o más fuentes. Ejemplo: (Muñoz, 2003; Martínez, 2001; Potter y Whetherrell, 1987; Shotter, 2001).  Citando una fuente indirecta. Ejemplo: (Citado por Martínez, 1999, p. 297-298). Todas las referencias citadas en el texto deberán incluirse en la sección continuación algunos ejemplos: Bibliografía. A Libros  Kimlicka, Hill (1996), Ciudadanía multicultural, Barcelona: Paidós.  Muñoz, Francisco y Jorge Bolaños Carmona (ed). (2011). Los habitus de la paz. Teorías y prácticas dela paz imperfecta. España: Eirene, Instituto de la Paz y los Conflictos, Universidad de Granada. Versión electrónica de Libro Impreso  Martínez Guzmán y Sandoval Forero Eduardo Andrés (2009). Migraciones, conflictos y cultura de paz. En: contribuciones a las ciencias sociales, mayo 2009. www.eumed.net/rev/cccss/04/mgsf.htm Se pone s.f. cuando no aparece la fecha de la obra. Versión electrónica de un libro re-publicado  Freud, Sigmund. (1999). El malestar en la cultura. Extraído de www.remp.edu.ec/libros (Libro original publicado en 1929). Capítulos de libros  Serbin, Andrés (2008). Paz, violencia y sociedad civil en América Latina y el caribe. Introducción a algunas nociones básicas. En: Andrés Serbin (Coord.). Construcción de paz y diplomacia ciudadana en América Latina y el Caribe. Manual Teórico Práctico. Págs. 11-81. Buenos Aires, Icaria Editorial. Artículos  Andino Gamboa, Mauricio (2001), “Multiculturalismo y educación superior: estudio de caso”. En: revista Reencuentro, núm. 22, diciembre, México: Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Artículos leídos en internet  Turbay Posada, María José: “Equipos virtuales y tipos de conflicto intergrupal” en Revista Caribeña de Ciencias Sociales, agosto 2012, pp. 78-136. En: http://caribeña.eumed.net/equipos-virtuales-y-tipos-de-conflicto-intergrupal/ Tesis de grado  Klein, Laurence (2010). Derechos humanos, paz y desarrollo intercultural: construcción de una convivencia comunitaria en armonía con la madre tierra. Tesis (maestría), Máster Internacional en Estudios para la Paz y el Desarrollo. Cátedra UNESCO de Filosofía para la Paz. Universitat Jaume I, Castellón, España.  Salas Luévano, Ma. de Lourdes (2013). Migración y feminización de la población rural en México.2000-2005.Tesis (doctorado), Universidad Autónoma de Zacatecas. En: http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2013/mlsl/index.htm Referencias de entrevistas Las referencias de las entrevistas se colocan al final de la bibliografía. Entrevista a Juan Pérez García, Los Mochis, Sinaloa, 27/3/2013. Cuadros, gráficos, mapas, ilustraciones y fotos Deben ser enviados en archivo aparte, formato jpg con 300 dpi de resolución y deben de incluir la fuente respectiva. En el texto se debe de indicar el lugar de ubicación. Envió de trabajos Los trabajos a postular deben ser enviados a: raximhai@uaim.edu.mx grojomtz@yahoo.com.mx SUSCRÍBASE NO DEJE PASAR ESTA OPORTUNIDAD Inscripción a la revista Ra Ximhai Estoy interesado en la suscripción anual (2 números) de la revista: Apellido Paterno Apellido Materno Domicilio Ciudad No. Ext. No. Int. Estado País Nombre (s) Colonia C.P. 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Mario Antonio Flores Flores Coordinador General Educativo C. Julio Alberto López Ávila Coordinador General Administrativo Lic. Cesar Alejandro Marcial Liparoli Abogado General M. en E. S. María Soledad Angulo Aguilazocho Coordinadora Unidad Mochicahui M. en C. Marina E. Vega Pimentel Coordinadora Unidad Los Mochis Ing. José Alonso Ayala Zúñiga Coordinador General Unidad Choix Dr. Gustavo Enrique Rojo Martínez Editor General Universidad Autónoma Indígena de México Dra. Rosa Martínez Ruiz Directora Universidad Autónoma Indígena de México Dra. Elvia N. Rodríguez Sauceda Subdirectora Universidad Autónoma Indígena de México Colaboradores Summaries Dra. Raquel Rodríguez Sauceda M. en C. Diana Paola Fierro Mexia Apoyo editorial Ing. Aminne Armenta Armenta Dr. José Emilio Sánchez García Webmaster Julián Octavio Román Valenzuela Revista Ra Ximhai. Fuente de Cristal 2334 entre Coral y Cuarzo. Fracc. Fuentes del Bosque. Los Mochis, Sinaloa. C.P. 81290 Tel: (668) 816-03-20 Ext. 1601. 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