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Rafael Ramírez Heredia, La Mara

2014, Altre Modernita Rivista Di Studi Letterari E Culturali

¿Qué contador de relatos podría inventar uno donde narre que a los lados de este mismo ferrocarril de avanzar asmático por entre la selva ajena, seres de tatuajes enramados en el cuerpo y lágrimas estáticas viajan por senderos oscuros esperando que el tren se detenga?" (Ramírez Heredia, 2012: 16)

Rafael Ramírez Heredia, La Mara (México, Alfaguara, [2004] 2011, 2nda edición 2012, 344 pp. ISBN 978-607-11-1978-0) di Elisa Cairati "¿Qué contador de relatos podría inventar uno donde narre que a los lados de este mismo ferrocarril de avanzar asmático por entre la selva ajena, seres de tatuajes enramados en el cuerpo y lágrimas estáticas viajan por senderos oscuros esperando que el tren se detenga?" (Ramírez Heredia, 2012: 16) Esta es la pregunta que aparece en el primer capítulo de La Mara, una de las últimas obras del periodista y escritor mexicano Rafael Ramírez Heredia, fallecido en 2006, que ha dejado huellas de una férvida producción periodística y sobre todo literaria, enriquecida por publicaciones póstumas así como muchos reconocimientos y premios. Una inquietud preliminar que nos pone delante dos cuestiones. Por un lado, parece una reflexión metanarrativa, en la que el mismo autor considera la dirección tomada por su trabajo. Si pensamos que esta obra fue publicada por primera vez en 2004, resulta evidente que Rafael Ramírez Heredia fue uno de los primeros autores en comprometerse con el relato de las tragedias de la migración centroamericana hacia Estados Unidos. Hoy en día las publicaciones acerca del tema son bastante numerosas, y entre ellas destacan obras como la novela La fila india de Antonio Ortuño (Editorial Océano, México, 2013) y el libro de crónicas Amarás a Dios sobre todas las cosas de I raccomandati/Los recomendados/Les récommendés/Highly recommended Migrazione, diaspora, esilio... – 06/2014 267 Alejandro Hernández (Tusquets, México, 2013). Sin embargo La Mara se puede considerar una obra pionera en su tipo, tanto por el tema, como por sus características estilísticas, sobre las que nos detendremos en un segundo momento. Por otro lado, volviendo a la pregunta inicial, el autor expresa el interrogativo de manera muy singular, puesto que no pone al centro el hecho de "narrar" un cuento sobre un tema tan candente como doloroso, sino más bien se focaliza en la acción de "inventar". Bien podría ser una pregunta retórica: este cuento, aunque ficcionalizado, es pura realidad. La Mara es, de hecho, la historia de un tren, en el que viajan, asfixiados, infinitas cantidades de hombres, mujeres, niños y ancianos que desde los países del Centroamérica, Guatemala, El Salvador, Panamá y Honduras, tratan de llegar a la frontera mexicana con Estados Unidos para realizar sus sueños y dar un lugar a sus utopías. Sin embargo, esta novela, no tiene una evolución lineal, y no existe ni siquiera una trama. Es más bien un fresco, una representación global del entero universo de la migración centroamericana en México, en el que lo que acontece es, en realidad, el texto. Es el texto, con su prosa poética, que crea y recrea la historia a través de muchos estímulos, como la repetición insistente de palabras y frases, la ausencia de puntos de referencia, los diálogos y las escenas bien definidas inmersas en amplias reflexiones de un narrador externo omnisciente. La atmósfera es obscura, onírica e introspectiva. En ella se tuercen y retuercen pensamientos y reflexiones del narrador en un vértigo sin salida que bien podría representar la dimensión misma de la frontera, entre su tensión hacia el paso, hacia la huida, y su imposibilidad de salida del intricado y cada vez más hondo mecanismo de represión, ilegalidad y explotación. Una dimensión en la que la libertad, si es que la hay, se paga con la vida y la pérdida de la identidad. Las definiciones no ayudan. Esta no es una novela, es un único flujo de conciencia del autor en el que flotan escenas, quizás recuerdos de acontecimientos vividos durante la actividad de periodista, y en el que se presentan personajes emblemáticos de la frontera sur, de las últimas tierras mexicanas y de los más nórdicos suelos guatemaltecos. Aparecen así las historias de los que viven la frontera, de los dos lados, del lado oficial y del lado obscuro. Por una parte vemos como viven las autoridades fronterizas, como el cónsul mexicano en Guatemala, Nicolás Fuentes, Don Nico, acostumbrado a la falta de reglas y a la migración clandestina, a las mafias y a la explotación de este fenómeno. Por otra parte están los migrantes, con sus historias en las espaldas. Entre ellos, las muchas mujeres, incluso menores de edad, que ingresan con papeles falsos y para ganarse la vida consiguen trabajo en alguno de los famosos y numerosos burdeles fronterizos, como La noche de Eros y el Tijuanita. Emblemático es el caso de Selene Artiga, una muchacha hondureña, que al llegar a México encuentra trabajo como prostituta y se cambia de nombre en Lizbeth, hecho que marca la pérdida de su identidad. Otro caso significativo es el de Doña Lita, una mujer mayor que desde el mismo submundo de la frontera engaña a jóvenes migrantes para introducirlas al I raccomandati/Los recomendados/Les récommendés/Highly recommended Migrazione, diaspora, esilio... – 06/2014 268 mundo de la prostitución. Aparecen también los integrantes de la "Mara Salvatrucha", o Ms 13, una organización transnacional de bandas criminales asociadas, cuyos miembros son prevalentemente centroamericanos y se distinguen por los tatuajes que cubren sus cuerpos y por la crueldad de su código de conducta. Cada tatuaje de su cuerpo corresponde a acciones significativas de sus vidas, incluso a crímenes cometidos, cada lágrima dibujada en la mejilla es un asesinato llevado a cabo. Los "maras" o "mareros" son violentos, sin piedad, y controlan varias actividades ilegales. Desde el momento en que entras en la organización, tras un ritual iniciático de violencia y sangre, ya no puedes abandonarla. "La Mara" se vuelve entonces una manera para poder sobrevivir en el mundo de la frontera, pero también representa la pérdida de cualquier libertad del individuo y de todos los sueños. Ramírez Heredia recrea el universo de "La Mara" con los personajes de Poison y Rogao, "mareros" particularmente feroces, y con la historia de Laminitas, un joven migrante que al quedar atrapado en el mundo de la ilegalidad fronteriza elige ingresar a "La Mara", y sufre una golpiza extenuante como ritual inaugural. La pérdida de la identidad es subrayada incluso con el ingreso a la organización ya que en "La Mara" se pierde todo origen, toda nacionalidad, hasta configurar un conjunto violento que se opone a la oficialidad, incluso a los territorios nacionales, y que hace del espacio fronterizo, de este territorio de nadie, su modalidad de vida. En La Mara se manifiesta una gran polifonía. Ramírez Heredia recrea, en el espacio de la frontera y en el universo de la Mara Salvatrucha, todas las voces de Centroamérica, las hablas y las expresiones guatemaltecas, salvadoreñas, panameñas, hondureñas y mexicanas. Todas distintas pero unidas en un único pensamiento, expresado por el autor en las primeras líneas de la novela: "Las vidas son las visas. Las requieren para subir hacia la otra frontera. Las vidas son el pago de las visas." (2012: 20). _____________________________________ Elisa Cairati Università degli Studi di Milano elisa.cairati@unimi.it I raccomandati/Los recomendados/Les récommendés/Highly recommended Migrazione, diaspora, esilio... – 06/2014 269