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CONTACTO DIALECTAL (¿Y CAMBIO LINGÜÍSTICO?) EN ESPAÑOL:
EL CASO DE LA /tʃ / SONORENSE*
JULIO SERRANO
El Colegio de México
Escuela Nacional de Antropología e Historia
El estudio del cambio lingüístico en situaciones de contacto dialectal ha sido de los menos
privilegiados en el paradigma variacionista trazado por Weinreich, Labov y Herzog en
1968; simplemente revísese la bibliografía publicada sobre el tema, y se encontrará que
ésta es muy reducida en comparación con la existente en materia de contacto
*
Este trabajo se basa en una ponencia de nombre similar presentada en el II
Coloquio de Lingüística en la ENAH, en abril de 1998, y representa un primer avance del
proyecto "Dialectos en contacto: el español hablado por sonorenses en la ciudad de
México", en el que se estudia el fenómeno del cambio lingüístico en el habla de
hispanohablantes sonorenses radicados en la ciudad de México, en varios niveles de la
estructura de la lengua: fonología, gramática, entonación y léxico. Dicha investigación
forma parte a su vez del proyecto "Variación y cambio lingüístico en la ciudad de México",
dirigido por Yolanda Lastra y Pedro Martín Butragueño.
49
interlingüístico o sociolingüística urbana, por mencionar sólo dos campos. Destacan,
empero, algunos trabajos importantes, como Dialects in Contact de Peter Trudgill (1986),
"Dialect acquisition" de Jack Chambers (1992), y el artículo de Paul Kerswill de 1996 sobre
el papel de los niños y adolescentes en los procesos de cambio lingüístico.
En el caso específico de contacto dialectal en español se cuenta con pocos trabajos
en los que este factor desempeñe un papel importante a la hora de interpretar los datos
sociolingüísticos en grandes ciudades1. El presente estudio pretende analizar fenómenos
variables del habla de hablantes sonorenses que han cambiado su residencia al Área
Metropolitana de la ciudad de México2, en particular los procesos que puedan afectar a la
1
En MARTÍN BUTRAGUEÑO 1995 se resumen y conjugan los resultados de
estudios que tratan el problema del contacto dialectal en español, donde sobresalen los
trabajos de CEDERGREN 1973 en Panamá, FONTANELLA DE WEINBERG 1979a y b en
Argentina, LÓPEZ MORALES 1983 en Puerto Rico, y MARTÍN BUTRAGUEÑO 1992 en
Getafe, España. Existe también un trabajo de CARAVEDO 1996 sobre el español de Lima.
2
El Área Metropolitana de la ciudad de México comprende las 16 delegaciones del
Distrito Federal, más 27 municipios conurbados del Estado de México (cf. NEGRETE,
GRAIZBORD y RUIZ 1993). La ciudad de México es un punto extraordinario de contacto
entre dialectos del español. Dado su acelerado crecimiento, sobre todo entre las décadas
de 1940 a 1970, en ella confluyen una gran variedad de personas, de diversas
procedencias geográficas y distintos intereses, por lo que resulta un verdadero laboratorio
en donde estudiar fenómenos de variación socio-cultural, y por supuesto, lingüística.
50
articulación del segmento fonológico /tR/3. Estudiamos este segmento por ser uno de los
más característicos del habla no sólo sonorense, sino de prácticamente todo el noroeste
de México, por su articulación muchas veces debilitada o fricativa (Moreno de Alba 1994,
pp. 118-124; Brown 1989, p. 72), que llega a ser incluso un estereotipo en los medios de
comunicación masiva del país4. Tratamos de determinar si ha habido cambio en la
realización de este segmento, que en este caso consistiría en una mayor oclusivización del
mismo, y si lo hay, cuáles son los factores tanto internos como externos que intervienen en
el proceso.
METODOLOGÍA
3
Otros rasgos que diferencian a ambos dialectos son los debilitamientos de /s/
implosiva y /y/ intervocálica en el español de Sonora, frente a la articulación plena de los
mismos en el dialecto capitalino (cf. MORENO DE ALBA 1994, pp. 74-104). Obviamente,
también se pueden distinguir diferencias en otros niveles de la estructura lingüística
(diferencias prosódicas, gramaticales y léxicas, por lo menos).
4
La [R] sonorense es realmente un marker, en el sentido laboviano del término (cf.
51
Los informantes se han seleccionado atendiendo a los siguientes ejes sociodemográficos:
i) sexo; ii) edad: grupo 1, de 20 a 34 años; grupo 2, de 35 a 54 años; grupo 3, de 55 años
en adelante; iii) tipo de ocupación: A, profesionales del medio académico, estudiantes; B,
amas de casa, comercians. Se puede resumir como una oposición entre el medio
profesional y el medio informal (o académicos, versus no académicos)5; iv) origen
geográfico: 1, del centro o norte del estado; 2, del sur del estado; v) tiempo de estancia en
TRUDGILL 1986, pp. 10-11).
5
Sobre la importancia de la variable ocupación para organizar muestras
sociolingüísticas, véase CHAMBERS 1995, parág. 2.2.3.
52
la ciudad: grupo 1, de 0 a 2 años6; grupo 2, de 6 años en adelante.
6
Se ha señalado que un período de 2 años es suficiente para adquirir los rasgos de
un segundo dialecto. Si pasado este período no cambian todos los rasgos, probablemente
nunca lo hagan, quedando así como 'reliquias' del dialecto original (cf. CHAMBERS 1992,
pp. 680 y ss.).
53
Se trabajó con un total de 14 hablantes: 9 mujeres y 5 hombres. Por tipo de
ocupación tenemos 8 del tipo A: 6 profesionales de las ciencias sociales o humanidades y
2 estudiantes, mientras que del tipo B tenemos a 3 amas de casa y 3 personas que
trabajan como empledos. Del sur del estado de Sonora --que comprende básicamente los
municipios de Cajeme, Navojoa, Huatabampo y Álamos--, hay 10 participantes: 8 de
Ciudad Obregón, 1 de Cócorit y otro de Navojoa, mientras que del centro y norte tenemos
4: de Guaymas, Hermosillo, Magdalena de Kino y San Luis Río Colorado. Las edades
fluctúan entre los 20 y los 59 años; por esta razón se organizó la muestra en los 3 grupos
de edad arriba mencionados. Un patrón muy regular es el de la edad de llegada a la
capital: 11 de los 14 participantes llegaron entre los 20 y los 24 años de edad, los tres
restantes llegaron de 10, 30 y 31 años respectivamente7.
7
En el Cuadro 1 del Apéndice se resumen estos datos.
54
Para este trabajo se han utilizado las conversaciones grabadas digitalmente --en
formato DAT-- con los 14 participantes8. Se transcribieron 50 /tR/ por persona con
excepción de una, de quien sólo se pudieron transcribir 31 casos, dando una cifra total de
681. Debemos mencionar que se hizo la transcripción solamente de las partes de la
entrevista en las que se produjo el estilo informal de habla (Labov 1972), sin considerar los
primeros 10 minutos de la grabación9. Se realizaron los recuentos de frecuencias
absolutas y relativas, por un lado, y por otro se procesaron en Goldvarb 2.1, para obtener
el peso probabilístico de las variables lingüísticas y extralingüísticas. Los resultados de
8
La entrevista que se ha llevado a cabo corresponde a la del proyecto "Cambio y
variación lingüística en la ciudad de México" (LASTRA y MARTÍN BUTRAGUEÑO 1997), y
consta de 4 secciones principales. En la primera se entabla una conversación de tema libre
con el o los participantes, durante una hora aproximadamente; la segunda parte es la más
formal, ya que consiste en una lista de palabras recogidas onomasiológicamente, una
prueba de seguridad léxica y gramatical y la lectura de un texto; en tercer lugar se aplica
un cuestionario sobre actitudes ante el español de México en general, y sobre el de la
ciudad de México en particular. Finalmente, para el caso específico de los inmigrantes
sonorenses se ha agregado una "prueba testigo", en la que se reproduce una grabación de
4 hablantes varones: dos de Sonora y dos de la ciudad de México, esto con el fin de medir
la competencia sociolingüística y las actitudes frente a la variación dialectal y sociolectal de
cada participante; los resultados de esta última prueba no se analizan en esta ocasión.
9
Generalmente era suficiente con el tiempo de la conversación informal para
obtener 50 realizaciones del segmento, pero hubo ocasiones en que no se llegaba a la
cifra deseada, por lo que se tomaron los casos faltantes de la sección correspondiente al
cuestionario de acitudes, donde el habla es bastante natural, pudiéndose comparar
perfectamente con la de la primera parte de la entrevista. Por el momento no compararé
con otros estilos (como el de lectura o el de respuestas a preguntas aisladas).
55
ambos análisis se presentan más abajo.
LAS VARIANTES DE /tʃ /
La /tR/ mexicana se ha descrito como prepalatal africada sorda (ALM 1990, D’ Introno,
Del Teso y Weston 1995, p. 305)10, y entre sus alófonos debilitados se encuentra uno en el
que el elemento oclusivo es muy débil, dando prominencia perceptual a la parte fricativa:
[(t)R], y otro en el que no encontramos oclusión en absoluto: [R] (Moreno de Alba 1994, pp.
118-119)11. Estos tres son los que se utilizaron como variantes de nuestro análisis. Al
investigar este tipo de variantes, estamos sugiriendo que el segmento /tR/ se encuentra en
10
En la articulación africada "prodúcese en el canal vocal un contacto que
interrumpe momentáneamente, como en las oclusivas, la salida del aire; después este
contacto se resuelve suavemente, sin transición brusca, en una estrechez; la oclusión y la
estrechez se verifican en el mismo punto y entre los mismos órganos, y el tiempo que se
emplea en ambos momentos viene a ser el mismo que se gasta en la producción de
cualquier sonido meramente oclusivo" (NAVARRO TOMÁS 1961, p. 20).
11
Aunque QUILIS y VAQUERO 1973 han llegado a distinguir hasta 6 alófonos de
/tR/ en el dialecto de San Juan de Puerto Rico (cf. LÓPEZ MORALES 1983, pp. 148-149).
56
un proceso de debilitamiento, como lo están la mayoría de los segmentos en proceso de
cambio en español --como es el caso de la /s/ implosiva y la /d/ intervocálica en el Caribe
(cf. López Morales 1983, p. 158)--.
Los factores lingüísticos y extralingüísticos considerados para los recuentos
absolutos y relativos, y el análisis de regresión logística12, fueron los siguientes:
LINGÜÍSTICOS: i) contexto anterior: 1, vocal; 2, pausa (inicio absoluto); 3,
consonante nasal o líquida; 4, consonante fricativa; 5, semiconsonante [y];
ii) tonicidad: 1, antes de sílaba tónica; 2, después de sílaba tónica; 3, en sílaba
tónica;
iii) contexto posterior: 1, vocal anterior (i, e); 2, vocal posterior (u, o); 3, vocal central
(a); 4, final absoluto;
EXTRALINGÜÍSTICOS:
iv) Sexo; v) edad; vi) tiempo de estancia; vii) tipo de ocupación; viii) origen
geográfico; todos en los términos descritos en el apartado 2.
RESUMEN DE RESULTADOS
12
Utilizando Goldvarb 2.1 (cf. RAND y SANKOFF 1990).
57
Estadística descriptiva
La realización plena se produjo en 480 de los 681 casos, esto es, el 70% en números
redondos; el porcentaje restante (30%) es de variantes debilitadas: 12% [(t)R] y 18% de [R]
(Cuadro 2). Cabe mencionar que la mayoría de los 681 casos --526, lo que representa el
77%--, se produjo en posición intervocálica, de los cuales 356 (68%) se realizaron de
manera plena, mientras que 170 (32%) fueron variantes debilitadas (Cuadro 3, donde se
resumen los resultados del contexto anterior). Por tipo de vocal posterior los porcentajes se
encuentran más equilibrados --anterior: 36%, posterior: 36%, central: 27%, final absoluto:
1%-- (Cuadro 4). En cuanto a los factores sexo, origen geográfico y ocupación, tenemos
resultados interesantes en este nivel de análisis: los porcentajes de debilitamiento son
mayores en los hombres, en las personas del centro o norte del estado y en las del medio
académico o formal (Cuadro 5 y Figura 1).
Análisis probabilístico
58
Se realizaron dos tipos de análisis probabilístico con los datos en conjunto: binomial de 1
nivel, y de subida y bajada (regresión escalonada). Las cifras que presentamos
corresponden a las del segundo análisis, por ser el más elaborado13.
Realización plena. Del contexto anterior a la /tR/, todos los factores favorecen la
realización plena (inicio absoluto: 0.853; nasal o líquida: 0.650; [y]: 0.641; fricativa: 0.561),
con excepción de las vocales (0.450), mientras que en el contexto posterior, la [tR] se ve
favorecida por las vocales anteriores (0.507) y la central (0.533).
13
Cf. MORENO FERNÁNDEZ 1994.
59
Por otra parte, son las mujeres (0.550) de ocupación baja (0.596) y del sur del
estado (0.552) quienes sí favorecen la variante [tʃ ]14.
Variantes debilitadas. Las variantes debilitadas, [(t)ʃ ] y [ʃ ], se analizaron en grupo,
con los siguientes resultados. El encontrarse después de vocal favorece este tipo de
realizaciones (0.550), antes de vocales posteriores (0.506) y en posición final absoluta
(0.936).
Los factores externos que influyen en el debilitamiento son: hombres (0.586) del
medio académico o formal (0.568) que sean del centro del estado (o.623)15.
Hacia una regla variable
Con base en estos resultados, podemos proponer una regla variable que describa el
proceso de desoclusivización de /tʃ /, asumiendo que tanto la variable debilitada [-distr]
14
El análisis de subida y bajada exluyó los factores tonicidad, grupo de edad y
tiempo de estancia, lo que quiere decir que no son pertinentes para la explicación de los
datos (cf. Cuadro 6).
15
Nuevamente aquí, al igual que con el análisis de la /tR/ plena, los factores
tonicidad, grupo de edad y tiempo de estancia fueron eliminados (Cuadro 7).
60
como la fricativa [+cont] tienen la misma probabilidad de aparecer en exactamente los
mismos contextos16.
(1)
t ʃ --> [-distr] [+sil] ____ [+sil]
[+cont]
Centro-nte.
[+post]
Masc.
Ocup. A
16
No pudimos hacer el análisis probabilístico con la variante fricativa por la
aparición de 2 knockouts, esto es, no se dio ningún caso en los siguientes contextos: [y]__
y #__. Para la definición de knockout y singleton, véase MORENO FERNÁNDEZ 1994, p.
19; RAND y SANKOFF 1990, p. 23.
61
Como es sabido, en la fonología generativa estándar las africadas no pueden
tratarse como un solo segmento, ya que se tendrían que asignar valores contradictorios
para el rasgo [continuo]. Lo que podría estar sucediendo en este dialecto del español
(considérese esto de manera provisional) es un efecto de orilla (edge-effect) (Archangeli y
Pulleyblank 1986), específicamente de orilla izquierda, por el que la /tR/ estaría sufriendo
un proceso de debilitamiento del momento oclusivo debido al contexto intervocálico,
fenómeno que también sucede con la serie de oclusivas sonoras. Esta parece ser una
respuesta que se adecuaría de alguna manera a los datos observados17.
CONCLUSIONES
17
Para una reseña sobre los distintos modelos generativistas y su adecuación al
análisis de las africadas, véase HERRERA ZENDEJAS 1997, pp. 97-100.
62
En primer lugar, se confirma que el debilitamiento de /tR/ sigue siendo una característica
del habla sonorense en general, y que la estancia en la ciudad de México no ha afectado
en gran medida las estructuras fonológicas segmentales de los individuos entrevistados
hasta el momento18, sin importar realmente el tiempo que lleven en la ciudad. Tanto el
hablante que tiene 2 años en la ciudad como el que tiene más de 20 conservan en
términos generales la pronunciación original. Esto es predecible por dos razones
principales: en primer lugar, porque el nivel segmental es de los menos afectados en un
proceso de cambio por contacto dialectal19 y, en segundo lugar, por la edad de llegada a la
ciudad. Si se tiene el contacto antes de los 6 años es muy probable que el hablante asimile
todas las características del segundo dialecto, pero pasando esa edad el cambio se vuelve
18
Otro trabajo será el investigar qué pasa con la estructura entonativa, que al
parecer es más susceptible de cambiar. Por lo menos dos de las catorce personas aquí
analizadas han presentado un cambio radical en este aspecto. Claro que esta observación
es impresionista; más adelante haré el análisis acústico que me permita determinar con
precisión qué tipos de estructuras entonacionales han cambiado y cómo lo han hecho.
19
Cf. TRUDGILL 1986, CHAMBERS 1992, KERSWILL 1996.
63
más difícil, sobre todo después de los 14 años20.
20
Cf. CHAMBERS 1992, pp. 687-690; véase también el cuadro de KERSWILL
sobre la "jerarquía de dificultad para la adquisición de rasgos de un segundo dialecto"
(1996, p. 200).
64
Por otra parte, en nuestra muestra también contamos con casos extremos, como el
de una hablante que llegó hace 20 años y que ha dejado la variante fricativa casi en su
totalidad --a pesar de ser de Hermosillo, zona típicamente de fricativización--, mientras que
su contraparte masculina --de Guaymas, con el mismo tiempo de estancia en la ciudad--,
sigue conservando un alto porcentaje de [R] (alrededor del 80%)21. A juzgar por nuestros
datos, quienes estarían promoviendo el cambio, si es que puede considerarse tal, serían
las mujeres con actividades más bien informales (amas de casa, empleadas) (Cuadro 5 y
Figura 1)22. Es probable que en este caso sean los factores psicosociales de acomodación
los que tengan más peso en el cambio, esto es, que el factor volitivo, el 'querer cambiar'
intervenga decididamente en este proceso23. Por otra parte, son los hombres los que
21
Como podemos ver, aunque existe gran variación, en términos generales no
parece producirse un cambio radical. Lo que debemos investigar es qué sucede con la
segunda generación de inmigrantes, en los que el cambio seguramente será efectivo,
llevándose a cabo, más que un contacto de dialectos, una pérdida del dialecto familiar
(MARTÍN BUTRAGUEÑO 1995, p. 199).
22
En la bibliografía sociolingüística se ha resaltado en varias ocasiones el hecho de
que generalmente son las mujeres las que están a la vanguardia en los procesos de
cambio.
23
La Teoría de la Acomodación esbozada por GILES 1973 y puesta en práctica
para el contacto de dialectos en TRUDGILL 1986, proporciona respuestas interesantes al
respecto.
65
tienen mayor índice de debilitamiento, lo que contrasta, por ejemplo, con lugares como San
Juan de Puerto Rico y Panamá (cf. Cedergren 1973), donde son las mujeres quienes
favorecen la fricativización de /R/ (cf. López Morales 1983, p. 156).
Como ya se ha señalado en la bibliografía dialectológica sobre el español de
México, existen diferencias de pronunciación importantes dentro del estado de Sonora, las
cuales se ven reflejadas y confirmadas claramente en nuestra muestra, a saber, que los
hablantes del sur del estado debilitan menos que los del centro y norte (24% vs. 43%)24.
Por supuesto, hay que tomar en cuenta que la representatividad geográfica no es
equilibrada en esta muestra, ya que el número de personas del sur del estado duplica a las
24
Cf. MORENO DE ALBA 1994, el Atlas Lingüístico de México, BROWN 1989,
1993. ALESSI y TORRES 1994 anotan que en las ciudades próximas a la frontera
(Aguaprieta, Nogales, Cananea, Caborca, Magdalena y San Luis Río Colorado) hay una
tendencia a realizar la variante oclusiva en promedios más altos que en Hermosillo.
66
del centro y norte.
Por último, existen problemas que no se han planteado aquí, pero que resultarán
interesantes para investigaciones futuras. Así, el cambio individual frente al cambio
comunitario (Labov 1994). Estudiar a personas de la segunda generación arrojará más luz
sobre el cambio en el grupo inmigrante. Ello está ligado a la validez de la hipótesis léxica
(Chambers Y Trudgill 1994, pp. 207-226), frente a la hipótesis de cambio de reglas
fonológicas. Decidir entre las dos supone analizar cuál es el proceso por el que se
introduce el cambio en los hablantes, si es "de palabra en palabra" o si hay un cambio de
regla. Lo esperable en este caso es que en los hablantes llegados después de los 14 años
el proceso sea léxico, mientras que en sus hijos, nacidos y criados en la capital, habrá
cambio de reglas.
67
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72
APÉNDICE
CUADRO 1
Agrupación de los participantes por variables extralingüísticas
_________________________________________________________________
Sexo
Tiempo de estancia Ocupación
Origen
Edad
__________________________________________________________________
M, 9
<2 años, 5
A, 8
Sur, 10
G1, 7
H, 5
>6 años, 9
B, 6
Centro-N., 4 G2, 4
G3, 3
_________________________________________________________________
CUADRO 2
Frecuencias relativas y absolutas de cada variante
(números redondos)
_________________________________________________________________
Variante
%
(N)
_________________________________________________________________
tR
70
(480)
(t)R
12
(78)
73
R
18
(123)
_________________________________________________________________
Total
100 (681)
__________________________________________________________________
CUADRO 3
Frecuencias relativas y absolutas de contexto anterior
(números redondos)
_________________________________________________________________
V__
C[+ste]__
C[+str]__
#__
y__
_________________________________________________________________
77 (256)
16 (111)
3 (23)
2 (16) 1 (5) 100 (681)
_________________________________________________________________
CUADRO 4
Frecuencias relativas y absolutas de contexto posterior
(números redondos)
_________________________________________________________________
__V[+ant]
__V[+post]
__a
__#
Total
_________________________________________________________________
Total
74
36 (245)
36 (246)
27 (181)
1 (9)
100 (681)
_________________________________________________________________
CUADRO 5
Frecuencias relativas y absolutas de las variables
extralingüísticas sexo, origen geográfico y ocupación
(números redondos)
__________________________________________________________________
Hombs.
Var.
Mujs. Centro-N. Sur Ocup. A
Ocup. B
Total
_________________________________________________________________
(t)R+R42(106)
tR
22(95) 43(86) 24(115) 38(153) 17(48) 30(201)
58(144) 78(336)57(114) 76(366)62(247) 83(233) 70(480)
__________________________________________________________________
Totales
(250)
(431) (200) (481) (400) (281) (681)
__________________________________________________________________
CUADRO 625
25
Para leer este cuadro y el siguiente: Grupo 1 (contexto anterior): n, nasal o
líquida; v, vocal; y, semiconsonante; s, fricativa; i, inicio absoluto. Grupo 2 (contexto
posterior): e, vocal anterior; o, vocal posterior; a, vocal central; f, final absoluto. Grupo 3
(tonicidad): 1, antes de sílaba tónica; 2, después de sílaba tónica; 3, en sílaba tónica.
Grupo 4: M, masculino; F, femenino. Grupo 5 (edad): 1, de 20 a 34 años; 2, de 35 a 54
años; 3, 55 años o más. Grupo 6 (tiempo de estancia en la capital): A, 2 años o menos; B,
75
t ʃ plenas
_________________________________________________________________
Valor de aplicación: [tʃ ]
1.
Análisis binomial de 1 nivel
Input, 0.731
Grupo (1), n: 0.636; v: 0.453; y: 0.603; s: 0.548: i: 0.879
Grupo (2), e: 0.517; o: 0.496; a: 0.520; f: 0.046
Grupo (3), 2: 0.484; 3: 0.585; 1: 0.413
Grupo (4), M: 0.418; F: 0.548
Grupo (5), 0.549; 2: 0.424; 3: 0.494
Grupo (6), A: 0.445; B: 0.528
Grupo (7), A 0.426; B: 0.605
Grupo (8), S: 0.533; C: 0.421
Log. verosimilitud = -367.533
Máxima verosimilitud posible = -263.477
X2 (153) = 208.113, hipótesis nula rechazada, p = 0.0000
más de 6 años. Grupo 7: Ocupación, A o B. Grupo 8: S, sur del estado; C, centro o norte
del estado.
76
2.
Análisis binomial de subida y bajada (regresión escalonada)
Mejor recorrido ascendente, el 29
Input, 0.729
Grupo (1), n: 0.650, v: 0.450, y: 0.641, s: 0.561, i: 0.853
Grupo (2), e: 0.507, o: 0.494, a: 0.533, f: 0.064
Grupo (4), M: 0.414, F: 0.550
Grupo (7), A: 0.432, B: 0.596
Grupo (8), S: 0.552, C: 0.377
Log. verosimilitud = -371.457, significación = 0.023
Máxima verosimilitud posible = -333.722
Mejor recorrido descendente, el 53
Los mismos resultados, pero con significación 0.052
_________________________________________________________________
CUADRO 7
Debilitadas: (tʃ ), ʃ
_________________________________________________________________
Valor de aplicación: [(t)R] más [R]
1.
Análisis binomial de 1 nivel
Input, 0.731
Grupo (1), n: 0.364; v: 0.547; y: 0.397; s: 0.452: i: 0.121
77
Grupo (2), e: 0.483; o: 0.504; a: 0.480; f: 0.954
Grupo (3), 2: 0.516; 3: 0.415; 1: 0.587
Grupo (4), M: 0.582; F: 0.452
Grupo (5), 1: 0.451; 2: 0.576; 3: 0.506
Grupo (6), A: 0.555; B: 0.472
Grupo (7), A 0.574; B: 0.395
Grupo (8), S: 0.467; C: 0.579
Log. verosimilitud = -367.533
Máxima verosimilitud posible = -263.477
X2 (153) = 208.113, hipótesis nula rechazada, p = 0.0000
2.
Análisis binomial de subida y bajada (regresión escalonada)
Mejor recorrido ascendente, el 29
Input, 0.271
Grupo (1), n: 0.350, v: 0.550, y: 0.359, s: 0.439, i: 0.147
Grupo (2), e: 0.493, o: 0.506, a: 0.467, f: 0.936
Grupo (4), M: 0.586, F: 0.450
Grupo (7), A: 0.568, B: 0.404
Grupo (8), S: 0.448, C: 0.623
Log. verosimilitud = -371.457, significación = 0.023
Máxima verosimilitud posible = -333.722
Mejor recorrido descendente, el 53
Los mismos resultados, pero con significación 0.052
_________________________________________________________________
78
FIGURA 1
Pesos porcentuales de las variables sexo, origen y ocupación
79
EL COLEGIO DE MÉXICO
401
E82
Estructuras en contexto :estudios de variación lingüística/ edición
de Pedro Martín Butragueñ0.- México : El Colegio de Mkxico,
Centro de Estudios Lingüísticos, Cátedra Jaime Torres Bodet,
2000.
170 p., gráfs. ;22 cm. - (Serie Estudios del lenguaje ;3)
ISBN 968-12-0953-2
1. Lenguaje e idiomas - Variación. 2. Lenguaje e idiomas - Uso.
3. Sociolingüís~ca.1. Butragueño, Pedro Martín, ed.
Prólogo
Yolanda Lastra y Pedro Martín ButragLLerío, El modo & vida
como factor sociolingüístico en la ciudad de México
Julio Serrano, Contacto dialectal (¿y cambio lingüístico?)
en español: el caso dela /tj/ sonorense
Portada de Irma Eugenia Alva Valencia
Elena Lozanova, Notas sobre la vitalidad del léxico
indígena en el español contemporáneo de la
ciudad de México
Sara Isabel Pérez, Reduplicación de clíticos en español
Karina Hess Zimmermann, Me rompí mi brazo vs. Me rompí
el brazo. La influencia del náhuat. sobre el español
de niños mexicanos
Michad Knapp, La constmcción de participio absoluto
como prueba de la inacusatividad
Regina Musselman Shank, La cortesía en las relaciones
asimétricas
Primera edición, 2000
D.R. O El Colegio d e México
Camino al Ajusco 20
Pedregal d e Santa Teresa
10740 México, D.F.
ISBN 96812-0953-2
Impreso en México
Graciela Faández Ruiz, Sobre las estrategias
argumentativas en la conversación
CONTACTO DIALECTAL (<YCAMBIO LINGUÍSTICO?)
EN ESPAÑOL: EL CASO DE LA / t j / SONORENSE*
JULIO
SERRANO**
El estudio del cambio lingüístico en situaciones d e contacto dialectal
ha sido de los menos privilegiados en el paradigma variacionista
trazado por Weinreich, Labov y Herzog en 1968; simplemente revísese la bibliografía publicada sobre el tema, y se encontrará que ésta
es muy reducida en comparación con la existente en materia de contacto interlingüístico o sociolingüística urbana, por mencionar sólo
dos campos. Destacan, empero, algunos trabajos importantes, como
Dialects in Contact de Peter Trudgill(1986), "Dialect acquisition" de
Jack Cliariibers (1992), y cl artículo de Paul Kerswill de 1996 sobre el
papel de los niños y adolescentes en los procesos de cambio lingüístico.
En el caso específico d e contacto dialectal en español se cuenta
con pocos trabajos en los que este factor desempeñe u n papel importante a la hora d e interpretar los datos sociolingüísticos en gran-
* Este trabajo se basa en una ponencia d e nombre similar presentada en el 11
Coloquio de Lingüística en la ENAH, en abril de 1998, y representa un primer avance
del proyecto "Dialectos en contacto: el español hablado por sonorenses en la ciudad
de México", en el que se estudia el fenómeno del cambio lingüístico en el habla de
hispanohablantes sonorenses radicados en la ciudad d e México, en varios niveles de
la estructura de la 1cngu;i: fonología, grainática. entoiiación y léxico. Dicha investipcióii loriiia píirteii SU vez <le1proyecto "Variación y cambio lingüís~icoen la ciudad
de México", dirigido por Yolanda Lastra y Pedro Martín Butragueño.
** El Colegio de México-Escuela Nacional de Antropología e Historia.
JULIO SERRANO
CONTACTO DIALECTAL (?Y CAMBIO LINCU~STICO?)EN ESPANOL
des ciudades'. El presente estudio pretende analizar fenómenos variables del habla d e hablantes sonorenses que han cambiado su residencia al Area Metropolitana de la ciudad de MéxicoP,en particular
los procesos que puedan afectar a la articulación del segmento fonológico /tf/3. Estudiamos este segmento por ser uno de los más característicos del habla no sólo sonorense, sino de prácticamente todo el
noroeste de México, por su articulación muchas veces debilitada o
fricativa (Moreno de Alba 1994, pp. 118-124;Brown 1989, p. 72), que
llega a ser incluso un estereotipo en los medios de comunicación
masiva del país4.Tratamos de determinar si ha habido cambio en la
realización de este segmento, que en este caso consistiría en una mayor oclusivización del mismo, y si lo hay, cuáles son los factores tanto
internos como externos que intervienen en el proceso.
mico^)^; iv) origengeográfico: 1, del centro o norte del estado; 2, del sur
del estado; v) tiempo de estancza en h laciudad: grupo 1, de O a 2 años6,
grupo 2, de 6 años en adelante.
Se trabajó con un total de 14 hablantes: 9 mujeres y 5 hombres.
Por tipo de ocupación tenemos 8 del tipo A: 6 profesionales de las
ciencias sociales o humanidades y 2 estudiantes, mientras que del tipo B tenemos a 3 amas de casa i 3 personas que trabajan como empleados. Del sur dcl estado de Sonora -que coniprende básicamente
los municipios de Cajeme, Navojoa, Huatabampo y Aiamos-, hay 10
participantes: 8 de Ciudad Obregón, 1 de Cócorit y otro de Navojoa,
mientras que del centro y norte tenemos 4: de Guaymas, Hermosillo,
Magdalena de Kino y San Luis Río Colorado. Las edades fluctúan
entre los 20 y los 59 años; por esta razón se organizó la muestra en los
3 grupos de edad arriba mencionados. Un patrón muy regular es el
de la edad de llegada a la capital: 11 de los 14 participantes llegaron
entre los 20 y los 24 años de edad, los tres restantes llegaron de 10,
30 v, 3 1 años res~ectivamente~.
Para este trabajo se han utilizado las conversaciones grabadas
digitalmente -en formato DAT- con los 14 participantes8.Se transcribieron 50 /d/ por persona con excepción de una, de quien sólo se
~ u d i e r o ntranscribir 3 1 casos, dando una cifra total de 681. Debemos
hencionar que se hizo la transcripción solamente de las partes de la
entrevista en las que se produjo el estilo informal de habla (Labov
I
Los informantes se han seleccionado atendiendo a los siguientes ejes
ii) edad: grupo 1, de 20 a 34 años; grupo 2,
s o c i ~ d e m o g r ~ c oi)ssexo;
:
de 35 a 54 años; grupo 3, de 55 años en adelante; iii) tipo de ocupación:
A, profesionales del medio académico, estudiantes; B, amas de casa,
comerciantes. Se puede resumir como una oposición entre el medio profesional y el medio informal (o académicos, versus no acadé-
'
En MART~N
Bmcu~rio
1995se resumen y conjugan los resultados de estudios
que tratan el problema del contacto dialectal en español, donde sobresalen los traba1973en Panamá, FONTANELLA
DE WUNBERC
1979 a y b en Argentina,
jos de CEDERCREN
UPEZ
MORALES
1983 en Puerto Rico, y MART~N
BUTRAGUE~~O
1992 en Getafe, Esparia.
Existe también un trabajo de CAWVEM
1996 sobre el español de Lima.
El Area Metropolitana de la ciudad de México comprende las 16 delegaciones
del Distrito Federal, más 27 municipios conurbados del Estado de México (cf. NECRETZ, GRAIZBORD
y RUIZ1993).La ciudad de México es un punto extraordinario de
contacto entre dialectos del español. Dado su acelerado crecimiento, sobre todo entre las décadas de 1940 a 1970. en ella confluyen una gran variedad de personas, de
diversas procedencias geográficas y distintos intereses, por lo que resulta un verdadero laboratorio en donde estudiar fenómenos de variación socio-cultural,y por
supuesto, lingüística.
Otros rasgos que diferenciana ambosdialectos son los debilitamientosde/s/ implosiva y /y/ intelvocáiica en el español de Sonora, frente a la articulación plena de
los mismos en el dialecto capitalino (cf. MORENO
DE ALBA1994, pp. 74-104). Obviamente, también se pueden distinguir diferenciasen otros niveles de la estructura lingüística (diferenciasprosódicas, gramaticales y léxicas, por lo menos).
La [j] sonorense es realmente un markm-,en el sentido laboviano del término
(cf. TRUDGIU
1986, PP. 10-11).
'
Sobre la importancia de la variable ocupación para organizar muestras sociolingüísticas, véase CHAMBERS
1995, parág. 2.2.3.
Se ha señalado que un período de 2 años es suficiente para adquirir los rasgos
de un segundo dialecto. Si pasado este período no cambian todos los rasgos, probablemente nunca lo hagan, quedando así como 'reliquias' del dialecto original (cf.
CHAM~ERS
1992, pp. 680 y SS.).
En el Cuadro 1 del Apéndice se resumen estos datos.
% entrevista que se ha llevado a cabo corresponde a la del proyecto "Cambio
y variación lingüística en la ciudad de México" (LAsnu y M M NBUIRAGUE~JO
1997),y
consta de 4 secciones principales. En la primera se entabla una conversación de tema
libre con el o los participantes,durante una hora aproximadamente;la segunda parte
es la más formal, ya que consiste en una lista de palabras recogidas onomasiológicamente, una prueba de seguridad Iéxica y gramatical y la lectura de un texto; en
tercer lugar se aplica un cuestionario sobre actitudes ante el español de México en
general, y sobre el de la ciudad de México en particular. Finalmente, para el caso específico de los inmigrantessonorenses se ha agregado una "prueba testigo", en laque
se reproduce una grabación de 4 hablantes varones: dos de Sonora y dos de la ciudad
de México, esto con el fin de medir la competencia sociolingüística y las actitudes
frente a la variación dialectal y sociolectal de cada participante; los resultados de esta
última prueba no se analizan en esta ocasión.
"
'
J U L I O SERRANO
'
1972), sin considerar los primeros 10 minutos de la grabación9. Se
realizaron los recuentos de frecuencias absolutas y relativas, por un
lado, y por otro se procesaron en Goldvarb 2.1, para obtener el peso
probabilístico d e las variables lingüísticas y extralingüísticas. Los resultados d e ambos análisis se presentan más abajo.
ii) loítici(iud: 1, ;iiilcs dc sílaba tcíiiica; 2, dcspuCs de síl;ibii tOiii<:¿i; 3, i b i i
sílaba tónica;
iii) contextoposterior: 1, vocal anterior (i, e);2, vocal posterior (u, o);3, vocal central (a); 4, final absoluto;
EXTKALINCU~S.~I(:OS:
iv) Sexo; v) edad; vi) tiempo de estancia; vii) tipo de ocupación; viii) origen geográfico; todos e n los términos descritos.
LAS VARIANTES DE /d/
~ a / t j / mexicana se ha descrito como prepalatal africada sorda (ALM,
1990; L)'liitrono, Del'l'cso y Westori 1995, p. 305)Iu,y eiitrc sus al6Li)nos debilitados se encuentra uno en el que el elemento oclusivo es
muy débil, dando prominencia perceptual a la parte fricativa: [(t)\], y
otro en el que no encontramos oclusión en absoluto: [J] (Moreno d e
Alba 1994, pp. 118-119)". Estos tres son los que se utilizaron como variantes d e nuestro análisis. Al investigar este tipo d e variantes, estamos sugiriendo que el segmento/tf/ se encuentra e n un proceso d e
debilitamiento, como lo están la mayoríade los segmentos en proceso
de cambio e n español - c o m o es el caso d e /S/ implosiva y /d/ intervocálica e n el Caribe (cf: López Morales 1983, p. 158).
Los factores lingüísticos y extralingüísticos considerados para los
recuentos absolutos y relativos, y el análisis de regresión logística12,
fueron los siguientes:
Li~~uls~icos:
i) contexto anterior: 1,vocal; 2, pausa(inici0absoluto);3, consonante nasal
o Iíquida; 4, consonante fricativa; 5, semiconsonante [y];
Y Generalmente era suficiente con el tiempo de la conversación informal par.,l
obtener 50 realizaciones del segmento, pero hubo ocasiones en que no se llegaba a
la cifradeseada, por lo que se tomaron los casos faltantes de lasección correspondiente al cuestionariode actitudes, donde el habla es bastante natural, pudiéndose comparar perfectamente con la de la primera parte de la entrevista. Por el momento no
compararé con otros estilos (como el de lectura o el de respuestas a preguntas aisladas).
'O En la articulación africada "prodúcese en el canal vocal un contacto que interrumpe momentáneamente, como en las oclusivas, la salida del aire; después este
contacto se resuelve suavemente, sin transición brusca, en una estrechez; la oclusii>ii
y la estrechez se verifican en el mismo punto y entre los mismos órganos, y el tiempo
que se emplea en ambosmomentos viene a ser el mismo que se gasta en la producción
de cualquier sonido meramente oclusivow(NAVARRO
TOMAS
1961, p. 20).
l 1 Aunque Quius y VAQUERO
1973 han llegado a distinguir hasta 6 alófonos de
/d/ e n el dialecto de SanJuande Puerto Rico (cf. LOPEZMORALES1983, pp. 148140).
l 2 Utilizando Coldvarb 2.1 (cf. RANDy SANKOFF
1990).
La realización plena se produjo en 480 de los 68 1 casos, esto es, el 70%
cn núirieros redondos; el porcentaje restante (30%) es de variantes
debilitadas: 12% [(t)[] y 18% de [I] (Cuadro 2). Cabe mencionar que
la mayoría d e los 681 casos -526, lo que representa el 77Ye. se produjo en posición intervocálica, de los cuales 356 (68%) se realizaroii
de manera plena, mientras que 170 (32%)fueron variantes debilitadas
(Cuadro 3, donde se resumen los resultados del contexto anterior).
Por tipo de vocal posterior los porcentajes se encuentran más equilibrados -anterior: 36%, posterior: 36%, central: 27%,final absoluto:
1% (Cuadro 4). En cuanto a los factores sexo, origen gcogrhfico y
ocupación, tenemos resultados interesantes en este nivel de análisis:
los porcentajes de debilitamiento son mayores en los hombres, en las
personas del centro o nortc dcl csrado y en las del niedio académico
o forrnal (Cuaclro 5 y Figura 1).
Análisis probabilzStico
Se realizüron dos tipos de análisis probabilístico con los datos en con.
junto: binomial d e 1 nivel, y de subida y bajada (regresión escalonada). Las cifras que presentamos corresponden a las del segundo análisis, por ser el más e1aboradol3.
Realización plena. Del contexto anterior a la /tl/, todos los factores favorecen la realización plena (inicio absoluto: 0.853; wasal o
líquida: 0.650; [y]: 0.641; fricativa: 0.561), con excepción de las vocales (0.450), mientras que en el contexto posterior, la [d] se ve favo
recida por las vocales anteriores (0.507) y la central (0.533).
Por otra parte, son las mujeres (0.550)de ocupación baja (0.596)
del sur del estado (0.552)quienes sí favorecen la variante [JII~.
Variantes debilitadas. Las variantes debilitadas, [(t)]]y [j], se analizaron en grupo, con los siguientes resultados. El encontrarse después de vocal favorece este tipo de realizaciones (0.550), antes de
vocales posteriores (0.506) y en posición final absoluta (0.936).
Los factores externos que influyen en el debilitamiento son:
hombres (0.586) del medio académico o formal (0.568) que sean del
centro del estado (0,623)15.
Huciu una regla variable
Con base en estos resultados, podemos proponer una regla variable
que describa el proceso de desoclusivización de/d/, asumiendo que
tanto la variable debilitada [-distr] como la fricativa [+cont]tienen la
misma probabilidad de aparecer en exactamente los mismos contexto~'~.
(1)
tf -3
[distr
+cont
]/
[+sil]
- [+sil
+post
]
(Centro-nte.)
Masc.
Ocup. A
Como es sabido, en la fonología generativa estándar las africadas
no pueden tratarse como un solo segmento, ya que se tendrían que
asignar valores contradictorios para el rasgo [continuo]. Lo que podría estar sucediendo en este dialecto del español (considérese esto
de manera provisional) es un efecto de orilla (edge-eflect)(Archangeli
y Pulleyblank 1986),específicamente de orilla izquierda, por el que la
/t//
estaría sufriendo un proceso de debilitamiento del momento
oclusivo debido al contexto intervocálico, fenómeno que también
l 4 El análisis de subida y bajada exluyó los factores tonicidad, grupo de edad y
Uempo de estancia, lo que quiere decir que no son pertinentes para la explicación de
los datos (cf. Cuadro 6).
l5 Nuevamente aquí, al igual que con el análisisde ~a/tJ/ plena, los factores tonicidad, grupo de edad y tiempo de estancia fueron eliminados (Cuadro 7).
"
'0
pudimos hacer el análisis probabilístico con la variante fricativapor la aparición de 2 knockouts, esto es, no se dio ningún caso en los siguientescontextos: [y]y #-. Para la definición de knockout y singbton. véase MORENO
FERNANDU
1994, p. 19;
RANDy SANKOFF
1990, p. 23.
sucede con la serie de oclusivas sonoras. Esta parece ser una respuesta
que se adecuaria de alguna manera a los datos observadost7.
En primer lugar, se confirma que el debilitamiento de /d/ sigue siendo una característica del habla sonorense en general, y que la estancia
en la ciudad de México no ha afectado en gran medida las estructuras
fonológicas segmentales de los individuos entrevistados hasta el
momento'" sin importar realmente el tiempo que lleven en la ciudad.
Tanto el hablante que tiene 2 años en la ciudad como el que tiene más
de 20 conservan en términos generales la pronunciación original.
Esto es predecible por dos razones principales: en primer lugar, porque el nivel segmental es de los menos afectados en un proceso de
cambio por contacto dialectall" y, en segundo lugar, por la edad de llegada a la ciudad. Si se tiene el contacto antes de los 6 años es muy probable que el hablante asimile todas las características del segundo
dialecto, pero pdsando esa edad el cambio se vuelve más dificil, sobre
todo después de los 14 añosz0.
Por otra parte, en nuestra muestra también contamos con casos
extremos, como el de una hablante que llegó hace 20 años y que ha
dejado la variante fricativa casi en su totalidad -a pesar de ser de Hermosillo, zona típicamente de fricativización-, mientras que su contraparte masculina -de Guaymas, con el mismo tiempo de estancia en
la ciudad-, sigue conservando un alto porcentaje de [J](alrededor del
80%)21.
Ajuzgar por nuestros datos, quienes estarían promoviendo el
l7 Para una reseña sobre los distintos modelos generativistas y su adecuación al
análisis de las africadas, véase HERREHA
ZENDEJAS
1997, pp. 97-100.
'"tro
trabajo será el investigar qué pasa con la estructura entonativa, que al
parecer es más susceptible de cambiar. Por lo menos dos de las catorce personas aquí
analizadas han presentado un cambio radical en este aspecto. Claro que esta observación es impresionista;más adelante hare el análisis acústico que me permita determinar con precisión qué tipos de estructuras entonacionales han cambiado y cómo
lo han hecho.
l9 Cf. TRUDGIU
1986, CHAMBW~S
1992, KERSWIU1996.
Cf. CHAMRERS
1992, pp. 687-690; véase también el cuadro de KERSWILL
sobre
la "ierarquía de dificultad para la adquisición de rasgos de un segundo dialecto"
(1996, p . ' 2 ~ ~ ) .
21 Como podemos ver, aunque existe gran variación, en términos generales no
parece producirse un cambio radical. Lo que debemos investigar es qué sucede con
la segunda generación de inmigrantes, en los que el cambio seguramente será efec-
cambio, si es que puede considerarse tal, serían las mujeres con actividades rnás bien informales (amas de casa, empleadas) (Cuadro 5 y
Figura 1 Es probable que en este caso sean los factores psicosociales
d e aconlodación los que tengan más peso en el cambio, esto es, que
el factor volitivo, el 'querer cambiar' intervenga decididamente en este proceso'" Por otra parte, son los hombres los que tienen mayor
índice de debilitamiento, lo que contrasta, por ejemplo, con lugares
conio SanJuan de Puerto Rico y Panamá (cf. Cedergren 1973),donde
son las iiiujeres quienes favorecen la fricativización de/I/ (cf. López
Morales 1983, p. 156).
Corno ya se ha señalado en la bibliografía dialectológica sobre el
español de México, existen diferencias de pronunciación importantes dentro del estado de Sonora, las cuales se ven reflejadas y confirmadas claramente en nuestra muestra, a saber, que los hablantes
del s u r del estado debilitan menos que los del centro y norte (24% vs.
43%)-".Por supuesto, hay que tomar en cuenta que la representatividad
geográfica no es equilibrada en esta muestra, ya que el número de
personas del sur del estado duplica a las del centro y norte.
Por últinio, existen problemas que no sehan planteado aquí, pero
que resultarán interesantes para investigaciones futuras. Así, el cambio individual frente al cambio comunitario (Labov 1994). Estudiar a
personas de la segunda generación arrojará más luz sobre el cambio
en el grupo inmigrante. Ello está ligado a la validez de la hipótesis
Iéxica (Chambers y Trudgill 1994, pp. 207-226), frente a la hipótesis
de cambio de reglas fonológicas. Decidir entre las dos supone analizar
cuál es el proceso por el que se introduce el cambio en los hablantes,
si es "de palabra en palabra" o si hay un cambio de regla. Lo esperable
en este caso es que en los hablantes llegados después de los 14 años
el proceso sea léxico, mientras que en sus hijos, nacidos y criados en
la capital, habrá cambio d e reglas.
tivo, Ilcvándose a cabo, más que un contacto de dialectos, una pérdida del dialccto
l';iir~ili;ii.( M n ~ i . Rii.i.~n(:ii~No
1~
1!)95, 1). ]!)O).
I>il>liograllasocioliiib~íslic;rsc ha resaltado c n varias ocasioiies cl hecho
(le c~ucgriicr~linenteson las mujeres las que están a la vanguardia e n los 1)rocesos
cle canihio.
1.3 Teoria de la Acomodación esbozada por GILES
1973 y puesta en práctica
1)at-a e1 coiir~ctode dialectos en TKUDGILL
1986, proporciona respuestas interesantes
al respecto.
Y4 Cí'. MORENO
DE ALBA1994, el Allas lingüktico & México, BKOWN
1989, 1993.
ALESSI
y TOKKLS
1994 anotan que en las ciudades próximas a la frontera (Aguaprieta,
Nogales, C:iiianea, Caborca, Magdalena y San Luis Río Colorado) hay una tendencia
;t realizar la variante oclusiva en proniedios inás altos que en Hermosillo.
TL I.:ii I;i
"
ALESSI
MOI,INA,
MAK~A
TERESA,
y ANALUISATOKKES
D. 1994. "Aspectos
fonéticos del español sonorense", en Estudios de lingüktica y sociolingiiíslica. Comps. Gerardo LópezCruz yJnsé Luis Moctezuma
Zamarrón. Universidad de Sonora - Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, pp. 285-292.
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4
'
Y
',
CONTACTO D1ALEC:TAL (?Y <:AMRlO L I N G U ~ S T I C ~ ?EN
) ESPANOL
CUADRO
1
Agrupación de los padiczpuntes por variables extralingüisticas
Sexo
Tiempo de estancia
Ocupación
Origen
Edad
M, 9
H, 5
(2 años, 5
>6 años, 9
A, 8
B, 6
Sur, 10
Centro-N,, 4
(31, 7
G2, 4
G3. ?I
CUADRO
2
Frecuencias relativas y absolutas de cada variante
(números redondos)
Variante
%
(N)
y"1
70
12
18
(480)
(78)
(123)
100
(681)
t
d
Total
CUADRO
Q
Frecuencias relativas y absolutas de contexto anterior
(números redondos)
v-
C[+ste]-
C[+str]-
#-
Y-
Totul
-.-
S@
JULIO SERRANO
CONTACTO DIALECTAL (?Y CAMBIO L1NCÜtSTICO.Z) EN ESPANOL
CUADRO
4
Frecuencias relativas y absolutas íie contexto posterior
(números redondos)
-V[+an t]
-V[+post]
-a
36 (245)
36 (246)
37 (181)
-#
Totul
1 (9)
100 (681)
1. Análisis tjinomial d e 1 nivel
Input, 0.731
Grupo (1), n: 0.636; v: 0.453; y: 0.603; S: 0.548: i: 0.879
Grupo (2), e: 0.517; o: 0.496; a: 0.520; f: 0.046
Grupo (3) 2: 0.484; 3: 0.585; 1: 0.413
Grupo (4), M: 0.418; F: 0.548
s.
Grupo (5), 0.549; 2: 0.424; S: 0.494
Grupo ( 6 ) ,A: 0.445; B: 0.528
Grupo (7), A 0.426; B: 0.605
Grupo (a), S: 0.593; C: 0.421
Log. verosimilitud = -367.533
Máxima verosimilitud posible = -263.477
X2 (153) = 208.113, hipótesis nula rechazada, p = 0.0000
CUADRO
5
Frecuencias relativas y absolutas & las variabl~s
extralingü2slicas sexo, origen geográfico y ocupación
(números redondos)
Y
.
(1)1+1
d
'I'otales
Hornbs.
Mujs.
Centro-N.
Sur
Ocup. A Ocup. B
Total
42(106) 22(95) 43(86) 24(115) 38(153) 17(48) 30(20 1)
58( 144) 78(336) 57( 1 14) 76(366) 62(247) 83(233) 70(480)
(250)
(431)
(200)
(481)
(400)
(281)
(681)
2.
Análisis binomial d e subida y bajada (regresión escalonada)
Mejor iccorrido ascendente, el 29
Input, 0.729
Grupo (1), n: 0.650, v: 0.450, y: 0.64 1, S: 0.56 1, i: 0.853
Grupo (2), e: 0.507, o: 0.494, a: 0.533, f: 0.064
Grupo (4), M: 0.414, F: 0.550
Grupo (7), A: 0.432, B: 0.596
Grupo (8), S: 0.552, C: 0.377
Log. verosimilitud = -371.457, significación = 0.023
Máxima verosimilitud posible = -333.722
Mejor recorrido descendente, el 53
Los mismos resultados, pero con significación 0.052
"' Para leer este cuadro y el sibwiente: Grupo 1 (contexto anterior): n, nasal o liquida; v, vocal; y, semiconsonante; s, fricativa; i, inicio absoluto. Grupo 2 (contexto
posleiior): e, vocal aiiterior; o, vocal posterior; a, vocal central; f, final absoluto.
Cirupo 3 (ronicidad): 1, ariies dc sílal>;ilóriica; 2, despubs de síl;iba ~Griica;3, en sílirha
tónica. Grupo 4: M, masculino; F, femenino. Grupo 5 (edad): 1, de 20 a 34 años; 2,
de 35 a 54 años; 3,55 años o más. Grupo G(tiempo de estancia en la capital):A, 2 años
o inenos; B, más de 6 años. Grupo 7: Ocupación, A o B. Grupo 8: S, sur del estado;
C, centro o norte del estado.
JULIO SERRANO
CONTACTO DIALECTAL (<Y CAMBIO
LINGÜ~STICO?)
EN ESPAÑOL
FIGURA1
Paros porcentuales de ius variabh sexo, origen y ocupación
V a h & aplicaciórr. [(t)J] más [j]
1.
Análisis binomial de 1 nivel
Input, 0.731
Grupo (1), n: 0.364; v: 0.547; y: 0.397; S:0.452: i: 0.121
Grupo (2), e: 0.483; o: 0.504; a: 0.480; f: 0.954
Grupo (3), 2: 0.516; 3: 0.415; 1: 0.587
Grupo (4), M: 0.582; F: 0.452
Grupo ( 5 ) , 1: 0.451; 2: 0.576; 3: 0.506
Grupo (6), A: 0.555; B: 0.472
Grupo (7), A 0.574; B: 0.395
Grupo (8). S: 0.467; C: 0.579
Log.verosimilitud = -367.533
Máxima verosimilitud posible = -263.477
X2 (153) = 208.1 13, hipótesis nula rechazada, p = 0.0000
2. Análisis binomial de subida y bajada (regresión escalonada)
Mejor recorrido ascendente, el 29
Input, 0.271
Grupo (l), n: 0.350, v: 0.550, y: 0.359, S: 0.439, i: 0.147
Grupo (2), e: 0.493, o: 0.506, a: 0.467, f: 0.936
Grupo (4), M: 0.586, F: 0.450
Grupo (7), A: 0.568, B: 0.404
Grupo (8), S: 0.448, C: 0.623
Log. verosimilitud = -371.457. significación = 0.023
Máxima verosimilitud posible = -333.722
Mejor recorrido descendente, el 53
Los mismos resultados, pero Con significación 0.052
Hombres
Mujeres
Centro-N
mDebilitada
Sur
Ocup. A
Plena
Ocup. B