Ejes rectores de la política pública nacional
a favor de las personas adultas mayores
Por el México que ellos merecen
Instituto Nacional de las Personas
Adultas Mayores, Inapam
Lic. Felipe de Jesús Calderón Hinojosa
Presidente Constitucional de los Estados
Unidos Mexicanos
Lic. Heriberto Félix Guerra
Secretario de Desarrollo Social
Directorio Inapam
Lic. Alejandro L. Orozco Rubio
Director General del Inapam
C.P. Martha Díaz Carbajal
Directora de Administración y Finanzas
Dr. Sergio S. Valdés Rojas
Director de Atención Geriátrica
Ricardo Pineda Zamora
Director de Programas Estatales y Ailiación Nacional
Lic. Arturo Serrano Meneses
Titular del Órgano Interno de Control
Lic. Carmen Estela Alcántara Lozano
Subdirectora de Comunicación Social
Colaboradores
Lic. Alejandra Lauterio Vargas
Lic. María del Pilar Torres Fernández
Lic. Martín García Vázquez
Primera edición 2010
© D. R. Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores,
Inapam, Petén núm. 419, col. Narvarte, del. Benito Juárez,
C. P. 03020 México, D. F.
Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio,
sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales.
ISBN 978-607-7956-01-3
Impreso y hecho en México
Corrección
Lic. Ofelia Ramos Salinas
Diseño
Lic. Fátima Reséndiz Vázquez
Melisa Flores López
PRESENTACIÓN
La acelerada transición demográica tendiente al envejecimiento de la población representa un desafío y
una oportunidad para nuestro país y, sin duda, tendrá profundas repercusiones en la sociedad y en ámbitos
especíicos como la cohesión social, los derechos humanos y la acción gubernamental.
En respuesta a este panorama demográico, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam)
presenta a través de este libro los cinco ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas de
60 años o más, con el objetivo de trazar una directriz a las acciones y programas que se realizan en beneicio
de este grupo etáreo, así como posicionar la temática de la vejez y el envejecimiento en la agenda nacional
para asegurar el diseño y la implementación de políticas públicas que involucren a todos los sectores de la
sociedad, desde una perspectiva de derechos humanos.
Los ejes rectores que el Inapam ha deinido son: 1. Cultura del Envejecimiento, 2. Envejecimiento Activo
y Saludable 3. Seguridad Económica 4. Protección Social 5. Derechos de las Personas Adultas Mayores.
La conceptualización de estos ejes rectores es el resultado de un análisis a las recomendaciones que
organismos internacionales han elaborado para ser aplicadas en políticas públicas locales y se han deinido
con base en la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores.
El libro Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores, consta de
cuatro capítulos: el primero desarrolla los cinco ejes rectores de la política pública del envejecimiento en
México desde una perspectiva conceptual y normativa. Asimismo, ofrece estadísticas de la situación que
enfrentan las personas adultas mayores mexicanas en diversos ámbitos.
El segundo capítulo expone y desarrolla los programas y servicios que otorga el Inapam en el orden de
cada eje rector y en cumplimiento de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores.
En el tercero se expresa una serie de propuestas o recomendaciones para fortalecer y promover la
protección de los derechos humanos de las personas de 60 años o más, en respuesta a los compromisos
adquiridos internacionalmente y a las obligaciones establecidas por la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores de nuestro país. Dicho capítulo se elaboró bajo la premisa de que los retos y desafíos que
impone el nuevo panorama demográico dependen principalmente de una labor y solidaridad colectiva, y se
ofrece como un marco de referencia en materia de política pública que las dependencias gubernamentales,
las instituciones públicas o privadas y la sociedad civil organizada pueden adaptar e implementar para
responder eicazmente a las necesidades e intereses de las personas de 60 años o más de edad.
El capítulo cuatro se presenta como complemento de las recomendaciones del capítulo tres e incluye una
propuesta de indicadores para la evaluación del desempeño de las acciones que conforman los ejes rectores
de las políticas públicas nacionales a favor de las personas adultas mayores.
Este libro constituye una herramienta para iniciar el camino hacia un México más participativo, cohesionado
e incluyente, en el cual las personas, independientemente de su edad, o de otras condiciones sociales,
tengan la misma oportunidad de hacer efectivo el pleno respeto y ejercicio de sus derechos fundamentales.
Asimismo, representa un marco para coordinar esfuerzos y concientizar a todos los sectores de la población,
tanto públicos o privados, de que la superación del reto demográico dependerá esencialmente de un trabajo
solidario y sinérgico que permita avanzar en la construcción del México que ellos merecen.
Instituto Nacional de las Personas
Adultas Mayores , Inapam
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
11
CAPÍTULO 1
Los cinco ejes rectores
15
CAPÍTULO 2
Políticas y programas del Inapam a favor
de las personas adultas mayores
37
CAPÍTULO 3
Recomendaciones de políticas públicas
a favor de las personas adultas mayores
53
CAPÍTULO 4
Indicadores de seguimiento de las políticas
públicas a favor de las personas adultas mayores
75
CONSIDERACIONES FINALES
83
BIBLIOGRAFÍA
91
INTRODUCCIÓN
Actualmente viven en México 10.8 millones de adultos mayores, que representan el 9.66 por ciento del
total de la población (INEGI, 2010a). No obstante este porcentaje podría triplicarse en los próximos 40
años ya que, al igual que el resto de los países en América Latina y el Caribe, México experimenta un proceso
acelerado de transición demográica hacia el envejecimiento de la población, debido a la reducción de la tasa
de natalidad y de mortalidad, y al aumento de la esperanza de vida.
La tasa de natalidad es un indicador que cumple un papel clave para comprender el proceso de envejecimiento general de una sociedad. Al descender la fecundidad se produce un envejecimiento en el corto
plazo, debido a que la proporción de niños respecto de la población total disminuye (Huenchuan, 2009). En
nuestro país, este indicador ha tenido un decrecimiento constante desde la década de 1960 y, de acuerdo
con las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo), se espera que siga descendiendo durante las próximas décadas hasta alcanzar 11 nacimientos por cada mil habitantes en 2050.
Otros indicadores que dan cuenta del envejecimiento en el país son la esperanza de vida al nacer y la tasa
de mortalidad. El primero sufrió un cambio drástico durante el siglo pasado. Entre 1950 y el año 2000,
este indicador pasó de 36 a 75 años, y se espera que en las próximas décadas continúe su incremento hasta
alcanzar 80 años en 2050 (Partido, 2006). Asimismo, la tasa de mortalidad decreció de manera constante
y signiicativa en los últimas cinco décadas del siglo pasado. (Ver gráico 1)
Gráico 1. Transición demográica 1950 - 2050
50
Tasas(pormilhabitantes)
43.2
45
40
Natalidad
35
30
26.6
25
18.0
20
15
10.5
10
11.1
Mortalidad
9.8
4.9
5.1
5
0
1950
1960
1970
1980
1990
2000
2010
2020
Fuente: Estimaciones de Conapo con base en Inegi, II Conteo de Población y Vivienda, 2005.
2030
2040
2050
Este descenso se explica por los avances en políticas públicas de la salud que México alcanzó durante el
siglo anterior. El análisis de las causas de mortalidad muestra un cambio importante en el patrón epidemiológico nacional; pasó de tener una mortalidad dominada por las enfermedades infecto-contagiosas, a un
patrón en que destacan los padecimientos crónico-degenerativos, mismos que se aglutinan en los grupos de
edades avanzadas (Naciones Unidas, 2007).
Con el descenso de la fecundidad y de la mortalidad, se transformó el volumen y el ritmo de crecimiento
de la población, favoreciendo cambios en la estructura por grupos de edad. Lo anterior se observa en la
reducción de la población menor de 15 años y en el aumento de la que supera los 60 años de edad. Según
proyecciones del Conapo (2010), la pirámide poblacional en México perderá paulatinamente su forma
triangular, característica de una sociedad joven, para adquirir un peril rectangular abultado en la cúspide,
propio de las poblaciones envejecidas. Se estima que el porcentaje de adultos mayores se incremente a 12.5
por ciento en 2020 y a 28.0 por ciento en 2050.
Gráico 2. Piramides poblacionales, 1974, 2009, 2030 y 2050
1974
100 o más
95
90
85
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1,500,000
Mujeres
Hombres
Educación básica
Vacunación
1,000,000
100 o más
95
90
85
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
Salud materno
infantil
500,000
0
500,000
1,000,000
1,500,000
1,500,000
2010
Hombres
Educación media superior y superior
1,000,000
500,000
Población
100 o más
95
90
85
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1,000,000
2030
Hombres
500,000
Vivienda
0
0
Población
500,000
1,000,000
1,500,000
2050
Mujeres
Empleo
Seguridad social
Mujeres
500,000
1,000,000
100 o más
95
90
85
80
75
70
65
60
55
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
1,000,000
Hombres
Mujeres
Geriatría
500,000
Población
Fuente: Estimaciones de Conapo con base en Inegi, II Conteo de Población y Vivienda, 2005.
Pensiones
0
Población
500,000
1,000,000
En México, durante los últimos 30 años del siglo pasado (1970-2000), la edad promedio aumentó tan
solo en cinco años, al pasar de 21.6 a 26.6. En contraste, de 2000 a 2030 se espera que el incremento sea
de más de 10 años, llegando a los 37, y en 2050 se calcula que alcanzará los 43 años (CONAPO, 2010). Una
transformación demográica de este carácter tendrá profundas repercusiones en la sociedad y en ámbitos
especíicos de las políticas públicas como la cohesión social, los derechos humanos y el papel del Estado.
Es importante señalar que una de las particularidades de la vejez en México es que está formada mayoritariamente por mujeres, quienes integran 60 por ciento de la población adulta mayor. La esperanza de vida
de las mujeres en 2050 será de 83.6 años y de 79 años en hombres (Partido, 2006).
Desde una perspectiva regional, el envejecimiento de la población en América Latina y el Caribe presenta
dos características inquietantes: un ritmo acelerado en comparación con los países desarrollados y un
contexto marcado por una alta incidencia de pobreza y una persistente desigualdad social (Huenchuan,
2009).
México se ubica en el grupo de países con envejecimiento moderado, al igual que Brasil, Perú, Colombia
y Venezuela. Asimismo, presenta una tasa de fecundidad relativamente baja (entre 2.8 y 2.0 hijos por
mujer) y un índice de envejecimiento que oscila entre 23.2 por ciento y 36.9 por ciento.1 En cambio, Chile,
Argentina, Cuba y Uruguay presentan un envejecimiento poblacional que luctúa entre moderado avanzado
y avanzado.
Esto signiica que en nuestro país el acelerado envejecimiento de la población es una realidad y es el
momento indicado para continuar con la creación de acciones que nos preparen para enfrentar este nuevo
panorama demográico.
Gráico 3. América Latina y el Caribe: Ubicación de los países, según la etapa de envejecimiento en que se
encuentran, 2007
1La tasa de fecundidad se deine como el promedio de hijos por mujer. El índice de envejecimiento es el cociente entre la población de 60 años y más y la población menor
de 15 años, (CEPAL, 2009).
Cabe aclarar que el aumento en la esperanza de vida al nacer no es un indicador de que las condiciones de
vida de las personas adultas mayores hayan mejorado. A diferencia de lo que sucedió en países desarrollados,
el proceso de envejecimiento de la población fue mucho más lento que en los países de América Latina y
el Caribe y éste tuvo lugar después de haber alcanzado niveles de vida más altos y menores desigualdades
sociales y económicas. (Huenchuan, 2009).
En cambio, en los países de nuestra región, el proceso está ocurriendo en contextos socioeconómicos
frágiles, con altos niveles de pobreza, crecientes desigualdades sociales y económicas y en medio de problemas no resueltos de inequidad en el acceso a los servicios de salud (CELADE, 2003). De esta manera se
explica que gran parte de la caída de la mortalidad en la región se debe a la acción de variables exógenas,
como nuevas tecnologías y descubrimientos médicos, y no a mayores niveles de vida de la población (Palloni,
De Vos y Peláez, 2002).
En aras de salvaguardar el ejercicio efectivo de los derechos de las personas adultas mayores en nuestro
país, así como de disminuir las condiciones de vulnerabilidad a las que están expuestos e impulsar su participación e inclusión en la sociedad, en 2002 se aprobó la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores, la cual fue creada por la Cámara de Diputados y el Instituto Nacional de las Personas en Plenitud
(Inaplen) para afrontar los nuevos desafíos que supone la transición demográica tendiente al envejecimiento
de la población y con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores en México,
el Inapam ha deinido cinco ejes rectores estratégicos en materia de políticas públicas:
I.
II.
III.
IV.
V.
Cultura del Envejecimiento
Envejecimiento Activo y Saludable
Seguridad Económica
Protección Social
Derechos de las Personas Adultas Mayores
La formulación de estos ejes rectores se realizó con base en los compromisos adquiridos en la Segunda
Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, celebrada en Madrid, 2002, y en la Estrategia Regional de Implementación para América Latina y el Caribe del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, que se acordó adoptar en la Conferencia Regional Intergubernamental celebrada en Santiago,
Chile, en 2003.
La Estrategia Regional es un documento que plantea metas, objetivos y recomendaciones para la acción
a favor de las personas adultas mayores en cada una de las tres áreas prioritarias acordadas en Madrid: a) las
personas de edad y el desarrollo; b) el fomento de la salud y el bienestar en la vejez, y c) la creación de un
entorno propicio y favorable; por lo tanto, representa un marco de referencia regional que los países deben
adaptar a sus realidades nacionales con la inalidad de responder eicazmente a las necesidades e intereses
de las personas adultas mayores, y de esta manera propiciar la creación de condiciones que favorezcan un
envejecimiento individual y colectivo con seguridad y dignidad.
CAPÍTULO 1
Los cinco ejes rectores
La institucionalización referente al tema de
la población adulta mayor en México tiene
sus inicios en 1979, fecha en que se creó el
Instituto Nacional de la Senectud (Insen).
Posteriormente, en el año 2002, cambió su
nombre a Instituto Nacional de las Personas
en Plenitud (Inaplen), y se incorporó a la Secretaría de Desarrollo Social, como organismo descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propio.
En ese mismo año se dio un paso importante en materia legislativa al publicarse en
el Diario Oicial de la Federación, la Ley de
los Derechos de las Personas Adultas Mayores, en la que se menciona la creación del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), en sustitución del Inaplen, y
se le conirió la rectoría de las políticas públicas para la atención especíica de la población de 60 años o más.
El Inapam se instauró con el objetivo de
coordinar, promover, apoyar, fomentar, vigilar y evaluar las acciones públicas que repercuten directamente en este sector de la población. Asimismo, la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores proporcionó al
instituto la autonomía técnica y de gestión
para el cumplimiento de sus atribuciones,
objetivos y ines.
Desde su creación, el Inapam ha fomentado el desarrollo integral de las personas de
60 años o más, promoviendo el empleo con
retribuciones justas, asistencia social, servicios de salud, así
como las oportunidades necesarias para alcanzar niveles de
bienestar y una mejor calidad de vida.
Las acciones también están orientadas a reducir las desigualdades e inequidades sociales y económicas y a asegurar
los derechos básicos para que los adultos mayores vivan en
un entorno social incluyente.
Ante la actual transición demográica en la que el envejecimiento de la población está en aumento, el Inapam, en
sus funciones y atribuciones de rectoría, ha deinido cinco
ejes estratégicos de las políticas públicas del envejecimiento
en México, los cuales tienen como propósito establecer
una directriz a las acciones y programas que se realizan en
beneicio de las personas adultas mayores, de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 28°, fracción VII, de la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores. Los ejes son:
Cultura del Envejecimiento, Envejecimiento Activo y Saludable, Seguridad Económica, Protección Social y Derechos
de las Personas Adultas Mayores.
En este capítulo se desarrollan los cinco ejes desde una
perspectiva práctica y conceptual y se plantean los fundamentos de cada uno de ellos, basados en la normativa doméstica e internacional, que ofrece estadísticas de la situación
que enfrentan las personas adultas mayores en diversos ámbitos del país.
Cultura del Envejecimiento
Las acciones y programas que conforman este eje están encaminados a propiciar una transformación cultural de la sociedad para que se valore y reconozca la dignidad de las
personas adultas mayores, y de esta manera asegurar y am-
18
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
pliar la protección efectiva de sus derechos
humanos; asimismo, se busca resarcir las diferencias sociales marcadas por la edad y
combatir el desprecio, la discriminación, el
despojo y la segregación.
En materia de políticas públicas a favor
de la construcción de una cultura del envejecimiento, el Inapam establece como fundamento la premisa ética y normativa de considerar a las personas adultas mayores como
titulares de derechos y no como un grupo vulnerable que es objeto de protección.2
A partir de este nuevo criterio, las políticas públicas se deben encaminar a asegurar
la integridad y la dignidad de dicho sector de
la población, así como garantizar la protección efectiva de sus derechos humanos en
condiciones de igualdad, sin discriminación
alguna y fortaleciendo su autoestima y su
autonomía.
Cabe destacar la importancia de realizar
acciones y esfuerzos coordinados entre el
sector público, privado y la sociedad civil para
enfrentar el reto demográico y erradicar los
problemas que enfrentan las personas adultas mayores. En este sentido resulta ineludible llevar a cabo campañas de sensibilización
social que promuevan una imagen positiva
de la vejez y fomenten un trabajo solidario
de los diversos sectores de la población en
favor de una cultura del envejecimiento.
Este primer eje rector responde al cuarto
punto de la Estrategia Regional de Implementación para América Latina y el Caribe
del Plan de Acción Internacional de Madrid
sobre el Envejecimiento, el cual se reiere a
la creación de un entorno propicio y favorable como componente de su calidad de vida.
2
El respeto, la no discriminación y la digniicación constituyen una tarea nacional que tiene como objetivo lograr que
los adultos mayores puedan gozar de un entorno físico,
social y cultural que potencie su desarrollo y favorezca el
ejercicio de sus derechos, responsabilidades y libertades.
En este sentido, la tarea de construir una cultura del
envejecimiento implica, entre otras cosas, abrir más espacios
públicos acondicionados para darles un servicio apropiado;
es decir, lugares que cuenten con características físicoespaciales seguros, accesibles y coniables.
En este eje rector se estudia también el tema de la discriminación, situación que viven día con día, pues no sólo se
maniiesta en el orden público, sino también a nivel doméstico. Son en muchas ocasiones víctimas de violencia y maltrato en el hogar, propiciado por un estereotipo erróneo que
asocia a la vejez con pasividad, enfermedad, deterioro, carga
o ruptura social (CEPAL, 2004).
Las generaciones más jóvenes tienen una idea difusa
acerca de la situación que viven los adultos mayores en su
entorno familiar y social, por ello, pocos reconocen sus contribuciones a la familia, a la comunidad y a la sociedad en
general. Es importante que al diseñarse e implementarse
programas educativos se difundan los nuevos conceptos de
envejecimiento, para promover una imagen positiva acerca
de las personas de edad (UNESCO, 1999).
El papel que desempeñan el Estado, por un lado, y la familia por el otro, son fundamentales para cambiar estos
estereotipos y sólo la acción solidaria colectiva permitirá la
protección efectiva de los derechos humanos de los adultos
mayores.
Por otra parte, el acelerado descenso de la fecundidad y
el aumento de la esperanza de vida han contribuido a la coniguración de nuevos arreglos residenciales y, como consecuencia, hoy existen diversos tipos de hogares (Arriagada,
2007).
En la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográica,
(CONAPO, 2009), se reporta que en México una cuarta
parte de los hogares cuenta con al menos un miembro de 60
El principio de la titularidad de derechos como la base de las políticas públicas en favor de las personas de edad proviene de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
CEPAL, en su trigésimo primer período de sesiones (marzo de 2006), y plantea orientar el desarrollo conforme al marco normativo de los derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales plasmados en acuerdos vinculantes a los estados tanto a nivel doméstico como a nivel internacional.
27.8
23.8
Hogaresconjefede60añosomás
8.2
Hogaresconsólopersonasde
60añosomás
0
5
10
15
20
25
30
Fuente: Estimaciones del CONAPO con base en INEGI, II Conteo de Población y Vivienda, 2005.
años o más. Asimismo, uno de cada cinco hogares es dirigido
por un adulto mayor y ocho de cada 100 están conformados
sólo por adultos mayores, tendencia que, se espera, irá en
aumento. (Ver gráico 4)
Las familias que están formadas por tres o incluso cuatro generaciones se han convertido en un fenómeno común de América Latina y el Caribe. Esto puede ser consecuencia de tres factores: a) la insuiciencia de recursos, b)
el progresivo deterioro de las condiciones de salud de las
personas adultas mayores, que impide que muchas de ellas
mantengan hogares autónomos, y/o c) las diicultades de
los hijos para independizarse económicamente, lo que los
obliga a seguir formando parte del hogar de sus antecesores
(CEPAL, 2004).
Estos nuevos hogares intergeneracionales exigen la formulación de políticas públicas encaminadas a la protección
de los adultos mayores en ese entorno familiar.
La labor del Inapam de llevar a cabo campañas de sensibilización social en favor de una cultura del envejecimiento
tiene como objetivo mejorar las condiciones de vida de los
adultos mayores en la sociedad, de combatir la violencia y el
maltrato de este grupo etáreo en los hogares donde existe
una convivencia intergeneracional de hasta tres generaciones, abuelos, padres y nietos.
Los datos que dan cuenta de la violencia intrafamiliar
que sufren las personas adultas mayores en México resultan
alarmantes: la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares 2006 (INEGI,
2006) reporta que 36.9 por ciento de
las mujeres de 60 años y más, casadas o
unidas, han vivido al menos un incidente de
violencia por parte de su cónyuge durante
su relación de pareja, y que 26.8 por ciento la ha padecido durante el último año.
Asimismo, durante los últimos 12 meses
22.1 por ciento de estas mujeres han sufrido
violencia emocional, 12.5 por ciento, económica, 7.4 por ciento registró violencia
física y 4.6 por ciento violencia sexual. Esta
encuesta también muestra que, durante el
último año, 12 de cada 100 mujeres adultas
mayores casadas o unidas padecieron de
violencia proveniente de miembros de la
familia o personas que habitan en el hogar,
como los hijos, nietos entre otros.
Desde esta perspectiva, el Inapam ha impulsado campañas de respeto a la integridad,
dignidad y a los derechos humanos, y ha
desarrollado acciones especíicas ligadas a la
prevención de la violencia.
No obstante, persiste el desafío de generar políticas públicas que concilien las necesidades e intereses de los adultos mayores
con todos los demás grupos para avanzar
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Hogaresconalmenosunapersona
de60añosomás
19
Gráico 4. Proporción de los hogares con características especíicas en México, 2005
hacia la construcción de una sociedad con
“cabida para todos” (Naciones Unidas,
1995), en donde las personas, independientemente de su edad o de otras diferencias sociales, tengan las mismas oportunidades para hacer efectivo el pleno respeto
y ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
20
Envejecimiento Activo y Saludable
El Envejecimiento Activo y Saludable se deine como el “proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico,
social y mental con el objetivo de ampliar la
esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez” (OMS,
2002a, 79).
Las acciones y programas que conforman
este segundo eje en materia de políticas públicas están encaminadas a proporcionar los
medios y las oportunidades a los adultos mayores para el goce de una vejez saludable, a
través de actividades y eventos de recreación,
de esparcimiento, de asociación y de participación, que contribuyen directamente en
su bienestar y en su autoestima.
Este eje responde a las recomendaciones
que emitió la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2005) en la resolución EB115.R7,
en la cual insta a los Estados Miembros a
elaborar y evaluar políticas públicas y programas que promuevan un Envejecimiento
Activo y Saludable. Asimismo, responde al
tercer punto de la Estrategia Regional de
Implementación para América Latina y el
Caribe del Plan de Acción Internacional de
Madrid sobre el Envejecimiento, que conjunta las acciones regionales para el fomento de la salud.
La OMS sostiene que los países podrán
afrontar el envejecimiento si los gobiernos,
las organizaciones internacionales y la so-
ciedad civil promulgan políticas y programas con la participación y la seguridad de los ciudadanos de mayor edad.
Todo ello les permite realizar su potencial de bienestar físico, social y mental a lo largo de su ciclo vital y participar en
la sociedad de acuerdo con sus necesidades, deseos y capacidades, mientras que les proporciona protección, seguridad
y cuidados adecuados.
El término “activo” hace referencia a una participación
continua del adulto mayor en actividades sociales, económicas, culturales, religiosas y cívicas, y no sólo a la capacidad
para estar físicamente activo o participar en el mercado laboral. De hecho, las personas de edad avanzada que se retiran del trabajo y las que están enfermas o viven en situación
de discapacidad pueden seguir contribuyendo con sus familias, con su comunidad e incidir directa o indirectamente en
las políticas públicas (OMS, 2002a). De esta manera, se trata
de ampliar la esperanza de vida saludable y la calidad de vida a medida que envejecen, incluyendo aquellas que son vulnerables, con discapacidad o que necesitan asistencia.
Por otra parte, el Inapam reconoce el término salud de
acuerdo con la deinición de la OMS, que integra el bienestar físico con el bienestar mental y social. Por tanto, las políticas y los programas que fomentan el mejoramiento de
la salud mental y social son tan importantes como los que
desarrollan las condiciones de salud física.
Como se mencionó antes, el envejecimiento de la población es el resultado de un aumento en la esperanza de vida
y una disminución sostenida de las tasas de natalidad y mortalidad. Esta prolongación de la vida conlleva un mayor gasto
en los servicios de salud, medicamentos y cuidados. De ahí
la importancia de implementar políticas de promoción de la
salud y de prevención de enfermedades, pues éstas traen
consigo un signiicativo ahorro para los sistemas de salud y,
por ende, una mejora en la calidad de vida de las personas
adultas mayores (CEPAL, 2004).
Sin embargo, de acuerdo con los datos de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), menos
del 2 por ciento de estos países incluyen en sus metas la
promoción del bienestar para la población de 60 años y más.
El desarrollo de un enfoque de salud comunitaria que promueva el envejecimiento activo y saludable es uno de los
principales retos que enfrentan los gobiernos de la región
dado el aumento de la esperanza de vida.
Cuadro 1. Distribución porcentual de la población de 60 años y más por nivel de instrucción, 1990 - 2009
Niveldeinstrucción
1990
2000
2005
2009
Total
100.0
100.0
100.0
100.0
38.9
32.2
13.3
4.6
3.2
2.7
35.3
34.2
15.7
5.9
3.6
3.7
30.6
32.5
17.8
6.8
4.5
5.2
26.4
31.8
18.7
9.1
6.4
7.6
Sininstrucción
Primariaincompleta
Primariacompleta
Secundaria
Mediasuperior
Superior
Nota: La suma de los totales puede no dar 100% por el no especiicado
Fuente: INEGI. XI Censo General de población y Vivienda, 1990
_____ XII Censo General de Población y Vivienda, 2000
_____ II Conteo de Población y Vivienda, 2005
_____ Encuesta Nacional de la Dinámica Demográica, 2009
21
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
La participación social de las personas
adultas mayores, desde su dimensión individual, se deine como “el proceso de interacción personal que consiste en tomar parte
activa y comprometida en una ocupación
conjunta y que es percibida por la persona
como beneiciosa” (SENAMA, 2009, 16).
De esta manera, los entornos de participación
y de vinculación social, cuando se establecen
como espacios de integración y como facilitadores, son recursos signiicativos para el
logro o incremento de la calidad de vida de
las personas.
La educación desempeña un papel fundamental para el desarrollo de una vida activa y saludable y puede fungir como un
mecanismo de empoderamiento para los integrantes de este grupo de la población, ya
que les permite seguir siendo independientes, mantenerse al tanto de las transformaciones y el desarrollo de la sociedad y vivir
una vida más plena.
De acuerdo con los datos del Inegi el índice
de analfabetismo que presentan los adultos
mayores en nuestro país es alarmante: uno
de cada cinco no tiene estudios, tres de cada 10 tiene primaria incompleta y sólo el
Es importante que tengan acceso a programas de educación física y deporte, pues “los beneicios que los adultos
mayores obtienen del ejercicio físico progresivo y sistemático se traducen en el desarrollo y mantenimiento del funcionamiento corporal, retardando las pérdidas ocasionadas
con el proceso de envejecimiento”. (Nuñez, 2010, 3). Asímismo, se les debe facilitar el acceso a información y asesoría
nutricional para procurar hábitos alimenticios saludables.
Por otro lado, es necesario fomentar la idea de que un
envejecimiento adecuado es producto de la constancia en
la práctica de hábitos saludables a lo largo del ciclo vital. Es
por esta razón que, dentro de las políticas públicas que componen este eje, se debe contemplar la educación de hábitos
benéicos y saludables como un mecanismo de promoción
de la salud, asi como la prevención de enfermedades.
El planteamiento de un envejecimiento activo y saludable
se basa en el reconocimiento de los derechos humanos de
las personas adultas mayores y en los Principios de las Naciones Unidas de independencia, participación, dignidad,
asistencia y realización de los propios deseos. Se desarrolla
desde la perspectiva del “derecho” y evita contemplar al
adulto mayor a partir de sus “necesidades” como sujeto pasivo
y vulnerable. De esta manera, reconoce su derecho a la igualdad de oportunidades y de trato, en todos los aspectos de la
vida a medida que envejecen y respalda su responsabilidad
para ejercer su participación en el proceso político y en otros
aspectos de la vida comunitaria. (OMS, 2002a).
22
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
18.7 por ciento tiene primaria concluida.
Estas cifras muestran el reto en materia de
políticas públicas para combatir el rezago
educativo en la población adulta mayor.
En la Quinta Conferencia Internacional
de Educación de las Personas Adultas que se
llevó a cabo en Hamburgo en julio de 1997,
se destacó que la falta de alfabetización diiculta a las personas de edad obtener acceso
a la información y a los servicios que les corresponden, y a menudo los vuelve más dependientes de la ayuda de los demás.
En seguimiento a dicha Conferencia, la
UNESCO realizó en 1999 una publicación
que destaca las experiencias positivas en
lugares en donde las personas de edad participan en los programas educativos. Dicho
documento revela que: “Las personas de edad
poseen un conjunto de habilidades de aprendizaje de sus experiencias previas y no son
educandos menos activos o menos motivados que la gente joven. Los estudios que se
han realizado acerca de este tema demuestran que no existe ninguna disminución importante en la capacidad de aprendizaje antes
de los 75 años; de hecho, la mayoría de las
personas de edad puede lograr altos niveles
de capacidad intelectual porque ésta no disminuye, ni permanece estática, en algunos
casos incluso puede aumentar. La enfermedad podría ser un obstáculo pero no siempre
es el caso” (UNESCO, 1999,10).
La educación garantiza el acceso a ejercer
sus derechos, a participar activamente en la
comunidad y a desarrollar sus capacidades
cognoscitivas, lo cual repercute directamente en su autoestima y, por tanto, en la mejora de su calidad de vida.
Seguridad Económica
La Seguridad Económica, que se deine como
la capacidad de disponer y usar de forma in-
dependiente una cierta cantidad de recursos económicos
adecuados y sostenidos para asegurar una buena calidad
de vida en la vejez (CEPAL, 2004), no sólo proporciona a
las personas adultas mayores los medios para satisfacer sus
necesidades materiales más inmediatas como alimentación,
vivienda, vestido, etcétera, sino que también incide de forma esencial y positiva en su bienestar subjetivo y en su autoestima, ya que les permite seguir siendo independientes en la
toma de decisiones, desempeñar roles signiicativos y participar en la vida colectiva como ciudadanos con plenos derechos (OISS, 2009).
No obstante, la titularidad y garantía de derechos respecto de la seguridad de ingresos durante toda la vida continúa
siendo un asunto pendiente en la agenda social de la mayoría
de los países de América Latina y el Caribe, donde gran parte
de la población sigue padeciendo la incertidumbre económica como uno de los aspectos más preocupantes de su vida
diaria (Huenchuan, 2009).
Las acciones y programas que conforman este eje desempeñan una función clave para revertir esta situación en nuestro país. Las políticas públicas en materia de seguridad económica se dirigen a incentivar la participación de la población
adulta mayor en el sector formal, a generar mejores oportunidades de autoempleo y a lograr una mayor cobertura del
sistema de jubilaciones y pensiones.
En condiciones ideales, estos dispositivos deberían garantizar ingresos para todos y ofrecer prestaciones que sitúen
a los beneiciarios por encima del nivel de vida considerado
por la sociedad como mínimo aceptable (Naciones Unidas,
2007). Sin embargo, y tal como funcionan hoy los sistemas
de jubilaciones y pensiones en América Latina y el Caribe, en
el futuro sólo podrían evitar la pobreza en la vejez aquellos
que empiecen a cotizar en los sistemas de ahorro para el
retiro desde las primeras etapas de su carrera profesional
(OIT, 2002).
En este sentido, los cambios demográicos sin precedentes que enfrentan los países exigen variar la formulación y
puesta en práctica de las políticas de protección de ingresos.
Para ello, es imprescindible entender que este tema incumbe
a todos los sectores de la población y no como una cuestión
individual que atañe exclusivamente a las personas de edad.
Con la inalidad de construir un sistema más solidario, la
CEPAL ha propuesto una serie de medidas a mediano y largo
• Sistemas de pensiones, contributivas o no, así como
otras transferencias económicas públicas.
• Ingresos procedentes del trabajo.
• Ahorros (activos físicos y inancieros, incluyendo los
planes de pensiones voluntarios privados).
• Transferencias privadas de familiares o de redes sociales
de apoyo.
De todos ellos, los sistemas de pensiones desempeñan
una función clave para garantizar la seguridad económica
de las personas adultas mayores porque, de acuerdo con la
Organización Iberoamericana de la Seguridad Social, (OISS,
2009), son los instrumentos de política pública más importantes para hacer frente a la vulnerabilidad en la vejez,
de los que se beneician también las demás generaciones.
Sin embargo, cerca de la mitad de esta población de América Latina no accede a una jubilación o pensión (Huenchuan,
2009). En el caso de México, según la Encuesta Nacional de
Empleo y Seguridad Social de 2009, sólo una cuarta parte se encuentran pensionados. De los cuales, tres cuartas
3
Del 25.5 por ciento de adultos mayores pensionados, el porcentaje es casi dos veces mayor en hombres que en mujeres (INEGI,2009) lo que revela un serio problema de acceso a los
sistemas de pensiones por parte de éstas, agravado por el hecho de que las prestaciones derivadas del fallecimiento de
un titular, como las de viudez, que son percibidas en su mayoría por mujeres (47.9 por ciento) , son, por lo general, muy inferiores a las pensiones originarias.
23
partes (76 por ciento) de las pensiones
provienen del IMSS, mientras que una sexta
parte (16.3 por ciento) del ISSSTE.
Aunado a ello, las limitantes en los niveles de cobertura se maniiestan aún más en
determinados colectivos con menores ingresos tales como mujeres,3 trabajadores por
cuenta propia y aquellos que trabajan en
áreas rurales o en el campo.
Debido a lo anterior, es decir, a causa de
vivir en contextos de baja cobertura de jubilaciones y pensiones, las transferencias económicas de los familiares y la participación
laboral son las fuentes de ingreso más importantes de las personas de edad en nuestro
país. “En la mayoría de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE) existe un descenso en
la participación laboral de los adultos mayores, que se asocia, entre otros factores, a un
retiro temprano, al incremento del ingreso
per cápita, a una mayor educación y a un
mejor estado de salud” (OCDE, 2000, 104).
Sin embargo, en México como en el resto
de América Latina y el Caribe no sucede así:
“En la región ocurre un fenómeno diferente
y desde 2005 se observa un crecimiento sostenido de la tasa de participación de los mayores de 60 años en la fuerza laboral y en la
economía de sus países, ya que tres de cada
10 están trabajando o buscando empleo de
manera activa” (Huenchuan, 2009, 104).
De acuerdo con las cifras del INEGI,
(2010b) en México hay 3.7 millones de
personas adultas mayores que cuentan con
un empleo o buscan incorporarse en el mercado laboral, lo que representa 8.3 por ciento
del total de población económicamente ac-
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
plazo. Por un lado, propuso mejorar la capacidad de las economías nacionales para crear trabajo decente para toda la
población económicamente activa, con el in de que los
mercados laborales se constituyan en una puerta de entrada
a los dispositivos de protección social. Por el otro, recomendó
complementar la protección originada en la vida laboral con
mecanismos solidarios no contributivos (CEPAL, 2006). En
este marco, el desafío se centra en el desarrollo de una idea
de derechos sociales que comprenda y trascienda el mercado
de trabajo (Abramovich y Courtis, 2006).
Los ingresos necesarios para asegurar una buena calidad
de vida en la vejez dependen de muchos factores, como la
edad, el estado de salud, la situación de convivencia, los patrones de consumos previos y los recursos que facilite el
Estado a través de servicios, prestaciones o subsidios (OISS,
2009). Como corolario, los mecanismos de provisión se pueden resumir en:
24
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
tiva del país; de ellos, 1.96 millones trabajan
por cuenta propia, 1.2 millones pertenecen
al sector formal y cinco de cada 100 no
reciben pago por su trabajo. (Ver gráico 6)
De la población económicamente activa
de 60 años y más, 98 por ciento está ocupado, y de ésta 70 por ciento son hombres y
30 por ciento mujeres. Esto signiica que la
tasa de desempleo abierto es relativamente
baja; tan sólo 2 por ciento no ha logrado incorporarse al mercado laboral.
Con lo que respecta a los sectores de
ocupación en que participan las personas
adultas mayores, más de la mitad (56.2 por
ciento) realiza actividades económicas en el
sector terciario (servicios), menos de la sexta parte (14.8 por ciento) labora en el sector secundario (manufacturero) y más de
una cuarta parte (28.4) trabaja en actividades agropecuarias (INEGI, 2010b).
El protagonismo de los adultos mayores
en el logro de su bienestar económico implica
su plena integración en el mundo laboral y el
acceso a oportunidades de formación y educación continua que les permite disminuir
brechas generacionales y de género.
No obstante, en la mayor parte de los
países de la región encuentran barreras para
incorporarse al sector formal del mercado de
trabajo, y son en muchas ocasiones objeto
de discriminación y desvalorización. Ante la
falta de oportunidades laborales, la baja cobertura de los sistemas de pensiones y jubilaciones y el incremento de su participación
en la economía informal, un gran número de
ellos se encuentran por debajo de la línea de
pobreza o en situación de indigencia.
De acuerdo con la medición multidimensional de la pobreza, que informó el Consejo
Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) 2008, en
México ocho de cada 10 adultos mayores
Gráico 5. Población económicamente activa en México
con características especíicas, 2010
8.3%
91.7%
PoblaciónEconómicamenteActiva(PEA)
PEAPersonasAdultasMayores
Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, II trimestre de 2010
Gráico 6. Distribución porcentual de la población de 60
años y más por posición en la ocupación, 2010
53%
33.8%
8.2%
Trabajadores
subordinadosy
remunerados
Empleadores
5%
Trabajadorespor
cuentapropia
Trabajadoressin
pago
Fuente: Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, II trimestre de 2010
tienen alguna carencia social, 43 por ciento vive en pobreza
de moderada a extrema y 12 por ciento vive pobreza multidimensional extrema.
Un elemento esencial para mejorar la economía de esta
población es la creación de empleo formal o decente, al que
la OIT deine como un trabajo razonable con lo que se percibe un beneicio suiciente. Asimismo, es necesario llevar a
cabo una reforma de los sistemas de pensiones, tanto para
mejorar los niveles de cobertura como para complementar
la protección contributiva con mecanismos solidarios. La
CEPAL advierte que: “De mantenerse las tendencias del em-
“Las pensiones no contributivas en España, junto
con la garantía de un importe mínimo para las pensiones contributivas, han sido un elemento sustancial para la erradicación de las situaciones de extrema pobreza en la ancianidad” (OISS, 2009, 6).
Conforme a la experiencia regional, hay varios países que
han implementado programas no contributivos de pensiones
dirigidos a elevar la cobertura de los sistemas de seguridad
25
económica en la vejez. Estos programas han
demostrado ser un buen instrumento para
disminuir desigualdades y pobreza en la vejez y para dotar de mayor independencia
económica a los sectores más vulnerables de
la población. Brasil, que cuenta con un programa de pensiones rurales, es uno de los
ejemplos más importantes de la región en
materia de extensión de la cobertura previsional no contributiva (CEPAL, 2006).
México también lleva a cabo un programa
focalizado según la zona de residencia, que
consiste en un apoyo mensual de 500.00
(quinientos pesos 00/100 M.N.) para quienes tengan 70 años cumplidos o más y residan en localidades rurales de menos de 30
mil habitantes y no reciban ningún beneicio
similar de otro programa federal (Sedesol,
2010).
En 2006, la CEPAL llevó a cabo un estudio sobre la incidencia que tendría en 17
países de la región el otorgamiento de pensiones no contributivas universales y focalizadas a la población mayor de 65 años de
edad y, mediante un ejercicio de simulación,
concluyó que ambos programas reducen en
casi 18 puntos porcentuales la pobreza de
la vejez: “el costo de una pensión focalizada
es de 0.93 por ciento del PIB, mientras que
la universal exige un promedio de recursos
cercano al 2.2 por ciento del producto del
país” (CEPAL, 2006,111).
Como corolario, en un contexto de transición demográica hacia el envejecimiento
de la población y escasa cobertura de los sistemas de protección social, la creación de
mayores fuentes de empleo y la implementación de pensiones no contributivas son los
mejores instrumentos para disminuir las desigualdades y para dotar de mayor independencia económica a las personas adultas
mayores.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
pleo informal en la región, en el futuro se originarían importantes desigualdades e inequidades y, en ausencia de
reformas que fortalezcan los componentes no contributivos
de los sistemas previsionales, los grupos más desprotegidos
se mantendrán al margen de los sistemas de cotización o
recibirán pensiones de mala calidad, debido a la baja frecuencia de sus aportes, y en el caso de los quintiles más pobres, a la tendencia de postergar sus contribuciones hasta
etapas avanzadas de la vida laboral”(Huenchuan, 2009, 95).
En México persiste el reto de diseñar mecanismos que
logren incorporar en los sistemas de pensiones contributivas
a amplios contingentes de trabajadores que actualmente
quedan al margen de los mismos, por ejemplo quienes trabajan por cuenta propia y/o perciben honorarios. Adicionalmente, es necesario complementar la protección contributiva con mecanismos no contributivos que amplíen los
umbrales de la protección social y eviten que los grupos más
desprotegidos se mantengan al margen (OISS, 2009).
Las pensiones no contributivas tienen una amplia tradición en los países con una mayor madurez en sus sistemas de
protección social. Por ejemplo, en España se estableció y reguló por ley, hace más de 20 años, un nivel no contributivo
de prestaciones económicas del sistema de seguridad social
en favor de aquellos ciudadanos que se encontraban en situación de necesidad por vejez o incapacidad y carecían de
recursos económicos propios o suicientes para su subsistencia. Con la ley de pensiones no contributivas se universalizaron las prestaciones, es decir, se extendió el derecho a las
pensiones de jubilación e incapacidad a todos los ciudadanos, aún cuando no hubieran cotizado nunca o no lo hubiesen hecho durante el tiempo suiciente para alcanzar prestaciones. De esta manera:
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
26
Protección Social
Las acciones y programas que conforman
este eje tienen como objetivo garantizar las
necesidades mínimas de las personas de edad,
tales como salud, alimento, abrigo y vivienda con la inalidad de mejorar sus niveles de
bienestar, especialmente de quienes se encuentran en condiciones de vulnerabilidad o
desventaja social, entendida como pobreza,
enfermedad, invalidez, discriminación, abandono e indefensión.
Este eje responde al tercer punto de la Estrategia Regional de Implementación para
América Latina y el Caribe del Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, que conjunta las acciones regionales para el fomento de salud y el bienestar en la vejez.
El desplome en las tasas de fecundidad y
mortalidad en América Latina y el Caribe ha
provocado profundas transformaciones demográicas que han derivado en una disminución del crecimiento de la población y un
envejecimiento progresivo (CEPAL, 2004).
En México, según los datos del Consejo
Nacional de Población, Conapo, la esperanza
de vida de la población adulta en 2009 fue
de 75.3 años, 77.6 años en mujeres y 72.9
en varones.
Sin embargo, el aumento de años en la duración del ciclo vital promedio no implica un
mejoramiento en las condiciones de vida de
las personas adultas mayores, de hecho, en
la mayor parte de los países de América Latina y el Caribe, la velocidad de la transición
demográica hacia el envejecimiento de la
población está ocurriendo en contextos socioeconómicos frágiles, altos niveles de pobreza, crecientes desigualdades sociales y
económicas e inequidades en el acceso a los
servicios de salud (CELADE, 2003).
Esto signiica que, a diferencia de los países desarrollados,
el descenso de la mortalidad en la región se explica por variables exógenas, como las nuevas tecnologías y descubrimientos médicos, y no necesariamente por mayores niveles
de calidad de vida de la población (Palloni, De Vos y Peláez,
2002). Ante este escenario, las políticas de protección
social de los países de la región deben dirigirse a hacer
frente a nuevos desafíos y a lograr disminuir los niveles de
vulnerabilidad existentes. La CEPAL advierte que: “Si bien,
el aumento de la esperanza de vida es un signo de desarrollo
social y económico, aún más es la calidad de los años
ganados” (Huenchuan, 2009, 122).
La vulnerabilidad que presentan las personas adultas mayores en México está relacionada no solamente con su edad,
sino también con la diversidad en cuanto a las oportunidades
de acceso a servicios básicos y a las “circunstancias físicas,
sociales, sicológicas […] económicas y familiares que determinan la capacidad para responder ante situaciones
adversas” (Giraldo y Torres, 2010, 316).
Desde una perspectiva de derechos humanos, la necesidad de un sistema de protección social integral emana de
la existencia de inseguridades y vulnerabilidades causadas
por la precariedad de los dispositivos de protección establecidos por los Estados, que tiene como consecuencia que
una parte importante de la población adulta mayor no ejerza los derechos que por ley le corresponden al carecer de
acceso a prestaciones de seguridad social, servicios de salud
o servicios básicos (Huenchuan, 2009).
De acuerdo con los datos del INEGI y del Instituto Nacional de Salud Pública, la cobertura de los servicios de salud
en la población con 65 años o más es limitada, ya que en
2006 sólo el 43.9 por ciento registraba ser derechohabiente
en alguna institución de salud. Ante esta inquietante situación, el Gobierno Federal implementó en años recientes el
programa Seguro Popular, que tiene como objetivo otorgar
servicios médico-quirúrgicos, farmacéuticos y hospitalarios a
todos aquellos que carecen de seguridad social. No obstante,
dicho programa no ha logrado cubrir en su totalidad a la población de los adultos mayores sin derechohabiencia.
Por otra parte, es importante resaltar la relación recíproca
que existe entre la transición epidemiológica y la transición
demográica (Frenk y otros, 1991; Galyin y Kates, 1997) y
Derechohabientes
IMSS
ISSSTE
Otros
SeguroPopular
43.9
66.3
15.5
18.2
13.2
Grupodeedad
Sexo
65a74
75a84
85ómás
Hombres
Mujeres
42.0
67.0
32.3
18.0
12.9
44.9
65.8
16.0
18.3
14.7
52.4
62.7
17.8
19.5
11.3
56.3
67.1
14.5
18.5
13.9
57.4
65.6
16.4
18.0
12.6
Fuente: (Garay y Mancinas, 2010)
sus consecuencias directas en la demanda de servicios médicos, hospitalarios, cuidados y medicamentos. Asimismo,
se acrecienta la responsabilidad del Estado de garantizar el
“derecho a acceder y a disfrutar, durante toda la vida, de
una gama de facilidades, bienes y servicios y condiciones
necesarios para alcanzar el más alto nivel de salud posible”
(Huenchuan, 2009, 121).
En el marco de ambas transiciones, el envejecimiento de
la población está cambiando, al pasar de una alta prevalencia
de enfermedades crónicas infecciosas a tener un aumento
en enfermedades no transmisibles de tipo crónico (Naciones Unidas, 2007). En México, las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, los traumatismos, la discapacidad y
el cáncer han llegado a ser los problemas de salud más importantes, y entre los más frecuentes se encuentran los trastornos endócrinos, así como el síndrome metabólico (Gutiérrez y Gutiérrez, 2010).
A medida que se reduce la prevalencia de enfermedades
infecciosas como causa de muerte, debido a los programas
de aplicación masiva de vacunación, a las medidas sanitarias
y preventivas, así como a la disponibilidad de antibióticos y
medicamentos, el promedio de edad y la esperanza de vida
de la población aumenta (Huenchuan, 2009).4
4
No obstante, en países como México, el
mejoramiento de los estándares de salud
no ha sido uniforme y ha aumentado la vulnerabilidad de la población en función de
sus ingresos. Las personas adultas mayores
que se encuentran en condiciones de pobreza maniiestan una mayor morbilidad y
mortalidad, lo cual signiica que las probabilidades en el riesgo de enfermar y morir
tienen una relación directa con las desigualdades económicas (Gutiérrez y Gutiérrez, 2010). Desde la perspectiva regional,
los últimos datos del Latinobárometro corroboran estos resultados: “Las diicultades
para acceder a la atención en la salud aumentan a medida que disminuye el nivel
socioeconómico de las personas adultas
mayores, y quienes tienen un nivel socioeconómico muy malo, en deinitiva, no
acceden a la atención en salud” (Huenchuan,
2009, 141).
En este sentido, el papel que desempeña
el Estado en la promoción de la salud y la
La mayoría de los países de América Latina presenta un holgado aumento de la esperanza de vida al nacer, sin embargo, las estadísticas muestran que, en promedio, cada persona vive
al menos 10 años de su vida carente de un buen estado de salud (CEPAL, 2009).
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Total
27
Cuadro 2. Cobertura de servicios de salud de la población
atención primaria como medida preventiva
es fundamental para abatir las principales
causas de morbilidad de la población adulta
mayor mexicana, tales como las enfermedades cardiacas crónicas, las enfermedades hipertensivas y las enfermedades isquémicas
del corazón, entre otras. Asimismo, estas
medidas preventivas son un componente
elemental para amortiguar los efectos de
los factores de riesgo como los hábitos alimenticios y algunas prácticas perjudiciales
a la salud.
Gráico 7. Acceso a la atención de salud de las personas
adultas mayores, según nivel socioeconómico, 2006
Fuente: Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE) – División de Población de la
CEPAL, sobre la base de procesamientos especiales de la encuesta Latinobarómetro, 2006.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
28
Gráico 8. Distribución porcentual de las defunciones de la población de 60 años y más por principales
causas de muerte* 1998 y 2008
12.2
Diabetesmellitus
16.8
14.2
Enfermedadesisquémicaselcorazón
14.8
13.4
Tumoresmalignos
13.1
8.3
Enfermedadescerebrovasculares
7.5
6.5
Enfermedadescrónicasdelasvíasrespiratoriasinferiores
6.2
45.4
Lasdemáscausas
41.7
0
5
1998
*
Las agrupaciones están dadas conforme a la clasiicación CIE-10
Fuente: INEGI. Estadísticas de mortalidad, 1998 y 2008. Base de datos.
10
2008
15
20
25
30
35
40
45
50
Gràico 9. Distribución porcentual de la
población con discapacidad por grupo de
edad 2000
Jóvenes
14.8%
Adultos
30.1%
Niños
13.3%
AdultosMayores
41.9%
Nota: No se graicó a la población que no especiicó su edad (0.84%).
Fuente: INEGI, XII Censo General de Población y Vivienda 2000.
Tabulados Básicos.
Cuadro 3. Principales causas de egreso hospitalario en la población de 65 años y más por causas de egreso
hospitalario según año 2003 - 2008
Causas de egreso hospitalario
Enfermedades cardiovasculares
Enfermedades digestívas
Enfermedades del sistema genitourinario
Diabetes mellitus
Tumores malignos
Enfermedades respiratorias
Fracturas
Infecciones respiratorias
Enfermedades del sistema músculo esquelético
Enfermedades de los órganos de los sentidos
2003
2004
2005
2006
2007
2008
18.5
15.2
11.8
8.6
6.4
6.6
5.2
3.4
3.1
2.9
18.4
15.5
12.1
8.5
6.3
6.4
NA
3.4
3.2
2.9
18.0
15.4
12.2
8.4
6.2
6.7
5.4
3.7
3.1
2.7
17.8
15.7
12.4
8.4
6.2
5.9
5.5
3.3
3.1
NA
17.7
15.4
13.2
8.4
6.0
6.1
5.6
3.3
3.1
2.9
17.7
15.4
12.3
8.4
6.0
5.8
5.6
3.4
3.1
3.0
Fuente: SSA (2003). Boletín de Información Estadística. Volumen II. Daños a la salud. Núm. 23 México. SSA.
SSA (2004). Boletín de Información Estadística. Volumen II. Daños a la salud. Núm. 24 México. SSA.
SSA (2005). Boletín de Información Estadística. Volumen II. Daños a la salud. Núm. 25 México. SSA.
SSA (2006). Boletín de Información Estadística. Volumen II. Daños a la salud. Núm. 26 México. SSA.
SSA (2007). Boletín de Información Estadística. Volumen II. Daños a la salud. Núm. 27 México. SSA.
SSA (2008). Boletín de Información Estadística. Volumen II. Daños a la salud. Núm. 28 México. SSA.
Para conocer la manera en que las enfermedades afectan a la población se utilizan los registros de egresos hospitalarios, que se reiere a los casos que fueron dados de alta.
De esta forma, es posible conocer las enfermedades que demandan más los servicios de hospitalización.
29
la realización de las actividades esenciales
de la vida diaria (Sempere y Cavas, 2007).
Al respecto, la CEPAL señala que: “[…] la
discapacidad representa un costo social e
individual enorme que, en la mayoría de los
casos, compromete la calidad de la vida de
las personas y de sus familias” (Huenchuan
2009, 132).
De acuerdo con el Censo General de Población y Vivienda del año 2000, en México
1.8 millones de personas presentaban alguna discapacidad, con una proporción relativamente mayor en varones (52.6 por ciento) que en mujeres (47.45 por ciento).
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Con relación a las tasas de mortalidad, “no sólo son medidas de la frecuencia de dicho evento en la población, sino
que principalmente indicadores del riesgo absoluto de morir
por una causa determinada” (Huenchuan, 2009, 132).
De acuerdo con los datos del Inegi (2010), entre las principales causas de mortalidad de la población de 60 años y
más en México, se encuentra la diabetes mellitus, los tumores malignos, las enfermedades isquémicas del corazón, las
cerebro vasculares y los padecimientos crónicos de las vías
respiratorias inferiores; todas éstas fueron causa del 54.6
y 58.3 por ciento de las defunciones en 1998 y 2008,
respectivamente.
El aumento de la incidencia de la diabetes como parte de
las principales causas de mortalidad en la población conjuga una serie de factores que se desarrollan a lo largo
de la vida de los individuos que la sufren, como desnutrición en la infancia o malos hábitos alimenticios (Palloni, y
otros, 2007). La diabetes es una enfermedad que responde
de manera positiva a programas preventivos, pero que, de
no tratarse a tiempo, tiene consecuencias importantes para
la autonomía funcional en edades avanzadas (Huenchuan,
2009).
Por otra parte, el proceso de envejecimiento expone a los
individuos a mayores riesgos de discapacidad, la cual es deinida, en el ámbito de la salud, como cualquier restricción
o pérdida de autonomía personal que afecta a los sujetos
toda vez que necesitan la ayuda de una tercera persona para
30
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Según esta estadística, el grupo etáreo de
los adultos mayores fue el que concentró a la
mayoría de personas con discapacidad en el
país. Esto representa una situación inquietante por las consecuencias socioeconómicas
que serán resultado del envejecimiento de la
población en nuestro país y que se irán agudizando en las décadas venideras, puesto que
al aumentar el número de personas adultas
mayores muy posiblemente también aumente la prevalencia de la discapacidad (Inegi,
2010a).
En la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006, ENSANUT, se reporta que
aproximadamente 74.4 por ciento de la población adulta mayor con discapacidad declara sufrir de discapacidad motriz, 10 por
ciento auditiva, 8.6 por ciento visual, 1.8
por ciento mental y, inalmente, 0.3 por
ciento de lenguaje. (INSP, 2006)
Desde otra perspectiva, el efecto de la discapacidad que presentan las personas adultas mayores repercute directamente en los
sistemas de cuidado, que se deinen como:
“La acción encaminada a garantizar la supervivencia social y orgánica de las personas
con dependencia, es decir, de quienes carecen de autonomía para la realización de los
actos esenciales de la vida diaria” (Huenchuan, 2009, 167).
Existen tres fuentes de cuidado en la vejez: la familia, el Estado y la asistencia privada. Sin embargo, el apoyo que solían brindar los descendientes para el desarrollo de
actividades funcionales de la vida diaria de
sus progenitores en la vejez se ha ido modiicando sustancialmente. La mayor parte de
estos cambios se deben a:
• La rápida y sostenida disminución de
la tasa de fecundidad, lo cual reduce el
tamaño del apoyo familiar para cuidar
a las generaciones de adultos mayores.
• La incorporación de la mujer al mercado laboral. Por
las marcadas diferencias de género, ellas tendían a sobrellevar una sobrecarga en las funciones de cuidado,
sin embargo, este cambio hace necesaria la sustitución
de los cuidados femeninos.
Por lo tanto, la necesidad de protección en la vejez será un
desafío ineludible para las políticas públicas de las próximas
décadas, para las cuales el Estado y la sociedad civil tendrán
que trabajar de manera coordinada para atender la situación
de especial vulnerabilidad que requieren superar para poder
ejercer plenamente sus derechos de ciudadanía.
Otra prioridad de las políticas públicas en torno al tema de
protección social es la garantía de la igualdad en las oportunidades de acceso a la vivienda. Una casa digna como derecho humano resulta fundamental para la supervivencia y
para llevar una vida segura e independiente.
Para las personas adultas mayores y sus familias, una
vivienda propia constituye un patrimonio que puede ser heredado a sus descendientes. No obstante, para que una vivienda cumpla adecuadamente con su función en la vejez,
debe de satisfacer determinadas condiciones de independencia y seguridad. Para ello, el diseño de las políticas habitacionales debe abordarse desde una visión de inclusión social, en la cual se garantice que todos, especialmente las
personas adultas mayores, puedan desarrollar plenamente
sus actividades (Huenchuan, 2009).
En las políticas públicas, en materia de protección social,
es fundamental garantizar el derecho a disponer de servicios
básicos en la vivienda, tal como agua potable e instalaciones
sanitarias que cumplan con las normas de higiene y los estándares básicos de dignidad humana, salud pública y protección del medio ambiente (Naciones Unidas, 2005). Las
consecuencias de no contar con estos servicios básicos les
generan mayor vulnerabilidad y los exponen a diversos
riesgos en la salud. Como lo señala la CEPAL:
“La falta de acceso a servicios básicos de calidad y a
un ambiente propicio que proteja la salud y estimule el pleno desarrollo de las capacidades, afecta
no solo a las personas mayores, sino que se traduce
en desventajas sociales y económicas para todo el
grupo familiar” (Huenchuan, 2009, 183).
Derechos de las Personas Adultas Mayores
Si bien los cuatro ejes rectores presentados se erigen a partir de la visión de que los adultos mayores son sujetos de
derechos, en México éstos aún son susceptibles de violación
al no existir una sólida cultura en el orden práctico para su
promoción y protección en el actuar de los gobiernos y una
exigencia de los mismos por parte de los adultos mayores.
Por lo anterior, las acciones y estrategias que componen
este último eje están encaminadas a garantizar y ampliar la
protección efectiva de los derechos humanos de las personas
adultas mayores, especialmente para asegurar la igualdad y
la no discriminación por razón de edad.
El enfoque de desarrollo basado en derechos, que la
CEPAL planteó en 2006 como principio de titularidad que
debe guiar las políticas públicas, contribuye a que las medidas
puestas en práctica consideren la situación especíica de los
individuos y grupos vulnerables, marginales, desfavorecidos
o socialmente excluidos.
El proceso del envejecimiento de la población alienta, en
primer lugar, a conciliar las necesidades e intereses de los
grupos de la sociedad para avanzar hacia una plena integración, “donde cada persona, independientemente de su edad,
con sus propios derechos y responsabilidades, tenga una
función activa que desempeñar” (Naciones Unidas, 1995).
5
• Autonomía y autorrealización. Todas
las acciones que se realicen en beneicio
de las personas adultas mayores orien-
La estadística de acceso a saneamiento marca el porcentaje de personas adultas mayores en hogares con servicio sanitario; la estadística de hacinamiento muestra el porcentaje de
personas adultas mayores que residen en hogares con más de tres personas por dormitorio.
31
En segundo lugar, consolida al adulto mayor como un nuevo sujeto jurídico o social
que reclama un tratamiento especial en razón de su edad; y, tercero, incorpora nuevas
defensas para ampliar, especiicar y profundizar los derechos humanos (Huenchuan,
2009).
En lo que concierne al aspecto normativo,
en México la creación de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en
2002 representó un avance en materia legislativa para garantizar el ejercicio de los
derechos de este grupo poblacional y permitió establecer las bases y las disposiciones
para la regulación de la política pública nacional en favor de las personas de 60 años
o más. Dicha ley, se derivó en parte de los
compromisos adquiridos en el Protocolo de
San Salvador en 1999, en el cual México ratiicó su compromiso de proporcionar de manera progresiva instalaciones adecuadas, alimentación y atención médica especializada a
las personas mayores que carezcan de ellas,
crear programas laborales destinados a concederles la posibilidad de realizar una actividad productiva y a estimular la formación
de organizaciones sociales que mejoren su
calidad de vida.
Asimismo, en respuesta a la resolución de
la Asamblea General de las Naciones Unidas,
en su cuadragésimo sexto período de sesiones, la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores, en el artículo 4°, establece
como sus principios rectores:
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
De acuerdo con datos del Inegi (2000), 86.7 por ciento
de las personas adultas mayores cuentan con una vivienda
propia, de las cuales 15.4 por ciento no tiene acceso a agua
potable, 10.7 por ciento no tiene acceso a saneamiento,5
5.3 por ciento no tiene acceso a electricidad y 14.9 por
ciento vive en condiciones de hacinamiento.
Estas cifras indican el enorme reto para el diseño de políticas públicas que generen mejores y mayores oportunidades
de bienestar y calidad de vida en los hogares de las personas
adultas mayores, especialmente de quienes se encuentran
en altas condiciones de vulnerabilidad e indefensión.
32
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
tadas a fortalecer su independencia, su
capacidad de decisión y su desarrollo
personal y comunitario.
• Participación. La inserción de este sector en todos los órdenes de la vida pública y privada. En los ámbitos de su interés serán consultados y tomados en
cuenta; asimismo se promoverá su presencia e intervención.
• Equidad. Es el trato justo y proporcional
en las condiciones de acceso y disfrute
de los satisfactores necesarios para su
bienestar, sin distinción por sexo, situación económica, identidad étnica, fenotipo, credo, religión o cualquier otra circunstancia, que lo haga diferente.
• Corresponsabilidad. La concurrencia y
responsabilidad compartida de los sectores público y social, en especial de
las comunidades y familias, para la consecución del objeto de esta Ley.
• Atención preferente. Es aquella que
obliga a las instituciones federales, estatales y municipales de gobierno, así
como a los sectores social y privado a implementar programas acordes a las diferentes etapas, características y circunstancias que viven las personas adultas mayores.
Cabe mencionar que, si bien la legislación
y las políticas sobre el envejecimiento protegen los derechos y las libertades fundamentales de la vejez, para que se concreten,
es necesario que se establezcan los medios
y los recursos con que se harán efectivos, tal
como la constitucionalización de derechos y
la asignación presupuestaria para inanciar las
disposiciones normativas (Huenchuan, 2009).
De acuerdo con las recomendaciones de
la CEPAL (Ibid., 2009), existen tres criterios
bá-sicos para que los instrumentos jurídicos
de derechos humanos sean efectivos: la no discriminación,
la progresividad y la participación.
La discriminación, por deinición, se entiende como cualquier distinción, exclusión o restricción basada en la edad,
que tenga el efecto o propósito de impedir o anular el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y
libertades fundamentales de un individuo.
El fenómeno de la discriminación es uno de los grandes
problemas que enfrenta la población adulta mayor mexicana, debido principalmente a los errados prejuicios que en
general la población tiene respecto de este grupo etáreo;
comúnmente se les asocia con improductividad, ineiciencia,
dependencia, enfermedad y soledad (Giraldo y Torres, 2010).
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación, aplicada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Secretaría de Desarrollo Social en 2005, 88
por ciento de los adultos mayores encuestados consideran
que son discriminados en razón de su edad y otros señalan
que sufren discriminación en todos los ámbitos de la vida,
pero principalmente en el laboral, seguido de los hospitales
públicos, las escuelas y la familia.
Según la encuesta, 40.5 por ciento de la población en
general considera que las personas adultas mayores son
uno de los grupos más desprotegidos en México y 35.6 por
ciento opina que son los que sufren más por su condición, en
relación con otros grupos como los indígenas, personas con
discapacidad, enfermos de sida, infantes, madres solteras,
desempleados, extranjeros que viven en México, jóvenes y
no católicos.
En cuanto al sector laboral, esta misma fuente reporta
que 48.2 por ciento de la población en general reconoce
que al grupo que le sería más difícil conseguir un trabajo
es al de las personas adultas mayores; sin embargo, a pesar
de este reconocimiento, 38.4 por ciento mencionó que no
contraría a una persona de edad para tareas de la casa o de
la oicina. Los porcentajes indican que 25.1 por ciento ha
sido discriminado en su trabajo por razón de edad y 28.5
por ciento mencionó que le habían negado un trabajo por
ser persona adulta mayor.
Entre los indicadores que permiten vislumbrar la percepción que tienen las personas adultas sobre la discriminación,
se destacan los siguientes: 6 de cada 10 adultos mayores
9
8
7.77
7
6.53
5.95
6
5.92
5
4
3
2
1
0
Eneltrabajo
Enloshospitalespúblicos
Enlaescuela
Enlafamilia
Fuente: Encuesta Nacional sobre discriminación en México, CONAPRED/SEDESOL, 2005
piensan que tienen pocas posibilidades de mejorar su condición de vida, y 2 de cada 10 considera que no tiene ninguna; 30 por ciento piensa que el mayor sufrimiento que
tienen es la pobreza, 25.8 por ciento considera que es la
falta de trabajo y para 16.1 por ciento es el abandono de
sus familiares; y 9 de cada 10 piensa que tiene menos
oportunidades que el resto de las personas para conseguir
un trabajo.
La encuesta revela dos importantes puntos acerca de la
discriminación. Por un lado, la existencia de estereotipos
equivocados hacia esta población; y por otro, que dichos estereotipos inciden en las propias personas adultas mayores
para que ellas mismas se excluyan de la sociedad (Giraldo y
Torres, 2010).
De acuerdo con el Comité de Derechos Económico, Sociales y Culturales, este grupo es más susceptible de sufrir
discriminación en materia de derechos humanos, y por ello
recomienda a los Estados: a) revisar sus legislaciones y
eliminar cualquier discriminación de jure o de facto; b) sancionar normas que protejan a las personas mayores contra
la discriminación; y c) establecer medidas de discriminación
positiva cuando se equiparen las oportunidades de las personas mayores con otros grupos sociales en el disfrute de
determinados derechos (Abramovich y Courtis, 2006).
En cuanto al criterio de progresividad, éste parte del reconocimiento de que no se pueden realizar plenamente
todos los derechos en un corto tiempo. Ello no implica que el
Estado pueda aplazar de forma indeinida su cumplimiento o
que lo deba diferir hasta que haya alcanzado un nivel de de-
sarrollo económico deseado. La progresividad supone también una obligación en cuestión de resultados, por lo que el Estado debería mostrar avances cuantitativos y cualitativos durante el proceso cuya inalidad es
alcanzar la plena realización de los derechos.
Asimismo, la progresividad representa una
limitante en cuanto a la adopción de medidas regresivas, debido al principio de no retroceso aplicable en derechos humanos
(Huenchuan, 2009).
En este sentido, la Ley de los Derechos
de las Personas Adultas Mayores constituye,
en primera instancia, la voluntad del Estado
mexicano de garantizar la protección de los
derechos humanos de las personas de 60
años y más. Las acciones y programas que
lleva a cabo el Inapam, en coordinación con
diversas dependencias de la administración
pública, coniguran, en segunda instancia,
el instrumento práctico de las políticas públicas nacionales en favor de este grupo de
la población.
Tanto la norma como las acciones constituyen un dispositivo de defensa de los derechos humanos que da cuenta de la labor
progresiva que el Estado mexicano realiza
en favor del pleno ejercicio de los derechos
de la población adulta mayor. Otro indicador
33
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Gráico 10. Los espacios en donde más han sido discriminados los adultos mayores son en el trabajo, hospitales
públicos, escuelas y en la familia.
En una escala de 0 a 10, donde 0 es nada de discriminación y 10 es mucha dsicriminación, ¿Qué tanto cree usted
que se discrimina a las personas adultas en los siguientes espacios?
34
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
que da cuenta de dicha labor es el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, en el cual
el Gobierno Federal estableció como principio rector de la acción gubernamental “el
desarrollo de políticas incluyentes para las
personas adultas mayores” (2001, 9).
En lo que respecta al criterio de participación, la opinión de las personas adultas
mayores en la conducción de las políticas
públicas que les afectan resulta de vital
importancia para el ejercicio efectivo de sus
derechos humanos. Por ello es necesario informar, difundir y promover los derechos,
las libertades y las obligaciones de este sector de la población, de tal forma que sean
conocidos y ejercidos por las personas adultas mayores y todas las organizaciones que
los representan.
La desigualdad económica se presenta
como una de las principales causas de la
falta de participación de las personas de 60
años o más en el progreso colectivo de la
sociedad. En este sentido, el Estado debe
velar para disminuir las diferencias en sus
ingresos y, particularmente, para que éstas
no sean la causa del menoscabo de los derechos sociales.
Con el propósito de proteger de manera
integral los derechos humanos de las personas adultas mayores, la CEPAL analiza
actualmente, en reuniones de trabajo con
los países de América Latina y el Caribe, la
viabilidad de elaborar un instrumento regional que garantice la protección de estos
derechos en la región. Si bien es cierto que
en las normas y políticas internacionales de
derechos humanos de las Naciones Unidas
no existe un vacío jurídico internacional en
torno a la protección de los derechos humanos de las personas adultas mayores,
puesto que, a pesar de que no hay en la actualidad un instrumento internacional o regional especíico son muchos los que incor-
poran disposiciones que reconocen expresa o implícitamente
sus derechos, lo cierto es que se presenta un contexto de
dispersión normativa en el que los derechos de las personas
mayores no cuentan con un sustento sólido, Esto genera una
serie de consecuencias de orden práctico para su promoción
y protección, que justiican y hacen necesaria la elaboración
de un instrumento de este tipo (Rodríguez-Piñero, 2010).
Históricamente, el reconocimiento de derechos especíicos a determinadas categorías de personas había sido objeto de controversia, pues se argumentaba que tales derechos suponen un trato preferencial o discriminatorio, en
supuesta contravención del principio de igualdad formal.
Sin embargo, este reconocimiento es ahora ampliamente
aceptado y activamente promovido por el régimen internacional de derechos humanos contemporáneo, y es visto precisamente como un instrumento para alcanzar la igualdad y
luchar contra la discriminación (Ibid., 2010).
La importancia de promover los derechos especíicos no
radica en que sean derechos especiales. El reconocimiento
de derechos a grupos especíicos a través de un instrumento
internacional o de cualquier otra medida similar supone la
posibilidad, o inclusive la necesidad, de adoptar medidas
especiales de protección o de promoción (medidas airmativas) en favor de estos grupos, con el objetivo de contribuir a la eliminación de las barreras sociales, jurídicas, institucionales o incluso físicas que les impiden gozar de una
igualdad sustantiva en relación con otros sectores de la población (Ibid., 2010).
En nuestro país, la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores es la base de la política pública nacional
en favor de las personas de 60 años y más. En ella se establecen los criterios y las disposiciones de su aplicación,
así como las obligaciones que le corresponde asumir a cada
dependencia de la administración pública. Es fundamental la
participación de los estados, municipios y delegaciones para
su cumplimiento, para que sea exigible en todo el territorio
nacional. Es por ello que, a través de las representaciones
estatales del Inapam, se llevan a cabo acciones coordinadas
con los gobiernos estatales y municipales para garantizar la
protección de los derechos humanos.
La mayor parte de los estados de la República Mexicana
han elaborado una ley estatal propia que protege igualmente los derechos de las personas adultas mayores, pero con la
Estados que cuentan con una ley de protección a los adultos mayores
N
NE
NO
E
O
SE
SO
S
Estado
Ley
Fecha de publicación
Aguascalientes
Baja California
Baja California Sur
Campeche
Coahuila
Colima
Chiapas
Chihuahua
Durango
Guanajuato
Guerrero
Hidalgo
Jalisco
México DF.
Michoacán
Morelos
Nayarit
Nuevo León
Oaxaca
Puebla
Querétaro
Quintana Roo
San Luis Potosí
Sinaloa
Sonora
Tabasco
Tamaulipas
Tlaxcala
Veracruz
Yucatán
Zacatecas
Ley de la Senectud del estado de Aguascalientes
Ley de Asistencia Social para el estado de Baja California. Artículo 4 Servicios Básicos en Materia de Asistencia Social
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en el estado de Baja Califonia Sur
Ley de Protección de Adultos Mayores para el estado de Campeche
Ley del Instituto Coahuilense de las Personas Adultas Mayores
Ley para la Protección de los Adultos en Plenitud del estado de Colima
Ley para la Protección de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del estado de Chiapas
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del estado de Chihuahua
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del estado de Durango
No hay ley
No hay ley
Está en aprobación
"Ley de Desarrollo, Protección, Integración Social yEconómica del Adulto Mayor"
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores
No hay ley
"Ley de Desarrollo, Protección e Integración de las Personas Adultas Mayores para el estado libre y soberano de Morelos."
No hay ley
Ley Estatal de los Derechos de las Personas Adultas Mayores
No hay ley
Ley de Protección a los Adultos Mayores para el estado de Puebla
Ley de las Personas Adultas Mayores del estado de Querétaro
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del estado de Quintana Roo
"Ley de las Personas Adultas Mayores para el estado de San Luis Potosí"
No hay ley
Ley de los Adultos Mayores del estado de Sonora
"Ley para la Protección de las Personas Adultas Mayores en el estadode Tabasco"
"Ley de los Derechos de las PersonasAdultas Mayores en el estado deTamaulipas"
"Ley de Atención a las Personas Adultas Mayores en el estado de Tlaxcala"
No hay ley
No hay ley
Ley de Protección de los Derechos de las Personas Adultas Mayores para el estado de Zacatecas
Agosto de 2000
Octubre de 2002
Junio de 2001
Junio de 2005
Diciembre de 2001
Agosto de 2004
Noviembre de 2004
Febrero de 2010
Mayo de 2007
Agosto de 2006
Junio de 2002
Junio de 2010
Enero de 2005
Diciembre de 2000
Diciembre de 2008
Agosto de 2007
Agosto de 2007
Septiembre de 2007
Mayo de 2003
Diciembre de 2001
Noviembre de 2006
Junio de 2006
35
dinado por parte del Inapam con las dependencias de la
administración pública de la federación a favor de los derechos de las personas de edad. Esto con miras, en primer
lugar, a cumplir las obligaciones que establece la ley y, en
segundo, a no duplicar esfuerzos, sino sumar recursos que
provean de mejores y mayores oportunidades de elevar la
calidad de vida de todas las personas de 60 años o más en
nuestro país.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
inclusión de particularidades que se adaptan
a las circunstancias de su población.
Dichos instrumentos normativos representan, por una parte, la certeza de que el tema de los adultos mayores cobra cada vez
mayor importancia en la mayoría de los estados y, por otra, que se requiere fortalecer
los mecanismos para realizar un trabajo coor-
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
36
CAPÍTULO 2
Políticas y programas del Inapam
a favor de las personas
adultas mayores
Desde su creación en 2002, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), ha impulsado acciones
que fomentan el desarrollo integral de las personas de 60
años o más, coadyuvando para que sus distintas capacidades
sean valoradas y aprovechadas en el desarrollo comunitario,
económico, social y nacional.
A través de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores, se le coniere al Inapam la rectoría de las políticas
públicas para la atención de este grupo de la población. Asimismo, la ley dota al instituto de atribuciones para impulsar políticas y programas que garanticen el cumplimiento de
su objetivo.
Tomando como base el capítulo anterior, en el que se encuentran deinidos los cinco ejes rectores de la política
pública nacional a favor de las personas adultas mayores
y se describen sus respectivos objetivos y desafíos; en este
segundo capítulo se exponen y desarrollan los programas y
servicios que el Inapam otorga de acuerdo con cada eje, en
cumplimiento de dicha ley.
Las acciones que el Inapam realiza se encaminan a asegurar la integridad, la dignidad y el fortalecimiento de la autonomía de las personas de edad, así como garantizar la
ampliación de la protección efectiva de sus derechos humanos en condiciones de igualdad y sin discriminación alguna.
El enfoque de las estrategias del instituto, parte de considerar a las personas adultas mayores no como un grupo
vulnerable con necesidades que requieren ser asistidas, sino
como titulares de derechos que obligan y comprometen al
Estado y a la sociedad.
Lo anterior en función de lo recomendado por la CEPAL
(2006) para orientar el desarrollo de estas acciones conforme al marco normativo de los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales plasmados
en acuerdos vinculantes tanto nacionales como internacionales.
Desde esta perspectiva, se establece un
nuevo paradigma en la deinición de estrategias y políticas públicas que propicien la titularidad de derechos humanos de los grupos sociales, de modo que aquellos que en
el pasado fueron excluidos, en el presente
sean tratados sobre la base de igualdad y
respeto, para avanzar hacia la construcción
de un México que todos merecen.
Acciones en materia de Cultura del
Envejecimiento
Las acciones y programas que lleva a cabo
el Inapam en materia de Cultura del Envejecimiento están dirigidas a impulsar una
transformación cultural de la sociedad mexicana, con el propósito de que se valore y
reconozca la dignidad de las personas de 60
años o más y, así avanzar en la construcción
de una sociedad más incluyente, en la cual
los individuos, independientemente de su
edad o de otras diferencias sociales, tengan
las mismas oportunidades para hacer efectivo el pleno respeto y ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
En este eje se hace referencia a lo establecido en la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, en el artículo 28°,
fracción XXVII, el cual señala como atribución del Inapam, “promover, fomentar
y difundir en las actuales y nuevas generaciones, una cultura de protección, comprensión, cariño y respeto a las personas
adultas mayores en un clima de interrelación
generacional, a través de los medios masivos
de comunicación”.
Entre las actividades más relevantes que
de este objetivo realiza el Inapam, se encuentran:
Campañas de sensibilización social
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
40
De acuerdo con lo establecido en la Ley de
los Derechos de las Personas Adultas Mayores en el artículo 28°, fracción IX, el Inapam
tiene la atribución de:
Elaborar y difundir campañas de comunicación para contribuir al fortalecimiento de los valores referidos
a la solidaridad intergeneracional
y el apoyo familiar en la vejez.
Revalorizar los aportes de las personas adultas mayores en los ámbitos social, económico, laboral y
familiar.
Promover la protección de los derechos de las personas adultas mayores y el reconocimiento a su experiencia y capacidades.
En cumplimiento a la ley, se realizan campañas de sensibilización social dirigidas a
la población en general, que tienen como
objetivo promover una imagen positiva de
la vejez y resaltar la participación de las personas adultas mayores en actividades que
los digniican y reconocen; asimismo, dichas
campañas buscan resarcir las diferencias sociales marcadas por la edad y combatir el
desprecio, el despojo y la segregación del
adulto mayor que desafortunadamente sigue existiendo en
el país.
La difusión se realiza a través de medios de comunicación
masivos, tales como radio, televisión y publicidad móvil,
entre otros, con el propósito de captar una mayor audiencia.
Consiste en la transmisión de entrevistas, reportajes, videos
y notas con temas relacionados con la salud, el deporte, la
recreación, los modelos de atención, la educación, el empleo, la capacitación y las políticas públicas a favor de los
adultos mayores.
De igual manera, periódicamente se elaboran comunicados sobre eventos relativos al tema del adulto mayor y se
publican datos oiciales en el portal del Inapam, para dar a
conocer, con información oportuna, el interés que se genere
sobre el mismo.
Asimismo, se realiza cada año una campaña institucional
con una temática especial; en el 2010 por ejemplo, el tema
fue Promoción de la cultura del envejecimiento, que tuvo
como objetivo propiciar una transformación cultural de
la sociedad en la que se valore y reconozca la dignidad de
las personas adultas mayores, y de esta manera asegurar
y ampliar la protección efectiva de sus derechos humanos.
Como parte de la campaña se llevan a cabo conferencias,
seminarios, talleres y numerosas actividades en las que participa la población adulta mayor.
Se realizan trabajos coordinados con diversas dependencias federales, organizaciones de la sociedad civil e instituciones públicas y privadas, con el propósito de sumar esfuerzos y recursos a favor de la población adulta mayor. La
importancia de llevar a cabo estas labores conjugadas radica
esencialmente en que se sensibiliza a las instituciones sobre
la situación que enfrentan las personas de edad en México
y sobre la importancia de garantizar el pleno ejercicio de sus
derechos humanos, con miras a avanzar en la construcción
de una sociedad “con cabida para todos”.
Mención especial merece el Canto Inapam, una canción
que surge con el ánimo de reconocer al adulto mayor en
nuestra sociedad y contribuir a que las demás generaciones
tengan presente la importancia de tratar al adulto mayor con
igualdad, dignidad y respeto. Es un himno que representa un
homenaje a la experiencia y los valores, cuya letra y música
se deben al compositor José Fortanell, quien resalta la importancia de reconocer las enseñanzas de las personas de
Campañas de difusión de los programas del Inapam
En cumplimiento a lo establecido en el artículo 28°, fracción
XXV, de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores, el cual señala la atribución del Inapam de “promover y difundir las acciones y programas de atención integral a favor de las personas adultas mayores, así como
los resultados de las investigaciones sobre la vejez y su
participación social, política y económica”, se llevan a cabo
campañas de difusión de los programas y servicios que
ofrece el instituto dirigidas a las personas de 60 años y más,
mediante un lenguaje directo y sencillo, con el objetivo de
facilitar el acceso a la información y el conocimiento de sus
derechos humanos.
La importancia de que conozcan los programas y servicios
que se ofrecen para su beneicio radica esencialmente en
garantizar el ejercicio efectivo de sus derechos humanos.
Sin embargo, no todos tienen acceso a tales programas debido a que habitan en zonas alejadas o rurales, o a que sufren problemas de salud y les es imposible desplazarse de un
lugar a otro.
Ante esta situación, el Inapam diseñó el programa Inapam
va a tu Barrio, el cual ofrece jornadas de ailiación, médicas,
de asesoría y de información, y consiste en la instalación de
módulos que permiten garantizar a los adultos mayores la
igualdad de oportunidades para realizar trámites y recibir
atención e información oportuna y adecuada.
Consejo de Coordinación Interinstitucional
En cumplimiento a lo establecido en el artículo 28°, fracción
VI, de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, el cual señala la atribución del Inapam de:
Se llevan a cabo reuniones de trabajo en
las que participan diversos órganos de gobierno con la inalidad de comprometerse al
establecimiento de mecanismos que permitan la implementación o desarrollo de programas en favor de las personas adultas mayores, considerando que los retos y desafíos
que supone la actual transición demográica
tendiente al envejecimiento de la población
requiere de un trabajo solidario, en el que
se conjunten esfuerzos de las dependencias
de la administración pública para generar
políticas adecuadas a las demandas de este
sector de la población.
El consejo decidió instaurar ocho comisiones de trabajo:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
Educación
Cultura y recreación
Legislación
Participación social y política
Pueblos indígenas
Salud
Seguridad social
Servicios sociales y asistencia social
41
Convocar a las dependencias y entidades de la administración pública federal, estatales y municipales
dedicadas a la atención de las personas adultas mayores, así como a
las institituciones de educación, investigación superior, académicos,
especialistas y cualquier persona
interesada en la vejez, a efecto de
que formulen propuestas y opiniones respecto de las políticas, programas y acciones de atención para
ser consideradas en la formulación
de la política social del país en la
materia y en el programa de trabajo del Instituto.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
edad. Se difunde en las principales radiodifusoras, en las
redes sociales de internet y en todos los sitios web de las
dependencias federales.
La participación de la sociedad es indispensable para complementar el trabajo que realiza el instituto en cuanto a la
difusión de los derechos de los adultos mayores. En este
sentido, el Canto Inapam contribuye en la comunicación de
tales derechos, a través de la música, una de las expresiones
artísticas más efectivas para transmitir un mensaje.
42
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Cada una de las comisiones del consejo
identiicó y deinió asuntos de política pública para elaborar el Acuerdo Nacional a
favor del Envejecimiento en México. Este
acuerdo es un importante logro en materia
de coordinación interinstitucional que fortalece el carácter transversal de la acción
gubernamental a favor de los adultos mayores en nuestro país.
públicas nacionales y consiste en una compilación de textos
sobre el tema de la vejez con un enfoque multidisciplinario,
en los cuales los autores ponderan sobre la situación actual
de los adultos mayores, el acelerado proceso de envejecimiento de la población y los inminentes desafíos que este
fenómeno supone.
Jornadas informativas dirigidas a los
adultos mayores
Los programas que componen este segundo eje rector tienen
como propósito implementar estrategias encaminadas a proveer medios y oportunidades a los adultos mayores para
optimizar su bienestar físico, social y mental a través de actividades y eventos de recreación, de esparcimiento, de asociación y de participación que contribuyan directamente a
ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la
calidad de vida en la vejez.
Las acciones que componen este segundo eje responden
a lo establecido en el artículo 28°, fracción XXVI, como una
de las atribuciones del Inapam:
El instituto desarrolla periódicamente actividades de capacitación dirigidas a los adultos
mayores, integrando en sus programas pláticas relativas a la vejez, derechos, salud, autoestima y tanatología, entre otros. Asimismo brinda orientación, cursos y talleres de
primeros auxilios y sexualidad a los integrantes de diferentes clubes u organizaciones de
personas adultas mayores.
Publicación del libro “Por una cultura
del envejecimiento”
Esta publicación se desarrolló con la colaboración de funcionarios públicos, académicos,
instituciones públicas y privadas y demás
expertos en la materia, que se dieron a la tarea de presentar sus conocimientos y propuestas para generar un cambio en la cultura a favor de las personas adultas mayores
en México.
Este libro constituye un medio de difusión
de los derechos de las personas adultas mayores y de las circunstancias particulares
que este grupo enfrenta, con el objetivo
principal de sensibilizar a la sociedad y asegurar la integridad, dignidad y respeto de
este sector de la población. Se encuentra
organizado en cinco capítulos que corresponden a los ejes rectores de las políticas
Acciones en materia de Envejecimiento Activo y
Saludable
Promover la participación de las personas adultas
mayores en todas las áreas de la vida pública, con la
inalidad de que sean copartícipes y protagonistas
de su propio cambio.
Entre las más destacadas se encuentran:
Cultura física
La participación periódica en actividades físicas moderadas
reduce el riesgo de enfermedades crónicas y puede retrasar
el declive funcional, tanto en los adultos mayores sanos
como en aquellos que sufren enfermedades crónicas. De esta
manera, se apoyan los programas de rehabilitación y terapia
ocupacional, además de que se crea conciencia y se educa
sobre la importancia del movimiento, del ejercicio físico, la
recreación y la práctica deportiva para el mantenimiento de
la salud integral.
El programa incluye los grandes aspectos de la cultura
física: recreación, educación física, deporte adaptado y formación cívica, mediante actividades especiales como convi-
Juegos Nacionales Deportivos y Culturales de las
Personas Adultas Mayores
Son espacios comunitarios donde se reúnen
e interactúan personas de 60 años y más,
en los que se ofrecen diversas alternativas
de formación y desarrollo humano, de corte
educativo, cultural, deportivo y social. La
inalidad de generar estos espacios es promover la participación de las personas mayores, fomentando la organización e intervención en la solución de sus problemas, al
tiempo que propicia su permanencia en la
comunidad en un ambiente de solidaridad.
La importancia de fomentar estos espacios de diálogo, participación e integración
radica principalmente en que combaten el
aislamiento social y la soledad en la vejez,
los cuales están relacionados con un declive
del bienestar tanto físico como mental. La
pérdida de vínculos familiares y personales,
la soledad y las interacciones conlictivas
son fuentes importantes de estrés, mientras
que las redes sociales de apoyo y las relaciones íntimas son fuentes vitales de fortaleza emocional (OMS, 2002a).
Para su funcionamiento cuentan con un
reglamento especíico, que hace que integrantes de los clubes formen redes informales auto gestionadas, y de esta manera son
capaces de tomar decisiones y participar
activamente en la vida de su comunidad,
decidiendo acciones en favor del beneicio
colectivo, siempre bajo la orientación y asesoría de la institución.
Entre las acciones en materia de Envejecimiento Activo y
Saludable que realiza el Inapam, los Juegos Nacionales Deportivos y Culturales de las Personas Adultas Mayores
representan el logro más importante en lo que concierne a la
promoción de la salud, tanto física como emocional. En ellos
participan miles de hombres y mujeres en una diversidad de
disciplinas deportivas y actividades culturales.
Este evento no sólo impulsa la práctica de actividades
físicas y culturales en las últimas etapas del ciclo vital, sino que además trasciende en las políticas públicas, ya que
concilia un asunto de gran interés en los demás grupos de
la población, es decir, la salud, con el de las personas adultas
mayores. Asimismo, se incide positivamente en la autoestima de los participantes, cuyo esfuerzo y dedicación concientizan y sensibilizan a la sociedad de que nunca es tarde
ni demasiado pronto para cuidar la salud y alcanzar metas
personales.
En los juegos de 2010 participaron alrededor de 3 mil
atletas y artistas, que compitieron en caminata, carrera,
relevos; básquetbol, beisbol, cachibol, ajedrez, dominó, ulama de antebrazo, tablas gimnásticas, taichí y natación, y en
actividades culturales como música, canto, baile de salón,
danza regional, danza prehispánica, declamación, pintura,
dibujo, poesía, artesanías, artes plásticas y manualidades.
Es de resaltarse que el alcance de los juegos va en aumento, pues cada año crece el número de municipios que
realizan competencias deportivas y culturales de personas
adultas mayores. Los ganadores de estas competencias municipales participan en competencias estatales, cuyos triun-
Clubes de personas adultas mayores
43
fadores, a su vez, perciben premios y compiten en los juegos nacionales que se realizan
en la ciudad de México.
De esta manera, los juegos, son una muestra de la efectividad de las políticas públicas
nacionales en materia de envejecimiento activo y representan, además, un gran ejemplo
para toda la población del país.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
vencias, encuentros deportivos y juegos recreativos intergeneracionales en los clubes y centros culturales.
Este programa permite la satisfacción de un envejecimiento saludable bajo los principios de independencia,
participación, autonomía y autorrealización; es en este marco donde a través de la preparación deportiva y cultural
desarrollan capacidades asociadas a factores físicos, cognitivos y sociales, logrando así el reconocimiento de la vejez
como una más de las etapas del desarrollo humano, llena de
posibilidades y oportunidades.
Servicios psicológicos
Estas acciones se realizan en los clubes, centros culturales y Centros de Atención Integral
del Inapam. Se enfocan en el mejoramiento
de los entornos grupal, familiar y social, impulsando la participación de las personas adultas mayores en actividades que apoyan sus
conductas de autocuidado y propician el desarrollo de relaciones interpersonales sanas
y gratiicantes, mediante sesiones de orientación psicológica individual y grupal.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
44
Centros culturales
Son espacios públicos en los que se ofrecen
alternativas de formación y desarrollo humanos dirigidas a los adultos mayores. Las
materias y talleres se imparten a través de
un sistema formal de enseñanza, que incluye
áreas como la psicología, lenguas extranjeras, iniciación artística, baile regional y de
salón; computación, talleres de artesanías,
artes plásticas, educación para la salud y ocupación del tiempo de ocio.
Actividades socioculturales
Con las capacidades creativas y el bagaje
cultural de las personas adultas mayores,
se desarrollan clases de educación artística,
guitarra, canto, teatro, danza regional y baile de salón. Se promueve la formación de grupos culturales y se organizan presentaciones,
exposiciones, videoclubes, concursos y conferencias, con lo cual se facilita el acceso a
las manifestaciones de otros grupos de adultos mayores.
Proyecto Scout Adulto Mayor
El Inapam y la Asociación Nacional de Scouts
han trabajado de manera conjunta en pro-
yectos para mejorar el desarrollo físico, mental y espiritual.
Los objetivos principales de este programa son:
• Fortalecer la independencia y el desarrollo personal y
comunitario de las personas adultas mayores con el in
de evitar el posible deterioro físico o mental.
• Fortalecer su participación en la vida pública para evitar
su aislamiento y toda forma de discriminación.
• Fortalecer los lazos afectivos entre las distintas generaciones con el objetivo de fomentar la solidaridad y
ayuda mutua.
Capacitación para el Trabajo y Ocupación del Tiempo
Libre
Este programa implementa alternativas de adiestramiento
en la producción de artículos de diversa índole, ya sea para el
auto consumo o para la producción a pequeña escala, con
el objetivo de ocupar su tiempo libre e inclusive de obtener
un ingreso extra. Para ello implementa talleres de oicios,
artesanías y artes plásticas como: bisutería, grabado, bordado, pintura en cerámica, pirograbado.
Se han abierto Centros de Capacitación en Cómputo para
acercarlos a las nuevas tecnologías y asegurar su permanencia
en el mercado de trabajo, capacitándolos en el manejo de
paquetería en equipos de computación, especíicamente los
programas de ofice e internet.
Turismo y recreación
Junto con el Consejo Nacional de Turismo (Turismo para
Todos), se promueve que los adultos mayores tengan la
oportunidad de recrearse y conocer diferentes lugares, al
viajar bajo los principios del turismo social, para que conozcan y reconozcan nuestra identidad cultural, riquezas
naturales y arquitectónicas. Ofrece a los integrantes de los
clubes y centros culturales paseos recreativos locales y
orientación. Además, se realizan convenios con prestadores
de servicios para ampliar su oferta.
Los sistemas de reconocimiento o certiicación han signiicado un estímulo importante en la actividad productiva
por el fomento de principios y valores que favorecen la presencia de nuevas formas de pensar y actuar en las empresas.
• Capacitar los recursos humanos en materia gerontológica
para la adecuada atención turística.
• Veriicar la seguridad, accesibilidad e infraestructura libre de barreras arquitectónicas en las empresas del ramo.
• Establecer los programas de ocio y recreación, según su
ramo, para que brinden un servicio adecuado a las características y necesidades de los adultos mayores y con
apropiados estándares de calidad.
• Certiicar a las empresas de la industria turística que
cumplen con los objetivos anteriores, con el ánimo de
distinguir a aquellas que se comprometen con prácticas
de responsabilidad social .
Esta certiicación sólo se ha implementado en Tabasco,
pero se espera que con apoyo de la Secretaría de Turismo, en
2011 se logre expandir al resto de los estados.
Educación para la salud
Esta educación puede interpretarse como un elemento de
promoción del bienestar, tiene como propósito mejorar el
acceso a la información y a los servicios, con el in de que la
población adulta mayor obtenga un mayor control sobre su
propia salud (UNESCO, 1999).
Este programa cuenta con dos grandes líneas: las dirigidas a las personas adultas mayores y las acciones para
otros grupos de edad, con una perspectiva del ciclo de vida
y eminente sentido preventivo. Los cursos para personas
adultas mayores incluyen temas como: Plan de vida futura,
Desarrollo personal y autocuidado, Expresión corporal y movimiento, Nutrición y alimentación, Sexualidad, Tanatología,
Duelo y sentido de la vida, Autoestima, Manejo del perdón,
Derechos humanos, Vejez: Igualdad de derechos ante la diferencia. Asimismo se imparten talleres para otros grupos
Consejo Consultivo Ciudadano
La promoción de la participación social de las
personas adultas mayores en lo concerniente
a su ciudadanía activa, permite la formulación
de políticas públicas más pertinentes con la
realidad y con las circunstancias del envejecimiento en México.
El Inapam promueve la participación de
las personas de 60 años y más a través del
Consejo Consultivo Ciudadano integrado por
10 personas adultas mayores de sobresaliente trayectoria, y tiene como objetivo conocer el seguimiento dado a los programas,
opinar sobre los mismos, recabar propuestas
de la ciudadanía con relación a este grupo
de edad y presentarlas al director general.
A través de este consejo, los adultos mayores pueden incidir directamente en la conducción de las políticas públicas en favor del
envejecimiento, así como apoyar y acompa-
45
de edad, tales como: La familia y el adulto
mayor y Taller de la mano del abuelo, entre
otros tópicos que apoyan las relaciones familiares saludables.
Todo ello favorece la adopción de conductas de auto cuidado y genera estilos de vida
para el sano envejecimiento; sensibiliza a
otros sectores de la población para que conozcan el proceso de envejecimiento y fomenta el respeto, solidaridad y convivencia
entre las generaciones para evitar formas de
discriminación y maltrato.
La importancia de llevar a cabo estas charlas consiste en informar para prevenir las enfermedades que comúnmente presentan las
personas adultas mayores, es decir, las no
transmisibles, la mayoría de estos padecimientos resultan costosas para las personas,
las familias y para el gobierno, pero pueden
prevenirse o retrasarse con medidas de auto
cuidado.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Por esta razón, durante 2010, el Inapam puso en marcha
el programa de certiicación “Distintivo G”, Certiicación de
Turismo Gerontológico.
Este programa ofrece un peril estandarizado acerca del
envejecimiento activo dirigido a trabajadores turísticos y
certiica a cada empresa del ramo, adecuada para cubrir los
aspectos gerontológicos. Los objetivos especíicos de este
distintivo son:
ñar el proceso de diseño y ejecución de proyectos dirigidos a ellos para proteger sus derechos humanos.
Servicios educativos
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
46
Propician el desarrollo de conocimientos, habilidades y destrezas que inician o continúan
con el proceso educativo de las personas
adultas mayores, a través de clases de alfabetización y de regularización de los ciclos
de primaria y secundaria, clases de formación complementaria en diversas aéreas del
conocimiento: historia, ilosofía, lectura y
redacción, comunicación y relaciones humanas, lenguas extranjeras, psicología, entre
otras, que se imparten en clubes y centros
culturales del Inapam.
Acciones en materia de Seguridad
Económica
Tarjeta de ailiación
De acuerdo con el artículo 28°, fracción XIX, de la Ley de
los Derechos de las Personas Adultas, el Inapam cumple la
función de:
Expedir credenciales de ailiación a las personas
adultas mayores con el in de que gocen de beneicios que resulten de las disposiciones de la presente
ley y de otros ordenamientos jurídicos aplicables.
Mediante un sistema de identiicación personal, esta
tarjeta permite a los adultos mayores acceder a los servicios
que ofrece el Inapam, así como obtener beneicios y descuentos en más de 15 mil establecimientos en todo el país.
La tarjeta es gratuita y se puede obtener de manera accesible
en módulos del instituto en la República Mexicana, de esta
manera el adulto mayor pertenece a un grupo selecto para
obtener ahorros en sus inanzas personales a través de los
descuentos a los que se hace acreedor.
“Fondo Tercera Llamada, mi palabra vale por tres”
El Inapam reúne dentro de este eje todas
aquellas estrategias que beneician directamente la economía de los adultos mayores y
sus familias. Tienen como objetivo facilitar
su reincorporación al sector formal del mercado laboral, facilitar y promover el inanciamiento de proyectos productivos auto
gestionados por la población adulta mayor,
generar mejores y mayores oportunidades
de crecimiento económico, y procurar todo
tipo de ahorro que incida directamente en
el poder adquisitivo de los adultos mayores
en México.
El Inapam busca impulsar el desarrollo de
acciones coordinadas con organizaciones e
instituciones de diversa índole con el in de
elaborar y poner en marcha proyectos que
redunden en un beneicio económico.
Las acciones que ejecuta correspondientes a este eje son las siguientes:
Es un fondo económico que tiene como objetivo otorgar
créditos a personas de 60 años de edad y más, para fomentar
el auto empleo a través de la creación o ampliación de un
negocio propio, con la inalidad de lograr la integración de
los adultos mayores a la vida económica y laboral de la sociedad y contribuir de esa forma, a mejorar su calidad de
vida.
En coordinación con Nacional Financiera (NAFIN) el instituto ofrece cursos de capacitación para los adultos mayores beneiciados con algún crédito, con la inalidad de
proporcionarles los elementos necesarios para elaborar un
plan de negocios, crear una microempresa y/o administrar
mejor su negocio.
Durante 2010, el Fondo Tercera Llamada logró inanciar
143 proyectos por un monto total de 640 mil pesos. Los
proyectos que se presentaron corresponden a las actividades
de comercio (73 por ciento), servicios (18 por ciento),
manualidades (6 por ciento), agroindustria (2 por ciento)
y artesanías (1 por ciento).
A través de este servicio, se busca reincorporar a las personas adultas mayores a la vida productiva y apoyar su
economía mediante una coordinación permanente con empresas e instituciones que ofrecen fuentes de trabajo para
este grupo social, de acuerdo con sus características y necesidades. Además del beneicio económico, se busca que la
incorporación del adulto mayor al mercado laboral redunde
en un desarrollo personal favoreciendo su motivación y autoestima.
Las acciones para la inclusión laboral son:
• Celebrar y renovar convenios de colaboración con empresas para concretar una mayor oferta de vacantes
para las personas adultas mayores.
• Empacadores. Es un programa que tiene como objetivo contribuir a que el adulto mayor se reintegre a la
vida laboral como empacadores en las tiendas de autoservicio. Se espera que a través de este programa, logre
su reinserción en la sociedad al mantenerse activo y
mejore su economía.
• De igual forma el Inapam realiza talleres de sensibilización para el personal que trabaja directamente con
los empacadores, con el in de promover el trato digno
y responsable hacia los adultos mayores.
• Red de Vinculación Especializada para la Integración
Laboral de Personas en Situación de Vulnerabilidad.
El Inapam participa en esta red en conjunto con diversas instituciones públicas, privadas y sociales, con el
propósito de promover, difundir, facilitar y agilizar la
inserción laboral de las personas en situación de vulnerabilidad. A su vez el instituto promueve la integración
laboral de las personas adultas mayores de una manera
eicaz y eiciente a través de acciones de sensibilización
y promoción en el ámbito empresarial y con el intercambio de vacantes y solicitantes entre las instituciones
que la conforman.
• Reuniones de Promoción de Empleo. Tiene como objetivo impulsar una imagen positiva de los adultos mayores con representantes de recursos humanos de
diversas empresas, para lograr incluir a este sector de la
población en su plantilla laboral.
Capacitación continua para el empleo
Esta estrategia tiene como objetivo brindar
a las personas adultas mayores el acceso a la
47
• Estimulo Fiscal. Es un beneicio que se
otorga a los contribuyentes, personas
físicas o morales, que contraten adultos
mayores en su plantilla de personal, el
cual consiste en una deducción adicional a las previstas en la ley del ISR que
permita disminuir de los ingresos del
contribuyente por el ejercicio iscal de
que se trate, un monto adicional equivalente a 25 por ciento del salario pagado a personas adultas mayores que
tengan 65 años o más de edad.
• Distintivo “Empresa Incluyente”. El
Inapam, junto con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, otorgan un distintivo a las instituciones públicas, privadas y sociales que se comprometen
con buenas prácticas laborales hacia
grupos en situación de vulnerabilidad,
entre ellos los adultos mayores. Con este distintivo, el Inapam demuestra su
compromiso con la erradicación de la discriminación y la creación de condiciones óptimas para la inclusión laboral de
las personas de 60 años o más.
• Expo Inapam Empleo y Servicios para
Adultos Mayores. Se organiza un evento
cada año, donde empresas e instituciones privadas y públicas ofrecen servicios
gratuitos en materia de capacitación,
asistencia médica especializada, asesoría jurídica, opciones de ocupación, actividades culturales y recreativas.
Durante este mismo evento, se otorgan
pláticas, conferencias, cursos y talleres
interactivos que promueven la participación del adulto mayor en un ambiente
saludable.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Bolsa de trabajo
capacitación continua que contribuya al mejoramiento de las oportunidades de reincorporación laboral.
Se ofrecen talleres para el desarrollo de
habilidades laborales, como la capacitación
en el uso de tecnologías de la información,
que les permitan ser competitivos y les faciliten su permanencia en la vida laboral.
Convenios con empresas y prestadores
de servicios
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
48
En cumplimiento con lo establecido en Ley
de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, en el artículo 28°, fracción XVIII, el
Inapam celebra convenios con empresas y
prestadores de servicios para obtener descuentos y beneicios especiales.
Campañas de sensibilización a empresas
y prestadores de servicios
Una de las campañas de sensibilización más
importantes es la dirigida a las empresas y
a las instituciones privadas con el objetivo
de concientizarlos de las circunstancias económicas que enfrenta la población adulta
mayor en México. Están encaminadas a la
creación de fuentes de empleo, a la obtención de mejores inanciamientos, tarifas especiales y mayores oportunidades de obtener
microcréditos para apoyar los proyectos productivos propios o comunitarios.
Directorio de Beneicios
Concentra información y datos de empresas
y negocios con los que se han establecido
convenios, contiene más de mil sugerencias
de comercios, transportes, hospitales, empresas, farmacias y restaurantes, entre otros
servicios, que otorgan descuentos a los adul-
tos mayores. Es gratuito y se entrega en el momento de la
ailiación al Inapam garantizando que el beneiciario tenga
información de manera accesible y funcional.
Acciones en materia de Protección Social
Las estrategias tienen como propósito garantizar los derechos básicos, tales como salud, abrigo y vivienda, y mejorar
los niveles de bienestar de las personas adultas mayores,
especialmente de quienes se encuentran en condiciones de
alta vulnerabilidad e indefensión.
Asimismo, los servicios que componen este eje están encaminados a reducir las desigualdades extremas y las inequidades de género, que aseguren sus necesidades básicas
y desarrollen su capacidad e iniciativas en un entorno social
incluyente. Entre las acciones más destacadas se encuentran:
Centros de Atención Integral
Los Centros de Atención Integral, conocidos como CAI, brindan servicios de atención primaria, apoyando la detección,
control y seguimiento de las enfermedades frecuentes en el
adulto mayor.
Este servicio cuenta con profesionales y especialistas en
diferentes disciplinas médicas y ofrecen servicios de laboratorio y gabinete únicamente en el Distrito Federal.
Los CAI ofrecen consulta médica general y especializada
a un costo muy accesible, se realiza previamente un estudio
socioeconómico al paciente para conocer su capacidad económica y si se detectan personas de bajos recursos se exenta
del pago a los mismos.
Asimismo, los CAI proporcionan orientación psicológica
individual de acuerdo con la problemática social de cada paciente, que son atendidos por especialistas capacitados para
brindarles herramientas y mejorar su interacción social.
Los servicios que ofrecen los CAI son:
• Medicina General
• Geriatría
• Otorrinolaringología
• Ortopedia
• Dermatología
Asimismo, se ofrecen estudios de laboratorio clínico y gabinete, así como:
• Rayos “X”
• Ultrasonografía
• Audiología
Resultado de los convenios de colaboración con diversas
instituciones privadas dedicadas a la salud del adulto mayor,
los CAI permiten que obtengan una tarifa preferencial en
aparatos y medicamentos para el seguimiento de su tratamiento indicado.
Albergues y Residencias de Día
El Inapam ha puesto en funcionamiento Albergues y Residencias de Día, que proporcionan asistencia integral a los
adultos mayores que no cuentan con apoyo familiar o recursos económicos que les permitan cubrir sus necesidades y
ser independientes. Reciben alojamiento permanente o temporal, alimentación balanceada, supervisión geriátrica, terapia ocupacional y servicios de trabajo social.
Para garantizar una atención complementaria en los albergues, se tiene una enfermería que proporciona medicamentos, curaciones, apoyo en las actividades de la vida
diaria y rehabilitación.
En estos lugares se realizan también actividades como terapia ocupacional, con el objetivo de desarrollar, conservar
y estimular las capacidades y potencialidades físicas y psicológicas de los adultos mayores albergados y residentes,
a través de la implementación de talleres de manualidades,
artesanías y actividades lúdicas y recreativas.
Se realiza un diagnóstico del entorno socioeconómico del
adulto mayor con el objetivo de ser el enlace de los usuarios,
con las instituciones y los servicios que éstas prestan, así
Asesoría Jurídica
Este servicio proporciona a los adultos mayores, de manera gratuita, orientación jurídica, gestoría administrativa y representación
legal ante los tribunales correspondientes
según sea el caso, con el in de resolver de
manera eicaz los problemas planteados o,
en su defecto, ser canalizados a otras instancias para que sean atendidos y no dejarlos
en estado de indefensión. Asimismo, se llevan a cabo acciones que promueven y deienden sus derechos humanos, y se ofrecen
opciones de apoyo para la solución de conlictos familiares o de otra índole.
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como para determinar las alternativas para
su atención.
Como medida preventiva, un médico especialista realiza una supervisión geriátrica a
los residentes, con el objetivo de recuperar,
mantener y fortalecer la funcionalidad del
adulto mayor.
Las Residencias de Día son centros de esparcimiento en los cuales los adultos mayores puedan pasar su tiempo libre conviviendo
con otras personas de su misma edad.
Se brinda el servicio de talleres tales como:
dibujo, pintura, artesanía, computación, idiomas, gimnasia, reactivación, baile, paseos,
etcétera, donde además cuenten con atención médica, orientación higiénico-dietética
y alimentación de acuerdo con sus necesidades de salud y condiciones físicas.
Asimismo, se trabaja en la prevención del
aislamiento, el ocio, los trastornos cognitivos, la depresión y las enfermedades crónico
degenerativas, como son: las complicaciones
de la diabetes mellitus, hipertensión arterial
sistemática, cardiopatías, demencia vascular
cerebral y padecimientos reumáticos.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
• Cardiología
• Ginecología
• Psicología
• Optometría
• Rehabilitación
Se atienden casos relacionados con las
siguientes materias:
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
50
Penal
• Abandono de persona
• Abuso de conianza
• Despojo
• Violencia familiar
Civil
• Adeudo bancario
• Adjudicación
• Apeo y deslinde
• Arrendamiento inmobiliario
• Cancelación de hipoteca
• Cesión de derechos
• Comodato
• Compra venta
• Desocupación y entrega de bien
inmueble
• Donación
• Escrituración
• Reivindicatorio
Familiar
• Acreditación de concubinato
• Divorcio
• Pensión alimenticia
• Rectiicación de acta de defunción
• Rectiicación de acta de matrimonio
• Rectiicación de acta de nacimiento
• Registro extemporáneo del adulto
• Sucesión intestamentaria
• Sucesión testamentaria
• Terminación de contrato
Información Testimonial
• Acreditación de diversos nombres
• Acreditación de Concubinato
• Acreditación de testamento ológrafo
• Dependencia económica
Administrativo
• Pensión brindada por alguna Institución (IMSS,
ISSSTE, etc.)
• Permiso venta vía pública
• Queja de transporte
Acciones en materia de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores
Para el Inapam es prioridad garantizar que los adultos mayores conozcan y puedan ejercer plenamente sus derechos.
Por ello reúne en este eje las acciones que realiza dirigidas
a asegurar y ampliar la protección efectiva sus derechos en
condiciones de igualdad y sin discriminación alguna. Entre
las acciones más importantes se encuentran:
Promoción y difusión de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores
El Inapam participa en jornadas informativas, talleres, foros
y conferencias que promueven y difunden los derechos humanos, con la inalidad de que las personas adultas mayores
conozcan la ley que protege sus intereses y puedan exigir el
cumplimiento de los mismos. Estas campañas de difusión
están dirigidas a todos los sectores de la población para que
sean respetados y valorados los derechos de los adultos mayores tanto en el ámbito público como privado.
Red de los Derechos de los Adultos Mayores
Este programa se implementa en coordinación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos y consiste en que
un grupo de adultos mayores capacitados en esta materia
difundan sus derechos y enseñen a su vez a otros, para conformar una red que se multiplique exponencialmente.
Esto les permitirá a los asesorados entrar en comunicación
directa con alguien semejante a ellos que les informará de
una manera práctica y coloquial acerca de cuáles son sus
principales derechos, las instituciones que los protegen y la
forma de hacerlos valer, así como las autoridades ante las
que deberán acudir para lograr su objetivo.
Protección de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores
De acuerdo con lo establecido en la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores, en el artículo 28°, fracción II,
el Inapam elabora y distribuye diversos materiales de difusión, así como información para la denuncia en caso de que
éstos se hayan visto vulnerados. Esta acción tiene como objetivo proteger, asesorar, atender y orientar a las personas
adultas mayores y presentar denuncias ante la autoridad
competente.
Asimismo, el instituto brinda asesoría y capacitación en
materia de derechos humanos a todas las instituciones y
organizaciones que lo requieran, con base en la citada ley
que señala, en el artículo 28°, fracción IV, que es atribución
del Inapam:
Coadyuvar en la prestación de servicios de asesoría y orientación jurídica con las instituciones
correspondientes.
Evaluación de políticas y normas que afectan a la
población adulta mayor
En su calidad rectora de la políticas públicas a favor de las
personas de 60 años o más, y de acuerdo con lo establecido
en el artículo 25° de la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores, el Inapam evalúa las acciones públicas,
las estrategias y los programas que inciden directa o indirectamente en este grupo de la población con la inalidad de
garantizar la protección efectiva de sus derechos humanos.
51
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
La difusión y educación son las vías idóneas para combatir
la violación sistemática de los derechos de este sector de la
población, ya que en la medida en que los conozcan, podrán
detectar aquellas situaciones en las que no se esté dando
cumplimiento cabal de respeto a los mismos y, en este sentido estarán capacitados para denunciar y exigir el cumplimiento de la ley.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
52
CAPÍTULO 3
Recomendaciones de políticas
públicas a favor de las personas
adultas mayores
La clave para avanzar hacia una política integral a favor de los adultos mayores radica
esencialmente en involucrar a todos los sectores de la población, tanto públicos como
privados, así como la organización civil, para
que juntos logren construir una sociedad más
cohesionada, democrática e incluyente. Es
decir, una nación con cabida para todos, en la
que las personas tengan las mismas oportunidades para hacer efectivo el pleno respeto
y ejercicio de sus derechos humanos y libertades fundamentales.
El Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores, como órgano rector de la política nacional a favor de las personas de 60
años o más, tiene como objetivo general coordinar, promover, apoyar, fomentar, vigilar y
evaluar las acciones públicas, estrategias y
programas que se deriven de la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores.
En el ejercicio de sus atribuciones, el Inapam
ha elaborado una serie de recomendaciones
dirigidas a todos los sectores de la sociedad,
con la inalidad de generar políticas públicas
nacionales que tengan la capacidad de conciliar las necesidades de los adultos mayores
para avanzar hacia una integración social.
Las recomendaciones que ofrece el presente capítulo están basadas en la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores,
la cual tiene como principal objetivo garan-
tizar el ejercicio de los derechos de las personas de edad,
así como establecer las bases y disposiciones para su cumplimiento. El artículo 28° fracción V de dicha ley dota al
Inapam de las atribuciones para:
Establecer principios, criterios, indicadores y normas para el análisis y evaluación de las políticas
dirigidas a las personas adultas mayores, así como
para jerarquizar y orientar sobre las prioridades,
objetivos y metas en la materia, a efecto de atenderlas mediante los programas impulsados por las
dependencias y entidades de la administración pública federal, por los estados y municipios, y por
los sectores privado y social, de conformidad con
sus respectivas atribuciones y ámbitos de su competencia.
Es por ello que, en aras de garantizar su cumplimiento, se
ha elaborado una serie de propuestas o recomendaciones
para fortalecer y promover la protección de los derechos humanos de las personas de 60 años o más, en respuesta a los
compromisos adquiridos internacionalmente y a las obligaciones establecidas por la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores de nuestro país.
Este capítulo se elaboró bajo la premisa de que los retos y
desafíos que impone el nuevo panorama demográico, tendiente al envejecimiento de la población, dependen principalmente de una labor y solidaridad colectiva, y se encuentran
estructurados en cinco secciones correspondientes a los Ejes
rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores en México:
I.
II.
III.
IV.
V.
Cultura del Envejecimiento
Envejecimiento Activo y Saludable
Seguridad Económica
Protección Social
Derechos de las Personas Adultas
Mayores
Cada sección enmarca metas y objetivos para la acción a favor de las personas adultas
mayores y representa un marco de referencia en materia de política pública que las
dependencias gubernamentales, las instituciones públicas o privadas y la sociedad civil
pueden adaptar e implementar para responder eicazmente a las necesidades e intereses
de este grupo.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
56
Recomendaciones en materia de Cultura
del Envejecimiento
Las recomendaciones que se han elaborado
tienen como propósito una transformación
cultural de la sociedad para que se valore y
reconozca la dignidad de las personas de 60
años o más y así avanzar en la construcción
de una comunidad más incluyente en la que
todos tengan las mismas oportunidades para
hacer efectivo el pleno respeto y ejercicio
de sus derechos humanos y libertades.
Objetivo 1. Adaptación del entorno físico a las características y necesidades de
las personas adultas mayores para lograr
una vida independiente.
Hace referencia al artículo 10°, fracción
III, de la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores, en el cual se establece como uno los objetivos de la política nacional:
Garantizar igualdad de oportunidades y una vida digna, promoviendo
la defensa y representación de sus
intereses.
Al respecto, el artículo 20° fracciones I y III de dicha ley
se establece como parte de las obligaciones de la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes garantizar:
I. El derecho de las personas adultas mayores para acceder con facilidad y seguridad a los servicios y programas
que en esta materia ejecuten los gobiernos federal,
estatal y municipal.
III. Que los concesionarios y permisionarios de servicios
públicos de transporte cuenten en sus unidades con el
equipamiento adecuado para que las personas adultas
mayores hagan uso del servicio con seguridad y comodidad.
Para garantizar el cumplimiento de la Ley de los Derechos
de las Personas Adultas Mayores en lo que respecta a este
primer objetivo, se recomiendan las siguientes acciones:
a)
b)
c)
d)
e)
f)
Que los tres niveles de gobierno y la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes, en coordinación con
el Inapam, garanticen que los espacios públicos, infraestructura y equipamiento urbano se adapten a
las necesidades de las personas adultas mayores.
Adecuar las vías de circulación abierta, es decir, banquetas, calles, plazas o parques, con rampas y pisos
antiderrapantes, así como promover todas las medidas que garanticen la facilidad de acceso, desplazamiento y seguridad de las personas de edad.
Que los señalamientos públicos sean visibles y de fácil lectura.
Modernizar la red de semáforos de las zonas urbanas
mediante la instalación de semáforos peatonales con
cronómetro y sonido, para prevenir accidentes y facilitar el cruce seguro a las personas adultas mayores.
Adaptar el transporte público a las necesidades de los
adultos mayores y modernizarlo mediante la instalación de plataformas eléctricas, sistema de inclinación,
rampas o nuevas tecnologías que faciliten el acceso y
la seguridad de las personas adultas mayores en silla
de ruedas o vulnerables.
Realizar campañas de educación vial, cortesía urbana
y respeto hacia las personas adultas mayores para dis-
Objetivo 2. El gobierno en sus tres niveles, el sector
privado y la sociedad civil deberán fomentar y promover
programas de acción social que digniiquen al adulto mayor y permitan su inserción en la vida colectiva.
Este objetivo hace referencia al artículo 10°, fracción VII,
de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores,
en el cual se establece como uno los objetivos de la política
nacional:
III. En los planes y programas de estudio
de todos los niveles educativos, la
incorporación de contenidos sobre el
proceso de envejecimiento.
VIII. Fomentar entre toda la población una
cultura de la vejez, de respeto, aprecio
y reconocimiento a la capacidad de
aportación de las personas adultas
mayores.
Fomentar en la familia, el Estado y la sociedad, una
cultura de aprecio a la vejez para lograr un trato
digno, favorecer su revalorización y su plena integración social, así como procurar una mayor sensibilidad, conciencia social, respeto, solidaridad y
convivencia entre las generaciones con el in de
evitar toda forma de discriminación y olvido por
motivo de su edad, género, estado físico o condición social.
Al respecto, dicha ley establece en el artículo 20° fracciones II, IV y V, como parte de las obligaciones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, garantizar:
II.
Los convenios que se establezcan con aerolíneas y
empresas de transporte terrestre y marítimo, nacional e internacional, para que otorguen tarifas preferenciales a las personas adultas mayores.
IV. El derecho permanente y en todo tiempo, a obtener
descuentos o exenciones de pago al hacer uso del servicio de transporte público, previa acreditación de la
edad, mediante identiicación oicial, credencial de
jubilado o pensionado, o credencial que lo acredite
como persona adulta mayor y;
V. El establecimiento de convenios de colaboración con
las instituciones públicas y privadas dedicadas a la comunicación masiva, para la difusión de una cultura de
aprecio y respeto hacia las personas adultas mayores.
Asimismo, de acuerdo con el artículo 17° de la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores, entre las obli-
De acuerdo con el artículo 18° fracción
VIII, le corresponde a las instituciones públicas del Sector Salud, garantizar:
VIII. Convenios con universidades públicas
y privadas para recibir prestadores de
servicio social en las áreas de trabajo
social, psicología, medicina, odontología y enfermería para que apoyen las
acciones institucionales en la atención
de las personas adultas mayores en las
unidades geriátricas y/o domicilio.
De acuerdo con el artículo 22° le corresponde al Sistema para el Desarrollo Integral
de la Familia garantizar:
V.
La atención y seguimiento de quejas,
denuncias e informes sobre la violación de los derechos de las personas
adultas mayores, haciéndolos del conocimiento de las autoridades competentes y de ser procedente ejercitar las
acciones legales correspondientes;
VI. La denuncia ante las autoridades competentes, cuando sea procedente, de
cualquier caso de maltrato, lesiones,
abuso físico o psíquico, sexual, abandono, descuido o negligencia, explotación, y en general cualquier acto que
57
gaciones de la Secretaría de Educación Pública está garantizar:
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
minuir los riesgos de accidentes de tránsito y garantizar su seguridad en la vía pública.
perjudique a las personas adultas mayores.
Para garantizar el cumplimiento de la Ley
de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en lo que respecta a este objetivo, se
recomiendan las siguientes acciones:
a)
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
58
b)
c)
d)
e)
f)
g)
Fomentar actividades de integración
y colaboración intergeneracional que
permitan el intercambio de experiencias, conocimientos y expectativas de
proyectos de vida.
Promover en libros de educación pública, medios de comunicación y anuncios publicitarios imágenes y textos
que digniiquen a la población adulta
mayor, y que fomenten valores como la
tolerancia y el respeto de la diversidad
basada en las diferencias etáreas.
Brindar atención preferencial a los adultos mayores en ventanillas y darles
prioridad en ilas de larga espera.
Ofrecer servicio de transporte con tarifas accesibles y asientos preferenciales a las personas adultas mayores.
Brindar descuentos y precios especiales en establecimientos y en todo tipo de productos, servicios, incluyendo
entretenimiento, turismo y cultura.
Promover en las aulas escolares actividades de interacción de los niños con
sus abuelos, en las cuales se fomente
el respeto, el aprecio y el reconocimiento de los adultos mayores.
En planes y programas de estudio de
todos los niveles se debe incorporar la
difusión de la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores.
Que las universidades públicas y privadas de todo el país se coordinen con
las instituciones públicas para promo-
ver prácticas profesionales y servicio social en las
áreas de geriatría, gerontología, psicología, medicina,
odontología, enfermería, derecho, música, baile, teatro y trabajo social como apoyo de las acciones institucionales en la atención de las personas adultas
mayores, tanto en los Centros de Atención Integral
como en las delegaciones estatales del Inapam.
Objetivo 3. Promoción de una imagen positiva de la
vejez que permita eliminar todas las formas de discriminación contra las personas adultas mayores.
Este tercer objetivo hace referencia al artículo 10°, fracción VII, de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores, en el cual se establece como una de las metas de
la política nacional:
Fomentar en la familia, el Estado y la sociedad,
una cultura de aprecio a la vejez para lograr un trato digno, favorecer su revalorización y su plena
integración social, así como procurar una mayor
sensibilidad, conciencia social, respeto, solidaridad
y convivencia entre las generaciones con el in de
evitar toda forma de discriminación y olvido por
motivo de su edad, género, estado físico o condición social.
Por lo anterior, se recomienda a los tres niveles de gobierno, al sector privado y a la sociedad civil que en el lenguaje
visual que se utilice para la creación de mensajes con ines
de promoción o propaganda de bienes y servicios se adopten
las siguientes medidas:
a) Presentar a personas de todas las edades participando
en actividades, libres de estereotipos y de manera
equitativa.
b) Desasociar a las personas adultas mayores de la situación de deterioro en la salud física y mental, pasividad,
incapacidad para realizar ciertas labores y todo aquello
que permita su estigmatización y discriminación.
c) Presentar a las personas mayores en su diversidad,
es decir, en el mundo público, la vida económica y la
participación política. Saludables o enfermos, depor-
Objetivo 4. El gobierno federal y los gobiernos estatales y municipales deben emprender acciones a favor de las
personas adultas mayores en todos los niveles de política
pública con el propósito de avanzar hacia la construcción
de una sociedad para todas las edades.
Este tercer objetivo hace referencia al artículo 14° de la
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, en
el cual se establece la concurrencia entre la federación, las
entidades federativas y los municipios:
Las autoridades competentes de la federación, las entidades federativas y los municipios concurrirán para:
I.
II.
Determinar las políticas hacia las personas adultas
mayores, así como ejecutar, dar seguimiento y evaluar sus programas y acciones, de acuerdo con lo previsto en esta ley;
Desarrollar los lineamientos, mecanismos e instrumentos para la organización y funcionamiento de
las instituciones de atención a las personas adultas
mayores.
Asimismo, hace referencia al artículo 16° de la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores, el cual establece
la obligación de la Secretaría de Desarrollo Social a:
I.
Fomentar la participación de los sectores social y privado en la promoción, seguimiento y inanciamiento
de los programas de atención a las personas adultas
mayores.
Para ello se recomienda lo siguiente:
a) Integrar en el plan anual de trabajo, de todas las instancias públicas, acciones que favorezcan la inclusión
59
y participación en los programas y objetivos. Para ello se deben construir
indicadores de gestión y formular metas anuales que permitan evaluar el
impacto y el desempeño de dichas acciones con la inalidad de garantizar el
cumplimiento de este objetivo.
b) Se recomienda que la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público brinde el
apoyo presupuestario que sea necesario para la aplicación de las medidas
que se contemplen en las políticas y
programas a favor de las personas
adultas mayores.
c) Actuar de manera constante y coordinada en todos los niveles de gobierno
mediante la promoción de alianzas
estratégicas entre el Estado, la sociedad civil y las organizaciones de personas mayores, así como comprometer la participación del sector privado.
d) Se recomienda que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, así
como el Consejo Nacional de Población, con apoyo de organismos internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe,
elaboren un estudio de la situación
de las personas adultas mayores en
México, con un análisis de la perspectiva poblacional en las próximas décadas y presentar de manera cuantitativa los retos y desafíos que supone el
envejecimiento poblacional en nuestro país. Este estudio permitirá tener
un diagnóstico minucioso sobre este
grupo y será fundamental para determinar los tipos de cuidados, las coberturas y los recursos que se deben
proporcionar para asegurar una mejora en la salud y por ende, en la calidad
de vida, incluyendo a las generaciones
venideras.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
tistas, artistas, activos, en espacios profesionales prestigiados social y económicamente.
d) Mostrar a las personas adultas mayores con deseos y
voluntades propias.
e) Presentar a las personas adultas mayores con capacidad de decisión
f) Evitar el uso de cualquier imagen de violencia o represión en contra de las personas adultas mayores.
e) Los gobiernos estatales y municipales consultarán la información demográica disponible sobre los adultos
mayores para la elaboración de políticas y programas.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
60
Recomendaciones de políticas públicas
en materia de Envejecimiento Activo y
Saludable
Estas recomendaciones tienen como proposito la implementación de acciones y estrategias encaminadas a proveer los medios y
las oportunidades a los adultos mayores para optimizar su bienestar físico, social y mental, a través de actividades y eventos de recreación, de esparcimiento, de asociación y
de participación, que contribuyan directamente a ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida.
Objetivo 1. Las dependencias de la administración pública federal, estatal y municipal deben promover patrones de vida
saludables y prácticas conducentes a lograr una vejez con mayor calidad.
Este primer objetivo se basa en el artículo
10°, fracción I, de la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores, el cual establece como uno de los objetivos de la política nacional:
Propiciar las condiciones para un
mayor bienestar físico y mental a
in de que puedan ejercer plenamente sus capacidades en el seno
de la familia y de la sociedad, incrementando su autoestima y preservando su dignidad como ser
humano.
Al respecto, la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores dispone en el
artículo 18° fracciones II y VI, como parte
de las obligaciones de las Instituciones Públicas del Sector
Salud, implementar:
II. Los programas de salud dirigidos a atender las necesidades de las personas en las diferentes etapas del
ciclo de vida incorporarán medidas de prevención y
promoción de la salud a in de contribuir a prevenir discapacidades y favorecer un envejecimiento saludable.
VI. Cursos de capacitación orientados a promover el autocuidado de la salud para que las personas adultas mayores sean más independientes.
Se ha establecido como primer objetivo en materia de políticas públicas sobre Envejecimiento Activo, la promoción
de patrones de vida saludable y prácticas de salud como una
medida importante para prevenir enfermedades e impulsar
el autocuidado para una mejor vejez. La CEPAL ha reiterado
en numerosas ocasiones que:
La prevalencia de padecimientos crónicos y discapacidades entre las personas mayores podría
reducirse mediante la promoción de la salud y la
prevención de la enfermedad, trayendo consigo
un signiicativo ahorro para los sistemas de salud
y una mejora en la calidad de vida de las personas
mayores. (2003)
Para lograr este primer objetivo, se recomienda:
a) Realizar campañas nacionales, estatales y municipales
de prevención de enfermedades y promoción de patrones de vida saludables, incluidas la actividad física
y la alimentación balanceada.
b) Promover en los medios de comunicación y en anuncios publicitarios hábitos saludables e imágenes de
prácticas de salud, con la inalidad de hacer accesible
la información sobre el autocuidado y el combate de
los factores de riesgo de enfermedades.
c) Que la Secretaría de Educación Pública incorpore la
enseñanza de prácticas para el cuidado de la salud,
nutrición, actividad física y recreativa, con el principio de que la salud en la vejez es el resultado de la
constancia en tales acciones a lo largo de la vida.
Objetivo 2. Las dependencias de la administración pública federal, estatal y municipal deben implementar medidas para articular la plena participación de las personas de edad, con el in de favorecer su empoderamiento
como grupo social y fortalecer el ejercicio de una ciudadanía activa.
Este segundo objetivo se basa en el artículo 10°, fracciones VIII y XI, de la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores, las cuales disponen como parte de los
objetivos de la política nacional:
VIII. Promover la participación activa de las personas adultas mayores en la formulación y ejecución de las políticas públicas que les afecten […]
Al respecto, la Ley de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores establece en el
artículo 17°, como parte de las obligaciones
de la Secretaría de Educación Pública, garantizar a las personas adultas mayores:
I. El acceso a la educación pública en
todos sus niveles y modalidades y a
cualquier otra actividad que contribuya a su desarrollo intelectual y que
le permita conservar una actitud de
aprendizaje constante y aprovechar
toda oportunidad de educación y capacitación que tienda a su realización
personal, facilitando los trámites administrativos y difundiendo la oferta
general educativa;
II. La formulación de programas educativos de licenciatura y posgrado en
geriatría y gerontología, en todos los
niveles de atención en salud, así como de atención integral a las personas
adultas mayores dirigidos a personal
técnico profesional. También velará
porque las instituciones de educación
superior e investigación cientíica incluyan la geriatría en sus currícula de
medicina, y la gerontología en las demás carreras pertenecientes a las áreas
de salud y ciencias sociales.
IV. Facilitar el acceso a la cultura promoviendo su expresión a través de talleres, exposiciones, concursos y eventos
tos comunitarios, nacionales e internacionales; y
V. El acceso gratuito o con descuentos
especiales a eventos culturales que
promuevan las instituciones públicas
61
XI. Propiciar formas de organización y participación de las personas adultas mayores, que permitan al país aprovechar
su experiencia y conocimiento.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
d) Que las dependencias de la administración pública
federal, estatal y municipal provean de espacios públicos seguros y adecuados, tales como parques, jardines e instalaciones deportivas, que permitan a las
personas adultas mayores ejercitarse y contar con
lugares de recreación y esparcimiento.
e) Que las dependencias de la administración pública
federal, estatal y municipal provean, en tanto les sea
posible, de programas de educación física dirigidos a
todas las edades, especialmente a los adultos mayores, con entrenadores y maestros de diversas disciplinas deportivas.
f) Que las dependencias de la administración pública
apoyen económicamente a los adultos mayores que
deseen prepararse para competir en los juegos deportivos y culturales que organiza anualmente el Inapam
a nivel municipal, estatal y nacional.
g) Que las instituciones públicas del Sector Salud brinden cursos a nivel municipal, estatal y nacional orientados a promover el autocuidado de la salud a través
de medios de difusión o bien, de manera presencial
en las delegaciones estatales, centros culturales y/o
clubes Inapam.
h) Que los centros culturales comunitarios sean espacios donde puedan recibir cursos de idiomas, artes,
manualidades, canto, baile y otras actividades que
fomenten la convivencia, como juegos de mesa, clubes de lectura o proyecciones cinematográicas.
y privadas, previa acreditación de
edad, a través de una identiicación
personal;
VI. Programas culturales y concursos en
los que participen exclusivamente personas adultas mayores, otorgando a
los ganadores los reconocimientos y
premios correspondientes;
VII.El derecho de hacer uso de las bibliotecas públicas que facilitarán el préstamo a domicilio del material de las
mismas, con la presentación de su
identiicación personal, credencial de
jubilado o pensionado y/o credencial
de persona adulta mayor.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
62
Para garantizar el cumplimiento de la Ley
de los Derechos de las Personas Adultas Mayores de este segundo objetivo, se recomiendan las siguientes acciones:
a) Que la Secretaría de Educación Pública difunda y promueva en los medios de comunicación la oferta educativa general y las facilidades de los
trámites administrativos para que las
personas adultas mayores concluyan
sus estudios.
b) Realizar jornadas informativas en los
estados y municipios orientadas a proveer conocimiento respecto a temáticas importantes para los adultos mayores y a sus familias.
Estas jornadas deben brindar la oportunidad de exponer ideas, intercambiar experiencias y generar espacios
de diálogos entre y con las personas
mayores participantes.
c) Apoyar la creación y el fortalecimiento de organizaciones locales, o clubes
de personas adultas mayores, incorporándolos en el diseño y monitoreo de
las políticas que les afectan.
d) Promover la formación de consejos ciudadanos en
todos los estados de la República Mexicana, los cuales sean integrados por personas adultas mayores,
y que tengan como objetivo apoyar, incidir y acompañar el proceso de diseño y ejecución de proyectos
y programas que se dirijan a las personas de 60 años
o más y que fortalezcan su participación social, la
protección de sus derechos y el ejercicio de su ciudadanía activa.
e) Se recomienda a la Secretaría de Educación Pública
que, en coordinación con el Inapam, ejecute un programa de capacitación continua para los dirigentes de
clubes u organizaciones sociales de personas adultas
mayores, con la inalidad de aportarles herramientas
técnicas y de gestión que optimicen su papel en la
defensa de los derechos humanos de las personas
adultas mayores.
f) Con la inalidad de garantizar la participación de los
adultos mayores en el diseño e implementación de
políticas públicas que les afectan, se recomienda que
los gobiernos estatales y municipales procuren la
conformación de consejos estatales conformados por
personas de 60 años o más, que tengan la facultad
de conocer y opinar sobre dichas políticas.
Objetivo 3. Fomentar la participación de las personas
adultas mayores en actividades de ocio y recreación que
contribuyan a mejorar la calidad de vida en la vejez.
Este objetivo se basa en el artículo 10°, fracción IV, de la
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, el cual
establece como uno los objetivos de la política nacional:
IV. Establecer las bases para la planeación y concertación
de acciones entre las instituciones públicas y privadas,
para lograr un funcionamiento coordinado en los programas y servicios que presten a este sector de la
población, a in de que cumplan con las necesidades y
características especíicas que se requieren.
Al respecto, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece en el artículo 23° fracciones I, II y III
que, como parte de las obligaciones de la Secretaría de Turismo en beneicio de los adultos mayores, le corresponde:
El Inapam ha constatado que uno de los principales intereses de las personas adultas mayores en el ámbito de la recreación es viajar. No obstante, aquellos que se encuentran
en situación de vulnerabilidad económica cuentan con escasos recursos que deben destinar a sus necesidades básicas y, por tanto, no pueden absorber el costo inanciero asociado a actividades de turismo. En este contexto, se requiere promover un turismo social en el cual predomine la idea
de servicio y no de lucro, y que permita facilitar el acceso de
un mayor número de personas al turismo.
Para llevar a cabo este tercer objetivo en materia de Envejecimiento Activo y Saludable se recomiendan las siguientes
acciones:
a) Se recomienda que la Secretaría de Turismo, en coordinación con el Inapam, destine un fondo nacional de
inanciamiento de clubes u organizaciones de adultos
mayores para la realización de actividades.
b) Se recomienda que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público otorgue una partida presupuestaria al
Inapam dedicada a subsidiar al menos el 40 por ciento del costo de paquetes turísticos para las personas
adultas mayores de escasos recursos.
c) Se recomienda que la Secretaría de Turismo, en coordinación con el Inapam, promueva el “Distintivo G”
en la industria turística (ver pág. 44), con el objetivo
de obtener una mayor oferta de servicios adaptados a
las características y necesidades de las personas adul-
Recomendaciones de políticas públicas en
materia de Seguridad Económica
Las recomendaciones que se han elaborado
para el diseño de políticas públicas a favor
de las personas adultas mayores en materia
de Seguridad Económica tienen como propósito disminuir las desigualdades en el ingreso y dotar de mayor independencia económica a este sector de la población.
Objetivo 1. El gobierno en sus tres niveles, el sector privado y la sociedad civil
deben promover el acceso, en condiciones
de igualdad, al empleo decente, a la formación continua y al inanciamiento de
proyectos productivos propios o comunitarios de los adultos mayores.
Este primer objetivo hace referencia al
artículo 10°, fracciones XIV y XV, de la Ley
de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores, el cual establece como uno los objetivos de la política nacional:
XIV. Propiciar su incorporación a los procesos productivos emprendidos por
los sectores público y privado, de acuerdo a sus capacidades y aptitudes.
XV. Propiciar y fomentar programas especiales de educación y becas de capacitación para el trabajo, mediante los
cuales se logre su reincorporación a
la planta productiva del país, y en su
caso a su desarrollo profesional.
Al respecto, la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores, en el artículo
19°, estatablece, como parte de las obligaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en beneneicio de las personas
adultas mayores, garantizar:
63
tas mayores y con estándares de calidad adecuados.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
I. Impulsar la participación de las personas adultas mayores en actividades de atención al turismo, particularmente las que se reieren al rescate y transmisión
de la cultura y de la historia;
II. Promover actividades de recreación turística con tarifas preferentes, diseñadas para personas adultas
mayores;
III. En coordinación con la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes y la Secretaría de Educación Pública, el
establecimiento de convenios con las empresas del
ramo para ofrecer tarifas especiales y/o gratuitas en
los centros públicos o privados de entretenimiento,
recreación, cultura y deporte, hospedajes en hoteles
y centros turísticos.
64
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
I. La implementación de los programas
necesarios a efecto de promover empleos y trabajos remuneradores así
como actividades lucrativas o voluntarias, conforme a su oicio, habilidad
o profesión, sin más restricción que
su limitación física o mental declarada por la autoridad médica o legal
competente;
II. El fomento a la creación de organizaciones productivas de personas adultas mayores en grupos productivos
de diferente orden;
III. Impulso al desarrollo de programas
de capacitación para que las personas adultas mayores adquieran conocimientos y destrezas en el campo de
formulación y ejecución de proyectos
productivos;
IV. La organización de una bolsa de trabajo mediante la cual se identiiquen
actividades laborales que puedan ser
desempeñadas por las personas adultas mayores y orientarlas para que
presenten ofertas de trabajo;
V. Asistencia jurídica a las personas adultas mayores que decidan retirarse de
sus actividades laborales;
VI. La capacitación y inanciamiento para autoempleo, a través de becas, talleres familiares, bolsas de trabajo oiciales y particulares, y
VII. La creación y difusión de programas
de orientación dirigidos a personas
adultas mayores cuando deseen retirarse de los centros de trabajo públicos
y privados.
Para garantizar el cumplimiento de la Ley
de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en lo que respecta a este primer objetivo, se recomiendan aplicar las siguientes
acciones:
a) Realizar jornadas y ferias del empleo en estados y municipios dirigidas a la contratación de personas adultas mayores, en las cuales participen conjuntamente
el sector privado y público y organizaciones civiles.
b) Que las instituciones de la administración pública ofrezcan vacantes a los adultos mayores y cumplan con una
cuota de al menos 10 por ciento de personas de 60
años o más contratados en su plantilla de personal.
c) En cuanto al sector privado, que se establezca la obligación de cumplir una cuota de al menos 7 por ciento
de adultos mayores contratados en su plantilla.
d) Que los tres niveles de gobierno destinen recursos para otorgar microcréditos y inanciamiento a los proyectos productivos propios o comunitarios de adultos mayores, especialmente para ampliar el Fondo
Tercera Llamada del Inapam (ver pág. 44) a todos los
estados y municipios de la República Mexicana.
e) Que la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, en
coordinación con el Inapam, difunda en los medios de
comunicación el Distintivo de Empresa Incluyente
“Gilberto Rincón Gallardo”, que se otorga a aquellas
instituciones públicas, privadas y sociales que se
comprometen con buenas prácticas laborales a favor
de grupos en situación de vulnerabilidad, como las
personas adultas mayores, con el propósito de sumar
a más empresas e instituciones.
f) Que la Secretaría del Trabajo y Previsión social garantice la aplicación de las disposiciones de la recomendación 162 de la Organización Internacional del
Trabajo, OIT, referida a promover políticas de igualdad
de oportunidades y de trato entre trabajadores de todas las edades.
g) Que las dependencias de la administración pública,
las empresas privadas y las organizaciones no gubernamentales ofrezcan programas para el desarrollo
de habilidades laborales de los adultos mayores, tal
como la capacitación en el uso de tecnologías de la
información, que les faciliten su permanencia o reincorporación en la vida laboral.
h) Que la duración de la jornada de trabajo para los adultos mayores sea de seis horas como máximo o se considere la situación de cada persona al momento de
establecerla y el derecho a un descanso de una hora.
Objetivo 2. Ampliar y mejorar la cobertura de pensiones, tanto contributivas como no contributivas.
Este segundo objetivo hace referencia al artículo 10°,
fracción XIX, de la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores, el cual establece como uno los objetivos
de la política nacional:
XIX.Llevar a cabo programas compensatorios orientados
a beneiciar a las personas adultas mayores en situación de rezago y poner a su alcance los servicios sociales y asistenciales así como la información sobre
los mismos.
Como parte de las políticas públicas en favor de las personas de 60 años o más, resulta de vital importancia emitir
recomendaciones a los órganos de gobierno competentes
acerca de la necesidad de ampliar y mejorar la cobertura del
sistema de pensiones, ya que, de acuerdo con la experiencia
nacional e internacional, éstos son los instrumentos de
política pública más importantes para hacer frente a la
vulnerabilidad económica en la vejez (OISS, 2009).
Para lograr este segundo objetivo, se han elaborado las
siguientes propuestas para la acción:
a) Que la Secretaría de Desarrollo Social amplíe de manera progresiva y sustentable la cobertura y suiencia
del programa 70 y más…, para asegurar la inclusión
de aquellas personas adultas mayores que se encuentran en situación de alta vulnerabilidad econó-
Objetivo 3. Promover y fomentar una
“cultura de ahorro” a través de acciones
que comprometan la participación del sector privado y la sociedad civil, en beneicio
directo a la economía de las personas adultas mayores.
Este tercer objetivo se basa en el artículo
10°, fracción XIII, de la Ley de los Derechos
de las Personas Adultas Mayores, el cual
establece como uno los objetivos de la política nacional:
XIII. Establecer las bases para la asignación
de beneicios sociales, descuentos y
exenciones para ese sector de la población, de conformidad con las disposiciones jurídicas aplicables.
Para lograr este tercer objetivo, se recomiendan las siguientes acciones:
a) Se recomienda a las dependencias de
la administración pública realizar jornadas masivas de educación sobre las
bondades del ahorro para asegurar una
mejor calidad de vida en la vejez.
65
mica y que no cumplen con el requisito de pertenecer a una localidad de
hasta 30 mil habitantes.
b) Incorporar en los sistemas de pensiones contributivas a los trabajadores
que pertenecen al sector informal de
la economía, con el objetivo de mejorar los niveles de cobertura y garantizar su sostenibilidad futura.
c) Establecer mecanismos de jubilación
lexible que permitan a los trabajadores prologar su vida laboral si así lo
preieren.
d) Establecer mecanismos especiales de
jubilación para mujeres trabajadoras.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
i) Que las dependencias de la administración pública y
las empresas privadas posibiliten la continuidad laboral de los adultos mayores, incluso de las que hayan adquirido su calidad de jubilación o pensionista.
j) Que la Ley Federal del Trabajo establezca disposiciones especíicas sobre las condiciones laborales de las
personas de 60 años y más.
k) Que las personas adultas mayores que sean despedidas por razón de edad (causa injustiicada) tengan
derecho a un seguro de desempleo hasta que logren
reinsertarse en el mercado laboral, con un tiempo máximo de cobertura.
66
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
b) Se recomienda a las dependencias de
la administración pública establecer
y formular políticas públicas que fomenten el ahorro popular, dirigidas
especialmente a las áreas rurales, a estratos de bajos ingresos y a aquellos
que ingresan al mercado de trabajo
por primera vez, con el objetivo de
asegurar una mejor calidad de vida en
la vejez. Se recomienda que se consideren las siguientes medidas: la ampliación de la cobertura de servicios
inancieros en zonas rurales, la eliminación de retenciones iscales por intereses ganados para estimular el
ahorro, la eliminación de los montos
mínimos exigidos para abrir una cuenta bancaria y la eliminación del cobro
de comisiones.
c) Se recomienda a los gobiernos estatales y municipales en el ámbito de su
competencia exentar de impuestos u
otorgar tarifas preferenciales para el
pago de predial, suministro de agua y
otros servicios, a los adultos mayores
en beneicio directo de su economía.
d) Se recomienda a las empresas y prestadores de servicios otorgar una tarifa especial u otros beneicios a las
personas adultas mayores que presenten cualquier identiicación que
compruebe su edad.
Recomendaciones de políticas públicas
en materia de Protección Social
Las recomendaciones en materia de Protección Social tienen como propósito garantizar los derechos básicos, tales como salud,
abrigo y vivienda, y mejorar los niveles de
bienestar de los adultos mayores, especialmente de quienes se encuentran en condiciones de alta vulnerabilidad e indefensión.
Objetivo 1. Ampliar y mejorar la cobertura universal
de las personas adultas mayores a los servicios de salud,
incorporando el envejecimiento como componente esencial de las legislaciones y políticas nacionales de salud.
Este primer objetivo en materia de Protección Social hace referencia al artículo 10°, fracción XIX, de la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores, el cual establece
como uno los objetivos de la política nacional:
Llevar a cabo programas compensatorios orientados a beneiciar a las personas adultas mayores
en situación de rezago y poner a su alcance los
servicios sociales y asistenciales así como la información sobre los mismos.
Para articular dicho objetivo, la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores establece en el artículo 18°,
como parte de las obligaciones de las instituciones públicas
del Sector Salud en beneicio de las personas adultas mayores, garantizar:
I. El derecho a la prestación de servicios públicos de salud integrales y de calidad, en todas las actividades de
atención médica, de conformidad con lo establecido
en el artículo 33 de la Ley General de Salud;
II. Especial atención deberán recibir los programas de
detección oportuna y tratamiento temprano de enfermedades crónicas y neoplasias entre las personas
adultas mayores, así como de atención y asistencia a
quienes sufren de discapacidades funcionales;
III. El acceso a la atención médica a las personas adultas
mayores en las clínicas y hospitales, con el establecimiento de áreas geriátricas en las unidades médicas
públicas y privadas de segundo y tercer nivel. Las
especialidades médicas encargadas de la atención de
la salud de las personas adultas mayores, son la geriatría y la gerontología;
IV. Una cartilla médica de salud y auto cuidado, misma
que será utilizada indistintamente en las instituciones
públicas y privadas; en la cual se especiicará el estado general de salud, enfermedades crónicas, tipo
de sangre, medicamentos y dosis administradas, reacciones e implementos para ingerirlos, alimentación o
Para garantizar la protección de los derechos de las personas adultas mayores en lo que respecta a este primer objetivo en materia de Protección Social, se recomiendan las
siguientes acciones:
a) Que la Secretaría de Salud establezca el Seguro Popular
sin costo y distinción a todas las personas adultas
mayores que comprueben no ser derechohabientes
de alguna otra institución de seguridad social.
b) Que la Secretaría de Salud, en todas las unidades médicas, brinde capacitación o formación apropiada y
continua al personal de salud sobre envejecimiento,
gerontología y geriatría.
c) Aplicar un plan básico para la distribución de equipamientos, medicamentos, prótesis y ortesis, productos
y tecnologías que ayuden a las personas mayores en
su desarrollo, su participación e independencia.
d) Que la Secretaría de Salud, en coordinación con el
Inapam y el Instituto de Geriatría, elaboren programas
de salud mental, con énfasis en la promoción, prevención y diagnóstico temprano.
e) Que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y los
tres niveles de gobierno brinden el apoyo presupuestal
necesario para la apertura y la ampliación de Centros
de Atención Integral del Inapam (ver pág. 46) o
módulos de atención médica especializada para adultos mayores en todos los estados de la República
Mexicana y en las principales cabeceras municipales.
f) Que las entidades federativas y los municipios procuren la prestación de servicios sanitarios para las
personas adultas mayores pobres, indígenas y rurales,
adoptando las medidas necesarias para garantizarles el acceso sin discriminación y teniendo en cuenta
sus patrones culturales.
Objetivo 2. Promover la apertura de servicios de cuidado de largo plazo y la
creación de mecanismos para mejorar la
calidad de atención y de cuidados para las
personas adultas mayores.
Este segundo objetivo en materia de Protección Social hace referencia al artículo 10°,
fracción XVI, XVII y XIX, de la Ley de los
Derechos de las Personas Adultas Mayores,
el cual establece como uno los objetivos de
la Política Nacional:
XV. Propiciar y fomentar programas especiales de educación y becas de capacitación para el trabajo, mediante los
cuales se logre su reincorporación a
la planta productiva del país, y en su
caso a su desarrollo profesional;
XVII.Fomentar la realización de estudios e
investigaciones sociales de la problemática inherente al envejecimiento
que sirvan como herramientas de trabajo a las instituciones del sector público y privado para desarrollar programas en beneicio de la población
adulta mayor;
XIX. Llevar a cabo programas compensatorios orientados a beneiciar a las personas adultas mayores en situación de
rezago y poner a su alcance los servicios sociales y asistenciales así como
la información sobre los mismos.
La Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores establece en el artículo 22°,
como parte de las obligaciones del Sistema
para el Desarrollo Integral de la Familia,
garantizar a las personas de 60 años o más:
67
g) Reducir los tiempos de espera en los
consultorios o centros de salud, brindando atención preferente a las personas adultas mayores.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
tipo de dieta suministrada, consultas médicas y asistencias a grupos de auto cuidado;
V. Mecanismos de coordinación interinstitucional para
proporcionar medicamentos, previo estudio socioeconómico para su distribución sin costo alguno; […]
VII. El apoyo a las unidades médicas y organizaciones civiles dedicadas a la atención de la salud física y/o
mental de la población senecta;
II. Los programas de prevención y protección para las personas adultas mayores en situación de riesgo o desamparo, para incorporarlos al núcleo familiar o albergarlos en instituciones
adecuadas;
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
68
La citada Ley establece en el artículo 17°,
fracción, II, que le corresponde a la Secretaría de Educación Pública, garantizar:
II. La formulación de programas educativos de licenciatura y posgrado en
geriatría y gerontología, en todos los
niveles de atención en salud, así como
de atención integral a las personas
adultas mayores dirigidos a personal
técnico profesional. También velará
porque las instituciones de educación
superior e investigación cientíica incluyan la geriatría en sus currícula de
medicina, y la gerontología en las demás carreras pertenecientes a las
áreas de salud y ciencias sociales;
Por su parte, a las instituciones del Sector Salud, les corresponde garantizar, de
acuerdo con el artículo 18° de la citada ley:
IX. Gestiones para apoyar y proteger a los
grupos de personas adultas mayores
en situación de vulnerabilidad social
o familiar, y
X. Los cuidados proporcionados a las personas adultas mayores por la familia,
por los responsables de su atención
y cuidado, o en su caso por las instituciones públicas o privadas que tengan a su cargo a estas personas, comprenderán los siguientes aspectos:
a. Las personas adultas mayores tendrán el derecho de ser examinados
cuando menos una vez al año, para el
mantenimiento de su salud y recibir los tratamientos
que requieran en caso de enfermedad.
b. Serán sujetos de la conidencialidad y participarán
en las decisiones que sobre su estado de salud se
generen.
c. Tendrán derecho a una nutrición adecuada y
apropiada.
La disminución de las posibilidades de las familias para
hacerse cargo del cuidado de los adultos mayores a la par
que avanza aceleradamente la transición demográica hacia
el envejecimiento de la población, obliga a que gran parte
de los esfuerzos para asegurar una vejez con calidad de vida
sean invertidos en el desarrollo de un sistema integral social
y sanitario de cuidados de largo plazo, mismo que requiere
un compromiso nacional que incluya a los sectores público
y privado.
Es por ello que para articular este segundo objetivo, el
Inapam recomienda las siguientes acciones:
a) Implementar las disposiciones legales y el presupuesto
que fuera necesario para la apertura de Residencias
de Día del Inapam en todos los estados.
b) Que el Instituto de Geriatría y la Secretaría de Salud,
en coordinación con el Inapam, otorguen el apoyo
técnico para el mejoramiento continuo y la capacitación y formación de cuidadores como requisito
indispensable de las Residencias de Día o centros de
cuidado de largo plazo.
c) Capacitar a los cuidadores familiares para incrementar
la calidad del cuidado y fomentar la creación de redes
de apoyo y, de esta manera, viabilizar la permanencia
de la persona mayor en el hogar y a la vez prevenir el
agotamiento físico y mental del cuidador.
d) Que el Instituto de Geriatría, en coordinación con el
Inapam, implemente un plan nacional de capacitación
en geriatría y gerontología para los prestadores de
servicios de salud en todos los niveles de atención y,
particularmente, en el nivel de atención primaria.
e) Fomentar la investigación geriátrica en los institutos
de salud del país, así como en instituciones gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, pa-
Objetivo 3. Asegurar el acceso a los servicios básicos
en la vejez y disminuir progresivamente las desigualdades
por zona de residencia.
Este tercer objetivo hace referencia al artículo 10°, fracción III, de la Ley de los Derechos de las Personas Adultas
Mayores, el cual establece como uno los objetivos de la política nacional:
III. Garantizar igualdad de oportunidades y una vida digna, promoviendo la defensa y representación de sus
intereses;
Al respecto, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores establece, en el artículo 21°, como parte de
las obligaciones de las instituciones públicas de vivienda de
interés social, garantizar:
I.
Las acciones necesarias a in de concretar programas
de vivienda que permitan a las personas adultas mayores la obtención de créditos accesibles para adquirir una vivienda propia o remodelarla en caso de
ya contar con ella, y
II. El acceso a proyectos de vivienda de interés social que
ofrezcan igual oportunidad a las parejas compuestas
por personas adultas mayores, solas o jefes de familia.
Las viviendas en que residen los adultos mayores deben
adaptarse a las particularidades de este sector de la población para que éstas sean satisfactorias y beneiciosas
para la salud y el bienestar. En este sentido, la vivienda y el
entorno deben garantizar la accesibilidad y la seguridad para
que los adultos mayores puedan desempeñar tareas de la
vida diaria en el hogar sin mayores diicultades.
Para llevar a cabo este tercer objetivo, es importante que
se consideren las siguientes recomendaciones:
a) Que el Consejo Nacional de Vivienda, CONAVI, en
coordinación con el Inapam, diseñen y ejecuten un
Recomendaciones de políticas públicas
en materia de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores
La Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores en el artículo 5° establece,
de manera enunciativa y no limitativa, la
obligación de garantizarles los siguientes
derechos:
I. De la integridad, dignidad y preferencia:
a. A una vida con calidad. Es obligación
de las instituciones públicas, de la comunidad, de la familia y la sociedad,
garantizarles el acceso a los programas que tengan por objeto posibilitar
el ejercicio de este derecho.
b. Al disfrute pleno, sin discriminación
ni distinción alguna, de los derechos
que ésta y otras leyes consagran.
69
programa de vivienda para personas
adultas mayores, el cual brinde inanciamiento y garantice el acceso a los
servicios básicos, especialmente para
aquellas que se encuentran en condiciones de vulnerabilidad.
b) Que el Consejo Nacional de Vivienda,
en coordinación con el Inapam, brinden asistencia técnica para la deinición de modelos de vivienda que provean los servicios y estándares arquitectónicos adecuados para las personas adultas mayores.
c) Que los tres niveles de gobierno garanticen el acceso a todas las personas
adultas a los servicios básicos como
agua potable, saneamiento, alumbrado y electricidad, como una medida
para disminuir la desigualdad económica y garantizar el cumplimiento de sus derechos básicos.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
ra disponer de un diagnóstico más preciso sobre la
naturaleza y magnitud de las amenazas que suponen
los factores de riesgo más comunes en esta etapa de
la vida.
70
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
c. A una vida libre sin violencia.
d. Al respeto a su integridad física, psicoemocional y sexual.
e. A la protección contra toda forma de
explotación.
f. A recibir protección por parte de la
comunidad, la familia y la sociedad,
así como de las instituciones federales, estatales y municipales.
g. A vivir en entornos seguros dignos
y decorosos, que cumplan con sus
necesidades y requerimientos y
en donde ejerzan libremente sus
derechos.
II. De la certeza jurídica:
a. A recibir un trato digno y apropiado
en cualquier procedimiento judicial
que los involucre, ya sea en calidad
de agraviados, indiciados o sentenciados.
b. A recibir el apoyo de las instituciones federales, estatales y municipales en el ejercicio y respeto de sus
derechos.
c. A recibir asesoría jurídica en forma
gratuita en los procedimientos administrativos o judiciales en que sea
parte y contar con un representante
legal cuando lo considere necesario.
d. En los procedimientos que señala el
párrafo anterior, se deberá tener atención preferente en la protección de
su patrimonio personal y familiar y
cuando sea el caso, testar sin presiones ni violencia.
III. De la salud, la alimentación y la
familia:
a. A tener acceso a los satisfactores necesarios, considerando alimentos, bienes, servicios y condiciones humanas o materiales para su atención
integral.
b. A tener acceso preferente a los servicios de salud,
de conformidad con el párrafo tercero del artículo
4o. Constitucional y en los términos que señala el
artículo 18 de esta ley, con el objeto de que gocen
cabalmente del derecho a su sexualidad, bienestar
físico, mental y psicoemocional.
c. A recibir orientación y capacitación en materia de
salud, nutrición e higiene, así como a todo aquello
que favorezca su cuidado personal.
Las familias tendrán derecho a recibir el apoyo subsidiario de las instituciones públicas para el cuidado y
atención de las personas adultas mayores.
IV. De la educación:
a. A recibir de manera preferente el derecho a la educación que señala el artículo 3o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, de conformidad con el artículo 17 de esta ley.
b. Las instituciones educativas, públicas y privadas, deberán incluir en sus planes y programas los conocimientos relacionados con las personas adultas mayores; asimismo los libros de texto gratuitos y todo
material educativo autorizado y supervisado por la
Secretaría de Educación Pública, incorporarán información actualizada sobre el tema del envejecimiento
y las personas adultas mayores.
V. Del trabajo:
A gozar de igualdad de oportunidades en el acceso
al trabajo o de otras opciones que les permitan un
ingreso propio y desempeñarse en forma productiva
tanto tiempo como lo deseen, así como a recibir protección de las disposiciones de la Ley Federal del Trabajo y de otros ordenamientos de carácter laboral.
VI. De la asistencia social:
a. A ser sujetos de programas de asistencia social en
caso de desempleo, discapacidad o pérdida de sus
medios de subsistencia.
b. A ser sujetos de programas para contar con una vivienda digna y adaptada a sus necesidades.
c. A ser sujetos de programas para tener acceso a una
casa hogar o albergue, u otras alternativas de atención integral, si se encuentran en situación de riesgo
o desamparo.
Cabe destacar que la Ley de los Derechos de las Personas
Adultas Mayores establece en el artículo 2°, que la aplicación
y seguimiento de la misma corresponde a:
I. El Ejecutivo Federal, a través de las Secretarías de
Estado y demás dependencias que integran la Administración Pública, así como las Entidades Federa-
En esta sección se presentan las recomendaciones elaboradas para el diseño de políticas públicas que tienen como objetivo
garantizar y ampliar la protección efectiva
de los derechos humanos de las personas
adultas mayores.
Objetivo 1. Difundir los derechos humanos de las personas adultas mayores
y establecer acciones que garanticen su
cumplimiento.
La difusión de los derechos humanos y el
establecimiento de mecanismos que garanticen su cumplimiento es una labor que compromete a todo el país, y que requiere de
la sinergia del sector público y privado en
favor de las personas adultas mayores. La
superación del reto demográico dependerá
esencialmente de que logremos avanzar hacia la construcción de una sociedad mexicana más solidaria, cohesionada e incluyente.
Para lograr este primer objetivo se recomiendan las siguientes acciones:
a) Que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público provea la suiciencia presupuestaria para inanciar las disposiciones normativas que garanticen
el cumplimiento y la protección de
los derechos de los adultos mayores.
71
tivas, los Municipios, los Órganos
Desconcentrados y paraestatales, en
el ámbito de sus respectivas competencias y jurisdicción;
II. La familia de las personas adultas mayores vinculada por el parentesco, de
conformidad con lo dispuesto por los
ordenamientos jurídicos aplicables;
III. Los ciudadanos y la sociedad civil organizada, y
IV. El Instituto Nacional de las Personas
Adultas Mayores.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
VII. De la participación:
a. A participar en la planeación integral del desarrollo
social, a través de la formulación y aplicación de las
decisiones que afecten directamente a su bienestar,
barrio, calle, colonia, delegación o municipio.
b. De asociarse y conformar organizaciones de personas
adultas mayores para promover su desarrollo e incidir
en las acciones dirigidas a este sector.
c. A participar en los procesos productivos, de educación
y capacitación de su comunidad.
d. A participar en la vida cultural, deportiva y recreativa
de su comunidad.
e. A formar parte de los diversos órganos de representación y consulta ciudadana.
VIII. De la denuncia popular:
Toda persona, grupo social, organizaciones no gubernamentales, asociaciones o sociedades, podrán denunciar ante los órganos competentes, todo hecho,
acto u omisión que produzca o pueda producir daño
o afectación a los derechos y garantías que establece
la presente Ley, o que contravenga cualquier otra de
sus disposiciones o de los demás ordenamientos
que regulen materias relacionadas con las personas
adultas mayores.
IX. Del acceso a los servicios:
a. A tener una atención preferente en los establecimientos públicos y privados que prestan servicios al
público.
b. Los servicios y establecimientos de uso público deberán implementar medidas para facilitar el uso y/o
acceso adecuado.
c. A contar con asientos preferentes en los establecimientos que prestan servicios al público y en los
servicios de autotransporte de pasajeros.
72
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
b) Que los derechos de las personas adultas mayores estén explícitamente contemplados y protegidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
c) Que se capacite en materia de derechos humanos a las organizaciones y
al personal que labore con personas
adultas mayores.
d) Que las personas adultas mayores reciban capacitación y formación de cómo ejercer sus derechos humanos.
e) Facilitar instalaciones para que los
miembros de la Red por los Derechos
de las Personas Adultas Mayores (Ver
pag. 48) puedan capacitar a la población objetivo.
f) Que los tres niveles de gobierno, en
coordinación con organizaciones de
la sociedad civil, realicen campañas
de promoción y difusión de los derechos humanos de las personas adultas mayores.
g) Que los tres niveles de gobierno generen mecanismos para garantizar
los derechos humanos de los adultos
mayores, particularmente de quienes
se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, tales como los indígenas,
las mujeres, las personas con discapacidad y quienes se encuentran en situación de abandono e indefensión.
h) Promover un enfoque basado en derechos para la planeación y diseño de
las políticas públicas.
Objetivo 2. Garantizar a las personas
adultas mayores el acceso a la justicia,
dándoles a conocer sus derechos, así como las autoridades a quienes deben dirigirse para exigirlos.
Este segundo objetivo en materia de
derechos humanos hace referencia al
artículo 10°, fracción II, de la Ley de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores, el cual establece como uno de
los objetivos de la política nacional:
Garantizar a las personas adultas mayores el pleno
ejercicio de sus derechos, sean residentes o estén
de paso en el territorio nacional.
Para articular dicho objetivo, la Ley de los Derechos de
las Personas Adultas Mayores establece en el artículo 22°,
como parte de las obligaciones en beneicio de las personas
adultas mayores del Sistema para el Desarrollo Integral de la
Familia (DIF), garantizar:
I. Los servicios de asistencia y orientación jurídica en
forma gratuita, en especial aquellos que se reieren
a la seguridad de su patrimonio, en materia de alimentos y testamentaria; […]
III. Coadyuvar con la Procuraduría General de la República y con las procuradurías estatales, en la atención
y protección jurídica de las personas adultas mayores
víctimas de cualquier delito;
IV. La promoción, mediante la vía conciliatoria, de la
solución a la problemática familiar, cuando no se trate de delitos tipiicados por el Código Penal o infracciones previstas en la Ley de Asistencia y Prevención
de la Violencia Intrafamiliar;
V. La atención y seguimiento de quejas, denuncias e informes, sobre la violación de los derechos de las personas adultas mayores, haciéndolos del conocimiento
de las autoridades competentes y de ser procedente
ejercitar las acciones legales correspondientes;
VI. La denuncia ante las autoridades competentes, cuando sea procedente, de cualquier caso de maltrato, lesiones, abuso físico o psíquico, sexual, abandono,
descuido o negligencia, explotación, y en general
cualquier acto que perjudique a las personas adultas
mayores.
Para garantizar la protección de los derechos humanos
de las personas adultas mayores y asegurarles el acceso a la
justicia, se recomiendan las siguientes acciones:
73
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
a) Que los tres niveles de gobierno, a través de las instituciones públicas competentes, difundan los servicios
de asesoría y defensa jurídica gratuita que se otorgan
a las personas adultos mayores.
b) Que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público brinde apoyo presupuestario para que el Inapam establezca en cada representación estatal el servicio de
asesoría jurídica y representación legal en favor de las
personas adultas mayores.
c) Que la Secretaría de Educación Pública fomente a
nivel estatal, entre los estudiantes de derecho, la realización de prácticas profesionales y servicio social
como apoyo en las delegaciones estatales de Inapam
para brindar servicio de asesoría jurídica gratuita a los
adultos mayores.
d) Que los tres niveles de gobierno y las instituciones
públicas y privadas establezcan mecanismos de atención preferencial para los adultos mayores ante instituciones de asesoría y defensa jurídica.
e) Que las procuradurías establezcan cursos de sensibilización a los ministerios públicos y jueces para la
atención de las personas adultas mayores víctimas de
violencia.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
74
CAPÍTULO 4
Indicadores de seguimiento de las
políticas públicas a favor
de las personas adultas mayores
Como complemento de las recomendaciones de políticas públicas del capítulo anterior, se presenta una propuesta de indicadores
para evaluar las acciones que se realizan a
favor de los adultos mayores, basándose en
los cinco ejes rectores.
El Inapam, de acuerdo con el artículo 28,
fracción V, de la Ley de los Derechos de las
Personas Adultas Mayores, tiene la atribución de:
Establecer principios, criterios, indicadores y normas para el análisis
y evaluación de las políticas dirigidas a las personas adultas mayores, así como para jerarquizar y
orientar sobre las prioridades, objetivos y metas en la materia, a
efecto de atenderlas mediante los
programas impulsados por las dependencias y entidades de la administración pública federal, por los
estados y municipios y por los sectores privado y social, de conformidad con sus respectivas atribuciones y ámbitos de competencia.
La importancia de elaborar estos instrumentos reside en dar seguimiento a las políticas públicas para constatar la eicacia y
la celeridad de su implementación y de sus
resultados.
Este capítulo se ha estructurado en cinco secciones que
corresponden a los ejes rectores. Cada parte presenta una
propuesta de indicador, que permite medir la gestión que
las instituciones públicas y privadas realizan en favor de
las personas de edad, tanto para mejorar su calidad de vida
como para optimizar el entorno que los rodea.
Los indicadores de gestión que se desarrollan tienen como objetivo, por un lado, concientizar al sector público y
privado acerca de la corresponsabilidad que tienen en la
protección de los derechos de los adultos mayores y por
otro, comprometer acciones coordinadas a favor de las personas de 60 años o más.
Consecuentemente se espera emitir nuevas recomendaciones con base en los resultados que se presenten y elaborar indicadores de impacto que permitan medir y evaluar
los cambios que se han generado como resultado de la aplicación de políticas públicas sobre el envejecimiento en
nuestro país.
Cultura del Envejecimiento
Como se ha señalado en los capítulos anteriores, las acciones que conforman este eje se encaminan a generar una
transformación cultural de la sociedad mexicana para que
se valore y reconozca la dignidad de las personas de 60 años
o más, y, de esta manera, avanzar en la construcción de
una sociedad más incluyente, en la que las personas, independientemente de su edad o de otras condiciones sociales,
tengan las mismas oportunidades para hacer efectivo el pleno respeto y ejercicio de sus derechos humanos y libertades
fundamentales.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
78
Una de las medidas que se deben adoptar como parte de estas acciones es la promoción de una imagen positiva de la vejez
en los medios de comunicación y procurar
que la publicidad no incluya imágenes discriminatorias de las personas adultas mayores y del envejecimiento.
Por lo anterior, el Inapam elaboró una serie de recomendaciones que se deben adoptar en el lenguaje visual que se utiliza para
la creación de mensajes con ines de promoción o propaganda:
• Presentar a personas de todas las edades
participando en actividades de manera
libre de estereotipos y equitativa.
• Desasociarlos de la situación de deterioro
en la salud física y mental, pasividad, incapacidad para realizar ciertas labores y
todo aquello que permita su estigmatización y discriminación.
• Presentarlos en su diversidad, es decir,
en el mundo público, la vida económica
y la participación política. Saludables,
deportistas, artistas, activos, en espacios profesionales prestigiados social y
económicamente.
• Mostrarlos con deseos y voluntades
propias.
• Presentarlos con capacidad de decisión.
• Evitar el uso de cualquier imagen de
violencia o represión en contra de las
personas adultas mayores.
El Inapam plantea la aplicación de un indicador que permite medir la gestión institucional en la promoción de una imagen positiva
de la vejez en las campañas publicitarias.
Asimismo, tiene como inalidad erradicar
estereotipos convencionales que la sociedad
y, en algunos casos, los propios adultos mayores han creado y propagado, los cuales
asocian a la vejez con pasividad, enfermedad,
deterioro, carga o ruptura social.
Figura 1
Nombre
Promocióndeuna
imagenpositivade
lavejezenlos
mediosde
propagandao
publicidad
Objetivo
Fórmula
Conocerelporcentajedelas
campañaspublicitariasdel
sectorpúblicoyprivadoque
cumplenconlas
recomendacionesdelInapam
paradignificarlaimagende
losadultosmayoresyel
envejecimiento.
Númerodecampañas
publicitariasque
promuevenunaimagen
positivadelavejez
ValorIdeal
50al65%del
totalde
campañas
x100
Númerodecampañas
publicitariasdela
instituciónenelperiodo
El papel que desempeñan los medios de comunicación es
fundamental para cambiar este estigma y fortalecer la integración y participación de los adultos mayores en la vida
económica y social de nuestro país. (Ver igura 1)
Este indicador es aplicable a las dependencias y entidades
de gobierno, a las instituciones públicas y privadas, a las empresas y a las organizaciones de sociedad civil que realicen,
dentro de sus competencias, estrategias de comunicación,
mercadotecnia y publicidad para difundir sus programas,
bienes o servicios.
El primer elemento de la fórmula que genera este indicador “Número de campañas publicitarias que promueven
una imagen positiva de la vejez”, contabilizará si el lenguaje
visual utilizado cumple con las recomendaciones para digniicar la imagen de los adultos mayores y el envejecimiento.
Por su parte, el denominador “Número de campañas publicitarias de la institución en el período” se reiere a la totalidad de las campañas de propaganda o publicidad que
se tengan programadas en el ejercicio.
El resultado de este indicador permitirá conocer el grado
de participación de las instituciones en la promoción de
una Cultura del Envejecimiento. El Inapam plantea como
un valor de referencia ideal que el rango del número de
campañas publicitarias que promuevan una imagen positiva
de la vejez, o bien, que cumplan con al menos una de las
recomendaciones enumeradas anteriormente, sea entre 50
y 65 por ciento.
Envejecimiento Activo y Saludable
Las acciones que conforman el segundo eje están encaminadas a proveer los medios y oportunidades para que los
Figura 2
Nombre
Objetivo
Promociónde
actividadespara
unenvejecimiento
activoysaludable
Fórmula
Conocerelnúmerode
accionesorientadasa
fomentarunenvejecimiento
activoysaludablequelas
institucionespromuevenen
suplatilladepersonal.
ValorIdeal
Númerodeaccioneso
75%
programasquela
instituciónrealizaafavor
deunenvejecimiento
activoysaludabledesus
trabajadores
x100
Númerodeaccioneso
programasquela
instituciónrealiza
dirigidaasus
trabajadores
El objetivo tiene la inalidad de dar seguimiento a la labor
que realizan las instituciones para promover el envejecimiento activo y saludable, lo que contribuye a que los adultos mayores gocen de una vejez en plenitud, incidiendo de
manera indirecta en el ahorro de altos costos por tratamientos
médicos de enfermedades crónico-degenerativas.
En la fórmula que genera este indicador, el numerador
“Número de acciones o programas que la institución realiza
en favor de un envejecimiento activo y saludable de sus
trabajadores” se reiere al número de campañas que la institución pública o privada emprende para promover patrones
de vida saludables, como la práctica frecuente de actividades
físicas y la alimentación balanceada.
Seguridad Económica
Como ya se ha señalado, las acciones y estrategias que conforman el tercer eje rector
tienen como propósito disminuir las desigualdades en el ingreso, dotar de mayor independencia económica y facilitar el acceso
o la reincorporación al mercado laboral de las
personas adultas mayores.
Una de las estrategias del Inapam más importantes son las campañas de sensibilización dirigidas a las instituciones públicas y
privadas con la inalidad de concientizarlas
de las circunstancias económicas que enfrenta la población adulta mayor en México. Dichas campañas están encaminadas a la creación de más fuentes de empleo para este
sector de la población, a la obtención de mejores condiciones de inanciamiento, tarifas
o beneicios especiales y a generar un incremento en las oportunidades de obtener
microcréditos para apoyar los proyectos
productivos propios o comunitarios de las
personas adultas mayores.
79
En cambio, el denominador “Número de
acciones o programas que la institución realiza dirigida a sus trabajadores” se reiere al
número total de las acciones que se tengan
programadas para realizar en el ejercicio en
favor de su plantilla de personal.
Los resultados que arroje este indicador
permitirán conocer el grado de responsabilidad y compromiso social que adoptan el
sector público y privado para cuidar las condiciones físicas y de salud de todos sus trabajadores. El indicador maneja, como valor
ideal, 75 por ciento de resultado, es decir,
que la tercera parte de los programas, acciones o eventos que las instituciones realizan a favor de sus trabajadores estén encaminados a promover un envejecimiento activo y saludable.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
adultos mayores logren optimizar su bienestar físico, social
y mental, a través de actividades y eventos de recreación, de
esparcimiento, de asociación y de participación.
Una de las estrategias principales que contempla este segundo eje rector consiste en la promoción de patrones de
vida saludable, incluyendo la actividad física y la alimentación
balanceada para prevenir enfermedades. Estas medidas han
demostrado su eicacia al contribuir en el retraso de los problemas ocasionados por el proceso de envejecimiento.
En este sentido, el Inapam plantea un indicador que permita distinguir a las instituciones públicas y privadas que
promueven acciones orientadas a un envejecimiento activo
y saludable dentro de su plantilla de trabajadores, entendiendo que no es una condición o estado, sino un proceso
que se desarrolla a lo largo del ciclo vital. (Ver igura 2)
80
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
Desafortunadamente, en la mayoría de
los casos, este grupo se encuentra con barreras para incorporarse al sector formal del
mercado de trabajo y son objeto de discriminación y desvalorización. Esto es causado,
principalmente, por una imagen equivocada
de la vejez y por la carente capacitación que
ofrecen los empleadores para mantener a la
vanguardia a sus trabajadores.
Ante esto, se plantea el indicador que
permite medir el porcentaje de personas
adultas mayores contratadas y que reciben
capacitación continua por su institución.
(ver igura 3)
Este indicador es aplicable a las instituciones públicas y privadas, de acuerdo con lo
señalado, tiene como principal objetivo
contabilizar la presencia de personas de 60
años o más en una institución. La aplicación
del mismo permitirá estimular el acceso o la
reincorporación de adultos mayores al mercado de trabajo. Asimismo, el indicador contempla los programas que las instituciones
ofrecen a sus trabajadores para el desarrollo
de habilidades laborales, tales como el uso
de tecnologías o la actualización de conocimientos e información, para asegurar su
permanencia y competitividad en el mundo
laboral.
En la fórmula que genera este indicador,
el numerador “Número de personas adultas
mayores que conforman la plantilla de personal y reciben capacitación continua” se
reiere a la cantidad de trabajadores de 60
años o más que están contratadas y que
reciben capacitación permanente por parte
de la institución.
Por su parte, el denominador “Número
total de personas que conforman la plantilla
de personal y reciben capacitación continua”,
se reiere al número total de trabajadores
contratados y que reciben capacitación continua por parte de la institución.
Figura 3
Objetivo
Nombre
Porcentajede
personasadultas
mayores
incorporadasal
mercadolaboraly
quereciben
formacióncontinua
ValorIdeal
Fórmula
Conocerelporcentajede
personasadultasmayores
contratadasycapacitadas
porpartedelainstitución
7al15%de
Númerodepersonas
adultasmayoresque
conformanlaplantilla
depersonalyreciben
capacitacióncontinua
x100
Númerototalde
personasqueconforman
laplantilladepersonaly
recibencapacitación
continua
Se considera como el valor ideal alcanzar un porcentaje
entre el 7 y el 15 por ciento de resultado. Este valor está
calculado de acuerdo con la población económicamente activa del grupo de adultos mayores que desempeñan una
actividad laboral por la que reciben remuneración, ya sea
en empresas privadas o en instituciones públicas, y que son
susceptibles de recibir capacitación y actualización en conocimientos, técnicas y tecnologías, con el in de incrementar
sus habilidades y prolongar su vida laboral (OIT, 2002).
Protección Social
Las acciones y estrategias que conforman este eje están
encaminadas a garantizar los derechos básicos, tales como
salud, alimento, abrigo y vivienda indispensables, para mejorar los niveles de bienestar de las personas adultas mayores, especialmente de aquellas que se encuentran en
condiciones de vulnerabilidad o desventaja social, entendida como pobreza, enfermedad, invalidez, abandono e indefensión.
Los cambios en la coniguración de las familias, la inserción
de la mujer al mercado laboral y la consecuente reducción
de las tasas de fecundidad han reducido la capacidad de la
familia de proveer asistencia a las personas que presentan un
cierto grado de dependencia. En este sentido, los Albergues
y las Residencias de Día son una alternativa de atención
integral para las personas adultas mayores que dan apoyo
a las familias para que dispongan del tiempo necesario para
realizar actividades laborales o personales. Estos lugares
Figura 4
Nombre
Fórmula
Objetivo
Medicióndela
calidaddelos
serviciosen
Alberguesy
ResidenciasdeDía
Conocerelincrementoenel
niveldecalidaddelos
serviciosotorgadosporla
instituciónalaspersonas
adultasmayoresenlos
AlberguesyResidenciasde
Día
n
PCS-PCS
ValorIdeal
n-1
15%de
incrementodela
percepcióndela
calidaddelos
servicios
otorgados
En la fórmula que genera este indicador, el numerador
“Percepción de calidad de los servicios otorgados en el período” se reiere al resultado obtenido de la aplicación de una
encuesta a adultos mayores o en su caso familiares, respecto
de los servicios que reciben en los Albergue o Residencias de
Día, como son: atención médica, alimentación balanceada,
terapia psicológica, terapia ocupacional; acompañadas de
actividades de esparcimiento, socioculturales y recreación
en las unidades de servicio a cargo de la institución.
El denominador “Percepción de la calidad de los servicios
otorgados en el período inmediato anterior” se reiere al
valor de referencia obtenido en el ejercicio inmediato anterior, como resultado de la aplicación de una encuesta a
adultos mayores que se encuentran en los Albergues y Residencias de Día recibiendo atención y servicios, o en su caso
de los familiares.
Derivado de los resultados, en el conocimiento del detalle
por cada una de las áreas de atención, se aplicarán para llevar a cabo la mejora continua en los procesos y desarrollo
de las actividades, con lo que se estima un incremento en la
percepción de los usuarios en la calidad de la atención de 15
por ciento, respecto al ejercicio inmediato anterior.
81
Derechos de las Personas Adultas
Mayores
Las acciones y estrategias que componen
el eje están dirigidas a garantizar y ampliar
la protección efectiva de los derechos humanos de las personas adultas mayores bajo
el concepto de universalidad y para que los
ejerzan en condiciones de igualdad y sin discriminación alguna.
La difusión y educación son las vías idóneas para combatir la persistente violación
de los derechos de este sector de la población, ya que, en la medida en que los adultos
mayores asuman el conocimiento de sus
derechos, podrán detectar aquellas situaciones en las que no se esté dando cumplimiento cabal al respeto de los mismos y estarán habilitados para denunciar y exigir el
cumplimiento de la ley.
Por ello, se presenta un indicador que, en
una fase inicial, considera las acciones de
difusión para el conocimiento de los derechos de los adultos mayores. (Ver igura 5)
Figura 5
Nombre
Objetivo
Difusióny
conocimientodelos
derechosdelas
personasadultas
mayores
Conocerelporcentajede
adultosmayoresque
participandelasacciones
institucionalesque
manifiestantener
conocimientosobresus
derechos
Fórmula
ValorIdeal
Númerodepersonas
adultasmayoresque
conocenyejercensus
derechos
65%a70%de
losadultos
mayoresque
recibenservicios
institucionales
x100
Númerodepersonas
adultasmayoresque
participandelas
acciones
institucionales
Este indicador es aplicable a todas las dependencias y entidades públicas que, entre
su oferta institucional, cuenten con servicios
y apoyos especíicos para personas adultas
mayores. En una fase inicial, se aplicará una
encuesta de conocimiento de sus derechos a
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
ofrecen a los adultos mayores un espacio digno y seguro en
el que reciben atención, orientación y cuidados, y les permite realizar actividades de recreación y esparcimiento.
Con la inalidad de asegurar la calidad de estos establecimientos de cuidado, ya sean públicos o privados, se elaboró un indicador que permite evaluar las condiciones de su
funcionamiento, la capacitación que recibe su personal y
el modelo de atención que ofrecen a las personas adultas
mayores. (Ver igura 4)
82
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
las personas adultas mayores que participen
en las acciones institucionales, que a su vez
funcionará como una acción sistemática de
difusión y promoción de tales derechos.
Posteriormente, se aplicará nuevamente la
encuesta y se determinará la efectividad de la
institución en la promoción del conocimiento
de este tema.
En la fórmula que genera este indicador,
el numerador “Número de personas adultas mayores que conocen y ejercen sus derechos” se reiere a la cantidad de personas
adultas mayores que tienen conocimiento
de sus derechos y que son capaces de solicitar,
de manera activa, su cumplimiento en beneicio directo de ellos mismos, situación que
manifestarán mediante el llenado de una
cédula o encuesta y de cuyos resultados se
obtendrá esta variable.
El denominador “Número de personas
adutas mayores que participan en las acciones institucionales” se reiere al número
total de personas de edad que son atendidas o reciben servicios por las dependencias o entidades del gobierno federal.
En el indicador funciona como dato del universo de población atendida y sirve como
elemento básico para determinar la efectividad de las acciones en materia de promoción y difusión de los derechos.
Se considera como meta inicial alcanzar
un valor de entre el 65 y el 70 por ciento de
adultos mayores que tienen conocimiento
satisfactorio de sus derechos, por lo que acuden en plena conciencia a recibir los diversos tipos de apoyos y servicios que otorgan
las instituciones públicas y que no actúan
meramente como receptores de estos. Asimismo, deben comprender que las acciones
que deienden el cumplimiento de sus derechos no son acciones aisladas, sino que están
reguladas por la ley y que, de no otorgárseles,
pueden exigir su cumplimiento.
CONSIDERACIONES
FINALES
Como se mencionó al inicio de este trabajo,
la acelerada transición demográica hacia el
envejecimiento de la población en México
tendrá profundas repercusiones en la sociedad y en ámbitos especíicos de las políticas
públicas como la cohesión social, los derechos humanos y la acción gubernamental.
De hecho, para el año 2050 se estima que
México sea el país con mayor proporción
de adultos mayores con respecto de la población total en América Latina y el Caribe.
Según las proyecciones del Conapo, a mitad
de siglo habrá cerca de 33.8 millones de
personas con 60 años o más.
En esta última sección de libro se exponen los retos que conlleva este nuevo panorama demográico, y se insta a la aplicación
de mejores medidas precautorias principalmente porque el envejecimiento se encuentra a la puerta en nuestro país y es el momento
indicado para realizar acciones de prevención
y trazar estrategias adecuadas que aborden
de manera oportuna dicho fenómeno, sin
descuidar la apremiante demanda de otros
problemas coyunturales.
El primer reto se reiere al gasto en la
atención de la salud. El incremento en la
proporción de adultos mayores implica una
demanda de los servicios de salud, ya que
precisamente en este grupo etáreo se presentan altas tasas de morbilidad y de registros hospitalarios. Esto implicará necesa-
riamente el desarrollo de cuantiosas inversiones en infraestructura y capacitación de personal para brindar atenciones
y cuidados de calidad, así como la ampliación de mecanismos
institucionales que garanticen el acceso equitativo a los servicios de salud a todos los segmentos de la sociedad, especialmente para aquellos que hoy en día no cuentan con ellos.
El envejecimiento poblacional experimenta a su vez una
transición epidemiológica, que consiste en pasar de una alta
prevalencia de padecimientos crónicos infecciosos a tener
un aumento en enfermedades no transmisibles de tipo crónico, lo cual implica que “la demanda de servicios no sólo se
incrementará en su volumen, sino que también presentará
cambios cualitativos, los cuales implican mayores costos en
la atención a la salud” (Zúñiga, 2004, 35).
Es previsible que esta tendencia se acentúe en las próximas décadas, por lo que persiste el reto de que los servicios
de salud logren cubrir la creciente demanda a la atención de
enfermedades degenerativas, las cuales son de más larga duración, implican el uso de terapias basadas en tecnologías
y medicamentos más costosos, y se asocian a periodos de
hospitalización más prolongados.
Por otra parte, el envejecimiento demográico también
implicará un incremento en el monto y la proporción de individuos que sufren de discapacidad. Según los datos del
Inegi (2010a) el grupo de los adultos mayores concentró
más personas con discapacidad en el país.
Esto representa una situación inquietante por las consecuencias socioeconómicas que serán resultado del envejecimiento de la población y que se irán agudizando en las
décadas venideras, puesto que al aumentar el número de
adultos mayores muy posiblemente también aumente la
prevalencia de discapacidad.
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
86
De acuerdo con un estudio que presentó
Elena Zúñiga en Conapo (2004), se estima
que:
En la medida en que avance el proceso de envejecimiento, la proporción de individuos en los grupos
etáreos de mayor riesgo se incrementará, por lo que es previsible que también lo haga la prevalencia de la discapacidad. Así, se
estima que en 2000 había en México 1.81 millones de personas
con discapacidad, el equivalente a
1.81 por ciento de la población. Se
prevé que, de continuar las tasas
de prevalencia por edad y sexo
actuales, la población que sufre
de discapacidad se incrementará a
2.34 millones en 2010, 3.93 millones en 2030, y 5.75 millones
en 2050. En términos relativos,
estos incrementos implican que
hacia mediados del siglo, 4.4 por
ciento de la población sufrirá de
algún tipo de discapacidad; al interior de este grupo, tres de cada
cuatro serán adultos mayores.
Esto quiere decir que de no implementar
estrategias innovadoras en la promoción de
la salud como un mecanismo para prevenir
enfermedades y transformar los patrones de
conducta por hábitos buenos y saludables,
que incluyan actividad física y una buena
alimentación, se estima que en 2050, cerca
de 5.4 millones de personas sufrirá de algún
tipo de discapacidad, de entre los cuales, 4
millones serán adultos mayores; asimismo se
estima que el número de personas de edad
con algún tipo de deterioro funcional cre-
cerá de 2 millones en el 2010 a 7.3 millones en 2030 y 15.9
millones en el 2050.
El segundo reto hace referencia a la seguridad económica de las personas adultas mayores. En nuestro país,
gran parte de ellas encuentran barreras para incorporarse
al sector formal del mercado de trabajo y son en muchas
ocasiones objeto de discriminación y desvalorización. Ante
la falta de oportunidades laborales, la baja cobertura de
los sistemas de pensiones y jubilaciones, y el incremento
de su participación en la economía informal, hay un gran
número que se encuentra en condiciones de vulnerabilidad
económica.
De acuerdo con el informe del Consejo Nacional de
Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL)
de 2008, ocho de cada 10 adultos mayores en México
tienen alguna carencia social, 43 por ciento vive en pobreza
de moderada a extrema y 12 por ciento vive pobreza multidimensional extrema.
Si bien puede esperarse un incremento futuro en la cobertura de las pensiones, de prevalecer las tasas actuales de
creación de empleos formales, éstos no serán suicientes para
abarcar a la mayoría de la población de adultos mayores, ya
que se estima que en 2050 cerca de 12 millones requerirán
puestos de trabajo.
Una de las características más importantes del envejecimiento de la población es que este proceso está alterando
la llamada razón de dependencia demográica; esto es que, al
2010, el número de mexicanos en edades laborales comienza a exceder dos o tres veces al de personas en edades
dependientes (menores de 15 y mayores de 60 años). El
valor más bajo de la razón de dependencia demográica se
alcanzará alrededor del año 2020, para luego comenzar a
elevarse como resultado del crecimiento de la población
adulta mayor hasta cerrar, inminentemente, la “ventana de
oportunidad” producto de esta situación demográica.
El crecimiento acelerado de la fuerza laboral, producto de
la transición demográica y resultado del bono demográico,
reclama un crecimiento económico sólido y vigoroso para
aprovechar las ventajas de dicha ventana de oportunidad. Si
se aprovecha esta ventaja demográica de manera eiciente
y adecuada, será posible contribuir a impulsar un círculo
87
las personas adultas mayores que presentan
un cierto grado de dependencia.
Lo anterior indica la importancia de diseñar mecanismos y estrategias que permitan
aligerar la carga del cuidado familiar a las
personas en edades avanzadas, particularmente en los hogares pobres, donde los recursos destinados a la atención de los adultos
mayores pueden representar un obstáculo
adicional para salir de la pobreza.
En este sentido, los Albergues y las Residencias de Día representan una alternativa
de atención integral para personas adultas
mayores, que da apoyo a las familias para
que dispongan de tiempo para realizar actividades laborales o personales. No obstante, se requiere fortalecer la capacidad institucional, mediante una mayor asignación
presupuestaria, que permita hacer cumplir
las reglas y normas que rigen a los establecimientos que ofrecen cuidados de largo plazo, esencialmente para garantizar la calidad
de los mismos y proteger los derechos y la
dignidad de las personas adultas mayores.
El cuarto reto se reiere a la protección
y cumplimiento de los derechos humanos
de las personas adultas mayores. Este último engloba a todos los anteriores, ya que
en la medida que logremos proteger y hacer cumplir los derechos de este grupo de
la población, podrá garantizárseles el mejoramiento en su calidad de vida y en el entorno que les rodea.
En México, tales derechos aún son susceptibles de violación al no existir, en el
orden práctico, una sólida cultura en favor
de su promoción y protección en el actuar de
los gobiernos, ni de exigencia de los mismos
por parte de los adultos mayores. Si bien es
cierto que la legislación y las políticas sobre
el envejecimiento protegen los derechos y
las libertades fundamentales de este grupo
de la población, para lograr su cumplimiento
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
virtuoso de más empleos, más ahorro, más inversión y,
nuevamente, más empleos. De acuerdo con los estudios de
prospectiva llevados a cabo por el Conapo (2008), se prevé
que durante la vigencia del bono demográico, esto es, entre
2000 y 2030, el número de nuevos entrantes a la fuerza
de trabajo sea, en promedio, alrededor de 730 mil personas
por año.
Por lo tanto, en un contexto de envejecimiento de la población y escasa cobertura de los sistemas de protección
social, la creación de mayores fuentes de empleo y una
reforma al sistema de pensiones, así como la implementación
de pensiones no contributivas, son los mejores instrumentos
para disminuir las desigualdades y dotar de mayor independencia económica a las personas adultas mayores.
El tercer reto hace referencia a la protección social de
las personas adultas mayores. Uno de los desafíos en esta
materia es brindar igualdad de oportunidades para el acceso
a una vivienda digna, particularmente para aquellos que se
encuentran por debajo de la línea de pobreza.
La vivienda digna como derecho humano, que implica
también el derecho a disponer de servicios básicos, resulta
fundamental para la supervivencia y para llevar una vida
segura e independiente. En México, de acuerdo con los datos
del Inegi (2000), 86.7 por ciento de las personas adultas
mayores cuenta con una vivienda propia, de las cuales 15.4
por ciento no tiene acceso a agua potable, 10.7 por ciento
no tiene acceso a saneamiento, 5.3 por ciento no tiene
acceso a electricidad y 14.9 por ciento vive en condiciones
de hacinamiento. Las consecuencias de no contar con estos servicios básicos generan mayor vulnerabilidad en las
personas adultas mayores y sus familias, y los exponen a
diversos riesgos de salud.
Otra situación inquietante es la necesidad de reconigurar
los sistemas de cuidados producidos por la disminución
en las familias y la sobrecarga ocasionada por la escasa
cobertura de los sistemas de protección social. Esto ha
derivado en que la institución familiar cuente con demandas
excesivas que difícilmente podrá cumplir y que requiera
apoyo para lograrlo. Una de las causas de esta situación es
el incremento de la participación de la mujer en el mercado
laboral, aunado a la reducción rápida y sostenida de las tasas
de fecundidad. Por ende, se da una reconiguración de las
familias que reduce su capacidad para proveer asistencia a
88
Ejes rectores de la política pública nacional a favor de las personas adultas mayores
es necesario que se establezcan los medios
y los recursos con que se harán efectivos,
tales como la constitucionalización de los
derechos y la asignación presupuestaria para inanciar las disposiciones normativas.
Otro de los desafíos importantes en esta
materia es integrar a las personas adultas
mayores en la conducción de las políticas
públicas que les afectan. Si bien, el Inapam
cuenta con un Consejo Ciudadano de las
Personas Adultas Mayores, que brindan seguimiento a los programas y opinan sobre
los mismos, lo ideal sería que cada dependencia estatal conformara consejos estatales constituidos por personas de 60 años
o más que tengan la facultad de conocer y
opinar sobre las políticas que les afectan.
Para ello, es necesario informar y promover
los derechos, las libertades y las obligaciones
de este sector de la población, de tal forma
que sean conocidos y ejercidos por ellos
mismos y por las organizaciones que los
representan.
Finalmente, es importante recalcar que
la esencia de esta publicación es difundir las
políticas públicas que se están realizando en
favor de las personas adultas mayores, así
como informar de los retos y desafíos que
conlleva la acelerada transición demográica
hacia el envejecimiento de la población, con
el único y exclusivo propósito de coordinar
esfuerzos y concientizar a todos los sectores
de la población, tanto públicos o privados,
de que la labor que se realice tendrá una
enorme transcendencia para las generaciones venideras y para el México que ellos
merecen.
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Ejes rectores de la política pública nacional a favor
de las personas adultas mayores
Se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2010
en Talleres Gráicos de México, Av. Canal del Norte,
núm. 80, col. San Felipe Pescador del. Cuauhtémoc,
C. P. 06280, México D. F.
El tiraje consta de 30 000 ejemplares.