Revista Perspectivas Sociales / Social Perspectives Julio-Diciembre 2013/July-December 2013 / Vol. 15 No. 2
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Análisis de la Representación social del bienestar
subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
Alfredo Sánchez Carballo*
Resumen
El presente estudio tiene como objetivo general analizar la representación social del
bienestar subjetivo que construyen los adultos mayores, especíicamente entre aquellos
que son beneiciarios del programa de apoyo social denominado 70 y Más. Con base
en una estrategia cualitativa —descriptiva— y empleando entrevistas en profundidad,
se consigue categorizar las expresiones de los adultos mayores, logrando describir la
representación social a través de un análisis desde la teoría fundamentada. Esto da
como resultado categorías centrales que se describen en las siguientes áreas: familia,
relaciones interpersonales y salud, entre las más representativas, obteniendo así algunas
recomendaciones para el mejoramiento de las estrategias de la política social en México.
Abstract
This study aims to analyze and describe the social representation of subjective wellbeing that build the elderly people, speciically those who are beneiciaries of social
support program called 70 Y Más. Based on a qualitative methodology (descriptive
and explanatory), obtained through in depth interviews, categorized expressions of the
elderly, making describe the social representation through Grounded Theory. This results
in core categories described in the following areas: family, inter-personal relationships
and health, among the most representative. From this we derive some recommendations
for improving strategies of social policy in Mexico.
Palabras clave/ Key words:
Bienestar subjetivo, adulto mayor, representación social, Tamaulipas, política socia /
Subjective well being, elderly people, social representation, Tamaulipas, social politic.
Introducción
El envejecimiento de la población es un proceso intrínseco de los continuos
cambios demográicos, que es el tránsito de regímenes de alta mortalidad y
nacimiento a otros de niveles bajos y controlados. La tasa de natalidad en
disminución y el progresivo aumento de la esperanza de vida de las personas
* Licenciado en Psicología. Estudiante de maestría en Sociología en la Universidad Iberoamericana
en la Ciudad de México. Correo electrónico: alscarballo@gmail.com
ISSN 1405-1133 © 2008 Universidad Autónoma de Nuevo León, University of Tennessee.
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/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
impactan directamente en la estructura por edades de la población, al reducir
relativamente el número de personas en las edades más jóvenes y engrosar
los sectores con edades más avanzadas.
Estos grandes cambios demográicos a nivel mundial1 han tenido
su correspondiente en México, donde la estructura por edad y sexo de la
población están sufriendo cambios signiicativos2; entre éstos destaca el
inicio del proceso de envejecimiento demográico que se expresa como un
incremento relativo y absoluto de la población en edades avanzadas (Consejo
Nacional de Población, 2011).
La estructura por edad de 1990 a 2010 muestra diferencias notables:
en este último año, la base piramidal es más angosta, manifestándose en
una proporción de niños y jóvenes menor a la de 1990: en el primer grupo
—niños menores de 15 años— la participación porcentual pasa de 38.3 a 29
por ciento, en tanto que la de jóvenes —15 a 29 años—, disminuye de 29.4
a 26.4 por ciento; por su parte, el porcentaje de la población de 30 a 59 años
aumenta de 25.5 a 34.4 por ciento, mientras que la de 60 años y más pasa de
6.2 a 9 por ciento. El incremento relativo de esta última población continuará
durante toda la primera mitad del siglo XXI, primero a un ritmo moderado
para posteriormente crecer de una forma más acelerada hasta alcanzar 27.7
por ciento de la población total en 2050 (Instituto Nacional de Estadística y
Geografía, 2012).
De este modo, el fenómeno del envejecimiento de la población en
México obliga a hacer cambios estructurales, principalmente en las políticas
públicas. En algunos países desarrollados, las pirámides poblacionales ya
presentan cambios sustanciales en la base y en la cúspide, y en el caso de
México, las proyecciones poblacionales indican que, para el año 2050, uno
de cada cuatro mexicanos será mayor de 65 años de edad, pasando de los 7
Los cambios en la mortalidad de la población mundial se relejan en una mayor sobrevivencia, la cual
aumentará considerablemente en la primera mitad de este siglo, al pasar de alrededor de 65 años
en 2000-2005 a 74 años en 2045-2050. Actualmente, la esperanza de vida en México se distingue
como sigue: de las mujeres —77.8— es superior en alrededor de cinco años a las que registran los
varones —73.1—, en datos para el año 2010, números que continúan vigentes hasta la revisión de
los datos en 2012 (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2012).
2
En México, datos censales de 2010 señalan que residen 112.3 millones de personas, monto que
lo coloca como el onceavo país más poblado del planeta. Al igual que en otras partes del mundo,
nuestro país transita por un proceso de envejecimiento que ha provocado cambios importantes en
su estructura por edad: en 1970 el porcentaje de la población infantil —menor de 15 años— alcanza
un nivel máximo —46.2 por ciento—, para posteriormente experimentar un descenso signiicativo;
paralelamente, la población en edad de trabajar —15 a 59 años— inicia en ese año un aumento en
su participación relativa, pasando de 48.2 por ciento en 1970 a 60.9 por ciento en 2010; mientras que
la proporción de adultos mayores empieza a hacer notorio su incremento al iniciar la década de los
noventa: de 1970 a 1990 esta proporción se incrementa de 5.6 por ciento a 6.1 por ciento, en tanto
que en las siguientes dos décadas aumentó casi tres puntos porcentuales al ubicarse en 9 por ciento
para el año 2010 (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, 2012).
1
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millones de adultos mayores en la actualidad a entre 27 y 32 millones (Partida,
V., 2005). Esto signiica que, en México, el escenario social cotidiano será
diferente al actual y que cada vez con mayor frecuencia se convivirá entre
generaciones con vivencias, necesidades y creencias diferentes, constituyendo
un verdadero reto en los ámbitos social, político y cultural.
Además de lo mencionado, se llevó a cabo una labor íntegra de la
revisión de la literatura, a in de explorar los distintos diseños o investigaciones
que hayan tenido alguna semejanza en cuanto a metodología, análisis o
implementación de técnicas parecidas a las llevadas a cabo en el trabajo de la
presente investigación.
Sobresalen trabajos como el de Emilio Moyano Díaz y Nadia Ramos
(2008) en el que relacionan el bienestar subjetivo con la salud; o lo abordado
desde un enfoque experimental en adultos mayores institucionalizados,
de los que se tomaron en cuenta variables como la satisfacción y la actitud
hacia el envejecimiento a través de series temporales breves (Valdés, M. y J.
Rodríguez, 2003); asimismo, se han encontrado datos de interés en el trabajo
de José Ángel Vera Noriega, Teresa Iveth Sotelo Quiñones y Miriam Teresa
Domínguez Guedea (2005) a propósito del bienestar subjetivo, enfrentamiento
y redes de apoyo social en adultos mayores, principalmente en el abordaje
metodológico de orden cualitativo. Otra investigación y trabajo empírico en el
que se encontraron datos de interés para este trabajo fue el de Anita Liberalesso
Neri (2002), en el cual describe el bienestar subjetivo desde distintos aspectos
teóricos y de estructuración epistemológica, que nos ayudaron a comprender y
abordar de una manera completa el fenómeno del bienestar subjetivo.
Establecido lo anterior, se presenta una aportación novedosa para
este tipo de estudios, tanto en sus aplicaciones y observaciones para el estado
de Tamaulipas, así como en lo referente al análisis y tratamiento de los datos
obtenidos. En resumen, un análisis cualitativo —entrevistas en profundidad—
de la representación social del bienestar subjetivo, haciendo uso de la
metodología surgida de la teoría fundamentada (Glaser, B. y A. Strauss, 1967)
entre los adultos mayores que son beneiciarios del programa de apoyo social
70 y Más, con condiciones de pobreza, exclusión y condiciones precarias de
salud.
Programas de apoyo social enfocados a las necesidades de
los adultos mayores en México
Sin duda uno de los aspectos psicosociales más evidentes del envejecimiento
demográico dentro de cualquier Estado social de derecho es la necesaria
atención sociosanitaria a los adultos mayores. Las políticas sociales han de
hacer frente a esta realidad y ofertar los recursos y las prestaciones que esta
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/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
población demanda. Sin embargo, en México las políticas de acción social
distan mucho de ser un plan de rescate y mejora de las carencias que la
política económica no puede atender con respecto a los grupos vulnerables
de la ciudadanía.
De acuerdo con esta airmación y en congruencia con la airmación de
María R. Belando y Ane Marie Sarlet (2003), las políticas sociales ayudan a la
construcción social de esta realidad tan difusa y heterogénea que constituye el
envejecimiento.
Es importante señalar en este punto qué se entiende por política
social desde diferentes miradas para establecer el siguiente paso en la
discusión. Concepción Ceja Mena (2004) deine a la política social como la
forma que, por medio de estrategias y políticas concretas, tiene el Estado para
construir una sociedad cohesionada y equitativa. En una perspectiva de mayor
equidad e integración social, la política social tiene como in principal facilitar
la convergencia entre los intereses individuales y los intereses comunes de la
sociedad.
Desde otra perspectiva, Fabián Repetto (1998) maniiesta que las
políticas sociales y sus expresiones programáticas, entendidas en un sentido
amplio, incluyen intervenciones sectoriales clásicas —educación, salud,
seguridad social, vivienda, infraestructura básica—, así como las tendencias
a desarrollar acciones focalizadas en la pobreza, a la vez que también deben
incorporarse bajo el concepto de política social las intervenciones estatales
destinadas a promover el empleo y brindar protección ante los rezagos
sociales.
Y, por último, Thais Maingnon (2004) señala que existe una diversidad
de deiniciones de política social que presentan diferentes posiciones tomando
en cuenta sus objetivos, extensión y límites, agrupándolas en dos. Primero
están las deiniciones que la limitan a los programas de bienestar social y a las
políticas que sustentan o conforman dichos programas. De acuerdo con esto,
la “política social” hace referencia a un conjunto de medidas que contribuyen
al mejoramiento de una situación determinada, por lo tanto son políticas
transitorias y sus objetivos son los de aminorar o regular los embates de las
políticas económicas. En otras palabras, la política social tiene que ver con las
fallas de la política económica, es de carácter asistencial y se le asigna, por
tanto, una función residual.
En síntesis, lo que sucede en el país con respecto al establecimiento
y ejecución de algunos programas que están enmarcados dentro de las
políticas sociales, subraya que éstas son insuicientes para hacer frente a las
necesidades de los grupos que hacen uso de dichas políticas. En México, el
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Instituto Nacional de Personas Adultas Mayores (Inapam) egula las políticas
nacionales para la vejez. Fue creado en virtud de la Ley de Derechos de
las Personas Adultas Mayores en donde se establece que el Inapam es un
organismo público descentralizado de la administración pública federal, con
personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía técnica y de gestión para
el cumplimiento de sus atribuciones, objetivos y ines (Ley de las Personas
Adultas Mayores de 2002).
Otro ejemplo de este tipo de políticas y programas de apoyo diseñados
para la atención de adultos mayores, es el Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia (DIF), organismo que tiene como meta proporcionar a
personas mayores de 60 años en estado de desamparo o desventaja social,
servicios como: albergue, atención médica, psicológica y/u odontológica,
actividades culturales, deportivas y/o recreativas, terapia ocupacional y
rehabilitatoria, atención social, jurídica y de nutrición (Desarrollo Integral de la
Familia, 2010).
Mediante programas y acciones, se pretende garantizar que se cumpla
con lo establecido por la nueva Ley de Protección a los Adultos Mayores3 en
materia de salud, educación, nutrición, vivienda, desarrollo integral y seguridad
social. Cabe mencionar que para la ejecución de estas acciones, la atención
de este sector de la sociedad será cubierta por los programas de la Secretaría
de Desarrollo Social, así como por la coordinación de varias secretarías que
tendrán responsabilidad directa tales como las de Salud, de Educación, de
Turismo, de Comunicaciones y del Trabajo, y el referido DIF.
Hay que destacar que la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol)
tiene el deber
—entre otros— de fomentar la participación de los sectores
sociales y privados en la promoción, seguimiento y inanciamiento de los
programas de atención a los adultos mayores, así como constatar la ejecución
de dichos programas por parte de los gobiernos de las entidades federativas y
los ayuntamientos.
En sintonía con lo anterior, ahora se revisan las disposiciones que ha
llevado a la acción el gobierno de México en lo referente a los programas que
se enmarcan en la política social.
En México, desde el año 1979 se crea por decreto presidencial el
Instituto Nacional de la Senectud (Insen). Sin embargo, el número y las
necesidades de la “Gente Grande” han ido en aumento en aspectos de política
social, planes de jubilación, empleo y ocupación de los adultos mayores,
Nueva Ley publicada en el Diario Oicial de la Federación el 25 de junio de 2002, la cual remarca en
su Artículo 1: “la presente Ley es de orden público, de interés social y de observancia general en los
Estados Unidos Mexicanos. Tiene por objeto garantizar el ejercicio de los derechos de la personas
adultas mayores, así como establecer las bases y disposiciones para su cumplimiento”.
3
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/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
servicios de sanidad, redes de apoyo social, etcétera, por lo que el 17 de enero
de 2002, también por decreto presidencial, pasó a formar parte del sector que
encabeza la Secretaría de Desarrollo Social y modiica su nombre por Instituto
Nacional de Adultos en Plenitud (Inaplen). El 25 de junio de 2002 se publicó la
Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores, creándose por ella el
Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam). Ya para el año
2007 el gobierno federal ha implementado el programa denominado 70 y Más
administrado por la Sedesol, atendiendo a los adultos mayores de 70 años y
más que habitan en zonas rurales principalmente, teniendo como objetivos
primordiales:
—Contribuir a mejorar el ingreso de los adultos mayores de 70 años
y más que habitan en las localidades donde tenga cobertura el
programa, mediante la entrega de un apoyo económico.
—Apoyar el desarrollo personal del adulto mayor y su reincorporación
a la vida familiar y comunitaria a través de acciones de promoción y
participación social (Diario Oicial de la Federación, 2009).
En este contexto de las políticas sociales en México que se ocupan
en atender las necesidades de los adultos mayores, podemos observar que a
pesar de los esfuerzos realizados no se han concretado avances signiicativos.
Se pasa ahora a discutir el análisis de teórico bajo el cual se desarrolla el resto
de la investigación.
Bienestar subjetivo
Para el desarrollo conceptual de la variable bienestar subjetivo se centra la
atención en sus dos componentes. Según León Garduño Estrada, Bertha
Salinas y Mariano Rojas Herrera (2005), el bienestar al que todo ser humano
aspira, implica conocer, diferenciar y elegir entre las tendencias profundas de la
vida, diferenciar entre los efectos placenteros y displacenteros y luego analizar
cuidadosamente las circunstancias para hacer una elección responsable.
Las consecuencias de esa elección producirán un estado cognoscitivo de
satisfacción o insatisfacción.
El término subjetivo o subjetividad, según Gonçal Mayos (2011),
posee fundamentos que derivan de la ilosofía; la subjetividad se reiere a las
interpretaciones y a los valores especíicos que marcan cualquier aspecto de
la experiencia. La experiencia de cada persona tiene aspectos cualitativos
especíicos, qualia, que sólo son accesibles a la conciencia de esa persona.
Aunque ciertas partes de la experiencia son objetivas y accesibles a cualquiera,
como la longitud de onda de una luz concreta, otras son sólo accesibles a la
persona que las experimenta, como la cualidad misma del color.
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En virtud de lo anterior, la subjetividad se concibe como la capacidad
de interacción, intencionalidad, negociación, pero también como capacidad
para pensar. El ser humano elabora opiniones personales basándose en
experiencias que en lo común expresan verdades subjetivas.
Autores como Diener y Suh (1999) deinen el bienestar subjetivo como
la evaluación que las personas hacen de sus vidas, incluyendo una dimensión
cognoscitiva —satisfacción de diferentes áreas de la vida— y otra afectiva —
frecuencia e intensidad de emociones negativas y positivas—.
Del mismo modo, Ed Diener (1984) sugiere que el bienestar subjetivo
es una de las tres formas de evaluar la calidad de vida de las sociedades, junto
con indicadores económicos y sociales. Cómo se siente la gente y qué piensa
de su vida es esencial para entender el concepto de bienestar.
El tema del bienestar subjetivo puede analizarse desde distintas
perspectivas como la económica o la psicológica. En el área de la psicología,
Michael Argyle (1992) la concibe como la apreciación cognoscitiva de la calidad
de vida del individuo, y Ruut Veenhoven (1997) la deine como el grado en el
que una persona evalúa la calidad de su vida en general.
Para los ines de este trabajo se optó por construir, a partir de los
autores revisados, el siguiente concepto de bienestar subjetivo: elemento
de evaluación a través del pensamiento mediante el cual el sujeto analiza,
individualmente, la calidad de vida en comparación con el resto de sus pares,
tomando en consideración los aspectos biológicos, sociales, culturales y hasta
económicos que rodean la situación presente, haciendo un recuento de su
evolución en el tiempo —pasado—.
Teoría de las representaciones sociales
La representación social, de acuerdo a Serge Moscovici en sus primeras
aportaciones teóricas sobre el tema en 1961, es un proceso en el cual los
individuos juegan un papel activo y creador de sentido. Para este autor, las
representaciones se originan o emergen en la dialéctica que se establece entre
las interacciones cotidianas de los sujetos, su universo de experiencias previas
y las condiciones del entorno y “sirven para orientarse en el contexto social y
material, para dominarlo” (1976: 18).
El concepto de representación social designa una forma de
conocimiento especíico, el saber de sentido común, cuyos contenidos
maniiestan la operación de procesos generativos y funcionales socialmente
caracterizados. En sentido más amplio designa una forma de pensamiento
social. Esta deinición general fue propuesta por Denise Jodelet (1986),
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/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
argumentando además que las representaciones sociales constituyen
modalidades de pensamiento práctico orientado hacia la comunicación, la
comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal; en tanto que
tales, presentan características especíicas a nivel de organización de los
contenidos, las operaciones mentales y la lógica. Examinando la palabra
representar, ésta se divide en: re-presentar, hacer presente en la mente, en
la conciencia. En este sentido, la representación es la reproducción mental de
otra cosa: persona, objeto, acontecimiento material o psíquico, idea, etcétera
(Jodelet, D., 1986).
Según lo señala la misma autora, toda representación social es
representación de algo y de alguien. Así, no es duplicado de lo ideal, ni la
parte subjetiva del objeto, ni la parte objetiva del sujeto, sino que constituye el
proceso por el cual se establece su relación. Jodelet puntualiza que en el fondo
de toda representación social se busca la relación del mundo con las cosas.
Las representaciones sociales son cognitivas y tienen como propósito
describir, clasiicar y explicar informaciones o actitudes (Moscovici, S. y M.
Hewstone, 1988). Son modalidades del pensamiento práctico orientadas a la
comunicación, la comprensión y el dominio del entorno social, material e ideal,
organizados a partir de los contenidos y operaciones lógicas.
Serge Moscovici (1986) analiza que del hecho de representar se
desprenden cinco características fundamentales de representación:
—Siempre es la representación de un objeto.
—Tiene un carácter de imagen y propiedad de poder intercambiar lo
sensible y la idea, la percepción y el concepto.
—Tiene un carácter simbólico y signiicante.
—Tiene un carácter constructivo.
—Tiene un carácter autónomo y creativo.
Desde la perspectiva de Robert M. Farr (1988), la sociedad se
encuentra ante representaciones sociales cuando los individuos debaten
temas de mutuo interés o cuando se hace eco de temas seleccionados
como signiicativos o dignos de interés por quienes controlan los medios de
comunicación.
El concepto de representación social, en otras palabras, es una
tentativa innovadora para articular las relaciones entre el individuo y la
sociedad. Serge Moscovici, inluido fuertemente por las ideas de Jean Piaget,
pone su atención en los aspectos evolutivos y estructurales del pensamiento:
para ambos, el tema central son las transformaciones del pensamiento. Estos
autores colocan al sujeto epistémico, aquél que construye activamente sus
representaciones intelectuales, en el eje de sus respectivas teorías.
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Este modelo de articulación entre lo individual y lo social que por
primera vez se presenta con Emile Durkheim (2004), en el cual los individuos
contribuyen de forma diferenciada con lo social —sólo que la producción
social aparece como algo cualitativamente diferente que se organiza en las
relaciones—, está en la base de la propuesta denominada en sus inicios
como ‘representaciones colectivas’, lo que décadas después Moscovici ha
denominado ‘representaciones sociales’ (RS).
La novedad que introduce la imaginación psicosocial de Moscovici va,
sin embargo, más allá de los cambios evolutivos estudiados por Piaget. Según
Gerald Duveen (2000), para el psicólogo social francés esas transformaciones
no están reguladas por un in último prestablecido como en la teoría piagetiana,
sino por las estructuras sociales de interacción. El sujeto epistémico de
Moscovici reproduce, construye y reconstruye el conocimiento del sentido
común a partir del repertorio cognoscitivo, simbólico y cultural que la sociedad
pone a su disposición (Moscovici, S., 2000: 249). Resulta clave para la discusión
que se deje establecida la importancia de analizar las representaciones
sociales desde la perspectiva de los adultos mayores; de acuerdo con Blanca
Pelcastre-Villafuerte, Francisco Garrido-Latorre y Verónica León Reyes (2001),
el entendimiento y la comunicación en un grupo social son procesos generados
por el carácter básicamente compartido del universo simbólico-imaginativo de
sus miembros, es por ello que el estudio de las representaciones sociales
permite comprender mejor algunos de los mecanismos involucrados en el
proceso de transmisión cultural.
Con todo aquí expuesto, señalar este último apunte es justiicación
para el abordaje del presente estudio, especíicamente en un grupo de la
población: adultos mayores. De acuerdo con Jean Claude Abric (1994), las
funciones de las representaciones sociales podrían enumerarse así:
—Saber: las RS permiten comprender y explicar la realidad, adquirir
conocimientos e integrarlos a un cuadro asimilable y comprensible para el
grupo social. Facilitan y son condición necesaria para la comunicación social.
Deinen un marco de referencia común que permite el intercambio social, la
transmisión y difusión del saber ingenuo, esto es, del sentido común.
—Orientación: las RS guían los comportamientos, intervienen de
modo directo en la deinición de la inalidad de una situación, posibilitando
a priori el tipo de relaciones apropiadas para el sujeto. Permiten inducir
expectativas hacia la realidad, desde la interpretación que la representación
propicia de la misma.
—Justiicación: las RS permiten a los sujetos explicar y fundamentar
sus comportamientos y tomas de posición ante una situación o con relación a
los participantes en ella.
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/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
Antes de dar comienzo a los detalles metodológicos, es importante
remarcar que las representaciones sociales resumen historias individuales,
relaciones sociales, prácticas políticas y prejuicios socioculturales, por lo
cual necesariamente son mutables y dependientes del contexto. Los factores
que inluyen en su conformación se relacionan con las diversas fuentes de
información disponibles y los discursos y narrativas presentes.
Metodología
La elección metodológica obedece a los objetivos y propósitos de la
investigación que se llevó a cabo. Para efectos de este trabajo, se optó por una
metodología cualitativa, lo que se fundamenta en la naturaleza del estudio en
tanto se requirió acercar al discurso de los adultos mayores y su representación
social acerca del bienestar subjetivo, en zonas rurales y como beneiciario del
programa 70 y Más.
Para el diseño se tomó en cuenta la teoría fundada o fundamentada
que se describe como un modo de hacer análisis. Carmen de la Cuesta (1998),
siguiendo a Anselm L. Strauss, considera que su objetivo es el de generar
teoría a partir de textos recogidos en contextos naturales y sus hallazgos son
formulaciones teóricas de la realidad.
Anselm L. Strauss (1987) deine sus procedimientos básicos en:
recolección de datos, codiicación y relexión analítica en notas. Para elaborar
la teoría, es fundamental que se descubran, construyan y relacionen las
categorías encontradas. Éstas constituyen el elemento conceptual de la teoría
y muestran las relaciones entre ellas y los datos.
Se comenzó con la selección de varios casos que pueden compararse
y contrastarse. Aquéllos se eligen por su posible relevancia para el campo
teórico que se pretende estudiar. En las primeras fases de la recolección y
análisis de datos, se seleccionan casos por sus semejanzas.
El trabajo de campo se llevó a cabo en la zona —elegida para este
caso por su accesibilidad y conocimiento previo del área— denominada
como ejido “La Pedrera”, localidad del municipio de Altamira en el estado de
Tamaulipas. La selección se fundamentó en que se trata de un lugar que cumple
con las características del objetivo del estudio y el registro de beneiciarios del
programa de apoyo social 70 y Más.
Se realizaron cuatro visitas durante dos meses —junio y julio de
2010—, en las cuales se hizo trabajo de localización y familiaridad con los
beneiciarios, basándose en la lista de beneiciarios obtenida a través del sitio
oicial de la Secretaria de Desarrollo Social del programa 70 y Más. Algunos
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de los entrevistados accedieron en el primer intento; otros, por razones
personales, decidieron no colaborar como sujetos de estudio. Se completaron
en total 12 entrevistas en profundidad, de las cuales siete cumplieron con los
objetivos que se plantearon en el inicio, y se llegó así a una saturación teórica4.
La selección de la muestra cualitativa se llevó a cabo de una forma
no probabilística e intencional, ya que se eligió a los adultos mayores que
mostraban disposición a participar en el trabajo de investigación, hasta
cubrir el número total de sujetos requeridos para captar el número necesario
de entrevistas, por lo que no todos los adultos mayores tuvieron la misma
oportunidad de ser elegidos.
Cuadro 1: Informantes mujeres que conformaron el cuerpo de análisis
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos a través de las entrevistas en profundidad.
El número de adultos mayores varones es menor en comparación con
el número de mujeres debido a que en la lista de beneiciarios correspondiente
a la localidad, las mujeres aparecen muy por encima de los varones, además
de que fue más accesible que las mujeres colaboraran con las entrevistas.
Por otra parte, se abordó al mismo número de hombres al inicio, pero éstos
no estuvieron en la disposición de participar y otros simplemente se negaron a
hacerlo. De 48 beneiciarios del programa 70y Más de esta localidad, 19 son
hombres y el resto, mujeres.
El concepto de saturación teórica y su aplicación en la investigación social permite al analista tener
un cierto grado de seguridad y ijarse criterios sobre en qué momento el análisis adicional ya no
contribuye al descubrimiento de algo nuevo sobre la teoría que construye. La teoría fundamentada
responde que una categoría está saturada cuando no va agregar mayor información, por ejemplo,
otras propiedades o especiicar aún más las propiedades de esa categoría. Los criterios para
determinar esa saturación, desde este abordaje, van a ser la combinación de los límites empíricos de
los datos, la integración y la densidad de la teoría y la sensibilidad teórica del analista (Jones, D., H.
Manzelli y M. Pecheny, 2004).
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programa 70 y Más: acciones desde la política social
Cuadro 2: Informantes varones que conformaron el cuerpo de análisis
Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos a través de las entrevistas en profundidad.
El instrumento que se eligió para la recolección de información
principal fue la entrevista en profundidad. Alonso (1995) explica la técnica de la
entrevista abierta como útil para obtener información de carácter pragmático,
es decir, como los sujetos diversos actúan y reconstruyen el sistema de
representaciones sociales en sus prácticas individuales.
De esta manera, la entrevista en profundidad nos permitió obtener
una visión tanto individual como colectiva de los fenómenos sociales, lo cual
se consideró pertinente para los objetivos de esta investigación.
Se diseñó un guion de entrevista en profundidad en el cual se establece
una deinición de bienestar subjetivo y otra de felicidad (Veenhoven, R., 1994;
Diener, E., 1994), diseñando un grupo de preguntas claves o generales que
fueron realizadas a los adultos mayores, tomando en cuenta que no se está
aplicando un cuestionario en el cual se lleva orden riguroso de los temas a
explorar.
Es conocida la relación existente —en ciertos trabajos de investigación
que hacen referencia especíica a la variable— entre género y envejecimiento,
considerando la notoria diferencia entre hombres y mujeres en lo atinente
a la longevidad, las condiciones de vida, el estado conyugal, las formas de
convivencia, los beneicios previsionales y de seguridad social y el nivel de
ingresos. Dicho lo anterior, se expone que en este cometido no se atiende la
representación social del bienestar subjetivo desde una perspectiva de género,
y se han generalizado los resultados en consecuencia con el abordaje, debido
a la saturación teórica de las categorías y dimensiones en el trabajo de campo.
A partir del habla de los actores sociales, hombres y mujeres, se
puede generar un marco interpretativo de los diferentes discursos sobre ambos
sexos de los adultos mayores que participaron en las entrevistas. En términos
del presente trabajo, los discursos de hombres y mujeres entrevistados se
tomaron como punto de partida para reconstruir una primera aproximación a
su representación social del bienestar subjetivo, estableciendo posibles nexos
interpretativos con sus prácticas y acciones.
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Resultados
Se procedió a realizar una codiicación de las entrevistas, metodología propia
para el tipo de investigaciones cualitativas donde se busca describir y explicar
el discurso de los individuos; la importancia de esta etapa está en que permite
identiicar los principales componentes representacionales —las categorías
principales— y organizar sus contenidos jerárquicamente. De la primera
codiicación —abierta— se obtuvieron los siguientes resultados:
Cuadro 3: Categorías, subcategorías y conceptos de la representación social del
bienestar subjetivo en los adultos mayores
142
/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
Fuente: Elaboración propia.
La teoría que fue emergiendo conforme se avanzaba en el proceso
de recolección, transcripción, observación y análisis de los informes —
entrevistas— se considera como sigue:
1.
El adulto mayor expresa su bienestar subjetivo bajo los agentes del
siguiente orden jerárquico: familia, actividad-ocupación y salud. La familia es
la matriz condicionada para la centralidad y fundamentación de la construcción
del bienestar subjetivo en los adultos mayores.
2.
El bienestar subjetivo es un fenómeno que se airma en el lenguaje de
los adultos mayores a través de expresiones como: “sentirse bien”, “estar bien”,
“no tener dolor”, “poder trabajar”, “estar a gusto”, “estar en paz”; por mencionar
las locuciones de mayor representación en el discurso de este grupo.
3.
El contexto en el cual el adulto mayor se desenvuelve es un
determinante, aunque no de tanta inluencia como la familia, para la expresión
de su bienestar subjetivo; en este caso, la localidad “La Pedrera” representa
para los informantes un lugar en el que se sienten seguros a pesar de los
cambios y fenómenos que puedan estar ocurriendo “fuera” de su territorio.
4.
La ayuda —monto económico— que el adulto mayor recibe por parte
del programa 70 y Más no es suiciente para poder sufragar las necesidades
y gastos que su persona requiere, principalmente los relacionados con sus
padecimientos físicos; por tal razón no se puede justiicar a aquélla como un
representante directo de bienestar subjetivo experimentado.
5.
El gozar de una vejez saludable es un factor elemental para establecer
el bienestar subjetivo en los adultos mayores, ya que las enfermedades y
dolencias que se presentan con el paso de los años son afectaciones que se
expresan a través de sentimiento negativos, por ejemplo, tristeza.
6.
Las relaciones interpersonales y con el medio han sido un factor que
produce bienestar subjetivo en los adultos mayores; si aquéllas son recíprocas
Revista Perspectivas Sociales / Social Perspectives Julio-Diciembre 2013/July-December 2013 / Vol. 15 No. 2
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y de manera positiva, el bienestar subjetivo es establecido adecuadamente y
por lo tanto es factor representacional esencial.
7.
En algunos casos de informantes, fue imposible establecer un diálogo
concreto y coherente sobre algún tema en especíico, ya que el deterioro
cognoscitivo —memoria, aprendizaje y habla, por ejemplo— por la edad es un
agente que no permitió dicho contacto.
8.
El acelerado crecimiento sociodemográico de la zona fue expresado
como un factor que impide la tranquilidad del adulto mayor y, por consiguiente,
una representación social negativa de su bienestar subjetivo. La localidad de
“La Pedrera” sigue conservando una estructura parecida a como la describieron
los adultos mayores en sus historias de vida correspondientes. Aunque la
localidad cuenta con los servicios básicos de vivienda —luz eléctrica, agua
potable y alcantarillado—, la estructura de los hogares es preferible mantenerla
en un estándar humilde —según ellos sinónimo de pobreza—, ya que es la
manera en la que se sienten contentos y tranquilos.
Conclusiones y discusión
En el transcurso de esta investigación se procuró alcanzar una descripción de
la subjetividad de algunos adultos mayores beneiciados por el programa 70 y
Más; no se pretendía en ningún momento generalizar la información obtenida
a través del análisis para que aquélla fuese aplicada al resto de la población
de este grupo especíico, ni tampoco se hizo distinción analítica por el género
—a pesar de que más adelante se señala un hallazgo al respecto—, a pesar de
que es una variable que se toma en cuenta en otras investigaciones parecidas
a la presente.
Como ya se airmó, la familia es el núcleo del cual parte la
representación social del bienestar subjetivo en los adultos mayores de la
localidad “La Pedrera”, con lo cual se responde la pregunta de investigación
central del trabajo: ¿Cómo describen e interpretan la representación social del
bienestar subjetivo los adultos mayores que son beneiciarios del programa 70
y Más?
La teoría emergente surge a través de una hipótesis alternativa la cual
se fundamenta como sigue: la familia es el principal promotor y representación
social del bienestar subjetivo en el adulto mayor que habita zonas rurales,
describiendo este elemento a través de locuciones especíicas y concretas que
señalan a la familia como eje fundamental del bienestar en este periodo de
edad. Este supuesto quedaría bajo tela de juicio hasta que no se compruebe
lo contrario por medio de un trabajo de investigación pertinente y justiicable
sobre el tema.
144
/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
Si bien el núcleo central de la representación social del bienestar
subjetivo da como resultante el elemento de la familia, éste va teniendo en
el transcurso del tiempo evoluciones importantes a considerar: migración,
fallecimiento de familiares nucleares, participación de la mujer en actividades
laborales, permaneciendo con fuerza la representación social del núcleo
familiar, sobre todo en un contexto rural donde la herencia marca, desde
edades tempranas, un respeto a los mayores y una unidad representada en las
visitas regulares a los padres “abuelos”, como en algunos casos son llamados.
Es importante destacar que pese a las circunstancias adversas a las
que se enfrentan los adultos mayores que habitan esta zona, ellos expresan a
través de su discurso rasgos de optimismo, no dejando a un lado la conciencia
de su realidad: la vejez y sus consecuencias. Por otro lado, en la biografía
e historia de vida de los adultos mayores se comparten algunos aspectos:
expropiación de las tierras —por las cuales llegaron a establecerse en la
localidad—; falta de cuidados y atenciones por parte de las instancias federales
adecuadas; referencias a que estaban mejor anteriormente, ya que la violencia
y la situación actual les causa malestar; deseo de tener a la familia cerca y en
un estado conveniente que recibir mayores cantidades de dinero como apoyo
del programa.
Una de las notas interesantes fue la de la asociación simbólica
entre el dinero y la felicidad, puesto que los sujetos de estudio mostraron una
relación muy importante: a “mayor apoyo económico, mayor estado subjetivo
de bienestar”; esto es producto de sus circunstancias socioeconómicas
por la que pasan, puesto que el programa social se encausa en los adultos
mayores más vulnerables. Sin embargo, coincidieron también en que el
programa 70 y Más no es suiciente para impulsar el bienestar subjetivo de los
individuos, principalmente porque éste no es su objetivo explícito y general;
puesto que existe un reconocimiento por parte de los informantes de que un
estado bienestar integral se complementa con el fomento hacia las relaciones
humanas, resulta claro que es algo que el programa no ofrece como mecánica
de intervención e interacción entre este grupo vulnerable de la población.
Luego entonces, los adultos mayores beneiciarios del 70 y Más, si
bien reconocen que sus niveles de satisfacción aumentan al recibir un apoyo
económico mínimo que les permite incrementar su consumo a un muy corto
plazo, incentivando el sentido del tener, conirman que para alcanzar un
bienestar pleno hace falta más que un estímulo, el que además en muchas
ocasiones no le es suiciente.
Aunque la distinción entre los adultos mayores por género no fue el
objetivo primordial en la investigación, se considera apuntar lo siguiente: otro
de los puntos que se observaron fue la diferencia de género en lo que se reiere
Revista Perspectivas Sociales / Social Perspectives Julio-Diciembre 2013/July-December 2013 / Vol. 15 No. 2
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al bienestar subjetivo. Mientras los hombres lo asocian con el trabajo-actividad,
las mujeres lo hacen con la familia y las relaciones interpersonales. Para los
primeros, el bienestar integral reside en el sentido útil relejado en la labor
física y ocupacional; para las mujeres es la relación cercana con los hijos o
su esposo. Su bienestar no es del todo completo, ya que existe la carencia de
estos elementos: por un lado, la edad y el sentido de haber sido explotados en
sus trabajos o expropiados de sus tierras, en el caso de los varones; y por el
otro, la migración y por tanto separación de los hijos y algunos otros miembros
del círculo familiar, lo que denota una soledad expresada mayormente en las
mujeres.
Así, también, en un matiz diferente se dejan a consideración líneas de
investigación que aporten nuevas tendencias de políticas sociales en cuanto a
planeación, construcción y ejecución de programas de apoyo social enfocados
a los adultos mayores; así como el atender las políticas y derechos que hacen
referencia a estas personas.
Desde su perspectiva social, dentro de los avances y coniguraciones
de la psicología social, por ejemplo, esta disciplina puede hacer a la vez de
una herramienta que permita ayudar a describir la realidad de los adultos
mayores, analizando otros fenómenos como la calidad de vida, la satisfacción,
la interpretación de la vejez y el bien morir desde un enfoque cualitativo y
subjetivo. La etnopsicología es una rama que puede continuar describiendo
la realidad de grupos vulnerables de la población desde una perspectiva
novedosa.
Es trascendente recalcar que la atención a la salud referida por
este grupo de la población es una necesidad que continúa pendiente de ser
incluida en las políticas de acción social, como observamos y concluimos en
este trabajo, por tratarse de una situación en la cual los adultos mayores se
debaten diariamente, en especial cuando aquéllos no cuentan con acceso a las
atenciones y medicamentos que sus padecimientos requieren, por lo tanto es
importante realizar los ajustes necesarios a las políticas de atención a la salud
de la “gente grande”.
En cuanto a los aportes de la política social en México, a partir de los
hallazgos del presente trabajo se puede argüir que:
a) La política social que se ocupa de atender las necesidades de
los grupos vulnerables, en nuestro caso los adultos mayores, representa
un reto para los gobiernos y sus acciones de atención, demandando una
reestructuración ya que cada grupo de adultos mayores, dependiente de
un apoyo de programas gubernamentales, llega a presentar necesidades
distintas, todo lo anterior en considerando las características de la población
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/ Análisis de la Representación social del bienestar subjetivo en adultos mayores beneiciarios del
programa 70 y Más: acciones desde la política social
en que habiten, el grupo familiar con el que convivan, así como también las
enfermedades y padecimientos que presenten los individuos en esta etapa de
vida.
b) Existen algunas áreas de la política social que se enfoca a
la atención de los adultos mayores que requiere de ajustes, ya que las
circunstancias que se presentan en la actualidad en México distan mucho de
los que se han estado implementando y caliicando como adecuados.
c) Documentación adecuada, a partir de las ubicaciones geográicoespaciales de cada entidad en dónde se encuentran adultos mayores con
necesidades por ser cubiertas, ya que a partir de estas particularidades se
puede comprender de una mejor manera cuáles son las prioridades que deben
ser cubiertas y atendidas.
d) Programas de prevención y atención a partir de los datos expuestos
por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y los hallazgos
cientíico-académicos desde las ciencias sociales, tomando en cuenta que
la pirámide de la población y su transformación traerá consecuencias en lo
económico, social y demográico.
f) Adecuación de enfoques multidimensionales de estudio que
aborden la vejez y las políticas sociales desde la articulación de las esferas
económicas, políticas y sociales. Cambios necesarios desde una perspectiva
y estrategia multidisciplinar —sociología, psicología, gerontología, economía,
antropología, por mencionar algunas disciplinas— de las ciencias sociales que
colaboren en la mejora de la política social en México.
Parece suiciente como resumen dejar estas raíces de la discusión
al descubierto, reairmando que los enfoques y estrategias de investigación
cualitativos que han registrado hallazgos en las transformaciones de los
hogares de México, así como su relación con las actividades productivas
y sus prácticas de sobrevivencia, deben ser tomados en cuenta, ya que se
han estado consolidando como fuentes de información que recogen las
impresiones directas de los sujetos afectados, o que más bien experimentan
las desigualdades de la sociedad contemporánea.
Revista Perspectivas Sociales / Social Perspectives Julio-Diciembre 2013/July-December 2013 / Vol. 15 No. 2
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