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1 ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA INAH SEP LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN OCONAHUA, JALISCO TESIS QUE PARA OPTAR POR EL TITULO DE LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA PRESENTA Samuel Mateo Guadarrama DIRECTOR DE TESIS: Mtro. Sean Montgomery Smith Márquez MÉXICO, D.F. 2 2016 LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN OCONAHUA, JALISCO PALACIO DE OCOMO Proyecto Arqueológico Oconahua (PAO) Samuel Mateo Guadarrama 3 A Beatriz Adriana Mateo Guadarrama (+) (1988-2014) 4 Agradecimientos En primer lugar quisiera agradecer a mis amados padres, esposa, familia y amigos, por brindarme todo su apoyo, cariño, tiempo y dedicación. Les agradezco infinitamente por estar ahí en los buenos y malos momentos, dándome ánimos para seguir adelante con tal de culminar este proyecto de tesis. Principalmente ellos fueron el motor que me impulsó a continuar con este proyecto, inspirándome en todo momento para no tirar la toalla, es por eso que les digo: ¡Gracias por todo! Igualmente quisiera agradecer a mi director de tesis, jefe, colega y amigo Sean Montgomery quien me sugirió y me brindó la oportunidad de realizar este trabajo de investigación, le agradezco de mil formas por no dudar de mis capacidades, asesorarme y corregirme en todo momento y sobre todo, disculpar todos mis errores que fueron muchos en el tiempo que llevo laborando en el proyecto. Al propio proyecto de investigación, quien me cobijó y formó por casi cinco años, brindándome todas las herramientas, conocimientos y experiencia laboral necesarios para seguir mejorando día con día. Gracias por ser ese laboratorio dónde pude experimentar y aprender diariamente nuevas cosas e ir mejorando las pocas cosas que ya sabía. También quisiera dar gracias a las instituciones involucradas que me dieron la oportunidad y apoyaron económicamente como lo son: La Secretaria de Cultura de Jalisco, el H. Ayuntamiento de Etzatlán y Colegio de Michoacán A. C., sin su apoyo no hubiera sido posible la realización de esta tesis. De igual forma a mis asesores, maestros, colegas y amigos Ivonne Schönleber y Emiliano Melgar quienes no dudaron ni un segundo en aceptar asesorar esta tesis, compartiéndome su tiempo, conocimientos y dedicación, ellos fueron quienes me formaron en mi etapa de estudiante, mientras estuve en mi amada ENAH. A todos les digo: ¡MIL GRACIAS! 5 ÍNDICE INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 9 CAPITULO I LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN OCONAHUA, JALISCO 1.1. Antecedentes .................................................................................................................. 18 1.1.1. Reseña histórica del pueblo de Oconahua y el Palacio de Ocomo................ 18 1.2. Ubicación geográfica...................................................................................................... 25 1.3. Medio geográfico ............................................................................................................ 28 1.4. Investigaciones arqueológicas previas en torno a la industria lítica ....................... 34 1.4.1. Sitio arqueológico Palacio de Ocomo ................................................................. 34 1.4.2. Previos análisis de materiales líticos en la región ............................................. 36 1.5. Justificación ..................................................................................................................... 39 1.6. Objetivos .......................................................................................................................... 40 1.7. Planteamiento del problema ......................................................................................... 40 1.8. Formulación de hipótesis .............................................................................................. 41 1.9. Marco Teórico ................................................................................................................. 43 1.10. Metodología ................................................................................................................. 49 CAPITULO II MÉTODO DEL ANÁLISIS DE LOS ARTEFACTOS DE LA INDUSTRIA DE LA LÍTICA TALLADA Y PULIDA 2.1. Método del análisis ......................................................................................................... 52 2.2. Análisis en laboratorio de la Lítica tallada y pulida ................................................... 53 2.3. Análisis del material ....................................................................................................... 53 2.3.1. 6 Identificación y separación por clase................................................................... 53 2.3.2. Identificación de tipos según su clase ................................................................. 54 2.4. Lítica Tallada (Criterios de clasificación) .................................................................... 55 2.5. Lítica Pulida (Criterios de clasificación) ...................................................................... 62 2.6. Resultado del análisis .................................................................................................... 65 CAPITULO III TIPOLOGÍA DE LA TRIPLE BASE. CLASIFICACIÓN FUNCIONAL, CRONOLÓGICA Y COROLÓGICA DE LA INDUSTRIA LÍTICA POR CLASE ....................................................... 67 3.1. Tipología de la Triple base ............................................................................................ 68 3.2. Tipología de la Lítica Tallada ........................................................................................ 74 3.2.1. Instrumentos sin huellas de uso ........................................................................... 74 3.2.2. Instrumentos con huellas de uso ......................................................................... 77 3.2.3. Armas, objetos religiosos, joyería y de uso desconocido ................................ 98 3.3. Tipología de la Lítica Pulida ........................................................................................ 109 3.3.1. Trabajo doméstico ................................................................................................ 110 3.3.1.1. Procesamiento de alimentos........................................................................... 110 3.3.1.2. Producción de utensilios.................................................................................. 119 3.3.2. Lapidaria ................................................................................................................ 128 3.3.2.1. Elementos arquitectónicos .............................................................................. 128 3.3.2.2. Escultura ............................................................................................................ 132 3.3.2.3. Joyería................................................................................................................ 133 3.4. Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica tallada según su función ........................................................................................................................................ 133 3.5. Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica pulida según su función ........................................................................................................................................ 136 CAPITULO IV LA CADENA OPERATIVA Y LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS .................................... 141 4.1 7 Cadena operativa y las actividades productivas ..................................................... 142 4.2. Cadena operativa (Industria de la lítica tallada) ...................................................... 143 4.3. Cadena operativa (Industria de la lítica pulida) ....................................................... 155 4.3.1. Biografía de un artesano local ............................................................................ 157 CAPITULO V TEORÍA DE LA LARGA DURACIÓN 5.1. Teoría de la larga duración ......................................................................................... 167 5.2. Fenómenos sociales de Larga Duración .................................................................. 169 5.2.1. La minería prehispánica de La Tradición Teuchitlán ...................................... 169 5.2.2. La Tradición Grillo y la minería prehispánica ................................................... 172 5.2.3. Mesoamérica septentrional y la red Aztatlán ................................................... 178 CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 182 APÉNDICE .................................................................................................................................... 185 BIBLIOGRAFÍA: ............................................................................................................................ 196 8 INTRODUCCIÓN Este documento es la propuesta de tesis que lleva por nombre: Los cambios tecnológicos de la industria lítica del conjunto arquitectónico: Palacio de Ocomo, Oconahua, Jalisco; el cual planteará cuales fueron los procesos culturales que dieron lugar a que se suscitaran las diferentes transformaciones en la aplicación de la tecnología en este sitio arqueológico. Por cambios tecnológicos nos referimos a las distintas técnicas de manufactura empleadas para la elaboración de los utensilios, así como la variabilidad de estilos y usos a través del tiempo (Smith 2013: comunicación personal). A su vez, este escrito pretenderá realizar una propuesta tipológica para la región, ya que no se cuenta con una propia para esta tradición, al menos para este sitio. Esta tipología será el resultado del análisis lítico efectuado tanto en su clase tallada como pulida, materiales pertenecientes al complejo arquitectónico: Palacio de Ocomo. Mismos que fueron obtenidos a partir de las excavaciones sistemáticas de las temporadas 2009, 2012, e igualmente se incluirán algunas piezas diagnósticas de la temporada 2013 del Proyecto Arqueológico Oconahua (PAO), siendo el Director del Proyecto el Maestro Sean Montgomery Smith Márquez. La metodología del análisis del material partirá de los trabajos de Esparza (2004), García Cook (1967), Bate (2001), Mirambell (1968), y Cabrero (2005), de las observaciones de Méndez (2009), Méndez y Lohse (2009), Merino (1994), Esparza y Ponce (2002) y de las definiciones de Winchkler (2006). Los estudios que se han elaborado en el sitio sobre este tema en específico apenas comienzan, por lo que esta propuesta de tesis tiene la intención de formar parte de las investigaciones pioneras en el campo de la industria lítica del occidente de México, en conjunto con las realizadas anteriormente por Weigand 9 (1993, 2003), Weigand y Spence (1982), Weigand y Williams (1997), Soto (1982, 1986), Esparza (2004), Blanco (2009), Smith (2012), entre otros. Con el fin de aportar nuevos conocimientos que hablen en torno al tema y por medio de la investigación defender la postura de que los antiguos habitantes del Occidente de México pertenecieron a una sociedad compleja tal como lo validó Schöndube (1987: 405) y no marginada como se pensó en el pasado por algunos investigadores quienes la consideraron “como una zona ocupada por sociedades con un atraso cultural respecto a otras áreas, como el centro, con poca aportación a la comprensión del México prehispánico” (Alarcón, 2012: 5) quien denuncia esta postura. Estas aseveraciones parten de los supuestos de que las Culturas del Occidente de México no erigieron arquitectura de tipo monumental, que no elaboraron códices o un sistema de escritura glífica, que la técnica utilizada en la escultura en piedra no alcanzó el refinamiento necesario si se compara con otras áreas de Mesoamérica, esta región se consideró por mucho tiempo como un área marginal (Olay, 2006: 2, 3). Es por ello que este estudio aportará un pequeño grano de arena para demostrar lo contrario, ya que “la marginalidad está asociada a una investigación limitada y no a la naturaleza de los pueblos que se estudian” (Almendros y González, 2009: 153). Antecedentes históricos Tanto la historia del sitio arqueológico como del pueblo donde se ubica actualmente es muy breve, se tienen pocos datos al respecto, ya que son temas que apenas están siendo tratados por especialistas de diferentes ramas del conocimiento. 10 Se tiene una breve historia del lugar, desde la época prehispánica, pasando por la etapa de la conquista, la época colonial, revolucionaria, de independencia y la fase actual. Cabe destacar que tanto la historia del pueblo como del sitio arqueológico están vinculados entre sí, ya que se complementan mutuamente. Es importante realizar el rescate de la historia de cada época, ya que forma parte del patrimonio cultural del pueblo y del complejo cultural que se estudia. Es por ello que este proyecto de tesis menciona algunos aspectos importantes acerca de la historia de los antiguos y actuales habitantes de Oconahua, con el fin de darlos a conocer y entender todos los procesos sociales que sucedieron en torno al tema de estudio. Ubicación y el medio geográfico del área de estudio El sitio arqueológico Palacio de Ocomo se asentó sobre uno de los lugares más privilegiados en cuántos recursos naturales se refiere. Ya que su estratégica ubicación permitió que aprovechara el relieve y las topoformas del lugar. El sitio está asentado sobre las faldas del cerro, rodeado de sierras, lomeríos, cuenta con valles, lagunas, arroyos y ojos de agua sumando un sinfín de recursos que le fueron benéficos en su momento. Aprovecharon flora y flora endémica comestible, de hecho actualmente las personas que radican en el pueblo aun consumen animales y plantas silvestres que sirven para complementar su dieta diaria. El medio geográfico, el suelo fértil, la madera proporcionada por los bosques, los recursos lacustres y el medio ambiente en conjunto proporcionaron las condiciones adecuadas para que los antiguos habitantes del lugar pudieran instalarse y construir los recintos que serían su hogar por casi 500 años. 11 Estado de la cuestión Este tema tiene sus inicios desde el siglo pasado, dando un mayor interés al recurso estratégico de la obsidiana, dejando por un lado a la industria de la lítica pulida. Se ha escrito una considerable cantidad de artículos relacionados con la explotación de la obsidiana, tanto a nivel área geográfica, regional y local. Se tiene una mayor documentación a nivel regional, sobre todo relacionado a la Tradición Teuchitlán, perteneciente a la etapa del preclásico. En el complejo y etapa que nos concierne el tema apenas comienza, por lo que este trabajo de investigación será uno de los pioneros en este campo de estudio. Se pretende aportar una modesta dosis de conocimiento y servir de base o antecedente para futuras investigaciones. Se pretende abordar en un futuro próximo los temas aquí tratados más a fondo, esperando abarcar lo más humanamente posible, y servir de apoyo para diferentes especialistas. En el apartado correspondiente se tratara más a fondo todas las investigaciones previas tanto a nivel regional como local del tema que nos concierne, esbozando cada una de las aportaciones realizadas por diferentes especialistas a lo largo de la historia de esta área. Justificación Como se ha ido mencionando anteriormente los trabajos en torno a este tema y sobre todo al área de estudio que nos compete, no ha sido tratado de la manera más profunda posible. 12 Es por ello que se nos encomienda ahondar más en el tema y producir nueva información a partir de los datos con los que se cuenta. Tratando se ser lo más específico posible en cada punto a tratar. Se pretende desglosar tres puntos principales de la industria lítica: una clasificación funcional, cronológica y corológica, partiendo de los supuestos de Gordon Childe (1999). Objetivos Se plantean tres objetivos principales, el primero pretende crear con una tipología propia para el caso de estudio, el segundo identificar los procesos sociales que dieron lugar a que se realizaran cambios tecnológicos en la manufactura de los artefactos líticos y por ultimo determinar si se realizaban actividades productivas en el área de estudio y cuales fueron estas. Problema central La problemática central de esta propuesta de tesis radica principalmente, como su nombre lo dice: identificar si se dieron cambios tecnológicos en torno a la industria de la lítica tallada y pulida y que consecuencias se dieron a partir de dichos cambios. Hipótesis principal La hipótesis se puede desglosar en tres puntos principales, de acuerdo al tipo de fenómeno que este asociado, es decir, se toma el modelo de Braudel (1970), la Teoría de la larga Duración, que servirá para contrastar o refutar dicho problema de investigación. 13 Básicamente los fenómenos de corta duración están asociados a las variantes de cada tipo de artefacto, efecto realizado por cada especialista de acuerdo al tipo de oficio al que se dedique. Los fenómenos de duración media están vinculados a los efectos causados por el comercio a nivel intra e interregional, ya que dichas relaciones estimulan intercambios de ideas y modos de operar a la industria lítica. De igual forma estos lazos comerciales se rompen y producen nuevos efectos y formas de tratar a las piedras trabajadas. Los fenómenos de larga duración están asociados a la transición, sustitución o intrusión de una tradición o complejo cultural a otro, por lo que en cada nueva ocupación humana surgen innovadoras formas de trabajar la industria lítica, de acuerdo a la época o grupo cultural estudiado. Marco teórico Se utilizaron principalmente tres corrientes teóricas que servirán para fundamentar esta propuesta de tesis. La primera es la tipología propuesta por Gordon Childe (1989), que nos permitirá realizar una clasificación adecuada de la industria lítica y pulida de la región y el área de estudio que nos compete. Nos permitirá identificar uso, cronología y tradición cultural de cada utensilio analizado en laboratorio. En la Cadena Operativa de Schiffer (1999), se desglosará de manera detallada por cada proceso que pasa un artefacto, ya sea perteneciente a la lítica talla o pulida; y el ciclo que cumple mientras se encuentra en el contexto sistémico. El modelo o teoría de la Larga duración de Braudel (1970), se empleara para identificar los cambios tecnológicos a través del tiempo, suscitados en tres distintos eslabones o etapas de la historia, cada tipo de fenómeno está asociado a determinado rango de duración. 14 Metodología En este apartado se explicara los métodos y técnicas que se utilizaran para llegar a nuestro fin. La hemos divido en tres secciones o tres métodos, que consta de lo siguiente: En el primer nivel se plantea crear una tipología adecuada subdividida por clase, en el segundo nivel se identificará las técnicas de manufactura empleadas de acuerdo a la clase de industria y en el tercer nivel se explicaran los procesos sociales que dieron pauta a que la industria lítica tuviera transformaciones tecnológicas. Así mismo se identifican las huellas de uso evidenciadas en cada tipo de artefacto, con el fin de asociarlos a una actividad productiva de tipo artesanal. Cuerpo de la tesis Básicamente la estructura de la tesis se compondrá de cinco capítulos: El primero cita los puntos antes mencionados solo que de manera más amplia, mejor desglosada y explicada. Por lo que se citan los antecedentes históricos, describe la ubicación y el medio geográfico del área de estudio, seguido del estado de la cuestión, donde se informa de las investigaciones arqueológicas previas en el sitio en cuanto a la industria lítica se refiere, describe la justificación del proyecto de tesis, plantea los objetivos a los cuales se pretende llegar, especifica el problema central del caso de estudio, formula la hipótesis principal, apoyada del marco teórico a utilizar y por último se esboza la metodología utilizada para llegar a nuestro fin. El segundo capítulo describirá el método del análisis de los artefactos de piedra y los criterios de clasificación empleados para el presente caso de estudio. Se desglosa de manera detallada cada una de sus características generales y particulares, empleadas para la industria lítica subdividida por clase. 15 Se pretende tener un mejor entendimiento acerca de cada una de las particularidades que conforma cada tipo de utensilio. El tercero constará del resultado del análisis lítico, basado en la propuesta de la tipología de la Triple Base de Gordon Childe (1989), se incluirán fotografías de las piezas diagnósticas o representativas. Así mismo se identificaran las diferentes técnicas de manufactura aplicadas en cada tipo de utensilio. De igual manera se describe de manera breve, clara y concisa la historia, uso de cada artefacto de piedra con el propósito de vincularlo con alguna actividad productiva, cronología y tradición cultural. En el cuarto capítulo para el desarrollo de este tema se aplicará el modelo de flujo del ciclo de vida de los elementos duraderos propuesto por Schiffer (1999) en el cual se enuncian los procesos de la cadena operatoria que se desarrolla en torno a la industria lítica, empleada con nuestros propios criterios. De esta manera se tiene un mejor entendimiento acerca de los procesos o historia de vida útil que pasa un utensilio de piedra ya sea de lítica tallada o pulida y como con el paso del tiempo llega a ser parte del contexto arqueológico. El quinto capítulo partirá del modelo de Braudel (1970), La Teoría de la Larga Duración, el cual reduce a los fenómenos sociales a tres tipos de tiempos: fenómenos de larga duración, fenómenos de duración media y fenómenos de corta duración. Se utilizará este paradigma para entender los cambios tecnológicos de la industria lítica a través del tiempo dividido en distintas etapas. Se pone un mayor énfasis en los fenómenos de larga duración, al igual que se explican a la par los fenómenos de duración media y corta duración. Por último se incluirán las conclusiones obtenidas de este trabajo de investigación, así como un apéndice que muestra el material gráfico extra asociado al tema de estudio. 16 CAPITULO I LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN OCONAHUA, JALISCO 17 1.1. Antecedentes A continuación se citan los antecedentes históricos del lugar donde se encuentra el área de estudio, las investigaciones previas en el sitio, la ubicación geográfica y la descripción del medio geográfico del lugar. 1.1.1. Reseña histórica del pueblo de Oconahua y el Palacio de Ocomo Delegación política de San Miguel de Oconahua El Palacio de Ocomo (fotografía 1), es un edificio prehispánico que forma parte del sitio arqueológico que se encuentra en el pueblo de Oconahua (San Miguel de Oconahua) o también llamado anteriormente Ocotitlán que quiere decir “lugar de pinos aromáticos, o lugar de astillas de pino”, (Weigand et al, 2003:20). Esta población tiene una superficie de 120 km2 aproximadamente (Medina, 1993:1). Fotografía 1. Detalle de la ubicación del sitio arqueológico en el interior del pueblo de Oconahua El nombre del poblado ha ido cambiando con el paso del tiempo, se le conoció como “Oconahuac, Ocotinahuac y Oconahua”, este último fue registrado en 1550, Desde la evangelización se le suprimió la letra (c) por lo que la población paso de ser “Oconahuac a Oconahua” (López, 2011: 13) que traducido significa: “nahua de 18 los pinos” (Weigand et al, 2003:21). El topónimo más antiguo del lugar registrado hasta el momento es el de Ocomo: se tiene documentación gráfica respecto a la ubicación geográfica del pueblo de Oconahua (…) existen dos mapas que hablan al respecto, una es la pintura del Nuevo Reino de Galicia (ca. 1540) y la otra de Abraham Ortelius de 1579, en los cuales se consigna la existencia de Oconahua en correcta correlación geográfica (Ibíd., p. 7). En lo que concerniente a la fundación del poblado de hoy en día, según la tradición oral fue en 1513 y esta se dio gracias a la intervención de una tribu Nahuatlaca, regida bajo el mando de una mujer que fungía como líder llamada Tepelzamoc. Estos se asentaron en lo que hoy se le conoce como Cerro de la Campana, fundándola bajo el nombre de Cacalotlán (termino náhuatl que significa “lugar de ruidos o resonancias” (Ibíd., p. 15). Posteriormente por orden del conquistador español Cristóbal de Olid se le cambia el nombre por el de Oconahua en el año de 1521, conservando este nombre hasta nuestros días. (López, 2011: 13). El Diario Oficial de la Federación (1935) cita que: (…) los propios vecinos han manifestado (…) que la fecha aproximada de la fundación del pueblo es el año de 1510; que los primeros títulos de sus tierras fueron otorgados por el Marqués de Falcés, Conde de Santiesteban, Virrey de Nueva España, por ordenanza de 26 de mayo de 1567, siendo después reformados esos mismos títulos por Fernando VI, el 12 de junio de 1695, y que el nombre del poblado gestor fue el de Cacalotlán (p. 7). Cabe destacar que esta fecha (1510) es muy temprana y se ha decretado así por medio de la tradición oral. Continuando con la línea de acontecimientos, según en la época de la colonia, los españoles desembarcaron en lo que hoy se conoce como San José Crucero de Bárcenas, algunos arribaron hacia Cacalotlán, mientras que otros se fueron hacia El Amparo en busca de minas de oro (Medina, 1993: 1). 19 Cuando se les acabo el agua a los que se instalaron en Cacalotlán, se trasladaron medio kilómetro hacia el oriente en busca del vital líquido, que es donde actualmente está asentado el pueblo de Oconahua (Ibídem). En cuanto al establecimiento del poblado de Oconahua según a la llegada de los españoles ya existía un pueblo, como tal (Weigand et al, 2003: 7), fue una población que tuvo tres tributarios y que a su vez, pagaba tributo a Etzatlán. Por otro lado, en los alrededores de ese entonces Nueva Galicia, se emprendió la empresa de la conquista del occidente del territorio que fue encabezado por Hernán Cortés en 1521, cuando los conquistadores arribaron a la zona trazaron rutas para ir a lugares reportados con la presencia de metales preciosos y a su vez buscaban sitios para zarpar y unir Europa con América por el océano pacífico en busca de mayores fortunas, entre la ruta de Cortes estuvo el actual municipio de Etzatlán. Por indicaciones de Hernán Cortés a finales de 1522 el conquistador Cristóbal de Olid anduvo por Mazamitla hasta Tamazula, con lo que dio inicio a la exploración, conquista y la colonización de lo que hoy es Jalisco1. Viendo el éxito que tuvo Olid en esas campañas, lo envía a someter Colima, tarea que resultó mucho más difícil, ya que hubo grandes bajas en ambos bandos, años más tarde después de una intensa lucha, la región fue conquistada por Nuño de Guzmán (Gobierno de Jalisco, 2009: 6). Es así como el poblado actual comenzó a surgir. Entre los acontecimientos históricos más importantes suscitados en el lugar destacan los siguientes: en el año de 1762 se empezó a construir el templo dedicado a San Miguel Arcángel y la obra se concluyó en 1917 (Ibídem). Monumento erigido por la orden de Los Franciscanos. En diciembre de 1856 al Fray Francisco de Lorenzo, le quitaron la vida los indígenas haciendo uso de macanas y porras, entre los acontecimientos más violentos fue el incendio de la iglesia, con piedras incandescentes de las paredes 1 (2011, 11). Conquista de Nueva Galicia. BuenasTareas.com. Recuperado el 10/11/ 2015 20 taparon el cadáver del Fraile junto con el de su compañero Fray Juan Francisco (Medina, 1993: 1 y 2). En 1935 estalló el movimiento agrario contra la Hacienda de San Rafael, el cual finalizó en 1939. De los personajes ilustres se recuerda a Mariano González Becerra, junto con otros héroes destacados que lucharon por la defensa de sus tierras y derechos, a él se le atribuye ser el fundador del Ejido de Oconahua (Gobierno de Jalisco, 2009:7). En conclusión, como se puede observar, hay evidencia de tres épocas distintas de ocupación humana: la prehispánica, la colonial y la moderna. El periodo prehispánico es el objeto de estudio de este trabajo de investigación. El Palacio de Ocomo García de Weigand (comunicación personal: 2012), atribuye que se le dio el nombre de “Ocomo” al sitio arqueológico a partir de la toponimia registrada en el Mapa de Ortelius de 1579, por lo que decidió respetar el nombre original del lugar (Weigand et al, 2003: 36). Al mismo tiempo se le dio la categoría de “Palacio” por ser un edificio de tipo Tecpán, ya que según Weigand es de similar forma arquitectónica al Palacio de Quinantzín, ubicado en Texcoco, Estado de México aunque este último este separado temporalmente del primero por más de 1000 años (Ibídem). Beekman (1996) cita las características que definen al Complejo Grillo, por lo que el Palacio de Ocomo se encuentra categorizado dentro de esta tradición, ya que posee dichos rasgos culturales (Smith 2008: 9). El Complejo Grillo, específicamente para la región Valles del Estado de Jalisco ha sido fechado temporalmente para los años 350/400 d.C.-900 d.C. (López Mestas, 2011:133). 21 Particularmente el Palacio de Ocomo ha sido fechado tentativamente, gracias a los trabajos de excavación realizados en el sitio, ubicándolo dentro del Clásico temprano/medio hasta el posclásico temprano, comprendiendo del 450 d.C. al 900 d.C. (Smith et al, 2009:63), “etapa en donde se abandona el diseño circular de la arquitectura monumental, y es sustituida por el trazo cuadrangular” (Téllez 2010: 69). “En la región pasaron de las culturas preclásicas de edificios circulares a formar las culturas clásicas con recintos como el de Oconahua” (Cacha, 2008:4). Como se mencionó anteriormente se encuentra dentro del Complejo Grillo (Smith et al, 2008: 9), que se caracteriza por edificios conocidos con el nombre de “complejo pirámide-patio hundido- altar”2, presencia de Talud tablero en su arquitectura, cerámica Pseudo Cloisonné y tumbas de caja. Esta fase se ubica en el centro de Jalisco, específicamente en la Región Valles y en el Valle de Atemajac, pudiendo llegar incluso hasta la región del Bajío (Smith y Herrejón, 2004:7). Como punto de vista particular, esta hipótesis se puede ver reforzada en las características similares que presenta la arquitectura de ambas regiones, ya que la región del Bajío está integrado por asentamientos que están categorizados como centros rectores, que basan su arquitectura en la edificación de basamentos piramidales como elementos únicos, de grandes proporciones instalados sobre enormes plataformas (Brambila y Crespo, 2000: 553). Su patrón arquitectónico se compone del trazo de líneas rectas y ángulos que conforman edificios con planta cuadrangular, muestran restos de pisos y muros estucados, pisos enlajados y piedra labrada para elementos arquitectónicos, cuentan además con patios cerrados, calzadas, edificios y habitaciones (Ibídem). Cabe destacar que los adosamientos también se dan en algunos sitios, así como los pisos de tierra apisonada, y los espacios hundidos (Brambila, 1993: 8 y 9). 2 Cabe destacar que los conjuntos arquitectónicos del área de estudio por el momento trabajados no presentan estructuras piramidales, ni se han encontrado los altares (Smith, 2015: comunicación personal). 22 Sus rasgos arquitectónicos recuerdan a otro sitio arqueológico ubicado en Colima, llamado “Los Aguajes”, en donde se identifica un aprovechamiento de la topografía natural del terreno por parte de sus antiguos pobladores, de la cual para edificar el edificio principal fue necesario la construcción de una plataforma para nivelar el terreno y darle estabilidad estructural a los edificios (Saint-Charles y Enríquez, 2006: 6 y 7). Esta característica de asentar el basamento sobre una plataforma parece estar presente en el área de estudio. Además de tener un eje N-S, se hace evidente el intenso trabajo, la planeación, la organización social, necesarios para la construcción de los edificios. Esto da como resultado inferir que se traten de sociedades complejas, “cuya organización propone la existencia de grupos especializados y una planeación continua” (Ibídem). Desde un punto de vista particular el edificio principal del Palacio de Ocomo muestra las características antes citadas3, en cuanto a la composición arquitectónica se refiere, en comparación con sitios del Bajío, es por ello que algunos autores como Cach (2007) y Beekman (2006) se han atrevido a decir que existe una relación entre el Bajío y el Complejo Grillo de la Región Valles Centrales de Jalisco. Dada las propiedades que presenta, además se puede integrar como parte de Mesoamérica “por su cosmogonía cuadripartita orientada a los cuatro rumbos, con deidades que nos hacen hablar de que están adscritos totalmente al mundo mesoamericano” (Cach, 2007: 11). De las funciones del edificio principal se tienen varias hipótesis, entre ellas destacan que fungió como: “un centro de organización política (…) los edificios los dedicaron a la administración y a la política. No están exentos de tener una ritualidad” (Ibídem). Otra propuesta es la de Smith (2012) quien argumenta que además fue un espacio de residencia para los gobernantes: 3 Información contenida en los respectivos informes de trabajo de campo y gabinete del Proyecto Arqueológico Oconahua (Smith et al, 2007, 2009 y 2013) 23 (…) es una unidad habitacional o un sitio habitacional y administrativo de la elite…su función sí parece haber sido: uno, albergar a la elite como zona de vivienda… y dos, el llevar a cabo tanto rituales en el patio central como labores administrativas (…) (en entrevista para Xalisco Asociación Civil, Tepalcate Films) Esta propuesta de tesis tiene como uno de sus objetivos plantear, por falta de tiempo, de manera muy somera, si existieron actividades relacionadas con la producción artesanal de artefactos líticos y otros objetos destinados para el consumo. De identificarse dichos actividades se propondrá a futuro encontrar los espacios o áreas de actividad dónde se realizaron acciones productivas, con estos datos, se tendrá más evidencia para sustentar que el edificio principal se trate realmente de un palacio como tal y a su vez se estará identificando una función más del inmueble. Por último en cuanto a la lengua que se habló en el lugar, según los estudios realizados por Cach (2007) argumenta que: los pobladores del sitio arqueológico fueron náhuatl parlantes, para ser más precisos hablaron “una variante de náhuatl, que en Veracruz se conoce como “pipil” (…) que nada tiene que ver con los mexicas del centro de México, y según su rama étnica ellos fueron nahuatlatos originarios del lugar (p. 11). Esta última afirmación parece ser incorrecta, ya que no hay suficientes datos que corroboren lo antes expuesto, su hipótesis se sustenta principalmente en la toponimia de la región, recordemos que quienes bautizaron a las poblaciones fueron los indígenas tlaxcaltecas que arribaron junto con los españoles a este lugar, de ahí que se registre la toponimia en náhuatl (Smith, comunicación personal: 2015). 24 1.2. Ubicación geográfica El sitio arqueológico “Palacio de Ocomo” se ubica en la Región Valles del estado de Jalisco en el Municipio de Etzatlán (mapa 1) para ser precisos, población que se encuentra a unos 100 km de distancia aproximadamente hacia el Oeste de la ciudad de Guadalajara (Álvarez, 2000: 4). Mapa 1. Ubicación del Palacio de Ocomo dentro del Municipio de Etzatlán 4 Actualmente el ayuntamiento de Etzatlán, es la cabecera municipal de las delegaciones políticas de Oconahua, Santa Rosalía (Smith et al, 2009: 3), Puerta de Pericos y Hacienda de San Rafael (INEGI 1995c, 1997). Es exactamente en el poblado de Oconahua donde se localiza el área de estudio. 4 Mapa extraído del Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos Etzatlán, Jalisco, Clave geoestadística 14036, 2009. 25 Colindando con el Palacio de Ocomo se ubican las siguientes localidades: hacia el Norte limita con San Marcos, El Carrizal y La Hacienda de Guadalupe, Al Sur con el Rancho La Laguna, Tlachichilco y Los Guajes, hacia el Este con Etzatlán, La Emboscada y Cantería y al Oeste con Hacienda San Rafael y Linderos de Nayarit (López, 2011: 11). Las coordenadas geográficas del sitio arqueológico son: N 20º44´43.9´´ y W 104º 09´54.1´´, ubicándose en la parte norte del poblado (Cach 2008:3), a una altitud de 1490 msnm (López, 2011: 11) y tiene una poligonal de protección de 50 hectáreas (Smith, 2013: comunicación personal). El edificio principal Palacio de Ocomo actualmente se localiza en el interior del área urbana (Smith et al, 2008: 2), se encuentra sepultada debajo de las construcciones modernas ubicadas entre las calles de Independencia, Francisco I. Madero, Benito Juárez y Manuel M. Diéguez (Medina, 1993: 13); su Patio hundido monumental esta debajo un terreno de propiedad particular utilizado actualmente para uso de pastoreo de ganado (fotografía 2). Fotografía 2. Conjunto arquitectónico Palacio de Ocomo 26 A unos escasos metros hacia el oeste, se encuentra el arroyo Atotonilco, mismo que proporcionó agua a la población del sitio y a medio kilómetro de distancia aproximadamente, cruzando el afluente siguiendo la misma dirección se encuentra localizado otro conjunto arquitectónico (fotografía 3) registrado como la Unidad Habitacional – I (Smith et al, 2013:365). Fotografía 3. Conjunto arquitectónico Unidad Habitacional-I Cabe destacar que para nuestro caso de estudio solo se tiene explorado un porcentaje de ambos complejos arquitectónicos, los datos citados en este tema de tesis solo provienen de la Estructura Norte del Palacio de Ocomo; más no de la 27 Unidad Habitacional-I (mapa 2). Los trabajos de investigación en este campo apenas comienzan por lo que se espera que sea fuente de consulta para futuros especialistas. 2 0 M. 5 0 M. 1 5 0 M. 2 5 0 M. 587000 586500 1 Mapa 2. Levantamiento topográfico del sitio arqueológico. 1 (Palacio de Ocomo), 2 (UH-I) 1.3. 5 Medio geográfico Este grupo humano se asentó sobre un área geográfica que contó con las condiciones ambientales propicias para el desarrollo de la vida sedentaria y los medios necesarios para su progreso. 5 Mapa extraído del Informe del Proyecto de mapificación y delimitación del Palacio de Ocomo (2008). Cortesía del Proyecto Arqueológico Oconahua. 28 Siendo su patrón de asentamiento desde un punto de vista muy particular similar al de los sitios del clásico reportados en el bajío (Ramos de la Vega et al, 1993: 41), el cual basa su localización en los márgenes de los arroyos (para nuestro caso de estudio en el arroyo Atotonilco) y en las zonas de ladera (Ladera del cerro Oca). Posiblemente la decisión de asentar el sitio sobre las faldas del cerro (fotografía 4) se deba a una estrategia de protección contra los agentes naturales, tal cual como lo hicieron otras sociedades, ya que “la mayor parte de las ciudades estaban sobre los declives de las montañas para protegerse de las inundaciones y los vientos” (Valentini, 1878: 228). Fotografía 4. Ubicación del Edificio Principal el Palacio de Ocomo y la UH-I 6 El sitio arqueológico se encuentra en La Región Valles Centrales de Jalisco (mapa 3), esta se ubica en los límites de las provincias fisiográficas, IV Sierra Madre Occidental y X Eje neovolcánico, correspondiendo a los sistemas de 6 FUENTE: Software. Google Earth 7.0.2.8410. Fotografía satelital tomada en el 2015 29 topoformas predominantes las sierras, lomeríos y mesetas (Gobierno de Jalisco, 2009: 3) Mapa 3. Ubicación del sitio arqueológico en el interior del Estado de Jalisco 7 El clima del lugar es de tipo semiseco a templado moderado. Sus recursos hidrográficos son abastecidos por los arroyos: El Comilote, La Caña, Tecomatán, El Ixnokitl, El Limoncillo, La Playa, La Puerta colorada, Los Juárez, La Tinaja, La Hiedra, Arroyo hondo, los Clavos y por último el arroyo Atotonilco (López, 2011: 11). En lo que refiere a la topografía es sumamente irregular, la propia población moderna y prehispánica están asentadas principalmente en las faldas del Cerro Oca, colindando con los cerros Altamira, La Piedra Rosilla, La Aguja, El Coyote (Ibídem), El Cerro Bola y La Mesa Colorada. El área de estudio se encuentra enclavada dentro de la Sierra del Águila, esta forma parte de la provincia fisiográfica del eje neovolcánico, en la microcuenca de 7 FUENTE: Software. Google Earth 7.0.2.8410. Fotografía satelital tomada en el 2016 30 Etzatlán, que está a su vez es parte de la cuenca hidrológica del Rio AmecaAtenguillo (Gobierno de Jalisco, 2009:6). La provincia del Eje Neovolcánico, se caracteriza por ser una enorme masa de rocas volcánicas de todo tipo acumulada en constantes y sucesivas etapas, desde a mediados del terciario (3.5 millones de años atrás), la integran grandes sierras neovolcánicas, grandes coladas lávicas, conos dispersos o en enjambre, amplios escudos, volcanes de basalto, depósito de arena y cenizas (Ibíd., p. 26). En lo que concierne a las características geológicas del municipio de Etzatlán, el subsuelo del municipio pertenece al periodo Terciario, y se conforma de Caliza, rocas ígneas extrusivas, riolíta, andesita, basalto, toba, y brecha volcánica (Ibídem). Según los datos del INEGI, en la zona inmediata principalmente se encuentra conformado por la siguiente geología: Rocas ígneas: del tipo de Andesita, Basalto, Brecha volcánica, Extrusivas acida, Granito y Toba; Rocas sedimentarias: Arenisca, conglomerado, Lutita, arenisca; y suelo: Aluvial (Ibíd., p. 29). Todo lo referente a sus bosques se clasifica en templados y semifríos. Para Los primeros se conforman de álamos, encinos y cedros mientras que para los segundos se componen por robles y pinos (Álvarez, 2000:7), siendo estos últimos los que posiblemente le dieron el topónimo del lugar: “Ocomo” (Weigand et al, 2003: 21). El suelo es de tipo arcilloso-arenoso, y de migajón, arcillo y arenoso. El 99% tiene muy buena filtración, evitando posteriores atascos de agua dentro de los mismos, lo cuales son aptos para aprovecharlos por medio de la práctica de la agricultura, actividad económica vital para una población sedentaria (Álvarez, 2000: 6). Los tipos de suelo de tipo barroso se encuentran en las actuales parcelas y los cerros, mientras que para la llamada tierra negra esta se ubica en las partes boscosas donde se acumula la materia orgánica, también cuenta con tierra arenosa, y arcillosa, esta última se halla en la sierra como en el llano (Gobierno de Jalisco, 2009:6). 31 Es importante conocer las condiciones fisiográficas y medioambientales de la región, ya que debido a sus características nos dan una idea clara del lugar elegido por este grupo humano para instalarse, debido a que existen las condiciones óptimas para vivir y desarrollarse, de igual forma nos ayuda a comprender de mejor manera el patrón de asentamiento de esta sociedad. En cuanto a la fauna silvestre se encuentran especies para el caso de las aves tales como cuervos, zopilotes, gavilanes, paloma pinta, paloma huilota, paloma alcabuz, patagona, chachalaca, codorniz de cerro y de campo, tordos, perico guayabero, golondrinas, hurracas, búho o tecolote, estos últimos guardan cierta relación con la población actual, más adelante se explicará este punto con más detalle, en cuanto a los mamíferos está el jabalí, conejo, nutria, comadreja, cacomiztle, ardillas, mapaches, tejón, armadillo, zorrillo, venados de cola blanca coronillo, orquetillo, alesnillo, de ocho y cuatro puntas, puma, tigrillo, gato montés, zorra, coyote, lobo, entre los anfibios y animales rastreros se hallan el alicante pinto, la chirrionera, culebra pollera, sapos, ranas, hilamacoa, iguana, solcuate, alicante serrano, coralilla, ticuate, entre los peces se ha identificado al pescado burro, mojarra, cauque, entre los animales ponzoñosos hay presentes alacranes, arañas, tarántulas (Ibíd., p. 11). De la flora destacan algunas variedades, como son: el maíz silvestre y cultivado, frijol, pepinos, aguacates, caña cultivada, nopales y camote de cerro, especies endémicas tales como Nogal, Madroño, Guajiniquiles, Guazima, Pingüica, Huizache, Tepehuaje, Hincha huevos, Bonete, Anona, Ciruela, Copal, Cuate y Palo dulce (ibíd., p. 12). Guamúchil, Pitaya, Bambú quelites, actualmente muchas de estas especies se aprovecha para complementar la dieta diaria. Cabe destacar que están son las especies vegetales y animales endémicas del lugar, con ello se pretende tener un acercamiento de todos los tipos de recursos sobre todo alimenticios, con los que contaron los antiguos pobladores. La abundancia de estas riquezas naturales, posiblemente influenció el establecimiento de esta civilización en esta zona junto con sus demás características medio ambientales. Además de determinar el uso y transformación 32 de los utensilios de piedra de acuerdo al recurso natural aprovechado, esta propuesta se explicará con mayor detalle en el capítulo correspondiente. Sumándole a esto, su estratégica ubicación en la zona, les permitió beneficiarse de la obsidiana como materia prima esencial, siendo la Región Valles Central de Jalisco, una de las más sobresalientes tanto en “número y tamaño de yacimientos de obsidiana” (Esparza, 2004: 80). Lo que trajo consigo desarrollo económico, político y social dado por el aprovechamiento de este recurso en todas sus formas. También se encuentran dentro de los minerales detectados en la zona inmediata, la plata, plomo, cobre, oro, cuarzo, varita, amatista, plombagina y piedra de lumbre (Gobierno de Jalisco, 2009: 11), aunque por el momento no se ha detectado el uso de estos materiales en el sitio arqueológico. Seguramente la práctica de la minería para los habitantes de esta región fue una actividad muy conocida, los estudios enfocados sobre este tema provienen de Weigand y Spence, quienes según Esparza (2000) han ubicado más de catorce localidades con evidencia de explotación prehispánica, esto para el caso de Guachimontones, mientras que para el sitio del Palacio de Ocomo, posiblemente la materia prima proceda principalmente de los yacimientos de La Joya, San Marcos, Osotero y Llano Grande, tomando como dato el análisis a nivel macroscópico del color de la materia prima y la calidad de la misma (Esparza, 2000:84). En general las condiciones fisiográficas de la región, el medio ambiente, un clima apropiado, recursos hidrográficos suficientes, y un tipo de suelo fértil, que en combinación de estos factores ambientales entre otros, resultó la práctica de la agricultura en óptimas condiciones, lo que propició su sustento y desarrollo, en añadidura con los recursos aportados por la Laguna Magdalena (Smith 2013: comunicación personal), y la fuente de alimentos extraídas de las especies vegetales y animales endémicas del lugar. Cabe destacar que esta información ambiental se basa en datos actuales, por lo que el medio ambiente no debió de ser el mismo el de hoy en día que el de hace 33 más de 1000 años. Por el momento no se cuenta con estudios paleoambientales que hablen en torno a este tema, sin embargo cabe la posibilidad de que no ha de haber sido tan distinto como el de hace un milenio. 1.4. Investigaciones arqueológicas previas en torno a la industria lítica A continuación se citan los antecedentes de las investigaciones previas realizadas en el área de estudio y en la región Valles centrales de Jalisco en cuanto a la industria lítica se refiere, poniendo mayor énfasis en la clase tallada, sobre todo en los artefactos manufacturados con obsidiana. 1.4.1. Sitio arqueológico Palacio de Ocomo Como antecedente precursor, El Palacio de Ocomo fue descubierto en 1969 por Weigand y García de Weigand, quienes utilizando técnicas de investigación arqueológica y haciendo caso de las denuncias por parte de los lugareños, dieron con el sitio (Smith, comunicación personal: 2012). En el año del 2003 se realizó un levantamiento topográfico y arquitectónico del edificio principal Palacio de Ocomo, proyecto ejecutado por Weigand y Santos (Smith et al, 2008: 12), en colaboración con Omar Bustos y Javier Reveles (Weigand et al, 2003: 27). Posteriormente se llevaron a cabo trabajos de exploración arqueológica dirigidos por Cach y Weigand, labores que permitieron la recuperación de material arqueológico lítico (Herrejón, 2008: 2) El material lítico analizado para esta temporada, no fue sometido a un examen exhaustivo, por lo que no se revisaron técnicas de manufactura, ni huellas de uso, el breve análisis consistió solo en la separación de herramientas terminadas del 34 desecho general. Examen que dio como resultado afianzar la hipótesis de ese entonces, de que el Palacio de Ocomo es una construcción de índole administrativa, ya que se hallaron pocos artefactos de uso cotidiano asociados a áreas de actividad de tipo productivo (Ibíd., p. 15). En el 2006 se llevó a cabo una temporada de campo corta, comprendida de abril a junio, ejecutada a lo largo de 10 semanas con trabajos de excavación, mismos que permitieron obtener datos suficientes para establecer en ese entonces tres etapas constructivas y datar al edificio por medio del método relativo comparando los materiales arqueológicos con sitios aledaños tales como El Grillo dándole una temporalidad tentativa que corresponde del Clásico al Postclásico (Cach 2008: 2). De esta temporada de trabajo no se tiene datos que informen en torno a los materiales arqueológicos de la industria lítica. Ya para el 2007 se realizó el “Proyecto de mapificación y delimitación del Palacio de Ocomo”, encabezado por Smith (2008) en donde se efectuó el trabajo de prospección de superficie, encontrándose un total de 4 conjuntos arquitectónicos (p. 4). Se inventario y fecho tentativamente a los materiales líticos pertenecientes a colecciones privadas de los lugareños, artefactos provenientes del saqueo (Ibíd., p. 88-105). Simultáneamente se efectuó un muestreo cerámico, material registrado y recolectado en recorrido de superficie (Ibíd., p. 50). Los resultados del análisis arrojaron para ese entonces la posible existencia de tres ocupaciones dentro de la zona, las cuales son la Tradición Teuchitlán; La Tradición Grillo y por último la ocupación del Valle de Atemajac. Para el siguiente año en el 2009 se llevaron a cabo excavaciones sistemáticas de manera extensiva en dos conjuntos arquitectónicos: El Palacio de Ocomo y la Unidad Habitacional – I, con sus respectivos frentes de excavación, con el fin de estudiar las diferentes áreas de actividad y sus respectivos contextos, para así generar una explicación de la dinámica cultural dentro del sitio. 35 Se analizó el material lítico obtenido en las excavaciones, la cual basó su metodología en la separación de los artefactos con y sin huellas de uso, interesándose principalmente en la división, observación y conteo de los materiales según su uso y función (Smith et al, 2009:95). Para los posteriores años 2011-2012, se llevó a cabo una nueva temporada de excavación en los mismos conjuntos arquitectónicos. Se analizó totalmente los materiales líticos recolectados de las excavaciones (Smith et al, 2013:2). Los resultados de esta temporada permitieron fechar al edificio del Palacio de Ocomo de manera tentativa en el Clásico Tardío/Epiclásico (450 d. C. – 900 d. C.), mediante la comparación de los materiales arqueológicos y las técnicas de construcción. Sitio que se relaciona de manera directa con otros sitios arqueológicos de la región como son el Iztépete y el Grillo, ambos ubicados en el Valle de Atemajac y La Higuerita localizada en el municipio de Tala (Ibídem). Así mismo se han podido constatar tres etapas constructivas importantes en el edificio principal, en las cuales se nota un cambio significativo en la arquitectura del sitio: la primera etapa data del 450 d. C., que consiste en la edificación de una plataforma rectangular de unos 60 m, y un talud de 5 m, rematando en un tablero (Smith, 2015: 39) compuesto por bloques de cantera y lajas de pizarra; la segunda consta de la ampliación de esta misma plataforma por medio de cajones constructivos rellenos con tierra altamente compactada, datándola en el 600 d. C., y la última y de mayor relevancia fue la construcción del patio hundido, dato que se ha vinculado perteneciente a la zona del Bajío (Ibídem). 1.4.2. Previos análisis de materiales líticos en la región Una de la pioneras en el estudio de la industria de la lítica tallada, específicamente para el caso específico de la obsidiana del Volcán de Tequila fue Adela Breton, quien observó “la ocurrencia natural y la importancia de la obsidiana en el 36 Occidente” (Weigand y Williams, 1997: 218), aportando los primeros datos para la arqueología del occidente de México. Reportó la presencia de yacimientos, derrames volcánicos y talleres en las inmediaciones de los municipios de Tequila, Teuchitlán y San Juanito de Escobedo respectivamente; sus conocimientos sirvieron de antecedente para en años posteriores investigadores de la talla de Weigand, Spence, Glascock, García de Weigand y Soto, basaran sus investigaciones en los datos aportados por esta investigadora (ibíd., p. 231). En 1982, Soto (1990) realizó un “análisis de distribución espacial de los materiales del taller de obsidiana del sitio Guachimontón, Jal” (p. 215) su estudio tuvo como objetivo identificar la organización del trabajo en el interior del taller (Ibídem), y así mismo observar las diferencias en la distribución espacial de los grupos tecnológicos y tener una visión más clara de la especialización del trabajo (Ibíd., p. 217). Weigand y Spence (1982) describieron el taller de la isla de Atitlán, localizado en San Juanito de Escobedo, ubicando al sitio en la época del Postclásico, identificaron grandes cantidades de navajillas prismáticas que según los autores comercializaban con sitios lejanos como Guasave en Sinaloa, a cambio de grandes cantidades de turquesa y cerámica policromo de la Costa. Los yacimientos o minas que surtían a este taller se localizaban en La Joya (Weigand y Williams, 1997:233, citando a Weigand y García de Weigand, 1994). Igualmente Weigand ubicó una serie de yacimientos de obsidiana aledaños al Volcán de Tequila, identificando tanto su calidad como el trabajo de minería (Weigand y Williams, 1997, 240). Realizó junto con Glascock los promedios químicos de cuatro yacimientos de obsidiana de Jalisco, los cuales son; Tequila, Magdalena, La Joya y La Mora/Teuchitlán (Weigand y Williams, 1997: 241 y 242; citando a Weigand y Glascock, sf). Weigand y García de Weigand (1994) estudiaron afloramientos de obsidiana en el norte de La Mora y el conjunto de talleres de lítica tallada de la zona habitacional de Teuchitlán, identificando la cadena operatoria en torno al 37 abastecimiento de macronúcleos, y la producción de núcleos, navajillas prismáticas y lascas de navajas que posteriormente eran llevados a talleres asociados a recintos más pequeños. Otro afloramiento que se encuentra en el norte de la Mora a 2.5 km., “fue caracterizado por análisis de activación de neutrones” (Ibídem). Igualmente Weigand estudio los talleres de San Juan de los Arcos en el Sur de Tala, Jalisco, categorizando al sitio como un taller de producción de joyería fina (Weigand y Williams, 1997:230). En el año de 1999 y 2000, Esparza y Ponce (2002), analizaron la colección lítica provenientes de los trabajos de recorrido de superficie y excavación del sitio arqueológico Guachimontones, material asociado con la arquitectura de los conjuntos arquitectónicos, cuya investigación tuvo como fin examinar la distribución de los materiales en el sitio. Entre los aportes más interesantes fue la identificación de 22 colores de obsidiana encontradas en el sitio, lo que indica que provienen de distintas fuentes, asociadas directamente con un yacimiento de obsidiana de acuerdo al color de la materia prima asociado (Ibíd., p. 5). El resultado del análisis de las diferentes huellas de uso en los materiales líticos estudiados, permitió conocer la funcionalidad de los artefactos al conocer su uso (Ibíd., p. 20). Smith y Herrejón (2004) realizaron el análisis de materiales de la industria lítica tallada y pulida del Complejo Talleres en Teuchitlán, Jalisco. Trabajo que arrojó como resultado la evidencia de la explotación de yacimientos vecinos como el pedernal y una clara especialización de la población en el trabajo de la lítica, así como la propuesta de una red de intercambio comercial a corta y larga distancia. Montejano (2007) realizó el análisis del material lítico recolectado de superficie y material proveniente de las excavaciones de Plan de Guaje. Tomo en cuenta el método tipológico propuesto por García Cook (1967), clasificando a los artefactos de acuerdo a una tipología tecno-económica. Buscó definir tipos y sus variedades, 38 mismos que le permitieron conocer los complejos líticos identificados en el registro arqueológico. Blanco (2009) realizó el análisis de materiales líticos en el sitio arqueológico de Guachimontones, trabajo que se interesó principalmente en la división, observación y el conteo de los objetos según su uso y función; tuvo como resultado la separación de los materiales en tres grupos principales: el primero corresponde a los que carecen de huellas de uso, el segundo a los que evidencian huellas de uso, y el tercero a los ornamentales, utensilios líticos que están asociados principalmente a las canchas de juego de pelota. Heredia (2010) realizó el trabajo de recorrido regional sistemático y de cobertura total en un aproximado de 346 km 2 en la región norte del volcán de Tequila, en donde identificó 151 sitios arqueológicos, con concentraciones de desecho de obsidiana (p. 19 y 20). Cabe destacar que los resultados de los análisis hechos del material lítico en las distintas temporadas de excavación del PAO y los trabajos realizados por otros investigadores de la región son la base de esta propuesta de tesis. 1.5. Justificación En síntesis la justificación se puede resumir en tres puntos, el cual se basa en la “Triple base” propuesta ya hace años por Childe (1989). El primero es la realización de una propuesta tipológica para la Industria Lítica del Palacio de Ocomo: tanto en su clase tallada como pulida, ya que no existe una como tal (Clasificación funcional). Segundo, ubicar en el tiempo a cada tipo de industria (Clasificación cronológica) y tercero proponer que tradiciones y secuencias culturales pertenecen a este tipo de industrias (Clasificación Corológica). 39 La Triple base permitirá un mejor entendimiento de cómo se produjeron los diferentes cambios tecnológicos a través del tiempo y las consecuencias que se generaron a partir de ellos. 1.6. Objetivos Esta investigación tiene como objetivos los siguientes puntos: 1. Generar una tipología adecuada para la región que sea útil para futuras investigaciones. 2. Identificar cuáles fueron los generadores de los cambios tecnológicos y sus consecuencias para ambas industrias. 3. Determinar qué tipo de actividades se realizaban en ambos complejos, partiendo de la evidencia proporcionada solo del análisis lítico. 1.7. Planteamiento del problema Los resultados del análisis de los materiales arqueológicos, propondrán una tipología y una mejor descripción de los artefactos líticos, así como una propuesta de la posible fuente de la materia prima lo que nos dará como resultado un mejor entendimiento acerca de las relaciones comerciales intra e interregionales. Además este trabajo de investigación tratará de explicar cuáles son los procesos culturales que motivaron a que la industria lítica en sus dos clases, (principalmente la lítica tallada) tuvieran una transformación tecnológica (si es que la hubo); y qué tipo de artefactos, productos y nuevos usos surgieron a partir de dichos cambios en el área de estudio perteneciente al Complejo Grillo. 40 1.8. Formulación de hipótesis La hipótesis que se empleará para explicar esta problemática, se sustenta del planteamiento de Braudel (1970). Se propone que tanto los efectos generados por la exportación productos de otras industrias relacionadas con la industria lítica e importación de materia prima y artefactos líticos (fenómenos de corta duración); las rupturas de los lazos comerciales (fenómenos de duración media), y el reemplazo de una tradición a otra en los Valles Centrales de Jalisco (fenómenos de larga duración), fueron los generadores de los cambios tecnológicos de la industria lítica en sus dos clases a través del tiempo. Esto se explica de la siguiente manera: Para el caso de la exportación de productos elaborados localmente, pertenecientes a un determinado tipo de industria llámese del hueso, cerámica, concha, textil o madera, que hicieron de la lítica su instrumental básico para trabajar, estas se fueron especializando de forma gradual, generando o mejorando sus productos de acuerdo a su rama; lo que trajo consigo que cada uno de los artefactos líticos se modificara intencionalmente con el fin de adaptarlos a las nuevas necesidades de cada una de ellas, dando como resultado una variedad de artefactos líticos de un mismo tipo, así como la aplicación de nuevas técnicas de manufactura a través del tiempo, en pocas palabras, los cambios tecnológicos en la industria lítica se dieron a partir de la especialización de otras industrias relacionadas con esta. A estos cambios tecnológicos graduales en un periodo corto de tiempo lo llamaremos fenómenos de corta duración” (Braudel 1970:11). De ser así se corroboraría que también se realizaban actividades del tipo productivas principalmente en el edifico Palacio de Ocomo, acciones relacionadas con la producción artesanal destinada posiblemente para la elite. Para el caso de las importaciones, sobre todo de materia prima (obsidiana) y productos líticos terminados y preformas, estas se interrumpieron por alguna razón, generando así una ruptura estructural, lo que forjó una nueva forma de 41 trabajar a la obsidiana, sobre todo porque se trataron de imitar técnicas de manufactura foráneas para la obtención de unos tipos de utensilios, con no muy buenos resultados, de igual forma se reciclaron viejos artefactos y se re-uso el material lítico disponible. Los cambios tecnológicos se dieron por la limitación del suministro del material lítico, posiblemente ocasionado por un reacomodo en las redes de intercambio suscitado en la fase tardía, por lo que se trató de imitar las técnicas de manufactura del lugar de origen de los materiales, con el propósito de obtener productos similares o iguales de los que se importaban anteriormente, la mala imitación de estas técnicas, tuvieron como consecuencia productos de mala o mediana calidad, así como la necesidad de reciclar viejos materiales y agotar al máximo los núcleos, incluso producir herramientas a partir de estos. Este tipo de rompimiento estructural se propone que fue otro de los generadores del cambio tecnológico a través del tiempo en lo que respecta a la industria de la lítica tallada. Al intercambio comercial permanente es lo que se categorizará como una continuidad social, a la interrupción del comercio se categorizara como ruptura estructural. Este tipo de hechos se clasificaran como fenómenos de duración media (Ibídem). A los cambios tecnológicos de la industria lítica pulida y tallada suscitados a lo largo de toda la historia en la región Valles Centrales de Jalisco los llamaremos fenómenos de larga duración estos se manifiestan claramente en la transición de una tradición a otra, ya que cada cultura tiene su forma particular de manipular a la materia prima para obtener diferentes artefactos de acuerdo a sus propios criterios. Por lo que, la hipótesis de esta investigación es la siguiente: Si la especialización de otras industrias relacionadas con la industria lítica, el rompimiento de los lazos comerciales, el cambio de una cultura a otra en la región, tuvo como consecuencia que se adaptarán los artefactos líticos a las nuevas necesidades de las otras industrias, así como se imitaran técnicas de manufactura 42 foráneas, se reciclara el material, se re-usara el instrumental lítico disponible y se manufacturara los artefactos de manera particular de acuerdo al Complejo cultural asociado, dando como resultado nuevos productos y formas de maniobrar a la industria lítica tallada y pulida, entonces los cambios tecnológicos se produjeron a raíz de los efectos ocasionados por las importaciones, exportaciones, rupturas estructurales en el comercio y el remplazo de una tradición a otra, lo que trajo consigo la aplicación de nuevas técnicas, tipos y usos a través del tiempo. 1.9. Marco Teórico Para explicar esta problemática, se partió de una base teórica que sustenta lo que aquí se propone. Es por ello que esta investigación se apoyó en primer lugar del concepto teórico de la cadena operacional propuesto por Schiffer (1999), en donde plantea un “modelo de flujo el cual visualiza la “historia de vida” o proceso del contexto sistémico para cualquier elemento natural. Los procesos básicos de este modelo son: la obtención, manufactura, uso, mantenimiento y desecho” (Ibíd. p. 81), este patrón se aplicará con nuestros propios criterios, para entender la dinámica de la industria lítica en sus dos clases y sus efectos en la vida cotidiana de los antiguos pobladores del Palacio de Ocomo. También se explican los eslabones de la basura, el ciclaje lateral y el reciclaje (ibídem). Los criterios aplicados de cada uno de estos procesos son los siguientes: Para el caso de la obtención, se explicará el proceso de la adquisición tanto de la materia prima en bruto, como de las preformas y los útiles líticos importados desde otros lugares, al analizar esta etapa se podrá identificar tentativamente el origen de los materiales y las posibles relaciones comerciales con otras regiones adyacentes o esferas regionales. 43 En segundo lugar se tiene a la manufactura, en esta etapa se expondrán cuáles son las técnicas empleadas para la fabricación del utillaje lítico, es decir, el fin es explicar cuál es el tratamiento que se le dio a la materia prima, y como se realizó el refinamiento de las preformas y demás utensilios de piedra. La siguiente etapa es el uso, este se determinará de acuerdo a las funciones identificadas, los artefactos se categorizaran como de uso doméstico, ritual, productivo, suntuario o táctico, según al contexto que se encuentre asociado, o las huellas de uso que se identifiquen a nivel macroscópico. En la etapa del mantenimiento, se explicaran que técnicas de manufactura se emplearon para reavivar los bordes de los artefactos líticos y devolverles así nuevamente su funcionalidad. En el desecho, se identificará si el material analizado se trata de desecho de talla, de utillaje defectuoso o de artefactos agotados, de acuerdo a las características que presenten los instrumentales analizados. En el caso de la basura, se propondrá si existen áreas especializadas en resguardar todo el material inservible que se va acumulando con el paso del tiempo, en otras palabras: detectar los basureros que contengan material lítico. Continuando con el caso del ciclaje lateral se mostrará aquellos artefactos que evidencien un re-uso y se mostrará las técnicas de manufactura empleadas para este propósito. Y por último para el reciclaje se identificaran aquellos artefactos que se han manufacturado a partir del desecho y que técnicas de manufactura se empelaron para devolverlos al contexto sistémico. El modelo de flujo de Schiffer y su aplicación nos permitirá entender la dinámica que gira en torno a la cadena operatoria de trabajo que se realizó en el edificio principal Palacio de Ocomo. 44 Por consiguiente se utilizó la propuesta de Manzanilla (1986) para el análisis de las áreas de actividad, la cual la define como: la unidad espacial mínima del registro arqueológico en la que las acciones sociales quedan impresas. Un área de actividad seria la concentración y asociación de materias primas, instrumentos y desechos en volúmenes específicos, que reflejan acciones particulares (p. 11). Con ello no se pretenden identificar las áreas de actividad sino plantear que posibles actividades productivas se desarrollaron en el complejo arquitectónico de manera superficial. El estudio de las unidades espaciales del sitio requieren de un grupo de elementos asociados que nos muestren las acciones humanas ejecutadas, este tipo de estudio demanda mucha información que por el momento no se dispone, es por ello que solo se identificará aquellas actividades específicas en donde se evidencie la intervención del material lítico registrado en el contexto arqueológico. Para ello se respalda de los criterios de diferenciación entre los talleres de piedra y los lugares donde se hacía uso del utillaje lítico de Soto (1986). Con ello se identificaran los indicadores arqueológicos que señalen las diferentes actividades realizadas, y muestren los procesos llevados a cabo por los especialistas en el trabajo de la lítica tallada y pulida. El modelo de flujo y el la propuesta de las actividades productivas están respaldados de la teoría histórica de la Larga duración de Braudel (1970) para explicar los diferentes cambios tecnológicos a través del tiempo, en sus diferentes formas manifestadas en esta sociedad. Según el historiador los fenómenos captados tienen una duración diferente en el tiempo, que les habían sido precisamente proporcionados para poder desenvolverse. Algunos tienen sus orígenes desde tiempos muy remotos, y van lentamente tomando forma y vigor hasta llegar a ser lo que son, mientras que otros no son de tan larga duración, pero si tienen eficacia durante cierto periodo. 45 Este tipo de fenómenos son los generadores del cambio en alguna etapa de la historia (Braudel, 1970:10). La duración de estos fenómenos los reduce a tres tipos de tiempo, los cuales son: “fenómenos de larga duración, fenómenos de duración media y fenómenos de corta duración” (ibíd., p. 11). Para explicar los diferentes fenómenos que evidencian cambios tecnológicos a través del tiempo se empleará la categorización de su duración, con el propósito de identificar las diferentes transformaciones en la aplicación y uso de la tecnología en el Palacio de Ocomo. Para precisar esto el mismo autor nos informa que: los fenómenos de corta duración son: un momento, unas horas, unos días, unas semanas, varias semanas o unos años, a estos fenómenos los llama acontecimientos. Los fenómenos de media duración son menos nerviosos; mientras que los fenómenos de larga duración son los más importantes (ibídem). Es decir, los hechos suscitados en este lugar se dividieron en tres tipos de fenómenos, con el propósito de identificar las transformaciones tecnológicas a través del tiempo. El contexto histórico de su propuesta surge a partir de ir en contracorriente de la forma de hacer la historia comparada con la que hacían sus colegas en su tiempo, ya que según él, ellos solo se limitaron a estudiar solo el progreso, el movimiento vencedor; en contraste Braudel propuso que se estudiara también lo opuesto, que “se analizara esa proliferación de experiencias contrarias cuya derrota exigió muchos esfuerzos: la inercia” (Ibídem), es decir, los cambios manifestados en las sociedades no son necesariamente producidos por los grandes triunfos, sino por aquellos hechos que merecían ser rendidos, aquellas acciones que detenían el avance y no permitían la transformación de la sociedad. 46 Según el autor todo estudio del pasado debe necesariamente compartir una minuciosa medida de lo que en una determinada época, afecta exactamente su vida, tales como son: “obstáculos geográficos, obstáculos técnicos y obstáculos sociales o administrativos” (ibíd. p. 56). Principalmente son los obstáculos técnicos los que son de interés para esta propuesta de tesis. Menciona que existe una “historia estructural (structurale), la cual se opone a una historia episódica y a una historia coyuntural. Esta historia estructural es una historia de muy largos periodos, es lenta en deformarse y por consiguiente en oponerse de manifiesto a la observación” (ibíd., p. 57). Para aplicar a la realidad esta propuesta, habrá que mostrar que cada nueva transformación en la tecnología corresponde al derribo de una barrera, cuyos cambios son producidos por el vencimiento de un obstáculo técnico. De ahí que surjan a lo que él llama como discontinuidad social, que no es otra cosa que una ruptura estructural (ibídem). Para los historiadores, según Braudel (1970) una estructura es: una realidad que el tiempo tarda enormemente en transportar y desgastar. Ciertas estructuras están dotadas de tan larga vida, que se convierten en elementos estables de una infinidad de generaciones: obstruyen la historia, la entorpecen y, por tanto, deforman su transcurrir. Otras por el contrario, se desintegran más rápidamente. Pero todas ellas, constituyen al mismo tiempo, sostenes y obstáculos (p. 70). En base a todo lo anteriormente expuesto, el modelo de tiempo de larga duración que se aplicará es el siguiente: 1) Se evocarán los rasgos fundamentales del estudio de caso (etapa de larga duración, duración media, y corta duración). 2) En el periodo de tiempo hay evidentes transformaciones, pero estas poseen cierta coherencia (hay que distinguirlas). 3) Permanecen características y una serie de rasgos comunes que siguen inmutables, mientras que alrededor del mundo, entre otras continuidades 47 miles de rupturas y conmociones renuevan la faz del mundo. (detectar que rasgos tecnológicos permanecen, que rupturas se generan en la aplicación y uso de la nueva tecnología, y si estas modifican la continuidad social que se estudia). 4) Por último el tiempo será divido de la siguiente forma: Haciendo un paréntesis para entender este punto, cabe destacar que se tiene la evidencia de ocupación o presencia de cuatro tradiciones principales distintas que vivieron en la Región Valles Centrales de Jalisco: La Tradición Teuchitlán, La Tradición Grillo, La Tradición Valle de Atemajac, y por último hay presencia de la Tradición Aztatlán, con lo cual no solo se manifiesta contacto con otras áreas circunvecinas, sino también una secuencia cultural de diferentes grupos culturales que vivieron o tuvieron influencia en una misma zona en épocas distintas. A esta prolongada secuencia cultural la categorizaremos como fenómeno de larga duración y a la transición de una tradición a otra como: discontinuidad social. Para la tradición o complejo que nos concierne, lo clasificaremos como fenómeno de duración media, que va desde el 350/400 d.C.-900 d.C. (López Mestas, 2011:133), periodo que abarca el surgimiento, auge y caída de esta cultura en este sitio, los cambios de una fase a otra igualmente se categorizaran como una discontinuidad social. Y las subfases que se identifiquen dentro de la temporalidad del sitio arqueológico las catalogaremos como fenómenos de corta duración. En base a esta posición teórica se aplicará para identificar aquellas rupturas estructurales que se dieron en la continuidad social del Palacio de Ocomo y que consecuencias se tuvieron a partir de estas, manifestadas en la tecnología de la industria lítica. 48 1.10. Metodología Como parte de la metodología, para resolver esta problemática se propone llevar a cabo tres niveles de explicación que son las siguientes: En el primer nivel se plantea crear una tipología adecuada para esta industria subdividida por clase. Esta se basará en el resultado del análisis del material lítico del sitio, para lo cual se realizará una revisión bibliográfica que habla en torno al tema. Esta categorización propone buscar la generalización de las propiedades de los artefactos líticos tanto tallados como pulidos, “tras un previo análisis detallado de cada uno de sus rasgos particulares, de modo que poco a poco se vayan identificando tanto sus características generales como individuales” (Bate, 2001: 107). En un segundo nivel, después de realizar el análisis de los materiales, y propuesta una tipología, se identificará la tecnología aplicada para este tipo de industria separándolas por clase, para ello se relacionaran las técnicas de manufactura con los modelos de la “Cadena operativa” de Schiffer (1972). Una vez realizada la tipología y la identificación de las tecnologías aplicadas, el tercer nivel de explicación, consiste en proponer cuáles fueron los procesos que motivaron los diferentes cambios en la tecnología a través del tiempo, para la cual este trabajo se sustenta en la propuesta teórica de La larga duración de Braudel (1970). Al identificar los procesos, se explicaran las causas que los generaron y las consecuencias que se dieron a raíz de estos. Por último, se intentará reconocer las diferentes tradiciones para cada tipo de industria, seguido de una propuesta de la secuencia cultural de los artefactos líticos. Además se realizará un análisis a nivel macroscópico en una serie de muestras mejor conservadas, siguiendo las pautas que propone Bate (2001: 109) para 49 identificar las huellas de uso a simple vista, el cual es posible identificar tres tipos de modificaciones: el microastillamiento, identificación de las estrías y/o pulimento y las marcas de uso a percusión, a estas tres se le agregará el del embotamiento “que sufren los filos, las aristas y zonas elevadas de la microtopografía silícea” (Martín y Avezuela, 2008: 83), ya que el solo hecho de utilizar el material lítico, tiene como consecuencia quedar marcadas las huellas de uso (Mirambell, 1994: 105) sobre la parte funcional. Para finalizar se incluirán las conclusiones a las que llegará esta propuesta de tesis, así mismo se agregaran las tablas, gráficas, mapas, dibujos que estén relacionados con el tema en el apéndice correspondiente. 50 CAPITULO II MÉTODO DEL ANÁLISIS DE LOS ARTEFACTOS DE LA INDUSTRIA DE LA LÍTICA TALLADA Y PULIDA 51 2.1. Método del análisis Como primer nivel de explicación, es la clasificación de los materiales arqueológicos, en este caso, todo lo referente a la industria lítica en sus dos clases para ello es necesario:  Crear filtros de selección de material8, los cuales son: o Selección de material lítico mejor contextualizado y conservado. o Identificación a qué tipo de materia prima pertenece. o Agrupación de materiales líticos por clases de tipo tallada y tipo pulida. o Agrupación de materiales por tipos morfológicos y reconocibles en su forma original. o Identificación de reutilización de material o Comparación de material lítico con sitios aledaños. El propósito de esta tipología es el de servir como herramienta organizada para agrupar los objetos que tengan significado histórico descriptible y su distribución este limitada en espacio y tiempo y este asociado con otros materiales culturales. Con lo cual se podrá identificar las diferentes tradiciones y secuencias culturales que se han suscitado a lo largo del tiempo en la cultura del Palacio de Ocomo. Para esto se separaron los materiales líticos por agrupación de acuerdo a la técnica de trabajo: clase tallada y clase pulida. Esta variedad de artefactos demuestran “el tangible desarrollo tecnológico” (Cabrero, 1989: 314), que se pretende identificar en la cultura del Palacio de Ocomo, gracias al análisis de las muestras 8 Este modelo se basa en el trabajo hecho por Cabrero (2005) aplicado en el Cañón de Bolaños, del cual se le adhirieron nuevos criterios. 52 2.2. Análisis en laboratorio de la Lítica tallada y pulida Se analizaron todas las piezas pertenecientes a la industria de la lítica tallada y pulida de tres temporadas de campo. Para el caso del análisis de la lítica tallada, nos interesó la ubicación original de la pieza tanto en contexto de excavación, como en el lugar resguardado en laboratorio, así como sus medidas, al tipo que pertenece, sus propiedades físicas, características del borde con retoque, sin retoque y huellas de uso, la técnica de manufactura empleada para su elaboración, el modo de sujeción, la observación y el conteo de los materiales según su uso y función. Mientras que para el análisis de la lítica pulida, nos importó, la ubicación exacta de la pieza tanto en contexto de excavación como en el laboratorio, sus propiedades generales y particulares de artefactos tales como metates, manos, soportes y hachas, técnica de manufactura, sujeción, uso y función, observaciones y números de ejemplares. 2.3. Análisis del material El inicio de nuestro análisis se desarrolló propiamente en 3 etapas principales: 1.identificación y separación por clase 2.- identificación de tipos según su clase y 3.-Resultados del Análisis. Los trabajos sumaron un total de 73 230 piezas de lítica tallada y 94 piezas de lítica pulida analizadas con un duro de aproximadamente 90 días hábiles, dando inicio el día 20 de Octubre del 2012 hasta concluir a principios del mes de enero del 2013. 2.3.1. Identificación y separación por clase Consistió en clasificar, gracias al conocimiento previo, por clase, cada una de las herramientas líticas extraídas en tres temporadas de campo, separando el análisis 53 de la lítica tallada de la lítica pulida. Para la clase de la lítica tallada se formó tres grupos principales: El primero corresponde a la industria Objetos sin huella de uso, Objetos con huella de uso y/o retoque y por último a los Objetos religiosos, armas, joyería y de uso desconocido. Para la clase de la Lítica Pulida comprende herramientas de trabajo doméstico y Lapidaria. 2.3.2. Identificación de tipos según su clase En el primer criterio de análisis del material perteneciente a la lítica tallada fue la separación de los instrumentos en tres grupos, los cuales son: el primero corresponde a los las lascas de desecho de talla y sus variantes, núcleos, nódulos y preformas (objetos sin huellas de uso), mientras que el segundo lo conforma el instrumental lítico de obsidiana (utensilios con huellas de uso) y en tercer lugar tenemos a los objetos religiosos, armas, joyería y de uso desconocido. En el segundo criterio para el caso de la Lítica pulida se separó por uso, ya sea empleado para el Trabajo doméstico o Lapidaria. Los objetos categorizados para el trabajo doméstico se subdividieron por Instrumentos para procesar alimentos y para producir utensilios; mientras que los objetos de Lapidaria se subdividieron en Elementos arquitectónicos, Escultura y Joyería. Una vez formados los dos grandes grupos, se comenzó con el trabajo de clasificación de los objetos por clase para determinar los tipos de artefactos a las que pertenecen y sus funciones. Para ello, se realizaron diferentes categorizaciones de las piezas, agrupados bajo los siguientes criterios con el fin de determinar las diferentes, propiedades y usos que podría representar cada tipo, tal como lo muestra el siguiente esquema (cuadro 1): 54 Criterios de Clasificación Lascas Sin huellas de uso (Desecho de talla) Preformas Núcleos Nódulos Lítica tallada Con retoque o huellas de uso (Artefactos) Instrumental lítico Objetos religiosos, armas, joyería y de uso desconocido Industria Lítica Procesar alimentos Trabajo doméstico Producir utensilios Lítica pulida Elementos arquitectónicos Lapidaria Escultura Joyería Cuadro 1. Criterios de clasificación 2.4. Lítica Tallada (Criterios de clasificación) Origen / Ubicación Esta clasificación sitúa el contexto exacto de la pieza a analizar y nos informa acerca de donde se encuentra actualmente resguardada en el laboratorio, además nos indica acerca del número de pieza analizada, la caja donde se guarda, el 55 número de bolsa de donde fue extraída, el pozo, la capa y el nivel de donde procede en contexto de excavación y por último nos muestra si está asociado a un contexto o elemento arquitectónico. Medidas Esta categorización nos informa cuáles son los valores de las dimensiones exactas de la pieza analizada. En este caso solo se toman las medidas de las preformas, fragmentos y piezas completas, exceptuando las lascas y sus variantes. Cabe destacar que se toma el eje morfológico para tomar las medidas, se toma en cuenta solo el largo y ancho. Este tipo de dato junto con el de la forma nos comunicará si existe una estandarización presente en el acabado final, así como que tanto se redujeron de su tamaño original causado por el constante retoque para su mantenimiento y reavivamiento de sus filos a los que fueron sometidos. Cabe destacar que las dimensiones de algunas de las piezas analizadas son de tamaño reducido, esto es un indicio de un “patrón de reutilización exhaustiva” (Méndez y Lohse, 2009: 923), es decir, los utensilios fueron utilizados constantemente por los artesanos aprovechando su funcionalidad al máximo hasta dejarlos casi inutilizables. Contexto Informa si la pieza fue registrada en contexto de Recolección de superficie (1), excavación (2), si está descontextualizado (3), o fue donado (4) por alguna persona. Artefacto Lítico Esta clasificación nos dice a qué instrumento pertenece y su posible variante. Para cada tipo se le asignó una clave para su fácil identificación por lo que es único, irrepetible e intransferible, este dato nos servirá para obtener porcentajes del total de número de piezas registradas. 56 Propiedades Esta tipificación se divide en 6 categorías que son el estado, el tipo de pieza, la materia prima, el color, la forma y por último el córtex. Cada uno se subdivide en un número para indicar el rasgo que le pertenece. El estado: es el grado de conservación de la pieza, ya sea que se encuentre en estado completo (1), estado fragmentado (2), por estado fragmentado entiéndase que se dispone menos del 50% de la pieza, y el estado fracturado (3), que se dispone más del 50% del utensilio. El tipo de pieza: corresponde al prototipo del utensilio. Se refiere al soporte del instrumento (1): cuando sobre la lasca o lámina se retocó para elaborar algún artefacto. El desecho (2): es el subproducto derivado de las actividades de talla, retalla, retoque y reactivación, corresponde a lascas o láminas que son producidas por el desprendimiento causado por el retoque. El bifacial (3): solo aplica para aquellas piezas que han sido retocadas por ambas caras. La preforma (4): nos indica el esbozo que se encuentra en estado inicial de preparación con miras a una pieza futura. El artefacto compuesto (5): es aquella que puede cumplir con dos o más funciones. Y por último el nódulo (6): es la masa natural de materia prima que no presentan ninguna huella de uso, retoque, ni extracción y en ocasiones conserva córtex y por último el núcleo (7) La clasificación de la materia prima nos proporciona información acerca del tipo del material que se empleó para la manufactura de algún artefacto. Para este caso nos valimos de 12 posibles materiales empleados que son: el basalto (1), el sílex (2), la riolíta (3), el pedernal (4), la piedra verde (5), la obsidiana (6), el Jasperoide (7), el cuarzo (8), la pizarra (9), la calcita (10), la dacita (11) y por último el ágata (12). Cabe destacar que sobresale en un más de 99% el uso de la obsidiana como materia prima de su preferencia. Identificar el tipo de materia prima utilizada, permitirá hablar de las posibles relaciones de intercambio, y de la movilidad en búsqueda de la materia prima de mejor calidad (Méndez y Lohse, 209: 925) 57 Para el Color: su clasificación le corresponden 10 colores diferentes registrados para el análisis, que son el verde-amarillo (1), verde-azul (2), negro (3), café (4), gris (5), arcoíris (6), rojo (7), y blanco (8), naranja (9) y rosa (10). El análisis de los colores al igual que la identificación de la materia prima, nos puede evidenciar de una manera previa su procedencia, por ende nos informa de forma específica acerca de la posible mina que fue explotada en la época prehispánica o con la cual tuvieron algún tipo de relación comercial, este dato permite “la reconstrucción de sistemas de intercambio intra e interregionales” (Montejano 2007: 199). El color de la obsidiana: “es un rasgo que pudo haber tenido una asociación y función simbólica especial” (Esparza y Ponce, 2002:150), relacionado este atributo con alguna deidad (ibídem). Es por ello que es importante identificar si existe una relación entre artefacto y color. Para la Forma: esta clasificación se divide en trece diferentes clases, que nos informan acerca de la morfología de la pieza analizada las cuales son las siguientes: lanceolada (1), triangular (2), cuadrangular/rectangular (3), circular/elipsoidal (4), media luna (5), amorfa (6), romboidal (7), trapezoidal (8), y pentagonal/hexagonal (9), prismática (10), Cónica (11), Ojival (12) y por último Amigdaloide (13). Las formas muchas veces nos pueden ayudar a proponer las variantes de los tipos de artefactos. El Cuerpo: se refiere a la calidad de volumen de la pieza como un todo o de alguna de sus partes, se toma el eje longitudinal para las tres variables. Puede ser de cuerpo alargado (1): cuando su longitud es más de dos veces su ancho; es estrecho (2), si la extensión de su largo y ancho es casi el mismo, y es de cuerpo corto (3), donde la distancia de su largo es menor a dos veces su ancho. En lo que concierne al Córtex, para esta clasificación se le asignaron cuatro características con referencia a su presencia sobre el instrumento. Para el caso del decalotado (1): es cuando sobre la cara frontal de la lasca hay evidencia del proceso de preparación del núcleo, la lasca de descortezamiento (2): corresponde a que la lasca o lamina está totalmente cubierta de córtex sobre su cara dorsal, 58 mientras que menos de 50% (3): como su nombre lo indica hay un porcentaje que cubre menos de la mitad de la cara y por último sin córtex (4): significa que hay ausencia del mismo sobre toda la superficie. Borde Esta clasificación aplica solo para las piezas que presentan algún tipo de retoque sobre sus orillas o tengan evidencia de tener huellas de uso o desgaste. Este se subdivide en tres cualidades que son: extensión, delineación e inclinación. A su vez se subdividen en diferentes categorías para informar acerca de la característica del borde. Para el caso de la Extensión: esta se refiere a la cantidad de espacio que cubre el retoque en la pieza. Cuando hay retoque marginal (1): significa que solo cubre el margen o alguna parte del perímetro del utensilio; el invadiente (2): cuando envuelve un poco más allá del margen; el retoque cubriente (3), indica que el retoque casi completa la totalidad de la cara; el retoque facial (4): aplica cuando este cubre totalmente la parte dorsal y/o ventral de la pieza, también se clasifican los utensilios sin retoque (5) pero con melladuras, posteriormente las que evidencian huellas de uso o desgaste (6), y por último las que aún conservan el filo vivo (7). La Delineación se refiere al trazo que sigue el borde lateral retocado de una pieza. Es recto (1): cuando sigue una trayectoria lineal continua; convexo (2): sí el filo retocado adquiere esta forma; es puntiforme (3): si la parte funcional del utensilio acaba en punta de forma triangular; la muesca (4): se emplea cuando sobre el borde o base de la pieza se le aplica una hendidura hecha a presión; el denticulado (5): se refiere cuando se manufacturan varias muescas sobre el borde, seguidas de otras, para darle apariencia de dientes, el cóncavo (6): trata cuando el borde sigue esta forma; ovalada 7): aplica cuando la traza lineal lateral del borde retocado es similar a esta forma; el bisel (8): se emplea cuando uno de los bordes muestra una fractura de forma recta del lado opuesto del funcional, se puede aprovechar como modo de sujeción, el cóncavo-convexo (9), señala la forma de la 59 delineación del borde que sigue este diseño y por último el trinche (10), se usa cuando la pieza toma esta forma final a causa del retoque. La Inclinación se refiere a la agudeza que presenta el filo del borde retocado, con rangos que van desde 0-30º, 30-60º y 60-90º, característica que le da una mayor capacidad de realizar su función, para el caso del tipo de inclinación abrupto (1): es el grado de agudeza del filo de una pieza que no corta lo suficiente o está sumamente desgastado, con un ángulo de 60º a 90º; el tipo de inclinación semiabrupto (2): muestra que el filo del borde posiblemente se ha desgastado por el paso del tiempo o por el uso constante, pero aún puede realizar su función con un ángulo de 30º a 60º , por último el plano (3), se refiere que el filo del borde aún se conserva debido al poco uso o la buena calidad del retoque que va de 0 a 30º. Técnica de Manufactura Las técnicas de manufacturas son los procesos mediante el cual se fabrican los artefactos o instrumentos, en este análisis se incluyen siete tipos de técnicas, la primera corresponde a la percusión directa de piedra (1): esta técnica se aplica cuando el percutor golpea sin ningún agente intermedio directo sobre la lasca, lamina a retocar, este tipo de percusión deja un bulbo sobre la cara ventral; la percusión directa blanda (2): es similar a la anterior, solo que aquí en vez de utilizar una piedra como percutor, se utiliza otro más suave, como puede ser hueso, madera, o algún asta, este tipo de técnica no deja bulbo sobre la cara ventral, o en su defecto es muy tenue; para el caso de la percusión indirecta (3): se utiliza un agente intermedio que actúe entre el percutor y la pieza a retocar, en este caso puede ser algún tipo de cincel o gubia; el retoque por presión pectoral (4): es cuando se utiliza un compresor en forma de regla de T, cabe destacar que no es la única técnica y no es tan factible pero se considera como una posibilidad; el retoque por presión (5): se designa cuando se utiliza un compresor de forma manual, ya sea un asta de venado, hueso, madera dura u otra piedra de modo que ejerce una fuerza sobre un punto en específico del artefacto para obtener la forma y el retoque deseado; y el retoque bifacial (6), aplica para los utensilios que retocaron en ambas caras y por último la técnica de Clactón (7) es donde se 60 utilizan tres elementos principales que son el percutor, el núcleo y un yunque puesto como base del núcleo, este tipo de técnica por lo general deja doble bulbo sobre la cara ventral de la pieza. Sujeción Es el modo que el individuo toma o retiene el instrumento de piedra ya sea con la mano o algún agente intermediario. Para este caso nos validamos de 10 formas diferentes. La primera corresponde a la terminación con extracciones (1): se refiere cuando queda el negativo sobre la cara de la pieza cornisas de extracciones anteriores, mismas que son aprovechadas para de ahí tomar el utensilio; el aprovechamiento de flanco (2): es cuando se utiliza el extremo opuesto para tomarla con la mano; aprovecha forma natural (3): cuando se sujeta la pieza tal cual como esta sin realizarle algún tipo de retoque o modificación, generalmente este aplica para las lacas y sus variantes; el enmangue (4): es cuando la pieza está fijada a un astil o mango, esta clasificación se utiliza generalmente para las puntas de proyectil, raspadores, desfibradores y cuchillos bifaciales; el retoque (5): aplica cuando se pretende eliminar el filo agudo del extremo opuesto de la parte funcional, con tal de permitir tomar la pieza con la mano para evitar alguna cortadura; el volumen piramidal (6): nos indica que la pieza presenta un cuerpo abultado de forma de pirámide; aprovecha fractura (7): cuando del lado opuesto se observa algún tipo de bisel o rotura que permite la sujeción de la pieza; el lado opuesto amplio (8): generalmente aplica para artefactos con una gran área para sujetarla; el córtex (9): se refiere cuando la pieza posee en su cara dorsal esta característica, misma que funciona como un tipo de antiderrapante; por último la base (10): esta se usa cuando se sujetan los núcleos ya sean de extracción de lascas o de navajillas y se necesita algún tipo de soporte que permita tomarlos. Función Para nuestro análisis empleamos siete tipos de usos según sea el caso. Este dato nos indica el propósito para lo cual fue creada. Dentro de las cuales destacan 61 cortar (1), raspar (2), raer (3), perforar (4), punzocortante (5), ornamental (6) y de extracción (7), este último caso solo aplica para los núcleos. Observaciones Aquí se describe algún rasgo en específico o particular y de relevancia que posea la pieza analizada, o en su defecto se enuncia el nombre del instrumento analizado. Número de piezas Este dato es el que nos informa acerca de la cantidad de piezas analizadas. Las lascas y sus variantes se analizan en grupo, mientras que los demás artefactos se analizan de forma individual. La información proporcionada por este criterio nos permitirá realizar ejercicios estadísticos. 2.5. Lítica Pulida (Criterios de clasificación) En cuanto a la clasificación del criterio del origen/ubicación, se usó el número de pieza, bolsa, pozo, capa, nivel, y asociado a. Igualmente se tomaron las medidas de las piezas. Las clasificaciones del Contexto fueron los mismos: superficie (1), excavación (2), descontextualizado (3), y donación (4). El tipo de pieza corresponde a los instrumentos utilizados para el Trabajo doméstico (1): de los cuales se dividen en Instrumentos para procesar alimentos (1a) y los Instrumentos para producir utensilios (1b). La Lapidaria (2) se clasificó en Elementos arquitectónicos (2a), Escultura (2b) y Joyería (2c). Para el tipo de artefacto, se le asignó un número de identificación el cual nos indica a qué tipo de objeto pertenece: Metate (1), Mortero (2), Vasija (3), Paleta (4), Enderezador de astil (5), Hacha (6), Martillo (7), Mano de metate (8), Hachuela (9), Gubia (10), Cincel (11), perforador hueco (12), Machacador (13), Alisador de estuco (14), Esferas (15), Cuenta (16), Dije (17), Pendiente (18), Pectoral (19),Trompetas (20), Instrumento musical (21), Orejeras (22), Narigueras (23), 62 Excéntrico (24), Almenas (25), Alfarda (26), Tablero (27), Clavo arquitectónico (28), Laja (29), Columna (30), Alisador (31), Pulidor (32), Azadas (33), Mano de mortero (34). Las propiedades generales engloban las características más usuales para todas las piezas. En la clasificación del estado de la pieza se dividió en: estado completo (1), fragmentado (2) y fracturado (3). En la clasificación de la superficie se utilizaron las propiedades de: Superficie Rugosa (1), Alisada (2), Pulida (3) y Bruñida (4). La materia prima se catalogó por: Basalto (1), Granito (2), Toba riolítica (3), Andesita (4), Riolíta (5), Alabastro (6), Tezontle (7), Serpentina (8), y Jadeíta (9), Dacita (10) y Pizarra (11). Para el Color se describió por: Gris (1), Blanco (2), Negro (3), Verde (4), Café (5) y Beige (6). En cuanto a la Forma se emplearon las siguientes: Amigdaloide (1), Lanceolada (2), Ovalada (3), Ojival (4), Triangular (5), Cuadrangular (6), Rectangular (7), Trapezoidal (8), Romboidal (9) y Cilíndrica (10). La clasificación del tipo de Cuerpo, se dividió en cuerpo Alargado (1), Estrecho (2), Corto (3). Los Activos o Pasivos se clasificaron por su función: Activos (1), son instrumentos que para ser utilizados realizan algún tipo de movimiento; los Pasivos (2), para hacer uso de ellos no se requiere de ningún tipo de movimiento, es decir son estáticos y por último los de Adorno (3) se incluyen a todos los objetos que forman parte de la Lapidaria utilizadas como parte del ajuar y ofrendas. En la clasificación de las propiedades particulares solo se enuncian aquellas que describen a ciertos utensilios en específico. 63 Como primer caso se tiene al metate categorizado por metate abierto (1) y metate cerrado (2). Los soportes este se clasifican por Apodos (1), Monopodos (2), Bípedos (3), Trípodes (4) y Tetrápodos (5); en cuanto a la Forma de soportes estos se catalogan por Cuadrangular (1), Cilíndrico (2), Cónico (3), Mamiforme (4), Zoomorfo (5), Fitomorfo (6) y Antropomorfo (7). Las Mano de metate se dividen en dos clasificaciones que son la forma y la extensión. La Forma a su vez se divide en Ovalada (1), Cuadrangular (2) y Cilíndrica (3); mientras que para el caso de la Extensión esta se divide en Mano corta (1) y Mano larga (2). El Mortero: se clasifica de acuerdo a sus Paredes (forma) que son: Tecomate (1), Cuenco (2), y Paredes compuestas (3). La Mano de Mortero se clasifica de acuerdo a su tipo de Sección en Troncocónicas (1), Cilíndricas (2), Rectangulares (3), Bate (4) Acampanada (5), Muela (6), Asa (7) y Manopla (8). Y por último para el caso de las Hachas, estas se clasifican en tres propiedades particulares, la primera corresponde al tipo de Garganta y la segunda a la forma del filo. Para el caso de la Garganta esta se divide por: ½ garganta (1), ¾ garganta (2), Garganta completa (3), Doble garganta (4); en cuanto al Filo se divide por Recto (1), Convexo (2), Compuesto (3), y Ondulado (4) y para el caso del cuero se divide en ancho (1) y alargado (2). La clasificación de la Técnica de manufactura se hace en tres categorías que son el Corte, Desgaste y Picoteo. El Corte se divide a su vez en: Corte lineal aserrado (1), y Puntiforme perforado (2). Mientras que para el caso del Desgaste este se divide por: Abrasión (1), Pulido (2) y Bruñido (3). Por último el Picoteo es cuando se desbasta la pieza con algún martillo o cincel. La clasificación de la Sujeción se realizó de la siguiente manera: a Una mano (1): es cuando se toma la herramienta usando una sola extremidad y se aplicó 64 principalmente a manos de mortero y martillos; a Dos manos (2): aplica en caso de que se tome el utensilio utilizando los dos brazos, se usa generalmente para manos cortas y largas de metate y el Enmangue (3): se emplea para las hachas, y punta de perforador de piedra pulida principalmente. Para el caso de la clasificación de la Función esta se catalogó de la siguiente manera: los instrumentos utilizados para Seccionar (1), Partir (2), Moler (3), Amasar (4), Perforar (5), Hilar (6), Percusión (7), Arquitectura (8) y por último desgastar (9). Para finalizar en observaciones se coloca algún detalle o rasgo distintivo de la pieza y por último se coloca el número de piezas analizadas. 2.6. Resultado del análisis El criterio de ambos análisis fue más detallado, de tal suerte que para los objetos de la lítica tallada se clasificaron en: (1) Objetos sin huellas de uso, (2) Con retoque y/o huellas de uso y (3) Artefactos religiosos, armas, joyería y excéntricos; mientras para el caso de la Lítica pulida se concentraron en dos grupos: (1) Trabajo doméstico y (2) Lapidaria, que a su vez se dividieron en subgrupos cada uno con sus respectivos criterios de clasificación. Cabe destacar que para el análisis a cada tipo de objeto se le asignó un número clave para su identificación y diferenciación. Para el caso del grupo formado para la lítica tallada se incluyen: 1) Los objetos sin huella de uso: en donde se contiene a los nódulos, los núcleos, preformas y las lascas que participaron en el proceso productivo de un instrumento (Esparza, 2003: 12-13). 2) Utensilios con retoque y/o huellas de uso: aquí categoriza a los artefactos terminados (Ibídem), como son: navajillas prismáticas, navajas, raederas, raspadores, macro navajas, lascas con huellas, perforadores, tajadores, hachas, buriles, cepillos, punzones, percutores, buriles, multifuncionales o artefactos compuestos y artefactos re-usados. 65 3) Los objetos religiosos, armas, joyería y de uso desconocido: Los objetos religiosos lo conforman puntas de proyectil, puntas de lanza, cuchillos bifaciales, navajillas, macronavajas o cualquier otro artefacto asociado a algún contexto de tipo ritual (López-Mestas, 2007: 19); para las armas se incluyen a todos los anteriores que estén asociados a algún contexto que evidencie que se emplearon como artefactos para causar algún tipo de herida ya sea para cazar o solucionar algún tipo de conflicto haciendo uso de la fuerza; la joyería: se integra por aquellos objetos suntuosos detectados en el análisis; como es el caso de las cuentas helicoidales y los discos de obsidiana, por último los de uso desconocido: son todos aquellos objetos que por su morfología no se distinga su uso o función. Para los grupos de la lítica pulida se incluyen: 1) Los instrumentos empleados para el trabajo doméstico, de los cuales este grupo se subdivide en dos: el primero corresponde a los objetos empelados para el procesamiento de alimentos y el segundo corresponde a los objetos utilizados para la producción de utensilios. En el primer subgrupo se incluyen a los metates, morteros, las manos corta y larga de metate, mano de moler y machacadores. Para el caso del segundo subgrupo aquí se consideran a los enderezadores de astil, hachas, hachuelas, cinceles, martillos, puntas de perforador, alisadores para cerámica, alisadores para papel, pulidores, azadas y paletas. 2) El segundo grupo corresponde a la Lapidaria, de los cuales se subdivide en tres subgrupos: el primero le corresponde a los Elementos arquitectónicos, el segundo a la Escultura y por último a la Joyería. A los elementos arquitectónicos le corresponden a los alisadores de estuco, esferas, almenas, alfardas, tableros, clavos arquitectónicos, lajas y columnas. Mientras que los instrumentos utilizados para la escultura recaen sobre las paletas, hachas, martillos, hachuelas, gubias, cinceles, puntas de perforador y pulidor. Y por último tenemos al subgrupo de la Joyería los cuales los instrumentos para esta categoría son las cuentas, dijes, pendientes, pectorales, orejeras, narigueras y de uso desconocido. 66 CAPITULO III TIPOLOGÍA DE LA TRIPLE BASE. CLASIFICACIÓN FUNCIONAL, CRONOLÓGICA Y COROLÓGICA DE LA INDUSTRIA LÍTICA POR CLASE 67 3.1. Tipología de la Triple base Este estudio parte de la propuesta de Childe (1989), quien planteó que el investigador si quiere “extraer historia de la información que posee, el arqueólogo debe primero clasificarla. Para ello emplea forzosamente tres bases distintas de clasificación: funcional, cronológica y corológica” (p. 29). La primera consiste en identificar el uso de los artefactos, es decir, explicar ¿para qué sirvieron? (Ibídem), en base a los criterios de clasificación antes citados se describirá la función de los materiales arqueológicos analizados. Según Mirambell (1994), para poder entender el uso o función de los materiales líticos arqueológicos, previamente se debe de conocer las técnicas de manufactura y sus modalidades, posteriormente inferir el posible uso que tuvo a partir de nuestras observaciones, lo que en combinación nos dará como resultado la comprensión de las actividades para las que fueron empleados los utensilios, esto como consecuencia permitirá entender su evolución tecnológica, funcional y morfológica. Así mismo, es importante identificar las huellas de uso de los utensilios, en nuestro caso a nivel macroscópico ya que “las huellas de uso hacen posible definir el trabajo realizado con un artefacto dado, es decir, como y para que fueron empleados” (Mirambell, 1994:107, citando a Mirambell (1990)). Las huellas de uso no solo posibilitan la deducción de las funciones de los artefactos y la técnica de su manufactura, sino que a su vez nos informa acerca del “aspecto técnico-organizativo del trabajo” (Korobkova, 1984: 305). Por ello que es importante su identificación e interpretación de acuerdo a los datos proporcionados por los materiales arqueológicos, es decir, se puede inferir el tipo de actividades productivas desarrolladas por artesanos especializados en diferentes ramos industriales a partir de la identificación de las huellas de uso. Para la base cronológica, se recurrirá a la Cronología relativa, la cual se fundamenta en dos métodos: el método estratigráfico y la Tipología (Álvarez y 68 Hernando, s. f.: 9), los resultados de este análisis nos permitirá identificar los cambios tecnológicos a través del tiempo, tanto de las técnicas de manufactura empleadas como de la morfología de las piezas. El primer método de la Cronología relativa consiste en el estudio de la formación de los depósitos uno encima de otro. Se fundamenta básicamente de tres principios, de los cuales solo se tomaran los primeros dos: El “principio de la superposición” y el “principio de la continuidad”, el primero argumenta que todo estrato superpuesto a otro es más reciente y viceversa; y el segundo sustenta que una capa estratigráfica tiene la misma antigüedad en todos sus puntos (Ibídem). El segundo método de apoyo es el de la Tipología, la cual se encargara de agrupar a los objetos por tipos o estilos, el fin es ordenar en una secuencia los materiales arqueológicos según el estilo que tengan. Se fundamenta en dos principios: el primero propone que los objetos de un periodo y lugar determinado tienen un diseño y estilo característico; y el segundo señala que los cambios de estilo son graduales en el tiempo (Ibídem). Esta técnica de datación permitirá la seriación contextual de los utensilios analizados, clasificando así a los artefactos, teniendo en cuenta la duración en el tiempo de los estilos y la seriación de frecuencia, este último intentará demostrar “como los objetos muestran una curva temporal de existencia, teniendo así un nacimiento, auge y por último un final” (Ibíd., p. 9). Estas técnicas de datación se reforzaran con los datos aportados por el análisis del material cerámico, con el fin de “situar el material en el tiempo y entender mejor el contexto cultural de sus fabricantes” (García Cook, 1967: 11) con el uso de este método auxiliar se podrán identificar actividades productivas, tradiciones líticas y contactos con otras áreas (Ibídem). En resumen, ambos métodos con sus respectivos principios y técnicas permitirán ordenar a los artefactos dentro de una temporalidad tentativa, es decir, explicar, ¿Cuándo se elaboraron? (Childe, 1989, 29), por lo cual es importante 69 situar a los artefactos “en el tiempo y en el espacio” (García Cook 1967:125) para obtener una tipología más sólida. Por último para la clasificación corológica, tratará de explicar ¿Quién o quiénes los produjeron? (Childe, 1989, 29), es aquí donde se pretenderá identificar a las tradiciones líticas. Como se mencionó anteriormente hay evidencia de cuatro tradiciones o culturas que habitaron o tuvieron presencia en los Valles Centrales de Jalisco, cada una con sus propias características y estilos diferentes, por lo que es importante distinguir estas manifestaciones de cada una de ellas en la industria lítica que produjeron, para identificar quienes fueron los productores de cierto tipo de artefactos y qué relación guarda con el caso de estudio. Lo antes expuesto se resume y explica mejor en el siguiente esquema (cuadro 2): 70 Tipología de la Triple base Clasificación funcional ¿Para qué sirvieron? Técnicas de manufactura Identificación de organización y especialización del trabajo Comprensión de las actividades realizadas Interpretación Principio de la superposición Método estratigráfico Principio de la continuidad Tipología de la Triple Base. Gordon Childe (1989) Clasificación cronológica ¿Cuándo se elaboraron? Cronología relativa Datación cerámica Tipología Un objeto de un periodo y lugar determinado tiene un mismo diseño y estilo característico Tipos o estilos Tradiciones Teuchitlán Clasificación corológica ¿Quién o quienes la produjeron? Tradiciones Tradición Grillo Culturales Tradición Valle de Atemajac Tradición Aztatlán Cuadro 2. Tipología de la Triple base 71 Los cambios en el estilo son graduales en el tiempo Como parte del proceso de investigación una vez que los materiales fueron sometidos al análisis, se siguió con el siguiente modelo para cumplir con los objetivos planteados. Por lo que se realizó:  La conjunción de la base de datos del material arqueológico analizado correspondiente a la industria lítica y pulida de las tres temporadas de    excavación. Separación de los materiales líticos por conjunto arquitectónico. Separación de las herramientas líticas de cada conjunto arquitectónico por etapas constructivas y niveles estratigráficos. Registro de material arqueológico mediante el uso de la fotografía. Con este modelo se pretende la Identificación de los cambios tecnológicos a través de dos niveles: 1. Cambios de estilo en los artefactos líticos de un mismo tipo a través del tiempo. 2. Cambios en la aplicación de las técnicas de manufactura para cada tipo de artefacto a través del tiempo. A continuación presentamos la descripción de los materiales arqueológicos analizados y de los tipos identificados en cada clase, grupo y subgrupo. Así mismo se describe de manera detallada cada una de las piezas rescatadas, registradas y analizadas de los conjuntos arquitectónicos: El Palacio de Ocomo y Cuarto Adosado, se pretende además identificar su temporalidad tentativa y e inferir a partir de los datos proporcionados por el análisis y fuentes bibliográficas a que Complejo Cultural pertenecen. El hallazgo de estos utillajes nos da una muestra clara de forma indirecta de las actividades desarrolladas y de los objetos producidos a través de estos en ambos conjuntos arquitectónicos durante la época prehispánica. 72 Aunque no se tenga un registro de las actividades productivas desarrolladas en ambos lugares, se pueden inferir estas a partir de los artefactos líticos asociados a ellas (Cabrero, 1989: 312), por lo que el estudio de estos instrumentos es de vital importancia para esta investigación, ya que permitirá contrastar el desarrollo de actividades productivas realizadas dentro del sitio, así como la influencia de estas acciones en la transformación de los instrumentos líticos. Los objetos producidos por otras industrias que hicieron uso del utillaje lítico, en su mayoría fueron elaborados de materiales perecederos con lo que el vestigio material no sobrevive con el paso del tiempo debido a su naturaleza. Pero se puede inferir a través de los artefactos líticos que fueron empleados para su fabricación. En este sentido “se evalúan, desde los datos arqueológicos, el conocimiento tecnológico de una sociedad desaparecida” (Ibídem). Se propone que en el sitio arqueológico existieron dos tipos de especialistas: los primeros fueron los talladores del utillaje lítico, y los segundos fueron artesanos especializados en otras industrias que hacían uso del utillaje lítico como instrumento básico para realizar su trabajo. Siendo así, se tiene dos tipos de procesos productivos (Pastrana: 2009:133): 1. Producción local de artefactos, armas y objetos religiosos para su transporte. (exportación de artefactos de obsidiana). 2. Producción de instrumentos y su empleo en la elaboración de otros productos manufacturados a partir de la materia prima de la región. (exportación de productos). Estos datos en conjunto podrían evidenciar las funciones del Palacio de Ocomo y del Cuarto Adosado no solo como de tipo político/administrativo, sino también como lugares relacionados con actividades productivas. 73 3.2. Tipología de la Lítica Tallada A continuación se describe de manera detallada la tipología propuesta para la industria de la lítica tallada. Este trabajo es el resultado del análisis de materiales líticos elaborado en laboratorio y de las fuentes consultadas durante todo el proceso de investigación, así como de las recomendaciones señaladas oportunamente. 3.2.1. Instrumentos sin huellas de uso Lasca Muy pocos trabajos prestan atención a este tipo de litos, por lo que solo se centran en utensilios terminados y en su defecto en estado completo. Esta investigación cree pertinente tomarlas en cuenta, ya que pueden mostrar evidencias de que en el Palacio de Ocomo sí se desarrollaron actividades de tipo productivo, propuesta contraria a las hipótesis planteadas en el pasado (Herrejón, 2008:14); este supuesto se sustenta en el indicador arqueológico de que “la existencia de gran número de lascas en un lugar es un indicio de que allí se fabricaban utensilios” (Howell, 1979: 102), y en el sitio arqueológico es muy abundante este material sobre todo en forma de desecho, material que es producto de “las operaciones técnicas de preparación de la materia prima” (Merino, 1994: 26), en cualquiera de sus modalidades, lo que implica algún tipo de actividad productiva involucrada en dichos espacios. Aunque este tipo de elementos no tenga un uso, no significa que esta clase de artefactos carezca de información, sino al contrario, puede brindar bastante, tal como lo menciona Schiffer (1999): “son productos derivados, no utilizados, de alguna actividad” (p. 83). 74 Acciones que se realizaban tanto en el edificio principal como en el Cuarto Adosado, cuyo propósito de esta tesis es identificarlas. Para ello se clasificó en cinco diferentes subtipos básicos de acuerdo a la fase de la cadena operativa que pertenezcan: A) Lascas de desecho de talla Se utilizó este subtipo para contabilizar las lascas o laminas que no presentaban retoque, huellas de uso, desgaste o huellas de manufactura. Se propone que son el resultado del desecho de todos los procesos productivos. De hecho este material es el más abundante en todo el sitio arqueológico, lo que sustenta en principio la existencia de áreas de actividad de tipo artesanal. B) Lascas de decorticado o decalotado La presencia de estos litos nos podría indicar tres puntos importantes: el primero, que los núcleos utilizados fueron traídos desde su lugar de origen prefaceteados, conservando el córtex en la cara dorsal, y en segundo lugar su presencia nos muestra que algunos utensilios de piedra posiblemente llegaban en preformas conservando también aún el córtex, por lo que su remate y eliminación se realizó en este lugar, posibilitando la propuesta de que se importaban algunos tipos de productos terminados o semiterminados desde los talleres de producción lítica que se encuentran aledaños al sitio; y tercero no hay que descartar del todo que aquí también se produjeron artefactos líticos partiendo desde la materia prima en bruto. C) Lascas de regulación de cara y/o aristas (lascas de descortezamiento) Este tipo también nos muestra parte del proceso productivo en lo que concierne a la preparación del faceteado de un núcleo ya sea de extracción de lascas o de extracción de navajillas prismáticas, principalmente se observa mayor evidencia en lascas de regulación de aristas para el caso de los núcleos de navajillas prismáticas. Este dato corrobora la propuesta de producción local de artefactos líticos partiendo desde el núcleo de obsidiana. 75 D) Lascas con retoque Algunas de estas se utilizaron para cumplir alguna función en específico de forma temporal y posteriormente fueron desechadas. E) Esquirlas o microlascas Este subtipo nos permite conocer parte del proceso productivo de un instrumento de piedra, se propone que son el resultado del constante mantenimiento y rejuvenecimiento de los filos de los instrumentos. Núcleo Para el caso de los núcleos ya sea de navajillas prismáticas o de extracción de lascas registrado durante el análisis de material, se cuenta con núcleos poliédricos sumamente agotados de pequeñas dimensiones, algunos con plataformas facetadas. Por lo que nos da una idea de que se aprovechó al máximo el material disponible; el tamaño reducido de este material es un indicio de una “reutilización exhaustiva” (Méndez y Lohse, 2009: 925). Asociando este dato con el alto índice de lascas de decorticado o decalotado, indica que la materia prima fue importada (Crasboin, 2004: 26), se transportó en parte en bruto y a manera de núcleos prefaceteados desde su lugar de origen hacia el Palacio de Ocomo. Vinculado a este dato retomando lo que se mencionó anteriormente, se encuentran lascas de corrección de cara y arista o descortezamiento, lo que nos sugiere que aquí mismo se terminaban de preparar o facetar los núcleos dependiendo el uso que se les diera. La presencia de los núcleos en cualquier sitio indica que existe una “producción local” (Méndez et al, 2009, 940) especializada de utensilios. Cabe destacar que no se ha registrado por el momento en contexto de excavación la presencia de núcleos de extracción de macronavajas, navajas o lascas laminares. 76 Lo que sugiere en un principio que quizás dichos núcleos fueron importados desde talleres aledaños al sitio, o simplemente se redujeron al máximo hasta agotarlos exhaustivamente dificultando su identificación (fotografía 5), por lo que la producción local de navajas y macronavajas queda por el momento descartada aunque no del todo hasta encontrar la evidencia, lo que asevera que efectivamente también estos productos fueron en su momento importados. Por otro lado, tampoco se ha encontrado vestigios de núcleos de otros colores, tales como el verdeazul, rojiblanco, café, blanco, rosa, 2 3 1 rojo, de igual manera se descarta momentáneamente Fotografía 5. Núcleo agotado con córtex (1), Núcleo poliédrico agotado (2), Núcleo de navajillas prismáticas agotado (3) local de la utensilios producción con estas coloraciones debido a la falta de estas pruebas. Para finalizar se observa un reciclado de estos materiales, en especial de los núcleos de navajillas prismáticas para servir como soporte para la manufactura de otros artefactos líticos. 3.2.2. Instrumentos con huellas de uso Navajilla prismática Abundan las navajillas de sección trapezoidal, sobre todo en el conjunto arquitectónico de la Unidad Habitacional – 1, en su mayoría son de color gris verdoso. En algunos casos evidencian sus bordes muy desgastados e incluso retocados, lo que evidencia un uso constante. Todos los ejemplares se encuentran en estado fragmentado. 77 Se dividió a las navajillas prismáticas, 1 2 por el tipo de sección: las de Sección trapezoidal y triangular (fotografía 6), raramente se encuentran piezas de corte octogonal. Cabe destacar que esta diferencia entre secciones no implica necesariamente diferentes tipos, sino son el resultado del modo de extracción de acuerdo a la colocación de la punta del Fotografía 6. Navajillas prismática: sección trapezoidal (1), sección triangular (2) compresor sobre el núcleo, por parte del tallador. Este tipo de artefacto no evidencia cambios significativos de su forma y técnica de manufactura a través del tiempo, permanece inmutable, se propone que se obtienen por medio de presión con un bastón de madera dura. Cabe destacar que esta técnica fue dominada por los artesanos, ya que la línea de las aristas de su cara son uniformes y paralelas entre sí. Se observa en el talón de algunas muestras una superficie rayada, por lo que la plataforma de percusión de los núcleos tuvo un tratamiento de preparación previo a su uso, otros ejemplares por el contrario presentan un talón liso, quizás esta sea la única diferencia en cuanto tecnología se refiere, de acuerdo al modo de preparación del núcleo. Existe evidencia de navajillas prismáticas primarias y secundarias, este dato asociado a la presencia de núcleos para su extracción refuerza la propuesta de la producción local de estos instrumentos, así como el conocimiento y dominio de la técnica de reducción. Generalmente en la mayoría de los casos muestran un retoque marginal sobre ambos bordes de forma muy marcada, lo que indica que los filos fueron constantemente retocados, lo que a su vez se infiere que fueron sometidos a un uso constante. 78 La sola presencia de estos artefactos en el sitio nos sugiere tres indicadores importantes según Darras (2005:16), el primero, que se contó con materia prima de buena calidad para la fabricación de estos utensilios; el segundo que tuvieron el libre acceso a la materia prima (habrá que añadirle que también la adquirieron por contar con una buena red de comercio); y el tercero prueba la existencia de un grupo de artesanos especializados (Ibíd., p. 18). Lo que da como resultado que la obsidiana y sus productos derivados son “fuente de riqueza económica y prestigio” para aquel grupo que la domine (Ibíd., p. 20). Esta es otra prueba que evidencia que la industria lítica fue parte de la base económica de los habitantes del Palacio de Ocomo. Posiblemente este utensilio sustituyó eficientemente a la lasca, de ahí que en el sitio se tengan pocos ejemplares de lascas con retoque o con escasa evidencia de huellas de uso, ya que este tipo de artefactos cumple eficazmente funciones específicas (Crasborn, 2004: 13). Se tiene datos que este tipo de utensilios fueron introducidos en el sitio de “Guachimontones para los finales de la fase Arenal (posterior a 300 d.C.” (Esparza: 2009: 123), fecha muy cercana al surgimiento del Complejo Grillo en la región. Según datos proporcionados por Weigand, Spence y Soto, (1993: 203), la obsidiana proveniente de los yacimientos de Teuchitlán (T) y de la Joya (J), es la apta para la manufactura de estos utensilios, caracterizados por tener finos acabados, ser de proporciones pequeñas y de aristas reglares (ibíd., p 204). Navaja Por lo regular son de forma alargada, teniendo como característica principal el doble de su largo en contraste con la longitud de su ancho, cabe destacar que la mayoría se encuentra en estado fragmentado, son escazas las piezas en estado completo, en ocasiones presentan retoque sobre uno o ambos bordes laterales, algunas muestras evidencian un alto desgaste, siendo visibles las huellas de uso. 79 Este tipo de utensilios, se emplearon generalmente para corte, al igual que las navajillas, los hay de dos tipos: de sección triangular (1) y trapezoidal (2), solo que a diferencia de las navajillas prismáticas, sus dimensiones son de mayores proporciones y su forma es distinta. Cabe la posibilidad de que este tipo de artefactos no sean de producción local, sino se hayan importado desde otro lugar, esto se deduce, por la inexistencia de los núcleos de extracción de lascas laminares, láminas o navajas en el área de estudio, quizás conforme avancen las investigaciones se encuentren en contexto de excavación. Este dato se refuerza con lo propuesto por Weigand, Spence y Soto (1993): quienes argumentan que la escasez de núcleos de extracción de estos materiales en otras regiones se debe principalmente a que las navajas fueron el principal articulo comercial que se intercambió, más no los núcleos (p. 208). Se ha reportado la existencia de núcleos de extracción de navajas y navajillas prismáticas en yacimientos tales como San Juan de Los Arcos (Esparza 2009: 121) con material cerámico asociado a la Tradición Teuchitlán, como son el tipo Oconahua Rojo sobre Crema y Teuchitlán Rojo sobre Blanco (Ibídem). También se ha encontrado vestigios de estos utensilios en la Isla de Atitlán (dibujo 1), ubicada en el municipio de San Juanito de Escobedo, Jalisco. A este lugar se le describe como un “taller del Postclásico dedicado a la producción de núcleos y navajas de obsidiana” (Weigand, Spence y Soto, (1993: 207), manufacturadas con materia prima proveniente del yacimiento de La Joya. De igual forma se reporta la producción de estos objetos en sitios pertenecientes a la Tradición Teuchitlán, hay evidencia de su uso y manufactura a nivel local en sitios como Teuchitlán, Ahualulco, Santa Quiteria y Las Pilas (Ibídem), por lo que la existencia de este tipo de artefactos se remonta desde el preclásico hasta finales del epiclásico asociado al Complejo Grillo. 80 Dibujo 1. Navaja manufacturada en la Isla de Atitlán, San Juanito de Escobedo, Jalisco 9 Posiblemente la técnica de manufactura para obtener estos artefactos es utilizando la percusión indirecta, es decir, se golpea con “la punta la zona de impacto, en el borde del núcleo y sobre una arista” (Zamora, 1998:1). Weigand, Spence y Soto (1993) mencionan: que la técnica de manufactura para obtener estos artefactos fue martillando la plataforma para hacerlas más ásperas, creando una superficie uniforme y rugosa sobre la que se podía golear con un martillo con mucha precisión (205). Los resultados del análisis nos indican que podría ser la combinación de ambas técnicas (dibujo 1), ya que los talones de las navajas muestran un tratamiento previo a la plataforma teniendo un aspecto de haber sido martilladas y los bulbos 9 Dibujo elaborado por Samuel Mateo Guadarrama, cortesía de la Mtra. Ericka Blanco 81 ubicados en la cara ventral son muy tenues, por lo que se infiere el uso de un agente intermedio suave, como es el caso de un cincel de hueso, madera o hasta de venado. Habrá que hacer arqueología experimental para reforzar o descartar esta propuesta. No se observan cambios significativos en su forma, pero si en su calidad de terminado. Los asociados a capas estratigráficas más tempranas muestran una forma mejor definida y son más delgadas, en contraste con las tardías que tienden a tener un acabado tosco e irregular, aunque la morfología sigue siendo la misma. 1 2 A partir de esta observación podemos argumentar que posiblemente en el último periodo se rompe la relación con el proveedor de este utensilio (en caso de que fueran de producción foránea) y se trate de copiar manufactura a la técnica de nivel local con resultados no muy favorables o por Fotografía 7. Fragmentos de Navaja de sección triangular (1) y de sección trapezoidal (2) otro lado la técnica desmejoro con el paso del tiempo (fotografía 7). Raedera Este tipo de artefacto por lo general, está asociado al uso de preparación de pieles y otras materias primas (Cabrero, 1989: 313). Es uno de los materiales con mayor abundancia en el edificio, posiblemente se deba a un doble uso, es decir, fueron empleados tanto para funciones domésticas como productivas. 82 Se utilizaron en su momento tanto como para satisfacer necesidades básicas como lo es separar la carne de la piel, utilizada para la ingesta, así como para el manufacturar productos derivados de su uso. No varía mucho a través del tiempo en cuanto morfología 1 2 3 Destacan a (fotografía tres su 8). tipos de variantes: los hay de borde Fotografía 8. raedera convexa, raedera recta (2), raedera lateral doble (3) convexo (1), recto (2) y raedera lateral doble (3). Para las asociadas a capas estratigráficas tempranas, se emplean lascas como soporte del instrumento, a diferencia de los estratos tardíos, que evidencian un reciclado de los instrumentos líticos. Estos se manufacturaron a partir de la reutilización de fragmentos de otros materiales, tales como macronavajas y navajas. Cabe destacar que en todas las épocas no importando el soporte, el borde se encuentra ligeramente denticulado en la mayoría de los casos, lo que sugiere que los materiales trabajados presentaban resistencia al ser manipulados. Raspador Para nuestro análisis clasificamos los raspadores (fotografía 9) de la siguiente forma de acuerdo a su: Espiga: Sin espiga (1), Espiga diferenciada (2) y Espiga poco diferenciada (3) y Raspador doble (4). Por otro lado existe una serie de ejemplares similares en su morfología a los raspadores “Coahuilos” (5), (fotografía x) que se distinguen por su forma de: media luna, con espiga (…) mientras que su parte proximal funciona como mango y pueden tener forma de rombo, rectángulo, cuadrado, con retoque bifacial (…) estos raspadores son los llamados ´coahuilos´ y tienen gran 83 presencia en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí, donde aparecen durante el Arcaico medio y su uso se extiende hacia el 1250 d. C (Andrade y Flores, 2005, 11; citado por Basante y Gómez 2008). 1 2 3 4 5 Fotografía 9. Raspador sin espiga (1), con espiga diferenciada (2), con espiga poco diferenciada (3), raspador doble (4) y raspador Coahuilo (5) Al igual que la redera, estos también se vinculan a la preparación de las pieles y otras materias primas (Cabrero, 1989: 313) en otros casos posiblemente también se utilizaron para trabajar la madera. Este tipo de utensilios existe en todas las capas estratigrafías, es uno de los materiales con mayor número de frecuencia hallados en los complejos arquitectónicos, aumentando su presencia en los estratos intermedios hasta los más recientes. Para las capas estratigráficas tempranas y medias están manufacturadas a partir de lascas de gran tamaño, variando en la extensión del retoque de cubriente a invadiente. Debido a su tamaño reducido, se puede inferir que su uso fue constante y continuo. 84 En la transición entre las capas intermedias a las tardías, se nota un cambio en el tipo de soporte del instrumento, están manufacturados solamente a partir del reciclado de navajas y macronavajas. Igualmente se nota un agotamiento de estos utensilios para estratos más tardíos, ya que el tamaño del artefacto se reduce considerablemente, posiblemente debido a su continuo y constante uso, comparados con los reportados en la isla de Atitlán por ejemplo (dibujo 2). Dibujo 2. Raspador manufacturado en la Isla de Atitlán, San Juanito de Escobedo, Jalisco 10 Macro navaja y Macro lasca La macro navaja es el instrumento desprendido de un núcleo en la cual la longitud es mayor o igual al doble de la anchura; independientemente de que tengan sus aristas y lados paralelos (1). Se caracteriza por ser un instrumento de grandes 10 Dibujo elaborado por Samuel Mateo Guadarrama, cortesía de la Mtra. Ericka Blanco: 2016 85 proporciones con relación a las navajas y navajillas prismáticas. Por lo general este tipo de artefactos tienden a ser multifuncionales, es decir, pueden llegar a servir para cortar, raer y hasta raspar al mismo tiempo. 1 2 También ejemplares existen que dadas otros sus dimensiones son llamadas macro lascas (2), son resultado de la preparación o núcleo, tienen no faceteado una del forma definida, pero que constituyen parte del proceso productivo, en ocasiones presentan huellas de Fotografía 10. Macronavaja (1), Macro lasca (2) uso (fotografía 10). Estos instrumentos están presentes en todas las capas estratigráficas, la mayoría se encuentra en estado fragmentado por lo que no se aprecia cuáles fueron sus dimensiones originales. Se observa un claro dominio de la técnica de manufactura en los primeros estratos. Estas se obtienen de grandes núcleos por medio de la extracción de láminas o lascas de gran tamaño, posiblemente se utilizó la técnica de percusión indirecta teniendo como intermediario entre el núcleo y el percutor a un cincel suave, ya que se observa una ligera protuberancia en el bulbo de la cara ventral. Los ejemplares de mejor acabado están presentes en las dos primeras épocas, mientras que para la etapa final se nota una disminución en la calidad de la técnica y el acabado final. Probablemente en esta última etapa hubo un rompimiento con los proveedores y se tuvo la necesidad de copiar la técnica de manufactura sin obtener la misma calidad de resultados. Ya que las piezas de esta fase son de gran tamaño, de forma irregular y no igualan a la calidad en contraste con las más antiguas. 86 Este dato corrobora en parte que esta tecnología posiblemente fue foránea por algún tiempo, por el momento tampoco se han encontrado núcleos de extracción de estos utensilios en el sitio arqueológico Palacio de Ocomo que confirme que sean de producción Fotografía 11. Núcleo de obsidiana para la extracción de macronavajas, perteneciente a la Isla de Atitlán, San Juanito de Escobedo, Jalisco meramente local. Se ha reportado la existencia de este tipo de núcleos en la Isla de Atitlán en San Juanito de Escobedo y en Ahuisculco (fotografías 11 y 12). Según Esparza macronavajas, (2010), también las formaron parte en contextos de ofrendas desde el Preclásico (p. 12), por lo que podemos fechar el origen de este producto desde fases muy tempranas hasta las más tardías, la continuidad de su uso se debió Fotografía 12. Núcleo de obsidiana para la extracción de macronavajas y navajas, 11 perteneciente a la mina de Ahuisculco posiblemente a su alta efectividad y alta demanda. Buril Este tipo de artefactos son herramientas especializadas que se les asocia comúnmente para grabar o tallar hueso o asta. (Méndez citando a Batres 2009:924). Aunque no necesariamente siempre tenga que ser así (Arrizabalaga, 1991: 264), por el momento no se ha recolectado ninguna pieza de hueso, asta o 11 Fotografía tomada del perfil de FACEBOOK del Dr. Rodrigo Esparza, recuperado el día 06/08/2016 87 madera que confirme lo antes dicho, tampoco se puede descartar la posibilidad de que se realizara esta actividad en el sitio arqueológico (fotografía 13). Generalmente la impresión del corte en negativo que dejan los buriles sobre la superficie que rayaron, tiene una sección en forma de “v”, rasgo distintivo de los objetos puntiagudos, la cerámica local evidencia este Fotografía 13. Buril tipo de huella. Cabe la posibilidad que se utilizaron para efectuar el esgrafiado o incisión de algunas formas cerámicas, sobre todo en la clasificada como cajete con fondo inciso (fotografía 14); habrá que hacer arqueología experimental y contrastar los resultados con la evidencia arqueológica para apoyar esta idea. En la cuenca de Bolaños, por ejemplo “se utilizaron técnicas de punzonado o incisiones para marcar el rostro” (Basante y Gómez, 2008, 11) de las colecciones de figurillas antropomorfas hechas de barro, por lo que no se puede descartar el uso de este utensilio asociado la decoración de la cerámica. Fotografía 14. Ejemplos de tipos cerámicos del Complejo Grillo con evidencia de esgrafiado posiblemente a través del uso del buril 88 Los hay desde estratos tempranos hasta los tardíos, su manufactura no requirió de mucha técnica, están elaborados a partir del reciclado del desecho de otros materiales que utilizan como soportes, tales como navajas, raederas y puntas. Su técnica de elaboración se mantiene constante a través del tiempo sin cambios, variando solo el soporte. Estos se obtienen utilizando la técnica del golpe de buril, “se le aplica al soporte una serie de golpes, como consecuencia se desprenden los llamados recortes o golpes de buril” (Arrizabalaga, 1991: 264). Cabe destacar que los recortes de buril fueron aprovechados posteriormente como punzones, esto se explicará con detalle más adelante. Tajador Este tipo de herramienta se le asocia para cortar madera y diferentes materiales (Cabrero, 1989: 313), fue fabricado con la técnica de percusión sobre ambas caras utilizando un percutor duro como herramienta. Posiblemente también se utilizó para romper huesos largos pertenecientes a los animales que en su momento consumieron. Se tiene solo un ejemplar de este material. Desfibrador Artefacto similar a los raspadores solo que de proporciones y dimensiones más pequeñas, no presentan el cuerpo abultado, son planos, se utilizan como su nombre lo indica para desfibrar posiblemente las pencas de maguey o eliminar los restos de grasa contenidos en la superficie de las pieles, esto es solo una propuesta. Algunos están manufacturados a partir de lascas (1) o navajas (2), con retoque facial y bifacial (3), algunos poseen una espiga (4) o muescas laterales o basales(5) posiblemente para facilitar el enmangue (fotografía 15). 89 Los más antiguos se obtuvieron a partir de dos tipos 1 2 3 4 de 5 soportes, el primero corresponde a fragmentos de navajas, mientras que el segundo Fotografía 15. Desfibradores para raspar a partir de lascas. Los manufacturados a partir de navajas tienen un ligero retoque marginal sobre el contorno de su borde, mientras que los fabricados en lascas tienen un retoque facial algo tosco. Los asociados a capas intermedias, muestran un mejoramiento en la técnica de manufactura que se venía dando desde el comienzo, el retoque facial tosco pasa a ser un retoque facial o bifacial. Se observa que los artefactos presentan muescas basales y laterales para el enmangue. Los artefactos vinculados a estratos más recientes evidencian un desmejoramiento en la calidad del terminado, ya que están manufacturadas a partir de sencillas lascas y fragmentos de navajas, prevalecen algunos con retoque facial. Cepillo Se analizaron pocos ejemplares. El posible uso que pudo haber tenido este artefacto es el de fungir como “cepillo de carpintero”, es decir, se utilizó para desgastar y alisar los troncos de pino u otras especies de árboles, mismos que posiblemente sirvieron como columnas en la arquitectura de ambos complejos arquitectónicos, así como para la obtención de madera y sus derivados. Esta pudo haber sido una de las actividades productivas realizadas en la región, según Weigand (2003): el topónimo de Oconahua, en todas sus variantes, describe lo que debe haber sido uno de sus principales recursos durante la época prehispánica; los productos de los pinos per se (resinas, madera, carbón para pintura y tinturas) y los bosques de pino en general. De todos los asentamientos importantes del 90 Postclásico en la región de Etzatlán, la localización física de Oconahua es la excepción. Se localiza arriba del piso del valle, y así más lejos de las orillas del lago que cualquier otro asentamiento. Esta ubicación especial pudo haber permitido el desarrollo de una especialización económica sobre los productos del bosque de pino (p. 21) La presencia de estos artefactos pudiera constatar la idea de alguna actividad productiva relacionada con el tratamiento de la madera para diferentes usos. Sobre todo el relacionado con la arquitectura dentro del sitio, esto se podría contrastar con la evidencia de bases de poste (fotografía 16) sobre en los edificios que sirvieron para instalar sobre ellos las columnas de pino. Fotografía 16. Bases de poste Este tipo de artefactos aparecen en estratos intermedios, están manufacturados a partir del reciclado de núcleos agotados con plataforma de percusión lisa (1). Que son faceteados por medio de la percusión directa hasta obtener un cuerpo abultado con planta circular o semicircular. Se caracterizan por tener un retoque cubriente o facial de donde se toma de la mano, la parte funcional es el borde marginal del instrumento, que sirve para raspar, posiblemente como se mencionó anteriormente troncos de pino u otra especie de árbol. Se observa un agotamiento de este tipo de artefactos, posiblemente esto se deba al constante retoque que se le dio al reavivar los filos, lo que a su vez nos indica un uso continuo. Los asociados a capas más recientes, muestran un mayor agotamiento en su forma, esto evidencia que se hizo uso de estos cepillos al máximo. Están manufacturados a partir de pequeñas rocas de obsidiana que aún conservan córtex sobre su superficie, por lo que su acabado final es más tosco. 91 También los hay en otro material, por ejemplo en cantos de toba andesitica (2) de superficie lisa y de textura foliada, estos son más duros y conservan el filo por mucho más tiempo, tienen la misma morfología que los manufacturados en obsidiana, su técnica de manufactura es la misma, posiblemente este tipo de artefactos pertenezcan a la época tardía, ya que solo se ha recolectado en superficie y descontextualizados, tanto como en producto terminado y en preformas, son de mayores dimensiones en comparación con los fabricados en obsidiana. La decisión de cambiar de materia prima 2 1 para las últimas fases se deba posiblemente al acotamiento del suministro del material, por lo que los antiguos pobladores se vieron en la necesidad de sustituir a la obsidiana Fotografía 17. Cepillo de obsidiana (1) en contraste con cepillo de toba andesitica (2) por toba andesitica, debido a la falta de esta (fotografía 17). O simplemente porque el fabricado en toba andesitica conserva por más tiempo el filo y por ende se agota menos, lo que trae consigo un tiempo de uso prolongado en contraste con los manufacturados en obsidiana que tienden a agotarse más rápido. Perforador Este tipo de artefactos generalmente están asociados para agujerear pieles o textiles durante la manufactura de vestimentas y otros objetos (Cabrero, 1989: 313). Aunque cabe la posibilidad de que también se emplearan para perforar cerámica como parte de la decoración. Para la manufactura de estos utensilios, se nota un claro reciclaje de los materiales, ya que están fabricados a partir del desecho de otros instrumentos, por lo que podemos encontrar perforadores tallados a partir de la reutilización de fragmentos de puntas de proyectil y navajas. 92 Se tienen evidencia que aparecen en estratos intermedios, se observa un retoque marginal sobre la parte distal, generalmente la parte funcional es de forma triangular, se tiene pocos casos de perforador doble. Se observan dos tipos de técnicas 2 4 1 3 de manufactura para su obtención dependiendo del soporte, la primera consiste en reducir por presión con el uso de un compresor la parte distal de las puntas de proyectil hasta alcanzar la mientras Fotografía 18. Perforador a partir de la reducción de punta de proyectil (1), reciclado de navaja (2), a partir de lasca (3) y perforador doble (4) agudeza los deseada, que están manufacturados en fragmentos de navajas o lascas se utilizó la percusión directa con piedra para aguzar la punta (fotografía 18). Percutor Estos fueron empleados para la acción de cortar y golpear (Cabrero, 1989: 313). Generalmente son utilizados para la talla y retalla de artefactos líticos, e igualmente para preparar los planos y plataformas de percusión en los nódulos y núcleos respectivamente, aunque también se dan los casos que son reutilizados como alisadores para la cerámica. Se encontró solo un ejemplar en contexto de excavación y tres hallados en superficie descontextualizados, ya que estos últimos formaban parte de los lienzos que delimitan los terrenos donde se encuentra el sitio arqueológico. El primero corresponde a una piedra muy dura de forma ojival, su parecido es similar a una roca marina. Los segundos hallados en superficie son de distinta naturaleza, son cantos rodados suaves de toba, se observa ligeramente las huellas de uso sobre su superficie, estos percutores se emplearon para el retoque o reavivamiento de los filos, ya que como son suaves permiten realizar eficazmente está tarea sin maltratar los bordes. Mientras que el ultimo es una roca 93 muy dura, posiblemente se trate de un percutor de granito, quizás se utilizó para la preparación de los planos de percusión, el facetado de los núcleos y la extracción de lascas y/o laminas. La presencia de estos artefactos corrobora la producción local de instrumental lítico y el mantenimiento de los mismos (fotografía 19). 2 1 3 Fotografía 19. Percutor duro de roca marina (1), percutores suaves de toba (2) y percutor duro de granito (3) Punzón Las muestras registradas en el análisis tienen forma similar al de una aguja, posiblemente estos se utilizaron para realizar las incisiones sobre la cerámica. Este dato igual que el de los buriles habrá que contrastarlo haciendo uso de la arqueología experimental. Este tipo de utensilios aparece en las primeras capas estratigráficas, se nota una técnica de manufactura en proceso de desarrollo, los primeros ejemplares son de sección triangular faceteados en sus tres caras, estos se obtienen adelgazando posiblemente puntas de proyectil por medio de la presión con compresor hasta darle el acabado deseado. Para los estratos intermedios se nota un dominio de la técnica para su obtención, ya que son más delgados y alargados. Esta reducción en su anchura y 94 aumento del tamaño del artefacto posiblemente al dominio de la aplicación de la técnica de manufactura del recorte de buril (fotografía 20). Ya que estos utensilios también son 2 producto de los recortes de buril resultados de la manufactura de este 1 instrumento. Los recortes de buril por lo general han sido considerados como “resto de talla, o una modalidad particular del avivado” (Arrizabalaga, 1991: 264; citando a Horiot, 1965); por lo que no son útiles para uso, sino al contrario son material de desecho. En el caso particular del complejo que se estudia, estos si Fotografía 20. Punzón manufacturado por reducción a presión (1) y punzón resultado del corte de buril (2) aprovecharon el recorte de buril para utilizarlo como punzón. Los asociados a las ultimas capas estratigráficas, tienen un cuerpo más ancho, posiblemente hubo un decrecimiento en la calidad de la técnica. Al igual que los buriles, estos instrumentos posiblemente fueron utilizados como parte del instrumental de los alfareros, para realizar acanaladuras sobre la superficie de los tiestos como parte de las técnicas decorativas características de la cerámica del Complejo Grillo (fotografía 21). 4 1 3 2 Fotografía 21. Ejemplos de tipos cerámicos propuestos con evidencia de punzonado 95 Cabe destacar que la acanaladura tiene forma de “u” vista en sección. De igual forma es solo una propuesta, análisis de huellas traza a nivel microscópico podrá en un futuro contrastar o refutar este supuesto. En algunos casos aparecen en contextos de entierros asociados a tumbas de tiro de la Tradición Teuchitlán, formando parte del ajuar funerario (López-Mestas, 2007: 7), por lo que se puede fechar el uso de este tipo de artefactos desde el preclásico hasta finales del Epiclásico. Artefacto multifuncional Se define como aquel “artefacto que cumple o cumplió una doble función” (Winchkler, 2006: 24, citando a García Cook (1982)) Posiblemente se trate de artefactos manufacturados en el momento para solucionar un problema técnico, sin que este tipo de utensilio tuviera una continuidad de uso para otros especialistas en el futuro. Generalmente se da por hecho que cada artefacto fue creado para cumplir una sola función en específico, no necesariamente siempre tiene que ser así, en ocasiones se ha podido demostrar que un solo artefacto puede cubrir distintas funciones, esto en el caso de la época prehistórica por ejemplo (Mirambell, 1994:107, citando a Semenov (1964)), aunque no se descarta del todo, que los tipos de utensilios del Palacio de Ocomo fueran empleados en diferentes actividades sin perder su características tecno-morfológicas. Igualmente los análisis realizados a nivel microscópico en artefactos pertenecientes a la época prehistórica han demostrado muchas veces “una amplia diversidad funcional” (Martín y Avezuela, 2008: 84). Son escasos y esto se puede deber a la presencia de otros utensilios en el lugar, como las navajillas prismáticas, navajas y macronavajas, ya que estas también son de naturaleza multifuncional y con un alto grado de efectividad. Estos artefactos compuestos o multifuncionales tuvieron una transformación previa en su forma para generarle un nuevo uso y así poder satisfacer dos o tres necesidades al mismo tiempo con un mismo objeto. Cabe destacar, que se 96 manufacturaron a partir del reciclado o transformación de otros utensilios, sin que estos últimos perdieran su anterior función, es decir, se le añadió uno nuevo. La existencia de estos artefactos en el sitio posiblemente no se deba a una carencia de materia prima, sino a una estrategia que genera practicidad en los nuevos objetos. El nombre de los artefactos compuestos (fotografía 22) se les ha dado de acuerdo a la propuesta de García Cook (1967), que menciona que se le debe nombrar de acuerdo al área donde exista una mayor evidencia de uso, por lo tanto se tiene utensilios tales como: macronavajas (1), raedera-navaja (2), raederanavaja aserrada (3), raedera-raspador-perforador (4), raspador doble (5), raspador-raedera (6), raedera lateral doble (7), perforador-raedera (8), perforadornavaja (9), perforador doble (10), buril-raedera (11), punzón-punta (12), burilnavaja (3). 1 2 3 4 12 5 6 7 8 9 10 11 13 Fotografía 22. Artefactos multifuncionales También existe evidencia de artefactos re-usados, los cuales han sido definidos como “los artefactos que habiendo cumplido una función determinada, han sido reusados para otra función” (García Cook, 1967: 88), a diferencias de los artefactos antes mencionados, estos si perdieron su anterior función para generarle uno nuevo, 97 entre los claros ejemplos tenemos a las puntas de proyectil manufacturados a partir de fragmentos de navajillas prismática, cuentas helicoidales y raspadores elaborados a partir de núcleo de navajillas, raederas a partir de navajas o macronavajas, cepillos a partir de núcleos agotados, punzones a partir de cortes de buril, etc. 3.2.3. Armas, objetos religiosos, joyería y de uso desconocido Punta de proyectil Para el análisis en primer lugar se dividió en monofacial y bifacial, esto de acuerdo a la extensión del retoque sobre sus caras. Se compararan las muestras con los de otras regiones, lo que nos permitirá proponer una tipología mejor argumentada. Aunque ya se han realizado varios trabajos que hablan en torno al tema de forma especializada y se han realizado tipologías muy elaboradas a partir de la morfología de las piezas, cabe destacar que para nuestro caso de estudio, el hecho de identificar similitudes de un tipo con otro foráneo no necesariamente significa que se pueda obtener un marcador cronológico o asociarlo a un determinado grupo social. (Basante y Gómez, 2008:8), por lo que es muy premeditado proponer tipos de puntas foráneas. Así mismo, las coincidencias o diferencias que existan entre un tipo y otro se puede deber simplemente a la asociación del animal para el cual va ir proyectado la punta o por el tipo de aditamento donde se sujetó la punta de flecha, tal como lo señala Cabrero (2005, p. 83) En el registro del material lítico analizado sobresalen las puntas de proyectil con bordes denticulados sin (1) y con pedúnculo (2), de forma ojival con (3) y sin pedúnculo (4), las de forma lanceolada sin (5) y con pedúnculo (6), las de forma romboidal (7) y triangular con pedúnculo (8), con aletas laterales (9), basales y laterales (10), tanto los pedúnculos y aletas sugieren que se hicieron con el fin de tener una mejor fijación con el astil. Por otro lado se encontraron algunos 98 ejemplares de puntas de proyectil talladas a partir del reciclado de fragmentos de navajillas prismáticas (11), técnica que fue ampliamente utilizada en el posclásico (Smith y Herrejón 2004; 151, citando a Rodrigo Esparza, 2004). Se tiene también evidencia de puntas de pequeñas dimensiones (12) utilizadas posiblemente para matar aves (fotografía 23). 6 7 5 3 2 4 9 8 10 1 11 12 Fotografía 23. Puntas de flecha La manufactura de puntas proyectil a partir del reciclado de navajillas prismáticas como soporte también fue ejecutada por los Lacandones durante el siglo XIX, en donde utilizaban a las de mejor calidad para elaborar puntas de flecha, utilizando la técnica de presión (Zamora, 1998:1; citando a Caspio y Román, 1993). Aunque no exista ninguna relación entre ambas culturas, la aplicación de esta técnica nos permite entender como un grupo social, se las ingenia para resolver un problema, a partir de los recursos con los que cuenta. Cabe destacar que puntas de proyectil se han encontrado asociados a contextos de entierros, como es el caso de las tumbas de tiro del Valle de Atemajac (Galván 1976:19), de igual manera se encontró una punta de proyectil y de lanza en un contexto cerrado en la Unidad Habitacional–I, del Palacio de Ocomo (Smith 2013: 390), por el momento no hay evidencia de asociación algún entierro en el sitio arqueológico. El análisis realizado en laboratorio muestra una relativa abundancia y variedad de puntas de proyectil, lo que podría sugerir que la práctica de la cacería también 99 fue base económica de los antiguos habitantes del Palacio de Ocomo, y la variabilidad de los tipos evidencia un nivel de especialización dependiendo del tipo de presa al cual este asociado (Méndez y Lohse 2010:926), o ya sea para tener una mejor fijación sobre el astil o para causar diferentes efectos sobre los blancos seleccionados (Méndez, 2009:944). De igual forma el alto índice de estos artefactos, sugiere una constante demanda de estos productos, sobre todo por grupos pertenecientes a la milicia (Ibídem). Posiblemente sirvió como parte del armamento de los guardias encargados de la custodia y defensa de los edificios. Pr el momento no podemos hablar de conflictos bélicos dentro o fuera del sitio, ya que no hay evidencias que demuestren lo contrario, por lo que las puntas de proyectil pudieron tener tres tipos de uso: el doméstico (cacería), el comercial (intercambio) y el ritual (ofrendas o entierros), descartando no del todo que se utilizaran como armas en combinación del uso de la fuerza para resolver problemas internos, controlar a la población o para la defensa contra grupos externos. Cuchillo bifacial Se tiene registro de tecnología bifacial en el sitio arqueológico, tal es el caso de fragmentos de cuchillos bifaciales encontrados en diferentes contextos. Están manufacturados en su mayoría en color café, negro, verde-azul, meca, quizás el matiz este asociado algún significado simbólico, ya que en Mesoamérica se le dio un lugar importante a la coloración de la obsidiana y su relación con el poder, el prestigio y las divinidades (Esparza y Ponce, 2000:150, citando a Darras: 1998) o simplemente este material sea de mejor calidad apto para estos instrumentos. Por lo general están asociados a contextos rituales como fogones y entierros (Smith et al, 2008: 101), por lo que son objetos relacionados con el ámbito religioso (Pastrana y Domínguez, 2009: 132). Podemos mencionar por el momento cuatro variantes distintas. 100 La primera variante trata de cuchillos bifaciales (1) de forma semitriangular de grandes dimensiones, similar a un puñal, tallados en obsidiana negra y meca con retoque escamiforme, con muescas basales y pedúnculo de base recta. El segundo tipo (2) de ejemplar es de menores dimensiones, manufacturadas en obsidiana negra, de forma aún sin determinar, con retoque bifacial escamiforme y retoque sobre sus bordes de forma denticulada. La tercer variante (3) son de forma ojival, con pedúnculo de base redondeada, manufacturados generalmente el café con lenticulas negras (obsidiana meca, rojinegra), muestran muescas laterales muy tenues y filo embotado, posiblemente por el constante uso, ya que son considerados como instrumentos de corte, presentan un retoque bifacial escamiforme, Y por último los cuchillos bifaciales tipo cetro (4), estos son de grandes dimensiones en contraste con los anteriores, por lo general no tienen una forma convencional, son similares a una hoz, presentan muescas laterales lo que se interpreta que son enmangados, este tipo de artefactos comúnmente se les puede asociar a personajes de alto rango, por lo que su uso es exclusivo, sirviendo así como un marcador de estatus social, político y religioso, existen en color negro y meca, presenta retoque bifacial escamiforme y generalmente tienen el borde convexo denticulado (fotografía 24). 101 1 2 3 Uno de los vestigios de mayor relevancia que se encontró en contexto de excavación fue un cuchillo bifacial de grandes dimensiones (Smith, 2013: 191), manufacturado de forma magistral en obsidiana “bicolor”, “meca” o “café 4 con lenticulas negras”, posiblemente la materia prima con que fue elaborado provenga del yacimiento de Navajas (Esparza, comunicación personal: 2015). En él se puede observar el pedúnculo y las muescas utilizadas para el enmangue, presenta uno de sus bordes denticulados con delineación convexa, al parecer este artefacto se Fotografía 24. Cuchillos bifaciales puede interpretar como un objeto de prestigio. Para reafirmar esta observación, se tiene el caso de una escultura en bajo relieve en posesión de colección privada y por lo tanto descontextualizada, se observa el tallado de un personaje antropozoomorfo, un hombre-ave, al parecer se trata de una representación del dios Ehécatl (Smith 2013: comunicación personal) con un tocado de plumas y mascara de pico de ave, en su mano izquierda porta un “cetro” o “bastón de mando”, en la parte distal del astil se encuentra un cuchillo enmangado con características muy similares al hallado en contexto de excavación. Ambos elementos asociados nos sugieren tres puntos principales: El primer punto evidencia que existieron bienes de prestigio destinados para la elite gobernante que se sirvió de estos instrumentos para reafirmar su estatus o posición social, como es el caso del cuchillo empleado como cetro destinado para un personaje de alto rango, tal vez un dios-gobernate-sacerdote y a su vez controlaban la producción de objetos de poder. 102 En segundo lugar muestra que la presencia de “artefactos bifaciales es un indicador de un alto grado de estandarización en la secuela de reducción, y por consiguiente mayor especialización de los artesanos” (Méndez y Lohse, 2000: 925). Y por último, nos habla acerca de la presencia de nahuales y prácticas mágicoreligiosas. La escultura en bajo relieve del hombre-ave, cae dentro de la tipología para las esculturas del Occidente de México en el Grupo “D”, clasificación propuesta por Mata (2008), quien señala que: refiere a representaciones en la cual se integran tanto atributos de hombres como de animales. De algún modo estas representaciones nos conducen a interpretarlas como reflejo de creencias típicamente mesoamericanas como puede ser la existencia de nahuales (p. 10). Este último dato es curioso ya que nos habla en parte del ámbito religioso de los habitantes del Palacio de Ocomo, y nos explicaría de cierta forma las prácticas mágico-religiosas que se tienen actualmente en el pueblo de Oconahua. Ya que los oconahuenses son llamados “brujos” o “tecolotes”. Se ha de notar que el tecolote es un ave y los llamados brujos son hombres, que fusionados forman un hombre-ave. Se podría decir que estas prácticas se podrían remontar desde la época prehispánica, habiendo una continuidad social en este tipo de actividades. Por el momento es muy atrevido asegurar esta observación por lo que hace falta trabajo etnoarqueológico y una mayor investigación para contrastar esta propuesta (fotografía 25 y 26). 103 12 Fotografías 25 y 26. Representación del dios Ehécatl (escultura en bajo relieve-Tipo “D” según Mata (2008) (1) y Cuchillo bifacial tipo cetro o bastón de mando (2), ambos asociados Continuando con la descripción general de este tipo de utensilios, existen en todas las épocas aunque de manera discreta, ya que son pocos los ejemplares con los que se cuenta. Posiblemente esto se deba al control que ejercieron las elites con relación a la adquisición y posesión de este tipo de artefactos. Su técnica de manufactura es la misma en todos los periodos, lo único que cambia son las dimensiones y formas del modelo. Para su manufactura se necesitan forzosamente núcleos que permitan la extracción de lascas laminares o en su defecto de láminas de gran tamaño, por lo cual se empelaron percutores duros para su obtención, una vez adquirido el soporte se comienzo a dar la forma deseada con un percutor duro, para después 12 Fotografía tomada de Weigand et al, 2003, p. 41, Cortesía del Proyecto Arqueológico Oconahua. 104 facetarlo con un percutor suave, por último se le dio un retoque denticulado en el borde convexo con la ayuda de algún compresor, así mismo se elaboraron las muescas laterales para el enmangue. Posiblemente este tipo de utensilios pudieron fueron también utilizados como instrumentos de corte para los sacrificios y como elementos votivos y ornamentales. Joyería Los artículos de joyería que a continuación se describirán, pertenecen a la clase de lítica pulida, solo que se decidió colocarlos en este apartado por el hecho de estar manufacturados en obsidiana. Cuentas helicoidales Existe dentro de los objetos de joyería uno llamado “Taladro o Torzal" que por lo regular forma parte del ajuar en contextos funerarios: es una vista 3D del nahui Ollin. Si se le corta un segmento, se verá el símbolo ollin. También le llaman taladro. Es efectivamente un torzal que representa los flujos cuales eternos de frío y caliente, femenino y masculino, el axis mundi etc. Se usaba en ofrendas mortuorias solamente. (Paola Angélica Sosa, Asesor Educativo de Servicios Educativos de Templo Mayor, comunicación personal: 2015). Se encontraron dos fragmentos en la última temporada de excavación, estas son de forma helicoidal con perforación cilíndrica en el centro que atraviesa su eje longitudinal, su forma recuerda a las que se encuentran actualmente en Templo Mayor, de hecho son iguales (fotografías 27 y 28). Se encontraron descontextualizados y en capas cercanas a la superficie, por lo que se podría fechar tentativamente para la época tardía. 105 También son llamadas cuentas helicoidales, fechadas dentro de las etapas II (1375-1427) y IVb (1469-1481 d.C.) del Templo Mayor de Tenochtitlan (Melgar y Solís, 2009: 125), los resultados de los trabajos de arqueología experimental realizado por ambos autores sugieren que las modificaciones sobre la superficie de este tipo de piezas han sido hecha por desgaste con andesita, pulido con pulidores de pedernal, bruñido con piel, el corte efectuado con lasca de pedernal y la perforación elaborada con polvo de pedernal y carrizo (Ibíd., p. 126 y 127). Fotografía 27 y 28. Torzal, taladro o cuenta helicoidal. El par de la izquierda se halló en contexto de excavación del PAO, los de la derecha son ejemplares del Museo de Templo Mayor De acuerdo a esta información las técnicas de manufactura para la joyería en obsidiana del Palacio de Ocomo pudieran ser las mismas en contraste con las del Templo Mayor, variando quizás solo los materiales empleados para su elaboración, es decir, en vez de utilizar andesita, pedernal y carrizo, se pudieron haber empleado distinta materiales con características similares. Disco de obsidiana También se ha reportado la evidencia de preformas de disco de obsidiana en color gris con bandas negras, de cuerpo plano y superficie lisa (fotografía 29). Se observa sobre su perímetro los negativos dejados por la aplicación del retoque por 106 presión con la ayuda de un compresor para obtener la forma circular, sobre su superficie se observa una hendidura circular, que es la huella previa a una perforación, y por último se desgastan sus bordes con abrasivos y agua. Al tratarse de una preforma se sugiere que en el sitio se produjera este tipo de joyería, propuesta hecha anteriormente por Weigand (2003). Cabe destacar que solo se tiene dos Fotografía 29. Preforma de disco de obsidiana ejemplares de este artefacto. También son llamados pectorales López-Mestas (2007) señala: su uso en contexto de ofrendas de tumbas de tiro asociado a personajes de alto rango. Utilizado posiblemente como complemento de la vestimenta, atados o hilvanados de alguna forma (p. 15). Solo que este tipo de joyería a Fotografía 30. Pectoral de piedra verde 13 diferencia de la primera, manufacturada en piedra esta verde (fotografía 30). La procedencia de la materia prima en preformas, posiblemente provenga del yacimiento de San Juan de los Arcos (fotografiá 31), ya que aquí se ha reportado la existencia de núcleos Fotografía 31. Joyería de obsidiana 13 Fotografía tomada de López-Mestas Fotografía to ada de Esparza Estudios recientes (p. 130). 14 107 14 de obsidiana con una característica en especial: 9 , E “Las piedras verdes e el e tro de Jalis o p. 5 . 9 , E “El o er io de la o sidia a e los valles e trales de Jalis o. presentan una sección lisa al ser cortados a la mitad. Esta parte lisa servía para extraer lascas de apenas 2 o 3 mm de grosor, pero con un ancho de 10 a 15 cm; con ello podían obtener una preforma para manufacturar piezas de joyería de distintas figuras (Esparza, 2009: 121: citando a Weigand, 2004). Particularmente este tipo de objetos se encuentran asociados a ofrendas y entierros pertenecientes a los sitios más tempranos de la Tradición Teuchitlán (Ibídem), como un tipo de ornamento (López-Mestas, 2007: 14). El análisis en laboratorio muestra que se sigue manufacturando este tipo de objetos en sitios del Clásico/Epiclásico como es el caso del Palacio de Ocomo perteneciente al Complejo Grillo. De uso desconocido Son instrumentos que por su forma no parecida a ninguna otra, no se le pudo clasificar dentro de las herramientas ya catalogadas, y por ende se desconoce su uso y función. Se registró en el interior de la estructura que lleva por nombre Cuarto Adosado un par de lajas de pizarra gris de forma ovalada, asociada a los cimientos esquina noreste de de esta habitación, se desconoce para que se utilizó (fotografía 32). Estas se obtuvieron por medio de la percusión directa con piedra dura, es decir se lasquea hasta obtener la forma deseada. Fotografía 32. Lajas de pizarra 108 Se halló sobre una capa de azolve asociado a la última etapa constructiva, en el frente Oeste, un objeto que no guarda relación con ningún otro (fotografía 33), esta manufacturado en obsidiana verde, el color podría guardar relación con algún elemento o tener un significado simbólico; esta retocado de forma bifacial y presenta distintas delineaciones que sugieren que se Fotografía 33. Artefacto desconocido trate de una herramienta multifuncional, o posiblemente se trate de algún artículo de joyería. Tiene un borde recto del lado derecho, hecho para cortar, así como una delineación puntiforme en la parte lateral izquierda utilizada posiblemente para perforar o rayar, en la parte distal cuenta con una delineación convexa utilizada quizás para raspar y en la parte proximal se encuentra partida en dos simulando una lengua bífida. Su técnica de manufactura consistió en aplicar percusión directa dura y blanda para darle la preforma deseada, posteriormente con un compresor a presión se le dio la forma final. Al estar asociado a la última etapa contractiva, podemos situar a este objeto en la última fase de ocupación. 3.3. Tipología de la Lítica Pulida Esta clasificación es el resultado del análisis de materiales líticos elaborado en laboratorio, de las fuentes consultadas, así como de los trabajos previos realizados en el sitio arqueológico y en la región. 109 3.3.1. Trabajo doméstico Se tiene en primer lugar a los de uso doméstico por ser los que más abundan en el área de estudio, generalmente este tipo de artefactos se emplean para cubrir las funciones cotidianas de cualquier grupo familiar como es el procesar alimentos, aunque no necesariamente siempre tiene que ser así, ya que también se emplean para producir utensilios. 3.3.1.1. Procesamiento de alimentos Metate Este tipo de artefactos no solo están relacionados directamente a contextos de producción y consumo de alimentos, rellenos constructivos o descontextualizados, sino que además, en algunos casos están asociados a áreas de actividad de tipo ritual, ya que se han encontrado en ofrendas y ofrendas-entierros como elementos votivos. Se les categoriza como instrumentos pasivos, es decir, son estáticos. Se reportó en la banqueta de la estructura que lleva por nombre el Cuarto Adosado su extremo Este, depositada una ofrenda, compuesta de un fragmento de metate apodo (fotografía 34), de paredes cerradas, en basalto gris, de forma cuadrangular, asociado a fragmentos de cajetes y lajas de piedra (Smith et al 2012: 142). 110 Fotografía 34. Ofrenda asociada a Banqueta del Cuarto Adosado 15 Para el caso de los entierros-ofrendas se excavó un contexto en uno de los pisos internos de esta misma estructura, se detectó un fragmento de metate apodo de tipo Huilanches (fotografía 35) colocado de forma vertical apuntando una de sus aristas hacia arriba, asociado al esqueleto de un infante compuesto por un fragmento del cráneo (zona parietal y occipital) del menor (Ibíd., p. 164). Fotografía 35. Fragmento de metate a asociado a entierro-ofrenda 15 16 Fotografía tomada de Smith et al, (2103). Segunda Entrega del Informe Técnico al Consejo de Arqueología Proyecto de Investigación Oconahua, Jalisco temporada 2011-2012. p. 142 111 Se registró un contexto arqueológico similar en la zona arqueológica de Teuchitlán Jalisco, de este tipo de prácticas funerarias, reportado en el sitio de La Joyita A, justamente en la Plaza A, en donde se encontró un metate apodo de grandes dimensiones que estaba colocado en posición vertical, formando parte de una ofrenda dedicada al entierro 2, que contenía entre sus elementos una laja de piedra, un cajete, un cráneo y un hueso largo perteneciente a un infante de corta edad (Herrejón, 2008: 93). Es interesante notar que ambas prácticas son muy similares en su contexto, por lo que aquí podrían surgir varias interrogantes en torno al tema, como es el caso de identificar ¿sí ambos entierros son evidencia del cambio en los sistemas de enterramiento de una tradición a otra en la región?, ¿o se podría argumentar que estamos ante la presencia de una práctica funeraria heredada de una cultura a otra? Y por último ¿si ambos entierros-ofrendas son similares porque pertenecen a un mismo sistema de enterramiento o es solo coincidencia? Por el momento no hay suficiente evidencia para contrastar lo aquí expuesto. En el sitio hay principalmente dos tipos metates según sus paredes y morfología, con sus respectivas variantes respectivamente, lo que posiblemente esté en relación con su función, por lo tanto hay: metates abiertos y cerrados de forma cuadrada y ovalada. Así mismo se observa dos tipos de tecnologías o técnicas de manufactura empleadas para su elaboración de acuerdo a su morfología. Los metates cuadrados están en relación con la aplicación de la técnica de percusión indirecta esto para darle la forma rectangular y desgaste mediante el uso de abrasivos para alisar la superficie y los redondear los bordes; mientras que los metates ovalados están en relación con la técnica del desgaste con abrasivos solo para alisar la superficie. Cabe destacar que se han encontrado pocos ejemplares por tipo. Los metates apodos de forma rectangular (1), están hechos en basalto gris, son de paredes semicerradas y presentan una superficie plana, lisa y con un brillo mate, posiblemente debido al uso que fue sometido, este tipo de artefactos son 16 Fotografía tomada de Smith et al, (2103). Segunda Entrega del Informe Técnico al Consejo de Arqueología Proyecto de Investigación Oconahua, Jalisco temporada 2011-2012. p. 166 112 escasos, y se podrían vincular pertenecientes a la tradición Teuchitlán, ya que “metates similares fueron excavados en la zona de Guachimontones, lo que lo coloca en el preclásico” (Smith et al, 2008:90), por lo que se observa hay una reutilización de este artefacto hasta el Clásico/Epiclásico. Existe otra variante de metate apodo de forma rectangular con bordes ligeramente redondeados (2), estos están manufacturados en toba de color blanco, que es el mismo material empleado para los elementos decorativos de la arquitectura como son alfardas, escalinatas y tableros. Por lo que se observa un re-uso de este material para fabricar un nuevo utensilio. Es de superficie rugosa, lisa y plana y de paredes cerradas, posiblemente se utilizó como algún tipo de contenedor en donde se preparó algún tipo de mezcla machacada, de ahí que sea de paredes cerradas para evitar escurrimientos y retener el material contenido, quizás fue utilizado como paleta. Se encontró en superficie y descontextualizado, por lo que lo se ubica tentativamente para las últimas etapas. El tercer variante corresponde a metates abiertos, apodos, de forma ovalada (3), de superficie y base plana, manufacturados en basalto café de grano fino, no presentan paredes, posiblemente estén relacionados con la producción de alimentos. El cuarto y quinto tipo son de forma similar, su diferencia radica en el tiempo de uso a los que fueron sometidos, es decir, para el primer caso se trata de metates apodos de forma semielíptica, manufacturadas en basalto café, de superficie cóncava, lisa y pulida con brillo mate, de pared ovalada, semicerrada de baja altura(4), mientras que para el segundo ejemplar son metates de basalto gris, apodos, de pared ovalada, semicerrada de mayor altura, con superficie lisa, pulida de brillo mate, y de mayor concavidad (5). La diferencia entre una y otra radica en la altura de las paredes y la prolongación de la concavidad de la superficie, pero básicamente es la misma. Por lo que se puede inferir que los metates de paredes más altas y de superficie con mayor concavidad han sido expuestos a un mayor uso y por ende han sido sometidos a un desgaste mayor en contraste con los otros, de ahí que adquirieran esa forma con el paso del tiempo, de hecho este tipo de metates son los que más 113 característicos del lugar, por lo que los podemos ubicar temporalmente en el clásico, típicos de este complejo. Por ultimo están los metates en basalto gris (6), que no tiene una forma definida, se encontró uno descontextualizado en superficie, es de paredes rectas cerradas, su superficie es lisa, pulida de brillo mate, con una cavidad recta muy pronunciada, si se le observa su corte en sección tiene un ángulo de casi 45º. Dadas sus paredes rectas y concavidad nos hacen suponer que se trata de un afilador de instrumentos de corte pertenecientes a la industria de la lítica pulida, como es el caso específico de hachas, hachuelas, cinceles y martillos-hachas, ya que su superficie se presta para afilar estas herramientas por medio del desgaste, utilizando abrasivos como es la arena más agua, de ahí que la superficie del propio metate este pulida. Siendo así este artefacto se clasificaría como un instrumento para producir utensilios (fotografía 36). 1 2 3 4 5 6 Fotografía 36. Metate de paredes rectas cerradas (1 y 2), Metate abierto (3), Metate de pared ovalada semicerrada (4 y 5), Metate para afilar instrumentos de corte (6) Como se puede apreciar se plantea que la función de los metates fue variado, su forma particular revela su posible uso por parte de los antiguos habitantes del lugar, habrá que hacer en un futuro próximo arqueología experimental y contrastarlas con técnicas de microfotografía para comprobar lo antes expuesto. Mano de Metate Este tipo de materiales generalmente se encuentran en áreas de actividad asociadas a la preparación de alimentos (Manzanilla, 2001: 474), posiblemente también en los contextos donde se realizó la ingesta de comida, aunque cabe la 114 posibilidad de que también se utilizaron con fines productivos, ya sea para triturar o machacar ingredientes de alguna mezcla en especial, categorizándose como instrumentos activos, es decir, se empleó el movimiento de la mano para su uso. Los hay de dos tipos principales de acuerdo a su extensión: las manos largas y las manos cortas, que a su vez se dividen en variantes según su forma: ovalada, rectangular y cilíndrica. Hay dos tipos de mano larga, el primer tipo es de grandes dimensiones, manufacturados en cantos rodados toscos de forma cilíndrica (1), por lo que el movimiento para su uso debió ser rotatorio sobre su mismo eje vertical, de un lado hacia el otro, este tipo de artefacto sugiere que se utilizó para triturar objetos duros a modo de rodillo, como pueden ser el caso de semillas duras, pigmentos o piedras, son de superficie rugosa, los hay en colores café, gris y beige. Su manufactura no requiere mucha técnica, se busca un canto rodado de buen tamaño que tenga preforma cilíndrica, con el uso constante la forma se va adquiriendo y afinando. La segunda variante de este tipo son de forma similar a los ejemplares encontrados en Teuchitlán (2), lo que los coloca temporalmente en el preclásico (Smith et al, 2008:90), son rectangulares, con las bordes redondeados, de cuerpo alargado, superficie plana, lisa y lustrosa, manufacturadas en basalto gris. Su forma sugiere que se utilizó percusión indirecta para darle el trazo rectangular, posteriormente fue sometido a desgaste de sus bordes por medio de la abrasión de modo que estos fueron redondeados, el lustre lo obtuvo posiblemente con el uso constante a causa de la fricción con las especies vegetales que trituro o amaso. La tercera variante se muestra en distintas formas, lo hay desde ovalados (3), trapezoidales (4) y amorfos (5), manufacturados en basalto gris, beige y café claro (3), son de cuerpo estrecho, planos, de bordes redondeados, superficie pulida, lisa y con brillo mate y ligeramente porosas. Su forma sugiere que la técnica de manufactura empleada para su elaboración fue solo el desgaste por medio de la abrasión, ya que las formas no están bien 115 definidas, fueron redondeadas por medio del uso de abrasivos más agua contra alguna piedra dura, el pulimiento se fue dando posiblemente con el uso constante. El segundo tipo está conformado por metates de mano corta; los hay cuatro formas principales: de forma cuadrangular (6), circular (7), elipsoidal (8) y trapezoidal (9). Los de forma cuadrangular y circular sugieren un modo de uso distinto, es decir, se emplearon para machacar con movimientos rotatorios de izquierda a derecha de la mano, similar a como se hace con una mano de mortero. Su técnica de manufactura es similar a las anteriores, solo que se redondean mayormente los bordes para obtener dichas formas. Por último están las manos de metate cortas de extensión alargada, son similares a las manos largas en su forma a diferencia que estas son de menores dimensiones, se plantea que la reducción en su tamaño se deba a un uso continuo y constante hasta agotarlos considerablemente, su técnica de manufactura es la misma que sus similares las manos de metate larga (fotografía 37). 1 4 2 8 6 9 3 Mano de metate larga 5 7 Mano de metate corta Fotografía 37. Mano de metate larga (1-5), Mano de metate corta (6-9) Mortero Se han encontrado pocos ejemplares, están manufacturados en toba de color blanco, son de paredes en forma de cuenco, se les considera a estos artefactos como pasivos, están manufacturados a partir del reciclado de bloques de piedra “cantera”. Estos bloques de piedra como se mencionó anteriormente fueron utilizados como parte de los elementos decorativos que componen la arquitectura de los 116 edificios, nuevamente se observa un caso de re-uso para fabricar uno nuevo utensilio. Se infiere que no se utilizaron para triturar o preparar sustancias comestibles, ya que este tipo de piedra tiende a desmoronarse muy fácilmente si se le aplica fricción, por lo que el polvo generado por esta acción se mezclaría con los alimentos. Este tipo de bloques de cantera han sido encontrados desde la primera etapa cosntructiva hasta la última, cabe destacar que los artefactos mostrados en la imagen aparecen en la ultima etapa constructiva (1 y 2), por el momento no se han encontrado morteros fabricados en otro material como basalto o granito (fotografia 38). 2 1 Posiblemente se utilizó para triturar o machacar materias primas que sirvieron para preparar algún tipo de mezcla en especial, como puede ser el caso de minerales o pigmentos para fabricar pintura o Fotografía 38. Morteros a partir del reciclado de canteras tinturas y el fino polvo desprendido sirviera como desgrasante. Pro su morfologia se puede inferir que el proceso de manufactura de este tipo e objetos: en primer lugar se fabricó el bloque de cantera por lo que se utilizó la tecnica de la percusion indirecta para darle la forma rectangular a una piedra de toba cualquiera, mediante el uso de martillo y cincel (en la imagen se observan las huellas de manufactura dejadas por el cincel) posteriormente se desgastó la superficie de algunas de sus caras con abrasivos y agua que pudieron ser el desecho de talla de la propia piedra usando la tecnica de desgaste. Por último el orificio que tiene en el centro se fue formando de forma gradual por el uso constante, es decir, conforme se trituraron materiales sobre el mortero se fue generando la horadación mediante movimientos rotatorios de izquierda a derecha de la mano de mortero. 117 Asi que entre más uso se le diera al artefacto más grande su orificio, igualmente se observan las huellas de uso plasmadas sobre la superficie.. Mano de Mortero Materiales comúnmente asociados a los morteros, utilizados principalmente para machacar alimentos, aunque existe la posibilidad de que se utilizaran con fines productivos, es decir para preparar alguna mezcla en especial como pueden ser, tinturas, pinturas y bálsamos por poner un ejemplo. 2 1 3 4 Los hay de cuatro tipos según su forma: lanceolada (1), troncocónica (2), acampanada (3) y cilíndrica (4). Manufacturados en cantos rodados, basalto vesicular y basalto de grano Fotografía 39. Manos de mortero fino (fotografía 39). Su técnica de manufactura consiste en aplicar desgaste por abrasión con la ayuda de abrasivos, agua y un yunque, de modo que se aplica la fricción para darle la forma deseada. El pulimiento sobre la parte funcional se va adquiriendo con el uso constante. Machacador Se encontró solo un ejemplar de este tipo de objeto (fotografía 40), tiene forma cilíndrica, está manufacturada en andesita beige, presenta una superficie rugosa, se encontró en estado completo, su cuerpo es alargado, por lo que posiblemente se utilizó en morteros de cavidad profunda. 118 Por su forma probablemente se infiere que se utilizó para triturar o machacar, ya se utilizando solo la parte distal o emplearlo como rodillo, por lo que se le considera como un elemento activo. Su técnica de manufactura es simple, consiste en formar un bloque rectangular, mediante la Fotografía 40. Machacador percusión indirecta. Posteriormente se somete al desgaste de sus aristas, con el uso de abrasivos y agua, hasta adquirir la forma cilíndrica, así mismo se hace con la parte distal y proximal de modo que se redondean. El color se debe a la pátina adherida sobre su superficie. 3.3.1.2. Producción de utensilios Este tipo de artefactos por lo general están asociados directamente con actividades de tipo productiva, es decir, con talleres artesanales, su existencia corrobora de cierta manera la existencia de otras industrias que utilizaron estos artefactos para producir nuevos objetos o utensilios. Batidor de pulpa para elaboración de papel Esta herramienta ya había sido reportada anteriormente por el proyecto (Smith et al, 2008, 102), solo que el caso anterior es de forma ovalada, en contraste con el de la imagen que es de forma rectangular con los bordes redondeados (fotografía 41), por lo que se puede argumentar tentativamente dos tipos distintos: oval y rectangular. 119 Se plantea que se trate de aplanadores para pulpa con el cual se elaboró papel, pertenecientes al periodo del posclásico (Ibídem). También son llamados batidores o “amahuitequini”, se han reportado artefactos semejantes en Teotihuacán, Pánuco y Tres Zapotes datados entre los años 500-600 d. C. (Maya, 2011:168), lo que evidencia su existencia desde el Clásico, de hecho actualmente este tipo de utensilios son empleados Fotografía 41. Batidor de pulpa por amateros dedicados a la producción de papel amate en el centro del país (Ibídem). El ejemplar presentado está manufacturado en andesita de color blanco, su actual tonalidad se debe a la pátina generada por el paso del tiempo; presenta dos tipos de acabado sobre la superficie de ambas bases, por un lado es áspero con una serie de ranuras paralelas que sirven para el golpeteo inicial de las fibras y por el otro lado es liso y pulido que es la parte que se utiliza para el golpeteo final que sirve para rematar el acabado del papel (Ibíd., p. 170), el brillo mate que tiene posiblemente se deba al constante uso que fue sometido así como el continuo contacto con las fibras . Para obtener la forma deseada de dicho artefacto, se hace uso de la percusión indirecta, posteriormente se emplea el desgaste para alisar las superficies y redondear los bordes, por ultimo con la ayuda de algún objeto punzocortante como es el caso de un buril o navajilla, se elaboran las bandas o acanaladuras perpendiculares a su eje mayor, de modo que quedan estrías o ranuras sobre su cara dorsal, que sirve como se mencionó anteriormente para “macerar las fibras y obtener su enlazamiento” (Ibíd., p. 168), el tipo de huella de manufactura que deja este artefacto sobre el papel fabricado son una serie de “agrupaciones de líneas cortas, rectas, y paralelas” (González y Cruz, 2013:6) debido a la fricción con las estrías. Su existencia sugiere la producción de papel y un sistema de escritura en códices, ya que estos documentos pictóricos son la única referencia de fuentes 120 originales sobre las culturas prehispánicas, los hay de “dos tipos de soporte: pieles de animales y soportes vegetales endémicos (papel amate y papel maguey)” (Ibídem). El maguey quizás fue la materia prima con la cual se elaboró papel en el sitio arqueológico, ya que esta especie es endémica del lugar a diferencia del amate, por lo que el tipo de soporte que quizás se fabricó fue a partir de las fibras de las pencas agaváceas. Cabe destacar que por el momento no se ha encontrado o registrado vestigio alguno de códices, pero las herramientas líticas como la descrita corroboran de algún modo su manufactura y uso en el sitio. Los códices elaborados con pencas de maguey como soporte, datan del siglo XVI, y han sido reportados en los estados de Tlaxcala y zonas circunvecinas, fecha y lugar muy alejado del complejo que se estudia (ibíd., p. 16). Alisador Artefactos asociados con la producción de la cerámica, como correctores de su superficie para cerrar fisuras y corregir errores de manufactura al instante. Básicamente son pequeños cantos rodados recolectados posiblemente de los lechos de los arroyos cercanos, se encuentran en estado completo en su mayoría, con superficie ligeramente pulida, por lo general son de color beige y gris, presentan tres formas básicas (fotografía 42): circular (1), elipsoidal (2) y amorfa (3), su perímetro puede estar asociada con la parte a alisar de las vasijas, es decir, los de forma circular de cuerpo estrecho, probablemente se utilizaron para corregir superficies abiertas como son cuerpo y bases, mientras que los de forma elipsoidal de cuerpo alargado, probablemente estén asociados a cuellos, bocas y bordes, por el uso en movimiento se les considera como elementos activos. 1 2 3 El pulido de su superficie y el desgaste de sus bordes se dieron conforme al uso, dichos ejemplares por lo general son de pequeñas dimensiones que no pasan los Fotografía 42. alisadores para cerámica 121 10 cm de largo. Su existencia podría corroborar de cierta manera producción de cerámica en el interior del edificio. Pulidor En otros contextos, se han registrado cantos rodados de pequeñas dimensiones, pulidos, con una superficie brillante asociado posiblemente al curtido del cuero. El brillo de la superficie de estos objetos tiende a ser más lustroso en comparación con los alisadores, evidenciando así las huellas de uso, los hay de forma circular (1) o elipsoidal (2), se categoriza como un elemento activo (fotografía 43). Cabe la posibilidad de que estos utensilios 1 2 también participarán en la elaboración de papel para los códices, es decir, su función fue borrar las huellas dejadas por el machacador estriado, por medio del pulido de la hoja dejando una Fotografía 43. Pulidores textura lisa (González y Cruz, 2013: 12). No requieren de técnica de manufactura para su fabricación, ya que se aprovecha su forma natural. Su presencia asociada a artefactos líticos tales como raspadores, raederas, perforadores, navajas o machacadores estriados, podría corroborar de cierta forma la existencia de la industria especializada en el tratamiento de las pieles o la elaboración de papel respectivamente. Bruñidor Este tipo de artefacto fue cedido por donación por parte de uno de los pobladores del lugar, por lo que se tiene un solo ejemplar de este utensilio, así mismo se desconoce el contexto real de la pieza. 122 Está manufacturado en piedra verde, de superficie plana, lisa y muy pulida, con un brillo lustroso, posiblemente se trate de un bruñidor, dada sus características se empleó para pulir joyería. Se le considera como un elemento activo. Este tipo de artefactos (fotografía 44) no requiere de técnicas de manufactura, ya que es un pequeño canto rodado, que ha adquirido su forma gracias al Fotografía 44. Bruñidor desgaste y abrasión al cual ha sido sometido. Debido a que se trata de un elemento descontextualizado no se puede decir mucho al respecto, por lo cual no se puede por el momento fechar y se desconoce la procedencia del material. Martillo Se encontró un solo ejemplar de este tipo de artefactos, su sola presencia nos remite al uso de la técnica de percusión directa e indirecta (cincel como intermediario) para la fabricación o manipulación de objetos (fotografía 45). Posiblemente se usó para dar forma a las lajas cuadradas de piedra, ya que en los bordes perimetrales de estas se observan las huellas de manufactura dejadas por el golpe directo, posiblemente también se utilizó para extraer láminas o lascas laminares de los núcleos de obsidiana, y Fotografía 45. Martillo para elaborar esculturas. Está fabricado en basalto de color gris de grano fino, básicamente su técnica de manufactura consiste en tomar un guijarro duro, aplicarle desgaste hasta obtener la forma rectangular, los bordes son redondeados suave a abruptamente hasta formar una delineación convexa por medio de la técnica de abrasión y desgaste, las partes funcionales son sometidas a desgaste para adquirir una superficie plana, enseguida con un objeto filoso se realiza una acanaladura cerca de la parte medial para formar la garganta de ¾ donde va incrustado el mango, se va 123 ensanchando la garganta por medio de un instrumento filoso de borde más ancho hasta adquirir la forma deseada, por ultimo toda la superficie del martillo es sometido a un pulido intenso por medio de abrasivos finos combinados con agua, el bruñido se le da al final por medio de frotación con cuero o piel. Hacha de mano de cuerpo ancho Este tipo de artefactos “corta o rompe por acción del golpe” (Winchkler, 2006: 122) se infiere que estén asociados para talar árboles o partir troncos de madera, dado que se utiliza el movimiento de las manos se les considera como un elemento activo. Se encuentran en estado completo y fragmentado, están manufacturadas en granito y piedra verde, son de forma ovalada (1) y triangular (2) con bordes redondeados, de cuerpo ancho, el borde del filo es convexo, presentan una garganta de ¾ a la altura de la parte proximal (fotografía 46). Brannif (2000), señala: que el hacha ranurada de ¾, es de origen norteño, teniendo en México una distribución muy interesante, ya que solo se encuentran registradas en el Occidente del país y en la llamada Mesoamérica Septentrional. (p. 172). Este dato es interesante, ya que es uno de los elementos que permitirá entender como funcionaron las redes de intercambio a nivel interregional en la época prehispánica. 1 2 En el sitio se han encontrado básicamente de dos tipos, aunque su morfología es casi la misma, la diferencia radica en el acabado de superficie: los Fotografía 46. Hachas de mano hay de superficie bruñida y de superficie rugosa. Posiblemente las hachas pulidas se utilizaron como elementos votivos en las ofrendas o entierros ya que no presentan huellas de uso, cabe destacar que por el momento no se ha registrado ningún contexto de este tipo en el sitio; mientras las de superficie rugosa posiblemente se emplearon en los trabajos rudos, ya que se observan claramente las huellas de uso. 124 En cuanto a su técnica de manufactura consiste en primer lugar en recolectar un canto rodado con una preforma natural determinada, posteriormente la roca es sometida a golpes directos con piedra dura para afinar la preforma. Posteriormente se redondean los bordes por medio de la abrasión y el desgaste, de igual manera se le saca el filo adelgazando la parte funcional del artefacto hasta obtener un punta aguda, así mismo se le da forma convexa al borde del filo, posteriormente se elabora la garganta haciendo un pequeño corte cerca de la parte proximal hasta ensancharlo de manera que se pueda enmangar, enseguida se pule en algunos casos solamente toda la superficie o la parte funcional con abrasivos más agua y por último se bruñe con piel para darle el aspecto de lustroso. Hachas de cuerpo alargado Estos artefactos sirven básicamente para cortar y romper por medio de la percusión, posiblemente fueron empleados para partir o quebrar trozos pequeños de madera (fotografía 47). Son de cuerpo alargado de forma triangular u ojival, presentan cerca de la parte proximal una garganta de ¾, lo que sugiere que estuvieron enmangados al igual que los martillos y hachas de cuerpo ancho, al ser de pequeñas dimensiones indican que se emplearon con una sola mano. Posiblemente también fueron usados como cinceles para elaborar Fotografía 47. Hachas de cuerpo alargado esculturas. Su técnica de manufactura es diferente a la de un martillo o hacha, en primer lugar se extrae una pequeña lámina del núcleo de piedra verde que posteriormente es sometida a golpes directos con piedra dura para darle la forma triangular u ojival. 125 Una vez obtenida la preforma, se redondean los bordes por medio de la abrasión y el desgaste con abrasivos más agua, de igual manera se le saca el filo adelgazando la parte funcional del artefacto hasta obtener un filo agudo, se elabora la garganta haciendo un pequeño corte cerca de la parte proximal hasta ensancharlo de manera que se pueda enmangar. Por último se pule toda la superficie con abrasivos finos más agua y se bruñe con piel. Por el tipo de uso se le considera como un elemento activo. Cabe destacar que se han registrado muy pocos ejemplares de este artefacto. Llana de albañil Gendrop (1997) la define como una: herramienta compuesta de una plancha de hierro o acero, una manija o asa, de que se sirven los albañiles para extender y allanar el yeso o la argamasa. En el México prehispánico el utensilio de uso equivalente era de piedra dura con un asa (p. 125). Existe un solo ejemplar de este tipo de artefacto, y fue encontrado en la temporada de excavación 2013, su forma recuerda a las llanas empleadas por los albañiles para alisar o aplanar los pisos o muros como se mencionó anteriormente. Se ha reportado con anterioridad que el sistema constructivo de los muros es el bajareque (Smith et al, 2009, 2013), y que los pisos han sido tratados para su mayor duración. Esta herramienta evidencia tal acción, así mismo prueba la existencia de un grupo especializado en la construcción de viviendas o edificios, que hace de este artefacto su instrumento para trabajar (dibujo 3 y fotografía 48). 126 Dibujo 3. Llana de albañil 17 fabricado en piedra . Fotografía 48. Llana de albañil de basalto Está fabricado en basalto gris vesicular de una sola pieza solida de superficie rugosa, consta de un asa para sujetarla con la mano, su base es de forma amigdaloide con los bordes redondeados, es plana, alisada y con brillo mate, posiblemente el lustre se deba al constante pulimiento de las paredes y los pisos, se le considera como un elemento activo. Para elaborar este tipo de artefactos e propone que se emplea necesariamente la técnica de manufactura de la percusión indirecta, es decir, mediante los golpes con cincel y martillo se va eliminando las partes sobrantes del bulto de una roca de basalto, se fabrica en primer lugar el asa, la horadación que tiene en el centro se realiza aplicando técnicas de corte por medio de perforaciones, posteriormente se emplean cinceles para agrandar la horadación del asa, se redondea los bordes por medio del desgaste con pulidores, abrasivos más agua, posteriormente se le da forma elipsoidal a la base, por último se alisa toda la superficie. Artefactos de uso desconocido Se registraron dos piezas que por su morfología no se le asocia con ningún tipo de artefacto, se infiere que sean útiles porque evidencian un tratamiento, ya que poseen una superficie pulida y una forma definida, es decir, son producto de la mano del hombre. 17 Dibujo elaborado por Ignacio Cabral, extraído del Diccionario de Arquitectura Mesoamericana, Gendrop (1997), p. 126 127 El primer ejemplar es de forma similar al de una cuchara, presenta una superficie pulida, esta manufacturado en granito gris. La segunda muestra es de forma piramidal de superficie pulida, manufacturada en andesita de color Fotografía 49. Artefactos desconocidos crema (fotografía 49). Su técnica de manufactura consiste en solo aplicar desgaste sobre su superficie con el uso de abrasivos más agua, hasta adquirir la forma deseada. Como no sean encontrados vestigios de estos utensilios en otro lugar se puede argumentar que son utensilios propios de esta tradición cultural. 3.3.2. Lapidaria A continuación se describen los artefactos categorizados al tipo de la Lapidaria, dentro de los cuales entran los elementos arquitectónicos, escultura y joyería. 3.3.2.1. Elementos arquitectónicos El uso de la piedra labrada para la arquitectura se evidencia en algunos sistemas constructivos presentes en el edificio principal. Alfarda Tal es el caso de la Alfarda que forma parte de la Escalinata (fotografía 50) que se encuentra en el flanco oeste perteneciente a la última fase constructiva de la Estructura Norte. Se ha de especificar que el lado norte de esta escalera de piedra carece de este elemento constructivo, solo encuentra en la parte sur (Smith et al, 2013: 82). 128 Fotografía 50. Alfarda compuesta por canteras 18 Esta se compone de un conjunto de canteras careadas por los 6 lados manufacturadas en toba de color blanco, son de forma rectangular, miden entre 40 cm x 40 cm x 12 cm por lado en promedio, y cubren el perfil sur de la escalinata. Se evidencia el tallado a mano por parte de los canteros (Ibíd., 77 y 78). Se sugiere que la técnica de manufactura empleada para la fabricación de estos bloques de cantera fue en primer lugar el corte de las piedras con el uso de barras de madera muy dura, posteriormente se utilizaron martillos y cinceles aplicando la percusión indirecta, para darle la forma rectangular, por último se usó la técnica del desgaste con abrasivos para alisar la superficie de cada una de las caras. Tablero Otro elemento arquitectónico de relevancia, es el tablero que remata el muro en talud de la Estructura Norte (Ibíd., p. 197), asociado a la primera etapa constructiva. Se encuentra integrado por dos filas de piedras labradas con las 18 Fotografía tomada del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 79 129 mismas características de las canteras antes citadas, a excepción de que estas se encuentran separadas por una serie de lajas talladas en pizarra, instaladas de forma transversal dividendo ambas hileras (fotografía 51). Fotografía 51. Tablero compuesto por canteras de toba labradas y lajas de pizarra talladas 19 Como se puede observar, el empleo de este tipo de canteras labradas se dio desde la primera hasta la última etapa constructiva, sin ningún cambio aparente en su acabado y técnica de manufactura, por lo que podemos deducir a primera instancia que no hubo transformaciones tecnológicas en este tipo de materiales a través del tiempo. Así mismo el empleo de lajas de pizarra está presente en la arquitectura desde la primera hasta la última fase constructiva, estas se obtienen como se mencionó anteriormente por medio de la percusión directa con piedra dura. 19 Fotografía tomada del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, p. 198 130 Clavo constructivo Se utilizó piedra foliada de grandes dimensiones para componer la arquitectura del Palacio de Ocomo, se encontró un ejemplar de este material entre la alfarda sur de la Escalinata Oeste, el Muro Oeste y la Estructura Este (Smith, et al, 2013: 128), al parecer funcionó como clavo constructivo que ensambló a los tres sistemas constructivos antes citados. Esta pieza es la de mayores dimensiones comparadas con otras registradas anteriormente (fotografía 52), sus medidas son: 1.42 m x 1.21 m x 7 cm, apareció en excelentes condiciones y de una sola pieza, aunque salió con tres fisuras sobre su superficie (Ibídem). Fotografía 49. Clavo constructivo de Laja tallada 20 20 Fotografía tomada del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 130 131 En algunos casos, este tipo de piedra se ha encontrado asociado a empedrados, tableros y escalinatas, por lo que es un material que se empleó para componer diferentes elementos arquitectónicos. Cabe destacar que no se tiene bien definido a qué tipo de material prima pertenece, dada sus características se trata de roca sedimentaria ya que su estructura se compone por una serie de folios superpuestos, similar a la pizarra. Se sugiere que la técnica de manufactura empleada para su fabricación fue la percusión directa, sobre los bordes de la misma, se puede apreciar el negativo de las astillas desprendidas por los golpes hechos con martillos de piedra. Cabe destacar que este tipo de material está asociado desde la primera y última fase constructiva. Por lo que permanece estático sin cambios tecnológicos. 3.3.2.2. Escultura Por el momento no se han encontrado esculturas en contexto de excavación, Weigand (2003) reportó una serie de esculturas talladas en alto y bajo relieve, alguna de ellas pertenecientes a colecciones privadas y otras perdidas. Este tipo de elementos nos habla acerca tanto del ámbito religioso, político e ideológico de los habitantes del Palacio de Ocomo, tanto del panteón de deidades que veneraron, así como los rituales que realizaron en su momento, ya según Cach (2007) señala que existen: tres estelas en poder de los pobladores de Oconahua, donde aparecen personas que parecen ser desolladas o sacrificadas. Cuando encontramos los elementos de los sacrificados, estamos hablando de una coerción social que posiblemente tenga tintes estatales (p. 11). La evidencia de estos objetos nos sugiere la existencia de un gremio especializado de artesanos dedicados a la producción de esculturas, así como de 132 un cuerpo religioso que impuso las pautas de acerca de su significado, manufactura, elementos, usos, etc. 3.3.2.3. Joyería. Por el momento no se han encontrado ningún artefacto de joyería perteneciente a la industria de la lítica pulida, que no esté manufacturado con otro material diferente de la obsidiana. 3.4. Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica tallada según su función Instrumentos de corte. Artefactos manufacturados por técnica de reducción Artefacto: Técnica: Navaja Navajilla Percusión indirecta Presión pectoral Macronavaja Percusión directa dura o indirecta Estrías paralelas a delineación. Direccionamiento del corte Delineación recta. Microastillamiento leve. Corte de objetos suaves Delineación convexa y curvoconvexa (Microastillamiento abrupto).Corte de objetos duros Bordes denticulados Borde con borde micro pulido. Corte de objeto blando Punta a partir de navajilla Presión con compresor Huellas de manufactura (micro muescas), retoque con compresor de punta roma Fractura de borde activo por fricción Secuencia de reducción por producción Embotamiento de los filos Huellas de manufactura (muescas), retoque con compresor de punta roma Microastillamiento abrupto. Reciclado de navajilla para manufacturar punta de Retoque escamoso flecha Fotografía 53. Técnicas de manufactura y huellas de uso 133 Instrumentos para raspar. Artefactos manufacturados por producción lítica Artefacto: Raspadores Desfibradores Percusión directa dura y presión con compresor Técnica: Huellas de manufactura: presión con compresor (borde convexo denticulado) Desgaste de filo (delineación recta por uso constante). Retoque ligeramente escamoso Embotamiento de filo Microastillamiento semiabrupto. Raspado de objetos semiduros Presión con compresor Pulimento y embotamiento de borde. Filo romo. Raspado de objetos suaves Delineación de cuchara Secuencia de reducción por uso exhaustivo Microastillamiento abrupto. Raspado de objetos duros Huellas de manufactura: presión con compresor (muescas basales y laterales para enmangue) Raspadores a partir del reciclado de navajas Fotografía 54. Técnicas de manufactura y huellas de uso Instrumentos para cepillar. Artefactos manufacturados por producción lítica Artefacto: Cepillos de obsidiana Cepillos de toba andesitica Técnica: Percusión directa blanda y/o dura Percusión directa dura Huellas de manufactura por Reducción de zona de sujeción por percusión directa de piedra constante uso y retoque (negativo de desprendimiento de Agotamiento exhaustivo de lasca) borde funcional y fractura de zona de sujeción Microastillamiento Microastillamiento Pulimento sobre borde activo Secuencia de reducción por uso exhaustivo Embotamiento de borde activo Huellas de manufactura por percusión directa de piedra dura Secuencia de reducción por uso exhaustivo Fotografía 55. Técnicas de manufactura y huellas de uso 134 Instrumentos punzocortantes. Artefactos manufacturados por producción lítica Artefacto: Buriles Perforadores Punzones Técnica: Golpe de buril Golpe de buril y presión con compresor Golpe de buril Fractura de punta Pulimento de punta Embotamiento de punta Embotamiento de punta Microastillamiento abrupto. Grabado de objeto duro Retoque con compresor Microastillamiento Posible espiga y muesca para enmangue Reavivamiento de filo mediante golpe de buril Fotografía 56. Técnicas de manufactura y huellas de uso Instrumentos para raer. Artefactos manufacturados por producción lítica Artefacto Técnica: Raederas unilaterales rectas Raederas unilaterales convexas Percusión directa, presión con compresor Percusión directa, presión con compresor Microastillamiento abrupto. Delineación recta Embotamiento de borde Retoque denticulado. Corte de objetos duros. Microastillamiento abrupto. Delineación convexa Microastillamiento leve Microastillamiento leve. Corte de objetos blandos. Embotamiento de filo Borde denticulado. Corte de objetos duros. Retoque escamoso Fotografía 57. Técnicas de manufactura y huellas de uso 135 3.5. Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica pulida según su función Instrumentos para seccionar o partir. Elementos activos Artefacto: Hachas de mano de cuerpo ancho con garganta de 3/4 Técnica: Hachas de mano de cuerpo alargado Percusión indirecta, corte y desgaste Percusión indirecta, corte y desgaste Fractura de borde por golpe contuso Bordes astillados Borde astillado Fotografía 58. Técnicas de manufactura y huellas de uso Instrumentos para moler o amasar. Elementos pasivos Artefacto Técnica: Metate Mortero Percusión indirecta desgaste Desgaste Superficie pulida con brillo mate Superficie activa cóncava por uso constante Ralladuras paralelas que indican la acción del movimiento Bordes de paredes redondeadas Fotografía 59. Técnicas de manufactura y huellas de uso 136 Ralladuras de forma circular producidos por acción de mano de mortero Instrumentos para moler o amasar. Elementos activos Artefacto: Mano de mortero Mano de metate Técnica: Desgaste Percusión, Corte y Desgaste Superficie lustrosa Superficie lisa y pulida Superficie lustrosa Borde activo redondeado por uso continuo Superficie activa pulida con brillo mate Fotografía 60. Técnicas de manufactura y huellas de uso Instrumentos de percusión. Elementos activos Artefacto: Martillo Técnica: Batidor Percusión, Corte y Desgaste Percusión, Corte y Desgaste Melladuras en zona de impacto Desgaste de canales Melladuras en zona de mayor impacto Superficie pulida para evitar fracturas por acción del golpe Fotografía 61. Técnicas de manufactura y huellas de uso 137 Superficie pulida (zona de mayor uso) Instrumentos para desgastar. Elementos pasivos Artefacto: Metate para pulir y afilar instrumentos de corte Técnica: Desgaste Superficie activa de concavidad pronunciada por uso excesivo Paredes rectas pulidas Superficie activa pulida con brillo mate Fotografía 62. Técnicas de manufactura y huellas de uso Instrumentos para desgastar. Elementos activos Artefacto: Técnica: Alisador de cerámica pulidor bruñidor Desgaste Bordes redondeados Superficie alisada con brillo mate Superficie pulida con brillo tenue Superficie pulida lustrosa Fotografía 63. Técnicas de manufactura y huellas de uso 138 Lapidaria. Arquitectura Artefacto: Canteras utilizadas en alfardas y tableros Técnica: Percusión indirecta, picoteo y desgaste Huellas de manufactura: picoteo Paredes rectas Bordes redondeados Picoteo. Superficie sin alisar Paredes alisadas Fotografía 64. Técnicas de manufactura y huellas de uso Observaciones previas De acuerdo al análisis de material lítico antes citado, se puede argumentar que la industria lítica, tanto en su clase tallada como pulida estuvieron relacionadas con actividades productivas de otras industrias, como es el caso de la industria del hueso, cerámica, papel, madera, tratamiento de pieles, cacería, milicia, producción de alimentos, cantería, escultura y arquitectura. Se propone que esta relación trajo como consecuencia que los cambios tecnológicos del material lítico, se dieran de acuerdo a la especialización de las diferentes industrias relacionadas con ellos y de cómo cada especialista le dio uso a cada utensilio y lo adapto de acuerdo a sus propias necesidades, es por ello que se tiene una gama de variantes de utensilios. Así mismo se puede inferir de manera somera el uso de espacios destinados para diferentes actividades productivas en el interior de los edificios, así como la 139 organización del trabajo y funciones de tipo productivo de ambos conjuntos arquitectónicos. Por el momento se han encontrado pocos ejemplares que corroboren la existencia de talleres artesanales, pero su sola presencia ya nos dice mucho acerca de las actividades económicas o áreas de actividad existentes durante la época prehispánica, así como de las diferentes técnicas de manufactura empleadas para la elaboración de estos artefactos que como se ha venido diciendo desde el principio que sirvieron para producir nuevos utensilios, mismos que fueron parte esencial de la economía de este complejo. Por otro lado es evidente que en la última fase los materiales líticos manufacturados en obsidiana disminuyeron en su calidad, así como se observa un índice de materiales re-usados y reciclados, posiblemente esta disminución en la calidad de la tecnología se dio al reacomodo de las redes de interacción de las elites tal como lo propone Peter Jiménez (1992), lo que trajo como consecuencia un acotamiento en el suministro del material lítico y una involución tecnológica. Se propone que se careció de materia prima y se tuvo la necesidad de reutilizar, reciclar viejos utensilios e imitar técnicas de manufactura foráneas con no muy buenos resultados. También es indudable que este grupo social reciclo artefactos líticos para su uso, así como copio técnicas de manufactura del preclásico, tal es el caso de metates cuadrados, manos de metate, navajillas prismáticas, navajas, macronavajas, discos de obsidiana y raspadores hasta el fin de sus días. También queda muy claro que la tecnología bifacial tuvo su auge en este lugar, ya que los artefactos evidencian un trabajo, minucioso y especializado, dando la posibilidad de que su producción fuera controlada para mantener el estatus social. Para finalizar, en el siguiente apartado se tratará de identificar las cadenas operativas de proceso de trabajo, así como las actividades del tipo productivas identificadas a partir del utillaje lítico, para reafirmar todo lo antes propuesto. 140 CAPITULO IV LA CADENA OPERATIVA Y LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS 141 4.1 Cadena operativa y las actividades productivas Para el desarrollo de este capítulo en principio se usó el modelo de flujo del ciclo de vida de los elementos duraderos de Schiffer (1999), de acuerdo a nuestros propios criterios se aplicó para identificar la cadena operativa que se desarrolló en torno al uso de la lítica tallada y pulida en el Palacio de Ocomo, tal como se mostrara en el apartado correspondiente. Por lo cual se pretende interpretar al contexto arqueológico registrado en ambos complejos arquitectónicos y a su vez equipararlo con el contexto sistémico (Schiffer 1999:83) para así visualizar la historia de vida de la industria lítica tallada y pulida, además de entender “en términos de conducta”, la producción del registro arqueológico de este lugar (Ibídem). Siguiendo esta propuesta, se ha dividido la cadena operativa de la industria lítica tallada y pulida en cinco categorías básicas, que son las siguientes: obtención, manufactura, uso, mantenimiento y desecho. De los cuales cada uno consta de sus respectivos procesos, mismos que se pretenden identificar y equiparar con las actividades productivas realizadas en el lugar. También es importante tomar en cuenta las etapas del almacenamiento, transporte y reutilización, este último en sus dos variantes: reciclaje y ciclaje lateral (Ibídem). Manzanilla (1986) propone que las actividades productivas guardan relación con los espacios donde se ejecutaron dichas actos. En este caso, solo nos limitamos a estudiar las acciones, más no los espacios. Al ser un edificio de tipo Palacio, según los criterios de Manzanilla para este tipo de edificaciones, se podrán identificar áreas de actividad de tipo productivas, sobre todo las zonas fijadas para los talleres de producción artesanal (Manzanilla, 2001, 476), que son de nuestro interés para futuras investigaciones. Como se mencionó en un principio el edificio principal del sitio arqueológico ha sido definido por Acelia García de Weigand como un Tecpán (Comunicación 142 personal 2012), pero por el momento no se le puede llamar como tal, ya que Smith (2012) señala que: no podemos decir que es un palacio, porque no hemos encontrado por ejemplo los lugares de almacén…Para poder decir que es un palacio, necesitamos encontrar distintos indicadores y no los hemos encontrado (en entrevista para Xalisco Asociación Civil, Tepalcate Films: 2015). Por lo que es importante para este trabajo de investigación inferir que acciones relacionadas con producción artesanal se ejecutaron en el conjunto arquitectónico, mismas que servirán a futuro, como uno de los tantos indicadores propuestos por Manzanilla (2001) para demostrar en parte que efectivamente el edificio principal fue Tecpán prehispánico. Esta propuesta va de la mano con el modelo de la cadena operativa, ya que según Schiffer: “existen una(s) “ubicación(es) espacial(es) especificable(s) para cada proceso por el que pasa un elemento” (Schiffer, 1999:87), por lo que haciendo combinación de ambos métodos se pretenden identificar, para nuestro caso estudio actividad productivas en donde se evidencie la participación de la industria lítica tallada y pulida en ambos complejos arquitectónicos de acuerdo al contexto arqueológico al que este asociado. 4.2. Cadena operativa (Industria de la lítica tallada) Este modelo está ligado con la identificación de las técnicas de manufactura empeladas, ya que estas determinan el tipo de producción y transformación de los artefactos (cadena operativa) y las acciones ejecutadas (actividades productivas). Es decir, mediante la identificación de las técnicas de manufactura se puede determinar a qué eslabón de la cadena operativa pertenece un utensilio, al mismo tiempo determina su función de acuerdo a la deposición de los desechos creados por la talla de los artefactos (Crasborn, 2004: 25). Bajo estos criterios se analizan 143 las diferentes etapas de la cadena operativa y se asociará con la posible actividad productiva identificada (cuadro 3). CONTEXTO SISTÉMICO reciclaje Producción de nuevos artefactos a partir del desecho ciclaje lateral Re-uso obtención··manufactura··uso··desecho··basura *Materia prima en bruto *Preformas *Útiles líticos *Materia prima en bruto *Preformas *Refinamiento de utillaje lítico *Doméstico *Ritual *Productivo *Suntuario *Táctico *De talla y retalla *Utillaje defectuoso *Artefactos agotados Basureros de material lítico mantenimiento Reavivamiento de los filos SIMBOLOGÍA ----Sistema bajo análisis ·· Oportunidad de almacenamiento y/o trasporte Cuadro 3. Modelo de flujo del ciclo de vida aplicado a la Industria Lítica tallada Obtención Es importante partir desde el inicio para comprender a las etapas subsecuentes y todo el proceso de trabajo (Suyuc y Mejía, 1998:650). En ocasiones el abastecimiento de obsidiana no necesariamente depende de la distancia del mismo con respecto a los yacimientos, la variabilidad de las fuentes entre los sitios puede corresponder a situaciones de tipo político (Crasborn, 2004:12 y 13). En 144 dichos casos este hecho es un generador de situaciones que restringen el libre acceso a las fuentes de abastecimiento. Esto podría dar paso a la restricción en el suministro de materia prima, causado por las rupturas con los proveedores ocasionados por conflictos políticos (Ibídem). Como bien sabemos la Región de Valles Centrales de Jalisco es una de las más ricas en cuanto a obsidiana se refiere, hay suficiente evidencia para sugerir que en la antigüedad se practicó la actividad económica de la minería (Esparza, 2004:80), tal como sucedía simultáneamente en el centro de México (Pastrana, 2009). Para ello el Complejo que se estudia, estuvo compuesto por un cuerpo especializado de trabajadores los cuales jugarían un papel muy importante para el aprovechamiento de este recurso, tales como talladores, mineros, cargadores, artesanos especializados (ibídem) en otros oficios y los transportistas que fletaron el material lítico desde el yacimiento o taller hasta su lugar de destino. Es decir, el hecho de que se importe la materia prima desde su lugar de origen, implica que debe de existir una “organización social, capaz de mover una enorme fuerza de trabajo a corta y larga distancia” (Suyuc y Mejía, 1998: 655), por lo que estos indicadores evidencian en principio que efectivamente el Palacio de Ocomo se compuso por una sociedad compleja. Para el caso de la obsidiana que es el recurso que más abunda en el sitio, según Weigand se tiene evidencia de explotación de materia prima “de buenísima calidad en la zona inmediata, especialmente en los yacimientos de La Joya, La Mora/Teuchitlán y Navajas/San Juan de los Arcos” (Weigand et al, 2003:46) y el resultado del análisis de laboratorio a nivel macroscópico tomando como referencia los análisis realizados anteriormente, considerando solo el color y la calidad de la obsidiana evidenció también la explotación de los depósitos del: Grupo J, que corresponde a los yacimientos de La Joya al Este del Volcán de Tequila y que su obsidiana de color gris verdoso es de muy buena calidad (…) del Grupo G que corresponde a varios yacimientos, entre ellos a los de San Marcos, Osotero, Llano Grande, entre otros. 145 Los colores varían desde el gris común hasta algunos muy particulares como el azul, amarillo, negro, café, rojo/café, etc. (Esparza, 2004: 80). E igualmente según los datos obtenidos del análisis se propone que productos terminados y en preformas, en especial macronavajas, navajas y raspadores provengan de la Isla de Atitlán, que según Blanco (2015) fungió como un mega taller proveedor de utensilios de obsidiana y posiblemente de Ahuisculco. Se tiene reportado que la técnica empleada para la obtención de la materia prima por parte de los pobladores que habitaron la Región Valles, fue la recolección de superficie: para la época prehispánica, las fosas de extracción son la forma minera con mayor documentación, por lo menos para la obsidiana; son conocidas también como cubetas o cráteres. Básicamente consisten en depresiones poco profundas, generalmente de 2 m; su morfología, aunque es variable tiende a ser de planta circular y en algunos casos elipsoidal. El principal complejo minero conocido con éstas características es La Joya, en Jalisco, México, que tiene reportadas 1264 fosas (minas) de este tipo” (Suyuc y Mejía, 1998: 651 citando a Weigand y Spence 1989). Por el momento no se tiene una fecha exacta de su explotación, pero se platea que la extracción de la materia prima comenzó desde tiempos antes de Cristo hasta el Posclásico (Esparza, 2009: 120). Este importante conocer este dato ya que “definitivamente, no debe abordarse el estudio de la industria sin resolver previamente cuál es el “origen, dinámica y naturaleza del depósito” (Martín et al, 1994: 17).Como bien se sabe en esta etapa es donde se elige previamente la materia prima que se va a extraer para después de ahí, comenzar a realizar sus posteriores transformaciones (mapa 4). 146 Mapa 4. Propuesta de yacimientos de obsidiana aprovechados por el Complejo Grillo de la región 9 11 12 18 19 14 16 15 Palacio de Ocomo 21 7 Volcán de Tequila 4 6 3 5 8 17 10 1 2 (1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) Ahuisculco Hda. Sta. Ma. Navajas Rio Salado Primavera/Las Flores Pedernal/Las Flores La Mora/Teuchitlán La Joya 21 (8) Cuisillos (9) Cinco Minas (10) Llano Grande (11) Sta. Teresa. (12) Tequila (13) La providencia (14) San Marcos (15) (16) (17) (18) (19) Hda. Guadalupe Osotero/ San Sebastián San Juan de los Arcos Huitzilapa La Isla de Atitlán Mapa Digital de México (INEGI), editado por Samuel Mateo Guadarrama, recuperado el día 07/12/2015 en: http://gaia.inegi.org.mx/mdm6/?v=bGF0OjIwLjcyNzI5LGxvbjotMTAzLjc2NzQ2LHo6NyxsOmM0NTB8YzQ1Mnx0YzQ1MnxjNDU0fGM0NTV8YzQ1NnxjNDU3 147 Posiblemente este tipo de materia se recolectó in situ en forma de nódulos y cantos de buen tamaño en donde se eliminó parcialmente la corteza que los cubría. El alto índice de corteza, encontrado en un sitio arqueológico, es un indicador de importación directa de nódulos desde su lugar de origen (Crasborn, 2004:26). Y en el Palacio de Ocomo como se mencionó con anterioridad abundan lascas de descortezamiento y lascas de decalotado. Los yacimientos que contienen un alto índice de lascas de descortezamiento in situ y presentan un trabajo en la preparación de los macro-núcleos son: La Joya (Weigand y Spence, 1993: 219) y la Isla de Atitlán material analizado por Blanco (2016). Lo que confirma que los núcleos si recibían un tratamiento previo desde su lugar de origen y la corteza restante se eliminaba en el último lugar de consumo. Otro yacimiento de gran importancia es: El pedernal-La Mora, este cuenta con materia prima de buen tamaño y de buena calidad (Esparza, 2009: 119). Este mismo autor nos señala que las técnicas de extracción están presentes de dos formas distintas: una, a base de una excavación en la superficie buscando las vetas de obsidiana, que son pozos por lo regular redondos. El desecho de la extracción se acumulaba a su alrededor en forma de „dona‟, variaba su diámetro alcanzando hasta los 20 m y una profundidad de 6 m (…). La segunda técnica de extracción de la obsidiana, es a base de trincheras, las cuales no aparecen tanto como los pozos, pero son más grandes; se registraron éstas de hasta 30 m de largo por 7 m de ancho y 4 m de profundidad (Ibídem). Se registró un total de 217 minas, 154 pozos y 63 trincheras, sobresaliendo 5 zonas principales ubicadas en barrancas, laderas y cúspides de los cerros hallándose en dichos lugares los nódulos de mejor calidad, el material cerámico asociado es del tipo Teuchitlán Rojo sobre Blanco y Tipo Huistla, pertenecientes a los periodos del preclásico y posclásico temprano respectivamente (ibídem), por lo que tentativamente se puede ubicar la explotación continua de este yacimiento desde épocas tempranas y tardías. 148 Manufactura La materia prima importada desde los yacimientos del Volcán de Tequila y en las zonas aledañas, que se trabajó es de excelente calidad, ya que esta no presenta impurezas en su composición y tiene una baja presencia de córtex sobre su superficie, por lo cual se infiere una recolección muy minuciosa y selectiva de la obsidiana. Evidencia que tanto los nódulos con ligeras modificaciones como los núcleos prefaceteados recibían un tratamiento previo desde el yacimiento, es decir, se eliminaba parcialmente la corteza, para posteriormente llevarlos al lugar donde se trabajaría, a esta etapa se le llama: “Fase de descortezamiento” (Martín et al, 1994: 19), Se tiene el registro arqueológico de nódulos con planos de percusión en la zona inmediata, es decir, esto en un indicador de que también pasaban por la “Fase de preparación de planos de percusión” desde el yacimiento (Ibídem). Además existen vestigios de núcleos poliédricos y prismáticos sumamente agotados en el sitio, la presencia de estos artefactos en tal estado en el lugar, es un indicador de producción local (Méndez, 2009:940) de instrumentos líticos, por lo cual se emplean distintas técnicas de manufactura para la extracción de utensilios para cada tipo de núcleo (ya se explicó anteriormente a detalle cómo se obtiene cada tipo de artefacto lítico). Algunos utensilios están manufacturados en colores desde el color, negro, gris y gris verdoso, que son colores más comunes y abundantes mientras que otros son de color verde azul, meca, azul, rojo, rosa, naranja y blanco, como ya se dijo el color puede estar directamente asociado a un significado simbólico (Esparza y Ponce, 2002:150). Cabe destacar que en ocasiones la elección de las técnicas de manufactura en la época prehispánica muchas veces no se basó necesariamente en la mayor eficiencia de trabajo, sino que están influenciadas en el mayor de los casos por “preferencias ideológicas o culturales” (Melgar y Solís, 2009:118). 149 Por lo que las técnicas de manufactura empleadas para el tratamiento de la materia prima y fabricación de objetos según el análisis en laboratorio son las siguientes: La primera corresponde a la percusión directa de piedra dura, esta técnica se aplicó para eliminar la corteza de la superficie, para preparar los planos de percusión tanto en los nódulos como en los núcleos para posteriormente extraer lascas o láminas, así mismo para retocar previamente los bordes de los utensilios, para ello se utilizaron cantos rodados muy duros para su ejecución. La percusión directa blanda, esta técnica se empleó principalmente para definir de mejor manera el delineado de los bordes de los utensilios, posiblemente se utilizó como percutor, a una piedra blanda, astilla de hueso, madera, o algún asta de venado, estos últimos son endémicos del lugar. Para el caso de la percusión indirecta, se utiliza un agente intermedio que actúe entre el percutor y el núcleo de extracción, en este caso puede ser algún tipo de cincel de piedra o gubia de hueso o madera dura, posiblemente esta técnica de fue empleada para obtener lascas laminares o láminas de gran tamaño, las cuales se utilizaron como soporte para fabricar macronavajas y navajas mediante la técnica de reducción. Este tipo de técnica no deja bulbo sobre la cara ventral, o en su defecto es muy tenue, algunos de los artefactos analizados tienen esta característica. El retoque por presión pectoral, esta técnica se propone que se aplicó principalmente para producir navajillas prismáticas específicamente, habrá que realizar uso de la arqueología experimental para sustentar más este punto. Cabe destacar que no es la única técnica de manufactura propuesta para la obtención de estos utensilios. El retoque por presión con compresor, se sugiere que esta técnica se utilizó particularmente para rematar los bordes de los cuchillos, raederas, puntas de proyectil, navajas, desfibradores, cepillos, raspadores, discos de obsidiana, multifuncionales, en algunos casos navajillas prismáticas. 150 Los artefactos mencionados por lo general presentan muescas en su delineación, bordes denticulados, o muescas basales o laterales para enmangar, por lo que se infiere que se utilizó esta técnica para darle ese acabado, así mismo la presencia de puntas de proyectil, de un tamaño reducido y punzones con retoque facial evidencia su aplicación. La técnica de Clactón, por el momento no se evidencio uso de esta técnica, ya que ningún ejemplar analizado mostró un doble bulbo sobre su cara ventral. Por último la técnica de Golpe de buril, está presente ya que existen varios ejemplares de este utensilio, así como los recortes de buril que como se mencionó anteriormente que fueron empleados como punzones. Así mismo se tiene detectado el uso de las técnicas de corte y desgaste en utensilios clasificados como joyería manufacturada en obsidiana, evidenciado el conocimiento y dominio de la técnica de perforación tubular, corte transversal, pulido y bruñido con abrasivos sobre superficies duras. Como se puede observar se aplicaron prácticamente todas las técnicas de manufactura conocidas en la época, así como también se evidencia la combinación de estas para producir artefactos más especializados. Tanto la especialización tecnológica como la excelente calidad de la materia prima y los artefactos permitieron el desarrollo de otras industrias, así como un progreso económico. Uso Podemos inferir cinco diferentes posibles tipos de uso, que pudieran haber tenido los artefactos líticos de acuerdo al contexto registrado, es decir, un mismo tipo de utensilio puede tener diferente connotación según a la asociación de materiales con las que se encuentre relacionado, por lo que tenemos artefactos destinados para el uso doméstico, el uso ritual, el uso productivo, el uso suntuario y el uso táctico. 151 Para el uso doméstico tenemos a las raederas, navajillas prismáticas, navajas, macronavajas, básicamente se utilizaron para la preparación e ingesta de alimentos. Para el uso ritual, tenemos el caso de puntas de lanza, cuchillos bifaciales, macronavajas y en ocasiones puntas de proyectil y navajillas prismáticas, punzones, asociados a contextos rituales u ofrendas. Para el uso productivo, este se dio de acuerdo al taller o industria asociada al artefacto, por lo que podemos inferir que de acuerdo al uso específico de las piezas, están asociadas directamente con cinco tipos de industrias, las cuales son: Industria de producción de lítica tallada, del hueso, cerámica, del tratamiento de pieles y madera; por lo que se puede inferir el uso de percutores, raspadores, raederas, punzones, perforadores, cepillos, percutores, macronavajas, navajas y buriles que estén asociados a un área de actividad de tipo productivo. Para los de uso suntuario, tenemos el caso de la joyería (cuentas helicoidales y discos de obsidiana) y cuchillos bifaciales de gran tamaño. Para el uso táctico tenemos la producción de armas como es el caso de las puntas de flecha, cuchillos bifaciales, puntas de lanza y navajas. En síntesis, se tienen instrumentos para cubrir diferentes funciones, tales como: Instrumentos de corte, Instrumentos punzocortantes, Instrumentos para raspar, Instrumentos para raer, Instrumentos para cepillar, Instrumentos esporádicos, Instrumentos multifuncionales, Armas, Objetos suntuarios y votivos, y material de desecho asociado a la talla, retalla y reavivamiento de filos. La combinación de estos utensilios en diferentes contextos productivos permitió el refinamiento de las diferentes industrias. Mantenimiento De acuerdo al tipo de uso y la frecuencia con que se utilizó el artefacto, fue necesario darle mantenimiento de manera constante, por lo que está implícito el 152 uso de las técnicas de manufactura de la percusión directa dura y directa blanda, así como la presión con algún compresor, para la renovación de los bordes cortantes desgastados, procesos conocidos como: retoque (Crasboin, 2004: 19). Los procesos de este eslabón producen un alto índice de desecho de talla y esquirlas, de acuerdo a la técnica de manufactura empleada, asociado a este dato también se evidencia en los artefactos una reducción de su tamaño, con respecto a su estado original. Las dimensiones reducidas en un artefacto es un indicador de una “reutilización exhaustiva” (Méndez y Lohse, 2010:923) esto se observa principalmente en los artefactos encontrados en las capas estratigráficas más tardías. La reutilización exhaustiva y el mantenimiento constante explican por qué algunos artefactos tienen un tamaño reducido y porque hay una alta presencia de desecho de talla y esquirlas, es decir, fueron sometidos a un constante mantenimiento, y renovación de sus filos, sumado a esto la escasa evidencia de núcleos agotados al máximo puede reforzar esta propuesta (Méndez y Lohse, 2010:925). En síntesis, los artefactos analizados muestran evidencia clara de una constante renovación de los filos, de acuerdo a los indicadores arqueológicos, por lo que se puede inferir de manera somera la presencia de áreas de producción artesanal y especialización de diferentes ramas industriales. Ciclaje lateral La reutilización de algunos materiales y la transformación de los núcleos o de otros objetos en nuevos productos son indicadores de un “marcado énfasis en la reutilización exhaustiva de los materiales” (Ibídem). Se observa este patrón en la integración de un nuevo uso a un artefacto o en la transformación de algunos utensilios para la creación de artefactos más especializados, tal es el caso de utillaje lítico multifuncional, como se mencionó anteriormente con más detalle. 153 El nombre de los utensilios se les ha dado de acuerdo a la propuesta de García Cook (1967), que menciona que se le debe nombrar de acuerdo al área donde exista una mayor evidencia de uso, por lo tanto se tiene utensilios tales como: raedera-buril, perforador-raedera, buril-perforador-raedera, cuchillo-raedera, burilnavaja, raspador-desfibrador y redera lateral doble. Reciclaje También existe evidencia de utensilios re-usados, los cuales han sido definidos como “los artefactos que habiendo cumplido una función determinada, han sido reusados para otra función” (García Cook, 1967: 88), entre los claros ejemplos tenemos a las puntas de proyectil manufacturados a partir de fragmentos de navajillas prismáticas, joyería y raspadores elaborados a partir de núcleos de navajillas, raederas elaborados a partir de fragmentos de navajas o macronavajas, buriles y desfibradores producidos a partir de pedacería de navajas. Desecho Como se mencionó anteriormente, el tipo de desecho está en relación con las técnicas de manufactura aplicadas en un instrumento, la ejecución de las operaciones técnicas “liberan diferente tipo de lascado, alguno de ellos aprovechados después, pero otros muchos abandonados en los talleres” (Merino, 1994: 26). Por lo que se tiene un alto índice de desecho de talla, lascas de descortezamiento, lascas de decalotado y esquirlas, que son el resultado de las diferentes actividades productivas realizadas en el conjunto arquitectónico. Basura Por el momento no se ha encontrado ningún lugar especializado dentro o fuera de los edificios para concentrar todo el desecho producido por la manufactura de objetos de obsidiana. 154 En resumen el conocimiento de la cadena operativa de la industria de la lítica tallada, en especial del tratamiento de la obsidiana, nos da una muestra clara de forma indirecta de la organización del trabajo empleado para la producción de utillaje lítico y otros artefactos a través de las diferentes etapas por donde pasa un objeto. De igual forma este estudio contrasta lo propuesto por Weigand (2003) en donde afirma que la industria lítica fue una de las bases de la economía y desarrollo del Palacio de Ocomo, ya que no solo se produjo utillaje lítico, sino también instrumental para producir otros artefactos pertenecientes a otras industrias, derivados del uso de la obsidiana. Sí se analizan detalladamente los usos a los que fueron sometidos los artefactos líticos, García Cook (1967) afirma que: la industria lítica es la base en la que descansa la economía del grupo y nos brinda el conocimiento ya no tan solo de esta economía, sino la forma en que la sociedad productora de dichos artefactos van evolucionando en su organización interna (p. 10). Con lo cual a partir de la existencia de ciertos utensilios se puede inferir una economía de apropiación y de producción (ibídem) interna, siendo este un indicador de que los habitantes del Palacio de Ocomo gozaron de una economía sólida a partir de los beneficios generados por la industria lítica y sus productos derivados, ya que por un lado se aprovecharon los recursos naturales con el uso de la obsidiana y por otro lado se produjeron artefactos de diferente índole con la utilización de la obsidiana. 4.3. Cadena operativa (Industria de la lítica pulida) Para el caso de la industria de la Lítica pulida, no se tienen reportes de donde se extraía la materia prima con la cual elaboraban los diferentes tipos de artefactos. 155 Es importante mencionar que para aclarar este punto, se hizo uso de la Etnoarqueología para comprender este proceso. Para ello también se aplicó el modelo de flujo se Schiffer cuadro 4): CONTEXTO SISTÉMICO reciclaje Producción de nuevos artefactos a partir del desecho ciclaje lateral Re-uso obtención··manufactura··uso··desecho··basura *Materia prima en bruto *Útiles líticos *Materia prima en bruto *Preformas *Instrumentos *Domestico *Productivo *Ornamental *Votivo *Suntuario *Utillaje defectuoso *Artefactos agotados Basureros de material lítico pulido mantenimiento Reavivamiento de los filos SIMBOLOGÍA ----Sistema bajo análisis ·· Oportunidad de almacenamiento y/o trasporte Cuadro 4. Modelo de flujo para del ciclo de vida aplicado a lítica pulida Por lo que nos dimos a la tarea de investigar acerca del tema. Para ello se hizo caso de los consejos hechos por los mismos pobladores, quienes nos reportaron acerca a un artesano local que se especializaba en talla en piedra quien nos proporcionó mucha información acerca de la posible fuente de materia prima y del proceso de trabajo inmerso en la manufactura de artefactos líticos utilizados especialmente para la arquitectura, es decir, de la cantera. Antes de pasar a este 156 apartado es importante dar una breve información acerca del artesano que nos brindó su ayuda, conocimiento y tiempo, ya que si su gran contribución no se hubiera podido realizar parte de esta investigación. 4.3.1. Biografía de un artesano local Su nombre es Fausto Sierra Osegueda, nacido en la localidad de Oconahua, Jalisco, en el día 19 de septiembre de 1947. Su padre Don Eduardo Sierra Ramos y su madre Doña Cecilia Osegueda Díaz (+). A la edad de 18 años tuvo su primera experiencia con la lapidaria, gracias al Maestro artesano Don José Montión originario del municipio de Tlaquepaque, Jalisco, quien hace más de 35 años aproximadamente realizó trabajos de restauración en el Templo de San Miguel Arcángel ubicado hacia el sureste de la Plaza principal del pueblo. A partir de ese momento comenzó a sentir una atracción hacia el tallado en piedra (fotografía 65), sobre todo, se especializó en aquellos objetos empleados en la arquitectura. Actualmente él es el único artesano experto que se dedica a este tipo de trabajo, los diseños que él elabora son de su autoría, o en ocasiones se guía mediante fotografías. Esta es su tercera actividad económica que realiza, ya que tiene como prioridad labrar la tierra, Fotografía 65. Artesano Fausto Sierra seguida de la cría de ovejas. Dedica poco tiempo al labrado de canteras, ya que poca gente puede pagar su trabajo, afortunadamente sí tiene pedidos, por lo cual le genera un ingreso a veces muy bien remunerado. 157 La información aportada por este artesano es de vital interés para esta propuesta de tesis ya que es el único que por el momento aun hace uso de las técnicas antiguas, cambiando solo los medios, ya que no emplea herramientas eléctricas, su trabajo es meramente manual y en raras ocasiones utiliza vehículos motorizados para transportar la materia prima. Se ha de especificar que el tipo de piedra que a continuación se describirá es la misma que se encuentra instalada en los muros y demás elementos arquitectónicos como son tableros y alfardas ubicados en el sitio arqueológico, principalmente en el edificio principal Palacio de Ocomo, por lo que se infiere que sea el mismo yacimiento de donde se extrajo la materia prima en la época prehispánica. También este tipo de materia prima fue obtenido del Cerro de la Virgen, ubicado en el H. Ayuntamiento de San Marcos. Obtención Para llegar al yacimiento partiendo desde el sitio arqueológico se transita hacia el este por el antiguo Camino Real que conduce hacia el ayuntamiento de Etzatlán, a pie se llega en 50 minutos. Este depósito se encuentra las faldas de los cerros pertenecientes a la Sierra del águila y dentro de los límites de la delegación de Oconahua, por lo cual a los antiguos habitantes se les facilitó el control y acceso a este recurso. El lugar se llama actualmente el potrero de La Bóveda, propiedad privada perteneciente a Don Edmundo Sierra Ramos, padre de nuestro entrevistado. Es ahí donde hay evidencia de extracción de materia prima, desde el siglo pasado, posiblemente se remonte su uso desde la época prehispánica (fotografía 66). 158 Fotografía 66. Potrero de la Bóveda Se propone que el tipo de minería que se empleó fue a cielo abierto, es decir, se realizó recolección de superficie de la materia prima (fotografía 67), y en ocasiones se extrajo la piedra cortando parte de monolitos o paredes rocosas. Este tipo de materia prima se encuentra en abundancia en forma de rocas en las faldas del cerro, lugar de donde se extrajo. La piedra se encuentra distribuida solo en esta zona de la localidad. Se trata en sí de toba volcánica blanca y gris suave, fácil Fotografía 67. Minería a cielo abierto de partir, manipular y transportar. La selección de la materia prima que se recolectó dependió de varios factores, principalmente de la calidad de la roca, el tamaño, el peso, el acceso, y por último el tipo de producto que se va a manufacturar, este último factor es quien determina a los anteriores (mapa 5). 159 Fuente de toba riolítica, andesitica, basalto y granito Palacio de Ocomo Fuente de toba (cantera) 22 Mapa 5 . Lugares propuestos como yacimientos de materia prima para la arquitectura Otro yacimiento de cantera que presenta las mismas características de las piedras labradas utilizadas en los elementos arquitectónicos del Palacio de Ocomo, es el que se ubica es el Municipio de San Maros, Jalisco. Este se encuentra hacia el Noroeste del poblado de Oconahua a unos 16 km de distancia, específicamente en el Cerro de la Virgen (fotografía 68), donde hay piedras de toba volcánica de color blanco con bandas naranjas, rosa y crema. Igualmente existe una serie de petroglifos tallados sobre roca volcánica con motivos de espirales y manos. Fotografía 68. Cerro de la Virgen, San Marcos, Jalisco 22 Mapa del INEGI recuperado el día 8/12/15 en: http://gaia.inegi.org.mx/mdm6/?v=bGF0OjIwLjc0Mjg0LGxvbjotMTA0LjE0ODIzLHo6MTAsbDpjNDUwfGM0NT J8dGM0NTJ8YzQ1NHxjNDU1fGM0NTZ8YzQ1N3xjZGlzcGVyc2FzfGM3OTB8Yzc5NA 160 La Alfarda dela Escalinata del flanco oeste de la Estructura Norte del Palacio de Ocomo se compone de este tipo de piedra (fotografía 69). Cantera de color crema, rosa y blanco con bandas naranjas Fotografía 69. Alfarda compuesta por canteras provenientes del Cerro de la Virgen, San Marcos, Jalisco Otro punto interesante es el que se encuentra hacia el Noroeste y Oeste del Palacio de Ocomo, ya que hay afloramientos de roca basáltica, granito, toba riolítica, toba andesitica y arcilla colorada y con lenticulas de varios colores (utilizada posiblemente para la preparación de las argamasas y los rellenos constructivos respectivamente), que posiblemente fue el lugar elegido para obtener materia prima ya sea para la arquitectura principalmente como para elaborar utensilios pertenecientes a la lítica pulida. Manufactura Como se mencionó anteriormente se realizó trabajo etnográfico para poder inferir las acciones realizadas en cada eslabón de la cadena operativa, en especial para 161 la industria especializada en la lapidaria, específicamente de los elementos arquitectónicos. Por lo que se le pidió al artesano y guía que realizara una serie de pasos para identificar las técnicas de manufactura empleadas en la talla de cantera y con esto tener un acercamiento al tipo de trabajo realizado en la época prehispánica. En primer lugar se seleccionó una roca de buen tamaño. El fin fue extraer una roca que simulara las dimensiones de las canteras encontradas en el sitio arqueológico. Para ello se abrió un canal por todo el perímetro de la roca para fabricar una losa del grosor, largo y ancho promedio de las muestras arqueológicas. La herramienta utilizada fue una barra de metal, aplicando la técnica del picoteo (fotografías 70 y 71). Quizás los artesanos prehispánicos utilizaron barras de madera muy dura para realizar el mismo proceso. Fotografías 70 y 71. Selección de materia prima y tratamiento previo Ya abierto el canal se colocó una serie de cinceles de metal para partir la roca (fotografía 72), posteriormente se fue clavando cada cincel lo más profundo que se pudiese hasta que la roca se partiera sola por la acción de los golpes (fotografía 73). Posiblemente en la época prehispánica se utilizó estacas de madera dura, hachuelas o cinceles de piedra para realizar este mismo proceso. 162 Fotografías 72 y 73. Partición de la roca Posteriormente se carean las piedras por medio de la percusión indirecta hasta obtener la forma rectangular deseada, por último se aplicó el desgaste con abrasivos y agua, se puede usar el propio desecho de la piedra como pulidor, el propósito de la abrasión es alisar la superficie de las canteras así como de redondear los bordes, tal cual como aparecen los vestigios del sitio arqueológico. Las técnicas de manufactura de los demás utensilios de la industria de la lítica pulida ya fueron explicadas en el apartado anterior. Uso El tipo de uso se dio de acuerdo a la categoría que pertenecieran, por lo tanto se tienen 5 distintas modalidades, las cuales son los siguientes: uso doméstico, productivo, ornamental, votivo y suntuario. Uso doméstico: principalmente destacan los metates, manos de metate, mortero, y manos de mortero. Uso productivo: en algunos casos los anteriores citados, así como el machacador, batidor, alisador, pulidor, bruñidor, martillo, hacha de mano, hachuela y llana de albañil. Uso ornamental: se utilizaron principalmente en la arquitectura, como es el caso de las canteras que componen las alfardas y tableros. 163 Uso votivo: sobresalen los fragmentos de metate y lajas asociados en contextos de ofrendas y entierro - ofrendas. Uso suntuario: por el momento no se han encontrado vestigios de objetos utilizados en la ornamentación personal. Mantenimiento Por el momento no existe evidencia de que los artefactos pertenecientes a la industria de la lítica pulida tuvieran un mantenimiento constante, en su defecto se siguieron utilizando tal cual como estaban o se reutilizaron para otras cuestiones. Salvo las hachas de mano y hachuelas, posiblemente sus filos fueron reavivados constantemente. Ciclaje lateral Igualmente no existe evidencia de que algún material fuera reutilizado o se le añadiera una nueva función. Salvo los metates, que se emplearon en algunos contextos rituales tales como ofrendas. Reciclaje Algunos materiales fueron reciclados para seguir funcionando transformados en nuevos artefactos a partir del desecho tal es el caso de las canteras empleadas en la arquitectura que se aprovecharon para fabricar metates y morteros. Desecho Distintos artefactos líticos pulidos se encontraron como parte de los rellenos constructivos, así, como derrumbes y descontextualizados, por lo que se sugiere que este fue su destino final para los que ya no tuvieran un uso en específico, como es el caso de fragmentos de lajas de piedra, metates y manos de metate principalmente. Por otro lado no se ha registrado en los edificios ningún área de actividad que sugiera una zona especializada en la producción de instrumental lítico pulido. Lo 164 que nos sugiere que se importó los productos terminados o en su defecto se fabricaban en lugares aledaños a los edificios, como puede ser en las orillas de los arroyos. Basura Tampoco se ha detectado un área especializada para depositar los restos que ya no se vayan a utilizar, es decir, no se han encontrado basureros que resguarden todo el desecho de instrumentos de piedra pulidos dentro o fuera del sitio. 165 CAPITULO V TEORÍA DE LA LARGA DURACIÓN 166 5.1. Teoría de la larga duración Se tomó el modelo de Braudel (1970), “La Teoría de la Larga Duración”, para explicar el siguiente apartado. Su modelo básicamente reduce los fenómenos sociales a “tres tipos de tiempos, los cuales son: fenómenos de larga duración, fenómenos de duración media y fenómenos de corta duración” (p. 11). Los fenómenos sociales se mantienen constantes y duraderos, siempre y cuando no se venza un obstáculo (para nuestro caso de estudio nos referimos a obstáculos técnicos y sociales) de lo contrario, se genera una discontinuidad social, es decir, se generan rupturas estructurales en la sociedad (Ibíd., p. 57). Se propone que las rupturas estructurales suscitadas en diferentes ámbitos, fueron las generadoras de las trasformaciones tecnológicas de la industria lítica a través del tiempo, por lo que es importante identificarlas y estipular las consecuencias que se dieron a partir de estas. Los fenómenos sociales para este caso de estudio se clasificaron de la siguiente manera, en este caso se parte de lo general a lo particular: Fenómenos de larga duración: El periodo de tiempo abarca a partir del surgimiento de la Tradición Teuchitlán (350 a.C. – 400 d.C.), pasando por la transición de la Tradición Grillo y Tradición Valle de Atemajac (450 d.C. - 900 d.C.) hasta su desaparición causado posiblemente por la intrusión del complejo Aztatlán en la zona, es decir, comprende un periodo largo de tiempo. Fenómenos de duración media: estos comienzan desde el surgimiento, auge y colapso de Ta tradición Grillo, es decir del 450 d.C. al 900 d.C., se puede subdividir tentativamente en dos diferentes subfases: Periodo Clásico tardío (450600 d.C.) y Periodo Epiclásico (600-900 d.C.), en las cuales se pretende mostrar las transformaciones tecnológicas de la industria lítica a través del tiempo en la región y en el conjunto arquitectónico: Palacio de Ocomo. 167 Fenómenos de corta duración: se subdivide el caso de estudio tentativamente en diferentes subfases, (etapas constructivas y niveles estratigráficos), en las cuales se evidenciaran con más detalle las transformaciones tecnológicas si es que las hubo. Se decidió dividir los lapsos de tiempo (cuadro 6) de esta manera porque es la que se adapta al caso de estudio y al modelo de Braudel (1970): Teoria de la Larga Duración (Valles Centrales de Jalisco) Fenómenos de corta duración Teoría de la Larga Duración Fenómenos de duración media Braudel (1970) Niveles estratigráficos, subetapas constructivas Etapas y Tradición Grillo (450 d. C- 600 y del 600 al 900 d. C): Periodo Clásico y Periodo Epiclásico) -Cambio de la Tradición Teuchitlán por la Tradición Grillo Fenómenos de larga duración -Influencia de la Tradición Aztatlán sobre la Tradición Grillo - Tradición Valle de Atemajac Cuadro 6. Aplicación de la Teoría de la Larga Duración Es un hecho que las transformaciones tecnológicas dadas a partir del cambio de un complejo cultural a otro, en la Región Valles Centrales de Jalisco, se han manifestado principalmente en la cerámica, la arquitectura, el sistema de enterramiento, la ideología, la religión y el patrón de asentamiento. Se cuenta con buena parte de información de estos temas debido a que se les ha dado mucha importancia, en el caso específico de las transformaciones 168 tecnológicas manifestadas en la industria lítica se tiene una investigación limitada por lo que se tiene poca información al respecto. 5.2. Fenómenos sociales de Larga Duración Para solucionar esta problemática se comenzará a explicar los fenómenos sociales de larga duración, en conjunto con los fenómenos sociales de duración media y los fenómenos sociales de corta duración. Se desglosarán simultáneamente dichos fenómenos, explicados en paralelo, con el fin de vincularlos y hacerlos entendibles de la mejor manera posible y evitar ser repetitivo. Cabe destacar que se le dará mayor peso a los fenómenos de larga duración. 5.2.1. La minería prehispánica de La Tradición Teuchitlán La estratégica ubicación del área nuclear de la Tradición Teuchitlán, permitió que se extrajeran grandes cantidades de obsidiana de excelente calidad desde tiempos muy remotos, ya que los yacimientos que cuentan con la mejor calidad de materia prima se encuentran alrededor del Volcán de Tequila y en la periferia de los asentamientos de esta sociedad, lo que sugiere que fue una actividad controlada por este grupo, misma que le permitió su desarrollo y progreso (Weigand, 2009: 58). Este mismo autor señala que los recintos más grandes se encuentran a poca distancia de los yacimientos más importantes, por lo que su patrón de asentamiento obedece a un plan estratégico controlado. Se evidencia altos niveles de explotación en las minas adyacentes. Los talleres de reducción y elaboración de joyería se localizan en la periferia de los sitios 169 monumentales. (Ibíd., p. 59). Lo que sugiere una vigilancia constante sobre los yacimientos que cuentan con la obsidiana de mejor calidad, así mismo, se tiene el control de la producción de los objetos de prestigio. Sobre este control político se tiene el caso de las minas de San Juan de los Arcos, la joyería que proviene de tal lugar solo se ha encontrado en contextos de ofrendas o entierros, lo que indica un acceso restringido a este tipo de objetos desde el preclásico (Esparza 2009: 121). “Ya que dichos objetos fueron imprescindibles para la conservación del estatus de las elites en la época prehispánica” (ibíd., p. 122). Por lo que acceder a este tipo de objetos requirió en su momento ya sea una estrecha relación política con el proveedor local o un control total sobre el yacimiento, en el segundo caso dado un conflicto político la elite dominante podría restringir el acceso a este tipo de recursos. Otro caso particular es el de la isla de Atitlán, donde se reporta que existió en el periodo posclásico un amplio y rico taller de obsidiana, materia prima proveniente principalmente del yacimiento de la Joya, en dónde se produjeron una gran cantidad de navajas y núcleos para extracción de navajas (Weigand, Spence y Soto, 1993:207). Este sitio fue de gran importancia en su momento ya que perteneció a una importante red de intercambio que surtía material lítico a sitios tan lejanos como: Huatepec, Bárcenas, San Marcos en Jalisco; Chalchihuites, Lomas San Gabriel en Durango, Guasave en Sinaloa y San Blas en Nayarit (ibídem) y algunas áreas de las marismas Nacionales (Ibíd., 223). Debido a su excelente posición en el medio geográfico, al estar cerca del yacimiento de la Joya y ubicarse en una isla, le permitió tener una ventaja competitiva con los demás talleres, ya que podría restringir en su momento el acceso a la obsidiana de la Joya, si así lo deseasen. Su desarrollo se debió al importante papel que jugó en el abastecimiento de obsidiana y la producción de navajas prismáticas utilizadas para la exportación (ibíd., p. 224). 170 Etzatlán dependió de este taller para surtirse, lo cual indica un vínculo político muy estrecho, siendo la Isla de Atitlán quien al parecer dominó esta relación, ya que se ha encontrado mayor número de objetos en dicho lugar, y esa superioridad se debió al control que tuvo sobre el yacimiento de la Joya (Weigand, Spence y Soto, 1993: 209). De igual manera indica que si surgía algún conflicto político, los mineros de la Isla de Atitlán podían restringir el suministro del recurso a Etzatlán si así lo quisieran. Entre los principales yacimientos que se encuentran directamente relacionados con la tradición Teuchitlán aprate de los ya mencionados, gracias a los resultados arrojados por la activación neutrónica, destacan La Joya y el Pedernal-La Mora (Ibídem), Sta. Teresa, Ahuisculco y San Juan de los Arcos (Esparza 2009: 118, citando a Glascock et al, 2005). Los yacimientos de la Joya y de la MoraTeuchitlán muestran evidencias de que fueron aprovecharon desde el periodo formativo al Clásico (Weigand y Spence, 1993: 212). Gracias a los trabajos realizados por este mismo tipo de estudios, en especial de la obsidiana proveniente de los Valles Centrales de Jalisco, los resultados han arrojado datos interesantes, concluyendo que existieron en su momento conexiones de intercambio comerciales con sitios muy lejanos como son: la costa sur de Oaxaca, pasando por Guerrero, la zona centro y sur de Michoacán, la región de la Tierra Caliente de Michoacán, Colima, Sinaloa, Zacatecas y la zona sureste de Estados Unidos (esta última relacionada con los pueblos hohokam y ananazi) (Esparza, 2009: 118, citando a Weigand 2004). Los productos manufacturados con la obsidiana del volcán de Tequila, no solo sirvió para generar progreso y desarrollo económico, sino además fortalecer la red de intercambio a nivel intra e interregional. Esta actividad minera controlada por la elite de la Tradición Teuchitlán se viene realizando desde tiempos muy remotos. Según Weigand (1993) apunta: “que en la 171 fase Ahualulco (200 al 400 d.C.), los trabajos de obsidiana evidencian la existencia de artesanos especializados” (p. 25). Posiblemente se trate de talladores de tiempo completo, para el caso de los objetos que muestran una mayor complejidad en su elaboración, por lo que requieren de un artesano que dedique todo su tiempo a la manufactura de dichos artefactos (Weigand, 2009: 59). Para la Fase Teuchitlán I (400-700 d.C.), los trabajos de obsidiana se convierten en una actividad manufacturera, simultáneamente para la misma época inician los trabajos de cobre mineral o virgen (Weigand, 1993: 25, 28). En la Fase Teuchitlán II (700-900/1000 d.C.), surgen distintos cambios que llevan al declive de la tradición Teuchitlán, principalmente por la aparición de “grupos culturalmente orientados en favor de las tradiciones del centro de México” (Ibíd., p. 32). Del uso productivo que se le dio a este tipo de material destaca el empleado para la manufactura de objetos de madera, esto se evidencia en la sección 83, que es un área especializada de producción artesanal localizada cerca del recinto ceremonial Guachimontón (Weigand, Spence y Soto, 1993: 204; y Soto, 1982, 1986). 5.2.2. La Tradición Grillo y la minería prehispánica El Occidente de México tuvo varias transformaciones culturales del periodo preclásico tardío al Clásico temprano, estos cambios son resultado de la sucesión de una cultura a otra. Como es el caso de la sustitución de la Tradición Teuchitlán por el Complejo Grillo. Los cambios más notorios se observan principalmente como se mencionó anteriormente, en el sistema de enterramientos, formas cerámicas, patrón de asentamiento, sistemas constructivos y arquitectura; expandiéndose este proceso cultural por el occidente de México (Beekman, 1996:247). Se introdujeron nuevos 172 materiales como malacates, molcajetes y comales (Sodi, 19993: 108). En este periodo se da según Olay ((2006) el: surgimiento de los primeros centros ceremoniales con planificación evidente, el incremento demográfico, la aparición de un panteón de deidades semejantes a las veneradas en los altiplanos y, sobre todo, formas más complejas de organización social” (p. 4). Otros cambios manifestados en el área de estudio, son los que López-Mestas (2007) indica: hacia el 400 d.C. se comienzan a observar marcados cambios que apuntan hacia una reordenación de los grupos humanos del centro de Jalisco (…). El patrón de asentamiento y aprovechamiento de los recursos naturales se transformó, los centros ceremoniales se sustituyeron por otros sitios que presentaron una arquitectura diferente con el uso de elementos como el talud tablero, tal sería el caso del Iztépete, El Grillo, La Higuerita, Coyula y Plan del Guaje. Estos nuevos sitios parecen ubicarse en importantes puntos de acceso a la zona central del altiplano jalisciense. Por ejemplo, La Higuerita se localiza en la ruta de tránsito de los valles al sur del volcán de Tequila. Poco a poco, comenzaron a manifestarse elementos extraños a esta tradición, como los entierros en tumbas de caja, el complejo cerámico El Grillo, al igual que plataformas rectangulares y espacios abiertos en forma de “U”, que fueron los predominantes a partir del Clásico tardío (p. 18). Es en este periodo cuando se comienzan a presentar diferentes cambios en la región que conducían hacia una reordenación de los grupos sociales principalmente en el centro (López-Mestas, Montejano, 2009:137), y en el occidente de Jalisco, como es el caso específico del Palacio de Ocomo. Este fenómeno se suscitaría en la Etapa IIa de la Tradición Teuchitlán, que comprende del 600 al 900/1000 d. C., cuando el Occidente ya es claramente mesoamericano (Olay, 2006: 4). Los cambios efectuados en la región fueron tan drásticos y repentinos que se propone que los causantes fueron culturas foráneas a la región. (Sodi, 19993: 173 108). Posibilitando que el origen fue producido por una combinación entre la migración y/o invasión por pueblos más familiarizados con el centro mesoamericano (ibíd., p. 111). López-Mestas y Montejano (2009) señalan que: los centros ceremoniales típicos de la Tradición Teuchitlán fueron abandonados, ya que comenzaron a ser sustituidos por otros sitios que presentaban una arquitectura netamente rectangular con el uso de elementos como el talud tablero; tal sería el caso del Iztépete, el Grillo, Coyula, Los Padres, La Higuerita, El Palacio de Tala y El Palacio de Ocomo (p. 139). Surgen nuevos tipos cerámicos que son característicos de la Tradición Grillo, estos tiestos incluyen bases anulares, soportes trípodes, mamiformes, de araña, vasijas tipo efigie, copas de base pedestal, greca escalonada, copas miniatura, bateas rectangulares, cajetes de fondo inciso, ollas de borde revertido, o también llamado „borde engargolado‟, con técnicas decorativas al negativo y pseudocloisonne, entierros humanos en forma de caja, plataformas rectangulares con fachadas tipo talud-tablero, patios hundidos en forma de „U‟. (Ibídem). A primera vista se hacen obvias las diferencias de los rasgos culturales de la Tradición del Preclásico en contraste con la del Clásico tardío/Epiclásico. Todas las características anteriormente citadas son las que conforman o distinguen al Complejo Grillo de los Valles Centrales de Jalisco, mismas que posee el presente caso de estudio: El Palacio de Ocomo. Existen diferentes teorías que explican la aparición de la Tradición Grillo en la región, la primera de ellas expone que es producto de la expansión del Estado Teotihuacano hacia la región del Occidente de México entre los años 500 a 800/900 d.C. (López Mestas y Montejano, 2009:137, citando a Galván, 1991, 2005; Schöndube y Galván, 1978) Beekman propuso que la introducción de elementos característicos de la Tradición Grillo hacia el área nuclear de Teuchitlán se dio por “la presencia de grupos de esta cultura en el valle de Atemajac, cuyos orígenes sitúa en 174 Guanajuato ((López Mestas y Montejano, 2009:137, citando a Beekman 1996c: 247; Beekman y Christensen 2003:115). Fenómeno que estuvo precedido por varios siglos de decadencia sucedidos en la fase Teuchitlán I y II (ibídem). Del valle de Atemajac, este complejo se extendió hacia los valles centrales de Jalisco, instalando asentamientos como el Palacio de Ocomo (Cach, 2008:4). Posiblemente motivados por los yacimientos de excelente calidad localizados en la región. En la zona se han trabajado muy pocos sitios que hablen en torno a la minería del Complejo Grillo de los Valles Centrales de Jalisco, se tienen reportes de excavaciones sistemáticas en El Palacio de Ocomo (Weigand et al (2003), Smith et al, 2009, 2013, 2015) y en sitios arqueológicos como “La Higuerita, ubicado en el municipio de Tala, y Plan de Aguaje en Tonala (López Mestas y Montejano, 2009:135), el Palacio de Tonala, la Plataforma del Ixtepete, los Patios en Ixtlán del Rio (Sodi: 1993: 109), en donde se muestra la explotación, el uso y el comercio de la obsidiana principalmente y en algunos casos particulares el uso de piedra verde (cuentas de amazonita, turquesa, caolinita, cuarcita y jadeíta), utilizada en sitios como la Higuerita, registrada únicamente en contextos de entierros y ofrendas de elite, fechadas en el año 650 d.C. (López-Mestas: 2007: 20), correspondiendo al periodo Epiclásico. La producción de distintos artefactos de obsidiana procedente de diferentes yacimientos, evidencia su importancia en conjunto con la interacción de las redes de intercambio a nivel intra e interregional (López-Mestas y Montejano, 2009: 148). Por lo que la industria de la lítica tallada y la minería siguen vigentes aun cuando la Tradición Teuchitlán ha desaparecido de la región. La minería es retomada por el Complejo Grillo. Posiblemente la obsidiana fue la materia prima de mayor interés para este grupo cultural, estimulando su aparición en la región para apoderarse de este estratégico recurso. Cabe destacar que la información que a continuación se desglosa para el caso de estudio proviene solo de artefactos datados en el Epiclásico (600-900), ya que 175 están directamente asociados a la segunda etapa constructiva del edificio principal (Smith 2015, 13). A diferencia de los recintos de la Tradición Teuchitlán, el Palacio de Ocomo se ubica lejos de los yacimientos de la materia prima de gran importancia y los talleres de producción de navajas, núcleos de navajas y joyería se localizan a km del asentamiento. Lo que nos sugiere dos cosas: la primera, que posiblemente controlaron totalmente las minas, impidiendo el ingreso de grupos externos; o en su defecto, que mantuvieron una buena relación con los mineros oriundos del lugar, por lo que no tuvieron la necesidad de asentarse cerca de los yacimientos, ni mantenerlos en constante vigilancia, a causa de cualquiera de estas dos rezones. Lo que sí es evidente es que controlaron la producción de bienes de prestigio, ya que en el sitio se han encontrado contados ejemplares de este tipo de artefactos, exclusivos solo de la elite gobernante. Las minas de mayor importancia siguen siendo aprovechadas por este complejo, ya que para el periodo que Weigand y Spence (1993) definen como el postclásico, el yacimiento de La Joya sigue siendo explotada de forma masiva, produciendo la obsidiana que se consumió tanto localmente en la región como la que se utilizó para comerciar a grandes distancias (p. 212). El análisis realizado en laboratorio muestra que los yacimientos de Navajas, La Isla de Atitlán, San Juan de los Arcos, El Pedernal, la Mora, siguen funcionando y manteniendo relación con el Palacio de Ocomo a pesar de la desaparición de la Tradición Teuchitlán. Posiblemente la estratégica ubicación del recinto de Santa Cruz de Bárcenas, tenga algo que ver en esto, tal como lo señala Sodi (1993), quien aparentemente dominó el núcleo que controlaba Teuchitlán heredando el control de la zona. Se ha encontrado cerámica bruñida roja de Atemajac en el montículo más grande del sitio (p. 112). Evidenciando que Santa Cruz de Bárcenas se apoderó de los yacimientos anteriormente explotados por la Tradición Teuchitlán. 176 La obsidiana de excelente calidad de los yacimientos anteriormente citados, fue un recurso valioso que bien supieron aprovechar los habitantes del Palacio de Ocomo, dando como resultado ser una de las bases económicas del antiguo poblado. Las investigaciones de Weigand sugieren que la riqueza del sitio dependió, en parte, de la abundancia de obsidiana de buenísima calidad en la zona inmediata (Ibídem 2003: 46). Esto no se pudiera haber dado sin una sólida red de intercambio que garantice la economía del grupo. Según Esparza (2004: 79), la explotación de la obsidiana y su comercio en mercados regionales por redes de comercialización a gran distancia contribuye al fortalecimiento de las sociedades y al intercambio cultural entre grupos humanos. Por lo que es evidente que contó con una compleja red de trabajadores concentrados en distintas áreas para el buen aprovechamiento de este material, así como poseer una gran fuerza de trabajo que le permitió mover este el utillaje y la materia prima, a corta y larga distancia, evidenciando una organización y especialización del trabajo. Lo que caracteriza a la Tradición Grillo particularmente en el Palacio de Ocomo, en cuanto a la Industria lítica se refiere, partiendo de los resultados obtenidos en los análisis elaborados en laboratorio y los datos obtenidos a través de las fuentes consultadas se puede argumentar que en principio se dio una buena interacción con yacimientos de gran importancia, tales como La Joya, La Mora, San Juan de Los Arcos, Navajas, San Marcos, Osotero/San Sebastián, Llano Grande, la Isla de Atitlán y posiblemente Ahuisculco. Al menos si no se dio un control sobre las fuentes de obsidiana por un buen tiempo, sí hubo una buena relación comercial posibilitando una fluida red de distribución de materiales líticos manufacturados principalmente en obsidiana. En el sitio existió una especialización en la industria bifacial, ya que no se ha visto un trabajo tan detallado en otro lugar. Se cuenta con una alta producción de 177 puntas de proyectil de diferentes tipos, muy bien trabajados por ambas caras y se tienen muestras de cuchillos bifaciales tallados magistralmente asociados a personajes de muy alto rango. Los hay en cantidades discretas, lo que sugiere que su producción y consumo fue controlada por la elite gobernante. Existe además una variedad en la producción de diferentes tipos de artefactos, ya sean para autoconsumo o exportación, evidenciando posibles actividades productivas de tipo artesanal dedicadas a producir diferentes tipos objetos. Se evidencia el dominio y conocimiento de distintas técnicas de manufactura para la elaboración de diferentes tipos de artefactos, tanto bienes utilitarios como artefactos domésticos. Dichas técnicas se combinan para obtener diferentes productos con muy buenos resultados, esto se hace más evidente en utensilios de joyería. Se aprovechan recursos naturales adyacentes a la zona, principalmente de lechos de los arroyos, que son utilizados para producir objetos de lítica pulida empleados para el trabajo doméstico. La lapidaria se hace presente principalmente en la arquitectura, sobre todo en los elementos decorativos como lo son las alfardas, tableros y escultura. Por el momento no hay evidencia de explotación y uso de la piedra verde en contextos funerarios, ya que no se ha encontrado ninguno entierro similar a los de la Higuerita, pero no se descarta del todo su consumo hasta demostrar lo contrario. 5.2.3. Mesoamérica septentrional y la red Aztatlán Este trabajo de investigación propone que el sitio arqueológico Palacio de Ocomo, además de pertenecer al Complejo Grillo, estuvo inmerso dentro de los límites de lo que se le conoce como Mesoamérica septentrional, ya que comparte 178 distintos rasgos culturales que solo poseen dichos grupos sociales asentados en esta área geográfica. Según Peter Jiménez (1992), para el periodo Epiclásico en el Occidente de México, existió una: serie de regiones contiguas que comparten un conjunto de homologías estructurales (…) como la figurilla Tipo I, (…), el complejo Copa-Olla de cerámica pseudo-cloisonné (…) y el conjunto del patio cerrado con altar central en lo denominado como La Esfera Septentrional (p. 203). Estos tres rasgos culturales básicos, son los que definen a la Esfera Septentrional, sus límites geográficos abarcan dese los sitios de Alta Vista y La Quemada, en Zacatecas, hasta el Cóporo en Guanajuato pasando por los Altos de Jalisco, hasta el Valle de Atemajac, (ibídem). A partir de los datos obtenidos de las temporadas de campo, se propone que la Esfera Septentrional podría extender sus límites geográficos hasta las fronteras del Palacio de Ocomo, ubicado en el occidente de Jalisco. Brannif (2000) cita una serie de rasgos característicos de la llamada Mesoamérica Septentrional, aparte de los ya mencionados por Peter Jiménez, que son: la greca escalonada, representaciones de hombres-pájaro-serpiente, dioses con dos cabezas, división de la decoración en cuatro segmentos (p. 173). Dichos atributos se encuentran presentes en el área de estudio de manera muy discreta. La frontera septentrional mesoamericana alcanzó su máxima expansión entre el 600 y el 900 d.C., fenómeno asociado a las condiciones climáticas favorables para el desarrollo de la agricultura (Montejano 2015: 4, Braniff, 1961, 1972). Peter Jiménez (1992) propone que no fueron las condiciones climáticas favorables lo que suscito el apogeo de esta región, sino fue la interacción regional la que jugó un papel fundamental en los desarrollos de los mismos (Peter Jiménez: 1992: 203). 179 De ser así, explicaría que el auge y desarrollo del grupo social que habitó el sitio arqueológico Palacio de Ocomo se debió a esta fuerte interacción con las elites de las otras Esferas, también explicaría porque se dio su mayor apogeo en esa misma época; “periodo que corresponde a la segunda etapa constructiva del edificio, la cual consta de la ampliación de esta misma plataforma por medio de cajones constructivos rellenos con tierra altamente compactada, datándola en el 600 d. C.” (Smith, 2015: 13). Simultáneamente existió un complejo cerámico denominado pseudo-cloisonné también llamado el “complejo copa-olla” (Holien (1977), citado por Peter Jiménez, 1992, 203), quien es el encargado no solo de vincular a varias regiones, sino que además fue uno de los elementos articuladores de la Red Septentrional y la Esfera JalisColima (ibíd., 205). Gracias a esta compleja red, les permitió a los habitantes del Palacio de Ocomo, el intercambio de materia prima y productos terminados a corta y larga distancia, propiciando el crecimiento económico del lugar, a causa del comercio con las demás Esferas regionales. Si estos hechos suscitados en el Epiclásico representan el “apogeo de los desarrollos regionales de esta Esfera, la transición al Posclásico temprano indica el colapso sistémico de la misma” (Jiménez: 1992:206). Es decir, comienza a desaparecer la Tradición Grillo y el área de Mesoamérica septentrional. Las causas corresponden a un cambio en las redes de interacción y un ajuste geopolítico mayor en el Noroeste (ibídem) a raíz del surgimiento de la nueva red Aztatlán, que posiblemente dejo fuera de la jugada a la Esfera Septentrional, el resultado de este reajuste de redes fue una “involución social” (ibídem). Si este reajuste de redes de interacción producido por la intrusión de red Aztatlán trajo como consecuencia la desintegración interregional, la disminución y perdida de interacción de la esfera Septentrional, alcanzando sus efectos hasta el Palacio de Ocomo, es entonces que la involución en la industria lítica se dio a partir del acotamiento del suministro de la obsidiana, lo que tuvo como 180 consecuencia el reciclado de los materiales líticos, el re-uso de los mismos y la mala calidad de los artefactos dado por la mala imitación de técnicas de manufactura foráneas, retroceso tecnológico como se puede observar causado por el reajuste de las redes de interacción regionales. Al acotarse este valioso recurso y estar fuera de las redes de interacción, tuvo como consecuencia que se dieran las transformaciones en la aplicación de la tecnología para la industria lítica del Palacio de Ocomo. Este reajuste de interacción de las redes entre pueblos generó las rupturas estructurales causantes de cambios tecnológicos en la región, ya que a raíz de la ruptura de la interacción se pierde el intercambio de información, donde se comparten técnicas de manufactura, consejos prácticos, recomendaciones de materia prima, información acerca de yacimientos, nuevos usos, innovaciones tecnológicas, etc. Se propone que interrupción de la red Aztatlán tuvo fuerte repercusiones hacia la Tradición Grillo en su etapa final. Ya hacia el 900/1000 d.C., la mayor parte de Mesoamérica septentrional había sido abandonada (Brannif, 2000, 165). 181 CONCLUSIONES A continuación, presentamos las conclusiones a las que se llegaron a partir del análisis de los materiales de lítica tallada y pulida que se recolectaron en las diferentes exploraciones ejecutadas en todas las temporadas del Proyecto Arqueológico Oconahua en el complejo arquitectónico: El Palacio de Ocomo. Por el momento no hay identificación de talleres de producción de artefactos líticos dentro de los edificios, pero si hay evidencia de concentraciones líticas en ciertas áreas, para solucionar este problema se propone a futuro realizar mapas de frecuencia espacial que nos permitan despejar esta duda. Utilizan preponderadamente un solo tipo de materia prima, para el caso de la lítica tallada, lo que nos indica la preferencia del material en cuestión, obtenidos de distintos yacimientos. Al mismo tiempo evidencia que existieron relaciones comerciales con otros sitios aledaños a corta y larga distancia. Se reutiliza la materia prima en épocas tardías lo que posiblemente indique una ruptura con el proveedor tanto de la materia prima como de los artefactos líticos. La poca evidencia de núcleos y macro núcleos para la obtención de navajas de o tecnología laminar, indica que los artefactos líticos se hayan manufacturado en lugares aledaños al edificio principal o los hayan traído prefabricados o que el área de producción se encuentre en otra área aun no explorada. Existe una abundancia del desecho de talla, lo que nos podría indicar, producción de utillaje lítico, constante retoque y rejuvenecimiento de los filos, así como actividades especializadas con la producción de mercancías que usan al material lítico como instrumental para trabajar. 182 El análisis de laboratorio evidenció una gran gama de artefactos líticos así como variantes de los mismos, lo que nos indica que este tipo de objetos fueron fabricados por expertos, específicamente para el caso de la joyería. La tecnología se aplicó para la fabricación de utensilios de autoconsumo y comercio, las primeras destinadas a cubrir necesidades de consumidores intrarregionales, mientras que para los segundos destinados a cubrir necesidades de consumidores interregionales. Los artefactos fueron destinados para el uso doméstico, para la práctica de la cacería, uso ritual o para la fabricación de otros artefactos, lo que al mismo tiempo nos sugiere actividades económicas especializadas de diferente índole dentro del sitio para estas industrias tales como son: talladores especialistas, instrumentos especializados para diferentes usos, y por último especialización de oficios donde se hace uso del utillaje de piedra. Por lo tanto se habla de producción de artefactos de dos tipos: los primeros, productos utilitarios destinados a cubrir las necesidades de subsistencia y el segundo, productos de lujo esenciales para simbolizar estatus o prestigio (Cabrero, 1989:58), es decir, se dio una producción de bienes de alto valor para el consumo de la elite y la producción de bienes utilitarios de amplia distribución para la demás población (Cabrero, 2010: 19). Los resultados del análisis de laboratorio indican que en el Palacio de Ocomo principalmente se produjeron y consumieron bienes utilitarios, es por ello que se fabricaron en abundancia utensilios como raederas, raspadores, navajillas, puntas de proyectil, entre otros, por lo que podríamos hablar de una especialización de talladores posiblemente de tiempo completo); siendo pocos los especialistas en fabricar bienes esenciales para simbolizar estatus o prestigio hechos de piedra. En síntesis existe una especialización de talladores, artefactos, uso de los utensilios, y de otros oficios donde hacen uso de los artefactos de piedra como instrumental básico para trabajar. 183 Igualmente los resultados en laboratorio han arrojado datos interesantes, se observa esta estandarización de utensilios y una alta producción en algunos casos, por ejemplo, se destaca más la presencia de navajillas prismáticas, puntas de proyectil, raspadores y raederas lo que nos puede indicar que estos productos fueron consumidos en el sitio con modelos ya estandarizados. Aunque por otro lado, hay una escasa presencia de cuchillos bifaciales, navajas, macronavajas, joyería, lo que nos indica que este producto pudo haber sido importado desde otros lugares. Aquí se podría hablar de que estos productos fueron de acceso diferencial, controlado por el grupo de poder con el propósito de obtener ganancias dentro de la economía de la sociedad a través del intercambio a larga distancia y viceversa (Ibídem (c), 2010:20) Datos que nos sugieren dos cosas, la primera que existe un grupo de poder que controla la manufactura y decide qué tipo de herramientas se deben de producir en cada centro productor y la segunda, es la especialización de los talladores para cada centro productor, controlados para fabricar cierto tipo de herramientas líticas. Esta propuesta se ve sustentada por los trabajos de recorrido de superficie de Heredia (2010:26) al norte del Volcán de Tequila quien a través de los resultados de su investigación se centra en reconocer la posible o no especialización regional. Según su propuesta por medio del reconocimiento de áreas de producción como talleres se puede identificar los tipos de herramientas que pudieron manufacturarse y su localización a nivel regional, también se puede ligar esta producción al consumo regional de las mismas. Otra característica que salta a la vista es en la especialización en el labrado de la piedra manufacturada para uso exclusivo del diseño arquitectónico. Es decir, no solo existieron talladores especialistas u oficios que hacían uso del instrumental lítico para ejecutar su trabajo, sino que también se evidencia notoriamente la especialización de canteros. Esto se observa en la utilización de piedra careada para la fachada de sus muros y tableros como parte de elementos decorativos en la arquitectura del edificio principal, así como piedra labrada para la construcción. 184 APÉNDICE 185 Cantidades: Conjunto arquitectónico Cuarto Adosado (Instrumentos por capa estratigráfica o piso) Tabla 1. Cantidades 186 Gráfico 1. Artefactos sin lascas Gráfico 2. Cuarto adosado. Piso 1 187 Gráfico 3. Cuarto Adosado. Piso 2 Gráfico 4. Cuarto adosado. Piso 2 188 Gráfico 5. Cuarto adosado. Piso 3 Gráfico 6. Cuarto adosado. Piso 4 189 Gráfico 7. Cuarto adosado. Piso 5 190 TIPOS Material asociado a producción de utencilios (LEC, LCC, NEL) Material asociado a talla, retalla y reavivamiento de filos (LDT, LRF) Instrumentos de corte (NPS, NPT, CUM, MAC) Instrumentos para raspar (RAS, DES) Instrumentos para cepillar (CEP) Instrumentos para raer (RMC, RMR) Artefactos multifuncionales (MUL) Instrumentos punzocortantes (BUR, PER, PUN) Instrumentos esporadicos (LCR) Armas (PPM, PPB, CUB) Suma total Tabla 2. Cantidad total de artefactos sin lascas Gráfico 8. Porcentaje total de artefactos sin lascas 191 TOTAL 172 1436 61 55 2 53 5 14 15 80 1893 Gráfico 9. Cantidad total de lascas Gráfico 10. Cantidad total de lascas 192 Industria Clave Artefacto I II III P1 P2S P2R P3S P3R P4S P4R P5 TOTAL LITÍCA PULIDA CUARTO ADOSADO MET MOR VAS PAL EDA HAC MAR MAM HAH GUB CINC PUP MAC ADE ESF CUE DIJ PEN PEC TRO INM ORE NAR EXC ALM ALF TAB CLA LAJ COL ALI PUL AZA MDM Suma Metate Mortero Vasija Paleta Enderezador de astil Hacha Martillo Mano de metate Hachuela Gubia Cincel Punta de perforador Machacador Alisador de estuco Esferas Cuenta Dije Pendiente Pectoral Trompetas Instrumento musical Orejeras Narigueras Excéntrico Almenas Alfarda Tablero Clavo arquitectónico Laja Columna Alisador Pulidor Azadas Mano de mortero Total 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 2 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 0 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 3 0 0 0 0 0 0 0 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 4 0 0 0 0 0 0 13 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 1 0 1 20 Tabla 3. Cantidad total de artefactos de lítica pulida 193 TOTAL Mano de mortero 5% Alisador 5% Pulidor 5% Metate 20% Mano de metate 65% Gráfico 10. Cantidad total de artefactos de lítica pulida 194 Dibujo 3. Dibujo del Cuarto Adosado 23 Dibujo 4. Estratigrafía del Cuarto Adosado 23 24 Dibujo extraído del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 169 24 Dibujo extraído del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 174 195 BIBLIOGRAFÍA: ALARCÓN, M. (2012). La concreción espacial de la arquitectura propia de la tradición Teuchitlán durante el Formativo Tardío y Clásico Temprano: Tecnología, cosmovisión y organización social. Tesis de Maestría, UMICH, México, 2012, 220 pp. ALMENDROS, L. y GONZÁLEZ, F. (2009). El Occidente de México. La reocupación del Valle de Colima. 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