1
ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA
INAH
SEP
LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA
DEL CONJUNTO ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO
EN OCONAHUA, JALISCO
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL TITULO DE
LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA
PRESENTA
Samuel Mateo Guadarrama
DIRECTOR DE TESIS: Mtro. Sean Montgomery Smith
Márquez
MÉXICO, D.F.
2
2016
LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA
INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO
ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN
OCONAHUA, JALISCO
PALACIO DE OCOMO
Proyecto Arqueológico Oconahua (PAO)
Samuel Mateo Guadarrama
3
A Beatriz Adriana Mateo Guadarrama (+)
(1988-2014)
4
Agradecimientos
En primer lugar quisiera agradecer a mis amados padres, esposa, familia y
amigos, por brindarme todo su apoyo, cariño, tiempo y dedicación. Les agradezco
infinitamente por estar ahí en los buenos y malos momentos, dándome ánimos
para seguir adelante con tal de culminar este proyecto de tesis. Principalmente
ellos fueron el motor que me impulsó a continuar con este proyecto, inspirándome
en todo momento para no tirar la toalla, es por eso que les digo: ¡Gracias por todo!
Igualmente quisiera agradecer a mi director de tesis, jefe, colega y amigo Sean
Montgomery quien me sugirió y me brindó la oportunidad de realizar este trabajo
de investigación, le agradezco de mil formas por no dudar de mis capacidades,
asesorarme y corregirme en todo momento y sobre todo, disculpar todos mis
errores que fueron muchos en el tiempo que llevo laborando en el proyecto.
Al propio proyecto de investigación, quien me cobijó y formó por casi cinco años,
brindándome todas las herramientas, conocimientos y experiencia laboral
necesarios para seguir mejorando día con día. Gracias por ser ese laboratorio
dónde pude experimentar y aprender diariamente nuevas cosas e ir mejorando las
pocas cosas que ya sabía.
También quisiera dar gracias a las instituciones involucradas que me dieron la
oportunidad y apoyaron económicamente como lo son: La Secretaria de Cultura
de Jalisco, el H. Ayuntamiento de Etzatlán y Colegio de Michoacán A. C., sin su
apoyo no hubiera sido posible la realización de esta tesis.
De igual forma a mis asesores, maestros, colegas y amigos Ivonne Schönleber y
Emiliano Melgar quienes no dudaron ni un segundo en aceptar asesorar esta tesis,
compartiéndome su tiempo, conocimientos y dedicación, ellos fueron quienes me
formaron en mi etapa de estudiante, mientras estuve en mi amada ENAH.
A todos les digo: ¡MIL GRACIAS!
5
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 9
CAPITULO I
LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO
ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN OCONAHUA, JALISCO
1.1.
Antecedentes .................................................................................................................. 18
1.1.1.
Reseña histórica del pueblo de Oconahua y el Palacio de Ocomo................ 18
1.2.
Ubicación geográfica...................................................................................................... 25
1.3.
Medio geográfico ............................................................................................................ 28
1.4.
Investigaciones arqueológicas previas en torno a la industria lítica ....................... 34
1.4.1.
Sitio arqueológico Palacio de Ocomo ................................................................. 34
1.4.2.
Previos análisis de materiales líticos en la región ............................................. 36
1.5.
Justificación ..................................................................................................................... 39
1.6.
Objetivos .......................................................................................................................... 40
1.7.
Planteamiento del problema ......................................................................................... 40
1.8.
Formulación de hipótesis .............................................................................................. 41
1.9.
Marco Teórico ................................................................................................................. 43
1.10.
Metodología ................................................................................................................. 49
CAPITULO II
MÉTODO DEL ANÁLISIS DE LOS ARTEFACTOS DE LA INDUSTRIA DE LA LÍTICA
TALLADA Y PULIDA
2.1.
Método del análisis ......................................................................................................... 52
2.2.
Análisis en laboratorio de la Lítica tallada y pulida ................................................... 53
2.3.
Análisis del material ....................................................................................................... 53
2.3.1.
6
Identificación y separación por clase................................................................... 53
2.3.2.
Identificación de tipos según su clase ................................................................. 54
2.4.
Lítica Tallada (Criterios de clasificación) .................................................................... 55
2.5.
Lítica Pulida (Criterios de clasificación) ...................................................................... 62
2.6.
Resultado del análisis .................................................................................................... 65
CAPITULO III
TIPOLOGÍA DE LA TRIPLE BASE. CLASIFICACIÓN FUNCIONAL, CRONOLÓGICA Y
COROLÓGICA DE LA INDUSTRIA LÍTICA POR CLASE ....................................................... 67
3.1.
Tipología de la Triple base ............................................................................................ 68
3.2.
Tipología de la Lítica Tallada ........................................................................................ 74
3.2.1.
Instrumentos sin huellas de uso ........................................................................... 74
3.2.2.
Instrumentos con huellas de uso ......................................................................... 77
3.2.3.
Armas, objetos religiosos, joyería y de uso desconocido ................................ 98
3.3.
Tipología de la Lítica Pulida ........................................................................................ 109
3.3.1.
Trabajo doméstico ................................................................................................ 110
3.3.1.1.
Procesamiento de alimentos........................................................................... 110
3.3.1.2.
Producción de utensilios.................................................................................. 119
3.3.2.
Lapidaria ................................................................................................................ 128
3.3.2.1.
Elementos arquitectónicos .............................................................................. 128
3.3.2.2.
Escultura ............................................................................................................ 132
3.3.2.3.
Joyería................................................................................................................ 133
3.4. Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica tallada según su
función ........................................................................................................................................ 133
3.5. Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica pulida según su
función ........................................................................................................................................ 136
CAPITULO IV
LA CADENA OPERATIVA Y LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS .................................... 141
4.1
7
Cadena operativa y las actividades productivas ..................................................... 142
4.2.
Cadena operativa (Industria de la lítica tallada) ...................................................... 143
4.3.
Cadena operativa (Industria de la lítica pulida) ....................................................... 155
4.3.1.
Biografía de un artesano local ............................................................................ 157
CAPITULO V
TEORÍA DE LA LARGA DURACIÓN
5.1.
Teoría de la larga duración ......................................................................................... 167
5.2.
Fenómenos sociales de Larga Duración .................................................................. 169
5.2.1.
La minería prehispánica de La Tradición Teuchitlán ...................................... 169
5.2.2.
La Tradición Grillo y la minería prehispánica ................................................... 172
5.2.3.
Mesoamérica septentrional y la red Aztatlán ................................................... 178
CONCLUSIONES ......................................................................................................................... 182
APÉNDICE .................................................................................................................................... 185
BIBLIOGRAFÍA: ............................................................................................................................ 196
8
INTRODUCCIÓN
Este documento es la propuesta de tesis que lleva por nombre: Los cambios
tecnológicos de la industria lítica del conjunto arquitectónico: Palacio de Ocomo,
Oconahua, Jalisco; el cual planteará cuales fueron los procesos culturales que
dieron lugar a que se suscitaran las diferentes transformaciones en la aplicación
de la tecnología en este sitio arqueológico.
Por cambios tecnológicos nos referimos a las distintas técnicas de manufactura
empleadas para la elaboración de los utensilios, así como la variabilidad de estilos
y usos a través del tiempo (Smith 2013: comunicación personal).
A su vez, este escrito pretenderá realizar una propuesta tipológica para la
región, ya que no se cuenta con una propia para esta tradición, al menos para este
sitio.
Esta tipología será el resultado del análisis lítico efectuado tanto en su clase
tallada como pulida, materiales pertenecientes al complejo arquitectónico: Palacio
de Ocomo. Mismos que fueron obtenidos a partir de las excavaciones sistemáticas
de las temporadas 2009, 2012, e igualmente se incluirán algunas piezas
diagnósticas de la temporada 2013 del Proyecto Arqueológico Oconahua (PAO),
siendo el Director del Proyecto el Maestro Sean Montgomery Smith Márquez.
La metodología del análisis del material partirá de los trabajos de Esparza
(2004), García Cook (1967), Bate (2001), Mirambell (1968), y Cabrero (2005), de
las observaciones de Méndez (2009), Méndez y Lohse (2009), Merino (1994),
Esparza y Ponce (2002) y de las definiciones de Winchkler (2006).
Los estudios que se han elaborado en el sitio sobre este tema en específico
apenas comienzan, por lo que esta propuesta de tesis tiene la intención de formar
parte de las investigaciones pioneras en el campo de la industria lítica del
occidente de México, en conjunto con las realizadas anteriormente por Weigand
9
(1993, 2003), Weigand y Spence (1982), Weigand y Williams (1997), Soto (1982,
1986), Esparza (2004), Blanco (2009), Smith (2012), entre otros.
Con el fin de aportar nuevos conocimientos que hablen en torno al tema y por
medio de la investigación defender la postura de que los antiguos habitantes del
Occidente de México pertenecieron a una sociedad compleja tal como lo validó
Schöndube (1987: 405) y no marginada como se pensó en el pasado por algunos
investigadores quienes la consideraron “como una zona ocupada por sociedades
con un atraso cultural respecto a otras áreas, como el centro, con poca aportación
a la comprensión del México prehispánico” (Alarcón, 2012: 5) quien denuncia esta
postura.
Estas aseveraciones parten de los supuestos de que las Culturas del Occidente
de México no erigieron arquitectura de tipo monumental, que no elaboraron
códices o un sistema de escritura glífica, que la técnica utilizada en la escultura
en piedra no alcanzó el refinamiento necesario si se compara con otras áreas de
Mesoamérica, esta región se consideró por mucho tiempo como un área marginal
(Olay, 2006: 2, 3).
Es por ello que este estudio aportará un pequeño grano de arena para
demostrar lo contrario, ya que “la marginalidad está asociada a una investigación
limitada y no a la naturaleza de los pueblos que se estudian” (Almendros y
González, 2009: 153).
Antecedentes históricos
Tanto la historia del sitio arqueológico como del pueblo donde se ubica
actualmente es muy breve, se tienen pocos datos al respecto, ya que son temas
que apenas están siendo tratados por especialistas de diferentes ramas del
conocimiento.
10
Se tiene una breve historia del lugar, desde la época prehispánica, pasando por
la etapa de la conquista, la época colonial, revolucionaria, de independencia y la
fase actual.
Cabe destacar que tanto la historia del pueblo como del sitio arqueológico están
vinculados entre sí, ya que se complementan mutuamente. Es importante realizar
el rescate de la historia de cada época, ya que forma parte del patrimonio cultural
del pueblo y del complejo cultural que se estudia.
Es por ello que este proyecto de tesis menciona algunos aspectos importantes
acerca de la historia de los antiguos y actuales habitantes de Oconahua, con el fin
de darlos a conocer y entender todos los procesos sociales que sucedieron en
torno al tema de estudio.
Ubicación y el medio geográfico del área de estudio
El sitio arqueológico Palacio de Ocomo se asentó sobre uno de los lugares más
privilegiados en cuántos recursos naturales se refiere.
Ya que su estratégica ubicación permitió que aprovechara el relieve y las
topoformas del lugar. El sitio está asentado sobre las faldas del cerro, rodeado de
sierras, lomeríos, cuenta con valles, lagunas, arroyos y ojos de agua sumando un
sinfín de recursos que le fueron benéficos en su momento.
Aprovecharon flora y flora endémica comestible, de hecho actualmente las
personas que radican en el pueblo aun consumen animales y plantas silvestres
que sirven para complementar su dieta diaria.
El medio geográfico, el suelo fértil, la madera proporcionada por los bosques,
los recursos lacustres y el medio ambiente en conjunto proporcionaron las
condiciones adecuadas para que los antiguos habitantes del lugar pudieran
instalarse y construir los recintos que serían su hogar por casi 500 años.
11
Estado de la cuestión
Este tema tiene sus inicios desde el siglo pasado, dando un mayor interés al
recurso estratégico de la obsidiana, dejando por un lado a la industria de la lítica
pulida.
Se ha escrito una considerable cantidad de artículos relacionados con la
explotación de la obsidiana, tanto a nivel área geográfica, regional y local.
Se tiene una mayor documentación a nivel regional, sobre todo relacionado a la
Tradición Teuchitlán, perteneciente a la etapa del preclásico.
En el complejo y etapa que nos concierne el tema apenas comienza, por lo que
este trabajo de investigación será uno de los pioneros en este campo de estudio.
Se pretende aportar una modesta dosis de conocimiento y servir de base o
antecedente para futuras investigaciones.
Se pretende abordar en un futuro próximo los temas aquí tratados más a fondo,
esperando abarcar lo más humanamente posible, y servir de apoyo para
diferentes especialistas.
En el apartado correspondiente se tratara más a fondo todas las investigaciones
previas tanto a nivel regional como local del tema que nos concierne, esbozando
cada una de las aportaciones realizadas por diferentes especialistas a lo largo de
la historia de esta área.
Justificación
Como se ha ido mencionando anteriormente los trabajos en torno a este tema y
sobre todo al área de estudio que nos compete, no ha sido tratado de la manera
más profunda posible.
12
Es por ello que se nos encomienda ahondar más en el tema y producir nueva
información a partir de los datos con los que se cuenta. Tratando se ser lo más
específico posible en cada punto a tratar.
Se pretende desglosar tres puntos principales de la industria lítica: una
clasificación funcional, cronológica y corológica, partiendo de los supuestos de
Gordon Childe (1999).
Objetivos
Se plantean tres objetivos principales, el primero pretende crear con una
tipología propia para el caso de estudio, el segundo identificar los procesos
sociales que dieron lugar a que se realizaran cambios tecnológicos en la
manufactura de los artefactos líticos y por ultimo determinar si se realizaban
actividades productivas en el área de estudio y cuales fueron estas.
Problema central
La problemática central de esta propuesta de tesis radica principalmente, como su
nombre lo dice: identificar si se dieron cambios tecnológicos en torno a la industria
de la lítica tallada y pulida y que consecuencias se dieron a partir de dichos
cambios.
Hipótesis principal
La hipótesis se puede desglosar en tres puntos principales, de acuerdo al tipo
de fenómeno que este asociado, es decir, se toma el modelo de Braudel (1970), la
Teoría de la larga Duración, que servirá para contrastar o refutar dicho problema
de investigación.
13
Básicamente los fenómenos de corta duración están asociados a las variantes
de cada tipo de artefacto, efecto realizado por cada especialista de acuerdo al tipo
de oficio al que se dedique. Los fenómenos de duración media están vinculados a
los efectos causados por el comercio a nivel intra e interregional, ya que dichas
relaciones estimulan intercambios de ideas y modos de operar a la industria lítica.
De igual forma estos lazos comerciales se rompen y producen nuevos efectos y
formas de tratar a las piedras trabajadas. Los fenómenos de larga duración están
asociados a la transición, sustitución o intrusión de una tradición
o complejo
cultural a otro, por lo que en cada nueva ocupación humana surgen innovadoras
formas de trabajar la industria lítica, de acuerdo a la época o grupo cultural
estudiado.
Marco teórico
Se utilizaron principalmente tres corrientes teóricas que servirán para fundamentar
esta propuesta de tesis.
La primera es la tipología propuesta por Gordon Childe (1989), que nos
permitirá realizar una clasificación adecuada de la industria lítica y pulida de la
región y el área de estudio que nos compete. Nos permitirá identificar uso,
cronología y tradición cultural de cada utensilio analizado en laboratorio.
En la Cadena Operativa de Schiffer (1999), se desglosará de manera detallada
por cada proceso que pasa un artefacto, ya sea perteneciente a la lítica talla o
pulida; y el ciclo que cumple mientras se encuentra en el contexto sistémico.
El modelo o teoría de la Larga duración de Braudel (1970), se empleara para
identificar los cambios tecnológicos a través del tiempo, suscitados en tres
distintos eslabones o etapas de la historia, cada tipo de fenómeno está asociado a
determinado rango de duración.
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Metodología
En este apartado se explicara los métodos y técnicas que se utilizaran para
llegar a nuestro fin. La hemos divido en tres secciones o tres métodos, que consta
de lo siguiente:
En el primer nivel se plantea crear una tipología adecuada subdividida por
clase, en el segundo nivel se identificará las técnicas de manufactura empleadas
de acuerdo a la clase de industria y en el tercer nivel se explicaran los procesos
sociales que dieron pauta a que la industria lítica tuviera transformaciones
tecnológicas.
Así mismo se identifican las huellas de uso evidenciadas en cada tipo de
artefacto, con el fin de asociarlos a una actividad productiva de tipo artesanal.
Cuerpo de la tesis
Básicamente la estructura de la tesis se compondrá de cinco capítulos:
El primero cita los puntos antes mencionados solo que de manera más amplia,
mejor desglosada y explicada. Por lo que se citan los antecedentes históricos,
describe la ubicación y el medio geográfico del área de estudio, seguido del
estado de la cuestión, donde se informa de las investigaciones arqueológicas
previas en el sitio en cuanto a la industria lítica se refiere, describe la justificación
del proyecto de tesis, plantea los objetivos a los cuales se pretende llegar,
especifica el problema central del caso de estudio, formula la hipótesis principal,
apoyada del marco teórico a utilizar y por último se esboza la metodología
utilizada para llegar a nuestro fin.
El segundo capítulo describirá el método del análisis de los artefactos de piedra
y los criterios de clasificación empleados para el presente caso de estudio. Se
desglosa de manera detallada cada una de sus características generales y
particulares, empleadas para la industria lítica subdividida por clase.
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Se pretende tener un mejor entendimiento acerca de cada una de las
particularidades que conforma cada tipo de utensilio.
El tercero constará del resultado del análisis lítico, basado en la propuesta de la
tipología de la Triple Base de Gordon Childe (1989), se incluirán fotografías de las
piezas diagnósticas o representativas. Así mismo se identificaran las diferentes
técnicas de manufactura aplicadas en cada tipo de utensilio.
De igual manera se describe de manera breve, clara y concisa la historia, uso
de cada artefacto de piedra con el propósito de vincularlo con alguna actividad
productiva, cronología y tradición cultural.
En el cuarto capítulo para el desarrollo de este tema se aplicará el modelo de
flujo del ciclo de vida de los elementos duraderos propuesto por Schiffer (1999) en
el cual se enuncian los procesos de la cadena operatoria que se desarrolla en
torno a la industria lítica, empleada con nuestros propios criterios.
De esta manera se tiene un mejor entendimiento acerca de los procesos o
historia de vida útil que pasa un utensilio de piedra ya sea de lítica tallada o pulida
y como con el paso del tiempo llega a ser parte del contexto arqueológico.
El quinto capítulo partirá del modelo de Braudel (1970), La Teoría de la Larga
Duración, el cual reduce a los fenómenos sociales a tres tipos de tiempos:
fenómenos de larga duración, fenómenos de duración media y fenómenos de
corta duración. Se utilizará este paradigma para entender los cambios
tecnológicos de la industria lítica a través del tiempo dividido en distintas etapas.
Se pone un mayor énfasis en los fenómenos de larga duración, al igual que se
explican a la par los fenómenos de duración media y corta duración.
Por último se incluirán las conclusiones obtenidas de este trabajo de
investigación, así como un apéndice que muestra el material gráfico extra
asociado al tema de estudio.
16
CAPITULO I
LOS CAMBIOS TECNOLÓGICOS DE LA
INDUSTRIA LÍTICA DEL CONJUNTO
ARQUITECTÓNICO: PALACIO DE OCOMO EN
OCONAHUA, JALISCO
17
1.1.
Antecedentes
A continuación se citan los antecedentes históricos del lugar donde se encuentra
el área de estudio, las investigaciones previas en el sitio, la ubicación geográfica y
la descripción del medio geográfico del lugar.
1.1.1. Reseña histórica del pueblo de Oconahua y el Palacio de Ocomo
Delegación política de San Miguel de Oconahua
El Palacio de Ocomo (fotografía 1), es un edificio prehispánico que forma parte del
sitio arqueológico que se encuentra en el pueblo de Oconahua (San Miguel de
Oconahua) o también llamado anteriormente Ocotitlán que quiere decir “lugar de
pinos aromáticos, o lugar de astillas de pino”, (Weigand et al, 2003:20). Esta
población tiene una superficie de 120 km2 aproximadamente (Medina, 1993:1).
Fotografía 1. Detalle de la ubicación del sitio arqueológico en el interior del pueblo de Oconahua
El nombre del poblado ha ido cambiando con el paso del tiempo, se le conoció
como “Oconahuac, Ocotinahuac y Oconahua”, este último fue registrado en 1550,
Desde la evangelización se le suprimió la letra (c) por lo que la población paso de
ser “Oconahuac a Oconahua” (López, 2011: 13) que traducido significa: “nahua de
18
los pinos” (Weigand et al, 2003:21). El topónimo más antiguo del lugar registrado
hasta el momento es el de Ocomo:
se tiene documentación gráfica respecto a la ubicación geográfica del pueblo
de Oconahua (…) existen dos mapas que hablan al respecto, una es la
pintura del Nuevo Reino de Galicia (ca. 1540) y la otra de Abraham Ortelius
de 1579, en los cuales se consigna la existencia de Oconahua en correcta
correlación geográfica (Ibíd., p. 7).
En lo que concerniente a la fundación del poblado de hoy en día, según la
tradición oral fue en 1513 y esta se dio gracias a la intervención de una tribu
Nahuatlaca, regida bajo el mando de una mujer que fungía como líder llamada
Tepelzamoc. Estos se asentaron en lo que hoy se le conoce como Cerro de la
Campana, fundándola bajo el nombre de Cacalotlán (termino náhuatl que significa
“lugar de ruidos o resonancias” (Ibíd., p. 15). Posteriormente por orden del
conquistador español Cristóbal de Olid se le cambia el nombre por el de
Oconahua en el año de 1521, conservando este nombre hasta nuestros días.
(López, 2011: 13). El Diario Oficial de la Federación (1935) cita que:
(…) los propios vecinos han manifestado (…) que la fecha aproximada de la
fundación del pueblo es el año de 1510; que los primeros títulos de sus tierras
fueron otorgados por el Marqués de Falcés, Conde de Santiesteban, Virrey de
Nueva España, por ordenanza de 26 de mayo de 1567, siendo después
reformados esos mismos títulos por Fernando VI, el 12 de junio de 1695, y que
el nombre del poblado gestor fue el de Cacalotlán (p. 7).
Cabe destacar que esta fecha (1510) es muy temprana y se ha decretado así por
medio de la tradición oral.
Continuando con la línea de acontecimientos, según en la época de la colonia,
los españoles desembarcaron en lo que hoy se conoce como San José Crucero
de Bárcenas, algunos arribaron hacia Cacalotlán, mientras que otros se fueron
hacia El Amparo en busca de minas de oro (Medina, 1993: 1).
19
Cuando se les acabo el agua a los que se instalaron en Cacalotlán, se
trasladaron medio kilómetro hacia el oriente en busca del vital líquido, que es
donde actualmente está asentado el pueblo de Oconahua (Ibídem).
En cuanto al establecimiento del poblado de Oconahua según a la llegada de
los españoles ya existía un pueblo, como tal (Weigand et al, 2003: 7), fue una
población que tuvo tres tributarios y que a su vez, pagaba tributo a Etzatlán.
Por otro lado, en los alrededores de ese entonces Nueva Galicia, se emprendió
la empresa de la conquista del occidente del territorio que fue encabezado por
Hernán Cortés en 1521, cuando los conquistadores arribaron a la zona trazaron
rutas para ir a lugares reportados con la presencia de metales preciosos y a su
vez buscaban sitios para zarpar y unir Europa con América por el océano pacífico
en busca de mayores fortunas, entre la ruta de Cortes estuvo el actual municipio
de Etzatlán.
Por indicaciones de Hernán Cortés a finales de 1522 el conquistador Cristóbal
de Olid anduvo por Mazamitla hasta Tamazula, con lo que dio inicio a la
exploración, conquista y la colonización de lo que hoy es Jalisco1. Viendo el éxito
que tuvo Olid en esas campañas, lo envía a someter Colima, tarea que resultó
mucho más difícil, ya que hubo grandes bajas en ambos bandos, años más tarde
después de una intensa lucha, la región fue conquistada por Nuño de Guzmán
(Gobierno de Jalisco, 2009: 6). Es así como el poblado actual comenzó a surgir.
Entre los acontecimientos históricos más importantes suscitados en el lugar
destacan los siguientes: en el año de 1762 se empezó a construir el templo
dedicado a San Miguel Arcángel y la obra se concluyó en 1917 (Ibídem).
Monumento erigido por la orden de Los Franciscanos.
En diciembre de 1856 al Fray Francisco de Lorenzo, le quitaron la vida los
indígenas haciendo uso de macanas y porras, entre los acontecimientos más
violentos fue el incendio de la iglesia, con piedras incandescentes de las paredes
1
(2011, 11). Conquista de Nueva Galicia. BuenasTareas.com. Recuperado el 10/11/ 2015
20
taparon el cadáver del Fraile junto con el de su compañero Fray Juan Francisco
(Medina, 1993: 1 y 2).
En 1935 estalló el movimiento agrario contra la Hacienda de San Rafael, el cual
finalizó en 1939. De los personajes ilustres se recuerda a Mariano González
Becerra, junto con otros héroes destacados que lucharon por la defensa de sus
tierras y derechos, a él se le atribuye ser el fundador del Ejido de Oconahua
(Gobierno de Jalisco, 2009:7).
En conclusión, como se puede observar, hay evidencia de tres épocas distintas
de ocupación humana: la prehispánica, la colonial y la moderna. El periodo
prehispánico es el objeto de estudio de este trabajo de investigación.
El Palacio de Ocomo
García de Weigand (comunicación personal: 2012), atribuye que se le dio el
nombre de “Ocomo” al sitio arqueológico a partir de la toponimia registrada en el
Mapa de Ortelius de 1579, por lo que decidió respetar el nombre original del lugar
(Weigand et al, 2003: 36).
Al mismo tiempo se le dio la categoría de “Palacio” por ser un edificio de tipo
Tecpán, ya que según Weigand es de similar forma arquitectónica al Palacio de
Quinantzín, ubicado en Texcoco, Estado de México aunque este último este
separado temporalmente del primero por más de 1000 años (Ibídem).
Beekman (1996) cita las características que definen al Complejo Grillo, por lo
que el Palacio de Ocomo se encuentra categorizado dentro de esta tradición, ya
que posee dichos rasgos culturales (Smith 2008: 9).
El Complejo Grillo, específicamente para la región Valles del Estado de Jalisco
ha sido fechado temporalmente para los años 350/400 d.C.-900 d.C. (López
Mestas, 2011:133).
21
Particularmente el Palacio de Ocomo ha sido fechado tentativamente, gracias a
los trabajos de excavación realizados en el sitio, ubicándolo dentro del Clásico
temprano/medio hasta el posclásico temprano, comprendiendo del 450 d.C. al 900
d.C. (Smith et al, 2009:63), “etapa en donde se abandona el diseño circular de la
arquitectura monumental, y es sustituida por el trazo cuadrangular” (Téllez 2010:
69). “En la región pasaron de las culturas preclásicas de edificios circulares a
formar las culturas clásicas con recintos como el de Oconahua” (Cacha, 2008:4).
Como se mencionó anteriormente se encuentra dentro del Complejo Grillo
(Smith et al, 2008: 9), que se caracteriza por edificios conocidos con el nombre de
“complejo pirámide-patio hundido- altar”2, presencia de Talud tablero en su
arquitectura, cerámica Pseudo Cloisonné y tumbas de caja. Esta fase se ubica en
el centro de Jalisco, específicamente en la Región Valles y en el Valle de
Atemajac, pudiendo llegar incluso hasta la región del Bajío (Smith y Herrejón,
2004:7).
Como punto de vista particular, esta hipótesis se puede ver reforzada en las
características similares que presenta la arquitectura de ambas regiones, ya que la
región del Bajío está integrado por asentamientos que están categorizados como
centros rectores, que basan su arquitectura en la edificación de basamentos
piramidales como elementos únicos, de grandes proporciones instalados sobre
enormes plataformas (Brambila y Crespo, 2000: 553). Su patrón arquitectónico se
compone del trazo de líneas rectas y ángulos que conforman edificios con planta
cuadrangular, muestran restos de pisos y muros estucados, pisos enlajados y
piedra labrada para elementos arquitectónicos, cuentan además con patios
cerrados, calzadas, edificios y habitaciones (Ibídem). Cabe destacar que los
adosamientos también se dan en algunos sitios, así como los pisos de tierra
apisonada, y los espacios hundidos (Brambila, 1993: 8 y 9).
2
Cabe destacar que los conjuntos arquitectónicos del área de estudio por el momento trabajados
no presentan estructuras piramidales, ni se han encontrado los altares (Smith, 2015: comunicación
personal).
22
Sus rasgos arquitectónicos recuerdan a otro sitio arqueológico ubicado en
Colima, llamado “Los Aguajes”, en donde se identifica un aprovechamiento de la
topografía natural del terreno por parte de sus antiguos pobladores, de la cual para
edificar el edificio principal fue necesario la construcción de una plataforma para
nivelar el terreno y darle estabilidad estructural a los edificios (Saint-Charles y
Enríquez, 2006: 6 y 7). Esta característica de asentar el basamento sobre una
plataforma parece estar presente en el área de estudio.
Además de tener un eje N-S, se hace evidente el intenso trabajo, la planeación,
la organización social, necesarios para la construcción de los edificios. Esto da
como resultado inferir que se traten de sociedades complejas, “cuya organización
propone la existencia de grupos especializados y una planeación continua”
(Ibídem).
Desde un punto de vista particular el edificio principal del Palacio de Ocomo
muestra las características antes citadas3, en cuanto a la composición
arquitectónica se refiere, en comparación con sitios del Bajío, es por ello que
algunos autores como Cach (2007) y Beekman (2006) se han atrevido a decir que
existe una relación entre el Bajío y el Complejo Grillo de la Región Valles
Centrales de Jalisco.
Dada las propiedades que presenta, además se puede integrar como parte de
Mesoamérica “por su cosmogonía cuadripartita orientada a los cuatro rumbos, con
deidades que nos hacen hablar de que están adscritos totalmente al mundo
mesoamericano” (Cach, 2007: 11).
De las funciones del edificio principal se tienen varias hipótesis, entre ellas
destacan que fungió como: “un centro de organización política (…) los edificios los
dedicaron a la administración y a la política. No están exentos de tener una
ritualidad” (Ibídem). Otra propuesta es la de Smith (2012) quien argumenta que
además fue un espacio de residencia para los gobernantes:
3
Información contenida en los respectivos informes de trabajo de campo y gabinete del Proyecto
Arqueológico Oconahua (Smith et al, 2007, 2009 y 2013)
23
(…) es una unidad habitacional o un sitio habitacional y administrativo de la
elite…su función sí parece haber sido: uno, albergar a la elite como zona de
vivienda… y dos, el llevar a cabo tanto rituales en el patio central como
labores administrativas (…) (en entrevista para Xalisco Asociación Civil,
Tepalcate Films)
Esta propuesta de tesis tiene como uno de sus objetivos plantear, por falta de
tiempo, de manera muy somera, si existieron actividades relacionadas con la
producción artesanal de artefactos líticos y otros objetos destinados para el
consumo. De identificarse dichos actividades se propondrá a futuro encontrar los
espacios o áreas de actividad dónde se realizaron acciones productivas, con estos
datos, se tendrá más evidencia para sustentar que el edificio principal se trate
realmente de un palacio como tal y a su vez se estará identificando una función
más del inmueble.
Por último en cuanto a la lengua que se habló en el lugar, según los estudios
realizados por Cach (2007) argumenta que:
los pobladores del sitio arqueológico fueron náhuatl parlantes, para ser más
precisos hablaron “una variante de náhuatl, que en Veracruz se conoce como
“pipil” (…) que nada tiene que ver con los mexicas del centro de México, y
según su rama étnica ellos fueron nahuatlatos originarios del lugar (p. 11).
Esta última afirmación parece ser incorrecta, ya que no hay suficientes datos que
corroboren lo antes expuesto, su hipótesis se sustenta principalmente en la
toponimia de la región, recordemos que quienes bautizaron a las poblaciones
fueron los indígenas tlaxcaltecas que arribaron junto con los españoles a este
lugar, de ahí que se registre la toponimia en náhuatl (Smith, comunicación
personal: 2015).
24
1.2.
Ubicación geográfica
El sitio arqueológico “Palacio de Ocomo” se ubica en la Región Valles del estado
de Jalisco en el Municipio de Etzatlán (mapa 1) para ser precisos, población que
se encuentra a unos 100 km de distancia aproximadamente hacia el Oeste de la
ciudad de Guadalajara (Álvarez, 2000: 4).
Mapa 1. Ubicación del Palacio de Ocomo dentro del Municipio de Etzatlán
4
Actualmente el ayuntamiento de Etzatlán, es la cabecera municipal de las
delegaciones políticas de Oconahua, Santa Rosalía (Smith et al, 2009: 3), Puerta
de Pericos y Hacienda de San Rafael (INEGI 1995c, 1997). Es exactamente en el
poblado de Oconahua donde se localiza el área de estudio.
4
Mapa extraído del Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos
Mexicanos Etzatlán, Jalisco, Clave geoestadística 14036, 2009.
25
Colindando con el Palacio de Ocomo se ubican las siguientes localidades: hacia
el Norte limita con San Marcos, El Carrizal y La Hacienda de Guadalupe, Al Sur
con el Rancho La Laguna, Tlachichilco y Los Guajes, hacia el Este con Etzatlán,
La Emboscada y Cantería y al Oeste con Hacienda San Rafael y Linderos de
Nayarit (López, 2011: 11).
Las coordenadas geográficas del sitio arqueológico son: N 20º44´43.9´´ y W
104º 09´54.1´´, ubicándose en la parte norte del poblado (Cach 2008:3), a una
altitud de 1490 msnm (López, 2011: 11) y tiene una poligonal de protección de 50
hectáreas (Smith, 2013: comunicación personal). El edificio principal Palacio de
Ocomo actualmente se localiza en el interior del área urbana (Smith et al, 2008: 2),
se encuentra sepultada debajo de las construcciones modernas ubicadas entre las
calles de Independencia, Francisco I. Madero, Benito Juárez y Manuel M. Diéguez
(Medina, 1993: 13); su Patio hundido monumental esta debajo un terreno de
propiedad particular utilizado actualmente para uso de pastoreo de ganado
(fotografía 2).
Fotografía 2. Conjunto arquitectónico Palacio de Ocomo
26
A unos escasos metros hacia el oeste, se encuentra el arroyo Atotonilco, mismo
que proporcionó agua a la población del sitio y a medio kilómetro de distancia
aproximadamente, cruzando el afluente siguiendo la misma dirección se encuentra
localizado otro conjunto arquitectónico (fotografía 3) registrado como la Unidad
Habitacional – I (Smith et al, 2013:365).
Fotografía 3. Conjunto arquitectónico Unidad Habitacional-I
Cabe destacar que para nuestro caso de estudio solo se tiene explorado un
porcentaje de ambos complejos arquitectónicos, los datos citados en este tema de
tesis solo provienen de la Estructura Norte del Palacio de Ocomo; más no de la
27
Unidad Habitacional-I (mapa 2). Los trabajos de investigación en este campo
apenas comienzan por lo que se espera que sea fuente de consulta para futuros
especialistas.
2
0 M.
5 0 M.
1 5 0 M. 2 5 0 M.
587000
586500
1
Mapa 2. Levantamiento topográfico del sitio arqueológico. 1 (Palacio de Ocomo), 2 (UH-I)
1.3.
5
Medio geográfico
Este grupo humano se asentó sobre un área geográfica que contó con las
condiciones ambientales propicias para el desarrollo de la vida sedentaria y los
medios necesarios para su progreso.
5
Mapa extraído del Informe del Proyecto de mapificación y delimitación del Palacio de Ocomo
(2008). Cortesía del Proyecto Arqueológico Oconahua.
28
Siendo su patrón de asentamiento desde un punto de vista muy particular similar
al de los sitios del clásico reportados en el bajío (Ramos de la Vega et al, 1993:
41), el cual basa su localización en los márgenes de los arroyos (para nuestro
caso de estudio en el arroyo Atotonilco) y en las zonas de ladera (Ladera del cerro
Oca). Posiblemente la decisión de asentar el sitio sobre las faldas del cerro
(fotografía 4) se deba a una estrategia de protección contra los agentes naturales,
tal cual como lo hicieron otras sociedades, ya que “la mayor parte de las ciudades
estaban sobre los declives de las montañas para protegerse de las inundaciones y
los vientos” (Valentini, 1878: 228).
Fotografía 4. Ubicación del Edificio Principal el Palacio de Ocomo y la UH-I
6
El sitio arqueológico se encuentra en La Región Valles Centrales de Jalisco
(mapa 3), esta se ubica en los límites de las provincias fisiográficas, IV Sierra
Madre Occidental y X Eje neovolcánico, correspondiendo a los sistemas de
6
FUENTE: Software. Google Earth 7.0.2.8410. Fotografía satelital tomada en el 2015
29
topoformas predominantes las sierras, lomeríos y mesetas (Gobierno de Jalisco,
2009: 3)
Mapa 3. Ubicación del sitio arqueológico en el interior del Estado de Jalisco
7
El clima del lugar es de tipo semiseco a templado moderado. Sus recursos
hidrográficos son abastecidos por los arroyos: El Comilote, La Caña, Tecomatán,
El Ixnokitl, El Limoncillo, La Playa, La Puerta colorada, Los Juárez, La Tinaja, La
Hiedra, Arroyo hondo, los Clavos y por último el arroyo Atotonilco (López, 2011:
11).
En lo que refiere a la topografía es sumamente irregular, la propia población
moderna y prehispánica están asentadas principalmente en las faldas del Cerro
Oca, colindando con los cerros Altamira, La Piedra Rosilla, La Aguja, El Coyote
(Ibídem), El Cerro Bola y La Mesa Colorada.
El área de estudio se encuentra enclavada dentro de la Sierra del Águila, esta
forma parte de la provincia fisiográfica del eje neovolcánico, en la microcuenca de
7
FUENTE: Software. Google Earth 7.0.2.8410. Fotografía satelital tomada en el 2016
30
Etzatlán, que está a su vez es parte de la cuenca hidrológica del Rio AmecaAtenguillo (Gobierno de Jalisco, 2009:6).
La provincia del Eje Neovolcánico, se caracteriza por ser una enorme masa de
rocas volcánicas de todo tipo acumulada en constantes y sucesivas etapas, desde
a mediados del terciario (3.5 millones de años atrás), la integran grandes sierras
neovolcánicas, grandes coladas lávicas, conos dispersos o en enjambre, amplios
escudos, volcanes de basalto, depósito de arena y cenizas (Ibíd., p. 26).
En lo que concierne a las características geológicas del municipio de Etzatlán,
el subsuelo del municipio pertenece al periodo Terciario, y se conforma de Caliza,
rocas ígneas extrusivas, riolíta, andesita, basalto, toba, y brecha volcánica
(Ibídem). Según los datos del INEGI, en la zona inmediata principalmente se
encuentra conformado por la siguiente geología:
Rocas ígneas: del tipo de Andesita, Basalto, Brecha volcánica, Extrusivas acida,
Granito y Toba; Rocas sedimentarias: Arenisca, conglomerado, Lutita, arenisca; y
suelo: Aluvial (Ibíd., p. 29).
Todo lo referente a sus bosques se clasifica en templados y semifríos. Para Los
primeros se conforman de álamos, encinos y cedros mientras que para los
segundos se componen por robles y pinos (Álvarez, 2000:7), siendo estos últimos
los que posiblemente le dieron el topónimo del lugar: “Ocomo” (Weigand et al,
2003: 21).
El suelo es de tipo arcilloso-arenoso, y de migajón, arcillo y arenoso. El 99%
tiene muy buena filtración, evitando posteriores atascos de agua dentro de los
mismos, lo cuales son aptos para aprovecharlos por medio de la práctica de la
agricultura, actividad económica vital para una población sedentaria (Álvarez,
2000: 6). Los tipos de suelo de tipo barroso se encuentran en las actuales
parcelas y los cerros, mientras que para la llamada tierra negra esta se ubica en
las partes boscosas donde se acumula la materia orgánica, también cuenta con
tierra arenosa, y arcillosa, esta última se halla en la sierra como en el llano
(Gobierno de Jalisco, 2009:6).
31
Es importante conocer las condiciones fisiográficas y medioambientales de la
región, ya que debido a sus características nos dan una idea clara del lugar
elegido por este grupo humano para instalarse, debido a que existen las
condiciones óptimas para vivir y desarrollarse, de igual forma nos ayuda a
comprender de mejor manera el patrón de asentamiento de esta sociedad.
En cuanto a la fauna silvestre se encuentran especies para el caso de las aves
tales como cuervos, zopilotes, gavilanes, paloma pinta, paloma huilota, paloma
alcabuz, patagona, chachalaca, codorniz de cerro y de campo, tordos, perico
guayabero, golondrinas, hurracas, búho o tecolote, estos últimos guardan cierta
relación con la población actual, más adelante se explicará este punto con más
detalle, en cuanto a los mamíferos está el jabalí, conejo, nutria, comadreja,
cacomiztle, ardillas, mapaches, tejón, armadillo, zorrillo, venados de cola blanca
coronillo, orquetillo, alesnillo, de ocho y cuatro puntas, puma, tigrillo, gato montés,
zorra, coyote, lobo, entre los anfibios y animales rastreros se hallan el alicante
pinto, la chirrionera, culebra pollera, sapos, ranas, hilamacoa, iguana, solcuate,
alicante serrano, coralilla, ticuate, entre los peces se ha identificado al pescado
burro, mojarra, cauque, entre los animales ponzoñosos hay presentes alacranes,
arañas, tarántulas (Ibíd., p. 11).
De la flora destacan algunas variedades, como son: el maíz silvestre y
cultivado, frijol, pepinos, aguacates, caña cultivada, nopales y camote de cerro,
especies endémicas tales como Nogal, Madroño, Guajiniquiles, Guazima,
Pingüica, Huizache, Tepehuaje, Hincha huevos, Bonete, Anona, Ciruela, Copal,
Cuate y Palo dulce (ibíd., p. 12). Guamúchil, Pitaya, Bambú quelites, actualmente
muchas de estas especies se aprovecha para complementar la dieta diaria.
Cabe destacar que están son las especies vegetales y animales endémicas del
lugar, con ello se pretende tener un acercamiento de todos los tipos de recursos
sobre todo alimenticios, con los que contaron los antiguos pobladores. La
abundancia
de
estas
riquezas
naturales,
posiblemente
influenció
el
establecimiento de esta civilización en esta zona junto con sus demás
características medio ambientales. Además de determinar el uso y transformación
32
de los utensilios de piedra de acuerdo al recurso natural aprovechado, esta
propuesta se explicará con mayor detalle en el capítulo correspondiente.
Sumándole a esto, su estratégica ubicación en la zona, les permitió beneficiarse
de la obsidiana como materia prima esencial, siendo la Región Valles Central de
Jalisco, una de las más sobresalientes tanto en “número y tamaño de yacimientos
de obsidiana” (Esparza, 2004: 80). Lo que trajo consigo desarrollo económico,
político y social dado por el aprovechamiento de este recurso en todas sus formas.
También se encuentran dentro de los minerales detectados en la zona
inmediata, la plata, plomo, cobre, oro, cuarzo, varita, amatista, plombagina y
piedra de lumbre (Gobierno de Jalisco, 2009: 11), aunque por el momento no se
ha detectado el uso de estos materiales en el sitio arqueológico.
Seguramente la práctica de la minería para los habitantes de esta región fue
una actividad muy conocida, los estudios enfocados sobre este tema provienen de
Weigand y Spence, quienes según Esparza (2000) han ubicado más de catorce
localidades con evidencia de explotación prehispánica, esto para el caso de
Guachimontones, mientras que para el sitio del Palacio de Ocomo, posiblemente
la materia prima proceda principalmente de los yacimientos de La Joya, San
Marcos, Osotero y Llano Grande, tomando como dato el análisis a nivel
macroscópico del color de la materia prima y la calidad de la misma (Esparza,
2000:84).
En general las condiciones fisiográficas de la región, el medio ambiente, un
clima apropiado, recursos hidrográficos suficientes, y un tipo de suelo fértil, que en
combinación de estos factores ambientales entre otros, resultó la práctica de la
agricultura en óptimas condiciones, lo que propició su sustento y desarrollo, en
añadidura con los recursos aportados por la Laguna Magdalena (Smith 2013:
comunicación personal), y la fuente de alimentos extraídas de las especies
vegetales y animales endémicas del lugar.
Cabe destacar que esta información ambiental se basa en datos actuales, por lo
que el medio ambiente no debió de ser el mismo el de hoy en día que el de hace
33
más de 1000 años. Por el momento no se cuenta con estudios paleoambientales
que hablen en torno a este tema, sin embargo cabe la posibilidad de que no ha de
haber sido tan distinto como el de hace un milenio.
1.4.
Investigaciones arqueológicas previas en torno a la industria lítica
A continuación se citan los antecedentes de las investigaciones previas realizadas
en el área de estudio y en la región Valles centrales de Jalisco en cuanto a la
industria lítica se refiere, poniendo mayor énfasis en la clase tallada, sobre todo en
los artefactos manufacturados con obsidiana.
1.4.1. Sitio arqueológico Palacio de Ocomo
Como antecedente precursor, El Palacio de Ocomo fue descubierto en 1969 por
Weigand y García de Weigand, quienes utilizando técnicas de investigación
arqueológica y haciendo caso de las denuncias por parte de los lugareños, dieron
con el sitio (Smith, comunicación personal: 2012).
En el año del 2003 se realizó un levantamiento topográfico y arquitectónico del
edificio principal Palacio de Ocomo, proyecto ejecutado por Weigand y Santos
(Smith et al, 2008: 12), en colaboración con Omar Bustos y Javier Reveles
(Weigand et al, 2003: 27).
Posteriormente se llevaron a cabo trabajos de exploración arqueológica
dirigidos por Cach y Weigand, labores que permitieron la recuperación de material
arqueológico lítico (Herrejón, 2008: 2)
El material lítico analizado para esta temporada, no fue sometido a un examen
exhaustivo, por lo que no se revisaron técnicas de manufactura, ni huellas de uso,
el breve análisis consistió solo en la separación de herramientas terminadas del
34
desecho general. Examen que dio como resultado afianzar la hipótesis de ese
entonces, de que el Palacio de Ocomo es una construcción de índole
administrativa, ya que se hallaron pocos artefactos de uso cotidiano asociados a
áreas de actividad de tipo productivo (Ibíd., p. 15).
En el 2006 se llevó a cabo una temporada de campo corta, comprendida de
abril a junio, ejecutada a lo largo de 10 semanas con trabajos de excavación,
mismos que permitieron obtener datos suficientes para establecer en ese
entonces tres etapas constructivas y datar al edificio por medio del método relativo
comparando los materiales arqueológicos con sitios aledaños tales como El Grillo
dándole una temporalidad tentativa que corresponde del Clásico al Postclásico
(Cach 2008: 2). De esta temporada de trabajo no se tiene datos que informen en
torno a los materiales arqueológicos de la industria lítica.
Ya para el 2007 se realizó el “Proyecto de mapificación y delimitación del
Palacio de Ocomo”, encabezado por Smith (2008) en donde se efectuó el trabajo
de
prospección
de
superficie,
encontrándose
un
total
de
4
conjuntos
arquitectónicos (p. 4). Se inventario y fecho tentativamente a los materiales líticos
pertenecientes a colecciones privadas de los lugareños, artefactos provenientes
del saqueo (Ibíd., p. 88-105).
Simultáneamente se efectuó un muestreo cerámico, material registrado y
recolectado en recorrido de superficie (Ibíd., p. 50). Los resultados del análisis
arrojaron para ese entonces la posible existencia de tres ocupaciones dentro de la
zona, las cuales son la Tradición Teuchitlán; La Tradición Grillo y por último la
ocupación del Valle de Atemajac.
Para el siguiente año en el 2009 se llevaron a cabo excavaciones sistemáticas
de manera extensiva en dos conjuntos arquitectónicos: El Palacio de Ocomo y la
Unidad Habitacional – I, con sus respectivos frentes de excavación, con el fin de
estudiar las diferentes áreas de actividad y sus respectivos contextos, para así
generar una explicación de la dinámica cultural dentro del sitio.
35
Se analizó el material lítico obtenido en las excavaciones, la cual basó su
metodología en la separación de los artefactos con y sin huellas de uso,
interesándose principalmente en la división, observación y conteo de los
materiales según su uso y función (Smith et al, 2009:95).
Para los posteriores años 2011-2012, se llevó a cabo una nueva temporada de
excavación en los mismos conjuntos arquitectónicos. Se analizó totalmente los
materiales líticos recolectados de las excavaciones (Smith et al, 2013:2).
Los resultados de esta temporada permitieron fechar al edificio del Palacio de
Ocomo de manera tentativa en el Clásico Tardío/Epiclásico (450 d. C. – 900 d. C.),
mediante la comparación de los materiales arqueológicos y las técnicas de
construcción. Sitio que se relaciona de manera directa con otros sitios
arqueológicos de la región como son el Iztépete y el Grillo, ambos ubicados en el
Valle de Atemajac y La Higuerita localizada en el municipio de Tala (Ibídem).
Así mismo se han podido constatar tres etapas constructivas importantes en el
edificio principal, en las cuales se nota un cambio significativo en la arquitectura
del sitio: la primera etapa data del 450 d. C., que consiste en la edificación de una
plataforma rectangular de unos 60 m, y un talud de 5 m, rematando en un tablero
(Smith, 2015: 39) compuesto por bloques de cantera y lajas de pizarra; la segunda
consta de la ampliación de esta misma plataforma por medio de cajones
constructivos rellenos con tierra altamente compactada, datándola en el 600 d. C.,
y la última y de mayor relevancia fue la construcción del patio hundido, dato que
se ha vinculado perteneciente a la zona del Bajío (Ibídem).
1.4.2. Previos análisis de materiales líticos en la región
Una de la pioneras en el estudio de la industria de la lítica tallada, específicamente
para el caso específico de la obsidiana del Volcán de Tequila fue Adela Breton,
quien observó “la ocurrencia natural y la importancia de la obsidiana en el
36
Occidente” (Weigand y Williams, 1997: 218), aportando los primeros datos para la
arqueología del occidente de México. Reportó la presencia de yacimientos,
derrames volcánicos y talleres en las inmediaciones de los municipios de Tequila,
Teuchitlán y San Juanito de Escobedo respectivamente; sus conocimientos
sirvieron de antecedente para en años posteriores investigadores de la talla de
Weigand, Spence, Glascock, García de Weigand y Soto, basaran sus
investigaciones en los datos aportados por esta investigadora (ibíd., p. 231).
En 1982, Soto (1990) realizó un “análisis de distribución espacial de los
materiales del taller de obsidiana del sitio Guachimontón, Jal” (p. 215) su estudio
tuvo como objetivo identificar la organización del trabajo en el interior del taller
(Ibídem), y así mismo observar las diferencias en la distribución espacial de los
grupos tecnológicos y tener una visión más clara de la especialización del trabajo
(Ibíd., p. 217).
Weigand y Spence (1982) describieron el taller de la isla de Atitlán, localizado
en San Juanito de Escobedo, ubicando al sitio en la época del Postclásico,
identificaron grandes cantidades de navajillas prismáticas que según los autores
comercializaban con sitios lejanos como Guasave en Sinaloa, a cambio de
grandes cantidades de turquesa y cerámica policromo de la Costa. Los
yacimientos o minas que surtían a este taller se localizaban en La Joya (Weigand
y Williams, 1997:233, citando a Weigand y García de Weigand, 1994).
Igualmente Weigand ubicó una serie de yacimientos de obsidiana aledaños al
Volcán de Tequila, identificando tanto su calidad como el trabajo de minería
(Weigand y Williams, 1997, 240). Realizó junto con Glascock los promedios
químicos de cuatro yacimientos de obsidiana de Jalisco, los cuales son; Tequila,
Magdalena, La Joya y La Mora/Teuchitlán (Weigand y Williams, 1997: 241 y 242;
citando a Weigand y Glascock, sf).
Weigand y García de Weigand (1994) estudiaron afloramientos de obsidiana en
el norte de La Mora y el conjunto de talleres de lítica tallada de la zona
habitacional de Teuchitlán, identificando la cadena operatoria en torno al
37
abastecimiento de macronúcleos, y la producción de núcleos, navajillas
prismáticas y lascas de navajas que posteriormente eran llevados a talleres
asociados a recintos más pequeños. Otro afloramiento que se encuentra en el
norte de la Mora a 2.5 km., “fue caracterizado por análisis de activación de
neutrones” (Ibídem).
Igualmente Weigand estudio los talleres de San Juan de los Arcos en el Sur de
Tala, Jalisco, categorizando al sitio como un taller de producción de joyería fina
(Weigand y Williams, 1997:230).
En el año de 1999 y 2000, Esparza y Ponce (2002), analizaron la colección
lítica provenientes de los trabajos de recorrido de superficie y excavación del sitio
arqueológico Guachimontones, material asociado con la arquitectura de los
conjuntos arquitectónicos, cuya investigación tuvo como fin examinar la
distribución de los materiales en el sitio. Entre los aportes más interesantes fue la
identificación de 22 colores de obsidiana encontradas en el sitio, lo que indica que
provienen de distintas fuentes, asociadas directamente con un yacimiento de
obsidiana de acuerdo al color de la materia prima asociado (Ibíd., p. 5). El
resultado del análisis de las diferentes huellas de uso en los materiales líticos
estudiados, permitió conocer la funcionalidad de los artefactos al conocer su uso
(Ibíd., p. 20).
Smith y Herrejón (2004) realizaron el análisis de materiales de la industria lítica
tallada y pulida del Complejo Talleres en Teuchitlán, Jalisco. Trabajo que arrojó
como resultado la evidencia de la explotación de yacimientos vecinos como el
pedernal y una clara especialización de la población en el trabajo de la lítica, así
como la propuesta de una red de intercambio comercial a corta y larga distancia.
Montejano (2007) realizó el análisis del material lítico recolectado de superficie
y material proveniente de las excavaciones de Plan de Guaje. Tomo en cuenta el
método tipológico propuesto por García Cook (1967), clasificando a los artefactos
de acuerdo a una tipología tecno-económica. Buscó definir tipos y sus variedades,
38
mismos que le permitieron conocer los complejos líticos identificados en el registro
arqueológico.
Blanco (2009) realizó el análisis de materiales líticos en el sitio arqueológico de
Guachimontones, trabajo que se interesó principalmente en la división,
observación y el conteo de los objetos según su uso y función; tuvo como
resultado la separación de los materiales en tres grupos principales: el primero
corresponde a los que carecen de huellas de uso, el segundo a los que evidencian
huellas de uso, y el tercero a los ornamentales, utensilios líticos que están
asociados principalmente a las canchas de juego de pelota.
Heredia (2010) realizó el trabajo de recorrido regional sistemático y de
cobertura total en un aproximado de 346 km 2 en la región norte del volcán de
Tequila, en donde identificó 151 sitios arqueológicos, con concentraciones de
desecho de obsidiana (p. 19 y 20).
Cabe destacar que los resultados de los análisis hechos del material lítico en
las distintas temporadas de excavación del PAO y los trabajos realizados por otros
investigadores de la región son la base de esta propuesta de tesis.
1.5.
Justificación
En síntesis la justificación se puede resumir en tres puntos, el cual se basa en la
“Triple base” propuesta ya hace años por Childe (1989). El primero es la
realización de una propuesta tipológica para la Industria Lítica del Palacio de
Ocomo: tanto en su clase tallada como pulida, ya que no existe una como tal
(Clasificación funcional). Segundo, ubicar en el tiempo a cada tipo de industria
(Clasificación cronológica) y tercero proponer que tradiciones y secuencias
culturales pertenecen a este tipo de industrias (Clasificación Corológica).
39
La Triple base permitirá un mejor entendimiento de cómo se produjeron los
diferentes cambios tecnológicos a través del tiempo y las consecuencias que se
generaron a partir de ellos.
1.6.
Objetivos
Esta investigación tiene como objetivos los siguientes puntos:
1. Generar una tipología adecuada para la región que sea útil para futuras
investigaciones.
2. Identificar cuáles fueron los generadores de los cambios tecnológicos y sus
consecuencias para ambas industrias.
3. Determinar qué tipo de actividades se realizaban en ambos complejos,
partiendo de la evidencia proporcionada solo del análisis lítico.
1.7.
Planteamiento del problema
Los resultados del análisis de los materiales arqueológicos, propondrán una
tipología y una mejor descripción de los artefactos líticos, así como una propuesta
de la posible fuente de la materia prima lo que nos dará como resultado un mejor
entendimiento acerca de las relaciones comerciales intra e interregionales.
Además este trabajo de investigación tratará de explicar cuáles son los
procesos culturales que motivaron a que la industria lítica en sus dos clases,
(principalmente la lítica tallada) tuvieran una transformación tecnológica (si es que
la hubo); y qué tipo de artefactos, productos y nuevos usos surgieron a partir de
dichos cambios en el área de estudio perteneciente al Complejo Grillo.
40
1.8.
Formulación de hipótesis
La hipótesis que se empleará para explicar esta problemática, se sustenta del
planteamiento de Braudel (1970). Se propone que tanto los efectos generados por
la exportación productos de otras industrias relacionadas con la industria lítica e
importación de materia prima y artefactos líticos (fenómenos de corta duración);
las rupturas de los lazos comerciales (fenómenos de duración media), y el
reemplazo de una tradición a otra en los Valles Centrales de Jalisco (fenómenos
de larga duración), fueron los generadores de los cambios tecnológicos de la
industria lítica en sus dos clases a través del tiempo.
Esto se explica de la siguiente manera: Para el caso de la exportación de
productos elaborados localmente, pertenecientes a un determinado tipo de
industria llámese del hueso, cerámica, concha, textil o madera, que hicieron de la
lítica su instrumental básico para trabajar, estas se fueron especializando de forma
gradual, generando o mejorando sus productos de acuerdo a su rama; lo que trajo
consigo que cada uno de los artefactos líticos se modificara intencionalmente con
el fin de adaptarlos a las nuevas necesidades de cada una de ellas, dando como
resultado una variedad de artefactos líticos de un mismo tipo, así como la
aplicación de nuevas técnicas de manufactura a través del tiempo, en pocas
palabras, los cambios tecnológicos en la industria lítica se dieron a partir de la
especialización de otras industrias relacionadas con esta.
A estos cambios tecnológicos graduales en un periodo corto de tiempo lo
llamaremos fenómenos de corta duración” (Braudel 1970:11). De ser así se
corroboraría que también se realizaban actividades del tipo productivas
principalmente en el edifico Palacio de Ocomo, acciones relacionadas con la
producción artesanal destinada posiblemente para la elite.
Para el caso de las importaciones, sobre todo de materia prima (obsidiana) y
productos líticos terminados y preformas, estas se interrumpieron por alguna
razón, generando así una ruptura estructural, lo que forjó una nueva forma de
41
trabajar a la obsidiana, sobre todo porque se trataron de imitar técnicas de
manufactura foráneas para la obtención de unos tipos de utensilios, con no muy
buenos resultados, de igual forma se reciclaron viejos artefactos y se re-uso el
material lítico disponible.
Los cambios tecnológicos se dieron por la limitación del suministro del material
lítico, posiblemente ocasionado por un reacomodo en las redes de intercambio
suscitado en la fase tardía, por lo que se trató de imitar las técnicas de
manufactura del lugar de origen de los materiales, con el propósito de obtener
productos similares o iguales de los que se importaban anteriormente, la mala
imitación de estas técnicas, tuvieron como consecuencia productos de mala o
mediana calidad, así como la necesidad de reciclar viejos materiales y agotar al
máximo los núcleos, incluso producir herramientas a partir de estos. Este tipo de
rompimiento estructural se propone que fue otro de los generadores del cambio
tecnológico a través del tiempo en lo que respecta a la industria de la lítica tallada.
Al intercambio comercial permanente es lo que se categorizará como una
continuidad social, a la interrupción del comercio se categorizara como ruptura
estructural. Este tipo de hechos se clasificaran como fenómenos de duración
media (Ibídem).
A los cambios tecnológicos de la industria lítica pulida y tallada suscitados a lo
largo de toda la historia en la región Valles Centrales de Jalisco los llamaremos
fenómenos de larga duración estos se manifiestan claramente en la transición de
una tradición a otra, ya que cada cultura tiene su forma particular de manipular a la
materia prima para obtener diferentes artefactos de acuerdo a sus propios
criterios.
Por lo que, la hipótesis de esta investigación es la siguiente:
Si la especialización de otras industrias relacionadas con la industria lítica, el
rompimiento de los lazos comerciales, el cambio de una cultura a otra en la región,
tuvo como consecuencia que se adaptarán los artefactos líticos a las nuevas
necesidades de las otras industrias, así como se imitaran técnicas de manufactura
42
foráneas, se reciclara el material, se re-usara el instrumental lítico disponible y se
manufacturara los artefactos de manera particular de acuerdo al Complejo cultural
asociado, dando como resultado nuevos productos y formas de maniobrar a la
industria lítica tallada y pulida, entonces los cambios tecnológicos se produjeron a
raíz de los efectos ocasionados por las importaciones, exportaciones, rupturas
estructurales en el comercio y el remplazo de una tradición a otra, lo que trajo
consigo la aplicación de nuevas técnicas, tipos y usos a través del tiempo.
1.9.
Marco Teórico
Para explicar esta problemática, se partió de una base teórica que sustenta lo que
aquí se propone. Es por ello que esta investigación se apoyó en primer lugar del
concepto teórico de la cadena operacional propuesto por Schiffer (1999), en donde
plantea un “modelo de flujo el cual visualiza la “historia de vida” o proceso del
contexto sistémico para cualquier elemento natural.
Los procesos básicos de este modelo son: la obtención, manufactura, uso,
mantenimiento y desecho” (Ibíd. p. 81), este patrón se aplicará con nuestros
propios criterios, para entender la dinámica de la industria lítica en sus dos clases
y sus efectos en la vida cotidiana de los antiguos pobladores del Palacio de
Ocomo. También se explican los eslabones de la basura, el ciclaje lateral y el
reciclaje (ibídem).
Los criterios aplicados de cada uno de estos procesos son los siguientes:
Para el caso de la obtención, se explicará el proceso de la adquisición tanto de
la materia prima en bruto, como de las preformas y los útiles líticos importados
desde otros lugares, al analizar esta etapa se podrá identificar tentativamente el
origen de los materiales y las posibles relaciones comerciales con otras regiones
adyacentes o esferas regionales.
43
En segundo lugar se tiene a la manufactura, en esta etapa se expondrán cuáles
son las técnicas empleadas para la fabricación del utillaje lítico, es decir, el fin es
explicar cuál es el tratamiento que se le dio a la materia prima, y como se realizó
el refinamiento de las preformas y demás utensilios de piedra.
La siguiente etapa es el uso, este se determinará de acuerdo a las funciones
identificadas, los artefactos se categorizaran como de uso doméstico, ritual,
productivo, suntuario o táctico, según al contexto que se encuentre asociado, o las
huellas de uso que se identifiquen a nivel macroscópico.
En la etapa del mantenimiento, se explicaran que técnicas de manufactura se
emplearon para reavivar los bordes de los artefactos líticos y devolverles así
nuevamente su funcionalidad.
En el desecho, se identificará si el material analizado se trata de desecho de
talla, de utillaje defectuoso o de artefactos agotados, de acuerdo a las
características que presenten los instrumentales analizados.
En el caso de la basura, se propondrá si existen áreas especializadas en
resguardar todo el material inservible que se va acumulando con el paso del
tiempo, en otras palabras: detectar los basureros que contengan material lítico.
Continuando con el caso del ciclaje lateral se mostrará aquellos artefactos que
evidencien un re-uso y se mostrará las técnicas de manufactura empleadas para
este propósito.
Y por último para el reciclaje se identificaran aquellos artefactos que se han
manufacturado a partir del desecho y que técnicas de manufactura se empelaron
para devolverlos al contexto sistémico.
El modelo de flujo de Schiffer y su aplicación nos permitirá entender la dinámica
que gira en torno a la cadena operatoria de trabajo que se realizó en el edificio
principal Palacio de Ocomo.
44
Por consiguiente se utilizó la propuesta de Manzanilla (1986) para el análisis de
las áreas de actividad, la cual la define como:
la unidad espacial mínima del registro arqueológico en la que las acciones
sociales quedan impresas. Un área de actividad seria la concentración y
asociación de materias primas, instrumentos y desechos en volúmenes
específicos, que reflejan acciones particulares (p. 11).
Con ello no se pretenden identificar las áreas de actividad sino plantear que
posibles actividades productivas se desarrollaron en el complejo arquitectónico de
manera superficial. El estudio de las unidades espaciales del sitio requieren de un
grupo de elementos asociados que nos muestren las acciones humanas
ejecutadas, este tipo de estudio demanda mucha información que por el momento
no se dispone, es por ello que solo se identificará aquellas actividades específicas
en donde se evidencie la intervención del material lítico registrado en el contexto
arqueológico.
Para ello se respalda de los criterios de diferenciación entre los talleres de
piedra y los lugares donde se hacía uso del utillaje lítico de Soto (1986). Con ello
se identificaran los indicadores arqueológicos que señalen las diferentes
actividades realizadas, y muestren los procesos llevados a cabo por los
especialistas en el trabajo de la lítica tallada y pulida.
El modelo de flujo y el la propuesta de las actividades productivas están
respaldados de la teoría histórica de la Larga duración de Braudel (1970) para
explicar los diferentes cambios tecnológicos a través del tiempo, en sus diferentes
formas manifestadas en esta sociedad.
Según el historiador los fenómenos captados tienen una duración diferente en
el tiempo, que les habían sido precisamente proporcionados para poder
desenvolverse. Algunos tienen sus orígenes desde tiempos muy remotos, y van
lentamente tomando forma y vigor hasta llegar a ser lo que son, mientras que
otros no son de tan larga duración, pero si tienen eficacia durante cierto periodo.
45
Este tipo de fenómenos son los generadores del cambio en alguna etapa de la
historia (Braudel, 1970:10).
La duración de estos fenómenos los reduce a tres tipos de tiempo, los cuales
son: “fenómenos de larga duración, fenómenos de duración media y fenómenos
de corta duración” (ibíd., p. 11).
Para explicar los diferentes fenómenos que evidencian cambios tecnológicos a
través del tiempo se empleará la categorización de su duración, con el propósito
de identificar las diferentes transformaciones en la aplicación y uso de la
tecnología en el Palacio de Ocomo. Para precisar esto el mismo autor nos informa
que:
los fenómenos de corta duración son: un momento, unas horas, unos
días, unas semanas, varias semanas o unos años, a estos fenómenos
los llama acontecimientos. Los fenómenos de media duración son
menos nerviosos; mientras que los fenómenos de larga duración son
los más importantes (ibídem).
Es decir, los hechos suscitados en este lugar se dividieron en tres tipos de
fenómenos, con el propósito de identificar las transformaciones tecnológicas a
través del tiempo.
El contexto histórico de su propuesta surge a partir de ir en contracorriente de la
forma de hacer la historia comparada con la que hacían sus colegas en su tiempo,
ya que según él, ellos solo se limitaron a estudiar solo el progreso, el movimiento
vencedor; en contraste Braudel propuso que se estudiara también lo opuesto, que
“se analizara esa proliferación de experiencias contrarias cuya derrota exigió
muchos esfuerzos: la inercia” (Ibídem), es decir, los cambios manifestados en las
sociedades no son necesariamente producidos por los grandes triunfos, sino por
aquellos hechos que merecían ser rendidos, aquellas acciones que detenían el
avance y no permitían la transformación de la sociedad.
46
Según el autor todo estudio del pasado debe necesariamente compartir una
minuciosa medida de lo que en una determinada época, afecta exactamente su
vida, tales como son: “obstáculos geográficos, obstáculos técnicos y obstáculos
sociales o administrativos” (ibíd. p. 56). Principalmente son los obstáculos técnicos
los que son de interés para esta propuesta de tesis.
Menciona que existe una “historia estructural (structurale), la cual se opone a
una historia episódica y a una historia coyuntural. Esta historia estructural es una
historia de muy largos periodos, es lenta en deformarse y por consiguiente en
oponerse de manifiesto a la observación” (ibíd., p. 57).
Para aplicar a la realidad esta propuesta, habrá que mostrar que cada nueva
transformación en la tecnología corresponde al derribo de una barrera, cuyos
cambios son producidos por el vencimiento de un obstáculo técnico.
De ahí que surjan a lo que él llama como discontinuidad social, que no es otra
cosa que una ruptura estructural (ibídem). Para los historiadores, según Braudel
(1970) una estructura es:
una realidad que el tiempo tarda enormemente en transportar y desgastar.
Ciertas estructuras están dotadas de tan larga vida, que se convierten en
elementos estables de una infinidad de generaciones: obstruyen la historia, la
entorpecen y, por tanto, deforman su transcurrir. Otras por el contrario, se
desintegran más rápidamente. Pero todas ellas, constituyen al mismo tiempo,
sostenes y obstáculos (p. 70).
En base a todo lo anteriormente expuesto, el modelo de tiempo de larga duración
que se aplicará es el siguiente:
1) Se evocarán los rasgos fundamentales del estudio de caso (etapa de larga
duración, duración media, y corta duración).
2) En el periodo de tiempo hay evidentes transformaciones, pero estas poseen
cierta coherencia (hay que distinguirlas).
3) Permanecen características y una serie de rasgos comunes que siguen
inmutables, mientras que alrededor del mundo, entre otras continuidades
47
miles de rupturas y conmociones renuevan la faz del mundo. (detectar que
rasgos tecnológicos permanecen, que rupturas se generan en la aplicación
y uso de la nueva tecnología, y si estas modifican la continuidad social que
se estudia).
4) Por último el tiempo será divido de la siguiente forma:
Haciendo un paréntesis para entender este punto, cabe destacar que se tiene la
evidencia de ocupación o presencia de cuatro tradiciones principales distintas que
vivieron en la Región Valles Centrales de Jalisco: La Tradición Teuchitlán, La
Tradición Grillo, La Tradición Valle de Atemajac, y por último hay presencia de la
Tradición Aztatlán, con lo cual no solo se manifiesta contacto con otras áreas
circunvecinas, sino también una secuencia cultural de diferentes grupos culturales
que vivieron o tuvieron influencia en una misma zona en épocas distintas.
A esta prolongada secuencia cultural la categorizaremos como fenómeno de
larga duración y a la transición de una tradición a otra como: discontinuidad social.
Para la tradición o complejo que nos concierne, lo clasificaremos como
fenómeno de duración media, que va desde el 350/400 d.C.-900 d.C. (López
Mestas, 2011:133), periodo que abarca el surgimiento, auge y caída de esta
cultura en este sitio, los cambios de una fase a otra igualmente se categorizaran
como una discontinuidad social.
Y las subfases que se identifiquen dentro de la temporalidad del sitio
arqueológico las catalogaremos como fenómenos de corta duración.
En base a esta posición teórica se aplicará para identificar aquellas rupturas
estructurales que se dieron en la continuidad social del Palacio de Ocomo y que
consecuencias se tuvieron a partir de estas, manifestadas en la tecnología de la
industria lítica.
48
1.10. Metodología
Como parte de la metodología, para resolver esta problemática se propone llevar a
cabo tres niveles de explicación que son las siguientes:
En el primer nivel se plantea crear una tipología adecuada para esta industria
subdividida por clase. Esta se basará en el resultado del análisis del material lítico
del sitio, para lo cual se realizará una revisión bibliográfica que habla en torno al
tema.
Esta categorización propone buscar la generalización de las propiedades de los
artefactos líticos tanto tallados como pulidos, “tras un previo análisis detallado de
cada uno de sus rasgos particulares, de modo que poco a poco se vayan
identificando tanto sus características generales como individuales” (Bate, 2001:
107).
En un segundo nivel, después de realizar el análisis de los materiales, y
propuesta una tipología, se identificará la tecnología aplicada para este tipo de
industria separándolas por clase, para ello se relacionaran las técnicas de
manufactura con los modelos de la “Cadena operativa” de Schiffer (1972).
Una vez realizada la tipología y la identificación de las tecnologías aplicadas, el
tercer nivel de explicación, consiste en proponer cuáles fueron los procesos que
motivaron los diferentes cambios en la tecnología a través del tiempo, para la cual
este trabajo se sustenta en la propuesta teórica de La larga duración de Braudel
(1970).
Al identificar los procesos, se explicaran las causas que los generaron y las
consecuencias que se dieron a raíz de estos. Por último, se intentará reconocer
las diferentes tradiciones para cada tipo de industria, seguido de una propuesta de
la secuencia cultural de los artefactos líticos.
Además se realizará un análisis a nivel macroscópico en una serie de muestras
mejor conservadas, siguiendo las pautas que propone Bate (2001: 109) para
49
identificar las huellas de uso a simple vista, el cual es posible identificar tres tipos
de modificaciones: el microastillamiento, identificación de las estrías y/o pulimento
y las marcas de uso a percusión, a estas tres se le agregará el del embotamiento
“que sufren los filos, las aristas y zonas elevadas de la microtopografía silícea”
(Martín y Avezuela, 2008: 83), ya que el solo hecho de utilizar el material lítico,
tiene como consecuencia quedar marcadas las huellas de uso (Mirambell, 1994:
105) sobre la parte funcional.
Para finalizar se incluirán las conclusiones a las que llegará esta propuesta de
tesis, así mismo se agregaran las tablas, gráficas, mapas, dibujos que estén
relacionados con el tema en el apéndice correspondiente.
50
CAPITULO II
MÉTODO DEL ANÁLISIS DE LOS
ARTEFACTOS DE LA INDUSTRIA DE LA
LÍTICA TALLADA Y PULIDA
51
2.1.
Método del análisis
Como primer nivel de explicación, es la clasificación de los materiales
arqueológicos, en este caso, todo lo referente a la industria lítica en sus dos clases
para ello es necesario:
Crear filtros de selección de material8, los cuales son:
o Selección de material lítico mejor contextualizado y conservado.
o Identificación a qué tipo de materia prima pertenece.
o Agrupación de materiales líticos por clases de tipo tallada y tipo
pulida.
o Agrupación de materiales por tipos morfológicos y reconocibles en su
forma original.
o Identificación de reutilización de material
o Comparación de material lítico con sitios aledaños.
El propósito de esta tipología es el de servir como herramienta organizada para
agrupar los objetos que tengan significado histórico descriptible y su distribución
este limitada en espacio y tiempo y este asociado con otros materiales culturales.
Con lo cual se podrá identificar las diferentes tradiciones y secuencias
culturales que se han suscitado a lo largo del tiempo en la cultura del Palacio de
Ocomo.
Para esto se separaron los materiales líticos por agrupación de acuerdo a la
técnica de trabajo: clase tallada y clase pulida. Esta variedad de artefactos
demuestran “el tangible desarrollo tecnológico” (Cabrero, 1989: 314), que se
pretende identificar en la cultura del Palacio de Ocomo, gracias al análisis de las
muestras
8
Este modelo se basa en el trabajo hecho por Cabrero (2005) aplicado en el Cañón de Bolaños,
del cual se le adhirieron nuevos criterios.
52
2.2.
Análisis en laboratorio de la Lítica tallada y pulida
Se analizaron todas las piezas pertenecientes a la industria de la lítica tallada y
pulida de tres temporadas de campo. Para el caso del análisis de la lítica tallada,
nos interesó la ubicación original de la pieza tanto en contexto de excavación,
como en el lugar resguardado en laboratorio, así como sus medidas, al tipo que
pertenece, sus propiedades físicas, características del borde con retoque, sin
retoque y huellas de uso, la técnica de manufactura empleada para su
elaboración, el modo de sujeción, la observación y el conteo de los materiales
según su uso y función. Mientras que para el análisis de la lítica pulida, nos
importó, la ubicación exacta de la pieza tanto en contexto de excavación como en
el laboratorio, sus propiedades generales y particulares de artefactos tales como
metates, manos, soportes y hachas, técnica de manufactura, sujeción, uso y
función, observaciones y números de ejemplares.
2.3.
Análisis del material
El inicio de nuestro análisis se desarrolló propiamente en 3 etapas principales: 1.identificación y separación por clase 2.- identificación de tipos según su clase y
3.-Resultados del Análisis. Los trabajos sumaron un total de 73 230 piezas de
lítica tallada y 94 piezas de lítica pulida analizadas con un duro de
aproximadamente 90 días hábiles, dando inicio el día 20 de Octubre del 2012
hasta concluir a principios del mes de enero del 2013.
2.3.1. Identificación y separación por clase
Consistió en clasificar, gracias al conocimiento previo, por clase, cada una de las
herramientas líticas extraídas en tres temporadas de campo, separando el análisis
53
de la lítica tallada de la lítica pulida. Para la clase de la lítica tallada se formó tres
grupos principales: El primero corresponde a la industria Objetos sin huella de uso,
Objetos con huella de uso y/o retoque y por último a los Objetos religiosos, armas,
joyería y de uso desconocido. Para la clase de la Lítica Pulida comprende
herramientas de trabajo doméstico y Lapidaria.
2.3.2. Identificación de tipos según su clase
En el primer criterio de análisis del material perteneciente a la lítica tallada fue la
separación de los instrumentos en tres grupos, los cuales son: el primero
corresponde a los las lascas de desecho de talla y sus variantes, núcleos, nódulos
y preformas (objetos sin huellas de uso), mientras que el segundo lo conforma el
instrumental lítico de obsidiana (utensilios con huellas de uso) y en tercer lugar
tenemos a los objetos religiosos, armas, joyería y de uso desconocido.
En el segundo criterio para el caso de la Lítica pulida se separó por uso, ya sea
empleado para el Trabajo doméstico o Lapidaria. Los objetos categorizados para
el trabajo doméstico se subdividieron por Instrumentos para procesar alimentos y
para producir utensilios; mientras que los objetos de Lapidaria se subdividieron en
Elementos arquitectónicos, Escultura y Joyería.
Una vez formados los dos grandes grupos, se comenzó con el trabajo de
clasificación de los objetos por clase para determinar los tipos de artefactos a las
que
pertenecen
y
sus
funciones.
Para
ello,
se
realizaron
diferentes
categorizaciones de las piezas, agrupados bajo los siguientes criterios con el fin
de determinar las diferentes, propiedades y usos que podría representar cada tipo,
tal como lo muestra el siguiente esquema (cuadro 1):
54
Criterios de Clasificación
Lascas
Sin huellas de uso
(Desecho de talla)
Preformas
Núcleos
Nódulos
Lítica tallada
Con retoque o
huellas de uso
(Artefactos)
Instrumental lítico
Objetos religiosos,
armas, joyería y de
uso desconocido
Industria Lítica
Procesar alimentos
Trabajo doméstico
Producir utensilios
Lítica pulida
Elementos
arquitectónicos
Lapidaria
Escultura
Joyería
Cuadro 1. Criterios de clasificación
2.4.
Lítica Tallada (Criterios de clasificación)
Origen / Ubicación
Esta clasificación sitúa el contexto exacto de la pieza a analizar y nos informa
acerca de donde se encuentra actualmente resguardada en el laboratorio, además
nos indica acerca del número de pieza analizada, la caja donde se guarda, el
55
número de bolsa de donde fue extraída, el pozo, la capa y el nivel de donde
procede en contexto de excavación y por último nos muestra si está asociado a un
contexto o elemento arquitectónico.
Medidas
Esta categorización nos informa cuáles son los valores de las dimensiones
exactas de la pieza analizada. En este caso solo se toman las medidas de las
preformas, fragmentos y piezas completas, exceptuando las lascas y sus
variantes. Cabe destacar que se toma el eje morfológico para tomar las medidas,
se toma en cuenta solo el largo y ancho. Este tipo de dato junto con el de la forma
nos comunicará si existe una estandarización presente en el acabado final, así
como que tanto se redujeron de su tamaño original causado por el constante
retoque para su mantenimiento y reavivamiento de sus filos a los que fueron
sometidos.
Cabe destacar que las dimensiones de algunas de las piezas analizadas son de
tamaño reducido, esto es un indicio de un “patrón de reutilización exhaustiva”
(Méndez y Lohse, 2009: 923), es decir, los utensilios fueron utilizados
constantemente por los artesanos aprovechando su funcionalidad al máximo hasta
dejarlos casi inutilizables.
Contexto
Informa si la pieza fue registrada en contexto de Recolección de superficie (1),
excavación (2), si está descontextualizado (3), o fue donado (4) por alguna
persona.
Artefacto Lítico
Esta clasificación nos dice a qué instrumento pertenece y su posible variante. Para
cada tipo se le asignó una clave para su fácil identificación por lo que es único,
irrepetible e intransferible, este dato nos servirá para obtener porcentajes del total
de número de piezas registradas.
56
Propiedades
Esta tipificación se divide en 6 categorías que son el estado, el tipo de pieza, la
materia prima, el color, la forma y por último el córtex. Cada uno se subdivide en
un número para indicar el rasgo que le pertenece.
El estado: es el grado de conservación de la pieza, ya sea que se encuentre en
estado completo (1), estado fragmentado (2), por estado fragmentado entiéndase
que se dispone menos del 50% de la pieza, y el estado fracturado (3), que se
dispone más del 50% del utensilio.
El tipo de pieza: corresponde al prototipo del utensilio. Se refiere al soporte del
instrumento (1): cuando sobre la lasca o lámina se retocó para elaborar algún
artefacto. El desecho (2): es el subproducto derivado de las actividades de talla,
retalla, retoque y reactivación, corresponde a lascas o láminas que son producidas
por el desprendimiento causado por el retoque. El bifacial (3): solo aplica para
aquellas piezas que han sido retocadas por ambas caras. La preforma (4): nos
indica el esbozo que se encuentra en estado inicial de preparación con miras a
una pieza futura. El artefacto compuesto (5): es aquella que puede cumplir con
dos o más funciones. Y por último el nódulo (6): es la masa natural de materia
prima que no presentan ninguna huella de uso, retoque, ni extracción y en
ocasiones conserva córtex y por último el núcleo (7)
La clasificación de la materia prima nos proporciona información acerca del tipo
del material que se empleó para la manufactura de algún artefacto. Para este caso
nos valimos de 12 posibles materiales empleados que son: el basalto (1), el sílex
(2), la riolíta (3), el pedernal (4), la piedra verde (5), la obsidiana (6), el Jasperoide
(7), el cuarzo (8), la pizarra (9), la calcita (10), la dacita (11) y por último el ágata
(12). Cabe destacar que sobresale en un más de 99% el uso de la obsidiana como
materia prima de su preferencia. Identificar el tipo de materia prima utilizada,
permitirá hablar de las posibles relaciones de intercambio, y de la movilidad en
búsqueda de la materia prima de mejor calidad (Méndez y Lohse, 209: 925)
57
Para el Color: su clasificación le corresponden 10 colores diferentes registrados
para el análisis, que son el verde-amarillo (1), verde-azul (2), negro (3), café (4),
gris (5), arcoíris (6), rojo (7), y blanco (8), naranja (9) y rosa (10). El análisis de los
colores al igual que la identificación de la materia prima, nos puede evidenciar de
una manera previa su procedencia, por ende nos informa de forma específica
acerca de la posible mina que fue explotada en la época prehispánica o con la
cual tuvieron algún tipo de relación comercial, este dato permite “la reconstrucción
de sistemas de intercambio intra e interregionales” (Montejano 2007: 199).
El color de la obsidiana: “es un rasgo que pudo haber tenido una asociación y
función simbólica especial” (Esparza y Ponce, 2002:150), relacionado este atributo
con alguna deidad (ibídem). Es por ello que es importante identificar si existe una
relación entre artefacto y color.
Para la Forma: esta clasificación se divide en trece diferentes clases, que nos
informan acerca de la morfología de la pieza analizada las cuales son las
siguientes:
lanceolada
(1),
triangular
(2),
cuadrangular/rectangular
(3),
circular/elipsoidal (4), media luna (5), amorfa (6), romboidal (7), trapezoidal (8), y
pentagonal/hexagonal (9), prismática (10), Cónica (11), Ojival (12) y por último
Amigdaloide (13). Las formas muchas veces nos pueden ayudar a proponer las
variantes de los tipos de artefactos.
El Cuerpo: se refiere a la calidad de volumen de la pieza como un todo o de
alguna de sus partes, se toma el eje longitudinal para las tres variables. Puede ser
de cuerpo alargado (1): cuando su longitud es más de dos veces su ancho; es
estrecho (2), si la extensión de su largo y ancho es casi el mismo, y es de cuerpo
corto (3), donde la distancia de su largo es menor a dos veces su ancho.
En lo que concierne al Córtex, para esta clasificación se le asignaron cuatro
características con referencia a su presencia sobre el instrumento. Para el caso
del decalotado (1): es cuando sobre la cara frontal de la lasca hay evidencia del
proceso de preparación del núcleo, la lasca de descortezamiento (2): corresponde
a que la lasca o lamina está totalmente cubierta de córtex sobre su cara dorsal,
58
mientras que menos de 50% (3): como su nombre lo indica hay un porcentaje que
cubre menos de la mitad de la cara y por último sin córtex (4): significa que hay
ausencia del mismo sobre toda la superficie.
Borde
Esta clasificación aplica solo para las piezas que presentan algún tipo de retoque
sobre sus orillas o tengan evidencia de tener huellas de uso o desgaste. Este se
subdivide en tres cualidades que son: extensión, delineación e inclinación. A su
vez se subdividen en diferentes categorías para informar acerca de la
característica del borde.
Para el caso de la Extensión: esta se refiere a la cantidad de espacio que cubre
el retoque en la pieza. Cuando hay retoque marginal (1): significa que solo cubre
el margen o alguna parte del perímetro del utensilio; el invadiente (2): cuando
envuelve un poco más allá del margen; el retoque cubriente (3), indica que el
retoque casi completa la totalidad de la cara; el retoque facial (4): aplica cuando
este cubre totalmente la parte dorsal y/o ventral de la pieza, también se clasifican
los utensilios sin retoque (5) pero con melladuras, posteriormente las que
evidencian huellas de uso o desgaste (6), y por último las que aún conservan el
filo vivo (7).
La Delineación se refiere al trazo que sigue el borde lateral retocado de una
pieza. Es recto (1): cuando sigue una trayectoria lineal continua; convexo (2): sí el
filo retocado adquiere esta forma; es puntiforme (3):
si la parte funcional del
utensilio acaba en punta de forma triangular; la muesca (4): se emplea cuando
sobre el borde o base de la pieza se le aplica una hendidura hecha a presión; el
denticulado (5): se refiere cuando se manufacturan varias muescas sobre el borde,
seguidas de otras, para darle apariencia de dientes, el cóncavo (6): trata cuando el
borde sigue esta forma; ovalada 7): aplica cuando la traza lineal lateral del borde
retocado es similar a esta forma; el bisel (8): se emplea cuando uno de los bordes
muestra una fractura de forma recta del lado opuesto del funcional, se puede
aprovechar como modo de sujeción, el cóncavo-convexo (9), señala la forma de la
59
delineación del borde que sigue este diseño y por último el trinche (10), se usa
cuando la pieza toma esta forma final a causa del retoque.
La Inclinación se refiere a la agudeza que presenta el filo del borde retocado,
con rangos que van desde 0-30º, 30-60º y 60-90º, característica que le da una
mayor capacidad de realizar su función, para el caso del tipo de inclinación
abrupto (1): es el grado de agudeza del filo de una pieza que no corta lo suficiente
o está sumamente desgastado, con un ángulo de 60º a 90º; el tipo de inclinación
semiabrupto (2): muestra que el filo del borde posiblemente se ha desgastado por
el paso del tiempo o por el uso constante, pero aún puede realizar su función con
un ángulo de 30º a 60º , por último el plano (3), se refiere que el filo del borde aún
se conserva debido al poco uso o la buena calidad del retoque que va de 0 a 30º.
Técnica de Manufactura
Las técnicas de manufacturas son los procesos mediante el cual se fabrican los
artefactos o instrumentos, en este análisis se incluyen siete tipos de técnicas, la
primera corresponde a la percusión directa de piedra (1): esta técnica se aplica
cuando el percutor golpea sin ningún agente intermedio directo sobre la lasca,
lamina a retocar, este tipo de percusión deja un bulbo sobre la cara ventral; la
percusión directa blanda (2): es similar a la anterior, solo que aquí en vez de
utilizar una piedra como percutor, se utiliza otro más suave, como puede ser
hueso, madera, o algún asta, este tipo de técnica no deja bulbo sobre la cara
ventral, o en su defecto es muy tenue; para el caso de la percusión indirecta (3):
se utiliza un agente intermedio que actúe entre el percutor y la pieza a retocar, en
este caso puede ser algún tipo de cincel o gubia; el retoque por presión pectoral
(4): es cuando se utiliza un compresor en forma de regla de T, cabe destacar que
no es la única técnica y no es tan factible pero se considera como una posibilidad;
el retoque por presión (5): se designa cuando se utiliza un compresor de forma
manual, ya sea un asta de venado, hueso, madera dura u otra piedra de modo que
ejerce una fuerza sobre un punto en específico del artefacto para obtener la forma
y el retoque deseado; y el retoque bifacial (6), aplica para los utensilios que
retocaron en ambas caras y por último la técnica de Clactón (7) es donde se
60
utilizan tres elementos principales que son el percutor, el núcleo y un yunque
puesto como base del núcleo, este tipo de técnica por lo general deja doble bulbo
sobre la cara ventral de la pieza.
Sujeción
Es el modo que el individuo toma o retiene el instrumento de piedra ya sea con la
mano o algún agente intermediario. Para este caso nos validamos de 10 formas
diferentes. La primera corresponde a la terminación con extracciones (1): se
refiere cuando queda el negativo sobre la cara de la pieza cornisas de
extracciones anteriores, mismas que son aprovechadas para de ahí tomar el
utensilio; el aprovechamiento de flanco (2): es cuando se utiliza el extremo
opuesto para tomarla con la mano; aprovecha forma natural (3): cuando se sujeta
la pieza tal cual como esta sin realizarle algún tipo de retoque o modificación,
generalmente este aplica para las lacas y sus variantes; el enmangue (4): es
cuando la pieza está fijada a un astil o mango, esta clasificación se utiliza
generalmente para las puntas de proyectil, raspadores, desfibradores y cuchillos
bifaciales; el retoque (5): aplica cuando se pretende eliminar el filo agudo del
extremo opuesto de la parte funcional, con tal de permitir tomar la pieza con la
mano para evitar alguna cortadura; el volumen piramidal (6): nos indica que la
pieza presenta un cuerpo abultado de forma de pirámide; aprovecha fractura (7):
cuando del lado opuesto se observa algún tipo de bisel o rotura que permite la
sujeción de la pieza; el lado opuesto amplio (8): generalmente aplica para
artefactos con una gran área para sujetarla; el córtex (9): se refiere cuando la
pieza posee en su cara dorsal esta característica, misma que funciona como un
tipo de antiderrapante; por último la base (10): esta se usa cuando se sujetan los
núcleos ya sean de extracción de lascas o de navajillas y se necesita algún tipo de
soporte que permita tomarlos.
Función
Para nuestro análisis empleamos siete tipos de usos según sea el caso. Este dato
nos indica el propósito para lo cual fue creada. Dentro de las cuales destacan
61
cortar (1), raspar (2), raer (3), perforar (4), punzocortante (5), ornamental (6) y de
extracción (7), este último caso solo aplica para los núcleos.
Observaciones
Aquí se describe algún rasgo en específico o particular y de relevancia que posea
la pieza analizada, o en su defecto se enuncia el nombre del instrumento
analizado.
Número de piezas
Este dato es el que nos informa acerca de la cantidad de piezas analizadas. Las
lascas y sus variantes se analizan en grupo, mientras que los demás artefactos se
analizan de forma individual. La información proporcionada por este criterio nos
permitirá realizar ejercicios estadísticos.
2.5.
Lítica Pulida (Criterios de clasificación)
En cuanto a la clasificación del criterio del origen/ubicación, se usó el número de
pieza, bolsa, pozo, capa, nivel, y asociado a. Igualmente se tomaron las medidas
de las piezas. Las clasificaciones del Contexto fueron los mismos: superficie (1),
excavación (2), descontextualizado (3), y donación (4).
El tipo de pieza corresponde a los instrumentos utilizados para el Trabajo
doméstico (1): de los cuales se dividen en Instrumentos para procesar alimentos
(1a) y los Instrumentos para producir utensilios (1b). La Lapidaria (2) se clasificó
en Elementos arquitectónicos (2a), Escultura (2b) y Joyería (2c).
Para el tipo de artefacto, se le asignó un número de identificación el cual nos
indica a qué tipo de objeto pertenece: Metate (1), Mortero (2), Vasija (3), Paleta
(4), Enderezador de astil (5), Hacha (6), Martillo (7), Mano de metate (8), Hachuela
(9), Gubia (10), Cincel (11), perforador hueco (12), Machacador (13), Alisador de
estuco (14), Esferas (15), Cuenta (16), Dije (17), Pendiente (18), Pectoral
(19),Trompetas (20), Instrumento musical (21), Orejeras (22), Narigueras (23),
62
Excéntrico (24), Almenas (25), Alfarda (26), Tablero (27), Clavo arquitectónico
(28), Laja (29), Columna (30), Alisador (31), Pulidor (32), Azadas (33), Mano de
mortero (34).
Las propiedades generales engloban las características más usuales para todas
las piezas. En la clasificación del estado de la pieza se dividió en: estado completo
(1), fragmentado (2) y fracturado (3).
En la clasificación de la superficie se utilizaron las propiedades de: Superficie
Rugosa (1), Alisada (2), Pulida (3) y Bruñida (4).
La materia prima se catalogó por: Basalto (1), Granito (2), Toba riolítica (3),
Andesita (4), Riolíta (5), Alabastro (6), Tezontle (7), Serpentina (8), y Jadeíta (9),
Dacita (10) y Pizarra (11).
Para el Color se describió por: Gris (1), Blanco (2), Negro (3), Verde (4), Café
(5) y Beige (6).
En cuanto a la Forma se emplearon las siguientes: Amigdaloide (1), Lanceolada
(2), Ovalada (3), Ojival (4), Triangular (5), Cuadrangular (6), Rectangular (7),
Trapezoidal (8), Romboidal (9) y Cilíndrica (10).
La clasificación del tipo de Cuerpo, se dividió en cuerpo Alargado (1), Estrecho
(2), Corto (3).
Los Activos o Pasivos se clasificaron por su función: Activos (1), son
instrumentos que para ser utilizados realizan algún tipo de movimiento; los
Pasivos (2), para hacer uso de ellos no se requiere de ningún tipo de movimiento,
es decir son estáticos y por último los de Adorno (3) se incluyen a todos los
objetos que forman parte de la Lapidaria utilizadas como parte del ajuar y
ofrendas.
En la clasificación de las propiedades particulares solo se enuncian aquellas
que describen a ciertos utensilios en específico.
63
Como primer caso se tiene al metate categorizado por metate abierto (1) y
metate cerrado (2).
Los soportes este se clasifican por Apodos (1), Monopodos (2), Bípedos (3),
Trípodes (4) y Tetrápodos (5); en cuanto a la Forma de soportes estos se
catalogan por Cuadrangular (1), Cilíndrico (2), Cónico (3), Mamiforme (4),
Zoomorfo (5), Fitomorfo (6) y Antropomorfo (7).
Las Mano de metate se dividen en dos clasificaciones que son la forma y la
extensión. La Forma a su vez se divide en Ovalada (1), Cuadrangular (2) y
Cilíndrica (3); mientras que para el caso de la Extensión esta se divide en Mano
corta (1) y Mano larga (2).
El Mortero: se clasifica de acuerdo a sus Paredes (forma) que son: Tecomate
(1), Cuenco (2), y Paredes compuestas (3).
La Mano de Mortero se clasifica de acuerdo a su tipo de Sección en
Troncocónicas (1), Cilíndricas (2), Rectangulares (3), Bate (4) Acampanada (5),
Muela (6), Asa (7) y Manopla (8).
Y por último para el caso de las Hachas, estas se clasifican en tres propiedades
particulares, la primera corresponde al tipo de Garganta y la segunda a la forma
del filo. Para el caso de la Garganta esta se divide por: ½ garganta (1), ¾ garganta
(2), Garganta completa (3), Doble garganta (4); en cuanto al Filo se divide por
Recto (1), Convexo (2), Compuesto (3), y Ondulado (4) y para el caso del cuero se
divide en ancho (1) y alargado (2).
La clasificación de la Técnica de manufactura se hace en tres categorías que
son el Corte, Desgaste y Picoteo. El Corte se divide a su vez en: Corte lineal
aserrado (1), y Puntiforme perforado (2). Mientras que para el caso del Desgaste
este se divide por: Abrasión (1), Pulido (2) y Bruñido (3). Por último el Picoteo es
cuando se desbasta la pieza con algún martillo o cincel.
La clasificación de la Sujeción se realizó de la siguiente manera: a Una mano
(1): es cuando se toma la herramienta usando una sola extremidad y se aplicó
64
principalmente a manos de mortero y martillos; a Dos manos (2): aplica en caso de
que se tome el utensilio utilizando los dos brazos, se usa generalmente para
manos cortas y largas de metate y el Enmangue (3): se emplea para las hachas, y
punta de perforador de piedra pulida principalmente.
Para el caso de la clasificación de la Función esta se catalogó de la siguiente
manera: los instrumentos utilizados para Seccionar (1), Partir (2), Moler (3),
Amasar (4), Perforar (5), Hilar (6), Percusión (7), Arquitectura (8) y por último
desgastar (9). Para finalizar en observaciones se coloca algún detalle o rasgo
distintivo de la pieza y por último se coloca el número de piezas analizadas.
2.6.
Resultado del análisis
El criterio de ambos análisis fue más detallado, de tal suerte que para los objetos
de la lítica tallada se clasificaron en: (1) Objetos sin huellas de uso, (2) Con
retoque y/o huellas de uso y (3) Artefactos religiosos, armas, joyería y excéntricos;
mientras para el caso de la Lítica pulida se concentraron en dos grupos: (1)
Trabajo doméstico y (2) Lapidaria, que a su vez se dividieron en subgrupos cada
uno con sus respectivos criterios de clasificación. Cabe destacar que para el
análisis a cada tipo de objeto se le asignó un número clave para su identificación y
diferenciación. Para el caso del grupo formado para la lítica tallada se incluyen:
1) Los objetos sin huella de uso: en donde se contiene a los nódulos, los
núcleos, preformas y las lascas que participaron en el proceso productivo de un
instrumento (Esparza, 2003: 12-13).
2) Utensilios con retoque y/o huellas de uso: aquí categoriza a los artefactos
terminados (Ibídem), como son: navajillas prismáticas, navajas, raederas,
raspadores, macro navajas, lascas con huellas, perforadores, tajadores, hachas,
buriles, cepillos, punzones, percutores, buriles, multifuncionales o artefactos
compuestos y artefactos re-usados.
65
3) Los objetos religiosos, armas, joyería y de uso desconocido: Los objetos
religiosos lo conforman puntas de proyectil, puntas de lanza, cuchillos bifaciales,
navajillas, macronavajas o cualquier otro artefacto asociado a algún contexto de
tipo ritual (López-Mestas, 2007: 19); para las armas se incluyen a todos los
anteriores que estén asociados a algún contexto que evidencie que se emplearon
como artefactos para causar algún tipo de herida ya sea para cazar o solucionar
algún tipo de conflicto haciendo uso de la fuerza; la joyería: se integra por aquellos
objetos suntuosos detectados en el análisis; como es el caso de las cuentas
helicoidales y los discos de obsidiana, por último los de uso desconocido: son
todos aquellos objetos que por su morfología no se distinga su uso o función. Para
los grupos de la lítica pulida se incluyen:
1) Los instrumentos empleados para el trabajo doméstico, de los cuales este
grupo se subdivide en dos: el primero corresponde a los objetos empelados para
el procesamiento de alimentos y el segundo corresponde a los objetos utilizados
para la producción de utensilios. En el primer subgrupo se incluyen a los metates,
morteros, las manos corta y larga de metate, mano de moler y machacadores.
Para el caso del segundo subgrupo aquí se consideran a los enderezadores de
astil, hachas, hachuelas, cinceles, martillos, puntas de perforador, alisadores para
cerámica, alisadores para papel, pulidores, azadas y paletas.
2) El segundo grupo corresponde a la Lapidaria, de los cuales se subdivide en
tres subgrupos: el primero le corresponde a los Elementos arquitectónicos, el
segundo a la Escultura y por último a la Joyería.
A los elementos arquitectónicos le corresponden a los alisadores de estuco,
esferas, almenas, alfardas, tableros, clavos arquitectónicos, lajas y columnas.
Mientras que los instrumentos utilizados para la escultura recaen sobre las
paletas, hachas, martillos, hachuelas, gubias, cinceles, puntas de perforador y
pulidor. Y por último tenemos al subgrupo de la Joyería los cuales los instrumentos
para esta categoría son las cuentas, dijes, pendientes, pectorales, orejeras,
narigueras y de uso desconocido.
66
CAPITULO III
TIPOLOGÍA DE LA TRIPLE BASE.
CLASIFICACIÓN FUNCIONAL,
CRONOLÓGICA Y COROLÓGICA DE LA
INDUSTRIA LÍTICA POR CLASE
67
3.1.
Tipología de la Triple base
Este estudio parte de la propuesta de Childe (1989), quien planteó que el
investigador si quiere “extraer historia de la información que posee, el arqueólogo
debe primero clasificarla. Para ello emplea forzosamente tres bases distintas de
clasificación: funcional, cronológica y corológica” (p. 29).
La primera consiste en identificar el uso de los artefactos, es decir, explicar
¿para qué sirvieron? (Ibídem), en base a los criterios de clasificación antes citados
se describirá la función de los materiales arqueológicos analizados.
Según Mirambell (1994), para poder entender el uso o función de los materiales
líticos arqueológicos, previamente se debe de conocer las técnicas de
manufactura y sus modalidades, posteriormente inferir el posible uso que tuvo a
partir de nuestras observaciones, lo que en combinación nos dará como resultado
la comprensión de las actividades para las que fueron empleados los utensilios,
esto como consecuencia permitirá entender su evolución tecnológica, funcional y
morfológica. Así mismo, es importante identificar las huellas de uso de los
utensilios, en nuestro caso a nivel macroscópico ya que “las huellas de uso hacen
posible definir el trabajo realizado con un artefacto dado, es decir, como y para
que fueron empleados” (Mirambell, 1994:107, citando a Mirambell (1990)).
Las huellas de uso no solo posibilitan la deducción de las funciones de los
artefactos y la técnica de su manufactura, sino que a su vez nos informa acerca
del “aspecto técnico-organizativo del trabajo” (Korobkova, 1984: 305).
Por ello que es importante su identificación e interpretación de acuerdo a los
datos proporcionados por los materiales arqueológicos, es decir, se puede inferir
el tipo de actividades productivas desarrolladas por artesanos especializados en
diferentes ramos industriales a partir de la identificación de las huellas de uso.
Para la base cronológica, se recurrirá a la Cronología relativa, la cual se
fundamenta en dos métodos: el método estratigráfico y la Tipología (Álvarez y
68
Hernando, s. f.: 9), los resultados de este análisis nos permitirá identificar los
cambios tecnológicos a través del tiempo, tanto de las técnicas de manufactura
empleadas como de la morfología de las piezas.
El primer método de la Cronología relativa consiste en el estudio de la
formación de los depósitos uno encima de otro. Se fundamenta básicamente de
tres principios, de los cuales solo se tomaran los primeros dos: El “principio de la
superposición” y el “principio de la continuidad”, el primero argumenta que todo
estrato superpuesto a otro es más reciente y viceversa; y el segundo sustenta que
una capa estratigráfica tiene la misma antigüedad en todos sus puntos (Ibídem).
El segundo método de apoyo es el de la Tipología, la cual se encargara de
agrupar a los objetos por tipos o estilos, el fin es ordenar en una secuencia los
materiales arqueológicos según el estilo que tengan. Se fundamenta en dos
principios: el primero propone que los objetos de un periodo y lugar determinado
tienen un diseño y estilo característico; y el segundo señala que los cambios de
estilo son graduales en el tiempo (Ibídem).
Esta técnica de datación permitirá la seriación contextual de los utensilios
analizados, clasificando así a los artefactos, teniendo en cuenta la duración en el
tiempo de los estilos y la seriación de frecuencia, este último intentará demostrar
“como los objetos muestran una curva temporal de existencia, teniendo así un
nacimiento, auge y por último un final” (Ibíd., p. 9).
Estas técnicas de datación se reforzaran con los datos aportados por el análisis
del material cerámico, con el fin de “situar el material en el tiempo y entender
mejor el contexto cultural de sus fabricantes” (García Cook, 1967: 11) con el uso
de este método auxiliar se podrán identificar actividades productivas, tradiciones
líticas y contactos con otras áreas (Ibídem).
En resumen, ambos métodos con sus respectivos principios y técnicas
permitirán ordenar a los artefactos dentro de una temporalidad tentativa, es decir,
explicar, ¿Cuándo se elaboraron? (Childe, 1989, 29), por lo cual es importante
69
situar a los artefactos “en el tiempo y en el espacio” (García Cook 1967:125) para
obtener una tipología más sólida.
Por último para la clasificación corológica, tratará de explicar ¿Quién o quiénes
los produjeron? (Childe, 1989, 29), es aquí donde se pretenderá identificar a las
tradiciones líticas.
Como se mencionó anteriormente hay evidencia de cuatro tradiciones o culturas
que habitaron o tuvieron presencia en los Valles Centrales de Jalisco, cada una
con sus propias características y estilos diferentes, por lo que es importante
distinguir estas manifestaciones de cada una de ellas en la industria lítica que
produjeron, para identificar quienes fueron los productores de cierto tipo de
artefactos y qué relación guarda con el caso de estudio.
Lo antes expuesto se resume y explica mejor en el siguiente esquema (cuadro
2):
70
Tipología de la Triple base
Clasificación
funcional
¿Para qué
sirvieron?
Técnicas de
manufactura
Identificación de
organización y
especialización del
trabajo
Comprensión de las
actividades realizadas
Interpretación
Principio de la
superposición
Método
estratigráfico
Principio de la
continuidad
Tipología de la
Triple Base.
Gordon Childe
(1989)
Clasificación
cronológica
¿Cuándo se
elaboraron?
Cronología
relativa
Datación
cerámica
Tipología
Un objeto de un
periodo y lugar
determinado tiene
un mismo diseño
y estilo
característico
Tipos o
estilos
Tradiciones Teuchitlán
Clasificación
corológica
¿Quién o
quienes la
produjeron?
Tradiciones
Tradición Grillo
Culturales
Tradición Valle de Atemajac
Tradición Aztatlán
Cuadro 2. Tipología de la Triple base
71
Los cambios en el
estilo son
graduales en el
tiempo
Como parte del proceso de investigación una vez que los materiales fueron
sometidos al análisis, se siguió con el siguiente modelo para cumplir con los
objetivos planteados. Por lo que se realizó:
La conjunción de la base de datos del material arqueológico analizado
correspondiente a la industria lítica y pulida de las tres temporadas de
excavación.
Separación de los materiales líticos por conjunto arquitectónico.
Separación de las herramientas líticas de cada conjunto arquitectónico por
etapas constructivas y niveles estratigráficos.
Registro de material arqueológico mediante el uso de la fotografía.
Con este modelo se pretende la Identificación de los cambios tecnológicos a
través de dos niveles:
1. Cambios de estilo en los artefactos líticos de un mismo tipo a través del
tiempo.
2.
Cambios en la aplicación de las técnicas de manufactura para cada tipo de
artefacto a través del tiempo.
A continuación presentamos la descripción de los materiales arqueológicos
analizados y de los tipos identificados en cada clase, grupo y subgrupo.
Así mismo se describe de manera detallada cada una de las piezas rescatadas,
registradas y analizadas de los conjuntos arquitectónicos: El Palacio de Ocomo y
Cuarto Adosado, se pretende además identificar su temporalidad tentativa y e
inferir a partir de los datos proporcionados por el análisis y fuentes bibliográficas a
que Complejo Cultural pertenecen.
El hallazgo de estos utillajes nos da una muestra clara de forma indirecta de las
actividades desarrolladas y de los objetos producidos a través de estos en ambos
conjuntos arquitectónicos durante la época prehispánica.
72
Aunque no se tenga un registro de las actividades productivas desarrolladas en
ambos lugares, se pueden inferir estas a partir de los artefactos líticos asociados a
ellas (Cabrero, 1989: 312), por lo que el estudio de estos instrumentos es de vital
importancia para esta investigación, ya que permitirá contrastar el desarrollo de
actividades productivas realizadas dentro del sitio, así como la influencia de estas
acciones en la transformación de los instrumentos líticos.
Los objetos producidos por otras industrias que hicieron uso del utillaje lítico, en
su mayoría fueron elaborados de materiales perecederos con lo que el vestigio
material no sobrevive con el paso del tiempo debido a su naturaleza. Pero se
puede inferir a través de los artefactos líticos que fueron empleados para su
fabricación. En este sentido “se evalúan, desde los datos arqueológicos, el
conocimiento tecnológico de una sociedad desaparecida” (Ibídem).
Se propone que en el sitio arqueológico existieron dos tipos de especialistas:
los primeros fueron los talladores del utillaje lítico, y los segundos fueron artesanos
especializados en otras industrias que hacían uso del utillaje lítico como
instrumento básico para realizar su trabajo.
Siendo así, se tiene dos tipos de procesos productivos (Pastrana: 2009:133):
1. Producción local de artefactos, armas y objetos religiosos para su
transporte. (exportación de artefactos de obsidiana).
2. Producción de instrumentos y su empleo en la elaboración de otros
productos manufacturados a partir de la materia prima de la región.
(exportación de productos).
Estos datos en conjunto podrían evidenciar las funciones del Palacio de
Ocomo y del Cuarto Adosado no solo como de tipo político/administrativo, sino
también como lugares relacionados con actividades productivas.
73
3.2.
Tipología de la Lítica Tallada
A continuación se describe de manera detallada la tipología propuesta para la
industria de la lítica tallada. Este trabajo es el resultado del análisis de materiales
líticos elaborado en laboratorio y de las fuentes consultadas durante todo el
proceso de investigación, así como de las recomendaciones señaladas
oportunamente.
3.2.1. Instrumentos sin huellas de uso
Lasca
Muy pocos trabajos prestan atención a este tipo de litos, por lo que solo se centran
en utensilios terminados y en su defecto en estado completo. Esta investigación
cree pertinente tomarlas en cuenta, ya que pueden mostrar evidencias de que en
el Palacio de Ocomo sí se desarrollaron actividades de tipo productivo, propuesta
contraria a las hipótesis planteadas en el pasado (Herrejón, 2008:14); este
supuesto se sustenta en el indicador arqueológico de que “la existencia de gran
número de lascas en un lugar es un indicio de que allí se fabricaban utensilios”
(Howell, 1979: 102), y en el sitio arqueológico es muy abundante este material
sobre todo en forma de desecho, material que es producto de “las operaciones
técnicas de preparación de la materia prima” (Merino, 1994: 26), en cualquiera de
sus modalidades, lo que implica algún tipo de actividad productiva involucrada en
dichos espacios.
Aunque este tipo de elementos no tenga un uso, no significa que esta clase de
artefactos carezca de información, sino al contrario, puede brindar bastante, tal
como lo menciona Schiffer (1999): “son productos derivados, no utilizados, de
alguna actividad” (p. 83).
74
Acciones que se realizaban tanto en el edificio principal como en el Cuarto
Adosado, cuyo propósito de esta tesis es identificarlas.
Para ello se clasificó en cinco diferentes subtipos básicos de acuerdo a la fase
de la cadena operativa que pertenezcan:
A) Lascas de desecho de talla
Se utilizó este subtipo para contabilizar las lascas o laminas que no
presentaban retoque, huellas de uso, desgaste o huellas de manufactura. Se
propone que son el resultado del desecho de todos los procesos productivos. De
hecho este material es el más abundante en todo el sitio arqueológico, lo que
sustenta en principio la existencia de áreas de actividad de tipo artesanal.
B) Lascas de decorticado o decalotado
La presencia de estos litos nos podría indicar tres puntos importantes: el
primero, que los núcleos utilizados fueron traídos desde su lugar de origen
prefaceteados, conservando el córtex en la cara dorsal, y en segundo lugar su
presencia nos muestra que algunos utensilios de piedra posiblemente llegaban en
preformas conservando también aún el córtex, por lo que su remate y eliminación
se realizó en este lugar, posibilitando la propuesta de que se importaban algunos
tipos de productos terminados o semiterminados desde los talleres de producción
lítica que se encuentran aledaños al sitio; y tercero no hay que descartar del todo
que aquí también se produjeron artefactos líticos partiendo desde la materia prima
en bruto.
C) Lascas de regulación de cara y/o aristas (lascas de descortezamiento)
Este tipo también nos muestra parte del proceso productivo en lo que concierne
a la preparación del faceteado de un núcleo ya sea de extracción de lascas o de
extracción de navajillas prismáticas, principalmente se observa mayor evidencia
en lascas de regulación de aristas para el caso de los núcleos de navajillas
prismáticas. Este dato corrobora la propuesta de producción local de artefactos
líticos partiendo desde el núcleo de obsidiana.
75
D) Lascas con retoque
Algunas de estas se utilizaron para cumplir alguna función en específico de
forma temporal y posteriormente fueron desechadas.
E) Esquirlas o microlascas
Este subtipo nos permite conocer parte del proceso productivo de un
instrumento de piedra, se propone que son el resultado del constante
mantenimiento y rejuvenecimiento de los filos de los instrumentos.
Núcleo
Para el caso de los núcleos ya sea de navajillas prismáticas o de extracción de
lascas registrado durante el análisis de material, se cuenta con núcleos poliédricos
sumamente agotados de pequeñas dimensiones, algunos con plataformas
facetadas. Por lo que nos da una idea de que se aprovechó al máximo el material
disponible; el tamaño reducido de este material es un indicio de una “reutilización
exhaustiva” (Méndez y Lohse, 2009: 925).
Asociando este dato con el alto índice de lascas de decorticado o decalotado,
indica que la materia prima fue importada (Crasboin, 2004: 26), se transportó en
parte en bruto y a manera de núcleos prefaceteados desde su lugar de origen
hacia el Palacio de Ocomo.
Vinculado a este dato retomando lo que se mencionó anteriormente, se
encuentran lascas de corrección de cara y arista o descortezamiento, lo que nos
sugiere que aquí mismo se terminaban de preparar o facetar los núcleos
dependiendo el uso que se les diera.
La presencia de los núcleos en cualquier sitio indica que existe una “producción
local” (Méndez et al, 2009, 940) especializada de utensilios. Cabe destacar que no
se ha registrado por el momento en contexto de excavación la presencia de
núcleos de extracción de macronavajas, navajas o lascas laminares.
76
Lo que sugiere en un principio que quizás dichos núcleos fueron importados
desde talleres aledaños al sitio, o simplemente se redujeron al máximo hasta
agotarlos exhaustivamente dificultando su identificación (fotografía 5), por lo que la
producción local de navajas y macronavajas queda por el momento descartada
aunque no del todo hasta encontrar la evidencia, lo que asevera que
efectivamente también estos productos fueron en su momento importados.
Por otro lado, tampoco se ha
encontrado vestigios de núcleos de
otros colores, tales como el verdeazul, rojiblanco, café, blanco, rosa,
2
3
1
rojo, de igual manera se descarta
momentáneamente
Fotografía 5. Núcleo agotado con córtex (1), Núcleo
poliédrico agotado (2), Núcleo de navajillas
prismáticas agotado (3)
local
de
la
utensilios
producción
con
estas
coloraciones debido a la falta de
estas pruebas.
Para finalizar se observa un reciclado de estos materiales, en especial de los
núcleos de navajillas prismáticas para servir como soporte para la manufactura de
otros artefactos líticos.
3.2.2. Instrumentos con huellas de uso
Navajilla prismática
Abundan las navajillas de sección trapezoidal, sobre todo en el conjunto
arquitectónico de la Unidad Habitacional – 1, en su mayoría son de color gris
verdoso. En algunos casos evidencian sus bordes muy desgastados e incluso
retocados, lo que evidencia un uso constante. Todos los ejemplares se encuentran
en estado fragmentado.
77
Se dividió a las navajillas prismáticas,
1
2
por el tipo de sección: las de Sección
trapezoidal y triangular (fotografía 6),
raramente se encuentran piezas de corte
octogonal.
Cabe
destacar
que
esta
diferencia entre secciones no implica
necesariamente diferentes tipos, sino son
el resultado del modo de extracción de
acuerdo a la colocación de la punta del
Fotografía 6. Navajillas prismática: sección
trapezoidal (1), sección triangular (2)
compresor sobre el núcleo, por parte del
tallador.
Este tipo de artefacto no evidencia cambios significativos de su forma y técnica
de manufactura a través del tiempo, permanece inmutable, se propone que se
obtienen por medio de presión con un bastón de madera dura. Cabe destacar que
esta técnica fue dominada por los artesanos, ya que la línea de las aristas de su
cara son uniformes y paralelas entre sí.
Se observa en el talón de algunas muestras una superficie rayada, por lo que la
plataforma de percusión de los núcleos tuvo un tratamiento de preparación previo
a su uso, otros ejemplares por el contrario presentan un talón liso, quizás esta sea
la única diferencia en cuanto tecnología se refiere, de acuerdo al modo de
preparación del núcleo.
Existe evidencia de navajillas prismáticas primarias y secundarias, este dato
asociado a la presencia de núcleos para su extracción refuerza la propuesta de la
producción local de estos instrumentos, así como el conocimiento y dominio de la
técnica de reducción.
Generalmente en la mayoría de los casos muestran un retoque marginal sobre
ambos bordes de forma muy marcada, lo que indica que los filos fueron
constantemente retocados, lo que a su vez se infiere que fueron sometidos a un
uso constante.
78
La sola presencia de estos artefactos en el sitio nos sugiere tres indicadores
importantes según Darras (2005:16), el primero, que se contó con materia prima
de buena calidad para la fabricación de estos utensilios; el segundo que tuvieron
el libre acceso a la materia prima (habrá que añadirle que también la adquirieron
por contar con una buena red de comercio); y el tercero prueba la existencia de un
grupo de artesanos especializados (Ibíd., p. 18). Lo que da como resultado que la
obsidiana y sus productos derivados son “fuente de riqueza económica y prestigio”
para aquel grupo que la domine (Ibíd., p. 20). Esta es otra prueba que evidencia
que la industria lítica fue parte de la base económica de los habitantes del Palacio
de Ocomo.
Posiblemente este utensilio sustituyó eficientemente a la lasca, de ahí que en el
sitio se tengan pocos ejemplares de lascas con retoque o con escasa evidencia de
huellas de uso, ya que este tipo de artefactos cumple eficazmente funciones
específicas (Crasborn, 2004: 13).
Se tiene datos que este tipo de utensilios fueron introducidos en el sitio de
“Guachimontones para los finales de la fase Arenal (posterior a 300 d.C.”
(Esparza: 2009: 123), fecha muy cercana al surgimiento del Complejo Grillo en la
región.
Según datos proporcionados por Weigand, Spence y Soto, (1993: 203), la
obsidiana proveniente de los yacimientos de Teuchitlán (T) y de la Joya (J), es la
apta para la manufactura de estos utensilios, caracterizados por tener finos
acabados, ser de proporciones pequeñas y de aristas reglares (ibíd., p 204).
Navaja
Por lo regular son de forma alargada, teniendo como característica principal el
doble de su largo en contraste con la longitud de su ancho, cabe destacar que la
mayoría se encuentra en estado fragmentado, son escazas las piezas en estado
completo, en ocasiones presentan retoque sobre uno o ambos bordes laterales,
algunas muestras evidencian un alto desgaste, siendo visibles las huellas de uso.
79
Este tipo de utensilios, se emplearon generalmente para corte, al igual que las
navajillas, los hay de dos tipos: de sección triangular (1) y trapezoidal (2), solo que
a diferencia de las navajillas prismáticas, sus dimensiones son de mayores
proporciones y su forma es distinta.
Cabe la posibilidad de que este tipo de artefactos no sean de producción local,
sino se hayan importado desde otro lugar, esto se deduce, por la inexistencia de
los núcleos de extracción de lascas laminares, láminas o navajas en el área de
estudio, quizás conforme avancen las investigaciones se encuentren en contexto
de excavación.
Este dato se refuerza con lo propuesto por Weigand, Spence y Soto (1993):
quienes argumentan que la escasez de núcleos de extracción de estos materiales
en otras regiones se debe principalmente a que las navajas fueron el principal
articulo comercial que se intercambió, más no los núcleos (p. 208).
Se ha reportado la existencia de núcleos de extracción de navajas y navajillas
prismáticas en yacimientos tales como San Juan de Los Arcos (Esparza 2009:
121) con material cerámico asociado a la Tradición Teuchitlán, como son el tipo
Oconahua Rojo sobre Crema y Teuchitlán Rojo sobre Blanco (Ibídem).
También se ha encontrado vestigios de estos utensilios en la Isla de Atitlán
(dibujo 1), ubicada en el municipio de San Juanito de Escobedo, Jalisco. A este
lugar se le describe como un “taller del Postclásico dedicado a la producción de
núcleos y navajas de obsidiana” (Weigand, Spence y Soto, (1993: 207),
manufacturadas con materia prima proveniente del yacimiento de La Joya.
De igual forma se reporta la producción de estos objetos en sitios
pertenecientes a la Tradición Teuchitlán, hay evidencia de su uso y manufactura a
nivel local en sitios como Teuchitlán, Ahualulco, Santa Quiteria y Las Pilas
(Ibídem), por lo que la existencia de este tipo de artefactos se remonta desde el
preclásico hasta finales del epiclásico asociado al Complejo Grillo.
80
Dibujo 1. Navaja manufacturada en la Isla de Atitlán, San Juanito de Escobedo, Jalisco
9
Posiblemente la técnica de manufactura para obtener estos artefactos es
utilizando la percusión indirecta, es decir, se golpea con “la punta la zona de
impacto, en el borde del núcleo y sobre una arista” (Zamora, 1998:1). Weigand,
Spence y Soto (1993) mencionan: que la técnica de manufactura para obtener
estos artefactos fue martillando la plataforma para hacerlas más ásperas, creando
una superficie uniforme y rugosa sobre la que se podía golear con un martillo con
mucha precisión (205).
Los resultados del análisis nos indican que podría ser la combinación de ambas
técnicas (dibujo 1), ya que los talones de las navajas muestran un tratamiento
previo a la plataforma teniendo un aspecto de haber sido martilladas y los bulbos
9
Dibujo elaborado por Samuel Mateo Guadarrama, cortesía de la Mtra. Ericka Blanco
81
ubicados en la cara ventral son muy tenues, por lo que se infiere el uso de un
agente intermedio suave, como es el caso de un cincel de hueso, madera o hasta
de venado. Habrá que hacer arqueología experimental para reforzar o descartar
esta propuesta.
No se observan cambios significativos en su forma, pero si en su calidad de
terminado. Los asociados a capas estratigráficas más tempranas muestran una
forma mejor definida y son más delgadas, en contraste con las tardías que tienden
a tener un acabado tosco e irregular, aunque la morfología sigue siendo la misma.
1
2
A partir de esta observación
podemos
argumentar
que
posiblemente en el último periodo se
rompe la relación con el proveedor
de este utensilio (en caso de que
fueran de producción foránea) y se
trate
de
copiar
manufactura
a
la
técnica
de
nivel
local
con
resultados no muy favorables o por
Fotografía 7. Fragmentos de Navaja de sección
triangular (1) y de sección trapezoidal (2)
otro lado la técnica desmejoro con el
paso del tiempo (fotografía 7).
Raedera
Este tipo de artefacto por lo general, está asociado al uso de preparación de
pieles y otras materias primas (Cabrero, 1989: 313).
Es uno de los materiales con mayor abundancia en el edificio, posiblemente se
deba a un doble uso, es decir, fueron empleados tanto para funciones domésticas
como productivas.
82
Se utilizaron en su momento tanto como para satisfacer necesidades básicas
como lo es separar la carne de la piel, utilizada para la ingesta, así como para el
manufacturar productos derivados de su uso.
No varía mucho a través del
tiempo
en
cuanto
morfología
1
2
3
Destacan
a
(fotografía
tres
su
8).
tipos
de
variantes: los hay de borde
Fotografía 8. raedera convexa, raedera recta (2),
raedera lateral doble (3)
convexo
(1),
recto
(2)
y
raedera lateral doble (3).
Para las asociadas a capas estratigráficas tempranas, se emplean lascas como
soporte del instrumento, a diferencia de los estratos tardíos, que evidencian un
reciclado de los instrumentos líticos. Estos se manufacturaron a partir de la
reutilización de fragmentos de otros materiales, tales como macronavajas y
navajas.
Cabe destacar que en todas las épocas no importando el soporte, el borde se
encuentra ligeramente denticulado en la mayoría de los casos, lo que sugiere que
los materiales trabajados presentaban resistencia al ser manipulados.
Raspador
Para nuestro análisis clasificamos los raspadores (fotografía 9) de la siguiente
forma de acuerdo a su: Espiga: Sin espiga (1), Espiga diferenciada (2) y Espiga
poco diferenciada (3) y Raspador doble (4). Por otro lado existe una serie de
ejemplares similares en su morfología a los raspadores “Coahuilos” (5), (fotografía
x) que se distinguen por su forma de:
media luna, con espiga (…) mientras que su parte proximal funciona como
mango y pueden tener forma de rombo, rectángulo, cuadrado, con retoque
bifacial (…) estos raspadores son los llamados ´coahuilos´ y tienen gran
83
presencia en los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y San Luis
Potosí, donde aparecen durante el Arcaico medio y su uso se extiende hacia
el 1250 d. C (Andrade y Flores, 2005, 11; citado por Basante y Gómez
2008).
1
2
3
4
5
Fotografía 9. Raspador sin espiga (1), con espiga diferenciada (2), con espiga poco
diferenciada (3), raspador doble (4) y raspador Coahuilo (5)
Al igual que la redera, estos también se vinculan a la preparación de las pieles y
otras materias primas (Cabrero, 1989: 313) en otros casos posiblemente también
se utilizaron para trabajar la madera.
Este tipo de utensilios existe en todas las capas estratigrafías, es uno de los
materiales con mayor número de frecuencia hallados en los complejos
arquitectónicos, aumentando su presencia en los estratos intermedios hasta los
más recientes.
Para las capas estratigráficas tempranas y medias están manufacturadas a
partir de lascas de gran tamaño, variando en la extensión del retoque de cubriente
a invadiente. Debido a su tamaño reducido, se puede inferir que su uso fue
constante y continuo.
84
En la transición entre las capas intermedias a las tardías, se nota un cambio en
el tipo de soporte del instrumento, están manufacturados solamente a partir del
reciclado de navajas y macronavajas.
Igualmente se nota un agotamiento de estos utensilios para estratos más
tardíos, ya que el tamaño del artefacto se reduce considerablemente,
posiblemente debido a su continuo y constante uso, comparados con los
reportados en la isla de Atitlán por ejemplo (dibujo 2).
Dibujo 2. Raspador manufacturado en la Isla de Atitlán, San Juanito de Escobedo, Jalisco
10
Macro navaja y Macro lasca
La macro navaja es el instrumento desprendido de un núcleo en la cual la longitud
es mayor o igual al doble de la anchura; independientemente de que tengan sus
aristas y lados paralelos (1). Se caracteriza por ser un instrumento de grandes
10
Dibujo elaborado por Samuel Mateo Guadarrama, cortesía de la Mtra. Ericka Blanco: 2016
85
proporciones con relación a las navajas y navajillas prismáticas. Por lo general
este tipo de artefactos tienden a ser multifuncionales, es decir, pueden llegar a
servir para cortar, raer y hasta raspar al mismo tiempo.
1
2
También
ejemplares
existen
que
dadas
otros
sus
dimensiones son llamadas macro
lascas (2), son resultado de la
preparación
o
núcleo,
tienen
no
faceteado
una
del
forma
definida, pero que constituyen
parte del proceso productivo, en
ocasiones presentan huellas de
Fotografía 10. Macronavaja (1), Macro lasca (2)
uso (fotografía 10).
Estos instrumentos están presentes en todas las capas estratigráficas, la
mayoría se encuentra en estado fragmentado por lo que no se aprecia cuáles
fueron sus dimensiones originales. Se observa un claro dominio de la técnica de
manufactura en los primeros estratos. Estas se obtienen de grandes núcleos por
medio de la extracción de láminas o lascas de gran tamaño, posiblemente se
utilizó la técnica de percusión indirecta teniendo como intermediario entre el
núcleo y el percutor a un cincel suave, ya que se observa una ligera protuberancia
en el bulbo de la cara ventral. Los ejemplares de mejor acabado están presentes
en las dos primeras épocas, mientras que para la etapa final se nota una
disminución en la calidad de la técnica y el acabado final.
Probablemente en esta última etapa hubo un rompimiento con los proveedores
y se tuvo la necesidad de copiar la técnica de manufactura sin obtener la misma
calidad de resultados. Ya que las piezas de esta fase son de gran tamaño, de
forma irregular y no igualan a la calidad en contraste con las más antiguas.
86
Este dato corrobora en parte que
esta tecnología posiblemente fue
foránea por algún tiempo, por el
momento
tampoco
se
han
encontrado núcleos de extracción de
estos
utensilios
en
el
sitio
arqueológico Palacio de Ocomo que
confirme que sean de producción
Fotografía 11. Núcleo de obsidiana para la
extracción de macronavajas, perteneciente a la Isla
de Atitlán, San Juanito de Escobedo, Jalisco
meramente local. Se ha reportado la
existencia de este tipo de núcleos en
la Isla de Atitlán en San Juanito de
Escobedo
y
en
Ahuisculco
(fotografías 11 y 12).
Según
Esparza
macronavajas,
(2010),
también
las
formaron
parte en contextos de ofrendas
desde el Preclásico (p. 12), por lo
que podemos fechar el origen de
este producto desde fases muy
tempranas hasta las más tardías, la
continuidad de su uso se debió
Fotografía 12. Núcleo de obsidiana para la
extracción de macronavajas y navajas,
11
perteneciente a la mina de Ahuisculco
posiblemente a su alta efectividad y
alta demanda.
Buril
Este tipo de artefactos son herramientas especializadas que se les asocia
comúnmente para grabar o tallar hueso o asta. (Méndez citando a Batres
2009:924). Aunque no necesariamente siempre tenga que ser así (Arrizabalaga,
1991: 264), por el momento no se ha recolectado ninguna pieza de hueso, asta o
11
Fotografía tomada del perfil de FACEBOOK del Dr. Rodrigo Esparza, recuperado el día 06/08/2016
87
madera que confirme lo antes dicho, tampoco se puede descartar la posibilidad de
que se realizara esta actividad en el sitio arqueológico (fotografía 13).
Generalmente
la
impresión
del corte en negativo que dejan
los buriles sobre la superficie
que rayaron, tiene una sección
en forma de “v”, rasgo distintivo
de los objetos puntiagudos, la
cerámica local evidencia este
Fotografía 13. Buril
tipo de huella.
Cabe la posibilidad que se utilizaron para efectuar el esgrafiado o incisión de
algunas formas cerámicas, sobre todo en la clasificada como cajete con fondo
inciso (fotografía 14); habrá que hacer arqueología experimental y contrastar los
resultados con la evidencia arqueológica para apoyar esta idea.
En la cuenca de Bolaños, por ejemplo “se utilizaron técnicas de punzonado o
incisiones para marcar el rostro” (Basante y Gómez, 2008, 11) de las colecciones
de figurillas antropomorfas hechas de barro, por lo que no se puede descartar el
uso de este utensilio asociado la decoración de la cerámica.
Fotografía 14. Ejemplos de tipos cerámicos del Complejo Grillo con evidencia de esgrafiado
posiblemente a través del uso del buril
88
Los hay desde estratos tempranos hasta los tardíos, su manufactura no requirió
de mucha técnica, están elaborados a partir del reciclado del desecho de otros
materiales que utilizan como soportes, tales como navajas, raederas y puntas. Su
técnica de elaboración se mantiene constante a través del tiempo sin cambios,
variando solo el soporte.
Estos se obtienen utilizando la técnica del golpe de buril, “se le aplica al soporte
una serie de golpes, como consecuencia se desprenden los llamados recortes o
golpes de buril” (Arrizabalaga, 1991: 264).
Cabe destacar que los recortes de buril fueron aprovechados posteriormente
como punzones, esto se explicará con detalle más adelante.
Tajador
Este tipo de herramienta se le asocia para cortar madera y diferentes materiales
(Cabrero, 1989: 313), fue fabricado con la técnica de percusión sobre ambas caras
utilizando un percutor duro como herramienta. Posiblemente también se utilizó
para romper huesos largos pertenecientes a los animales que en su momento
consumieron. Se tiene solo un ejemplar de este material.
Desfibrador
Artefacto similar a los raspadores solo que de proporciones y dimensiones más
pequeñas, no presentan el cuerpo abultado, son planos, se utilizan como su
nombre lo indica para desfibrar posiblemente las pencas de maguey o eliminar los
restos de grasa contenidos en la superficie de las pieles, esto es solo una
propuesta. Algunos están manufacturados a partir de lascas (1) o navajas (2), con
retoque facial y bifacial (3), algunos poseen una espiga (4) o muescas laterales o
basales(5) posiblemente para facilitar el enmangue (fotografía 15).
89
Los
más
antiguos
se
obtuvieron a partir de dos tipos
1
2
3
4
de
5
soportes,
el
primero
corresponde a fragmentos de
navajas, mientras que el segundo
Fotografía 15. Desfibradores para raspar
a partir de lascas.
Los manufacturados a partir de navajas tienen un ligero retoque marginal sobre
el contorno de su borde, mientras que los fabricados en lascas tienen un retoque
facial algo tosco.
Los asociados a capas intermedias, muestran un mejoramiento en la técnica de
manufactura que se venía dando desde el comienzo, el retoque facial tosco pasa a
ser un retoque facial o bifacial. Se observa que los artefactos presentan muescas
basales y laterales para el enmangue.
Los
artefactos
vinculados
a
estratos
más
recientes
evidencian
un
desmejoramiento en la calidad del terminado, ya que están manufacturadas a
partir de sencillas lascas y fragmentos de navajas, prevalecen algunos con
retoque facial.
Cepillo
Se analizaron pocos ejemplares. El posible uso que pudo haber tenido este
artefacto es el de fungir como “cepillo de carpintero”, es decir, se utilizó para
desgastar y alisar los troncos de pino u otras especies de árboles, mismos que
posiblemente sirvieron como columnas en la arquitectura de ambos complejos
arquitectónicos, así como para la obtención de madera y sus derivados. Esta pudo
haber sido una de las actividades productivas realizadas en la región, según
Weigand (2003):
el topónimo de Oconahua, en todas sus variantes, describe lo que debe haber
sido uno de sus principales recursos durante la época prehispánica; los
productos de los pinos per se (resinas, madera, carbón para pintura y tinturas)
y los bosques de pino en general. De todos los asentamientos importantes del
90
Postclásico en la región de Etzatlán, la localización física de Oconahua es la
excepción. Se localiza arriba del piso del valle, y así más lejos de las orillas
del lago que cualquier otro asentamiento. Esta ubicación especial pudo haber
permitido el desarrollo de una especialización económica sobre los productos
del bosque de pino (p. 21)
La presencia de estos artefactos pudiera constatar la idea de alguna actividad
productiva relacionada con el tratamiento de la madera para diferentes usos.
Sobre todo el relacionado con la arquitectura dentro del sitio, esto se podría
contrastar con la evidencia de bases de poste (fotografía 16) sobre en los edificios
que sirvieron para instalar sobre ellos las columnas de pino.
Fotografía 16. Bases de poste
Este tipo de artefactos aparecen en estratos intermedios, están manufacturados
a partir del reciclado de núcleos agotados con plataforma de percusión lisa (1).
Que son faceteados por medio de la percusión directa hasta obtener un cuerpo
abultado con planta circular o semicircular. Se caracterizan por tener un retoque
cubriente o facial de donde se toma de la mano, la parte funcional es el borde
marginal del instrumento, que sirve para raspar, posiblemente como se mencionó
anteriormente troncos de pino u otra especie de árbol. Se observa un agotamiento
de este tipo de artefactos, posiblemente esto se deba al constante retoque que se
le dio al reavivar los filos, lo que a su vez nos indica un uso continuo.
Los asociados a capas más recientes, muestran un mayor agotamiento en su
forma, esto evidencia que se hizo uso de estos cepillos al máximo. Están
manufacturados a partir de pequeñas rocas de obsidiana que aún conservan
córtex sobre su superficie, por lo que su acabado final es más tosco.
91
También los hay en otro material, por ejemplo en cantos de toba andesitica (2)
de superficie lisa y de textura foliada, estos son más duros y conservan el filo por
mucho más tiempo, tienen la misma morfología que los manufacturados en
obsidiana, su técnica de manufactura es la misma, posiblemente este tipo de
artefactos pertenezcan a la época tardía, ya que solo se ha recolectado en
superficie y descontextualizados, tanto como en producto terminado y en
preformas, son de mayores dimensiones en comparación con los fabricados en
obsidiana.
La decisión de cambiar de materia prima
2
1
para las últimas fases se deba posiblemente
al acotamiento del suministro del material,
por lo que los antiguos pobladores se vieron
en la necesidad de sustituir a la obsidiana
Fotografía 17. Cepillo de obsidiana (1)
en contraste con cepillo de toba andesitica
(2)
por toba andesitica, debido a la falta de esta
(fotografía 17).
O simplemente porque el fabricado en toba andesitica conserva por más tiempo
el filo y por ende se agota menos, lo que trae consigo un tiempo de uso
prolongado en contraste con los manufacturados en obsidiana que tienden a
agotarse más rápido.
Perforador
Este tipo de artefactos generalmente están asociados para agujerear pieles o
textiles durante la manufactura de vestimentas y otros objetos (Cabrero, 1989:
313). Aunque cabe la posibilidad de que también se emplearan para perforar
cerámica como parte de la decoración.
Para la manufactura de estos utensilios, se nota un claro reciclaje de los
materiales, ya que están fabricados a partir del desecho de otros instrumentos, por
lo que podemos encontrar perforadores tallados a partir de la reutilización de
fragmentos de puntas de proyectil y navajas.
92
Se tienen evidencia que aparecen en estratos intermedios, se observa un
retoque marginal sobre la parte distal, generalmente la parte funcional es de forma
triangular, se tiene pocos casos de perforador doble.
Se observan dos tipos de técnicas
2
4
1
3
de manufactura para su obtención
dependiendo del soporte, la primera
consiste en reducir por presión con el
uso de un compresor la parte distal
de las puntas de proyectil hasta
alcanzar
la
mientras
Fotografía 18. Perforador a partir de la reducción
de punta de proyectil (1), reciclado de navaja (2), a
partir de lasca (3) y perforador doble (4)
agudeza
los
deseada,
que
están
manufacturados en fragmentos de
navajas
o
lascas
se
utilizó
la
percusión directa con piedra para
aguzar la punta (fotografía 18).
Percutor
Estos fueron empleados para la acción de cortar y golpear (Cabrero, 1989: 313).
Generalmente son utilizados para la talla y retalla de artefactos líticos, e
igualmente para preparar los planos y plataformas de percusión en los nódulos y
núcleos respectivamente, aunque también se dan los casos que son reutilizados
como alisadores para la cerámica. Se encontró solo un ejemplar en contexto de
excavación y tres hallados en superficie descontextualizados, ya que estos últimos
formaban parte de los lienzos que delimitan los terrenos donde se encuentra el
sitio arqueológico.
El primero corresponde a una piedra muy dura de forma ojival, su parecido es
similar a una roca marina. Los segundos hallados en superficie son de distinta
naturaleza, son cantos rodados suaves de toba, se observa ligeramente las
huellas de uso sobre su superficie, estos percutores se emplearon para el retoque
o reavivamiento de los filos, ya que como son suaves permiten realizar
eficazmente está tarea sin maltratar los bordes. Mientras que el ultimo es una roca
93
muy dura, posiblemente se trate de un percutor de granito, quizás se utilizó para la
preparación de los planos de percusión, el facetado de los núcleos y la extracción
de lascas y/o laminas. La presencia de estos artefactos corrobora la producción
local de instrumental lítico y el mantenimiento de los mismos (fotografía 19).
2
1
3
Fotografía 19. Percutor duro de roca marina (1), percutores suaves de toba (2) y percutor duro
de granito (3)
Punzón
Las muestras registradas en el análisis tienen forma similar al de una aguja,
posiblemente estos se utilizaron para realizar las incisiones sobre la cerámica.
Este dato igual que el de los buriles habrá que contrastarlo haciendo uso de la
arqueología experimental.
Este tipo de utensilios aparece en las primeras capas estratigráficas, se nota
una técnica de manufactura en proceso de desarrollo, los primeros ejemplares son
de sección triangular faceteados en sus tres caras, estos se obtienen adelgazando
posiblemente puntas de proyectil por medio de la presión con compresor hasta
darle el acabado deseado.
Para los estratos
intermedios se nota un dominio de la técnica para su
obtención, ya que son más delgados y alargados. Esta reducción en su anchura y
94
aumento del tamaño del artefacto posiblemente al dominio de la aplicación de la
técnica de manufactura del recorte de buril (fotografía 20).
Ya que estos utensilios también son
2
producto
de
los
recortes
de
buril
resultados de la manufactura de este
1
instrumento. Los recortes de buril por lo
general han sido considerados como
“resto de talla, o una modalidad particular
del avivado” (Arrizabalaga, 1991: 264;
citando a Horiot, 1965); por lo que no son
útiles para uso, sino al contrario son
material de desecho. En el caso particular
del complejo que se estudia, estos si
Fotografía 20. Punzón manufacturado por
reducción a presión (1) y punzón resultado
del corte de buril (2)
aprovecharon el recorte de buril para
utilizarlo como punzón.
Los asociados a las ultimas capas estratigráficas, tienen un cuerpo más ancho,
posiblemente hubo un decrecimiento en la calidad de la técnica.
Al igual que los buriles, estos instrumentos posiblemente fueron utilizados como
parte del instrumental de los alfareros, para realizar acanaladuras sobre la
superficie de los tiestos como parte de las técnicas decorativas características de
la cerámica del Complejo Grillo (fotografía 21).
4
1
3
2
Fotografía 21. Ejemplos de tipos cerámicos propuestos con evidencia de punzonado
95
Cabe destacar que la acanaladura tiene forma de “u” vista en sección. De igual
forma es solo una propuesta, análisis de huellas traza a nivel microscópico podrá
en un futuro contrastar o refutar este supuesto.
En algunos casos aparecen en contextos de entierros asociados a tumbas de
tiro de la Tradición Teuchitlán, formando parte del ajuar funerario (López-Mestas,
2007: 7), por lo que se puede fechar el uso de este tipo de artefactos desde el
preclásico hasta finales del Epiclásico.
Artefacto multifuncional
Se define como aquel “artefacto que cumple o cumplió una doble función”
(Winchkler, 2006: 24, citando a García Cook (1982)) Posiblemente se trate de
artefactos manufacturados en el momento para solucionar un problema técnico,
sin que este tipo de utensilio tuviera una continuidad de uso para otros
especialistas en el futuro.
Generalmente se da por hecho que cada artefacto fue creado para cumplir una
sola función en específico, no necesariamente siempre tiene que ser así, en
ocasiones se ha podido demostrar que un solo artefacto puede cubrir distintas
funciones, esto en el caso de la época prehistórica por ejemplo (Mirambell,
1994:107, citando a Semenov (1964)), aunque no se descarta del todo, que los
tipos de utensilios del Palacio de Ocomo fueran empleados en diferentes
actividades sin perder su características tecno-morfológicas.
Igualmente los análisis realizados a nivel microscópico en artefactos
pertenecientes a la época prehistórica han demostrado muchas veces “una amplia
diversidad funcional” (Martín y Avezuela, 2008: 84).
Son escasos y esto se puede deber a la presencia de otros utensilios en el
lugar, como las navajillas prismáticas, navajas y macronavajas, ya que estas
también son de naturaleza multifuncional y con un alto grado de efectividad.
Estos artefactos compuestos o multifuncionales tuvieron una transformación
previa en su forma para generarle un nuevo uso y así poder satisfacer dos o tres
necesidades al mismo tiempo con un mismo objeto. Cabe destacar, que se
96
manufacturaron a partir del reciclado o transformación de otros utensilios, sin que
estos últimos perdieran su anterior función, es decir, se le añadió uno nuevo.
La existencia de estos artefactos en el sitio posiblemente no se deba a una
carencia de materia prima, sino a una estrategia que genera practicidad en los
nuevos objetos.
El nombre de los artefactos compuestos (fotografía 22) se les ha dado de
acuerdo a la propuesta de García Cook (1967), que menciona que se le debe
nombrar de acuerdo al área donde exista una mayor evidencia de uso, por lo tanto
se tiene utensilios tales como: macronavajas (1), raedera-navaja (2), raederanavaja aserrada (3), raedera-raspador-perforador (4), raspador doble (5),
raspador-raedera (6), raedera lateral doble (7), perforador-raedera (8), perforadornavaja (9), perforador doble (10), buril-raedera (11), punzón-punta (12), burilnavaja (3).
1
2
3
4
12
5
6
7
8
9
10
11
13
Fotografía 22. Artefactos multifuncionales
También existe evidencia de artefactos re-usados, los cuales han sido definidos
como “los artefactos que habiendo cumplido una función determinada, han sido reusados para otra función” (García Cook, 1967: 88), a diferencias de los artefactos
antes mencionados, estos si perdieron su anterior función para generarle uno
nuevo,
97
entre
los
claros
ejemplos
tenemos a
las
puntas de
proyectil
manufacturados a partir de fragmentos de navajillas prismática, cuentas
helicoidales y raspadores elaborados a partir de núcleo de navajillas, raederas a
partir de navajas o macronavajas, cepillos a partir de núcleos agotados, punzones
a partir de cortes de buril, etc.
3.2.3. Armas, objetos religiosos, joyería y de uso desconocido
Punta de proyectil
Para el análisis en primer lugar se dividió en monofacial y bifacial, esto de acuerdo
a la extensión del retoque sobre sus caras. Se compararan las muestras con los
de otras regiones, lo que nos permitirá proponer una tipología mejor argumentada.
Aunque ya se han realizado varios trabajos que hablan en torno al tema de
forma especializada y se han realizado tipologías muy elaboradas a partir de la
morfología de las piezas, cabe destacar que para nuestro caso de estudio, el
hecho de identificar similitudes de un tipo con otro foráneo no necesariamente
significa que se pueda obtener un marcador cronológico o asociarlo a un
determinado grupo social. (Basante y Gómez, 2008:8), por lo que es muy
premeditado proponer tipos de puntas foráneas.
Así mismo, las coincidencias o diferencias que existan entre un tipo y otro se
puede deber simplemente a la asociación del animal para el cual va ir proyectado
la punta o por el tipo de aditamento donde se sujetó la punta de flecha, tal como lo
señala Cabrero (2005, p. 83)
En el registro del material lítico analizado sobresalen las puntas de proyectil con
bordes denticulados sin (1) y con pedúnculo (2), de forma ojival con (3) y sin
pedúnculo (4), las de forma lanceolada sin (5) y con pedúnculo (6), las de forma
romboidal (7) y triangular con pedúnculo (8), con aletas laterales (9), basales y
laterales (10), tanto los pedúnculos y aletas sugieren que se hicieron con el fin de
tener una mejor fijación con el astil. Por otro lado se encontraron algunos
98
ejemplares de puntas de proyectil talladas a partir del reciclado de fragmentos de
navajillas prismáticas (11), técnica que fue ampliamente utilizada en el posclásico
(Smith y Herrejón 2004; 151, citando a Rodrigo Esparza, 2004). Se tiene también
evidencia de puntas de pequeñas dimensiones (12) utilizadas posiblemente para
matar aves (fotografía 23).
6
7
5
3
2
4
9
8
10
1
11
12
Fotografía 23. Puntas de flecha
La manufactura de puntas proyectil a partir del reciclado de navajillas
prismáticas como soporte también fue ejecutada por los Lacandones durante el
siglo XIX, en donde utilizaban a las de mejor calidad para elaborar puntas de
flecha, utilizando la técnica de presión (Zamora, 1998:1; citando a Caspio y
Román, 1993). Aunque no exista ninguna relación entre ambas culturas, la
aplicación de esta técnica nos permite entender como un grupo social, se las
ingenia para resolver un problema, a partir de los recursos con los que cuenta.
Cabe destacar que puntas de proyectil se han encontrado asociados a
contextos de entierros, como es el caso de las tumbas de tiro del Valle de
Atemajac (Galván 1976:19), de igual manera se encontró una punta de proyectil y
de lanza en un contexto cerrado en la Unidad Habitacional–I, del Palacio de
Ocomo (Smith 2013: 390), por el momento no hay evidencia de asociación algún
entierro en el sitio arqueológico.
El análisis realizado en laboratorio muestra una relativa abundancia y variedad
de puntas de proyectil, lo que podría sugerir que la práctica de la cacería también
99
fue base económica de los antiguos habitantes del Palacio de Ocomo, y la
variabilidad de los tipos evidencia un nivel de especialización dependiendo del tipo
de presa al cual este asociado (Méndez y Lohse 2010:926), o ya sea para tener
una mejor fijación sobre el astil o para causar diferentes efectos sobre los blancos
seleccionados (Méndez, 2009:944).
De igual forma el alto índice de estos artefactos, sugiere una constante
demanda de estos productos, sobre todo por grupos pertenecientes a la milicia
(Ibídem). Posiblemente sirvió como parte del armamento de los guardias
encargados de la custodia y defensa de los edificios.
Pr el momento no podemos hablar de conflictos bélicos dentro o fuera del sitio,
ya que no hay evidencias que demuestren lo contrario, por lo que las puntas de
proyectil pudieron tener tres tipos de uso: el doméstico (cacería), el comercial
(intercambio) y el ritual (ofrendas o entierros), descartando no del todo que se
utilizaran como armas en combinación del uso de la fuerza para resolver
problemas internos, controlar a la población o para la defensa contra grupos
externos.
Cuchillo bifacial
Se tiene registro de tecnología bifacial en el sitio arqueológico, tal es el caso de
fragmentos de cuchillos bifaciales encontrados en diferentes contextos. Están
manufacturados en su mayoría en color café, negro, verde-azul, meca, quizás el
matiz este asociado algún significado simbólico, ya que en Mesoamérica se le dio
un lugar importante a la coloración de la obsidiana y su relación con el poder, el
prestigio y las divinidades (Esparza y Ponce, 2000:150, citando a Darras: 1998) o
simplemente este material sea de mejor calidad apto para estos instrumentos. Por
lo general están asociados a contextos rituales como fogones y entierros (Smith et
al, 2008: 101), por lo que son objetos relacionados con el ámbito religioso
(Pastrana y Domínguez, 2009: 132). Podemos mencionar por el momento cuatro
variantes distintas.
100
La primera variante trata de cuchillos bifaciales (1) de forma semitriangular de
grandes dimensiones, similar a un puñal, tallados en obsidiana negra y meca con
retoque escamiforme, con muescas basales y pedúnculo de base recta.
El segundo tipo (2) de ejemplar es de menores dimensiones, manufacturadas
en obsidiana negra, de forma aún sin determinar, con retoque bifacial escamiforme
y retoque sobre sus bordes de forma denticulada.
La tercer variante (3) son de forma ojival, con pedúnculo de base redondeada,
manufacturados generalmente el café con lenticulas negras (obsidiana meca,
rojinegra), muestran muescas laterales muy tenues y filo embotado, posiblemente
por el constante uso, ya que son considerados como instrumentos de corte,
presentan un retoque bifacial escamiforme,
Y por último los cuchillos bifaciales tipo cetro (4), estos son de grandes
dimensiones en contraste con los anteriores, por lo general no tienen una forma
convencional, son similares a una hoz, presentan muescas laterales lo que se
interpreta que son enmangados, este tipo de artefactos comúnmente se les puede
asociar a personajes de alto rango, por lo que su uso es exclusivo, sirviendo así
como un marcador de estatus social, político y religioso, existen en color negro y
meca, presenta retoque bifacial escamiforme y generalmente tienen el borde
convexo denticulado (fotografía 24).
101
1
2
3
Uno
de
los
vestigios
de
mayor
relevancia que se encontró en contexto
de excavación fue un cuchillo bifacial de
grandes
dimensiones
(Smith,
2013:
191), manufacturado de forma magistral
en obsidiana “bicolor”, “meca” o “café
4
con lenticulas negras”, posiblemente la
materia prima con que fue elaborado
provenga del yacimiento de Navajas
(Esparza,
comunicación
personal:
2015). En él se puede observar el
pedúnculo y las muescas utilizadas para
el enmangue, presenta uno de sus
bordes denticulados con delineación
convexa, al parecer este artefacto se
Fotografía 24. Cuchillos bifaciales
puede interpretar como un objeto de
prestigio.
Para reafirmar esta observación, se tiene el caso de una escultura en bajo
relieve en posesión de colección privada y por lo tanto descontextualizada, se
observa el tallado de un personaje antropozoomorfo, un hombre-ave, al parecer se
trata de una representación del dios Ehécatl (Smith 2013: comunicación personal)
con un tocado de plumas y mascara de pico de ave, en su mano izquierda porta
un “cetro” o “bastón de mando”, en la parte distal del astil se encuentra un cuchillo
enmangado con características muy similares al hallado en contexto de
excavación. Ambos elementos asociados nos sugieren tres puntos principales:
El primer punto evidencia que existieron bienes de prestigio destinados para la
elite gobernante que se sirvió de estos instrumentos para reafirmar su estatus o
posición social, como es el caso del cuchillo empleado como cetro destinado para
un personaje de alto rango, tal vez un dios-gobernate-sacerdote y a su vez
controlaban la producción de objetos de poder.
102
En segundo lugar muestra que la presencia de “artefactos bifaciales es un
indicador de un alto grado de estandarización en la secuela de reducción, y por
consiguiente mayor especialización de los artesanos” (Méndez y Lohse, 2000:
925).
Y por último, nos habla acerca de la presencia de nahuales y prácticas mágicoreligiosas. La escultura en bajo relieve del hombre-ave, cae dentro de la tipología
para las esculturas del Occidente de México en el Grupo “D”, clasificación
propuesta por Mata (2008), quien señala que:
refiere
a
representaciones
en
la
cual
se integran
tanto
atributos de
hombres como de animales. De algún modo estas representaciones nos
conducen a
interpretarlas
como
reflejo
de
creencias
típicamente
mesoamericanas como puede ser la existencia de nahuales (p. 10).
Este último dato es curioso ya que nos habla en parte del ámbito religioso de los
habitantes del Palacio de Ocomo, y nos explicaría de cierta forma las prácticas
mágico-religiosas que se tienen actualmente en el pueblo de Oconahua.
Ya que los oconahuenses son llamados “brujos” o “tecolotes”. Se ha de notar
que el tecolote es un ave y los llamados brujos son hombres, que fusionados
forman un hombre-ave. Se podría decir que estas prácticas se podrían remontar
desde la época prehispánica, habiendo una continuidad social en este tipo de
actividades. Por el momento es muy atrevido asegurar esta observación por lo que
hace falta trabajo etnoarqueológico y una mayor investigación para contrastar esta
propuesta (fotografía 25 y 26).
103
12
Fotografías 25 y 26. Representación del dios Ehécatl (escultura en bajo relieve-Tipo “D” según
Mata (2008) (1) y Cuchillo bifacial tipo cetro o bastón de mando (2), ambos asociados
Continuando con la descripción general de este tipo de utensilios, existen en
todas las épocas aunque de manera discreta, ya que son pocos los ejemplares
con los que se cuenta. Posiblemente esto se deba al control que ejercieron las
elites con relación a la adquisición y posesión de este tipo de artefactos.
Su técnica de manufactura es la misma en todos los periodos, lo único que
cambia son las dimensiones y formas del modelo.
Para su manufactura se necesitan forzosamente núcleos que permitan la
extracción de lascas laminares o en su defecto de láminas de gran tamaño, por lo
cual se empelaron percutores duros para su obtención, una vez adquirido el
soporte se comienzo a dar la forma deseada con un percutor duro, para después
12
Fotografía tomada de Weigand et al, 2003, p. 41, Cortesía del Proyecto Arqueológico Oconahua.
104
facetarlo con un percutor suave, por último se le dio un retoque denticulado en el
borde convexo con la ayuda de algún compresor, así mismo se elaboraron las
muescas laterales para el enmangue.
Posiblemente este tipo de utensilios pudieron fueron también utilizados como
instrumentos de corte para los sacrificios y como elementos votivos y
ornamentales.
Joyería
Los artículos de joyería que a continuación se describirán, pertenecen a la clase
de lítica pulida, solo que se decidió colocarlos en este apartado por el hecho de
estar manufacturados en obsidiana.
Cuentas helicoidales
Existe dentro de los objetos de joyería uno llamado “Taladro o Torzal" que por lo
regular forma parte del ajuar en contextos funerarios:
es una vista 3D del nahui Ollin. Si se le corta un segmento, se verá el
símbolo ollin. También le llaman taladro. Es efectivamente un torzal que
representa los flujos cuales eternos de frío y caliente, femenino y masculino,
el axis mundi etc. Se usaba en ofrendas mortuorias solamente. (Paola
Angélica Sosa, Asesor Educativo de Servicios Educativos de Templo Mayor,
comunicación personal: 2015).
Se encontraron dos fragmentos en la última temporada de excavación, estas son
de forma helicoidal con perforación cilíndrica en el centro que atraviesa su eje
longitudinal, su forma recuerda a las que se encuentran actualmente en Templo
Mayor,
de
hecho
son
iguales
(fotografías
27
y
28).
Se
encontraron
descontextualizados y en capas cercanas a la superficie, por lo que se podría
fechar tentativamente para la época tardía.
105
También son llamadas cuentas helicoidales, fechadas dentro de las etapas II
(1375-1427) y IVb (1469-1481 d.C.) del Templo Mayor de Tenochtitlan (Melgar y
Solís, 2009: 125), los resultados de los trabajos de arqueología experimental
realizado por ambos autores sugieren que las modificaciones sobre la superficie
de este tipo de piezas han sido hecha por desgaste con andesita, pulido con
pulidores de pedernal, bruñido con piel, el corte efectuado con lasca de pedernal y
la perforación elaborada con polvo de pedernal y carrizo (Ibíd., p. 126 y 127).
Fotografía 27 y 28. Torzal, taladro o cuenta helicoidal. El par de la izquierda se halló en contexto
de excavación del PAO, los de la derecha son ejemplares del Museo de Templo Mayor
De acuerdo a esta información las técnicas de manufactura para la joyería en
obsidiana del Palacio de Ocomo pudieran ser las mismas en contraste con las del
Templo Mayor, variando quizás solo los materiales empleados para su
elaboración, es decir, en vez de utilizar andesita, pedernal y carrizo, se pudieron
haber empleado distinta materiales con características similares.
Disco de obsidiana
También se ha reportado la evidencia de preformas de disco de obsidiana en
color gris con bandas negras, de cuerpo plano y superficie lisa (fotografía 29). Se
observa sobre su perímetro los negativos dejados por la aplicación del retoque por
106
presión con la ayuda de un compresor para obtener la forma circular, sobre su
superficie se observa una hendidura circular, que es la huella previa a una
perforación, y por último se desgastan sus bordes con abrasivos y agua.
Al tratarse de una preforma se
sugiere que en el sitio se produjera
este tipo de joyería, propuesta hecha
anteriormente por Weigand (2003).
Cabe destacar que solo se tiene dos
Fotografía 29. Preforma de disco de obsidiana
ejemplares de este artefacto.
También son llamados pectorales
López-Mestas (2007) señala: su uso
en contexto de ofrendas de tumbas de
tiro asociado a personajes de alto
rango. Utilizado posiblemente como
complemento de la vestimenta, atados
o hilvanados de alguna forma (p. 15).
Solo que este tipo de joyería a
Fotografía 30. Pectoral de piedra verde
13
diferencia
de
la
primera,
manufacturada
en
piedra
esta
verde
(fotografía 30).
La procedencia de la materia prima
en preformas, posiblemente provenga
del yacimiento de San Juan de los
Arcos (fotografiá 31), ya que aquí se
ha reportado la existencia de núcleos
Fotografía 31. Joyería de obsidiana
13
Fotografía tomada de López-Mestas
Fotografía to ada de Esparza
Estudios recientes (p. 130).
14
107
14
de obsidiana con una característica en
especial:
9 , E “Las piedras verdes e el e tro de Jalis o p. 5 .
9 , E “El o er io de la o sidia a e los valles e trales de Jalis o.
presentan una sección lisa al ser cortados a la mitad. Esta parte lisa servía
para extraer lascas de apenas 2 o 3 mm de grosor, pero con un ancho de 10
a 15 cm; con ello podían obtener una preforma para manufacturar piezas de
joyería de distintas figuras (Esparza, 2009: 121: citando a Weigand, 2004).
Particularmente este tipo de objetos se encuentran asociados a ofrendas y
entierros pertenecientes a los sitios más tempranos de la Tradición Teuchitlán
(Ibídem), como un tipo de ornamento (López-Mestas, 2007: 14). El análisis en
laboratorio muestra que se sigue manufacturando este tipo de objetos en sitios del
Clásico/Epiclásico como es el caso del Palacio de Ocomo perteneciente al
Complejo Grillo.
De uso desconocido
Son instrumentos que por su forma no parecida a ninguna otra, no se le pudo
clasificar dentro de las herramientas ya catalogadas, y por ende se desconoce su
uso y función.
Se registró en el interior de la
estructura que lleva por nombre
Cuarto Adosado un par de lajas
de pizarra gris de forma ovalada,
asociada
a
los
cimientos
esquina
noreste
de
de
esta
habitación, se desconoce para
que se utilizó (fotografía 32).
Estas se obtuvieron por medio de
la percusión directa con piedra
dura, es decir se lasquea hasta
obtener la forma deseada.
Fotografía 32. Lajas de pizarra
108
Se halló sobre una capa de azolve asociado a la
última etapa constructiva, en el frente Oeste, un objeto
que no guarda relación con ningún otro (fotografía 33),
esta manufacturado en obsidiana verde, el color
podría guardar relación con algún elemento o tener un
significado simbólico; esta retocado de forma bifacial y
presenta distintas delineaciones que sugieren que se
Fotografía 33. Artefacto
desconocido
trate
de
una
herramienta
multifuncional,
o
posiblemente se trate de algún artículo de joyería.
Tiene un borde recto del lado derecho, hecho para cortar, así como una
delineación puntiforme en la parte lateral izquierda utilizada posiblemente para
perforar o rayar, en la parte distal cuenta con una delineación convexa utilizada
quizás para raspar y en la parte proximal se encuentra partida en dos simulando
una lengua bífida.
Su técnica de manufactura consistió en aplicar percusión directa dura y blanda
para darle la preforma deseada, posteriormente con un compresor a presión se le
dio la forma final. Al estar asociado a la última etapa contractiva, podemos situar a
este objeto en la última fase de ocupación.
3.3.
Tipología de la Lítica Pulida
Esta clasificación es el resultado del análisis de materiales líticos elaborado en
laboratorio, de las fuentes consultadas, así como de los trabajos previos
realizados en el sitio arqueológico y en la región.
109
3.3.1. Trabajo doméstico
Se tiene en primer lugar a los de uso doméstico por ser los que más abundan en
el área de estudio, generalmente este tipo de artefactos se emplean para cubrir las
funciones cotidianas de cualquier grupo familiar como es el procesar alimentos,
aunque no necesariamente siempre tiene que ser así, ya que también se emplean
para producir utensilios.
3.3.1.1.
Procesamiento de alimentos
Metate
Este tipo de artefactos no solo están relacionados directamente a contextos de
producción y consumo de alimentos, rellenos constructivos o descontextualizados,
sino que además, en algunos casos están asociados a áreas de actividad de tipo
ritual, ya que se han encontrado en ofrendas y ofrendas-entierros como elementos
votivos. Se les categoriza como instrumentos pasivos, es decir, son estáticos.
Se reportó en la banqueta de la estructura que lleva por nombre el Cuarto
Adosado su extremo Este, depositada una ofrenda, compuesta de un fragmento
de metate apodo (fotografía 34), de paredes cerradas, en basalto gris, de forma
cuadrangular, asociado a fragmentos de cajetes y lajas de piedra (Smith et al
2012: 142).
110
Fotografía 34. Ofrenda asociada a Banqueta del Cuarto Adosado
15
Para el caso de los entierros-ofrendas se excavó un contexto en uno de los pisos
internos de esta misma estructura, se detectó un fragmento de metate apodo de
tipo Huilanches (fotografía 35) colocado de forma vertical apuntando una de sus
aristas hacia arriba, asociado al esqueleto de un infante compuesto por un
fragmento del cráneo (zona parietal y occipital) del menor (Ibíd., p. 164).
Fotografía 35. Fragmento de metate a asociado a entierro-ofrenda
15
16
Fotografía tomada de Smith et al, (2103). Segunda Entrega del Informe Técnico al Consejo de
Arqueología Proyecto de Investigación Oconahua, Jalisco temporada 2011-2012. p. 142
111
Se registró un contexto arqueológico similar en la zona arqueológica de
Teuchitlán Jalisco, de este tipo de prácticas funerarias, reportado en el sitio de La
Joyita A, justamente en la Plaza A, en donde se encontró un metate apodo de
grandes dimensiones que estaba colocado en posición vertical, formando parte de
una ofrenda dedicada al entierro 2, que contenía entre sus elementos una laja de
piedra, un cajete, un cráneo y un hueso largo perteneciente a un infante de corta
edad (Herrejón, 2008: 93).
Es interesante notar que ambas prácticas son muy similares en su contexto,
por lo que aquí podrían surgir varias interrogantes en torno al tema, como es el
caso de identificar ¿sí ambos entierros son evidencia del cambio en los sistemas
de enterramiento de una tradición a otra en la región?, ¿o se podría argumentar
que estamos ante la presencia de una práctica funeraria heredada de una cultura
a otra? Y por último ¿si ambos entierros-ofrendas son similares porque pertenecen
a un mismo sistema de enterramiento o es solo coincidencia? Por el momento no
hay suficiente evidencia para contrastar lo aquí expuesto.
En el sitio hay principalmente dos tipos metates según sus paredes y
morfología, con sus respectivas variantes respectivamente, lo que posiblemente
esté en relación con su función, por lo tanto hay: metates abiertos y cerrados de
forma cuadrada y ovalada.
Así mismo se observa dos tipos de tecnologías o técnicas de manufactura
empleadas para su elaboración de acuerdo a su morfología. Los metates
cuadrados están en relación con la aplicación de la técnica de percusión indirecta
esto para darle la forma rectangular y desgaste mediante el uso de abrasivos para
alisar la superficie y los redondear los bordes; mientras que los metates ovalados
están en relación con la técnica del desgaste con abrasivos solo para alisar la
superficie. Cabe destacar que se han encontrado pocos ejemplares por tipo.
Los metates apodos de forma rectangular (1), están hechos en basalto gris, son
de paredes semicerradas y presentan una superficie plana, lisa y con un brillo
mate, posiblemente debido al uso que fue sometido, este tipo de artefactos son
16
Fotografía tomada de Smith et al, (2103). Segunda Entrega del Informe Técnico al Consejo de
Arqueología Proyecto de Investigación Oconahua, Jalisco temporada 2011-2012. p. 166
112
escasos, y se podrían vincular pertenecientes a la tradición Teuchitlán, ya que
“metates similares fueron excavados en la zona de Guachimontones, lo que lo
coloca en el preclásico” (Smith et al, 2008:90), por lo que se observa hay una
reutilización de este artefacto hasta el Clásico/Epiclásico.
Existe otra variante de metate apodo de forma rectangular con bordes
ligeramente redondeados (2), estos están manufacturados en toba de color
blanco, que es el mismo material empleado para los elementos decorativos de la
arquitectura como son alfardas, escalinatas y tableros. Por lo que se observa un
re-uso de este material para fabricar un nuevo utensilio. Es de superficie rugosa,
lisa y plana y de paredes cerradas, posiblemente se utilizó como algún tipo de
contenedor en donde se preparó algún tipo de mezcla machacada, de ahí que sea
de paredes cerradas para evitar escurrimientos y retener el material contenido,
quizás fue utilizado como paleta. Se encontró en superficie y descontextualizado,
por lo que lo se ubica tentativamente para las últimas etapas.
El tercer variante corresponde a metates abiertos, apodos, de forma ovalada
(3), de superficie y base plana, manufacturados en basalto café de grano fino, no
presentan paredes, posiblemente estén relacionados con la producción de
alimentos.
El cuarto y quinto tipo son de forma similar, su diferencia radica en el tiempo de
uso a los que fueron sometidos, es decir, para el primer caso se trata de metates
apodos de forma semielíptica, manufacturadas en basalto café, de superficie
cóncava, lisa y pulida con brillo mate, de pared ovalada, semicerrada de baja
altura(4), mientras que para el segundo ejemplar son metates de basalto gris,
apodos, de pared ovalada, semicerrada de mayor altura, con superficie lisa, pulida
de brillo mate, y de mayor concavidad (5).
La diferencia entre una y otra radica en la altura de las paredes y la
prolongación de la concavidad de la superficie, pero básicamente es la misma. Por
lo que se puede inferir que los metates de paredes más altas y de superficie con
mayor concavidad han sido expuestos a un mayor uso y por ende han sido
sometidos a un desgaste mayor en contraste con los otros, de ahí que adquirieran
esa forma con el paso del tiempo, de hecho este tipo de metates son los que más
113
característicos del lugar, por lo que los podemos ubicar temporalmente en el
clásico, típicos de este complejo.
Por ultimo están los metates en basalto gris (6), que no tiene una forma
definida, se encontró uno descontextualizado en superficie, es de paredes rectas
cerradas, su superficie es lisa, pulida de brillo mate, con una cavidad recta muy
pronunciada, si se le observa su corte en sección tiene un ángulo de casi 45º.
Dadas sus paredes rectas y concavidad nos hacen suponer que se trata de un
afilador de instrumentos de corte pertenecientes a la industria de la lítica pulida,
como es el caso específico de hachas, hachuelas, cinceles y martillos-hachas, ya
que su superficie se presta para afilar estas herramientas por medio del desgaste,
utilizando abrasivos como es la arena más agua, de ahí que la superficie del
propio metate este pulida. Siendo así este artefacto se clasificaría como un
instrumento para producir utensilios (fotografía 36).
1
2
3
4
5
6
Fotografía 36. Metate de paredes rectas cerradas (1 y 2), Metate abierto (3), Metate de pared
ovalada semicerrada (4 y 5), Metate para afilar instrumentos de corte (6)
Como se puede apreciar se plantea que la función de los metates fue variado,
su forma particular revela su posible uso por parte de los antiguos habitantes del
lugar, habrá que hacer en un futuro próximo arqueología experimental y
contrastarlas con técnicas de microfotografía para comprobar lo antes expuesto.
Mano de Metate
Este tipo de materiales generalmente se encuentran en áreas de actividad
asociadas a la preparación de alimentos (Manzanilla, 2001: 474), posiblemente
también en los contextos donde se realizó la ingesta de comida, aunque cabe la
114
posibilidad de que también se utilizaron con fines productivos, ya sea para triturar
o machacar ingredientes de alguna mezcla en especial, categorizándose como
instrumentos activos, es decir, se empleó el movimiento de la mano para su uso.
Los hay de dos tipos principales de acuerdo a su extensión: las manos largas y
las manos cortas, que a su vez se dividen en variantes según su forma: ovalada,
rectangular y cilíndrica.
Hay dos tipos de mano larga, el primer tipo es de grandes dimensiones,
manufacturados en cantos rodados toscos de forma cilíndrica (1), por lo que el
movimiento para su uso debió ser rotatorio sobre su mismo eje vertical, de un lado
hacia el otro, este tipo de artefacto sugiere que se utilizó para triturar objetos duros
a modo de rodillo, como pueden ser el caso de semillas duras, pigmentos o
piedras, son de superficie rugosa, los hay en colores café, gris y beige.
Su manufactura no requiere mucha técnica, se busca un canto rodado de buen
tamaño que tenga preforma cilíndrica, con el uso constante la forma se va
adquiriendo y afinando.
La segunda variante de este tipo son de forma similar a los ejemplares
encontrados en Teuchitlán (2), lo que los coloca temporalmente en el preclásico
(Smith et al, 2008:90), son rectangulares, con las bordes redondeados, de cuerpo
alargado, superficie plana, lisa y lustrosa, manufacturadas en basalto gris.
Su forma sugiere que se utilizó percusión indirecta para darle el trazo
rectangular, posteriormente fue sometido a desgaste de sus bordes por medio de
la abrasión de modo que estos fueron redondeados, el lustre lo obtuvo
posiblemente con el uso constante a causa de la fricción con las especies
vegetales que trituro o amaso.
La tercera variante se muestra en distintas formas, lo hay desde ovalados (3),
trapezoidales (4) y amorfos (5), manufacturados en basalto gris, beige y café claro
(3), son de cuerpo estrecho, planos, de bordes redondeados, superficie pulida, lisa
y con brillo mate y ligeramente porosas.
Su forma sugiere que la técnica de manufactura empleada para su elaboración
fue solo el desgaste por medio de la abrasión, ya que las formas no están bien
115
definidas, fueron redondeadas por medio del uso de abrasivos más agua contra
alguna piedra dura, el pulimiento se fue dando posiblemente con el uso constante.
El segundo tipo está conformado por metates de mano corta; los hay cuatro
formas principales: de forma cuadrangular (6), circular (7), elipsoidal (8) y
trapezoidal (9). Los de forma cuadrangular y circular sugieren un modo de uso
distinto, es decir, se emplearon para machacar con movimientos rotatorios de
izquierda a derecha de la mano, similar a como se hace con una mano de mortero.
Su técnica de manufactura es similar a las anteriores, solo que se redondean
mayormente los bordes para obtener dichas formas.
Por último están las manos de metate cortas de extensión alargada, son
similares a las manos largas en su forma a diferencia que estas son de menores
dimensiones, se plantea que la reducción en su tamaño se deba a un uso continuo
y constante hasta agotarlos considerablemente, su técnica de manufactura es la
misma que sus similares las manos de metate larga (fotografía 37).
1
4
2
8
6
9
3
Mano de metate larga
5
7
Mano de metate corta
Fotografía 37. Mano de metate larga (1-5), Mano de metate corta (6-9)
Mortero
Se han encontrado pocos ejemplares, están manufacturados en toba de color
blanco, son de paredes en forma de cuenco, se les considera a estos artefactos
como pasivos, están manufacturados a partir del reciclado de bloques de piedra
“cantera”.
Estos bloques de piedra como se mencionó anteriormente fueron utilizados
como parte de los elementos decorativos que componen la arquitectura de los
116
edificios, nuevamente se observa un caso de re-uso para fabricar uno nuevo
utensilio.
Se infiere que no se utilizaron para triturar o preparar sustancias comestibles,
ya que este tipo de piedra tiende a desmoronarse muy fácilmente si se le aplica
fricción, por lo que el polvo generado por esta acción se mezclaría con los
alimentos.
Este tipo de bloques de cantera han sido encontrados desde la primera etapa
cosntructiva hasta la última, cabe destacar que los artefactos mostrados en la
imagen aparecen en la ultima etapa constructiva (1 y 2), por el momento no se han
encontrado morteros fabricados en otro material como basalto o granito (fotografia
38).
2
1
Posiblemente
se
utilizó
para
triturar o machacar materias primas
que sirvieron para preparar algún
tipo de mezcla en especial, como
puede ser el caso de minerales o
pigmentos para fabricar pintura o
Fotografía 38. Morteros a partir del reciclado de
canteras
tinturas y el fino polvo desprendido
sirviera como desgrasante.
Pro su morfologia se puede inferir que el proceso de manufactura de este tipo e
objetos: en primer lugar se fabricó el bloque de cantera por lo que se utilizó la
tecnica de la percusion indirecta para darle la forma rectangular a una piedra de
toba cualquiera, mediante el uso de martillo y cincel (en la imagen se observan las
huellas de manufactura dejadas por el cincel) posteriormente se desgastó la
superficie de algunas de sus caras con abrasivos y agua que pudieron ser el
desecho de talla de la propia piedra usando la tecnica de desgaste. Por último el
orificio que tiene en el centro se fue formando de forma gradual por el uso
constante, es decir, conforme se trituraron materiales sobre el mortero se fue
generando la horadación mediante movimientos rotatorios de izquierda a derecha
de la mano de mortero.
117
Asi que entre más uso se le diera al artefacto más grande su orificio, igualmente
se observan las huellas de uso plasmadas sobre la superficie..
Mano de Mortero
Materiales comúnmente asociados a los morteros, utilizados principalmente para
machacar alimentos, aunque existe la posibilidad de que se utilizaran con fines
productivos, es decir para preparar alguna mezcla en especial como pueden ser,
tinturas, pinturas y bálsamos por poner un ejemplo.
2
1
3
4
Los hay de cuatro tipos según su
forma: lanceolada (1), troncocónica
(2), acampanada (3) y cilíndrica (4).
Manufacturados en cantos rodados,
basalto vesicular y basalto de grano
Fotografía 39. Manos de mortero
fino (fotografía 39).
Su técnica de manufactura consiste en aplicar desgaste por abrasión con la
ayuda de abrasivos, agua y un yunque, de modo que se aplica la fricción para
darle la forma deseada. El pulimiento sobre la parte funcional se va adquiriendo
con el uso constante.
Machacador
Se encontró solo un ejemplar de este tipo de objeto (fotografía 40), tiene forma
cilíndrica, está manufacturada en andesita beige, presenta una superficie rugosa,
se encontró en estado completo, su cuerpo es alargado, por lo que posiblemente
se utilizó en morteros de cavidad profunda.
118
Por su forma probablemente se
infiere que se utilizó para triturar
o machacar, ya se utilizando solo
la parte distal o emplearlo como
rodillo, por lo que se le considera
como un elemento activo. Su
técnica
de
manufactura
es
simple, consiste en formar un
bloque rectangular, mediante la
Fotografía 40. Machacador
percusión indirecta.
Posteriormente se somete al desgaste de sus aristas, con el uso de abrasivos y
agua, hasta adquirir la forma cilíndrica, así mismo se hace con la parte distal y
proximal de modo que se redondean. El color se debe a la pátina adherida sobre
su superficie.
3.3.1.2.
Producción de utensilios
Este tipo de artefactos por lo general están asociados directamente con
actividades de tipo productiva, es decir, con talleres artesanales, su existencia
corrobora de cierta manera la existencia de otras industrias que utilizaron estos
artefactos para producir nuevos objetos o utensilios.
Batidor de pulpa para elaboración de papel
Esta herramienta ya había sido reportada anteriormente por el proyecto (Smith et
al, 2008, 102), solo que el caso anterior es de forma ovalada, en contraste con el
de la imagen que es de forma rectangular con los bordes redondeados (fotografía
41), por lo que se puede argumentar tentativamente dos tipos distintos: oval y
rectangular.
119
Se plantea que se trate de aplanadores para
pulpa con el cual se elaboró papel, pertenecientes
al periodo del posclásico (Ibídem). También son
llamados batidores o “amahuitequini”, se han
reportado artefactos semejantes en Teotihuacán,
Pánuco y Tres Zapotes datados entre los años
500-600 d. C. (Maya, 2011:168), lo que evidencia
su
existencia
desde
el
Clásico,
de
hecho
actualmente este tipo de utensilios son empleados
Fotografía 41. Batidor de pulpa
por amateros dedicados a la producción de papel
amate en el centro del país (Ibídem).
El ejemplar presentado está manufacturado en andesita de color blanco, su
actual tonalidad se debe a la pátina generada por el paso del tiempo; presenta dos
tipos de acabado sobre la superficie de ambas bases, por un lado es áspero con
una serie de ranuras paralelas que sirven para el golpeteo inicial de las fibras y por
el otro lado es liso y pulido que es la parte que se utiliza para el golpeteo final que
sirve para rematar el acabado del papel (Ibíd., p. 170), el brillo mate que tiene
posiblemente se deba al constante uso que fue sometido así como el continuo
contacto con las fibras .
Para obtener la forma deseada de dicho artefacto, se hace uso de la percusión
indirecta, posteriormente se emplea el desgaste para alisar las superficies y
redondear los bordes, por ultimo con la ayuda de algún objeto punzocortante como
es el caso de un buril o navajilla, se elaboran las bandas o acanaladuras
perpendiculares a su eje mayor, de modo que quedan estrías o ranuras sobre su
cara dorsal, que sirve como se mencionó anteriormente para “macerar las fibras y
obtener su enlazamiento” (Ibíd., p. 168), el tipo de huella de manufactura que deja
este artefacto sobre el papel fabricado son una serie de “agrupaciones de líneas
cortas, rectas, y paralelas” (González y Cruz, 2013:6) debido a la fricción con las
estrías.
Su existencia sugiere la producción de papel y un sistema de escritura en
códices, ya que estos documentos pictóricos son la única referencia de fuentes
120
originales sobre las culturas prehispánicas, los hay de “dos tipos de soporte:
pieles de animales
y soportes vegetales endémicos (papel amate y papel
maguey)” (Ibídem).
El maguey quizás fue la materia prima con la cual se elaboró papel en el sitio
arqueológico, ya que esta especie es endémica del lugar a diferencia del amate,
por lo que el tipo de soporte que quizás se fabricó fue a partir de las fibras de las
pencas agaváceas.
Cabe destacar que por el momento no se ha encontrado o registrado vestigio
alguno de códices, pero las herramientas líticas como la descrita corroboran de
algún modo su manufactura y uso en el sitio.
Los códices elaborados con pencas de maguey como soporte, datan del siglo
XVI, y han sido reportados en los estados de Tlaxcala y zonas circunvecinas,
fecha y lugar muy alejado del complejo que se estudia (ibíd., p. 16).
Alisador
Artefactos asociados con la producción de la cerámica, como correctores de su
superficie para cerrar fisuras y corregir errores de manufactura al instante.
Básicamente son pequeños cantos rodados recolectados posiblemente de los
lechos de los arroyos cercanos, se encuentran en estado completo en su mayoría,
con superficie ligeramente pulida, por lo general son de color beige y gris,
presentan tres formas básicas (fotografía 42): circular (1), elipsoidal (2) y amorfa
(3), su perímetro puede estar asociada con la parte a alisar de las vasijas, es
decir, los de forma circular de cuerpo estrecho, probablemente se utilizaron para
corregir superficies abiertas como son cuerpo y bases, mientras que los de forma
elipsoidal de cuerpo alargado, probablemente estén asociados a cuellos, bocas y
bordes, por el uso en movimiento se les considera como elementos activos.
1
2
3
El pulido de su superficie y el desgaste de
sus bordes se dieron conforme al uso,
dichos ejemplares por lo general son de
pequeñas dimensiones que no pasan los
Fotografía 42. alisadores para cerámica
121
10 cm de largo.
Su existencia podría corroborar de cierta manera producción de cerámica en el
interior del edificio.
Pulidor
En otros contextos, se han registrado cantos rodados de pequeñas dimensiones,
pulidos, con una superficie brillante asociado posiblemente al curtido del cuero. El
brillo de la superficie de estos objetos tiende a ser más lustroso en comparación
con los alisadores, evidenciando así las huellas de uso, los hay de forma circular
(1) o elipsoidal (2), se categoriza como un elemento activo (fotografía 43).
Cabe la posibilidad de que estos utensilios
1
2
también participarán en la elaboración de papel
para los códices, es decir, su función fue borrar
las huellas dejadas por el machacador estriado,
por medio del pulido de la hoja dejando una
Fotografía 43. Pulidores
textura lisa (González y Cruz, 2013: 12).
No requieren de técnica de manufactura para su fabricación, ya que se
aprovecha su forma natural. Su presencia asociada a artefactos líticos tales como
raspadores, raederas, perforadores, navajas o machacadores estriados, podría
corroborar de cierta forma la existencia de la industria especializada en el
tratamiento de las pieles o la elaboración de papel respectivamente.
Bruñidor
Este tipo de artefacto fue cedido por donación por parte de uno de los pobladores
del lugar, por lo que se tiene un solo ejemplar de este utensilio, así mismo se
desconoce el contexto real de la pieza.
122
Está manufacturado en piedra verde, de superficie plana,
lisa y muy pulida, con un brillo lustroso, posiblemente se
trate de un bruñidor, dada sus características se empleó
para pulir joyería. Se le considera como un elemento
activo. Este tipo de artefactos (fotografía 44) no requiere
de técnicas de manufactura, ya que es un pequeño
canto rodado, que ha adquirido su forma gracias al
Fotografía 44. Bruñidor
desgaste y abrasión al cual ha sido sometido.
Debido a que se trata de un elemento descontextualizado no se puede decir
mucho al respecto, por lo cual no se puede por el momento fechar y se desconoce
la procedencia del material.
Martillo
Se encontró un solo ejemplar de este tipo de artefactos, su sola presencia nos
remite al uso de la técnica de percusión directa e indirecta (cincel como
intermediario) para la fabricación o manipulación de objetos (fotografía 45).
Posiblemente se usó para dar forma a las
lajas cuadradas de piedra, ya que en los
bordes perimetrales de estas se observan
las huellas de manufactura dejadas por el
golpe directo, posiblemente también se
utilizó
para extraer
láminas
o
lascas
laminares de los núcleos de obsidiana, y
Fotografía 45. Martillo
para elaborar esculturas.
Está fabricado en basalto de color gris de grano fino, básicamente su técnica de
manufactura consiste en tomar un guijarro duro, aplicarle desgaste hasta obtener
la forma rectangular, los bordes son redondeados suave a abruptamente hasta
formar una delineación convexa por medio de la técnica de abrasión y desgaste,
las partes funcionales son sometidas a desgaste para adquirir una superficie
plana, enseguida con un objeto filoso se realiza una acanaladura cerca de la parte
medial para formar la garganta de ¾ donde va incrustado el mango, se va
123
ensanchando la garganta por medio de un instrumento filoso de borde más ancho
hasta adquirir la forma deseada, por ultimo toda la superficie del martillo es
sometido a un pulido intenso por medio de abrasivos finos combinados con agua,
el bruñido se le da al final por medio de frotación con cuero o piel.
Hacha de mano de cuerpo ancho
Este tipo de artefactos “corta o rompe por acción del golpe” (Winchkler, 2006: 122)
se infiere que estén asociados para talar árboles o partir troncos de madera, dado
que se utiliza el movimiento de las manos se les considera como un elemento
activo. Se encuentran en estado completo y fragmentado, están manufacturadas
en granito y piedra verde, son de forma ovalada (1) y triangular (2) con bordes
redondeados, de cuerpo ancho, el borde del filo es convexo, presentan una
garganta de ¾ a la altura de la parte proximal (fotografía 46).
Brannif (2000), señala: que el hacha ranurada de ¾, es de origen norteño,
teniendo en México una distribución muy interesante, ya que solo se encuentran
registradas en el Occidente del país y en la llamada Mesoamérica Septentrional.
(p. 172). Este dato es interesante, ya que es uno de los elementos que permitirá
entender como funcionaron las redes de intercambio a nivel interregional en la
época prehispánica.
1
2
En el sitio se han encontrado
básicamente
de
dos
tipos,
aunque su morfología es casi la
misma, la diferencia radica en
el acabado de superficie: los
Fotografía 46. Hachas de mano
hay de superficie bruñida y de
superficie rugosa.
Posiblemente las hachas pulidas se utilizaron como elementos votivos en las
ofrendas o entierros ya que no presentan huellas de uso, cabe destacar que por el
momento no se ha registrado ningún contexto de este tipo en el sitio; mientras las
de superficie rugosa posiblemente se emplearon en los trabajos rudos, ya que se
observan claramente las huellas de uso.
124
En cuanto a su técnica de manufactura consiste en primer lugar en recolectar
un canto rodado con una preforma natural determinada, posteriormente la roca es
sometida a golpes directos con piedra dura para afinar la preforma.
Posteriormente se redondean los bordes por medio de la abrasión y el
desgaste, de igual manera se le saca el filo adelgazando la parte funcional del
artefacto hasta obtener un punta aguda, así mismo se le da forma convexa al
borde del filo, posteriormente se elabora la garganta haciendo un pequeño corte
cerca de la parte proximal hasta ensancharlo de manera que se pueda enmangar,
enseguida se pule en algunos casos solamente toda la superficie o la parte
funcional con abrasivos más agua y por último se bruñe con piel para darle el
aspecto de lustroso.
Hachas de cuerpo alargado
Estos artefactos sirven básicamente para cortar y romper por medio de la
percusión, posiblemente fueron empleados para partir o quebrar trozos pequeños
de madera (fotografía 47).
Son de cuerpo alargado de forma
triangular u ojival, presentan cerca de la
parte proximal una garganta de ¾, lo que
sugiere que estuvieron enmangados al
igual que los martillos y hachas de cuerpo
ancho, al ser de pequeñas dimensiones
indican que se emplearon con una sola
mano.
Posiblemente
también
fueron
usados como cinceles para elaborar
Fotografía 47. Hachas de cuerpo alargado
esculturas.
Su técnica de manufactura es diferente a la de un martillo o hacha, en primer
lugar se extrae una pequeña lámina del núcleo de piedra verde que
posteriormente es sometida a golpes directos con piedra dura para darle la forma
triangular u ojival.
125
Una vez obtenida la preforma, se redondean los bordes por medio de la
abrasión y el desgaste con abrasivos más agua, de igual manera se le saca el filo
adelgazando la parte funcional del artefacto hasta obtener un filo agudo, se
elabora la garganta haciendo un pequeño corte cerca de la parte proximal hasta
ensancharlo de manera que se pueda enmangar.
Por último se pule toda la superficie con abrasivos finos más agua y se bruñe
con piel. Por el tipo de uso se le considera como un elemento activo. Cabe
destacar que se han registrado muy pocos ejemplares de este artefacto.
Llana de albañil
Gendrop (1997) la define como una:
herramienta compuesta de una plancha de hierro o acero, una manija o asa,
de que se sirven los albañiles para extender y allanar el yeso o la
argamasa. En el México prehispánico el utensilio de uso equivalente era de
piedra dura con un asa (p. 125).
Existe un solo ejemplar de este tipo de artefacto, y fue encontrado en la
temporada de excavación 2013, su forma recuerda a las llanas empleadas por los
albañiles para alisar o aplanar los pisos o muros como se mencionó anteriormente.
Se ha reportado con anterioridad que el sistema constructivo de los muros es el
bajareque (Smith et al, 2009, 2013), y que los pisos han sido tratados para su
mayor duración.
Esta herramienta evidencia tal acción, así mismo prueba la existencia de un
grupo especializado en la construcción de viviendas o edificios, que hace de este
artefacto su instrumento para trabajar (dibujo 3 y fotografía 48).
126
Dibujo 3. Llana de albañil
17
fabricado en piedra .
Fotografía 48. Llana de albañil de basalto
Está fabricado en basalto gris vesicular de una sola pieza solida de superficie
rugosa, consta de un asa para sujetarla con la mano, su base es de forma
amigdaloide con los bordes redondeados, es plana, alisada y con brillo mate,
posiblemente el lustre se deba al constante pulimiento de las paredes y los pisos,
se le considera como un elemento activo.
Para elaborar este tipo de artefactos e propone que se emplea necesariamente
la técnica de manufactura de la percusión indirecta, es decir, mediante los golpes
con cincel y martillo se va eliminando las partes sobrantes del bulto de una roca de
basalto, se fabrica en primer lugar el asa, la horadación que tiene en el centro se
realiza aplicando técnicas de corte por medio de perforaciones, posteriormente se
emplean cinceles para agrandar la horadación del asa, se redondea los bordes por
medio del desgaste con pulidores, abrasivos más agua, posteriormente se le da
forma elipsoidal a la base, por último se alisa toda la superficie.
Artefactos de uso desconocido
Se registraron dos piezas que por su morfología no se le asocia con ningún tipo de
artefacto, se infiere que sean útiles porque evidencian un tratamiento, ya que
poseen una superficie pulida y una forma definida, es decir, son producto de la
mano del hombre.
17
Dibujo elaborado por Ignacio Cabral, extraído del Diccionario de Arquitectura Mesoamericana,
Gendrop (1997), p. 126
127
El primer ejemplar es de forma
similar al de una cuchara, presenta una
superficie pulida, esta manufacturado
en granito gris. La segunda muestra es
de forma piramidal de superficie pulida,
manufacturada en andesita de color
Fotografía 49. Artefactos desconocidos
crema (fotografía 49).
Su técnica de manufactura consiste en solo aplicar desgaste sobre su superficie
con el uso de abrasivos más agua, hasta adquirir la forma deseada. Como no
sean encontrados vestigios de estos utensilios en otro lugar se puede argumentar
que son utensilios propios de esta tradición cultural.
3.3.2. Lapidaria
A continuación se describen los artefactos categorizados al tipo de la Lapidaria,
dentro de los cuales entran los elementos arquitectónicos, escultura y joyería.
3.3.2.1.
Elementos arquitectónicos
El uso de la piedra labrada para la arquitectura se evidencia en algunos sistemas
constructivos presentes en el edificio principal.
Alfarda
Tal es el caso de la Alfarda que forma parte de la Escalinata (fotografía 50) que
se encuentra en el flanco oeste perteneciente a la última fase constructiva de la
Estructura Norte. Se ha de especificar que el lado norte de esta escalera de piedra
carece de este elemento constructivo, solo encuentra en la parte sur (Smith et al,
2013: 82).
128
Fotografía 50. Alfarda compuesta por canteras
18
Esta se compone de un conjunto de canteras careadas por los 6 lados
manufacturadas en toba de color blanco, son de forma rectangular, miden entre 40
cm x 40 cm x 12 cm por lado en promedio, y cubren el perfil sur de la escalinata.
Se evidencia el tallado a mano por parte de los canteros (Ibíd., 77 y 78). Se
sugiere que la técnica de manufactura empleada para la fabricación de estos
bloques de cantera fue en primer lugar el corte de las piedras con el uso de barras
de madera muy dura, posteriormente se utilizaron martillos y cinceles aplicando la
percusión indirecta, para darle la forma rectangular, por último se usó la técnica
del desgaste con abrasivos para alisar la superficie de cada una de las caras.
Tablero
Otro elemento arquitectónico de relevancia, es el tablero que remata el muro en
talud de la Estructura Norte (Ibíd., p. 197), asociado a la primera etapa
constructiva. Se encuentra integrado por dos filas de piedras labradas con las
18
Fotografía tomada del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO
DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 79
129
mismas características de las canteras antes citadas, a excepción de que estas se
encuentran separadas por una serie de lajas talladas en pizarra, instaladas de
forma transversal dividendo ambas hileras (fotografía 51).
Fotografía 51. Tablero compuesto por canteras de toba labradas y lajas de pizarra talladas
19
Como se puede observar, el empleo de este tipo de canteras labradas se dio
desde la primera hasta la última etapa constructiva, sin ningún cambio aparente en
su acabado y técnica de manufactura, por lo que podemos deducir a primera
instancia que no hubo transformaciones tecnológicas en este tipo de materiales a
través del tiempo.
Así mismo el empleo de lajas de pizarra está presente en la arquitectura desde
la primera hasta la última fase constructiva, estas se obtienen como se mencionó
anteriormente por medio de la percusión directa con piedra dura.
19
Fotografía tomada del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, p. 198
130
Clavo constructivo
Se utilizó piedra foliada de grandes dimensiones para componer la arquitectura del
Palacio de Ocomo, se encontró un ejemplar de este material entre la alfarda sur
de la Escalinata Oeste, el Muro Oeste y la Estructura Este (Smith, et al, 2013:
128), al parecer funcionó como clavo constructivo que ensambló a los tres
sistemas constructivos antes citados.
Esta pieza es la de mayores dimensiones comparadas con otras registradas
anteriormente (fotografía 52), sus medidas son: 1.42 m x 1.21 m x 7 cm, apareció
en excelentes condiciones y de una sola pieza, aunque salió con tres fisuras sobre
su superficie (Ibídem).
Fotografía 49. Clavo constructivo de Laja tallada
20
20
Fotografía tomada del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO
DE INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 130
131
En algunos casos, este tipo de piedra se ha encontrado asociado a
empedrados, tableros y escalinatas, por lo que es un material que se empleó para
componer diferentes elementos arquitectónicos.
Cabe destacar que no se tiene bien definido a qué tipo de material prima
pertenece, dada sus características se trata de roca sedimentaria ya que su
estructura se compone por una serie de folios superpuestos, similar a la pizarra.
Se sugiere que la técnica de manufactura empleada para su fabricación fue la
percusión directa, sobre los bordes de la misma, se puede apreciar el negativo de
las astillas desprendidas por los golpes hechos con martillos de piedra. Cabe
destacar que este tipo de material está asociado desde la primera y última fase
constructiva. Por lo que permanece estático sin cambios tecnológicos.
3.3.2.2.
Escultura
Por el momento no se han encontrado esculturas en contexto de excavación,
Weigand (2003) reportó una serie de esculturas talladas en alto y bajo relieve,
alguna de ellas pertenecientes a colecciones privadas y otras perdidas.
Este tipo de elementos nos habla acerca tanto del ámbito religioso, político e
ideológico de los habitantes del Palacio de Ocomo, tanto del panteón de deidades
que veneraron, así como los rituales que realizaron en su momento, ya según
Cach (2007) señala que existen:
tres estelas en poder de los pobladores de Oconahua, donde aparecen
personas que parecen ser desolladas o sacrificadas. Cuando encontramos
los elementos de los sacrificados, estamos hablando de una coerción
social que posiblemente tenga tintes estatales (p. 11).
La evidencia de estos objetos nos sugiere la existencia de un gremio
especializado de artesanos dedicados a la producción de esculturas, así como de
132
un cuerpo religioso que impuso las pautas de acerca de su significado,
manufactura, elementos, usos, etc.
3.3.2.3.
Joyería.
Por el momento no se han encontrado ningún artefacto de joyería perteneciente
a la industria de la lítica pulida, que no esté manufacturado con otro material
diferente de la obsidiana.
3.4.
Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica tallada
según su función
Instrumentos de corte. Artefactos manufacturados por técnica de reducción
Artefacto:
Técnica:
Navaja
Navajilla
Percusión indirecta
Presión pectoral
Macronavaja
Percusión directa dura o indirecta
Estrías paralelas a
delineación.
Direccionamiento del
corte
Delineación recta.
Microastillamiento
leve. Corte de objetos
suaves
Delineación convexa y
curvoconvexa
(Microastillamiento
abrupto).Corte de objetos
duros Bordes denticulados
Borde con borde micro
pulido. Corte de objeto
blando
Punta a partir
de navajilla
Presión con
compresor
Huellas de manufactura
(micro muescas), retoque
con compresor de punta
roma
Fractura de borde
activo por fricción
Secuencia de reducción por
producción
Embotamiento de los filos
Huellas de manufactura
(muescas), retoque con
compresor de punta roma
Microastillamiento abrupto. Reciclado de navajilla para
manufacturar punta de
Retoque escamoso
flecha
Fotografía 53. Técnicas de manufactura y huellas de uso
133
Instrumentos para raspar. Artefactos manufacturados por producción lítica
Artefacto:
Raspadores
Desfibradores
Percusión directa dura y presión con compresor
Técnica:
Huellas de manufactura: presión
con compresor (borde convexo
denticulado)
Desgaste de filo (delineación
recta por uso constante).
Retoque ligeramente escamoso
Embotamiento de filo
Microastillamiento
semiabrupto.
Raspado de objetos
semiduros
Presión con
compresor
Pulimento y embotamiento de
borde. Filo romo. Raspado de
objetos suaves
Delineación de cuchara
Secuencia de reducción por
uso exhaustivo
Microastillamiento abrupto.
Raspado de objetos duros
Huellas de manufactura: presión
con compresor (muescas basales
y laterales para enmangue)
Raspadores a partir del reciclado
de navajas
Fotografía 54. Técnicas de manufactura y huellas de uso
Instrumentos para cepillar. Artefactos manufacturados por producción lítica
Artefacto:
Cepillos de obsidiana
Cepillos de toba andesitica
Técnica:
Percusión directa blanda y/o dura
Percusión directa dura
Huellas de manufactura por
Reducción de zona de sujeción por
percusión directa de piedra
constante uso y retoque
(negativo de desprendimiento de
Agotamiento exhaustivo de
lasca)
borde funcional y fractura
de zona de sujeción
Microastillamiento
Microastillamiento
Pulimento sobre borde activo
Secuencia de reducción por
uso exhaustivo
Embotamiento de borde activo
Huellas de manufactura por
percusión directa de piedra dura
Secuencia de reducción por
uso exhaustivo
Fotografía 55. Técnicas de manufactura y huellas de uso
134
Instrumentos punzocortantes. Artefactos manufacturados por producción lítica
Artefacto:
Buriles
Perforadores
Punzones
Técnica:
Golpe de buril
Golpe de buril y presión
con compresor
Golpe de buril
Fractura de punta
Pulimento de punta
Embotamiento de punta
Embotamiento de punta
Microastillamiento
abrupto. Grabado
de objeto duro
Retoque con compresor
Microastillamiento
Posible espiga y muesca
para enmangue
Reavivamiento de filo mediante
golpe de buril
Fotografía 56. Técnicas de manufactura y huellas de uso
Instrumentos para raer. Artefactos manufacturados por producción lítica
Artefacto
Técnica:
Raederas unilaterales rectas
Raederas unilaterales convexas
Percusión directa, presión con compresor
Percusión directa, presión con compresor
Microastillamiento abrupto.
Delineación recta
Embotamiento de borde
Retoque denticulado. Corte de objetos
duros.
Microastillamiento abrupto.
Delineación convexa
Microastillamiento leve
Microastillamiento leve. Corte de
objetos blandos. Embotamiento de filo
Borde denticulado. Corte de objetos
duros. Retoque escamoso
Fotografía 57. Técnicas de manufactura y huellas de uso
135
3.5.
Huellas de uso a nivel macroscópico en artefactos de Lítica pulida
según su función
Instrumentos para seccionar o partir. Elementos activos
Artefacto:
Hachas de mano de cuerpo ancho con garganta de 3/4
Técnica:
Hachas de mano de cuerpo alargado
Percusión indirecta, corte y desgaste
Percusión indirecta, corte y
desgaste
Fractura de borde
por golpe contuso
Bordes astillados
Borde astillado
Fotografía 58. Técnicas de manufactura y huellas de uso
Instrumentos para moler o amasar. Elementos pasivos
Artefacto
Técnica:
Metate
Mortero
Percusión indirecta desgaste
Desgaste
Superficie pulida con brillo mate
Superficie activa cóncava por
uso constante
Ralladuras paralelas que indican
la acción del movimiento
Bordes de paredes
redondeadas
Fotografía 59. Técnicas de manufactura y huellas de uso
136
Ralladuras de forma circular
producidos por acción de mano
de mortero
Instrumentos para moler o amasar. Elementos activos
Artefacto:
Mano de mortero
Mano de metate
Técnica:
Desgaste
Percusión, Corte y Desgaste
Superficie lustrosa
Superficie lisa y pulida
Superficie lustrosa
Borde activo redondeado
por uso continuo
Superficie activa pulida
con brillo mate
Fotografía 60. Técnicas de manufactura y huellas de uso
Instrumentos de percusión. Elementos activos
Artefacto:
Martillo
Técnica:
Batidor
Percusión, Corte y Desgaste
Percusión, Corte y Desgaste
Melladuras en zona de impacto
Desgaste de canales
Melladuras en zona de mayor
impacto
Superficie pulida para evitar
fracturas por acción del golpe
Fotografía 61. Técnicas de manufactura y huellas de uso
137
Superficie pulida (zona de
mayor uso)
Instrumentos para desgastar. Elementos pasivos
Artefacto:
Metate para pulir y afilar instrumentos de corte
Técnica:
Desgaste
Superficie activa de concavidad
pronunciada por uso excesivo
Paredes rectas pulidas
Superficie activa pulida con
brillo mate
Fotografía 62. Técnicas de manufactura y huellas de uso
Instrumentos para desgastar. Elementos activos
Artefacto:
Técnica:
Alisador de cerámica
pulidor
bruñidor
Desgaste
Bordes redondeados
Superficie alisada con brillo
mate
Superficie pulida con brillo
tenue
Superficie pulida lustrosa
Fotografía 63. Técnicas de manufactura y huellas de uso
138
Lapidaria. Arquitectura
Artefacto:
Canteras utilizadas en alfardas y tableros
Técnica:
Percusión indirecta, picoteo y desgaste
Huellas de manufactura: picoteo
Paredes rectas
Bordes
redondeados
Picoteo. Superficie sin alisar
Paredes alisadas
Fotografía 64. Técnicas de manufactura y huellas de uso
Observaciones previas
De acuerdo al análisis de material lítico antes citado, se puede argumentar que la
industria lítica, tanto en su clase tallada como pulida estuvieron relacionadas con
actividades productivas de otras industrias, como es el caso de la industria del
hueso, cerámica, papel, madera, tratamiento de pieles, cacería, milicia, producción
de alimentos, cantería, escultura y arquitectura.
Se propone que esta relación trajo como consecuencia que los cambios
tecnológicos del material lítico, se dieran de acuerdo a la especialización de las
diferentes industrias relacionadas con ellos y de cómo cada especialista le dio uso
a cada utensilio y lo adapto de acuerdo a sus propias necesidades, es por ello que
se tiene una gama de variantes de utensilios.
Así mismo se puede inferir de manera somera el uso de espacios destinados
para diferentes actividades productivas en el interior de los edificios, así como la
139
organización del trabajo y funciones de tipo productivo de ambos conjuntos
arquitectónicos.
Por el momento se han encontrado pocos ejemplares que corroboren la
existencia de talleres artesanales, pero su sola presencia ya nos dice mucho
acerca de las actividades económicas o áreas de actividad existentes durante la
época prehispánica, así como de las diferentes técnicas de manufactura
empleadas para la elaboración de estos artefactos que como se ha venido
diciendo desde el principio que sirvieron para producir nuevos utensilios, mismos
que fueron parte esencial de la economía de este complejo.
Por otro lado es evidente que en la última fase los materiales líticos
manufacturados en obsidiana disminuyeron en su calidad, así como se observa un
índice de materiales re-usados y reciclados, posiblemente esta disminución en la
calidad de la tecnología se dio al reacomodo de las redes de interacción de las
elites tal como lo propone Peter Jiménez (1992), lo que trajo como consecuencia
un acotamiento en el suministro del material lítico y una involución tecnológica. Se
propone que se careció de materia prima y se tuvo la necesidad de reutilizar,
reciclar viejos utensilios e imitar técnicas de manufactura foráneas con no muy
buenos resultados.
También es indudable que este grupo social reciclo artefactos líticos para su
uso, así como copio técnicas de manufactura del preclásico, tal es el caso de
metates
cuadrados,
manos
de
metate,
navajillas
prismáticas,
navajas,
macronavajas, discos de obsidiana y raspadores hasta el fin de sus días.
También queda muy claro que la tecnología bifacial tuvo su auge en este lugar,
ya que los artefactos evidencian un trabajo, minucioso y especializado, dando la
posibilidad de que su producción fuera controlada para mantener el estatus social.
Para finalizar, en el siguiente apartado se tratará de identificar las cadenas
operativas de proceso de trabajo, así como las actividades del tipo productivas
identificadas a partir del utillaje lítico, para reafirmar todo lo antes propuesto.
140
CAPITULO IV
LA CADENA OPERATIVA Y LAS ACTIVIDADES
PRODUCTIVAS
141
4.1
Cadena operativa y las actividades productivas
Para el desarrollo de este capítulo en principio se usó el modelo de flujo del ciclo
de vida de los elementos duraderos de Schiffer (1999), de acuerdo a nuestros
propios criterios se aplicó para identificar la cadena operativa que se desarrolló en
torno al uso de la lítica tallada y pulida en el Palacio de Ocomo, tal como se
mostrara en el apartado correspondiente.
Por lo cual se pretende interpretar al contexto arqueológico registrado en ambos
complejos arquitectónicos y a su vez equipararlo con el contexto sistémico
(Schiffer 1999:83) para así visualizar la historia de vida de la industria lítica tallada
y pulida, además de entender “en términos de conducta”, la producción del registro
arqueológico de este lugar (Ibídem).
Siguiendo esta propuesta, se ha dividido la cadena operativa de la industria
lítica tallada y pulida en cinco categorías básicas, que son las siguientes:
obtención, manufactura, uso, mantenimiento y desecho. De los cuales cada uno
consta de sus respectivos procesos, mismos que se pretenden identificar y
equiparar con las actividades productivas realizadas en el lugar. También es
importante tomar en cuenta las etapas del almacenamiento, transporte y
reutilización, este último en sus dos variantes: reciclaje y ciclaje lateral (Ibídem).
Manzanilla (1986) propone que las actividades productivas guardan relación
con los espacios donde se ejecutaron dichas actos. En este caso, solo nos
limitamos a estudiar las acciones, más no los espacios.
Al ser un edificio de tipo Palacio, según los criterios de Manzanilla para este tipo
de edificaciones, se podrán identificar áreas de actividad de tipo productivas,
sobre todo las zonas fijadas para los talleres de producción artesanal (Manzanilla,
2001, 476), que son de nuestro interés para futuras investigaciones.
Como se mencionó en un principio el edificio principal del sitio arqueológico ha
sido definido por Acelia García de Weigand como un Tecpán (Comunicación
142
personal 2012), pero por el momento no se le puede llamar como tal, ya que Smith
(2012) señala que:
no podemos decir que es un palacio, porque no hemos encontrado por
ejemplo los lugares de almacén…Para poder decir que es un palacio,
necesitamos encontrar distintos indicadores y no los hemos encontrado (en
entrevista para Xalisco Asociación Civil, Tepalcate Films: 2015).
Por lo que es importante para este trabajo de investigación inferir que acciones
relacionadas con producción artesanal se ejecutaron en el conjunto arquitectónico,
mismas que servirán a futuro, como uno de los tantos indicadores propuestos por
Manzanilla (2001) para demostrar en parte que efectivamente el edificio principal
fue Tecpán prehispánico.
Esta propuesta va de la mano con el modelo de la cadena operativa, ya que
según Schiffer: “existen una(s) “ubicación(es) espacial(es) especificable(s) para
cada proceso por el que pasa un elemento” (Schiffer, 1999:87), por lo que
haciendo combinación de ambos métodos se pretenden identificar, para nuestro
caso estudio actividad productivas en donde se evidencie la participación de la
industria lítica tallada y pulida en ambos complejos arquitectónicos de acuerdo al
contexto arqueológico al que este asociado.
4.2.
Cadena operativa (Industria de la lítica tallada)
Este modelo está ligado con la identificación de las técnicas de manufactura
empeladas, ya que estas determinan el tipo de producción y transformación de los
artefactos (cadena operativa) y las acciones ejecutadas (actividades productivas).
Es decir, mediante la identificación de las técnicas de manufactura se puede
determinar a qué eslabón de la cadena operativa pertenece un utensilio, al mismo
tiempo determina su función de acuerdo a la deposición de los desechos creados
por la talla de los artefactos (Crasborn, 2004: 25). Bajo estos criterios se analizan
143
las diferentes etapas de la cadena operativa y se asociará con la posible actividad
productiva identificada (cuadro 3).
CONTEXTO SISTÉMICO
reciclaje
Producción
de
nuevos
artefactos a partir del desecho
ciclaje
lateral
Re-uso
obtención··manufactura··uso··desecho··basura
*Materia prima en bruto
*Preformas
*Útiles líticos
*Materia prima en bruto
*Preformas
*Refinamiento de utillaje
lítico
*Doméstico
*Ritual
*Productivo
*Suntuario
*Táctico
*De talla y retalla
*Utillaje defectuoso
*Artefactos agotados
Basureros
de material
lítico
mantenimiento
Reavivamiento de los filos
SIMBOLOGÍA
----Sistema bajo análisis
··
Oportunidad de almacenamiento y/o trasporte
Cuadro 3. Modelo de flujo del ciclo de vida aplicado a la Industria Lítica tallada
Obtención
Es importante partir desde el inicio para comprender a las etapas subsecuentes y
todo el proceso de trabajo (Suyuc y Mejía, 1998:650). En ocasiones el
abastecimiento de obsidiana no necesariamente depende de la distancia del
mismo con respecto a los yacimientos, la variabilidad de las fuentes entre los sitios
puede corresponder a situaciones de tipo político (Crasborn, 2004:12 y 13). En
144
dichos casos este hecho es un generador de situaciones que restringen el libre
acceso a las fuentes de abastecimiento. Esto podría dar paso a la restricción en el
suministro de materia prima, causado por las rupturas con los proveedores
ocasionados por conflictos políticos (Ibídem).
Como bien sabemos la Región de Valles Centrales de Jalisco es una de las
más ricas en cuanto a obsidiana se refiere, hay suficiente evidencia para sugerir
que en la antigüedad se practicó la actividad económica de la minería (Esparza,
2004:80), tal como sucedía simultáneamente en el centro de México (Pastrana,
2009). Para ello el Complejo que se estudia, estuvo compuesto por un cuerpo
especializado de trabajadores los cuales jugarían un papel muy importante para el
aprovechamiento de este recurso, tales como talladores, mineros, cargadores,
artesanos especializados (ibídem) en otros oficios y los transportistas que fletaron
el material lítico desde el yacimiento o taller hasta su lugar de destino.
Es decir, el hecho de que se importe la materia prima desde su lugar de origen,
implica que debe de existir una “organización social, capaz de mover una enorme
fuerza de trabajo a corta y larga distancia” (Suyuc y Mejía, 1998: 655), por lo que
estos indicadores evidencian en principio que efectivamente el Palacio de Ocomo
se compuso por una sociedad compleja.
Para el caso de la obsidiana que es el recurso que más abunda en el sitio,
según Weigand se tiene evidencia de explotación de materia prima “de buenísima
calidad en la zona inmediata, especialmente en los yacimientos de La Joya, La
Mora/Teuchitlán y Navajas/San Juan de los Arcos” (Weigand et al, 2003:46) y el
resultado del análisis de laboratorio a nivel macroscópico tomando como
referencia los análisis realizados anteriormente, considerando solo el color y la
calidad de la obsidiana evidenció también la explotación de los depósitos del:
Grupo J, que corresponde a los yacimientos de La Joya al Este del Volcán
de Tequila y que su obsidiana de color gris verdoso es de muy buena
calidad (…) del Grupo G que corresponde a varios yacimientos, entre
ellos a los de San Marcos, Osotero, Llano Grande, entre otros.
145
Los
colores varían desde el gris común hasta algunos muy particulares
como el azul, amarillo, negro, café, rojo/café, etc. (Esparza, 2004: 80).
E igualmente según los datos obtenidos del análisis se propone que productos
terminados y en preformas, en especial macronavajas, navajas y raspadores
provengan de la Isla de Atitlán, que según Blanco (2015) fungió como un mega
taller proveedor de utensilios de obsidiana y posiblemente de Ahuisculco.
Se tiene reportado que la técnica empleada para la obtención de la materia
prima por parte de los pobladores que habitaron la Región Valles, fue la
recolección de superficie:
para la época prehispánica, las fosas de extracción son la forma minera con
mayor documentación, por lo menos para la obsidiana; son conocidas
también como cubetas o cráteres. Básicamente consisten en depresiones
poco profundas, generalmente de 2 m; su morfología, aunque es variable
tiende a ser de planta circular y en algunos casos elipsoidal. El principal
complejo minero conocido con éstas características es La Joya, en Jalisco,
México, que tiene reportadas 1264 fosas (minas) de este tipo” (Suyuc y
Mejía, 1998: 651 citando a Weigand y Spence 1989).
Por el momento no se tiene una fecha exacta de su explotación, pero se platea
que la extracción de la materia prima comenzó desde tiempos antes de Cristo
hasta el Posclásico (Esparza, 2009: 120).
Este importante conocer este dato ya que “definitivamente, no debe abordarse
el estudio de la industria sin resolver previamente cuál es el “origen, dinámica y
naturaleza del depósito” (Martín et al, 1994: 17).Como bien se sabe en esta etapa
es donde se elige previamente la materia prima que se va a extraer para después
de ahí, comenzar a realizar sus posteriores transformaciones (mapa 4).
146
Mapa 4. Propuesta de yacimientos de obsidiana aprovechados por el Complejo Grillo de la región
9
11
12
18
19
14
16
15
Palacio de
Ocomo
21
7
Volcán de
Tequila
4
6
3
5
8
17
10
1
2
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
(7)
Ahuisculco
Hda. Sta. Ma. Navajas
Rio Salado
Primavera/Las Flores
Pedernal/Las Flores
La Mora/Teuchitlán
La Joya
21
(8) Cuisillos
(9) Cinco Minas
(10) Llano Grande
(11) Sta. Teresa.
(12) Tequila
(13) La providencia
(14) San Marcos
(15)
(16)
(17)
(18)
(19)
Hda. Guadalupe
Osotero/ San Sebastián
San Juan de los Arcos
Huitzilapa
La Isla de Atitlán
Mapa Digital de México (INEGI), editado por Samuel Mateo Guadarrama, recuperado el día 07/12/2015 en:
http://gaia.inegi.org.mx/mdm6/?v=bGF0OjIwLjcyNzI5LGxvbjotMTAzLjc2NzQ2LHo6NyxsOmM0NTB8YzQ1Mnx0YzQ1MnxjNDU0fGM0NTV8YzQ1NnxjNDU3
147
Posiblemente este tipo de materia se recolectó in situ en forma de nódulos y
cantos de buen tamaño en donde se eliminó parcialmente la corteza que los
cubría. El alto índice de corteza, encontrado en un sitio arqueológico, es un
indicador de importación directa de nódulos desde su lugar de origen (Crasborn,
2004:26). Y en el Palacio de Ocomo como se mencionó con anterioridad abundan
lascas de descortezamiento y lascas de decalotado.
Los yacimientos que contienen un alto índice de lascas de descortezamiento in
situ y presentan un trabajo en la preparación de los macro-núcleos son: La Joya
(Weigand y Spence, 1993: 219) y la Isla de Atitlán material analizado por Blanco
(2016). Lo que confirma que los núcleos si recibían un tratamiento previo desde su
lugar de origen y la corteza restante se eliminaba en el último lugar de consumo.
Otro yacimiento de gran importancia es: El pedernal-La Mora, este cuenta con
materia prima de buen tamaño y de buena calidad (Esparza, 2009: 119).
Este mismo autor nos señala que las técnicas de extracción están presentes de
dos formas distintas:
una, a base de una excavación en la superficie buscando las vetas de
obsidiana, que son pozos por lo regular redondos. El desecho de la extracción
se acumulaba a su alrededor en forma de „dona‟, variaba su diámetro
alcanzando hasta los 20 m y una profundidad de 6 m (…). La segunda técnica
de extracción de la obsidiana, es a base de trincheras, las cuales no aparecen
tanto como los pozos, pero son más grandes; se registraron éstas de hasta
30 m de largo por 7 m de ancho y 4 m de profundidad (Ibídem).
Se registró un total de 217 minas, 154 pozos y 63 trincheras, sobresaliendo 5
zonas principales ubicadas en barrancas, laderas y cúspides de los cerros
hallándose en dichos lugares los nódulos de mejor calidad, el material cerámico
asociado es del tipo Teuchitlán Rojo sobre Blanco y Tipo Huistla, pertenecientes a
los periodos del preclásico y posclásico temprano respectivamente (ibídem), por lo
que tentativamente se puede ubicar la explotación continua de este yacimiento
desde épocas tempranas y tardías.
148
Manufactura
La materia prima importada desde los yacimientos del Volcán de Tequila y en las
zonas aledañas, que se trabajó es de excelente calidad, ya que esta no presenta
impurezas en su composición y tiene una baja presencia de córtex sobre su
superficie, por lo cual se infiere una recolección muy minuciosa y selectiva de la
obsidiana. Evidencia que tanto los nódulos con ligeras modificaciones como los
núcleos prefaceteados recibían un tratamiento previo desde el yacimiento, es
decir, se eliminaba parcialmente la corteza, para posteriormente llevarlos al lugar
donde se trabajaría, a esta etapa se le llama: “Fase de descortezamiento” (Martín
et al, 1994: 19),
Se tiene el registro arqueológico de nódulos con planos de percusión en la zona
inmediata, es decir, esto en un indicador de que también pasaban por la “Fase de
preparación de planos de percusión” desde el yacimiento (Ibídem). Además
existen vestigios de núcleos poliédricos y prismáticos sumamente agotados en el
sitio, la presencia de estos artefactos en tal estado en el lugar, es un indicador de
producción local (Méndez, 2009:940) de instrumentos líticos, por lo cual se
emplean distintas técnicas de manufactura para la extracción de utensilios para
cada tipo de núcleo (ya se explicó anteriormente a detalle cómo se obtiene cada
tipo de artefacto lítico).
Algunos utensilios están manufacturados en colores desde el color, negro, gris
y gris verdoso, que son colores más comunes y abundantes mientras que otros
son de color verde azul, meca, azul, rojo, rosa, naranja y blanco, como ya se dijo
el color puede estar directamente asociado a un significado simbólico (Esparza y
Ponce, 2002:150).
Cabe destacar que en ocasiones la elección de las técnicas de manufactura en
la época prehispánica muchas veces no se basó necesariamente en la mayor
eficiencia de trabajo, sino que están influenciadas en el mayor de los casos por
“preferencias ideológicas o culturales” (Melgar y Solís, 2009:118).
149
Por lo que las técnicas de manufactura empleadas para el tratamiento de la
materia prima y fabricación de objetos según el análisis en laboratorio son las
siguientes:
La primera corresponde a la percusión directa de piedra dura, esta técnica se
aplicó para eliminar la corteza de la superficie, para preparar los planos de
percusión tanto en los nódulos como en los núcleos para posteriormente extraer
lascas o láminas, así mismo para retocar previamente los bordes de los utensilios,
para ello se utilizaron cantos rodados muy duros para su ejecución.
La percusión directa blanda, esta técnica se empleó principalmente para definir
de mejor manera el delineado de los bordes de los utensilios, posiblemente se
utilizó como percutor, a una piedra blanda, astilla de hueso, madera, o algún asta
de venado, estos últimos son endémicos del lugar.
Para el caso de la percusión indirecta, se utiliza un agente intermedio que actúe
entre el percutor y el núcleo de extracción, en este caso puede ser algún tipo de
cincel de piedra o gubia de hueso o madera dura, posiblemente esta técnica de
fue empleada para obtener lascas laminares o láminas de gran tamaño, las cuales
se utilizaron como soporte para fabricar macronavajas y navajas mediante la
técnica de reducción. Este tipo de técnica no deja bulbo sobre la cara ventral, o en
su defecto es muy tenue, algunos de los artefactos analizados tienen esta
característica.
El retoque por presión pectoral, esta técnica se propone que se aplicó
principalmente para producir navajillas prismáticas específicamente, habrá que
realizar uso de la arqueología experimental para sustentar más este punto. Cabe
destacar que no es la única técnica de manufactura propuesta para la obtención
de estos utensilios.
El retoque por presión con compresor, se sugiere que esta técnica se utilizó
particularmente para rematar los bordes de los cuchillos, raederas, puntas de
proyectil, navajas, desfibradores, cepillos, raspadores, discos de obsidiana,
multifuncionales, en algunos casos navajillas prismáticas.
150
Los artefactos mencionados por lo general presentan muescas en su
delineación, bordes denticulados, o muescas basales o laterales para enmangar,
por lo que se infiere que se utilizó esta técnica para darle ese acabado, así mismo
la presencia de puntas de proyectil, de un tamaño reducido y punzones con
retoque facial evidencia su aplicación.
La técnica de Clactón, por el momento no se evidencio uso de esta técnica, ya
que ningún ejemplar analizado mostró un doble bulbo sobre su cara ventral.
Por último la técnica de Golpe de buril, está presente ya que existen varios
ejemplares de este utensilio, así como los recortes de buril que como se mencionó
anteriormente que fueron empleados como punzones.
Así mismo se tiene detectado el uso de las técnicas de corte y desgaste en
utensilios clasificados como joyería manufacturada en obsidiana, evidenciado el
conocimiento y dominio de la técnica de perforación tubular, corte transversal,
pulido y bruñido con abrasivos sobre superficies duras.
Como se puede observar se aplicaron prácticamente todas las técnicas de
manufactura conocidas en la época, así como también se evidencia la
combinación de estas para producir artefactos más especializados.
Tanto la especialización tecnológica como la excelente calidad de la materia
prima y los artefactos permitieron el desarrollo de otras industrias, así como un
progreso económico.
Uso
Podemos inferir cinco diferentes posibles tipos de uso, que pudieran haber tenido
los artefactos líticos de acuerdo al contexto registrado, es decir, un mismo tipo de
utensilio puede tener diferente connotación según a la asociación de materiales
con las que se encuentre relacionado, por lo que tenemos artefactos destinados
para el uso doméstico, el uso ritual, el uso productivo, el uso suntuario y el uso
táctico.
151
Para el uso doméstico tenemos a las raederas, navajillas prismáticas, navajas,
macronavajas, básicamente se utilizaron para la preparación e ingesta de
alimentos.
Para el uso ritual, tenemos el caso de puntas de lanza, cuchillos bifaciales,
macronavajas y en ocasiones puntas de proyectil y navajillas prismáticas,
punzones, asociados a contextos rituales u ofrendas.
Para el uso productivo, este se dio de acuerdo al taller o industria asociada al
artefacto, por lo que podemos inferir que de acuerdo al uso específico de las
piezas, están asociadas directamente con cinco tipos de industrias, las cuales son:
Industria de producción de lítica tallada, del hueso, cerámica, del tratamiento de
pieles y madera; por lo que se puede inferir el uso de percutores, raspadores,
raederas, punzones, perforadores, cepillos, percutores, macronavajas, navajas y
buriles que estén asociados a un área de actividad de tipo productivo.
Para los de uso suntuario, tenemos el caso de la joyería (cuentas helicoidales y
discos de obsidiana) y cuchillos bifaciales de gran tamaño.
Para el uso táctico tenemos la producción de armas como es el caso de las
puntas de flecha, cuchillos bifaciales, puntas de lanza y navajas.
En síntesis, se tienen instrumentos para cubrir diferentes funciones, tales como:
Instrumentos de corte, Instrumentos punzocortantes, Instrumentos para raspar,
Instrumentos para raer, Instrumentos para cepillar, Instrumentos esporádicos,
Instrumentos multifuncionales, Armas, Objetos suntuarios y votivos, y material de
desecho asociado a la talla, retalla y reavivamiento de filos.
La combinación de estos utensilios en diferentes contextos productivos permitió
el refinamiento de las diferentes industrias.
Mantenimiento
De acuerdo al tipo de uso y la frecuencia con que se utilizó el artefacto, fue
necesario darle mantenimiento de manera constante, por lo que está implícito el
152
uso de las técnicas de manufactura de la percusión directa dura y directa blanda,
así como la presión con algún compresor, para la renovación de los bordes
cortantes desgastados, procesos conocidos como: retoque (Crasboin, 2004: 19).
Los procesos de este eslabón producen un alto índice de desecho de talla y
esquirlas, de acuerdo a la técnica de manufactura empleada, asociado a este dato
también se evidencia en los artefactos una reducción de su tamaño, con respecto
a su estado original.
Las dimensiones reducidas en un artefacto es un indicador de una “reutilización
exhaustiva” (Méndez y Lohse, 2010:923) esto se observa principalmente en los
artefactos encontrados en las capas estratigráficas más tardías.
La reutilización exhaustiva y el mantenimiento constante explican por qué
algunos artefactos tienen un tamaño reducido y porque hay una alta presencia de
desecho de talla y esquirlas, es decir, fueron sometidos a un constante
mantenimiento, y renovación de sus filos, sumado a esto la escasa evidencia de
núcleos agotados al máximo puede reforzar esta propuesta (Méndez y Lohse,
2010:925).
En síntesis, los artefactos analizados muestran evidencia clara de una
constante renovación de los filos, de acuerdo a los indicadores arqueológicos, por
lo que se puede inferir de manera somera la presencia de áreas de producción
artesanal y especialización de diferentes ramas industriales.
Ciclaje lateral
La reutilización de algunos materiales y la transformación de los núcleos o de
otros objetos en nuevos productos son indicadores de un “marcado énfasis en la
reutilización exhaustiva de los materiales” (Ibídem).
Se observa este patrón en la integración de un nuevo uso a un artefacto o en la
transformación de algunos utensilios para la creación de artefactos más
especializados, tal es el caso de utillaje lítico multifuncional, como se mencionó
anteriormente con más detalle.
153
El nombre de los utensilios se les ha dado de acuerdo a la propuesta de García
Cook (1967), que menciona que se le debe nombrar de acuerdo al área donde
exista una mayor evidencia de uso, por lo tanto se tiene utensilios tales como:
raedera-buril, perforador-raedera, buril-perforador-raedera, cuchillo-raedera, burilnavaja, raspador-desfibrador y redera lateral doble.
Reciclaje
También existe evidencia de utensilios re-usados, los cuales han sido definidos
como “los artefactos que habiendo cumplido una función determinada, han sido reusados para otra función” (García Cook, 1967: 88), entre los claros ejemplos
tenemos a las puntas de proyectil manufacturados a partir de fragmentos de
navajillas prismáticas, joyería y raspadores elaborados a partir de núcleos de
navajillas, raederas elaborados a partir de fragmentos de navajas o macronavajas,
buriles y desfibradores producidos a partir de pedacería de navajas.
Desecho
Como se mencionó anteriormente, el tipo de desecho está en relación con las
técnicas de manufactura aplicadas en un instrumento, la ejecución de las
operaciones técnicas “liberan diferente tipo de lascado, alguno de ellos
aprovechados después, pero otros muchos abandonados en los talleres” (Merino,
1994: 26).
Por lo que se tiene un alto índice de desecho de talla, lascas de
descortezamiento, lascas de decalotado y esquirlas, que son el resultado de las
diferentes actividades productivas realizadas en el conjunto arquitectónico.
Basura
Por el momento no se ha encontrado ningún lugar especializado dentro o fuera de
los edificios para concentrar todo el desecho producido por la manufactura de
objetos de obsidiana.
154
En resumen el conocimiento de la cadena operativa de la industria de la lítica
tallada, en especial del tratamiento de la obsidiana, nos da una muestra clara de
forma indirecta de la organización del trabajo empleado para la producción de
utillaje lítico y otros artefactos a través de las diferentes etapas por donde pasa un
objeto.
De igual forma este estudio contrasta lo propuesto por Weigand (2003) en
donde afirma que la industria lítica fue una de las bases de la economía y
desarrollo del Palacio de Ocomo, ya que no solo se produjo utillaje lítico, sino
también instrumental para producir otros artefactos pertenecientes a otras
industrias, derivados del uso de la obsidiana.
Sí se analizan detalladamente los usos a los que fueron sometidos los
artefactos líticos, García Cook (1967) afirma que:
la industria lítica es la base en la que descansa la economía del grupo y nos
brinda el conocimiento ya no tan solo de esta economía, sino la forma en
que la sociedad productora de dichos artefactos van evolucionando en su
organización interna (p. 10).
Con lo cual a partir de la existencia de ciertos utensilios se puede inferir una
economía de apropiación y de producción (ibídem) interna, siendo este un
indicador de que los habitantes del Palacio de Ocomo gozaron de una economía
sólida a partir de los beneficios generados por la industria lítica y sus productos
derivados, ya que por un lado se aprovecharon los recursos naturales con el uso
de la obsidiana y por otro lado se produjeron artefactos de diferente índole con la
utilización de la obsidiana.
4.3.
Cadena operativa (Industria de la lítica pulida)
Para el caso de la industria de la Lítica pulida, no se tienen reportes de donde se
extraía la materia prima con la cual elaboraban los diferentes tipos de artefactos.
155
Es importante mencionar que para aclarar este punto, se hizo uso de la
Etnoarqueología para comprender este proceso. Para ello también se aplicó el
modelo de flujo se Schiffer cuadro 4):
CONTEXTO SISTÉMICO
reciclaje
Producción
de
nuevos
artefactos a partir del desecho
ciclaje
lateral
Re-uso
obtención··manufactura··uso··desecho··basura
*Materia prima en bruto
*Útiles líticos
*Materia prima en bruto
*Preformas
*Instrumentos
*Domestico
*Productivo
*Ornamental
*Votivo
*Suntuario
*Utillaje defectuoso
*Artefactos agotados
Basureros
de material
lítico pulido
mantenimiento
Reavivamiento de los filos
SIMBOLOGÍA
----Sistema bajo análisis
··
Oportunidad de almacenamiento y/o trasporte
Cuadro 4. Modelo de flujo para del ciclo de vida aplicado a lítica pulida
Por lo que nos dimos a la tarea de investigar acerca del tema. Para ello se hizo
caso de los consejos hechos por los mismos pobladores, quienes nos reportaron
acerca a un artesano local que se especializaba en talla en piedra quien nos
proporcionó mucha información acerca de la posible fuente de materia prima y del
proceso de trabajo inmerso en la manufactura de artefactos líticos utilizados
especialmente para la arquitectura, es decir, de la cantera. Antes de pasar a este
156
apartado es importante dar una breve información acerca del artesano que nos
brindó su ayuda, conocimiento y tiempo, ya que si su gran contribución no se
hubiera podido realizar parte de esta investigación.
4.3.1. Biografía de un artesano local
Su nombre es Fausto Sierra Osegueda, nacido en la localidad de Oconahua,
Jalisco, en el día 19 de septiembre de 1947. Su padre Don Eduardo Sierra Ramos
y su madre Doña Cecilia Osegueda Díaz (+). A la edad de 18 años tuvo su
primera experiencia con la lapidaria, gracias al Maestro artesano Don José
Montión originario del municipio de Tlaquepaque, Jalisco, quien hace más de 35
años aproximadamente realizó trabajos de restauración en el Templo de San
Miguel Arcángel ubicado hacia el sureste de la Plaza principal del pueblo.
A partir de ese momento comenzó a sentir una atracción hacia el tallado en
piedra (fotografía 65), sobre todo, se especializó en aquellos objetos empleados
en la arquitectura.
Actualmente él es el único artesano
experto que se dedica a este tipo de
trabajo, los diseños que él elabora son
de su autoría, o en ocasiones se guía
mediante fotografías. Esta es su tercera
actividad económica que realiza, ya que
tiene como prioridad labrar la tierra,
Fotografía 65. Artesano Fausto Sierra
seguida de la cría de ovejas.
Dedica poco tiempo al labrado de canteras, ya que poca gente puede pagar su
trabajo, afortunadamente sí tiene pedidos, por lo cual le genera un ingreso a veces
muy bien remunerado.
157
La información aportada por este artesano es de vital interés para esta
propuesta de tesis ya que es el único que por el momento aun hace uso de las
técnicas antiguas, cambiando solo los medios, ya que no emplea herramientas
eléctricas, su trabajo es meramente manual y en raras ocasiones utiliza vehículos
motorizados para transportar la materia prima.
Se ha de especificar que el tipo de piedra que a continuación se describirá es la
misma que se encuentra instalada en los muros y demás elementos
arquitectónicos como son tableros y alfardas ubicados en el sitio arqueológico,
principalmente en el edificio principal Palacio de Ocomo, por lo que se infiere que
sea el mismo yacimiento de donde se extrajo la materia prima en la época
prehispánica. También este tipo de materia prima fue obtenido del Cerro de la
Virgen, ubicado en el H. Ayuntamiento de San Marcos.
Obtención
Para llegar al yacimiento partiendo desde el sitio arqueológico se transita hacia el
este por el antiguo Camino Real que conduce hacia el ayuntamiento de Etzatlán, a
pie se llega en 50 minutos. Este depósito se encuentra las faldas de los cerros
pertenecientes a la Sierra del águila y dentro de los límites de la delegación de
Oconahua, por lo cual a los antiguos habitantes se les facilitó el control y acceso a
este recurso.
El lugar se llama actualmente el potrero de La Bóveda, propiedad privada
perteneciente a Don Edmundo Sierra Ramos, padre de nuestro entrevistado. Es
ahí donde hay evidencia de extracción de materia prima, desde el siglo pasado,
posiblemente se remonte su uso desde la época prehispánica (fotografía 66).
158
Fotografía 66. Potrero de la Bóveda
Se propone que el tipo de minería que se empleó fue a cielo abierto, es decir,
se realizó recolección de superficie de la materia prima (fotografía 67), y en
ocasiones se extrajo la piedra cortando parte de monolitos o paredes rocosas.
Este tipo de materia prima se
encuentra en abundancia en forma
de rocas en las faldas del cerro,
lugar de donde se extrajo.
La
piedra
se
encuentra
distribuida solo en esta zona de la
localidad. Se trata en sí de toba
volcánica blanca y gris suave, fácil
Fotografía 67. Minería a cielo abierto
de partir, manipular y transportar.
La selección de la materia prima que se recolectó dependió de varios factores,
principalmente de la calidad de la roca, el tamaño, el peso, el acceso, y por último
el tipo de producto que se va a manufacturar, este último factor es quien determina
a los anteriores (mapa 5).
159
Fuente de toba
riolítica,
andesitica, basalto
y granito
Palacio de Ocomo
Fuente de
toba
(cantera)
22
Mapa 5 . Lugares propuestos como yacimientos de materia prima para la arquitectura
Otro yacimiento de cantera que presenta las mismas características de las
piedras labradas utilizadas en los elementos arquitectónicos del Palacio de
Ocomo, es el que se ubica es el Municipio de San Maros, Jalisco. Este se
encuentra hacia el Noroeste del poblado de Oconahua a unos 16 km de distancia,
específicamente en el Cerro de la Virgen (fotografía 68), donde hay piedras de
toba volcánica de color blanco con bandas naranjas, rosa y crema. Igualmente
existe una serie de petroglifos tallados sobre roca volcánica con motivos de
espirales y manos.
Fotografía 68. Cerro de la Virgen, San Marcos, Jalisco
22
Mapa del INEGI recuperado el día 8/12/15 en:
http://gaia.inegi.org.mx/mdm6/?v=bGF0OjIwLjc0Mjg0LGxvbjotMTA0LjE0ODIzLHo6MTAsbDpjNDUwfGM0NT
J8dGM0NTJ8YzQ1NHxjNDU1fGM0NTZ8YzQ1N3xjZGlzcGVyc2FzfGM3OTB8Yzc5NA
160
La Alfarda dela Escalinata del flanco oeste de la Estructura Norte del Palacio de
Ocomo se compone de este tipo de piedra (fotografía 69).
Cantera de
color crema,
rosa y
blanco con
bandas
naranjas
Fotografía 69. Alfarda compuesta por canteras provenientes del Cerro de la Virgen, San Marcos,
Jalisco
Otro punto interesante es el que se encuentra hacia el Noroeste y Oeste del
Palacio de Ocomo, ya que hay afloramientos de roca basáltica, granito, toba
riolítica, toba andesitica y arcilla colorada y con lenticulas de varios colores
(utilizada posiblemente para la preparación de las argamasas y los rellenos
constructivos respectivamente), que posiblemente fue el lugar elegido para
obtener materia prima ya sea para la arquitectura principalmente como para
elaborar utensilios pertenecientes a la lítica pulida.
Manufactura
Como se mencionó anteriormente se realizó trabajo etnográfico para poder inferir
las acciones realizadas en cada eslabón de la cadena operativa, en especial para
161
la industria especializada en la lapidaria, específicamente de los elementos
arquitectónicos.
Por lo que se le pidió al artesano y guía que realizara una serie de pasos para
identificar las técnicas de manufactura empleadas en la talla de cantera y con esto
tener un acercamiento al tipo de trabajo realizado en la época prehispánica. En
primer lugar se seleccionó una roca de buen tamaño. El fin fue extraer una roca
que simulara las dimensiones de las canteras encontradas en el sitio arqueológico.
Para ello se abrió un canal por todo el perímetro de la roca para fabricar una losa
del grosor, largo y ancho promedio de las muestras arqueológicas. La herramienta
utilizada fue una barra de metal, aplicando la técnica del picoteo (fotografías 70 y
71). Quizás los artesanos prehispánicos utilizaron barras de madera muy dura
para realizar el mismo proceso.
Fotografías 70 y 71. Selección de materia prima y tratamiento previo
Ya abierto el canal se colocó una serie de cinceles de metal para partir la roca
(fotografía 72), posteriormente se fue clavando cada cincel lo más profundo que se
pudiese hasta que la roca se partiera sola por la acción de los golpes (fotografía
73). Posiblemente en la época prehispánica se utilizó estacas de madera dura,
hachuelas o cinceles de piedra para realizar este mismo proceso.
162
Fotografías 72 y 73. Partición de la roca
Posteriormente se carean las piedras por medio de la percusión indirecta hasta
obtener la forma rectangular deseada, por último se aplicó el desgaste con
abrasivos y agua, se puede usar el propio desecho de la piedra como pulidor, el
propósito de la abrasión es alisar la superficie de las canteras así como de
redondear los bordes, tal cual como aparecen los vestigios del sitio arqueológico.
Las técnicas de manufactura de los demás utensilios de la industria de la lítica
pulida ya fueron explicadas en el apartado anterior.
Uso
El tipo de uso se dio de acuerdo a la categoría que pertenecieran, por lo tanto se
tienen 5 distintas modalidades, las cuales son los siguientes: uso doméstico,
productivo, ornamental, votivo y suntuario.
Uso doméstico: principalmente destacan los metates, manos de metate, mortero, y
manos de mortero.
Uso productivo: en algunos casos los anteriores citados, así como el machacador,
batidor, alisador, pulidor, bruñidor, martillo, hacha de mano, hachuela y llana de
albañil.
Uso ornamental: se utilizaron principalmente en la arquitectura, como es el caso
de las canteras que componen las alfardas y tableros.
163
Uso votivo: sobresalen los fragmentos de metate y lajas asociados en contextos
de ofrendas y entierro - ofrendas.
Uso suntuario: por el momento no se han encontrado vestigios de objetos
utilizados en la ornamentación personal.
Mantenimiento
Por el momento no existe evidencia de que los artefactos pertenecientes a la
industria de la lítica pulida tuvieran un mantenimiento constante, en su defecto se
siguieron utilizando tal cual como estaban o se reutilizaron para otras cuestiones.
Salvo las hachas de mano y hachuelas, posiblemente sus filos fueron reavivados
constantemente.
Ciclaje lateral
Igualmente no existe evidencia de que algún material fuera reutilizado o se le
añadiera una nueva función. Salvo los metates, que se emplearon en algunos
contextos rituales tales como ofrendas.
Reciclaje
Algunos materiales fueron reciclados para seguir funcionando transformados en
nuevos artefactos a partir del desecho tal es el caso de las canteras empleadas en
la arquitectura que se aprovecharon para fabricar metates y morteros.
Desecho
Distintos artefactos líticos pulidos se encontraron como parte de los rellenos
constructivos, así, como derrumbes y descontextualizados, por lo que se sugiere
que este fue su destino final para los que ya no tuvieran un uso en específico,
como es el caso de fragmentos de lajas de piedra, metates y manos de metate
principalmente.
Por otro lado no se ha registrado en los edificios ningún área de actividad que
sugiera una zona especializada en la producción de instrumental lítico pulido. Lo
164
que nos sugiere que se importó los productos terminados o en su defecto se
fabricaban en lugares aledaños a los edificios, como puede ser en las orillas de los
arroyos.
Basura
Tampoco se ha detectado un área especializada para depositar los restos que ya
no se vayan a utilizar, es decir, no se han encontrado basureros que resguarden
todo el desecho de instrumentos de piedra pulidos dentro o fuera del sitio.
165
CAPITULO V
TEORÍA DE LA LARGA DURACIÓN
166
5.1.
Teoría de la larga duración
Se tomó el modelo de Braudel (1970), “La Teoría de la Larga Duración”, para
explicar el siguiente apartado. Su modelo básicamente reduce los fenómenos
sociales a “tres tipos de tiempos, los cuales son: fenómenos de larga duración,
fenómenos de duración media y fenómenos de corta duración” (p. 11).
Los fenómenos sociales se mantienen constantes y duraderos, siempre y
cuando no se venza un obstáculo (para nuestro caso de estudio nos referimos a
obstáculos técnicos y sociales) de lo contrario, se genera una discontinuidad
social, es decir, se generan rupturas estructurales en la sociedad (Ibíd., p. 57).
Se propone que las rupturas estructurales suscitadas en diferentes ámbitos,
fueron las generadoras de las trasformaciones tecnológicas de la industria lítica a
través del tiempo, por lo que es importante identificarlas y estipular las
consecuencias que se dieron a partir de estas.
Los fenómenos sociales para este caso de estudio se clasificaron de la
siguiente manera, en este caso se parte de lo general a lo particular:
Fenómenos de larga duración: El periodo de tiempo abarca a partir del
surgimiento de la Tradición Teuchitlán (350 a.C. – 400 d.C.), pasando por la
transición de la Tradición Grillo y Tradición Valle de Atemajac (450 d.C. - 900 d.C.)
hasta su desaparición causado posiblemente por la intrusión del complejo Aztatlán
en la zona, es decir, comprende un periodo largo de tiempo.
Fenómenos de duración media: estos comienzan desde el surgimiento, auge y
colapso de Ta tradición Grillo, es decir del 450 d.C. al 900 d.C., se puede
subdividir tentativamente en dos diferentes subfases: Periodo Clásico tardío (450600 d.C.) y Periodo Epiclásico (600-900 d.C.), en las cuales se pretende mostrar
las transformaciones tecnológicas de la industria lítica a través del tiempo en la
región y en el conjunto arquitectónico: Palacio de Ocomo.
167
Fenómenos de corta duración: se subdivide el caso de estudio tentativamente
en diferentes subfases, (etapas constructivas y niveles estratigráficos), en las
cuales se evidenciaran con más detalle las transformaciones tecnológicas si es
que las hubo.
Se decidió dividir los lapsos de tiempo (cuadro 6) de esta manera porque es la
que se adapta al caso de estudio y al modelo de Braudel (1970):
Teoria de la Larga Duración (Valles Centrales de Jalisco)
Fenómenos
de corta
duración
Teoría de la
Larga Duración
Fenómenos de
duración media
Braudel (1970)
Niveles estratigráficos,
subetapas constructivas
Etapas
y
Tradición Grillo (450 d. C- 600 y del 600 al
900 d. C): Periodo Clásico y Periodo
Epiclásico)
-Cambio de la Tradición Teuchitlán por
la Tradición Grillo
Fenómenos de
larga duración
-Influencia de la Tradición Aztatlán sobre
la Tradición Grillo - Tradición Valle de
Atemajac
Cuadro 6. Aplicación de la Teoría de la Larga Duración
Es un hecho que las transformaciones tecnológicas dadas a partir del cambio
de un complejo cultural a otro, en la Región Valles Centrales de Jalisco, se han
manifestado principalmente en la cerámica, la arquitectura, el sistema de
enterramiento, la ideología, la religión y el patrón de asentamiento.
Se cuenta con buena parte de información de estos temas debido a que se les
ha dado mucha importancia, en el caso específico de las transformaciones
168
tecnológicas manifestadas en la industria lítica se tiene una investigación limitada
por lo que se tiene poca información al respecto.
5.2.
Fenómenos sociales de Larga Duración
Para solucionar esta problemática se comenzará a explicar los fenómenos
sociales de larga duración, en conjunto con los fenómenos sociales de duración
media y los fenómenos sociales de corta duración.
Se desglosarán simultáneamente dichos fenómenos, explicados en paralelo,
con el fin de vincularlos y hacerlos entendibles de la mejor manera posible y evitar
ser repetitivo. Cabe destacar que se le dará mayor peso a los fenómenos de larga
duración.
5.2.1. La minería prehispánica de La Tradición Teuchitlán
La estratégica ubicación del área nuclear de la Tradición Teuchitlán, permitió
que se extrajeran grandes cantidades de obsidiana de excelente calidad desde
tiempos muy remotos, ya que los yacimientos que cuentan con la mejor calidad de
materia prima se encuentran alrededor del Volcán de Tequila y en la periferia de
los asentamientos de esta sociedad, lo que sugiere que fue una actividad
controlada por este grupo, misma que le permitió su desarrollo y progreso
(Weigand, 2009: 58).
Este mismo autor señala que los recintos más grandes se encuentran a poca
distancia de los yacimientos más importantes, por lo que su patrón de
asentamiento obedece a un plan estratégico controlado.
Se evidencia altos niveles de explotación en las minas adyacentes. Los talleres
de reducción y elaboración de joyería se localizan en la periferia de los sitios
169
monumentales. (Ibíd., p. 59). Lo que sugiere una vigilancia constante sobre los
yacimientos que cuentan con la obsidiana de mejor calidad, así mismo, se tiene el
control de la producción de los objetos de prestigio.
Sobre este control político se tiene el caso de las minas de San Juan de los
Arcos, la joyería que proviene de tal lugar solo se ha encontrado en contextos de
ofrendas o entierros, lo que indica un acceso restringido a este tipo de objetos
desde el preclásico (Esparza 2009: 121). “Ya que dichos objetos fueron
imprescindibles para la conservación del estatus de las elites en la época
prehispánica” (ibíd., p. 122). Por lo que acceder a este tipo de objetos requirió en
su momento ya sea una estrecha relación política con el proveedor local o un
control total sobre el yacimiento, en el segundo caso dado un conflicto político la
elite dominante podría restringir el acceso a este tipo de recursos.
Otro caso particular es el de la isla de Atitlán, donde se reporta que existió en el
periodo posclásico un amplio y rico taller de obsidiana, materia prima proveniente
principalmente del yacimiento de la Joya, en dónde se produjeron una gran
cantidad de navajas y núcleos para extracción de navajas (Weigand, Spence y
Soto, 1993:207).
Este sitio fue de gran importancia en su momento ya que perteneció a una
importante red de intercambio que surtía material lítico a sitios tan lejanos como:
Huatepec, Bárcenas, San Marcos en Jalisco; Chalchihuites, Lomas San Gabriel en
Durango, Guasave en Sinaloa y San Blas en Nayarit (ibídem) y algunas áreas de
las marismas Nacionales (Ibíd., 223).
Debido a su excelente posición en el medio geográfico, al estar cerca del
yacimiento de la Joya y ubicarse en una isla, le permitió tener una ventaja
competitiva con los demás talleres, ya que podría restringir en su momento el
acceso a la obsidiana de la Joya, si así lo deseasen. Su desarrollo se debió al
importante papel que jugó en el abastecimiento de obsidiana y la producción de
navajas prismáticas utilizadas para la exportación (ibíd., p. 224).
170
Etzatlán dependió de este taller para surtirse, lo cual indica un vínculo político
muy estrecho, siendo la Isla de Atitlán quien al parecer dominó esta relación, ya
que se ha encontrado mayor número de objetos en dicho lugar, y esa superioridad
se debió al control que tuvo sobre el yacimiento de la Joya (Weigand, Spence y
Soto, 1993: 209).
De igual manera indica que si surgía algún conflicto político, los mineros de la
Isla de Atitlán podían restringir el suministro del recurso a Etzatlán si así lo
quisieran.
Entre los principales yacimientos que se encuentran directamente relacionados
con la tradición Teuchitlán aprate de los ya mencionados, gracias a los resultados
arrojados por la activación neutrónica, destacan La Joya y el Pedernal-La Mora
(Ibídem), Sta. Teresa, Ahuisculco y San Juan de los Arcos (Esparza 2009: 118,
citando a Glascock et al, 2005). Los yacimientos de la Joya y de la MoraTeuchitlán muestran evidencias de que fueron aprovecharon desde el periodo
formativo al Clásico (Weigand y Spence, 1993: 212).
Gracias a los trabajos realizados por este mismo tipo de estudios, en especial
de la obsidiana proveniente de los Valles Centrales de Jalisco, los resultados han
arrojado datos interesantes, concluyendo que existieron en su momento
conexiones de intercambio comerciales con sitios muy lejanos como son:
la costa sur de Oaxaca, pasando por Guerrero, la zona centro y sur de
Michoacán, la región de la Tierra Caliente de Michoacán, Colima, Sinaloa,
Zacatecas y la zona sureste de Estados Unidos (esta última relacionada con
los pueblos hohokam y ananazi) (Esparza, 2009: 118, citando a Weigand
2004).
Los productos manufacturados con la obsidiana del volcán de Tequila, no solo
sirvió para generar progreso y desarrollo económico, sino además fortalecer la red
de intercambio a nivel intra e interregional.
Esta actividad minera controlada por la elite de la Tradición Teuchitlán se viene
realizando desde tiempos muy remotos. Según Weigand (1993) apunta: “que en la
171
fase Ahualulco (200 al 400 d.C.), los trabajos de obsidiana evidencian la existencia
de artesanos especializados” (p. 25). Posiblemente se trate de talladores de
tiempo completo, para el caso de los objetos que muestran una mayor complejidad
en su elaboración, por lo que requieren de un artesano que dedique todo su
tiempo a la manufactura de dichos artefactos (Weigand, 2009: 59).
Para la Fase Teuchitlán I (400-700 d.C.), los trabajos de obsidiana se
convierten en una actividad manufacturera, simultáneamente para la misma época
inician los trabajos de cobre mineral o virgen (Weigand, 1993: 25, 28).
En la Fase Teuchitlán II (700-900/1000 d.C.), surgen distintos cambios que
llevan al declive de la tradición Teuchitlán, principalmente por la aparición de
“grupos culturalmente orientados en favor de las tradiciones del centro de México”
(Ibíd., p. 32).
Del uso productivo que se le dio a este tipo de material destaca el empleado
para la manufactura de objetos de madera, esto se evidencia en la sección 83,
que es un área especializada de producción artesanal localizada cerca del recinto
ceremonial Guachimontón (Weigand, Spence y Soto, 1993: 204; y Soto, 1982,
1986).
5.2.2. La Tradición Grillo y la minería prehispánica
El Occidente de México tuvo varias transformaciones culturales del periodo
preclásico tardío al Clásico temprano, estos cambios son resultado de la sucesión
de una cultura a otra. Como es el caso de la sustitución de la Tradición Teuchitlán
por el Complejo Grillo.
Los cambios más notorios se observan principalmente como se mencionó
anteriormente, en el sistema de enterramientos, formas cerámicas, patrón de
asentamiento, sistemas constructivos y arquitectura; expandiéndose este proceso
cultural por el occidente de México (Beekman, 1996:247). Se introdujeron nuevos
172
materiales como malacates, molcajetes y comales (Sodi, 19993: 108). En este
periodo se da según Olay ((2006) el:
surgimiento de los primeros centros ceremoniales con planificación evidente,
el incremento demográfico, la aparición de un panteón de deidades
semejantes a las veneradas en los altiplanos y, sobre todo, formas más
complejas de organización social” (p. 4).
Otros cambios manifestados en el área de estudio, son los que López-Mestas
(2007) indica:
hacia el 400 d.C. se comienzan a observar marcados cambios que apuntan
hacia una reordenación de los grupos humanos del centro de Jalisco (…). El
patrón de asentamiento y
aprovechamiento de los recursos naturales se
transformó, los centros ceremoniales se sustituyeron por otros sitios que
presentaron una arquitectura diferente con el uso de elementos como el talud
tablero, tal sería el caso del Iztépete, El Grillo, La Higuerita, Coyula y Plan del
Guaje. Estos nuevos sitios parecen ubicarse en importantes puntos de acceso
a la zona central del altiplano jalisciense. Por ejemplo, La Higuerita se
localiza en la ruta de tránsito de los valles al sur del volcán de Tequila. Poco a
poco, comenzaron a manifestarse elementos extraños a esta tradición, como
los entierros en tumbas de caja, el complejo cerámico El Grillo, al igual
que plataformas rectangulares y espacios abiertos en forma de “U”, que
fueron los predominantes a partir del Clásico tardío (p. 18).
Es en este periodo cuando se comienzan a presentar diferentes cambios en la
región que conducían hacia una reordenación de los grupos sociales
principalmente en el centro (López-Mestas, Montejano, 2009:137), y en el
occidente de Jalisco, como es el caso específico del Palacio de Ocomo.
Este fenómeno se suscitaría en la Etapa IIa de la Tradición Teuchitlán, que
comprende del 600 al 900/1000 d. C., cuando el Occidente ya es claramente
mesoamericano (Olay, 2006: 4).
Los cambios efectuados en la región fueron tan drásticos y repentinos que se
propone que los causantes fueron culturas foráneas a la región. (Sodi, 19993:
173
108). Posibilitando que el origen fue producido por una combinación entre la
migración
y/o
invasión
por
pueblos
más
familiarizados
con
el
centro
mesoamericano (ibíd., p. 111). López-Mestas y Montejano (2009) señalan que:
los centros ceremoniales típicos de la Tradición Teuchitlán fueron
abandonados, ya que comenzaron a ser sustituidos por otros sitios que
presentaban una arquitectura netamente rectangular con el uso de elementos
como el talud tablero; tal sería el caso del Iztépete, el Grillo, Coyula, Los
Padres, La Higuerita, El Palacio de Tala y El Palacio de Ocomo (p. 139).
Surgen nuevos tipos cerámicos que son característicos de la Tradición Grillo,
estos tiestos incluyen bases anulares, soportes trípodes, mamiformes, de araña,
vasijas tipo efigie, copas de base pedestal, greca escalonada, copas miniatura,
bateas rectangulares, cajetes de fondo inciso, ollas de borde revertido, o también
llamado „borde engargolado‟, con técnicas decorativas al negativo y pseudocloisonne, entierros humanos en forma de caja, plataformas rectangulares con
fachadas tipo talud-tablero, patios hundidos en forma de „U‟. (Ibídem).
A primera vista se hacen obvias las diferencias de los rasgos culturales de la
Tradición del Preclásico en contraste con la del Clásico tardío/Epiclásico.
Todas las características anteriormente citadas son las que conforman o
distinguen al Complejo Grillo de los Valles Centrales de Jalisco, mismas que
posee el presente caso de estudio: El Palacio de Ocomo.
Existen diferentes teorías que explican la aparición de la Tradición Grillo en la
región, la primera de ellas expone que es producto de la expansión del Estado
Teotihuacano hacia la región del Occidente de México entre los años 500 a
800/900 d.C. (López Mestas y Montejano, 2009:137, citando a Galván, 1991,
2005; Schöndube y Galván, 1978)
Beekman propuso que la introducción de elementos característicos de la
Tradición Grillo hacia el área nuclear de Teuchitlán se dio por “la presencia de
grupos de esta cultura en el valle de Atemajac, cuyos orígenes sitúa en
174
Guanajuato ((López Mestas y Montejano, 2009:137, citando a Beekman 1996c:
247; Beekman y Christensen 2003:115). Fenómeno que estuvo precedido por
varios siglos de decadencia sucedidos en la fase Teuchitlán I y II (ibídem).
Del valle de Atemajac, este complejo se extendió hacia los valles centrales de
Jalisco, instalando asentamientos como el Palacio de Ocomo (Cach, 2008:4).
Posiblemente motivados por los yacimientos de excelente calidad localizados en la
región.
En la zona se han trabajado muy pocos sitios que hablen en torno a la minería
del Complejo Grillo de los Valles Centrales de Jalisco, se tienen reportes de
excavaciones sistemáticas en El Palacio de Ocomo (Weigand et al (2003), Smith
et al, 2009, 2013, 2015) y en sitios arqueológicos como “La Higuerita, ubicado en
el municipio de Tala, y Plan de Aguaje en Tonala (López Mestas y Montejano,
2009:135), el Palacio de Tonala, la Plataforma del Ixtepete, los Patios en Ixtlán del
Rio (Sodi: 1993: 109), en donde se muestra la explotación, el uso y el comercio de
la obsidiana principalmente y en algunos casos particulares el uso de piedra verde
(cuentas de amazonita, turquesa, caolinita, cuarcita y jadeíta), utilizada en sitios
como la Higuerita, registrada únicamente en contextos de entierros y ofrendas de
elite, fechadas en el año 650 d.C. (López-Mestas: 2007: 20), correspondiendo al
periodo Epiclásico.
La producción de distintos artefactos de obsidiana procedente de diferentes
yacimientos, evidencia su importancia en conjunto con la interacción de las redes
de intercambio a nivel intra e interregional (López-Mestas y Montejano, 2009: 148).
Por lo que la industria de la lítica tallada y la minería siguen vigentes aun cuando
la Tradición Teuchitlán ha desaparecido de la región.
La minería es retomada por el Complejo Grillo. Posiblemente la obsidiana fue la
materia prima de mayor interés para este grupo cultural, estimulando su aparición
en la región para apoderarse de este estratégico recurso.
Cabe destacar que la información que a continuación se desglosa para el caso
de estudio proviene solo de artefactos datados en el Epiclásico (600-900), ya que
175
están directamente asociados a la segunda etapa constructiva del edificio principal
(Smith 2015, 13).
A diferencia de los recintos de la Tradición Teuchitlán, el Palacio de Ocomo se
ubica lejos de los yacimientos de la materia prima de gran importancia y los
talleres de producción de navajas, núcleos de navajas y joyería se localizan a km
del asentamiento.
Lo que nos sugiere dos cosas: la primera, que posiblemente controlaron
totalmente las minas, impidiendo el ingreso de grupos externos; o en su defecto,
que mantuvieron una buena relación con los mineros oriundos del lugar, por lo que
no tuvieron la necesidad de asentarse cerca de los yacimientos, ni mantenerlos en
constante vigilancia, a causa de cualquiera de estas dos rezones.
Lo que sí es evidente es que controlaron la producción de bienes de prestigio,
ya que en el sitio se han encontrado contados ejemplares de este tipo de
artefactos, exclusivos solo de la elite gobernante.
Las minas de mayor importancia siguen siendo aprovechadas por este
complejo, ya que para el periodo que Weigand y Spence (1993) definen como el
postclásico, el yacimiento de La Joya sigue siendo explotada de forma masiva,
produciendo la obsidiana que se consumió tanto localmente en la región como la
que se utilizó para comerciar a grandes distancias (p. 212).
El análisis realizado en laboratorio muestra que los yacimientos de Navajas, La
Isla de Atitlán, San Juan de los Arcos, El Pedernal, la Mora, siguen funcionando y
manteniendo relación con el Palacio de Ocomo a pesar de la desaparición de la
Tradición Teuchitlán. Posiblemente la estratégica ubicación del recinto de Santa
Cruz de Bárcenas, tenga algo que ver en esto, tal como lo señala Sodi (1993),
quien aparentemente dominó el núcleo que controlaba Teuchitlán heredando el
control de la zona. Se ha encontrado cerámica bruñida roja de Atemajac en el
montículo más grande del sitio (p. 112). Evidenciando que Santa Cruz de
Bárcenas se apoderó de los yacimientos anteriormente explotados por la Tradición
Teuchitlán.
176
La obsidiana de excelente calidad de los yacimientos anteriormente citados, fue
un recurso valioso que bien supieron aprovechar los habitantes del Palacio de
Ocomo, dando como resultado ser una de las bases económicas del antiguo
poblado.
Las investigaciones de Weigand sugieren que la riqueza del sitio dependió, en
parte, de la abundancia de obsidiana de buenísima calidad en la zona inmediata
(Ibídem 2003: 46). Esto no se pudiera haber dado sin una sólida red de
intercambio que garantice la economía del grupo.
Según Esparza (2004: 79), la explotación de la obsidiana y su comercio en
mercados regionales por redes de comercialización a gran distancia contribuye al
fortalecimiento de las sociedades y al intercambio cultural entre grupos humanos.
Por lo que es evidente que contó con una compleja red de trabajadores
concentrados en distintas áreas para el buen aprovechamiento de este material,
así como poseer una gran fuerza de trabajo que le permitió mover este el utillaje y
la materia prima, a corta y larga distancia, evidenciando una organización y
especialización del trabajo.
Lo que caracteriza a la Tradición Grillo particularmente en el Palacio de Ocomo,
en cuanto a la Industria lítica se refiere, partiendo de los resultados obtenidos en
los análisis elaborados en laboratorio y los datos obtenidos a través de las fuentes
consultadas se puede argumentar que en principio se dio una buena interacción
con yacimientos de gran importancia, tales como La Joya, La Mora, San Juan de
Los Arcos, Navajas, San Marcos, Osotero/San Sebastián, Llano Grande, la Isla de
Atitlán y posiblemente Ahuisculco.
Al menos si no se dio un control sobre las fuentes de obsidiana por un buen
tiempo, sí hubo una buena relación comercial posibilitando una fluida red de
distribución de materiales líticos manufacturados principalmente en obsidiana.
En el sitio existió una especialización en la industria bifacial, ya que no se ha
visto un trabajo tan detallado en otro lugar. Se cuenta con una alta producción de
177
puntas de proyectil de diferentes tipos, muy bien trabajados por ambas caras y se
tienen muestras de cuchillos bifaciales tallados magistralmente asociados a
personajes de muy alto rango. Los hay en cantidades discretas, lo que sugiere que
su producción y consumo fue controlada por la elite gobernante.
Existe además una variedad en la producción de diferentes tipos de artefactos,
ya sean para autoconsumo o exportación, evidenciando posibles actividades
productivas de tipo artesanal dedicadas a producir diferentes tipos objetos.
Se evidencia el dominio y conocimiento de distintas técnicas de manufactura
para la elaboración de diferentes tipos de artefactos, tanto bienes utilitarios como
artefactos domésticos. Dichas técnicas se combinan para obtener diferentes
productos con muy buenos resultados, esto se hace más evidente en utensilios de
joyería.
Se aprovechan recursos naturales adyacentes a la zona, principalmente de
lechos de los arroyos, que son utilizados para producir objetos de lítica pulida
empleados para el trabajo doméstico.
La lapidaria se hace presente principalmente en la arquitectura, sobre todo en
los elementos decorativos como lo son las alfardas, tableros y escultura.
Por el momento no hay evidencia de explotación y uso de la piedra verde en
contextos funerarios, ya que no se ha encontrado ninguno entierro similar a los de
la Higuerita, pero no se descarta del todo su consumo hasta demostrar lo
contrario.
5.2.3. Mesoamérica septentrional y la red Aztatlán
Este trabajo de investigación propone que el sitio arqueológico Palacio de
Ocomo, además de pertenecer al Complejo Grillo, estuvo inmerso dentro de los
límites de lo que se le conoce como Mesoamérica septentrional, ya que comparte
178
distintos rasgos culturales que solo poseen dichos grupos sociales asentados en
esta área geográfica.
Según Peter Jiménez (1992), para el periodo Epiclásico en el Occidente de
México, existió una:
serie de regiones contiguas que comparten un conjunto de homologías
estructurales (…) como la figurilla Tipo I, (…), el complejo Copa-Olla de
cerámica pseudo-cloisonné (…) y el conjunto del patio cerrado con altar
central en lo denominado como La Esfera Septentrional (p. 203).
Estos tres rasgos culturales básicos, son los que definen a la Esfera Septentrional,
sus límites geográficos abarcan dese los sitios de Alta Vista y La Quemada, en
Zacatecas, hasta el Cóporo en Guanajuato pasando por los Altos de Jalisco, hasta
el Valle de Atemajac, (ibídem).
A partir de los datos obtenidos de las temporadas de campo, se propone que la
Esfera Septentrional podría extender sus límites geográficos hasta las fronteras
del Palacio de Ocomo, ubicado en el occidente de Jalisco.
Brannif (2000) cita una serie de rasgos característicos de la llamada
Mesoamérica Septentrional, aparte de los ya mencionados por Peter Jiménez, que
son: la greca escalonada, representaciones de hombres-pájaro-serpiente, dioses
con dos cabezas, división de la decoración en cuatro segmentos (p. 173). Dichos
atributos se encuentran presentes en el área de estudio de manera muy discreta.
La frontera septentrional mesoamericana alcanzó su máxima expansión entre
el 600 y el 900 d.C., fenómeno asociado a las condiciones climáticas favorables
para el desarrollo de la agricultura (Montejano 2015: 4, Braniff, 1961, 1972).
Peter Jiménez (1992) propone que no fueron las condiciones climáticas
favorables lo que suscito el apogeo de esta región, sino fue la interacción regional
la que jugó un papel fundamental en los desarrollos de los mismos (Peter
Jiménez: 1992: 203).
179
De ser así, explicaría que el auge y desarrollo del grupo social que habitó el
sitio arqueológico Palacio de Ocomo se debió a esta fuerte interacción con las
elites de las otras Esferas, también explicaría porque se dio su mayor apogeo en
esa misma época; “periodo que corresponde a la segunda etapa constructiva del
edificio, la cual consta de la ampliación de esta misma plataforma por medio de
cajones constructivos rellenos con tierra altamente compactada, datándola en el
600 d. C.” (Smith, 2015: 13).
Simultáneamente existió un complejo cerámico denominado pseudo-cloisonné
también llamado el “complejo copa-olla” (Holien (1977), citado por Peter Jiménez,
1992, 203), quien es el encargado no solo de vincular a varias regiones, sino que
además fue uno de los elementos articuladores de la Red Septentrional y la Esfera
JalisColima (ibíd., 205).
Gracias a esta compleja red, les permitió a los habitantes del Palacio de
Ocomo, el intercambio de materia prima y productos terminados a corta y larga
distancia, propiciando el crecimiento económico del lugar, a causa del comercio
con las demás Esferas regionales.
Si estos hechos suscitados en el Epiclásico representan el “apogeo de los
desarrollos regionales de esta Esfera, la transición al Posclásico temprano indica
el colapso sistémico de la misma” (Jiménez: 1992:206). Es decir, comienza a
desaparecer la Tradición Grillo y el área de Mesoamérica septentrional.
Las causas corresponden a un cambio en las redes de interacción y un ajuste
geopolítico mayor en el Noroeste (ibídem) a raíz del surgimiento de la nueva red
Aztatlán, que posiblemente dejo fuera de la jugada a la Esfera Septentrional, el
resultado de este reajuste de redes fue una “involución social” (ibídem).
Si este reajuste de redes de interacción producido por la intrusión de red
Aztatlán trajo como consecuencia la desintegración interregional, la disminución y
perdida de interacción de la esfera Septentrional, alcanzando sus efectos hasta el
Palacio de Ocomo, es entonces que la involución en la industria lítica se dio a
partir del acotamiento del suministro de la obsidiana, lo que tuvo como
180
consecuencia el reciclado de los materiales líticos, el re-uso de los mismos y la
mala calidad de los artefactos dado por la mala imitación de técnicas de
manufactura foráneas, retroceso tecnológico como se puede observar causado
por el reajuste de las redes de interacción regionales.
Al acotarse este valioso recurso y estar fuera de las redes de interacción, tuvo
como consecuencia que se dieran las transformaciones en la aplicación de la
tecnología para la industria lítica del Palacio de Ocomo.
Este reajuste de interacción de las redes entre pueblos generó las rupturas
estructurales causantes de cambios tecnológicos en la región, ya que a raíz de la
ruptura de la interacción se pierde el intercambio de información, donde se
comparten técnicas de manufactura, consejos prácticos, recomendaciones de
materia prima, información acerca de yacimientos, nuevos usos, innovaciones
tecnológicas, etc.
Se propone que interrupción de la red Aztatlán tuvo fuerte repercusiones hacia
la Tradición Grillo en su etapa final. Ya hacia el 900/1000 d.C., la mayor parte de
Mesoamérica septentrional había sido abandonada (Brannif, 2000, 165).
181
CONCLUSIONES
A continuación, presentamos las conclusiones a las que se llegaron a partir del
análisis de los materiales de lítica tallada y pulida que se recolectaron en las
diferentes exploraciones ejecutadas en todas las temporadas del Proyecto
Arqueológico Oconahua en el complejo arquitectónico: El Palacio de Ocomo.
Por el momento no hay identificación de talleres de producción de artefactos
líticos dentro de los edificios, pero si hay evidencia de concentraciones líticas en
ciertas áreas, para solucionar este problema se propone a futuro realizar mapas
de frecuencia espacial que nos permitan despejar esta duda.
Utilizan preponderadamente un solo tipo de materia prima, para el caso de la
lítica tallada, lo que nos indica la preferencia del material en cuestión, obtenidos de
distintos yacimientos.
Al mismo tiempo evidencia que existieron relaciones comerciales con otros
sitios aledaños a corta y larga distancia.
Se reutiliza la materia prima en épocas tardías lo que posiblemente indique una
ruptura con el proveedor tanto de la materia prima como de los artefactos líticos.
La poca evidencia de núcleos y macro núcleos para la obtención de navajas de
o tecnología laminar, indica que los artefactos líticos se hayan manufacturado en
lugares aledaños al edificio principal o los hayan traído prefabricados o que el área
de producción se encuentre en otra área aun no explorada.
Existe una abundancia del desecho de talla, lo que nos podría indicar,
producción de utillaje lítico, constante retoque y rejuvenecimiento de los filos, así
como actividades especializadas con la producción de mercancías que usan al
material lítico como instrumental para trabajar.
182
El análisis de laboratorio evidenció una gran gama de artefactos líticos así como
variantes de los mismos, lo que nos indica que este tipo de objetos fueron
fabricados por expertos, específicamente para el caso de la joyería.
La tecnología se aplicó para la fabricación de utensilios de autoconsumo y
comercio, las primeras destinadas a cubrir necesidades de consumidores
intrarregionales, mientras que para los segundos destinados a cubrir necesidades
de consumidores interregionales.
Los artefactos fueron destinados para el uso doméstico, para la práctica de la
cacería, uso ritual o para la fabricación de otros artefactos, lo que al mismo tiempo
nos sugiere actividades económicas especializadas de diferente índole dentro del
sitio para estas industrias tales como son: talladores especialistas, instrumentos
especializados para diferentes usos, y por último especialización de oficios donde
se hace uso del utillaje de piedra.
Por lo tanto se habla de producción de artefactos de dos tipos: los primeros,
productos utilitarios destinados a cubrir las necesidades de subsistencia y el
segundo, productos de lujo esenciales para simbolizar estatus o prestigio
(Cabrero, 1989:58), es decir, se dio una producción de bienes de alto valor para el
consumo de la elite y la producción de bienes utilitarios de amplia distribución para
la demás población (Cabrero, 2010: 19).
Los resultados del análisis de laboratorio indican que en el Palacio de Ocomo
principalmente se produjeron y consumieron bienes utilitarios, es por ello que se
fabricaron en abundancia utensilios como raederas, raspadores, navajillas, puntas
de proyectil, entre otros, por lo que podríamos hablar de una especialización de
talladores posiblemente de tiempo completo); siendo pocos los especialistas en
fabricar bienes esenciales para simbolizar estatus o prestigio hechos de piedra.
En síntesis existe una especialización de talladores, artefactos, uso de los
utensilios, y de otros oficios donde hacen uso de los artefactos de piedra como
instrumental básico para trabajar.
183
Igualmente los resultados en laboratorio han arrojado datos interesantes, se
observa esta estandarización de utensilios y una alta producción en algunos
casos, por ejemplo, se destaca más la presencia de navajillas prismáticas, puntas
de proyectil, raspadores y raederas lo que nos puede indicar que estos productos
fueron consumidos en el sitio con modelos ya estandarizados.
Aunque por otro lado, hay una escasa presencia de cuchillos bifaciales,
navajas, macronavajas, joyería, lo que nos indica que este producto pudo haber
sido importado desde otros lugares. Aquí se podría hablar de que estos productos
fueron de acceso diferencial, controlado por el grupo de poder con el propósito de
obtener ganancias dentro de la economía de la sociedad a través del intercambio
a larga distancia y viceversa (Ibídem (c), 2010:20)
Datos que nos sugieren dos cosas, la primera que existe un grupo de poder que
controla la manufactura y decide qué tipo de herramientas se deben de producir
en cada centro productor y la segunda, es la especialización de los talladores para
cada centro productor, controlados para fabricar cierto tipo de herramientas líticas.
Esta propuesta se ve sustentada por los trabajos de recorrido de superficie de
Heredia (2010:26) al norte del Volcán de Tequila quien a través de los resultados
de su investigación se centra en reconocer la posible o no especialización
regional. Según su propuesta por medio del reconocimiento de áreas de
producción como talleres se puede identificar los tipos de herramientas que
pudieron manufacturarse y su localización a nivel regional, también se puede ligar
esta producción al consumo regional de las mismas.
Otra característica que salta a la vista es en la especialización en el labrado de
la piedra manufacturada para uso exclusivo del diseño arquitectónico. Es decir, no
solo existieron talladores especialistas u oficios que hacían uso del instrumental
lítico para ejecutar su trabajo, sino que también se evidencia notoriamente la
especialización de canteros. Esto se observa en la utilización de piedra careada
para la fachada de sus muros y tableros como parte de elementos decorativos en
la arquitectura del edificio principal, así como piedra labrada para la construcción.
184
APÉNDICE
185
Cantidades: Conjunto arquitectónico Cuarto Adosado (Instrumentos por capa estratigráfica o piso)
Tabla 1. Cantidades
186
Gráfico 1. Artefactos sin lascas
Gráfico 2. Cuarto adosado. Piso 1
187
Gráfico 3. Cuarto Adosado. Piso 2
Gráfico 4. Cuarto adosado. Piso 2
188
Gráfico 5. Cuarto adosado. Piso 3
Gráfico 6. Cuarto adosado. Piso 4
189
Gráfico 7. Cuarto adosado. Piso 5
190
TIPOS
Material asociado a producción de utencilios (LEC, LCC, NEL)
Material asociado a talla, retalla y reavivamiento de filos (LDT, LRF)
Instrumentos de corte (NPS, NPT, CUM, MAC)
Instrumentos para raspar (RAS, DES)
Instrumentos para cepillar (CEP)
Instrumentos para raer (RMC, RMR)
Artefactos multifuncionales (MUL)
Instrumentos punzocortantes (BUR, PER, PUN)
Instrumentos esporadicos (LCR)
Armas (PPM, PPB, CUB)
Suma total
Tabla 2. Cantidad total de artefactos sin lascas
Gráfico 8. Porcentaje total de artefactos sin lascas
191
TOTAL
172
1436
61
55
2
53
5
14
15
80
1893
Gráfico 9. Cantidad total de lascas
Gráfico 10. Cantidad total de lascas
192
Industria
Clave
Artefacto
I
II
III
P1
P2S
P2R
P3S
P3R
P4S
P4R
P5
TOTAL
LITÍCA PULIDA
CUARTO ADOSADO
MET
MOR
VAS
PAL
EDA
HAC
MAR
MAM
HAH
GUB
CINC
PUP
MAC
ADE
ESF
CUE
DIJ
PEN
PEC
TRO
INM
ORE
NAR
EXC
ALM
ALF
TAB
CLA
LAJ
COL
ALI
PUL
AZA
MDM
Suma
Metate
Mortero
Vasija
Paleta
Enderezador de astil
Hacha
Martillo
Mano de metate
Hachuela
Gubia
Cincel
Punta de perforador
Machacador
Alisador de estuco
Esferas
Cuenta
Dije
Pendiente
Pectoral
Trompetas
Instrumento musical
Orejeras
Narigueras
Excéntrico
Almenas
Alfarda
Tablero
Clavo arquitectónico
Laja
Columna
Alisador
Pulidor
Azadas
Mano de mortero
Total
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0
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0
0
0
0
1
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1
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0
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0
0
0
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0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
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0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
2
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
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0
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0
3
2
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0
0
0
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1
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1
1
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5
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5
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4
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13
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0
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0
0
0
0
1
1
0
1
20
Tabla 3. Cantidad total de artefactos de lítica pulida
193
TOTAL
Mano de mortero
5%
Alisador
5%
Pulidor
5%
Metate
20%
Mano de metate
65%
Gráfico 10. Cantidad total de artefactos de lítica pulida
194
Dibujo 3. Dibujo del Cuarto Adosado
23
Dibujo 4. Estratigrafía del Cuarto Adosado
23
24
Dibujo extraído del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 169
24
Dibujo extraído del INFORME TÉCNICO AL CONSEJO DE ARQUEOLOGÍA. PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA OCONAHUA, JALISCO TEMP. 2011-2012, pág. 174
195
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