La integración regional en Asia Pacífico:
El caso de la ASEAN, la APEC y el RCEP
Ignacio Bartesaghi1
1. Características de los procesos de integración en Asia Pacífico
1.1 Antecedentes
El fenómeno de la integración comercial en Asia Pacífico no puede ser
analizado de forma aislada, sino que el mismo debe tomar en consideración
cambios estructurales de mayor amplitud, que podrían explicarse a partir de las
condiciones generadas en el comercio internacional desde el fenómeno de
institucionalización (a partir de los acuerdos de Bretton Woods) iniciado desde
la Segunda Guerra Mundial, momento a partir del cual se generaron las
estabilidades mínimas para dar comienzo a un camino sin retorno con el
establecimiento del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT) en 1947
y con la firma del Tratado de Roma del año 1957, el que constituyó la
Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea.
Este período generó una progresiva evolución del concepto de integración
económica, que dejó de estar anclado en el marco del Derecho Internacional
Público y de las teorías de las relaciones internacionales clásicas para dar paso
a un nuevo enfoque económicoy comercial, en el cual se reglangran parte de
las relaciones comerciales del siglo XXI. La constitución de la Organización
Mundial del Comercio (OMC) fue el primer hito que permitió una profunda
evolución del concepto de la integración económica, como lo reconoce la
propia organización; “el establecimiento después de la guerra del sistema
multilateral de comercio no redujo el atractivo de los enfoques bilaterales o
regionales de los acuerdos comerciales y llevó en cambio a un período de
interacción creativa y a veces de tensión entre el multilateralismo y el
regionalismo”. (OMC, 2011: pp. 5).
Es a partir de este nuevo contexto histórico que los Estados comienzan a
otorgarle mayor importancia a los acuerdos comerciales como instrumentos de
política comercial, fenómeno que como se verá más adelante superó incluso a
la propia OMC y generó una red de acuerdos comerciales que permitió
alcanzar uno de los niveles de integración más profundos de la historia, al
menos en lo que refiere al nivel de desgravación arancelaria (del 30% al 4%
desde la constitución del GATT hasta el presente), pero también en las
1
Director del Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Facultad de Ciencias
Empresariales de la Universidad Católica del Uruguay. Doctor en Relaciones Internacionales. Integra el
Sistema Nacional de Investigadores del Uruguay. ibartesa@ucu.edu.uy
Artículo publicado en el Libro Ágora Latinoamericana - Tomo I (ISBN 978-958-58675-2-9) editado por la
Asociación de Universidades de América Latina y el Caribe para la Integración (AULCPI).
http://www.aualcpi.net/es/component/booklibrary/675/view/71/Libros/369/agora-latinoamericana-tomoi.html
El artículo fue culminado en marzo de 2016.
1
disciplinas negociadas entre los Estados o grupos de Estados, ya que en la
actualidad el componente arancelario es el de menor importancia en una
negociación comercial que integra capítulos en otras áreas de mayor impacto
económico y normativo.
De todas formas, si se atiende a los acuerdos suscritos por los miembros de la
OMC en los últimos años, en su gran mayoría son congruentes y no contrarios
con los principios, objetivos y normas definidas por la mencionada
organización, más allá de las dificultades que se plantean en la armonización
de los acuerdos y evaluación en cuanto a las excepciones planteadas por la
organización multilateral y en la mecánica de negociación que no beneficiaría a
las economías más pequeñas en términos de la definición y velocidad de la
agenda impuesta en los hechos por las principales potencias.
Los intereses que impulsan los acuerdos comerciales pueden ser económicos
o políticos. Los primeros tratan sobre disposiciones vinculadas con la
ampliación de los mercados, la implementación de políticas defensivas, la
profundización de la integración, la necesidad de impulsar la competencia o
captar inversiones, entre otras. Los segundos priorizan el aumento del poder
negociador, el impulso de las reformas internas y el apoyo político, entre otros
objetivos. Naturalmente, los acuerdos poseen efectos positivos y negativos.
A su vez, como es sabido existen diferentes formas de integración económica
que podrían clasificarse de acuerdo al instrumento o al número de países que
suscriben el acuerdo:
zonas de libre comercio,
uniones aduaneras,
mercado común,
bilateral,
plurilateral,
multilateral (Bartesaghi, 2012).
Los acuerdos suelen clasificarse por su profundidad, entendiendo como
integración profunda a todos aquellos que superan el mero otorgamiento de
preferencias arancelarias preferenciales (Lawrence, 1996).
2
Figura 1 – Nivel de profundidad de los acuerdos
Fuente: OMC.
1.2 Etapas de la integración económica
La evolución de las rondas en el marco del GATT y la constitución de la OMC
generó también cambios en las estrategias seguidas por las potencias
centrales respecto al comercio internacional, ya que la constitución del GATT
así como gran parte de sus normas y excepciones tuvieron que ver con los
intereses de Estados Unidos y de su relación con Europa en un marco de
Guerra Fría (Alonso, 2012). A medida que el GATT adquirió mayor madurez y
de forma muy progresiva comenzó a incorporar nuevos miembros y asuntos,
Estados Unidos perdió motivación por dicho ámbito, lo que generó un cambio
de paradigma que se terminó de concretar en la década del ochenta y noventa,
marcando un antecedente en Asia Pacífico.
Es por eso que los autores definieron etapas para explicar la evolución de la
teoría de la integración, especialmente en dos componentes; el enfoque y los
instrumentos utilizados para integrarse, dos aspectos que han marcado y
siguen impactando en la evolución de los procesos de integración en gran parte
de América Latina y el Caribe.
Para Paul Krugman (1991) fue a partir de la creación del GATT cuando se
instaló lo que podría denominarse como primera etapa de la integración,
entendiendo que desde la década del cincuenta y hasta la del ochenta, las
negociaciones regionales así como las multilaterales, fueron vistas como
complementarias y substitutas, hecho que cambió desde 1980 en adelante.
Para el mismo autor, el acuerdo GATT fue el que impuso la lógica de los
acuerdos comerciales, fenómeno que permitió que dicho instrumento de
integración comercial tuviera cerca de 30 años de éxito. Esta primera etapa
mantuvo a Estados Unidos alejado del fenómeno de la integración comercial,
no participando de acuerdos ni procesos de integración y limitando su
estrategia al ámbito multilateral, donde contaba con margen para el despliegue
de ciertas políticas proteccionistas.
3
Por el contrario, Europa con sus antecedentes históricos, América Latina y
África, sí implementaron una integración profunda que atravesó momentos de
crisis en la década del ochenta, lo que derivó en el rediseño de algunos
bloques en particular el caso de la Unión Europea tanto en profundización
como en términos de expansión (nuevos socios), en la creación de otros
espacios como el Mercosur y la profundización del Pacto Andino (hoy
Comunidad Andina) y Mercado Común Centroamericano (hoy SICA) en lo que
se ha denominado como la segunda etapa de la integración económica. Cabe
precisar que Asia Pacífico se mantuvo aislado de esta etapa, no contando con
ningún acuerdo de base económica y comercial como los planteados por
Europa, América Latina y África, más allá del acuerdo APTA notificado ante la
OMC en 1976. Este es un acuerdo de preferencias comerciales que vincula
desde la década del setenta a China e India además de otras economías
asiáticas como Corea del Sur (se trata de un acuerdo poco profundo en
términos arancelarios y de capítulos de negociación). En el caso de la
Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), si bien fue constituida
en el año 1967, no tuvo en sus orígenes un fin comercial (Bartesaghi, 2014).
Una tercera etapa emerge cuando Estados Unidos se suma al fenómeno y
decide negociar un acuerdo comercial bilateral con Israel (1985) y con Canadá
(1988), lo que luego culmina con la negociación del Tratado de Libre Comercio
de América del Norte (TLCAN), firmado en 1992 y vigente desde el año 1994. A
su vez lanza el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), proceso
negociador que terminó de sellar la estrategia de bilateral de los acuerdos
comerciales con América Latina. Dentro de la misma estrategia Estados Unidos
lideró la creación del Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC)
constituido en 1989, considerado un antecedente directo de los denominados
mega acuerdos comerciales como el TPP y el RCEP. La APEC surge en
momentos en que la Ronda Uruguay del GATT atravesaba ciertas dificultades,
por lo que los miembros del mencionado foro ya discutían una integración más
profunda debido a la incertidumbre de la Ronda Uruguay del GATT. Esta nueva
estrategia de Estados Unidos repercutió en Europa y forzó un acuerdo para dar
cierre a la Ronda Uruguay del GATT.
En los hechos, más allá del ideal planteado por los miembros de la APEC con
el impulso del acuerdo de libre comercio de Asia Pacífico (FTAAP en su siglas
en inglés), la estrategia de profundización de los acuerdos bilaterales era un
hecho ya visible en el caso del acuerdo entre Australia y Nueva Zelanda o la
participación de otros países asiáticos en el fenómeno como Japón y la ASEAN
a través de la implementación de la zona de libre comercio y sus negociaciones
con otros países de la región (conocidas como ASEAN Plus), especialmente
con China que comenzaba un proceso de apertura que lo llevaría a su ingreso
a la OMC concretado finalmente en el año 2001, año que para esta
organización es el punto de quiebre en cuanto a la firma de acuerdos
comerciales en Asia Pacífico (OMC, 2011).
El nuevo período afectó a la OMC y generó una postergación de las
negociaciones multilaterales, lo que tiene que ver con el número de miembros y
nuevos temas de negociación que progresivamente adhirieron al GATT. Esta
nueva realidad hizo que las potencias muestren un menor interés en este
4
ámbito dado los tiempos que insumen las negociaciones, lo que se evidencia
en el caso de la Ronda Doha, realidad que tiene sus consabidos efectos en la
credibilidad institucional de la organización (Baldwin y Evenett, 2011). En esta
etapa Estados Unidos relegó el ámbito multilateral, debido a que el mismo le
impedía avanzar en determinadas áreas de su interés y protegerse de las
cuales aún mantenía intereses defensivos como el caso de los subsidios
(Stiglitz, 2013).
Al respecto, algunos autores plantean que la proliferación de acuerdos
regionales o bilaterales es una amenaza para el sistema económico comercial
como el que propone la OMC, sugiriendo que los acuerdos de integración
económica logran un efecto dominó, presionando a los países que no forman
parte del proceso para que se integren a él (Baldwin, 1997; Bhagwati, 2008).
Por otra parte, Paul Krugman (1991), en coincidencia con otros autores,
estableció que la integración multilateral es la que beneficia mayormente a los
ingresos mundiales. En efecto, concluyó que solo un bloque de integración
mundial sería lo más beneficioso desde el punto de vista del bienestar global.
De todas formas, más recientemente algunos especialistas entienden que no
necesariamente existe una relación o nexo causal entre el regionalismo y el
avance del multilateralismo.
Figura 2 - Países y temáticas de las rondas multilaterales
AÑO
NOMBRE y/o LUGAR
TEMAS
PAÍSES
1947
GINEBRA
aranceles
23
1949
ANNECY
aranceles
13
1951
TORQUAI
aranceles
38
1956
GINEBRA
aranceles
26
1960-61
GINEBRA (Rda.Dillon)
aranceles
26
1964-67
GINEBRA (Ronda
Kennedy)
aranceles y antidumping
62
1973-79
GINEBRA (Ronda
Tokyo)
Aranceles, medidas no arancelarias y
acuerdos relativos al marco
jurídico
102
1986-94
GINEBRA (Ronda
Uruguay)
Aranceles, medidas no arancelarias,
normas, servicios, propiedad
intelectual, solución de diferencias,
textiles, agricultura, creación de la
OMC
123
Fuente: OMC.
Autores como Richard Baldwin (1994) y Paul Krugman (1991) coinciden en que
es la falta de liderazgo, en especial de Estados Unidos, es la razón que explica
la debilidad presentada por el sistema que regló el comercio mundial en los
últimos 30 años, la que por cierto continúa afectando la evolución de la Ronda
de Doha de la OMC, hecho que explica el avance en los mega acuerdos como
los dos ya mencionados, donde las grandes economías han logrado avanzar
5
en capítulos de negociación más allá del ámbito multilateral, lo que tiene un
efecto no solo frente a todo el sistema sino individualmente en las economías
que no integran dichas negociaciones.
1.3 Una nueva forma de integración
La denominada explosión de acuerdos comerciales se dio a finales de la
década del noventa y principios del siglo XXI, introduciendo un nuevo
paradigma de la integración regional, no solo por el número de acuerdos
firmados sino también por la modalidad de integración en lo que Jagdish
Bhagwati (1993) graficó como “un plato de espagueti”. En ese sentido, a partir
de la década del 50 se da un crecimiento constante de este tipo de acuerdos
en paralelo con un lento avance de las negociaciones multilaterales, que como
se mencionó anteriormente, se hacían cada vez más complejas tanto en
términos de los capítulos que se incluían a la negociación, como en el número
de socios que se sumaban a la misma.
En lo que refiere a la suscripción de los acuerdos de comercio preferencial
(ACP), según la mencionada organización en la década del 90 ya se
suscribieron unos 70 acuerdos de esas características, si bien luego de esa
fecha y en particular con el nuevo siglo se generó una expansión que hizo que
en 2015 se superen los 400 acuerdos. El tipo de convenio firmado en los
últimos años modificó la forma de relacionarse en comparación con décadas
pasadas, tanto en lo que refiere a los actores, instrumentos utilizados y
disciplinas incluidas.
Figura 3 - Evolución de los acuerdos comerciales
Fuente: OMC.
6
El fenómeno muestra algunas características que lo diferencian de las etapas
anteriores:
Se trata de un fenómeno generalizado.
Involucra a países que se encuentran en diferentes regiones.
Se trata de acuerdos bilaterales y plurilaterales.
En algunos casos se profundizan o plurilateralizan acuerdos existentes.
Se negocian acuerdos con países de diferentes niveles de desarrollo.
Los acuerdos son fundamentalmente zonas de libre comercio.
Los miembros de APEC son los más dinámicos en la firma de acuerdos.
Se incorporan nuevas disciplinas del comercio internacional.
Félix Peña (2003) menciona algunos objetivos comunes presentados por los
ACP: garantizar el acceso a los mercados, de los bienes, servicios y personas
dependiendo del tipo de acuerdo que se suscriba, establecimiento de algún
grado de discriminación de los miembros con respecto al resto del mundo, por
ejemplo a través de la implementación de un arancel externo común, reglas de
origen, disposiciones en materia de inversiones, compras gubernamentales y
aprobación de otras normas comunes entre los socios, que limitan la
independencia de cada integrante en la formulación de políticas públicas.
Se trata entonces de acuerdos con formatos muy variados que permitirían
clasificaciones de acuerdo al ámbito geográfico, las técnicas de integración, el
tipo de suscripción ante la OMC (algunas enmarcadas en el artículo XXIV del
GATT o los espacios permitidos por la Cláusula de Habilitación aprobada en la
Ronda Tokio) o por la distribución del poder económico y político entre los
socios, en particular los diferentes niveles de desarrollo de sus miembros
(Peña, 2005), entre otros. Por tanto, el importante número de acuerdos que se
negocian a nivel internacional presentan cada vez mayor diversidad en un
fenómeno conocido como de “geometría variable”, llevando a una explosión de
la integración a nivel mundial (Baumann, 2009).
La OMC ha estudiado el fenómeno entendiendo que las motivaciones que
impulsan la firma de los acuerdos comerciales no son solo arancelarias, ya que
en algunos casos los impactos tarifarios son marginales. En efecto, la
organización identifica otras ventajas en el despacho de las mercaderías así
como en los mejores tratamientos en otras temáticas vinculadas con el
comercio internacional. En el mismo sentido, otorga suma importancia a las
nuevas temáticas vinculadas con el comercio internacional, que como es
sabido integran la gran mayoría de los acuerdos negociados entre los
miembros en la actualidad en un formato negociador que se denomina OMC +,
por avanzar más allá de las regulaciones multilaterales. En particular, se
destacan los servicios, la inversión extranjera, la propiedad intelectual, el medio
ambiente, la facilitación de comercio, las normas laborales, entre otros. A
diferencia de lo que se plantea en el caso de las liberalizaciones arancelarias,
estas temáticas son negociadas muchas veces en base al principio de la
Nación Más Favorecida y con una profundidad mayor a la alcanzada a nivel
multilateral, lo que no es visto como dicotómico con los objetivos multilaterales.
7
Como lo demuestra el cuadro nº1, los denominados acuerdos de libre comercio
por la OMC son los instrumentos principalmente utilizados en los últimos años
(más de dos tercios del total), modelo que no fue el elegido por América Latina,
que hasta la creación de la Alianza del Pacífico optó por instrumentos de
integración que implicaban la confección de una unión aduanera previo a la
implementación de un mercado común. Para algunos especialistas es posible
que los países estén menos interesados en conformar uniones aduaneras
porque exige establecer un arancel externo común y armonizar las políticas
comerciales, lo que implica un compromiso mayor en la coordinación de
políticas y una pérdida de autonomía. Debe tenerse en cuenta que en los
últimos años han emergido nuevas tipificaciones de acuerdos que pueden
incluir nuevas características, como es el caso de los denominados Acuerdos
de Asociación (la Unión Europea y Japón lideran este nuevo fenómeno).
Por otra parte, los acuerdos firmados en las últimas dos décadas son en su
gran proporción de bienes y servicios, lo que confirma la importancia que ha
adquirido el comercio de esta categoría en el comercio y las negociaciones
internacionales, especialmente en las nuevas formas de producción en base a
las cadenas globales de valor, las que vinculan a diferencia de décadas
anteriores a países de diferentes niveles de desarrollo y fuerzan una
integración profunda y plurilateral entre los Estados (la OMC demostró una
relación entre la integración profunda y el aumento del comercio en las redes
de producción en bienes y servicios). Los principales exportadores de servicios
a nivel internacional tienen en todos los casos acuerdos bilaterales firmados en
donde incluyen dicho capítulo de negociación y, como es sabido, se encuentran
negociando el TISA. Además, debe tenerse en cuenta que las negociaciones
de servicios tienen mayores implicancias en las reformas internas de los países
que negocian disposiciones en este capítulo, ya que las mismas no implican
reducciones arancelarias y fuerzan modificaciones en los reglamentos internos
o restricciones a la inversión extranjera.
Cuadro 1 - Acuerdos comerciales por categoría en vigor
(A 2015)
Tipo de acuerdo
Unión aduanera
Unión aduanera - Adhesión
Acuerdo de integración económica
Acuerdo de integración económica - Adhesión
Acuerdo de libre comercio
Acuerdo de libre comercio - Adhesión
Acuerdo de alcance parcial
Acuerdo de alcance parcial - Adhesión
Gran total
Nº de acuerdos
19
10
128
6
233
1
15
1
413
Fuente: OMC.
8
Cuadro 2 - Acuerdos comerciales por alcance en vigor
(A 2015)
Alcance
Mercancías
Servicios
Mercancías y Servicios
Nº de acuerdos
Gran total
137
1
127
265
Fuente: OMC.
Además de mercancías, los acuerdos incorporan cada vez más otros capítulos
de negociación a los que se les conoce como OMC Plus, dado que si bien
existen disposiciones a nivel multilateral en cada una de dichas temáticas, los
Estados negocian más allá del nivel alcanzado en la OMC. Algunos informes
de la mencionada organización indicarían que dicha tendencia comenzó a partir
del año 2001, mismo año en que China ingresa a la OMC. Actualmente la
estructura de acuerdos es muy variada y presenta particularidades de acuerdo
a los países o grupos de países que la integren. De cualquier forma, una
conclusión al respecto es que se observa una tendencia a incorporar cada vez
más disciplinas en los acuerdos de última generación, los que adelantan la
evolución del sistema multilateral en términos normativos.
Entre otras áreas se destacan las siguientes:
Liberalización arancelaria en bienes industriales y agrícolas (aranceles,
cuotas y regímenes de origen).
Impuestos a la exportación.
Administración aduanera.
Medidas sanitarias y fitosanitarias.
Empresas comerciales del Estado.
Obstáculos técnicos al comercio.
Medidas compensatorias.
Medidas antidumping.
Ayuda estatal.
Contratación pública.
Inversiones.
Propiedad intelectual.
Servicios.
Los acuerdos también incluyen de forma cada vez más extendida capítulos
vinculados a la facilitación de comercio, negociaciones que fueron lanzadas en
la OMC en el año 2004 y que alcanzaron un acuerdo de suma importancia en
la Cumbre Ministerial de Bali en 2013 (con un buen nivel de incorporación
hasta la fecha). Cabe resaltar que la mayoría de los acuerdos negociados por
los países asiáticos incluyen disposiciones vinculadas a la facilitación de
comercio (90% de los acuerdos negociados desde el año 2005 en adelante), lo
que es un aspecto positivo si se tiene en cuenta el impacto económico por la
implementación de medidas de esta naturaleza (OMC, 2014).
9
Más recientemente los acuerdos comerciales incluyen disciplinas que no tienen
aún disposiciones en el ámbito de la OMC, conocidas como OMC X, capítulos
que adquieren cada vez más importancia y son impulsados principalmente por
Estados Unidos y otras economías desarrolladas. Se destacan: lucha contra la
corrupción, política de la competencia, leyes ambientales, derechos de
propiedad intelectual, medidas sobre inversión, reglamentación del mercado
laboral, movimiento del capital, protección del consumidor, protección de la
información, agricultura, aproximación a la legislación, aspectos audiovisuales,
protección civil, políticas de innovación, cooperación cultural, diálogo sobre
política económica, educación y capacitación, energía, asistencia financiera,
salud, derechos humanos, inmigración ilegal, drogas ilícitas, cooperación
industrial, sociedad de la información, minería, blanqueo de dinero, seguridad
nuclear, diálogo político, administración pública, cooperación regional,
investigación y tecnología, PYMES, asuntos sociales, estadísticas, impuestos,
terrorismo, visados y asilo.
Como se observó anteriormente existe un importante número de disciplinas
negociadas en los acuerdos comerciales, lo que permite diferenciar entre
modelos de inserción de acuerdo a los países o regiones. A modo de ejemplo,
se realizó un análisis comparativo entre diferentes acuerdos negociados por
algunos países en diferentes años atendiendo en este caso a las normas OMC
Plus. Avanzar en las negociaciones de acuerdos que incorporen normas de
esta profundidad es uno de los motivos para explicar la explosión en la firma de
acuerdos comerciales (OMC, 2010).
Cuadro 3 - Capítulos OMC Plus incorporados en acuerdos comerciales
Capítulo
Estados Unidos - Estados Unidos - China - Perú
Perú 2009
Israel 1985
2010
China ASEAN
2005
Chile Japón 2007
Japón Tailandia
2007
FTA Industrial
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
FTA Agriculture
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Customs
Sí
No
Sí
No
Sí
Sí
Export Taxes
Sí
Sí
Sí
No
Sí
No
SPS
Sí
Sí
Sí
No
Sí
No
TBT
Sí
No
Sí
No
Sí
No
STE
Sí
No
Sí
No
Sí
No
AD
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
CVM
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
State Aid
Sí
Sí
No
No
Sí
No
Public Procurement
Sí
Sí
No
No
Sí
Sí
TRIMs
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
GATS
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
TRIPs
Sí
Sí
Sí
No
Sí
Sí
Fuente: elaboración propia en base a la OMC.
El cuadro 3, permite extraer algunas conclusiones si bien las mismas no son
concluyentes, dado que la modalidad de los acuerdos firmados por los
miembros de la OMC ha evolucionado muy rápidamente y son flexibles en
cuanto a su adaptación a los casos particulares y han ido acompañando un
fenómeno más amplio que tiene que ver con la globalización económica. De
10
todas formas, sí podría aseverarse que los acuerdos negociados por Estados
Unidos presentan una mayor cobertura que los cerrados por China,
especialmente si se compara un acuerdo bilateral del primer país con el
negociado por el país asiático con la ASEAN. Dentro de Asia Pacifico también
pueden identificarse diferentes formatos negociadores respecto a las normas
OMC Plus, las que están incorporadas en todos los acuerdos firmados por
Japón, Singapur y Corea del Sur, pero también en los acuerdos firmados por
Brunéi, Indonesia, Malasia, Filipinas, Tailandia y Vietnam, lo que favorece el
modelo de integración profundo impulsado por la ASEAN. Las economías
asiáticas menos propensas a incorporar normas OMC Plus son China y
Taiwán, más allá de que China lo viene haciendo lentamente (Baldwin y Kawai,
2013).
El mencionado patrón adquiere importancia si se contrastan los capítulos de
negociación incluidos en el TPP en comparación con los del RCEP. Asimismo,
comparando acuerdos negociados en diferentes años, se observa que tanto
Estados Unidos como China han ido incorporando nuevos capítulos de
negociación a los acuerdos notificados ante la OMC. En el caso de Japón, dos
acuerdos negociados en el mismo año presentan un nivel de cobertura distinto,
especialmente por los países que se integran a la negociación y el avance en el
desarrollo de la normativa interna de las contrapartes. Un análisis más
detallado permitiría identificar diferencias en cuanto a la profundidad de cada
uno de los capítulos que integran un acuerdo, por lo que no es suficiente con
un análisis por capítulo sin atender a su contenido.
Cuadro 4 - Capítulos OMC X incorporados en acuerdos comerciales
Capítulo
Estados Unidos
Australia - 2005
China - Nueva
Zelanda 2008
Anti-Corruption
Competition Policy
Environmental Laws
IPR
Investment
Labour Market Regulation
Movement of Capital
Consumer Protection
Data Protection
Agriculture
Approximation of Legislation
Audio Visual
Civil Protection
Innovation Policies
Cultural Cooperation
Economic Policy Dialogue
Education and Training
Energy
Financial Assistance
Health
Human Rights
Illegal Immigration
Illicit Drugs
Industrial Cooperation
Information Society
Mining
Money Laundering
Nuclear Safety
Political Dialogue
Public Administration
Regional Cooperation
Research and Technology
SME
Social Matters
Statistics
Taxation
Terrorism
Visa and Asylum
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
Sí
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
Sí
Sí
Sí
Sí
No
Sí
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
No
Sí
No
No
No
No
No
No
No
Sí
No
No
No
No
Sí
Fuente: elaboración propia en base a la OMC.
11
Es cada vez más relevante el número de asuntos OMC X incorporados a los
acuerdos, si bien dicho fenómeno se visualiza parcialmente en los convenios
ya notificados en la OMC (se confirmará en las próximas notificaciones). A su
vez, hay que considerar que el mayor porcentaje de las normas OMC X no
generan compromisos legalmente ejecutorios, salvo en algunas categorías que
son las mayormente incluidas como inversión, la política de la competencia,
aspectos vinculados con los derechos de propiedad intelectual y circulación de
capitales (OMC, 2010). De cualquier forma, es evidente la progresiva mayor
profundización normativa de los acuerdos comerciales, proceso que en Asia
Pacifico contó con el impulso de Japón. La Unión Europea ya contaba con este
modelo que fue expandido con sus acuerdos de extrazona y Estados Unidos
lidera este proceso a través del TPP, buscando una convergencia y coherencia
en normas que van más allá del ámbito multilateral (Lawrence, 2013).
Otra característica de la firma de los acuerdos comerciales en los últimos años
tiene que ver con la activa presencia de Asia Pacífico, no solo en la importante
red de convenios firmados entre los países de la propia región, especialmente
desde la implementación del denominado ASEAN Plus, sino también de esta
región con el resto del mundo, incluido América Latina (acuerdos
transregionales). En consecuencia, la participación del comercio preferencial
frente a las corrientes totales aumentó considerablemente en los últimos años
(Kawai y Wignaraja, 2013).
Este fenómeno se puede observar desde el año 2001 en adelante,
especialmente impulsado por algunos de los países miembros de la APEC
(OMC, 2013). Asia Pacífico era una de las regiones más relegadas en la firma
de este tipo de acuerdos comerciales, pasando en un plazo relativamente
breve a ser una de las regiones más activas en la firma de acuerdos
comerciales. La explosión de estos instrumentos tiene un efecto similar al
ocurrido a nivel mundial, ya que complejizan las relaciones por introducir
normas que difieren entre sí y que hacen muy compleja la regionalización de
las preferencias. (Baldwin y Kawai, 2013).
Se trata de una región con una estructura productiva bien definida lo que
naturalmente se ve reflejado en los acuerdos finalmente negociados.
Exceptuando algunas economías de la región con una base primaria y
agroindustrial de relevancia (caso de Australia, Nueva Zelanda e Indonesia), el
promedio de las manufacturas en el total exportado por la región supera el
60%, alcanzando el 70% en algunos casos como Japón, China, Filipinas y
Taiwán. La estructura arancelaria de los países de la región refleja el avance
de la matriz productiva, ya que dos tercios de los aranceles de los productos no
agrícolas (o llamados industriales) no posee tarifas arancelarias, lo que no
implica que no existan otras restricciones técnicas. Los niveles arancelarios
varían dependiendo de la economía, registrando algunos actores como Hong
Kong, China y Japón promedios más bajos, mientras que algunos miembros de
la ASEAN niveles más elevados.
Como ocurre a nivel internacional, la agricultura también es sensible para Asia
Pacífico, lo que lleva no solo a niveles arancelarios distintos entre las
12
economías que se integran en acuerdos plurilaterales, sino que existen
políticas sectoriales bien diferenciadas. En el universo de países hay algunos
que son importadores netos de alimentos, otros que lideran una política de
seguridad alimentaria desplegando una batería importante de subsidios y
protecciones al sector agrícola y otros que son exportadores netos de
alimentos. Asimismo, existen nuevas corrientes de inversiones y de negocios
en la producción de alimentos preparados. Como consecuencia, el nivel
arancelario de los países de la región es distinto en el caso de los productos
agrícolas, siendo varias veces superior al promedio de los bienes no agrícolas.
Se destaca el caso de Japón, Corea del Sur, Taiwán, algunos de los países de
la ASEAN e India. Otro aspecto a resaltar tiene que ver con la diferencia entre
el arancel aplicado y el consolidado (llamado en la jerga del comercio
internacional como “agua en el arancel”), realidad que se da en las dos
categorías de productos y especialmente en las economías asiáticas de menor
desarrollo (Baldwin y Kawai, 2013).
Cuadro 5 - Acuerdos en vigor firmados por algún país de Asia Pacífico
(A enero de 2015)
Año
2015
2014
2013
2012
2011
2010
2009
2008
2007
Nº de acuerdos
2
5
5
4
4
6
6
8
4
Fuente: elaboración propia en base a OMC.
Cuadro 6 - Participación del comercio intrarregional por región
Año
1990
2000
2009
Internas
Externas
América del Sur y Central
14
86
26
74
26
74
Participación de las corrientes frente al total en porcentajes
Internas
Externas Internas Externas Internas Externas
America del Norte
Europa como bloque
Asia
41
59
35
65
42
58
56
44
27
73
49
51
48
52
39
71
52
48
Internas Externas
África
6
94
9
91
12
98
Fuente: elaboración propia en base a OMC.
Si bien la evidencia empírica es concluyente en cuanto al nivel de acuerdos
comerciales firmados en los últimos años, lo que naturalmente redundó en una
baja del arancel promedio internacional, no debe confundirse la apertura
arancelaria con el acceso real a los mercados, ya que el arancel -si bien
continúa siendo importante especialmente para los países en desarrollo que
poseen un nivel arancelario que duplica al de los países desarrollados -, es
solo uno de los instrumentos de política comercial aplicados por los Estados,
13
existiendo barreras no arancelarias y regulaciones que son reclamadas por las
multinacionales como las responsables de aumentar los costos de las
transacciones (Stiglitz, 2014).
En efecto, de acuerdo a la estadística de la OMC, gran parte del comercio
mundial ya se encuentra liberado (en el entorno del 50%). Esta realidad y
especialmente los niveles arancelarios de los bienes intermedios - categoría
que ha crecido más en el comercio internacional -, lleva a que algunos
especialistas entiendan que existe un aprovechamiento muy bajo de los
acuerdos comerciales vigentes (Baldwin y Kawai, 2013). Al respecto de este
punto caben dos apreciaciones, por un lado que los incentivos de negociar
acuerdos comerciales ya no son solo arancelarios, dado que las motivaciones
se visualizan en la incorporación de nuevas disciplinas como en aspectos de
importancia geopolítica. Por otro lado, los beneficios por las bajas arancelarias
siguen siendo importantes en términos del crecimiento del comercio
intrarregional, especialmente si se hace un análisis sectorial o se tiene en
cuenta el nivel de desarrollo y las estructuras productivas de los países que
suscriben los acuerdos comerciales.
La bibliografía especializada suele poner como ejemplo el crecimiento en el
comercio intrarregional de los miembros de la ASEAN en el sector de piezas y
componentes luego de la implementación de la zona de libre comercio, lo que
explica la integración productiva que años después se concretó con Japón y
China en la llamada “fábrica Asia” (ahora un fenómeno que también involucra a
otras economías). En cuanto a las cadenas globales de valor, Richard Baldwin
planteó que las mismas están transformando el flujo internacional de bienes,
servicios, inversiones, know – how y personas, y que “dado que la OMC se ha
quedado “estancada” con la agenda del siglo XX, es necesario una “OMC 2.0”
a fin de multilateralizar las normas que sostengan el modelo de producción que
deviene de la internacionalización de las cadenas de producción, con el objeto
de evitar la fragmentación y exclusión a las que lleva la situación actual y, en
consecuencia, una crisis en la gobernanza global del comercio internacional”
(Bianchi y Szpak:pp.7, 2013).
Otro aspecto de relevancia tiene que ver con el nivel de discriminación
provocado por la firma de este tipo de acuerdos, especialmente afectando al
sistema multilateral pero especialmente a las economías más débiles o
pequeñas que no forman parte de las negociaciones (Comisión Europea,
2006). De todas formas, sin negar los impactos por no integrar algunas de las
negociaciones, los efectos positivos de los acuerdos también favorecen a los
países que no los integran, como por ejemplo las normas vinculadas a la
facilitación de comercio o armonización normativa. Ahora bien, para ser parte
de dichos impactos será necesario emprender reformas internas que permitan
alcanzar niveles de competitividad internacional.
Este fenómeno adquiere mayor fuerza en la que podría ser denominada como
cuarta etapa de la integración económica, donde ocupan espacio los acuerdos
plurilaterales y ya no solo los bilaterales como en la etapa anterior. Si bien esta
nueva forma de integración es una realidad, no se encuentra muy extendida y
no ha provocado una baja en la firma de los acuerdos bilaterales, que siguen
14
siendo los menos complejos de negociar por parte de los Estados. Esta nueva
etapa está marcada por las conocidas como mega negociaciones, como el
Trans-Pacific Partnership (TPP) ya suscrito pero aún no en vigencia, el Trans –
Atlantic Trade and Invesment Partnership (TTIP) en negociación entre Estados
Unidos y la Unión Europea y el Regional Comprehensive Economic Partnership
(RCEP) impulsado por China y que lo vincula con toda la región de Asia
Pacífico (ASEAN +6).
La importancia de dichos acuerdos radica en que involucran a las principales
potencias mundiales, por lo que los efectos económicos serían de significación,
como así también en términos normativos debido a la profundidad y alcance
(normas OMC Plus y X que afectan) de los capítulos negociados, lo que tendrá
impactos en el sistema multilateral que serán de suma envergadura y afectará
especialmente a los países que no integran las negociaciones. (Peña, 2014:
2014, Rosales y Herreros, 2014). Otro efecto que suele ser resaltado por los
especialistas refiere a la relación existente entre la modalidad de los acuerdos
comerciales comentados y las cadenas globales de valor, especialmente para
las economías que no están insertas en este fenómeno, como ocurre con
América Latina a excepción de México y en menor medida Costa Rica.2
Asimismo, algunos autores han presentado a las mega negociaciones
comentadas como instrumentos de las grandes corporaciones económicas, las
que incluso forzaron a que las mismas se han llevado adelante en total silencio
y de espaldas a la sociedad civil (Stiglitz, 2014).
En el caso de Asia Pacífico, la firma del TPP sobre el RCEP aún en
negociación, podría afectar los encadenamientos productivos generados a
partir de Japón, China y Corea del Sur con la ASEAN. Como resultado, esta
realidad lleva a que las economías que no integran las negociaciones
encuentren intereses en ingresar y formar parte del grupo económico,
especialmente cuando se trata de negociaciones o acuerdos que involucran a
un importante número de países con características distintas.
2. Principales características de la integración económica en Asia
Pacífico
La región de Asia Pacífico ha sido la de mayor crecimiento en las últimas
cuatro décadas a impulso de China (pero ya no solo) y la estrategia de apertura
seguida respecto al comercio exterior y el régimen de inversiones, lo que
generó la formación de cadenas globales de valor tras las inversiones de las
empresas multinacionales (Estados Unidos, la Unión Europea y Japón), pero
más recientemente de las propias corporaciones asiáticas (China y otras
economías del sudeste asiático como Tailandia y Malasia). Como resultado, en
pocos años Asia Pacífico ha duplicado su participación en el comercio
internacional y la triplicó en inversiones. Además se ha registrado un aumento
del comercio intrarregional y de las inversiones regionales, lo que está
asociado a la formación de la llamada “fábrica Asia” (Kawai y Wignaraja, 2013).
2
Las corrientes manufactureras de Costa Rica se verán afectadas por el fenómeno INTEL, que decidió
instalar su planta en el sudeste asiático.
15
Las multinacionales asiáticas comenzaron a producir los bienes y servicios
asociados en diferentes países de la región de acuerdo a las ventajas
comparativas y capacidades tecnológicas de cada economía, lo que aumentó
la división del trabajo generando una integración vertical intra- industrial, lo que
puede confirmarse con el crecimiento del comercio de partes y componentes,
productos semi - terminados y terminados entre los países de la región. Las
exportaciones de sofisticadas partes y componentes japoneses exportados
hacia los países de la ASEAN para ser ensamblados, fue el primer impulso al
que luego se sumó China, República de Corea y Taiwán, así como otros países
de la ASEAN como Malasia y Singapur en determinadas partes y componentes
de menor sofisticación (Baldwin y Kawai, 2013). Este fenómeno generó un
compromiso regional que permitió un entorno de negocios apropiado para el
despliegue de estrategias industriales de los países del sudeste asiático, región
que cabe recordar cuenta con una importante diáspora china que lidera parte
de los negocios en dicha zona.
En este sentido, desde la década del noventa y primera del siglo XXI, los
países asiáticos comenzaron a implementar profundas reformas en sus
regímenes nacionales y política exterior, en uno de los fenómenos de mayor
importancia económica de los últimos 20 años. Se impulsó la firma de acuerdos
comerciales y un plan de infraestructura (transporte y telecomunicaciones), que
permitió una reducción de los costos vinculados con el comercio exterior e
impulsó la formación de clusters industriales y de servicios. Este fenómeno se
ha consolidado con la profunda integración de China con la ASEAN,
esperándose una profundización de India en los próximos años.
Actualmente Asia Pacifico cuenta con un importante número de acuerdos y
negociaciones en curso, las que tienen como centro de referencia a la ASEAN,
al menos hasta el cierre del TPP que amenaza el papel de dicho proceso de
integración en la articulación de la integración comercial en Asia Pacífico. Las
economías de Asia Pacífico participan de la APEC, algunas de ellas se
encuentran implementando una comunidad económica en el marco de la
ASEAN, lo que tendrá profundos impactos en el entorno de negocios de la
región. Además, dicho proceso de integración posee acuerdos vigentes con
Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda (ASEAN + CER), China e
India, formando una de las redes de acuerdos comerciales de mayor
importancia en términos de PIB y población si se la computa de forma
agregada. A partir de esta configuración de acuerdos comerciales, las
potencias asiáticas comenzaron a diagramar una estrategia en la que se
plantean la firma de acuerdos bilaterales (incluso profundizando los que se
poseen con la ASEAN), o suscribiendo nuevos acuerdos como el de China con
Australia, la firma de acuerdo trilaterales y la regionalización de los acuerdos
ASEAN + 3 y ASEAN + 6. Además, gran parte de los países de Asia Pacífico
han firmado acuerdos con países y bloques de extrazona, como Estados
Unidos, la Unión Europea y países latinoamericanos.
De acuerdo al Banco Asiático de Desarrollo, los acuerdos comerciales de la
región poseen algunas características comunes:
16
se trata de un fenómeno impulsado por las economías más
desarrolladas,
existen diferencias entre las economías en cuanto a la concentración del
comercio intrarregional,
los países priorizan la integración bilateral sobre la plurilateral, si bien
esta última gana terreno progresivamente,
cada vez más se cierran acuerdos extra regionales por sobre los
regionales,
los acuerdos cerrados en la región en su gran mayoría impulsan normas
OMC Plus,
existe gran diversidad en los contenidos de los acuerdos firmados por
las economías asiáticas (regímenes de origen por ejemplo),
la agricultura sigue siendo un factor de importancia en los acuerdos
(exclusiones y nivel de proteccionismo),
la cobertura en servicios aún no es comprensiva.
En cuanto a la integración económica en Asia Pacífico podrían identificarse al
menos tres motores que favorecieron la explosión de los acuerdos comerciales
en la región en los últimos años:
1) La importancia de la APEC y su relación con la OMC.
2) Los efectos de la profundización de la ASEAN.
3) La estrategia de las principales economías de Asia Pacífico y las mega
negociaciones.
2.1 La importancia de la APEC y su relación con la OMC
El Foro APEC se creó en 1989 con doce miembros, Australia, Brunéi, Canadá,
Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur,
Tailandia y Estados Unidos, constituyéndose pronto en el bloque económico de
mayor importancia de Asia Pacífico con 21 miembros (se sumaron Taiwán,
Hong Kong y China en 1991, México y Papúa Nueva Guinea en 1993, Chile en
1994 y Perú, Rusia y Vietnam en 1998). Respecto a América Latina, cabe
destacar que todos los miembros de la Alianza del Pacifico a excepción de
Colombia integran la APEC. El bloque sigue sin permitir el ingreso de nuevos
miembros, interés que han mostrado India, Mongolia, Pakistán, Laos,
Bangladesh, Colombia y Ecuador, entre otros.
Las cumbres anuales son las de mayor importancia en el foro y se han
realizado de forma ininterrumpida desde su lanzamiento:
17
Cuadro 7 - Cumbres anuales de la APEC
Año
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
País
Australia
Singapur
Corea del Sur
Tailandia
Estados Unidos
Indonesia
Japón
Filipinas
Canadá
Malasia
Nueva Zelanda
Brunéi
China
México
Tailandia
Chile
Corea del Sur
Viertnam
Australia
Perú
Singapur
Japón
Estados Unidos
Rusia
Indonesia
China
Filipinas
Perú
Viertnam
Ciudad
Camberra
Singapur
Seúl
Bangkok
Seattle
Bogor
Osaka
Manila
Vancouver
Kuala Lumpur
Auckland
Brunéi
Shanghái
Cabo San Lucas
Bangkok
Santiago
Busán
Hanói
Sídney
Lima
Singapur
Yokohama
Honolulu
Isla Russki, Vladivostok
Bali
Pekín
Manila
A definir
A definir
Fuente: Observatorio América Latina – Asia Pacífico.
En 1993 el presidente Clinton se reunió con los miembros del Foro donde
presentó su estrategia en Asia Pacífico, momento a partir del cual comienza
una puja por el liderazgo económico y político en la zona. En noviembre de
1994 se aprobó la declaración de Bogor (Indonesia) que estableció alcanzar el
libre comercio en bienes e inversiones, definiendo como meta el año 2010 para
los países desarrollados y el 2020 para los países en desarrollo.
En 1995 se adoptó la denominada Osaka Action Agenda que definió las
medidas específicas para dar cumplimiento al objetivo planteado en las metas
de Bogor, las que abarcaban tres pilares: liberalización de comercio e
inversiones, facilitación de comercio y cooperación económica y técnica. Entre
otros mecanismos de negociación, por cierto ya utilizados en las negociaciones
de la ASEAN, se definió la posibilidad de que los miembros avancen de forma
más acelerada en la apertura de 15 sectores, lo que permitió identificar los
intereses ofensivos de los miembros de la APEC, antecedente directo del
posterior P4 y TPP.
Si bien se definieron estrategias específicas para cumplir con los objetivos, no
se alcanzó el éxito esperado, lo que tiene que ver con los cambios en los
contextos internacionales y regionales, como por ejemplo los efectos de la
crisis asiática y la estrategia de la ASEAN y China (ASEAN +) en la región. En
efecto, suele aseverarse que el punto de quiebre en las metas de Bogor fue en
1998 en la reunión de Kuala Lumpur y 1999 en Auckland, donde surgieron
diferencias respecto al lanzamiento de una nueva Ronda de la OMC, que
finalmente se concretó en Doha, Qatar en 2001. Las reuniones posteriores no
18
descartaron las metas de Bogor, pero no lograron avanzar coordinadamente
hacia el cumplimiento del objetivo propuesto, lo que permitió la creación de
nuevas estrategias nacionales que derivaron en el lanzamiento de
negociaciones plurilaterales.
Las últimas reuniones de la APEC debieron enfrentar un nuevo escenario
marcado por las cambiantes estrategias de sus miembros en cuanto a las
mega negociaciones comerciales como el TPP y el RCEP, realidad que
impulsó a algunos Estados a tomar decisiones que afectarían los intereses de
los miembros en este ámbito de negociación. En ese sentido, tanto las
declaraciones de la reunión de China en 2014 como la de Filipinas en 2015,
afirmaron que los miembros siguen comprometidos con las metas de Bogor
para alcanzar un área de libre comercio entre los miembros para el año 2020
(Observatorio América Latina – Asia Pacífico, 2015).
Evaluación y perspectivas de la APEC
Más allá de las dificultades para cumplir con las metas de Bogor, parece claro
que el foro tuvo éxito en términos de la apertura de sus miembros,
disminuyendo en más de la mitad el arancel en un período de 20 años y
eliminando o arancelizando parte de las restricciones no arancelarias. Estos
resultados tienen que ver con la estrategia de apertura seguida por Estados
Unidos en el NAFTA, la propia ASEAN, la ANZERTA en Oceanía y la ASEAN +
3 y + ASEAN + 6 o incluso la integración de Rusia con la Comunidad de
Estados Independientes, con la que recientemente suscribió la Comunidad
Económica Euroasiática ya notificada ante a la OMC.
A su vez, el foro logró avanzar incluso en la relación comercial con economías
no miembros de la OMC y se transformó en un ámbito donde algunos países
avanzaron unilateralmente y bilateralmente en línea con las metas definidas,
caso por ejemplo de Australia, que junto a Nueva Zelanda han liderado la
integración con los países de la APEC.
Algunos de las fortalezas del bloque serían las siguientes:
fortalecimiento del sistema multilateral de comercio,
fomento de la conectividad en la región a través de la inversión en
infraestructura,
cooperación en cadenas globales de valor y suministro,
fomento de las inversiones,
incrementar el comercio intrarregional en la región y Asia Pacífico,
desarrollo de innovación, reforma económica y crecimiento,
facilitar la creación y crecimiento de micro, pequeñas y medianas
empresas,
importancia en temas de desarrollo sustentable, energía y medio
ambiente (Observatorio América Latina – Asia Pacífico, 2015).
En suma, el foro APEC fomentó la integración entre sus miembros y fue el
ámbito plurilateral de negociación de mayor importancia luego de la Ronda de
Doha, siendo incluso considerado el Plan B en caso de estancamiento de las
19
negociaciones multilaterales. La APEC jugó un papel clave en la liberalización
de China en términos de inversiones y en la mejora del entorno de negocios,
permitiendo avanzar de forma más acelerada que el ámbito multilateral, lo que
llevó a una presión que motivó reformas internas en el régimen de las
inversiones y el comercio exterior.
En cuanto a las perspectivas, cabe preguntarse cuál será el papel del foro
desde el cierre del TPP, lo que dependerá de la posición que finalmente tome
China respecto al acuerdo mencionado y a su estrategia de profundización
comercial en el marco del RCEP y sus acuerdos bilaterales con Japón y Corea
del Sur.
2.2 Los efectos de la profundización de la ASEAN
La ASEAN fue constituida en 1967 por la Declaración de Bangkok, documento
firmado por cinco miembros originarios Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y
Tailandia. Cuenta como antecedente directo a la Asociación del Sudeste de
Asia (ASA), integrada por Filipinas, Malasia y Tailandia, tratándose de un
acuerdo de defensa y seguridad. Con la incorporación de Brunei Darussalam
(1984), Vietnam (1995), Laos, Myanmar (1997) y Camboya (1999), se llegó a
conformar la ASEAN de la actualidad que cuenta con 10 miembros.
Los principales tratados de la ASEAN son los siguientes:
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
ASEAN Declaration (1967).
Treaty of Amity and Cooperation in Southeast Asia (1976).
Treaty on Southeast Asia Nuclear Weapon Free Zone (1995).
ASEAN Vision 2020 (1997).
Declaration of ASEAN Concord II (2003).
Kuala Lumpur Declaration (2005).
ASEAN Charter (2007).
Inicialmente se trató de un acuerdo político y de defensa que colaboró para
solucionar las diferencias internas (guerrillas) entre algunos de sus miembros
actuales y sostener la intervención extranjera en un contexto de Guerra Fría.
En ese sentido, recién en la década del noventa una vez se superó el conflicto
entre Vietnam y Camboya, el proceso puede concentrarse en el pilar
económico y comercial, con la característica que conviven en dicho bloque
países muy heterogéneos en cuanto a niveles de desarrollo, cultura, historia,
religión, organización política o corrientes migratorias. (Bartesaghi, 2013).
En 1992 el bloque definió alcanzar un área de libre comercio en 15 años, para
lo cual se establecieron cronogramas diferenciales que en caso de algunos
miembros culminó en 2015. El acuerdo de servicios se alcanzó en 1995,
alcanzando una liberalización progresiva del sector que inicialmente estuvo por
debajo de las expectativas. En ese sentido se implementó un mecanismo que
permite a los países que estén preparados acordar liberalizaciones en sectores
definidos y con los miembros que forman parte del acuerdo (Kawai y
Wignaraja, 2007). El acuerdo de inversiones fue firmado en 1998 abarca varios
sectores y tiene por objetivo la liberalización de las inversiones.
20
Luego de los impactos de la crisis asiática de 1997, se decidió aumentar el
nivel de integración, para lo cual se aprobó la denominada “Visión 2020” de la
ASEAN que establece:
“Transforming ASEAN into a stable, prosperous, and highly competitive region
with equitable economic development, and reduced poverty and socioeconomic disparities” (ASEAN: pp. i, 2013).
El acuerdo de 1997, fue institucionalmente formalizado por la Carta de la
ASEAN de 2007, que entre otras metas definió la confección de una comunidad
económica para el año 2015 y creó los tres pilares que guiarán el proceso para
los próximos años: político y de seguridad, el económico y el socio cultural.
Corresponde señalar que la ASEAN no tiene previsto implementar entre sus
socios una unión aduanera, lo que otorga al proceso cierta originalidad de
acuerdo a la integración clásica.
La Comunidad Económica de la ASEAN
Como se mencionó anteriormente la ASEAN se encuentra en proceso de
implementación del instrumento que habilitará la libre circulación de
mercancías (ya alcanzada), inversión, capital y mano de obra a partir del año
2015. El objetivo planteado se pretende alcanzar en base a cuatro pilares:
mercado único, una región competitiva, equilibrio en los desarrollos de los
miembros y una integración en la economía global.
Una reciente evaluación de los avances indicaría que ya se ha avanzado en un
elevado nivel de implementación de las disposiciones para confeccionar la
comunidad económica, si bien se prevén plazos diferenciales para las
economías de menor desarrollo en una modalidad que ha seguido
históricamente el bloque. En ese sentido en el primer y segundo pilar se
habrían alcanzado el 92,4 y 90,5% de las disposiciones previstas, por lo que se
ha avanzado significativamente (Ueki, 2015). Uno de los avances destacados
tiene que ver con la implementación de una ventanilla única de la ASEAN, que
si bien todavía requiere de mayores profundizaciones aduaneras en algunos de
los miembros de menor desarrollo como Myanmar, Laos y Camboya, se
encuentra en pleno proceso de implementación.
La ASEAN se ha transformado en un proceso de integración profundo, espacio
en el que además se negocian otras materias complementarias a la
constitución de la Comunidad Económica, que en todos los casos están
direccionados a mejorar el entorno de negocios de la región, uno de los pilares
de la integración en la región de Asia Pacífico. Algunas de las áreas en las que
el bloque muestra actividad permanente son las siguientes:
Políticas de desarrollo de recursos humanos y generación de
capacidades.
Reconocimiento de certificaciones profesionales.
Mecanismos de consultas macroeconómicas y financieras.
Programas de financiación del comercio.
21
Plan de infraestructura y competitividad.
Plan de comunicaciones y transporte.
Desarrollo de transacciones electrónicas.
Participación del sector privado en la comunidad.
El bloque negocia a su vez un Plan de Propiedad Intelectual y lleva adelante
una profunda armonización en normas técnicas, sanitarias, fitosanitarias,
certificaciones de calidad y en los incentivos e impuestos. Paralelamente la
ASEAN cuenta con una estrategia definida en el comercio de servicios, donde
se ha alcanzado liberalizaciones progresivas en los últimos años (Bartesaghi,
2015).
Más allá de los avances en la conformación del mercado común, la ASEAN
enfrenta importantes desafíos en cuanto a evitar un rezago de las economías
menos avanzadas, caso de Camboya, Myanmar, Laos y Vietnam. Dichas
economías deben enfrentar profundas reformas en infraestructura, facilitación
de comercio, modernización de las aduanas y transparencia, entre otros.
La agenda externa de la ASEAN
La agenda externa de la ASEAN merece especial atención para una mayor
comprensión de las estrategias actuales seguidas por alguna de las potencias
asiáticas así como en la progresiva formación de un modelo negociador en la
región.
Los primeros pasos de la ASEAN en esta área se dieron en paralelo a la
estrategia de profundización de los objetivos del bloque en 1997, donde por
primera vez se invita a China, Japón y Corea del Sur a una cumbre del proceso
de integración. En su momento, el acercamiento entre la ASEAN y las tres
principales economías asiáticas se planteó sobre la base de pilares que
reflejaban la importancia estratégica del acuerdo: por un lado la relación del
bloque ASEAN + 3 con los objetivos planteados en APEC (metas de Bogor), se
mencionaba la importancia expandir a las tres potencias asiáticas el acuerdo
de inversiones de la ASEAN y se planteó la necesidad de establecer
mecanismos de cooperación y desarrollo tecnológico. Si bien la ASEAN avanzó
en este acuerdo, los mismos culminaron en relaciones bilaterales que no
lograron regionalizarse, lo que no desmerece el logro de alcanzar una
estructura única de negociación entre los miembros del bloque con las
diferentes economías asiáticas.
En 2004, la ASEAN dobla la apuesta y decide lanzar el East Asian Summit, en
lo que se conoce como ASEAN + 6. La primera reunión se realizó en Malasia
en 2005 donde además de los 10 miembros de la ASEAN participaron China,
Corea del Sur, Japón, India, Australia y Nueva Zelanda. Los acuerdos de la
ASEAN con la región posicionaron al bloque como el centro de cooperación de
la integración regional en Asia Pacífico y formaba parte de la estrategia de
profundización de la ASEAN desde que se estableció alcanzar un mercado
común entre sus miembros. En definitiva, este nuevo paso posicionó el
lanzamiento del llamado RCEP, negociación liderada por China pero que toma
como base los acuerdos ASEAN + 6.
22
2.3 La estrategia de las principales economías de Asia Pacífico y las
mega negociaciones
Históricamente, todos los ámbitos de negociación contaron con liderazgos,
caso de Estados Unidos en la conformación del GATT o de Francia y Alemania
en la creación de la Comunidad Económica Europea, hoy Unión Europea.
Además, hasta la actualidad tanto Estados Unidos como la Unión Europea han
sido el modelo de negociación que han seguido los diferentes países a nivel
internacional. En el caso de Asia Pacífico, como fue comentado, se trata de
una región que ingresó de forma tardía al fenómeno de la integración
económica y firma de acuerdos comerciales más allá del papel de Japón, China
y de la ASEAN como posible nodo de los acuerdos regionales. Si bien es
esperable que Japón y China sellen finalmente una alianza estratégica en Asia
Pacífico (se llevan realizadas nueva rondas comerciales para suscribir un
acuerdo bilateral), las diferencias políticas entre los dos Estados y los
diferentes modelos de acuerdos comerciales impulsados por ambos,
postergaría dicho acercamiento, lo que en clave geopolítica favorecería a las
potencias de extra zona, en particular a Estados Unidos. Dicha situación podría
favorecer el papel de la ASEAN como hub comercial y articulador de las
políticas regionales.
La estrategia de inserción de Japón en la región se centró en una apertura en
los bienes industriales y servicios, manteniendo una política muy proteccionista
en el sector agrícola, la que aún somete al ámbito multilateral. Si bien comenzó
a negociar acuerdos de forma algo tardía en relación a Estados Unidos y la
Unión Europea, pronto logró suscribir una red de acuerdos profundos con los
países de Asia Pacífico. Japón cuenta con un acuerdo con la ASEAN, además
los acuerdos bilaterales con Malasia, Vietnam, Indonesia, Tailandia, Singapur y
Brunéi. A su vez suscribió acuerdos con India y Australia y recientemente cerró
las negociaciones en el marco del TPP, por lo que alcanzó una red preferencial
con prácticamente toda la región. La incorporación de Japón al TPP tuvo
implicancias para Asia Pacífico, especialmente para China y sus negociaciones
trilaterales con Japón y Corea del Sur, así como las enmarcadas en el RCEP.
Como resultado, Japón no posee hasta la fecha un acuerdo con China ni con
Corea del Sur, debiendo además enfrentar disputas diplomáticas con el primer
país por los territorios en el Mar de China, las que llegaron a niveles
preocupantes para la estabilidad de la región. El nivel de tensión en las
relaciones políticas entre algunos de los países asiáticos se traslada a las
negociaciones, ya que se aduce que las diferencias políticas entre Corea del
Sur y Japón fue una de las principales razones por las cuales el primer país no
ingresó al TPP (Schott, 2013).
En el caso de China, dicho país posee un acuerdo con la ASEAN, el que
complementó con acuerdos bilaterales con Singapur e impulsó las
negociaciones en el marco del RCEP, lanzó la firma de acuerdos bilaterales
con las principales economías de la región, destacándose las negociaciones
tripartitas con Japón y Corea del Sur, cerrando con este último país
recientemente las negociaciones. China ya contaba desde el año 2008 con un
acuerdo con Nueva Zelanda y cerró un TLC con Australia en 2015. Tomando
en cuenta los diferentes escenarios de negociación, la conformación de una
23
zona de libre comercio de Asia Pacífico en el marco de la APEC arrojaría los
mayores beneficios económicos para China, lo que lleva al país asiático a
reconfigurar su estrategia para no sufrir impactos negativos por no integrar las
negociaciones del TPP.
Corea del Sur también ha participado activamente de las negociaciones
comerciales, si bien no ha ingresado al TPP mostró interés en hacerlo y se
encuentra bien posicionado en términos del esfuerzo negociador, ya que este
país posee un acuerdo vigente con Estados Unidos y la Unión Europea. La
incorporación de Corea del Sur al TPP tiene relación directa con las otras dos
potencias asiáticas. En el caso de China por el reciente TLC, mientras que en
el de Japón por no tener aún un acuerdo comercial bilateral. Por tanto, dado
que Japón también integra las negociaciones en el RCEP y las negociaciones
trilaterales con China y Japón, podría definirse qué modelo de relacionamiento
seguirá en la región. En este sentido, China ha quedado mejor posicionado
desde que suscribió el acuerdo con Corea del Sur, lo que no supone que este
país no integre el TPP, bloque que explica un tercio del comercio exterior del
país, seguido por China y la Unión Europea, actores con los cuales el país
asiático ya ha cerrado acuerdos bilaterales. Asimismo, el país ya posee
acuerdos comerciales bilaterales con diez de las doce economías que integran
el TPP, si bien en algunos casos los acuerdos son menos profundos y cuentan
con un nivel mayor de excepciones si se lo compara con el TPP. Además, el
ingreso al TPP implicaría cerrar una negociación con Japón y con México, dos
miembros con los cuales no ha logrado avanzar (Schott, 2013).
En los próximos años se definirá cuál será finalmente el modelo de integración
que imperará en la región de Asia Pacífico. Un escenario posible es que el TPP
y el RCEP converjan en la zona de libre comercio de Asia Pacífico en el marco
de la APEC, si bien allí existen otras barreras como la estrategia de inserción
comercial seguida por Rusia. Más allá del éxito diplomático del TPP,
especialmente por la inclusión de Japón en las negociaciones (para Estados
Unidos también fue de suma importancia la incorporación de México y Canadá
para concretar una actualización del NAFTA), China posee una relación cada
vez más profunda con la ASEAN (cadenas globales de valor) y logró un
acuerdo bilateral con Corea del Sur y otras economías asiáticas. China además
cuenta con la posibilidad de incorporar a India en su modelo de inserción,
potencia que por sus características productivas y niveles de desarrollo
encuentra mayores coincidencias con el RCEP que con el TPP.
Un aspecto que debe tenerse en cuenta en la relación entre el TPP y el RCEP
o ASEAN ampliada, tiene que ver con la importancia que han adquirido las
economías emergentes en las negociaciones internacionales. En la actualidad,
dada la importancia económica de dichos actores, ya no es posible no
considerar sus posiciones por la sencilla razón que la no inclusión de dichos
países afecta los impactos económicos del acuerdo en términos de PIB,
comercio, desarrollo normativo o creación de cadenas globales de valor. A su
vez, el tiempo permitirá evaluar si las profundas disciplinas negociadas en el
TPP se transforman en un modelo para los futuros acuerdos comerciales o si lo
allí acordado finalmente no logra consagrarse en las economías internas
(restricciones normativas) o alcanzar los beneficios esperados en términos
24
regionales, como por ejemplo se menciona con la acumulación de las reglas de
origen, uno de los problemas de mayor impacto para las empresas que están
radicadas en una región y pretende exportar a varios mercados que poseen
diferentes reglas de origen o cumplimiento de normas técnicas. Es por eso que
para algunos autores es apresurado definir como modelo a los mega bloques
comerciales, especialmente cuando se lo traslada al ámbito multilateral
(Lawrence, 2013).
2.4 La Asociación Económica Integral Regional (RCEP)
Como mega negociaciones se define a toda espacio que por su dimensión en
términos de las economías que la integran (PIB, población, participación en el
comercio mundial e inversiones) de avanzar en la firma de un acuerdo
comercial tendría impactos globales, tanto para el ámbito multilateral, como
para los países que no forman parte de las negociaciones e impactos menores
en los que se integran tardíamente. Dentro de dicha categoría se podría
computar a la propia APEC, si bien es cierto que el concepto de mega bloque o
negociación es más reciente y no es utilizado para el foro ya tratado en
capítulos anteriores.
Se trata de un concepto que surge con el lanzamiento del acuerdo
Transpacífico (TPP), el Acuerdo Transatlántico negociado entre Estados
Unidos y la Unión Europea (TTIP), y la Asociación Económica Integral Regional
(RCEP). Debido a la importancia en el PIB, comercio exterior, población o
inversiones, algunas organizaciones y autores han incorporado algunas
negociaciones bilaterales en esta categoría, caso de la que lleva adelante la
UE con India y Japón. De acuerdo a los modelos de equilibrio general, el
tamaño del bloque tiene relevancia, ya que cuanto mayor sea el acuerdo, más
importante serán los ingresos mundiales. Como consecuencia, la zona de libre
comercio en el marco de la APEC (FTAAP) sería la de mayor impacto
económico, seguido por el RCEP (ASEAN + 6) y en tercer lugar el TPP (Kawai
y Ganeshan, 2013: INTAL, 2013). El mapa de acuerdos comerciales en Asia
Pacífico lleva a identificar a dicha zona con la expresión “noodle bowls”
utilizada en el plano multilateral, ya que existe un desafío en la armonización de
las diferentes normas negociadas en los acuerdos comerciales, como las de
origen, administrativas y normas técnicas, entre otras.
El RCEP fue lanzado en noviembre 2012 por los líderes de la ASEAN,
incorporando a China, Australia, Japón, Corea del Sur, India y Nueva Zelanda
(ASEAN + 6), países que en conjunto explican más del 30% del comercio
mundial. El documento “Guiding Principles and Objectives for Negotiating the
Regional Comprehensive Economic Partnership” definió el alcance del acuerdo.
Se destacan los siguientes puntos:
1) El RCEP será consistente con las normas de la OMC y con los artículos
XXIV del GATT y V del GATS.
2) Incluirá disposiciones para expandir el comercio, las inversiones y la
transparencia, fomentando la participación de sus miembros en las
cadenas globales de valor.
25
3) Teniendo en cuenta los diferentes niveles de desarrollo de los países
que integran las negociaciones, se contemplarán flexibilidades
incluyendo tratos diferenciados para las economías de menor desarrollo
y en particular para las economías de menor desarrollo de la ASEAN
como ha ocurrido en los acuerdos vigentes en el marco del ASEAN Plus.
El objetivo del acuerdo es profundizar los convenios de la ASEAN con
las otras seis economías asiáticas en base a las preferencias y
regulación ya existente.
4) El RCEP no irá contra los acuerdos ya firmados por la ASEAN con los
otros miembros, ni aprobará normas en contrario a las disposiciones
aprobadas en los acuerdos bilaterales que existan entre las economías
parte.
5) Integran la negociación los miembros de la ASEAN y sus socios
comerciales (ASEAN Plus). Luego de finalizadas las negociaciones por
los 16 miembros, se aceptarán nuevos integrantes que tengan acuerdos
con la ASEAN, sean o no parte de la región.
6) Los temas de negociación cubrirán el comercio en bienes y servicios,
inversiones, cooperación económica y técnica, propiedad intelectual,
política de competencia y solución de diferencias.
7) Las negociaciones tomarán como base las preferencias existentes entre
los miembros buscando alcanzar una profundización.
8) Las negociaciones en servicios incluirán todas las áreas buscando
alcanzar un acuerdo comprensivo y de alta calidad en cumplimiento con
las normas de la OMC.
9) El capítulo de inversiones cubrirá los cuatro pilares: promoción,
protección, facilitación y liberalización.
10) Las rondas de negociación comenzarán en 2013 y deberán finalizarse
en 2015.3
Las negociaciones tienen por objetivo principal la consolidación y
profundización de la importante red de acuerdos bilaterales y plurilaterales
firmados por las economías de Asia Pacífico a partir de los acuerdos ASEAN +
3 y ASEAN + 6, lo que confirmaría el papel de la ASEAN como articulador de la
integración en Asia Pacífico. Como lo indica el cuadro presentado
seguidamente, el RCEP cumplió como lo hizo el TPP con la realización de un
número importante de rondas de negociación, si bien no ha logrado alcanzar el
objetivo de suscribir un acuerdo antes de finalizado el año 2015. Este es un
punto central para el futuro de las negociaciones, ya que en momentos en que
se desarrollaba la décima cumbre del RCEP, desde Estados Unidos se
3
Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón. Consultado el 7 de enero de 2016 en:
http://www.mofa.go.jp/announce/announce/2012/11/1120_03.html
26
informaba el cierre de las negociaciones del TPP, que cabe recordar incluye a
varias de las economías que integran el RCEP (siete economías participan de
las dos negociaciones).
Cuadro 8 - Rondas de negociación del RCEP
Fecha
Tipo de reunión
País
Avance
nov-12
Lanzamiento de las negociaciones
Camboya
Aprobación de la declaración y el documento guía de las
negociaciones.
may-13
Primera ronda de negociaciones
Brunéi
Definición de criterios de negociación y grupos técnicos
en bienes, servicios e inversiones.
ago-13
Primera ronda de Ministros
Brunéi
Reuniones de los grupos técnicos.
set-13
Segunda ronda de negociaciones
Australia
Se debatió sobre el alcance y métodos de negociación.
ene-14
Tercera ronda de negociaciones
Malasia
Reuniones de los grupos técnicos.
abr-14
Cuarta ronda de negociaciones
China
Se definió que en la próxima ronda de negociaciones se
establecerían los grupos técnicos en normas sanitarias y
fitosanitarias, normas técnicas, reglamentos técnicos y
procedimiento de evaluación de conformidad.
jun-14
Quinta ronda de negociaciones
Singapur
Reuniones de los grupos técnicos. Se trató el tema
cooperación económica y técnica y propiedad
intelectual, política de la competencia y asuntos legales
e institucionales.
ago-14
Segunda ronda de Ministros
Myanmar
Reuniones de los grupos técnicos.
nov y dic - 2014
Sexta ronda de negociaciones
India
Reuniones de los grupos técnicos.
feb-15
Séptima ronda de negociaciones
Tailandia
Reuniones de los grupos técnicos.
jun-15
Octava ronda de negociaciones
Japón
Reuniones de los grupos técnicos.
jul-15
Reunión ministerial
Malasia
Reuniones de los grupos técnicos.
jul-15
Novena ronda de negociaciones
Myanmar
Reuniones de los grupos técnicos. Se realizó una reunión
del grupo técnico de comercio electrónico.
ago-15
Tercera ronda de Ministros
Malasia
Reuniones de los grupos técnicos.
oct-15
Décima ronda de negociaciones
Korea
Reuniones de los grupos técnicos.
Fuente: elaboración propia en base al Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.
Uno de los aspectos centrales en la negociación del RCEP tiene que ver con el
nivel de integración pretendido, lo que además no puede ser analizado de
forma aislada, sino que tiene relación directa con el acuerdo TPP y las
negociaciones en el ámbito multilateral. En ese sentido, existen diferencias
entre las dos mega negociaciones que involucran a países de la región de Asia
Pacífico. En el caso del TPP se trata de un acuerdo que incorpora los más
elevados estándares comerciales en base a normas OMC Plus y OMC X,
hecho que está relacionado con los intereses de quien lidera dicha negociación
(Estados Unidos), pero también por el tipo de economía que la integran, las
que ya poseen un nivel de desarrollo muy elevado, mercados internos
reducidos y en prácticamente todos los casos han suscrito varios acuerdos de
última generación. Este modelo negociador impulsó a Estados Unidos a
incorporarse al llamado P4 para recuperar el espacio perdido en Asia Pacífico
durante los primeros años del nuevo siglo, justo el momento en que China
27
desplegó una agresiva estrategia de profundización de las relaciones con Asia
Pacífico y la ASEAN (conformación de la “fábrica Asia”). Algunos autores
entienden que la estrategia de Estados Unidos en el TPP tiene que ver con
aislar a China en los mercados que integran el TPP, por lo que ha fomentado el
ingreso de Japón y Corea del Sur - sin concretarse hasta la fecha - para
equilibrar fuerzas en la región (Ramírez, 2013).
El caso del RCEP tiene otras particularidades que impone una mayor
complejidad en términos negociadores, en especial en cuanto al nivel de
profundidad del acuerdo (capítulos incluidos), la importancia del acceso a
mercados y armonización de normas y el sector agrícola y la importancia
otorgada a las asimetrías entre los miembros de menor desarrollo, lo que
implicará un nivel de flexibilizaciones y cooperación económica y técnica no
previstas en el TPP. Debe tenerse en cuenta que se trata de un grupo de
países mayormente en desarrollo con una red de acuerdos vigentes que no
incorporan las disciplinas incorporadas en los acuerdos cerrados por los
miembros del TPP.
Las estrategias de desarrollo de algunos de los miembros del RCEP, la
importancia de sus mercados internos, el nivel de desarrollo normativo en
algunos capítulos de suma importancia para el TPP como la propiedad
intelectual, medio ambiente, normas laborales, normas técnicas y protección
de datos, entre otros, adelantan la definitiva implementación de dos modelos de
negociación en la región, más allá de que en el largo plazo no deba
descartarse una convergencia entre los dos acuerdos en el marco del APEC.
Las principales economías que marcan dicha posición en las negociaciones del
RCEP son India, Indonesia, China, Filipinas y Tailandia. Además, en el caso
del RCEP se suma la articulación de la ASEAN, papel que fue reconocido
expresamente por las partes durante el proceso y se encuentra relacionado con
la profundización del proceso de integración de mayor importancia en Asia
Pacífico (Herreros y Rosales, 2013).
Desde el cierre de las negociaciones del TPP se abre un nuevo escenario en
Asia Pacífico que tendrá como centro de atención a China, Japón y Corea del
Sur. Asimismo, también tendrá suma relevancia el avance de la ASEAN en la
implementación de su Comunidad Económica. Como es sabido, China ha
suscrito recientemente un acuerdo con Corea del Sur y pretende cerrarlo con
Japón que ingresó al TPP muy avanzada la negociación. Por otra parte, Corea
del Sur no ha ingresado al TPP hasta la fecha, si bien ha mostrado interés en
incorporarse lo que es de sumo interés para Estados Unidos. China podrá
desplegar una relación más profunda con India (posee un marco histórico en el
acuerdo APTA) y con las principales economías de la ASEAN que no
integraron el TPP, caso de Indonesia, Filipinas y Tailandia (Vietnam, Singapur,
Malasia y Brunéi sí integran el TPP), lo que le permitiría ejercer un contrapeso
a la estrategia seguida por Estados Unidos en la región de Asia Pacífico.
3. Algunas conclusiones
Asia Pacífico atraviesa por profundas transformaciones, las que están
impulsadas por los avances en las mega negociaciones ya comentadas, la
28
profundización de la ASEAN y por una nueva etapa de desarrollo económico en
China.
Como se mencionó en los apartados anteriores, Asia Pacífico ha sido la región
que ha suscrito el mayor número de acuerdos comerciales en los últimos años.
La red de acuerdos es muy variada en su alcance, lo que genera un desafío en
términos de coherencia regulatoria y modelos de negociación. Si bien algunos
países asiáticos ya impulsan acuerdos de cuarta generación con disciplinas
OMC Plus y X, otras – especialmente las de mayor tamaño – poseen todavía
un amplio margen de negociación arancelario y en los capítulos clásicos de los
acuerdos de tercera generación. Este es el caso de India, Indonesia, Tailandia,
Filipinas y hasta la propia China.
El cierre de TPP compuesto por varias economías de Asia Pacífico, como
Japón y algunos miembros de la ASEAN (Malasia, Singapur, Vietnam y Brunéi)
y Australia y Nueva Zelanda desafía a la región en varios frentes; por un lado el
papel que jugará la APEC; el futuro de la ASEAN como articulador del
fenómeno de la integración en la región; la suerte esperada por China en el
modelo que impulsa en el marco del RCEP donde es clave su relación con
India; y la relación que las potencias de Asia Pacífico tendrán en términos
económicos y comerciales con Rusia, que cabe recordar es miembro de la
APEC.
Se abren muchos posibles escenarios en la región de Asia Pacífico, los cuales
tendrán mayor o menor probabilidad de consolidarse, pero lo que sí está claro y
no puede desconocerse, es que se trata de una región en plena transformación
y en la cual se observan las tendencias internacionales que reglarán el
comercio internacional por los próximos años. Las regiones más atrasadas en
reaccionar frente a este modelo, deben tomar nota de lo que está
aconteciendo, ya que en caso contrario los costos serán una barrera más para
alcanzar el crecimiento sustentable.
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