CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
MÁS ALLÁ DE LA NOSTALGIA
POSCOLONIAL: LOS MELODRAMAS
DESEANDO AMAR Y 2046
DE WONG KAR-WAI
VICTORIA PROTSENKO
«El único encanto del pasado consiste en que es
el pasado», escribió Oscar Wilde (2007: 72). Verdadero o imaginario, el pasado es activamente explotado por la cultura popular: muebles retro, ropa
vintage y tecnología analógica han vuelto a estar
de moda. El marketing de la nostalgia se extiende a
la industria cinematográica: Hollywood es inundado por los remakes de los clásicos, adaptaciones
de Disney, reboots de Marvel y grandiosas piezas de época. El reciclaje de historias e imágenes
genera una respuesta afectiva en los espectadores y triunfa en la taquilla. La nostalgia prevalece también en el cine de autor, particularmente
en melodramas. Como un género que apela a las
emociones a través de la narración subjetiva, lujosa escenografía y banda sonora, el melodrama
proporciona las características ideales para la recreación del pasado.
El prototípico melodrama relata los casos de
amor no correspondido, pérdida, autosacriicio
y destino, y prioriza la puesta en escena, inter-
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pretaciones y música sobre la acción. Podemos
decir que es el género más apropiado para contar historias personales en el contexto de una
sociedad cambiante, poniendo como ejemplo el
wenyi pian, el equivalente chino del melodrama.
El wenyi tiene sus orígenes en wenming xi, la tradición teatral que gozaba de gran popularidad en
Shanghái entre 1913-1915, y yuanyang hu ie pai, el
Pato Mandarín y la Mariposa, la escuela literaria
de principios del siglo XX que deinió no solo al
sector editorial, sino también al cinematográico,
de Shanghái (Teo, 2006: 204-205; Zhang, 1999:
13-14). Wenming xi recurría a las tramas shakesperianas y escenografías occidentales, y se apoyaba en la improvisación: «La mayoría de las obras
interpretadas durante este período no eran todavía dramas literarios [...]. Muchas veces los actores
conocían solo la trama general e improvisaban los
diálogos y acciones» (Eberstein, 1990: 12). Varias
«obras civilizadas» fueron adaptadas para el cine
en los años veinte. Entre las películas conocidas
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
como “melodramas progresistas” destacan La diosa
(Shen nü, Wu Yonggang, 1934), El amanecer (Tianming, Sun Yu, 1933) y Cruce de caminos (Shi zi jie
tou, Shen Xiling, 1937). En la misma década, varias
novelas de la escuela del Pato Mandarín y la Mariposa se convirtieron en películas: Spirit of the Jade
Pear (Yu Li Hun, Zhang Shichuan, 1924), basada
en la novela homónima de Xu Zhenya, y Lonely
Orchid (Kong gu lan, Zhang Shichuan, 1926), basada en la novela de Bao Tianxiao, destacan como
grandes éxitos de taquilla. Su intrincada trama y
sentimentalismo delatan la inluencia occidental;
sin embargo estos melodramas cultivan las virtudes confucianas. Las adaptaciones cinematográicas de las novelas yuanyang hu ie pai dominaron la
industria de las décadas 1930-1940 en Shanghái y
1950-1960 en Hong Kong. El nuevo género recibió
el nombre de wenyi —la abreviatura de wenxue yu
yishu («artes y letras»)—, que se reiere al origen de
películas en obras literarias.
La renuncia al amor bajo presión social era
la trama más común de los wenyi pian. Primavera en un pequeño pueblo (Xiao cheng zhi chun, Fei
Mu, 1948), frecuentemente citada como el mejor
ejemplo de melodrama en la China pre-comunista
(Wang, 2013: 271-310; Daruvala, 2007: 169-185;
Yeh, 2006: 8-10; Teo, 2006: 206-207), trata de una
mujer que permanece iel a su esposo enfermo
después de reencontrarse con su viejo amor. Por
otro lado, las historias de amor casto perdieron
su atractivo después de la Revolución Cultural. El
luchador reemplazó al héroe romántico, la mujer
guerrera sustituyó a la heroína abnegada (Teo,
2006: 209) y la industria cinematográica, trasladada a Hong Kong, se concentró en las películas
de artes marciales que relejaban la violencia en
la vida real. Los wuxia pian («películas de combates
caballerescos») y las películas policíacas respondían a los cambios políticos, sociales y económicos
producidos en la ciudad de inales de los sesenta
a mediados de los noventa. Sin embargo, a principios del siglo XXI, hubo un breve renacimiento del wenyi pian: Teo menciona Tempting Heart
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(Sam Dung, Sylvia Chang, 1999), Fly Me to Polaris (Xing yuan, Jingle Ma, 1999), Anna Magdalena
(Ngon na ma dak lin na, Yee ChungMan, 1998) y
Deseando amar (Fa yeung nin wa, Wong Kar-wai,
2000) como «ejemplos de la unión de la literatura,
el arte, la música y el romance» (Teo, 2006: 209 [de
aquí en adelante, la traducción es mía]). La obra de
Wong Kar-wai, el primer cineasta chino en recibir el premio al mejor director en Cannes, reviste
especial interés para los investigadores del género
wenyi. El mayor éxito de Kar-wai hasta la fecha,
Deseando amar, y su secuela 2046 (2004), ambas
ambientadas en el Hong Kong de los años sesenta, revisitan los clásicos del género. Pero, aunque
la suntuosa escenografía, personajes arquetípicos
y lecciones morales de ambas películas evoquen
la segunda edad de oro del cine chino, Deseando
amar y 2046 dotan al wenyi tradicional de contenido sociopolítico actual. El presente artículo explora cómo estas películas utilizan las convenciones
melodramáticas chinas y occidentales —la narrativa no lineal, la voz en off, la música, accesorios y
decorados— para retratar la nostalgia poscolonial.
En primer lugar, cabe deinir el signiicado del
término «nostalgia». Aunque no se haya reconocido cientíicamente hasta el siglo XVII, la nostalgia
y sus síntomas fueron descritos mucho antes de
1688, el año en que Johannes Hofer presentó su
Dissertatio medica de nostalgia. En la antigüedad
clásica, cuando la nostalgia era un privilegio de
la clase intelectual (Klibansky et al., 1964: 30-31),
Ovidio escribió dos obras profundamente sentimentales en su exilio en Tomis, Epistulae ex ponto y Tristia, Virgilio lamentaba la destrucción de
Troya en su obra Eneida y Homero creó su gran
epopeya, la Odisea. A la manera de Ulises, que anhelaba «ver levantarse el humo de su tierra» (Homero, 1998: I.57 ff), los pacientes de Hofer padecían la depresión causada por el deseo de regresar
a su patria (Hofer, 1934: 381). En su mayoría eran
mercenarios suizos, tenían síntomas como falta
de apetito, ansiedad e insomnio, les recetaban limpieza del colon, sangrías y opio (Adelman, Barkan,
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
2011: 250). Un siglo después de la publicación de
Hofer, los médicos franceses y británicos informaron de casos parecidos entre sus soldados y marineros. Ataques de nostalgia demoraban la expansión imperialista: en vez de morir por la patria en
el campo de batalla, los militares morían de tristeza por no poder volver a casa (Goodman, 2013). El
ejército francés durante las Guerras Napoleónicas
(Battesti, 2016: 134), el ejército ruso en la Guerra
de Sucesión Polaca (Lowenthal, 1985: 11) y los tripulantes de la primera expedición de James Cook
(Banks, 2011: 329), todos sufrían de nostalgia.
En tiempos en los que la mayor parte de la población mundial no se aventuraba a ir más allá de
los pueblos que se encontraban a unos días de distancia, la nostalgia era un sentimiento casi exclusivo de los nobles, militares y marineros. Pero, a
inales del siglo XVIII, tras el descubrimiento de los
nuevos medios de transporte, desde los campesinos
y refugiados hasta los ilósofos y poetas se vieron
afectados por la nostalgia: «El nuevo escenario de
la nostalgia no era ni el campo de batalla, ni la sala
del hospital, sino paisajes nublados, relejos en los
estanques, nubes que cruzan el cielo y ruinas de
la Edad Media o la Antigüedad» (Boym, 2001: 26).
Los románticos eran particularmente sensibles en
este aspecto, celebraban el pasado en su estado incompleto e introdujeron la cultura de la conmemoración. Guardado en un gabinete de curiosidades,
en los álbumes y manuscritos, el pasado se convirtió en patrimonio. Los monumentos urbanos y
museos provinciales proliferaban como setas después de la lluvia y, «por primera vez en la historia,
antiguos monumentos fueron restaurados en su
imagen original» (Boym: 29). La conservación del
patrimonio arquitectónico en Alemania, Francia,
Italia, Portugal e Inglaterra fue guiada por un recién adquirido sentido de pertenencia a la nación.
Los cambios socioculturales de inales del siglo
XIX hasta mediados del siglo XX nutrieron la identiicación nacionalista. La nostalgia ha sido nombrada «síndrome del emigrante» (Frost, 1938: 802)
e «incapacidad de adaptación» (Starobinski, 1966:
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101), pero el énfasis se ha desplazado de la distancia espacial a la temporal: no era la dislocación en
sí lo que provocaba nostalgia, sino el ritmo de vida
acelerado y la concepción lineal de la temporalidad
(Fritzsche, 2002: 62-85). Tras aceptar que el tiempo
es irreversible, los nostálgicos dieron más importancia todavía a los lugares históricos, tradiciones
y artesanías en peligro de extinción. La nostalgia
permaneció vinculada al patrimonio a lo largo del
siglo XX, integrada en el gran debate público sobre
el legado arquitectónico que se vio impactado por el
desarrollo urbano y las guerras mundiales. La protección del patrimonio cultural era el objetivo de
la campaña paneuropea «Un futuro para nuestro
pasado» y de la Ley Nacional para la Conservación
Histórica, irmada en los Estados Unidos en 1966.
A pesar de que el programa patrimonial no arrancó en Hong Kong hasta la década de los 2000, es
lógico que en una ciudad donde los templos budistas se esconden entre un rascacielos y una joyería
la nostalgia forme parte de la identidad local.
A PESAR DE QUE EL PROGRAMA
PATRIMONIAL NO ARRANCÓ EN HONG
KONG HASTA LA DÉCADA DE 2000, ES
LÓGICO QUE, EN LA CIUDAD DONDE
LOS TEMPLOS BUDISTAS SE ESCONDEN
ENTRE UN RASCACIELOS Y UNA JOYERÍA,
LA NOSTALGIA FORME PARTE DE LA
IDENTIDAD LOCAL
El Hong Kong cosmopolita y materialista que
hoy conocemos creció a la sombra de Shanghái. Su
momento llegó con el Gran Salto Adelante, cuando el miedo y la hambruna impulsaron a más de
142.000 personas a abandonar Shanghái, Chaoshan, Guangdong, Siyi y Ningbo. Los inmigrantes
adinerados trasladaron sus negocios a la colonia
británica, generaron empleos y desarrollaron la
industria, pero el lujo de inmigrantes ilegales que
escapaban de la Revolución Cultural causó la esca-
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
sez de tierra y agua. Ricos o pobres, los inmigrantes
obsesión con el pasado y el tiempo detenido, que
en su mayoría veían Hong Kong como un lugar de
son temas delicados en el período de transición. El
tránsito y no un destino (Abbas, 1997: 4). Deseando
protagonista, Chow, está resuelto a alquilar la haamar es un homenaje a aquella comunidad inmibitación 2046 porque el número tiene un signiigrante: «vivían en un barrio aislado [...]. Dos o tres
cado especial para él, y termina enamorándose de
familias vivían bajo el mismo techo compartiendo
las mujeres que ocupan este cuarto: Lulu, Bai Ling
no solo la cocina y el baño sino también su privaciy Jingwen. Teo interpreta la relación que Chow
dad. Quise hacer una película sobre aquellos tiemmantiene con las mujeres procedentes de la China
pos» (Tobias, 2001). La generación adulta conservó
continental como una alegoría de la reuniicación
su dialecto, cocina y costumbres mientras la ge(Teo, 2005: 149), pero la interpretación del mismo
neración joven seguía la moda, la música y el cine
director es mucho más prosaica: «El número 2046
occidentales. Aquellos emigrantes que hicieron
le recuerda al pasado y a momentos inolvidables
su fortuna bajo el dominio británico poco a poco
que ha ido tratando de repetir. Su amor por Su
abandonaron el sueño de volver a China. A inaLi-zhen ensombrece y condena todas sus relacioles de los años sesenta, Hong Kong ya era uno de
nes»1. Hasta escribe novelas de ciencia icción, tituladas 2046 y 2047, sobre los pasajeros (basados
los Tigres Asiáticos, y la identidad local empezó a
en sus conocidos) a bordo
tomar forma. La transición
de un tren con destino al
se hace evidente en la peLOS TEMAS RECURRENTES EN LA
año 2046, un lugar donde
lícula 2046: al regresar de
FILMOGRAFÍA DE WONG KAR-WAI
nada cambia. Este viaje al
su exilio voluntario, el pro–NOSTALGIA, DISTANCIAMIENTO
futuro pasado se puede intagonista se instala en el
REFLEXIVO Y OBSESIÓN CON EL
terpretar de dos maneras:
Hotel Oriental, un espacio
PASADO– ESTÁN RELACIONADOS
como un intento nostálgimulticultural que repreCON LA FORMACIÓN DE LA
co de «poder viajar tanto
senta a Hong Kong cuando
IDENTIDAD POSCOLONIAL
en el tiempo como en el
ya era una de las ciudades
espacio» (Boym, 2001: 12)
más pobladas del mundo.
y como un signo del escepPara el año 1970, Hong
ticismo con respecto a la promesa de wushinian
Kong se había convertido en un centro inanciero.
bubian2. El protagonista de este subrelato se idenMientras estaba atrapado por las crisis iscales y
tiica con facilidad como el alter-ego de Chow3. Relos desastres naturales, China aprovechó el mocordar el pasado le ayuda a enfrentarse al futuro,
mento para discutir los «injustos tratados» de su
del mismo modo que la nostalgia colectiva de los
anexión. Sin voz ni voto a la hora de decidir su
hongkoneses es una respuesta emocional ante «el
futuro, Hong Kong fue devuelto a la República Poretorno». Ellos lamentan tanto la actual transforpular China: la Declaración Conjunta Sino-Britámación como la futura desaparición de la ciudad
nica de 1984 puso in al dominio colonial, aunque
que conocen. El Hong Kong de hoy ya no es una
prometía mantener invariables el sistema capitacolonia, pero tampoco está incorporado a China –
lista y el modo de vida hongkonés durante medio
volvió al estado de «puerto en el más amplio sentisiglo. Siendo la fecha de caducidad el año 2046, no
do de la palabra»– (Abbas, 1997: 4).
es difícil detectar la ironía detrás del título de la
Los temas recurrentes en la ilmografía de
película de Wong. El cineasta airma que transWong Kar-wai —nostalgia, distanciamiento releximitir un mensaje político nunca ha sido su intenvo y obsesión con el pasado— están relacionados
ción (Fernstein, 2004); sin embargo, 2046 plancon la formación de la identidad poscolonial. Las
tea cuestiones sobre la búsqueda de identidad, la
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
tendencias del cine hongkonés posterior a 1997 son
comparables con el reemplazo de la imagen-movimiento en el cine europeo posterior a la Segunda
Guerra Mundial. Según Deleuze, mientras la imagen-movimiento subordina el lujo narrativo al orden de acciones sensomotrices, la imagen-tiempo
presenta una narrativa no lineal donde las situaciones ópticas y sonoras no siguen una lógica clara. Un método relata la historia secuencialmente,
el otro conjuga lo real y lo imaginario, recuerdos y
fantasías, presente y pasado. La diferencia entre
imagen-movimiento e imagen-tiempo es igual a la
diferencia entre nostalgia restaurativa y relexiva, dos términos propuestos por Svetlana Boym.
La nostalgia restaurativa busca establecer continuidad con el pasado mediante la reconstrucción,
mientras que la nostalgia relexiva, consciente de la
imposibilidad de recuperar el pasado, se conforma
con contemplar las ruinas. Para un nostálgico restaurativo, el pasado es un antiguo fresco que debe
«pintarse por encima hasta restaurar la “imagen
original”»; para un nostálgico relexivo, este solo se
puede reconstruir a partir de «fragmentos dispersos de la memoria» (Boym, 2001: 61). La nostalgia
restaurativa contrapone dos líneas de tiempo, pero
la nostalgia relexiva acopla el presente y el pasado
al mismo eje temporal.
2046 establece un tiempo cíclico, donde pasado
y futuro, recuerdos y fantasías, realidad y icción
se mezclan imperceptiblemente. Saltando de una
línea de tiempo a otra, refuerza la conciencia del
paso del tiempo: «el orden alterado cambia el signiicado, y precisamente se aprende más de una
narrativa no lineal» (Fernstein, 2004). La cronología disruptiva de 2046 quizás sea la más apropiada
para retratar una relexión interminable sobre las
situaciones hipotéticas; a in de cuentas, los personajes de Wong sienten anhelo no por el pasado
irreparable, sino por el futuro que podrían haber
tenido si hubieran tomado una elección diferente. Arrepentidos de las oportunidades perdidas, se
encuentran en el lugar y el momento que no les
corresponde. Sus circunstancias resultan extraña-
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mente familiares: «Hong Kong en los años sesenta
vivía del “tiempo prestado” […], una extraña sensación de inquietud se apoderó de los hongkoneses en las últimas décadas antes del “retorno” y les
hacía vagar sin rumbo ijo» (Teo, 2005: 142). Los
personajes de Wong también están inquietos, por
eso huyen a otros países: Chow se dirige a Singapur tras la ruptura con Su Li-zhen, y ella lo sigue,
pero no se encuentran4. Lulu regresa de Filipinas
después de haber buscado en vano a su «pájaro
sin patas» Yuddy, y Jingwen escapa a Japón para
casarse en secreto. Bai Ling, quien al inicio de la
película soñaba con pasar la Navidad con Dabao
en Singapur, termina allí sola unos años más tarde
tras terminar su relación con Chow. Al igual que
lo hicieron Bai Ling y Chow, la Araña Negra huye
a Singapur para escapar del pasado. Cuando Chow
le ofrece volver juntos a Hong Kong, ella decide
quedarse. Su despedida, ilmada irónicamente en
el mismo lugar donde se separaron Chow y Su,
concluye con un beso apasionado que reivindica
la falta de intimidad física en Deseando amar. Hace
que Chow se dé cuenta de que sus sentimientos
por esta mujer realmente eran dirigidos a la otra
Su Li-zhen, que él estuvo buscando «la repetición
de lo irrepetible» (Boym, 2001: 17).
2046 está llena de alusiones a Deseando amar.
Las dos películas se ilmaron casi al mismo tiempo a lo largo de quince meses y podrían haber terminado siendo una sola pieza. Los protagonistas
de Deseando amar reaparecen en 2046, pero los
encontramos cambiados: Chow parece un vagabundo solitario, el prototipo masculino del cine de
Hong Kong de los años sesenta, y Su es reducida
a «una sombra del pasado»5. Tony Leung recuerda la confusión que se produjo: «en el primer día,
Kar-wai me dijo que quería que yo interpretara al
mismo personaje, pero esta vez como un mujeriego
y cínico [...]. Estaba tratando de mostrar un Chow
diferente, pero las cosas me recordaban a Deseando amar. Las escenas, el número de la habitación,
todo» (Keefe, 2012). Desde luego, 2046 explora las
mismas localizaciones y situaciones. Los temas, ac-
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
ciones y escenografía recurrentes indican tanto la
intertextualidad entre 2046 y Deseando amar como
las referencias a películas anteriores de Wong Karwai. A nivel narrativo, este tipo de auto-referencias
transmite la «desesperación por recuperar, cambiar
u olvidar el pasado» (Brunette, 2005: 105).
TEMAS, ACCIONES Y ESCENOGRAFÍA
RECURRENTES INDICAN TANTO LA
INTERTEXTUALIDAD ENTRE 2046
Y DESEANDO AMAR COMO LAS
REFERENCIAS A PELÍCULAS ANTERIORES
DE WONG KAR-WAI
En Deseando amar y 2046, Wong aplica el lenguaje artístico posmoderno: transmite el pasado
mediante «la connotación estilística» (Jameson,
1991: 19), a través de las imágenes de la época que
«vuelven la nostalgia visualmente irresistible»
(Carvalho, 2009: 156). Los artefactos culturales y
objetos cotidianos que aparecen en la pantalla invitan a un fascinante viaje al pasado (Chow, 2002:
646). «Aquella comunidad ha desaparecido sin dejar vestigios, como si fuese un sueño», lamenta el
director6. Su antigua casa ahora es un restaurante
italiano, la cafetería donde escribió sus primeros
guiones es una joyería, y el restaurante Goldinch
que sale en ambas películas cerró sus puertas en
2015. Debido a los altos precios de alquiler y la constante transformación urbana, el verdadero Hong
Kong desaparece cuanto más rápido evoluciona; se
vuelve un «lugar de déjà disparu» (Abbas, 1997: 48).
En un intento de preservar el patrimonio cultural
de su época favorita (Lalanne et al., 1997: 88), Wong
contrata a varios locutores de radio que trabajaban
en los años sesenta para grabar la banda sonora
de Deseando amar (Chow, 2002: 646) y alude a las
novelas que eran populares durante su infancia en
2046. Es preciso insistir en la importancia que tiene la música en la obra de Wong Kar-wai. El uso
innovador de la banda sonora es un dato relevan-
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te para nuestro análisis, ya que el melodrama, por
deinición, es un género compuesto de música y
acción. La banda sonora de Deseando amar incluye
tanto la música instrumental (la versión de Yumeji
Theme de Shigeru Umebayashi) como famosos boleros (Aquellos ojos verdes, Te quiero, Dijiste y Quizás,
quizás quizás), y la banda sonora de 2046 alterna la
música instrumental y ritmos latinos con arias de
ópera (Norma e Il Pirata de Bellini). En ambas películas, el uso de canciones en español permite transmitir el hedonismo que dominaba la vida nocturna
en el Hong Kong de los años sesenta, mientras que
la letra y el signiicado de las canciones orientan la
interpretación de la narrativa.
Aquellos ojos verdes fue el primer bolero en alcanzar fama internacional. Fue escrito por Nilo
Menéndez, un joven cubano aspirante a pianista, y
su amigo, poeta y cantante Adolfo Utrera, en 1929.
Menéndez confesó que la canción fue dedicada a la
hermana de Adolfo, Conchita: ambos se conocieron en Nueva York, poco después Conchita regresó
a Cuba y nunca volvieron a encontrarse (Román,
2015: 20). El único legado de su amor fue popularizado por Xavier Cugat, un músico catalán criado
en La Habana, cuyas versiones de Siboney y Perfidia suenan en 2046. En Deseando amar, Wong preirió utilizar la versión de Nat King Cole, grabada
en 1959. Era muy popular en la radio, al igual que la
versión de Siboney grabada por Connie Francis en
1960. Originalmente escrita por Ernesto Lecuona
para una de sus obras escénicas, Siboney se convirtió en un éxito de la noche a la mañana (Jacobson,
1982: 32); su contexto original, sin embargo, puede
resultar relevante para comprender la función de
esta canción en 2046. Fue escrita en 1929, durante
la segunda gira internacional de Lecuona. Él extrañaba su país y compuso una canción nostálgica
(Román, 2015: 13). Hasta el día de hoy, los hispanos
llaman a Cuba «Ciboney», reiriéndose a los pueblos indígenas. La primera tribu en alcanzar Cuba,
hace más de cinco mil años, y la más poblada antes
de la conquista, llegó a extinguirse en el siglo XVI
(Simons, 1996: 67). Su desaparición es un ejemplo
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
admonitorio de la colonización pero, no obstante,
los habitantes de Hong Kong temen más el proceso inverso. A medida que se acerca la fecha límite,
la ciudad se siente más identiicada con Shanghái,
cuyo pasado puede predecir el futuro de Hong
Kong7. Abbas observa que «[a]mbas ciudades fueron construidas por el colonialismo occidental después de las Guerras del Opio [...]. Parece que estaban relacionadas desde el inicio, lo que nos permite
a veces leer lo tácito en la historia de una ciudad
a través de la historia de otra» (Abbas, 2000: 773).
Curiosamente, una de las pocas canciones chinas
que suenan en Deseando amar, Hua Yang De Nianhua («Los años dorados»)8, es un lamento por la época dorada de Shanghái9. La cantante, Zhou Xuan,
también era una actriz legendaria y la encarnación
del esplendor de los años treinta.
En este punto conviene mencionar la nostalgia
que Wong siente por su ciudad natal. Habiéndose
mudado a Hong Kong a los cinco años, lo que recuerda mejor de los años sesenta es la comunidad
shanghainesa del barrio Tsim Sha Tsui: «En aquellos días, los originarios de Shanghái no se llevaban muy bien con la gente local. En las décadas de
1930 y 1940, Shanghái ya era tan moderna que el
Hong Kong de los años cincuenta les parecía bastante primitivo. Al principio los exiliados vivían en
un barrio aislado, tratando de construir la pequeña Shanghái con su propia música y cines» (Fuller,
2001: 96). La meticulosa restauración de los objetos
cotidianos, rituales y vestimenta de la Shanghái de
los años treinta –disfrazados del Hong Kong de los
años sesenta– en las películas de Wong Kar-wai
«promueve una mirada al pasado y, como este se
hace ver tan bello y elusivo, también promueve la
nostalgia» (Chow, 2002: 651). Efectivamente, cuando Deseando amar se estrenó en China, «casi todos
la veían como una historia que sucedió en la Shanghái de antaño [...]. Detalles como los elegantes
vestidos, cigarrillos de hombre, pasillos estrechos
y canciones de la radio [...] hacen que esta película
parezca un típico melodrama ambientado en Shanghái y ilmado en Hong Kong» (Cui, 2007: 38).
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El diseño de vestuario, creado en ambas películas por William Chang, el colaborador más frecuente de Wong Kar-wai10, es tan importante como
la banda sonora para representar el espíritu de la
época. El vestuario cuenta con una amplia gama
de cheongsams. Conocido en la moda occidental
por su nombre cantonés, en China se conoce como
qipao. Como indica el nombre11, el qipao debe haberse originado durante la dinastía Qing. Al inicio
tenía forma rectangular y manga larga, cubriendo
todo el cuerpo excepto la cara y las manos. Llevar
prendas ajustadas contradecía la etiqueta china,
por lo que el qipao tampoco era ajustado hasta que
eso se puso de moda en los años veinte. En los calendarios más representativos de la década iguran
jovencitas en qipao jugando al golf, bailando y tomando Coca-Cola. Durante la misma década, en
apoyo al movimiento del Treinta de Mayo, las mujeres chinas adoptaron el qipao como símbolo de la
igualdad de género (Clark, 2000: 7-9). Durante los
años treinta, el qipao llegó a asociarse con la vida
urbana, era lo opuesto al uniforme maoísta de los
campesinos. Durante la Segunda Guerra Sino-Japonesa, el cheongsam había logrado el estatus de
traje nacional. Se debió principalmente a la señora
Chiang, la primera dama de China e icono de estilo. Sabía combinar qipaos modernos con abrigos
occidentales en sus viajes al extranjero, y llevaba
modelos sobrios, de colores neutros, de vuelta a
China. En su nuevo estatus, el qipao fue incorporado en el certamen de belleza Miss Hong Kong12. La
ganadora de la edición de 1966 también se puso un
cheongsam para el Miss Universo del mismo año,
representando a la etnia Han.
Mientras que la China continental permanecía aislada del resto del mundo, Hong Kong había
desarrollado una cooperación mutuamente beneiciosa con Occidente. Para la década de 1950, el
qipao había adoptado la silueta reloj de arena, pero
conservó varios elementos reconocibles, como
el cierre diagonal, el cuello Mao y los botones de
rana. A las mujeres occidentales les fascinaba el
qipao: hasta las grandes estrellas de Hollywood
89
CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
como Grace Kelly y Elizabeth Taylor aparecieron en público llevando prendas que imitaban el
cheongsam. A las hongkonesas les encantaba emparejar el qipao con prendas y accesorios occidentales: americanas, chaquetas de punto, medias,
tacones y abrigos de piel (Xie en Yang, 2007: 35).
Qipaos en tejido de seda brocado, con bordados y
abertura en el frente se reservaban para las más
atrevidas, las prostitutas de los barrios Wan Chai
y Tsim Sha Tsui. Los vestidos que lucen Bai Ling y
Lulu en 2046 tenían como referente los icónicos
qipaos diseñados por Phyllis Dalton para El mundo
de Suzie Wong (The World of Suzie Wong, Richard
Quine, 1960). Wong Kar-wai conocía bien la trama
y los personajes en la vida real13, y probablemente basó la historia de Bai Ling en este melodrama
hollywoodiense donde la protagonista también es
una prostituta que se enamora de su vecino artista
y le ofrece sus servicios gratuitamente. Tanto Suzie
como Bai Ling se reconocen por diseños sensuales,
pero durante la misma década estaban de moda los
qipaos de uso diario, como aquellos que Su Li-zhen
lleva en Deseando amar. Damas de la clase media
preferían vestidos de algodón, pero las mujeres de
clase alta encargaban qipaos a medida; eran vestidos de tela escocesa, encaje o seda, muchas veces
con estampado loral o geométrico (Clark, 2000:
15). Los qipaos ajustados eran más difíciles de fabricar, ya que el sastre tenía que tomar veinticuatro medidas, coser los botones y el cuello a mano
y, por último, planchar la tela con mucho cuidado
para darle forma. La elaboración minuciosa de un
qipao es capturada por Wong en su cortometraje
La mano (Eros: The Hand, 2004), ilmado durante
la pausa entre el rodaje de 2046 y Deseando amar.
Los altos costes de fabricación y cierta incomodidad hicieron que el qipao se asociara con la
burguesía urbana y se convirtiera en una prenda
tabú después de la Revolución Cultural. La campaña maoísta de 1966 animaba a destruir las «Cuatro
cosas viejas»: prendas extravagantes que estaban
destinadas a ser quemadas como símbolos de la
cultura feudal. El qipao logró recuperar el estatus
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de traje nacional veinte años más tarde (Finnane,
2008: 268), y desde que China volvió a abrir sus
fronteras no para de inspirar a las casas de alta
costura como Ungaro, Dior, Yves Saint Laurent,
Oscar de la Renta, Christian Lacroix, Prada, John
Galliano, Tom Ford y Louis Vuitton. La iebre por
el qipao alcanzó su apogeo en la década de 2000,
debido principalmente a las películas Deseando
amar, 2046 y Deseo, peligro (Se, jie, Ang Lee, 2007).
Hoy en día existen escuelas de qipao14 y recorridos temáticos15, y tanto las celebridades de China
como las de Hollywood suelen ponerse el cheongsam original o modiicado16. En Deseando amar, los
qipaos no solo combinan con los interiores17, sino
que también establecen continuidad entre diferentes escenas y películas de Wong Kar-wai. El
espectador conecta el cheongsam con la imagen de
Su Li-zhen y, al observar a Bai Ling —vestida de la
misma manera, caminando por las mismas calles—,
la percibe como su doppelgänger. Otros personajes
que llevan el qipao en 2046 —Lulu y Su Li-zhen en
Singapur— invitan a pensar que todas las mujeres
en la vida de Chow han sido simulacros de la misma mujer, y el cheongsam por sí mismo llega a ser
asociado con el duelo por un amor perdido.
La pérdida o ausencia es el ingrediente princi-
LA PÉRDIDA O AUSENCIA ES EL
INGREDIENTE PRINCIPAL DE LA NOSTALGIA
pal de la nostalgia. Lo deseado es «perdido al pasado» (Jankélévitch, 1974: 290): solo se desea porque
es irrecuperable. El dolor de la pérdida va unido al
pensamiento de un regreso imposible: «la nostalgia relexiva halla placer en la turbia lejanía del
pasado y despierta un dolor dulce de sentir remordimiento… En el fondo el nostálgico relexivo sabe
que la pérdida es irrecuperable» (Boym, 2001: 28).
Cuando Chow busca alquilar la habitación 2046,
empieza a escribir una novela o se reta a conquistar a Bai Ling, su deseo radica en la determinación
90
CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
LA PELÍCULA DE WONG KAR-WAI
CAPTURA EL MIEDO COLECTIVO PERO
TAMBIÉN ABOGA POR LA NECESIDAD
DE SUPERAR EL ESTANCAMIENTO DEL
PERÍODO TRANSITORIO Y PASAR A LA
ETAPA SIGUIENTE, HACIA UN FUTURO
MÁS ALLÁ DEL AÑO 2046
por alcanzar lo inalcanzable. El incumplimiento de
su deseo trae dolor y placer. Él recuerda «para sentirse infeliz» (Barthes, 1978: 217), no para aprender
de errores pasados, y así demuestra que 2046 es
un destino deseable solo desde lejos.
El epílogo de Deseando amar muestra claramente que la pérdida provoca nostalgia: «Él recuerda
esa época pasada. Como si mirase a través de un
cristal cubierto de polvo, el pasado es algo que él
puede ver, pero no tocar. Si solo pudiese romper el
cristal y traerlo de vuelta»18. Wong siente nostalgia
por un mundo reducido a unos pocos vestigios. No
es casualidad que la última escena de la película se
sitúe en Angkor Wat, contra el telón de fondo de la
antigua ruina hinduista. Las ruinas recuerdan no
solo el pasado y el presente que no llegó a existir,
sino también el futuro, cuando los mismos observadores pasarán a la historia. Una vez completada
la transición, el Hong Kong de hoy se convertirá en
ruinas. Pero en vez de tratar de recuperar la gloria
del pasado, «lo que Wong realmente está diciendo
a su público hongkonés es que aprovechen la oportunidad para relexionar sobre ellos mismos y su
historia con el in de estar preparados para afrontar los grandes cambios que vendrán después de
2046» (Teo, 2005: 142). En la última escena de 2046,
Chow abandona a Bai Ling porque, a pesar del indiscutible encanto del viejo Hong Kong que ella
simboliza, él debe poner in a su juego de tiempo
prestado. Él se mete en un taxi «rumbo a un futuro
somnoliento a través de la insondable noche…»19.
El último encuadre de la película replica al de Deseando amar, solo que, esta vez, el mismo agujero
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para guardar secretos tiene un aspecto siniestro.
En la tradición del género wenyi, no hay inal feliz.
«Hace unos años tenía un inal feliz al alcance de la
mano, pero lo dejé escapar», coniesa Chow cuando
no logra acabar su novela con una nota alta, como
le pidió Jingwen. Parece que Hong Kong también
perdió la fe en el futuro hace años, en 1984, cuando no tuvo sitio en la mesa de negociación. Veinte
años después del «retorno» que los había afectado
tanto política y económicamente como psicológicamente, los ciudadanos de Hong Kong se consideran
«una comunidad en peligro» (Loud en Tam, 2017).
El nuevo gobierno es más bien una réplica del viejo
sistema colonial, una recolonización desprovista de
la libertad de expresión; el hecho que lleva a muchos hongkoneses a pensar que la independencia
sería su «única salida para el futuro» (ibíd.). Wong
Kar-wai captura este afán de escapismo a través de
la metáfora de un viaje «hacia adelante en el tiempo pero hacia atrás en el espacio» (Yue, 2004: 226).
Nostálgicos no tanto por sus años dorados como
por las «visiones del futuro que se han vuelto obsoletas» (Boym, 2001: 13), los personajes de Wong, al
igual que los ciudadanos de Hong Kong, se encuentran atrapados en un lugar donde nada cambia. Es
una sociedad en crisis, insegura de su identidad y
su destino. La película de Wong Kar-wai captura el
miedo colectivo pero también aboga por la necesidad de superar el estancamiento del período transitorio y pasar a la etapa siguiente, hacia un futuro
más allá del año 2046.
NOTAS
1
Cita tomada de la entrevista especial del DVD de 2046.
2
五十年不變 quiere decir «permanecer sin cambios por
cincuenta años».
3
Muchos comentarios de Tak hacen referencia a Deseando amar: «Ese día, hace seis años [en 1962], un arcoíris
apareció en mi corazón. Ahí sigue, como una llama encendida dentro de mí. Pero ¿qué sientes tú por mí realmente? ¿Es como un arcoíris después de la lluvia? ¿O ese
arcoíris se esfumó hace mucho tiempo?».
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CUADERNO · LA PERVIVENCIA DE LA NOSTALGIA
4
5
6
El otro inal de Deseando amar contiene una escena de
11 El nombre qipao se compone de dos palabras: 旗 [qi],
reencuentro en Camboya: Su Li-zhen acompaña a su
«bandera», y 袍 [pao], «túnica»; alude a las Ocho Bande-
marido en un viaje de negocios y Chow está de camino
ras de la dinastía Qing (Yang, 2007: 20).
a Vietnam. «Búscame si pasas por ahí», dice él medio en
12 Maggie Cheung fue descubierta durante el certamen de
broma. Al despedirse, no puede evitar preguntar: «¿Algu-
belleza de Miss Hong Kong con tan solo dieciocho años.
na vez me llamaste?». Su responde: «No me acuerdo». Ella
Resulta difícil creer que haya quedado segunda (Lau, 2010).
se aleja, Chow la sigue con una mirada triste. El siguiente
13 Wong explica: «Tras la mudanza a Hong Kong, me esta-
encuadre muestra a un joven monje sentado en la galería
blecí en Tsim Sha Tsui, el barrio frecuentado por chicas
superior. Parece estar observando cómo Chow deposita un
que se conocían generalmente como Suzie Wong; traba-
objeto en forma de corazón dentro de un agujero en la pa-
jaban en los bares entreteniendo a los marineros» (Lalan-
red. Chow cubre el agujero con las manos y empieza a su-
ne, 1997: 84).
surrar. Por tanto, La reunión secreta en Angkor Wat conec-
14 Wang Weiyu abrió el Shanghai Cheongsam Salon en
ta el último reencuentro de los protagonistas de Deseando
2007. En su escuela, enseña a las mujeres cómo elegir el
amar con el leitmotiv de «secretos guardados» de 2046 y,
vestido adecuado, caminar, bailar y sentarse en el qipao
asimismo, justiica la dramática transformación de Chow.
(Trouillaud, 2010).
Cita tomada de la entrevista «Wong Kar-wai on 2046»
15 Ofrecido por Newman Tours, este recorrido explora los
para Channel Four. Recuperado de http://www.ilm4.
orígenes y el cambiante estatus del qipao entre las visi-
com/special-features/interviews/interview-wong-kar-
tas al Museo de Shanghái, Hotel Jinjiang, Teatro Cathay
wai-on-2046.html
y a uno de los sastres más respetados de la ciudad.
Cita tomada de la entrevista especial del DVD de De-
na son algunos ejemplos.
seando amar.
7
8
9
16 Nicole Kidman, Jessica Chastain, Céline Dion y Madon-
Durante una década después del «retorno», los progra-
17 Los qipaos con estampado de lores que Su lleva al inicio
mas de televisión y películas ambientados en la Sha-
y en las últimas escenas de la película hacen juego con
nghái de los años treinta tuvieron gran éxito entre el
las cortinas. En otras ocasiones, los estampados geomé-
público hongkonés (Lee, 1999: 219).
tricos combinan con los interiores, y el qipao rojo que
El título de la canción es también el título original de la
aparece en los carteles de la película tiene un gran sim-
película Deseando amar.
bolismo para la escena eliminada (de la consumación
El uso diegético de Hua yang de nianhua en una secuencia
carnal, que Wong preirió no mostrar).
con los protagonistas, separados por la pared, escuchando
18 Es una cita tomada de Intersection, un relato de Liu Yi-
el mismo programa de radio, indica «un complejo juego
chnag ambientado en el Hong Kong de los años setenta.
de la proximidad, distancia y conexión» (Tse, 2014: 43). La
19 El epílogo procede de The Drunkard (Liu Yichang, 1963),
canción termina a la vez que suena el teléfono en la oici-
la primera novela de la literatura china en aplicar la téc-
na de Su Li-zhen. Chow pregunta: «Si hay un boleto extra,
nica narrativa del lujo de conciencia.
¿vendrás conmigo?». En la siguiente escena, mientras suena Quizás, quizás, quizás de Nat King Cole, vemos a Chow
REFERENCIAS
saliendo de la habitación 2046 y, luego, a Su llegando allí,
cuando ya es demasiado tarde. No se encuentran por segunda vez cuando ella viaja a Singapur de incógnito, llega
a la habitación de Chow y no se atreve a verlo en persona.
Cuando Su se va, Quizás, quizás, quizás suena de nuevo.
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MÁS ALLÁ DE LA NOSTALGIA POSCOLONIAL:
LOS MELODRAMAS DESEANDO AMAR
Y 2046 DE WONG KAR-WAI
BEYOND POSTCOLONIAL NOSTALGIA:
WONG KAR-WAI’S MELODRAMAS IN THE
MOOD FOR LOVE AND 2046
Resumen
Abstract
El wenyi pian, el equivalente chino de melodrama, ha resurgido en el cine de Hong Kong a principios del siglo XXI.
En tanto que apela a los sentimientos de la audiencia, es el
género más apropiado para contar historias personales en
el contexto de una sociedad cambiante. La obra de Wong
Kar-wai reviste especial interés para los investigadores del
wenyi pian. Su mayor éxito hasta la fecha, Deseando amar
(Fa yeung nin wa, 2000), y su continuación 2046 (2004) revisitan los clásicos de la segunda edad de oro del cine chino. Enriquecen el wenyi tradicional con las sensibilidades
sociopolíticas del Hong Kong en transición, y reinventan las
convenciones del melodrama –la narrativa no lineal, voz en
off, música y escenografía– para retratar la nostalgia poscolonial.
Wenyi pian, a Chinese equivalent of melodrama, has been
experiencing a revival in Hong Kong cinema at the turn of
the twentieth century. As a genre that appeals to the emotions, it is best suited for delivering personal stories set
against the backdrop of a changing society. Particularly interesting to the scholars of wenyi is the oeuvre of Wong Karwai. His biggest success to date, In the Mood for Love (Fa yeung nin wa, 2000), and its sequel, 2046 (idem, 2004), revisit
the classics of the Second Golden Age of Chinese cinema and
imbue the traditional wenyi with socio-political sensibilities
of Hong Kong in the transitional period. This essay explores
how these two ilms appropriate melodramatic tropes – such
as subjective narration, non-linear chronology, extensive use
of music and props – in order to portray nostalgia.
Palabras clave
Key words
Melodrama; nostalgia; Wong Kar-wai; Hong Kong; Deseando
amar; 2046.
Melodrama; Nostalgia; Wong Kar-wai; Hong Kong; In the
Mood for Love; 2046.
Autora
Author
Victoria Protsenko (Simferopol, 1989) es doctoranda en la
Universitat Pompeu Fabra. Después de haber estudiado ilología y comunicación audiovisual (Maestría en Filología Moderna Griega e Inglesa, Maestría en Estudios Chinos, Grado
Superior en Producción Audiovisual), investiga el lenguaje cinematográico y las tendencias nostálgicas en el cine contemporáneo. Sus trabajos han aparecido en la revista Cineforum
y en la conferencia "Cine e Historia" de la Università Roma
Tre. Contacto: fenty4@gmail.com.
Victoria Protsenko (Simferopol, 1989) is a PhD candidate at
the Universitat Pompeu Fabra. Having studied philology and
audiovisual communication (Master’s Degree in Modern
Greek and English Philology, Master’s Degree in Chinese Studies, Advanced Course in Audiovisual Production), she now
focuses on the cinematic language and nostalgic trends in
contemporary ilm. Her work has appeared in the Cineforum
journal and at the ‘Cinema and History’ conference at the
Università Roma Tre. Contact: fenty4@gmail.com.
Referencia de este artículo
Article reference
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Edita / Published by
Licencia / License
ISSN 1885-3730 (print) /2340-6992 (digital) DL V-5340-2003 WEB www.revistaatalante.com MAIL info@revistaatalante.com
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