Marco Conceptual
El término violencia intrafamiliar se refiere a toda forma de abuso que se desarrolla en el contexto de las relaciones de familia hacia los grupos vulnerables de la misma como son: las mujeres, los niños y las personas de edad avanzada. Para Swift (1986) la violencia familiar es “un ciclo que se repite generacionalmente, niños que han estado expuestos a violencia y abusos en su hogar o que han sido testigos de ella son más proclives a ser víctimas de ellos o a ser agresores. Por otro lado, las mujeres que son golpeadas tienen mayor tendencia a golpear a sus hijos que las que no lo son. El riesgo menor, en todo caso, que corren los miembros de la familia expuestos a esta problemática es el aprendizaje de la violencia como forma de dar solución a cualquier conflicto interpersonal que se presente en su vida.”
La violencia intrafamiliar de acuerdo con este criterio es un problema que puede llevar un recorrido de varias generaciones cuya frecuencia dependerá del tipo de vida que ha llevado un individuo dentro de su núcleo familiar. Los miembros que han experimentado en su pasado cualquier tipo de maltrato principalmente físico o sicológico, son más proclives a que trasladen estas actitudes con sus hijos o componentes de su familia actual, transfiriendo de esta forma problemas y consecuencias similares, dejando en interpretación del individuo agredido que cualquier conflicto cotidiano se puede resolver solamente con actos de violencia.
Otro concepto apunta que la violencia intrafamiliar “es todo tipo de actos y carencias, producidas por los padres o las personas encargadas del cuidado que dañan gravemente al niño/a, atentando contra su integridad corporal, desarrollo físico, afectivo, intelectual y moral y, cuyas manifestaciones son el descuido y/o lesiones de orden físico y/o psíquico y/o sexual. Considera tanto a las acciones como a las omisiones cometidas por los adultos responsables del cuidado cotidiano de niños y niñas en el ámbito familiar. Estos han de ser de carácter intencional y no accidental.” 1
1 http://violenciaintrafamiliar-acg.blogspot.com/ Recuperado el 31 de Enero del 2017
Este criterio esta considerando una dimensión más amplia de la violencia intrafamiliar pues incluye en su análisis, además de maltratos físicos y sicológicos, los de orden moral y/o sexual; es decir, todo tipo de abuso que afecte la dignidad, integridad y pudor de una persona causado por un miembro de su familia, considerándolo también como un acto de violencia intrafamiliar de graves repercusiones.
Las formas más comunes de abuso sexual son: el incesto, la violación, la vejación y la explotación sexual. También incluye la solicitud indecente sin contacto físico o seducción verbal explícita, la realización de acto sexual o masturbación en presencia de un niño y la exposición de órganos sexuales a un niño. El maltratador habitualmente es un hombre (padre, padrastro, otro familiar, compañero sentimental de la madre u otro varón conocido de la familia). Raramente es la madre, cuidadora u otra mujer conocida por el niño. 2
Para Tonon (2001) la violencia intrafamiliar se manifiesta de diferentes formas entre ellas:
Maltrato físico: actos cometidos por padres o adultos cuidadores, contra niños y niñas, que generan lesiones físicas temporarias y/o permanentes.
Maltrato psicológico o emocional: actitudes de indiferencia, insultos, ofensas y/o desprecio, producido por los padres o adultos cuidadores hacia niños/as, y que los dañan en la esfera emocional.
Abuso sexual: situaciones de abuso en la esfera de lo sexual desde lo que jurídicamente se denomina abuso hasta el cuadro límite de la violación.
Abandono físico: situaciones de omisión producidas por los padres o adultos cuidadores y en las cuales no se dio respuesta a las necesidades básicas de niños/as, habiéndose podido responder a las mismas.
Abandono emocional: situaciones de omisión producidas por los padres o adultos cuidadores que implican la no respuesta de los mismos a la satisfacción de las necesidades emocionales básicas de niños/as, habiéndose podido responder a las mismas.
2 http://maltratoinfantilintrafamiliar.blogspot.com. Recuperado el 31 Enero 2017
Niños/as testigos de violencia doméstica: situaciones en las cuales niños/as son testigos de escenas de violencia en el ámbito de la familia, no siendo ellos protagonistas directos de las mismas, sino sólo observadores.
Síndrome de Münchausen: cuadro producido en forma premeditada por padres o adultos cuidadores por el cual simulan síntomas de enfermedad en los niños/as, les generan fiebre o adulteran muestras bioquímicas para que se los medique o para obtener atención.
A lo anterior se podría agregar otras formas de violencia de acuerdo con lo que indica Gambarte (2012):
Explotación laboral o mendicidad: Los padres o tutores que asignan al niño con carácter obligatorio, la realización continuada de trabajos –domésticos o no- que exceden el límite de lo habitual, que deberían ser realizados por los adultos, y que son asignados con el objetivo fundamental de obtener un beneficio económico o similar para los padres o la estructura familiar, interfieren de manera clara en las actividades y necesidades sociales y/o escolares de los niños.
Corrupción: Conductas que impiden integración del niño y refuerzan pautas de conductas antisociales especialmente en el área de la agresividad, sexualidad etc.
Maltrato prenatal: Consumo de drogas durante y después del embarazo que provoque que el niño nazca y crezca con dificultades en su salud que repercute inmediatamente en su crecimiento, patrones neurológicos o con síntomas de dependencia física a las drogas. Esto tipo de violencia es lo que se conoce como derecho invisivilizado del niño. Lo cual muchas veces no se tiene en cuenta en la intervención y que por sus características es fundamental.
Secuestro o sustitución de la identidad: Se refieren a todos aquellos casos en los que el niño era separado de su madre no bien nacía, para ser entregado a personas relacionadas con secuestradores, negando su identidad y la posibilidad de vuelta a su familia de origen.
Los casos más comunes de violencia intrafamiliar provienen de los padres hacia sus hijos o hijastros quienes frecuentemente no poseen las capacidades necesarias para manejar a los niños. Unas de las características de las familias que maltratan a sus hijos son los que provienen de hogares conflictivos, familias de escasos recursos económicos, padres con abuso de alcohol y drogas y de padres sin preparación ninguna preparación académica.
Existen hogares en donde los niños no se rigen bajo ninguna norma o regla de convivencia, esto se debe a que sus padres no ejercen su autoridad en un ambiente de dialogo que permita formar el criterio del niño. Más bien, al no poder controlar esta situación, los padres recurren a actos violentos como golpes, insultos y descalificaciones. El daño en este tipo de acciones puede ser grave si se trata de maltratos constantes y habituales, y el maltrato se transforma en “la forma” en que el adulto a cargo del niño se relaciona con él.
Santa Cruz (2005) agrega también que un niño que se siente rechazado, no se quiere a sí mismo y se vuelve incapaz de querer a los demás. Él aprende además que la única manera de lograr que los otros le hagan caso es a través del uso de la violencia física o psicológica. Algunos niños se vuelven muy temerosos y retraídos, se encierran en sí mismos, y viven en su mundo sin sentirse dignos del cariño de nadie. Un niño con este tipo de reacciones guardará su rabia y amargura por un tiempo, pero frente a cualquier otro hecho de la vida puede explotar y manifestarse más violento que los demás niños. Esa violencia proviene de esta rabia guardada, de sentirse poco querido y rechazado.
Independientemente de las secuelas físicas que desencadena directamente la agresión producida por el abuso físico o sexual, todos los tipos de maltrato infantil dan lugar a trastornos conductuales, emocionales y sociales. La importancia, severidad y cronicidad de las estas secuelas depende de:
Intensidad y frecuencia del maltrato.
Características del niño (edad, sexo, susceptibilidad, temperamento, habilidades sociales, etc).
El uso o no de la violencia física.
Relación del niño con el agresor.
Apoyo intrafamiliar a la víctima infantil.
Acceso y competencia de los servicios de ayuda médica, psicológica y social.
En los primeros momentos del desarrollo evolutivo se observan repercusiones negativas en las capacidades relacionales de apego y en la autoestima del niño. Así como pesadillas y problemas del sueño, cambios de hábitos de comida, pérdidas del control de esfínteres, deficiencias psicomotoras, trastornos psicosomáticos. En escolares y adolescentes encontramos otros casos como: fugas del hogar, conductas autolesivas, hiperactividad o aislamiento, bajo rendimiento académico, deficiencias intelectuales, fracaso escolar, trastorno disociativo de identidad, delincuencia juvenil, consumo de drogas y alcohol, miedo generalizado, depresión, rechazo al propio cuerpo, culpa y vergüenza, agresividad, problemas de relación interpersonal. 3
Hoy por hoy, existen muchos caminos para atender de uno u otro modo las consecuencias que genera la violencia intrafamiliar en los niños, como son los programas sociales públicos y privados, programas en unidades educativas, organismos particulares no gubernamentales, programas de escuelas para padres, entre otras; sin embargo, es fundamental que la raíz de todas estas alternativas mencionadas den énfasis al fortalecimiento y comprensión del concepto de familia como puntal de la sociedad.
Osterrieth (1964) considera que las principales funciones de la familia son las siguientes:
Función Reguladora: constituye un dispositivo regulador que permite al niño y adolescente vivir a pesar de su debilidad y su indefensión inicial, amortiguando las presiones del medio y desarrollando sus propias capacidades. Permite así al niño entrar en relación con su medio. Otorga al niño sentimiento de protección.
Función Socializadora: la familia es una muestra representativa de la sociedad, dada por la diversidad de sus miembros que la integran, es allí donde aprendemos los prototipos de nuestros vínculos: subordinación, complementariedad, reciprocidad, etc., con los innumerables matices afectivos (positivos y negativos) que los colorean.
3 http://maltratoinfantilintrafamiliar.blogspot.com. Recuperado el 01 de Febrero 2017
Función Individualizadora: la familia ofrece al niño las posibilidades para que se defina a sí mismo, generando distintos modelos familiares. Dada la proximidad y la intensidad de los vínculos, la familia se vuelve un medio favorable para la definición del sí mismo, a través de los procesos de autonomía e individualización tiempo de identificación. Junto a los procesos de diferenciación y distinción del otro concluirán finalmente en la personalidad del adolescente.
La familia es una categoría social objetivada, por lo tanto es una categoría construida colectivamente, es una categoría mental que construye el principio de miles de representaciones y de acciones que contribuye a reproducir la categoría social objetiva.4
Por otro lado, en cuanto a las formas organizacionales que en la actualidad se puede observar, la tendencia predominante aún se mantiene a través de la conformación de familias nucleares, en cuyo contexto se producen y reproducen múltiples fenómenos, como por ejemplo:
Madres solteras con hijos a cargo.
Matrifocalidad (donde la mujer regula el ingreso del sexo masculino según el aporte que el hombre haga a la economía doméstica).
Familias ensambladas o reconstituidas (formadas por hombres y mujeres que vienen de una experiencia de constitución familiar anterior donde en general conviven los hijos de un miembro de la pareja con los hijos del otro miembro a lo que se agrega los hijos que puedan tener los nuevos cónyuges).
Familias donde un miembro de la pareja no convive pero continúa formando parte y teniendo relaciones permanentes con el grupo familiar.
Hombres solos con hijos cargo.
Parejas homosexuales.
Mujeres con hijos voluntaria o involuntariamente concebidos.
Mujeres solas con hijos naturales y adoptivos.
Mujeres con hijos de diferentes uniones.
4 BOURDIEU (1997)
En definitiva, el concepto de familia así como la estructura que ésta adopta ha ido modificándose a través del tiempo como consecuencia del devenir de los acontecimientos, los conocimientos y los valores actuales.
No obstante, el rol de la familia en la formación del niño y adolescente sigue siendo fundamental, y es donde los programas sociales deben apuntar para fortalecer los lazos familiares y con ello disminuir los casos de violencia intrafamiliar.
. SWIFT. Carolyn: (1986 )Preventing Family Violence. New Yord. Pág. 19
http://violenciaintrafamiliar-acg.blogspot.com/ Recuperado el 31 de Enero del 2017
SANTA CRUZ, Ximena: (2005): Violencia intrafamiliar. Universidad de Chile . Consultado el 11 de Junio del 2009.
http://maltratoinfantilintrafamiliar.blogspot.com/ Recuperado el 31 Enero 2017
Tonon, Graciela . “Maltrato Infantil Intrafamiliar”; Ed. Espacio; Buenos Aires 2001.
Gambarte, Pierina. Violencia Infantil intrafamiliar. Margen65. 2012
BOURDIEU, Pierre . “Razones Practicas”. Ed. Anagrama. Barcelona. 1997.