Sobre la relación entre la Lógica Clásica y la Lógica Matemática (2)
Gustavo Carlos Bitocchi, 2003
ÍNDICE GENERAL
INTRODUCCIÓN (1)
1. Planteo inicial
I. EL ESTADO DE LA CUESTIÓN
1. La terminología
2. El problema (discordia-concordia)
3. La necesidad de una indagación
4. Los objetos de la Lógica Clásica
4.1. Planteo Inicial.
4.2. El objeto material ordenable (Comparación con el de la Metafísica)
4.3. El objeto material dirigible
4.4. El objeto formal quod
I I. LA INDAGACIÓN DE LA RELACIÓN (2)
1ª. Perspectiva. Desde la comparación de los objetos de ambas lógicas
1.1. Desde el objeto material ordenable
1.2. Desde el objeto material dirigible
1.3. Desde el objeto formal quod
2ª. Perspectiva. Desde los primeros principios
2.1. Planteo
2.2. Formulación lógico-clásica y re-formulación lógico-matemática de los primeros principios
2.3. El sistema axiomático para el cálculo de la lógica proposicional
3ª. Perspectiva. Desde la división de la LC en Lógica Material y Lógica Formal
3.1. Planteo
III – LA CARACTERIZACIÓN DE LA LM (3)
Planteo
1. Ciencia positiva
2. Hiperformalista o lógico-formalista
3. Pandeductivista
4. Autómata e irreflexiva
5. A-metafísica
IV – LA RELACIÓN EN SÍ Y LAS PROPUESTAS DE COMPLEMENTACIÓN (4)
A. LA RELACIÓN EN SÍ
1. El tipo de relación existente entre la LC y la LM
B.LAS PROPUESTAS DE COMPLEMENTACIÓN
1ª. Una Semiótica Realista
2ª. Fundar la LM en lo real sin confusión con lo metafísico
3ª. Pensar lo real
4ª. Subalternación
5ª. La Lógica como Filosofía Racional
CONCLUSIÓN
1. Planteo
2. Actitud y reflexión final
II - INDAGACIÓN DE LA RELACIÓN
1ª. Perspectiva. Desde la comparación de los objetos de ambas lógicas
1.1. Desde el objeto material ordenable o denominable1
La Lógica Matemática no parece tener un objeto material ordenable, al menos
explícitamente. No hay referencia a un ente real posible de estar en estado de razón en
nuestra mente, y desde él, operar lógicamente. No pretende hundir sus raíces en lo real.
Todo esto explícitamente, claro está. En cambio, de hecho o implícitamente, en muchas de
sus partes (Lógica de Relaciones y Lógica de Predicados poliádicos y algunos sostienen
también en Lógica de Clases) hay cierta confusión con el objeto material de la Metafísica2.
Aunque manifiesten con fervor su neutralidad filosófica, o si se quiere su a-metafisicismo.
Si bien es cierto, y es un tema harto remanido el origen neo-positivista de la Lógica
Matemática (y nosotros no la impugnamos por eso, pero somos conscientes que su mala
prensa en ambientes realistas tiene allí su origen), sus exponentes actuales no suelen tener
una actitud anti-metafísica, sino más bien a-metafísica, pero se contrapone con la confusión
que manifiestan respecto a su objeto. No se embarcan en un ars destruens sino que no se
embarcan en nada (en realidad, algunos sí, pero ya no es la tendencia). Queda un hueco,
una privatio (y no decimos negatio). Y aquí la clásica afirmación desde el mundo de la
filosofía realista que sostiene que la Lógica Matemática se maneja con expresiones vacías o
huecas de contenido real, y de aquí podemos esgrimir una apreciación: no piensa lo real,
pero a veces lo considera directa o primointencionalmente.
Nosotros sostenemos que, en tanto ciencia, debería tener un objeto material
ordenable, hemos afirmado que no lo tiene al modo de la LC, y lo seguimos afirmando,
pero queremos precisar esto. Podríamos decir que su objeto material ordenable son
“estructuras” o “esquemas” vacíos. Ahora bien, una disciplina que sólo atiende a una
“estructura vacía” como su objeto material nos presenta una paradoja, pues su materia es
no-tener-materia. Muy lejos está la LM de proponer una quididad o un contenido
quiditativo inteligible desde el cual comenzar a operar lógicamente. 3 Concretamente,
creemos que es más ilustrativo sostener que tiene un objeto material ordenable pero con las
aclaraciones que hemos hecho, y con la confusión ya indicada. Aquí entonces, nosotros,
queremos agregar que la noción de objeto material ordenable en un contexto de LM es, al
menos, un tanto ambiguo y confuso, pues se pueden admitir distintas interpretaciones sobre
su objeto material.
La Metalógica. El surgimiento de una Metalógica puede tener su explicación en
cuanto que la LM se vio privada de un objeto material claro y preciso. Y la Metalógica se
Según Casaubón podemos llamarlo así porque “las relaciones de razón que en él (concepto objetivo) se
fundan, no siendo algo real, no lo cualifican intrínsecamente, sino que sólo lo ‘denominan’, esto es lo ‘ponen
idealmente’ como predicable, como predicado, como sujeto, etc. Pero esa ‘denominación’ no es puramente
verbal; es intelectual-intencional-objetiva.” Casaubón, J. ETF Nº2 p.164. Es decir, lo “denominan como”
predicado, sujeto, etc. Pero de un modo meramente mental.
2
Salvo en la fluctuación del objeto formal ‘quod’ que trataremos páginas más adelante.
3
Así M. García Mendive : “La LM es una lógica puramente formal, o sea, que se limita a considerar la forma
o estructura lógicas de las obras del pensamiento prescindiendo por completo de su materia o contenido
inteligible.” Apuntes tomados de su Cátedra.
1
originó como solución a esta privación y como de una realidad de la que había que
ocuparse. Estas expresiones vacías debían “llenarse”, y de esto, a su manera, se ocupa esta
nueva disciplina. Inclusive entre líneas permanece el problema de los universales.4 Es más,
según lo anterior, algunas expresiones ‘vacías’ ya están ‘llenas’ de primointencionalidad.
Veamos de qué se trata la así llamada (por los lógico-matemáticos) Metalógica:
Moreno afirma que son “teorías acerca de las teorías lógicas”, y su propósito es
“ocuparse de las leyes lógicas”5, y en la otra punta Casaubón sostiene que se ocupa de “las
fórmulas lógicas” y afirma que son “expresiones sobre expresiones de objetos”.6 La
Metalógica es un estudio reflexivo de un sistema formal sobre sus propias características.
No afirmamos en absoluto que esta Metalógica sea una “especie” de Metafísica, en
todo caso sería un muy pobre sucedáneo metafísico. Sino que afirmamos que, la LM se
maneja con signos. Y estos signos no son explicados y/o fundamentados por la LM, por lo
tanto debe existir otra disciplina que los explique. Sostenemos que la Metalógica existe
porque primeramente existió una LM. La LM ’hizo’ su Lógica sobre signos, pero no los
explicaba. La Metalógica se ocupa de los signos, pretende explicar los signos de las
fórmulas más primitivas que funda todo sistema axiomático fundacional de toda LM.
Una ‘auténtica’ Lógica es un orden entre conceptos objetivos, y claro está, de las
voces significativas que los expresan. Pero este orden tiene su fundamento último en el
orden de los entes entre sí. Y precisamente, tanto los conceptos objetivos como las voces
significativas hacen referencia a ese orden real entre los entes. Y hacen referencia
significándolos. Ahora bien, de qué trata la Metalógica? De signos, obviamente. Y se
establece una triple y clásica distinción en: Sintaxis, Semántica y Pragmática. Todas estas
partes trataran de relaciones diferentes. La Sintaxis se abocará a estudiar las relaciones de
los signos entre sí. Desde la sintaxis se construye el lenguaje lógico. Considera cómo un
signo se relaciona respecto de otro. La Semántica se ocupará de la relación entre los signos
y sus objetos. Y finalmente, la Prágmatica, tratará de las relaciones entre los signos y los
que lo interpretan. La Semántica. “Desde luego en semántica la ‘verdad’ es una propiedad
del símbolo” nos dice Moreno7. Finalmente, nuestra opinión respecto al florecimiento de la
Metalógica como una disciplina independiente es la siguiente: La LM tiene un objeto
material ordenable ambiguo o confuso. En el mejor de los casos es una mera estructura
vacía. Nosotros agregamos: Signos, es decir ‘signos’ vacíos. Y estos signos deben
justificarse, explicarse. He aquí la Metalógica. Pero los signos no dicen una referencia a la
realidad, pues, recordemos, son vacíos de contenido, de quididades. En general los autores
identifican Metalógica y Semiótica, algunos consideran que la Metalógica es una parte de la
Semiótica, es decir, es un lenguaje específico que está sujeto a dimensiones sintácticas,
semánticas y pragmáticas: Un lenguaje formal (la otra disciplina que se maneja con un
lenguaje formal es la Matemática). Pero no se habla de lenguajes sin más ni más, sino que
debe considerarse signos naturales (que el hombre descubre en la realidad) y signos
convencionales (que el hombre construye, con todo lo que significa ‘construir’) o símbolos.
Ahora bien, un lenguaje nos hace referencia, nos habla de una totalidad ordenada u
organizada por el hombre según ciertas reglas. Pues bien, el lenguaje de la Lógica se edifica
según ciertas reglas.
“Actualmente la lógica se enfrenta con los mismo eternos problemas...” Agazzi, E.- Op.cit., p.329.
Moreno, A. – Op.cit., p.42.
6
Casaubón, J. – Nociones generales de lógica y filosofía. Estrada, Buenos Aires, 1982, p.129.
7
Moreno, A. Op.cit, p.44.
4
5
Veamos algo sencillísimo pero concreto a la vez. Un ejemplo podemos verlo cuando
tratamos la Lógica Proposicional, al hablar de conectivas, enumeramos una serie de signos.
Tomemos, la conectiva conjunción ‘y’. Este es un enunciado metalógico utilizado en LM.
La Lógica nunca justifica este signo. La Metalógica debe ocuparse de esto en su dimensión
sintáctica. Toda la Metalógica es un gran esfuerzo para justificar la LM y su independencia
o autonomía o neutralidad o pureza de origen respecto de la Metafísica. Sobre todo en su
dimensión sintáctica, pues en esta dimensión ‘se hace’ el fundamento de la LM, la matriz
general: El sistema axiomático, desde el cual se resuelven, cálculo mediante, toda
operación lógico-matemática. De aquí, su importancia. Sobre esto diremos algo, más
adelante en nuestro desarrollo, en la consideración desde los primeros principios.
La epistemología. En cambio la preocupación epistemológica, tal como se
desarrolla actualmente, surge en la 3ª operación en un pandeductivismo y el problema de la
inducción es reemplazado por la hipótesis en el afán y voracidad pandeductivista (va
comiendo y devorando todo lo que no sea deducción) de la axiomática algebraica.
1.2. Desde el objeto material dirigible
La primera y la segunda operación del entendimiento (aprehensión y juicio) se
refieren al primer aspecto del entendimiento, el intellectus, su faz intelectiva. La tercera y
última (razonar), su faz raciocinante.
Ahora nos referiremos a la primera operación.
La simple aprehensión capta la quididad de la cosa, lo que la cosa es. Captamos su quid, su
qué. Y este acto de captar, de aprehender lo que la cosa es da lugar al producto lógico: el
concepto objetivo. Y en tanto el concepto objetivo está presente en nuestra mente
comenzamos a operar lógicamente. La LM no indica, no expresa, no sugiere, no dice que
capta o aprehende de la realidad, pues su honra máxima es su hiperformalismo exarcebado.
Se maneja con categorías vacías de contenido quididativo, no hace referencia a un status
metafísico. Sólo es forma, entonces todo contenido que exprese el sentido o la esencia de
algo no tiene cabida, se lo considera a veces como un brutal psicologismo insufrible8 o
simplemente no interesa. Deja de lado el contenido, es más, no le preocupa sí lo tiene o no,
pues quiere quedar des-ligada, dicen los lógico-matemáticos, de toda postura filosófica, se
insiste en la neutralidad epistemológica.
Esto es lo que dicen, insistimos, de hecho no es así. Y aquí surge, cual eterno
retorno, el problema (pues sigue siendo un problema para los contemporáneos) de los
universales. Al concepto objetivo, la quididad presente en nuestra mente le podemos
predicar universalidad, pero si no tenemos ninguna quididad en nuestra mente, solo
esquemas vacíos y vaciados de contenido quiditativo, evidentemente no hay propiedad
universal de los conceptos objetivos. No se habla de nada en Lógica Matemática, y no es
una ácida observación, es parte de su orgullo hiperformalista. De aquí la necesidad de una
nueva disciplina que se ocupe del sentido de lo que se habla: Semiótica. Y también de otra,
en cuánto qué interpretamos cuando se habla: la Hermenéutica. Además, es sintomático que
el lógico-matemático tome el universal como hipotético y no como existencial.
“Una característica de la LC y bueno es que el lector esté advertido de ella: en la mayoría de los casos
estamos frente a un psicologismo bastante grosero que sumado a la pobreza de su contenido, lo hace
verdaderamente digna de poca consideración.” Corti, E./Gianneschi,H.- Elementos de Lógica. Signo, Bs.As.
2002, p.24.
8
Hay en la segunda operación del entendimiento un asentimiento al juicio en cuanto
co-responde a la realidad, no es meramente una expresión. En la Lógica Clásica hay una
ad-aecuación a la realidad, hay una verdad lógica o gnoseológica fundada en la verdad
metafísica. Pues bien, para la LM no hay semejante preocupación, porque su neutralidad
cuasi-religiosa se lo impide. Y aquí vuelve la necesidad real de una Semiótica y una
Hermenéutica que intenten llenar estos contenidos y expresiones vacías. Autores como
Llanos hablan incluso de una ontosemántica como apertura a un diálogo fecundo. 9Y resulta
un desafío plantear una Semiótica y Hermenéutica Realista, que no es más que volver a más
de lo mismo y ya visto pero con otros ropajes.10
Los actos del entendimiento o razón en sentido amplio (y no restringido a ratio,
sino ratio + intellectus) son tres, los dos primeros se refieren a lo intelectivo y el tercero a
lo racional-discursivo. Los lógico-matemáticos no pretenden ordenar la razón con sus tres
actos. Se abocan al acto de razonar prescindiendo de los primeros referidos precisamente al
aspecto intelectivo (intellectus) y se quedan con el de la ratio, el razonar. Esto da lugar,
entendemos, a un Pandeductivismo, pues la Lógica es sólo razonar-razonar, nada queda de
aprehender ni de juzgar. Y los actos son tres y no uno. Aquí, vuelve a menguar la Lógica
Matemática, nuevamente se ve “privada” de dos operaciones, al menos, podemos decir, se
ve privada de considerarlas en su plenitud. Y si la Lógica Clásica ordena los (tres) actos de
la razón (en sentido amplio) y la LM se refiere principalmente al tercero, luego está privada
de los actos intelectivos o intuitivos. Pero no impugna, al menos de hecho, a estos actos
intelectivos. Se prefiere la ratio por sobre el intellectus en el mejor de los casos. El ocio es
reemplazado por un discurrir raciocinante.
La Lógica como arte. Se dice que la Lógica es el arte directivo del acto mismo de
la razón, por el cual podemos proceder con, facilidad y sin error en dicho acto. Es una
cuasi-definición, pues su objeto formal (tanto sea el quod como el quo) no está expresado).
Otro tanto ocurre con el objeto material ordenable. Solamente lo está su objeto material
dirigible. Por eso, hemos situado aquí esta temática.
Entendemos que, si bien la consideración del objeto material ordenable de la LM
era por lo menos confuso, el objeto material dirigible es de algún modo parcial. No
obstante, podemos y queremos decir que, la LM, al igual que la LC pretende discurrir con
orden, facilidad y sin error pero haciendo hincapié en la tercera. Coloquialmente hablando,
buscan lo mismo.
1.3. Desde el objeto formal quod
Las relaciones de razón entre conceptos objetivos. Coincide con la Lógica
Matemática en que ambas se refieren a relaciones que se dan en nuestra mente. Y en esto
parecen coincidir y dar pie a decir: Que es una misma ciencia llamada Lógica a través de
los siglos, que la Lógica es una a través del tiempo; que es un abuso del lenguaje hablar de
“dos” lógicas”; que es la misma11.
9
Llano,A.-Metafísica y lenguaje. Eunsa, Navarra, 1997, pp. 25 y 26.
“...es probable que, cuando haya desaparecido la desconfianza e incluso el auténtico horror que todavía
sienten la mayoría de los lógicos matemáticos ante el mero nombre de la ontología (a pesar de que tratan
problemas que, con distinto ropaje, son aún los problemas ontológico tradicionales)...” Agazzi, E. – Op.cit.,
p.304.
11
“Probablemente sea más sensato considerar que las relaciones entre la Lógica Tradicional y la Lógica
Simbólica no son de oposición sino de evolución: las que hay entre una ciencia en su estado inicial de
10
Pues bien, parece no haber dificultad aquí en la consideración del objeto formal. Es
más, parece darnos pie para afirmar que, teniendo el mismo objeto formal (las relaciones de
razón de segunda intención), no puede haber más que una sola lógica, y esto nos permitía
afirmar la unidad de la Lógica. Y esto es así en un sentido amplio. Veamos:
la
Lógica
Matemática tiene una gran primera división en Lógica Proposicional y Lógica de Términos.
La Lógica de Términos a su vez se divide en: Lógica de Predicados (o Cuantificacional o
de Funciones), Lógica de Clases y Lógica de Relaciones. En la Lógica de Predicados, por
ejemplo, hay según lo entendemos también nosotros, un objeto formal quod distinto.
Veamos: La Lógica Proposicional trabaja con enunciaciones como objeto último de análisis
pero no penetra en su estructura interna, convendría llamarla más bien Lógica
Interproposicional. Luego la Lógica de Términos sí atiende a la estructura interna de las
enunciaciones. Así en la Lógica de Predicados analiza la enunciación en “sujeto” y
“predicado”y apunta al tratamiento de la comprensión de los términos. Luego en la Lógica
de Clases, asumido el análisis anterior se trabaja con la extensión de los términos (sujeto y
predicado) según clases, y se habla de pertenencia e inclusión. Sigue, por último, la Lógica
de Relaciones. (Notemos de paso que la Lógica Clásica es toda ella una lógica de relación
en cuanto a su objeto formal quod, pues se refiere a relaciones de razón entre conceptos,
son relaciones, ya dijimos, secundo-intencionales). Pero aquí encontramos una objeción de
peso: Las relaciones que tratan aquí los lógico-matemáticos (en su Lógica de Relación) no
son solamente de razón sino también reales. Y lo que tanto evitamos (nosotros) de no
confundir los objetos de la Lógica con los de la Metafísica, terminan por hacer los lógicomatemáticos.
“...pero la moderna Lógica de Relaciones trata de todo tipo de relaciones, incluso y
ante todo las primointencionales, ya matemáticas, ya reales; por lo cual, para el
tomista, se produce una desnaturalización de la Lógica y una mayor o menor
confusión con la Matemática o con ontologías generales.” Casaubón, J.-Nociones
generales de Lógica y Filosofía. Op.cit., pp.126/7.
En conclusión, la LM no siempre coincide su objeto formal quod con el de la LC.
En la Lógica de Relaciones, último escalón de la Lógica de Términos parecen confundirse
y/o tomarse indistintamente tanto las primeras como las segundas intenciones. Y esto hace
que muchos autores insistan en que son ciencias distintas: Una, filosófica, la LC; y otra,
positiva, la LM. Las dos válidas, a su manera. No obstante, el problema pasaría ad intra de
la LM, pues tendría un objeto formal quod fluctuante.12 Fluctúa de relaciones de razón a
relaciones reales, y viceversa.
Algunos autores creen que, en realidad, no hay confusión con la Metafísica sino con
la Matemática, pero nadie soslaya el problema ni lo deja de admitir. Casaubón admite la
constitución y esa misma ciencia en su estado de madurez, como las que sedan entre la matemática de
Pitágoras o Euclides y la moderna matemática.” Garrido, M. – Op.cit., p.28
12
Inclusive Gabriel Zanotti admite que :
“A esta altura de la investigación quedan aún muchas incógnitas por resolver. Por ejemplo, se habrá
observado que no hemos hablado de la lógica de clases y de la lógica de relaciones. El problema es que hay
razones de peso para ubicarlas dentro del campo de las segundas intenciones, pero también razones de peso
para considerar que esos temas se refieren a relaciones reales más que de razón. Pero en ese caso también
debemos analizar las relaciones entre la lógica y la matemática.[...]o si es necesario un replanteo total de la
cuestión.” Zanotti, G.-La unidad de la teoría lógica en su forma no –matemática y en su forma matemática.
Unsta, Bs.As., 1988, p.51.
confusión tanto con la Matemática como con la Metafísica, en cambio otros sólo con la
Matemática. Pero si es primointencional podemos referirnos tanto a cuestiones metafísicas
como a matemáticas. Ahora, para no entrar en polémicas, el punto es: Tiene un objeto
formal fluctuante, cuando fluctúa hacia las relaciones reales se aleja de la LC y traba la
unidad de la teoría lógica, es decir, que haya “una” Lógica. Nosotros resolvemos respecto
del problema expuesto de Lógica de Relaciones, u otros similares, diciendo que:
Entendemos que es “una” la Lógica a partir de su objeto formal, si parte de su
consideración fluctúa hacia otro objeto formal no quedará más remedio que separarla y
expurgarla, pues el objeto formal especifica una ciencia, y no puede haber dos ciencias en
una. Digamos que esta fluctuación es un extralimitarse epistemológicamente. No obstante
el problema debe ser abordado en detalle y con todos los elementos. Nos interesa
“entender” la actitud de algunos autores cultores de la LC, y todo lo anteriormente expuesto
nos ayudará al respecto. Estos autores, no son adversos sin más ni más, sino que han
advertido problemas difíciles de resolver y de complementar que es nuestra intención en
esta indagación.
Así, si repasamos textos, encontraremos afirmaciones contundentes: Son dos
“cosas”, son dos ciencias distintas “esencialmente distintas”, son extrañas entre sí, están
separadas, pues sus objetos material y formal son distintos con respecto a la LC. Pues
tienen un objeto formal quod fluctuante (además de un objeto material ordenable ambiguo
y un objeto material dirigible parcial). Por otra parte, el famoso problema de si son
contradictorias ambas lógicas entre sí quedaría definitivamente resuelto: No pueden
contradecirse porque trata de objetos distintos, afirman cosas distintas y solo hay
contradicción si se afirma y se niega lo mismo de lo mismo, y esto no pasa. Maritain se
lamenta en el texto que sigue, pues “... no siempre los logísticos comprenden tan
sobriamente las cosas...”
Maritain es contundente:
*“Sea lo que fuere del saber si la Logística (LM) nos trae un método legítimo y
viable, ella y la Lógica (LC) sólo pueden ser disciplinas separadas, extrañas una a
otra, y que, si se las comprende bien, no podrían contradecirse, puesto que en
realidad no versan sobre lo mismo. Pero no siempre los logísticos comprenden tan
sobriamente las cosas, y formulan con respecto a alguna teoría de la Lógica Clásica
críticas altaneras de las que es necesario decir algo en la Lógica Menor.” Maritain,
J. – El orden de los conceptos. Club de lectores, Bs.As., 1982, p.289.
“Veremos que la Logística (LM) es esencialmente algo diferente de la Lógica
(LC). En tanto que la Lógica (LC) se encamina hacia el acto mismo de la razón
en su progreso hacia lo verdadero, por lo tanto, sobre el orden de los conceptos
mismos y del pensamiento, la Logística (LM) se encamina hacia las relaciones
entre signos ideográficos, por lo tanto, sobre los signos mismos tomados
bastándose una vez establecidos.” El orden de los conceptos. Maritain, J. –
Op.cit., p.288.
Casaubón indica el porqué: No siempre el objeto formal quod es el mismo. Es una
ciencia distinta. Una ciencia positiva.
*”La que llamamos Lógica Clásica pertenece a la Filosofía. La Lógica Matemática,
en cambio, no tiene fundamento filosófico ni menos metafísico. Es una técnica y
una ciencia positiva. Casaubón, J.- Nociones de Lógica y Filosofía. Op.cit., p.115.
Si es una ciencia positiva, entonces no es Lógica Clásica, es otra ciencia. Una
ciencia, por cierto muy noble y muy válida, pero otra ciencia distinta. Y esto tiene su
basamento en la fluctuación de su objeto formal quod principalmente, nosotros agregamos
la ambigüedad de su objeto material.
*“En cuanto a las relaciones entre la Lógica no-matemática de tipo aristotélicotomista y las lógicas matemáticas, cabe decir que, como lo indicamos ya, no tienen
siempre el mismo objeto formal y son por eso ciencias o artes distintas, más que
equivalentes o idénticas con menor o mayor desarrollo.” Casaubón, J.- Nociones de
Lógica y Filosofía. Op.cit., p.130.
En el texto arriba citado, se dice con todas las letras. Son ciencias distintas y la LM
es una ciencia positiva más. Hacia 1950 surge un autor ‘antilogístico’ (que encabeza un
‘movimiento’ antilogístico) según los anti-lógico-clásicos y “acérrimo defensor de la lógica
(Clásica)”13 según los más duros críticos lógico-matemáticos. Es Henry Veatch.14 Ya antes
Maritain en la década del ‘30, como acabamos de leer, reaccionó duramente contra la LM.
Veatch considera que la LM trata las relaciones de un modo no-intencional
(primointencional) al contrario de la Clásica que las trata intencionalmente
(secundointencional). Y como la Lógica debe tratar de entes intencionales (entendiéndose
aquí como entes de razón de segunda intención objetiva) que existen en tanto que significan
algo distinto de ellos. Y la única que lo hace es la LC. Luego, hay dos ciencias. Una de
ellas es la Lógica, es decir, la LC y hay otra, que es una ciencia positiva, que bien pudiera
llamarse Logística o hasta Lógica Positiva, por ejemplo. Insiste en que hay una omisión en
distinguir una forma intencional de una que no lo es, con la consiguiente confusión lógicometafísica (se confunden y entremezcla lo primo y secundointencional). De algún modo
sostiene que la LM es una mala Metafísica “logificada”. Veatch intenta forjar, por
contraposición a la LM, una lógica basada en el realismo filosófico lo que genera los
epítetos de “acérrimo defensor”, “antilogístico” de opinión “combativa”, etc. Si
recordamos que los conceptos necesitan voces que los signifiquen en toda su realidad,
veamos que la mismísima LM al surgir, el primer inconveniente fue su nombre y ya lo
hemos tratado suficientemente al comienzo de este trabajo. No se encontró ni se encuentra
un nombre satisfactorio “pues el concepto mismo de lo lógico está oscurecido y confuso”
dice Veatch, a menos que, sea LA lógica, la única que evolucionó desde Aristóteles hasta
Ferrater Mora, J. – Diccionario de Filosofía. Ariel, Bardelna, 1999. T.III “Logística”.
Henry Babcock Veatch, que fuera profesor en la Universidad de Indiana, Estados Unidos. Publica hacia
1952: “Lógica Intencional” (“Intentional logic”. A Logic based on Philosophical Realism. New Haven, Yale
University Press, 1952) Años más tarde, en 1959, Casaubón publica en Estudios Teológicos y Filosóficos Nº
1 / 2 y 3 su artículo “Lógica o ’lógicas’ ”. Casaubón parece fundamentarse en Veatch respecto a su postura (
que la LC y la LM son dos ciencias distintas). Casi veinte años más tarde, cuando Casaubón publica su
célebre “Nociones generales de Lógica y Filosofía” incorpora en la unidad dedicada a la Lógica Matemática
un texto clave de la obra de Veatch, donde se afirma la no-secundointencionalidad (la no-intencionalidad
según la terminología de Veatch) de la Lógica Matemática. Veatch colaboró con John Wild, profesor de la
Universidad de Harvard, en una serie de textos lógicos basados en el realismo filosófico.
13
14
acá. Le quita, le “roba” el nombre a la ‘auténtica’ lógica (siempre según el modo de escribir
de Maritain).
Veamos un poco más detenidamente qué nos propone Veatch.
Distingue entre
intencional y no-intencional. Lo intencional se refiere a lo secundointencional y nointencional a lo primointencional. La Lógica (con L mayúscula) es la que tiene por objeto
formal lo secundointencional. Esta Lógica es la que tiene sus fundamentos en una filosofía
realista. Todo lo que se refiera a lo primointencional no es Lógica. Es otra disciplina. La
LM tiene por objeto formal lo no-intencional (al menos por momentos). La LM está en un
mundo “enteramente diferente” al de la LC.
“Volviendo ala consideración de la moderna lógica matemática, casi enseguida
tomamos conciencia de hallarnos en un ambiente y clima de opinión enteramente
diferentes de aquellos que caracterizan a la Lógica intencional (LC)...”
Diferente porque no trata de:
“...entes de razón, [...] el orden de las formas y estructuras lógicas en relación a lo
real, todas estas cosas parecen ser extrañamente remotas y ajenas respecto de
aquello que la LM está inclinada a discutir y tratar.”
La LC trata de cosas “extrañamente remotas y ajenas” de las de la LM. Tratan de
cosas distintas y no es una mera cuestión terminológica, “por el contrario” es una cuestión
de fondo. Ignoran o son indiferentes a lo que las cosas mismas significan.
“No es solamente la terminología de una lógica intencional (LC) la que es ajena a la
LM; por el contrario, son las cosas mismas que los términos significan las que
parecerían ser ignoradas, o por lo menos miradas con indiferencia por el lógico
matemático.”
No obstante, el lógico-matemático, trabaja con lo intencional (secundointencional)?.
Y esto tiene dos respuestas según Veatch:
1ª. En parte sí, porque trabaja con proposiciones, funciones proposicionales, reglas
de formación, etc., que son de naturaleza intencional (secundointencional);
“...es verdad, ella ciertamente trata de formas y entidades intencionales.”
2ª. En parte no.
“...hay un sentido en el que la LM aparecería como no siendo una Lógica
intencional de manera alguna.”
Notemos que dice: “hay un sentido” en que “aparecería” “de alguna manera”, no es
taxativo ni tan acérrimo defensor de la LC ni antilogístico. Dice: Parece que no es Lógica
(Lógica intencional) la LM. Cuestiona el tratamiento que hace la LM de la
secundointencionalidad. Se cuestiona si trabaja realmente con una secundointencionalidad.
“...pero pese a ello (que ciertamente trata de formas y entidades intencionales), es
posible poner en cuestión si ella trata de las mismas como intenciones, o si incluso
reconoce su carácter propiamente intencional tal como verdaderamente es.”
De alguna manera, parecería que no trata lo secundointencional, y cuando dice que
lo trata, ellos creen que lo trata, pero podemos “cuestionarlo”. Hasta aquí cautela.
“Además, la LM parece tratar también de gran número de formas y relaciones y
estructuras que no son, obviamente, intencionales.”
Una curiosidad: Confunde y mezcla lo primo y secundointencional como objeto
formal. Una conclusión contundente: La LM es indiferente respecto a la distinción entre
primointencional y secundointencional (he aquí el nudo del problema).
“Pero lo curioso es que, dentro del contexto de la LM, parece no hacerse ninguna
distinción entre formas no-intencionales y las que la son. Por el contrario, todas son
tratadas conjuntamente, como si fueran de algún modo del mismo tipo. En
consecuencia, nos encontramos forzados a concluir que el lógico matemático en
gran medida se ha olvidado y es indiferente respecto de toda clase de imprecisión
“de alguna manera”.“Parece” que la LM trata también con
primointencionalidades distinción entre formas y relaciones intencionales y
formas y relaciones no-intencionales.”
La conclusión contundente es un condicional y es una sospecha. Bajo condición que
esté bien fundada. Si está bien fundada es indiferente respecto a la distinción. Y de ahí que
el ‘concepto’ de lógica, la logicidad estaría oscurecido y confuso”. Recordemos lo que
hemos afirmado nosotros al respecto: La LM tiene un objeto formal quod fluctuante. “Nos
encontramos forzado a concluir” de esta manera.
“Por eso, desgraciadamente, si estas sospechas están bien fundadas, ello significa
que el concepto mismo de lo lógico está (en la LM) oscurecido y confuso.”
Recapitula repreguntándose sobre la distinción “exacta” entre lo lógico y lo real y se
contesta:
“¿Qué es lo que exactamente diferencia lo lógico de lo real? ¿De qué manera, en
otras palabras, son distinguidas las formas y relaciones lógicas propiamente dichas
–por ejemplo la relación del sujeto al predicado- de las formas y relaciones reales –
por ejemplo la relación de congruencia entre segmento y línea. ? Si todos los
análisis del precedente capítulo son indudables, las bases para tal distinción deben
residir en el hecho de que una relación lógica como la del sujeto al predicado es
simplemente una intención o signo formal, porque su total naturaleza es la de ser,
simplemente, la representación de algo otro que sí misma.”
La LM trata de relaciones racionales pero también de relaciones reales, y luego
concluye (“Por lo tanto...”):
“En cambio, la relación real ordinaria, como la de que una cosa esté al Norte de otra
o la de que un segmento de línea sea congruente de otro, éstas parecen ser cualquier
cosa menos intenciones (o segundas intenciones). Por lo tanto, el que una línea sea
congruente respecto de otra o el que ese determinado hombre sea padre de otro, no
son ciertamente cosas que sean entera y completamente de o sobre algo otro. Por el
contrario, son solamente lo que en sí mismas son. Ciertamente, son relaciones;
empero, no son relaciones intencionales. Es decir, no son meras significaciones o
representaciones de algo otro.” Veatch, H. Capítulo III: La Lógica Matemática y el
descuido de la intencionalidad. a) La omisión de distinguir de lo real y lo lógico.
entre las formas intencionales y las formas no-intencionales, y la consiguiente
confusión. (Tomado de un texto auxiliar citado por Casaubón en su Nociones
generales de Lógica y Filosofía. Op.cit., pp. 132/33)
La así llamada LM es otra disciplina distinta de la Lógica (con L mayúscula) o de la
LC, como se quiera, pero distinta. Es una ciencia positiva. Así también Millán Puelles (en
su célebre “Fundamentos de Filosofía”, cuya primera edición es de agosto de 1955, tres
años después de la obra de Veatch) y después Casaubón hacia 1959.
“Examinadas las relaciones de la lógica con la psicología, la crítica y la ontología,
podemos añadir, a modo de apéndice, unas consideraciones sobre las diferencias
entre la lógica filosófica (LC) y la LM o logística. La lógica que aquí nos interesa
es, por supuesto, una disciplina filosófica, no una ciencia positiva (1ª diferencia). Al
estudiar el artificio científico, trata, pues, de conocer, pues de conocer su naturaleza
y su esencia, es decir, lo que esa estructura es y lo que son los elementos de que se
compone. Esta investigación es muy distinta de la que puede hacer una ciencia
“positiva” que, por definición, renuncia al conocimiento de la naturaleza entitativa
de sus objetos (2ª diferencia). La LM es la ciencia positiva del razonamiento, a la
cual no interesa la aclaración esencial de lo que esta sea, ni la ordenación del
razonamiento al ser, sino tan solo el cálculo positivo de su validez,
independientemente de todo supuesto ontológico.
[...]
Los Principa Mathematica, de A. Whitehead y B. Russell, son la obra clásica de la
moderna lógica positiva, la cual en nuestros días ha logrado un notable
incremento.”. Millán Puelles, A. – Fundamentos de Filosofía. Rialp, Madrid, 1981.
Pp.88/9.
* “La que llamamos LC pertenece a la Filosofía, la LM, en cambio, no tiene
fundamento filosófico ni menos metafísico, es una técnica y una ciencia positiva.”
Casaubón, J.- Nociones generales de Lógica y Filosofía. Op.cit., p. 115.
También hacia la década del ’50 José Dopp sostiene que son diferentes:
“...responden a dos ideales científicos diferentes; pero en vez de contradecirse, se
complementan. La Lógica antigua es una disciplina filosófica; la moderna es una
disciplina científica y positiva. La lógica filosófica ha desarrollado
sistemáticamente la teoría del juicio de predicación; en cambio la lógica moderna
ha estudiado otras muchas relaciones.” (¡) Sapientia Nº 55, Bs.As., 1960 Año XV,
p.50, en ‘Lógica Moderna y Lógica Clásica’ de José Sanabria, citando a Vicente
Muñoz – La Lógica antigua y medieval a la luz de la logística. Salmantinencensis,
1957 (Obra, a la cual, lamentablemente no pudimos acceder)
Ya antes Maritain, hacia la década del ’30:
“... disciplina cuyos fundamentos son en sí absolutamente extraños a la verdadera
Lógica, o arte del trabajo racional, y se originan de hecho, en la mayoría de los
logísticos, en una concepción general (‘Lógica de Relación’) destructiva de una
sana filosofía del raciocinio. Maritain, J. – Op.cit., p.367.
Se vuelve a insistir en dos ciencias distintas. No lo explicita, pero se vuelve al tema
de las relaciones, es decir, que la LM a veces fluctúa su objeto formal quod hacia las
relaciones no ya de razón sino reales. Y esto es “destructivo” nos dice Maritain, de una
“verdadera” lógica. Así hablan de una ‘auténtica’ lógica para referirse a la LC. Conviene
que hagamos una breve pero importantísima digresión aclaratoria sobre el accidente
relación.
La relación: La relación es un accidente, y en cuanto tal, pertenece a la
consideración metafísica. Todo accidente es un esse-in (su ser-en o su inherir en la
sustancia) , pero en el accidente relación además es un esse-ad. Propiamente hablando la
relación es un ‘referirse a’ (esse-ad), un salirse de sí hacia otro. Es ‘un respecto a’. Es un
‘ordo unius ad aliud’, un orden o referencia a otro, de una cosa a otra.
“Cuando alguna cosa, según su naturaleza, se ordena a otro, o cuando dos cosas se
ordenan entre sí.” Sto. Tomás de Aquino- Suma Teológica. I q.28, a.1.
Una relación es real entre dos cosas si hay:
1. Los extremos de la relación:
1.1. Un sujeto (hijo)15, la substancia en la que inhiere la relación;
1.2. Un término (padre); con el que el sujeto se relaciona.
2. El fundamento de la relación entre ambas substancias (la generación), es lo que
origina o causa la relación misma;
3. La relación misma (la relación filial, la filiación).
Ahora bien, la relación real se divide en:
1. Según el ser. Si una substancia depende de otra en su existir;
2. Según la acción y la pasión. Si una cosa recibe algo de otra;
3. Según la cantidad. Si la cantidad de una cosa puede ser medida por la de otra.
(Según magnitudes). Son las relaciones de igualdad, de inferioridad o
superioridad cuantitativa, de distancia, etc. Así, si decimos esto es el doble de
aquello o tal cosa es la mitad de tal otra.
Por último, no toda relación es real, hay relaciones de razón. Una relación es de
razón cuando falta uno de los cuatro elementos que se necesitan para que una relación sea
real. Ya sea que uno u otro extremo o ambos no son reales (o no son realmente distintos
entre sí); ya sea porque el fundamento no es real. La relación de razón se divide en:
1. Relaciones con algún extremo o ambos irreales.
2. Relaciones de razón, a las que corresponde en sentido contrario una relación
real;
15
El ejemplo de la relación filial es tomado como paradigmático por autores como Alvira/Melendo/Clavel y
Gómez Pérez.
3. Relaciones lógicas. Las relaciones entre especie-género y especie-individuo.
Volvamos sobre el punto: Su objeto formal quod a veces se confunde o versa sobre
primeras intenciones16: Puede referirse o a lo matemático o a lo metafísico. Y esto ya no es
Lógica, al menos en la concepción lógico-clásica. Se señala que esto ocurre en:
a) La Lógica de Predicados: Cuando considera predicados diádicos o triádicos, etc.17
donde se entremezcla lo primo y secundo intencional; y
b) La Lógica de Relaciones18: Donde se simbolizan relaciones reales y no de razón.
c) La Lógica de Clases.
a) Lógica de Predicados. La Lógica de Predicados distingue intraprosicionalmente en
individuo y predicado. Analiza la estructura interna de la proposición. Hay individuos
determinados e indeterminados. Tomemos los determinados para el caso que pretendemos
explicar. Podemos decir, por ejemplo, ‘Luis es filósofo’ (que se simboliza Fa, donde ‘F’ es
‘ser filósofo’ y ‘a’ es ‘Luis’) y así. Esto es un predicado monádico, es decir, de un solo
individuo. Pero encontramos además predicados diádicos y triádicos (n-ádicos o
poliádicos). Así, si decimos: ‘Marcial es hermano de Luis’, ‘ser hermano de ‘es un
predicado que involucra a dos individuos: ‘Marcial’ y ‘Luis’ ( y se simboliza Fab). Y
aquellos predicados que involucran a dos individuos se llaman diádicos. Ahora bien, la
relación ‘ser hermano de’ existe aunque no esté presente en mi mente, es extra-mental, es
real. Es una relación real según el ser. En otros ejemplos podríamos apreciar relaciones
reales según magnitudes.
b) Lógica de Relaciones. Pretenden los lógico-matemáticos que las proposiciones de
relación (tratadas en su Lógica de Relaciones) serían una especie irreductible a las de
atribución o predicación y que habría sido ignorada por Aristóteles y los escolásticos.19
Entonces, por ejemplo, relaciones como: ‘padre de’, “mayor que”, “a la izquierda de” son
consideradas relaciones lógicas. Las relaciones tienen propiedades: Reflexividad,
irreflexividad, simetría, asimetría, transitividad, y por último intransitividad. Tomaremos,
por ejemplo, la asimetría. “Agustín es padre de Adeodato”. Tenemos dos individuos:
“Agustín” y se simboliza “x” y “Adeodato” y se simboliza “y” y tenemos la relación
asimétrica “ser padre de” (y se simboliza a R asimétrica (x)(y) [xRy - yRx] ).20 Y estas
relaciones, en realidad, no conectan ni vinculan lógicamente, son primointencionales, pues
‘ser padre de’ no es secundointencional.. Esto trae una consecuencia metafísica. Sostienen
que las proposiciones de relación por ellos utilizada nada tienen que ver con las relaciones
reales. Que son irreductibles, ¿a qué no se reducen o no se pueden reducir? Pues bien, en
Casaubón, J. – Nociones generales de Lógica y filosofía. Op.cit., p. 130.
Casaubón, J. – Nociones generales de Lógica y filosofía. Op.cit.. Pp. 126 y 129.
18
“A esta altura de las investigaciones queda aún muchas incógnitas por resolver. Por ejemplo, se habrá
observado que no hemos hablado de la lógica de Clases ni de Relaciones,. El problemas es que hay razones de
peso para ubicarlas dentro del campo de las segundas intenciones, pero también razones de peso para
considerar que esos temas se refieren a relaciones reales más que de razón.” Zanotti, G. –La unidad de la
teoría Lógica en su forma no-matemática y en su forma matemática. Op.cit., p.51.
19
Casaubón, J. – ETF Nº2, p. 143 y p.158, nota al pie nº 75.
20
Cfr. con Salama, A. – Lógica Simbólica y elementos de metodología de la ciencia. El Ateneo, Bs. As.,
1984, p.183 ss.
16
17
toda relación real hay un ser en y un ser hacia. Esta irreductibilidad implica negar a la
relación real este ser en y reducir todo a un ser hacia.21 Estas proposiciones de relación las
consideran, así lo dicen distintos manuales y autores de LM, como ‘más útiles que las
proposiciones de predicación’ y también ‘más recientemente descubiertas’, por poner
ejemplos. Ahora bien, no se está ‘predicando’ a estas relaciones en cuestión su ser ‘más
útiles’ y ‘más recientemente descubiertas’ como su ser en? Están, paradójicamente,
afirmando lo que niegan, pues solamente su naturaleza intrínseca las puede hacer mejores
que las otras. Es decir, las proposiciones de relación a causa de otra proposición de relación
terminan siendo predicativas que es lo que pretenden negar o afirmar como irreductible.
Tenemos, pues una relación real según el ser, en otros ejemplos podríamos apreciar
también relaciones reales según magnitudes.
c) Lógica de Clases. También podemos observar cuestiones similares en la Lógica de
Clases.22 La LM suele sostener que no debemos decir ‘Enzo es trabajador’, sino ‘Enzo es
un trabajador’. Pues su cuna neopositivista no admite el universal ‘trabajador’, que a Enzo
le podemos predicar ‘ser trabajador’. Pues no. Insisten en que debe decirse ‘Enzo es un
trabajador’. Es un individuo que pertenece a una clase, la clase de los trabajadores.
Obviamente que el problema de los universales para la LM no es un problema.
Simplemente no es. La ‘clase’, permítasenos decir, la ‘claseidad’ es un concepto
primitivo, y en cuanto tal indefinible.
“El concepto de clase o conjunto es un concepto primitivo dentro de la lógica (LM):
no se da de él una definición. No obstante es posible caracterizarlo en forma
intuitiva. Una clase es una colección de individuos [...], las clases son colecciones
abstractas de individuos.” Salama, A. – Lógica simbólica y elementos de
metodología de la ciencia. El Ateneo, Bs. As., 1984, p.105.
¿Qué objetamos? ¿’Ser un trabajador’ no tiene implícito ‘ser trabajador’? No sólo
debe hablarse de individuos, lo cual es correcto. ‘Enzo es un trabajador’, es uno de tantos:
Es un individuo, y esto es real. Pero también, ‘ser trabajador’ no está acaso individuado en
Enzo? No está el universal referido a un singular? Individuado en un singular? Creemos
que sí. Antes de pertenecer a alguna clase Enzo, no es un trabajador? Y en cuanto tal le
puedo predicar pertenecer a una ‘clase’? Ser está antes que pertenecer. Pues, de no ser así,
no cabría entonces la posibilidad de que ‘Enzo’ sea el único trabajador? O cuando
afirmamos que ‘Enzo es un trabajador’ podamos confundirlo con ‘Don Francisco es un
trabajador’? Concluimos: Si no aceptamos el universal no queda más que hablar individuos
que pertenecen a una clase. Aunque, de hecho para operar, la LM supone ‘de hecho’ el
universal. En última instancia, ‘Enzo es un trabajador’ es un predicado monádico (Lógica
de Predicados): Fa (‘a’ es Enzo y ‘F’ es ‘ser trabajador’). Y hay dos modos de caracterizar
las clases. O con predicados monádicos, en donde, dado un predicado, todos los individuos
que posean esa propiedad (en este caso ‘ser un trabajador’) pertenecen a una clase
determinada. O con la enumeración de individuos que pertenecen a una clase. Tenemos:
, en donde ‘a’ es ‘Enzo‘ y ‘A’ la ‘clase de los trabajadores’. Y ‘ ’ indica pertenencia.
Si , tenemos entonces ‘ A = { ŷ/ y es un trabajador} ’ (‘ŷ’ es llamado operador de
21
22
Casaubón, J. - ETF Nº 2, p.143.
Casaubón, J. - ETF Nº 2, p.146.
abstracción) y lo leemos ‘la clase de todas las y tales que y es un trabajador’. También aquí
deberían incluirse otros tantos problemas referidos a la universalidad de los conceptos.
Tenemos principalmente estos tres:
a) De los 19 modos válidos del silogismo, la LM, solamente reconoce 15. Excluye
DARAPTI (3ª), BARALIPTON (1ª indirecta) (o BAMALIP [4ª] ), FAPESMO (1ª
indirecta) (o FESAPO [4ª] ) y FELAPTON (3ª). De proposiciones hipotéticas no se
siguen existenciales.
Veamos un BARALIPTON (1ª Indirecta) Paradójicamente, y lo tomamos
(adaptado) de Casaubón:
Todo lógico-clásico silogiza en A-A-I
(V)
Todo el que silogiza en A-A-I se equivoca (V)
Alguno que se equivoca es lógico-clásico (V)
Ahora un DARAPTI (3ª)
Todo el que silogiza en A-A-I es de tendencia lógico-clásica (V)
Todo el que silogiza en A-A-I se equivoca
(V)
Alguno que se equivoca es de tendencia lógico-clásica
(V)
La LM niega afirmando (¿?) este punto en cuestión. Dice que es inválido concluir
de dos universales una particular, pero, de hecho, lo hacen para sostenerlo.
b) Sostienen que la subalternación en el cuadrado de la oposición es ilegítima o falsa.
(‘De la verdad del subalternante se sigue la verdad del subalternado pero no a la
inversa’ y ‘de la falsedad del subalternado se sigue la falsedad del subalternante’)
c) La conversión parcial o por accidente
Conversión: Es una propiedad de la enunciación y consiste en la inversión del sujeto
y del predicado de una enunciación, conservándose la cualidad (afirmativa o
negativa) y el valor de verdad de la enunciación. (Hay tres tipos de conversión:
Simple, Por accidente y Por contraposición: ‘Simpliciter fEcI convertitur, EvA per
acci, AstO per contra. Sic fit conversio tota’)
Conversión por accidente: Consiste en invertir sujeto y predicado y la enunciación
pasa de universal a particular. Podemos ejemplificar diciendo: ‘Todo chapista es un
trabajador’ se convierte en ‘Algún trabajador es chapista’, en donde se mantiene el
mismo valor de verdad en ambas, que es la propiedad de la conversión. O también
‘Ninguna blonda es pensante’ se convierte en ‘Alguna pensante no es blonda’,
donde se mantiene el mismo valor de verdad, aquí, en este caso, F. No la aceptan
por el mismo motivo citado en a).
Concluimos: No aceptan pasar de una universal a una existencial, pues la pseudouniversal (y no un universal) no implica existencialidad (que exista), sólo dice que si se da
esto entonces se da lo otro, lo cual no implica una existencia, solo dicen que si ‘x’ tiene la
propiedad ‘F’, entonces tiene la propiedad ‘G’ ( Si decimos ‘Todo hombre es mortal’
tenemos (x) (Fx Gx) en donde cada vez que se da ‘x’ es hombre y si ‘x’es hombre,
entonces ‘x’ es mortal). Inclusive en el así llamado cuadrado de la oposición complejo de la
lógica de Predicados con la introducción de una clase vacía en F siguiendo el ejemplo
anterior, podemos ‘suspender’ las reglas del cuadrado de la oposición, excepto el de
contradicción. Así tenemos que las universales podrían ser verdaderas a la vez o las
particulares falsas a la vez). De ahí el artificio lógico-matemático de introducir una
singular en ese tipo de razonamiento, con respecto a los silogismos supuestamente
inválidos, para concluir con verdad existencial, pues a la manera de la LC es inválido.23
Así DARAPTI de 3ª.
(x) (Fx Gx)
(x) (Fx Hx)
(Ex) (Hx . Gx)
Aplicando las Reglas y las Leyes Lógica jamás llegaríamos a probar su validez, a
menos que introduzcamos una proposición existencial: (Ex) Fx
1. (x) (Fx Gx)
2. (x) (Fx Hx)
3.
(Ex) Fx/ (Ex) ( Hx . Gx)
4. Fa
de 3 por EE (Ejemplificador Existencial)
5. Fa Ga
de 1 por EU (Ejemplificador Universal)
6. Ga
de 5 y 4 por MPP
7. Fa Ha
de 2 por EU
8. Ha
de 7 y 4 por MPP
9. Ha . Ga
de 6 y 8 por CONJ
10. (Ex) ( Hx . Gx) de 9 por GE (Generalizador Existencial)
En el fondo está el viejo problema de los universales. Y en el trans-fondo la
Metafísica (o más bien su a-metafísica de cuna neopositivista).
2ª Perspectiva. Desde los primeros principios
2.1. Planteo
En esta perspectiva nos abocaremos a considerar la LM a partir de los primeros
principios. Asumimos ‘principio’ como aquello de lo que algo procede, sea cual sea esta
procedencia.
“La palabra principio no significa otra cosa que aquello de lo cual procede algo; en
efecto, todo aquello de lo cual procede algo de cualquier modo, decimos que es
principio.” Santo Tomás- Suma Teológica, I parte q.33. a.1, corpus.
Los principios se muestran, se entienden, no se prueban. Partimos, del ya famoso
por mérito propio, sujeto esencial existente. La primera afirmación que realizamos (via
separatio) es que el ente es (aquello que es). La primera negación posible, en consecuencia,
será que el ente no es (aquello que no es). Ahora bien, entre ese primer juicio afirmativo
23
Maritain, J. – Op.cit.. Pp. 289-301; y Casaubón, J. - ETF Nº 2. Pp. 142-150.
aquello que es y el primer juicio negativo aquello que no es surge un problema, una contradicción. La misma puede ser resuelta aplicando las variables de tiempo (simul) y de
respecto (respectum). Obtenemos, así, el primer principio: el principio de no-contradicción.
Y se enuncia: Un ente no puede ser y no ser al mismo tiempo (simul) y bajo el mismo
respecto (respectum). De éste se desprenden otros dos muy importantes: El principio de
identidad (No nos detendremos aquí en la consideración sobre cuál es el primero de los
principios, si el principio de no-contradicción o el de identidad, no porque no lo creamos de
poca importancia sino porque no es objeto de este trabajo) y el principio de tercero
excluido. El principio de identidad se enuncia: Todo ente es igual o idéntico a sí mismo; o
también como lo que es, es. En cambio el principio de tercero excluido se enuncia: Entre
ente y no ente no existe (o se excluye) una tercera posibilidad.
Existen otros principios: Principio de causalidad; principio de finalidad y el
principio del obrar práctico, pero no son objeto de una formulación lógica ni de una
reformulación lógico-matemática. Por lo tanto no los consideraremos. Los principios arriba
establecidos son principios metafísicos. Se establecen desde la realidad. Y se establecen vía
inducción, tan negada por los lógico-matemáticos y tan cara para los lógico-clásicos. Ahora
bien, estos principios pueden ser reformulados secundointencionalmente y tenemos
principios lógicos. Veamos las formulaciones desde la LC y las reformulaciones lógicas
desde la LM.
2.2. Formulación lógico-clásica y reformulación lógico-matemática de los
primeros principios
a) El principio de no-contradicción. Desde la LC: No es posible afirmar y negar a
la vez un mismo sujeto a un mismo predicado.
Y la LM lo reformula a su vez así: - (A . – A )
“no es cierto A y no A”
b) El principio de identidad. Desde la LC: Toda proposición es idéntica a sí misma.
Y la LM lo reformula: A A o también A A
“A es equivalente a A” o “A implica A”
c) El principio de tercero excluido. Desde la LC: Entre una proposición V y otra F
no existe una tercera posibilidad.
Y la LM lo reformula: A v – A
“A o no A (pero no puede haber una tercera posibilidad entre ambas)”
Pues bien, he aquí, los primeros principios utilizados en la LM. Tomando como
cabeza (princeps) el principio de no-contradicción.24 Estos principios son reconocidos por
todos los metalógicos y lógico-matemáticos. No tenemos que entrar en discusión sobre este
tema, pero sí podemos precisar que para la LM los principios son meramente lógicos, así se
considera la no-contradictoriedad por la no-contradictoriedad misma sin atender al ente, del
cual se parte para establecerla. La verdad lógico-formalista es la no-contradictoriedad
meramente mental. Estos tres principios son primeramente y originariamente metafísicos,
luego son lógicos. (No obstante sí hay principios lógicos, aunque remotamente fundados ‘in
re’ como el ‘dictum de omni’ o ‘dictum de nullo’ como ejemplos).
“Los auténticos principios lógicos son, como se habrá visto, determinaciones de los
universalísimos principios metafísicos al campo lógico. [...] porque el ser-lógico no
es sino la versión intencional del ser-metafísico, y los principios lógicos, principios
del ser traducidos al campo secundointencional de lo lógico, que en el
primointencional se funda: principios de lo pensado, ‘ut sic’, en el hombre que
piensa el ser; ser que es lo más íntimo y común – analogice- a todo, como vimos.”
Casaubón, J. – ETF Nº 2, p.153/4. Nota 67.
Ahora bien, cómo llegamos a conocer estos principios? Por un procedimiento
mediante el cual la razón alcanza los primeros principios a partir de los cuales se deducen
conclusiones. El procedimiento es la inducción. La inducción tiene por fin llegar a los
primeros principios que nos permiten efectuar deducciones o de generalizaciones que son
fuente de previsiones. Nos queda claro que, los primeros principios se obtienen por via de
inducción. Y la inducción parte de lo singular y concreto y se eleva hacia lo general o
universal: Es el paso de los singulares al universal siguiendo el camino del raciocinio. Y el
raciocinio es la tercera operación del entendimiento. Y valga la insistencia, la LC se ocupa
en su objeto material dirigible de ordenar las tres operaciones. Pues bien, debe ordenar
también al raciocinio en cuanto induce. La inducción es la otra forma de argumentar. La
LM no considera en absoluto la argumentación inductiva pero admite los primeros
principios (¿?). La LM pretende establecer principios puramente lógicos, neutrales
filosóficamente, desde su propia mente sin abrevar en la realidad. Su pandeductivismo le
impide reconocer otro camino. El camino inductivo e inventivo. En el caso de la LC no hay
conflicto pues, reconoce su subalternación a la Metafísica. En otras palabras, simplemente
formula lógicamente lo que es metafísico: “...porque el ser-lógico no es sino la versión
intencional del ser-metafísico... “.
Sin embargo, el pandeductivismo (que analizaremos más adelante) hiperformalista
de la LM supone (sin saberlo) los primeros principios, metafísicamente considerados,
cuando establece sus axiomas para construir el método axiomático. Pero no admite haber
llegado por inducción sino por el contrario sostiene que son “esquemas interpretativos” o
“construcciones ideales”, con lo cual, de algún modo, los reconoce in-evidentes. Aquí está
en juego toda una actitud filosófica ante la realidad. Nosotros entendemos que el
entendimiento humano puede contemplar ociosamente en la experiencia las huellas
inteligibles de las cosas, por lo tanto, desde ahí formular juicios universales acerca de la
naturaleza de los entes.
“La lógica formal se fundamenta en el principio de no-contradicción, ley lógica y principio real del ente.”
Sanguineti, J. – Op.cit., p.218.
24
Y para esto hay dos caminos: Uno ascendente y otro descendente. Y aquí, en este
punto, solamente hay un camino posible, el primero. El ascendente es un camino desde lo
sensible o desde las verdades particulares a lo inteligible (verdades universales): Y esta es
la inducción. El descendente es un camino que va de verdades universales a otras
universales o a particulares: La deducción.
“La inducción y la deducción no deben entenderse como dos modos de conocer
separados: se entrecruzan continuamente, pues la experiencia amplía el radio del
proceder racional, y las demostraciones pueden sugerir nuevos campos de
experiencia. Sin embargo, el momento inicial corresponde, por naturaleza, al
ascenso inductivo.” Sanguineti, J.- Op.cit., p.148.
Hay dos tipos de argumentaciones: Inductiva y Deductiva. La primera que se da es
la inductiva, y sin ésta no hay deducción posible.
En la LC la argumentación inductiva tiene un espacio y un desarrollo. En la LM no
lo tiene, lo indico como un hecho. En la LM no está. Ahora bien, entendemos incongruente
sostener con vehemencia un sistema axiomático netamente deductivista por un lado y negar
expresamente la inducción por el otro. ¿De dónde surgen los axiomas que hacen al método
axiomático?
En la así llamada por los lógico-matemáticos Deducción Natural se insiste en
señalar la utilización de una regla llamada introducción del generalizador (que su aplicación
se ve en el cálculo del método derivativo en la Lógica de Predicados) que se enuncia: todo
lo que vale para un caso ‘x’, vale para todo caso. ¿Cómo “validar” esta regla sin reconocer
un proceso inductivo e inductivo-esencial?
Pero hasta aquí hemos considerado, en cuanto a los primeros principios se refiere, la
inducción esencial (o en materia necesaria o abstractiva) y afirmamos que la LM tiene
prejuicios metafísicos, pues basta con admitir como lo hace la LC una subalternación hacia
la Metafísica, pero aún no estamos en la argumentación inductiva. A continuación, haremos
una referencia a la inducción argumentativa (o en materia contingente o inducción
experimental). Ahora sí nos vemos en un plano secundointencional, la inducción es una
argumentación. Entendemos a la inducción argumentativa como la generalización de un
hecho repetido en la naturaleza, no siendo evidente para nosotros la conexión entre el sujeto
y la propiedad25, este hecho repetido requiere enumerar casos, y según sea la enumeración
de los casos total o no, tenemos la inducción completa o incompleta. No tenemos por objeto
un desarrollo con profundidad de esta distinción, pues nuestro objeto primario es penetrar
en la relación LC-LM y establecer qué tipo de relación existe entre ellas. Pero creemos de
suma importancia indicar que en la LC hay una preocupación por desarrollar esta temática
y en la LM no, y esto es una diferencia muy importante. Tampoco queremos dejar de decir
que la inducción incompleta abre múltiples interrogantes y temáticas dignísimas de tratar en
un trabajo aparte donde se apunte a una comparación entre una Filosofía de Ciencia
“Clásica” (podríamos decir) con una Epistemología “Moderna”. Pero, a pesar de las
problemáticas que presente la inducción incompleta, también queremos decir siguiendo a
Sanguineti:
25
Sanguineti, J.- Op.cit., p.154.
“El fundamento de la inducción empírica es nuestro conocimiento inductivo
esencial de la causalidad, del orden del mundo, de la relación naturalezaoperaciones.” Sanguineti, J. – Op.cit., p.156.
Concretamente, la LM está privada de inducción. No obstante la realidad siempre es
contundente y aún cuando se pueda no considerar o reconocer una cuestión, ésta se impone
de todas maneras tarde o temprano. Queremos decir que la problemática que resolvía (aún
imperfectamente a veces) la inducción no teniendo una solución esperable dio impulso a un
desarrollo epistemológico. Y la poda que comenzó a hacerse en la LC quitándole aquí y allá
terminó impulsando el florecimiento de disciplinas como la Metalógica (es decir, Semiótica
aunque también Hermenéutica) y la moderna Epistemología. No queremos indicarlas de un
modo impugnante, insistimos, pues han enriquecido el quehacer filosófico, solamente
tratamos de entender la relación posible entre la LC y la LM y cómo el recortar a la LC
generó que la LM impulsara muy poderosamente a estas disciplinas.
Todo lo anterior nos lleva a confirmar a la LM como pandeductivista, pero además
queremos mostrar mejor este exclusivismo deductivista y para esto tomaremos como
ejemplo un sistema axiomático aplicado para el cálculo de la Lógica Proposicional.
Veamos, brevemente, qué es un sistema axiomático.
2.3. Sistema Axiomático para el cálculo de la Lógica Proposicional26
Encontramos en todo sistema axiomático una lógica subyacente o presupuesta
(Colacilli de Muro, M. y J.27), y esta lógica es la de Aristóteles. Podemos, así, enunciar tres
supuestos:
a) Supuesto de deducibilidad. (O Todo axioma es deducible). (O, también, porqué
los axiomas son deducibles). Los metalógicos suponen el rigor y eficacia de los
razonamientos deductivos, y esto viene de considerar el “silogismo perfecto”:
“Llamo silogismo perfecto aquel que no tiene necesidad de ninguna otra cosa que
las que ya están puestas en las premisas, para que la necesidad de la conclusión sea
evidente.” Aristóteles - Anal. Prim. I, 1 ,b,24. (La cita es propuesta por W. Beth).
La ciencia demostrativa debe partir, pues de ciertos principios: por una parte, los
términos primitivos o no-definibles, que servirán para definir cualquier otro término en esa
ciencia; por otra, los axiomas, a partir de los cuales deben ser demostradas (deducidas)
todas las otras verdades de esa ciencia mediante el empleo de Reglas de Inferencia. Y en el
fondo de la cuestión: la inducción.
Agazzi, E. Op.cit...P.212 ss.; Salama, A. – Op.cit... Pp.203 a 210. Obiols, G. – Lógica y Epistemología (para
un pensamiento científico). Ed. Kapelusz, Buenos Aires, 2001. Pp. 110/1. Colacilli de Muro, M y Colacilli de
Muro, J. – Elementos de Lógica Moderna y Filosofía. Estrada, Buenos Aires, 1985. Pp.269 a 275. Además
puede consultarse con provecho: Nüdler, O. / Nüdler, T. de- Elementos de Lógica Simbólica. Ed. Kapelusz,
Buenos Aires, 1978, p. También en Sanguineti, J .- Op.cit., pp.218/9.
27
Colacilli de Muro, M y J – Op.cit., p.269. Los autores citan a W. Beth en una obra conjunta con Piaget, J.
(“Epistemología, Matemática y Psicología”, cap. III, del 1961”) donde se indican los tres supuestos
indispensables para un sistema axiomático.
26
b) Supuesto de evidencia. (O Todo axioma es evidente) Se supone fundamental
garantizar la cualidad de las premisas de la deducción.
“Es necesario que la ciencia demostrativa parta de premisas que sean verdaderas,
primeras e inmediatas, más conocidas que la conclusión, anteriores a ella, y de lo
cual ellas son sus causas.” Aristóteles -Anal. Post. I, 2, a 20. (La cita es propuesta
por W. Beth).
Se supone que debe haber un grado de evidencia en los axiomas que no puedan ser
rechazados. Deben ser evidentes los términos primitivos y los axiomas. Y las definiciones
deben ser verdaderas.
c) Supuesto de realidad (o Todo axioma es real)
Partir de las cosas, de la realidad, de lo singular y sensible y embarcarse en un
camino ascendente e inductivo. Sus términos y proposiciones deben hacer referencia a la
realidad para constituirse un saber real y científico. Los distintos géneros (conceptos) se
obtienen por sucesivas abstracciones a partir de las cosas individuales que se nos presentan
a los sentidos. Como los conceptos se abstraen a partir de realidades y éstas son de
naturaleza diversa e incomunicable, los sucesivos procesos de abstracción deben conducir a
un género primero e incomunicable.
d) Supuesto de inducción.
Hasta aquí los tres supuestos propuestos por W. Beth. Nosotros completaríamos con
un cuarto supuesto que en realidad debiera ir en primer lugar: La inducción. Y aquí no
queremos volver a repetir todo lo arriba expuesto, pero con ello se relaciona. Simplemente
recordaremos que no hay una deducción pura, es decir, sin ningún paso previamente
inductivo. Los metalógicos lógico-matemáticos no admiten supuestos, así el gran lógico
argentino Moreno:
“La autonomía de la LM está garantizada por su formalización. Hay, además, una
razón de fondo muy importante. La LM como lógica formal que es, explicita los
supuestos tácitos de las argumentaciones, y pretender admitir un supuesto sería
contradecir la naturaleza misma de la lógica. La admisión de supuestos nos
conduciría a un círculo vicioso, pues esos supuestos pertenecerían a la teoría
filosófica que usaría necesariamente lógica formal en la prueba o demostración de
que la lógica necesita supuestos. Me parece que éste es el motivo fundamental de la
autonomía de la lógica.
[...]Por todo lo dicho, podemos decir que el LM se comporta de un modo neutral
con respecto a los diversos sistemas filosóficos.” Moreno, A. – Op.cit., pp. 67/8.
No obstante, los lógico-matemáticos basan su preciada neutralidad en que la LM es
sin supuestos. Y esto se debe a la ‘pureza’ o ‘neutralidad’ de su sistema axiomático.
Pues bien, veamos algunas cuestiones sobre el sistema axiomático que nos puedan
ilustrar en algo respecto a lo que venimos diciendo28:
28
Entre los términos definidos y los teoremas tenemos las Reglas Derivadas. (RD)
1.Términos primitivos o no-definibles. No tienen significación, son variables. Son
puestos (‘positum’). No son enunciados sino esquemas de enunciados o funciones
proposicionales. Simples símbolos abstractos para los cuales sólo se señala su
carácter sintáctico. (Recordemos todo lo dicho con relación a lo sintáctico cuando
tratamos el problema de la Metalógica).
Las expresiones que se construyen son funciones proposicionales: Variables: p, q, r,
s, etc. ; y constantes: -, v , ( ), [ ].
2. Reglas de Formación. (RF). Definen el conjunto de fórmulas bien formadas
ffbbff. Nos indican cómo se forman las reglas y cuando están bien formadas. Se
establecen, no se deducen. (¿?).(Se inducen?)
Tenemos. RF1: Cualquier variable (p, q, r, s, etc.) es una fbf; RF2: Si A es una fbf,
también lo es – A; RF3: Si A es una fbf, también lo es A v B; RF4: Ninguna otra
cosa es una fbf; y
3. Axiomas. (Ax). Son formas proposicionales sin interpretar o funciones
proposicionales según el caso. Son postulados o principios indemostrables. Se
aceptan al modo de los primeros principios en la LC. Pero con la diferencia siempre
permanente y transversal en todos estos ítems referidos al sistema axiomático: No
hacen referencia a la inducción, pero de algún modo y paradójicamente la admiten
de hecho.29
Su elección no depende de su V, sino del hecho de que a partir de ellos puede
deducirse el mayor número de consecuencias, es más todas las consecuencias
posibles surgen de los axiomas. Se aceptan sin establecer su V o F. Razonando a
partir de ellos obtenemos teoremas.
Son formas o funciones proposicionales:
Ax.1: - ( A v A ) v A
Ax.2: - A v ( A v B )
Ax.3: - ( A v B ) v ( B v A )
Ax.4: - ( - B v C ) v [ - ( A v B ) v ( A v C ) ]
4. Reglas de Inferencia (o Lógicas). (RI) Son prescripciones que deben seguirse al
efectuar deducciones. No están formalizadas. Más que reglas, están como
“flotando” por encima del sistema.
Son provistas por la Lógica aristotélica subyacente o presupuesta, y sólo a ellas
debe recurrirse para las demostraciones de los teoremas.
Regla de Sustitución (uniforme): Cualquier variable puede ser sustituida por
cualquier otra variable.
Regla de Separación: Cualquier variable puede separarse y constituirse en otra
variable.
5. Términos definidos (o definiciones). (df): Son los que se definen en el sistema.
Colacilli de Muro las llama “definiciones reales”
RD1: Si A v A es un teor., entonces A también es un teor.;RD2: Si A es un teor., y B otra fórmula cualquiera,
entonces A v B es también un teor.;RD3: Si A v B es un teor., B v A es un teor.;RD4: Si A B es un teor., y
C otra fórmula cualquiera, entonces (C v A) (C v B) es también un teor.;RD5: Si (A B) y ( B C) son
teor., entonces (A C) es también un teor.
29
Así Casaubón habla de una actitud parásita de la LM con respecto a la LC.
Def.1: ( A . B ) = df – ( - A v – B ); Def.2: ( A B ) = df ( - A v B ); Def.3:
( A B ) = df (A B) . ( B A);
6. Teoremas (o proposiciones demostradas). (teor). Son formas proposicionales
demostradas obtenidas por aplicación de las Reglas de Inferencia a partir de
axiomas y RI o partir de otro teorema ya demostrado. Se trata aquí de
transformaciones sintácticas donde no tienen cabida las nociones semánticas de V y
F.
Resolución de Teoremas1.Partir de uno de los 4 Ax.;2. Aplicar al Ax. Elegido las
RI + df;3.[No siempre un ítem de desarrollo del teor se sigue del anterior, pues
puede tomarse otro de los 4 Ax para seguir demostrando].
Ahora bien, este sistema axiomático, tiene propiedades sintácticas, son las
propiedades formales del sistema.
Todo sistema axiomático tiene propiedades formales. Nos detendremos en algunas
de sus propiedades:
1. Consistencia o coherencia o no-contradictoriedad. Un sistema axiomático es
consistente si ninguno de sus axiomas lleva a la contradicción. El principio de nocontradicción es sumamente tratado por los metalógicos. Es piedra angular de su
sistema. La no-contradictoriedad reemplaza a la verdad lógica. Ya no se habla de
adecuación sino de no-contradictoriedad entre esquemas vacíos. Y la nocontradictoriedad no es ciencia infusa sino contacto con la realidad sensible, con la
experiencia y tiene que ver con lo inductivo.
2. Independencia. Un sistema axiomático es independiente si ningún axioma puede
derivarse de otro. La independencia no es necesaria para la validez, pero sí lo es por
economía. Ningún axioma debe derivarse de otro, pues no sería un axioma sino un
teorema.
3. Completitud. Un sistema axiomático es completo si de 2 enunciados
contradictorios uno puede ser demostrado como teorema a partir de los axiomas.
Además si se pueden derivar todos los teoremas de los axiomas. Volvemos a la nocontradictoriedad.
4. Modelo. Si todos los axiomas se hacen verdaderos, la interpretación es adecuada,
es decir, que es un modelo de ese sistema, en este caso del axiomático. Pueden
haber muchos modelos posibles. La interpretación de un sistema axiomático es un
modelo. En este ejemplo, el modelo es de la Lógica Proposicional.
5. Isomorfismo. Si un sistema (axiomático o hipotético-deductivo) tiene más de un
modelo se dice que es isomorfo. (“igual forma”).
3ª Perspectiva. Desde la división de la Lógica Clásica en Lógica Material y Lógica
Formal
3.1. Planteo
A partir de esta distinción de objetos de la Lógica, autores de la monta de Juan de
Santo Tomás30 han dividido la Lógica en dos grandes partes: La Lógica Material (o Gran
30
Ferrater Mora, J. – Diccionario de Filosofía. Op.cit. , Tomo III “Logística”.
Lógica o Lógica Mayor) y la Lógica Formal (Pequeña Lógica o Lógica Menor). División
que no se encuentra en Santo Tomás.
La Lógica Material, o permítasenos decir, Lógica Filosófica, se aboca a penetrar la
correspondencia entre el orden real y el orden lógico, nada más y nada menos. Aquí está la
preocupación por lo real. Desde las operaciones del entendimiento se pretende y se busca
entender lo real. Abriendo un promisorio planteo epistemológico realista y real.
Hay preocupación por la verdad del ente y no sólo por la no-contradictoriedad formal a
modo de una postnumeración neotrascendental.
La Lógica Formal, en cambio, sólo analiza y desmenuza formalmente los productos
lógicos (concepto, enunciación y argumentación) de las operaciones del entendimiento. Y
esto es extraordinario si no se olvida la Lógica Material.
* “Tal vez la denominación más adecuada sea sencillamente lógica formal. Y
agregamos ‘formal’ no porque creamos que se da también una lógica material sino
para distinguir el uso que aquí tiene la palabra ‘lógica’ de otro, tales como ‘lógica
dialéctica’, ‘lógica trascendental’, etc. “ Moreno, A. – Op.cit., p.22.
” Se excluye implícitamente la lógica material en la definición de la
LM.“Históricamente la LM no es otra cosa que una fase del desarrollo superior de
la Lógica Formal, la cual antes de poder llegar a su perfeccionamiento debió apartar
las vagas especulaciones filosóficas que durante tanto tiempo detuvieron su
progreso; felizmente pudieron apartarse gracias a la cooperación de los
matemáticos.” Moreno, A. – Op.cit. p.24.