LA OBSERVACIÓN ENTRE CIENCIAS
Y ARTES. UNA CONFRONTACIÓN ENTRE
LAS PROPUESTAS TEÓRICAS DE
N OR WOOD R . H A N SON ,
E R N ST GOM B R IC H
Y M IJA I L BA JTÍ N
THE OBSERVATION BETWEEN SCIENCE AND ARTS. A CONFRONTATION
BETWEEN THE THEORETICAL PROPOSALS OF NORWOOD R. HANSON,
ERNST GOMBRICH AND MIKHAIL BAKHTIN
C R I STI N A VOTO*
Fecha de recepción: 29 de mayo de 2018
Fecha de aceptación: 25 de septiembre de 2018
Sugerencia de citación: Voto, Cristina. «La observación entre ciencias y artes. Una
confrontación entre las propuestas teóricas de Norwood R. Hanson, Ernst Gombrich y Mijail
Bajtín». La Tadeo Dearte 4, (diciembre 2018): 86-101. doi: 10.21789/24223158.1394
* Profesional en Literatura y Lenguajes de los Medios de la Universidad de Milán, Magister
en Disciplinas Semióticas de la Universidad de Bolonia y doctoranda en Diseño de la
Universidad de Buenos Aires, Argentina
https://orcid.org/0000-0002-9448-6122
crivoto@gmail.com
RESUMEN
A B S T R A C T
El artículo propone una comparación entre los
argumentos expuestos por el filósofo de la ciencia
Norwood Russell Hanson en su libro Patrones de
descubrimiento. Observación y explicación ([1958] 1985)
acerca de la observación en la ciencia física y los argumentos propuestos por el historiador de arte Ernst
Gombrich ([1950] 1999; [1957] 1998) y el filólogo Mijail
Bajtín ([1975] 1989) acerca de la acción y los efectos del
observar en el campo de las artes y las humanidades.
Los tres autores, más allá de sus pertenencias epistémicas, reconocen el carácter mediado de la observación,
negando la existencia de una observación pura y de un
lenguaje de la observación neutral.
The article proposes a comparison between the
arguments presented by the philosopher of science
Norwood Russell Hanson in his book Patterns of
Discovery. An Inquiry Into the Conceptual Foundations
of Science ([1958] 1985) about observation in physical
science and the arguments proposed by the art
historian Ernst Gombrich ([1950] 1999; [1957] 1998)
and the philologist Mikhail Bakhtin ([1975] 1989) about
the action and effects of observing in the field of arts
and humanities. The three authors, beyond their
epistemic belongings, recognize the mediated nature
of the observation, denying the existence of a pure
observation and a language of neutral observation.
OBSE RVACIÓN
O B S E R VAT I O N
CIE NCIA
SCIENCE
ARTES
ARTS
PAL A BR AS CL AVE
K E Y W O R D S
INTE RPRETACIÓN
I N T E R P R E TAT I O N
IMAGE N
IMAGE
LE NGUAJE
L ANGUAGE
LA TADEO DEARTE N.º 4 - 2018
I NTRO DUCC I Ó N
Y PRO PÓS ITOS
comparativa entre los argumentos expuestos por el filósofo de la ciencia Norwood Russell Hanson en Patrones
de descubrimiento. Observación y explicación ([1958]
1985) acerca de la observación en la ciencia física y sus
relaciones con otros tipos de estudios sobre la acción y
los efectos del observar en el campo, más vasto, de las
artes y las humanidades. A partir de una lectura de los
cuatro apartados del primer capítulo «Observación», se
propone una confrontación entre los argumentos ahí
expuestos y algunas reflexiones analíticas que el historiador de arte Ernst Gombrich ([1950] 1999; [1957] 1998)
y el filólogo Mijail Bajtín ([1975] 1989) avanzaron sobre
casos específicos de la crítica e historia de arte y literatura.
Es decir que, encontrados en el capítulo en cuestión, los
distintos argumentos avanzados por Hanson se compararán con aquellos empleados en el análisis de cuatro
casos específicos: un dibujo del maestro de obra gótico
Villard de Honnecourt de la primera mitad del 1200; una
pintura mural egipcia de 1400 a.c.; las nuevas concepciones
pictóricas del final del siglo XIX y la categoría estética de
cronotopos introducida en el 1975 por Bajtín como «conexión esencial de relaciones temporales y espaciales
asimiladas artísticamente en la literatura» (1989, 237). A
la luz de esta reflexión comparativa, se entiende subrayar
la continuidad que existe entre la noción más dura de
observación científica y sus declinaciones en las teorías
y críticas del arte.
LA OBSERVACIÓN ENTRE CIENCIAS Y ARTES. UNA CONFRONTACIÓN ENTRE LAS
PROPUESTAS TEÓRICAS DE NORWOOD R. HANSON, ERNST GOMBRICH Y MIJAIL BAJTÍN
El objetivo de estas páginas es construir una reflexión
CRISTINA VOTO
LA OBSERVACIÓN EN LA CIENCIA
FÍSICA, ANÁLISIS DEL PRIMER CAPÍTULO
DE PATRONES DE DESCUBRIMIENTO.
OBSERVACIÓN Y EXPLICACIÓN
manera puede construirse un modelo de investigación científica a partir del reconocimiento del carácter mediado de la
observación. Referencias para el desarrollo del argumento
son la psicología de la Gestalt y Ludwig Wittegenstein; es a
partir de estos antecedentes que Hanson cumple una búsqueda hacia los fundamentos del saber físico. En el capítulo
en cuestión, particularmente, el discurso acerca de los
fundamentos se relaciona con una referencia comparativa
entre las observaciones y convicciones que Galileo Galilei,
Tycho Brahe y Johannes Kepler hacen mirando al sol. En las
distinciones halladas por los tres astrónomos, juega un rol
fundamental el lenguaje en tanto horizonte epistémico en
donde la observación puede existir, ya que es inseparable
de la interpretación teórica del sujeto: los tres científicos
reconocen, de hecho, que las observaciones siempre son
mediadas por las convicciones que se construyen acerca de
las mismas experiencias de observación. El mismo hecho
de ver, en las palabras de Hanson, siempre es una empresa
cargada de teorías. «La visión es un estado de la experiencia»
(1985, 88) —así afirma Hanson citando a Wittgenstein— y,
por ende, muda al variar la interpretación que organiza el
objeto de la visión. Las observaciones, entonces, siempre
son fenómenos referibles a una comprensión anterior: no se
pueden definir, en ningún caso, como naturalizadas porque
siempre son conceptuales y, en la medida que pertenecen
a las ciencias, son producidas artificialmente, es decir,
técnicamente. Comprender de qué manera es posible que la
vista de una misma cosa produzca observaciones distintas,
significa comprender la diferencia entre ver cómo y ver qué.
Esta distinción, en realidad ficticia o, mejor dicho, útil solo a
fines analíticos ya que la percepción siempre está organizada teóricamente, permite esclarecer el alcance cognoscitivo
del ver qué. El ver cómo se diferencia del ver qué, porque
este último agrega información proposicional sobre lo
observado que, igualmente, siempre ya es teóricamente
organizado. Por consecuencia, solo el ver qué es relevante
desde el punto de vista científico: es el «elemento lógico que
concreta el hecho de observar con nuestro conocimiento y
con nuestro lenguaje» (Hanson 1985, 100).
89
El propósito del texto de Hanson es demostrar de qué
LA TADEO DEARTE N.º 4 - 2018
U N A CON F RONTAC IÓN
E NTR E C I E NC I AS Y A R TE
El primer aparato del capítulo de Hanson abre
con la cita de dos ejemplos de observación: uno con
técnicas microscópicas que afectan la posibilidad
de visión y el otro por medio de la sola vista. A la
luz de las controversias que los dos ejemplos conllevan, Hanson desembrolla, por medio de un giro
que podríamos casi definir teorético, una cuestión
fundamental acerca de la naturaleza de la observación en las ciencias. Considerado el horizonte de
conocimiento específico, el autor se pregunta acerca
del sentido «esclarecedor para la comprensión de las
observaciones físicas» (Hanson 1985, 79). Afirmar que
dos personas ven la misma cosa solo porque sus ojos
son similarmente afectados por el objeto de visión
es «un error elemental» (1985, 84) para el campo
científico. Distinguir entre visión y observación es,
entonces, el punto de partida que le permite llegar a
la apreciación de la distinción entre estados físicos
y experiencia, así como aclarece poco después: «no
habrá nada que tenga interés filosófico en la cuestión
de si [Kepler y Brahe] ven o no ven la misma cosa
[mirando al amanecer], a menos que ambos perciban
el mismo objeto» (Hanson 1985, 82). En este sentido,
Hanson afirma que es el «esquema del contenido»
(1985, 82-83) de lo que ambos astrónomos ven que
tiene que ser idéntico, los dos tienen que ver la misma
cosa al amanecer para que haya interés científico.
Por ende, en tanto que dos observadores utilicen la
misma forma de expresión para el mismo suceso y
partan de los mismos datos están haciendo la misma
observación; mientras que las diferencias entre ellos
«pueden presentarse en las interpretaciones que dan
LA OBSERVACIÓN ENTRE CIENCIAS Y ARTES. UNA CONFRONTACIÓN ENTRE LAS
PROPUESTAS TEÓRICAS DE NORWOOD R. HANSON, ERNST GOMBRICH Y MIJAIL BAJTÍN
V ISIÓN Y E X P ERIENCI A
CRISTINA VOTO
[ Figura 1 . Villard de Honnecourt, León. ]
de estos datos» (1985, 84). En pocas palabras, Hanson
reivindica para las ciencias la importancia de la experiencia visual ante el estado físico, ya que ella misma
trabaja a partir de las interpretaciones ex post facto.
Es interesante notar cómo, en esos mismos años, el
motivo del esquema aparece mediado por las ciencias
psicológicas, como herramienta de análisis incluso en
el campo de la observación pictórica. El historiador
de arte Gombrich, en su Arte e Ilusión: estudio sobre la
psicología de la representación pictórica ([1957] 1998),
recorre dicha noción cuando se interroga acerca de
los modos de representación de lo real en la historia
del arte. Cita, entre varios, el caso de los dibujos del
maestro de obras gótico Villard de Honnecourt y, en
particular modo, el dibujo de un león que se encuentra en su Livre de portraiture (Fig. 1). Si bien el boceto
parece remitir a una imagen canónica, heráldica,
la inscripción presente en el dibujo nos advierte:
Et saves bien qu'il fu contrefais al vif [Sabed que lo
dibujé del natural]. Esta marca textual remite a un
sistema de creencias distinto de aquel del lector de
hoy en día, por lo tanto, se puede inferir que la aclaración tenía, en ese entonces, un sentido distinto
respecto a la idea de observación que conllevaría el
«del natural» ahora. Lo que la inscripción significa
en el siglo XIII es la afirmación de que Villard de
Honnecourt dibujó el esquema en presencia de
un león real, habiéndolo visto de verdad. De esta
manera el lector medieval del Livre podía comprender que la observación del león fue hecha en
vivo, si bien respetando los códigos de percepción,
transcripción y comprensión en uso en la época.
91
Fuente: Wikipedia https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Villard_de_Honnecourt_-_Sketchbook_-_48.jpg
LA TADEO DEARTE N.º 4 - 2018
E X P ERIENCI A Y ACCIÓN
Aplicar estos argumentos a la historia del arte
parece casi obvio ya que a lo largo de toda la historia
de la representación se han producido formas diferentes según los sistemas y las estructuras políticas,
económicas y sociales que organizan las distintas
culturas. Igualmente, y como señalado por Hanson,
el hecho de que estas formas difieran resulta de extremo interés porque es a partir de estas diferencias
que se regulan las praxis en las distintas culturas.
En La historia del Arte ([1950] 1999), en el capítulo
dedicado al arte egipcio, Gombrich afirma que:
Los pintores egipcios poseían un modo de
representar la vida real completamente distinto
del nuestro. Tal vez se halle relacionado con la
diferencia de fines que inspiró sus pinturas. No
era lo más importante la belleza sino la perfección. La misión del artista era representarlo
todo tan clara y perpetuamente como fuera
posible (1999, 60).
Para los pintores egipcios no es la naturaleza a
constituir el horizonte, dentro del cual construir la
representación, sino, más bien, la conformidad con
la forma de organización, con la regla convencional
y, entonces, reconocible, el aspecto que aseguraba la claridad y la inmortalidad de los elementos
de las imágenes. Como atestigua la pintura mural
comúnmente conocida como El jardín de Nebamun
(Fig. 2) y que puede datarse alrededor del 1400 a.C.,
la organización de los elementos refleja la forma que
subyace a la misma idea de pintura en Egipto. Ella
debería perpetuarse y, para que pudiera hacerlo,
necesitaba organizarse según la forma más característica y convencional, reconocible a la posteridad.
Si miramos la Figura 2 vemos cómo los elementos
que las componen conviven, aunque pertenezcan a
puntos de mirada y escalas distintas, como afirma
Gombrich:
No debe suponerse que los artistas egipcios
creyeran que las personas eran o aparecían
así sino que, simplemente, se limitaban a
seguir una regla que les permitía insertar en la
forma humana todo aquello que consideraban
importante. Tal vez esta adhesión estricta a la
norma haya tenido algo que ver con intenciones mágicas porque, ¿cómo podría un hombre
con sus brazos en escorzo o «seccionados»
llevar o recibir los dones requeridos por el
muerto? (1999, 61-62).
La Figura 2 representa un jardín con una pileta
donde tanto los árboles como los animales están
pintados según un criterio de claridad más que de
organización interna, es decir, a la vez pintados desde
arriba y desde el lado, y en donde las relaciones del
tamaño de escala entre las figuras remiten más a una
interpretación sobre el mundo que a una reproducción
de la reacción visual. Estas elecciones figurativas son
moldeadas según las formas de pensamiento que
subyacen a la idea del valor de la pintura mural en
Egipto, perpetuar la grandiosidad de lo representado.
LA OBSERVACIÓN ENTRE CIENCIAS Y ARTES. UNA CONFRONTACIÓN ENTRE LAS
PROPUESTAS TEÓRICAS DE NORWOOD R. HANSON, ERNST GOMBRICH Y MIJAIL BAJTÍN
Introducido el tema de las interpretaciones en el
primer apartado, en el segundo Hanson profundiza el
argumento gracias a una serie de ejemplo típicos de
la psicología de la Gestalt, las así llamadas figuras de
perspectiva reversible, y, a través de su análisis, afirma que «interpretar es pensar, hacer algo; la visión es
un estado de la experiencia» (Hanson 1985, 88). Una
vez distinguido entre ver, como estado físico, y observar, como experiencia, amplía ahora el interés hacía la
distinción entre experiencia y hacer. Interpretar una
imagen según formas diferentes, remite, así, a algún
hacer que alumbre los diferentes pensamientos que
subsisten a la reacción visual: «la visión no es solamente el hecho de tener una experiencia visual; es
también la forma en la cual se entiende esta experiencia visual» (Hanson 1985, 94). Consecuentemente, los
elementos que organizan el campo visual de quien ve,
aunque idénticos, pueden organizarse de forma distinta y este es justo el centro de interés de Hanson: «el
hecho de que [un conjunto de líneas] pueda verse de
manera diferente es importante en cualquier examen
que se haga de los conceptos de visión y observación»
(Hanson 1985, 97). Por esto, concluye, entre Brahe y
Kepler mirando al sol, los elementos de la experiencia son idénticos pero su organización inztelectual,
según las formas específicas, es muy diferente.
Fuente: Wikipedia https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Le_Jardin_de_N%C3%A9bamoun.jpg
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CRISTINA VOTO
[ Figura 2 . El jardín de Nebamun. ]
LA TADEO DEARTE N.º 4 - 2018
V ER Q UÉ Y V ER CÓMO
Siguiendo con el tercer apartado, y en línea con lo planteado hasta
este punto, Hanson define la visión como una «acción que leva una carga
teórica» (1985, 99). En este sentido, sigue, la observación de x siempre es un
acto moldeado por los conocimientos que circulan respecto de x y, entre estos
conocimientos, intervienen los lenguajes convencionalmente usados para
referirse a x. En las palabras de Hanson:
Ver un objeto x es ver que este objeto puede comportarse según sabemos que se comportan los objetos x; si el comportamiento del objeto no
acuerda con lo que esperamos de un x, nos veremos obligados a no verlo,
en adelante, como un x (1985, 103).
El umbral entre ver cómo y ver qué, entre lo visual y lo cognoscitivo, fue
objeto de interés también en la investigación pictórica. Durante el final del
siglo XIX, particularmente, Paul Cézanne (1839-1906), George Seurat (18591891) y Vincent Van Gogh (1853-1890) fueron tres de los protagonistas, y tal vez
los más conocidos, de esa búsqueda hacía «nuevas concepciones» (Gombrich
1999, 534) visuales en la historia del arte, así como las define Gombrich en
La historia del arte. La investigación acerca de la relación entre lo colorido y
el moldeado, como en el caso de Cézanne y de su Naturaleza muerta, 1890
(Fig. 3), o acerca de la fragmentación que hace Seurat de las formas en zonas
de puntos multicolores como en El puente de Courbevoie, 1886-1887 (Fig. 4) y
de las pinceladas sueltas de La habitación de Vincent en Arlés, 1889 (Fig. 5) de
Van Gogh fueron algunas de las herramientas pictóricas empleadas por estos
artistas al momento de ver y, entonces, interpretar, es decir, pintar lo real. Ver
la realidad como colores, puntos o pinceladas es ver la realidad así como el
artista la ve y la interpreta.
LA OBSERVACIÓN ENTRE CIENCIAS Y ARTES. UNA CONFRONTACIÓN ENTRE LAS
PROPUESTAS TEÓRICAS DE NORWOOD R. HANSON, ERNST GOMBRICH Y MIJAIL BAJTÍN
Si ver es tener algún tipo de conocimiento, la distinción que permite el
lenguaje entre ver cómo y ver qué justo se refiere a la naturaleza de la relación
entre lo visual y lo cognoscitivo: el ver cómo cuando el objeto de la visión no
esté suficientemente identificado, mientras que el ver qué cuando el conocimiento ya está en la visión y no a ella adjunto. Sin embargo, en ambos casos, la
interpretación siempre está ahí en la visión, «la interpretación es la visión […]
no hay dos operaciones» (Hanson 1985, 104).
CRISTINA VOTO
[ Figura 3. Naturaleza muerta, Cézanne. ]
[ Figura 4. El puente de Courbevoie, Seurat. ]
Fuente: Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Georges_Seurat_012.jpg
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Fuente: Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Paul_C%C3%A9zanne_171.jpg
LA TADEO DEARTE N.º 4 - 2018
[ Figura 5. La habitación de Vincent en Arlés, Van Gogh. ]
Fuente: Wikipedia https://es.wikipedia.org/wiki/El_dormitorio_en_Arl%C3%A9s#/
media/File:Vincent_van_Gogh_-_De_slaapkamer_-_Google_Art_Project.jpg
Así escribe Van Gogh en una carta a su hermano:
Las paredes son violeta pálido. El suelo, de tablas rojas. La madera de la cama y
las sillas son de amarillo de manteca fresca, las sábanas y la almohada de limón
verdoso. El cubre cama de rojo escarlata. La ventana, verde. La mesa de aseo,
naranja. La jofaina, azul. Las puertas, lila. Y esto es todo; no hay nada en esta
habitación con los cerrojos echados. Las amplias líneas de los muebles deben
expresar también un reposo inviolable. Retratos en las paredes y un espejo y un
perchero con algunas ropas. El marco, puesto que no hay blanco en el cuadro,
será de este color. Estoy obligado a recurrir a él a modo de desquite del forzado
reposo. Trabajaré en él, además, todo el día, pero verás cuán sencilla es la
concepción. Las sombras son suprimidas; está pintado en capas planas y libres
como los grabados japoneses (1999, 548).
Como resulta claro de la lectura de estas líneas, el pintor no se propone representar la realidad según los parámetros de inteligibilidad y, entonces cognoscitivo, de
boga en la academia de ese entonces. Más bien, y come refiere Gombrich: «empleó
formas y colores para expresar lo que sentía acerca de las cosas que pintó y para
que otros experimentaran lo mismo que él» (1999, 548), buscando pintar la realidad
como él mismo la veía.
LA OBSERVACIÓN ENTRE CIENCIAS Y ARTES. UNA CONFRONTACIÓN ENTRE LAS
PROPUESTAS TEÓRICAS DE NORWOOD R. HANSON, ERNST GOMBRICH Y MIJAIL BAJTÍN
Tengo una nueva idea en la cabeza y aquí está el boceto... esta vez se trata
sencillamente de mi dormitorio; aquí sólo debe operar el color, y, dándole un
mayor estilo a las cosas por su simplificación, ha de sugerir reposo o el sueño en
general. En una palabra, al contemplarse el cuadro debe descansar el pensamiento,
o mejor aún, la imaginación.
CRISTINA VOTO
L A CIENCI A FÍSIC A COMO M A NERA
DE P ENS A R ACERC A DEL MUNDO
La «fundamentación» del lenguaje de la física,
la parte más próxima a la mera sensación, es
una serie de enunciados. Los enunciados son
verdaderos o falsos. Las imágenes no tienen
ningún parecido con los enunciados: no son
ni verdaderas ni falsas. No obstante, lo que
vemos puede determinar si enunciados tales
como «el sol está por encima del horizonte»
[…] son verdaderos o falsos […]. El conocimiento
del mundo no es un montaje de piedras, palos,
manchas de color y ruidos, sino un sistema de
preposiciones (1985, 107).
Igualmente, sigue, tanto los objetos como los
sucesos y las imágenes son significantes, ya que es
evidente que la visión no es solo un proceso óptico,
sino cognoscitivo también. En este sentido, sigue
Hanson, es cierto que cuando la física ignora, durante
las observaciones, el lenguaje y las anotaciones
descansa en las sensaciones y los experimentos resultan de escaso interés científico. La ciencia, parece
afirmar el autor, no es solo una manera de observar,
experimentar y calcular el mundo sino, más bien,
es una manera de pensar al mundo, una manera de
formar concepciones.
El motor propulsor de este último argumento
de Hanson parece ser el mismo que trajo al filólogo
ruso Mijail Bajtín ([1975] 1989) a idear la categoría de
cronotopos para la historia y crítica literarias, inspirado, particularmente, por los descubrimientos científicos de la primera mitad del siglo XX y la teoría de
la relatividad einsteiniana. Cronotopos es el modo en
el que una obra asimila y procesa la percepción del
tiempo y del espacio, no como categorías trascendentales sino ideológicas. Bajtín nos recuerda cómo los
significados, todos los significados, para acceder a la
experiencia social, tienen que asumir una expresión
espacio-temporal, sin la cual sería imposible incluso
el pensamiento más abstracto. A lo largo de su
análisis muestra cómo los diferentes elementos de
las novelas, es decir, las generalizaciones filosóficas
y sociales, las ideas, el análisis de las causas y de los
efectos, siempre se concretizan en interconexiones
espacio-temporales. En las palabras de Bajtín:
[El cronotopo] expresa el carácter indisoluble
del espacio y el tiempo (el tiempo como la
cuarta dimensión del espacio). Entendemos el
cronotopo como una categoría de la forma y
del contenido de la obra (1989, 237).
El cronotopo tendría, entonces, un rasgo
valorativo-emocional por el que su interpretación
sería la resultante de elementos presentes en el
enunciado; una mirada emplazada y mediada en la
realidad emotiva y social de quien ve e interpreta, es
decir de quien escribe. Una imagen sobre la realidad
que funciona como interpretación observada en el
plan narrativo y argumentativo del relato.
97
En el cuarto y último aparato, Hanson busca
pensar y delinear las características que acomunan
y diferencian lenguaje e imágenes cuando son
empleados en el ámbito físico:
LA TADEO DEARTE N.º 4 - 2018
CONCLUS IÓN
A la luz de la confrontación entre las argumentaciones
de la observación en los campos de la ciencia física y las artes,
resulta claro cómo Hanson busca, en su Patrones de descubrimiento. Observación y explicación, trabajar el concepto de
observación científica con el fin de repensar la misma idea de
ciencia. Consciente del carácter mediado de la observación,
Hanson niega la existencia de una observación pura y de un
lenguaje de la observación neutro. En este sentido, poner fin
a la división sectorial entre ciencias de la naturaleza y ciencias
humanas, en vista de un recorrido que engloba el conjunto de
las actividades del hombre, parece ser el objetivo del primer
capítulo «Observación». Coherentemente, afirma repetidas
veces a lo largo del texto que la observación nunca es solo un
proceso óptico, sino cognoscitivo y también interpretativo, casi
como fuese una manera de accionar sobre el mundo, exactamente como demuestra el análisis de los ejemplos pictóricos y
literarios. Ver, pintar y escribir serían así medios a disposición
del hombre para conocer, reconocer y actuar en la realidad
que nos rodea cotidianamente. El paradigma del observador
científico-artístico, concluye Hanson:
No es el hombre que ve y comunica lo que todos los observadores normales ven y comunican, sino el hombre que ve
en objetos familiares lo que nadie ha visto anteriormente
(1985, 112).
CRISTINA VOTO
•
Bajtín, Mijail. 1975. Teoría y Estética de la novela. Madrid: Taurus,
1989.
•
Gombrich, Ernst. 1950. La historia del arte. México D.F.: Editorial
Diana, 1999.
•
Gombrich, Ernst. 1957. Arte e Ilusión: estudio sobre la psicología
de la representación pictórica. Madrid: Debate, 1998.
•
Hanson, Norwood Russell. 1958. Patrones de descubrimiento.
Observación y explicación. Madrid: Alianza, 1985.
99
referencias