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Técnicas de Intervención Psicológica noviembre 30 2007 Carlos Passi Capdeville Psicólogo, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso Máster en Psicología Clínica y de la Salud, Universidad Autónoma de Madrid. Técnicas de Intervención Psicológica Luego de la revolución cognitiva en psicología, que se desarrolló entré los años 1956 al 1965, han surgido una serie de enfoques denominados cognitivos. Entre los terapeutas cognitivos que actualmente están ejerciendo mayor influencia en la psicoterapia, podemos destacar, entre otros, a Michael Mahoney, Vittorio Guidano y Oscar Gonçalves. Michael Mahoney era Licenciado en Psicología en la State University of Arizona y Doctor en Psicología por la University of Stanford. Vitorio Guidano era Doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Roma "La Sapienza" y tenía una especialización en Neuropsiquiatría en la Universidad de Pisa. Y el único de los tres que permanece vivo es Oscar Gonçalves, que es Doctor en Psicología por la Universidad de Massachussets. A pesar de las diferencias existentes en los enfoques cognitivos planteados por estos autores, podemos plantearnos que tienen en común el interés demostrado en las estructuras de significado y en los procesos de elaboración de la conciencia (Semerari, 2002). Si revisamos los enfoques terapéuticos cognitivos, podemos observar que en cierta forma, cada uno de ellos le pide al paciente que preste atención a su propio funcionamiento mental. Generalmente, con esto se busca que el paciente logre una mejor comprensión de su funcionamiento psicológico y que pueda de esta manera entender como esto influye en su estado psíquico. Los diferentes estilos terapéuticos cognitivistas aspiran a un incremento de las funciones metacognitivas (Semerari, 2002). El término metacognición fue introducido por Flavell a principios de la década de los 70’s en función de sus investigaciones sobre el desarrollo de los procesos de memoria. Al definir metacognición, parece haber un consenso general en que se deben de tomar en cuenta al menos estas nociones: a) el conocimiento del propio conocimiento, sus procesos y estados cognoscitivos y afectivos y, b) la habilidad para monitorear y regular de forma conciente y deliberada, el propio conocimiento, sus procesos y estados afectivos y cognoscitivos (Guerra, 2003) En el presente trabajo profundizaré sobre la obra de Oscar Gonçalves y la denominada Psicoterapia cognitiva narrativa, la cual podríamos decir que también aspira al incremento de las funciones metacognitivas. Para la Psicoterapia cognitiva narrativa, el carácter significativo del lenguaje es resultado sobre todo de la forma como las palabras se van relacionando unas con otras estableciendo una matriz narrativa. Esa matriz narrativa constituye el proceso por medio del cual los individuos crean significados múltiples de la existencia. De esta manera, es la narrativa la que nos une de un modo narrativo y multipotencial a la existencia. En el fondo, pensamos de la misma forma que existimos, a través de narrativas (Gonçalves, 2002). En la propuesta de Gonçalves, la búsqueda de esencias cognitivas da lugar a la organización de la matriz existencial. El autor no cree en la existencia de elementos de una realidad interna esencial y en la existencia de un ser humano completamente individualizado y autónomo, por lo que para el autor, el individuo aislado se transforma en un espacio relacional de interlenguaje. Para la Psicoterapia cognitiva narrativa, la psicopatología se relaciona con una dificultad en la diferenciación de la experiencia. Una indiferenciación de la producción del discurso narrativo sobre la propia realidad. Esto es la incapacidad de la producción narrativa del individuo para dar cuenta de la complejidad de su campo experimental. La psicopatología es la incapacidad para una visión multifacética de la experiencia y está caracterizada por la existencia de prototipos narrativos específicos. Estos prototipos constituyen invariantes organizadores de la experiencia que imponen una limitación a la propia experiencia (Gonçalves, 2002). El proceso terapéutico de la Psicoterapia cognitiva narrativa tiene una secuencia de cinco fases, cada una de las cuales presenta dos direcciones: sincrónica y diacrónica. La dirección sincrónica se relaciona con el desarrollo de actitudes narrativas enriquecedoras del proceso narrativo en el contexto de las experiencias diarias del paciente. En el nivel diacrónico, se aplican estas actitudes a los temas centrales de la historia de vida del paciente. A continuación, describiré brevemente cada una de las cinco fases del proceso terapéutico: El Recuerdo Esta es la primera fase del proceso, donde se le pide al paciente que vaya desarrollando una actitud de recuerdo. Se anima al paciente a anotar episodios concretos y específicos de su día a día. A medida que el paciente desarrolla esta actitud de recuerdo, se le pide que amplíe el proceso de recuerdo episódico a toda su vida narrativa. Esta primera fase termina con la identificación de una narrativa prototípica de funcionamiento. Es decir, se le pide al paciente que identifique una narrativa que ilustre la temática recurrente de sus experiencias. Se busca capacitar al paciente para la apertura a la experiencia y para el desarrollo inicial de un mayor sentido de coherencia en su elaboración narrativa. Con esto se espera que logre una mayor sentido de autoría, como condición de diferenciación de su propia narrativa y del respectivo autor que la escribe. La objetivación En esta etapa, el paciente es llevado a experimentar una multiplicidad de realidades externas a través de sus capacidades sensoriales. Esta es la puerta para un construcción creativa y múltiple de experiencias, para una multirrealidad. En esta etapa se anima al paciente a disgregar experiencias sensoriales de sus recuerdos. El objetivo es que se dé cuenta de la complejidad y versatilidad de las experiencias y su riqueza sensorial. En resumen, se busca que el paciente se introduzca en una dimensión de complejidad sensorial de la experiencia para que logre una conciencia progresiva de narrativas diarias y de la vida, que puedan verse como menús ricos y diversificados para una elaboración narrativa. La subjetivación Aquí se indaga en una variedad de experiencias emocionales y cognitivas del pasado, del presente y del futuro, de forma de multiplicar las diversas formas de pensar y sentir un acontecimiento. Se hacen ejercicios en las sesiones y también de registro diario, con el fin de aumentar el abanico de experiencia emocional y una construcción intencional y su respectiva simbolización narrativa. El paciente aprende a mostrar las emociones que antes no reconocía, a producir y expresar otras emociones y, finalmente, a ser capaz de simbolizarlas en su discurso narrativo con una gran variedad de posibilidades y con flexibilidad de sus cogniciones. La metaforización A través de las metáforas damos sentido a los recuerdos. Lo que se busca en esta etapa es que el paciente pueda producir múltiples significados, de modo que haga de cada experiencia una posibilidad de múltiples aprendizajes significativos. El paciente aprende a metaforizar como una forma de enriquecer intencionalmente la experiencia en una diversidad de significados. Al finalizar esta fase del proceso, se le pide que construya una metáfora raíz, que es una forma prototípica de organización de significados de su vida, es decir, se le pide que metaforice su narrativa – prototipo. La proyección Es la última etapa del proceso terapéutico. Consiste en una capacidad de intencionalizar de un modo narrativo las experiencias del futuro. Se le pide que construya sus memorias del futuro, creando nuevas metáforas de sí mismo y de su día a día, de modo de actualizar nuevas emociones, nuevas cogniciones y nuevas sensaciones. Se le pide la construcción de una metáfora alternativa a la metáfora raíz que ha venido orientando sus situaciones conversacionales y de significado. Una vez construida esta metáfora, se le pide al paciente que revise su historia de vida de modo que encuentre y fundamente en su pasado histórico, episodios característicos de esta nueva forma de significación. De este modo, aprende a reconocer que el pasado es un espacio abierto a múltiples significados y que, partiendo de un punto metafórico, podemos construir no sólo diversos futuros sino también múltiples pasados (Gonçalves, 2002). BIBLIOGRAFIA Golfried, M. R. (1996) De la terapia Cognitivo - Conductual a la Psicoterapia de Integración. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer. Gonçalves, O. F. (2002) Psicoterapia cognitiva narrativa. Manual de terapia breve. Bilbao: Editorial Desclée de Brouwer. Guerra, J. (2003) Metacognición: Definición y enfoques teóricos que la explican. Revista Electrónica de Psicología Iztacala. Vol. 6 No. 2. Mahoney, M. (2005) Psicoterapia Constructiva. Una guía práctica. Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica. Semerari, A. (2002) Historia, teorías y técnicas de la psicoterapia cognitiva. Barcelona: Ediciones Paidos Ibérica.