FlSICAlf
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Volumen I: Meciinica, radiacion y calor
Richard P. Feynman y Robert B. Leighton
California lnslirute of Technology
Matthew Sands
Stanford University
Version en espaiiol de
E:nrllJUC Delker L. y Hugo F..spinosa D.
lnslilu/o Centrril de Ffsica
Universidud de Concepcibn, Chile
Carlos Alberio Heras
Universidad de Orien/e, Venezuela
Jmm Martiny Marfil
Depar/amen/o de Ffsico
Universidod. de Grieme, Venezuela
Con ia colaboraci6n de
Ricardo Gomez
lnslitulo Tecno/Ogiro de California
Addison
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Versibn en espaftol de la obra tilulada The Feynman Lectures on Physics, Mainly Mechanics, Radiations and Heat, Volume I, por Richard P. Feynman, Robert B. Leigh Ion y
Matthew Sands, publicadanriginalmente en ing!Cs en 1963 por Addison-Wesley Publishing
Company, Reading, Massachusells, E.U.A. © 1963 por el Instituto Tecnolbgico de Cali-.
fornia.
Esta edicibn en espail.ol es la imica autorizada.
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PRIMERA EDICl6N, 1971
Primera reimpresl6n en Mexico, 1998
© 1971 por Fonda Educativo lnterarnericano, S.A. da C.V.
© 1987 por Addison Wesley lberoamericana S.A.
D.R.© 1998 por Addison Wesley Longman de Mexico S.A. de C.V.
Boulevard de las Cataratas No. 3
Cot Jardlnes del Pedregal
Mexico 1900, D.F.
~·.
CNIEM 1031
• Reservados todos los deredlos. Ni la totalidad ni parte de esta
publicacl6n pueden reproducirse, registrarse o transmitirse, por un
sistema de recuperaci6n de informaciOn, de ninguna forma, ni por
ningUn media, sea electr6nico, mecantco, fotoqulmico, magnetlco o
electro6ptico, por fotocopla, grabaci6n o cualquier otro, sin permiso
previo por escrlto del editor. El prestamo, alquiler o cualquier otra
forma de ceston de uso de este ejemplar requerirS tambi6n la
autririzaci6n del editor o de sus representates.
ISBN 968444350 1
lmpreso en MBxico. Printed in Mexico
Frsica - volumen I
Se impriml6 y ern:uadem6 en septiembre de 1998 en
IMPAESOAES Al.DINA, S. A.
Obrero Mundlal N~ 201, Col. de1 Valle
03100 Mexico, 0. F.
Laedici6n constade 1000ejemplares
Prefacio
La creciente importancia del estudio de la fisica pura en las universiaades latin0americanas, debido a la necesidad de incrementar. el desarrollo cientific0-industrial
de estos paises, hace cada vez mlts imperiOsa la necesidad de contar con textos de es-_
tudio que den Cnfasis en el aspecto fundamental mas bien queen el tecnol6gico. El es
unade las obrasdemayor prestigio y mejor conocidaeneste aspecto y, sin duda, una
ayuda valiosa para los estudiantes de ciencias e ingenieria. Por esta raz6n, hemos
acometido con gusto la traducdbn de los 40 primeros capitulos de esta obra, conscientes de las dificultacJes con que tropezariamos en esta empresa.
Hemos tratado de seguir lo mas fielmente posible el texto original en ingles para
permitir al lector encOntrar en cualquier instante la contrapartida de la traducci6n.
En esto esta, en realidad, la dificultad mencionada anteriormente, ya que Feynman
usa un !enguaje de la vida diaria, acompaflado de modismos e historietas, en general,
muy poco famifuires para los hispanohablantes. Hemos, por Jo tanto, sacrificado
parte de la elegancia en la traducci6n, en aras de la conservaci6n de! caracter de la
obra original.
Otra dificultad que podrlamos seftalar estriba en la falta de un equivalente U.nii::o
en espW\ol para muches ti:rminos ingleses. En estos casos hemos utilizado los thminos de uso mas frecuentes, tanto en nuestro pa.is, como en otros de La!inoamerica.
La realii.aciOn de esta traducci6n ha sidQ posible gracias al trabajo en equipo
emprendido por varios docentes de! Instituto Central de Fisica de la Universidad de
Conccpci6n. Agradecemos la colaboraci6n prestada por Jos colegas M.C. Bustos, R.
Vera, M.A. d!! OrU.e, ·1. Villegas, G. de la Hoz, V. Sagredo y H. Sagner.
Concepci6n
mayodel97/
ENRIQUE OELKER L.
HUGO ESPiNOSA 0.
El prefacio de los profesores Espinosa y Oelker contiene casi todo lo que hubiCramos querido decir; sin embargo, creemos conveniente agregar algunas palabras.
Por necesidades editoriales, nos encargamos de la traducci6n de los Ultimas doce
capitulos de este volumen. Estftbamos conscientes de! peligro que se corria con respecto a la unidad de la obra. Bernos hecho lo posible, consultando con el profesor
Oelker, para unificar la terminologia y, en cua.'lto ha sido posible, el estilo. Esperamos que el lector nos disculpar! si no hemos alcanzado plenamente nuestro objetivo,
concedii:ndole mayor ;importancia al hecho de poder disponer de un texto en espaDoi de la calidad de Cste. Expresamos nuestro agradecimiento a los cohgas de! Departamcnto de Fisica de la Universidad de Oriente, procedentes de diversas partes de
Latinoamhica y Espafta, por haber atendido nuestras frecuentes consultas sobre la
terminologia.
Cumanti
mayo de 1971
CARLOS ALBERTO HERAS
JUAN MARTiN y MARFIL
Prefacio de Feyn1nan
Estas son !as lecciones de f1sica que di el ailo pasado y el antepasado a los estudiantes de los primeros aii.os en cl Instituto TecnolOgico de California (Caltech).
Por supuesto que estas no son textualcs~ ban sido editadas. a veces con gran extensiOn y a veces con muy poca. Las clases constituyen sOlo parte de! curso comp!eto.
El grupo total de 180 estudiantes se reunia dos veces por semana en un aula grande
para atender a las explicadones. y !uego se dividia en grupos pequeilos de 15 a 20
estudiantes en secciones de discusi{lll y priictica bajo la guia de un ayudante de
docencia. Habia, ademils. una secciOn de laboratorio por semana.
Con estas clases tratilbamos de resolver un problema especial: mantener el interes de los estudiantes muy entusiastas y b3.s1ante despiertos que regresaban de !a
escuela sccundaria para entrar en el Caltech. Muchos habian oido hablar de lo
interesante y estimulante que es la fisica: la teoria de la rclatividad, la mecitnica
cu<intica y otras ideas modernas. Pero al terminar los dos afios de! curso anterior al
nuestro. muchos de ellos sc sentian descorazonados porque realmcnte se lcs presentaban muy pocas ideas geniales, nuevas o interesantes. Se les hacia estudiar pianos
inclinados. electrostii.tica y cues!iones por el estilo.
111....
y despudi de dos aiios era como para votverse tonto. Se trataba,. pues de ver si
podiarnos hacer un curso que salvara a los estudiantes mis avanzados y animados
manteniendoles el entusiasmo.
Aunque mi intenciOn no fue co_nvertir las dase:; en Wl carnpo de estudio e investigaciOn prepare las lecciones para los mihs inteligentes de la clase a fm de asr.:guranne, si era posible, que aun los estudiantes mils inteligentes uo podrian abarc&r
completamente el contenido de cada lecciOn; para ello introduje recomendaciones
sobre la aplicaciOn de las ideas y conceptos en diversas direcciones, las cuales se
apartaban de la linea principal de ataque. Por esta razOn, sin embargo, tratC
concienzudamente de hacer que todos los enunciados fueran lo mis prccisos posibles de seiialar en cada caso dOnde encajaban las ecuaciones en el cuerpo de la
fisica y c6mo -cuando aprendieron mis- se modificarian las cosas. Pense, adem8.s,
que para los estudiantes es importante indicar quC es lo que debtn ser capaces ---si
son suficientemente inteligentes- de comprender por deducci6n de lo que se ha dicho
antes y que se estil introduciendo como cosa nueva. Cuando se presentaban nuevas
ideas, tratC de deduciilas si eran deducibles o de explicar que em una nuc:va idea sin
base alguna en lo que ya habian aprendido y que se suponia que no era demostrable,
sino simplemente un agregado.
Al comenzar estas lecciones supuse que los cstudiantes traian cierto conocimiento de la escuela secundaria ---tal como 6ptica geometrica, ideas simples sobre
quimica, etc.-. Crei, tambifui, que no habia ninguna raz6n para dictar las lecciones
en un orden determinado, en el sentido de que no deberia mencionar algo hasta que
no estuviera en condiciones de estudiarlo en detalle. Habia abundante material que
surgiria, pero sin discusiOn completa. Las. discusiones completas se harian mas
tarde cuando hubiera mayor preparaciOn para seguirlas. Ejemplos de esto son el
tratamiento de la inductancia y el de los niveles de energia, que primero se introducen en forma muy cualitativa y luego se desarrollan en forma mils detallada.
Al mismo tiempo que me dirigia al estudiante mas activo, quise cuidar de!
individuo para quien los adornos en demasia y las aplicaciones laterales son meramente intranquilizadores, cuando no se puede esperar, de ningUn modo, que aprendan la mayor parte de! material. Para ese estudiante trate que hubiera un nllcleo
central o columna vertebral de material que pudiera captar. Tenia fa esperanza de
que no se pondria nervioso aunque no entendiera todo el contenido de una lecci6n.
No esperaba que comprendiera todo sino los rasgos centrales y mils directos. Naturalmente que se necesitaba cierta inteligencia de su parte para ver cuiles eran los
teoremas e ideas centrales y cuiil.es los resultados y aplicaciones laterales mas
avanzados que sO!o podria entender en_ aiios posteriores.
Habia una dificultad sCria para dar estas lecciones: por la forma en que se daba
el curso, no habia una retroacciOn de! estudiante hacia el profesor que indicara
c6mo estaban yendo las lecciones. Esta es una dificultad muy seria que me impide
saber con certeza hasta qui: punto, en realidad, fueron muy provechosas mis clases.
Todo era esencialmente un experimento. Y si lo hiciera nuevamente no lo haria en la
misma fonna -iespero que no tenga que hacerlo de nuevo!-. Creo, no obstante, que
en lo que respecta a la fisica las cosas anduvieron muy satisfactoriamente el primer aiio.
El segundo aiio no quedf tan satisfecho. En la primera parte del" curso, que
trataba de la electricidad y el magnetismo, no pude encontrar ningUn modo realmente
Unico o diferente de hacerlo -ninguna manera que fuera especialrnente mas estimulante que la forma habitual de presentarlo-. Por lo tanto, no creo que hice mucho
en las clases sobre eJectricidad y magnet'ismo. Al final de! segundo aiio habia pensado originalmente continuar dando, despues de la electricidad y el magnetismo,
algunas dases sobre las propiedades de los materiales, pero con el interes de explicar los modos fundamentales, las soluciones de la ecuaciOn de difusiOO, los sistemas
vibrantes, ias funciones ortogonales,... desarrollando, asi, las primeras etapas de lo
que usualmente se denomina .. mi:todos matemii.ticos de la fisica". Pensando retrospectivamente, creo que si lo hiciera de nuevo volveria a esa idea original. Pero
como no se habia contemplado que yo daria estas clases nuevamente, se sugiri6 que
seria conveniente tratar de dar una introducciOn a la mec8nica cuiintica ---que es Io
que ustedes encontrariin en el tercer volumen.
Queda perfectamente ~laro que los estudiantes que sigan fisica deberiin esperar
hasta el tercer aiio para estudiar meciinica culintica. Por otra parte, se esgrimi6 el
argumcnto de que muchos de los estudiantcs de nucstro curso estudian fisica como
base para su especializaci6n en otros r campos. Y la form a habitual de
tratar la. mecimica cuimtica hace que el tema sea casi inalcanzable para la gran
mayoria de Ios estudiantes debido a que necesitan mucho tiempo para aprenderlo.
No obstante, en sus aplicaciones concretas --especialmente en sus aplkaciones miis
complejas, como en la ingenieria elOCtrica y en la quimica- realmente no se usa la
maquinaria completa del tratamiento con ecuaciones diferenciales. Por ello, trate de
describir los principios de la mecimica cuil:ntica de un modo que no exigiera un
conocimiento b&ico de la matemittica de las ecuaciones diferenciales. Creo que aun
para un fisico es muy interesante presentar la mec:inica cuitntica de esta manera
inversa ---por varias razones que se pueden ve:r en las lecciones mismas-. Sin embar"
go, creo que cl experimcnto en lo correspondiente a la mecinica cu:intica no tuvo
Cxito completo -en gran parte dcbido a que no tuve tiempo al final (por ejemplo,
deberia haber tenido tres 0 cuatro lecciones mas para tratar detenidamente temas
tales como las bandas de energia y la dependencia espacial de las amplitudes}--.
Ademiis, nunca habia presentado antes el tema de este modo, por lo que la falta de
retroacciOn fue particularmente seria. Ahora c1eo que se debe dar la mecfuiica cu:imtica mas tarde. A lo mejor alglln dia tenga la oportunidad de hacerlo de nuevo.
Entonces lo hare mejor.
La razOn de que no haya lecciones sobre c6mo resolver problemas se debe a que
habia secciones de discusi6n y pritctica. Aunque en el primer ai\o inclui ires lecciones sobre c6mo resolver problemas, en este curso no pude hacer!o. Tambi6t habia
una lecciOn sobre guia inercial que debe estar ciertamente despuCs de la lecciOn sabre sistemas rotantes, pero quc desafortunadamente se omitiO. Las lecciones quinta
y sexta fueron dadas por Matthew Sands porque yo estaba fuera de la ciudad
La pregunta es, por supuesto, hasta quC punto este experimento ha tenido 6'.ito.
Mi punto de vista -que, sin embargo, no lo comparten la mayoria de los que trabajaron con Jos estudiantes- es pesimista. No creo haber obtenido gran Cxito en lo
que n:specta a ellos. Cuando rccuerdo el modo en que bitos manipulaban !os problemas en Ios exiunenes, pienso que el sistema es un fracaso. Por supuesto, mis amigos
me indican que bubo una o dos docenas de estudiantes que -muy sorprendentemente- comprendieron ca5i todo d contenido en todas las lcx:ciones y que fueron muy
actives trabajando con cl material y preocup811dose con animaciOn e interfs por
muchos t6picos. Estos individuos tienen actualmente, creo, una base de primera
linea en fisica. -y son, despues de todo, aquellos a quienes queria llegar-. Pero
entonces "El pod.er de la instrucciOn es, en general, poco eficaz, excepto en las foIices disposiciones en que es casi superfluo" (Gibbons).
De todos modes, no queria dejar IDngUn estudiante completamente atrasado,
como quizis lo hice. Creo que un modo mas efectivo de ayudar al estudiante seria
mediante la adici6n de tiempo y esfuerzo en el desarrollo de un conjunto de problemas que aclare a!gunas de las ideas contenidas en las lecciones. Los problemas
dan la oportwridad de aumentar la comprensi6n de! material expuesto haciindolo
mils real, estructurado y accesible para el proceso de fijaciOn.
Pienso, sin embargo, que la soluciOn a este pr,...blema educativo no es otra que
dar:re cuenta que la enseiianza s6lo puede realizarse cuando hay una relaci6n indivi1ua1 directa entre )ill estudiante y un buen profesor, situaci6n en la cual el
estudiante discute las ideas, piensa en ias cosas y habla sobre ellas. Es imposib!e
aprender simpJemente asistiendo a una clase, o simplemente resolviendo los problemas asignados. Pero en los actuales momentos tenemos tantos estudiantes a quienes
enseiiar que tenemos que encontrar un sustituto de lo ideal. Quiz8s mis lecciones
ejerzan alguna c'ontribuciOn. Quiz8s en algUn lugar pequeiio donde sea posible una
relaci6n individual entre profesores y estudiantes, estos obtengan alguna inspiraciOn
o algunos conceptos de estas \ecciones. Quiz.its entonces, tambii:n el proceso de
fijar el material sea mils alegre y placentero para ellos y de origen al desarrol\o de
algunas ideas.
RICHARD P. FEYNMAN
lntrodu.cci6n
Este libro se basa en un curso de Jecciones de introducci6n a la fisica, dado por
el profesor R. P. Feynman en el lnstituto TecnoJOgico de California (Caltech) durante el a.iio acadtmico 1961-1962; cubre el primer aiio de un curso introductivo de dos
aiios seguido por todos los alumn.os de primero y segundo aiios de! Caltech, y continUa en 1962-63 con una serie similar que comprende el segundo aiio. Las lecciones
constituyen la mayor parte de una revisiOn fundamental del curso introductorio
desarrollado en un p..eriodo de cuatro aiios.
La necesidad de una revisi6n bisica ha surgido debido tanto al r.9.pido desarrollo
de la fisica en las dCcadas recientes, como al hecho que los estudiantes novicios ban
demostrado una habilidad matemiltica cada vez mayor como resultado de mejoras
dd contenido de los cunos matem&ricos en la escuela secundaria. Esperibamos
ciertas ventajas de esta base matematica me'jorada y tambien de la introducci6n
de suficientes temas modemos para que el curso fuera como un reto, interesante y
mas representativo de la fisica actual.
A fin de generar una variedad de ideas acerca de que material incluir y de c6mo
presentarlo, se alentO a un nfunero sustancial de miembros de la facultad de fisica
para ofrecer sus ideas en forma de bosquejos de los t6picos para un curso revisado.
Varios de b>tos fueron presentados y discutidos exhaustiva y criticamente. Hubo
acuerdo casi inmediato de que una revisi6n bilsica del curso no podia lograrse, ni
por la simple adopci0.1 de un texto diferente, ni aun escribiendo uno ab initio,
sino que el nuevo curso debia centrarse alrededor de un conjunto de leccione.s, que
se presentarian a raz6n de dos o tres por semana; el material apropiado para el
texto se produciria entonces como una operaci6n secundaria a medida quc el curso
avanzara, y tambie.n se dispondria de los experimentos de laboratorio apropiados
para completar el material de las lecciones. De acuerdo con esto, se estab!eci6 un
bosquejo aproximado de! curso, pero se reconoci6 que 6ite era incomp!eto, tentativo
y sujeto a modificaciones considerables por todos aquellos que tenian la responsabilidad de preparar realmente las lecciones.
En lo que respecta al mecanismo por el cual se le daria vida al curso, se consideraron varios planes. Estos planes eran en su mayoria mas bien similares, comprendiendo el esfuerzo cooperativo de N miembros de\ personal que compartirian la
carga total en form.a simf:trica e igual: cada persona tendria la responsabilidad de
I IN de la materia, distribuiria las lecciones y escribiria su parte de! texto. Sin
embargo, la falta de disponibilidad de personal suficiente y la dificultad de mantener
un pm1to de vista unifonne dcbido a las diferencia.s en personalidad y en filosofia
de cada uno de los participanu.i hizo parecer inoperantes tales planes.
La idea de q~e poseiamos realmeate los medios para crear no s?!o un cur_so de
fisica nuevo y diferente, sino uno posiblernente Unico, fue una inspiraci6n feliz del
profesor Sands. E! sugiri6 que el profesor R. P. Feynman preparara e irnpartiera le
lecciones, y qoo 6-tas fuer&.n grabadas; una vez tmnscritas y editadas, debim1 co11srituir el texto ae~ nuevo cur.so. Este es esencialm~te el plan que se adoptO.
Se esperaba que el trabajo de ediciOn fuera menor, que consistiria principalmente
en suministrar las figuras y revisar la puJJtuaciOn y la gram:itica; esto lo debian
hacer uno o dos estudiantes graduados a tiempo por horas. Desafortunadamente,
esta esperanza tuvo corta duraci6n. Result6 ser, en efecto, un trabajo editorial de
mayor envergadura el transfonnar la transcripci6n verbal a una forma legible, aiin
sin la reorganizaci6n y revisi6n de los temas que a veces eran necesarias. ;Mils
aiin, no fue un trabajo para un editor tOCnico o un estudiante graduado, sino uno
que requeria la atenci6n constante de un fisico profesional, de diez a veinte horas
por Iecci6n!
'
La dificultad de la tarea editorial. junto con la necesidad de poner el material ev
manos de Jos estudiantes lo antes posible, puso un limite estricto al grado de
"pulimento" de la materia y asi fuimos forzados a tender hacia un producto pre!i
minar pero tOCnicamente correcto que pudiera usarse iJJmediatamente en vez de uno
que pudiera considerarse final o terminado. Debido a la urgente necesidad de
obtener mayor nilmero de copias para nuestros estudiantes y al animoso interCs
por parte de los instructores y estudiantes de otras instituciones, decidimos
publicar el material en su forma preliminar en vez de esperar una revisi6n posterior
mayor, que bien podria no ocurrir nunca. No nos hacemos i!usiones en cuanto a lo
completo, lo armonioso o a la organizaci6n 16gica de ia materia; en efccto, planeamo~
varias modificaciones menores del curso den.tro de un futuro inmediato y esperamos
que no permanezca estil.tico en su forma o co10tenido.
Ademils de las lecciones que constituyen una parte centralmente importante dd
curso, fue necesario tambie:n agregar ejercicios adecuados para desarrollar la experiencia y habilidad de! estudiante, y experimentos adecuados para suministrar un
contacto de primera mano con el material de las lecciones en el !aboratorio. Ninguno
de estos aspectos estil. en un estado tan avanzado como e! material de las lecciones,
pero se ha ido avanzando progresivamente. Algunos ejercicios se hicieron a medida
que avan:r.aban !as leccioncs y t!stos fueron desarrollados y ampliados para el uso en
el ailo siguientc. No obstante, debido a nuestra insatisfacci6n, pues creemos quc los
ejercicios no suministran una variedad suficiente y una profundidad de aplicaci6n de!
material de las lccciones para hacer al estudiante totalmente consciente de! tremendo
poder que se pone a su disposici6n, los ejercicios se han publicado separadarnente
y con car:icter transitorio para a!entar la revisiOn frecuente.
Muchos nuevos experimentos para el nuevo curso ban sido diseilados por el
profesor H. V. Neher. Entre c!stos hay varios que utilfa:an el roce extremadamente
bajo que eJ1hibe un cojinete de gas: un novedoso canal lineal de aire, con el cual se
pucden reali:r.ar mediciones cuantitativas del movimiento unidimensional, de los choques y dcl movimiento arm6nico, y un trompo de Maxwe!I sostenido en el aire y
accionado por el, con el cual se puede estudlar el movimiento rotacional acelerado y
la precesi6n y nutaciOn girosc6picas. E! desarro!Jo de nuevos ex:perimentos de lahoratorio se espera que continUe por un periodo considerable de tiempo.
E1 programa de revisiOn estuvo bajo la dire.-;ciOn de los profesores R. B. Leighton,
H. V. Neher y M. Sands. Participantes oficiales del programa fueron los profesores
R. F. Feynman, G. Neugebauer, R. M. Sutton, H.P. Stabler", F. Strong y R. Vogt,
de la secciOn de Fisica, Matem3.ticas y Astronomia, y los profesores T. Caughey,
M. Plesset y C. H. Wilts de la seccion de Ciencias de la Ingenieria. Se reconoce con
gratitud la valiosi.I. cooperaciOn de todos aquellos que contribuyeron al programa
de revisi6n. Estamos particularmente reconocidos a la Fundaci6n Ford, sin cuya
cooperaciOn financiera este programa no habria podido desarrollarse.
ROBERT B. LEIGIITON
1961-62, mientras cstaba con permiso de! Williams College, Williamstown, Mass.
Tabla de contenido
C2pitu10
I
1- l
1-2
l-3
1-4'
Capitulo
2
2-1
2-2
2-3
2-4
Capitulo
3
3-1
3-2
3-3
3-4
3-5
3-6
3- 7
Capitulo
(!,)
4-1
4-2
4-3
4-4
Capitulo
S
5-1
5-2
5-3
5-4
5-5
Atomos en movhnienco
In!roducci(m
La materia estit forrnada de 2.tomos
Procesos at6micos
Reacciones quimicas
l-l
l-3
l-7
1-10
Fisica bliisica
IntroducciOn
La fisica antes de 1920
Fisica cuiintica
Nllcleos y particulas '
2-l
2-3
2-7
2-10
La rebcibn de la fisica eon otras cieneias
IntroducciOn
Quimica
Biologia
Astronomia
Geologia
Psicologia
(.COmo se JlegO a eso?
3-l
3-l
3-3
3-9
3-JO
3-11
3-12
ConservaciOn de bi energia
;, Que es la energia?
Energia potencial gravitacional
Energia cinctica
Otras formas de energla
4-1
4-3
48
4-9
Tiempo y distancia
El movimiento
El tiempo
Tiempos cortos
Tiempos largos
Unidades y patrones de tiempo
5-l
5-2
53
55
5-7
5-6
5-7
Ci;ipirulo
6
6-1
6-2
6-3
6-4
6-5
Capitulo
7
7-J
7-2
7-3
7-4
7-5
7-6
7-7
7-S
Capito.lo
\
8-2
{9-)
9-1
9-2
9-3
6-1
6-3
6-1
6-IO
6-14
La teoria de la gravitaciOn
Movimientos planetarios
Leyes de Kepler
Desarrollo de la dinlimica
Ley de la gra11itaci6n de Newton
Gravitaci6n universal .. ~ .
El experimento de Cavendish
(.Que es la gravedad?
Gravedad y relatividad
1-1
1-2
1-3
1-4
1-1
7-12
7-14
7-16
Descripci6n de! movimiento
Velocidad
La velocidad co mo derivada
La distancia como una integral
AceleraciOn
8-1
8-4
8-8
8-10
8-11
Leycs de Newton de la din.iimica
9-4
9-5
9-6
9-7
Mome;itum y fuerza
La velocidad tiene direcci6n
Componentes de la velocidad, de la ace!eraci6n y de la
fuerza . . . . . . . .
;:Cui! es la fuerza?
Significado de las ecuaciones de la dinfunica
SoluciOn numtrica de las ecuaciones
Movimientos planetarios
)~
Conservaciim del momentum
10-1
10-2
10-3
10-4
!0-5
Capitulo
Probabilid.sd
PosibiliCad y probabilidad
Fluctuaciones
La caminata al azar
Una distribuci6n de probabilidad
El prindpio de indeterminaciOn
-
8 ·3
8-4
8-5
Capitulo
5-8
5-ll
-\8) El movimiento
8-1
Capitulo
Distancias grandes
Distancias pequeii.as
11
11 ·I
11·2
La tercera ley de Newton
Conservaci6n del momentum
jEI momentum se conserva!
Momentum y energia
Momentum relativista
9-1
9-3
9-4
9-5
9-6
9-7
9-10
10-1
I0-3
10-6
JO.JO
10-12
Vecto~es
Simetria en fisica
Tras!aciones
11-1
11-2
CONTENIDO
2
ll-3
11-4
ll-5
JI~
ll-7
Capindo
12
12-l
12-2
12-3
12-4
12-5
12-6
""""""' r9
13-1
13-2
13-3
134 '
""""""' ·~
14-l
14-2
14-3
14-4
14-5
Capitulo
15
15-1
15-2
15-3
15-4
15-5
15-6
15-7
15-8
15-9
Capitulo
16
16-1
16-2
16-3
16·4
16-5
Capitulo
17
17-1
17-2
Rotaciones
V<eto=
Algebra vectorial
I.eyes de Newton en notaci6n vec-..orial
.Froducto escai&r de vectores
ll-4
11.{)
!l-8
11-11
11-12
Csncffristki;:ii; de Im fuerzm
;,Que es una fuerza?
Roce
F uerzas moleculares
Fuenas fundamentales. Campos
Seudofuerzas
Fuerza.s nucleares
12-1
12-4
12-7
12-9
12-14
12-17
Tnbajo y eongia poteneial (A)
Energia de un cuerpo que cae
Trabajo realizado por la gravedad .
La suma de energia . . . . . . . . _ ..
Campo gravitacional de objetos grandes
13-1
13-5
13-8
13-11
Trabajo y energia poteru:iaJ (conclusi6n)
Trabajo _ . . . . . . . .
Movimiento con vinculos
Fuerzas conservativas
Fuerzas no conservativas
Potenciales y campos
14-1
14-5
14-8
14-8
14-10
Tcoria especial de la relarividad
El principio de la relatividad
La transfonnaci6n de Lorentz
El experimento de Michelson-Morley
Transformaci6n del tiempo
La contracci6n de Lorentz
Simu!taneidad
Cuadrivectores
Dinimica relativista
Equivalencia de masa y energia
15-i
15-4
15-5
15-7
15-10
15-11
15-11
15-12
15-14
Energia relativista y momentum
La relatividad y los fil6sofos
La paradoja de los mellizos
Transformaci6n de ve!ocidades
Masa relativista
Energia rclativista
16-1
16-4
16-5
16-8
16-1 l
Espacio - tiempo
La geometria del espacio · tiempo
lntcnalm; de cspacio·tiempo
17-!
17-3
17-3
17-4
17-5
Capitulo
18
18-1
18-2
18-3
18-4
Capitulo
20
20-1
20-2
20-3
20-4
Capitulo
22
22-1
22-2
22-3
22-4
22-S
22-6
Capitulo
23
23-1
32-2
23-3
23-4
Capitulo
RotaelOn de dos dimensiones
El centro de masas . . • . . . . . . • • • . . . . . , •
RotaciOn de un cuerpo rigido . . . . . • . . . . . "' .
Momentum angular . . . . , . . . , . . • . . . . . . .
ConservaciOn del momentum angular
. . . . .
18-1
18-3
18-7
18-9
Propiedades de1 .centro de masa
•........
La ubica'ciiln del centro de masa , , . . . . . . .
La obtenciOn del momento de inercia
, . . . . .
Energia cinetica de rotaciiln
. • • • • , • • , . .
.
.
.
•
19-1
19-S
19-6
19-10
. . . . . .
vectoriales
. . . . . .
. . . . . .
20-1
20-6
20-7
20-11
,
.
.
•
.
.
.
.
RotaciOn en el espacio
Torques en tres dimensiones . . . . • • . .
Las ecuaciones de rotaciOn usando productos
........... , . . . .
El girOscopio
Momentum angular de un cuerpo sOl.ido . .
@ FJ oscilador annOnico
21-1
21-2
21-3
21-4
21-5
Capitulo
17-S
17-7
17-IO
19 Centro de masa; momento de ioereia
19-1
19-2
19-3
19-4
Capitulo
Pasado, presente y futuro , . . . . • • . . . . . . . . .
Miis acerca de los cuadrivectores • . . . . . . . . . . .
Algcbradecuadrivectores., .. , . . . . . . . . . ..
24
24-1
24-2
24-3
Ecuaciones diferenciales linea1es
El oscilador annOnico . . . .
. . . . . . . . . .
Movirniento annOnico y movirniento circular
. , .
Condiciones iniciales
. . . . . . . . . . . . . . . .
Oscilaciones forzadas . . . .
, . . . . . . • . .
.
. .
. .
. .
21-1
21-2
21-5
21-6
21-8
Algebra
AdiciOn y multiplicaciOn . . . .
. . .
Las operaciones inversas . . . . . . : . . . .
AbstracciOn y generalizaciim . .
. . . . .
COmo obtener valores aproximados de nfuneros irracionales
. . . . . . . . . .
NU:meros complejos
Exponentes imaginarios
0
22-1
22-3
22-3
22-5
22-9
22-12
Resonancia
Niimeros complejos y movimiento armOnico
El oscilador forzado amortiguado
Resonancia e!Cctrica
Resonancia en la naturaleza
23-1
23-4
23-7
23-IO
Transitorios
La energia de un oscilador
Osdlaciones amortiguadas
Transitorios elb:tricos
24-1
24-3
24-6
CONTENIOO
4
Capituio
25
25-1
25-2
25-3
25-4
25-5
Sistcmas linealez y
repallO
Ecuaciones diferenciales linea1es
Superposici6n de soluciones
Oscilaciones en sistemas lineal.es
Analogias en fisica
Impedancias en serie yen paralelo
Capitulo 1.f6j Optica: el prindpio deJ tiUnpo minimo
26':( La luz
26-3 ReflexiOn y refracci6n .. __ . . . . . . . _
26-3 El principio de Fermat del tiempo minimo .
26-4 Aplicaciones del principio de Fermat . . . . . . . . . .
26-5 Un enunciado mis preciso de! principio de Fermat ..
26-6 C6mo funciona
Capitulo
27
Capitulo
28
28-1
28·2
28-3
28-4
Capitulo
29
29-1
29-2
29-3
29-4
29-5
Capitulo
30
30-1
30-2
30-3
30-4
30·5
30·6
30·7
25-9
25-12
26-1
26-3
26-4
26-7
26-11
26-13
Optica geometrica
27-1 ,- IntroducciOn . .
27-2
27-3
27-4
27-5
27-6
27-7
25-l
25-3
25-7
. . . . ....... .
La distancia focal de una superficie esferica
La distancia focal de una lente
Aumento
Lentes compuestas
Aberraciones
Poder de resoluci6n
27-l
27-2
27-6
27-8
27-9
27-10
27-11
RadiadOo electromagnetica
Electromagnetismo
Radiaci6n
El radiador dipolar
lnterferencia
28-1
28-4
28-6
28-8
lnterfereneia
Ondas electromagneticas
Energia de radiaci6n
Ondas si1msoldales
Dos radiadores dipolares
La matem8.tica de la intelferencia
29- l
29-3
29-4
29-5
29-8
Di&acciOo
La amplitud resultante debida a n osciladores iguales
La red de difracci6n
Poder de resoluciOn de una red
La antena parab61ica
Peliculas coloreadas; cristales
Difracci6n por pantallas opacas
El campo de un piano de cargas osci!antes
30-1
30-5
30-8
30-10
30-11
30· l 2
30-14
Capitulo
31
31- l
31-2
31-3
31-4
31-5
31-6
Capitulo
32
32-1
32-2
32-3
32-4
32-5
Capitulo
33
33-1
33-2
33-3
33-4
33-5
33-6
33-7
Capitulo
34
34 ·l
34-2
34-3
34-4
34-5
34 6
34- 7
34-8
34 9
Capitulo
35
El origen de! indice de refracciOn
El indice de refracci6n
El campo debido al mcdio
Dispersi6n
Absord6n
La energia trnnsportada por una onda elOCtrica
Difracci6n de la iuz por una pantalla
31-1
31-5
31-8
31-11
31-12
31-14
Amoriiguamicnto por radiaciOn. DispersiOn de la luz
Resistenda de radiaci6n
La rapidez de radiad6n de energia
Amortiguamiento por radiaci6n
Fuentes independientes
Dispersi6n de la luz
32-1
32-2
32-4
32-6
32-8
PolarizadOn
El vector eli:ctrico de !a tuz
Polarizaci6n de luz dispersada
Birrefringencia
Polarizadores
Actividad 6ptica
Intensidad de !a luz reflejada
Refracci6n an6mala
33-1
33-3
33-4
33-7
33-8
33-9
33-12
Efectos relativistas en la radiaciOn
Fuentes en movimicnto
Un modo de hallar el movimicnto "aparente"
Radiaci6n sincrotr6nica . . . . .
Radiaci6n sincrotrOnica c6smica
Bremsstrahlung
El efcl:to Doppler
El cuadrivector 1,1, k
Abcrraci6n
El momentum de la luz
34-l
34-3
34-5
34-8
34.9
34-10
34-13
34-14
34.15
VisiOn de los colores
35-l
35-3
35 4
CONTENIDO
6
Capitulo
36
36-1
36-2
36-3
36-4
36-5
36-6
Capitulo
37
37- l
37-2
37-3
37-4
37-5
37-6
37- 7
37-8
Capitulo
38
32-1
38-2
38-3
38-4
38-5
38-6
C--C;pltulo
39
39-1
39-2
39-3
39-4
39-5
Capitulo
40
40-1
40-2
40-3
40-4
40-5
40-<i
Capitulo
41
41 I
41-2
El mecanismo de la visiOn
La sensaci6n de] color
La fisiologia del ojo
Las ce!ulas bastoncitos . . .
El ojo compuesto (deJ insecto)
.. , . . .
Otros ojos
Neurologia de la visi6n
36-1
36-4
36-8
36-IO
36-13
36-14
Comportamiento cwlntico
Mecimica at6mica
Un experimento con proyectiles
Un experimento con ondas . , . . . . . . . .
Un experimento con electrones . . . .
La interferencia de ondas de electrones
Observando los eJectrones
Primeros principios de la mecimica cuMtica
El principio de indetenninaci6n
37-1
3Vi
37-4
37-6
37-7
37-9
37-13
37-15
RelaciOn entre los p111ntos de vista ondulatorio y corpuscular
Amplitudes de ondas de probabilidad
Medida de la posici6n y de! momentum
Difracci6n de cristales
El tamaiio de un <ltomo
Niveles de energia
Implicaciones filos6ficas
38-1
38-2
38-6
38-8
38-10
38-12
La teoria einCtiea de los gases
Propiedades de la materia
La presi6n de un gas
Compresibilidad de la radiaci6n
Temperatura y energia cinetica
La ley de los gases ideales
39-1
39-3
39-8
39-9
39-14
Los principios de la mecimica estadistiea
La atm6sfera exponencial
La ley de Holtzman . . . . . . . .
::~adi~~b~~?6ndde l~sli~cl~ctades· m~1e~~1ar~s.
Calores especificos de gases
El fracaso de la fisica clilsica
40-1
40-3
40-5
40-6
40-11
40-13
El movimiento browniano
Equipartici6n de la energia
Equilibria tfrmico de la radiaci6n
41-1
41-4
CONTENJDO
7
41-3
41-4
Capitulo
42
41-1
42-2
42-3
42-4
42-5
Capitulo
43
43-1
43-2
43-3
43-4
43-5
43-6
Capitulo
44
44-1
44- 2
44-3
44-4
44-5
44-6
Capitulo
45
45-1
45-2
45-3
Capitulo
46
46-1
46-2
46-3
46 4
46-5
Capitulo
47
47-1
47-2
47-3
47-4
47-5
La equipartici6n y el oscilador cu3ntico
La caminata al azar
41-9
41-42
Aplicaciones de la teoria cinetica
Evaporaci6n
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Emisi6n termoi6nica
Ionizaci6n t6rmica
CinCt.ica quimica
. . . . . . . . . . . . .
Leyes de radiaci6n de Einstein
42-1
42-5
42-6
42-9
42-11
DifusiOn
Colisiones entre mo!Cculas
El camino libre medio
La velocidad de arrastre
Conductividad i6nica
Difusi6n molecular
Conductividad tf-rmica
43-1
43-4
43-6
43-8
43-9
43-13
Leyes de la termodin3mica
M&quinas termicas; primera ley
Segunda ley
M&quinas reversibles
Eficiencia de una mitquina ideal
Temperatura lermodiniunica
Entropia
44-1
44-4
44-6
44-10
44-13
44-15
Ejemplos de tennodiniimica
Energia interna
Aplicacioncs
La ecuaci6n de Clausius-Clapeyron
45-1
45-5
45.g
Rueda dentada y trinquete
COmo trahaja una rueda dentada
La rueda dentada como milquina
Reversibilidad en mecilnica
Irreversibilidad
Orden y entropia
46-1
46-3
46-6
46-8
46-10
Sonido. La ecuaciOn de onda
Ondas
Propagaci6n del sonido
La ecuaci6n de onda
Solucioncs de la ecuaciOn de onda .
Velocidad de! sonido
47-1
47-4
47-5
47-8
47-10
CONTENIDO
8
Capitulo
48
48-1
48-2
48-3
48-4
48-5
48-6
48-7
Capitulo
SO
50-1
50--2
50-3
50-4
50-5
50-6
Cap;tulo
Reflexi6n de ondas
Ondas confinadas, con frecuencias naturales
Modos en dos dimensiones
Pt!ndulos acoplados
Sistemas lineales
49-1
49-3
49-5
49-9
49-10
ArmOnicos
Tonos musicales
La serie de Fourier
Timbre y consonancia
Coeficientes de Fourier
Teorema de la energia
Respuestas no lineales
SI
Ondu
51-1
51-2
51-3
Ondas
Ondas
Ondas
Ondas
5 1-4
Capitulo
48-1
48-4
48-5
48-8
48-10
48-12
48-14
Modos de vibraciOn
49
49-1
49-2
49-3
49-4
49-5
Capitulo
Pulsaciones
Sumando dos ondas
Notas pulsadas y modulaciOn
Bandas laterales
Trenes de ondas localizados
Amplitudes de probabilidad para particulas
Ondas en tres dimensiones
Modos normales de vibraci6n
52
5 2-1
52-2
52-3
52-4
52-5
52-6
52-7
52-7
52-9
de proa
de choque
en s6lidos
superficiales
50-1
50-3
50-4
50-7
50-10
50-11
51-1
51-3
51-6
51-10
Simetria en las teyes fisicas
Operaciones de simetria
Simetria en el espacio y en el tiempo
Simetria y !eyes de conservaci6n
Reflexiones especulares
Vectores polares y axiales
lCuat mano es la derecha?
1La paridad nose conserva!
Antimateria
S1metrias rotas
52-1
52-2
52 5
52-6
52-9
52-11
52-12
52-14
52-16
Indice affabetico
CONTENHX)
9
1
Atornos en rnovirniento
! ~J
lntroducciOn
1-3
Procesos atOmicos
1-2
La materia esta formada de iltomos
1-4
Reacciones quimieas
I- I
lntroducdOn
Este
de fislca de dos af10s se presema desde el punto de vista de que
va a ser un fisico. Este, desd.;: luego, no necesariamente es el caso,
usted, el
que supone cada profesor en cada tema! Si usted va a ser un fisico,
pero, 1es
tendril que estudiar mucbo: doscientos aiios del campo de conocimiento de mils
r3.pido desarrollo que existe. Tanto conocimiento, en efecto, que usted pensaria que
lo podria aprender todo en cuatro aiios y realmente no puede; idebera tr, adea la escuela de graduados !
Es bastante sorprendente que, a
cantidad tremenda de trabajo que ha
condensar en gran parte la enonne
sido realizado eo todo este tiempo, es
masa de resuitados --esto es, hallar !eyes que resumen todo nuestro conocimiento.
Aun asi, las leyes son tan dificiles de entender que es injusto para usted comenzar
a explorar este tremento tema sin algUn tipo de mapa o bosquejo de la re!aci6n de
una parte a la otra de] contenldo de la ciencia. De acuerdo a estas notas preliminares, los primeros tres capitulos dar:ln, por lo tanto, un bosquejo de la relaci6n de
la fisica con el resto de las ciencias, las relaciones de !as ciencias entre si y el
significado de ciencia, para ayudarnos a desarrollar una mejor comprensi6n de este
tema.
Usted podria preguntar por que no podemos enseiiar fisica dando simp!emente
las !eyes b<'tsicas en la p<'tgina uno y luego mostrar c6mo operan en todas las circunstancias posibles, ta! como lo hacemos en geomctria euclidiana, donde establecemos los axiomas y luego hacemos toda clase de deducciones. (Asi que, no satisfecho
con aprender fisica en cuatro afios, t.la quiere aprender en s6lo cuatro minutos?)
No lo podemos haccr de esta mancra por dos razones. Primero, a{m no conocemos
todas !as leyes bitsica~: existe una frontera de ignorancia en expansi6n. Segundo,
el planteamiento correcto de las ]eyes de la fisica contiene algunas ideas muy poco
familiares que requiere matematica avanzada para su descripci6n. Por esta raz6n
se necesita una cantidad aprcciable de entrenamiento preparatorio para entender
lo que significan estas pa!abras. No, no es posible hacerlo de esta manera. S6!o podemos hacerlo parte por parte.
Cada parte dcl todo de la naturaleza es siempre s6lo una aproximaci6n a la verdad completa o la verdad completa hasta donde la conocemos. En realldad, todo
l-l
es tar
con
aparato5 y
no
mente y se comprueban en todo~
menores, z,c6mo pueden
siendo poco precis05. Por
un trompo que gira t1ene
una "ley'': la masa es
esa "ley" es incorrecta.
aumentos apreciables
dera es: si un objeto
la masa es constante
pensar
esta es una ley corrccta.
diferencia apreciable. Bueno,
y no. Para
por cierto y usar la ley de masa constante como una buena
velocidades altas nos equivocamo~ y micntra5 mayor sea
equivocados estamos.
Por Ultimo,
es lo mas interesante,fllo.H~(icamen/e e~tumos '°"'ple>am''""
equii'ocados con
ley aproximada. Nuestra imagen completa del
rarse incluso si la masa cambia solamcnte un
E~to es un asunto muy
de la tilosofia ode las ideas que hay detr8.s de
Aun un efecto muy
requiere a veces profundos cambios en nuestras
Ahora bien, ~que debcmos enseflar primero? ;,Debemo~ enseflar la ley correc/a,
pero poco familiar con sus ideas extraOas y conceptualmente dificiles, por ejemplD,
la teoria de la relatividad, el espacio-tiempo cuadrimcnsional, etc.? z,O dcbemos en
seflar primcro la ley sencilla de '·masa constante'·, que es s61o aproximada, pero no
inc':iye ideas tan dificilcs? Lo primero es mas excitante, ma~ maravillmo y mas en
tretenido, pero lo segundo es ma~ facil de comprender de inmediato, y cs el primer
paso para un vcrdadero entcndimiento de la segunda idea. E5te punto aparece repede
tidas veces al enseiiar fisica. En diferentes ocasiones debemm
diferentes, pero en cada paso vale la pena aprendcr lo que se sabe
punto es exacto, cOmo ~e ajusta a todo lo dem1i.s, y c6mo podrii.
aprendamos mas.
I2
Sigamos ahora con nuestro bosquejo, o mapa general, de lo quc sabemos hoy
dia de cicncia (en particular de la fisica, pero tambiCn de otras ciencias que cstim
en la periferia), de manera que cuando nos concentremos mas tarde en a!gUn punto
particular tcngamos alguna idea de los fundamentos, por que ese punto particular
resulta interesante y c6mo se ajusta dentro de la gran estructura. De esta mancra,
(.CUi! es nuestra visi6n general del mundo?
1-2
La materia esti formada de itomos
Si en algUn cataclismo fuera destruido todo el conocimiento cientifico y solamente pasara una frase a la generaci6n siguiente de criaturas, t,cuhl enunciado contendria el maximo de informaci6n en el minimo de palabras? Yo creo que es la hipOtesis at6mica (o el hecho at6mico, o como quieran llamarlo), que todas las cosas
esuin formadas por titomos -pequeiias partfculas que se mueven con movimiento
perpetuo, atrayt?ndose unas a orras cuando estcin separadas por una pequeiia distancia, pero repelit?ndose cuando se las trata de apre/ar una contra otra, En esa
sola frase, veriin ustedes, hay una cantidad enorme de informaci6n referente al mundo, si se aplica s6\o un poco de imaginaci6n y pensamiento.
Fig. 1-1.
Agua aumentada mil rnillones.
Para ilustrar el poder de la idea at6mica, supongamos que tcnemos una gota de
agua de mcdio centimetro de lado. Si la miramos muy de cerca, no vemos mas que
agua ·--agua pareja y continua-. Jnduso si la aumentamos con el mejor microscopio
mil veces- entonces la gota de agua va a
6ptico disponible -aproximadamente
tan grande como una pieza grande, y si mitencr unos diez metros de tamai1o,
r<'iramos de cerca, veriamos toda\.'fa agua relativamente pareja, pero de vez en cuan·
do cucrpos parecidos a una pelota de flltbol nadando de aqui para all<'i. Muy interesamc. Estos son paramccios. Puedcn detenerse en estc punto y ponerse tan curiosos
acerca de los paramecios con sus vibrantes cilios y cuerpos en contorsi6n, que no
van a ir mils all:i, exccpto ta! vez para aumentar el tamailo del paramecio aim mas
y ver su interior. F.sto. desde Juego, es un tema de la biologia, pero por el presente
!o dejamos y miramos con mayor atenci6n aUn el material del agua misma, aumcn
timdolo nuevamente dos mil veces. Ahora la gota de agua se extiende por unos veinte
kil6mctros y si la miramos muy de cerca vemos una especie de hormigueo, algo quc
ya no tiene una apariencia parcja; sc parecc a una multitud en un partido de fUtbol
visto desde bastante distaocia. Para \Cf quC es este hormigueo, Jo aumentamos dos
ciemas cincucnta vcces mils todavia y veremos algo parecido a lo que nos muestra
la figura 1-1. Fsta es una representaciOn dcl agua aumentada unas mil millones de
veces, ix:ro idcalizada en diferente~ aspectos. En primer lugar, las particulas estim
dibujadas de manera sencilla con hordes definidos,
lo cual no es exacto. Segundo, por simplicidad, est3.n bosquejadas en forma casl esquem3.tica en un arreglo de dos dimensiones, pero se mueven desde luego en tres dimens1ones. N6tese que hay dos tipos de "pompas" o circulos para representar los
3.tomos de oxigeno (negro) e hidr6geno (blanco) y que cada oxigeno tiene dos hidr6ge·
nos urndos a CL (Cada pequeiio grupo de un oxigeno con sus dos hidr6genos se
denomina una molCcula.) El dibujo estil idealizado mils alm en el sentido que las ver·
daderas particu!as en la naturaleza vibran y rebotan continuamente, rotando y
contorsionilndose la una alrededor de !a otra. Deben imaginarse esto mils bien coma
una representaciOn dinilmica y no estiltica. Otra cosa que no puede representarse en
un dibujo es que !as particulas estiln "pegadas entre si" --que se atraen unas a otras,
Csta tirada par aquClla, etc.-. El grupo completo est3. "enco!ado en un conjunto", par
decirlo as!. Por otra parte, las particulas no pueden atravesarse unas a otras. Si tratan
dejuntar dos de ellas demasiado cerca, se repelen.
Los iltomos tienen un radio de I 6 2 x IO ~ cm. Ahora bien, 10-~ cm se denomina un angstrom (un nombre coma cualquier otro), de manera que decimos que
tienen un radio de I 6 2 angstrom (A). Otra manera de recordar su tamaiio es Csta:
si una manzana se aumenta al tamaiio de !a tierra, entonces los inomos de la manzana son aproximadamente <lei tamaiio de la manzana original.
Ahora imaginense esta gran gota de agua, con todas estas particula5 agitilndose
unidas entre 5i y mm.-iCndose lentamente en con1unto. El agua mantiene su volumen;
no se deshace debido a la atracci6n mutua entre las molCculas. Si la gota estit en
una pendiente, donde se puede mover de un lugar a otro, el agua escurriril, pero
no desaparece simplemente -las cosas no sc dcshacen asi tan facilmente-. deb1do a
la atracci6n molecular. Ahora bien, el mov1miento de agitaci6n es lo que nosotros
representamos por ca/or: cuando aumentamos la tempcratura, aumentamos el mov1miento. Si calentamos el agua. la agitaci6n aumenta y aumenta el volumen entre
los ittomos, y si el calentamiento continUa llega el momenta en que la atracci(m en
tre las molCculas ya no es suficiente para mantenerlas umdas y ellas, ahora sf, vuelan en todas direcciones y se separan unas de otras. Desde luego, Csta es la manera
cOmo producimos vapor a partir dcl agua ~aumentando la temperatura-; las par
ticulas vuelan en todas direcciones debido al aumento del movtmiento.
En la figura 1-2 tenemos una representaci6n del vapor. Esta rcpresentac16n del
vapor falla en un aspecto: a presiOn atmosferica ordinaria puede que haya s61o unas
pocas mo!Cculas en toda la picza y scguramentc no habria tantas coma las tres en
esta figura. La mayoria de los cuadrados de este tamaiio no contendriln ninguna,
pero nosotros tenemos accidentalmente dos y media o tres en el dibujo (de csta ma
nera no estaril completamente vacio). Ahora bicn. en el caso del vapor vemos las
molCculas caracteristicas con mils clandad queen el caso del agua. Por simp!icidad,
!as molCculas estim dibujadas de manera que haya un imgulo de 120" entre ellas.
En realidad e! 3.ngulo es de 105". 3' y !a distancia entre el centro de un hidrOgeno
y el centro del oxigeno es de 0,957 A, de manera que conocemos estil molCcula bas
tante bien.
Veamos cua.Jes son las propiedades del vapor de agua o de otro gas cualqu1era.
Las mo!Ccula5, estando separadas entre si, van a rebotar contra !as paredes. Ima
ginense una pieza con un nUmero de pelotas de tenis (unas cien o alga asi) rebotando
en todas direcciones en movimiento perpetuo. Cuando bombardean la pared. esto
empuJa la pared apartimdola. (Desde lucgo que tendremos que empujar la pared de
vuclta.) Esto quiere decir que el gas ejerce
14
una fuerza a golpedtos que nuestros burdos sentidos (no habiendo sido aumentados
nosotros mismos mil m.illones de veces) sienten como un empuje medio. Para confinar un gas debemos aplicar una presi6n. La figura 1-3 muestra un recipiente comlln
para contener gases (empleado en todos los textos), un cilindro con un pist6n en 61.
Ahora bien, no importa cuaJ sea la forma de las molOCulas de agua, de manera que
por simplicidad las dibujaremos como pelotas de tenis o pequeiios puntos. Estos
objetos est8:n en movimiento perpetuo en todas las direcciones. Asi muchas de ellas
estan golpeando el pist6n superior todo el tiempo, de modo que para evitar que sea
botado fuera de! tanque por este paciente y continua golpeteo, debemos sujetar el
pist6n mediante una cierta fuerza que llamaremos presi6n (realmente, la presi6n
multiplicada por el area es la fuerza). Estel claro que la fuerza es proporcional al
area, porque si incrementamos el ilrea, pero mantenemos igual el nllmero de moli:culas por centimetro cU.bico, aumentamos el nllmero de colisiones con el pist6n en la
misma proporci6n que hemos incrementado el area.
1,~~1
L__ ______s;i..
Vapor
Figura 1·2
-- .
J
Figura 1-3
Coloquemos ahora doble cantidad de mol6culas en el tanque, manera de duplicar
la densidad, y que tengan la misma velocidad, esto es, !a misma temperatura. Entonces, con bastante aproximaci6n, el nUmero de co!isiones serit doble, y coma cada
una de ellas es tan "energ6tica" como antes, la presi6n es proporcional a la densidad. Si consideramos la verdadera naturaleza de las fuerzas entre los ;homos, podemos esperar un pequei'io decrecimiento de la presi6n debido a la atracci6n entre
Jos iltomos, y un pequefio aumento debido al vo!umen finito que ocupan. Sin embargo, con una excelente aproximaci6n, sl la densidad cs suficientemente baja para que
no haya demasiados <itomos, la presiOn es proporcional a la densidad.
Podemos ver tambii:n algo mis: Si aumentamos la temperatura sin camb!ar la
densidad del gas, esto es, si aumentamos ta velocidad de los <itomm, t,que le sucederit a la presiOn? Bueno, los <itomos pcgan mils fuerte porque se mueven mis r<ipido, y ademils pegan mils a mcnudo, de manera que la presiOn aumenta. Ven lo
sencillas que son las ideas de la teoria at6mica.
Consideremos ahora otra situaci6n. Supongamos que el pist6n se mueve hacia
adent-ro, de modo que los il.tomos son comprimidos lentamentc a un espacio mas
pequefio. t,Qu6 sucede si un <itomo choca contra el pist6n en movimiento? Eviden
temente toma velocidad de la colisi6n. Pueden comprobar!o hacienda rebotar una
pelota de ping-pong contra una paleta que se mueve hacia adelante, por ejemplo, y
hallaritn que sale con mils velocidad con la que choc6. (Ejemplo especial: si un iitomo
resultara estar en reposo y cl pistCm lo golpea, ciertamente sc moverit.) De csta ma,
nera los <itomos resultan mils "calientes" cuando se alejan
1·5
del pist6n r-111e cuando lo chocaron. Por lo tanto, todos los ::'ttomos de! recipiente
habr:in adquirido mils velocidad. Esto quiere decir que ctumdo comprimimos Ientamente un gas, la temperatura def gas aumenta. Asi que, bajo una lenta compresi6n,
un gas aumentarti su temperatura, y bajo una lenta expansi6n disminuird la temperatura.
Retornamos ahora a nuestra gota de agua y miramos en otra direcci6n. Supon·
gamos que bajamos la temperatura de nuestra gota de agua. Suponga que la agitaci6n de las moleculas de los ittomos en el agua est<i. continuamente decreciendo.
Sabemos que existen fuerzas de atraccl6n entre los <i.tomos, de modo que despues
de un rato ya no estariln en condiciones de agitarse tan bien. Lo que suceder<i. a
temperaturas muy bajas queda indicado en la figura 1-4; las moli:culas se acomodan
en una nueva estructura que es el hielo. Este diagrama esquem<i.tico particular del
hielo estii equivocado porque estil dibujado en dos dimensiones, pero cualitativamente estit bien. El punto interesante cs que el material ticnc un lugar definido para
cada dtomo y se puede apreciar facilmente quc si de una manera u otra podemos
mantener todos los ;itomos de un extremo de la gota en una cierta ordenaci6n, cada
i.ttomo en un cierto lugar, entonces debido a la estructura de interconexiones, que
es rigida, el otro extrema a kil6metros de distancia (en nuestra escala aumentada)
tendril tambii:n una ubicaci6n definida. Asi, si sostenemos una aguja de hielo de
un extrema. el otro extrema se resiste a ser dcsplazada, a diferencia del casa del
agua, donde la estructura estil destruida debido al aumento de la agiiaci6n. de ma·
nera que tados los <i.tomas se mueven en forma difercnte. La diferencia entre s6hdos
y liquidos es entonces que en un s6lido los iitomos estiln ordcnados en un cierto
tipo de estructura, Hamada estructura cristalina, y no tienen una posici6n al azar
a gran distancia; la posici6n de los i.ttomos en un Iado de! cristal queda determ!nada
por la de !os otro5 iltomos a distancia de millanes de <i.tomos al otro !ado de! cristal.
La figura 1-4 es una ordcnaci6n inventada para el hielo, ya pesar de contener muchas de las caracteristicas correctas Jc! hiclo, no es la verdadera ordenaci6n. Uno
de los aspectos correctos cs que hay una parte de la simetria que es hexagonal.
Pueden ver que si giran el dibujo en l 20° alrcdedor de su cje, el dibujo resulta
igual. Por lo tanto, hay una simetria en el hielo que cs responsablc del aspecto de
seis caras de los copo~ de nieve. Otro asunto que podemos ver de la figura 1-4 es
por quC el hielo se contrae cuando se derrite. La ordenaci6n crista!ina particular del
hielo mostrada aqul tiene muchos "huecos'· dentro de ella, ta] como la cstructura
verdadera del hielo. Cuando se desmorona la estructura, cstos huecos pueden ser
ocupados por moleculas. La mayoria de las su~tancias simples. con la exccpci6n del
agua y el metal de tipos de imprenta, se di/a/an a! fundirse. debido a que las ittomos est<i.n muy campacto& en e! cristal s6lido y al fundirse necesitan mayor espacio
para agitarse, pcro una estructura abierta sufre un colapso. como en el caso de! agua.
Ahora bien, a pesar que el h1ela tiene una forma cristalina ''rigida'", su temperatura puede cambiar -el hielo tiene calor-. Si queremos, podemos cambiar su c:i.n
tidad de calor. ;,Que es el ca!or en el caso del hiela? Los iltomas no est<in quietos;
estiln agititndose y vibrando. De manera que, a pesar de existir un orden definido
en el cristal -una estructura definida-, todos los i.ttomos estiln vibrando ''en posi
ci6n"'. S1 aumentamas la temperatura, vibran con amplitud cada vez mayor, hasta
que finalmente se sacuden a si mismos fucra de su posici6n. A esto lo llamamos
fusi6n. Si dccrccemos la temperatura, las vibraciones decrecen y decrecen hasta que,
en el cero absaluto, queda una cantidad minima de vibraci6n que los <i.tomos pueden
tener, pero no cero. Estc valor minima de mavimiento que pueden tener los iltomos
no es suficientc para fundir las sustancias, con una excepci6n: cl helio. El helio solamente dccrece el movimiento iltomico lo mils que puede, pero aun en el ccro absoluto todavia queda suficiente movimiento como para evitar su congelaci6n. El helio,
aun en el ccro absoluto, no se conge!a, a menos que la presi6n sc haga tan grande
que los il.tomos se ap!asten entre si. Si aumentamos la presi6n. lo podemus hacer
solidificar.
•
Oxigeno
Fig. 1 4
1-3
H1elo
hg 1-5.
Agua evapori\mlose al a1rc
Procesos atOmicos
I 7
Qclom
Q
Sodio
Figure 1-6
Fig 1-6
Sal d1solv1endose en agua
una tapa, que ha estado ahi qui1iis por veinte ai'ios-. rcalmente contiene un fen6meno dinimico e interesante que prosigue todo el tiempo. A nuestros ojos, nuestros
imperfectos ojos. nada cambia, pcro si pudiCramos verlo ampliado mil millones
de veces, verlamos que desde su propio punto de vista cambia continuamcntc: mo1ecu!as abandonan la superficie, mo!eculas regresan.
z.Por que no vemos
alguno? jPorque tantas moltculas abandonan como
regresan! A la larga
~ucede'". Si ahora sacamos la tapa de! recipiente y soplamos cl aire hUmcdo a otra parte. reemplazimdolo por aire seco, el nUmero de
moleculas que abandonan el liquido ~iguc sicndo cl m1smo como antes. porque esto
depende de la agitacion de[ agua, pero e! n0.mero de las quc regrcsan csta fucrtemente reducido porque hay tan pocas mo!C:culas de agua sobre el agua. Por consi
guicnte, salen mils de las que entran y el agua se evapora. jLucgo, st desean evaporar agua, echen a andar cl vcntilador!
Aqui hay algo mis. (,Cuitlcs mo\eculas se van'! Cuando una molt:cula se va es
por una acumulac16n accidental extra de un poco mils de energia de lo normal quc
ella necesita si debc cscapar de la atracciOn de sus vecinas. Por lo tanto. ya quc
las que sc van ticncn m:is energia quc cl va!or mcdio. las que se quedan tienen menos
moHmiento promedio de lo que teman antes. De csta mancra el liquido gradualmente se enfria si sc evapora. Desde luego, si una motecula de vapor baja desde
cl airc al agua. hay una gran atracci6n rcpcntina a medida quc la molfrula sc acerca
a la super!icie. l:.sto acelera la mo!Ccula que entra y da como resultado generaci6n
de calor. De modo que cuando sc van quitan calor; cuando regresan gcncran ca!or.
evaporaci6n neta, el resultado c~ nulo -el agua no camDesde luego cuando no
el agua de manera de mantener una preponderanbia de temperatura-. <;;i
cia del nlimero que ~e evapora, entonces el agua se enfria. j Lucgo sop!e la sopa para
en fr i a r1 a ~
Dcsdc luego deben
los procesos recien descntos son mils comsolamcnte pasa cl agua al airc, sino que tam
plicados de lo quc hcmo~
biCn de cuando en cuando una de las mo!Cculas de oxigeno o mtrbgeno entrari y
··se perderi1" en !a masa de las mo!Cculas de agua y se las arrcglaril para entrar
dcntro del agua. De estc modo el aire
en el agua: molcculas de oxigeno
agua, y cl agua contendrii. aire. Si retiray nitrbgeno ~e la~ arreglan para entrar
mos repentinamente el aire de! recipient~. entonccs las mo!Cculas de aire saldriln
mils rilpidamcntc de lo que cntran y hacienda csto produc1ritn burbujas. Esto es muy
pehgroso para los buzos. como ustedcs ~abran.
Ahora pasaremos a otro proceso. En la !igura l-6 \.-emos,desde el punto de vista at6mico. un ~Olido que se d1suclvc en agua. St ponemo~ un cristal de sal en agua, lqm!
1·8
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mas prox1mo
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'
Figur; l-7
sucederil? La sal es un s6lido, un cristal, un sistema organizado de "iltomos
de sal". La figura 1-7 es una ilustraci6n de la estructura tridimensional de la sal
comUn, cloruro de sodio. Estrictamente hablando, el cristal no estil hecho de ;homos,
sino de lo que llamamos iones. Un ion es un ci.tomo que tiene unos pocos electrones
extra, o que ha perdido algunos electrones. En un cristal de sal encontramos iones
cloro (ii.tomos de cloro con un electr6n extra) y iones sodio (<ltomos de sodio con un
electr6n de menos). Los iones estitn unidos unos a otros por atracci6n electrostiltica
en la sal s61ida, pero si los colocamos en agua, encontramos, debido a las atracciones del oxigeno negativo y de! hidr6geno positivo por los iones, que algunos iones
se sueltan. En la figura 1-6 vemos un ion cloro so!tilndose y otros iltomos flotando
en el agua en forma de iones. Este dibujo fue hecho con algU.n cuidado. N6tese, por
ejemplo, que los terminales de hidr6geno de las mol6culas de agua estiln mils pr6ximas a! ion cloro. mientras que cerca de! ion sodio encontramos mils a menudo el
terminal oxlgeno, debido a que el sodio es positivo y e! terminal oxigeno de! agua
es negativo, y se atraen etectricamente. L,Podemos decir a base de este dibujo si la
sal se est3. disolviendo en agua o cristalizando? Desde luego, que no lo podemos
decir, porque mientras algunos de los <itomos abandonan el cristal otros <itomos
se vue!ven a juntar con ei. El proceso es dincimico, tal como en el caso de la evaporaci6n y depende de si hay mas o menos sal en el agua que la cantidad necesaria
para el equilibria. Entendemos por equilibria la situaci6n en la cual la rapidez con
que se van !os :itomos iguala exactamente a la rapidez con que regresan. Si casi no
hubiera sal en el agua. se van mils iltomos de los que retornan, y la saJ se disuelve.
Si. por otro \ado, hay demasiados "ii.to mos de sat", regresan mils de los que se van
y la sal se cristaliza.
De paso. me~cionaremos que el concepto de mof~cula de una sustancia es s6lo
aproximado y ex1ste sl)lo para una cierta clase de su~tancias. Estil claro, en el caso
de! agua, que los tres <itomos estiln realmente pegados unos a otros. No est<i tan
claro en el caso de! cloruro de sodio en el s6lido. Hay una ordenaci6n de iones sodio
y cloro en el s6lido. No hay manera natural de agruparlos como "mo!eculas de sal".
Retornando a nuestra discusi6n de soluci6n y precipitaci6n, si aumentamos la
temperatura de la soluci6n salina, aumenta la rapidez con que los <itomos se retiran,
y asi tambie.n la raJ?idez con que l?s 3.tomos retoman. Resulta, en .general, muy
dificil predecir en que sentido se realiza, si se disuelve mils o menos solido. La mayoria de las sustancias se disuelven mis. pero algunas sustancias se disuelven menos
al aumentar la temperatura.
Fig. 1·- 8.
!-4
Carbone ard1endo en mdgeno
Fig. 1-9
Olor a v1oletas.
Reacdones quimicas
que han sido descritos hasta ahora, los atomos y los
su~ compaiieros, pero desde luego hay circunstancias en
cambian de cmnbinaciOn formando nuevas molCculas. Esto
1-8. Un
en el cual
reordenamicnto de lm
Lo'
Se supone que los ittomos de carbono est3.n en un crista! sOlido {que podria ser
grafito o diamante*). Ahora, por ejcmplo, una
las moleculas de oxigeno puede
pasarse al carbono y cada <i.tomo puede tomar un
de carbono y sa!ir volando
en una nucva combinaci6n -"carbono oxigeno "- que es una molCcula de! gas llamado monOxido de carbono. Se le da el nombre quimico CO. Esto es muy ~cncillo:
las letras •·co" son pr3.cticamente el dibujo de aque!la mol6cula. Pero cl carbono
atrae al oxigeno mucho mas que el oxigeno al oxigeno o e! carbono al carbono. Puc
de ser que el oxigeno llegue a este proceso con muy poca energia, pero el oxigeno y
el carbono se unira con tremenda violencia y conmoci6n y todo lo que esti cerca
de ellos captari esta energia. De este modo se genera una cantidad grande de ener
gia de movimiento. encrgia cinCtica. Esto es, desde !uego, quemar: obtener ca/or de la
combmaciOn del oxigeno y el carbono. El calor se tiene genera!mente en forma de
movimiento molecular de! gas calientc, pcro en ciertas circunstancias puede ser tan
enormc que genera luz. As1 es como se obtienen las llamas
Adcm<i.s, el mon(ixido de carbono no esti satisfecho de! todo. Le es posible ligar
otro oxigeno, de manera que podcmos tener una reacciOn mucho mis complicada en
la cual el oxlgeno se combina con el carbono, mientras que a! mismo tiempo
*
Se puede quemar un diamante en el aire
1-10
se lleva a cabo una colisiOn con una molOCula de monOxido de carbono. Podria unirseun
<homo de oxigeno al CO y formar finalmente una molecula compuesta por un carbono y dos oxigenos, que se designa por C0 2 y que se llama di6xido de carbono.
Si quemamos el carbono con muy poco oxigeno en una reacci6n muy r<i.pida (por
ejemplo, en un motor de autom6vil, donde la explosiOn es tan r<i.pida que no le queda tiempo para formar di6xido de carbono ), se forma una cantidad considerable de
mon6xido de carbono. En muchos de estos nuevos arreglos se libera una cantidad
bastante grande de energia, produciendo explosiones, llamas, etc., seglln la reacci6n
Los quimicos han estudiado estas combinaciones de litomos, y han encontrado que
todas las sustancias son algUn tipo de combinadones de citomos.
Para ilustrar esta idea, consideremos otro ejemplo. Si entramos en un campo
de pequetias violetas, sabemos cuat es su "o\or". Es un cierto tipo de molecula, o
combinaci6n de litomos. que ha entrado en nuestras narices. Antes que nada, ,:c6mo
pudo llegar hasta alli? Es bastante sencillo. Si el olor es algUn tipo de mo!ecula en
el aire, que se agita en todos los sentidos y siendo chocada a cada trecho, podria
haber entrado accidentalmente en nuestras nariccs. Ciertamente no tiene ning6n de·
seo particular de entrar en nuestra nariz. Es solamente una parte desvalida de un
tumulto de mo!eculas, y en su vagar sin rumbo estc pedazo de materia resulta que
se encuentra en la nariz.
Ahora bien, los quimicos pue<len tomar moleculas particulares como el olor
a violctas, analizarlas y decirnos cu:il es el ordenamiento exacto de los <i.tomos
en el espacio. Sabemos que la molff:ula de di6xido de carbono cs recta y simetrica:
O-C-0. (Esto puede ser detcrminado facilmente tambiCn por medios fisicos.) Sin embargo, aun para las combinaciones enormemente mil.s complicadas de atomos que hay
en la quimica, uno puede mediante un largo y notable proceso de trabajo detectivesco.
hallar la eombinaci6n de !os <'ttomos. La figura 1-9 representa el aire en la ccrcania
de una violcta; de nuevo encontramos nitrOgeno y oxigeno en el aire, y vapor de agua.
((.Por que hay vapor de agua? Porque la violcta esta hUmeda. Todas las plantas
transpiran.) Pero tambien vemos un "monstruo" compuesto por litomos de carbono,
Utomos de hidrOgeno y <'ttomos de oxigeno. que han tornado una cierta forma especial para ordenarsc. Es una ordenaci('m mucho m:is complicada que la del diOxido
de carbono: es, en efecto. una combinacilm enormcmente comp!icada. Desgraciadamentc no podemos reprcscntar todo Jo. que rcalmente se conoce de ella quimicamen
te. porque la combinacil'lO precisa de todo5 los fitomos se conoce en rcalidad en
tres dimensiones, mientras que nuestro dibujo es solamente en dos. Los seis carbonos que forman un anillo no forman un anillo plano. sino una especie de anillo
"arrugado'". Todos sus :ingu!os y distancias son conocidos. De este modo una
f6rm11!a quimica es s6lo una representaci6n de !a mo!ecu!a. Cuando un quimico escribc una de esas cosas en el pizarrOn. trata de "dibujar", hablando llanamente. en dos
dimensiones. Por ejemplo. nosotros vemos un ··anillo'" de seis carbonos y una "ca
dcna ·· de carbonos colgando en el extremo. con un oxigeno en segundo lugar desde
el extrema, tres hidrOgenos unidos a un carbono. dos carbonos y tres hidr6genos
asomados por aqui, etc.
;,C6mo encuentra el quimico cu<'tl es la combinacilm? Me1cla botellas llenas de
materiales y, si se vuelve rojo. le dice que consiste de un hidr6gcno y dos carbonos
ligados aqul: si por otra parte se vuelve azul. se trata de un asunto tota!mente difcrente. Este es uno de los trabajos detectivescos m:is fant<'tsticos que se haya hecho
1-11
nunca -la quimica org<inica-. Para descubrir el ordenamiento de los atomos en esta~
combinaciones tan enormcmente complicadas, el quimico se fija en l..J que sucede si
mezcla dos sustancias diferentes. El fisico jamii.s creeria que el c:uimico sabe de lo
que esta hablando cuando descrihe las combinaciones de Jos iltomos. Por unos vcinte aiios ha sido posible en algunos cases observar estas moleculas (no tan comphcadas como esta, pero algunas que contienen parte de ella) mcdiante un mCtodo
fisico, y ha sido posible localizar cada ittomo. no mirando colores, sino midiendo
donde estcin. jY admirense!, los quimicos casi siempre est<in en lo cierto.
Rcsulta, en cfecto, que en el olor de las vmletas hay tres moleculas levemente
diferentes, que se diferencian solamente en la ordenaciOn de los iitomos de hidrOgeno.
Un problcma de la quimica es darle nombrc a una sustancia, de mancra quc
sepamos lo que es. ;Encuentre un nombre para e~ta forma! El nombre no solamente
debe dar idea de la forma. sino dccir ademas que aqui hay un <itomo de oxigeno,
allil un hidr6geno --exactamente lo que es cada <itomo y d6nde est<l colocado-. Asi
podemos apreciar que los nombres quimicos deben ser complejos para quc scan
completos. Ustedes ven que el nombre de esta cosa en su forma m<is completa que Jes
indique la estructura es 4 (2, 2, 3, 6 tetramett! - 5 ciclohexanil) 3 buteno · 2
ona. y eso Jes dice que Csta es su ordenaciOn. Podemos apreciar las dificultades quc
tienen los quimicos, y tambien apreciar !as razones para usar nombrcs tan largos.
jNo es que ellos deseen ser oscuros, sino que tienen un problema extremadamentc
dificil al tratar de describir las moleculas en palabras!
Fig. 1-10
La sustancia representada es
~COmo sabemos que existen los <itomos? Mediante los trucos mencionados anteriormente: hacemos la hip6tesis de quc cxisten <itomos, y uno tras otro resultado
sale coma lo hemos predicho, tal coma deberia ser s1 !as cosas estcin hechas de <'ttomos. Hay adem<ls evidencias alga mils dircctas. un buen ejcmplo de lo cual es lo
siguiente: los <itomos son tan pequeiios que no se pueden vcr con un microscoplo
Optico -de hecho, ni siquiera con un microscopic electr6nico-. (Con un microscopic Optico sOlo pueden verse objetos que son mucho mas grandes.) Ahora, si los
<itomos estiin continuamentc en movimiento. digamos en agua, y colocamos una
pclota grandc Jc algun material en el agua, una pelota mucho mils grande que los
<itomos, la pelota se mmeri1 en todas direcciones -muy parecido a un juego de pc
lota dondc mucha gcnte trata de empujar una pelota muy grandc-. La gente empuja
en direcciones diferentes, y la pelota se mueve por el campo con una trayectoria
irregular. Asi, de! mismo modo, la ··pelota grande ·· se movcr<i por las desigualdades
de las colisiones de un lado para el otro, de un mstante al s1guiente. Por eso. si mi
ramos particulas muy pequei'ias (coloidcs) en agua a travCs de un microscopio exce\ente. vemos
I 12
una agitaciOn perpetua de !as particu!as que es el resultado de! bombardeo de los
atomos. Esto se llama movimiento browniano.
Podemos ver otra evidencia mils de la existencia de \os ittomos en la estructura
de los cristales. En muchos casos las estructuras deducidas por anitlisis de rayos X
estitn de acuerdo en sus "formas" espaciales con la forma que realmente presentan
los cristales ta! como se encuentran en la naturaleza. Los itngulos entre las diferentes "caras" de un crista! concuerdan, a menos de segundos de arco, con los itngulos
deducidos suponiendo que un Cristal estil formado por muchas "capas" de iltomos.
Toda estti formado por i:itomm. Esta es !a hipOtesis dave. La hip6tesis mils im·
portante de toda la bio!ogia, por cjemplo, es que todo lo que hacen los animates,
lo hacen los citomos. En otras palabras, no hay nada que hogan los seres viFiemes
que no pueda ser entendido desde el puma de vista de que estdn hechos de citomos
que actUan segUn las !eyes de la fisica. Esto no se conocia desde un comienzo: fue
necesaria alguna experimentacibn y teorizaci6n para sugerir esta hip6tesis, pero ahora es aceptada, y es !a teoria mils l1til para producir nuevas ideas en e! campo de la
biologia.
un trozo de sal, que consis!en de iltomos uno junta al
Si un trozo de
puede tener
interesantes: si cl agua ·--que no cs sino estas pede lo mismo sabre la tierra- puede formar
gotitas,
y
torrente y figuras extraiias cuando corrc sabre cede una corricnte de agua, pucde ser nada mils que
es posible? Si en lugar de arreglar los iltomos en
que ~c repita una y otra vcz. siempre de nuevo, o incluso
grupos complejos tal como en el olor de las violetas, hacemos
es siempre diferellte de !ugar a !ugar, con diferentes tipos de
maneras que cambian continuamentc, no repitii:ndo
mm"•llornmec>k es posible quc este objcto se comportc? .:,Es posicle un !ado a otro frente a ustedes habliindoles,
arreglo muy complejo, de modo quc su
acerca de lo quc puedc hacer'? Cuan
no 4ueremos decir que somos meraporque un montOn de ittomos que no sc repiten de!
tener las posibilidades que ven frente a ustedes en el
I 13
2
Fisica btisica
2" I
IntroducciOn
2-3
Fisica cuffntica
2-2
La fisica antes de 1920
2-4
NUcleos y particulas
2- i
lntroducciOn
En este capitulo cxaminaremos !as Ideas mils fundamentaies que tenemos sobre
la fisica -la naturaleza de las cosas como lao. vemos en el p1esentc -. No discutirc
mos la historia de c6mo sabemos que todas estas ideas son vcrdaderas; ustedes
aprendcritn cstos detailes a su debido tiempo
Las cosas de las' cuales nos prcocupamos en ciencra se
de formas y con una multitud de atrlbutos. Por ejcmplo, si
playa y observamos el mar. vcmos agua, el romper de las
miento chapoteantc del agua. cl sonido, cl aire, los \'ientos
cielo azul y luz; hay alli arena y rocas de diferente dureza y
y 1cx
tura. Hay animales' y algas, hambre y enfermedad, y el observador en
play a: puede haber aun fclicidad y pensamicntos. Cualqmer otro lugar en la naturaleza tienc
una variedad similar de
e influencias. Siemprc ~era tan complicado como
aquello, cualquiera que sea
La curiosidad exige que formulemos preguntas.
que intentemos enlazar las
y tratemos de entender c~ta multitud de a~pcctos
ta! como resultan quinls de
accic"m de un nUmero relativamentc pequeiio de cosas
elementa!es y fuerzas que
en una variedad infinita de combinaciones.
Por cjcmplo: ;,Es la arena difcrente a las rocas'! Es
la arena qu1zas
nada mils que un gran nl1mero de piedras muy dimmutas"?
la !una una gran
roca? Si entcndiCramos. las rocas, 1,entenderiamos tamb1Cn la arena
el viento un chapoteo del aire anillogo al movimiento chapotcante
mar? ;,QuC caracteristicas comunes tienen lo<; diferentes
mUn a las diferentes clases de somdo'! ;,Cu<intos colores
a~i
en tantas otras cosas. De esta manera tratamos de anahzar gradualmente todas las
cosas, de enlazar cosas que a primera vista parecen d1ferentes. con la espcranza de
poder reducir e! nUmero de cosas diferentes y de csta manera comprendcrlas me1or.
Hace algunos cientos de aftos, se estab!eciO un mCtodo para encontrar
parciales a estas interrogantes. Obsen>aci611, razonamiemo y ""''''"""""'66"
tituyen lo que llamamos el mlirodo cienriffro. Tendremos que
descripciOn de nuestro punto de vista bilsico de lo que a veces se
damenta/, o ideas fundamentales que han surgido de la aplicaciOn
tifico.
,:.Que queremos dec!r por ··comprender" algo? Podcmos imaginar que cste con
junta comp!icado de cosas en movimiento, que constituyen ··e] mundo ". es algo
como un enorme juego de ajedrez jugado por dioses y nosotros somos observadores
del juego. No conocemos las reglas de[ juego; la Unico que nos e~ta permitido es
observar el juego. Por cierto, si observamos un tiempo suficiente, podcmos even·
tualmentc darnos cuenta de alguna de [as reglas. Son las reg/as def juego lo que
entendemos por fisica fundamental. Sin embargo, aun si entendieramos todas las
reglas, podriamos no estar en condicioncs de comprender por que sc hace un movimiento particular en el juego, meramente porque es demasiado complicado y nues·
tras mentes son ]imitadas. Si ustedes juegan ajedrez, deberftn saber que es fad!
aprender todas las reglas, y aun asi es a veces muy dificil scleccionar la mejor juga
da o comprender por que un jugador mueve de una manera determinada. Asi es
en la naturateza, s6lo que en mayor grado: pero en Ultima instancia podriamos en
contrar todas las reglas. En realidad, no tenemos ahora todas las reglas. (Alguna
vez en algim momenta puede suceder algo como el enroque que todavia no comprendemos.) Aparte de no conocer todas las reglas, lo que podemos cxplicar realmente a base de aquella~ reglas es muy limitado. porque casi todas las situaciones
son tan enormemente complit:adas que no podemos seguir las jugadas usando las
reglas, mucho menos dccir quC suceder<'i. a continuaciOn. Debemos, por !o tanto.
limitarnos al problema mils hitsico de las reglas dcl juego; Si conocemos las reglas,
consideramos que "comprendemos'" el mundo.
~COmo podemos decir si las rcglas que "adivinamos"' son realmcnte correctas,
si no podemos ana!izar el juego muy bien? Existen, hablando a grandcs rasgos, tres
maneras. Primero, pueden cxistir situaciones donde la naturaleza ~e las ha arreglado.
o nosotros arreglamos la naturalcza, para ser simple y tener tan pocas partes que
podamos predecir exactamente !o que va a sucedcr. y de esta manera comprobar
c6mo funcionan nuestras reglas. (En una esquina del tablero puede haber solamente
unas pocas piezas de ajedrez en juego y eso lo podemos descifrar exactamcnte.)
Una segunda manera Util para comprobar reglas es en tfrminos de reglas menos
especificas derivadas de. aqud!as. Por ejemp!o, la regla del movimiento de un alfi!
sabre un tablero de ajedrcz es qu,c sc mueve solamcnte en diagonal. Se puede deducir, sin importar cu<'i.ntos movimientos sc hayan realilado, que un cicrto alfil estaril
siempre sobre un cuadro blanco. Asi, sin estar en condiciones de seguir los detalles,
podemos comprobar siempre nucstra idea acerca de! movimicnto del alfil, averiguando si est:i siemprc sobre un cuadro blanco. Por supuesto que cstaril alli por largo
tiempo, hasta que de sUbito encontramos que estit sobre un cuadro negro. (Lo que
sucedi6, por supuesto, cs queen el interin fue capturado, otro pe6n atravcsO para ser
coronado y se transform6 en un alfi! sobre un cuadro negro.) Asi son las cosas en
fisica. Por mucho tiempo tendremos una regla que funciona excelentemente en forma
global, incluso cuando no podemos captar Jos deta!!es, y luego en algUn momenta
podemos .descubrir unu nueva regla. Desde e! punto de vista de la fisica b<'i.sica, !os
fenOmenos mas interesantes se encuentran, por supucsto, en !as partes nuevas. las
partes donde !as reglas no funcionan -ino las partes donde reulmente funcionan!·-.
Es de esta manera como desc1,1brimos rcglas nucvas.
La tercera manera de dedr si nuestras ideas son correctas es relativamentc tosca, pero probablemente la mils poderosa de todas. Esto es, en forma uproximada.
Aunque no seamos capaces de decir por quC Alekhine mueve esa pieza particular,
quiz3.s podamos entender de algUn modo que estii. juntando sus piezas alrededor <lei
rey para protegerlo, mils o menos, ya que es lo scnsato hacer en estas circunstancias. De h
2-2
misma manera podemos a menudo
seamos capaces de ver que hacc
prensi6n de! jucgo.
2-2
la naturalcza, m3.s o menos, si11 quc
pieza en tCrminos de nue,.tra com
La fisica antes de 1920
23
eran de dos variedades: primero un ti po enormemente complicado y detail ado
de fuerza de interacci6n que mantiene los diversos ;homos en diferentes combinaciones de una manera complicada, que determinaba si la sal se disolvia mils
rilpidamente o mis lentamente cuando aumentamos la temperatura. La otra fuerza
que se conocia era una interacci6n de largo alcance ~una atracci6n suave y tranquila~ que variaba inversamente con el cuadrado de la distancia y que se llam6 gravitaciOn. Esta ley se conocia y era muy simple. Por quC las cosas se mantienen en
movimiento cuando se estitn moviendo o par qui ex:iste una ley de gravitaci6n, era
desconocido, por supuesto.
Una descripci6n de la naturaleza es lo que nos interesa aqui. Desde este punto
de vista, entonces, un gas y por cierto toda la materia, es una miriada de particulas
en movimiento. De esta manern., muchas de las cosas que hemos visto mientras permaneciamos de pie a la orilla del mar pueden ser relacionadas inmediatamente. Primero la presi6n: Csta proviene de los choques de los :i.tomos con las pared es, o lo
que sea; el desplazamiento de los 8.tomos, si en general se mueven todos en una direcci6n, es e! viento; los movimientos internos al azar son el calor. Existen ondas
de exceso de densidad, donde se han juntado demasiadas particulas, y asi, a medida
que se descomprimen, provocan mils alli apilamientos de particulas y asi sucesivamente. Esta onda de exceso de densidad es el sonido. Es un logro tremcndo ser capaz de entender tanto. A!gunas de estas cosas fueron descritas en el capitulo anterior.
lQut'.: clase de particu\as existen? En aquel tiempo se consideraban que existian
92: a la larga se encontraron 92 clases diferentes de ii.tomos. Tenian nombres diferentes asociados con sus propiedades quimicas.
La parte siguicnte de\ problema era, ,!qui son lasfuerzas de corto a/cance? lPor
que el carbono atrae un ox:igeno, o quiz8.s dos oxigenos, pero no tres oxigenos?
lCuitl es el mecanismo de interacci6n entre los il.tomos? lSera la gravitaci6n? La
respuesta es no. La gravedad es demasiado debil. Pero imaginemos una fuerza anil.loga a la gravedad, que varia inversamente con el cuadrado de la distancia, pero
enormemente mis poderosa y que tiene una diferencia. En la gravedad, todo atrac
a todo, pero ahora imaginemos que existen dos clases de "cosas", y que esta nueva
fuerza (que es,
supuesto, ia fuerza dt!ctrica) tiene la propiedad que los iguales
se repelen y
desiguales se atraen. La ''cosa" que lleva esta interacci6n fuerte
se llama carga.
Entonces, (.quC es lo que tenemos? Sup6ngase que tenemos dos desiguales que
se atraen entre si, uno positivo y uno negativo, y que quedan unidos a una distancia
muy corta. Sup6ngase que tenemos otra carga a cierta distancia. lSentir8. ella alguna atracci6n? Pnicticamente no sentini ninguna, porque si las dos primeras son
iguales en magnitud, la atracci6n de una y la repulsi6n de la otra se compensan.
Por lo tanto, hay muy poca fuerza a cualquier distancia apreciable. Por otra parte,
si nos acercamos mucho con la carga extra, surge atracciOn, porque la repulsi6n de
las iguales y la atracci6n de las desiguales tenderi a acercar las desiguales y a separar !as igua!cs. Entonces la repulsi6n sera menor que la atracci6n. Esta es la raz6n
de que !os 8.tomos que est.in constituidos por cargas e\ectricas positivas y negativas
sienten una fuerza muy debil cuando est8.n separados por una distancia apreciable
(apartc de !a gravedad). Cuando se acercan mucho, cada una puede "mirar e! interior" de la otra y reordenar sus cargas, con el resultado de que tienen una interacci6n muy fuerte. La base Ultima de la interacci6n entre los 8.tomos es etectrica. Ya
que esta fuerza es tan enorme, todos los positivos y todos los negativos se juntanin
normalmente en una
2-4
combinaci6n tan intima coma sea posible. Todas las cosas, aun nosotros mismos,
estim hechas de partes positivas y negativas finamente granuladas que interactUan
de manera enormemente fuerte, todas perfectamente compensadas. A veces por accidente, podemos quitar por frotamiento unos pocos negativos o unos pocos positivos
(corrientemente es mils filcil quitar los negativos) y en esas circunstancias encontramos la fuerza e!ectrica no compensada y entonces podemos ver los efectos de
estas atracciones clCctricas.
Para dar una idea de culinto mils fuerte es la electricidad que !a gravitaci6n,
considfrese dos granos de arena, de un miHmetro de diilmetro, separados trCinta
metros. Si la fuerza entre ellos no estuviera compensada, si todo atrae a todo, en
vez de repelerse los iguales, de modo que no haya cancelaci6n, lCuilnta fuerza habril? 1Habril una fuerza de tres mil/ones de toneladas entre ambos! Ven que hay
muy, pero muy poco exceso o dt!ficit en el nUmero de cargas negativas o positivas
necesarias para producir efectos electricos apreciables. Esta es, ciertamente, la raz6n
por que ustedes no pueden ver la diferencia entre una cosa cargada electricamente o
sin carga -tan pocas particulas entran en juego que es dificil que produzcan una
diferencia en el peso o en el tamailo de un objeto.
Con esta imagen los fttomos eran mas f0.ciles de comprender. Se imaginaba que
tienen un "nlldeo" en el centro, que est<i. cargado electropositivamente y es muy
pesado, y el nllcleo esta rodeado por cieno nllmero de "electrones", que son muy
livianos y estim cargados negativamente. Ahora avanzamos un poco mils en nuestra
historia para hacer notar que en el nUcleo mismo se encontraron dos clases de particulas, protones y neutrones, casi de! mismo peso y muy pesados. Los protones
est2n cargados e!ectricamente y los neutrones son neutros. Si tenemos un litomo con
seis protones en el interior de su nU.cleo y este estil. rodeado por seis electrones Oas
particulas negativas en el mundo ordinario de la materia son todos electrones, y es"
tos son muy Jivianos comparados con los protones y neutrones que constituyen los
nti:cleos), este seria el nti:mero at6mico seis en la tabla de Ja quimica, y se llama carbono. El nUmero at6mico ocho se llama oxigeno, etc., porque las propiedades quimicas dependen de los electrones exlernos y, en realidad, s61o de cwintos electrones
hay. Asi las propiedades qufmicas de una sustancia dependen s6lo de un mimero, el
nUmero de electrones. (La lista completa de elementos de los quimicos podria haberse realmente denominado I, 2, 3, 4, 5, etc. En vez de decir "carbono" podriamos
decir "elemento seis", significando esto seis e!ectrones; pero, por supuesto, cuando
!os elementos fueron descubiertos, no se sabia que pudieran ser numerados de esta
manera, y en segundo lugar haria aparecer todo mils bien compticado. Es mejor
tener nombres y simbolos para estas cosas, mas bien que lndicar todo por un nUmero.)
Se descubri6 alin mlis acerca de las fuerzas el&:tricas. La interpretaciOn natural
de la interacdOn electrica es que dos objetos simplemente se atraen: positivo contra
:negativo. Sin embargo, se descubri6 que esto era una idea inadecuada para representarla. La representaciOn mils adecuada de la situaci6n es afirmar que la existencia
de la carga positiva en cierto sentido distorsiona o crea una "condiciOn" en el espacio, ta!, que si introducimos una carga negativa, e\Ja siente una fuerza. Esta potencialidad para producir una ruerza se llama campo eMctrico. Cuando colocamos
un electr6n en un campo e'ec
· o decimos que "tira de ff'. Tenemos entonccs dos
n campc_) y (b) las cargas en campos experimentan
reglas: (a} las cargas produc
fuerzas y se mueven. La r . para esto se aclararli cuando discutamos el siguiente
ente un cuerpo,
fen6meno: si cargamos elec
2-5
digamos un peine, y despues co!ocamos un trozo de papel cargado a cierta distancia y movemos cl peine de atr:ls para adclante, el papel respondera apuntando siempre had a e1 peine. Si
lo agitamos mas ritpida_mente sc descubrira que el papel se queda un poco mis atrils, hay un
retardo en la acci6n. (En la primcra etapa, cuando movemos el peine mas bien lentamente, encontramos una complicaci6n que es el magnetismo. Las inlluencias magn6ticas tienen quc ver con cargas en morimiento relativo, por lo que las fuerzas
magneticas y e16ctricas pueden ser realmente atribuidas a un campo, como dos aspcctos difercntes- de cxactamente una misma cosa. Un campo el6ctrico variable no
puede existir sin magnetismo.) Si retiramos mils el papel cargado, el retraso es mayor. Entonces se obscrva algo interesante. A pesar de que !as fuerzas entre dos objetos cargados deberian variar inversamente con el cuadrado de la distancia, se encuentra que cuando agitamos la carga la in!luencia se extiende mucho mcis allci de
!o que podriamos suponer a primera vista. Esto es, el efecto decrece mucho mils
!entame11te que !a invcrsa del cuadrado.
si estamos en una piscina y hay muy cerca un corcho
··directamente" cmpujando el agua con otro corcho.
ambos corchos, todo lo que verim es quc uno se mueve
inm"di<n"""nn en respuesta al movimiento del otro --existe algUn tipo de "interentre ellos--. Por cierto, lo quc realmente hacemos es perturbar e! agua; el
agua perturba cntoncc~ cl otro corcho. Podriamos establecer entonces una. "\ey"
si ustcd empuja un poco el agua, un objeto prOximo en el agua se moverit. Si estuviera m:is alejado, por supucsto, el segundo corcho apenas se moveria, porque movemos localmente el agua. Por otra parte, si agitamos el corcho, un nuevo fen6meno
estar:i implicado, en el cual el movimiento de! agua mueve el agua alli. etc. y se
propagan ondas; asi que por agitaci6n hay una influencia de muclw mayor alcance;
una influencia oscilatoria. ljUC no puede ser comprendida a partir de la interacci6n
directa. Por lo tanto, la idea de interacci6n dirccta debc reemplazarsc por la existenc:ia de! agua, o en el caso e!Cctrico, por lo que llamamos el campo electromagnetico.
electromagnetico puedc transportar ondas; algunas de estas ondas
se
en radiodifusi6n, pero el nombre genera! es ondas electrooscilatorias puedcn tcncr varias frecuencias. Lo tinico que
una a otra onda es la frecuencia de oscilaci6n. Si sacudipara allit mils y mils rilpidamcntc v observamos los efectos,
ima serie de diferentes tipos de efectos, -que estitn unificados por
.;.e un solo nUmero, el nUmero de oscilaciones por segundo. La
comUn que obtenemos de las corrientes el6ctricas de los circuitos en
de un edificio tiene una frecuencia de alrededor de cien ciclos por seaumcntamos la frecucncia a 500 o 1000 kilociclos (un kilociclo = 1000
por s-:gundo, estamos "en el aire", ya que 6ste es el intervalo de frecuencias
que se usa para radiodifusiOn. (; Por supuesto, ello no tlene nada que ver con el aire!
Podemos tener radiodifusilm sin aire alguno.) Si aumentamos nuevamente la frecuencia, llcgamos al intervalo quc es usado para FM y TV. Yendo aUn mas all&, usamos
radar. Aim m<'is altas, ya no necesitamos un
cicnas ondas cortas, por cjcmplo
vcr!a con cl ojo humano. En el intervalo
:nstrumento paia "ver'" la cosa.
de frecuencias de 5 x 10 14 a 5
ciclos por segundo nuestros ojos verian la
oscilaci6n dd peine cargado, si lo pudieramos sacudir asi de rilpidamente, como
lm rnja, azul o violeta, dependiendo de la frecuencia. Las frecuencias
T<ribla 2-1
El espectro eleetromagni:tieo
Frecuencia en
oscilaciones/ seg.
10i
5 x 105 - 106
10s
10io
5 x 10 14 - J0 1 ~
10 18
JQ2!
JOH
1027
Nombre
Comportamiento
aproximado
Perturbaci6n electrica
Campo
RadiodifmiOn
FM -TV
Radar
Luz
Ondas
Rayos X
Rayos r nucleares
Rayos y artificiales
R.ayo_s ~ en rayos
Particula
IX»' debajo de este intervalo se llaman infrarrojo y IX»' encima. ultraviole~a. El hecho de que
podamos ver dentro de un intervalo particular de frecuencias no hace mas impresionante esa parte de! espcctro electromagnetico que las otras desde e! punto de \is ta
fisico, pero desde el punto de vista humano, por supuesto, es mits intere~ante. Si subimos aUn mils la frecuencia, obtenemos rayos X. Los rayos X nu son otra cosa que
luz de muy a!ta frecuencia. Si sub1mos todavia mits, obtenemos rayos gamma. Estos
dos tfrminos, rayos X y rayos gamma, se usan casi en forma sinonima. ComUnmente los rayos electromagnCticos provenientes de los nllcleos se \laman rayos gamma,
mientras que los de alta energia de !os 8.tomos se Haman rayos X,
a la misma
frecuencia son fisicamente indistinguibles, cualqu1era que sea
que
a frecuencias todavia miis altas. digamos JOH c1clos por
podemos producir esas ondas artificialmente, por ejemplo
el Caltech. Podemos encontrar ondas electromagni:ticas con
encontradas
mente altas -{:On oscilaciones aUn mil veces mis r3.pidas- en
en los rayos c6smicos. Estas ondas no pueden ser controladas por nosotros.
2-3
Fisica eu3ntica
Una vez de5crita la idea del campo electromagnetico y que este campo puede
transportar ondas, pronlO nos damos cuenta que estas ondas se comportan real
mente de una manera extraiia, que tienen una apariencia muy poco ondulatoria.
jA frecuencias mas elevadas se comportan mucho mas come particulas.' Es la me
ctinica cueintica descubierta poco despues de 1920 que explica este comportamiento
extraiio. En los aii:os anteriores a 1920 la imagen de! espacio como un e~pacio tri
dimensionaJ, y de! tiempo como una cosa separada, fue cambiada por Einstein, primero en una combinaci6n que llamamos cspacio·tiempo, y despues aUn mas en un
espacio-tiempo cun>o, para representar ta grav1tad6ri. Asi, el "e~cenario" se cambia a espacio-tiempo y la gravitaci6n es presumiblemente un& modificaci6n del
las reglas. para los movimientos
espacio-tiempo. Entonces se encontr6 tambiCn
de particulas eran incorrectas. Las reglas
1.-7
de "inercia" y "fuerzas ., estim equivocadas -las leyes de Newton estim equivocadas- en el
mundo de los ii.tomos. En cambio, se descubri6 que las cosas a escala pequeiia nose comportan en absoluto como las cosa.:; a escala grande. Esto es Jo que hace dificil la fisica-y muy interesante-. Es dificil porque la manera como se comportan las cosas a escala pequeiia
es tan '·innatural "; no tcnemos experiencia directa de eso. Aqui las cosas se comportan de un modo distinto a todo lo que conocemos; asi que es imposible describir
cste comportamiento de ninguna otra manera que no sea !a analitica. Esto es dificil
y requiere mucha imaginaci6n.
La mec.inica cu.intica tiene muchos aspectos. En primer lugar, la idea de que
una particula tiene una ubicaci6n definida y una velocidad definida ya no se acepta
m.is; esto es err6neo. Para dar un ejemplo de lo errada que est.ii. la fisica cl<l.sica,
existe una regla en la mec.inica cu.intica que dice que no se puede saber simult.ineamente d6nde cstil. algU.n objeto y a quC velocidad se mueve. La indeterminaci6n
del momentum y la indeterminaci6n de la posici6n son complementarias y el producto de ambas es constante. Podemos escribir la !ey asi: dx tip :;::: h/27T, pcro la explicaremos con mas dctalles mils adelante. Esta regla es la explicaci6n de una paradoja
muy misteriosa: si los atomos estil.n hechos de cargas positivas y negativas, lPOr
que !as cargas negativas no se ubican simplemente sobre las cargas positivas (se
atraen entre si) y se acercan tanto como para anularse completamente? ;,Por qui
son Jan grandes los citomos? i,Por que estil. el nUcleo en el centro con los electroncs
a su alredcdor? Se pensO en un comienzo que esto era porque el nU.cleo era tan
grande: pero no, el nUcleo es muy pequeiio. Un ittomo tiene un diimetro de alrededor de 1o·B cm. El nUcleo tiene un difunetro de alrededor de 10-n cm. Si tuvif:ramos
un ittomo y deseii.ramos ver el nU.cleo, tendriamos que aumentar!o hasta que todo
el 3tomo fuera dcl tamaflo de una pieza grande y cntonces cl nUcleo no seria mas
que un granito, que apenas se podria distinguir con el ojo, pero casi Jodo el peso
del ittomo csta en csc nUcleo infinitesimal ;,Que impide a los e!ectrones caer simplemente sabre d? Este principio: si estuvieran en cl nUcleo, conoccrlamos exactamente su posici6n y cl principio de incertidumbre requeriria entonces que ellos tuvieran un momenlum
grande (pero incierto), es decir, una energia cinetica muy
se escaparian <lei nUclco. Asi !lcgan a un ;;icuerdo: se dcjan
grande.
incertidumbre y entonces ~e agitan con un cicrto mocon c~ta regla. {RecuCrdese que cuando se enfria un
que los inomos no se detienen, todavia se agitan.
dOnde sc cncuentran y que tienen movimiento
de incertldumbre. No podcmos saber d6nde
tanto Jcben estar meneandosc continuamente
Otro cambio de! mayor intcrCs en las ideas y la filosotia de las ciencia~ introducido por la mecti.nica cuil.ntica es Cste: no es posible predecir exactamente qu~ sucedera en cualquier circunstancia. Por ejcrnplo. es posible disponer un :itomo de manera quc este a pun to de emitir luz y podemos medir cuando ha emitido luz. recogiendo
una particu!a fotimica, que <lcscribiremo~ pronto. Sin embargo, no podemos predecir
cutindo emitir:i la luz o. con varios ittomos. cuil.l cs.cl que lo hari1. Ustedes podrian
decir que csto es porque hay algunos "engranajes ·· internos que no hcmos mirado
suficientemente de ccrca. No, no exisren engranajcs internos: la naturaleza como la
entendemos hoy se comporta de una manera tal, que esfu11damen1almen1e
imposible hacer una predicci6n precisa de lo que va a suceder exaciamente en un experimento dado. Esto es unacosa horrible; en efecto, los fil6sofos habian die ho antes que uno
de los requisitos fundamentales de la ciencia es que siempre que se ponen las mismas
condicione,<, debe suceder lo mismo. Esto s1mplemente no es cierto, no es una condici6n fundamental de la ciencia. El hecho es que no sucede la misma cosa. quc
podcrnos cnrnntrar s6lo un prornedio, estadisticamente, de lo que sucede. A p6ar
de todo, la ciencia no se ha derrumbado cornpletamente. A prop6sito, los fil6sofos
dicen mucho acerca de lo que es absolutamente necesario para la ciencia. y el!o
resulta siempre, hasta donde uno puede ver. mis bien ingenuo y probablemente equivocado. Por ejemplo, alglln que otro fil6sofo decia que es fundamental para el lo
gro cicntifico que si un experimento se rea\iza, digamos en Estocolmo, y luego el
mismo experimento se realiza, digamos en Quito, deben encontrarse los mismm resultados. Esto es totalmente falso. No es necesario que la ciencia haga eso; puede
~er una rea/idad de la experiencia, pero no es necesario. Por ejemplo. si uno de
!os experimentos consiste en observar el cielo y ver las auroras boreales en Esto"
colmo, usted no las ver3 en Quito: aqueJ es un fen6meno diferente. "Pero. --dir.itn
U<;tedes-, e<;tO cs a!go yuc tiene que ver con el exterior: (·,puede usted encerrarse en
una caja en Estoco!mo, bajar las cortinas y obtencr alguna diferencia'?'- Por supuesto. Si tomamos un pendulo con una suspensiOn universal, lo desplazamos y lo soltamos, entonces el pCndulo oscilani. casi en un plano. pero no tota!mente. Lentamente
el plano ir3 cambiando en Estocolmo, pero no en Quito. Las ce!os!as tambien est<ln
bajas. El hecho que esto ocurra no trae consigo la destrucciOn de la ciencia. (.Cuill
es la hip6tesis fundamental de la ciencia, !a filosofia fundamental? La establecimos
en el primer capitulo: la Unica prueba de la \'afide:: de cua!quier idea es el experimento. Si sucede que la mayoria de !os experimentos se verifican lo misrnCl en Quito
quc en Estocolmo. entonccs esta "mayoria de cxpcrimentos" se usar.it para formular
alguna ley generaL y de aquel!o<; experimentos que no resulten lo mismo diremos
que fueron el resultado de! medio en Estoco!mo. lnventaremos alguna manera de resumir los rnsultados de! expcrimento y no necesitamos que se nos diga con antici"
paci6n que aspecto tendni esta manera. Si se nos dice que el m!smo expenmento
estil. todo muy bien: pero, si cuando lo
va a dar siempre el mismo resultado.
ensayamos, no lo da. entonces no !o da.
simplemente aceptar lo que vemos
en tCrmmos de nuestra experien
y entonce~ formular todo cl resto de nuestra~
cia real.
Volviendo nuevamente a la mecii.nica cu<intica y la fisica fundamental. no pode~
mos entrar en dctal!c~ de los principios cuil.nticos en este memento, por ~upuesto.
porque estos son bastante dific1les de comprender. Supondremos que existen y continuaremos describiendo cuil.les son algunas de ias consecuencias. Una de las con·
secuencia~ e~ que cosas que consider3bamos como ondas, tambien se comportan
como particulas y las particulas se comportan como ondas; en efecto, todo se comporta de la misma manern. No existe distincion entre ondas y particulas. Asi la mec<inica cuitntica unifica la idea de campo y sus onoas y la de particulas, todo en
una. Ahora bien, cs cierto que si la frecucncia es baja, el aspecto de campo de! fenOmeno es mils evidente, o mils Util como una descripd6n miis aproximada en tCr·
minos de la experiencia diaria. Pero a medida que la frecuencia aumenta, !m aspectos corpusculares del fenOmeno se hacen mas evidentes con el equipo con el que
hacemos corrienternentc las mediciones. En efecto, a pe5ar de que hemos mencionado muchas frecuencias, no se ha detectado aUn ningUn fcnOmeno en el que inter·
venga directamente una
frecuencia por sobre aproximadamente 10 11 ciclos por segundo. Solamente deducimos las frecuencias m3s aJtas a partir de la energla de las particulas, por medio de
una regla que supone que la idea corpUsculo-onda de la meciinica cuimtica es vii.Iida.
Asi tenemos un nuevo punto de vista de la interacci6n electromagnf:tica. Tcne~
mos que agregar un nuevo tipo de particula al electr6n, al prolOn y al neutrOn. La
nueva particula se llama fo£6n. El nuevo punto de vista de la interaccilm de electrones y protones, que es la teoria electromagnf:tica, pero con todo cuitnticamentc
correcto, se llama electrodintimica cutintica. Esta teoria fundamental de !a interacci6n de luz y materia, o campo elf:ctrico y cargas, es nuestro mayor f:xito hasta ahora en' fisica. En esta sola teoria tenemos todas las reglas bitsicas para todos los
fen6menos ordinarios, exccpto para !a gravitaci6n y los procesos nucleares. Por
ejemplo, de la electrodinitmica cuitntica salcn todas las !eyes clf:ctricas, mc<.:itnicas
y quimicas conocidas: las !eyes para la colisi6n de bolas de bi liar, el movimiento
de alambres en campos magnf:ticos, el calor especlfico del mon6xido de carbono,
el color de los !etreros de neOn, la densidad de la sal y las reacciones de hidr6geno
y oxigeno para producir agua, son todas consecuencias de esta sola ley. Todos estos
detalles se pueden elahorar si la situaci6n es lo suficientemente simple para que nos
otros hagamos una aproximacic·m, lo que no sucede casi nunca, pero a menudo podemos comprender mas o menos lo que estit sucediendo. En el presente, no se han
encontrado excepciones a las leyes de la elcctrodinlimica cuimtica fuera dcl nllcleo
y no sabemos si hay una excepcilm ahi, porque simp!emente no sabemos quf: sucede
en el nUcleo.
En principio, entonces, la electrodinil.mica cuilntica es !a teoria de toda la quimica y de la vida, si la vida se reduce en llltima lnstancia a la quimica y por lo
tanto precisamente a !a fisica, porque la quimica estit ya reducida (siendo ya cono
cida la parte de la fisica que estit comprendida en la qulmica). Mils alln, la misma
electrodinitmica cuilntica, esta cosa grandiosa, predicc muchas cosas nuevas. En
primer lugar dn las propiedades de fotones de muy alta energia, rayos gamma, etc.
Predijo otra cosa muy notable: adem3s del electrOn, deberia haber otra particula
de la misma masa, pero de carga opuesta, llamada positrOn, y esas dos, al encontrarse, pueden aniquilarse entre si, con la emisi6n de luz o rayos gamma. (DcspuCs
de todo, luz y rayos gamma son lo mismo, son s6!o puntos diferentes sabre una
escala de frccucncias.) La genera!izaciOn de esto. que para cada particula existe una
los elec!rones, la antiparticu!a ticnc
antiparticula, resulta ser cicrta. En el
otro nombrc -sc llama positr6n, pero para
mayoria de las otras particulas se llama anti-tal-o-cual, como antiprotOn o antineutr6n. En electrodinitmica cuiintica se
introduccn dos nUmeros y se suponc quc de alli sale la mayorta de !os otros nllme
ros en el universo. Los dos nUmeros que se introducen sc llaman la masa de] electr(m y la carga del electrOn. En realidaJ, csto no es totalmente cierto, porque tenemos
un conjunto completo de nUmeros para la quimica, que indican cuitl es el peso de los
nUcleos. Esto nos conduce a !a part.c siguiente.
2-~
NUcleo$ y
tparticu1a~
Sc cncucntra quc los
Cstas se libcran.
2-JO
la energia liberada es tremenda comparada con la energia quimica, en la misma relacilm que la cxplosi6n de la bomba at6mica con una explosiOn de TNT porque, por
supuesto, la bomba atOmica tiene que ver con cambios en el interior dcl nllcleo,
mientras quc la explosi6n de TNT tiene que ver con cambios de los electrones en
el exterior de los ittomos. La pregunta es: t,cuit!es son las fuerzas que mantienen
unido~ los protones y neutrones en el nllcleo? Tai como la interacciOn e1ectrica
puede ser relacionada con una particula. un fotOn, Yukawa sugiriO que las fuerLas
entre neutrones y protones tambien poseen un campo de alguna clase, y quc cuando
sc agita. se comporta como una particula. Asi podria haber algunas
este
en el univcrso adern3.s de protones y neutrones y el pudo deducir
estas particulas a partir de las caracteristicas ya conocida~ de
Por CJemplo, Cl predijo que deberian tener 1 na masa dos o
la de un electrOn; ;y he ahi. en los rayos cOsmicos se descubriO
la 1"?-asa correcta~ Pero mas tarde resultO ser la particula equivo-
2-ll
Tabla 2-2. Particulas elementales
Masa
cnMcV
'·'
_,
Carga
r.=t_._w-:
'!/::/}~!!::
Agrupamiento
y extrai1eza
0
ii<
,f
,,!;-
,,!;-
Y.~A"•TT-
--mi-s--
~
-,Ii-
~
*
9~S
-,!,
.l!l:.!l'"!..'!'.:t!!:
,p;!rt.'!!'.
{!~J!i!!.
~
~
R'f:.1!£E
~
S•Oj
S•O
Sn~
~
g
"
~
,ifs
*
,.
=
+
~
Ji
"
hemos co!ocado las particulas con la misma carga eltttrica, todos los objetos neutros en una columna, todos los cargados positivamcnte, a la derecha de Csta, y todos
los objetos cargados ncgativamente a la izquierda.
Las particulas se indican con una !inea continua y las "resonancias" con una atrazos. Varias part!culas se han omit.ido en la tabla. Estas incluyen las importantes
particulas de ma~a cer? y carga cero, el fot6n y el gravit6n, que no caen en el
esquema de clas1ficacion de bariones-mesones-leptones y tambiCn algunas de las
resonandas mils nuevas (K*, rp, 11). Las antiparticulas de los mesones estitn indicadas en la tabla, pero las antiparticulas de los leptones y bariones deberlan indicarse
en otra tabla, que seria exactamente igual a Csta reflejada en la columna cero. A
pesar de que todas las particulas, excepto cl electr6n, e! neutrino, el fot6n, e! gravit6n y el prot6n son inestables, los productos de desintcgrad6n sc han indicado
sOlo para las resonancias. Asignaciones de extrai1eza no son aplicables para leptones, dado que estos no interactUan fuertemente con los nticleos.
Todas las particulas que estim jumo con los neutrunes y protones se Haman
bariones, y cxisten las siguientes: hay una "lambda", con una masa de 1154 MeV
y otras tres Uamadas sigmas, menos, cero y mas, con diversas masas casi iguales.
Hay grupos de multipletes con casi la misma masa dentro de! uno o dos por ciento.
Cada pnrticula de un m!.!ltiplete ticnc la misma extraiieza. El primer multiplete es
el doblete prot6n-neutr6n y en seguida hay un singlete (la lambda), despues el triplete sigma y finalmente el doblete xi. Muy recientemente, en 1961, se han encontrado algunas particulas mas. Pero, ison realmente particulas? Vivcn un tiempo
tan corto, se desintegran casi instant.ineamente tan pronto como se han formado,
que no sabcmm si se pucden comiderar como nuevas particulas o cierta espede
de interaccl6n de '"resonancia" de una cierta energia definida entre los productos A
y n en los cuales ellas se desintegran.
Ademits de los bariones, las otras particu!as que intervienen en la interacciOn
nuclear se tlaman mesones. Hay primero !os pioncs, que se presentan en tres variedades, positivo, negativo 'y neutro; forman otro multiplete. Hemos encontrado tambien algunas cosas nuevas, llamadas mesones K, y ~e presentan como un doblete,
K+ y K°. TambiCn, cada partlcula tiene su antiparticula, sa!vo que una particu!a
sea su propia antiparticula. Por ejemplos, el JC y el n+ son antiparticulas, pero el n°
es su propia antiparticula. Son antipaniculas el x- y el K 1· y el K y el 'f(o . Adem<'i.s,
en J 961 encontramos tambiCn algunos mcsones mii.s, o quizds mcsones quc se desintegran casi inmediatamente. Una cosa Hamada w, que se transforma en tres piones,
tiene una masa de 780 en esta escala y algo menos seguro es un objeto que se de~integra en dos piones. Estas particulas, Jlamadas mesones y barioncs, y las anti
particulas de los mesones estitn en el mismo cuadro, pero !as antiparticulas de Jos
bariones deben colocarsc en otro cuadro, "rellejado" en la columna de carga cero.
0
Del mismo modo que la tabla de Mendeleev era muy buena, excepto por el hecho de que existia un nUmero de elementos, llamados tierras raras, quc quedaban
colgando sueltos fuera de ella; aqui tenemos una cantidad de cosas que cuelgan sueltas fuera de esta tabla -particulas que no interactUan fuertemente en los nUcleos,
no tienen nada que ver con una interacciOn nuclear y no tienen una interacciim
fuer!e (me refiero al poderoso tipo de intcracciOn de energia nuclear). Se Haman
lcptones y son los siguientes: cs tit el electr6n
2-13
que tiene una masa- muy pequeiia en esta escala, s6lo 0,510 MeV. Estil despuCs este
otro, el mes6n µ, el mu On que tiene una mas a mucho mayor, 206 veces mils pesado
que un electr6n. Has ta donde podemos decir, de acuerdo con todos los experimentos
hechos hasta ahora, la diferencia entre el electrOn y el muOn no es mils que Ia masa.
Toda se verifica exactamente igual para el mu6n que para el electr6n, excepto que
uno es mils pesado que el otro. z.Por que exlste otro mils pesado? z.Para quC sirve?
No lo sabemos. Ademils ex.iste un lept6n que es neutro, l\amado neut.lino, y esta particula tiene masa cero. En realidad, se sabc ahora que hay dos tipos diferentes de
neutrinos, uno re!acionado con Jos electrones y el otro relacionado con los muones.
Finalmente, tcnemos otras dos particulas que no interactllan fuertemente con
las nucleares: una es el fot6n, y quili'1s, si el campo gravitacional tambiCn tiene un
anillogo cu<intico (hasta ahora no se ha elaborado una teoria cuilntica de la gravitaciOn). entonces cxistiria una particula. un gravitim, que tendria masa cero.
z.QuC es esta "masa cero"? Las masas dadas aqui son las masas de las particureposo. El hecho de que una particula tcnga masa cero significa, de cierto
quc no puedc esfar en reposo. Un fotOn nunca estil en reposo. siemprc sc
mueve a 300.000 ki!Ometros por segundo. Entenderemos mils lo que significa masa,
comprendamos la teoria de la re!atividad, quc seril introducida a su debido
asi frente a un gran nl1mero de particulas que pareccn ser en conjunto
fundamentales de la matcria. Afortunadamente estas particulas
no son
en sus i111eraccio11cs mutuas. En realidad parccc haber pre
cisamente cuatro lipos de interacci(m entrc particuias, las cualcs en orden de intensidad decreciente son la fuerza nuclear. !as interaccioncs e!Cctricas, la intcracci6n
de desintegraci6n beta y la gravedad. El fot(m estil acoplado a todas las particulas
cargadas
la intensidad de la interacci6n estil medida por un cierto nUmero, que
cs l/ 137
ley detallada de este acop!amicnto se conoce, constituye la electrodinitmica
La gravedad c~til acoplada a toda la energia, pero su acoplamienes extremadamente dCbil,
mils dtbil que el de !a clectricidad. Esta ley tamconoce. DcspuCs estitn
asi llamadas desintegraciones dCbiles --!a desintehacc que un neutr6n se desintcgre en forma relativamente lenta en
y neutrino. l::sta
sOlo parcialmcnte. La asi llamada intertiene una intensidad I en csta escala y la
Tabla 2-3. Intcracciones elementalcs
Acoplamiento
lntensidad*
Ley
FotOn a particulas cargadas
~
IO
1
Ley conocida
Gravedad a toda energia
~
IO
40
Ley conocida
Desintegraciones dfbilcs
Mcsonc~ a bariones
~
IO
~
~
I
Ley parcialmente conocida
Ley desconocida (algunas rcglas conocidas)
" La mtensidad es una medida adimensional de !a constante de acuplamiento que inter
v1cne en toda mteracciOn ( ~ significa ., aproximadamen!e '")
2-14
ci;impletamente, a pesar de que hay muchas
conocidas, tal
numero de hanonc~ no cambia en ninguna
la h.orrible condici(m de nuesna fhica actual. Para resumirla<
de! nuclco parece quc
todo: dentro de CL e~ v:ilida la
-no se ha cncontrado 4ue
lo~ pnncipios de la mecil.nica
cuil.ntica .
escenano donde poncmos todo nuestro conocimiento, diriamos
el espacio-tiempo relativistico: qui1:is la gra\edad este contenida en el
tiempo. No ~abemos cOmo se rnicio el ~niverso y nunca hemOs hecho expenmentos
quc c?mpr~eben precisamente nuestras ideas de! espacio y de! ticmpo, mils allit de
una d1stancia muy pequeiia, por lo que asi sabemos solamente que nuestras ideas
funcionan por cncima de esta distancm. Deberiamos tambiCn agregar que las reglas
de! JUCgo son los principios de la mecilnica cuilntica y ews princ1pios se aplican,
hasta donde podemos decir, tan to a las particulas nue' as como a las antiguas. El
origen de las fuerzas en los nUcleos nos conduce a nueva~ particulas, pero dcsgraciadamente aparecen en gran profusiOn y nos falta una comprensic'm completa de
sus mterrelacione~. a pesar Jc que ya sabemos que existen algunas relacioncs muy
sorprendentes entre ellas. Parece que cstuviCramos tanteando gradualmente hacia
una comprensiOn de! mundo de las particulas subat6micas, pero en realidad no sabemos hasta d6nde deberemos ir todavia en esta faena.
2-15
3
La relaciOn de la fisica con otras ciencias
3-1
lntroducdOn
3-5
Geologfa
3-2
Quimica
3-6
Psicoiogla
3-3
Biologia
3-1
t,COmo se UegO a eso?
3-4
Astronomia
3-'
iniroduedOn
La fisica
mils fundamental y general de las ciencias, y ha tenido un profundo efecto en
el desarrollo cientifico. En realidad, la fistca es el equivalente actual de lo que se acostumbra a llamar fikisofia natural, de !a cual provienen la
mayoria de nuestras ciendas modernas. Estudiantes de muchas disciplinas se encuentran estudiando fisica a causa del rol bil.sico que esta juega en todos los fen6menos. En este capi!ulo trataremos de explicar cuaJes son los prob!emas fundamcntales en las otras ciencias, pero, por supuesto, es imposible realmente- tratar en un
espacio tan reducido las materias complejas, suti!es y hermosas de esos otros campos.
La falta de espacio tambien impide que discutamos la relaci6n entre la fisica y !a
ingenieria, la industria, la sociedad y la guerra, o aun !a mis notable relaci6n entre
la matemittica y la fisica. (La matemtitica no es una ciencia desde nucstro punto de
vista, en el sentido que no es una ciencia natural. El experimento no es una prueba
de su validez.) Debemos, incidentalmente, dejar en claro desde un comienzo que si
una cosa no es una ciencia, no es necesariamente ma!a. Por ejemplo, el amor no cs
una ciencia. De manera que, si se dice que algo no es ciencia, no significa que haya
algo malo en esto; significa simplemente que no es una ciencia.
3-2
Quimica
La cicncia quc es quizil.s la mils profundamente afectada por la fisica es la quimica. Hist6ricamcnte, en su comienzo, la quimica trataba casi enteramente de lo que
ahora Uamamo~ quimica inorgitnica, la quimica de las sustancias que no estiln asociadas con !os objetos vivientes. Se necesit6 de un anitlisis considerable para descubrir la existcncia de muchos elementos y sus relaciones -c6mo forman Jos nume
rosos compuestos relativamente
3-1
simples que se encuentran en las rocas, la tierra, etc.-. Esta quimica primitiva
fue muy importante para la fisica. La interacci6n entre las dos ciencias era muy
grande porque la teoria de los ittomos fue comprobada en gran parte con experimen·
tos de quimica. La teoria de la quimica, es decir, de las reacciones mis mas, fue
resumida ampliamente en la tabla peri6dica de Mendeleev, la cual establece
numerosas relaciones extrafias entrc los diversos elementos, y fue la colecci6n
de reg!as sobre que sustancia se combina con cuill otra y c6mo, lo que consti·
tuy6 la quimica inorgimica. Todas estas reglas fueron Ultimamente exp!icadas
en principio por la mecilnica cuitntica, de manera que la quimica teOrica es en reali·
dad fisica. Por otro lado, debe ponerse enfasis en que esta explicaci6n es en principio. Ya hemos discutido la diferencia entre saber las reglas del juego de ajedrez y
ser capaz de jugar. De manera que podemos conocer las reglas, pero no podemos
jugar muy bien. Resulta asi muy dificil predecir precisamente que sucederil en una
reacci6n quimica dada; sin embargo, la parte mils profunda de la quimica te6rica debe terminar en la mecilnica cuitntica.
Hay tambien una rama de la fisica y la quimica que ambas ciencias desarrollaron conjuntamente y que es extremadamente importante. Este es el metodo estadistico aplicado a una situaci6n en que hay !eyes mecilnicas, que se llama proplamente, meclinica estadistica. En cualquier situaci6n quimica estil implicado un gran
nllmero de itomos y hemos visto que los itomos se agitan todos en una forma complicada y casual. Si pudieramos analizar cada colisi6n y fueramos capaces de scguir
en detalle el movimiento de cada molCcula, esperariamos poder deducir lo que sucede, pero los muchos nllmeros que se necesitan para seguir la trayectoria de todas
esas molOCulas exceden tan enormemente la capacidad de cualquier computador, y
ciertamente la capacidad de la mente, que fue necesario desarro\lar un metodo para
tratar con tales situaciones complicadas. La mecimica estadistica es entonces la ciencia de los fen6menos de! calor, o la termodin3mica. La quimica inorgilnica es una
ciencia, ahora reducida esencialmente a lo que se Haman la fisico-quimica y la quimica cuimtica; la fisico-quimica para estudiar las velocidades con que ocurren !as
reacciones y que es lo que esta sucediendo en deta!le (lc6mo chocan las moletulas?
lCmiles partes saltan primero?, etc.), y la quimica cuintica para ayudarnos a comprencier lo que sucede en ti:rminos de las !eyes fisicas.
La otra rama de la quimica es la quimica orgtinica, la quimica de las sustancias
que est3n asociadas con las cosas vivientes. Por un tiempo se crey6 que las sustancias que estiln asociadas con las cosas vivas eran tan maravillosas que no podian
ser hechas a mano a partir de materiales inorginicos. Esto no es absolutamente cicr
to; son exactamente lo mismo quc las sustancias hechas en quimica inorg<inica. pero
comprenden disposiciones mis complicadas de los iltomos. Evidentemente, la quimica orgitnica tiene una relaci6n muy estrecha con la biologia que suministra sus
sustancias y con la industria; mils alm, puecie aplicarse mucha fisico-quimica y meciinica cuimtica tanto a los compuestos orgilnicos como a los inorgilnicos. Sin embargo, los principales problemas de la quimica orgimica no estin en esos aspectos,
sino mas bien en el an<ilisis y sintesis de !as sustancias que se forman en los sistemas biol6gicos, en las cosas vivas. Esto conduce imperceptiblemente, a pasos, hacia la bioquimica y luego a Ia biologia mis ma, o biologia molecular.
3-2
3-3
Biologia
Asi llegamos a la ciencia de la biologia, que es el estudio de las cosas vivas. En
los primeros dias de la biologia, los biOlogos tenian que tratar con problemas puramente descriptivos de buscar qui cosas vivas habia, y asi ellos tenian s6lo que contar cosas tales como los pelos de los miembros de las pulgas. Despui:s que estos
asuntos fueron resueltos con gran interes, \os bi61ogos se fueron hacia la maquinaria interior de los cuerpos vivas, primero desde un punto de vista global, naturalmente, porque se requiere alglln esfuerzo para entrar en los detalles mils finos.
Habia una interesante relaci6n primaria entre la fisica y la biologia en la cual
la biologia ayudaba a la fisica en el descubrimiento de la conservaciOn de la energia,
lo cual fue primeramente demostrado por Mayer en conexi6n con la cantidad de calor que recibe y cede una criatura viva.
Si miramos mils de cerca a los procesos biol6gicos de los animales vivas, vemos
muchos fen6menos fisicos: la circulaci6n de la sangre, bombas, presi6n, etc. Hay
nervios: sabemos que es lo que pasa cuando nos paramos sobre una piedra puntiaguda, y que de una manera u otra la informaci6n va desde la pierna hacia arriba.
Es interesante c6mo sucede. En sus estudios sabre los nervios, los bi61ogos han llegado a la conclusi6n que los nervios son tubos muy finos con una compleja pared,
que es muy delgada: a traves de esta pared la ce!ula bombea iones: asi que hay iones
positlvos en el exterior y negativos en el interior, como en un capacitor. Ahora
bien, esta membrana tiene una propiedad interesante; si se "descarga" en un lugar,
es decir, si algunos !ones son capaces de atravesar en alglln lugar de manera que
alli se reduce el voltaje eJectrico, dicha influencia electrica se hace sentir sabre los
iones vecinos y afecta la membrana de ta! manera, que deja pasar tambien los iones
en los puntos vecinos. Esto a su vez la afecta mils allil., etc., y asi hay upa onda de
"penetrabilidad" de la mcmbrana que recorre la fibra cuando estil. "excitada" en un
extrema al pararse sobre una piedra puntiaguda. Esta onda es algo anil.logo a una
!arga secucncia de fichas de domin6 verticales; si se empuja la del extrema, f!sta
empuja a la pr6xima, etc. Por cierto, esto transmitirii solamente un mensaje, a no ser
que las fichas de domin6 se paren de nuevo; y aniilogamente en una celula nerviosa
hay procesos que bombeam lentamente de nuevo los iones hacia afuera para que el
nervio quede listo para el pr6ximo impulso. Asi es c6mo sabemos lo que estamos
hacienda (o por !o menos d6nde estamos). Por supuesto, los efectos electricos asociados con este impulso nervioso pueden ser captados con instrumentos electricos
y, debido a que son efectos electricos, cvidentemente la fisica de los efectos elet:tricos ha tenido mucha influencia en la comprensi6n del fen6meno.
El efecto opuesto es que, desde alglln lugar del cerebra, se envia hacia afuera un
mensaje a lo largo de un nervio. lQue sucede en el extrema del nervio? Alli el nervio se ramifica en cositas finas, conectadas a una estructura cerca de un mU.sculo,
Uamada placa terminal. Por razones que no son exactamente comprendidas, cuando
un impulso llega al tCnnino de! nervio, se eyectan pequeiios paquetes (cinco a diez
mo!f!culas de una vez) de un compuesto quimico llamado acetilcolina y ellos afectan
la fibra muscular y la hacen contraerse ~iCuil.n simple! lQue hace que se contraiga
un mllscu!o? Un mUsculo es un nllmero muy grande de fibras muy cerca unas de
otras, que contiene dos sustancias diferentes, miosina y
3-3
actomiosina, pero e! mecanismo mediante el cual la reacci6n quimica inducida por la ace·
tilcolina puede modificar las dimensiones de la molfcula es alm desconocido. Asl, !os
procesos fundamentales en el mU.scu!o que producen los movimientos mednicos no son
conocidos.
La biologia es un campo tan enormemente vasto que Pay montoncs de
blemas que ni siquiera podemos mencionar:- problemas de c6mo func1ona la
(que produce la lu1 en el OJO), cOmo funciona el oido, etc. (La form a en que funciona el
pensamiento Ia discutiremos mils tarde bajo psicologia). Bien, esas cosas concernientes
a la biologia que hemos discutido aqui no son, desde un punto de vista biol6gico. realmcnte fundamentales en el fondo de la vida, en el sentido que aun si las comprendiCramos
todavia no comprenderiamos la vida misma. Para dar un ejemplo: los hombres que
estudian los nervios estiman que su trabajo es muy importante porque, despuCs de
todo, usted no puede tener animales sin ncrvios. Pero se puede tener i•ida sin nervios. Las plantas no tiencn m nervios n1 mUsculos, peru estiln funcionando, estiln
igualmente vivas. Asi, para los prnb!ema~ fundamentales de la biologia debemo~
observar mils profundamcnte; cuando asi hacemos, dcscubnmos que todos los
vivientes tienen un gran nlm1ero de caracteristicas en comLln. El
es que est3.n hechos de ci:/ulas. dentro de rnda una de la~ cuaks
complejo para hacer cosas quim1camente. En las celulas de la~
hay un mccani~mo para recoger luz y gencrar sacarosa, la que es
oscundad para mantener la planta viva. Cuando la planta estit '>icndo
sacarosa genera en el animal una serie de reacciones quimicas muy
relacionadas con la foto~inte~is (y su cfecto opuesto en la mcuridad) en
En las cdula~ de los sistemas vivos
das en las cuales un
enormc c~fucrzo quc se
3-1 resume nuestro
de !as muchas ~cm::s
porcentaJC u alga asi
Aqui vemos una serie entera de molCcu!as que cambian de una a otra en una
secuencia o cic!o de pasos mils bien pequeii.os. Se le !lama el cido Krebs, el cido
respiratorio. Cada uno de los compuestos qu[micos y cada uno de los pasos es bastante simple, en funci6n de quC .:::ambios se hacen en la molecula, pero -y esto es un
descubrimiento central importante en bioquimica- estos cambios son refatil'Gmente
dificiles de Ilevar a cabo en un laboratorio. Si tenemos una sustancia y otra muy
similar, la primera no se convierte simplemente en la otra porque las dos formas
estitn corrientemente separadas por una barrera o ··Joma" de energia. Consideren
esta analogia: si queremos trasladar un objeto de un !ugar a otro que estit en el mismo nive! pero en el otro lado de una loma. podemos· empujarlo por encima de la
cumbre; pero hacerlo asi requiere que se le agreguc alguna energia. Asi la mayoria
de las reacciones quimicas no ocurren, porque hay lo que se llama una energia de
actfraci6n de por medio. Para agregar un ittomo extra a nuestro compuesto quimico
se necesita que lo acerquemos lo suficiente para que pueda ocurrir un reordenamiento: entonces se pegara. Pero si no podemos darle sufidente energia para acercarlo
suficientemente, no comp!etara el prop6sito, realizarit parte de! camino hacia arriba
de la Joma y vo!vera hacia abajo de nuevo. Sin embargo, si pudieramos literalmente
tomar las mokculas en nuestras manos y empujar y tirar !os ittomos alrededor de ta!
manera de abrir un· hueco para permitir la entrada de un nuevo ittomo. y lucgo dejar!os volver, habriamos encontrado otro camino a!rededor de la Joma, el cual no
necesitaria de energ[a extra. y la reacci6n procederia facilmente. Ahora, realmente
hay en las celulas mo!ecu!as muy grandes, mucho mas grand;::s que aquellas cuyos
cambios hemos esiado describiendo, que en alguna forma complicada sujetan a las
moleculas pcquciias en forma adecuada para que la reacci6n pueda realizarse facilmente. Esas cosas muy grandes y complicadas sc llaman enzimas. (Primeramente
sc llamaron fennentos porque se descubrieron originalmente en la fermentaci6n de!
azUcar. En rcalidad, algunas de las primcras reaccione~ en el ciclo fueron descubiertas al!i.) La rcacci6n procedera en presencia de una enzlma.
Una enzima estit hecha de otra sustancia Hamada proreina. Las enzimas son
muy complicadas y cada una es diferente, estando cada una construida para controlar cierta reacci6n especial. Los nombres de !as cnzimas estitn escritos en la
figura 3- l en cada reacci6n. (Algunas veces la misma enzima pucde contro!ar
dos reacciones.) Ponemos enfasis en que !as enzimas mismas no intervienen dircctamente en la reacci6n. Elias no cambian: solamente dejan pasar un .ittomo de un lugar a otro. Habiendo hecho esto, !a enzima estit lista para haccrlo con !a pr6xima
molecula. como una mitquina de una fabrica. Por cierto, debe haber un suministro
de cicrtos ittomos y una forma de disponer de otros ittomos. T6mese el hidr6geno,
por ejemplo: hay enzimas que sobrc e!las tienen unidades especiales que transportan
el hidr6geno para todas las reacciones qu[micas. Por ejemplo, hay tres o cuatro enzimas hidrOgcno-reducwras que se usan en diferentes lugares sobre todo nuestro
ciclo. Es interesante que el mecanismo que libera algUn hidr6geno en un lugar tomaril aquel hidr6geno y lo usara en a!gUn otro lugar.
La caracteristica mt\.s importante del ciclo de la figura 3-1 es la transformaci6n
de GDP en OTP (di·fosfato de guanidina en trifosfato de guanidina) porque una sus"
tancia contiene mucha mils energia que la otra. Justamentc, asi como hay una "caja ·· en ciertas enzimas para transportar ittomos de hidr6geno, hay ciertas "cajas"
transportadoras de energia que implican al grupo trifosfato. Entonces, la GTP tiene
mils energia que !a GDP y si el ciclo se desplaza en un sentido, estamos producien~
~ie~eoleculas quc tienen una energia extra que puede movili:rnr otro ciclo que re-
3-5
energia, por ejemplo la contracciOn de un mUsculo. El mUsculo no se contraer;i a no ser que haya GTP. Podemos tomar fibra muscular, ponerla en agua y
agregar GTP, y las fibras se contraerii.n transformando GTP en GDP ~i es1a presente
la enzima correcta. Asi el sistema real esta en la transformaciOn GDP-GTP; en la
oscuridad la GTP, que se ha estado almacenando durante el dia, se usa para producir el ciclo completo en la otra direcciOn. Una enzima, ustedes ven, no se preocupa
en que direcci6n procede la reacciUn pues, si lo hiciera, violarla una de las ]eyes
de la lisica.
La fisica es de gran importancia en la biologia y otras ciencias por otra raz6n
al.in que tiene que ver con t&nicas experimentales. En realidad, si no fuera por el
gran desarrollo de la fisica experimental, estos cuadros bioquimicos no se conocerian hoy. La razOn es que la herramienta mas Uti! de todas para el ana.Jisis de rste
sistema fantiisticamente complejo es marcar los iltomos que se usan en las reacciones. Asi, si pudiframos introducir en el ciclo algUn di6xido de carbono que tiene
una "marca verde", y luego medir despuCs de tres segundos donde est<i. la marca
verde, y de nuevo medir despuCs de IO segundos, etc., podriamos seguir el curso de
las reacciones. lQuC son las '"marcas verdes"? Son is6topos diferentes. Recordemos
que las propiedades quimicas de los 3.tomos est3.n determinadas por el nUmero de
electrones, no por la masa de! nUcleo. Pero puede haber, en el carbono por ejemplo,
seis neutrones o siete neutrones junto con los seis protones que tienen todos los
nUcleos de carbono. Quimicamente, los dos 3.tomus c 1z y c 1i son iguales, pero difieren en peso y tienen propiedades nucleares diferentes, y por eso son distinguibles.
Usando estos is6topos de pesos diferentes, o aun is6topos radioactivos como el C 4,
lo que da un medio mils sensible para seguir cantidades muy pequeiias, es posible
seguir las reacciones.
1
Ahora volvemos a la descripci6n de enzimas y proteinas. Todas las proteinas
no son enzimas, pero todas !as encimas son proteinas. Hay muchas proteinas, tales
como las proteinas de los mUsculos, las proteinas estructurales que est<in. por ejemplo, en los cartilagos, pe!o, pie!. etc., que no son enzimas en si mismas. Sin embargo,
las proteinas son una sustancia muy caracteristica de la vida: en primer lugar forman todas las enzimas, y segundo forman gran parte del resto de la materia viviente.
Las proteinas tienen una estructura muy interesante y simple. Son una serie, o cadena, de diferentes aminocicidos. Hay veinte aminoitcidos diferentes, y todos ellos pueden combinarse entre si para formar cadenas cuya espina dorsal es CO-NH, etc.
Las proteinas no son otra cosa que cadenas de varios de estos veinte amino3.cidos.
Cada uno de los amino!l.cidos sirve probablemente para algUn propOsito especial.
Algunos, por ejemplo, tiene un 8.tomo de azufre en cierto lugar; cuando dos 3.tomos
de azufre est<i.n en la misma proteina, forman un enlace, esto es, unen la cadena
en dos puntos y fonnan un anil!o. Otro tiene 3.tomos de oxigeno extra que lo hace
una sustancia 8.cida, otro tiene una caracteristica biisica. Algunos tienen grandes
grupos colgando hacia afuera por un lado, de modo que ocupan mucho espacio. Uno
de los amino3.cidos llamado prolina no es realmente un amino<i.cido, sino un imino3.cido. Hay una pequeiia diferencia, con d resultado que cuando la prolina esta en
la cadena hay un retorcimiento en la cadena. Si quisiframos producir una proteina
en particular, dariamos estas instrucciones: ponga uno de esos ganchos de azufre
aqui; luego agregue algo que ocupe lugar; Juego prenda algo para poner una enroscadura eQ la cadena. En esta forma obtendremos una cadena de aspecto complicado,
enganchada a si misma y teniendo una estructura compleja; presumiblemente f:sta
es justamente la manera en que se forn;ian todas las variedades de enzimas. Uno de
los grandes triunfos en lo~ tiempos rec1entes (desde 1960), fue descubrir por fin la
disposici6n at6mica espacial exacta de ciertas proteinas, las que envu~lve'n unos 56
a 60 aminoacidos en hilera. M.is de un millar de <i.tomos (m<i.s cercano a dos mil,
si contamos !os .itomos de hidr6geno) han sido localizados en una cstructura complcja en dos protcinas. La primera fue la hemoglobina. Uno de los aspectos tristes
de este descubrimiento es quc no podemos ver cosa alguna de esta estructura; no
comprendemos cOmo funciona y la forma en que lo hace. Por eierto. f:se es cl pr6ximo problcma por atacar.
Otro problema es: ,:,cOmo saben las enzimas quf: cosa son? Una mosca de ojos
rojos forma una mosca de ojos rojos, y asi la informaciOn de la estructura entera
de cnzimas para hacer un pigmento rojo debe pasar de una mosca a la ~iguiente.
Esto cs hecho por una sustancia en el nUclco de !a ef:lula, no una proteina, llamada
DNA (abreviaci6n de ilcido desoxiribonucleico). Esta cs la sustancia clave que pasa
de una cdula a otra (por ejemplo, las cdulas de semen consisten principalmcnte en
DNA) y lleva
informaci6n de cOmo hacer las enzimas. El DNA es el "programa".
(.Quf: aspccto
el
y c6mo funciona? Primero, el programa debe ser capaz de
Segundo. dcbe ser capaz de instruir a las proteinas.
Respecto a la
pensar que procede como en la reprodueci6n
celular.
de tamaii.o y luego se dividen por la
DNA, entonces. de modo quc cllas lammitad.
bif:n aumentan de tamailo y se
por la mitad? jCada citomo por cierto no
de tamaii.o y se divide por la mitad! No, es imposible reproducir una moC.\Cepto de un modo algo mils inteligente.
DNA fue estudiada por un largo ticmpo, primcro
composicf6n, y luego con rayos X para
El resultado fue el siguiente descubrimicnto
cs un par de cadenas enrolladas una ~obre la
son anilogas a las cadenas
cs una serie de grupos azUcar y
vcmos cOmo la cadena pucde contener
esta cadena por la mitad, tendriarnos una
podria tener una serie diferente. Asi tal ve7,
espceifieas para la manufactura de proteinas
del DNA.
'
'
h-B•A-ay
~
!
°..:t
t,...o
RIBOSA
RIBOSA
AZUCAR
AZUCAR
o'oH
HO/b
RIBOSA
AZUCAR
h-A•8-~
'-1
~
HO/b
RIBOSA
AZUCAR
o
b'OH
1
I
RIBOSA
AZUCAR
i;o
o,~
-A•B-
al
I
RIBOSA
AZUCAR
o,i
i.;o
HO/?
b"-<»'>
I0 -D•C- a'~
o,i
~_,o
RIBOSA
AZUCAR
RIBOSA
AZUCAR
HO/b
b'oH
p-c·o-a
I
RIBOSA
AZUCAR
I
Rll!OSA
[ AZUCAR
0
'
Fig. 3 2
D1agrarna esquernilt1co del DNA
0
'
38
sabemos cOmo leerlo. ',i conociCramos, por ejemplo, la '"alineaci6n" A, B, C. C. A,
no podriamos decir!e a usted que proteina seni. prod_ucida.
Ciertamentc ninguna otra materia o campo esta hacienda mils progresos en tantos nuevos frentes en el momenta presente que la biologia, y si tuviCramos que
nombrar la suposiciOn ma~ poderosa de todas que conducen a uno mils y mils a un
intento de comprendcr la vida, es aquella en que todas las cosas estdn hechas de
dtomos, y en que todo lo que las co~as vivas hacen puede ser comprendido en
tt!rminos de las agitaciones y movimientos de los ittomos.
3-4
Astronomia
En esta explicaci6n fugaz de\ mundo entero. debemos ahora pasar a la astronomia. La astronomia es mas antigua que la fisica. En realidad, dio origen a la fisica
al mostrar !a hermosa simplicidad del movimiento de las estrellas y planetas, cuya
comprensi6n fue cl comienzo de la fisica. Pero el descubrimiento mas notable de toda !a astronomia es que las estrellas estdn hechas de dtomos de la
naturale!iberan
za que los que se encuentran en la tierra.* ;,C6mo ~e hizo esto? Los
luz que tiene frecucncias definidas, algo asi como el timbre de un instrumento musical que tiene tonos definidos o frecuencias de sonido. Cuando estamos escuchando
varios tonos diferentes podemos distinguirlos, pero cuando miramos con nuestros
ojos
mezcla de colores no podemos distinguir las partes de que estit hecha. pordiscernidor como el oido a cste respccto. Sin
que
no es m cercanamcnte
!uembargo. con un cspectroscopio
analizar las frecuencias de las
di
minosas y de esa manera podemos ver los tonos de los 3.tomos que hay en
ferentes estrellas. De hecho, dos elementos quimicos se descubrieron en una
antes
se descubrieran en la tierra. El helio fue descubierto en el sol,
y el tecnecio fuc descuhierto en ciertas estrellas fria~. Esto.
progresar en la comprensi6n de las estrellas, porque ellas
tipos de ittomos que existen en la tierra. Ahora sabcmos mucho acerca de
especialmente en cuanto a su comportamiento bajo condiciones
de alta temperatura. pero no de alta.densidad: asi podemos analizar con la mecitnica estadistica el comportamiento de la sustancia estelar. Aun cuando no podemos
reproducir las condiciones en la ticrra usando \eyes bilsicas de la fisica, podemos a
menudo decir precisamente, o muy aproximadamente, qui: suceder.3:.
* iOuC manera de precipitarme a traves de esto!
contenido 1iene cada frase de
es ta breve historia. "Las estrellas estim hechas de
mismos iltomo~ que los de la
tierra''. Corrientememc yo tomo un pcqueiio t6pico coma t':ste para dictar una clasc. Los poetas diccn que la ciencia e!imina la belleza de las estrellas ··meros globos de ittomos de gas
0:ada es "mero ··. Yo tambiCn puedo vcr las cstrellas en una noche despejada y scntirla~. ~Pero
veo yo mils o menos? La vastcdad de los cielos cnsancha mi imaginaci(in --clavado en este carru
sel, mi pequefio ojo puede cager luz de un mil!On de aiios de edad. Una vasta cstructura de la
cual yo soy una parte- quiz:i.s mi material fuc arrojado de alguna estrella ulvidada, como el que
estil arrojando una alli. 0 verlas con el ojo mils grande de Palomar, apart:i.ndosc dcsdc un punto comUn de partida donde quiz:i.s estuvieron todas juntas. &Cu3.l es la estructura, o el significado. o el porqut!? No le hace daiio a[ misterio conocer un poco de Cl. ;Porque mucho mils ma
ravillosa es la verdad quc la quc cualquier artista en el pasado imagin()! ~Por qut': !us poetas del
presente no hablan de ella? lOue hombres son los poetas que pueden hablar de JUpitcr como si
fuera un hombre, pcro si es una inmensa esfcra rotante de metano y amoniaco deben permane
ccrmudos?
3-9
Asi es c6nto la fisica ayuda a la astronomia. Por extrafio que parezca, comprendemos
la distribuci6n de materia en el interior de! so! mucho mejor que lo que comprendemos
el interior de la tierra. Lo que sucede en el interior de una estrella se comprende mejor que lo que pudiera adivinarse de la dificultad de tener que mirar un pequefio punto luminoso a traves de un telescopio, porque podemos calcular que deben hacer
los 3.tomos en las estrellas en la mayoria de las circunstancias.
Uno de los descubrimientos mils impresionantes fue el origen de la energla de
las estrellas. que las hace continuar quem<'indose. Uno de las hombres que descubri6
esto habia salido con su amiga la noche siguiente de haberse dado cuenta que en las
estrellas se debian estar produciendo reacciones nucleares para que brillaran. Ella
dijo: "iMira que bonito brillan las estrellas! ··El dijo: ··Si. y justamente ahora yo soy
el Unico hombre en el mundo que sabe por qui brillan. ·· Ella simplemente se ri6 de
Cl. Ella no estaba impresionada de haber sahdo con cl Unico hombre de! mundo que,
en ese momenta, sabla por que bril!an las estrellas. Bueno, es triste estar solo, pero
asi son las cosas en este mundo.
Es la "combusti6n" nuclear del hidr6geno la quc suministra la energia de! sol:
el hidrOgeno se conviertc en helio. Ademis, en Ultima instancia, !a producciOn de los
divcrsos elementos qulmicos se verifica en los centros de las estrellas a partir del
hidr6geno. El material del que estamos hechos no.mtros fuc ··cocinado ,. una vez
en una estrella y escupido hacia afuera. .-,C6mo lo sabemos? Porque hay una clave.
La proi)orci6n de las diferentes is6topos (cu<into C 12 , cu<into C 1 3, etc.) es algo
que nunca cambia en las reacciones quimicas, porque las reacciones quimicas son
tan idCnticas para las dos. Las proporcioncs son puramente el resultado de reacciones nucleares. Observando las proporciones de los is6topos en el rescoldo frio
y apagado en que estamos, podemos descubrir c6mo fue el horno donde se formaron los materiales de que estamos hechos. Aque! homo fue como las estrellas, y
asi es muy probable que nuestros elementos fueron "hechos" en las estrellas y es·
cupidos en las explosiones que llamamos novas y supernovas. La astronomia est<i
tan cerca de !a fisica que estudiaremos muchas cosas astron6micas a medida que
prosigamos.
3-S
Geologia
Ahora pasemos a lo que se llama ciencias de fa tierra, o geologia. Primera la
mcteorologla y el tiempo. Por cierto. que los instrumentos de metcorologia son instrumentos lisicos, y el desarrollo de la fis1ca experimental hizo posible estos instru·
mentos, como se explico anteriormente. Sin embargo, la teoria de la meteorologia
nunca ha sido investigada satifactoriamente por los lisicos. "Bien·-, dir<in ustcdcs
"no hay otra cosa que aire, y conocemos las ecuaciones de los movimientos del
aire". Si, es cierto. "Asi, si sahemos las condiciones del aire de hoy, (,por que no
podemos calcular las condicioncs del airc de mafiana?" Primera, no sabemos real·
mente cu<il es la cond1ci6n de
porque el aire esti1 arremolin<indosc y dando
vueltas por todas partcs. Resulta
muy susceptible y aun inestab!e. Si han visto
alguna vez correr suavemente el agua sobre una represa y luego convertirse en un
gran nUmero de burbujai. y gotas cuando cae, comprenderin lo que quiero decir
con inestable. Ustedes conocen la condici6n de! agua antes que traspase el vertedero:
es perfectamente tranquila; pero en el momenta que comienza a caer, idOnde empie·
zan !as gotas? lQuii: determina lo grande que van a ser los trozos y dOndc
estar<'i.n? Esto no se sabe, porque el agua es inestable. Aun una masa de airc moviCndose
suavcmente, al traspasar una montaiia se convierte en comp!ejos remolinos y torbellinos. En muchos campos encontramos esta situaci6n de jlujo turbulento que no
podemos analizar actualmente. jDejemos ril.pidamentc yl asunto del tiempo y discutamos sobre gcolog[a!
El asunto bitsico para la gcologia es: ;,que hace que la tierra sea lo que es? Los
procesos mils obvios estitn al frente de nuestros ojos, los procesos de erosi6n de los
rios, los vientos, etc. Es bastante f:icil comprenderlos, pero por cada poco de ero·
si6n hay algo mils que est<i sucediendo. Las montailas no son mils bajas hoy en promedio de lo que fueron en el pasado. Debe haber procesosformadores de montaiias.
formadores de montaiias y
Encontraritn, si estudian gcologia, que hay
los que nadie comprcnde pero que
mitad de la geologia. E! fenbmeno
volcanes no se comprendc realmente.
que produce un terremoto, a
la postre, no sc comprcndc. Se comprende quc si hay algo empujando a otra cosa,
cede repentinamente y se desliza --eso estit bien-. Pero t,quC es lo que empuja, y por
qui!:? La teoria es que hay corrientcs en el interior de la tierra --corrientes circulantes.
debido a la diferencia de temperatura interior y exterior··, las cualcs en su movimiento empujan !igeramente la superficic. Asi, si hay dos circu!aciones opuestas vecinas,
la materia se acumula en la regi6n donde se juntan y forman cadcnas de montaftas
que estitn en condit:iones dcsafortunadas de tension y asi producen volcanes y terremotos.
3-6
Psicologia
por un espiritu que
la quinina
quc vayan al hechicero, porque es
enfermedades: por ntro !ado, su
no es
no ha sido cuidadosamentc comprobado por el experimenmanera
encontrar una lista del ntimeru de ca~vs en los cuales rede casos en que no resulta, etc.
3-11
Las otras ramas de !a psico!ogia, que implican cosas coma !a fisiologia de las
sensacione~ -que sucede en el ojo, y que sucede en el cerebro- son, si quieren. menos interesantes. Pero cierto progre-;o pequefio, pero real, se ha hecho al estudiarlas.
Uno d<." los progrcsos tfrnicos mas intcresantes puede ser o no llamado psico!ogla.
El problema central de la mente, si quieren, o de! sistema nervioso es este: cuando
un animal aprende algo, puede haccr algo diferente de lo que podia hacer antes y sus
celulas cerebrales deben haber cambiado tambiCn, si es que estti. hecho de atomos.
;,En que sentido es diferente? No sabemos d6nde mirar,
que buscar, cuando
en el sistema neralgo se memoriza. No sabemos que sigmfica o que cambio
vioso cuando se aprende una realidad. Este es un problema muy importante que
no ha sido resuelto en abso!uto. Suponiendo. sm embargo, que existe algo como la
memona, el cerebro es una masa tan enorme de a!arnbres y nervios interconectados
que probablemente no puede ser ana!izado en una forma directa. Hay uria analogia
de esto con las mil.quinas computadoras y los elementos de computaci6n, en que
tamb1en tienen muchas !ineas, y que tienen algUn tipo de elemento aniilogo, quiz<is,
a la smapsis o conexi6n de un riervio con otro. Esto
una materia muy intcrc~antc
no tenemos ticmpo de d1<;cut1r ma~ allil -las
entrc el pensam1ento
miiqumas computadora~-. Debe aprec1arse, por
que esta matcna nos
de la~ complejidades reales de! comportamiento humano or
seres humanos son tan diferentes. Pasara mucho tiempo antes
Debcmos empezar mucho mii.s atras. Si pudiCramos siquiera
un perro, habriamus avanzado bastante. Los perms son mils
de comprender. pero nadie alin sabe c6mo fundonan los perros.
3-7
;,COmo se !legO a eso?
Para que la fisica sea Uul a !as otras ciencias en una
una
la mvencilm de instrumentos, !a c1encia en cuesti6n debe
sa\ta
en el !enguaje del fisico. Ellos pueden
descripci6n del
no pucde contestar. Si eUos le dicen lo que es
una rana'!, y
hay tanta5
que hay un nerv10 aqu1, etc., eso es d1fcrcntc.
nos di·
jeran. mas o mcno~, a quC se parecen la tierra y las estrellas. entonces podemos
resolverlo. Para que la teorla fisica sea de alguna utilidad, dcbcmos saber cxactamente dondc e~tan co!ocados los 3.tomos. Para comprender la quim1ca. debemos saber exactamente que atomos est.itn presentc~. pucs de lo contrarior~o podemos analizarla. Esta e~ so!amente la primera hmitacion, por supuesto.
Hay otro tipu de problema en las ciencias hermanas. que no existe en Jn faica;
podemos llamarlo. a falta de un termino mejor. cl asunto h1st6rico. (,C6mo se l!eg6
a eso'? Si comprendemos todo acerca de la b1ologia, quis1tramos saber como toda~
las cosas que hay en la tierra fucron a dar en ella. Existe la teoria de la evoluc10n.
una parte importante de la b1ologia. En geo!ogla. no s6!o quercmo~ saber c6mo se
estan formando las montailas, ~mo como se form(J la tierra entera en el comienzo.
cl origen del sistema 5olar, etc. Esto. por supuesto, nos conduce a qucrcr saber que
llpo de matena cxi~tia en cl mundo. (,Cl>mo evolucionan las estreltas? ~Cuales fueron las condiciones iniciales? E-;te es el problema de la historia de la astronomia,
3-12
Se ha descubierto mucho acerca de la formaci6n de !as estrellas, de la formaci6n de
los elementos de los cuales estamos hechos y hasta un poco acerca del origen del
universo.
No hay problemas hist6ricos que se estCn estudiando en la fisica actualmente. No
tenemos una pregunta: •·Aqui estitn las !eyes de !a fisica, z.c6mo se lleg6 a ellas?"
No nos imaginamos, por ahora, que las leyes de la fisica estan en cierto modo cambiando con el tiempo, que en el pasado fueran diferentes de Jo que son en el presente. Por supuesto que pueden ser, y en el momento en que encontremos que son,
la pregunta hist6rica de !a fisica estara ligada con el resto de la historia del universo
y entonces los fisicos estaran hablando de los mismos problemas que los astr6nomos, los ge6logos y los bi6logos.
Finalmente, hay un problema fisico que es comUn a muchos campos, que es
muy viejo y que no ha sido resuelto. No es el problema de encontrar nuevas particulas fundamentales, sino alga que qued6 desde hace mucho tiempo atras -mas de
cien ai'ios-. Nadie en la tisica ha sido realmente capaz de analizarlo matematicamente
en forma satisfactoria a pesar de su importancia para las ciencias hermanas. Es e!
anitlisis de fluidos circulantes o turbulentos. Si observamos la evoluci6n de una estrella, se llega a u·n punto donde podemos deducir que va a comenzar la convecci6n, y a partir de esto ya no podemos deducir que va a pasar. Unos pocos millones
de ai1os mii.s tarde la estrella hace explosi6n. pero no podemos explicar la raz6n.
No podemos anatizar el tiempo. No conocemos los esquemas de los movimientos
que deberia haber en el interior de la tierra. La forma mas simple del problema es
tomar una cafleria que es muy Jarga y empujar agua a travCs de ella a gran velocidad. Pregunta'mos: para empujar una cantidad dada de agua a travCs de esa cai'ieria, lcuanta presi6n se necesita? Nadie puede analizarlo partiendo de principios primaries y de !as propiedades de! agua. Si cl agua fluyc muy lcntamcnte, o si usamos
algo espeso coma la miel, entonces podemos hacer!o exactamente. Ustedes lo encontrarii.n en su texto. Lo que no podcmos realmente hacer es tratar con agua real
y fresco que corre a traves de una caii.eria. Este es el problema central que deberia
mos resolver algUn dia y quc no lo hemos hecho.
Decia una vez un poeta: "El universo entero estit en un vaso de vino". Probablemente nunca sabremos lo que queria dedr, pues los poetas no escriben para ser
comprendidos. Pero es cieno que si miramos un vaso de vino lo suficientemente
cerca, vemos el universo entero. Ahi estan las cosas de la fisica: el liquido que se
arremolina y se evapora dependiendo del viento y del tiempo. las reflexiones en el vidrio, y nuestra imaginaci6n agrcga las 8.tomos. El vidrio es un destilado de las rocas
terrestres y en su composici6n vemos los secretes de la cdad de! universo y la evoluci6n de la~ estrellas. lQuC extraflo arreglo de elementos quimicos hay en el vino? lC6·
mo llegaron a ser? Estiln los fermentos, !as enzimas, las sustratos y los productos.
Alli en el vino se encuentra la gran generalirnci6n: toda vida es fermentaciOn. Na·
die puedc descubrir la quimica del vino sin descubrir, coma lo hizo Louis Pasteur,
la cama de much.JS enfermedades. jCuan vivido es el vino tinio que imprime su exis"
tcncia dentro del conocimiento de quien lo observa! jSi nuestras pequeii.as mentes,
par alguna con\'ivencia. dividen este vaso de vino, este universo, en partes -fisica,
bio!ogia .. geologia, astronomia. psicolo.gia. etc.-, recuerden .que la. naturaleza. no lo
sab~! A!>l, reunamo.s todo de nucvo sin ol~idar en U!ti.ma mstancia para que sirve.
Oejemos que no~ de un placer final mils: ibeban!o y olvidense de todo!
3 13
4
Conservacion de la energia
4-1
;.Que es la energia?
4-3
Energia cinE:tica
4-2
Energia potencial gravitacional
4-4
Otras formas de energia
4·1 ;.Que es la energia.?
Habiendo terminado ya nuestra descripci6n general empezamos en este capitulo
un estudio mas detallado de las diferentes aspectos de la fisica. Para ilustrar las
ideas y la clase de razonamiento que se puede usar en fisica te6rica, examinaremos
una de las !eyes mas basicas de la fisica: la conservaci6n de la energia.
Hay un hecho, o si prefiere, una ley, que gobierna todos los fen6menos naturales
conocidos hasta la fecha. No se conoce excepciOn a esta ley -es exacta hasta donde
sabemos-. La !ey se llama la conservaciOn de la energia. Establece que hay cierta
cantidad que llamamos energia, que no cambia en los mUltiples cambios que ocurre
en la naturaleza. Esta es una idea muy abstracta, porque es un principio matemt'ttico;
significa que hay una cantidad numerica que no cambia cuando alga ocurre. No es
la descripci6n de un mecanismo, o de algo concreto; ciertamente es un hecho raro
que podamos calcular cierto niimero y que cuando terminemos de observar que la
naturaleza haga sus trucos y calculemos el nllmero otra vez, este serB. el mismo.
(Algo asi como el alfil en un cuadro negro, que despues de cierto niimero de movimientos ---<:uyos detalles son desconocidos- queda en el mismo cuadro. Es una ley
de esta naturaleza.) Puesto que esta es una idea abstracta, ilustraremos su significado mediante una analogia.
Imaginemos un niiio, tal vez ''Daniel el Travieso", que tiene unos bloques que
son absolutamente indestructibtes, que no pueden dividirse en partes. Cada uno es
igual &l otro. Supongamos que tiene 28 bloques. Su madre lo co!oca con los 28 bloques en una pieza al comenzar el dia. Al final de! dia, por curiosidad, ella cuenta los
bloques con mucho cuidado, y descubre una Icy fenomenal -haga lo que haga con
los bloques, i siempre quedan 28 ! Esto continUa por varios dias, hasta que un dia
hay s6lo 27 b!oques, pero una pequeiia investigaci6n demuestra que hay uno bajo la
alfombra --ella debe mirar por todas partes para estar segura de que el nUmero de
bloques no ha cambiado--. Un dia, sin embargo, el nUmero parece cambiar -hay
s6lo 26 bloques-. Una cuidadosa investigadOn indica que la ventana estaba abierta.
y al mirar hacia afuera se encontraron los otros dos bloques. Otro dia, una cuidadosa cuenta indica que jhay 30 bloques! Esto
4-1
causa una gran consternaci6n, hasta que se sabe que Bruce vino a visitarlo, trayendo
sus bloques consigo y que dej6 unos pocos en la casa de Daniel. Despues de separar
los bloques adicionales cierra la ventana, no deja entrar a Bruce, y entonces todo
anda bien, hasta que una vez cuenta y encuentra s6lo 25 bloques. Sin embargo, hay
una caja en la pieza, una caja de juguetes, y la madre se dirige a abrir la caja de juguetes, pero el niiio dice: "No, no abras mi caja de juguetes ", y chilla. A l~ madre no
!c estaba pcrmitido abrir la caja de juguetes. Como es extremadamente cunosa, y al go
ingeniosa, inventa un ardid. Sabe que un bloque pesa cien gramos, asi que pesa la caja
cuando ve 28 bloques y encuentra 500 gramos. En seguida desea comprobar, pesa la
caja de nuevo, resta 500 gramos y divide por cien. Ella descubre !o siguiente:
)
( nllmero de
bloques vistas
+
(peso de la caja)- 500 gramos _ constante
100 gramos
(4 .1)
En seguida parece que hubiera algunas nuevas desviaciones, pero un estudio cuidadoso indica que el agua sucia de la baD.era estii. cambiando de nivel. El niiio est<i
lanzando bloques al agua y ella no puede verlos porque est<i muy sucia, pero puede
saber cuilntos bloques hay en cl agua agregando otro termino a su formula. Ya que
la altura original de! agua era de 15 centimetros y cada bloque e!eva el agua medio
centimetro, esta nueva formula seria:
)
( nllmero de
bloques vistos
(peso de la caja) -· 500 gramos
100 gramos
(4.2)
(altura del agua)- 15 centimetros __ Constante
0,5 centlmctro
En el aumento gradual de la complcjidad de su mundo, ella encuentra una serie completa de tfrminos que representan modos de calcular cut'tntos bloques estt'tn en los
!ugares donde no le estil. permitido mirar. Como rcsultado. encuentra una formula
compleja, una cantidad que debe ser calculada, que en su situad6n siempre permanece la misma.
(.Cut'tl es !a analogia de esto con la conservacic.ln de la energia? El mils notable
aspecto que debe ser abstraido de este cuadro es que no hay bloques. Quitese cl
primer termino en (4.1) y en (4.2) y nos encontraremos calculando cosas mil.so
menos abstractas. La analogia tiene los siguientes puntos. Primera, cuando estamos
calculando la energia, a veces alga de e!la deja el sistcma y se va, y a veces algo
entra. Para vcrificar !a conservaci6n de la energia debemos tener cuidado de no
agregar ni quitar nada. Segundo, la encrgia tienc un gran nUmero deformas diferen/es, y hay una formula para cada una. Estas
encrgia gravitacional, energia cinetica, energia calOrica. energia dt'tstlca.
c!Cctrica. energia quimica. cnergia
radiante, energia nuclear, cncrgia de
el total de las formulas para
a excepci6n de la energia que entra
cada una de estas contribuciones, no
y que sale.
Es importante
es. No
definido
que en la flsica actual no ~abemos lo que la energia
energia formada por pequeiias gotas de un tamaiio
hay formula~ para calcular cierta
cantidad niunerica, y cuando las juntamos todas nos da "28 ,. -siempre el mismo nU"
mero-. Es algo abstracto en el sentido que no nos informa el mecanismo o las razones
para las diversas f6rmulas.
4-2
Energia potencial gravitacional
Puede entenderse la conservaci6n de la energia s61o si tenemos la formula para
todas sus formas. Deseo discutir la formula para la energia gravitacional cerca de la
superficie de la tierra, y deseo deducir esta formula de un modo que no tiene nada
que ver con la historia, sino que es una simple !inea de razonamiento inventada para
est a lecciOn en particular, es to a fin de darles a ustedes una ilustraciOn de\ notable
hecho que puede extraerse mucho acerca de la naturaleza a partir de unos pocos
hechos y con un razonamiento acabado. Es una ilustraci6n de la clase de trabajo
que los fisicos te6ricos realizan habitualmente. Esta modelado segUn el excelente argumento del Sr. Carnot sobre la eficlencia de las milquinas de vapor*.
Consideremos milquinas !evantadoras de pesos -milquinas que tienen la propiedad de levantar un peso bajando otro-. Hagamos, ademils, una hip6tesis: que no
existe movimiento perpetuo para estas m8.quinas levantadoras de pesos. (De hecho,
que no exista el movimiento perpetuo es un enunciado general de la !ey de la conservaci6n de la energia.) Debemos tener cuidado al definir el movimiento perpetuo. En
primer lugar hagilmoslo para mUquinas levantadorns d.:: pesos. Si cuando hemos levantado y bajado muchos pesos y llevado la mUquina a su condici6n original, encontramos que el resultado neto es haber levantado un peso, entonces tenemos una milquina
de movimiento perpetuo, porque podemos usar cl peso levantado para poner en movimicnto otra cosa. Es decir, debe cumplirse que la milquina que levant6 el peso
vuelva a su exacta condici6n original, y ademils debe ser complctamente independiente --esto es, que no haya recibido la energ(a de una fuente externa para levantar
el peso- como los bloques de Bruce.
Fig. 4--1.
pesos.
Miiquina simple para levantar
En la figura 4- l se muestra una milquina muy simple para levantar pesos. Esta
milquina levanta pesos de tres unidades de "intensidad ". Colocamos tres unidades
en un platillo y una unidad en el otro. Sin embargo, a fin de hacerla trabajar real~
mente, debemos quitar un pequeiio peso en el platillo de la izquierda. Por otra part.e,
podriamos levantar una unidad de peso bajando el peso de tres unidades, si trampeamos un poco quitando a!go de peso del otro plato. Por supuesto, nos damos cuenta
que con cualquier milquina elcvadora real debemos agregar una pequeiia cantidad
extra para iograr su funcionamiento. Esto no lo consideramos, temporariamente. Las
milquinas ideales, aunque no existen, no necesitan nada extra. Una m<'i.quina que usemos en la realidad puede ser, por asi decir, casi reversible: esto es, si levanta el peso de
es tanto el resultado (4,3) el cual de hecho ustedes ya pueden
el mediante un razonarnicnto tcOrico
4-3
tres al bajar el de una, entonccs tambiCn levantarti aproximadamente el pc~o de una en
la misma cantidad al bajar el peso de tres.
Imaginemos 9ue _hay dos clases de mitquinas, las que 110 son reversibles, que inclu
ven todas las maqumas rcales. y las que son reversibles. que. por ~upuesto no se
Consigucn en la _realidad a pesar del cuidado que pongamos en el diseii.o _de _cojinetcs.
palancas, etc .. Sm embargo, suponemos que existe un~ cosa tal --una maquma rever
siblc- que baJa una unidad de peso (un kilo o cualqmer otra unidad) en una umdad
de distanci.a y que al mismo tiempo levanta un peso de tres unidades. Uamemos
Miiquina A a esta mitquina reversible. Supongamos que esta miiquina reversible par
ticular levante el peso de tres unidades una distancia X. A continuaciOn. supongan
que tenemos otra m:lquina, la Mtiquina B. que no es necesariamente reversible, que
baja el peso de una unidad en una unidad de distancia, pero que levanta el peso de
tres unidade~ una distancia Y. Podemos probar ahora que Y no es mils alta que X:
es decir. que es imposible construir una m::iquina que levante un peso mds alto que
una mtiquina reven,ible. Veamos por que. Supongamos quc Y fuera mtis alta que X.
Tomemos un peso de una unidad y bajemoslo una unidad de altura con la miiqulna B, con lo que se eleva el peso de tres unidades una distancia Y. Entonces podriamos bajar el peso de Y a X, obteniendo energ[a gratis, y usar la m3.quina reversible A, funcionando a la inversa, para bajar el peso de tres unidades una distancia X y levantar el peso de una unidad en una unidad de altura. jEsto retornariL
el peso de una unidad a donde cstaba antes y dejara ambas m<lquinas listas para ser
usadas de nuevo! Por lo tanto, tendriamos movimiento perpetuo si Y fuera mils alta
que X, lo que asumimos que era imposible. Con csos supuestos debemos conclu~r
que Y nu es mds a/ta que X, de modo que de todas las mil.quinas que puedan diseiiane la miiquina reversible es la mejor.
que todas las mtiquinas reversibles dcben levantar hasta
Supongan que B tambien fuera reversible. EI razonaque X es, por supucsto. tan bueno como antes. pero
que Y no es
podemos haccr nucstro razonamiento de otra manera usando las m<i.quinas en orden
X no
mcis alto que Y. Esta cs entonces una observaciOn
analizar la altura a la cual diferentes mllquinas van
en el interior de/ mecanismo. Sabemos de inmcdiato
una seric enormemente complicada de palancas que levana una cicrta distancia al bajar una unidad en una unidad de dismismo y quc es fun
con una palanca simple que hace
su mtiquina no lo levantar<i. m<i.s.
ta! vez menos. Si
sabemos tambiec1 exactamentc hasta quC altura lo levanrnil4uina reversible, funcione como funcione, quc baje un
de tres kilos, siempn: lo levantariL la misma
una ley universal de gran utilidad. La pregunta
vale X'!
13oN=j
[ 1h
~
(a) Comienzo
~A
(b)Carga de bola~
(c) I kg \evanta 3 kg
unadistarmaX
,ljgj
~-LJ§l ~,!'u~_,
~~~
(d) Descargadebolas
(e) Reagrupam1ento
(f) Fin
Fig. 4--2.
Una rn<lquina reversible.
X, (a). Primero, hacemos rodar horizontalmente las bolas dcsde la estanteria a las repisas, (b), y Suponemos que esto no demanda energia, porque no cambiamos la altura. La
mit.quina reversible opera entonces: baja la bola que estil sola al suelo y levanta la plataforma una distancia X (c). M3.s alm, hemos arreglado ingeniosamente la estanteria de
modo que estas bolas estitn de nuevo a la par con las repisas. Asidescargamos las bolas
a la estantcria, (d); habiendo descargado las bolas podemos llevar la miquina a su
condici6n original. Tenemos ahora tres bolas en las tres repisas superiores y una
en el piso. Pero lo curioso es, por decirlo asi, que no hemos levantado de ninguna
manera dos de ,ellas, ya que despues de todo, antes habia bolas en las repisas 2 y 3.
El efecto resultante es haber levantado una bola la distancia 3X. Pues bien, si 3X
excede un metro, podemos bajar la bola para retornar la miquina a la condiciOn
inicial (t), y podemos hacer funcionar el aparato de nuevo. Por lo tanto, 3X, no puede
exceder un metro, porque si 3X excediera un metro podriamos reatizar movimiento
perpetuo. Asimismo, podemos probar que un metro no puede exceder a JX. cuando
se hace funcionar la miquina al reves, ya que es una milquina reversible. Por lo
tanto, JX no es ni mayor ni menor que un metro, y entonces hemos descubierto,
sOlo con razonamientos, la ley X =- 1/J metro. La generalizaciOn es clara: un kilo"
gramo cae cierta distancia aI operar una milquina reversible; entonces la miquina
puede levantar p kilogramos a esta distancia dividida por p. Otra forma de indicar
este resultado es que el producto de tres kilogramos por la altura alcanzada, que en
nuestro problema era X, es igual al producto de un kilogramo por la distancia que
fue bajada, que en este caso es un melro. Si tomamos todos los pesos y !os multiplicamos por las alturas a las cuales estin ahora por sobre el suelo, dejamos que la
miquina funcione, y en seguida multiplicamos nuevamente todos los pesos por todas
las alturas, no habrd cambio. (Tenemos que generalizar este ejemplo en que movemos sOlo un peso al caso en que al bajar uno levantamos otros pesos diferentes
-pero esto es facil-.)
Llamamos energia polencial grarilacional la suma de !os productos pesos por
a1turas -la energia que tiene un objeto debido a su posiciOn en el espacio con
relaciOn a la tierra-. Entonces la formula para la energia gravitacional, siempre que
4-5
no estemos muy Jejos de la tierra (la fuerza se debilita a medida que subimos) es
ener~ia ~otencial)
( grav1tac10nal
= (peso) x (altura)
(4.3)
para un objeto
Es una bellisima linea de razonamiento. El imico problema es que ta! vez no sea
verdadera. (Despues de todo, la naturaleza no tiene por que marchar con nuestro
razonamiento.) Por ejemplo: quizits el movimiento perpetuo sea en efecto posible.
Algunos de los supuestos pueden estar equivocados, o podemos haber cometido un
error de razonamienfo, de modo que siempre es necesario comprobar. En efecto,
resulta experimentalmente cierto.
El nombre general para la energia que tiene que ver con la posici6n relativa a
alguna otra cosa es energia potencial. Por supuesto, en este caso particular la llamamos energia potencial gravitacional. Si es cuesti6n de fuerzas electricas contra las
que estamos trabajando, en vez de fuerzas gravitacionales, si estamos "levantando"
cargas desde otras cargas, con muchas palancas, entonces el contenido de energia
se llama energ[a potencial elictrica. El principio general es que el cambio en la
energia es e! producto de la fuerza por la distancia que se desplaza la fuerza, y que
esto es en general un cambio en la energia:
)
( cambio
de energia
= (fuerza) x
( distancia en que)
la fuerza actUa
(4 .4)
Volveremos a muchas de estas otras formas de energia a lo largo de! curso.
Fig. 4-3.
Plano inclinado
El principio de la conservaci6n de la energia es muy Util para deducir lo que
ocurriril en numerosas circunstancias. En la enseilanza media aprendimos muchas
\eyes acerca de poleas y palancas usadas de diferentes maneras. Podemos ver ahora
que estas "]eyes" son todas fa misma cosa, y que no teniamos necesidad de memorizar 75 reglas para darnos cuenta de ello. Un simple ejemplo es un piano inclinado
liso, que por suerte es un triilngulo tres-cuatro-cinco (Fig. 4-3). Colgamos el peso
de un kilo sabre un piano inclinado con una polea, y un peso Wal otro !ado de la
polea. Queremos saber cuilnto debe pesar W para equilibrar un kilo en el piano.
~COmo podemos calcularlo? Si decimos que estil justamcnte equilibrado, es reversible, y asi puede moverse hacia arriba y hacia abajo, y podemos considerar la siguiente situaci6n. En la situaci6n inicial (a), el peso de una libra est3. abajo, y el peso
W estil arriba. Cuando W se ha deslizado hacia abajo en forma reversible, tenemos
el peso de un kilo arriba y el peso W a una distancia deslizada (b ), o sea, cinco
metros a partir de! nive! en que estaba antes.
4-6
Nosotros lerantamos el peso de un kilo solamcnte tres metros y bajamos W kilos en
cinco metros. Por lo tanto, W = ~de un kilo. N6tese que hemos deducido esto a partir
de la conservaci6n de la energia y no a partir de componentes de fuerzas. La habilidad es, sin embargo, relativa. Puede deducirse de una forma que es aUn mils brillante
descubierta por Stcvin e inscrita en su tumba. La figura 4·4 explica que debe ser ·'/ 5
de un kilo, porque la cadena no da vuelta. Es evidente que la parte mils baja de la
cadena est.ii equilibrada por si misma, de modo que la tracciOn de los cinco pesos por
un [ado debe equilibrar la tracciOn de tres pesos por el otro. cualquiera que sea la proporciOn de los catetos. llstedes ven, al observar estc diagrama. que H, debc ser 1/ 1 de
kilo. (Si logran un cpitafio como Cste en su l.ilpida, van por buen camino.)
Fig. 4-4.
El ePitafro de Stevm
l!ustremos ahora el principio de conservaci6n de la energia con un problema
mils complicado, el gato de tornillo que se muestra en la figura 4·5. Sc usa un
mango de 50 centimetros de longitud para girar e! tornillo quc ticne cuatro hilos
por centlmetro. Nos gustaria saber cuilnta fuerza se necesita en el mango para le·
vantar una tonelada ( 1000 kilos). Si queremos levantar la tonelada dos ccntimetros
y medio, digamos entonces debcmos girar el mango lO vcces. Cuando da una vuelta
recorre aproximadamente 314 centimetros. El mango debe asi recorrcr 3140 ccntimetros, y ~i usamos varias polcas, etc., estariamos levantando nuestra tonelada con
un peso menor desconocido W aplicado al extremo de! mango. Asi encontramos
que Wes de aproximadamente 0,8 kilos. Este es un resultado de la conservaciOn de
la energia.
Consideremos ahora el ejcmplo algo mils complicado que se mucstra en la figura 4-6. Una varilla a barra de dos metros de longitud cst8. soportada en un extrcmo.
En !a mitad de la barra hay un peso de 60 kilos y a una distancia de 50 ccntimctros
de] soporte hay un peso de 100 kilos . .:,Cuinta fuerza debemos hacer para levantarel
extrema de la barra a fin de mantenerla en equilibria. dcspreciando el peso de la
barra? Supongamos que poncmos una polea en un extremo y colgamos un peso de
la polea. t,Cuill debe ser el valor del peso W para
~~11~!~~1~'
'
(4 kilos/
ccntimetro)
,
,,.
Fig_ 4- 5
_J
Un gato de Torn1llo
Fig. 4-6
Bcirra cargada soportada en un
establecer et equilibrio? Imaginemos que e! peso cae a una distancia arbitraria -para
quc sea mas facil para nosotros supongamos que baJa cuatro centimetros-; t.a que
altura sc elevaritn las dos cargas? El centro se eleva dos ccntimetros y el punto a un
cuarlo de la distancia de! cxtremo fijo sc eleva un centimetro. Por lo tanto, el principio que la suma de las alturas multiplicadas por los pesos no cambia nos dice que el
peso W por los cuatro centimet.ros hacia abajo, mils 60 kilos por dos centimetros ha·
cia arriba. mils JOO kilos por un centimetro tienen quc sumarse para dar cero:
-4W + (2X60) + (1)(100)
~
0,
w=
55 kg.
(4.5)
Por lo tanto, debemos tener un peso de 55 kilos para equilibrar la barra. De este
modo podemos deducir las !eyes del "equilibria,. -la estittica de complicadas estruc··
turas de puentes, etc.--. Este metodo se llama principio de !os trabajos dnuales, porque para aplicar este argumento tuvimos que imaginar que la estructura se mueve
un poco -aunque no se mueva realmente ni se pueda mol'er-. Usamos el movimien·
to imaginado muy pequeiio para ap!icar el principio de conservaciOn de la encrgia.
4-3
Energia cinetica
Para i!ustrar otro tipo de encrgia consideremos un pendulo (Fig. 4- 7). Si cmpujamos la masa hacia un !ado y la soltamos, oscila de un !ado hacia el otro. En su
movimiento pierde altura cuando va desde ambos extremos hacia el ccntro. t,A
dOnde se fuc la energia potencial? La energia gravitacional desaparece cuando el
cuerpo estit abajo; sin embargo, subiril de nuevo. La energla gravitacional debe haberse convertido en otra forma. Evidentementc, es en virtud de su movimienlo que es
capaz de subir de nuevo, de modo que tcnemos conversi6n de energia gravitacional
en otra forma cuando el cuerpo l!ega al fondo.
Fig. 4- 7.
Pi§ndulo
Debemos obtencr una formula para la energia de movimiento. Al recordar nuestros argumentos acerca de las milquinas reversibles podemos ver filcilmentc que en
el movimiento en !a parte inferior debe haber una cantidad de energia que le permite
subir a cierta altura, y que no tiene nada que ver con el mecanismo mediante el cual
subc ni con la truyectoria segii.n la cua! subc. De modo que tenemos una formula
de equivalencia parecida a la que escribimos para los bloques de] niiio. Tenemos
otra forma de representar !a encrgia. Es facil decir cuitl es. La encrgia cin6tica en el
fondo es igual al peso multiplicado por la altura que puede alcanzar en correspondencia a su velocidad: E.C. = WH. Lo que nccesitamos es la formula que nos de
la altura mediante a!guna regla que tenga que ver con el movimiento de los objetos.
Si ponemos en marcha alga con cierta ve!ocidad, por ejemplo verticalmente hacia
arriba, alcanzarit cierta altura: todavia no sabemos cuitl es, pero depende de la
velocidad -hay una f6rmula para eso--, Entonces, para encontrar la f6rmula de la
energia cinetica de un objeto que se mueve con velocidad V, debemos calcular la al~
tura que alcanzaria y multiplicarla por el peso. Encontraremos luego que podemos
escribirla de esta manera:
(4.6)
Por supuesto, el hecho de que el movimiento tenga energia no tiene nada que ver
con el de que estemos en un campo gravitadonal. No importa de d6nde vino el movimiento. Esta es una f6rmula general, para diversas velocidades. Las formulas ·(4.3)
y (4.6) son ambas aproximadas, la primera porque es incorrecta cuando las alturas
son grandes, es decir, cuando las alturas son tan grandes que la gravedad se debilita:
la segunda debido a la correcci6n relativista para grandes velocidades. Sin embargo,
cuando finalmente obtengamos la formula exacta para la energia, entonces la ley
de conservaci6n de la energia es correcta.
4-4
Otras formas de energia
Podemos, de este modo, continuar ilustrando la existencia de energia bajo otras
formas. Primero, consideremos la energ[a elastica. Si comprimimos un resorte hacia
abajo, debemos hacer cierto trabajo porque, una vez hecho eso, podemos levamar
pesos con Cl. Por lo tanto, en su condici6n comprimida tiene la posibilidad de hacer
cierto trabajo. Si calcularamos las sumas de los productos por las alturas, la ley no
se verificaria -debemos agregar algo mits para tomar en cuenta el hecho de que el
resorte esta bajo tensi6n-. Energia elistica es la receta para un resorte cuando estit
comprimido. i,Cu<i.nta energia es? Si so!tamos la energia elilstica, a medida que el
resorte pasa por e! punto de equilibria, se convierte en energia cinetica y Csta pasa
alternativamente por compresiones o estiramientos del resorte y energia cinetica de
movimiento. (Hay, ademas, cierta energia gravitacional que entra y sale. pero podemos hacer este experimento "de costado'" si lo deseamos.} Se man tendril en movimiento hasta que frene por pCrdidas. jAh! Hemos estado trampeando todo el tiempo,
poniendo pequeOos pesos para mover cosas, o diciendo que las mitquinas son reversibles, o que se mueven permanentemente; pero podemos ver que las cosas se detienen a la larga. i,D6nde estit la energia cuando el resorte ha terminado de moverse
de arriba a abajo? Esto introduce oJra forma de energia: la energia ca/Orica.
Dentro de un resorte o de una palanca hay cristales formados por muchos ittomos y con gran cuidado y delicadeza en !a disposici6n de las partes uno puede
tratar de ajustar las cosas de modo que ruede sobre algo sin que ninguno de los
8.tomos verifique agitaci6n alguna. Pero uno debe tener mucho cuidado. Ordinariamente cuando las cosas ruedan, hay sacudimiento y agitaci6n debido a las irregu!aridades del material y los atomos comienzan a menearse en el interior. Asi perdemos
la pista de esa energia; encontramos que los 8.tomos esti\n mene8.ndose en el interior
de una manera al azar y confusa despues que el movimlento se detuvo. Ai.Jn hay
energia cinetica, por cierto, pero no es tit asociada a un movimiento visible. j Estamos
soiiando! t.C6mo sabemos que aim hay energia cinCtica? Resuita que con term6metros pueden encontrar que, de hecho, el resorte o !a palanca estan mils calientes y
que hay realmente un incremento de la energia cinetica en una cantidad definida.
Uamamos energia ca/Orica a esta energia, pero sabemos que Csta no es realmente
una nueva forma, es justamente energia cinCtica -movimiento intemo-. (Una de las
dificultades con todos estos experimentos que hacemos con materia a gran escala
es que no podemos demostrar realmente
4-9
la conservaci6n de la energia y no podemos construir realmente nuestras m<iquinas
reversibles, porque en cada momento movemos una gran masa de sustancia y los <itomos no permanecen absolutamente imperturbados, y asi una cierta cantidad de movimiento al azar ocurre dentro del sistema atOmico. No podemos verlo, pero podemos
medirlo con un term6metro. etc.)
Hay muchas otras formas de energia, y, por supuesto, no podemos describir!as
con mils detal!e ahora. Existe la energia electrica, que tienc que ver con el empuje
y arrastre de cargas el&:tricas. Existe la energia radiante, la energia de la luz, que
sabemos es una forma de la energia electrica, porque la luz puede representarse
coma oscilaciones en el campo electromagnetico. Existe la energia quimica, la energia que es libcrada en las reaccioncs quimicas. Realmente, la energia elilstica es,
hasta cierto punto, como la energLa quimica, porque !a energia quimica es la energia
de atracciOn de los iltomos, de uno al otro, y asi cs energia elitstica. Nuestro conocimiento moderno es el siguiente: la energia quimica consta de dos partes, energia
cinetica de los electrones en el interior de los ittomos, asl parte de ella es
cinetica, y encrgia e!Cctrica de interacci6n de !os electrones y protones -por lo tanto,
el resto de ella es. electrico-. En seguida llegamos a la energia nuclear, la energia
involucrada en el arreglo de las particulas dentro de! nUcleo, y tenemos formulas
para eso, pero no tcnemos sus !eyes fundamentales. Sabemos que no es e!Cctrica,
no es gravitacional y no es puramente quimica, pero no sabemos lo que es. Parece
ser una forma adicional de encrgia. Finalmente, asociada con la teoria de !a relatiuna modificaci6n de las lcyes de la energia cinetica, o como quieran
modo tal que la energla cinCtica esta combinada con otra cosa llamada
masa. Un objeto tienc cnergia a partir de su sola existencia. Si yo tengo
un electr6n que permanecen quietos sin hacer nada -sin importar la
importar cualquier otra cosa- y se juntan y desaparecen, se libera
cantidad definida, y la cantidad puede calcularse. Todo lo
es la masa del objeto. No depende de lo que sea -podemos
obtcner cierta cantidad de encrgia, La formula fue
dla es: E = mc1 .
Es cvidente a partir de nuestrn discusiOn que la ley de conservadOn de la energla
es enormemente Util para hacer an:ilisis, tal coma lo hcmos ilustrado con unos pocos
ejcmplos sin conocer todas las formulas. Si tuvi6-amos todas las formulas para todas
ias formas de encrgia, podriamos analizar cuilntos procesos deberian verificarse sin
tener que entrar en detalles. Por eso las !eyes de conservaci6n son muy interesantes.
La cuesti6n que naturalmente surge es qui: otras Jeyes de conservaci6n hay en fisica. Hay otras dos \eyes de conservaci6n que son anitlogas a la conservaci6n de
la energia. Una sr. Barna la conservaci6n del momentum lineal. La otra se llama la
conservaci6n del momentum angular. Nosotros averiguaremos mils acerca de Cstas
m:is adelante. En Ultimo anfilisis no entendemos en profundidad las !eyes de conservr.ci6n. No entendemos la ley de conservaciOn de la energia. No entendemos la
energia como cierto nUmero de pequeiias gotas. Puede que hayan oido que los fotones se manifiestan coma gotas y que la energia de un fot6n es la constante de Planck
multip!icada por la frecuencia. Esto es cierto, pero ya que la frecuencia de la luz
puede tomar cua!quier valor, no hay ninguna ley que diga que la energia tenga que
ser una cierta cantidad definicla. A diferencia de los bloques de Daniel puede haber
cualquier cantidad de energia, por lo mcnos como se entiende actualmente. De manera que, por ahora, no entendemos
4-10
esta energia como contar algo, sino como una cantidad matem3.tica, lo que es una
circunstancia abstracta y mas bien peculiar. En medtnica cuitntica resulta que la conservaciOn de la energia esta muy estrechamcnte relacionada con otra importante propiedad del mundo, las cosas no dependen def tiempo absoluto. Podemos montar un
experimento en un momenta dado y probarlo, y luego hacer el mismo experimento en
un memento posterior, y eJ se desarrolla exactamente en !a misma forma, Si es to es
estrictamente cierto o no, no lo sabemos. Si suponemos que es cierto y agregamos
los principios de la mec::i.nica cu3.ntica, entonces podemos deducir el principio i;ie la
conservaciOn de !a energia. Es una cosa mas bien sutil e intcresantc y no es facil de explicar. Las otras !eyes de conservaciOn estim tambien ligadas entre si. La conservaci(m
de\ momentum esta asociada en mecimica cuii.ntica con la proposici6n que no importa d6nde se haga el experimento; los resultados serim siempre los mismos. Asi como
la independencia en el espacio tiene que ver con la conservaci6n de! momentum, la
independencia en el tiempo tiene que ver con la conservaciOn de !a energia, y finalmente si girdramos nuestros aparatos, esto tampoco implica diferencia, de modo que
la invariancia de! mundo a la orientaci6n angular estit relacionada con la conservaci6n
de! momentum angular. Ademt'ts de estas, hay tres [eyes de conservaci6n que son
exactas hasta donde lo podemos afirmar hoy dia, que son mucho mils simples de entender, porque son de! mismo tipo que contar bloques.
La primera de las tres es la conservaci6n de la carga, y que sencillamente
fica que ustedes cuentan las cargas positivas, menos las cargas negativas
tienen, y el nUmero no cambia nunca. Pueden deshacerse de una positiva con una
negativa, pero no crean ninglln exceso neto de positivas sobre negativas. Hay
dos !eyes anillogas a esta -una es la Hamada conservaci6n de bariones-.
nUmero de particulas extraiias, son ejemplos un neutr6n y un prot6n, que
bariones. En cualquier reacciOn en la naturaleza. si contamos cu'1ntos
intervienen en un proceso, el nUmero de bariones* que resu!ta ser::i.
mismo. Hay otra ley, la co11sen·aci611 de leptones. Podemos decir lJUe e~e
de particulas llamadas leptones es: el electr6n, el meson mu, el neutrino.
un antielectr6n, que cs un positr6n. esto es, -1 lcpt6n. Al
el ntimero
de leptones en una reacci6n resu!ta que el nllmero que entra y
al menos por lo que sabemos hasta el presente.
Estas son las seis !eyes de conservaci6n, tres de ellas sutiles, involucrando espacio y tiempo, y tres de ellas simples, en el sentido de contar cosas.
Con relaci6n a la conservaci6n de la energia debit:ramos notar que la energia
disponible es otro asunto -hay mucha agitaci6n de los atomos de! agua de mar,
puesto que cl mar tiene cierta temperatura, pero es imposible reunirlos en un movimiento definido sin tomar energia de cualquier otra parte-. Es decir, aunque
sabemos, de hecho, que la energia se conserva, la energia disponible para la utilidad
humana no se conserva tan filcilmente. Las !eyes que gobiernan la cantidad de energia disponible se Haman {eyes.de la termodindmica y encierran un concepto llamado
entropia para los procesos termodinil.micos irreversibles.
• Contando los antibariones como -1 bari6n.
4-ll
Finalmente, reparamos en el problema de dOnde podemos obtener nuestras fuentes de energia hoy dla. Nuestros abastec1mientos de energia provienen del sol, la
lluvia, el carb6n, el uranio y el hidrOgeno. El sol forma la lluvia y tambien el carb6n,
de modo que todo esto proviene del sol. Aunque la energia se conserva, la naturaleza no parece interesada en ello; libera gran cantidad de energia desde el sol, pero
s61o una parte en dos mil millones cae sobre la tierra. La naturalez:a conserva !a
energia, pero, realmente, no le importa; derrocha mucha en todas direccioncs. Ya
hemos obtenido energia de! uranio, podemos obtenerla tambien de! hidr6geno, pero
actua!mente s6lo en una condici6n explosiva y peligrosa. Si pudiera ser controlada
en reacciones termonucleares, resulta que la energia que pueda obtenerse a partir
de 10 litros de agua por segundo es igual a toda la potencia electrica generada
en ios Estados Unidos. iCon 600 litros de agua corriente por minuto tienen suficiente combustible para abasteccr toda la energia que se usa hoy dia en !os
Estados Unidos! Por lo tanto, concierne a !os fisicos resolver cOmo \iberarnos de
la necesidad de tener energia. Esto puede hacersc.
4-12
5
Tiempo y distancia
5-l
El movimiento
5·5
Unidades y patroncs de tiempo
5-2
El tiempo
5-6
Distancias grandes
5-3
Tiempos cortos
5- 7
Distancias pequeiias
5-4
Tiempc > largos
5-1
El movimiento
En este capitulo consideraremos algunus aspectos de los conceptos de liempo )
distancia. Se ha puesto f:nfasis desde un comienzo que la fisica, coma todas las ciencias. depende de la obsen·aci6n. Se puede decir. tambiCn, que el desarrollo de las
ciencias fisicas en su forma actual ha dependido en gran medida de! enfasis que se
ha puesto en haccr obsen·aciones cuantitativas. SOio mediante observaciones cuan·
titativas puede llegar uno a relaciones cuantitativas. quc son ci coral6n de la fis1ca
Sett'
~
' •'.'··:"Dos"-, "Tres"
I
I
'••
'"
Fig 5-1
Una bola baja rodando por una
p1sta1nclinada
A muchas personas le~ gusta co!ocar el
de la foica en ci trabajo hccho
hace 350 ai'ios por Galileo y llamarlo el primer
Hasw esa epoca cl estuciio de!
movimicnto habia ~ido !ilos6fico y ba~ado en argumcntos que podian idearse con !a
cabeza. La mayoria de !os razonamientos habm sido presentada por Arist6teles y
otros fillisofos griegos y sc tomaban como ··probados··. Galileo era csceptico. e hizo
un experimento sabre el movimicnto. que fue esencialmente el siguiente: hizo radar
una bola hacia abajo en un piano indinado y observ6 el movimiento. 5in embargo,
no sO!o observO; midi6 la distancia que recorri6 la bo!a y en cu6nto tiempo.
El modo de medir una distancia era bien conocido mucho antes de Galileo. pero
no habia modos predsos de medir el tiempo. particularmente tiempos cortos. Aun
que despuCs disei\O relojes mils satisfactorios (aunque no como los que eonocemos
ahora), cl primer experimcnto de Galileo
sobrc el movimiento fue hecho usando su pulso para contar intervalos iguales de
tiempo. Hagamos lo mismo.
Podemos contar los latidos del pulso mientras la bola rueda hacia abajo sobre la
pista: ··uno ...dos ...tres... cuatro ...cinco... seis ... siete ...ocho ... ·• Pedimos a un amigo que
haga una pequeiia marca en la ubicaci6n de la bola para cada cuenta; podemos entonces medir la distancia que se movi6 la bola desde el punto en que se soltO en
uno, o dos, o tres, etc., intervalos iguales de tiempo. Galileo expres6 el resultado de
sus observaciones de este modo: si la ubicaciOn de la bola es marcada a l, 2, 3, 4 ...
unidades de tiempo desde el instante en que se suelta. esas marcas distan de! punto
de partida en proporci6n a los nllmeros I. 4, 9, 16 ... Hoy diriamos que la distancia
es proporcional al cuadrado de\ tiempo.
El estudio del movimiento, que es bilsico para todos los fisicos, implica las preguntas (.dOnde?, y (.cu<i.ndo?
5-2
El tiempo
Consideremos primero lo que queremos decir por tiempo. (.Que es el ticmpo?
Seria estupendo encontrar una buena definici6n de\ tiempo. El diccionario Webster
define ··un tiempo .. como ··un periodo ", y este Ultimo como ··un tiempo ... lo quc no
parece ser muy Util. Quizils debi6-amos decir: "tiempo es !o que ocurre, cuando nada
mils ocurre~. Lo que tampoco nos Ueva muy lejos. Puede ser que sea igualmente
bueno que cnfrentemos el hecho que el tiempo es una de las cosas quc probablcmente no podemos definir (en el sentido del diccionario). y ~Olo decir que es lo que
ya sabemos que es: jes cu:into esperamos!
De todos modos, lo que realmente importa no es definir el tiempo sino como
medirlo. Una manera de medir el tiempo es utilizar algo quc ocurra una }' otra vez
de modo regular -algo que sea peri6dico-. Por ejemplo un dia. Una dia parece ocurrir una y otra vez. Pero cuando comienzan a pensar acerca de ello, bien pueden
preguntar: "(.Son los dias periOdicos? (.Son regulares? (.Son todos los dias de la
misma duraciOn?" Ciertamente, uno tien<: la impresiOn que !os dias Je verano son
mas largos que los de invierno. Por supuesto, a!gunos dias de invierno parecen ser
desagradablemente largos si uno estii. muy aburrido. Seguramente han oido decir
a aJguien: "jCaramba, este si que ha sido un dia !argo!'"
Sin embargo, parece ser quc los dias ~on casi del mismo iargo {'11 prumedio.
(.Hay algUn modo para verificar si los dias son Jel mismo largo "'sea de un dia al
siguiente-. o por lo menos en promedio? Una manera es hacer una comparaciOn con
algUn otro fenOmeno periOdico. Vcamos cOmo puede haccrse tal comparaciOn usan
do un reloj de arena. Con un reloj de arena podemos .. crear .. un suceso peri(Jdico
siempre que tengamos a alguien ocupado durante el dia y la nochc para girarlo
cuando el Ultimo grano de arena haya caido.
Entonces podriamos contar las vucltas Jd reloj de arena desde cada maiiana a
la siguiente. Encontrariamos esta vez que el nUmero de ··horas .. (es dccir, vueltas del
rcloj de arena) no fue el mlsmo cada ··dia ... Podriamos desconfiar del :-.ol. o del re
loj de arena o de ambos.
Despues de pensar un poco, puede ocurrirsenos contar las "horas" de mediodia a
mediodia (el mediodia no estil. definido aqui como las 12,00 horas, sino coma el
instante en que el sol estil. en su punto mils alto). Encontrariamos esta vez que e!
nU:mero de horas de cada dia es el mismo.
Tenemos ahora, alguna confianza en que tanto la ''hara" como el "dia" tienen
una periodicidad regular, es dedr, indican sucesivos intervalos iguales de tiempo, aunque no hemos probado que cada uno sea "realmente" peri6dico. Alguien puede preguntar si no pudiera haber alglln ser omnipotente que hiciera disminuir el flujo de
arena cada noche y aumentarlo durante el dia. Nuestro experimento, por supuesto,
no nos da una respuesta sabre esta clase de preguntas. Todo lo que podemos decir
es que encontramos que una regularidad en una cosa lleva consigo una regularidad
en la otra. Podemos s61o decir que basamos nuestra definici6n del tiempo en la repetici6n de algU.n evento aparentemente peri6dico.
5-3
Tiempos cortos
Podr[amos indicar ahora que en el proceso de verificar la reproductibilidad de!
dla, hemos recibido un importante subproducto. Hemos encontrado !a manera de
medir en forma mas precisa fracciones de dia. Hemos encontrado un modo de contar el tiempo en pequeiias partes. lPodemos llevar mils lejos este proceso y aprender
a medir intervalos de tiempo aU:n mas pequeiios?
Galileo determin6 que un pendulo siempre osd!a en intervalos igua!es de tiempo,
siempre que el tamailo de la oscilaciOn se mantenga pequeiio. Un ensayo que compare el nUmero de oscilaciones de un pendulo en una "horn., demuestra que Cste es
efectivamcnte el caso. En esta forma podemos marcar fracciones de una hora. Si
usamos un dispositivo mecanico para contar las oscilacioncs -y para mantener!as-,
tenemos el reloj de pendulo de nuestros abuelos.
Convengamos que si nuestro pCndulo oscila 3.600 veces en una hora (y sl hay
24 de tales horas en un dia) llamaremos a cada periodo de! pCndulo un "segundo".
Hemos dividido cntonces nuestra unidad original de tiempo en aproximadamente JO'
partes. Podemos aplicar los mismos principios para dividir el segundo en intcrvalos
mits y mas pequeilos. Se daran cuenta que no es practico hacer pendulos mecanicos
que funcioncn arbitrariamente rapido, pero ahora podemos hacer pCndulos ellictricos
llamados osciladores. que pueden proporcionar sucesos pcriOdicos con un tiempo
de oscilaciOn muy pcqueilo. En estos osciladores e!ectr6nicos hay una corriente elCc
trica que osci!a en forma aitit!oga a la oscilaciim de la !enteja del pi:ndulo
Podemos hacer una serie de talcs osciladores electr6nicos cada uno con un periodo JO veces mas corto que el precedente. Podemos "calibrar" cada oscilador con
el siguiente mas lento, contando el nUmero de oscilaciones que hace por una oscilaci6n del mas lento. Cuando el periodo de oscilaciOn de nuestro reloj es menor quc
una fracciim de segundo, no podemos contar las oscilaciones sin la ayuda de alglln
dispositivo que extienda nuestro poder de observaci6n. Un dispositivo tal es un osci
loscopio de haz e!ectr6nico. el cu al act Ua co mo una especie de microscopio para
tiempos cortos. Este dispositivo traza en una pantalla fluorescentc un grilfico de la
corricnte electrica (o el voltaje) en funciOn del tiempo. A! conectar el osciloscopio a
dos de nuestros osciladores uno despui:s del otro de modo
5-3
(a)
lb)
Fig. 5-2. Dos vistas de la pantalla de un osciloscopio. En (a) el osciloscopio esta
conectado a un oscilador, en (b) esta conectado a un oscilador con un perfodo de un
decimo de duraci6n.
que primero hace un grilfico de la corriente en uno de nuestros osciladores y despues
de !a corriente en el otro, obtenemos dos grilicos como los que se muestran en la
figura 5-2. Podemos determinar filcilmente el nUmero de periodos del oscilador mils
rilpido en un perlodo de! oscilador mils lento.
Con las modernas tecnicas electr6nicas se han construido osciladores que tiencn
perlodos tan pequeflos como 10·-ti segundos, y han sido calibrados (por metodos de
comparaciOn como los que hemos descrito) en tCrminos de nuestra unidad patr6n
de tlempo, el segundo. Con la invenci6n y perfeccionamiento de! "laser" o amplificador de luz, en estos Ultimos ailos, ha llegado a ser posible construir osciladores
con periodos aim mis cortos que 10- 12 segundos; pero no ha sido todavia posible
calibrarlos mediame !os metodos que hemes descrito, aunque no hay duda que pronto sera posible.
Se han medido intervalos de tiempo mils pequeii.os que 10- 12 segundos, pero mediantc una tCcnica diferente. En efecto, se ha usado una deflnici6n diferente de]
"tiempo'", Una manera ha sido observar la distancia entre dos sucesos para un objeto en movimicnto. Si. por ejemplo, las luces delanteras de un autom6vil en movimiento se prenden y despues se apagan, podemos calcular cucinto tiempo estuvieron
cargadas las luces, si sabemos d6nde fueron encendidas y apagadas y la velocidad
con que se movl6 el autom6vil. El tiempo es la distancia durante la cual las luces
estuvicron encendidas, dividida por la velocidad.
En cstos Ultimas aiios justamente se utiliz6 una tecnica asi para medir el tiempo
de vida dei mcsOn T 0 . Al observar en un microscopio las pequefias trazas dejadas
en una cmulsi6n fotogrilfica, en la cual los mesones 7fG habian sido creados, se via
que un mcsOn ,.,.o (se sabe que viaja a una vdocidad cercana a la de la luz) se movi6
una distancia de 10- 1 metros en promedio antes de desintegrarse. Vivi6 s6lo durante
unos 10- seg. Debcri ponerse enfasis que aqui hemos utilizado una definiciOn un
poco difercnte de! "tiempo" que las anteriores. Mientras no ha ya contradicciones en
nuestra comprensi6n, nos sentimos bastante seguros que nuestras definiciones son
suticicntcmente equivalentes.
Extendiendo nucstras tecnicas aUn mils -y si es necesario nuestras definicionespodemos inferir el tiempo de duraci6n de acontecimientos aUn mis rilpidos. Podemos hablar de\
1"
periodo de una vibraci6n nuclear. Podemos hablar de! tiempo de vida de las recientemente descubiertas resonancias extraiias (particulas) mencionadas en el capitulo 2.
Su vida entera dura un lapso de s61o 10- 24 segundos, el tiempo que aproximadamente tardaria la luz Oa que se mueve a la mayor de las velocidades conocidas) en
atravesar el nllcleo de hidr6geno (el mas pequeiio de los objetos conocidos).
z,Que hay de tiempos alm mas pequeiios? ,:.Existe el "tiempo" en una escala
alm mas pequeiia? ,:. Tiene sen ti do hablar de tiempos men ores si no los podemos
medir --o quizils incluso ni pensar en eilo sensatamente-, algo que sucede en un tiempo aUn mas pequeiio? Quizas no. Estos son algunos de los problemas no resueltos
quc ustedes estarim preguntando y quizils contestando en los pr6ximos veinte o
treinta aiios.
5-4
Tiempos largos
Consideremos ahora tiempos mayores que un dia. La medida de tiempos largos
es facil; s6lo contamos los dias sicmpre que haya alguien que lleve la cuenta. Desde
luego encontramos que hay otra periodicidad natural: el aiio, de alrededor de 365
dias. Tambien hemos descubierto que la natura!eza entrega algunas veces un contador para los aiios, en forma de anillos de los <irboles o scdimentos de! fondo de los
rios. En algunos casos podemos usar esos marcadores naturales de! tiempo para determinar el lapso que ha transcurrido desde algUn acontecimiento primitivo.
Rod'"""''idod
'
'~
,.
'
;ffl
0
T
2T
3T
Ticmpo
Fig. 5-3. El decrec1rn1ento de la radioactividad en el tiernpo. La act1vidad decrece
a la mitad en cada "v1da media", T
Cuando no podemos contar los aiios para la medida de tiempos largos, debemos
buscar otras formas de medir. Una de las que ha tenido mils exito es usar coma
"reloj" un material radioactivo. En este caso no tenemos un acontecer peri6dico
como el dia o cl pCndu!o, sino un nuevo tipo de "rcgularidad". Encontramos que la
radioactividad de una muestra de material particular decrece la mismafracciOn para
sucesivos aumentos iguales en su cdad. Si trazamos un grii.1lco de la radioactividad
observada coma funci6n de\ tiempo (digamos en dias), obtenemos una curva coma la
que se muestra en la figura 5-3. Observamos que si !a radioactividad decrece a la
mitad en T dias (llamada la "vida media"). entonces decrece a un cuarto en otros
T dlas, y asi sucesivamentc. En un intervalo de tiempo arbitrario l hay !/T "vida~
medias". entonccs la fracci6n que queda despues de este tiempo t es(!) r,1T.
Si supieramos que un pcdazo de material, digamos un pedazo de madera, contenia una cantidad A de material radioactivo cuando se form6, y encontrilramos por
una medida directa que ahora contiene una cantidad B. podriamos calcular la edad
5-5
TIEMPOS
VIDA
MEDIA OE
ANOS SEGUNDOS
10 18
Edad del universo
Edad de la tierra
10'
]015
Primeros hombres
1012
Edad de las pir<'irnides
10n
Edad de los E.E.U.U
Vida de un hombre
Ra226
10'
H'
10•
10 3
I
10-3
10-H
10-9
10-12
10-15
10-18
10-21
10-2~
Un dia
la luz va del sol a la tierra
Un lat1do del coraz6n
Periodo de una onda sonora
Periodo de una onda de rad'10
Neutr6n
Muon
Mes6n
'T'
Meson
'T'
la luz v1aia 30 centimetros
Periodo de la rotac16n molecular
Periodo de la vibrac16n at6mica
la lu2 atrav1e.<.a u11 atorno
Periodo de la v1brac16n 11uclear
La lu1 atrav1esa un nt1cleo
Particula
extrar'ia
(7)7"'!?7/()
del objeto, I, rcsolvicnJo la ecuaci(m
OJ'fT =BIA.
Afortunadamente hay casos en los cuales podemos conocer la cantidad de ra
dioactividad que tenia un objeto cuando se form6. Sabemos, por ejemplo, que el
di6xido de carbono en el aire contiene una derta pequei'ta fracci6n de! is6topo radioactivo de! carbono, C 1 ~ (reabastecido continuamente por la acciOn de los rayos c6smicos). Si mcdimos cl contcniJo total de carbono de un objeto, sabemos que cierta
fracciOn de esa cantidad era originalmente el C 14 radioactivo; conocemos, por lo
tanto. la cantiJad inicial A a usar en la formula anterior. El carbono-14 tiene una vida
media de 5.000 ailos. Con medidas cuidadosas podemos medir la cantidad que
queda dcspuCs de 20 vidas medias o algo asi, y podemos por lo tanto "fechar .. ob"
jetos orgitnicos que crecieron hace 100.000 ailos.
ant1guas
Nos gustaria conocer. y creemos conocer, la vida de cosas aU.n
Mucho de nuestro conocimiento estit basado en las medidas de otros
5-6
radioactivos que tienen diferentes vidas medias. Si hacemos medidas con un is6topo de
vida media mayor, entonces podremos medir tiempos mayores. Por ejemplo, el uranio tiene un is6topo cuya vida media es alrededor de 109 aiios, de modo que si algU:n
material se form6 con uranio en CJ hace 109 aii.os, hoy en dia s6lo quedaria la mitad
del uranio. Cuando el uranio se desintegra, se convierte en plomo. Consideren un
pedazo de roca que se form6 mucho tiempo atr<is en algU:n proceso quimico. El plomo, siendo de naturaleza quimica diferente al uranio, apareceria en una parte de la
roca y el uranio apareceria en otra parte de la roca. El uranio y el plomo estarian
separados. Si observamos hoy ese pedazo de roca, donde debiera haber sblo uranio encontraremos ahora una cierta fracciOn de uranio y una cierta fracci6n de
plomo. Por comparaciOn de estas fracciones podemos decir cuaJ es el porcentaje de
uranio que desapareci6 y se transform6 en plomo. Con este mCtodo se ha determinado la edad de ciertas rocas, resultando ser de varios miles de millones de aiios. Una
extensi6n de este mCtodo que no usa rocas particulares, pero que observa el uranio y
plomo en los ocCanos y usa promedios sabre la tierra, ha sido usada para determinar (en los Ultimas aiios) que la edad de la tierra misma es aproximadamente de
5,5 mil millones de aiios.
Es alentador que se haya encontrado que la edad de la tierra sea la misma que
la edad de los meteoritos que caen sabre ella, segUn se determina por e! mCtodo de]
uranio. Parece que la tierra surgi6 de las rocas que flotan en el espacio, y que \os
meteoritos, muy probablemente, son algo de aquel material que qued6. En un cierto
instante, hace mils de 5 mil millones de aiios, comenz6 el universo. Se cree ahora
que por lo menos nuestra parte de! universo tuvo su comicnzo hace cerca de diez a
veinte mil millones de aiios. No sabemos lo que ocurri6 antes de esto. De hecho, podemos muy bien preguntar de nuevo: (.Tiene alglln sentido la pregunta? (.Tienen los
tiempos anteriores alglln significado?
5-5
Unidades y patrones de tiempo
Hemes dado a entcnder que es conveniente comenzar con alguna unidad patr6n
de tiempo, digamos un dia o un segundo, y referir todos los otros tiempos a algU:n
mU:ltiplo o fracci6n de esta unidad . .-,Que tomarcmos como nuestrn patr6n bil.sico de
tiempo? (.Tomaremos el pulso humane? Si comparamos los pu!sos, encontramos
que ellos varian mucho. Al comparar dos relojes se cncuentra que no varian tanto.
Ustedes podrian cntonces decir: bien, tomcmos un reloj. (.Pero el reloj de quien?
los relojes de la ciudad so
Hay una historia de un niiio suizo que queria que
partes tratando de con
naran al mediodia al mismo tiempo. Entonces fue a
veneer a todos del valor de esto. jTodos pensaron que era una idea maravillosa que
todos los otros rclojes sonaran al mediodia cuando lo hiciera el propio! Es mas bien
dificil deciriir el reloj de quien debiCramos tomar como patrOn. Afortunadamentc
todos compartimos un rcloj -la tierra -. Dcsdc hacc mucho tiempo se ha tornado el
periodo rotacional de la tierra como el patr6n bilsico del tiempo. Sin embargo, a medida
han ido hacienda medidas mas mils precisas se ha encontrado
la
se mide con
la tierra no es
pasan
57
Hasta hace muy poco no hemos encontrado nada mejor que el periodo de la tierra, asi todos los re\ojes se han referido a la longitud del dia y se ha definido el segundo coma I /86400 de un dia promedio. Recientemente hemos estado ganando
experiencia con alguno~ osciladores naturales que creemos ahora podri.an pr?porcionar una referenda de tiempo mils constante que la tierra y que tambien estan basados en un fen6meno natural disponible para todos. Estos son las asi llamados ··relojes at6micos ". Su periodo interno b<lsico es el de una vibraci6n at6mica que es
muy insensible a la temperatura o cuaksquiera otros efectos externos. Estos rclojes
se mantienen en hora con una precisi6n de una pane en 109 , o mejor. Dentro de los
dos Ultimas afios un reloj at6mico perfeccionado que opera basado en la vibraci6n
de\ 3.tomo de hidrOgeno ha sido diseii.ado y construido par cl Profesor Norman
Ramsey de la Universidad de Harvard. El piensa que este reloj podria ser 100 veces
mas preciso aim. Las mediciones que se estitn realizando mostraritn si esto es verdad
o no.
Podemos esperar que ya que ha sido posib!e construir relojes mucho mils prcci
sos que el tiempo astron6mico, habrit pronto un acuerdo entre los cientificos para
definir la unidad de· tiempo en tCrminos de un reloj at6mico patr6n.
5-6
Distancias grandes
Volvamos ahora al prob!ema de la distancia. ;,,A quC distancia estiln o quC tamai'io tienen las cosas? Cualquiera sabe que la manera de medir distancias es empezar
con una regla y contar. 0 empezar con un pulgar y contar. Empiezan con una unidad y cuentan. ;,,C6mo mide uno cosas mas pequeiias? ;,,C6mo subdivide una distancia? De la misma manera quc subdivitlimos el tiempo: tomamos una unidad menor
y contamos el nUmero de tales unidades que se necesitan para obtener la unidad
mayor. Asi podemos medir longitudes mils y mas pequeiias.
'*',
(~~-m~~~~
Pero no siempre entendemos por distancia lo que se obtiene contando sucesivauna varilla metrica. Seria dificil medir la di~tancia horizontal entre las
dos montaii.as usando s6lo una varilla mCtrica. Hemos encontrado por
que la distancia pucdc mcdirse de otro modo: por triangu!aciOn. Aunque
que realmente estamos usando una definici(m diferentc de distancia,
cuando ambas pucden usarse. El espacio es mils o menos lo que Eucliquc era, de modo que las dos tipos de definici6n de distancia concuerhecho que concuerden en la tierra nos da confianza para usar la triangulaci6n para distancia~ aUn mils grandes. Por ejemplo, pudimos usar la triangu!acibn
para medir la altura de! primer Sputnik. Encontramos que estaba aproximadamente
a 5 x 10 1 metros de altura. Con medicionc~ m3s cuidadosas puede medirse de la
misma manera la distancia a la luna. Dos
5·8
telescopios en diferentes lugares sobre la tierra nos pueden dar Jos dos <ingulos que necesitamos. De este modo se ha encontrado que la luna est8: a 4 x I 0 8 metros dedistancia.
No podemos hacer Jo mismo con el sol, o al menos nadie ha sido capaz todavia.
La exactitud con que se puede enfocar cierto punto del sol y con que se puede medir
imgulos no es lo suficientemente buena para pennitirnos medir la distancia al sol.
iC6mo podemos medir entonces la distancia al sol? Debemos inventar una ampliaci6n de la idea de triangulaci6n. Medimos las distancias relativas de todos los planetas par observaciones astron6micas de las posiciones aparentes de Jos planetas y obtenemos un cuadro del sistema solar con las distancias propias relativas de cada
cosa, pero no con distancias absolutas. Se requiere, entonces, una medida absoluta
que ha sido obtenida de varios modos. Una de esas formas, que se creian hasta hace
poco ser la mas exacta, consisti6 en medir la distancia de la tierra hasta Eros, uno
de los pequei'tos planeloides que pasa cerca de la tierra de vez en cuando. Por triangulaci6n sabre este pequefio objeto, se pudo obtener la escala de medida requeri·
da. Conociendo las distancias relativas del resto, podemos, por ejemplo, indicar la
distancia de la tierra al sol o de !a tierra a Plut6n.
En los Ultlmos ai'tos ha habido un gran progreso en nuestro conocimiento de la
escala del sistema solar. En el Jet Propulsi6n Laboratory se midi6 muy exactamente
la distancia de la tierra a Venus mediante una observaci6n directa con radar. Esto,
por supuesto, es un tipo todavia diferente de distanda deducida. Decimos que conocemos la velocidad a que viaja la luz (y, por lo tanto, a la que viajan las ondas de
radar), y suponemos que es la misma velocidad en todas partes entre la tierra y Venus. Enviamos la onda de radio, y contamos el tiempo hasta que la onda reflejada
regrese. A partir del tiempo inferimos una distancia, asumiendo que conocemos la
velocidad. Tenemos en realidad otra definici6n de una medida de distancia.
Fig.
5~
5
la d1stanc1a de estrellas cerca-
iCOmo medimos la d1stancia a una estrella que est<i mucho m;is
Afonunadamente, podemos vo!ver a nuestro metodo de triangu!acilm. ya
los obje
su movimiento alrededor del so! nos da una gran linca de ba~c para
tos que est<in fuera del sistcma solar. Si enfocamos un te!escopio hacia una estrella
en verano y en invierno, esperariamos determinar con precisi6n sufic1ente estos dos
iingulos para poder medir la distancia a una cstrel!a.
Fig. 5-6. Un cUmulo de estrellas cerca del centro de nuestra galax1a Su distanc1a
a la tierra es 30.000 afios luz. o alrededor de 3 x 1a2° metros.
lQue pasa si las estrel\as est<in demasiado lejos como para usar la triangulaciOn?
Los astrOnomos estil.n siempre inventando nuevos modos de medir distancias. Elias
encuentran, por ejemplo, que pueden estimar el tamaiio y bril!o de una estrella por
su color. Se ha medido el color y bri!!o de muchas estrellas cercanas --<:uyas distancias se conocen por triangu!aciOn~, y se ha encontrado que hay una pequei'ia re!aciOn
entre el color y el brillo propio de las estrellas (en la mayoria de los casos). Si uno
posee medidas de color de una estrella distante, se puede usar la relaciOn color-brillo
para determinar ~l brillo propio de la estre!!a. Midicndo lo brillantc quc nos parece
la estre!la desde la tierra (o tal vez deberiamos decir cuan diibil parece), podemos
calcular lo alejada que estil.. (Para cierto brillo propio, el brillo aparente decrece con
el cuadrado de la distancia.) Una hcrmosa confirmaciOn de lo correcto de este mCtodo para medir distancias estelares esta dado por los resultados obtenidos para grupos de estrellas, conocidos como cllmulos globulares. Una fotografia de un grupo tal
se muestra en la figura 5-6. SOio con mirar la fotografia uno se convence que estas estrellas estti.n todas juntas. El mismo resultado se obtiene a partir de las medidas de
distancia por el mCtodo color-brillo.
Un estudio de muchos · cllmulos globulares da importantc informaci6n. Se
encuentra que hay una alta concentraci6n de tales cllmulos en cierta parte de!
cielo, y que la mayoria de ellas estil. aproximadamente a la misma distancia de
nosotros. Juntando esta informaciOn con otra cvidencia, concluimos que esta concentraciOn de cUmulos marca el centro de nuestra galaxia. Conocemos entonces la
distancia al centro de la galaxia -alrededor de I 010 metros.
5-10
Fig. 5-7. Una galaxia en esprral, coma la nuestra. Supornendo que su di.!imetro es
s1mtlar al de nuestra prop1a galaxia, podemos calcular su d1stanc1a a partir de su tamaiio
aparente. Esta a 30 millones de al'ios-luz (3 x 1023 metros) de la t1erra
Conociendo el tamaiio de nuestra propia galaxia. tenemos una clave para !a
medida de distancias aUn mayorcs --la distancia a otras galaxias--. La figura 5-7
es una fotografia de una galaxia. que tiene una forma muy parecida a la nuestra.
Probablemente es del mismo tamaiio tambit'.:n. (Otras evidencias apoyan la idea que
todas las galaxias son mils o menos del mismo tamaiio.) Si cs del mismo tamaiio que
la nueslra, podemos indicar su distancia. Medimos el imgulo que subtiende en el
cielo; conocemos su di:lmetro y calculamos su distancia jnuevamente triangulaciOn!
Fotografias de galaxias sumamente distantes se han obtenido recientemente con
el telescopio gigante de Palomar. La figura 5.8 muestra una. Se cree ahora que algunas de estas galaxias estitn alrcdcdor de medio camino dcl limite del universo -alejadas 1026 metros- jla mayor distancia que podemos contemplar~
5- 7
Distancias pequeiias
Pensemos ahora en distanclas menores. Subdividir el metro e~ faciL Sin mucha
dificultad podemos marcar mil espacio;, iguales, que juntas hacen un metro. Con
algo mii.s de dificultad, pero de una manera similar (usando un buen micrO'icopio),
podemos marcar mil subdivisiones igualcs dcl milimctro. para hacer una escala en
micrones (millonCsimas de metro). Es dificil continuar a escalas menores. porque no
podemos ··ver" objetos mas pequeiios que la longitud de onda de la luz visible (ccr·
ca de 5 x 10- 7 metro~).
No necesitamos dctenernos, sin embargo. en lo
croscopio electr6nico podemos continuar cl proceso.
cala aUn menor, digamos
5-ll
Fig. 5--8. El objeto mas distante a la fecha ( 1960), 3 C 295 en BOYE RO (serlalado
por la flecha). medido por el telescopio de 200 pulgadas.
hasta 10-x metros (Fig. 5-9). Mediante medidas indirectas -con una especie de triangulaci6n a escala microsc6pica- podemos continuar la medida a escalas mis y mis
pequeiias. Primero, a partir de una observaci6n de c6mo la luz de pequeii.a longitud
de onda (radiaci6n x) se refleja desde un conjunto de marcas de separaci6n conocida, determinamos la longitud de onda de las vibraciones de la luz. Entonces, a partir
de! diagrama de dispersi6n de esa misma luz por un cristal, podemos determinar la
posici6n relativa de los itomos en el cristal, obteniendo resultados que concuerdan
con el espacio at6mico determinado tambien
Fig. 5-9
Micrografia electr6nica de algunas molCculas de virus. La esfera "grande"
es para la calibraci6n y se sabe que tiene un di.3metro de 2 x 107 metros (2000 A).
5-12
DISTANCIAS
ANOS-LUZ METROS
t 0~11
Borde del universo
10'
1024
IO'
1021
A laga!ax1avecma mascercana
Al centro de nuestra galax1a
lo'
1018
1015
1012
10'
10'
10'
I
10-3
Alaestrellamascercana
Radio de !a 6rbita de Plut6n
Al sol
A la luna
Altura de un Sputnik
Altura de una torre de TV
Altura de un nii'io
Un grano de sal
10-6
Un virus
10-9
Radio de un atomo
10-12
10-1s
Radio de un nUcleo
//)))}}}})/}
por metodo quimicos. De este modo encontramos que los <itomos tienen un di<imetro
de alrededor de 10- 10 metros.
Existe una gran "laguna'" en los tamafios fisicos entre la dimensi6n at6m1ca tlpica de alrededor de 10- 10 metros y las dimensiones nudeares de JO 15 metros, JO 5
veces menores. Para los tamafios nucleares un metodo distinto para medir tamailos
se hace conveniente. Medimos el cirea aparenle, r1, Hamada secci6n 1ransversa! efi
caz efectiva. Si deseamos el radio, lo obtenemos de a ""' nr1 , puesto que el nllcleo
es aproximadamente esforico.
Pueden hacerse medidas de la secci6n eficaz nuclear hacienda pasar un ha.t de
particulas de alta energia a traves de una pequefia J<imina de material y observando
el nllmero de particulas que no la atraviesan. Estas particulas de alta energia se
abren camino sin dificultad a traves de la delgada nube de electrone~ y se detcndr<in
o deflectar<in s61o si chocan con el peso concentrado dcl nUcleo. Supongamos que
tenemos un trozo de material
5-13
~
~
Fig.
5·-- 10.
Vista
imaginaria
a traves
de un bloque de carbono de 1 cm de espesor
si s61o se observaran los nUcleos.
de un centimetro de espesor. Habra cerca de Hf capas at6micas. Pero los nUcleos son
tan pequei'ios que existe una pequeiia probabilidad de que algUn nU.cleo quede detnis
de otro. Podemos imaginar que una vista de la situaci6n grandemente ampliada -mirada a lo largo de! haz de particulas- se veria co mo la figura 5-10.
La oportunidad de que una pequeiiisima particula choque al nUcleo en la travesia es justamente el 3.rea total cubierta por !os pcrfiles de los nUcleos dividida por el
8.rea total en la figura. Supongamos que sabemos que en una ilrea A de nuestra l<imina de material ltay N iltomos (por supuesto, uno por cada nllcleo). Entonces el
.firea total "cubierta" por Jos nllcleos es Na! A. Ahora hagamos que el nllmero de
particulas de nuestro haz que llega a la lii.mina sea n 1 y el nUmero que sale al otro
!ado sea n2 • La fracci6n que no atraviesa es (n 1-nJ/n 1 , quejustamente seril igual a
la fracci6n de! ilrea cubierta. Podemos obtener el radio del nUcleo de la ecuaci6n*
7rr2
= 17 = ~
N
n1 -
n,
n2.
A partir de un experimento asi encontramos que los radios de !os nUcleos son alrededor de 1 a 6 veces 10- 15 metros. La unidad de longitud 10- 1 ~ metros se llama el
fermi, en honor a Enrico Fermi (1901-1958).
iQue encnntramos si vamos a distancias mils pequeiias'? iPodemos medir distancias mcnores '! Tales prcguntas no se pueden responder a Un. Se ha sugerido que
e! misterio aim no resudto de las fuerzas nucleares puede ser desentraiiado sOlo mediante alguna modificaci6n a nuestra idea de espacio, o medidas de tales distancias
pequeiias.
Puede pensarse que seria una buena idea usar alguna longitud natural como
nuestra unidad de longitud -·<ligamos el radio de la tierra o alguna fracci6n de e1.
S\: intent6 originalmente que el metro fuera ta! unidad y se defini6 como (71"/2) x 10-7
veces el radio de la tierra. No es conveniente ni muy exacto determinar la unidad de
longitud de este modo. Por mucho tiempo se ha convenido internacionalmente que el
metro sea definido como !a dlstancia entre dos marcas en una barra guardada en un
laboratorio especial en Francia. Miis reciemementc, se ha rcconocido que csta definici(m no es tan precisa como para ser Util. ni tan permancnte o universal como uno desearia. Se est:i considerando en la actualidad adoptar una nueva definiciOn, de acuerdo
con cierto nUmero (arbitrario} de longitudes de onda de una determinada linea cspectral.
ci(in de! tucal. si
rrecd6n por cl
frcnte a ellos.
s61o si el area cubicrta por los nUcleos cs una pcquciia fraccs mucho menor quc 1. De otro modo debemos hacer una coque a!gunos nUdeus estarim parcialmente tapados por Jos nU:cleos
5-14
Las medidas de distancia y tiempo dan resultados que dependen de! observador.
Dos observadores que se muevan uno con respecto al otro no mediritn las mismas
distancias y tiempos, cuando miden lo que parece ser la misma cosa. Las distancias
e intervalos de tiempo tienen diferentes magnitudes, segUn el sistema coordenado
(o "marco de referenda") que se use para hacer las medidas. Estudiaremos este asunto con mas detalle en un capitulo posterior.
Medidas perfectamente precisas de distancias o tiempos no estiLn permitidas por
las !eyes de la naturaleza. Hemos mencionado anterionnente que los errores en una
medida de la posici6n de un objeto deben ser al menos de! tamaiio de
Ax~
h/op,
donde hes una pequefia cantidad llamada "constante de Planck" y ti.pes el error en
nuestro conocimiento de! momentum (masa por velocidad) de! objeto, cuya posici6n
estamos midiendo. Se mencion6, ademits, que la indeterminaci6n en la medida de la
posici6n estii relacionada con la naturaleza ondulatoria de las particulas.
La relatividad de! espacio y el tiempo implica que la medida de! tiempo tiene tambien un error minima, dado de hecho por
lJ.t = h/tJ.E,
donde l!i.E es el error en nuestro conocimiento de la energia de! proceso, cuyo periodo de tiempo estamos midiendo. Si deseamos saber mds precisamente cwindo ocurri6
algo, debemos saber menos acerca de qui sucedi6, ya que nuestro conocimiento de la
energia involucrada sera menor. La indeterminaci6n de! tiempo tambien estU relacionada con la naturaleza onduJatoria de la materia.
5-15
6
Probabilidad
6-1
Posibilidad y probabilidad
6-4
Una distribuciOn de probabilidad
6- 2
Fluctuaciones
6-5
El principio de indeterminaciOn
6-3
La caminata al azar
"La verdadera l6gica de estc mun do estil en el citlculo de probabilidades."
-James Clerk Maxwell
6-1
Posibilidad y probabilidad
"Posibilidad" es una palabra de uso comlln en la vida diaria. Los reportajes de
la 'radio al habiar del tiempo para maiiana suelen decir "hay un sesenta por ciento
de posibilidad de lluvla ". Ustedes welen decir '·hay una pequeiia posibilidad de que
yo viva hasta los cien aiios ". Los cientificos tambien usan la palabra posibilidad.
Un sism6logo puedc cstar interesado en la pregunta: ";,Cui! es la posibilidad de que
haya un terremoto de cierta magnitud al sur de California el pr6ximo aii.o?" Un fi.
sico puede preguntarse: "(.Cuitl es la posibilidad de que cierto contador geiger regis·
tre vcinte cuentas en los pr6ximos diez scgundos?" Un politico o un hombre de esta·
do puede estar interesado en la pregunta: "(.Cu<il es !a posibilidad de que haya una
guerra nuclear dcntro de los prOximos diez aiios?'' Ustedes pueden estar interesados
en la posibilidad de que aprcndan algo en estc capitulo.
Por posibilidad queremos exprcsar algo coma una conjetura. (.Por quC haccmos
conjeturas? Haccmos conjeturas cuando deseamos hacer un juicio. pcro tenemos
una informaci6n incompleta o un conocimiento incierto. Queremos hacer una con·
jetura de cOmo son las cosas, o que cosas cs posiblc que ocurran. A mcnudo desea·
mos haccr una conjetura, porque tenemos que tomar una decisi6n. Por ejemplo:
"i,Llevare mi impermeable maiiana? (.Contra que movimientos de la tierra debo dise·
ii.ar un nuevo edificio? (.Me construire un refugio contra el polvo radioactive? (,Debo
cambiar mi posici6n frente a las negociaciones internacionales? lire hoy a clases?".
A veces hacemos conjeturas porque deseamos, con nuestro limitado conocimien·
to, decir tanto como podamos acerca de alguna situaci6n. En rcalidad, cualquier
generalizaci6n es de !a naturaleza de una conjetura. Cualquier teoria fisica cs una
especie de conjetura. Hay conjeturas buenas y malas. La teoria de la probabilidad
es un sistema para hacer conjeturas mejores. El lenguaje de las probabilidades nos
permite hablar cuantitativamente
acerca de alguna situaci6n que puecie ser altamente variable, pero que tenga un comportamiento promeciio consistente.
Consideremos el lanzamiento de una monecla. Si el lanzamiento -y la monedason "honestos", no hay manera de saber que esperar como resultado de un lanzamiento particular. Sin ~bar1m, esperariamos queen un gran nllmero de lanzamientos debiera haber aproximadamente iguaJ nlimero de caras y cruces. Decimos: "La
probabilidad de que un lanzamiento resulte cara es 0,5."
Hablamos de probabilidad s6lo para observaciones que contemplamos que se
realicen en el futuro. Por "probabilidad" de un resu/tado particular de una observaci6n entendemos nuestra estimaci6n de la fracci6n mds probable de un nUmero de
observaciones repetidas que dardn ese resultado particular. Si imaginamos repetir
una observaci6n -ta! como mirar una moneda recientemente Janzada- N veces, y si
llamamos NA nuestra estimaciOn del nU.mero mis probable de nuestras observaciones que dara alglln resultado especificado A. por ejemolo el resultado "caras ",entonces por P(A), la probabilidad de observar A, entendemos
P(A)
~
NA(N.
(6.1)
Nuestra definici6n requiere varios comentarios. En primer lugar, podemos hablar
de probabilidad de alglln suceso s6lo si la ocurrencia es un resultado posible de alguna observaci6n repetible. No esti daro que tenga alglin sentido preguntar: "~Cui!
es la probabilidad de que haya un fantasma en esa casa?"
Ustedes pueden objetar que ninguna situaci6n es exactamente repetible. Esto es
cierto. Cada observaci6n diferente debe al menos ser en diferente tiempo o lugar.
Todo Jo que podemos decir es que las observaciones "repetidas" deberian, para
nuestros fmes, parecer equivalentes. Al menos, supondremos que cada observaci6n
fue hecha en un situaci6n equiva!entemente preparada, y en especial con el mismo
grado de ignorancia al comienzo. (jSi en un juego de naipes miramos disimuladamente las cartas de un oponente, la estimaci6n de nuestra posibilidad de ganar es diferente que si no lo hicieramos !)
Debemos poner 6nfasis que Ny NA en la ecuaci6n (6.1) no pretenden representar
nUmeros basados en observaciones reales. NA es nuestra mejor estimaci6n de lo que
ocurrir{a en N observaciones imaginadas. La probabilidad depende, por lo tanto,
de nuestro conocimiento y de nuestra habilidad para hacer estimaciones. En realidad, jde nuestro sentido comUn! Afortunadamente, hay clerto grado de acuerdo en
el sentido comUn para muchas cosas, de modo que distinta gente hara la misma
estimaci6n. Sin embargo, las probabilidades no necesitan ser nUmeros "absolutos··.
Ya que dependen de nuestra ignorancia, pueden llegar a ser diferentes si nuestro conocimiento cambia.
Pueden ustedes haber notado otro aspecto bastante "subjetivo" de nuestra definici6n de probabilidad. Nos hemos referido a NA como "nuestra estimaci6n del nUmero m.ii.s probable... ., No queremos decir que esperamos observar exactamente NA,
sino que esperamos un nillnero cercano a NA, y que el ntimero NA es mds probable
que cua!quier otro en la vecindad. Si lanzamos una moneda. digamos 30 veces, esperariamos quc no serla muy probable que el nUmero de cams sea exactamente 15, sino
mils bien un nUmero ccrcano a 15, digamos 12, 13, 14,. 15, 16 6 17. Sin embargo,
si tenemos quc clegir. decidiriamos que 15 caras es mas probable que ningUn otro
nUmero. Escribiriamos P(caras) = 0,5.
6-2
iPor que elegimos 15 como mils probable que cualquier otro nUmero'! Debemos
haber razonado con nosotros mismos de la siguiente manera: si el nUmero mils probable de caras es Ne en un nillnero total de lanzamientos N, entonces el nfunero
mci.s probable de cruces Nz es (N-Nc). (iEstamos suponiendo que cada lanzamiento
da o bien cµras o cruces, y no "otro" resultado!) Pero si la moneda es "honesta ",
no hay pref¢i::encia por caras o cruces. Hasta que tengamos alguna raz6n para pensar
que la moneda (o el lanzamiento) es deshonesta, debemos conceder igual probabilidad a caras y c~ces. De man era que ponemos N z= N c Por consiguiente N z= N c=
N/2, o P(C) ~ P/Z) ~ 0,5.
Podemos generalizar nuestro razonamiento a cua/quier situaci6n en que hay m resultados posibles diferentes pero ·•equivalentes" (esto es, igualmente probables) de una
observaci6n. Si una observaci6n da m resultados diferentes, y tenemos razones para
creer que cualquiera de ellos es tan probable como cualquier otro, entonces la probabilidad de un resultado particular A es P(A) = 1 /m.
Si hay siete bolas de diferentes colores en una caja opaca y sacamos una "al azar"
(esto es, sin mirar), la probabilidad de obtener una bola de un color particular es 1 / 1 •
La probabilidad de sacar a degas el diez de corazones de un naipe barajado de 52
cartas es 1 / 51 • La probabilidad de !ograr dos ases con dados es h-
En el capitulo 5 dcscribimos el tamaiio de un nllcleo en tfrminos de su itrea
aparente, o "secci6n eficaz ". Cuando lo hidmos estilbamos hablando rea\mente
acerca de probabilidades. Cuando disparamos una particula de alta energia contra
una delgada !iimina de material, hay derta posibilidad de que pase derecho y cierta
posibi!idad de que de en un nUcleo. (Ya que el nllc\eo es tan pequeii.o que no podemos verlo, no podemos apuntar derecho al nUcleo. Debemos "disparar a degas".)
Si hay n iltomos en nuestra limina y el nllcleo de cada itomo tlene una sccci6n
eficaz de iirea rr, entonccs cl ilrca total "sombreada ., por el nUcleo es na. Para
un gran nUmero N de disparos al azar, esperamos que el nUmero de impactos Nccn
algUn nUcleo sea a N como el itrea sombreada es al ilrea total de la lilmina:
NcfN = nrr/A.
(6.2)
Podemos dedr, por lo tanto, que la probabilidad que cualquier particula proyectil
sufra una colisi6n al pasar a travCs de !a liimina es
Pc=
Arr,
(6.3)
donde n! A es el nUmero de iltomos por unidad de irea en nuestra lilmina.
6-2
Fluctuaciones
gustaria, ahora, usar nuestras ideas acerca de probabilidad para considerar
con
detalle la prcgunta: ··icuantas caras puedo realmente esperar si !anzo N
veces una moneda ?'" Sin embargo, antes de contestar esta pregunta, veamos lo que
pasa en ta\ "experimento". La figura 6-1 muestra los resultados obtenidos en las
primcras tres corridas de ta! experimento en que N -- 30. Las secucncias de ··earns"
dio 11 earns:
Y ··cruccs" se muestran ta! coma se obtuvieron. El
el segundo tambicn dio I I; el tercero 16. En los
vcL obtllvimos 15
6-3
H-- Cara
T =Cruz
H
...........
------
-
• ' " " ~~ "'2T ' " • ••" " • • • •
14
Fig 6-1. Secuenc1as observadas de caras y cruces en Ires Juegos de 30 lanzarn1encada uno
tos
earns. t,Debemos empezar a sospechar de la moneda? ;,O estabamos equivocados al pensar que el nUmero mas probable de earns en ese juego era 15'! Se hicieron
noventa y siete corridas mas para obtener un total de 100 experimentos de 30 lanzamientos cada uno. Los resultados de los experimentos sedan en la Tabla 6-1.*
Al mirar los nUmeros de la Tabla 6- J, vemo1> que la mayoria de Jus resultados
~on "pr6ximos" a 15, y 4ue sc encucntran entre 12 y 18. Podemos tener una mejor
idea de los detalb de cstos resultados. si hacemos un grafieo de la distribuci6n de
los resultado1>. Contamos el nlimero de juegos en que se obtuvo el resultado k, y
gragicamos este nlimero para cada /.... En la figura 6 2 se muestra dieho grafico. El
resultado de !5 caras se ohtuvo en 13 juegos. El resultado de 14 earns tambien se
obtuvo 13 vcces. Los re1>ultados 16 y 17 se ohtuvieron mds de 13 veces. ;,Vamos a
eoncluir que hay una tendenda hacia las earns'? t.No fue sufieientemente buena
nuestra "mejor estimaci6n '"? Debemos concluir ahora que el resu!tado ··mas probable'' de una serie de 30 lanzamicntos es en realidad 16 caras? 1Esperen! En todo~
!os juegos tomados en eonjunto hubo 3.000 lanrnmicntos. Y el nUmero total de caras obtenidas fue l.492. La fracciOn de lanzamientos que dieron caras es 0,497, muy
cercana, pero ligeramentc menor que la mitad. jPor eierto, no podriamos suponer
que la probabilidad de obtener caras sea mayor que 0.5! El hecho que un conjunto
particular de observaciones dio 16 caras mas a menudo es unaflucluaci6n. Alin
esperamos que el nlimero mas probable de caras es 15.
Tabla
6-1
Nii:mero de caras en ensayo~ sucesivos de 30 lanzamientos de una moneda.
~-~----
II
II
16
16
16
14
16
19
17
16
17
12
12
10
14
II
15
17
17
17
15
II
II
13
16
14
I'
15
12
10
22
13
16
14
12
IJ
17
20
18
12
14
15
17
18
14
16
23
17
21)
16
19
14
15
17
19
II
13
12
15
21
II
14
18
16
15
II
16
14
16
21
IJ
15
17
14
16
13
14
15
12
1.1
r.8
12
17
15
16
16
IJ
16
/·"·
• Despues de los tres primeros juegos, el experimento fuc realmente hecho batiendo vio\entamente 30 monedas en una caja y luego contando el niimero de caras que resultaron.
6-4
:~ .: . j-~A-[] 'f1 .~.~ ~;~': ."m,·JI
~::~,;:;~ t--- --~. ·I lr~~---
enquese
'
-Numero probable
11
0
JO
,\
""
XI
~aNUmerodecaras
Fig. 6--2. Resumen de los resultados de 100 1uegos de 30 lanzarn1entos cada uno.
Las barras verticales indican el nUmero de juegos en los cuales se obtuvo un resultado
de K caras. La curva punteada muestra los nUmeros esperados di; 1uegos con el resultado
k obtenidos por un calculo de probabilidad.
Podemos hacer la pregunta: "(,Cuill es la probabilidad que en un juego de 30
lanzamientos resulten 15 caras. 6 16, o cualquier otro nUmero?" Hemos dicho que
en un ensayo de un lanzamiento, la probabilidad de obtener una cara es 0,5 y que
la probabilidad de no obtener cara es 0,5. En un ensayo de dos lanzamientos hay
cuatro resultados posibles: cara-cara, cara-cruz, cruz-cara, cruz-cruz. Ya que
cada una de estas secuencias es igualmente probable, concluimos que (a) la probabilidad para lograr dos caras es i, (b) la probabilidad de obtener una earn es l, (c) la
probabilidad de no obtcncr ninguna es ~- Hay dos modos de obtener una cara, pero
uno s6lo para obtener cero o dos earas.
tercer lanzamiento cs
Consickren ahora un jucgo de tres lanzamientos. En
igualmente probable que resulten earns o cruees. Hay un
m0do de obtener tres
caras: debemos haber obtcnido dos earns en los dos primeros lanzamientos, y cara
en el tercero. Hay, sin embargo. Ires modos de obtem:r dos earns. Podriamos tirar
cruz despuCs de haber tirado dos caras (un modo) o podriamos tirar cara despui!:s
de tirar s6lo una earn en los dos primeros lanLamientos (dos modos). De manera
que para !os resultados 3-caras, 2-caras, !-earn, 0-cara tencmos que e! nUmero de
modo igualmente posible es I, 3. 3, I, con un total posible de oeho sccucncias difcrcntes. Las probabilidades son ~. ~. ~. A
Lo~ razonamientos que hemos estado hacienda pucden rcsumirse en un diagraligura 6 3. Est.ii claro c(Jmo puede continuarse el diagrama para
como cl de
mayor de lanzamientos. La figura 6·4 muestra dicho diagrama
con un
para un juego de seis lanzamientos. El nUmero de '"modos" en cualquier punto del diagrama es justamcnte el nUmero de "caminos" diferentes (secuencias de earns y cruces)
que pueden tomarse desde el punto de partida. La columna vi.-rtical nos da el nUmero
total de cams logradas. Fl conjunto de nUmeros que aparcce en dicho diagrama se
conoce como tritingulo de Pascal. Los nUmeros
6-5
Modru
<:~·.S:
I
Ptim~r
lanzam1ento
Rcs11~Proh.
"'°
I.>
Segundo
('- 1
lanzamienlo la~~~;,.ro
Fig
6-4
Un dtagrama serne1ante
al de la f1gura 6-3. para un 1uego de se1s
lanzarn1entos
Fig. &--3. Un d1agrama para demostrar el nUmero de modos en que se puede
obtener un resultado de 0. 1. 2, 6 3 caras en un 1uego de tres lanzamientos.
se conocen tambi&l como coeficienJes binomiales, porque tambien aparecen en el desarrollo
de (a + bf. Si llamamos n al mi.mere de lanzamientos y k al nllmero de caras lanzadas, entonces Jes nllmeros del diagrama se designan usualmente con el simbolo
Podemos notar de paso que los coeficientes binomiales pueden tambii:n calcularse de
(r).
( k")
=
n'
k!(n - k)! '
(6.4)
donde n!, llamado "factorial n'', representa el producto (n) (n-1) (n-2)... (3) (2) (l).
Ahora estamos listos para calcular la prohabilidad P(k.n) de obtener k caras
en n lanzamientos, usando nuestra definiciOn (Ee. 6-1). El mi.mero total de secuencias
posibles es 2" (ya que hay dos resultados para cada lanzamiento), y el nllmero de
maneras de obtener k caras es ( ~ ) , todas igualmente probables, de mode que te-
P(k,n)
~ ~-
(6.5)
Ya que P(k,n) es la fracciim de juegos que esperamos que den k caras, entonccs
esperariamos encontrar en 100 juegos k caras 100 · P(k,n) veces. La curva punteada
de la figura 6-2 pasa por los puntos calculados con IOO·P(k,30). Vemos que esperamos obtener un resultado de 15 caras en 14 6 15 juegos, mientras que este resultado
fue observado en 13 juegos. Esperamos un resultado de 16 en 13 0 14 juegos, pero
obtuvimos dicho resultado en 16 juegos. Tales fluctuaciones son "parte deljuego"
El metodo que acabamos de usar puede aplicarse a la situaci6n mils general en
que sO\o hay dos posibles resultados de una simple observaci6n. Designemos los dos
resultados per G (por ··gana"') y P (por "'pierde,.). En el case genera!, la probabihdad de G o de P en un evento simple, no necesita ser igual. Sea p la probabi!idad
de obtener el resultado G. Entonces q, la probabi!ldad para P, e~ necesariamente
6·6
(l-p). En un conjunto de n ensayos, la probabilidad P(k,n) que G se obtenga k veces
(6.6)
Esta funci6n de probabilidad se llama probabilidad de Bernouilli, o tambien binomial.
6-3
La caminata al azar
Hay otro interesante problema en que se requiere la idea de probabilidad. Es el
problema de la "caminata al azar". En su versiOn mils simple, imaginam.os un "juego ,. en que un "jugador" parte de! pun to x = 0, y en cada "movimiento" se requiere que de un paso, ya sea hacia adelante (hacia + x) o hacia atrii.s (hacia - x).
La elecciOn debe hacerse al azar, determinada, por ejemplo, por ei \anzamiento de
una moneda. l,C6mo describiremos el movimiento resultante? En su forma general
el problema estil. relacionado con el movimiento de los litomos (u otras particulas)
en un gas -llamado movimiento Browniano- y tambifo a la combinaci6n de errores
en ias medidas. Ustedes verim que el problema de la caminata al azar estit estrechamente relacionado con el problema de! lanzamiento de una moneda que ya hemos
discutido.
En primer lugar, veamos unos pocos ejemplos de una caminata al azar. Podemos caracterizar el progreso del caminante por la distancia neta DN recorrida en N
pasos. En el grifico de la figura 6-5 mostramos tres ejemplos de la trayectoria de un
caminante al azar. (Hemos usado para la secuencia al azar de las elecciones los
resultados de los lanzamientos de monedas que se muestran en la figura 6-1.)
lQue podemos decir de tal movimiento? En primer lugar podemos preguntar:
"lHasta d6nde iri en promedio?" Debemos esperar que su progreso promedio serii.
cero,
DIN)
Distancia
desdela
paruda
'v'
'v'
Pasos dados
Fig. 6--5
El progreso real1zado en una caminata al arnr La coordenada horizontal
N es el nUniero total de
dados la coordenada vertical D(NJ e& la d1stancla neta
1n1c1al
despla2ada desde la
ya que es igualmente probable ir hacia ade!ante o hacia atr3s. Pero tenemos la
impresi6n de t[ue al crccer N, es mas probable que se haya apartado del punto de
partida. Por !o tanto, podemos preguntar cuii.I es la distancia media viajada en valor
absoluto, es decir, cuii.I es el promedio del DI. Sm embargo, es mas comeniente tratar
con otra medida del "progreso'', el cuadrado de la distancia: D2 es positivo, ya sea
para el movimiento positivo o negativo. y por lo tanto es una razonable medida de
dicho vagabundeo al azar.
Podemos demostrar que el valor e1>perado para D,? ..:~ justamente N, el nUmero
de pasos dados. Por "valor csperado,. queremos indicar el valor probable (nuestra me·
jor estimaci6n), que podemos imaginar como el comportamiento promedio esperado
de muchas secuencias repetidas. Representamos ese valor esperado por ( D"j. l ,
y podemos referirnos a et co mo la "media del cuadrado de la distancia ". Despues
de un paso, D 2 es siempre + 1, de manera que tenemos por cierto (D~) = I.
(Todas las distancias estar<in medidas en tfrminos de la unidad de un paso. No con
tinuaremos escribiendo !as unidades de distancia.)
El valor esperado de DN para N > I puede obtenerse a partir de D/'1-I· Si des
pues de (N--l) pasos, tenemos DN-l· entonces despues de N pasos tenemos D" =DN-l + I 6 DN = DN.J - I. Para los cuadrados,
DL,
D'J.
=
+
{
2DN-•
+ I,
(6.7)
or
D.~-1 - 2DN-I
+
l.
En cierto nUmero de secuencias independientes, esperamos obtener cada valor la
mitad de las veces, asi nuestra expectaci6n promedio es justamente el promedio de
los dos valores posibles. El valor esperado para DN es entonces DJ,_1 + I. En general podriamos esperar para Dfr. 1 su "valor esperado" (Dl.-1) (jpor definici6n!). Asi
(6.8)
Ya hemos demostrado que ( Df)
=
D't
1; se concluye entonces que
=.'
N,
(6.9)
jun resultado particularmente simple~
Si deseamos un nllmero tal como una distancia, en lugar de una distancta al cuadrado, para representar el "progreso hecho mils alla de! origen" en cl movtmiento
casual, po<lemos usar la "d1stancla media cuadni.tica., Dmc:
(6.10)
Hemos indicado que Ia matem.ittica de Ia caminata al azar es muy similar a la
de! jue¥~ dcl lanzamiento de !a mo~C<la que consideramos al comienzo de este capitulo .. ~1, 1maginamos que !a direccion de cada paso estii. en corre~pondencia con la
apancion de
o
en un lanzamiento de mone<Ja, entonces D es justamcnte
N.c - Nz, la
cl nUmer? de caras y cruces. Ya que Ne + Nz - N, el
numero total de pa~o.s
de lanz~miento.s), tenemos D = 2Nc
N. Hemos derivado antes una expresion para la d1stribuc16n esperada de Ne (llamada tambiCn k) y
obtemdo el resultado de la ecuaci6n (6.5). Ya que
N es justamente una Constante, tenemos la distribuci('Jn correspondiente para D.
(Ya que por cada cara por sabre N/2 hay una cruz .. ausente"', tenemos cl factor
2 entre Ne y D.) Los graficos de la figura 6~2 representan la distribuci6n de las
distancias que podcmos obtener en 30 pasos al azar (donde k-= l 5 debe lccrse
D-'-- O; k.
16, D ,_-, 2; etc.)
La variaci6n de Ne de su valor esperado N/2 es
Ne-!{=~·
(6.11)
La desviaci6n media cuadriltica es
(6.12)
De acuerdo con nuestro resultado para Dmc, esperamos que la distancia "tipica"
en 30 pasos deberia ser /3lf= 5,5 , o para un k tipico seria alrededor de 5,5/2 = 2,8
unidades a partir de 15. Vemos que el "ancho" de la curva en la figura 6-2, medido
desde el centro, es justamente de a!rededor de 3 unidades, en concordancia con este
resultado.
Estamos ahora en situaci6n de considerar una pregunta que hemos evitado hasta
ahora. (,COmo podremos decir si una moneda es "honesta" o estil .. cargada"? Al
menos, podemos dar ahora una respuesta parcial. Para una moneda honesta, esperamos que la fracci6n de veces que aparecen caras sea 0,5, esto es
0,5.
(6.13)
Tambiin esperamos que un N,. real se desvie de N/2 en aproximadamente V/V/2,
o quc lafracciOn se desvie en
l
../fl
NT~
l
2.JR.
Cuanto mas grandees N, tanlo mils cerca esperamos que este la fracci6n Ne! Na un
medio.
En la figura 6-6 hemos pucsto la fracci6n Ne! N para los !anzamientos de moncda sei'ialados a! comienzo de cstc capitu\o. Vcmos la tendencia para la fracci6n de
earns de aproximarse a 0,5 para N grande. Desafortunadamente, para cualquier corrida, o combinaci6n de corridas, no hay garantia que la desviaci6n observada estC
siquiera cerca de la desviaci6n esperada.
Crnccw;lzc:
decar<i~.,.,~1-------==-~~,-.
~
0
I
l
_....J....__[___~
4
I
01
3>
14
ltO
~
~·
10f4
r"""'OOff
Existe siempre la posibilidad finita que una gran fluetuaeiOn -una larga ristra de
earas o de eruees- dC una desviaeiOn arbitrariamente grande. Todo lo que podemos
decir es que si la desviaciOn es eercana al valor esperado I /2 JN (digamos dentro
de un factor 2 0 3 ), no tenemos razOn para sospeehar de la honestidad de la moneda. Si es mueho mayor, podriamos sospechar, pero no probar que la moneda estil
eargada (jO que el que la lanza sea listo!).
Tampoeo hemos considerado cOmo tratar el caso de una "moneda" o de algUn
otro objeto de "suerte" similar (por ejemplo, una piedra que 5iempre cae en una de
dos posiciones) ta] que tengamos una buena ra10n para ereer que tenga una probabilidad diferente para earas o cruces. Hcmos dcfinido P{C) - (Ne) IN. i,COmo
sabremos quC esperar para Ne? En algunos casos, lo mcjor que podemos haeer es
observar el nUmero de earns obtenidas en un gran nllmero de lanzamientos. A falta
de algo mejor, debemos poner (Ne) = Ne (observa<lo). (i,COmo podriamos esperar algo mils?) Debemos comprender, sin embargo, que en tal easo un experimento
diferente, o un observador diferente, podria concluir que P(C) era difcrente. Sin embargo, deberiamos esperar que las diferentes respuestas coneuerdan con la desviaei(m
I /2 VN-si P(C) es cercano a un medial. Un fisico expcnmental d!ee eorrientemente
que una probabilidad '"experimentalmente determinada tiene un "error ', y e;.cribe
(6.14)
Hay una implicaci6n en esta cxpresi6n que dice quc exi~te una probabihdad "vcrda
dera ., o "correcta" que podria calcularse si supieramos bastante, y que la
ciOn puede tener '"error" debido a una lluetuaei6n. Sm
no hay
de
Es
reconoeer
hacer tal ra1onam1ento ll'ig1camente
ha~ado
quc cl conccpto de prohahilidad es en un
en un conoc1rn1ento inc1erto, y
a medida que obtenemos ma~
6·4
Una distribuciOn de probabilidad
Volvamos ahora a la caminata al arnr y considercmo~ una modificaci6n de dla.
Supongamos que, adcm:b de una e!eccilm al azar de la direeemn l + o - ) de cada
paso. la /ongitud de eada paso tamb1en varia de un modo 1mpredecible. ~icndo la umca
eondiei6n que en promedio la longitud del paso sea una unidad. Este caso es mils reprcscntativo de algo como el mov1m1ento tcrm1co de una mo!Ccula en un gas. Si
llamamos S a la longitud de 1.rn paso, entonces S puede tener cualquier ""alor, pero
lo m3.s a menudo estara "cercano" a ! . Para ser especificos, hagamos ( S 1 ) - I ci,
igualmcnte, S 11"
1.
derivaci{m para ( D 2 ) proseguiria como antes cxccpto
ahora cambiar~e y se leeril
que la ecuaciOn
Tenemos, coma antes, que
(D.~,)
=
N.
(6.16)
6 10
;, QuC esperariamos ahora
cjcmplo. la prohahilidad para
La probabilidad que D sea
bilidad alguna que la suma
sea exactamente igual a la suma
gritfico coma d de la figura 6-2.
Sin embargo, podcmos ohtener una representaci6n similar a !a de la figura 6-2
si preguntamos, no por la probabilidad de ohtener D exactamenre igual a 0, l 6 2,
sino en cambio cuitl es la probabilidad de
D rercano a 0, I c'i 2. Definamos
P (x,.1.x) como la probahilidad de que D
en el intervalo jx ubicado en x (di
gamos de x a x 1 c.'lx). Espcramos
.\x pequeiiu la probabilidad de quc
D caiga en dicho intervalo sea
a -1x, cl ancho del intervalo. Asi podemos cscribir
P(x, Lu)
F11-1
de
6---7
~
p(x)
~x.
(6.17)
La dens1dad de probaU1l1Lfad para alcar12ar la d1sl<mc1a 0 desrle el
eri una cam1nata al azar de N pasos fO se nucle en u111dades del valor
de la long1tur.J dc1 pciso )
6-11
pequetios incrementos .1x y evaluando la suma de los terminos p(x) La para cada
incremento. La probabilidad que D caiga en alguna parte entre x 1 y x 1 • que podemos
escribir P(x 1 < D < x 2), es igual al area sombreada en la figura 6-8. Mientras mas
pequeflo tomemos cl incrcmento .1.x mils correcto es nuestro resultado. Por lo tamo.
podemos escribir,
P(x 1 < D < x~)
=
L
p(t).1x ~ {
2
p(x)d~.
(6.18)
El area bajo la curva completa es la probabilidad que D caiga en alguna parte
(esto es, que tenga algUn valor entre x =-w y x = + oo). Esa probabilidad es
ciertamente I. Debemos tener que
L:"'
p(x)dx
=
I.
Ya que las curvas de la figura 6- 7 se hacen mas anchas en proporcl6n a
turas deben ser proporcionalcs a J /v'N para mantener el area total
La funci6n demidad de probahilidad que hemo5 de~crito es
encuentran mas comunmente. Se conoce coma !a dens1dad de
o gausswna. l"iene la forma matemiitica
(6.19)
sus alque se
normal
donde 1J se llar11a la desnaciOn rwnnal }" en nuestro caso esta dada por (F
la raiz de la magnitud del paso medio cuadratico es diferente de I por rF =
lndicamos antes quc el movimiento de una molecula, o de cualquier particula.
en un gas es como una cammata al azar. Supongamos que abrimos una botclla de un
compuesto orgilnico y dejamos que a!go de ~u vapor escape al aire. St hay corrientes
las cornente5 lle\aran tambien con
de aire, de mancra 4ue el aire
qwl'lo, el vapor gradualmcntc ~e essigo el vapor. Pero aun en oirc
parcirit -difund1ra ha~ta quc
penetrado entcramente en !a ~ala. Podemos detectarlo por su color o. por
Las mokculas individuales del vapor orgarnco
a los IDO\imientos molcculares causados
se esparcen en el aire quieto
lisiones con otras mokculas. S1 conocemos el tamaiio del ··paso" medio y el
de pasos que dan por segundo. podemos encontrar la probabi!idad que una. o
de
mokcu!as. sean cncontradas a cierta d1stancia de su punto de part1da
cualquier intervalo de t1empo. A medida que pasa el tiempo, mas pasos se
y el
6-12
gas se esparce como en ·las curvas succsivas de la figura 6-7. En un capitulo pos1erior, encontraremos que cl tamaiio de !os pasos y sus frecuencias estim relacionados con la temperatura y presi6n dcl gas.
Dijimos antes que la. preskm de un gas se debe ~ que las moleculas rebota~ C?!1"
tra las paredes de! recipiente. Cuando lleguemos mas tarde a hacer una descnpcton
mils cuantitativa, descarcmos saber la rapidez con que sc mueven las mo!eculas
cuando rebotan. ya que el impacto quc hacen depcnderit de esa velocidad. Sin embargo, no podemos hablar de la velocidad de las molCcu!as. Es necesario usar una
descripci6.n probabilistic_a. L'na molecula puede tener ~u.alquier velocida?, pero algunas veloc1dades son mas probables quc otras. Dcscnbimos lo que esta ocurriendo
diciendo que la probabilidad de que cualquier mo!Ccula particular tenga una veloddad entre p y v + ill' es p(v) JP, donde p(v), una densidad de probabilidad, es una
funci6n dada de la ve!ocidad I'. Veremos miis tarde c6mo Maxwell, usando sentido
comUn y las ideas de probabilidad. pudo encontrar una expresi6n matem.itica para
p(y). La forma'" de la funci6n pi,.r) se mucstra en la figura 6-9. Las velocidades pueden tcner cualquier
pero lo mils posib!e es que esten cerca del valor mils probable o esperado (
Fig. 6--9.
La d1str1buc16n de velocidades
de las mol8culas en un gas
A menudo interpretamo~ la curva de la figura 6-9 de un modo algo diferente.
Si consideramos las molCculas en un recipiente tipico (digamos con un vo!umen de
un litro). entonces hay un nUmero muy grande de moleculas prescntes (N ""' 10~~).
Ya que p(i').1r es la probabilidad de que una mo!Ccula tenga su .vebcidad en .~L',
con nuestra definicion de probabilidad quercmos dccir que el nl1mero esperado
( . . '. .V) que se encuentra con una veloc1dad en el intervalo .J r esta dado por
(6.21)
Llamamos a i\"p(i) "distribuci6n de velocidad". El itrea bajo la curva entre dos
velocidades v1 y v2, par ejemplo el area sombreada en la figura 6-9, representa [para
la curva .Np(1')) el nU.mero esperado de molCculas con velocidades entre 1' 1 y 1'~·
Ya que con un gas estamos tratando corrientemente con un gran nUmero de mo!eculas. esperamos que las desviaciones de Jos nUmeros esperados sean pequeiias (coma
l/yfNJ. asi, a menudo, omitimos decir el nUmero "esperado ... y decimos, en cambio:
"El nU.mero de
* La expresi6n de Maxwell es p(v) = Ci,le-.:"·'. en que a es una constante relacionada con
la temperatura y C se elige de modo que la probabilidad total sea uno.
6-13
moleculas con
debemos
babies.
6-5
es el itrea bajo la curva .. Sm embargo,
son ~iemprc acerca de nUmcro~ pru
El principio de indeterminacii:m
Las ideas de probabilidad son cicrtamentc utiles para dcscnb1r cl comportamien
to de alga asi coma 10 22 molecu!as en una muestra de gas, porque cs claramente
impracticable siquiera !ratar de cscnbir la posici6n y vc!ocidad para cada mo!ccula.
Cuando la probab1iidad ~e aphco por rmmcra ~eL a talcs problerna\ <.c con~1dcrli
que era una com:eniencia -una manera de tratar situaciones muy compleja5-. Ahora
creemos que las ideas de probabilidad son esenciales para la dcscripci6n del acontc
cer at6mico. De acuerdo con la mecitnica cuimtica, la teoria matemittica de las particulas, hay siempre cierta indeterminacion en la especi)icaciOn de pos1cione~ y velo
cidades. A lo miis podemos decir ljUC hay cierta probabilidad de que cualquier par
ticula tenga una posicion cercana a cierta coordenada x.
I'·"'
,, I
'"'
~I~!____,__~.\~:~ -.Fig. 6--10
para
la
Dens1dades de probab1lidad
observac16n de la pos1c1on y velo-
c1dad
de
una particula
Podemos dar una densidad de probabilidad pi{x), tal que pi{x)<lx sea la probabilidad de que la particulaseencuentrecntrcxy x + .1x. Si la particu!aestit razonablemen
te bien loca!ilada,d1gamos cerca de x,, la funciOn p,(x) puedeestardada porel gritficode
la figura 6- IO (a). En forma similar debemo~ especificar la velocidad de la particula
mediante una densidad de probabilidad pi(v) con p 2(v)<l 11 la probab1lidad que se
encuentre la velocidad entre v y v + j v.
Es uno de los resultados fundamentales de la mecimica cuimtica que las dos fun·
ciones p 1(x) y PiM no pueden elegirse independientemente y que, en particular, ambas no pueden hacerse arbitrariamente estrechas. Si llamamos l.1xl el "ancho" tipi·
co de la curva p/x), y IDv; al de !a curva Pi(v) (como se indica en la figura), la
naturaleza requiere que el producto de ambos anchos sea al menos del tamaiio de! nUmero him, donde m es la masa de la particula y h es una constante fisica fundamental Hamada consfante de Planck.
6 14
Podemos escribir esta relaci6n bilsica como
[llx] · [~v] 2: h/m.
(6.22)
Esta ecuaci6n es un enunciado de! principio de indeterminad6n de Heisenberg que
hemos mcncionado anteriormente.
Ya. que el segundo miembro de la ecuaci6n (6.22) es un~ constante, esta ecuaciOn dice que si tratamos de "inmovilizar" una particula forzandola a estar en cierto
lugar, ella acaba por ten er una gran veloddad. 0 si tratamos de forzarla a moverse
muy lentamente o a una velocidad precisa, se "esparce·· de modo quc no sabemos
muy bien justamente d6nde estil. jLas particulas se comportan de un modo divertido!
El principio de indeterminaci6n describe una borrosidad inherente que debe existir en cualquier intento para describir la natura!eza. Nuestra descripci6n mils precisa de la naturaleza debe scr en ti!:rminos de probabilidades. Hay algunas personas
a las que no les gusta esta mancra de describir la naturaleza. Crecn que si pudieran
decir lo que realmente sucede con
particula. podrian conocer su velocidad y
posici6n simultilncamcnte. En los
dias de! desarrollo de la mecilnica cuilntica, Einstein cstuvo muy
con cste problema. Solia sacudir la cabeza
no echa los dados para determinar c6mo deberian
y dccir: '·jPero, seguro que
mmer~e los electrones~ ··Se preocup6 de ese problema largo tiempo y probablemente
nunca se resign6 realmcnte al hecho quc e~ta es la mejor descripciOn de la naturaleza que uno puede dar. Existen todavia uno o dos fisicos que trabajan en el problema, que ticncn una convicciOn intuitiva de que es posible describir cl mundo en una
forma diferente y que toda
indeterminaci6n acerca de c6mo son las cosas puede
ser eliminada. Ninguno ha
i:xito aU.n.
La necesaria indeterminaci6n en nuestra especificaci6n de la posid6n de una
particula cobra la mayor importancia cuando deseamos describir !a estructura de
los .iitomos. En el <itomo de hidrOgeno, que tiene un nlicleo de un prot6n con un
cicctrOn fucra del nUdeo, jla indeterminaci6n en !a posici6n del electr6n es tan grandc como el t'ttomo mismo~ Por lo tanto, no podemos hablar propiamente de! electr6n
moviCndose en alguna ··Orbita" alrededor del protOn. Lo mils que podemos decir es
quc hay cierta posibilidad f)(.r)!:J V de observar el e!ectr6n en un elemento de volumen JV a la distancia r dcl protOn. La densidad de probabilidad p(r) esta dada
por la medtnica cuii.ntica. Para un iltomo de hidr6geno no perturbado f)(.r) = Ae-r'lu',
que es una funci6n con forma de campana
Fig. 6-11
Una manera de v1sLial1zar un
8tomo de hidr6geno. La dens1dad lblancural
de la nube representa la densidad de probabilidad de observar el electr6n
6-15
coma la de la figura 6-8. El nUmcro a cs el radio "ti pico", donde la funciOn decrece
ripidamente. Ya que hay una pequeiia probabilidad de encontrar el elcctr6n a distancias mayores que a a partir de! nUclco, podemos pensar que a es "el radio del
iltomo ", alrededor de 10 10 metros.
Podemos formarnos una imagen del itomo de hidrhgeno, imaginando una
"nubc" cuya dcnsidad cs proporcional a la densidad de probabilidad de observar el
electr6n. Una muestra de una nube ta! se indica en la figura 6-11. De modo que
nuestro mejor "retrato" de un itomo de hidr6geno cs un nUclco rodcado de una
"nube electr6nica" (aunque realmente queremos indicar una '·nubc de probabili
dad"). E! electrOn esti alli en alguna parte, pero la naturaleza s6lo nos permite
conocer la probabilidad de encontrarlo en algtin lugar particular
En sus esfuerzos por aprender lo m3s posible accrca de la naturaleza, la fisica
moderna ha encontrado que ciertas cosas no pueden nunca ser "conocidas" con cer
teza. Muchos de nuestro~ conocimientos deben permaneccr siempre inciertos. Lo
mris que podemos saber esta en U:rminos de probabilidades.
6-16
7
La teoria de la gruvitaciOn
7- I
Movimientos planetarios
7. 5
GravitaciOn universal
n
Leyes de Kepler
H
El Cl:pcrimento de Cavendish
77
iOuf es la gravedad?
7-8
Gravedad y relatividad
,.,
Desarrollo de la dinilmica
H
L<y d<
7-1
'"
gravitaciOn de Newton
Movimientos planetarios
En este capitulo discutiremos una de !as mas amplias generalizaciones de la mente
humana. Mientras admiramos la mente humana deberiamos tomar algUn tiempo para
venerar una natura/eza que pudo lograr en una forma tan acabada, y con ta! gene
ralidad, un principio tan elegantemente simple coma la ley de la gravitaciOn. (.Que es
esta ley de la gravitaciOn? Consiste en que todo objcto en el univcrso atrae a todo
otro objeto con una fuerza que para dos cuerpos cualesquiera es proporcional a la
masa de cada uno y varia inversamente con el cuadrado de la distancia entre ellos.
Este enunciado puede expresarse matematicamente por la ccuaciim
=
G
Si a esto agregamos el hecho que un objeto responde a una fuerza acclcrando en la
din:cciOn de la fuerza en una cantidad que e~ invcroamcnte
la rm.
del objeto, habremos dicho todo lo necesario para que un
talentoso pueda deducir entonces todas
consccucncias de estos dos principius. Sin
embargo, pucsto que no se supone
que ustedes sean suficientemente talentosos, discutiremos las consecuencias con mas dctallc y no los dejaremos mcramcntc
con estos dos principios escuetos. Rclataremos brcvcmcnte !a historia de! descubri
miento de la Jey de la gravitaci6n y discutiremos algunas de sus consccuencias, sus
refinamientos de
cfcctos sabre la historia. los mistcrios que tal ley
la ley hechos por Einstein; discutiremos tambiCn
la lcy con otras
leyes de Ia fisica. Todo esto no puedc hacersc en un
trataran a su debido tiempo en los capitulo~ siguientes
El cucnto comicnza con los antiguos obscrvando cl movimiento de !os planeta5
entre !as estrellas y dcducicndo finalmente que ellos ,;,:; ....,nvian alrededor del soL u;1
hecho que mas tarde fue redcscubierto
7-1
por Coptrnico. TomO un poco mils de trabajo descubrir exactamente c6mo los planetas se movian alrededor del sol y cxactamente con quC movimiento. En los comienzos
del siglo xv hubo grandes debates 5obresi dlos realmcntcsemovian alrededordel solo no.
Tycho Brahe tuvo una idea que fue diferente de cualquiera de las propuestas porlosanti·
guos: su idea fue que estos debates acercade !a naturaleza de los movimientos de los planetas se resolverian meJOr si las realcs posiciones de los planetas en el cielo se midieran
con suficientc precis16n. Si las medidas mostraran c6mo se mueven exactamcnte
los planetas. entonce~ ta! vez scria po~ihlc establecer uno u otro punto de vista. Esta
fue una idea tremenda --que para descubm algo es mejor rcaliLar aJgunos experimentos cuidadosos que continuar con profundos argumentos filosOficos-. Prosiguiendo
con csta idea, Tycho Brahe estudi6 las posiciones de los planetas durante muchos
aiios en su observatorio de la isla de Hven, cerca de Copcnhague. Confecc1on6
voluminosas tablas, que fucron estudiadas por el matem~t1co Kepler, despuCs de la
muertc de Tycho, Kepler descubnO a partir de Ios datos algunas leycs muy bdlas y
notables, pero ~imples, sobrc el movim1ento planetario.
7-2
Leyes de Kepler
En primer lugar, Kepler encontrO que cada
se mueve alrededor de! ~ol en
una curva l!amada e/ipse, con el sol en un foco
la elipse. Una elipse no es precimuy especifica y precisa que puede obtenerse usan
samcnte un ovalo, sino una
do dos tachuelas, una en
un lazo de cuerda y un lilpi7: mas matemilt1calo~ puntos cuya suma de las distancias a dos
mente cs cl lugar
es constantc. 0, s1 lo prefiercn, es un circulo achatado
puntos fijos (los
(Fig. 7-1).
Frg 7 1
Una
elipse
Fig 7-2
Ley de leis areas de Keple•
La segunda observac16n de Kepler fue que los planetas
mueven alrededor
cuando estan mils
del so! con velocidad uniforme, sino que sc mueven mils
cerca dd so! y mas lentamente cuando estiln lejos del sol, prccisamcnte de esta manera: supor.gamos que se observa un planeta en dos tiempos sucesivos cualcsqmera,
J1gamos separados una semana, y que el radio vector• se dibuja hacia el planeta para
cada posicion observada. El arco orbital recorrido por el plancta durante una semana
y los dos radio~ \ectores hmitan cicrta area plana. el iirea sombreada que se muestra
en la figura 7-J. Si sc haccn dos obscrvacioncs s1m1lares
L'n radio vector es una linea d1bujada desdc el
<;O!
a cualquier punto de la ''rb1ta de
pl;ineta.
7-2
con una semana de scparaciOn, en una parte de la l1rbita
el plancta se mueve mils lentamentc), cl 3.rea limitada en
mente la misma que en el primer caso. Asi. de acuerdo con
cidad orbital de cada plancta es ta[ que el radio "barre" :ireas
iguales.
Finalmente, Kepler dcscubriO mucho mils tarde una tercera ley; esta ley es de una
categoria difcrente de las otras dos. ya que trata no st'Jlo con un planeta. sino que re
laciona
Esta ley dice quc cuando se comparan el periodo orbital
y el
planetas cualesquiera. los periodo~ son proporcionales
a la. potencia
tamai'ios orhita!es. En csta afirmacilm cl periodo es el intervalo de tiempo que le
a un planeta completar su t'Jrbita y el tamai'io se mide por
la longitud Jel diitmetro mayor de la t'Jrbita eliptica, conocido tCcnicamentc como el
ejc mayor. Mils sencillamente, si los planetas sc movicran en circu!os, coma aproxirnadamcntc lo
tiempo requerido para moverse alrededor del circulo seria propor
cional a la
3/2 de! di3.metro {o cl radio). Por lo tanto. las tres lcycs de
Kepler son:
de dos planetas cualcsquiera son
scmiejes mayore~ de sus respectivas
Ill
7.3
Desarrollo de la dinamica
Newton modifict'J esta idea, diciendo 4uc cl Unico modo de eambiar el movimiento
de un cuerpo es usar unafuerza. Si un cuerpo aumenta su vclocidad, una fuerza ha
sido ap!icada en la direccidn de! morimiento. Por otra parte, si su movimiento sc
cambia a una nueva direcciOn, una fuerza ha sido aplicada lateralmente. Asi Newton
agrcgO la idea quc se necesita una fuerza para cambiar la vclocidad o fa direc<iOn del
movimiento de un l:Uerpo. Por ejemplo. si una piedra est<i amarrada a una cuerda y
est.ii. girando en un circulo, se necesita una fuerza para mantenerla en el circulo. Tenemos quc tirar de la cuerda. De hecho, la ley es que la acelcracit'Jn producida por la
fuerza es inversamente proporcional a la masa o que la fuerz.a es proporciona! a la
masa por la acclaraciOn. Mientras mils masiva es una cosa, mayor es !a fuerza necc
saria para producir una acelerackm dada. (Las
7-3
masas pueden medirse colocando otras piedras al extrema de la misma cuerda y hac1endolas girar en el mismo clrculo y a la mi~ma vcloddad. De este modo se encuentra que se reqmere una fuerza mayor o menor, requiriendo mii.s fuerrn los objetos mas
masivos.)
La brillante idea que resulta de estas consideraciones es que no sc neceista fuerza
tangencial para mantener un planeta en su 6rbita, (los itngeles no tienen que volar
tangencialmente), porque el planeta seguiria en esa direcci6n de todos modos. Si no
hubicra ,na~a que l~ perturbara, el planeta sc. irla en linea ~ecta. Pero el movimiento
real se desv1a de la lmca en que se habria mov1do el cuerpo SI no hubiera fuerLa. ~iendo
la desviaciOn csencialmente en dngulos rectos al movimiento, no en la direcciOn del
movimiento. En otras palabras, debido al principio de inercia, la fuerza necesaria para
controlar
mov1miento de un planeta alrededor del sol no es la fuerza alrededor del
sol sino
el sol. (jSi hay una fuerza haem el so!. este podria ~er el angel, por
supuesto!)
7·4
Ley de la gravitaciOn de Newton
su me,1or comprcnsion de la teoria de! movimicnto, Newton estimO
el a5icnto o cl organismo de las fuerzas quc gobiernan el moviNewton probO para si m1smu (tal ve1 nosotros seamos pronto
el hecho m1smo que areas
scan barrida~ en t1empos
prcci~a de la proposicic'm de
todas las dc~viaciones son
JUStamentc radia/c.\ que la ley de ]as areas
direCta de la idea
que todas las f'ucuw, c;.tan exactamcntc dirigidas
analirnr la tercera ley de Kepler es pos1ble demostrar que mien
planeta. m.i!s dCbiles son las fueuas. Si se comparan dos planetas
del ~oL cl analisis muestra
la;. fuerrn~ son inver~amente
prnl'""""""'" a cuadrado~ de sus respcctivas
Con la combmacion de
Newton concluyo que debe haber una f'uerza.
al cuadrado de la
una lmea entrc los dos ohjc!o~.
S1endo un hombre de
;.c muc\e en Ull
no huh1era hab1do fuernl
de la luna (que es aproxm1adamen1c
cuanto tarda en ir alredcdor de la llerra (aproximadamente
la luna ~obre ~u (1rbita
~1
7-4
en un segundo y podemos calcular entonces cuilnto cae en un segundo*. Esta distancia resulta ser aproximadamente l ,3 mm. en un segundo. Esto se ajusta
muy bien con la ley de la inversa de! cuadrado, porque el radio de la tierra es
6.400 ki!Ometros, y si algo que esta a 6.400 kilOmetros de\ centro de la tierra cae
cinco metros en un segundo, algo a 384.000 ki!Ometros, o 60 veces mas lejos, caeria
I /3600 de cinco metros, lo que tambiCn es aproximadamente 1,3 mm. Deseando poner a prueba esta teoria de la gravitaciOn mediante c8.lculos sirnilares, Newton hizo
sus calculos muy cuidadosamente y encontrO una discrepancia tan grande que consider6 la teoria en contradicci6n con los hechos y no public6 sus resultados. Seis aiios
despues las nuevas medidas de! tamaiio de la tierra mostraron que los astr'.'momos
habian estado usando una distancia a la luna incorrecta. Cuando Newton oyo acerca
de esto, hizo sus cil!culos de nuevo, con las cifras corrcctas y obtuvo una hermosa
concordancia.
Fig. 7-3
dependencia
horizontales
Aparato para demostrar la inde mov1mientos vert1cales y
Esta idea de que la luna "cae" es algo confusa, porque, coma ven, no se acerca
en absoluto. La idea es lo suficiemcmente interesante para merecer mas explica
ciOn: la luna cae en el scntido quc cae desde la !inea que habria seguido si no
hubiera fuerzas. Consideremos un ejemplo en la Sltperficie de la tierra. Vn objeto
que se suelta cerca de la superficie de la tierra caera cinco metros en cl primer segundo. Un objeto lanzado horiwntalmente tambiCn caer<i cinco metros; aun cuando se
este moviendo borizontalmentc todavia caer<i Ios cinco metros en el mismo tiempo.
La figura 7-3 ilustra un aparato que demuestra esto. En la pista horizontal hay una
bola quc seril impelida hacia adelante en una pe4uciia distancia. A la misma altura
bay una bola quc va a caer verticalmente y bay un interruptor c!Cctrico arreglado de
modo que en el momenta que la primera bola deja la pista, se sue!ta la segunda bola.
Que ellas IJegan a la misma profundidad en el mismo tiempo est<i atestiguado por el
hecho de que chocan en medio de\ aire. Un objeto coma una bala. lanzado horizontalmente.
moverse un camino largo en un segundo -tal vez 700 metros- pero
siempre
cinco metros si es apuntado horizotltalmente. ;, QuC ocurre si lanzamos
una bala
y mils r<ipido? No olviden que la superficie de la tierra es curva. Si la
disparamos
suficientcmente rilp1do, entonces cuando caiga cinco metros puede estar a la misma altura sabre la tierra que Io que estuvo antes. ~C6mo puede ser esto?
Siempre cae. pcro la tierrn se cncurva. a5i que cae "alrededor" de la ticrra. El pro
blema cs: ;,quc distancia tiene que moverse en un ~egundo para que la tierra estC cinco
metros bajo el horizonte? En la figura 7-4 vemos la tierra con su radio de 6.400 kiJ6metros
• Es deeir, en cuitnto cae el circulo de la Orbita lunar por debajo de la linea rccta tangente a
Csta en el punto en que estaba la luna un segundo antes
7-5
y !a traycctoria tangcncial rcctilinea que la bala tomaria si no hubiera fucrzas.
Ahora, si usamos uno de csos maravillosos teoremas de la geomctria, que dice que
nuestra tangente es la media geomCtrica de las dos partes de! diitmetro cortado por
una cuerda igual, vcrnos quc la distancia horizontal viajada es la media geomi:trica de
los cinco metros caidos y los l 2.800 ki!Ometros de diitrnetro de la tierra. La raiz cuadrada de (5/1.000) x 12.800 rcsulta rnuy cercana a ocho ki!6metros. Vemos asi que
si la bala se mueve a ocho kilOmetros por segundo, continuar<i cayendo hacia la tierra
en la misrna razOn de cinco metros cac.la segundo, pcro nunca lograr<i acercarse, porque la tierra al encurvarse se aleja. Asi fue como el Sr. Gagarin se mantuvo en el espacio viajando 40.000 kilOmetros alredcdor de !a tierra a ocho kilOmetros por segundo
aproximadamcnte. (El demoro un poco mils, porquc estaba un poco m.is alto.)
plana.
es el radio de la t1erra, 6400
d1stanc1a recormJa
en un
S cs la d1stanc1a "caida" en un
segundo
metros).
Cualquier gran descuhrimiento de una nueva ley cs Util s6lo si podemos sacar mii.s
de Cl que lo que ponernos. Pucs bien, Newton use) la segunda y la tercera de las !eyes
de Kepler para deducir su ley de la gravitaciOn. (.Que prcdijo? Prirnero,
an8.lisis
de! movimicnto de la luna fue una predicci6n, porque relacionaba la
de los
pregunta
objetos sobre la superficie de la tierra con la caida de )a luna. Segundo.
es: i es la Orbita una elipse? Veremos en un capitulo posterior eOmo es posible
calcu!ar exactamente el movimiento y. en efecto, uno puede probar
debe scr
una elipse*, de modo que no ~c necesitan hcchos adicionales
ra ley de Kepler. Asi Newton hi70 su primera y poderosa
La ley de !a gravitaci6n explica rnuchos fenOmenos no
mareas. hasla cnton
te. Por ejemplo, la atraccion de !a Juna sobre la tierra causa
ces misteriosas. La luna atrae al agua quc estil por debajo de
marcas -la
habia pensado en eso antes. pero no fueron tan
rawnaNewton y
pensaron que debicra haber sOlo una marea durante el
miento era que la tuna atrae al agua por dcbajo de ella, producicndo una m:irea alta
y una marca baja y, como la tierra estil rolando debajo, csto
la m:irea en un
en 12 horas. Otra
Jugar suba y baje cada 24 horas. Realmente la marea 5ube y
el ntro
la
escuela de pensamiento afirmaba que la marea alta deberia
ticrra porque. ~egUn ello~. ;la !una tiraba la tierra fuera del
errUnea~. Rcalmente ocurre de este modo: la atracciim de
sabre el agua est<i "equilibrada ·· en el ccnlro. Pero cl agua 4ue
luna e~
*
La demo<;1rae1hn no C\la dada en C\IC curoo
7-6
,0
,.,,,,.,,,"' Luna
~ ~::.
~""
•lmledoc de\ c"'J
gm""'" y \""'
F'g
7 5
El
"'"m' ""'"-"'"'- '°"
atraida mtis quc el promedio y cl agua que
menos que el promedio. Mils alm, el agua pucde
mils rigida, no pucdc. La verdadera descripciOn es
t,Quf equilibra'! Si la luna
nose precipita ··hacia" la !una'! Porque
tierra
se mueve en un circulo alredcdor de un punto que
La iuna no gira prccisamente alredcdor
en torno a una posiciOn central. cayendo
se muestra en la figura 7-5. Estc movimiento
cquilibra la caida de cada una. De modo que
tampoco la tierra se mueve en una
recta~ viaja en un circulo. El agua en la parte
mits alejada estit •·Jcsequilibrada", porque la alracciOn de la luna allies mas dtbi! que
en cl centro de !a tierra, donde equilibra justamente la "fuerza centrifuga". El resultado de este desequilibrio es que el agua sube alej3.ndose del centro de la tierra. En el
!ado cercano, la atraccilm de la luna es mas fuerte y el desequilibrio est:i en direcci6n
opuesta en cl espacio, pcro de nuevo alejtindose dcl centre de la ticrra. El rcsultado
neto es que tenemos dos subidas de marea.
7-5
GravirnciOn universal
la gravitaciOn? Si miramos las !unas de foen que se mucven alrededor del planeta.
las luna~ de Jupi1er quc es digno
con mucho cuidado por Roemer, quien
estar adelantadas respecto de su horario, y a veccs
7-7
atrasadas. (Se pueden encontrar sus horarios esperando un tiempo muy largo y encontrando lo que demoran en promedio las tunas en girar.) Pues bien, ellas se adelantaban cuando JUpiter estaba particularmente cerca de la tierra y se atrasaban
cuando Jtipiter estaba mas lejos de la tierra. Esto habria sido algo muy dificil de exp!icar con la teoria de !a gravitaci6n --habria· sido, de hecho, la muerte de esta maravillosa teoria, si no hubiera otra explicaci6n-. Si una ley no funciona siquiera en un
lugar donde debiera hacerlo, esta simplementc equivocada. Pero la raz6n de esta discrepancia era muy simple y hermosa: requierc un pequei'lo instante i·er las lunas de
Jllpiter debido al tiempo que demora la lul en viajar de JUpiter a la tierra. Cuando
Jllpiter esta mits cerca de la tierra, cl tiempo cs un poco menor, y cuando cstil mils
lejos de la tierra, el tiempo es mayor. Esta es la raz6n por la que las lunas parecen
estar, en promedio, un poco adelantadas o un poco atrasadas, segUn si estan mas
cerca o mas !ejos de la tierra. Este fen6meno demostr6 que la luz no viaja instant3
neamente, y proporcion6 el primer citlculo de !a velocidad de la !uz. Esto fue hecho
en 1656.
Si todos los planetas se empujan y tiran entre si, la fuerza que controla, digamos,
JUpiter al ir alrededor del sol, no es precisamente la fuerza desde el sol: tambien hay
un tir6n desde, digamos, Saturno. Esta fuerza realmente no es grande, ya que el so! es
mucho mas masivo que Saturno, pero hay cierta atracci6n, de modo que la 6rbita de
JUpiter no debia ser una elipse perfecta y no lo es; esta ligeramente corrida y "oscila ·•
alrededor de una Orbita eliptica correcta. Tai movimiento es un poco mils complicado.
Se hicieron intentos de analizar los movimientos de JUpltcr, Satumo y Urano sobre la
base de la Icy de la gravitaci6n. Se calcularon !os efectos de cada uno de estos planetas sabre los demas, para ver si las !eves desviaciones e irregularidades de estos
movimientos podrian ser completamente comprendidos a partir de csta Unica !ey.
Para Jllpiter y Saturno todo andaba bien, pero Urano estaba •·raro ".Se comportaba
de un modo peculiar. No se movla en una e!ipse exacta, pero eso era comprensible
debido a las atracciones de fopiter y Saturno. Pero aun hacienda concesiones sobre
estas atracciones, Urano todavia no marchaba. bien, de modo que las !eyes de la gravitaci6n estaban en peligro de zozobrar, una posibilidad que no podia ~er descartada.
Dos hombres, Adams y Leverrier, en Inglaterra y Francia, independicntemente
llegaron a otra pmibilidad: tal vez hay a otru planeta. oscuro e invisible, que los
hombres no habian visto. Este plancta, N, atraeria a Urano. Calcularon d6nde deberia
estar ta! p!aneta para causar las perturbaciones observadas. Enviaron mensajes a los
respectivos observatorios, diciendo: ··seiiores, dirijan sus tclc~copios a lal y tal lugar y
verii.n un nuevo planeta ,.. A menudo depende de con quien estfn ustedcs trabajando
para que Jes presten atenci6n o no. Ellos le pusieron atenci6n a Leverrier; jmiraron y
ahi eStaba el planeta N! Entonces otros observatorios tambitn se apresuraron en mirar
en los dias siguientc~ y tambien lo vieron.
7-8
Fig. 7-6.
Un sistema de estrella doble
se muestran tal como aparecieron varios aiios ·mas tarde. Vemos queen relaciOn a la
estrella "fija '', el eje del par ha rotado, es decir, las dos estrellas han ido una en torno a la
otra. lRotariln de acuerdo a las !eyes de Newton? Cuidadosas medidas de las posiciones
relativas de Wl ta! sistema <leestrellasdobles semuestranen la figura 7-7. Vemos alli una bella
elipse, las medidas parten en 1862 y dando la vuelta completa hasta l 904 (ahora debe
haber complctado una vuelta mils). Toda coincide con las !eyes de Newton excepto
que la estrclla Sirio A no esri:i en elfoco. ;,Por que serit? Porque el piano d~ la elipse
no estft en el "piano de! cielo". No cstamos mirando en :ingulo recto al piano de la
6rbita, y cuando una clipse se ve inclinada, sigue siendo una el!pse, pero cl foco ya no
est:i mils en el mismo lugar. Asi podemos analizar las estrellas dobles, moviendose una
respecto a la otra, de acuerdo a las exigencias de !a ley gravitacional.
Fig. 7-- 7
Orb1ta de Sirius B respecto a Sirius A
7-9
Fig. 7-8.
Un cUmulo globular de estreUas.
Que la ley de la gravitaci6n es villida para distancias aUn ma.yores se indica en la
figura 7-8. Si alguien no puede ver la gravitaci6n actuando aqui es que no tiene alma.
Esta figura muestra una de las mils be!las cosas en el cielo --un cUmulo globular de estrellas-. Todos los puntos son es!rellas. Aunque parecen estar agrupadas en forma
compacta hacia cl centro, csto se dcbe a la falibilidad de nuestros instrumentos. En
realidad, las distancias entre las estrellas, aun las mils ccntrales, son muy grandes y
raramente chocan. Hay muchas mas estrellas en cl interior quc alejadas, y a medida
que nos alejamos hay cada vel menos. Es obvio que hay una atracci6n entre estas
estrellas. Es evidente que la gravitaci6n existe a estas enormes dimensiones, ta] vez
100.000 veccs el tamaiio del sistema solar. Vamos ahora mis lcjos y obscrvemos una
galaxia entcra, mostrada en la figura 7-9. La forma de csta galaxia indica una tendencia evidente de la materia a aglomerarse. Par supuesto, no podemos probar aqui que
la ley sea precisamente la de la inversa del cuadrado, s6Jo que aUn existe una atracci6n a esta enorme dimensi6n
Fig 7 9
Una galax1a
7-10
Fig. 7-10.
Un cUmulo de galaxias
que mantiene todo junto. Atguien podria decir: "Bien todo esto es muy ingenioso,
pero, .:,por que no es justamente una bola?'' Porquc esta girando y t_iene momentum
angular que no debe ceder al contraerse; debe contracrsc princ!palmente en un
piano. (A propOsito, si andan buscando un buen problema, los detalles exactos de
c6mo se forman los brazos y que determina la forma de cstas galaxias no se han
elaborado alm.) Sin embargo, es claro que la forma de !a galaxia se debe a la gravitaci(m. aunquc !as complcjidades de su estructura no nos han permitido aU.n analizarlo completamentc. En una galaxia tenemos una escala de ta! vez 50.000 a
100.000 afios \uz. La distancia de la tierra al sol es 8 1/ 3 minutos luz, de modo que
pueden ver lo grandcs que son estas dimensiones.
La gravedad parece existir alm a dimensiones mayores como se indica en la figu·
ra 7-10, que muestra muchas cosas "pequei'ias·· aglomeradas. Este es un r:Umulo de
galuxias, ta] coma un cU.mulo de estrellas. Asi !as galaxias sc atraen unas a otras a
tales distancias que
Fig. 7-11
telar.
Una nube de polvo mteres-
7-11
Fig.
7-12
lla
forrnac1611
de
nuevas
estrellas7
7-6
El experimento de Cavendish
7-12
Fig. 7-13. Un diagrarna s1mplificado
del aparato usado por Cavendish para verificar la ley de gravitaci6n universal para objetos pequei'los y medir !a constante gravitacional G.
cuidado, lo que sig1ifica cubrir el aparato para mantener fuera el aire, asegurarse que
no este cargado eJectricamente, etc; entonces la fuerza puede medirse. El primero en
medirla fue Cavendish con un aparnto que esta Lndicado esquemii.ticamente en la figura 7-13. Este demostrO primero la fuerza directa entre dos grandes bolas fijas de plomo y dos bolas mils pequeiias de plomo en Jos extremos de un brazo suspendido
de una fibra muv fina, Hamada !ibra de torsi6n. Midiendo cuiinto se tuerce la fibra
se puede medir la magnitud de la fuerza, vcrificar que es inversamente proporcional
al cuadrado de
distancia y determinar su intensidad. Asi se puede determinar precisamente cl
G de la formula
F
=
,,
G mm'.
Todas las masas y distancias se conocen. Ustedes diriin "Ya lo sabiamos para la
tierra". Si. pero no conociamos la masa de la tierra. iConociendo Ga partir de este
experimento y conociendo la fuerza con que la tierra atrae, podemos averiguar indirectamente cuiil es el valor de la masa de la tierra! Este experimento se ha llamado
''pesar la tierra ". Cavendish afirmO que estaba pesando la tierra, pero lo que 61 media
era cl coeficiente G de la ley de gravedad. Este es el 11nico modo en que se puede determinar la masa de la tierra. G resu!tO ser
6.670 X 10- 11 newton· m 1 /kgm 2 .
Es dificil exagerar la importancia de\ efecto producido en la historia de la ciencia
por este gran faito de la teoria de la gravitaci6n. jComparen la confusiOn, la falta de
confianza, el conocimiento incomp!eto que prevalecia en los primeros tiempos, cuando
habia interminablcs debates y paradojas, con la claridad y simp\icidad de esta ley
-este hecho que todas las \unas y planetas y estrellas tengan una regla tan simple
que los gobierna, y mils alln que el hombre pueda entenderla y deducir cOmo se mueven Jos planetas! Esta es la razOn de! 6xito de las ciencias en ios aiios siguientes,
porque dio la esperanza de que los demits fenOmenos del mundo tambi6n tengan Jeyes
tan be!lamente simples.
7-13
7-7
i.OuC es la gravedad?
,:,Pero es i:sta una ley tan simple? (.Cuitl es su mecanismo? Todo lo que he?'os
hecho es describir c6mo se mueve la tierra alrededor de! sol, pero no hemos d1cho
qui Ia hace mover. Newton no hizo hip6t.esis sobre esto; eJ qued6 satisfecho con encontrar lo que hacia sin entrar en su mecanica. Nadie ha dado desde entonces ningUn
mecanismo. Es caracteristico de las !eyes fisicas que tengan este caritcter abstracto.
La ley de conservaci6n de la energia es un teorema concerniente a cantidades que
deben calcularse y sumarse, sin menci6n del mecanismo, y en forma parecida las grandes !eyes de la mecilnica son !eyes matemitticas cuantitativas, para las cual~s no hay
mecanismo disponible. (.Por quC podemos usar las matemitticas para describ1r la naturaleza sin un mecanismo tras ella? Nadie lo sabe. Tenemos que proseguir porque de
esa manera descubrimos mils.
Se han sugerido muchos mecanismos para la gtavitaci6n. Es interesante considerar uno de i:stos, ya que mucha gente ha pensado en ello de tiempo en tiempo. Al comienzo, uno se excita y se pone contento cuando lo ''descubre", pero pronto encuentra que no es correcto. Fbe descubierto alrededor de 1750. Supongamos que hay
muchas particulas movifodose en el espacio a una velocidad muy grande y en todas
direcciones y que son s6lo !igeramente absorbidas al moverse a traves de la materia.
Cuando son absorbidas, dan un impulso a la tierra. Sin embargo, ya que hay tantas
moviCndose de una forma y otra, los impulsos se compensan. Pero cuando el sol esta
cerca, las particulas que vienen hacia la tierra a travi:s del sol son parcialmente absorbidas, de modo que hay menos partlculas viniendo de! sol que viniendo del otro !ado.
Por lo tanto, la tierra siente un imp!uso neto hacia el sol y no le lleva mucho a uno ver
que es inversamente proporcional al cuadrado de las distancias --debido a la variaci6n
de! itngulo s6lido que el sol subtiende cuando vanamos la distancia-. z.Que anda ma!
en este mecanismo? Comprende algunas nuevas consecuenclas que no son verdaderas.
Esta idea particular tiene la siguiente dificultad: la tierra al moverse alrededor de! sol
chocaria COit mils particuJas que vienen de SU Jado deJanterO que de SU lado traSero
(jcuando corren en la lluvia, la lluvia en su cara es mas fuerte queen la parte de atnis
de su cabeza!) Por lo tanto se habria dado mas impu!so a la tierra por delante y la
tierra sentiria una resistencia al movimiento y se estaria retardando en su 6rbita. Uno
puede calcular cu<lnto tomaria para que la tierra se detenga como resultado de esta
resistencia y este tiempo no seria lo suficientemente largo coma para que la tierra
pennanezca en su 6rbita, de modo que este mecanismo no funciona. No se ha inventado ningim mecanismo que .. explique" la gravedad sin que prediga algunos otros
fenOmenos que no existen.
A continuaci6n discutiremos la posib!e relaci6n de la gravitaci6n con otras fuer·
zas. No existe explicaci6n de la gravitaci6n en tc!rminos de otras fuerzas en el presente.
No es un aspecto de la electricidad ni nada como eso, de modo que no tenemos expli·
caci6n. Sin embargo, la gravitaci6n y otras fuerzas son muy similares, yes interesante
notar analogias. Por ejemplo, la fuerza el6ctrica entre dos objetos cargados se parece
exactamente a la ley de la gravitaci6n. La fuerza el6ctrica es una constante con un
signo menos, por el producto de las cargas, y varla inversamente con el cuadrado de
la distancia. Es tit en direcci6n opuesta -iguales se repelen-. l Pero no es sumamente
notable que las dos !eyes contienen la misma funci6n de !a distancia? Tai vez la gravitaciOn
7-14
y la electricidad estitn mucho mas intimamente relacionadas de lo que pensamos. Se han hecho muchos intentos de unificarlas; la asi Hamada teoria de! campo
unificado es s6lo un intento muy elegante de combinar electricidad y gravitaci6n; pero
al comparar la gravitaci6n y la electricidad, lo mas interesante es la intensidad relativa de las fuerzas. Cualquier teoria que contenga ambas debe deducir ademits la intensidad de la gravedad.
Atracci6n gravitatoria
R~~~-~l~ctri~--
=/'f.J7·1on
Fig. 7-14. Las intensidades relativas
de las interacciones electrica y grav1tac1onal
entre dos electrones
Si tomamos, en ciertas unidades naturales, la repulsi6n de dos electrones (carga
universal de la naturalcza) dcbida a la clectricidad, y !a atracci6n de dos electrones
debida a sus masas, podemos medir el cociente entre la repulsi6n electrica y la atracci6n gravitacional. El cociente es independiente de la distancia y es una constante
fundamental de la naturaleza. La figura 7-14 muestra ese cociente. i La atracci6n gravitacional comparada con la repu!si6n eiectrica entre dos electrones es I dividido por
4.17 x 10 41 ! La pregunta es, (,de dOnde sali6 ese nUmero tan grande? No es accidental. como el cociente entre el vo!umen de la tierra y el volumen de una pulga. Hemos
considerado dos aspectos naturales de una misma cosa, un electr6n. Este nUmero fant.istico es una constante natural, de modo que encierra algo de naturaleza profunda.
i:.De d6nde podria salir un nUmero tan tremendo? Algunos dicen que algUn dia encontraremos la '°ecuaciOn universal", y en ella una de !as raices sera este nUmero. Es muy
dificil encontrar una ecuaci6n para la cual un nUmero tan fant<'tstico sea una raiz natural. Se han pensado otras posibilidades; una es relacionarla con la edad de! universe.
Evidentcmente. debemos encontrar orro gran nUmcro en alguna parte. Pero, ;,queremos indicar la edad de! universe en aiios? No. porque los ai'ios no son .. naturales .. :
fueron ideados por los hombres. Como cjemplo de algo natural. consideremos cl tiempo que dcmora la luz en atravesar un prot6n. 10- 14 seg. Si comparamos cste tiempo
con la edad de/ universo, 2 x 10 10 ai'ios. la respuesta es 10-~'. Tiene alrededor del
mismo nUmero de ceros. de modo que se ha propuesto que la constante gravitacional
est;\ relacionada con la cdad de! universo. Si ta! fuera el caso. !a constante gravitacional deberia cambiar con el tiempo, porque a mcdida que el univcrso se hacc mas
vicjo la razon entrc la edad del universe y el tiempo que demora la !uz en cruzar un
protOn irii. aumentando gradualmcnte. i:.Es posible quc la constante gravitacional este
cambiando con el tiempo? Por supuesto que los cambios serian tan pequei'ios que es
bien dificil estar seguro.
7'·15
7-8
Gravedad y relatividad
es, s1 mov1eramo~ una masa.
va posiciOn de !a ma5a; por este
finita. Einstein anticip6 argumentos que
rdpidas que la relocidad de la luz, de
equivocada. Al corregirla para considerar
ley de gravitaci6n de Einstem. Un
tender, es este: en la teoria de la
de Einstein, todo lo que tiene
tiene masa -masa en el sent1do que es atraida gravitacionalmente . Aun la Juz, que
tiene una energ1a,
7-16
tiene una "masa ". Cuando un haz de luz, que contiene energia, pasa cerca de! sol,
hay una atracci6n sobre eJ por el sol. Asi la luz no se mueve en lillea recta, sino que
es desviada. Por ejemplo, durante un eclipse de sol, las estrellas que estil.n rodeando al
sol aparecerian desplazadas de donde debieran estar si el sol no estuviera ahi, y esto
ha sido observado.
Finalmente, comparemos la gravitaciOn con otras tcorias. En los aiios recientes
hemos descubierto que toda masa estil. hecha de pequeiias varticu!as y que hay muchas clases de interacciones, tales como fuerzas nucleares, etc. Se ha encontrado que
ninguna de estas fuerzas nucleares o electricas explican la gravitacic"m. Los aspectos
cuii.nticos de la naturaleza no se han aplicado a la gravitaci6n. Cuando la escala es
tan pequeiia que necesitamos de los efectos cuitnticos, !os efectos gravitacionales son
tan d6biles, que no se ha desarrollado aUn la necesidad de una teoria cuil.ntica de la
gravitaci6n. For otra parte, para la consistencia de nuestras teorias fisicas serla importante ver si !a ley de Newton modificada en la ley de Einstein puede ser modificada
aUn mils para ser consistente con el principio de incertidumbre. Esta Ultima modificaci6n no ha sido aUn completada.
7-17
8
El movimiento
8-1
Descrip<:iOn del movimiento
8-4
La distancia como una integral
8-2
Velocidad
8-5
AceleraciOn
8-3
La velocidad como derivada
8-1
DescripciOn del movimiento
A fin de encontrar las leyes que gobiernan Jos diversos cambios que experimentan
los cuerpos a medida que el tiempo transcurre, debemos estar en condiciones de
describir los cambios y tener alguna manera de registrarlos. El cambio mas simple
observable en un cuerpo es el cambio aparente en su posici6n con el tiempo. al cual
llamamos movimiento. Consideremos a!glln objeto s61ido con una marca permancr.te
que podemos observar, que llamaremos punto. Discutiremos el movimiento <lei pequef\o marcador, cl cual podria ser la tapa dcl radiador de un autom6vil o el centro
de ~na pelota que estii. cayendo, y trataremos de describir el hecho de que se mueve
y como se mueve.
Estos ejemp!os pueden parecer triviales, pero en la descripcion de! cambio entran
muchas sutilezas. Algunos cambios son mis dificiles de describir que el movimiento
de un punto en un objeto s6lido, por ejemplo la velocidad de deriva de una nube
que se mueve muy lentamente, pero formitndose o evaporitndose ritpidamente, o cl
cambio de opini6n de una mujer. No conocemos una manera simple para analizir
un cambio de opini6n, pero ya que la nubc se puede representar o describir por
muchas moieculas. en princlpio, tal vez podamos describir el movimiento de la nube,
describiendo el movimiento de eada una de sus molCculas. De la misma manera,
quiz:its, los cambios en la opini6n pueden tener un paralelo con los cambios de los
:ittomos dentro del cerebra, pero aUn no tenemos ta! conocimicnto.
De todas maneras, esto es el motivo por el cua! comenzamos con el movimiento
de puntos; tal vez debieramos imaginarlos como .iitomos, pero es probablemente
mejor ser mils imprecisos al comienzo y simplemente pensar en alguna cspecie de
pequci'tos objetos, es decir, pequeii.os comparados con la distancia rccorrida. Por
ejemplo, para dcscribir el movimiento de un autom6vil que va a cien kil6metros.
no tenemos que distinguir entre la parte delantera y la parte trasera de! autom6vil.
Sin Juda, hay pcqucii.as diferencias, pero para prop6sitos aproximados dircmos '"cl
autom6vil" y de! mismo modo no importa que nuestros puntos no sean puntos absoluws; para lo quc nos interesa no es neccsario ser extrcmadamcnte precise. Tam·
bien. rnientras echamos una primera mirada a este tema. vamos a olvidar las tres dimcnsioncs de! mundo. Solamente nos concentraremos sabre el movimiento en una
direcciOn,
8-1
Tabla 8-1
t(min)
.310~~
s(m)
~.6201
0
400
1.300
3.000
3.170
3.200
4.300
6.000
7.850
8.000
'..
'·ooor
3.310
1.. 650
4
2
tiempo en
Fig
8·-1
6
8
!O
minute~
Gr8f1co
t1cmpo pvra
8-2
J33LL
3
Tabla8-2
t(seg)
s(m)
JOO
66
5
20
45
,··~~.
80
125
180
tiempoensegundos
8-2
Grat1co de lad1stanc1aenfunt1empo para un cuerpo quecae
la bel!a
indicada en la figura 8-2. La formula para esta curva puede
S--=5t.'
•
4ue
Otra sutilcza ya
e~tamos obscrvando
~
f(t),
(8.1)
(8.2)
es que seria posible 1maginar que cl punto m6vil
ubicado en alguna parte.
8·3
(Por supuesto, que cuando lo estamos observando, estit ahi, pero puede ser que
cuando miremos hacia otro )ado no este ahi.) Resulta que en el movimiento de los
ittomos esa idea tambiCn es falsa -no podemos encontrar un marcador en un ittomo y
ver!o tnoverse-. A esas suti!ezas tendremos que !legar en la mecitnica cuintica. Pero
primero vamos a aprender cuitles son los prob!emas antes de introducir las complicaciones, y entonces estaremos en una situaci6n mcjor para hacer correcciones a la Juz
del m.is reciente conocimiento de! tema. Por lo tanto, tomaremos un punto de vista
simp!e acerca del tiempo y del espacio. Sabemos to que son estos conceptos de una
manera aproximada, y los que han manejado un autom6vil saben lo que significa velocidad.
8-2
Velocidad
Aunque sabemos aproximadamente lo que significa "velocidad ··,hay aUn algunas
sutilezas bastante profundas: tengan en cuenta que los estudiosos griegos nunca
pudieron describir en forma adecuada los problemas relativos a la ve!ocidad. La
sutileza nace cuando tratamos de comprender exactamente que se entiende por "velocidad ". Los griegos se confundieron mucho con esto, y una nueva rama de la
matemittica tuvo que ser descubierta ademits de la geometria y el itlgebra de los
griegos, itrabes y babilonios. Como ilustraci6n de la dificultad, tratemos de resolver
este problema con illgebra pura: Se cstit int?ando un g!obo de modo que el volumen
dcl globo aumenta a raz6n de 100 cm 1 por segundo: ~a que velocidad estit aumentando el radio cuando cl volumen cs de 1.000 cm 1 ? Los griegos se embrollaron
bastante con tales problemas. siendo ayudados. por supuesto, por algunos griegos
muy confusos. Para mostrar que existian dificultades al razonar acerca de la
vdocidad en esa Cpoca, Zen6n produjo un gran nilmero de paradojas, de las cuales
mencionaremos una para ilustrar este punto en el cual hay obvias dificultades en
las ideas acerca dcl movimiento. "Escuchen ·--dice-· el siguiente razonamiento:
Aquiles corre IO veces mils rilpido que una tortuga: sin embargo, nunca puede
alcanzar a la tortuga. Para cllo, supongan quc inician una carrera donde la tortuga estil 100 metros delante de Aquiles: entonces cuando Aquiles ha corrido los
100 metros al lugar donde estaba la tortuga, la tortuga ha avanzado JO metros,
habiendo corrido un dCcimO de ritpido. Ahora. Aquiles tiene que correr otros JO
metros para alcanzar a la tortuga, pero al llegar al final de esa carrera, encuentra
que la tortuga estit atm a un metro delante de e1: corriendo otro metro, encuentra
a la tortuga 10 centimetres delante. v asi sucesivamente. hasta el inflnito. Por lo
tanto, en cua!quier instante la tortug3. estil siemprc de!ante de Aquiles y Aquiles
nunca pucde alcanzar a la tortuga." ~D6nde estii el error en esto? Esta en que una
cantidad finita de tiempo puede ser dividida en un nUmero infinite de partes, tal como
una longitud de Jinea puedc ser dividida en un nUmcro infinito de pedazos dividiCndo!a rcpetidamcnte en dos. Y asi. aunque hay un nUmero infinito de pasos (en el
razonamiento) hasta el punto en el cual Aquiles alcanza a la tortuga. no significa
que haya una cantidad infinita de tiempo. Podcmos ver con este cjcmplo quc hay
en verdad algunas sutilezas en el razonamiento acerca de la velocidad.
A fin de comprender las sutikzas en una forma clara. Jes
quc scguramente debcn haber oido. En e! lugar donde un
cl auto. el policia sc le accrca y dice: "jSei'i.ora. usted iba a
Ella dice: "fao es imposible. sci'i.or. he estado \'iajando sOlo ~ietc minutos.
8-4
Es ridiculo, {.C6mo puedo ir a 100 kil6metros por hara cuando no he viajado una
hora?" {. C6mo responderian si fueran el po Iida? Por supuesto, si fueran realmente
el policla no habria sutilezas; es muy simple, dirian; -·icuenteselo aljuez!" Pero supongamos que nosotros no tenemos esa salida y hacemos un ataque intelectual mas
honesto a! problema y tratamos de explicar a esta dama Jo que entendemos por la
idea de que ella fuera a 100 kil6metros por hora. Precisamente. {.qui: entendemos?
Decimos: ··Loque entendemos, seiiora, es esto; si usted siguiera yendo de la misma
manera coma iba ahora, en la hora siguiente babria recorrido 100 ki16metros." Ella
podria decir: ""Bien, mi pie no estaba sobre c! acelerador y el auto estaba deteniendose: asi que si yo continuara yendo de esa manera no recorreria 100 kilOmetros."
0 consideren la pelota quc cae y supongan que quercmos conocer su velocidad en
el tiempo tres segundos, si la pe!ota sigue moviendose de la manera en que lo estii
hacienda. {.Que. significa eso, scguir acelerando, ir mils r:'J.pido? No; seguir moviendose con la misma velocidad. iPero eso es to que estamos tratando de definir! Perque si la pelota sigue moviendose de !a manera en que lo estii hacienda, scguiril
simplemente moviendose de la manera como lo est3 hacienda. Por lo tanto, necesltamos definir mejor la velocidad. {.Que de be seguir lo mis mo? La dam a puede tambien
razonar de esta manera: "jSi siguiera moviCndome de la manera coma lo cstoy ha
ciendo durante una hora mas, me iria contra esa pared al final de la ca!!e!" No es
tan facil expresar 10 que queremos decir.
Muchos fisicos piensan que !a mediciOn es la lrnica definiciOn de cualquier cosa.
Evidentemente, entonces, debieramos usar el inst~umento que mide la ve!ocidad -el
velocimetro- y decir: "Mir~ seiiora, su velocimetro marca 100". Y entonces ella dice,
"Mi velodmetro est3 roto y no marcaba en absoluto". {.Significa esto que e! auto
est3 detenido? Creemos que hay a!go que mcdir antes de construir cl velocimetro.
SOio entonces podemos decir, por ejemplo: "E! velocimetro no csta funcionando
bien ", o "el velocimetro csta roto ". Fsa scria una frase sin sentido si h velocidad no
tuviera un significado independiente del ve!ocimetro. Asi. pues, tenemos en nuestras
mentes, evidcntemente, una idea que es independiente de! velocimetro. y el vclocimetro
est3 ideado sOlo para medir esta idea. Por lo cual veamos si podemos obtener una
mejor definickrn de la idea. Dedrnos, '·Si, por supuesto, antes de andar una hara
usted chocaria esa muralla, pero si anduviera un segundo, recorreria 28 metros; seiiora, usted iba a 28 metros por segundo y si siguiera andando. cl prOximo ~cgundo
estaria a 28 metros y la rnura!la aque1ia est3 mils lejos,.. Ella dice, "jSi. pero no
hay ninguna ley que prohiba ir a 28 metros por scgundo! Hay s6lo una
que prohibe ir a JOO kil6metros por hora ", "pcro ,., replicamos
la rnisma
Si es la misma
seria net:esario este circunloquio accrca de
28 metros por
pclota que est<i cayendo no puede.~eguir moviCndose de la
segundo. En
un segundo. debido a quc c~taria cambiando la velocidad,
vclocidad de alguna manera.
8-5
tan corto
podrla tener
durante una
cs bastantc
La defintciOn anterior envucivc una nucva idea, una idea que los griegos no tenian en una forma general. Esa idea foe tomar una distancia inflnltesimal y el correspondicnte
infinitesimal, formar el cociente, y observar que sucede a ese
cocicntc cuando
quc usarnos lleguc a ser mils y m.is corto. En otras pala
la distancia recorrida dividida por el ticmpo necesario,
es cada vez mils pequei'io. hasta el infinito. Esta idea fue
cuando el ticmpo
inventada par Newton y Leibnitz, independientemente, yes el comienzo de una nueva rama de las matemilticas, Uamada ctilculo diferencial. El c<ilculo difcrencial
fue inventado con el fin de dcscribir el movimiento. y su primera aplicaciOn fue al
problema de definir quC significa ir "a 100 ki!Ometros por hora ··.
Tratemos de ddinir la vclocidad un poco mcjor. Supongamos quc en un corto
tiempo <. el automOvil u otro cuerpo recorren una corta distancia x; entonces la
vclocidad. P, csta definida por
t' =
X/E,
,,
Si
v =Jim~~
..... o
E
(8.J)
8-6
Tomemos corno ejcmplo el problema de deterrninar, al instante particular de
cinco scgundo~, la veloc1dad de una pelota que cae. Una manera de haccr csto es ver
en la tabla 8-2 lo que hizo en el 5. 0 segundo: fue 125-80 = 45 metros, asi quc iba
a 45 metros/seg; sin embargo, eso es fa!so, debido a quc la vclocidad est<'i cambiando;
es promedio de 45 metros/seg durantc cstc intervalo, pero )a pe!ota est<'i aumentando su veloc1dad y va realmente a mis de 45 metro~/seg. Queremos encontrar exaciamente a qui velocidad. La 1ecnica util.izada en este proceso es la siguiente: sabemos d6nde se encuentra la pclo ta a los cinco segundos. A lo~ 5. I segundos, la
distancia quc ha caido es 5 (5.1) 2 = 130.05 metros (ver
8.1). A los cinco segunha caldo 125 metros; en el Ultimo d6cimo de
cay6 130,05 - 125 =
metros. Como 5,05 metros en 0,1 seg. es Jo
que 50,5 m/s, Csa es mis
o menos la velocidad, pero no es exactamcnte la correcta. LES la velocidad a los 5,0,
a los 5,1. o en mitad de! camino a 5,05 seg, o a quc instante e~ 6sta !a ve!ocidad? No
importa el problema fuc cncontrar la vclocidad Q los cinro segundos, y no tcnemos
exactamente eso; tenemos que hacer un trabajo mejor. Asi tomamos un mi!Csimo de
segundo miis que 5 segundos, o sea 5,001 segundos, y calculamos la caida total segUn
s '--- 5(5,00lF
=
5(25,0iOOOl) = 125,050005 m.
En el Ultimo 0,001 seg. la pelota cay6 0,050.005 m. y si dividimos ese ntimero por
0,001 seg., obtenemos la velocidad de 50,005 mis. Esto es mas pr6ximo, muy
pr6ximo, pero es todavia inexaclo. Deberia ser ahora evidente lo que debemos
haccr para encontrar exactamente la velocidad. Para calcular esto matem3ticamente planteamos el problema en forma un poco mas abstracta: encontrar la velocidad en un tiempo especial 10, queen el problema original era 5 seg. Ahora la distancia corrcspondiente a l0 , que llamamos s0 , es 5 t0 2, o 125 metros en este caso. A
fin de encontrar !a velocidad, preguntamos: "En el instante ! 0 -+ (un poquito).
o l0 + E, (.d6nde csti el cuerpo'!" La nueva posici6n es 5 (! 0 + Ej2 ---, 5 t 0 2 -+
~ 10 l 0 t + 5 t 2• Asi esta mil.s leJOS de lo que estaba antes, dcbido a que antes
era s6Jo 5 /0 2 . Esta distancia la llamaremos s0 + (un poquito mis), o s0 + x (six
es el poco extra dem<'is). Si ahora restamos la distancia correspondientc a / 0 de
la distancia correspondiente a ! 0 + E, obtenemos x, la distancia adicional recorrida;
x = IO l0 E + 5 ( 2 • Nuestra primera aproximaci6n para la vclocidad es
V =
fJ0/
0
-+
5E
(8.4)
La velocidad verdadera es el valor de este cociente, xh, cuando E se hace infinitamente pequeiio. En otras palabras. de~puti:s de formar el cociente, tomamos el limite
cuando E se hace mas y mis pequeiio, esto es, tiende a 0. La ecuaci6n se reduce a
i:
(en el instante
LJ
=
10!0
En nuestro problema l0 = 5 scg, asi que !a soluci6n es v = 10 x 5 "--'- 50 m/s.
Unas pocas !meas arriba, donde tomamos a E igual a 0,1 y 0,01 seg. sucesivamente,
el valor que obtuvimo~ para l' fue un poco mayor que este, rero ahora vemos que
la veloc1dad real es preci~amente 50 m /~eg.
8-7
8-3 I.a velocidad como derivada
v =
lim ~.
(8.5)
ll.1--->0!lt
en In forma
v= Jim~=<_!!_.
t.r--.o M
ror I
t
J.1 y
notamo~
dt
que
8-8
Tabla 8-3. Tabla abreviada de derivadas
s, u, v, w, son funciones arbitrarias de t; a, b, c y n son constantes arbitrarias
FunciOn
Derivada
~
= 111n-l
'!!..
= c
dJ
'!.!'.
d'
~=~+~+'!ff+··
~
s
=
=
0
~=s(~~+~~+E_~+
··)
dt
udr
vdt
wdr
u"'"
v w.
s ha cambiado as+ cierto .1s; entonces encontramos el ...Is en terminos de i1t. Es
decir,
s
+
ti.s = A(t
=
At 3
+
ti.t) 3
+
B(t
+ Bt + C +
+
+C
+ B At +
M)
3At 2 ti.t
3At(ti.t) 2
+ A(At) 3 ,
pero ya que
s = A1 3
+
Bt
+ C,
encontramos que
As
=
3At 2
M
+
B ti.I
+
Pero nosotros no qucremos j s ---queremos
ciOn anterior por "11, oh1e11femlo
~~
=
3At 2
+
B
3At(At) 2
js
+ A(ti.t) 3 •
dividido por Jh Dividimos !a ecua-
+ 3At(ti.t) + A(M)
2.
Cuando i11 tiende a 0, el limite de Js/ Jt es ds/dt yes igual a
~i
=
3At 2
+
B.
Este es el proceso fundamental de! c:ilculo difercncial: derivar funciones. El proceso es aim mas simple de Jo que parece. Observemos que cuando estos desarrol!os
contienen cualquier tCrmino con un cuadrado o un cubo o cualquiera potencia mas
aJta de .1.t, tales tCrminos pueden ser eliminados de inmcdiato. ya que 1ender<i.n a 0
cuando se tome el limite. DespuCs de un pequetia prilct1ca el proceso se hace mils
f8.cil, porque uno sabe lo que tiene que dejar de !ado. Hay muchas reglas o formulas
para derivar los diversos tipos de funciones. Pucdcn scr memorizadas. o pueden
encontrarse en tablas. Una pequeiia !ista se encucntra en la tabla 8-3.
8-9
8-4
La distancia como una integral
Ahora tenemos que discutir e! problema inverso. Supongamos que. en vez de
una tabla de distancias, tenemos una tabla de velocidades en diferentes tiempos,
partiendo desde cero. Para la pelota que cae, tales velocidades y tiempos se muestran en la tabla 8-4. Una tabla similar podria construirse para la velocidad de!
auto, anotando las lecturas del velocimetro cada minuto o cada media minuto. Si
sabemos a quC velocidad estti. yendo el coche en cualquier instante, ;,podemos
determinar hasta dOnde va? Este problema es justamente el Inverso del resuelto
anteriormente; se nos da la velocidad y se nos pide encontrar la distancia. (,COmo
podemos encontrar la distancia si conocemos la velocidad '! Si la velocidad de\
automOvil no es constante y ta seilora va a cien ki!Ometros por hara por un momenta, \uego disminuye la velocidad, la aumenta, y asl sucesivamente, (,cOmo podemos determinar hasta dOnde ha ido? Esto es facil. Usamos la misma idea y expresamos la distancia en ti:rminos de infinitesimales, Digamos: ··En el primer segundo
su velocidad fue ta] y ta!, y de la formula .1.s = v .1.t podemos calcular hasta dOnde
fue el auto en el primer segundo a esa vclocidad."' Ahora, en el segundo siguiente
su velocidad es aproximadamente la misma, pero !igeramcnte diferente; podemos
calcular hasta d6nde fue ella en el Segundo siguiente tomando la nueva velocidad
multiplicada por el tiempo. Procedemos en forma similar para cada segundo, hasta
el final de! viaje. Ahora tenemos un nUmero de pequeflas distanclas y la distancia
total sera la suma de todos estos pequeilos pcdazos.
Tabla 8-4
Veiocidad de una pelota que cae
t(seg)
v(m/seg)
0
10
20
30
40
Esto
la distancia scril la suma de las velocidadcs por !os tiempos, o s = ~ r ~t,
letra griega ~· (sigma) es usada para indicar la suma. Para ser mils preciso, es
suma de la velocidad en un cierto instante, digamos en el instante i, multiplicada por J.t.
s = ~v(l;)l:J.t.
(8.6)
La rcgla para !os tiempos es que t; + = t; + .1.t. Sin embargo, la distancia que obtenemos por este metodo no sera ·correcta, porque la velocidad cambia durante el
intervalo de tiempo .1.t. Si tomamos los ticmpos suficientemente cortos, la suma es
precisa, pues los tomamos mas y mas pequeilos hasta obtcner la exactitud dcseada.
El verdadero s es
~ =
Los matemti.ticos han
la difcrencial. U .1 se
2:'.1.1o
~ v(t,) <.\/.
(8.7)
limite, an<ilogo al simbolo para
quc el tiempo es tan pequei'io
8-10
como pueda ser; la velocidad se llama cntoi:1ces r en el
r,:cribe como una suma con una gran "s ", } (de! latln
s1onado y ahora, por desgracia. sc llama integral. Escribimos
s =
Jv(t)dt.
t y la
que se
entonce~
(8.8)
El proccso de sumar todos estos terminos se llama integraciOn y es el proceso
inverso de la derivac19n. La derlvada de esta integral es l'.
lo
operador
(d) elimina el otro (I). Uno puede obtener la formula
tomando
!as formulas para !as derivadas y aplic<indolas en el
estim
relacionadas inversamente entre si. Asi uno puede
inteobtegrales derivando toda clase de fum:ioncs. Para cada
nemos una formula de integral s1 la invertimos.
Cada funciOn pue<lc ser dcnvada analiticamcntc. es dccir, el proceso se puedc
rcalizar algebriticamente. y conduce a 1ma funciOn definida. Pero no es posible
valor anahtico para cualquier integral
de una manera simple escnbir
hacicndo la ~uma anterior. y luego
quiera. Pueden ca!cularlo. por
i..ll y otra veL con un intervalo
do!a otra vcz con un intcrvalo
Jrnsta que esten cerca de lo correcto. En generaL dada alguna funcion particular.
no cs posible cncontrar, analiticamcnte, cuilnto vaie la integral. t:no pucde siempre
tratar de encontrar una funciOn
deri\ a da
funcion deseada:
no
el
ser expresable en
pcro podria no encontrarla y
tCrmino de func1une1. a las males ya se les
8·5
Aceleracion
8-11
IPara derivar el termino lOt podemos uti\izar el resultado obtenido en un problema
anterior, donde encontraremos que la derivada de Et es simp!emente B (una constante). Asi, si hacemos B = 10, tenemos inmediatamente que !a derivada de lOt
es 10. I Esto significa que !a velocidad de un cuerpo que cae est<i. cambiando siempre
a raz6n de JO metros por segundo, por segundo. TarnhiCn vemos en la tabla 8-4
que la velocidad aumenta en JO m/s en cada segundo. Este es un caso muy simple,
porque las aceleradones usualmente no son constantes. La raz6n de que la acelera·
ci6n es constante aqui es que la fuerza sobre el cuerpo que cae es constante, y la
Ley de Newton dice que la aceleraci6n es proporcional a !a fuerza.
Como un ejemplo mils, encontremos la acelcraci6n en el problema que ya hcmos
resuelto para la velocidad. Partiendo con
s
obtuvimos, para v
=
=
At 3
+ Bt +
C
ds/ dt,
v = 3At 2
+ B.
Como !a aceleraci6n es la derivada de la velocidad con respecto al tiempo, debemos
derivar la Ultirtl.a expresi6n. Recordemos la regla que la derivada de los dos tfrminos
de! segundo miembro es igual a la suma de las derivadas de los tfrminos individualmente. Para derivar el primero de estos tfrminos, en vez de ir a traves de! proceso fundamental, notemos otra vez que ya hemos derivado un tfrmino cuadril.tico
cuando derivamos 5t 1 y el efecto fue doblar el coeficiente numfrico y cambiar el t~
por t; supongamos que !a misma cosa suceder<i. esta vez, y ustedes puedcn comprobar
el resu!tado. La derivada de 3A t 2 seni 6A t. En seguida derivamos B, un termino
constante; pero, por una regla establecida previamente, !a derivada de Bes cero; por
lo tanto este tfrmino no contribuye a la aceleraci6n. El resultado final es. por lo
tan to. a = dv/ dt = 6At.
A titulo de referenda, establezcamos dos formulas muy ii.tiles, que se pueden
obtener por integraci6n. Si un cuerpo parte del reposo y se mueve con una aceleraci6n constante g, su velocidad ~' en cualquier instante t esta ctada por
v =gt.
La distancia que recorre en el mismo tiempo es
Hay varias notaciones matem<iticas para escribir derivadas. Ya que la velocidad
es ds/dt y la aceleraci6n es 13 derivada de la velocidad con respecto al tiempo
podemos tambifn escribir
(8.10)
que son maneras comunes de escribir una segunda derivada.
Tenemos otra ley en que la velocidad es igual a la integral de la aceleraci6n.
Esto es justamente lo inverso de a = dv/ dt; ya hemos visto que la distancia es la
8-12
integral de la velocidad, por lo que se puede encontrar la distancia por una doble
integraci6n de la aceleraci6n.
En la discusiOn anterior 1=1 movimiento fue en una sola dimensi6n, y razones de
espacio s61o permiten una breve discusi6n del movimiento en tres dimensiones. Consid~remos una particula P, que se mueve en tres dimensiones de una manera cualquiera. Al comienzo de este capitulo, abrimos nuestra discusi6n del caso unidimensional de un autom6vil en movimiento, observando la distancia recorrida por el autom6vi\ desde su punto de partida en varios instantes. Luego se discuti6 la ve!oc.idad
en terminos de los cambios de esta distil.ncia con el tiempo y la aceleraci6n en terminos de los cambios de la velocidad. Podemos tratar el movimiento tridimensional
en forma aniiloga. Sera mas simple ilustrar el movimiento en un diagrama bidimensional y luego extender las ideas a tres dimensiones. Establezcamos un par de ejes
en ingulo recto y determinemos la posici6n de !a particula en cualquier instante
midiendo a que distancia est3. de cada uno de tos dos ejes. As[ cada posici6n esta
dada en tfrminos de una distancia x y una distancia y, y el movimiento puede ser
descrito construyendo una tabla en la cual estas distancias est3.n dadas en funci6n del tiempo. (La extensi6n de este proceso a tres dimensiones s6!o requiere otro
eje, perpendicular a los dos primeros, y medir una tercerea distancia, !a distancia z.
Las distancias se miden ahora desde pianos coordenados en vez de Jineas.) Habiendo
construido una tabla con las distancias x e y, z.c6mo podemos determinar la velocidad? Primera encontramos las componentes de la velocidad en cada direcciOn. La
parte horizontal de la velocidad, o componente x, es !a derivada de la distancia x
con respecto al tiempo, o
v,,
=
dx/dt.
(8.11)
En forma similar, la parte vertical de la velocldad. o componente y, es
1'y
= dy/dt.
(8.12)
11,
=
dz/dt.
(8.13)
En la tercera dimensi6n,
Ahora bien, dadas las componentes de la velocidad, ;,c6mo podemos encontrar
la ve\ocidad a lo largo de la trayectoria real del movimiento? En el caso bidimensional, consideremos dos posiciones succsivas de la particu!a, separadas por una
corta ~istancia Lu y un pequeilo intervalo ~e tiempo 11 - t, = M. En el tiempo !':.!
la part1cula se mueve horizontalmente una d1stancia !':.x - i'x ill y vert1ca!mente una
distancia !':.y - v,. !J.l. (El simbolo '",._" se lee '"es aproximadamente ··.) La distancia
real que se mueve es aproximadamente
(8.14)
como se muestra en la figura 8-3. La velocidad aproximada durante este interva!o
pue<le ?bten~rse dividiendo por fl! y hacienda que /1! tienda a 0, como al comienzo
del cap1tulo. Entonces obtenemos la ve!ocidad como
v
=
~
=
v'(dx/dt)2
+ (dy/dt2)
=
~
(8.15)
8-13
Fig. 8-3
Descripc16n del movimiento
de un cuerpo en dos dimensiones y cf!lculo de su velocidad
Fig. 8- 4.
La parabola descrita por un
cuerpo que cae con una velocidad horizontal inicial.
Para tres dimensiones el resu!tado es
(8.16)
De la misma manera como dcfinimos las velocidades, podemos definir las aceleraciones: tenemos una componente x de la aceleraciOn a.,, que es la derivada
de vx, la componente x de la velocidad (esto es, a, = rPx/dl 2 , ta segunda derivada
de x con respecto a 1), y asi sucesivamente.
Consideremos un bonito ejemplo de un movimiento compuesto en un piano.
T omaremos un movimiento en el cu al una pelota se mu eve horizontalmente con una
velocidad constante u y al mismo tiempo cae verticalmente con una aceleraciOn
(.Cuill es el rnovimiento? Podernos decir que dx/dt ~ v, ~ u. Ya que
l'< es constante.
x
=
ut,
(8.17)
y ya que !a aceleraci6n hacia abajo -g es constante, la distancia y que el objeto
cae puede dcscribirse en la forma
(8.18)
(.Cu:i.l es la curva de su trnyectoria, es decir, cucil es la relaciOn entre y y x. Podemos
eliminar t de la ecuaciOn (8.18). ya que t = x/u. Hacienda esta sustituci6n, encontramos que
(8.19)
Esta relaciOn entre y y x puede ser considerada como la ecuaci6n de la trayectoria de
la pelota que se mueve. Dibujando esta ecuaciOn, obtenemos una curva que se llama
parabola; todo cuerpo que cae !ibremente disparado en cualquiera direcci6n describir<l una par:i.bola, como se muestra en la figura 8-4.
8-14
9
Leyes de Newton de la dintimica
9~1
Momentum y fuer:m
H
iCu:il es la fuerza?
n
La velocidad tiene direcciOn
9~5
Componentes de la velocidad, de
la aceleraciOn y de la fuerza
H
Significado d< las ecuaciones de
la dimimica
SoluciOn numfrica de las ecuaciones
Movimientos planelarios
9~3
9~ 7
9-1
Momentum y fuerza
El descubrimiento de las Jeycs de la dinilmica, o de las
fue un momenta culminante en la historia de la ciencia. Antes
ton, los movimientos de las cosas coma Jos planetas eran un
pero
de Newton hubo una comprensiOn completa. Aun las !eves desv1aciones de las
de Kepler debido a las perturbaciones de los planetas, fueron computables. El movimiento de los pendulos, osciladores con resortes y pesos en ellos, etc. pudieron
ser analizados completamente despues que las !eyes de Newton fueron enunc1ada~.
Asi es con este capitulo: antes de este capitulo no pudimos calcu]ar cc"imo se moveria una masa fija a un resorte; mucho menos podriamos calcular las perturbac1ones
de! planeta Urano debido a Ji.ipiter y Saturno. jDespul:s de este capitu!o podremos
calcular no s6!o el movimiento de las masas que oscilan, sino tambien las perturba
ciones produddas por J Upiter y Saturno sob re el p!aneta Urano !
Galileo hizo un gran avance en la comprensi6n de! movimiento cuando descubri6 el principio de inercia: si un objeto se abandona a si mismo, si no es perturbado,
continUa moviendose con una velocidad constante en una linea recta si estaba originalmente movifodose, o continua en repose si estaba en reposo. Por supuesto, este
nunca parece ser cl caso en la naturaleza, porque si hacemos deslizar un bloque a
lo largo de una mesa se detiene, pero eso es debido a que no ha sido abandonado
a si mismo -est<i rozando contra la mesa-. RequiriO cierta imaginaci6n encontrar
la regla correcta y esa imaginaci6n !a tuvo Galileo.
Por supuesto, la pr6xima cosa que se necesita es una regla para encontrar c6mo
un objeto cambia su velocidad si algo lo estd afectando. Esta es la contribuci6n
de Newton. Escribi6 tres ]eyes: La primera ley fue una mera reafirmaci6n del principio de inercia galileano recien descrito. La segunda ley dio una manern. especifica
para determinar c6mo la velcx:idad cambia baJo diferentes influencias llamadas
fuerzas. La tercera !ey describe las fuerzas con algUn detaJle y discutiremos eso
9-1
en otra oportunidad. Aqui discutiremos sOlo la segunda ley, la cual sostiene que las
fuerzas cambian el movimiento de un objeto de este modo: fa variaciOn temporal
de una cantidad !lamada momentum es proporcional a la fuerza. Enunciaremos esto en forma matemii:tica pronto, pero expliquemos primero la idea
El momentum no es lo mismo que la velocidad. Muchas palabra~ se usan en fisica, y todas tienen significado preciso en ella. aunque no puedan tener ta! signifi"
cado preciso en el !enguaje cotidiano. El momentum es un ejemplo y debcmos definirlo en forma precisa. Si ejercemos un cierto empuje con nuestros brazos sobre
un objeto !iviano, este se mueve facilmente; si empujamos igualmente fuerte otro
objeto mucho m:ls pesado en el sentido usual, se mueve mucho menos rapido. Realmente, debemos cambiar las palabras •·Jiviano" y ""pesado" a menos masil'O y mds
masivo, porque hay una diferencia que debe entenderse entre e! peso de un objeto
y su inercia. (Lo dlficil que es poner una cosa en movimiento y cuilnto pesa es algo
diferente.) El peso y la inerda son proporcionales y sabre la superficie de la tierra
se consideran a menudo numi.':ricamente iguales. lo cual causa una cierta confusiOn
al estudiante. Sabre Marte lo~ pesos serian diferentes, pcro la magnitud de la fuer7.a necesaria para V!(ncer la incrcia seria la misma.
Usamos el tCrmino masa coma mcdida cuantitativa de la inercia. y podemos
medir mai.a, por ejemplo, hacienda girar un objeto en circulo a determinada velocidad y midiendo cuilnta fuerza necesitamos para mantenerlo en circu!o. De esta manera, encontramos cierta cantidad de masa para cada objcto. Ahora el momentum
Jc un obieto es un producto de dos partes: su masa y su velocidad. Asi, pues, la
segunda ley de Newton puede escribirse matemilticamente de esta manera:
F =
#, (mv).
(9.1)
Ahora hay varios puntos a considerar. Al escribir cua!quier ley como esta. usamos
muchas ideas intuitivas, implicacioncs y suposicioncs. las cuales primero se cor:nbinan aproximadamente en nuestra ""ley". Posteriormente tenemos que volver atrils
y estudiar con mayor deta11e lo que cada uno de los tCrminos significa exactamente,
pero ,<>j tratamos de haccrlo dema~-iado pronto nos confundiremos. Asi, pues, al comienzo daremos varias cosas por supuestas. Primero, que !a masa de un objeto es
constante; no lo es realmente, pero partlremos con la aproximaci6n newtoniana de
que la masa es constantc. la misma todo el tiempo. y que, ademlis. cuando ponemos
dos objetos juntas, sus masas se
Estas ideas fueron por cierto insinuadas
pucs de otro modo esta no time sentido.
por Newton cuando escribi6 su
Por ejemplo, supongamos que la ma~a variara invcrsamentc con !a velocidad; entonces el momentum no camhiaria nunca en circunstancia alguna; asi la ley no significa nada a menos lJ.UC sepan c6mo cambia la masa respecto a la vclocidad. Para
comenzar decimos que no cambia
Luego hay algunas implicaciones concernientes a la fuerza. Como una aproximaciOn, imaginamos !a fucrza coma una especie de empuje o tirOn que hacemos
con nuestros mUsculos, pero podemos definirla mils exactamente ahora que tenemos
esta ley de! movimiento. La cosa mils importante de reconoccr es que esta relaciOn
comprende no s6lo el cambio en la magnilud del momentum ode la velocidad, sino
que tambit!n en su direcci6n.
9-2
Si la masa es constante, la ecuaci6n (9.1) puede tambien escribirse en la forma
F=
m~~
=ma.
(9.2)
La aceleraci6n a es la variaci6n de la velocidad. y la segunda ley de Newton no dice
s6lo que el efecto de una fuerza dada varia invcrsamente con la masa; dice tambifo
que la direcci6n de! cambio de la velocidad y la direccibn de la fuerza son iguales.
Asi debemos compr~nder que un camb.io de "'.elocidad, o. una acelerac.i6n, tiene u.n
significado mils ampho que en el lenguaJe comun: la veloc1dad de un obJeto en mov1miento puede cambiar porque se mueve mils rilpido, o mas lento por su disminuci6n (en este caso, decimos que acelera con una aceleraci6n negativa), o cambiando
su direcci6n de movimiento. Una aceleraci6n en imgulo recto con la velocidad fue
discutida en el capitulo 7. Vimos alli que un objeto que se mueve en un c!rculo de
radio R con una cierta velocidad v a lo largo de! circulo se desvia de una trayectoria rectilinea en una distancia 1gual a y-vi; R) ! 2 , si t es muy pequeiio. Asi la
f6rmula para la ace!eraci6n en <ingulo recto al movimiento es
a= v 2 /R,
(9.3)
y una fuerza en 3.ngulo recto. a la velocidad obligarla a un objeto a moverse en una
trayectoria curva cuyo radio de curvatura se puede encontrar dividiendo la fuerza
por la masa para obtener la aceleraci6n, y usando lucgo (9.3).
Fig. 9-1
Un pequei'lo desplazamiento de un ob1eto
9-2 La ve!ocidad tiene direcciOn
Con el prop6sito de hacer mas preciso nucstro !enguaje, haremos una definici6n
mils en nuestro uso de la palabra velocidad. Ordinariamente pensamos que rapidez
y velocidad son lo mismo, y en lenguaje ordinario ellas son Jo mismo. Podemos formular esto mils precisamente describiendo cOmo cambian las coordenadas x, y y z
de un objeto con el tiempo. Supongamos, por ejemplo, que en un cierto instante un
objeto se estil moviendo como se muestra en la figura 9- l. En un pequeiio intervalo de
tiempo dado .:1t
9-3
se mover3. en una cierta distancia .1.x en la direcciOn x, .1.y en la direcciOn y, y
.1.z en la direcciOn z. El efecto total de estos tres cambios en las coordenadas es un
desplazamiento .1.s a lo largo de la diagonal de un paralelepipedo cuyos !ados son
.dx, .1.y y .1.z. En terminos de la velocidad, el desplazamiento .1.x es la componente
x de la velocidad por My sirnilarmente pa:ra .1.y y .:.1.z:
ti.x =
9-3
t'x
!:J.t,
t:J.y = l'y t:J.t,
!:J.z = l'z !:J.t.
(9.4)
Componentes de la velocidad, de la aceleraciOn y de la fuerza
En la ecuaci6n (9.4) hemos descompueslo la ve/ocidad en componenles diciendo
lo ritpido que el objeto se estii. moviendo en la direcci6n x, la direcci6n y, y la direcciOn z. La velocidad estii. completamente especificada, en mOdulo y direcciOn,
si damos los valores numfricos de sus tres componentes cartesianas:
1·~ =
dx/dt,
1·y
=
dy/dt,
1',
=
dz/dr.
(9.5)
Por otro \ado, el m6dulo de la velocidad del objeto es
(9.6)
A continuaci6n, supongamos que. debido a la acci6n de una fuerza, la velocidad
cambia a alguna otra dirccdOn y a una magnitud diferente como se muestra en la
figura 9-2. Podemos analizar esta situaci6n aparentemente compleja en forma m:is
bien simple si calcu!amos la variaci6n de las componentes x, y y z de la velocidad.
La variaciOn de la componente de la velocidad en la direcci6n x eri un tiempo fit
es Ll vx - a_, CH, donde <I-1 es lo que llamamos la componente x de la aceleracic"m.
Similarmente, vemos que .1v,. = a-' .1.1 y flv, =a, i1t. En estos tCrminos vemos quc
la segunda ley de Newton, al decir que la fuerza est.ii en la misma direcci6n que
la aceleraciOn, es rcalmente tres !eyes, en el sentido de que la componentc de !a fuerza en la direcciOn x, yo z es iguai a
Fig_ 9-2Un camb10 en la velucidad
en el cual su magnitud y d1recc16n camb1an
9-4
la masa por la variaciOn de la correspondiente componente de la velocidad:
F,, = m(d11z/dt) = m(d~x/dt 2 ) = ma;,
F 11 = m(dcy/dt)
=
F,
·oo
= m(di',/dt)
m(d~r/dt 2 )
=
m(d 2 z/dt 2 )
= ma,.
may,
(9.7)
Asi coma la velocidad y la acdcraciOn han stdo descompuestas en componentes
proycctando un segmento de recta que represema la cantidad y direcci6n sabre tres
eje<; coordenados. asi. de la m1sma manera, una fuer7a en una direcciOn dada sc re
prescnta por cicrtas componenles en las direccione<> x, .r y z:
F"
=
F cos (.\, F),
F 11
'-=-
Fcos (y, F).
F,
~
F cos (z, F),
(9.8)
donde F es el mndulo (magmtud) de la fuerza y (x, F) representa el <ingulo entre
el eje x y la direcci6n de F, etc
La
Newton est<i dada en su forma completa en la ecuaci6n (9. 7).
Si conocemos
que actUan sobre un ob.ieto y las resolvemos en componentes x, y } z, entonces podemos encontrar el mov1miento de! objeto a partir de
cstas ccuaciones. Considercmos un ejemp!o simple. Supongamos que no hay fuerza
en la~ direcciones y y :, la lmica fuerza est<i en la direcci6n x, digamos vertical
mente. La ecuaciOn (9.7) nos dice
habr<i cambios en la velocidad en la direcci6n
vertical. pero no habri1 cambio
direcciones hori1ontales. Esto fue demostrado
con un aparato especial en el
7 (ver figura 7-3). Un cucrpo quc cae se muevc honzontalmente sin cambiar <>ll movim1ento
mientras que se mueve
vert1calmente de la misma mancra como se
mov1miento horiiontal
fuera cero. En otra~ palabras. los movimientos en
dcpcnd1cntcs si lasjiwrzas no e~tan relacionadas.
9-4
;.Cual es la focrrn'!
9-5
JJr
po•;doo do <q"mhrio.
Fig. 9-3.
Una masa f1ia a un resorte
es a velocidad constante. El movimiento interesante esta en la direcci6n vertical, y la
segunda ley de Newton nos dice
(9.9)
Sirnplificando las m, encontramos que la aceleraci6n en la direcci6n x es constante
e igual a g. Esta es, por supuesto, la bien conocida ley de la caida libre bajo la
acci6n de la gravedad, la cual conduce a las ecuaciones
Vx
=
V()
x = x0
+gt,
+ v0 t
+ !gt 2•
(9.10)
Como otro ejemplo, supongamos que hemos podido construir un artefacto (figura 9-3) que aplica una fuerza proporcional a la distancia y dirigida en forma opuesta
-un resorte-. Si olvidamos la gravedad, la cua! por supuesto est<i. balanceada por
el estiramiento inici:il de! resorte y hablamos s6io de las fuerzas en exceso, vemos
que si tiramos la masa hacia abajo, el resorte tira hacia arriba, mientras que si la
eritpujamos hacia arriba el resorte empuja hacia abajo. Esta miquina ha sido diseIlada cuidadosamente de modo que la fuerza es tanto mayor mientras mis tiramos
de ella, en proporci6n exacta al desplazamiento desde la condiciOn de equilibrio, y
la fuerza hacia arriba es igualmente proporcional a cuanto tiramos hacia abajo. Si
observamos la dinitmica de esta milquina, vemos un movimiento bastante hermoso
-arriba. abajo. arriba, abajo .... -- La pregunta es, (,describirim correctamente las
ecuaciones de Newton este movimiento'? Veamos si podcmos calcular exactamente
c6mo sc mueve con csta oscilaciOn peri6dica, aplicando la !ey de Newton (9.7). En
el caso presente, la ecuaci6n es
-kx
=
m(dl'x/dl).
(9.11)
Aqui tenemos una situadOn donde la velocidad en la direcciOn x cambia propornumerosas constantes: asi que imagina
cionalmente a x. Nada
o que hay un accidcntc en las unidades,
rcmos quc la escala de
de modo que tengamos
-- I. Asi trataremos de resolver !a ecuaciOn
di'x/dl =
-X.
(9.12)
Para proseguir dcbcmos saber quC es l\; pero, por supuesto. sabcmos que la vclo
cidad es la variaciOn de la posiciOn con el tiempo.
9-5
Significado de las ecuaciones de la dinlimica
9-6
es la velocidad y cual es la posici6n en un tiempo t + ~ inmediatamente posterior?
Si podemos responder a esta pregunta, nuestro problema esta resuelto, porque entonces podemos comenzar cOn las condiciones dadas y calcular cOmo cambian para el primer instante, el instante siguiente, el instante siguiente, y asi sucesivamente
y de esta manera gradua!mente desarrollamos ei movimiento. Para fijar ideas, supongamos que en el tiempo t = 0 tenemos que x = I y l\ = 0. t,Por qui: se mueve el
objeto? Porque hay una fuerza sobre el cuando esta en cualquiera posici6n, excepto
en x - 0. Si x > 0. la fuerza esta hacia arriba. Por lo tanto la ve!ocidad que es
cero comienza a cambiar, debido a la ley del movimiento. Una vez que comienza a
estab!ecerse c!erta ve!ocidad, e! objeto empieza a moverse hada arriba. y as! sucesivamente. Ahora bien, en cualquier instante !, si l es muy pequei'to. podemos expresar la posici6n en el instante t + t en tfrminos de la posici6n en el instante t y la
velocidad en el instante I con una muy buena aproximaci6n como
x(t
C uanto mas pequei'to es el
+ t)
=
x(t)
+ ev,,(t).
(9.13)
tan to m<i.s exact a es esta expresi6n, pero es de una
exactitud Util al.in si r no es suficientememe pequeiio. Ahora bien ~que pasa con !a
velocidad? A fin de obtener la velocidad posterior, la velocidad en el instante
1 + i, necesitamos conocer c6mo cambia la velocidad, la aceleraci6n. l. Y c6mo vamos a encontrar la aceleraci6n? Aqui es donde la ley de la din:imica interviene. La
ley de la din3.mica nos dice lo que es la aceleraci6n. Nos dice que la ace!eraci6n es -·x.
E,
l'x(I
+ E)
= 11,.(1)
=
+
w,,{l)
(9.14)
i·h) - u(I).
(9.15)
La ecuaci6n (9.14) es meramente cinemii.tica: nos dice que una velocidad cambia
debido a la presencia de la acelerad6n. Pero la ecuac16n (9.15) es dindmica, porque
nos relaciona la aceleraci6n con ia fuerza: nos dice que en este instante particular,
para este prob!ema particular, pueden reemplazar la aceleraci6n por -x(I). Por lo
tanto, si conocemos la x y la r en el instante dado, conocemos la aceleraci6n, la
cual nos da la nueva velocidad. y con i:sta la nueva posici6n -y asi es como trabaja el metodo·-. La velocidad cambia un poquito debido a la fucrza. y la posici{m
cambia un poquito debido a la velocidad.
9-6
SoluciOn numCrica de las ecuaciones
Resolvamos ahora rcalmente el problem a. Supongamos que tomamo<> 1
0. JOO
seg. Despui:~ que hacemos todo el trabajo y <>i encontramos que c~te no es suficien
0,010
temente pequeiio, tendriamo~ que volver atrits y hacerlo de nue\O con 1
seg. Comcnzando con nuestro valor inicial x (0) """' l.00. ;.cuanto e' .\· (0.1 )? E~ la
A~i.
pos1cion antigua x (0) mas la vclocidad (que es
multipl1ca<la por 0.10
x{O.I l cs aun LOO porquc aUn no ha
a moverse. Pero la nucva
dad a IDS 0.!0 'ieg. ~Cnl !a \e]ociJad ant1gua
0 mil~ I pOT )a ao::clcrac1on.
aceleraci6n es -x(O) - --1,00. Asi
1(0 I)= 0.00 - 0.10 X I 00
=
-0.!0
9-7
Ahora a 0,20 seg.
x(0.2) = x(O.!)
+ a(O.I)
I.OD - O.IO X 0.10
=
1•(0.2) = 1'(0.1)
= 0.99
+ M(O.l)
-0.IO - 0.10 X 1.00 = -0.20.
=
y asi, una y otra vez mils, podemos calcu[ar el resto del movimiento y esto es justamente lo que haremos. Sin embargo. para fines pritcticos hay algunos pequeOos
trucos con los cuales podemos aumentar la exactitud. Si continuti.ramos este citlculo
como hemos comenzado, encontrariamos que el movimiento es bastante inexacto,
ya que E -= 0,100 seg es bastante grande y tendriamos que ir a un intervalo muy
pequeiio, E = 0,01 digamos. Entonces para pasar por un intervalo de tiempo total
razonable tomaria muchos ciclos de computaciOn. Por eso organizaremos el trabajo
de una maner.a que aumentarit la precisi6n de nuestros clliculos, usando el mismo
tosco intervalo de r = 0, JO seg. Esto puede realizarse si hacemos un mejoramiento
sutil en la tecnica de! an.ilisis.
Ncten que la nueva posici6n es la posici6n antigua mfts el intervalo de tiempo
E por la velocidad. Pero por la velocidad i cwindo? La velocidad al comienzo de!
intervalo de tiempo es una vdocidad y la ve!ocidad al final de] intervalo de tiempo
es otra velocldad. Nucstra mejora es usar !a velocidad media en.Ire. Si conocemos
la veloddad ahora, pero ta· velocidad est cambiando, no obtendremas la respuesta
correcta al ir a la misma camo ahora. Deberiamos usar alguna entre la rapidez
"ahora'" y la ""despues"' al final del intervalo. Las mismas consideraciones se aplican tambiCn a la velocidad: para calcular los cambios de velocidad, deberiamos
usar la aceleraciOn a mitad de! intervalo entre los dos tiempos a los cuales la velocidad dcbe ser encontrada. Asi las ecuaciones que rea!mente usaremos ser<in algo
coma esto: la posiciOn posterior es igual a la posici6n anterior mas E por la velocidad en cl instan.te a mitad def intervalo. En forma similar. la velocidad en este
punto media es la velacidad en el ticmpo < anterior (que estit en la mitad del intervalo anterior},
·
por !a aceleraci6n en el instante t. Esto es. usamos las
ecuaciones
a
+ E)
+ f/2)
x(t
1'(1
a(1)
~
x(t)
~ 1·(1 =
+ a(r + f/2).
~/2) + w(I),
(9.16)
-x(I).
problema: ~cu<into vale r(E/2)'.' Al comienzo tenemos
cilculo. usaremos una ecuaciOn especial. es
Ahora estamos listos para !!evar a cabo nuestro cft!cula. Por conveniencia podecon columna~ para el tiempa. la posimos disponer el trabajo en forma de
llncas intermedias para la velocidad.
ci6n. la velocidad y la acelcrnciOn.
manera con\'emcncoma se muestra en \a tabla 9-1.
te de representar los va!ore~
conjunto de ecuaciones (9.16), y de hecha no
mismas. Llenamos
simplcrnente los di\ crsos
9-8
Tabla 9-1
Soluci6n de dv,jdt = - x
Intervalo:
f
= 0.10 sec
--· - - -- - -- - 0.0
l.000
0.1
0.995
0.2
0.980
0.000
-0.050
-1.000
--0.995
-0.150
-0.980
-0.248
0.3
-0.955
0.955
-0.343
-0.921
-0.435
0.5
0.877
-0.877
--------0.523---0.6
0.825
-0.825
-0.605
0.7
-0.764
0.764
-0.682
-0.696
0.8
0.696
-0.751
0.9
0.621
-0.621
-0.814
-0.540
1.0
0.540
- - - - - - ---0.868- - - I.I
-0.453
0.453
-0.913
-0.362
1.2
0.362
-0.949
-0.267
1.3
0.267
-0.976
1.4
-0.169
0.169
-0.993
-0.070
1.5
0.070
0.4
0.921
----· - - · - - --1.000- - - 1.6
-0.030
+0.030
''~
'·'
0
O!i
10
l5
Hucl
Fig. 9-4. Gratico del mov1m1ento de
una masa fija a un resorte.
Sol
Fig. 9-5
La fuerza de gravedad sobre
un planeta.
y por Jo tan to la aceleraci6n ser.i! positiva. Asi, pues, la velocidad decrece. Es interesante
comparar estos nUmeros con la funci6n x = cos t, que se da en la figura 9-4. jLa
concod.ancia esta dentro de las tres cifras significativas de exactitud de nuestro
cilci.: 10! Veremos posteriormente que x = cos t es la soluci6n matem3.tica exacta
de nuestra ecuaci6n de movimiento, pero es una ilustraci6n impresionante del poder
de! anii.lisis numfrico que un c:ilculo tan facil dC resultados tan precisos.
9- 7
Movimientos planetarios
El anilisis anterior es muy bonito para el movimiento de un resorte que oscila:
pero, l,podemos analizar el movimiento de un planeta alrededor del sol? Veamos si
podemos llegar a la aproximaciOn de una elipse para la Orbita. Supondremos que el
sol es infinitamente pe~ado, en el sentido de que no incluircmos su movimiento. Supongamos que un planeta parte de un cierto lugar y que se esta moviendo con una
cierta velocidad; gira alrededor de! sol siguiendo alguna curva, y trataremos de analizar mediante las lcyes de Newton del rnovimiento y su ley de la gravitaciOn quC
curva es. ,:,COmo? En un instante dado estti. en algUn lugar en el espacio. Si la distancia radial desde el sol a este lugar se llama r, sabemos que hay una fuerza dirigida hacia adentro que, de acuerdo a la ley de la gravcdad, es igual a una constante
por el producto de las masas del sol y de! plancta dividido por el cuadrado de la distancia. Para analizar mils aUn esto dehemos encontrar que aceleracibn producini
esta fuerza. Necesitaremos las componentes de la aceleraci6n segUn dos dircccion.::s.
que l!amamos x e y. Asi, si especificamos la posici6n del planeta en un instante
dado, dando x c y (supondrcmo~ que z es siempre cero porque no hay fuerla en la
direcciOn z y, si no hay velocidad inicial v... no habrit m:i.s que hacer z igual a ccro),
la fueru estil dirigida a Jo largo de la linCa que une al planeta con el wl. como se
muestra en la figura 9-5.
En esta figura vcmos que la componente horizontal de la fucrza cstil relacionada
con la fuerza completa. de la misma manera que la di5tancia horizontal x lo estil
a la hipotenusa completa r, porque los dos triitngulo~ son semcjantcs. Tambien, si .\·
es positivo,
9-10
F, cs negativo. Esto cs, FJIFI = -x/r, 6 F, = -IFlx/r = -CMmx/r3 • Ahora
usamos la Jey dinitmica para encontrar que esta componcntc de la fuerza es igua!
a la masa del planeta por !a variaci6n temporal de su velocidad en !a direcciOn x.
Asi encontraremos las siguientes leyes:
m(d1',jd1)
=
-CMmx/r\
m(dv~/df) =
-GMmy/r 3 ,
r =
(9.17)
,/?+}?.
Este es, entonces, el conjllnto de ecuaciones que dcbemos resolver. Otra vez, para
simplificar el trabajo numfrico, supondremos que Ia unidad de tiempo. o la masa
del sol, ha sido ajustada en forma tal {o que la suertc e~til con nosotros) que
GM
I. Para nuestro ejemplo cspecifirn supondremos que la posiciUn micial del
planeta estit en x """"" 0.500 e y
0,000, y que la velocidad estit en un comicnzo
en la direcci6n y, y que tiene una magnitud de I ,6300. Ahora. (.CC.mo haccmos el
citlculo? Hacemos otra vez una tabla con co!umnas para cl tiempo. la posici('Jn x. la
velocidad segim x v.r y la aceleraciOn scgUn x ax; lucgo, separadas por una doblc Ii
nea, tres columnas para la posici6n, la velocidad y !a aceleraci6n en la direcci6n y.
Para obtener las aceleraciones vamos a nccesitar la ccuaci6n (9.17); Csta nos dice
que la aceleraci6n en !a direcci6n x es -x/r3, y la acelcraci6n en la dirccci6n y
es -y/r3, y que r es la raiz cuadrada de x1 + y~ Asi, dado x e y, debemos hacer un
pequefio citlculo por separado, tomando la raiz cuadrada de la suma de los cuadra
dos para encontrar r y luego, para estar preparados para calcular las dos accleraciones, es Util tambien evaluar l/r3. Este trabajo puede ser hecho bastante facilmen
necesitamos s6lo
te usando una tabla de cuadrados, cubos c inversos:
multiplicar x JXlf J/r 3 , lo cual haccmos con una regla de
=
. ·.:"'· . . • L.:·.· · ·"~
·-"~
1~2.0,.
, 1•0
~.1
-•.o
·os
/J'
o.~
Sol
Fig. 9-·6.
t:I mov1m1ento calculdrlo de un
plarieW <ilredodor del sol
Asi nuestro citlculo proccde con los
1 = 0,100: valores iniciales en t =-·
pasos.
u~ando
intenalos de tiem
po de
x(O) = 0.500
1'AO) -=
o.ooo
y(O) =
1·v(O)
=
0.000
+-1.630
A partir de Cstos cncontramos:
r(O) =
a,
=
0.500
-4.000
l/r\O) '"'" 8.000
ay ~ 0.000
9-11
Asi podemos calcular las velocidades J',{0.05) y 1•.(0.05):
i'_,-(0.05)
=
0.000 - 4.000
i'y(0.05)
=
!.630
x
+ 0.000 x
0.050
=
0.100 '--'
-0.200;
1.630.
Ahora comienza nuestro ci1lcu!o principal:
x(O. ! ) -
0.500 - 0.20 X Cl.I
0.480
y(O.I)
=
0.0 t·· 1.63 X 0.1
0.!63
r
=
v/(l4S~·o.u;3·;;
0.507
l/r:1
7.67
aiO.l)
=
0.480 X 7.67
-J.68
au(O.l)
=
-0.163 X 7.67
-- 1.256
l'-'(0.15) -
y(0.15)
=
-0.200 -
1.630 -
3.68
x
0.1
1.26 x 0.1
x(0.2) '-' 0.480 - 0.568 X 0.1
y(0.2) = 0.163 ·I- 1.50
etc.
x
0.1
~
-0.568
1.505
0.423
0.313
De
mam:ra obtencmos Jos valorcs dados en la tabla 9-2, iY en veintc pasos o
algo
hemos seguido la mitad del camino dd planeta alrcdedor del sol! En la
figura
estim dibujadas las rnordcnadas x c y dadas en la tabla 9-2. Los puntos
rcpresentan las posicionc~ en la suce~i{m de ticmpos scparados en un dt':clmo de
unidad; vcmos que al comienw el plancta se mueve r:ipidamente y al final se mueve lcntamcnte, y asi la forma de la curva qucda detcrminada. iAsi vemos quc realmenle sabemos ct°}mo calcular cl movimiento de los planetas!
Ahora vcamos cOmo podcmo~ calcular el movimiento de Neptuno, Jiipiter, Urano
o cua!quicr otro planeta. Si tenemos un gran nUmcro de planetas y hacemos que
el sol sc mueva tambiCn, i,podcmos hacer la misma cosa? Por supuesto que podemos. Calcu!a:nos !a fuerza sobre un planeta particular, digamos p!aneta nUmero
i, cl cual tiene una posici1in x,, y,, Z; (i
I puede representar al sol, i = 2 a Mercurio,
1 -- 3 a Venus, y asi sucesivamcntc). Debemos conocer las posiciones de todos los
planetas. La fucrza quc actUa sobre uno se debt: a todos los otros cucrpos quc cs
tiln locali1ados, digamos, en las posiciones xl' yl' zj. Por lo tanto, las ccuacioncs
(9.18)
9-12
Tabla9-2
SoluciOnde dv,/dr
=
-x/r", dt·.ldt
Intervalo
1•~=0
Orbita "•=1.63
"· I
t =
=
-y/r", r
=
Vx~
+-y•.
0.100
x=0.5 y=O at 1=0
,
o.ss6
-2.4S
0,6H 3.942
0526-----··
-2.20
0.675 3.252
+0344
+OS62
+0.796
-0.968---+0.8$8
+o.90
+0.9]
+094
-0Sl3----+0.9S
+0.95
+09S
+0.9S
+095
-008
-0796----0.00
+o.96
+om
l.022
0936
+0058
EJe xcruzado a los 2,!01
"x~ Oa2,086scg
'"°''''"'"'"'""""'oo
se~.,
perioOO -- 4,20 seg
\,022..
l,022__+2Q,2QQ_
T>empopred1cho,.(O,l6l)'/ 1 o '1{0,66Jl- 2.082
9-IJ
Ademils, definidos a
ru
como la distancia entre los dos planetas i y j; esto es igual a
TambiE:n, l significa una suma de todos los valores dej-todos los otros cuerposexcepto, por supuesto, para j = i. Asi, todo Jo que tenemos que hacer es confecctonar m:ls columnas, muchas m:ls columnas. Necesitamos nueve co!umnas para el
movimiento de JUpiter, nueve para el movimiento de Saturno, y asi sucesivamente.
Entonccs cuando tenemos todas las posiciones y velocidades iniciales podemos calcu!ar todas las aceleraciones de la ecuaci6n (9.18) calculando primero todas las
distancias, usando !a ecuaci6n (9,19). ;,Cuitnto tiempo tomaril para hacerlo?
Si lo hacen en casa, jnecesitaritn un tiempo muy largo! Pero en los tiempos modernos tenemos milquinas que hacen la aritmi:tica muy r.i!pidamente; una m.iiquina
computadora muy bucna puede tomar un microsegundo, esto es, una millonE:sima
de un segundo, para hacer una suma. Para hacer una multiplicaciOn dcmora m.i!s,
digamos 10 microsegundos. Puede que en un ciclo de c.i!lcu!o, dependiendo del problema, tengamos 30 multip!icaciones o algo asi, por lo que un ciclo demorani 300
microsegundos. Esto significa que podemos hacer 3.000 ciclos de computaci6n por
segundo. Para obtener una exactitud, de, digamos, una parte en mil mlllones, necesitarlamos 4 x I 0 5 ciclos para corresponder a una revoluci6n de un planeta airededor del sol. Esto corresponde a un ticmpo de computaci6n de 130 segundos o
alrcdcdor de dos minutos. iAsi, pues, lleva s6lo dos minutos para seguir a JUpiter
alrededor de! so!, con todas !as perturbadones de todos !os planetas corregida a
una parte en mil millones, por este mE:todo! (Resulta que el error varla casi como
el cuadrado de! intervalo E. Si haccmos el intervalo mil veces mils pequeii.o, es un
mi116n de veces mils exacto. Asi que hagamos el intervalo 10.000 veces mils
pequeiio).
Asi, pues, como dijimos, empezamos este capitulo sin saber aU.n cOmo calcular
el movimiento de una masa en un resorte. Ahora, armadas con el tremendo poder
de las !eyes de Newton, podemos no s(J)o calcular tales movimientos simples, sino
tambifo, dada s6\o una mitquina para tratar la aritmCtica, aun los movimientos
tremendamcnte complejos de Ios planetas, jhasta un grado de precisi6n tan alto coma queramos!
9-14
10
ConservaciOn del
rnornentu1n
IO-I
La tercera ley de Newton
10-4
Momentum}' energia
10-2
ConservaciOn del momentum
10-5
Momentum relativista
10-3
iEI momentum se conserva!
I 0-1
La tercera ley de Newton
Sobre la base de la segunda ley del movimiento de Newton. la cual da la relaciOn
entre la acelcraciOn de cualquier cuerpo y la fuerza actuando sobre CL c::ualquicr pro
blema en mecitnica puede ser resuelto en principio. Por ejemplo. para determinar el
movimiento de unas pocas particu!as, uno puede usar el mCtodo numCrico desarrollado en el capitu!o anterior. Pero hay buenas razoncs para haccr un estudio adicional
de las !eyes de Newton. Primera, hay casos ba~tante simples de movimiento que pueden ser analizados no solamente por mCtodos numCricos. sino que tambien por anil.lisis matemil.tico directo. Por ejemplo, aunque sabemos que la ace!eraci6n de un cuerpo que cae es de JO m/seg 2 , y a partir de este hccho podriamos calcular el movimiento
por mCtodos numCrico~. es mucho mas fac1l y satisfactorio analizar el movimiento y
encontrar la soluci6n genera!, s = s0 + 1·0 t -+ 5 1! De la m1sma manera. aunque podemos calcu!ar !as posiciones de un oscilador arm6nico por mCtodos numfricos, es tam
biCn po5ible demostrar analiticamente quc la so!uci6n general es una simple funci,'in co
seno de I, y asi es innecesario recurrir a toda esa dificultad 3.ritmetica cuando hay
una manera simple y mils exacta de obtener el resu!tado. De la misma manera, aunque
el movimiento de un cuerpo alrededor del sol, determinado por la gravitaciOn, pucdc
ser calcu!ado punto· por punto por los metodos numfricos de! capitulo 9. lo cual
muestra la forma general de !a 6rbita, es interesante tambien obtener la forma exacta,
que et anillisis revela como una perfecta elipse.
Desgraciadamente existen en realidad muy pocos problemas quc pueden ser re
sueltos cxactamente por anitlisis. En el caso del oscilador armOnico, por cjemplo. si
la fuerza del resorte no es proporcional al desplazamiento, sino que es algo mils
complicada, uno debe volver a caer en el mCtodo numerico. 0 si hay dos cuerpo~ gi
rando alrededor del sol, de modo que el nUmero total de cuerpos es tres. entonces
el anillisis no puede producir una f6rmula simple para el movimiento, y en la prilctica
el problema debe ser resuelto numericamente. Ese es el famoso problema de 105 tres
cuerpos, que durante tanto tiempo desafi6 la capacidad humana de anillisis;
interesante cuilnto necesitO la gcnte para apreciar el hecho de que tal ve1 el
anillisis matem<i.tico era limitado y que
10.l
numtricos. Hoy dia, un enorme nurnero de
analiticamente se resuelven por mttodos
problema
tres cuerpos. quc sc suponia difici!, se
rutina de una manera exactamente igual a la que fue
cs decir. haciendu bastante aritmetica. Sin embargo,
ambos metodos fa!lan: lo~ prob!emas simples puedcn
y
problemas moderadarnente di!icilcs por metodos aritmetilos problcmas muy complicados no pueden resolverse por
m~todos. L:n
complicado es. por ejemplo, el choquc
las moleculas de un gas. Hay innumey seria ridiculo tratar de hacer
-un decimo
milkm de hillones).
o un pedacosa como d
globular. en
zo
madera o hierro. o el
~el de s(1lo dos o trcs planetas
no pueden resolverse directamente: asi que tenemos que
En las situaciones en las cuales no podemos segui1
necesitamos saber
a!guna> propicdade~ g:eneralcS. es decir, principios o tcoremas generales los cuales son
consecuencias de las leyes de ;•-Jewton. lino de Cstos es el principio de conservadOn de
la cnergia. que se discutil'i en el capitulo 4. Otro es el principio de la conservaciOn
de! momentum el tema de este capitulo. Otra razOn para estudiar mils la mecimica
es que hay ciertos modclos de movimiento que est3.n repctidos en muchas c1rcunstancias diferentcs. asi que es bueno estudiar estos modelos para una circunstancia
particular. Por ejemplo, estudiaremos los choques; diferentes tipos de choques tienen
mucho en comUn. En el flujo de fluidos, no hace mucha diferencia lo que el flUido es;
las \eyes dcl f1ujo son similarc~. Otros problemas que estudiaremos son las vibraciones
y oscilaciones y, en particular. los fen.'Jmenos singulares de las ondas mecitnicas -sonido, vibraciones de vari!!as, etc.
En nuestra discusiOn de las leyes de Newton se explicO que estas !eyes son una
especle de programa que dice ··Ponga atencilm a las fuerzas··. y que Newton nos dijo
sO!o dos cosas acerca de la naturaleza de las fuerzas. En el caso de la gravitaciOn,
nos dio !a ley
de fuerza. En el caso de las fuerzas muy complicadas entre
ii.tomos, d no
las !eyes correctas para las fucrzas; sin embargo, descubri6
una regla, una propiedad general de las fuer7as. quc estil expresada en su tercera Icy,
y que es el conocimiento total que Newton tenia acerca de la naturaleza de las fuerzas -la ley de la gravitaciOn y este principio, pero no otros detalles.
Este principio cs que la acciiin es igual a la reacciiin.
Lo que se quiere decir es alga de estc tipo: supongamos que tenemos dos peque
iios cuerpo~. digamos particulas. y supongamos quc la primera ejerce una fuefla
sobre la segunda, empujitndola con una cierta fucrza, Entonces simultilneamentc, de
acuerdo a la tercern ley de Newton. la segunda particula empujaril a la primera con
una fuerza igual. en dirccciOn opuesta: mis aim. estas fucrzas actUan efectivamente
en la misma !Inca. Esta es la hipOtesis o ley que Newton propuso. y parece scr
completamente precisa. aunque no es exacta (discutircmos los errore~ mits tarde).
Por cl momenta
10-2
tomaremos por verdadero que la acci6n es igual a la reaccion. Por
una tercera particula. no en la m1sma linea que las otras dos. la !ey
la fucrza total ~obre la pnmera sea igual a la fuerza total sabre la
tercera particula. por ejemplo, ejerce su propio empuje sobre
una
las otras
dos. El resultado es que el efecto total sobre las primeras dos es en alguna otra direcci6n, y las fuerzas sabre las primeras dos particulas no son. en general, ni iguales
ni opuestas. Sin embargo, las fuerzas sobre cada particula pueden descomponcrse
esta
en partes, habiendo una contribuci6n o pane dcb1da a cada otra particula
interactuando. Entonces cada par de particulas tiene
de interacci(.JD mutua que son iguales en mOdulo y opuesta~ en
I0-2
ConservaciOn de! momentum
i,Cu:'lles 5on ahora las
gamos, por simphcidad, que
de masas diferentes,
opuestas; (,cuille~ son
la fuerza es la riipideL
variaci6n de!
del momentum p,
dpi/dt
=
-dp 2 /dt.
(10.l)
Ahora, s1 la rap1deL de variaci6n es siempre igua! y opuesta, se concluye que la ~·aria
ci6n total de! momentum de la particu!a I es igual y opuesta a la variaci6n total de!
momentum de la part1cula 2; esto sigmlica que s1 sumamo5 el momentum de la particula I al momentum de la particula 2, la rapidel de variaci6n de la suma de las dos,
debido a las fuerzas mutuas (llamadas fuerzas internas) entre particula5, es cero;
estoes
(J0.2)
Se ha supuesto que no hay otras fuerzas en el problema. Si la rapidcz de variaci6n de
la cantidad
esta suma es siempre cero, esto es s6lo otra manera de decir
(p 1 + pJ no cambia. (Esta cantidad tambien sc escribe como m 1v1 +
~e llama
que el momomentum de las do' particula,.) Bernos obtenido ahora el re5ultado
mentum total de las dos particulas no cambia a causa de ningUn tipo de mteracc10nes
mutuas entre ellas. Esta afirmaciOn expresa la ley de conservac10n del momentum
en ese ejemplo particular. Concluimo~ que si hay cualquier tipo de fuerrn, no importa
lo complicada que sea, entre dos particulas, y s1 med!mo~ o cakulamos m 1v1 + m 1P2 ,
esto es, la suma de los dos momenta antes y despues de que las fuerzas actUen, los
resultados ser.im iguales, es decir, e! momentum total es una constante.
Si extendemos el razonamiento a tres o mas particulas interactuando en circunstancias mas complicadas, es evidente que en lo que concieme a las fuerzas intcrnas,
el momentum total de todas las particulas permanece constante, ya que un aumcnto
de! momentum de una debido a otra esta exactamente compensado por la disminuci6n
de! segundo
10-3
debido a la primera. Esto es, todas las fuerzas intcrnas se cquilibraran y por lo tanto
el momentum total de las particulas no puede cambiar. Entonces, si no hay fuerzas
desde el exterior (fuerz.as externas), no hay fuerzas que puedan camhiar cl momentum
total; de aqui que el momentum sea una constante.
Es importante describir !o que sucede cuando hay fuerzas que no
acciones reciprocas de la~ particulas en cuestiim:
que
ticulas que interactllan. Si s61o hay fuerzas
tum de las particulas no cambia, no importa
tambitn que hay fuerzas
fucrza ejercida por cuerpos cxternos
externa. Demostraremos mils tarde que la suma
a la rapidez de variacit'm del momentum total
L1til.
momentum total de un ntimero de particulas quc interactUan
puedc ser expresada como una constantc
m 1 v1
+ m2v2 + m:il'3 + · · · =
a constante
(l0.3)
si no hay fuerzas netas externas. Aqui las masas
las particulas se numeran I, 2, 3, 4 .... El enunciado general de
Newton para cada particula,
f--c
~
(10.4)
(mv),
fuerza y
momentum en
fuerLa
una particula
del momentum de esa par-
(!OS)
z. Por lo tanto. la ecuaci6n (10.3)
c~
real-
hav otra interesante consccuen
·mas adelante, pcro que simes que
lcyes de la fisica ser.irn las
m1smas, ya sea que estemos
con una velocidad uniforme en
linea rccta. Por ejemplo, un
quc hacc rebotar una pclota en un aviOn encuentra
quc la pelota rebota lo mismo que si la estuviera hacienda rcbotar sabre !a tierra. Aun
cuando el aviOn se estil moviendo con una vclocidad muy alta, a menos que camhie
su velocidad, las lcyes parecen las mismas para el nii1o que cuando el aviOn estit en
reposo. Esto es el asi llamado principio de relarividad. Tai comu lo usamos aqui lo
llamaremos "rclatividad galileana ", para distinguirla de! an;llisis mas cuidadoso hecho
por Einstein, que estudiaremos mas tarde
Bernos ya deducido la ley de conservaciOn de! momentum a partir de las !eyes de
Newton y podriamos continuar desde aqui para encontrar las !eyes especiales que
describen los impactos y colisioncs. Pero por razones de variedad, y tambit:n como
una ilustraciOn de un tipo de razonamiento que pucde scr usado en fisica en otras
circunstancias, donde, por ejemplo, uno no puede conocer las leyes de Newton y pueda seguir un mt:todo diferente,
10-4
discutiremos las leye:. de los impactos y colisiones desde un punto de vista completa·
mente diferente. Basaremos nuestra discusiim en el principio de la relatividad gali!eana,
cnunciado ante~, y tcrminaremos con la ley de conservaci6n del momentum.
ComenLaremos suponiendo que si corrcmos, la naturaleza se veril igual 4uc si
e:.tamos quietos. Antes de discutir las colisiones en las cuales dos cuerpos chocan
y sc pegan, o se juntan y rebotan apartandose, consideraremo.'> primcro dos cuerpos
que .<,e mant1enen unidos por un resorte a algo por e! estilo, y luego se los suelta
repentinamente y cl resortc o ta! vez una pequefia explosi6n los empuja. Mils al.in,
consideraremos cl movimiento en una sola direcci6n. Supongamo~ primero quc los
do~
son exactamente iguales, ~on objetos bien simetricos, y !uego tenemos
cxplo~10n entre ellos. De5pues de la explo5i6n, uno de los cuerpos se
mov1endo. digamos hacia la derecha, con una velocidad v. Entonces parece
razonable que el otro cucrpo se estC moviendo hao:-ia la 1zquierda con una velocidad
v, porque 51 los Objetos sun semeJantes, no hay razon para que la derecha o la izqu1erda scan prefcrida~ y, por lo tanto, los cucrpos harian algo que es simCtrico.
E~to es un ejemplo de lin tipo de ideas que es muy Uti! en muchos problemas. pero
no sc habria pue<,to al dcscubicrto si hubiCramo" comenzado con las formulas.
nuestro expenmento es 4ue objetos iguales tendran velo
supongamo~ que tenemo5 dos objdOs hecho~ de diferen
alumin10,
hacemos las dos masm· 1guales. Ahora
con dos
son iguaks. aun
las velocidades
Alguien podria
no tenia por que suponer e5o. Usmasas quc adquieren velocidades
en c~te cxpenmemo
esta sugerencia y hagamos una pequefia explo~mn .:uue d cobu: y un pedazo muy grande de aluminio, tan pesado que el cobre vuela
leJ05 y cl alumirno apcnas sc mueve. Eso es dema:.iado alummio, asi quc reduzcamos
la cantaJad hasta (jltC hqya sOlo un pcdaw muy diminuto; entonces cuando hacemos
la explos1im del alum11110 vuela leJOS y el cobre apenas se muevc. Esto no es suficiente
alumm10. Evidenlcmente
alguna cantidad corrccta intermedia; asi que seguimo.'>
ajustando las cant1dades
quc la5 velocidades lleguen a ser 1guale~. Muy bien:
entonces, demos ~uelta a las cosas} digamos que cuando las velocidade5 son 1guales,
!as
son
Jmtamente una definic16n, y parece notable
meras defimcione~. Sin embargo. hay al
accptamos esta definiciOn de masas iguales. inmc
lcyes. tal como s1guc
l0-5
de un cnunciado similar usado como postulado en rclaciOn con cantidades matemtiticu9 A partir de este ejcmplo pode~nos vcr lo r<lpido quc comenzamos a inferir
cosas si somos descuidados. No es prec1samente una defirnci6n decir que las masas
son iguales cuando las velocidadcs son iguales. porque dccir quc las masas son
igua!cs implica las [eyes matemilticas de la igualdad. lo que a su vez hace una predicci6n acen;a de un experimcnto.
Como segundo cjemplo, supongamos que se encuentra que A y B son iguales a!
hacer d experimento con una cierta intensidad de explosiOn, que da una cierta velocidad; s! despuCs usamos una exp!osi6n mils fuerte, ;,sera vcrdad o no que las vclocidades obtcnidas ahora sean iguales? Otra vez. en lugica nada hay que pueda decidir esta
cuestiOn, pero el experimento demuestra que es verdadero. Asi, hay otra ley que se
puedc establecer: Si dos cuerpos tienen masas igualcs cuando se las mide por vclocicuando se las mide
dades iguales a una vclocidad determinada, tendr<'tn
a otra velocidad. A partir de cstos ejemplos, vemos que
definici(m realmente encierra algunas !eyes de fisica.
En el desarrolio que sigue supondremos que es verdad que masas iguales tienen
veloddades iguales y opuestas cuando ocurre una explosiOn cntre ellas. Haremos otra
suposic!On en cl caso inverso: si dos objetos idCnticos, moviCndose en dirccciones
opuestas con velocidades lguales, chocan y se pegan por algUn tipo de cola. entonces
(,de qui: manera se estar<'in moviendo despuCs de !a colision? Esta es otra vez una
situaci6n de simetria, sin preferenr;ia entre derecha e izquierda: asi que suponemos
que qucdan en rcpmo. Tamhitn
que dos objetos cualesquicra de ma~as
iguales.. aun ~i los ohjclo~ c~tirn
matcriales difcrcntes, que chocan
cuando se muevcn con la rnisma velocidad en direcciones opues.las.
poso dcspuCs de la coli~inn.
10 1
V1stc1
desde un extrema de un
de ciirc lineJI
JO.J
jEI momentum sc conserva!
Podemos. vcrificar cxperimentaimente las hiplitesis antcriorc~: primero. quc si dos
objetos en rcposo de masas igualcs son ~cparadm por una explosi('m, se alejariin con
la misma velocidad: y segundo, si dos objetos de masas iguales se acercan con la mis
ma velocidad chocan y sc pcgan, se detcndrlm. Esto podemos hacerlo con un maravilloso invento l!amado canal de airc*, que elimina el roce. la cosa que continuamente
molestO a Galileo (Fig. !0.1). El no pudo haccr experimcntos deslizando las rnsas
porque no des!itaban libremcnte: pero, por un toque miigico adicional. hoy podemo~
obtener la eliminaci(m de! roce. Nucstros objctos se deslizar<'tn sin Jificultad, conti
nuamente a una velocidad constante, como fue anunciado por Galileo. Esto se hacc
sosteniendo los objetos sobre aire. Debido a quc el aire ticne un rocc muy bajo: un
objeto se desliza con veloi::idad prltcticamenk
0
H. V. Net\er y R. H_ Le1gh10n. Ama, )our. of Phy.1. 31. 2S) ( !%3).
10-6
fig. 10-2
con c1l111dro
explos1va
Corte de los deslizadores
accesor10 de 1nteracc16n
hay fuerza aplicada. Primera
bloques deslizantes
cuidadosamente para que tengan el
peso o masa (realsus pesos, pero sabemos quc este pc~o e~ proporcional a la masa).
mcntc ~c
y colocamos una pequeii.a dtpsula explosiva en un cilindro cerrado entre los dos
bloques (Fig. 10-2). Haremos partir los bloques desde el reposo en el centro de la
pista y los ob\igaremo~ a apartarse haciendo explotar la dtpsula con una chispa
c1ectrica. ,:,Que sucederil? S1 las ve!oddades son iguales cuando se apartan, llegarim
a los extrema~ de! canal al mismo tiempo. Al llegar a los extremos rebotarllii pritc·
detendrim en cl ccntro desde
ticamente con veloc1dadcs opucstas, y se juntarit.n
se realiza realmente el resuldonde partieron. Es una bucna comprobaci6n;
tadu cs ju~tamentc como Jo hemos descrito (Fig.
Ahora, la pr6xima cosa que nos gustaria rc~o!ver es que sucede en una situaci6n
menos simple. Supongamos que tenemos dos rnasas iguale~, una movifndose con velocidad v y la otra en reposo, y que chocan y se pegan: ,:,que succdcril.? Hay una
masa 2 m en total cuando hemos terminado, movifndose con una velocidad
cida. ~Que velocidad? Esk cs cl prohkma. ":>ara encontrar la rcspuesta.
supos1c16n que si \'iajamo~ en un coche, fo.icamcnte observaremos lo mismo que s1
cstuviCrnmos en reposo. Partimos ~abiendo que dos
1guales,
opucsta~ con velocidades iguale~ r, se
ahora que mientras
sucede,
se ve entonces'?
V1stadesded
V•O
[}>
a_____c=i
rd
:wtom6v1l en mo~1miento
(Veloe1daddel
automOvil = -v)
~____f]{a]
~
'[)(b)
~(t)
Antes del
choque
(jjj
2
~
fl(d)
V•O
V--+
@:lJ!:iJ Desput':s del choque~
Fig.
10-3
Vista esquemiit1ca del
exper1mento acc1or1-re.icc1011 con mas.is
10-4
Dos v1st.is de u11 choque
entren1as<1s1guales
1gualcs
10-7
velocidad y \as sumamos mv + 0, obtenemos el mismo resultado que cuando multiplicamos despues la masa y la velocidad de! conjunto, 2m por v/2. Asl esto nos
dice lo que sucede cuando una masa de velocidad v choca con una que estti en reposo.
Exactamente de la misma manera podemos deducir Jo que sucede cuando objetos
iguales que tienen dos velocidades cualesquiera chocan entre si.
Vistadesde
elautomOvil
Vista desde el
"laboratorio"
Antes de\
choque
I
mY: !DespuesdelchoqueL@
Fig. 10--5. Dos vistas de otro choque
inerastico entre masas iguales.
Supongamos que tenemos dos cuerpos iguales con velocidades v1 y v2 , respectivamente, que chocan y se pegan . .-,Cuitl es su velocidad v, despues de !a colisiOn?
Otra vez pasamos en un automOvil, digamos a una velocidad v2, de manera ta! que
uno de los cuerpos parece estar en reposo. Entonces el otro parece tener una velocidad v, · v1 , y tenemos el mismo caso que teniamos antes. Cuando todo este terminado, se estariln moviendo con una velocidad I /2 (v 1 -· v:J con respecto al coche.
.-,cual es entonces la velocidad real respecto al sue!o? Ella es v cc- ~ (i' 1 - vJ + 11! 0
~ (v 1 + vJ (Fig. 10-5). Otra vez notamos que
(10.6)
Asi, usando este principio, podemos analizar cualquier tipo de colisi6n en la cual
dos cuerpos de masas iguales chocan entre si y se pegan. En realidad, aunque hemos
trabajado sOlo en una direcciOn, podemos descubrir mucho acerca de colisiones mucho mils complicadas, imaginando que pasamos en un cache en alguna direcciOn oblicua. El principio es el mismo, pero los detalles se hacen alga complicados.
Para verificar experimentalmente si un objeto que se mueve con velocidad
choca con uno igual en reposo, forma un objeto que se mueve con velocidad
demos rea!izar el siguientc experimento con nuestro aparato de! canal de aire.
camos en el canal tres objetos. de igual masa, dos de los cuales cstiln inicialmente
dos con nucstro dispositivo cilindrico explosivo, estando el tercero muy cerca pero
ligeramente separado de aqu61Jos y provisto de un tope adhesivo de manera que se
pegarti a otro objcto que lo choque. Ahora, un momenta despu6s de la explosi6n, tenemos dos objetos de masa m moviendose con velocidades v iguales y opuestas. Un
momento despues de esto, uno de estos choca con el tercer objeto y hace moverse
un objeto de masa 2m, creemos asl, con velocidad p/2 . .-,COmo podemos verificar que
es realmente v/2'? Arreglando las posiciones iniciales de las masas sobre el canal de
manera que !as distancias a los extremos no sean iguales, pero que esten en la razOn
2:1. Asi nuestra primera masa, la cua\ continUa moviendose con velocidad i', recorrera en un tiempo dado el doble de distancia que las dos que se han pegado (prescindiendo de la pequeiia distancia recorrida por el segundo objeto antes que choque con
el tercero). La masa m y la masa 2111 alcanzar.'.m los extremo'i al mismo tiempo. y
cuando lo ensayamos, encontramos que lo hacen (Fig. 10.6).
10-8
+--V
V-+
0
rr-:-zo_________..c:m: O!Drm::J-:------o---:-f!
--v
v'-+
(]Qii]~~~~~~~C~T!iCX~LII
Fig. 10-6. Una expenencia para verif1car
que una masa m con veloc1dad v que choca
con una masa m con veloc1dad cero da 2m
con veloc1dad v/2.
El prOximo problema que queremos desarrol!ar es quC sucede si tenemos dos ma~
sas difcrentes. Tomemos una masa m y una masa lm y apliquemos nuestra interacci6n explosiva. lQue sucederit entonces? Si, como resultado de la explosi6n, m se
mueve con velocidad v, lCOn que ve!ocidad se mueve lm? El experimento que hemos
reciCn realizado se puedc repetir con separaci6n nula entre la segunda y tercera masa,
y cuando lo ensayamos obtenemos el mismo resultado, es dccir, las masas que reaccionan my 2m alcanzan las vclocidades - v y ~,/2. Asi la rcacci6n dirccta cntre my
2m da el mismo resultado que !a reaccilm simCtrica entre m y m, seguida de una co
lisi6n cntre m y una tercera masa m a la cua! se pega. Mils alm, encontramos que las
masas m y 2m, al volver desde !os extremos de! canal con sus velocidades (aproximadamcnte) exactamente invertidas, se paran en seco si se pcgan.
Ylstadcsdcel~1stcma
V1stadesdeel
automOvil
delcentrodcmasa~
v
§]
-V/2
+
§]Antes
del choque §]
o
[§]
11n ...
~
C§:J Desput':s del choquc
Fig
10 7. Dos vistas de
m!"l<lst1co entre my 2m
un
choque
Ahora la priJxima cue5ti0n quc podemos prcguntamos e" Csta: i.OuC sucedera si
una masa m con velocidad v, digamos, choca y se pega a otra masa 2m en rcposo'!
Esto es muy fa.cil de re~ponder usando el principio de relatividad galileana, porque
simplemente obscrvamos la colisiOn que hemos reciCn descrito desde un autom6vil
moviCndosc con velocidad-v/2 (Fig. I0.7). Desde el autom(Jvil, las velocidadcs son
v' 1
v' 1
-
=
v v (auto)= v + v/2
=
3 v/2
v/2 v(auto) - -v/2-+- v/2=- 0
DespuCs de la colis1im la ma!.a Jm no~ parcce mover~e con velocidad v/2. Asi obtenemos la respucsta, cs decir, la razc"Jn de las vcloc1dades antes y dcspuC~ de la colisi6n
es 3 a I: s1 un obJC!o de ma~a m choca con un objeto en rcposo de masa 2m, el conjunto se alcp, pcgado. con l /3 de velocidad. La regla general otra ve1 es que la suma
de los productos de las rnasas y las vclocidades permanece igual: m<' ~ 0 igual a Jm
por v/3, por Io que cstamos construyendo gradualmente el teorema de con~crvacibn
del momentum partc por parte.
10-9
cfuJ
r±J
I ~x~ I
f&i [Ki
cfuJ cfu
0 ~
Fig.
y3m
10-8.
Acci6n y reacc16n entre 2m
Ahora tenemos uno contra dos. Usando los mismos razonamientos, podemos predecir Jos resultados de uno contra tres, dos contra tres, etc. El caso de dos contra
tres, comcnzando desde el reposo, se mucstra en la figura 10-8.
En cada caso encontramos que la masa del primer objcto por su velocidad, mils la
masa del segundo objeto por su velocidad, es igua! a la masa total del objeto final por
su ve!ocidad. Estos son todos ejemplos, entonces, de la conservaci6n del momentum.
Partiendo de casos simi:tricos simples, hemos demostrado la !ey para casos mas
complejos. Podriamos, en realidad, haccrlo para cualquier fracci6n racional de
masa, y ya que cada fracci6n estft sumamente pr6xima a una fracci6n raciona!,
podemos manejar cualquier razOn tan precisamente como queramos.
I0-4
Momentum y cnergia
T odos los ejemplos anteriores son casos simples donde !os cuerpos ehoean y se
quedan unidos o cstaban inicialmcnte unidos y posteriormente eran separados por
una explosi6n. Sin embargo, hay situaciones en las cuales los cuerpos no se unen
como, por ejemplo, dos cuerpos de masas igualcs que chocan con velocidades iguales
y dcspu~s rcbotan. Por un breve instante est.in en contacto y ambos est.itn compri
midos. En el instante de m.ii.xima compresi6n ambos tiencn vclocidad cero y se almacena energia en los cucrpos clilsticos, como en un resorte comprimido. Esta energia
provienc de la energia cinCtica que tenian los cuerpos antes de la colisi6n, la cua!
llega a ser cero en el instante en que su velocidad es cero. Sin embargo, la pfrdida
de energia cinetica es ~Olo momentt\.nea. La condici6n en compresi6n es analoga a la
cilpsula que libera energia en una explosi6n. Los cuerpos son inmediatamentc descomprimidos en una especie de explosiOn y se separan de nuevo; pero ya conocemos el
caso -\os cuerpos se scparan con velocidadc~ iguales -. Sin embargo, esta velocidad de
rcbote cs menor, en general, que la velocidad inicial, porquc no toda cnergia est.it disponible para la cxplosiOn. dcpcndiendo de! material. Si el material es como la masilla,
la energia cinetica no se recobra; pero si es algo mt\.s rigido. algo de energia cinfaica
se resupera corrientementc. En la colisiOn el rcsto de la energia cinetica se transforma
en calor y energia de vibraci6n -los cuerpos estiin calientes y vibrando-. La energia
de vibraci6n tambiCn se transforma pronto en calor. E~ posible hacer los cuerpos quc
chocan de matcrialcs altamente el:isti.:os. tales como el accro con lopes de resorte
poco calor y vibraciOn. En
cuidadosamente diseilados. tal quc la colisi6n genera
igualcs a las vclociestas circun~tancta~ la~ vclocidades de rebate son
dades iniciales; ta! colisi(m se llama elristica.
q~e las ve!ocidad_e_s antes y despuiis ~e una colisi6n e!~stica scan iguales no cs
cuestion de conservacion del momentum, smo de conservacion de la energ[a cinfitica.
10~10
estos procesos.
son especialmentc intcresantes para sistemas quc no teno partes"" internas. Entonces cuando hay una colisi6n no hay
energia pucda scr encerrada. porque !os objetos que se separan
condici6n que cuando chocaron. Por lo tanto, entre objetos muy
colisiones
siempre eiasticas o muy cercanamcnte elasticas. Por
que las
entre .itomos o mokculas en un gas son perfectaAunque esto es una excelente aproximaciim, hasta esas colisiones no
clilsticas; de otra manera uno no podria entcnder cOmo la energia
de luz o de radiaci6n tfamica pueda salir de un gas. De vez en cuando. en
de
se cmitc un rayo infrarrojo de baja cnergia. pero cste hecho es
emitida cs muy pequeiia. Asi, la mayoria de ias veces, las co!igases se consideran pcrfectamente el.isticas.
10-11
Mientras se este expulsando mater.ial. el cohete .continlia aumentando su
La propulsi6n de cohetes es escncialmente lo m1smo que el retroccso de un
no hay necesidad de ningUn airc contra el cual empuj::tr.
10-5
Momentum relativista
En los tiempos modernos, la ley de conservaci6n del momentum ha sufrido cier
ta;. modificaciones. Sin embargo, aUn hoy la ley es cierta. encontr::rndose los cambios solamente en las definiciones. En la teoria de la rclatividad resulta que tcnemos
conservaci6n dcl momentum; las partlculas ticnen masas y el momentum aUn estil
dado por mv, la masa por la ve!ocidad, pero la masa cambia con la relocidad; por
lo tanto. el momentum tambi6n cambia. La masa varia con la velocidad de acuerdo
a la Icy
(10.7)
del
la velocidad de la luz. Es facil ver
a menos que 1· sea
del momentum sc
Las componentes del momentum para una particula se escriben en la forma
p,---,
momentum
~c
(10.8)
Si las componentes x ~e suman
todas las particulas
coma despuCs Jc una colisi(·in.
sumas son iguales.
conscrva en la dirccciOn x. Lo rn1smo vale para cualquicr
conservacion de la encrgia no es v<ilida
aparcce en rormas diferentes, energia
encrgia cak1rica. y asi sucesivamentc.
eJemplo
encrgia caliJrica. sc pucdc decir que la
cjcmplo pucde sugerir la pregunta: ··<·.Hay tambiCn
de momentum escondidas --tal vez momentum calOricoT La respucsta es
que es muy dificil e'>conder momentum por las razones siguienles:
de un cuerpo dan una medida de la energ1a
las vclocidades. Esta suma ser.it un resul
tado
direccional. El calor est.it alli. ya sea quc cl
cucrpo \C mucva o no como un
conservaciOn de la energia en la rorma de
calor no c~ muy cvidentc. Por ntro
~i uno suma las Fclocidades, que ticncn
cncurntra un rc~ultado quc no cs cero, esto significa quc hay un de~
cucrpo entero en alguna d1rccc1on particular. y un momentum tan
sc
facilmcntc. Asi no hay pCrdida al azar de momentum intcrno,
a quc cl cuerpo tienc momentum ncto sOlo
mueve como un todo
tanto cl
como cantidad mecilnica. c~
de esconder. Sin cm
el momentum
e~condido -en el campo elcctrumagnCtico, por
de la rclatlvulad
10-12
Una de las proposiciones de Newton fue que las interacciones a distancia son
instant3.neas. Resulta que este no es el caso; en situaciones en que intervienen fuerzas electricas, por ejmplo, si una carga elCctrica en un lugar se mueve repentinamente, el etecto sobre otra carga, en otro lugar, no aparcce instant3.neamente -hay
un pequeiio retardo-. En esas circunstancias, aun si las fuerzas son iguales,
las cosas no andan bien con el momentum; habr3. un corto tiempo durante el
cual existir3. dificultad porque por un rato la primcra carga sentir:i una cierta
fuerza de reacci6n, digamos, y tomar3. alglln momentum. pero la segunda carga
no hr. sentido nada y no ha cambiado alm su cantidad de movimiento. Lleva
tiempo para la influencia cruzar la di:>tancia que interviene, lo quc hace a 300.000
kil6metros por scgundo. En esc pcquenisimo tiempo el momentum de las particulas
no se conserva. Por ~upue~to, despuCs que la segunda carga ha sentido el etecto de
la primera y todo-se ha aquietado, se vcrificar<i. la ccuaci6n de! momentum, pero durante esc pequeiio mtervalo el momentum no sc conserva. Representamos esto di
ciendo que durante este intervalo hay otro tipo de momentum adem<i.5 del de la pnrticu!a, mv, y ese es el momentum de! cam po clcctromagnCtico. S1 sumamos cl momentum
del campo al momcnturp. de las particulas. el momentum se conscrva todo cl ticmpo
y en cualqmer instante. fl hecho Je que el carnpo electromagnet1co pueda poseer
una meJOf comprens16n,
momentum y energia hacc-ese campo muy real, y asi.
la idea original de que hay s61o las fuernis entre
se debe transformar en
la iJea de que una particula
campo, y un campo act\ia sobre otra particub
y el campo mismo tienc
tan famihan::s como contcmdo de energia y momentum, tal coma las
tomar otro ejcmplo: un campo electromagljllC la luz tamb1Cn
netico ticne ondas. quc
tum, de modo
cuanclo la luz
un objelO le
por segundo;
es eqwvalente a una
porciOn de momentum por
recogiendo una
to est3. cambiando y la s1tuaci6n
sabre el. La luz puedc cjcrcer
pequei'ia, pero C!> mcd1ble con aparatos "'lio.ec1'meo\C
11
Vectores
11-1
Simelria en fisica
11-5 Algebra vectorial
11·2 Traslaciones
11-6 Leyes de Newton en notaciOn vectorial
11-3 Rotaciones
11·7 Producto escalar de vectores
11-4 Vectores
11-1 Simetria en fisica
En este capltulo introducimos un tema quc se conocc 1Ccnicamente en fisica
como simetria en lm· !eyes jlsicas. La palalira "simetria"
aqui con un signiticado especial, y por esta ra7(m necesita ser definida.
es s1metnca una
cosa'! ~(,c6mo podemos dcfinirlo?-- Cuando tenemos un cuadro que es simdrico, un
!ado es de algim modo igual al otru lado. El profesor Hermann Weyl ha dado csta
dcfinici6n de simetria: una cosa es simCtrica si uno puedc someterla a una cicrta
operaci6n y aparece exactamcntc igual despuCs de la operaciOn. Por ejemplo, si
observamos un jarr6n que es simCtrico izquierda-derecha, luego si lo giramos
! 80" alrededor del eje vertical, s.c veri1 igual. Adoptaremus la detiniciim de simetria
de Weyl en una forma mils general y -en esa forma discutiremos la simetr'ia de las
lcyes fisicas.
Supongan
mfi4uina compleja en algUn Jugar. con muchas
interaccioncs
rchotando por doquier con rucrza5 entrc si, etc.
Supongan ahora que
exactamente la misma clase de equipo en algUn
otro lugar igualando parte por parte, con las mismas dimensiones y Ia misma oricntaciim, todo igual sillo que des.plaLado lateralmente en cierta distancia. Entonccs, si
hacemos foncionar !as dos mitquinas
la~ mismas circunstancias inicialcs en
correspondencia, nos
a la otra'! i.Scguiran
en exacto para!elismo? Por
respuesta bien pucde ser no, porque si escoµ.emos un lugar cquivocado para nuc.\lra
mii.quina, Cste podria cstar rodeado por una pared. e interfercncias dcsdc la pared
harian que la mi1quina no trabajase.
11-1
entonces afirmamos que las \eyes de la fisica no tienen esta simetria. Por otro la
do, podriamos encontrarlo --esperamos encontrar\o- si las leyes de la fisica tienen
esa simetria; observando alrededor, podemos descuhrir, por ejemp1o, que la pared
estit empujando el aparato. La cuesti6n bitsica es, si definimos las cosas lo suficientemente bien, si todas las fucrzas esenciales estfilt incluidas dentro de! aparato, si
todas las partes pertinentes se mueven desde un lugar a otro, t,serfilt las leyes las
mismas? (.La maquinaria trabajarit de la misma manera?
Estit claro que lo que queremos hacer es mover todo el equipo e influencias
esenciales, pero no todas las cosas del mundo --planetas, estrellas y todo- porque si
hacemos eso, tenemos de nuevo el mismo fen6meno por la raz6n trivial de que
hemos vuelto atrits exactamente donde comenzamos. No, no podemos mover cada
cosa. Pero resulta en la pritctica que con una cierta cantidad de intcligencia acerca
de quC mover, la maquinaria trabajarit. En otras palabras, si no estamos rodeados
por una pared, si conocemos el origen de las fuerzas extemas y disponemos que
Csas se muevan tambiCn, entonces la maquinaria trabajarit igual en un lugar como en
otro.
II -2 T raslaciones
Limitaremos nuestro an:ilisis si>lo a la mecimica, para lo cual tenemos ahora
suficiente conocimicnto. En los capitulos anteriores hemos visto que las leyes de
la mecimica pueden ser resumidas en un conjunto de tres ecuaciones para cada
particula:
Ahora bien, esto significa quc cxiste una manera de medir x, y, z sobre tres ejes
perpendiculares y las fuerrns segUn esas direcciones, de modo quc cstas !eyes
scan villidas. Estas deben ser med id as desde algU.n origen, pero, ;, d6nde ponemos el
origen? Todo lo que Newton nos diria al princ1pio es que hay alglln !ugar desde
el cual podemos mcdir, quiz:is el cenlro del universo, tal que estas lcyes sean correc
tas. Pero po<lemos demostrar inmediatamcntc quc nunca podcmos encontrar el centro, porque si usamos algUn otro origen no habria difcrcncia. En otras palabras,
supongamos que hay dos personas: ·Juan, quien tiene su origen en un Jugar. y
Pedro, quien tiene un sistcma paralclo cuyo origen cstit en alguna otra partc (Figu
ra II-I). Ahora bien, cuando Juan mide la ubicaci6n del punto en el espacio. lo
encucntra en x, \', z (usualmente dcjaremos a z fuera porque introduce demasiada
confusi6n al dib~jarla en una figura). Pedro, por otro !ado. cuando mida el mismo
punto, obtendrit un x difcrcnte (que pilra distinguirlo Lo llamarcmos x'), y en prmcipio un y difcrente, aun cuando en nuc;.tro ejcmplo son
i:u~ i:<drn
~.
11-1
Dos s1stemas de
coordenc1da~
11-2
iguales en thminos numericos. Asi tenemos
x'
= x - a,
y' = y,
z'
=
z.
(11.2)
Ahora, a fin de complelar nuestro an<ilisis debemos saber lo que Pedro obtcndria
para las fuerzas .. La ~uerza se suponc quc actUa a lo largo de alguna linea y J?Of
la fuerza en la direccion x cntenderemos la parte del total que estU en la direcci6n
x, la cual es el modulo de !a fuew-1 por el coseno de su irngulo con el eje x. Ahora
vcmos que Pedro usaria cxactamente la misma proyecci(in que usaria Juan, asi que
tenemos un conjunto de ecuaciones
(11.3)
Estas serian las re!aciones entre las cantidades vistas por Juan y Pedro.
La pregunta es, si Juan conoce las !eyes de Newton y si Pedro trata de cscribir
las leyes de Newton, t,serUn tambien correctas para el? t, Tiene alguna importancia
desdc que origen medimos !os puntos? En otras palabras, suponiendo que las ecuaciones (I I.I) son verdaderas y que las ecuaciones (11.2) y ( 11.3) dan la relacii:m
entre las medidas, t,es o no ~rdad que
m(d 2x'/dt 2 )
m(d 2y'/dt 2 )
= Fz'•
(b)
(c)
m(d 2z'/dt 2 )
=
(3)
= Fy,,
(11.4)
Fz·?
Para verificar estas ecuaciones derivaremos la f6rmula para x' dos veces. Ante
todo
Ahora supondrcmos que el origen de Pedro est:i fijo (sin moverse) respecto al de
Juan; por lo tanto a cs una Constante y daldt c- 0, asi encontramos que
d.x' /dt
=
dx/dt'
y por lo tanto
d x'/dt = d 2 x/dt~;
2
sabemo~.
2
pues, que la ecuacic"m ( 1 l .4a) se hace
m(d 2x/dt 2)
=
Fz'·
(Tambien suponemos que las masas medidas por Juan y Pedro son iguales.) Asi la
aceleraciOn por la masa es la misma que la dcl otro. Bernos encontrado tambien
la formula para F_, ·, puesto que sustituyendo de la ecuaciOn (I !.I) encontramos que
Por lo tanto, las leyes ta! como las ve Pedro aparecen iguales; d tambien puede
escribir las !eyes de Newton, con difercntes coordcnadas, y siguen siendo correctas.
Eso significa que
11··3
no hay una manera lmica de definir el origen de\ mundo, porque las \eyes tienen
!a misma forma, cualquiera sea la posiciUn desde la cua! son observadas.
Esto ~s tambiCn verdad: si hay un equipo en un !ugar con un cierto ti po de
maquinaria en ei, el mismo equipo en otro lugar se comportart\. de la misma manera.
~Por que? Perque una mt\.quina, cuando es analizada por Pedro, tiene exactamente
las mismas ecuaciones que la otra. analizada por Juan. Ya que las ecuaciones son
las mismas, los fenOmenos son los mismos. Asi la prueba de que un aparato en una
lo hacia en la antigua posici6n es la
nueva posici6n se comporta igual a
cuando han sido desplazadas en el esmisrna que la prueba de que las
pacio, se reproducen. Par lo
las /eyes de la jisica son simiitricas
en el sentido de que las !eyes no
para desplazamiento.1· de
de nuestras coordenadas. Por 5upuesto, es
cambian cuando hacemo!. una
intuitivamente bastante obvio que esto cs verdad. pero cs intercsante y cntrctenido
discutir su matemiltica.
11-3 Rotaciones
proposiciones cada vcz mii.s comp!iLa anterior cs la primera de
La siguicme proposici6n cs que no
cadas relativas a la simetria de una
importaria en que direcci6n e~cogemos
ejes. En otras palabras. si construimos
funcionar y ccrca construimos
una parte de! equipo en algi.in lugar y lo
el mismo tipo de aparato. pcro puesto en
respecto al primero, (.funcionar:i de
un reloj de pendu!o, por ejemplo!
la misma manera? jEvidcntementc quc no
Si un reloj de pendulo esta vertical. trabaja
pero si estii. inclmado el pendulo
cae contra el ]ado de la caja y nada sucede. El teorema es entooces falso en el caso
del reloj de pCndu!o. a menos que incluyamos la tierra, que atrac al pi:ndulo. Por
lo tanto, podemos hacer una predicciOn accrca de los rclojes de pendulo si creemos
en !a simetria de las leyes fisicas para la rotaciOn: algo m<is intcrvicnc en cl funcionamiento de un rcloj de pCndulo. adcmils de la maquinaria del reloj, alga exterior
a eJ que debemos buscar. Tambitn podemos predecir que los relojes de pCndulo no
trabajariln de la misma manera cuando c~t:ln ubicados en lugares diferentes en
relaci6n a esta mistcriosa fucnte de asimetria, tal vez la tierra. En verdad, sabcmos
que un reloj de pCndulo en un satC!itc artificial, por cjcmplo. no haria ni tic porque
no hay fuerza efectiva, y en Marte iria a una velocidad diferente. Los relojes de
pCndulo ]X)T cierto comprenden algo mils que la pura maquinaria interna, comprenden a!go de! exterior. Una vez quc reconocemos este factor, vemos que debe·
mos girar la tierra junto con el aparato. Por supuesto no debemos preocuparnos de
eso, es facil de hacer; uno simplementc espera uno o dos minutos y la tierra gira;
entonces el reloj de pendulo hace de nuevo tictac en la nueva posici6n igual que
lo hacia antes. Mientras estemos rotando en el espacio, nuestros ilngulos estar<in
cambiando siempre, en form.a absoluta; este cambio parece no molestarnos demasia
do, porque en la nueva posiciOn nos parece estar en la misma condici6n que en la
antigua. Esto tiene una cierta tendencia a confundir a uno, porque es verdad que
en la nueva posiciOn girada las !eyes son iguales que en la posid6n no girada,
pero no es verdad que cuando giramos una cosa, siga las rnismas ]eyes que cuando
no la giramos. Si ejecutamos experimentos suficientemente delicados,
11-4
P«ko
Ju~
Fig. 11-2
Dos s1stemas de coordenadas que tienen d1ferentes onentaciones
angulares
Fig. 11-3
Las compOflentes de una
fuerza en los dos sistemas
podemos decir que la tierra estci rotando, pero no que eila haya rotado. En otras
palabras, no podemos localizar su posici6n angular, poro podemos decir que estit
cambiando.
Ahora podcmos discutir los cfectos de la orientaci6n angular sobre las !eyes
fisicas. Averigiiemos si el mismo jucgo con Juan y Pedro funciona de nuevo. Esta
vez, para evitar complicaciones innecesarias. supondremos que Juan y Pedro usan
el mismo origen (hemos ya demostrado que los cjes pueden ser movidos por trasJaciOn a otro lugar). Supongamos que los ejes de Pedro han rotado con relaciOn a
los de Juan en un itngulo (I. Los dos sistemas coordenados se muestran en la figura 1 l-2, que cstil restringida a dos dimensiones. Considercmos cualquier punto P que
ticnc coordcnadas (x, y) en d sistema de Juan y (x', y') en el sistema de Pedro.
Comcnzaremos, como en el caso amerior, por expresar las coordenadas x' e y' en
tbrminus de x, y y 0. Para haccr!o asi, bajaremos primero perpendiculares desde P
a los cuatro ejes y dibujaremos A- B perpendicular a P Q. La inspecci6n de la fimuestra quc x' puede cscribirse como la suma de dos longitudes segU.n el eje
e v' como la diferencia de dos longitudes seglm AB. Todas estas longiludes estiln
exprc~adas en tfrminos de x, _1· y () en las ecuaciones ( 11.5). a las cua\es hemos agregado una ecuaciOn para la tercera dimensiOn
x'
=
xcos8
+ ysen8,
y' = ycos8 - xsen8,
z'
=
(11.5)
z.
El pr6ximo paso es analizar la relaciOn de las fuerzas como las ven los dos observadores, siguiendo el mismo metodo general como antes. Supongamos que una fuerrn F, la cual ya ha sido analizada como teniendo componentes F_, y F,. (como la
vc Juan). csta actuando sobre una particula de masa m, localizada en 'cl punto P
en la figura 11-2. Por simpliddad movamos ambos conjuntos de ejes de modo que el
origen este en P, como se muestra en la ligura I 1-3. Pedro ve las componentes de F
seglm sus ejes como F_,-· y 1:,... Fx tiene componentcs segU.n ambos ejes x' e y' y Fy
1gualmente tiene componentCs scgUn <:Stos dos ejes. Para expresar Fx· en terminos de
F,. y F,, sumamos estas componentes segUn el eje x', y en forma parecida podemos
expresar F en terminos de F, y F,. Los resultados son
F;,· = Fzcos8 + F"!lsen8,
Fu·= F11 cos 8 - F;,senfJ,
F~· =
(11.6)
F,.
11-5
una especie de accidemc. quc es de extrema importancia: las
las coordenadas de Py las componcnte~ de F, respecComo antes. se supone que las
son validas en el sistema de
Juan y est3n expresadas por las
pregunta, otra vez. es si Pedro
puede aplicar !as leyes de Newton
correctos Im resultados para su <;iqema
las ecuaciones ( 11.5) y (11.6)
de ejes rotados?-. En otras pa!abras, suponemos
dan una relaci6n de las medidas, ;,es verdad o no
m(d 2 x'/dt 2 )
F~·,
=
m(d 2y'/dr 2) = Fy,,
(117)
m(d 2 z'/dt 2 ) = F,·?
independientemente los primeros y los
Para calcuiar los primeros miem
( l 1.5) por my derivamos dos vece~ con respecto
(I es constante. Esto da
m(d 2 x'/dt 2 )
=
m(d 2 x/dt 2 ) cos ti
+ m(d 2y/dt 2 ) sen ti,
m(d 2y'/dt 2 ) = m(d 2y/dt 2 ) cos ti m(d 2 z'/d1 2 )
Calculamos los
ecuaciones ( l 1.1) en
=
m(dix/dt 2 ) sen ti,
miembros de las ecuaciones ( ! 1.7) por
ecuaciones ( 11.6). Esto da
F,. = m(d 2 x/dt 2 ) cos
F~· =
(11.8)
m(d 2 z/dt 2 ).
FJ
+
m(d 2y/dt 2 )sen
~ustituciOn
de las
e,
m(d 2y/dr 2 ) cos ti - m(d 2 x/dt 2 ) ..en ti,
(! !.9)
/~. = m(d 2 z/dt 2 ).
jMiren! Los scgundos miembros de las ecuaciones (I l .8) y ( l J .9) son idtnticos;
un conjunto de
asi que concluimos que si las leyes de Newton son correctas
rc~ultado. quc
ejes. serim tambiCn vitlida~ para cualquicr otro conjunto de cje~
ba sido ahora establecido tanto para tra5lacion
t1ene
ciertas consecucncia~; pnmero. nadic pucdc
Umcos; pero, por supuesto,
particulares. Por ejemplo,
no cs fisicamcnte necesario.
tamente autosuficiente. con
11-4
Vectores
No solamente las !eyes de Newton, sino que tambii:n las otras leyes de la fisica,
hasta donde sabemos hoy dia, tienen las dos propiedades que llamamos invariancia
(o simetrla) frente a traslaciOn de ejes y rotaciOn de ejes. Estas propiedades son
tan importantes que
11-6
una te<:nica matemiltica ha sido desarrollada para aprovecharlas para escribir y usar
Jeyes fisicas.
El anillisis precedente irtl.plicO considerable trabajo matemiltico tedioso. Para
reducir los detalles a un minima en el anillisis de tales problemas, se ha diseiiado
una maquinaria matem3.tica muy poderosa. Este sistema, llamado andlisis vectorial,
da el titulo a este capitulo; estrictamente hablando, sin embargo, Cste es un capitulo
sobre la simetria de las leyes fisicas. Por los met6dos del anillisis anterior pudimos
hacer todo lo necesario para obtencr !os resultados que busc.ithamos, pero en la
pril.Ctica nos gustaria hacer las cosas m:is facil y rilpidamente; por lo tanto. empleamos la tecnica vectorial.
Comenzamos notando algunas caracteristicas de dos tipo~ de cantidades que son
importantes en la fisica. (Realmente hay mils de dos, pero empecemos con dos.)
Uno de cllus. coma el nLlmero de papas en un 5aco. lo l!amamos una cantidad ordinaria, o una cantidad no dirigida, o un escalar. La tempcratura es un ejemrlo de
tal cantidad. Otras cantidades que son importantes en fisica tienen direcci :,n. por
ejcmplo la velocidad; debemos estar al tanto de hacia donde un cucrpo se dirigc. no
s6lo de su rapidez. El momentum y la fuerza tambiCn tiencn direcci6n, como lo tie
ne el desplazamiento: cuando alguien camina de un lugar a otro en el espacio, podemos estar al tamo de cu;lnto se alcjO, pero si queremos tambit'-n saber hacia d6nde
fue. tencmos lJ.UC especificar una direcci6n.
Todas las cantidades que tiencn una direo::cic'm, como un paso en el cspacio, sc
!laman vectores.
Un vector es tres nlimeros. A fin de representar un paso
desde el origen a algUn punto partirnlar P cuya ubicaci(m
realmcnte tres nUmeros, pero vamos a inventar un Unico
quc es distinto a todos Jos otros simbolos matcmilticos, quc
ahora •. No cs un nUmero Unico, representa a trcs nlimeros:
nUmeros, pero realmente ~)lo esos trcs nlimcros. porque
coordenadas difcrentes, los tres nUmeros caml:liarian a
queremos mantener nucstra matcmiltica simple
bolo para rcpresentar los
nUmeros (x, y,
Esto es, usamos el mismo
reprt'~entarii
la misma cosa. giremos coma gircmm
• En letra de imprcnta, los
se usa una nccha: r.
vcctore~
lo~
cjc-;.
>C rcpresentan por lipos en ncgrita: en
manu~crico
11-7
Ahora supongamos que hay otra cantidad fisica dirigida, cualquier otra cantidad, que tiene tambien tres nUmeros. asociados a ella. como la fuerz3:, y estos tres
nUmeros se cambian a otros tres numeros por alguna regla matematica, si cambiamos los ejes. Debe ser la misma regla que cambia (x, y, z) a (x', y', z'). En
otras palabras, cualquier cantidad fisica asociada con tres nllmeros que se transforman como lo hacen las componentes de un paso en el espacio es un vector. Una
ecuaci6n como
F = r
scria asi vitlida en cualquier sistema de coordenadas si lo fucra en uno. Esta
ecuacion, por supuesto. representa las tres ccuaciones
Px
=
x,
P11
=
y,
x',
Py'
=
y',
P,
z,
=
o, equivalentemente,
Px'
=
P,•
=
z'.
El hecho de que una relaci6n fisica pueda ser expresada comu una ecuaci6n vectorial nos asegura que la rclaci6n no cambia por una simple rotaci6n del sistema de
coordenadas. Esa es la razon de que lo" vectores ~can tan \1tiles en la fisica.
Ahora exammaremos algunas propiedades de !os vectores. Como ejemplo de
vectores podemos mencionar la velocidad. d mome/1111111, la fuerza y la acelcraci6n.
Para muchos propositos es conveniente representar una cant1dad vectorial por una
flecha que indica la direcci6n en la cual estit actuando. ~Por que podemos repre;,entar la fuer?a, digamo<;, por una flecha? Porque tiene las mismas propiedades de transformari6n matemiltica que ··un paso en cl espacio ·· Asi lo representamos en un diagrama como si fuera un paso, usando una escala ta! quc una unidad de fuerza, o un
newton. corresponda a cicrta longitud convcniente. Una vez que hayamos hecho esto,
todas las fuerns pueden estar representadas como longitudes, porque una ecuaciOn
F
=
kr
donde k es a!guna constante, es una ecuaci6n prefectamente legitima. Asl siempre
podemos representar fuerzas por segmentos, lo cua! cs muy conveniente, porque una
vez que hemos dibujado el segmento no necesitamos mils los ejes. Por consiguiente,
podemos cakular rilpidamcnte las tres componentes a medida que cambian cuando
giran los ejcs porque esto es sOlo un problema geomCtrico.
11-5
Algebra vectorial
Debemos ahora describir las lcycs, o rcglas, para combinar vectores de diferentes
maneras. La primera de
combinaciones es la adiciOn de dos vectores: supon
cual en algUn s1stcma de coordenadas particular tiene
gamos que a es un vector
las tres componentes (a,, a., a), y que b cs otro vector que tiene las tres componentes (b.v b,. b). lnventemos ahora tres nuevos nUmeros (ax+ by, a, + b,, az +
+ b,J. ,:.Forman Cstos un vector'! .. R1en'", podemos decir. "son tres nUmeros, y cada
tres nllmeros fonnan un vector". jNo, no cada tres ni1meros forman un vector! Para
que esto sea un vector. no s6lo debe haber Ires nUmeros, sino que estos deben
estar asociados a un
11-8
sistema de coordenadas de tal manera que si giramos el sistema de coordenadas,
\os tres nllmeros "se revuelven", "mezcl<indose'" entre si, seglln las !eyes precisas
que ya hcmos descrito. Asi que la pregunta es, si ahora rotamos el sistema de coordenadas ta\ que (a,, a,, a) llegue a ser (a,., a,., a) y (b" b,, b) Jlegue a ser (bx'•
~-:·:· t)b,-~~~e ~lei:;aoan~;
r;sp~~s~~
~r.;~r :u;~:st~~t;~:~u! :~~r~t~ti;obd~
ea'
;s
transformaciones de la ccuaciOn (11.5) constituye lo que llamamos una transformaciOn lineal. Si aplicamos esas transformaciones a a, y b, para obtener a,. + b,.,
encontramos que la transformada a, f b, cs por cierto la misma que a,- + b,-.
Cuando a y b se "suman" en este sentido, formadtn un vector que podemos Hamar
c. Escribiremos esto como
C--a+b
Ahora c ticne la interesante propiedad
- b + a
coma podemos ver inmcdi<llamentc a partir de sus componentes. Asi tambil:n.
a + (b + c )
--=
(a + b)
f
c
Podemos sumar los vcctores en cualquicr orden.
(.Cui! es el significado geomCtrico de a + b? Supongamos que a y b fueran
representados por segmentos sobre un pedazo de papel'! t:OuC seria e? Esto se mucs
tra en !a figura 11·4. Observamos que podemos sumar las componentes deb a aquellas de a mils convenientcmentc si colocamos el rcct<ingulo quc rcprcsenta las com
ponentes de b junto al que representa las componcntes de a de la manera indicada
Ya que b se "ajusta'" precisamente en su rcct<i.ngulo, como lo hace a en su rectim
gulo, e~to es lo mismo que colocar la ''cola., de b sobrc !a "cabcza., de a siendo
el vector c desde la '"cola" de a a la "cabeza" de b. Por supuesto, si sumamos a
a b de la otra manera, pondriamos la "cola·· de a sobrc la "cabcza" de b, y por las
propiedades geomCtricas de los paralelogramos obtendriamos el mi~mo rcsultado
para c. NOtesc quc los vectores se pueden sumar en esta forma sin haccr referencia
a cjes de coordenadas.
Supongan que multiplicamm un vector por un nUmero 11. ;,quC significa e~to'!
Lo definimos para indicar un nuevo
cuyas componente~ ~on 1w,, iia, y
Lo dejamos como problcma para quc estudiante demuestre quc C5 un vector.
Fig_ 11-4
La sumac.le
vectore~
Fl\:J 11-5
I.a rest<1 de vectores
I l-9
Consideremos ahora la sustracci6n de vectores. Podemos definir a la sustracci6n de la misma manera como la adici6n, pero en lugar de sumar restamos las
componentes. 0 podrlamos definir la sustracci6n definiendo un vector negativo,
-b = - I b, y entonces sumarlamos las componentes. Se llega a la misma cos a. El
resultado se muestra en la figura 11-5. Esta figura muestra d = a - b = a + (-b);
tambien notamos que la diferencia a - b se puede encontrar muy f<icilmente a
partir de a y b usando la relaci6n equivalente a = b + d. Asi, la diferencia es
alm mils facil de encontrar que la suma: jsolo dibujamos el vector desde b hasta a
para obtener a - b!
A continuaci6n discutimos la velocidad. lPor qui: la velocidad es un vector? Si
la posici6n estit dada por las tres coordenadas (x, y, z), t,que es la velocidad? La velocidad estil dada por dx/dt, dy/dt, dz/dt. lES esto un vector, o no? Podemos averi"
guarlo derivando las expresiones en la ecuaci6n (11.5) para encontrar si la dx'/dt
sc transforma de la mancra correcta. Vemos que las componentes dx/dt y dy/dt se
tramforman de acucrdo a las mismas !eyes que x e y, y por lo tanto la derivada
temporal es un vector. Asi, pues, la velocidad es un vector. Podemos escriblr la velocidad de una manera interesante como
v
=
dr/dt.
Lo que la velocidad es y por que es un vector tambiCn se puede entender en forma
mils gritfica: ;,Hasta d6nde se moveril una particula en un tiempo corto lit? Respuesta: lir, asi. si una particuia estii "aqui" en un instante y "alli" en otro instante, entonces la diferencia vectorial de las posiciones lir ""- r 2 r 1 , que est:i. en la
direcci(m del movimiento mostrado en la figura 11-6, dividido por el intervalo de
tiempo lit-= t! - IP es el vector "velocidad media".
~"1,-7,.
'
0
Fig. 11-6. EJ desplazam1ento de una
partfcul<> en un pequei\o 1ntervalo de t1empo
Cit= ti - r,
En otras pa!abras, por vector velocidad queremos indicar el liJnite para lit tendiendo a 0, de la diferencia entre los radios vcctores en el tiempo l + !1t y el tiempo
t, dividido por lit:
v ~ }~~o (dr/M)
=
dr/dt.
(11.10)
Asi la velocidad es un vector, porquc cs la diferencia de dos vectores. Es tambien
la definiciim correcta de velocidad, porque sus componcntes son dx/ dt, dy/ dt y
dz/ dt. En efecto, vemos conforme a estos razonamientos que si derivamos cualquier
vector con respccto al t1empo. formamos un nucvo vector. Asl, tcnemos varias mancras de formar nuevos vcctores: (I) multiplicar por una constante, (2) derivar con
respecto al tiempo, (3) sumar o restar dos vectores.
11-10
11-6
Las leyes de Newton en notaciOn vectoriaJ
Para escribir las !eyes de Newton en forma vectorial, tenemos que avanzar un
paso mils aim y definir el vector aceleraci6n. Este es la derivada temporal del vector
velocidad y es facil de demostrar que sus componentes son las segundas derivadas de
x, y y z con respecto a t:
a =
~ = (£)(~) = ~~'
(11.11)
Con esta definici6n, entonces, las !eyes de Newton pueden escribirse de esta manera:
ma= F
(ll.13)
(11.14)
Ahora d problema de demostrar la invariancia de las !eyes de Newton frente a
una rotaci6n de coordenadas es este: demostrar que a es un vector; esto ya lo
hemos hecho. Demostrar que F e~ un vector; suponemos quc lo es. Asi. si la fuerza
es un vector, entonces, ya que sabemos que la ace!eraci6n es un vector, la ecuacilm
(IL t 3) serii la mis ma en cualesquier sistemas de coordenadas. Escribirla en una forma quc no
cxplicitamcnte las x, y y z tiene la ventaja de que a partir de
no
escribir ires leyes cada vez que escribimos las ecuaciones de
de la fisica. Escribimo~ !o que parece ser una ley; pero realla~
cualquier conjunto particular
la afirmacic'm de que ('ada una
F1l=J
11-7.
Una trnyector1a curva
!1-11
Fig. 11-8.
ace!eraci6n.
Diagrama
para
calcutar
!a
jEso solamente sucede cuando las colas de Jos vectores estiln en el mismo lugar!
1No tiene sentido si movemos el vector a algUn otro lugar y en seguida dibujamos
una linea para unir Jos extremos, asl que jcuidado! Tenemos que dibujar un nuevo
diagrama para restar los vectores. En la figura 11-8, v1 y v 2 estim ambas dibujadas
paralelas e iguales a sus contrapartes en la figura 11 "7, y ahora podemos discutir
la aceleraci6n. Por supuesto la aceleraci6n es simplemente !J.v/ .1.t. Es interesante
notar que podemos componer la diferencia de velocidad de dos partes; podemos
pensar que la aceleraciOn tiene dos componentes, tr. v11 en la direcci6n tangente a la
trayectoria y .1.v · perpendicular a la trayectoria, como se indica en la figura 11-8.
La aceleraci6n ti\ngente a la trayectoria es, por supuesto, justamente el cambio de
longitud de! vector, es decir, et cambio de! m6dulo v:
(11.15)
a 11 = dv/dt.
La otra rnmponente de la aceleraci6n, perpendicular a !a curva, es facil de calculal',
usando las figuras 11- 7 y 11-8. En el corto tiempo .1! sea el cambio en itngulo
cntre v1 y v1 cl pcqueiio ii.ngulo .10. Si el m6dulo de la velocidad se llama l!, entoflccs, por supuesto.
y la aceleraci6n a scrii:
a_j_
=
v (DJJ/!:J.t).
Ahora neccsitamos tonoccr .1.0/ .11, que se puede cncontrar de esta manera: si en
un momcnto dado la curva se aproxima a una circunferencia de cierto radio R,
entonces en un tiempo L!.t la distancia s cs, por supuesto, l! .11, donde v es cl mOdulo
Je !a velocidad.
MJ
Por lo tanto,
=
v(!:J.t/R),
M/b..t
=
v/R.
encontramo~
(ll.16)
como hemos visto antes.
11- 7
Producto escalar de vectores
ahora un poco mils las propiedades de los vectores. F.s facil ver
de un paso en el espacio seria la misma en cualquier sistema de
por x, y, z, en un sistema
Esto cs, si un paso particular r se
coordenada~, seguramente la
y por x', y", z', en otro sistema
;rl en ambos serian la misma. Ahora
11-12
y tambif:n
r'
=
v"Xi2
+ y'2~+-;-,-2·.
Por Jo tanto, lo que queremos verificar es que esta~ dos cantidad~s son iguales.
Es mucho m:is conveniente no preocuparse de la ra1z cuadrada; as1 hablemos del
cuadrado de la distancia; esto es, averigi.iemos si
(11.17)
Seria bueno que fuera asi -y si sustituimos la ecuaci6n (l I.5) encontramos que
realmenle lo es-. Asi, pues, vcmos que hay otras c\ases de ecuaciones que son vt'tlidas para dos sistemas de coordenadas cualcsquiera.
Alguna cosa nueva est3. involucrada. Podemos produdr una nueva cantidad, una
funci6n de x, y y z, llamada funci6n escalar, una cantidad que no tiene direcci6n,
sino que es la misma en ambos sistcmas. A partir de un vector- podemos construir
un escalar. Tenemos que encontrar una regla general para eso. Es claro lo que la
regla es para el caso reciCn considerado: sumar los cuadrados de las componentes.
Ahora definamos una nucva cosa, que llamaremo·s a · a. Esto no es un vector, sino
un escalar; es un nllmero que es el mismo en todos Jos sistemas de coordcnadas
y se define como la suma de los cuadrados de las tres componentes de! vector;
a·a=a;+u~+a;.
(11.18)
Ahora ustedes dir3.n: ";,Pero con que ejes?" No depcnde de los ejes; la respuesta es
la misma en !Odo conjunto de ejcs. Asi tcnemos un nuevo tipo de cantidad, un
nuevo invariante o escalar, producido por un vector "al cuadrado". Si ahoradefinimos la siguiente cantldad para dos vectorcs cualesquicra a y b:
(11.19)
enconlramos que esta cantidad, calculada en sistemas con prima y sin prima,
tambien sigue siendo la misma. Para probarlo notemos que cs v<ilido para a · a,
b ·by c · c, dondc c = a + b. Por lo tanto, !a suma de !os cuadrados (a, + b)1 +
+ (a, + b)1 + (a, + b)1 sera invariante:
(ax
+ hx) 2 + (ay + by) 2 + (a, + b,) 2 = (a,,,• + b,,,-) 2
+ (a 11• + b11 ·) 2 +(a,•+ b,,) 2•
(11.20)
Si ambos miembros de esta ecuaciim se desarrol!an, habria productos mixtos de!
mis mo ti po que aparece en la ecuaci6n ( 11.19), asi coma las sum as de los
cuadrados de las componentes de a y b. La invariancia de tfrminos de la forma
de la ecuaciOn (11.18) deja cntonces tambii:n invariantes los terminos con productos
mixtos (ll.19).
La cantidad a · b se llama producto escalar de dos vectores a y b, y tiene propiedades muy Utiles e interesantes. Por ejemplo, se prueba facilmente que
a· (b
+ c)
=
a· b
+ a· c.
(11.21)
Adem3.s. existe una manera geomCtrica simple para calcu!ar a . b, sin tener que
calcular
11-13
las componentes de a y b : a · b es el producto del largo de a por el largo de b por
el co<;eno del imgulo entre ellos. t.Por quf? Supongamos quc cscogemos un sistema
especial de coordenadas en el cuaJ el cje x queda a lo largo de a; en ese caso la
lmica componente de a que existe es a,, que es, por supuesto, el largo total de a.
Asi la ecuaciOn (I l.19) se reduce a a · b = aJJx para este caso, y este es el largo
de a por la componente de b en la direcci6n de a, es to es, b cos ():
a·b = abcosO.
Por lo tanto, en este sistema especial de coordenadas, hemos prohado que a bes el
largo de a por el largo de b por el cos 0. Pero si esto es verdad en un sistema
de coordenadas, lo es en todo.~. porque a · b es independiente del sistema de coordenadas; 6se es nuestro razonamiento.
lCuil es la ventaja del producto escalar? t.Existen casos en la fisica dondc
lo necesitamos? SL, lo necesttamos todo el tiempo. Por cjcmplo, en el capitulo 4
la encrgia cinetica se mdic6 por ~mt• 2 , pero si cl ohjeto se c;,t;\ moviendo en el
espacio seria el cuadrado de la velocidad en la direcci6n x, en la direcci6n y, y
en la direcciOn z, y asi la formula para la energia cinetica de acuerdo con el d.lculo
vectorial es
K.E.
!m(v · v) - !m(1'';
=
+ 1'~ +
11~).
(11.22)
La energia no tiene dirccciOn. El momentum tiene dirccciOn, cs un vector y cs la
masa por el vector vclocidad.
Otro ejemplo de un producto escalar es el trabajo realizado por una fuerza
cuando algo sc empuja desde un lugar a otro. No hcmos dcfinido aim el trabajo,
pero este cs equivalente al cambio de encrgia como al levantar pews euando una
fuerza F aetUa una distancia s:
TrabaJU
(11.21)
F s
A!gunas veccs es muy convenicnte hablar de la~ componcntcs de un vector en
una cierta dlfecciOn (digamo5 la d1recca·m vertical, porque fsa es la dirccciOn de
la gravedad). Para tale~ propi1sitos e~ lJtii mventar lo quc llamamos un l'ersor en la
direcci(m que queremos e~tud1ar. Por un versor entendcmo<> un vector cuyo
producto escalar consigo mismo es 1gual a la umdad. Llamemo\ a cstc vector i;
entonces i i
l Entonces si queremo~ la componcntc de alglm vector en la d1rec
ciOn de i, vcmos que cl producto escalar a · i sera a cos 0, es decir la componcntc
de a en la direcc16n de i. E5ta e" una bonita manera de obtener la componcnlc:
en rea!idad, nos pcrmitc obtcncr !Oda~ las componcntes y cscribir una fOrmula ba\
tante entretenida. Supongan que en un sistema dado de coordcnada~, x, )', y z, mven
en la direcciiin x; j. un vcrsor en la direcc1iin y; y k,
tamos tres
i·i- 1. ;,QuCc~i·j?Cuandodo\
ccro.A"i
i i -
I
i j
0
~
i!..~O
j
j -
j!..~
I
kk=!
(11.24)
11-14
Ahora. con estas definiciones, un vector cualquiera pucde escribirse de esta
a
=
a;ri
+
aui
+ a,k.
(11.25)
De este modo podemos ir desde las componentes de un vector al vector mismo.
Esta discusiim de los vectores de ningim modo es completa. Sin embargo, en vez
de tratar de cntrar ahora mas profundamente en cl tcma, aprenderemos primero a
usar en situaciones fisicas algunas de las ideas discutidas hasta aqui. Entonces,
cuando hayamos dominado debidamente este material bil.sico, cncontraremos mas
fitcil penetrar mas profundamcnte en el tema sin llegar a confundirnos demasiado.
Encontraremos mils tarde que cs ii.ti] dcfinir otra clase de producto de dos vec
tores, llamado producto vectorial, y que se escribe a x b. Sin embargo, emprenderemos una discusiOn de tales cosas en un capitulo posterior.
11-15
12
Caracteristicas de la fuerza
12-1
;. QuC es una fuerza '!
12·4
Fuen.as fundamentales.
12-2
Roce
12·5
Scudofuerzas
12-3
Fuerzas moleculares
12-6
Fuerzas nuclcares
Campo~
12-1 i, Que cs una ruerza?
A pesar de que es mteresante y vale la pena estudiar las !eyes
mente porquc nos ayudan a comprcnder y utilizar la naturalcza. uno
nersc de ve7 en cuando y pensar: ";,QuC ~ignifican realmente?" El
cualquier afirmaci6n es un tema que ha lntercsado e inquietado a los
tiempos inmemoriales, y el significado de la~ leycs foicas es aUr:
mtcresantc.
porque generalmente sc cree quc csta~ leyes rcprcsentan a!guna forma de conoc1
micnto real. El significado dcl conocimicnto es un problema profundo en la filosofia
y cs siempre importante preguntar: ··;,Que significa?"
Prcguntcmos: ";Cuill cs el stgnificado de las leycs fisicas de
h!mos como F -= ffl(J_? ;,Cu:il es el sig11ificado dt fuerza, masa y
no, intuitivamente podcmos percihir el s.ignificado de
lerac16n si conocemos el s1gnificado de posic.:m y ticmpo
nificados de estos terminos, sino que nos concentraremos
fuerza. La respucsta es igualmente simple: "Si un cucrpo
acclerando, cntonces
una fucrza acu:ia sobrc et". Eso e~ lo que dicen las !eyes de Newton. de manera
4ue la mils prec!sa y hella ·dcfinici(m de fucrza imaginable pucdc decir scncillamcnte
que fuerza es !a masa de un objeto multiplicada por la aceleraciim. Supongan quc
tenemos una lcy que dig.a que la conscrvaciOn dcl momentum cs v<'ihda si la :.uma de
todas las fuerzas cxternas es cero; entonces surge la pregunta: ··(,Que si~nifica quc
la suma de todas las fucrrns externas sea ccro?" Una forma c6moda de dcfinir csa
afirmaciOn seria: "Cuando el momentum total es una constante. la suma de las fuer
zas externas es cero." Dcbc haber a!go crr6neo en e~o, porque, s1mplemente, no
dice nada nuevo. Si hemos descub1erto una ley fundamental que afirma que la fucrza
es igua! al producto de la masa por la acelcraci6n, y despues se define que la fueria
es masa por aceleractOn. no hemos averiguado nada. Podriamos tamhiCn definir la
fuerza diciendo quc un objeto en mm·imiento sobre cl cual no actUan fuer7.as continua
moviendose con velocidad constante en linea recta. Entonces, si ob~ervamos que un
objeto no se mueve en linea recta con velocidad constante, podriamos decir que
12·1
CL Ahora. iales cosas ""'"''"m'c"
contenido de
porque son dcfiniciones que van en
go, la
newtoniana pr~~edcnte parece ser una
fueua, y una q.ue atrae al matematio::o: .sin .emhargo. cs um1ple>com1octe
de una detimcion no puede hm.;erse pred1ccton alguna. lmo
en un siJJOn y definir tales palabras a voluntad, pero
dos esferas. sc empujan mutuamente o cuando se cuelga un
pletamentc distinto, porque la forma en sue se c:omportan !os cuerpos cs
queda completamente fuera de toda defimc1on.
Por ejemplo, si quisieramos dccir quc un cuerpo que se ahandona a si mismo
manticne su posiciOn y no se muevc, cntonces cuando vemos que algo sc des
p!a1a_ podriamos _decir que sc dcbe a una ··gucrza." - una giicrza es la velocidad de
cambm de posic16n---. Ahora tenemos una rnarav1llosa ley nueva, todo permanccc
en rcposo, a rncnos que actlJe una '"giicrza ,. Sc dan cuenta que es.to seria ana!ogo a
la anterior definicic"m de fuerza v no contcndr!a inforrnaciOn alguna. El contenido
real de las !eyes de Newton cs este: que s.c supone quc la fuerza tiene algunas propie
dades independientes, ademi'ts de la Icy f
ma; peru !as propicdades espec[flcas
indepcndientes que tiene la fuerza no fueron descritas totalrnente por Newton o por
persona alguna y, por consiguiente, la lcy fisica F =- ma e5 una lcy incompleta.
Implica que si estudiamos la masa por la accleraci6n, y dcnorninarnos fuerza al producto, csto es, si estudiamos las caracteristicas de la fuerza como un programa
de interCs, entonce!> cncontraremos que las fuerzas tienen algo de simplicidad; ;la ley
es un buen programa para analizar la naturalcza, cs una sugcrencia de que las fuerzas serim scncillas!
Ahora bien. el primer ejcmplo de tales
fue la !ey completa de gravitaci6n,
que fue dada por Newton y al enunciar la
contcst6 la prcgunta ";,QuC cs la
fucrza?'". Si no hubiera nada mils que
combinaci6n de csta
lcy y la Icy de la fucrza (segunda ley
movimicnlo)
una teorla completa.
pero existe mucho mas que gravitacic·m y queremos emplear las !eyes de Newton en
muchas situacioncs diferentes. Por consiguicntc, para poder continuar, tenemos que
decir algo acerca de las propiedades de la fuerza.
Por ejemplo, al tcncr que ver con las fuerzrri. siempre se supone tiicitamentc que la
fuerza es igual a cero. a menos que sc eno::uentrc prescnte un cucrpo fi::.ico, e!>tO es,
si cncontrarnos una fucrzn distinta de cero, tambiCn
que existe algo a
su alrededor que es una fuente de tal fucrza. Esta
cs enteramentc dlfe
rcntc dcl caw de !a ··gucrza ", quc introdujimm
risticas miis importantes de una fuerza cs q•.1e tlcne un
mcramente una definici6n
,'\'ewton tamhien dio
12-2
Toda idea sencil!a es aproximada; como ilustraci6n, consideren un objeto ...
z.Que es un objeto? Los fi!Osofos siempre dicen: "Ricn. tome simplemente una silla,
por ejemplo." En e! momenta que dicen eso, ustedes se dan cuenta que no saben
mils de lo que est3.n hab!ando. z.QuC es una silla? Bueno, una silla es alga que est3.
por ahi ... t,cierto?, i,cu.in cierto? U:is 3.tomos se est3.n evaporando de ella cada cierto
tiempo -no muchos 3.tomos, pero algunos--, mugre cae sobre ella y se disuelve en la
pintura; de mancra quc definir una silla con precisiOn, decir exactamente que <'ttomos
son silla y que <'ttomos son aire, o que 3.tomos son mugre, o quC <'ttomos son pintura
que pertenecen a la silla, cs imposible. De manera que la masa de una silla puedc
definirse sOlo en forma aproximada. Del mismo modo, definir la masa de un objeto
aislado es imposible, porque no hay objctos simples y ais!ados en el mundo --todo
objeto es una mezda de muchas cosas, de manera que podemos trabajar con ellos
sOlo coma una serie de aproximaciones e idea!izaciones.
El artificio esta en las idealizaciones. En una excelente aproximaciOn de ta! vez
de una parte en 10w, el nUmero de litomos en la silla no cambia en un minuto y, si
no somos demasiado precisos. podemos idealizar la silla coma una cosa definida; en
igual forma aprenderemos acerca de las caracteristicas de una fuerza de una manera ideal, si no soma~ demasiado precisos. Se puede estar insatisfecho con la
visiOn aproximada de la naturaleza que la fisica procura obtener (el intento es siempre aum~ntar la exactitud ~e. la aproximaciOn), y se puede pre~erir una definiciOn
matemiltica; pero las defimc1ones matem<'tticas no pueden funcmnar nunca en el
mundo real. Una defimc1on matematica pucde ser buena para los matemliticos,
en que toda la logica pucdc seguirse completamente. pero el mundo fisico es complejo, como lo hemos indicado e11 varios ejemplos, como los de las olas de! mar y
una copa de vino. Cuando tratamos de aislar partes, hablar de una masa, el vino y
la copa, z.c6mo podemos saber cmil es cu<ll, si uno se disuelve en cl otro? Las fuer·
zas que actUan sohre una sola cosa ya cncierran aproximaciones, y si lenemos un
sistema de razonamiento acerca dd mundo real, entonces ese sistema, al menos hoy
en dia, debe contener aproximaciones de alguna especie.
Este sistema cs bastante diferente del caso de la matemittica. en que todo pucde
ser definido y entonces no sahemos de quC estamos hahlando. En realidad, !a gloria
de la matem3.tica es que no tenemo.1· que decir de que estamos hablando. La gloria es
que las ]eyes, los rawnamientos y la lOgica son independientes de su "contenido ".
Si tenemos cuaJ..1uier otro conjunto de ohjetos que obedcccn el mismo sistema de
axiomas que la geometria de Euclides, entonces, si hacemos nuevas definiciones
y las utilizamos con una liJgica correcta. todas las consecuenrias seran corrccta~.
sin importar cu3.l fue el tema. En la naturale1a, sin embargo. cuando trazamos una
linea o e~tab!ecemos una linea empleando un
de Jut
ta! como
lo hacemos en !evantamientos topogrilficos.
en el
sentido de Euclidcs? )\;o, estamos haciendo una
tienen cierto grosor, pero una linea geomCtrica no
puede o no emplear la
cuclidiana
fisico, no una cuesti(m
mental, no un punto de vista
se aplican a la c!ase de
hipOtesis de que sea a~1. y
nuestras linca~ de levantamiento no -;on en realidad
12-3
geometricas. Si esas lineas de Euclides, que en realidad son abstractas, se aplican o
no a las lineas de la experiencia cs asunto de la experiencia; no es una cuesti6n que
pueda contestarse s61o mediante razonamiento.
Del mismo modo, no pbdemos decir que F = mo sea una definici6n, deducir
todo de una manera puramente matemittica y hacer de la mec3.nica una teoria mate-mittica, cuando la mec3.nica es una descripci6n de la naturaleza. Estableciendo
postulados adecuados, siempre es posible construir un sistema matemittico, tal como
lo hizo Euclides, pero no podemos hacer una matemittica de! mundo. porque tarde o
temprano tenemos que averiguar si los axiomas son v:ilidos para los objetos de la
naturaleza. Asi que inmediatamente llegamos a enredarnos con estos complicados y
'·sucios" objetos de la naturaleza, pero cdn aproximaciones siempre crecientes en
exactitud.
12-2 Roce
Las consideraciones anteriores demuestran que una verdadera comprensi6n de
las !eyes de Newton requiere una discusi6n de las fuerzas, y el prop6sito de este
capitulo es introducir tal discusi6n, coma una especie de complementaci6n de las
!eyes de Newton. Ya hemos estudiado las definiciones de aceleraci6n e ideas relacionadas, pero ahora tenemos que estudiar las propicdades de las fuerzas, y este capitulo, a difcrencia de los capitulos precedentes, no ser:i muy preciso, porque las
fuerzas son bastante complicadas.
Para empezar con una fuerza en particular, consideremos la resistencia al avance
que experimenta un aeroplano que vue!a pore! aire. (.Cu:il es la ley para esa fuerza?
~~Jr~~~o~u~:~!~~e ~~: l~~e~a~~r~a~:af~~~~:~ if:~~=~~~cti~~~r p~~~~;:~\~~;~;e~~:
es !o que causa !a resistencia al avance de un aeroplano que vuela por el aire -el
aire fluyendo velozmente sabre las alas, el remolino en el dorso, los cambios que se
original alrededor de! fuselaje y muchas otras comp!icaciones-, y se dariln
cuenta que no habr:i una ley sencilla. Por otro !ado, es un hecho notable que la
fuerza de resistencia sobre un aeroplano sea aproximadamente igual a una constante
por el cuadrado de la ve!ocidad, o F ,.._, cv 2 •
Ahora, ,:,cu:il es la naturaleza de esa ley? ,:,Es an8.loga a F = ma? De ninguna manera, porque en primer lugar esta es una ley empirica que se obtiene "grosso
modo" por pruebas efectuadas en un tUnel de vientO. Ustedcs diril.n: "Hien, puede
que F ~ ma sea empirica tambifo." Esa no es raz6n para que exista diferencia. La
diferencia no est:i en que sea empirica, sino que, comCY entendemos la naturaleza,
esta ley e::; el resultado de un complejo enorme de eventOs y no es, fundamentalmente, una cosa sencilla. Si seguimos estudiitndola mii.s y mil.s, midiendo cada vez con
mayor exactitud, la ley continuaril. tornitndose mtis complicada y no menos. En otras
palabras, al estudiar esta \ey de resistencia al avance de un aeroplano mils y mils
detenidamente, encontramos que es "mils y•mils falsa", y mientras mas profundamente !a estudiamos y mientras m:is exactamente midamos, tanto mas complicada
Uega a ser la verdad; de manera que en ese sentido consideramos que no resulta de
un proceso sencillo y fundamental, lo que concuerda con nuestra suposici6n original. Por ejemplo, si la velocidad es extremadamente baja, tan baja que un aeroplano comUn no vuela, ta! coma sucede cuando el aeroplane es arrastrado lentamente por el aire, entonces la ley cambia, y el race depende mils bien linealmente de
la velocidad. Para considerar otro ejemplo, la fuerza de roce sobre una pelota o
burbuja, o cualquier cosa que se mueva lentamcnte en
12-4
un liquido viscoso como la miel, es proporcional a la velocidad, pero para movimientos tan rilpidos que el fluido se arremolina (no sucede con la miel, pero si con el
agua y el aire), entonces la resistencia por race es casi proporcional al cuadrado
de la velocidad (F =- cv 2), y si !a velocidad continU.a aumentando, tambien esta ley
empieza a fallar. Las personas que dicen: "Bien, el coeficiente varia muy poco ",
estim esquivando la discusi{)n. Segundo. existen otras grandes complicaciones: (_puede descomponerse esta fuerza que actU.a sabre el aeroplano o ser analizada como
una fuerza que actU.a sobre las alas, una fuerza al frente, y asi succsivamcnte? De
hecho, esto puede hacerse. si nos preocupamos de los torques que actiian por aqui
y por alla, pero entonces tendremos que obtcner ]eyes especiales para !as fuerzas
en !as alas, etc. Es un hecho asombroso que la fuerza que actU.a en un ala dependa
de la otra ala: en otras pa!abras, si desarmamos el aeroplano y co!ocamos una sola
ala en el aire, la fuerza no es la misma que cuando el resto del aeroplane esti1 presente. La raz6n, por supuesto. es que parte del vicnto que da al frente se mueve alrededor de las alas y cambia las fuerzas sabre las alas. Parece un milagro que
exista tal ley empirica sencilla y aproximada que pueda utilizarse en el diseiio de
aeroplanes, pero esta ley no se encuentra en la misma clase de
leyes bilsicas
complicada.
de la fisica, y un estudio mils amplio de ella s6lo la haril cada vez
Un estudio sobre cOmo depende el coeficiente c de la forma de la partc frontal del
aeroplane es. para ponerlo ·en tfrminos suaves, para dcsanimar a cualquiera. Simplemente no existe una ley sencilla para determinar el coeficiente en tfrminos de la
forma del aerop!ano. Por el contrario, la Icy de la gravitaci6n e~ sencilla y un mavor estudio s6lo revela una mayor simplicidad.
Acabamos de discutir dos casos de roce, que
en el aire y el movimiento lento en la miel. Existe otra
seco. o roce por deslizamicnto que ocurre cuando un
otro. En este caso se necesita una fuerza para mantener
fuerza de race y su origen tambien es un asunto muy complicado. Ambas supcrfi
cies de contacto son irregularcs a nivcl atOmico. Hay muchos puntos de contacto en
que los <itomos parecen pegarse unos a otros y entonces, al arrastrar el cucrpo de~
lizantc, los iltomos sc scparan y surge vibraci6n; algo asi tiene que suceder. Antes el
mecanismo de este race se creia muy senci11o. que las superficies esraban solamentc
llenas de irregularidades y el roce se originaba al \evantarsc cl cuerpo resbalante
sobrc las protubcrancias; pcro esto no puede ser, porque no hay perdida de energia
en ese proceso, ya que de hecho se consume potencia. El mecanismo de la pCrdida
de potencia es que al pasar el deslizador por sobre los obstilculos. los obstilculos
se deforman y entonces generan ondas y movimientos atOmicos y, despues de un
rato, calor en los dos cuerpos. Ahora bien, es muy notable que de nuevo. empirica
mente, este roce pucda scr descrito en forma aproximada mediantc una ley sencilla.
Esta ley cs que la fuerza necesaria para veneer el roce y arrastrar un objeto sabre
otro depende de la fuerza normal (esto es, perpendicular a la superficic) entre las
dos superficie~ en contacto. En realidad, con una buena aproximaci6n, la fuerza de
rocc es proporcional a la fuerza normal, y ticne un coeficiente mas o menos cons
tante; esto es,
F= µ.N,
(12.I)
en que µ se llama cqejiciente de roce (Fig. 12· 1). A pesar de que este coeficiente
no es exactamente constante., la formula es una buena regla empirica para juzgar en
forma aproximada
12-5
Fig. 12-1
La relac16n entre fue1za de
roce y la fuerza normal para un contacto
deslizante
la cantidad de fuerza que se necesitaria en ciertas circunstancias prftcticas de la ingenieria. Si la fuerza normal o la rapidez de! movimiento aumenta demasiado, la ley
falla, a causa de! excesivo calor generado. Es importante darse cuenta de 4ue cada
una de estas !eyes empiricas tiene sus limitaciones, mas all<l de las cuales no dan
resultado.
Que la formula F-=- µN es aproximadamente correcta puede demostrarse por
media de un sencillo experimento. Armamos un piano inclinado en un itngulo e pe·
queiio y colocamos un b!oque de peso W sobrc el piano. Entonces inclinamos el
piano para formar un ilngulo mayor, hasta que el bloquc apenas empicza a moverse
a causa de su propio peso. La componente del peso hada abajo a lo largo de! piano
es W sen 0, y esta debe ser igual a la fuerza de roce F cuando el bloque desliza
es la
uniformemente. La componente de! peso normal al piano es rF cos e y
e,
fuerza normal N. Con estos valores, la formula llega a ser rv sen fl _.,.
de !a que obtenemos µ
=
~~)i-~
= tgO.
Si esta ley fuera exactamente vii.Iida, un
se ha descrito, el roce es aproximadamente indecrcen que el roce que hay que veneer
excede la fuerza necesaria para mantemetales ~ecus cs muy dificil demostrar
tiene su origen probab!emente en las
cantidades de accitc o lubricante, o en
por resortes u otros soportes flexibles ta!
12-6
Es bastante dificil efectuar experimentos cuantitativos exactos sobre el roce, y las
!eyes del rocc todavia no han sido muy bien analizadas, a pcsar de! alto valor que
t1ene para la ingenieria un anati::.1:, cxacto A pesar de que la ley F = 11N es bastante
exacta una vez que las supcrficies han sido estandarizadas, la raz6n para esta forma
de ley en rcalidad no se comprende. Demostrar que I' es aproximadamcntc indcpendicnte de la velocidad cxigc cicrta cxpenmentac10n delicada, porque el roce aparente
disminuye mucho si la superfic1e inferior' vibra muy rapido, Cuando el experimento
se realiza a velocidades muy altas. hay que tencr cuidado en que los objctos no
vibrcn uno rcspecto del otro, ya que !as disminuciones aparentcs de! roce a alta~
velocidades se deben a menudo a vibraciones. De todos modos. esta ley del roce es
otra de esas !eyes semiempiricas que no se comprenden perfectamente, y en vista de
todo el trabajo que se ha hccho, cs sorprendente que no se haya llegado a una
mayor comprcnsiOn de este fenOmeno. Actualmente. es imposible aUn estimar cl
coeficiente de roce entre dos sustancias.
Ha quedado indicado mis arriba que ensayos para medir M hacienda
sustancias puras, como cobre sobre cobrc, llcvan a resultados fa!:,o::., porque
superficies en contacto no son de cobre puro, sino meiclas de Oxido y otras impure
zas. Si procuramos obtener cobre absolutamente puro. si limpiamo::. y pulimos las
superficics, desgasamos los materiales al vacio y tomamos todas las precaucionc:,
posibles, todavia no se obt1ene l'· Porque, s1 inclmamos el aparato aUn ha~ta una
posK:i6n vertical, cl cuerpo que dcsliza nova a cacr ~jlos dos pedazos de cobre se
adhieren!-. jEI coeficientc µ, quc gcneralmente es menor quc la unidad para superfi
cies razonablemcntc duras, llega a ser varias vcces la unidad! La raz6n de C5te
comportamiento inespcrado es que cuando los <'itomos en contacto son todos de la
misma naturaleza, no hay manera de que los <'itomos "sepan" quc estan en difercn
tes pedazos de cobrc. Cuando hay otros <'itomos, en los Oxidos y en las grasas y
l<'iminas superficiales delgadas mas complicadas de contaminantes entre ellas, los
ittomos "sabcn·· cuando no e~tiin en la misma parte. Cuando considcramos que son
las fuerzas cntre los 3.tomos las que mantienen unido el cobre como un solido, debe
quedar daro que es imposiblc obtener el correcto cocficientc de roce para metales
puros.
El mismo fenOmeno puede observarse en un sencillo experimento casero, cjccutado con una p!ancha de vidrio y un vaso de vidrio. Si sc coloca cl vaso sabre !a
plancha y se tira con un hilo desliza bastante bicn y uno puede sentir cl coeficiente
de roce; es un poqu1to irregular, pero es un coeficiente. Si ahora mojamos la p!ancha
y la parte inferior de! vaso y t:Jramos de eJ otra vez, encontramos que se adhieren y
si observamos detenidamente, encontraremos que se rayan, porque el agua puede
separar la grasa y otras materias extraiias de la plancha, y entonces tenemos en
realidad contacto entre vidrio y vidrio; este contacto es tan bueno que se mant1enc
ajustado y ::.c rcsiste tanto a la scparacion que el v1drio sc rompe; es decir, produce
rayas.
12-3 Fuerzas moleculares
A continuaciOn discutiremos las caracteristicas de las fuerrns moleculares. Estas
son fuerzas entre los <'itomos y constituyen el origen Ultimo del roce. Las fuerzas
moleculares nunca han sido explicadas satisfactoriamente sobrc la base de la fisica
cllisica; se necesita de la mecilnica cuilntica para entenderlas plenamente. Sin embargo, empiricamente, la fuerza entre
12-7
Repulsion
Atracci(m
12-2.
La fuerza entre dos <itomos
de su distancia de separacr6n
Estas fuerzas molecularcs puedcn mostrarse de una manern bastantc directa: una
de Cstas es el experimento de roce con un vaso de vidrio deslizante; otro consiste
en tomar dos superficies cuidadosamente pulidas y limpias que son cxactamente
planas, de manera que !as superficies puedan juntarse muy estrechamcnte. Un ejemplo de estas supcrficics son !os bloqucs Johansson que se emplean en talleres de maquinas como patrones para medir longitudes con precisi6n. Si uno de estos bloques
se hace deslizar sobrc otro muy cuidadosamentc y el de arriba se levanta, el otro se
adheririi y tambiCn sc levantar<'t dcbido a las fuerzas moleculares, constituycndo un
ejemplo de atracci6n directa entrc los atomos de un bloque por los iltomos de] otro.
Sin embargo, estas fuerzas moleculares de atracci6n no son todavia fundamenta)es. en el sentido en que la gravitaci6n cs fundamental; se deben a la vastamente
compleja interacci6n de todos los electrones y nllcleos de una mo!Ccula con todos
los electrones y nUcleos de !a otra. Cualquier formula de apariencia sencilla que
obtengamos representa una suma de complicaciones, de manera que todavici. no hemos obtenido el fen6meno fundamental.
12-8
Como las fuerzas moleculares atraen a grandes di~tancias y repelen a distancias
cortas, corno se muc~;tra en la figura 12-2, podemos formar sOlidos en que todos los
atomos se mantienen unidos por sus atracciones, y se mantienen separados por la
repulsiOn que se origina cuando estli.n demasiado juntas. A una cierta distancia d
(donde el grli.fico de la figura 12-2 cruza el eje) las fuerzas son cero, lo que
significa que estli.n equi!ibradas, de manera que las mOleculas se mantienen separadas a esa distancia entre si. Si las mo!eculas se comprimen hasta acercarse a una
distancia inferior a d, todas mucstran una repulsi6n representada por la parte de!
grli.fico que se enrnentra sabre el eje r. Comprimir las moJeculas s6lo ligeramcnte
exige una gran fuerza, porque la repulsiim molecular se torna riipidamente muy
grande a distancias inferiores a d. Si las moJeculas se separan ligeiamente. se suscita una lcve atraccil'm que aumenta al aumentar !a separacil'm. Si son separadas con
fuerza suficiente, se separaritn permanentemcnte -!a ligadura se rompe.
12·4 Fuerzas. fundamentalcs. Campos
12-9
o negativas y en cualquier _aplicaciOn especifica de la formula, la direcciOn ?e la
fuerza resultani correcta s1 a las q se les da el signo mas o menos apropiado;
la fuerza cst<l dirigida a lo largo de la linea cntre las dos cargas. La constante en la formula depcnde, por supuesto, de !as unidades que se utiliccn para la fuerza, la
carga y la distancia. Corrientemcnte la carga se mide en coulombs, la distancia en
metros y la fuerza en newtons. Entonces, para obtener la fucrza en newtons, la Constante {que por razones histOricas se escribe l/47TE 0) toma el valor numerico
fu = 8.854 X 10- 1 2 coul 2/newton · m 2
De manera que la ley de la fuerza para cargas estitticas es
Para analizar esta
en P produce
es una
·•siente" la fuerza.
en
fuerza F sobre q2 en R puede ser
cantidad E que estar[a ahi, cstuvicsc o no q 2 ,
demits cargas.
12-10
en sus respectivos lugares). Decimos que E es la "condiciOn ., producida por q 1 y
F cs la respuesta de q1 a E. E se dcnomina campo e!ictrico yes un vector. La formula para el campo e!Cctrico E que se produce en el punto R debido a la carga q1
en P es la carga q 1 mu!tip!icada por !a constante l I 4?Tf 0 dividido por r2 (r cs la
distancia de P a R) y actUa en la direcciOn del radio vector (el radio vector r dividido por su propia longitud). La expresiOn para E es asi:
(12.4)
Entonccs escribimos
(12.5)
que expresa la fuerza, el campo y !a carga en el campo. LCu.ll es el propOsito de
todo esto? El propOsito es dividir el anitlisi~ en dos partes. Una partc dice que algo
produce un campo. La otra partc dice que algo es injluenciado por el campo. Al
observar estas dos partes independientemente, esta separaciim en el an:ilisis simplifica el cii.lculo de un prob!ema en mudrns situaciones. Si est.in prescntes muchas
cargas, primero calculamus el campo electrico total producido en R por todas las
cargas. y luegu, conociendo la carga qui: sc coloca en R, encontramos la fuerza quc
actUa sobrc ella.
En el caso de !a gravitaciOn podemos hacer exactamente lo mismo. En cste caso,
en que ia fuerza F = -Gm 1 m1 r/r 3 • podemos hacer un an<llisis ani!ogo, coma sigue:
la fuerza que actlla sobre un cuerpo en un campo gravitacional es igual a la masa
de! cuerpo por e! campo C. La fucrLa sobre sobre m, es la masa m, mu!tiplicada
por el campo C producido por m 1 ; esto cs F = m 1 C. Entonces el campo C producido por un cuerpo de masa m 1 es C = Gm 1 r/r 1 y estii dirigido radialmer.te como
en el caso eJectrico.
A pesar de lo que pueda parecer en un principio, este scparar una parte de la
otra no es una trivialidad. Seria trivial, sOlo otra manera de escribir lo mismo. si las
!eyes de fuerza fueran sencillas, pero las !eyes de fuerza son tan complicadas, que
resulta que los campos tienen una realidad que es casi independiente de los objetos
que los crean. Uno puede hacer al go as[ co mo agitar una carga y producir un efccto,
un campo. a cierta distancia; si entonces uno deja de agitar la carga, cl campo sigue
el curso de todo !o pasado, porque la interacciOn de !as dos particulas no es instant.inea. Es deseable tener alguna fonna de recordar !o que pasO prevlamente. Si la
fuerza sabre alguna carga dependc de donde estaba otra carga ayer, y lo que es
asi, entonces neccsitamos un mecanismo para seguir !a pista de lm,_que succdiO ayer,
y esa es la indole dcl campo. De manera que, cuando las fuerzas se vue!ven mis
complicadas, el campo se hace m.ls y m.is real y csta tecnica llega a ser menos y
menos una separaciOn artificial.
Al anali1ar las fuerrns por medio de campos, necesitamos dos clases de !eyes
relacionadas con los Campos. La primera cs la respuesta a un campo, que da las
ecuaciones de movimiento. Por ejemplo, la ley de respuesta de una masa a un campo gravitacional es que la fucrza es igual a la masa por el campo gravitacional; o,
si tambiC-n existe una carga en el cuerpo, la respuesta de la carga al campo electrico
es igual a la carga por el Campo elCctrico. La segunda parte dcl anilisis de la
natura!eza en estas situaciones es formular las !eyes que determinan la intensidad
dcl campo y cOmo se produce.
12-11
A veces a esta~ !~ye~ se las denomina ecuaciones de campo. J\prcndcrcmos
sobre ellas a su debido tiempo. pero escribiremos algunas cosas ahora.
Primera, el hecho mas notable de todos, el cual es
se puede comprcnder facilmente, es que el
varias fuentes es la suma vectorial de !os campos
En
mera fucntc, !a segunda v asi
sas cargas producicndo ~n
puede producir cl campo Ei y
para obtencr cl campo total. E~tc
mils
q"'
poc
pn
(12.6)
o, en vista de las dcfinicioncs dadas mils arriba.
(12.7)
<,Pucde aplicarse el mismo metodo a la gravitaciOn':' La fuerrn entre
m 1 y m2 fue expresada por Newton como F- Gm 1 m2 r/rJ. Pero segUn cuncepto
de campo, podemos decir que m 1 crca un campo C en todo cl espacio que la rodea.
de manera que la fuerLU sobrc m 1 est<i dada por
(12.8)
Por analogla completa coli el caso e!ectrico
C
=
-Gmcr,/r~
y cl campo gravitacional producido por vanas masas es
(12.9)
de ravos electr(micos (figura 12-3). En un extrema de esc tubo hay una fuente que
cmite u.1 chorro Je dectrone~. Dentro de! tubo hay dispositivos para acelerar los
electrones a una velocidad pita y enviar algunos de ellos en un haz estrecho a una
pantalla fluorescente en el otro extrema de! tubo. Un punto lumlnoso hrilla en cl
Centro de la pantalla
los electrones y esto hace posible trazar la trahacia la pantalla, el haz de clcctrones pasa
yectoria de los electrones.
por un espacio c~trecho entre un
de p!acas metii!icas parale!as
diga
un voltaje cntre las placas
mos. horirnntalmente. Se
ncgati'va a voluntad. Cuando
nera que cualquicr placa
a~i. cxi 1;tc un campo
placas.
Fig 12 3
Un tubo de
haz
de electrones
12-13
Para comprender este extraiio comportamiento, debemos tener una nueva combinaci6n de fuerzas. Lo explicamos asl: Entre los polos dcl im<'tn exi~te un cumpo magnCtico. Este campo tiene una direccic'm que siempre sale de un polo en particular
(que podriamos marcar) y entra al otro. Al invertir e! imiln no ~ambiO la di_recci6n
de! campo, pero al invertir los polos !ado por !ado, se invirtio la direccion. Por
ejemplo, si la velocidad de los e!ectrones fuem horizont~l en__ la direcciOn x y el
campo magnetico fuera tambien horizontaL pero en la direcc1on y, la fuerza magnetica sobre los eleclrones en movimienlo seria en la direcci6n z, csto es, hacia arriba o hacia abajo dependiendo de si cl campo cstaba en la d!recci6n y positiva o
ncgativa.
A pesar de que ahora no daremos la ley correcta de la fuerza entre las cargas
que se mueven en forma arbitraria unas respecto a otras, porque es demasiado complicada, daremos un aspecto de ella: la Jey comp!eta de las fuerzas si se conocieran
/05 campos. La fuerza que actUa sobre un objeto cargado depende de su movimieJJ.to; si existicse una fuerza, cuando cl objcto est<'t en reposo en un lugar determinado,
tsta se torna proporcional a la carga; cl coeficiente es lo que llamamos campo
elictrico. Cuando el objeto se mueve la fuerza ouede ser diferente y la correcciOn,
la nueva '·parte" de la fuerza, resulta ser exactamente dependiente linealmente de la
velocidad, pero perpendicular a v y a otra cantidad vectorial que llamamos inducciOn magnilica. B. Si !as componcntes de! campo clectrico E y la induccl6n magnetic a B son, respectivamente (F.,., E" £=) y \B" B,. [3,l, y sl la velocidad v tiene J~s
componentes (i'x• vJ" v), en_tonces _la fuerza magnet1ca y elCctrica total que actua
sabre una carga q en movimiento, tiene las componentes.
F, = q(Ez
Fu
= q(Ey
F,
=
q(E,
+ VyBz
+ v,B,.
+ 11~8y
-
v,By),
-
vxB,),
-
11yBx).
(12.ll)
Si, por ejemplo. la lmica componente de! campo magnCtico fuera By y la imica com"
poncntc de la velocidad fuera v_,, el {mico t6rmmo que queda en la fuerza magn6tica
seria una fuerza en la direcci6n z, perpendicular a B y a v.
12-5 Seudofuerzas
x = x'
+
s,
y = y',
z = z',
s es el desplazamiento del sistema de Pedro relativo al de Juan. 51 suponemos
de movimiento son eorrcctas para Juan, ;,quC aspecto tienen para Pcencontramus que
dxid1
=
dx'/dt
+ d.1/dt.
12-14
Anteriormentc comidcramos el caso en que s era constante y encontramos que s
no int1um en las !eyes de movimiento, ya que ds/ di = O: en ultima instancia, entonces, las lcyes de la fisica eran !as misffias en ambos sistemas. Pero otro caso que
podemos considerar es que s '- u I, en que u es una velocidad uniforme en linea
recta. Entonces s no e5 constante y ds/dt no es cero, sino quc es u, una constantc.
Sin embargo, la aceleraciOn rPx/dt 2 es alin igua! a d'x' /dt 2 , porque du/dt = 0. Esto
demucstra la le}" que empleamos en el capitulo IO, esto cs, que si nos movemos en
!inea recta con velocidad umforme, las leye5 de la fisica nos pareceriln las mismas
que cuando estamos en repo::.o. Esta es la traiJsformaciOn de Galileo. Pero queremos
discutir el interesante caso en que s es todavia miis complicado, digamos s = at 2 /2.
Entonces ds! di = at y d's/ dt 2 = a, una aceleraciOn unifonnc; o en un caso todavia
m<i.s complicado, la aceleraciOn podria ser funciOn de! tiempo. Esto significa que,
a pcsar de que las leyes de fuerza desde el punto de vista de Juan serian
la5 leyes de la fuerza como vistas por Pedro parecerian
=
F,· -
ma.
Esto es. como el si~tema de coordenadas de Pedro est<i. acelerando con respecto al
de Juan, el termino extra ma entra en escena, y Pedro tendr<i. que corrcgir sus fucr·
esa cantidad para conseguir que func1onen las leyes de Newton. En otras
he aqui una nueva fuernl aparente y misteriosa de origcn dcsconocido,
que aparece, por supuesto, porquc Pedro tiene un sistcma de coordenadas equivocado. Este es un cjcmplo de seudofucrza; otrm ejemplos ocurren en sistemas de coor
denada~ que rotan.
seudofuerza es la que a menudo se denomina "fuerLa centriun sistcma de coordenada::. quc rota, por ejemplo una caja
mi~terio5as no explicadas por nmglin ongen de rucrza
hacia afuera contra la:> parcdc~. Estas fuerzas sc
que el observador no tiene
de coordcnaes cl sislcma de coordenadas m~s
sent1do contrario
un imgulo
perpendicular a
a un nivel
qut cmpu1a al
ycl
Cn aspecto muy importante
ma~a~: lo mismo es
le~ a
las seudofucrLas es
para la
12-15
quc la gravedad misma sea una seudofuer:a. ,:,No es posible. tal vez. que la gravitaci6n se deba simplemente al hecho de que no tenemos el s1stema de coord~nadas
apropiado? Despues de todo, siempre po~emos obtener una _fueua proporcional a
la masa si imaginamos que un cuerpo es~a acelerando. Por eJemplo, u~ hombre ~-n
cerrado en una caja en reposo sobre _la t1erra se encuentra s~jeto al piso de! caJon
con una cierta fuerza que es proporcional a su masa. Pero st no estuviera Ia tierra
y el caj6n estuviese en _reposo, el. hombre dentro d~l caj~n flotaria en_ ~l espacio.
Por otro !ado, si no ex1st1era la uerra y algo estuv1era llrando del caJOn proporcion<i.ndole la aceleraciOn g, el hombre en el cajOn, analizando la fisica, cncontraria
una seudofuerza que lo tiraria al piso, tal como lo hace la gravedad.
Fig. 12-4. EJemplo de seudofueria.
Einstein propuso la famosa hip6tesis de que las aceleraciones imitan a !a gravitaci6n, que las fuerzas de ace!eraci6n (las seudofuerzas) no pueden distinguirse de
las de gravedad; no es posiblc afirmar que parte de una fuerza cs gravedad y que
parte es seudofuerza.
Puede que este bien considerar la gravedad como una seudofucrza, decir que
todos estamo~ sujctos a la t1crra. porque estamos acelerando hacia arriba. pcro ;,que
diremos de la gente que vive en Madagascar, en el otro lado de la tierra, iaceleran
tambiCn dlos? Einstein encontrO que la gravedad podria considerarse como una
seudofuerza sOlo en un punto a la vez, y sus considcraciones lo condujeron a sugerir que la geumelria def mundo es mils complicada que la geometria euclidiana co·
mi.in. La prescnte discusiOn es sOlo cualitativa y no pretende dar una idea general.
Para dar una idea aproximada de c6mo la grav1taci6n podrla scr el resultado de
seudofueu.as, presentamos un ejemplo que es solamente geometrico y no representa
la situaciOn real. Supongan que vivimos en dos dimensiones y que no sabemos nada
de una tercera. Pensamos que nos encontramos en un piano, pero supongan que
estamos realmente en la superficie de una esfera. Y supongan que disparamos un
objeto sobrc estc terreno, sin que actUe alguna fuerza sabred. ;,A dOnde ir<i.'! Parecena ir en una !lnea recta, pero tiencn que permanecer en la superficie de la esfera,
en que la distancia mils corta entre dos puntos es a lo largo de un circulo mi1ximo:
de manera que se mueve en un circulo m<i.ximo. Si disparamos en igual forma otro
objeto, pero en otra direcciOn, avanza en otro circulo milximo. Porquc
los do~ cucrpo~ conlinUcn
que estamos en un piano. cspcramos
linealmente con el tiempo, pero una
zan suficientcmcnte cmpiezan
Pero no se est:'tn atrayendo
ejcmplo en particular no describe
Euclides es "misteriosa ",
tria cs posib!e que toda
zas; esa es la idea
12-16
12-6 Fuerzas nucleares
Finalizamos este capitulo con una breve discusi6n sabre las Unicas fuerzas restantes, que se denominan fuerzas nucleares. Estas fuerzas se encuentran dentro de
los nUcleos de los ittomos y, a pesar de que han sido muy discutidas, nadie ha caloulado jamils la fuerza que actUa entre dos nUcleos y, en realidad. hoy dia no se
conoce ninguna ley para las fuerzas nucleares. Estas fuerzas tienen un alcance muy
peii.ueiio, que es mils o menos como el tamaiio de! nllcleo, tal vez 10- 1·1 cm. Con
particulas tan pequeii.as y a distancias tan cortas, s61o son viilidas las !eyes de la
mec3.nica cu3.ntica, no asi las leyes newtoniatias. En el an3.lisis nuclear ya no pensamos en funci6n de fuerzas y, en realidad, podemos reemplazar cl concepto de
fuerza por el concepto de energia de interacci6n entre dos particulas, un tema que sc
discutir3. miis tarde. Cualquier formula que se pueda escribir sobre fuerzas nuclcares
es en cierto modo una burda aproximrici6n que omitc muchas complicaciones; una
puede ser como la que sigue: las fuerzas dentro del nUcleo no varian en razOn inversa al cuadrado de la distancia, sino que se extinguen exponencialmente en cierta
distancia r, como se exprcsa en. F= (l1r1) exp (-r/rfJ), en que la distancia r 0 es de!
orden de 10- 13 centimetros. En otras palabras, la~ fuerzas desaparecen tan pronto
coma las particulas se encuentren a una distancia mayor que esa a pesar de que son
fuerzas muy grandes dentro de! alcance 10- 13 centimetros. Tai como se entienden
hoy dia, las \eyes de las fuerzas nuclcares son muy complejas; no !as entendemos
de una manera sencilla y el problema de anali1.ar el mecanismo fundamental de !as
fuerzas nucleares no estii resuelto. lntentos de una so!uci6n han llevado al
descubrimiento de numcrosas particulas extraiias, los mesones 7f, por ejemplo, pero
el origen de estas fucrzas permanece oscuro.
12-17
13
Trabajo y energia potencial (A)
13-1
Energia de un cuerpo que cae
13-3
La suma de energia
13-2
Trabajo realizado por la gravedad
13-4
Campo gravitacional de objetos
grand es
13-1
Energia de un cuerpo que cae
En el capitulo 4 discutimos la conservaci6n de la energia. En esa discusi6n no
empleamos las !eyes de Newton, pero es, por supuesto, de gran interes entender c6mo sucede que esa energia se conserve de hecho de acuerdo con estas leyes. Para
mayor claridad empezaremos con el ejemplo mis simple posible, y despues desarro,
llaremos ejemplos mis y mas dificiles.
El ejemplo mil.s simple de conservaci6n de energia lo constituye un objeto que
cae verticalmente, que se mueve s6Jo en dirocci6n vertical. Un objeto que cambia
su nltura bajo la influencia de la gravedad solamente, tiene una energia cinetica
T (o E.C.) debida a su movimiento durante la caida, y una energia potencial mgh,
abreviada U o E.P., cuya suma es constante.
~~
+
T
1-
:;h
=-
constante,
U = constantc.
(13.1)
Ahora nos gustaria demostrar la va!idez de esta afirmaciOn. (.QuC queremos dedr
con demostrar su validez? A partir de la segunda Icy de Newton podemos decir
fa:cilmente c[)mo se mueve c! ohjeto, y es facil averiguar que la velocidad cambia
con el tiempo, es decir, que aumenta en proporciOn al tiempo y que la altura varia con
el cuadrado dei tiempo. De manera que si medimos !a altura a partir de un punto
cero donde el objeto est3 en rcposo, no es ninglln milagro que la altura sea igual al
cuadrado de la ve!ocidad multiplicada por un nllmero de constantes. Sin embargo,
observemos esto un poco mils detenidamente.
Averigiiemos directamente a partir de la segunda Icy de Newton c6mo debe
variar la energla cinetica, tomando la derivada de la energia cinetica con respectQ.
al tiempo y despues empleando las !eyes de Newton. Derivando ! mv1 respecto al
tiempo, obtenemos
(JJ.2)
13-1
ya que m se supone constante. Pero segUn la segunda ley de Newton. m (di·/ dl) = F,
de modo que
dT/dt
=
h.
(IJ.J)
En general, resultaril ser F · v, pero en nuestro caso unidimensional dejemos!o coma
fuerza por veloddad.
Ahora bien, en nuestro ejemplo simple la fuerza es constante, igual a - mg, una
fuerza vertical (el signo menos indica que actlla hacia abajo), y la velocidad, por supuesto, es la dcrivada de !a posici6n vertical: o altura h, respecto al tiempo. Asi la
derivada de la energia cinetica es -mg (dh/ dt), cantidad que, milagro de milagros, jes
la derivada de otra cosat jEs la derivada respecto al tiempo de mgh! Por consiguiente,
a medida que pasa el tiempo, las variaciones de energia cinCtica y de !a cantidad mgh
son iguales y opuestas, de manera que la suma de las dos cantidades permanece constante, Q.E.D.
Fig
13-1
Un
1nov1endos<' sol!re
la.Jcc1oridelagra-
VC'dad
Hemos demostrado. partiendo de !a segunda Icy de Newton de! movimiento. que
la energia se conserva en los casos de fuerzas constantes, cu:mdo sumamos la energia
un poco mas y veapotencial mgh a !a energia cinCtica ~mri. Ahora estudiemos
mos si se puede generalizar y as! avanzar en nuestro
t,Funcwna s6lo
en la caida !ibre o es mils general? Esperamos de nuestra discusion sobre la conservaci6n de la energia. que esta de resultados para un objeto que se mun·e de un punto
a otro en una especie de curva sin roce. bajo la inf1uencia de la gravedad (rig. 13-1 ).
Si el objeto alcanza cierta altura h desde una altura original H, la misrna formula sena
corrccta tambien, aunque la ve!ocidad sea ahora en alguna direcci6n d1strnta de
tical. Nos gustaria comprender por que la ley es todav1a correcta. Sigamo~ cl
arnilisis, averiguando la dcnvada de la energia cmCt1ca con respecto al ticrnpo.
otra vez mt• (dvl di), pero m (d1,/dt) e~ la deri ... ada del modulo del
lafuerza en la direcci6n def mol'im1e1uo, la fuerza tangencial F,.
Ahora bien. la
va. d.\/dt, y la
la distancia ds a lo
F1
-
-
mR
sen
dh
fl ~ - mg (ti· .
13-2
de manera que
F <!.~ = - mg (<!._~)(t_!_~) = - mg t_!__dl',
1 dt
ds dr
I
ya que los ds se cancelan. Asi. pues, tenemos -mg (dh/dt), que es igual a la derivada de mgh como antes.
Para poder entender exa~tam~nte c6mo fun~iona. !a co~servaci6n de la energia
en la mecinica en general, d1scutiremos en segmda c1erto numero de conceptos que
nos ayudarin a analizarlo.
Primera, discutiremos la variaciim de la energia cinCtica en general en tres dimensiones. La energia cinetica en tres dimensiones es
Si derivamos esta ecuaci6n con respecto al tiempo. obtenemos tres tCrminos espantosos:
dT
dt
rj!.!_
di
+ 1'-
ii
0_y
dt
+ 1· ' <!!.!.).
dt
(13.4)
Pero m(dvjdl) es la fuerza Fx que actU.a sobre el objeto en la direcci6n de x. De
manera que el primer miembro de la ecuaci6n (!3.4) es Fx•'x + Fyvy + F 2 vz. Recordando nuestro c<i.!culo vectorial reconocemos esto como f · v: por consiguiente,
(13.5)
dT/dt = F · v.
Este resultado puede deducirse mils ripidamente como sigue: si a y b son dos vectores que dependen de! tiempo, la derivada de a· b es, en general,
d(a · b)/dr = a· db/dt
Entonces usamos esto en la fonna a = b
=
+
(da/dt) · b.
(13.6)
v:
Debido a que los conceptos de energia cinetica y energia en general son tan
importantes, se han dado diversos nombres a los importantes t6minos en ecuaciones tales como estas. ~mv 1 se denomina, como sabemos, energ{a ciniitica. F · v se
llama potencia: la fuerza que actU.a sobre un objeto por la velocidad del objeto (producto escalar de vectores) es la potencia entregada al objeto por esa fuerza. Asi,
pues, tenemos un maravilloso teorema: La variaciOn de la energia ciniitica de un
objeto es iguaf a la potencia gastada por Iafuerza que actUa sobre et.
Sin embargo, para estudiar la conservaci6n de la energia queremos analizar esto
mis detenidamente. Calculemos la variaci6n de la energia cinetica en un tiempo
dt muy corto. Si multiplicamos ambos miembros de la ecuaci6n (13.7) por dt, encontramos que la variaci6n diferencial de la energia cini:tica es la fuerza "'escalar" la
distancia diferencial en que se ha movido
dT = F·ds.
(13.8)
13-3
Si ahora integramos, obtenemos,
J.T
=
f
(13.9)
F·ds.
~Que
signilica esto? Signilica que s\ un objeto se mueve de una manera cualquiera
bajo la influencia de una fuerza, moviCndose en una cierta clase de trayectoria curva, entonces la variaci6n de E.C. cuando va de un punto a otro a lo largo de la
curva es igual a la integral de la componente de la fuerza segUn la curva. por el
despla1.amiento diferencial ds, efectuil.ndose !ti integraci6n de un punto al otro. Esta
integral tambiCn tiene nombre; se llama trabajo efectuado por la fuerza sobre el
objeto. Vemos inmediatamente que potencia es trabajo realizado por segundo. Vemos tambiCn que e~ s6lo una componente de la fuer1.a en la direcci6n de! mol'imiento
la que contribuye al trabajo efectuado. En nuestro sencillo ejemplo. las fuerzas eran
s61o verticales y tenian una sola componente, digamos F, igual a -mg. No importa
c6mo se mueve el objeto en esas circunstancias, cayendo en parabola por ejemplo,
F · ds, que se puede escribir como: F.,dx + F,dy + F dz, se reduce a F,dz- -m!! dz,
porque las otras componentes de !a fuerza son cero. Por consiguiente, en nuestro caso
sencillo:
7
fr·ds
= {
2
-mgdz
=
-mg(z 2
-
z 1 ),
(13.lO)
de manera que otra vez descubrimos que s6lo la altura vertical desde la que cae el
objeto es la quc contribuye a la energia potencial.
Una palabra sabre unidades. Puesto que !as fue;zas se miden en newtons y multiplicamos por una distancia para obtener trabajo, el trabajo se mide en newton
· metros (n · m), pero a la gente no le gusta decir newton-metros, smo que prefiere
decir joules (J). Un newton-metio se denoIT'Jna jou!e: el trabajo se mide en joules.
Potencia, entonces, es JOUies por segundo y a esto se le llama watt (W). Si multiplicamos watts por el tiempo, el resultado es el trabajo efectuado. El trabajo que
efectUa la compaiila electrica en nuestras casas, tecnicamente hablando, es igual
a !os watts por el tiempo. De ahl obtenemos cosas tales como kilowatt-hara, 1.000
watts por 3.600 segundos o sea 3,6 x 106 joules.
Tomemos ahora otro ejemplo de la ley de conservaciOn de la energia. Consideremos un objeto que tiene inicialmente energia cinetica y que se mueve muy rilpido
y que resbala sobre el piso con race. Se detiene. Al comienzo la cnergia cinftica
no es cero, pero al final es cero; hay trabajo efrctuado por las fuerzas, porque
cuando hay roce siempre hay una componente de la fuerza en direcci6n opuesta a la
del movimiento. de mancra que la energia se pierde paulatinamente. Pero ahora consideremos una masa ubicada en el extrema de un pivote que oscila sin roce en un
piano vertical en un campo gravitacional. Lo que sucede aqui es diferente, porque
cuando la masa se mue\e hacia arriba, !a fuerza actUa hacia abajo y cuando la masa
baja, la fuerza tambiCn es hacia abajo. Asi F · ds tiene un signo al moverse hacia
arriba y otro al bajar. En cada punto correspondieme en el camino hacia arriba y
hacia abajo, !os valores de F · ds son exactamente iguales en m6dulo, pero de signos opuestos, de manera que el resultado neto de la integral serit cero para este case.
La energia cinetica con que la masa vuelve al punto mils bajo es !a misma que tenia
al partir; esto es el principio de la conservaci6n de !a energia. (Noten que cuando
existen fuerzas de race. parece a primera vista que la rnnservaci6n de la energia
noes vii.Iida.
134
Tcnemos que encontrar otra forma de energia. Resulta, en realidad, que se genera
ca/or en un objeto cuando roza con otro, pero por el momento, segUn lo que se supone, eso no lo sabemos.)
13~2
Trabajo realizado por la gravedad
El siguiente problema a discutir es mucho mils dificil que el anterior; tiene que
ver con el caso en que las fuerzas no son constantes o simplemente verticales, como
lo fueron en los casos que acabamos de resolver. Queremos considerar un planeta,
por ejemplo, que se mueve alrededor de! sol o un satelite en el espacio alrededor
de la tierra.
13-2. Una pequena rnasa m cae
bajo
acci6n de la gravedad hacia la rnasa
grande M
Primero consideremos el movimiento de un objeto que parte desde el punto I y
cae, digamos, direciamente hacia el sol o bacia la tierra (Fig. 13.2). iHabr<i una
ley de conservaci6n de la energia en estas circunstancias? La {mica diferencia es
que en este caso la fuerza est<i cambiando a medida que avanzamos, no es prl!Cisamente una constante. Como sabemos, la fuerza es GM/ r 2 multiplicado por la masa
m, en que m es la masa que se mueve. Ahora, ciertamente, cuando un cuerpo cae a
la tierra, la energ[a cinetica aumenta al aumentar la distancia caida, ta! como sucedc
cuando no nos preocupamos de la variaci6n de la fuerza con la altura. El asunto
es, si es posible encontrar otra fOrmula para la energia potencial diferente de mgh,
una funci6n diferente de la distancia a la tierra, para que la conservaci6n de la
energla contlnlle siendo v<ilida.
Este caso unidimensional es rad! de resolver porque sabemos que la variaci6n
de la energia cinetica es igual a la integral, de un extremo de! movimiento al otro,
de -GMm/ r 1 por el desplazamiento dr:
(13.l!)
No se necesitan cosenos en este caso porque la fuerza y e! desplazamiento tienen
la misma direcciOn. Es foci! integrar dr/r 1 ; el resultado es -1/r, de manera que la
ecuaci6n (13.11) se transforma en
(13.12)
Asi obtenemos una formula diferente para la energia potencial. La ecuaci6n (13.12)
nos dice que la cantidad (~mv 2 -GMm!r) calculada en el punto l, en el punto 2 o en
cualquier otro !ugar, tiene un valor constante.
Ya tenemos la f6rmula de la energla potencial para el movimiento vertical en un
campo gravitacional. Ahora se nos presenta un problema interesante. t.Podemos
con_seguir movimiemo perpetuo en un campo gravitacional? El campo gravitacional
vana: en lugares d1fercnles
13-5
tiene direcciones diferentes y tiene intensidades diferentes. (.Podnamos hacer
algo asi como esto, usando una trayectoria fija y sin roce: cmpezar en algUn
punto y levantar un objeto hasta alglin otro punto. luego moverlo en un arco
hasta un tercer punto. !uego baJarlo cierta d1stancia. desputs moverlo oblicuamente y sacarlo por otro camino. para que al llevarlo al punto de partida cierta cantidad de trabajo haya s1do efectuada por la fuerza gravitacional y la energia cinttica
del objeto haya aumelltado? t,Podemos idcar la curva de manera que el Objcto vuelva movifndose un poquito mils ni.pido que antes. de manera que df vueltas y vueltas
y nos dC movimiento perpetuo? Como el movimiento perpetuo es imposiblc, debemos hallar que tambii:n esto es impostble. Debemos descubrir la s1guiente proposici6n: como no hay roce, el objeto dcbena volver con una velocidad ni mayor ni
menor, deberia poder seguir dando vueltas y vueltas en cualquier trayectoria ccrrada. Expres<indolo de otra manera, el trabajo total efectuado al completar un ciclo
debe ser cero para fuerrns de gravedad. porque si no e> cero, podemos sacar ener
gia dando vueltas. (Si el trabajo resulta ser menor que cero, de manera que obtenemos menos velocidad al dar vuelta en una direcci6n, entonces s1mplemente damos
vuelta en la otra direcciOn. porque las fuerrns. por supuesto, dependen sO!o de la
posici6n, no de la direcci6n; ~1 en un sentido es positivo, en el otro sentido seril negativo, de manera que, a menos que sea cero, obtendremos movimiento perpetuo
dandc vueltas en cualquier sentido.)
.~·
.~
t1g
13-3
Ur1a trayecto11a cerrad<J e1' un
Cclmpo
;,Es el trabajo realmente cero? Procuremos
y de~pues
a explicar mils o menos por que es
matemiiticamente. Supongamos que
una
se ve en la figura 13-3, en que una masa pequei'ia
puCs da vuelta en un circulo hasta 3, sigue hacia 4.
mente, vuelva a I. Todas !as lineas o son puramentc
coma centro. "Cuitnto trabajo se reahza al llevar m por este
to~ I y 2 es GMm por la d1ferencia de I Ir entre esto~ dm puntos·
De 2 a 3 la fuerrn es exactamente perpendicular a la curva. luego W 11
trabajo entre 3 y 4 es
WJ 4
=
°'- 0. El
_I_)·
tF·ds = -GMm(J_ _
}3
r.1
r3
En igual forma encontramos que
W 78 = -GMm(I/ rs - I/r1 ) y Wa 1 =
=
0. W 50 = -GMm(l/r,,
llr).
~V61 =
0.
13-6
Por consiguiente
W
=
Pero notamos que
GMm
(-~
'i
r 3, r4
=
r1
-~. + -~ - -~ + J. - -1-- + _!_
-
r2
=
'i•
~
r4
'~ =
r 7• r 8
rs
--
r5
r1
-
J_) ·
~
r 1. Por consiguicnte If'= 0.
Fig. 13-4. Una trayectona ccrrada
mostrando un scgmcnto ampl1ado de ella
con una serie de escalones forpor segmentos rad1ales y arcos de_
c1rcunferenua, y unci vista aumentada de un
escal6n
Naturalmente podriamos preguntarnos si esta es una curva demasiado trivial.
;,Quf pasa si consideramos una curva real'? Hagamos la prueba con una curva real.
Antes quc nada podriamos afirmar que una curva real siempre se puede represen
tar lo suficientemente bien por una serie de dientes de sierra
los que se ven
en la figura 13-4
por consiguicnte, etc .. Q.E.D., pero
pequeii.o anilisi~
no es obvio al
que el trabajo efectuado al rccorrer
un pequciio tnilngulo sea cero.
de !os triiingulos, como se muestra en figura 13-4.
t.Scril el trabajo que se
movcrsc dcsde a hasta b y desde b hasta c en un
tri<i.ngulo el mismo que
cfectuado al ir directamente desde a hasta e? Supongan que la fuerza
en
direcci6n; consideremos un triiingulo cuyo !ado
como un ejemplo. Tambit:n
be tienc esta direcciOn,
el triimgulo
el triiingulo.
sea tan pequciio
sea csencialrnentc
(.Cuil.nto trabajo se
moverse desde a ha>.ta
W,, 0
=
J.'F ds = Fscostl,
ya que la fuerza es constante. Calculemos ahora el trabajo que se efectlla al reco~
rrer los otros dos !ados dcl triilngulo. En el !ado vertical ab la fuerza es perpendicular a ds, de manera que aqui el trabajo es cero. En el lado horizontal be,
W11 c =
J,,c F · ds
=
Fx.
Se comprcnde entonccs. que el trabajo efectuado al moversc a lo largo de los ]ados
de un triti.ngulo pequeiio es igual al efectuado al moverse en un plano inclinado. porque s cos 0 es igual a x. Hemos demostrado previamente que el resultado es cero
para cualquicr trayectoria compuesta de una serie de muescas como las de !a figura
13-3 y tambicn que se efectUa e! mismo trabajo si atravesamos de csquina a esquina
en vez de seguir las muescas (siempre que las muescas scan lo suficientemente finas.
y siempre podemos hacerlas muy finas); por consiguiente, el trabajo efectuado al
recorrer cualquier
cerrada en un campo gravitacionul es eero.
Este es un
muy notable. Nos dice algo quc no sabiamo~ antes respccto
al movimiento
Nos dice que cuando un planeta se mueve alrededor del
so! (sin que haya otros cuerpos cerca. ni otras fucrzas). se mueve en ta! forma. que
13-7
el Cuadrado de la velocidad en cualquier punto, menos ciertas constantes divididas
por el radio en ese punto, es siempre igual en cada punto de su 6rbita. Por ejemplo, cuanto mis cerca de! sol se encuentre el planeta, mis riipido se moveril; pero,
z.cuilnto mils? Tanto coma lo que sigue: si en vez de dejar que el planeta gire alrededor del sol, le cambiiramos !a direcci6n (pero no el m6dulo) de su velocidad y lo
hicieramos mover radialmcnte y !uego lo dejitramos caer desde un radio especial al
radio que intcresc, la nueva velocidad scria la mi~ma que la quc tenia en su c'irbita
real, porque este es s6lo otro ejemplo de trayectoria complicada. Siempre que regresemos a la misma tlistancia, la cnergia cinCtica seril la misma. Asi. tanto si el movimiento es el real. no pcrturbado, coma si se le cambia la direcciOn por medio de
canales, o vinculos sin roce, la encrgia cmCtica con que el planeta llega a cierto
punto seril s1empre la misma.
Por lo tanto, cuando hacemos un anillisis numCrico del movimiento de! planeta
en su Orbita, como lo hicimos anteriormente, podemos verificar en cada paso si e~
tamo~ o no comcticndo errore~ aprcciablcs al ca!cular e~ta cantidad constante, la
energia. y esta no deberia cambiar. Para !a 6rbita de la tabla 9-2 la energia ~i
ria*. vana en alrededor de 1.5
c1ento desde cl µrincipio hasta cl fin. (,Por
Bien porque en el metoJo
empleamos intcrvalos no infinites!malc;,, o
porque cometimos un
error en lo5 cakulos aritmeticos en a!guna pane.
Estudiemos la energia en otro cam:
Cuando desplarnmo5 la masa de
es proporcional a! desplarnmicnto.
ley para la conservaci6n de la
fuerza como esa
= {
-kx dx
=
-1kx 2 .
(!3.13)
fija a un
es una constante.
c6mo funciona e;,to. Tiraestil dctemda alm. por lo quc su velocidad es cero. Pero
x no es cero, x
en su valor mitximo, entonces existe alguna energia, la encrgla
potencial por
Ahora soltarnos la masa y algo cmpieza a suceder (no va·
mos a discutir
pero en cualquier instante la energia cinetica mas la potcncial debe ser una constante. Por ejcmpio. una vez quc la masa en su recorrido pasa
el punto original de equdibrio. la posiciOn x es igual a cero, pero esto ocurre cuando
tiene su mayor i•', y a medida que logra mayor x 2 obtienc menos "r 2 , y asi sucesivamentc. De mancra que el balance de x~ y 1·' se manti<>ne cuando la masa se mueve
bacia arriba y hacia abaJO. Asi tenemos ahora otra regla, quc la energia potencial
para un resorte es \11.x', si la fuerza es -kx.
13-3
Suma de energias
Entramos ahora en cons1derac10nes m:is generalcs sobre lo que sucede cuando
hay un gran numero de objttos. Supongan que tenemos el comp!icado problema
constituido por mucho5 objetos, que designaremo~ per i = t. 2, 3•... , todos cjerciendo a1racc10nes gravitac1onale~ cntre
•
La energia es l (1\'
+
v, ')
l/ r en las unidades de la Tabla 9-2
13-8
si. ·QuC succde entonces'? Vamos a demostrar que si sumamos las enc~gias cineticas
de ~odas las particu!as y agregamos a esra. la suma, extendida a todm los pares de
particulas. de su energia potencial gravitatona mutua - GllJm 1rij, el total es una constante:
= const.
(13.14)
L:~m,1,; +
L -
(parosi1)
,:,COmo lo dcmostramos? Derivamos cada miembro con respecto al tiempo y obtencmos cero. Al derivar ~m 1 i'i, encontramos derivadas de la velocidad que son las
fuerrns tal como en la ecuaci6n ( 13.5). Rccmplazamos cstas fuerzas por la lcy de
y observamos enfuerza que conocemos a partir de la ley de gravcdad de
de
tonces que lo que queda es lo mismo que la derivada respecto al
2: -
<}_~'!_!!_1!1_.
pares
r;J
La derivada respecto al tiempo de la cnergia ci110tica es
d"'
'
di~ 2111,1 1 =
"£..:
d,,
(Ji
111 1v,
(13.15)
~L
;
(L _Gn"if""') ."·
r,,
J
La derivada respecto al ticmpo de la encrgia potcncial es
~ ~'
_
G1~'.1 ,;n)
=
~. (-1 ~J,~:1~i~ )C~/).
Pero
de manera que
d''"
dt
~
I_
2r,j
[1cx ' -
+2(y; -
x)
J
(~
dt
f;J.
=
r 11
v, -
di
YJ)(~' -
+2(z, - z;) (
=
- dxJ)
~~
-
%)
~~/)J
Vj
r11
•
2+
r 1 ,-
~~,
13-9
ya que ru· = -rl', mientras que ru = rJ,. Asi
~'I: - ~~!_~
pare;
Ahora debemos
'J
=
2: [Q!?2~~!L~-~. v, + Gm;:;,r}! v1]
r,,
pare>
(13.16)
'i'
toma~ nota cuidadosamcnte de lo que significan ~ {~} y p~,' En
la ecuaciOn (13.15) ~ {~} sigmfka que i to~1a todo~ los valores i = l. 2, 3, ... por
valor de 1, el indice j toma todos los \alorcs excepto i. Asi. si
2. 4....
por otro !ado.~ signilica que "alores dados de i y dej
par"'
ocurren sOlo una vcz. Asi, el par de particulas I y 3 contribuye sOlo con un termino
a la suma. Para seguir el hilo de esto, podemos ponernos de acuerdo que i asuma
todos los valores l, 2. 3 .... , y que para cada i deJcmm quej se extienda sOlo sabre
valores mayor('s que i. Entonces. si i -= 3.j podria tornar s6lo los valores 4. 5, 6 ..
Pero notamos que para cada valor de i,j hay dos contribuciones a !a suma, una en
que intc~viene v, } la otra en 4~e intervlene vr y quc estos tfrminos tienen la misma
apanencia que !os de la ecuacion (13.14), en quc rodos los valores de i y dej(exccpto i - j) estim incluido~ en la suma. Por consiguiente. al aparear los terminos
uno ror uno, observamos que las ecuaciones (13.16) y (13.15) son exactamente
iguales, pcro de signo conlrario. de manera que la derivada respecto al tiempo de
la energia cmetica mils la energia potencial es en realidad cero. Asi observamos que,
muchos objetos. fa energia cinhica es la suma de las contribuciones de cada
individual
la encrgia potencial es tambien sencilla, siendo tambien s61o
rnotcib<mooe;. las energias entre todos los pares. Podemos comprenenergia de cada par: supongan que queremos encontrar
que ~c dcbe efectuar para traer los objetos a cicrtas
hacer esto en varias etapas. trayendolos desde el infiuno por uno. Pnmero traemos al nUmcro uno, quc
otros cuerpos presentes que ejerrnn fuerzas sonurncro dos, quc requiere algo de trabajo. a saber
un punto 1mportante, supongan que traemos
cualquicr momc!1!o !a fuerza que actUa sobre
como la suma de dos fuerrns -la fuerza ejercida por el
cl
2. Por consiguicntt!, et trabajo efectuado es
par cada uno, porque s1 F 1 se.puede descompo-
enlonccs cl trabajc' e"
jF.i ·ds
~ jF1J ·ds
+
fF2J ·ds
=
Wl'l -i- W2.i·
el trabaJO efectuado e5 la suma Jel trabajo efcctuado en contra de la pn) la 'egunda fucrza. como ;,i cada una actuara indepcndicntemente. Proe\ta rnanera. vemos que el trabajo total que se necesita para armar la
Jada de los objctos cs preclsamente el valor dado en la ecuaciOn
como energia potenciaL Es porque la gravedad obedece al principio de super
de la;, fucrws que podcrnos escribir la energia potencial coma una suma
sob1..:: cada par de part1cula~.
13-10
Fig. 13-5. La fuerza grav1tacronal F sob re
una masa puntual producida por una l<im1na
plana infinita de matena.
13-4
Campo gravitacional de objetos grandes
Ahora vamos a calcular los campos que se encuentran en algunas circunstancias fisicas en que interviene una distribuci6n de masa. Hasta aquj no hemos considerado la distribuci6n de masas, sO\o particu\as, de manera que es interesante
calcu\ar !as fuerzas cuando son producidas por mti.s de una sola particula. Primero
encontraremos la fuerza gravitacional sabre una masa producida por una hoja plana
de material, de extensi6n infinita. La fuerza sabre una unidad de masa en un punto
dado P. producida por esta hoja de material (Fig. 13-5), estarti., por supuesto, dirigida hacia la hoja. Sea a la distancia de! punto a la hoja y seaµ la masa por unidad
de superficie de esta gran hoja. Supondremos que µ es constante; es una hoja de
material uniforme. Ahora, i,quC pequefio campo dC produce la masa dm que se en-
~ue~~~=st:~t~Cp! dr;m;t(;3)~c~~~oe~it~0c1~m~od:s~: ~i~t;id~a:e;i~c:,n~ s~b~~~~
:u:
solamente quedarit la componente x al sumar todos los pequeilos vectores dC para
producir C. La componente x de dC es
dC,, = G
d~rx
=
G
lf7(!-.
Ahora bien, todas las masas dm que se encuentran a la misma distancia r de P dariin la misma dC_,, de manera que podemos escribir inmediatamente que dm es la
masa total del anillo entre p y p f dp, es decir. dm = p27rp dp (2n:pdp cs cl ti.rea
de un anillo de radio p y ancho dp, si dp<~p). Por lo tanto
dC, = Gµhp
Entonces ya que r 1
=-
Cx
11 1
=
-
a 1 , p dp '""' r dr. Por consiguiente
J"
J,
l \
2IrGµa u ,2
-· = 2JrGµa ('-a - --;
0()
=
2IrGµ.
(13.!7)
13-1 !
a causa de las variaciones inversas de la intensidad de la fuerza de una masa dada
y la cantidad de masa incluida en el cono a! cambiar la distancia. La fuerza no es
realmente constante, por supuesto, porque al pasar al otro !ado de la 13.mina cambia
de signo.
En efecto, tambien hemos resueito un problema elCctrko: si tenemos una placa
cargada eli:ctricamente, con una carga a por unidad de superficie, el campo e!Cctrico en un punto fuera de la placa es igual a a/2t 0 y tiene direcciOn hacia afuera,
si la placa esta cargada positivamente, y hacia adentro, si la p!aca est3. cargada negativamente. Para demostrar esto, ohservemOs sencillamente que G, la gravedad,
juega el mismo papel que 1/ 4;u 0 en la electricidad.
Supongan ahora que tenemos dos p!acas, con una carga positiva +a en una
placa y una carga negativa -a en la otra a una distancia D de la primcra. lCuill
es el campo? Fuera de las dos placas es cero. lPor quC? Porque una atrae y ta otra
repele, siendo la fuerza independiente de la distancia, jde manera que las dos se
anulan! TambiCn, la fuerza entre la dos placas es claramente el doble de la que produce una placa, a saber E = al lo, y estit dir1gida de la placa positiva a la negativa.
Ahora llegamos a un problema intercsante c importante, cuya soluci6n hemos
estado suponiendo todo e! tiempo, a saber, quc la fuerza producida por la tierra en
un punto sobrc su supcrficie o fuera de ella es la misma que se tcndria si toda la
masa de la tierra estuviera situada en su centro. La validez de esta suposici6n no
es evidente, porque cuando estamos cerca, pane de la masa se encuentra muy cerca
de nosotros y parte se cncuentra mils !ejos, y asi sucesivamente. jCuando sumamos
todos los efectos, parece un milagro que la fuerza resultante sea exactamente igual
a la que obtendriamos si cotocii.ramos toda la masa en el centro!
Fig. 13-6. Una cascara esferica delgada
de masa o de carga
Demostremos ahora qut el milagro es correcto. Para hacer esto, sin embargo,
vamos a considerar una cascara hucca, delgada y uniformc en vez de la tierra. Sea
m la masa total de la cascara, y calculcmos la energia potencial de una particula
de masa m' situada a una distancia R de la esfera (Fig. 13-6) y demostremos que
la energia potencial es la mi~ma que si la masa m fuera un punto en el centro. (Es
m.is facil trabajar con la energia potencial quc con el campo, porque no tencmos
que preocuparnos de los 8.ngulos, s61o sumamos las energias potenciab de todos los
trozos de masa.) Si designamos con x la distancia de cierta secciOn plana al centro, la masa que se encuentra en una rebanada dx cst:l a la misma distancia r de
P, y la energia potencial producida por este anillo es
Gm'dm/r. lCu<'inta masa
se encuentra en esta pequefia rebanada dx? Una cantidad
rim= 27ryµcl>
en que
o--
ml 4,,.a 2
general que
=
=
superficial
27raµ dx,
en la cascara es!Crica.
es proporcional a su
13-12
Por consiguiente, la energia potencial debida a dm es
dW
=
_
q!!!'...,.!!!!!_
= _ Gm'2;a!-' dx,
Pero vemos que
r2 = y2
+ (R
x)2 = y2
-
=
a2
+ x2 + R2 + R 2 - 2Rx.
2Rx
Por lo tanto
2rdr = -2Rdx
dx
dr
r
=Ii.'
Por consiguiente,
dW
=
Entonces
W = - '!_m'27raµ
R
=
Gm'2;aµ dr.,
_
f,
R+o
_ Gm 1~1ra~ 2a =
Gm'm
-R-·
dr
R-"
_
~J_~ira 2 µ)
(13.18)
Asi, para una cascara esferica la cnergia potencial de una masa m' fuera de la esfera cs la misma que se tendria si toda la masa estuviera concentrada en el centro.
Podemos imaginar quc la tierra se compone de una serie de cascaras csfericas concCntricas, cada una de las cuales contribuye a la energia, que depende sO!o de su
masa y la distancia al centro; sumilndolas todas obtcnemos la masa total, y por
consiguiente, ;la tierra se comporta coma si toda su materia estuviera en el centro!
Pero observen Jo que ocurre si el punto se encuentra dentro de la esfera. Hacicndo los mismos c3.lculos, pcro con P en el interior, todavia obtcnemos la diferencia de las dos r, pero ahora en la forma a + R - (a - R) = 2R, o sea el doble
de la distancia al centro. En otras palabras. W se transforma en W = - Gm'm/ a,
que es independiente de R e independiente de la posici6n, es decir, encontramos la
misma energia independientemente de donde nos cncontremos en el interior. Por
consiguiente no hay fuerza; no se efectUa trabajo cuando nos movemos en el interior. Si la energia potencial es la misma. no importa d6nde se coloca un objeto
dentro de una esfera, no puede actuar ninguna fucrza sabre el objeto. Asi es que
no existe fuerza en el interior, sOlo existe fuerrn en el exterior v esta es la misma
·
que habria si toda la masa estuviera concentrada en el centro.
13-13
14
Trabajo y energia potencial (conclusion)
14-1
Trabajo
14-4
Fuerzas no conservativas
14-2
Movimiento con vinculos
14-5
Potenciales y campos
14-3
Fuerzas conservativas
14-1
Trabajo
En el capitulo anterior hemos presentado muchas ideas y resultados nuevos 4ue
juegan un pajJel importantc en la fisica. Estas ideas son tan importantes que parece
quc vale la pena dedicar un capitulo entero a examinarlas m<is detenidamcnte. En
este capitulo no vamos a repetir las "demostrat:iones" o los uucos espccificos por
Jos que sc obtuvierun los resu!tados, sino que mils bien nos concentraremos en la
discusi6n de las ideas.
En el aprendizaje de cualquier rama de naturaleza tii:cnica en que la matematica
juega un papeL uno se enfrenta a la tarea de cntender y de almacenar en la memoria
un enorme cuerpo de fen6menos e ideas, unidas por cicrtas relacione~ que puede
"probarsc"" o ··demostrarsc"' que exi~ten entrc dlas. Es fo.cil confundir la demostra
ciOn misma con la relaciOn
cstablece. Claramente, lo importante que hay que
aprender y
no la demostraciOn. En cualquier circunstancia
particular
o
··se puede demostrar que" csto o aqucllo es verdadero,
o lo
Jcmo<;trar. En ca<;1 todo~ los ca~o~. la demo~tracion en particular quc
de tal mancr::i que se pueda escribir facilmente en el
aparezca lo mis Ilana posihlc. En consecucncia,
""'""""mrnto sencilla cuando, en rcalidad, el autor puc
procurando de diferentes maneras calcular la mismanera mas clara para poder probar que se puede dcpo'iible! Loque hay que recordar, al vcr una demos.
sino mas bicn que se puede demostrar
cuando la demostraciOn implica
. que uno no ha vista antes, se
, sino a la idea matcm3.tica que
cste,
14-1
es valida, y para explicar c6mo algo puede ser demostrado inventa una demostraci6n
en e! momenta que la necesita. Cualquier persona que realmente ha aprendido una
asignatura, deberia poder seguir un procedimiento similar, pero es inUtil recordar
las demostraciones. Por esta razon, en este capitulo evitaremos dar pruebas de las
diversas afirmaciones hechas previamente. y sOlo resumircmos los resultados.
La prirnera idea que se debe asimilar es 1rabajo efectuado por una fuerza. El
t6rmino fisico "trabaio" no es la palabra en el sentido ordinario como "jtrabajado·
res dcl mundo unios!", smo que es una idea d1ferente. Trabajo fisico se expresa
como ( F-ds y se llama "la integral de linea de F escalar ds ", que significa que si la
fuerza; por ejemplo, tiene cierta direcciOn y el objeto sabre el cual se aplica se desplaza en otra direcciOn, entonces s6lo la componente de la fuerza en fa direcci6n
def desplazamiento efcctU.a algUn trabajo. Si, por ejemplo, la fuerza fuera constante
y e! desplazamiento fuera una distancia finita ~s, entonces el trabajo efectuado al
mover la fuerza constante en esa distancia, es s6\o la componente de la fuerza en la
direcci6n de ~s por d.s. La regla es "fuerza por distancia ", pcro en realidad queremos decir que s61o la componente de la fuerza en la direcciOn de! desplazamiento
por Lis, o equivalentementc, la componente de! desplazamiento en la direcciOn de la
fuerza por F. Es evidente que no se efectUa trabajo alguno por una fuerza que actita
en il.ngu!o recto al desplazamiento.
Ahora, si el vector desplazamiento Lis se resuelve en componentes, en otras palabras, si e! desplazamiento real es Lis y dcseamos considerarlo efectivamente como
una componente <lx de! desp\azamiento en la direcci6n x, ~yen la direcci6n y, y Llz
en la direcci6n z, entonces el trabajo efectuado al llevar un objeto de un lugar a
otro se puede calcular en tres partes calculando el trabajo efectuado segUn x, segUn
y, y segUn z. El trabajo efectuado al moverse a lo largo de x involucra s6lo esa componente de fuerza, es decir Fv y asi sucesivamente, de manera que el trabajo es
F_/ix + F_/':.y + F r1z. Cuando la fuerza no es constante y tenemos un movimiento curvilinco comp\icado, debemos resolver !a trayectoria en un gran nU.mero de pequeiias ~s, sumar el trabajo efectuado al mover el objeto en cada ~s, y tomar el
timite cuando Lis ticnde a cero. Este es el significado de "integral de linea ".
Todo lo que acabamos de decir estit contenido en la formula W = ( F · ds. Esta
muy bien poder decir que es una formula maravillosa, pero otra cosa es· comprender
su significado, o cu3.Jes son a!gunas de sus consecuencias.
La palabra "trabajo" en fisica tiene un significado tan diferente de! de la palabra
que se usa en circunstancias ordinarias, que debe observarse cuidadosamente que
hay circunstancias pecu\iares en las que no es lo mismo. Por ejemplo, segim la dcfinici6n fisica de trabajo, si alguien sujeta por un rato un peso de cien libras a cierta
altura de! suelo, no estit hacienda trabajo. Sin embargo, todos saben que empieza a
transpirar, temblar y perder el alicnto, como si subiera corriendo por una esca!era. Sin
embargo, correr cscaleras arriba se considera trabajar (al correr escalera abajo uno
obtiene trabajo de! mundo, seiim la fisica), pero al sujetar simplemente un objeto en
una posici6n fija, no se realiza trabajo. Claramente, la definiciOn fisica de trabajo
difiere de la definici6n fisio!Ogica. por razones quc explorarcmos brevemente.
Es u~ hecho que cuando uno sujeta un peso, hace trabajo '·fisiolOgico ".
qut habna de sudar'? (.Por que se neccsita consumir alimento5 para sujetar el
~Por
14-2
peso'! ;,Por que estii el mecan1;,mo que tiene dentro de s1 operando a toda marcha. s,1]0
para sujetar el peso? En realidad, el peso podria sujetarse sin esfuerzo s6lo colod.ndolo sobre una mesa, ientonces la mesa, calmadamcnte y sin ruidos, sin provisi6n de
energia. puede mantener el mismo pc;,o a la misma altura! La situacion fisiolog1ca es
a\go como lo que sigue. Hay dos clases de mllsculos en el cucrpo humano y en el de
otros animales: una clase Hamada mllsculo estriado o esqueletico, es el tipo de
mllsculo que tenemos en los brazm, por ejemplo, que estitn bajo control voluntario;
!a otra c\ase, llamamos mllsculos lisos, cs como el mUsculo en lo~ intestinos, o en la
almeja el gran mUsculo aductor quc cierra la concha. LI:is mllsculos !isos funcionan
muy lcntamente, pero pueden sujetar una "p0sici6n"; es decir, si la almeja trata de
cerrar su concha en cierta posici6n, mantendrit esa posiciim, aun cuando haya una
fuerza grande que procura cambiar!a. Mantcndrft su posici6n bajo carga por horns y
horas sin cansarse, porque es coma una mesa que sujeta un peso; .. fija,. cierta posi
ci6n y las mo!ecu!as sencillamente se traban por cierto tiempo sin efcctuar trabajo,
sin que la almeja genere esfuerzo alguno. El hecho de que tengamos que generar esfuerzo para sujetar un peso sencillamcnte se debe al disetlo de) mllscu!o estriado.
Lo que sucede es que cuando un impulso ncrvioso llega hasta una fibra muscular, la
fibra da una pcqueiia conlraccinn y de~pui:s se relaja. de manera que cuanJo sujctamos a!go, descargas enormes de 1mpulsos nerviosos llegan al mUsculo, un gran nUmero de contracciones sujeian el peso, mientras que las otras fibras se relajan.
Podemos ver esto en rcalidad: cuando sujctamos un objcto pesado y nos cansamos,
empezamos a temblar. La raz.6n es que las descargas llegan irregularmentc, y cl
mllsculo esta cansado y no reacciona lo sufic1entcmenle r2.pido. ;,Por quC tencmos
un disei:lo tan ineficiente? No sabemos bien por que, pero la evoluci6n no ha podido
desarrollar mUscu!os li~os rdpidos. El mUsculo liso seria mucho m:is efectivo para
sostener pesos, porque podrla pararse ahi y se trabajaria; no involucraria trahajo y
no se necesitaria energia. Sin embargo, ticne el inconvcniente de que funciona demasiado lento.
Volviendo ahora a la fisica, po<lemos preguntar por qui quercmo~ calcular el
trabajo efectuado. La respuesta es que es interesante Util hacer!o. ya que cl trabajo
las fuerzas que actlmn sob1e
efectuado sobre una particula por la resultante de
ella es exactamentc igual al cambio de energia
de la particula. Esto es, si
se empuja un objeto, aumcnta su velocidad y
14-2
Movimiento con
"·incu]o~
Otro aspecto interesante de las fuerzas y el trabajo es este: supOngase que tenemos una pista indinada o curvilinea y tenemos una particula que debe movcrsc en
esta pista, pero sin roce. 0 podemos tener un pendulo formado por una cuerda y un
peso; la cuerda obliga al peso a movcrse en un circulo a!redcdor del punto de pivote.
Se puede cambiar el punto de pivote haciendo que la cuerda golpee un obst:iculo de
manera que la trayectoria de! peso sigue en dos circulos de difcrentes radios. Escos
son ejemplos de lo que !lamamos vinculosflju.~ sin race.
Fuerza
devinculo Fueri:ade
gravedad
Fig. 14--1. Fuerias que actUan sobre un
cuerpo que desliza (sin roce).
En movimientos con un vinculo fijo sin roce no se hace trabajo por el vinculo,
porque las fuerzas vinculares son siempre perpendiculares al movimiento. Por "fuerzas vinculares" entendemos fuerzas que el propio vinculo aplica directamente: la fuer"
za de contacto con la pista, o la tensi6n en la cuerda.
Las fuerzas que intervienen en el movimiento de una particula que se mueve sabre una pendiente bajo la int1uencia de la gravedad son bastante complicadas, porque hay una fuerza vincular, una fuerza gravitacional, etc. Sin embargo, si basamos
nuestros cillculos de! movimiento en la conservaci6n de la energia y la fuerza gravitacional sofa, obtenemos el resultado correcto. Esto parece bastante extraiio, porque
no es estrictamente la manera correcta de hacerlo -debiframos usar la fuerza resultante--. No obstante, el trabajo efectuado por la fuerza gravitacional sola resultaria
ser el cambio de la energia cinetica, porque el trabajo efectuado por la parte que corresponde a la fuerza de vinculo es cero (Fig. 14-1 ).
El aspecto importante en esto es que si una fuerza puede ser analizada coma la
suma de dos o mils ·'partes ", e! trabajo efectuado por la fuerza resultante, al mover
se en cierta trayectoria curvilinea, es la suma de los trabajos efectuados por las diversas "componentes" de las fuerzas en que la fuerza ha sido descompuesta. Asi,
si analizamos la fuerza como la suma vectorial de varios efectos, gravitacional mils
fuerzas de vinculo, etc., o la componente x de todas las fuerzas y la componente y
de todas las fuerzas, o de cualquier otra manera que queramos dividirla, entonccs
el trabajo efectuado por la fuerza resultante es igual a la suma de los trabajos efectuados por todas las partes en que hemos dividido la fuerza al hacer la descomposici6n.
14-3
Fuerzas conservativas
En la naturaleza hay ciertas fuerzas, la de gravedad por cjemplo, quc tiene una
caracteristica muy notable que llamamos "conservativa" (nada tiene que ver con
ideas politicas, es otra vcz una de esas ··palabras loca~ '"). S1 calcularnm cuanto tra
bajo efectU.a una fuerza al mover un objeto de un punto a otro siguiendo una trayec
toria curva, en general el·· trabajo depende de la curva, pcro en casos esreciales no.
Si no depcnde de !a curva, decimm que la fuerza es una fucrza conservativa. En
otras palabras, si la mtegral de la fuerza multiplicada por la distancia rccorrida cntre
la posici6n I a la posiciOn 2 en la figura 14 2 sc calcula a lo largo de la curva A y
despuCs a lo largo de 8, obtenemos el mismo nUmero de joules, y si esto cs verdad
para este par de puntos en toda curva y si la misma proposici6n se cumple, cualdecimos que la fuerza es con
quiera que sea el par de puntos que
scrvativa. En tales circun~tanc1as. la
~19.
14- 2
Trayecturias
dos pur1tus en un
carnpo ric
µos11lles
fuerza
144
al 1r de I a 2 pueJe ser
para el resultado. En
la curva. pero cuando
entonccs, por supue~tn.
de una mancra scnc1Jla y podcmos dar una formula
no cs tan focil. porque tambiCn tenemos que especificar
un caso en que el trabajo no depende de la curva.
depende sOlo de las posiciones 1 y 2.
Para demostrar est a idea, consideremos lo siguiente. C onsideramos un pun to P
de refcrencia, en una uhicaciOn arbitraria (Fig. 14-2). Entonces, la integral de Enca
de trabajo de l a 2, que deseamos calcular. puede ser cvaluada como el trabajo efectuado al ir de l a P mils el trabajo efectuado en ir de Pa 2, porque las fuerzas son
conservativas y el trabajo no depende de la c.t.rva. Ahora bien. el trabajo efectuado
al ir de la posiciOn P a una posici('rn particular en el espacio es una funciOn de esa
posiciOn en el espacio. Por supuesto, depende tamb1cn de P,
mantenemos el
punto arbttrario P fijo permancntemente para r'I analis1s. Si se
eso. el trabaJO
efectuado al moverse cl punto P al punto 2 es cierta funckm de
posiciOn final de
2. Depende de d6nde estil. 2; si vamos a alglm otro punto, obtendremos un resultado diferente.
Designaremos - (_,'(x, y, z) esta funciOn de punto, } cuando queramos referirnos
a algim punto en particular 2 cuyas coordenadas son (xi, Yi, ::J, escribiremos U(2),
como abreviaci(m de U ('l'. 1 , y 1 , zJ. El trab<J.JO efectuado al ir del punto I al punto P
tambiCn pucdc cscribirse yendo en el otro wnrido a lo largo de la integral, inYirtiendo
todas las ds. Esto es. e! trabajo efectuado al ir de I a P es menos el trabajo efectuado al ir <lei punto Pal punto I:
Asi, el trabajo efectuado al ir de Pa l es U(I). y de Pa 2
Por consiguiente. la integral de I a 2 cs igual a -U(2) m.its
-+ U(l)-U(2)·
U(I) = -
f~ F ·
f
ds,
F·ds =
U(2) = -
U(l) -
U(2).
1:
F · ds,
(14.1)
La cantidad U(l)
U(2l se llama variac16n de cncrgra potencial y llamamos ener
gia potencial a U. Diremos qut: cuando el objeto estil. uhicado en la posiciOn 2. tiene
la energia potencial C'(2) yen la posici(m !. t1ene la energia potencial U(!). Si el objeto se encuentra en P, tiene energia potcncial ecru. Si hubiCramos considcrado cualquier otro punto. digamos Q en vez de P, resultaria (y dejaremos que ustedes lo demuestren), que la enerxia potencial cambia s6/o en el agregado de una constante. Ya
que la conscrvacion de la energ1a dependc sOlo de las variaciones, no importa quc le
agregucmos una constante a la energia potencial. De manera que el punto P es arbitrario.
Tencmos ahora la~ dos
una fuerza es tgual a
m.itticamcnte. para una
ciOn de una funciOn
dos, llegamos a !a
gia c111erica T mUs
14-5
polencial U permanece cor,s1m11e·
T
-t-
U = constante
(14.2)
Discutamos ahora las formulas para la energia potencial en vanos casos. Si tenemos un campo gravitacional uniforme, si no ascendemos a alturas comparables al
radio de la tierra. la fucrza es una fuerza vertical constantc y el trabajo efectuado es
sencillamente la fuerza por la distancia vertical. Asi.
U(z) = mgz,
(14.3)
y el punto P quc corresponde a energia potenciat cero
en el piano z = 0. Tambien podriamos haber dicho que
(z~6) si lo hubiCramos deseado; todos los resultados
ana!isis
que el valor de la
porque
las dtferencias en
se necesita para comprimir un resortc lineal una distancia x de!
(14.4)
y cl cero de
0, la posiciim de equilibno de! reconstante que deseiiramos.
para puntos de masas A1 y m, separados por
=
U(r) """"' -GMm/r.
Se ha
(14.5)
tal que el potencial sea cero en el infinito. Por cierpara cargas electricas, porque es la misma ley:
(14.6)
ahora una de estas formula;, en casos reales para ver si entendemos lo
que
Pregunta: ;,Con que velocidad debemos disparar un cohete desde la
tierra para que pueda escapar? Soluci6n: la energia cinetica mils la potencial deben
ser una constante; cuando "escapa" estarit a una distancia de millones de ki!Ometros
y si apenas puede escapar, podemos suponer quc se mueve con velocidad cero allit
lejos, apenas movifndose. Sea a el radio de !a tierra y M su masa. La energla cinet1ca mas
al principio ~ml'~ - GmM!a. Al final de! movimiento las
ser iguales. La e~erp,ia cinet1ca se considera cero al
final del
se supone que apenas se aleja a una velocidad esencialpotencial es GmlYf dividido por infinito, que es cero. De
mancra
es cero en un lado y eso nos dice que el cuadrado de la velocidad
debe ser
Pero G~\4/ a 2 es lo que llamamos aceleraciOn de gravedad g. En-
de~e moverse un sa:elite para mantenerse girando alrededor de
la
t1empo que resolvimos esto y encontramos que t' 2 "" GM/ a.
Por consiguiente, para alejarse
14-6
Fig
14--3.
La
dos ;Homos en lunc16n
rotenc;al entree
su d1stanc1a
Si dibujamos la curva d~ la energia potencial U(r), como en la figura 14-3. partimos asi para r grande con la inversa de una sexta potencia. pero si nos acercamos
lo suficiente, alcanzamos un punto d donde hay un minima de energia potencial
El minima de energia potencial en r = d significa esto: si comenzamos en d y nos
movemos una distancia corta. una distancia muy corta, el trabajo efectuado, que es
la variaci6n de energia potcncial cuando nos movemos esta distancia, es ca~i cero,
porque hay muy poca variaciOn de energia potencial en el fondo de la curva. Asi
que no hay fuerza en este punto, de manera que es el punto de equilibria. Otra manera de comprender que este es el punto de equilibria es que se nccesita hacer trabajo para a!ejarse de den cualquiera de las dos direcciones. Cuando los dos ii.tomes
de oxigeno se han ubicado. de manera que no se puede liberar mis energia a partir
de la fuerza entre ellos, estii.n en e! estado mas bajo de energia y se encontrar<in
con esta separacilm d. F.ste es el aspecto de una molCcula de oxigeno cuando est<i
fria. Cuando la calentamos, los .ittomos se agitan y se alejan yen rea!idad los podemos separar. pero para hacerlo se necesita cierta cantidad de trabajo o energia, que
es la energia potencial entre r ~ d y r = so. Cuando procuramos comprimir los
ti.tomes para juntarlos la energia sube r:ipidarnente. porque se rcpelen.
La razOn por la cual mencionamos esto es que el concepto defuerza no es par·
ticularmente apropiado en la mecti.nica cu:intica; alli el conccpto de energia es mucho mas natural. Erlcontramos que, a pesar de que fuerzas y velocidades se "disuel"
ven" y desaparecen al considerar las fuerzas mti.s avanzadas entre la materia nuclear
y entre las moteculas, etc.,
el concepto de energia permanece. Por cons1guiente, encontramos curvas de energia
potcncial en [os libros de mec.iinica cuilntica, pero muy rara vez vemos una curva
para la fuerza entre dos mo!eculas, porq~e en esas ocasiones la gente que hace
anali!.is estil pensando en termmos de energm en vez de fuerza.
A continuaci6n notemos quc si varias fuerz.as conservativas actUan sabre un obal mismo tiempo, la energia potencial del objcto es la su~a de las en~r~~as potenciales de cada una de las fuerzas scparadas. Esta es la misma propos1c1on que
mencionamos antes, porque si la fucrza se puede repre5entar como una suma vectorial de fuerzas, el trabajo efectuado por la fuerza total es la suma de los trabajos
hechos por las fuerzas parciales, y se puede entonces analizar como variaciones de
las energias potenc1ales de cada una separadamente. A~i, pues. la energia potencial
total es la suma de todas las pequefia5 panes,
Podriamos generalizar esto al caso de un sistema de muchos objetos que interactUan, tales como JUp1ter, Saturno, Urano, etc., u oxigeno, nitr6geno, carbooo, etc.,
pares. deb1do a fuerzas. todas las cuaies son conservativas. En
que interactUan
"""'"'""'""'la energia cinCtica en todo el sistema es seocillamente la suma
de todos los inomos part1culares o planetas o lo que sea y la
sobre los pares de particulas, de la energia
par. co mo si los otros no cstuvieran prefuerzas moleculares y la formula es alga
por cierto
para la gravitaci6n newtoniana y es vitlida
las fuerzas mo!eculares. Para las fuerzas ruolecu!ares hay
a veces es una funciOn mils complicada de la posici6n de
una suma de tCrmmos de pare~.) En el caso especial
la cnergia po1encial es la suma sabre todos los
como se iodic6 en la ecuacibn (13.14), La ecuaci6n
.nrntomitti_corn"H' la ~iguiente proposici6n: que la energia cinetica
no varia en el tiempo, A medida que los diversos
si calculamos la energia cinetica
y se bambolean.
total encontramos que suma total permanece constante,
J~to
14-4
Fuerzas no conservativas
Hemos dedicado bastante tiempo al estudio de las fuerzas conservativas: ~que
hay de las fuerzas no comervativas? Daremos una mirada mils profuoda que lo comUn a esto. )' estableceremos que ino hay fuerza~ no conservativas! En realidad,
todas las fuerzas fundamentales en !a naturaleza son conservativas. Esto no es uoa
consecuencia de las \eyes de Newton. En realidad, hasta donde Newton mismo sahia, las fuerzas radian ser no conservativas, como aparentemente lo es el roce.
Cuando decimos
lo es el
estamos tomando un punto de vista
las fuerzas elementa!es, las fuerzas
moderno. en que se
entre las particulas en
son conservativas.
Por ejemplo, si analirnmos un sistema como el gran cUmulo globular de estrellas
cuya fotografia hemos vista, con sus miles de estrellas, todas interactuando, la
formula para la energia potencial total es sencillamentc un termino. miis otro tb-mino, etc., sumando sobre todos los pares de estrellas y la energia cinCtica es la suma
de las energias cine1icas de todas y cada una de las estrellas. Pero el cUmulo globular, coma un todo, tambicn ~e mueve en cl espat:io,
14-8
termo<lin.itmica.
no tomamos en
de la energia
Otra situac16n en que la conservaciL1n de la energla parecc ser falsa es cuando
estudiamos s6lo una parte de un sistema. Natura!mente, el teorema de conservaciOn
de !a energia parecer.it no ser v.itlido si algo interactUa con otra co~a en el exterior y
omitimos el tomar en cuenta esa mteracciOn.
14-9
rricidad,
ejemplo.
podemos.
fotOn y
14-5
Potenciales y campos
F
U
=
=
mC.
-JF·ds....,. -mjC·ds =mW.
(14.7)
l/',
quc tenemos masas puntuales 1111' 111, ... en
punto5
potencial lJI en cierto punto arbitrario P. Esto es senlos potenciales en P debido a las masas
14-10
tomadas una por una:
'1!(p)~L;-Gm',
;
i~l,2,.
(14.8)
r;p
En el cap[tulo anterior usamos esta f6rmula, que cl potencial es la suma de to
dos los potenciales de todos los diferentes objetos; para calcular el potencial debido
a una cascara esffrica de materia sumamos ·las contribuciones aJ potencial en un
punto de todas las partcs de !a cascara. El resultado de estc c.ilculo se muestra
grilficamente en la figura 14-4. Es negativo, teniendo el valor cero cuando r = co
y variando con I/ r hasta el radio a y luego es constante en el interior de Ia dtscara.
Fuera de la cascara el potencial es - Gm/ r, en que m cs la masa de la cascara, que
es exactamente el mismo que habria sido si toda la masa estuviera ubicada en el
centro. Pero no es exactamente igual en todas partes, porque dentro de la cascara
el potencial resulta ser -Gm/a y jes una constante! Cuando el potencial es cons·
tante, no hay campo, o cuando la energia potencial es constante no hay fucrza, porque si movemos un objeto de un !ugar a otro cualquiera dentro de !a esfera. el tra·
bajo efectuado por la fuerza es exactamentc cero. ~Por que? Por'que el trabajo
efectuado al mover el objeto de un lugar a otro es igual a menos !a variaci6n de
energia potencial (o bien la integral correspondiente de! campo es la variaciOn de
potencial). Pero la energia potencial es la misma en cualquier par de puntos en el
interior, de manera que la variaci6n de energ!a potencial es cero y por consiguiente
no se efectUa trabajo al moverse entre dos punto~ dentro de la cascara. La Umca
manera de que el trabajo sea cero para todas !as direcciones de! desp!azamiento,
es que no haya ninguna fuerza.
~-oT----~
\_.,.(r)•-Gm/r
-·<1>lrl•
Fig 14--4. Potenc1al deb1do a una
cara esferrca de radio a.
•-Gm/o
Constante
cas-
Esto nos da una clave acerca de c6mo podemos obtener !a fuerza o el campo,
dada la energia potenciaL Supongamos que la energia potencial de un objeto se
conocc en la posici6n {x, y, z) y Je~eamos saber cuill es la fuerza que actl1a sabre
e! objeto. No basta conocer el potcncial sOlo en cste punto unico. como veremos;
se requierc el conocimiento de! potencial en los puntos vecinos tambien. i,Por que?
icOmo podemos calcular la componente x de la fucrza? (Por supuesto, si podemos
hacer esto, tambiCn podremos encontrar las componentes y y z y entonces cono·
ceremos la fuerLa total.) Ahora bien, si movieramos cl objeto una distancia pcquefia
.1x, cl trabajo efectuado por la fuerza que actlla sobre e! obJeto seria la componen·
te x de la fuerLa multiplicada por Jx, si .1.x cs lo suficientementc pequefio, y este
producto serit igua! a la variaciOn de energia potencial al ir de un punto al otro:
AW= -AU=
F~dx.
(14.9)
/F · ds =
- ,j U,
pero s6lo para una trayecto
Hemos usado simpkmcme la formula
14-11
Ahora dividimos por .1x y encontramos que la fuerza es
F"
=
(14.10)
-AU/Ax.
Por cierto que esto no es exacto. Lo que en realidad deseamos es el limite de
(14.10) cuando t.x se hace mils y mils pequeiio porque es sOlo e;::actamente correc·
ta en el linlite de .1x infinitesimal. Reconocemos esto coma la denvada de Ucon respccto ax, y nos mclinariamos, por consiguiente, a escribir -dU!dx. Pero Udcpende
de x, y y z, y los matem3ticos han invcntado un simbolo diferentc para recordarnos que debemos tener mucho cuidado cuando derivamos una funci6n como esa,
de manera de rccordar que estamos considerando que s6lo x varia e y y z no va
rian. En vez de una d sencillamente hacen "un 6 a! revCs" o C. (Un C dcbicra ha
berse usado desdc el comienzo de! cil.lculo diferencial porque siempre queremos
simplificar esa d, pero nunca queremos simp!ificar un 0 .) De manera que escriben
C VI(} x, y adem<is. en Caso de apuro, si desean 1>er muy cuidadosos, colocan una
linea al lado con una pequeiia yz abajo (3 U/ b.\iyz), que significa "Tome !a derivada de Ucon rcspccto ax, manteniendo constantes y y z". Muy a menudo omitimos !a observaciOn sobre lo quc &e mantiene constante, porque generalmcntc es
evidente de! contexto. de manera que no usamos la linea con la y y la z. Sin embargo, siempre usamos un (! en vez de una d coma advcrtencia de que es una derivada con algunas otras variables quc se mantienen constantes. A esto se le
llama derivada parcial; es una denvada en que s61o variamos x.
Por consiguicntc, encontramos que !a fuerza que actUa en la direcciOn x es menos la derivada parcial de Ucon respccto ax:
F,
=
-au;ax.
(14.11)
De maneia ~imi!ar, la fuerrn en la direcciOn y pue<le encontrarsc derivando Ucon
rcspccto a y, mantenicndo x y z constantrs, y la tcrccra componentc, por supuesto.
es la derivada con respecto a z, mantcniendo y y x constantcs:
Fy =
-aU/ay,
Fz --'
-aU/Jz.
(14.12)
Esta es la manera de Jlegar de la energia potencial a 1a fucrrn. Obtenemos el campo
a partir de! potencial de cxactamente la mi~ma manera:
Cx - -a..:v/ax,
Cy=
-a-.v/ay,
Cz
=
-aw;az.
(14.13)
mencionarcmos aqui otra notacion, que no
C es un vector y tiene componentes
que producen las componentc~ x, y, z son
han mventado un magnilico nuevo simbolo.
que se llama
que no cs una cantidad sino un opcrador. quc crea un vector
Ticne las 1>1guientes "componcntes"': La
componcnte y cs !:'/(', y la componcnte z es
gu~to de e~cnbir nuestra formula de esta manera:
J.'=-VU,
C,.---V-.V.
(14.14)
14-12
El usar V nos da una manera ni:pida de probar si tencmos o no una verdadera
ecuaciOn vectorial, pero en realidad la ecuaciOn 04.14) significa precisamente lo
mismo que las ecuaciones (14.11) y (14.12); es sO!o otra manera de escribirlas, y
como no queremos escribir tres ecuaciones cada vez, usamos \U en su lugar.
JIHiiil
Fig
lelas
14- 5
Campo entre dos placas para-
Un ejemplo mas de campos y potencialc~
ver con el caso electrico
objeto estiltico cs la carga
En el caso de la elcctricidad !a fucrza que acllia
por el campo e!Cctrico: F -cc qE. (En general. por supuesto. la componentc x de
una fuerza en un problema de electricidad tienc tamhiCn una partc que depende de!
campo magnCtico. fa fti.cil demostrar a partir de la ccuadOn (12.IO) que la fuerza
que acttia s:::>bre una.particula debido a campos magnCticos es siempre perpendicular a su velocidad, y tambiCn perpendicular al campo. Como la fuerza debida al
magnetismo sobre una carga mOvil es perpendicular a la velocidad, el
no efectUa trabajo sabre la carga mbvil, porque el movimient:::>
la fuerza. Por consiguiente, al calcular teoremas sobre cnergia
electricos y magnCticos, podemos omitir la contribuciOn dd campo
que no hace variar la energia cinCtica.) Suponemos que existe sO\o un
trico. Entonces podemos calcular !a energia o el trabajo efectuado de !a
nera quc para la gravedad y calcular una cantidad ¢ que es
la
y
E · ds, desde el punto fijo arbitrario al punto donde hacemos el
la energia potencial en un campo eiectrico es justamentc la carga por esta can
tidad rji.
cf>(r)
=
-E · ds,
u=
qcj>.
Tomemos, como ejemplo, el caso de dos placas
con carga superficial ± a por unidad de <'i.rca. Este se
paralelas. Encontramos anteriormente que la fuerza es cero
hay un campo e!Cctrico constante entre ellas, dirigido de f a (Fig. 14-5). Nos gustaria saber cullitto trabajo se cfcctuaria
una placa a la otra. E! trabajo seria la integral de (fuerza) ·
birsc coma carga por valor del potencial en la placa I menos
W =
f
F · ds
q(r/>1 - ¢2).
=
En realidad podemos calcu!ar la integral, porque la fuerza es constante y si dcsig .
namos por d la separaciOn de las placas, !a integral es f:lcil:
J'
i
F·ds=Cf!!__
to
J'
1
dx=qud.
Eo
14-13
La diferencia de potencial, Lltl> = ad/E 0 se llama diferencia de voltaje, y tl> se mide
en volts. Cuando decimos que un par de placas estitn cargadas a cierto voltaje, Io
que queremos decir es que la diferencia de potencial e!OCtrico de las dos placas es
de tantos voltios. Para un condensador hecho de dos placas paralelas que llevan una
carga superficial ± a, el voltaje o diferencia de potencial de! par de placas es ad/ E 0 •
14-14
15
Teoria especial de la relatividad
15-1
El principio de relatividad
15-5
La contracciOn de Lorentz
15-Z
La transformaciOn de Lorentz
15-6
Simultaneidad
15-3
El experimento d< MichelsonMorley
15-4
15-7
Cuadrivectores
15-8
rnnamlca relativista
15-9
Equivalencia de masa y e11crgia
Transformacion de! tiempo
15-1
El principio de relatlvidad
Por mils de 200 aiios se pens6 que las ecuaciones de\ movimiento formuladas
por Newton describian correctamente la naturaleza ) cuando por primera vel se
dcscubri6 un error en eslas !eyes, tambien se descubri6 la manera de correglflo.
Tanto el error como su correcci6n fucron descubiertos por Einstein en 1905.
La segunda ley de 0iewton que
F
hemo~
=
e.xpresado por medio de la ccuaci6n
d(mv)/dt,
fuc estab!ecida con la hip6te~is
m es una constante, pero
que esto no es cierto ) que la masa
un cuerpo aumenta con su
formula corregida de Einstein m tiene el valor
ahora
En la
donde la "masa en reposo" m 0 representa la masa de un cucrpo que no se mueve
y c es la velocidad de la luz, que es alrededor de 3 x 10 1 km seg- 1 o sea a!rededor
186.000 mi·seg- 1•
Para aquellos que quieren aprender solo lo suficiente en esta materia para poder
resolver problcmas, esto es todo lo que hay que saber sabre la teoria de la relatividad -se cambian las !eyes de Newton introducicndo un factor de correcci6n para
la masa-. De la formula misma se puede ver facilmente que este aumento de masa
es muy pequeiio en circunstancias normale~. Incluso para vclocidades tan grandes
como las de un sateJite que se mueve alrededor de la tierra con 8 km/ seg., se ticne
vie - 8/300.000: al introducir este valor en la formula sc ve que !a correcci6n
a la masa es solamente una parte en dos a tres mil millones que es casi imposihle
15-1
de observar. En realidad la exactitud de la formula ha sido confirmada ampliamente observando muchos tipos de particulas que se mueven con velocidades hasla
pr3cticamente la velocidad de la \uz. Sin embargo, debido a que el efecto es nor~
malmente tan pequeiio, resulta notable que haya sido descubierto te6rica antes que
experimentalmente. Emplricamente el efecto es muy grande a velocidades suficientemente elevadas, pero no fue descubierto de csta manera. Por esta raz6n es interesante ver c6mo una ley que implicaba una modificaciOn tan delicada (cuando fue
descubierta por primera vez), se encontrO por medio de una combinaci6n de experimentos y razonamientos fisicos. Contribuciones al descubrimiento fueron hechas
po; muchas personas cuyo resu!tado final fue el descubrimiento de Einstein.
En realidad exi~ten dos te<?rias de _la relatividad de Einstein. Este capitulo solamente estil dedicac!o a la tcona especial de relatividad que foe formulada en 1905.
En 1915 E!nstein pub_ticO una teoria adicional llama_da teoria general de la relatividad .. Esta u!tima teona da una. extensi?n de la teona especial al caso de la ley de
grav1taci6n; no discutiremos aqm la teona general.
~[ principio de relatividad fue formu!ado por primera vez por Newton en sus corolan?s de ias ley_es de movimiento: "Los movimientos de cuerpos en un mismo
espac10 dado son 1guales entre sL si este espacio estii. en t·eposo o si se mueve uniformemente sobre una linca recta ". Esto significa, por cjemp!o, que si una nave
espacial se desplaza con una ve!ocidad uniforme. todos los experimcntos y los fenOmenos realizados en ella aparecenin igua!es a los observados si la nave no estit
en movimiento, suponicndo naturalmente, que uno no mira hacia fuera. Este es el
significado del principio de relatividad. La idea es bastante sencilla, y la Unica
pregunta es si es J'etdad que en todos lm experimentos rcalizados en el interior de
un sistema en movimiento las !eyes de la fisica aparecen iguales a las observadas si
el sistema estii. en reposo. lnvestiguemos primero si !as !eyes de Newton son iguaies
en el sistema m6vil.
•P
(x',y;z')
or
Fig. 1 5-1
Dos s1sternas de coordenadas
en mov1m1ento umlormc 1elat1vo seg1'm sus
e1es x
(x,y,z)
Supongan
Pedro se est<i moviendo en la direcci6n x con velocidad uniforme
u y que mide
posici,'in de un cierto punto. indicado en la figura 15-l. El designa
la .. distancia
dcl punlo en su sistema de coordenadas con x'. Juan estil en. reposo, v mide la distancia del mismo punto. designando !.a coordenada x en su sistema
con-.\.. La rcb~·n'll c111ri: la~ coordenadas en los dos ~1stcmas sc ve claramcntc en cl
diagrama. Di:~puCs de un tiempo t el origen de Pedro se ha movido una distancia
ut, y si originalmente los dos sistemas coincidieron.
X' =
X -
y'
~
y,•
z'
=
z,
UI,
(15.2)
t' = 1,.
15-2
Si sustituimos esta transformaci6n de coordenadas en las !eyes de Newton encontramos que estas leyes se transforman en las mismas leyes en el sistema con raya;
es decir, las !eyes de Newton tienen las mismas formas en un sistema en movimiento
que en un sistema est<itico y por esta raz6n es imposible poder decir por media de
experimentos mec<inicos si el sistema se est<i moviendo o no.
El principio de relatividad se ha usado en mec<inica durante largo tiempo. Fue
usado por diferentes personas, en particular por Huygens, para obtener las reglas
de la colisi6n de bolas de billar pril.cticamente en la misma forma usada en el
capitulo IO para discutir la conservaci6n de! mOmentum. En el siglo pasado aurnent6 el interes en aquel principio como resultado de las investigaciones de los fenOmenos de electricidad, magnetismo y luz. Una larga serie de experimentos cuidadosos acerca de estos fen6menos realizados por muchas personas, culminO en las
ecuaciones de Maxwell para el campo electromagnetico, las cuales describen la electricidad, el magnetismo y la luz en un lmico sistema uniforme. Sin embargo, las
ecuaciones de Maxwell no parecian obedecer el principio de relatividad. Es decir,
si transformamos las ecuaciones de Maxwell por media de la sustituci6n de las ecuaciones 15.2, su forma no queda igual; por esta raz6n, los fen6menos electricos y
6pticos en una nave espacial en movimiento deberian ser diferentes a los mismos
en una nave en reposo. Se podria usar entonces estos fen6menos Opticos para determinar la velocidad de !a nave; en particular se podria determinar !a velocidad absoluta de la nave, efcctuando mcdiciones 6pticas o c16ctricas adecuadas. Una de las
consecucncias de las ecuaciones de Maxwell es que, si existe una perturbaci6n en el
campo tal que se genera luz, estas ondas electromagneticas se alejan en todas las
dirccciones en la misma forma y con la misma velocidad c, o sea 300.000 km/ seg.
Otra consecuencia de las ecuaciones es que si la fuente de la perturbaci6n se mueve,
la luz emitida atraviesa el espacio con la misma ve!ocidad c. Esto es an<ilogo al caso
del sonido, donde la velocidad de las ondas sonoras es tambiCn independiente de la
velocidad de la fuente.
Esta independencia del movimiento de la fuente, en el caso de la !uz, nos plantea
un problema intercsante.
Supongan que nos encontramos en un automovil que se mueve con la velocidad
u, y que la luz provcniente de su partc trasera pasa por el autom6vil con velocidad c. Derivando la primera ecuaci6n en (15.2) se obtiene
dx'/dt
=
dx/dt - u,
Lo que significa que, segUn la transformaci6n gali!eana, la ve!oc1dad aparente de la
!uz que pasa, medida en el autom6vil, no deberia ser c sino c -u. Por ejemplo. si el
automcivil se mueve a 200.000 km/seg y s1 la luz se muevc a 300.000 km/seg, entonces aparentemente la luz que pasa por el autom6vil deberia desplazarse a
pasa por el
100.000 km/ seg. Por lo tan to midiendo la velocldad de la
autom6vil {si la transformaci6n de Galileo es correcta para la
puede deter·
minar la velocidad de! autom6vil. Se realizaron varios experimentos basados en esta
idea general. para dcterminar la velocidad de la tierra: pcro todos fa!!aron no
estos expenmentos
para
d1cron ninguna velocidad-. Discutiremos
exactamente quC sc hizo y quc
naturalmente alga
fall6
ecuaciones de la fisica. ;,Que podna
15-3
I 5-2
La transformaciOn de Lorentz
Cuando se descubri6 el fracaso de las
la faica en el caso citado
eslar
arriba, lo primero que sc pensO era que la
de Maxwell de la electrodiniimica, que en esos tiempos
\'emte
Parecia evidcnte que estas ecuaciones debian cstar equivocadas, por lo cual habia
qt1e cambiarlas de tal manera quc. en una transformacit'm de Galileo. se satisfaciera
d principio de relatividad. Cuando se intentii esto, los nuevos tCrminos que habia
colocar en las ecuaciones conducian a predicciones de nuevos fenOmcnos elecque no existian al ser buscados cxpcrimcntalmente. por lo cual este intento
abandonado. Gradualmente se reconocit) entonccs quc las lcycs de Maxwell de la
electrodin<i.mica eran eorrectas y que los problemas debian ser buscados en otra
parte.
Mientras tanto, H. A. Lorent? obser\'6 alga notable y curioso al efectuar las
siguientcs sustitucioncs en las ecuacioncs de Maxwell·
x' =
y' -,-- y,
;:' =
z,
(15.J)
1' =-
las ecuaciones de Maxwell mantienen la misma forma cuando se Jes
tnm,,focmaciim. Las ccuaciones (15.3) son
1'mt.\/o,onadon de 1.orcni::.. Siguiendo una sugerencia hccha
que 1odas fas /eyes fisicas debian ser
una tran.~formaci6n de Loren/z. En otras palabras
la mecimica y no las [eyes de la clcctrodini1mica.
Newlon para que queden inalteradas por la ltoe"fr"·m,,c;on
Lorentz'? Si nos
csta meta. tendremos que reescribir las
ton de ta! manera que las condiciones impuestas scan satisfcchas. Sc obticne asi
que el lmico requisito es que la masa m en las ecuaciones de Newton dcbc scr
rccmplaLada por la cxpresion indicada en !a ecuaciOn ( l 5.1 ). Si sc cfcctUa c.stc cam
bio, armonizan la~ lcycs de Newton y las lcyes de la clectrodm.itmica. Si usamos
entonces la transformaciOn de Lorentz para comparar las mcdiciones de Pedro con
las de Juan. no
detectar nunr:a quiCn se estli moviendo, porque la forma
de todas las
scr<'t la misma en ambos sistcmas de coordenadas.
interesante discutir lo quc significa el reemplazo de la transformaci(m antigua
coordcnadas y el tiempo por una nueva, dado que la antigua (Galileo) pala nucva (Lorentz) tiene un aspecto tan peculiar. Deseamos
y experimentalmente posible. quc la nueva transformaciOn,
no basta estudiar las !eyes de la
sea !a corrccta. Para saber
mec.itnica, s1no quc, tal como lo hizo Einstein,
anali1.ar tambiCn nucstros
conceptos sobre espucio
15-4
y tiempo para
algim detalle
mientras
acuerdo con
15~3
poder comprender esta transfonnaci6n. Tendremos que discutir con
estos conceptos y sus consecuencias para la mccti.nica; digamos
que e! esfuerw sera justificado, dado que las resultados est<ln de
expcriencia.
El expcrimento de Mlchelson-Morley
Como se menciona m:is arriba, se hicieron intcntos para determinar la veloddad absoluta de la tierra a travCs del hipoteti<;o "Cter ··, cl cual supuestamente se
extiende por todo e! espaclo. El mas famoso de estos experimentos es uno realiLado
por Michelson y Moricy en 1887. SO!o dieciocho aiios roils tarde Einstein finalmente explic6 los resultados ncgativos del experimento.
del
!1
=
f,/(c
11)
15-5
(Este resultado es tambien· evidente bajo el punto de vista de que la velocidad de la
luz con respecto al aparato es. c - u. de modo que el t~empo es el largo L divi?ido
por c - u.) En una forma semeJante se puede calcu!ar el t1empo t 1. Durante este ttempo la placa B avanza una distancia ut 2 , por lo tanto la distancia de rcgreso de la
!uz es L - ut 2 , Tenemos en consecuencia
f2
=
L/(c
+ u).
Entonces el tiempo total es
ti
+
t 2 = 2Lc/(c 2
-
u 2 ).
Por conveniencia en comparaciones postcriores de tiempo, escribimos esto en la
form a
t1
+
2L/c
t2 '-'- 1=·u~;Ci
·
:-\uestro scgundo cillculo scra el de! ticmpo !, que emplea
C. Como en el caso anterior, durante el tlempo
el
derecha una
hasta la posici()n C:
una distancia
de la hipotcnusa de un
ra este triitngulo
(15.4)
para ir de Bal
C se mueve hatiempo la luz
que es BC'. Pa-
de lo cual obtenemos
de regreso desde C' la distancia e~ la misma. corno puede dcducirse
es cl mismo,
de la figura; por esta razOn tambien el tiempo de
total es 21 1 • Con un pcqueiio rcordenamiento de la
podemos
(15.5)
cmp!eados por !os dos
Estamos ahora en
haces de la luz. En las
numeradores son iguales y
representan el tiempo
estuviera en rcposo. En los de
nominadores el tCrmino
quc u ~ea de valor comparable a
m0<Jlficodc>n°' en los tiempos causados por
c. Los denominadores representan
cl movimit:nto del aparato. Y vean.
mo<l<lio"'"'"" no son iguales -el tiempo
que el tiempo a E y viceversa, a
para ir a C y viccversa es
pesar de quc los espcjo~
B. y todo lo quc tenemos que hacer cs medir c~ta difcrencia con
Aqui surge un aspecto mcnor de tipo tecnico --sup6ngase quc !os dos largos L
no son exactamente iguales ··. De hecho seguramente no los podemos hacer exactamente iguales.
estc caso simplemente giramos el aparato en 90 grados, ta! que
BC cstC en la
de movimiento y BE perpendicular al movimiento. Cua!quier
pequei'ia diferencia
longitud no tiene cntonces importancia, y lo quc observa
mos es un corrimiento
las franjas de interferencia cuando se gira el aparato.
15-6
Al efectuar cl cxpcrimento, Michelson y Morley orientaron el aparato de tal manera que la linea BE quedO casi paralela al movimiento de la tierra en su 6rbita
(durante ciertos momcntos de! dia o de la noche). Esta velocidad orbital es aproximadamente 30 kil6metros por segundo y cualquier "desplazamiento deleter" dcberia ser por lo menos Cste en algim momento dd dia u de la noche y en alguna epoca
del aiio. El aparato fuc lo suficientemente sensible para observar tal efccto, pero
no se encontrO ninguna diferencia de tiempo -la velocidad de la tierra a traves de!
titer no pudo ser detectada---. El resu!tado de! experimento fue cero.
El resultado de! experimento de Michelson-Morley fue muy enigmiltico y des
eoncertante. La primera idea fructifera para cncontrar una salida a este impase vino
de Lorentz. Sugiri6, quc cuerpos materiales se contraen cuando se mueven, y que este acortamiento tiene lugar solamente en !a direcci6n del movimiento, y ademils. que
si el largo es L 0 cuando el cucrpo est.ii en reposo. entonces si se mueve con velocidad u paralcla a su largo, c~te nuevo largo quc llamarcmos L 11 (L para!elo) estara
dado por
(15.6)
~ Ji~taa:~;~ad:s; am~.d~~~~e;~ndi~tai~~f;r~e6~e~o£ d8ee ~ci~;t~s~°L~r,~nu~~~:;~~
esta raz6n la ecuaciOn (15.5) no cambia. pero la L de la ecuaci6n 05.4) se debe
cambiar de acucrdo con la ccuaci6n (15.6). Al hacer esto obtenemos
(15.7)
Comparando este resu\tado con !a ecuacibn (!5.5) vemos que t 1 + 12 - 21,. Asl
que si el aparato se contrae en la forma rcciCn descrita tencmos una manera de
comprendcr por que cl cxperimcnto de Michelson-Morley no da efecto alguno. A
pesar de que la hip6tesis de contracciOn explica el resultado negativo del cxpcrimcn
to, queda la objeciOn quc fue inventada expresamente para explicar esta dificultad
y que es demasiado artificiosa. Sin embargo, en muchos otros experimentos enca
minados a descubrir un viento de Cter. aparecieron dificu!tades simi!ares, hasta quc
fue aparcntc quc la naturalcLa cstaba en una ··conspiraciOn ··para frustrar al hombre,
mtroduciendo algunos tenc·imenos nuevos para anuiar todo fen6meno que et creia
le iba a pennitir una medici6n de u.
Finalmente se reconociO, como lo hizo ver Poincare. que una jconspiraci(m lo
tat es de por si una ley de la nalura/eza! Entonces Poincare propuso que existe
ta! ley de la naturaleza y que cs imposib!e detectar un vicnto de Ctcr con ningim
experimento; es decir no existe manera para detenninar una velocidad absoluta.
15-4
TransformaciOn del tiempo
Al tratar de probar si !a idea de la contraccic"m estaba en armonia con los hechos de otros experimentos. result6 que todo era corrccto si tambiCn se modificaban
los tiempos en la forma exprcsada por la cuarta ecuacibn de! grupo ( 15.3). Fsto se
debe a que el tiempo t 3 calculado para cl viajc de Ba Cy viceversa no es el mismo
silo calcula un hombre que realirn el experimento en una na\C l·spacial
15-7
observador est8.tico, quien observa a la nave cspaciaL
es simplemente 2L/c, pcro para el otro observaotras paiabra~. si el observador que estil fuenave espacial enciende un clgarro. todas las
mientras que para cl hombre en el intePor lo tanto. no solamente las longi
los instrumentos que miden tiempos
dccir. si cl re!oj en la nave cspacial
nave ha transcurrido un se.gundo. indicaril
afocra.
Veamos ahora que le pasa al reloj en movimiento. Antes de llevarlo a bordo el
hombre esiaba de acuerdo en que era un hermoso rcloj patrOn y cuando se aleja
en la
no notarB nada peculiar. Si lo hiciera. podria saber que estaba
en
cualquier cosa camb1ara debido al movimiento, d podria decir
que estaba en movimiento. Pero el prindpio de relatividad afirma que esto es imposible en un si~tema que se mueve uniformemente; por lo tanto. nada ha cambiado.
Por otra parte, si el observador externo observa el reloj que pasa frente a et, ve que
la luz al ir de espejo a _espejo, recorre ··en realidad" un camino en zigzag, dado que
la varilla se mueve lateralmentc todo el tiempo. Hemos analizado ya tai movimiento
en zigzag en conexiOn con el experimento de Michelson-Morley. Si en un tiempo
dado la varilla ~e mueve una distancia proporciona! au (Fig. 15-3), la distancia que
la luz recorrc en el mismQ_J:iel"l!Po es proporcional a c, y la di&tancia vertical es por
lo tan to proporcional a V c2 - ui.
0 sea. la luz requiere un tiernpo mayor para ir de extremo a extreme en el reloj
en movlmiento que en el reloj en reposo. Por esta raz6n, el tiempo aparente entre
los clics es mayor para el reloj en movimiento, en la misma proporci6n que la indicada por la hipotenusa del triitngulo (este es tambien el origen de las raices cuadradas en nuestras ecuaciones). En la figura tambifo es evidente que mientras mas grande es 11, mas lentamente parece marchar el reloj en movimiento. No s6lo se mueve
mils lentamente este reloj particular. sino que, si la teoria de la relatividad es correcta.
cualquier otro reloj que funcione segUn cualquier principio
l 5-8
1:::::1
r,,"em,s
c:.:.
Pulso
emitido
II
11
11
Jci=U'I I
11
., ___u
,,,
t-
~j
Pulso
recibido
de luz" en reFig. 15---3. (aJ Un
poso en el s1sterna
El m1smo reloJ
s1stema S. (c)
en mov1m1ento a traves
recomdo
llustrac16n del caf'lmo
iuz" en mopor el haz de IJZ en un "relo)
s·
casi cierto; jde otra manera se podria usar la velocidad de desarrollo del c:inccr
para determinar la velocidad de la nave!
Un ejemplo muy intercsante de la di!ataci6n de! tiempo con el movimiento es
suministrado por los mesones mu (muones), que son particulas que se desintegran
cspont:incamente despuCs de un tiempo de vida medio de 2,2 x 10- 6 seg. Llegan a
la tierra en los rayos c6smicos, pero tarnbien pueden scr producidos artificia!mente
en el laboratorio. Algunos se desintegran en medio de! aire, pero el resto se desintegra solamente dcspuCs de haber cncontrado un pedazo de material y haberse de"
tenido. Esta claro que en vida tan corta e! mu6n no puede viajar mucho mas de
600 metros, incluso a la velocidad de la luz. Pero a pesar de que los muones se
forman en la parte superior de la atm6sfcra, a unos IO ki!6metros de altura se los
encuentra en el laboratorio aqui abajo en los rayos c6smicos. ;,C6mo puede ser csto? La contestaci6n es que los diferentes muones se mucven con varias velocidades,
cercanas a la velocidad de la luz. Mientras que desalgunas de las cualcs son
de su propio punto de vista
solamente 2 11 seg. desde nuestro punto de vista
viven considerablerncnte mas -lo suficicnte para que puedan llegar a la .tierra-~. El
factor por el cual se aumenta el tiempo ya ha sido dado corno JI
u1 /c 2• La
vida media ha sido medida bastante exactamente para muones a diferentes velocidades. y Jos valores concucrdan bastante bien con la formula.
No sabemos por quC cl mes~n .~e desintegr~ y cual es su i:iecanismo, pero sabemos quc su comportamiento sa11sfac-e al princ1pio de relatividad. Esta es la utili·
dad del principio de relatividad: nos permite hacer predicciones, incluso sobre
cosas de las cuales no sabemos mm:ho en otro aspecto. Por ejemp!o, antes de tener
alguna idea sobre lo que hace desintegrar al rnes6n, podemos predecir que si se
a nucve g_ecimas_~ la velocidad de la Juz, la durai;i6n aparente de su vida es
x \0- 6 )/ .j 1-9 2 /10 2 scg; y nuestra predicci6n funciona ---esto es lo bueno.
VJ -
15-5
La contrm::ciOn de Lorentz
a la transformaci6n de Lorentz (15.3) y tratemos de entender
entrc los sistemas de coordenadas (x,y,z,l) y (x',y',z'.t'J, a los que
S y S'. o sistemas de Juan y Pedro, respectivamente. Hemos obprimcrn de las ccuacioncs esta basada en la sugerencia de Lode la direcci6n x; ;,c6mo podemos demostrar
Ahora podernos darnos cuenta que debido al
trunsrersal BC no puedc cambiar su longitud en
Mic;he[,;on-Mrn-Jey; sin embargo, el resultado nulo del experimenEntonces, para qui:; el exP('.rimento de un rcBE debe aparecer \f'-1-/i~/c 2 - veces mas corto.
en relaci6n con las rnediciones efectuadas por Juan
que se mueve con el sistema S' en la direcci6n x,
con un metro y aplica la varilla x' veces,
metros. Dcsdc el punto de vista de Juan en cl
usando una regla acortada. ta] que· la distancia
metros. Entonces, si el sisterna S' se ha alejado
d observador S diria que el mismo punto, medido
15-10
-distancia x ~ x' /I-=~+
U/,
0
x'
=
x - !If
~-~2;c2,
que es la pnmera ecuaci(·m de la transformaciOn de Lorent/.
15-6
Simultaneidad
De mancrn an;iloga. debido a la difcrencia en las
si(m de! denominador se ha introducido en la cuarta
de Lorentz. El 1ermino mas inten:sante en esta
porque es nuevo e inesperado. Ahora bicn,
situaci(m cuidadosamente vemos que
lugares separados vistos por Pedro en
no ocurren al
,en ados por Juan en S. 5i un 'uceso ocurre en el
en Xi y r0 (al mismo tiempq), encontramos que
difieren en la cantidad
A este hecho se le llama
de simultaneidad a distancia ', y para aclarar un poco miis la idea consideremos
experimento siguiente.
Supongan que un hombre que se mueve en una nave espacial (sisterna
un reloj en cada extremo de la nave y est3 interesado en
relojes esten sincronizados. ;,COmo se puede
muchos caminos. Un camino que implica muy
ramente el punto media exacto entre Jos relojes.
luminosa que ir3 en ambas direcciones con la
gar<I a ambos relojes a! mismo tiempo. Esta
puede usar para sincronizar los relojes. Supongamos entonces que el
sincroniza sus rclojes por medic de este mCtodo particular. Veamos
un
dor en el sistema S estaria de acuerdo que los dos re!ojes est.itn sincronirndos. El
hombre en S' tiene derecho a pensar que lo est.itn, porque no sabe que se est<i mo
se e~ta moviendo hacia
viendo. Pero el hombre en S razona que, dado que la
adelante, el reloj en la parte delantera se aleja de la
por lo tanto,
la \uz tiene que andar m.its que el medlo carnino para
en cambio el re
loj trasero avanza para encontrar a la seii.a! luminosa, por
la distancia sera
mas cona. La seii.al Uega entonces primero al reloj trasero. a pesar de que el hombre en S' pensaba que ambas seii.ales habian llegado simultaneamente, Vemos entonces que si un hombre en una nave espacial cree que los tiempos en dos posiciones son sUnultilneos, jvalores iguales de t' en su sistema de coordenadas deben corresponder a valores diferentes de ten otro sistema dt" coordenadas!
15-1
Cuadrivectore:ri
Veamos quC otra cosa podemos descubrir en la ""'"frn·ma<cion
interesante riotar que la trnnsfonnaci6n entre los ct y
15-11
la transformaci6n de los x y los y que estudiamos en el capitulo 11 para una ro·
taciOn de coordenadas. Teniamos entonces
x'
y'
dondc
los
un nuevo
A~i. pues
"rotacion
prueba de
+ ysen 0,
=
xcos
(J
=
ycos
(J -
x senO,
(15.8)
nucvos x' mezclan los antiguos x e y, y los nuevos y' tambien mezclan
x e 1'; en forma similar encontramos en la transformaci6n de Lorentz
que .es una mezcla de x y I y un nuevo r' que es una mezcla de I y x.
la transformaciOn de Lorentz es an<iloga a una rotacion, s6!o que es una
· en el espacio y el tiempo, lo que parece ser un concepto extraiio. Una
la analogia con una rotaci6n se puede hacer c:i!culando la cantidad
Esta e~ la modificaci6n de Einstein a las !eyes de Newton. En esta modificaci6n,
acci6n y reacci6n son todavia iguales (posiblemente puedan no serlo en detalle. pero
~i en forma global), existir.i la conservaci6n dei momentum en la mlsma forma anterior, pero la cantidad que se conserva no es el antiguo mv con masa Constante,
sino la cantidad indicada en (15.10) que contiene la masa modificada. Sise efectUa
este cambio en la formula para el momentum, la conservaci6n del momentum todavia funciona.
el momentum 'Con la velocidad. En la mec.inica newvelocidad y de acuerdo con (15.10), es casi el mismo
considerable intervalo de velocidades, pequei1P.s
raiz cuadrada difiere
poco de I. Pero si v
momentum tiende por
sobre un cuerpo dusu velocidad
de! binomio. Obtendremos
Vemos claramentc de la fOrmula que la serie converge r3.pidamente cuando v es pequeiio, y los tCrminos despues de los dos primeros son despreciables. Asi podcmos
escribir
(15.11)
donde el segundo tfamino de\ segundo miembro da el aumento de la masa debido a
la velocidad molecular. Cuando la temperatura aumenta v1 crece proporcionalmen
te, y asi podemos decir que el aumento de la masa es proporcional al aumento de
la temperatura. Pero dado que i m0 v2 reprcsenta la energia cinetica en el sentido
anticuado newtoniano, podemos decir tambien que el aumcnto de la masa de todo
el gas cs igua! al aumento de la energia cinetica dividido porc 2 , 6.1 mo- j,(E.C.)/c1
15-9
Equivalencia de masa y energia
La observaci6n de arriba condujo a Einstein a la sugerencia que la masa de un
cuerpo se puede expresar de una manera mas simple que por media de la formula
(15.1), diciendo que la masa es igual al contenido energetico total dividido por c2 .
Si la ecuaci6n (15.11) se multiplica por c1 el resultado es
(15.12)
Aqui el primer miembro da la energia total de un cuerpo, y en el Ultimo tfamino
rcconocemos la energia cinetica ordinaria. Einstein interprct6 el tfrmino grande y
constantc m11 ci, que forma partc de la cnergia total del cucrpo. o::omo una cnergia
intrinseca conocida como "energia de reposo ".
Estudiemos mas las consecuencias que resultan al suponer con Einstein que la
energia de un cuerpo es siempre mc1 • Como un resu!tado interesante encontramos
la f6rmula (15.J) para la variaci6n de la masa con la ve!ocidad, que hasta ahora foe
una mera suposici6n. Comenzamos considerando el cucrpo en rcposo, cuando su
energia es m0 c1. Despues aplicamos una fuerza al cuerpo, que le hace mover, dindo!e energia cinetica; entonces, dado quc la energia ha aumentado, tambien !a masa ha
aumentado --esto esta implicito en la suposiciOn original. Mientras la fucrza
continUa actuando, la energia y !a masa continU.an aumentando. Hemos vista ya
(cap!tu!o 13) que el cambio de energia con el tiempo cs igua! a la fuerza multipli
cada por la velocidad, o
(15.13)
Ademas tenemos (capitulo 9, Ee.
relaciones con la definici6n de £,
quc
ecuac16n
Cuando se juntan cstas
(15.14)
l 5-14
Queremos despejar m de esla ecuaci6n, Para hacer esto usamos primero el truco
matem3.tico de multiplicar ambos micmbros por 2m, lo que cambia la ecuaci6n a
c 2 (2m)
'!!ff-
=
Zmv d(';v) ·
(15.15)
Tenemos que deshacer~os de las derivadas, \~ que puede lograrse integrando ambos miembros. La cant1dad (2m) dm/ dt se puede reconocer como la derivada de m 2
con respecto al tiempo. De esta manera la ecuaci6n (15.15) es lo mismo que
(15.16)
Si las dcrivadas de dos cantidades son iguales, las cantidades mismas difieren a lo
sumo en una constante, por ejemplo C. Esto nos permite escribir
(15.17)
Es necesario definir mils explicitamente la constante C. Dado que la ecuaci6n
( 15.17) debe ser villida para todas las vclocidades, podemos elegir el Caso especial
cuando v = 0, y decir que en este caso la masa es m0 • Sustiluyendo estos valores
en la ecuaci6n (15.17) se obtiene
m5c 2
=0+C:
Ahora podemos usar cstc valor de C en la ecuaci6n (15.17), Jo que da
(15.18)
Dividiendo por c: y reordenando tCrminos resulta
m 2 (l -
v2 /c 2 )
=
m~,
de lo cual obtenemos
(15.19)
Esta es la formula ( l 5.1 ), y es exactamente lo necesario para la concordancia entre
masa y energia en la ecuaci(m (15.12).
Ordinariamente cstos cambios de encrgia representan cambios extremadameilte
pequeiios en la masa. por4uc en la mayoria de los casos no podemos gcncrar mucha energia de una cil'rta cantidad de material; pero, por cjemp!o. en uma bomba atOmica. de una energla explosiva cquivalente a 20 kilotone!adas de TNT, se puede
demostrar quc cl polvu dcspuCs de la explosiim es un gramo mils liviano que la masa inicial dcl material en reacci6n, de acuerdo con la relacit'm j,£ ~ J.(mc2). Esta
teoria de c4uivalencia de masa y cnergia ha sido vcrificada maravillosamcnte con
expcrimentos en los cuales sc aniquila la materia ··.convirtiendola totalmente en energia: un electron y un positrOn Hegan al reposo, cada uno con una masa de reposo
m0 . Cuando se juntan sc desintegran y emergen dos rayos gamma cada uno con
una energia m0c 1 . F.ste experimcnto proporciona una determinad6n directa de la
cncrgia asociada a la masa en rcposo de una partlcula.
15~15
16
Energia relativista y momentuni
!6-1
Lz; relatividad y los filOsofos
16-4
Masa relativi5ta
16-2
La paradoja de los mellizos
16-5
Energi~
16-3
IransformaciOn de weloddades
rclativlsta
16-1
Ahora bien, le5 ab~olutamente, definitivamente, filos6ficamente necesario que
uno no sea capaz de declr con que velocidad se estii. moviendo sin mirar hacia afue·
ra'! Una de las consecuencias de la relatividad fuc el desarrollo de una filosofia que
decia: ··iLsted nuede definir ~6lo lo que puede mcdir! Ya quc cs patente qu~ uno no
puede med!f una velocidad ~in ver respecto a que la esta midiendo, esta claro que no
tiene sentido la velocidad absoluta. Los fisicos deberlan haberse dado cuenta que
pueden hablar solamente de aquello 4ue pueden medir." Pero ahi eslci el problema:
si uno puede deflnir o no velocidad absoluta es lo mismo que el problema de si uno
puede o no detectar en un experimento, sin mirar afuera. si uno se estft moviendo.
En otras palabras. ~i una cosa es med!b!e o no, no es alga que se dedda a priori
por el solo pensamiento, sino algo que puede ser decidido solamentc por el experimento. Dado e! hecho de que !a velocidad de la luz es 300.000 Km /seg, uno va a
encontrar pocos fil6sofos que vayan a decir calmadamente que es patente que si la
luz va a 300.000 Km/seg dentro de un auto y el auto va a 200.000 Km/seg
que la lul
16-2
tambifn va a 300.000 Km/seg con respecto a un observador en el suelo. Esto es
un hecho chocante para ~llos; los mismos que claman que es evidente, encuentran
que no lo es cuando se les da un hecho especifico.
Finalmente, hay una filosofia que dice que uno no puede detectar ningUn movimiento excepto mirando hacia afuera. Simplemente, esto no es verdadero en fisica.
Cierto, uno no puede percibir movimiento uniforme en una linea recto, pero si toda
la pieza estuviera rotando lo sabriamos con toda seguridad, ya que todo el mundo
seria arrojado hacia ia pared -habria toda clase de efectos "centrifugos "-. Que la
tierra gira sobre su eje puede determinarse sin mirar a las estrellas, mediante el asi
llamado pfodulo de Foucault, por ejemplo. Por lo tanto, no es cierto que "todo es
relativo"'; es solamente la velocidad uniforme la que no se puede detectar sin mirar
hacia afuera. La rotaciOn uniforme alrededor de un eje se puede detectar. Cuando
se le dice esto a un fil6sofo queda muy contrariado porque realmente no lo entendi6, porque para 61 parece imposible que uno sea capaz de determinar la rotaci6n
alrededor de un eje sin mirar hacia afuera. Si el fil6sofo es suficientemente bueno,
despuCs de algUn ticmpo puedc volver y decir: "Yo entiendo. Realmente no tenemos
una rotaciOn absoluta, estamos rea1mente rotando relativo a las estrellas, ve usted.
Y alguna influencia ejercida por las estrellas sobre el objeto debe causar la fuerza
centrifuga."
Ahora bien, que nosotros sepamos eso es cicrto; no tenemos ninguna manera,
en estos momentos, de determinar si habria habido fuerza centrifuga, si no hubiera
estrellas y nehulosas alrededor. No hemos podido hacer la experiencia de sacar todas las nebulosas y dcspui:s medir nuestra rotaci6n; asi que sencillamente no sabemos. Debemos admitir quc el fi!Osofo puede tener raz6n. Vuelve entonces deleitado
y dice, '"Es absolutamcnte necesario que el mundo resulte asi en Ultima instancia:
rotaci6n absoluta no signilica nada; es solamente refativa a las nebulosas ". Entonces
le decimos, "ahora, mi amigo, (.es o no evidente que una velocidad uniforme en linea
recta, rdativa a las ncbulosas, no deberia producir efectos en el auto?" Ahora que el
movimiento ya no es absoluto, sino que es un movimiento relativo a las nebulosas,
la pregunta se hace misteriosa y una pregunta que puede ser contestada solamente
mediante experimentos.
(,Cu:iles son entonces !as influencias filos6ficas de la teoria de la rdatividad? Si
nos limitamos a influencias en el sentido de qui close de nuevas ideas y sugerencias
hace al fisico el principio de rclatividad, podriamos describir algunas como sigue. El
primer descubrimiento es, esencialmcnte, que aun aquellas ideas que se han mantenido por mucho tiempo y que han sido verificadas precisamente, pueden estar equivo~
cadas. Fuc un dcscubrimiento chocante, por supuesto, que las !eyes de Newton estii.n
equivocadas, despues de tantos ailos que parecian precisas. Por supucsto, que los
experimentos no estaban ma!, s61o que fucron hcchos en un intcrvalo limitado de
velocidades. tan pequeiias que los efectos relativisticos no podian evidenciarse. Sin
embargo, ahora tenemos un punto de vista mucho mils humilde de nuestras leyes
fisicas -·jtodo puedc estar ma\!
En seg.undo lugar. si tenemos un conjunto de ideas "'cxtrai'las··, como que el
tiempo avanza mi1s despacio cuando uno se mueve. elc., bien que nos gusren o no,
pregunta fuera de lugar. La tinica pregunta pertinente es ~i la~ ideas son com
las ··i<leas exencucntra experimentalmcntc. En otras
estar de acuerdo con los
y la tinica rael comportamiento
16-3
de los relojes y Jo, demiis, es demostrar que, aunque la nociOn de la dilataci6n del
tiempo es extraii.a, es compatible con la manera en que mcdimos el tiempo.
Finalmente, hay una terccra sugerencia que es un poco mils tecnica, pero que ha
resultado ser de enorme utilidad en nuestro estudio de otras leyes fisicas, y clla cs
observar la simetria de las !eyes o, mils especificamente, buscar las maneras de
transformar las !eyes dejilndoles la misma forma. Cuando discutimos la teoria de
los vectores, notamos que las leyes fundamcntales del movimicnto no cambian cuando rotamos el sistema de coordenadas, y ahora cncontramos que no cambian cuando cambiamos las variables de espacio y ti em po de una manera particular, dad a por
la transformaci6n de Lorentz. Por lo tanto, esta idea de estudiar los esquemas u
operaciones bajo las cuales las !eyes fundamentales no cambian, ha demostrado ser
muy Util.
16-2
La paradoja de los me11izos
Para continuar nuestra discusi6n de la transformaci6n de Lorentz y efcctos relativisticos, consideremos !a famosa '·paradoja" de Pedro y Pablo, quc se supone que
son mellizos, nacido~ al mismo ticmpo. Cuando ticnen la cdad suficiente para manejar una nave espacial, Pablo hace u11 viaje a alta velocidad. Ya que Pedro, quc queda en tierra, ve a Pablo viajar a tan alta velocidad, todos los re!ojes de Pablo
parece que se atrasan, su!. latidos son mils lentos, su5 pensamientos van mils despacio. todo va mils lento desde el punto de vista de Pedro. iPor supuesto, quc Pablo
no nota nada fuera de lo comUn, pcro si viaja de un lado a otro por un tiempo y
despuh vuclve, va a !.er mils joven que Pedro, el hombre que se qucd6 en la tierra!
Esto c!. rcalmente vcrdadero; es una de las consecucncia.s de la tcoria de la rdatividad que ha sido demostrada c!aramcnte. Asl como los me!.one5 mu duran mils cuan
do !.C cst.itn moviendo, tambiCn Pablo va a durar mils mientra~ "c mueve. A esto
el principio de relatividad
"paradoJa" solameme aquclla gentc quc cree
que Loda movimiento es relativo; ellos
eh. ch, desdc cl punto de
de Pablo, (,no podriamos decir que e5 Pedro que se e~t.it movicndo y, por lo
tanto, no deberia parccer quc eJ envejece mas lentamente? Por ~irnctria, el Unico re
sultado pos1ble es quc tengan la misma cdad cuando se encuentren .,_ Pero para que
se junten y se pueda hacer la comparaciOn, Pablo debe o detenerse al final del viaje
y hacer una comparaciOn Jc rdojc!., o rniis scncillo, volvcr y el 4uc vuelve tlcnc que
~er el hombre que
moviendo, y esto et lo sabe, porque tuvo que cambiar
cl sentido de su
Cuando carnbi6 e! sentido. todo tipo de cosas poco comunes succd1eron en su nave cspacial -los cohetes se apagaron, las co!.as se apretaron contra una pnred. etc.- rnientras que Pedro no ~inti(J nada
que sinti6 las
es el quc va a ser
es la difcrencia entrc cllos en un
y es, ciertamcnte,
cl hecho (..jUC las mcsones mu que se mueven vivcn
usamos como
~u movimiento rcctilineo en !a atm6sfera. Pero tambii:n
haccr rne~ones mu en un laboratorio y hacerlos seguir una curva mediantc
v aun con csic mov1micnto acclcrado, duran cxactamcnte lo mismo que
~e -e,tahan rnO\iendo en linea recta. Aunque nadie ha hecho
!64
de manera que pudiframos deshacernos de la paraun mes6n mu que se ha: dejado quieto con uno que ha
drculo, y seguramente se encontrnria que el que se
realmente
hemos realizado un experimento
supuesto, pues todo ajusta
insisten en que cada hecho
----·---· ---"--'-·-toda confianza el recompleto.
x - ut
uz;cz'
x'
=VI -
y'
z'
-=
=
y,
z,
(16.1)
!' =
Estas ecuaciones corresponden al caso relativamente simple en que el movimiento
relativo <le los observadores se realiza a lo largo de su eje comUn x. Por supuesto
otras direccioncs de movimiento son posibles, pero la transformaci6n de Lorentz
mir.s general es bastante complicada, con !as cuatro cantidades mezcladas entre si.
Continuaremos usando esta manera mas slmple, ya que contiene los aspectos esenciales de la relatividad.
Discutarnos mils .sabre las consecuencias de esta transformaciOn. Primera, es interesante resolver estas ecuaciones a la invcrsa. Esto es, aqui tenemos un conjunto
de ecuaciones linea!es, cuatro ccuaciones con cuatro inc6gnitas y se las puede invertir para despejar x, y, z, I en funci6n de x!, y', z', t'. El resultado es muy interesante, ya que nos dice cOmo se ve un sistema de coordenadas "en reposo" dcsdc el
punto de vista de 1.mo que se estir. "moviendo ". Por supuesto, ya que los movimientos son relativos y de velocidad uniforme, el hombre que se •· mueve., puede decir,
si desca, quc realmentc es la otra persona la que se muevc, m!cntras que eJ esta en
reposo. Y ya que se estit moviendo en direcci6n opuesta, d debc obtcncr la misma
transformaci6n, pero con signo contrario de la velocidad. Esto es precisamente lo que
encontramos al efectuar !os cilkulos, de manera 4uc esto es compatible. jSi no hubiera resultado as[, ahi sl que habriamos tenido una cau~a real para preocuparnos~
+
x
=
x'
ut'
0-~·-u2~·
y = y',
z
=
t =
z',
(16.2)
t_f. ...'!x.'./c.~.-.
VI=
u2;ci
16-5
x'
=
(16,3)
(16.4)
(16.5)
Ahora debemos encontrar el cociente entre x y I que es
(16.6)
habiendo simplificado las raices cw.1.dradas.
resultante, la '"suma" de dos velocidades, no es
velocidades
no puede scr o
rrcgida'" por
Veamos ahora lo que pasa. Supongan que se
a la mitad de \a velocidad de la Juz, y que la nave
velocidad de
16-6
la luz. Luego u es 1 I 1 c y r es 1 I 2 c, pero en el denominador uv es un cuarto, de
manera que
Asi que, en relatividad, "un medio ,. mils "un medio" no es un ""entero ",es s6!o " 41, ".
Por supuesto que velocidades bajas pueden sumarse con toda fadlidad de la manera
acostumbrada, porque mientras las velocidades scan pequef1as comparadas con la velocidad de la luz, nos podemos olvidar del factor ( ! + uv/ c2); pero las cosas son bastante diferentes y bastantc intercsantes a aka veloddad.
Tomemos un caso llmite. Para entretenernos, supongamos que el hombre estuviera
observando !a luz misma dentro de la nave cspacial. En otras palabras, v = c, y, sin
embargo, la nave espacial se estii moviendo. l Que le va a parecer al hombre en la
tierra? La respuesta va a ser
Por lo tanto, si algo se estit moviendo a la velocidad de la luz dentro de la nave, jva a
parecer estarse movicndo tamhiCn con la vclocidad de la luz desde el punto de vista
del hombre en la tiemd Esto esta bueno, porque es en realidad para lo quc ia teoria
de relatividad de Einstein estaba diseii.ada en primer lugar jasi que mcis valia que resu!tara!
Por supucsto, hay casos en los cuales el movimiento no es en la direcci(m de !a
traslaci6n uniforme. Por ejemplo, podrla haber un objeto dentro de la nave quc sc cstit
moviendo "hacia arriba" con velocidad v,, cnn respecto a la nave, y la nave se estii
moviendo "horizontalmente". Ahora bicn, hacemos el mismo desarrollo, s()lo usando
v en vez de x, con el resu!tado
de manera que si Vx
-~
0,
1'11
(16.7)
Luego, una vclocidad transver~al ya no c~ l'.•· sino r,.~'7?. Encontramo~ estc
resultado sustituycndo y combinando las ecuaciones de transformaci6n, pero tambiCn
podemos ver e! resultado directamente con el principio de rclatividad por la siguiente
razUn (es siempre conveniente pensar de nuevo para ver si podemos encontrar la ra
z6n). Ya hemos discutido (Fig. 15-3) cOmo un posible rcloj podria trabajar cuando se
estit movicndo; la luz parcce desplazarse oblicuamente con velocidad c en el sistema
fijo, cuando simp!emente se desplaza en forma vertical en el sistema m6vil. Encontra
mos que la componeme vcrti_cal de la velocidad en el sistema fijo es menor que la de la
luz por un factor /l - u1 /c 1 {vcr Ee. 15 3). Pero ~upongan ahora que dejamo~ una
particula material ir hacia atra~ y hacia adelante en este mismo "reloj ", pcro a una
fracci6n cntera I In de la velocidad de la luz (Fig. 16 I). Lucgo cuando la partlcula ha
ido hacia atriis y hacia adelante una vez, la luz va a habcr ido exactamente n vece~.
Es. dccir, cad a "tic" del reloj de particula va a coincidir con cl enCsimo '"lie" dcl rcloj
de luz. Este hecho debe seguir siendo cierto ruando lodo el sistema se estci mm•iendo,
porque el fen6meno fisico de coincidencia va a ser una coincidencia en cualquier sis
tcma. Por lo tantu.
vclocirJad c, es mcnor 4uc la vdocidad de lu lu1., jla
velocidad ry de la
16-7
Ftg. 16---1. T rayectorias descntas por un
'ayo de luz y una particula dentro de un reloj
menor que la velocidad correspondiente en la misma raz6n de la ralz cuadrada!
Por eso es que la raiz cuadrada aparece en cualquier velocidad vertical.
16-4
Masa relativista
Aprendimos en el Ultimo capitulo que la masa de un objeto aumenta con la velo~
cidad, pero no se dio ninguna demostraci6n en el sentido que no <limos razonamientos
an<ilogos a aquellos acerca de la manera en quc los relojes debcn comportarse. Sin embargo, podemos demostrar que, como consecuencia de la relatividad m<is algunas otras
hip6tesis razonables, la masa debe variar de esta manera. (Tenemos que decir "algunas otras hip6tesis" porque no podemos probar nada a menos que tengamos algunas
!eyes que suponemos que sean ciertas, si queremos hacer deducciones con algU.n sentido.) Para evitar tener que estudiar las !eyes de transformaci6n de la fuerza, vamos a
analizar una colisi6n, donde no necesitamos saber uada sobrc las leyes de la fuerza,
solamente vamos a suponer la conservaci6n de! momentum y de la energia. Tambii:n
vamos a suponer que el momentum de una particula que se muevc es un vector y est<i
siempre dirigido en la direcci6n de la velocidad. Sin embargo, no vamos a suponer
que momentum cs una constante multiplicada por la velocidad, como hizo Newton,
sino que es alguna funciOn de la velocidad. Escribimos, pues, el vector momentum
Como un cierto coeficiente multiplicado por el vector velocidad:
p
=
m,v.
(16.8)
Pusimos un subindice v en el coeficiente para recordarnos que es una funci6n de la
velocldad, y vamos a convenir Hamar "masa" a este cocficicnte m, .. Por supuesto,
cuando la velocidad es pequeii.a, es la misma masa que mediriamos en los expenmen
tos de movimientos lentos a quc estamos acostumbrados. Ahora vamos a tratar de
demostrar que la formula para 111, dcbe ser mj ~. argumentando a partir del
principio de la re!atividad que las !eyes de la fisica dcben ser las mismas en todo sistc
ma de coordenadas.
Supongamos que tenemos dos particulas, por ejcmplo dos protones, quc son ab~o
lutamente iguales y que se est<in acercando con ve!ocidades exactamente 1guales. Su
momentum total es cero. Ahora bien, &QuC puede suceder? DespuCs de la colisi6n,
sus direcciones de movimiento deben ser exactamente opuestas porquc ~i no fueran
exactamente opuestas, habria un vector momentum total diferente de cero, y el mo·
mentum no ~e conservaria. Dcben tener tambii:n la misma velocidad, ya que
16-8
"'
contrarios
Fig. 16-3. Cos vistas mas de la colisi6n, desde autos en movimien-10.
16-9
(2, porque se muevc hacia arriba
abajo). La
ve en forma oblicua
trado que son u
tical de esta
por
tanto 1..\p'
21111i Jl u1/c 2 porque de acucnlo
con la ley que hemos supuesto (16.8), !a componente dd momentum es siempre la
masa correspondiente a la magnitud de la velocidad multiplicada por !a componente de la velocidad en la direcci6n de interes. Por lo tanto, para que el momentum total sea ccro, lo.<. momenta verticale.<. dcben anularse y el cociente entre !a
masa que se mueve con \-Clocidad v y la ma&a quc se muevc con \-elocidad 11· dehe
~er entonccs
~ =
m,.
YI -
u~/c 2 .
(16.9)
Tomcmos el caso limite que w sea infinitesimal. Si w es muy pequefia, cs claro
que ~· y u son prti.cticamente igualc.<.. En este caso, m~ -• m,, y m,--. mu. El gran
resultado es
(16.10)
fa un ejercicio interesantc verificar si !a ecuacion ( 16.9) es realmente vit!ida para
arb1trarios de 11, suponiendo que la ecuaci6n (16.10) cs la formula correcta
masa. NOtese que la \-elocidad v que se necesita en la ecuac16n (16.9) puede
del trl.itngulo rect<lngulo:
v2 = u1
+
w2(1 - u"Jc2).
Se encontrara que se verifica autominicamente, aunque lo usamos solarncnte en et
caso limite de w pequei'io.
~
.-wm~Amcs~~
Despues
JU
Fig 16-4. Dos vistas de una cohs16n
1nelast1ca entre dos objetos rle 1gual
!bJ
Ahora aceptemos que el momentum se conserva y que !a masa depende de la
velocidad de acuerdo con (16.IO) y sigamos aver quC mits podemos concluir. Consideremos lo que se llama comUnmcnte una colisiOn inelti5tirn. Para simplificar,
vamos a suponer que dos objetos del mismo tipo, que se mueven en direcciones
opuestas con la misma velocidad w. chocan ) quedan pegados. transformandose en
a!gUn objeto nuevo, en reposo como se muestra en la figura 16-4 (_a)._ La masa m
de cada uno corresponde a w, que segun sabcmos vale m 0 /C=-\?/c 2• Si suponemos la conservaciOn del momentum y el principio de relatividad, podemos demostrar un hecho interesante acerca de la masa dcl nuevo objeto que acaba de formar
se. lmaginemos una velocidad Infinitesimal u formando un .itngulo recto con w (podemos hacer Jo mismo con valores finitos de u, pero es mils fil.cil entender con una velocidad infinitesimal) y despues miramos esta misma colisi6n mientras vamos en un
ascensor con velocidad - u. Loque vemos se muestra en !a figura 16"4 (b). El objeto
compuesto tiene una masa desconocida M. Ahora et objeto I se mueve hacia arriba
con una componente vertical de velocidad u y una componente horizontal que es pr.itc·
ticamente
16-10
igual a w, y lo mismo hace el objeto 2. Despu6s de! impacto tenemos la masa M moviCndose hacia arriba con velocidad u, considerada muy pequeila comparada con la
velocidad de la luz y pequefia tambi6n comparada con w. El momentum debe conservarse, asi que hagamos una estimaci6n del f!lomentum en la direcciOn haciaarriba antes y
despufs de la colisi6n. Antes de la colision tencmos p ...., 2 mwu, y despu6s de la colisi6n, el momentum es evidentemente p' """'M,,u, pero M 11 es esencialmente lo mismo
que M 0 porque u es muy pequefia. Estos momenta deben ser iguales debido a la conservaci6n de! momentum, y por lo tanto
(16.11)
Mo= 2mw.
La masa de! objeto que se forma cuando dos objetos iguales chocan debe ser el
doble de la masa de los objetos que se juntan. Ustedes podrian decir: ·'Si, por supuesto, 6sa es la conservaci6n de la mas a,. Pero no "si, por supuesto ", tan facilmente, porque estas masas han sido aumentadas con respecto a las masas que tendrian si estuvieran en reposo y, sin embargo, ellas contribuyen al M total no s6lo
la masa que tienen cuando estUn en reposo, sino que mds. Por muy sorprendente
que es to pueda aparecer, para que la conservaciOn de! momentum resulte cu an do
los dos objetos se juntan, ila masa que forman debe ser mayor que la masa en
reposo de los objetos. aunque los objetos esten en reposo despues del choque!
16-5
Energia re!atlvista
En el Ultimo capltulo demostramos que como consecuencia de la dependencia
de la masa en la velocidad y de las !eyes de Newton, los cambios en la energia cine.
tica de un objeto como resultado de\ trabajo total hecho par las fuerzas que actUan
sobre d resultan ser
t:.T = (m,, -
m 0 )c
2
2
=
moc
Vi-_
u 2 /c 2
2
-
m 0c .
(16.12)
Fuimos aim mils all<i, y supusimos que la energia total es la masa total multiplicada
por c2. Ahora continuamos esta discusi6n.
Supongamos que nuestros dos objetos de masas iguales que chocan, todavia
pueden ser "vistas" dentro de Af. Por ejemplo, un protim y neutr6n "se mantienen
uni dos", pero se est<'tn moviendo dentro de M. Por eso, aunque podriamos al principio esperar que la masa de M fuera 2m0 , hemos encontrado que no es 2m0 , sino
2mw. Ya que 2mw es lo quc hay adentro, pero 2m 0 son las masas en reposo de lo
que hay adentro, el exceso de masa de! objeto compuesto es igua! a la energ!a cinCtica que se llev6 adentro. Esto significa, por supuesto, quc la energ!a tiene inercia.
En el Ultimo capitulo discutimos el calentamiento de un gas y mostramos eso porque
las mo!fculas de! gas que se estiin moviendo y las cosas que se mueven son mas pesadas; cuando entrega,-nos cncrgia a! gas sus mo!eculas se mueven mas rapido y el
gas se hace mas pesado, Pero en realidad, e! razonamiento es completamente general, y nuestra discusi6n de! choquc inel3stico muestra quc la masa est<'t ahi, sea o no
energia cinetica. En otras palabras, si dos particulas se juntan y producen energia
potencial o cua!quier otra forma de energia; si los pedazos se frenan al subir pianos
inclinados, a! realizar trabajo en contra de fuerzas internas, o lo que sea; entonces
es todavia cierto que la masa es la energia total que se ha entregado. Vemos asi que
la consenacion de ta masa que dedujimos mas arriba
es equivalente a la conservadOn de la energia y, por lo tanto, no hay lugar en la teoria
de la relatividad para choques completamente inelitsticos como habia en la medmica
newtoniana. De acuerdo con la mecimica newtoniana, estit permitido que dos cosas
d1oquen y asi formen un objeto de masa 2m 0 que nose dlstingue en nada de! que resultaria a[ juntarlas despacio. Por supuesto, nosotros sabemos por la !ey de conservaci6n de la energia, que hay mis energia cinCtica adentro pero que eso no afecta la
masa, de acuerdo con las !eyes de Newton. Pero ahora vemos que esto es imposible:
debido a la energia cinCtica que interviene en la co!isiOn, el objeto resultante va a ser
mis pesado; por lo tanto seril. un objeto difereme. Cuando juntamos cstos objetos con
cuidado forman algo cuya masa es 2m0 ; cuai1do los juntamos con fuerza forman
algo cuya masa es mayor. Cuando la masa es diferente, podemos darnos cuenta
que es dlferente. Por lo tanto, necesariamente la conservacibn de la energia debe
cumplirse conjuntamente con la conservaci6n de! momentum en la teoria de la relatividad.
Esto tiene consecuencias interesantes. Por ejemplo, si.;pongamos que tenemos
un objeto cuya masa M se mide. y supongamos quc algo sucede de manera que
se rornpe en dos pedazos iguales que se mueven con velocidad w, de manera que
cada uno tiene una masa Mw· Supongamos ahora gue estos pedazos tropieLan con
suficiente material para frenar!os hasta detenerlos. cntonccs tendriln una masa m0 .
{. Cuimta energia van a haber entregado al material una vez que se han detenido?
Cada uno va a dar una cantidad (m.,.-mo)c 2 , seglln el teorema que demostramos
antes. Toda esta energ[a queda en el material de alguna manera. como calor,
energia potencial, o lo que sea. Ahora bien, 2m,,, -,-- M, de manera que la energia
liberada es E -= (M-2moJc 2 • Esta ecuaci6n fue usada para est1mar cu3.nta encrgia
seria !iberada por fisi6n en la bomba atOmica, por ejemplo. (Aunque los fragmentos
no son exactamente iguales, son casi iguales.) La masa del 3tomo de uranio era co"
nocida --se habia medido con anterioridad- y los :itomos en los cuales se rompe,
yodo, xenon, etc, eran todos de masa conocida. Por masa, no entendcmos las masas
mientras los :itomos se est<l.n moviendo, sino las masas cuando los iitomos estftn
en reposo. En otras palabras, M y m0 son conocidos. De manera que restando los
dos nllmeros uno puede catcular cuii.nta cncrgia sera liberada si M sc puede romper
por la "rnitad ". Por esta raz6n el pobre viejo Einstein fue llamado el "padre" de la
bomba at6mica en todos los periOdicos. Por supuesto, todo lo que eso significa era
que el podia decirnos con anticipaci6n cuilnta energia se podria libcrar si le dij6ramos qu6 proceso iba a ocurrir. La energia que deberia ser liberada cuando un :itomo
de uranio se fisionara se estimO seis meses antes de la primera prneba directa, y tan
pronto como la energia fue liberada, alguien la midi6 directamente (y si [a formula
de Einstein no hubiera dado resultado, ellos la habrian medido de todos modos),
y en el momento que la midieron ya no necesitaron m3.s la formula. LOgicamente,
no debernos quitar merito a Emstein, sino criticar los peri6dicos y muchas dcscripciones populares de que cosa produce qu6 cosa en !a historia de la fisica y de !a
tecnologia. Et problema de cOmo obtener que algo suceda de una manera efectiva
y r:ipida es algo totalmente diferente.
El resultado es igualmente signlficativo en quimica. For ejemplo, si pes:iramos
la mo!ecu\a de diOxido de carbono y comparii.ramos su masa con la del carbono
y de\ oxigeno, podriamos averiguar cuil.nta energia se !iberaria cuando el carbono
16~12
y e! oxigeno forman di6xido de carbono. El Unico problema es que las diferencias
de masa son tan pequeflas que es muy dificil de realizarlo tOCnicamente.
Volvamos ahora al problema de si debemos agregar m 0 c 2 a la energia cinCtica
y decir de ahora en adelante que la energia total de un objeto es mc 2• Primero, si
todavia podemos ver las partes componentes de masa en reposo m0 dentro de M,
en~onces podriamos decir que alguna parte de la masa M de! objeto compuesto es
la masa de reposo mecil.nica de las partes componentes, otra parte es energia cinf:tica de las partes, y otra parte es energia potencial de las partes. Pero hemos descubierto en !a naturaleza particulas de varios tipos que sufren reacciones como la que
hemos tratado mis arriba, en las cuales, con todo el estudio en el mundo, no podemos ver las partes adentro. Por ejemplo, cuando un mesOn K se desintegra en dos
piones lo hace de acuerdo con la ley (16.1 !), pero la idea que un K estti. hecho de
2n es una idea sin valor, jporque tambiCn se desintegra en h'
Por lo ta.nto tenemos una nueva idea: no necesitamos saber de quC estti.n constituidas las cosas adentro; no podemos ni necesitamos identificar, dentro de una particula, qui: parte de la energia es energia de reposo de las partes componentes en las
cuales se va a desintegrar. No es convenientc y a menudo no es posib!e separar la
energia total mc2 de un objeto en energia de reposo de las partes de adentro. energia
cinetica de las partes y energia potencial de las partes; en su lugar, sencillamente
hablaremos de la energia to!a/ de la particula. °'Cambiamos el origen" de la energia
agregando una constante m0 ci a todo y decimos que la encrgia total de una particula
es !a masa en movimiento por cl, y cuando el objeto este quieto, la energia es la
mas a en reposo por cl.
Fina!mente encontramos que la velocidad r, ei momentum Py la energia total E
estiln relacionadas de una manera simple~ue
la masa en movimiento a velocidad v
es la masa m0 en reposo dividida por
1-i' c, sorprendentemente. se usa muy
raramente. En cambio las siguientes re aciones se prueban facilmente y resultan
muy Utiles:
(l6.13)
Pc
=
E11/c.
(16.14)
16-13
17
Espacio-tiernpo
17- l
La geometria de! espacio-tiempo
nl'-4
M3s actorca de !os cuadr!wectore.o;
17-2
lntervalos de cspaclo-tiempo
17-5
Algebra de euadrivectores
17-3
Pasado, presente y futuro
17-l La geometria de! esp.ado-tiempo
La teoria de !a rdatividad nos muestra que las relaciones entre posiciones y
tiempos medidos en un sistema coordcnado o en otro no son lo que habiamos csperado en base a nuestras ideas intuitivas. Es muy in:porrnnte que ~ntendamos concienzudamente las relaciones entre espacio y tiempo implicadas po~ la transforrnaci6n
de Lorentz y, por !o tanto, vamos a considerar cste asunto con mils profundidad en
este capitulo.
La transformaciiln de Lorentz entre las posicioncs y el tiempo (x, y, z, t) medidos por un observador •·en reposo .,_ y las coordenadas y el tiempo correspondientes
(x', y', z', t') medidos dentro de una nave espac!al "en movimiento", que se mueve
con velocidad u, son
y' = y,
z'
=
(17.1)
z,
Cornparemos estas ecuaciones con la ecuaci6n (11.5), que tarnbien relaciona medidas
en dos sistemas. uno de lo~ cuales, en cste caso, estii "rotado" con respecto al olro:
x'
=
xcosO
+ ysen 0,
y' = ycosO - xsenO,
z'
=
(17.2)
z.
En este caso part.icular. Pedro y Juan est<in midicndo con .ejes que tienen u~
angu!o & enlre los ejes x' y x. En cada Caso notamos que las cant1dades "con prima ·
son "mezclas ., de las "sin primas ": la nueva x' es una mezcla de x e y, y la nueva
;l tambifo es una mezcla de x e y.
17-i
un objeto hay una cosa evidente que poquc podemos IJamar "profundidad ··. Pero
no son propiedades fundamentales de! objcel mismo objcto desdc un 3ngulo diferente,
una profundidad difercnte, y podcmos desarrollar
las
a panir de las antiguas y de los
son estas formulas. Uno podria decir
mezcfa de toda la profundidad y de
una profundidad dada es una espede
el ancho. Si no pudieramos movernos nunca y sicmpre viernmos un objeto
posici6n, todo estc razonamicnto no tendria objcto. veriamos
desde un2
ancho y la ··verdadern" profundidad. los cualcs aparecerian
siempre e!
con cua!idades bastante diferentcs, porque uno aparec.:: como un itngulo (Jptico sub"
tendido y la otra comprende un enfocamiento
los ojos o alm intuici6n; pareccrian
Es porque podemos caminar que
ser cosas muy difcrentcs y
nos damos cuenta que la
de una manera u otra, s(i\o
dos aspectos de una misma cosa.
;,No podemos mirar
tambii:n tenemos una
medida de espacio
En otras palabras,
un poco de tiempo,
la "realidad"
(hablando en
que dependen
nue~tra mente imncdi'''""""''
"'"''di,,1"meo"
un mundo de natura\eza
que los objetos en nues
ser mirados desde diferentes
ordinario son reales y
despues que objetos que ocupan espacio y duran un cicrocupan una especie de "'burbuja" en un nuevo tipo de mundo y que mi
"burbuja" dcsdc diferentes punlos de vista cuando nos estamos mo
ve!ocidades. fate nuevo mundo, esta entidad geometrica en la
existe al ocupar una posiciOn y tomar una cierta cantidad de
espacio-tiempo. Un punto dado (x, y, z, t,) en el espacio-tiempo
tiernpo, se
se Barna un evento. Imaginen, por ejemplo, quc graficamos las pos!ciones x horizontalmente, y y z en otras. dos direcciones, ambas "perpendiculares ,. entre si" y
"perpendicu!ares" al papd (!) y el tiempo vertica\mente. Ahora, (.C0mo se ve una
particula en movimcnto en esle gr<ifico? Si la part!cula est3 en reposo, tiene una
cierta x y a medida que el tiempo pasa tiene la misma x, la misma x, la misma x,
de manera que su "trayectoria" es una linea parafela al eje I (Fig. 17-la). Por el
contrario, si se desplaza, entonces a medida que el tiempo transcurre x aumenta
(Fig. 17- lb}. De manera quc, por ejemplo,
que parte con
retarda
una particula. que empieza a desplazarse despuCs va mas lenta, deberia tener un movimiento como el que se muestra en la figura 17-1 (c). Una particula, en otra~ palabras, que es permanente y no se desintegra estiL representada por una linea en el
espacio·ticmpo. Una particula que se desintegra estaria representada por una linea en
forma de horqueta, porque se transformaria en otras dos cosas que partirian de ese
punto.
~ Y quC pasa con la luz? La luz viaja con velocidad c y cstarla representada por
una linea con c1erta pendiente fija (Fig. 17-1 d).
b1cn, de acuerdo con nuestra nueva idea, si una particula venfica un evento
por ejemplo s1 se desintegrara sUbitamentc un cierto punto de! espacioen dos nuevas particulas que siguen nuevas trayectorias, y si este interesante
ocurriera en un cierto valor de x y un cicrto valor de l, entonces podriamos
esperar que. sicmpre que
tenga algUn sentido. sencillamente tencmos que tomar
un nuevo par de ejes y
y eso nos dara el nuevo t y la nuevµ x en nuestro
sc muestra en la figura 17-2 (a). Pero csto estil mal. porque
es exactameme la misma transformac10n matemiltica que !a
por CJCmplo, la diferencia de s1gno entre las dos y el hecho
en tCnninos de cos 0 y sen 0, mien tr a~ la otra estil escrita
(Por supucsto. no es imposiblc que las cantJ.dades algecorno coseno y seno, pero en rcalidad no se puede.)
maneras,
dos expresiones son muy similares. Como vamos aver.
realmcnte no es posible pensar que el espacio-tiempo tenga una geomctria real y ordinaria, dcbido a csa d1fert:ncia de signo. En realidad. aunque no vamos a hacer Cnfasis en este punto, resu\ta que un hombre que se mucve ticnc que usar un conjunto
de ejes quc cst<in igualmente inclinados con respccto al rayo de luz, usando un tipo
de proyecciOn especia! paralela a los ejes x' y f', para su x' y t' como se
mucstra en la figura 17· 2 (b). No vamos a trabajar con la geometria porque no ayuda mucho; es mils foci\ trabajar con las ecuaciones.
Fig 17-2. Dos
dcs1ntegrandosc
17"2
v1~tas
de una part1cula
lntervalos de espacio-ticmpo
Aunquc la geometria de! espacio-ticmpo no cs euclideana en el sentJ.do ordmario,
hay una geometria que es muy similar, pero peculiar en ciertos aspectos. Siesta
idea de geometria estil correcta deberian existir algunas funciones de las coordenadas
y el tiempo
17-3
que sean independientes de! sisterna de coordenadas. Si, por ejemplo, en rotaciones
ordinarias, tomamos dos puntos, uno al origen para mayor sencillez, y el otro en
cualqui.er otra parte, ambos sistemas tendrian el mismo origen y la distanda desde
aqui hasta el otro punto es la misma para ambos. Esta es una propiedad que es independieme de la manern particular de medirla. El cuadrado de la distancia es
x 1 + y 2 + z 2. ~ Y quC hay ahora en el espacio-tiempo? No es diflcil demostrar que
aqul tenemos tambien algo que se mantiene igual, a saber, la r:ombinaci6n c212 x 2 - y 2 - z 2 es 1& mis ma antes y despues de la transformaci6n:
Esta cantidad es, por lo tanto, algo que, Jo mismo que la distancia, es ··real" en cierto
sentido; se !!ama inten,alo entre dos puntos de! espado-tiempo, uno de los cuales
el origen. (Realmente, por supuesto, cs el intervalo al cuadrado,
+ z 2 es la distancia al cuadrado.) Le damos un nombre diferente
geomet.ria diferente, pero Jo interesante es que s61o algunos sigque hay una c.
Deshagfunonos de la c; es un absurdo si vamos a tener un espacio maravilloso
con las x e y que pueden ser intercambiadas. Una de las confusiones que podria ser
cam.ada por a\guien sin experiencia seria medir anchos, digamos, mediante el 3.ngulo
subtendido por el ojo y medir profundidades de una manera diferente, como el esfuerzo muscular necesario para cnfocarlos, de rnanera que las profundidades esta
rian medidas en pies y !os anchos en metros. Entonces uno obtendr\a un enredo
enormemente comp!icado de ecuaciones al hacer transformaciones como la (17.2),
y no seria capaz de ver la daridad y sencillez de la cosa por una simple raz6n tecnica, que la misma cosa se esta midiendo en dos unidades diferentes. Ahora bien
en las ecuaciones (17.l} y (17.3) la naturaleza nos est:i. diciendo que el tiempo y el
espacio son equivalentes; el tiempo se transforma en cspacio; dcben ser medidos en
las mismas unidades. (.Que distancia es un "segundo"? Es facil de calcular a parlir
de (17.3). Es 3 x 108 metros, la distancia que la luz rccorreria en un segundo. En
otras palabras, si midieramos todas las distancias y tiempos en las mismas unida·
des. segundos; entonces nuestra un!dad de distancia seria 3 x 108 metros y las ecuaciones serian mii.s sencillas. Otra manera de hacer las unidades iguales es que
midiCramos el tiempo en metros. i,Que cs un metro de tiempo? Un metro de tiempo
es el tiempo que demora la luz en avanzar un metro y, por lo tanto, es I /3 x 10- 8
segundos, o j3.3 milmillonCsimas de segundo! Deseariamos, en otras pa!abras, poner
nuestras ecuaciones en un sistema de unidades en el cual c ·'- I. Si cl tiempo y e!
espacio estii.n medidos en las mismas unidades, como se sugiri6, evidentemente las
ecuaciones quedan mucho m:i.s simplificadas. Elias son
x'=
J2~·
y' = y,
z'
=
z,
(17.4)
17-4
F1~1
17- 3
ld
reg10"
espac10-t1ernµo
quemrlrJalmpuntoenelongion
17-5
Por lo tanto, eventos en esta regiOn pueden afectar el punto 0, pueden tener una influencia sobre d desde el pasado. En verdad, por supuesto, un objeto en P sobre el
eje t negativo estil. precisamente en el "pasado" con respecto a O; es el mismo punto
espacio que 0, s6lo que mas temprano. Loque sucedi6 ahi entonces afecta a 0 ahora.
(Oesgradadamente, la vida es asi). Otro objeto en Q puede llegar a 0 movi6ndose
con una cierta velocidad menor que c, de manera que si este objeto estuviera en una
nave espacial y movi&idose, seria tambiCn el pasado de! mis mo pun to de espacio. 0 sea
en otro sistema de coordenadas, el eje del tiempo podria pasar por 0 y Q. Luego, todos
los puntos de la regi6n 2 estim en el pasado de 0, y cualquier cosa que suceda en esta
regi6n puede afectar a O. Por lo tanto, la regi6n 2 se llama a veces pasado afectante, o pasado que puede afectar; es el lugar geometrico de todos los eventos que
pueden afectar al punto 0 de alguna manera.
La regi6n 3, por otro !ado, es una regi6n que nosotros podemos afectar df'sde 0
podemos "golpear'" cosas disparando "balas" a ve!ocidades menores que c. Lue_go
es el mundo cuyo futuro puede ser afectado por nosotros y lo podemos Hamar el
Juturo afectable. Ahora bien, lo interesante acerca de todo el resto de! espaciotiempo, es decir, la regi6n l, es que no podemos afectarla ahora des de 0, ni puede
ella afectarnos a nosotros ahora en 0, porque nada puede ir mils rilpido que la luz.
Por supuesto, lo que sucede en R puede afectarnos mtis tarde; es decir, si el sol
est3. explotando "en este mismo momenta", nos toma ocho minutos antes que sepamos de ello, y no nos puede afectar de ninguna manera antes de entonces.
Lo que entendemos por "en este mismo momenta·• es algo misterioso que no
podemos definir y no podemos afectar, pero nos puede afcctar mils tarde, o podriamos haber afectado si hubieramos hecho algo con suficiente anterioridad en el
pasado. Cuando miramos a la estrella Alfa Ccntauro, la vemos como era hace cuatro aiios, podriamos preguntarnos c6mo es "ahora ". ·• Ahora" sign!fica al mismo
tiempo desde nuestro sistema de coordenadas especial. Podemos ver Alfa Centauro solamente mediante la luz que ha venido de nuestro pasado, hasta hace cuatro
aiios, pero no sabcmos lo que estil haciendo ··ahora "; van a pasar cuatro aiios antes
que lo que estit hacienda "ahora·' pueda afectarnos. A!fa Centauro "ahora" es una
idea o concepto de nuestra mente; no es alga que sea rea!mente definib!e fisicamente en este momenta, porque tenemos que esperar para observarlo, no podemos
siquicra definirlo "ahora" mismo. Ademiis, el •·ahora" depende de! sistema de
coordenadas. Si, por ejemplo, Alfa Centaurq se estuviera moviendo, un observador
aUi no estaria de acuerdo con nosotros porque pondria sus ejes formando un ingulo,
y su "ahora" seria un tiempo ··diferente·'. Ya hemos hab!ado del hecho de que la 5imultaneidad no es una cosa Unica.
Hay adivinos, o personas que nos dicen que pueden conocer el futuro y hay
muchas hermosas historias acerca de! hombre que sUbitamente descubre que tiene
conocimiento de! futuro ifectable. Bueno, hay muchas paradojas producidas por
eso, porque si sabemos que algo va a suceder, podemos asegurarnos que lo evitaremos hacienda lo necesario en el momenta preciso, etc. Pero en realidad, no
hay ningUn adivino que pueda decirnos ni siquiera el presente. No hay nadie
que pueda decirnos qne estil sucediendo realmcnte en este mismo momenta, a una
distancia razonable, porque no es observable. Podriamos hacernos esta pregunta que
dejamos al estudiante que trate de contestar: &Se produciria alguna paradoja si sUbitamente se hiciera posible conocer cosas que estan en intervalos de tipo espacio en
la regiOn l?
17-6
17-4
Mas acerca de loo cuadrivectores
ahorn a nuestras consideraciones sobre la an&'ogia de la transLorentz y las rotaciones de ejes espaciaies. l-l emos aprcndido la uti·
otras cantidades que· tienen las mismas prop1edades de transformacoordenadas, para formar lo que llamamos vectores, lineas dirigidas. En
rotaciones ordinarias, hay muchas cantidades que se transforman de la
z con una rotaci6n: !{or ejemplo, la velocidad tiene tres comcuando se las observa en un sistema diferente de
comp-0nentes es la misma, sino que se han transformade alguna manera, la velocidad "misma" tiene mayor
sus componentes particulares, y la representamos por un
segmento
Preguntamos por lo tan to: ;,Es verdad o no que existen cantidades que se trans·
forman o que estan relacionadas en un sistema en movimlento y en un sistema inmOvil de ta misma manera que x, y, z y t? Por nuestra experiencia con vectores sabemos que tres de las cantidades como x, y, z constituirian las tres componentes de
un vector espacial ordinario, pero la cuarta cantidad pareceria un simple escalar en
una rotaci6n espacial, porque no cambia mientras no vayamos a un sistema de coordenadas en movimiento-. i,Es posible, entonces, asociar con algunos de nuestros
"trivectorcs" un cuarto objeto, que !!amariamos !a "componente tiempo", de tal
mancra que los cuatro objetos juntas "roten" de la misma manera que la posici6n
y el tiempo en el e~pacm-tiempo? Vamos a mostrar ahora que hay ciertamente, por
lo menos, un objeto asi (hay muchos en realidad): las tres componentes def mose rrans.forman conjuntamente
mentum y la energ{a coma lu
demostrar esto, ya que cs muy
para !weer lo que llamamos 1111
inconveniente tener que escribir c en
partes, usaremos cl mismo truco refcrente
a unidadcs de energia, de masa y de momentum que usamos en la ecuaci6n (17.4).
Energia y masa. por ejemplo, difieren sblo en un factor c 2 lo quc es simp!emente una
cosa de unidades. de mancra que podemos decir que la energia es ia masa. En vez
de tener que escribir la c 2 ponemos E = m, y entonces, por supuesto, si hay algUn
contratiempo, pondremos de nuevo c en cantidad apropiada de manera que las unidades se corrijan en la U!tima ecuaci6n, pero no en las intermedias.
Luego, nuestras ecuaciones para !a energla y la cantidad de movimiento son
(17.6)
p "-" mv = m 0 v/V I - v2.
1 ambiCn en estas unidades tencmos
17-7
lo tafllo.
tamos que
E'
~
(17.10)
que rcconm:cmos q>Je tiene exauarncnte la misma fof'ma 4ue
A co:llinuaci<in,
simpkmente 12.
cm:untrar la nueva can:idad de movim1ento p'x
v',
r; ;nu):ip!icada por
E~to e~
17-8
y es expresada tambi6i en forma simple en tfu-minos de E y p:
mrJJ -
mou
~V1-u 2 •
Asi
p~
~/1 ~~ u~ '
=
(17.11)
que reconocemos que tiene precisamente la misma forma que
x'=:1--u~2·
Luego, las transformaciones para la nueva energia y momentum en tfu-minos
de la energia y el momentum antiguos son exactamente lo mismo que las transformaciones para t' en tf:rminos de l y x, y de x' en tfu-minos de x y t: todo lo que
tenemos que hacer es, cada vez que vemos ten (17.4) sustituirla por E, y cada vez
que veamos x sustituir!a por Px, y entonces las ecuaciones (17.4) van a ser iguales a
las ecuaciones (17.IO) y (17.11). Esto implicaria, si todo resulta bien, una regla
adicional: JI y =Py y ff z =Pr Para probar esto, se necesitaria volver atras y estud~ar
el caso de! mov1miento hacia arriba y hacia abajo. Realmente, nosostros estudiamos el caso de! movimiento hacia arriba y hacia abajo en el Ultimo capitulo. Analizamos
un choque complicado y notamos, en realidad, que el momentum transversal no
se cambia cuando se observa dcsde un sistema en mov1miento: asi que ya hemos
verificado que p'} =pl' y p', =Pr La transformaciOn completa es entonces
P~1
=
p~ =
P~·
(17.12)
p,
E' = f_=-_~.
VI~
11 2
En estas transformaciones, por lo tanto, hemos descubierto cuatro cantidades
que se transforman como x, y y t y que l!amamos cl cuadrivector momentum. Como
el momentum es un cuadrivector, sc le puecle reprcsentar en un diagrama espaciotiempo de una particula en movimicnto como una "flecha" tangente a la trayectoria,
como se muestra en la figura 17-4. Esta flecha tiene una componente temporal igual
a la energia y sus componentes cspaciales representan su trivector momentum; esta
flecha es mils "real" quc la cncrgia o cl momentum, porque i:stos dependen precisa
mente de la mancra en que miramos el diagrama.
Fig 17-4
El cuadnvector momentum de una pi11t1cula
17·9
17-5 Alegebra de ios c:iadriveir.tore§
2.:P.11 --
LP11
(17.IJ)
o, en una notaci6n Hgernmcntc diferente
(17.14)
17-10
En analisis vectorial discutimos otra cosa, el producto escalar de dos vectores.
Consideremos lo correspondiente en el espacio-tiempo. En una rotaciOn ordinaria
descubrimos que habia una .cantidad que no cambiaba x 1 + y 1 + z~ En cuatro dimensiones la cantidad correspondiente es !2- x 1-y1- z1 (Ec. 17.3). ;,COmo podemos
escribir eso? Una manera seria escribir alglm tipo de cosa cuadrimensional con un
punto cuadrado en el medio, ta! como Aµ0Bµ; una de las notaciones que se usan
realmentees
(17.15)
La prima en L significa que el primer tb'mino, el termino "'temporal''. es posrtivo
pero Jos otros tres tfrminos tienen signo negativo. Esta cantidad, entonces, va a se(
la misma en cualquier sistema de coordenadas, y podriamos llamarla cuadrado de
la longitud del cuadrivector. Por ejemplo, t,cuhl es el cuadrado de la longitud del
~~~ri;:fi:~asmpm~~~~~::ueu~:b::~!c~~e? p~;!aE~g~~u:::fi ~ijr_?p2rJeb:1~r ~al~~
que es lo mismo en todo sistema de coordenadas. En particular, debe ser lo mismo
para un sistema de coordenadas que se mueve junto con la partlcula, en el cual la
particula estil en reposo. Si la particula estil en rep:.iso no tiene momentum. Luego
en este sistema de coordenadas es su energia solamente, que es lo mismo que su
masa en reposo. Por lo tanto, !::?-- p1- = m~, Vemos asi que el cuadrado de la longitud
de este vector, el cuadrivector momentum, es igual am~.
Del cuadrado de un vector, podemos proseguir e inventar el "producto escalar ",
el producto que es un escalar: si aµ es un cuadrivector y b1, es otro cuadrivector.
el producto escalar es
Es el mismo en todos los sistemas de coordenadas.
Finalmente mencionaremos algunas cosas cuya masa en repvm
fot6n de luz, por ejemplo. Un fot6n es como una particula, en el
energia y momentum. La energia de un fot6n es una cierta constante,
t:imhleri
tante de Planck, multiplicada por la frecuencia de! fotOn: E = hi'. Este
Deva momentum, y el momentum de un fot6n (ode cualquier particula. en reahdad)
es h dividida por la longitud de onda: p = hf.A. Pero para un fot6n, hay una relaciOn
bien definida entre la frecuencia y la longitud de onda: i· = c/.l. (El nllmero de
ondas por segundo multiplicado por la longitud de onda de cada una. es la distancia
que la luz recorre en un segundo que es, por supuesto, c.) Vemos asi inmediatamente
que la energia de un fotOn debe ser el momentum multiplicado por c, o sic~ I, la
energia y el momemum son iguales. Es decir, L1 masa en reposo es Cl.'ro. Ob~erve
mos esto de nuevo; es bastante curioso. Si tenemos una particula de ma~a en reposo
cero, t,que pasa cuando se detiene? jNunca se detiene! Siempre va a .eloc,dad
t,Podemos eke~ que
La formula corriente para la energia es m0 /
,·ero;
y v = I, de manera que la energia sea cero? No podemM declf que
realmente puede (y debe) tener energia aunque no tenga masa en reposo; pero ila
posee yendo perpetuamente a la velocidad de la luz!
vr=vr:
17-11
TambiCn sabemos que el momentum de cualquier particula es igual a su energia
total por su velocidad: si c = 1, p =- vE o, en unidades ordinarias, p "---' vE/c 2• Para
cualquier particula que se mucve a la ve!ocidad de la \uz, p = E si c = l. Las formulas para !a energia de un fot6n vistas desde un sistema m6vil estin, por supuesto,
dadas por la ecuaci6n (17.12), pero debemos sustituir cl momentum por la energia
multiplicada por c (o por I en este caso). Las diferentes energias despuCs de la
transformaci6n signilican que hay frecuencias diferentes. Esto se llama efecto
Doppler, y se puede calcular facilmente a partir de la ecuaci6n (17.12). usando
tambiCn E=py E= hi:.
Como dijo Minkowski, "el espacio en si y el tiempo en si se van a sumergir en
mera~ sombras, y s61o una cierta uni6n cnrre cllos va a sobrcvivir.
17-12
18
RotaciOn en dos dimensiones
18·1
El eentro dt masas
18-3' Momentum angular
18-2
RotaciOn de un cuerpo rigido
18-4
ConservaciOn del momentum angular
18-1 El centro de masa
En los capitulos anteriores hemos estado estudiando la med.nica de las puntos
o pequeiias particu!as cuya estructura intcrna no no~ preocupa. En los proximos
capitu!os vamos a estudiar la aplicaciOn de las leyes de Newton a cosas mils complicadas. Cuando el mundo se pone mils comp!icado. se pone tambiCn mils interesante
y vamos a encontrar que !os fenOmenos asociados con !a mecilnica de un objeto
mas complejo que un punto son bastante sorprendentes. Por supuesto, estos fen6-
menos encierran solamente combinaciones de las leyes de Newton, pero a veces es
dificil decreer que solamente F = ma esta en juego.
Los objetos mits complicados con que tratamos pueden ser de diferentes tipos:
agua corriendo, galaxias arremolimi.ndose, etc. El objeto "complicado" mils simple
de analizar, aI principio, es lo que llamamos un cuerpo rigido, un objeto s6lido que
esta rotando a medida que se mueve. Sin embargo, aun un objeto tan simple puede
tener el movimiento m8.s complejo, y por lo tanto vamos a considerar primero los
aspectos m<is simples de este movimiento, en el cual un cuerpo extenso rota alrededor de un eje ftjo. Un punto dado en ese cuerpo se mueve entonces en un piano
perpendicular a este eje. Esta rotaci6n de un cuerpo alrededor de un eje fijo se llama
rotaci6n plana o rotaci6n en dos dimensiones. Despui:s generaJizaremos e! resultado
a tres dimensiones, pero al hacerlo vamos a encontrar que, a diferencia de! caso de
la meciutica ordinaria de particulas, las rotaciones SOIJ sutiles y dificiles de entender
a menos que primero obtengamos un s6lido fundamento en dos dimensiones.
El primer teorema interesante acerca de] movimiento de objetos complicados se
puede observar en acci6n si tiramos al aire un objeto hecho de muchos bloques y
paios unidos con cuerdas. Por supuesto sabemos que sigue una parabola porquc Jo
estudiamos asi para una particula. Pero nuestro objeto ahora no es una particula;
se bambolea y se agita, etc. Sin embargo, sigue una parcibola; uno lo pucdc ver.
t,Qui: es lo que sigue una paritbola? Ciertamente no el punto en la esquina de! bloque, porque i:se estil. bamboleitndose; tampoco es el extrema del palo, o ia m11ad del
palo, o la mitad del bloque. Pero algo sigue una paritbola, hay un "ccntro" efecti~o
que se mueve en una parabola. Asi pues, nuestro primer teorema
18-1
complicados es demostrar que exisie una posiciOn media que sigue
que es definible matemitticamente, pero quc no es necesariamcntc un
material mismo. Sc llama tcorema del centro de masa y la demostraciOn
Podemos c,;onsiderar c,;ualquier objeto como constituido por muchas particulas
chicas, los iltomos, con diversas fuerzas entre ellas. Sea i el indice quc define a una
de !as partkulas. {Hay milloncs de ellas, de mancra que i llega a lOH o alga por cl
esti!o.) Entonces la fuerza sobre la particula i es, por supuuesto, la masa por la
acdcrnci(m de esa particula:
(18.1)
capitulos nuestros objetos en movimiento van a ser objetos en
las partes se estitn moviendo a velocidades mucho menores que la
!uL, y vamos a usar las aproximaciones no relativistas para todas
F n cstas circunstancias, la mas a es constante, luego
(18.2)
sobre todas las particulas, es decir, si tomamos la
indices diferentes, obtenemos la fuerza total F.
obtcncmos lo mismo que si hubicramos sumado
°"F· ~ F ~
-'-;'
'J.nltiplica1ks por
bien,
'
d'(Lm"1.
dt 2
(18.3)
fui:rni total es la segunda derivada de la suma de las masas
po:>icioncs.
su~,
total en todas !as particulas es la misma que la fuerza
hay toda clase de fuerzas sobre las particulas debi!os tirones y los empujones y las fuerzas atOmicas
que sumarlas, nos salva la tercera ley de :-:ewla acciOn y la reacciOn son igua\es, de mancra
~;;umamos \NUS
ecuacioncs, si dos partlculas tienen fuerzas entre
· u.nulan U' :.1 suma; luego, el resultado neto es solamcnte las fucrzas
utrn~ µaniculas que no estil.n !ncluidas en el objeto cualquiera sobre
l'or !o tanto si la ecuaciOn (18.3) es la suma sobre un cicren conjunto sc llama ··c] objeto ··, la fuerza externa
a la suma de todas las fuerzas sabre todas sus particu(18.3) como la masa total
que M es la suma de todas
un cierto vector R como
(18.4)
eu.:m:i6n (18.3) va a <;er simplemente
(18.5)
18-2
posici6n promedia de todas las
~Es, por lo tanto, la
no podemos mover el
para propulsar una parte
botada. En otras palabras,
un poco de gas desde la
nave
hacia un Jado mientra~ que
estit todavia exactamcnte donde
la parte en !a cual estamos
interesados.
El segundo runto acerca dd ctnlro Jc
troducimos en nuestra
mente de Jos movimicntos
rar en nuestra discus1611 de !a
18·2
RotaciOn de un
cu~rpo
rigido
rna~a.
quc
c~
la causa
ne<:esita para describir la posicion de ese punto es un angulo. De manera que la rota·
ci6n consiste en el estudio de la variaci6n de un imgulo cone! tiempo.
Para estudiar la rotaci6n, observamos el 3.ngulo en el cual ha rotado el cuerpo.
Por supuesto, que no nos estamos refiriendo a ningUn :ingulo particular dentro de!
objeto mismo; no es que dibujemos alglln ilngulo en el objeto. Estamos hablando
de! cambio angular de la posiciOn de todo el objeto, de un instantc al siguiente.
Primera, estudiemos la cinemittica de las rotaciones. El itngulo va a cambiar con
el tiempo y de la misma manera que hablilbamos de posici6n y velocidad en una dirnensi6n, podemos hablar acerca de posiciones angulares y velocidades angulares
en la rotaci6n plana. De hecho. hay una relaci6n muy interesante entre la rotaci6n
en dos dimensiones y el desplazamiento en una dimensi6n, en la cual casi toda cantidad tiene su an:i\ogo. Primera tenemos el <ingulo II que define en cu<into ha girado
el cuerpo; csto recmplaza la distancia )', que define en cu<into se ha desplazado. De
la misma manera, tenemos una velocidad de rotaci6n. r,, = dO lilt. que nos dice
cu:into cambia el 3.ngulo en un segundo. asi como I'= ds!dt describe lo r<ipido que
una cosa se mueve, o hasta d6nde se mueve en un segundo. Si el 3.ngulo se mide en
radianes, la velocidad angular 1,1 va a ser tantos radianes por segundo. Mientras
mayor es la vdocidad angular, mils rilpido gira el obJeto y mils rilpido cambia el
:ingulo. Sigamos: podemos derivar la velocidad angular con respecto al tiempo y
podemos llamar a rt = do1 ldt = d 1 0 /dt 2 la aceleraciim angular. Seria el an.iilogo de
la aceleraci6n ordinaria
Fig. 18-1
b1c111nens1unal
C1nernat1ca de una rotac16n
Ahora, por supuesto, vamos a tener que relacionar la dini1mica de la rotaci6n a
las !eyes de la dinii.mica de las particulas de las cuales el objeto esta hecho, de
manera que debemos averiguar cOmo se muevc una particula cuando la velocidad
tomcmos una cicrta particula que estit !ocaliangular es tal y tal. Para hacer
que est3. en una cierta posici6n P(x, _r) en
zada a una distancia r del ejc y
un instante dado. de la manera usual
un momento ~! mils tardc el
iliigulo del objeto total ha girado en
es arra~trada con ti. Esta al
mismo radio desde O que estaba
Lo primero que deseacu.iinto cambia
cambia la distancia r.
riamos ~aber es
Si llamamos r a
cl largo de PQ es
sc definen !Os
<ingulos. El
Je x,
de rJll en la
direcciOn x:
J.x
=
l'Q sen 0
- r
.11)
(y/r)
=
-
y Ll(}.
(l8.6)
Anillogamente,
.1r
l··x .ie.
(18.7)
18-4
Si el objeto estil girando con una velocidad angular dada to, encontramos dividicn"
do ambos miembros de (18.6) y (18.7) por jt, que la velocidad de la particula es
1·,,.
=
-wy
(18.8)
l'u = +wx.
Por supuesto. si qucremos encontrar el m6dulo de la velocidad. escribimos simplemente
I'~
+-~ = ,/W2y~-+~~Xl = w\/X~
= wr.
(18.9)
v,,;
+YI
No deberia ser un misteno que el valor de! m6dulo de la ve!ocidad es tur; de hecho,
deberia ser patentc. porquc !a distancia quc s.e mueve es rJ(J y la distancia que se
mueve por segundo es r_\0/Jr 6 rr.i.
Pasemos a considerar la dini:im1ca de la rotac10n. Aqui debemos introducir un
nuevo concepto. fucrrn. Jnvcstiguemos s1 podcmos inventar alga que Jlamaremos
wrque (L. /orquere,
que tiene la misma relaci6n con la rotacion que la fuerza
L1na fucrza es. la cosa que se necesita para hacer un
tiene con el mo~1rmcn10
movimiento lineal y la co~a quc hace rotar a alga es una "fuerza rotatoria ·· o una
.. fuerza torcedora". es dccir. un torque. Cualitativamente, un torque es una '"torsiOn": «.quc es un torque cuant1tativamentc'! Vamos a !lcgar a la teoria de los tor
qu.;s cuandtativamcnte r~tudiando el trabaJO realizado al girar un objeto. porque una
manera bomta de defimr una fuerza es decir cuan!P trabajo rca!iza cuando actUa
durante un dcsp1azamiento dado. Vamos a tratar de mantcner la ana!ogia entrc canel trabajo que hacemos cuando rotamos un
tidadcs lineales y angulares
poqu1to algo sobre el cua!
actuando fucrnis al 101q11c multiplicado por el
Ung11/o que gira. En otras
\'amos. a arreglar la defimcion de torque de matenga una analogia
fuerza por la disnera que el tcorema del
nos dice lo que
tancia e~ trabajo y el torque por cl i·mgulo va a ser
cs cl torque. Considcrcn. por e.1emplo. un cuerpo
lipo con divcrsas
cuerpo
ConcentrCmonos
fuerzas actuando en Cl. y un eje alrededor del
una fucua ) supongamos que e~ta
sc aphca en un cierto punto
trabajo se realizana s1 rotaramos el objcto en un .imgulo muy pequeiio?
El trabaJo rcalilado cs
(18.lO)
.'\'ccc:,1tarnm
obtencr
~lllamcnte
sustituir las ecuacioncs (18.6) y (18.7) para J.x y .2iypara
D.W
=
(xFu
~
yF_,.) ..'..&.
(18.11)
0 sea, la cantidad de trabajo que hemos realizado es, de hecho, igua1 al ilngulo en el
cua! hemos girado el objcto, multiplicado por una extrarla combinaciOn de fuerza y
distancia. Esta "extraiia combinaciim" es lo que llamamos torque. De manera que
definiendo cl cambio en el trabajo como cl torque multiplicado por el ingulo, tenemos ahora la formula de! torque en funciOn de las fuerzas. (Evidentemente. el torque
no es una idea completameme nueva independiente de la mecarnca de Ne'-tton: el
torque dcbc tcner una dcfmiciim definida en tCrminos de la fucrrn.)
18-5
Cuando hay varias fuerzas actuando, el trahajo cs, por supuesto_ la suma de los
trabajos hechos por todas las fuerzas de manera que ...'!. W
a ser
de un
montOn de ierrninos, correspondicntes a todas las fucr1as.
cua/es cs
proporcional, sin embargo. a 110. Podcmos sacar factor
decir que el cambio en el trabajo cs igual a la suma de todos los
todas las diversas fuerzas que estitn actuando. multiplicada por ...'!. 11.
podriamos llamarla torque total T. Asi, los torques se suman mediante
leycs ordinarias del illgebra, pcm mils tarde veremos quc csto sl)[o es asi porquc estamos
trabajando en un piano. Es lo mismu que la cinemiltica unidimensional. donde las
fuerzas simplemente se suman algebr.iticamente, pero sOlo porqt1e estan todas en la
misma dirccciOn. Es miis complicado en tres dimensioncs. Asi. para una rotaci{in
bidimcnsional.
T; --c
x 1Fyi -
y,f~;
(18.12)
(18.13)
Debe hacerse t:nfasis quc el torque es respecto a un eje Jado. Si se cligc un eje dife
rente, de maneta que todos los x, c Y; cambian, cl valor de! torque cambia tambiCn
en general.
Detengitmonos ahora brevemente para notar que nucstra introducciOn anterior
de torque a partir de la idea de trabajo nos da un resultado sumarnente importantc
para un objcto en cquilibrio: si todas las fucrzas sobre un ohjcto cstitn cquilibradas tanto para traslaci(m coma para rotaciim. entonces no solamcnte 1afuer::.u re5ultante es cero, sino que tambiCn el total de todos los torques cs ccro, porquc si un
objeto est3. en equi!ibrio, las fuer:as- no realizan ningUn trabajo [Jara un dcs[Jlu:u
mienlo pequefio. Por lo tanto, ya quc ,1 W '----T .10 '--- 0, la suma de todos los torques
es cero. De mancra quc existen dos condiciones para el equilibria: que la suma de
la~ fuerLa~ sea cero y que la suma de los torque~ sea cero. Dcmuestren que cs suficicnte ascgurarse quc !a surna de los torques respecto a un eje cualquiera (en dos
dimensiones) es cero.
'~6~~-·----..__
, ,___, '·
'\'~~
s ----------"----
p
f
F "I
18 2
ti lor<1wc p1uducnl" pu1
l>llcl
fu1Jr/"
Considercmos ahora
fuerza y tratemos de avcriguar, gcomClricamente,
a qui: corresponde esta
xF, --yF,. En la figura 18 2 vcmus una fuef7a
F actu1mdo en un punto r.
el cibjeto ha rotado en un pequeilo <ingulo .1(1,
el trabajo realizado.
es la componente de 1a fucrza en la direccibn
<lei desplazamiento ······:•··:· ••... ,.... cl dcsplazamiento. En otras palabras. es siJlo
la componentc
la
la que cuenta y i:sta dcbc scr mu!tiplicada por
!a distancia
lo tanto, vemos que el torque tambien es igual a la componcnte
fuerza (perpendicular al radio) multiplicada por cl radio. Esto
de acuerdo con nuestra idea ordinaria Je 10rque, porque si !a fuerza
c~n,plel.om<<n.te. radial, no daria ninguna "torsi.On" a! cuerpo; cs evidcntc que el
incluir sOJo aque!!a parte de la fuena que no tira por d
1:eritro y eso signifir.:a la
18-6
componente langenciaL Ademits est a c!aro que una fuer za dada es mas cfectiva con
un brazo largo quc ccrca de! cje. De hecho, ~i tomamos el caso de empujar justo sohre
el eje, mo estamos torciendo en absoluto! De mancra que tiene sentido que la cantidad de
torque sea proporcional tanto a la distanc1a radial cumo a la compola fuerza.
nente
I lay todavia una terccra formula para el torque que es muy interesante. Hemos
recien que el torque es la fuerza por el radio y por el seno del iingulo n. en la
18-2. Pero si extendemos la linea de acci()n de la fuerza y dibujamos la linca
perpendicular a la linea de accibn de la fuerza (el hra::o de palanca
notamos que este bra10 de palanca es mas corto que r justamente en la
m1sma proporciim que la parte tangencial de la fuerza e5 menor que la fuer1a total.
Por lo tanto. la formula dcl torque tambiCn sc pucdc e~cribir como el mOdulo de la
fuer za por el largo de! brazo de palanca.
El lorqt1e ~e !lama tambicn a menudo el 1110111e11to de la fuerza. El origen de este
tCrmmo es oscuro. rero pucde ser rclacionado al hecho que ··momenta·· se deriva
dcl latin moFimcnrum, y quc la capacidad de una fuerza para mover un objeto (usan
do la fucrrn en una palancal aumcnta con el largo del brazo de palanca. En matemii.ticas "momenta" significa ponderado por lo alejado que est ii de! eje.
I
18-3
l\lomenmm angular
Aunquc hasta ahora hemos considcrado solamcntc el caso especial de un cucrpo
rigido. las propiedadcs de los torques y sus re!ac1ones matem3ticas ~on interesantes
tamb1Cn, aun cuando un objcto no sea rigido. En realidad podemo~ demostrar un
muy notable: de la m1sma mancra que una fucrza externa cs la rapidez de
de una cantidad p quc llamamos momentum total de un conjunto de paras1 el torque externo es la rapidcz de variacion de una cantidad l que
11wme11111m a11g1dar del grupo de particulas.
"
m
',\
0
f1c1
18-3
U1ld µdrtlCllld
n1ueve cllredeclor de Lill E'JC 0
18-7
direcciOn x o yes la rnasa por la aceleracion en la Jireccion soy;
'T =
=
xFy - yFx
xm(d 2y/dt 2 )
-
ym(d 2 xjdt 2 ).
(18.14)
Ahora, aunque csto no parece ser la derivada de ninguna cantidad simple, es en
realidad la derivada de la cantidad xm (dy/ dl) - ym (dx! dt):
d[xm ("2'dt ) - ym (~)]
~ xm (d'y) + (~)
m ("E)
dt
dt
dt
(~~) (1i) (*) xm (~;~) dt~
dt
- ym
-
m
=
(18.15)
ym
(~:~) ·
iDe mancra que es cierto que el torque es la variacion de alga en el tiempo! ,""Jos fijamos cntonces en el "algo'", le damos un nombre: lo llamamos L, la cantidad de
movimiento angular:
L = xm(dy/dt) - ym(dx/dt)
(18.16)
Aunque esta discusi6n no es relativlsta, !a segunda forma para L dada mas
correcta dcsde el punto de vista relativista. jHemos encontrado asi quc
un ani!ogo rotacional para d momentum y que estc an.it!ogo, el momentum angular, esti1 dado por una cxpresi6n en terminos de 1:.~ :-cimponentes del
momentum lineal quc es justamente igual que la formula para el torque en terminos
de las componentes de la fuetza! Asi, si qucremos conocer el momentum angular de
solamente la componente tangencial dcl
una particu!a respccto a un eje,
momcmtum y la multiplicamos
En otras palabras, lo que vale para el
momentum angular no es cu~m
se mueve desde el origen, sino cuUnto se
mueve a!rededor de[ origen. SOio
parte tangcncial del momentum vale para el
momentum angular. Adem:is
m:is lcjos est<'t la linca de! momentum mayor
cs el momentum angular. Y
ya que los hechos geomCtricos son los mismos
la cantidad
por p o F, es cierto quc hay un brazo de
el
de la
en la particula!) que se
la
y encontrar
distancia perpendicular
el momentum angular cs el mOdu!o dcl momentum por el brazo de
De manera quc
trcs formulas para cl momentum
que tenemos tres
para el torque:
L
=
xp, 1
-
YP"
-_ p,!Jra::o de palnncu
Lo
respecto
(18.17)
quc d torque. el momentum angular depende de !a posiciOn de[ ejc con
cual se va a Cillcular.
esta la
18-8
La fucrza estii dirigida hacia el sol. t,Cu.ii! es, entonces, el torque en el objeto?
Por supuesto. esto depende de donde tomemos el cje, pero obtenemos un resul·
tado muy simple si lo tomamos en el sol mismo. ya que el torque es la fuerza por
et brazo de pa!anca o [a componente de la fuerza perpendicular a r multiplicado por
r. Pero no hay fuerza tangencial iluego no hay torque con respecto a un eje en e! sol!
Por !o tanto, el momentum angular del p!aneta quc gira alrededor del so! debe quedar
constante. Veamos lo que eso significa. La componente tangencial de la veloddad por
la masa y por el radio va a ser constantc, po[que esto es el momentum angular, y la
rap1dez de variaciOn del momentum angular es el torque y en este problema et
torque es cero. Por supuesto. ya que In mas.a tamhi0n c<, una con~tantc. csto s1gnifica
que la velocidad tangencia! por el radio es una constante. Pero esto es alga que ya
sablamos en el movimicnto de un p!aneta. Supongan que consideramos una pequeila
cantidad de tiempo ..11. i,Cuanw ~a a a~anzar el planeta cuando se mueve de Pa
Q (Fig. 18-3)? (.Que drea va a barrer? Dcspreciando la muy pequeila 3.rea Q(!P
frente a! iirca OPQ que es mucho miis grandc. es. simplementc la mitad de la base
PQ por la a1tura OR. En otras palabras, el iirea barrida en la unidad de tiempo va
a ser igual a la vclocidad por el brazo de palam.:a de la velocidad (por un medio).
Asi, la velocidad de cambio del area es proporciona! al momentum angular, que es
constante. De manera que la ley de Kepler sobre area~ 1gualc~ en t1cmpo\ igua!es
es una descripciOn en palabras del enunciado de la !cy de conscrvaciOn dcl momentum angular, cuando no hay torque producido por !a fuerza.
18-4
Con.!>ervacion def momentum angular
Ahora vamos a considerar quC sucede cuando hay un gran nUmero de particulas, cuando un objeto estii hccho de muchos pcdazos con muchas fuerzas actuando
entre ellos y sobre ellos desde el extenor. Por supuesto, sabemos ya. que alredcdor
de cualqu1er eje fijo dado, el torque sobre la particula i (que cs la fuerza sobre !a
particu!a i por el brazo de palanca de esa fuerza) es igual a la rapidez de variac1on de!
momentum angular de esa particula y que e! momentum angular de la particula i es su
momentum por el brazo de pa!anca de su momentum. Supongamos ahora que sumamos [os torques T, para todas !as partfculas y Jo Jtamamos torque totalT. Entonces
Cste va a scr la variacic'.m d~ la suma de los momenta angu]are~ L, de todas las particu!as, y esto define una nueva cantidad que llamamos el momentum angular total
L. Asi coma cl momentum total de un objeto es la suma de los momenta de todas
sus partes, asi e! momentum angular es la suma de los momenta angularcs de todas
las partes. Luego la variaciOn de] l total es el torque total
(18.18)
Ahora bien, podria parecer que el torque total es una cosa comp!icada. Est<ln todas
esas fuerzas internas y todas las fuerzas extemas a considerar. Pero, si hacemos quc
la le} de Newton de acciOn
reacc1on d1ga, no s1mplemente que la acc10n
reacc10n son
que cstiln d1rq:1das en 1en1ido1
a lo largo
(~cv.ton pucdc habcr d1chu e>to
lo supu<;o
los dos torques sobre los ohjetos quc est<in reaccionando, debido a sus interacciones, van a ser iguales y opuestos porque los brazos de palanca para cualquier eje
son iguales. Por lo tanto, los torques internos se anulan de a pares, y asi tenemos el
notable teorema que jla rapidez de variaci6n del mome111um angular total respecto
a cualquier eje es igual al torque externo respecto a ese eje!
r =
I: r; =
T 0 x1 =
dl/d1.
(18.19)
Tenemos entonces un teorema muy poderoso rcferente al movimiento de un gran
conjunto de particulas, que nos permite cstudiar al movimiento en conjunlo sin
tener que cx:aminar la dctallada maquinaria quc hay adentro. Este teorema es vitlido
para cualquier conjunto de objetos, formen un cuerpo rigido o no.
Un caso sumamente importante del teorema anterior es la ley de conservaci6n
def momentum angular: si ningUn torque externo actUa sobre un sistema de particu
!as, d momentum angular se mantiene constante.
Un caso especial de gran importancia cs el de un cuerpo rigido, csto es. un
objeto de una forma definida que estit rotando. Considerese un objeto que tienc sus
dim~nsiones geomCtricas fijas y que estit rotando en torno a un eje fijo. I.as divcrsas
panes dd objcto manticncn la misma relac!On entre si en lodo instantc. Tratemos
ahora de encontrar el momentum angular total de este objeto. Si la masa de una de
sus particulas es m,, y ~u posici('m o localizaci6n esta en (x,, _l',) entonccs cl pro
blema es encontrar el momentum angular de c~a partintla. ya quc cl nwrncntum
angular total c~ la suma de los momenta angulares de tales particulas en el cucrpo.
Para un objcto que se mueve en un circulo, el momentum angular, por supucsto, es
ta masa por la velocidad por la distancia al cjc, y la velocidad cs igua! a la velocidad angular por la distancia al eje·
(18.20)
o sumando con rcspecto a todas las particulas i, ohtenemos
L
donde
I"""'
lw,
(18.21)
L: m.r~.
(18.22)
=
Este es cl ani1logo de la ley seglln la cual el momentum cs la masa por la veloci
dad. La velocidad se reemplarn por la vciocidad angular y vemos que la masa queda
reempla1ada por una cosa nueva quc llamamos el mnme/l/o de inercia /, que cs anii
logo a la masa. Las ccuaciones (18.21) y (!8.22) dicen que un cucrpo ticnc inercia
de rotaciOn que depende no precisamcnte de las masas, sino en lo !ejos que esuin def
eje. Asi, si tenemos dos objetos con la misma masa, cuando ponemos las masas
mas alejadas de! ejc, la inercia de rotaciOn va a ser mayor. Esto se demuestra facilmente mediante el dispositivo mostrado en la figura 18-4, donde se impide que un
peso M caiga muy nipido porque debe haccr girar una larga barra pesada. Al principio. las masas m cstitn cerca de! eje y M aumenta su velocidad a un cierto ritmo.
Pero cuando cambiamos el momcnto de incrcia al
18-10
poner las masas m mucho mils lejos del eje, entonces vemos que M acelera mucbo
menos ritpidamente que antes, porque el cuerpo tiene mucho mils inercia contra la
rotaciOn. El momento de incrcia es la inercia contra la rotacilm y es la suma de las
contribuciones de todas las masas por el cuadrado de sus d1stancias aJ eje.
18-4. La ··1nerc1a de rotac1on dedel brazo de palanca doc Ids masas
Hay una difcrencia 1mponantc entre masa y momento de inercia que e~ espectacular. la masa de un objeto no cambia nunca. pcro su momento de inerc1a se
puede cambiar. Si nos paramos enc1ma de una tarima rotatona sm roce con nuestros
brazos cxtendidos y sostenemos unos pesos en nucstras manos mientrns rotamo1>
lentamente, podemos cambiar nuc~tro momt:nto de inercia juntando nuestros bra1os,
pero nuestra masa no cambia. Cuando hacemos esto, todo tipo de cosas maravil:osa1> suceden debido a la ley de conscrvaciOn del momentum angular: 1>i cl torque
externo es cero, entonces cl momentum angular. el momento de inercia por omega,
se mantiene constante. Inicialmeme est<ibamos rotando con un momento de inercia
grande / 1 a baja velocidad angular 01 1 y el momentum angular era / 1 ;,1 1. Despues
cambiamos nucstro memento de incrcia a! juntar nuestros brazos a. digamos. un
valor !!. Entonces el producto [,,,, que debe ·mantenerse igual porque el momentum
angu[ai total debe permanecer coni;tante, fue 12 o) 2 • Por lo tanto / 1 1,1 1 -= 12 1,1 2. De
manera que si disminuimoi el momenta de inercia debemos aumentar la velocidad
angular.
19
Centro de rn<tsa; niornento de inercia
19-1
Propiedades del centro de masa
19-3
19-2
La ubicaciOn del. centro de masa
19-4
La obtenciOn de! momento
de inercia
Energia cinetica de rotaciOn
19-1 Propiedades del centro de masa
un gran numero de fucrzas estii acoue las particulas integren
otra cosa, y ca!culamos la
por supuesto, porque las
cuerpo en su totalidad y
un cicrto punto "dcntro" del cuerpo,
neta resultante produce una
concentrada ahi. Discuta
La ubicaciOn de\ centro de rnasa (abreviado CM) estii. dada por la ecuacion
19-1
nUmero de veces proporc1onal a !a masa, como si estuviera dividida en "pequeiios
gramos''. De aqui es muy facil dcmostrar que X debc estar en algUn lugar entre la
mayor y menor x y, por lo tanto, esta dentro de la envo!tura que incluye todo el
cuerpo. No necesita estar en el m11tPrial del cuerpo. porque el cuerpo podria ser un
circulo, como un aro, y el centro de masas estil en el centro de! aro y no en el aro
Por supucsto que si un cucrpo es simetrico en alguna forma, por ejemp!o un rectfuigulo, de manera que tenga un piano de simetria, el centro de masa cst:i en alguna
parte dcl piano de simctria. En el ca.<.o del rectilngulo hay dos pianos y eso lo localiza univocamente. Pero si es un objeto simetrico cualquiera, el centro de gravedad
estit en alguna parte en el eje de simetria, porquc en estas cin:unstancias hay tantas
x positivas como negativas.
,I
F'g 19 1
El CM de un objeto compues10 se en.:uentra en la linea que unc los CM
de las dos pa'1es compone11tes
Otra interesantc proposiciOn muy curima es la siguiente. Supongan que imag1
nemos un objeto hecho de dos pedazos A y R (Fig. I()-!). Entonr:es, el centro de
masas de todo el objeto se puede calcular como siguc Primera, encuentre~e el ccntro
de masa de! pedazo A y despuCs el de! pedazo B. Encuentre tambiCn la masa
cada pedazo MA y M 8. Luego considcren otro problema, en el cual la
MA est.it en el ccntro de masa de! ohjeto A, y otra masa punrua!
de masa del Objeto R. El
de cstas dos masas
el centro de masa de todo
varias partes de un objeto sc
para encontrar el centro de masa del
los peda1os, tratando cada uno
sa de esa pieza. Veamos por
tro de rnasa de un objeto
forman parte de un objeto
y
separarse en dos partes -!a suma
7. 8 m,x, para el objeto B
de masa del objeto A
y ;,abemos que C~ta es l\,f 1 X 1• la ma~a total d<:
part1cula' de.! pN la
de! ccntro de ma;,a de A. porque e;,e e~ cl teon•mn Jd L'ClllH> tk 1rn1\a".
al objcto A. De la m1;,ma mancra, con ob~CI\ ar el uh1l'l<l H. ohle111:11w~ 1!1, \ 11 ~. p(1r
supuesto. sumando lo" do\ ~e ohtien.- .\!.\
M, Y1
I· lif11Xi1
(192)
19-2
Ahora. como M cs evidentemcnte
(19.2) se puede interpretar
masa para dos objetos
1W ri ubicado en XI!
El teorema respecto al
jugado una pane importante en el
Supongan
hacemos la hipOtesis que la
de un ubjcto
iias partes
de Newton tambien es correcta para un
muestra que la
que no estudiemos los detalles del objeto. sino solamente la
sobre d y su masa. En otras pa!abras, !a ley de Newton
quc si es vitlida en una cierta escala pequeiia tambiCn es
Si no consideramos una pelota <le beisbol como una cosa '""""'lomeo<e
hecha de miriadas de particulas que interac11:1an, sino que
miento del centro de masa y las fuerzas externas sobre
F = ma, donde F es la fuef?a externa sobre la pelota. m su
raci6n de su centro de masa.- De manera que F
en una escala mayor. (Deberia habcr una buena
describir una Icy que reproduzca la misma Icy en
19-3
que no vemos en una escala grande. De manera que no podemos decir. "un iltomo es lo
mis mo que un planeta girando alrededor del sol"', o nada por el estilo. Nose parece a nada con lo cual estemos familiarizados porque no hay nada como ii. A medidaqueapbcamos la mec<'tnica cuti.ntica a objetos cada vez mayore1,, las !eyes dcl comportamiento de muchos il.tomos juntas no se reproducen, pero producen nuems /eyes,
quc "on las !eye" de Newton, que entonces continUan reproduciCndose desdc digamos tamailo de micro-microgramo. que ya son billones y billones de ti.tomos, hasta
el tamailo de la tierra y mayores.
Volvamos al centro de masa. El centro tle ma"a se llama a veccs centro de gravedad, porque en muchos casos la gravedad se puede considerar uniforme. Supongan que tenemos dimensiones sulicientcmentc chicas de mancra quc la fuer:rn gravitacional no s6lo es proporclonal a la masa, sino ademi!s es paralda en todas partes
a una Iinea fija. Luego consideren un objeto en el cual hay fuerrns gravitacionalcs
en cada una de !.us masa!. constituyentcs. Sea m, la masa de una parte. Entonces,
la fuerza gravitacional en csa parte cs m, por g. La pregunta ahora es i,d6ndc podemos aplicar una fuerza Unica para contrarrestar la fuerza gravitacional sobre el con
junta, de manera quc todo el objeto, si es un cuerpo rigldo, no gire? La respuesta es
por el centro de masa y demostramos c5to de la siguicnquc e5ta fuerza debe
te manera. Para
cucrpo no gire, cl torque producido por todas las fuer1as
debe sumar cero, pon.1ue si hay un torque hay una variaci6n en el momentum angular y por lo tanto una rotaci6n. Asi que dcbemos calcular el total de todos los torques relativo a toda!. las particulas y ver cu:into torque hay con respecto a un eJe
dado; debc ser cero si c~te cjc cst:i en el centro de masa. Ahora, midiendo
zonlalmentc e y verticalmente, sabemos quc los torques son las fuerzas en la
ci6n y por el brazo de palanca x (cs decir, !a fuer1a por el brazo de palanca
dor del cual qucrcmos mcdir cl torque). El torque cs la !.uma
(19.1)
de manera que si el torque total debc ser ccro, la suma
debe ser cero. Pero
Lm,x, = MX. la masa total por la distancia dcl ccntro masa al eJe. De manera
que la distancia x dcl centro de masa desde el eje es cero.
Por supuesto, que hemos comprobado cl resultado ~6lo para la distancia x. pero
si usamos el vcrdadcro centro de masa, cl objeto se va a equ1hbrar en cualquier po~ic16n. porque s1 lo giramos en 90", tendrcmos )' en vcz de x. En otra~ palabras,
cuando un objeto est<'i. soportado en su ccntro de ma1,a, no hay torque en el debido
a un campo gravitac1onal parale!o. Fn el caso que el obJeto sea tan grande que el
no paralehsmo de las fuerzas grav1tacionalcs sea apreciable, cl ccntro en cl cual
separa ligeramente
dcbe aplicar la fuerza equilibrante no es facil de describtr
del centro de masa. Esta e" la raL6n por la cual liay que
entre centro de
masa y ccntro de gravedad. Fl hecho de quc un objeto
exactamcrite en el
centrn de ma~a este en equilibrio en todas las posiciones t1enc otra consecuenc1a
interesante. Si en ve7 de la gravitaci6n tenemos una p~cudofucrza dcbida a la acelcracion. podemos usar exactamente el mismo procedim1ento matemi1tico para enconhaya torque producido por la
trar la posici6n dondc sujetarlo de mancra que
~c mantiene de alguna mafocrza mercial de !a aceleraciim. Supongan quc el
nera dentro de una caja y quc la caja y todo lo que contiene
194
est a acelerando. Sabemos que. desde el pun to de vista de alguien en reposo relativo a es ta
caja acelerada, habd una fuerza efe\:tiva debida a la inercia. Esto es, para lograr que el
objeto siga con la caja debemos empujar!o para acelerar!o y esta fuerza es .. equilibrada ..
por la .. fuerza de inercia ", que es una pseudofuerza igual a la masa por la ace!eraciOn
de la caja. Para el hombre en la caja, esto es lo mismo que si d objeto estuviera en
un campo gravitacional uniforme cuyo valor de "g" es igual a la aceleraciOn a. Por
Jo tanto, la fuerza inerdal debida a la aceleraci6n de un objeto no tiene torque con
respecto al centro de masa.
Este hecho tiene una consecuencia muy interesante. En un sistema inercial que
no este acelerando, el torque es siempre igual a la rapidez de variaciOn de! momentum angular. Sin embargo, con respecto a un cje que pasa por el centro de masa
de un objeto que estci acelcrando todavia es vcilido que el torque cs igual a la rapidez de variaciOn de! momentum angular. Alln si cl centro de masa esta acelerando
podemos elegir un eje especial, a saber, e! que pasa por el centro de masa de manera
que siga siendo verdadero que el torque es igual a la rapidez de variaciOn del momentum angular respecto a ese eje. De manera que el teorema que el torque es igual
a la rapidez de variaci6n de! momentum angular es v3.lido en dos casos generales:
(!) un eje fijo en un espacio inercia!; (2) un ejc a traves del centro de masa, aunque
el objeto este acelerando.
19·2
COmo ubicar el centro de masa
La t6cnica matematica para el caJ.culo de centros de masa queda en al ambito
de un curso de matemiltica y estos prob!emas proporcionan un buen ejercicio en el
cillculo integral. Sin embargo, despuCs que uno ha aprendido el cilculo integral, y
desea saber cOmo !ocalizar el centro cie masa, es bueno conocer algunos trucos que
pueden usarse para eso. Uno de estos trucos hace uso de lo que se llama teorema
de Pappus. Funciona asi: si tomamos un area cerrada cualquiera en un piano y ge·
neramos un s6lido movifodo!a en el espacio de manera que cada punto siempre
se mueve perpendicular al p!ano de! li.rea, iel s61ido resultante tiene un volumen igual
al area de la secciOn por la distancia que el centro de masas se ha movido! Por cierto que esto es vii.lido si movemos el li.rea en una Linea recta perpendicular a si misma,
pero si la movemos en un circulo o en cualquier otra curva entonces genera un volumen bastante peculiar. En una trayectoria curva la parte de afuera gira mas lejos
y la parte de adentro gira mas cerca y los efectos se compensan. De manera que si
queremos !ocalizar el centro de masa de una ili.mina plana de densidad uniforme
podemos recordar que el volumen generado al hacerla rotar alrededor de un eje es
igual a la distancia que gira el centro de masa por el area de la lli.mina.
Por ejemplo, si queremos encontrar cl centro de masa de un trifillgulo rectfillgulo
de base D y altura H (Fig. 19-2), podemos resolver el problema de la siguiente manera. Imaginen un eje a lo largo de H y roten el triangulo alrededor de ese eje en
360 grados. Esto genera un cono. La distancia que la coordenada x del centro de
masa se ha movido es 2nx. El li.rea que se ha movido es el area de\ tri3.ngulo !/lD.
De manera que la distancia x de! centro de masa por el 3.rea de! tri3.ngulo es el volumen barrido, que es por supuesto nD 2H/ 3. As[ (2:rrx) (l)ID) = i/3::rD 2H, ox=
D/3. De una manera anli.loga, rotando alrededor del otro eje o por
19-5
simetria encontramos y = JI /3. De hecho, el cemro de masa de cualqrner 3.rea uniforme triangular esta donde se cortan !as medianas, las lineas que van desde los vertices
hasta la mitad de los !ados opuestos. Ese punto estft a l /3 de cada mediana. Clave: Rebanen el triilngulo en pequeilos pedazos paralelos a una base. Noten que la mediana
bi sec ta cad a pedazo y, por lo tan to, el centro de masa de be es tar en esta linea.
Fig. 19--2
Un tniingulo rectiingulo y un
cono circular generado por rotac16n del
tniingulo.
Tratemos ahora una figura mas complicada. Supongamos que se desea encontrar la posici6n del centro de masa de un disco semicircular uniforme -un disco
partido por la mitad-. lD6nde esta el centro de masa? Para un disco completo esta
en el centro, por supuesto, pero para medio disco es mas dificil. Sea r el radio y x
la distancia del centro de masa desde el borde recto del disco. Gfrenlo alrededor
de e~te horde como un eje para generar una esfera. Entonces el centre de masa ha
girado en 2nx1 el area es nr1/2 (porque es s6lo la mitad de un circulo). El volumen
generado es, por supuesto, 4.,.r3/3 de donde encontramos
x
=
4r/37r.
Hay otro teorema de Pappus que es un caso especial del anterior y, por Jo tanto,
igualmente valido. Supongamos que, en vez de un disco s6lido semicircular, tengamos un pedazo de alambre semicircular con densidad de masa uniforme a lo largo
del alambre, y quererrros encontrar su centro de masa. En este caso no hay masa
en el interior, solamente en el alambre. Entonces resulta que el drea barrida por una
curva plana, cuando se mueve como antes, es la d1stancia que el centro de masa
se mueve por el largo de la linea. (La linea se puede cons1derar coma un Urea muy
angosta y el teorema anterior se le puede aplicar.)
19-3
COmo obtener el momento de inercia
Discutamos ahora e! problema de encontrar los momentos de inercia de vario.'. ob
jetos. La formula para el momento de inercia alrededor del eje z de un objeto e.<.
J =
J(x
2
+ y 2 ) dm
=
[
(x 2
+ y 2 )p dv.
(19.4)
0 sea, debemos sumar las masas cada una multiplicada por el cuadrado de su distancia
19-6
(xf+y;) a! eje. Noten que no es la distancia tridimensional, sO!o la distancia bidimensional al cuadrado aun para un objeto tridimensional. En la mayor parte nos vamos a restiingir a objctos bidimensionales, pero la formula para la rotaci6n alrededor de! eje z
es la misma en tres dimensiones.
19-3. Una barra recta de largo L
con respecto a un eie que pasa por
Como un ejemplo simple, considercn una barra que rota alredcdor de un eje
perpendicular a uno de sus e~tremos (Fig. 19-3). Ahora debemos sumar todas las
masas multiplicadas por la~ d1stancias x al cuadrado (sicndo todas las y cero en
este caso). Por supucsto lo que entendemos por •·suma" es la integral de x 1 por los
pequeiios elementos de masa. Si dividimos la barra en pequellos elementos de largo
dx. los elementos de masas correspondientes son proporcionales a dx, y si dx fuera
el largo de toda la barra, la masa seria M. Por lo tanto
dm
y as1
I
=
f '·
o x2
MLd~
=c-
=
Mdx/L
1 JL
o xz dx
=
~L
'.
(19.5)
de inercia son sierr.pre
distancia al cuadraque encontrar fue el factor
vale I si el eje de rotaci6n esttl en el centro de la barra?
Podriamos
realizar la integral de nuevo hacienda variar x de -!£, a
+ j.L Pero
cosas acerca del momenta de inercia. Podemos imaginar la barra co mo
cad a una de mas a MI 2 y largo U 2; los momentos
de inercia de
dos barras pequefias son iguales y ambos estin dados por la
formula (19-5).
el momenta de inercia es
Las
do,
(19.6)
Por lo tanto es mils filcil girar una barra alrededor de su centro que balancearla
a!rededor de un extremo
Podriamos, por supuesto, proseguir calculando los momentos de inercia de varius otros cuerpos de interCs. Sin embargo, aunque estos citlculos proporcionan una
cierta cantidad importante de ejercicios en el ca.Jculo integral, no son btlsicamente
de interCs como tales para nosotros. Sin embargo, hay un teorema que es muy Util.
Supongan que tenemos un objeto y queremos encontrar su momento de inercia con respecto a algUn eje. Eso significa que queremos la inercia necesaria para ponerlo
en rotaci6n dlrcdcdor de ese eje. Si sujetamos el objeto en pivotes en el centro de
masa de rnanera que el objeto no gire a medida quc rota alrededor de! eje (porque
no hay torque en d debido a efectos inerciales y por lo tanto no va a girar cuando
ill empczanios a mover), entonces las fuerzas necesarias para rotarlo son las mismas
qui; s1 _la masa estuviera concentrada en el centro de masa y el momento de inercia
~cna simplemente 1, = MR 1o,1, donde RcM es la distancia desde el eje al centro de
~nasa. Pero,
19-7
por supuesto, esa no es la formula correcta para el momenta de incrcia de un
objeto que realmente est.it rotando a mcdida que da vuelta, porque no so!amente
estli. el centro de ma~a movifodose en un circulo que contribuir.it una cantidad 11 al momento de inercia, sino que tambien tenemos que girarlo respecto a su
ccntro de masa. Asi que no e~ irrncional que debamos ~umar a ! 1 cl momenta de
inerda le alredcdor del centro de masa. Asi que es una buena suposid6n que cl
momenta de inercia total alrcdedor de cualquier eje serit
(19.7)
Este tcorcma se llama leorema de /os
mentc. El momenta de inercia rcspccto a
suma de las
y las Yi cada una al
las x; pcro, por ~upuesto,
masa puntual de~dc el
el CAI en vez de x dcsde el
Entonce~
facil-
simplemente clevamos al cuadrado
Asi, ~qui: succdc cuando se multiphca esto por m, y sc suma para todo i? Sacando
la~ ·constantcs afucra de! signo de surna obtenemos
I.a tercera suma es
tes, una de el!a~ cs
masa. Pero esto
masa y en estos
Verifiquemos
cje quc pasa por un
calculamos. El centro
lo
barra a una distancia
12 -t M(L/2) 1 • Yaqueuncuarto
ningUn error fundamental.
Entre parentcsis. en realidad no
el momenta de inercia (19.5). Si
eficientc desconocido, y luego usamos
argumento
obtener ip, para (19.6), entonces con nuestro
rencia de ejcs pudriamos probar que y -- !Y +
jS1empre habr<i alguna otra manera de haccrlo!
A! aplicar el teorema
CJCS paralelos es por
~I cjc para [0 debe
al eje con respecto al
19-8
Vale la pena mencionar olra propiedad de! momento de inercia porque a menudo
es Uti! para encontrar el momenta de inercia de cierto tipo de objctos. Esta propiedad consiste en quc si uno tiene unafigura p/ana y un conjunto de ejes coordenados
con origcn en el plar'io y cl eje z perpendicular al piano, entom:e~ el momento de
inercia de esta figura con respecto al eje z es igual a la suma de Jos momentos de
inercia con rcspecto a Jos ejcs x e y. Esto se demucstra fac!lmentc notando que
(ya que z, = O). An8.logamente
fy
=
L.: m,(x7 + z~) L.: m;x;,
=
pero
I, =
I: m,(xJ + y;) = L
+ L: m,J7
m;x~
=!~+111 •
Como un ejemplo, el momento de inercia de una placa rectangular uniforme
de masa M, ancho w y largo L con respecto a un eje perpendicular a la liimina y
que pasa por su centro es simplerncnte
I= M(w 2
+ L 2 )/12,
porque su momenta de inercia con respecto a un cjc en su piano y paralelo a su
largo es Mw 1 / 12, es decir, precisamente como para una barra de largo w y el momcnto de inercia con respecto al otro eje en su p!ano es ML 2 / 12 precisamentc como
para una barra de largo L.
Para resumir d momento de inercia de un objeto con respecto a un eje dado
y que ilamaremos cje z tienc las siguientes propiedadcs:
(I) El momenta de inercia es
!,
(2) Si
de
son
momentos de
-=
~
m,-(x;
+ y~)
=
J(x
2
+ y 2 ) dm
de un cicrto nU.mero de partes. cuyos momentos
el momenta de inercia total es la suma de Ios
partes.
(3) El momenta de inercia con respecto a cualquier eje dado es igual al momento de inercia con respecto a un ejc para!elo a travi:s del CM mas la masa
total por el Cuadrado de la distancia de! e.ie al CM.
(4) Si cl objeto es una figura plana, el momento de inercia con respecto a un
cjc perpendicular al piano es igua! a la suma de los momcntos de inercia
con respecto a dos ejcs perpendicolares entre si que estiln en el piano y se
cortan en el eje perpendicular.
Los momentos de inercia de unas cuantas formas elemcntalcs con densidad de
m~sa uniforme sc dan en !_a tabla 19-1. JI los momentos de inercia de algunos _otros
objetos que pueden deducirse de la tabla 19-1, usando las prop1edades antenores,
est3.n dados en la tabla 19-2.
19-9
Tabla 19-1
Eje z
Objeto
Barra delgada, largo L
Anillo circular delgado,
radios, r 1 y r 2
Esfera, radio r
l..
J_
a la barra en el centro
al anillo en el Centro
a trav,es de! centro
12
ML 2/12
M(r~
\
+ r~)/2
2Mr2;5
Tabla 19-2
Objeto
Litmina rect., !ados a, b
LUmina rect., !ados a, b
Ani!!o delgado, radios rp r 1
Paralelepipedo rect.. lados
a, b, c
Cilindro circular recto
radio r, largo L
Cilindro circular recto,
radio r, largo L
19-4
II b en el centro
l..a la !itmina en el
centro
cualquier di<imetro
II c. a travCs de! centro
II L, por el centro
l..
por el centro
Ma 2 /12
M(a 2
b2)/12
+
+
M(a'2 +
M(r~
Mr 2/2
M(r2 / 4
+ L2/12)
Energia cinCtica de rotaciOn
Prosigamos ahora dlscutiendo la din:l.mica. En la analogia entre movimiento
lineal y mavimienta angular que diculimas en el capitula 18 usamas el teorema del
trabajo, pero no hablamos de energia cinCtica. ,:.Cu<il es la energia cinetica de un
cuerpo rigido quc rota alrededor de un cierto ejc con velocidad angular u1'? No podemos adivinar inmediatamcnte la respuesta correcta usando nucstras analagias. El
momentu de inercia corresponde a la masa. la velocidad angular corresponde a la
velocidad, asl que la energla cinCtica deberia ser ifo1 2, y realmente Jo es. como se va
a demostrar ahora. Supongan que el objeto est<i rotando alrededar de cierta eje de
manera que cada punto ticne una velocidad cuyo mOdulo es run, donde r, es cl radio
desdc el punto en particular al cje. Entonces si m,
masa de ese punto. la energia
cinetica total del todo es simplemente la suma de
ene1gias cineticas de todos
las pequeiios pedazos:
Ahora bien, w 2 es una Constante. la misma para todos las puntos. Asl
(19.8)
19-10
Al final del capitulo 18 indicamos que existen algunos fen6menos interesantes
asociados con un objeto que no es rigido, pero que cambia de una configuraci6n
rigida con un mom en to de inercia definido a otra configuraci6n rLgida. A saber, en
nuestro ejemplo de la mesa giratoria, teniamos un cierto momenta de inercia / 1, con
nuestros brazos extendidos y una cierta velocidad angular w 1 • Cuando acercamos
los brazos, teniamos un momenta de inercia I 2 y una velocidad angular diferente
w 2, pero de nuevo estitbamos "rigidos''. El momentum angular se mantenla constante, ya que no habia torque con respecto al eje vertical de la mesa giratoria. Esto
significa que / 1w 1 = / 2w 2• i,Y que pasa con la energia? Esta es una pregunta interesante. Con nuestros brazos recogidos giramos mils dpido, pero nuestro momenta
de inercia es menor y parece como si las energias pudieran ser iguales. Pero no lo
son, porque lo que se contrapesa es f(;J y no lu.> 2 . Asi. si comparamos la cnergia
cinetica antes y despu6s, la energia cinetica antes es !J 1 w~ = !Lw 1, donde L =
J 1wi = / 2 <~1 2 es el momentum angular. Despues, mediante el mismo razonamiento,
tenemos T = !Lw 2 y co mo «1 2 > ru 1, la energia cinCtica de rotaci{m es mayor de lo
quc era antes. De man era q ue teniamos una cierta energia cuando nuestros hrazos
estaban extendidos y cuando !os recogiamos estii.bamos girando mils rii.pido y teniamos mas energia cinetica. i,QuC pasO con el teorcma de conservaci6n de la cncrgla?
Alguien debe haber realizado un trabajo. jNosotros realizamos trabajo! i,Cuiindo
realizamos ese trabajo? Cuando movemos un peso horizontalmente, no realizamos
ningUn trabajo. Si sujetamos algo y lo acercamos no realizamos trabajo. jPero eso
es cuando no estamos rotando! Cuando estamos rotando hay una fuerza centrifuga
en los pesos. Estiln tratando de alejarse, de manera que cuando estamos girando
tenemos que atraer los pesos en contra de la fuerza centrifuga. De manera que e!
trabajo que realizamos en contra de la fucrza centrifuga debena cstar de acuerdo con
la diferencia en la energia de rotaci6n y por supuesto lo estil. De ahi viene la energia
cinetica adlcional.
Hay todavia otro aspecto interesante que podemos tratar s6!o descriptivamente
coma una cosa de interes general. Este aspccto cs un poco mils avanzado, pero vale
la pena indicarlo porquc es bastante curioso y produce cfcctos interesantes.
Consideren el experimento de la mesa rotatoria de nuevo. Considcren cl cuerpo
y los brazos separadamente, desde el punto de vista de! hombre que est:l rotando.
Despu6s que los pesos se han acercado. todo el objeto estil rotando mii~ nipidamente; pero, observcn, la parte central de/ cuerpo no ha cambiado; sin embargo, cstit
rotando mils ritpido despuCs del suceso que ante~. De manera que si dibujamos
circulo alrededor dcl cuerpo interno y consideramos objetos dentro del circulo
mente su momentum angular va a cambiar; ellos van mlis r:lpido. Por lo tanto
existir un torque ejercido sabre cl cuerpo mientras encogcmos nucstros brazos.
gUn torque puede ser ejcrcido por la fuerza ccntrifuga, porque es radial.
fica que entre las fuerzas quc sc desarrollan en un sistcma en rotaci(1n, la
ccntrifuga no es toda la historia, exislt! otra fuerza. Esta otra fucrza ~c
fuerza de Coriolis y ticne !a propicdad muy extraila de quc cuando movemos
en un sisten_rn en rotaci6n, parece que lo cmpujaran hacia el !ado. Al igual que
fuerza centnfuga es una fuerrn aparente. Pero si vivimos en un sistema que
rotando Y movemos alga radia!_mentc, cncontramos que tambiCn dcbcmos empujarlo
h.ac1a el lado para. r;ioverlo radialmente. Estc cmpuje hacia cl lado quc tenemos quc
e1ercer es lo que giro nuestro cuerpo.
Desarrollemos una formula para mostrar c6mo funciona realmente la fucua
de Coriolis. Supongan que Pedro estii scntado sobrc un carruscl que a CJ le parece
en reposo. Pero desde el
19-1 l
punto de vista de Juan, que esta parado en el suelo y que conoce las !eyes correctas
de la mec8.nica, el carrusel esta dando vueltas. Supongan que hemos dibujado una
linea radial en el carrusel y que Pedro estil moviendo una masa radialmente a lo
largo de esta linea. Deseariamos demostrar que se necesita una fuerza hacia el !ado
para hacerlo. Podemos hacerlo obseFVando el momentum angular de la masa. Ella
estil siempre dando vueltas con la misma velocidad angular que r.v, de manera que
el momentum angular es
L
= mvtanef =
mwr · r
=
mwr 2•
Asi cuando la masa estil cerca de! centro, tiene un momentum angular relativamente
pequeii.o, pero si nos movemos a una posiciOn mils Iejana, si aumentamos r, m tiene
mayor momentum angular de manera que se debe ejercer un torque para mover]o
a lo largo de! radio. (Para caminar a lo largo de un radio en un carrusel uno tiene que
inclinarse y empujar hacia el !ado. Intentenlo alguna vez.) El torque que se neceslta
es la rapidez de varfa.ciOn de L en el tiempo a medida que m se mueve a lo largo de!
radio. Si m se mueve solamente a lo largo de! radio, omega se mantiene constante
de manera que el torque es
donde Fe es la fuerza de Coriolis. Lil que realmente deseamos saber es que fuerza
hacia el !ado debe ejercer Pedro para que mueva m con una velocidad v, = dr/ dt.
Es}~ = T/ r = 2mw1',.
Fig 19-4
Tres vistas suces1vas de un
punto que se mueve rad1almente en una
mesa g1ratoria que esta rotando
Ahora que tenemos una f6rmula para la fuerza de Coriolis, examinemos esta situaciOn con un poco mis de cuidado, para ver si podemos entender el origen de
esta fuerza desde un punto de vista mils elemental. Observemos que la fuerza de
Coriolis es la misma para cualquier radio iY esti presente aUn en el origenf Pero
es especialmente facil de entender en el origen simplemente mirando quC sucede
desde el sistema inercial de Juan que esti parado en el suelo. La figura 19-4 muestra
tees vistas sucesivas de m justo cuando pasa por el origen para.! = 0. Debido a la
rotaciOn de! carruscl vemos que m no se mueve en linea recta, sino que en una trayectoria curva tangente a un diilmetro de! carrusel donde r = 0. Para que m se mueva en una curva debe existir una fuerza que la acelere en eJ espacio absoluto. Esta
es la fuerza de Coriolis.
Este no es el lmico caso en el cual la fuerza de Coriolis aparece. Tambifo podemos demostrar que si un objeto se mueve con velocidad constante en una circunferencia, tambien hay una fuerza de Coriolis. iPor quC? Pedro ve una velocldad vM alredor de uo circulo. Por otra parte Juan ve a m mov1endose alrededor de un circu!o
con veloc1dad v1 = i·M+ u>r, porque m tambien es arrastrada por el carrusel. Par
lo tanto, sabemos lo que la fuerza es realmente, es decir, la fuerza centrlfuga total
debida a la velocidad i:, o sea mvJr; esa es la fuerza real. Desde el pun to de vista
de Pedro, esta fuerza
19-12
centripeta consta de tr es partes. Podemos escribir!a co mo sigue:
Ahora bien, }~ es la fuerza que veria Pedro. Tratemos de entenderlo. (.Podria Pedro
percibir el primer termino? "Si", diria Cl, "aunque yo no estuviera rotando, habria
una fuerza centripeta si yo tuviera que correr alrededor de! circulo con velocidad
v1,/'. Esta es simplemente la fuerza centripeta que Pedro esperaria, que no tiene nada
que ver con la rotaci6n. Ademits, Pedro estit perfectamente consciente de que hay
otra fuerza centripeta que actuaria aun en objetos que estitn quietos en su carrusel.
Este es el tercer tfrmino. Pero hay adem<'is de estos otro tfrmino, o sea, el segundo
tfrmino que es de nuevo 2m(uv. La fuerza de Coriolis Fe era tangencial cuando la
velocidad era radial y ahora es radial cuando la velocidad es tangencial. De hccho
una expresi6n tiene un signo negativo respecto a Ia: otra. La fuerza estil siempre en
la misma direcci6n con respecto a la velocidad, cualquiera sea la direcci6n en que
estil la velocidad. La fuerza forma un il.ngulo recto con la velocidad y es de mbdulo
2mt,)V,
19-13
20
RotaciOn en el espaciQ
20-1
Torques en tres dimensiones
20-3
El giroscopio
20-2
Las ecuaciones de rotaciOn
usando productos vectoriales
20-4
Momentum anguJar
de un cuerpo sOiido
20-1
Torques en tres dimensiones
En este capitulo vamos a discutir una de las consecuencias mas notables y divertidas de la mecttnica, el comportamiento de una rueda en rotaci6n. Para hacer
esto debemos ampliar la formulac16n matemiltica de! movimiento rotatorio, los principios de! momentum angular, el torque, etc., a un espacio tridimensional. No vamos
a usar estas ecuaciones en toda su generalidad ni estudiar todas sus consecucncias
porque esto tomaria muchos afios y pronto debemos abocarnos a otros temas. En
un curso introductorio podemos presentar s6lo las leyes fundamenta!es y aplicarlas a
unas pocas situaciones de interCs especial.
Primera, notemos que si tenemos una rotaci6n en tres dimensiones, ya sea de un
cuerpo rigido o de cualquier otro sistema, lo que dedujimos para dos dimenslones
todavia es vii.lido. Es decir, todavia es cierto quexFy-YFxes cl torque "en el piano
xy" o el torque en "torno al eje z". TambiCn resulta que este torque es todavia
igual a la rapidez de variaci6n de xpy-YPx• porque si volVemos a la deducci6n de la
ecuaci6n (18.15) a partir de las !eyes de Newton, vemos que no hemos tenido que
suponer que el movimiento era en el p!ano; cuando derivamos xpy-YP:.:> obtenemos
xFv-YFx- de manera que este teorema todavia es vii.lido. Entonces, a la cantidad
xp;. - YPx la llamamos momentum angular correspondiente al piano xy, o momentum
angular respecto al eje z. Asegurado esto, podemos usar cualquier otro par de ejes
y obtener otra ecuaci6n. Por ejemplo, podemos usar el piano yz y estii. claro, por
simetria, que sl simplemente sustituimos y por x y z por y encontrarlamos yF, - zFy
para el torque y YPz-ZP>" seria el momentum angular asociado con el piano yz. Por
supuesto que podemos tener otro plano, cl zx, y para Cste encontrariamos zF,-xF,-'-'
= dldt (zpx-xp).
Que estas tres ecuaciones puedan ser deducldas para el movimiento de una par
ticula es bastante claro. Ademii.s si sumii.ramos cosas como los xpx-YPx para muchas
particulas y las llamii.ramos momentum angular total, tendriamos tres tipm para los
tres pianos xy, yz y zx; y si hiciCramos lo mismo con las fueflas,
20-1
hablariamos de] torque en l~s pianos xy, J!.Z y zx tamb.i6n. Asi tend~iamos !eye~ U~les
que el torque externo asociado con cualqu1er piano es igual a l.a rap1dez de vanac10~
d J momentum angular asociado con ese piano. Esto es prec1samente una gcnerahz:ci6n de Jo que cscribimos en dos dimensiones.
Pero alguien puede decir ahora: "Ah, p~ro ha_y mas pianos; despu6s de todo, (.IlO
podemos acaso tomar otro plan~ en un c1crto. ~gulo y c'.l1cular el torq_ue en ese
piano de las fuerzas? Ya que tendnamos que escnbrr otro COilJUnto de ecuac1ones para
cada uno de estos planos jtendriamos muchas ecuaciones! ". Resulta sumamente interesante que si form:lramos la combinaci6n x'F_v· - y'F,· para otro piano, midiendo x', F,..,
etcetera, en ese piano, el resultado puede escribirse como una cierta combinaci6n de 13.s
tres expresiones para los pianos xy, yz y zx. No hay nada nuevo en ello. En otras palabras, si sabemos cu3.les son los tres torques en los pianos xy, yz y zx, el torque en
cualquier otro piano y correspondientemente el momentum angular tambien se puede
escribir como una combinaciOn de estos: 6 por 100 de uno y 92 por JOO de otro.
etcetera. Ahora vamos a analizar esta propiedad.
Supongan que en los ejes xyz, Juan ha calculado todos sus torques y sus momenta angulares en sus pianos. Pero Pedro tiene ejcs x', j, z' en alguna otra
direcciim. Para hacerlo mas sencillo, vamos a suponer que sO!o los ejes x e y han
sido rotados. Las x' e j de Pedro son nucvas pero su z' es la misma. Esto es, tiene
pianos para, digamos, yz y zx. Por lo tanto, tiene nucvos torques y momenta
para calcular. Por cjemplo, su torque en el piano x'j scria igual a
etc. Lo que ahora tcnemos que haccr es encontrar la rclaciOn entre los
tor4ues
lo~
para que podamos hacer una concxiOn cntre
de eje~ y
podria decir:
parece igual
lo
·
que estamos ··--·····:::·.····;
Juan son
T;:y
=
T,x
= zF,, -
xFy - yF,,,
zFv,
----" yF, -
'
L\
(20.l)
xF,.
'
/\
:---.1
20-2
Pedro calcula ahora los torques en su sistema:
Tx'y' = x'Fy· -
y'F,·,
Ty'z' = y'F,· -
z'Fy·,
T,'x' """ z'f<~,
x'F,•.
-
(20.2)
e
Supongamos ahora que un sistema de coordenadas sc rota en un il.ngulo fijo de
ta] manera que los ejes z y z' sean los mismo;;. (Este il.ngulo () no tiene nada que ver
con objetos en rotaci6n o con lo que pasa dentro del sistema de coordenadas. Es
simplcmentc la relaci6n cntre los cjcs usados p:>r un hombre y los ejes usados por
el otro y se supone quc es Constante.) Lucgo las coordenadas de los dos sistemas
estiln rc!acionadas mediante
x' = xcosO + yscnO,
(20.3)
y' -~ ycos 0 - xsen e,
z'
=
z.
De la misma manera, como la fuerza es un vector, se transforma en cl nuevo sistema
igual que x, y, y z, ya que una cosa cs un vector si y s6lo si las divcrsas componcntes se transforman de !a misma manera que x, y y z:
F:1;'
= F-'cosO
Fy·
=
+-
Fyc;os(J -
Fyscne,
(20.4)
Fxscn(J,
F,· = F,.
Ahora podemos averiguar c6mo se transforma el torque simplemente sustituyen
do en la (20.2) x', y' y z' por las expresioncs (20.3) y F.·, Fi, F,., por las dadas por
(20.4). De manera que tenemos una fila bastante larga de tt'rminos para Tx_V y (bastantc sorprendente en un principio) resulta que sale xFy-YFy, que reconocemos
como el torque en cl piano xy:
r,,•y'
+ y 5en (J)(Fy cos 0
'-=
(x cos B
=
xF,,(co<; 2 O
-t- yFy(sen 0 cos
8 -· sen 8 co~ 11)
=
xF,, -- yF,,
Tx 1r
-(ycos B - x senB)(Fx
·-
F~
co~(}+
5en O)
1·,, sen(})
-+ ~en~ O) - yFAsen O + cos~ e)
+xl~(-~en(/co<;(J + senflcos(J)
2
=
(205)
glramos. nuestro~ ejes en el p/ano, la torsi6n
es el mismo
alrededor de z en ese piano no e~ diferente de lo 4ue era antes,
piano! Lo que va a ~er mas interc~ante c5 la cxpn:si6n
cste piano
es nuevo. Ahora hacemos exactamente lo rn1smo con cl
El resultado cs claro, porquc si
Ty'z'
~6Jo
= (y COS 8 -- X
=
,en (l)F,
-z(F11 co~ e - F.c sen 8)
(yF, -- zF11 ) cos (!
(zF~ - xF,) 5en 0
+
-_Tu, COS(!+ 72.1;,en 8.
(20.6)
20-3
Finalmente lo hacemos para z' X:
z(F:x cos() + F11 sen())
-(xcos() + ysen())F.
= (zFx - xF,)cos() - (yF, = Tucos()- Ty,sCne.
Tz':r' =
zF11)sen()
(20.7)
Queriamos obtener una regla para encontrar los torques en nuevos ejes en funci6n
de los torques en los ejes antiguos y ahora tenemos la regla. l,C6mo podremos
recordar siempre esta regla? Si cxaminamos cuidadosamente (20.5), (20.6) y (20.7)
vemos que hay una intima relaci6n entre estas ecuaciones y las ecuaciones para
x, y y z. Si de alguna manera pudiCramos llamar T xr Ia componente z de algo,
llamt'!mosla la componente z de r, entonces va a estai- bien, entenderiamos (20.5)
como una transformaci6n de vectorcs ya que la componente z no variaria, como
debe scr. De la misma manera, si asociamos con el piano yz la componente x de
nuestro vector recientemente inventado y con el piano zx la componente y, estas
expresiones de transformaci6n se lecrian
T,'
= T,,
+ r 11 sen 0,
Tycos(J- Txsen(),
Tx• = TxCOS ()
Ty'=
(20.8)
jque cs precisamente la regla para los vectores!
Por lo tanto, hemos demostrado que podemos identificar la combinaci6n
::FJ-yF.x con_ lo que llamamos comUnmente la compon.ente z de un cierto vector
mventado artificialmcnte. Aunquc cl torque es una tors16n en el piano y no tiene
a priori car.iicter de vector, matem<'tticamcnte se comporta como vector. Este vector
es perpendicular al piano de la torsiOn y su largo es proporcional a la intensidad de
la torsilin. Las trcs componcntes de una cantidad ta! se transformar3n como un vector real.
Asl quc representamos torques por vectores; con cada piano en el cua! se supone que el torque cst<'t actuando, asociamos una linea en itngulo recto, como regla,
Pero "en ii.ngulo recto" deja cl signo sin especificar, Para ohtener el signo correcto
debemos adoptar una rcgla tal quc nos diga que si cl torque fucra en un cierto sentido en el plano xy, el eje que queremos asociar con Cl tenga la direcci(m z ''hacia
arriba". 0 sea. alguien ticne quc definir "dcrccha" e ·'izquicrda'· para nosotros.
es x, y, z en un sistema derecho, entonSuponiendo quc cl sistema de
ces la regla va a ser la siguientc·
pensamos en la torsi6n como si cstuviCramos
girando un torni!!o con filetc derecho, la direcci6n del vector que vamos a asociar
con esa torsi6n es la direcciOn en quc avanzaria cl tornillo.
, i_.Por quC es el torque un vector'! Es un milagro de buena suerte que podamos
asociar un solo cje con un piano y que, por lo tanto, podamos asociar un vector
con un torque; es una propiedad especial dcl cspacio tridimcnsional. En dos dimen
no necesita tcncr una direcci6n asociada
siones el torque es un escalar comlln
tuviCramos cuatro dimensiones, tendriaa t'!L En trcs dimensioncs cs un
mos grandes d11icultades porquc
el ticmpo, por cjcmplo, como cuarta
dimcnsi6n) no solamente tendriamos piano xy, yz y zx, tambit'!n tendriamos pianos
Ix, ly, y tz.
20-4
Habria seis pianos y uno no puede representar seis cantidades como un vector en
cuatro dimensiones.
Vamos a estar viviendo en tres dimensiones por mucho tiempo; asi que estit bien
notar que el tratamiento matemittic::o anterior no dependiO de! hecho que x era
posiciOn y F fuerza; dependi6 sO!o de las !eyes de transformaciOn para vectores.
Por lo tanto, si en vez de x usitramos la componente x de algU:n otro vector, no
~~~~~ an~g:~~n d~:~~~r~:·y ~~ l~~:ra~~~b~~~p~n!~~;~~! ~nae~~~~~ c~~fida~~
entonces estas nuevas cantidades forman un vector c. Necesitamos una notaciOn
matemittica para la relaci6n entre el nuevo vector, con sus tres componentes, y los
vectores a y b. La notaciOn que ha sido disei'iada para esto es c = a x b. Tendi;emos entonces, ademits de! producto escalar comU:n en la teoria de! citlculo vectorial,
un nuevo tipo de producto, llamado producto vectorial. Asi, si c = a x b, esto es lo
mismo que escribir
aybz -
a,b~,
Cy = azbx -
a,}J,,
c,,
=
(20.9)
Si invertimos el orden de a y b, !lamando b a a, y a a b, tendremos el signo c
cambiado porque cz serfa b.Py-b_,a_,. Por lo tanto. el producto vectorial no es como
la multiplicaci6n ordinaria, donde ab= ba; para el producto vectorial b x a = -a x
x b. De esto, podemos demostrar inmediatamcnte quc si a"'- b, el producto vectorial es cero. Luego a x a = 0.
El producto vectorial es muy importante para representar los aspectos de la
rotaci6n y es importante que enlendamos !a relaciOn geometrica de los tres vectores
a, b y c. Por supuesto, que la relaciOn entre las componentes estit dada por la
ecuaciOn (20.9) y de ahi uno puede determinar cuit.! es la relaci6n geomCtrica. La
respuesta es, primero, que el vector c es perpendicular tanto a a como a b. (Traten
de calcular c ·a y vean si no se Jes reduce a cero.) Segundo, cl mOdulo de e resulta
ser el mOdulo de a por el modulo de b por el seno del itngulo entre e\los. ~En que
sentido apunta c? Imaginen que giremos a hasta b en un itngulo menor que J 80°;
un tornillo con filete derecho girando de esta manera avanzarit en el sentido de c.
El hecho que digamos un tornillo "derecho" en vez de un tornillo "izquierdo '' es
una convenci6n y debe recordarse siempre que si a y b son vectores .. honestos" en
el sentido ordinario, el nucvo tipo de "vector" que hemos creado hacienda ax b
es artificial o de car<icter ligeramente diferente de a y b. pues fue formado mcdiante
una regla especial. Si a y b se llaman vectores ordinarios, tenemos un nombre especial para ellos, los llamamos vectores po/ares. Ejemplos de tales vectores son la
coordenada r, la fuerza F, el momentum P, la velocidad v, el campo e!ectrico E,
etcetera; estos son vectores polares ordinarios. Los vectores que incluyen un producto vectorial en su definiciOn se llaman l'ectores axiales o se11do1•ectores. Ejemplo
de seudovectores son, por supuesto, el torque T y el momentum angular L. Resulta
que la velocidad angular u1 es un pseudovector como lo cs el campo magnCtico B.
20-5
Para completar las propiedades matematicas de los vectores, debemos saber
todas las reglas para su multiplicaciOn, usando productos escalar y vectorial. Por
ahora, vamos a necesitar muy poco de esto en nuestras aplicaciones, pero para que
quede completo vamos a escribir todas las reglas de la multiplicaciOn de vectores
para que podamos usar los resultados mils tarde. Estos son:
a X (b + c)
(aa) X b
a· (b X c)
(d)
a X (b X c) = b(a c) - c(a · b),
(e)
(f)
20-2
a X b + a X c,
a{a X b),
(a X b) · c,
(a)
(b)
(c)
=
=
~
(20.10)
a X a = 0,
a· (a X b)
~
0.
Las ecuaciones de rotaciOn usando productos vectoriales
Preguntemonos ahora si hay alguna ecuaci6n en la fisica que pueda ser escrita
usando el producto vectorial. La respuesta es, por cierto, que hay una gran cantidad
de ecuaciones que se pueden escribir asi. Por ejemplo, vemos inmediatamentc que el
torque es igual al producto vectorial de la posici6n por la fuerza:
= r
T
X F.
(20.11)
Est~
es un resumen vectorial de las tres ecuaciones Tx = yF,- zFY' etc. Por la ~isma
razon el vector momentum angular, si hay una so la particula presente, es la distancia desde el origen multiplicada por el vector momentum;
L = r X p.
(20.12)
Para una rotaci6n en un espacio tridimensional, la Icy dinftmica anftloga a la ley
F =- dp/ dt de Newton, es que el vector torque es la dcr!vada rcspecto al ticmpo
del vector momentum angular:
T
=
dL/dt.
(20.13)
Si sumamos (20.13) para muchas particulas, e! torque externo en un sistema es la
derivada de! momentum angular total respecto al tiempo:
Text
= dLt t/dt.
0
(20.14)
Otro teorema: si el torque total externo cs cero, el vector momentum angular
total del sistema es una constante. Esto se llama la ley de conservaciOn de! momen
tum angular. Si no existe torque en un sistema dado, su momentum angular no
puede cambiar.
iQue pasa con la velocidad angular? iEs un vector? Ya iiemos discutido !a rotaci6n de un objeto s6iido alrededor de un eje fijo, pero por el momcnto supongan quc
lo estamos girando simult<lneamentc con respccto a dos ejes. Podria estar girando
dentro de una caja micntras la caja estft girando con rcspecto a algUn otro eje. jEl
resultado neto de
20-6
estos movimientos combinados es que el objeto simplemente gira con respecto a
alglin eje nuevo! Lo maravilloso de este nuevo eje es que se puede imaginar de
!a siguiente manera. Si escribimos la velocidad de rotaciOn en el piano xy como
un vector en la direcciOn z rnyo largo es igual a la velocidad de rotaci6n en el
piano, y si otro vector se dibuja en !a direcci(m y digamos. que es la velocidad
de rotaciOn en cl piano zx, cntonces, si Jos sumamos vectorialmcnte mediante la
regla del paralelogramo, el mOdulo del resultado nos dice con qui: vdocidad est<'i girando el objeto y la direcciOn nos dice en quC piano. Es decir, simplementc, la velocidad angular es un vector del cual obtenemo,s las magnitudes de las rotaciones en
tres pianos como proyecciones en itngulo recto sobre estos pianos*.
Como una aplicaciOn simple del uso del
velocidad angular podcmos
calcular la potcncia gastada por cl torque que
sobre un cuerpo rigido. La potencia es, por cierto, la variaciOn dcl trabajo con relaci6n al tiempo; en tres dimenT · 10.
siones, la potencia resulta scr P
Todas l'as formulas quc c~cribimos para una rotacion plana pucdcn scr generalizadas a tres dimensiones. Por ejemplo. si un cuerpo rigido cstil girando con
a un cierto eje con vclocidad angular 10, nos podemos preguntar. ··;,Cui1l es
cidad de un punto a una cierta posiciim radial r?" Dejaremos como prob!cma para
el estudiante el demostrar que la velocidad de una particula en un cuerpo rigido esta
dada por v = (,, x r, donde r.1 cs la velocidad angular yr la posiciOn. Tambien. como otro ejemplo de productos vectoriales. tuvirnos una formula para !a fuerza de Coriolis, que tambien puede ser escrita usando productos vectoriales: Fe -- 2mv x 1,1.
Es decir, si una particula "e mueve con velocidad v en un si~tcma de
que estit en realidad rotando con vclocidad angular «J
pensar en
nos de un sistema coordenadu en rotaci6n.
agregar la scudo
fuerza Fe.
Fig
20 1.
Antes. el e1e es horizontal
momentum a11gular :esrier:to al l'Je vert1ccil
0. Despurs: cl eJe es vertical; momentum
anµular 1especto al e1e vertical es todavia
el hombre y la sdla 1-1ircrn en d1recc16n
oµuesta al giro de l<l rueda
20-3
El giroscopio
Volvamos ahora a la ley de
demostrarse con una rueda qtie gira
gura (20-1 ). Si nos sentamo~ en
cumo s1i::ue
rueda que i;ira con su
csto cs cierto punle dcduc·irsc compon1cndo Im. dc.,pl:i1.irn1c11to' ck
durante un
...II. Fslo no cs cv1dcn1c y
:1a1
~c
dCJll
para
20-7
Fig. 20-2.
Un g1roscop10.
e horizontal, la rueda tiene un momentum angular con respecto al eje horizontal.
I momentum angular con respccto a un eje vertical no puede cambiar debido al
vote (sin fricci6n) de la silla, de manera que si giramos el eje de la rueda hacia la
~rtical, entonces la rued.a tendria momentum angular con respecto al eje vertical,
)rque ahora estit girando alrededor de este eje. Pero el sistema (la rueda, nosotros
la silla) 110 puede tener una componente vertical, de manera que nosotros y la silla
~bemos girar en la direcci6n opuesta a la rueda en rotaci6n, para compensarlo.
Primera analicemos con mayor detalle lo que acabamos de describir. Loque es
irprendente y que debemos entender es el origen de las fuerzas que nos giran a
Jsotros y a la silla a medida que giramos el eje de! giroscopio hacia la vertical. La
gura 20-2 muestra la rueda girando ritpidamente en torno al eje y. Luego su velodad angular es en torno a ese eje y resulta que su momentum angular tambi6n
;til. en esa direcci6n. Supongan ahora que queremos rotar la rueda alrededor del
1e x con una velocidad angular Q; t,que fuerzas se necesitan? Despues de un corto
empo !J.t, el eje ha girado a una nueva posici6n, inclinada en un 8.ngulo Li. e con la
orizontal. Ya que la mayor parte de! momentum angular se debe a la rotaci6n alreedor de\ eje (la rotaci6n lenta contribuye muy poco), vemos que el vector momen1m angular ha cambiado. t,Cuitl es el cambio de! momentum angular? El momentum
ngular no cambia en m6dulo, pero cambia en direcciOn una cantidad MJ. El m6ulo del vector !J.L es entonces .J.L = L 0!J.O, de manera que el torque, que es la
ariaci6n en el tiempo de! momentum angular, es T = !J.L/ M = L 0t10/ M = L 00.
'omando en cuenta las direcciones de las diversas cantidades vemos que
T"
=
o X Lo.
(20.15)
)or lo tanto, si 0 y L0 son horizonta\es coma se muestra en la figura T es vertical.
)ara producir este torque deben aplicarse a los extremos de! eje unas fuerzas
torizontales F y -F. (. C6mo se aplican estas fuerzas? Con nuestras manos, mienras tratamos de rotar el eje de la rued.a hacia la direcci6n vertical. Pero la tercera
ey de Newton exige que fuerzas iguales y contrarias (y torques iguales y opuestos)
tctllen en nosotros. Esto nos obliga a rotar en el sentido opuesto con respecto al
:je z vertical.
Este resultado puede ser generalizado para un trompo que gira ritpidamente. En
:I caso familiar de un trompo que gira, la gravedad que actlla en su centro de masa
iroporciona un torque con respecto al punto de contacto con el suelo (ver figura
~0~3). Este torque es en la direcci6n horizontal y hace que el trompo precese con su
:je moviendose en un cono circular respecto a la vertical. Si Q es la velocidad anguar (vertical) de precesi6n, encontramos de nuevo que
-r
=
cfL/dt = D X Lo.
20-8
Fig.· 20--3. Un trompo girando rapidamente. Noten que la d1recc16n del vector
torque es la direcc16n de la precesi6n
Asi, cuando aplicamos un torque a un trompo que est<l girando muy r8.pidamente, la
direcci6n de! movimiento precesional es en la direcci6n del torque, perpendicular a
las fuerzas que producen el torque.
Ahora podemos pretender que entendemos la precesi6n de los girosCopios y realmente lo entendemos matemii.ticamente. Sin embargo, esta es una cosa matemitica
queen un sentido aparece como un "milagro". Va a suceder que a medida que nos
adentremos en la fisica cada vez mis avanzada, muchas cosas simples van a poder
ser deducidas en forma matem<i.ti.:a mas rii.pidamente que lo que se las puede entender en un sentido fundamental o simple. Esta es una caracteristica extrafia y a
medida que entramos en trabajo mils y mas avanzado hay circunstancias en las cuales la matem<i.tica va a producir resultados que nadie ha sido realmente capaz de
entender de una manera directa. Un ejemplo es la ecuaci6n de Dirac que aparece en
una forma muy simple y hermosa, pero cuyas consecuencias son dificiles de entender. En nuestro caso particular, la precesi6n de un trompo parece algo coma un
milagro incluyendo 8.ngulos rectos y circulos y torsiones y tornillos derechos. Lo
que debemos tratar de hacer es entenderla de una manera mas fisica.
iCOmo podemos explicar el torque en tl!rminos de las fuerzas reales y las aceleraciones? Notamos que cuando una rueda estii. precesando, las particulas que giran
en la rueda no se est<i.n moviendo realmente en un piano porque la rueda est<i. precesando (ver figura 20-4). Como explicambs anteriormente (Fig. 19-4), las particulas
que estan cruzando el eje de precesi6n se estan moviendo en trayectorias cun>as y
esto requiere la aplicaci6n de una fuerza lateral. Esta es suministrada por nuestro
empuje en el eje, que entonces comunica la fuerza al aro a traves de los rayos. "Espere ", dice alguien, "ique pasa con l~s partlculas que estan volviendo por el otro
lado?" No toma mucho tiempo decidir que debe haber una fuerza en la direcci6n
opuesta en ese !ado. La fuerza neta que debemos aplicar es, por Jo tanto, cero. Las
fuerzas se anulan, pero una de ellas debe ser aplicada en un lado de la rueda y la otra
debe ser aplicada en el otro !ado de la rueda. Podriamos aplicar estas fuerzas directamente, pero como la rueda es s61ida estii. pennitido hacerlo empujando en el eje ya
que las fuerzas pueden ser llevadas hacia arriba por los rayos.
Fig. 20--4. El movim1ento de las partfculas en la rueda en rotaci6n de la f1gura
20--2. cuyo eie esta rotando. es en lineas
20·9
Toda lo que hemos probado hasta ahora es que si !a rueda estit precesando, puede equilibrar e! torque debido a la gravedad o cua\quier otro torque aplicado. Pero
todo lo que hemos demostrado es que esto es una soluci6n de una ecuaci6n. Esto
es, si el torque estit dado y si logramos que la rotaci6n empiece bien, entonces la
rueda va a precesar suave y uniformemente. Pero no hemos probado (y no es cierto)
que una precesi6n uniforme es el movimiento mcis general que un cuerpo en rotaci6n
puede tcner como resultado de un torque dado. El movimiento general incluye tambien un "tambaleo" con respecto a la precesi6n principal. Este "tambaleo .. se llama
nutaci6n.
A algunas personas Jes agrada dedr que si uno ejerce un torque en un giroscopio, este gira y precesa y que el torque produce la precesi6n. Es muy extraiio que
cuando uno suelta de repeme un giroscopio, no cae bajo la acci6n de la gravedad
jsino que se mueve hacia el \ado! z.Por quC sucede que la fuerza de gravedad que es
hacia abajo, que conocemos y sentimos. lo hace ir hacia un !ado? Ninguna de las
f6rmulas en el munda tales como la (20.15) nos lo van a decir, porque (20.15) es
una ecuaci6n especial, vtilida solamente despues que el girascopio esti: precesando
bellamente. Lo que realmente sucede, en detalle, es !a siguiente. Si mantuviCramas el
eje totalmente fijo, de manera que no pueda precesar de ninguna mancra (pero el
trompo estii. girando} entonces no hay ningO.n torque actuando, ni siquiera un torque
producido por la gravedad porque estti cquilibrado por nuestros dedas. Pero si lo
soltamos de repente, instanttineamente va a haber un torque debida a la gravedad.
Cualquier persona cuerda pensaria que el trompe va a caer, y eso es lo que empieza
a hacer, lo que puedc ser visto si el trompo no estit giranda muy r;lpido.
--------~-~~
--~
Fig. 20-5. Mo"miooto ceel del e<tcemo
del e1e del giroscopio bajo la acci6n de la
graved.ad inmediatamente de~pues .. de soltar
el eie que se habla mantenido f110 previamente
El giroscopio realmente cac, coma era de esperar. Pero tan pronto como cae est.it girando y para que este giro continUe se necesitaria un torque. En la ausencia de
un torque en esta direcci6n, el giroscopio empieza a "caer" en la direcciOn opuesta
a la de la fuerza que fa!ta. Esto da al giroscopia una componente de! movimiento
alrededor de! eje vertical. coma tendria en una precesiOn estable. Pero el movimiento real "sobrepasa ·· la velocidad de precesi6n estable y el eje realmente se levanta
de nuevo al nivel del cual parti6. La trayectoria seguida por el extrema del eje es
una cicloide (!a trayectoria seguida por un guijarro pegado en el neum.itico de un
autom6vil). Ordinariamente, este movimiento es muy ritpido para ser seguido por el
ojo y se arnartigua r.ipidamente debido al race en los rodamientos, dejando sola
mente el movimienta de precesi6n estable (Fig. 20-5). Mientras m.is lento gira la
rueda, la nutaciOn es mis evidente.
20-10
Cuando el movimiento se estabi!iza, el. eje de! giroscopio est<i un poco mas bajo
de lo que estaba al principio. (.Por que? (Estos son los detalles mils complicados,
pero los traemos a colaciOn porque no queremos que el lector se forme la idea que el
giroscopio es un milagro absoluto. E~ una cosa maravillosa, pero no es un milagro.)
Si estuvieramos sujetando el eje totalmente horizontal, y lo so!tilramos de repente.
entonces la sencilla ecuaciOn de precesiOn nos diria que precesa. que gira en un
piano horizontal. jPero eso es imposible! Aunque lo despreciamos antes, es cierto
que la rueda tiene algUn momenta de inercia ,con respecto al eje de precesi6n y si
se estil moviendo a!rededor de ese eje, aunque sea despacio, posee un debil momentum angular respecto al eje. (,De d6nde viene? Si los pivotes son perfectas no hay
torque con respecto a! eje vertical. (.C6mo entonces se pone a precesar si no hay
cambio de momentum angular? La respuesta es que el movimiento cicloidal del extrema del eje se amortigua hacia el movimiento promedio estable <lei centro del
circulo rodante equivalentc. 0 sea. se estabiliza un poco mas abajo. Porque est3.
bajo, el momentum angular de giro tiene ahora una componente vertical pequei'ia,
que es exactamente lo que se necesita para !a precesi6n. Asi que ven ustedes
que tiene que bajar un poco para poder dar vueltas. Tiene que ceder un poco a la
gravedad; al bajar su eje un poquito, mantiene la rotaci6n alrededor de! eje vertical.
Esa es, entonces, la manera en que un giroscopio funciona.
Fig. 20-6. El momentum angular de ur1
cuerpo en rotac16n no es necesariamente
paralelo a la velocidad angular
20-4
Momentum angular de un cuerpo sOlido
Antes de dejar el tema de las rotaciones en tres dimensiones, vamos a discutir.
por lo menos cualitativamente, unos cuantos efectos que suceden en las rotaciones
tridimensionales, los cuales no son evidentes. El efecto principal es que en genera!
el momentum angular de un cuerpo rigido no estti necesariamenre en la misma direcciOn que la velocidad angular. ConSideren una rueda que estil sujeta a un eje en
forma asimCtrica; pero, eso si, con el eje que pasa por el centro de gravedad (Fig.
20-6). Cuando giramos la rueda en torno al eje, cualquiera sabe que va a haber una
vibraci6n en los rodamientos debido a la manera ladeada que la montamos. Cuahtativamente, sabemos que en el sistema en rotaciOn hay una fuerza ccntrifuga actuando en la rueda, que trata de alejar su masa lo mils posible del eje. Esto tiendc a
alinear el piano de la rueda de manera que sea perpendicular al eje. Para resistir
esta tendencia, los rodamientos ejercen un torque. Si hay un torque ejercido por los
rodamientos, debe haber una rapidez de variaci6n de! momentum angular. ,:,C6mo
puecie haber una rapidez de variaci6n del momentum angular cuando e!.tamos simplemente rotando la rueda con respecto al eje? Supongan qui! separamus la veloci
dad angular w en componentes w 1 y w 2 perpendicular y paralela al piano de la
rueda. lCuill es el momentum angular? Los momentos de inercia con respecto a
estos dos ejes son diferentes, de manera que las componcntes del momentum angular, que
20-11
(en estos ejes particulares y especiales solamente) son iguales a !os momentos de
inercia por las componentes de la velocidad angular correspondientes, estitn en una
raz6n dijl!rente de la que estitn las componentes de la vc!ocidad angular. Por
lo tanto, el vector momentum angular estit en una direcci6n en el espacio que no es
a lo largo de eje. Cuando giramos el objeto. tenemos que girar el vector momentum
angular en el espacio, asi que debemos ejercer torques sobrc el eje.
Aunque es muy complicado para dcmostrarlo aqui, hay una propicdad muy importante e interesante de! momenta de inercia que es facil de describir y usar y que
es la base de nuestro anitlisis anterior. Esta propiedad es la siguiente: un cuerpo rigido cualquiera, aun uno tan irrcgulaLcomo una papa, posee trcs ejcs perpcndiculares entre si a travCs del CM, de manera tal que el momenta de inercia con respecto
a uno de estos ejes es el valor mitximo posible para cualquier eje a travi:s de! CM,
el momenta de inercia con respecto a otro eje tiene el menor valor posib!e y el momento de inercia con respecto al tercer eje es intermedio entre estos dos (o igual a
uno de ellos). Estos ejes se Haman ejes principales de! cuerpo y tienen la importante
propiedad que si el c~erpo estit H?tando con respecto a uno de ellos, ~u momentum
angular estil. en la misma direccion que su velocidad angular. Para un cuerpo con
ejes de simetria. los ejes principales estitn segU.n los ejes de simetria.
Fig.
20-7.
La
velocidad angular
el
momentum angular de un cuerpo
(A>B>CJ.
Si tomamos los ejes x, y y z segUn !os ejes principales, y llamamos A, By Ca
los momentos de inercia correspondientes, podemos ca!cular facilmente el momentum angular y la energia cinetica de rotaciOn del cuerpo para cualquier velocidad
.~n con:iponentes <'ix, <i1y y <;J 2 s~g_Un los ejes x, y,
angular w. Si descomponemos
z v usamo~ versure' i, j, k lamb1en scgun x, _\', ::, podemos escnb1r el momentum
angular coma
«'
(20.16)
La energia cinetica de rotaciOn es
KE = !(Aw;
+
Bw~
+
Cw;)
(20.17)
= ~L· "'·
20-12
21
El oscilador arm.Onico
21-1 Ecuaciones diferenciales lineales
21-4 Condiclones iniciales
21-2 El oscilador armOnico
21-.5 Oscilaciones forzadas
21-3 Movimiento armOnico y movimiento circular
21-1
Ecuaciones diferenciales lineales
En el estudio de la fisica, el curso comUnmente es dividido en una serie de temas
coma mecilnica, electricidad, Optica, etc., y uno estudia un tema despues de otro.
Por ejemplo, este curso hasta ahora ha tratado principalmente la mecimica. Pero
una cosa rara sucede una y otra vez: las ecuaciones que aparecen en los diferentes
campos de la fisica y aun en otras ciencias, son a menudo casi exactamente iguales,
de manera que muchos fenOmenos tienen analogies en estos diferentes campos. Para dar un ejemplo mits sencillo, la propagaci6n de las ondas sonoras es en muchos
aspectos anfiloga a la propagaci6n de las ondas luminosas. Si estudiamos acUstica
con gran detalle, descubrimos que mucho del trabajo es el mismo que si estuvi6ramos estudiando Optica con gran detallc. Asi, el cstudio de un fen6meno en un campo
puedc permitir la extensiOn de nuestro conocimiento en otro campo. Es mcjor darsc
cucnta desde un principio que estas extensiones son posibles, porque de otra manera uno podria no entender la raz6n por la cual se gasta una gran cantidad de
tiempo y energia en alga que parcce scr s61o una pequefia parte de la mecil.nica.
El oscilador arm6nico, que estamos a pun to de estudiar, ticne analogias intimas
en muchos otros campos; aunque empezamos con un cjemplo mecinico de una masa fija a un resorte o un p(:ndulo con una pequeiia amplitud o algunos otros dispositivos mccil.nicos, rea!mentc estamos estudiando una cierta ecuaci6n diferencial.
Esta ecuaci6n aparecc una y otra vez en la fisica y en otras ciencias y de hecho
pertenccc a tantos fen6menos que su estudio a fondo bien vale la pcna. Alguno de
los fen6menos que incluye esta ccuaci6n son las oscilaciones de una masa en un
rcsortc: las oscilaciones de las cargas que fluycn de una parte a otra en un circuito
elCctrico; las vibraciones de un diapas6n que estii. generando ondas sonoras; las vibraciones anii.logas de los elcctroncs en un iitomo que gencran ondas luminosas; las
ecuaciones de funcionamiento de un servosistema, coma un termostato tratado de
ajustar una tempcratura; complicadas interacciones en reacciones quimicas; el cre-cimiento de una colonia de bacterias en interacci6n con et aprovisionamiento de
alimcnto y los vencnos quc las bacterias producen; los zorros que sc comen los conejos que se comen el pasto, etc.; todos estos fen6menos obedecen a ecuaciones
que son muy
21-1
similares entre si y t!sta es la raz6n por la cual estudiamos el oscilador mecanico con
tanto detalle. Las ecuaciones se Haman ecuaciones diferenciales lineales con coeficientes cons/antes. Una ecuaciOn diferencial lineal con coeficientcs constantcs cs
una ecuaciOn diferencial que consiste en la suma de varios terrninos, siendo cada
tCrmino una derivada de la variable dependiente con respecto a la variable independiente y multiplicada por alguna constante. Asi
a,. d"x/dt"
+ a,,_
1
d"- 1x/dt"- 1
+ ··· +
a1
dx.ldt
+
aox
=
f(t)
(21.l)
se llama una ecuaci6n diferencial lineal de orden n con coeficientes constantes (cada a; es constante).
21-2
El oscilador armOnico
Tai vez el sistema mec<inico mils simple cuyo movimiento sigue una ecuacl6n
diferencial lineal con coeficientes constantes es una masa fija a un resortc: primero
el resorte se estira para compensar la gravedad; una vez compensada, estudiamos
el desplazamiento vertical de la masa desde su posici6n de equilibria (Fig. 21-1).
Vamos a Hamar x a estc desplazamiento hacia arriba y vamos a suponer tambiCn
que e! resorte es totalmente lineal, en cuyo caso la fuerza que tira en contra cuando
e! resorte cstit estirado es precisamente proporcional a la cantidad de estiramiento.
0 sea, la fuerza es - kx (cori. un signo para recordarnos que tira en contra). Luego,
la masa por la aceleraci6n debe ser 'igual a - kx:
(21.2)
Para simplificar, supongamos que suceda (o cambiamos nuestra unidad de medida
de! tiempo) que el cociente k/m = I. Primera estudiaremos la ecuaci6n
(21.3)
Mils tarde vamos a volver a la ecuaciOn (21.2) con k y m presentes explicitamente.
Fig. 21--1
un eiemplo simple de un
Ya hemos analizado la ecuaciOn (21.3) en detalle numCricamente; cuando reciCn
introducimos el tema de la meciinica resolvimos esta ecuaciOn (vean la ecuaci6n
9.12) para encontrar el movimiento. Mediante integraci6n numfaica encontramos
una curva (Fig. 9-4) que mostraba que si m estaba inicialmente desplazada pero en
reposo, bajaba y pasaba por cero; despues no seguimos mils lejos, pero por supuesto sabemos que sigue moviCndose hacia arriba y hacia abajo -oscila·-. Cuando
calculamos el movimiento numi!ricamente, encontramos que pasaba por el punto de
equilibrio en el t =- 1,570. La
21-2
duracibn de todo el ciclo es 4 veces m<i.s larga; o sea t 0 = 6,28 "seg". Esto fue
encontrado numericamcnte, antes de que supieramos mucho ciilculo integral. Suponemus quc entretanto el Departamento de Matemiltica ha introducido una funciOn
que cuando se deriva dos veces es igual a si misma con signo menos. (Por supuesto
quc hay mancras de obtener csta funciOn de un modo directo, pcro son mils compll"
que saber de antemano cuill es Iv respuesta.) La funci6n es x-= cos t. Si la
encontramos dx/dt =--sen l y rPx/dt 2 =--cos t = -x. La funciOn
\" -= cos t empleLa para t - 0 con x --= I y sin velocidad inicial; Csta fue la s1tuaci6n
con la que cmpcrnmos cuando hicimos nuestro' trabajo numerico. Ahora que sabemos que x =
podemos calcular un valor preciso de! tiempo en el cual debc
por x respuesta est-- n/2 6 1,57108. Estuvimos equivocados en la
cifra dcb1do a crrnres de cillculo num&rico: jpero fue muy aproximado!
Ahora para seguir adelantc con cl prob!ema original. restauremos las unidades de
reales. ~Cuill e!. la suluciOn entonces'! Primero que nada, podemo~
hacer aparecer las constantcs k y m multiplicando cos t por
!a ecuaciOn x =A cos t, entonces encontramos dx/dt =---A
Descubrimos asi con horror que no logramos
obtuvimos de nuevo !a ecuaci6n (21.3)! E~te
importantes de las ecuaciones difcrencrade lu ecuariii11 por wia
esto
matcm<i.tica de e~to es clara.
x c~ una sola ecuaciOn por A, Jigamos, vemos que
por A y por lo tanto Ax es una
origmaL La fisica de dlo cs la sia un rcsortc y
e~tiramos cl doble. la fuerza tame~ el doble. la ve!ocidad que adqulere en
la
recornda en un tiempo dado es el dob!e:
dchc rccorrcr una d1stancrn
para \'Olver al origen porque se esl!r6 el doc! mismo liempo en volver al ongen, prescmdiendo
palabras, en una ecuaci6n lineal el mov1m1ento
cualquiera que sea su intensidad.
X =
COS(;Jo/.
(21.4)
Lo siguiente que tenemos que investigar es el significado fisico de w 0• Sabemos
que la funci6n coseno se repite cuando su argumento es 2n. De manera que
x = cos w 0 t va a repetir su movimiento, va a realizar un ciclo completo, cuando
el "3ngulo" cambie en 2n. La cantidad w 0 t se llama a menudo Jase de! movimiento. Para cambiar w 0t por 2n, el tiempo debe cambiar en una cantidad /0 llamada
el periodo de una oscilaci6n completa; por supuesto, t6 debe ser ta! que w 0 t0 = 2n.
Esto es, w 0 t0 debe corresponder a un ciclo de! ilngulo, entonces todo se va a repetir~ si aumentamos t en t 0 , agregamos 2n a la fase. Asi
to
=
27r/Wo = 21r..;mfk.
(21.5)
De manera que si tuviframos una masa mas pesada fija a un resorte, demoraria
mils en oscilar de una parte a otra. Esto se debe a que tiene mayor inercia y asi,
aunque las fuerzas son las mismas, demora mas poner la masa en movimiento. 0, si
el resorte es mas duro, se va a mover mas rapido y esto esta bien: el periodo es menor si el resorte es mils duro.
Noten que el periodo de oscilaci6n de una masa fija a un resorte no depende
en forma alguna de c6mo se inici6, de cu3nto lo hemos estirado. El periodo esta
determinado, pero la amplitud de la oscilaci6n no esta determinada por la ecuaci6n
de movimiento (21.2). La amplitud queda determinada, de hecho, por la manera
en que lo soltamos, por lo que llamamos condiciones iniciales o condiciones de
partida.
Realmente, no hemos encontrado completamente la soluci6n mas general posible de la ecuaci6n (21.2). Hay otras soluciones. Deberia estar claro el porquC:
porque todos los casos representados por x = a cos w 0 t empiezan con un desplazamiento inicial y sin ve\ocidad inicial. Pero es posible, por ejemplo que la masa
empieze en x = 0 y podriamos darle entonces un golpe impu!sivo de manera que
tenga alguna velocidad para J = 0. Este movimiento no estil representado por un
coseno -estil representado por un seno---. Para expresarlo de otra manera, si x =
cos w 0 t es una soluci6n, entonces, .-,no es evidente que seguiria movit\ndose de la
misma manera que si entrasemos en la sa\a en un cierto tiempo (que llamariamos
··1 = 0") y vieramos la masa en el momenta que pasa por x = O? Por Jo tanto,
x .=..o cos (,J 0 t no puede ser la soluci6n miis general; debe ser posible corrcr el comienzo del tiempo, por decirlo asi. Como un ejemplo, podriamos escribir la soluciOn de esta manera: x = a cos w 0 (t - 1 1), donde J1 es a!guna constante. TambiCn
esto corresponde a cambiar el orlgen de! tiempo a un nuevo instante. Ademils, podemos desarrollar
'cos (w 0 t + 6) = cos w 0 t cos 6 - sen w 0 J sen 6,
y escribir
x =A cos wot+ Bsenw 0 t,
dondc A ~ a cos.1 y B '-'- --a sen.1. Cualquiera de estas formas es una manera
posible de escribir la so!uciOn general completa de (21.2): es decir, toda soluciOn
de la ecuaciOn diferencial d2x/dt 1 = -oilx quc cxista en el mundo se puede escribir
(a)
x
(b)
x = a cos (w 0 1 + 6),
(c)
x = A cos w 0t
=
acosw 0 (1 -
+
11),
(21.6)
Bsen wot.
21-4
Algunas de las cantidades en (21.6) tienen nombres: w 0 se llamafrecuenda angular; es el nllmero de radianes que cambia la fase en un segundo. Eso
queda determinado por la ecuaci6n diferencial. Las otras constantes no estiln determinadas por la ecuaci6n, sino por la manera en que comenz6 el movimiento. De
estas constantes, a mide el desplazamiento mii.ximo alcanzado por la masa y se
llama amplitud de la oscilaciOn. La constante .1 se llama a veces Jase de la oscilaci6n, pero esto es una confusi6n porque otras personas Haman fase a w 0 t + .1,
y dicen que la fase cambia con el tiempo. Podriamos decir que .1 es un defasaje
con respecto a alg(m cero definido. Expresemoslo de otra manera. .1 diferentes corresponden a movimientos con fases diferentes. Esto es cierto, pero si queremos o
no llamar a .1 la fase, esto es otra cosa.
Fig. 21-2. Una partfcula moviendose
en una trayectona circular con velocidad
constante.
21-3
Movimiento armOnieo y movlmiento circular
El hecho que cosenos aparezcan en la soluci6n de la ecuaci6n (21.2) sugiere que
a lo mejor hay alguna relaci6n con circulos. Esto es artificial por supuesto, porque
realmente no hay ninglln circulo implicado en el movimiento rectilineo sencillamente va hacia arriba y hacia abajo. Podemos indicar que hemos, de hecho, resuelto
ya esa ecuaci6n diferencial, cuando estiibamos estudiando la meciinica de! movimiento circular. Si una particula se mueve en un circulo a velocidad constante v,
el radio vector desde el centro de! circulo a la particula gira en un ilngulo cuyo tamaiio es prOJJ9rCional al tiempo. Si llamamos este il.ngulo {J = v t!R (Fig. 21-2)
entonces d()/dt = w 0 = v/R. Sabemos que hay una aceleraci6n a= v2 /R = w 2rfi
hacia el centro. Tambifui sabemos que la posici6n x en un momenta dado esel radio del circulo por cos 0 y que el yes el radio por sen ():
x
=
R cos fJ,
y = R sen fJ.
Y, lCon respecto a la aceleraci6n? {.Que es d2x/dt 2 , la componente x de la aceleraci6n? Esto ya lo hemos resuelto geometricamente; es el m6dulo de la aceleraci6n
por el coseno det 3.ngulo de proyecci6n, con un signo menos porque es hacia el
centro.
Oz
=
-a cos fJ = -w 2R cos 8 = -w 2x.
(21.7)
En otras pa!abras, cuando una particula se esta moviendo en un circulo, la componente horizontal de su movimiento tiene una aceleraci6n que es proporcional al
desplazamiento horizontal desde el centre. Por supuesto, tambiCn tenemos !a soluci6n para el movimiento en un circulo: x = R cos w 0 t. La ecuaci6n (21.7) no depende del radio de! circulo de manera que para un circulo de cualquier radio, se
encuentra la misma ecuaci6n para un w 0 dado. Luego,
21-5
--->---c
~dol
--------+proyector
Fig. 21- 3.
Pantalla
Demostraci6n de la equiva-
lencia entre movimiento arm6nico simple
y movimiento circular uniforme
por varias razones, esperamos que el desplazamiento de una masa fija a un resorte
resultarft ser proporcional a cos w 0t y va a ser, en realidad, exactamente el mismo
movimiento que el que veriamos si observilramos la componente x de la posici6n
de un objeto que estuviera rotando en un circulo con velocidad angular w 0 • Como
una verificaci6n de esto, uno puede disefiar un experimento para demostrar quc el
movimiento hacia arriba y hacia abajo de una masa fija a un resorte es el mismo
que el de un punto que da vueltas en un circulo. En la figura 21-3 una luz de arco
proyectada sobre una pantalla forma las sombras de un perno de un volante solidario a un eje y de una masa que oscila verticalmente, uno al !ado de otro. Si soltamos la masa en el tiempo preciso desde la posici6n precisa, y si la velocidad del
eje se ajusta cuidadosamente de manera que las frecuencias coincidan, cada uno
deberia seguir al otro cxactamente. Tambien se puede comparar la soluci6n numCrica que obtuvimos antes con la funci6n coscno y vcr si concuerdan muy bien.
Aqui podcmos indicar que, dado que el movimiento uniforme en un circulo est<i
tan relacionado matem3.ticamente con el movimiento oscilatorio hacia arriba y hacia abajo, podemos analizar el movimiento oscilatorio de una manera m:is simple,
si lo imaginamos coma la proyecci6n de alga que se mueve en un circulo. En otras
palabras, aunque la distancia y no significa nada en el problema oscilatorio, de todos modos podemos complementar la ecuaci6n (21.2) con otra ecuaci6n en y y juntarlas. Si hacemos esto, podremos analizar nuestro oscilador en una dimensi6n con
movimientos circulares, que es mucho m:is fitcil que tener que resolver una ecuaci6n
diferencial. El truco para hacer esto es usar nUmeros complejos, un procedimiento
que vamos a introducir en cl pr6ximo capitulo.
21-4
Condiciones iniciales
Ahora veamos quC es lo que determina las constantes A y Bo a y ti. Estas est:in determinadas, por supuesto, por la mancra en que empczamos el movimiento.
Si empezamos el movimiento simplemente con un pequeiio desplazamicnto, esto da
un tipo de oscilaci6n; si empezamos con un desplazamiento inicial y empujamos
hacia arriba al so!tar, obtenemos otro movimiento. Las constantes A y B o a y ti
o cualquier otra manera de expresarlos, est:in determinadas, por supuesto, por la
manera en que comenzCi el movimiento y no por ningUn otro aspecto de la situaci6n.
Estas se Haman condiciones iniciales. Nos gustaria relacionar las condicioncs iniciales con las constantes. Aunque esto p4ede hacersc usando cualquicra de las
formas (21.6), resulta mas sencillo si usamos !a ecuaci6n (21.6 c). Supongan que
para t = 0 hemos empezado con un desplazamiento inicial x 0 y una cierta velocidad i:o21-6
Esta es la manera mas general en que podemos empezar el movimiento. (Es derto
que no podemos especificar la aceleraciOn con que empez6, porque eso queda detenninado por el resorte, una vez que espedficamos x 0 ). Ahora, calculemos A y B.
Empezamos con la ecuaci6n para x,
,.: = A
cos w 0 t
+ B senw 0 t.
Como mas adelante vamos a necesitar la velocidad tambiCn, derivamos x y obte
v
-w 0 A sen w 0 t
=
+ woB cos
Wot.
Estas expresiones son va!idas para todo t, pero tenemos un conocimiento especifico respecto a x y i· para t =- 0. De manera que si ponemos t = 0 en estas ecuaciones, obtenemos x0 y v0 , porque ese es el valor de x y de v para t = 0; tambiii:n
sabemos que el coseno de cero es uno y el seno de cero es cero. Por lo tanto, obtenemos
Vo= -woA ·O
+ w0 B· l
w0 B.
=
De manera que para este caso particular encontramos
A
= Xo,
B
=
vo/wo.
De estos valores de A y B podemos obtener a y .1. si qucremos.
Esto es el final de nuestra soluci6n, pero existe un hecho fisico intercsante a
verificar y este es la conservaci6n de la energia. Como no hay pCrdidas por fricci6n,
!a energia deberia conservarse. Usemos la formula
x =a cos (w 0 t
luego
v
=
+ Ll.);
-woa sen (wot+ Ll.)
Avcrigi.iemos ahora cuill es la energia cinCtica Ty cuitJ. es la energia potencial U.
La energia potencial en cualquier momento es ~ k x1, donde x es e\ desplazamiento
y k es la constante de! resorte. Si sustituimos x, usando !a expresiim anterior, ob
tenemos
U
=
-!-kx 2
=
!ka 2 cos 2 (w 0 t
+ Ll.).
La energia potencial no es constante por supucsto; el potcncial nunca se hace negativo naturalmente ---siempre hay alguna energia en el
pcro la cantidad de
energia nuctUa con x. La energia cinetica, por otra parte, es m v2 y sustituyendo
v obtenemos
Ahora. bien !a energia
no hay veloddad: por
ces sc e~ta movicndo
opuesta a la de la
entonces ahi
porque enton-
----:o·.-. - ...
··,-'Cf- e~j~:t~n~=-n~~
21-7
observamos que k = mw~, vemos que
T + U = !mw~a 2 [eos 2 (wof +ti.)+ sen 2 (wot+ ti.)]= !mw~a 2 •
La energia depende del cuadrado de la amp\itud; si tenemos una amplitud doble,
obtenemos una oscilaci6n con una energia cuatro veces mayor. La energ[a potencial media es la mi tad de! miximo y, por lo tan to, la mi tad de! total y la energia
cinetica media tambien es la mitad de la energia total.
21-5
Oscilaciones forzadas
A continuaci6n vamos a discutir el oscilador armOnico forzado, es decir, uno
en el cual actUa una fuerza motriz externa. La ecuaci6n es entonces la siguiente:
m d 2 x/dt 2 = -kx
+ F(t).
(21.8)
Nos gustaria averiguar que sucede en estos casos. La fuerza motriz externa puede
tener diversos tipos de dependencia funcional en el tiempo; !a primera que vamos
a analizar es muy simple -vamos a suponer que la fuerza est<i. oscilando:
(21.9)
F(t) = F 0 coswl.
Noten, sin embargo, que estc (;.1 no es necesariamentc (,1 0 : tcnemos (1J bajo nuestro
control. Se puede forzar a diferentes frecuencias. Asi quc tratamos de resolver la
ecuaciOn (21.8) con !a fuerza particular (21.9). ;,Cu<i.1 es la soluci6n de (21.8)? Una
soluci6n particular (vamos a discutir luego los casos mas generales) es
(21.IO)
x "-- Ccoswl,
donde !a constante debe ser detcrminada. En otras palabras, podemos suponer que
si seguimos cmpujando hacia atr:is y hacia adelante, la masa va a seguir hacia
atrits y hacia adelante al compils de la fuerza. De todos modos podemos tratarlo.
Asi que introducimos (21.10) en (21.9) y obtenemos
- mw 2 Ccoswl
~ -mw~Ccoswt
+ F 0 coswt.
(21.11)
Tambien pusimos k -= m(11l, para que entendamos mejor la ecuacibn al final. Ahora bien, como los cosenos aparecen en todas partes, los podemos simplificar y eso
muestra que (21.10) es en rcalidad una soluciOn con tal que elijamos c cxactamcn
te. La respuesta es que c debe ser
0
(21.12)
Esto es, m oscila a la misma frecuencia que la fuerza, pcro con una amp!itud que
dcpcnde de la frecuencia de la fuerza y tambiCn de la frecucncia del muvlmiento
natural del oscl!ador. Significa, primero, quc ~i ,,1 es muy pcqucilo comparado con
'''o• entonces el de~plazamiento y la fucrza estiln en la misma direcciim. Por otro
lado si lo sacudimos muy rilpido de una parte a otra entonces (21.12), nos dice que
C es negativa si (,1 cslil por sobre la frL-cucncia natural '''o dcl osci!ador armimico.
(Llamarcmos a 10 0 la frecucncia natural del oscilador armUnico y ,,1 la frccucncia
21-8
aplicada.) A muy alta frecuencia el denominador puede hacerse muy grande, entonces no hay mucha amplitud.
Par supuesto que la soluci6n que hemos encontrado es una soluci6n s61o si las
cosas se comienzan correctamente,. porque de otra manera hay una parte que por
lo comim desaparece despues de un tiempo. Esta otra parte se llama respuesta
transitoria a F(t), mientras que (21.10) y (2l.12) se l!aman respuesta de regimen
estacionario.
De acuerdo con nuestra formula (21.12), una cosa notable debe ocurrir tambifo:
si w es casi igual a w 1» entonces c debe tender a infinito. De manera que si ajustamos la frecuencia de la fuerza para que este "a tiempo" con la frecuencia natural,
entonces deberiamos obtener un enorme desplazamiento. Esto es bien conocido para
cualquier persona que haya empujado un nifio en un columpio. No da resultado
que cerremos los ojos y que empujemos con una cierta velocidad al azar. Si lo hacemos en el momenta oportuno, el columpio sube muy alto; pero si estamos a un
ritmo malo, a veces podriamos estar empujando cuando deberlamos estar tirando,
etcetera, y la cosa no resulta.
Si hacemos <M exactamente igual a w 0 encontramos que deberla osci!ar con una
amplitud infinita, lo que, por supuesto, es imposible. La raz6n por la cual no lo hace
es que en la ecuaci6n hay alga malo, hay otros terminos de fricci6n y otras fuerzas
que no aparecen en (21.8), pero que existen en el mundo real. De manera que la amplitud no llega a infinito por alguna raz6n; jpodria ser que el resorte se rompiera!
21-9
22
Algebra
22-1
AdiciOn y multiplicaciOn
22-2
Las operaciones inversas
22-3
AbstracciOn y generalizaciOn
22-1
22-4
COmo obtener valores
aproximados de nU.meros irracionales
22-5
N Umeros complejos
22-6
Exponentes imaginarios
AdiciOn y multiplicaciOn
En nuestro estudio de los sistema oscilatorios vamos a tener la oportunidad de
usar una de las formulas mas notable, casi asombrosa, de toda la matemiitica.
Desde el punto de vista de! fisico podriamos introducir esta formula en dos minutos
mils o menos y estar listos. Pero la ciencia cxiste tanto para el goce intelectual coma
para la utilidad prii.ctica, de manera que en vez de demonrnos unos cuantos minutos en esta maravillosa joya, vamos a co[ocar la joya dentro de su marco apropiado
en ct grandioso disei'io de aquel!a rama de la matemiltica que se llama algebra elemental.
Ahora ustedes podrlan preguntar: "iQue hace !a matemiltica en una clase
de fisica?" Tencmos varias excusas posibles; primcro, por supuesto, la matcm3.tica
es una herramienta importante, pero Csta solamente nos excusaria por cntregar la
f6rmula en dos minutos. Por otra parte, en fisica tec')rica descubrimos que todas
nuestras !eyes pueden ser escritas en forma matemiltica; y que esto tiene cierta sencillez y hermosura. Asi, en Ultimo tCrmino para entendcr la naturaleza podria ser
ncccsario tener una comprensl6n m:!s profunda de las rclacioncs matemiltlcas. Pero
la ran:m verdadera es que el tema cs entretenido y aunque nosotros !os humanos
dividimos la naturalcza de maneras diferentes y tenemos cursos diferentes en departamentos distinlos, esta departamentalizaci6n es rcalmcnte artificial y dcbcriamos
disfrutar nuestros placeres lntelectuales donde los encontremos.
Otra raz(m para examinar con mayor cuidado cl ti.lgebra, aunquc la mayoria de
nosotros cstudi6 ti.lgebra en el colegio, es que Csa fue la primera vez que !a estudiii.
hamos; todas !as ecuaciones eran poco familiares y era muy dificil, asi como lo es
la fisica ahora, De vez en cuando es un gran placer mirar hacia atrii.s para vcr quC
territorio ha sido estudiado y cuti.l es cl gran mapa o plan de todo cl conjunto.
iOuizils, algUn dia, alguien en el Departamcnto de Matcm<ilica va a dar una clase
de mec<inica de manera de mostrarnos quC era !o que estti.bamos tratando de apren
der en el curso de fisica!
El tema de algebra no va a ser desarrollado de5de el punto de vista del matemti.
tico exactamente, porque los matem3.ticos estti.n intcrcsados mti.s que nada en c(imo
se demuestran los divcrsos hechos matem:iticos, en culi.ntas suposicioncs son abso
lutamente
22-1
dc lo
y en lo que no es necesario. No estim tan interesados en e! rcsuldemuestran. Por ejcmplo. podemos encontrar el teorema de Pititla ;,uma de los cuadrados de los lados de un triitngula hipotenusa; Cse es un hecho interesante, una
ser aprcciada sin discutir el hecho de cOmo
Asi, en cl mismo espintu
a dcscribir
hacer!o asi, el sistema dcl
rama de la matemi1tica
coffio ab = ba se abandonan y
pero no vamos a d1scutir e~to.
suces1van1cntc
S1 cmpezamo' con un c1erto
una unidad b vccc,. cl nlimcro a ql1e
} e~o de!ine la
adicion de en term
la adici(m, podemos constdcrar e;,to: ;,1
llamamos el
+
(b + c) = (a + b)
+'
+ c) = ab + ac
(a) a+h=b+a
(b)
a
(c)
ab= ba
(d)
a(b
(o)
(ab}c = a(hc)
aha' = a(b+cl
(f)
(abY
(h)
(ai·y
~
a(bd
(J)
a I
=
a
(g)
(i)
a+O=a
=
ache
(22.l)
(k) a 1 = a
Estos resultados son muy
y no vamos a insistir en ello~, sOlo los ind1capropiedadcs cspecialcs; por cjcmplo a + O es a,
mos. Por supuesto que I y
= a ya elevada a la pnmera potencia es a.
a x I
quc
C> tl11,1lmcntc c1crlo quc
escrito dcmasiada'
de el las pucdcn 'er deduc1das de utra;. pero no nos \ amos a preocupar por
cosw,.
22-2
22-2
Las operaciones inversas
Adcmii.s de las operaciones direct~s de adiciOn, mu!tiplicaci6n y elevaci?n a una
potencia, tambiCn tcnemos las operaciones inversas que se definen .coma s1gue: Supongamos que a y c estii.n dados y quc queremos encontrar c~ales valores de b
l>atisfacen ecuaciones tales como a + b = c, ab = c, ba = c. S1 a + b = c, b se
define co mo c - a que se \lama sustracci6n. La operaci6n llamada divisi6n tambiffi
es clara: si ab ___,, c, entonces b = cla define la divisi6n -una soluci6n de la ecua'
"hacia atrii.s". Si tenemos una potencia ba = c y nos preguntamos
cion ab ,_,_
"lQue es
b se llama la raiz a~Csima de c: b = ~C. Por ejemplo, si nos hacemos
la siguiente pregunta: i,"Que entero, elevado a la tercera potencia, es igual a 8?",
entonces la respuesta se llama raiz cUbica de 8; es 2. Como b'1 y ah no son iguales,
hay dos problemas inversoi. asociados con las potencias y el otro problema inverso
debe ser: ";,A que potencia debcmos clevar 2 para obtener 8?" Esto se llama tomar
cl logaritmo. Si ah= c, escribimos b = logal'. El hecho que tenga una notaci6n mas
trabaJOSa en relacion a los otros no sigmfica que sea menos elemental, por lo menos
aplicado a los enteros, que los otros procesos. Aunque !os logaritmos aparecen tarde
en un curso de ti.lgebra. por cicrto que en la pnl.ctka son tan scncillos coma las
raices; son precisamente una soluci6n difcrcnte de una ecuaci6n algcbraica. Las
opcraciones directas e invcrsas se resumen como sigue:
(a)
adici6n
h~
(b)
(c)
("')
c
multiplicaciUn
ah= c
potencia
b" ~ c
(d)
sustraccion
h= c-a
(b')
divlsi6n
(c')
raiz
b~
b~
(d')
c/a
?''
logaritmo
logac
b~
22-3
AbstracciOn y generalizaciOn
Cuando tratamos de resolver ecuaciones a!gebraicas simples, usando todas estas
definicioncs, pronto descubrimos algunos problemas insolubles tal coma el siguiente.
Supongan que tratamos de resolver la ecuaci6n b = 3 - 5. Esto significa, de acuerdo
con nuestra definici6n de sustracci6n, que debemos encontrar un nllmero que cuando se suma a 5 da 3. Y por supuesto no existe tal nUmero, porque consideramos
s6lo enteros positivos; Cste es un prob\ema insoluble. Sin embargo, el plan, la gran
idea es Csta: abstracci6n
22-3
y genera!izaciOn. De la estructura comp!eta de! algebra, reglas mas enteros, abstrae
mos las definiciones originales de adiciOn y multiplicacic·m, pero dejamos las reglas
(22. l) y (22.2) y suponemos gue Cstas son v:ilidas en general para una clase de nUmeros mas amplia, aunque ellas fueron obtenidas originalmente en una clase menor.
Asi, en vez de usar enteros simbO!icamente para definir las reglas, usamos las reglas
como definiciOn de Jos simbolos, los quc entonces representan un tipo de nUmero
miis general. Como ejemplo, trabajando solamente con las reglas, podemos demostrar que 3 - 5 =- 0 - 2. De hecho podemos demostrar que uno puede hacer t,odas
las sustracciones siempre que definamos un Conjunto compkto de nucvos nUmeros:
0-1. 0-2, 0-3, 0-4, etc., Uamados enteros negativos. Entonces podemos usar
todas las otras reglas, como a (b + c) = ab + ac, etc., para encontrar cuaJes son las
reglas para multiplicar nUmeros negativos, y vamos a descubrir que todas las reg!as
pueden ser mantenidas tanto con enteros negativos como positivos.
De manera que hemos aumentado la extensibn de los objetos para los cuales las
reglas dan resu!tado, pero el significado de los simbolos es diferente.
Uno no puOOe decir, pOF cjemplo, que -2 por 5 rea!mente significa 5 sucesivamente -2 veces. Eso no tiene ningUn significado. Sin embargo, todo va a resultar bien
de acuerdo con !as reglas.
Un prob!ema interesante aparece al considerar las potencias. Supongan que queremos descubrir Jo que significa a' 3-- 21 • SO!o sabemos que 3 - 5 es una soluci(m del
problema (3-5) + 5 = 3. Sabiendo eso, sabemos que a' 3-» ·al = a 3 • Por lo tanto
3
a' -'' = al/al por la definiciOn de divisibn. Con u;1 poco miis de trabajo, esto puede
ser reducido a l/a 1 • De manera que encontramos que las potencias negativas son los
reciprocos de las potencias positivas. pero I/ a 1 es un simbo!o sin significado porque si a es un entero positivo o negativo, su cuadrado es mayor que I y jtodavia
no sabemos lo que entendemos por I dividido por un nUmero mayor que I!
0
jAdelante! El gran plan es continuar el proceso de generalizaci6n; cada vez que
encontramcs otro prob!ema que no podcmos resolver extendemos nuestro reino de
!os nUmeros. Consideren la divisi6n: no podemos encontrar un nUmero que sea un
entero, aunque sea negativo, que sea igual al resultado de dividir 3 par 5. Pero si
suponemos que todos los nUmeros fraccionarios tambien satisfacen las reglas, entonces podemos hablar de multiplicar y sumar fracciones y todo resulta tan bien como
antes.
Consideren otro ejemplo ~e_potencias: ique es a 1i 5? SOio sabemos que (3/,5)5 '---= 3, ya que esa fue la defimc16n de 3/5. De manera que sabemos que (aOi5))5 -,
=--c. a'J/5)(l• ~- ai porque ~sta es un_!l de las reglas. Entonces por la definiciOn de
ra1ces encontramos que a' 11 5 ' = \(Qi.
De esta manera podemos definir lo que queremos decir al poner fracciones en
Jugar de los diversos simbolos. usando las reglas mismas para ayudarnos a determinar la defin~c.i6n -no es arbitrario-·. jEs un hecho sorprcndente que todas las
reglas sigan vahdas tanto para los enteros positlvos y negativos como para las
fracciones!
Sigamos con e! proceso de genernlizaci6n. iHay alguna otra ecuaci6n quc no
podamos resolver? Si, hay otra. Por ejemplo, es imposible resolver esta ecuaci6n:
b = 21/2 "" ../2. Es imposible encontrar un nUmero que sea racional (una fracci6n)
cuyo cuadrado sea igual a 2. Es muy facil para nosotros en los tiempos modemos
responder a esta pregunta. Conocemos el sistema decimal, de manera que no tenemos dificultad en entender
22-4
el significado de un decimal sin tfrmino como ~n tipo de ap~oximacil)n a la r~[l.
cuadrada de 2. HistOricamente, esta idea presen_to una ?ran d_ihcultad par~ los gnc
gos. Para definir en fortna precisa lo que se qu1ere decrr aqut, es necesano agregar
alguna esencia de continuidad y orden, y esto es, de hecho, exactamente en este punto
casi el pa:;o mas dificil en el proceso de generalizaci6n. Fue hecho formal y rigurosamcnte por Dedekind. Sin embargo. sin preocuparnos de! rigor matemtitico de! asunto, es muy facil de entender que lo que queremos decir es que vamos a encontrar
una sucesiOn completa de fraccioncs aproximadas, fraccioncs perfectas (porque
.:;ualquier decimal, rnando sc corta en alguna pane es ciertamente racional), que
sigucn y siguen, acerd.ndose cada vez mils al resultado deseado. Esto es suficiente
para lo que 4ueremos discutir y ello permite enredarnos con los nllmeros irracionales
y calcular con bastante esfuerzo cosas como la raiz cuadrada de 2 con toda la precisiOn que deseamos.
22-4
COmo obtener valorcs aproximados de nUmeros irracionales
problema surge cuando averiguamos que sucede con las potencias
que qucremos definir, por ejemplo. 10Vi: En principio la ressencilla. Si aproximamos la raiz cuadrada de 2 a un cierto nUmero
la potencia es racional y podemos extraer la raiz aproanterior, y obtener una aproximaci6n para IOv'f. Despues
cuantas cifras decimalcs m:is (de nuevo e!!a es racional),
esta vez una raiz de orden mucho mayor porque hay un
fracci6n, y obtener una mejor aproximacibn. Por supuesto,
enormes y el trabajo es bastante dificil. <,C6mo vamos a
En el
cuadradas, raices cllbicas y otras raices pequeiias hay
el cual podemos obtener una cifra decimal despues
trabajo necesario para calcular potencias irracionales
ellas (el problema inverso) es tan grande que no hay
que podamos usar. Por lo tanto, se han construido
nos penruten
estas potencias; y Cstas se llaman tablas delogaritde potcncia'i depcndiendo de la manera que estim construidas. Es sencimos o
llamente un problema de ahorrar tiempo: si tenemos que elevar un nUmero a una po·
tencia irracional es mejor buscarlo tjue tener que calcularlo. Por supuesto, este
ciilculo no e~ mtis que un problema tCcnico, pero interesante y de gran valor hist6rico.
En primer lugar, no s6lo tcncmo~ el problema de resolver x = JO V~ sino tambiCn
el problema de resolver JOx -' 2, 6 x - log 10 2. Este no cs un problema en el
tengarnos que definir un nuevo tipo de nU.mero para el resultado, es simplemente
un problcma de c:ikulo. La
simplemente un nilmero irracional, un deci
mal sin tfrmino, noun
problema de calcular
~oluciones
de tales ecuaciones. La
JOl y 10 4 10
lQ'\·~ y esta
""bdcrnmrnto muy simple. Si pudierarnos calcu!ar
multipliciiramos, obtendriamos 10 t,414 ..., o
csto funnona. Pero en vez
22-5
de calcu!ar 10 1 / 10 y los dem:ls, vamos a calcular 10 1n, 10 114 , etc., Antes quc empecemos, debemos explicar por quC hacemos tanto trabajo con !O, en vez de con otro
nUr:iero. N<;>s _damos cuenta, por supuesto, que las tablas de Jogaritmos son de gran
utihdad practica, aparte dcl problema matemittico de extraer raices, ya que con
cualquier base
Jog 0 (ac)
=
logo a
+ logb c.
(22.J)
Todos sabemos que podemos usar este hecho de una mancra pritctica para multi
plicar nUmeros si tenemos una tabla de logaritmos. La Um ca pregunta es: i",con que
base h vamos a calcular? No importa quC base se use; podemos usar e! mismo principio todas las veces y si estamm usando logaritmm con una base detenninada,
podemos encontrar !os logaritmo~ con respecto a cualquier otra base simplemcnte
cambiando la escala, un factor de multiplicaci6n. Si multiplicamos la ecuaciOn (22.3)
por 6 ! , sigue siendo igualmente vitlida; y si tuviframos una tabla de logaritmos con
base b y si alguien multiphcara toda nuestra tabla por 61, no habria d1ferencia
esenciaL Supongan que conocemos los logaritmos de todos los nUmeros en la base h.
En otras palabras, podcmos resolver la ecuaci6n bQ -- c para cualquier c porque
tenemos una tabla. El problema es encontrar el Jogaritmo de! mismo nUmcro c con
respecto a otra base, digamos x. Nos gustaria resolver x<'.-= c. Ello es facil de hacer,
porque stcmpre podemos escribir x - b', que define a l, conocicndo x y h. De hecho
l = logbx. Si reemplazamos este valor y dcspejamos para a', vemos que (bl}Q' =-= bta'
~ c. En otras palabras, ta' es el logaritmo dc c en base b. Asia'-= alt. Luego los
logaritmos en base x son simplemcnte 1 It, que es una constante, por los logaritmos
en base b. Por lo tanto, cualquier tabla de logaritmos cs equivalente a cualquier
otra tabla de logaritmos si multiplicamos por una constante y la constante cs
1/IOg[>X. Esto nos permite elegir una base particular y por convenicncia tomamos la
base 10. (La pregunta puede surgir de si existc alguna base natural, una base en la cual
las cosas sean mas sencillas y vamos a tratar de encontrar una respuesta a eso mas
tardc. Por el memento vamos a usar la base 10.)
Veamos ahora c6mo calcular Iogantmos. Empczamos calculando raices cuadradas sucesivas de 10 por el metodo de aproximac16n. Los resu!tados se muestran en
la tabla 22-l. La primera columna da las potencias de JO y el resultado, 10', se da
en la tercera columna. Asi, 10' - JO. La potcncia a un med10 de JO la pode
mos calcular facilmente porque es la raiz cuadrada de 10 y hay un proceso conocido
y ~imple para extraer la raiz cuadrada de cualqmer nLimero*. Usando este proccso.
encontramos quc la pnmera rai7 cuadrada cs 3.16228. t,De que nos sirve eso'? Ya
nos dice alga, nos dice c6mo extraer 10°15, asi conocemos por lo menos un loga
ritmo, si sucede que neces1tamos e! logaritmo de 3.16228 sabemos lJ.Ue la respuesta
est:i ccrca de 0,50000. Pero tencmos que mejorar un poco; se ve que necesitamos
mils informaci6n. De manera que extraemos la raiz cuadrada de nuevo y encontramos J0 114 que es 1,77828. Ahora tencmos el logaritmo de mil.'> nUmeros que antes,
1,250 es el logaritmo de 17,78 y, entre parentesis,
• Exi~te un proced1miento arltmetico dcfinido, pero la manera ma' fkil de
cuadrada de cualqu1cr nUmero N es elegir un a ba~tante cerca del
cncontrar
usar e~tc valor promediado a' para la
eleccdm
med1ar a' "' 1/2 !a +
22-6
Tabla 22-1
Raiees euadradas sucesivas de diez
Exponentc f°24!r-----W:·~
--1--=-=1-cl02-:--1~~00o---~0
1/2
1/4
1/8
1/16
1/32
1/64
1/128
1/256
1/512
1/1024
I
I
512 I
256
128
64
32
16
8
3.16228
1.77828
1.33352
l.15478
1.074607
1.036633
1.018152
l.0090350
1.0045073
1.0022511
(10' - 1)/s
·-
9.oo
""--==
4.32
3.113
2.668
2.476
2.3874
2.3445
2,3234211
2.3130104
2.3077 ~3
2.3051 26
'"
.:l/1024
(.:l-> 0)
I
+ .00224866
si alguien pregunta por 10° 75 !o podemos obtcner porque es 10• 0 -i+o.ll•; es, por lo
tanto, el producto de los nUmeros segundo y tercero. Si podemos obtener nUmeros en
la columna s para podcr construir casi cualquier nUmero, entonces al multiplicar los
elementos adecuados en !a columna 3, podcmos obtener 10 elevado a cualquier potencia; Cse es cl plan. Asi que calculamo~ diez raices cuadradas sucesivas y Cse cs el trabajo principal de estos c:ilculos.
i.Por quC no seguim.os para obtener cada vez m;'.is
a darnos rnenta de algo. Cuando elevamos
cs
tenemos I mils una pequei'ia cantidad. La
tencr que tomar !a potencia I .OOO"'•irna de
para volver a
manera que
mejor que no empccemos con un nllmero tan grandc; tiene que ser cerca de I. Lo
que notamos es que los pequeilos nUmeros que sumamos a I empie?an a apareccr
como si cstuviCramos simplemente dividiendo por 2 cada vez; vemos que 1.815 se
hace 903; dcspuC~ 450, 225; de manera que cst3
quc si cxtraemos otra raiz,
me nos, y en vcz de cx/racr
con excelcnte aproximaci6n obtendremos 1,00 ! 12
realmente todas las raices cuadrada~. eslimamos cl
Ultimo. Cuando tomamos
una pequcila fracci6n ,1 de 1.024. lCuii.I va a ser la respucsta a rncdida que .---" tienda
a cero? Por supuesto va a ser algUn nUmero cerca de 0,0022511 .:1. No exactamente 0,0022511 J.; sin embargo. podemo~ obtcncr un valor mcjor mcdiantc cl si
guiente truco: restamos cl I y dcspuC~ dividimos por la potcncia s Esto dchcria
corregir todos los exccsos en el mismo valor. Vcmos que son muy
cipio de la tabla no. pcro a mcdida que bajan, se
constantc. lCulil cs cl valor? De nuevo mirarnm
~on
biado cons. Cambi6 en 2J I, en 104, en 53. en
en forma muy aproximada la mitad el uno dcl olro a mcdida que ba1amo~.
tanto, si seguimos adelante, los cambios scrian 13, 7, 3.
22-7
2, I, mils o menos, o un total de 26. De manera que tenemos que avanzar solamente
en 26 y asi encontramos que el nUmero verdadero es 2,3025 (realmente veremos
mils tarde que el nUmero exacto deberla ser 2,3026, pero para no quitarle realidad
no vamos a alterar nada en la aritmetica). A partir de esta tabla podemos calcular
ahora cualquier potencia de JO, componiendo las potencias a partir de la l.024"'a.
Cakulemos ahora realmente un logaritmo, porque el proceso que vamos a usar
es el proccso de d6nde provienen las tablas de logaritmos. El procedimiento se
muestra en !a tabla 22-2 y Jos valores numericos se muestran en la tabla 22-1 (columnas 2 y 3 ).
I abla 22-2
Calculo de un logaritmo: log,.,z
2 + 1.77828 = 1.124682
1.124682 + 1.074607
=
1.046598, etc .
. . 2 = (l.77828)(1.074607)(1.036633)(1.090350)(1.000573)
=
10[-2- (256
1024
=
1003010:1
+ 32 + 16 + 4 + 0.254] = 10[~~]
1024
(~
2249
=
0.254)
.·. Jog 1 o 2 = 0.30103
Supongan que queremos cl logaritmo de 2. Es decir. queremos saber a que
tcncia debemos elcvar 10 para obtener 2. ;,Podemos elevar JO a la potencia
No: es muy grande. En
palabras. podemos ver que !a rcspuesta va a ser mayor
que I /4 y menor que
Saqucmos el factor 10 1. 4 : dividimos 2 por 1.778 .... y
que hemos sacado 0.250000 del logaritmo.
obtenemos l. l 24 ... , ct<:: .. y
El nU.mero l,[24 ... es ahora
cuyo logaritmo necesitamos. Cuando hayamos terminado. agrcgaremos de nuevo el ! /4. o 256/1.024. Ahora buscamos en la
tabla el nUmero siguicnte. justo debajo de !.!24 .... y e~ 1.074607. Por lo tanto.
dividimos por 1.074607 y obtcnemos 1.046598. De ah"1 descubrimos que 2 puede ser
formado por un producto de nl1mcros quc est:"m en la tabla 22-l. como sigue:
2
=
(I. 77828)( 1.074607)( 1.036633)( t .0090350)( 1.000573)
SobrO un factor (1,000573). naturalmentc. que est:l m:ls allit del alcance
tabla. Para obtencr cl logaritmo de estc factor usamo~ nuestro
10 l, 1024""" I + 2.3025 _\/ 1024. Encontramos J. =- 0.254. Luego
es lO a la siguientc potcncia: (256 + 32 -1 16 + 4 -1 0.254)/1024.
ob
tencmos 308.254/1024. Dividiendo obtencmos 0.30103. de manera que sabemus
quc log 10 2 0.30103: jquc resulta correcto hasta 5 cifras!
Esta cs la manera ciJmo los logaritmos fueron calculado~
por cl
Sr. Briggs de Halifax. en 1620. Dijo. "rnmputC sucesivamcnte
cuadradas
de !O". Sabemm que realmcntc cakulO la~ primcras 27. porquc el resto ~e puedc
obtcner por cstc
22-8
truco con el j,, Su trabajo consistiO en calcular la raiz cuadrada de 10 veintisiete
veces, que no ~s mucho mils que las diez veccs que lo hicimos nosotros; sin embargo.
fue mucho mas trabaJo porque el calculO hasta dieciseis cifras dec1males y luego
redujo su rcsultado a catorce cuando lo publicO, de manera que no habia errores
de redondeo. Hizo tablas de Jogaritmos con catorce cifras dccimales mediante este
mCtodo, que es bastante tedioso. Pero todas las tablas de logaritmos por trescientos
ailos fucron tomadas de las tablas de] Sr. Briggs, reduciendo el nllmcro de cifras
decimales. SOlo en los tiempos contempor<'tncos con la WPA y las milquinas computadoras, sc han calculado nuevas tablas independientemente. Hay metodos mucho
m<'ts eficicntes de calcular Jogaritmos hoy en dia, usando ciertos desarrollos en serie.
En el proceso anterior descubrimos alga bastantc intercsante y es que para pc
queilas potencias c podemos calcular JOf facilmente; hemos descubierto que JO' =
= I + 2,3025f por simple an<'tlisis numCrico. Esto tambiCn significa, por supuesto,
quc 10"12.3025
l -+ fl si 11 es muy pequcila. Ahora bicn los logaritmos en cualquier
otra base son simples mUltiplos de los logaritmos en base 10. La base 10 fue usada
solamente porquc tenemos IO dedos y !a aritmCtica es facil. pero si preguntamos
par una base matem.iiticamente natural, una que no tenga nada que ver con el nUmero de dedos en los seres humanos. podriamos tratar de cambiar nuestra escala de
naturnl y conveniente y el mCtodo que la gente ha elelogaritmos de una
gido es redefinir los
multiplicando todos los logaritmos en base IO por
2,3025.
a usar otra hase y que se llama base natural
n o f'n ~ J 1- fl a medida que n • 0.
o base e.
Es bastante facil averiguar Jo que es
!Oll2.3025 O I00.434294 ... , una potencia
irracional. Nuestra tabla de raices
sucesivas de IO se puede usar para
10 elevado a cualquier potencia; asi que
calcular no s\'1!0 logaritmos. sino
e. Por conveniencia. trnnsformamos
usi:mosla para calcular
base
Ahora.
cs 256 + 128 , 32 + 16 + 2 + 0.73.
0,434294 ... en 444,73/
Entonces e, ya que es un exponentc de una suma, va a ser cl producto de los
(El Unico problema es el Ultimo. que es 0.73, y quc nu est.ii en la tabla. pero sabemos
que si .1 es pequeiio, la respuesta es 1 ·•- 2.3025 j .) Cuando los multiplicamos, obtenemos 2,7184 (deberia ser 2,7183, pero est.ii bastante bicn). El uso de estas tablas
es. entonces. !a manera mediante la cual se calculan las potencias irracionales y los
logaritmos de nUmeros irracionales. Y con esto terminamos con los nUmeros irra
cionales.
22-5
NUmeros complejos
Y ahora resulta que, despuCs de todo ese trabajo. ;todaria nu podcmos resolver
todas Ia ecuaciones! Por ejemplo. (.cu.iii es la raiz cuadrada de -1? Supongan que
tcnemos que encontrar xi ~- -1. El cuadrado de ningUn racional, de ningUn irracio
nal, de nada que hayamos descubierto hasta ahora es igual a --l. De manera que
de nuevo tenemos que generalizar nucstros numcros a una clase aUn mlls amplia.
Supongamos que una soluci6n especifica de x 1 = - I se !lama de alguna manera,
nosotros la llamarcmos i; i tiene por definici6n la propiedad de que su cuadrado
es -1. Esto es
22-9
(r
+ is)(p + iq)
=
=
=
+
+
+
+
+
+
rp
r(iq)
(is)p
(is)(iq)
rp
i(rq)
i(sp)
(ii)(sq)
(rp - sq) + i(rq + sp),
(22.4)
todos los nUmeros que ohedecen ahora las rcglas
(22.5)
22-10
Pero ya sabemos como caJcuiar 10' y siempre podemos multiplicar _alg? por cualquier otra cosa; luego el problema es calcular solamcnte !01-'. lnd1quemoslo por
algUn nUmero complejo x 1 iy. Problcma: dado ~. cncontrar x, encontrar y. Ahora
,,
IO"
=
x
+ iy,
entonces el complejo conjugado de esta ecuaciim tambifo debe ser cierto, de manera
quo
w-"
=
x - iy.
(Vemos asi que podemos deducir una cantidad de cosas sin realmente calcular nada,
utilizando nuestras reglas.) Deducimos otra cosa interesante al multiplicarlas
10 1•10-i• = 10° = 1 = (x
+ iy)(x
-
iy) = x 2
+ y 2•
(22.6)
De manera que si cncontramos x tambien encontramos y.
Ahora el problema es cOmo calcular 10 elevado a una potencia imaginaria.
~Qui: gula existe? Podemos trabajar basandonos en nuestras reglas hasta que no
podamos ir mas alla, pero hay una guia razonable: si podemos calcu!arlo para
una s particular podemos obtenerlo para todo el •resto. Si conocemos 10 11 para una s
cualquiera y desputs lo quercmos para el doble de esa s, podemos elevar el mimero
al cuadrado, y asi sucesivamente. Pero, ;,c6mo encontrar JOis aun para un valor
especial de s? Para lograrlo vamos a hacer una hip(Jtesis adicional quc no csta pre
cisamente en la categoria de todas las otras reglas, pero que lleva a rcsultados razonab!es y nos permite progresar: cuando la potencia es pequeiia vamos a suponer
que la "ley" 10' = I + 2.3025 i es correcta, a medida que ,• se hacc muy pcqueila.
no sO!o para 1 real, sino lambiin para E comp/ejo. Por lo tan to, empezamos con la
hip6tesis de que esta ley es va!ida en general, y esto nos dice quc IOis-= 1 + 2.3025 ·
·is, para s---> 0. De manera que suponemos que si s es muy pequeila, digamos uno
en 1024, tenemos una buena aproxirnaciOn a J0 1s.
Ahora hacemos una tabla mediante la cual podemos calcular todas las potencias
imaginanas de 10. csto es ca!cular x e y. Esto se hace como sigue. La primera potencia con que empernmos es la potencia l I !024, que suponemos que tiene un valor
muy cercano a I + 2,3025i/ 1024. A~i empezamos con
]Qi/IOZ·l =
1.00000
+ 0.0022486i,
(22.7)
y si seguimos multiplicando el nUmero por si mismo, podemos Jlegar a una potencia
imaginaria mayor. De hecho, basta con invertir el procedimiento quc usamos al hacer
nuestrn tabla de logaritmos y calcular cl Cuadrado. la 4.". la 8." potencia. etc., de
(22.7) y asi construir los valures mostrados en la tabla 22-3. Notamos un hecho interesante. que los nUmeros x son positivos al principio, pero dcspues se hacen nega,
tivos. Vamos a examinar esto un poco mas demro de un momenta. Pero primero
podriamos tener la curiosidad de averiguar para que nUmero s la parte real de 10''
~s ce~o. El valor y podria ser i y asi tendriamos JOa = i O is"'' log 10 i. Como ejcmplo
je como usar esta tabla, tal como calcu!amos antes log 10 2 , usamos la tabla 22-3
para encontrar log 10 i.
;,Cu1i.! de los numeros de la tabla 22·3 debcmos multiplicar para obtener un reimaginario? Despufs de tantear un poco, descubrimos que para reducir x lo
que se pueda. es mejor multiplicar "'512"' por'" 128 "".Esto da 0.13056 ~ 0.99144i
;u~tado
TI as
22-11
Entonces descubrimos que debemos multiplicar esto por un nUmero cuya parte ima·
ginaria sea casi igual a la dimensi6n de la parte real que estamos tratando de eliminar. Por lo tanto, elegimos "64" cuyo valor de yes 0,14349, ya que es el mils
cercano a 0,13056. Esto da-0,01350 + 0,99993 i. Ahora nos pasamos de largo y
debemos dividir por 0,99996 + 0,00900i. i,C6mo lo hacemos? Cambiando el signo
de i y multiplicando por 0,99996-0,00900 i (que funciona si x 2 + y 2 =I). Siguiendo de esta manera encontramos que la potencia a que debemos elevar IO para que
de i es i (512 + 128 + 64 -~ 4 - 2 + 0,20)/ l.024, 6 698,20 if I.024. Si e!evamos JO
a esa potencia obtenemos i. Luego log 10i = 0,"68226i.
Tabla22-3
Cuadradossucesivosde
16
i14
i,12
i/1
!
32
64
128
256
512
1024
tOi/ioi 4 = J + 0,0022486i
1.00000
I .00000
0.99996
0.99984
0.99936
0.99742
0.98967
0.95885
0.83872
0.40679
-0.66928
+ 0.00225i*
+ 0.004501
-+- 0.00900i
+ O.Jl800i
-+- 0.07193i
+ 0.14349i
+ 0.28402i
+ 0.54467i
+ 0.9\365i
+ 0.74332i
___ J~~e.r_ ~~o-~:,2~86i
22-6
10 11 • x+iy
+ 0.03599i
Figura22-l
Exponentes imaginarios
Para seguir investigando el tema de elevar a potencias complejas imaginarias,
echemos un vistazo a las potencias de JO al elevar a potencias sucesivas, no duplicando cada vez la potencia con el fin de continuar con la tabla 22-3 y ver quC
pasa con esos signos menos. Esto se muestra en la tabla 22-4 en la cual tomamos 101 '8 y lo seguimos multiplicando. Vemos que x disminuye, pasa por cero, llega
casi a - I (si pudiCramos introducirnos entre p = 10 y p--= 11 evidentemente alcanzaria -·I) y vuelvc atril.s. El valor y tambien va de un !ado a otro.
En !a figura 22-1, los puntos representan los nUmeros que aparecen en la tabla
22-4 y las lineas se dibujaron precisamente para ayudarles visualmente. Vemos asi
que los nUmeros x e y oscilan; JOi> se repite, es alga peri6dico y Como ta! es fitcil de
explicar, porque si una cierta potcncia es i, entonce.<. la cuarta potencia de ello serit i2
al cuadrado. Scril + I de nuevo y por !o tanto, ya que J00.6 81 es igual & i, al tomar
la cuarta potencia descubrimos que lQ2.72 1 es igual a + I. Por lo tanto, si quisii:ra
22-12
Tabla 22-4
Potencias sucesivas de IOi/8
_!_:__.;ex~·-~
10
11
12
14
16
18
20
22
24
·~-~.-~10~"~'"~~~1
+ O.OOOOOi
1.00000
0.95882
0.83867
0.64944
0.40672
0.13050
-0.15647
-0.43055
-0.66917
-0.85268
-0.96596
-0.99969
-0.95104
-0.62928
-0.10447
+ 0.28402i
+ 0.54465i
+ 0.76042i
+ 0.91356i
+ 0.99146i
+ 0.98770i
+ 0.90260i
+ 0.74315i
+ 0.52249i
+ 0.258801
- 0.02620i
- 0.30905i
- 0.77717i
- 0.99453i
- 0.89098i
- 0.49967i
+ 0.05287;
+0.80890 + 0.58836i
lQ3,00i, por ejemplo, podriamos escribirlo como 102.w por 100,281. En otras palabras,
tiene un periodo, se repite. i Por supuesto, reconocemos a que se parecen las curvas !
Se parecen al seno y al coseno y las vamos a llamar, mientras tanto, el seno algebraico y el coseno algebraico. Sin embargo, en vcz de usar la base 10, las vamos
a poner en nuestra base natural. lo que cambia so\amente_ Ja escala horizontal;
de manera que reemplazamos 2,3025 s por t y escribimos 10" ,----, e'1, donde t es un
nUmero real. Ahora e11 = x + iy, y lo vamos a escribir coma el coseno algebraico
de t mas i veces el seno algebraico de r. Asi
e' 1 ---o~t+i~I.
(22.8)
son las propiedades de ffi§. t y g;n 1? Sabemos primero. por ejemplo, que
x1 + y 1 = 1; lo hemos demostrado antes y cs tan v<ilido para la base e como para
la base 10. Luego ~ 1 t + g_n2 t -~ I. Tambien sabemos que, para t pe4ueiio, ei 1 =
-'--- 1 + it y, por lo tanto ~ t es casi l y ~res casi 1, y asi resulta que todas las
diversas propiedades de estas notables funciones, que provienen de elevar a poten~ias imaginarias, son fas mismas que las de seno y coseno de {a trigonometria.
~Cu.iles
,:,Es el pcrlodo el mismo? AverigUCmoslo. ;,Elevado a quC potencia e es iguaJ
:. i? z.Cual es el logaritmo de i en base e'! Ya resolvimos esto anteriormentc. en la
Jase 10 era 0.68226i, pero cuando cambiamos nuestra escala logaritmica a e,
nos que multiplicar por 2.3025, y si lo haccmos resulta 1,5709. De manera que
rnmos a llamar ··71"/2 algebraico".
22-13
Pero vemos que se diferencia del n/2 regular s61o por una unidad en la Ultima cifra;
iY eso, por supuesto, es el resultado de errores en nuestra aritm6tica! Por lo tanto,
hemos creado dos funciones nuevas de una manera puramente algebraica, el coseno
y el seno, que pertenecen al algebra y s6lo al itlgebra. Despertamos al final descubricndo las mismas funciones que son propias de la geometria. De manera que aqui
hay una conexi6n, en llltima instancia, entre el .ilgebra y la geometria.
Resumimos con esto la f6rmula mas notable de la matemittica:
e'~ =
cos()
-f isen
IJ.
(22.9)
Esta es nuestra joya.
Podemos relacionar la geometria con el ii:Jgebra, representando los nllmeros complejos en un piano; la posici6n horizontal de un punto es x, la posici6n vertical de
un punto es y (Fig. 22-2). Representamos cualquier ntimero complejo x + iy. Luego
si la distancia radial a este punto la llamamos r y el lingulo se designa por 0, la ley
algcbraica es que x +- iy se escribe de la forma rel~ donde las relacioncs geomt':tricas entre x, y, r y 0 son como se indican. Esta es, entonces, la unificaci6n de!
itlgebra y la geometria.
Fig. 22-2.
x
+ iy
~
re'''.
C uando empezamos este capitulo, provistos s61o con las nociones bfisicas de
enteros y de con tar, no teniamos idea de! poder del proceso de abstracci6n y gene
ralizaci6n. Usando el conjunto de "!eyes" algebraicas o propiedades de los nUmeros,
{Ee. 22.1) y las definiciones de operaciones invcrsas (22.2), hcmos sido capaces,
nosotros mlsmos, de fabricar no s61o ntimeros, sino cosas L1tiles como tablas de logaritmos, potencias y funciones trigonomdricas (porquc esto es lo que
potencias imaginarias de nUmeros reales), todo jsimplcmente extrayendo diez
cuadradas sucesivas de diez!
22-14
23
Resonancia
23-1
NU:meros complejos y movimiento armOnico
23-3
Resonancia electrica
23-2
El oscilador forzado amortiguado
23-4
Resonancia en la naturaleza
23-1
Nllmeros complejos y movimiento armOnico
En este capitu!o vamos a continuar nuestra discusiOn del oscilador arm6nico y
en particular cl oscilador arm6nico forzado, usando una nueva tecnica en el an.ilisis. En el capitulo anterior introdujimos la idea de nUmeros complejos, que tienen
partcs real e imaginaria y que puedcn ser representados en un diagrama en el cual
la ordenada representa Ia parte imaginaria y la abcisa representa la parte real. Si
a es un nUmero complejo, podemos escribirlo como a = a, + ia;. donde el subindice
r significa la parte real de a y el subindice i significa la parte imaginaria de a. Refiriendonos a la figura 23-1 vemos que tambien podemos escribir un nllmero complejo
a= x + iy [en la forma x + iy =re ff/ donde r 2 = x2 + y 2 ~ (x + iy) (x-iy)I =a
a*. (El complejo conjugado de a, escrito a*, se obtiene cambiando el signo
de i en a.) Vamos asi a reprcsentar un nUmero complejo en cualquiera de las dos
formas, una parte real mas una parte imaginaria o un m6dulo r y un asl llamado
<ingulo de fase e. Dado r y 8. x e y son clar!:l,mente·n:Os 0 yr sen e inversamentc,
dado un n-Umero complejo x + iy, r = V.:2
y tan fl= y/x, el cociente entre la
parte imaginaria y la real.
+7
Eje imaginario
Fig. 23-1
Un nUmero
puede representar con un punto en
Ejereal
compleJo".
Vamos a aplicar nUmeros complejos a nuestro anitlisis de fen6menos fisicos mediante e! siguiente truco. Tenemos ejemplos de cosas que oscilan; la oscilaci6n puede tener una fuerza impulsora, que cs una cierta Constante por cos wt. Ahora, esta fuerza F = F0 cos ,,if sc pucdc escribir coma la parte real de un nUmero complejo
F = F 0 e;,.'1, porque e"•'1 -- cos o>l + i sen wl. La razOn por la cual hacemos esto cs
23-1
que es mils fitcil trabajar con una funci6n exponencial que con coseno. De
manera que todo el truco es representar nuestras funciones oscilantes como partes
reales de ciertas funciones complejas. El nllmero complejo F que hemos definido
asi no es una fuerza fisica real, porque ninguna fuerza en fisica es realmente compleja; las fuerzas real es no ti enen. partes imaginarias, s6lo una parte real. V amos,
sin embargo, a hablar de la "fuerza" F 0 eJwt, pero por supuesto la fuerza verdadera
es la parte real de esa expresi6n.
Tomemos otro ejemplo. Supongan que queremos representar una fuerza que es
una onda cosinusoidal, que estt\. defasada con un atraso de fase L1. Esta seria, por supuesto, 18: parte real .de Fqei (wt-'1), pero siendo las exponencialcs Jo que son, podemos
escribir e' (wi - M = e'"''e ·· '"'· Ve mos asi que el t\.lgebra de las exponenciales es mucho
mils fitcil que la de los senos y cosenos; esta es la raz6n por la que clcgimos el uso
de nllmeros complejos. Vamos a escribir muy a menudo
(23.1)
Escrihimos un acento circunflejo ( ·) sabre F para recordarnos que esta cantidad es un nilmero complejo: aqui el nilmero es
f
= F 0 e-d.
Ahora rcsolvamos una ecuaci6n usando nllmeros complejos para ver si podemos
resolver un problema en alglln caso real. Por ejemplo, tratemos de resolver
F
m
F"
Iii coswr,
(23.2)
donde F es la fuerza quc impulsa al oscilador y x el desplazamiento. Ahora, aunque
parezca absurdo, supongamos que x y F son realmcnte nilmeros complejos, esto con
un prop6sito matem.itico solamente. Es decir, x tiene una parte real y una parte
imaginaria por i, y F tiene una parte real y una parte imaginaria por i. Abora, si
tuvi6ramos una soluci6n de (23.2) con nllmcros complejos y sustituyframos los
nUmeros complejos en la ecuaciOn, ohtendriamos
-~~xT + ix;)+ _"J_~
_cf.:_!_+~+
dt-
m
+ ix;)=
m
dtZ
;(dd/2x, + ~)
m
2
Fr
+ iF_;
m
=
!:r.m + ~!J..
m
Ahora bien, ya que si dos nilmeros complejos son iguales sus partes reales deben
ser iguales y sus partes imaginarias deben ser iguales, deducimos que fa parte real
de x sastiface la ecuaci6n con la parte real de la fuerza. Debemos hacer i!:nfasis,
sin embargo, que esta separaciOn en una purte real y una parte imaginaria 110 es
v:ilida en general. sino que es vii.Iida sOlo para ecuaciones que son !ineales. es decir,
para e?uaciones en l~s cuales x aparece en cada tCrm!no s6!o_en primera potencia o
termino . \x 2, entonces.
potencia cero. Por CJemplo. si hubiera en la ccuacion
pero cuando separitracuando sustituyi!:ramos x, + ix; obtendriamos _\(x, +
mos en partes real e imaginaria esto daria. \ (x,:: - x/) como la parle real y 2i. I x, x,
co mo la parte imaginaria. Vemos asi q ue
23-2
la parte real de la ecu~ci6n no inc!uiria s61o .lx/ sino tambien - Ax?, En este caso
obtenemos una ecuacion diferente que la queriamos resolver, mezclada con Xi, esa
cosa completamente artificial que introdujimos en nuestro anillisis.
Probemos ahora nuestro nuevo metodo para el problema del oscilador forzado,
que ya sabemos resolver. Queremos resolver la ecuaci6n (23.2) como antes, pero
decimos que vamos a tratar de resolver
(23.3)
donde Fe1« 11 es un nUmero complejo. TambiCn x va a ser compleja por supuesto,
pero recuerden la regla: tomen la parte real para averiguar to que esta pasando
realmente. De manera que tratamos de resolver (23.3) para la soluci6n forzada;
vamos a discutir despuCs otras soluciones. La soluci6n forzada tiene la misma frecuencia que la fuerza aplicada y tiene una cierta amplitud de osci!aci6n y una cierta
fase, de manera que tambiCn se puede representar con algim nllmero complejo X,
cuyo mOdulo representa el balanceo de x y cuya fase representa el atraso en el tiem·
po de la misma manera que para la fuerza. Ahora bien, un aspecto maravilloso de una
funci6n exponencial es que d(Xeiwt)/dt = iwXe1w1• Cuando derivamos una funci6n
exponencial, bajamos el exponente como un simple factor. La segunda derivada hace
lo mismo, baja otro foi de manera que es muy sencillo escribir inmediatamente, por
sola inspecci6n, la ecuaci6n para X: cada vez que vemos una derivaci6n simplemente
multiplicamos por iw (jLa derivaci6n es ahora tan fa.cl! como la multiplicaci6n! Esta
idea de usar exponenciales en ecuaciones diferenciales lineales es casl tan grande
como la invcnci6n de Jos logaritmos, donde la multiplicaci6n se reemplaz.a por la
suma. Aqul la derlvaci6n se reemplaza por la multiplicaci6n.) Asi nuestra ecuaci6n
resulta
(iw) 2 X
+ (kX/m)
=
ft/m.
(23.4)
(Hemos simplificado el factor comlln e;w1). jVean lo simple que es! Ecuaciones dife"
renciales se convierten inmediatamente a simple vista en meras ecuaciones algebraicas;
pr3.cticamente tenemos la soluci6n a simple vista, a saber:
f = __ F/m
(k/m) - w2
ya que (foi)2
4ue da
=
-r,i 2 •
,
Esto se puede simplificar un poco sustituyendo k/m -
Mi
lo
(23.5)
Esta, por supuesto, es la soluci6n quc teniamos antes; porque ya quc m(1.1,1 .. ,.,')
es un nllmero real, los imgulos de fase de F y de Xson los mismos (o a Jo mejor 180°
si (;J 2 > (,;~), Como Se habia dicho previamcnte. El m6dulo de X, que mide hasta don·
de oscila, est3. relacionado con el tamaiio de /' mcdiante el factor l /m (r,i~ - ,,i 1), y
este factor se hace enorme cuando r.i cs casi igual a Mw Asi obtenemos una rcspue~ta
muy fuerte cuando aplicamos !a frecuencla apropiada (si sostcnemos un pCndulo al
extrema de una cucrda y lo sacudimos co11 la frecuencia adecuada, lo podcmos ha·
cer balancearse muy alto).
23-3
23-2
El oscilador forzado amortiguado
Asi es, entonces. como analizamos cl movimicnto oscilatorio con la ti:cnica matem.ittica m.is elegante. Pero la elegancia de la ti:cnica de ninguna manera se manificsta
en un problema que se puede resolver filcilmente por otros mCtodos. Sc manifiesta s(1!0
cuando se aplica a problemas mas dificiles. Resolvamos, por lo tanto, otro problema
m:is dificil, que adcmfts agrega un aspccto un poco mfts real al anterior. La ccuaci6n (23.5) nos dice que si la frecuencia 10 fuera exactamente igual a 1,i 11 , obtendriamos
una respuesta infinita. En rcalidad e~ta rcspuesta infinita nose produce. por supuesto.
porque otras cosas, comu cl roce, quc hcmo~ ignorado hasta ahora. limitan la respuesta. Agrcguemos entonces a la ecuaciOn (23.2) un ti:rmino de roce.
Ordinariamente tal problema es muy dificil debido al car.itcter y a Ia complejidad
del ti:rmino de roce. Sin embargo. hay muchas circunstancias en las cuales la fucrza
de roce es proporciona! a la velocidad con
se muevc el objeto. Un cjemplo de
este roce es el roce en el movimiento lento
un objeto en aceite o liquido espeso.
No existe fuerza cuando esti1 en
miis r.3.pido se mueve mas ri1pi
do debe pasar el aceite junto al
resistencia. l'or Io tanto, vamos
a suponcr que hay. ademii.s de los
sistcncia proporcional a la vdocidad:
anilisis matem.itico, escribir !a
ecuaciOn. E5te es precisamentc
emplazamos por 1r11,1 70 para
nucstra ecuacibn va a ~e1
m(d 2x/dt 2 )
o, escribiendo c - 111}' y k =
m1,1~1
+ c(dx/dt) + kx
=
F
(23.6)
y dividiendo por !a masa m,
(23.6a)
Ahora tenemos la ecuaciOn en !a forma m.its conveniente para resolverla. Si F es
muy pequeilo.
inJica muy poco wee; si F es muy grande. hay una enorme canecuaciOn diferencial lineal'! Supongan quc la
tidad de race
fuer.rn impulsora sea
a /~
+ !1); podriamos introducirla en (23.fia) y tratar de resolvcrla, pero en vcz de eso, vamos a resolvcrla mediantc nucstro nuevo mC
Por lo tanto. escribirnos F como la partc real de f'e 1"' 1 y x como la parte real de
y los sustituimos en !a ecuaciim (23.ha). Ni siquiera es necesario realizar la sustituci6n, porque podernos ver por inspecciOn que la ecuaciOn resultarla
I De hccho si tratilramos de
desire. realmenle apreciariamos
e'""1 en ambos miembros. podemos
clla es
1:· ~ i':m(u.!~
pe
- w2
+
i'tw)
(23.8)
23-4
De manera que X de nuevo queda dada por f P?r un cierto f~ctor. No hay nombre
tCcnico para este factor, ninguna letra en particular para el, pero lo podemos
Hamar R para fines de discusi6n:
R
=
_____
.____J_ __ _
w2 + iYw)
m(wg -
.X
=FR.
(23.9)
(Aunque !as letras ?' y w 0 son de uso muy com Un, esta R no tiene nombre particular.)
Este factor R ~e puede escribi_r ya sea como p +. iq o coma un cierto modulo p por
e'e. Si se escnbc coma un cicrto m6dulo par e18 , veamos lo que significa. Ahora
P = f'oei!'l, y la fuerza real F es la pa rte real de Foed ei"' 1• es 9ecir, F0 cos (oJt -:-- ti).
A continuaci6n la ecuaci6n (23.9) nos dice que X es igual a FR. Asi que escrib1endo
R = peie como otra expresi6n para R, obtenemos
i =
RF=
peiuFoeill = pFoe'<6 +M.
Finalmente, volviendo aUn mas atr<ls, vemos que lax fisica, que es la parte real de la X
complcja, cs igual a la partc real de pI'Qei(e + "'J ei<.' 1• Pero p y F 0 son reales y la parte
real de ei(e + ·' + "'1) cs simplemente cos (Mt+ 6. + tJ). Asi
(23.10)
x = pFocos(wt +A+ 8).
Esto nos dice que la amplitud de la respuesta es el m6dulo de la fuerza F multiplicada
por un cierto factor de amplificaci6n p; esto nos da la "cantidad" de oscilaci6n. TambiCn nos dice, sin embargo, que x no esta oscilando en fase con la fuerza que tiene una
fase 6., sino que estil defasada en una cantidad adicional A. Por lo tanto p y 8 representan el tamaiio de la respuesta y cl defasaje de la respuesta.
Ahora busquemos lo que esp. Si tenemos un nllmero complejo, el cuadrado de su
mOdulo es igual al nllmero por su complcjo conjugado; asi
p'
=
m 2 (w~
-
I
Y + fYw)(wX-=--:?-=-·i~:)
(23.ll)
~--~-'---.
m2[(w2 _ wg)2 + "Y2w2]
Adem.its, cl .iingulo de fase Ii es facil de encontrar, porque si escribimos
1/R
=
1/pe'~ = (l/p)e-iu
=
m(w~ -
w2
+ i"Yw),
vemos que
tan
Es
e=
-i'w/(w~ -
w 2 ).
(23.12)
tg (- 0) = - tg (i. Resulta un valor negativo para 0 para todo M, y esto coa que el desplaLamiento x se rctrasa con respecto a la fuerza F.
23-5
A
,.l
UL"
"'•
Fig.
w
Gratico de p 2
23-2.
en
funci6n
dew
La figura 23- 2 muestra co mo p 2 varia en funci6n de la frecuencia (p 2 es fisicamente mas interesante que p, porque p 2 es proporcional a.I cuadrado de la amplitud o, mils
o menos, a la ener::~ia que la fuerza desarrol\a en el oscilador). Vemos que si yes
muy pequeii.o, entonces l /(w5-w 2)2 es el t6nnino m:is importante y la respuesta tien
de a irse a infinito cuando w se hace igual a w 0 • Ahora, el "infinito" no es realmente
infinito porque si w = U\1, todavia queda el I /y 2 w 2• El defasaje varia como se muestra en la figura 23-3.
'Ee
'
-90°
w
"'·
-iso -~·~~-----~
Fig,
23--3.
Grafico
de
Ii
en func16n
de 1,,
En ciertas circunstancias, obtenemos una f6rmula un poco diferente de (23.8),
tambien llamada f6rmula de resonancia y uno podria pensar que representa un fen6-meno diferente, pero no es asi. La razOn es 4ue si yes muy pequefia, la parte mas in·
teresante de la curva esta cerca de r..• = (;Jo y podemos reemplazar (23.8) por una
formula aproximada que es muy precisa si F es pequefia y uJ esta cerca de <•Jo· Ya que
{jo--~~)~ <;;:,~ ~;~£~i1o+;;t;:r,~i q~e e;~o~~~:n~~ ~~t~s:~ (~3~~),1 ~~m:i:~~e ~;~~~
+ iyw,..,
2uJ 0
(w 0 -UJ + iy/2), de manera que
X ""i/2mwo(w 0
-
w
+ i'Y/2)
si
'Y
«
w0
y
w ""wo.
(23.13)
Es facil encontrar la f0nm.1la correspondiente para p 2• Es
Vamos a dejar al estudiante que demuestre lo siguiente: si designamos por la unidad a la altura maxima de la curva de p 2 en funci6n de uJ y pregun1amos por el ancho
LI. w de la curva a la mi tad de la altura maxima, el ancho total a mi tad de la altura maxima de la curva es L!,(v = y, suponiendo que y es pequeno. La resonancia se hace
cada vez mils aguda a medida que los efectos de roce se hacen cada vez mas pequei1os.
23-6
Como otra medida dd ancho, a!gunas personas usan una cantidad Q que se define
como Q --.,-- r,J 0 /r- ~ientras mils angost.a la resoi;i~ncia, mils alta la Q: Q = l._000 sig
nifica una resonancia cuyo ancho es solo 1.000es1mo de !a escala de frecuencta. La Q
de la curva de resonancia mostrada en la figura 23-2 es 5.
es que aparece en muchas otras cir·
este capitulo va a describir algunas de cstas
23-3
,-- -
Resonancia elfctrica
.---
Capacitor
Il
Resistor
Inductor
Fig. 23-4.
de
Los tres elenientos pas1vos
c1rcuito
Los tres tipos principales de elementos de circuito son los siguientes. El primero se
llama capaciror (Fig. 23-4); un cjcmplo es dos placas planas met31icas separadas una
muy pequeil.a distancia por un material aislador. Cuando las placas se cargan se pro·
duce entrc cllas un voltaje, cs decir, una cierta diferencia de potencial. La misma dife·
de potencial aparece entre
terminales A y B, porque si hubicra alguna <life·
entre los alambres de
electricidad se escaparia. Por lo tanto, existe
voltajc
las
una cicrta carga + q y -q en ellas, respcc
tivamcntc. Entrc las
un cierto campo eJectrico; hasta hcmos encontrado una formula
y 14):
V
JonJ.: d
c~
=
ud/€0
c"'
qd/EoA,
(23.14)
la separaciOn y A cl itrea de las plarns. Noten que !a difercncia
23-7
de potencial es una funciOn lineal de la
electrodos aislados de cualquier otra fonna,
cisamente proporcional a la carga, pero la constante
ser tan f!l.cil de calcular. Sin embargo, todo lo que
cia de potencial a travCs de un condcnsador es
constante de proporcionalidad es 1 /C, donde
El segundo tipo de elemento de circuito se ······.:.············-.
paso de la corriente. Sucede que los alambres
resisten el pa so de la corricnte de est a mancra: si
cada a un pedazo de alguna sustancia, existe una
proporcional a la difcrencia dcl potcncia! elCctrico:
(23.15)
V =RI= Rdq/dt.
El coeficiente de proporcionalidad se llama resistencia R. Esta relaciOn puede ya ser
familiar para ustedes; es la ley de Ohm.
Si pensamos que la carga q en
sistema mec!l.nico, vemos ouc la
es analoga a Ia
k dcl
V
=
L d!/dt
=
L d 2q/dt 2 •
(23.16)
El coeficiente L es la autoinductancia y es analoga a la masa en un circuito mecanico oscilante.
Fig. 23 -5.
Un
r10 con res1stenc1a
elec1r1co
1nductancia v
Supongan que hacemos un circuito en el cual hemos conectado
elementm
de circuito en serie (Fig. 23-5); luego el voltaje en los extremos del
de 1 a 2
es el trabajo realizado al llevar una carga a trav~s de Cl y consiste en
suma de
varias partes: en el inductor, VL = L d2/q/df; en la resistencia VR = R dq/dt;
en el capacitor V, = q/C. Su suma es igual al voltaje aplicado V:
L d 2q/dt 2
+ R dq/dt ·+ q/C =
V(t)
(23.17)
Ahora vemos que esta ecuaciOn es exactamente igual a la ccuacicin medtnica (23.6),
y por supuesto se puede resolver exactamente de la mis ma manera. Supongamosquc V(r)
21-8
es oscilatorio: estamos impulsando el circuito con un genera~or con ~na oscilaci6n
sinusoidal pura. Entonces podemos escribir V (!) como un. V compleJO en el entendimiento que se debe multiplicar por e'"' 1 en Uiti.ma instancta y luego se debe tomar
la parte real para encontrar el verdadero ~· Asimismo se puede analizar la carga q
y emonces, exactamente coma en la ecuac16n (23.8), escribimos la ecuaci6n corrcspondiente: la segunda derivada de ij es (i<,J)2 ij; la primera derivada es (iw) ij. Por
lo tanto, la ecuaci6n (23.17) se traduce en
[L(iw)2
+ R(iw) +~Jlj
=
V
v
q = L(iw) 2 -j-
·~(iw) -~
que podcmos escribir en la forma
//.-= V/L(w5 don de
en cl
=--=
w2
+ fYw),
(23.18)
RI L i Es exactamente el mis mo denominador que teniamos
exactamente !as mismas propiedadcs de resonancia! La
cases electricos y mccanicos cst<i delineada en la tabla 23-1.
Tabla 23-1
Propiedad
mecinica
Caracteristica
general
variable indep.
~aria?le dep.
resistencia
rigidez
frccuencia de resonanda
periodo
factor de merito
tiempo (l)
posici6n (x)
masa(m)
coef. de arrastre (c
rigidez (k)
r,;,i=--=.k/m
t" =-- 2nv'm/k
Q
Propiedad
e!Cctrica
pm)
ticmpo (r)
carga {q)
inductancia (L)
rcsistencia (R = vL)
(capacitanciat 1 (I /C)
<,;~---co 1/L C
1,,
00
2m,/L C
Q '-" r,;,.L/R
= ,,;,/)'
Debemos mencionar un pcqueiio detalle tCcnico. En la literatura elCctrica se usa
una notaci6n diferente. (De un campo a otro el tcma en rcalidad no es muy difcren
te, pero la manera de escribir las notaciones es a menudo diferente)'. _Primera, se
usa comUnmente j en vcz de i en ingcnieria ckctrica para designar J=---1. <iDespuCs
i dcbc ser la corriente!) TambiCn los ingcnieros prefieren tencr una relaci6n
de
entre
c I en vez de cntre y· y q_ simplerncnte porque cst3.n mas acostumbrados
a esa manera. As[, ya quc I coo dij/dt ~- i<,11/. basta con sustituir ij por //foJ y
obtener
V=
(iwl
+
R
+ l/iwC)i= ii.
(23.19)
Otra manera cs reescribir la ecuacibn (23.17) de manera que parezca m<is familiar;
uno lave
23-9
a menudo escrita de esta manera:
Ldl/dt +RI+ (l/C)
t
Jdt
=
V(t).
(23.20)
En todo caso encontramos la relaci6n (23.19) entre el voltaje Vy la corriente i, que
es preclsamente la misma que (23.18) excepto que esta dividida por iw y esto de la
ecuaci6n (23.19). La cantidad R + iwL + l /iwC es un nllmero complejo y se usa
tanto en ingenieria el6ctrica que tie_n,e un nombre: se llama impedancia compleja t.
Asi, pues. podemos escribir V eo- Zf. La ra·z6n por la cual a !os ingenieros Jes gusta
hacer esto es que aprendieron algo cuando eranj6venes: V = RI para las resistencias
cuando s6lo sabian de resistencia y C.C. Ahora han llegado a ser mas educados y tienen circuitos CA de manera que quieren que la ecuaci6n se vea igual. For eso escriben
V = ti con la lmica diferencia que la resistencla se reemplaza por algo mas complicado, una cantidad compleja. Asi, pues, insisten en que no pueden usar lo que todo
el resto del mundo usa para los nl1meros imaginarios, tienen que usar j para eso; Jes
un milagro que no insistieran tambien que la letra Z fuera una R! (Entonces se meten
en !ios cuando hab!an de densidad de corriente, para la cual tambi6n usanj. Las difi·
cultadcs de la ciencia son. en gran parte, las dificultades de las notaciones, las unidades y todas !as otras artificialidades inventadas por el hombre y no por la naturaJeza.)
23"4
Resonancia en la naturaleza
Aunque hemos discutido el caso e1ectrico en detalle, podriamos presentar un caso
tras otro en muchos campos y mostrar exactamente que la ecuaci6n de resonancia es
la misma. Existen muchas circunstancias en !a naturaleza en donde algo est<i "oscilando ·· y sucede el fen6meno de resonancia. Lo dijimos en un capitulo anterior; demostremoslo ahora. Si paseamos por nuestro estuJio sacando libros de los estantes y
simplemcnte los hojcamos para encontrar un ejemplo de una curva que corresponda a
la figura 23-2 y que provenga de la misma ecuaci6n, lque encontramos'! Precisamente
para demostrar el amplio campo abarcado al tomar.Ja muestra mils pequeii.a posible se
necesitan tomar s61o cinco o seis libros para obtener toda una serie de fen6menos que
muestran resonancia.
Los dos primeros son de la mecanica, el primero en gran escala: la atm6sfera de
toda la ticrra. Si la atm6sfera. que suponcmos que rodea la tierra en forma parcja por
todos !ados, es atraida hacia un lado por la luna. o mas bien aplastada alargtindola en
una doblc marea y si pudit':ramos despu6s soltarla se pondria a chapotear de arriba a
abajo; es un oscilador. Este osci!ador es impulsado por la !una, la que est<i.., efectivamente, dando vueltas alrededor de la tierra; cualquier componente de la fuerza, digamos en la direcci6n x, tiene una componcnte coseno, de manera que la respuesta de la
atm6sfera terrestre a la atracci6n de marea de la luna es la de un oscilador. La respuesta esperada de la atm6sfera se muestra en la figura 23-6 curva b (la curva a es
otra curva teOrica discutida en el libro de donde hemos sacado esto). Podria pensarse
que tenemos s61o un punto en esta curva de resonancia, ya que tenemos s6lo aquella
frccucncia que corresponde a !a rotaci6n de la ticrra bajo la luna que ocurre en un periodo de 12,42 horas- 12 horas para la tierra (la marea es un doble chich6n) y un
'o['~ J~:- '._'•,,hc_·.,_'~"'
_
>
"
=-__
_,__
i
·
!
:
.
'
poJcdi,_,
-•
Fig. 23-6. Respuest<i de la atm6sfera
a una excitaci6n externa_ a es la respucsta
es de
del
'----
-·-- ·--- w____-_;:__:-_-==1i>,2J 1,_,.°"
io•1-0
poco mas porque la luna esta dando vucltas. Pero, a partir de! tamafio de las mareas
atmosffricas y de lafase, cl monto dcl retraso, podemos obtener tanto p como 0. De
estos podemos obtener tJJ 0 y y y asi jdibujar la curva entera! Este es un ejemplo de
ciencia muy pobre. De dos nUmeros obtenemos dos nlimeros y a partir de estos dos
nllmeros dibujamos una hermosa curva que, par supuesto, ipasa por el mismo punto
que determin6 la curva! Esto no vale nada a menos que podamos medir otra cosa y
en el ca.so de la geofisica eso es a mcnudo muy dificil. Pero en este ca.so particular
cxiste otra cosa de la cual podemos demmtrar tc6ricamcnte que debe tener el mismo
sincronismo que la frecuencia natural r.J 0 , o sea, si alguien perturbara la atmOsJCra
Csta oscilarla con una frecuencia '''o· Ahora bien, hubo una tal perturhaciiln intensa
en 1883; el volciln Krakatoa hizo explosiOn y la mitad de la isla sali6 volando. c hizo
una cxplosi6n tan tremenda en la atm6sfera que se pudo medir el periodo de oscila
ci6n de la atm6sfera. Rcsult6 ser IO 1/2 horas. El ,,1 0 que se obtuvo de la figura
23-6 resulta JO horas y 20 minutos, de mancra que por lo menos tenemos una prueba de la realidad de nuestra comprensi6n de las mareas atmosfericas.
A conlinuaci6n pasamos a las oscilaciones medtnicas en pequei1a escala. Esta vez
tomamos un cristal de cloruro de sodio, que tiene iones sodio y iones doro uno junta
al otro como lo describimos en un capitulo anterior. Estos ioncs estii.n cargados e1ectricamente, alternando positivos con negativos. Ahora es posihle una oscilaci6n intere
sante. Supongan que pudieramos mover todas las cargas positivas hacia la derecha
y todas las cargas negativas hacia la izquierda y soltarlas: entonces oscilarian de un
lado para el otro, la red de sodio contra la red de cloro. (.COmo podemos alguna vez
inducir tal cosa? Esto es facil, porque si apli<.:amos un campo e!Cctricu al cristal jva a
empujar las cargas positivas hacia un !ado y las negativas hacia el otro! Asi, tcniendo
un campo el6ctrico externo podremos a lo mcjor obtener que el cristal oscile. Sin em
bargo, jla frecuencia del campo elOCtrico neccsaria cs tan alta, quc corresponde a las
radiaciones infrarrojas! De manera que tratamos de encontrar una curva de resonancia midiendo la absorCiOn de luz infrarroja por el cloruro de sodio. Tai curva se
muestra en la figura 23- 7. La abcisa no es frecuencia, sino que cst:l Jada en tCrminos
de la longitud de onda; pcro cso, por supuesto, es s61o un problema tCcnico, ya que
para una onda existe una relacl6n bien definida entre frecuencia y longitud de onda:
de manera que es realmente una escala de frecuencia y una cierta frecuencia corresponde a la frecuencia de resonancia.
Pero (.que pasa con el ancho? ,:.Que determina el ancho? Hay muchos casos en los
cualcs el ancho quc sc ve en [a curva no es realmente el ancho natural
23-11
"
··.--.-.-~~-+~~
" ·•t--+-+---+---+--'1---+--'
~
E E
i!:
~ 100•
.
r
t
"
0
40
o.zl-t--+--1---1--4--'--l
lH ,··r-+-+-+-+-~'"""1"1""'"'-I
~ o.6·r---+-+--t--+-+H-l--I
~ 60
E
~.,
/:
:l-t--+--l-+-4-1--l
"5 ~~
~eo
Lr---+--+--+--+t-HH--1
45
50
55
Long1tud de onda en micrones
60
65
fljf 4cm)
10
n Z··-·a..
Fig. 23-7. Transm1s16n de rad1ac16n
1nfrarroja a travCs de una
II
\
~ Campo rnagnftico estiltJco en oerste<ls
i:E
23--8. PCrd1da de energia magen cornpuestos
pararnagn8ticos en funci6n de
intensidad
del carnpo rnagnCtico aplicado. [Holden
et af., Phvs. Rev 75, 1614 ( 1949).I
V que uno obtendria te6ricamente. Hay dos razones por las cua!es puede haber una
curva mas ancha quc la curva teOrica. Silos objetos no tienen todos la misma frccuen·
cia, como podria suceder si el crista! estuviera dcformado en cicrtas regiones de manera que en esas regiones la frecuencia de oscilaciOn fucra ligeramente diferente queen
otras regiones. entonces lo que tenemos son varias curvas de resonancia una encima
de la otra; asi que aparentemente obtenemos una curva mils ancha. El otro tipo de ancho es simplemente Cste: a lo mejor no podemos medir la frecucncia con suficiente precisiOn; si abrimos bastante la rendija del espectrOmetro, entonces, aunque pensibamos
que teniamos una sola frecuencia. realmcnte tenLamos un cierto rango <lw, luego podriamos no tener el poder de rcsoluciOn necesario para ver una curva angosta. De
antemano. no podemos decir si el ancho de la figura 23-7 es natural, o si se debe a
inhomogeneidades en cl cristal o al ancho finito de la rendija en el espectrOmetro.
Ahora cambiemos a un ejemp!o mis esoterica: el balanceo de un im<ln. Si tenemos
un imii.n con polos norte y sur en un campo magnetico constante, el extrema N de!
imii.n va a ser atraido hacia un !ado y el extrema S hacia el otro, yen general actuara
un torque sobre d de manera que va a oscilar en torno a su posiciOn de equilibria
como la aguja de una hrU.jula. Sin embargo, \os imanc~ de que estamos hablando son
dtomos. Estos Utomos tienen un momentum angular, el torque no produce por cierto
un movimiento simple en la direcckm del campo, sino una precesi6n. Ahora bien, mi
rado desde d ]ado, cualquier componente se estil '·balanceando" y podemos perturbar
o inducir cse balanceo y medir una absorciOn. La curva en la figura 23-8 reprcsenta
una curva de resonancia tipica. Lo quc se ha hccho aqui es ligeramente diferente des·
de el punto de vista tCcnico.
23-12
Fig 23--9
La intensidad de la rad1ala ener-
23- 10_
ICor!esia
del
Dr.
R
23-J 3
La frecuencia del campo lateral que se usa para inducir este balancco se rnantienc
siempre igual, mientras nosotros habiamos esperado que los investigadorcs la variaran e hicieran la curva. Ellos podrian haberlo hecho asi. pero tCcnicamcnte para
ellos fue mils focil dejar la frecuencia ,,, fija y variar la intensidad del campo magnCtico constante, lo que corresporn;le a variar 1,1 0 en nucstra formula. Dibujaron la
curva de resonancia con respecto a '''o- De todos rnodos Csta cs una resonancia tipica con un c1erto '"o y /"·
Vamos mils aUa alm. Nuestro pr6ximo ej'emplo tiene quc ver con nUcleos atOmicos. Los movimientos de protones y neutrones en los micleos son en cierto modo oscilatorios y podemos demostrar esto mediante el siguiente experimento. Bombardeamos un ittomo de litio con protones y descubrimos que cierta reacciOn, que produce
rayos ~. tiene en realidad un mitximo muy agudo tipico de resonancia. Notamos en la
figura 23-9, sin embargo, una difcrencia con respecto a los otros casos: jla escala horizontal no representa una frecuencia, sino una energ[a! La raz6n es que en mect'tnica cuitntica lo que consideramos cl.ii.sicamente como la energia resulta estar rea!mente
relacionada con una frecuencia de una amplitud de onda. Cuando analizamos algo
quc en la simple fisica a gran escala tienc que ver con una frecuencia, cncontramos
quc cuando hacemos los experirnentos cuitnticos con materia at(1mica obtencmos
la curva corrcspondiente en funciOn de la energia. De hccho, en cicrto scntido esta
curva es una demostraci6n de esta relaciOn. Ella muestra que !a frecuencia y la ener·
gia ticnen cierta interrelaciOn profunda. que por cierto poseen.
Cambiemos ahora a otro ejemplo que tambien incluye un nivel de energia nuclear,
pero ahora uno mucho. mucho mils estrecho. La (•Jo en la figura 23-10 corresponde a
una energia de I00.000 electronvolts, micntras que el ancho p es aproximadamente
10-s clectronvolts; en otras palabras jesto tiene un Q de 10 10 ! Cuando se midiO esta
curva, fue el Q mils grande de cualquicr oscilador que se hubiera medido jamits. Fue
medida por el Dr. Mi:issbauer y fue la base de su premio Nobel. Aqui la escala horizontal es la velocidad. porque la recnica para obtener las frecuencias ligeramente di·
fercntes consistiO en usar el efc-cto Doppler moviendo la fuente con rcspecto al absorbedor. Uno puede ver cu.iin delicado es el experimento cuando nos damos cuenta que
jla vclocidad en juego es de unos pocos centimetros por scgundo! En la escala real de
la ligura la frecuencia cero corresponderia a un punto a unos 10 10 cm hacia la izquicrda. iligcramente fuera del papel!
Fina!mcntc. si examinamos un nUmero del Physical Review, digamos cl del 1.0 de
enero de 1962, (.encontraremos una curva de resonancia? Cada nUmero tiene una
curva de rcsonancia y la figura 23-11 es la curva de resonancia para Cste. Esta curva
de resonancia resulta muy interesante. Es la resonancia encontrada en una cierta reacciOn entre particulas extraiias, una reacci6n en !a cua! un K y un prot6n interactUan.
La resonancia se detecta viendo cuitntas particulas de algUn tipo salen y dependiendo
de cut'tks y cuitntas sa!en. uno obtiene diferentes curvas, pero de la misma forma y con
el m<iximo agudo en la misma energia. Determinamos asi que hay una resonancia a
una cierta encrgia para el mesOn K-. Esto significa probablemente que existe algUn
tipo de estado o condici6n correspondiente a esta resonancia que sc puede alcanzar
poniendo juntos un K· y un prot6n. Esta es una nueva particu!a o resonancia. Hoy
dia no sabemos si llamar un chich6n como Cs Le, una "particula" o simplemente una
rcsonancia. Cuando existe una resonancia muy aguda. corresponde a una energ[a
bien definida,
23-14
justamente como si hubicra una panicula con esa energia presente en la naturaleza.
Cuando la resonanda se hace mii.s ancha entonces no sabemos si decir que hay una
particula que no dura mucho o simplemente una resonancia en la probabilidad de
reacciOn. En el segundo capitulo sc indica csto para las particulas, pcro cuando ~c
escribiO el segundo capitulo esta resonancia no era conocida jde manera quc nuestra
tabla deberia contener aim otra particula mis!
23-15
24
Transitorios
24-1
La energia de un oscilador
24-2
Oscllaciones amortiguadas
24-1
'24-3
Transitorios eltttricos
La energia de un oscilador
Aunque este capitulo se titula "transitorios", algunas partes de e1 son, en cierto
modo, parte de\ capitulo anterior sobre oscilaciones forzadas. Uno de los aspectos de
una oscilaciOn forzada que no hemos discutido todavia es la energia de la oscilaci6n.
Consideremos ahora esa energla.
iCuitnta energia cinetica hay en un oscilador mecinico? Es proporcional al cua
drado de la vclocidad. Ahora llegamos a un punto importante. Consideren una cantidad arbritraria A que punk ser la velocidad o alguna otra tosa que queremos d1scutir.
Cuando escribamos A = Ae 1"'', un nUmero complejo, la A verdadera y honesta en
cl
es sOlo
real; por lo tanto, si por alguna razim queremo~ usar
el
clcvar a! cuadrado cl nUmcro complejo y luego
parte real dcl Cuadrado de un nllmero complejo no es
parte real, sino que tambien incluye la partc imaginasimplemente cl cuadrado de
ria. De manera que cuando queremos encontrar la energia tenemos que apartarnos de
la notaciOn complcja por un rato para ver cu<i.les son los funcionamientos intcrnos.
La yerdadcra A fisica cs la parte real de A 0 e'("' 1 + -'i;o sea, A= A0 cos (wt+ Ci),
dondc A, el nUmero compkjo, se escribe coma A 0eh'I. Ahora bien, el cuadrado de esta
cantidad fisica real cs A 1 ,...., Al cos' ((vf + ti). El cuadrado de la cantidad va entonces
hacia arriba y hacia abajo dcsde un m<i.ximo a cero, como ei cuadrado dcl cosenu. El
cuadra:do del coseno t1ene un maxima de I y un mlnimo de 0 y su valor medm cs ;/ ,.
no estamos intere<;ados en la energia en un momento especifico
un gran nUmero de aplicaciones sOlo queremos el promedio
cuadrado de A en un periodo de tiempo grande comparado con
En e~tas circunstancias se puede usar el promedio de! coseno
mancra tcncmos el siguiente teorema: si A est<i. rcprcscntado por
el promedio de A 1 es igual a ~A~. Ahora bien, A~ cs
complejo A. (Esto se puede escribir de varias maneras·
personas
gusta escribir IAl 2; otras escriben AA*, A e~ su complcjo conVamos a usar este teorema varias veces.
24-1
Consideremos ahora la ent;:rgia de un oscilador forzado. La ecuaci6n para el oscilador forzado es
m d2x/dt 2 + I'm dx/dt + mw~x = F(t).
(24.l)
En nuestro problema, por supuesto, F (l) es una funci6n·coseno de! l. Analicemos ahora Ja situaci6n: lCmlnto trabajo realiza la fuerza externa F? El trabajo realizado por
la fuerza por segundo, es decir, la potencia, es la fuert.a por la velocidad. (Sabemos
que el trabajo diferencial en el tiempo dt es F dx y la potencia es F dx/ dt.)
dx = m
p = F dt
[(dx)(d'
x) + , (dx)]
(dx)'
dt
dt +
(ii .
-d/2
wux
I'm ..
(24.2)
Pero los dos primeros tfaminos de! segundo mi embro tambii:n pueden escribirse d I dt
[~. m(dx/ dtY + ~ mw~' I que se puede verificar inmediatamente por diferenciaciOn. Es decir, el ti:rmino entre corchetes es una derivada pura de dos ti:rminos muy
faciles de comprender -uno es la energia cini:tica del movimiento y el otro es la energla
potencial de! resorte--. Llamemos a esta cantidad ta energia almncenada, es dedr, la
energia almacenada en la oscilaciOn. Supongan que queremos la potencia media en
muchos ciclos cuando el oscilador estti. siendo forzado y ha estado funcionando durante un tiempo largo. A la larga, !a energia almacenada no cambia -su derivada da un
efecto promedio cero-. En otras palabras, si promediamos la potencia en un ticmpo
largo, toda la energia termina en Ultima instancia en el tirmino resisti\'O pm(dx/ dt)2. Hay
una cierta energia almacenada en !a oscilaci6n, pero 6sta no cambia con el tiempo si
promediamos sob re muchos ciclos. Luego potencia media ( P > es
(P) ~ (Ym(dx/dt)').
(24.3)
Usando nuestro metodo de escribir nllmeros complejos y nuestro teorema que
( A2 ) = }4~ podemos encontrar esta potencia media. Asi, si x = -~eiwr,entonces
dx/ dt = iwXe•wr. Por lo tan to, en estas circunstancias, la potencia promedio se
puede escribir como
(24.4)
En la notaci6n de circuitos electricos dx/ dt se rcemplaza por la corriente I (I es
dq/ dt donde q corresponde a x) y mp corresponde a la resistencia R. Asi, la velocidad de pi:rdida de energia -la potencia consumida por la funci6n forzante-- es la
resistencia en el circuito por cl promcdio de la corriente al cuadrado:
(P) = R(/ 2} = R · !f~.
(24.5)
Esta energia, por supuesto, va a calentar la resistencia; se Uama a veces pCrdida
de ca!or o calcntamiento de Joule.
Otro aspecto interesante a discutir es cu:inta energia esta almacenada. Esto no
es lo mismo que la potencia, porque aunque la potencia al principio se usO para
almacenar algo de energia, despues de eso el sistema continU.a absorbiendo potencia mientras existan pfrdidas por calentamiento (resistivas). En cualquier instante
hay una cierta cantidad de energia a!macenada, asi que nos gustaria calcular tamhiCn la encrgia media almacenada ( E } . Ya hemos
24-2
calculado cuitl es el promedio de(dx I dt)2, asique encontramos
+ !mw~(x 2 )
+ w~Hx~.
(E) = fm((dx/dt) 2 )
=
!m(w 2
(24.6)
Ahora bien, cuando un oscilador es muy eficiente y w es muy cercano a w 0 de manera que jXj sea grande, la energia almacenada es muy alta -podemos obtener una
energia almacenada grande a partir de ima fucrza relativamente pequeiia-. La
fuefza realiza -gran cantidad de trabajo para empezar la oscilaci6n, pero para mantener!a constante todo lo que tiene que hacer es combatir el roce. El oscilador puede
tener una gran cantidad de energia si el race es muy bajo y aunque este oscilando
intensamente no se pierde mucha energia. La eficencia de un oscilador se puecle medir por la cantidad de energia almacenada comparada con cuanto trabajo realiza
la fuerza en cada oscilaci6n.
l CO mo se compara la energia a!macenada con el trabajo realizado en un ciclo?
Esto se llama el Q del Sistema y Q se define como 2n por la energia almacenada
promedio dividida por el trabajo realizado por ciclo. (Si hab!:iramos de trabajo realizado por radidn en vez de por ciclo, desaparecerla el 27r.)
- 2'lf fm(w2 + w~). (x2) = w2 + w~ .
Q 'Ymw2(x2) · 2'lf/w
2'Yw
(24.7)
Q no es un nUmero muy Util, a menos que sea muy grande. Cuando es relativamente
grande da una medida de lo bueno que es el osci!ador. La gente ha tratado de definir
Q de la manera mils simple y Util; varias definiciones sc diferencian un poco una
de otra, pero si Q es muy grande todas las definiciones estiin de acucrdo. La definici6n mils accptada comUnmentc es la ecuaciOn (24.7) que dependc de 10. Para
un buen oscilador cerca de la resonancia, podemos simplificar un poco (24. 7) hacienda (JJ = ''Jo y entonces tenemos Q = 111 0 /'Y que es la definiciOn de Q que usa
mos antes.
lQuf: es Q en un circuito ekctrico'! Para averiguarlo basta que cambicmos /11
por L, mp por R y m«Jij por l/C (ver tabla 23-1). La Q en la resonancia es
Lw/ R, donde w es la frecuencia de resonancia. Si consideramos un
un Q grande esto significa quc Ia cantidad de rnergia almacenada en
es muy grande compa'rada con !a cantidad de trabajo realizado por ciclo por la ma
quina que impulsa las oscilaciones.
24-2
Oscilaciones amortiguadas
Volvamos ahora a nuestro tema principal de discusiim: los transitorios. Por
transitorio se entiende una soluciOn de la ecuaciOn diferencial cuando no hav fuerza presente, pero el sistema no estii simplemente en reposo. (Por supuesto. -que si
estfi. en reposo en el origen sin quc actlle ninguna fuerza, esto si es un problema
bonito -jse queda ah[!--) Supongan que la oscilaciOn empieza de otra manera: di
gamos que fue impulsada por una t'uerza durante un rato y despuCs quitamos la
fuerza. iQuf: sucede entonces? Obtengamos primero una idea aproximada de lo que
va a pasar en un sistema con un Q muy grande. Mientras la fuerza estC actuando.
la energia almacenada permanecer:i igual y se realiLa una c1er1a camidad de trabaJO
para mantenerla. Supongan ahora que quitamos la fucrza y no ~e realiza mils trabajo:
entonccs las pcrdida~ que c~lan co11~um1cnd\i
24-3
!a energia de la fuentc ya no las consumen .mas }a no hay. ningUn i~pulsor-. Las
pCrdidas van a tener que consumir. por decirlo as1. la energia que esta almacenad.a.
Supongan que Q /2:tr = 1000. Lu ego el trabajo realizado porciclo es I I I .ODO de laenergm
almacenada. j,No es razonable acaso, ya que estil oscilando sin fuerza impulsora, queen
un ciclo el sistema seguiril perdiendo un milesimo de su energia E que ordinariamente se
habria estado suministrando desde el exterior y que con tin uaril oscilando, siempre perdiendo I/ I.ODO de su energja por ciclo? Asi que, coma hip6tcsis, para un sistema con
un Q relativamente alto, supondremos que la siguiente ecuaci6n podria ser aproximadamente villida (m.its ade!ante lo haremos exactamente iY va a resultar que era correcta!):
dE/dt
~
(24.8)
-wE/Q.
Esto es aproximado porque cs vii.lido s6lo para Q grande. En cada radian, el sistema
pierde una fracci6n I IQ de la energia almacenada £. Luego, en una cantidad de
tiempo dada di la energia va a cambiar en una cantidad t;Jdt! Q. ya que el nUmero
de radianes asociados con el tiempo dt es Mdt. i,Cuii.l es la frecuencia? Supongamos
que el sistema se mueve tan de!icadamente, casi sin fuerza, que si lo soltamos va a
oscilar esenda!mente con la misma frecuencia por si mismo. Vamos a estimar entonces que <u sea la frecuencia de resonancia <,10 • Deducimos asi de la ecuaci6n
(24.8) que la energia almacenada va a variar scgUn
·
(24.9)
Esta seria le medida de la energia en cua!quicr instante. (,Cuill scria la formula,
aproximada, para la amp!itud de la oscilacion en funcil'm del tiempo'? ;,La misma'!
iNo! La cantidad de encrgia en uA resorte, digamos, cs proporcional al cuadrado
del desplazamiento; la energia cinCtica es proporcional a! cuadrado de la velocidad; de manera que la energia total es proporcional a! cuadrado del desplazamiento.
Luego el desplazamiento, la amplitud de la oscilaci6n, va a disminuir la mitad de rii.pido debido al cuadrado. En otras palabras, intuimos que la solucl6n para el movimiento
amortiguado transitorio va a ser una oscilaci6n de frecuencia cerca de la frecuencia de
resonancia r,10- en la cual la amplitud de! movimiento sinusoidal va a disminuir segUn
e->'112
x
=
A 0 e-T 112 cos w 0 t.
(24.10)
Esta ecuacii:m y la ligura 24 I nos dan una idea de lo que debcmos esperar; tratemos
ahora de analizar el movimiento exucwmenle resolviendo la ecuaci6n diferencial
de] movimiento mismo.
·~'·.·-"''·
"'-...._/______
e-Tt/i'coow,,!
....
---/
_.----
-
F-19 24--1
amor11guildil
Un;i
osc1lac16n cos1nusrndal
24A
Asi, partiendo de la ecuaci6n (24.1) sin fuerza externa, l.C6mo la resohcmos?
Siendo fbicos no tenemos por que preocuparnos tanto acerca de! metodo como
acerca de cu3.i es la soluci6n. Armadas de nuestra cxperiencia previa, ensayemos
como solucion una curva exponencial x =A e'" 1• {l,Por que ensayamos Csta? iEs la
cosa mils fiicil de derivar!) La reemplazamos en (24.1) (con F (t) = 0), usando
la regla de que cada vez quc derivemos x con respecto al tiempo multiplicamos por
i a. Asi que es realmente muy 5imple de sustituir. Luego nuestra ecuaci6n tiene el
siguiente aspecto:
+ i'Ya + :.,ii)Ae"''
(-a 2
=
(24.ll)
0.
El resu!tado neto debc scr cero para todo tiempo, lo que es imposible a menos que
(a) A = O. lo que no es ninguna wluci6n-permanece quieto. o (b)
-a2
+ ia'Y + wii
(24.12)
0.
=
Si podemos resolver esto y encontrar un a, jentonccs tendremos una soluciOn, en la
cual A no necesita ser cero!
a= i'Y/2
±
Vwg -
Por un momenta vamos a suponer que
de manera que 1vi - (/4
extraer la raiz cuadrada. Lo
a 1 = i'Y/2
a2
=
+
i'Y/2 -
Vw~
'Y 2 /4.
(24.13)
es bastante pequeflo comparado con
positivo y no hay ningun
es jQue obtenemos dos
+ w-,
-
'Y 2 /4
=
i'Y/2
v;:;-r=
'Y 2 /4
=
i'Y/2 -
Wr.
(24.14)
(24.15)
Consideremos la primera, suponiendo que no nos hemos dado cuenta que la raiz
cuadrada tiene dos valores posibles. Entonces sabcmos que una solucicin para x
es x 1 = Aei", 1, donde A es una constante cualquiera. Ahora, al sustituir a 1 llamaremos ../ w5-1' 2/4 = wr, ya que va a aparecer tantas veces y d~mora
escribirse.
Asi i..x1 = -r/2 + iwy y obtcnemos x = Ae' rl2 + "··1·' 1• o lo que es
dcbido
a las propiedades maravillosas de una exponem:ial
(24.16)
Primcro. reconocemos esto como una oscilacicin, una oscilaci6n a una frecuencia
W)' que no cs exactamente la frecuencia r,J,, pero estol bastantc cerca de "'" ~i es
un buen sistema. Segundo. jla amplitud de la oscilaci6n cstit decreciendo exponcn
cialmente! Si tomamos, por ejemplo. la parte real de (24. l 6). obtenemos
(24.17)
Esto se parece mucho a la soluci(m que intuimos (24. IO) a
cia que es realmente <;!)'. Estc es cl Unico error. as1 que sc
tenemos la idea correcta. jPero 110 todo es1ii bien! Loque c~ta ma! es que
soluci6n.
24-5
La otra soluci6n es
esta cambiado:
it;
y vemos que la lmica diferencia es que e! signo de w,.
(24.18)
significa esto? Vamos a demostrar pronto que si x 1 y x 2 .s_on soluciones P?de la ecuacion (24.1) con F-=-- 0. ientonces x 1 ·- x 2 tambicn es una solucion
misma ecuaci6n! Asi la soluciOn general x tiene la forma matemittica
(24.19)
Ahora nos podemos preguntar por que nos molestamos en dar esta otra soluciOn,
ya que estitbamos tan contentos coo la primera. ;,Para que nos sirve la so!uciOn
extra ya que sabemos que debemos tomar s61o la parte real? Sabemos que debemos
tomar la parte real, pero, (.C6mo iba a saber la matem6tica si sOlo queriamos la
parte real? Cuando teniamos una fuerza impulsora no nula F (t), introdujimos una
fuerza artificial junto con ella y la parte imaginaria de la ecuaci6n, por decirlo asi,
era, impulsada de una manera definida. Pero cuarido hicimos F(t) = 0, nuestra
convenciim que x fuera s6lo la parte real de todo lo que escribiframos es solo
cosa nuestra. y las ecuaciones matemilticas no lo saben todavia. El mundo fisico
tiene una soluciOn real, pero la respuesta con la que estilbamos tan coqtentos antes
no es real, es compfeja. La ecuaci6n no sabe que vamos a tomar arbitrariamente
la parte real_; asi q~e tiene quc present<'irsenos, por decirlo asi, con una so1uci6n de!
tipo compleJo conJugado de manera que a! juntarlas podamos hacer una soluci6n
verdaderamente real; eso es que a, estil hacienda por nosotros. Para que x sea real,
Be ~'"'1' 1 va a tcner
ser el complejo conjugado de At'"'I' de manera que las partes
Resulta as1 quc B es el complejo conjugado de A y nuestra
(24.20)
que nuestra soluci(m real es una oscilaciOn con un defasaje y una amortal como la anunci<iramos.
De
Fig.
24-2.
Un
circurto electrico para
demostrar trans1torios.
24-3
Transistorios elOCtricos
Veamos ahora si lo anterior realmente funciona. Construyamos el circuito e!Cctrico mostrado en la figura 24-2 en el cual aplicamos a un osciloscopio el vo!taje
a traves de la inductancia L despues de haber aplicado instantitneamente un vo!taje
cerrando el interruptor S. Es un circuito oscilatorio y genera un transitorio de algUn
tipo. Corresponde al caso en que aplicamos sllbitamente una fuerza y el sistema
empieza a oscilar. Es el anilogo elOCtrico de un oscilador mecitnico amortiguado, y
nosotros observamos la oscilaci6n en un osciloscopio donde deberiamos ver las curv as quc estamos tratando
24-6
Figura 24-3
Figura 24-5
\r-
l-
Figura 24-4
Figura 24- 6
de analizar (El movimicnto horizontal del osciloscopio cs a velocidad constante. mien
tras que el movimiento vertical es el voltaje a travl:s del inductor. El resto de! circuito
es s6lo un detallc tCcnico. Nos gustaria rcpetir cl experimento muchas. muchas vccc~.
ya que la persistencia de Ia visi6n no es suficientemente buena para ver sO!o una traza
en la pantalla. Asi, pues, hacemos el experimento una y otra vez cerrando el intcrrup
tor 60 veces par segundo; cada vez que cerramos el interruptor empezamos el barrido
horizontal de! osciloscopio que dibuja la curva una y otra vez.) En las figuras 24-3
a 24-6 vemos ejcmplos de oscilaciones amortiguadas, fotografiadas. rcalmente, de la
pantalla de un osciloscopio. La figura 24-3 muestra una oscilaci6n amortiguada en un
circuito Q grande y i" chico. No muerc muy riipido, oscila muchas vcces al ir disminuycndo.
Pero veamos qui: pasa cuando disminuimos Q, de manera que la oscilaci6n se
extinga mas rapidamente. ·Podemos disminuir Q aumentando la resistencia R en
et circuito. Cuando aumentamos la resistencia en cl circuito, se extingue mils rapi
damente (Fig .. 24· 4). Luego, si aumentamos a Un mas la resistencia en el circuito.
sc extingue mas rapidamente todavia (hg. 24·5). iPero si vamos mas allil. de una
cierta cantidad no podemos ver oscilaci6n alguna! La pregunta es: (.sucede esto porque nuestros ojos no son suficientemente buenos? Si aumentamos la resislencia aUn
mas, obtenemos ~n~ curva c~mo la de la figura 24-6, que no parece tener oscila
ciones, excepto qu1zas una. (.Como lo podemos explicar matcmliticamente?
. La resis!encia es, por supuesto, proporcional al ti:rmino r en el dispositivo mecitnico. Espec1ficamente r es R
Ahora bien, si aumentamos }' en las solucioncs
(24.14) y (24.15) con las que estlibamos tan contcntos, se establecc un caos cuando
rll exccde w 0 ; tencmos que escribirlo de una maner'a diferente:
µ.,.
i'Y/2
+ i'v''Y 2 /4
- w~
and
i'Y/2 - iv''Y 2 /4 -
wg.
24-7
Estas son ahora las dos soluciones y siguiendo la misma linea de razonamiento matem<itico que antes, de nuevo encontramos dos soluciones: e10 , 1 y eia.1• Si ahora sustituimos a 1, obtenemos
x = Ae-(Y12+../1 2 J4--«5)t,
una hermosa caida exponencial sin oscilaci6n. Anil.logamente la otra soluci6n es
Noten que la raiz cuadrada no puede ser mayor que y/2, porque aun cuando w 0 = 0,
un ti:rmino es exactamente igual al otro. Perow~ se resta de y1/ 4 , de manera que la
raiz cuadrada es menor que rl1 y el t6'mino entre parfotesis es, por lo tanto, siempre un nllmero positivo. jGracias a Dios! lPor que? Porque si fuera negativo, encontrariamos •a e elevado a un factor positivo por t, jlo que significaria que estaba
hacienda exp!osi6n! Al poner mils y mils resistencia en e! circuito sabemos que no ,
va a hacer explosi6n -muy por el contrario-. De manera que ahora tenemos dos soluciones, cada una por si una exponencial decreciente, pero una con "velocidad de extinci6~" mucho mayor que la otra. La soluci6n general es, por supuesto, una combinaci6n de las dos; !os coeficientes de la combinaci6n dependen de c6mo se empieza el movimiento --cufiles son las condiciones iniciales del problema-. En la forma
particular seg{m la cual este circuito se pone en funcionamiento, sucede que A es
negativa y B es positiva; asi que obtenemos la diferencia de dos curvas exponenciales.
Discutamos ahora c6mo podemos encontrar los dos coeficientes A y B (o A y
A"') si sabemos cbmo empez6 el movimiento.
Supongan que para 1 = 0 sabemos que x = x0 y dx/dt = v0• Si ponemos t = 0,
x = x0 y dx/dt = v0 en las expresiones.
x
= e-1112(Ae;,.,y1
dx/dt = e-11 1 2 [(-Y/2
encontramos, ya que eO
.o.c
+ A*e-;,.,'1),
+ iw.,)Ae;..,11 +
(-Y/2 ~ iw 1)A•e-""' 1J,
eiO = I,
+ A*
Xo =
A
Vo=
(-Y/2)(A +A*)+ iw 1 (A - A*)
-'Yxo/2 + iw1 (2iA1),
=
= 2Alt,
donde A= AR+ iA 1 y A*= AR-iA 1_. Encontramos asi
(24.21)
Esto determina completamente a A y A• y por lo tanto la curva completa de la soluciOi:i. transitoria en tfrminos de c6mo comienza. A pro;J6sito, podemos escribir la
solucwn
24-8
de otra manera si notamos que
Podemos entonces escribir la soluci.6n completa en la forma
x = e- 1112 [ Xo cos w1 t
+ Vo
+w:xo/2 sen W1tJ.
(24.22)
donde wy = + Vw~-yi/4. Esta es la exPresi6n matem3.tica para la forma en que
una oscilaci6n se extingue. No vamos a hacer uso directo de ella, pero hay una
serie de puntos en los cuales nos gustaria poner 6nfasis, que son viilidos en casos
mas generales.
Primero que nada el comportamiento de un sistema ta! sin fuerzas externas se
expresa mediante una suma, o superposici6n, de exponenciales puras en el tiempo
(que escribimos e'"'). Es una buena soluci6n a probar en esas circunstancias. Los
valores de a pueden ser complejos en general, representando las partes imaginarias
el amortiguamiento. Finalmente, la intima relaci6n matem3.tica de l<!-s funciones si
nusoidales y exponenciales discutidas en el capitulo 22 apareccn muy a menudo fisicamente como en cambio del comportamiento sinusoidal o exponencial cuando alglln para.metro fisico (en este caso la resistencia) excede cierto valor critico.
24-9
25
Sisternas lineales y repaso
25-1
Ecuaciones diferenciales lineales
25-4
Analogias en fisica
25-2
SuperposiciOn de soluciones
25"5
Impedancias en serie y en paralelo
25-3
Oscilaciones en sistemas lineales
25-1
Ecuaciones diferencialcs lineales
En este capitulo discutiremos ciertos aspectos de los sistemas oscilantes, que se
encuentran con una generalidad algo mayor que precisamente en los sistemas particulares que hemos estado estudiando. Para nuestro sistema particular, la ecuaci6n
diferencial que hemos estado resolviendo cs
(25.1)
Ahora bien, esta combinaci6n particular de "operaciones" con la variable x tiene
la interesantc propiedad que si sustituimos x por (x + y), obtenemos la suma de !as
mismas operaciones con x c y; o si multip!icamos x por a entonces obtenemos a por
la misma combinaci6n. Esto es faci] de dcmostrar. A! igual que en una notaci6n
"taquigrB.fica", como nos cansamos de escribir todas esas lctras en (25.l), usaremos el simbo!o L(x) en su lugar. Cuando veamos csto, significa el primer miembro
de (25.l) en !a cual ha sido sustituido x. Con csta manera dcescribir,[:(x + y) significaria lo siguiente:
!:_(x
+ y)
= m if(xdtt YJ
+ 'Ym d(x ;J; y~ + mw~(x + y).
(25.2)
(Subrayamos la L para acordarnos que no es una funciOn ordinaria.) A veces llamamos ~ esto n~taci6n operacional pero no tiene importancia c6mo lo llamemos, es
·'taqmgrafia" simplemente.
Nuestra primera afirmaci6n fue que
!h + y)
~ £(x)
+ £(y),
que por supuesto se deduce del hccho quc a(x ..- y)
= dx/dt + dy/dt, etcetera.
(25.3)
ay, d(x "' y)/ dt =
25-1
N uestra segunda aftrmaci6n fue, para a constante
!;.(ax) = a[:(x).
(25.4)
IRealmente (25.3) y (25.4) estin muy relacionadas porque si ponemos x + x en
(25.3), es lo mismo que poner a = 2 en (25.4), etcetera. i
En problemas mas complicados puede haber mas derivadas y mas tfrminos enb
lo interesante es si se mantienen o no las dos ecuaciones (25.3) y (25.4). Si lo
hacer - ta! problema lo llamamos problemp. lineal. En este capitulo vamos a discutir algunas propiedades que existen debidas al hecho que el sistema es lineal, para
apreciar la generalidad de algunos de los resultados que obtuvimos en nuestro aniilisis especial de una ecuaci6n especial.
Estudiemos ahora algunas propiedades de las ecuaciones diferenciales lineales
habiendolas ya ilustrado con la ecuaci6n especifica (25.l) que estudiamos tan
exhaustivamente. La primera propiedad de interes es la siguiente: supongan que tenemos que resolver la ecuaci6n diferencial de un transitorio, la oscilaci6n libre sin
fuerza impulsora. Es decir, queremos resolver.
(,(x)
~
(25.5)
0.
Supongan que por alguna artimaiia hemos encontrado una soluci6n particular, que
Jlamaremos x 1 • Es decir, tenemos una x 1 para la cual-1:.._(xJ= 0. Ahora notamos
quc ax 1 tambien es una soluci6n de la misma ecuaci6n, podemos multiplicar esta
soluci6n especial por cualquier constante y obtener una nucva soluci6n. En otras
palabras, si tuvieramos un movimiento de un cierto "tamailo", un movimiento el
doble de "grande" tambien es una soluciOn. Demostraci6n: .b_(ax 1 ) = aL(x,) =
=a· 0
-=o
0.
En seguida supongan que por otra artimaila hemos encontrado no s6lo una soluci6n Xp sino que tambien otra so!uci6n x 2• (Recuerden que cuando sustituimos
x = e"'' para encontrar los fenomenos transitorios cncontramos dos valores de 11,
es decir, dos solucioneS x 1 y Xi.) Mostremos ahora que la combinaci6n (x, + x 2)
tambien es una soluci6n. En otras palabras. si hacemos x
x ~ x 2 , x tambren es
una soluci6n de la ecuaciOn. i,Por que? Porque, si L_(x,) = 0 y L_(.'1: 2 ) - 0, entonces
L(x, + Xi) '--- .L.(x: 1) + L(x 2) = 0 + 0 = 0. Lucgo. si hemos encontrado un cierto
nUmero de soluciones para el movimiento de un sistema lineal, las podemos sumar.
1
Combinando estas dos ideas, vemos por supuesto que podcmos tambien sumar
seis de una y dos de otra: si x 1 es una so!uci6n tambien lo es ax!" Por lo tanto,
cualquier suma de estas dos soluciones, como (rrx, + 1f)xi), es tambien una soluciOn.
Si sucede que podemos encontrar tres so!uciones encontramos entonces que cual
quier combinaci6n de estas tres soluciones es tambien una soluci6n, etc. Rcsulta que
el nUmero de lo quc llamamos soluciones independientes* que hemos obtenido para
nuestro problema de! oscilador es solamente dos. El nUmero de soluciones independientcs quc uno encuentra en el caso general depende de lo que se llama el nUmero
de grados de libertad. No vamos a discutir csto en detalle ahora; pero si tenemos
una ecuaci6n diferencial de segundo orden. hay s6lo dos
* Las solucioncs que no pueden ser expresadas como combinaciones lineales, las unas de
las otras, sc llaman independiente&
25-2
soluciones independientes y hemos encontrado ambas; tenemos asi la soluci6n mils
general.
Vamos ahora a otra proposici6n que se aplica a la situaci6n en la cual el sistema
estil. sometido a una fuerza externa. Supongan que la ecuaci6n es
£(x)
~
(25.6)
F(t),
y supongan que le hemos encontrado una soluci6n especial. Digamos que la so!u~i.6n
de Juan es X; y que JJxJ) = F(t). ~upongan que queremos encontrar otra so!u_c1on;
supongan que sumamos a la solucmn de Juan una de las que era una solucion de
la ecuaci6n libre (25.5), digamos x 1• Entonces vemos, segUn (25.3) que
!JxJ +xi)= b_(xJ)
+ {;,(x
1)
= F(t)
+0
= F(t).
(25.7)
Por lo tanto, a la soluci6n "forzada" le podemos sumar cualquier soluci6n •·Jibre"
y aUn tenemos una soluci6n. La soluci6n •·Jibre" se llama soluci6n transitoria.
Cuando no tenemos ninguna fuerza actuando y sUbitamente ponemos una, no
obtenemos inmediatamente la soluci6n estacionaria que resolvimos con la soluci6n
sinusoidal, sino que por un tiempo hay un transitorio que tarde o temprano se extin
gue si esperamos lo suficientc. La soluci6n •·forzada" no se extingue ya que sigue
siendo impulsada por la fuerza. En Ultimo tfrmino, para periodos grandcs de tiempo
la soluci6n es Unica, pero inicialmente los movimientos son diferentes por circunstancias diferentes dependiendo de la manera como empez6 el sistema.
25-2
SuperposiciOn de soluciones
Ahora nos encontramos con otra proposici6n interesante. Supongan que tenemos una cierta i'uerza impulsora particular F0 (digamos que es oscilatoria, con un
cierto w = Wa aunque nuestras conduslones van a ser villidas para cua!quier forma
funcional de F,) y que hemos encontrado la soluci6n para el movimiento forzado
(con o sin !os transitorios; no tiene importancia). Supongan ahora que actlla
alguna otra fuerza, digamos Fb, y que resolvemos el mismo problema pero con fuerza diferente. Entonces supongan que viene alguien y dice '"tengo un nuevo prob!ema
para que ustedes lo resuelvan; tengo la fuerza F0 = Fb ". t,Podemos hacerlo? Por su
puesto que lo podemos hacer, porque la soluciOn es la suma de las dos soluciones
x 0 y xb para las fuerzas tomadas separadamente -una circunstancia por cierto muy
notable"-. Si usamos (25.3), vemos que
Esto es un ejemplo de lo que se llama principio de superposiciOn para sistemas
lineaJes, y es muy importante. Significa lo siguiente: si tenemos una fuerza compli·
cada que se puede descomponer de cua!quier manera conveniente en la suma de
partes separadas, cada una de las cuales es en cierto modo simple en el sentido de
que para cada parte especial' en que hemos dividido la fuerza podemos resolver la
ecuaci6n, entonces el resultado es villido para la fuerza total, porque simplemente
podemos volver a juntar las partes de la soluci6n de la misma manera como la
fuerza totaJ estii. formada de partes (Fig. 25-1).
25-3
Fig_ 25 1
Un cjemplo del pr1nc1p10 de superposic16n para s1sternas lineales
Demos otro ejemplo del principio de superposici6n. En el capitulo 12 dijimos
que era uno de los grande~ hechos de las !eyes de la electricidad que si tenemos una
cierta distribuci6n de cargas % y calculamos el campo eltctrico Ea producidas por
estas cargas en un cierto lugar P y si, por otro !ado, tenemos otro conjunto de cargas % y calculamos el campo Fb debido a estas en el lugar correspondiente; entonccs, si ambas distribuciones de cargas cstitn presentes al mismo tiempo, el campo E
en P ts la suma de Ea debido a un conjunto ma~ Eh debido al otro. En otras palabras, si conocemos el campo debido a cierta carga, el campo debido a muchas cargas es simplemente el vector suma de los campos de estas cargas tomados individualmente. Esto es exactamente anillogo a la proposici6n anterior que si conocemos
el resultado de do~ fuerzas dadas tomadas una a una, entonces, si la fuerza se
considera como la suma de ellas, la respuesta es una suma de las respuestas individuales correspondicntcs.
Fig 25-2. El princ1p10 de superposici6n
en electrosttitica
La razOn de que esto sea vti.Jido en la electricidad es que las grandes \eyes de la
e!ectricidad. las ecuaciones de Maxwell, que determinan el campo eltctrico, son
ecuaciones diferenciales lineales. es decir, que tienen la propiedad (25.3). Loque
corresponde a la fuerza es la carga que genera cJ campo electrico y la ecuaciOn
que determina el campo eltctrico en terminos de la carga es lineal.
Como otro ejcmp\o interesante de esta proposici6n, preguntamos c6mo es po~i
ble "sintonizar" cicrta estaci6n de radio al mismo tiempo que todas las otras emiso"
ras est.iin transmitiendo. La estaci6n de radio transmite, fundamentalmente, un campo electrico oscilante de muy alta frecuencia quc .actUa subre nuestra antena de
radio. Es cierto que la amplitud de osci\aci6n de! campo cs modlficada. modulada.
para transportar la seftal de la voz, pero cso es muy lento y no nos vamos a preocupar por cllo. Cuando uno escucha "Esta estaciOn estii: transmiticndo con una frecuencia de 780 kilocic!os", ello indica que 780.000 oscilacioncs por segundo es la
frecuencia de! campo electrico de la antena de la estaci6n y esto arrastra en nuestra
antena los clcctrones hacia arriba y hacia abajo con esa frecuencia. Podemos tener
ahora al mismo t1empo otra estaci6n de radio
25-4
en el mismo pueblo radiando con una frecuencia diferente, digamos 550 kilociclos
por segundo; luego, los electrones en nuestra antena tambien estii.n siendo arrastrados a esa frecuencia. La pregunta ahora es, lc6mo podemos separar las seiiales
que llegan a una radio a 780 kilociclos de las que Hegan a 550 kilociclos? Ciertamente no escuchamos ambas estaciones al mismo tiempo.
Por el principio de superposici6n, la respuesta del circuito elOCtrico de la radio,
la primera parte de! cual es un circuito lineal, a las fuerzas que est<in actuando debido
al- campo elOCtrico Fa + Fb, es Xa * xb. Pareciera entonces como que nunca las
vamos a desenredar. De hecho, el mismo enunciado de superposici6n parece insistir
que no podemos evilar tener a ambas en nuestro sistema. Pero recuerden, para un
circuito resonante, la curva respuesta, la cantidad de x por unidad de Fen funcion de la frecuencia, se ve como la de la figura 25-3. Si fuera un circuito con un Q
muy alto, la respuesta mostraria un mliximo muy agudo. Supongan ahora que las
dos estaciones son comparables en intensidad, o sea, que las dosfuerzas scan de la
misma magnitud. La respuesta que obtenemos es la suma de x,, y xh. Pero en la
figura 25-3, xa es tremenda mientras que xb es pequeiia. Asi, a pesar de que las dos
sei'iales tienen la misma intensidad, cuando pasan por el circuito resonante agudo
de la radio sintonizada para wa, la frecuencia de transmisi6n de una estaci6n, entonces la respucsta a esta estaci6n es mucho mayor que a la otra. Por lo tanto, la respuesta completa con las dos seiiales, est!'t casi toda formada por wa y hemos seleccionado la emisora que querlamos.
25-3.
Una
curva
de
resonancia
aguda
lY que pasa con la sintonia? lC6mo sintonizamos? Cambiamos (,; 0 cambiando
la L o la C de! drcuito porque la frecuencm dcl circuito tiene que ver con la com
binaciOn de L y C. En particular, la mayoria de las radios estitn construidas de
modo que uno pueda cambiar la capacitancia. Cuando rcsintonizamos la radio
podemos cambiar la posici6n de! dial de manera que la frecuencia natural <lei circuito se desplaza digamos, a «i,- En este caso no escuchamos ni una ni otra emisora;
obtencmos silencio siempre que no haya otra emisora con frecuencia We· Si seguimos
cambiando la capacitancia hasta que la curva de rcsonancia estC en (,;b, entonces
por cierto escuchamos la otra emisora. Asi es cOmo funciona la sintonia de una radio; es de nuevo el principio de superposici6n combinado con una respuesta rcsonante. *
25~5
Para terminar esta discusi6n, describamos cualitativamente lo que sucede si proseguimos analizando un problema lineal con una fuerza dada cuando la fuerza es
bastante complicada. De los muchos metodos posibles hay dos maneras generales
especialmente Utiles segim las cuales podemos resolver el problema. Una es esta:
supongan que podemos resolverlo para fuerzas especiales conocidas tales como sinusoides de diferentes frecuencias. Sabemos que es juego de niiios resolverlo para
sinusoides. Asi tencmos ios que llamaremos casos de "juego de niiio ". Ahora bien,
la pregunta es si nuestra fuerza tan complicada se puecie representar coma la suma
de dos o mils fuerzas de "juego de nii'ios". En la figura 25-1 ya teniamos una curva
bastante complicada y, por supuesto, la podemos hacer aim m.is comp!icada si agregamos mils sinusoides. De manera que es ciertamente posible obtener curvas muy
complicadas. Y, de hecho, lo inverso tambien es cierto: se puede obtener prilcticamente cualquier curva sumando un nUmero irifinito de sinusoides de diferentes longitudes de onda (o frecuencias) para cada una de las cuales conocemos el resultado.
Simplemente tenemos que conocer cuil.nto poner de cada sinusoide para formar la
F dada, y entonces nuestra respucsta x es la suma correspondiente de las F sinusoides, cada una multiplicada por su respectiva raz6n de x a F. Este metodo de soluci6n se llama metodo de la transformada de Fourier o andlisis de Fourier. Realmente no vamos a realizar este anitlisis ahora; sOlo deseamos describir la idea en juego.
Otra manera muy interesante de resolver nuestro problema tan complicado es
la siguiente. Supongan que mediante un esfuerzo mental tremendo, fuera posible
resolver nuestro problema para una fuerza especial, a saber, un impulso. La fuerza
se aplica ritpidamente y en seguida se elimina; desaparece completamente. En realidad necesitamos resolver s6lo para un impulso de cierta intensidad unitaria; cualquier otra intensidad se puecie obtener multiplican<lo por un factor apropiado. Sabemos que la respuesta x a un impulso es una oscilaci6n amortiguada. lQue podemos decir de alguna otra fuerza, por ejemplo una fuerza como la de la figura 25-4?
Fig. 25-4. Una fuerza complicada se
puede tratar coma una sucesi6n de impulsos
agudos
Tai fuerza puede asemejarse a una sucesi6n de go!pes con un martillo. Primera
no hay fuerza y de sUbito hay una fuerza constante -impu\so, impulso, impulso,
impulso, ... - y luego cesa. En otras pa!abras, imaginamos que la fuerza continua es
una serie de impulsos muy juntas. Sabemos el resultado para 1m impulso, de manera
que el resultado para toda una serie de impulsos va a ser toda una serie de oscilaciones
amortiguadas: va a ser la curva para el primer impulso y luego (un poquito despues)
le sumamos la curva para el segundo impulso y la curva para el tercer impulso, y asi
sucesivamente. Por lo tanto, podemos representar matemil.ticamente la soluciOn completa para funciones arbitrarias. si conocemos la respuesta para un impulso. Obtenemos la respuesta para cualquier otra fuerza simplemente por integraci6n. Este metodo se _llama miitodo de lafunci6n de Green. Una funci6n de Green es una respucsta a un 1mpulso y el metodo
25-6
para analizar cUalquier fuerza juntando las respuestas de impulsos se llama metodo
de la funci6n de Green.
Los principios fisico~ cncerrados en estos dos esquemas son tan simples, incluyendo s6lo la ecu.aci6n lineal, que se pueden comprcnder inmediatamcnte, pero los
problemas matematicos que entran en juego, las integraciones complicadas, etc., son
demasiado avanzadas para atacarlas ahora. Con toda seguridad ustedes van a volver
sabre esto a!gUn dia, cuando hayan tenido mas practica en matematica. Pero la
idea es en rcalidad muy simple.
Finalmente, hagamos algunas observaciones de por que !os sistemas lineales son
tan importantes. La respuesta es simple: jporque los podemos resolver! De ma·
nera que !a mayor parte de! tiempo resolvemos problemas lineales. Segundo (y mas
importante), resulta que las !eye.\· fundamentales de la fisica son a menudo lineales. Por ejemplo, las ecuaciones de Maxwell para las !eyes de la elcctricidad
son !ineales. Las grandes !eyes de la medmica cuantica resultan ser hasta donde
sabemos ecuaciones lineales. Por eso es que gastamos tanto tiempo en ecuaciones
lineales: porque si entendemos las ecuaciones lineales. estamos listos, en principio,
para entender una cantidad de otras cosas.
Mencionemos otra situaci6n donde se encuentran ecuaciones lineales. Cuando
los desplazamientos son pequciios, muchas funclones pueden ser aproximadas linealmcnte. Por ejemplo, si tenemos un pendulo simple, la ecuaci6n correcta para su movimiento es
(25.9)
d 2 e/dt 2 = -(g/L) sen e.
Esta ecuaci6n se puede resolver mediante funciones elipticas, pero !a manera mas
facil de resolverla es numericamente como se dcmostr6 en el capitulo 9 en las [eyes
de movimiento de Newton. Corrientemente una ecuaci6n no lineal no se puede resolver mits que en forma numfrica. Ahora bien para fl pequeiio, scnO es practicamente igual a 0 y tcnemos una ecuaciOn lineal. Resulta que hay muchos casos dondc
pequeiios efectos son lineales: como este ejemplo, el balanceo de un pendulo en pequciios arcos. Como otro ejemplo. si tiramos un poco de un resorte, la fuerza es
proporcional al estiramiento. Si tiramos muy fuerte, rompemos el resorte y ;la fuerza
es una funciOn completamente diferente de la distancia! Las ccuaciones lineales son
importantes. En realidad son tan importantes que a lo mejor el cincuenta por ciento
de! tiempo estamos resolviendo ecuaciones lineales en fisica e ingenier[a.
25-3
Oscilaciones en sistemas lineales
Repasemos ahora las cosas sabre las cuales hemos estado hablando en los
Ultimas capitu!os. Es muy facil que la fisica de los osciladores se haga oscura por la
matemii.tica. La fisica es realmente muy simple y si pudiframos olvidamos de la matemiitica por un momenta veriamos que podemos entender casi todo lo que sucede
en un sistema o~cilan'.e. Primera: si tenemos s61o el resorte y el pes?, cs foci! de
entender por que el s1stema osc1la -es una consecuencia de la inercta-. Tiramos
la masa hacia abajo y la fucrza la tira hacia arriba: cuando pasa por cero, que es el
lugar en que Jc gusta estar. no puede detenersc slibitamente; debido a su momentum
sigue moviendose y oscila hacia el otro lado y continlia de un !ado a otro. De manera que si no hubiera roce. seguramentc esperariamos un movimiento oscilatorio y
efectivamcnte obtenemos uno.
25-7
Pero si hay un poco de race siquiera, entonces en el ciclo de vuelta la oscilaci6n
no va a ser tan grande coma fue la primera vez.
l Que es lo que pasa ahora, ciclo a ciclo? Eso depende del ti po y de la can ti dad
de roce. Supongan que pudifaamos confeccionar un tipo de fuerza de roce que siempre se mantiene en la misma proporci6n con respecto a las otras fuerzas, la de iner
cia y la de! resorte, a medida que la amplitud de la oscilaci6n varia. En otras palabras, para oscilaciones pequeOas el roce deberia ser mas dCbil que para oscilaciones grandes. E! roce ordinario no tiene esta propiedad, de manera que se debe invcntar un ti po especial de roce cuidadosamente ·con el especial prop6sito de erear un
roce que es directamente proporcional a la velocidad, de manera que para grandes
oscilaciones sea mayor y para pequeiias oscilaciones sea mils debil. Si sucede que tc"
nemos ese tipo de roce, al final de cada ciclo sucesivo el sistema esti en la misma
condici6n en que estaba al principio, excepto que es un poco mils chico. Todas las
fuerzas son mis chicas en la misma proporci6n: la fuerza de! resorte se reduce, las
efectos inerciales son menores porque las aceleraciones son ahora mils debiles y el
roce es menor tambien porque asi lo concebimos cuidadosamente. Cuando realmente
tenemos ese tipo de roce, encontramos que cada oscilacilm es exactamente la misma que la primera, excepto que estil reducida en amplitud. Si el primer ciclo disminuy6 la amplitud a, digamos, el 90 por 100 de lo que era al principio, la siguiente
lava a disminuir a 90 por 100 de! 90 par 100, etc.: el tamaiio de las osci!aciones
se reduce en la mis ma fracci6n en cada ciclo. Una funci6n exponencial es una curva
que hace exactamente eso. Cambia en el mismo factor en cada interva!o igua! de
ti em po. Es decir, si la amplitud de un ciclo relativa a la anterior se llama a, entonces la amplitud de la siguicnte es a 2 y de la siguiente a3 . De man era que la amplitud es alguna constante elev ad a a una potencia igual al nUmero de ciclos recorridos:
A= A 0 a".
(25.IO)
Pero, por supuesto,
que estil perfectamente claro que la soluci6n general va
a ser algUn tipo de
seno o coscno wt, por una amplitud que varia mas o
menos coma b 1• Pero se puede escribir como e--<' si b es positivo y menor que I.
Por esto es que la soluci6n aparece como e-cl cos wt. Es muy simple.
lQue sucede si el race no es tan artificial, por ejemplo, la fricci6n comUn de una
mesa, de manera que la fuerza de roce cs una cierta cantidad constante c independiente de la magnitud de la oscilaci6n que invierte su direcci6n cada medio ciclo?
Entonces la ecuaci6n ya no es mils lineal, se hace dificil de resolver y debc ser resue!ta por el metodo numerico dado en el capitulo 2, o considcrando cada media
ciclo scparadamente. El metodo numerico es el mas poderoso de todos y puede resolver cualquier ecuaci6n. Solamente cuando tenemos un problema simple podemos
usar el anftlisis matemfttico.
El anitlisis matem<itico no es la cosa
las ecuaciones m::i.s simples. Tan pronto como
comp!icadas, nada mas quc un poquito
Pero el metodo numerico, al cual se le
puede hacerse cargo de cualquier ecuaci(m
A continuaci6n, z.que pasa con la curva de resonancia? z.D6nde estit la resonancia? Primera, imaginen por un momento que no hay race y tenemos algo que
pueda
25-8
oscilar por si mismo. Si golpearamos el pCndu!o en forma precisa cada vez que pasa,
por supuesto que podriamos hacerlo mover coma loco. Pero si cerramos los ojos y
no lo miramos y lo golpeamos a intervalos iguales arbitrarios, (.que va a suceder?
A veces nos vamos a encontrar go!peando cuando va en el sentido contrario. Cuan·
do sucede que tenemos el ritmo correcto, por supuesto, cada golpe va a ser dado
justo a tiempo de manera que va cada vez mas alto y mas alto y mas alto. De manera que sin race obtendr[amos una curva como la curva llena de la figura 25·5
para diferentes frecuencias. Cualitativamente, comprendemos la curva de resonancia: con el fin de obtener la form a exacta de la curva prabablememe lo mas apropiado sea hacerlo matem:iticamente. La curva tiende a infinite cuando '-" --> w,1 donde (.<J 11 es la frecuencia natural del oscilador.
)(.
_JL_ _
25-5. Curvas de resonanc1a en prede d1versas cant1dades de roce
Supongamos ahora que hay un poco de roce; cuando el desplazamiento del oscila<lor es pequeiio. el race no lo afocta mucho; la curva de resonancia es la misma,
excepto cuando estamos cerca de la resonancia. En vez de hacerse infinita cerca de
la resonancia la curva va a alcanzar solamente una altura ta! que el trabajo rea!izado por nucstros golpes cada vez es suficiente para compensar la pCrdida de energia
por race durantc el ciclo. De manera que el :lpice de la curva es redondeada -no va
a infinito-. Si hay m:is rocc, el iipicc de la curva se redondea aUn mits. Ahora
bien. alguien podria decir: "yo crcia que los anchos de las curvas dependian del
roce ... Eso es porque la ~urva se traza comUnmente de manera que su apice se
representa por una unidad. Sin embargo, la expresiOn matem<'itica es alln mils
simple de entender, si trazamos todas las curvas con la misma escala; entonces jtodo
lo que sucede es que el roce rebaja el 3.picc! Si hay mcnos roce, podemos subir mas
por ese pico antes que el roce lo carte, de manera que se ve relativamente mt'ts angosto. Esto e~. mientras mils alto es el milximo de la curva, tanto mas angosto es el
ancho en la mitad de la altura maxima.
Finalmente, tomcmos cl caso de que haya una enorme cantidad de roce. Resulta quc si hay demasiado roce, el sistema no oscila en absoluto. La energia de]
resorte cs apenas capaz de mover!o en contra de las fuerzas de roce, y a~i. se desliza
lentamente hasta el punto de equilibria.
25-4
Analogias en fisica
El siguiente aspecto a seilalar en este repaso es que masas y resortes no son
los lmicos sistemas lineales; hay otro~. En particular, hay sistemas etectricos
25-9
llamados circuitos lineales, en los cuales encontramos una analogia completa con
los sistemas medmicos. No hemos aprendido exactamente por que cada uno de !os
objetos en un circuito eJectrico funciona en la forma que lo hace -no tiene por que
entenderlo en este momento--; podemos establecer!o como un hecho verificable experimentalmente que se comportan .como se ha dicho.
Por ejemplo, tomemos el ca so mas simple posible. T enemos un pedazo de alambre, que cs una resistencia, y hemos aplicado a el una diferencia de potcncial V.
Ahora bien V tiene este significado: si llevamo~ una carga q a lo largo de] alambre
desde un terminal al otro terminal, el trab:;ijo realizado es qV. Cuanto mils alta la
diferencia de voltaje tanto mas trabajo se realiza cuando la carga, como decimos,
"cae" del extremo <lei terminal de potencial alto al extremo de potencial bajo. De
manera quc las cargas entregan energia al ir de un extremo al otro. Ahora bien, las
carga~ no vuelan simplemcnte derecho desde un cxtrcmo hasta el otro; los :'ltomos
del alambre ofrecen alguna resistencia a la corricnte y esta resistencia obedece la
siguiente ley para casi todas las sustancias ordinarias: si hay una corricnte /, o sea,
tantas cargas por segundo tropezando, cl nllmero por segundo que atraviesa tropezando el a!ambre es proporcional a lo fuertemcnte que las empujan -en otras palabras, proporcional a cuilnto voltaje existe:
V
=
JR
=
R(dq/dt).
(25.11)
El coeficiente R se llama resistencia y la ecuacilm se llama Ley de Ohm. La unidad
de resistencia es el ohm; es igual a un volt por ampere. En situaciones meclinicas
es dificil obtener ta! fuerza de roce proporcional a la velocidad; en un sistcma eiectrico es muy fil.cil y esta ley es extremadamente precisa para casi todos los metales.
Estamos a menudo interesados en culinto trabajo se realiza por segundo, !a pfrdida de potencia o la energia 1iberada por las cargas a mcdida que tropiezan a lo
largo del cable. Cuando llevamos una carga q a traves de un voltaje V, el trabajo
es qV, de manera que el trabajo realizado por segundo seria V(dq/dt), que es lo mis"
mo que VJ o tambien JR . I ~ PR. Esto ~e llama phdida por cale111amiento; es
cuanto calor se genera en la rcsistcncia por segundo, debido a la conservaciim de la
energia. Es este calor el que hace que funcione una l<lmpara incandescente ordinaria.
Por supuesto, hay otras propicdadcs interesantes de sistcmas meclinicos, como la
masa (inercia), y resulta que hay tambien una analogia electrica para la inercia. Es
posible hacer algo llamado inductor que tiene una propiedad Hamada inductancia
tal que una corriente, una vcz cstablccida en la inductancia no quiere detenerse. jSe
necesita un voltaje para cambiar la corriente! Si la corriente es constante no hay
voltaje a traves de una inductancia. Los circuitos CC no saben nada de inductancia;
es s61o cuando cambiamos la corricntc quc se manifie.5tan los efectos de la inductancia. La ecuaci6n es
V = L(dJ/dt) = L(d 2q/dt 2 ),
(25.12)
y la unidad de inductancia, llamada henry, es ta! que un volt aplicado a una inductancia de un henry produce un cambio de un ampere por segundo en la corriente.
La ecuaci6n (25.12) es la analogla de la Icy de Newton para la electricidad, si asi
lo deseamos: i V correspondc
25-10
a F, L corrcsponde a m, e I corresponde a la velocidad! Todas las ecuaciones siguientes para los dos tipos de sistemas van a tener la misma deducci6n, porque en
todas las ecuacioncs podcmos cambiar cualquicr letra por su lctra anii.loga correspondicnte y obtenemos la misma ccuaci6n~ cualquier cosa quc dcduzcamos \'ft a tcner Ul'a corrcspondencia en lo~ dos sistemas.
Ahora bien, ;,que cosa eJCctrica corresponde al resorte mec<inico, donde existia
una fuerza proporcional al estiramicnto? Si empezamos con F """"'" kx y reemplazamos F--• Vy x--+q, obtcncmos V-= a:q. Resulta que cxiste tal cosa, de hecho es el
Unico de los tres elemcntos de circuito que podemos entender realmcnte, porque
hemos estudiado un par de placas paralelas y encontramos que si hubiera una carga
de cierta cantidad igual y contraria en cada placa, el campo eli:ctrico entre ellas
seria proporcional al tamaiio de la carga. De manera que el trabajo realizado al
mover una carga unitaria a travCs de la separaci6n de una placa a la otra es pre·
cisamente proporcional a la r.:arga. Este trabajo es la definici6n de diferencia de potencial y es la integral curvilinea del campo electrico de una placa a la otra. Rcsulta
que por razones hist6ricas, la constante de proporcionalidaJ i:.O sc llama C sinu
l/C. Pudo habcr sido llamada (', pero no !o fue. Tencmus entonces
V = q/C
(25.IJ)
La unidad de capacitancia C cs el farad: una carga de un coulomb en cada placa de
un capacitor de un farad produce una difercncia de potential de un volt.
Ahi estim nucstras analogias y la ecLacion correspondiente al circuito oscilantc
se transforma en lo siguientc, mcdiantc sustituciOn dirccta de m por L, x por q, etc.:
m(d 2 x/d1 2 )
L(d 2q/d1 2 )
+ 'Ym(dx/d!) + kx
...=cF,
+
=
R(dq/dt)
+ q/C
V.
(25.14)
(25. !S)
para
a!go
rnccilnico bastante complicado, no sOJo una
masas en varios resortcs todos enganchados
A lo mcjor: pero mirc11, podemos hacer un
ecuacioncs quc el objcto quc cstamos
analinir una rna~a en un rc~nrtc.
usamos una inductani.:ia proal
correspondicntc. I IC
circuito ckctrico va
nuestro en el sentido que coal
sc hacc corrc~pondcr a !as fuera la fucu.a! De mancra 4uc a~i
clcrncnto~
podcmos
para im1tar
prohlcma c~ tan
25-11
equivalcntcs. La ventaja no es que sea mis ficil resolver las ecuaciones matemillicas despues que descubrimos que tenemos un circuito electrico (jaunque Cse es el
mCtodo usado por !os ingenicros eli:ctricos!), sino que en vez de e!lo, la verdadera
raz6n para mirar al anitlogo es que es mit.s ficil hacer el circuito elCctrico y cam
biar algo en el sistema.
Supongan que hemos diseii.ado un autom6vil y queremos saber cuit.nto se va a
sacudir cuando pase por un cierto tipo de camino Ueno de baches. Construimos un
circuito e\ectrico con inductancias que rerresenten la inercia de la~ ruedas, las
constantes de rcsorte como condcnsadores para representar los resortes de la~ rucdas y resistencias para representar los amortiguadores, etc., para las otras partes del
autom6vil. A continuaci6n neccsitamos un camino lleno de baches. De acuerdo,
aplicamos un voltaje de un generador que represente ta! y ta! tipo de bachc y desput':s miramos c6mo se sacudc la rueda izquierda midiendo la carga en algUn con
densador. Habiendola medido (lo que es foci! de hacer) encontramos que se est<i
sacudiendo mucho. ;,Necesitamos mils amortiguamicnto o mcnos'! Con una cosa tan
complicada como un autom6vil, (.realmente cambiamos el amortiguador y lo resohe
mos todo de nucvo? jNo!, simplementc movernos un dial; el dial nllmero diez es el
amortiguador nUmero tres. Asi que introducimos mils amortiguamiento. Las sacudidas son peores -de acuerdo, probamos con menos-. Las sacudidas son peores alm;
cambiamos la dureza de! resorte (dial 17) y aju~tamos todas estas cosas electricame,ue, simplemcntc girando una perilla.
imita el problema
Esto se llama computadora anal6gica. Es un dispositivo
ecuac1on, pero en
que queremos resolver, creando otro problema que tiene !a
otras circunstancias de la naturaleza y jque es mucho
de construir. de
medir, de aju~tar ~· de Jcs1ruir!
25-5
lmpedancias en serie yen paralelo
Finalmente hay un dctalle
Tiene que ver con un circuito
to. Por cjemplo. cuando tenemos un inductor, una rcsistcnc1a \
conectados como en la figura 24-2. notamos que toda la
de los tres, de manera que en un objeto tal conectado tan
es la misma en todos !os puntos del alambre. Como la
uno. el voltaje a tra\·e~ de R c~ IR: cl
manera que la caida total del potencial es
suma
y
ecuaci6n (25.15). Usando nUmeros complejos, encontramos que
la ccuaciOn para el movimiento estacionario en respuesta a
Encontramos aqui que V '-- ii. Ahora 7. sc llama la impedan~ia
particular. Nos dice que si aplicamos un voltaje sinusoidal V.
corriente i.
25-12
. l®L,
~Z
(a)cnserie
(b) en paralelo
Fig. 25-6. Dos 1mpedancias conectadas
en ser1e y en paralelo
y es igual a V = V1 + V2 = .(t~ -.- ~ 1) i. Esto sign_ifica q~e el voltaje ~n el circuito completo se puede es_cribir V = IZ,. donde la Zs del s1stema combmado en
serie es !a suma de los dos Z de cada parte:
(25.16)
Esta no es !a lmica manera de conectar las cosas. T ambifo las podemos conectar de
manera, llamada conexiOn en paralelo (Fig. 25-6b). Ahora vemos que un
voltaje
aplicado a los termina!es, si los alambres de conexi6n son conductores
pcrfrctos, estil ap!icado efectivan:ente a ambas impedancias y va a 9ar o~igen a
corrientes en cada una independientemente. Luego, la corriente en Z 1 es 1gual a
i, = V/i 1 • La corriente en Zc es / 2 ___, V!i 2 • Es el mismo voltaje. La corriente
total que se entrega a los terminales es la suma de !as corrientes en las dos seccioV/2 1 + V!i. 1 • Esto se puede escribir
nes: i
V=
A;A
(l;Z1)
Asi
l/ip
=
f
+
A
A
(!;Z2)
=iZP.
t/i 1 + l/iz.
(25.17)
Circuitos mas complicados pueden simplificarse a veces tomando partes de ellos,
trabajando con las impedancias sucesivas de las partes y combinando el circuito
paso a paso, usando las reglas anteriores. Si tenemos cualquier tipo de circuito con
muchas impedancias conectadas de todas !as maneras posibles y si incluimos los
voltajes en forma de pequeiios generadores sin impedancia (cuando pasamos carga a
traves de ei, e! generador agrega un voltaje V), entonces se aplican los siguientes
principios: (I) En cualquier nudo la suma de las corrientes hacia el nudo es cero.
0 sea, toda la corriente que entra debe salir. (2) Si llevamos una carga alrededor
de cualquier malla, vo!viendo al punto de partida, el trabajo neto realizado es cero.
Estas reglas se ll!!.man {eyes de Kirchhoff para circuitos el6ctricos. Su aplicaci6n
sistemtitica a circuitos complicados a menudo simplifica su anitlisis. Los mencionamos aqui junto con las ecuaciones (25.16) y (25.17), en el caso que ustedes ya hayan
encontrado tales circuitos que necesitan analizar en el trabajo de laboratorio. Van
a ser discutidas de nuevo con mayor detalle el pr6ximo aiio.
25·13
26
Optica: el principio del tiempo minimo
26-1
La luz
26-2
Renexi6n y rcfracciOn
26-3
El principio de Fermal del tiempo minimo
26-4
Aplicaciones
Fermat
26-1
dcl
26-5
Un enunciado mas prcciso del
principio de Fermat
26-6
COmo funciona
principio de
La luz
tecnicamcntc en un gran
que las usadas en las '"'''odil'"'"""'
tienen longitudes de ondas corrcspondientes a unos
las asi llamadas '"onda~ curtas "', por ejemplo.
etcftcra. No existe ningtin !imite definido entrc uno '!
de ondas, porque la naturaleza no sc nos prcscnta con
nUmero asociado con un nombre dado para las ondas
tambien lo son por supuesto los nombres quc damos a los
A continuaciOn, despues de un largo camino por la~ ondas milimCtricas. llega
mos a lo que llamamos el in.frarroju y, por lo tanto, al cspcctro visible. A continua
ci6n, avanzando hacia el otro lado llegamoi. a la regi(in que se llama u/trm·ioleta.
Donde termina el ultravioleta, empiczan los rayos X, pero no podcmos dcfinir pre
cisamente d6nde sucede esto; es aproximadamente a JO• m. u 10 '//. E~to~ ~on
rayos X "blandos"; luego est3.n los rayos X ordinarios y rayos X muy Juros; lucgo
Jos rayos p, etc., para valores cada vez mcnorcs de esta dimensi6n llamada longitud
de onda.
Dentro de esta vasta gama de longitudes de onda, hay tres o mils regiones de
aproximaciim que son especialmente interesantcs. En una de Cstas, existe una condiciOn en la cual las longitudes de onda quc intervicnen son muy pequefias comparadas con las dimensiones de! equipo disponible para su estudio; ademils las energias
de los fotoncs, usando la teoria cuilntica, son pequcfias comparadas con la sensibilidad energCtica del equipo. En estas condiciones podemos hacer una primera aproximaciOn por un mctodo llamado 6ptica geomitrica. Si, por otro !ado, las longitudes
de ondas son comparables a las dimensiones del equipo. lo que es dificil de obtencr con la !uz visible pero mi1s facil con ondas de radio, y si las energias de los
fotones son todavia desprcciablcmente chicas, entonces se puedc hacer una aproximaciOn muy titil estudiando el comportamiento de las ondas. aun sin tomar en cuenta !a mecitnica cuitntica. Este mCtodo se basa en la teoria cli:isica de la radiaci6n
e!ectromagni.'tica,
en un capitulo mils adelante. A continuamii.s cortas, donde podemos desprcciar el
tienen una energia muy grande compahacen sencillas de nuevo. Esta cs la
sOlo muy aproximadamente. La imamoddo no nos seril. asequible por mucho
se limita a la rcgiOn de la Optica geometrica,
ondulatorio y fotOnico de la luz, !o que va a
siquiera nos preocupamos de decir lo que es
comporta en
escala grande comparada
esto debe ser
para poner enfasis en
es una mera aproximaciOn;
es uno de los capitulos
que vamos a tencr quc •·desaprender" de nuevo. Pero lo vamos a desaprender muy
pronto. porque vamos a scguir casi inmediatamente con un metodo mils preciso.
ser
la
Aunque la
es sO!o una aproximaciOn, es de una gran imporhist6rico. Vamos a presentar este tema m:ls hist6una idea del desarrollo de una teoria fisica o de una
Primera. la \u7 es, por supucsto. familiar para todo el mundo y ha sido familiar
tiempo inmcmoria!. Ahora bien, un prob!ema es: ;,mediante quC proceso 1•emos
Ha habido
teorias, pero finalmente se asent(J una segUn la cual es
algo que entra
ojo --que rebota de los objetos y entra al ojo. Hemos
c~a idea por tanto tiempo que la aceptamos y es casi imposible para noscuenta que hombres muy inteligentes hayan propuesto tcorias contrasale del ojo y palpa d objeto. por ejemplo·-. Algunas otras observason que cuando la luz va de un !ugar a otro, va en lineas rectas,
en el camino, y
no pareccn interfcrir unos con otros.
se entrecruza
en la pieza, pero la \uz que estit
por nuestra linea de
que nos llega de algUn objeto.
en contra de la teoria corpuscular;
como muchas flcchas disparadas, z.c6mo
por Huygens. Si la luz
otras flcchas pasar entre ellas tan facilmente'? Tales argumentos filos6ficos
no son de rnucho peso. j Uno ~icmpre podria decir que la luz estit formada por flechc1s que pasan a traves de ellas mismas!
26-2
Fig. 26-1. El i'lngulo
1gual al i'lngulo de reflex16n
26-2
de incidencia es
RetlcxiOn y refracciOn
era:
cs
relaciOn entrc los
!aciim muy simple, descubicrta
viaja de ta] manera que los dos
alguna raz(m se acostumbra
pejo. De mancra que la !lamada
0, = 0,.
(26.1)
Esta es una proposiciOn bastante simple, pero sc cncuentra un problema m.its
dificil cuando !a lu7 va desde un medio a otro, por ejemplo desde cl aire al
aqui lamb1Cn vemos que nu va en linca
En
el
ci6n con respccto a su trayectoria en el
que se acerque a la vertical, entonccs el
de. Pero si indinamos cl rayo de luz en un
ci6n es muy grandc.
I.a pregunta cs:
cs la rclacil'ln entrc uno y utro 3.ngulo'!
biCn a los antiguus
rnucho tiernpo ;y aqui nunca
Es, sin embargo, uno
los pocos lugares de toda la
puede encontrar algunos resultados experimcntales
hizo una !ista dcl .imgulo en el agua para
ferentes en el aire. La tabla 26 I muestra
3.ngulo correspondiente medido en el agua.
gricgos fl(' haci<in nunca expcrimcntos. Pero
Tabla 26·2
Tabla 26-1
Angulo
en el aire
10°
20·
30°
4-0•
50°
60"
70°
so•
Angulo
en el agua
s•
15-1/2°
22-1/2°
28"
35'
40-1/2"
. 45°
50°
Angulo
enel aire
Angulo
en el agua
10·
20°
30°
40"
50°
7-1/2°
15'
22·
29•
60'
40°
48°
70°
so•
,,.
49-1/2°
esta tabla de valores sin conocer la ley duradera, excepto mediante el experimento.
Debe anotarse, sin embargo, que estos no representan medidas cuidadosas indeptndientes para cada ingulo, sino s6lo algunos nU:meros interpolados de unas pocas
medidas, porque todos ellos se ajustan perfectamentc a una parabola.)
Este es entonces uno de los pasos m.is importantes en el desarrollo de una ley
fisica: primero observamos un efecto, luego lo medimos y Jo registramos en una
tabla; luego tratamos de cncontrar la reg/a mediante la cual una cosa est.i conectada con la otra. La tabla numfrica anterior fue hecha en el ai'lo 140 D.C., jpero
no fuc sino en 1621 cuando alguien encontr6 finalmente la regla que conecta a los
dos ingulos! La regla, encontrada por Willebrord Snell, un rnatemittico ho!andes,
es como sigue: si 0, es el 8.ngulo en el aire y (},el itngulo en el agua, entonces resulta que el seno de 8 1 es igual a un cierto mU!tiplo constante del seno de 8,:
sin 8; = n sen 8,.
(26.2)
Para el agua el nUmero n es aproximadamente 1.33. La ecuaci6n (26-2) se llama
fey de Snell; nos permlte predecir cOmo se va a inclinar cuando va desde el aire
al agua. La tabla 26-2 muestra los ilngulos en el aire y en el agua de acuerdo con
la !ey de Snell. N6tesc el notable acuerdo con la lista de Tolomeo.
26-3
El principio de Fennat del tiempo minimo
Ahora bicn, en un mayor desarrollo de la ciencia queremos mils que una formula. Primera tenemos una observaci6n, luego nllmeros que medimos, luego tenemos
una ley que resume todos los nUmeros. Pero la verdadera gloria de la ciencia es
que podemos encontrar una manera de pensar ta] que la ley sea eridente.
La primera manera de pensar que hizo evideme la ley del comportamiento de la
luz fue descubierto por Fermat cerca de 1650. y se llama el principio def tiempo
minima o principio de Fermat. Su idea es t':sta: que de todos los posibles Caminos
que puede tomar para ir de un punto a otro, la luz toma el camino que requiere el
tiempo mds corto.
Mostremos primero que esto es cierto para el caso de! espejo, que este principio
sencillo contiene tanto la ley de la propagaci6n rectilinea como la Jey del espejo.
;De manera que nuestra comprensiOn est3. aumentando! Tratemos d~ encontrar la
soluciOn
26-4
FiQ. 26-3. llustraci6n del pnncipio de!
tiempo mfnimo.
para el siguiente problema. En la figura 26-3 se muestran dos puntos A y B y un
espejo plano MM'. icual es la manera de ir de A a Ben el tiempo mas corto? jLa
respuesta es ir directamente de A a B! Pero si agregamos una regla extra que la
luz tiene que chocar con el espejo y volver en el tiempo mas corto, la respuesta no
es tan senci\la. Una manera podria ser ir lo mas rapidamente posible al espejo y
despues ir a B por el camino A D B. Por supuesto obtenemos entonces un camino
largo D B. Si nos movemos un poco hacia !a derecha, a E, aumentamos ligeramente
la primera distancia, pero disminuimos mucho la segunda y asi el largo del camino
total, y por !o tanto el tiempo de viaje es men or. l COmo se puede encontrar el punto C para el cual el tiempo es el mils corto? Lo podemos encontrar de una manera
muy bonita mediante un truco geometrico.
Construimos al otro lado de MM' un punto artificial B' que esta a la misma
distancia debajo del piano MM' que el punto B estit sobre el piano. Entonces dibujamos la linea EB'. Ahora bien, como BFM es un angulo recto y BF = FB'.
EB es igual a EB'. Luego la suma de las dos distancias AE + EB, que es propor·
cional al tiempo que se va a demorar si la luz viaja con velocidad constante, tambien
es la suma de las dos longitudes AE + EB'. Por lo tanto el problema se convierte
en: (,cuitndo es minima !a suma de estas dos longitudes? La respuesta es facil:
jcuando la linea pasa por el punto C como una linea recta de A a B'! En otras palabras tenemos que encontrar el punto a partir del cual vamos hacia el punto artificial
y ese serit e! correcto. Ahora, si ACB' es una llnea recta, entonces el <ingulo BCF
es igual al itngulo B'CF y por lo tanto al itngulo ACM. Por Jo tanto, la afirmaciOn
de que el <lngulo de incidencia es igual al itngulo de reflexiOn es equivalente a la
afirmaci6n de que !a luz va al espejo de manera ta! que vuelve al punto B' en el
menor tiempo posible. Originalmente HerOn de Alejandria afirmO que la luz viaja
de tal manera que va al espejo y al otro punto en la menor distancia posible; asi
que no es una teoria modema. Fue esto lo que inspirO a Fermat a sugerir que tal
vez la refracciOn funcionaba con bases similares. Pero para la refracci6n la luz evidentemente no usa el camino de menor distancia, asi Fermat ensay6 la idea de que
toma el tiempo mils corto.
Antes que prosigamos analizando la refracci6n, debieramos hacer una observaciOn mils acerca del cspejo. Si tenemos una fuente de luz en el punto B y envia luz
hacia el espejo, vemos que la luz que va a A desde el punto B llega a A exactamente
de la misma manera como habrla \Jegado a A si hubiera habido un objeto en B' y
ningUn espejo. Por supuesto, que el ojo detecta sOlo la luz que entra fisicamente;
asi que si tenemos un objeto en B y un espejo que hace que la !uz llegue
26-5
Fig.
26-4.
llustrac1on del pnncip10 de
Fermat para la refracc16n
al ojo exactamente de la misma mancra como habria llegado al ojo si el objeto hubiera estado en B', entonces cl sistema ojo-cerebro interpreta eso, suponiendo que
no sabe mucho, como si hubicra un objeto en B'. De manera que la ilusiOn que hay
un objeto detrits del espejo se debe simplemente a que la luz quc estit entrando al
ojo estit entrando de la misma manera, fisicamente, como habria entrado si hubiera
habido un objeto detrits (con excepci6n de la suciedad en el cspcjo y de nuestro
conocimiento de la existencia det espejo, etc., lo que se corrige en el cerebra).
Demostremos ahora que el primcipio del tiempo minima va a dar la ley de Snell
de la refracciOn. Debemos, sin embargo, hacer una suposici6n acerca de la velocidad
de la luz en el agua. Vamos a suponer que la velocidad de !a luz en cl agua es
mcnor que la velocidad de la luz en el aire en un cierto factor n.
En la figura 26-4 nuestro problema es de nuevo ir de A a B en el tiempo mils
corto. Para demostrar que lo mejor no es ir simplemente en linea recta, supongamos
que una hermosa jovencita se ha caido de un botc y est.it gritando pidiendo ayuda
en el agua en el punto B. La linea marcada X es la ori!la. Nosotros estamos en un
punto A en tierra y vcmos cl accidcntc y podcmos corrcr y tambien nadar. Pero
podemos correr mils r:i.pido de lo que podemo~ nadar. (.Que hacemos? i.Vamos en
lmea recta'! (;Si, sin duda!) Sin embargo, si usitramos un poco m.its de inteligencia
nos dariamos cuenta que es ventajoso seguir una distancia un poco mayor por tierra
para disminuir la distancia en el agua, porque nos movemos m:is lentamente en el
agua. (;Siguiendo esta linea de razonamiento, diriamos que lo correcto seria calcular
muy cuidadosamente lo que debe hacerse!) En fin, tratcmos de dcmostrar que la
soluciOn final del prob!cma es el camino ACB, y que este camino toma el menor
de los tiempos posibles. Si cs el camino mils corto, eso significa que si tomamos cualquier otro, va a ser mils largo. De mancra que si grafidtramos el ticmpo que demora
en funciOn de la posiciOn dcl punto X, obtendriamos una curva algo parecida a la
quc sc muestra en la figura 26-5 donde et punto C correspondc al
Fig. 26-5. El tiempo mimmo correspon
de al punto C, pero puntos cereanos correspomien a casi el mismo tiempo
26-6
menor de las tiempos posibles. Esto significa que si movemos el punto X hasta puntos cercanos a C, en primera aprox.imaciOn no hay esencialmente ningUn cambio en
el tiempo, porque la inclinaCiOn es cero en el fondo de la curva. Asi, pues, nuestra
manera de encontrar la \ey va a ser considerar que movemos el lugar en una pequeii.a cantidad y ex.igir que no haya .esencialmente ningUn cambio en el tiempo. (Por
supuesto, que hay un cambio infinitesimal de segundo orden; deberiamos tener un
aumento positivo para desplazamientos en cualquiera direcci6n desde C.) De manera
que consideramos un punto vecino X y calculamos cuitnto tomaria en ir de A a B
por los dos caminos y comparamos el nuevo camino con el antiguo. Esto es muy
f3.cil de hacer. Queremos que la diferencia sea, por supuesto, casi cero si la distancia
XC es pequeiia. Primera, (tjense en el camino en tierra. Si dibujamos una perpendicular XE vemos que este camino estil. acortado en una cantidad EC. Digamos
que ganamos por no tener que ir esa distancia adicional. Por otro !ado, en el agua,
dibujando una perpendicular correspondiente CF, encontramos que tenemos que
avanzar la distancia adicional XF, y eso es Jo que perdemos. 0 sea que en tiempo,
ganamos el tiempo quc habria tornado avanzar la distancia EC, pero perdemos el
tiempo que habria tornado avanzar la distancia XF. Estos tiempos deben ser iguales,
ya que en primera aproximaci6n no debe haber cambio en el tiempo. Pero suponiendo queen el agua la ve!ocidad es l/n veces la de! aire, debemos tener
EC=n·XF.
(26.3)
Por lo tanto, vemos que cuando tenemos el punto preciso, XC sen EXC = nXC
sen XCF o, simplificando el largo de la hipotenusa comim XC y notando que
EXC
=
ECN
=
8;
XCF
=
BCN'
=
Or.
tenemos
sin 8; = n sen 8,.
(26.4)
De manera que para ir de un punto a otro en el tiempo minima cuando el cociente
entre las velocidades es n, la luz debe entrar en un itngulo ta! que el cociente entrc
los senos de los itngulos 0, y 0, sea el cociente entre las velocidades en los dos
medias.
26-4
Aplicaciones del principio de Fermat
Consideremos ahora alguna de las consecuencias interesantes del principio de\
tiempo minimo. Primera estil el principio de reciprocidad. Si al ir de A a B hemos
encontrado el camino de tiempo minima, al ir en la direcci6n opuesta (suponiendo
que !a luz va con la misma velocidad en cualquier direcci6n) el tiempo mas corto
correspondera al mismo camino y, por lo tan to, si la luz puede ser enviada en un
sentido, puede ser enviada en el otro.
Un ejemplo interesante es un bloque de vidrio con earns paralelas planas formando un 3.ngulo con el haz de \uz. La luz al ir a traves del bloque desde el punto
A al punto B (Fig. 26-6), no va en linea recta, sino que disminuye el tiempo en el b!o·
Fig. 26-6. Un rayo de luz se desvia
cuando pasa por un bloque transparente.
Fig. 26-7
Cerca de\ horizonte el sol
aparente est<i mas alto que el sol verdadero en cerca de 1/2 grado
que haciendo el 3:ngulo en el mismo menos inc!inado, aunque pierde un poco en el
aire. El rayo se desplaza senci!lamente paralelo a si mismo porque los 3.ngu!os de
entrada y de salida son los mismos.
Un tercer fenOmeno interesanle es que cuando vemos ponerse el sol, iYa estit
bajo el horizonte! No parece coma si estuviera debajo de\ horizonte, pero estit
(Fig. 26-7). La atm6sfera de la tierra es enrarecida arriba y densa abajo. La luz
viaja mas lentamente en el aire que en el vado, y asl la luz de! so! puede llegar al
punto S mas all3. del horizonte mils ril.pidamente sl en vez de ir simplemente en linea
recta, evita las regiones densas donde va mas lentamente, atraves3:ndolas con una
mayor inc!inacilm. Cuando parece ponerse tras el horizonte, rea!mente estil. hace
rato bajo cl horizonte. Otro ejemplo de este fcnOmeno es cl cspejismo que uno ve
a menudo cuando mancja en caminos calurosos. Uno ve "agua" en el camino, pero
cuando llega ahi jestii. tan seco como el desierto! Lo que estamos viendo realmente
es la luz de! cielo "reflejada'" en el camino: !a luz de! cielo, con rumbo al camino,
pliede terminar en el ojo como se muestra en la figura 26-8. lPor que? El aire esta
muy caliente justo sobre el camino, pcro esta mas frio mas arriba. El aire caliente
esta m.is expandido que el aire frio y cs mils enrarecido y cs menor !a disminuciOn de
va mils ritpido en la regiOn caliente queen la regi6n
la velocidad de la luz. 0
dt>cidir irsc de una manera directa. tiene tambii§n
fria. Por lo tamo. la luz en vcz
un camino de tiempo minima, por el cual entra por un rato en la rcgi6n donde se
mueve ma~ rapido a fin de ahorrar ticmpo. Asi, pues, puede seguir una curva.
t
Camino o arena caliente
Fig 26-8.
Un
espej1smo
Como otro cjemplo importante de! principio de tiempo minima, supongan que
quisieramos disponer una situaciOn en la cual tenemos que toda la !uz que sale de
un punto P se reco!ecta en otro punto P' (Fig. 26-9). Eso significa. por supuesto,
que la luz puede ir en una linea recta de P a P'. Eso esta bien: pero, lCOmo podemos
arreglarnos para que no solamente vaya derecho, sino que la luz que parte de P
a Q tambli§n terminc en P'? Queremos juntar toda la luz en lo que llamamosfoco.
lCOmo'.' Si la luz toma siempre el camino de tiempo minima.
26-8
~:;:::::;_:;_::~ ·~··
I
P
I Sistema Optico I
"p'
fl'
R
i_ _ _ _ _ _ _ _J
Fig. 26-10.
Fig.
26-9.
Una "caja negra" 6pt1ca
Un sistema 6pt1co de en-
t'oque
entonces ciertamente no dcberia querer seguir todos esos caminos. jLa imica mancra
para que la lu7 pueda esrar perfectamente satisfecha de tomar varios caminos adyacentes es hacer aquellos tiernpos C'Xilctwnente iguales! De otra mancra, selet:cionaria
el de tiernpo minimo. Por lo tanto. el problema de hacer un sistema de enfoque e~
sencillamente arreglar un di~positivo tal jque le toma a la luz cl mismo tiempo para
ir por todos los Caminos diferentes!
Esto es fitcil de hacer. Supongan que tuviframos un pedazo de vidrio en cl cuat
la luz va mils despacio queen el aire (Fig. 26-IO). Ahora consideren un rayo que va
por el aire por el camino PQP'. Ese es un paso mds largo quc desde P dircctamente
<l P' y sin duda demora un tiempo mayor. Pero si introdujeramos un pedazo de
vidrio del grosor justo (despues averiguaremos quC grosor) jpodria compensar
exactamentc el cxceso de tiempo quc dcmoraria la luz ycndo oblicua! En estc caso
podcmos haccr quc el ticmpo que la luz demora en atravesar dcrecho sea el mismo
que el tiempo que demora en ir por cl camino PQP'. lgualmcnte, si tomamos un
rayo PRR'P' quc cslit alga inclinado, no cs tan largo como PQP' y no tenemos que
compcnsar tanto coma para el recto, pero tenemos que compensar algo. Terminamos con un pedazo de vidrio como el de la figura 26-10. Con esta forma toda !a luz
que virne de P va a P'. Esto, por supuesto. c~ bicn conocido por nosotros y llamamos a ta] dtsposnivo !ente convcrgente. En el capitulo siguicnte vamos a calcu!ar
rcalmente qui: forma debe tener la )ente para hacer un enfoque perfecta.
Fig
26-11.
Un espe10
elipsoidal.
otro eJemplo:
que deseamos disponer algunos cspejos de
manera que
luz de P vaya
P' (Fig. 26 l I). Por cualquier camino clla
va a algUn espejo y vuelve y
dchen ser iguales. Aqui siempre la luz
viaja en cl airc de mancra que
proporcionales. Por lo tanwn iguales es 1gual a la afirmaci(m que la disto, la afirmaciOn que todos los
suma de las dos distancias r 1 y r 1 debc ser
tancia total cs la misma. Por lo
Una efipse es la curva que tiene la propiedad de que la suma de las
dos puntos cs constante para todo punto sobrc la elipsc; a~i po
demos estar scguros quc la luz de un foco va air al otro.
El mismo principio funciona
Jescopio de Palomar de cinco
Imaginen un estrella alejada miles
El gran teprincipio.
26-9
Fig. 26-12.
Un espejo paraboloidal.
kil6mctros; dcseariamos !ograr que toda la luz que entra !legue a un foco. Por cierto
que no podemos dibujar los rayo~ que llegan hasta la estrel!a, pero de todos modos
dcseamos verificar si los tiempos son iguales. Por supuesto, sabemos que cuando los
divcrsos rayos han llegado a un piano KK', perpendicular a los rayos, todos !o~
tiempos en este piano son iguales (Fig. 26-12). Los rayos deben entonces bajar hasta
el espcjo y proseguir a P' en tiempos iguales. Esto es, debemos encontrar una curva
que tenga !a propiedad de que la suma de las distancias XX' ~- X'P' sea una constante, cualquicra sea la c!ecci6n X. Una manera facil de encontrarla cs prolongar !a
!inea XX' hasta un piano LL'. Ahora bien, si disponemos nuestra curva de manera
que A 'A" = A 'P', B'JJ" = B'P', C'C" -o- C'P', etc., tendrcmos nuestra curva, porque entonces. por supuesto, AA'-! A' P' -- AA'+ A 'A" va a ser constante. Asi,
pues, nuestra curva es el !ugar geometrico de todos !os puntos equidistantcs de una
linea y un punto. Esa curva ~e llama parabola; el espejo se hace en forma de pa
rabola.
Los ejemplos anteriorcs ilustran el principio con el cual pueden ser disefiados
esos dispositivos Opticos. Las curvas exactas pueden ser calculadas usando el principio scgim el cual, para cnfocar perfectamente, los tiempos de viaje deben ser exactamente iguales para todos los rayos de luz, al mismo tiempo que son menorcs quc
para cua!quier otro camino vecino.
Vamos a discutir mas estos dispositivos 6pticos de enfoque en el capitulo siguiente; discutamos ahora el desarrollo subsiguiente de la teor!a. Cuando se desarrolla un nuevo principio te6rico, coma el principio del tiempo minima, nuestra
primera inclinaciOn seria querer decir: "Bueno, cso es muy bonito; es delicioso, pero
la pregunta es l,ayuda en algo a comprender !a fisica?'" Alguien podria decir: "Si,
jvean cuantas cosas podcmos comprcnder ahora!" Otro dice: "Muy bien, pero yo
puedo comprender los espcjos tambiCn. Necesito una curva ta! que todo piano tangente forme angulos iguales con los dos rayos. Puedo idcar una lente tambifo, porque
cada rayo que llega a C! se dobla en Ungulo por !a ley de Snell." Evidentemente la
afirmaciOn de que el tiempo es minima y la afirmaciOn de que los angulos son iguales
en la reflexi6n y que los senos de los iingulos son proporcionales en la refracci6n
son lo mismo. De manera que, [,es s6lo una prcgunta filosOfica o estCtica? Puede
haber argumentos para ambos bandos.
Sin embargo, la importancia de un principio poderoso es que predice nuevas
cosas.
Es facil demostrar que hay una cantidad de cosas nuevas predichas por el prin"
cipio de Fermat. Primera, supongamos que hay tres medias, vidrio, agua y aire;
26-10
realizamos un experimento de refracci6n y medimos el indice n de un media respecto al otro. Llamemos nii el indice de! aire (l) respecto al agua (2), n 13 el indice
de! aire (1) respecto al vidrio (3). Si midiframos agua respecto a vidrio, deberiamos
encontrar otro indice que llamaremos n 21 • Pero no hay ninguna raz6n a priori por
que habria de haber alguna conexi6n entre nw n 13 y n23 • Por otro !ado, de acuerdo
con la idea de! tiempo minima, existe una relaci6n bien definida. El indice n 12 es
el cociente entre dos cosas, la velocidad en el aire y la velocidad en el agua; n13
es el cociente entre la velocidad en el aire y la velocidad en el vidrio; n 13 es el
cociente entre la velocidad en el agua y la velocidad en el vidrio. Luego simplificamos el aire y obtenemos
(26.5)
En otras palabras, predecimos que el indice para un nuevo par de materiales se puede obtener de los indices de los materiales individuales, ambos respecto al aire o
respecto al vacio. Asi si medimos la rapidez de la luz en todos los materiales y de
ahi obtenemos un solo nllmero para cada material, a saber su indice relativo al
vacio, llamado n 1 (n 1 es la velocidad en el aire relativa a la velocidad en el vacio,
etci:tera), entonces nuestra f6rmula es facil. El indice para dos materiales cualesquiera i y j es
(26.6)
Usando s6lo la !ey de Snell, no hay base para una predicci6n de este tipo.* Pero,
por supuesto, esta predicci6n funciona. La realci6n (26.5) se conoci6 desde muy temprano y fue un poderoso argumento a favor del principio de! tiempo minima.
Otro argumento para el principio del tiempo minima, otra predicci6n, es que si
medimos la velocidad de la Juz en el agua, va a ser menor que en el aire. Esta es una
predicci6n de un tipo totalmentc diferente. Es una predicci6n brillante, porque todo
lo que hemos medido hasta ahora son 6.ngulos; aqui tenemos una predicci6n te6rica,
que es bastante diferente de las observaciones de las cuales Fermat dedujo la idea
de! tiempo minimo. jResulta, de hecho, que la velocidad en el agua es menor que la
velocidad en el aire en la proporci6n justa que se necesita para tener el indice
correcto!
26-5
Un enunciado mils preciso de! principio de Fermat
Realmente dcbemos hacer el enunciado de! principio del tiempo minimo un poco
mas preciso. No fue expuesto correctamente mis arriba. Se le llama incorrectamente
principio del tiempo minimo y hcmos seguido con la dcscripci6n incorrecta por conveniencia. pero ahora debemos ver cua! es el cnunciado correcto. Supongan quc
tuvii:ramos un espejo como en la figura 26-3. 1,Qui: le hace pensar a la luz quc tiene
que ir al espejo? El camino dcl tiempo minima es claramente AB. Asi. algunas personas podrian decir: "A veces es un tiempo
26-11
mitxima··. j1\io es un t1empo mhimo, porque ciertamente un camino curvado tomaria un t1empo aUn m35 largo! El enunciado correcto es el siguiente: un rayo que
va en cierw cammo particular uene la propiedad de que si hacemos un pequeii.o
cambio (digamos un cornmiento de! l por 100) en el rayo de cualquier manera que
sea, digamos en el lugar en cl cual llega al espejo o en la forma de la curva o cualqu1er cosa, 110 va a haber camb1os de primer orden en el tiempo; va a haber s61o
un cambio de seg1111do orden en el tiempo. En otras palabras, el principio es que la
luz toma un camino tat que hay muchos otros caminos vecinos que demoran casi
exactamente el mismo 1iempo.
La siguiente es otra dificulta<l con el principio del
las personas que
de este tipo de teorias nunca
teoria de Snell
'"cntender'" la !uz. La luz va
en la supcrficie. La idea de
es facil de entender. Pero el
26-12
Uno puede hacer lo mismo con la luz, pero es dificil demostrarlo a una escala
grande. El efecto se puede ver en las siguientes condiciones simples. Encuentren
una luz pequeiia y brillante, digamos una 13.mpara no esmerilada en un faro\ callejero
lejano, o la reflexi6n de! sol en el parachoques curvado de un autom6vil. Entonces
pongan dos dedos frente a un ojo de manera de mirar por la hendidura y estrujen la
luz hasta cero muy suavemente. Van a ver que la imagen de la luz, que era un pequeiio punto antes, se hace bastante alargada y aun se estira en una larga linea.
La raz6n es que los dedos estim muy juntas, y la luz que se supone que viene en
linea recta se abre en un 3.ngulo de manera q1::1e cuando llega al ojo entra desde varias
direcciones. Ademlis notarian, si son muy cuidadosos, m<iximos laterales, muchas
franjas a lo largo de los hordes tambii:n. Mis aim, todo estil coloreado. Todo esto
va a ser explicado a su debido tiempo, pero por el momenta es una demostraci6n
de que la luz no siempre va en lineas rectas, y es una que se rea!iza muy filcilmente.
26-6
COmo funciona
Finalmente, damos una visi6n muy somera de lo que verdaderamente sucede,
de c6mo el todo funciona realmente a partir de lo que ahora creemos correcto, el
punto de vista preciso de la diniunica cuimtica, pero por cierto descrito s6lo cualitativamente. Al seguir la luz de A a B en la figura 26"3, encontramos que la luz no
parece estar en forma de ondas. Por el contrario, los rayos parecen estar hechos
de fotones y realmente producirian dies en un contador de fotones, si es que estuvii:ramos usando uno. El brillo de la luz es proporcional al nllmero promedio de fotones que llega por segundo, y lo que calculamos es la probabilidad de que un fot6n
llegue de A a B, digamos, al golpear el espejo. La ley de esa probabilidad es muy
extrafla. Tomen cualquier camino y encuentren el tiempo para ese camino, luego
formen un nllmero complejo o dibujen un pequefio vector complejo peifJ cuyo cingulo (} sea proporcional al tiempo. El nUmero de vueltas por segundo es la frecuencia
de la luz. Ahora tomen otro camino; tiene, por ejemplo, un tiempo diferente. de manera que su vector estil. girado en un 3.ngulo diferente -siendo el 3.ngulo siempre
proporcional al tiempo-. Tomen todos los caminos disponibles y agreguen un pequeiio vector por cada uno; jentonces la respuesta es que la probabilidad de llegada
de! fot6n es proporcional al cuadrado de! largo del vector final, desde el principio
hasta el final!
Mostremos ahora c6mo esto implica el principio de! tiempo minima para un
espejo. Consideramos todos los rayos, ~odos los caminos posibles ADB, AEB, ACB.
etcetera, en la figura 26-3. El camino ADB hace una cierta contribuci6n pequeiia,
pero el camino siguiente AEB demora un tiempo bastante diferente, de manera que
su imgulo (} es bastante diferente. Digamos que el punto C corresponde al tiempo
minima, donde si cambiamos los caminos los tiempos no cambian. Asi que por un
rato los tiempos cambian y entonces empiezan a variar cada vez menos a medida
que nos acercamos al punto C (Fig. 26.14.) De manera que las flechas que tenemos
que sumar vienen con casi exactamente
fig. 26-14. La suma de amplitudes de
probabilidad para muchos cammos vecinos.
26-13
el mismo ingulo por un rato cerca de C y entonces gradua!mente el tiempo empieza
a aumentar de nuevo y las fases giran hacia el otro \ado, etc. A la larga, tenemos un
nudo bastante apretado. La probabilidad total es la distancia de un extrema al otro
al cuadrado. Casi toda aquella probabilidad acumulada se presenta en la regi6n donde todas las jlechas estdn en la mismn direcci6n (o en la misma fase). Todas las
contribuciones de los caminos que tienen tiempos muy diferentes cuando cambiamos
de camino, se anulan al apuntar en direcciones opuestas. Esto es porque, si escondemos las partes externas del espejo, todavia refleja casi exactamente !o mismo, porque todo lo que hicimos fue sacar un pedazo del diagrama dentro de los extremos
de la espiral, y esto s6io produce un cambio muy pequeilo en la luz. De manera que
i:sta es la relaci6n entre la imagen Ultima de los fotones con una probabilidad de
llegada que depende de una acumulaci6n de flechas y el principio de! tiempo minimo.
26-14
27
Optica geometrica
27-1
lntroducclOn
27-4
Aumento
27-2
La distancia focal de una su-
27-5
Lentes compuestas
perficle esrenca
27-3
La distancia focal de una lente
27-1
27-6
Aberraciones
27-7
Poder de resoluciOn
lntroducciOn
En este capitulo vamos a discutir algunas aplicaciones elementales de las ideas
de! capitulo anterior a algunos dispositivos prilcticos, usando la aproximaci6n llamada Optica geometrica. Es una aproximaci6n muy Util en el diseiio priictico de muchos
sistemas e instrumentos 6pticos. La Optica geomCtrica es o bien muy simple o bien
muy complicada Esto significa que o la podemos estudiar s6Jo superficialmente
de manera que podamos disellar instrumentos burdamente usando reglas que son
tan simples que es escasamente necesario tratarlas aqui, ya que son pr<icticamente
de nivel de enserianza secundaria; o bien, si queremos saber de los pequefios errores
en las lentes y detalles similares, el tema se hace tan complicado jque es muy avanzado para discutirlo aqui! Si uno tiene un problema real y detallado en el diseiio de
lentes, incluyendo el analisis de aberraciones, entonces se le aconseja leer sobre el
tema, o bien simplemente trazar rayos a traves de las diversas superficies (que es
lo que el libro ensefia c6mo hacer), usando la ley de refracci6n de un !ado a otro,
y encontrar c6mo salen y ver si forman una imagen satisfactoria. La gente ha dicho
que esto es demasiado tedioso, pero hoy dia la manera correcta de hacerlo es con
computadores. Uno puede plantear el problema y hacer e! calculo para un rayo despues otro muy racilmente. De manera que el tema es, en Ultimo termino, realmente muy simple y no encierra nuevos principios. Ademas, resulta que las reglas,
ya sea de la 6ptica elemental o de la avanzada, son rara vez caracteristicas de otros
campos, de manera que no hay ninguna raz6n especial para seguir mas con el tema,
con una excepci6n importante.
La teoria mas avanzada y abstracta de la 6ptica geometrica fue desarrollada por
Hamilton y resulta que esta tiene aplicaciones muy importantes en mecti.nica. Es
realmente aim mas importante en mecinica que en 6ptica; as[ que dejamos la teoria
de Hamilton para el tema de mecinica analitica avanzada que se estudia en cuarto
afio o en la escuela de graduados. Asi, estimando que la 6ptica geometrica contribuye muy poco, excepto por sl misma, vamos ahora
27-1
a seguir discutiendo las propiedades elementales de sistemas 6pticos simples sabre
la base de los principios delineados en el capitulo anterior.
Para seguir, debemos tener una f6rmula geometrica que es la siguiente: si tenemos un trifuigulo con una pequefia altura h y una base grande d, la diagonal s (la
vamos a necesitar para encontrar la diferencia de tiempo entre dos caminos diferentes) es mils larga que la base (Fig. 27-1). lCuii.nto mils larga? La diferencia .d =
= s - d se puede encontrar de varias maneras. Una manera es i:sta. Vemos que
s2 - cP = h 1 , 6 (s - d) (s + d) = h 2 • Peros - d = .d y s + d....., 2s. Asi
(27.1)
jEsta es toda la geometria que necesitamos para discutir la formaci6n de imfigenes
por superficies curvas !
Fig. 27- 1
27-2
Fig. 27-2. Enfoque mediante una superficie refractante Unicau
La distancia focal de una superficie esfi:rica
La primera situaci6n y la mas simple a discutir es una superlicie refractante
Uni.ca, que separa dos medias con diferentes indices de refracci6n (Fig. 27-2). Dejamos el caso de indices de refracci6n arbitrarios al estudiante, porque los conceptos
son siempre lo mils importante, no la situaci6n especifica, y el problema es suficientemente filcil de resolver en cualquier caso. Asl que vamos a suponer que a la izquierda la velocidad es I y a la derecha es l/n, donde n es el indice de refracci6n.
La luz viaja mils lentamente en el vidrio en un factor n.
Ahora supongan que tenemos un punto 0, a una distancia s de la superficie
frontal de! vidrio, y otro punto O' a una distancia s' dentro de! vidrio, y deseamos
arreglar la superficie curva de ta! manera que todo rayo desde 0 que toque la superficie en cualquier punto P se doble de ta! manera que siga hacia el punto a. Para
que eso sea cierto, tenemos que darle forma a la superficie de ta1 manera que el
tiempo que demora la luz en ir de 0 a P, o sea la distancia OP dividida por la velocidad de la luz (la velocidad aqui es uno) mii.s n · O'P, que es el tiempo que demora
en ir de P a O', sea igual a una constante independiente de! pun to P. Esta condici6n
nos propon:iona una ecuaci6n para determinar la superficie. La respuesta es que la
superficie es una curva de cuarto grado muy complicada, y el estudiante se pue<le
entretener tratando de calcularla mediante la geometria analitica. Es mils fitcil tratar un caso especial que corresponde a s ~ oo, porque entonces la curva es de segundo grado y mas reconocible. Es interesante comparar esta curva con la curva
parab6lica que encontramos para un espejo de enfoque cuando la luz viene del infinito.
27-2
Asi que la superficie apropiada no se puede hacer facilmente; para enfocar la
luz desde un punto a otro se necesita una superficie bastante complicada. Resulta
en la pni.ctica que no tratamos de hacer superficies tan complicadas ordinariamente, sino que en su lugar hacemos un compromiso. En vez de tratar que todos los
rayos lleguen al foco, nos arreglamos de manera que s6lo los rayos bastante cerca
del eje O<Y vayan al foco. Los mas lejanos se pueden desviar si quieren, desgraciadamente, porque la superficie ideal es complicada, y usamos en su lugar una superficie esfCrica con la curvatura correcta en el eje. Es tanto mils filcil fabricar una
esfera que otras superficies, que es Util para nosotros averiguar que sucede a los
rayos que chocan con una superficie esfCrica, suponiendo que s61o los rayos que
pasan cerca del eje van a ser enfocados perfectamente. Estos rayos cerca del eje
se llaman a veces rayos paraxiales, y lo que estamos analizando son las condiciones
para el enfoque de los rayos paraxiales. Vamos a discutir despuCs los errores que
se introducen por el hecho de que no todos los rayos estiln siempre cerca de! eje.
Asl, suponiendo que P esta cerca de\ eje, bajamos una perpendicular PQ ta!
que la altura PQ sea h. Por un momento imaginamos que la superficie es un piano
que pasa por P. En ese caso el tiempo necesario para ir de 0 a P va a exceder el
tiempo de 0 a Q y tambifo el ti em po 9e P a fY va a exceder el tiempo de Q a fY.
Pero esa es la raz6n de por que el vidrio debe ser curvo, iporque el exceso de tiempo total debe ser compensado por el atraso al pasar de Va Q! Ahora bien, e! exceso de tiempo a lo largo del camino OP es h 2 /2s y el exceso de tiempo en el otro
camino es nh 2 /2s'. Este tiempo de exceso, que debe ser igualado por el retraso al ir
a lo largo de VQ, es diferente de lo que hubiera sido en el vacio, porque hay un
medio presente. En otras palabras, el tiempo para ir de V a Q no es como si se fuera derecho en el aire, sino que es mas lento en un factor n, de manera que el exceso
de atraso en esta distancia es entonces (n - l)VQ. Y ahora, (,Que largo tiene VQ?
Si el punto C es el centro de la esfera y si su radio es R, vemos por la mis ma
f6rmula que la distancia VQ es igual a h 1(2R. Por lo tanto, descubrimos que la ley
que conecta las distancias s y s' y que nos da el radio de curvatura R de la superficie que necesitamos, es
(h 2/2s)
+ (nh
2
/2s')
=
(n - l)h 2/2R
(27.2)
(27.3)
Si tenemos una posici6n 0 y otra posici6n fY y queremos enfocar la luz de O en
fY, podemos calcular el radio de curvatura R necesario mediante est a formula.
Ahore. bien, resulta interesante que la misma lente, con la misma curvatura R,
va a enfocar para otras distancias, a saber, para cualquier par de distancias tales
que la suma de las dos inversas, una multiplicada por n, sea una constante. Asl,
una lente dada va (mientras nos limitemos a rayos paraxiales) a enfocar no s61o de
0 a 0'. sino que entre un nUmero infinito de otros pares de puntos, siempre que estos pares de puntos cum plan la reJaciOn que I/ s + n! s' sea una constante caracteristica de In lente.
En particular, un caso interesante es cuando s ..... oo. Podemos ver en la formula
que a medida que una s aumenta, la otra disminuye. En otras pafabras, si el punto 0
27·3
se aleja, el punto O' se acerca y viceversa. A medida que el punto 0 va al infinito, el punto O' se sigue acercando hasta que alcanza una cierta distancia, llamada
la distanda focal f', dentro de! material. Si Jlegan rayos paralelos, cortan el eje a
una distancia f'. lgualmente podriamos imaginarlo al reves. (Recuerden la regla de
la reciprocidad: si la luz va de O a 0' tambi6n irit por supuesto de CY a OJ Por
lo tanto, si tuvi6ramos una fuente de \uz dentro de\· vidrio, nos gustaria saber d6nde
estit el foco. Particularmente, si la luz en el vidrio estuviera en el inftnito (el mismo
problema) l,d6nde se enfocaria afuera? Esta distancia se llama/ Por supuesto que
lo podemos plantear al reves. Si tuvii:ramos una fuente de luz en J y la luz pasara
a traves de la superficie., entonces seguiria como un rayo paralelo. Podemos encontrar filcilmente que son/y f'
n/f'
~
(n -
1)/R
f'
~
Rn/(n - 1),
(27.4)
1/f
~
(n - 1)/R
J
~
R/(n - 1).
(27.5)
Vemos alga interesante: iSi dividimos cada distancia focal por el indice de refracci6n correspondiente, obtenemos el mismo resultado! Este teorema, en efecto, es
general. Es vitlido para cualquier sistema de lentes, por complicado que sea, de manera que es interesante reCordarlo. Aqui no demostramos que fuera general --sencillamente lo hicimos ver para una superficie {inica, pero resulta ser v3.lido en general
que las dos distancias focales de un sistema est3.n relacionadas de esta manera-.
A veces la ecuaciOn (27.3) se escribe de la siguiente manera
lls
+ n/s'
=
l/f
(27.6)
Esta es mas Util que (27.3), porque podemos medir fmucho m3.s f3.cilmente que
la curvatura y el ind.ice de refracci6n de la Jente: si no estamos interesados en diseiiar una Jente o en saber c6mo se hizo, sino simplemente en sacarla de! estante, la
cantidad interesante es/ino la n, ni el 1 ni la R!
Fig. 27-3.
Una imagen virtual.
Ahora se presenta una situaci6n interesante cuando s se hace menor quef l,Que
sucede entonces? Si s < J, entonces (l/s) > (l/j) y, por lo tanto, s' es negativa;
jnuestra ecuaci6n dice que la luz se va a enfocar s6lo para un valor negativo de
s', no importa Jo que eso significa! Significa algo muy interesante y bien definido.
Todavia es una fOrmula Util, en otras palabras, aun cuando los nllmeros sean negativos. Lo que significa se muestra en la figura 27-3. Si dibujamos los rayos que divergen de 0, es cierto que se van a inclinar. en la superficie, y no llegar3.n a un foco
porque 0 estil. tan cerca que est3.n "mcls all3. de lo paralelo". Sin embargo, divergen,
como si hubieran venido de un punto <Y fuera de! ·victrio. Esta es una imagen aparente, a veces llamada imagen virtual. La imagen <Y en la figura 27-2 se llama imagen real. Si la luz realmente llega
27-4
a un punto, la imagen es real. Pero si la luz parece venir desde un punto, un punto
ficticio, diferente de! punto original, la imagen es virtual. De manera que cuando
s' sale negativa, significa que O' est3. al otro !ado de la superficie y todo est:i correcto.
Ahora consideren el caso intei'esante cuando R es igual a infinito; entonces tenemos (I/ s) + (n/ s') = 0. En otras palabras s' = -ns, lo que significa que si
miramos desde un medio denso a un medio menos denso y vemos un punto en el
medio menos denso, aparecera estar mas p~ofundo en un factor n. lgualmente, po"
demos usar la misma ecuaciOn al reves de manera que si miramos hacia el interior
de una superficie plana a un objeto que esta a una cierta distancia dentro de! medio denso, aparecer:i como si la luz no viniera de tan atrits (Fig. 27-4). Cuando miramos al fondo de una piscina desde arriba, no parece ser tan profunda como lo es
realmente en un factor de 3/ 4, que es la inversa de! indice de refracci6n de! agua.
Fig. 27-4. Una superficie plana corre
la imagen de la luz desde O' hasta 0.
Podriamos continuar, por supuesto, discutiendo el espejo esferico. Pero si alguien
se da cuenta de las ideas puestas en juego deberia ser capaz de desarrollarlo solo.
Por lo tanto, dejamos al estudiante que desarrolle la f6rmula para el espejo esferico,
pero mencionamos que estit bien adoptar ciertas convenciones respecto a las distancias en juego:
(I) La distancia objeto s es positiva si el punto 0 est ii: a la izquierda de la superficie.
(2) La distancia imagen s' es positiva si el punto a estil a la derecha de la superficie.
(3) El radio de curvatura de la superficie es positivo si el centro estit a la derecha de la superficie.
En la figura 27-2, por ejemplo, s, s' y R son todas positivas; en la figura 27-3,
s y R son positivas, pero s' es negativa. Si hubi6-amos usado una superficie c6ncava, nuestra fOrmula (27.3) todavia daria el resultado correcto si hici6-amos simplemente R igual a una cantidad negativa.
Desarrollando la formula correspondiente para un espejo, usando las convenc.iones anteriores, encontrarian que si ponen n = -· l en toda la formula (27.3) (como
si la sustancia detrits del espejo tuviera un in dice - I) j se obtiene la formula correcta para un espejo !
Aunque la deducci6n de la formula (27.3) es simple y elegante, usando el tiempo
minimo, uno tambiCn puede, por supuesto, desarrollar la misma formula usando la
ley de Snell, recordando que los 8.ngulos son tan pequeii.os que los senos de los 8.ngulos pueden ser reemplazados por los 8.ngulos mismos.
27-5
Fig. 27-5. Formaci6n de imagen por
una lente de dos superficies
27-3
Fig. 27-6. Lente delgada con dos
radios positivos
La distancia focal de una lente
Ahora continuemos considerando otra situaciOn muy prii.ctica. La mayoria de
las lentes que usamos .tienen dos superficies, no una solamente. ,:,COmo afecta esto
las cosas? Supongan que tenemos dos superficies de diferente curvatura y el espacio
entre ellas lleno de vidrio (Fig. 27-5). Queremos estudiar cl problema de enfoque
desde un punto 0 a otro punto O'. ;,COmo lo podemos hacer? La respuesta es esta:
primero, usen la formula (27.3) para la primera superficie, o!vid<indose de la segunda superficie. Esto nos va a decir qlie la luz que divergia de 0 va a parecer con
vergicndo o divergiendo des<lc algUn otro punto, d!gamos O', lo que depende de\
signo. Considercmos ahora un nuevo problema. Tenemos una superficic difcrente.
entre vidrio y aire, en la cual los rayos estim convergien<lo hacia un cierto punto
la misma formula de nuevo! VeO'. z.DOnde van a converger realmente?
mos que convergen en 0 11 • jAsi, si es
podemos ir a traves de 75 superficies simplemente usando la misma formula en sucesi6n. de una a la otra!
Hay algunas formulas de alta categoria que nos ahorrarian una energia c:onside
rable en las pocas veces que en nuestras vidas necesitiramos perseguir la luz a tra
ves de cinco superticies. pero es mils f:i.ci! perseguirla a travCs de cinco superficies
cuando surge el problema. que mcmorizar muchas formulas. porquc iPOdria suceder
que nunca tuvieramos que perseguirla a traves de superficie alguna!
En todo caso, el principio es que cuando vamos a traves de una superficic encontramos una nueva posiciOn, un nuevo punto focal, y entonces tomamos ese pun
to como el punto de partida para la superficie siguiente y asl sucesivamente. Para
hacer esto realmente, ya que en la segunda superficie vamos de n a l en vez de I a
n y ya que en muchos sistemas hay mis de un tipo de vidrio, de manera que hay
indices n" nz, ... , realmente necesitamos una 'generalizaci6n de la formula (27.3)
para el caso cuando hay dos indices diferentes n 1 y n2 en vez de n solamente. Luego
no es dificil demostrar que la fonna general de (27.3) es
(27.7)
Particularmente simple es el caso en el cual las dos superficies est<in muy juntas --tan juntas que podemos ignorar pequefios errores debido al grosor~. Si dibujamos la lente coma se muestra en la figura 27-6, nos podemos hacer esta pregunta:
z.C6mo debe construirse la lente para que enfoque la luz de 0 a O'? Supongan que
la luz llega exactamente
27-6
al horde de la lente en el punto P. Luego, el exceso de tiempo en ir de 0 a O' es
(n 1 h 2 /2s) + (n 1 h2 /2s'), Lgnorando por un instante la presencia del grosor T de! vidrio de indice n 2• Ahora bien, para hacer el tiempo de! camino directo igual al de!
camino OPO', tenemos que usar un pedazo de vidrio cuyo grosor Ten el centro sea
tal que la demora introducida al ir .a travCs de este grosor sea suficiente para compensar el exceso de tiempo indicado. Luego, el grosor de la lente en el centro debe
estar dado por la relaci6n
(27.8)
Tambi6i podemos expresar T tt!rminos de los radios R 1 y R 1 de las dos superficies.
Poniendo atenci6n a nuestra convenci6n (3) encontramos asi, para R 1 <R 2 (lente
convexa),
(27.9)
Por lo tanto, obtenemos finalmente
Notamos de nuevo que si uno de Jos puntos estil en el infinito, el otro va a estar
en un punto que !lamamos distancia focalf La distancia focalfestit dada por
l/f ~ (n - 1)(1/R, - l/R,).
(27.11)
donde n = n1/nl.
Ahora, si tomamos el caso opuesto, que s vaya a infinito, vemos que s' estit a
la distancia focal f'. Esta vez las distancias focales son iguales. (Este es otro caso
especial de la regla general que el cociente entre las dos distancias focales es el cociente entre los indices de refracci6n de los dos medias donde los rayos se enfocan.
En este sistema 6ptico particular, los indices inicial y final son los mismos, de manera que las dos distancias focales son igua!es.)
Olvidando por un momenta la formula real para la distancia focal, si compr:iramos una Jente que alguien diseii6 con ciertos radios de curvatura y cierto indice,
podriamos medir la distaneia focal, digamos, vicndo donde se enfoca un punto en el
infinite. Una vez obtenida la distancia focal, seria mejor escribir nuestra ecuaci6n,
directamente en funci6n de la distancia focal y entonces la f6rmula es
(I/>)
+
(!/>') ~ l/f
(27.12)
Veamos ahora c6mo funciona !a f6rmula y Jo que implica en diferentes circunstancias. Primera, implica que si s o s' es infinita, la otra es f Esto significa que la
Juz parale!a se enfoca a una distancia f y esto, en efecto, dejine a f Otra cosa interesante que dice es que ambos puntos se mueven en la misma direcciOn. Si uno se
mueve hacia la derecha el otro tambi6n lo hace. Otra cosa que dice es que s y s'
son iguales si ambos son iguales a 2f En otras palabras, si queremos una situaci6n
sim6trica encontramos que ambas se enfocan a una distancia 2f
27-7
:rs-~t~.
. ~.
' o''<"
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t-,,· I
' .':,,.
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T
s
27-4
Fig. 27-7. Geometrfa de la producci6n de
1magen por una lente delgada
Aumento
Hasta aqui hemos discutido solamente el enfoque para puntos en el eje. Discutamos ahora la formaci6n de im3.genes de objetos que no estitn en el eje exactamente, sino que un poco corrido, de manera que podamos entender las propiedades de!
aumento. Cuando disponemos de una lente para enfocar !a luz proveniente de un
pequeiio filamento en un •·punto" de una pantalla, encontramos que en la pantalla
obtenemos una "fotografia" del rnismo filamento excepto que es de tamafto mayor o
mcnor que e! filamento verdadero. Esto debe significar que la luz llega a un foco
desde cada punt a de! filamento. Para entender es to un po co mejor, analicemos el
sistema de lente delgado que se muestra esquemitticamente en la figura 27-7. Conocemos los siguientes hechos:
(I) Cualquier rayo que Uegue paralelo por un ]ado prosigue hasta un cierto pun-
to particular llamado foco en el otro lado a una distanciafde la lente.
(2) Cualquier rayo que llega a la lente desde el foco de un !ado sale paralelo al
eje por el otro !ado.
Esto es todo lo que necesitamos para establecer la f6rmula (27.12) por geomctria,
como sigue: supongan que tenemos un objeto a cierta distancia x de! foco: sea y la
altura de! objcto. Entonces sabemos que uno de los rayos, a saber PQ, se va a inc!inar de manera de pasar por el foco R en el otro !ado. Ahora bien, si la lente va
a enfocar el punto P de cualquicr mancra, podcmos averiguar d6nde, si avcriguamos
por d6nde pasa un rayo mils solamente, porque el nuevo foco va a estar donde los
dos se vuelven a cortar. Necesitamos s6Jo usar nuestro ingenio para cncontrar la
direcci6n exacta de a/gUn otro rayo. Pero nos acordamos que un rayo paralelo pasa
por el foco y viceversa: jun rayo que pasa por el foco va a salir paralelo! Asi que
dibujamos el rayo PT pasando por U. (Es cierto que los verdaderos rayos que est.in
hacienda el enfoque puedcn ser mucho mils limitados que los dos que hemos dibujado, pero son mils dificiles de imaginar, asi hacemos creer que po<lemos hacer este
rayo.) Ya que saldrla paralelo dibujamos TS paralelo a XW. La intersecci6n S es el
punto que necesitamos. Esto va a determiriar el lugar correcto y la altura correcta
Llamemos la a!tura Y y la distancia al foco x'. Ahora podemos deducir una formula
de !a lente. Usando los triitngulos semejantes PVU y TXU, encontramos
y'
y
7~-
(27.ll)
lgualmente, de los triitngu!os SWE y QXR, obtenemos
r~
x'
=
~f
(27.14)
27-8
Despejando y' I y de cada una encontramos que
(27.15)
f
La ecuaci6n (27.15) es la famosa fOrmula de la lente: en ella est.it todo lo que necesitamos saber de las lentes: nos da el aumento y' I y en tCrminos de las distancias y
las distancias focales. Tambifo relaciona las dos distancias x y X conf'
xx'
=i
(27.16)
2,
que tiene una forma m.is sencilla para trabajar con ella que la ecuaci6n (27.12). Dex + f y s' = X + f. la
jamos al estudiante, que demuestra que si llamamos s
ecuaciOn (27.12) es lo mismo que ta ecuaci6n (27.16).
07
27-5
Lentes compuestas
Sin deducirlo rea!mente, vamos a describir en forma breve el resultado general
cuando tenemos varias !entes. Si tenemos un sistema de varias lentes, (.c6mo es posible analizarlo'! Es facil. Empezamos con algim objeto y calculamos dOnde est.it su
imagen para la primera lente usando la formula (27.16) o (27.12) o cualquier otra
formula equivalente o dibujando diagramas. Asi encontramos una imagen. DespuCs
tratamos esta imagen como la fuente para la \ente siguiente y usamos la segunda
lente, sea cualquiera su distancia focal, para encontrar de nuevo una imagen. Simplemente perseguimos la cosa a travCs de la sucesi6n de lentes. Y eso es todo lo
que hay que hacer. No encierra nada nuevo en principio; asi que no vamos a entrar
en detalles. Sin embargo, hay un resultado neto muy interesante de los efectos de
cualquier sucesi6n de lentes acerca de la luz que parte y termina en el mismo media, aire, digamos. Cualquier instrumento 6ptico -un telescopio o un microscopic
con una serie de lentes y espejos- tiene la siguiente propiedad: existen dos pianos
llamados pianos principales del sistema (estos pianos est:in a menudo muy cerca de
la primcra superficic de la primera lente y de la Ultima superficie de !a Ultima lente), que tienen las siguientes propiedades: (I) Si la luz Jlega al sistema paralela por
el primer lado, llega a un cierto foco a una distancia de! scgundo piano principal
igual a la distancia focal, exactamente como si el slstema fuera una lente delgada
situada en este plano. (2) Si !a luz l\ega paralela por el otro lado, llega a un foco
a la misma distancla f del primer piano principal, de nuevo como si hubiera una
lente delgada co!ocada ahi. {Vean la Figura 27-8.)
Por supuesto, si medimos !as distancias x y x' e y e y' como antes, la f6rmula
(27.16) que hemos escrito para una lente delgada es absolutamente general,
'
-·-~ ---~
~'1- --_-_-
. Fig. 27-8. ·
""""'i6" de
lo' '""o' wio-
c1pales de un sistema 6pt1co.
27-9
siempre que midamos la distancia focal desde los pianos principales y no desde el
centro de la lente. Sucede que para una lente delgada los pianos principales son
coincidentes. Es como si pudit':ramos tomar una lente delgada, rebanar\a por la mi"
tad y separar!a y no nos dit':ramos cuenta que se habia separado. jCada rayo que
llega salta inmediatamente por el otro !ado del segundo piano por el mismo punto
que entr6 en el primer piano! Los pianos principales y la distancia focal pueden
ser encontrados, ya sea por experimento o por cilcu!o y entonces todo el conjunto
de propiedades de! sistema 6ptico queda descrito. Es muy interesante que el resultado no es complicado cuando hemos termlnado con un sistema 6ptico tan grande
y comp!icado.
27-6
Aberraciones
Antes de que nos estusiasmemos mucho con lo maravi\losas que son las lentes,
debemos apresurarnos en agregar que tambif:n hay serias limitaciones, debido a que
nos hemos limitado estrictamente hablando a rayos paraxiales, los rayos cerca del
eje. Una lente real con tamafio finito presentari, en general, aberraciones. For ejemplo, un rayo que esta en el eje por supuesto que pasa por el foco. Un rayo que est<l
muy cerca de! eje todavia pasara muy bien por el foco. Pero, a medida que nos alejamos, e! rayo se empieza a desviar de! foco, quizii.s porque queda corto, y un rayo
que da con el horde superior baja y yerra el foco por una cantidad bastante grande. Asi, en vez de obtener una imagen puntual, obtcnemos un manch6n. Este efecto
se llama aberraci6n esf<!rica porque es una propiedad de las superficies esfericas
que usamos en vez de la de forma correcta. Esto podria ser remediado para cualquier distancia de! objeto especifica, cambiando la forma de la superficie de la lente
o ta! vez usando varias lentes arregladas de modo que las aberraciones de las \entes individuales tiendan a cancelarse.
Las lentes tienen otro defecto: la luz de diferentcs colores tiene velocidades diferentes o indices de refracci6n diferentes en el vidrio, y por lo tanto la distancia focal
de una lente dada es diferente para diferentes colores. De mancra que si imaginamos
un punto blanco, la imagen va a tener colores, porque cuando enfocamos para el
rojo, el azul estii. fuera de foco o viceversa. Esta propiedad se llama aberraci6n cromtitica.
Hay todavla otros defectos. Si el objeto estil fuera de! eje, entonces realmente el
foco ya no es mfts perfecta, cuando aqueJ se aleja bastante del cje. La manera mas
fii.cil de verificarlo es enfocar una lente y despues inclinarla de manera que !os rayos
l!eguen formando un illlgulo grande con el eje. Entonces la imagen que se forme sera
corrientemente muy aproximada y puede que no haya ningUn lugar donde se enfoque bien. Hay asi varios tipos de errores en las lentes que el diseflador 6ptico trata
de remediar usando muchas lentes para compensar los errores de unas con Jos de
las otras.
(.Cuftnto cuidado debemos tener para eliminar las aberraciones? (.Es posible hacer un sistema 6ptico perfecta? Supongan que hemos construido un sistema 6ptico
que se supone que va a traer la luz exactamente a un punto. Ahora bien, razonando
desde el punto de vista de! tiempo minima, (.podemos encontrar una condici6n que
indique lo perfecta que debe ser el sistema? El sistema va a tener cierto tipo de
abertura de entrada para la luz. Si tomamos el rayo mils alejado del eje que puede
!legar al foco (si el sistema es perfecta, por supuesto), los tiempos para todos los
rayos son exactamente iguales. Pero nada es perfecta de manera que la pregunta es
(·,hasta qui: punto puede ser errado el tiempo para este rayo tal que no valga la pena
27-10
hacer una correci6n mayor? Eso depende de lo perfecta que queramos hacer la imagen. Pero supongan que queremos hacer la imagen tan perfecta como se pueda. Entonces nuestra impresi6n, por supuesto, es que tenemos que arreglar que cada rayo
se demore un tiempo lo mas parecido posib!e. Pero resulta que esto no es cierto,
que mas all<i. de un cierto punto estamos tratando de hacer algo que es demasiado
fino jporque la teoria de la 6ptica geometrica no funciona!
Recuerden que el principio de\ tiempo minimo no es una formulaci6n precisa, a
diferencia del principio de la conservaci6n Q_e la energia o del principio de conservaci6n de! momentum. El principio del tiempo minimo es s6lo una aproximadOn y
es interesante saber cuanto error puede permitirse y todavia no producir una diferencia aparente. La contestaci6n es que si hemos dispuesto que entre el rayo maximo
-el peor rayo, el rayo que estil mils !ejano- y el rayo central, la diferencia de tiempo
sea menor que mas o menos el periodo que corresponde a una oscilaciOn de la luz,
entonces es inllti! un mayor mejoramiento. La luz es algo oscilatorio con una frecuencia definida que esta relacionada con la longitud de onda y, si hemos dispuesto
que la diferencia de tiempo para rayos diferentes sea menor que un periodo mas o
menos, es inUtil ir mas alla.
27-7
Poder de resolueiOn
Otra pregunta interesante -una pregunta te6rica muy importante para todos !os
instrumentos 6pticos- es que poder de resolucicin tienen. Si construimos un microscopio, queremos ver los objetos que estamos mirando. Eso significa, por ejemplo,
que si estamos mirando una bacteria con un punto a cada !ado, queremos ver que
hay dos puntos cuando los aumentamos. Uno podria pensar que todo lo que tenemos que hacer es obtener suficiente aumento -siempre podemos agregar otra lente y
siempre podemos aumentar una y otra vez y, con la inteligencia de los disefiadores,
todas las aberraciones esfericas y aberraciones cromilticas pueden ser anuladas y no
existe raz6n alguna para que no podamos seguir aumentando la imagen-. De manera que las limitaciones de un microscopio no son que sea imposible construir una
lcnte que aumente mt'ts de 2.000 diitmetros. Podemos construir un sistema de lentes
que aumenta 10.000 diilmetros, pero aUn podriamos n" ver dos puntos que estitn
muy juntas debido a las limitaciones de la 6ptica geometrica, debido a que e! tiempo
minima no es preciso.
Para descubrir la regla que determina a que distancia deben estar dos puntos
de manera que en la imagen aparezcan como puntos separados, puede establecerse
un procedimiento muy hermoso en relad6n con el tiempo que demoran los diferentes
rayos. Supongan que despreciamos las aberraciones ahora e imaginen que para un
cierto punto P (fig. 27-9) todos !os rayos desde el objeto a la imagen T demoran
exactamente el mismo tiempo. (Esto no es cieno, porque no es un sistema perfecta,
pero eso es otro problema.) Ahora tomen otro punto
'
~·~,
P'~-"
!
Fig .. 27-9.
R
tema opl!co.
Poder de resoiuci6n de un sis-
27-11
cercano P y pregunten si su imagen va a ser distinta de T. En otras palabras, si
podemos notar la diferencia entre ellos. Por supuesto, de acuerdo con la 6ptica geometrica, deberia haber dos puntos-imagen, pero lo que vemos puede ser bastante
borroso y podriamos no ser capaces de darnos cuenta que hay dos puntos. La condici6n para que el segundo punto sea enfocado en un lugar c\aramente diferente de!
primero, es que los dos tiempos para ir de un e~tremo a otro de los rayos extremos
PST y P'RT a cada !ado de la abertura grande de las !entes, no deben ser iguales
desae \os dos puntos-objeto posibles hasta un punto imagen dado. t,Por que? Porque
si los tiempos fueran iguales, por supuesto, ambos se eefocarian en el mismo punto.
De manera que los tiempos no seriin iguales. Pero, t,en cuitnto tienen que diferir
para que podamos decir que ambos no Hegan a un foco comUn, de manera que podamos distinguir los dos puntos-imagen? La regla general para la resoluci6n de cualquier instrumento 6ptico es est a: dos fuentes puntuales diferentes pueden ser resueltas s61o si una fuente es enfocada en un punto ta! que los tiempos en que los rayos
mll.ximos de la otra fuente l!eguen a ese punto, comparado con su punto imagen
propio, difieran en mils de un periodo. fa necesario que la diferencia de tiempo entre el rayo superior y el inferior al foco equivocado exceda una cierta cantidad, a
saber, aproximadamente el periodo de oscilaci6n de la luz
(27.17)
donde v es la frecuencia de la luz (nUmero de oscilaciones por segundo; tambii:n la
velocidad dividida por la longitud de onda). Si la distancia de separaci6n de los dos
puntos se !lama D _y si el ingulo de abertura de la lente se llama e, uno puede demostrar que (27.17) es exactamente equivalente a !a afirmaci6n de que D debe exceder Jj n sen e, donde n es el indice de refracci6n en Py A es la longitud de onda.
Las cosas mils pequeflas que podemos ver son por lo tanto aproximadamente la longitud de onda de la luz. Una formula correspondiente existe para los telescopios,
que nos da la menor diferencia angular entre dos estrellas que justo alcancen a distinguirse*.
* El 8.ngulo es alrededor de.\/ D, donde Des el di:imetro de la lemc.
~Puedcn
vcr por que?
28
Radiaci6n electrornagnetica
28-1
Electromagnetismo
28-3
El radiador dipolar
28-2
RadiaeiOn
28-4
lnterferencia
28-1
Electromagnetismo
Los momentos mas espectaculares en el desarrollo de la fisica son aquellos en
los cuales se producen grandes sintesis, donde se descubre stibitamente que fen6menos que antes habian parecido diferentes no son sino aspectos diferentes de la misma cosa. La historia de la fisica es la historia de tales sintesis y la base del Cxito de
la ciencia fisica esti principalmente en que somos capaces de sintetizar.
Quizas el momenta mis espectacular en el desarrollo de la fisica durante el siglo XIX se !e present6 a J.C. Maxwell un dia alrededor de 1860 cuando combin6 las
!eyes de la electricidad y de! magnetismo con las leyes de! comportamiento de la luz.
Como resultado, las propiedades de la luz fueron desenredadas parcialmente --esa
antigua y sutil materia que es tan importante y misteriosa que se crey6 necesario
arreglar una creaci6n especial para ella al escribir el Genesis-. Maxwell pudo decir,
al tenninar su descubrimiento: "jQue haya electricidad y magnetismo y alli esta
la luz!"
Para este momento culminante hubo una larga preparaci6n en el descubrimiento
y el dcsarrollo gradual de las !eyes de la electricidad y del magnetismo. Esta historia la vamos a reservar para un estudio detallado el pr6ximo aiio. Sin embargo, la
historia es, brevemente, como sigue. Las propiedades de la electricidad y de! magnetismo, de las fuerzas eiectricas de atracci6n y repulsi6n y de las fuerzas magneticas
descubiertas gradualmente, mostraron que, aunque estas fuerzas eran bastante complejas, todas disminuian con el cuadrado de la distancia. Sabemos, por ejemplo, que
la sencil!a ley de Coulomb para cargas estil.ticas es que el campo de fuerza ekctrica
varia inversamente con el cuadrado .de la distanda. Como consecuencia para distancias suficientemente grandes hay poca influencia de un sistema de cargas sobre
otro. Maxwell not6 que las ecuaciones o !eyes que se habian descubierto hasta ese
momenta eran incompatibles entre si cuando trat6 de juntarlas, y para que todo el
sistema fucra compatible tuvo que agregar otro tfrmino a sus ecuaciones. Con este
nuevo termino surgi6 una predicci6n asombrosa que fue que una parte de los cam"
pos e1ectricos y magni:ticos disminuiria mucho mils lentamente con la distancia que
la inversa de! cuadrado, a saber, jinversamente con la primera
28-l
potencia de la distancia! Y asi se dio cuenta que las corrientes elfctricas en un lugar
pueden afectar a otras cargas lejanas y predijo los efectos bilsicos con los que estamos
familiarizados hoy dia -transmisi6n de radio, radar, etc.
Parece un milagro que alguien hablando en Europa pueda, con simples influen~
cias elfctricas, ser oido a miles de kil6metros en Los Angeles. iC6mo es posible?
Lo es porque los campos no varian con la inversa de! cuadrado, sino que s6lo inversamente con la primera potencia de la distancia. Finalmente, entonces, se reconoci6 que incluso la Iuz consistia en influencias electricas y magnfticas, que se extienden sobre grandes distancias, generadas por una oscilaci6n increiblemente ritpida
de los electrones en los ittomos. Todos estos fen6menos los resumimos mediante la
palabra radiaciOn o mils especificamente radiaciOn electromagnitica, habiendo tambifn uno o dos tipos mils de radiaci6n. Casi siempre radiaci6n significa radiaci6n
dectromagnftica.
Y asi estil. enlazado el universo. Los movimientos at6micos de una estrella distante todavia tienen suficiente influencia a esta gran distancia para poner Jos electrones de nuestro ojo en movimiento y asi sabemos de las estrellas. ;Si esta ley no
existiera estariamos literalmente a oscuras con respecto al mundo exterior! Y los
oleajes elfctricos en una galaxia distante cinco mil millones de aflos luz -que es el
objeto mas iejano que hemos encontrado hasta ahora-· puede influenciar todavia de
una manera significativa y detectable las corrientes en el gran ·'plato" frente a un
radiotelescopio. Y asl es cOmo vemos !as estrellas y las galaxias.
Este notable fen6mcno es lo que vamos a discutir en el presente capitulo. Al comienzo de este curso de fisica delineamos un amplio cuadro del mundo, pero ahora
estamos mas preparados para entender algunos aspectos de t:l y asi vamos a vo!ver
ahora sobre a!gunos puntos con mayor detalle. Empezamos describiendo la posiciOn de la fisica al final de! siglo XIX. Todo lo que se conocia entonces de las !eyes
fundamentales se puede resumir como sigue.
Primera, hubo leycs de fuerzas: una fuerza estaba dada por la !ey de gravitaci6n
que hemos escrito varias veces; la fuerza sobre un objeto de masa m debida a otra
masa M esta dada por
(28.1)
donde e, es un versor dirigido de m a My r es la distancia entre ellas.
A continuaci6n, las !eyes de la electricidad y del magnetismo, como se conocian
al final de! siglo XIX son fstas: las fuerzas c!fctricas que actllan sabre una carga q
pueden ser dcscritas mediante dos campos, llamados E y B y la velocidad v de la
carga q mediante la ecum:iOn
F=q(E+vXB).
(28.2)
Para completar esta ley, tencmos que decir cuii.les son las fOrmulas para E y Ben
una circunstancla dada: si varias cargas estii.n presentes, E y B son cada una la
suma de contribuciones, una por cada carga individual. jOe manera que si podemos
encontrar el E y el B producido por una carga so!a necesitamos solamente sumar
todos los efectos de todas las cargas del uni verso para ob ten er el E y el B total!
Este cs el principio de superposici6n.
t.Cuitl es la formula para el campo elfctrico y magnetico producido por una carga individual? Resulta que esto es muy complicado y se necesita mucho
28-2
estudio y muchos refinamientos para apreciarlo. Pero Cse no es el punto. Escribimos
ahora la ley s61o para impresionar al lector con la belleza de la naturaleza, por asi decirlo,
o sea, que es posible resumir todo el conocimiento fundamental en una pilgina con notaciones con las cuales ahora estil fam.iliarizado. Esta ley para los campos de una
carga individuaJ es completa y exacta, hasta donde sabemos (a excepci6n de la mecinica cuintica), pero se ve bastante complicada. No vamos a estudiar todas las
partes ahora; s61o la escribimos para dar una impresi6n, mostrar que se puede escribir y de manera que podamos ver con anticipaci6n c6mo se ve aproximadamente.
De hecho, la manera mis Util de escribir las !eyes correctas de la electricidad y de!
magnetismo no es la manera en que las vamos a escribir ahora, pero encierra lo que
se llama ecuaciones de campo, que vamos a aprender el pr6ximo afi.o. Pero las notaciones matemiticas para Cstas son diferentes y nuevas. Asi que escribimos la ley en
una forma inconveniente para los cillculos, pero en una notaci6n que conocemos
ah ora.
El campo e!Cctrico E estil dado por
-q ['"
72
E "" 4'lrfo
d' e,,
+ ,,C dtd (''')
72 + CZI dr2
l
·
(28.3)
(.Que nos dicen las diversos tfrminos? Tomen cl primer tfrmino E "'° -qe,../4nt 0 r' 2 •
Es, por supuesto, la ley de Coulomb que ya conocemos: q es la carga que cstil produciendo el cam po; e,.. es el versor en la direcci6n desde el punto P donde se mide E,
r la distancia de Pa q. Pero, la ley de Coulomb estil cquivocada. Los descubrimientos
de! siglo XIX demostraron que las influencias no puedcn viajar mils rilpido que una
cierta ve\ocidad fundamental c, que ahora !lamamos velocidad de la luz. No es correcto que cl primer tCrmlno sea la ley de Coulomb, no sOlo porque no es posib!e conocer
d6nde estil la carga ahora y a que distanda est.it ahora, sino tambifn porque Jo l.mico
que puede afeclar el campo en un lugar y en un ticmpo dados es el comportamiento de
la_s cargas en el pasado. (.Cuilnto en el pasado? La dcmora en el tiempo, o el asi \lamado tiempo retardado, es el tiempo que se necesita a la velocidad de la luz para llegar
desde la carga hasta el punto P del campo. El atraso es r le.
Asi, para permitir este atraso en el tiempo ponemos una pequeiia comilla en r
significando lo lejos que estaba cuando la informaciOn que ahora !!ega a P dejO a q.
SOio por un momenta supongamos que la carga llevara una luz y que la luz pudiera llegar solamente con la velocidad c. Entonces, cuando miramos a q, no veriamos donde estil ahora, por supuesto, sino dOnde estaba en cicrto tiempo anterior.
Lo que aparece en nuestra formula es la direcciOn aparente Or -la direcci6n que
era- la asl llamada direcciOn retardada-·· y a la distancia retardada r'. Esto seria
suficientemente facil de entender tambien, pero tambiCn estil equivocado. Todo es
mucho m.its complicado.
Hay varios tfrminos mils. El termino siguiente es como si la natura!eza estuviera
tratando de tomar en cuenta el hecho de que el efecto es retardado, si podemos decirlo
tan burdamente. Sugiere que dcberiamos calcular el campo coulombiano retardado y
agregarle una correcci6n que es su rapidcz de variaci6n por cl tiempo retardado que
usamos. Parece que la naturaleza cstuviera tratando de adivinar lo que va a ser cl
campo en este momenta tomando la rapidez de variaci6n y multiplicando por el tiempo en que estil retardado. Pero no hemos terminado aim. Hay un tercer tCrmino - !a
segunda derivada, con respecto at
28-3
del versor en la direcci6n de la carga-. Ahora la formula estti completa y eso es todo lo
que hay con relaci6n al campo e1ectrico de una carga que se mueve arbitrariamente.
El campo magnetico estit dado por
B = -e,, X E/c.
(28.4)
Hemos escrito esto s6io con el prop6sito de mostrar !a belleza de la naturaleza o,
en cierto sentido, el poder de la matemittica. No pretendcmos entender por que es posible escribir tanto en un espacio tan pequefio, pero (28.3) y (28.4) contienen el mecanismo seglln el cual funcionan los generadores etectricos, c6mo funciona la luz, todos
los fen6menos de la electricidad y cl magnetismo. Para completar la historia tambiCn
necesitamos conocer, por supuesto, a!go acerca de! comportamiento de los materiales
que intervienen -las propiedades de la materia- que no estin descritas en forma apropiada por (28.3).
Para terminar nuestra descripci6n de! mundo de! siglo XIX debemos mencionar
otra gran sintesis que ocurri6 en ese siglo, una con la cual Maxwe!l tambiCn tuvo mu·
cho que ver: fue la sintesis de los fen6menos de! calor y la mecimica. Estudiaremos
pronto ese tema.
Lo quc debi6 agregarsc en e! siglo xx fue que se encontr6 que las lcyes din3.micas
de Newton estaban todas erradas y hubo que introducir la mecitnica cuitntica para corregirlas. Las teyes de Newton son villidas aproximadamente cuando la escala de las
cosas es suficientemente grandc. Estas !eyes cuitnticas, combinadas con las !eyes de la
electricidad, s61o recientemente han sido combinadas para formar un conjunto de !eyes Hamada efectrodintimica cutintica. Ademits, se descubrieron varios fen6menos
nuevos de los cuales el primero foe la radioactividad descubierta por Becquerel en
1898 -justo alcanzO a meterla de contrabando en el siglo xix-. Se investig6 este fen6meno de la radioactividad hasta producir nuestro conocimiento de los nllcleos y nuevos tipos de fuerzas que no son gravitadonales ni e!Cctricas, sino nuevas particulas
con diferentes interacciones, un tema que aim no ha sido desenredado.
Para aquellos puristas que saben mils (los profesores que podrlan estar leyendo
esto) deberiamos agregar que cuando dccimos que (28.3) es una expresi6n completa
de! conocimiento de la electrodinitmica, no estamos siendo completamente rigurosos.
Hubo un prob!ema que no fue completamente resuelto a fines del siglo XIX. Cuando
tratamos de calcular el campo de todas las cargas incluyendo la carga misma sobre
la cual queremos que actUe el campo. encontramos dificultades tratando de encontrar
la distancia, por ejemp1o, de una carga con respecto a si misma y dividiendo algo por
esa distancia que es cero. El prohlema de c6mo manejar la parte de este campo que es
gcncrada por la misma carga en la cual qucrcmos que actiie el campo nose ha resuelto
todavia. As[ que lo dejamos ahi; no tenemos aUn una soluci6n completa de ese enigma y, por lo tanto, vamos a evitar el enigma mientras podamos.
28-2
RadiaciOn
Ese es entonces un resumen de la imagen del mundo. Usemosla ahora para dis·
cutir los fen6menos llamados radiaci6n. Para discutir estos fen6menos, debemos selec"
cionar de la ecuaci6n (28.3) s6lo la parte que varia inversamcnte con ladistancia y no con
el cuadrado de la distancia. Resulta que cuando finalmente cncontramos esa parte,
28-4
es tan simple en su forma que es iegitimo estudiar 6r ,ira y electrodinilmica de una
man era elemental tomilndo!a co mo "la ley., de! cam po elb:trico producido por una
carga !ejana en movimicnto. Vamos a considerarla temporalmente como una ley dada
que vamos a aprender en detalle el pr6ximo aiio.
De los terminos que aparecen 'en (28.3) el primero evidentemente varia inversamente con el cuadrado de la distancia y el segundo cs s6lo una correcci6n por el re
tardo; asi que es facil demostrar que ambos varian inversamente con el Cuadrado de
la distancia. Todos los efectos en los que C§tamos interesados provienen del tercer
tfrmino, que no es nmy complicado, dcspues de todo. Lo que este tfrmino dice cs:
miren a la carga y obscrvcn la direcd6n de! versor (podemos proyectar su extrema
sabre la superficie de una esfera unitaria). A mcdida que la carga se mueve, el versor
se mueve ril.pidamente y cs la ace!eraciUn de ese versor lo que andamos buscando.
Eso es todo. Asi
(28.5)
es una expresiOn de las
de la rad!aci6n, porque este es cl Unico tfrmino importante cuando nos alejamos
sufi.ciente para que los campos varien inversamentc con
la distancia. (Las partcs que varian con el cuadrado han disminuido tanto que no estamos interesados en ellas.)
Ahora podcmos ir un poco mils allit en cl estudio de (28.5) para ver que significa.
Supongan que una carga se estfi moviendo de una manera cualquiera y que la estamos
observando de~de cierta distancia. Imaginamos por un momcnto queen un cierto sentido estit "encendida" (a pesar que es la !uz lo que estamos tratando de explicar); la
imaginamos como un pequeiio punto b!anco. Entonces veriamos cstc punto b!anco co
rriendo de un !ado a otro. Pero no vcmos
c6mo anda corriendo ahora
mismo dcbido al atraso de que hcmos
Lo que importa es c6mo se
posiciOn aparente de la carga.
estaba moviendo an/es. El versor e,, apunta
El extremo dee,.., por supuesto. se mueve sabre una pequei\a curva de mancra que su
aceleraci6n tenga do~ componcntes. Una es la parte transversal. porque su extrema
una parte radial porque se manticne sobre
va hacia arriba y hacia abajo y la
una esfera. Es filcil dcmostrar que
cs mucho menor y que varia inversamente con el cuadrado de r cuando r cs muy grandc. Esto es f:i.cil de \'Cr porque cuando
imaginamos quc alejamos cada vez mils una fuemc dada. entonccs los movimientos
de
cada vez mas chicos, inversamente con la distancia, pero la componente
radial
aceleracibn estit variando mucho mils ri1pido que con la inversa de la distancia.
que para fines prii.cticos todo lo que tencmos quc hacer cs proyectar el mo
vimicnto en un piano a distancia 11nitaria. Por lo tanto, encontramos la siguiente regla:
imaginen que miramos a !a carga en movimicnto y ljUe todo lo quc vcmos est3 atrasado -<:omo un pintor tratando de pintar una escena en una pantalla a una distancia unitaria--. Un pintor real. por supuesto. no toma en cucnla el hccho quc la luz vaya con
una cierta velocidad, sino que pinta el mundo como lo vc. Dc~eamos vcr c6mo !uciria
su cuadro. De manera que vemos un
la carga movicndose en el
cuadro. La ace!eraci6n de esc punto cs
al campo elCctrico. Eso es todo
~todo lo que neccsitamos.
e,,
Asi, pues, la
aun los efectos
28-5
a circunstancias alm mas simples en las cuales las cargas se mueven s6lo una pequeiia
distancia con una velocidad relativamente baja. Ya que se est<in moviendo !entamente,
no se mueven una distancia muy apreciable desde donde parten, de manera que el
tiempo de retraso es pr8.cticamente constante. Entonces la ley es alm mils simple, porque el atraso en el tiempo es fijo. Asi, imaginamos que la carga est<i ejecutando un movimiento muy pequeiio a una distancia efectivamente constante. El atraso a la distancia res r/c. Entonces nuestra regla se convierte en la siguiente: si el objeto cargado se
est<i moviendo con un movimiento muy pequeiio y se desplaza lateralmente, la distancia x (t), el :ingulo en que el versor e,, se desplaza es x/r y como res practicamente
constante, la componente x de d 2 e,,/dti es simp\emente la aceleraci6n de x misma en
un tiempo anterior. de manera que finalmente obtenemos la ley que queremos, que es
(28.6)
SOio la componente de ax perpendicular a la visual es importante. Veamos por
que. Evidentemente, si la carga se estit moviendo hacla y desde nosotros, el versor en
csa direcci6n no cambia y no tiene aceleraci6n. Asl, pues, s6lo el movimiento transversal es importante, s6\o la aceleraci6n que vemos proyectada en la pantal!a.
28-3
El radiador dipolar
Como nuestra ··1ey" fundamental de la radiaci6n electromagnetica vamos a suponer la validez de la (28.6), es decir, que el campo electrico producido por una carga
acelerada que se estil moviendo en fonna no relativista a una distancia r muy grande
se aproxima a esa forma. El campo e!ectrico varia inversamente con ryes proporcional a la aceleraci6n de la carga, proyectada en el "piano de visi6n" y esta aceleraci6n
no es la aceleraci6n de hoy, sino la aceleraci6n que tenLa en un tiempo anterior, siendo
el monto de! atraso un tiempo r!c. En lo que queda de este capitulo vamos a discutir
esta ley de manera que la podamos entender mejor fisicamente, porque la vamos a
usar para entender todos los fen6menos de la propagaci6n de luz y radio, coma reflex.i6n, refracci6n, interferencia, difracci6n y dispersi6n. Es la ley central y es todo lo
que necesitamos. Todo el resto de la ecuaci6n (28.3) fue escrito s6lo para montar el
escenario, de manera que pudib-amos apreciar d6nde encaja (28.6) y c6mo surge.
Vamos a discutir mils la (28.3) el pr6ximo aiio. Mientras tanto la vamos a aceptar
como verdadera, pero no precisamente sobre una base te6rica. Podemos diseiiar varios experimcntos que ilustran el caracter de la ley. Para hacerlo, necesitamos una carga acelerada. Deberia ser una sola carga, pero si podemos lograr que muchas cargas
se muevan en conjunto todas de la misma manera, sabemos que el carnpo va a ser la
suma de los efectos de cada una de las cargas individuales; sencil!amente las sumamos. Como ejemplo, consideren dos pedazos de alambre conectados a un generador
como se muestra en la figura 28-1. La idea es que el generador produce una diferencia
de potencial o un campo, el cual arranca electrones de la porci6n A y los empuja hacia B en un cierto instante y luego, un tiempo infinitesimal mils tarde, invierte el efecto
iY arranca los electrones de By los bombea de vue\ta a A! De manera queen estos
dos alambres las cargas, por asi decir, est:i.n acelerando por un momenta hacia arriba
en el alambre A y en el B, y un instante despub.;
28-6
Fig. 28-1. Un generador de seiial de alta
frecuencia impulsa cargas hacia arriba y hacia
abajo en dos alambres.
estiln ace!erando hacia abajo en el alambre .{ y en el B. El que necesitemos dos a\ambres y un generador es simplemente que esa es una manera de hacerlo. El resultado
neto es que simplemente tenemos una carga acelerada hacia arriba y hacia abajo
.como si A y B fueran un solo alambre. Un alambre que es muy corto comparado con
la distancia que viaja la luz en el periodo de una oscilaciOn se llama un oscilador
dipolar e/ictrico. Asi tenemos la circunstancia que necesitamos para aplicar nuestra
ley, que nos dice que esta carga produce un campo el6ctrico, de manera que necesitamos un instrumento para detectar un campo eJectrico y el instrumento que usamos
es la mismacosa: jun par de alambres como A y B! Si un campo electrico se aplica a
tal dispositivo, va a producir una fuerza que va a arrastrar los electrones hacia arriba
en ambos alambres o hacia abajo en ambos alambres. Esta seiia! se detecta mediante
un rectificador co!ocado entre A y B y un alambre diminuto y fino !!eva la informaci6n a un amplificador donde es amplificada de manera que podamos oir el tono de
audiofrecuencia con el cual la radiofrecuencia est<i modulada. Cuando esta sonda
siente un campo elfctrico saldrB. un ruido fuerte del amplificador y cuando no haya
campo electrico que la excite no habrB. ruido.
Como la pieza donde estamos midiendo las ondas contiene otros objetos, nuestro campo el6ctrico va a agitar electrones en estos otros objetos; el campo el6ctrico
hace que estas cargas vayan hacia arriba y hacia abajo y al ir hacia arriba y hacia
abajo tambi6n producen un efecto de nuestra sonda. Luego, para un experimento
exitoso debemos mantener las cosas bastante juntas de manera que las influencias
desde las paredes y desde nosotros mismos -las ondas reflejadas- sean relativamente pequeiias. Asi resultara que los fen6menos parecen no estar de acuerdo en forma
precisa y perfecta con la ecuaci6n (28.6), pero seran lo suficientemente parecidos para
que podamos apreciar la ley.
Ahora conectamos e1 generador y escuchamos la seiial de audio. Encontramos un
campo intenso cuando el detector D estil para1elo a1 generador G en el punto I.
(Fig. 28-2). Tambi6n
Fig. 28-2. El campo electrico instantaneo
sobre una esfera centrada en una carga localizada que oscila linealmente.
28-7
campo en cualquier otro <ingulo azimutal alrededor de! eje de
direccionales. Por otto !ado, cuando el detector est<i. en 3
estil. correcto, porque nuestra formula deda que el campo
de la carga proyectada perpendicuiarmente a la visual. Por
haci.a G la carga se est0. moviendo hacia y desde D, y no
verifica la primera regla, que no hay efecto cuando
hacia nosotros. En segundo lugar, la formula
---~----- _------- ser perpendicular a r y en el piano de G y r;
rotamos en 90°, no deberiamos recibir serial.
el
e1ectrico es por cierto vertical
fuigulo intermedio, vemos
28-3,
llustr&ci6n de la intelierenda
28-8
Fig. 28-4. llustraci6n del car8cter VBCtorial de la combinaci6n de fuentes
vemos el movimiento de la otra. De manera que las dos juntas pueden producir cero
si todo se ajusta correctamente.
Ahora bien, es muy interesante demostrar que la suma de dos campos es en
realidad una suma vectorial. Ya lo hemos verificado para el movimiento hacia arriba
y hacia abajo, pero probemos dos direcciones no paralelas. Primera, volvemos S 1 y
S 2 a la misma fase; o sea se estan moviendo juntas nuevamente. Pero ahora giramos
S l en un {mgulo de 900 como se muestra en la figura 28.4. Ahora deberiamos tener en
el punto 1 la suma de dos efectos, uno de los cuales es vertical y el otro horizontal.
El campo elCctrico es la suma vectorial de estas dos seiiales en fase -ambos son intensos al mismo tiempo y pasan por cero juntas; el campo total deberia ser una seiial R
a 45°-. Si giramos D para obtener el mt\:ximo de ruido, deberia estar cerca de 45" y
no vertjcal. Y si lo giramos en 8nguio recto con respecto a esa direcci6n, deberiamos
obtener cero, que es facil de medir. jObservamos precisamente tal comportamiento!
tQue pasa ahora con el atraso? (.C6mo podemos demostrar que la seiial esta
atrasada? Podrlamos con una gran cantidad de equipo, medir el tiempo que tarda en
!!egar, pero hay otra manera mucho rn<i.s simple. Rcfiriendonos de nuevo a la figura 28-3 . supongan que S 1 y S 1 esten en fase. Am bas se est<in sacudiendo ju:itas y producen campos di!ctricos iguales en el punto I. Pero supongan que vamos a un derto
lugar 2 que est& m:i.s cerca de S 2 y mils lejos de St. Entonces, de acuerdo con cl principio de que la aceleraciOn deberia estar atrn.sada en una cantidad igual a r/c, silos
atrasos no son iguales las sefi.ales ya no estin m3.s en fase. Asi deberia ser posible encontrar una posiciOn en la cual las distancias a D desde S 1 y S 2 difieren en una cantidad .1., de ta! mancra que no haya sefial neta. Esto es, la distancia il. debc ser la distancia que avanza la luz en media oscilaciOn dd generador.. Podemos ir mils all& aim y
encontrar un punto doode la diferencia es mayor en un ciclo completo; o sea, la serial
de la primera antena l!ega al punto 3 con un atraso en el tiempo que es mayor que el
de la segunda antena que es Justo el tiempo que demora la corriente eJectrica en oscilar una vez y, por to tanto, los dos campos elkctricos producidos en 3 est:i.o en fase de
nuevo. En el punto 3 la seiial es intensa nuevamente.
Esto completa nuestra discusi6n de la verificaci6n experimental de algunos aspectos importantes de !a ecuaci6n (28.6). Por cierto que no hemos verificado la variaci6n
de la intensidad del cam po electrico con 1 Ir o el hecho de que existe un cam po magn4!tico que va junto con el campo elict:rico. Para hacerlo se necesitar!a de t6cnicas
bastante refinadas y dificilmente ayudaria a nuestra comprensl6n de este punto. En
todo caso hemos veri.ficado Jos aspectos que son de mayor importanr.ia para r.uestras
aplicaciones poster:iores y vamos a volver a estudiar a!gunas propiedades de las oodas
electromagnE\ticas el prOIDino aiio.
28-9
29
lnterferencia
29-1
Ondas electromagnCticas
29-4
Dos radiadores dipolares
29-2
Energia de radiaciOn
29-5
La matem8tica de la interferencia
29-3
Ondas sinusoidales
29-1
Ondas electromagnCticas
En este capitulo discutiremos el tema de\ capitulo anterior en forma mas matemfttica. Hemos demostrado cualitativamente que hay mii.ximos y minimos en el
campo de radiaciOn de dos fuentes, y ahora nuestro prob!ema es describir e! campo
con detalles matem3.ticos, no sO!o cualitativamente.
Fig. 29-1. El campo elilctrico E debido
a una carga positiva cuya aceleraci6n retardada esa'.
Ya hemos analizado fisicamente el significado de la formula (28.6) en forma
bastante satisfactoria, pero hay unos cuantos puntos a elaborar respecto a ella matem3.ticamente. En primer Jugar, si una carga estit acelerando de arriba hacia abajo
a lo largo de una linea en un movimiento de amplitud muy pequeii.a, el campo a un
cierto il.ngu!o 0 desde el eje de! movimiento estit en una direcci6n- perpendicular a
la visual, y en un piano que contiene tanto a la aceleraci6n como a la visual
(Fig. 29· l ). Si la distancia se llama r, entonces en el tiempo t el campo electrico
tiene el m6dulo
(29.\)
donde a (t~r/c) es la· aceleraci6n en el tiempo (t~r/c) llamada aceleraciOn retardada.
29-1
Seria interesante dibujar una imagen de! campo en diferentes condiciones. Lo
interesante, por supuesto, es el factor a (t-r/c) y para entenderlo podemos tomar
el caso mas simple, e = 90°. y trazar el campo graficamente. Lo que hemos estado
pensando antes es que estamos en un lugar dado y prcguntamos cOmo varia el
campo ahi con el tiempo. Pero en vez de eso vamos aver ahora c6mo es el campo
en diferentes posiciones en el espacio en un instante dado. Por lo tanto, lo que queremos es una "instantanea" que nos muestre lo que es el campo en lugares diferentes. Depende por cierto de !a aceleraciOn de la carga. Supongan que la carga al
principio tenia algim movimiento particular; estaba inicialmente en reposo y sllbitamente acelerO de alguna man era co mo se muestra en la figura 29-2 y Juego se
detuvo. Luego, un poquito despues, medimos el campo en un lugar diferente. Entonces podemos asegurar que el campo va a ser como se muestra en la figura 29-3.
En cada punto el campo estil determinado por la aceleraciOn de la carga en un tiempo
anterior, sicndo el monto de la anticipaciOn e! atr a so r I c. El cam po en puntos mas
y mas lejanos esta determinado por la aceleraciOn de la carga en tiempos m:i.s y
mas anteriores. De mancra que la curva en la figura 29-3 es realmente, en cierto
sentido, un diagrama "invertido'" de la aceleraciOn en funciOn de! tiempo; la distancia
esta relacionada con el tiempo mediante un factor de escala constante c que a menudo tomamos como unidad. Esto es facil de ver considerando el comportamiento
matemti.tico de a (t-r/c). Evidentemente, si agregamos un pequeiio tiempotl t obtenemos los mismos valores para a (t-r/c) que habriamos obtenido si hubieramos
restado una distancia pequeiia:t. r = -ctl t.
F1g. 29-2. La aceleraci6n de una cierta carga en funci6n del tiempo.
Fig. 29-3. El campo el8ctrico en funci6n de la posici6n en un tiempo posterior.
{Se ignora la variaci6n 1 Ir.)
Expresado de manera diferente: si agregamos un pequeiio tiempo !:J t, podemos
vo[ver a(t-rlc) a su valor anterior sumando una pequefia distancia t.r = c!:Jt.
O sea, a medida que pasa el tiempo, el campo se mueve como una onda alejcindose
de la fuente. Esta es la razOn por la cual a veces decimos que la luz se propaga
como onda. Es equivalente a decir que el campo se atrasa o decir que el campo
electrico se mueve hacia afuera mientras pasa el tiempo.
Un caso interesante es aquel en que la carga se estil moviendo de arriba hacia
abajo de una manera oscilatoria. En el caso que estudiamos experimentalmente en
el Ultimo cap1tulo, el desplazamiento x en un tiempo cualquiera t era igual a una
constante x 0 , la magnitud de la oscilaciOn, por el cos wt. Lue go la aceleraciOn es
a= -w 2 x 0 coswt
=
a 0 coswt,
(29.2)
donde a0 es ta aceleraciOn milxima - r.oJ 1 x 0 • Reemplazando esta f6nnula en (29.J)
29-2
encontramos
(29 __<)
el iingulo {) y los factores constantes, veamos c6mo se prcsenta eso
posici6n o en funci6n del tiempo.
la intenanterior;c····:··-··-·-··-·:·-- \os efec-
pco1ponoiooaks al cuao un oscilador
oscilador lo hace
y el desplazamiento
son proporcionales a!
en la carga es proporque la encrgia que un campo
algun11 manera al cuadrado
r Dande se mide.
29-3
por otros sistemas. Vamos a estudiar esta "'pfrdida'· de energia aUn mas en el capitulo 32.
ahora mii.s cuidaJosamente c6mo varia la onda (29.3) en funciOn
en funci6n de la posicibn en un tiempo dado. De
dol
las constantes
(?.9.4)
rcpr<:~cntar
Hay muclws
,\
O:i misma cos«, t.o,les coma
~
- ck
que es la longituJ de
(2 1.f/1)
wt,
=
he
(29.S)
igual a c por el pc1iodo? Eso es muy faciL por
porque si nos quedamos quietos y esperamos que transcurra un periodo, las ondas,
viajando a velocidad c, van a moverse una distancia c · t 0 y se habriln movido por
supuesto, justo en una longitud de onda.
En una situaci6n fisica diferente a !a de la luz, k no estil relacionada necesariamente con w de esta manera tan simple. Si llamamos x la distancia a lo largo de un
eje, entonces la f6rmula para una onda cosinusoidal que se mueve en una direcci6n x
con un nUmero de onda k y una frecuencia angular w se escribiril en general como
cm; (w t-k x).
Ahora que hemos introducido la idea de longitud de onda podemos decir algo
mils acerca de los casos en los cuales (29 .1) es una formula legitima. Recordemos
que el campo estil formado por varias partes, una de las cuales varia inversamente
con r, otra parte que varia inversamente con r2 y otras que varian aUn mas rilpido.
Valdria la pena saber en que casos la parte l/r de! campo es la parte mils importante y las otras son relativamente pequefias. Naturalmente la respuesta es "si nos
retiramos Jo 'suficientemente lejos'", porque los tfrmlnos que varian inversamente
con el cuadrado a la larga se hacen despreciables comparados con el tfrmino l /r.
~Cuilnto es "suficientemente lejos "? La respuesta es, cualitativamente, que los otros
tCrminos sean del orden.l/r mcnores que el termino 1/r. Asi, mientras estemos m<is
allil de unas cuantas longitudes de onda (29.1), es una excelente aproximaci6n al
campo. Algunas veces la regi6n mils allil de unas cuantas longitudes de onda se
llama "zona de onda '".
29-4
Dos radiadores dipolares
Discutamos a continuaci6n la matemiltica puesta en jucgo al comb!nar los efec·
tos de dos osciladores para encontrar el campo resultante en un punto dado. Esto es
muy facil en los pocos casos que considcramos en el capitulo anterior. Describiremos
primero los efectos cualitativamente y \uego mils cuantitativamente. Tomcmos cl caso
sencillo en que los osciladores est.lo situados con sus ccntros en el mismo piano horizontal que el detector y la linea de vibraciOn es vertical.
,,~'
/'
4~-~----·4
2//
-,--"'-2
'
Fig. 29-5.
Las intens1dades en varias
direcciones desde dos osciladores dipolares
media
de onda. lzquierda:
=- 01
defasados mr:d10
= '1')
La figura 29- 5
ejemplo particular
y estan oscilando con
.:onocer la intensidad de la
demos la cantidad de
por segundo.
queremos
Luego lo que
cs cl cuadrado del campo elcctrico. no el campo
da la intens1dad de la tucrza que experimenta una
29-5
carga estiltica, pero la cantidad de energia que va pasando en watts por metro cuadrado es proporcional al cuadrado del campo elOCtrico. Vamos a deducir la constante de proporcionalidad en el prOximo capitulo.) Si miramos al conjunto por el lado 0,
ambos osciladores contribuyen igualmente y en fase de manera que el campo el€:ctrico es dos veces mils intenso de Jo ,que habria sido para un oscilador Unico. Por lo
tanto, la intensidad es cuatro veces mayor de lo que habria sido si hubiera hahido
un solo oscilador. (Los nUmeros en la figura 29-5 representan el valor que habria
tenido la intensidad en este caso comparada con el que hubiera tenido si existiera
alli un oscilador Unico de intensidad unitaria.) Ahora bien, en cualquiera de las direcciones N o S a lo largo de la linea de los osciladores, como estan separados media longitud de onda, el efecto de un oscilador resulta estar fuera de fase en exactamente media oscilaci6n con respecto al otro, y por lo tanto Jos campos suman
cero. A un cierto angulo particular intermedio (concretamente a 30") la intensidad
es 2 y disminuye, 4, 2, 0, etc, Tenemos que aprender a encontrar estos nUmeros
para otros ilngulos. Se trata de sumar dos oscilaciones con fases diferentes.
Examinemos rti.pidamente otros casos de interes. Supongan que los osciladores
esten nuevamente separados media longitud de onda, pero la fase a de uno sc atrasa
medio periodo con respecto a la otra en su osci!aci6n (Fig. 29-5 b). En !a direcci6n
oeste la intensidad es cero ahora, porque un oscilador esta "empujando" cuando el
otro est<i "tirando ". Pero en la direcci6n norte la seii.al del mas cercano llega en un
cierto tiempo y la de! otro llega media periodo mils tarde. Pero el Ultimo estaba originalmente atrasado en medio periodo y por lo tanto csta exactamentc a tiempo
con cl primero y por lo tanto la intcnsidad en esta dlrecci6n es 4 unidades. La in
tcnsidad en la direcci6n 30" sigue siendo 2, coma podemos dcmostrar luego.
Ahora llegamos a un caso interesante que muestra un aspecto posiblemente Util.
Observcmos que una de las razones por la cua! las relaciones de fase de los osciladores son interesantes cs que se usa esto para dirigir las transmisiones de radio. Por
ejemplo, si construimos un sistema de antenas y queremos mandar una selial de radio,
digamos a Hawaii, ponemos las antenas coma en la figura 29-5 (a) y transmitimos
con nuestras dos antenas en fase porque Hawaii estil al oeste de nosotros. Luego
decidimos que maii.ana vamos a transmitir a Alberta, Canada. Como estil al norte,
no al oeste, todo lo que tenemos que hacer es invertir la fase de una de nuestras
antenas y podemos transmitir para cl norte. Asi podemos construir sistemas de antena con diversos arreglos. El nuestro es uno de los mas simples posibles; podemos
haccrlos mucho mas complicados, y cambiando las fases en las diversas antcnas
podemos mandar los haces en divcrsas direcciones y cnviar la mayor partc de la
potencia en la direcci6n que queremos transmitir jsin mover mrnca !a antena~ En
ambos casos precedentes, sin embargo, mientras estamos transmitiendo hacia Alberta estamos gastando mucha potencia hacia la Isla de Pascua y serLa intcresante
preguntar si es posible mandarla en una so!a direcci6n. A primera vista podriamos
pensar quc con un par de antenas de esta naturaleza el resultado va a ser siempre
simetrico. Asi, pu<!s, considercmos un caso en que sale asimetrico, para mostrar !a
posible varicdad.
Si las antenas est:in separadas un cuarto de longitud de onda y s1 la de! N estil
atrasada un cuarto de periodo en el tiempo con respecto a la Jel S, .-,que sucede
entonccs (Fig. 29-6)? En la direcci6n 0 obtenemos 2, como veremos luego. En la
direcci6n S obtenemos cero porque la sefial de S llega en un cierto tiempo; !a de! N
llega 90" atrasada en
29-6
el liempo, pero ya esta atrasada en 90° en su fase impuesta, luego llega con un defasaje
total de 180° y no hay efecto. Por otro \ado, en la direcci6n N, la seiial N llega mas
temprano que la seiial S en 90° en el tiempo, porque esta un cuarto de longitud de
onda mils cerca. Pero su fase esta puesta de ta! manera que estil oscilando 90" atrasada en el tiempo, lo que compensa justamente la diferencia de atraso y, por !o tanto,
las dos seiiales aparecen juntas en fase hacienda la intensidad del campo el doble de
grande y la energia cuatro veces mayor.
·+·
Fig. 29-6.
U11 par de antenas dipolares
que dan potencia maxima en una direcci6n
Por lo tanto, usando cierta inteligencia al separar y defasar nuestras antenas.
podemos cnviar toda la potencia en una direcci6n. Pero todavia esta distribuida sabre
un gran intervaJo de itngulos. ~Podemos arreg\ar las cosas de manera quc este enfocada aim m:is nitidamente en uria direcci6n particular? Consideremos el caso de
Hawaii nucvamente, donde estamos enviando el haz hacia el este y e! oeste, pero
estii. esparcido eri un <ingulo baslante grande, porque aUn a 30° todavia cstamos
obteniendo la mltad de la imensidad --esrnmos malgastando potencia-. t.Podemos
mejorar eso'! Tomcmos la situaci6n en que l2. separaci6n es diez longitudes de
onda (Fig. 29-7), que es mas cercaname:ite comparable a la situaciim con que experimentamos en el capitulo atJterior con separaciones
varias longitudes de onda
Aqui el cuadro es bien
en vez de una pequeiia fracci6n de una longitud de
difercnte.
diez longitudes de onda (tomamos el caso en
Silos
fase para
ia dirccci6n E"O estim en fase y ob1eneque habriamos obtenido si uno de eUos
de separaci6n pequeiio, los tiempos de
ccro. Para ser precisos, sl trazamos una
y !a diferencia L!. en las dos distancias
a estar fuera de fase. Asi quc este primer
no estit dibujada a escala; es s6\o un bosqueJo
r,,fl.
;o•
Un con1unto de se1s anteV parte de su diagrania de
29-7
un rayo muy agudo en la direcciOn que queremos, porque si nos movemos sO!o un
poco, perderemos toda nuestra intensidad. Desgraciadamente para fines pr3.cticos, si
estuvieramos pensando en hacer un aparato de transmisiOn de radio y dobliiramos la
distancia ti, entonces estariamos un cido completo fuera de fase jque es lo mismo
que estar en fase de nuevo! Asi encop.tramos muchos milximos y minimos sucesivos
justamente como encontramos con la separaci6n de 2 I /2 .A en el capitulo 28.
lC6mo podemos deshacernos de estos m3.ximos adicionales, o "16bulos", como
se Jes llama? Nos podriamos deshacer de los !6bulos indeseables de una man era
bastante interesante. Supongan que pusieram,Os otro conjunto de antenas entre los
dos que ya tenemos. 0 sea, las exteriores alm estiln separadas 10 .A, pero entre ellas,
digamos cada 2 A, hemos puesto otra antena y las excitamos a todas en fase. Existen
ahora seis antenas y si observilramos la intensidad en la direcci6n E-0 seria, por
supuesto, mucho mayor con seis antenas que con una. El campo seria seis veces y
!a intensidad treinta y seis veces mayor (el cuadrado de! campo). Obtenemos 36 unidades de intensidad en esa direcci6n. Ahora bien, si observamos en los puntos vecinos, encontramos un cero como antes, aproximadamente, pero si avanzamos hasta
donde. teniamos una gran "protuberancia", obtenemos ahora una "protuberancia"
mucho menor. Tratemos de ver por que.
La raz6n es que, a pesar de que podriamos esperar una gran protuberancia
cuando la distancia Li es exactarnente igua1 a la longitud de onda, es cierto que los
dipolos 1 y 6 estfln entooces en fase y estim cooperando en tratar de obtener alguna
intensidad en esa direcci6n. Pero los nUmeros 3 y 4 estim aproximadamente a I /2
longitud de onda fuera de fase con I y 6 y, aunque 1 y 6 empujan juntos, 3 y 4
empujan juntos tambien, pero en la direcci6n opuesta. Luego hay muy poca intensidad en esa direcci6n -pero hay algo, ella no se compensa exactamente-. Este tipo
de cosas si.gue sucediendo; obtenemos protuberancias muy chicas y tenemos el haz
lfuerte en la direcci6n en que lo queriamos. Pero en este ejemplo particular, algo mas
va a suceder: a saber, como la distancia entre dipolos sucesivos es 2 .\,es pcsible
encontrar un imgulo donde 1111. dislancia 8 entre dipoios sucesivos es exactamente una
longitud de onda de manera que los efectos de cada uno de ellos esten de nuievo en
fase. Cada uno esta atrasado con respecto al sl.guiente en 360", de manera que todos
vuelven en fase JY tenernos otro haz mayor en esa direcciOn! Es fflcil evitar esto
en la prilctica, porque es posible poner los dipolos mils cerca que a una separaci6n
de una longitud de onda. Si ponemos mils antenas, mil.s cerca que una longitud de
onda, esto no puede suceder. Pero el hecho de que esto pueda suceder para ciertos
una longitud de onda, es un fenOmeno muy
itngulos, si la separaciOn es
-no en la trn.nsmisi6n de radi0, sino en redes
lnteresante y Uti! en otras
de difracci6n.
29-S
La matem:iitica de la interferem:ia
Ahora hemos terminado nuestro anf1Ji5is de los fen6menos de radiadores dipolares cualitativamente y debemos aprender c6mo analizarlos cuantitatinmente. Para
encontrar el efecto de dos fuentes a un cierto .ilngulo particular en el caso mas general, donde los dos osciladores tienen un defasaje intrinsecoay las intensidades A 1
y A 2 no son igua!es, encontramos que tenemos que sumar dos cosenos que tienen la
misma frecuencia pero con fases diferentes. Es muy f3.cil encontrar esta diferencia
de fase; estii. constituida por el atraso debido a la diferencia de distancias y la fase
29-8
intrinseca impuesta a la oscilaci6n. Matem8.ticamente debemos encontrar la suma R
de dos ondas: R = A 1 cos (wt+ ¢ 1) + A 2 cos (uJ! + ¢ 2) lCOmo hacerlo?
Es realmente muy facil y ptesuponemos que ya sabemos c6mo hacerlo. Sin embargo, vamos a delinear cl procedimiento con cierto detal\e. Primero podemos, si
somos h8.biles en matem8.tica y sabemos suficiente de cosenos y senos, desarrollarlo
simplemente. El caso mils simple es aquel en que A J y A 2 son iguales, digamos ambos
iguales a A. En estas circunstancias, por ejemplo (podriamos llamarle mi:todo trigonometrico de resoluci6n de! problema), tenemos
R
=
A[cos (wt+ rf>i)
+ cos (wt + rf>2H·
(29.9)
Alguna vez, en nuestra clase de trigonometria, habremos aprendido la regla que
cos A
+ cos B
=
2 cos!(A
+
B) cos !(A - B).
(29. to)
Si sabemos eso, podemos inmediatamente escribir R en la forma
Encontramos asi que tenemos una onda oscilatoria con una nueva fase y una
nueva amp!itud. En general, cl resultado scr.i una onda oscilatoria con una nueva
amplitud AR, que podriamos Hamar amplitud resultante, y que oscila con la misma
frecuencia pero con un defasaje ¢R, llamado fase resultante. En vista de esto, nuestro
caso particular tiene cl siguiente resultado: que la amplitud resultante es
(29.12)
y la fase resultante es el promedio de las dos fases y hemos resuelto completamente
nuestro problema.
Fig. 29-9. Metodo geometrico para comb1nar dos ondas cosinusoidales. Se supone
que todo el diagrama esta girando en sentido
antihorario con trecuencia angularw.
Supongan ahora que no podemos recordar que la surua de dos cosenos es el
doble de! coseno de la semisuma por el coseno de la semidiferencia. Entonces po~
demos usar otro mi:to<lo de an<i.lisis que es m3.s geomi:trico. Cualquier funci6n coseno
de <•JI se puede considerar coma la proyecci6n horizontal de un vector rotante. Supongan que existiera un vector A 1 de largo A 1 rotando en el ti em po de man era que el
3.ngulo con el eje horizontal es 1vt + ¢ 1• (Vamos a dejar de !ado el wt por un momenta
mas y veremos quc ello no tiene importancia.) Supongan que tomamos una instant<i.nea en el tiempo r = 0, aunque de hecho la fotografia esta rotando c.on velocidad
angular w (Fig. 29-9). La proyecciOn
29-9
de A 1 seglln el eje horizontal es precisamente A 1 cos (<vt + ¢ 1). Ahora bien, para
t = 0 la segunda onda podria estar representada por otro vector Ai de largo Ai y con
un ii.ngulo ¢ 2, y que tambii:n rota. Ambos estii.n rotando con la misma velocidad angular w y, por lo tanto, las posiciones relativas de ambos son fijas. El sistema gira
coma un cuerpo rigido. La proyecci6n horizontal de A 2 es Ai cos (wt+ cb 1 ). Pero
sabemos par la teoria de vectores que si sumamos las dos vectores de la manera acostumbrada mediante la regla de! paralelogramo y dibujamos el vector resultante AR ,
la componente x de la resultante es la suma de las componentes x de los otros dos
vectores. Eso resuelve nuestro problema. Es· fiLcil verificar que esto da el resultado
correcto para el caso especial que consideramos mils arriba don de A 1 =- Ai = A. En
este caso vemos en la figura 29-9 que AR estii. a medio camino entre A 1 y A 2 y forma un il.ngulo!{¢i-cb 1 ) con cada uno. Por lo tanto vemos que AR= 2 Acos~f<f>i-<;\)
co~o antes. Tam_bii:n, seglln vemos en el tric\:ngulo, la fase de AR mientras gira, es
el angulo promed10 A 1 y A 1 cuando las dos amplitudes son iguales. Sin duda tambiei_i. podemos resolver el caso en q_ue las amplitudes no son igua!es con la misma
fac1hdad. Podemos llamar a lo anterior la manera {.:eomhrica de resolver el prob!ema.
Hay todavia otra mancra de resolver el problema: la manera analitica. 0 sea,
en vez de tener quc hacer realmente un dibujo como el de la fi.gura 29-9, podemos
escribir algo que diga lo mismo que el dibujo: en vcz de dibujar los vectores, escribimos un nUmero complejo para rcpresentar cada uno de !os vectores. La parte real
de las nllmeros complejos son las cantidades fisicas verdaderas. Luego, en nuestro
caso particular las ondas podrian escribirse de esta manera: A 1 ei ("'1 + ¢1) !Ia parte
real de esto es Ai cos (wt + <fl 1)1 y A 2 ei <"'1 + ",l. Ahora podemos sumar los dos:
Esto resuelve el problema que queriamos resolver, porque representa el resultado
como un nUmero complejo de m6dulo AR y fase cb11.Para ver c6mo funciona este metodo encontremos !a amplitud AR que es el
"largo" de R. Para obtener el "largo" de una cantidad compleja. slempre mult1plicamos la cantidad por su complejo conjugado que da el largo a! cuadrado. El com"
plejo conjugado es la misma expresiOn, pero con el slgno de i invert1do. Tenemos
asi
A~= (A 1e' 9 '
+
Azei" 2 )(A 1e-i.;,
Al hacer la mu!tiplicaci6n obtene nos A
tCrminos cruzados tenemos
i+
+
e-'" 2 ).
A2
(29.15)
A l {aqui sc cancclan )as e) y para los
Ahora bien,
e'' + e-ia =cos 0 + isen 0 +cos(} - isen 0.
0 sea e111 + e'"
=
2 cos 0. Nuestro resultado
finale~
por lo tanto
29-10
Como vemos, esto estit de acuerdo con el largo de AR en la figura 29-9 usando
las reglas de trigonometria.
Luego la suma de los dos efectos tiene la intensidad de A ~que obtendriamos con
uno de ellos solo mils la intensidad Aique obtendriamos con el otro solo, mils una
correcciOn. Esta correcci6n la llamamos efecto de interferencia. Es realmente s61o
la diferencia entre lo que obtenemos por simple suma de las intensidades y Jo que
realmente sucede. Lo llamamos interferencia, sea positiva o negativa. (Interferencia
en lenguaje comUn usualmente sugiere oposici6n o impedimento, ;pero en la fisica
a menudo no usamos el lenguaje de la manera en que.fue diseiiado originalmente!)
Si el tCrmino de interferencia es positivo llamamos ese caso interferencia constructiva
jpor muy horrible que pueda sonar a toda persona que no sea un fisico! El caso
opuesto se llama interferencia destructiva.
)¢..
Ae;(..,t+~
igualalpun.toP
~
r -..~-1
11~;=~/ ~de seri 0
Fig. 29-10. Dos osciladores de igual amplitud defasados en a
<!>2 -
=
ru
+ 27rdseri8(A.
(29.17)
es recmplazar
todos 1os diver-
29-11
Veamos ahora que sucede en nuestros diversos casos. La raz6n que sepamos,
por ejemplo, que la intensidad cs 2 para 30° en la figura 29-5 es la siguiente: Los
dos osciladores estitn separados l/2 ;1, de manera que a 30", d sen (} = Al 4. Luego
r;; 2 - © 1 = 2nA/ 4.l -,,- ;r/ 2 y, por lo tan to, el termino de interferencia cs cero. (Estamos sumando dos vectores a 90":) El resultado es la hipotenusa de un triitngulo
rectitngulo de 45° que es yl2 por la unidad de ~plitud; elevitndolo al cuadrado,
obtenemos el doble de la intensidad de un solo osct!ador. Todos los otros casos se
pueden desarrollar de la misma manera.
29-12
30
Difraccion
30-1
La amplitud resultante debida
a n osciladores iguales
30-2
La red de difracciOn
30-3
Poder de resoluciOn de una red
30-4
La antena parabOJica
30-1
30-5
Peliculas coloreadas; cristales
30-6
DifracciOn por pantaDas opacas
30-7
El campo de un piano de cargas
oscilantes
La amplitud resultante debida a n osciladores iguales
Este capitulo es una continuaci6n directa de! anterior, aunque se haya cambiado el nombre de lnteiferencia a Difracci6n. Nunca nadie ha sido capaz de definir
la diferencia entre la interferencia y difracci6n satisfactoriamente. Es s6lo un problema de uso y no hay ninguna diferencia fisica cspecifica importante entre ellas.
Lo mejor que podcmos hacer, hablando a la ligera, e~ decir que cuando hay s6lo
unas pocas fucntes que intcrficren, digamos dos, entonces el resultado se llama
comllnmentc interferencia. Pero si hay un gran nllmero, parcce que la palabra
difracci6n se usa mis a menudo. For consiguiente, no nos vamos a preocupar si es
intcrferencia o difracci6n, sino que continuamos directamente a partir de donde
dejamos el tema en su mitad en el Ultimo capitulo.
Entonces discutiremos ahora la situaci{m cuando hay n osciladores igualmente
espaciados, todos de la misma magnitud pcro difercntes unos de otros en la fase, ya
sea porque ellos est<in excitados con una fase diferentc o porque los estamos mirando dcsde un ilngulo tal que hay diferencia de tiempo de atraso. For una raz6n u
otra tenemos que sumar algo como esto;
R
=
A[cos wt
+ cos(wt + <P) + cos(wl + 2.p) + · · · + cos(wt + (n
-
l)<P)J,
(JO.I)
dondc tp es cl defasaje cntrc un oscilador y el siguiente, tal como se ve desde una
direcci6n particular. fapecificamentc ¢=a+ 2n d sen qi/k Ahora debemos su·
mar todos los tf:rminos. Haremos esto geometricamente. El primero es de largo A
y tiene fase cero. El siguiente tambien es de largo A y tiene una fase igual a¢· El
siguiente nuevamente es de largo A y tiene una fase igual a 2 ¢ y asi sucesivamente.
Por consiguiente, nos estamos moviendo evidentemcnte alredcdor de un poligono
equiangular den !ados (Fig. 30-1).
30-1
'
'()
0'
'
M
A.
.. Jr"
.\
,'
•
I
- - .r,,
0
t, s
'·
F1g. 30-1. Amphtud resultante de n = 6
fuentes 1gualmente espac1adas con defasa1es
suces1vosnetosf/J
~
Ahora bien, todos los vertices estiln, por supuesto, sobrc una circunferencia y
podemos encontrar la amplitud resultante m3.s faci!mente si encontramos el radio
de esa circunferencia. Supongan que Q cs el centro de la circunferencia. Entonces
sabemos que e! iLngulo OQS es justamente un ilngulo de fase </J. {Esto es porque el
radio QS tiene la misma relaciim geometrica con A 2 que QO con A 1, de manera
que forman un :ingulo ¢ entre si.) Luego el radio r debe ser tal que A -= 2r sen
tp/2 !o que da r. Pero el 3.ngulo grande OQT cs igual a mp y encontramos asi que
AR= lr sen mp/2. Combinando estos dos resu!tados para eliminar r, obtenemos
A sen n~/}:.
sen q,12
(30.2)
2
1 = 1 sen ntji/2.
0 seni t/!/2
(30.3)
A
=
R
La intensidad resultante es asi
Analicemos ahora esta expresi6n y estudiemos algunas de sus consecuencias. En
primer lugar la podemos verificar para n = I. Ella se verlfica: I= / 0 • En seguida
la verificamos para n-= 2: escribiendo...'>en r/J -"'= 2 sen ¢/2 cos ¢/2 encontramos que
A11 = 2A cos rfJ/2, lo que estil de acuerdo con (29.12).
Ahora bicn, !a idea que nos llev6 a considerar la suma de varias fuentes fue quc
podriamos obtener una intensidad mucho mayor en una direcciOn quc en cualquier
otra; que los mil.ximos cercanos que habrian estado presentes si hubiera habido
sO!o dos fuentes, habrian disminuido en intensidad. Para ver este efecto, dibujamo.s
la curva que prm1ene de (30.3), tomando n enormemente grande y trazando la regiOn cerca de <ti-= 0. En primer lugar. si <{!es exactamente cero tencmos 0/0, pcro si
<f> es infinitesimal e! cociente entrc !os Jos senos al cuadrado cs simplemente ni, ya que
el scno y el 3.ngu!o son aproximadamente iguales. Lucgo, !a intensidad del mil.ximo de la
curva es igual a n 1 por la intens1dad de un oscilador. Eso es fi1cil de ver, porque
si estitn todos en fase. los pequeiios vectores no forman 3.ngulo rc!ativo y todos los
n se surnan de manera quc la amplitud cs n veces mayor y la intensidad ni veces
mayor.
A medida que la fase <{! aumenta, el cocicnte entrc !os dos senos empieza a disminuir y la primera vez quc llcga a cero es cuando n r/i/2 = 71"; porque sen 1f -- 0. En
otras palabras, r:p -" 2-rr/n corresponde al primer minima de la curva (Fig. 30-2). En
tCrminos de lo que sucede con las flechas en la figura 30-l, el primer minima sucede
cuando todas las flechas vuelven a! punto de partida; esto significa que el itngulo
total acumulado
30-2
Fig. 30-2. la intensidad en funci6n del
angulo de fase para un gran nUmero de osc1ladores de igual intens1dad
por todas las tlechas, el defasaje total entrc el primer oscilador y el Ultimo, debe ser
2:rr para completar la circunferencia.
Ahora vamos al proximo mm..imo y queremos ver si es realmente mucho mas
chico que el primero, como habiamos esperado. No vamos a ir precisamente a la
posiciOn mitxima porque tanto el numerador como el denominador de (30.3) son variables, pero sen ip/2 \·aria bastantc lentamente comparado con sen n .p/2 cuando
n es gr:mde, de manera que cuando sen n <:f!/2 = I, estamos muy cerca de! milximo.
El siguiente mitximo de sen 1 n <P/2 se produce a /1 cfl/2 = 3TC/2 6 rp = 3:7/n. Esto
corresponde
las flechas hayan recorrido la circunferencia una vez y media.
Al poner <P =
en !a formula para encontrar el tamaito del maximo, encontra---, I en el numerador (por eso elegimos este itngulo) yen el demos que sen 2
nominador tenemos sen 2 3:rr /2n. Ahora bien, si n cs suficientemente grande, este
ilngulo es muy chico y el seno es igual a! 3.ngulo; luego. para todo fin pnictico podcmos poner sen 3"!f/2n = 3:rr/2n. Encontramos asi que !a intensidad de este maximo
es/= / 0 (4n 2 /9"!f 2 ). Pero nl / 0 era la intensidad mitxima y tenemos asi 4/9n: 1 veces
la intensidad mitxima, lo que es cerca de 0,047. jmenos del 5 por 100 de la intensidad mitxima! Por supuesto, que hay intensidades dccrccientes mils all<i. Por con
siguicnte, tencmos un milximo central muy agudo con milximos subsidiarios muy
d6biles a los !ados.
Es posible dcmostrar que el area de toda la curva, incluyendo todas las pcqueiias
protuberancias, es igual a 2"lfnl 0 o el doble de! area de! rectilngulo con linea punteada en la figura 30· 2.
Consideremos ahora ademils cOmo podemos aplicar !a ecuaciOn (30.3) en diferentes casos y tratemos de entcnder lo quc sucede. Considcremos quc nuestras
fucntes est<in todas en una linea como estll dibujado en la figura 30-3. Hay n de
e!!as, todas separ.adas una distancia d y yamos a suponer que e! defasajc. intr!seco,
entre una y ta s1gu1ente. es 1r. Luego, si estamos observando en una direcc1on (I
desde la normal, hay una fase
Fig. 30-3. Un dispos1t1vo lmeal den oscilaOOres iguales exc1tados ~n fases (ts = sa-
30-3
adicional 2nd sen ¢/J.. debido al tiempo de atraso entre cada dos sucesivas, de lo que
hablamos antes. Asi
4>
= a+
=a+
2rrdsen 8/'l>.
(30.4)
kdsen8.
Primero, tomaremos el caso (t ~- 0. Esto .es, todos los osciladores estim en fase y
queremos saber cuti.I es la intensidad en fund6n de! ::ingulo 8. Para averiguarlo s6lo
debemos poner ¢ = kd sen 8 en la formula (30.3) y ver que sucede. En primer Jugar,
hay un miLximo cuando ¢ = 0. Eso significa que cuando todos los osci!adores est::in
en fase hay una intensidad grande en la direcciOn fJ = 0. Por otro !ado, una pregunta interesante es 6d6nde estil el primer minima'! Se produce cuando $ ~--= br /n.
En otras palabras, cuando 27fd sen 8/ J_ '----" 27f/ n, obtenemos el primer minima de la
curva. Si nos deshacemos de !os br, de manera que podamos apreciar un poco
mejor, esto dice qur
ndsen 8 = A.
(30.5)
Tratemos ahora de comprender fisicamente por que obtenemos un minima en esa
posici6n: nd es el largo total L de! conjunto. Refiriendonos a la figura 30-3. vemos
que nd sen 8 = L sen 8 - .1. Loque dice (30.5) es que cuando Ci es igual a una
longitud de onda, obtenemos un minima. 6Por que obtenemos un minima cuando
.1 ----= A? Porquc las contribuciones de los diversos osciladores estti.n distribuidas
entonces uniformemente en fase de O" a 360°. Las tlechas (Fig. 30-l) se desplazan
alrededor de un circulo completo ---estamos sumando vectores iguales en todas direccioncs y esa suma es cero-. De manera que cuando tenemos un 3.ngulo tal que
~ = >l, obtenemos un minimo. Ese es el primer minima.
Hay otro aspecto importante de la formula (30.3) que es que si el :i.ngulo ¢o es
aumentado en cualquicr mllltiplc de 27f, no introduce ninguna diferencia a la formula. Por consiguicnte, obtenemos otros m:i.ximos grandes para 1.j) = 2,., 4'1", for, etc.
Cerca de cada uno de estos m.iximos grandes el diagrama de la figura 30·2 se repite.
Nos podemos preguntar 6Cuti.l es la circunstancia geometrica que lleva a estos otros
mii.ximos grandes? La condici6n es que qi'---- 2-n:m, donde mes cualquier entero. 0
sea, 2nd sen B/.l'""' 27rm. Dividiendo por 2-n:, vemos que
d~en(J
=
mA.
(30.6)
Esta se parecc a la formula (30.5). No, esa formula era nd sen (! = .l. La diferencia
es que aqui tenemos que observar a lasfuentes indh'iduales cuando dccimos d sen
(J = mA, eso significa que tenemos un 3.ngulo (J ta! quc b --'En otras palabras,
sucesivas estiin
cada fucnte cst:i. ahora contribuyendo en una cicrta cantidad y
defasadas en un mllltiplo cntero de 360° y, por lo tanto, c~tan contribuyendo en
j'ase, porque defasados en 360u cs lo mismo que estar en fase. Por consiguientc. todos contribuyen en fasc y producen un m<ixim~ tan bueno coma el de '!! = 0 que
discutimos antes. Las protuberandas subsidianas, toda la forma del diagrama cs
justamcnte igual a la ccrcana a op= 0, con cxactamente los mismos minimos a cada
lado, etc. Luego ta! dispositivo
30-4
va a mandar rayos en varias direcciones --cada rayo teniendo un miximo central fuerte y un cierto nUmero de "\Obulos latcrales·• d6biies. Uno se refiere a los diver~m
rayos intensos coma rayos de orden cero, primer orden, etc., de acuerdo con el valor
de m · m se llama el orden de! rayo.
Liamamos la atenei6n sabre el hecho de que si d es menor que .l., la ecuaci6n
(30.6), no puede tener soluciOn excepto para m -,~ 0, de modo que si la scparaci6n es
demasiado chica hay s61o un rayo posible, el de orden cero centrado en (),,... 0. (Por
supuesto, tambiCn hay un rayo en la direcciOn opuesta.) Para obtener m<'lximos subsidiarios grandes debemos tener !a separaci6n d de! conjuntu mayor que una longitud de onda.
30-2
La red de difracciOn
En el trabajo tecnico con antenas
fases de los pequefios oscilaJores o
la luz.
podemos hacer algo ~imilar
literalmente pequeiias
alambres infinitcsimales y
muy facil de hacer algo qlie
poc
iESIO lambitin se
zo piano de v1drio y
perse en fornrn ligeramente
vidrio, cada una Je las
en forma muy fina, pero
modos casi tecnicamcnte
la \uz no s(ilo va a pasar
llngulo distinto de eero que
se han hecho realmente y son
En una de sus formas, una red de difracci6n consiste simp!emente en una l<'lmina
de vidrio piano transparcnte e incolora con rayas. Hay a menudo varios
30-5
cientos de rayas por milimetro dispuestas muy cuidadosamente para que esten igua1mente separadas. El efecto de es ta red se puede observar disponiendo un proyector para
que proyecte una angosta linea vertical de luz (la imagen de una rendija) en una pantalla. Cuando ponemos la red en el haz, con los rayos verticales, vemos que la linea
todavia esta ahi, pero adcmas a cada !ado tenemos otra mancha intensa de luz que
esta coloreada. Esta, por supuesto, es la imagen de la rendija extendida en un
amplio intervalo angular, porque el imgulo 0 en (30.6) dcpende de J. y luces de diferentes colores, como sabemos, corresponden a diferentes frecuencias y por lo tanto
a diferentes longitudes de onda. La longitud de onda mits larga visible es el rojo y
como d sen 0 = .l, eso requiere un itngulo 0 mayor. jY cfectivamente encontramos
que el rojo forma un itngulo mayor desdc la imagen central! Deberia haber un rayo
en el otro !ado tambien y efectivamente vemos uno en la pantalla. Luego, podria
haber otra soluciim de (30.6) cuando m = 2. Vemos efectivamente que hay algo
vago ahi -muy dCbil- y hay aim otros rayos mils all.i.
ReciCn hemos dicho que todos cstos rayos deberian ser de la misma intcnsidad,
pero vemos que en realidad no lo son y en efecto i ni siquiera los primeros a la
derecha y a la izquierda son iguales! La raz6n es que la red ha sido construida
cuidadosamente para hacer precisamcnte esto . .;C6mo? Si la red consiste en rayas
muy finas, de ancho infinitesimal, separadas uniformemente, cntonces las intensidades serian realmente iguales. Pero de hecho, aunquc hemos tornado el caso mas
simple, tambifo podriamos haber considcrado un dispositivo de pares de antenas
en el cual cada integrante de! par tiene una cierta intensidad y cierta fase relativa.
En este caso, es posible obtener intensidades que son diferentes en los difercntes
6rdenes. Una red se hace a menudo con pequeiios cones de "dientes de sierra" en
vez de pequeiias muescas simCtricas. Disponiendo cuidadosamente los "dientes de
sierra", se puede enviar mils luz a un orden particular del espectro que a otros. En
una red real deseariamos tener toda la luz posible en uno de los Ordenes. Esto podria
parecer dificil de conseguir, pero es algo que conviene mucho rcalizar porquc hace
la red mils Util.
Fig. 30-4. La diferencia de trayectoria
para rayos d1spersados por rayas adyacentes
de una red esdsen0 501 -dsenOent
Hasta ahora hcmos considerado el caso en que las fases de las fuentes son iguales. Pero tambifo tenemos una formula para $ cuando las fases dificren entre si en
un il.ngulo rr. Esto requiere conectar nuestras antenas con una pequeiia diferencia de
fase entre si. ;,Podemos hacer csto con la luz? Si, lo po<lemos hacer muy facilmcnte,
para lo cual supongan que existe una fuente de luz en el infinito a un dngulo ta] que
la luz llega en un ilngulo o.m y, digamos que, descamos discutir e! haz dispersado
que se alcja en un <i.ngulo 1/,31 • El fl,,u es el mismo (I que teniamos antes, pero el ()em
es s61o un media para arreglar quc !a fase de cada fuentc sea
30-6
diferente: la luz provenie.nte de la fuente excitadora lejana toca primero una raya, luego otra, luego la otra y asi sucesivamente con un corrimiento de fase. de una a la otra
que es como vemos a= - d sen (Jent/ ...t. Por lo tanto, tenemos la formula para una
red en la cual la luz llega y se aleja a un ilngulo:
(30.7)
Tratemos de averiguar d6nde obtenemos gran intensidad en este caso. La condici6n
para intensidad grande es, por supuesto, que © sea un mUltiplo de 2n. Hay varios
puntos interesantes que deben notarse.
Un c.aso de interes bastante grande es el que corresponde a m = 0, donde des
men or que A; en realidad, Csta es la {mica soluci6n. En este caso vemos que
sen Osa1 = sen Bent• lo que significa que la luz sale en la misma direcci6n que la luz
que estaba excitando !a red. Podriamos pensar que la luz "pasa de largo". No, estamos hablando de luz diferente. La luz que pasa de largo proviene de la fuente
original; de lo que estamos hablando es de la nueva luz que se genera por dispersiOn. Resulta que la luz dispersada va en la misma direcci6n que la luz original;
en realidad, puede intcrferir con ella -un aspecto que vamos a estudiar mils tarde.
Hay otra soluciOn para este mismo caso. Para un Rent dado, 11,a1 podria ser el
sup/emento de &ent· Asi que no s61o vamos a obtener un rayo en la misma dirccci6n
que el rayo que llega, sino tambifo otro en otra direcciOn, el cual, si lo consideramos
cuidadosamente, es ta] que el tingu/o de incidencia es igual al tingu/o de dispersi6n.
Lo llamamm rayo rejlejado.
Asi empezamos a entender el mecanismo b.isico de la reflexi6n: la luz que llega
genera movimiento de los 0.tomos en el reflector y entonces cl reflector genera una
nueva onda y una de las soluciones para la direcci6n de dispersi6n, la Unica soluciOn si la separaciOn de los dispersores es pequefia comparada con una longitud de
onda, es que jel ilngulo con que sale la luz es igual al itngulo con que llegaf
En seguida, discutimos el ca so especial cuando d -• 0. O sea, tenemos p1 ecisa
mente un pedazo s6lido de material. por decirlo asi, pero de largo finito. Ademii.s
queremos que el defasaje enlre un dispersor y el siguiente tienda a cero. En otras
pa!abras, ponemos cada vez m.is antenas entre las anteriorcs de manera que cada
uno de los defasajes se vaya haciendo meuor, pero el nUmero de antenas crezca en
forma tal que el defasaje total, entre un extremo de la linea y el otro, sea constante.
Veamos que sucede ..::on (30.3) si mantenemos constante el defasajc mllde un extrema al otro (digamos n© -- ©), haciendo que el nUmero ticnda a infinito y el defasaje
r;, de cada una tienda a cero. Pero ahora c es tan pequciio que sen c = ,7, y si tambien reconocemos ni10 como /= la intensidad mitxima en cl centro de! rayo, encontramos
(30.8)
Este caso limite es lo que se muestra en !a figura 30-2.
30-7
En estas circunstancias encontramos el mismo tipo general de figura que para
separaci6n finita con d >.t. todos los 16bulos laterales son pr~cticarnente los
mismos que ante~, pero no hay m.iximos de orden superior. Si los dispersores estitn
todos en fase, obtenemos un mitximo en la direcci6n 0, 31 = 0 y un mlmmo cuando
la distancia L\ es igual a .l, tal coma para d y n finitos. Asi que hasta podemos
analizar una distribuci6n continua de dispersores u osciladores, usando integrales
en vez de suma.
T~);i
l:
I
f~
, __ ----i
l~=..:~.
1
Fig. "30-5. El d1agrama de 1ntens1dad de
una f1la continua de osciladores tiene un
Urnco m8x1mo grande y muchos "16bulos laterales" deblies
o~o
30-3
Poder de resoluciOn de una red
roja, mu) prox1ma, ;,cmm proximas pueden
estar? Esto se llama el poder de resoluciOn de la red, y una manera de analizar el prob!ema es la siguiente. Supongan que para luz de un cierto color sucede que tenemos
el milximo de haz difractado en un cierto :ingulo. Si cambiamos la longitud de onda,
la fase 2nd sen 8 / ..l es diferente, de manera que el milximo se produce por cierto a un
ilngulo diferente. Por es to es que el rojo y el azul estiln separados. l QuC diferencia
de ilngulo de be haber para que seamos capaces de verlo? Si los dos milximos est<in
uno encima del otro, por supuesto que no los podemos ver. Si el m<iximo de uno est<i
suficientemente alejado de! otro, entonces vemos que hay una doble protuberancia en
la distribuciOn de la luz. Para poder discernir la doble protuberancia, se usa gencralmente el siguiente criterio simple llamado criterio de Rayleigh (Fig. 30-6). Este consiste en que el primer m[nimo de una protuberancia debe estar sobre el milximo de la
otra. Ahora es muy facil calcular cmil es la diferencia de longitud de onda, cu<indo un
minima estii sobre el miximo·de la otra. La mejor manera de hacerlo es gcomt':tricamente.
El
m<iximo de un
mer mini model otro
Para tener un milximo para lafongitud de onda X, la distancia .1 (Fig. 30-3) dcbe
ser n.X y si estamos observando el rayo de orden m, es mnX. En otras palabras,
2nd sen OIX = 2nm; por lo tanto nd sen 0, que es .1, es X por n o mn J.'. Para el
otro rayo, de longitud de onda .A, queremos tener un mfnimo a cstc :'ingulo. Esto es,
queremos que .1 sea exactamente una longitud de onda A mils que mn,1.. 0 sea,
.1 = mM + A mnX. Luego si X = A + .1.A, encontramos
6A/A =
i/mn.
(30.9)
El cociente I/.1.,1 se llama poder tie resoluci6n de una red; vemo~ yuc cs igua! al
nU.mero total de lineas de !a red multiplicado par el orden. No es dificil probar que
esta f6rmula es equivalente a la formula quc el error en la frecuencia es igua! a la
inversa de la diferencia de tiempo entre trayectorias extremas que se permite
interferir*:
D.v =
l/T.
De hecho, esta es la mejor manera de recordarla, porque la formula general funciona no s6lo para redes, sino para cualquier otro instrumento, mientras que la formula
especial (30.9), depende del hecho que estamos usando una red.
v =
• En nuestro caso
c/.l, asi quc jv =
mnJ)c, donde c es la velocidad de la luz. La frecuencia
30-9
30-4
La antena pa.rabOlica
C onsideremos ahora otro problema en relaci6n con el poder de resoluci6n. Esto
tiene que ver con la antena de un radio-telescopio, usado para determinar la posici6n
de fuentes de radio en el cielo, es decir, cuin grandes son ellas en 3.ngulo. Por
supuesto, si us3.ramos cualquier antena comU.n y encontritramos las seiiales, no
sabriamos de quC direcci6n venian. Estamos muy interesados en saber si la fuente
estil en un !ugar o en otro. Una manera de averiguarlo es co!ocar toda una serie
de alambres dipolares igualmente espaciados •en el paisaje australiano. Luego tomamos todos los alambres de estas antenas y los conectamos al mismo receptor de ta1
manera que los atrasos en las lineas de alimentaciOn sean iguales. As~ el receptor
recibe sei\ales de todos los dipolos en fase. 0 sea, suma todas las ondas de cada
uno de los dipolos en la misma fase. {.Que sucede ahora? Si la fuente estil directamente encima de! dispositivo, en el infinito, o aproximadamente asi, entonces sus
ondas de radio van a excitar a las antenas en la misma fase de manera que todas
alimentan al receptor en conjunto.
Supongan ahora que la fuente de radio forme un pequei\o ii.ngulo 0 con la vertical. Entonces !as diversas antenas estim recibiendo sefiales un poco defasadas. El
receptor suma todas estas sei\ales defasadas. y por lo tanto no obtenemm nada si
el angulo 0 es demasiado grandc. ,:,Que tamafto puede tener el ilngu!o'! Respuesta:
obtenemos cero si el Eingulo J/L = O (Fig. 30-3) corresponde a un defasaje de 360", o
sea si ~ es la longitud de onda .\. Esto se debe a que las contnbucior.es de los vectores forman en conjunto un poligono completo con resultante cero. El menor ilngulo
que se puede resolver mediante un dispositivo de antenas de largo Les 0 = )./ L. Noten que el diagrama de recepci6n de una antena como esta es exactamente igua! que la
distribuci6n de intensidad que obtendriamos si invirtieramos el receptor y lo
transform<i:ramos en un emisor. Esto es un ejemplo de lo que se llama principio de
reciprocidad. De hecho resulta vidido en genera! para cualquier arreglo de antenas,
ilngulos, etc., es decir, si primero resolvemos cu ill es sedan !as intensidades relativas en diversas direccioneS si el receptor fuera en su lugar un transmisor, entonces
la sensibilidad direccional relativa de un receptor con las mismas conexiones externas, el mismo arreg\o de antenas, es la misma que lo que seria la intensidad relativa
de em1si6n si fuera un t:ansmisor.
Algunas antenas de radio estii.n hechas de otro modo. En vez de tener un mont6n de dipolos >!n una larga linea, con muchos alambres de alimentaciOn, podemos
disponerlos no en una Hnea. sino en una curva y poner el receptor en un cierto
punto donde pueda detectar las ondas dispersadas. Esta curva estit disei\ada inteligentemente de manera que si las ondas de radio Hegan desde arriba y los alambres
dispersan formando una nueva onda, los alambres estiln dispuestos de tal modo que
las ondas dispersadas llegan al receptor todas a! mismo tiempo (Fig. 26· I 2). En
otras pa!abras, la curva es una paritbola y cuando la fuente estC exactamente en su
eje, obtenemos una intensidad muy grande en el foco. En este caso entendcmos muy
claramente cuill es el poder de re~oluci6n de este instrumento. El arreglo de las
antenas en una curva parab61ica no es un punto esenciat. Es sc"ilo una manera conveniente de llcvar las seiiales a un mismo punto ~in atrasos rc!ativos y sin alambres
de alimentac16n. El Ungulo que ese instrumento puede re5oher es todavia {) - _\/L,
donde L es la separaci6n entre la primera y la iiltima antena. No dcpende de laseparaci6n de la~ antena~ que pueden estar muy juntas o, de hccho, ser un
30-IO
pedazo de metal. Ahora estamos describiendo un espejo telesc6pico, por supuesto.
jHemos encontrado el poder de resoluci6n de un telescopio! (A veces el poder de resoludOn se escribe 8 = 1,22 AIL, donde Les el diii.metro de! telescopio. La raz6n que
no sea exactamente AIL es Csta: cuando ca!culamos que 6 =AIL, supusimos que todas las Jineas de dipolos eran iguales en intensidad, pero cuando tenemos un telescopio
circular que es la manera en que corrientemente disponemos un telescopio, no llega
tanta seiial desde !os hordes exteriores, porque no es como el caso de un cuadrado,
donde obtenemos la misma intensidad a lo largo de todo un !ado. Recibimos algo
menos, porque estamos usando s6lo una parte de] telescopic ahi; podemos asi apreciar que el diilmetro efectivo es un poco mas corto que el di9.metro verdadero, y eso
es lo que nos dice el factor J,22. En todo caso parece un poco pedante poner tanta
precisi6n en la f6rmula de! poder de reso!uci6n.)*
36-.5
Pelicu!as coloreadas; cristai!!s
30-11
decir cu3.nto estaban separadas las Jineas de la red si conocieramos la !ongitud
de onda de la luz. Por la diferencia de intensidad de !as distintas im&genes podriamos
encontrar la forma de las rayas de la red, bien que la red estuviera hecha de alambres, muescas de dientes sierra, o lo que sea, sin poder verlas. Este principio se usa
para descubrir !as posiciones de tos citomos en un cristal. La {mica complicaci6n
es que un cristal es tridimensional; es un arreglo tridimensional repetido de 3.tomos.
No podemos usar luz ordinaria, porque debemos usar algo cuya longitud de onda
sea menor que el espacio entre los itomos o no obtenernos ningUn efecto; asi que
debemos usar iadiaciOn de longitud de onda muy corta, es decir rayos X. Asi hacienda incidir rayos X en un cristal. y notando lo intensa que es la reflexi6n en los
diferentes 6rdenes, podemos determinar el arreglo de los 3.tomos dentro iSirl que
podamos verlos jamiis con el ojo! Es en esta forma que conocemos el arreglo de los
3.tomos en diversas sustancias, lo que nos permitiO trazar aquellos dibujos en el
primer capitulo, mostrando el arreglo de los iltomos en la sal, etc. Volveremos mas
tarde a este tema para discutirlo en mayor detalle y, por lo tanto, no diremos mils
por ahora acerca de esta notabilisima idea.
fig. 30-7
Objetooparo
81 8
lJna
fuente de luz d•stant2
opi!co sobre
Pantal1a ~~~Y:~~~ 1 ~ ,somDra de un cb1eto
30-12
Fig. 30--8.
La suma de amplitudes para
muchos osciladores en fase cuyos retardos en
las fases varian con el cuadrado de la distancia
desde el punto D de la figura anterior
un poco complicadas. Fuera de eso, es exactamente lo mismo que hemos estado haciendo todo el tiempo. Todos los fen6menos de interferencia son los mismos, nose induye
nada mucho mas avanzado, s6lo las circunstancias son mils complicadas yes mas dificil sumar los vectores, eso es todo.
Supongan quc tenemos una luz que vienc del infinito proyectando la sombra de
un objeto. La figura 30-7 muestra una pantalla en la cual la somhra de un
objeto AB esta producida por una fuente de luz muy lejana 'comparada con una
longitud de onda. Podriamos ahora cspcrar que por fuera de la sombra este todo
iluminado y por dentro todo oscuro. De hecho, si graficamos la intensldad en
funci6n de la posici6n cerca del borde de la sombra, la intensidad aumenta y [uego
se sobrepasa, se bambolea y oscila de una mancra muy peculiar cerca de este horde
(Fig. 30·8). Ahora vamos a discutir la raz6n de esto. Si usamos el teorema que no
hemos demostrado todavia, podemos rcemplazar el problema real por un conjunto
de fuentes efectivas distribuidas uniformemente en el espacio abierto mils ana del
objeto.
Imaginamos un gran nlimero de antenas muy poco distantes y deseamos la intensidad en un cierto punto P. Esto se parece justamente a lo que hemos estado
hacienda. No tota!mcnte; porque nuestra pantalla no estil en el infinito. No queremos !a intensidad en el infinito, sino en un punto finito. Para calcular la intensidad
en un lugar particular. tenemos quc sumar las contribuciones de todas las antenas.
Primero, hay una antena en D, opuesta exactamente a P; si subimos un poco en
ii.ngulo, digamos una altura h, entonces hay un aumento en el atraso (tambien hay
un cambio en la amplitud debiJo al cambio en la distancia, pero estc e~ un efccto
muy pequeiio si estamos lcjos y es mucho menos importante que el defasaje). La diferencia en la trayectoria EP- DP es ahora h 2 /2s, de mancra que el defasaje cs
de cuii.nto nos alejamos de D, mientras que en nuestro
proporcional al
trabajo
y cl defasaje era !inea!menre proporcional a h. Cuando
las fases son
proporcionales, cada vector se suma formando un ii.ngulo
Lo que necesitamos ahora es una ourva que se hace suinfinitesimales con la condici6n de que e! ilngulo que for~ino con el Cuadrado de la Jongitud de la curva.
aumente, no
csa curva pone en juego una matcm3.tica ligeramente avanzada, pcro
poderno> con,tnur J1bujando efectivamente las flechas y midiendo Jos
3{}-J 3
l;i
[\
_
IL
~
,:, ____ ____
0
..,
I\
A
\}\JR\I
0
~
<rv
F;g. 30-9.
La ;,,.,.;d•d " " ' dol bo,do
de una sombra. El borde de la sombra geomel
tricaest~enx11 .
obtenemos la maravillosa curva (Hamada espiral de Cornu) que se muestra en !a figura 30..8. Ahora bien, (,cOmo usamos esta curva?
Si queremos la intensidad, digamos en el punto P, sumamos una serie de contribuciones de fases diferentes desde el punto D hacia arriba hasta infimto y desde D
hacia abajo s61o hasta el punto BP. De manera q~e partimos de BP en la figura 30-8
y dibujamos una serie de flechas con ii.ngulos siempre crccientes. Por lo tanto, la
~~Yat;~1:;~~6~etoi~:e:r':r se~~r~geJ/~";~r,Bfa·:~~li~~dl8t~~1 dseer\: ~~rv:e~:1orcsg!~~~ ~
hasta ese punto; en este problema particil.lar vamos hasta infinito, de manera que la
respuesta total es el vector Brw· Ahora bien, la posici6n sabre la curva que corresponde al punto BP en el objeto depende de donde est6 ubicado P, ya que el punto D,
el punto de mllexion, s1empre corresponde a la pos1c1on del punto P. Ast. dependiendo de donde estC ubicado P sobre B, cl punto de partida va a caer en diferentes
posiciones sabre la parte izquierda inferior de la curva y el vector resultantc Bp_,, "a
a tener muchos mitximo~ y minimo.s (Fig. 30·9).
Por otro lado, si estamos en Q. al otro lado de P, esui,mos usando sOlo un extrema de la curva espiral y no el otro extrema. En otras p.ilabras. ni siquiera empezamos en D sino en RQ' ~si que en este !ado ?btenemos una intensidad que disminuye continuamente a med1da que Q se aleja mas en la sombra.
Un punto que podcmos calcular inrnediatamente con facilidad para mostrar que
realmente !o entendemos es la intensida1:1 cxtactamentc opuesta al borde. La mtensidad es aqui I/ 4 de la Iuz incidente. RazOn: Exactamente en el borde (por consiguiente, e! extrema B de la Oecha esta en Den figura 30-8! tenemos la mitad de la curva
que habriamos tenido si hubi6ramos estado lejos en la regiOn brillantc. Si nuestro
punto R esta lejos dentro de la luz. vamos desde un extremo de !a curva al otro,
es decir. un vector unitario completo: pero si estamos en el borde de la sombra,
tenemos solo la mitad de !a amp!itud (I /4 de la intensidad).
En estc capitulo hemo~ encontrado !a intensidad producida en d1ferentes direcciones a partlr de divcrsas d1stribuciones de fuentes. Como ejernplo final deduciremos una formula que vamos a necesitar para el prOximo capitulo sabre la teoria de!
indice de refracciOn. Hasta c~te punto las intcnsidades relati\'as han sido suficientes
para nucstros fines. pero esta vel encontraremos la formula completa de\ campo en
la situaciOn siguiente.
30· 7
El campo de un piano de cargas oscilantes
Supongan que tenemos un piano Ueno de fuentes. tcdas oscilando juntas. con su
movimiento en un piano y todas con la misma amplltud y fasc. t,Cu<il es cl campo a
una distancia finita. pero muy grande a partir del piano? (\'.o nos podcmos
30-14
Fig. 30- l 0. Campo de radiaci6n de una
13mina de cargas oscilantes.
acercar mucho, por supuesto, porque no tenemos las f6rmulas correctas para el campo
cerca de las fuentes.) Si dejamos que el piano de las cargas sea el X Y, queremos enoontrar el campo en un punto P lejos en el eje Z (Fig. 30-10). Suponemos que hay r1
cargas por unidad de 3.rea de! piano y cada una de el!as tiene una carga q. Todas
las cargas se mueven con movimiento arm6nico simple con la misma direcci6n, amplitud y fase. Hacemos que el movimiento de cada carga, con respecto a su propia
posici6n intermedia, sea x0 cos wt. 0 usando la notaci6n compleja y recordando
que la parte real representa el movimiento verdadero, el movimiento puede ser descrito por x~e"·'1.
Ahora encontramos el campo en el punto Pde todas las cargas, encontrando el
campo ahi de cada carga q y despues sumando las contribuciones de todas las cargas. Sabemos que el campo de radiaci6n es proporcional a la aceleraci(m de !a carga
que es -o.1'x0 e"·' 1 (y cs la misma para cada carga). El campo clectrico que deseamos
en el punto P debido a la carga en el punto Q es proporcional a la aceleraciOn de la
carga q, pero debemos recordar que e! campo en cl punto P en el instantc t cst3.
dado por la aceleraciOn de la carga en el tiempo anterior t' = t-r/c, donde r/c es
el tiempo que demoran las ondas en viajar la distancia r desde Q a P. Por lo tanto,
el campo en el punto P es proporcional a
(JO.JO)
Usando este valor para la aceleraciOn vista desde P en nuestra formula para el campo eiectrico a distancias grandes de una carga que irradia, obtenemos
( Campo e!Cctrico en
de carga en Q
P) ~
(aprox.)
(JO.II)
Esta formula no es totalmente correcta porque no deberiamos haber usado la
ace!eracil);1 de la carga, sino su componente perpendicular a la linca QP. No ohstante, supondremos que el punto P est<i tan lcjano comparado con la distancia <lei punto Q al eje (la distancia p en la figura 30-9) de las cargas que necesitamos considerar
quc podemos omitir cl factor coseno (que de todos modos deberia ser muy cercano a I).
Para obtener el campo total en P, sumamos ahora los efectos de te;das las cargas
en el piano. Deberiamos, por supucslo, hacer una suma vectorial. Pero ya que la
direcciOn del campo clCctrico es casi la misma para todas las cargas, manteniendo la
aproximaci~rn ya hecha. podemos sumar Ios mc">dulos de los campos. En nuestra
aproximacwn
30-15
el campo en P depende s61o de la distancia r de manera que todas las cargas a Ia
misma distancia r producen campos iguales. Asi, pues, sumamos primero los campos
de todas las cargas en un anL_. de ancho dp y radio p. Integrando luego sobre todo
p obtendremos el campo total.
El nUmero de cargas en el an.illo es el producto del ilrca de la SHperficle de!
anillo 2np dp y 11 1 el nUmero de cargas por unidad de Urea. Tenemos entonccs
Campo total en P =
. T1.
27rp dp.
(30.12)
Deseamos calcular esta integral desde p = 0 hasta /! =- CCJ. La variable r, por
supuesto, debe mantenerse fija mientras efectuamos la integral de manera que las
imicas cantidades variables son p y r. Dejando de lado por cl momento todos los
factores constantes, incluyendo el}Qclor e'"' 1• la integral que deseamos es
~--·:"r,lc p dp.
(30.13)
Para realizar esta integral debemos usar la relaci6n entre rye:
(30.14)
Ya que z es independiente de
r1,
cuando derivamos esta ecuaci6n obtcnemos
2r dr -, 2p dp.
lo que es afortunado, porque en nuestra
y la r va a cancelar !a de! denominador.
lo mils simple
reemplazar
(30.15)
lntegrar una exponencial es muy faciL Dividimos por cl
de r en el exponente y calculamos la exponencial en los limites. Pero los
de r no son los
'--'- 0. tenemos r =· ::: de manera que lo~ limitcs
mismos que los lim1tes de/!·
de r son de z a infinito. Ohtenemos
-
I~ (e_;,, -
(J0.!6)
donde escribimo~ ,.r en ve1 de (r /c) u~, ;ya que ambos ~ignifican un nUmero
grande!
m1stenosa. Su partc reaL
cs totalmcnte indefinido
--o en todas panes(?)- entre + l y muy razonable y usualmente se
en nuestro caso. \"Oin:mus a
30-16
I Eje imaginario
Fig
30-11
Jz'""e-iwric dr.
Soluci6n
graf1ca
de
Fig.
30-12.
Soluc16n
grilfica
de
rry•r•w•kd,,
Podemos entender (30. l 5) como la suma de muchos nUmeros complejos pequeiics, cada uno de m6dulo Jr y con un ii.ngulo 0 = - wr/c en el piano complejo. Podemos tratar de calcular la suma por un metodo gr<i.fico. En la figura 30-11 hemos
dibujado los primeros cinco pedazos de !a suma. Cada segmento de !a curva tiene
un largo i1r y est<i colocado en un .ingulo J.O = -(,1/'o.r/c con respecto al pedazo
anterior. La sum a de estos cinco primeros pedazos est<i. representada por la flee ha
desde el punto de partida hasta el extrema del quinto segmento. A medida que seguimos sumando pedazos, vamos a trazar un poligono hasta que volvemos al punto
inicial (aproximadamente) y despues vamos a empezar la vuelta de nuevo. Al sumar
mils pedazos s6lo damos vuelta y vuelta, manteniendonos cerca de un circulo cuyo
radio se demuestra facilmente ser c/w. iAhora podemos ver por que la integral no
da una respuesta definida!
Pero ahora debemos volver a la fisica de la situaciOn. En una situaci6n real el
plano de cargas .no puede ser de extensi6n infinita. sino que debe terminar alguna
vez. Si terminara sUbitamente y fuera exactamente de forma circular. nuestra integral
tendria algUn valor en el circulo de la figura 30-11. Sin embargo, si dejamos que el
nUmero de cargas en et piano vaya disminuyendo gradualmente a una cierta distancia grande de! centro (o bien que termine de repente, pero en una forma irregular
de manera que para p grande todo el anillo de ancho dp no contribuya m<i.s), entonces el coeficiente 'I en la integral exacta va a decrecer hasta cero. Ya que estamos
sumando pedazos mils pequeiios, pero aUn girando en cl mismo <i.ngulo el gr.ifico de
nuestra integral resultaril.. ser entonces una curva que es una espiral. La espiral terminara finaimente en el centro de nuestro circulo original corno se muestra en la figura
30-12. La integralfisicamente correcta es el nUmero complejo A representando en la
figura por el intervalo desde el punto inicial a! centro de! circulo que es igual a
(30.17)
como ustedes mismos pueden desarrollar. Este es el mismo resultado que obtendriamos de la ecuaci6n (30.16) si hacemos c ix = O.
30-17
(Existe adem8.s otra raz6n por qui: la contribuci6n a la integral disminuye para
valores grandes de r y i:se es el factor que hemos omitido para la proyecci6n de la
aceleraci6n en el piano perpendicular a la linea PQ.)
Estamos interesados, por supuesto, s61o en situaciones fisicas, asi que vamos a
tomar e-~cr:i igual a cero. Volviendo a nuestra f6rmula original (30.12) para el campo
y volviendo a poner todos los factores que acompaiian !a integral, tenemos el resultado
Campo total en P
=
-
:!'c iwx
2
0/ " ' 1-•l"l
(30.18)
(recordando que 1 /i = -i).
Es interesante notar que (iwx0 ei'"1) es igual a la velocidad de las cargas, asi que
tambii:n podemos escribir la ecuaci6n de! campo como
Campo total en P= - ~ [velocidad de las cargas] en t-z/c,
(30.19)
lo que es un poco extrari.o, porque el retardo es justamente en la distancia z, que es
la distancia mil.s corta desde P al piano de cargas. Pero asi es como resulta, afortunadamente, una f6rmu!a bastante simple. (Podemos agregar, entre pari:ntesis, que
aunque nuestra derivaci6n es vaJida s6lo para distancias alejadas de! piano de cargas oscilantes, resulta que la formula (30.18) 0 (30.19) es correcta para cualquier
distancia, aun para z < A).
30-18
31
El origen del indice de refraccion
31.1
El indlce de refracciOn
31-2
El campo debido a1 medio
31-3
DispersiOn
31-4
AbsorciOn
31-1
31-5
La energia transportada por
una onda electrica
31-6
DifracciOn de la luz por una
pantalla
El indice de rerracciOn
Hemos dicho antes que la luz va mils lenta en el agua que en el aire y ligeramente
mils Jenta en el aire que en el vacio. Este efecto estit descrito por el indice de refracci6n n. Ahora nos gustaria entender c6mo se origina esta velocidad m3.s baja. En particular, deberiamos tratar de ver qut\ relaci6n hay con algunas hip6tesis fisicas o afirmaciones que hicimos anteriormente y que eran las siguientes:
a)
Que el campo elb:trico total en cua1quier circunstancia fisica siempre se puede representar por la suma de los campos de todas las cargas del universo.
b)
Que el campo de una sola carga estil. dado siempre por su aceleraci6n calculada con un retardo a la velocidad c (para el campo de radiaci6n).
Pero para un trozo de vidrio ustedes podrian pensar: "Ah, no, usted deberia modificar todo esto. Deberia decir que estil. retardada a la velocidad c/n. "Eso, sin embargo, no es correcto y debemos entender por que no lo es.
Es aproximadamente verdadero que la luz o cualquier onda el6ctrica parezca viajar a la velocidad c/n a traves de un material cuyo indice de refracci6n es n; pero, sin
embargo, los Campos son producidos por los movimientos de todas las cargas --incluyendo las cargas que se mueven en el material~ y con estas contribuciones bilsicas de!
campo que en Ultima instancia viaja a la velocidad c, nuestro problema es entender
c6mo se origina la velocidad aparentemente mils baja
Trataremos de entender el efecto en un caso muy simple. Una fuente que vamos a
llamar "la fuente externa "se coloca a una gr an distancia de una delgada placa de material transparente, digamos vidrio. Queremos el campo a una gran distancia en el !ado
opuesto de la placa. La situaci6n queda ilustrada por el diagrama de la figura 31-1,
donde se imagina que Sy P est<i.n muy lejos de la placa. De acuerdo con los principios
que hemos establecido anteriormente, un campo electrico en cualquier parte que este
lejos de todas las cargas en movimiento es la suma (vectorial) de los campos producidos por la fuente externa (en SJ y los campos producidos por cada una de las cargas
en la placa
31-1
Fig. 31-1. Ondas electrrcas atrav1esan
una.capademater1altransparente
de vidrio, cada uno con su retardo propio a la vefocidad c. Recuerden que la concargas. Estos ~on nue~·
tribuciOn de cada carga no cambia por !a presencia de
tros principios b<isicos. El campo en P se puede escribir
E =
Ecadacarga
(31.1)
(31.2)
donde Es es el campo debido a la fuente sola y seria precisamente el campo en Psi no
hubiera material presente. Esperamos que el campo en P sea diferente de E, si hay
otras cargas en movimiento.
lPor que habria de haber cargas moviendose en el vidrio? Sabemos que todo material consiste en <itomos que contienen electrones. Cuando el campo e!ectrico de la
fuente actU.a sobre estos <itomos mucve los clectrones de arriba abajo porque ejerce
una fuerza sabre ellos. Y electrones en movimiento generan un campo ---constituyen
nuevos radiadores-. Estos nuevos radiadores est<in relacionados con la fuente S, porque estiln accionados por el campo de la fuente. El campo total no es exactamente el
campo de la fuente S, sino que est<i modificado por la contribuciOn adicional de otras
cargas en movimiento. Esto significa que el campo no es el mismo que el que habia
antes que el vidrio se colocara ah[, sino que se modifica y resu!ta que se modifica de
tal manera que el campo dentro del vidrio pareciera estar moviendose a una velocidad diferente. Esta es la idea que nos gustaria desarrollar cuantitativamente.
Ahora bien, esta es bien complicado en el caso exacto, parque a pesar de haber
dicho que todas las otras cargas en movimiento son accionadas por el campo de la
fuente, eso no es totalmente cierta. Si consideramas una carga en particular, no sOla
siente la fuente, sino que, como cua!quier otra cosa en el mundo, siente todas las cargas que se est<in moviendo. Siente, en particular, !as cargas que se estli..n maviendo en
cualquier otro lugar del vidrio. Por cansiguiente, el campo total que est<i actuando
en una carga particular es una combinaciOn de !os campos de las otras cargas iCuyos
moi·imientos dependen de lo que este hacienda esta carga particular! Pueden apreciar
que se necesitaria un complicado conjunto de ecuaciones para obtener la fOrmula
completa y exacta. Es tan complicado que postergamas este problema hasta el prOxi
moaiio.
En cambio, desarrollaremos un caso muy simple para entender muy claramente
los principios fisicas. Tomamas un caso en el cual los efectos de las otros <itamos
son muy ;>equeiios comparados con los efectos de la fuente. En otras p:ilabras, tomamos un material en el cual el campa total no se modifica mucha par el mavi1T1Jento
31-2
de las otras cargas. Eso corresponde a un material en el cual el indice de refracci6n
esta muy cerca de I, lo que sucederil, por ejemplo, si la densidad de los ittomos
es muy baja. Nuestro citlculo va a ser v0.\ido para cualquier caso en el cual el indice
estit por cualquier raz6n muy cerca de I. De esta manera evitaremos las complicaciones de la soluci6n completa mas general.
A prop6sito, deberian notar que hay otro efecto causado por el movimiento de las
cargas en la placa. Estas cargas tambi6t van a irradiar ondas para atras hacia la fuente S. Este campo que va hacia atrits es la luz que vemos reflejada por las superficies
de materiales transparentes. No proviene solamente de la superficie. La radiaci6n hacia atr0.s proviene de todas partes del interior, pero resulta que el efecto total es equivalente a una reflexi6n desde las superficies. Por ahora estos efectos de reflexi6n estiln
mils allit de nuestra aproximaci6n porque estaremos limitados a un citlculo para un
material cuyo indice estit tan cerca de I que se refleja muy poca luz.
Vidrio
Fig. 31-2.
Relaci6n entre refracci6n y
cambio de velocidad.
Antes que prosigamos con nuestro estudio de c6mo se genera el indice de refracci6n, debemos comprender que todo lo que se necesita para entender la refracci6n es
entender por que la velocidad de la onda aparente es diferente en materiales diferentes.
La desviaci6n de los rayos de luz se produce porque la rapidez efectiva de las ondas
es diferente en los materiales. Para recordarles c6mo sucede eso hemos dibujado en la
figura 31-2 varias crestas sucesivas de una onda e1ectrica que Jlega desde un vacio
a la superficie de un bloque de vidrio. La flecha perpendicular a las crestas de la onda
indica la direcci6n de movimiento de la onda. Todas las oscilaciones en la onda deben
tener ahora la mismafrecuencia. (Hemos vista que osci!aciones forzadas tienen la misma frecuencia que la fuente excitadora.) Esto significa, tambiCn, que las crestas de las
ondas para las ondas en ambos lados de la superficie deben tener la misma separaci611
a lo largo de la superficie porque dcben viajar juntas de manera quc una carga situada
en la separaci6n perciba una sola frecuencia. La distancia mcis corta entre crestas de
la onda, sin embargo, es la !ongitud de onda que es la velocidad dividida por la frecuencia. En el lado del vacio es ..:1. 0 = 2n:c/d;i yen el otro lado es J. __, 27Tr/1,, 6 2n:
c/1,in si v = c/n es la velocidad de la onda. A partir de la figura podemos ver que !a
lmica manera de que las ondas "encajen" apropiadamente en la superficie de separaci6n es que las ondas en el material estCn viajando a un itngulo diferente con respccto
a la superficie. Por la geometria de la figura, pucdcn ver que para un "encaje" debemos tener ,.\ofsenOn-= .l/senO
31-3
o sen 8of sen() = n que es la ley de Snell. Va mos a considerar, para el res to de nuestra
discusi6n, s61o JX)f que la luz tiene una velocidad efectiva cl n en un material de indice n y no nos preocuparemos mils en este capitulo de la desviaci6n de la luz.
Volvamos ahora a la situaci6n que se muestra en la figura 31-1. Vemos que lo que
tenemos que hacer es calcular el campo producido en P por todas las cargas oscilantes
en la placa de vidrio. Vamos a Hamar Ea esta" parte del campo el6ctrico y ella es justamente la suma escrita como segundo t6nnino en la ecuaci6n (31.2). Cuando lo sumemos al tfrmino Es debido a la fuente, vamos a tener el campo total en P.
Esto es probablemente lo mils dificil que haremos este aiio, pero es complicaclo
s6lo en que hay muchas partes que deben juntarse; cada parte, sin embargo, es muy
simple. A diferencia de otras deducciones, donde dedmos "olviden la deducci6n,
miren s6lo el resultado ", en este caso no necesitamos tanto el resultado como la
deducci6n. En otras palabras, lo que debemos entender ahora es el mecanismo fisico para la producci6n de! indice.
Pera ver a d6nde vamos, averiguamos primero cuitnto deberia ser el "campo
correctivo" Ea, si el campo total en P se va a parecer a una radiaci6n desde la
fuente que se frena a medida que pasa por una placa delgada. Si la litmina no tuviera efect-o en 61, el campo de una onda que se prnpaga hacia la derecha (segUn
el eje z) seria
(31.3)
E, = E 0 cosw(t - z/c)
o usando la notaci6n exponencial
(31.4)
Ahora bien, ique pasaria si la onda se propagara mils Jentamente al ir a trav6s
de la placa? Llamemos .1.z el espesor de la placa. Si la placa no estuviera ahi la onda atravesaria la distancia .1.z en un tiempo t.i.z/ c. Pero si se propagara con la velocidad cl n, entonces deberit demorarse un tiempo mayor n!J.z/ c o el tiempo adl·
cional t.i. 1 "" (n - 1) D.z/c. Despues de eso seguiria propagitndose nuevamente con
velocidad c. Podemos tomar en cuenta el atraso adicional al pasar por la placa reemplazando ten la ecuaci6n (31.4) por (t-M) o por lt (n - l)t.i.z/c]. Por consiguiente,
despues de intercalar la placa la onda deberia escribirse
E
d"'puOsdelaplaca
=
£[1/"'ll-(n-l)~z/r-zlc)•
(31.5)
Tambifo podemos escribir esta ecuaci6n como
(31.6)
que dice que la onda despues de la placa se obtiene de la onda que podria existir
sin la placa, es decir de £ 5 , multiplicando por el factor e-i"'(n - JU.z/ c. Ahora sabemos
que multiplicar una funci6n oscilante coma eiwt por un factor eiO s6lo significa cambiar la fase de oscilaci6n en un itngulo de (), que es, por supuesto, lo que ha hecho el
atraso extra al pasar por un espesor ilz. Ha retardado la
314
fase en una cantidad w (n - I )J.z/ c (retardado debido al signo menos en el exponemc).
H.:mos dicho anteriormente que la placa debiera su111ar un campo E" al campo
original E, = ErJ?'"lfl - clcJ, pero hemos encontrado, en cambio. que el efecto de la
placa es multiplicar el campo por un fac tor que cambia su fase. Sin embargo, eso
estit en realidad muy bien, porque podemos obtener el mismo resultado sumando un
nllmero complejo apropiado. En particular es fitcil encontrar el nUmero correcto a
sumar en el caso que .1.z sea pequefif!, porque deben recordar que si x es un nUmero
pequefio entonces ex es casi igual a (1 + x). Podemos escribir, par lo tanto
e-i.,(n-lJ<1.z/c =
1 - iw(n -
l)ti.z/c.
(Jl.7)
Usando esta igualdad en la ecuaci6n (31.6) obtenemos
E
de•pue,delaplaca=
-------------
Eoe'"'(t-z/cJ - fw(n ~ ~~ E 0 e'"'O-•ln.
_______.,
£~,
(31.8)
E,,
El primer t6rmino es just:unente el campo de la fuente y el segundo t6rmino debe
ser, justamente, igual a ;;,·11, el campo producido a la derecha de la placa por las cargas oscilantes de la placa --expresado aqui en t6rminos de! indice de refracci6n n y
dependiendo, por supuesto, de la intensidad de la onda de la fuente.
Lo que hemos estado hacienda se visualiza filcilmente si observamos el diagrama
de nUmeros complejos en la figura 31-3. Primera dibujamos el nUmero E, (elegimos
algunos valores de z y t de manera que E 5 resulte horizontal, pero esto no es necesario). El atraso debido a la reducci6n de la velocidad en la placa retrasarit la fase
de este nUmero, o sea, harit rotar E 5 en un itngulo negativo. Pero esto es equivalente
a sumar el pequefio vector Eo. a un itngulo casi recto con E,. Pero esto es justamente lo que significa el factor - i en el segundo tCrmino de la ecuaci6n (31.8). Ella dice
que si E 5 es real, entonces Eo. es imaginario negativo o que, en general E 1 y E,., forman un itngulo recto.
Eje imagimftio
Angulo •.,1n- l)llz/c
Fig. 31-3. Diagrama para la onda
transmitlda para un t y z particular.
31-:Z El cam.po debido al medio
Ahora debemos preguntar: lES el campo obtenido en el segundo t6rmino de la
ecuaci6n (31.8) de! tipo que uno esperaria de cargas oscilantes en la placa? Si podemos demostrar que lo es, jentonces habremos calculado Jo que debe ser el indice n!
[Ya que n es el Unico nUmero que no es fundamental en la ecuaci6n (31.8)1. Calculemos ahora que
31-5
Tabla 31-1
Simbolos usados en los dlculos
E,
Ea
.1 z
z
n
w
N
71
q,,
m
«10
= campo de la fuente
= campo producido por las cargas en la placa
= espesor de la placa
= distancia perpendicular desde la placa
= indice de refracci6n
= frecuencia (angular) de la radiaci6n
= nllmero de cargas por unidad de volumen en la p\aca
= nUmero de cargas por unidad de superficie de la placa
= carga de un electr6n
= masa de un electr6n
= frecuencia de resonancia de un electr6n ligado a un 3-tomo
campo Ea van a producir las cargas en el medio. (Para ayudarles a estar al tanto
de los muchos simbolos que hemos usado hasta ahora y que estaremos usando durante el res to de nuestro citlculo, los hemos re uni do en la tabla 31-1 ).
Si !a fuente S (de la figura 31-1) estit lejos a la izquierda, entonces el campo
E, tendril la misma fase en toda la placa, de manera que podemos escribir queen la
vecindad de la placa
(31.9)
Justo en la placa, donde z
-=
0, vamos a tener
E, = E 0 e;"' 1 (en !a placa)
(31.10)
Cada uno de los electrones de los ittomos de la placa pcrcibirit este campo etectrico y sera forzado hacia arriba y abajo (suponemos que la direcci6n de E 0 es vertical) por la fuerza ekctrica qE. Para encontrar que movimiento esperamos de los
clectrones supondrcmos que los 3.tomos son pequeiios osciladores, esto es, que Jos
electrones estitn sujetos elitsticamente a los ittomos, lo que significa que si se aplica
una fuerza a un electrOn, su desplazamiento de la posici6n normal sera proporcional
a la fuerza.
Ustedcs pueden pensar que este es un modelo raro'\de un ittomo fil..han oido de
elcctrones que g1ran en orbitas. Pero ese es s6lo una imagen muy simplificada. La
imagen correcta de un iltomo que est<i dada por !a teoria de la mecimica ondulatoria indica que, en fo que se rejiere a los probfemas que incluyen a la luz, los electrones se comportan como si estuvieran sujetos por resortes. Asi, supondremos que
los electrone~ tienen una fuerza restauradora lineal que junto con su masa m los
hace comportarse como pcqueiios osciladores con una frecuencia de resonancia w 0 •
Ya hemos estudiado tales osciladores y sabemos que la ecuaci6n de su movimiento
se escribe asi:
d'x
, )
m ( (J(i"+woX =F,
(JI.II)
donde F es la fuerza impulsora.
31-6
Para nuestro problema la fuerza impulsora proviene de! campo elOCtrico de la
onda de la fuente, por lo tanto usamos
(31.12)
donde qe e~ la carga e!OCtrica del electr6n y para E, usamos la expresi6n £ 5 =
£,#fr"' de (31.10). Nuestra ecuaci6n de movimiento para el electr6n es entonces
m ( d'x
d(T
+ wox
')
'"'
=q. E oe.
(31.13)
Ya hemos resuelto esta ecuaci6n anteriormente y sabemos que la soluci6n es
(31.14)
donde, sustituyendo en (31.13), encontramos que
(31.15)
de manera que
(31.16)
Tenemos lo que necesit3.bamos conocer -el movimiento de los electrones en la placa-. Y es el mis mo para cada electrOn, excepto que la posiciOn media (el "cero"
del movimiento) es, por supuesto, diferente para cada electr6n.
Ahora estamos listos para encontrar el campo Ea que estos iitomos producen en
en el punto P, porque ya hemos encontrado (al final del capitulo 30) el campo pro"
ducido por una hoja de cargas que se mueven en conjunto. Refiriendonos de nuevo
a la ecuaciOn (30.19) vemos que el campo Ea en P es justamente una constante negativa por la velocidad de las cargas retardadas en el tiempo en la cantidad zl c.
Derivando x en la ecuaci6n {31.16) para obtener la velocidad e introduciendo el retardo Io simplemente introduciendo x 0 de (31. J 5) en l) I. l 8). resulta
E " -
-
.!l!l..!...[iw~e'"'< 1 -•lrl].
2toc
m(w~ - w2 )
(31.17)
Tai como esper3.bamo§. el movimiento forzado de los electrones produjo una onda
adicional que viaia hacia la derecha (eso es lo que dice el factor ei,,,(1 - ~lcJ) y la amplitud de esta onda es proporcional al nUmero de 3tomos por unidad de superficie
en la placa (el factor 11) y tambien proporcional a la intensidad de! campo de la fuente (el facrnr £,,). Luego hay algunos factores que dependen de las propiedades at6micas (qe> my 111~) como habiumos esperado.
Lo mas imponante. sin embargo, es que esta formula (31.17) para £ 0 se parece
mucho a la expresi6n para Ea que obtuvimos en la ecuaciOn (3 J .8). diciendo que la
onda original se retrasO al pasar por un material con un indice de refracciOn
3 l-7
n. Las dos expresiones seritn, en efecto, id6nticas si
(31.18)
Noten que ambos !ados son proporcionales a L'l.z, ya que T/, que es el nU:mero de ittomos por unidad de drea, es igual a NJ.Z donde N es el nll:mero de iltomos por unidad de volumen de la placa. Sustituyendo NL'l.Z por 'ff y simplificando los L'l.z, obtenemos nuestro resultado principal, una f6rmula para el indice de refracci6n en terminos de las propiedades de los ittomos del material y de la frecuencia de la luz:
(31.19)
Esta ecuaci6n da la "explicaci6n"' de! indice de refracciOn que queriamos obtener.
31-3 DispersiOn
Noten que en el proceso anterior hemos obtenido algo muy interesante. Porque
no s6lo tenemos un nU:mero para el indice de refracciOn que puecle calcularse a partir de las cantidadcs at6micas b:i.sicas, sino que tambien hemos aprendido cOmo
varia el indice de refracci6n con la frecuencia <-<> de la luz. Esto es algo que no entenderiamos nunca de la simple afrrmaciOn que "la luz se propaga mis lentamente
en un material transparcnte". Todavia tenemos el problema, por cierto, de saber
cuimtos itomos hay por unidad de volumen y coil\ es su frecuencia w 0• No sabemos
esto todavia, porque es diferente para cada material diferente y no podemos obtener una teoria general de eso ahora. La formulaciOn de una teoria general de las
propiedades de diferentes sustancias -sus frecuencias naturales, etc.,- es posible
sO!o con la medtnica at6mica cuitntica. Ademiis materiales diferentes tienen propiedades diferentes e Indices diferentes; por lo tanto, no podemos esperar obtener una
f6rmula general para el indice que se aplique a todas las sustancias.
Sin embargo, discutiremos la formula que hemos obtenido, en varios casos posibles. Ante todo, para la mayoria de los gases ordinarios (por ejemplo aire, la mayoria de los gases incoloros, hidr6geno, helio etc.) las frecuencias naturales de !os
osciladores electr6nicos corresponden a la luz ultravioleta. Estas frecuencias son mayores que las frecuencias de la luz visible, o sea, w, es mucho mayor que el w de
la luz visible y en una primera aproximaci6n podemos despreciar «>' en comparaci6n
con oil. Entonces encontramos que el indice es casi constante. Por consiguiente, para
un gas el indice es casi constante. Esto tambien es cierto para !a mayoria de otras
sustancias transparentes. como el vidno. Sin embargo, si observamos nucstra expresi6n mils de cerca, notamos que a medida que w aumenta, disminuyendo asi un
poquito el denominador. el indicc tambien aumenta. Por consiguiente, n aumenta
lentamente con la frecuencia. E! indice es mayor para la luz azul que para la !uz roja.
Esa es la razon por la cual un prisma desvia mits la luz en el azul que en el rojo,
El fen6meno que el indice dependa de la frecuencia se llama fen6meno de dispersiOn (NT) porque es la base de! hecho que !a luz sea "dispersada"
un medio con el
proce~o
de dispersi6n de la luz por
31-8
en un espectro por un prisma. La ecuaci6n para el indice de refracci6n en funci6n
de la frecuencia se llama una ecuaciOn de dispersiOn. Hemos obtenido asi una ecuaci6n de dispersi6n. (En \os Ultimas aifos, las "ecuaciones de dispersi6n" han encontrado un nuevo uso en la teoria de las particulas elementales.)
Nuestra ecuaci6n de dispersi6n sugiere otros efectos interesantes. Si tenemos una
frecuencia natural w 0 que est.ii en la regi6n visible, o si medimos el indice de refracci6n de un material como vidrio en el ultravioleta, donde w se acerca a w 0 , vcmos
que a frecuencias muy cercanas a la frecuencia natural el indice se puede hacer cnormemente grande, porque el denominador puede hacerse cero. A continuaci6n, supnngan que w es mayor que w Esto sucederia, por ejemplo, si tomilramos un material
tal como vidrio y lo ilumin3.ramos con radiaci6n de rayos X. En efecto, ya quc muchos matcriales que son opacos a la luz visible, como el grafito por ejemplo, son
transparentes a los rayos X, tambi6n podemos hablar de! indice de refracci6n de!
carbono para los rayos X. Todas las frecuencias naturales de los iitomos de carb6n
son mucho mils bajas que Ia frecucncia que estamos usando en !os rayos X ya que
radiaci6n de rayos X tiene una frecuencia muy alta. El indice de refracci6n es el
dado por nuestra ecuaci6n de dispersi6n, si hacemos w, igual a cero (despreciamos
w~ comparado con w 1 ).
0•
Una situaci6n similar ocurriria si dirigi6ramos ondas de radio (o luz) sobre un
gas de electrones libres. En la atm6sfera superior los electrones son liberados de
sus <itomos por luz ultravioleta del sol y permanecen ahi como e!ectrones libres.
Para electrones libres w 0 = 0 (no hay fuerza elistica restauradora). Hacienda M 0 =
= 0 en nuestra ecuaci6n de dispersiOn se obtiene la formula correcta para el indice
de refracci6n para ondas de radio en la estratosfera, donde N representa ahora la
densidad de electrones libres (nUmero por unidad de volumen) en la estratosfera.
Pero observcmos nuevamente la ecuaciOn, si haccmos incidir rayos X sabre la materia u ondas de radio (o cualquier onda e\Cctrica) sabre elcctrones libres, el tCrmino
(w~ w 2 ) se hace negativo y obtenemos el resultado que n es menor que 11no. iEsto
significa que la velocidad efectiva de las ondas en la sustancia es mayor que c!
(.Puede esto ser correcto?
Es correcto. A pesar de que se dice que no se pueden mandar seiiales a velocidad mayor que la velocidad de la Juz, es, sin embargo, cierto que cl indice de re·
fracciOn de materiales de una derta frecuencia particular puede ser mayor o menor
que l. Esto significa s6\o que el cambio de Jase que es producido por la luz dispersada puede ser positivo o negativo. Se puede demostrar, sin embargo, quc la velocidad a la cual se puede mandar una seiial no est<i determinada por e! indice a una
frecuencia, sino que depcnde de lo que es el indice a diferentes frecuencias. Lo que
el indice nos indica es la velocidad a la cual se propagan los nodos (o crestas) de !as
ondas. El nodo de una onda no es una seiial por si mismo. Es una onda perfecta,
que no tiene modulaciones de ningUn tipo, es decir, quc cs una oscilaci6n estacionaria, no se puede decir realmente cuitndo •·empieza "; asi que no sc puede usar como seiial para mcdir tiempo. Para enviar una seiial se tiene que cambiar la onda de
alguna manera, hacer una ranura en ella. hacer!a un poco m<is ancha o dclgada. Eso
significa que se debe tcner m<is de una frecuencia en la onda y se puede demostrar
que la velocidad a la cual se propagan las seiiales no depcnde sOlo de! indice, sino
de la manera como el indice cambia con la frecucncia. Este tema tambiCn
que postergarlo (hasta el capitulo 48). Entonces ca!cularemos para
cidad real de las sefiales a traves de un pedazo de vidrio y ver.itn que no
que la vdocidad
de la luz, aunque los nodos, que son puntos matemitticos, se propagan mils ritpidamente que la luz.
S6lo para dar una pequeiia indicaci6n de c6mo sucede eso, ustedes notaritn que
la verdadera dificultad tiene que ver con el hecho de que las respuestas de las cargas son opuestas al campo, es decir, !a seiial se ha invertido. Asi, en nuestra expresi6n para x (ecuaci6n 31.16), el desplazamiento de la carga tiene direcci6n opuesta
a la del campo impulsor, porque (wii - w 2 ) es negativo para w 0 pequeiio. La formula dice que cuando el campo e1ectrico est3. tirando en una direcci6n, la carga se
estii moviendo en la direcci6n opuesta.
~C6mo sucede que la carga este yendo en la direcci6n opuesta? Ciertamente
que no parte en la direcci6n opuesta cuando se aplica el campo al comienzo. Cuando el movimiento recien empieza hay un transitorio que se extingue despues de un
rato y s6lo entonces est3. la fase de oscilaci6n de Ia carga opuesta a la de! campo
impulsor. Y es entonces que la Jase de! cam po transmitido puede aparecer co mo adelantada con res pee to a la onda de la fuente. Es a este adelanto de Jase que nos referimos cuando decimos que la "velocidad de fase" o velocidad de los nodos es mayor
que c. En la figura 31-4 damos una idea esquem3.tica de c6mo se verian las ondas
para el caso en que la onda se pusiera en marcha sllbitamente (para hacer una seiial).
Van a ver en el diagrama que la seiial (es decir, el comienzo de la onda) no estit
primero para la onda que termina con un adelanto de fase.
101
E~(Co~ienzo1
'
Onda sin
material
Oo~~
:
'
1ransnut1da
con·~·
:
!:~ iA
1
i
I
1
'A : (;
~y·
El i
,~atmrelafase
l
~~~:mitida ~~-r 1
adelamo de la fase
Fig. 31-4
"Seiiales" ondulatorias
Obscrvemos de nuevo nuestra ccuaci6n de dispersiOn. Dcbemos haccr notar quc
nuestro anillisis de refracciOn da un resultado que es algo mas simple de lo que rcalmente sc encuentra en la natura!eza. Para ser totalmente prccisos, debemos agregar
algunos rcfinamientos. Primera, deberiamos e~perar que nuestro modelo de osci!ador atlJmico tuviera alguna fuerza de amortiguamiento (de otra manera, una vez
puesto en movimiento osci!aria para siempre y no podemos ·esperar que esto suceda).
Bernos desarrollado antes (Ee. 23.8) el movimiento de un oscilador amortiguado y
el resultado
el denominador en la ecuaci6n (31.16) y, por lo tanto, en (31.19)
se cambia de
- M 1) a (1~'~ - 1,1 1 + iru1), donde i" es cl coefic1entc de amortiguauna segunda modificaci6n para tener en
de resonancia para un tipo particular de
el hecho
fa facil
3 l-10
Fig. 31-5. El [ndice de refracci6n en funci6n de la frecuencia
ecuaci6n de dispersi6n, imaginando que hay varios tipos diferentes de osciladores,
pero que cada oscilador actUa separadamente y por lo tanto simplemente sumamos
las contribuciones de todos los osciladores. Digamos que hay Nk electrones por unidad de volumen cuya frecuencia natural es wk y cuyo factor de amortiguamiento
es y k" Entonces tendriamos para nuestra ecuaci6n de dispersi6n
(31.20)
n=l+
Tenemos finalmente una expresi6n completa que describe el Lndice de refracci6n
observado para muchas sustancias*. El indice descrito por esta formula varia con
la frecuencia aproximadamente coma en la curva mostrada en la figura 31-5.
Van a notar que mientras <,; no cste demasiado cerca a una de !as frecuencias
de resonancia, !a pendiente de la curva es positiva. Tai pendiente positiva se llama
dispersi6n "normal" (porque claramente es la quc se presenta mils comUnmente).
Muy cerca de las frecucncias de resonancia, sin embargo, hay un pequeiio intervalo
de los w para los cuales la pendiente es negativa. Tat pendiente negativa se le llama
a mcnudo dispersi6n "an6mala", porque parecia poco usual cuando se observo
por primera vez mucho antes de quc nadie ni slquiera supiera que existtan cosas
como los electrones. jOesde nuestro punto de vista ambas pendientes son perfec·
tamente "normales "'!
31-4
AbsorciOn
Quizits ustedes se hayan percatado de algo un poco estrailo acerca de la Ultima
forma (Ee. 31.20) que obtuvimos para nuestra ecuaci6n de dispersi6n. Debido al
tCrmino ir que introdujimos para tener en cuenta la amortiguaci6n jel indicc de
refracci6n es ahora un nUmero complejo! z.QuC significa eso? Calculando las partcs
real e imaginaria de n podriamos escribir
n
=
n' - in",
(31.21)
donde n'
sun nUmeros reales. (Usamos el signo menos frente a in", porque
resultarit un nUmero positivo, como ustedes mismos pucdcn Jcmostrar.)
entonces
Podcmos ver lo que significa este indicc complejo volviendo a la ecuaci6n (31.6).
que es la ecuaci6n de la onda despuCs de que pasa por una placa Jc material con
31-1 I
indice n. Si ponemos nuestro nUmero complejo n en esta ecuaci6n y reordenamos,
obtenemos
Ei:1espuCsdelaplaca·= e-"''"'!lzfc e-'"''"'-!J!lz/c E 0 e"•U-zic)
(31.22)
~~
A
B
Los Ultimas factores, Uamados B en la ecuaci6n (31.22), son de la forma que teniamos antes y de nuevo describen una onda cuya fase ha sido atrasada en el itngulo
(J) (n' -1)4z/c al atravesar el material. El primer termino (A} es nuevo yes un factor exponencial con exponente real, porque habia dos i que se simplificaron. Ademils,
el exponente es negativo de manera que el factor es un nU:mero real menor que uno.
Describe una disminuci6n de! m6dulo del campo y, como deberiamos esperar, en una
cantidad que es mayor mientras mayor es dz. A medida que la onda pasa a travCs
de! material se debilita. El material est<i "absorbiendo" parte de la onda. La onda
sale al otro !ado con menos energia. Esto no debe sorprendemos porque la amortiguaci6n que introdujimos para los osciladores es en realidad una fuerza de roce y debe esperarse que cause pCrdida de energia, Vemos que la parte imaginaria n" de un
indice de refracci6n complejo representa una absorci6n (o "atenuaci6n") de la onda.
De hecho, n "a veces se llama '"indice de absorciOn ".
Tambien podriamos indicar que una parte imaginaria de! indice n corresponde a
inclinar la flee ha Ea en la figura 31-3 hacia el origen. Esta clam por que el cam po
transmitido estil entonces disminuido.
Normalmente, como en el vidrio, por ejemplo, la absorci6n de luz es muy pequei'ia.
Esto era de esperar a partir de nuestra ecuaciOn (3 I.20), porque la parte imaginaria
de! denominador, ip,,w, es mucho menor que el termino (w' cw 2), Pero si la frecuencia w de la luz est:i muy cercana a wk, entonces, el tibrmino de resonancia (w't-«.1'J
puede hacerse pequeiio comparado con irk w y el indice se hace casi completamente
imaginario. La absorciOn de la luz llega a ser el efecto dominante. Es justamente este
efecto que da las !meas negras en el espectro de ta luz que recibimos de! sol. La luz
de la superficie solar ha pasado a traves de la atmOsfera del sol (como tambien la de
la tierra) y la luz ha sido absorbida fuertemente a la frecuencia de resonancia de los
iltomos en la atmOsfera solar.
La observaciOn de tales lineas espectrales en la luz solar nos permite conocer las
frecuencias de resonancias de los <itomos y, por lo tan to, la composiciOn quimica de la
atmOsfera de! sol. El mismo tipo de observaciones nos informa de los materiales en
las estrellas. De tales medidas sabemos que los elementos quimicos en el sol y en las
estrellas son los mismos que encontramos en la tierra.
31-S
La energla transportada por una onda elCctrica
Hemos visto que la parte imaginaria de! indice significa absorciOn. Usaremos ahora este conocimiento para encontrar cuilnta energia transporta una onda luminosa.
Hemos dicho anteriormente que la energia transportada por la luz es proporcional
a P, el promedio temporal del cuadrado del campo elOCtrico de la onda. La disminuci6n de E debida a la absorciOn debe significar una perdida de energia que se podria atribuir a cierto roce entrc los electroncs y poclriamos adivinar que terminaria
como calor en el material.
31-12
Si consideramos la tuz que llega por unidad de 3.rea, digamos un centimetro cuadrado de nuestra placa en la figura 31- I. entonces podemos escribir la siguiente
ecuaciOn de energia (isi suponemos ta! coma lo estamos hacienda que la energia se
conserva!)
Energia que entra
por seg
=
energia que sale + trabajo rea\izado
por seg
por seg
(31.23)
Para el primer termino podemos escribir aEi donde a es la constante de proporcionalidad, aim desconocida, que relaciona el valor promedio de E' con la energia
~:;~~~~:· !~r~ f~ra~r~~~ ~i~~e0 d~~~~~~s u~~~1~~i~ ~ar~ye01(~a~1~1:'Jod::
cuadrado)
a:CE[ +
2 !;Ea +
£i).
T odos nuestros cillculos han sido hechos para una ca pa delgada de material,
cuyo indice no es muy diferente de I, de manera que Ea seria siempre mucho menor que Es (para hacer nuestros cillculos mils faciles). Manteniendo nuestras aproximaciones deberiamos,. por lo tanto, dejar de !ado el termino ff>; porque es mucho
menor que £, Ea- Ustedes podrian decir: "I\ntonces deberian dejar de lado Es··-r,,
tambien, porque es mucho menor que ~ ''Es cierto que E 5 Ea es mucho menor
que Bi;, pero debemos mantener E, Ea ;en caso contrario nuestra aproximaciOn
seria la que se aplicaria si despreciil.ramos totalmente la presencia del material! Una
manera de verificar que nuestros cil.lculos son compatibles es que siempre mantengamos t6rminos que sean proporciona1es a N!J.z, la densidad de los iltomos en el
material, pero dejemos de !ado t6rminos que son proporcionales a (N!J.z)2 o cualquier otra potencia superior de N!J.z. La nuestra es lo que debiera llamarse "aproximaciOn de baja densidad ".
En el mismo espiritu, podriamos hacer notar que nuestra ecuaciOn de energia ha
despreciado la energia de la onda reflejada. Pero eso estil bien. porque este termino
tambibl es proporciona\ a (N!J.z)2, ya que la amplitud de la onda reflejada es proporcional a N.tlz.
Para el Ultimo t6rmino en la ecuaciOn (31-23) deseamos calcular la velocidad
con que la onda incidente realiza trabajo sobre los dectrones. Sabemos que trabajo
es fuerza por distancia, de manera que la velocidad de realizar trabajo (tambit!n llamada potencia) es la fuerza por la velocidad. Realmente es F-V, pero no necesitamos preocuparnos por d producto escalar cuando la velocidad y la fuerza estiln
en la misma direcci6n como lo est8.n aqui (con excepci6n de un posible signo menos).
Asi que para cada 8.tomo tomamos q,.E""j como la velocidad promedio de realizar
trabajo. Como existen N!J.z iltomos por unidad de ilrea, el Ultimo t6rmino en la
ecuaci6n (31.23) debe ser N!J.zq,£, v. Nuestra ecuaci6n de energia es ahora
cx"Ef
Los terminos
~
=
cxEf
+ 2aE,E~ + N t.z q, ""E;V.
(31.24)
se simplifican y tenemos
(31.25)
Ahora volvemos a la ecuaci6n (30.19) que nos dice que para z grande
£,.
=
~~~:" r(retard.
en
z/ c)
(3 l.26)
31-13
(recordando que 'I = N!iz). lntroduciendo la ecuaciOn (31.26) en el primer miembro
de (31.25) obtenemos
2(1'
Sin embargo,£$ (en
es independiente del
il.tomo). v, el mismo
miembros son por lo
;¥!;- £
5
(en
~) · v (retard.
en z/ c)
z) es£, (en los .itomos) retardado en z/c. Ya que el promedio
tiempo, ser.i igual ahora que retardado en z/c, o sea Es (en el
promedio que aparece en el segundo miembro de (31.25). Los
tanto iguales, si
·
-~-
=
(31.27)
I,
foC
Hemos descubierto que si la energia ha de conservarse, la energia transportada en
una onda eiectrica por unidad de .irea y por unidad de tiempo (o sea, lo que hemos llamado intensidad) debe estar dada por l 0 c£f. Si llamamos Sa la intensidad,
tenemos
S-"'
I
inten<idad
0 -=
energia /il.rea /t1emJXl
l
E;,
clfi,
(31.28)
donde la barra significa promedio temporal. jTenemos un bonito resultado adicional
de nuestra teoria del in dice de refracciOn !
31-6
DifracciOn de la luz por una pantalla
Ahora es un buen momenta para tratar un tema ligeramente d!ferente quc podemos manejar con el mecanismo de cste capitulo. En el capitulo Ultimo dijimos
que cuando se tiene una pantalla opaca y la !uz puede pasar a traves de algunos
agujeros, la distribuciOn de la intensidad · d diagrama de difracciOn- podia obtenerse imaginando en su !ugar que los agujeros eran reemplazados por fuentes (osciladores) uniformemente distnbuidas sabre el agujero. En otras palabras, la onda difractada cs la misma que si cl agujero fuera una nueva fucnte. Tencmos que explicar
la razOn de eso, porque el agujero est<i., por supuesto, prccisamente donde no hay
fuentes, donde no hay cargas que acelercn.
Preguntemos primero; (.Que es una pantalla opaca?'• Supongan que tenemos
una pantalla completamentc opaca entre una luente S y un observador en P. como
en la figura 31 6 (a). Si la pantalla es "opaca" no hay cam po en P. ~Por quC no hay
campo ahi? De acuerdo con
II
tapOn
E=E,+
I
1-pared
i' Pancallaopaca
E=E,
Fig
31-6
D1frdcc16n por uria pantalla
pared
31-14
Jos principios bilsicos deberiamos obtener el campo en P como el campo retrasado
E. de la fuente mils el campo de todas las otras cargas alrededor. Pero como hemos
vista antes, las cargas de la pantalla senin puestas en movimiento por el campo E, y
estos movimientos generan un nuevo campo que, si !a pantalla es opaca, dcbe anular
exactamente el campo E, en la parte trasera de la pantal\a. Ustedes dir<in:"'jQuC milagro que se anulen exactamente! ;Sup6ngase que no fuera exactamentc cierto!" Si
no fuera exactamente cierto (recuerden que esta panta!la opaca tiene alglln espesor),
el campo hacia la partc de atr<is de la pantalla no seria exactamente cero. For con·
siguiente, no siendo cero, pondria en movimiento algunas otras cargas en el material
de la panta!la y produciria asi un poco mas de campo, tratando de romper el balance.
Por lo tanto. si hacemos la pantalla lo suficientemente gruesa no hay campo residual,
porque hay suficiente oportunidad para conseguir que las cosas se aquieten finalmente.
En tBrminos de nuestras formulas anteriores diriamos que la panta!!a tiene un indice
imaginario grande, de manera que la onda es absorbida exponencialmentc a medida
que atravicsa. Ustedes saben, por supuesto, que una l:i.mina suficientemcnte delgada
de! material mils opaco, aun oro, es transparente.
Veamos ahora qui: pasa con una pantalla opaca que tiene agujeros como en la
figura 31·6 (b} lQuC espcramos para el campo en P? E! campo en P se puede repre·
sentar como !a suma de dos partes -el campo debido a la fuente S mas el campo
dcbido a la pared-·, es decir, debido al movimiento de las cargas en las paredes,
Podemos esperar que el movimiento de las cargas en las paredes sea corilplicado,
pero podemos averiguar qui campos producen de una manera bastante simple.
Supongan quc tomaramos la misma pantalla, pero le taponamos Jos agujews
coma se indica en la parte (c) de la figura. lmaginamos que los tapones son exac·
tamente de! mismo material que la pared. Noten ustedes que los tapones van donde
estaban los agujeros en el caso (b). Calculemos ahora cl campo en P. El campo en
P es ciertamentc cero en el caso (c), pero tambfrin es igual al campo de la fuente
mils el campo debido a todos los movimientos de los :ltomos en las paredes y en los
tapones. Podemos escribir las ecuaciones siguientes:
caso (b): Een p
=
Es + Epared·
caso (c): E;n
=
0
p
=
Es + ~ed + Etap6n,
donde las primas se ~efieren al caso cuando los tapones est<'m en su lugar, pero E"'
por supuesto, es el m1smo en ambos casos. Si restamos ambas ecuaciones, obtenemos
EenP = (Epared-£'pared)-£'tapiln.
Ahora bien. si los agujeros no son demasiado chicos (digamos varias longitudes de
onda transversalmente), no deheriamos esperar que la presencia de los tapones cambiara los campos que Hegan a las paredes, excepto posiblemente en un pequeiio mon·
to alrededor de los hordes de los agujeros. Despreciando este pequeiio efecto, podemos poncr £pared = £'pared y obtenemos que
EenP = -£\ap&n
jTenemos cl resultado que el campo en p cuando existen agujeros en una pantalla (caso b) es el mismo (con excepci6n de! signo) que el campo producido por la
parte de una pared completamente opaca que est3. localizada donde estcin los agujeros! (El signo no es muy interesante ya que corrientemente estamos interesados
en la intensidad que es proporcional al cuadrado de! campo.)
31-15
Esto parece una sorprendente argumentaci6n en reverso. Sin embargo, es no solamente vii.lido (aprox.imadamente para agujeros no demasiado pequetlos), sino Util y es la
justificaci6n de la teoria corriente de difracci6n.
El campo E'1ap0 0 se calcula en cualquier caso particular recordando que el movimiento de las cargas en todas partes en la pantalla es aquel que va a anular el
campo Es en la parte de atrits de la pantalla. Una vez que conocemos estos movimientos, sumamos los campos de radiaciOn en P debido s61o a las cargas en los
tapones.
Hacemos notar nuevamente que esta teol'ia de la difracciOn es s61o aprox.imada
y serit vitlida s6lo si los agujeros no son demasiado pequeii.os. Para agujeros que
son demasiado pequeiios al termino E'1ap0n serit pequetlo y entonces la diferencia
entre £'pared y Epared (cuya diferencia hemos tornado como cero) pue<ie ser comparable o mayor que el pequeii.o termino E' iapOn y nuestra aproximaci6n ya no serit
vitlida.
31-16
32
Amortiguamiento por radiaci6n. DispersiOn
de la luz
32-1
Resistencia de radiaciOn
32-4
Fuentes hidependientes
32-2
La rapidez de radiaciOn de energia
32-5
DispersiOn de la luz
32-3
Amortiguamiento por radiaciOn
32-1
Resistencia de radiaciOn
En el Ultimo capitu!o aprendimos que cuando un sistema oscila sale energia, y
dedujimos una formula para la energia irradiada por un sistema oscilante. Si conocemos el campo e1ectrico, cl promedio de! cuadrado de! campo multiplicado por
f 0 c es la can ti dad de energia que pasa por metro cuadrado por segundo a traves de
una superficie nonnal a la direcci6n en que va la radiaci6n:
(32.I)
Cualquier carga oscilante irradia energia; por ejemplo, una antena excitada irradia
energia. Si el sistema irradia energla, entonces, a fin de dar cuenta de !a conscrvaciOn
de la encrgia. debemos encontrar que sc estit alimentando potencia a traves de los
alambres que conducen a la antena. 0 sea. para el circuito de alimentaciOn la antena
actlla como una resistencia, o un lugar donde la encrgia puede "perderse" (la energia
no se pierde realmente. se irradia hacia afuera. Pero en lo que concierne al circuito,
la energia se pierde). En una resistencia ordinaria, la energia que se "picrdc" se transforma en calor; en este caso la cncrgia que se "pierde" sale al espacio. Pero desde el
punto de vista de la teoria de circuitos, sin considerar a d6nde va la energia, el efecto
neto sobre el circuito es el mismo -se •·pierde"' energia de ese circuito-. Por lo tanto,
para el generador, la antena parece como si tuviera una resistencia, aun cuando puede
estar hecha de cobre per!ectamente bueno. En realidad si estit bien construida, sera
casi como una resistencia pura. con muy poca inductancia o capacitancia, porque nos
gustaria radiar la mayor cantidad de energia posible con la antena. Esta resistencia
que exhibe la antena se !Jama resisten.cia de radiaci6n.
Si a la antena llega una corriente /, la rapidez media con que se suministra potencia a la antena es el promedio de! cuadrado de la coniente multiplicado por la resistencia. Por cierto, la rapidez con que la antena irradia potencia es proporcional al
cuadrado de la corricnte en la antena, porque todos los campos son proporcionales a
las conientes, y la energia liberada es proporcional al cuadrado
32-1
del campo. El coeficiente de proporcionalidad entre la potencia irradiada e ( F) es
la resistencia de radiaci6n.
Una pregunta interesante es: ~a que se debe esta
mos un cjemplo sencillo: digamos que las corrientes
otro en una antena. Encontramos que debemos
cargado y
irradie energia. Si tomamos un
abajo, irradia energia; si no
calcular a partir de la
e~ contestar la pregunta,
pregunta interesante y
contestada para los electrones,
es esto: en una antena los
parte de la antena reaccionan
na. Podemos calcular esas fuerzas y
la regla correcta para la rcsistencia de
!ar", eso no es correcto;
!eyes de electricidad para
mos cuitnto vale el campo
masiado complicado para nosotros
Por cierto, puesto que la
resultado pcrfcctamentc
conocer
campo~ a
usando este razonamiento hacia atrits, resulta que uno
campo a
muy
para las fuerzas a cortas distancias, s61o conocicndo
Iargas, usando las !eyes de conservaciOn de la energia, pero no entraremos en ese
particular.)
En el
de un simple electr(m cl problema es este: si hay solamente una carga,
~sobrc
puede actuar la fuerza? Ha sido propucsto, en la vicja teoria clitsica, que
la carga era una pequcila bola y que una parte de la carga actuaba sabre la otra parte.
Debido al retardo de la acciOn a traves de! pequeilisimo electron. la fuerza no esta
exactamente en fase con cl movimiento. Esto es, si tenemos el electrOn quieto, sabemos que la "acci6n es igual a la reacciOn". Asi las varias fuerzas internas son iguales y no hay una fucrza re~ultante. Pero si el elcctrOn est3 acelerando, hay un retardo
de tiempo a traves de et y, por lo tanto, la fuerza que esta actuando sobre el frente
desde atni.s no es la misma que la fuerza sabre la parte de atnis desde el frente, debido
al retardo en cl efecto. Este retardo en el tiempo es responsable de una falta de equi
librio, de mancra que, como efecto neto. j la cosa es coma si uno quisiera levantarse
tirando de los cordones de los zapatos~ Este modelo del origen de la rcsistencia a la
aceleraci6n, la resistencia de radiaci6n de una carga m6vil, ha encontrado muchas dificultades, porque nuestro punto de vista actual es quc el elcctrOn no es una "pequeila
bola"; este prob!ema nunca ha sido resue!to. Sin embargo, podemos calcu!ar exactamente, por supuesto, cu.it] debe ser la rcsistcncia de radiaci6n resultante, es decir,
cuitnta pfrdida debe haber cuando aceleramos una carga a pcsar de no conocer direc
tamente e! mecanismo de cOmo funciona esa fuerza.
32-2
La rapidez de radiaciOn de energia
Ahora calcu]aremos la energia total irradiada por una carga acelerada. Para mantener la generalidad de la discusiOn tomaremos el caso de una carga acelcrando de
32-2
cualquier forma, pero no en forma relativista. En el momenta en que la acelcraci6n
es, digamos, vertical, sabemos quc el campo electrico generado es la carga multiplicada por la proyecci6n de la aceleraci6n retardada, dividida por la distancia. Asi, pues,
conocemos el campo el&:trico en cualquier punto y, por lo tanto, conocemos cl Cuadrado de! campo etectrico y, en consecuencia, la energia 1. 0 cE 1 que cscapa por uni
dad de itrea por segundo.
La cantidad l 0 C
bastantc frecuentemcntc
vcr con propagac1on
de radio. Su inversa sc
e~ un nUmcro fitcil de
tienc cl valor l / 10 0 c =
ohms.
en watts por metro cuadrado es igual al promedio del cuadrado de! campo
por 377.
Usando nuestra expresi6n (29-1) para el campo clectrico, cncontramos que
Fig 32-1
El area de un sector
brr sen()· rdll.
esfer1co es
Asi, pucs, el 3.rca del pe4ucflo peda70 de esfera es brr sen(/ multiplicado por rdO
dA "--' 21rr 2 sen fJ dfJ.
P
=
(32.3)
(32.4)
JS dA '"""'
Ii.
no cs dificil dcmostr::ir quc
_1 0"'
\Crl'
/!
di!
(32.5)
Esta exprcsi6n merece algunas observacione'>. Ante todo, puesto quc el vector a' tcnia
32-3
cierta direcci6n, el a' 2 en (32.5) deberia ser el cuadrado del vector a, esto es. a'. a', la
!ongitud del vector a! cuadrado. Segundo. el f1ujo (32.2) fue calculado usando la ace·
!eracic'm rctardada. e~to es, la aceleraci6n en el tiempo en el cual la energia. quc ahora
cst:'t pasando a travCs de la esfera, fuc irradiada. ;-.;os gustaria decir que esta energia
fue en rea!idad !iberada en este tiempo anterior. Esto no es exactamente verdadcro:
es s61o una idea aproximada. El momento exacto en que la energia es liberada nose
puede definir precisamente. Todo lo quc podemos realmente calcular en forma precisa
es que sucede en un movimLento completo, como una osciiaci6n o a!go donde la ace·
Jeraci(1n finalmente cesa. Entonces, lo que em;ontramos es que el flujo total de energia por ciclo es el promedio de la aceleraci6n al cuadrado para un ciclo completo.
Esto es lo que deber[a realmente aparecer en (32.5). 0 bien. si es un movimiento con
una aceleraci6n que es inicial y finalmente cero, la energia total que ha escapado es
la integral de (32.5) sabre el tiempo.
Para t!ustrar las consecuencias de la formula (32.5) cuando tenemos un sistema
oscilante, veamos quC sucede si el desplazamiento x de la carga estti. oscilando, de
manera que la acelcraci6n a es··· <;i 2x 0 eiwt. El prornedio de la aceleraci6n al cuadra
do sobrc un ciclo (recuerden que tenemos que scr muy cuidadosos euando elevamos
al cuadrado cosas que cstti.n escritas en una notaciOn compleja ~realmcnte es el coseno-, y el promedio de cos"wt es un medic) es entonces ( a 12 ) = !w 4 x 0 2 • Por lo
tanto
(32.6)
Las formulas quc cstamos discutiendo son relativamente avanzadas y mils o menos modernas; datan de! comienzo de! siglo xx, )" son muy famosas. Debido a su
valor histOrico, es importantc que nosotros podamos leer acerca de ellas en libros
mti.s antiguos. En realidad, los libros antiguos tambien usaban un sistema de unidades
difcrcntes de nuestro sistema MKS actual. Sin embargo, todas esas complicaciones
pueden ser arreg!adas en las fOrmulas finales quc tratan de electrones mediantc la
siguicnte regla: La cantidad q~/ 47Tf 0 donde qe es la carga electr6nica (en coulombs).
ha sido hist6ricamente escrita coma e 2• Es muy facil calcular que e en el sistema MKS
cs nU.mericamente igual a 1,5188 x 10- 14 , porque sabemos que nU.mericamente q =
1,60206 x IO 1 ~ )" 114T1 0 = 8,98748 x 10~. Por lo tanto, a menudo usaremos la
abrcviatura conveniente.
e2
q~
= 4:irEo'
(32.7)
Si usamos cl valor numCnco anterior en las formulas antiguas y las tratamos como si
estuvicran e~critas en umdades MKS, obtendremos los resultado~ numCricos correctos. Por ejemplo, la forma antigua de (32.5) es P = j e2a 1/c 3• De nuevo la energ[a
potencial de un protOn y un electr6n a una distancia r es q} / 47Tf-ur o e2/ r con e 1.5188 x IO '"mks.
32-3 Amortiguamiento por la radiaciOn
Ahora bien, el hecho de quc un oscilador pierda cierta energia deberia significar
que si tuviCramos una carga en el extremo de un resorte (o un clectrOn en un i1tomo),
el cual tiene una frecuencia natural <.v 0 , y comenzti.ramos a oscilarlo y lo so!tti.ramos,
no oscilaria indefinidamente,
32-4
aun si estuviera en un Cspacio vacio a miUones de kil6metros de cualquier cosa. No
hay aceite, ninguna resistencia, en un sentido ordinario; no hay "viscosidad". Pero,
sin embargo, no oscilarii., como podriamos haber dicho en una ocasi6n, "para siempre ",
porque si estii. cargado, est3 irradiando energia, y por lo tanto la oscilaci6n lentamente
se detendr3. lCon quC lentitud? lCu:il es el Q de taJ oscilador, causado por los efectos
electromagneticos, la asi llamada resistencia de radiaci6n o amortiguamiento por radiaci6n de un oscilador? El Q de cualquier sistema oscilante es el total de! contenido
de energia de un oscilador en cualquier momenta dividido por la energia perdida por
radiitn:
Q
~
d.::;d•.
0 bien (otra forma de escribirlo), puesto que dW/dl(J = (dW/dt)/(d1p/dt) = (dW/
dt)/1.J,
wW
Q ~ dW/dt.
( 32 ·8)
Si para un Q dado esto nos dice c6mo se extingue la energia de la oscilaci6n,
dW/dt ~= -(<,i/QJ W, que tiene la soluci6n W = W 11e-WIIQgj W0 es la energia inicial
(para t = 0).
Para encontrar el Q de un radiador, volvemos a (32.8) y usamos (32.6) para
dW/dt.
Ahora bien, i,quC usamos para la energia W de! oscilador? La energia cinCtica
del oscilador es! mv~, y la energia cinetica media es mw1xij/4. Pero recordemos que
la energia total de un oscilador es, en promedio mitad energia cinCtica y mitad energia potencial, por lo que duplicamos nuestro resultado y encontramos para la energia total del oscilador
(32.9)
(.Que usamos para la frecuencia en nuestras formulas? Usamos la frecuencia natural
w 0 , porque, para todo fin pr:ictico, Csa es la frecuencia a la cual nuestro <i.tomo esta
irradiando, y para m usa'mos la masa m, del electr6n. Luego, hacienda las divisioncs
y cancelaciones necesarias, la formula se reduce a
(32.10)
Para verlo mejor y en una forma mils histOrica la escribimos usando nuestra abrevia
tura q}/4m 0 = e1 y el factor r,1 0/c que sobrO ha sido escrito como br/.I. Como Q
es adimensional, la combinaci6n ei/ mct 1 debe ser una propicdad solamente de la carga
Y de !a masa del electron, una propiedad intrinseca del electron, y debe ser una {011gitud. Se le. ha _dado un nombre~ el radio c/Qsico de! electn.in, yorq~c los
ati>micos pnmit1vos, quc fucron mventados para explicar la res1stenc1a de
sobre_ !a base de la fuerza de un~ parte del _electr'.·m actuando sobrc las otras partc:o;,
necesi_taban todos tener un electron cuyas tl1mcns1ones eran de este orden general de
magm_tud. Sin embargo, esta cantidad _ya no tiene el significado de qu~ creemos que cl
electron realmcntc tiene tal radio. Numencamente, la magnrtud del radio e~
(32.11)
32-5
Calculemos ahora realmente e! Q de un itomo que estft emitiendo luz --digamos
un itomo de sodio-. Para un 3.tomo de sodio, la Jongitud de onda es aproximadamente
6.000 angstrom, en la parte•amarilla de! espectro visible, y es una longitud de onda
tipica. Entonces
(32.12)
asi el Q de un 3.tomo es de! orden de !0 Esto significa que un oscilador atOmico oscilar:i. por 108 radianes. o ccrca de 107 oscilaciones, antes de que su energia dccrezca
en un factor de lie. La f,ecuencia de oscilaciOn de Juz correspondiente a 6.000 angstrom v '-- cl A, es de! ordcn de 10 ciclos/ seg, y por lo tanto la vida media, el tiempo
que demora la energia de un :i.tomo radiante en disminuir en un factor de 1/ e, es del
orden de IO- segundos. En circunstancias ordinarias, !os iitomos que emiten libremcnte demuran por lo general este tiempo en irradiar. Esto es v3lido solamente para
ittomos que estin en el espacio vacio, no estando perturbados en forma alguna. 5i el
electrOn cstit en un ;,Olido y ticne que golpear a olros ittomos o electrones, entonces
hay resistencias adicionales diferente amortiguamiento.
El tenrnno
de
encontrarse
lo ancha
ctsamente
Como.l =8•
LlA
32-4
=
27tc Llw/w 2 -= 2?rc'Y/w~ = 27tc/Qwo
=
A/Q =- 4?rr 0 /3 = 1.18 X 10- 14 m.
(32.13)
Fuentes independientes
En preparaci6n para nue5tro segundo tOp1co, la dispersi6n de la !uz, debemos
discutir ahora un cicrto aspccto dd fen6meno de interferencia que omitimos discutir
antcriormente. Esta es la interrogante de cu:i.ndo la intcrferencia no tiene lugar. Si
tenemos dos fucntcs S 1 y S 2 , con amplitudes A 1 y A2 , y hacemos una observaciOn
en una cierta direcc16n en la cual las fa5es de llegada de !as dos seii.ales son IJJ 1 y
1.i1 2 (una combmac16n del tiempo real de oscilaci(m y
tiempo rctardado, dependienrecibimos se puede en
do de la posic1Un de ohscrvaci6n). cntonces la
contrar componiendo los dos. vectores o nUmeros
y A,_ uno con 3.ngulo
<iJ 1 y el otro con :i.ngulo 2 (como hicimos en el
y encontramos que la
energia resultante es proporcional a
1' 2 ) no cstuvicra. la encrgia total
Ahora bicn si el tCrmino cruzado 2A 1A2 cos (¢ 1
que seria recibida en una dirccciUn dada scria simplemente la suma de las energias,
+ Al, que seria liberada por cada fuente separadamente, que es lo que csperamos
cornentcmente. Esto es, la intensidad combinada de lul brillando sabre algo pro
vemente de dos fuentcs es !a ;,uma de las intensidades de las dos luces.. Por otro
!ado, si tencmos las cosas en forma corrccta y tcncmos un tfrmino cruzado, no es
ta! suma, porque hay tambien alguna interferencia. Si hay circunstancias en !as cuales este tCrmmo
Ai
no es de importancia, d!remos que aparentemente se ha perdido la interfercncia. Por
cierto, en esencia est<i. siempre ahl, pero puede ser que no scamos ca paces de dctcctarla.
Consideremos algunos ejemplos. Supongamos, primero, que las dos fuentes estiln 7 .000.000.000 longitudes de onda una de otra, una disposici6n no imposihle.
Entonces en una direcci6n dada cs cierto quc hay un valor muy definido de estos
defasajes. Pero, en cambio, si nos movemos solamente un pelo en una direccic"m,
unas pocas longiludes de onda, lo cual no es distancia en ahsoluto (nuestro ojo ya
tiene un orificio que es tan grande que estamos promediando los efectos sobre un
intervalo muy amplio comparado con una !ongitud de onda), cntonces cambiamos
la fasc relativa, y el coseno cambia muy r<ipldamente. Si tomamos el promedio de
la intensidad sobre una regi6n pequefia, entonces el coseno, que toma valores mas.
menos, mils, menos, cuando nos desplazamos, da un promedio nulo.
Luego, si promediamos sabre regiones donde la fase varia muy rilpidamente con
la posici6n, no obtenemos interferencia.
Otro ejemplo. Supongamos que las dos fuentes son dos osciladores de radio
independientes - no un solo oscilador alimentado por dos alambres, que garantiza
que las fases se mantienen juntas, sino dos fuentes independientes-.. y que no estUn
exactamente sintonizados a la misma frecuencia (es muy dificil hacerlas coincidir
exactamente en la misma frecuencia sin interconectarlos realmente). En este caso
tenemos lo que Uamamos dos fuentes independientes. Naturalmente, como las frecuencias no son exactamente iguales, aunquc partieron en fase, una de ellas comienza a estar un poco adelante de la otra, y muy pronto ellas estiln defasadas, y luego
adelanta aUn mas, y muy pronto estil.n en fase de nuevo. Asl, el defasaje entre las
dos estii. gradua!mente desplazffildose con el tiempo, pero si nuestra observaciOn es
tan tosca que no podemos observar aquel pequeiio tiempo, si promediamos sohrc
un tiempo mucho mils largo, cntonces aunque la intensidad aumente y disminuya
como lo que llamamos "pulsaciones" en sonido, si estos aumentos y disminuciones
son demasiado rilpidos para que los sigan nuestros equipos, entonces de nuevo .este
tfrmino sc promedia eliminilndose.
En otras palabras. jen cualquicr circunstancia en que el defasaje se promedia
a cero, no obtenemos interferencia!
Se encuentran muchos !ibros que dicen que dos fuentes de luz diferentes nunca
interlieren. Esto no es un enunciado lisico, sino mcramentc un enunciado sobre el
grado de sensibilidad de la tecnica de los experimentos en la epoca en que se escri
bi6 el libro. Lo que sucede en una fuente luminosa es que primero un iltomo irradia,
!ucgo otro iltomo irradia, y asi succsivamente, y ya hemos vista que los atomos irradian ~n tren de ondas en solamente alrede~or de 10--s seg; despues de 1~- 8 seg, algUn atomo probablemente ha entrado en JUego, \uego otro iltomo, y as1 sucesiva
mente. Asi. pucs, las fases pueden en rcalidad permanecer iguales s6lo por
aproximadamcnte 10-~ seg. Por lo tanto, si promediamos por mucho mils de 10-a
seg. no vemos una intcrfcrencia de dos fuentes difercntcs, porquc no pueden mantener Su~ fascs fijas por mils de 10-x seg. Con fotoce\u]as es posible la detecci6n
de muy alta rapideL. y se puede demostrar que hay una interferencia que varia con
el tiempo, aumentando y disminuyendo en alrededor de 10 8 seg. Pero la mayoria
de los equipos de dctecciOn. desde luego, no observan intervalos de tiempo tan finos
y, por tanto. no ven interferencia. Ciertamente con cl ojo. quc promedia sabre un
tiempo de un dCcimo de segundo. no hay posibilidad alguna de vcr intcrfcrencia
entre dos fuentes ordinarias diferentes.
fuemes luminosas que evitan este efecto
Recientementc ha
haciendo quc todos los
en el tiempo. El dispmitivo quc hace
32-7
una cosa muy complicada, y debe ser comprendida en una manera cuilntica. Se
llama ldser, y es posible producir a partir de un 10.ser una fuente en la cual la
frecuencia de interferencia, el tiempo en el cual la fase se mantiene Constante, es
mucho mas larga que 10-a seg. Puede ser del orden de un cent6simo, un d6cimo,
o aun de un segundo, y asi, con fotoce!u!as ordinarias, se puede detectar la frecuencia entre dos diferentes lit.seres. Se puede detectar f<icilmente el latido de las pulsaciones entre dos fuentes 18.ser. ;Pronto, sin duda, alguien sera capaz de mostrar dos
fuentes iluminando una pared, en las cuales las pulsaciones son tan lentas que uno
pueda ver que la pared se ilumina y se oscurece! (N< de! T.)
Otro caso en el cual la interferencia promedio se anula es aquel en el cual, en
vez de tener solamente dos fuentes, tenemos muchas. En este caso, escribiriamos
la expresi6n para A 2R como la suma de muchas amplitudes, nllmeros complejos,
elevada al cuadrado, y obtendriamos el cuadrado de cada uno, todos sumados, mas
t6rminos cru:rndos entre cada par, y si las circunstancias son tales que ios Uitimos
se promedian a cero, entonces no habr8. efectos de interferencia. Puede ser que las
diversas fuentes esten ubicadas en posiciones tan al azar que, aunque el defaSaje
entre A 2 y A 1 sea tambi6n definido, es muy diferente del que hay entre A 1 y A 2 , etc.
Obtendriamos asl muchos cosenos, muchos positivos, muchos negativos, todos promediando a cero.
Asi es que en muchas circunstancias no vemos los efectos de interferencia, sino
que vemos s6\o una inte.nsidad total colectiva, igual a la suma de todas las intensidades.
32-5
DlspersiOn de la !w:
Lo anterior nos conduce a un efecto que ocurre en el aire como consecuencia
de las posiciones irregulares de Jos <itomos. Cuando estilbamos discutiendo el indice
de refracci6n, vimos que un haz de luz que Uega haril que los 1itomos irradien de
nuevo. El campo eli!ctrico de! haz que llega mueve los electrones de un !ado al otro,
e irradian debido a sus aceleraciones. Esta radiaciOn dispersada se combina para dar
un haz en la misma direcciOn de! haz original, pero de una fase algo diferente, y 6ste
es el origen del indice de refracciOn.
t,Pero que podemos decir acerca de la cantidad de luz re-irradiada en alguna
otra direcci6n? Ordinariamente, si los 8.tomos est3.n colocados muy hermosamente
en una bella red, es facil demostrar que no obtendremos cosa alguna en otra direcci6n porque estamos sumando muchos vectores con sus fases siempre cambiantes, y
el resultado se hace cero. Pero si los objetos estim ubicados al azar, la intensidad
total en cua!quier direccilin es la suma de intensidades dispersadas por cada 8.tomo.
coma ya hemos discutido. Ademti.s, los iltomos de un gas est::i.n realmente en movimiento, asl que aunque la fase relativa de los iltomos sea ahora una cantidad detinida. mils tarde serit bastante difercnte y. por lo tanto, cada tCrrnino coseno se pro"
mediara a cero. Por lo tanto, para encontrar cuimta luz es dispersada por un gas
en una direcciOn dada, simplemente estudiamos los efectos de un citomo y multiplicamos la intensidad que Cste irradia por el nUmero de ittomos.
Antcriormente seii.alamos que e! fenOmeno de dispersiOn de la luz de esta naturaleza es el origen del azul dcl cielo. La luz del so 1 pasa a travCs 1.lcl airc. y cuando
miramos hacia un !ado de! sol -digamos a 90" con respecto al haz- vcmos luz azul:
lo que tenemos ahora que calcular es cuci/1/a luz vemos y [XJr qud es a::ul.
/I/. de/ T.: Esto ya se ha logrado.
32-8
I~
: Atomo
/1~
Radiaci6n dispersada
Fig. 32-2.
Un haz de radiaci6n incide sobre
un <'itomo y hace que las cargas (electrones)
del atomo se muevan. Los electrones en movi-
t
miento a su vez irradian en varias drrecciones.
Si el haz incidente tiene el campo electrico E = E 0ei"'1 en el punlo donde estit
ubicado el 8.tomo, sabemos que un electr6n en el iltomo vibrant de un !ado a otro en
respuesta a este E (Fig. 32-2). Conforme a la ecuaci6n (23.8), la amplitud serti
i: =
qeEo
m(w~ - w2
+ iw1')
.
(32.15)
Podriamos incluir el amortiguamiento y la posibilidad de que el litomo actlle como
varios osciladores de frecuencias diferentes y sumar sobre las diversas frecuencias,
pero por simplicidad tomemos simplemente un oscilador y despreciemos el amortiguamiento. Entonces la respuesta a1 campo electrico extemo, la cual hemos ya usado
en el c8.lculo de! indice de refracciOn, es simplemente
(32.16)
Ahora podriamos calcuJar f3.cilmente la intesidad de luz emibda en varias direcciones, usando la fOrmula (32.2) y la aceleraciOn correspondiente al i anterior.
En vez de hacer esto, calcularemos simplemente la cantidad total de luz dispersada en todas direcciones, a fin de ahorrar tiempo. La cantidad total de energia luminosa por segundo., dispersada en todas direcciones por un iltomo simple, estil naturalmente dada por la ecuaciOn (32.7). Asi, reuniendo las diversas partes y
reagrupilndolas, obtenemos
P = [{q~w 4 /12:itEoc 3 )q~EZ/m~(w 2
=
-
wgfi]
(iEoCEg)(87r/3){q!/I67r 2 Eg_m~c 4 Xw 4 /{w 2
= (-!EocEg)(811"rg/3)[w 4 /(w 2
-
wg) 2]
-
wg) 2]
(32.17)
para la potencia tota1 dispersada, irradiada en todas direcciones.
Hemos escrito el resu\tado en la forma anterior porque entonces es filcil de re-cordar: primero, la energia total dispersada es proporcional al cuadrado del campo
incidente. <..QuC significa eso? Evidentemente, el cuadrado de! campo incidente es
proporcional a la energia que estil llegando por segundo. En realidad, la energia
incidente por metro cuadrado por segundo es EoC veces el promedio ( E2) del cuadrado de\ campo eJCctrico, y si Eo es el valor milximo de £, ( £ 2 ) = !£20• En
otras palabras, la energia total dispersada es proporcional a la energia por metro
cuadrado que llega: cuanto mils bril\ante sea la luz del sol que ilumina el cielo, mils
brillante va a parecer el cielo.
32-9
Entonces. ~que fracci(m de la !uz que !lega es dispersada '! lmag1ncmos un "'blanco" con una cierta :i.rea. digamos "·en cl haz (noun hlanco real o material. porque
Cste difractaria luz. etc .. queremo~ dccir un :1rea imagmana dibujada en el espacio).
La cantidad total de energ!a que pasaria a tra\-Cs de e~ta superficie "en una circunstancia dada es proporcional tanto a la intensidad que llega como a rJ, y seria
(32.18)
Ahora inventamos un concepto: decimos que el iitomo di5persa una cantidad
total de intensidad que es la cantidad que cacria en una cicrta Urea geometrica, y
damm la respuesta dando esa ilrea. Esa respuesta. entonces, es independiente de la
intensidad incidente; da el cociente entre la energia dispersada y la energia incidente
por metro cuadrado. En otras palabras. el cociente
El significado de esta itrea es quc, si toda la energia que incide ~obre la mi~ma fuera
arrojada en todas direcciones, entonces esa es la cantidad de energia que seria dispersada por el ii.tomo.
Esta iirea se llama secciOn eflcaz de di5persi6n; el concepto de secci6n eficaL se
usa constantemente, dondcquiera que ocurra algUn fcn6meno proporciona[ a la in
tensidad de un hal. En tales casos. siempre se describe el monto de! fen6mcno diciendo cuti.l deberia ser el Urea efectiva para recoger esa cant1dad de! haz. No ~ig
nifica de manera alguna que este oscilador tenga realmente tal area. S1 no hubiera
cosa alguna prescnte sino un electrOn libre sacudiCndose de un lado al otro, no ha
bria area dlfectamcntc asociada con et lhicamcnte. Es ~implcmente una forma de
expresar la respuesta a cierto t1po de problema: nos dice cuitnta area del haL incidentc deberia golpcar a fin de dar cuenta de cu<inta energia sale. Luego para nuestro
(32.19)
~uhindlcc s indica di5pcr~ion).*
Examinemos algunos ejemplos
baJa
o a clectronc~ complctamcnte no
s1mplifica y la secc16n eficaz es
cficaz del clcctrOn lihre. se
jEs un area cuyas
metros. mas o menos por lado. es decir_
tante pcquerio!
Por otra pane. si tomamos
lasfrecuencias
(e!
*
.V. de/ T.: Por4ue
en inglCs d1sper~10n
para los
Este
la
con~tante.
e~ sca11ert11K.
32-10
cuarra porencia de !a frecuencia. Es decir, la !uz que es de frecuencia mas alta en
un factor de dos, digamos. es diecisiis i'eces m<'ts !ntensamente dispersada, lo que es
una diferencia bastante considerabk:. Esto significa que la luz azul, que tiene alrededor de! dob!e Ce la frecuencia del extremo rojizo de! espectro, es dispersada en
una proporciOn mucho mayor que la luz roja. ;Entonces, cuando miramos al cido,
aparece aqud azul esplendido. que vemos todo el tiempo!
Hay varios puntos a se;lalar acerca de los resultados anteriores. Una pregunta
interesante es: (.por que llegamos aver las nubes? &De dOnde vienen las nubes? Todos saben que es la condensaciOn del vapor de agua. Pero naturalmente el vapor
de agua estil ya en la atmOsfera antes de que sc condense; asi que, (.por que no lo
vemos entonces? Despues que se condensa es perfectamente visible. No estaba ahi,
ahora estd ahi. Asi que el misterio de dOnde vienen las nubes no es rea!mente un
misterio infantil como cl de ··;,de d(mdc viene el agua, papito? ", sino que tiene que
scr explicado.
Acabamos
que todo atomo dispersa luz, y naturalmente el vapor de
agua tambii:n
luz. El misterio es: wor que, cuando el agua se condensa
en nubes, dispersa una cantidad tremendamente grande de luz?
Consideren que succderia si, en vez de un iltomo simple, tuviCramos un aglomerado de iltomos, digamos dos, muy cerca uno del otro comparado con !a longitud
de onda de la !uz. Rccucrdcn, los 3.tomos son solamente de alrededor de un angstrom, mientras que la longitud de onda de la luz es de unos 5.000 angstroms, de
modo que cuando forman un racimo, unos pocos iltomos juntas, pueden estar muy
cerca comparados con la longitud de onda de la luz. Entonces, cuando el campo
d&:trico actlla, ambos dtomos se movercin juntas. El campo elCctrico dispersado
seril entonces la suma de \os dos campos e!Cctricos en fase, es decir, duplica la amplitud que habia con un 3.tomo simple, iY la energia que se dispersa es por lo tanto
cuairo veces la correspondiente a un atomo simple, no dos veces! Asi, pues, racimos
de iltomos irradian o dispersan mils energia de lo que hacen cuando estiln como 3.tomos simples. Nuestro argumento de que las fases son indepcndientes estil basado en
!a suposiciOn que hay un defasaje real y grande entre dos iltomos cualcsquicra, lo
cual es cierto solamente si estiln a varias longitudes de onda uno de otro y espaciados al azar, o moviendose. Pero si est3.n prOximos unos con otros, forzosamente dispersan en fase y tienen una interferencia coherente que produce un aumento en la
dispersiOn.
Si tenemos N iltomos en un racimo, lo cual es una pequeiilsima gota de agua,
cada uno sera forzado por el campo e!Cctrico aproximadamente de la misma manera
que antes (el efecto de un iltomo sobre otro no es importante; es s6lo, en todo caso,
para tener una idea) y la amplitud de dispersiOn de cada uno es la misma, de manera
que el campo total dispersado aumenta N veces. La intensidad de la luz que se dispersa se incrementa entonces en el cuadrado, o sea JV'!. veces. Habriamos esperado,
si tos iltomos estuvieran dispersos en el espacio, solamente N veces I. jmientras que
obtenemos ~ veces I ! Es decir, la dispersi6n de agua en racimos de N moleculas
cada uno es N veccs mils intensa que la dispersiOn de \os <itomos simples. Asi, a
medida que el agua se aglomera, la dispersi(m aumenta. (.Sc incrementa ad infini
tum? jNo! (.Cu<'tndo comienza este an<'tlisis a fallar? &Cu<'tntos ittomos podemos reunir antes de que no podamos llevar este razonamiento mils adclante? Respuesta:
Si la gota de agua llega a ser tan grande que de un extrema al otro haya una longitud de onda o alga parecido, los iltomos no estaritn mils en fase porque est<in demasiado separados. Asi, a medida que seguimos aumcntando cl tamai'io de las gotas,
obtenemos mils y mils dispersiOn, hasta un instante ta! en que una gota llega alre
dedor del tamaii.o de una longitud de onda, y entonccs la dispcrsic)n no aumenta ni
siquiera cercanamente tan rilpido
32-11
como aumenta la gota. Ademas, el azul desaparece, porque para longitudes de onda
grandes las gotas pueden ser mayores, antes de que este limite sea alcanzado, de lo
que pueden ser para longitudes de onda cortas. Aunque por iltomo, las ondas cortas
se dispersan mils que las ondas Jargas, hay un mayor realce para el extrema rojo del
espectro que para el extremo azul cuando las gotas son mils grandes que la !ongitud
de onda, de manera que el color se corre del azul hacia el rojo.
Ahora podemos hacer un experimemo que demuestra esto. Podemos hacer particulas que son muy pequei'las al comienzo, y,luego crecen gradualmente en tamafio.
Usamos una soluci6n de tiosulfato de sodio (hipo) en ilcido sufUrico, que precipita
granos muy finos de azufre. A medida que el azufre precipita, los granos primero
comienzan muy finos, y la dispersi6n es un poco azulada. A medida que precipita
mils, se pone mils intenso, y luego se pondril blancuzco cuando las particulas se
hacen mils grandes. Ademils. la luz que atraviesa directamente tendr3. eliminado el
azul. Es por esto que la puesta del so! es roja, naturalmente, porque la luz que pasa
a traves de mucho aire para ilegar al ojo tiene eliminada mucha luz azul por dispersi6n, por lo que es rojo-amarillenta.
Elelectr6n
semueveen
~ unplano k
+ Atomo
J
/
;r-La radiaci6n dispersada k
est3. polarizada en un' piano
Fig. 32-3. l!ustraci6n del origen de la
polarizaci6n de la ra~ra~16n dispersada en angulo recto con el rayo 1nc1dente.
Finalmente, hay otro aspecto importante que realmente penenece al pr6ximo capitulo sabre polarizaci6n, pero es tan interesante que lo destacamos ahora. Es que
el cam po eiectrico de I~ luz dispersada tiende a vibrar en una direcci6n particular.
El campo e!ectrico de la luz que llega estil oscilando de alguna manera y el osci!ador excitado va en esta misma direcci6n, y si estamos situados aproximadamente en
ilngulo recto con el haz, veremos luz polarizada, es dedr. luz en la cual el campo
el&:trico va solamente de una manera. En general. los iltomos pueden vibrar en cualquier direcci6n perpendicular al rayo, pero si estiln forzados directamente hacia nosotros o alejitndose, no los vemos. jAsi, si la luz que llega tiene un campo electrico
que cambia y oscila en cualqui~r direcci6n, la cual llamamos luz no polarizada. en·
tonces la luz que sale a 90° respecto de! rayo vibra solamente en una direcci6n !
(Vean la Fig. 32,J).
Existe una sustancia llamada polaroide que tiene la propiedad de que cuando la
luz pasa por ella, solamente la parte del campo etectrico que est:i a lo largo de un
ejq particular puede pasar. Podemos usar esto. para demostrar la polarizaciOn. y en
verdad encontramos que la luz dispersada por la soluci6n hipo esta fuertemente polarizada.
32~12
33
PolarizaciOn
33-1
El vector electrico de la Juz
33-5
Actividad Optica
33-2
PolarizaciOn de luz dispersada
33-6
lntensidad de la luz reflejada
33-3
Birrefringeneia
33-7
RefraeciOn anOmala
33-4
Polarizadores
H-1
El vector electrico de la luz
En este capitulo consideraremos los fen6menos que depcnden de\ hecho que el
cam po electrico que describe !a luz es un vector. En capitulos anteriores no hcmos
estado Lnteresados en la direcciOn de osci!aci6n del campo electrico, excepto para
notar que el vector e\ectrico yace en un plano perpendicular a la direcci6n de propagaci6n. La direcci6n particular en este piano no nos ha interesado. Consideramos
ahora aquellos fen6menos cuyo aspecto central es !a direcci6n particular de oscilaci6n de! campo elCctrico.
En la luz idealmente monocromiltica, el campo eJectrico debe oscilar a una frecuencia definida. pero corno la componente x y la componente y pueden oscilar
independientemente a una frecuencia definida, debemos considerar primero el efecto
resultantc producido al superponer dos oscilaciones independientes perpendiculares
,entre :o;i ~Que clase de cam po elCctrico est<i compuesto de un componcnte x y una
componente y que oscila a la mis ma frecuencia? Si se suma a una vibraci6n x una
cierta cantidad de vibraciOn y con la misma fase, el resultado es una nueva vibraci6n
en el piano xy. La figura 33-1 ilustra la superposici6n de amplitudes diferentes para la
Fig. 33· 1
Superposic16n de v1bracionesx y v1brac1ones yen fase
33-1
vibracibn x y la vibraci6n y. Pero las resultantes mostradas en la figura 33-1 no son
las {micas posibilidades; en todos estos casos hemos supuesto que la vibraciOn x y la
vibraci6n y estiln enfase, pero n.o tiene por que ser de esa manera. Podria ser que la
vibraci6n x y la vibracion y estuvieran fuera de fase.
Cuando la vibraci6n x y la vibraci6n y no est3n en fase, el vector campo e!Cctrico Se mueve en una elipse, y podemm ilustrar esto de una manera familiar. Si colgamos una bola de un soporte mediante una !arga cucrda de manera que pueda oscilar libremente en un piano horizontal, ejecutaril oscilaciones sinusoidales. Si imaginamos coordenadas x ,e y horizontales con sus origenes en la posici6n de reposo
de la bola, esta puede oscilar sea en la direcci6n x o la direccibn y con la misma
frecuencias pendu!ar. Seleccionando el desplazamiento inicial y !a velocidad inicial
apropiados, podcmos poner la bola en oscilaci6n, sea a lo largo del eje x o de! eje
y, o a lo largo de cualquier linea recta en el piano xy. Estos movimientos de la bola
son ana!ogos a las oscilaciones de! vector etectrico ilustrado en la figura 33-1. En
cada ejemp!o, como las vibraciones x y las vibraciones y a!canzan sus milximos y
minimos en el mismo momento, las osci!aciones x e y estil.n en fase. Pero ahora sabemos que el movimiento mas general de la bola es ci movimiento en una elipse, lo
que corresponde a oscilaciones en que !as direcciones x e y no estiln en la misma
fase. La superposici6n de vibraciones x e y que no est3n en fase estil ilustrada en
la figura 33·2, para una variedad de ilngulos entre la fase de vibraci6n x y la vibraci6n y. El rcsultado general es que el vector e!Cctrico se mueve en una elipse. El movimiento en linca recta
un caso particular que corresponde a un defasaje cero
el movimiento en clrculo corresponde a amplitudes igua
(o un mUltiplo entero de
Jes con un defasajc de
o cualquier mU!tiplo entero impar de :ir/2l.
d
/0
l!:r. = coa mt; l
z,. ..
2Jl :
2y
<:!Oii
...t;
coamt;
coelllt;
1
-sen alt; 1
l
h
~
COii
CI
(circular
izquierda)
fl:lt;_ 1
COii
= -cOli{wt.+"/•J; -c 1rr./•
cut;
l
sen <Gt; -1
CQ8
COG
~
mt;
1
•
~
coaait;
cos(ait~ ~')".,), ein/.,
i
0/
mt;
l
co.a:it; 1
-<=oe(mt+ 311/,); -c 1 ' • /4
Superposici6n de v1brac1ones x y v1brac1ones v con a1npl1tucles 1guales
Las componentes E~ y Ey se expresan tanto en las nota
33-2
En la figura 33-2 hemos rcpresentado los vectores de campo eJectrico en las
dirccciones x e y por nUmeros complejos, que son una representaci6n conveniente
para expresar el defasajc. No confundan las componcntes reales e imaginarias de! vector e!ectrico complejo en esta notaciOn con las coordenadas x e y del campo. Las
coordenadas x e y graficadas en la figura 33-1 y la fig.urn 33-2 son campos eli:ctricos reales que podemos medir. La3 componentes reales e imaginarias de un vector
campo ekctrico complejo son solamente una conveniencia matem:itica y no tienen
significado fisico
Ahora alga de terminologia. La lul esta linea!mente pofarizada (a veces se llama
po!arizada en un piano) cuando el vector ekctrico oscila en una linea recta; la figura 33-1 ilustra la po!arizaci(m lineal. Cuando el extrema de! vector campo eli:ctrico
viaja en una elipsc. la luz cst<1 elipticamente polarizada. Cuando el extrema de! vector e!ectrico viaja en un circulo, tenemos polarizaci<Jn circular. Si e! extrema de! vector e1ec1rico, cuando lo observamos a medida que la luz se acerca derecho hacia nose mueve en la dirccciOn antihoraria, lo llamamos polarizaci6n circular derefigura 33 2 (g) ilustra la polarizaci6n circular derecha, y la figura 33-2 (c)
muestra la polarizaci6n circular izquierda. En ambos casos la lul sale del papcl.
Nuestra convenci6n para designar la po!arizaci6n circular izquierda y derecha es
compatible con
usa hoy dia para todas las otras particulas que muestran
polarizaciOn en
ejemplo, electrones). Sin embargo, en algunos libros sabre
opt1ca se usan
opuestas. asi quc ~c dcbe tener cuidado.
y clipticamente polariLada, lo que cubre
Ahora bien, {,C6mo puede la luz no estar
en una u otra de esas elipses? Si la luz
fases x e y no se mantienen perfectavibra primero en una direcciOn y luernn>tontcm<ontc cambiando. Recucrdcn que un <1tomo
con cierta polarizaciUn, y lucgo otro
las polarizaciones cambiaran cada
de lo que podemos detectarla,
de la polarizaci6n se promela polarizaciOn se manifescomo se
de la deficinic6n, la luz es no
de averiguar si la luz esta polarirnda o no.
33-2
PolarizaciOn de luz dispersada
efecto de polarizaci6n que ya hemos discutido cs la disrayo de luz, por cjemplo del sol, brillando en el
oscilaciones de cargas en el aire, y el movimicnto
con ~u maxima intensidad en un plano normal a la dicargas. El rayo proveniente de! sol no estit polarizado,
por !o quc la
polarizaciOn cambia constantemente y la dirccci6n de vibraci6n de las cargas en el aire cambia constantementc. Si consideramos luz disper
sada a 90°, la vibraci(m de las particulas cargadas irradia hacia el observador solarnente cuando la direcci6n de
33-3
vibraci6n es perpendicular a la linea de visi6n de! observador, y entonces la luz estarii
polarizada segUn la direcci6n de vibraci6n. As~ la dispersi6n es un ejemplo de uno de
los medios para producir polarizaci6n.
;33-3
Birrefringencia
Otro efecto interesante de la polarizaci6~ es que hay sustancias para las cuales
el indice de refracci6n es diferente para luz linealmente polarizada en una direcci6n
y linealmente polarizada en otra. Supongan que tengamos alglln material que consista en moli!culas largas, no esfi:ricas, mils Jargas que anchas, y supongan que esas
mol6culas esti:n dispuestas en la sustancia con sus e_jes largos paralelos. Entonces,
iquC sucede cuando el vector e!6ctrico oscilante pasa a travCs de esta sustancia?
Supongamos que debido a la estructura de la mo16cula, los electrones de la sustancia
responden mils facilmente a oscilaciones en la direcci6n paralela a los ejes de las
mo!i:culas que a lo que responderian si el campo e!Cctrico tratara de empujarlos
perpendicular al eje molecular. En esta forma esperamos una respuesta diferente
para polarizaci6n en una direcci6n que para polarizaci6n perpendicular a esa direcci6n. Llamemos eje 6ptico a la dlrecci6n de los ejes de la mo!6cu!a. Cuando la
polarizaci6n estii en la direcci6n de! eje Optico, el indice de refracci6n es diferente
que el que seria si la direcci6n de polarizaci6n fuera perpendicular a et. Ta! sustancia se llama birrefringente. Tiene dos refringencias, es decir, dos indices de refracci6n, que dependen de la direcci6n de polarizaci6n dentro de la sustancia. iQuC
tipo de sustancia puede ser birrefringente? En una sustancia birrefringente debe haber una cierta cantidad de alineamiento por una raz6n u otra, de mo!Cculas asimCtricas. Naturalmente, un crista! cllbico, que tiene la simetria de un cube, no puede
ser birrefringente. Pero cristales en forma de agujas !argas indudablemente contienen
moli!culas que son asimftricas, y se observa este efecto muy facilmente.
Veamos quC efectos esperariamos si tuviCramos que hacer pasar luz polarizada
a travi:s de una p!aca de sustancia birrefringente. Si la polarizaci6n es paralela al eje
6ptico, la luz atravesarii con una velocidad; si la polarizaci6n es perpendicular al eje,
la luz se transmite con una velocidad diferente. Una situaci6n interesante se produce cuando, digamo.s, la luz estil. linealmente poJarizada a 45° con el eje 6ptico.
Ahora bien, la polarizaci6n a 45°, lo hemes observado ya. se puede representar como superposici6n de polarizaciones x e y de igua! amplitud y en fase, como se muestra en la figura 33-2 (a). Como las polarizaciones x e y viajan con velocidades diferentes, sus fases cambian con velocidades diferentes cuando la luz atraviesa la sustancia. Asi, aunque al comienzo las vibraciones x e y estim en fase, dentro del material el defasaje entre las vibraciones x e y es proporciona! a la profundidad en la
sustancia. A medida que la luz avanza a travfs del material, la polarizaciOn cambia
en la forma que se muestra en la serie de diagramas de la figura 33-2. Si el cspesor
de la placa es el precise para introducir un defasaje de 90" entre las polarizaciones
x e y, como en la figura 33-2 (c), la luz saldr<l. polarizada circularmentc. Ese espesor se llama placa de un cuarto de onda, porque introduce un defasaje de un cuarto
de ciclo entre las polarizaciones x e y. Si se envia luz linealmente polzrizada a travCs
33-4
de dos placas de un cuarto de onda, saldri nuevamente polarizada plana, pero perpendicularmente a la direcci6n original, coma podemos ver en la figura 33-2 (c).
Se puede ilustrar facilmente este fen6meno con un pedazo de celof<i.n. El celofan
est<i hecho de moleculas Jargas, fibrosas, y no es isotropo puesto que las fibras yacen preferencialmente en cierta direcci6n. Para demostrar la birrefringencia, necesitamos un haz de luz linealmente polarizada, y podemos obtenerlo convenientemente
hacienda pasar \uz no polarizada a travi:s de una 13.mina de polaroide. El polaroide,
que trataremos con mils detalle mis tardc. tienc la propiedad Util de que transmite
\uz que estit linealmente polarizada paralela al eje de! polaroide con muy poca absorci6n, pero la luz polarizada en una direcci6n perpendicular al cje de! polaroide
es absorbida fuertemente. Cuando hacemos pasar luz no polarizada a traves de una
lilmina de polaroide, solamentc pasa aquella parte del rayo no polarizado que estil
vibrando paralelo al eje del polaroide, por Jo que el rayo transmitido estil. linealmente
polarizado. Esta misma propicdad dcl polaroide es tambien Util para detectar !a direcci6n de polarizaci6n de un rayo Jinealmente polarizado, o para determinar si un
rayo estil. liryealmente polarizado o no. Simplemente sc hace pasar el rayo de luz a
travi:s de la lilmina de polaroide y se rota el po!aroide en e! piano normal al rayo.
Si el rayo estit Jinealmente polarizado, no ser3. transmitido a traves de la l<lmina
cuando el eje dcl polaroide c~ normal a la direcci6n de polarizaci6n. El rayo transmitido se atem:1a s6lo ligeramentc cuando el eje de la litmina de polaroide se rota
en 90°. Si la intensidad transmitida es independiente de la orientaci6n de! polaroide.
el rayo no est:i linealmente polarizado.
Fig. 33-3
Una demostraci6n experimental de la birrefringencia del celoffln.
Los vectores e18ctricos de la luz se 1ndican
con lineas de trazos. Los ejes de pasada
de las l{lminas de polaroide y los ejes 6pticos del celotan se indican por flechas
El haz mcidente no estil polanzado.
33-5
quido las
dirigidas en una
Jecula5 tendcrim a
y en cl momento en que se alincan,
birrefringente, Con dos J<i.minas
de polaroide y una celda transparente que contiene ese liquido polar, podemos inventar un dispositivo con la propiedad de que la luz es transmitida solamente cuando
se aplica el campo e1ectrico. Asi tenemos un interrupter etectrico para la lU7., que se
llama celda de Kerr. Este efecto, que un campo e1ectrico puede producir birrefringencia en ciertos liquidos. se llama efecto Kerr.
33-4
Polarir.adores
33-7
en absoluto. S6lo si el rayo incidente esta polarizado normalmente al piano de incidencia seni. reflejado. Es muy f;lcil entender la raz6n. En el material reflector la
luz esta polarizada transversalmente, y sabemos que es el movimiento de las cargas
en el material lo que genera el rayo emergente, al cual llamamos rayo reflejado. La
causa de la asi Hamada luz reflejada no es simplemente que el rayo incidente sea reflejado; nuestra comprensi6n mils profunda de este fen6meno nos dice que el rayo
incidente provoca una oscilaci6n de las cargas en el material, lo que a su vez genera
el rayo reflejado. Esta claro en la figura 33-4 que solamente las oscilaciones normales al papel pueden radiar en la direcci6n de. reflexi6n, y consecuentemente el rayo
reflejado estaril polarizado normalmente al piano de incidencia. Si el rayo incidente
estil po!arizado en el piano de incidencia, no habril luz reflejada.
Este fen6meno se demuestra filcilmente reflejando un rayo de luz Jinealmente
polarizada en un pedazo de vidrio piano. Si el vidrio se gira para presentar diferentes
ilngulos de incidencia al rayo polarizado, se observa atenuaci6n aguda de la intensidad reflejada cu an do el imgulo de incidencia pasa a tr aves de! ilngulo de B1 ewster.
Esta atenuaci6n se observa solamente si el piano de polarizaci6n yace en el piano
de incidencia. Si el piano de polarizaci6n es normal al piano de incidencia, la in"
tensidad reflejada usual se observa en todos los ilngulos.
7777777/71
90•
/?/TT/
' ·'
I"·"
Fig. 33-4. Reflex16n de luz linealmente polarizada en el clngulo de Brewster. La
d1recci6n de polanzac16n se md1ca por
flechas de trazos; los c1rculitos md1can
polanzac16n normal al papel.
33-5
que no es s1mi'ltrica
espeJO Un rayo de luz.
rizado en l<i d1recc1on y,
molecula
Actividad Optica
Otro notabilisimo efecto de la polanzacion se obscrva en materiales compuestos
de mo!eculas que no ticnen simetria de reflexi6n: moleculas semejantes a un saca
corchos, o como una mano enguantada. o de cualquier forma que m1rada a traves
de un espejo cstaria mvertida en la misma forma que un guante izquierdo se relleja
coma un guante derecho. Supongamos que todas las moleculas de la sustancia son
iguaks, cs decir, ninguna es una imagen e~pe<:ular de otra. Esa sustancia puede mostrar un interesante efecto l!<imado actividad 0pt1ca. en el cual. cuan<lo la luL polan
zada pasa a travCs de la sustancia, la direcci6n de polarizacilm rota a!rededor del eje
del rayo.
33-8
Para comprender el 1enOmeno de actividad Optica se requiere algUn cii.lculo, pero
podemos ver cualitativamente cOmo se produce el efecto sin haccr rcalmcntc cilku·
los. Considere una mo!ecula asimetrica en la forma de una espiral, como muestra
la figura 33-5. Las molCculas no necesitan realmente tener formas como un saca·
corchos para exhibir actividad Optica, pero esta es una forma simple que tomaremos
coma ejemplo tipico de las que no tienen simetria de reflexiOn. Cuando un rayo de
luz linealmente polarizado segim la direcciOn )' cae sobrc esta molecula. cl campo
el~ctrico forzara las cargas hacia arriba y hacia abajo de la he!ice, generando asi
u_na corriente en la direcciOn y e irradiando un campo electrico Ey polarizado en la
d!fecciOn y. Sin embargo, si los elcctrones estiln constrei'i.idos a moverse a lo largo
de la espira!, tambien deben moverse en !a direcciOn x cuando son forzados hacia
arriba y hacia abajo. Cuando una corriente fluye haem arriba de la espiral, tambien
estit fluyendo hacia dentro del papel en z-'-- z 1 , y hacia afuera del papel enz _,_ z +
+A si A es el diimetro de nuestra espiral molecular. Se puede suponer que la corriente en la dirccciOn x no produciri radiaciOn neta puesto que las corrientes estin
en direcciones opuestas en \ados opuestos de la espiral. Sin embargo, si consideramos las componentes x del campo clb:trico que llcgan a z = z 1 , vemos quc el campo irradiado por la corricnte en z = z 1 + A y cl campo irradiado en z = z 1 Hegan
a z 2 separados en el tiempo por la cantidad Ale, y por lo tanto separados en fase
en 7l + wA/ c. Como la diferencia de fase no es exactamcnte 71", los dos campos
no se anulan exactamente, y nos queda una pequeiia componente x en cl campo
elfctrico generado por el movimiento de los electrones en la mo!Ccula, mientras que
el campo electrico excitador tcnia solamentc una componente y. Esta pequeiia componente x, sumada a la gran componente y, produce un campo resultante que cstil
inclinado ligcramcnte respecto al eje y, la direcci6n original de polarizaciOn. A
medida que la luz se mueve a travfs de! material, !a direcci6n de polarizacOn rota
a!rededor de! eje de! rayo. Dibujando unos pocos ejcmplos y considerando las corrientes que u;i campo e!fctrico incidente pondrii. en movimiento, uno se puedc convencer que la existencia de la actividad Optica y el signo de rotaciOn son indepcndientcs de la oricntaci6n de las moleculas.
La miel de maiz cs una sustancia comim que posee actividad Optica. El fenOmcno
se demuestra facilmente con una !3.mina de polaroide para producir un rayo Jinca!mente po~arizado, una celda de tra.~smisi6n que contiene mid de ll_laiz, y un sc·
gundo polaroide para detectar la rotac1on de la direcci6n de polarizaci6n a mcdida
que la luz pasa a traves del jarabe de maiz.
33-6
lntensidad de la lul reflejada
Consideremos ahora cuantitativamente e( coeficicnte de reflexiOn en funci6n dd
ilngulo. La !igura 33 6 (a) mucstra una rayo de luz incidicndo sobre una superficie
de vidrio, donde se retlcja parcialmente y se refracta parcialmcnte en el vidrio.
Supongamos que cl rayo incidente, de amp!itud unitaria, estit linealmente polarizado
normal al piano del papel. Llamaremos h a la amptitud de la onda reflejada, y a
a la amplitud de !a onda refractada. Las ondas refractadas y reflcjadas estariln, por
supueslo. linealmente polariLadas, y los vectores campo clectrico de las ondas inci·
dcnte, reflejada y refractada soo todos paralelos cntre si. La figura 33-6 (b) mucstra
la misma situaci6n, pero
33-9
'J '.·',
. ";,\t: ;:..-.<
--
/Jvidrio
Fig. 33-6. Una onda 1ncidente de arn~litud unitana se refleja y refracta en una
superficie de vidrio. En (al la onda mcidente esta lmealmente polariiada normalmente al piano del papel. En (b) la onda
mc1dente esta lmealmente polarizada en
la d1recci6n ind1cada por el vector electncoentrazos
ahora suponemos que !a onda incidente, de amplitud unitaria, esti polarizada en cl
piano de papel. Llamemos ahora B y A a las amplitudes de las ondas reflejada y refractada, respectivamente.
Dcscamos calcular la intcnsidad de la reflexi6n en las dos situaciones ilustradas
en las figuras 33-6 (a) y 33-6 (b). Sabemos ya que cuando el 3.ngulo entrc cl 1ayo
reflejado y el rayo refractado cs un imgulo recto, no habrit onda reflejada en !a fi.
gura 33-6 (b), pero veamos si no podemos obtener una respuesta cuantitativa, una
formula exacta para B y b en funcilm del :l.ngulo de incidencia i.
El principio que dcbcmos comprendcr cs el o.iguiente. Las cornentes que se gene-ran en cl vidrio producen dos ondas. Primero, producen la onda reflejada. Adem:l.s,
sabemos que si no bubiera cornentes gencradas en d vidrio, la onda incidente cont.inuaria directamente hacia el interior de! vidrio. Recuerden que todas las fuentes en
el mundo forman el campo resu!tante. La fuente de! rayo de luz incidente produce
un campo de amplitud umtaria que sc movcria hacia el interior de! vidrio a Io largo
de !a !inea punteada en la figura. Este cam po no se observa y, por lo tan to, las corrientes generadas en el vidrio deben produclr un campo de amplitud - I que se
mueve a lo largo de la linea punteada. Usando csto, calcularcmos la amplitud de las
ondas refractadas a y A.
En la figura 33-6 (a) vemos que el campo de amplitud b cs irradiado por el movimiento de cargas dentro dcl vidrio quc estiin respondiendo a un campo a dentro
de! vidrio, y que por lo tanto bes proporcional a a. Podriamos suponer, puesto que
nuestras dos figuras son exactamcntc igualcs, excepto para la direcciOn de polarizaci(m, quc cl cociente Bl A seria la misma que la railm h/ a. Esto no es completamentc cierto, sin embargo, porque en la figura 33-6 (b) las direcc1ones de polarizaci6n
no son todas paralelas cntre si, coma lo son en la figura 33-6 (a). Es ,,Qlo la componente de A la que es perpendicular a B.A cos (i-+ r), la quc es efectiva en producir
B. La expresilm correcta para la proporcionalidad es entonces
B
Acos(i
+
f)
(ll.l)
Ahora usamos un truco. Sabemos que tanto en
como en (b) de la figura
33 6, cl campu clectrico en el vidrio dcbc produclr
de las cargas que
!, polariLado paralelo al rayo incidente,
gcncran un t:ampo cloi:ctncu de amplitud
y moviendose en la direcci6n de la linea punteada. Pero vemos en la parte (b) de la
figura quc solamcntc la componentc de A, normal a la !inea de traws, tiene la po!arizaciOn correcta para producir este campo, mientras que en la figura 33-6 {a) la
amplitud completa a cs cfcctiva, pucsto que la polarizaci6n de la onda a es paralela
a la polarizacibn de la onda de amp!itud - I. Por lo tanto.
33-10
podemos escribir
Acos(i - r)
--- - -a---· -
=
-I
-=-f '
(ll.2)
puesto que las amplitudes en el primer miembro de la ecuaci6n (33.2) producen cada
una la onda de amplitud - I.
Dividiendo la ecuaci6n (33. l) por la (33.2), obtenemos
B
b
cos(i
+ r)
= cos(T~'
(33.3)
un resultado que podemos comparar con el que ya conocemos. Si hacemos (i + r)
= 90°, la ecuaci6n {33.3) da B = 0, coma Brewster dice que deberia ser, por lo que
nuestros resultados hasta ahora por lo menos no estim evidentemente equivocados.
Hemos supuesto amplitudes unitarias para las ondas incidentes, as! que [BI 2
/ l 2 es el coeficiente de reflexi6n para ondas polarizadas en el piano de incidencia,
y Ibl 2 /1 2 es el coeficieme de reflexi6n para ondas polarizadas perpendicularmente
al piano de incidencia. El cociente de estos dos coeficientes de reflexi6n estit determinado por la ecuaci6n (33.3).
jAhora realizamos un milagro, y calcu!amos no s6lo e! cociente, sino cada coeficiente IBl 2 y Ibl 2 individualmcnte ! Sabemos por la conservaci6n de la energia que la
energia c\e la onda refractada debe ser igual a la energia incidentc menos la energia
de la onda reflejada, I - IB I1 en un caso, I - Ib I2 en el otro. Ademiis, la energia
que pasa al interior de] vidrio en la figura 33-6 (b) es a la energia que pasa al vidrio
en la figura 33-6 (a), como la raz6n de los cuadrados de las amplitudes rcfractadas,
I A I 2/ Ia j 2. Uno podria preguntar si realmente sabcmos c6mo calcular la energia
en el interior del vidrio, porque, despues de todo, hay energias de movimientos de
los itomos ademiis de la cnergia de! campo elfctrico. Pero es evidente que la totalidad de las diversas contribuciones a la energia total sera proporcional al cuadrado
de la amplitud dcl campo elfctrico. Por lo tanto, podemos escribir
(33.4)
Ahora sustituimos la ecuaci6n (33.2) para eliminar Ala de la expresiOn anterior,
y expresamos B en funci6n de b mediante la ecuaciOn (33.3)
l-lhl 2 ~~
--"
I -
IW
(33.5)
Esta ecuaci6n contiene so!amente una amplitud desconocida, h. Despejando I hi~
obtenemos
(33.6)
y con la ayuda de (33.3)
(33.7)
;Asi, pues. hemos encontrado el coeficiente de ref1exi6n Ib I~ para una onda incidcn
te po!arizada
33-11
perpendiculannente al piano de incidencia, y tambit!n el coeficiente de reflexi6n jbj'2
para una onda incidente polarizada en el piano de incidencia!
Es posible seguir con argumentos de esta naturaleza y deducir que b es real. Para demostrar esto, debe considerarse un caso donde !a luz llega desde ambos !ados
de !a superficie de! vidrio en el mismo instante, una situaci6n no facil de disponer
experimentalmente, pero divertida de analizar te6ricamente. Si analizamos este caso
general, podemos probar que b debe ser real, y por lo tanto, de hecho, que b = ±
sen (i - r)/sen (i + r). Es alm posible determinar el signo conslderando el caso de
una litmina, muy, muy delgada, en que hay fctlexi6n desde las superficies frontal y
trasera, y calculando cuimta luz se refleja. Sabemos cu<inta luz deberia ser reflejada
por una capa delgada, porque sabemos cuil.nta corriente se genera, y hasta bemos
determinado !os campos producidos por esas corrientcs.
Se puede demostrar por estos argumentos que
B= _ tan(i~2.
tan (i + r)
(33.8)
Estas expresiones para los coeficientes de reflexiOn en funci6n de los ii.ngulos de incidencia y de refracci6n se llaman f6rmulas de reflexi6n de Fresnel.
Si consideramos el limite cuando los :ingulos i y r se aproximan a cero, encontramos, para el caso de incidencia normal, que B 2 """ b 2 """ (i - rY I (i + r)2, para
ambas polarizaciones, puesto que los senos prilcticamente iguales a \os ii.ngulos, como tambien lo son las tangentes. Pero sabemos q•Je sen i/sen r=n, y cuando los
ithgulos son pequeiios, i/ r~ n. Asi, pues, es fitcil demostrar que el coeficiente de
reflexi6n para incidencia normal es
_B2 = b2 =
~: ~
:tz.
Es interesante determinar cuii.nta !uz se refleja en incidencia normal en la superficie de! agua, por ejemplo. Para el agua, n es 4/ 3, asi que et coeficiente de reflexi6n es (l/7) 2 ""' 2%. En incidencia normal, solamente un dos por JOO de la luz se
refleja en una superficie de agua.
33-7
RefracciOn anOmala
El Ultimo efecto de polarizaci6n que consideraremos fue efectivamente uno de los
f:l~~~s t:aje:~~ ~~c~e~ire;:~: ~aE~e:~;~ci~r~st~?~m~~a~s~;t~8 d~a{~faC:di~ (C:cg~)~~~
tenian la divertida propiedad de hacer que cualquier cosa vista a traves de! cristal
apareciera duplicada, es decir, como dos imil.genes. Esto llam6 la atenci6n de Huygens, y jug6 un importante papel en el descubrimiento de la polarizaci6n. Como
corrientemente sucede, los fen6menos que se descubren primero son \os mils dificiles,
en Ultima instancia, de exp!.icar. Es solamente despues que comprendemos enteramente el concepto fisico, que podemos seleccionar cuidadosamente aquellos fen6menos que demuestran el concepto m8.s clara y simplemente.
La refracci6n an6mala es un caso particular de la misma ~irrefringencia que
consideramos anteriormente. La refracci6n an6mala se produce cuando el eje 6ptico,
el eje largo de nuestras moleculas asimetricas, no cs paralelo a la superficie de! cristal.
33-12
Fig. 33-7. El diagrama superior muestra
la trayectoria del rayo ordinario a traves de un
cristal b1rrefringente. El rayo extraordinario se
muestra en el diagrama inferior. El eJe 6ptico
yaceen el piano del papel
En la figura 33-7 estin dibujadas dos piezas de material birrefringente, con el
eje 6ptico, ta! como se muestra. En la figura superior, el rayo incidente que cae sobre el material estil linealmente polarizado en una direcci6n perpendicular al eje 6ptico de! material. Cuando cste rayo choca con la superficie de! material, cada punto
de la superficie actUa como una fuente de una onda que viaja dentro de! cristal con
velocidad v1 , la velocidad de la luz en el cristal cuando el piano de polarizaci6n es
normal al eje 6ptico. El frente de onda es justamente la cnvolvente o Jugar geometrico de todas estas pequei'las ondas esfericas, y este frente de onda sc mueve derecho a traves de! cristal, y sale por el otro lado. Este es prccisamente el comportamicnto ordinario que esperariamos, y este rayo se llama rayo ordinario.
En !a figura inferior, la luz linealmente polarizada que incide sabre el cristal tiene
sudlrecci6n de polarizaci6n girada en 90°, asi que e! eje (Jptico yacc en el piano de
polarizaci6n. Si ahora consideramos !as pcqueilas onda~ que se originan en cualquier punto de la superficie del cristal. vemos que no se esparcen como ondas esfericas. La luz viajando a lo largo del eje l'lptico viaja con velocidad v1 , porque !a polarizaciOn es perpendicular al ejc Optico, mientras que la luz viajando perpendicular
al eje Optico viaja con velocidad 1• 11 , porque la polarizacilin es paralela al eje Optico.
En un material birrefringentc v11
v1 , yen la figura v1 < V_i_. Un anillisis mils comp!eto demostraril que las ondas se esparcen en la superficie de un elipsoide. con el
eje optico i.:orno cje mayor del elipsoide. La cnvolvente de todas esas pequeiias vndas elipticas es el frentc de onda que avanza a traves del cristal en la direcciOn mostrada. De nucvo. en la superficie posterior. el rayo serii detlectado justamente como
lo fue en la superfic1e frontal, asi que la luz emerge paralcla al rayo incidente. pero
desplazada de Cste. C!aramente. este rayo no siguc la ley de Snell. sino quc sigue
en una direcci6n extraordinaria. Por lo tanto sc le llama rayo extraordinario.
*
Cuando un rayo no polarizado incide sobre un cristal
separa en un rayo ordinario, que atraviesa directamente de
manera
y en
un rayo cxtraordinario que se desplaza a medida quc atra\'iesa el cristal. Esos dos
rayos emergentes estiln lincalmente polarizados perpendicularmcnte entre si. Que
esto es verdad se puede demostrar facilmente con una li1mina de polaroide para ana
\izar la
33-13
polarizaci6n de los rayos emergcntes. Podemos tambifo demostrar que nuestra interpretaci6n de este fen6meno es correcta, enviando luz linealmente polarizada dentro
de! cristal. Mediante una orientaci6n adecuada de !a direcci6n de po!arizaci6n de!
rayo incidente, podemos hacer que esta luz atraviese directamente sin desdoblamiento,
o podemos hacer que atraviese sin desdoblamiento, pero con un desplazamiento.
Fig. 33-8. Dos vectores de 1gual arnplitud rotando en sent1do oµuesto se suman para produc1r un vector en una
direcc16n f11a. pero con amplitud oscilante.
33-9. Una carga rnov1endose en
un
en respuesta a luzc1rcularrnente polanzada
Hemos representado todos los casos diferentes de po!arizaci6n en las figuras
33-1 y 33-2, como superposiciones de dos casos especialcs de polarizaci6n, especificamente x e y, en cantidades y fase~ diversas. Otros pares podrian haberse usado
igualmcnte bicn. Polarizaci6n seglln cualquier par de ejes x' e y' perpendiculares,
inclinados con respecto a x e y, scrvirian igualmente 'por cjcmplo, cua!quier polari1acl6n pucde estar forrnada de la superposici6n de casos (a) y (e) de la figura 33 21
Es interesante, sin embargo, que esta idea puede ser ampliada tambien a otros casos.
Por ejemplo, cualqu1er polarizaci6n lineal puede estar formada por la superposici6n
de cantidade~ adecuadas con fases adecuadas de polarizaciones circulares derecha
e izquierda lcasos (c) y (g) de la figura 33-21, puesto que dos vectores iguales rotando en direcciones opuestas se suman para dar un vector Unico oscilando en una
linea recta (figura 33-8). Si la fase de uno estit desplazada respecto de! otro, la Hnea
es inclinada. Asi, pues, todos los dibujos de la figura 33-l podrian rotularse "la superposici6n de cantidadcs iguales de luz circularmente polarizada derecha e izquierda con diferentes fases relativas". Cuando la componente izquierda sc corre detrits
de la derecha en fase, la dirccciOn de la polarizaci6n lineal cambia. Por lo tanto, los
materiales 6pticamentc act1vos son, en un sentido, birrefringentes. Sus propiedades
pueden ser descritas diciendo que tienen diferentes indices para luz circularmcnte
polarizada derecha e izquierda. La superposici6n de luz circularmcnte polarizada
derecha e izquierda de diferentes intensidades produce lul ellpticameme polarizada.
La luz circularmcnte polarizada tiene otra propiedad intcresante -transporta
momentum angular (respccto a la dirccci6n de propagac1(m). Para ilustrar esto, supongamos que esa !uz cae sobre un iltomo rcprescntado por un oscilador armOnico
que se puede desplazar igualmentc bicn en cualquier direcciOn en el piano xy. Entonces el desplazamiento x del electron responderii. a la componente E, de! campo
micntras que la componentc y responde, igualmente, a la componentc E, del campo
pero retrasado de fase en 90°.
33-14
Esto es, el e!ectr6n q~e responde gira en un circulo con velocidad angular u>, en
respuesta al campo electrico rotatorio de la luz (figura 33-9). Dependiendo de las caracteristicas de amortiguamiento de la respuesta de! oscilador, la direcci6n de! desplazamiento a de electr6n y la direcci6n de la fuerza qe E sobre e1 no necesitan ser
las mismas, sino que rotan juntas. El E puede tener una componente perpendicular
a, de modo que se hace trabajo sobre el sistema y se ejerce un torque r. El trabajo
hecho por segundo es n.i. En un periodo de tiempo T, la energia absorbida es <wT,
mientras que TT es el momentum angular cedido a la materia que absorbe la energia
Vemos, por lo tanto, que un rayo de luz circularmente polarizado que contiene una
energ{a total l transporta un momentum angular (con vector dirigido segtin la direcciOn de propagaci6n) r/w. Porque cuando este rayo es absorbido secede ese
momentum al absorbente. La luz circularmente polarizada a izquierda transporta
momentum angular de signo opuestc, - t: Ir,).
33-15
34
Efectos relatfoistas en la radiacion
34-1
Fuentes en movimiento
34-5
Bremsstrahlung
34-2
Un modo de hallar el movimien-
34-6
El efecto Doppler
34-7
El cuadrivector w, k
to "aparente"
34-3
RadiaciOn sincrotrOnica
34-4
Radiacii>n sincrotrOn.ica cOsmica
34-1
34-8
Aberracion
34-9
El momentum de la luz
Fuentes en movimiento
En este capitulo describiremos varios efectos miscelitneos relacionados con la
radiaci6n, y entonces habrcmos terminado con la teoria c1asica de la propagaci6n
de la luz. En nuestro anitlisis de !a luz, hemos ido bastante lejos, y con considerable
detalle. El Unico fenOmeno de alguna consecuencia asociado con la radiaci6n electromagni:tica que no hemos discutido, es qui: sucede si ondas de radio estB.n contenidas
en una caja con paredes reflectoras. sicndo el tamaiio de la caja comparable con una
\ongitud de onda, o si Cstas son transmitidas en un tubo largo. Los fcnOmenos de los
asi !!amados resonadores de cavidad y guias de ondas scr<ln discutidos mas tarde;
usaremos primero otro ejemplo fisico -el somdo- y luego volveremos a este tema.
Este capitu!o, excepto en esto, es nuestra Ultima consideraci6n de la teoria cli\.sica
de la luz.
Podemos resumir todos los efectos que discutiremos ahora, haciendo notar que
ellos tienen que ver con los efectos defuentes de movimienlo. Ya no supondrcmos
mils que la fuente estit localizada, con todo su movimiento a una velocidad relati
vamente baja alredcdor de un punto fijo.
Recordemos que las leyes fundamentales de la electrodinimica dicen que. a grandes distancias de una carga m6vil, el campo el6ctrico estit dado por la formula
(34.1)
La segunda derivada del versor eR. que apunta en la direcci(m aparente de la carga.
es el aspecto determinante del campo e!Cctrico. Este versor no apunta hacia la posici6n presenre de la carga, naturalmente, sino mils bien en la direcciOn en que la
carga pareceria estar, s1 !a informacl6n viaja solamentc con !a velocidad fimta e desde
la carga al observador.
34-1
34-1.
La trnyector1a de una carga
La verdadera pos1c16n en el tiempo r
esta en T, pero la posic16n retardada esta
en A.
Asociado con el campo electrico hay un campo magnetico, siempre perpendicu"
Jar al campo electrico y perpendicular a la direcci6n aparente de la fuente, dado por
la formula.
(34.2)
B = -ew X E/c.
Hasta ahora hemos considerado solamente el caso en que los movimientos son a
velocidades no relativistas; asi que no hay movimiento apreciable a considerarse
en la direcci6n de la fuente. Ahora seremos mils generales y estudiaremos el caso
en que el movimiento tiene una velocidad arbitraria, y vercmos que efcctos diferentes
pueden esperarse en aquellas circunstancias. Dejaremos que el movimiento tenga una
velocidad arbitraria, pe(o naturalmente supondremos aim que el detect.or esta muy
lejos de la fuente.
Ya sabemos, por nuestra discusi6n en el capitulo 28, que las imicas cosas que
cuentan en d2· eR,/ dt 2 son los cambios en !a direcdOn de eR'· Sean (x. y, z) !as coordenadas de !a carga, con z medida a lo largo de la direcci6n de observaci6n (Figura 34-1). En un momenta dado en cl tiempo, digamos el instante -r, las tres componentes de la posici6n son x (T), y (T), y z (T). La distancia R es muy aproximadamente igual a R (T) = R 0 + z ('r). Ahora bien, la direcci6n de! versor eR' depende
principalmente de x e y, pero muy poco de z; las componentes transversales de!
versor son xi R e y/ R, y cuando derivamos esas componentes, obtenemos tCrminos
como R 2 en el denominador:
d(x/R)
- "di--
=
dx/dt
~
-
dz x
Ji R.2 .
Asi, cuando estamos sulicientemente lejos, los imicos tfaminos de los que tenemos
quc prcocuparnm son las variacioncs de x e y. As1, pues, eliminamos el factor Ro
y obtenemos
q
d 2 x'
Ex = - 41reoc 2 Ro di2 '
Ey
=
-
47re! 2 R 0
~fr'
(34.J)
la distancia a q; tomemosla como la distancia OP al oriy, z). Entonces el campo el6ctrico es una constante mul·
por una co~a muy ~imple. las segundas derivadas de las coordenadas xe y.
m;is matematicamente, llamando x e y las componentes
vector de posiciOn r de la carga, pero esto no agrega mayor clacuenta que las coordenadas deben ser mc<lidas en el
encontramos que z (T) si afecta al retardo. ;,Cuii.l es el tiem
I al tiempo de observaci6n (el tiempo en Pl. entonces
34-2
esto corresponde en A, no es el tiempo t sino
retard ado por la distancia
t~tal que la luz tiene 4ue viajar,.dividido por la
de !a luz. En primera aproximaci6n, este retardo es R 0 /c, una constante (una caracter1~tica no mtercsantc). pero
en la aproximaci6n siguiente debemos induir los efectos de la posicic'm en la direcciOn
z en el tiempo T, porque si q estil un· poco alcjada hacia atriis, hay un retardo un poco
mayor. Este es un efecto que hemos dcspreciado anteriormente, yes el lmico cambio
que se necesita para hacer vii.lidos nuestros resultados para todas las velocidades.
Lo que debemos hacer abora es escogfr cierto valor t y calcu:ar el valor T a
partir de el, y enContrar donde estaban x e y en aquel T. Estes son entonces los
x e y retardados, que llamaremos x' e y', cuyas derivadas segundas determinan el
campo. Asi, pues, Testa determinado por
x'(t)
~
x(r),
y'(t)
~
y(r).
(34.4)
Ahora bien, f:stas son ecuaciones complicadas, pero es suficientemente facil hacer
un cuadro geomf:trico para describir su soluci6n. Este cuadro nos darii una buena
idea cualitativa de c6mo funcionan !as cosas, pero aUn se requiere mucha matem:itica detallada para deducir los resultados precisos de un problema complicado.
Al observador
Fig. 34-2.
34-2
Una soluci6n geomCtrica de la ecuaci6n (34.5) para encontrar x'(t).
Un modo de hallar el movimicnto "aparente"
La ecuaci6n anterior tiene una simplificaciOn interesante. Si despreciamos el
retardo constante R 0 / c. que no interesa, que s6lo significa que debemos cambiar
el origen de t en una constante, entonces esto dice que
ct = CT
+ z(T),
x' = x(T),
y' = y(T).
(34.5)
Ahora necesitamos eneontrar x' e y' como funciones de t, no de T, y podemos hacer
esto de la manera siguiente: la ecuaci6n (34.5) dice que deberiamos tomar el movimiento real y agregar una constante (!a velocidad de la )uz) multiplicada por T. Lo
que esto quiere decir estil mostrado en la figura 34-2. Tomamos el movimiento real
de la carga (mostrado a la izquierda) y nos imaginamos que a medida que se mueve
estil siendo arrastrada desde el punto P con la velocidad de la luz c (no hay contrac
ciones relativistas o cualquier cosa coma f:sta; esto es sO!o una sur:1a matemiltica
de !os CT). En esta forma obtenemos un nuevo movimiento donde la
34-3
coordenada segtin la visual es ct como se muestra a la derecha. (La figura muestra
el resultado para un movimiento ba~tante complicado en un piano, pero, por supuesto, el movimiento puede no estar en un piano; pucde ser atin mas complicado que el
movimiento en un piano.) La cuesti6n es que ahora la d!stancia horizontal (cs decir.
seglln la visual) no es mis la antigua z, sino z + CT, y por lo tanto es ct. jAsi que
hemos cncontrado una represcmaci6n de la curva, x' (e y') en funci6n de t! Todo Jo
que tenemos que hacer para encontrar el Campo es buscar la aceleraci6n de esta
derivar dos veces. A~i. pues, la rcspuesta final es: para encontrar el
de
m6vil t6mese el movimiento de la carga y tras!Udeselo
c para '·abrirlo"; luego la curva asi dibujada es una
e y' en funci6n de t. La aceleraci6n de esta curva da el
de t. O. si queremos, podemos ahora imaginar que toda
se mueve hacia adelante con velocidad c a traves del piano vi;.i
el
de intersecci6n con el piano visual tiene las coordenac~te punto produce d campo electrico. Esta soluciOn
como la fr1rmula de que partimos --es simplemcnte una rcpresentaci6n
v
Fig. 34-3. La curva x'(t) para una particula que se mueve con velocidad constante
0,94c, un circulo
~
Si el movimiento es relativamente lento. si tenemos, por ejemp!o, un oscilador
que s6lo sube y baja lentamente, entonces, cuando disparamos ese movimicnto con
la velocidad de la !uz, obtcndriamos por supuesto una simple curva coseno, y eso da
una formula que habiamos cstado buscando por mucho tiempo: da el campo producido por una carga oscilante. Un ejemplo mis intcresante es un electron movitndose rii.pidamente, casi a la velocidad de la luz, en un c!rculo. Si miramos en el
piano de! circulo, cl x'(f) retardado aparcce como muestra la figura 34-3. (,Que es
esta curva? Si imaginamos un radio vector desde el centro de\ circuio a la carga y
si cxtendemos esta linea radial un poco mis allt't de la carga, s6\o un poquito si se
mucve rt'tpido, entonces llegamos a un punto de la linea que va a la velocidad de la
luz. Por lo tanto, cuando trasladamos este movimiento hacia atrits con la velocidad
de la \uz, eso corresponde a tener una rueda con una carga sabre ella rodando hacia
atr.is (sin deslizar) con la velocidad de la luz; asi encontramos una curva que es muy
parecida a una cicloide -se llama hipocfc!oide-. Si la carga va con una velocidad
muy cercana a la <le la luz, las "cUspides,. son en 'verdad muy agudas; si fuera a
exactamente la velocidad de la luz, serian cllspides reales, infinitamente agudas.
··Jnfinitamente agudas" es interesante; significa que cerca de una cUspide, la segunda
dc_rivada es enorme. Una vez en cada ciclo obtenemos un pubo agudo de campo
electrico. Esto no es todo lo que obtendriamos de un movimiento no rdativista.
donde cada vcz que la carga da vueltas, hay una
34-4
oscilaci6n de aproximadamente la mbma ··intensidad" todo el tiempo. En camb10,
hay pulsos muy agudos de campo elCctrico a intervalos de tiempo I /T0 donde T 0 es
el periodo de revo!uci6n. Estos intensos campos electricos son emitidos en un estrccho cono en la direcc16n del movimiento de la carga. Cuando la carga se aleja de P,
hay muy poca curvatura y hay muy poco cam po irradiado en la dirccci6nde P.
34-3
RadiaciOn sincrotrOnica
En el sincrotr6n tenemos electrones muy riipidos moviendose en trayectorias
circulares: estila viajando casi a la velocidad c jy es posible ver la radiaci6n antedicha coma luz real! Discutamos esto con mayor detalle.
En el ~incrotrOn tenemos electroncs que dan vueltas en cm:u!os en un
magnetico uniforme. Veamos primcro por que ellos van en circu!os. Conforme
ecuaci6n (12-10), sabemos que la fuerza sabre una particula en un campo
tico estil dada por
(34.6)
F = qv X B,
y es perpendicular al campo y a la velocidad. Como ~iempre, la fueua
a la
arriba
dcrivada de! momentum respecto a! tiempo. Si el campo esta dirigido
sahendo del papel, el momentum de !a particula y la fuerza sabre e~ta. son
muestra la figura 34-4. Como la fuerla es perpendicular a la velocidad, la
cinf:tica. y por lo tanto la velocidad. permanece
Toda lo
camp{) magnCtico es cambiar la direcci6n de!
el vector momentum cambia en ilngulo
= FJ1, y por lo tanto p g1ra en un
IF!-= qvB. Pero en este m1smo tiempo part1cula ha viajado una
= v .1t. Evidentcmente, las dos lineas AB y CD se Lntcrceptariln en un
que OA ~ OC "'""""' R, donde 6.s = R .18. lombmando esto con las expresiones
anteriores,encontramos R !J.fJ/ ill= R(,i = v = qvBR! p, de donde encontramos
(34.7)
p = qBR
w
=
(34.8)
qi•B/p.
Como este mismo razonamiento 5e puede aplicar durante el !nstante siguiente. el que
sigue, y asi succsivamente, concluimos que la particula debe estar mov1f:ndose en un
circulo de radio R con velocidad angular ro.
'
.,
---_R
---
______ :::_.v_-.:-:--o
Fig. 34-4.
Una partlcula cargada se muehel1coidal) en
ve en una trayectona circular (o
un campo magnetico urnforme
34~5
El rcsultado de que el momentum de la particula sea igual a la carga por cl radio
por el campo magnftico, es una ley muy importa.tJ.te que se usa mucho. Es importante para fines pritcticos, porque si tenemos particulas elementales que tienen todas
la misma carga y las observamos en un campo magnftico, podemos medir los radios
de curvatura de sus 6rbitas y, conociendo el campo magnftico, determinar asi el momentum de las partlculas. Si multiplicamos ambos \ados de la ecuaci6n (34.7) por c,
y expresamos q en tfrminos de la carga electr6nica, podemos medir el momentwn
en unidades electronvolt. En esas unidades nuestra f6rmula es:
pc(ev)
=
3 X l0 8 (q/q,)BR,
(34.9)
donde B, R y la velocidad de la !uz, estitn todas expresadas en el sistema MKS,
siendo !a Ultima numfricamente igual a 3 x I0 8 •
La unidad MKS de campo magnftico se llama weber·por metro cuadrado. Hay
una unidad mils antigua que estil alm en uso corriente, llamada gauss. Un weber/ m- 2 es igual a 104 gauss. Para dar una idea de lo grandes que son los campos
magneticos, el campo magnftico mils intenso que se puede producir en el hierro es
de l,5 x 10 4 gauss: mils allit de eso, la ventaja de usar hierro desaparece. Hoy dia
los electroimanes con bobinas superconductoras son capaces de producir campos
constantes de intensidad superior a 10' gauss, csto es, IO unidades MKS. El campo
de la ticrra en el ecuador es de unas pocas dCcimas de gauss.
Volviendo a la ecuaciOn (34.9) podriamos imaginar el sincrotr6n funcionando
con mil millones de e!ectronvolts, asi pc seria 10 9 para mil miliones de electronvolts.
(Volveremos a la encrgia dentro de un momento.) Luego, si tuviframos un B correspondiente a. digamos, 10.000 gauss, que es un campo bien considerable, una unidad
MKS, entonces vemos que R deberia ser 3,3 metros. El radio real dcl sincrotn"m
de! Caltech es de 3,7 metros, el campo es un poco mas grande y la energia es de
1.500 mi!lones, pero la idea es la misma. Asi, pues, tencmos ahora una idea de por
que cl sincrotr6n ticnc el tamai'io que tiene.
Hemos calculado el momentum, pero sabemos ~---1~~-nergia total, incluyendo
la energia en reposo, estil dada por W =--= y'P'T+ m 1 c4, y para un electr6n la
energia en rcposo correspondiente a mc1 es de 0,511 x IO" eV, de modo que cuafr
do pc es 10 9 eV podemos despreciar mc1, y asi, para todos los fines pr<'icticos,
rv = pc cuando las vdocidades son relativistas. Es prilcticamente lo mismo decir
que la energia de un electrOn es mil millones de electronvolts que decir que e! momentum per c es mil millones de electronvolts. Si W = 109 eY jes facil demostrar
que la velocidad difiere de la velocidad de la luz en s6\o una parte en ocho millones!
Volvarr.os ahora a la radiaciOn emitida por ta! particula. Una particu!a movi6ndose en un circu!o de radio 3,3 metros, o sea 20 metros de circunferencia, da vuelta
una vez en alrededor de! tiempo que demora la !uz en viajar 20 metros. Entonces
la longitud de onda que esa particula deberla emitir deberia ser de 20 metros -en
la regi6n de onda corta de radio-. Pero debido al efecto de amontonamiento que
hemos estado discutiendo (Fig. 34-3) y debido a que la distancia en la cual debemm extender el radio para alcanzar la velocidad c es solamente de una parte en
ocho mi!lones del radio, las cUspides de las hipococicloides son enormcmente agudas comparadas con la distancia entre ellas. La aceleraci6n que implica una scgunda
dcrivada con respecto al tiempo, se hace dos veces el .. factor de compresi6n" de
8 x 106, debido a que !a escala de tiempo se reduce en ocho milloncs dos veces
en las
34-6
Frg. 34-5
1nc1cie sobre
agm1o
en d1versas
tes colores
Frg. 34-6.
ti
rl.o a una scr1e de (a)
electrrco total rleb1-
agudos y 1:h) pul-
lo)
Para apreciar mayormente qui: observariamos, supongan quc ful:ramos a tomar
esa luz (para simplificar las cosas, dado que
pulsos est.in
tiempo, tomaremos solamente un pulso) y la
sobre una
que consiste en muchos alambres dispersores.
reticulo, {,que vemos? (Deberiamos ver luz roja, luz
na !uz.) {,Qui: vcmos efectivamente? El pulso golpea
red centralmentc, y todos
los osciladores de la red, juntos, son violentamente movidos hacia arriba y
hacia ·abajo de nuevo, solamente una vez. Producen cntonces efectos en varias
cioncs, como muestra la figura 34-5. Pero el punto P est<i mas cerca
extremo
de! reticulo que del otro, por lo que en este punto el campo elCctrico
primcro
desde el alambre A, despues desde B, y asi sucesivamente; finalmente,
el pulso
de! Ultimo alambre. En resumen, la suma de las ref1exiones de todos
alambrcs
sucesivos se muestra en la figura 34-6 (a); es un campo elCctrico quc es una serie
de pulsos, y es muy parecido a una onda sinusoidal, cuya longitud de onda es la
distancia cntre los pulsos, jjustamente como lo seria para luz monocrom<itica incidicndo sobre la red! Asi, obtenerpos luz coloreada. de veras. Pero, con el mismo
razonamiento, {,no obtendremos luz a partir de cualquier ti po de "pulso '"'! No. Supongan que la curva fuera mucho m:is suave; entonccs sumariamos todas las ondas
dispersadas, separadas por un pequeiio tiempo entre ellas (Fig. 34"6 b). Luego vcmos
que el campo no se sacudiria en abso!uto, seria una curva muy suave porque cada
pulso no varia mucho en el intervalo de tiempo entre los pulsos.
34-7
Fig, 34-7.
La nebulosa del cangrejo vista con todos colores (sin filtro)
La radiaci6n electromagnetica emitida por particulas re!ativistas cargadas
lando en un campo magnfaico, sc llama radiaciOn sincrotrr)nica. Se llama
razones obvias. pero no esta especificamente limitada a los sincrotrones. o
a laboratorios terrestres. iES excitante e interesante que lambien ocurra en
turaleza!
34-4
RadiaciOn sincrotrOnica cOsmica
En el ai'lo 1054, las civilizaciones china y japonesa estaban entre las mils avanzadas del mundo; cstaban conscientes de! universo externo, y registraron aquel aflo
alga muy notable, una cstrella explosiva y brillante. (Es extraordinario que ninguno
de los monjes europcos, quienes escribian todos los libros en la edad media, ni si
quiera se molestaran en escribir que explot6 una estrclla en cl cielo, pero no lo hicieron.) Hoy podemos tomar una fotografia de aquella estrel\a, y lo que vemos se
muestra en la figura 34-7. En cl exterior hay una gran masa de filamentos rojos,
que se produc'e por los ittomos de! gas diluido "sonando" con sus frecucncias naturales; esto forma un brillante espectro de lineas con diferentes frecuencias en e1.
Resulta que, en este caso, el rojo se debe al nitrligeno. En cambio, en la regi6n central hay una misteriosa mancha de !uz borrosa con una distribuci6n conlinua de frecuencias, es decir, no hay frecuencias especiales asociadas con ti.tomos individuales.
Tampoco es polvo "encendido" por las cstrellas vecinas, lo que es una manera de
obtener un espectro continua. Podemos ver estrellas a traves de ella: asi que cs
transparente, pero est:i emiliendo luz.
En la figura 34-8 observamos el mismo objeto, usando luz en una regi6n del
espectro que no tienc lineas espectra!es brillantes, asi que podemos ver solamente
la regi6n central. Pero en este caso, tambiCn se han puesto polarizadores en el telescopio, y las dos vistas corresponden
34-8
(ii
a
(b)
....
Fig. 34-8. La nebulosa del cangrejo vista
a traves de un filtro azul y un polaroide. (a) El
vector electrico vertical. (b) El vector eltl:ctrico
horizontal.
a dos orientaciones, diferentes en 90°. jVemos que las fotografias son diferentes! Es
decir, la luz estil polarizada. La raz6n es, presumiblemente, que hay un campo magnE:tico local, y muchos electrones muy ritpidos movi6tdose en aquel campo magnetico.
Hemos ilustrado ya c6mo los electrones pueden dar v4eltas alrededor de! campo
en un circulo. A esto podemos agregar, naturalmente, cualquier movirniento unifonne en la direcci6n de! campo, puesto que la ruerza qv x B, no tiene comoonente
en esta direcci6n, y como hemes indicado, la radiaci6n sincrotr6nica est3 evidentemente polarizada en direcci6n perpendicular a la proyecci6n del campo magnCtico
sobre el piano visual.
Reuniendo estos dos hechos, vemos que en una regi6n donde una fotografia
es brillante y en la otra es negra, la luz debe tener su campo e!Cctrico completamente
polarizado en una direcci6n. Esto significa que hay un campo magnCtico perpendicular a esta direcci6n, mientras en las otras regiones, donde hay una fuerte emisi6n
en la otra fotografia, el campo magnetico debe estar de la otra manera. Si observamos cuidadosamente la figura 34-8, podemos notar que hay, en tCrminos aproximados, un conjunto general de "lineas" que van en una direcci6n en una foto, y perpendicularmente a Csta en la otra. Las fotografias muestran un tipo de estructura
fibrosa. Presumiblemente, las lineas de! campo magnCtico tenderim a extenderse a
distancias relativamente grandes en su propia direcci6n, y asi, presumiblemente, hay
grandes regiones de campo magnCtico con todos los electrones dando vueltas en espiral en un sentido, mientras en otra regi6n el campo estil. en otro sentido, y los electrones estim tambiCn dando vueltas en espiral en ese sentido.
lQuC es lo que mantiene tan alta la energia de los electrones durante tanto
tiempo? DespuCs de todo ya hace 900 aiios que se produjo la explosi6n. lC6mo
pueden seguir moviCndose tan ril.pido? C6mo mantienen su energia y c6mo toda
esta cosa sigue evolucionando no se entiende todavia completamente.
34-5
.. Bremsstrahlung"
A continuaci6n mencionaremos brevemente otro interesante efecto de una particula en movimiento ril.pido que irradia energia. La idea es muy similar a la que ya
hemos discutido. Supongan que en un pedazo de materia hay particulas cargadas
y un electr6n muy ril.pido, digamos, se aproxima (figura 34-9). Entonces, debido al
campo elCctrico alrededor de! nUcleo at6mico, el electr6n es atraido. acelerado. de
manera que la curva de su movimiento tiene un ligero coda o dobladura en ella. Si
el electr6n estit viajando
casi a la velocidad de la luz, lcufil seril el campo e!6ctrico producido en direcci6n c?
Recuerden nuestra regla: tomamos el movimiento real, lo 1rasladamos hacia atras con
la ve\ocidad c, y eso da una curva cuya curvatura mide el campo ele~trico. Esta~a
aproximimdose hacia nosotros con la velocidad v, asi obtcnemos un mov1micnto hacia
atni.s con el cuadro completo comprimido dentro de una distancia menor en la propor
ci6n en que c-v es menor que c. Asi, si 1--v/c «I, hay una curvatura muy aguda
y ritpida en B', y cuando tomamos la segunda derivada de aquella, obtenemos un c.ampo muy fuertc e~ la direcci6n del movimiento. Asl, cuando ~lectroncs muy ritpidos
se mueven a traves de la materia, lanzan radiaci6n en la direccion hacia adelante. Esto
se llama bremsstrahlung.* En realidad, cl sincrot6n sc usa, no tanto para producir
e\ectrones de alta en~rgia {rcalmente si pudihamos sacarlos de la milquina mils
nientementc, no diriamos esto) como para producir fotones de energia muy
gamma) hacienda pasar los electrones a traves de un "blanco" de tungsteno
y dejilndo!os irradiar fotones mediante este efccto de bremsstrahlung.
(al
Fig. 34-9
Un electr6n r<'ipido al pasar cerca de un ni'.icleo irradia energfa en
la direcci6n de su movimiento.
(bJ
Fig. 34- 10. Las curvas x - z y x'
de un oscilador en movimiento.
·~
t
34-6 El ereeto Doppler
Pasemos ahora a considerar algunos otros efectos de fuentes en movimiento.
Supongan que la fuente es un ittomo quieto que estit oscilando a una de sus frecuencias naturales, (JJ 0 • Entonces sabemos que la frecuencia de la luz que observariamos
es w 0 • Pero ahora tomemos otro ejemp!o, en el cual tenemos un oscilador similar
oscilando con una frecuencia UJ 1' y al mismo tiempo el ittomo entero, todo el oscilador, se muevc con velocidad yen direcci6n hacia el observador. Entonces, el movimiento real en el espacio es, naturalmente, como se muestra en la figura 34-10 (a).
Ahora hacemos nuestro juego usual, sumamos er; es decir, trasladamos la curva
entcra hacia atrils y encontramos entonces que oscila como en !a tigura 34-10 (b).
En una cantidad dada de tiempo T, cuando el oscilador deberia haber viajado una
distancia vr, sabre el diagrama x' en funci6n de ct viaja una distancia (c - v) T.
Asi, pues, todas las oscilaciones de frecuencia w 1 en el tiempo .1.T se cncuentran
ahora en el interva!o .1.T = (I-vie) .1.T; se aplastan ya mcdida que esta curva pase
por nosotros a velocidad c, veremos luz de una frecuencia mcis alta, mils alta en
justamente el factor de compresi6n (I - v/c). Entonces observamos
(34.10)
N aturalmente, podemos analizar esta situaci6n de varias man eras. Supongan
que el iltomo estuviera emitiendo, en vez de ondas sinusoidales, una serie de pulsos,
pi, pi, pi, pi, con cierta frecuencia wl' iCon que frecuencia los recibiriamos? El
*
N. de/ T.: Palabra alemana que significa radiaciOn de frenado y que usan los lisicos de todas
laslenguas.
34-10
primero llega con cierto retardo, pero el pr6ximo e:stil menos retardado porque en el
interin el ii to mo se mu eve mils cerca del receptor. Por lo tan to, el ti em po entre \os
"pi" disminuye por el movimiento. Si anallzamos la geometria de la situaci6n, encontramos que la frecuencia de los pi aumenta en el factor 1/(1 -v/c).
t,Sera entonces w = w 0 /(l-v/c) la frecuencia que se observaria si tomilramos
un iltomo ordinario, que tuviera una frecuencia natural w 0 , y se moviera con velocidad v hacia el observador? No; sabemos la frecuencia natural W1 de un iltomo
en movimiento no es la misma que la medida cuando esta quieto, debido a la dilataci6n relativista de la ve!ocidad del transcurrlr del tiempo. Entonces, si (o 0 fuera la
frecuencia natural modificada, u) 1 seria
W1 =
Wo
vT -
r2/c2.
(34.11)
Por lo tanto, la frecuencia observada w es
(34.12)
El corrimicnto de frccucncia observado en la situaci6n anterior, sc llama
Doppler: si algo se mueve hacia nosotros, la luz que emite aparece mils violeta, y
se aleja, aparece mils roja.
Daremos ahora dos deducciones mils de este mismo intercsantc c importante resultado. Supongan ahora que la fuente estii. quieta y esti emitiendo ondas de frecuencia ro 0 , mientras quc el observador cstii moviendose hacia la fuentc a la velocidad v. Dcspue~ de cierto periodo de tiempo t, el observador se habrit movido a una
nueva posiciim, una distancia vt desdc donde el estaba en t = 0. t,Cuintos radianes
de fase habri vista pasar'.' Un cierto nU.mero, r,1 01, pasaron por cualquier punto fijo,
y ademis el observador ha barrido en su pasada algunos mis debido a su propio
movimiento, precisamcnte Un nU.mero de vt~ (el nUmero de radianes por metro multiplicado por la distancia). Asi, el nU.mero total de radianes en el tiempo t, o sea la
frecuencia observada seria (,J 1 -- w 0 + k0v. Hemos hecho este anfilisis desde el
punto de vista de un hombre en reposo; nos gustaria saber qui: le pareceria al hombre que estft moviendosc. Aqui tcnemos que preocuparnos de nuevo acerca de la
diferencia en la rapidez de marcha del reloj para _los d~s observadores, y esta vez
eso significa que tenemos que dividir por VT-=-v2 /c 1 • Asi, si k 0 es el nUmero de
onda, el nU.mero de radianes por metro en la direcciOn de! movimiento. y w 0 es la
frecuencia, entonccs Ia frccuencia observada por el hombre en movimiento es:
(34.13)
Para el caso de la luz, sabemos que ku
ticular, la ecuaci6n se !ecria
-~
(.<J 0 /
c. Asi que en estc problema par-
(34.14)
jque parece completamente difr:rcnte a la formula (34.12)! La frccuencia que observariamos si nos movemos hacia una fuente, iseri diferente de la frecuencia quc verlamos si la fuente se moviera hacia nosotros? jNaturalmcnte que no! La teoria de la
relatividad dice que las dos deben ser exaclamenle iguales. jSi fueramos matemiiticos suficientemente expertos
34-11
probablcrneme nos d<iriarnos cuenta de que esas dos expresiones matemitticas son
iguales! De hecho, la igualdad necesaria de las do~ expresiones es una
con que a algunas personas Jes gusta demostrar que la re!atividad exige
de! tiempo, porque si no hubiCramos puesto aquellos factores de raiz
una
cuadrada, no seguirian siendo iguales.
Puesto que sabemos re!atividad, analicemoslo aU.n de una tcrcera mancra, que
puedc parecer un poco mis genera!. (jEs realmente la misma cosa, puesto que no
importa c6mo !o hacemos!) De acuerdo con la teoria de la relatividad, hay una
relaci6o entrc la posici6n y el tiempo observado por un hombre, y la posici6n y el
tiempo visto por otro que esta movi&idose respecto a ei. Escribimos esas relacioncs
largo tiempo atrits (capltulo 16). Es la transj0rmaci6n de Lorentz y su lnversa:
x'
=
(34.15)
t' =
Si estuvieramos inm6viles en el suelo, la forma de una onda seria cos
- kx):
todos los modos y mitximos y minimos seguirian esta forma. Pero,
veria un
hombre en movimicnto, observando la misma onda fisica? Donde el cam po es
las posiciones de todos los nodos son las mismas (cuando el Campo cs cero,
miden el campo como cero); es un invariantc relativista. Asi, pues, la forma es
misma tambien para el otro hombre, excepto que debemos transformarla a su sistema de referencia:
cos(wt - kx) =cos
[w
-k
Si reagrupamos los terminos dcntro de los parCntesis, obtenemos
co<(w1 -
kx)
~ ,o,[~£~ , - ~S x']
=cos[
w'
11
-
k'
x'].
(34.16)
Esta es una onda de nuevo, una onda coscno, en la cual hay una cierta frecuencia 10', una constante multiplicando a t' y otra constante, k', que multiplica a x'.
Llamamos /.:' el nU.mero de onda, o nUmero de ondas por metro, para el otro hombre. Por lo tanto. el otro hombre veril una nueva frecuencia y un nuevo nUmero de
onda dado por
Si
w' =
(34.17)
k'
(34.18)
~
que es la misma formula {34.13) que obtuvimos con
34-12
34-7
El cuadrivector
(o,
k
Las relaciones indiroadas en las ecuaciones (34.17) y (34.18) son muy interesantes, porque dicen que !a nueva frecuencia r./ es una combinaci6n de la antigua
fn.-cuencia (.LJ y el antiguo nllmero de onda k, y que el nuevo nllmero de onda es una
combinaciOn de los anliguos nllmeros de onda y frecuencia. Ahora bien, el nllmero
de onda es la velocidad de cambio de fase con la distancia, y la frecuencia es la
velocidad de cambio de fase con el tiempo, y en esas expresiones vemos una estrecha analogia con la transformaci6n de Lorentz de la posici6n y de! tiempo: si se
piensa que w es como t, y si se piensa que k es como x dividido por c1 , el nuevo
w' seria como t' y el nuevo k' seria como x'/c2. Es decir, frente a la transformaci6n
de Lorentz, (;1 y k se transforman en la misma forma que t y x. Elias constituyen
lo que llamamos un cuadrivector; cuando una cantidad tiene cuatro componentes
que se transforman como tiempo y espacio, es un cuadrivector. Toda parece bien,
entonces, cxccpto en una pequefia cosa: dijimos que uk cuadrivector tiene que tener
cuatro componentes; ~d6nde estiln las otras dos componentes? Hemos vista que w
y k son como tiempo y espacio en una direcci6n espacial, pero no en todas direcciones, y asi debemos estudiar a continuaci6n el problema de !a propagaci6n de la
luz en tres dimensiones espaciales, no s6lo en una direcci6n, como lo hemos estado
hacienda hasta ahora.
Supongan que tenemos un sistema de coordenadas. x, y, z, y una onda quc se
propaga y cuyos frentes de ondas son coma se muestra en la figura 34· 11. La longltud de onda de la onda es A, pero la direcci6n de movimiento de la onda no estil
en la direcci6n de uno de las ejes. (.Cuit! es la formula para esa onda? La respuesta
es claramente cos (wl - ks), donde k = 2n/ A y s es la distancia segUn la direcci6n
de movimiento de la onda -!a componente de la posici6n espacial en la direcci6n
de movimiento-. Pongilmoslo de esta manera: si res el vector pos1ci6n de un punto
en el espacio, s es r · ek, donde ekes un ver~or en la direcciim de movtmiento. 0 sea,
s es justamente r cos (r · ek), la componcnte de !a distancia en la direcci6n de movimiento. Pur lo tanto, nm:~tra onda es cos (r,J/ - k ek • r).
Resulta ahora conveniente definir un vector k, llamado vector de onda, que tienc
un m6dulo igual al nUmcro de onda, 2>r/.1., y est:i. dirigido seglln la direcciOn de propagaci6n de las ondas:
(34.19)
este vector. nuestra onda puede escribirse como co~ (r.il - k r) o como
k.,x - kyY ~Cua] es el significado de una componente de k, digaes !a velocidad de defasaje con respecto ax. RefiriendoEvidentemente,
nos a
figura 34-11,
quc la fase varia cuando variamos x, ta! como si hubiex, pero de wia longitud de onda mcis larga. La "longitud
ra una onda a lo largo
de onda en la direcc10n
m3s larga que una longitud de onda natural verdadera,
en la secante del imgulo a entre la direcci6n real de propagaci6n y cl cje x·
Ax = A/cos"·
(34.20)
Por lo tanto, la vclocidad de cambio de fase,
.l.t es mcis pequeiia por el factor cos n; asi
el m6dulo de k multiplicado por el coseno del
34-13
Esa es, entonces. la naturaleza del vector de onda que usamos para representar
una onda en tres dimensiones. Las cuatro cantidades w, k» kro k,, se transforman
en relatividad como cuadrivector. donde t,, corresponde al tiempo, y k,, kr, y k, corresponden a las componentes x, y y z del cuadrivector.
En nuestra discusi6n anterior de la relatividad especial (Cap. 17), aprendimos
que hay formas de hacer productos escalares relativistas con cuadrivectores. Si
usamos el vector posici6n xi" donde 11 rcprescnta las cuatro cor:1ponentes (tiempo y
tres cspaciales), ! si llamamos vector de onda kw donde el lndice ,u de nuevo tiene
cuatro valores, t1empo ! tres cspaciales, lucgo el producto escalar de x" y k 1, se escribe
'k.u x 1, (ver capitulo 17). Este i:iroducto escalar es un i~v~riante, lndependiente de! sistema de coordenadas: ~a que es igual? Por la defimcion de este producto
escalar en cuatro dimensioncs, cs
I
1: 1 k~x~
=
wl - k,,x - k 11 y - k,z.
(34.21)
rc:r
nuestro estudio de vectores que }.:' k'-' x 1, es invariante frente a la
tran~formarn'.m de Lorent7. puesto que k1, es un cuadrivector. Pero csta cantidad es
prec1samente lo que aparcce dentro del coseno para una onda plana, y deberia ser
invariantc frcnte a una transformaci6n de Lorentz. No podemos tener una formula
con a!go que cambia en el interior del coseno, puesto que sabemos que la fase de
una onda no puede cambiar cuando cambiamos el sistema de coordenadas.
Sabcmos
34-8
AberraciOn
Al dcrivar las
(34.17) y (34.18), hcmos tornado un simple cjemplo
donde k result6 estar en
direcciOn de movimiento, pero naturalmente podemos
generalizarlo tambien a otros casos. Por ejemplo. supongan que hay una fuente emltiendo lul en cicrta direcciOn desde el punto de vista de un hombre en reposo. pero
sabre la tierra, digamos (Fig. 34-12). .-,De que direcci6n parePara averiguarlo tcn<lremos quc escribir las cuatro componentes de
la tran~formaciOn de Lorentz. La respuesta, sin embargo, pucde cncon
~iguiente ra10namicnto: tenemos que apuntar nuestro te!escopio en un
para ver la luz t,Por quC? Porque la \UL se aproxima con la velocidad de la
nos cstamos moviendo hacia cl ]ado con la velocidad v, y asi que hay
el telescopio hacia adelante de tal manera que cuando la luz llegue,
'-34-14
']
!?
ilv'
,,,
Fig. 34-12. Una fuente S distante seobserva con {a) un teiescop10 qu1eto y (b) tm
telescopio que se mueve hac1a un lado.
lbl
pase "derecho" por el tubo. Es muy facil ver que la distancia h&rizontal ~s vt cuando
la distancia vertical es ct, y por Jo tanto, si O' es el ilngulo de inclinacion, tan 0 =
= vi c. jQue bonito! Que bonito, realmente excepto en una pequeiia cosa: O' no
es el ingulo en que se debe colocar el telescopio, respecto a la tierra, porque hemos
hecho nuestro anil.!isis desde el punto de vista de un observador "fijo". Cuando dijimos que la distancia horizontal es vt, el hombre sobre la tierra habria encontrado
una distancia diferente, puesto que d ha medido con una regla "aplastada". Resulta
que, debido al efecto de esa contracci6n
tan()=
(34.22)
que es equivalente a
sen()= v/c.
(34.23)
Sera instructivo para el estudiante deducir este resultado, usando la transformaci6n
de Lorentz.
Este efecto, que un telescopio tiene que ser inclinado, se llama aberradOn, y ha
sido observado. lC6mo podemos observarlo? ~QuiCn puede decir d6nde deberia
estar una estrella dada? Supongamos que tenemos que mirar en la direcci6n equivocada para ver una estrella; lC6mo sabemos que es una direcci6n equivocada? Porque la tierra da vueltas alrededor del sol. Hoy tenemos que apuntar el telescopio
de una manera; seis meses mas tarde tenemos que inclinar el telescopio de otra manera. Asi es como podemos decir que existe tal efecto.
34-9
El momentum de la luz
Cambiemos ahora a un t6pico diferente. Nunca hemos dicho, en todas nuestras
discusiones de los pocos capitulos pasados, cosa alguna acerca de los efectos del
campo magnetico que esta asociado con la \uz. Ordinariamente, los efectos del campo magnetico son muy pequefios, pero hay un efecto interesante e importante, que es
una consecuencia de! campo magnetico. Supongan que viene luz de una fuente y
esta actuando sabre una carga, y forzindola de un !ado a otro. Supondremos que el
campo ekctrico esta en la direcci6n x, asl que el movimiento de la carga esta tambien en la direcci6n x: tiene una posici6n x y una velocidad v, como muestra la
figura 34-13. El campo magnetico es perpendicular al campo elCctrico. Ahora bien,
a medida que el campo electrico actUa sabre la carga, y
34-15
Fig. 34- 13. La fuerza rnagnetica sobre
una carga 1mpulsada por un campo electr1co
est8 en la direcci6n del rayo de luz.
la mueve hacia arriba y hacia abajo, ,:,quC hace el campo magnCtico? El campa magnCtica actUa sobre la carga (digamas un electr6n) salamente cuanda Csta se mueve; pero el
electr6n estd maviCndose, estil forzada por el campo e!Cctrico, asi que ambos trabajan
juntos: mientras la cosa viaja hacia arriba y hacia abajo, tiene una velocidad y hay una
fuerza sobre clla, B por v par q; pero, (,en que direcci(m estil esta fuerza? Estd en la
direcci6n de propagaci6n de la luz. Par lo tanto, cuando la !uz estil iluminando una
carga, y oscila en respuesta a esa carga. hay una fuerza impulsora en la direcci6n
de! rayo de luz. Esto se llama presi6n de radiaci6n o presi6n de !a luz.
Determinemos cuti.nto vale la presi6n de radiaci6n. Evidentemente, Csta es F =
qvB, o puesta que todo estil ascilando, es e! promedio en el tiempo de esto,
) . SegUn (34.2) la intensidad dcl campo magnetico es igua! a la intensidad de!
campo electrico dividida por c, as! que necesitamos encontrar el promedio del campo
eJectrico, por !a vclocidad, por la carga, por I I c: <F ) -=- q < vE I c. i Pero la
carga q por el campo E es la fuerza e!Cctrica sabre la carga, y la fuerza sabre la
carga por la velocidad es el trabajo dW/dt rea!izada sabre la carga! jPor lo tanto,
la fuerza, el '·momentum impulsor" que se entrega por segundo por la luz, es igual
a l/c por la energ[a absorbida de la luz por segundo! Esa es una regla general,
puesto que no dijimos cuUI era la intensidad de la radiaciOn, o si algunas de las cargas se anulaban. En cualquier circunstancia donde fa fuz estd siendo absorbida, hay
una presiJn. El momentum quc entrcga la !uz es sicmprc igual a la energia absor·
bida, dividida por c:
=
<F
>
(F)=_i_~~.
(34.24)
Ya sabemos que la luz transporta cncrgia. Ahora comprcndemos que tambiCn
transporta momentum, y ademti.s, quc el momentum transportado es siempre igual a
I/ c veces la energia.
~
Cuando una fuente emite luz. hay un efecto de retroce.<.o: la misma cosa a la invcrsa. Si un ii.tomo esta emitiendo una cnergia W en alguna direcci6n, entonces
hay un momentum de retroceso p '--- WI c. Si se refleja lu7 perpendicularmente en
un espejo, abtenemos dos veces la fuerza.
Hasta aqui llegamos usando la teoria clilsica de la luz. Por cicrto 4uc sabcmos
quc hay una teoria cuUntica, y que en muchos aspcctos la Juz acttia coma una particula. La energia de una particula de luz es una constante multip!icada por la frc·
W=h11=ltw
(34.25)
~hora notamos que la luz tambien transporta un momentum igual a la cncrgia divi·
d1da
34-16
por c, asi que tambien es verdad que esas part!culas efectivas, estos fotones, 1\evan
momentum.
p = W/c = hw/c = lik.
(34.26)
La direcciOn de! momentum es, natU:ralmente, la direcci6n de propagaci6n de la !uz.
Asi, para ponerlo en forma vectorial,
(34.27)
'
Sabemos tambiCn, naturalmente, que la energia y el momentum de un particu!a deberian formar un cuadrivector. Hemos descubicrto recii:n que (J) y k for:nan un cuadrivector. Por lo tanto, es bucno que (34.27) tenga la m1sma comtantc en ambos
casos; significa que la teoria cu1i.ntica y la teoria de la relatividad son mutuamente
compatibles.
La ecuaci6n (34.27) sc puede escribir
e\egantemente como pp
flf...,", una
ecuaci6n relativista, para una particuia
una onda. Aunque hemos discutido esto sOJo para fotones, para los
m6dulo de k) es igual a t,,/ c y
p = W/ c, la re!aci6n es mucho mils general. En mccilnica cuilntica, todas la~ particulas, no solameme los fotones, muestran propiedades ondulatona~,
la frccucncia y el nUmero de onda de las ondas estil rel2c1onado con la
mr:ntum de las particulas por (34.27) (que se llaman rclacioncs de
cuando p no e~ igual a WI c.
En el l1lt1mo capitu\o, vimos que un rayo de
cha o izquierda, tambiCn
a la energia t de la onda.
mente polariLada se considera
lleva un momentum angular ± h
tlega a ser la po!arizaciOn desde
momentum angular como balas de
''balistica'" es rea!mente tan incomplcta como la
que discutir cs as ideas mas exhau5tl\ amente en un
tamicnto Cuilntico
34-17
35
Vision de los colores
35-1
35-2
35-3
El ojo humano
El color depende de la intensidad
MediciOn de la sensaclOn de
color
35-1
35-4
35-5
35-6
El diagrama cromlitico
El mecanismo de la visiOn de los
colores
Fisioquimica de la visiOn de los
colores
El ojo humano
El fenOmeno de Jos colores depende parcialmente de! mundo fisico. Discutimos
los colores de peliculas de jabOn, y de otras cosas, como producidos por interferencia. Pero tambien, por cierto. depende de\ ojo, o lo que suceda dctds del ojo,
dentro de] cerebro. La fisica caracteri:rn la luz que cntra a! ojo, pero despuCs de
esto, nuestras sensaciones son el resultado de procesos neuro·fotoquimicos y de
respuestas psicol6gicas.
Existen muchos fenOmenos interesantes asociados con la visiOn que comprenden
una mezcla de fenOmenos fisicos y procesos fisiolCigicos, y la total apreciaci6n de
los fen6menos naturales, cuando nosotros los vemos, debe ir mas ana de la fisica
en el sentido usual, No damos mayores justificaciones para hacer estas excursiones
en otros campos, porquc la separaci6n de campos, como lo hemos reca!cado, es meramente una conveniencia humana, y no un'a cosa natural. La Natura!cza no est3.
interesada en nuestras divisiones, y muchos fen6menos interesantes tienden un puente sobre las brechas entre campos.
En el capitulo 3 ya hemos discutido la relaci6n entre la fisica y las otras ciencias
en tfrminos generates, pero ahora vamos a mirar con algUn detallc un campo especifico en el cual la fisica y otras ciencias est<in muy, pero muy relacionadas. Tal
3.rea es !a visiOn. En particular discutiremos la visiOn de los co/ores. En el capitulo
presente discutiremos principalmente los fenOmenos observables de la visi6n humana,
y en el capitulo siguiente consideraremos las aspectos fisio!CJgicos de la visi(m, tanto
en el hombre como en otros animales.
Todo comienza con el ojo; asi, con cl fin de entcndcr cu<il fen6mcno vemos, se
requiere cierto conocimiento del ojo. En el capitulo siguiente di~cutiremos con a!gim
detalle cOmo trabajan las diferentes partes del ojo, y c6mo est<'tn interconectadas
con el sistema nervioso. Por ahora, describiremos s61o hrevemcnte c6mo funciona
el ojo (Fig. 35-1 ).
La luz entra al ojo a traves de la c6rneu; ya hemos discutido c6mo sc dcsvia
para formar imagen en una capa Hamada retina en la parte po~terior del ojo, de
modo que diferentes partes de la retina reciben luz desde diferentcs partes del campo
visual exterior. La retina no es absolutamcnte uniformc: cxiste un lugar. un punto,
en el centro de nuestro campo
35-1
Fig. 35-2.
Fig. 35-1.
El ojo.
La estructura de la retina.
(La luz entra desde abdjo.)
visual, que utilizamas cuanda tratamas de ver muy cuidadosamente las casas, y
en el cual tenemas la visl6n mii.s aguda; se llama laf6vea o mcicula. Las partes late·
rales de! ojo, como podemos apreciar inmediatamente a partir de nuestra experiencia
al mirar las cosas, no son tan efectivas para ver deta!!es, coma lo es el centro
de! ajo. Existe tambien un punto en la retina de donde salen los nervias que llevan
la informaci6n; este es un punta ciego. No existe aqui parte sensible de la retina,
y es posible demostrar que si cerramas, digamos, el ojo i7quierda y miramas directamente un objeta, y en seguida mavemos un dedo u otro abjeto pequeiio lentamcnte
hacia fuera de! campo visual, sUbitamente desaparece en alguna parte. El Unica uso
pritctica que de este hecho conocemos es que cierto fisi6logo lleg6 a ser todo un
favorito en la carte de[ rey de Francia, a quicn se lo dio a conocer; en las aburridas
seslones con sus cortesal'los, el rey podia divenirse ··cortii.ndoles la cabeza ··, mirando a a!guno y viendo desaparecer la cabeza del otro.
La figura 35-2 muestra una vista ampliada del interior de la retina en forma
alga esquemittica. En diferentes partes de !a retina existen difcrcntcs clases de estructuras. Los objetos que se prescntan mils densamente cerca de la periferia de la
retina se Haman bastoncitos. Mii.s cerca de !a/Oi·ea encontramos. adem<'ts
celulas bastoncitos, las cdulas conos. Describiremos m<'ts adelantc cstas
A
medida que nos aproximamos a la fovea. aumenta el nlnnero de conos. y en la
misma no hay otra cosa que cdulas conos, empaquetados en forma muy compacta.
tan compacta que !as ce!ulas conos son aqui mucho mils fina> o dclgadas.
en
cualquier otra parte. Debemos asi apreciar quc vemos con los
en cl ccntro de! campo vi1.ual. pero a medida que nos vamos a la
las otras cdulas, los bastoncitos. Ahora la cosa interesantc es quc en la
cetula sensible a la lu7 no estii concctada por una fibra
al
que estit conectada a muchas otras cClu!as.
Hay varlas clases de cflulas: hay cdulas que
6ptico,' pero hay otras que estiln principalmentc mtcccmwctocb' '"honrnotelme<Hc
Existcn esencialmente cuatro clascs de cdulas.
~hora.
35-2
Lo principal en que ponemos Cnfasis es que la seii.al luminosa ha sido ya ··pensada ". Esto quiere dedr que la informaci6n desde las diferentes cdulas no va inmediatamente al cerebra, µunto por punto, sino que en la retina una cierta cantidad
de la informad6n ya ha sido digerida, por una combinaci6n de la informaciOn desde
diversos receptores visuales. Es importante comprender que ciertos fen6mcnos de la
funci6n cerebral ocurren en el ojo mismo.
35-2
El colot depende de la intensidad
Uno de los fenOmenos mas sorprcndcntes de la vi~iOn es la adaptaciOn de! ojo
a la oscuridad. Si nos introducimos en la oscuridad desde una pieza brillantemente
iluminada, no podemos vcr muy bien durante un instante, pero paulatinamcnte, las
se hacen mis y mas notorias, y finalmente podremos ver algo donde antes no
nada. Si !a intcnsidad de la luz es muy baja, las cosas que vemos son
Es sabido
visiOn dcbida a !a adaptaciOn a la oscuridad se debe,
mientras que la visiOn en la luz brillante,
muchos fen6menos que podemos aprede funciones de lq.~ conos y baston-
aparcntemente, los bastoncitos son de sensibilidad muy baja,
a medida que pasa el tiempo adquieren su habilidad para ver
intensidad de la luz para las cuales uno puede adaptarse
que un
a uno. La naturaleza no hace todo esto con sO!o una clase de
sino que traspasa su tarea desde las cC!ulas que ven la luz brillante, las
celu!as que ver; !os colores, los conos, a las celulas adaptadas a las intensidades
bajas, a la oscuridad. los bastoncitos. Entre las consccuencias interesantes de este
desplazamiento est:'tn. primcro, que no existe color. y segundo, que hay una diferencia en ta brillantez relativa de objetos co!oreados diferentemente. Resulta entonces
que los bastoncitos ven mejo~ hacia el azul que los conos, y los conos pueden ver,
por ejemplo. luz roja profunda. mientras que los bastoncitos la encuentran absolutamente imposible de ver. Asi. pues, la luz roja es negra en lo que concierne a !os bastoncitos. Por lo tanto. dos trows de papel coloreado, digamos azul y rojo, donde el
rnjo podria ser aUn mas brillante que e! azul bajo una buena luz, apareceril.n, en la
oscuridad. completamente invertidos. Se trata de un efecto bastante sorprendente.
Si estamos en la oscuridad y podemos encontrar una revista o algo que tenga coloy. antes de que sepamos con seguridad cuiiles son, juzgamos las iireas daras y
oscuras. y si luego llevamos la revista a la luz, podriamos ver este corrimiento bien
notable entre el que era el color mis brillante y el que no lo era. El fen6meno se
!lama efecto Purkinje.
35-3
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Longitud de onda en mµ
Fig. 35~3. La sensibilidad espec:tral del
OJC. Curva de trazos, bastoncitos; curva conti-
nua, conos.
En la figura 35-3, la curva de trazos represema la sensibilidad del ojo en la oscuridad, es decir, utilizando los bastoncitos, mientras que la curva continua representa la sensibilidad a la lllz. Vemos que la sensibilidad m<ixima de los bastoncitos
estli. en la regi6n verde y la de los conos estli m.0.s en la regi6n amarilla. Si se tiene
una piigina de color rojo (el rojo esta aproximadamente a 650 mp) la podemos ver
si estii. brillantemente iluminada, pero en la oscuridad es casi invisible.
Otto efecto del hecho de que los bastoncitos entran en juego en la oscuridad y
de que no existen bastoncitos en la f6vea, es que cuando miramos directamente algo
en la oscuridad, nuestra visiOn 110 es tan aguda como cuando miramos hacia un
lado. Una estrella tenue, o una nebulosa, se puede ver a veces mejor mirando un
poco hacia el !ado en vez de directamente hacia ella, porque no tenemos bastoncitos
sensibles en el medio de la fOvea.
Otro efecto interesante del hecho que el nUmero de conos decrece a medida que
vamos mils hacia el lado de! campo de visiOn, es que aun en una luz brillante, el
color clesaparece cuando el objeto se aleja hacia un !ado. La manera de comprobar
esto es mirar en alguna direcciOn lija particular, hacer que un amigo entre desde un
!ado con tarjetas coloreadas, y tratar de definir de que color son antes de que esten
exactamente frente a usted. Se encuentra que uno puede ver que las cartas estim
alli mucho antes de que se pueda determinar el color. Al hacer esto, es aconsejable
entrar desde el !ado opuesto del punto ciego, porque de otra manera resulta bastante
confuso ver casi el color, entonces no ver nada y despues ver el color otra vez.
Otro fenOmeno interesante es que la periferia de la retina es muy sensible al
movimiento. A pesar de que no podemos ver muy bien con el rabillo del ojo, si un
pequeiio bicho se mueve y nosotros no esperilbamos que alp:o se moviera alli, somos
inmediatamente sensibles a ello. Dentro de nosotros todo se conecta •· para mirar
algo que se agita a un !ado del campo.
35-3
MedielOn de la sensaclOn de color
Ahora pasamos a la visiOn mediante los conos, a la visiOn de lo brillante. y lie·
gamos al asunto que es mils caracteristico de la visiOn mediante los conos. y Cste es
el color. Como sabemos, la luz blanca se puede descomponer
por mcdio de un prisma en todo un espectro de longitudes de onda que nos parecen tener diferentes colore~; esto es lo queson loscolores, porsupuesto: apariencias.Cualquierfuente
luminosa se puede ana!izar por medio de una red de difracci6n o un prisma y se puede
dcterminar la distribucion espectraL es decir, la "cantidad .. de cada longitud de
onda. Una cierta luz puede tener muL:ho a.zul. bastante rojo y muy poco amarillo,
o cua!quier otra combinaci6n. Eso es todo muy precise en el sentido de la fisica,
pero el problema cs (.de que color aparecera la luz? Es evidente que los diferentes
colores dependen de alguna mancra de !a distribuci6n espectral de la Juz, pero el
problema es encontrar cuilles caracteristicas de la distribuci6n espectral producen
las diversas sensaciones. Por ejcmplo, (.quC tenemos quc hacer para obtener un color
verde? Todos sabemos que podcmos tomar simplemente una parte del espectro que
sea verde. Pero, (.CS esta la Unica manera de obtener verde, o anaranjado, o cualquier otro color'!
(.Hay mas de una distribuci6n espectra! que produzca el mismo efecto visual
aparente? La respuesta es dcfinitivamcnte, si. F.xistc un nlimero muy limitado de
efectos visuales, de hecho. una varicdad tridimensional de ellos. como veremos en
breve, pero existe un nUmero infinite de curvas diferentes que podemos trazar para
la luz que proviene de diferentcs fuentes. Ahora bien. el asunto que debemos discutir es: (.en que condiciones aparecen diferentes distribuciones de luz como exactamente del mismo color para el ojo?
La tecnica psico-fisica mils poderosa para juzgar colores es usar el ojo como
inslrumento de cero. Esto es. no tratamos de definir quC constituye una sensaciOn
verde, o de medir en que circunstancias obtenemos una sensaci6n verde, porque
resulta que esto es extremadamente complicado. En su !ugar estudiamos las condiciones en las cuales do~ estimulos son indistinguibfes. Entonces no tenemos que decidir si dos personas ven la misma sensaci('m en circunstancias diferentes, sino Unicamente, que si para una persona dos sensaciones son las mismas, son tambifo las
mismas para otra. :-.lo tenemos que decidir. cuando uno ve algo verde, si lo que
siente en su interior es lo mismo que siente en su interior alguien distinto, cuando
ve algo verde; no sabcmos nada acerca de esto.
Para i!ustrar !a~ posibilidades, podcmos usar una scric de cuatro lti.mparas proyectoras que tienen filtros y cuyas intensidades se pueden ajustar en forma continua
sabre un amplio intervalo; una tiene un fi!tro rojo y produce una mancha de luz roja
sobre la pantaJla. la siguiente tiene un filtro verde y produce una mancha verde. la
terccra tiene un liltro azul y la cuarta es un circulo blanco con una mancha negra
en su centro. Ahora bien. si encendemos alguna luz roja y a continuaci6n ponemos
algo de verde. vemos quc en la superficie de traslape se produce una sensaci6n que
no es lo que l!amamos verde rojizo. sino que un nuevo color. amarillo en este Caso
particular. \ambiando las proporciones de rojo y de verdc. podemos pasar por varies matices de anaranjado. etc. Si hemos ajustado un cierto amarillo, podemos obtener tambiCn el mismo amarillo no mezclando estos dos colores, sino mezclando algunm otros. quizti.s un filtro amarillo con luz blanca, o algo parecido, para obtener
la misma scnsaciOn. En otras palabras es posible formar varies colores de mils de
una manera. mezdando las luces de diversos filtros.
Lo que hemos descubierto recifo se puede expresar analiticamente como sigue.
Un amarillo particular, por ejemplo, se puede representar por un derto simbolo Y,
que es la "suma" de ciertas porciones de luz roja filtrada (R) y luz vcrde filtrada (V).
35-5
Usando dos nUmeros, digamos r y v para describir la intensidad de (R) y (V), podemos escribir una formula para este amarillo:
Y = rR + vV
(35.1)
El problema es wodemos formar todos los diferentes colores sumando dos o tres
luces de diferentes colores fijos? Veamos que se puede hacer en relaciOn a esto. Ciertamente no podemos obtener todos !os dif~rentes colores mezclando s6lo rojo y
verde, porque, por ejemplo, el azul nunca aparece en tal mezcla. Sin embargo, introduciendo algo de azul, la regi6n central, donde las tres regiones traslapan, se puedc
hacer aparecer de un blanco bastante hermoso. Mezclando los diversos colores y
observando esta regi6n central, encontramos qiie podemos obtener una gama considerable de colores en esta regi6n cambiando las proporciones, y as[ no es imposible
que todos los colores se puedan formar mezclando estas tres luce~ coloreadas. Discutiremos hasta d6nde esto es verdadero; es en efecto esencialmente correcto y veremos en breve c6mo definir mejor ese enunciado.
Para ilustrar nuestro propOsito, movamos las manchas sobre la pantalla de manera que todas caigan una sobre la otra y tratemos entonces de aparear con un color particular que aparece en e! anillo producido por la cuarta lii.mpara. Lo que
antes pensilbamos que era "blanco" al salir de la cuarta lilmpara, parece ahora amarillento. Podemos tratar de aparear este, ajustando el rojo y el verde y el azul lo
mejor que podamos en una especie de aproximaciones sucesivas y encontramos
que podemos aproximarnos bastante a este matiz particular de color "crema ". Asi,
pues, no es dificil convencerse de que podemos formar todos los colores. Trataremos de formar el amarillo en breve, pero antes de hacer esto, hay un color que
podria ser dificil formar. Las personas que dan clases sabre los colores, forman
todos los colores "brillantes", pero nunca forman e! castaiio, y es dificil acordarse
de haber vista alguna vez luz castafla. De hecho, este color no se usa nunca para
algUn efecto escenico, uno no ve nunca un reflector con luz castafla; as[ que pensamos que pudiera ser imposible formar el castaflo. Para averiguar si es posible formar
castafio, sefialemos que luz castafla es simplemente alga que no estamos acostumbrados a ver sin su fondo. De hecho, podemos formarla mezclando algo de rojo
y amarillo. Para demostrar que estamos observando luz castafla, aumemamos simplemente la luminosidad del fondo anular contra el cual vemos exactamente la misma luz iY vemos que esta es, en efecto, lo que llamamos castaflo! El castaiio es
siempre un color oscuro al lado de un fondo mils luminoso. Podemos cambiar facilmente la caracteristica de! castaflo. Por ejemplo, si eliminamos algo de verde, obtenemos un castaiio rojizo, aparentemente un castaiio rojizo chocolate, y si agregamos
mils verde, en proporci6n, obtenemos aquel horrible color de que est3.n hechos todos
los uniformes de! Ejercito, pero la luz de este color no es tan horrible en si misma;
es de un verde amarillento, pero vista contra un fondo luminoso.
Ahora colocamos un filtro amarillo frente a la cuarta luz y tratamos de aparearla. (La intensidad de be estar, por supuesto, dentro de las posibi!idades de las diversas lilmparas; no podemos aparear algo que sea demasiado luminoso, porque no
tenemos suficiente potencia en la Jilmpara). Pero ]XJdemos aparear el amarillo; usamos una mezcla de verde y de rojo y ponemos un toque de azu! para hacerlo aUn
mils perfecta. Estamos quizii.s listos para creer que, en buenas condidones, podemos hacer un perfecto apareo de cualquier color dado.
35·6
Discutamos ahora las !eyes de la mezcla de colores. En primer lugar, encontramos que distribuciones espectrales diferentes pueden producir el mismo color; a continuaci6n, vimos que "cua!quier" color puede formarse mezclando tres colores especiales, rojo, azul y verde. El aspecto mils interesante de la mezcla de colores es
Cste: si tenemos una cicrta luz, que podriamos llamar X y si ella aparece al ojo
indistinguible de Y (puede ser una distribuci6n espectral diferente, pero aparece
como indistinguible), llamamos cstos co!ores "iguales", en el sentido de que los ojos
!os ven como iguales, y escribimos
X =
Y.
(35.2)
Aqui estil una de las grandes !eyes de! color: si dos distribuciones espectrales son
indistinguibles, y si agregamos a cada una una cierta luz, digamos Z (si escribimos
X + Z, esto significa que iluminamos ambas !ilmparas sabre la misma mancha) y
tomamos entonces y y agregamos la misma cantidad de la misma Ju~, Z, las nuevas
mezclas son tambilin indistinguihles:
X+Z= Y+Z.
(35.3)
Hemos aparcado reden nuestro amarillo; si ahora iluminamos todo con Luz rosada,
todavia habril apareo. Asl, agregando cualquier otra luz a las luces apareadas, quedan apareadas. En otras palabras, podemos resumir todos estos fen6menos de color,
diciendo que una vcz que se tenga apareo entre dos \uces coloreadas, vista una pr6xima a la otra en las mismas circunstancias, entonces este apareo permanecer:i, y
una luz puede ser sustituida por la otra luz en cualquier otra situaci6n de mezcla
de colores. En efecto, resulta, y esto es muy importante e interesante, que este apareo de color de las !uces no depende de las caracteristicas del ojo en el momento
de la observaci6n: sabemos que si miramos por largo tiempo una superficie roja brillante, o una luz roja brillante, y miramos a continuaci6n un pape! blanco, Cste se ve
verdoso, y otros colores tambiCn se distorsionan, por haber estado mirando tanto
tiempo e! rojo brillante. Si tenemos ahora un apareo entre, digamos, dos amaril!os
y !os miramos y los apareamos, en seguida miramos una superficic roja brillante por
largo tiempo, y !uego volvemos al amari!lo, ya no se verii. mils amari!lo; no si: de
quC color se ven'!., pero no se veril amarillo. Sin embargo, los amarillos todavia aparecerdn apareados, y asi. a medida que el ojo se adapta a \os diversos niveles de intensidad, el aparco de colores todavla funciona con la excepciOn evidente de cuando
vamos a una regiOn donde la intensidad de la luz se hace tan baja que nos hcmos
corrido de los conos a los bastoncitos; entonces el apareo de colores no seril mils
un apareo de colores, porque estamos usando un sistema diferente.
El segundo principio de la mezcla de colores es Cste: cualquier color puede formarse a partir de tres co/ores diferentes, en nuestro caso luces roja, verde y azul.
Mezclando convenientemente las tres, podemos hacer cualquier cosa, coma demostramos con nuestros dos ejemplos. Ademii.s estas leyes son muy interesantes bajo
el punto de vista matemiltico. Para los que estiin interesados en las matemilticas del
asunto. resulta coma siguc. Supongan que tomamos nuestros tres colorcs que son
rojo, vcrdc, y azul, pero los indicamos por A, B y Cy los llamamos nuestros colores primarios. Entonces cualquier color pucde formarsc con ciertas cantidades de
estos tres: digamos una cantidad a de color A, una cantidad b de color B y una
cantidad c de color C forma X:
X
=
aA
+ bB + cC.
(35.4)
35-7
Supongan ahora que se forma otro color Y a partir de los mis mos tres colores:
Y= a'A
+ b'B+
(35.5)
c'C.
Resulta entonces que la mezcla de las dos luces (esto es una de las consecuencias
de las !eyes que ya hemos mencionado) sc obtiene hacienda la suma de las componentes de Xe Y:
Z = X
+
Y
=
(a
+ a')A +
(b
+ b')B +
(c
+ c')C.
(35.6)
Es predsamente como la matemil.tica de la suma de vectores, donde (a, b, c) son las
componentes de un vector y (a', b', C) son las de otro vector, y la nueva tuz Z es
entonces !a "suma" de los vectores. Este tema ha interesado siempre a los fisicos y
matcmitticos. En efecto, SchrOdinger escribi6 un maravilloso trabajo sobre la visi6n
de los colores, en el cual desarrollii esta teorla del anitlisis vectorial aplicado a la
mezcla de colores.
Un problema sc presenta ahora: (.cu:i.les sun los colores primarios correctos a
usar? No hay tal cosa como "ios'' colores primarios correctos para la mezcla de
luces. Podria haber, por razoncs pritcticas. tres pinturas que son mas Uti!es que otras
para obtener una mayor variedad de pigmentos mezdados, pero no estamos discutiendo esta materia ahora. Tres luces diferentemente coloreadas cualesquiera"' pue·
den mezclarse siempre en la proporci6n correcta para producir cua/quier color
t,Podemos demostrar este hecho fantistico? En lugar de usar rojo, verde y azul,
usemos rojo, azul y amaril!o en nuestro proyector. (.Podemos usar rojo, azul y
amarillo para formar, digamos verde?
Al mezclar estos tres colores en varias proporciones, obtenemos toda una gama
de "tliferentes colorcs, abarcando todo un cspectro. Pero de hecho, despues de
muchos tanteos, no encontramos nunca nada similar al verdc. El problcma cs:
;,podemos formar cl verdc? La respuesta es si. l,Ciimo? Proyectando a/go de rojo
sabre el i•erde, icntonces podemos hacer un apareo con una cierta mezcla de amarillo
y azu! 1 Asi los tenemos apareados, excepto que tuvimos que hacer trampa, introduciendo el rojo al otro !ado. Pero, ya quc tenemos cierto refinamiento matemil.tico,
podemos darnos cuenta que lo que realmentc demostramos no fue que X puede formarse siempre, digamos a partir de rojo, azul y amarillo, sino que al introducir el
rojo al otro ]ado, encontramos que rojo mils X podia formarse a partir de azul y
amarillo. Poniendo!o en el otro miembro de la ecuaci6n, podemos interpretar eso
Como una cantidad negativa; asi que, si admitimos que los coeficientes en ecuaciones como la (35.4) pueden ser tanto positivos como negativos, y si interpretamos
las cantidades negativas como quc tenemos que sumar esas en el otro miembro,
entom:es cualquier colo'r se puede aparcar mediante tres cua!esquiera, y no hay ta!
cosa como "los" primarios fundamentales.
Podemos preguntarnos si cxisten tres colores que s6!o aparczcan con cantidades
positivas para todas las mezclas. La respuesta es no. Todo conjunto de tres primarios requiere cantidades negativas para algunos colores, y por eso no existe una manera lmica de definir un primario. En los libros elementales se dice que son el rojo,
el verde y el azul, pero esto es s6lo porque con esos se dispone de una gama mcis
amplia de colores sin signos menos para algunas combinaciones.
*
Excepto por supuesto, si alguno de los tres se puede aparear mezclando los otros dos.
35-8
Fig. 35-4.
El d1agrama crom<lt1co normal
35-4 · El diagrama cromiitico
Discutamos ahora la combinaci6n de colores a un nive! matem3.tico, como una
proposiciOn geometrica. Si se representa cualquier color por la ecuaci6n (35.4), po·
demos graficarlo coma un vector en el espacio, trazando sobre los tres ejes las cantidades a, by c y entonces cierto color seril un punto. Si otro color es a', b', c', este
color estarll ubicado en alguna otra parte. La suma de ambos, como sabemos, es el
color que resulta de sumarlos coma vectores. Podemos simplificar este diagrama y
representar todo en un piano. bas<indonos en la siguiente observaci6n: si tuviCramos
una cierta luz de color, y duplidramos simplemente a y b y c, esto es, si los hacemos todos mils intensos en !a misma proporci6n, serit el mi~mo color, pero mils
bri!lante. Por lo tanto, si convenimos en reducir todo a la misma intensidad luminosa, podemos proycctar todo sabre un piano, y esto es lo que se ha hecho en la figura 35-4. Resulta que cualquicr color quc se obtenga, mezclando otros dos en a!guna
proporcion. c~tarit en alguna partc sobrc la linca trazada entre los dos puntos. Por
ejemplo, una mezcla por mitades apareceria a la mitad entre ellos, y l /4 de uno y
3 /4 del otro apareccria a l /4 de camino de un punto al otro, y asi sucesivamente.
Si usamos un azul y un verde y un rojo como primarios, vemos que todos los colores que podemos formar con coeficientes positivos est:in en, el interior del triimgulo
de trazos, que contiene casi tod0s los colores quc podamos ver alguna vez, porque
todos los colores que podcmos alguna vez ver estllil encerrados en el il.rea de forma
extraiia. !imitada por !a curva. (,De dOnde proviene esta area? De una vez que alguien
hizo un apareo muy cuidadoso de todos Jos colores que podemos ver en relaci6n
a otros tres cspeciales. Pero no tenemos que comprobar todos los colores que
podcmos ver: tenemos que comprobar s6lo los colores espectrales puros, las lineas
de! espectro. Una !uz cualquiera se puede considerar como suma de diversas cantidades positivas de diversos colores espectrales puros ···puros desdc el punto de
vista fisico-. Una luz dada tendr<i una cierta cantidad de rojo, amarillo. azu!, etc.
-<:Olores espcctrales-. AsL, si sabemos cuitnto de cada uno de nuesiros tres primarios
escogidos se necesita para formar cada uno de estos componentes puros, podemos
calcular cuimto de cada uno se necesita para formar nuestro color dado.
35-9
•a•
...
.,
1.o
V
A
,,
_-:;
Tl0'°°°640600.ni0~4llO""*'d00
Fig. 35-5.
Los coef1c1entes de color de los
colores espectrales puros en terminos de un
cierto con1unto de colores primaries de refe-
Longitud de onda m,u
Asi, si averiguamos cu:iles sun los coeficientes de color de todos los colorese&pectrales
para tres colores primarios dados cualesquiera, podemos elaborar la tabla completa
de mezcla de colores.
Un ejemplo de tales resultados experimentales al mezclar tres luces se da en la
figura 35-5. Esta figura muestra la cantidad de cada uno de los tres diferentes primaries particulares, rojo, verde y azul que se necesita para formar cada uno de los
colores espectrales. El rojo estit en el extrema izquierdo de! espectro. el amari!.lo es
el ~iguiente y asi sucesivamente, hasta llegar al azuL N6tese queen algunos puntos
se necesitan signos menos. Es a partir de tales datos que es posible ubicar la posiciOn de cada uno de los colores en un diagrama, donde las coordenadas x e y estim
relacionadas a !as cantidades de los diferentes primarios que se utilizan. Esa es la
manera c6mo se ha encontrado la linea curva de contorno. Es el lugar geometrico
de los colores espectrales puros. Ahora bien, cualquier otro color se puede formar
sumando lineas espectrales, por supuesto, y asl encontramos que todo !o que se
pueda producir, uniendo una parte de esta curva con la otra, es un color que se
encuentra en la naturaleza. La linea recta une el extrema violeta de! espectro con
el extremo rojo. Es el lugar geometrico de los pUrpuras. En el interior del contorno
estim los colores que se pueden formar mediante luces, y en el exterior est.in !os
colores que no se pueden formar mediantc luces, y nadie los ha visto nunca (jexcepto, posiblemente, co mo im.igenes residuales !).
35-5 El mecanismo de la visiOn de los colores
El s1guiente aspecto dcl problema es ahora la pregunta ;.por qui los colores se
comportan de esta manera'! La teoria mas simple, propuesta por Young y Helmholtz,
suponc que en el ojo hay tres pigmentos diferentes que recibcn la luz y quc los mismos tienen espectros de absorci6n diferentes, de manera que un pigmento absorbe
fucrtemente, digamos, en el rojo, otro absorbe fuertemente en el azul, otro absorbe
en el vcrde. Entonces, cuando hacemos incidir luz sobre ellos, vamos a obtener cantidades diferentcs de absorcilm en !as tres regiones y estas tres partes de informa
ci6n son manejadas de alguna manera en el cerebro o en el ojo, o en alguna partc,
para decidir cuil.I es el color. Es facil demostrar que todas las reglas de mezcla de
colores sedan una consecuencia de esta proposici6n. Ha habido grandes debates
accrca del tema porque el problcma siguiente, naturalmentc, es encontrar !as carac
teristicas de absorciOn de cad a uno de los ti es pigmentos. Resulta, desgraciadamcnte, que debido a que podemos transformar las coordenadas del color como queramos, slJlo podemos encontrar todo tipo de
35-10
combinaciones iincales de !as curvas de absorciOn mediante experimentos de mezcla
de colores, pero no !as curvas para !os pigmentos individuales. Se ha tratado de
varias maneras de obtener una curva especlfa:a quc describa alguna propiedad fi.
sica particular dei ojo. Una de
curvas se llama cun·a de fuminosidad, mostrada en la figura 35-3. En
hay dos curvas, una para los ojos en la
oscuridad, la otra para ojos a
Ultima cs la curva de Juminosidad del cono.
Esto se mide encontrando cuitl es
menor cantidad cie !uz de color que necesitamos
para apenas verla. Esto mide la scnsibilidad dcl ojo en las diferentcs regiones espec·
trales. Hay otra manera muy interesantc de medir esto. Si tomamos dos colores y
los hacemos aparecer en una supcrficie. hacicndo aparecer alternativamentc uno tras
otro,
un centel!co si la frecuencia es muy baja. Sin embargo, a medida que la
1.Jltimo a una cicrta frccuencia
a 16 repeticiones por segundo.
un color respecto al otro, apaciclos desaparece. Para obtencr
ir a una frecuencia mucho
lo que llamamos un centcy, a una frecuencia mils baja, un
a "luminosidad igual"' por medio
son casi. pero no exactamentc, los mis
sensibi!idad dd ojo para ver luz debil
usan el sistema centellco como una
color en ei ojo. el problema cs decada uno. ,:,COrno? Sabemos que
ciento de la poblaciOn masculi
La mayoria de las persona~
en la visiim del color, tiencn un
35-11
Fig 35- 7
El !i..gar geom8tr1co de los co1lores confund1dos por 10s protanopes
otro~ a una variacu'm del colo~,
aparear. Sin embargo, hay algunos a
cualquier color se puede
rencia evidcntc e~.
Si podemos
para mezclar
'"
de color de un tipo
el lugar geomCtnco
largo de cada una de la~ cuales
de 4ue et estil pcrdiendo una de las tres
estas lineas se dcberian cortar en un punto.
perfcctamente. Es ev1dente, entonccs, que
no representa datos rea!es! En rea!idad, si
verdaderos, resulta que en el gr.ifico de la
las lineas no estii. cxactamcnte en el lugar
mii.s arriba, no podemos encontrar especnegativas y pos1tivas en difcrentes regiones.
resulta que cada una de las curvas de
a
35-12
A(Ai:ul)
Fig. 35-8. las curvas de sensibilidad espectral de un receptor normal tricrom<ltico.
la idea de los tres pigmentos es correcta, de si el daltonismo resulta por la perdida
de uno de los pigmentos, y aun si los dates de mezcla de color en el daltonismo son
correctos. Diferentes investigadores obtienen diferentes resultados. Este campo se
encuentra grandemente en desarro\lo todavia.
35-6 Fisioquimica de la visiOn de los colores
Ahora bien, ~que ta! si verificamos estas curvas con los pigmentos reales en cl
ojo? Los pigmentos que se pueden obtener de una retina consisten principa!mente
de un pigmento llamado pUrpura visual. Sus caracteristicas mils prominentes son,
primero, que se encucntra en el ojo de casi todos los animales vertebrados, y segundo, que su curva de respuesta se ajusta maravillosamente con la sensibilidad
del ojo, como se ve en la figura 35·9, en la cual estil.n graficados en la misma esca!a
la absorci6n de! pUrpura visual y la sensibilidad de! ojo adaptado a la oscuridad.
Este pigmento es evidcntemcntc cl pigmento con el que vemos en la oscuridad: el
pUrpura visual es el pigmento para los bastoncitos y no tiene nada que vcr con la
visiOn del color. Este hccho fuc descubierto en 1877. A Un hoy en dia se puede dccir
quc los pigmentos de color de los conos nunca han sido obtenidos en un tubo de
ensayo. En 1958 se podia decir que !os pigmento~ de color nunca habian sido vis
tos. Pero de~de entonces, dos de ellos han sido detcctados por Rushton por medio
de una tecnica sencil!a y hermosa.
La dificultad estil.. presumiblemente, en que como el
tan di:bilmente sensinecesita mucha
ble a la luz brillante comparado con la luz de baja
pUrpura visual para ver, pero no muchos de los pigmentos
color para ver !os
colores. La idea de Rushton es dejar el pigmento en el <~jo y medirlo de todas
neras. Lo que hace es csto. Existe un instrumento llamado oftalmoscopio
luz dentro del ojo a traves de las lentes y luego enfocar la lu1 que
uno puede medir que cantidad
§
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--+-"· ···-
L ... ' ,.•. -~ ..
La curva de sens1bil1dad de un
adaptado a la oscur1dad, cornparada con
curva de absorc16n de la p1'npura visual
Fig. 35-9.
OJO
la
L{)[1g11ud de onda
35-13
se refleja. Asi uno mide el coeficiente de reflexi6n de la luz que ha pasado dos veces
a traves de] pigmento (reflejada por una capa posterior en cl globo del ojo, y saliendo a traves de! pigmento de! cono nuevamente). La naturaleza no esta siempre tan
maravillosamente diseiiada. Los conos estiln diseiiados en forma intcresante para
que la Juz que llega a los conos rebote alrededor y busque su camino hacia abajo,
hacia los pequetios puntos sensibles en el itpice. La luz baja derecho hacia el punto
sensible, rebota en el fondo y regresa hacia afuera nuevamente, habiendo atravesado
una cantidad considerable del pigmento de visiOn de color; tambifo. examinando la
f6vea, donde no existen bastoncitos, el pllrpura visual no nos confunde. Pero el color de la retina se vio hace mucho tiempo: es algo como un rosado anaranjado; luego estin todos Jos vasos sanguineos y el color de la sustancia del fondo, y todo lo
demits . .;C6mo sabemos cuilndo estamos mirando el pigmento? Respuesta: Primera
tomamos a una persona dalt6nica, quien tiene menos pigmentos y para quien, por
!o tanto, es mils foci! hacer el aniilisis. Segundo, los diversos pigmentos, como la
pUrpura visual, tienen un cambio de intensidad cuando son blanqueados por la lu1;
cuando los alumbramos cambian su concentraci{m. As~ mientra~ miraba al cspcctro
de absorci6n de! ojo, Rushton introdujo otro rayo en todo el ojo, lo que cambia
la concentraci6n del pigmento, y midi6 el cambio en el e~pectro, y la diferencia, por
supuesto, no tcnia nada que ver con la cantidad de sangre o el color de las capas
rcflectoras, u otras cosas, sino solamente con el pigmento, y en esta forma Rushton
obtuvo una curva para el pigmento de! ojo protanope, la cual se da en la figura 35-10.
Densidaddoble
Densidaddoble
°*
FH
"'
Fig. 35-10. Espectro de absorc16n del
p1gmento del color de un dalt6nico protanope
(cuadrados) y dP un OJO normal (puntosl.
Se
de la figura 35- JO e~ una curva obtenida con un OJO normal.
OJO normal y, habiendo ya detcrminado cu<il era uno de los
el otro en cl rojo, donde el primero es insensible. La !uz roja
~1 el ojo normal, y asi uno pucdc obtcncr la curva
de una curva se aJUSta marav1\Josamente a
que
curva del rojo est<i un poquito desp!azada.
0 ta] vez no -los Ultimos trabajos con deuterap1gmento <lefinido.
35-14
blanca y luz roja (todo lo que podemos hacer con el blanco y cl rojo es rosado.
evidentemente), podemos mostrar que la luz blanca puede aparecer azul. Si colocamos un objcto en los
da dos sombras -una ilum1nada por ~Olo la luz b!a&;ica
y la otra por el rojo-.
la mayoria de !as personas la sombra ""blanca'" de un
objeto se ve azul, pero seguimos cxtendiendo
hasta que cubra toda la
pantalla ;vemos que de rcpente ~c \'e blanca, no
obtener
efectos
Las
de la misma naturaleza mezclando luces roja,
amariHa y blanca pueden producir solamente amarillos
si mezclamos estas luces aproximadamentc en forma
luz naranja. Sin embargo, al proyectar diferentes tipos
diihentes colores traslapado~, uno obtiene una serie bastante
la luz misma (que e~ solamente
en nuestras
colorcs quc no estiln
muchos
diferentes que son totalmeme difeen el rayo.
muy importante apreciar que una retina
luz; est<i comparando lo que ve en una regiOn con
consciente. Lo quc sabemos acerca de como lo
BIBLIOGRAFIA
The Science of Color, Thomas
Physiological Psychology, 2nd ed., McGraw-
Her Majesty's Stationery Office, London, 1958.
of the Human Fovea in Colour Blind and
Normal," presented at Symposium
8, Visual Problems of Colour, Vol. I, National
Physical Laboratory, Teddington, England, September 1957. Published by Her Majesty's
Sta!ionery Office, London, 1958.
WoooWORTH, ROBERTS., Experimental Psychology, Henry Holt and Company, New
York, 1938. Revised edition, 1954, by Robert S. Woodworth and H. Schlosberg.
35-15
36
El rnecanisrno de la visiOn
comp~1esto
36· 1
La sensaciOn del color
36·4
E,l ojo
36-2
La fisiologia del ojo
36-5
Otros ojos
J6-3
Las cClulas
36-6
T\leurologia de la vision
36- l
ba~toncitos
(del insecto)
La sensaciim de color
expcriencia
e::.
la visi6n que son
de diferentes panes de lo
una interpretaci~'m de una
elapas de !a uni(in de ll'l
e::.tc capitulo nos vamo~ a
tambien vamos a menciom1r
Un ejemplo
elemental. desde
trol
~oluntano
o
blanca. cuando
cfccto por lo mc110~
do. aunque cuando
a un punto particular en cl
M1entras mas completo )
las pcculia.ridadcs. De hecho.
ha
4uc s,
rente y el rojo en diferentes propon.:i'-me~. rncd1a11tc el u~o
fotogrll.ficas quc t1ene11 difaente absorcinn frcnte al
:ii
que represente una esccna rcaL con objctus rculcs,
obtenemos tambicn muchm colores aparcntes
driamos al combmar roJO :- azul-\ erde: parccc quc
un
de co lores. pero s1 lo:. miranw~ mudm. 1 c1110s Llll<C 110 -,e'.I tan
36-1
sorprendente todo lo que podemos obtener de sO!o el rojo y el blanco. Mientras mils
se parece la escena a una situaciOn real, jtanto mils uno puede compensar el hecho
de que toda la luz no es rea\mente nada mils que rosado!
Otro ejemplo es la aparici6n de ··colores" en un disco blanco y negro en rotaci6n, cuyas ilreas negras y biancas se muestran en la figura 36-1. Cuando el disco
se rota. las variaciones de luz y sombra en cua!quier radio son exactamente iguales:
es s6\o el fondo el que es diferente para las dos clases de ··franjas ". Sin embargo,
un0 de los "'anillos" aparece coloreado con un color y el otro con otros*. Nadie
entiende aim la raz6n de estos colores, pero estit claro que la informaci6n es reunida
a un nive\ muy elemental. en el ojo mismo probablemente.
Fig. 36-1. Cuando se hace rotar un disco
como el de arriba, aparecen colores en s61o
uno de los dos "arnllos" mas oscuros. Si se
mvierte el sentido de rotac16n. los colores
aparecen en el otro anillo
Casi todas las teorias modernas de la visi{m de los coloi"es estiln de acuerdo
en que los datos de mezcla de colores indican quc hay s6lo tres pigmentos en los
conos del ojo y que es la absord6n cspectral en estos tres pigmentos lo que fundamentalmente produce el sentido del color. Pero la sensaciOn total asociada con las
caracteristlcas de absorcit"in de los tres pigmentos actuando conjuntamcnte no es.
necesariamente, la suma de las sensacioncs individuales. Todos estamos de acuerdo
en que el amarillo 110 parccc ser verde mjizo: de hecho podria ser una tremenda sor
pre~a para mw.:ha gcnte descubrir quc la luz es. en rca!idad, una mezcla de colores.
porque probablemente la scnsaci()n de luz se debe a algUn otro proceso distinto al de
una simple mezcla eomo un acorde en mUsica. donde las trcs nota~ esw.n ahi al miswo
tiempo y. si e~cuchamos con cuidado. podemos oirla~ individualmcnte. No podemos
mirar con cuidado y ver el ro_jo y el verde.
Las primeras teorias de la visi6n decian que hay tres pigmentos y tres tipos de
conos. cada tipo conteniendo un pigmento; que un nervio va desde cada cono al
cerebro, de manera que las tres partes de la informaci(m son llevada- al cerebro,
y entonces en el cerebro pucdc suceder cualquier cosa. Esta. por supuesto, es una
idea incompleta: no sirve de nada descubrLr que el nervio 6ptico lleva la informaci6n
al cerebro. porque al.in no hcmo~ cmpezado ni siquiera a rcsoh-er e! problema. Debemos plantearnos preguntas mils bitsicas: ;,Hace alguna diterencia dOnde se junta
la informaci6n? ~Es importante que sea llcvada directamente
el nervio 6ptico
ha~ta el ccrebro, o podria la retina hacer primero algUn
Hemo<; visto un
cuadro de la retina como una cosa muy complicada, con muchas interconexiones
(figura 35-2) y ella podria hacer algunos an:ilisis.
36-2
De hecho, las personas que estudian anatomia y el desarrollo del ojo, han demostrado que la retina es, en realidad, el cerebro: en el desarrollo del embri6n, un
pedazo de! cerebro sa1e hacia adelante y fibras largas crecen hacia atrits, conectando
el ojo con el cerebro. La retina estit organizada de la misma manera que estit organizado el cerebro y, como lo ha -dicho a1guien en forma tan bclla, "el cerebro
ha desarrollado una manera de mirar hacia el mundo ". El ojo es un pedazo de cerebro que es tit tocando la luz, por decirlo asi, en el exterior. De manera que no seria
raro que algU:n anitlisis de! color ya se haya hecho en la retina.
Esto nos da una oportunidad muy interesante. Ninguno de los otros sentidos
implica ta] cantidad de citlculo, digamos, que uno pueda hacer medidas antes quc la
seiial entre a un nervio. Los citlculos para todos los otros sentidos gcneralmente se
realizan en el cerebra mismo, dondc es muy dificil llegar a lugares especificos para
hacer medidas; porque hay tantas interconexiones. Aqui, con el sentido de la vista,
tenemos la luz, tres capas de cdulas hacienda citlculos y los resultados de estos
cii.lcuios son transmitidos a traves del nervio Optico. De manera que tenemos la
primera oportunidad de observar fisio16gicamente, quizits, c6mo las primeras capas
de! cerebra trabajan en sus primeras etapas. Es asi de doble interes, no solamente
interesante para la visi6n, sino intcresante para todo el problema de fisiologia.
w
Respuestas neurales
Absorciones fotoquimicas
, .... •k,11•,-2.:i
r-g • ~ 1 (o• 1 -21J
w-blc•k,le•r+l)-~Jo•,l'tr)
Fig. 36-2. Conexiones neurales de acuerdo con una teoria "de los opuestos" de la
vis16n del color.
El hecho de que haya tres pigmentos no significa que deba haber tres tipos de
sensaci6n. Otra de las teorias de la visi6n de Jos colores dice que hay esquemas de
colores que realmcnte se oponen (Fig. 36·2). 0 sea, una de las fibras nerviosas lleva
muchos impulsos si se cstit vicndo amarillo y mcnos de lo usual para cl azul. Otra
fibra nerviosa !leva informacic"m verde y roja de la misma manera, y otra, blanca
y negra. En otras palabras. en csta teorla alguien ha empezado ya a tratar de adivinar el circuito, el metodo de citlculo.
Los problemas que estamos tratando de resolver estimando estos primeros c3.lculos son problemas sobre los colores aparentes que se ven en un fondo rosado, que
pasa cuando el ojo se adapta a diferentes colores y tambien los asi llamados fen&menos sico!6gicos. Los fen6menos sicol6gicos son de! tipo, por ejemplo, que el blanco no "se siente" como rojo y amarillo y azul y esta teorla fue propuesta porque los
sic61ogos dicen que hay cuatro colores puros aparentes: '"Hay cuatro estimulos que
tienen una gran capacidad para evocar sicol0gicamente los simples colorcs, a:wl.
amarillo, verde y rojo, respectivamente. En contraste con el ticrra de Siena, el magenta, el pUrpura o la mayoria de los colores discriminables. estos colores no son mcz
dados en el sentido que
36-3
ninguno comparte !a naturnleza de! otro: espcdficamente, el azul no es amarillento,
ni roji:w o verdoso y asi sucesivamente. son colores slcokigicamente primarios ". Este
es un hecho sicol6gico, asi sc llama. Para encontrar de qu~ evidencia se dcdujo este
hecho sicol6gico, debemos buscar en forma realmente afanosa en toda la literatura.
En la literatura moderna, todo lo que encontramos sobre cl tema, son repeticiones de
!::i misma afirmaciOn o de una de un sic6logo alemitn que usa coma una de sus autoridades a Leonardo da Vinci, quicn, todos sabemos por supuesto. era un gran artista.
El dice ··Leonardo pens6 que habia cinco colores ... Entonces, buscando aUn m8.s, encontramos en un iibro aUn mils viejo la evidencia para e\ tema. El libro dice alga por
este estilo: "El pUrpura es azul rojizo, el naranp es amarillo rojizo, (,pero puede el roju
verse como naranja purpUreo? (,No son el rojo y el amarillo mfls unitarios que el pllrpura y el naranja? Una persona promedio, a quien se le pide que diga cuales
colores son unitarios, nombra el rojo, el amarillo y el azul, estos tres, y algunos
observadores agregan un cuarto, el verde. Los sic6logos estiut acostumbrados a
aceptar los cuatro co!ores salientes ··. Asi que estc es el estado en el anftlisis sicol6gico de este tema: si todos dicen que hay tres y alguien dice que hay cuatro, y ellos
quieren que sean cuatro, seran cuatro. Esto muestra la dificultad con las investigaciones sico16gicas. Esta claro quc tenemos talcs sensaciones, pero es muy dificil 9btener mucha informaci6n acerCa de ellas.
36-2
La fisiologia del ojo
Empezamos hablando no s6Jo de la visi6n de los colores, sino tambifo de la
visi6n en general, s6lo para recordarnos de las interconexiones que hay en la retina,
mostradas en la figura 35·2. La retina es realmente como la superficie del cerebra.
Aunque la fotografia real a traves de un microscopic se ve un poco mas complicada
que este dibujo un tanto esquematizado, mediante un anlilisis cuidadoso, uno puede
vcr todas estas interconexiones. No hay duda que una parte de la superficie de la
retina estit conectada a otras partes y que la informaci6n que sale de los largos
producen el nervio 6ptico, son combinaciones de informaci6n de muHay tres capas de ce!ulas en la sucesiOn de funciones: las celulas de la
retina, que son las
afecta la luz, una celula intermedia que toma la informaci6n
ctlulas de la retina y que la entrega a varias ci:!ulas en una
de una o unas
de
y la lleva al cerebra. Hay todo tipo de interconcxi6n entre las
ca pas.
36-4
entre el indice de la c6rnea, que es 1,37, y el de! agua, que es 1,33. Detr<is de la
Ahora consideramos algunos aspectos de la estructura y comportamiento de! ojo
(ver figura 35-1). El enfoque de la luz es realizado principalmente por la c6rnea, de
bido a que tiene una superficie curva que "dobla '' la Juz. Por esto es que no podemos ver claramente bajo e! agua, porque entonces no tenemos suficiente diferencia
c6rnea hay agua, pricticamente, con un indice 1,33 y mils atras hay una lente que
tiene una estructura muy interesante: es una serie de capas como una cebolla con
la diferencia de que es transparente y que tiene un indice 1,40 en el medio y 1,38
exteriormente. (Seria bueno si pudicramos hacer un vidrio 6ptico en el cuai pudieramos ajustar el indice en todas partes, porque entonces no tendriamos que curvarlo
tanto como lo hacemos cuando tenemos un indice uniforme.) Ademiis. la forma
de la c6rnea no es la de una esfera. Una lente esfCrica tiene una cierta cantidad
de aberraci6n esforica. La c6mea es "mils p!ana" por afuera que una esfera, de
manera ta!, jque la aberraci6n e~ferica es menor para la c6rnea de lo que seria,
si pusii:ramos una lente esforica ahl! La luz es enfocada por el sistema c6rnea·lente
en la retina. Cuando miramos cosas que est<i.n mils cerca y m<is lejos, la len~ se
aprieta y se sue!ta y cambia el !Oco para ajustarse a las diferentes distandas. Para
ajustar la cantidad total de !uz, estit el iris, que es lo que llamamos el color del ojo,
castaiio o azul, depende de quien sea; a medida que la cantidad de luz aumenta y
disminuye, el iris se t:ierra y se abre.
Observemos ahora el mecanismo nervioso para contro!ar la acomodaciOn de
la lente, el movimiento del ojo. Jos mUsculos que mue\en !os ojos en !a~ Orbitas y el
iris, mostrado esquem.ii.ticamente en la figura 36-3. De toda la informaci6n que sale
de! nervio Optico A la gran mayoria se distribuye en uno de dos manojos (de los
cuales vamos a hablar despues) y de ahi al cerebra. Pero hay unas cuantas fibraso
de interes ahora para nosotros, que no van directamente a la corteza \lSual del cerebro
donde "vemos" las imil.genes, sino al cerebra medio H. Estas son las fibras que miden la luz promedio y ha:cen ajustes para el iris; o si la imagen se ve borrosa 1.ratan
de corregir ia lente; o, si hay una imagen doble, tratan de ajustar el ojo para visi6n
binocular. En todo Caso, atraviesan el cerebra medio y realimentan el ojo. En K
est.in los mUsculos que gobiernan las acomodaciim de la lente } en L otro
va al
iris. El iris tiene dos sistemas de mUsculos. Uno es un mlisculo circular L
do es exdtado, tira y cierra el iris; actUa muy r<'ipidamente y los nervios
Los
nectados directamente desde el cerebro a traves de cortos axones con el
mUsculos opuestos son mUsculos radiales, de manera que cuando oscurece y lo~
mUsculos circu!ares se relajan, estos mUsculos radia!es tiran hacia afuera. Aqui te
nemos, como en muchos lugares del cuerpo, un par de mUsculos que trahajan en dl
recciones opuestas y en casi todos estos casos los si5temas nerviosos que controlar:
a ambos estitn ajustados muy delicadamente, de manera que cuando sc envian seiia
!es para contraer uno, automitticamente se envian seiiales para dilatar el otro. El
iris es una excepci6n peculiar: los nervios que hacen contraerse el iris son los que
hemos descrito recien. pero los nervios que hacen que el iris se dilate, nad1e sabe exacta
mente de dOnde salen, bajan por la espina dorsal detrits dcl pecho hasta las secciones tor3.cicas, salen de la espina dorsal, suben a travCs de los gangllo~ <lei cue!lo )
dando toda la vuelta retornan a la cabeza. de modo de accionar el otro extrema <lei
iris.
36-5
Fig. 36-3. Las interconexion'es neurales para el funcionamiento rnecanico
de los ojos.
Fig. 36-4. Las conexiones neurales
de los ojos a la corteza visual.
De hecho, la sen.al va por un sistema nervioso completamente diferente, no el sistema
nervioso central en absoluto, sino el sistema nervioso simpatico, asi que i:sta es una
man era bastante extraiia de hacer funcionar las cos as.
Ya hemos seiialado otra cosa extraOa acerca de! ojo, que las ci:lulas sensibles a
la luz est<'m en el !ado equivocado, de manera que la luz debe atrevesar varias capas de otras ci:\ulas antes de llegar a los receptores -iesta construido al revi:s!-,
De manera que algunos aspectos son maravillosos y otros aparentemente estllpidos.
La figura 36-4 muestra las conexiones de! ojo con la parte de! cerebra que esta
mils directamente relacionada con el proceso visual. Las fibras de! nervio 6ptico
van a una cicrta .irea justo mas all<i. de D, Hamada el geniculado lateral, desde donde
van a una secci6n de! cerebra \lam ad a corteza visual. N 6tese que algunas de las fibras de cada ojo se mandan al otro \ado de! cerebra, de manera que el cuadro formado es incompleto. Los nervios 6pticos de! !ado izquicrdo de! ojo derecho pasan
a traves de! quiasma Optico B, mientras que los del !ado izquierdo del ojo izquierdo
dan la vuelta y van por este mismo camino. De manera que el !ado izquierdo del
cerebra recibe toda la informaci6n que vienc dcl !ado izquierdo de! globo de cada
ojo, es decir, en el Iado derecho de! cam po visual, mientras que el !ado derecho de!
cerebra vc cl lado izquierdo de! campo visual. Esta es la mancra cOmo la informaci6n de los dos ojos se junta para dccir a quC distancia cst<i.n las cosas. Este es el
sistema de visi6n binocular.
Las conexiones entre la retina y la corteza visual son interesantes. Si un punto
de la retina se saca o se destruye de alguna manera, entonces toda la fibra muere
y podemos asi encontrar dOnde estii conectada. Resulta que, csencialmcnte, las conexiones son una a una -por cada punto de la retina hay un punto de la corteza visual- y puntos que est3n muy juntas en la retina, estiin muy juntos en la corteza
visual. De manera que la corte:rn visual todavia representa
36-<;
el arreglo e!.pac1al de los bastoncitos y conos, pero. por supue~to, mu) d1stoViionado.
Casas que est3.n en el centro de! cam po, que ocupan un lugar muy pequefio en la retina,
estitn extendidas sobre muchas, muchas cdulas en la corteza visual. Esta claro que es Util
ten er cosas que estaba.n originalmente juntas, m.is juntas aim. E! aspecto mils notable de!
tema, sin embargo, es el siguiente. El lugar donde podria pensarse que seria m<is impor
tante tener cosas juntas seria exactamente en el media de! campo visuaL CrCanlo o no,
la Iinea vertical en nuestro campo de visi6n cuando miramos algo es de ta! naturaleza quc la informaci6n de todos los puntos en el lado dcrecho de esa linea va al ]ado
izquierdo del cerebra y la informaciOn de los puntos de! lado izquierdo va al lado
dcrecho de! cerebra, y de la manera como esta regi6n estil hecha, hay un corte justo
en el medio, de manera que las cosas que est.in muy juntas en el medio iest.in muy
separadas en cl cerebra! De alguna manera, la informaciOn tiene que ir desde un
!ado del cerebra a! otro por algUn otro conducto, lo que es bastante sorprendente.
El problema de cOmo esta red llega a "'armarse" es muy interesante. El problema de cuimto est:i ya armada y cufl.nto se aprendc es muy antiguo. Se pensaba hace
mucho quc a lo mejor no necesitaba en absoluto estar armada cuidadosamente, que
cstil interconcctada s61o superficialmentc y luego, mediante la experiencia, el nifio
aprende que cuando una cosa est.it ·'ahi arriba" produce alguna scnsaciOn en cl cere
bro. (Los doctorcs siempre nos dicen lo que "51ente" un niilo; pero, (.c6mo saben
ellos lo que sicnte un niilo a la edad de un aiio?) El niilo, a la edad de un ailo, se supone que ve que un objeto estil "ahi arriba ", obtiene una cierta sensaciOn y aprende
c6mo alcanzar hasta "ahi", porque cuando a!canza hasta "aqui", no resulta. Este
cnfoque probablemente no cs corrccto, porque ya vcmos 4uc en muchos casos est.in
estas interconexiones cspecialmentc detalladas. Muy aclarativas son algunas notables
experiencias realizadas con salamandras. (A prop6sito, en la salamandra hay una
conexi6n cruzada directa. sin el quiasma Optico, porque !os ojos est.in a cada !ado
de la cabeza y no tienen regi6n en comUn. Las salamandras no tJcnen visiOn binocular.) La experiencia es Csta. Podemos cortar el nervio Optico de una salamandra
y el nervio va a crecer de nuevo desdc los ojos. Miles y miles de fibras celularcs
se regeneran asi. Ahora bien, en el ncrvio 6ptico las fibras no est.in adyacentcs --es
como un gran cable telef6nico he<:ho descuidadamente con todas las fibras tordCndose y dando vueltas-; pero, cuando Hegan al cerebro, se ordenan de nuevo. Cuando
cortamos el nervio Op ti co de la sa!amandra, la pregunta interesante es: (.podr:i ordenarse a!guna vez? La respuesta es notable: si. Si cortamos el nervio 6ptico de la salamandra y Cste crece de nuevo, la salamandra tiene de nuevo buena agudeza visual.
Sin embargo, si cortamos el nervio Optico y damos vuelta al ojo de arriba para abajo, y dejamos crecer aquCl de nuevo, otra vez tendr.i una agudeza visual correcta,
pero con un terrible error: cuando la salamandra ve una mosca "ahl arriba" salta
sobre ella "allil abajo"' y nunca aprcndc. Por lo tanto, ha\ una manera misteriosa
mediante !a cual los miles y m!les de fibras cncuentran ·su lugar adecuado en el
cerebra.
Este problema de cu3nto est3 armada y cu.into no lo est.it, es un prob!ema im·
portante en la teoria de! desarrollo de las criaturas. La respuesta no se conoce, pero
se estil estudiando intensivamente.
36-7
El mismo experimento, en el caso de! pez dorado, demuestra que se produce
un terrible nudo, coma una gran cicatriz o complicaci6n dondc cortamos el nervio
iiptico: pero, a pesar de todo csto, la~ fibras crccen de nuevo a sus lugares correctos
en el cerebra.
Para hacer csto, a medida que crecen en los vicjo~ canales del nervio Optico.
deben hacer una serie de decisiones respecto a la direcci6n en que deben crecer.
;,COmo haccn esto'! Parece que hay claves quimicas a !as cuales diferentes fibras
rcsponden en forma diferente. Piensen en el enorme m'.1mero de fibras en crecimiento,
cada una de las cuales es un individuo que difiere de alguna manera con sus vccinos:
al responder a cualquicra que 5ean las claves quimicas jresponde de un moOo lmico
su lugar apropiado para la conexi6n definitiva
suficiente para
bro! Esto es un hecho
-fantii.stico-. Es uno de los grandes
de la biologia descubierto
y cstit conectado indudab!emente con otros
antiguos probkmas no
crecimiento. organizaci(m y desarrollo de organismos y particularmcnte de
un
tos, de manera que los dos
excitaci6n va a producir
ci6n paralela. Cualquier
hacia la nariz, pero
ojos hacia afuera, al
mane:a de mandar una
mos tenido un accidcnte o haya pasado algo, por ejcmplo. que un nervio
mUsculos de un ojo pueden, ciertamente. dirigir un ojo para cual
es capaz Jc mover umbos ojos libremente hacia afuera
control
porquc parece ser que no hay mancra de hacerlo. Estamos
ya armadas hasta cierto punto. Estc cs un punto importante. porque la mayoria
de los primeros libros de anatomia y de sicologia, etc., no aprecian o no poncn fnfasis en el hecho que ya estamos armados tan complctamente --dicen que todo se aprende.
36-3
Las ci:lulas bastoncitos
Analicemos ahora con mayor Jetalle quC ~uccde en las ce!ulas bastoncitos. La
figura 36-5 muestra una microfotografia electr6nica dcl medio de una cClula has
toncito (la ceiula hastoncito se extiendc fuera de! campo). Hay capa tras capa de
estructuras planas. que se muestran ampliadas a la derecha, que contienen la sustancia rodopsina (pUrpura visual), !a tintura o pigmento, que produce los efcctos de
visiOn en los bastoncitos. La rodopsina, quo: cs el pigmento. cs una proteina grandc
que contiene un grupo especial llamado retineno, que sc pucdc extraer de la proteina
y que es, indudablemente. la causa principal
36-8
~
-1
--- r •
Fig 36-5. M1crofotografia electr6nica de
una c81ula bastonc1to.
-4oA• -===ro- 1 ~"'~
.120AJ==o:I
·::::
Fig
36-6
La
estructura
del
de la absorci6n de la !uz. No cntendemos la raz6n de los planos, pero es muy posible
que haya alguna raz6n para mantener paralela<> todas las mokculas de rodopsina. La
quimica de! fen6mcno ha sido estudiada extensamente. pero podria haber algo de fisica
en e1. Pudicra ser que todas las moJeculas est6n ordenadas en una especicde fila, de manera que cuando una se cxcita se genera un electron, digamos.que puede recorrerlas todas hasta algim lugar al final para sacar la seiial, o algo por el estilo. Este tema es muy
importante y no ha sido estudiado. E:s un cam po en el cual tanto la bioquimica como la
faica de\ estado s6lido, o algu parecido, se ;a a usar a la larga.
quesecaen,y
36-9
aunque cada uno se mueve sOlo una pequeita distancia (es de esperar que, en un
i.ttomo simple, podamos mover el electrOn sO!o una pequeita distancia) jel efecto
neto es el mismo que si el que estit en un extrema se hubiera movido al otro
extremo! Es Jo mismo que si un e\ectrOn recorriera toda la distancia hacia adelante
y hacia atrits y asi, de esta manera, obtenemos una absorciOn mucho mils fuerte
bajo la influencia de! campo e\ectrico que si sOlo pudieramos mover el electrOn una distancia que estit asociada a un ittomo. De manera que, como es facil
mover Jos electrones hacia atrits y hacia adelante, el retineno absorbe la luz muy
fuertemente: ese es el mecanismo de su parte fisico-quimica.
36-4
El ojo eompuesto (de! inseeto)
Volvamos a la biologia. El ojo humano no es el lmico tipo de ojo. En los vertebrados, casi todos los ojos son esencialmente como !os ojos humanos. Sin embargo, en los animales inferiorcs hay muchos otros tipos de ojos: manchas oculares,
diferentes copas de ojos y otras cosas menos sensibles, que no tenemos tiempo de
discutir. Pero hay otro ojo muy desarrollado en los invertebrados, el ojo compuesto
de! insecto. (La mayoria de los inscctos que tienen grandes ojos cornpuestos, tambien
tienen varios ojos adicionales mits simples.) La abeja es un insecto cuya visiOn ha
sido estudiada cuidadosamente. Es facil estudiar las propiedades de la visiOn de las
abejas, porque son atraldas por la miel y podemos hacer experimentos en los cuales
identificamos la mie!, poniendola en pape! arnl o papel rojo y vemos a cuii.1 vienen.
Mediante este mCtodo, se han descubierto algunas cosas muy interesantes respecto a
la visiOn de la abeja.
En primer lugar, al tratar de medir con cuitnta agudeza pueden las abejas ver la
diferencia de color entre dos pedazos de papel "'blanco", algunos investigadores
encontraron que no era muy buena y olros encontraron que era fantitsticamente
buena. Aun cuando los dos pedazos de papel blanco cran casi exactamente iguales.
las abejas podian distinguir la diferencia. Los investigadores usaron blanco de zinc
para un pedazo de papel y blanco de plomo para otro y, aunque para nosotros seven
exactamente iguales, la abeja podla distinguirlos perfectamente, porque reflejan en
cantidades diferentes el ultravioleta. De esta manera se descubriO que el ojo de la
abeja es sensible a un intervalo mayor del espectro que los nuestros. Nuestro ojo
trabaja entre 7.000 y 4.000 angstroms, desde el rojo a! violeta. pcro la abeja alcanza
aver hasta 3.000 angstroms ien el ultravioleta! Esto produce una serie de difercntes
efectos interesantes. En primer lugar, las abejas pueden distinguir entre muchas flore~
que a nosotros nos parecen iguales. Por supuesto, debemos darnos cuenta que los
colores de las flores no estitn disei'iados para nuestros ojos, sino para los de la abcja;
son seitales para atracr las abejas a una flor especifica. Todos sabemos que hay
muchas flcres "blancas ... Parece ser que el blanco no es muy interesante para las
abejas, porque resulta que todas las flores blancas tienen diferentes proporciones de
reflexiOn en el ultravioleta; no reflejan el cien por ciento del ultravioleta, como lo
haria un blanco verdadero. No toda la luz vuelve, falta el ultravioleta y Cse es un
color, ta! como para nosotros cuando faltara el azul, parece amarillo. De mancra
que todas las flores ticnen colores para las abejas. Sin embargo, tambiCn sabemos
que las abejas no pueden ver el rojo. Por lo tanto podriamos esperar que todas las
flares rojas parecicran negras a la abeja. jOe ningUn modo! Un cstudio cuidadoso
de las !lores rojas muestra, primero, que aun con nuestros ojos podemos ver que la
mayoria de las !lores rojas tienen un tinte azulado,
36-10
principalmente porque estitn reflejando una cantidad adicional de azul, que es la parte
que ven las abejas. Ademits, los experimentos demuestran tambien que las flores varlan segim su reflexiOn en el ultraviolcta, en las diferentes secciones de los petalos,
etcetera. i De man era que si pudit!ramos ver las flores co mo las vcn las abejas, serian
aim mas bonitas y variadas!
Se ha dcmostrado, sin embargo, que hay unas cuantas flores rojas que no reflejan
el azul o el ultravioleta y por lo tanto iparecerian negras a la abeja! Esto era de
sumo interCs para las personas que se preocupan de este tema, porque el negro no
parece un color interesante. ya quc es dificil distinguirlo de una vieja sombra sucia.
ResultO ser que estas flores no eran visitadas por las abejas. son las flores visitadas
por los colibries iY los colibries pueden ver cl rojo!
Otro aspecto interesantc de la visiOn de la abeja es que las abejas pucden, aIJa·
rentemente, indicar la direcci6n del sol mirando u.n pedazo de cielo azul, sin ver el
sol mismo. Nosotros no podemos hacer esto fii.cilmente. Si miramos el cielo por la
ventana hacia afuera y vemos que es azul, .:,en que direcciOn est<i. el sol? La abeja
puede decirlo, porque la abeja es muy sensible a la polarizaci6n de la luz y la luz
dispersada de! cielo est<i. polarizada*. Todavia existe a!guna discusiOn sobre cOmo
funciona esta sensibilidad. Aim no se sabc si es porque las reflexioncs de la luz son
diferentes en diversas circunstancias o porque el ojo de la abeja es sensible directamente1.
Tambien se dice que la abeja puede apreciar un centelleo de hasta 200 oscilaciones por segundo, mientras que nosotros no vemos mas que hasta 20. Los movimientos de las abejas en las colmena~ son muy ril.pidos; las pies se mucvcn y las
alas vibran, pero es muy dificil para nosotros ver estos movimientos con nuestros
ojos. Sin embargo, si pudieramos ver mils rilpidamente veriamos el movimiento. Probablcmentc cs muy importante para la abeja que su ojo tenga una respuesta tan
rii.pida.
Discutamos ahora quC agudeza visual podriamos csperar de la abeja. El ojo de
la abeja es un ojo compuesto y esta hecho de un gran nUmero de cdulas especiales
llamadas omalidio5, que estiln arregladas en forma c6nica en la superficie de una
esfera (aproximadamente) en la parte de afuera de la cabeza de la abeja. La figura 36-7 muestra un dibujo de uno de estos omatidios. En la parte de arriba hay un
ii.rea transparentc, un tipo de "lentc "', pero realmente es mils bien un filtro o guia
de luz, que hace que la Juz baje por la fibra delgada donde, probablemente, se produce la absorci6n. Al otro extrcmo estit la fibra nerviosa. La fibra central estii. ro·
deada en sus !ados por seis cdulas que, de hecho, han secretadq la fibra. Esta descripciOn es suficiente para nuestros propOsitos; lo importante es que es algo c6nico
y muchas de ellas pueden encajar una al Jado de la otra en toda la superficie de!
ojo de la abeja.
Discutamos ahora la resoluci6n de! ojo de la abeja. Si dibujamos lineas
(Fig. 36-8) para representar los omatidios en la superficie, que suponemos que es
unaesrera
• El ojo humano tambiCn tiene una !eve sensibilidad a la polarizaciOO de la Im: iY uno puede
aprender a ubicar la direcciOO del sol! El fenOmeno implicado se llama cepillo de Haidinger;
es una figura muy dCbil amarillenta, con fonna de vidrio de reloj, que se ve en el centro de\ campo
visual, cuando uno observa una gran ex;tcnsiim sin rasgos distintivos, usando anteojos polarizantes. Tamb1Cn se puede ver en el cielo azul, sin \os anteojos de polarizaciOO, si uno rota la
cabeza de uno a otro [ado alrcdedor del eje de visiOn.
' Ev1dencia obtcmda dcspuCs que esta clase foe dtctada, indica que el ojo es sensible directamcntc.
36-11
fig. 36-8. Vista esquemiltica de la
disposici6n de los omatidios en el ojo de
una abeja.
Fig. 36-7. La estructura de un omatidio
Fig. 36-9. El tamaiio 6ptimo de un
(una clllu!a simple de tm ojo compuesto). omatidio esS.,.,
de radio r, podemos ca[cular realmente el ancho de cada omatidio usando nuestro
cerebro iY suponiendo que la evoluci6n es tan inteligente co mo nosotros ! Si tenemos
un ornatidio muy grande, no tenemos mucha resoluci6n. 0 sea, una c6lula obtiene
una parte de informaci6n desde una direcciOn y la c6lula adyacente obtiene una
parte de informaci6n de otra dirccci6n y as! succsivamente. y la abeja no puedc
ver muy bien las cosas que estiln por e! media. De manera que la indeterminaci6n
en la agudeza visual del ojo va a corresponder, seguramente, a un Mgulo,
el 3ngulo del extrema de! omatidio con respecto al centro de curvatura de! ojo.
(Las cClulas del ojo existen, por supuesto, s6lo en la superficie de la esfora; dentro
de Csta estil la cabeza de la abcja.) Este <ingulo desde un omatidio al siguiente es,
por supuesto, el di<imetro del omatidio dividido por el radio de la superficie del ojo:
(36.1)
De manera que podemos decir "Mientras mils delgado hagamosO, mayor seril !a
agudeza visual. Entonces, ~por que la abeja no usa omatidio muy, pero muy fino?"
Respuesla: sabemos suficiente fisica para darnos cuenta de que si queremos hacer
pasar luz por una ranura angosta, no podemos ver con precisi{m en una direcci6n
dada. debido al efecto de difracciOn. La luz que viene de diferentes direcciones puede
entrar y, debido a la difracci6n,
36-12
vamos a tener luz entrando en un <ingulo d
()d
tal que
(36.2)
Ahora vemos que si hacemos ,) demasiado pequei'to, iC<ada omatidi0 no ve solacn una direccion, debido a la difracciOn! Si los hacemos demasiado grandcs,
uno ve en una dire;;dOn definida. pero no hay suficiente nllmero de ellos para
tcner una bucna visi6n de la escena. Por lo tanto, ajustamos la distancia d para haccr
mm1mu el efccto total de estos dos. Si los sumamos y buscamos el lugar donde la
suma ticnc un minimo (Fig. 36-9) encontramos que
(36.3)
lo que nos da una distancia
(36.4)
St suponemos que r mide alrededor de 3 milimetros, tomamos la luz que ve la abeja
como de 4.000 anp.troms, juntamo~ ambas y extraemos la raiz cuadrada, obtenemos
0 = (3 X 10- 3 X 4 X 10·- 7) 112 m
'""" 3.5 X 10- 5 m
=
35 µ.
(36.5)
ei di3.metro es 30,11 ;asi que esto es una concordancia bastante
aparcntcmente, en realidad funciona iY podcmos entender que deterdel ojo de la abeja! Tambien es facil volver a introducir los nllm~
encontrnr de 4ue ca!idad rea!mente cs \a reso!udOn angular de! ojo de la abeja:
con la de nosotros. Podemos ver cosas que son treinta
la abeja; \a abeja tiene una imagcn borrosa
podemos vcr. Sin embargo, estit bien,
preguntarnos por que las abejas no desarroUan
cl nuestro con una lente, etc. Hay varias razones interesantes.
abeja es demasiado chica; si tuviera un ojo coma el nuestro,
abertura seria del orden de 30/' y la difracciOn seria tan imporbien de todos modos. El ojo no sirvc si cs muy chico.
grandc coma la cabeza de la abeja. el ojo ocuparia
Lo hermoso del ojo compuesto es que no o<:upa lugar,
capa en la superficie de la abeja. De manera quc cuando alegamos que
haberlo hecho de nuestra manera, jdebemos recordar que e\las
tcnian ~u~ prop1os problcmas!
36-5
Otro~
ojos
muchos animales pueden ver color. Los peces, las mariporeptiles pueden ver color, pero se cree que la mayorla de los
Los primates pueden ver coloL Los p<i.Jaros por cieno que
los colores de los pitjaro~. iNo tendria ningUn ~entido tcnc1
con
tan brillantes. s1 !as hembras no pudieran ver!o! Esto es, la evo
lucam de .. lo que sea·· ~exual
36-13
que tienen los p<ijaros es el resultado de la capacidad de la hcmbra de ver el color. De
manera que la pr6xima vez que veamos un pavo real y pensemos en el brillante despliegue de colores maravillosos que es y en lo delicados que son los colores y qui:
maravilloso sentido cstetico se necesita para apreciar todo esto, no debcmos felicitar
al pavo real, sino ensalzar la agudeza visual y sentido estetico de la hembra jporqiJe
eso cs lo que ha generado tan bella escena!
Todos los invertebrados tienen ojos pobremente desarrollados u ojos compues
tos, pero todos los vertcbrados tienen ojos muy similares a los nuestros con una
excepci6n. Si consideramos la forma mils evolucionada de animales, decimos corricntemente, "jAqui estamos!", pero si tomamos un punto de vista de mcnos pre
juicios y nos restringimos a los invertebrados, de modo que no podamos inc!uirnos,
y preguntamos cmll es el animal invertebrado mils evolucionado, la mayoria de los
zo61ogos estiln de acuerdo que jel pufpo es el animal mils desarrollado! Es muy interesante que, ademits del desarrollo de su cerebro y sus reacciones, etc., que son
bastante buenas para un invertebrado, ha desarrollado, en forma independiente, un
ojo diferente. No es un ojo compuesto ni es un ojo puntual --tiene c6rnea, pitrpados,
iris, una lente, tiene dos regiones de agua y tiene una retina atrils-. jEs esencialmente
igual al ojo de los vertebrados! Es un notable ,ejemplo de coincidencia en la evoluci6n, donde la naturaleza ha descubierto dos veces la misma soluci6n para un problema, con un pequeiio mejoramiento. Rcsulta tambiCn sorprendente que en el pulpo
la retina es un pedazo de cerebro, que ha salido de la misma manera en su desarrollo embri6nico que en los vertebrados, pero lo interesante y diferente es que las celulas que son sensibles a la luz estim en el interior y las ce!ulas que hacen los
c:i.lculos estiln detr:i.s de aqu6llas, en vez de "al revCs'', como en nuestro ojo. Asi
vemos que por lo menos no hay ninguna buen a razOn para que esti: al rev Cs. j La
otra vcz que la naturaleza lo ensay6, lo puso al derccho! (Ver figura 36.10). Los
ojos mas grandes de! mundo son los de\ calamar gigante; ;se han encontrado de
hasta cerca de 40 ccntimetros de diilmetro!
Fig. 36-10.
36-6
El ojo de
un pulpo
Neurologia de la visiOn
Uno de los puntos mils importantes de nuestro tema es la interconcxi6n de la
informacLOn de una parte del ojo a la otra. Consideremos e! ojo compuesto de[ cangrejo gigante limulo. sobre c·l cual se ha hecho gran cantidad de experimcntos. Primero, tenemos que apreciar
36-14
que tipo de informaciOn puede venir a lo largo de !os nervios. Un nervio lleva un t1po
de perturbaci6n que tiene un efecto el6ctrico facil de detectar, un tipo de perturbaci6n
ondulatoria que baja por el nervio y produce un efecto en el otro exlremo: un largo pedazo de la cC!ula nerviosa, llamado el ax6n. lleva la informaci6n y un cierto impulso,
llamado "espique""', se propaga si e.s excitado en un extremo. Cuando un espique
baja por un nervio, otro no puede seguir inmediatamente. Todos los espiques son del
mismo tamai'to, de manera que no tenemos espiques mds altos cuando la cosa sc ex
cita m<is fuertemente, sino que obtenemos mds espiques por segundo. El tammio del
espique queda determinado por la fibra. Es importante darse cuenta de esto para ver
que sucede a continuaci6n.
Fig. 36-11.
El ojo compuesto del cangrejo gigante llmulo. !a) Vista normal. (b) Secci6n
transversal.
La figura 36-11 (al muestra cl OJO compucsto de! timulo; no tiene mucho de ojo,
tiene solamcnte cerca de mil omatidios. La figura 36-11 (b) es una seccion transversal de! sistema; se puede ver el omatidio con las fibras nerviosas que salen de ellos
y van al cerebra. Pero n6tese que aun en un limulo hay pequeiias interconexiones.
Son mucho mcno~ claboradas quc cl ojo humano y nos dan la oportunidad de estudiar un ejemplo mils simple.
los experimentos que se han hccho poniendo finos electrodos en
el nerv10
un limulo y hacienda incidir luz en un solo omatidio. lo que es
facil de hacer con lentes. Si encendemos la [u7 en un instante t 0 y medimos los pulsos ekctricos que salen. encontramos que hay un pequeiio retraso y luego una r<'i.pida serie de descargas que gradualmente disminuye a una rapidez uniforme,
como se muestra en la figura 36-12 (a). Cuando la luz se apaga, la descarga se detiene. Ahora bien, es muy interesante que si, mientras nuestro amplificador estil. conectado a esta misma fibra nerviosa, iluminamos un omatidio diferente, no sucede
nada; no hay seiia!.
Ahora hacemos otro experimento: iluminamos d omatidio angina] y obtenemos
la misma respuesta, pero s1 ahora iluminamos otro cercano tambii:n, los pu!sos se
interrumpen brevemcnte y despuCs se suceden a una rapidcz mucho menor (figura 36- I 2 b). jLa rapidez de una es inhibida por los impulsos que vienen del otro!
En otra~ palabras, cada fibra ncrviosa lleva la informaci6n desde un omatidio.
* N. def T.-La palabra inglesa <<spike», para designar un pulso rilpido de muy cona dura
ci6n, cs tarnbiCn de vasto uso en la terminologia castellana.
3'6-15
'ljl,,j1111!!'11 1 11:(1 1 jl1ijli!MiL 1 1lil1!:1:!:i1! 1 i 1 r1!j~
Receptores
.J<;.Al amplificad~~
luz
1
I~
luz
ill I
Receptores
Al amplificador
pww11mm111m111q11111111111·11·1111:·11lFig. 36-12. la respuesta a la luz de \as
fibras nerviosas del ojo del lfmulo.
cantidad que lleva es inhibida por las seiiales de los otros. De manera que si,por
todo el ojo esta iluminado en forma mas o menos uniforme, la informaci6n
de cualquiera de los omatidios va a ser relativamente debi!, porque esta
por muchos otros. De hecho, la inhibici6n es aditiva -si iluminamos varies
rnuy cercanos. la inhibicion es muy grandc-. La inhibici6n es mayor cuanomatidios esni.n mas juntos, y si los omatidios estan lo suficientemente alejacntre si, la inhibici6n es pr:icticamente cero. De manera que es aditiva y depende la distancia; aqui tencmos un primer ejemplo de c6mo la informaci6n provede difcrentes partes de! ojo se combina en el ojo mismo. Podemos ver, quiz<is,
un rato, quc cs un dispositivo para deslacar los conlrastes en los
porque si una parte de la escena est& iluminada y una parte
entonces
omatidios en el itrea lluminada producen impulsos que son
por la otra luz en la vecindad, de manera que es relativamentc ctebil. Por
un omatidio en el horde, al cual sc le: da un impulso "blanco '', tambien
por otros en la vecindad, pero no existen tantos, ya que a!gunos son
seiial resultante es, por lo tanto, mAs fuerte. El resultado seria una curva,
como la de la figura 36-13. El crust&ceo va a percibir un realce de! borde.
un realce de los hordes, sc conoce desde hace mucho;
notable que ha sido comentado muchas veces
los
un objcto, basta que dibujemos un csboLo. jC6mo
~Que es el
!a difercncia de contorno entre luz y sombra o un color y otro.
iNO es, crCanlo o no, que cada objeto tenga una linea
"'o'"""'brn,do' a mirar cuadros que tienen s.61o el esbozo!
36-13. la respuesta neta de los
rlel lirnulo cerca de un camb10
brusco cJe ilum1noc:16n
36-16
alrededor de e1. No existe tal linea. Es s6Jo en nuestra propia construcci6n sicol6gica
donde hay una linea; cmpczamos a entender la raz6n por la cua! la "linea" es clave
suficiente para lie gar al toao. Probablemente nuestros propios ojos trabajan en form a
similar -mucho 1i11ls compli~<tda. pero similar.
Finalmente, describiremos brevemente el trabajo mas detallado. el trabajo her
moso y avanzado realizado en el sapo. Hacicndo un cxperimcnto correspondiente
en un sapo, colocando en el nervio Optico del sapo unas sondas en forma de agujas
muy finas y construidas muy hellamente, uno puede obtener las sefiales que van a
lo largo de un ax(m particular y, lo mismo qi.ie en cl caso del cangrcjo gigante. encontramos quc la informaci6n no dcpende de s(llo un punto de! ojo, sino quc es la
suma de la informaci6n de varios puntos.
El cuadro mas reciente de la manera en que funciona el ojo del sapo es el siguiente. Uno puede encontrar cuatro tipos diferentes de fibras nerviosas 6ptica~. en
el sentido de que hay cuatro tipos de respuestas diferentes. Estos experimentos no se
h!cicron iluminando con pulsos de luz, porquc cso no cs lo que vc un sapo. El
se queda sentado simplemente y sus ojos no se mueven nunca. a menos que la
de lirio se bambolcc de un lado a otro, y en ese caso sus ojos oscilan en fonna
que la imagen queda fi.ja. El no mueve sus ojos. Si algo se mueve en su campo
sual. como un pequefio insecto (tiene que ser capaz de ver alga moviendose en un
fondo fijo). resulta que hay cuatro tipos diferentes de fibras que descargan,
propiedades se resumcn en la tabla 36-1. La detecci6n sostcnida dcl horde.
rrable, significa que si introduc:imos un objeto con un bordc dentro del campo
visilm dcl sapo, cntonces hay muchos impubos en esta fibra particular, micntras
el objeto se cstii. movicndo, pcro disminuyen hasta ser un impulso sostenido. que
permanece mientras el horde este ahi. aun si est:i quieto. Si apagamos la lu7, los
impulsos se detienen. Si la prendemos otra ve7 mientras el borde aUn cst.1 a la vista.
empiczan de nucvo. No son borrables. Otro tipo de fibra es muy similar, salvo que si
el borde es recto, no funciona. jOcbc ~er un horde convexo con fondo oscuro! jCOmo debe de ser de complicado cl sistema de interc;onexiones en la retina del ojo del
sapo, para entcnder que una superficie convexa ha aparecido! Adem:is, aunque csta
fibra mantiene a!go, no mantiene tanto como la otra y si
Tabla 36-1
Tipos de respuestas en fibras nerviosas Opticas de un sapo
Ti po
I. Detecci6n sostenida del borde (imborrablc)
Velocidad
0.2·0,5 m/seg
Campo angular
I"
2. Detecci6n de! borde convexo (borrable)
0.5 m/seg
2"·3"
3. DetecciOn de contraste cambiante
l-2 m/seg
7"-10"
4. Detecci6n de penumbr~
5. Deteccion de oscundad
Hasta ~ ml seg
ha~ta
l 5"
muy grande
36-17
apagamos la !uz y la volvemos a encender, no vuelve a producirse el impulso. Depende de! movimiento de la superficie convexa. El ojo lo ve entrar y recuerda que
estli ahi, pero si simplemente apagamos la luz por un momenta, sencillamente se
olvida y no lo ve mis.
Otro ejemplo es la detecci6n del cambio de contraste. Si hay un horde entrando
o saliendo, hay pulsos; pero si el objeto se mantiene inm6vil, no hay pulsos.
Tambifn existe un detector de penumbra. Si la intensidad de la \uz baja, produce
pulsos, pero si permanece baja o aumenta, los pulsos se detienen; funciona s61o
cuando la luz se estli debilitando.
Fina\mente, tambiCn existen unas cuantas fibras, que son detectores de oscuridad
~algo de lo mis sorprendente- idisparan todo el tiempo! Si aumentamos la luz, disparan menos rti.pido, pero todo el tiempo. Si disminuimos la luz, disparan mis rlipido, todo el tiempo. En la oscuridad, disparan como locos, diciendo en forma perpetua: "jEst.ii oscuro! jEsti oscuro! jEst.ii oscuro!"
Ahora bicn, estas respue&tas son bastante dificiles de clasificar y podriamos pensar que a lo mejor estos experimcntos fueron ma! interpretados. jSin embargo, es
muy intercsante que estas mismas clases esten separadas muy claramente en la anatomia de! sapo ! Mediante otras medicioncs, despufs que estas respuestas fueron clasificadas (de~puris, esto es lo importante) se descubri6 que la velocidad de las seiiales
en las diferentes fibras no era la misma, jde modo que aqui tenemos otra manera
independiente de comprobar que tipo de fibra hemos encontrado!
Otra pregunta interesante es: ~desde que tamaiio de lirea hacc una fibra particular sus cil.kulos? La respuesta es diferente para difcrcntes clases.
La figura 36-t4 muestra la superficie del asi llamado tectum de un sapo, dondc
los nervios entran al cerebra desde el nervio Optico. T odas las fibras nerviosas que
Hegan
Fig. 36 14
El tecturn de un sapo
36-18
de! nervio 6ptico se conectan en diversas capas del tectum. Esta estructura en
capas es amiloga a la retina; esto es, en parte, la raz6n por la que sabemos que el
cerebro y la retina son muy similares. Ahora bien, tomando un electrodo e intro~
duciiindolo sucesivamentc a traves de las capas, podemos averiguar d6nde termina
cada tipo de nervio 6ptico, jy el resultado, hermoso y maravilloso, es que los diferentes tipos de fibras terminan en ca pas diferentes r Las primeras terminan en el ti po
nllmero I, las segundas en el nU.mero 2, las terceras y quintas terminan en el mismo
lugar y la mis profunda de todas cs la nllmero cuatro. (jQue coincidencia, tienen
los nllmeros casi en el orden correcto! No, esa es la raz6n por la cual las enumeraron de esa manera, jla primera publicaci6n tenia los nllmeros en diferente orden!)
Podemos resumir brevemente lo que hemos aprendido, de esta manera: probable·
mente hay tres pigmentos. Puede haber muchos tipos diferentes de ce!ulas recepto·
ras que contienen los tres pigmentos en diferentes proporciones, pero hay muchas
interconexiones que permiten sumas y restas mediante adiciones y refuerzos en el
sistema nervioso. De manera que antes de que entendamos la visi6n de Jos colores,
tendremos que entender la sensaci6n final. Este tema est:i. aim abierto, pero estas
investigacioncs con microe!ectrodos y otros instrumentos, a lo me;cir nos dar:i.n, en
Ultimo tc!rmino, mayor infonnaci6n sabre c6mo vemos el color.
BIBLIOGRAFiA
Committee on Colorimetry, Optical Society of America, The Science ofCofor, Thomas
Y. Crowell Company, New York, 1953.
"Mechanisms of Vision," 2nd Supplement to Journal of General Physiology, Vol. 43,
No. 6, Part 2, July 1960, Rockefeller Institute Press.
Articulos especiales
DEROBERTIS, E., "Some Observations on the Ultrastructure and Morphogenesis
of Photoreceptors," pp. 1-15.
HURVICH, L. M. and D. JAMESON, "Perceived Color, Induction Effects, and
Opponent-Response Mechanisms," pp. 63-80.
RosENBLITH, W. A., ed., Sensury Communication, Massachusetts Institute of Technology Press, Cambridge, Mass., 1961.
"Sight, Sense of," Encyclopaedia Britannica, Vol. 20, 1957, pp. 628-635.
36-19
37
Cornportamiento cutintico
37-1
Mecfutica atOmica
37-5
La interferencia d• ondas d•
electrones
37-2
Un experimento con proyectiles
37-6
Observando los electrones
37-3
Un experimento con ondas
37-7
Primeros principios de la mecilnica cu:intica
37-4
Un experimento con electrones
37-1
37-8
El principio de indeterminaciOn
Mec3nica atOmica
En los Ultimas capltulos hemos tratado las ideas esenclales necesarias para la
comprensi6n de la mayor[a de los fen6menos importantes de la luz --o en general,
de la radiaci6n electromagnetica~. (Hemos dcjado algunos tbpicos especia!es para
el pr6ximo afto. Especificamente. la teoria de !os indices de !os materiales densos y
la reflexi6n total interna.) En lo que estamos interesados es en la l!amada ··teorla clitsica ,. de las ondas electricas, la cual llega a ser una adecuada y completa descripci6n de la naturak:za para un gran nUmero de efoctos. Todavia no nos hemos preocupado del hecho quc la luz llega en grinulos o •·fotones".
Nos gustaria considerar coma nuestro siguiente tema el problema de! comportamiento de relativamente grandes pedazos de materia -por ejemp!o, sus propiedades
mecanicas y tCrmicas-. En su discusi6n, encontraremos que la teoria "cl{isica" (o
antigua) falla casi inmediatamente, ya que la materla estii realmente constituida de
particulas de tamaD.o at6mico. Sin embargo, trataremos·solamente la parte cliisica ya
que es la lmica parte que podemos entender, usando la mecinica cliisica que hemos
estado aprendiendo. Pero no tendremos mucho exito. Encontraremos que en el caso
de la materia. a difercncia de! caso de !a luz, nos encontraremos relativamente pronto en dificultades. Podriamos, por supuesto, evadir continuamente los efectos at6micos, pcro en vez de ello interpondremos aqui una corta excursi6n, en la cual describiremos las ideas bilsicas de las propiedades cuilnticas de la materia, es decir,
las ideas cuilnticas de la fisica at6mica, de modo que ustedes se den cuenta de aquello que dejamos de \ado. Porque tendremos que dejar de \ado algunos temas importantes que no podemos evitar que se nos presenten.
De modo que daremos ahora la inlroducci6n al tcma de la mecanica cuilntica,
pero no podremos entrar realmente en el tema hasta mis adelante.
La "mecilnica cu<intica,. es !a descripci6n del comportamiento de la materia
en todos sus detalles y en particular de lo que sucede a escala at6mica. A una escala
37~1
muy pequefla, las cosas se comportan de un modo distinto a aquello en lo que
ustedes tengan alguna experiencia directa. No se comportan como ondas, no se comportan co mo particulas, no se comportan co mo nu bes, o bolas de bi liar. o pesos
sobre resortes, o come nada que hayan vista alguna vez.
Newton pensaba que la luz estaba constituida de particulas. pero entonces se
descubri6, como hemos visto aqui, que se comporta como una onda. Mas tarde, sin
embargo (en los comienzos de! siglo XX), se descubri6 que en realidad la luz se comporta algunas veces como una particula. Hist6ricamente, se pens6 que e! electr6n.
por ejemplo, se comportaba como una particO.la, y entonces se encontr6 que en muchos aspectos se comportaba como una onda. Asi que realmente no se comporta ni
como !o uno ni como lo otro. Ahora nos dames por vencidos. Decimos: "No es
ni lo uno ni lo otro ".
Sin embargo, hay un hecho afortunado -los electrones se comportan exactamente como la !uz~. El comportamiento cuti.ntico de objetos at6micos (electrones,
protones, neutrones, fotones, etc.) es el mismo para todos, todos e!!os son "ondas
corpuscu!ares", o como quieran llamarlas. De modo que lo que aprendamos respec
to a las propiedades de !os electrones (los cuales usaremos para nuestros ejemplos)
se aplicarti. a todas las "particulas·• induyendo los fotones de la luz.
La acumulaci6n gradual de informacibn sabre el comportamiento at6mico y a
pequefla escala durantc el primer cuarto de este siglo, lo cual dio algunas indicaciones de c6mo se comportan las objetos pequeflos, produjo una confusi6n creciente,
que finalmente se resolviO en 1926 y 1927 por SchrOdinger, Heisenberg y Born.
Elles, finalmente, obtuvieron una descripci6n sistemti.tica de! comportamiento de
la materia a escala pequefla. En el prescnte capltulo trataremos los principales aspectos de esa descripci6n.
Como el comportamiento at6mico es tan diferente a la experiencia comlm, es
muy dificil acostumbrarse y a todos aparece como algo peculiar y misterioso, tanto
al novicio como al fisico experimentado. Aun los expertos no Jo entienden en la forma en que Jes gustaria hacerlo, y esto es perfectamente razonab!e, ya que toda la
experiencia humana y !a intuici6n humana se aplican a objetos grandes. Nosotros
sabemos c6mo actuarti.n estos objetos grandes; pero cosas a escala pcquetia no actUan precisamente en esa forma. De modo que tenemos que aprender respecto a
ellas en una cierta forma abstracta o imaginativa y no en conexi6n con nuestra experiencia directa.
En este capitulo abordaremos en forma inmediata el elemento bilsico de! misterioso comportamiento en su mils extraiia forma. Elijamos examinar un fen6meno
que es imposible, absolutamente imposible, de explicar en cualquier forma clti.sica,
y que contiene !a esencia de la mecti.nica cuimtica. En realidad, contiene el Unico
misterio. No podemos explicar el misterio en el sentido de una "explicaci6n., de
c6mo funciona. SOio Jes diremos c6mo funciona. DiciCndoles c6mo funciona esto,
Jes habremos dicho las particularidades bti.sicas de toda la mecti.nica cuti.ntica.
37-2
Un experimento con proyeetiles
Para tratar de entender el comportamiento cuti.ntico de los electrones. compararemos y confrontaremos su comportamiento, en un dispositivo experimental particular, con el comportamiento mils familiar de particulas, tales como proyectiles y con
el comportamiento de ondas, tales como las ondas del agua. En primer lugar consideraremos el comportamiento de los proyectiles en el dispositivo experimental mostrado esquemti.ticamente en la figura 37-l. Tenemos una ametralladora que dispara
un chorro de proyectiles. No es un arma muy buena, ya que esparce Jos proyectiles (al azar) sabre un
37-2
Fig. 37-1.
Experimento de interierencia con proyectiles
intervalo angular bastante amplio, coma se indica en la figura. Frente al can6n
tenemos una pared (hecha de l<imina blindada) que tiene dos agujeros suficientemente grandes para dejar pasar un proyectil. Mils al!a de la pared hay una
contenci6n (digamos una gruesa pared de madera), la cual "absorbe" los proyectiles cuando estos la golpean. Frente a la pared tenemos un objeto que llamaremos "detector" de proyectiles. Este puede ser una caja que contenga arena. Cualquier proyectil que penetre al detector ser<i detenido y acumulado. Cuando lo deseemos
podemos vaciar la caja y contar el nllmero de proyecti!cs que han sido atrapados.
El detector puede moverse hacia adelante y hacia atr<i.s (la que llamaremos direcci6n
x). Con este dispositivo podemos encontrar experimentalmente la respucsta a la pregunta: "(.Cuat es la probabilidad de que un proyectil que atraviese los agujeros en
la pared llegue a la eontenci6n a un distancia x del centro?" En primer lugar, deben
darse cuenta que tenemos que hablar de probabilidad, ya quc no podemos decir en
forma definitiva a d6nde ir<i un proyectil particular. Un proyectil que por casualidad
golpea uno de los agujeros, puede rebotar en los hordes de! agujero y puede tcrminar
en cualquier parte. Por "probabilidad" queremos decir !a posibilidad de queel proyectil
llegue al detector, que podemos medir contando el nllmero que llega al detector en
un cierto tiempo, y luego hacienda el cocicnte entre este nllmero y el nllmero total
que golpea la contenci6n durante ese tiempo. 0, si suponemos quc cl arma sicmpre
dispara con la misma rapidez durante las medidas, la probabilidad que queremos es
exactamente proporcionat al nllmero que alcanza el detector durante alglln intervalo
patr6n de tiempo.
Para nuestros prop6sitos actuales nos gustaria imaginar alglln experimento idealizado en el cual los proyectiles no sean proyectiles reales, sino proyectiles indes:
tructibles --que no puedan partirse en mitades-. En nuestro experimento encontramos que los proyecti!es siempre l!egan en gninulos, y cuando encontramos algo en
el detector, siempre es un proyectil entero. Si la rapidez con la cu al la ametralladora
dispara se hace muy baja, encontramos que en cualquier momento dado no llega
ninglln proyectil a la contenci6n, o bien llega uno y solamente uno --exactamente
uno--. Tambien el tamaii.o de los gritnulos ciertamente no depende de la rapidez de
disparo de! arma. Diremos: "Los proyectiles siempre Hegan en gr<i.nulos idi:nticos".
Lo que medimos con nuestro detector es la probabilidad de llegada de un grfillulo
y medimos ia probabilidad en funci6n de x. El resultado de tales medidas con este
aparato (no hemos realizado todavia el experimento, asi que realment~ estamos imaginando el
37-3
resultado) estit trazado en el gritfico dibujado en la parte (c) de la figura 37-1.
En el gritfico dibujamos la probabilidad hacia la derecha y verticalmente x,
de modo que la escala de x se ajusta al diagrama del dispositivo. Llamamos Pn a
la probabilidad porque los proyectiles pueden haber venido ya sea a traves de! agujero 1 6 a ttaves de! agujero 2. Ustedes no se sorprenderitn de que P 12 sea grande
cerca del media del gritfico, pero que se haga chico si x es muy grande. Sin embargo, podrian preguntarse por que P 11 tiene su mit.ximo valor en x = 0. Podemos entender este hecho, si hacemos otra vez nuestro cxperimento,..,,despues d? cubrir e!
agujero 2, y una vez mas mientras se cubre i:?l agujero I. Cuando el aguJero 2 esta
cubierto, los proyectiles pueden pasar solamente a traves de! agujero 1 y obtenemos
la curva indicada por P 1 en la parte (b) de la figura. Como podrian esperar, el mitximo de P 1 ocurre en el valor de x que est<i en linea recta con el caii6n y el agujero
1. Cu!lldo el agujero 1 estit cerrado, obtcnemos la curva simetrica P2 , trazada en la
figura. P 2 es la distribuci6n de probabilldad para los proyectiles que pasan a traves
de! agujero 2. Comparando las panes (b) y (c) de la figura 37-1, encontramos el
importante resultado que
(37.1)
Las probabilidades justamente se suman. El efecto con ambos agujeros abiertos
es la suma de los efectos con cada agujero abierto separadamente. Llamaremos este
resultado una observaci6n de "no interferencia ·; por una raz6n quc ustedcs mas tarde
veritn. Hasta aqu[ los proyectiles. Llegan en granulos y su probabilidad de llegada
no muestra interferencia.
(o(
Fig. 37-2.
37-3
'"'
'"
Expenmento de mterferenc1a con ondas de agua.
Un experimento con ondas
Ahora deseamos considerar un experimento con ondas en agua. El aparato se
muestra esquemitticamente en la figura 37-2. Tenemos un recipiente poco profundo
con agua. Un pequefio objeto indicado por "fuente de ondas" est.ii v1brando hacia
arriba y abajo mediante un motor y produce ondas circulares. A la dcrecha de la
fuente tenemos otra vez una pared con dos agujeros y mils allit de el!a hay una segunda pared, la cual, para mantener simples las cosas, es un "absorbente", de modo
que no hay reflexiOn de las ondas que llegan aili. Esto puede hacerse construyendo
una "playa" gradual de arena. frente a la playa colocamos un detector, el que
37-4
coma antes se puede mover para adelante y para atnis, en la direcciOn x. El detector es
ahora un dispositivo que mide la '"intensidad" de! movimiento ondulatorio. Pueden
imaginar un dispositivo que mide la altura de! movimiento ondulatorio, pero cuya
escala est<i calibrada en proporciOn al c:uadrado de la altura real, de modo que la
lectura es proporcional a la intensidad de la onda. Entonces nuestro detector lee en
proporciOn a la energia transportada por la onda --o m8.s bien la cantidad de energia
que llega al detector por unidad de tiempo.
Con nuestro aparato de ondas, la primera cosa que se observa es que la intensidad puede tener cualquier tamafto. Si la fuente mueve sO!o una muy pequeiia cantidad, hay sOlo un poco de movimiento ondulatorio en el detector. Cuando hay mis
movimiento en la foente, mils intensidad hay en el detector. La intensidad de la onda
puede tener cualquier valor. No diriamos que hay alguna "granulaciOn"' en la intensidad de la onda.
Ahora midamos la intensidad de la onda para varios valores x (cuidando que
la fuente de ondas funcione siempre en la misma forma). Obtenemos la curva de
aspecto interesante indicada con / 12 en la parte (c) de la figura.
Hemos calculado ya cOmo tales figuras pueden producirse, cuando estudiamos
la interferencia de ondas eJectricas. En este caso observamos que la onda original
se difracta en los agujeros y nuevas ondas circulares se propagan desde cada agujero. Si cubrimos un agujero un instante y medimos la distribuci6n de intensidad en
el absorbente, encontramos las curvas de intensidad bastante simples, mostradas en
la parte (b) de la figura. / 1 es la intensidad de la onda proveniente de! agujero I (que
encontramos haciendo la medici6n cuando el agujero 2 estit bloqueado) e / 2 es la intensidad de la onda proveniente de! agujero 2 (vista cuando el agujero 1 estit bloqueado).
La intensidad observ~a / 12 cuando ambos agujeros estim abiertos ciertamente
no es la suma de / 1 e / 2• Decimos que hay "interferencia"' de las dos ondas. En algunos lugares (donde la curva / 12 tiene sus m8.ximos) las ondas estim "en fase" y
\os milximos de las ondas se suman para dar una gran amplitud y, por lo tan to,
una gran intensidad. Decimos que las dos ondas estitn "interfiriendo constructivamente" en tales lug ares. Habra ta! interferencia constructiva siempre que la distancia
desde el detector a uno de los agujeros sea mayor (o menor), en un nUmero entero de
longitudes de onda. que la distancia desde el detector al otro agujero.
En aquellos lugares donde las dos ondas Hegan al detector con un defasaje de
n (don de estim "fuera de fase ") el movimiento ondulatorio resultante en el detector
seril la diferencia de las dos amplitudes. Las ondas "interfieren destructivamente",
y obtenemos un valor bajo para la intensidad de onda. Esperamos tales vaJores dondequiera que la distancia entre el agujero l y el detector difiere de la distancia del
agujero 2 al detector en un nU.mero impar de semilongitudes de ondas. Los vaJores
bajos de / 12 en la figura 37-2 corresponden a los lugares donde las dos ondas interfieren destructivamente.
Recordaritn que la relaci6n cuantitativa entre / 1 , 12 e / 12 puede expresarsee en la
siguiente forma: la altura instantimea de la onda de agua en el detector puede ser escrita
para la onda proveniente de\ agujero l como Oa parte real de) /i 1 elwt donde la "amplitud" /i 1 es, en general, un nU.mero complejo. La intensidad es proporcional al cuadrado media de la altura, o cuando usamos los nUmeros complejos, a I Ii 1 I 2 • Similarmente, para el agujero 2, la altura es /i 2 e1w 1 y la intensidad cs proporcional a
I /i1 I 2. Cuando ambos agujeros estitn abiertos, las alturas de las ondas se suman
para dar la altura
37·5
1 " 11 y la intensidad
I Ji 1 +
nalidad para nuestros propOsitos
(Ji 1 + li2) e
2•
Omitiendo la constante de proporcionalas relaciones apropiadas para 011das
que interfiere11 son
11 =
lli1] 2,
/2
=
ih2l 2 ,
donde
cribir
b
lh1 + li2l 2
=
iz 1
y
es el defasaje entre
/12
=
lh1 + h2l 2 •
(37.2)
d1ferente de\ obtcdido con proyectiles (Ee.
Notarfl.n que el
37.1). Si desarrollamos
lh1l 2 + lh2l 2 -t 21li1llli2I cos 8,
h1 •
(37.3)
En funci6n de las intensidades, podriamos es(37.4)
E! Ultimo tfrmino en (37.4) es cl "termmo de interferencia". Suficientecon lasondas
de aguas. La intensidad puede tcncr cualquier valor y muestra intcrfcrencia.
37-4
Un experimento con electrones
Imaginemos ahora un experimento similar, pero con electrones. Se muestra esquemilticamente en la figura 37 3. Construyamos un cai't6n de electrones que consiste en un alambre de tungsteno calentado mediante una corriente e!ectrica y rodeaun agujero en clla. Si el alambre estfl. a un voltaje
do por una caja de metal
negativo con respecto a la
los electrones emitidos
el alambre seriln aceleTodos los electrones
rados hacia las parcdes y algunos pasar<in a trm. es de!
que saldrti.n de! cai't6n tendr<in (aproximadamcntc) la
se tiene otra vez una pared (simplemente una delgada
jcros en ella. Mils allii de la pared hay otra litmma
ciOn". Frcnte a la contcnci6n colocamos un detector
contador geiger, o quizas mcjor, un rnultiplicador de
parlantc.
Debenamos decirles inmediatamente que no traten de disponcr dicho cxperi
mento (como pudicron haberlo hecho con los dos ya descnto~). E<;te expenmento
nunca ha sido hccho en esta forma. El problema es que el aparato tendria quc
Pared
(a)
Fig. 37-3
rontencicin P,'"l+,12
lj.mJf>/
P, 2 •lf>1 •+,l
(b)
(cl
Experimento de 1nterferenc1a con electrones
37-6
ser construido a una escala imposiblemente pequena para mostrar los efectos en los que
estamos interesados. Estamos haciendo un "experimento pensado", el cual hemos
elegido porque es facil pensar en el. Sabemos los resultados que se obtendrian ya
que hay muchos experimentos que han sido hechos, en los cuales la escala y las proporciones han sido elegidas para mostrar los efectos que describiremos.
La primera cosa que notamos con nuestro experimento de electrones es que oimos marcados "clic '' provenientes de! detector (esto es, del a\to-par1ante). Y todos
los "clic" son iguales. No hay "medios die".
Tambien deberiamos notar que los "die'' Uegan muy err3.ticamente. Algo coma:
die .... clic-clic ..... clic ..... die ..... clic-clic..... clic ..... etc., ta! como ustedes, sin duda,
han oido funcionar un contador geiger. Si contamos los clic que Hegan en un tiempo
suficientemente largo -muchos minutos, digamos- y luego contamos otra vez durante otro periodo igual, encontramos que los dos nllmeros son muy aproximadamente
iguales. De modo que podemos hablar de una frecuencia media a la cua\ Jos clic se
escuchan (tantos clic por minuto en promedio).
A medida que movemos el detector, la frecuencia a la cual los clic aparecen
es mayor o menor, pero .el tamaiio (sonoridad) de cada clic es simpre el mismo. Si
bajamos la temperatura de! alambre en el canon, la frecuencia de los clic baja, pero
todavia cada clic suena igual. Tambien podriamos notar que si ponemos dos detectores separados sobre la contenci6n, uno u otro sonaria, pero nunca ambos al mismo tiempo. (Excepto que en algUn momenta, si hubiera dos die muy cerca en el
tiempo, nuestro oido no pudiera sentir la separaciim.) Por lo tanto concluimos que
dondequiera que lleguen a la contenciOn, llegan en "grMulos'·. Todos los "gr3nu!os"
son de! mismo tamaiio: solamente llegan "gr3nulos" enteros, y Hegan uno a uno
a la contenci6n. Diremos: "Los electrones Hegan siempre en gr3nulos identicos ".
Al igual que en nuestro experimento con pr.oyectiles, podemos ahora proseguir
para encontrar experimentalmente la respuesta a la pregunta: "t,Cu3\ es la probabilidad relativa de que un "grilnulo" electr6nieo llegue a la contenci6n a diversas
distancias x del centro? Como antes, obtenemos la probabilidad relativa, observando
la frecuencia de los clic, manteniendo constante el funcionamiento de! caii6n. La
probabilidad con la cual los "gr<inulos" Hegan a un x particular es proporcional a la
frecuencia media de los clic en ese x.
El resultado de nuestro experimento es la interesante curva, marcada P 12 en la
parte (c) de la figura 37"3. jSl! Esa es la fonna en que se comportan Jos electrones.
37-5
La interferencia de onda de electrones
Tratemos ahora de analizar la curva de la figura 37-3 para ver si podemos entender el comportamiento de \os electrones. Lo primero, que deberiamos decir es que, ya
que ellos llegan en grii.nulos, cada gr3nulo que podemos llamar igualmente bien un
electrOn, ha pasado, o a travCs de! agujero I o del agujero 2. Escribamos esto en la
forma de "Proposici6n ":
ProposiciOnA: Cada electr6n pasa, ya sea a traves de! agujero I 0 a traves de! agujero 2.
Suponiendo la Proposici6n A, todos los electrones que lleguen a la contenci6n pueden ser divididos en dos clases: (!) los que llegan a traves de! agujero I y (2) !osque
Hegan
37-7
a traves de! agujero 2. De modo que nuestra curva observada dcbc ser la suma
de los efectos de los electrones que pasan a traves de! agujiro I y !os electrones que
pasan a traves del agujero 2. Verifiquemos esta idea mediante un experimento. Primera, realizaremos una medida para los electrones que pasan a traVes de! agujero I.
Taparemos el agujero 2 y realizarem~s nuestras cuentas de los clic de! detector. De la
frecuencia de los clic obtenemos P 1• El resu\tado de la medida se muestra mediante
la curva marcada P 1 en la parte (b) de la figura 37-3. El resultado parece bastante
razonable. En una forma similar, medimos P~, la distribuci6n de probabilidad para
los electrones que pasan a traves de! agujero i. El resultado de esta medida est:i tambien trazado en la figura.
El agujero P 12 obtenido con ambos agujeros abiertos claramente no es la suma de
P 1 y Pz, las probabilidades para cada agujero por separado. Por ana!ogia con nuestro experimento de ondas de agua, decimos: "hay interferencia,.
Para electrones:
(37.5)
l,C6mo pudo producirse esa interferencia? Quiz:is podriamos decir: "Bien, eso
significa presumiblemente que no es verdad que los griLnulos pasan. ya sea a travi:s
del agujero 1 o de! agujero 2, porque si Jo hicieran, las probabilidades deberian sumarse. Quiziu. van en una forma mils complicada. Se separan en mitades y ... " jPero
no! No pueden, siempre llegan en gr:inulos ... "'Bien, quizils algunos de ellos pasen a
traves de I y luego den la vuelta a traves del 2, y !uego den vueltas algunas veces mils,
o mediante a\gUn otro camino complicado ... entonces cerrando el agujero 2 cambiariamos la probabilidad de que un electr6n que partiera a traves de! agujero I llegara
fina!mente a la contenci6n ... " jPero observen! Hay algunos puntos a los cuales Hegan
muy pocos electrones, cuando ambos agujeros estiln abiertos, pero que reciben muchos electrones si cerramos un agujero, de modo que cerrando un agujero aumenta
el nUmero proveniente desde el otro. Sin embargo, n6tese que en el centro de la
figura, P 11 es mils de\ doble de grande que P 1 + Pi- Se ha pensado que cerrando un
agujero disminuiria el nUmero de electrones que pasan a traves de! otro agujero. Parece dificil de explicar ambos efectos, al proponer que los electrones viajen segUn complicadas trayectorias.
Todo es bastante misterioso. Y mientras mils lo miran, mils misterioso parece.
Muchas ideas han sido inventadas para tratar de explicar la curva P 12 en funci6n de
los electrones individuales que pasan a traves de los agujeros en formas complicadas.
Ninguna de ellas ha tenido exito. Ninguna de ellas ha podido obtener la curva correcta para P 12 en funci6n de P 1 y P 1 .
Sin embargo, es bastante sorprendente que la matemtitica para relacionar P 1 y P 2
con Pu sea extremadamente simple. Porque Pn es precisamente como la curva / 12 de
la figura 37-2 y isa era simple. Lo que sucede en la contenci6n puede describirse con
dos nllmeros complejos que podemos llamar {p 1 y i'p 2 (son funciones de x, por supuesto). El mOdulo al cuadrado de (~ 1 da el efecto con s6lo el agujero I abierto. Esto es,
P 1 =I ~Ji. El efecto con sOlo el agujero 2 abierto estil dado por &2 en la misma forma.
Esto es ~ lip 2 p. Y el efecto combinado de las dos agujeros es justamente P 12 =
lp 1 + (pil1- iLa matemtitica es la misma que la que teniamos para las ondas de agua!
(Es dificil ver c6mo se pudo obtener un resultado tan simple de un complicado juego
de electrones que van y vienen a traves de la lilmina con alguna extraiia trayectoria.)
Concluimos lo siguiente: los electrones llegan en grimulos como particulas y la
probabilidad de llegada de esos gr3nulos esta distribuida como la distribuci6n de la
intensidad de una onda. En este sentido es que los electrones se comportan "algunas
veces como una particula y algunas veces como una onda ".
A prop6sito, cuando est:ibamos tratando ondas ciMicas, definimos la intensidad
como el promedio temporal de! cuadrado de la amplitud de la onda y usamos nllmeros
complejos como un artificio matemRtico para simplificar el an8.lisis. Pero en mec8.nica cuintica resulta que las amplitudes deben ser representadas por nllmeros complejos. S6lo las partes reales no serviriln. Por el momenta esto es un punto tecnico, ya
que las f6rmulas se ven exactamente iguales.
Ya que la probabilidad de llegada a traves de ambos agujeros est<l dada tan simplemente, a pesar de que no es igual a (P1 + PJ, eso es realmente todo lo que hay que
decir. Pero hay un gran nllmero de sutilezas implicadas en el hecho de que la naturaleza funciona en esa forma. Nos gustaria ilustrar ahora algunas de esas sutilezas
para ustedes. Primcro, como el nllmero que llega a un punto particular fW es igual al
nllmero que llega a travf:s de I mas el nUmero que llega a travf:s de 2, como podriamos
haber concluido de la Proposici6n A, indudablemente concluiriamos que la Proposici6n A es falsa. No es verdad que los electrones van bien a traves de! agujero I o bien
de! agujero 2. Pero ta! conclusi6n puede ser comprobada mediante otro experimento.
37-6
Observando los eleetrones
Ensayemos ahora el siguiente experimento. Agreguemos a nuestro aparato electr6nico una fuente de luz muy intensa, colocada detrii.s de la pared y entre los dos
agujeros, como se muestra en la figura 37-4. Sabemos que las cargas electricas dispersan la luz. Asi que cuando un eiectr6n pasa, siempre que pase, en su camino al
detector, dispersara algo de luz hacia nuestro ojo, y podremos ver d6nde va el electr6n. Si, por ejemplo, un electr6n tomara la trayectoria via agujero 2 esquematizada
en la figura 37-4, deberiamos ver un destello de luz proveniente de la vecindad de!
lugar marcado A en la figura. Si un electr6n pasa a traves del agujero I deberiamos
esperar ver un destello desde la vecindad del agujero
(o(
Fig. 37-4
(b(
,,,
Un exper1mento diferente con electrones
37-9
superior: Si su~e_diera q~e obtenemo~ luz desde ambos lugares al mismo tiempo, porque
el electron se divide en rrutades... jMe1or hagamos el experimento !
He aqui lo que vemos: cada vez que escuchamos un "clic" de nuestro detector
de electrones (en la contenci6n), tambien vemos un destello de luz o bien cerca de!
agujero l o bien cerca de! agujero 2, jpero nunca de ambos a la vez! Y observamos el
mismo resultado sin que importe donde colocamos el detector. De esta observaci6n
c?ncluimos ,que, si obs~vamos .electrones, encontramos que los electrones pasan 0
b1en a traves de un agu1ero a b1en de! otro. Experimentalmente la propasici6n A es
necesariamente verdadera
Entonces, lque est3 errado en nuestro argumento en contra de la proposici6n A?
t.Por que P 12 no es simplemente igual a P 1 + P 2 ? jDe nuevo al experimenta! Sig8.mosles la pista a los electrones y averigi.iemos qui: estin hacienda. Para cada posici6n
(posici6n x) de! detector cantaremas los electrones que llegan y tambiin tomaremos
nota a travCs de cua! agujero pasaron, observando los destellos. Podemos seguir el
curso de las cosas de esta manera: siempre que escuchamos un "clic", colocaremos
una cuenta en la calumna 1, si vemos un destello cerca de! agujera l, .y si vemos un
destello cerca de! agujero 2 regi~traremos una cuenta en la columna 2. Cada electr6n
que IJega se registra en una de las dos clases: Jos que pasan a tr aves de 1 y los que pasan
a traves de 2. A partir de! nllmero registrado en la columna l, obtenemos la probabilidad P' 1 de que un electrOn llegue al detector via agujero l; ya partir del nUmero
rcgistrada en la ca!umna 2. obtenemas P' 2, la probabilidad que un electr6n llegue
al detector via agujero 2. Si repetimos ahora ta! medida, para muchos valores de x,
obtenemas !as curvas para P' 1 y P' 2 que se muestran en la parte (b) de la figura 37-4.
jBien, esto no es tan sorprendente! Obtenemos para P' 1 alga muy similar a lo que
obtuvimos antes para P 1 bloqueando el agujero 2; y P' 1 es similar a lo que obtuvimos,
bloqueando el agujera 1. Asi que no cxiste ninglln asunto complicado como el de
pasar a travCs de ambos agujeros. Cuando los observamos, los electrones atraviesan
exactamente como habriamos esperado de ellos que pasaran. Sea que las agujeros esten
cerrados o abiertas, las que hemos visto pasar a traves de! agujero I estim distribuidos
en la misma forma, sea que el agujero 2 este abierto o cerrado.
jPero csperen! ~Que tenemos ahora para la probabilidad total, la probabilidad de
que un electrOn llegue al detector por cualquier ruta? Ya tenemos esta informaci6n.
Simp\emente pretendemos que no observamos nunca las destellas !uminosos y junta
mos los clic del detector que hemos separado en dos columnas. Debemos sumar simplemente los nllmeros. Para la probabilidad de que un electr6n llegue a la cantenciOn,
pasando a travCs de cualquier agujero, encontramos P' 12 -= P 1 + P 2 . Esto es, a pesar
de que pudimos ver a travCs de cu.11 agujero pasan nuestros elcctrones. no obtenemos mas !a antigua curva de interferencia P 12 sino que una nueva, P'w jque no
mucstra interferencia! Si apagamos la luz, se restab!ece la P 12 •
Dcbcmos conduir que cuando obsen:amos los electrones, ~u distribuci6n sobrc la
pantalla es diferente que cuando no los abservamos. ~Es quiz8.s el encendida de nuestra fuente luminosa el que perturba las cosas? Debe ser que los electrones son muy
delicados y cuando !a luz dispersa los electrones, !cs da una sacudida quc cambia
sus movimientos. Sabemos que el campo elCctrico de la luz al actuar sobre una carga
ejercera una fuerza sabre e!la. Asi, pues, deberiamos esperar quiz8.s que el movimiento cambie. De todas maneras, la luz ejerce una gran influencia sabre los electrones.
Al tratar de "mirar" los e\cctrones,
37-10
hemos cambiado sus movimientos. Eso es, la sacudida dada al electr6n cuando el fot6n
es dispersado por aquel es ta! que cambia el movimiento de! electr6n lo suficiente, de
modo que si hubiera podido ir hacia donde P 12 era un mil.ximo id., en cambio,dondeP12
era un minima; por esto es que no vemos mas los efectos ondu!atorios de interferencia.
Puede que esten pensando: "jNo use una fuente tan brillante! jBaje la intensidad!
Entonces las ondas luminosas serii.n mils dCbiles y no perturbar.in tanto los electrones.
Seguramente, hacienda la luz mis y mis mortecina, eventualmente la onda seri lo suficientemente debil de modo que tendril un cfccto despreciable ''.De acuerdo. Ensayemoslo. Lo primero que obscrvamos es que los destellos de luz dispersados por los
elcctroncs a mcdida que pasan no se hacen mil.s dCbiles. Es siempre un destello de la
misma intensidad. Lo Unico que sucede cuando la luz se hace mils debil es que algunas veces escuchamos un "clic'" de! detector, pero no vemos ningUn destello. El electr6n ha pasado sin ser "visto ". Lo que estamos observando es quc la luz tambiin
actlla como los elcctrones: sabfamos que era "ondulosa '", pero ahora encontramos
que tambien es "granulosa ". Siempre llega --o es dispcrsada- en granulos que llamamos "fotones ". Cuando bajamos la intensidad de la fuente luminosa, no cambiamos
el tamario de Jos fotones, solamente la frecuencia a la cual se emiten. F.so explica por
que, cuando nucstra fuente es dCbil, algunos electrones pasan sin ser vistas. No dio
la casualidad de que hubiera un fot6n cerca en cl instante en 4ue el e!ectr6n pasara.
Todo esto es un poco desalentador. Si es cierto que siempre que "vcmos" el electr6n, vemos un destello de la misma intcnsidad, entonces los electrones que vemos
son siempre los perturbados. Ensayemos de todos modos el experimento con una luz
debiL Ahora, siempre que escuchamos un die en el detector, registraremos una cuenta en tr cs columnas: en la columna (I) los electrones vistos por el agujero I, en la
columna (2) los electrones vistos por cl agujero 2. y en la columna (3) los electrones
que no sc han visto en absoluto. Cuando elaboramos nuestros datos (calcu!ando las
probabilidades) encontramos estos resultados: los "vistas por el agujero 1 "tienen una
distribuci6n como P',; !os "vistos por cl agujero 2" tienen una distribuci6n coma P' 1
(de modo que los "vistas tanto pore! agujero I como por el 2" tienen una distribuclOn
coma P' 12 ); jy los ··no vistos en absoluto'' tlenen una distribuciOn "ondulosa" ta]
como P 11 de la figura 37-3! jSi los electrones nose \!en, tenemos inteiferencia!
Eso es comprensiblc. Cuando no vemos el electr6n, ningtin fot6n lo perturba y, si
lo vemos, un fotim lo ha pcrturbado. Sicmpre existe el mismo monto de perturbaci6n
porque los fotones de !uz producen todos efectos de la misma intensidad y el efecto de
los fotones dispersados es suficiente para borrar cua!quier efecto de interferencia.
,:,No existirii. alguna manera de que podamos ver los electrones sin perturbarlos?
Aprendimos en un capitulo anterior que el momentum transportado por un "fot6n"
es inversamente proporcional a su !ongitud de onda {p =hf .A). Ciertamente la sacudida dada al electr6n cuando cl fotOn es dispersado hacia nuestro ojo dependc del
momentum que transporta el fotOn. iAh! Si queremos perturbar los electrones s6lo
ligeramente, no deberiamos haber bajado la intensidad de la luz, deberiamos haber
bajado su frecuencia (lo mismo que aumcnt&r su longitud de onda). Usemos luz de un
color mils rojo. Podriamos usar alm \uz infrarroja u ondas de radio (como el radar),
y "ver "d6nde fue el electrim con la ayuda de algtin equipo quc pueda "ver"
37-1
t
Juz de estas longitudes de onda mils larga. Si usamos luz "mils suave" podemos qulzils
evitar de perturbar tanto los electrones.
Ensayemos el experimento con ondas mils Jargas. Continuaremos repitiendo nuestro experimento cada vez con luz de una longitud de onda mits larga. Al comicnzo,
nada parece cambiar. Los resultados son los mismos. Entonccs sucede una cosa terri
ble. Ustedes recordariln que cuando discutimos el microscopio recalcamos que, debido a la naturaleza ondulatoria de Ia luz, existe una limitaci6n en cuanto a lo cerca
quc pueden estar dos manchas y todavla ser vistas como dos manchas separadas. Esta
distancia es de! orden de la longitud de onda de la luz. Asi ahora, cuando hacemos
la longitud de onda mayor que la distancia entre nuestros agujeros vemos un destello
grande borroso cuando !a luz es dispcrsada por los electrones. jNo podemos decir
mils a traves de cua.J agujero pas6 el electr6n! jS6lo sabemos que se fue a alguna parte! Y es precisamente con luz de este color que encontramos que las sacudidas dadas
al electr6n son lo suficientemente pequei'ias para que P' 12 empiece a parecerse a P 1i
-que empezamos a obtener algUn efecto de interferencia-. Yes solamente para longi
tudes de onda mucho mas grande que la separaci6n de los dos agujcros (cuando no
tenemos posibilidad alguna de decir por donde pas6 el electr6n) que la perturbaci6n
debida a la luz se hace lo suficientemente pequeiia como para que obtengamos de
nuevo la curva P 12 mostrada en la figura 37-3.
En nuestro experimento encontramos que es imposible disponer Iii' luz de mancra
ta\ que se pueda decir por cua.J agujcro pas6 el electr6n y al mismo tiempo no perturbar cl diagrama. Heisenberg sugiri6 que las entonces nuevas !eyes de la naturaleza
s6lo podian ser compatibles. si existiera alguna limitaci6n basica en nuestra capacidad
experimental, no reconocida previamente. Propuso como un principio general su principio de indeterminaci6n, que podemos enunciar en tfrminos de nuestro experimento
como sigue: "Es imposible disei'iar un dispositivo para determinar a travCs de cuitJ.
agujero pasa d clectrcin, que no pcrturbe al mismo tiempo los electroncs lo suficiente
para destruir el diagrama de interferencia ". Si un dispositivo cs capaz de determinar
a traves de cuitJ. agujero pasa el electr6n, no puede ser tan delicado que no perturbe
el diagrama de una manera esencial. Nadie ha cncontrado jamas (ni aun imaginado)
una manera de obviar el principio de indeterminaci6n. Asi, pues, debemos suponer
que describe una caractcristica basica de la naturaleza.
La teoria completa de la mec.iinica cu.intica que u1.amos ahora para descnbir los
atomos y, de hccho, toda la materia, depende de !a validez de! principio de indeterminaci6n. Dado que la mednica cu.intica es una teoria de tanto Cxlto, nuestra confianza
en el principio de indeterminaci6n se refuerza. Pero si 1.C dcscubriera alguna vez una
manera de '·abatir" el principio de indetcrminaci6n. la mecitnica cuimtica daria resultados incompatibles y deberia descartarse como teoria vitlida de la naturaleza.
'·Bien", Jiran ustedes, ique hay con la proposicion A? Es verdad o no es verdad,
que el electr6n pase, ya sea por el agujero l o por cl agujero 2?" La Unica respuesta
que sc pude dar es que hemos encontrado a partir del experimento que hay cierta manera especial en que debemos pensar para no caer en contradicciones. Lo que debemos dccir (para evitar hacer prediccmnes erradas) cs lo siguiente. Si uno ob~erva los
agujeros. o mas preci~amente, si uno tiene un aparato que sea capaz de determinar
si los electrones pasan por el agujcro I o por cl agujero 2, uno puede decir quc pasa,
ya sea por el agujero 1 o por el agujero 2. Pero si uno
37-12
no trata de decir que camino toman los electrones, cuando no hay nada en el experimento
para perturbar los electrones, entonces uno no puede decir que un electr6n pase, ya sea
por el agujero I o por el agujero 2. Si uno dice eso,y comienza ahacer deducciones cualesquiera a partir de esta afirmaci6n, haril errores en el anillisis. Este es el filo !6gico
por el cual debemos caminar si deseamos describir con fxito la naturaleza.
Si el movimiento de toda la materia -como tambifn de los electrones- debe ser descrito en tfrminos de ondas, (.que hay con los proyectiles en nuestro primer experimento? ;,Por que no vimos alli un diagrama de interferencia? Resulta que para proyectiles
las longitudes de onda eran tan diminutas que los diagramas de interferencia se hacian
muy finos. Tan finos, en efecto, que con cualquier detector de tamaiio distinto de cero
uno no podria distinguir ios maximos y minimos separados. Lo que vimos era sOlo una
especie de promedio, que es la curva clasica. En la figura 37-5 hemos tratado de indicar
esquematicamente que sucede con objetos a escala grande. La parte (a) de la figura
muestra la distribuci6n de probabilidad que uno podria predecir para proyectiles,
usando la mecitnica cu<intica. Las rilpidas oscilaciones se suponen representar el diagrama de interferencia que se obtiene para ondas de longitud de onda muy corta.
Cualquier detector fisico, sin embargo, se monta sobre varias oscilaciones de la curva
de probabilidad, ta! que las mediciones muestran la curva suave dibujada en !a parte
(b) de la figura.
lfi Suavizada
Fig. 37-5.
Figura de interferencia con
proyectiles: (a) real lesquernilt1ca). (b) obser(ol
(b)
37-7
vada.
Primeros principios de la mecimica cuintica
Escribiremos ahora un resumen de las principales conclusiones de nuestros experimentos. Sin embargo, pondremos los resultados en una forma quc los haga validos
para un tipo general de tales experimentos. Podemos escribir nuestro resumen en la
forma mas simple, si primero definimos un "experimento ideal" como aquel en el cual
no hay influencias externas inciertas, es decir, no sucedcn pequei1as agitaciones u otras
cosas que nosotros no podamos tomar en cuenta. Scriamos completamente prccisos si
dijframos: "Un experimento idea! es aquel en el cual todas las condiciones iniciales y
finales del experimento estan completamente especificadas ''. Lo que
''un even to" es, en general, un conj unto especifico de condicioncs iniciales y
(Por ejemplo, ''un electr6n deja el cai10n, llega al detector, y nada mas
Ahora nuestro resumen.
37-13
RESUMEN
(1)
La probabilidad de un evento en un experimento ideal estii dada por el cuadrado
del valor absoluto de un nUmero complejo rp el cual se llama amplitud de proba"
bilidad.
P = probabilidad
<fJ = amplitud de probabilidad
P~~F·
(2)
(3)
(37.6)
Cuando un evento ocurre en varias formas altcrnativas, la amplitud de probabilidad del evento es la suma de las amplitudes de probabilidad para cada uno
considerado separadamente. Hay interferencia.
¢ =
rP1
p
l¢1
=
+ </>2,
+ ¢21 2 ·
(37.7)
Si se ejecuta un experimento que sea capaz de determinar si una u olra alternativa es la que realmente ocurri6. la probabilidad de! evento es la suma de las
probabilidades de cada alternativa. La interferencia se picrde.
(37.8)
A uno todavia le gustaria preguntar: "~C6mo funciona esto? i.Cuiil es el mecanismo detriis de la Jey?., Nadie ha encontrado ningUn mecanismo detras de la ley. Nadie
puede '·explicar'" nada mas de lo que ya hemos "explicado"'. Nadie les dara una represcntaci6n mas profunda de la situaciOn. No tenemos idea acerca de un mecanismo
mas basico de! que puedan deducirse estos resultados.
Nos gustaria poner iinfasis en una diferencia muy importante entre mecdnica
cldsica y cudntica. Hemos estado hablando sobre la probabilidad de que un electrc"in
llegue en una circunstanda dada. Hemos supuesto que en nuestro dispositivo experi
mental (o aun en el mejor posible) deberia ser imposible predecir exactamente que va
a suceder. jSolamente podcmos predecir las probabilidades! Esto significa que, de ser
verdad, la fisica ha desistido del problema de tratar de predecir exactamente lo que
sucederit en una dctcrmmada circunstancia. ;Si! La fis1ca ha de5istido. 1Vo sabemos
c6mo predecir qut! sucederia en una circun~tancia dada, y ahora crcemos quc esto es
imposible, que lo Unico que pucde scr predicho es la probabilidad de diferentes even
tos. Debe reconocerse que esto es una disminuci6n en nucstro primitivo ideal en la
comprenskm de la naturalcza. Puixle ser un pa so atras, pero nadie ha encontrado un
modo de evitarlo.
Ahora haremos algunas observanonc~ rcspecto a una
cho algunas veces para tratar de C>itar la descripci6n que
el electr6n tiene alg\m tipo de capacidad interna -a!gunas variable~
no conocemos aUn. Es por esto tal ve?, que no podemos predecir
pudieramos observar de ma~ ccrca el electr6n, podriamos estar en
a dOnde iril. a parar'" Hasta donde sabemos, esto es imposible.
dlficultades. Supongan quc hic1Cramm la hipOtesis de que en el
hay cierto tipo de mecanismo que determina a d6nde ir:i. a parar.
debe tambii?n determinar a travCs de cual agujern
pasara en su camino. Pero no debemos olvidar que lo que esta dentro de! electr6n no deberia
depender de lo que iwsotros hacernos y, en particular, de si abrimos o cerramos uno de !as
agujeros. Par lo tanto, si un electr6n antes de partir tiene ya en mente (a) cuaJ agujero va
a usar y (b) dcinde id a parar, encontrariamos P 1 para !os electrones que han ele·
gido el agujero 1, P1 para las que han e!egido el agujero 2, y necesariamente la suma P 1 + P 2 para los que llegan a traves de los dos agujeros. Parece que no hay
otro camino para obviar esto. Pero hemos verificado experimentalmente que este no
es el caso. Y nadie ha encontrado una salida a este enigma. De manera que actualmente debemos limitarnos a calcular probabilidades. Decimos "actuaimente", pero
sospechamos fuertemente que es alga que estar:l con nosotros para siempre -que
es imposible resolver ese enigma- que esta es la manera c6mo la naturaleza realmente es.
37-8
El principio de indeterminaciOn
Esta es la forma en que Heisenberg origina!mente cnunci6 el princ!pio de indcterminaci6n: si hacen la medida sabre cualquier objeto, y pueden determinar la componcnte x de su momentum con una indeterminaci6n !J.p, no pueden al mismo tiem"
po conocer su poslci6n x en forma mas prcdsa que !J.x = h/ !J.p. Las indeterminaciones
en !a posici6n y el momentum en cua\quier instante deben tener su producto mayor
que la constante de Planck. Este es un caso especial del princlpio de indeterminaciOn
que fue enunciado anteriormente con mas generalidad. El enunciado mas general fue
que de ningUn modo uno puedc diseiiar un equipo quc determine cual de las dos
a!ternativas debc tomarse, sin que al mismo ticmpo se destruya el diagrama de interferencia.
/
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Rodillo>
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~:'~;-:~-~:=~~~toe
elec~;~~;iento libre l
1?36p•
l"'-L..,
Pared
Fig. 37-6.
Uo "pecimeoto eo
Contenci6n de el retroceso de la pared
Dcmostremo<;. para un 1.:aso
berg debe ser verdadero.
del expcrimcnto de la figura
una lamina montada sabre
arriba y hacia abajo (en la
vando cuidadosamente cl
cu<il agujero
o"' "mi-
momentum igual en la direcci6n opuesta. La litmina recibiril un empujc hacia
arriba. Si el electr6n pasa a travCs del agujero inferior, la litmina deberia experimentar un empuje hacia abajo. Esta claro que para cada posici6n de! detector, el momentum recibido por la lilmina tendril un valor diferente para una travesia via
agujero 1 que para una travesia via agujero 2. iAsi es! Sin perturbar en ninguna
forma los electrones. sino s6lo observando la ldmina, podemos decir quC trayectoria
us6 el electr6n.
Ahora bien, para hacer esto es necesario conocer el momentum de la lilmina.
antes de que el electr6n la atraviese. De manera que cuando medimos el momentum despues que el electr6n haya pasado, podemos calcular cuilnto ha cambiado
el momentum de la lilmina. Pero recuerden, segim el principio de indeterminaci6n,
no podemos conocer al mismo tiempo la posici6n de la lilmina, con una precisi6n
arbitraria. Pero si no sabemos exactamente d6nde esta la lilmina, no podemos decir
con precisi6n d6nde cst3n !os dos agujcros. Estaran en un lugar diferente para cada
electr6n que atraviesa. Esto quiere decir que el centro de nuestra figt.ra de interferencia tendril una ub1caci6n diferente para cada electr6n. Las vibraeiones de las
figuras de interferencia se hariln mas borrosas. En el pr6ximo capitulo demostraremos cuantitativamente que si determinamos el momentum de la lilmina con suficiente
precisi6n, para detenninar a partir de !a medida de! retroceso. cuiil agujcro fue utilizado. emonces la indeterminaci6n en la posici6n x de la lilmina sera, de acuerdo
al principio de indeterminaci6n, suficiente para desplazar la figura obscrvada en el
detector hacia arriba y hacia abajo en la direcci6n x en aproximadamente la distancia de un m3.ximo a su minimo mils cercano. Tai corrimiento al azar es suficiente
para emborronar la figura, de modo que no se observa interferencia.
El principio de indeterminaci6n "protege .. a la mec3.nica cuitntica. Heisenberg
reconoci6 que, si fuera posible medir el momentum y la posickm simult3neamente
con una precisi6n mayor, la mecitnica cu3.ntica sufriria un colapso. Asi que propuso
que esto debe .ser imposiblc. Entonces la gcntc se sent6 y trat6 de imaginar formas
de hacerlo, pero nadie pudo imaginar alguna manera de medir la posicilm y el momentum de alguna cosa -una pantal!a, un dectr6n, una bola de blllar. cualquier
cosa- con mayor precisiOn. Asl la mec:lnica cuimtica mantiene su pcligrosa pero
precisa existencia.
37~16
38
RelaciOn entre los puntos de vista
ondulatorio y corpuscular
El tamaiio de un li.tomo
38-1
Amplitudes de ondas de probabilidad
38-4
38-3
Medida de la posicii:m y
de! momentum
38-5
Niveles de energia
38-3
Difracci6n en Cristales
38-6
lmplicaciones filosOficas
38-1
Amplitudes de ondas de probabilidad
En este capitulo discutiremos la relaciOn entre los puntos de vista ondulatorio
y corpuscular. Ya sabemos. por el Ultimo capitulo, que ni el punto de vista ondulatorio ni el punto de vista corpuscular son correctos. Usualmente hemos tratado
de presentar las cosas en forma precisa, o al menos, tan precisas que no tengan que
ser cambiadas cuando aprcndamos m:i.s ~jpueden ser extendidas, pero no seran cambiadas !-- Pero cuando tratamos de hablar sob re la representaciOn ondulatoria o la
representaci6n corpuscular, am bas son aproximadas y am bas cambiariln. Por lo tan10. lo que aprendamos en este capitulo no serit preciso, en cierto sentido: es una
especie de argumento semiintuitivo que mils tarde se hara mas preciso, pero ciertas
cosas cambiaran alga cuando las interpretemos correctamente en mecanica cu3.ntica,
Por supuesto, la razOn de hacer ta! cosa es que no estamos entrando directamente
a la mecanica cuimtica, sino que deseamos tener por lo menos alguna idea de los
tipos de cfectos que encontraremos. Mils aUn, todas nuestras experiencias son con
ondas y con particulas, y asi es bastante prilctico usar las ideas ondulatorias y
corpusculares para obtener alglln conocimiento de lo que sucede en circunstancias
dadas, antes de conocer la matemiltica completa de las amplitudes cu3.nticas. Trataremos de ilustrar los puntos mils d6biles a medida que avancemos, pero la mayor
parte de esto es casi correcto -es s6Jo asunto de interpretaciOn.
Ante todo, sabemos que la nueva fonna de representar el mundo en mec3.nica
cuilntica -la nueva estructura- es dar una amplitud a cada evento que pueda ocurrir, y si el evento involucra la recepciOn de una particula, podemos dar la amplitud
de encontrar e~a particula en diferentes lugares y en diferentes tiempos. La probabilidad de encontrar la particula es, entonces, proporcional al cuadrado del valor
absoluto de la amp!itud. En general, la amplitud de encontrar una particula en diferentes iugares y en diferentes tiempos varia .:on la posiciOn y el tiempo.
En un caso especial la amplitud varia sinusoidalmente en el espacio y en el tiempo como ei(wi - k · •l (no olvidar que estas amplitudes son nUmeros complejos, no
nUmeros
38-1
reales) y comprende una frecuencia definida y un nU.mero de onda k. Entonces
resulta que esto corresponde a la situaci6n limite clllsica donde podrlamos haber
creido tener una particula cuya energia E fuese conocida y estuviese relacionada a
la frecuencia por
E
=
liw,
(38.1)
y cuyo momentum p es tambi6i conocido y estuviese relacionado con el nllmero de
onda por
p = lik.
(38.2)
Esto significa que la idea de particula es limitada. La idea de una partiqila -su
ubicaci6n, su momentum, etc.- que usamos tanto, es en cierta forma insatisfactoria.
Por ejemplo, si una amplitud de encontrar una particula en lugares diferentes estit
dada por ei(w1 - k •l, cuyo mOdulo al cuadrado es una constante, esto significaria que
que la probabilidad de encontrar una particula es la misma en todos los puntos. Esto
significa que no sabemos dimde estit -puede estar en cualqmer parte- hay una gran
indeterminaci6n en su ubicacion.
Por otra parte, si la posici6n de una particula se conoce mils o menos bien po<'lemos predecir esto con bastante precisi6n, entonces la probabilidad de encontrarla en
lugares diferentes debe estar restringida a una cierta regiOn, cuya longitud Hamamos
Llx. Fuera de esta regi6n, la probabilidad es cero. Ahora bien, esta probabilidad es
el cuadrado de1 mOdulo de una amplitud, y si el cuadrado del m6dulo es cero, la amplitud tambii:n es cero, de manera que tenemos un tren de ondas cuya longitudes
,1 x (Fig. 38· l ), y la longitud de onda (la distancia entr·e nodos de las ondas en el
tren) de este tren de ondas es Jo que corresponde al momentum de la particula.
--~x--
Fig. 38-1.
Un paquete de ondas de lar-
go~x
Aqui encontramos un hecho extraiio respecto a las ondas; algo muy simple, lo
cual no tiene nada que ver estrictamente con la mecilnica cuitntica. Es alga que todos aquellos que trab~jan con ondas, aun si no conocen la mecitnica cuilntica, saben: es decir, no podemos definir una Unica longitud de onda para un tren de ondas
corto. Tal tren de ondas no tiene una longitud de onda definida; hay una indefinici6n
en el nllmero de onda, la cual estil relacionada con la longitud finita del tren y por
ello hay una indefinici6n en el momentum.
38-2
Medida de la posiciOn y del momentum
Consideremos dos ejemplos de esta idea para ver la raz6n de por qui: existe una
indeterminaci6n en la posic16n y /o en el momentum, siempre que la med.nica cuitnbca esti: correcta. Hemos visto antes tambilin, que si no hubiera tal cosa -si fuera
posible medir simultilneamente la posiciOn y el momentum de algo- tendriamos
una paradoja; es una fortuna que no tengamos tal paradoja y el hecho
38-2
Fig. 38-2. Difracci6n de partfculas que
pasan a traves de una rendija.
de que ta! indeterminaciOn llegue naturalmente a partir de la representaci6n ondulatoria muestra que todo es intemamente compatible
Aqui hay un ejemplo que muestra la relaciOn entre Ia posici6n y el momentum,
en una circunstancia que es fitcil de entender. Supongamos tener una sola rendija
y particulas que llegan desde muy lejos con una cierta energia -de modo que llegan
esencialmentc en forma horizontal (Fig. 38-2}-. Nos concentraremos en la componentes verticales del momentum. Todas estas particulas tienen un cierto momentum
horizontal, digamos p0 en un sentido clilsico. De modo que, en el sentido clilsico,
e! momentum vertical py, antes de que la particula pase por el agujero, es perfectamente conocido. La partlcula no se mueve ni hacia arriba ni hacia abajo porque
vienc de una fuente leiana -y asi e! momentum vertical es, por supuesto, cero-. Pero supongamos ahora quc pasa a traves de! agujero de ancho 8. Entonces, despuCs
que ha salido de! agujero conocemos la posiciOn en el sentido vertical -la posici6n
y- con considerable precisiOn. es decir, + B. Esto es, la indetcrminaci6n en la posiciOn, tly, es de! orden de B. Aho'"a quisieramos tambien decir, ya que sabemos
~~~. e~:~~~~t~~a e~e:~~~~r~a:Se~~~ ~r;~~~~tu~ee~{h~:iz~~~~1,r;:~oe;:on~s !~~~
bemos mils. Antes de que las particulas pasaran a traves de! agujero, no conociamos sus posiciones verticales. jAhora que hemos encontrado la posiciOn vertical,
hacienda que la partlcula pase a traves de! agujcro, hemos perdido nucstra informaciOn sobre el momentum vertical! ;,Por quC? De acucrdo a la teoria ondulatoria, hay
un esparcimiento o difracci6n de las ondas despues que pasan la rendija asl como
para la luz. Por lo tanto, existe una cierta probabilidad de que las particulas que Salen de la rendija no sigan exaetamentc derccho. El diagrama se ensancha por el efecto de difracc16n y el ilngulo de ensanche, que podemos definir coma el ilngulo de!
primer minima, es una medida de la indeterminaciOn en el ilngulo furn!.
(,COmo llcga a cnsancharse el diagrama? Decir que se ensaneha significa que
hay alguna probabilidad de que la particula se este moviendo hacia arriba o hacia
abajo. Esto es. que tenga una componente dcl momentum hacia arriba o hacia
abajo. Decimos probabilidad y part[cula porque podemos detectar este diagrama de
difracciOn con un contador de particulas, y cuando el contador recibe la particula,
digamos en C en la figura 38-2, recibe !a particula entera, de modo que, en un sentido dilsico. la particula tiene un momentum vertical para alcanzar desde la rendija
el punto C.
Para obtener una .;;ierta idea de cuimto se esparce el momentum, el momentum
vertical Py se esparce en p,jJ.O, donde p 0 es el momentum horizontal. ;,_Y de que tamaiio es d.O en cl diagrama ensanchado? Sabemos que el primer mmimo ocurre
para uo iingulo Mi tal que las ondas que provienen de un horde de la rendija tienen
que viajar una longitud de onda mils lejos que las oodas que provienen del otro \ado
---hemos desarrollado esto
38-3
antes-(Cap. 30). Por lo tanto !J() es .l/B y asi !J.py en este experimento es p0.l/B.
N6tese que si hacemos B m<is pequeii.o y hacemos una medida mis precisa de la
posici6n de !a particula, el diagrama de difracci6n se ensancha. Recuerden que,
cuando cerramos las rendijas en el experimento con las microondas, teniamos mas
intensidad a angulos mas grandes. De modo que mientras mas angosta hacemos la
rendija tanto mas ancho se hace el diagrama, y mayor es la probabilidad de que
encontremos que la particula tiene momentum hacia el !ado. Asi, pues, la indeterminaci6n dei momentum vertical es inversamente proporcionat a la inrleterminaci6n de y. En efecto, vemos que el producto de las dos es igual a Pw·1. Pero J es la
longitud de onda y p 0 el momentum y, de acuerdo con la mecil.nica cuantica, la
longitud de onda por el momentum es la constante de Planck h. Asi, pues, obtenemos la regla que la indeterminaci6n en el momentum vertical y en la posici6n vertical tienen un producto dd orden de h:
(38.3)
sic16n.
Algunas veces la gente dice que la mecil.nica cuimtica esta completamente equivocada. Cuando la particula llcgaba desde la izquierda su momentum vertical era
cero. Y ahora que ha atravesado !a rendija, su posici6n cs conocida. Tanto
sici6n como el momentum parecen conocerse con precisi6n arbitraria. Es
mente cierto que podemos recibir una particula y al recibirla dcterminar
su
posici6n y cuii.l es el momentum quc deberia habcr tenido para lograr llegar
Esto
es verdad, pero eso no es a lo que se refierc la relaci6n de indeterminaci6n (38.3).
La ecuaci6n (38.3) se refiere a la predictibilidad de una situacilm, no sc refiere al
pasado. No estil. bien decir "Yo sabia cu:i.l era el momentum antes quc atravesara
la rendija, y ahora conozco su posici6n'", porque
conocimiento del momen
tum se ha perdido. El hecho de que haya pasado por
rendija no nos permitc ya
predecir el momentum vertical. Estamos hablando respecto a una teoria predictiva,
no de medidas, despues del hecho, de modo que debemos hablar sobre lo quc podemos predecir.
Ahora tomcmos el asunto de otra forma. Tomemos otro cjemplo de! mismo fen6meno, un poco mas cuantitativamente. En el ejemplo anterior medimos el momentum por un mCtodo clasico. Es decir, considcramos la direcci6n, la velocidad, los
<ingulos, etc., de ta! modo quc obtuvimos el momentum mediante un ar.illisis- clil
sico. Pero, ya que el momentum esta relacionado al nUmero de onda, todavia existe
en la naturaleza otro camino para medir el momentum de una particula -fot6n u
otra cosa-, el cual no tiene analogia clasica, ya que utiliza la ecuaci6n (38-2). Me~
dimos la longitud de onda de las ondas. Tratemos de medir el momentum en csta
form a.
Supongan que tenemos una red de difracci6n con un gran nUmero de lineas
(Fig. 38-3), y enviamos un haz de particu!as hacia la red. A menudo hemos discutido este problema: si las particulas tienen un momentum definido, entonces obtenemos una figura muy marcada en cierta direcci6n debido a la interferencia. Y tambiCn hemos hablado de la precisiOn con que podemos determinar esc momentum,
es decir, cui:il es el poder de reso!uci6n de esa red. En vez de deducirlo otra vez, nos
referimos a1 capitulo 30, donde
38-4
Fig. 38-3. Determinaci6n del momentum,
usando una red de difracci6n.
encontramos que la indeterminaci6n relativa en la longitud de onda que se puede medir
con una red dada es I I Nm, don de N es el nUmero de llneas de la red y mes el orden de!
diagrama de difracci6n. Esto es,
!::.A/A= I/Nm.
(38.4)
Ahora bien, la formula (38.4) se puede reescribir en la forma
t::.AjA 2 = 1/NmA = l/L,
(38.5)
donde L es la distancia mostrada en la figura 38.3. Esta distancia es la diferencia
entre la distancia total que la particula u onda o lo que sea tiene que atravesar si
se refleja desde la base de la red, y la distancia que tiene que atravesar si es reflejada desde el tape de la red. Es decir, las ondas que forman el diagrama de difracci6n
son ondas que provienen de diferentes partes de la red. Las primeras que Hegan provienen de la parte inferior de la red, de! comicnzo del tren de ondas, y el resto proviene de partes posteriores del tren de ondas, proviniendo de diferentes partes de la
red, hasta que la Ultima finalmente llegue. y esto implica un punto en el tren de on·
das a una distancia L detrti.s de! primer punto. Asi, pues, para que tengamos
una linea definida en nuestro espectro correspondiente a un momentum definido,
con una indeterminaci6n dada por (38.4), tenemos que tener un tren de ondas de
una [ongitud de al menus L. Si el tren de ondas es demasiado corto, no estaremos
usando toda la red. Las ondas que forman el espectro se reflejan solamente en un
corto sector de la red si el tren de ondas es demasiado corto y !a red no trabajart't
correctamente -encontrarcmos una gran extensi6n angular-. Para obtener uno mils
angosto, necesitamos usar toda la red de modo que al menos en alglln momenta el
tren de ondas completo sea dispersado simultilneamente desde todas las p~rtes _de la
red. Asi el tren de onda debe ser de longitud L para tener una indetermmacion en
la longitud de onda menor que la dada por (38.5). A propOsito,
(38.6)
Por lo tanto,
t::.k = 21r/L,
(38.7)
donde L es la longitud de! tren de ondas.
Esto significa que si tenemos un tren de ondas cuya longitud e~ menor .que. -?-•
la indeterminaci6n en el nUmero de onda debe exceder a 2n/L 0 la mdetenrunac1on
en el producto de un nllmero de onda por la longitud de! tren de ondas -lo llamaremos por un momenta .1 x38-5
excede 2n. Lo llamaremos L\x porque es la indeterminaci6n en la posici6n de la
particula. Si el tren de ondas existe solamente en una \ongitud finita, entonces es
ahi donde podriamos encontrar la particula dentro de una indeterminaci6n L\x. Ahora bien, esta propiedad de las ondas de que el producto de la longitud de\ tren de
ondas por la indeterminaci6n de\ nUmero de onda asociada con eJ es por lo menos
2n, es una propiedad conocida por cualqmera que las haya estudiado. Esto no tiene
nada que ver con la mec:inica cuimtica. Es simplemente, que si tenemos un tren
finito no podemos contar las ondas en eI en fonna muy precisa. Tratemos otra
forma de ver la raz6n de ello.
Supongan que tenemos un tren finito de longitud L; entonces, debido a la forma
en que decrece hacia los extremos, como en la figura 38-1, el nllmero de ondas en
la longitud L es incierto, en algo como ± I. Pero el nUmero de ondas en L es
kL/2n. Asi, k es incierto y otra vez obtenemos el resultado (38.7), una propiedad
nada mas que de las ondas. La misma cosa se cumple, ya sea si las ondas est:in en
el espacio y k es el nlimero de radianes por centimetro y L es la longitud de! tren, o
bien las ondas est:in en el tiempo y 1.i es el nUmero de oscilaciones por segundo y T
es la "longitud" de! tiempo en que llega el tren de ondas. Esto es, si tenemos un
tren de onda que dura solamente por un cierto tiempo finito T, indeterminaci6n en la
frecuencia csta dada por
ti.w = 211"/T.
Hemos tratado de recalcar que esas son las propiedades de las ondas solamente, las
cuales son bien conocidas, por cjemplo en la teoria de! sonido.
E! punto es que en la mecimica cuitntica interpretamos el nUmero de onda coma
una medida de! momentum de una particula con la regla p = hk, de modo que la
relaci6n (38.7) nos dice que d.p"" h/d.x. Entonces, esto es una limitaci6n de la idea
cl:isica del momentum. (iNaturalmente esto tiene que estar limitado en alguna for"
ma, si nosotros vamos a representar particulas por ondas!) Es agradable haber enc~:mtrado una regla que nos de alguna idea de cu:indo hay fracaso de las ideas cl:i-
38"3
DifracciOn en cristales
A continuaci(m considcremos la rellexiOn de ondas corpusculares en un cristal.
Un cristal es alga grucso que contiene muchos ii.tomos similares -mils tardc incluiremos a!gunas complicaciones- en un arreglo bonito. La cuesti6n es c(1mo ubicar el
arreglo de modo quc ohtengamos una fucrtc rcf1exi0n m.itxima en una direcci6n dada
para un hai dado de, digamos, lui (rayos X), electrones, neutrones o cualquier cosa.
Para obtencr una fucrtc reflexion, la dispersiOn desde todos !m iltomos dcbc estar en
fase. No puede haber numerns iguales en fase y fuera de fase, o las ondas se anularftn La forma de
la~ cosas es encontrar las regiones de fase Constante,
pianos que forman ftngulos iguales con las direccio-
Si conslderamos dos pianos paralelos, coma en la figura 38-4, las ondas dispersadas desdc !os dos pianos estaran en fasc sicmpre que la diferencia de distancia recorrida por un frente de onda sea un nUmero entero de longitudes de onda. Esta diferenda se pucdc ver que es 2d sen 0, donde d es la distancia perpendicular entre
Jos pianos. Asi, pues, la
38-6
Fig. 38-4.
cristalinos
Dispers16n de ondas par pianos
condici6n para retlexi6n coherente es
2dsenO=nA
(n=l,2, ... ).
(38.9)
Si, por ejemp!o, el cristal es tal que los ittomos yacen en pianos que obedecen la
condici6n (38.9) con n -= I, habrit una fuerte retlexi6n. Si, por otro !ado, hay por el
media otros il.tomos de la misma naturaleza (igual en densidad), entonces los pianos
intermedios tambien dispersaritn en forma igualmente fucrtc e interfeririln con !os
otros y no sc producirit cfecto alguno. Asi, den (38.9) debe referirse a pianos adyacentes; jno podemos tomar un piano cinco capas mils atrits y usar esta formula!
Es de inter..!s que los cristales reales usualmente no son tan simples como un
solo tipo de ittomo repetido en cierta forma. En cambio, si hacemos un anitlogo en
dos dimensiones, son muy similares al papel mural, en el cual hay algUn tipo de figura quc sc repitc sabre todo el papel mural. Por "figura" entendemos en cl caso de
{ltomos algUn arreglo --calcio, un carbono, tres oxigenos, etc., para el carbonato de
calcio, etc.-, el cual puedc comprendcr un nUmcro relativamente grande de ittomos.
Pero, sea lo que sea, la figura se repite en una estructura. Esta figura b::i.sica se llama
celda unitaria.
La figura bitsica de repetici6n define lo que llamamos e! tipo de red cristalina;
el tipo de red se puede inmediatamcntc dctcrminar examinando las retlexiones y vien
do culli es su simetria. En otras palabras, donde encontramos alguna reflexiOn esto
determina el tipo de red, pero para determinar cua!es son cada uno de los elementos
de la red uno debe tomar en cuenta la intensidad de la dispersi6n en varias direcciones. En que direcciones hay dispersiOn, depende del tipo de red, pero lo intema
Fig.
38-5
Fig.
38-6
38-7
Neu1ronesde.\ corta
//
Pila=
Grafito
~~~~~--~
-No.woo"
- de I larga
~~
Neutronesde.lcorta
Fig 38-7. 01fus16n de neutrones de
una pila a traves de un bloque de graf1to
4---+=
.
'
Fig. 38-8. lntens1dad de neutrones
que salen de una barra de graf1to. en func16n de la long1tud de onda.
que es cada dispersi6n, queda determinado por lo que hay dentro de cada celda unitaria
y de esta manera se detcrmina la estructura de ios Cristales.
En las figuras 38-5 y 38-6 se muestran dos fotografias de diagramas de difracci6n por rayos X; ilustran la dispersi6n en sal comUn y mioglobina, respectivamente.
A prop6sito. ocurre un hecho interesante. si los espac1os entre los pianos mils
cercanos son menores que J /2. En este caso. la (38.9) no tiene so!uciOn para n.
Asi, si A es mayor que el doble de la distancia entre pianos adyacentes. no hay dia
grama de difracci6n lateral y la !uz --o lo que sea- atravesara derechamente el material sin rebotes o perdidas. De modo que en el caso de la luz, donde . l es muchQ.
mayor que cl espaciado, par ~upuesto, atraviesa y no hay figura de reflexiOn en los
pianos del cristal.
Este hecho tiene tambitn una consecuencia interesante en el caso de las pilas que
neutrones (ev1dentemente estas son particu!as, para cualquier persona). Si
esos neutrones y los introducimos dentro de un gran bloque de grafito,
se difunden y se abren cammo (Fig. 38-7). Se difunden porque rebotan
cstrictamcntc. en la tcoria ondulatoria. rcbotan en los .itomos
en los pianos cristalinos. jRcsulta que si tomamos un pedazo
lo~ ncutrones que salen de! extrema mils lejano tienen todos
onda! En efecto. si uno hacc un gr<ifico de la intcnsidad en
de onda. no obtenemos nada exccpto para longitudes de
que un
mimmo (Fig. 38-8). En otras palabras. en csa forma poncutronc~ muy lentos. Solamente atraviesan los neutrones m:is lentos;
no son
ni dispersados por los pianos cristalinos del grafito, sino quc continUan atravesando derechamente como la llll a travts del vidrio, y no son dispersados hacia los !ados. Hay mucha~ otras dcmostraciones de la re.m.!idad de las ondas
de neutrones y de las ondas de otras particubs.
38-4
El tamai1o de un :ltomo
otra aplicaciOn de la re!aci6n de indeterminaciOn. as1
Esto no debe ser tornado demasiado seriamente: !a idea cs cono cs muy prcciso. La idea tiene que ver con la dcterminaci6n
y el hecho de que. clasicamente, los electrones irradiarian
luz y describirian una cspiral hasta depositarse sabre el nUcleo. Pero eso no puede
ser corrccto desde punto de vista de !a mec.inica cu:intica. porque entonccs sabriaelectron y con que velocidad se estii moviendo.
38-8
Supongamos que tenemos un ittomo de hidr6geno y que medimos la posici6n de!
electr6n; no debemos poder predecir exactamente d6nde estit el electr6n, o, de lo
contrario, el ancho de la distribuci6n de! momentum serit infinito. Cada vez que rniramos el electr6n, este est<i. en alguna parte, pero tiene una amplitud de estar en diferentes Jugares, de modo que hay una probabilidad de encontrarlo en diferentes lugares. Esos lugares no pueden estar todos en el nllcleo; supondremos que hay una
distribuci6n de la posici6n de! orden a. Es decir, la distancia del electr6n al nllcleo
es comllnmente alrededor de a. Determinaremos a minimizando la energia total del
<i.tomo.
El ancho de la distribuci6n de! momentum es de aproximadamente h/a debido
a la relaci6n de indeterminaci6n, de modo que si tratamos de medir en alguna forma
el momentum de! electr6n, por ejemplo, mediante dispersi6n de rayos X y mirando
desde un dispersor m6vil el efecto Doppler, no esperariamos obtener cada vez cero
-el electr6n no est<i. detenido-; pero Jos momenta deben ser del orden de p ""' hIa.
Entonces, la energia cinCtica es aproximadamente 1!1 mv 2 = p2am = h2,'2ma 2 . (En
cierto sentido, esto es una especie de amilisis dimensional para encontrar en que
forma la energia cinCtica depende de la constante de Planck, de m y de! tamai'io de!
ittomo. No necesitamos confiar en nuestra respuesta a menos de factores tales coma
2, n, etc. Ni siquiera hemos definido muy precisamente a.) Ahora bien, la energia
potencial es menos e2 dividido por la distancia al centro, es decir - e 2 I a, don de, recordemos, e2 es el cuadrado de la carga de! electr6n, dividida por 4m 0 El caso es
ahora, que la energia potencial se reduce si a disminuye, pero mientras menor es a
tanto mayor es el momentum necesario, debido al principio de indeterminaci6n, y
por lo tanto mayor es la energia cinetica. La energia total es
(38.10)
No sabemos cu<i.nto es a, pero sabemos que el ;homo se arreglaril por si mismo y
hara cieno compromiso de modo que la energia sea tan pequci'ia como sea posiblc.
Para minimizar E derivemos con rcspecto a a, pongamos la derivada igual a cero y
despejemos a. La deriYada de E es:
(38.11)
y poniendo dE/da"" 0, da a a el valor
a0 = 0,528 angstrom
0,528 x 10- 10 metro.
(38.12)
Er.ta distancia particular se llama el radio de Bohr, y hemos aprendido asi que las
dimensiones at6micas son del orden de los angstroms, lo cu al es correcto: i Esto es
alga estupendo: en realidad, es sorprendente, ya que hasta ahora no teniamos base
para entender el tamafio de los iltomos! Los 3tomos son algo comp!etamente imposible desde el punto de vista cl.isico, ya que los electrones dcberian cacr en cspiral
hacia el nUcleo.
Si ahora introducimos e! valor (38.12) para a en (38. IO) para encontrar la energia, resulta
En = -e 2 /2a 0 = -me 4 /2h 2 = -13.6 ev.
(38.13)
38-9
z.Que significa una energia negativa? Significa que el electr6n tiene menor energia
cuando esjii en el iltomo que cuando estil libre. Significa que estil ligado. Significa
que se requiere energia para expulsar el e!ectr6n; se requiere una energia de! orden
de 13,6 eV para ionizar un iltomo de hidr6geno. No tenemos raz6n para pensar que
no sea dos o tres veces esto --o la rnitad de esto- o (1 /n) veces esto, ya que hemos
usado un razonamiento tan poco cuidadoso. jSin embargo, hemos trampeado. ya
quc hemos usado todas las constantes de tal manera de lograr que resulte el nUmero
exacto! Este nUmero. 13,6 electronvolts, se llama un Rydberg de energia; es la energia de ionizaciOn de! hidn'.1geno.
De modo que ahora comprendemos por que no caemos a traves del piso. Cuando caminamos, nuestros zapatos con sus masas de $tomos empujan contra el piso
con su masa de .Stamos. Para apretar los {J.tomos, los electrones deberian estar confinados en un espacio menor, y, por el principio de indeterminaci6n, sus momenta
deberian ser mayores en promedio. y esto significa mayor energia; la resistencia a
la compresi6n atOmica es un efccto cuilntieo y no un efecto d<lsico. Clilsicamente,
esperariamos que si tuvieramos quc juntar todos los electrones y protones m:is cerca
unos de otros, la energia deberia reducirse aU.n mas, y el mejor arreglo de cargas
positivas y ncgativas en la fisica clilsica es de que todas esten una encima de la otra,
Esto era en la fisica clasica y fue un rompecahezas debido a la existencia de! ittomo.
Por supucsto, los primeros cientificos inventaron alglln camino para salir de! problema -jpero no se preocupen; nosotros tenemos ahora la salida correcta.I (Tai vez.)
A propOsito, aunquc no tcnemos raz6n para entenderlo por el momenta, en una
situacic'm donde hay rnuchm electrones, resulta que tratan de mantenerse alejados
unos de otros. Si un e!ectr6n est<i ocupando un cierto espacio, otro no ocupa el mis
mo cspado. Mas precisamente, hay dos maneras de girar, de modo que pucden ubicarsc dos, uno arriba de! otro. uno girando en un sentido y el otro en el otro sentido.
Pero despues de esto no podemos poner ninguno mas. Tencmos que poner otros en
otro !ugar, y esta es la raz6n vcrdadera de por que la materia tiene resistencia. Si
pudieramos poner todos los electrones en el mismo lugar, se condensaria aUn mas
de lo quc csttl.. Es el hecho de que los ek:ctrones no pueden estar uno encima de!
otro, que hace s01idas las masas y todo !o dem&s.
para entendcr las propiedades de la materia tendremos que usar
y no quedarnos satisfechos con la mecilnica dilsica.
!a
38-5
Niveles de energia
Hemos hablado de! atomo en su condiciOn de mas baja energia posible, pero resulta que cl electr6n puede hacer otras cosas. Puede moverse y agitarse de una
manera m;is r<ipida y, por lo tanto, hay muchos movimientos diferentes y posibles
para el :itomo. De acucrdo con la mccilnica cuantica. en una condiciOn estacionaria
puede haber solamente energias definidas para un iltomo. Hacemos un diagrama
(Fig. 38-9) en d cual dibujamos verticalmente !a energia y trazamos una linea horizontal para cada valor pcrmitido de la energia. Cuando el electrOn estil !ibre. es decir, cuando su energia es positiva. pucde tener cualquier encrgia; se puede estar moviendo a cualquier velocidad. Pero las energias ligadas no son arbitrarias. El <itomo
debe
uno u otro de un conjunto de valorcs permitidos, tales como los de la
figura
38-10
Fig. 38-9. Diagrama energ8tico para un
mostrando varias transiciones posi-
~tomo,
bles
L!amemos £ 0 , E" E 1 , £ 3 a los valores permitidos de la energia. Si un :itomo
est<I inicialmente en uno de esos .. estados excitados", £ 10 £ 2 , etc. no permanece en
ese estado para siempre. Tardc o temprano caera a un estado mils bajo e irradiara
energia en forma de luz. La frecuencia de la \uz emitida estil determinada por la conscrvaciOn de la energia mils el conocimiento cuilntico de que la frecuencia de la luz
estii. re!acionada con la energla de la luz por la (38.l). Por lo tanto, la frecuencia de
la luz liberada en una transiciOn desdc la energia E 3 a la energia E 1 (por ejemplo ), es
(38.14
Esto es entonces una frecucncia caracteristica del lltomo y define una linea de cmisiOn espcctral. Otra posible transiciim scria de E 3 a Eu- Tendria una frccuencia diferente
(38.15)
Otra posibilidad es que si el
fundamental F 0 emitiendo un
fuera excitado al cstado £
de frecuencia
1,
podria caer al estado
(38.16)
La razOn por la cual tfaemos a colaci6n estas lres transiciones cs para sei'ialar
una relaciOn interesante. Es f.lcil ver a partir de (38.14). (38.15). y (38.16) que
(38.17)
En general, si cncontramos dos !ineas espcctrales esperaremos encontrar otra linea
correspondiente a la suma de las frecucncias (o a la diferencia de las frecuencias)
y que todas !as lineas puedan ser entendidas encontrando una serie de nivc!es tales.
que cada linea correspondc a la di(erencia de energia de algUn par de nive!es. Esta
coincidencia notable en las frecuencias esp~ctrales fue notada antes de que la mecitni
ca cuii.ntica fuera descubierta, y se llama principio de comhinaciOn de Ritz. Estc es
otra vez un mistcrio desde el punto de vista de la mec3nica cl<isica. No insistamos
en el punto de que la mec3.nica clilsica es un fracaso en el dominio atOmico; nos parece haberlo demostrado muy bien.
Hemos va hablado sohre la mecitnica cu3nt1ca como
amplitudes, -las cuales sc comportan como ondas. con
ros de onda. Obscrvcmos cOmo llegamos desde cl punto
a que el ii.tomo tiene estados energeticos delinidos. Esto es
cntender con lo que hemos dicho hasta aqui. pero todo5 estamos
el hccho de que ondas cncerradas tienen
38-11
frecuencias definidas. Por ejemplo, si e! sonido esta confmado en un tubo de 6rgano
o alga parecido, hay mas de una forma en que el sonido pueda vibrar, pero para t..:ada
una de esas formas hay una frecuencia definida. Asi, un objeto en el cual las ondas
estan encerradas tiene ciertas frecuencias de resonancia. For lo tanto, es una propiedad de las ondas en un espacio confinado -una materia que discutiremos en detalle,
con formulas, mas tarde- que existan solamente a frecuencias definidas. Y, ya que
existe la relaci6n general entre las frecuencias de la amplitud y la energia, no nos
sorprende encontrar energias definidas asociadas con electrones ligados en los
<homos.
38-6
Implicaciones tilosOficas
Consideremos brevemente algunas implicaciones filos6ficas de la mecitnica cu<'tntica. Como siempre. hay dos aspectos de! prob!ema: uno es !a implicaci6n filos6fica
para la fisica y el otro es la extrapolaci6n de asuntos filos6ficos a otros campos.
Cuando las ideas filos6ficas asociadas con la ciencia son arrastradas a otro campo,
usualmente ellas son completamente distorsionadas. Por lo tanto, limitaremos nuestras consideracioncs tanto como sea posible a la fisica misma.
En primer lugar el aspecto mils interesante cs !a idea del principio cie indetenninaci6n; el hacer una obscrvaci{Jn afecta el fenOmeno. Siempre se ha sabido que el
hacer observacioncs afecta un fenomeno, pcro el punto es que el cfccto no pucde ser
dejado a un lado. o minimizado o disminuido arbitrariamente mediante un nuevo
arreglo <lei aparato. Cuando investigamos cierto fen6meno no nos queda mils reme·
dio que perturbarlo en ciena forma minima, y la perturbaciOn es necesaria para la
compatibilidad def punto de rista. En la fisica precuilntica el observador fue algunas
veces importante. pero solamente en un sentido m<'ts bien trivia!. El problema ha sldo
cstablecido: s1 un <'trbol cac en un bosque y no hay nadie ljUC Jo escuche. ;,hace ruido? Un ilrbol real cayendo en un bosque real, hace, por supuesto, ruido aunque
nadie estC ahi. Aunque no haya nadie presente para escucharlo. ljUedan otras huellas. E! sonido agitarli algunas hojas y si fuCramos lo ~ufil:ientcmente cuidadosos.
podriamos encont(ar en alguna parte que alguna espina ha raspado contra una hoja
y hecho una rayadura fina que no podria ser explicada. a menos que supongamo~
que la hoja estaba vibrando. De modo que en cierto sentido deberiamos admitir
que hubo sonido. Podemos preguntarnos: (,hubo una 5e11saci011 de sonido? No. las
~ensaciones ticncn que ver, prc~umiblemcnte. con la concicncia. Y si las horm1gas
son conscientes y si habia horm1gas en el bosque, o s1 los :lrboles tuvieran concicncia, no lo sabcmo~. DcJemos cl problema en esa forma.
Otra cosa que la gente ha rccalcado dcsde que la mecitnica cuilntica ~c ha desarrol!ado, es la idea de que no deberiamos hablar de las cosas que no podemos medir. (Realmente la tcoria de la relatividad tambiCn decia esto.) A menos que una cosa
pueda ser definida por la medida, no tiene cabida en una teoria. Y, ya que un valor
preciso del momentum de una particula localizada no puede ser definido por medici6n, no tendril, por lo tanto, cabida en la teorla. La idea de que esto es lo que sucedia con la teoria cl:lsica es una posicfr)n fa Isa. Es un anillisis sin cu1dado de la situaci6n. Que nosotros no podamo~ medir pos1ci6n y momentum en forma precisa, no
significa a priori que 110 podamos hablar de cllo. Solamente s1gnifica que no necesitamos hab!ar de ello. La situaciOn en las ciencias es Csta: un concepto o una idea que
no pueden ser medidos
38-12
o no pueden ser referidos directamente a un experimento, pueden o no pueden ser
Utiles. No necesitan existir en una teoria. En otras palabras, supongamos que cor,Jparamos la teoria clilsica de! mundo con la teoria cuilntica del mundo y supongamos
que experimentalmente es verdad que podemos medir posici6n y momentum s6lo en
forma imprecisa. La cuesti6n es silos conceptos de posici6n exacta de una partlcu!a y de
momentum exacto de una particula son vii.lidos o no. La teoria cl<isica admite estos
conceptos; la teoria cu<intica no. Esto en sl no significa que la fisica dilsica est<i
equivocada. Cuando la nueva mec<inica cu<intica se descubri6, la gente clasicista
--que incluia a todos, excepto a Heisenberg, Schr6dinger y Born --dijeron: "Miren.
su teoria no es nada buena, porque ustedes no pueden contestar ciertas preguntas
como: t,cual es la posiciOn exacta de la particula?. (.por cuill hueco pas6?. y algunas
otras mils". La respuesta de Heisenberg foe: "Yo no necesito contestar tales preguntas, porque usted no puede experimentalmente formu!ar ta! pregunta~. Es eso lo que
no tenemos que hacer. Consideremos dos teorias (a) y (b); la (a) contiene una idea
que no se puede verificar directamente, pero que se usa en el an<ilisis, y la otra (b)
no contiene la idea. Si est<in en desacuerdo en sus predicciones. no se podria pretender que (b) sea falsa, porque no puede exp!icar esta idea que estil en (a), porque ta!
idea es una de las cosas que no se pueden vcrificar directamente. Es siempre bueno
saber cuill de las ideas no pucde ser verificada directamente, pero no es necesario
eliminarlas todas. No es verdad que nosotros podamos proseguir con la ciencia en
forma completa usando s6lo conceptos que estiln expuestos directamentc al expcrimento.
En la mec:inica cuilntica misma existc una amplitud de funci6n de onda, existe
un potencial y cxisten muchas construcciones mentalcs que no puedcn ser medidas
directamente, La base de una ciencia est<i en su capacidad para predecir. Predecir
significa decir que sucederii en un experimento que no ha sido nunca hecho. ,:,C6mo
podemos hacer eso? Suponiendo que sabemos lo que hay, independientemente de!
experimento. Debemos extrapolar los experimentos a una regi6n donde no han sido
aU.n verificados. Si no haccmo~ eso, no tenemos predicci6n. De modo que era perfectamente razonable para \os fisicos d<isicos proseguir con toda fe!icidad y suponer
quc la posici6n la cual obviamente significa algo para una pelota de baseball- sig"
nifica algo tambien para un electr6n. No era una cstupidez. Era un procedimiento
razonable. Hoy en dia decimos que la ley de la relatividad sc supone v<ilida para to
das las energias, pero algUn dia alguicn pucde llegar a decir lo estUpidos que fuimos.
No sabemos en quC ~omos "estUpidos'' hasta que no "vamos hasta las Ultimas con
secuencias ". de modo quc la idea global es ir hasta las Ultimas consecuencias. Y la
Lmica forma de encontrar que est<ibamos equivocados es encontrar cuciles son nues
tras prediccioncs. Es abwlutamente necesario construir.
Hemos expuesto ya algunas observaciones respecto a la indeterminaci6n de la
mecilnica cuilntica. Es decir, que ahora somos incapaces de predecir lo que sucedera
en fisica en una circunstancia fisica dada, que ha sido dispuesta lo mas cuidadosamente posible. Si tomamos un atomo en un estado excitado, de modo que este por
emitir un fot6n, no podemos decir cutindo lo emitir<i. Tiene una cierta amplitud de
emitir el fot6n en cualquier instante y podemos predecir solamente una probabi\idad
de cmisi6n; no podemos predecir exactamentc el futuro. Esto ha dado origcn a todo
tipo de disparates y preguntas respecto al significado de\ libre albedrio, y a la idea de
que el mundo es incierto.
38-13
Por supuesto, debemos recalcar que la mecinica clcl:sica es tambii:n en cierto
sentido indeterminada. Se piensa generalmente que ta! indeterminaciOn, que no podamos predecir el futuro, es un importante asunto cuintico y se dice que esto explica el comportamiento de la mente, el sentimiento de! libre albedrio, etc. Pero si el
mundo fuera clii.sico -si las !eyes de la mecii.nica fueran c!cl:sicas-, no es tan obvio
que la mente no se sentiria mas o menos igual. Es clasicamente verdadero que si
conocemos la posici6n y la velocidad de cada particula en el mundo, o en una caja
con gas, podriamos predecir exactamente lo que sucederia. Y, por lo tan to, el mundo
cl<isico es determinista. Supongamos, sin embargo, que tenemos una precisiOn finita
y no sabemos exactamente d6nde esta un atomo, digamos dentro de una parte en
mil millones. Entonces, a medida que avanza choca a otro atomo y, dado que no
conociamos la posiciOn mejor que una parte en mil millones, encontraremos un
mayor error aUn en la posiciOn despui:s de! choque. Y esto, por supuesto, es amplificado en el choque siguiente, de modo que si comenzamos con sO\o un ligero error
i:ste aumenta r3.pidamente a una indeterminaciOn muy grande. Para dar un ejemplo:
si el agua cae sobrc una represa, salpica. Si nos paramos cerca, entonces de vez en
cuando alguna gota caerii. sabre nuestra nariz. Esto parece ocurrir completamente
al azar; sin embargo. tal comportamiento podria ser predicho mediante \eyes puramente cl.isicas. La posiciOn exaGta de todas las gotas depende de las ondulaciones
precisas de! agua antes de llegar a la represa. i,COmo? Las mas pequeiias irregularidades son itumentadas en la caida, de modo que obtenemos una situaciOn completamente al azar. Por supuesto, no podemos realmente predecir la posiciOn de las gotas
a menos que conozcamos el movimiento de! agua en forma absolutamente exacta.
Hablando en forma mils precisa, dada una precisiOn arbitraria, tan grande como
se quiera, uno puede encontrar un tiempo suficientemente largo que no podemos hacer predicciones vitlidas para ese tiempo asi de largo. Ahora bien, el asunto
es que ese intervalo de tiempo no es muy grande. No se trata de que el tiempo sea
millones de aiios si la precisiOn es de una parte en mil millones. En efecto, el tiempo
varia sOlo logaritmicamente con el error y resulta que s6lo en un intervalo de tiempo
muy, pero muy pequeiio, perdemos toda nuestra informaciOn. Si la precisiOn se toma
coma una parte en miles de millones y miles de millones -no importa cuantos miles
de millones queramos, siempre que nos detengamos en alguna parte- podremos entonces encontrar un tiempo menor que el que se tomO para establecer la precisiOn
jdcspui:s de! cual no podemos predecir mas qui: es lo que suceder3.! Por lo tanto, no
es honesto decir que de la libertad aparente y de la indeterminaci6n de ta mente hu
mana nos hubiframos dado cuenta que la lisica ci3.sica "determinista ·· nunca podria
esperar entenderlo, y dar la bienvenida a la mectinica cu3.ntica coma una liberaci6n
de un universo "completamente mecanicista". Porque ya en la mec:i.nica cf:i.sica
desde el punto de vista pr3.ctico hubo indetermlnaciOn.
38-14
39
La teoria cinetica de los gases
39- l
Propiedades de la materia
39-4
Temperatura y energia cinCtica
39-2
La presiOn de un gas
39-5
La ley de los gases ideales
39-3
Compresibilidad de la radiaciOn
39- l
Propiedades de la maieria
Con este capitulo comenzamos con un nuevo tema que nos ocupara algUn tiempo. Es la primera parte de! anil.lisis de las propiedades de la materia bajo un punto
de vista fisico, en la que, reconociendo que la materia est8. hecha de una gran cantidad de !itomos o partes elementales, que interactUan el6ctricamente y obedecen las
leyes de la med:nica, tratamos de entender por quC los diversos agregados de ittomos se comportan en la forma que lo hacen.
Es evidente que Cste es un tema dificil, y ponemos fnfasis desde el comienzo en
que es en realidad un tema extremadamente dificil, y que tenemos que tratarlo de
manera diferente a como hemos tratado hasta ahora los otros temas. En el caso de
la mecimica y en el caso de la luz pudimos comenzar con un enunciado preciso de
algunas \eyes, como las !eyes de Newton, o la f6rmu\a para el campo producido por
una carga que acelera, a partir de las cuales pudimos comprender esencialmente un
sinnUmero de fen6menos, y que dieron, desde cse momento, una base para nuestra
comprensi6n de la mecii.nica y de la luz a partir de entonces. Esto es, mas tarde
podemos aprender mii.s, pero no sera una fisica diferente, solamente aprenderemos
mejores metodos de analisis matematico para tratar la situaci6n.
No pod~mos usar este m6todo en fonna efectiva para el estudio de las propiedades de la materia. Podemos discutir la materia s6\o en una forma mas elemental;
es un tema demasiado complicado para ser analizado directamentc a partir de sus
!eyes basicas especificas, que no son otras que las !eyes de la mecitnica y de la elcctricidad. Pero Cstas estan bastante alejadas de las propiedades quc dcseamos estudiar;
se requieren demasiados pasos para obtcner a partir de !as !eyes de Newton las propiedades de la materia, y estos pasos son, en sl, bastante complicados. Comenzaremos ahora a dar aigunos de estos pasos, pero mientras que muchos de nuestros
an<ilisis sen'm bastante exactos, se har<i.n a !a larga menos y mcnos exactos. S6Jo
tendremos una comprensi6n aproximada de las propiedades de la materia.
Una de las razones de que tengamos que realizar el ana!isis en forma tan imperfccta es quc su matemiltica requicrc una comprensi6n profonda de la teoria de probabilidadcs;
39-1
no desearemos saber por d6nde se mueve realmente cada iltomo, sino mils bien,
cuilntos se mueven aqui y allil en promedio y cuitles son las probabilidades de
diferentes efectos. Asi, este tema comprende un conocimiento de la teoria de pro"
babilidades y nuestra matemittica todav1a no estil bien preparada y no deseamos
forzarla demasiado.
En segundo lugar, y m.is importante desde el pun to de vista fisico, el comportamiento real de los .itomos no es de acuerdo con la mec.inica cl.isica, sino de acuerdo
con la mecilnica cu.intica, y una comprensiOn correcta de! tema no se puede alcan·
zar hasta que comprendamos la mednica cuilntica. Aqui, a diferencia del caso de
las bolas de billar y de los automOviles, la diferencia entre las !eyes de la mec.inica
cliisica y las !eyes de ta mecimica cuitntica es muy importante y muy significativa,
de manera que muchas de las cosas que deduciremos por medio de la mec1inica
clilsica ser:in fundamentalmente incorrectas. Por lo tanto, habra ciertas cosas que
tendrim que ser parcialmente desaprendidas; sin embargo, indicaremos en cada ca.so
cu:indo un resultado es incorrecto, de modo que sabremos exactamente d6nde estfili
los "limites". Una de las razones para discutir la mecitnica cu.intica en !os capitulos
anteriores fue la de dar una idea de por quC, mils o menos, la mecti.nica clil.sica es
incorrecta en las diversas direcciones.
z.Por que tratamos el tema ahora? z.Por que no esperamos medio aiio o un aiio.
hasta que conozcamos mejor la matemil.tica de las probabilidades, y que aprendamos
un poco de mecil.nica cuimtica, y entonces podamos hacerlo de una manera mas
fundamental? La respuesta es que es un tema dificil iY la mejor manera de apren·
derlo, es haciendolo lentamente! Lo primero que hay que hacer es lograr alguna
idea, mas o menos, de lo que debiera suceder en diferentes circunstancias, y luego,
mils tarde, cuando conozcamos mejor las !eyes, las formularemos mejor.
Cualquiera que desee analizar las propiedades de la materia en un problema
real, querria comenzar escribiendo las ecuaciones fundamentales y tratar luego de
resolverlas matem3.ticamente. Aunque hay personas que tratan de usar estc metodo,
estas personas son las que fallan en este campo; el exito real proviene de aquellos
que comienzan desde un pun to de vista jisico, personas que tienen una idea aproximada de hacia d6nde van y que luego comienzan haciendo el tipo correcto de
aproximaciones, sabiendo que es grande y que es chico en una situaci6n dada complicada. Estos problemas son tan complicados que es Uti! tener una comprensi6n
siquiera elemental, aunque inexacta e incompleta, y asi el tema ser.il uno sobre el que
volveremos una y otra vez, cada vez con mas y mils exactitud. a medida que avancemos en nuestro curso de fisica.
Otra razOn para comenzar el tema precisamente ahora es que ya hemos usado
muchas de estas ideas en, por ejemplo, la quimica. y hasta hemos oido acerca de
algunas de e!las en la segunda enseiianza. Es interesante conoccr la base fisica de
estas cosas.
Como un ejemplo interesante, todos sabemos que volUmenes iguales de gases a
la misma presi6n y temperatura contienen el mismo nUmcro de mokculas. La Icy de
las proporciones mUltip!es, que cuando dos gases se combinan en una reacci6n qui·
mica, los vol6menes necesarios est.iln siempre en proporciones enteras simples. fue
entendida en llltima instancia por Avogadro como significando que volUmenes iguales contienen nllmeros iguales de .itomos. Ahora bien, ;.por qui contienen igual
nllmero de .iltomos? (.Podemos deduclr a partir de las leyes de Newton que el nUmc
rode .iltomos debe ser igual? Nos preocuparemos de
39-2
esta materia especifica en este capitulo. En los capitulos siguientes discutiremos
varios otros fen6menos que comprenden presiones, vohi.menes, temperatura y calor.
Encontraremos tambi61 que el tema puede atacarse desde un punto de vista no
at6mico, y que existen muchas interrelaciones de las propiedades de las sustancias.
Por ejemplo, si comprimimos alguna cosa, se calienta; si la calentamos, se dilata.
Existe una relaci6n entre estos dos hechos que se pue<le deducir independientemente
de! mecanismo involucrado. Este tema se llama termodindmica. La comprensi6n mils
profunda de la termodinimica proviene, por supuesto, de la comprensi6n del mecanismo real involucrado, y esto es lo que haremos: tomaremos el punto de vista
at6mico desde el comienzo y Jo usaremos para comprender las diversas propie<lades
de la materia y las !eyes de la termodin!lmica.
Discutamos, entonces, las propiedades de los gases desde el punto de vista de
las leyes de la mec!lnica de Newton.
39-2
La presiOn de un gas
En primer lugar, sabemos que un gas ejerce una presi6n y debemos comprender
claramente a que se debe esto. Si nuestros oidos fueran unas pocas veces mils sensibles, podriamos escuchar un zumbido perpetuo. La evoluci6n no ha desarrollado el
oido hasta ese punto, porque seria inUtil si fuera tan sensible --oiriamos un jaraneo
perpetuo-. La raz6n es que el timpano est!l en contacto con el aire, y el aire consiste en muchas mol6culas en movimiento perpetuo, y 6stas golpean contra los
timpanos. Al golpear contra los timpanos producen un tamborileo irregular -bum,
bum, bum- que no escuchamos porque los !ltomos son muy pequefios, y la sensibilidad de! oido no es suficiente para notarlo. El resultado de este bombardeo perpetuo
es desplazar la membrana, pero por supuesto existe un bombardeo perpetuo igual de
iltomos por el otro !ado dei timpano; asi la fuerza neta sobre 61 es cero. Si sac!lramos el aire de un \ado o cambiilramos las cantidades relativas de aire en los dos
lados, el timpano desplazaria entonces hacia un !ado u otro, porque el bombardeo
por un \ado seria mayor que por el otro. A veces sentimos este efecto molesto cuando subimos demasiado rilpido en un ascensor o en un avi6n, especialmente cuando
tenemos un resfrio grande (cuando estamos resfriados, la inflamaciOn cierra el tubo que
conecta el aire en el interior de! timpano con el aire exterior a trav6s de la garganta,
de modo que las dos presiones no pueden igualarse prontamente).
. -'-
I-·--· "--,Id•\-
Fig. 39~ 1. Atomos de un gas en una caja
con un pist6n sin roce.
Al considerar c6mo analizar cuantitativamente la situaciOn, imaginemos que tenemos en una caja un volumen de gas, en un extrema de la cual hay un pist6n que
se puede mover (Fig. 39-1). Nos gustaria encontrar que fuerza resu\ta sobre el pist6n
de! hecho que existen iltomos en esta caja. El volumen de la caja es V, y a me<lida
quelos
39-3
atomos se mueven en el interior de la caja con diferentes velocidades, go\pean contra el pist6n. Supongamos que no hay nada, un vacio, en el exterior de]
pist6n. l Que pasa? Si el pist6n se dejara solo y nadie lo sostuviera, cad a vez que
fuera golpeado adquiriria un pequeflo momentum y gradualmente seria empujado
hacia afuera de la caja. De modo qu~ para evitar que sea expulsado fuera de la caja,
debemos sostenerlo mediante una fuerza F. El problema es lcuil.nta fuerza? Una
forma de expresar la fuerza es hablar de la fuerza por unidad de il.rea: si A es el
il.rea del pist6n, la fuerza sabre el pist6n se escribiril. como un nUmero multiplicado
por el ii.rea Entonces, definimos la presi6n como igual a la fuerza que tenemos que
aplicar al pist6n, dividida por el il.rea del pist6n:
P
~
F/A.
(39.1)
Para estar seguros de que entendemos la idea (tenemos que deducirla de todos modos para otros propOsitos), el trabajo diferencial dW hecho sobre el gas al comprimirlo moviendo el pist6n en una cantidad diferencial ---dx, seria el producto de la
fuerza por la distancia que Jo hemos comprimido, el cual seria de acuerdo a (39.l)
el producto de la presi6n por el ii.rea multiplicada por la distancia, que es igual a
menos el producto de la presi6n por la variaci6n en el vo\umen:
dW = F(-dx)
=
-PAdx
=
-PdV.
(39.2)
(El producto de! ii.rea A por la distancia dx es la variaci6n de volumen.) El signo
menos estil. ahi porque a medida que comprimimos, disminuimos el volumen; si pensamos en ello, podemos ver que, si se comprirr.e un gas. se rea!iza un trabajo sabre el.
lCui.i.nta fuerza tenemos que aplicar para equilibrar el go!peteo de las mo!Cculas?
El pist6n recibe de cada colisi6n cierto momentum. Cierto momentum por segundo
se comunicarii. al pist6n y este comenzaril. a moverse. Para evitar que se mueva, debemos impartir en sentido contrario el mismo momentum por segundo, mediante
nuestra fuerza. Por supu~to, la fuerza es el momentum por segundo que debemos
comunicar hacia dentro. Hay otra forma de decirlo: si dejamos ir al pist6n, adquiririi.
velocidad debido a Jos bombardeos; con cada colisi6n obtenemos un poco mas de
velocidad, por lo que la velocidad aumenta. La raz6n a la cual el pist6n adquiere
velocidad, o acelera, es proporcional a la fuerza sabre el. De modo que vemos que
la fuerza que, como ya dijimos, es el producto de la presi6n por el iLrea, es igual al
momentum por segundo entregado al pist6n por las moJeculas que chocan.
Calcular el momentum por segundo es facil; podemos hacerlo en dos partes:
primero, encontramos el momentum entregado al pist6n por un 3.tomo particular
durante una colisi6n con el pistOn; a continuaci6n, tenemos que multiplicar por el
nUmero de colisiones por segundo que los 3.tomos realizan con la pared. La fuerza
serti. el producto de esos dos facto res. Ahora veil.mos cu ill es son esos dos facto res:
en primer lugar supondremos que el pist6n es un "reflector" perfecta para los 3.tomos. Si no lo es, toda la teoria es err6nea y el pist6n comenzara a calentarse y las
cosas cambiarti.n, pero eventualmente cuando se haya establecido el equilibria, el
resultado neto es que las colisiones son efectivamente perfectamente eli.i.sticas. En
promedio, cada particula que llega, sale con la misma energia. De modo que imaginaremos que el gas esta en una condici6n estacionaria y que no perdemos energia
en el pist6n porque el pist6n estli detenido. En esas circunstancias,
39-4
si una particula llega con una cierta velocidad sale con la misma velocidad, y dire-mos que con la misma masa.
Si v es Ja ve\ocidad de un iltomo y vx es la componente x de v, entonces mvx
es la componente x del momentum "'hacia "; pero tambien tenemos igual componente de! momentum "desde" y asl el momentum total entregado al pist6n por la
particula en una colisi6n es 2mvx, ya que esta se "refleja".
Ahora bien, necesitamos el nllmero de colisiones hechas por los 1i.tomos en un
segundo, o un cierto ti em po dt; entonces, dividimos por dt. l Cuitntos it to mos est<in
golpeando? Supongamos que hay N iltomos en el volumen V, o n = N IV en cada
unidad de volumen. Para encontrar cu<intos iltomos golpean el pist6n notemos que,
dado un cierto tiempo t, si una particula tiene una cierta velocidad hacia el pist6n,
lo golpearil durante el tiempo t siempre que este suficientemente cerca. Si estil demasiado lejos, harit solamente parte de! camino hacia el pist6n en el tiempo t, pero
no alcanza el pist6n. Por lo tanto, estit claro que solamente las molOCulas que est<in
dentro de una distancia v; de! pist6n golpear<in el pist6n en el tiempo t. Asi, pues,
el nllmero de colisiones en un tiempo t es igual al nllmero de <itomos que estiln en
una regi6n dentro de una distancia v; y, ya que el area de! pist6n es A, el volumen
ocupado por los <itomos que iriln a golpear el pist6n es vµ. Pero el nUmero de
<itomos que ir<in a golpear el pist6n es ese volumen multiplicado por el nllmero de
3.tomos por unidad de volumen, nv;A. Por supuesto, nosotros no queremos el nllmero que golpea en un tiempo t, queremos el nllmero que golpea por segundo; asi
que dividimos por el tiempo t para obtener nv_,A. (Este tiempo t pudo haberse
hecho muy corto; si deseamos ser mils elegantes, lo llamaremos dt y entonces derivamos, pero es la misma cosa.)
De modo que encontramos que la fuerza es
F
=
nv,,A · 2mv,,.
(39.3)
jVean, la fuerza es proporcional al area si mantenemos fija la dens.idad de particulas
a medida que variemos el area! La presi6n es, entonces
(39.4)
Ahora bien, notamos un pequeiio prob\cma con este anillisis: primero, todas las
moleculas no tienen la misma velocidad y no se mueven en la misma direcciOn. jDe
modo que todas las v2x son diferentes! Asi que lo que debemos hacer, por supuesto,
es to mar un promedio de las v2x> ya que cad a una hace su propia contribuciOn. Lo
que queremos es el cuadrado de las vx promediado sabre todas las mole<:ulas.
P = nm(v~).
(39.5)
iOlvidamos induir el factor 2? No, de todos los iltomos solamente la mitad se dirige
hacia el piston. La otra mi tad est<i dirigida en otra direcci6n, y si tomamos ( v~ ) ,
estamos promediando los vx negativos al cuadrado como tambien los vx positivos.
De modo que cuando tomamos simplemente ( v2 x) sin fijarnos estamos obteniendo
el doble de lo que queremos. El promedio de v1 x para vx positivos es igual al promedio
de las v2xpara todo vxmultiplicado por un media.
39-5
Ahora bien, como los <homos rebotan por todas partes, estil claro que no hay
nada especial respecto a la "direcci6n x"; los iltomos se pueden estar moviendo
tambi6n hacia arriba y hacia abajo, hacia adelante y hacia atrits, hacia adentro y
hacia afuera. Por lo tanto, seril cierto que ( vi x ) , el movimiento promedio de los
ittomos en una direcci6n y el promedio en las otras dos direcciones, seritn todos
iguales:
(v~) = (v!) = (v~).
(39.6)
Es solamente un asunto de matemiltica mis bien artificiosa notar, por lo tanto, que
son todos iguales a un tercio de su suma, que es, por supuesto, el cuadrado de! mOdulo de la velocidad:
(39.7)
(v~) = !(v~
v!
v~) = (v 2 )/3.
+
+
Esto tiene la ventaja de que no tenemos que preocuparnos de ninguna direcci6n
particular, y asi escribimos nuevamente nuestra f6rmula para la presi6n en esta
forma:
(39.8)
P = (!)n(mv 2 /2).
La raz6n de que escribamos el Ultimo factor como ( mvi /2) est:i en que esto es la
energia cin€tica de! movimiento de! centro de masa de la moli:cula. Por lo tanto,
encontramos que
(39.9)
Con esta ecuaci6n podemos calcular cmil es la presi6n si conocemos las velocidades.
Como un ejemplo muy simple tomemos el gas hello o cualquier otro gas como vapor
de mercurio, o vapor de potasio a temperatura suficientemente al ta, o arg6n,en Joscuales
todas las moli:culas son iltomos simples, por lo coal podemos suponer que no hay movimiento interno en el ittomo. Si tuvi6ramos una moli:culacompleja podriahaber alglln mo·
vimiento interno, vibraciones mutuas o algo. Supongamos que podemos despreciar eso;
esto es realmente un asunto serio, al cual tendremos que volver, pero resulta sercorrecto.
Supongamos que el movimiento intemo de los iltomos se puede despreciar, y por lo
tanto, para este prop6sito, la energia cin6tica de! movimiento del centro de masa es
toda la energia existente. Asi, para un gas monoat6mico, la energla cinecica es la
energia total. En general llamaremos U a la energia total (algunas veces se llama
energia total interna; podemos preguntarnos por que, ya que no hay energia externa
al gas), es decir, toda la energLa de todas las mol6culas del gas o del objeto o lo
que sea.
Para un gas monoat6mico supondremos que la energla U es igual al nUmero de
il.tomos multiplicado por el promedio de la energia cinetica de cada uno, porque
hemos despreciado cualquier posibilidad de excitaci6n o movimiento interno en los
iltomos mismos. Entonces, en esas circunstancias tendriamos
PV
~
jU.
(39.10)
A prop6sito, podemos detenernos aqui y encontrar la respuesta a la siguiente
pregunta: supongamos que tomamos una lata con gas y comprimimos !entamente el
gas, i,CUitnta presi6n necesitamos para reducir el volumen? Es facLI calcularlo ya
que la presi6n es 2/3 de la energia, dividido por V. A medida que lo comprimimos
estamos realizando un trabajo sobre el gas, y por lo tanto
39-6
aumentamos la energia U. De modo que tendremos algtin tipo de ecuaci6n diferencial: si comenzamos en una circunstancia dada con una cierta energia y un cierto volumen, conocemos
la presi6n. Ahora comenzamos a comprimir, pero en el momenta que lo haccmos. la
energia U aumenta y el volumen V disminuye, de modo que la preskm aumenta.
Asi, tenemos que resolver una ecuaci6n diferencial y la resolveremos dentro de
un momento. Primeramente debemos haccr, sin embargo, enfasis en que a medida
que comprimimos este gas, estamos suponiendo que todo el trabajo va a aumentar
la energia de !os ittomos internos. Podemos preguntarnos: "~Acaso no es eso necesario?
;,Dlmde mas pudo ir'?" Resulta que puede ir a otra parte, existe lo que llamamos
"pfadida de calor" a traves de las paredes: los <itomos calientes (es decir, de
movimiento r<ipido) que bombardean las paredes, calientan las paredes, y la energia
se va. Supondremos por ahora que este no es el caso.
Para mayor generalidad, aunque todavia estamos hacienda algunas consideraciones muy especiales respecto a nuestro gas, escribiremos, no PV = iU, sino
PV
~
(> -
(39.11)
l)U.
Esta cscrito (r-l) multiplicado por U por ra7:ones convencionales, P?rquc trataremos mils tarde algunos otros casos donde el numero frcnte a Uno sera j- sino que
ser<i un nUmcro diferentc. Asi, para hacer la cosa en general. lo llamaremo~ 1·-l,
porque la gente !o ha estado llamando asi por casi cicn afios. Este r es cntonces
~ porque ~ - ! es ~. para un gas monoat6mico como cl helio.
Ya hemos hecho notar que cuando comprimimos un gas, el trabajo realizado es
- PdV. Una compresi6n en !a cual no se ha agregado ni sacado energia cal6rica, se
llama compresi6n adiabdtica, del griego a (no)+ dia (a travCs) -r bainein (ir). (La
palahra adiabiltica se usa en fisica de varias maneras y algunas veces es dificil ver
4ue tienen de comUn entre ellas.) Esto es, para una compresi6n adiab:\.tica, todo el
trahajo rea!izado ir3 a variar la cnergia intcrna. Esta cs la clave --que no hay otras
perdidas de energia- pues entonces tencmN PdV -dU. Pero como U = PVi('p-l},
pudcmos escribir
dU ~ (P dV
+
V dP)/(> -
1).
(39.12)
De modo que tenemos PdV = -(PdV + VdP)/(p-1), o reagrupando los terminos
rPdV = -VdP, o sea
(39.13)
(> dV/V) + (dP/P) ~ 0.
Afortunadamente, suponiendo que r es constante, como lo es para un gas monoat6mico, podemos integrar esto: ~e obtiene r ln V-.. ln P = ln C, donde ln C es la
constante de integraci6n. Si tomamos exponcncialcs de ambos !ados, obtenemos
la ley
(39.14)
PVY = C (una Constante)
iEn otras palabras. en condicioncs adiabilticas donde la temperatura aumenta a
medida que comprimimos porque no hay pCrdidas calOricas. la presibn multiplicada
por cl volumen a la potencia \ es una constante para un gas monoat6mico~ Aunque
lo dedujimos te6ricamente, Csta es, en realidad, la forma en quc los gases monoatl1micos se componan expcrimentalmente.
39.7
39-3
Compresibilidad de la radiaciOn
Podemos dar otro ejemplo de la teoria cinetica de un gas, uno que no se usa
mucho en quimica, pero si en astronomia. Tenemos un gran nUmero de fotones en
una caJa en la cual la temperatura es muy alta. (Por supuesto, la caja es el gas en
una estrella muy caliente. El sol no es lo suficientemente caliente; hay todavia muchos <ltomos, pero a temperaturas aUn mayores en ciertas estrellas muy calientes,
podemos despreciar los <ltomos y suponer que los U.nicos objetos que tenemos en la
caja son fotones.) Ahora bien, un fot6n tiene cierto momentum p. (Siempre encontramos que estamos en un terrible di!ema cuando hacemos teoria cini:tica: p es la
presi6n, pero p es el momentum; I' es cl vo!umen, pero v es la velocidad; Tes la
temperatura, pero T es la energia cinetica, o el tiempo, o el torque; juno debe
mantenerse alerta re spec to a e\lo n Este p es el momentum. es un vector. Realizando el
mismo an:ilisis anterior, es la componente x del vector plaque genera el "go!pe" y
el doble de la componentc x de\ vector p es el momentum entregado en el golpe. Asi,
2 Px reemplaza a 2 mv-"' y, en el cti.lculo de! nUmero de colisiones, vx es todavia v""
de modo que cuando hacemos todo el camino. encontramos que la presi6n en la
ecuaci6n (39.4) co. eu camb10
(39.15)
En promedio, entonces, esto llega a ser n veces el promedio de PxV.~ (el mismo factor
2) y finalmente, introduciendo las otras dos direcciones, encontramos
PV = N{p · v)/3.
(39.16)
Esto concuerda con la formula (39.9) porque e! momentum es mv; esto es un poco
mis general, eso es todo. La presi6n multiplicada por el volumen es el promedio de!
producto entre el nUmero total de <ltomos y 1 / 3 (p·v).
Ahora bien, t,que es p · v para los fotones? El momentum y la vclocidad tiencn la
misma direcci6n y la vclocidad es la velocidad de la !uz, de modo que aquella es el
momentum de cada uno de los objetos, multiplicado por la velocidad de la luz. El
momentum. multiplicado por la velocidad de la luz de cada fot6n, es su energia:
E = pc, de modo que esos tCrminos son las energfas de cada uno de los fotones y,
por supuesto, deberiamos tomar una energia promedio, multiplicada por el nUmero
de fotones. Asi tenemos 1 / 3 de la energia dentro de] gas:
PV = U/3 (gas de fotones)
(39.17)
Entonces para fotones (F -·!) en (39. J l) es 1 /r ya que tenemos 1 / 1 al frente, o sea
y = 4 / 1 , y hemos descubierto que la radiaci6n en una caja obedece la Jey
PV413 = C.
(39.18)
jOe modo que conocemos la compresibilidad de la radiaci6n! Esto es lo que se usa
en un anillisis de la contribuci6n de la presi6n de radiaci6n en una estrella, asi es
c6mo la calcu!amos y c6mo cambia cuando la comprimimos. jQue cosas maravillosas est<i.n ya dentro de nuestro pod er!
39-8
39-4
Temperatura y energia cinftica
Hasta aqui no nos hernos preocupado de la temperatura; hemos estado evitando
a prop6sito la temperatura. A medida que comprimimos un gas, sabemos que la
energla de las mo!Cculas aumenta, y acostumbramos a decir que el gas se calienta;
nos gustarla entender quC tiene que ver esto con la temperatura. ~QuC estamos haciendo, si tratamos de hacer el experimento, no adiabaticamente, sino a lo quc
llamamos temperatura constame? Sabemos que si tomamos dos cajas de gas y las
ubicamos una al !ado de la otra por un tiempo suficicntemente largo, aunque en un
comienzo estuvieran a lo que llamamos temperaturas diferentes. terminar<'tn por
llegar a la misma temperatura. Ahora bien, lque significa eso? iESo significa
q~e llegaron a una condici6n igua! a la que llegarian si se los dejara solos
un tiempo suficientemente largo! Lo que queremos decir por igua! temperatura es
s6lo eso -la condici6n final cuando las cosas se han asentado interactuando entre
si durante un tiempo suficientemente largo.
Fig. 39-2. Atomos de doo; gases monoat6micos diferentes estfln separados por un
pist6n m6vil.
"'
Consideremos ahora lo que sucede si tenemos dos gases en dep6sitos separados
por un pist6n m6vil, como en la figura 39-2 (s61o por simplicidad, tomaremos dos
gases monoatOmicos como hello y ne6n). En el dep6sito (1) los atom~s tienei:i masa
IT1e1rie~el~~~i~n 1 ~ 1 v~l~~i~aJ ;,,0 ~ u~l~a~ 2 d~t~~~~;~~ ~~~a~ ~:~o~~::es~~o~~~a~:~~~~
las condiciones de equilibria'!
Es evidente que el bombardeo desde el !ado izquierdo debe ser ta!, que mueve el
pistOn hacia la derecha y comprime el otro gas hasta que su presi6n adquiere cierto
valor y el objeto se moverit hada adclante y atrits y gradualmente llegara a detenerse en un lugar donde las presiones a ambos !ados sean iguales. Asi podemos hacer
que las presiones scan iguales; esto s6\o significa que las energias internas por
unidad de volumen son iguales o quc los nUmeros n multiplicados por el promedio
de las energias cinCticas a cada !ado son iguales. Lo que debemos tratar de probar
fina!mente, es que los 111.imeros mismos son iguales. Hasta aqui todo lo que sabemos
es que los productos de los nUmeros y las energlas cinCticas son igua!es,
segUn (39.8), porque las presiones son igualcs. Debemos darnos cuenta que l:sta no es
!a lmlca condici6n a la larga, sino que algo mas debe sucedcr mas lentamente, a mcdida que el verdadero equilibrio completo correspondiente a temperaturas igua!es
se establece.
Para comprender el concepto, supongamos que la presi6n sobre el lado izquierdo
se desarrollaril debido a una muy alta densidad, pero haja velocidad. Teniendo una
gran n y una pequetia v podemos obtener la misma presiOn que si tuviCramos una
pequefia n y una gran ~·. Los atomos pucden estar moviCndose lentamente ya que
estiln agrupados casi s61idamente, o bien puede haber menos, pero golpeando mils
fuertemente. iPodril permanecer esto asi para siempre? A primera vista podemos
pensar eso, pero pens<'tndolo otra vez encontramos haber olvidado un punto importante. Esto es, que el pist6n intermedio no recibe una presi6n constante; vibra justamente como e!
39-9
t1mpano. del cual hemos hablado primero, porque los golpeteos no son absolutamentc uniformes. No hay una perpetua y constante presi6n. sino un
tamborileo -la presi6n varia y por lo tanto el pist6n se sacude-. Supongamos que
los iltomos de! !ado derecho no se estin agitando mucho, pero los de la izquierda
son pocos, y muy alejados entre si y muy rilpidos. E! pist6n recibir<i. de vez en
cuando un gran impulso desde la izquierda y seri impulsado contra los atomos
lentos de la derecha, d3.ndoles mas velocidad. (A medida que cada atomo choca con
el pist6n, este o gana o pierde energia, dependiendo de si el pist6n se mueve en uno
u otro sentido cuando el 3tomo Jo golpea.) De modo que como resu\tado de !as coli~iones e! pist6n se sacudc. se sacude. se sacude, y esto agita al otro gas -le da
energia a Jos otros iltomos y ellos establecen movimientos mils rilpidos hasta que
equilibran la agitaci6n que el pist6n Jes esti dando-. El sistema llega a alglln equilibria donde el pist6n se esta moviendo con una velocidad media cuadrii.tica ta!, que
saca energia de los atomos en aproximadamente la misma proporci6n que Jes devuelve energla. De modo que el pistlm adquiere una cierta irregularidad media en la
velocidad y nuestro problema e1. cncontrarla. Cuando la encontremos podemos resolver mcjor nuestro problema, porque los gases ajustarim sus velocidades hasta que
la rapidez a la cual e~tcn tratando de entregar energia uno al otro. a tra'ves de! p1st{m.
llcgue a ser igual.
Es bien dificil imaginarse los deta!!es del pist6n en esta circunstancia particular;
aunque es simple entenderlo idealmente resulta que es un poco mils d!ficil analizarlo.
Antes de hacer el anillisis, estudiemos otro problema en el cual tenemos una caja de
gas, pero ahora tenemos dos tipos diferentes de mo!eculas en ella, que tienen masas
m 1 y m2 , ve!ocidades v1 y v2, etc.: ahora hay una relaci6n mucho mas intima. Si
todas las mo!eculas n. 0 2 estan detenidas, ta! condici6n no va a durar, porque son
golpeadas por las mo!ecu!as n. 0 l y asi adquieren velocidad. Si todas fueran mucho
m:is rcipidas que las molCcu!as n. 1, puede ser que eso tampoco dure ··devolvercin
la cnergia a las mo!Ccula~ n.° I. De modo que cuando ambos gases est.in en la rmsma caja, el problema es encontrar la regla que determina las velocidades rclativas de
los dos.
0
Fig 39-3. Una cohs16n entre rnol8culas
des1guales. vista desde el s1stema CM
Este es todavia un problema muy difici], pero lo solucionarcmos en la forma siguiente. Primera, consideraremos el subproblema siguiente (otra vez se tiene uno de
aquellos casos donde ---{:Ualqu1era que sea la deduccwn- al final el resuhado es
bastante simple de recordar, pero su deducciOn es bastante ingeniosa). Supongan que
tenemos dos mokculas, de diferente masa, chocando y que la colisi6n se observa
con respecto al sistcma de! centre de masa (CM). Para eliminar una complicaci6n,
examinamos la colisi6n en el CM. Como sabemos por las \eyes de colisiones, debido
a la conservaci6n del momentum y de la energia. despues que las mokculas chocan
el Unico modo en que pueden moversc cs ague! en que cada una mant1cnc su propia
\Cloc1dad ongmal -~olo carnh1an su d1rccc11i11 De modl) quc tcncmo~
39-10
una colision promedio quc se parccc a la de la figura 39-3. Sup0ngan. ror un momenlo.
que miramos toda~ las coli:.iones con el CM en reposo. lmagineme. que toda~ scc~tii.n
moviendo inicialmente en forma horizontal. Por supuesto, despues de la primera
colisi6n algunas se estiln moviendo ob\icuamente. En otras palabras, si todas ellas
fueran horizontalmente, por lo menos algunas de ellas mas tarde se moverian verticalmente. Ahora bien, en alguna otra colisiOn vendrian desde otra direcciOn y entonces se desviarian alm a otro ilngulo. De modo que, aunquc estuvieran en un comienrn completamente organizadas, se dispersarian en todos los ilngulos, y !uego las
dispersadas se dispersarian alga mils y algo mils y algo mas. Finalmente, ;,cuill scra
la distribuci6n? Respuesta: serei igualmente probable encontrar un par cualquiera
moviindose en una direcciOn cualquiera en el espacio. Despues de esto las colisiones
posteriores no podrian cambiar la distribuci6n.
Tienen la misma probabi!idad para ir en toda~ direccioncs. pero ;,c()mo decimos
eso? Por supuesto no hay ninguna probabllidad de que vayan en una direcci6n espe·
cifica cualquiera, ya que una direcci6n especifica es demasiado exacta, de modo
que tenemos que hablar de una unidad de "algo"'. La idea es que cualquier ilrea
sobre una esfera centrada en el punto de colisi6n tendril tantas mokculas atravesUndola como cualquicr o"tra ilrea igual sobre la esfera. De modo quc el resultado de las
colisiones seril distribuir las direcciones de modo que areas iguales sabre la esfera
tendriln probabilidades iguales.
A propOsito, si sOlo queremos discutir la direcci6n original y alguna otra direcci6n en un iingulo 11 con respecto a ella, es una propiedad intcresante que el area
diferencial de una esfera de radio unitario es sen /id/I multiplicado por 2r y qi/('
eso es lo mismo que el diferencial de cos n. Asi, lo que esto significa, es que cs
igualmente probable que el coseno de! imgulo 0 entre dos direcdones cualesquiera
tenga cualquier valor entre -1 y + I.
A continuaci6n. tenemos que pn:ocuparnos de! caso real, donde no tenemos la
colisi6n en el sistema CM. sino que tenemos dos iltomos que se acercan con velocidades vectoria!cs
;,Que sucede ahora'! Podemos analizar esta colisi6n con
v 1 y v 2 en la siguiente forma: primero diremos que hay
las velocidades
de! CM c~ta dad a por la velocidad "promedio --. con los
prnponciooal" a las masas, de modo que la velocidad del CM es vcM =+ mJ. Si observamos esta colisi6n en el sistema CM, vemos
como en la figura 39 3. con una cierta velocidad rclativa w.
es justamente v 1 - v 2• Ahora la idea es, primero. que todo el
y en cl CM hay una vclocidad relativa w. y las moltculas
chocan y salen en una nueva direcci6n. Todo esto sucede mientras cl CM continUa
movitndosc sin ningUn cambio.
39-11
particular alguna entre !a direcci6n del movimiento de la velocidad re!ativa y la del
movimiento del CM. Por supuesto, si la hubiera, !as colisiones la esparcirian de
modo que todo se derramaria en derredor. Asi, el coseno del itngulo entre w y vcM
es cero en promedio. Esto es,
(w·vcM)
=
(39.19)
O.
Pero w.v cMse puede tambien expresar en funci6n de v 1 y v1 :
w.
Ve~
=
~!!._::___~~ (~1~ 2 + m2v2~
=
~~_!v~ - m2t'~)
+
(m2 -
m1)(v1 · v2).
(39.20)
Examinemos primero el producto v 1 • v 2 ; lCu.il es el promedio de v1 • v1 ? Esto
es lCu.il es el promedio de las componentes de la velocidad de una molecula en la
direcci6n de otra? Seguramente hay tanta probabilidad de encontrar cualquier mo1ecula dada moviendose en una forma u otra. El promedio de la velocidad v2 en
cualquier direcci6n es cero. Ciertamente entonces en la direcci6n de v 1, v1 tiene promedio cero. De modo que je] promedio de v 1 . v1 es cero! Por lo tanto concluimos
que el promedio de m 1 v11 debe ser igual al promedio de m 1 i· 1'. Es decir, las energias cini?ticas promedio de ambas deben ser iguales:
!m1v~ = fm2v~.
(39.21)
Si tenemos dos tipos de ittomos en un gas, se puede dcmostrar, y supondremos que
lo hemos demostrado, que el promedio de la energia cinCtica de uno es igual al promedio de la energia cinetica del otro, cuando ambos esten en el mismo gas, en la
misma caja, en equilibria. Esto significa que el m.is pesado se moverft mfts lento
que el mils liviano; esto es focilmente demostrable mediante experimentaci6n con
"3.tomos" de diferentes masas en un canal de aire.
Fig. 39-4. Dos gases en una caja con una
membrana semipermeab!e.
Nos gustaria ahora avanzar un paso mils y dccir que, si tenemos dos gases diferentes, separados en una caja, tendrim tambien iguale:. energias cineticas promedio
cuando Hegan finalmente al equilibria, aunque no estCn en la misma caja. Podemos
hacer el razonamiento en muchas formas. Una forma es aducir que si tenemos una
separaci6n fija con un pequciio agujero en ella (Fig. 39-4) de modo que un gas
pueda pasar a travCs de! agujero, mientras que el otro no, porque las mo!i:culas son
demasiado grandcs y estas han alcanzado e! equi!ibrio. entonces sabemos que en una
parte donde estan mezcladas tienen la misma energia cinCtica promedio, pero algunas atraviesan cl agujero sin pCrdida de energia cinCtica, de modo que la energia
cinetica promcdio en el gas puro y en la mczcla debe ser la misma. Esto no es muy
satisfactorio, porque puede no haber agujeros, para estc tipo de molCculas. quc se·
paren un tipo de otro
39-12
Volvamos ahora al problema del pist6n. Podemos dar un argumento que muestre que ia energ[a cinetica de este pist6n de be ser tambien im 2 v2 2 • En realidad, es ta
seria la energia cinetica debida al movimiento puramente horizontal del pist6n, de
modo que, olvidando su movimiento hacia arriba y hacia abajo, debe ser igual a
imlvix· Anillogamente, del equilibrio al otro lado, podemos deducir que la energia
cinetica de! pist6n es !m 1vfx· A pesar de que este no estil en el medio de] gas sino
a un lado del gas, alm podemos hacer el razonamiento, aunque sea algo mils dificil,
de que la energia cinCtica promedio de! pist6n y de las mo!ecu!as de! gas son iguales
como resultado de todas las colisiones.
Si esto aim no nos satisface, podemos hacer un ejemplo artificial mediante el
cual el equilibrio es generado por un objeto que puede golpear sobre todos los lados.
Supongamos tener una barra corta con una bola en cada extrema que atraviesa
el pist6n por una articulaci6n universal, que desliza sin roce. Cada bola es redonda
como una de las mo!Cculas y puede ser go\peada por todos !ados. El objeto completo tiene una cierta masa total m. Tencmos ahora las mo!eculas de! gas con masas
m 1 y m 2 como antes. El resultado de las colisiones, por el anii.lisis que hemos hecho
antes, es que la energia cinCtica de m, debido a las colisiones con las moleculas por
un lado, debe ser !mJv2 1 en promedio. Analogamente debido a las co!isiones con
mokculas en el otro !ado, tiene que ser !m 2i•/ en promedio. En consecuencia, ambos
!ados tienen que tener la misma energia cinetica cuando estii.n en equilibria termico.
Asi, aunque solamente lo hemos demostrado para una mezcla de gases, se puede
extender filcilmente al caso en que hay dos gases diferentes, separados, a la misma
temperatura.
Asi, cuando tenemos dos gases a la misma temperatura, la energfa cinitica
media de los movimientos de! CM son iguales.
La energia cinetica media molecular es una propiedad solo de la "temperatura ".
Siendo una propiedad de la "tcmpcratura" y no de! gas, podcmos usarla como una
definici6n de temperatura. La energia cinetica media de una mo!ecula es asi alguna
funci6n de la temperatura. Pero ~quien nos va a decir que escala usar para la temperatura? Podemos dejinir arbitrariamente la escala de temperatura, de mancra que
la energia media sea linealmcntc proporcional a !a tempcratura. La mejor manera
de hacerlo seria !!amar a la energia media mi~ma "la tcmperatura". Esta seria la funciOn mils simple posible. Desgraciadamente, la escala de temperatura se ha elegido
en forma difcrentc: asi que. en vez de llamarla directamente temperatura. usamos
un factor de conversi6n constante entre la energia de una molecula y un grado de
temperatura abso\uta, llamado un grado Kelvin. La constante de proporcionalidad
es k--c-c 1,38 x 10- 13 joule por cada grado Kehin*. Asi. si Tes la temperatura absoluta. nuestra definici6n dice que !a energia cinCtica molecular media es ~ kT (El ~ sc
ha puesto por Conveniencia, para librarnos de el en alguna otra parte.) Subrayamos que la energia cinetica asociada con la componente del movimiento
en cualquier direcciOn particular es solamente ~ kT. Las tres direcciones indcpcn
dientes imp!icadas la hacen ~ kT.
•
asiT
La escala
=
escala Kelv111 con el ccroclcg1do a 273.16 K.
273.16 +
39-13
39-5
La ley de los gases ideales
Ahora, por supuesto, podemos poner nuestra definici6n de temperatura en la
ecuaci6n (39.9) y encontrar asi la \ey para la presi6n de gases, en funci6n de la
temperatura: esta es, que la presi6n multiplicada por el volumen es igual al ni.tmero
total de <itomos, multiplicado por la constante universal k, mu!tiplicado por !a temperatura.
PV = NkT.
(39.22)
Adem<is, a la misma temperatura y presiOn y volumen, se determina el nUmero de
titomos; j6ste es tambi6n una constante universal! Asi, pues, vo!Umenes iguales de
gases diferentes, a la misma presi6n y temperatura, contienen el mismo nUmero de
moJeculas debido a las !eyes de Newton. jEsta es una conclusiOn asombrosa!
En la priictica, al tratar con moJeculas, debido a que los nUmeros son tan
grandes, los quimicos han elegido artificialmente un nUmero especifico, un nllmero muy grande, y !o llamaron de alguna manera. Tienen un nU.mero que
Haman un mol. Un mol es simplemente un nllmero pdi.ctlco. Por que no eligieron
1014 objetos, para que resultara redondo, es una cuestiOn hist6rica. Sucedi6 que eligieron, para el nllmcro conveniente de objetos a tomar como referencia. N 0 = 6,02
x 10 23 objetos, y eso se llama un mol de objetos. AsL en ve; de medir el nllmero
de mol61.:u\as en unidades, miden en t6rminos de nllmeros de moles.+ En ti:rminos de
NQ podemos escribir e! nUmero de moles, multiplicado por el nllmero de <i.tomos en
un mo!, multiplicado por kT, y si deseamos, podemos tomar el nU.mero de <itomos
en un mol, mu!tiplicado por k, que es un equivalente en moles de k y llamarlo de alguna manera, y lo hacemos -lo llamamos R-. El equivalentc en moles de k es 8.317
joules: R
N 0 k = 8,317 j. moJ- 1 • K 1• Asi encont.ramos tambii:n la ley de los gases
escrita como el nUmero de moles (tambiCn llamado AO multiplicado por RT, o el
mimero de :ltomos, multiplicado por kT:
-,0-
PV = NRT.
(39.23)
Es la misma cosa, s6lo una esca!a diferente para la medida de los nUmeros. jUsamos I como unidad, y los quimicos usan 6 x 1023 como unidad!
Hacemos ahora una observaciim mas sobre nuestra ley de los gasc~; tiene que
ver con la ley para objetos que no son mokculas monoatOmicas. Hemos tratado
s6lo el movimicnto del CM de los :ltomos de un gas monoatOmico. ;,Que sm:edcril
si hay fuerzas presentes? En primer lugar, consideremos el caso en que el pistOn
se sujeta por un resorte horizontal, y que existen fuerzas sobre i:\. E! intercambio
dcl movimiento de agitaci6n entre los iltomos y el pistOn en cualquier momenta no
depende de donde cst.i el pist6n en esc momenta, por supuesto. Las cond1ciones
de equilibria son las mismas. No importa dimde se encuentre el pistOn, la velocidad
de! movimiento debe ser tal quc pasc energia a los moli:cula5 JUStamente de la manera correcta. Asi, no tiene ninguna importancia cl
La relocidad la cual
debe moverse el plstOn es, en promedio, la misma.
que el
valor medio de la energia cinetica en una d1recci6n es
fuerzas presente5.
t Lo que los quimicos llaman
una molOCula detcrminada. El mol
carbono de! is6toJXl 12 (c~ dec1r. que
mentel2gramos
lt~ne
39-14
Consideremos, por ejemplo, una molecula diatOmica, compuesta de ittomos
mA y m 8. Lo que hemos demostrado es que el movimiento del CM de la parte A
y el de la parte B es ta] que ( imAv 2A) = ( !m8vill) = i kT. iCOmo puede ser esto
si estiln unidas? A pesar de que estim unidas, cuando giran en to mo a si mis mas
y una en tomo a la otra, cuando algo las golpea, intercambiando energia con ellas,
lo Unico que cuenta es con que velocidad se estdn moviendo. Eso sO!o determina
lo rfi.pido que intercambian energia en las colisiones. En el instante particular, la
fuerza no es algo esencial. Por lo tanto, el mismo principio es correcto aUn cuando
haya fuerzas.
Demostremos finalmente, que !a ley de los gases es compatible tambiCn en la
emisi6n de! movimiento interno. No incluimos antes rea!mente los movimientos internos; tratamos sOlo un gas monoat6mico. Pero demostraremos ahora que un objeto completo, considerado como un Unico cuerpo de masa M, tiene una velocidad
de! CM tal que
(39.24)
1En otras palabras, podemos considerar las partes separadamente o el objeto entero!
Veamos la razOn de esto: la masa de la mo!ecula diat6mica es M = mA + m8 y la
velocidad de! centro de masas es igual a "cM = (mAvA + m8 v8 )/ M. Ahora necesitamos (v 2 0~). Si elevamos vcM al cuadrado, obtenemos
Ahora multiplicamos por
W y tomamos el promedio, y obtenemos asi
=
mA~kT
=
ikT
!MvEM
+
+ 2mAmBzA ·Vs/ +
mBfk?,:
2mAmB:;A. Vn).
(Hemos usado el hecho de que (mA + m8 ) IM = I.) Ahora bien, lque es ( vA . v 8 )?
(jMejor que sea cero!) Para averiguarlo, usemos nuestra hip6tesis de que la velocidad relativa, w = "A - v8 , no esta dirigida mils probablemente. en una direcci6n
que en otra -esto es, que su componente promedio en cualquier direcci6n es cero.
Asl, pues, suponemos que
(w · vc~1>
=
0.
Pero lquC es w . vcM? Es
_ mAv~ +(mu -
-
Por lo tanto. dado que (mAv1A)
!an en promedio, y nos queda
mA)(vA · Vn) -
M
= (m 8 1>2n), el
msv1
.
primero y el Ultimo tennino se anu-
39-15
*
Asi, si mA
m8 encontramos que ( vA • v 8 ) = 0, y que por lo tanto el movimiento
de la mo!Ccula como un todo, considerada como una particula simple de masa M,
tiene una energia cinCtica en promedio igual a ~ kT.
Entre parentesis, jhemos demostrado tambiCn, al mismo tiempo, que la energia
cinCtica media de los movimientos internos de la molCcu\a diatOmica, sin considerar
el movimiento en conjunto de! CM, es i kTl Porque la energia cinCtica de las
partes de la molCcula es ~mAv 2 A + !m 8 vi 8 , cuyo promedio es 1kT + ~kT, 6 3kT.
La energia cinCtica de! movimiento de! centro de masas es ikT; por lo tanto, la energia cinCtica media de los movimientos de rotaciOn y vibraciOn de los dos :i.tomos
en el interior de la mol&:ula es la diferencia, {kT.
El teorema refente a la energla media del movimiento del CM es general: para
cualquier objeto considerado coma un todo, con fuerzas presentes o no, para toda
direcciOn independiente de movimiento que haya, la energia cinCtica media en ese
movimiento es ~ kT. Estas ••direcciones independientes de movimiento", se llaman
a veces Jos grados de libertad de! sistema. El nUmero de grados de libertad de una
molCcula compuesta de r iitomos es 3r, ya que cada atomo necesita tres coordenadas para definir su posiciOn. La energia cinCtica entera de la motCcula se puede expresar, ya sea como la su!lla de las energias cinCticas de los <i:tomos scparados, o
como la suma de la energia cinCtica de! movimiento de! CM mils la energia cinCtica
de los movimientos internos. Esta Ultima puede a veces expresarse como una suma
de la energia cinCtica de rotaci6n de la molCcula y la energia de vibraciOn, pero Csta
es una aproximaci6n. Nuestro teorema, aplicado a la moJCcula de r iltomos, dice
que la molCcula tendri en promedio 3rkT/ 2 joules de energla cinCtica. de los cuales
i kT es energia cinCtica de! movimiento del centro de masas de la molCcula cntera.
yet resto,i (r-l)kT,esenergiacinCtica interna de vibraci6n y de rotaciOn.
39-16
40
Los principios de la mectinica estadistica
40~1
La atmOsfera exponencial
40-2
La ley de Boltzmann
40-3
EvaporaciOn de un Jiquido
40-1
40-4
La distribuciOn de las velocidades
moleculares
40-5
Calores especiticos de gases
40-6
El fracaso de la fisica cl8sica
La atmOsfera exponencial
Hemos discutido algunas de las propiedades de nUmeros grandes de ittomos
que chocan entre si. El tema se llama teoria cin6tica, una descripci6n de la materia
desde el punto de vista de choques entre 3.tomos. Fundamentalmente, afirmamos que
las propiedades macrosc6picas de la materia deberian ser explicables en tfaminos
de! movimiento de sus partes.
Nos limitaremos por el presente a condiciones de equilibria t6rmico, esto es, a
una subdase de todos !os fon6menos de la naturaleza. Las !eyes de la mecinica
que se ap!ican al equilibrio tennico mismo se Haman meccinica estadistica, y en esta
secci6n queremos familiarizarnos con algunos de los teoremas centrales de este tema.
Ya tenemos uno de los teoremas de la mecitnica estadistica, es decir, que el valor medio de la energia dnetica para cualquier movimiento a la temperatura absoluta T es ~kT para cada movimiento independiente, esto es, para cada grado de
libertad. Esto nos dice alga acerca de las medias de! cuadrado de las velocidades
de los atomos. Nuestro objetivo es ahora aprender mits acerca de las posiciones
de los 8.tomos, descubrir cu:intos estariln en lugares diferentes en el equilibrio tkrmico y tambii:n entrar un poco mils detalladamente en la distribuci6n de las velocidades. A pesar de que tenemos la media de1 cuadrado de la velocidad, no sabemos
c6mo responder a una pregunta ta! como cu:'tntos se mueven tres veces mils ril.pido
que !a velocidad media cuadr3.tica (raiz de la media del cuadrado de la velocidad)
o cuil.ntos se mueven con un cuarto de la velocidad media cuadriltica. iO es que
todos tienen exactamente la misma velocidad?
Asi, estas son las dos preguntas que trataremos de responder: ~C6mo estiln distribuidas las moleculas en el espacio cuando hay fuerzas que actllan sobre ellas, y
c6mo estitn distribuidas en cu an to a la velocidad?
Resulta que las dos preguntas son comp\etamente independientes y quc la distribuci6n de velocidades es siempre la misma. Ya hcmos recibido una indicaci6n de!
Ultimo hecho cuando encontramos que la energia cini:tica media cs la misma, ~kT
por grado de libertad, actUen las fuerzas que actUen sabre las molCcu!as. La distribuci6n ~e ve!oci~ades de las moleculas es independiente de las fuerzas, porque las
frecuenc1as de cohsi6n no dependen de !as fuerzas.
40-1
Comencemos con un ejemplo: la distribuci6n de las moleculas en una atm6sfera
como la nuestra, pero sin vientos y otros tipos de perturbaciones. Supongan que
tenemos una columnas de gas que se extiende a una gran altura y en equilibria
tfrmico --a diferencia de nuestra atm6sfera que, como sabcmos, se hace mas fria a
medida que ascendemos-. Podriamos observar que si la temperatura fuera diferente
a diferentes alturas, podriamos demostrar la falta de equilibria, conectando una barra a alguna de las bolas del fondo (Fig. 40" I), donde Cstas sacarian ~kT de las moleculas y sacudirian, a traves de la barra en el tope y t\stas sacudirian las moleculas
en el tope. Asi, por supuesto, la temperatura finalmente llega a ser la misma a todas
las alturas en un campo gravitacional.
40-1.
a la
gas que 1nterv1ene
a la altura h debe
en h--dh en el peso de
Si la temperatura es la misma a todas las alturas, el problema es descubrir la ley
por la cual la atmiisfera se hace mas tenue, a medida que ascendemos. Si N es el nUmero total de molt\culas en un volumen V de un gas a presiOn P, sabemos que
PV = NkT, o P = nkT, donde n = NI V es el nllmero de molt\culas por unidad
de volumen. En otras palabras, si conocemos el nUmero de mo\Cculas por unidad
de volumen, conoceremos la presi6n. y viceversa: son proporcionales entre si,
dado que la temperatura es Constante en este problema. Pero la presi6n
no es- constante, debe aumentar a medida que la altura se reduce, porque
tiene que soportar, por decirlo asi, el peso de todo el gas que hay por encima. Esa
es !a clave para determinar C()mo varia la presi(m con Ia altura. Si tomamos un ilrea
unitaria a la altura h. la fuerza vertical desde abajo sabre esta ilrca unitaria es la pre
silln P. La fuerza vertical por unidad de i.lrea que empuja hacia abajo a una altura
h + dh seria la misma, en ausencia de la gravedad. pero aqul no lo es. porque la fuerzn
dcsde abajo debe exccder la fuerza desde arriba en el peso de! gas en la secci6n entre h
y h + dh. Ahora bien, mg es la fuerza de gravedad sobre cada mokcula. donde g es la
aceleracion debida a la grn1 cJad y ndh cs el nl1111cro total de mo!eculas en la seccilin
unitaria. Asi que esto nos da la ecuaciOn diferencial Pn + dlr ·- Ph = dP = - mgn dh.
Como P = nk"f' y T es constante, podemos ehminar ya sea P o n, digamos P, ~'
obtener
40-2
para la ecuaci6n diferencial, que nos dice c6mo disminuye la densidad a medida que
aumenta la energia.
Tenemos asi una ecuaci6n para la densidad de particulas n, que varia con la
altura, pero que tiene una derivada que es proporcional a si misma. Ahora bien. una
funci6n que tiene una derivada proporcional a si misma. es una exponcncial y la
soluci6n de esta ecuaci6n diferencial es
(40.l)
Aqui la constante de integraci6n. n0 , es evidentemente la densidad a h = 0 (que se
puede e!egir en cualquier parte). y la densidad decrece exponencialmente con la
altura.
~(hi
j;(O)
~
20
40
60
Altura (KilOmetro)
BO
Fig. 40-2. La densidad normalizada en
funci6n de la altura en el campo gravitacional
de la tierra para oxlgeno y para h1dr6geno, a
temperatura constante.
NOtese que si tenemos diferentes tipos de molCculas con masas diferentes, disminuyen con cxponenciales diferentes. Las mils pesadas disminuiritn con la altura
mils ritpidamente que las livianas. Por lo tanto, esperariamos que, debido a que el
oxigeno es mils pesado que el nitr6geno, a medida que vamos mils y mas arriba en
una atm6sfera, con nitr6geno y oxigeno, la proporci6n de nitr6geno aumentari
Esto no sucede rea\mente en nuestra atm6sfera, por lo menos a alturas razonables,
dado que hay tanta agitaci6n que vuelven a mezclar nuevamente los gases. No es
una atm6sfera isotertnica. Sin embargo, hay una tendencia de los materiales mils
livianos, coma el hidr6geno, a predominar a alturas muy grandes en la atm6sfera,
porque las masas mas pequeiias continUan existiendo, mientras que las otras exponenciales se han extinguido todas (Fig. 40- 2).
40-2
La ley de Boltzmann
Notemos aqui el hecho interesante de que el numerador en el exponente de la
ecuaci6n (40-1) es la energia pote11cial de un <itomo. Por lo tanto, podemos formular tambien esta ley particular como: la densidad en cualquier punto es proporcional
a
e ~ (la energia potencial de cada litomo/ kn.
4().3
Eso puede ser una casualidad, es decir, puede ser v3.lido s61o para este caso
particular de un campo gravitacional uniforme. Sin embargo, podemos demostrar
que es una proposici6n mas general. Supongamos que existiera algUn tipo de fuer
za distinta de la gravedad, que actUa sobre !as molf:culas en un gas. Por ejemp!o.
las molOCulas pueden estar cargadas electricamente y pueden ser actuadas por un
campo electrico u otra carga que las atraiga. 0 bien, debido a las atracciones mutuas de Jos 3.tomos entre si, o por la pared, o por un s61ido, o alguna cosa. existe
alguna fuerza de atracci6n que varia con la posici6n y que actUa sobre todas las
moleculas. Supongamos ahora. para simplificar. que todas las molOCulas son igualcs
y que la fuerza actUa sobre cada una individualmente, de modo que la fuerza total
sabre una porcibn de gas sea simplemente el nUmero de moleculas multiplicado por
la fuerza sabre cada una. Para evitar una complicaci6n innecesaria, elijamos un
sistema de coordenadas con el eJe de las x en ia direcci6n de la fuerza. F.
De la misma manera que antes, si tomamos dos pianos paralelo~ en el gas, separados por una distancia dx, la fuerza sobre cada iltomo. multiphcada por lo~ n
iltomos por cm' (la generalizaci6n del nmg anterior). multiphcado por dx, debe ser
equilibrada por la variaciim de presi6n: Fn dx = dP - kT dn. 0 bicn, para poner
esta ley en una forma que nos ser.it Util m3s adelante,
F= krfxonn).
(40.2)
Observen ahora que - F dx es el trabajo quc realizariamo~ al llcvar la molecula desde x a x + dx, y s1 F proviene de un pott'ncial. e~ decir, si el trahaJO realirndo se
puede representar por una energia potencial, entonces c~ta seria tambitn la diferencia de energia potenc1al {E.P.J. El difercncial ncgativo de la energia potencial es el
trabajo realizado, F dx, y encontramos quc
d(ln n)
=
- d(E.P.)! kT,
o despues de intcgrar
n
=
(constante)e-EP. 1kT.
(40.3)
Por lo tanto lo que habiamos notado para un caso especial resulta ser vii.lido en
general. (;.Que pasa si F no proviene de un potencial? Entonccs (40.2) no ticne soluciOn alguna. Puede gencrarse energia. o perderse por parte de los iltomos que sc
mueven en trayectorias ciclicas para las que el trabajo rea!izado no es cero. y no
se puede mantener ningUn equilibria. El equi!ibrio tCrm1co no pue<Je existlr, cuando
las fuerzas cxternas sobre los iltomos no son con~ervativas.) La ecuacit'm (40.3),
conocida como fey de Boltzmann, e~ otro de lo~ principios de la med.nica estadistica: que la probabilidad de encontrar mokculas en un arreglo espacial dado varia
exponencialmente con menos la cncrgia potencial de ese arreglo, dividida por kT.
Esto podria mdicarnos cntonces la distribucion de las moltculas: supongan que
tuvitramos un ion positivo en un liquido. que atrae los iones negativos a su alrededor, t,cu:i.nt0s estarian a d1fcrentes distancias? Si se conoce la energia potcncial
en funci6n de la distancia. la proporci6n de ellos a diferentes distancias e~ta dada
por esta ley. y asi suce~ivamente, para muchas aplicaciones.
40-4
40-3
Evaporacii>n de un liquido
En mec8.nica estadistica mils avanzada, uno trata de resolver el siguiente problema importante. Consideremos un conjunto de moleculas que se atraen entre si
y supongamos que la fuerza entre dos cualesquiera, digamos i y j, depende s6lo de
su separaci6n ry y puede representarse como la derivada de una funci6n potencial
V(r;). La figura 40-3 muestra una forma que podria tener ta! funci6n. Para r > r 0 la
energia decrece a medida que las moleculas se acercan, porque se atraen, y luego
la energia crece muy abruptamente a medida que se acercan alln m:is, porque se repelen fuertemente, lo que es caracteristico de la manera como se comportan las
mo!eculas, hablando someramente.
E.P.~Vt•I
..
----.
Fig. 40-3. Una funci6n de energfa potencial para dos molBculas, que depende s6Jo
de su separaci6n.
Supongamos ahora que tenemos una caja llena de estas moleculas, y nos gustaria
saber c6mo se disponen entre si, en promedio. La respuesta es e-E.P./l<T. La energia
potencia\ total, en este caso, seria la suma sobre todos los pares, suponiendo que las
fuerzas est:in todas en pares (podria haber fuerzas de tres cuerpos en cosas m:is complicadas, pero en la electricidad, por ejemplo la energia potencial es enteramente en
pares). Entonces la probabilidad de encontrar moleculas en cualquier combinaci6n
particular de !os r y ser:i proporcional a
Ahora bien, si la temperatura es muy alta, de modo que kT>iV(r,JI. el exponcnte
ser:i relativamente pequeiio en casi todas partes, y la probabilidad de encontrar una
motecu!a es casi independiente de la posici6n. Tomemos el caso de s6lo dos mol6culas: !a e-·E.P./kT seria la probabilidad de encontrarlas a varias distancias mutuas r. C\aramente, donde el potencial se hace mas negativo, la probabilidad es mayor y donde el
potencial va a infinito la probabilidad es cero, lo que ocurre para distancias muy pequeiias. Eso significa que para tales iitomos en un gas no hay ninguna pos!bilidad de
que esten uno encima del otro, ya que se repelen muy fucrtemente. Pero hay una
probabilidad mayor de encontrfillos por unidad de JJolumen en el punto r 0 que
en cualquier otro punto. En cuilnto mayor, depende de la tcmperatura. Si la
temperatura es muy aJta comparada con la diferencia en energia entre r = r, y
r = w, la exponenciaJ es siempre cercanamente unitaria. En este caso, donde la
energia cinetica media (alrededor de kT) excede grandemente a la energia potencial, las fuerzas no importan mucho. Pero a medida que la temperatura desciende.
la probabilidad de encontrar las moleculas a la distancia preterida r, aumenta gradualmente respecto a la probabilidad de cncontrarlas
40-5
en cua!quier otra parte, y de hecho, si kT es mucho menor quel V(rJI tenemos un
exponente positivo relativamente grande en esa vccindad. En otras palabras, en un
volumen dado tienen murha mcis probabilidad de estar a la distancia de energm
minima que muy separadas. A medida que la tempcratura disminuye, los <i.tomos
se juntan, se amontonan, y se reducen a liquidos y Sl'llidos y molCculas, y cuando
se calientan, se evaporan.
Los requisitos para la determinaci6n de c6mo exactamente las cosas se evaporan,
exactamente c6mo suceden las cosas en una circunstancia dada, comprenden lo
siguicnte. Primero descubrir la ley correcta de la fuerza molecular V(r), que debe
provenir de alguna otra cosa, digamos la medinica cu<i:ntica o el experimento. Pero,
dada la Icy de fuerza entre las molCculas, descubrir quC van a hacer un bi!J6n de
mol&ulas consiste meramente en estudiar la funciOn e-r.ViJ1AT. Es bastante sorprendente ya que se trata de una funci6n tan simple y de una idea tan sencilla, dado el
potencial, que la labor sea tan enormemente complicada; la dificultad es el tremendo
nfunero de variables.
A pesar de tales dificultades, el tema es muy excitante e interesante. A menudo
se le denomina un ejemplo del "problema de muchos cuerpos" y ha sido realmente
una cosa muy interesante. En esta simple formula deben estar contenidos todos !os
detalles, por ejemplo, sabre· la solidificaci6n de un gas, o las formas de los cristales
que un s6lido puede adoptar, y la gente ha tratado de exprimirla, pero las dificultades matemtiticas son muy grandes, no en escribir la ley, sino en tratar con un nUmerto tan enorme de variables.
Esa entonces, es la distribuci6n de particulas en el espacio. Ese es e! final de la
mectinica estadistica cl3sica, hablando en forma prtictica, porque si conocemos las
fuerzas podemos, en principio, encontrar la distribuci6n en el espacio, y la distribuci6n de las velocidades es algo que podemos detenninar de una vez por todas y no
algo que sea diferente para los diferentes casos. Los grandes problemas esttin en obtener informaci6n particular a partir de nuestra soluci6n formal y 6ste es et objeto
principal de la mectinica estadistica cltisica.
40-4
La distn"buciOn de las velocidades moleeulares
Ahora pasamos a discutir la distribuci6n de velocidades, porque a veces es interesante o Util saber cutintas se mueven a velocidades diferentes. Para hacer eso,
podemos hacer uso de lo que hemos descubierto en relaci6n al gas en la atm6sfera.
Lo consideramos un gas perfecta, como ya lo hemos supuesto al escribir la energia
potencial, despreciando la encrgia de atracci6n mutua de los titomos. La linica energia potencial que incluimos en nuestro primer ejemplo fue la gravedad. Tendriamos,
por supuesto, algo mis complicaJo si existieran fuerzas entre los 8:tomos. Asi. pues,
suponemos que no hay fuerzas entre los titomos y por un momenta despreciamos
tambi6n las colisiones, volviendo mas tarde a la justificaci6n de esto. Ahora bien,
vimos que hay menos mol&ulas a la altura h que a la altura O; de acuerdo a la
f6nnula (40..1), decrecen exponencialmente con la altura. l,C6mo puecie haber menos
a alturas mayores? t.Despues de todo, no llegarii.n a h todas las mol&ulas que se
mueven hacia arriba a la altura O? iNo!, porque algunas de las que se mueven hacia
arriba en 0 van demasiado lento y no pueden escalar la montai'ia de potencial hasta
h. Con esta clave, podemos calcular cu8:ntas deben estar movi6ndose
40-6
'~.'·-~----1.
'
'
1 "'"
··~1··
I
I
Fig. 40-4. SOio las moleculas que se
mueven hacia arriba en h ~ 0 con veloc1dad
suficiente pueden llegar a la altura h
a diversas velocidades, porque segim (40.I) sabemos cudntas se mueven con una velocidad menor que la suficiente para escalar una distancia h, dada. Esas son precisamente
las que explican el hecho de que la densidad en hes menor queen 0.
Pongamos ahora esta idea en una forma un poco mas precisa: contemos cu.iotas moli:culas pasan desde abajo hacia arriba del piano h = 0 (al llamar!o altura = 0,
no queremos decir que el piso este ahi; es sOlo una refercncia convenientc y existe
gas a h negativo). Estas moleculas de gas sc mueven en todas direcciones, pero algunas se mueven a traves del piano, yen cada instante un cierto mimero por segundo
pasa a traves de! p!ano desde abajo hacia arriba, con diferentes velocidades. Notamos ahora lo siguiente: si llamamos u la velocidad que se necesita precisamente para
alcanzar la altura h (energia cinf:tica mu'/2 -= mgh), entonces el nUmero de mokculas por segundo que pase hacia arriba a traves del plano inferior en una direcci6n
vertical con una componente de la velocidad mayor queues exactamente el mismo que
el nUmero que pasa a traves de! piano superior con cualquier velocidad hacia arriba.
La mol&ulas cuya velocidad vertical no excede u no pueden atravesar el piano superior. Por lo tanto, vemos que
N Umero que pas a por h
=
0 con v,
>
u = nllmero que pas a por h = h con
i·, > 0.
Pero el nllmero que pasa por h con cu;;,Jquier velocidad mayor que 0, es menor que
el nllmero que pasa por la altura inferior con cualquier velocidad mayor que 0, porque el nUmero de iltomos es mayor; eso es todo lo quc necesitamos. Sabemos ya que
la distribuci6n de velocidades es la misma, seglln el razonamiento que hicimos
antes respecto a la constancia de la temperatura a traves de toda la atm6sfera. Asi,
como las distribucioncs de velocidades son las mismas, y quc ademil.s existen mds
dtomos mils abajo, c\aramente el nllmero n >o (h), que pasa con veloddad positiva a
la aJtura h y el nUmero n > 0 (0) que pasa con ve\ocidad positiva a la altura 0, estiln a la misma raz6n que las densidades a las dos alturas, que es e-mch/kT. Pero
n > n(h! -n > ~ (0), y, por lo tanto. encontramos que
n>u(O) =
n>o(O)
e-mgh/kT =
e-mt< 2/2kT'
ya que ! mui ,,_, mgh. Asi, en palabras, el nllmero de mo!eculas por unidad de 8.rea
por segundo que pasan la altura 0 con un componente z de la velocidad mayor. que
u es e-""''!ZkT multiplicado por el nUmero total que pasa por el piano con veloc1dad
mayor que cero.
Ahora bien, esto no es s6lo villido a la altura 0 elegida arbitrariamente, sino, por
supuesto, que es villido para cualquier otra aJtura y, por lo tanto, jlas distribuciones
de velocidades son todas iguales ! (En el enunciado finaJ no interviene la altura h
que aparece solamente en el razonamiento intermedio.) El resultado es una proposici6n general que nos da la distribuciim de velocidades. Nos dice que si perforamos
un pequeiio agujero en el costado de una caiicria de gas, un agujero muy chiquito,
tal que las colisiones sean pocas y distanciadas, es decir, estCn mils distanciadas
que el di3.metro de\ agujero, entonces las particulas que salen tendriLn velocidades
diferentes, pero la fracci6n de particulas que sale a una velocidad mayor que u es
e~mu'/lkT.
Volvamos ahora al hecho de haber despreciado los choques: t.Por quC esto no
tiene importancia? Podriamos habcr seguido el mismo razonamiento, no con una
altura finita h, sino que con una altura infinitesimal h, que es tan pequefla que no
hubiera lugar para colisioncs entre 0 y h. Pero eso no fue necesario: el razonamiento est3. evidentemente basado sabre un anillisis de las energias comprendidas, la conservaci6n de la energia, y en las colisiones que ocurren hay un intercambio de energias entre las moli:culas. Sin embargo, no nos preocupamos realmente, si seguimos
la misma molCcula, si !a energia se intercambia meramente con otra mol6cula.
Resulta asi que, aun si el problema se analiza mils cuidadosamente (y es mis dificil,
naturalmente, hacer un trabajo mils riguroso ), ello todavia no introduce diferencia
en el resultado.
Es interesante que ia distribucion de velocidades que hemos encontrado sea
precisamente
n >ua e-energiacinoitica/kF,
(40.4)
Esta manera de describir la distribuci6n de velocidades, dando el nUmero de moJeculas que pasa por un area dada, con una cierta componente z minima, no es la
manera mils conveniente para dar la distribuci6n de velocidad. Por ejcmplo, dentro de! gas, uno dcsea mils a menudo saber cu<intas mo!Cculas se mueven con una
componente z de la velocidad entre dos valore~ dados, y esto por supuesto no estil
dado directamente por la ccuaci6n {40.4). Nos gustaria establecer nueslro resultado
en la forma mils convencional. a pesar de quc lo que ya hemos cscrito es bastantc
general. lVoten que 110 es po~ihle decir que cualquier molicu{a tenga exactameme
cierta i>efocidad establecida;
40·5
Una func1on de d1s1r1buc16n de
El <Jrea somb1eada es flu) du,
quet1enenve1ntervalo du en rnrno
--------+---O,<C--·~-- loc1dades dentro
la fracc16n de las
40..8
ninguna de el!as tiene una velocidad exactamente igual a 1,7962899173 metros por segundo. Asi, para hacer una afirmaci6n que tenga sentido, tenemos que preguntar cuii.ntas se encuentran en algUn intervalo de velocidades.
Debemos decir cuilntas tienen velocidadcs entre 1,796 y 1,797, y asi sucesivamente. En t6-minos matemii.ticos, seaf(u) du la fracci6n de todas las mol&:ulas
que tienen velocidades entre u y u + du, o lo que es lo mismo (si du es infinitesimal), todas las que tienen una velocidad u en interva\o du. La figura 40-5 muestra
una forma posible para la funci6n f(u), y la parte sombreada de ancho du y altura
media f(u), representa esta fracci6n f(u) du. Esto es, el cociente entre cl area sombreada y el area total de la curva es la proporciim relativa de mo!eculas con velocidad u dentro de du. Si definimos f(u) de modo que la fracci6n que tiene una
velocidad en ese intcrvalo este dada directamente por el area sombreada, entonces
el iLrea total debe ser 100 por ciento de ellas, eso es
J:., f(u) du= I.
(40.5)
Ahora tenemos que obtener solamente esta distribuci6n, comparandola con el
teorema que hemos deducido anteriormente. Preguntamos primero: lcuaJ es el nUmero de moleculas que atraviesa un area por segundo con una velocidad mayor
que u, expresado en t6rrr1inos de j(u)? Al comienzo podrlamos pensar que sea simplemente la integral de Ju j(u) du, pero no lo es, porque sueremos el nUmcro que
atraviesa el ilrea por segundo. Las mas r.iip1das pasan mas a menudo, por dccir
asi, que las mas lentas, y para exprcsar cu.iintas pasan, dcben multiplicar por la
velocidad. (Discutimos esto en el capitulo anterior al hablar de\ nUmero de colisiones.) En un tiempo dado I, el nUmero total 4_UC atraviesa la superficie es el de todas
aquellas que han podido llegar a la superficie y el mimero que llega viene desde una
distancia ut. Asi. pues. el nUmero de moleculas que llega no es simplemente el nUmc
ro que est.ii alH, sino el nUmero que estii alli por unidad de volumen, multiplicado
por la distancia que barren al moverse hacia el 8.rea a traves de la cual se supone
que van, y csa distancia es proporcional a u. Por lo tanto, necesitamos la integral
de u multiplicado /XH f (u) du, una integral infinita, con un limite inferior u, y esto
debe ser lo mismo que hemos encontrado antes, es decir, e-m~'·"J.~· con una constante de proporcionalidad que obtendrcmos mils adelante:
[
uf(u) du "' const · e-mu'tu 1·.
(40.6)
Ahora bien, si derivamos la integral con respecto a u. obtenemos lo que est<i
de la intcg~al, es decir, el integr.ando (con un signo menos, ya gue u es cl
hmite inferior), y s1 denvamo~ cl otro m1embro. obtenemos u vcces la misma exponencia! (y algunas con~tantes). Las u sc simplifican y encontramos
~entro
j(u) du
Retencmos Io~
ciUn, quc dice
=
ce-mu',12kr
du.
en ambos micmbros para recordar que se lrata
!a proporciOn para una velocidad cntre u y u +
(40.7)
distrihu-
e~
40-9
La constante C debe determinarse de manera que la integral sea la unidad, de
acuerdo a la ecuaci6n (40.5). Ahora podemos demostrar"' que
J
m/2 7T kT.
Usando este hecho, es fitcil encontrar que C =
Como la velocidad y el momentum son proporcionales. podemos decir que la
distribuciOn de momenta es tambiCn proporcional a e E.C./J.T por unidad de intervalo
de momentum. Resu\ta que este teorema es vitlido tambiCn en relatividad, si esui
en tCrminos de! momentum, mientras que no lo es si estil en tCrminos de la velocidad,
asi que es mejor aprender\o en tCrmino de momentum en vez de velocidad:
f(p) dp =
ce-K.K/kT
dp.
(40.8)
Encontramos asi que las probabilidades de diferentes condiciones de energia, cinCtica
y potencial, est<in ambas dadas por rnergia/kT, algo muy f<icil de recordar y una
proposici6n bastante bella.
Hasta ahora tcnemos, por supuesto, s6\o la distribuci6n de las vdocidades .. verticalmente ... Podriamo1. prcguntar: (,cuil! es la probabilidad de que una mo!Ccula
se mueva en otra direcciOn? Por supuesto. estas distribuciones estan concectadas y
se puede obtener !a distribuci6n completa a partir de la que tcnemos, porque la distribuci6n completa depende solamente de! cuadrado del m6dulo de Ia velocidad, no
d!l la componente z. Debe ser algo que sea independiente de la dirccci6n y hay s6lo
una funci6n que interviene, la probabilidad de diferente~ m6dulos. Tenemos la distribuci6n de la componente z y por lo tanto podemos obtener la distribuci6n de otras
componentes a partir de ella. El resultado es que la probabilidad es todavia proporcional a e-E.C.lkT, pero ahora la energia cinCtica comprende tres partes, mvV2;
mv0/2, mv"i/2, sumadas en el exponente. 0 podemos escribirlo coma un producto:
f(11,,1'y,V,)d11rdi•ydi'z
OC
e-mv~/2kT. e-mv~/2kT
e-mv,!2kT
diix dv~ dvz.
(40.9)
Pueden ver que esta formula debe ser correcta, porque, primero, es una funci6n de
v 2 solamente, como sc rcquicrc. y segundo. las probabilidades de los diversos valores de l'z obtenidas_ por integracibn sabre todos los I', y I\, es precisamente (40. 7).
jAsi esta so!a funcion (40.9) pue<lc haccr ambas cosa~!
•
Para nbtener el \Jlor de IJ m\cgrnl.
1 = f~.,,,e-~' dx.
que es una mtegral doble >obre wdo el piano\\". Pero c>ta puede escnbir>e tamb1cn en coordenadas
polarescomo
40.10
40·5
Calores especificos de gases
Examinemos ahora algunas maneras de comprobar la teoria, y ver hasta que
punto ha tenido i:xito la teoria clilsica de gases. Vimos anteriormente que si U es
la energia intern a de N molCculas, entonces PV = NkT = (y -1) U es cierto, algu·
nas veces, para algunos gases, quizils. Si es un gas monoat6mico, sabemos que esto
es igual a l de !a energia cinCtica del movimiento del centro de masa de los iitomos.
Si es un gas monoat6mico, la energia cinCtica es igual a la energia interr.:i y, por lo
tanto, Y-1 = j. Pero supongamos que es, digamos, una mo!Ccu\a mils complicada,
que puede rotar en torno a si misma y vibrar, y supongamos (resulta ser cierto de
acuerdo a la mecilnica clilsica) que las energias de los movimientos internos son
tambiCn proporcionales a kT. Entonces, a una temperatura dada, ademils de la energia cinCtica kT, tiene energia interna de vibraci6n o de rotaci6n. Asi pues, el total
U no s61o incluye la energia cini:tica interna, sino tambiCn la energia de rotaciOn, y
obtenemos un valor diferente de Y. TCcnicamente, la mejor manera de medir y es
midiendo el calor especifico, que es la variaci6n de energia con la temperatura. Volveremos a este mi:todo mis adelante. Para nuestros fines presentes, podemos suponer que Y se encuentra experimentalmente a partir de la curva PV" para la compresi6n adiabiltica.
Hagamos un cillcuio de r para algunos casos. Primero, para un gas monoat6mico U es la energia total, igual a la energia cinetica, y ya sabemos que deberia ser
j . Como un gas biat6mico, podemos tomar, coma ejemplo, oxigeno, ioduro de hidr6geno. hidr6geno, etc., y suponer que el gas biat6mico puede representarse coma
dos iltomos unidos por algUn tipo de fuerza coma la de la figura 40-3. Podemos su·
poner tambiCn, y resulta ser bien cierto, que a las temperaturas que son de interCs
para el gas biat6mico, los pares de ittomos tienden fuertemente a estar separados
por r 0• la distancia de potencial minima. Si esto no fuera verdad, si la probabilidad
no variara lo suficientemcnte fuerte coma para lograr que la gran mayoria estC situada cerca de! fondo, tendriamos que recordar que el gas oxigeno seria una mezcla de
0 1 y iltomos simples de oxigeno en una proporci6n significativa. Sabemos. en efecto.
que hay muy pocos ittomoS simples de oxigeno, lo que significa que el minima de la
energia potencial es mucho mayor en valor absoluto que kT, como hemos visto.
Como estitn fuertemcnte acumulados alrededor de r 0, la Unica pane de la curva que
se necesita es la parte cerca del minima, que puedc aproximarse por una paritbola.
Un potcncial parabOlico implica un oscilador armOnico. y de hecho.-con una aproximaci6n excelente. la mo!Ccula de oxigeno se puede representar coma dos <itornos co·
nectados por un resorte.
;,Cua! es ahora la energia total de est a molCcula a la temperatura T? Sabemos que pa"
ra cad a uno de los ittomos, cad a una de las energias cint:ticas deberia ser ~k T, de modo
que la energia cinCtica de ambos es \kT -1 ~kT. Podemos poner esto tambii:n de una manera diferente: el mismo ~mils~ puede conSiderarse coma la energia cint:tica del centro
de masa(~) energia cinCtica de rotaci6n (i).y energia cinCtica de vibraciOn (~). Sabcmos
que la energia cinCtica de vibraciOn es 1 i· ya que hay ~Olo una dimcnsiOn en juego.
y cada grado de libertad tiene ~ kT. Rcspeeto a la rotacion. ella puede rotar alrededor de dos ejes cualesquiera. pOr lo que hay dos movimientos independientes. Suponcmo~ que los iitomos son una cspccie de puntos y no puedcn girar alrededor de la
linea que !os une: esto es alga quc hay que tencr en mente. porque si obtenemos al
gUn desacuerdo,
40-11
quiz3.s estC ahi el problema. Pero tenemos una cosa mas; la energia potencial de vibraci6n; lCuitnto es? En un oscilador arm6nico, la energia cincti.ca
media y !a energia potencial media son iguales y, por lo tan to, la energia potencial
de vibraci6n es tambit!n ~ kT. El gran total de la energia es U = j k1 ', o kT es
' U por :ltomo. Eso sig°nifica, entonces, que }' es ; en lugar de i, es decir
p = 1,286.
Podemos comparar estos nUmeros con los valores pertinentes medidos mostrados en la tabla 40-1. Mirando primero el helio, que es un gas monoat6mico, encontramos muy cercanamente '; 3 , y el error es probablemente experimental, a pesar de
que a temperatura tan baja puedc haber alguna fuerza entre los 3.tomos. Cript6n y
arg6n, ambos monoat6micos, concuerdan tambiCn, dentro de la precisi6n de! experimento.
Pasamos a los gases biat6micos y encontramos hidr6geno con l,404, lo que no
estil de acuerdo con la teoria, 1,286. Oxigeno, 1,399, es muy similar, pero de nuevo
en desacuerdo. Yoduro de hidrOgeno es nuevamente similar a 1,40. Empieza a parecer como si la respuesta correcta fuera 1,40, pero no lo es, porque si seguimos mirando en el bromo vemos 1.32, y en el yodo vemos 1,30. Como 1,30 est:\ razonablementc cerca de 1.286. se puede decir que el yodo concuerda bastante bien, pero el
oxigeno est:l lejos. Tenemos aqui, por Jo tanto, un dilema. Lo tcnemos correcto para
una mo!Ccula, no lo tcncmos correcto para otra mo!Ccula y necesitarlamos ser bas·
tante ingeniosos para explicar ambas circunstancias.
Tabla 40-1
V alores del cociente de los calores especificos, y, para diversos gases.
G"
T(°C)
H<
K'
-180
19
15
100
100
100
300
185
IS
15
M
H,
o,
HJ
""
1,
NH,1
C2H,,
1.68
1.668
1.404
1.399
1.40
1.32
1.30
1.310
1.22
Sigamo~ mirando una molf:cula todavia mils complicada, con gran nUmero de
partes. por ejemplo, C 2 H 6 • que es etano. Tiene ocho ii.tomes diferente~. y todos e~tiln
vibrando y rotando en diversas combinaciones. de modo que el monto total de !a
energia intern a debe ser un nUmero enorme de kT, por lo menos ! 2kT solo para la
cnergia cinf:tica, y
I debe estar muy cerca de cero, o 1· es casi exactamente I.
En efecto. es menor. pero 1,22 no es tanto menor,) es superior a I ti calculado a
partir de la energia cinCtica solamente. iY esto es simp!emente incomprensible!
r-
Mils aUn.
complete es profundo. porque la mo!Ccula biatOmica no
puedc hacerse
el limite. Aun si hicil:ramos los acoplamientos indefinidamente rigidos, a pesar que
40-12
---<>---H~
1.6 \
,'::,_
--•--0,
1.'<-ll,.~
1.2es--------- -
~-fc-~-*'~'*'~~
TEMPERATURA C°C)
Fig. 40-6. Valores experirnentales de p
en funci6n de la temperatura para hidr6geno
y oxigeno. La teor1a cl<'isica predice 1' = 1.286,
independienternente de la temperatura.
no podria vibrar mucho, se mantendria de todos modos vibrando. La energia de vibraci6n interna es todavia kT, dado que no depende de la intensidad de acomplamiento. Pero si pudiCramos imaginar rigidez absoluta,
deteniendo toda vibraciim para e!iminar una variable, entonces obtendriamos U = ~kT
yr= 1,40 para el caso biatomico. Esto parece bren para H~ u O,. jPor otro !ado.
codavia tendriamos problemas. porque r varia ianto para hidrOgeno coma oxigcno
con la temperatura! De !os valores medidos mostrados en la figura 40-6 vemos que
2.00U"C. La variaci6n
para H,. varia desdc alredcdor de L6 a -185"C.
es mils sustancial en el caso del hidr6geno que para
pero. sin embargo.
alm para el oxigeno. )' tiendc definidamcnte a crecer. a
quc descendemos en
tcmperatura.
r
40-6
El
fraca~o
de la fisica cliisica
Asi, en suma, podemos decir que tenemos alguna
alguna Icy de fuerza diferentc a la de un resorte. pero
har:·1 so!amente F mayor. Si incluimos mils formas de
unidad. contradiciendo los
sc'ilo
40-13
Diez aflos mils tarde. en una clase, dijo, "He expuesto ahora ante ustedes Jo quc
considero la diticultad mits grande encontrada has ta ahora por la teoria molecular".
estas palabra~ rcprc~cntan el primer descubrimiento de que las !eyes de la fisica clitsica cstaban erradas. Esta fue la primera indicaci6n de que habia alga fundamentalmente imposible, porque un teorema demostrado rigurosamente no concordaba con
el expcrimento. Alrededor de 1890, Jeans tuvo que hablar de nuevo sobrc este enigma. Uno oye a menudo decir que lo~ fisicos en la Ultima parte de\ siglo XIX pensaban que conocian todas las !eyes fisicas significativas y que tc?do lo que tenian que
haccr era calcular mis cifras decimales. Alguien puede haber dicho esto alguna vez,
y otros lo copiaron. Pero una iectura minuciosa de la literatura de ese tiempo, muestra que todos estaban preocupados de algo. Jeans decia respecto a ese enigma que es
un fen6meno muy misterioso y parece coma que si a medida que la temperatura
baja, ciertos tipos de movimiento "se congelan ".
Si pudiframos suponer que el movimiento vibratorio. por decir, no existe a temperatura baja y existe a temperatura alta, entonces podriamos lmaginar que un gas
pueda existir a una temperatura suficientemente baja coma para que el movimiento
de vibraci6n no ocurra, de modo que r-,- 1,40, o a una tcmperatura mayor, a la
cua! comienza a aparecer de modo que F disminuye. Lo mismo podria argumentarsc para la rotaci6n. Si podemos ehminar la rotaci6n, digamos que .. se congela" a
temperatura suficientcmente baja, entonces podemos entender el hecho que cl F dd
hidr6geno se aproxima a 1,66 a medida que bajamos en temperatura. (.COmo podemos entender ta! fen6meno? Por supucsto e! quc cstos movimientos •·se congelen '",
no se puede entender con !a mec<inica c!ilsica. Fue comprendido solamcntc cuando
se descubri6 la mecinica cuilntica.
Sin demostraci6n, podemos enunciar los resultados de la teor[a cuintica para la
mec<inica estadlstica. Recordemos que. de acuerdo con la medmica cuimtica, un sistema que est<i ligado por un potencial. para !as vibraciones, por cjemplo, tendr<i un
conjunto discreto de niveles energeticos, es decir. estados de diferente energia. El
problema es ahora: lCOmo se modifica la mecilnica estadistica de acucrdo a la teoria cu3.ntica? jRcsulta, y cs bastante intcrcsante, quc a pesar de que !a mayoria de
los problemas son mils dificiles en la mec<inica cu<intica que en la mecinica clisica,
los problemas en la mec3.nica estadistica son mucho mas f<'i.ciles en la teoria cu<'i.ntica! El resultado sencillo que tenemos en la mecimica c!3sica, que n = n 0 e--energia/k7,
pasa a ser el siguiente teorema muy importante: Si las cncrgias del conjunto de es
tados moleculares se llaman, digamos, Eu, E" £ 2 , •••• E, ...... , entonces en el equilibria
termico la probabilidad de cncontrar una molecula en un estado particular 4uc tiene
energia E, es proporcional a e £,,kl. Eso da la probabilidad de estar en diversos estados. En otras palabras, la po~ibilidad relativa. la probabilidad de cstar en el estado
£ 1 relativa a la posibilidad de estar en el estado £ 0 es
(4-0.10)
que es. por supuesto, lo m1smo que
(4-0.11)
ya quc P 1 =
co mils allo
penor al
es menos probable estar en un estado energetiraz6n del numero de Utomos en el c~tado su-
40-14
(menos la diferencia de
las vibraciones de una
armlmico. Prcguntcmos
en el estado E 1 en vez de
de encontrarla en el estado £ 1
di~minuye coma e-tr .. ,:u. Supongamos
una situaci6n a baja temperaE 1 es extremadamente pc
Eo- Si camhiamos !a ternmantenemos muy haja, entonccs la probabilidad de que
infinitesimal ---la energia del oscilador permala temperatura sea mumils bajo. y sus movino har ninj;1111a co111rfbuci611 suya al
a partir de la rnbla 40-1 que a l00°C.
menor que la energia vibracional en las
no asi en la molecula de yodo. La raz.{m de
muy pesado, comparado con cl hidr6geno.
y en cl hidr6geno pueden ser comparables,
que la frecuencia natural de vihraciOn es muy
natural de! hidr6geno. Con -/r,,1 mayor que kT a
baja comparada con
la tcmpcratura ambiente para el hidrOgeno. pero menor para el yodo, solamente el
Ultimo, el yodo, exhibc la energia clii.sica de vibraeiOn. A medida que aumentamos
la temperatura de un ga~. panicndo de un valor muy bajo de T, con easi todas las
mo!Cculas en su estado m<'1~ bajo, ellas comienz.an gradualmente a tener una proba·
bi!idad apreciable de cstar en el Segundo estado, y lucgo en el estado siguiente, y asi
sucesivamente. Cuando la probabilidad es apreciable para
estados, el comse aproxima al dado por la lisica
porque los estados
portamiento <lei
casi indistinguibles de un continuo de energias, y el sis1ema
cuantizados se
medida que aumenta la tempera"
cnergia. Por lo
la !isica clitsica. coma realmentc
misma forma, que
pero los estados
que el espaciade rotaciOn en el
cual esto no es tan
quc rcalmente hemo~ dcducido, por comparaciOn con el
en la f1~ica clii.sica y hemos buscado una solucn
cuii.ntica de manera muy similar a como fue
Pasaron treinta o cuarenta ailos antes de que ~e Jcscubriera la
c~to nucvamcnte tuvo 4ue ver con la mecii.nica cstadis1ica. pero
de fotones. Este problema fue re~uelto por Planck
de ll!l
de este
40-15
41
El m.ovirniento browniano
41-1
EquiparticiOn de la energia
41-3
41-2
Equilibrio tfu-mico de la radiaci6n
La equiparticiOn y el oscilador
cuilntieo
41-4
La caminata al azar
41-1
EquiparticiOn de la energia
E! movimiento browniano fue descubierto en 1827 por el bot3nico Robert Brown.
Mientras estudiaba la vida microsc6pica, not6 pequei'ias particulas de polen de plantas que zigzagueaban por eil liquido que cstaba examinando al microscopio, y fue lo
suficientemente inteligente coma para darse cuenta que las mismas no eran vivientes, sino trocitos de suciedad movifndose por el agua. De hecho, ayud6 a demostrar
que esto no tenia nada que ver con la vida, tomando de la tierra un viejo pedazo de
cuarzo en el que habla un poco de agua atrapada. Dcbia haber estado atrapada por
millones y millones de ail.as y, sin embargo, vio en e\la el mismo movimiento. Lo
que se ve es particulas muy pequei1itas zigzagueando todo el ticmpo.
Mils tarde se probO que este era uno de los efectos de! moi'imiento molecular;
podemos entendcrlo cualitativamente imaginando una gran pelota en una cancha
vista desde gran distancia, con mucha gente abajo tirando la pelota en diversas direcciones. No podemos ver la gente porque imaginamos estar demasiado lejos, pero podemos ver la pelota y notamos que se mueve bastante irrcgularmente de un !ado a
otro. Tambien sabemos por los teoremas discutidos en capitulos precedentes, que
la energia cinetica media de una pequeil.a partlcula en suspens!On en un Jiquido o un
gas ser3. ~kT aunque sea muy pesada en comparaci6n con una molCcu!a. Si ·es muy
pesada, las velocidades son relativamente bajas, pero en la realidad resulta que la
ve!ocidad no es tan baja. De hecho. no podemos ver muy facilmente la velocidad
de esas particulas porque, aunque la energia cinetica media es ~kT, que representa
una velocidad de un milimetro por segundo mils o menos para el caso de un objeto
de uno o dos micrones de diii.metro, esto es muy dificil de ver aun con un microscopio, porque la part[cula estit continuamente cambiando de direcciOn y nunCa llega
a ninguna parte. Al final de este capitulo discutiremos hasta dOnde llega. El primcro
en resolver este problema fue Einstein a comienzos de este siglo.
Entre parfotesis, cuando decimos que la energia cinCtica media de esta particu!a
es }kT, sostenemos haber deducido este resultado de la tcoria cinCtica. o sea de las
41-1
leyes de Newton. Encontraremos que se puede deducir toda clase de cosas -cosas
maravillosas- de la teoria cinetica, y Jo mis interesante es el que aparentemente
po<lamos obtener tanto a partir de tan poco. Naturalmcnte no queremos decir quc
!as !eyes de Newton son "poco" ---kstas son·realmente suficientes-; lo que queremos
decir es que nosotros no hicimos gran cosa. ;, Y cOmo obtcnemo~ tanto'? La respucs
ta es quc hemos estado continuamente hacienda una suposiciOn importante: si un
sistema determinado estii en equilibria tCrmico a cierta temperatura, tambiCn estarll
en equi!ibrio tCrmico con cua!quier otra cosa a la misma temperatura. Por ejemplo.
si quislCramos ver cOmo se moveria una particu!a si estuviese realmente chocando
agua, podriamos imaginar que hay un ga~ compuesto de otra clase de particu·
municiones pequeiiisimas que (suponemos) no interactllan con el agua, sino que
golpean la particuia con choques "violentos". Supongan que la particula tiene
sa!iente: todo lo que nuestras municiones tienen que haccr es golpear la saliente.
todo lo que hay que saber de este gas imaginario de municiones a tempees un gas ideal. El agua es complicada, pero un gas ideal es simple. Ahora
particula tiene que es1ar en equilibria con el gas de municiones. En
el movirniento media de Ia particula debe ser el quc se ohticnc de las
en un gas. porque si no se estuviera moviendo a la velocidad adecuada
sino que, digamos, s.; estuviera moviendo mas rapidamente. eso
municiones tomarian energia de ella y se pondrian mas calientes
comenzado con ellas a la misma tcmperatura y suponemos
una vez en equilibrio, se queda en equilibria --espontimeamente, no
que se ca!ienten y panes que se enfrien.
41-2
lo iluminamos y buscamos la posici6n de la mancha de Juz, no tenemos un instrumento perfecta porque el e~pejo siempre se esti sacudiendo. z.Por que? Porque la energia
cinetica media de rotaci6n de cste espejo tiene que ser, en promedio, ~kT.
z.Cuil es el imgulo medio cuadritico dentro de! cual se balancea el espejo? Supongan que hallamos el penodo natural de vibraci6n de! espejo golpeandolo levemente en un !ado y viendo cuilnto tarda en oscilar ida y vuelta, y que tambiCn conocemos el momenta de lnercia /. Conocemos la expresi6n de la energia cinetica de
rotaci6n --estii dada por la ecuaci6n (19.8): T = ~foJ 2 • Esta es la energia cinCtica;
la energia potencial que la acompaiia seril proporcional al cuadrado de! ilngulo -es
V = ~at!2-. Pero si conocemos el periodo t0 y calculamos a partir de d la frecuencia
natural (•Jo = 2n/ /0 , la energia potencial es V = !Jw~0 2 • Ahora bien, sabemos que
la energia cinCtica media es µ:r, pero como es un oscilador arm6nico la energia
potencial media tambiCn es !kT. Luego,
(41.1)
De este modo podemos calcular las oscilaciones del espejo de un galvan6metro y a
partir de ello encontrar cu&es ser8.n las limitaciones de nuestro instrumento. Si queremos tener oscilaciones mis pequeiias, tenemos que enfriar el espejo. Una cuesti6n
interesante es d6nde enfriarlo. Depende de d6nde estil recibiendo los "empujones".
Si es a travCs de la fibra, lo enfriamos en !a parte de arriba -si el espejo estt't rodeado por un gas y estt't siendo golpeado !a mayor parte de las veces por colisiones
en el gas, lo mejor es enfriar el gas-. En realidad, si sabemos de d6nde viene el amortiguamiento de las oscilaciones, ocurre que tambiCn Csa es siempre la fuente de las
fluctuaciones; Cste es un punto sobre el cual volveremos mas adelante.
"'
Fig. 41-2.
C1rcu1to resonante de alto Q
(a) C1rcu1to real a temperatura T. (b) Circu1to
f1cticio con una res1stenc1a ideal (sm ru1do) y
un "generadorde ru1do" G.
Aunque parezca sorprendente. pasa lo mi~mo en !os circuitos
gan 4uc estamos hacienda un amplificador muy sensible y preciso para una
cia definida y tcnemos un circuito resonante (Fig. 41-2) a la entrada para hacerlo
muy sensible a esta frecuencia determinada, ta! como un radiorreceptor, pero uno
verdaderamente bueno. Supongan que queremos llegar al limite mils bajo posible.
asi que tomemos el vo!taje, digamos de la inductancia, y lo mandamos a! resto del
amplificador. Naturalmentc que en cualquier circuito coma f>ste hay pCrdidas.
es un circuito resonante perfecta, cs s6lo muy bueno y hay. digamos. una
resistcncia (introducimos el resistor para podcr verla. pero se supone que es muy
pequetia). Ahora nos gustaria saber: ~cuimto fluctUa la diferencia de potcncial entrc
los extremos de la inductancia'! Respuesta: Sabemo~ que Ur- es la ··energia cinCtica" -la energia asociada con una bobina en un circuito ~esonante
25)-. En
consccuencia, el valor medio de iLf es igual a ikT. Esto nos dice
es el \'alor
medio cuadrcitico de la corriente Ypodemos halla-r cmil es el voltaje correspondiente
me a partir de la corriente me.
41-3
Puesto que si 'lueremos 1!'1 diferencia de potencial entre los extremos de la inductancia
la f6rmula es VL = iwLI, y el valor medio de! mOdulo al cuadrado de la diferencia
Uw 20 < P); insertando este valor
de potencial en Ja inductancia es< V2L)
en !£ ( P ) = !kT, obtenemos
<~> ~ Lwikr.
(41.2)
Por lo tanto, ahora podemos diseiiar circuitos y decir cu8.ndo vamos a tener lo que
se llama ruido de Johnson, jel ruido asociado con las fluctuaciones tfamicas!
lY ahora de d6nde provienen las fluctuaciones? Vienen de! resistor -provienen
de! hecho de que !os electrones del resistor andan zigzagueando porque estin en
equilibrio ti:rmico con la materia de! resistor, y provocan fluctuaciones en la densidad de electrones-. Producen entonces pequeiiisimos campos eli:ctricos que excitan
el circuito resonante.
Los ingenieros eli:ctricos representan la respuesta de otra manera. Desde el punto de vista fisico, el resistor es efectivamente la fuente de ruido. Sin embargo, podemos rccmpla:rnr el circuito real, que tiene un verdadero resistor fisico, por un circuito artificial que contiene un pequeiio generador que representarci el ruido, por Jo
que ahora el resistor es ideal en este aspecto: ninglln ruido proviene de i:l. T odo el
ruido estil. en el generador artificial. Y asL si conocii:ramos las caracteristicas de!
ruido generado por un resistor, si tuvi6semos la f6rmula, podriamos calcular que
es lo que el circuito va a hacer en respuesta a ese ruido, Luego, necesitamos una
f6rmula para las fluctuaciones de ruido. Ahora bien, el reuido generado por el
resistor contiene todas las frecuencias, ya que ei resistor no es de por si
resonante. Es claro que el circuito resonante sO!o "escucha" la parte que esta
cerca de la frecuencia justa, pero el resistor contiene muchas frecuencias diferentes.
Podemos describir cuil es la intensidad de! generador de la manera siguiente: la polencia media que absorberia el resistor si estuviera conectado directamente al gencrador de ruido seria ( £ 2 ) IR, si E fuese el voltaje de! generador. Pero querriamos
conocer con m<is detalles cuinta potencia hay en cada frecuencia. En una sola frecuencia hay muy poca potencia; se trata de una distribuci6n. Sea P(<v)dw la potencia que entrcgaria el generador a ese mismo resistor en cl intervalo de frecuencia
dr,1. Podemos demostrar (lo demostraremos para otro caso. pero la matem.:i.tica es
exactamente la misma) que la potencia resulta
P(w) dw = (2/n)kT dw,
(41.3)
y es independienle de la resistencia si se la expresa de este modo.
41-2
Equilibrio tCnnico de la radiaciOn
Ahora vamos a considerar un problema alm mas avanzado e interesante, que es
el siguiente. Supongan quc tenemos un oscilador cargado, como los que mencionamos al estudiar la luz, por ejemplo un clectr6n oscilando de aqu[ para allil en un
iltomo. Si oscila de aqu[ para allil, irradia luz. Supongamos ahora que este oscilador
estil en un gas de :homos muy enrarecido y que de vez en cuando los iltomos chocan con et. En el equilibria, despui:s de un largo tiempo, este osci!ador ganarii cnergia. de modo que su energia cinCtica de oscilaci6n sera lj<.T, y como es un oscilador
41-4
arm6nico, toda su energia de movimiento sera kT. Esta es, naturalmente. una des·
cripci6n incorrecta hasta aqui, porque el oscilador tiene carga eMctrica y si tiene
energia kT se esta sacudiendo de un lado para otro y radiando luz. En consecuencia es imposible tener equilibria de la materia real sola, sin que las cargas contenidas
en ella emitan luz, y a medida que se emite la luz. la energia se pierde, el osci\ador
pierde su kT, y asi todo el gas que esta chocando con el oscilador se cnfria gradua!mente. Y esta es, naturalmente, la manera en que una estufa muy caliente se enfria
en una noche fria, radiando la \uz hacia el cielo, porque los atomos estiln sacudiendo su carga y radian continuamente, y poco a poco, a causa de esta radiaci6n, el
movimiento disminuye.
Por otra parte, si encerramos todo dcntro de una caja de modo que la luz no se
vaya al infinito, podemo5 finalmente obtener equilibrio termico. Podriamos poner
el gas en una caja en cuyas paredes podcmos decir que hay otros radiadore~ devol·
viendo la luz o, para dar un ejcmplo mas lindo, podemos decir que las parcdes de
la caja son espejos. Es mas facil pensar en este caso. Suponemos entonces que toda
la radiaci6n que sale de! oscilador se queda moviendo dentro de la caja. Luego, na·
turalmente, es cierto que el oscilador comienza a radiar, pero muy pronto puede
conservar su kT de energia cinetica a pesar de que est3. radiando, porque esta iluminado, por asi decir, con su propia luz rcncjada en las paredes de la caja. Es decir,
que despues de un rato hay una gran cantidad de luz aglomeril.ndosc en la caja, y
aunque el oscilador radie un poco, la luz vuelve y restituye pane de la energla radiada.
Determinaremos ahora cuanta luz debe haber en esa caja a la temperatura T
para que la luz que cae sabre este o~cilador genere precisamente la energia nccesana para compensar la luz que ha irradiado.
Supongamos que los atomos del gas sean muy pocos y esten muy separados. de
modo que tengamos un oscilador ideal sin resistencia a excepci6n de la resistencia
de radiaci6n. Luego consideramos que en el equilibria termico el oscilador esta haciendo dos cosas a! mismo tiempo. Primera: tiene una energia media kT y podemos
calcular cuanta radiaci6n emite. Segundo: esta radiaciOn debe ser exactamente la
cantidad que resultaria del hecho de que la luz que incide sabre el oscilador se dispersa. Como no hay ningim otro !ado a donde pueda ir la energia, esta radiaci6n
efectiva es, en realidad, luz dispersada proveniente de la luz presente.
Por lo tanto, calculemos primero la energia radiada por el oscilador en un segundo, si el osci!ador tiene cierta energla. (Tomamos unas cuantas ecuaciones de!
capitulo 32 sabre la resistencia de radiaci6n sin volver a derivarlas.) La energia radiada por radian dividida por la energia del oscilador se denomina l /Q (Ee. 32.8):
1/Q = (dW/dt)/w 0 W. Usando la constante de amortiguamiento y, tambiCn se puede escribir 1/Q = rft,1 0, donde r,J 0 es la frecuencia natural del oscilador -si yes
muy pequeiia, Q es muy grande. La energia radiada por segundo es entonces
~
dt
=
woW = WoW'Y = 'YW
Q
Wo
.
(41.4)
La energia radiada por segundo es, pues, simplemente gamma por la energia del
oscilador. Ahora bien, el oscilador deberia tener una energia media kT, por lo que
vemos que
41-5
gamma kT es la cantidad medta de energia radiada por segundo:
(dW/dt)
~
>kT.
(41.5)
Ahora s6lo tenemos que saber que es gamma. Se puede encontrar gamma fii.cilmente
con la ecuaci6n (32.12). Es
(41.6)
donde r 0 = e2 /mc 2 es el radio clii.sico de! electr6n, y hemos puesto.A = 2nc/rvw
N uestro resultado final para la radiaci6n media de luz par uni dad de ti em po
cerca de la frecuencia r,> 0 es entonces
(41.7)
Ahora preguntamos cu<inta luz debe estar incidiendo sobre el oscilador. Debe
bastar para que la energia absorbida de la Juz (y despues dispersada) sea exactamente esa cantidad. En otras palabras, la luz emitida se explica como luz dispersada
proveniente de la luz que incide sobre el oscilador en la cavidad. Por lo tanto, tenemos que calcular ahora cuilnta luz se dispersa en el oscilador si hay cierta cantidad --desconocida- de radiaci6n incidiendo sabre e1. Sea I{r.u)dw la cantidad de
energia luminosa que hay a la frecuencia w, dentro de un interva!o dw (porque no
hay luz a una frecuencia exacta; esta distribuida par todo el espectro). Asi, I(w)
es cierta distribuci6n espectral que ahora vamos a hallar -es el color de un horno
a temperatura T que vemos al abrir la puerta y mirar por el agujero-. Ahora bien,
icuii.nta luz se absorbe? Ya calculamos la cantidad de radiaci6n absorbida de un
haz dado de luz incidente y lo hicimos en terminos de una secci6n eficaz. Es justamente coma si dijeramos que se absorbe toda la luz que incide sabre cierta sccci6n
transversal. Asl, pues, la cantidad total que sc vuelve a radiar (se dispersa) es la
intensidad incidente I(w)d(.u multiplicada par la secci6n eficaz u.
La f6rmula que obtuvimos para la secci6n eficaz (Ee. 31.19) no contenia el
amortiguamiento. No es dificil repetir la derivaci6n incluyendo el tfrmino de resistencia que despreciamos. Si lo hacemos y cakulamos la secci6n eficaz en la misma
forma obtenemos
(41.8)
Ahora bicn, en funci6n de la frecuencia, as tiene un valor apreciable s6\o para w
cerca de la frecuencia natural «1 0 . (Recuerden que el Q de un oscilador radiante es
el orden de 108 .) El oscilador dispersa fuertemente cuandowes igual aw 0 y muy
ctebilmente para otros valores de w. Por lo tanto, podemos reemplazar w por w 0
y uJ 2 - w& par 2(v 0(w ·· o> 0 ), obteniendo
" ~ _ _2_1r!:~_i- - .
8
3[(w - w0 )2
+ 1'2/4]
Ahora toda la curva estii. localizada cerca de w
que hacer
=
(41.9)
w 0• (En realidad no tenemos
41-6
ninguna aproximacion pero es mucho mas focil
las imegrales s1
mo.<. un poco las ecuaciones.) Ahora multiplicamos
intens1dad en un
dado de frecuencia por la seccic"m eficaz de c.hspersiOn para obtcner la
energia dispersada en el intervalo dtv. La energia rota{ dispersada es entonces la
integral sobre todo 01. Luego,
~! = lo"' I(w')tr (w) dw
8
(41.10)
27rr~w~/(w) dw
= . 0 }[(;.;--=..~-·+ -y2/4J.
( .,
Hagamos ahora dW/dt = 3rkT. (.Por que tres? Porque cuando h1cimm el anti.lisis de la secciOn eficaz en el capitulo 32, supusimos que la polariLaciOn era ta! quc
la luz podia forLar el osci!ador. Si hubieramos usado un oscilador que s6\o se pu
diera mover en una direcciOn y la luz estuviera, por cjemplo, polarizada en direcci6n
errada, no podrla dar dispersi6n. Por lo tanto, o debemos promediar la seccion efi
caz de un oscilador que s6lo puede ir en una direcciOn sobre todas las direcciones
de incidencia y de polarizaci6n de la luz, 0, !o que es mas facil, podemos imaginar
un oscilador quc seguirii. el campo, cualqmera sea !a direcciOn en que apunte el campo. Este oscilador que puede oscilar de igual modo en tres direcciones, tendria 3kT
de energia media porque hay tres grados de libertad en el mismo. Es porque hay tre~
grados de libertad que usamos 3rkT.
l·JfC"
t---= -w"
~=~-+[~I
Wo-Y lw,,+y
w,
Fig. 41-3
Los factores del mtegrando de
141.10), El pico es la curva de resonancia
1/(w - Wo) 1 + r 1 /4
Con buena aprox1ma-
ci6n se µuede reemplazar el factor /((,,) por
l(woJ
Ahora tenemos que hacer la integral. Supongamos quc la distribucion espec·
tra! desconocida de la luz, l(t_o), es una curva suave y que no varia mucho en la
estrechisima regi6n de frecuencia donde a, tiene el pico (Fig. 41-3). Entonces la
{mica contribuci6n apreciable proviene de cuando w estti. muy ccrca de «J 0 , dentro
de una cantidad gamma que es muy pequeiia. En comecuencia. aunque J(ro} sea
una fonciOn desconocida y complicada, el Unico lugar dof'Je c~ importante es cerca
de w = ,,J 0 y alli podemos reemplazar la curva suave por una horizontal -una constante- a la misma altura. En otras palabras, sacamos /(<,!) fuera de la integral y la
llamamos !(too). Tambien podemos sacar el resto de las constantes fuera de la integral y lo que nos queda es
~7rr~w~/(w 0 )
r ___:!_w_
_
+ Y2/4
Jo (w - wo)2
=
3-YkT.
(41.l l)
41-7
Ahora bien, la integral deberia ir de 0 a oc, pero el 0 es ta tan lejos de r.ua que para
entonces la curva ya se ha acabado, por lo que en su lugar iremos hasta menos oo
--da practicamente lo mismo y es mucho _mas racil hacer la integral-. La integral
es una funci6n arcotangente de la forma Jdx/ (x 2 + a 2). Si la buscamos en un libro
vemos que es igual an/a. Por lo tanto, en nuestro caso resulta 2n/y. En consecuencia, reordenando un poco obtenemos
(41.12)
Luego sustituimos la expresi6n (41.6) de gamma (no se molesten en escribir (,ia;
como es valida para cualquier wa, la podemos Hamar simplemente w) y la f6nnula
que resulta para l(r,i) es
l(w) =
::~; ·
(41.13)
Y esta es la distribuci6n de luz en un homo muy caliente. Se llama radiaciOn de
cuerpo negro. Negro, porque cuando la temperatura es cero el agujero del homo al
cual estamos mirando es negro.
Seglln la teoria ciasica, la ecuaci6n (41.l3) es la distribuci6n de energia de radiaci6n dentro de una caja cerrada a temperatura T. En primer lugar, notemos una
caracteristica notable de esa expresi6n. La carga del osci!ador, la masa de! oscilador, todas las propiedades especificas del oscilador, se cancelan porque una vez a!canzado el equilibrio con un oscilador, debe haber equilibria con cualquier otro
oscilador de masa diferente, o nos encontraremos en dificultades. Asi, pues, este es
un tipo importante de verificaci6n del aserto: el equilibria no depende de con quC
estemos en equihbno, smo Unicameme de la temperatura. Dibujemos ahora la curva
de J(w} (Fig. 41-4). Nos dice cuanta luz tenemos para cada frecuencia.
"•'lL'-,
'
--,
',
To
',
"'
'
""""0111,.,s•oc•----W-~R
X
ayos
Fig. 4 1-4. Distribuci6n de intensidad de
la radiaci6n de cuerpo negro a dos temperaturas, segUn la fisica cl.:\sica (curvas llenas)
Las curvas de trazos muestran la distribuci6n
real.
La intensidad contenida en nuestra caja por unidad de intervalo de frecuencia,
varia, como vemos, con el cuadrado de la frecuencia, lo cual significa que si tenemos una caja a temperatura cualquiera y miramos los rayos X que salen, jhabra
una gr an cantidad !
Naturalmente, sabemos que esto es falso. Cuando abrimos el homo y le damos
una ojeada no nos qucmamos los ojos con los rayos X. Es completamente fa!so.
Ai.In mas, la energia total que hay dentro de la caja, el total de toda esta intensidad
sumada sobre todas las frecuencias, seria el 8.rea debajo de esta curva infinita. Por
lo tanto, algo esta fundamental, poderosa y absolutamente errado.
Es asi como la teoria clasica fue absofu1amen1e incapaz de describir correctamente la distribuciOn de la luz proveniente de un cuerpo negro, ta! como fue incapaz
de describir correctamente
41-8
los calores especificos de Jos gases. Los fisicos volvieron una y otn. vez sobre esta
derivaciOn desde muchos puntos de vista y no habia escapatoria: es !a predicciOn
de la fisica clitsica. La ecuaciOn (41.13) se llama ley de Rayleigh, es la predicciOn
de la fisica clilsica y es evidentemente absurda.
41-3
La equiparticiOn y el oscilador cuil.ntieo
La dificultad anterior es otro aspecto de! prolongado problema de la fisica clitsica que comenzO con la dificultad de los calores especificos de los gases y que ahora ha sido enfocado sobre la distribuci6n de la luz en un cuerpo negro. Ahora bien,
como es natural, en la ;!poca en que los teOricos estudiaron esto hab[a tambifo muchas medidas de la curva verdadera. Y ocurria que la curva correcta era como las
curvas de trazos de la figura 41-4. Es decir que no habia rayos X. Si bajamos la
temperatura, toda la curva se baja proporcionalmente a T, de acuerdo con la teoria
clisica, pero la curva observada tambien se corta mas pronto a baja temperatura.
Por lo tanto, el extrema de baja frecuencia de la curva es correcto, pero el extrema
de alta frecuencia estil ma!. t,·Por que? Mientras Sir James Jeans se preocupaba de
los calores especificos de los gases, notO que los movimientos que tienen frecuencia
alta se "congelan" cuando la temperatura se hace muy baja. 0 sea, que si la temperatura es muy baja, si la frecuencia es muy alta, los osciladores no tienen kT de
energia en promedio. Ahora bien, recordemos c6mo funcionaba nuestra deducciOn
de (41.13): todo depende de la energia de un oscilador en equilibria tfrmico. Lo
que el kT de (41.5) era y lo que es el mismo kT en (41.13), es la energia media de
un oscilador armOnico de frecuencia r,J a temperatura T. Cl3.sicamente es kT pero
jexperimentalmente no! -no cuando la temperatura es demasiado baja o la frecuencia del oscilador es demasiado alta-. Asi pues, la raz6n de que la curva caiga es
la misma razOn de que los calores especificos de los gases estCn errados. Es mils
fitcil estudiar !a curva de\ cuerpo negro que los calores espedficos de los gases, que
son tan complicados, por lo que enfocaremos nuestra atenciOn en determinar la verdadera curva de\ cuerpo negro, porque nos dice correctamente, a cada frecuencia,
cuitl es verdaderamente la energia media de un oscilador armOnico en funciOn de
la temperatura.
Planck estudiO esta curva. Primera hallO la respuesta empiricamente ajustando
la curva observada con una linda funciOn que andaba muy bien. Asi, tenia una
f6rmula empirica para la energia media de un oscilador en funciOn de la frecuencia.
En otras palabras: tenia la formula correcta en lugar de kT y despues de ju gar un
poco encontr6 una derivaci6n simple basada en una hipotesis muy extraiia. Esa hipOtesis era que el oscilador arm6nico s6fo puede adquirir energfa de liw por vez.
La idea de que puedan tencr absolutamente cualquier energia es falsa. Por supuesto
que aquello fue el principio del fin de la medinica clii.sica.
Oerivaremos ahora la primerisima formula cu:intica determinada correctamente.
Supongan que los niveles de energla permitidos en un oscilador armOnico esten
igualmente espaciados a una distancia hw0 de modo que el oscilador sOlo pueda
tomar estas diversas energias (Fig. 41·5). Planck hizo un razonamiento algo mils
complicado que el que vamos a dar aqui, ya que era el mismisimo comienzo de la
mec:inica cu:intica y tuvo que demostrar algunas cosas. Pero nosotros tomaremos
como un hecho (que en este caso eJ demostr6) que la probabilidad de ocupar un
nivel
41-9
~E.•41\0I P,•At•P(-41\0l/~T)
~Ei•3l'>w
P,•Aeop(-3l'>OllH)
-~-Ea•21IOI
Pi"'Ae.<P(-etiwlkY-1
~E 1 •1IOI
P1 •t.f•P(-'l'>w/llT)
-'-'-Ec'"'O
P0•A
de energia E es P(E)
correcto.
Fig. 41-5. Los nive!es de energ!a de un
oscilador arm6nico est<ln igualmente espaciados: En = n'hw.
= 1.:ie·f."/kT.
Si procedemos asi, obtendremos el resultado
Supongan ahora que tenemos muchos osciladores, siendo cada uno un vibrador
de frecuencia ui. Algunos de estos vibradores estarlin en el estado cuilntico mils
bajo, otros en el siguiente y asi sucesivamente. Lo que querriamos conocer es !a
energia media de todos estos osci!adores. Para encontrarla calculemos la energla total de todos los osci!adores y dividilmosla por el nU.mero de osciladores. Esa serit
la energia media por oscilador en el equilibria tCrmico, y tambien sera la energia
que estli en equilibria con la radiaci6n de cuerpo negro y que debe ir en la ecuaci6n (41.13) en vez de kT. Asi, sea N 0 el nUmero de osciladores que estil.n en el estado fundamental (el estado de energia mils baja); N 1 el nUmero de osciladores en
el estado £ 1 ; Ni el nU.mero de los que estii.n en Ei, etc. Conforme a la hip6tesis (que
no hemos demostrado) de que en la mec8.nica cu8.ntica la ley que reemplaza fa probabilidad rE.P.! kT o rl:.".c.! k1" de la mec<lnica clii.sica, es que la prob ab iiidad decrece
como c!J.1:."/ kr, donde .1£ es la energia en exceso, supondremos que el nllmero N 1 de
los que estii.n en el primer estado ser8. el nUmero N0 de los que est<ln en el estado
fundamental, multiplicado par cfiw/ kT. Anii.logamente, el nUmero Ni de osciladores
en el segundo estado es N 2 = N 0 e-lhw/kT, Para simplificar el 8.lgebra, pongamos
rh,,J/kT = x. Entonces tendremos simplemente N 1 .,,... N 0x, N 1 = N 1y?, ... , Nn =
= N0 x".
Primero se debe calcular la energia total de todos los osciladores. Si un oscilador
est8. en el estado fundamental, no hay energia. Si esta en el primer estado, la energia es fir,) y hay N 1 de ellos. Luego, N 1fio), 6 fiuiN0x, es la cantidad de energia que
obtenemos de ellos. Los que estitn en el segundo estado tienen 21lu.1 y son N 2 en
total, por lo que N 1 • 21lw = 2/JwN0 x 1 es la cantidad de energla que obtenemos, y
asi sucesivamente. Luego los surnames todos obteniendo £ 101 - Nof!ro (0 + x +
+ 2x 1 + 3x3 + ... ).
Y ahora, lCLiilntos osci\adores hay? NaLUralmente, N0 es el nllmero de !os que
est8.n en el estado fundamental, N 1 en el primer estado, etc., y los sumamos:
Nwc ~ N 0 ( I + x + x2 + x3 + ... ). La energia media es entonccs
Dejamos al lector las dos sumas que aparecen aqul para que jueguen y se diviertan.
Una vez terminadas las sumas, reemplazando x en el resultado, debemos obtener
-si no cometemos errores en la suma(£) =
~r;~!~~ .
(41.15)
41-10
Esta fue, pues. la primera formula cuantica que se conoci6, o se discutiO, y fue la
magnifica culminaci6n de dCcadas de rompederos de cabern. Maxveil sabia que alga
estaba ma! y el problema era ~que era lo que estaba bien? Aqui esta la respuesta
cuantitativa de lo que est<l bien en vez de kT Naturalmente, esta expresi6n se debe
aproximar a kT cuando M ---> 0 o cuando T---> oo. Vean si pueden demostrar que es
asi -aprendan a usar la matemiitica.
Este es el famoso factor de cone que Jeans estaba buscando y si lo usamos en
lugar de kT en (41.13), obtencmos para la distribuci6n de la luz en una caja negra
(41.16)
Vemos que para w grande, aunque tengamos (,r1 en e! numerador hay una e elevada
a una potencia enorme en el denominador. por lo que la curva vuelve a bajar y no
"salta por el aire" -jno obtenemos ni luz ultravio!eta ni rayos X donde no losesperan10s!
A!guien podria quejarse de quc en nuestra derivaci6n de (41.16) empleamos la
teoria cu<intica para los niveles de energia de! oscilador y !a teoria d<isica en la determinaci6n de la secci6n eficaz as. Pero la teoria cuantica de la luz en interacci6n con
un oscilador armc'mico da exactamente el mismo resultado que la teoria cl<isica. En
realidad es por eso que sc justificaba gastar tanto tiemp-o en nuestro an<llisis de! indice
de refracci6n y de la dispersi6n de la luz utilizando un modclo de 3.tomos como pequcflos osciladores: las formulas cuanticas s-on sustancia!mente las mismas.
Volvamos ahora al ru1do de Johnson en un resistor. Ya hemos seflalado que la
teoria de esta potcncia de ruido es en rcalidad la misma que la teoria de la di~tribuci6n
d<isica de cuerpo negro. En verdad. bastante sorprendentemente, ya hemos dicho que
si la resistencia de un circuito no fuera una resistencia real, sino una antcna (una an
tcna acti.ta como una resistencia porque radia energia), una resistencia de radiaci6n,
nos resultaria facil calcular cual seria !a potencia. Seria justamente la potencia que
entra en la antena proveniente de !a luz que la rodea, y obtendriamos la misma distribuci6n, a excepci6n de uno o dos factores. Podemos suponer que el resistor es un generador con un espectro desconocido P (w) de potencia. El espectro estil determinado
por ei hecho de que este mismo generador, conectado a un circuito resonante de cualquier frecuencia, como en la figura 41-2 (b), genera en la inductancia un voltaje dado
por la ecuaciOn (41.2). Se llcga entonces a la misma imegral quc en (41.10) y el mismo metodo da la ecuaci6n (41.3). Para temperaturas bajas, el kTde (41.3) se debe
recmplazar, naturalmcnte, por (41.15). Las dos teorias (radiaci6n de cuerpo negro y
ruido de Johnson) tambiCn estan intimamente relacionadas desde el punto de vista fisico, ya que por ~upuesto. podemos concctar un circuito resonante a una antena, por
lo que la resistencia R sera exclusivamcnte una resistencia de radiaciOn. Como (41.2)
no depcnde del origcn fisico de la resistencia, sabemos que el generador G para una
resistencia real es el mismo que para una resistencia de radiaci6n. ;,Cua! es el origen
de la potencia P ((o) gencrada si la resistencia Res s(}lo una antcna ideal en equilibria
con el medio a temperatura T? Es la radiaci6n /(M) en el espacio a tcmperatura T
que incidc sabre la antena y, como "seflales recibidas", hace un generador efectivo.
Por lo tanto. sc puede deducir una relaci6n directa entre P(w) c l(w), que l!eva entonces de (41.13) a (41.3).
41-11
T odas las cosas de que hemos estado hablando -el llamado ruido de Johnson y
la distribuci6n de Planck, y la teoria correcta del movimiento browniano que estamos
por describir- son desarro\los de la primera dOCada de este siglo, mils o menos. Ahora,
con estos puntos y esta historia en mente, volvamos al movimiento browniano.
41-4
La caminata a1 azar
Consideremos c6mo debe variar en el ticmpo la posici6n de una particula que se
agita. para tiempos muy largos respecto al tiempo entre "golpes'·. Consideren una pequeiia particula en movimiento browniano que esta zigzagueando porque las mo!Cculas de agua, en zigzagueo irregular, la bombardean de todos !ados. Pregunta: despuCs
de un intervalo dado de tiempo, z.a quC distancia de donde sali6 es probable quc se
encuentre? Este problema fue resuelto por Einstein y Smoluchowski. Si imaginamos
dividir el tiempo en pequeiios intervalos, digamos quc de un centCsimo de segundo mas
o menos, despuCs de! primer centCsimo de segundo se mueve hasta aqui, en el siguiente eentCsimo se mueve un poco mils, en el siguiente centCsimo se mueve para otro !ado,
y asi sucesivamente. Frente a la rapidez de! bombardeo, un centCsimo de segundo es
un tiempo muy largo. Ei lector puede verificar f<icilmente que el rnimero de colisiones
que una sola molCc.ula de agua recibe en un segundo es del orden de 10 14 , por lo que
en un centCsimo de segundo sufre 10 12 colisiones, jque es bastante! Por lo tanto, dcspuCs de un centCsimo de segundo no recordarit lo que le pas6 antes. En otras palabras, las colisiones son todas al azar, de modo que un "paso" no csta relacionado
con el ·'paso" precedente. Es como el famoso problema de! marinero borracho: el marinero sale de! bar y da una serie de pasos, pero da cada uno a un itngulo arbitrario, al
azar (fig. 4!-6). La pregunta es: despuCs de mucho tiempo. z.d6ndc estit el marinero'!
Naturalmente, jno lo sabemos! Es imposible decirlo. z.Que entendemos por esto que
esta en alguna parte mils o menos al azar? Bueno, i,d6nde esta el promedio entonces?
En promedio, 1.a qui distancia de! bar ha llegado?
Ya hemos contestado e~ta pregunta, porque una vez
ci6n de !a Juz provcniente de muchas fuentes diferentes
significaba sumar una gran cantidad de flechas a diversos
descubrimos que el promedio del cuadrado de la distancia
era la suma de
de la cadena de pasos al azar, que era la intensidad de la
intensidadcs de los pedazos separados. Asi, pues, con el mismo tipo de matcm3.tica.
podemos
inmediata.mente que si R\ es el vector distancia al origen despw~s
de N pasos,
promedio de! cuadrado de la distancia al origen es proporcional al
mimero N de pasos. Es decir, ( R~·) =NL; donde Le~ la longitud de cada paso.
Como el nllmero de pasos es proporcional al tiempo en nuestro prohlema actual. el
mfor 111edio de! cuadrado
41-12
de la distancia es proporcional al tiempo:
(41.17)
Esto no significa que la distancia media sea proporcional al tiempo. Si la distancia
media fuera proporciona1 a1 tiempo, eso significaria que el movimiento neto se realiza
a una buena velocidad uniforme. El marinero estd avanzando de manera relativamente
apreciable, pero Unicamente de modo que el promedio del cuadrado de la distancia
es proporcional al tiempo. Esta es la caracteristica de una caminata al azar.
Podemos demostrar muy filcilmente que en cada paso sucesivo el cuadrado de la
distancia aumenta £ 2 en promedio. Puesto que si escribimos RN= RN-I + L, entramos que Rfe es
R\ ·RN= R}
=
R.R-1
+ 2RN_ 1 ·L + L 2 ,
y promediando sobre muchos intentos, tenemos ( R'/;)
que (RN-I· L) = 0. Luego, por inducci6n,
R~ = NL
2•
=
<R'j,_ 1 )
+
£2
,
ya
(41.l8)
Ahora querriamos calcular el coeficiente a quc aparece en la ecuaci6n (41.17)
y para hacerlo tenemos que agregar alga. Vamos a suponer que si le aplidtsemos una
fuerza a esta particula (que no tiene nada quc ver con el movimiento browniano
--estamos encarando un problema marginal por el momenta), la misma reaccionaria
contra la fuerza de la siguiente manera. Primeramente, habria inercia. Sea m el coe·
ficiente de inercia, ia masa efectiva del objeto (no necesariamente igual a la
masa real de la particula real, porque el agua se tiene que mover alrededor de la par·
ticula si tiramos de ella). Asi, pues, si hablamos de movimiento en una direcci6n hay
por un !ado un tfrmino m(t:Px/dt2). Y tambiCn queremos suponer que si continu3.ramos
tirando regularmente del objeto, habrla una resistencia al avance, proveniente del fhii·
do, la cual es proporcional a la velocidad. Adem:is de la inercia de! flUido, hay una
resistencia al movimiento debida a la viscosidad y a la complejidad de! fltiido. Es ab·
solutamente escncial que haya alguna pfrdida irreversible, algo parecido a una resistencia, para que haya fluctuaciones. No hay manera de producir e! kT a no ser que
tambien haya perd1das. La fuente de las fluctuaciones est3. intimamentc re!acionada
con estas perdidas. Dentro de poco discutiremos el mecanismo de esta resistencia
al avance -hablaremos de fuerzas proporcionales a la velocidad y de d6nde provienen-. Pero por ahora supongamos que esta resistencia existe. Entonces, cuando estamos tirando de la particula de mancra corriente, la formula para el movimiento bajo
la acci6n de una fucrza externa es
(41.19)
La cantidad 11 se pue<le determinar dircctamente del experimenlo. Por ejemplo, podemos obscrvar la caida de la gota por gravedad. Entonces sabemos quc la fuerza es
mg y µ es mg dividido por la velocidad de caida que adquiere finalmente la gota. 0
tambiCn podriamos poner la gota en una centrifuga y ver cuil.nto tarda en sedimentar.
0 si est3. cargada, le podemos aplicar un campo e16ctrico. Por lo tanto, µ es algo
medib!e, no una cosa artificial, y se conoce para muchos tipos de part[culas coloi·
dales, etc.
41-13
Usemos ahora la misma formula en el caso en que la fuerza no es cxtcrna, sino
igual a las fuerzas irregulares <lei movimiento browniano. Trataremos entonces de
determinar el valor media del cuadrado de la distancia que recorre el objeto. En vez
de tomar las distancias en tres dimensiones, tomcmos sencillamente una dimensi6n
y hallemos e! valor medio de x2, simplemente para prcpararnos. (Evidemcmente el promedio de x2 es igual al promedio de J,i es igual al promedio de z 2 y por lo tan to el
promedio del cuadrado de la di!.tancia es justamentc 3 por lo que vamos a calcular).
La componente x de !as fuerzas irregulares es, naturalmente, tan irregular como cualquiera de las otras componentcs. lCu<'tl es la rapldez de variaciOn de x 2 ? Es d(x 2 ) /
/dt = 2x(dx/dl), y as[, lo que tenemos que hallar es el promedio de la posici6n por la
velocidad. Demostraremos que es una constante y que por lo tanto el promedio del
cuadrado del radio aumentara proporcionalmentc al tiempo, y vcrcmos con quC rapidez. Ahora bien, si multiplicamos la ecuackm (41.19) por x, mx(tPx/d1 2) t µx
(dx/dt) = xFr Queremos el promedio temporal de x(dx/dt); hagamos entonces el
prornedio de toda la ecuaciOn y estudiemos los tres tCrminos. Ahora bien. ~que pasa
con x multiplicada por la fuerza? Si ocurre que laparticula ha recorrido cicrta distancia x, cl siguientc impulso pucde estar en cualquier direcci6n respccto a x, ya que la
fuerza irregular es completamente irregular y no sabe de dOnde partiO !a partlcula.
Si x es positiva, no hay razOn para que la fuerza media estC tambiCn en esa JirecciOn.
Es tan probable que este en una como en otra. Las fuer:zas de bombardeo no la estiln
arrastrando en una direcciOn determinada. Por lo tanto el valor media de x por F cs
cero. Por otro !ado, tendremos que usar un poco de imaginaciOn con el tfrmino
mx(d1-x/dt 2) y cscribirlo en !a forma
mx
~
d/2
=
m
d[x(d_::f!!~rJ
dt
-
m
(~)'·
dt
Asi, introducimos estos dos tfaminos y hacemos el promedio de ambos. Veamos entonces cu<lnto debe ser x por la velocidad. Ahora bicn, x por la velocidad tiene un
promedio que no varia en el tiempo, porque cuando llega a una posiciOn no sc acucrantes y de ahi que las cosas ya no cambicn con el tiempo. Por lo
da de d6nde
tanto. esta
es, en promcdio, ccro. Nos queda la cantidad mv2 v 6sta es la Unica cosa que
el valor media de mv2 /2 cs ! /2kT. En consccuencla, encontramos quc
implica
=215!:_,
(41.20)
µ
En consecuencia, despuCs de un cierto tiempo
do de la distancia, <R 2 ) , igual a
£,
el objeto tiene una media del cuadra-
(R 2 ) = 6kT t_.
µ
(41.21)
41-14
JY asi podemos determina1 realmente a que distancia llegan las particulas! Debemos
determinar primero c6mo reaccionan a una fuerza constante, a que velocidad sc desp\azan bajo la acci6n de una fuerza conocida (para hallar !1), y entonces podemos
determinar hasta d6nde Uegan en sus movimientos a! azar. Esta ecuaci6n tuvo una importancia hist6rica considerable porque fue una de las primeras maneras de determinar la constante k, Despufs de todo, podemos medir p, el tiempo, hasta d6nde !legan
las particu!as, y podemos hacer el promedio. La raz6n de que la determinaci6n de k
fo.era importante es queen la ley PV '-'-'RT para un mo!, sabemos que R, que tambiCn
se puede medir. es igual al nUmcro de iitomos que hay en un mo! multiplicado por k.
El mo! fue definido origina!mente como wntos gramos de oxigeno i 6 (ahora sc usa el
carbono), por Jo que origina!mentc no se conocia el nllmero de iitomos quc hay en un
mo!. NaturaJmente, es un problcma muy interesante e importante. (.C6mo son de grandes los iitomos'! (.Cuimtos hay'.' Asi, pues, una de las primeras determinacioncs de!
nUmero de Utomos fue por media de la determinaci6n de hasta d6nde se mueve una
particulita sucia. observUndola pacie:1temente al microscopio durante un cierto intervalo de tiempo. Y asi sc determin6 la constante k de Boltzmann y el nUmero de Avogadro N 0 porque R ya habl& sido medida.
41-15
42
Aplicaciones de la teoria cinBtica
42-1
EvaporaciOn
42-4
Cinetica quimica
42-2
EmisiOn tennoiOnica
42-5
Leyes de radiaciOn de Einstein
42-3
lonizaciOn termica
42-1
EvaporaciOn
En este capitulo discutiremos algunas aplicaciones mii.s de la teoria cinetica. En
el capitulo anterior recalcamos un aspecto en particular de la teoria cinCtica: la
energia cinetica promedio correspondiente a cualquier grado de libcrtad de una moJecuh,t u otro objeto es ~kT. Por otro lado, la caracteristica central que disculiremos
ahora es que la proba~ilidad de encontrar una_particula en lu?ares diferentes, pm
unidad de volumen, varia como e --.::rl<:rgra potencial/.l!; haremos un cicrto numero de aphcaciones de ello.
Los fenOmenos que queremos estudiar son relativamente complicados: un Jiquido
que se evapora, o electrones que est<'in salicndo de !a supcrficie de un metal. o una
reacci6n quimica en la que intcrviene un gran nllmero de ii.tom.as. En tales casos,
ya no es posible haccr cualquier afirmaci6n correcta y simple a partir de la teoria
cinCtica, ya que !a situaciOn es demasiado complicada. Por lo tanto, este capilulo
no ticne mucha exactitud, excepto donde lo digamos expresamente. La idea que hay
que recakar es solamente quc a partir de la teorla cinCtica podemos entender mds
o menos, c6mo deberian comportarse las cosas. Usando razonamientos termodinilmicos, o ciertas medidas empiricas de algunas cantidades criticas. podcmos obtener
una representacibn mas precisa de los fenbmenos.
Sin embargo, es muy Util conocer aunque sea poco mils o menus por quC algo
se comporta como lo hacc, y asi, cuando nos encontremos con una situaciOn nueva
o una quc no hayamos comcnzado aUn a analizar, podemos dccir mils o menos
lo que debe succder. Por ello esta discusibn es imprecisa en grado sumo, pero
esencialmentc buena -buena en la idea, pero digamos que un poquito simplificada
en los detalles espccificos.
El primer ejemplo que considerarcmos e~ la evaporaciUn de un liquido. Supongan que tencmos una caja de gran volumen, parcialmente llena con liquido en equilibria y c~n cl vapor a una cierta tcmperatura. Supondremos guc. las m?ICculas de
vapor estan relativamente alepdas unas. de otras y que las del hqu1do estan amonto
nadas. El prohlema es. cncontrar cufmtas molCculas hay
42-1
en la fase vapor, en comparaciOn con el nllmero de molttulas de! liquido. i,Cu:il es la
densidad del vapor a una temperatura dada y cOmo depende de ella?
Uamemos n al nllmero de mo!eculas por unidad de volumen de\ vapor. Natu"
ralmente, este nllmero varia con la temperatura. Si calentamos, tendremos una evaporaciOn mayor. Digamos tambii:n que I/ V,, es el nUmero de citomos del liquido par
unidad de volumen: suponemos que cad a molecula del liquido ocupa un cierto
volumen, de modo que si hay mas moli:cu\as de Hquido, todas juntas ocupan un volumen mayor. Por lo que si Va es el vo\umen ocupado por una molCcula, el nUmero
de molttulas en una unldad de volumen es una unidad de volumen dividida por el
volumen de cada moli:cula. Ademils, suponemos que hay una fuerza de atracciOn
entre las moli:culas que las mantiene juntas en el liquido. De otra forma no podemos
entender por qui: se condensa. Asi, suponemos que hay esa fuerza y que hay una
energia de ligadura de las mo!eculas en el liquido que se pierde cuando pasan a
vapor. 0 sea, varnos a suponer que se tiene que hacer una cierta cantidad de trabajo W para pasar una sola mol&:ula de! liquido al vapor. Hay una cierta diferencia
W entre la energia de una molecula en el liquido y la que tendria si estuviese en e!
vapor, ya que hernos tenido que separarla de las otras moli:cu\as que la atraian.
Ahora usamos el principio general de que el nUmero de <i.tomos por unidad de
volumen en dos regiones diferentes es nifn 1 = i;{E,EJ/kT. Por lo que el nUmero n por
unidad de volumen en el vapor, dividido por el nUmero I IV,, por unidad de volumen
en el !iquido, es igual a
(42.l)
ya que i:sta es la regla general. Es coma la atm6sfera en equilibria bajo la acciOn
de la gravedad, donde el gas es mils denso abajo que arriba debido al trabajo mgh
que se necesita para levantar las mo!eculas de gas a la altura h. En el liquido. las
moli:culas son mas densas que en et vapor porque tenemos que sacar!as atravesando
la "Joma" de energia W, y la razOn de las densidades es e--n/r..T
Esto es lo que queriamos deducir: que !a densidad de! vapor varia como e ele
vado a alguna energia negativa sabre kT. Los factores que se encuentren delante
no son realmente interesantes, ya que en la mayoria de los casos la densidad de!
vapor es mucho mils pequefla que la del liquido. Bajo estas circunstancias, en que
no estamos cerca del punto critico donde las dos son casi iguales, sino que la den·
sidad de\ vapor es mucho mils pequeiia que la de! !iquido. el hecho de que 11 es
mucho mils pequeilo que I/ Va se debe a que Wes muchisimo mils grande que J,, T.
Por lo tanto, las formulas como (42.1) son interesantes so!amente cuando Wes
muchisimo mas grande que kT, porque asi. como estamos elevando e a una cantidad negativa tremenda, si cambiamos Tun poquito, ese enorme exponente cambia
un poco, y el cambio producido en el factor exponencial es muchisimo mas importante que cualquier otro cambio que pueda ocurrir en los factores que hubiese
delante. ~Por qui: puede ser que haya cambios en factores tales como VQ? Porque
nuestro analisis sOlo fue aproximado. Despui:s de todo, no hay realmente un volumen definido para cada mol&:ula; a medida que cambiamos la temperatura. el volumen Va no permanece constante -el Jiquido se dilata-. Hay otras pequeilas caracteristicas parecidas y la situaciOn real es m:is complicada. Hay en todo cl volumen
factores que dependen de la temperatura y que varian muy despacio.
42-2
De hecho, podriamos decir que la misma W varia un poquito con la temperatura,
ya que a una temperatura mils a1ta y con un volumen molecular diferente, habria diferentes atracciones promedio, etc. Asi, aunque pensilramos que tener una formula
en la que todo varia de un modo desconocido con la temperatura, es como no tener
formula, si nos damos cuenta que el exponente WI kT es en general muy grande, ve"
mos que en la curva de la densidad de vapor en funci6n de la temperatura la mayor
parte de la variaci6n es ocasionada por el factor exponencial, y el tomar W como
constante y el coeficiente l / V0 casi co mo constante, es una buen a aproximaci6n para
pequeilos intervalos de la curva. La naturaleza general de la mayor parte de la variaci6n es, en otras palabras, e-Wl~T
Resulta que hay muchos, muchos fen6menos en la naturaleza que se caracterizan porque tienen que tomar prestada energia de alglln lugar y en los que el distintivo central de la variaci6n de temperatura es e elevado a menos la energia sobre
kT. Esle es un hecho Util solamente cuando la energia es grande comparada con kT,
por lo que la mayor parte de la variaci6n estil contenida en la variaci6n de kT y no
en la constante u otros factores.
Consideremos ahora otro modo de obtcner un resultado bastante similar para la
evaporaci6n, pero estudi:indolo con mils detalle. Para llegar a (42.1) simplemente
aplicamos una regla que es vii.Iida en el equilibrio, pero con el fin de entender las
cosas mejor, no hay ningUn inconveniente en tratar de considerar los detalles de lo
que estil. ocurriendo. Tambien podemos describir lo que estil. ocurriendo dd modo
siguiente: las mo!eculas de! vapor estil.n continuamente bombardeando la superficie
de! liquido; cuando lo hacen, pueden ser rechazadas o pueden quedar pegadas. Hay
un factor desconocido para esto, quizils 50 a 50, quizil.s 10 a 90 -no lo sabemos-.
Digamos que siempre se quedan pegadas; lo podemos volver a analizar mils tarde
suponiendo que no siempre se quedan pegadas. Puesto asi, en un cierto momenta
habrit un cierto ni.imero de ittomos que se estil.n condensando en la superficie de!
liquido. El ni.imcro de las mo!eculas que se condensan, el ni.imero que llega por unidad de itrea, es e! nUmero n, las que hay por unidad de volumen. por la velocidad r.
Esta velocidad de las moleculas estit relacionada con la temperatura, ya que sabe
mos qie ¥nv2 es igual a !kT en promedio. Por lo que v es una especie de ve!ocidad
media. Naturalmente deberiamos integrar sobre los <i.ngulos y obtener algo parecido
a un promedio, pero es aproximadamente proporcional a la raiz cuadrada de la
media de la velocidad al cuadrado, por algi.in otro factor. Asi
(42.2)
es el ni.imero que llega por unidad de itrea y que se condensa.
Al mismo tiempo, sin embargo, los Utomos del liquido estii.n vagando y de ve7
en cuando uno de ellos e,<, empujado fuera. Ahora tenemos que estimar con quC rapidez son empujados fuera. La idea serit que en el equilibria, el ni.imero de los quc
salen por segundo es igual al nUmero de Jo,<, que llegan por segundo.
~Cuirntos son empujados fuera? Para que una molCcula sa!ga. tiene que habcr
adquirido accidenta!mente un cxceso de energia sobre sus vecinos -un exceso de
energia considerable, ya que es atraida muy fucrtcmente por las otras molCcu!as
de! liquido-. Ordinariamente no sale debido a csta fuerte atracciOn, pero algunas veces una de el!as adquiere accidentalmente una energia adicional en las colisiones.
Y la probabilidad de quc adquiera !a energia adicional W que se neecsita en nuestro
caso es muy pequei1o si W ' ."» kT
42-3
De hecho, e-Wk/T es la probabilidad de que un :homo haya tornado m:ls de esa
cantidad de energia. Este es el principio general de la teoria cinetica: para que se pueda
tomar prestada una energia adicional W sobre el promedio, las probabilidades son e
e\evado a menos la energia que tenemos que tomar prestada sobre kT. Supongamos
ahora que algunas moleculas han tornado prestada esta energia. Tenemos a continuaci6n que estimar cuilntas abandonan la superficie por segundo. El que una molecula
tenga la energia necesaria no significa, naturalmente, que se va a evaporar en realidad,
ya que podia estar enterrada muy profundamente en el Jiquido o, aunque estuviese
muy cerca de la superficie, podia estar viajando en una mala direcci6n. El nllmero
que va a abandonar una uni dad de 3.rea por segundo va a ser algo asi: el nllmero de
3.tomos que hay cerca de la superficie, por unidad de 3.rea, dividido por el tiempo que
necesita una para escapar, multiplicado por la probabilidad e-W/kT de que esten listos
para escapar, entendiendo por es to que ti enen energia suficiente.
Supondremos que cada mol6cula de la superficie del liquido ocupa una secci6n
efectiva de 3.rea A. Luego, el nUmero de mo\6culas por unidad de 3.rea de la superficie de! liquido ser<l l/ A. Y ahora, (.Cuilnto necesita una molecula para escapar?
Si tienen una cierta velocidad promedio v1· y tienen que moverse, digamos, un diilmetro molecular D, espesor de la primera capa, el tiempo que les l\eve atravesar
este espesor es el ti cm po necesario para escapar, si la molCcula ti enc energia suficiente. Sera Div. Asi, pues, el nllmero de las que se evaporan sera aproximadamente
(42.J)
Ahora bien el iirea de cada iitomo por el espesor de la capa es aproximadamente
lo mismo que e! volumen Va ocupado por un solo iltomo. Y por lo tanto, para que
N., es decir,
pueda haber equilibria, debemos tener que Ne
0--0
(42.4)
Podemos cance\ar las v puesto que son iguales; aunque una sea la velocidad de una
mokcula en el vapor y la otra Ia de una molecula que se esta evaporando, son iguales, ya que sabemos que su energia cinCtica media (en una direcci6n) es ~kT. Pero
alguien puede objetar: "1No! jt\'o! fatas son especialmente las mils rilpidas; son las
que han tornado energia adicional". Realmente no es asi, ya queen el momenta en
que cmpiezan a separarsc de! li4uido tlenen que perder esta encrgia adicional en
favor de la energla potenciaL Por ello, a medida que llegan a la superficie, jreducen
su ve\ocidad a v! Es lo mismo que vimos en nuestra discusiOn de la distribuciOn de
velocidades molecu!ares en la atmOsfera -abajo, las mol6culas tienen una cierta di~
tribuciOn de energia. Las que llegan arriba tienen la misma distribuciOn de energia,
puesto que las lentas no l!egaron y las rii.pidas perdieron velocidad. Las mo\eculas
que se estii.n evaporando tienen la misma distribuciOn de energla quc las quc estiln
dentro -un hecho bastante notable-. De todos modos, es inutil seguir discutiendo
con tanto detalle nuestra formula a causa de otras inexactitudes, tales como la probabilidad de ser rechazadas en lugar de entrar en el liquido, etc. Tenemos. pues, una
idea vaga de la rapidez de evaporaciOn y condensaciOn y vemos. naturalmentc. que
la densidad de vapor n varia en la misma forma que antes, pero ahora lo hemos
comprendido en mils detalle en lugar de tenerlo como una formula arbitraria.
42·4
Esta comprensiOn mils profunda nos permite analizar algunas cosas. Por ejemplo,
supongan que bombeilsemos el vapor a una velocidad ta! que sacii.semos e! vapor en
cuanto se forma (si tuvifaemos bombas buenas y el liquido se evaporase muy despacio), ~con que rapidcz ocurriria la evaporaciOn si mantuviesemos el liquido a una
temperatura T? Supongan que medimos antes experimentalmente la densidad de
vapor en equilibria, por lo que sabemos, a la temperatura dada, cuilntas moleculas
por unidad de volumen estan en equilibria con e! liquido. Ahora querriamos saber
con qui rapidez se evaporara. Aunque solamente hemos uti!izado un aniilisis aproximado en lo que concierne a la evaporaciOn, el nUmero de mo16culas de vapor
que llegaban no se cstudi6 tan mal, aparte de! factor desconocido del coeficiente de
reflexiOn. Por lo tanto, podemos usar e! hecho de que e! nUmero de las que estim salicndo, en el equilibria, es igual .al nllmero de las que llegan. Es verdad que estamos
quitando el vapor por lo que s6!o hay moleculas que salen, pero si no se tocase el
vapor, se alcanzaria la densidad de equilibria para la cual e! nUmero de las que vuelven seria igual al nUmero de las que se est3.n evaporando. En resumen, podemos ver
facilmcntc que el nUmero de las que abandonan la superficie por segundo es igual
al coeficiente de reflexi(m desconocido R por el nUmero de las que volverian a la superficie por segundo si el vapor estuviese presente, porque asi es coma se ba!ancearia la evaporaci6n en el cquilibrio:
(42.5)
El nllmero de moleculas provenientes del vapor que chocan con la superficie del
!iquido es, naturalmence, facil de calcular, ya que no necesitamos conocer tanto acer,
ca de las fuerzas como cuando nos preocupamos de c6mo logran escapar a traves
de la superficie del !iquido: es mucho mils facil hacer el razonamiento en el orden
42-2
EmisiOn termoiOnica
Podemos dar otro ejemplo de una situaci6n muy pr<lctica que es semejante a la
evaporaci6n de un liquido -tan semejante que no vale la pena hacer un an<ltisis
scparado-. Es esencialmente el mismo problema. En una villvula de radio hay una
fuente de electrones, un filamento de tungsteno calentado, y una placa cargada positivamente para atraer a los electrones. Cualquier e\ectr6n que escn.pa de la superficie de tungsteno es inmediatamente arrastrado a la placa. Esta es nuestra "'bomba"
ideal, que estit "bombeando" fuera los electrones todo el tiempo. Ahora la pregunta es: LCu3.ntos electrones pueden satir por segundo de un pedazo de tungsteno
y c6mo varia este nllmero con la temperatura? La respuesta a este problema es la
misma de (42.5). porque resulta que en un pedazo de metal los e\ectrones son atraidos hacia los Lones, o hacia los iltomos de! metal. Podemos decir grosso modo que
son atraidos hacia el metal. Para que un electr6n salga de un pedazo de metal, se necesita una cierta cantidad de energia o trabajo para sacarlo. Este trabajo es diferente
para diferentes clases de metales. De hecho, varia incluso con el estado de la superficie de una clase dada de metal, pero el trabajo total puede ser de unos pocos
electronvolts. que es. entre parentesis, tipico de la energia involucrada en reacciones
quimicas. Podcmos recordar el Ultimo hecho recordando
42-5
que el voltaje en una celda quimica tal como una pila de linterna, que se produce mediante reacciones quimicas, es de alrededor de un voltio.
lC6mo podemos saber cuimtos electrones salen por segundo? Seria bastante
dificil analizar los efectos en los electrones que salen; es mils filcil analizar la situaci6n de modo inverso. Asi, podriamos comenzar imaginando que no nos llevisemos
los electrones y que ellos fuesen como un gas y pudiesen volver al metal. Luego,
habria una cierta densidad de electrones en equilibrio que por supuesto estaria dada
por exactamente la misma f6rmula que (42.1), donde V0 es el volumen por electr6n
en el metal, aproximadamente, y W es igual a %'P• donde <p es el llamado potencial
de arranque, o sea el voltaje que se necesita para sacar un electr6n de la superficie.
Esto nos diria cuilntos electrones tendria que haber en el espacio circundante incidiendo sobre el metal para balancear a los que estiln saliendo. Y entonces es filcil
calcular cuantos estan saliendo si quitamos los que rodean el metal, ya que el nUrriero de los que salen es exactamente igual al nUmero de los que incidirian con la densidad anterior de\ "vapor" electrOnico. En otras palabras, la respuesta es que la
corriente de electricidad que entra por unidad de area es igual a la carga de cada
uno por el nUmero que llega por segundo por unidad de area, lo cual es el nU.mero
por unidad de volumen por la·velocidad, como hemos visto muchas veces:
(42.6)
Ahora bien, un electronvolt corresponde a kT a una temperatura de 11.600 grados.
El filamento de! tubo puede estar trabajando a una temperatura, digamos, de 1.100
grados, por Jo que el factor exponencial es algo asi como et 0 ; cuando variamos
la temperatura un poquito, el factor exponencial cambia mucho. De nuevo tenemos
que la caracteristica central de la formula es e-q.,tp/ kT. En realidad, el factor que va
delante estit totalmente errado --resulta que el comportamiento de los electrones en
un meial no se describe correctamente mediante la teoria clilsica, sino mediante la
mec3.nica cuimtica, pero esto no hace sino cambiar un poco dicho factor-. En rea\idad, nadie ha sido capaz de obtener correctamente esto, aunque muchos han usado
la mecitnica cuimtica de alta categoria para sus citlculos. El gran problema es:
~cambia W ligeramente con la temperatura? Si es asL, nose puede distinguir una W
que cambia lentamente con la temperatura, de un coeficiente diferente delante. Esto
es, si W cambia linealmente, digamos. con la temperatura, de manera que W =
W0 + a.kT, tendriamos
0 sea, una W que depende linealmente de la temperatura es equivalente a una
"constante •· diferente.' Es realmente muy dificil y de ordinario inU.til obtener exactamente el coeficiente que va delante.
42-3
IonizaciOn termica
Veamos ahora otro ejemplo de la misma idea; s1empre la misma idea. Tiene que
ver con la ionizaciOn. Supongan que tenemos en un gas un mont6n de ittomos en estado neutro, digamos, pero que el gas est3. caliente y los ii.tomos se pueden
42-6
ionizar. Querriamos saber cu3.ntos iones hay en una circunstancia determinada si
tenemos una cierta densidad de 3.tomos por unidad de volumen a una cierta temperatura. Consideramos de nuevo una caja en la que hay N 3.tomos que pueden contener
electrones. (Si un electr6n ha salido de un 3.tomo, i:ste se llama ion y si el ittomo es
neutro se llamarit simplemente ittomo.) Supongan entonces que, en un momenta dado,
el nU.mero de 3.tomos neutros es na, el m.i.mero de iones es 11 1 y el nUmero de electrones es 11 •• todos por unidad de volumen. E! problema es: ~Cuill es la relaci6n
entre estos tres nUmeros'?
En primer lugar, tenemos dos condiciones de vinculo para los nUmeros. Por
ejemplo, segUn variemos diferentes condiciones, como la temperatura u otras cosas,
nu + n1 permanecerit constante, ya que esto es simp!emente el nllmero N de nU:cleos
atOmicos que hay en la caja. Si conservamos fijo el nU:mero de nllcleos por unidad
de volumen y cambiamos, por ejemplo, la temperatura, a medida que la ionizaci6n
tiene lugar a!gunos ittomos pasaritn a iones, pero el nU:mero total de itomos mils
iones seril constante. Esto es, na + n; = N. Otra condiciOn es que si el gas total
tiene que estar eiectricamente neutro (y no tenemos en cuenta una doble o triple
ionizaci6n), esto significa que el nllmero de iones es igual al nllmero de electrones
para cualquier tiempo, o sea n; = n,,. Estas son ecuaciones subsidiarias que expres.an
simplemente la conservaci6n de la carga y la conservaci6n de los ittomos.
Estas ccuaciones son ciertas y las usaremos fina!mente cuando consideremos
un problema real. Pero queremos obtener otra relacic"in entre las cantidades. Lo pode nuevo la idea de que se necesita una cierta
demos hacer como sigue.
electr6n de! <'ttomo. que llamaremos energia de
cantidad de energia para sacar
ionizaci6n, y la escribiremos como W para que todas las formulas se parezcan. Asi.
W es la energia necesaria para sacar un electr6n de un :itomo y convertirlo en un
ion. Ahora decimos de nuevo quc el nUmcro de e!ectrones libres por unidad de volumen en el "vapor" es igual al nllmero de electroncs ligados a los 3.tomos por unidad
de volumen por e elevado a menos la diferencia de energia entre estar ligado y estar
libre, sobre kT. Otra vez tenemos la ecuaciOn bitsica. iC6mo podemos escribirla?
El nUmero de electrones libres por unidad de volumen seria, naturalmente, n., ya que
esta es la definici6n de n•. Ahora bien, &que hay de! nllmero de electrones ligados
a los itomos por unidad de volumen'? El nUmero total de lugares donde podriamos
colocar los e!ectrones es aparentemente na + n1 y supondremos que cuando estitn
ligados, cada uno de ellos lo est3. dentro de un cierto vo\umen V.,. Luego, la cantidad total de volumen disponible para los electrones que estarian ligados es (na + n;)
Va, y de ese modo podriamos querer escribir nuestra formula en la forma
Sin embargo, la formula es err6nea en un punto esencial, que es el siguiente: cuando
ya hay un electrOn en un .itomo, iOtro electr6n no puede venir jamis a ese volumen!
En otras palabras, todos los volllmenes de todos Jos lugares posibles no est:in realmente dlsponibles para aquel electrOn que esta tratando de decidir si estar o no en
el vapor o en la posiciOn condensada, porque en este problema hay una caracteristica adicional: cuando un electrOn se encuentra donde esti otro electr6n, no se le
permite ir -es repelido-. Por esta raz6n, resulta que deberiamos contar
solamente aquella parte del volumen que esti disponible para que un electr6n se
quede o no. Esto es, las partes que ya esdn ocupadas no cuentan en el volumen
total disponible, sino quc el Unico volumen que se permite es el de los iones, dOndc
hay lugares vaclos para que el electr6n vaya. Luego, en estas circunstam:ias, encontramos que un modo mejor de escribir nuestra formula es
(42.7)
Esta formula se llama ecuacfr)n de ionizaci6n de Saha. Veamos ahora si podemos
entender cualitativamente por que una formula coma esta es cierta, hacienda uso de
las cosas cineticas que estiln ocurriendo.
En primer lugar, de vez en cuando un electr6n llega a un ion y se combinan
para formar un iltomo. Y tambicn de veL en cuando, un iltomo sufre una colisi6n
y se separa en un ion y un electrOn. La rapidez de ambos procesos debe ser igual.
t.Con que rapidez se encuentran los electrone~ y Jos iones? La rapidez aumenta cier
tamente si aumenta el nUmero de elcctrones por unidad de volumen. Tamb1en
aumenta si aumenta el nUmero de mnes por urndad de volumen. Esto es. la rapidez
total a la cual ocurre la recombinaci(m es ciertamente proporcional al nUmero de
electrones por el nllmero de iones. Ahora bien, la rapidez total a !a que esti ocurriendo la ionizaciOn debido a las colis10nes debe depender linealmente del nUmcro
de itomos que hay para se' ionizados. Y por consiguiente ambas rapideces se balancearim cuando haya alguna relacion entre el producto n,n, y el nUmcro de 3.tomos n0 .
El hecho de que suceda quc esta relaciOn estil dada por esta formula particular. donde W es la energia de ionizaci6n, es naturalmentc algo mas de mformac16n, pero podemos entender fitcilmente que la formula contendria necesariamente las concentraciones de los electrones, ione~ y <i.tomos en la combinacion nen/ na para producir
una constante independicnte de las n, y dependiente solamente de la temperatura,
de las secciones eficaces at6micas y otros factore~ constantes.
TambiCn podemos notar que, puesto que en la ecuaciOn intervienen los nllmeros
por unidad de vofumen, si tuvii:semos que haccr dos expenmentos con un nUmcro
total N de atomos mils iones, o sea con c1erto nllmcro fijo de nUcleos, pero usando
cajas de vo\Umenes diferentes, !as n serian mis pequeii.as en la caja mas grande.
Pero, puesto que el cociente n,J1.Jn0 pcrmanece igual, el nUmero total de iones y electrones debe ser mayor en la caja mils grande. Para ver esto, supongan que hay N
nUcleos dentro de una caja de volumen Vy que una fracciOnfde ellos estil ionizada.
Entonces, ne =JN/Vy n0 = (1-j)N/V. Nuestra ecuaci6n se convierte en
12
N
1=7 j7
e-W/kT
~
-v;- .
(42.8)
En otras palabras, si tomamos una densidad de iltomos cada vez mils pequeiia, o
hacemos el volumen donde estin encerrados cada vez mayor, la fracci6nfde iones
y electrones debe aumentar. Esta ionizaci6n, sO\o por "cxpansiOn" a medida que la
densidad disminuye, es la raz6n por la cual creemos que a densidades muy bajas,
tales como en el espacio frio entre las estrellas, puede haber iones presentes, aunque
no lo podamos entender desde el punto de vista de la energia disponible. Aunque
se necesitan muchos, muchos kT de energia para hacerlos, hay iones presentes.
z.Por que puede haber iones presentes cuando hay tanto espacio alrededor,
mientras que si aumentamos la densidad los iones tienden a desaparecer? Respuesta:
Consideren un .itomo. De vez en cuando, luz, u otro :itomo, o un ion o cualquier
cosa que sea la que mantiene el equilibria termico, lo golpea. Muy raramente, ya que
se necesita una cantidad tremenda de energla adicional, un electrOn sale y queda
un ion. Ahora bien, si el espacio es enorme, ese electrOn vaga y vaga y quizils no
llega cerca de algo en aiios. Pero a!guna vez en un tiempo muy grande, sl vuelve
a un ion y se combinan para formar un :itomo. Por lo que la rapidez a la que los
electrones salen de los .itomos es muy pequefia. Pero si el volumen es enonne, un
electrOn que ha escapado toma tanto tiempo en encontrar otro ion para recombinarse, que su probabilidad de recombinaciOn es muy, pero muy pequefia; asi, a pesar
de la gran energia adicional que se necesita, puede haber un nUmero razonable de
electrones.
42-4
CinCtica quimica
La misma s!tuaciOn 'Lue acabamos de Hamar "ionizaciOn" se encuentra tambiffi
en una reacciOn quimica. Por ejemp!o, si dos objetos A y B se combinan para formar un compuesto AB, entonces si pensamos por un momenta, vemos que AB es lo
que hemos llamado un itomo, B es lo que llamamos un electrOn y A lo que llamarrios un ion. Con estas sustituciones, las ecuaciones de equilibria tienen exactamente
la misma forma:
~-'~ = ce-11" 1'' 1·.
(42.9)
n.111
Desde luego, esta formula no es exacta puesto que la "constante" c depende del volumen que se permita a A y B para combinarse, etc., pero mediante razonamientos
termodinilmicos se puede identificar el significado de W en el factor exponencial, y
resulta que es muy prOximo a la energia que se necesita en la reacciOn.
Supongan que hemos intentado entender esta formula coma resultado de coli"
siones, muy parecido al modo como entendimos la formula de evaporaciOn, argumentando acerca de cuilntos electrones salian y cu.intos volvian por unidad de
tiempo. Supongan que A y B se combinan de vez en cuando mediante una co!isiOn
para formar un compuesto AB. Y supongan que el compuesto AB es una mo!ecula
complicada que camina al azar y que es go!peada por otras mole<:ulas, y que de vez
en cuando obtiene energia suficiente para explotar y romperse de nuevo en A y B.
Ahora bien, en las reacciones quimicas resulta realmente que si los 3.tomos se
acercan con energias muy pequeiias, aun cuando se pueda emplear alguna energ[a
en la reacci6n A + B---> AB, et hecho de que A y B se puedan tocar no hace que la
reacciOn comience necesariamente. Se requiere usualmente que la colisiOn sea bastante dura, de hecho, para hacer que la reacciOn comience -una colisi6n "suave"
entre A y B puede no originarla, aunque se utilice alguna energia en el proceso---.
Asi, pues, supongamos que es· muy comUn en reacciones quimicas que, para que de
A y B se forme AB, no basta que choquen entre si, sino que tienen que hacerlo con
energia suficiente. Esta energia se llama energia de activaci6n --energia que se necesita para "activar" la reacci6n-. Llamemos A"' a la energia de activaci6n, energia
adicional necesaria en una colisiOn
42-9
Fig 42-1. Relaci6n de energia para la
reacc16nA + B -•AB.
para que la reacciOn pueda ocurrir realmente._Entonces, en la vel~dad R1 a la que
A y B produce AB intervendria el nUmero de atomos de A por el numero de Utomos
de B, por la velocidad a la cual un solo Utomo golpearia una cierta secciOn eficaz
uAB• por un factor e--A*'J. 1, que es la probabilidad de que tengan energ[a suficiente:
(42.10)
Ahora tenemos que encontrar la velocidad opuesta R,. Hay una cierta probabilidad
de que AB se desintegre. Para que pueda hacerlo. no solarnente debe tener la energia W que necesita para que se ~eparen. sino que asi corno era dificil que A y B se
juntasen, hay una especic de lama sabre la rnal A J B tienen que pasar para ~epa
rarse de nucvo: no solo deben tener bastante energia para cstar en condiciones de
separarse, sino adcmils una cierta energia adicional. Es como trepar una loma para
llegar a un \alle profundo; tienen que trcpar la loma para entrar y tieflen que tre
par para salir del vallc y volver atr<'is (Fig. 42-1 ). Por lo tanto, la vclocidad con la que
AB vuelve a B scril proporcional al numero n.-18 que hay presente por e(W + A•JikT.
(42.l 1)
La c' incluiril el volumen de los <itomos y las colisiones por unidad de tiempo que podemos calcular con areas y tiempos y espesores, como hicimos en el caso de evaporacion; pero no lo haremos. La caractcnsLica principal de interes para Dosotros cs
que cuando estas dos velocidade1. son iguales, su cociente nos da la unidad. Esto nos
dice que nAn8 /nAJJ - ce-W 1 ~ 1 , igual que antes, donde c involucra las secciones efoctivas, las velocidades y otros factores independientes de las n.
Lo interesante es que la vclocidad de la reacciOn tambiCn varia como e -const!n;
aunque la constantc no es la misma que la que rige las concentraciones: la energia
de activaciOn A* es muy diferente de la cnergia W. W rige las proporciones de A, B
y AB que tenemos en equilibria, pero si queremos saber con que velocidad A+ B
pasa a AB, esto no es una cuesti6n de equilibria y por consiguiente una energia diferente, la energia de activaci6n, nge la velocidad de reacci6n mcdlante un
factor exponencial.
Adem<is, A* no es una constantc fundamental como W. Supongan queen la superficie de la pared ~-() en alglm otro lugar- A y B se pudiescn adherir temporalmente de ta! modo quc pudiesen cornbinarse mils fitcilmcntc. En otras palabras, podriamos encontrar un "t\inel'" a travC5 de !a loma o qu11ils una loma mils baja. Por
conservaci6n de la energia, cuando este todo terminado habremos hecho AB a partir
de A y B. por lo quc la diferencia de energ1a rv seril enteramente independicnte del
modo en que ocurriO la rcacci6n.
42-10
pero la energia de activaci6n A* dependerit muchisimo de! modo en que ocurre la
reacci6n. Esto explica por que las reacciones quimicas son muy sensibles a las condiciones exteriores. Podemos cambiar la velocidad colocando una superficie de una
clase diferente, podemos colocar\a en un "barril diferente '', por ejemplo, y ocurririt
a una velocidad diferente, si esta depende de la naturaleza de la superficie. 0 si colocamos dentro un tercer objeto diferente, puede cambiar muchisimo la velocidad;
algunas cosas producen enormes cambios en la velocidad simplemente cambiando
A* un poquito -se Jes llama catalizadores-. Puede ocurrir que una reacci6n practicamente no se lleve a cabo porque A* es demasiado grande a la temperatura dada,
pero cuando introducimos esta sustancia especial, el catalizador, entonces la reacci6n es verdaderamente r:ipida porque A* se ha reducido.
Entre parentesis, hay alguna dificultad con ta! reacci6n, A mas B da AB, porque
no podemos conservar a la vez energia y momentum cuando tratamos de colocar
juntas dos objetos para formar uno que es mas estable. Por consiguientc, necesitamos por Jo menos un tercer objeto C y por ello la verdadera reacci6n es mucho m:is
complicada. En la velocidad hacia adelante interviene el producto nAnBnc y podria
parecer que nuestra f6rmula va a ser err6nea, pero jno! Cuando consideramos lavelocidad a la que AB va en la otra direcci6n, encontramos que tambiCn necesita colidir con C, por lo que en la velocidad inversa interviene nA 8 n(; las nc se cancekm e;1
la f6rmula para las concentraciones de equilibria. La Icy de equilibria (42.9) que escribimos primero est:i absolutamente garantizada como verdadera jcualquiera sea el
mecanismo de la reacci6n!
42-.5
Leyes de radlaeiOn de Einstein
Volvemos ahora a una interesante situaci6n ana\oga que tiene que ver con la
ley de radiaci6n de cuerpo negro. En el capitu!o anterior calculamos la \ey de
distribuci6n para la radiaci6n en una cavidad de\ modo que Planck lo hizo, considerando la radiaci6n de un oscilador. El oscilador tiene que tener una cierta energia
media, y como est:i oscilando, radiaria y seguiria bombeando radiaci6n a la cavidad hasta que amontonase tanta que balancease la absorci6n emisi6n. Asi encontramos que la intensidad de radiaciOn a la frecuencia w estaba dada por la formula
l(w)dw =
--cc~cc~~
·- I)
(42.12)
Este resultado contenia la suposici6n de que el oscilador que generaba la radiaci6n
tenia niveles de energia definidos e igualmente espaciados. No dijimos que la luz
tenia que ser un fot6n o algo parecido. No discutimos acerca de c6mo, cuando un
atomo pasa de un nivel a otro, la energia tiene que salir en una unidad de energia,
hw, en forma de luz. La idea original de Planck fue que era la materia la que esta
ba cuantizada y no la luz: los osciladores materiales no pucden to mar simplemenle
cualquier energia, sino que lo ticnen que hacer en bloques. Adcmtis, el problema
con la derivaci6n es que era parcialmente cl:isica. Calculamos la rapide1 de radia
ci?n de un oscilador de acuerdo a la fisica c\asica; despues le dimos !a vue\ta y
diJ1mos: "No, este osci!ador tiene muchos nivelc~ de energia'". Asi que gradualmentc, con el fin de encontrar el resultado correcto, e! resultado completamente
cu:intico, hubo un desarrollo lento que culmin6 en la mecii.nica cu<'intica de 1927.
Pero entretanto, Einstein inlent6 convertir el punto de vista de Planck de que sola
mente los osciladores
42-l l
m__:_
Absorciim
EmisiOnespontii.nea
~"=~--;:'-EmisiOninducida deF~~er:~-~eu~~~:~c~~nes entre dos niveles
de materia estaban cuantizados, a la idea de que la luz era realmente fotones y podia
ser considerada de alg(m modo coma particulas con energia /fw. Ademils, Bohr
habia indicado que cualquier sistema de <itomos tiene niveles de energia, pero
que 6stos no se encuentran necesariamente igualmente espaciados como el oscilador
de Planck. Asi que fue necesario volver a derivar o por lo menos volver a discutir
la ley de radiaci6n desde un punto de vista cuilntico mas completo.
Einstein supuso que la f6rmula de Planck estaba bien y la us6 para obtener
alguna informaci6n nueva., desconocida anteriormente, acerca de la interacci6n de
la radiaci6n con la materia. Su discusi6n fue como sigue: Consideren dos cualesquiera de los muchos niveles de energia de un :'ttomo, digamos Jos niveles m-6simo
y n-6simo (Fig. 42-2). Ahora bien, Einstein propuso que cuando luz de frecuencia
apropiada incide sabre ese :itomo, 6ste puede absorber ese fot6n de luz y efectuar
una transici6n <lei estado n al m, y que la probabilidad de que ocurra asi por segundo depende naturalmente, de los dos niveles, pero es proporcional a Ia intensidad de la luz que est:i incidiendo. Llamemos a esta constante de proporcionalidad
Bnm' simplemente para tener presente que no es una constante universal de la naturaleza, sino que depende del par particular de niveles: algunos niveles son
f:iciles de excitar y otros dificiles. Ahora bien, (.cuti.l va a ser la fOrmula para la
probabilidad de emisi6n de m a n? Einstein propuso que debe constar de dos partes.
En primer lugar, aun cuando no hubiese luz presente, habria alguna probabilidad
de que un :itomo en un estado excitado pasase a un estado m:is bajQ emitiendo
un fot6n; a esto !o llamaremos emisi6n espontdnea. Es ana!ogo a la idea de que
un oscilador con una cierta cantidad de energla, aun en fisica cl:isica, rro la
guarda sino que la pierde por radiaci6n. Asi, lo an:ilogo de la radiaci6n espontinea
de un sistema cl:isico es que si un ittomo estit en un estado excitado hay una
cierta probabilidad Arnn> que tambifo depende de los niveles, de que baje de m a n
y esta probabilidad es independiente de si hay luz iluminando el :itomo o no. Pero
entonce~ Einstein fue mis lejOS y mediante la comparaciim con la teoria clisica y
otros argumentos concluy6 que la emisi6n tambien se vela influenciada por la presencia de luz --que cuando la luz de frecuencia apropiada ilumina el :itomo, este
tiene una probabilidad mayor de emitir un fot6n, la cual es proporcional a la intensidad de la luz, con la constante de proporcionalidad Bm,,-· Mils tarde, si deducimos que este coeficiente es cero, habremos demostrado que Einstein estaba
equivocado. Pero, naturalmente, encontraremos que tenia raz6n.
AsL, Einstein supuso que hay tres clases de procesos: una absorci6n proporcional a la intensidad de la !uz, una emisi6n proporcional a la intensidad de la
luz Hamada emisi6n inducida y algunas veces emisi6n estimulada, y una emisi6n
espontitnea independiente de !a luz.
Supongan ahora que tenemos, en el equilibria a una temperatura T, un cierto
nUmero de titomos Nn en cl estado n y otro nUmero Nm en el estado m. Entonces,
el nUmero total de :itomos que van a pasar de n a m es el nUmero de los que est<i.n
en el estado n
42-12
por Ja probabilidad por segundo de que si uno esta en n pase a m. La f6rmula para
el nU.mero de Jos que van a pasar de n a m por segundo es:
(42.13)
Del mismo modo, el nU.mero de los que pasar<in de m a n se expresa, como el nU.mero Nm de los que est an en m multiplicado por la probabilidad por segundo de
que cada uno baje a n. La expresi6n es
R,,, . .,,
~
N ... [A ... .,
+
B.,,l(w)].
(42.14)
Supondremos ahora que en el equilibrio termico el nU.mero de ;homos que suben
debe ser igual al nU.mero de los que bajan. Por lo menos es un modo de asegurarse que el nU.mero de :homos permanezca constante en cada nivel"'. Consideramos
entonces que estas dos probabilidades son iguales en el equilibrio. Pero tenemos
aUn otra informaci6n: sabemos lo grande que es Nm comparado con N" -su cociente
es e-iEm-E.llkT-. Ahora supuso Einstein que la lmica luz que efectivamente produce
la transici6n de n a m es aquella que tiene la frecuencia correspondiente a la diferencia de energia, por lo que Em-E~ = ffw en todas nuestras f6rmulas. Entonces
(42.15)
Y si igualamos las dos probabilidades, N 11 B,.,,,I(r,1) = 1V,..[A"'"-,. Bmnl(w)] y
dividimos por N.,,, obtenemos
B .,nl(w)ell"'/kT = A,,,,.
Bmnl(w).
(42.16)
A partir de esta ecuaci6n, podemos calcular l(r,,). Es simplcmente
+
1
l(w) =
~-~.,,4?----Bnme
-
B,,.,.
·
(42.17)
Pero Planck nos ha dicho antes que la formula debe scr (42.12). Por lo que podemos
que de otra forma
deducir algo: en primer lugar, B,,,,, debe ser igual a B,,,,,,
no podemos obtener (efl,,,/J.T _. J). Asl, Einstein dcscubriO
cOmo calcular, en especial que fa probabifidad de emisiOn
de absorci6n deben ser iguales. Esto es interesante. Y
(42.12) concuerden,
debe ser
(42.18)
Asi, por ejemplo, si conocemos la probabilidad de absorci6n para un nivel dado.
podemos deducir la probabllidad de emisi6n espont.iinea y la de emisi(m inducida o
cualquicr combinaci6n.
Hasta aqui es hasta donde Einstein o cualquier otro podia llegar usando tales
ra]'.Onamientos. Hoy en dia. computar la probabilidad absoluta Jc cmisi6n csponti1·
nea o las otras probabilidades para cualquier transici6n at()mica especifica requiere,
naturalmente, un conocimiento de la maquinaria del ittomo. llamada electrodinitmica
cuilntica, que no sc dcscubri6 hasta once aiios mils tarde. Este trabajo de Einstein
sehizoen 19!6.
'" Este no es el Unico modo de arreg!itrnoslas para mantcner con st ante el numero de iHomos
en los diversos niveles. pero es el que fum.:iona. El hecho de queen cl equilibri(1 tCrmico cada proceso debaser balanceado por su opuesto exacw e., lo que se llama principio de halairce detal/ado.
42-13
La posibilidad de emisi6n inducida ha encontrado actua!mente aplicaciones interesantes. Si hay luz presente, tenderil a inducir la transici6n hacia abajo. La
transiciOn aliade su fir,J a la energia de luz disponible. si hay algunos ittomos situados en el estado superior. Podemos., hacer, mediante algUn metodo no termodinilmico, que un gas tenga el nUmero en el estado m mucho mas grande que el nUmero en
el estado n. Esto estil muy lejos de! equilibr:io y no est3. dado entonces por la
fOrmula cn,,.;rr de\ equilibria. Tambien podemos hacer que el nUmero en el estado
~uperior sea muy grande, mientras que el de! estado inferior sea prilcticamente cero.
En este caso, la luz que tlene !a energia correspondiente a la diferencia de energias
Em-En no seril fuertemente absorbida, ya que no hay muchos il.tomos en el estado
n que la puedan absorber. Por otro !ado. cuando esta luz estil presente. jinduciril !a
emisi6n desde este estado superior! Por !o tanto. si tenemos muchos ii:tomos en el
estado superior. habrit una especie de reacci6n en cadena en la cual. dcsde el momenta en que los il.tomos comiencen a emitir, otros mils se veritn forzados a emitir
y todo el conjunto de iltomos caeril de golpc. Esto es lo que se llama un ldser o,
en el caso del infrarrojo !ejano. un mGser.
Fig. 42-3. Exc1tando un estado mas alto
h, mediante !uz azul d1garnos, que puede
Awl
Roja,luzdell<lser
emitir un fot6n dejando atomos en el estado
m, e! nUmero en este estado se hace lo suftc1entemente grande como para comenzar la
acc16n l<!ser
Se pueden usar diversos artif,cios para obtener los <i.tomos en el estado m. Podria
haber mve!cs mils altos a los cuales los iitomos podrian ir si ilumin:isemos con un
haz fuerte de Juz de alta frecuencia. De esto~ nivcle~ podnan gotcar emitlendo
varios fotones, hasta que todos se queden parados en e! estado m. Si tienden a permanecer en e! estado m sin emitir, el estado se llama metastable. Y luego se hace
que todos caigan de golpe por emisiones inducidas. Otro punto tecnico mils: si colocamos este sistema en una caja ordinaria. radiaria espont:ineamente en tantas direcciones diferentes, comparado con el efecto inducido. que aim tendriamos problemas.
Pero podemos acrecentar el efecto inducido, aumentar su eficiencia, colocando
espejos casi perfectas en cada !ado de la caja, de modo que la luz que es emitida
tenga otra oportunidad, y otra oportunidad, y otra oportunidad, de induclr mils emi·
siOn. Aunque los espCJOS son casi un den por ciento reflectores. hay una pequelia
cantidad de transmisiOn y un poco de luz sale fucra. Al final. a causa de la conservaci6n de la energia, toda la luz sale uniformemente en una linda linea recta, !o cual
da lugar a los haces de luz intcnsos que son posibles hoy en dia con los !ii.seres.
42-14
43
Difusion
43- I
Colisiones entre moleculas
43.4
Conductividad iOnica
43-2
El camlno llbre medio
43-S
Difusi6n molecuJar
43·3
La veloeidad de arrastl'f'
43-6
Conductividad tCrmica
43-1 Colisiones entre molCculas
Hasta ahora s6lo hemos considerado !os movimientos moleculares en un gas
que se encuentra en equilibria tfrmico. Ahora queremos estudiar lo que ocurre
cuando se estii cerca del equilibria, pero no exactamente en el equilibria. En un estado muy apartado del equilibria, las cosas son extremadamente complicadas, pero
muy cerca de! equilibria podemos examinar filcilmente lo que sucede. Para verlo
debemos, sin embargo, volver a la teoria cinetica. La mecilnica estadistica y la termodinilmica se ocupan de! estado de equilibria, pero fuera del equilibria s6Io podemos analizar lo que ocurre iltomo por 3.tomo, por asi decir.
Como ejemp!o sencillo de una situaci6n de falta de equilibria, consideraremos
la difusi6n de iones en un gas. Supongan que en un gas hay una concentraci6n rela·
tivamente baja de iones -mol6culas cargadas el6ctricamente-. Si aplicamos un
campo elOCtrico al gas, sobre cada ion actuarii una fuerza que es diferente de las
fuerzas entre las mol6culas neutras del gas. Si no hubiera otras mol6culas presentes,
un ion tendria una aceleraci6n constante hasta alcanzar la pared de! redpiente. Pero
no lo puede hacer debido a la presencia de las otras mol6cu!as; su velocidad aumenta tinicamente hasta que choca con una mo!Ccu!a y pierde su momentum. Comienza
de nuevo a adquirir mayor velocidad y de nuevo pierde su momentum. El efecto
resultante es que un ion se abre camino a lo largo de una trayectoria irregular,
aunque con un movimiento neto en la direcci6n de! campo elCctrico. Veremos que el
ion experimenta un "arrastre" media, con una velocidad media proporcional al campo e!Cctrico- cuanto mils intenso es el campo elCctrico, mils nipido va. Mientras el
campo estil. ap!icado y mientras el ion se estit moviendo, no estii, por supuesto, en
equilibria t6rmico: estit tratando de llegar al equilibria, que consiste en quedarse
en el extrema del recipiente. Podemos ca!cular la velocidad de arrastre por media de
!a teoria cinCtica.
Resulta que con la matemittica que sabemos actualmente, en rea!idad no podemos calcular con precisiOn lo que sucederit, pero podemos obtener resultados aproximados que muestran los rasgos esenciales. Podemos descubrir c6mo varian !as cosas
con la presi6n,
43-1
con la temperatura, etc., pero no seril posible obtener exactamente los factores numericos correctos que hay delante de todos los terminos. En consecuen_:ia, en nuestras
derivaciones no nos preocuparemos del valor preciso de los factores numb-icos. SOio
se los puede obtener con un tratamiento matemiltico mucho mils refinado.
Antes de considerar Jo que sucede cuando no hay equilibria, tendremos que examinar un poco mils de cerca lo que pasa en un gas en equilibria termico. Tendremos
que conocer, por ejemplo, cuill es el tiempo media entre colisiones sucesivas de una
mo!Ccula.
Cualquier mol&:ula experimenta una serie de colisiones con otras moleculas -naturalmente que al azar-. En un largo periodo de tiempo T, una mol&::ula determinada
sufriril un cierto nU:mero N de choques. Si duplicamos la duraciOn del intervalo habril
el doble de choques. Luego, el nUmero de colisiones es proporciona\ al tiempo T. Lo
escribiremos asi:
N = T/T
(43.1)
Hemos escrito la constante de proporcionalidad en la forma 1/T, donde T tiene dimensiones de tiempo. La constante T es el tiempo media entre colisiones. Supongan, por
ejemplo, que hay 60 colisiones en una hora; T es entonces un minuto. Diriamos que
T (un minuto) es el tiempo medio entre las colisiones.
Muchas veces deseamos hacer la siguiente pregunta: "lCuill es laprobabilidad
de que una mol&:ula experimente una colisi6n en el siguiente intervalo pequeiio de
tiempo dt?"La respuesta, que la podemos entender intuitivamente, es dth. Pero tratemos de hacer un razonamiento mcl.s convincente. Supongan que habia un gran nU:mero
N de moleculas. l Cuil.ntas tendriln colisiones en el siguienteintervalo dt ?Si hayequilibrio,
nada varia en promedio con el tiempo. Por lo tanto, N moleculas esperando durante" dt
sufririln el mismo nU:mero de colisiones que una molOCula durante el tiempo N dt.
Sabemos que ese nUmero es N dth. Luego, el nUmero de choques de N molOCulas
es N dt h en el tiempo dt y la probabilidad de un choque para cualquier molecula es simplemente l/N por ese valor, o sea (I/N) (N dt/T)=dth, como habiamos
supuesto mils arriba. Es decir, la fracci6n de moJeculas que sufririn una colisi6n
en el tiempo dt es dth. Para dar un ejemplo, si T es un mlnuto, la fracciOn de
moleculas que sufriril colisiones en un segundo es 1 /60. Esto significa, naturalmente,
que I /60 de las molOCulas estim por casualidad lo bastante cerca de donde van a chocar como para que sus colisiones ocurran en el minuto siguiente.
Cuando decimos que T, el tiempo medio entre colisiones, es un minuto, no queremos decir que todas las colisiones ocurririm a interva\os exactos de un minuto
Una particula determinada no tiene una colisi6n, espera un minuto y tiene otra colisi6n. Los tiempos entre colisiones suce~ivas son completamente variables. No lo
necesitaremos para el trabajo que sigue, pero podemos hacer una pequefia digresi6n
para contcstar la pregunta: "i,Cuiles son los tiempos entre colisiones?" Sabemos
que para el caso anterior, el tiempo medio es un minuto, pero nos gustaria saber,
por ejemplo, cuil.l es la probabilidad de que no tengamos ninguna colisi6n durante
dos minutos.
Encontraremos la respuesta a la pregunta general: "(.Cui.I.I es la probabilidad de
que una moJecula ande durante un tiempo t sin tener una colisiOn?" En un instante
arbitrario --que llamamos t = 0-comenzamos a obser.,rar una mo!ecula determinada.
lCuil.les
43-2
la probabilidad de que llegue has ta t sin chocar con otra molOCula? Para calcular esta probabilidad, observamos lo que est<i ocurriendo con todas las N 0 moIOCulas dentro de un recipiente. Despues de haber esperado un tiempo t, encontraremos que algunas habr8.n tenida colisiones. Sea N(t) el nUmero que no ha tenido
colisiones hasta el instante t. N(t) es, por supuesto, menor que N0 • Podemas hallar
N(t) parque sabemos c6mo varia en el tiempa. Si sabemos que N(t) moleculas ban
Jlegado hasta t, el nUmero que llega hasta t + dt, N(t + dt), es menor que N(t) en el
nUmero que ha tenido colisianes durante dt. Hemos escrito mas arriba el nUmero
que colide en dt en funci6n de! tiempo media T: dN = N(t) dt/T. Tenemos la ecuaci6n
N(t
+ dt)
=
N(t)~·
N(I) -
(43.2)
La cantidad de! primer miembro, N(t + dl), se puede escribir, de acuerdo con las
definiciones de! c:llculo infinitesimal, en la forma N(t) + (dN/dt)dt. Hacienda esta
sustituci6n, la ecuaci6n (43.2) da
N(r)
dN(I)
dt=-7-·
(43.J)
El nUmero de las que se pierden en el intervalo dt es proporcianal al nUmero de las
presentes e inversamente proporcional a la vida media T. La ecuaci6n (43.3) se puede integrar f8.cilmente si la escribimos en la forma
dN(r)
dr
'fi(ij
(43.4)
Cada miembro es un diferencial exacto, por Jo que la integral es
In N(t) =
~t /T
+ (una constante),
(43.5)
que es lo mismo que
N(t)--= (canstante)e-1t•.
(43.6)
Sabemos que la constantc debe ser precisamente N 0, nllmero total de maleculas presentes, puesta que a t .,..,- 0, todas empiezan a esperar su colisi6n "siguiente". Podemos escribir nuestro resultado en la forma
(4J.7)
Si deseamos la probabilidad P(t) de que no haya colisiones, la podemos obtener
dividiendo N(t) par N0 :
(43.8)
Nuestro resultado es: la probabilidad de que una molCcula dctcrminada sobreviva
un tiempo t sin sufrir colisiones es e-t/T, donde Tes el tiempo media entre colisianes.
La probabilidad camienza en I (o sea ccrteza) en I --= 0 y disminuye a mcdida quc t
aumenta. La probabilidad de que la molecula evite colisiones durante un tiempo
igual a Tes e·· 1 = 0,37 ... La probabilidad de que lo haga durantc un ticmpo mayor
que el t1empa medio
43-3
es menor que un media. Eso est3. muy bien, porque hay bastantes molCcu\as
antes de chocar no sufren colisiones durante tiempos muchos mds largos quiu~
ti em po media, por lo que el tiempo medio puede seguir siendo T.
Al principio definimos T como el tiempo medio entre colisiones. El resultado
obtenido en la ecuaci6n (43.7) dice tambi6n que el tiempo libre entre un instante
inicial arbilrario y la colisi6n siguiente es tambiin T. Podemos demostrar este hecho
un tanto sorprendente de la manera que sigue. El nU.mero de mokculas que sufren
su colisi6n siguiente en e! intervalo dt a un liempo t a partir de un instante inicial
elegido arbitrariamente, es N(t) dt/T. Su '•intervalo de tiempo hasta la siguiente colisi6n" es, por supuesto, precisamente 1. El "tiempo medio hasta la colisi6n siguiente" se obtiene de la man era habitual:
tiempo medio hasta la colisi6n siguiente -
I
N__(f di.
Empleando el N(l) obtenido en (43.7) y calculando la integral, encontramos verdaderamente que T es el ticmpo medio desde cualquier mstante hasta !a colisi6n siguiente.
43-2
El eamino libre medio
Otro modo de describir las colisioncs moleculares es hablar. no de\ tiempo entrc
colisiones, sino de! camino que recorre la particu!a entre colisione5". Si decimos
el tiempo media entre colisiones cs T y que !a~ mokculas ticnen una velocidad
v, podemos esperar que la distancia media entre colisiones, que llamaremos sea
simplcmcnte cl producto de T y F. Esta distancia entre colisioncs se denomina comUnmente ('amino fibre mediv:
camino hbre medio l -
TV.
(43.9)
En este capitulo seremos un poco imprccisos acerca de qui clase de promedio
entendemos en cua\quier caso particular. Los diversos promedios posibles -el valor
medio, el valor medio cuadrii.tico, etc. son todos casi igua!es y difiercn en factorcs
cercanos a uno. Como de todas maneras se necesita un an3.lis1s detallado para obtener los factores numt':ricos correctos, no es prcciso que nos prcocupemos de qut':
promedio se necesita para cualquier problema en particular. Tambien podemos ad
vertir al !ector que los simbolos algebraicos que estamos usando para algunas
cantidades lis1cas (por ejemplo, I para el camino libre medio) no siguen una convenci6n de aceptaciOn general, pnnc1palrnente porque no hay acucrdo general.
Asi como la probabilidad de que una mol6cula tcnga una colisi6n en un intervalo
breve di es igual a dt/T, la probabilidad de que tenga una colisi6n a! recorrer una
distancia dx es dx/l. Usando los misrnos razonam1entos que anteriormentc, el lector
puede demostrar que la probabi!idad de que una mokcula recorra por lo mcnos una
distancia x antes de tener el choque siguicnte es e ' 11.
La d1stancia media que una mol6cu!a rccorre antes de chocar con otra -el cami
no libre media l- depender.il de cu.ilntas mo\eculas hay alrededor y de! "tamaii.o" de
~~:C~:~e~~la~~ e~1 ~~~~ ~~ ~0 =r~~;iL~1:ee~:~c~il~~c~a~i~~:l~~~~~n~:· ~~~-;~;::%~
eficaz de colisi6n '', el mismo concepto que se usa en la fisica nuclear o en problcmas
de dispersi6n de luz.
43-4
el area de colisiOn :s a c
el nUmero total de el irea total cubierta es on 0 dx
moleculas es n0 dx
Fig. 43-1.
Secci61"! eficaz de colisi6n.
Consideremos una particula en movimimento que recorre una distancia dx a
traves de un gas que tiene n0 dispersores (molfculas) por unidad de volumen
{Fig. 43-1). Si observamos cada unidad de ilrea perpendicular a la direcciOn de movimiento de la particula que hemos seleccionado, encontraremos que hay n 0 dx
molfculas. Si cada una presenta un area efectiva de colisiOn, o como se llama comllnmente, "secciOn eficaz de colisiOn" a,,, el area total cubierta por los dispersores
es a..nudxPor "secciOn eficaz de colisiOn" entendemos el area dentro de la cual debe estar
ubicado el centro de nuestra particula para que choque con una mo!Ccula determinada. Si las 1110Ifculf\s fuesen pequeiias esferas (representaciOn clilsica) esperariamos
que ac= n(r 1 + rJ2, donde r 1 y r 2 son los radios de los dos objetos que chocan. La
probabilidad de quc nuestra particula sufra una colisiOn es el cociente entre el il.rea
cubierta por las molfculas dispersoras y el il.rea total, que hemos tornado igual a
uno. Entonces, la probabilidad de una colisi6n al recorrer una distancia dx es simplemente a 0n 0 dx:
probabilidad de una colisiOn en dx = acno dx.
(43.IO)
Hemos visto mas arriba que la probabilidad de una colisi6n en dx tambifn se
puede escribir en funciOn del camino libre medio l como dx/l. Comparando esto con
(43.l), podemos relacionar el Camino libre medio con la secci6n eficaz de colisiOn:
(43.11)
que es m:is facil de recordar si la escribimos en la forma
(43.12)
Se puede interpretar que esta formula dice que debe haber una colisi6n, en promedio, cuando la particula recorre una distancia l ta! que las moteculas dispersoras
podrian cubrir exactamente el il.rea total. En un volumen cilindrico de !ongitud I y
base de il.rea unitaria, hay n 0 l dispersores; si cada uno tienc un .itrea Uc el il.rca total
cubierta es n0 lac, quc es precisamente una unidad de il.rea. Toda el .itrea no esta cubierta, naturalmente, porque algunas mokculas estin parcialmente escondidas detras
de otras. Es por csto que algunas mo!Cculas van m.its ana de l antes de tener una co
lisi6n. Es s6!o en promedio que las mo!fculas tienen una colisiOn cada vez que
recorren la distancia {. Podcmos determinar la secci6n eficaz de colisi{m ac a partir
de medidas dcl camino libre mcdio {, y comparar el resultado con cillculos basados
en una teoria detallada de la estructura at6mica. jPero esto ya es otro tema! Volvamos, pues, al problema de los estados fuera del equilihrio.
43-5
43-3
La velocidad de arrastre
Queremos describir lo que le sucede a una molecula, o a varias moleculas, que
en algim aspecto son diferentes de la gran mayoria de las moleculas de un gas. Nos
referiremos a las moleculas "de la mayoria" coma mo!OCulas "de fondo ~ y llamare
mos mo!eculas "especiales", o molOCulas S, para abreviar, a las molCculas diferentes
de las molOCulas de fondo. Una molecula puedc scr especial por cualquier nllmero
de razones: podria ser m3.s pesada que las molOCulas de fondo; podria ser un compuesto quimico diferente: podria tener carga ekctrica -es decir, podria ser un ion
en un fondo de molCculas no cargadas-. A causa de sus masas o cargas diferentes,
las moleculas S pueden estar sujetas a fuerzas diferentes de las que actllan sobre las
molOCulas de fondo. Considerando Jo que Jes sucede a estas moli:culas S podemos
comprender los efcctos fundamentales que entran en juego de manera similar en
muchos fen6menos diferentes. Para nombrar algunos: difusibn de gases, corrientes
eli:ctricas en baterias, sedimentaci6n, separaci6n centrifuga, etc.
Comencemos concentr3.ndonos en el proceso fundamental: una molCcula S en
un gas de fondo est3. sujeta a alguna fuerza cspecificable F (que podria ser, por
ejemplo, gravitacional o e\Cctrica) y ademtis a otras fuerrns no tan especificables
debidas a las colisiones con las molCculas de fondo. Querriamos describir el comportamiento general de la molecula S. Lo que le ocurrc, en detalle, es que se precipita
de un lado para otro a medida que choca continuamente con otras moleculas. Pero
si la observamos atentamente, vcmos que hay cierto avance en la direcci6n de la
fuerza F. Decimos que hay un arrastre superpuesto a su movimiento al azar. Querriamos saber cu3.J cs la velocidad tie su arrastre -su velocidad de arrastre-- debida
a la fuerza F.
Si comenzamos a observar una mo!ecula S en cualquier instantc, podemos csperar que estC en alguna parte entre dos colisiones. Adem3.s de la velocidad con quc
qued6 despues de su illtima colisi6n, esta adquiriendo una cierta componente de velocidad debido a la fuerza F. En un corto tiempo (un tiempo Ten promedio) esperimentar3. una colisi6n y empezar3. un .nuevo tramo de su trayectoria. Tendr3. una
nueva velocidad inicial pero la misma aceleraci6n debida a F.
Para no complicar las cosas por el momento, supondremos que despues de cada
colisi6n nuestra molCcula S tiene un comienzo completamente "nuevo ". Es decir
que no conserva el recucrdo de la accleraci6n pasada dcbida a F. Esta podria ser
una hip6tesis razonable si nuestra moli:cula S fuera mucho mas liviana que las moIOCulas de fondo, pero seguramente no es v3.lida en general. Mis adelante discutiremos una hip6tesis mejorada.
Por el momenta, entonces, nuestra hip6tesis es que la molOCula S sale dt: cada
co\isibn con una velu1Cidad que puede estar en cualquier direcci6n con igual probabilidad. La vdocidad imcial la llevarii. igualmente en todas direccioncs y no contribuir:i
a ninglln movimiento neto, por lo que no nos preocuparemos mils de su velocidad
inicial despues de una colisiim. Adem3.s de su movimiento al azar, cada mo!Ccula S
tendr3., en cualquier momento, una velocidad adicional en la direcci6n de la fuerza
F, quc ha adquirido desde su Ultima colisi6n. i,Cu3.J es el valor medio de esta parte
de la velocidad? Es simplemente la aceleraci6n F/m (donde mes la masa de la moli:cula S) multiplicada por el tiempo media transcurrido desde la Ultima colisi6n.
Ahora bien, el tiempo medio desde la Ultif1lll colis16n debe ser igual al tiempo medio
hasta la colisi6n siguiente, al cual hemos llamado
43-6
mils arriba. Por supuesto, la ve!ocidad media debida a F es precisamente lo que
hemos llamado velocidad de arrastre, por lo que tenemos la relaci6n
T
(43.12)
Esta relaci6n bilsica es el nudo de nuestro argumento. Puede haber alguna complicaci6n para determinar T, pero el proceso fundamental estit definido por la ecuaci6n (43.13)
Notar.itn ustedes que la velocidad de arrastre es proporcional a la fuerza. Desafortunadamente no hay ningUn nombre de uso general para la constante de
proporcionalidad. Se han usado difcrentes nombres para cada uno de !os diversos
tipos de fuerza. Si en un problema de electricidad la fuerza se escribe coma la
carga por el campo el6ctrico, F = qE, la constante de proporcionalidad entre la
velocidad y el campo e!Cctrico E se denomina comllnmente '"movilidad ". A pesar de
la posibilidad de un poco de confusiOn, uti\izaremos el tCrmino movilidad para el cociente entre la velocidad de arrastre y la fuerza, cualquiera que sea la fuerza. Escribamos
Varrnsuc= µF
(43.14)
en general, llamando movilidad a 11. SegUn la ecuaci6n (43.13) tenemos
µ =
T/111.
(43.15)
La movilidad es proporcional al tiempo media entre colisiones (hay menos colisiones
para frenar!a) e inversamente proporcional a la masa (mayor inercia significa menor
velocidad adquirida entre colisiones).
Para obtener el coeficiente numfaico correcto en la ecuaci6n (41.13), que est3.
correcta ml co mo esti, se necesita alglln cuidado. Sin intenci6n de confundir,
debcmos alin seilalar que los razonamientos tienen una sutileza que s6lo se puede
apreciar por medio de un estudio cuidadoso y detallado. Para ilustrar que hay dificultades a pesar de las aparicncias, repetiremos el camino que nos llev6 a la ecuaci6n (43.13) de un modo razonable pero errado (iY es el que se encontrara en
muchos !ibros de texto!).
Podriamos habcr dicho: el tiempo media entre colisiones es T. DespuCs de una
colisiOn la particula parte con una velocidad al azar, pero adquiere una velocidad
adicional entre colisiones que es igual a la aceleracion por el tiempo. Como tarda
el tiempo Ten llegar a la colisilm siguiente, llega con la vclocidmi (F/m)T. En el momenta de la colisi6n tcnia velocidad nula. Luego entre las dos colisiones tiene en
promedio una velocidad que es la mitad de la velocidad final, por lo que la velocidad
media de arrastre es ~FT/m. (iErrado!) Este resultado es incorrecto y el de la
ceuaciL1n (43.13) es correcto. aunque los argumentos puedan parecer igualmente
el segundo resultado estC errado cs alga sutil y tiene
satisfactorios. La razOn
razonamiento se hace como si todas las colisioncs estuque ver con lo siguiente:
vicsen ~cparada~ por e! intervalo media T. El hecho es que a\gunos tiempos son mils
corto~ y otros m~·is largos que el
medio. Los tiempos cortos se presentan
mcis n me1111do pero dan una
menor a la velocidad de arrastre porque
dan menos oportunidad de "ponerse a andar realmente ". Si se toma debida cuenta
de la distribuci611 de tiempos libres entre colisiones, ~e puede demostrar que no debe estar
el factor 1· obtenido en cl scgundo razonamiento. El error se cometi6 al tratar de relacionar mediante un argumento simple la velocidad final media con la velocidad
media misma.
43-7
La relaci6n no es simple, de modo que es mejor que nos concentremos en lo que queremos: !a velocidad media misma. El primer razonamiento que hicimos determina la
velocidad media directamente -iY correctamente!-. jPero quizits ahora podemos ver
por que en general no trataremos de obtener los coeficientes numericos correctos en
nuestras derivaciones elementales!
Volvamos ahora a nuestra hipOtesis simplificativa: cada colisi6n suprime el recuerdo de\ movimiento pasado --despues de cada co\isi6n se tiene una nueva partida-. Supongan que nuestra molecula S es un objeto pesado en un fondo de moleculas mils ligeras. Por lo tanto nuestra mokcula S no perderci su momentum "hacia
adelante .. en cada colisi6n. Serian necesarias varias colisiones para que su movimiento se "azarizara" de nuevo. En su lugar deberiamos suponer queen cada colisi6n -en cada intervalo T en promedio- pierde cierta fracciOn de su momentum. No
elaboraremos los detalles, sino que diremos simplemente que el resultado es
equivalcnte a reemplazar T, tiempo medic de colisi6n, por un T nuevo -y mils largoque corresponde al "tiempo media de olvido", el tiempo medio que tarda en olvidar
su momentum hacia adelante. Con esta interpretaci6n de T podemos usar nuestra
f6rmula (43.15) en situaciones que no son tan simples como la que supusimos iiiicialmente.
43-4
Conductividad iOnica
Apliquemos ahora nuestros resultados a un caso particular. Supongan que .tenemos un gas en un recipiente en el que tambien tiay algunos iones -iitomos o molCcu!as con una carga electrica neta-·. Mostramos esquemiiticamente !a situaci6n en la
figura 43-2. Si dos paredes opuestas del recipiente son p!acas metillicas, podemos
conectarlas a los terminales de una bateria y producir asi un campo elCctrico en el
gas. El campo elCctrico daril lugar a una fuerza sobre \os iones. por Jo que comenzaritn a desplazarse hacia una u otra de las placas. Se induciril una corriente e\Cctrica
y el gas con sus iones se comportar<i como un resistor. Cakulando el flujo de iones
a partir de la velocidad de arrastre podemos determinar la resistencia. Preguntamos
especificamente: ~c6mo depende el flujo de corriente elCctrica de la diferencia de
potencial V que aplicamos a las dos placas?
Fig. 43-2.
A la bateria de voltajc V
Comente elE!ctrica en un gas
iomzado.
43-8
Consideremos el caso de que nuestro recipiente es una caja rectangular de longitud b y secciOn transversal A {Fig. 43-2)- Si la diferencia de potencial, o voltaje,
entre una placa y otra es V, el campo eJOCtrico E entre las placas es V!b. (El potencial eli:ctrico es el trabajo que se hace al llevar una carga unitaria de una
placa a la otra. La fuerza sobre una carga unitaria es E. Si E es el mismo en todos
los puntos entre las placas, lo cua1 es una aproximaci6n suficientemente buena por
ahora, el trabajo realizado sobre una carga unitaria es simplemente Eb, de donde
V =Eb.) La fuerza especia1 sobre un ion de! gas es qE, de donde q es la carga de!
ion. La velocidad de arrastre del ion es entonces I' por esta fuerza, o sea
Varrastre =
µF = µqE = µq
f
(43.16)
Una corrientc eli:clrica I es el flujo de carga en la unidad de tiempo. La corriente
elOCtrica hacia una de las placas cstti. dada por la carga total de Jos iones que lleguen
a la placa en la unidad de tiempo. Si los iones se desplazan hacia la placa con la
velocidad varrasrre• los que estim dentro de una distancia (va.,-astr• • 1) llegariln a la
placa en el tiempo T. Si hay un n; iones por unidad de volumen, el nllmero que llega
a la placa en el tiempo Tes (n 1 -A · varra.mo • 7). Cada ion lleva una carga q, por lo que
tenemos
carga recogida durante T= qn;Ararrasirc T.
(43.17)
La corriente I es la carga recogida durante T dividida por T, de donde
(43.18)
Sustituyendo v=asire dada por (43.16), tenemos
I = µq1n;.
*
V.
(43.19)
Encontramos que la corriente es proporcional al voltaje, lo cual es precisamente la
fonna de la ley de Ohm, y que la resistencia Res la inversa de la constante de proporcionalidad:
l
, A
(43.20)
R=µqn;b·
Tenemos una relaci6n entre la resistencia y las propiedades moleculares n;, q y µ,
que a su vez depende de m y de T. Si conocemos n1 y q por mediciones at6micas, se
podria usar una medida de R para detenninar µ, y de µ tambii:n T.
43-5
DifusiOn molecular
Pasamos ahora a un problema y a un anillisis de diferente tipo: la teoria de la
difusi6n. Supongan que tenemos un recipiente con gas en equilibria ti:rmico y que
en alglin lugar del recipiente introducimos una pequeiia cantidad de gas de un tipo
diferente. Llamaremos gas "de fondo" al gas original, y gas "especial" al nuevo. El
gas especial comenzaril a extenderse
43-9
por todo el recipiente, pero lo hara lentamente debido a la presencia del gas de fondo.
Este lento proceso de extensi6n se llama difusi6n. La difusi6n esta controlada principalmente por los golpes que las molecu!as de! gas especial redben de las moleculas
de! gas de fondo. Despues de un gran nllmero de colisiones, las mo16culas especiales
acaban extendidas mils o menos uniformemente por todo el volumen. Debemos tener
cuidado de no confundir la difusi6n de un gas con el transporte macrosc6pico que
pue<le ocurrir debido a corrientes de convecci6n. Lo mas comUn es que la mezcla de
dos gases ocurra me<liante una combinaci6n de convecci6n y difusi6n. Ahora s6lo
estamos interesados en el caso en que no hay corrientes "de viento ''. El gas se extiende
Unicamente por los movimientos moleculares, por difusi6n. Queremos calcular a que
velocidad tiene lugar la difusi6n.
Calculemos ahora elflujo neto de mo!OCulas de! gas "especial'' debido a los movimientos mo\eculares. S6lo habra un flujo neto cuando hay una distribuci6n no
uniforme de las moieculas; de lo contrario todos los movimientos moleculares se
prome<liarian sin dar ningUn flujo neto. Consideremos primero el flujo en la direcci6n x. Para hallar\o consideremos un piano imaginario perpendicular al eje x y
contemos el nUmero de molfculas especiales que atraviesan este piano. Para obtener
el flujo neto, debemos contar coma positivas las mol6cu\as que cruzan en la direcci6n positiva de x y restar de este nUmero el de las que cruzan en la direcci6n x
negativa. Como hemos visto muchas veces, el nUmero de las que atraviesan el area
de una superfioie en un tiempo .1 Testa dado por el nllmero de las que al comienzo
de! intervalo .1 T estan en un vo!umen que se extiende a una distancla v.1 T del piano.
(Observen que aqui v es la verdadera velocidad molecular y no la velocidad de
arrastre.)
Simplificaremos nuestra algebra dando un circa unitaria a nuestra superficie.
Luego, el nUmero de mol6culas especiales que pasan de izquierda a derecha (tomando la direcci6n + x hacia la derecha) es n_ v .1 T, donde n_es el nltmero de moleculas
especiales que hay por unidad de volumen a la izquierda (a menos de un factor 2 o
algo asi, pero jestamos ignorando esos factores!). Anilogamente, el mimero que
cruza de derecha a Lzquierda es n+v.1T, donde n+ es la densidad numerica de
molOCulas especiales a ta derecha de! piano. Si llamamos J a la corriente molecular,
con lo cual entendemos el nujo neto de moJC.Culas por unidad de itrea y por unidad
de tiempo, tenemos
(43.21)
J = (n_ -
n+)v.
(43.22)
iQue usar para n_ y n-t ? Cuando decimos "la densidad a la izquierda",
ihasta que distancia a la izquierda entendemos? Deberiamos elegir la densidad en el
lugar desde donde las moteculas empezaron su "vuelo ", porque el nUmero de las
que empiezan esos viajes esta determinado por el nUmero de las que estitn presentes
en ese lugar. En consecuencia, debemos entender por n~ la densidad a una distancia
a la izquierda igual al camino libre media /, y por n+ la densidad a una distancia l
a la derecha de nuestra superficie imaginaria.
Es conveniente considerar que la distribuciOn espacial de nuestras moleculas especiales estit descrita por una funci6n continua de x, y y z que llamaremos n0 • Por
na(x, y, z) entendemos la densidad numerica de moleculas especiales en un pc4ueiio
elemento
43-10
de volumcn centrado en (x, y, z). En tCrminos den", podemos expresar la diferencia
(n+ - n_) en la forma
(n+ -
n_) =
~~,
Llx =
<!Ji· 21.
(43.23)
Sustituyendo este resultado en la ecuaci6n (43.22) y despreciando el factor 2, obteJ,.
=-Iv~·
(43.24)
Hemos encontrado que el flujo de moleculas especiales es proporcional a la derivada
de la densidad, o sea a lo que a veces se denomina "gradiente" de la densidad.
Esta c!aro que hemos hecho varias operaciones aproximadas. Ademits hemos dejado de \ado varios factores dos, hemos usado v donde deberlamos haber usado l',,y hemos supuesto que n+ y n _ se refieren a puntos a una distancia perpendicular l
de nuestra superficie, mientras que para las molfculas que no viajan perpendicularmente a! elemento de superficie, I deberia corresponder a la distancia oblicua desde la superficie. Es posible hacer todos estos refinamientos; el resultado de un
analisis mas cuidadoso muestra que el segundo miembro de la ecuaci6n (43.24) se
debe multiplicar por 1 I 3 • Luego, una respuesta mejor es
J
"
=_I!_~,
(43.25)
3 dx
Podemos escribir ecuaciones similares para las corrientes en las direcciones y y z.
La corriente J..- y el gradiente de densidad dn"/dx se pueden medir por media
de observaciones macrosc6picas. Su cociente determinado experimentalmeme se denomina "coeficiente de difusi6n" D. Esto es,
J,,
=
-D~i·
(43.26)
Hemos podido demostrar que para un gas es de esperar que
(43.27)
D =~·hi.
Hasta aqui, en este capitulo, hemos considerado dos procesos distintos: movilidad, o sea el arrastre de mo\eculas dcbido a fuerzas "de afuera ", y difusiOn, o sea el
extenderse determinado lmicamente por las fuerzas internas, las colisiones a! azar.
Hay, sin embargo, una relaci6n entre ellos, ya que ambos depcnden bitsicamente de
los movimientos termicos, y el camino !ibre media I aparece en ambos c<i.lculos.
Si en la ecuaci6n (43.25) sustituimos I=
VT
y
T
= µm, tenemos
(43.28)
Pero mv1 depende Unicamente de la temperatura. Recordemos que
!mv 2 = ikT,
(43.29)
por lo que
(43.30)
43-11
Encontramos que el coeficiente de difusi6n D es sencillamente kT por el coeficiente
de movilidad µ:
D ~ µkT.
(43.31)
Y resulta que el coeficiente numCrico en (43.31) es exactamente correcto -no es ne-cesario introducir factores adicionales para compensar nuestras operaciones aproximadas-. Podemos demostrar, en verdad, que (43.31) siempre debe ser correcta-aun
en situaciones complicadas (por ejemplo, el caso de una suspensi6n en un Jiquido)
donde los detalles de nuestro dtlculo simple no servirian de ninguna manera.
Para demostrar que (43.31) debe ser correcta en general, la deduciremos de un
modo diferente, empleando Unicamente nuestros principios b3.sicos de medtnica estadistica. Imaginen una situacii:m en que hay un gradiente de mo!eculas '·especiales"
y tenemos una corriente de difusi6n proporcional al gradiente de densidad, conforme
a la ecuacj6n (43.26). Aplicamos ahora un campo de fuerzas en la direcci6n x de
modo que cada moli:cula especial sienta la fuerza F. Conforme a la definici6n de
movilidad fl habra una ve!ocidad de arrastre dada por
(43.32)
Varrastre= µF.
SegUn nuestro razonamiento habitual, la corriente de arrastre (nUmero neto de moli:culas que atraviesan la unidad de area en la unidad de tiempo) sera
(43.23)
(43.34)
Ahora ajustamos la fuerza F de modo que la corriente de arrastre debida a F compense exactamente la difusi6n y no haya flujo neto de nuestras mo!Cculas especiales.
Tenemos Jx + larrastre = 0, o sea
D <!J&: = n,.µF.
(43.35)
En condiciones "de compensaci6n" encontramos un gradiente de densidad ftjo
(en cl tiempo) dado por
dn,.
a~
n"µF
--v·
(43.36)
jPero vean ustedcs! Estamos describiendo un estado de equilibrio por lo que
sirven las leyes de equilibrio de la meciinica estadistica. SegUn estas !eyes la probabilidad de encontrar una mo!Ccula en la coordenada x es proporcional a ru lkT,
donde U es la energia potencial. En funci6n de la dcnsidad numfrica n", esto significa que
(43.37)
, Si derivamos (43.37) respecto ax, encontramos
(43.38)
dn,,
c1-r
n., dU
- ktdx·
(43.39)
43·12
En nuestra situaci6n, coma la fuerza Festa en la direcci6n x, la energia potencial U
es simplemente -Fx, y -dU/dx = F. La ecuaci6n (43.39) da entonces
(43.40)
Esta es exactamente la ecuaci6n (40.2), de la cual dedujimos e-UlkT inicialmente.
por lo que volvemos al punto de partida. Comparando (43.40) con (43.36) obtenemos
exactamente la ecuaci6n (43.31). Hemos demostrado que la ecuaci6n (43.31), que da
la corriente de difusi6n en funci6n de la movilidad, tiene el coeficiente correcto y es
valida en forma muy general. La movilidad y la difusi6n estiln intimamente relacionadas. Einstein fuc el primero en deducir esta relaci6n.
43·6
Conductividad tc!rmica
Los metodos de !a teoria cinCtica que hemos estado emp!eando mas arriba tambien se pueden emplear para calcular la conductividad ti!rmica de un gas. Si cl gas
que estii en la parte de arriba de! recipiente esta mis caliente que el que estii abajo.
habril un flujo de calor desde arriba hacia abajo. (Consideramos que !a parte de
arriba estii mils caliente porque de otra manera se establecerian corrientes de con"
vecci6n y el problema ya no seria de conducci6n de! calor.) La transferencia del calor desde e\ gas mas ca\iente al miis frio se debe a Ja difusi6n de las mo\eculas "caJientes" -las de energia mayor- hacia abajo ya la difusi6n de las moleculas "frias"
hacia arriba. Para calcular el flujo de energia termica, podemos buscar la energia
transportada hacia abajo a traves de un elemento de superficie por las mo!ecuJas que
se mueven hacia abajo, y la energia transportada hacia arriba a travCs de dicho elemento por las mokculas que se mueven hacia arriba. La diferencia nos dara el flujo
neto de energia hacia abajo.
Se define la conduclividad t6-mica If como el cociente entre la rapidez con que
se transporta energla ti:rmica a travi:s de un Urea unitaria, y el gradiente de temperatura:
-~-q-2_ =-Kt}!_·
A dt
dz
(43.41)
Como los deta!!es de los dlculos son muy similares a los que hemos realizado antes
al considerar el flujo de corriente e!Cctrica en un gas ionizado, dejaremos al lector
como ejercicio demostrar que
K=~,
(43.42)
>-1
don de ()' ~ 1)kT es la energia media de una moJecula a la temperatura 7'.
Si usamos nuestra relaci6n nlac = I, se puede escribir la conductividad ca16rica
en la forma
K =
_
__I__ ~__'.!
'Y -
1 Ur
•
(43.43)
T enemas un resultado bastante sorprendente. Sabemos que la velocidad media
de las moli:culas de gas depende de la temperatura pero no de la densidad. Es de
esperar que ac s6!o dependa de! tamalio de las mo!Cculas. Por lo tanto, nuestro
simple resultado dice que la conductividad ti:rmica If (y por lo tanto, la rapidez de
flujo de calor en cualquier circunstancia particular)
43-13
jes independiente de la densidad de! gas! La variaciOn del nllmero de "portadores"
de energia con una variaciOn de la densidad estti compensada por la distancia mayor
que Jos ''portadores" pueden andar entre colisiones.
Se podria preguntar: "t.Es el tlujo de calor independiente de la densidad de! gas
en el Jimite de la densidad tendiendo a cero? (.Cuando no hay nada de gas?" iPor
cierto que no! La formula (43A3) fue obtenida, como todas las otras de este capitulo, en la hipOtesis de que el camino libre media entre colisiones es mucho menor
que cualquiera de las dimensiones de! recipiente. En cuanto la densidad de! gas es
tan baja que una mol6cula tiene una buena' probabilidad de cruzar de una pared
a otra de! recipiente sin tener una colisiOn, dejan de ser vtilidos todos los citlculos
hechos en este capitu!o. En esos casos debemos vo!ver a la teoria cinetica y calcular
de nuevo los detalles de lo que ocurrir3..
43~14
44
Leyes de la termodintimica
44-1
Maquinas tfrmicas: primera ley
44-4
Eficiencia de una maquina ideal
44-2
Segunda Icy
44-5
Temperatura termodinilmica
44-3
M3quinas reversibles
44-6
Entropia
44-1
MHquinas tCrmicas; primera ley
las propiedades de la materia desde un
m.1s o menos lo que succderit si supoque obedecen ciertas !eyes. Hay,
cntre
propiedades de las sustancias que
se pucden calcular
tencr en cuenta una estructura detallada de los materiales. La
determinaci6n de las relacioncs entrc las diversas propicdades de los materiales, sin
tener en
interna, es el objeto de la termodincimica. La termodih.stoncam<,nte. antes de que sc hubiese alcanzado una commatena.
44-1
Ahora bien, nuestro instinto nos puede sugerir que si calentilsemos una banda, esta
podria encogerse; que el hecho de estirar una banda la caliente podria implicar que
el calentarla causase su contracci6n. Y en realidad, si aplicamos una llama de gas a
una banda elilstica que sostiene un peso veremos que la banda se contrae abruptamente (Fig. 44-1). Por consiguiente es verdad que cuando calentamos una banda
elilstica, se encoge y este hecho esta ciertamente relacionado con el otro de que
cuando le suprimimos la tensi6n, se enfria.
Fig. 44-1
La banda el8st1ca calentada
La maquinaria interna de la goma causante de estos efectos es bastante complicada. La describiremos con alguna extensi6n desde un punto de vista molecular,
aunque nuestra principal intenci6n en este capitulo sea entender ta relaci6n de estos
efectos independientemente de! modelo molecular. A pesar de ello, podemos mostrarles a partir de! modelo molecular que estos efectos estiin intimamente relacionados. Un modo de entender el comportamiento de la goma es reconoccr que esta
sustancia consiste en un gran enredo de cadenas largas de mol6culas. una especie de
"espagueti molecular", con una complicaci6n adicional; entre las cadenas hay en\aces --como un espagueti que algunas veces se suelda con otro cuando lo cruza--,
magnifico enredo. Cuando tiramos de ta! enredo, algunas de las cadenas tienden a
alinearse en la direcci6n de! tir6n. Al mismo tiempo, estarido las cadenas en movimiento ti:rmico chocan continuamente una con otra. De lo que se siguc que si se ha
alargado una cadena, no permaneceni por si misma alargada ya que las otras cadenas y mo!6culas la golpeariln lateralmente y tenderia a encogcrse de nuevo. Asi, la
verdadera raz(m por la que una banda elist.i.ca tiendc a contraerse cs 6sta: cuando
se tira de ella, las cadenas se alargan y las agitaciones tfrrnicas de las mo!eculas
circundantes t1enden a contraer las cadena& y hacer quc sc acorten. Sc puede apreciar que si se mantiene las cadenas estiradas y se aumenta !a temperatura, con lo
que tambi6n se aumenta la intens!dad del bombardeo airededor de la~ cadenas, Cstas tienden a encogcrse y son capaces de arrastrar un peso mils grande cuando ~e
las calienta. Si se le permite a una banda elilstica que se relajc, despuCs de haber
estado estirada por algUn tiempo, cada cadena se suaviza y las mo16culas que !a gol
pean pierden cnergia a medicia que golpean la cadena que se relaja. Por lo cual, la
temperatura c&.e.
Hemos visto c6mo se puede relacionar estos dos
!entamiento y enfriamiento durante la rclajaci6n,
seria un tremendo desafio para e!la determinar la
driamos que saber cuilntas colisiones ocurririan
nas, y tendriamo<> que tcner en cuenta otras
nismo detallado es tan comp!ejo que no podemos
tc lo que sucede mediante la teoria cmCt1ca; aun
dctcrmmada entre 105 dos
'°"'""'"'"'""
efectos que observamos sin conocer nada de la maquinaria interna!
Todo el objeto de la termodinimtlca depende esencialmente de la siguiente consideraci6n: ya que una banda elastica es "m3.s fuerte" a altas que a bajas temperaturas, deberla ser posible levantar pesos y hacerlos girar y, por lo tanto, rcalizar un
t:abajo con calor. De hecho, hemos vista ya experimentalmente quc una banda
calentada puede levantar un peso. El estudio de c6mo se realiza trabajo con calor es
el comienzo de la ciencia de la termodinfunica. t,Podemos hacer que una milquina
que utiliza el efecto de calentamiento de una banda realice trabajo? Se puede construir una m;iquina que parece tonta y que realiza esto exactamente. Consiste en una
rueda de bicicleta en la que todos los radios son bandas el3.sticas (Fig. 44-2). Si calentamos las bandas de un lado de la rueda con un par de 13.mparas, las bandas se
hacen '·mas fuertes" que las del otro !ado. El centro de gravedad de la rueda se
desviar3. a un !ado, apartilndose del eje, por lo que la rueda girarli. A medida que
gira, bandas frias se mueven hacia cl calor, y las calientes sc alejan y se enfrian, y de
ese modo la rueda gira despacio mientras tengamos aplicado calor. La eficiencia de
esta milquina es extremadamcnte baja. Cuatrocientos vatios de potencia se meten en
las lilmparas, iY solamente es posible levantar una mosca con esa mtiquina! Una
cuesti6n mtis intcresante es si podemos o no obtener calor para realizar trabajo de
maneras mils eficientes.
Fig. 44-2.
el<lstica
La milquina tl!rmica de banda
La ciencia de la termodinilmica comenz6, en realidad, con un anil.lisis que el
gran ingeniero Sadi Carnot hizo de! problcma: c6mo construir la milquina mejor y
mils cficiente: y 6ste es uno de los pocos casos famosos en los que la ingcnieria ha
contribuido fundamentalmente a la tcoria fisica. Otro ejcmplo que nos viene a la
mernoria es cl aniilisis mils reciente de la teoria de la informaci6n por Claude ShanEntre parCntesis. resulta que estos dos anilisis estiln intimamente relacionados.
bicn, e! modo en que una miiquina de vapor trabaja ordinariamcnte cs
que
de un fuego evaporn agua y el vapor asi formado se expande y empuja
un
que hace que una rueda gin:. Asi que el vapor empuja el pist6n -z.y enlonces quf?-. Hay que terminar el trabajo: un modo tonto de completar el ciclo
seria dejar que el vapor cscapase al aire, pero entonces hay que cstar suministrando
agua. Es mils barato -mils eficicnte- enviar el vapor a otra caja, donde se lo condensa mediantc agua fria, y entonces bombear
44-3
el agua de nuevo a la caldera de modo que circu!e continuamente. Se suministra,
pues, calor a ia mitquma y se lo convierte en trabajo. Pero. (.no seria mejor usar alcohol? LQuC propiedad deberia tener una sustancia para que la maquina fuese la mejor posible'! E~ta fuc la pregunta que Carnot se hizo y uno de los resultados adicionalcs fue el descubrimiento del tipo de relaci6n que hemo5 explicado antes.
Los resultados de la termodinUmica estim todos implicitamcnte contcnidos en
c1ertas proposiciones, aparentemente simples, llamadas !eyes de la termodiruimica.
En la Cpoca en quc vivi6 Carnot, la _p_rimera ley de la termodinftm1ca, la conservas_0.ruJi;: !a energia, no era conocida. Los razonamientos de Carnot, sin embargo, fueron hechos tan cuidadosamente que jSon vatidos aunque en su Cpoca no se conociesc la primcr,a ley ! AlgUn ti em po despuCs, Clausius hizo una derivacicin mas sencilla
y que se pudo entender mas racilmente que el razonamiento tan sutil de Carnot.
Pero resull6 quc Clausius ~upuso, no la comervacicin de la energia en general, sino
que cl ca/or se conscrvaba de acucrdo a la teoria cal6rica, que sc demostr6 mils
tarde que era falsa. Por esto se ha d1cho con frecucncia que el razonamiento de Carnot era errcineo. Pero su razonamiento era totalmente correcto. Solamente la vcrs16n
simp!ificada de Clausius, que todo cl mundo lee, era incorrecta.
Asi, pues, jla llamada segunda ley de la termodin<lmica fue descubierta por Carnot &ntes que la primera ley! Seria intcrcsante darles el razonamicnto que hizo
Carnot sin usar la primera ley, pero no lo haremos porque queremos aprender fisica
y no historia. Usarcmos la pnmera Icy desde el principle, a pesar de que sc pucde
hacer una gran cantidad de cosas sin ella.
Comencemos estableciendo la primera Icy , la comervaci6n de la encrgia: si se
tiene un sistema y se lo calienta y se realiza trabajo sobrc er, entonces su energia
aumenta en el calor que se le ha dado y en el trabajo que se ha efectuado. Podemos
escribir esto como siguc: El calor Q dado al sistema mils el trabajo W cfcctuado
sobre el s1stema. es el aumcnto de energia U dcl mismo; esta encrgia se !lama a veces energia mterna:
(44.l)
VariaciOn de U=- Q + W
La variaci6n de Use puede representar c0mo ai'iadiendo un poco de calor .1Q y aiia
d1endo un poco de trabajo .1. W:
!!.U = 6Q + !!.W,
(44.2)
quc cs la forma diferencial de la misma Icy. Sabcmos esto muy bien por un capitulo
anterior.
44-2
Segunda ley
Ahora, i,Y quC pasa con la segunda ley de la termodinitmica'! Sabcmo~ que si
realirnmos un trabajo contra el roce, digamos, el trabajo perdido es igual al calor
producido. Si realizamos trabajo en una habitaci6n a tempcratura Ty lo realizamos
muy dcspacio, la temperatura de la habitaci6n no cambia mucho y hemos convertido trabajo en calor a una tcmperatura dada. LQuC hay de la pos1bilidaJ mversa?
LES pos1ble convenir calor en trabajo a una tempcratura dada? La '.;:cgunda ley de la
~ermodinitmica afirma que no es posible. Seria muy conveniente que pudiCsemos
44-4
calor en trabajo simplemente invirtiendo un proceso como el de roce. Si consideramos solamente la conservaci6n de la energia, podriamos pensar que la energia cal6rica, como la de los movimientos vibracionales de las moteculas, podria dar un
suministro muy bueno de energia Uti\. Pero Carnot supuso que es imposible extraer
energia del calor a una sola temperatura. En otras palabras, si todo el mundo estuviese a la misma temperatura, no se podria convertir nada de su energia cal6rica en
trabajo: mientras que el proceso de convertir trabajo en calor puede ocurrir a una
temperatura dada, el proceso inverso de que el calor nos produzca trabajo no puede
ocurrir. Especfficamente, Carnot supuso que n? se _puede_ t.<;n_nar.3oa1or a una cierta_
temperatura y convertirlo en trabajo sin ningUn otro cambio en_ el sistema o_ en el
triedio ambiente.
La Ultima frase es muy importante. Supongan que tenemos una lata de aire comprimido a una cierta temperatura y dejamos que el aire se expanda. Puede realizar
un trabajo; puede, por ejemplo, mover un martillo. Se enfria un poco en la expansi6n, pero si tuviesemos un gran mar, como el oceano, a una temperatura dada ---un
dep6sito de calor- lo podriamos calentar de nuevo. Por lo tanto, hemos sacado calor
de! mar y hemos realizado un trabajo con el aire comprimido. Pero Carnot no estaba equivocado, ya que no lo hemos dejado todo como estaba. Si volvemos a comprimir el aire que dejamos expandir, encontraremos que estamos realizando un trabajo adicional, y cuando hayamos terminado descubriremos que no s61o no hemos
obtenido ningU:n trabajo de! sistema a la temperatura T, sino que realmente hemos
puesto alguno dentro. Debemos hablar solamente de situaciones en las que el resultadn neto de todo el proceso es sacar calor y convertirlo en trabajo, del mismo
modo que el resultado neto de realizar un trabajo contra el roce es tomar trabajo y
convertirlo en calor. Si nos movemos en un camino cerrado, podemos llevar el sistema precisamente a su punto de partida, con el resultado neto de que realizamos
trabajo contra el roce y produjimos ca1or. t,Podemos invertir el proceso? Accionen
un interruptor para que todo vaya al reves, t,es que el roce realiza trabajo en contra nuestra y enfria el mar? SegUn Carnot: ino! Por consiguiente, supongamos que
esto es imposible.
Si ello fuera posible, significaria, entre otras cosas, que podriamos sacar ca!or de
un cuerpo frio y d<i.rselo a un cuerpo caliente sin ningU.n gasto, por asi decir. Pero
nosotros sabemos que es natural que una cosa caliente de calor a una fria; si colocamos simplemente juntos un cuerpo caliente y otro frio, y nada mas, jnucstra experiencia nos asegura que no va a suceder que el cuerpo caliente se ponga mas Caliente y el frio mas frio! Pero podriamos obtener trabajo extrayendo calor del oceano, digamos, o de cualquier otra cosa a una sola temperatura, y ese trabajo se podria convertir de nuevo en calor mediante fricci6n a otra temperatura Por ejemplo,
el otro brazo de una maquina que produce trabajo podria estar frotando algo que ya
esta caliente. El resultado neto seria sacar calor de un cuerpo "'frio '', el oceano, y
darselo a un cuerpo caliente. Ahora bien, ~-a h_ip6te_sis de Carnot, segunda Jey de la
termodinamica, algunas veces se enuncia coffio sigue: El calor no puede, par si mismo, fluir de un objeto frio a uno caliente. Pero, como acabamos de ver, estos dos
enunciados son equivalentes: en primer lugar, que n,9 s~ P!!ede idear un proceso
cuyo Unico resultado es convertir calor en trabajo a una sola temperatura, y en segundo lugar que no se puede hacer que el calor por si mismo pase de un cuerpo
frio a uno caliente. U saremos principalmente la primera form a.
El analisis de Carnot de las maquinas tfamicas es muy semejante al razonamiento que hicimos sobre las m;iquinas elevadoras de peso en nuestra discusi6n de la
conservaci6n de la energia
en el capitulo 4. En realidad, dicho razonamiento tom6 como modelo el de Carnot
sobre las mii.quinas termicas, por lo que el presente anii.lisis Jes sonar.it muy parecido.
Supongan que construimos una m.iquina termica que conticne en alglln lugar
una "caldera" a una temperatura T.. Se saca un cierto calor Q 1 de la caldera, la milquina de vapor realiza algUn trabajo W, y tambien se entrega cierto calor Q2 a un
"condensador" a otra temperatura T 2 (Fig. 44-3). Carnot no dijo cu.into calor ya
que no conocia la primera ley, ni tampoco us6 la ley de que Q 1 era igual a Q 2 porque no creia en el!a. Aunque todo el mundo pensaba que de acuerdo a la teoria cal6rica los calores Q 1 y Q2 tendrian que ser igualcs, Carnot no lo dijo --esto es pane
de lo habilidoso de su razonamiento-. Si nosotros si usamos la primera Jey, encontramos que el calor entregado Q2 es iguaJ al calor sacado Q 1 menos el trabajo realizado W:
(44.3)
(Si tenemos una especie de proceso ciclico donde se devuelve el agua a la caldera
despues de haber sido con'densada, dircmos que hemos absorbido el calor Q 1 y
hemos realizado el trabajo W, durante cada ciclo, para una cierta cantidad de agua
que ha completado el ciclo.)
Fig. 44-3.
Mi!iquinaterm1ca
Ahora construiremos otra m.iquina y veremos si no podemos obtener mas trabajo entregando la misma cantidad de calor a la temperatura T 1, con el condensador
aim a la temperatura Tr Usaremos la misma cantidad de calor Q 1 de la caldera y
trataremos de obtener mti.s trabajo de! que obtuvimos de la m<iquina de vapor, quizii.s usando otro fluido, por ~ ejemplo alcohol.
44~3
Mii.quinas reversibles
Ahora debemos analizar nuestras milquinas. Hay una cosa clara: perderemos alga si las mitqumas contienen partes en las que haya roce. La mejor maquma sera
una sin roce. Suponemos, entonces, la misma idealizaci6n que hicimos cuando estudiiimos la conservaci6n de la energia, esto es, una milquina sin roce de ninguna
clase.
Debemos considerar tambien lo an&logo del movimicnto sin roce: transferencia
de ca!or "sin race". Si colocamos un objeto caliente a una alta temperatura junto a
uno frio, para que fluya el calor, entonces no es posible hacer que el calor fluya en
direcci6n opuesta mediante un cambio muy pequeiio en la temperatura de cualquiera
de los dos objetos. Pero cuando tenemos una mti.quina pr<i.cticamente sin race, si
la empujamos con una pequei'\a fuerza en una direcci6n, marcha en esa direcci6n,
y si la empujamos con una pequei'\a fuerza en la otra direcci6n, marcha en esa otra
direcci6n. Necesitamos encontrar lo an<ilogo aJ movirniento sin race: transferencia de
calor cuya direcci6n podemos invertir con s61o un cambio pequeiiito. Si la diferencia
de temperaturas es finita, ello es imposib!e, pera si nos aseguramos de que e! calor
fluya siempre entre dos cosas
44-6
esencialmente a. la misma temperatura, con una diferencia infinitesimal solamente
para que el flu10 vaya en la direcci6n deseada, se dice que el flujo es reversible
(Fig. 44-4). Si calentamos .un poco el objeto de la izquierda, el calor fluiril hacia
la derecha; si lo endriamos un poco, el calor fluiril hacia la izquierda. Por lo que encontramos que la milquina ideal es la llamada milquina reversible, en la que todo
proceso es reversible en el sentido que mediante cambios minimos, cambios infinitesimales, podemos hacer que la milquina vaya en la direcci6n opuesta. Esto significa que en ninglm lugar de la milquina debe haber roce apreciable, y queen ninglln
lugar de la misma debe haber un sitio donde el calor de los depOsitos, o la llama
de la caldera, este en contacto directo con algo decididamente mils frio o mils ca·
liente.
44-4.
Transferencia
reversible de calor.
Consideremos, pues, una milquina idealizada en la que todos los procesos son
reversibles. Para mostrar que ta! ccsa es posible en principio, !es daremos un ejemplo de un ciclo de miiquinas que puede ser o no pr:ictico, pero que por lo menos es
reversible seglln la idea de Carnot. Supongan que tenemos un gas en un cilindro
equipado con un pistOn exento de roce. El gas no es necesariamente un gas perfecto.
El fluido ni siquiera tiene que ser un gas, pero para especificar digamos que tenemos
un ghs perfecto. Supongan, tambifn, que tenemos dos fuentes de calor T, y T,
-dos cosas enormes que tienen ternperaturas fijas T, y T,-. Supondremos en este caso
que T 1 es mayor que T2• Calentemos primero el gas dejando que se expanda al mismo tiempo, mientras esta en contacto con la fuente de calor T 1• Mientras hacemos
esto, tirando de! pist6n muy despacio cuando el calor fluye dentro de! gas, nos aseguraremos de que la temperatura de! gas seril muy parecida a T 1• Si tiramos de!
pist6n muy ril.pido, !a temperatura del gas sed mucho mits baja que T 1 y asi el proceso no sera muy reversible, pero si tiramos de eJ Jo suficientemente despacio, la
temperatura de! gas nunca se apartara mucho de T 1• Por otro ]ado, si empujamos el
pist6n hacia dentro muy despacio, la temperatura serit solamente un infinitesimo mas
alta que T 1 y el calor sera devuelto. Vemos que una expansi6n isoterrnica de esta
clase (temperatura constante), efectuada despacio y suavemente, es un proceso reversible.
Para entcnder lo que estamos haciendo, usaremos una represcntaci6n (Fig. 44-6)
de la presi6n del gas en funci6n del volumen. Cuando el gas se expande la presi6n
cae. La curva marcada (l) nos dice c6mo varian la presi6n y el volumen si la temperatura se conserva ftja en T 1• Para un gas ideal esta curva seria PV = NkT1• Durante una expansi6n isotfarnica, la presi6n disminuye cuando el volumen aumenta
hasta que nos detenemos en el punto b. A! mismo tiempo, un cierto calor Q 1 debe
fluir desde el dep6sito al gas, ya que si el gas se expandiese sin estar en contacto
con el dep6sito, se enfriaria, como ya sabemos. Habiendo terminado !a expansi6n
ism6nnica, deteniendonos en el punto b, quitemos e! cilindro de! depOsito
44-7
~
m
1701
r,
•bw'1><d<filo<Q,~
P777l
T,
paso (I) Expansi6n isoti!rmica a T 1 ;
','
~
~
~
r,
Tl
paso (3) Compres16n isoti!-rmica a T ·
1,,!,.I
'"'"'"'"lo<Q,
"
~ ~ ~
~ompresi6n
paso (2) Expansi6n adiabittica; la t:mper,atut;t paso (4)
adiab<itica; r,
cae de T, a T 2
[a temperatura aumenta de T 2 a T 1
Fig. 44-5.
Pasos en el c1clo de Carnot
y continuemos la expam16n. Ahora no permitimos que entre calor en el cilindro.
De nuevo realizamos la expansi6n despacio, por lo que no hay raz6n para que no
podamos invertirla y suponemos de nuevo que no hay roce. El
contmUa expan
diendose y la temperatura d1sminuye, puesto que ahora no
el c!lindro.
temperatura
temperatura
bien cada paso,
y repetir el ciclo.
Vemos que en este diagrama hemos lie\ ado el gas alrededor
to, y durante el mismo le hemos dado Q 1 a la tempcratura
Q1 a la temperatura Ti· Lo intcresante es que cstc ciclo es
driamos representar todos los pasos al revCs. Podnamos
lugar de hac1a adelante: podriamos haber empcLado en el punto a, a
tcmpcrmura
7;, expandir seglln la cuna (4), expandtr al.in mas ha'ita la temperatura T absorbiendo calor Q2 • etc., haciendo el ciclo al TC\ cs. 51 completamos el ciclo en un sent1do, debemos cornumcarle trabajo al gas: ~i lo hacemo~ en cl otro 'ienndo cl ga~ n0~
devuelve el trabaJO.
44-8
L,o, -"------rJ
o,
~·&··
LI
o,-w
Fig, 44-6.
Cicio de Carnot
.
1
Areautil
o,-w'
Fig. 44-7. Maquina reversible A puesta a funcionar al reves por la maquina 8.
Entre parentesis. es facil calcular cuitl es la cantidad total de trabajo, ya que el
trabajo durante cualquier expansi6n es la presi6n por la variaci6n de volumen,
IPdV. En este diagrama particular, hcmos representado P verticalmente y V horiZontalmente .. Por consiguiente, si llamamos ya la distancia vertical y x a la horizontal, nos da (ydx -en otras palabras, e! itrea bajo la curva-. Por lo que el itrea bajo
cada una di= las curvas numeradas es una medida de! trabajo·cfoctuado por o sabre
el gas en el paso correspondiente. Es facil ver que el trabajo neto efectuado es el
area sombreada de la figura.
Ahora que hemos dado un solo ejemplo de una mit.quina reversible, supondremos que son posibles otras maquinas de la misma especie. Supongamos que tenemos
una mi\quina reversible A quc toma Q 1 a TP hace el trabajo W y entrega algUn calor a T 2• Supongamos ahora quc tenemos cualquier otra mitquina B, hecha por un
hombre, ya diseiiada o aUn no inventada, formada de bandas elitsticas, vapor o lo
que sea, reversible o no, que estit construida de ta! forma que toma la misma cantidad de calor Q1 a T1 y !o cede a la temperatura inferior Ti (Fig. 44-7). Suponemos
que la mti.quina B efectlla alglln trabajo W. Demostraremos ahora que W no es
mayor que W --que ninguna m3.quina puede efectuar mils trabajo que una reversible-. ~Por quf? Supongan que en realidad W fuese mayor que W. Entonces podriamos tomar el calor Q1 del dep6sito a T 1 y con la m3.quina B podriamos efectuar el
trabajo W y entregar algUn calor al dep6sito a T 2 : no nos importa cuitnto. Hecho
esto, podriamos ahorrar alga de! trabajo W, que se supone mayor que W; podriamos usar una parte W de fl y guardar el resto W - W para trabajo Util. Con el
trabajo W podr!amos hacer que la m3.quina A funcionase a! reves ya que es una
mtiquina reversible. Absorbed algUn calor de! dep6sito a Ti y devolveril Q1 al depOsito a T 1• Despufs de este doble ciclo, el resultado neto seria que hemos puesto todas las cosas como las teniamos al principio y que hemos realizado a!glln trabajo
adicional, W - W, y todo lo que ha.briamos hecho seria jextraer energia de! dep6sito
a T 1 ! Tuvimos cuidado de devolver el calor Q 1 al dep6sito a T1• Por lo tanto, dicho
dep6sito puede ser pequefto y estar ··dentro" de nuestra mftquina combinada A + B,
cuyo efecto neto es por lo demits extraer un calor neto W - W del dep6sito a T, y
r..:onvertido en trabajo. Pero obtener trabajo Util
-
44-9
de un dcpOsito a una sola temperatura sin 11ingU11 otro cambio e~ imposible de acucrdo a! postulado de Carnot; no se puede hacer. Por consigu1ente, ninguna m:lquma
que absorbe una cantidad determinada de calor a una temperatura mayor T, y la
entrega a la temperatura T, puede efectuar mas trabajo que una m3.quina reversible
trabajando bajo las mismas condicmm;s de temperatura.
Supongan ahora que la m3.quina B tambiri:n es reversible. Entonces, naturalmente,
no s6lo no debe ser W' mayor que W, sino que ahora podemos mvcrt1r el razonamicnto y demostrar que W no puede ser mayor que W. Por lo tanto, si las dos m3.quinas son reversibles, ambas debcn rcalizar la misma cantidad de trabajo y as! llegamos a la brillante conclusiOn de Carnot: si una m3.quina es reversible, no importa
cOmo estil diseiiada, porque la cantidad de trabajo que se obtendr<i si la m:iquina absorbe una determinada cantidad de calor a la temperatura T 1 y entrega calor a
alguna otra temperatura T 2 no depende en nada de! diseiio de la mdquina. Es una
propiedad de! mundo y no de una milquina en particular.
Si pudiri:semos encontrar la ley que determina cuilnto trabajo se obtiene cuando
se absorbe el calor Q1 a T 1 y se entrega calor a T1 , esta cantidad seria alga universal, independiente de la sustancia. Naturalmente que si conociri:scmos las propiedades
de una sustancia particular, podriamos calcularlo y decir entonces que todas las
demits sustancias dan la misma cantidad de trabajo en una mitquina reversible. Esta
es la idea clave, la pista mediante la cual podriamos encontrar, por ejemplo, la relaciOn entre cuilnto se contrae una banda elilstica cuando la calentamos y cuilnto se
enfria cuando la dejamos contraer. lmaginen que colocamos dicha banda en una
m<iquina reversible y hacemos que complete un ciclo reversible. El resultado neto,
cantidad total de trabajo efectuado, es esa funci6n universal, esa gran funci6n que
es independiente de la sustancia. Yemos asi que las propiedades de una sustancia
deben estar limitadas de un cierto modo; no se puede hacer todo lo que uno quiere,
o si no se podria inventar una sustancia que se pudiese usar para producir mas que
el mix.imo trabajo pennitido cuando se llevase en un ciclo reversible. Este pnnc1p10,
esta limitaci6n, es la {mica regla real que sale de la termodinilmica.
44-4
Eficiencia de una m3quina idea1
Ahora trataremos de encontrar la ley que determina el trabajo W en funci6n de
Q 1, T 1 y Tr Es obvio que Wes proporcional a Qp ya que si consideramos dos mitquinas reversibles en paralelo, ambas trabajando juntas y ambas m3.quinas doblcs, la
combinaci6n es tambiCn una mitquina reversible. Si cada una absorbe el ca!or QP las
dos juntas absorben 2Q 1 y el trabajo efectuado es 2 W, etc. Por lo que es razonable
que Wsea proporcional a Q1•
El siguiente paso importante es encontrar esta !ey universal. Podemos y queremos
hacerlo estudiando una mitquina reversible con una sustancia particular cuyas !eyes
conocemos, con un gas perfecta. Tambiri:n es posible obtener la regla med~ante un
razonamiento puramente 16gico, sin usar de ninglln modo una sustancia particular.
Esta es una de las piezas maestras de! razonamiento fisico y estamos deseosos de
mostr<irsela, por lo que la discutiremos dentro de un momenta para aquellos que de
seen verla.
44-10
Pero antes, usaremos el metodo mucho menos abstracto y simple del citlculo directo
para un gas perfecta.
Necesitamos solamente obtener formulas para Q1 y Q 2 (porque Wes justamente
Q 1 - QJ, calores intercambiados con los dep6sitos durante la expansi6n o contracci6n isotermicas. Por ejemplo, z.cuitnto calor Q 1 se ha tornado de! dep6sito a tempera·
tura T 1 durante la expansi6n isotfrmica I mare ad a (I) en la figura 44-6 I des de el
punto a, a presi6n p 0 , volumen Vay temperatura T 1, hasta el punto b a presi6n p~
volumen Vb y la misma temperatura T 1 ? Para un gas perfecto cada mo!Ccula tiene
una energia que depende solamente de la temperatura, y puesto que la temperatura
y el nllmero de mo!eculas son iguales en a y b, la energia interna es la misma. No hay
cambio en U; todo el trabajo efectuado por el gas,
W=tpdV,
durante la expansi6n es energia Q 1 tomada del dep6sito. Durante la expansi6n,
pV= NkT1, o sea
y tenemos
Qi
o sea que
=
lb"
p dV =
lb"
NkT1 '!!'_
v
(44.4)
es el calor tornado del dep6sito a T1• Del mismo modo, para la compresi6n a T 2
Icurva (3) de la figura 44-6 I el calor entregado al dep6sito a T 2 es
(44.5)
Para completar nuestro anitlisis necesitamos solamente encontrar una relaci6n entre
Vc/Vd y Vb/VQ. Esto lo hacemos observando que (2) es una cxpansi6n adiabittica
dcsde b hasta c y durante ella pV"' es una constante. Como pV = NkT, podemos es
cribir esto en la forrrla (pV)VY-' = const o, en funci6n de Ty V, en la forma TVY l =
= const, es decir
(44.6)
De modo semejante, como (4), "Jx:·p~~~i6ri dcsde d hasta a, es tambiCn adiabittica, encontra mos
(44.6a)
Si dividimos esta ecuaci6n por la anterior, encontramos que Vb/Va debe ser igual a
VcfVw por lo que los logaritmos de (44.4) y (44.5) son iguales y resulta
(44.7)
44-11
o,
j
'
//l///•
Fig. 44-8. Las m.3quinas 1 y 2 1untas son
equ1valentesalamflquina3.
Esta es la relaci6n que andilbamos buscando. Aunque se ha probado para una milquina de gas perfecta, sabemos que debe ser villida para cualquier mdquina reversible.
Ahora veremos c6mo esta ley universal se pudo tambien haber obtenido med1ante
un razonamiento 16gico, sin conocer las propiedades de una sustancia particular,
co mo sigue. Supongan que tenemos tr es milquinas y tres temperaturas, digamos T 1,
T, y T,. OigaIT)os que una milquina absorbe el calor Q de la temperatura T y que
efectlla una cierta cantidad de trabajo WIJ y que entrega el calor Q1 a la temperatura
T 1 (Fig. 44-8). Supongamos que otra milquina va al reves entre T 2 y T 1 , y que es de
un tamailo ta1 que absorbed el mismo calor Q.1 y entregarit Q 2 • Tenemos que darle
una cierta cantidad de trabajo W 32 --que serit negativo porque la mitquina va al rcves.
Cuando la primera miiquina completa un ciclo, absorbe el calor Q 1 y entrega Q 1 a la
temperatura T,; pero la segunda miiquma toma el mtsmo calor Q, del dep6sito a
temperatura T 1 y lo entrega al dep6sito de temperatura T 2• Por Jo tanto el resultado
neto de las dos mit.quin«,s en tandem es tomar el calor Q 1 de T 1 y entregar Q2 a T2 •
Las dos son, pues, equivalentes a una tercera que absorbe Q a T,, efectlla el trabaJO
W 12 y entrega Q2 a T 2, ya que W12 = WD - Wn, como se puede demostrar inmediatiunente a partir de la primera ley, co mo sigue:
Ahora podemos obtener las !eyes que relacionan las eficiencias de las miiquinas, porque claramente debe haber alguna clase de relaci6n entre las eficiencias de las m3.quinas que funcionan entre las temperaturas T1 y T 1 , y entre T 1 y T 1 , y entre T 1 y T 2•
Podemos aclarar mucho el razonamiento de! siguiente modo: acabamos de ver
que siempre p<>demos relacionar el calor absorbido a T1 con el entregado a T 2 , 1wcontrando el calor entregado a cualquier otra temperatura T1 • Por consiguiente, podemos obtener todas las propiedades de las miiquinas si introducimos una temperatura patr6n y analiz!l:ndolo todo con ella. En otras palabras, si conociesemos la
eficiencia de una mit.quina que funciona entre una cierta temperatura T y una cierta
temperatura patr6n arbitraria, p<>driamos calcular la eficiencia para cualquier otra
difercncia de temperatura. Como suponemos que estamos usando solamente milquinas
reversibles, podemos trabajar bajando desde la temperatura inicial a la temperatura
patr6n
44-12
y subir de nuevo a la temPeratura final. Definiremos la temperatura patr6n arbitrariamente como de un grado. Tambien adoptaremo~ un simbolo especial para el calor
que es entregado a esta temperatura patrOn: lo !lamaremos Qs. En otras pa!abras,
cuando una m<iquina reversible absorbe el calor Q a la temperatura T, entregar<i;
a la temperatura unitaria, un calor Qs- Si una mdquina que absorbe Q 1 a Tl' entrega
el calor Qs a un grado, y si una mdquina que absorbe Q2 a la temperatura T 2 entrega
tambien la misma camidad de ca/or Qs a un grado, se sigue que una milquina que
absorbe el calor Q 1 a la temperatura T 1 entregard el ca/or Q2 si funciona entre T 1
y T2, como ya habiamos demostrado considerando mitquinas que funcionan entre tres
temperaturas. Por lo que todo lo que tencmos rcalmente que hacer es encontrar
cuitnto calor Q, necesitamos dar a la temperatura T, para entregar una cierta carttidad de calor Qs a la tempcratura unitaria. Si descubrimos esto, lo tenemos todo.
El calor Q es, por supucsto, una funci6n de la temperatura T. Es f<icil ver que el calor
debe aumentar cuando lo hace la temperatura, porque sabemos que se necesita trilbajo
alta.
para que una m<iquina funcione al reves y entregue calor a una temperatura
Es tambifo facil ver que el calor Q1 debe ser proporciona! a Qs- Asi, la gran ley es
alga como esto: para una cantidad dada de calor Qs entregada a un grado por una
m<iquina que funciona a la temperatura de T grados, el calor Q absorbido debe ser
esa cantidad Qs por una funci6n creciente de la temperatura:
mas
Q
~
Qsf(T).
(44.9)
44-5 Temperatura termodiniimica
A estas alturas no vamos a tratar de encontrar la formula para esa funciOn
creciente de la temperatura en tCrminos de nuestra familiar cscala de temperatura
de mercuric. sino que definiremos la temperatura mediante una nueva escala. En
un tiempo se definia "la temperatura" arbitrariamcnte dividiendo la dilataciOn de!
agua en grados igualcs de un cierto tamai'io. Pero cuando se mide la temperatura
con un termometro de mercurio, se cncuentra que ya los grados no son iguales. Pero ahora podemos dar una deflniciOn de temperatura que es independienle de cual
quier sustancia particular. Podemos usar aquella funci6n fl..71 que no depende de lo
que usemos. ya que la eficiencia de estas milquinas reversibles es independiente de
las sustancias con que trabajan. Como la funciOn que encontramos aumenta con la
temperatura, definiremos la funciOn misma como temperatura, medida en unidadcs
de la temperatura patr6n de un grado, en la forma siguiente:
(44.10)
donde
Qs = S· 1°.
(44.11)
Esto significa que podemos decir lo caliente que cst<i un objcto encontrando cu<into calor es absorbido por una m<iquina reversible que trabaja entre la temperatura
del objeto y la temperatura unitaria (Fig. 44-9). Si se toma de una caldera siete veces mas ca!or del que es entregado a un condensador de un grado, la temperatura
de la caldera se diril. que es de siete grados, y asi sucesivamente. Por consiguiente,
midiendo cuitnto calor es absorbido a diferentes tempcraturas, determinamos la temperatura. La temperatura
4-13
w-c-s·l'
Fig. 44-9.
absoluta.
Temperatura termodinflmica
definida de este modo se denomina temperatura termodindmica absoluta, y es independiente de la sustancia. Desde ahora en adelante, usaremos exclusivamente esta
definici6n*.
Ahora nos damos cuenta que cuando tenemos dos milquinas, una trabajando
entre T, y un grado, la otra cntre T, y un grado, y entregan el mismo caJor a la temperatura unitaria, los calores absorbidos deben estar relacionados mediante
(44.12)
Pero esto significa que si tcncmos una sola mitquina que funciona entre T, y T,,
entonces el resultado del anitlisis total, el gran finale, es que Q, es a T, como Q, e:.
a T,, si la m<iquina absorbe Q, a la temperatura T, y entrega el calor Q, a la temperatura T,. Siempre quc la mii.quina sea reversible, se debe seguir esta relaci6n entre los calores. Esto es todo lo que hay: f:stc cs el centro de\ uni verso termodin3mico.
Si todo esto es lo que hay en termodinilmica. (.por qui: se la considera una materia tan dificil'.' Al resolver un problema quc envuclve una masa dada de una sustancia, cl estado de la sustancia en cualquier momento se puede describir diciendo cuitl
es su temperatura y cual es su volumcn. Si conocemos la tempcratura y el volumen
de una sustancia, y quc la presiOn es una cierta funci6n de la temperatura y dcl volumen, conocemos cntonces !a cncrgia interna. Alguicn podria decir: '"Yo no quiero
hacerlo asi. Digame la temperatura y la prcsi6n y yo le dirf: el vo!umcn. Yo puedo
la
considerar el vo!umcn como una func16n de la
interna como una funci(m de la tempcratura
la cual la termodinamica es dificil. porque
uno usa
solamente pud1esemos reunirno~ por una ~ola vez y dccidir
variables y aceptarlo asi siempre, seria bastantc f<'icil.
Comenzamos. Para pbtener nuestra primcra conclusi6n, combinamos ambas leyes, la ley de la conservaci6n de la energia y esta ley que relaciona los calores .Q. y
Q,, y podemos obtener facilmente la eficiencia de una mciquina reversible. Segun la
primera ley, tenemos que W"""""' Q,-Q,. SegUn nuestro nuevo principio,
por !o que el trabajo resulta ser
W = Q1
(1 - ~)
~
!Lt"1 T2 •
Eficiencia =
=
T1
=
Qi Ti T1
Tz •
(44.13)
(44.14)
La eficiencia no puede ser ffiayor que la unidad y la temperatura absoluta no puede
ser menor que cero, cero absoluto. Asi, pues, coma T, dcbe ser positiva, la eficiencia es siempre menor que la unidad. Esta es nuestra primera conclusi6n.
44-6 Entropia
La ecuaci6n (44.7) o la (44.12) pueden ser interpretadas de una manera especial.
Trabajando siempre con mii.quinas reversibles, un calor Q, a !a temperatura T, es
"equivalente., a Q, a T, si Qj T, = Q,/ T,, en el sentido de que cuando se absorbe
uno se entrega el otro. Esto sugiere que si le damos algUn nombre a QI T, podemos
decir: en un proceso reversible se absorbe tanto QIT coma se libera; no hay ganancia o pfadida de QI T. Este QI T se !lama entrop[a y entonces decimos que .. no hay
variaci6n neta de entropia en un cido reversible". Si Tes 1°, la entropia es QI 1° o
usando el simbolo que le dimos, Q 5/ 1° = S. ComUnmente S es la letra usada para
entropia y es numfaicamente igual al calor (que hemos Hamada Q5 ) entregado a un
dep6sito de I 0 (la emropia no es un calor, es un calor di vi dido por una temperatura, por lo que se mide en joules por grado).
Ahora bien, es interesante que ademii.s de la presi6n, que es funci6n de la temperatura y de! volumen, y la energia interna, que es funci6n de temperatura y volumen, hayamos encontrado otra cantidad que es una funci6n de! estado, esto es, la
entropia de la sustancia. Tratemos de exp!icar c6mo la calculamos y que queremos
decir cuando la llamamos una "funci6n de! estado". Consideren el sistema en do::.
estados diferentes, muy parecido a lo que teniamos en el experimento donde realizarnos las expansiones adiabii.ticas e isotermicas. (Entre parentesis, no hay necesidad
de que una rnilquina termica tenga solamente dos dep6sitos, podria tencr tres o cuatro temperaturas diferentes a las que toma y entrega calor, etc.) Podemos movemos
sobre un diagrama pV en todo momento e ir de un estado a otro. En otras palabras,
podriamos decir que el gas estii. en un derto estado a
44-15
y luego pasa a otro b, y nosotros exigiremos que esta transici6n, de a a b, sea reversible. Supongan ahora que a todo lo largo de\ camino desde a hasta b tenemos
pequefios dep6sitos a temperaturas diferentes, de modo que el ca!or dQ sacado de
la sustancia en cada uno de los pequefios pasos se entrega a cada dep6sito a la temperatura correspondiente a! punto del camino. Conectamos entonces estos dep6sitos,
mediante miiquinas termicas reversibles, a un solo dep6sito a la temperatura unitaria. Cuando hayamos terminado de llevar la sustancia desde a hasta b, llevaremos
todos los dep6sitos a su estado inicial. Cualquier cantidad de calor dQ que se ha
absorbido de !a sustancia a temperatura T ha sido convertida ahora por una mitquina reversible y se ha entregado una cierta cantidad de entropia dS a la temperatura unitaria:
dS
~
dQ/T.
(44.15)
Calculemos la cantidad total de entropia que ha sido entregr..da. La diferencia
de entropia, o entropia necesaria para ir de a a b mediante esta transformaci6n reversible particular, es la entropia total, el total de entropia que sc ha tornado de los
pequefios dep6sitos y que se ha entregado a la tcmperatura unitaria:
(44.16)
Hay una pregunta: ,:,Depende la difercncia de entropia de! camino seguido? Hay
mils de un camino para ir de a a b. Recuerden que en el ciclo de Carnot podiamos
ir de a a c, en la figura 44-6, expandiendo primero isotCrmicamente y luego adiabitticamente; o podiamos expandir primero adiabiiticamente y luego isotl!rmicamente.
La pregunta cs si !a variaci6n de entropia que tiene lugar cuando vamos de a ab,
en la figura 44-10, es la misma seglln sigamos un camino u otro. De be ser igual,
puesto que si hiciesemos el cic!o completo, yendo hacia adelante por un camino y
hacia atrits por el otro, tendriamos una mliquina reversible y no habria perdida de
calor en el dep6sito a temperatura unitaria. En un ciclo totalmente reversible, no se
debe tomar ningU.n calor del dep6sito a temperatura unitaria, por lo que la entropia
··-~.
Dep0'it°'1
Milquinas
Fig. 44-10. Variaci6n de entropfa
durante una transformac16n reversible.
(_/AS . St>-s~
Cambio total de entropia -o
Fig. 44-11. Variaci6n de entropia en
un c1clo completamente reversible.
44-16
necesaria para ir de a a b es igual siguiendo diferentes caminos. Es independiente
def camino y depende solamente de los puntos extremos. Podemos decir, por consiguiente, que hay una cierta funci6n, que !lamamos entropia de la sustancia, que
depende solamente de! estado, es decir, solamente de! volumen y de la temperatura.
Podemos encontrar una funci6n S( V,1) que tiene la propiedad de que si calculamos la variaci6n de entropia en termino<; del ca!or dcjado a la temperatura unita
ria, cuando la sustancia se mueve segUn cualquier camino reversible, entonces
(44.17)
donde dQ es el calor sacado de la sustancia a la temperatura T. Esta variaci6n
total de entropia es la diferencia entre la entropia calculada en los puntos inicial y
final:
(44.18)
Esta expresi6n no define completamente la entropia, sino mils bien solamente la diferencia de entropia entre dos estados diferentes. Unicamente si podemos evaluar
la entropia para un estado especial, podemos en realidad definir S en forma absoluta.
Durante mucho ticmpo se creyU que la entropia absoluta no significaba nada
--que s61o se podrian definir diferencias--, pero por fin Nernst propuso lo que llamO
teorema ca!Orico, que tambiCn se llama tercera ley de la termodin<imica. Es muy
senci!!o. Diremos en quC consiste, pero no explicaremos por que es v<ilido. El postulado de Nernst afirma simplemente que la entropia de cualquier objeto es cero en
el cero absoluto. Sabcmos de un caso de r y V, cuando T = 0, donde S es cero;
y asi podemos obtener la cntropia en cualquier otro punto.
Para ilustrar estas ideas, calculemos la entropia de un gas perfecto. En una ex
pansi6n isotermica (y, por lo tanto, rever~ible), I dQ/ Tes Q/ T, puesto que Tes constante. Por consiguiente, segim (44.4) la variaciOn de entropia es
y por lo tanto S(V,7) = Nk ln V mas alguna funci6n de T imicamente. t,COmo
depende S de T! Sabemos que para una expansiOn adiabiltica reversible. no se intercambia ca/or. Luego, la entropia no cambia aunque V lo haga, siempre que T
tambien cambie. de tal forma que TVI - 1 -'--" const. c:,Puedcn ver que esto implica que
S(V, T) = Nk [1n V
+ ;y-~J ln
r] +a,
don de a es una constante independiente tanto de V co mo de T? Ia se llama constante quimica. Depende de\ gas en cuesti6n y se puede determinar experimentalmente
a partir de\ teorema de Nernst midiendo el calor liberado al enfriar y condensar el
gas hasta que ha pasado a s6lido (o en el caso del hello, a liquido) a o~, intcgrando
44-17
rdQ/ T. Tambifo se puede determinar te6ricamente mediante la constante de Planck
Yla mecitnica cuitntica, pero no lo estudiaremos
en este curso].
Ahora selialaremos algunas propiedades de la entropia de las cosas. Re<::ordemos, en primer lugar, que si vamos segUn un c!clo reversible de a ab, la entropia de
la sustancia cambiarit en Sb - Sa. Y tambi6n recordamos que a medida que recorremos el camino, la entropia --calor entregado a la temperatura unitaria- aumenta
de acuerdo a la regla dS --,- dQ/T, donde dQ es el calor que quitamos de la sustancia cuando ~u temperatura es T.
Ya sabemos que si tenemos un ciclo reversible, la entropja total de todo no varia,
ya que el calor Q, absorbido a T, y el calor Q, entregado a T, corresponden a variacioncs igualcs y opuestas de entropia, por lo que la variaci6n neta de entropia es
cero. En consecuencia, en un ciclo reversible no hay cambio en la entropia de nada,
incluyendo los dep6sitos. Esta regia se puede pare.:er a la conservaci6n de la energia, pero no lo es; se aplica solamente a ciclos reversibles. Si incluimos ciclos irreversibles no hay ley de conservacibn de la entropia.
Daremos dos ejemplos. En primer lugar, supongan que hacemos trabajo irreversible sabre un objeto mediante r6ce, generando un ca!or Q en a!glln objeto a
tcmperatura T. La cntropia aumenta en Q/ T. El calor Q es igual a! trabajo y asi
cuando efectuamos una cierta cantidad de trabajo por roce contra un objeto cuya
temperatura es T, la entropia de todo el mundo aumenta en WIT.
Otro ejemplo de irreversibilidad es 6ste: si juntamos dos objetos que estitn a temperaturas diferentes, T, y T, digamos, una cierta cantidad de calor fluirit de! uno al
otro espontilneamente. Supongan, por cjcmplo que colocamos una piedra caliente
en agua fria. Entonces, cuando una cierta cantidad de calor dQ ha pasado de T, a
T,, z.cuilnto cambia la cntropia de la piedra caliente'! Disminuye en !J.Q/T,. ;,Cuimto cambia la entropia de! agua? Aumenta en dQ/T. El ca\or fluini., naturalmente.
s61o desde la temperaturn mils alta T, a la mils baja T, por lo que L'iQ es positiva
si T, es mayor que T,. Asi, pues. la variaciOn de entropia de todo el universo es
positiva yes la diferencia entre las dos fraccioncs:
(44.19)
Vale entonces la sigmente proposiciOn: la entropia de todo el universo aLJmenta
en cualquier proccso que es irreversible. Solamcnte en procesos reversibles la entropia si permanece constante. Como ningtin proceso cs absolutamente reversible.
siempre hay por lo meno~ una pcqucii.a ganancia en la entropia: un proceso reversible es una idealirnc10n en la que hemos hecho minima la ganancia de entropia.
Dcsafortunadamente, no vamos a ir muy lejos dentro del campo de la termodinilmica. Nuestro propOsito es solamente ilustrar las ideas principales mvolucradas.
asi coma las razones de por quC es posible hacer tales argumentos, pero no u~are
mos mucho la termodinilmica en este curso. Los ingeniero~ y particularmente lo~
quimicos usan la termodinilmica con mucha frecuenc1a. A~i quc dcbcmo<; aprender
nuestra termodinii.mica priictica en quimica o en ingemeria. Como no vale la pena
repetir las cosas, solamente discutiremos algo del origen de la teoria en lugar de
entrar en detalles de aplicaciones particulares.
44-18
Tabla44-l
Resumen de las !eyes de la termodin3mica
Primera ley:
Calor dado a un sistema + Trabajo efectuado sabre el sistema = Aumento en la
energia interna de! sistema:
dQ
+ dW =
dV.
Segunda fey:
Es imposible un proceso cuyo Unico resultado final sea tomar calor de un dep6sito
y convertirlo en trabajo.
Ninguna m3.quina tfrmica que toma calor Q 1 de T 1 y que entrega calor Q2 a T2
puede efectuar mils trabajo quc una m3.quina reversible, para la cual
W =
Q1 - Q~
=
Qi
(~1-;1
T2).
La entropia de un Sistema se define asi:
(a) Si se aiiade reversiblemente ei cal or .:1 Q a un sistema a la temperatura T, el
aumento de entropia de\ sistema es .1S = .1Q IT.
(b) AT= 0, S = 0 (tercera ley).
En un cambio reversible, la entropia total de todas las partes del sistema (incluyendo dep6sitos) no varia.
En un cambio irreversible, la entropia total de! sistema siemprc aumenta.
Con frecuencia las dos !eyes de la termodin3.mica se enuncian asi:
Primera ley: la energia del universo es siempre constante.
Segunda fey: la entropia de! universo siempre est.it aumentando.
No es un buen enunciado el de la segunda ley; no dice, por ejempio, que en un ciclo reversible la entropia perrnanece constante. ni tampoco dice exactarnente que
es la cntropia. Es s61o un rnodo ingenioso de recordar las dos ]eyes. pero no nos
dice en realidad exactarnente de 4ue tratan. Hcmos resumido !as !eyes discutidas en
este capltulo en la tabla 44-1. En el prOxirno capitulo aplicarcrnos estas !eyes para
descubrir la relaciOn entre cl calor generado en la expansic'm de una banda e!Ustica
y la tensiOn adicional cuando se la ca!ienta.
44-19
45
Ejernplos de terrnodimirnica
45-1
Energia interna
45-2
Aplicaciones
45-1
45-3
La ecuaciOn de Clausius-Clapeyron
Energia intcrna
La termodin<i.mica es bantante dificil y compleja cuando llegamos a aplicar!a y no
nos compete en este curso profundizar mucho en las aplicacioncs. El tema es de
muchis1ma importancia, naturalrncnte. para ingenleros y quimicos. y los que esten
mtere~adm en el mismo pueden enterarse de las aplicaciones en fisicoquimica y en
termodin:imica para ingenieros. Hay tambiCn buenos libros de referencia, tal como
Heat and Thermodynamics de Zemansky. donde se puede profundizar el tema. En
la Fncyc!opedia Britannica, dcc1mocuarta ed1c16n, se puede encontrar articulos excelentes sabre termodinii.mica y termoqulmica, y en el articulo sobre quimica. las secciones de fisicoquirnica, vaponwcion. licucfaccion de gases y otros.
La tcrmodinil.mica cs complicada porque hay muchas mancras diferentes de describir la rnisrna cosa. Si deseamos describir el comportamiento de un gas. podemos
decir que la prcsiOn depcnde de la tempcratura y del volumen o que el volumcn depende de la temperatura y la presi6n. Si consideramos la energia interna U, podriamos
decir que dcpcnde de la temperatura y e! volurnen, si esas sun las variables que hemos
elcgido; pcro tambifo podriamos dccir que depende de la temperatura y la presi6n, o
!a presi6n y t'I volumen. y asi sucesivamente. En el Ultimo capitulo discutimos otra
funci6n de ill temperatura y cl volumcn llamada entropia S; de~de luego podemos
construir tantas funciones de esas variables como queramos: U--TS es una funci6n de
la temperatura y el volumen. Tenemos, pues, un gran nUmero de cantidades diferentcs
que puedan ser funciones de muchas combinaciones difercntes de variables.
45-1
En primer lugar, consideraremos entonces Unicamente un sistema de variables independientes: temperatura y volumen. En segundo lugar, s6lo discutiremos dos funciones dependientes: la energia interna y la presi6n. Todas las otras funciones se
pueden obtener a partir de estas, por lo que no es necesario discutirlas. Aun con estas
!imitaciones, la termodinitmica es un tema bastante dificil jpero no de! todo imposible!
Recordemos primero un poco de matemittica. Si una cantidad es funci6n de dos
variables, el concepto de derivada de la cantidad requiere un examen mas cuidadoso
queen el caso en quc hay una sola variable. ~Que entendemos por derivada de la presi6n respecto a la temperatura? El cambio de presi6n que acompaila a un cambio de
temperatura depende en parte, por supuesto, de lo que le ocurre al volumen mientras
T cambia. Debemos especificar la variaci6n de V para que el concepto de derivada
rcspecto a T tenga un significado preciso. Podria interesarnos. por ejemplo. la rapidez
de variaci6n de P con T si sc mantiene V constante. Este cociente es simplemente la
derivada ordinaria que escribimos comUnmente como dPldT. Habitualmente, se usa
un simbolo especial, aPl 0 T, para recordar que P depende de otra variable V adema~
de T, y que esa otra variable se mantienc constante. No s6lo usaremos el slmbolo C
para Hamar la atenci6n sobre el hecho de que la otra variable se mantiene constante,
sino que tambiCn escribiremos como subindice la variable que se mantiene constante:
( 8 Pl 8 T)v- Como tenemos s61o dos variables independientcs, es ta notaci6n es redundante, pero nos servirii. para no pcrder el camino de la jungla termodin<'tmica de derivadB parciales.
Supongamos que la funci6n j(x, y) dependc de las dos variables independicntes
x, \'. lndicamos con UJ/ Ox), la derivada ordinaria obtenida de\ modo habitual. tratan·
do y como constante:
("!)
iJx
=
y
limit f(x__± .6.x, y) --:__f!:.x, y).
11x-•O
.6.x
Anit.iogamente definimos
Por ejcmplo, si j(x, y) = x·· + yx, se tiene (i'f/ i;x)r = 2x + y, y (OJI (;•yJ., = x. Podemos extender este conccpto a derivadas de orde·n superior: ?J/ 0 )" o ;. fl ('y( x.
El Ultimo slmbolo indica que primero derivamosfrespecto ax tratando y coma cons
tante y luego derivamos el resultado respccto a y tratando x como constante. El
orden de derivaci6n no importa: i·f/(;xi·y = i'f/i')'i'X.
Sera necesario calcular el incremento d.f de f(x, y) cuando x pasa ax + dx al
mismo tiempo que y pasa a y ~ Jy. Supondremos en lo que sigue que _\x y Jy ~un
infinitesimos:
.6.f
=
f(x
'- j(x
+ .6.x,y t+ 6.x, r..;..
.:.'l,r) - j(x,y)
!iy) - j(x,l
~xC:{},
+
2.y)
+
~
•
ti.ycnI
(45.l)
La llltima ecuaci6n es la relaci6n fundamental que expresa t,,f en tCrminos de Jx y
~y.
Como ejemplo del uso de esta relaci6n, calculemos el incremento de la energia
interna U(T, V) cuando la temperatura varia de T a r + .1 T y el volumen varia de
Va V + !J. V. Empleando la ecuaci6n (45. l) escribimos
(45.2)
Efl el capitulo anterior encontramos otra expresi6n para e_Lincrcmento .1 Ude la energia interna cuando se agrega al gas una cantidad de calor .1Q:
t:.U = t:.Q - Pt:.V.
(45.3)
Comparando las ecuaciones (45.2) y (45.3) se podria creer a primera vista que
P '--- (( U/ i: Y)T, pcro esto no es correcto. Para obtener la relaci6n correcta, suponga
mos primero que agregamos una cantidad de calor .1.Q al gas manteniendo el volumen
constante, de modo que !J.V= 0. Si .1.V= 0, la ecuaci6n (45.3)nosdiceque.1U=
= .1.Q y la ecuaci6n (45.2) nos dice que .1 U = ( 0 VI(! 1/v.1. T, de donde ((;)VI 0 T)v =
= .1.Q/!J.T. E! cociente !J.Q/.1.T, cantidad de calor que se debe entregar a una sustancia para cambiar su temperatura en un grado manteniendo el volumen constante,
se llama calor especifico a volumen constante y se indica con el simbolo Cv. Hemos
demostrado, pues, quc
(45.4)
Ahora agreguemos de nuevo al gas una cantidad de calor j Q, pero esta veL manteniendo T constante y dejando que el volumen cambie en .1 V. En este caso el anii.lisis cs mils complejo, pero podemos calcular LI.Ucon el razonamiento de Carnot, hacienda uso del ciclo de Carnot quc introdujimos en el capitulo precedcnte.
La figura 45-l muestra el diagrama presi6n·volumen para el ciclo de Carnot.
Como ya hemos visto. el trabajo total realizado por et gas en un ciclo reversible es
lJ.(!...tJ.T/T), donde .1.Q es la cantidad de cnergia cal6rica suministrada al gas a mt--dida que se expande isotCrmicamente a la temperatura T dcl volumen V al V .,- LI. V, y
T-.1 Tes la temperatura final que alcanza el gas cuando se cxpandc adiabitticamente
en el segundo tramo de! ciclo. Demostraremos ahora que este trahajo rea!izado tambif:n estit dado por
do se agrega el calor .J.Q al gas a ternperatura Constante T. d T es la variac16n de
presi6n a volurnen constante que resulta
cuando la ternperalllra del gas varia de
Ta T-6.T.
45-3
el 8.rea sombreada de la figura 45-1. En cualquier caso, el trabajo realizado por el gas
es P dV y es positivo cu an do el gas se ex pande y negativo cuando el gas se comprime: Si hacemos el diagrama de Pen funci6n de V, la variaciOn de Py V esti representada por una curva que da el valor de P correspondiente a un valor deterrninado
de V. A medida que el volumen cambia de un valor a otro, el trabajo realizado por el
gas, o sea la integral P dV, es el area que est<i bajo la curva que une los valores
inicial y final de V. Aplicando esta idea al ciclo de Carnot, vemos que al recorrer el
ciclo poniendo atenci6n en el signo de! trabajo realizado por el gas, el trabajo total
realizado por el gas es justamente el :irea sombreada de la figura 45-1.
r
f
Fig. 45-2.
Area sornbreada ,-- area encetrazos = area de\ rec-
rrada por las llneas de
t8ngulo = .1.P .1 V.
Ahora calcularemos geometricamente el :irea sombreada. El ciclo usado en la
figura 45-1 difiere de\ usado en el capitulo anterior en que ah ora suponemos que !1 T
y !1 Q son infinit6simos. Estamos trabajando entre adiab:iticas e isotermas muy cercanas y la figura formada por las lineas gruesas de la figura 45-1, tendera a un paralelogramo cu an do Jos incrementos L\ T y L\ Q tiendan a cero. El area de este paralelogramo es L\ VL\P, don de .1. V es la variaci6n de volumen que resulta de entregar la energia /'.J. Q al gas a temperatura Constante, y 11P es la variaciOn de presiOn cuando la
temperatura varia en .1. T a volumen constante. Se puede demostrar f:icilmente que el
:irea sombreada de la figura 45-1 esta dada por L\ V11P observando que es equivalente
al :irea encerrada por las lineas de trazos de la figura 45-2, que a su vez difiere de!
rectitngulo formado por /'.J.P y /1 V Unicamente por la suma y la resta de las :ireas
triangulares iguales de la figura 45-2.
Resumamos los resultados obtenidos hasta ahora:
Trabajo realizado por el gas= area sombreada "-- i1V11P = L\Q (
41-· · (calor necesario para cambiar Ven /1
¥)
VJTconstante
(45.5)
=
j_ V
· (variaci6n de P cuando T varia .17/vcon•tante
.1\" · (ca!or necesario para cambiar Ven /1 Vh
=
7YlJP/ 8T)v.
La ecuaciOn (45.5) expresa el resu!tado escncial del razonamiento de Carnot. Toda
454
la termodin3.mica se puede deducir de la ecuaci6n (45.5) y de la Primera Ley, expresada en la ecuaci6n (45.3). La ecuaci6n (45.5) es esencialmente la Segunda Ley,
aunque Carnot la dedujo originariamente en una fonna Iigeramente diferente, ya que
no utiliz6 nuestra definici6n de temperatura.
Ahora podemos proceder al c3.lculo de (bU/bV)r- i:.En cuilnto variaria la energia
interna U si el volumen variase en .1 V? Primera: U varia porque se agrega calor,
y segundo: U varia porque se realiza trabajo. El calor agregado es
~Q
=
T
(~)v ~v,
de acuerdo con la ecuaci6n (45.5) y el trabajo realizado sobre la sustilncia es -Pti V.
En consecuencia, la variaci6n ti Ude la energia interna tiene dos partes:
(45.6)
Dividiendo ambos miembros por .1 V, encontramos para la variaci6n especifica de
U con V a T constante
(au)
av r ~ r("P)
ar v -
P.
(45.7)
En nuestra presentaci6n de la termodinilmica, en la cual Ty V son las lmicas variables y Py U las imicas funciones, las ecuaciones (45.3) y (45.7) son las ccuaciones
fundamentales de las quc se pueden deducir todos los resu!tados.
45-2
Aplicaciones
Discutamos ahora el significado de la ecuaci6n (45.7) y veamos por quC nos
da la respuesta a las preguntas formuladas en el capitulo precedente. C onsideramos
el siguiente problema: en la teoria cinCtica es evidente que un aumento de temperatura induce un aumento de presi6n debido al bombardeo de los 3.tomos sobrc un
pist6n. Por la misma raz6n fisica, cuando hacemos retroceder e! pist6n se saca calor
del gas, y para mantener la temperatura constantc, hay quc restituir calor al gas.
El gas sc enfria al expandirse y la presi6n aumenta al calentarse. Tiene que haber
alguna conexiOn entre ambos fenOmenos y la misma cstil dada explicitamente por la
ecuaciOn (45. 7). Si mantenemos el volumen fijo y aumentamos la temperatura, la
presiOn aumenta a razOn de (tiP//'iT)v. El hecho que sigue estil relacionado con esto:
si aumentamos el volumen, el gas se cnfriara a no ser que agreguemos calor para
mantener la temperatura constante y (t~ U/ b V)i- dice cu<into ca!or se necesita para
conservar la tempcratura. La ecuaciOn (45. 7) expresa la intcrre!aciOn fundamental
entre estos dos efectos. Esto es lo quc prometimos encontrar cuando iniciamos el
estudio de las ]eyes de la termodinilmica. Sin conocer los mecanismos internos del
gas y sabiendo Unicamcnte quc no puede haber movimicnto perpctuo de scgunda especie, jpodemos deducir la relaciOn entre la cantidad de calor necesaria para mantener Constante la temperatura cuando cl gas sc expande. y la variaciOn de presiOn
cuando el gas se calicnta!
45-5
Ahora que tenemos el resultado que queriamos en lo que respecta a un gas, consideremos el de la banda elitstica. Cuando estiramos una banda elitstica encontramos
que su temperatura baja, y cuando calentamos una banda elitstica encontramos que
se encoge. iCuitl es la ecuaci6n que expresa para una banda elitstica la misma relaci6n que la ecuaci6n (45.3) expresa para un gas? En el caso de una banda elitstica
la situaci6n es mils o menos como sigue: cuando se agrega una cantidad de calor
.1.Q, la energia interna cambia en .1.U y se realiza un trabajo. La {mica diferencia
serit que el trabajo realizado por la banda elitstica es -F!J.L en vez de P.1 V, donde
F es la fuerza que se ejerce sobre la banda y L la longitud de la banda. La fuerza
F es funci6n de la temperatura y de la longitud de la banda. Reemplazando P j V
por -F tJL en la ecuaci6n (45.3), obtcnemos
t:..U
=
t:..Q
+ Ft:..L
(45.8)
Comparando las ecuaciones (45.3) y (45.8) vemos quc la ecuaci6n de !a banda elitstica se obtiene por simple sustituci6n de una letra por otra. Mils al.in, si sustituimos
V por L y P por -F, toda nuestra discusiOn de! ciclo de Carnot sirvc para la banda
elitstica. Por ejcmplo, podemos deducir inmcdiatamcnte que el calor J.Q necesario
para cambiar la !ongitud en /J.L estit dado por la anitloga de la ecuaci6n (45.5):
.1.Q = -T(l>F/bTh.1.L. Esta ecuaciOn nos dice que si mantenemos fija la longitud
de una banda elilstica y !a calentamos, podemos calcular cuitnto aumentar:i la fuerz!l
en funci6n de! calor necesario para mantener la temperatura constante cuando la
banda se estira un poquito. Vemos, pues, quc la misma ecuaciOn sirve tanto para un
gas coma para una banda elil.stica. Verdaderamente. si se pucde escribir J.U -'---'
= L'i.Q + A.1B, donde A y B representan diversas cantidades, fuerza y longitud,
presiOn y volumen, etc., se puede aplicar los resu!tados obtenidos para un gas sus"
tituyendo P y V por A y B. Por ejemplo, consideremos la diferencia de potencial
elCctrico o "voltaje ·· E de una bateria y la carga c'i.Z que atraviesa la bateria. Sabemos que el trabajo realizado en una celda eloi:ctrica reversible, tal como un acumu!ador. es t::).Z. (Como no incluimos un termino P.1Ven el trabajo, requerimos que
nuestra bateria mantenga el volumen constante.) Veamos quC nos puede decir la
termodin:imica sobrc el funcionamiento de una bateria. Si reemplazamos P por E
y V por Zen la ecuaci6n (45.6), obtenemos
(45.9)
La ecuaci(in (45.9) dice que la energia interna U cambia cuando una carga !iZ atraviesa la ce\da. ;,Por que !iU/C.Z no es simplemente el voltaje Ede la bateria? La
rcspuesta es que una baterla real se ca!ienta cuando la atraviesa una carga. La energia interna de !a bateria cambia. primero porque la bateria realiz6 un trabajo sabre
el circuito cxterno, y segundo porque la bateria se calienta. Lo notable es que tambioi:n se puede expresar la segunda parte en funci6n de la manera en que el voltaje de
la bateria cambia con la temperatura. Entre parCntesis, cuando la carga atraviesa la
bateria, hay reacciones quimicas y la ecuaciOn (45.9) sugiere un modo elegante de
medir la cantidad de energia necesaria para producir una reacci6n quimica. jTodo
lo que tenemos que hacer es construir una celda cuyo funcionamiento se base en esa
reacci6n. mcdir el voltaje y medir cuitnto cambia Cste con la temperatura cuando no
extraemos cargas de la bateria!
45-6
Ahora bien, hemos supuesto que se puede mantener constante el volumen de la
bateria, ya que hemos omitido el termino P!J. V al escribir que el trabajo rea\izado
por la bateria es ElJ.Z. Pero resulta que es muy difici! tecnicamente mantener el volumen constante. Es mucho mils filcil mantener la celda a presi6n atmosferica constante. Es por ello que a los quimicos no Jes gusta ninguna de las ecuaciones que
hemos escrito mils arriba: prefieren ecuadones que describan el comportamiento a
presiOn constante. Al principio de este capitulo elegimos V y T como variables independientes. Los quimicos prefieren P y T, por lo que ahora consideraremos c6mo
se puede transformar los resultados obtenidos hasta aqui al sistema de variables de
Jos quimicos. Recuerden que en el tratamiento que sigue es facil que haya confusi6n
debido al cambio de engranaje de Ty V a T y P.
Partimos de la ecuaci6n (45.3) con !J.U = !J.Q - PilV; se puede reemplazar
Pt1 V por E6..Z o A:O.B. Si de alguna manera pudieramos reemplazar e! Ultimo tfrmino, P!J. V, por V!J.P, habriamos intercambiado Vy Py !os quimicos se pondrian
contentos. Bien, un hombre inteligente not6 que el diferencial del producto PV es
d(PV) = PdV + VdP y que si sumaba esta igualdad a la ecuaci6n (45.3) obtenia
A(PV) = PAV+ VAP
= AQ - PAV
t:.U
A(U
+ PV)
~
AQ
+
VAP
Para que el resultado se parezca a la ecuaci6n (45.3) definimos U + PV como algo
nuevo: !a entafpia H, y escribimos ilH = !J.Q + V!:JP.
Ahora estamos listos para traducir nuestros resultados al !enguaje de los quimicos con las siguientes reglas: U-+ H, P ...... -V, V-+ P. Por ejemplo, la relaci6n
fundamental que usarian los quimicos en vez de (45.7) es
('!f)
aP
r
~
T ("')
ar
P
-
V.
Ahora debe estar claro c6mo se transforma a las variables Ty P de los quimicm.
Volvamos a nuestras variables originales: en lo que queda de! capitulo Ty V seriln
las variables independientes.
Apliquemos ahora los resultados obtenidos a un cierto ni.tmero de situadones
fisicas. Consideremos primero el gas ideal. Por la teoria cinetica sabemos 4ue la
energia interna de un gas s6lo depende del movimiento de las mo!eculas y del ni.tmero de estas. La energia intema depende de T pero no de V. Si cambiamos V manteniendo T Constante, U no cambia. En consecuencia (b UI b V)r =- 0 y la ecuaciOn
(45.7) nos dice que para un gas ideal
(45.10)
La ecuaciOn (45.10) es una ecuaci6n diferencial que nos puede decir algo acerca de
P. Consideremos la derivada parcial del siguiente modo: como la derivada parcia!
es a volumen constante, la reemplazaremos por una derivada
45-7
ordinaria y para acordarnos escribiremos explicit:lmentc ·· V constance· . Entonces,
la ecuaci6n (45. lO) se convierte en
T~~ ~
P
=
O:
canst V,
(45.11)
que podemos integrar obteniendo
+ const;
In P
=
In T
P
=
const X T;
const V,
const V.
(45.12)
Sabemos que para un gas ideal la presi6n cs igua! a
(45.13)
que es compatible con (45.12) puesto que Vy R son constantes. (.Para que nos tomamos el trabajo de hacer este ca.J.culo si ya sabiamos los resultados? iPorque hemos estado usando dos definiciones independientes de temperatura! En un cierto
momenta supusimos que la energia cinetica de las molOCulas era proporcional a la
tcmperatura, suposici6n que define una escala de tcmperatura que llamaremos escala de! gas ideal. La T de la ecuaci6n (45.13) se basa en esta escala. Tambi{:n llamamos temperaturas ciniticas a las temperaturas basadas en la escala de gases.
Mas tarde definimos la temperatura de ui:i segundo modo completamente independiente de cua\quier sustancia. A partir de razonamientos basados en la Segunda
Ley definimos lo que podriamos Hamar "gran temperatlira termodiniunica absoluta"
T; es la T que aparece en la ecuaci6n (45.12). Lo que hemos demostrado aqui es
que la presi6n de un gas ideal (definido como aqucl en que la energia interna no
depende de! volumen) es proporcional a la gran temperatura termodiniunica absoluta. Tambien sabemos que la presi6n es proporciona1 a la temperatura medida en la
escala de gases. En consecuencia podemos deducir que la temperatura cinetica es
proporcional a la ··gr an temperatura termodinamica absoluta ". Esto significa., naturalmcnte, que si ruesemos sensatos podriamos hacer concordar 1as dos escalas.
En este caso, al menos, las dos escalas han sido elegidas de modo que coincidan;
se ha cscogido I para la constante de proporcionalidad. La mayoria de las veces
el hombre se busca las dificultades, pero en este caso jha hecho las dos esca1as
iguales!
45-3
La ecuaciOn de Clausius-Clapeyron
La vaporizaciOn de un liquido es otra aplicaciOn de los resultados que hemos
obtenido. Supongan que tenemos un liquido en un cilindro, de modo que lo podemos comprimir empujando el pistOn, y que nos preguntamos: "Si mantenemos la
temperatura constante, lC6mo varia la presi6n con el volumen?" En otras palabras,
queremos dibujar una isoterma en el diagrama P-V. La sustancia que hay en el
cilindro no es el gas idea] que consideramos antes; ahora pue<ie que estc!: en la fase
liquida o en la fase vapor, o ambas pueden estar presentes. Si aplicamos presi6n
suficiente, la sustancia se condensa y se vuelve liquida. Si ahora apretamos aim mis
fuerte, el volumen cambia
45-8
.§l:,'
~
~
vl
Volumen
Fig. 45-3. lsotermas de un vapor condensable en un crl1ndro. A la
lasustanc1aestflenlafase
derecha, la sustanc1a estfl vaporizada. Al
centro. l1qu1do y vapor coex1sten en el
c1lindro.
"•
Volumen
Fig. 45-4. 01agrama pres16n-volumen
para un c1clo de Carnot con un vapor condensable en el cilindro A la 1zqu1erda,
la sustanc1a estfl en estado liqu1do Se
agrega una cant1dad de calor La temperatura T para
el
El vapor
se expande
cuando T pasa a T-t:.T.
muy poco y !a 1sotcrma sube rilpidamcntc al disminmr el volumen. coma muestra la
parte izquierda de la figura 45-3.
Si aumentamos el vo!umen tirando del pist6n, la
cae hasta que alcana formar~e vapor.
zamos el punto en que e! liquido comienza a hen·ir y
Si tiramos aim mils del pist6n, todo lo que ocurre es que se cvapora mils !iquido.
Cuando hay en parte liquido y en parte vapor en el cilindro, las dos fases estiln en
equilibria -el liquido se evapora a la misma velocidad que el gas se condensa-. Si
hacemos mils espacio para el vapor, sc necesita ma~ vapor para mantener la presi6n, por lo que se evapora un poco mils de liquido, pero la presi6n se mantiene
constante. En la parte horizontal de la curva de la figura 45-3 la presi6n no cambia; este valor constante se denomina presiOn de va[XJr a la temperatura T. A medida que seguimos aumentando el volumen ~e llega a un punto en que ya no l1ay
mis liqui..io para evaporar. En este punto, si expandimos el volumen aUn mas la
presi6n bajara coma en un gas ordinario, coma muestra la parte derecha dcl diagrama P-V. La curva inferior de la figura 45-3 es la isoterma correspondiente a una
temperatura T - .1. T ligeramente menor. La presiOn de la fase liquid a se reduce ligeramente porque el liquido se expande al aumentar la temperatura (para la mayoria
de las sustancias, pero no para el agua cerca del punto de congelaci6n) y natur<il
mente la presi6n de vapor es menor a la temperacura menor.
Ahora haremos un ciclo con las dos isotermas umCndolas (con adiabil.ticas, diga
mos) por los extremos de las secciones honzontales, coma muestra la figura 45-4.
La pequetla oscilaci6n en el extrema inferior derecho de la figura no altera practicamente nada y la despreciaremos. Vamos a usar el razonam1ento de Carnot que
nos dice que el calor agregado a la ~ustancia para hacerla pasar de liquido a vapor
estil. relacionado con el trabajo realizado por la sustancia al recorrer el ciclo. Llamemos L al calor necesario para vaporizar la sustancia contenida en el cilindro.
Por el razonamiento inmediato anterior a la ecuaciOn {45.5) sabemos quc L(,J, TIT)=
= trabajo
45-9
realizado por la sustancia. Como antes, el trabajo realizado por la sustancia es el
area sombreada, que es aproximadamente LlP(Vc - VJ, donde J.P es la diferencia
de presi6n de vapor a las dos temperaturas Ty T - .1. T, V c es el volumen del gas y
VL el del liquido, ambos medidos a la presi6n de vapor. lgualando estas dos expresiones del area, obtenemos L.1.T/T = .1.P(Vc- VJ, o sea
(45.14)
La ecuaci6n (45.14) da la relaci6n entre la rapidez de variaci6n de la presi6n de
vapor con la temperatura y la cantidad de calor necesaria para evaporar el !iquido.
Esta relaci6n fue deducida por Carnot pero se llama ecuaci6n de Clausius-Clapeyron.
Comparemos ahora la ecuaci6n (45.14) con los resultados deducidos de la teoria
cinetica. Por lo comUn, Ve es mucho mayor que V1.. Asi, pues, Ve - VL""' Ve=
= RT/ P por mol. Si ademas suponemos que L es constante, indcpendiente de la
temperatura -no muy buena aproximaci6n- tendremos bP/bT = L!(RT'P). La soluci6n de esta ecuaci6n diferencial es
P =
const e-LI NT
.
(45.15)
Comparemos esta con la variaci6n de presi6n con la temperatura, deducida anteriormente de !a teorLa cinftica. Al menos aproximadamente, !a teoria cinftica indicaba la posibilidad de que el nUmero de mo!Cculas de vapor encima de! liquido fuese
n
=
(~) e-a:u-1.'t)IR1',
(45.16)
donde Uc - UL es !a energia interna por mo! gas menos la energia interna por mo!
del liquido, es decir, la energia necesaria para vaporizar un mol de liquido. La ecuaci6n (45.15) proveniente de la termodinitmica, y la ecuaci6n (45.16), proveniente de
la teoria cinetica, estan estrechamente relacionadas porque la presi6n es nkT, pero
no son exactamente iguales. Sin embargo, resultaran cxactamente iguales si supone·
mos L - U{; = const en vez de L = canst. Si suponemos L ·- Uc = canst independiente de la temperatura, el razonamicnto que nos llev6 a la ecuaci6n (45.15)
tambien llevara a la ecuaci6n (45.16).
La comparaci6n muestra la ventajas y desventajas de la termodin.imica sobrc
la teoria cinetica: primero, la ecuaci6n (45.14), obtenida termodinllmicamente es
exacta, mientras que !a ecuaci6n (45.16) s6lo se puede aproximar. por ejemplo, si
U es casi constante y si el modelo es vii.lido. Segundo, no podemos comprender co"
rrectamente cOmo es que el gas pasa a! cstado liquido; no obstante, la ecuaci6n
(45.14) es exacta mientras que la (45.16) es s6lo aproximada. Tercero, aunque nues·
tro tratamiento se aplica a un gas que se condensa en un liquido. el razonamiento
es valido para cualquier otro cambio de estado. Por ejemplo. la transici6n solidoliquido tiene el mismo tipo de curva que el mostrado en la fi.gura 45.3 6 45-4. lntroduciendo el ca!or latente de fusi6n, M/mol, la formula analoga a la ecuaciOn
(45.14) es ,rtiPru/liT)v = M/:T_(Vi;q - V, 01 ) 1,. Aunqu~ no podamos comprender la
teoria cini:t1ca del proceso de fusion tenemos una ecuac16n exacta.
Sm embargo, cuando
comprender la tcoria cinCtica tenemos otra ventaja.
La ecuaci6n (45.14) es
una relaci6n d1ferencial y no hay manera de detenninar las constantes
mtegraci6n. En la tcoria cinCtica podemos obtener las
constantes tambien si tenemos un buen mode!o que describa completamente el fen6~
meno. Cada una tiene, pues, ventajas y desvcntajas. Cuando el conocimiento es
y la situaci6n comphcada, las relaciones termodin<lmicas son realmente las
puderosas. Cuando la situaci6n es muy simple y se puede hacer un anitli~is
e<; mejor tratar de obtencr mils informaci6n con cl anilhsis te6rico.
Un ejemplo mas: la radiaci6n de cuerpo negro. Hemos estudiado una caja que
cont1ene radiaci6n y nada mils. Hemos hablado del equilibrio entre el oscilador y
la radiaci6n. Tambien encontramos que los fotones que chocan contra las paredes
de la caja deben ejercer una presi6n Py hallamos PV = U/3, donde U es la energia
total de todos los fotones y V es el volumen de la caja. Si introducimos U = 3PV
en la ecuaci6n b<isica (45.7), cncontramos
~
(Of{)
av r
JP~ T(~p)
ar v
-
P.
(45.17)
Como el volumen de nucstra caja es constante, podemos reemplazar (/5P/<">T)v por
dP/ dT obteniendo una ecuaci6n diferencial ordinaria que podemos integrar: In P =
'""" 4 1n '/' + const. o sea P = const x T4. La presi6n de radiaci6n varia co mo la
cuarta potencia de !a temperatura y la densidad de energia de !a radiaci6n, U/ V =
-=- 3P, tambien varia coma 1 4 . Se acostumbra escribir U/V -- (4u/c)T4, donde c
es la velocidad de la luz y u es una constante. No es posible obtener u Unicamente
con la termodinitmica. Este es un buen ejemplo de su fuerza y su limitaci6n. Saber
que U/ V varia como T4 ya es mucho, pero saber cu<into vale verdaderamente U/ V
a cualquier temperatura requiere que entremos en un tipo de detai1es que s61o una
teoria completa nos pucdc dar. Tenemos esa teoria para la radiaci6n de cuerpo negro y podemos obtener una expresi6n para la constante a de la siguiente manera.
Sea !(01) dw la distribuci6n de intensidad, o sea el flujo de energia de frecuencia
entre (;) y w + dw a traves de 1 m2 en un segundo. La distribucibn de densidad de
energia = energia/volumcn = I(w) d(,>fc es
*
=
densidad de energia total
=
i~o
densidad de energia entre w y w + dw
Por nuestras discusiones anteriores sabemos que
45~1
l
Sustituyendo esta expresi6n de I(w) en nuestra ecuaci6n para U/ V obtenemos
-I
Si ponemos x
= tfw/ kT,
la expresi6n se transforma en
Esta integral es simplemente un nUmero que podemos obtener aproximadamente dibujando una curva y cakulando el area contando cuadrados. Vale 6,5 mas o menos.
Los matematicos que esten entre nosotros pueden demostrar que la integral es exactamente ::rr 4 /15"'. Comparando esta expresi6n con U/V-,--- (4a/c)T1 encontramos
a=~zr_2___
567 x 10-s ~-~
2
601l3 c
--
'
(metro)- (grado)4
Si hacemos un pequeilo agujero en nuestra caja, z.cuanta energia saldra por segundo por e! agujero de area unitaria? Para pasar de la dcnsidad de energia al flujo
de energia, multiplicamos la densidad de energia VIV por c. Tambien multiplicamos
por !, que proviene de' lo que sigue: primero, un factor~ porque s61o escapa la energia que fluye hacia el agujero, y segundo, ouo factor ~ porquc la energia que se
acerca al agujero en direcci6n oblicua tiene menos posibilidades de salir por estar
afectada de un factor coseno. El valor media de! coseno es i- Ahora se ve claro por
que escribimos VIV= (4a/c)1"<l: para que al final podamos decir que el flujo que
proviene de un pequefio agujero es aT' por unidad de area.
Como (ex -1)- 1
=
e ·' +
e-2x
+ ... ,la integral es
Pero J~e-nx dx = 1/n, que derivada tres veces respecto an daJ~ x:le-nxdx= 6/n',porl?
que !a integral es 6(1 + -i\- + -ir- + ... ) y se obtiene una buena aproximaciOn sumando los pnmeros terminos. En el capitulo 50 encontraremos una manera de demostrar que la suma de las
inversas de la cuarta potencia de los enteros es, en efecto, n4/90.
Rueda dentada y trinquete
46-1
COmo trabaja una rueda
dentada
46-2
La rueda dentada eomo
m3quina
46-1
46-3
Reversibilidad en med.nica
46-4
Irreversibilidad
46-5
Orden y entropia
CC.mo trabaja una naeda dentada
En este capitu!o discutiremos la rueda dentada y trinquete, un disposittvo muy
simple que permite que un eJe gire solamente en un sentido. La posibilidad de que
tengamos algo que gire 1.olamentc en un ~entido rcquiere un cierto an.ilisis detallado
y cuidadoso y hay algunas consecuencias muy interesantes.
El plan de la discusi6n surgi6 ·cuando se trat6 de inventar una explicaci6n elemental, desde e! punto de vista molecular o cinetico, para el hecho de que hay una
camidad miixima de trabaJo que se puede extraer de una miiquina t6rmica. Naturalmente, hcmos visto la esencia de! razonamicnto de Carnot, pero seria bueno encontrar una explicaciOn que sea elemental en el sentido de que podamos ver lo que esta
succdiendo fisicamente. Ahora bien, hay demostraciones matem3.ticas complicadas
tomando como base las leyes de Newton para demostrar que sOlo podemos obtener
una cicna cantidad de trabajo cuando el calor lluye de un lugar a otro, pcro es muy
dificil hacer esto en una demostraciOn elemental. Abrcviando, no lo entendemos
aunque podamos seguir el proceso matem<i.tico.
En el razonamiento de Carnot, el hecho de que no se pueda extraer mas que una
cierta cantldad de trabajo al ir de una temperatura a otra se deduce de otro axioma:
si todo estii. a la misma temperatura el calor no se puede convertir en trabajo mediante un proceso ciclico. En primer lugar. vo!vamos atr3.s y tratemos de ver. al
menos en un ejemplo elemental, por quC es verdadera esta afirmaciOn tan simple.
Tratemos de inventar un d1sposi11vo que v1ole la Segunda Ley de
Termodinii.mica. csto es. un artcfacto que saque trabajo de un depOsito de
estando
todo a la misma temperatura. Digamos que tenemos una caja de gas a una cierta
tempcratura y quc dcnlru hay un eje con aspas. (Vean figura 46-1. pero tomen T, =
--o T 1 =
T, por ejemplo). A causa de! bombardeo de las molCculas de gas sobre las
aspas. Cstas oscilan y se mueven con pequeiias sacudidas. Todo lo que tcnemos que
hacer es colocar en el otro extremo del eje una rucda que s6lo pucda moverse en un
sentido -rueda dentada y trmquete--. Ast, cuando
46-1
Fig. 46- 1.
tnnquete.
La mllquina rueda dentada-
el eje trate de vibrar en un sentido, no girarit, y cuando vibre en el otro, s( girara.
La rueda girar3. !entamente, y jquiz3.s hasta podriamos atar una pulga a una cuerda
que pende de un tambor en el eje y levantar!a! Preguntemonos si esto es posib!e.
SegUn la hipOtesis de Carnot es imposible. Pero si la miramos, a prima facie parece
muy posib\e. Por lo tanto, tenemos que considerarlo mils cuidadosamente. Verdaderamente, si consideramos la rueda dentada y trinquete vemos muchas complicaciones.
En. primer lugar, nuestra rueda dentada idealizada es lo mils simple posible, pero
aun asi hay un trinquete y este debe tener ·un resorte. El trinquete debe volver despues de pasar un diente, por !o que es necesario el resorte.
Otro rasgo de esta rueda dentada y trinquete, que la figura no muestra, es comp\etamente esencial. Supongan que el dispositivo estuviese formado de partes perfectamente el<isticas. Despues que _el trinquete ha sido levantado hasta el final de!
diente y es empujado por el resorte, rebotarli. contra la rueda y continuarit rebotando. Entonces, cuando llegue otra fluctuaci6n. la rueda podria girar en el otro
sentido, jya que el diente podria pasar por debajo durante el momento en que el
trinquete estuvo levantado! Por lo cual, una parte esencia\ de la irreversibilidad de
nuestra rueda es un mecanismo amortiguador que pare \os rebotes. Cuando hay
amortiguamiento. naturalmente, la energia que habla en el trinquete pasa a !a
rueda y se transforma en calor. De modo que la rueda se irit ca!entando a medida
que gira. Para simplificar las cosas, podemos colocar un gas alrededor de la
rueda para que tome parte del calor. De todas formas, digamos que el gas aumenta
en temperatura al mismo tiempo que la rued!l. ~Seguirit esto asi para siempre?
jNo! El trinquete y la rueda? ambos a cierta temperatura T, tambien _tienen movimiento browniano. Este mov1miento es tal que de vez en cuando, acc1dentalmente.
el trinquete se levanta sobre un diente exactamente en el momento en que el movimiento browniano de las aspas estit tratando de girar el eje hacia atrits. Y cuanto
mas se calienta todo, mils frecuentemente ocurre esto.
Por lo tanto. esta es la raz6n por la que este dispositivo no trabaja en movimiento perpetuo. Cuando las aspas son empujadas, algunas veces el trinquete se levanta
sobre un diente. Pero otras veces, cuando trata de girar en el otro sentido. el
trinquete se ha Jevantado ya debido a las fluctuaciones de los movimicntos en el
extremo de la rueda jy esta se vuelve en el otro sentido! El resultado neto es nada.
No es dificil demostrar que cuando la temperatura en los dos !ados es igual, no
habrit movimiento promedio neto de la rueda. Naturalmente la rueda vibrarit mucho
en un sentido y en el otro, pero no harit lo que nosotros querriamos, que es girar
s61o en un sentido.
Veamos la raz6n. Es necesario realizar trabajo contra el resorte para que se
levante el trinquete hasta el tape de un diente. Llamemos t a esta energia y sea (}
el <ingulo entre dientes. La probabilidad de que el sistema pueda acumular suficiente
energia E para llevar el trinquete hasta el tope de un diente es e-<lkT. Pero la probabilidad de que el trinquete este accidentalmente levantado es tambien e- d kT. Por lo
cual el nllmero de veces que el trinquete estii levantado y la rueda puede girar hacia
atrils libremente es igual al nllmero de veces que hay suficiente energia para girarla
hacia adelante cuando el trinquete estit abajo. Asi obtenemos un "equilibria" y la
rueda no girarit.
46-2
La rueda dentada como mliquina
Demos ahora un paso mils. Tomemos como ejemplo cuando la temperatura de
las aspas es T 1 y la temperatura de la rueda, rueda dentada, es T 2 y que T 2 es
menor que T 1 • Como la rueda estit fria y las fluctuaciones del trinquete no son relativamente frecuentes, serit muy dificil que el trinquete alcance una energia t. A
causa de la alta temperatura Tl' las aspas alcanzar<in con frecuencia la energia E,
por lo que nuestro dispositivo irit en una direcci6n, como se lo diseii6.
Ahora querriamos ver si podemos levantar pesos. Atamos una cuerda al tambor
del media y colocamo5 un pe5o en la cuerda, como nuestra pulga, por cjcmplo. Diga
mos que L es el torque debido al peso. Si L no es muy grande, nuestra m8.quina
levantarU el peso porque las fluctuaciones brownianas hacen que se mueva con mas
probabilidad en un sentido que en otro. Queremos encontrar qui: peso puede levantar, con que rapidez gira, etc.
Consideremos, en primer lugar, un movimiento hacia adelante, que es el modo
corriente en que se diseiia una rueda dentada para que gire. Para que de un paso
hacia adelante, lCU8.nta energia se tiene que tomar prestada de las aspas? Tenemos
que tomar prestada una energia E para levantar el trinquete. La rueda gira un iingulo 0 contra el torque L, par lo que tambien necesitamos la energia LO. La cantidad
total de encrgia quc tenemos que tomar es, pues, f + LO. La probabilidad de que la
obtengamos es proporcional a e-( + UJ)I kr,. En realidad, no es s6lo cuestiOn de
obtener la energia, sino que tambien querriamos saber el nUmero de veces por segundo que tiene csta energia. La probabilidad por segundo es proporcional a
e-(< + LOJkT, y llamaremos l/T a la constante de proporcionalidad. De todos modos
se cancelarU al final. Cuando sucede un paso hacia adelante, el trabajo efectuado
sabre el peso es L(}. La energia tomada de las a spas es i + L8. El re so rte se pone
tenso con energia E y luego catap!Un, se dispara y esta energia se transforma en
calor. Toda la encrgla que se ha tomado se emplea en levantar el peso y en accionar
el trinquete, que luego cae y da calor al otro !ado de! diente.
1
Consideremos ahora el caso contrario que es el movimiento hacia atr8.s. ;,QuC
sucede aqui? Para hacer que la rueda vaya hacia atras todo lo que tenemos que
hacer es dar energia para levantar el trinquete lo bastante alto para que !a rueda
se escape. Esta es al.in la energia l. La probabilidad par segundo de que el trinquete
se levante esa altura es ahora (l/T)e- 11 kT,. La comtante de proporciqnalidad es la
misma, pero ahora aparece kT2 porque !a temperatura es difercntc. Cuando esto
~ur.:cdc, ~e libera trabaJO ya que la rueda va hacia atrits. P1erde una
libera
el trabajo LO. La energia tornada del 5isterna dentado es f, y la
al gas
a T, dondc cstim la5 aspas es
46-3
Tabla 46-1
Resumen del funcionamiento de la rueda dentada y trinquete.
Hacia adelante:
Necesita la energia
E
+ L() de las aspas. · . probabilidad
por segundo
e -{LO+ ' 11 ~F,
Toma de las as pas
LO +
EfectU.a el trabajo
LB
Da a la rueda dentada c
Jlacia atrtis:
=+
E
para el trinquete.
lidad por segundo
Necesita la energia
Toma de la rueda
Libera e! trabajo
Da a las aspas
'
L&
LO+ t
l
probabi=
f e - I u;
1
lo rnismo que antes con signos opuestos.
Si cl sistcma es reversible, las probabilidadcs por segundo son iguales, por lo que
L +Lt!
T1
Calor a la
Calor de las aspas
'
LH-+ t.
LO + E. Hay que pcnsar un poco para ver la raLOn de e~to. Supongan quc el trinquete se ha levantado por si mismo accidentalmente debido a una fluctuaciOn. En
tonces, cuando vuelve a cacr y cl resorte lo empuja contra el diente, hay una fucrza
trata de girar la rueda porque el dicnle est:i empujando en un piano oblicuo. Esta
realiza trabajo y lo mismo hace la fuerza debida a los pesos. Por lo cual las
forman la fuerza total y toda la encrgia que se va libcrando lentamcnte
aprecc en el extremo con aspas en forma de calor. (Naturalmcnte debc ser asi por la
conservaciOn de la energia, jpero se debe tener cuidado de considerar las cosas en su
totalidad!) Vemos que todas cstas encrgias son exactamente iguales pcro invertidas.
Por lo que, segU.n cmll de cstas dos probabilidades por segundo sea mayor, el peso seri
levantado lentamentc o dejado caer lenlamente. Natura!mcnte estani sacudiCndose
constantcmente, ycndo hacia arriba durantc/un instante y hacia abajo durante otro,
pero estamos hablando del comportamiento,..medio.
Supongan que para un pe~o particula~· sucedc que las probabilidades son iguales.
aiiadimos un reso infinitesimal .la la cuerda. El peso descenderii lentamcnte
trabajo en la _m.ilqu.ina. Se'. tomar.il energia de la rueda ~ se lo clan\. ~
el contrano quitamos ,un poquito de peso, el desajuste ocurrira
es lcvantado, y se toma calor de las aspas y se lo da a la rucda.
las condiciones de un ciclo reversible de Carnot, siemsea
que las dos probabilidades son iguales. Esta condiciOn es cvipre que
dentemente que (r -t LO)/T1 = f/"F2 • Digamos que la milquina cstii lcvantando
el peso. Se
una encrgia Q1 de las aspas y sc entrega una energia
en la proporci6n (~ + LA)/ L Si cstamos bajando cl
y las dos
1
46-4
tambii:n tenemos Q 1/ Q2 =
(E
+ LO)/ r. Entonces (tabla 46-1) tenemos
AUn mils, el trabajo que obtenemos es a la energia tomada de las aspas como Lf}
es a LO + E, y por lo tanto como (T 1 - T 2)/T!' Vcmos que nuestro artefacto no
puede extraer mils trabajo que este, operando revcrsiblemente. Estc es el resultado
que esperibamos de! razonamiento de Carnot y el principal resultado de esta !ecci6n. Sin embargo, podemos usar nuestro artefacto para entender algunos otros fen&menos, aunque sea fuera del equilibria, y por lo tanto mils alli del imbito de la termodinitmica.
\
lw
-~--~----'-'
Fig. 46-2. Velocidad angular de la rueda
dentada en funci6n del torque.
C alculemos ahora con que rapidez giraria nuestro artefacto de un solo sen ti do
si todo estuviese a la misma temperatura y colgilsemos un peso del tambor. Si tiramos muy, pero muy fuerte, naturalmentc, hay toda clasc de complicacionc~. El
trinquetc se desliza por encima de la rueda. o el resorte se rompe, o cualquier otra
cos«.. Pero supongan que tiramos lo suficientemente sua\'C como para que todo trapara la
baje pcrfectamente. Es estas circunstancias, el an<'ilisis anterior es
recordamos
probabi!idad de que la rueda vaya hacia adelante o hacia atrlls,
que las dos temperaturas son igualcs. En cada paso se obtiene un ilngulo 0, por lo
que !a velocidad angular cs IJ por la probabilidad de uno de eslos saltos por segundo. Va hacia adelante con una probab1lidad (I I ;)e- (, + U!!' kT y hacia atnis con una
probab•lidad (I/ T)e _,'At, ~ obtenemo~ para la velocidad angular
w
=
(8/T)e-(•Tf,!)/kT -
=
(B/ry-•ikT(e-L9/kT _ I).
e-•/kT
(46.1)
Si representamos 1,1
de L, obtcncmos la curva que muc~tra la figura 46-2.
Vemos que es
que L sea pos1tiva o negativa. Si L aumenta positiva..:uando tratamos de llevar la rueda hacia atrils, !a velocidad
mente, lo que
a una constante. Cuando L se hace negativa, w realmente
hacia atrils sc
"de5pega". ya que ;ea una enorme potencia es muy grande!
muy
quc sc obturn de
en un scntido es muy
largramleparauna
46-5
fuerza pequeiia. Yendo en el otro, podemos aplicar una fuerza muy grande y aUn
asi apenas gira la rueda.
Encontramos lo mismo en un rectijlcador etectrico. En lugar de la fuerza tenemos un campo elb:trico y en lugar de la velocidad angular, una corriente e!Cctrica.
En el caso de un rectificador, el voltaje no es proporcional a la resistencia y la
situaci6n es asim6trica. El mismo an81isis que hicimos para el rectificador mec0:nico,
servir0: tambiCn para un rectificador e!Cctrico. De hecho, la formula que acabamos
de obtener es tipica de la capacidad de los rectificadores para conducir corriente
en funci6n de sus voltajes.
Quitemos ahora todos los pesos y consideremos la m<i.quina original. Si Ti fuese
menor que T 1, la rueda dentada iria hacia adelante, cosa que cualquiera est0: dispuesto a creer. Pero lo que es dificil de creer, a primera vista, es lo contrario. Si Ti
es mayor que Tl' jla rueda gira en sentido opuesto! Una rueda dentada dinitmica
con un mont6n de calor gira por si misma hacia atris, ya que su trinquete est0: rebotando. Si el trinquete esti inclinado por un momenta en algUn punto, empuja el
piano inclinado lateralmente. Pero siempre estil empujando en un piano inclinado,
porque si sucede que se levanta lo bastante para que pase el tope de un diente, el
piano inclinado tambiCn se des!iza y vuelve a caer en un piano inclinado. Por consiguiente, juna rueda dentada y su trinquete, calientes, estim idealmente construidos
para girar en una direcci6n exactamente opuesta a aquella para la cual fueron diseli.ados originalmente!
A pesar de toda nuestra maestria en diseiios desequilibrados, si las dos tempcraturas son exactamente iguales, no hay mayor propensi6n a girar en un sentido
que en otro. En el momenta en que estemos observando puede que estC girando
en un sentido o en otro, pero a lo largo de la carrera no llega a ningUn sitio. Este
hecho de que no llega a ningUn sitio es realmente el profundo principio fundamental en el que se basa toda la termodinitmica.
46-3
Reversibilidad en meciinica
lQu6 principio mecilnico mils profundo nos dice que, a la Jarga, si se conserva
la temperatura igual en todas partes nuestro artefacto no girara ni a la derech<> ni
a la izquierda'! Tenemos evidentemente una proposici6n fundamental: no hay modo
de diseiiar una mBquina que, abandonada a si misma, tenga mis probabilidad de
girar en un sentido que en otro despues de un tiempo suficientemente largo. Debemos ver c6mo esto es una consecuencia de las !eyes de la mecil.nica.
Las leyes de la mecilnica son mils o menos asi: la masa por la aceleraci6n es la
fuerza, y !a fuerza sobre una particula es una funci6n comp!icada de las posiciones
de todas las otras particulas. Hay otras situaciones en las que la fuerza depende de
la velocidad, coma en el magnctismo, pero no consideremos esto ahora. Tomemos
un caso mil<> sencillo, como la gravedad, donde las fuerzas dcpcnden llnicamente de
la posic16n. Supongan, pues, que hemos resue!to nuestro conjunto de ecuac1oncs y
obtenido un cicrco movimicnto x(I) para cada partk:ula. En un sistema lo suticientementc complicado, las solucwnes son muy complicadas y lo que sucedc en el tiempo resulta muy sorprendente. Si escribimos cualquier arrcg!o que deseemos para las
particu!as, iVcrcmos que este arreglo ocurre realmente si esperamos un tiempo su
ficientemente largo! Si seguimos nuestra soluci6n durante un tiempo suficicntcmcntc
largo, ella intenta hacer todo lo quc pucde, por asi dccir. Esto no cs :.1bsnlu111mcntc
46-6
necesario en los dispositivos mas simple~. pero cuando los sistcma> se haccn lo >uficientemente complicados, con .3.tomos sufidentes, sucede asl. L2.. soluciOn tambien
puede hacer algo mas. Si resolvemos las ecuaciones de movimiento, podemN obtener
ciertas funcioncs taJes como t + P + 13 • Sostenemos que otra soluci6n tambiCn
seria -t + t 1 ~tJ. En otras palabras, si sustituimos i en todas
por en la soluci6n completa, tambien obtendremos una soluci6n de la
una consecuencia de! hecho de que si sustituimos t por -t en
original, nada se cambia, va que aparecen solamente las
a /. Esto sigoifica que si tencmos un cierto movimiento,
opuesto tambifo es posib!e. En la confusi6n total que rcsu!ta de esperar un
~uficientemente largo, se encuen:ra que unas veces va en una direcciOn y
e!
direcciOn opuesta. Ninguno de los dos movimientos es
to, es imposible diseiiar una m.iquina que, a !a larga,
una direcciOn que en !a opuesta, si la mil.quma es lo rnfioicc't""'""
Uno podria pensar en un ejemplo para el cual esto es
tomamos una rueda. por ej"Cmplo, y hacemos que gire en el
en el mismo sentido para siempre. Por ello. hay algunas
servaci6n dcl momentum angular, que violan el razonarniento
solamente que el razonamicnto se haga c-on un poquito mils
paredes toman el momentum angular, o algo parecido, y de este modo no
teyes de conscrvac!On especia!es. Entonccs. si el sistema es suficientcmente
cado, el razonamiento es villido. Se basa en el htcho de que las !eyes de la
ca son reversibles.
Por inter<:s histOrico, quernamos seiialar un dispositivo inventado por
que fue el primero en desarrollar la teoria dinii.mica de los gases. Supuso la
siguiente: tenemos dos cajas de gas a la misma temperatura. con un pequcifo
entre ellas. En e! agujero se sienta un pequefi.o demonio {;que puede ~er una
na, naturalmente!). E! agujero tiene una puerta que el dcmonio puedc abrir
El observa las mo!eculas que vienen de la izquierda. Siempre que ve
pida, abre la puerta. Cuando ve una lcnta, deja Ia puerta cerrada.
sea un demonio de primera, puede tener ojos en la nuca. y hacer lo
mo!eculas de la dcrecha. Deja quc pasen las lentas a la iLquierda y
derecha. Muy pronto la parte izquierda estarii. fria y la dcrecha caliente.
;,se han vio!ado !as ideas de la termodinil.mica porque podemos tcner
monio?
Resu[ta que, si construimos un demonio de tamaii.o finito, el mismo
se pondril calicnte dcspues de un. momento que no podrit ver claro. El
sencillo pNiblc seria, por ejemplo, una puerta trampa sujeta a la parte
agujero mediantc un resortc. Una mo!ecula rilpida atraviesa
tar la puerta trampa. La molecula lenta no puede
esto no es otra cosa que nuestra rueda y trinquete un poco
el mecanismo se calentaril. Si suponemos que el calor
infinito, se debe calentar. Ticne solamente un nUmero
internos, por lo que no se puede desembarazar del calor
observaciOn de !as molfrulas. Pronto se vcr.3. tan sacudido por el
niano que no puede decir si viene o va, y mucho menos ~i las
van, por lo que no sirve.
46·4
lrreversibilidad
;,Son reversibles todas las !eyes de la fisica? ;Evidentemente no! jTraten sola·
mente de desbatir un huevo! Pasen una pelicula hacia atras, y solamente se tarda
unos minutos para que todo el mimdo comience a reir. La caracteristica mils natu
ral de todos los fenOmenos es su obvia irreversibilidad.
(;De dOnde provienc !a irreversibi!idad? No de !as leyes de Newton. Si sostene·
mos quc e! comportamiento de todo se tiene que emender en Uitimo termino median·
tc la~ ]eyes de la fisica, y si tambien resulta que todas las ecuaciones tienen !a
fami1stica propiedad de que si ponemos I = ·I tenemos otra soluci6n. entonces todo
fen6rneno es reversible. i,COmo es entonces queen la naturaleza en gran escala, las
cosas no son reversibles? Obviamente debe haber alguna ley, alguna ecuaciOn fun·
damental aunque
quinis en electriddad, quin\.s en la fisica del neutrino, en
la cua! sf importa de
modo marcha el tiempo.
Discutamos esta pregunta ahora. Ya conocemos una de estas leyes. la que dice
que la entropia siempre estil aumentando. Si tenemos una cosa caliente y otra fr!a,
el calor pasa de la caliente a la fria. Por esto !a !ey de la entropia cs una de tales
\eyes. Pero esperamos entender la !ey de la entropia desde el punto de vista de la
mec.imca. De hecho, acabamos de lener txito al obtener todas las consecuencias
del razonamicnt0 de que el calor no puedc fluir hacia atras por si mismo exclusiva·
mentc por razones mec.inicas, y con e!\o obtuvimos una comprensiOn de la Segunda
Ley. Aparentemente podemos obtener irreversibi!idad de ecuaciones reversibles.
Pero, Jue solamente un razonamiento mecimico el que usamos? ConsiderCmoslo
con mas cuidado.
Ya que nuestra pregunta tiene que ver con la entropia, el prob!ema es tratar
de encontrar una descripciim microsc6pica de la cntropia. Si decimos que tenemos
una cierta cantidad de cnergia en algo, como en un gas, entonces podemos obtener
una irnagen microsc6pica de ello y decir que cada 3.tomo tiene una cierta energia.
Todas cstas energias sumadas nos dan la energla total. De! mismo modo, quiz:is
cada <ilomo ticne u:ia cierta entropia. Si !o sumamos iodo, tendremos la entropia
total. La cosa no es tan facil, pero veamos lo que sucede.
Como ejemplo, calculemos !a difcrencia de entropia entre un gas a una cicrta
tempcratura a un volumcn, y un gas a la misma temperatura a otro vo!umen. Re·
cordemos que en el capitulo 44 teniamos para la variaci6n de entropia
En el caso presente. la energia de! gas es la misma antes y despues de la expansi6n,
ya quc la temperatura no varia. De manera que tenemos que aiiadir calor suficientc
para igualar el trabajo efcduado por el gas; o sea, para un cambio pequeiio en volumcn, tenemos
dQ = PdV.
Sustituyendo en la ecuacion anterior, obtcnemos
iJ.S =
NkT dV
V
T
Nkln
~~46-8
como obtuvimos en el capitulo 44. Por ejemplo, si expandimos el volumen en un
factor 2, la variaci6n de entropia es Nk In 2.
Consideremos ahora otro ejemplo interesante. Supongan que tenemos una caja
con una barrera en el medio. En un !ado hay ne6n (mo!eculas "'negras~) yen el otro
arg6n (molt!culas "blancas"). Quitamos ahora la barrera y permitimos que se mezclen. (, Cuimto ha variado !a entropia? Es posible imaginar que en lugar de la
barrera tenemos un pist6n con agujeros que permiten que pasen las blancas pero no
las negras, y otro pist6n que hace lo contrario. Si colocamos cada pist6n en un
extrema, vemos que para cada gas el problema es parecido al que acabamos de resolver. Asi, pues, obtenemos una variaci6n de entropia de Nk In 2, Jo que significa
que la entropia ha aumentado en k 1n 2 por molfcula. El 2 tiene que ver con el
espacio adicional que tiene !a molecula, lo cual es bastante extraflo. No es una
propiedad de la misma mo!ecula, sino de cucinto espacio tiene la molCcu\a para moverse. Es una situaci6n extraiia donde la entropia aumenta, pero jdonde todo tiene
la misma temperatura y la misma energia! La Unica cosa que ha variado es que las
molfculas estiln distribuidas de otra manera.
Sabemos bien que si so!amente quitamos la barrera, todo estarii. mezdado despuCs de un tiempo largo, debido a las colisiones, a las vibraciones, a los golpes, etc.
De vez en cuando una mo!t!cu!a blanca va hacia una negra y una negra hacia una
blanca y puecle ser que se crucen. Las blancas gradualmente se abren paso, accidentalmente, en el espacio de las negras, y las negras se abren paso, accidentalmente,
en el espacio de las blancas. Si esperamos !o suficiente obtcndremos una mezcla.
C\aramente, este es un proceso irreversible en el mundo real y deberia implicar un
aumento de entropia.
Aqui tenemos un ejemplo simple de un proceso irreversible que estil. completamente formado de eventos reversibles. Cada vez que hay una colisiOn entre dos
mo!ecu\as cualesquiera, salen en ciertas direcciones. Si tomamos una pelicula de
una colisi6n hacia atrils, no habria nada err6neo con la pe!icula. En reaiidad, una
clase de colisi6n es tan probable coma otra. Por lo que la mezcla es completamente
reversible y no obstante es irreversible. Todo el mundo sabe que si comenzitsemos
con blancas y negras, separadas, obtendriamos una mezcla en unos pocos minutos.
Si nos sentitscmos y siguifsemos contemplil.ndolas por unos cuil.ntos minutos m:'ts,
no se separarian de nucvo, sino que permaneccrian mezcladas. Asi nos encontramos
con una irreversibilidad basada en situaciones reversibles. Pero tambiCn vemos ahora
la razOn. Empezamos con una distribuci6n que estil, en alglln sentido, ordenado.
Debido al caos de !as colisiones, se desordena. Lafuente de la irreversibilidad es el
cambio de una distribuci6n ordenada a una desordenada.
Es verdad que si tom3.scmos una pelicula de esto y la proyectil.semos hacia
atriis veriamos que gradualmente se ordena. Alguien diria: "jEsto es contra las
leyes de la fisica!" Pasamos la pelicula de nuevo y miramos cada colisi6n. Cada
una seria perfecta y cada una estaria obedeciendo las !eyes de la fisica. La raz6n
es, naturalmente, que las velocidades de cada moJecula son exactamente correctas,
por lo que si seguimos los caminos hacia atrils, vuelven a su condici6n inicial. Pero
esto es una circunstancia muy poco probable. Si empezamos con el gas sin distribuci6n especial, s61o blancas y negras, nunca volveril. atriis.
46-9
46-5
Otden y entropia
pues, que hablar de lo que entendemos por ordcn desorden.
un orden agradable o de un desorden desagradable.
que es
casos mezclados y sin mezclar es lo siguiente. Supongan que
en pequeftos elementos de volumen. Si tenemos mo!eculas blancuti.ntas
podrlamos distribuirlas entre los e\ementos de
las
estuvicsen en un !ado y !as negras en el otro i
maneras podr;amos distribuirlas sin ninguna restricci6n
hay muchas m3.s rnaneras de colocarlas en el
por el nUmero de maneras en que podemos dispomodo que parezca lo mismo desde el exterior. La
ese nUmero de maneras. El nUmero de maneras en el
es menor, por lo que la entropia es menor, o el "des-
tOCnica de desorden podemos entender la
entropia mide el desorden. En segundo lugar, el
a "desorden", por lo que la entropia siempre ausentido de que el arreglo nos agrada, sino en el sentido
diferentes en que lo podemos lograr, conservando el
es relativamente restringido. En el caso en que inmezdillldose, no habia tanto desorden como pens<ibatenia exactamente la velocidad y direcci6n correctas
no era alta despuCs de todo, aunque parecia serlo.
!eyes fisicas? Al hablar del campo
por una carga
se dijo que debiamos tomar el campo
t
a
distancia r de la carga, tomamos el campo debido
no a t + r/ c. Asi parece, a primera vista, como
no
reversible. Muy extraiiamente, sin embargo, las
un conjunto de ecuaciones l\amadas ecuaciones de
reversibles. Ademti.s, es posible argumentar que si soque usar ei campo adelantado, el debido al estado de cosas a
r/ c, y
en forma absolutamente compatible en un espacio completamente
cerrado, itodo sucede exactamente del mismo modo que si usamos campos retarda"
dos! Esta aparente irreversibilidad en electricidad, al menos en un recinto, no es
una irreversibilidad de ninguna especie. Ya tenemos alguna in dicaci6n de esto,
sabemos que cuando tenemos una carga oscilante que genera campos que
son rechazados por las paredes de un recinto, llegamos finalmente a un equilibrio
en el que no hay ninguna unilateralidad. La aproxirnaci6n del campo retardado es
solamcntc una conveniencia en el metodo de la soluci6n.
En cuanto a lo que sabemos, todas las !eyes fundamentales de la fisica, como
las ecuaciones de Newton, son reversibles. Entonces lde d6nde sale la irreversibilidad? Viene del orden volviendose desorden, pero no entenderemos esto hasta que
separnos el origen del orden. lPor que las situaciones en que nos cncontramos diariamente est3.n siempre fuera del equilibria? Una explicaci6n posible es la siguiente.
Examinemos de nuevo nuestra caja de mo!OCulas blancas y negras mezcladas. Bien,
si esperamos un tiempo suficiente, es posible que por puro accidente, muy improbable pero posible, la distribuciOn de mo!eculas llegue a ser principalmente de blancas en un lado y p1incipalmente de negras en el otro. Despues de esto, a medida que
pa:,a el ticmpo y los acddentes contintian, se vuelven a mezc!ar de nuevo.
46-10
de! alto grado de orden en el mundo de hoy
suerte. Quizi.s sucedi6 que nuestro mundo tuvo
clase en la que las cosas se separaron de
a unirse de nuevo. Esta clasc de teoria no es
tiene el gas separado o un pou otro ca~o, vemos una manse cst:in mezclando de nuevo.
gris en la interfase dcbido a que las
se mezcla, cualquiera sea el sentido en que transcurre el tiempo. Esta teoria
pues. que la irreversibilidad es solamente uno de los accidentes de la vie.la.
separadas.
deduciriamos de
mirado? Si creemos realmcnte que
proviene
a una fluctuaciOn. debcmos seguramente tomar !a
que podria producirla, y !a condici6n mits probable jllo
se haya dr.senredado! Por consiguir.ntc, a partir de la hipO"
es una fluctuaci6n, todas las predicciones son
st m1ramos
mezclada y
a una parte del
quc nunca hcmos visto antes, la
no como e! trnzo que arnbamos de consideraL Si nuestro
se debiese a una
fluctuaci6n, no esperariamo~ orden en ninguna parte, sino solamente donde Jo hemos
notado.
Ahora suponemos que la separaci6n es porque
realmente ordcnado. No
dcbido a una fluctuaciOn,
y negm Esta teoria
que habr3. orden en otros
a una fluctuac!On,
a un ordcnamiento mils alto
Entonces esperariamos encontrar orderi en lugares donde
Los astrimomos,
ejcmplo, han mirado
enlocan sus
a
e~trellas y
nuevas
m1smo que
Por
tanto, nosouos concluimos que
no cs una fluctuaci6n y 4ue orden es un recuerdo de las condiciones
empezb. Esto no es decir que cntc11demos su i6gica. Por alguna raz6n,
tuvo en un tiempo una entropia muy baja para su contenido de
entonces la entropia ha aumentado. Y asi. este es el camino hacia
es el origen de toda irreversibilidad, esto es lo que hace el
de
Y decadencla, esto lo que nos hace recordar el pasado no
cosas quc estiin mils cercanas a aquel momenta en la
urnverso
el orden em mayor que ahora, y el por que no podemos recordar cosas donde el
desorden es mayor que ahora, a las cuales llamamos futuro. Por ello, como comentitbamos en un capitu[o anterior, el universo entero estit en un vaso de vino. si lo
miramos suficientemente cerca. En este caso el vaso de vino es complejo porque hay
agua y vidrio y luz y todo lo dem:is.
Otra de las delicias de la fisica es que aun las cosas
la rueda dentada y trinquete. trabajan solamente porquc
rueda dentada y trinquete funcionan Unicamente en una
46·1 l
contacto fundamental con el resto de! universo. Si estuviesen en una caja aisladas
durante un tiempo suficiente, la rueda no tendria mils probabilidad de girar en un
sentido que en el otro. Pero, porque quitamos las sombras y dejamos la luz, porque
nos enfriamos en la tierra y obtenemos calor de! sol, las ruedas dentadas y trinquetes que construimos pueden girar en un sentido. Este sentido Unico estil interrelacionado con el hecho de que la rueda dentada es parte de! universo. Es parte de!
un\verso no solamente en el sentido de que obedece las !eyes fisicas de! nniverso,
sino que su comportamiento de sentido Lmico estil ligado al comportamiento de seqtido lmico de! universo entero. Esto no se podril entender completamente hasta que
el misterio de los comienzos de la historia de! universo se reduzca aim mils de la
especulaci6n a la comprensi6n cientifica.
46-12
47
Sonido. La ecuaciOn de onda
47-1 Ondas
47-4 Soluciones de la ecuaciOn de onda
47-2 PropagaciOn de! sonido
47-5 Velocidad de! sonido
47-3 La ecuaciOn de onda
47-1 Ondas
En este capitulo estudiaremos cl fen6meno de las ondas. Es un fen6meno que
aparece en muchos contextos en toda la foica por Jo que nuestra atenci61:1 se debe
concentrar en Cl no s6!o por el ejemplo particular considerado aqui. el sonido, smo
tambifn por el amplio campo de _aphcaci6n de cstas idea;, en todas las ramas de la
fisica.
Al estudiar el oscilador arm6nico seiialamos que no
hay ejemplos mccim
cos de sistemas oscilantes, sino tambif:n e[f:ctricos. Las
estitn relacionadas con
sistemas oscilantes, s61o que !as o;,cilaciones ondu!atonas, ademits de apareccr como
oscilaciones temporales en un punto, se propagan en el espacio.
En realidad ya hemos estudiado ondas. Cuando cstudi3bamos la luz, al enterarnos de las propiedades pertinentes de las ondas, prestamos atenci6n en particular
a la interfercncia espacial de ondas provenientes de varias fuentes colocadas en
diferentes puntos, todas de la misma frecuencia. Hay dos fen6menos ondulatorios
importantcs que aim no hemos estudiado y que ocurren tanto en la luz, es decir,
ondas electromagneticas, coma en cualquier otro tipo de ondas. El primero es el
fen6meno de interferencia temporal en vez de interferencia espacial. Si tenemos dos
fuentes de sonido con frecuencias ligeramente diferentes y escuchamos las dos al
mismo t1empo, algunas veces las ondas v1enen con las crestas juntas y otras con la
cresta y el va1le juntos (vean la figura 47-1). El aumento y disminuci6n dcl sonido
que resulta es e! fen6meno de pulsaci6n, o sea de interferencia en el tiempo. Ei Segundo fen6meno cs e! concermente a los diagramas de ondas que resultan cuando
las ondas est.in confinadas en un volumen determinado y se ref1ejan de un ]ado a otro
en las paredes.
Desde luego que podriamos haber discutido estos fen6menos en e! caso de las
ondas e!ectromagnCticas. La raz6n de no haberlo hecho es que usando un solo ejemplo no hubieramos provocado la sensaci6n de estar verdaderamente aprendiendo
muchos temas diferentes al mismo tiempo. Para hacer resaltar la aplicabilidad general de las ondas
47-1
!\ !\ [\ 81 !Lil_
VVVVVV
~
A_~
lJV
Fig. 47-1.
vvv
lot•rt"oool' tempo"\ de do•
ondas sonoras de frecuencia ligerarnente d1-
ferente, dando lugar a pu\saciones.
mas allS. de !a electrodinamica, consideramos aqui un ejemp\o diferente, en particular ondas sonoras.
Otros ejemplos de ondas son las ondas de agua consistentes en los largos abu!tamientos que vemos acercarse a la costa, o las ondas de agua mils pequeiias conen un rizado por tensi6n superficial. Como otro ejemp!o est3n las dos clases
ondas elil.sticas en sO!idos: una onda de compresi6n (o longitudinal) en la que
las particu!as de! s6lido oscilan en la direcci6n de propagaci6n de la onda (las ondas
sonoras en un gas son de este tipo), y una onda transversal en la que !as particu\as
del s61ido oscilan perpendicularmente a la direcci6n de propagaci6n. Las ondas de
!os terremotos contienen las dos dases de ondas cl<'tsticas, generadas por un movimicnto en algUn punto de la corteza terrestre.
Un ejemplo de ondas se cncucntra en la fisica moderna. Estas son ondas que
dan la amplitud de probabilidad de encontrar una particu!a en un lugar determinado -las "ondas de materia" que ya hemos discutid()--. Su frecuencia es proporcional a la energla y su nUmero de onda es proporcional al momentum. Son las
ondas de la mecitnica cuantica.
En cste capitulo considerarcmos Unicamente ondas cuya velocidad es independiente de la longitud de onda. Estc es el caso, por cjemp!o, de la luz en el vado. La
velocidad es entonces la misma para las ondas de radio. para !a luz azul, para la !uz
vcrde o para cualquier otra longitud de onda. A causa de este comportamiento,
cuando comenzamos a describir los fen6menos ondulatorios no nos <limos cuenta
al principio de que teniamos propagaciOn de ondas. En vez de e!lo dijimos que si
una carga se mueve en un lugar, el campo elCctrico a una distancia x era
47-2. La curva llena rnuestra el asque podria tener el carnpo elec1r1co en
c1erto instante y la curva de trazos rnuestra
cuiil es el carnpo electr1co un t1ernpo t mils
tarde
47-2
'(--ct -
f(x -
3
o ~<:ax=--
ci} --, f(x
+ Llx
3
-
4
c(t
cl.
+ L\I)),
sabemos que se propag'a por el aire ent_rc la fuente y el que ~scucha, y es totalmente
'natural que se pregunte cuil.l es la pres16n del aire en cualqmer momento determinado. Ademas, querriamos saber exactamente c6mo se mueve el aire. En el caso de la
electriddad podiamos aceptar una regla, puesto que podiamos decir que todavla no
conociamos las leyes de la electricidad, pero no podemos decir lo mismo respecto al
sonido. No quedariamos satisfechos con una reg!a ~:iue estableciese c6mo se mueve
por el aire la presi6n de! sonido, J?Orque se debena c~mprender el proceso como
consecuencia de las !eyes de mccftmca. En suma, el somdo es una rama de la mednic:i y por lo tanto hay que comprenderlo con las leyes de Newton. La propagat:i6n
del sonido de un lugar a otro es sencillamente una consecuencia de la mednica y de
las propiedades de los gases, si se propaga en un gas, o de las propiedades de liquidos o s61idos si se propaga en esos medias. Mas adelante dedm:iremos las propiedades de la luz y su propagaciDn ondulatoria en forma anil.loga a partir de las leyes
de la elcctrodinimica.
47-2
PropagaciOn del sonido
Daremos una derivaci6n de las propicdades de la propagaci6n de] sonido entre
la fuente y cl receptor como una consecuencia de las !eyes de Ncwtol), sin considc
rar la interacci6n con la fucntc y el receptor. De ordinario recalcamos un resultado
mas bien que una derivaciOn particular de e1. En cste capitulo adoptamos el punto
de vista opuesto. Aqui lo importante es, en cierto sentido, la derivaci6n en si. Este
problema de explicar nuevos fen6menos en funci6n de los viejos, cuando conocemos
!as !eyes de los viejos, es posiblemente el mayor arte de la fisica matcmfttica. El
fisico matemfttico tiene dos prob!emas: uno es encontrar soluciones dadas las ecuaciones y otro es cncontrar !as ecuaciones que describen un fen6meno nuevo. La derivaci6n que daremos aqui es un ejemplo del segundo tipo de problema.
Tomaremos aqui el ejemplo mils simple: la propagaci6n del sonido en una dimensi6n. Para !!cvar a cabo esa derivaci6n es necc;;ario tencr primcro algUn conocimiento de lo que estft pasando. Fundamentalmente. lo que interviene es que si se
muevc un objeto en un µunto en el airc, obscrvamos quc hay una pcrturhaci(m que
viaja por el aire. Si prcguntamos que clase de perturbaci6n, diriamos que es Jc c~
perar que el movimiento del objeto produzrn un cambio de presion. Desde
si el objeto se mueve suavemente, el aire fluye a su alrcdcdor simplcmcntc,
que nos interesa es un movimiento nipido, de modo que no hay tiempo
para ese flujo. Entonces el aire se comprime con cl movimicnto y
cambio de presiOn que empuja mis aire. A su vez, este aire se
vuelve a dar una presi6n adicional, y se propaga una onda
Ahora queremos formular tal proceso. Tenemos
sitamos. En nuestro problcma necesitariamos saber
lo quc cl desplazamiento del airc en la onda
lcvante. Ademas querriamos describir c6mo
que se desp!aza. La presiOn del aire tambien
de intcri:s. Naturalmente, el aire tambi6n tiene una
que describ!r I~ velocidad de las particulas del airc.
tienen aceleracwnes -pero al dar la l1~ta de todas
47-4
estas variables, pronto nos damos cuenta que se conoceria la velocidad y la aceleraci6n si supii:ramos c6mo varia en el tiempo el desp/azamiento de! aire.
Como dijimos, consideraremos la onda en una dimensi6n. Lo podemos hacer
si estamos suficientemente lejos de la fuente como para que lo que llamamos Jrentes de onda sean casi pianos. De esta manera sirnplificamos nuestro razonamiento
tomando el ejemp!o menos complicado. Entonces podremos decir que el desplazamiento )C s6lo depende de x y de t y no de y o z. En consecuencia la descripci6n del
l).
aire esta dada por
~Es completa es ta descripci6n? Pareceria que estit muy lejos de serlo, puesto
que no conocemos ningim dctalle de c6mo se mueven las moli:culas de! aire. Se estitn moviendo en todas direcciones y ciertamente este estado de cosas no estit descrito con esta funci6n x(x, t). Desde el punto de vista de la teoria cini:tica, si
tenemos una dcnsidad mils alta de mo!Cculas en un lugar y una mils baja en la regi6n adyacente, las moJeculas se mudaran de la regi6n de alta densidad a la de baja,
d~ modo que la diferencia se compense. Aparentemente, no obtendriamos una oscilaci6n y no habria sonido. Lo que se necesita para obtener la onda sonora es esta
situaci6n: cuando las moli:cu!as se precipitan fuera de la rcgi6n de densidad y presi6n mas altas, entregan momentum a las mo!eculas de la regi6n adyacente de densidad m?,s baja. Para quc sc genere sonido, las regiones en las que varian la densidad
y la presi6n deben ser mucho mayores que la distancia recorrida por las moli:culas
antes de chocar con otras mo\Cculas. Esta distancia es el camino libre medio y la
distancia entre !as crestas y valles de presi6n debe ser mucho mayor que eL De otro
modo las moJeculas sc moverian libremente de la cresta al valle, a\isando inmediatamente la onda.
x<x.
Esta claro que vamos a describir el comportamiento del gas en una e~cala grande respecto al camino libre medio. por lo que las propiedades de\ gas no estaran
descritas en terminos de moli:cu!as individua!es. El desplazamiento, por ejemplo,
scr:i el dcsplaLamiento del centro de masa de un pequeiio e!emento de! gas y la presi6n o la densidaJ scrim la presi6n o la densidad en esta regi6n. Llamaremos Pa
la presi6n y p a la densidad, y arnbas seran funciones de x y de t. No debemos
olvidar quc esta descripci6n es una aproximaci6n valida Unicamente cuando estas
propiedades de\ gas no varian demasiado r:ipidamcnte con la distancia.
47-3 La ecuaciim de onda
La fis1ca del fen6meno de !as ondas sonoras comprende entonces tres caracteristicas:
I.
IL
III.
El gas se mucvc y varia la densidad.
La variaci6n de densidad corresponde a una variaciOn de presi6n.
Las desigualdades de presi6n generan el movimiento del gas.
Consideremos primero el punto II. Para un gas, un liquido o un s6lido, la prcsi6n
es cicrta funci6n de la densidad. Ante~ de que llegue !a onda sonora, tcnemos equilibrio a una pres16n P,. y una densidad correspondiente Pw Una presi6n Pde\ medio
esta ligada con la dcnsidad por una relaci6n caractcristica P = f(pJ y, en particular,
la presi6n P0 de equilibno esta dada por
= J(11,J. En el somdo, las variaciones de
presi6n respccto al valor de equilibria
extrcmadamentc pequeii:as. Una unidad
siendo I bar = !O' N/m.: La presi6n
conveniente para medir presiones es el
de I atm6sfera patr6n es muy
47-5
el sonido usamos una escala logaritoido es aproximadamente logaritmica.
cual el :nivel de presi6n acUstica para la
,.,...._
I (n1vet de presiOn acUstica) = 20 !og"(P/ Pr.r) en db,
(47.1)
Po +Po = f(Po
+ p,)
=
(47.3)
P.
donde
K =
ilPc.
=
f(po)
+ pJ'(Po),
f'(po)
=
(dP/dp) 0 .
(fl) (47.4)
ll(•,I)
,~!1t:1:noriginal :~~'.:'... volumen
'
'
'
'
'
'
1-i.i(o•d:<,t)--'
El desplazamiento del a1re en x
en x + .Jx es x(x , Jx, t). El
de aire para un area un1taria
es i'.l.x; el nuevo volumen es
t)-x(x, t).
• . Con esta elecci6n de P" 1, la P no es la presi6n de pico en la onda sonora sino la presi6n
··med!a cuadri!tica", que es l/(2) 112 por la presi6n de pico.
47-6
Po 6.x = p[x
+ 6.x + X(x +
6.x, 1) -
x -
X(x, t}]
( 47.5)
(47.6)
Poll.x =
(47.7)
de modo que
!a
p,-= -po
f!
ax
AX -
ax
Pc ;)X'
(47.8)
y/ <'ix lrente a p,,b xi i\x. Obtc<Jemos asi la rel0.ci6n que ne-
47-7
sen\ igual a p0 !1x(/Yx!Ot 2}. En x tenemos la fuerza en la direcci6n + x. de m6dulo
P(x, t) por unidad de area, y en x + fix tenemos la fuerza en direcciOn opuesta, de
m6dulo P(x + jx, t) por unidad de area (Fig. 47-4):
P(x, t) - P(x
+ 6.x, t)
=
-
~~ dx
=
-
¥;. 6.x,
(47.10)
ya que ilx es pequeiio y que la lmica pane de P que varia es la presiim en exceso
Pe Ahora tenemos III:
Po
a'x
aiz
=
(47.11)
(Ill)
-
interconectar las cosas y reducir a una
P,. de HJ usando II, con lo que obtenemos
y as1 tenemos
variable, a X
(47.12)
y lucgo poJemos usar I para eiiminar /le· De este modo encontramos que p, sc simplifica y nos queda
(47.13)
Llamaremos c11 =
K,
por lo quc podcmos escrihir
(47.14)
Esta es !a ecuaci6n de onda que describe el comportamiento de! sonido en la materia.
47-4
Soluciones de la ecuaciOn de onda
Ahora podemos ver si
ecuaci6n describe rea!mente las propiedades esencia\es de las ondas sonora~ en
Queremos dcducir que un pulso sonoro, o
perturbaci6n, se mover:i con
Queremos verificar que dos pulsos Jiferentes se pueden mover
otro ·el principio de superposici6n-.
Tambien queremos verificar que
puede ir tanto a la derecha como
quierda. Todas estas propiedades
estar contenidas en esta Unica
encontramos
8
=
f"(x -
I)
(47. !5)
47-8
La derivaci6n de es ta misma funci6n respecto a t da -11 por la derivada de la
funci6n, o sea 1> xi tit = -vf'(x - vt), y la segunda derivada respecto al tiempo es
~ = v2 f"(x-vt).
(47.16)
Es evidente que flx - vt) satisfarii. la ecuaci6n de onda siempre que la veloddad de
onda v sea igual a c,.
En consecuencia, partiendo de las !eyes de la mecdnica encontramos que cualquier perturbaci6n sonora se propaga con velocidad c, y ademii.s encontramos que
c.
=
K 112
= (dPldp'k/ 2 ,
y asi hemos relacionado la velocidad de onda con una propiedad de! medio.
Si consideramos una onda que viaja en direcci6n opuesta, de modo que x(x, t) =
frtx + vt), es filcil ver que esa perturbaci6n tambifn satisface la ecuaci6n de onda.
La imica diferencia entre una onda de este tipo y una que viaja de izquierda a derecha es el signo de v, pero sea que tengamos x +vi o x-w coma variable en la
funci6n, el signo de oixlOt2 nose altera, ya queen esta s6lo interviene 11 2 • Se sigue
que tenemos so!uciones para ondas que se propagan en una u otra direcci6n con velocidad c,.
Una cuesti6n extremadamente importantc es la de la superposici6n. Supongan
que se ha encontrado una soluci6n de la ecuaci6n de onda, Xi digamos. Esto significa que la segunda derivada de X• respccto a x es 1/ Cs' por la segunda derivada
de x1 respecto a l. Ahora bien, cualquier otra soluci6n
tiene la misma propiedad.
Si superponemos estas dos soluciones, tenemos
X(x, 1) = X 1(X, 1)
+ X2(X, 1),
(47.17)
y deseamos verificar que x(x, t) tambien es una onda, es decir que satisface la
ecuaci6n de onda. Podemos demostrar fii.cilmente este res1J.ltado, puesto que tenemos
(47.18)
y ademii.s
(47.19)
Se sigue que 0 2 xlhx 1 = (lie~') h 2 xl0t>, por lo que hemos verificado el principio de
superposici6n. La demostracion de! principio de superposici6n proviene de que la
ecuaci6n de onda es lineal en X·
Podemos esperar ahora que una onda luminosa plana propag3.ndose en la direcci6n x po!arizada de modo que el campo elCctrico este en la direcci6n y, satisfaga
la ecuaci6n de onda
(47.20)
ecuacilm de onda es una de las consecuenecuaciones de la electrodinilmica llevariln a
como las ecuaciones de la mecitnlca llevan a la
4 ~/ -5
La veloddad del !lonido
onda para d
una/6rmu-
a la rapidez
pres1on con
(47.21)
P
=
const p\
dP/ dp - rPI ri. Para la velocidad del
c~
TambiCn podemo~ escribir c/ =
vemos quc p V es la masa del
u, donde m es la masa de una
=
"!!_.
p
(47.22)
~onido
tenemos en ton-
(47.23)
utilizar la relaciOn PV "--- NkT. Ademils
puede expresar tambiCn como Nm, o como
y ,II es el peso molecular. J::n esta
47-10
forma encontramos
2
'YkT
m
-YRT
c,=--=~·
µ
(47.24)
SegUn la cual es evidente que la velocidad del sonido depende Unicamente de la temperatura del gas y no de la presi6n ode la densidad. Tambien hemos observado que
(47.25)
donde ( 1•2 ) es el promedio de los cuadrados de la velocidad de !as moleculas. Por
lo tanto c}""""" (r/3)( r 1 ) , o sea
(47.26)
Esta ecuaciOn estab!ece que la velocidad del sonido vale aproximadamente I /(3) 1! 2
multiplicado por cierta velocidad media lime de las moleculas (la raiz cuadrada de la
media de lm cuadrados de la ve!oddad). En otras palabras, la velocidad del sonldo
cs del mismo orden de magnitud que la ve!ocidad de las molecu!as; en realidad es un
poco menor que esta velocidad media.
Naturalmente que ese resultado era de esperar, porque una perturbadOn ta!
como una variaciOn de presilm se propaga, despuCs de todo. debido al movimiento
de la~ moleculas. Sin embargo, csc argumento nos da la velocidad precisa de propagaciOn: podria haber resultado que el sonido fuese transportado principalmente por
las molCculas mas rftp1das, o por las mils lentas. Es razonable y satisfactorio que !a
vcloc1dad del somdo sea aproxunadamente l de la velocidad molecular media l'mc
47-11
48
Pulsaciones
48-1
Sumando dos ondas
48-2
Notas pulsadas y modulaciOn
48-3
Bandas iaterales
48-4
Trenes de ondas localizados
48-1
48-5
Amplitudes de prohabilidad para
particulas
48-6
Ondas en tres dimensiones
48-7
Modos normales de vibraci6n
Sumando dos ondas
Hace algU:n tiempo discutimos con mucho detalle las propiedades de las ondas
de luz y su interferencia --esto es, los efectos de la superposici6n de dos ondas provenientes de fuentes diferentes-. En todos estos anillisis supusimos que las frecuencias de las Fuentes eran iguales. En este capitulo discutiremos algunos de los fenOmenos que resultan de la interferencia de dos fuentes que tienen frecuencias diferentes.
Es faci! imaginarse Jo que va a pasar. Procediendo de la misma manera que antes, supongan que tenemos dos fuentes oscilantes iguales de la misma frecuenda
cuyas fases estiln ajustadas de modo ta!, Cigamos, que las seiiales Hegan en fase a
a!gim punto P. En dicho punto, si se trata de luz, la luz es muy intensa; si se trata
de sonido, es muy fuerte; o si de electrones. Hegan muchos de el!os. Por otro !ado,
si las seriales que Hegan estuviesen defasadas 180°, no obtendriamos serial en P,
ya que la amplitud total es entonces un mlnimo. Supongan ahora que alguien gira
el ''bot6n de fase" de una de las fuentes y cambia la fasc en P hacia adelante y ha"
cia atrii.s, digamos, haciendola primero 0°, luego 180° y asi sucesivamente. En este
caso encontrariamos, naturalmente, variacioncs en la intensidad de la sei'ial total.
Pero tambi6n vcmos que si la fase de una fuente varia lentamente con rc!aci6n a la
de otra de una manera uniforme y gradual, cmpezando en cero, subiendo a diez,
veinte, treinta, cuarenta grados, etc., entonces lo que mediriamos en P serla una serie
de "pulsaciones" fuertes y dCbiles, puesto que cuando la fase se mueve en 360° la
amp!itud vuelve a un m<lximo. Naturalmente, decir que una fuente est3 variando su
fase relativa a otra fuentc a una velocidad uniforme, es lo mismo que dccir quc el
nllmero de oscilaciones por segundo cs Jevemente difcrente para las dos.
A~i, sabemos la rcspuesta: si tenemos dos fuentc~ con frecucncias levcmente
diferentes encontrariamos, como resultado neto, una oscilaci6n con una !enta intensidad pulsantc. jEsto es, rea!mente, todo lo que hay respccto a csta materia!
48-1
Fig. 48-1
Superpos1c16n de dos ondas coseno1dales cuyas amplitudes estan
en la relac16n 8: 10. La repe11c16n exacta
del d1agrama dentro de cada "pulsac16i:i".
noestip1ca del caso general
TambiCn es muy fiicil formu!ar matemiiticamente este resultado. Supongan, por
ejemplo, que tencmos dos ondas y analizamos simplemente lo que llega a P, sin
preocuparnos por el momento de todas !as relaciones espaciales. De una fuente, digamos, tendrlamos cos w 1t y de la otra cos w 2t, donde las w no son :.:xactamentc
iguales. Naturalmente las amplitudes podrian no ser iguales tampoco, pero podemos
resolver el problema general m3.s tarde; tenemos primero el caso en que las amplitudes son iguales. Entonces, la amplitud total en P es la suma de esos dos cosenos.
Si representamos las amplitudes de !as ondas en funci6n de! tiempo, como en la figura 48-1, vemos que donde las crestas coinciden obtenemos una onda fuerte y donde
coinciden una cresta y un valle obtenemos priicticamente cero y cuando vuelvcn a
coincidir las crestas obtenemos de nuevo una onda fuerte.
Matemitticamente, necesitamos sotamente sumar dos cosenos y arreglar el resultado de alguna forma. Existe una cantidad de relaciones Utiles entre los cosenos,
que no son dificiles de derivar. Naturalmente sabemos que
(48.1)
y que eia tiene una parte real, cos a, y una parte imaginaria, sen a. Si tomamos la
parte real de eifa+b), obtenemos cos (a + b). Si efectuamos la multiplicaci6n
e'ae•b =(cos a+ isena)(cosb
+
isenb),
obtenemos cos a cos b - sen a sen b, mfts algunas partes imaginarias. Pero ahora
necesitamos solamente la parte real, o sea
cos(a
+ b)
=
cosacosb - senasenb.
(48.2)
Ahora bien, si camhiamos el signo de b, como el coseno no cambia el signo y el
seno si, la misma ecuaciOn para b negativo es
cos(a - b) = cosacosb
+ senasenb.
(48.J)
48-2
Si sumamos estas dos ecuaciones, desaparecen los senos y vemos que el producto
de dos cosenos es un media del coseno de la suma mils un medio de! coseno de la
diferencia:
cos a cos b = ! cos (a + b) + ~cos (a - b).
(48.4)
Ahora podemos invertir la f6rmula y encontrar una para cos a '+ cos fJ si hacemos simplemente a= a+ by fJ =a - b.Estoes,a ={(a+ {J)y b ={(a - fJ),
de modo que
cos a+ cos (3
=
2 COS !(a
+ (3) cos !(a -
(3).
(48.5)
Podemos ahora analizar nuestro problema. La suma de cos w 1t y cosw 1 t es
Pero supongamos que las dos frecuencias son casi iguales, de modo que !('£<1 1 + wJ
es la frecuencia promedio y es, mils o menos, igual a ambas. Pero w 1 - w 2 es mucho
menor que w 1 o M 2 porque, como supusimos, w 1 y w 2 son casi iguales. Esto significa
que podemos representar la soluci6n diciendo que hay una onda cosenoidal de alta
frecuencia mils o menos como las que teniamos, pero que su "tamaii.o" varia despacio
~~o:·t~:~~: ~:::e~~i~~01~0;u~0~ ~~~er:;ap~~:c~~:e~~t~~nq~ee(/s~) dic~tu~
la amplitud varia como cos ,Yw 1 - wJ lo que realmente nos estil diciendo es que
las oscilaciones de alta frecuencia estitn contenidas entre dos curvas cosenoidales
opuestas (las de trazos en la figura 48-1 ). Basitndose en es to se podria decir que la
amplitud varia a la frecuencia i('w 1 - wJ, pero si hab\amos de la intensidad de la
onda, debemos considerar que tiene el doble de esta frecuencla. Es decir, la modulaci6n de la amplitud, en el sentido de la magnitud de su intensidad, es a la frecuencia
w 1 - w 1 , aunque la f6rmula nos diga que multiplicamos por una onda cosenoidal a
mitad de dicha frecuencia. La base tOCnica de esa diferencia es que la onda de alta
frecuencia tiene una relaci6n de fase un poco diferente en el segundo semiciclo.
Ignorando esta pequeiia complicaci6n, podemos concluir que si sumamos dos
ondas de frecuencias w 1 y w 2, obtendremos una onda resultante de frecuencia promedio ¥w 1 + wJ que oscila en in_tensidad con una frecuencia w 1 - w 1.
Si las dos amplitudes son diferentes, lo podemos volver a hacer todo de nuevo
multiplicando los cosenos por amplitudes diferentes A 1 y A 2 y hacer muchas operaciones, reordenando, etc., usando ecuaciones como (48.2}-(48.5). Sin embargo, hay
otras maneras mils fil.ciles de efectuar el mismo anil.lisis. Por ejemplo, sabemos que
es mucho mils fad\ trabajar con exponenciales que con senos y cosenos y que podemos representar A1 cosw 1t como la parte real de A 1e1t,.,1. La otra onda seria ami.logamente la parte real de A 2e "'>1. Si las sumamos, obtenemos A 1fiw,1 + A 2e'w,t. Si
sacamos factor comlln la frecuencia promedio, obtenemos
1
Tenemos de nuevo la onda de alta frecuencia con una modulaci6n a la frecuencia
mils baja.
48-3
48·2
Notas pulsadas y modulaciOn
Si nos preguntan ahora por la intensidad de la onda de la ecuaciOn (48.7), podemos tomar o el mOdulo al cuadrado del primer miembro o el de! segundo. Tomemos el de! primer miembro. La intensidad es entonces
Vemos que la intensidad se infla y se desinfla a una frecuencia w 1 ~ wi, variando
Ai, la intensidad minima no es
entre los Jirnites (A 1 + AJi y (A 1 ~ AJ1. Si A 1
'*
~·
7
fig. 48-2. Resultante de dos vectores complejos de 1gual frecuencia.
8
Fig. 48-3. Resultante de dos vectores complejos de frecuenc1a des1gual.
vista desde el sistema dereferenc1a rotante de un vector. Se muestran nueve pos1c1ones suces1vas del vector que rota
lentamente.
Otra manera de representar esta idea es mediante un dibujo, como e! de la figura
48-2. Dibujando un vector de longitud A 1 que rota a una frecuencia w 1 para representar una de las ondas en el piano complejo. Dibujamos otro vector de longitud
Ai que rota a una frecuencia wi para representar la segunda onda. Si las dos frecuencias son exactamente iguales su resultado tiene una longitud fija y sigue rotando, y obtenemos de las dos una intensidad fija y definida. Pero si las frecuencias
son levemente diferentes, los dos vectores complejos rotan con velocidades diferentes. La figura 48-3 muestra a que se parece esta situaciOn con relaciOn al vector
A 1eJw, 1• Vemos que A 2 gira apartilndose lentamente de A 1 y asi la amplitud que obtenemos sum<indolos, es primero fuerte y luego, a medida que se aleja, cuando la
posiciOn relativa es de 180" la resultante se hace particularmente debil, y asi sucesivamente. A medida que los vectores rotan, la amplitud del vector suma se hace
mayor y menor y de este modo la intensidad pulsa. Es una idea relativamente simple
y hay muchos modos diferentes de representarla.
Es muy filcil observar experimentalmente el efecto. En el caso acU.stico, podemos
disponer dos altoparlantes accionados por dos osciladores individuales, uno por
cada altoparlante, de modo que cada uno de ellos da un tono. Asi, recibimos una
nota de una fuente y otra nota diferente de la otra fuente. Si hacemos que las frecuencias sean exactamente iguales, el efecto resultante tendril una intensidad definida en una posiciOn dada
48-4
de! espacio. Si entonces Jos desintonizamos un poquito, apreciamos ciertas variaciones en la intensidad. Cuanto mis los desintonizamos, mas r<ipidas son las variaciones de sonido. El oldo tiene alguna dificultad en seguir variaciones mis ripidas que
unas diez por segundo.
Tambi6n podemos observar el efecto en un osciloscopio que dcsdobla simp!emente la suma de tas corrientes que entran a \os dos altoparlantes. Si la frecuencia
de pulsaci6n es relativamente baja, vemos sencillamente un tren de ondas sinusoidal
cuya amplitud pulsa, pero cuando hacemos las pulsaciones mis rtipidas vemos la
clase de onda que muestra la figura 48-1. Cuando hacemos las diferencias de frecuencia mayores, las "jorobas" se mucvcn mas juntas. Tambi6n, si las amplitudes
no son iguales y hacemos una sefial mas fuerte que la otra, entonces obtenemos
una onda cuya amplitud no se hace nunca cero, que es exactamente Jo que esperamos. Todo marcha como es debido, tanto acllstica como e!Cctricamente.
jEI fen6meno opuesto tambiCn se da! En radiotransmisi6n, usando la llamada
modulaci6n de amp!itud (AM), la estaciOn de radio emite el sonido como sigue: el
radiotransmisor tiene una oscilaci6n e!Cctrica CA a una frecuencia muy alta, por
ejemplo 800 ki!ociclos por segundo, en la banda de emisi6n. Si se pone a funcionar
esta seiial portadora, la estaci6n de radio emite una onda de amplitud uniforme a
800.000 oscilaciones por segundo. La manera de transmitir la ·•informaci6n ", el
tipo inUtil de informaci6n acerca de qu6 clase de autom6vil comprar, es que cuando
aJguien habla por el micr6fono la amplitud de la sefial portadora cambia al comptis
de las vibraciones acllsticas que entran en el micr6fono.
tomamm como el caso matemitico mils simple la situaci6n en que una soprano
dando una nota perfecta, con oscilaciones sinusoidales perfectas de sus cuerdas
vocales, obtenemos entonces una seii.al cuya intensidad varia como muestra Ia figura
48"4, La alternaci6n de la audiofrecuencia se recobra entonces en el receptor; nos
libramos de la onda portadora y solamente consideramos la envolvente, que reprelas osci!aciones de las cuerdas voca!es o sonido de la cantante. El altoparlante
vibraciones correspondientes a la misma frecuencia en el aire y el oyente es esencialmente incapaz de distinguir Ia diferencia, eso es lo que dicen. Debido a un nUmero
de distorsiones y otros efectos sutiles es posible, en realidad, decir si estamos escuchando la radio o una soprano en persona; de todos modos la idea es la que hemos
indicado.
~~7\tirnJr
!T[jJSl'ijl
48"3
Fig. 48-4. Una onda portadora rnodulada
En este dibujo esquemiltico, «•clu!m = 5. En
una onda real de radio, ("ci Wm ~ 100.
Bandas laterales
Matemilticamente. la onda modulada descrita anteriormente se expresaria en la
S =
(I
+ b COS w,,.t) COS w t,
donde LI\, representa la frecuencia de la portadora y
0
<.1m
(48.9)
es la frecuencia de audio. De
48-5
nuevo usamos todos Jos teoremas de los cosenos, o podemos usar eiO; da igual -es
mas facil con e10 , pero es lo mismo. Tenemos entonces
S
=
COS
Wei
+ !b
COS
(We
+ Wm)I +
tb COS (we - Wm)!.
(48.10)
Asi, desde otro punto de vista podemos decir que la onda de salida de! sistema
consiste en tres ondas superpuestas: primero, la onda regular de frecuencia w,., es
decir frecuencia de la portadora. y luego dos ondas nuevas a dos frecuencias nuevas.
Una es la frecuencia portadora mas la frecuencia de modulaci6n y la otra es la frecuencia portadora menos la frecuencia de modulaci6n. Por lo tanto, si hacemos una
especie de representaci6n de la intensidad generada por el generador en funci6n de la
frecuencia, encontrariamos una gran cantidad de intensidad a la frecuencia de la portadora, natura!mente, pero cuando un cantante empieza a actuar tambien encontrariamos de repente intensidad proporcional a la intensidad del cantante h; a frecuencias
we + u.im y we- wm, como muestra la figura 48-5. Esto es lo que se Uama bandas la/era/es; cuando hay una seiial modulada proveniente del transmisor, hay bandas laterales. Si hay mas de una nota al mismo tiempo, digamos wm y wm·, hay dos instrumentm tocando. o si hay cualquier otra onda complicada con cosenos, entonces por
supucsto podemos ver matematicamente que obtenemos mas ondas que corresponden
a las frecuencias ,,,, +
Fig. 48-5. Espectro de frecuencia de
una onda portadora "ic modulada por una
Un1ca onda coseno1dal "'m·
Por lo tanto, cuando hay una modulaci6n complicada que se puede representar
como la suma de varios cosenos•, encontramos que el transmisor n;:al esta transmi·
tiendo en un intervalo de frecuencias, es decir !a frecuencia portadora mas o menos
la frecuencia milxima que cont1ene la seiial de modulaci6n.
Aunque al princ1pio podamos pensar que un radiotransmisor transmite solamente
a !a frecuencia nominal de la portadora, puesto que hay grandes y superestables os"
ciladores de cristal y todo esta ajustado para que sean precisamente 800 kilociclos desde el momenta en que alguien anuncie que estan a 800 kilociclos, modula los 800 kilociclos y por consiguiente jya no estan precisamente a 800 kilociclos! Supongan que
• Una pequeila nota al margen: i.En que circunstancias se puede rcpresentar una curva
como suma de un gran numero de cosenos? Respuesra: En todas las c1rcunstancias ordinarias,
excepto para ciertos casos que los matemitticos pueden inventar. Naturalmente. la curva debe
tener solamente un valor en un punto dado, y no debe ser una curva loca quc salta un numero
inlinito de veces en una distancia infinitesimal, o algo parecido. Pero aparte de estas restncciones.
cualquier curva razonable (una que un cantante es capaz de hacer agitando sus cuerdas vocales)
siempre se puede componer sumando onda~ cosenoidales.
48-6
Jos amplificadores estim construidos en tal forma que transmitan en un buen intervalo de la sensibilidad del oido (el oido puede percibir hasta 20.000 ciclos por segundo, pero corrientemente los transmisores y receptores de radio no trabajan mas allil
de 10.000, por lo que no oimos las partes m:is altas), entonces. cuando un hombre
habla, su voz puede contener frecuencias mils altas. digamos. que !0.000 ciclos. por lo
que el transmisor esta transmitiendo frecuencias que pucden ir desde 790 hasta 810
kilociclos por segundo. Ahora bien, si hubiese otra estaci6n a 795 kc/seg .. habria
mucha confusi6n. Tambien, si hicieramos nuestro receptor tan sensible que solamente tomase 800 y no los IO kilociclos de ambos !ados, no oiriamos lo que el hombre dijese, iYa que la informaciOn estaria en esas otras frecuencias! Por lo tanto, es
absoJutamente esencia! colocar las estaciones algo separadas para que sus bandas
laterales no se superpongan y ademas el receptor no debe ser tan selectivo que no
permita la recepci6n de las bandas laterales asi coma de la frecuencia nominal principal. En el caso de! sonido, este problema no causa realmente mucha dificultad.
Podemos oir en un rango de ± 20 kc/seg y corrientemente tenemos desde 500 hasta 1.500 kc/seg en la banda de emisi6n, por Jo que hay lugar suficiente para muchas
estaciones.
El problema de la televisi6n es mas dificil. Cuando el haz electr6nico atraviesa
la carga de! tubo de imagen, hay varias manchas pequeiias de luz y sombr . Esta
"Juz"' y "sombra"' es la "seiial'". Ahora bien, el haz barre de ordinario toda la imagen.
500 lineas. en una trigesima parte de segundo aproximadamente. Consideremos que la
resoluci6n de la imagen vertical y horizontalmente es mas o menos igual, por lo que
hay el mismo nUmero de manchas por centimetro segUn una linea de barrido. Queremos ser capaces de distinguir sombra de luz, sombra de \uz, sombra de luz. en 500
lineas digamos. Para que podamos hacer esto con ondas cosenoida!es, la mils pequeiia
longitud de onda que se necesita corresponde entonces a una longitud de onda. de maxima a maximo, de una 250-ava parte del tamai'to de la pantalla. De este modo tenemos 250 x 500 x 30 informaciones por segundo. La frecuencia mas alta que vamos
a transportar, por lo tanto, es pr6xima a 4 megaciclos por segundo. En la realidad.
para conservar las estaciones de televisi6n independientes tenemos que usar un poquito mas que esto, alrededor de 6 me /seg; parte se usa para llevar la sei'ta! de sonido
y otra informaci6n. Por lo que los canales de televisi6n tienen seis megaciclos por
segundo de anchura. Ciertamente no seria posible transmitir TV en una portadora de
800 kc /seg, ya que no podemos modular a una frecuencia mas alta 4ue la portadora.
De cualquier modo, la banda de televisi6n comienza en 54 megaciclos. El primer
canal de transmisi6n, que es el canal 2 (?). tiene un intervalo de frecuencias desde 54
hasta hasta 60 mc/seg, que da 6 mc/seg de anchura. "Pero -podria decir alguienacabamos de probar que habia bandas laterales a ambos !ados, y por Jo tanto deberia
ten::r anchura doble." Resu\ta que los ingenieros de radio son bastante inteligentes. Si
analizamos la sefial de modulaci6n usando terminos en senos y cosenos en lugar de
s61o cosenos, para permitir diferencias de fase, vemos que hay una reJaci6n invariante
definida entre la banda lateral en el !ado de la alta frecuencia y la banda lateral en
el lado de la baja frecuencia. Loque queremos decir es que no hay informaci6n nueva
en la otra banda lateral. Asi, lo que se hace es suprimir una banda lateral y el receptor
estit conectado dentro en una forma tal que la infonnaci6n omitida se reconstituye
examinando la Unica banda lateral y la portadora. La transmisi6n de banda lateral
Unica es un esquema inteligente para disminuir los anchos de banda necesarios para
transmitir informaci6n.
48-7
48-4
T renes de ondas localizados
El pr6ximo tema que discutiremos es la interferencia de ondas en el espacio y en
el tiempo. Supongan que tenemos dos ondas viajando en el espacio. Sabemos, naturalmente, que podemos representar una onda que viaja en el espacio mediante
e(i,.,1-kx). Esto podria ser, por ejemplo, el desplazamiento de una onda de sonido. Es una
soluciOn de la ecuaci6n de onda siemprequew 2 = k 2&, dondecesla velocidad depropagaciOn de la onda. En este caso lo podemos escribir en la foram etk(x·ct), que es de
Ja·forma generalj{x- ct). Por lo tanto, Csta debe ser una onda que estil viajando a esta velocidad, w/k, que es c y todo estil bien.
Ahora queremos sumar dos de estas ondas. Supongan que tenemos una onda que
estit viajando con una frecuencia y otra onda viajando con otra frecuencia. Dejamos
al !ector la consideraci6n de! caso en que las amplitudes son diferentes: no hay diferencia sustancial. Nosotros queremos efectuar ei6,,,i-k,x) + ei(w,1-k,x). Podemos hacerlo
usando la misma matemittica que cuando sum3.bamos ondas de sei'\al. Naturalmente
que si c es la misma para ambas esto es facil, puesto que es id6ntico a lo que hicimos
antes:
ei"'i(l-:./c)
+
ei"'2(l-x/c) =
e""i!'
+
ei"2'',
(48.11)
excepto que ahora la variable est'= t-x/c en lugar de t. Asi, obtenemos !a misma
clase de modu!aciones. pero vemos, natura!mente, que estas modulaciones se estim
trasladando con la onda. En otras palabras, si sumilsemos dos ondas y estas ondas no
s6lo estuviesen oscilando sino tambi6n movl6ndose en el espacio, entonces la onda
resultante tambien se trasladaria en el espacio a la misma velocidad.
Ahora querriamos generalizar esto al caso de ondas en las que la relaci6n entre la
frecuencia y el nUmero de ondas k no sea tan simple. Ejemplo: un material que tenga
un indice de refracci6n. Ya estudiamos la teoria del indice de refracci6n en cl capitulo
31. donde encontramos que podiamos escriblf /..
11<0/c, siendo 11 el indice de refracciOn. Como ejemplo mteresante. encontramos que para los rayos X el indice 11 es
(48.12)
Dedujimos realmente una formula mils complicada en el capitulo 31, pero como ejemplo Csta es tan buena como cualquiera.
Entrc parCntesis, sabemos que aim cuando u1 y /.. no son proporcionales linea\mente, el cociente r,1/k es ciertamente la vclocidad de propagaci6n para una frecuencia y nUmero de ondas particulares.
Llamamos relocidad de jGse a este cociente: es la veloc1dad a la que la fase, o los
nodos de una lmica onda. se trasladarian:
(48.13)
Esta velocidad de fase, para el caso de los rayos X en vidrio, es mayor que la velocidad de la luz en el vacio (ya que n en 48.12 es menor que I), y esto es un poco incOmodo, porque jno creemos que se pueda enviar seiiales mas r:ipido que la velocidad
de la luz!
48-8
Lo que vamos a discutir ahora es la interferencia de dos ondas en las que "' y /.:.
tienen una f6rmula definida quc las relaciona. La f6rmula anterior para n dice que k
estit dado como una funci6n dcfinidau de M. Para scr precisos, en este problcma particular la formula para/.:. en funci6n de 10 es
(48.14)
donde a= Nq~/2t 0 m, es una constante. De cualquier modo, para cada frecuencia
hay un nfunero de onda definido y queremos sumar dos de estas ondas.
Hagilmoslo exactamente como hicimos en la ecuacion (48. 7):
Tem:mo~
de nue\O una onda modulada. una onda que viaja con la frecuencia pro
media y el nllmero de onda promedio. pero cuya intensidad est.it variando con una
forma que depend..:: de la frec1;1encia difcrencia y de! nUmero de onda difcrencia.
Tomemos ahora el caso en que la diferencia entre las dos ondas es rclativamente
pequefia. Supongamos que estamos sumando dos ondas cuyas frecuencias son casi
iguales; entonces (w 1 + w 2)/2 es prilcticamente igual a cualquiera de las dos ,,_, y lo
mismo ocurre con (/.:. 1 + /.:. 2)/2. Entonces !a velocidad de la onda, de las oscilaciones
rftpidas, de !os nodos, es esencialmente r,i/k. Pero, ojo, jla velocidad de propagaci6n
de la modulaci6n no es la misma! ;,Cuilnto tenemos que cambiar x para dar cuenta
de cierta cantidad de t? La velocidad de esta onda de modulaci6n es el cociente
(48.16)
La velocidad de modulaci6n se llama algunas veces i·elocidad de grupo. Si tomamos
el caso en que la diferencia de frecuencia es relativamente pequciia y la difercncia de
nUmero de onda es entonces tambii:n relativamcnte pequeiia. esta cxpresi6n tiende en
.:l limitea
(48.17)
En otras palabras, para la modu1aci6n mils lenta para las pulsaciones mas lentas,hay una
velocidad definida a la que viajan que no es igual a la velocidad de fase de las ondas
-jque cosa tan misteriosa!
La velocidad de grupo es la derfrada de r,i respecto a k y la velocidad de Jase es
w/k.
Veamos si podemos emender el porque. Consideren dos ondas, de nuevo con longitudes de ondas levemente diferentes, como en la figura 48-1. Estiln defasadas, en
fase, defasadas, y asi sucesivamente. Pero estas ondas representan, realmente, ondas
en el espacio que viajan con frecuencias levemente diferentes tambii:n. Ahora bien, ya
que la velocidad de fase, velocidad de los nodos de estas dos ondas, no es precisamente la misma, sucede algo nuevo.
48-9
Supongan que cabalgamos sobrc una de las ondas y miramos la otra; si ambas
fuesen a la misma velocidad, entonces la otra onda permaneceria con la misma posici6n respecto a nosotros, segUn cabalgamos en la cresta. Caba!gamos en esta Cresta
y justo frente a nosotros vemos una cresta; si las dos velocidades son iguales las dos
crestas permanecen una encima de otra. Pero no es asi: las dos velocidades no son
realmente iguales. Hay solamente una pequefia diferencia de frecuencia y por lo tanto
solamente una pequeiia diferencia de ve!ocidad, pero a causa de esta diferencia de velocidad, a medida que cabalgamos, la otra onda se mueve despacio hacia adelante.
digamos, o hacia atr<'ts, con relaci6n a nuestra onda. Asi, segUn pasa el tiempo, lque
sucede al modo? Si movemos un tren de ondas s6lo un ilpice hacia adelante, el nodo
se mueve hacia adelante (o hacia atr<'ts) una distancia considerable. Es decir, la suma
de estas dos ondas tiene una envolvente, y a medida que las ondas avanzan, la envolvente cabalga sobre ellas a una ve!ocidad diferente. La velocidad de grupo es la velocidad a la que se transmitirian las seiiales moduladas.
Si hiciesemos una setlal,
decir una especie de cambio de la onda quc sc pudiese
una cspecie de modulaci6n, entonces esta modulareconocer cuando ~e la
ci6n viajaria
siempre que las modu!aciones fucsen relati·
vamente lentas.
mucho m.is dificil hacer el anillisis.)
Ahora podemos mostrar (por fin) que la velocidad de propagaci6n de los rayos X
en un bloque de carbono no es mayor que la velocidad de la luz, aunque la velocidad
de fase es mayor que la velocidad de la luz. Para hacer esto, debemos encontrar
dw/dk que obtenemo1> denvando (48.14): dk/dw = l /c + a/w 2 c.La velocidad de grupo, por lo tanto. es la mver5a, o sea,
Vu= 1
+ 'a/w2'
(48.18)
jque es menor que c! Asi, aunque las fases pueden viajar mils n'l.pido que la velocidad
de la luz, las seriales de modulaci6n viajan mis despacio, y jesta es la soluci6n de la
paradoja aparente! Naturalmente que 1>i tcncmos el caso simple en que U! =-- kc, entonces dw/dk es tambien c. Por lo tanto, cuando todas las fases tienen la misma velocidad, el grupo tiene por supuesto la misma velocidad.
48-5
Amplitudes de probabilidad para particulas
Consideremos ahora un ejemplo m:is de la velocidad de fase que es en extrema
interesante. Tiene que ver con la mec.inica cuantica. Sabemos que la amplitud de encontrar una particula en el lugar puede variar, en algunas circunstancias, en el e1>pacio
yen el tiempo, digamos queen una dimcnsi6n. en la siguiente forma:
(48.19)
donde 1,1 es !a frecuencia, que se relaciona con la idea cl:isica de cncrgla mediante
E - ffo1. y k cs el nUmero de onda. que sc rclaciona con el momentum mediante
p = hk. Dir·amos que la particula tiene un momentum definido psi el numero de onda
fuese exactamente k, esto es, una onda perfecta que marcha con la misma amplitud
en todos lm lugares. La ecuaci6n (48.19) da la amplitud y si tomamos cl cuadrado
del m6dulo. obtenemos la probabilidad relativa de encontrar !a particula en funciOn
de la posici6n
48-10
y del tiempo. Es una constante, que indica que la probabilidad de encontrar una particula en cualquier lugar es la misma. Supongan ahora, por el contrario, que tenemos
una situaci6n donde sabemos que es mils probable que la particula este en un lugar
que en otro. RepresentarLamos ta! situaci6n por una onda que tiene un m:iximo y se
anula por ambos !ados (Fig. 48-6). (No es bastante parecido a una onda como (48.1)
que tiene una serie de m<lximos, pero es posible anular todos los m:iximos excepto uno
sumando ondas de casi los mismos w y kJ
Fig. 48-6.
Un tren de ondas localizado.
Ahora bien, en estas circunstancias, puesto que el cuadrado de (48.19) representa
la probabilidad de encontrar una particula en algUn lugar, sabemos queen un instante
dado es mils probable que la particu\a se encuentre cerca de! centro de! '"mont6n"
donde la amplitud de la onda es m:ixima. Si esperamos ahora unos instantes, las ondas
se mover0.n y despues de alglln tiempo el '·mont6n" estarit en algtin otro lugar. Si supi6semos que !a particu!a originalmente estaba situada en algtin lugar, clitsicamente
esperariamos que mils tarde estuviese en otro lugar como cosa sabida. porque despuCs
de todo tiene una velucidad y un momentum. La teoria cu.imtica se reducirit entonces
a la teoria correcta para la relaci6n de momentum, energia y velocidad, solamente si la velocidad de grupo, velocidad de la modulaci6n, es igual a la ve\ocidad que
obtendriamos clitsicamente para una particula de id6ntico momentum.
Ahora es necesario demostrar si este es o no el caso. SegUn la teoria cl<lsica, la
energia se relaciona cop la velocidad mediante
me'
E~---.
(48.20)
V~v2/c2
Del mismo modo, el momentum es
(48.21)
Esta es la teoria cl<isica y como consccuencia de ella. eliminando
1',
podemos ver que
Este es el gran resultado cuadridimcnsional de! que hemos estado hablando v hablan
do: que p,.pµ = 111: esta cs la relacion entre energia y momentum en !a tcori'a cbsica.
Pero esto significa. puesto que estas E y p van a ser ,,, y k, sustituyendo E = fi,,) y
p = Ilk, que para la mecitnica cuimtica es necesario que
(48.22)
Lsta es, pues, la relacion entre la frecuencia y el nllmero de onda de una onda cuitntica de amplitud que representa una particula de masa m. De esa ecuaci6n podemos
deducir que <o es
jAqui de nuevo la velocidad de fase, t.1/k, es mayor que la velocidad de la luz!
Considcremos ahora la ve\ocidad de grupo. La velocidad de grupo deberia ser
dw/dk, 'velocidad a la que se mueven las modulaciones. Tenemos que derivar una
raiz cuadrada. lo cua! no es muy dificil. La derivada es
dw
dk =
kc
v'k2
+ m2c2/h2 ·
Pero la raiz cuadrada es despuCs de todoro. por lo que podemos escribir esto en laforma
dtu/d/,. - c2 k/v1. Mils aun k/«1 esp/E, por lo que
V9=$·
Pero de acuerdo con (48.20) y (48.2l)c 2p/E = v, velocidad de la particu\a seglln la
mec3.nica clitsica. Asi, vemos que la relaci6n cu:intica fundamental E = fiw y p = fik
para la identificackm de to y k con los E y p clii.sicos, solamente produce la ecuaci6n
w 2 -k2c2 = m 1 c4 /h 1 , mientras que ahora tambien entendemos las relaciones (48.20) y
(48.21) que relacionan E y p con la velocidad. La velocidad de grupo, natura\mente,
debe ser la velocidad de la particula si es que la interpretaci6n va a tener alglm sentido.
Si pensamos que la particula estil aqui en un instante y luego diez minutos mils tarde
pensamos que est8. allil, como dijo la mecfillica cu.ii.ntica, la distancia recorrida por
el "mont6n" dividida por el intervalo de tiempo debe ser, clisicamente, la velocidad
de la part[cula.
48-6
Ondas en tres dimensiones
Concluiremos ahora nuestra discusi6n de las ondas con unas pocas observaciones
generales acerca de la ecuaci6n de onda. Se pretende con estas observaciones dar una
visi6n del futuro -no es para que podamos entender todo exactamente ahora mismo,
sino mils bicn vcr q ue as pee to van a ten er las cos as cu an do estudiemos ondas un poco
mas-. Ante todo. la ecuaci6n de onda para el sonido en una dimensi6n era
de cualquier cosa que sea !a onda -en el caso del sonido, es
en el caso de la luz, e~ la velocidad de la luz-. Demostramos
que para una
de somdo lo~ dcsplazam1entos sc propagarian a una cierta vclocidad. Pero el exce~o de presi(m tamb1Cn se propaga a una cierta velocidad y lo mismo
ocurre con el exceso de densidad. Por ello, deberiamos espcrar que la presiOn satisficiese la misma ecuac16n, como ocurrc en realidad.
48-12
Se lo dejaremos al lector para que lo demuestre. Sugerencia: Pe es proporcional a la rapidez de variaci6n de x respecto ax. Por lo que si derivamos la ecuaci6n de onda respecto a x, descubriremos inmediatamente que ~I 0x satisface la mis ma ecuaci6n. Es decir
que Pe satisface la misma ecuaci6n. Pero Pe es proporcional a Pe y en consecuencia Pe
tambien la satisface. En una palabra, la presi6n, los desplazamientos, todo, satisface !a
mis ma ecuaci6n de onda.
Corrientemente se ve la ecuaci6n de onda para sonido escrita en t6rminos de presi6n
en Ju gar de en funcii:m de desplazamiento, porque la presi6n es un escalar y no tiene direcci6n. Pero, el desplazamiento es un vector y tiene direcci6n y entonces resulta mii.s fii.cil
analizar la presi6n.
El pr6ximo punto a discutir tiene que ver con la ecuaci6n de onda en tres dimensiones. Sabemos que la soluci6n para una onda sonora en una dimensi6n es, eil" 11 -kx1,
con w = kc., pero tambiCn sabemos que en tres dimensiones una onda estaria representada por ei("'1-kxx-k_,,y-kzzl, donde en este caso uJ 2 = k1ci, que es, naturalmente
(k; + ki + JS)c;. Ahora lo que queremos hacer es conjeturar cuii.l es la ecuaci6n de
onda correcta en tres dimensiones. Para el caso de! sonido csto se puede deducir,
natura\mente, a traves del mismo razonamiento dinii.mico en tres dimensiones que
hicimos en una dimensi6n. Pero no haremos esto; en su lugar, escribimos so!amente
el resu\tado: la ecuaci6n para la presi6n (o desplazamiento, o lo que sea) es
(48.23)
Podemos ver que esto es verdad sustituyendo ei\wr-k.r). Es claro que cada vez que derivamos respecto a x. mu!tiplicamos por -ikX' Si derivamos dos veces, es equivalente a
multiplicar por -k~ por lo que el primer tfrmino se convertiria en -~.,?f!' para esa onda.
Del mismo modo, el segundo tCrmino se hace "k_~Pe, y el tercero -k;I'e- A la derecha
obtenemos -(<,iYci,>Pe. Entonces, si simplificamos las Pe y cambiamos e! signo, vemos
que la relaci6n entre Ky<,; es la que nosotros queremos.
Haciendo tambien las cosas hacla atras, no podemos resistir la tentaciOn de escribir la gran ecuaciOn que corrcsponde a la ecuaci6n de dispersi6n (NT) (48.22) para
ondas cuii.nticas. Si ~·J representa la amplitud de encontrar una particula en la posici6n
x, y, z, en el tiempo l, cntonces la gran ecuaci6n de la mccti.nica cuintica para particulas libres es esta:
¢.
(48.24)
En primer lugar, el carii.cter relativista de est a expresi6n est ii sugerido por la aparici6n
de x, y, z y l en la combinaciOn habitual que la relatividad usa corrientemente. En segundo lugar, es una ecuaci6n de onda que, si probamos una onda plana, produciria
co mo consecuencia que - k 2 + <u 2/ c 2 = m2c2/ h 2, que es la relaci6n correcta para la
mecii.nica cuii.ntica. Hay aUn otra gran cosa contenida en la ecuaci6n de onda:el hecho
de que cualquier superposici6n de ondas es tambien una soluci6n. Porlotanto,estaecuaci6n contiene todo lo que hemos estado discutiendo hasta ahora de mecii.nica cuii.ntica
Y relatividad, jpor lo menos siempre que se trate de una {mica particula en el espacio
vacio sin potenclales 0 fuerzas extemas en eu
Ver Nota del Traductor al final del capilulo (p3g. 48- l 5)
48-13
48-7
Modos norm.ales de vibraciOn
Volvemos ahora a otro ejemplo del fen6meno de pulsaciones que es bastante curioso y un poco diferente. Imaginen dos pendulos iguales que tienen, entre ellos, una
conexi6n eliistica bastante ctebil. Han sido construidos en lo posible de la misma longitud. Si apartamos uno y lo soltamos, se mueve hacia adelante y hacia atrii.s y cuando
realiza ese movimiento tira del resorte de conexi6n, por Jo que realmente es una mii.quina para generar una fuerza que tiene la frecuencia natural del otro pendulo. Ademiis, como consecuencia de la teoria de la resonancia, que ya estudiamos, cuando
aplicamos una fuerza sobre algo a la frecuencia apropiada, lo ariastrarii. Por lo que,
con toda seguridad, un pendulo moviendose hacia adelante y hacia atriis arrastraril
el otro. Sin embargo en este caso sucede algo nuevo, ya que la energia total del sistema es finita y asi, cuando un pendulo da parte de su energia al otro para arrastrarlo,
se encuentra a si mismo perdiendo energia hasta que, si hay una sincronizaci6n apropiada con la velocidad, pierde toda su energia y jpasa a un estado estacionario!
Entonces, naturalmente, es el otro pendulo el que tiene toda la energia y el primero
no tiene nada, y segUn pasa el tiempo vemos que todo funciona en sentido opuesto y
que la energia se devuelve al primero; este es un fen6meno muy interesante y divertido. Dijimos, sin embargo, que estit relacionado con la teoria de las pulsaciones y
ahora debemos explicar c6mo podemos analizar este movimiento desde el punto de
vista de dicha teoria.
Observamos que el movimiento de cualquiera de las dos esferitas es una oscilaci6n
con una amplitud que varia ciclicamente. Por lo tanto, el movimiento de una de las
esferitas se puede analizar presumiblemente en una forma diferente: como suma de
dos oscilaciones, presentes al mismo tiempo pero que tienen dos frecuencias levemente diferentes. Por lo tanto, deberia ser posible encontrar otros dos movimientos
en este sistema y sostener que lo que vimos era una superposicl6n de dos soluciones
ya que f:ste es, por supuesto, un sistema lineal. Verdaderamente, es fitcil encontrar
dos maneras en las que podria empezar el movimiento, siendo cada una un movimienlo perfecta de una sola frecuencia -absolutamente peri6dico--. El movimiento con
el que empezamos antes no era estrictamente peri6dico, puesto que no dur6; pronto
una esferita pasaba energia a la otra y asi cambiaba su amp\itud; pero hay maneras
de comenzar el movimiento para que nada cambie y, naturalmente, tan pronto como
lo vemos entendemos por que. Por ejemplo, si hiciesemos que ambos pfodulos marchasen juntos, entonces, puesto que ambos son de la misma longitud y el resorte en
este caso no hace nada, continuarian por supuesto oscilando para siempre, suponiendo que no hay roce y que todo es perfecta. Por otro \ado, hay otro movimiento posible que tambifo tiene una frecuencia definida: esto es. si movemos opuestamente los
pendulos separindolos la misma distancia exactamente, estarian de nuevo en movimiento absolutamente peri6dico. Podemos apreciar que el resorte aiiade solamente
un poco a la fuerza restauradora que proporciona la gravedad, eso es todo, y el sis"
tema sigue justamente oscilando a una frecuencia levemente mils alta que en el primer
caso. z.Por que mils alta? Porque el resorte estil tirando, adem<i.s de la gravedad, y ha·
ce que el sistema sea un poco "mils rigido ", por lo que la frecuencia de su movimiento
es s6!o una pizca m8.s alta que la de! otro.
Este sistema, pues, tiene dos man eras de oscilar sin variar de amplitud: o puede
oscilar de una manera ta! que ambos pendulos sigan el mismo camino o oscilen todo
48-14
el tiempo a una frecuencia, o podrian ir en direcciones opuestas a una frecuencia levemente mils alta.
Ahora bien, el movimiento real de! sislema, ya que es lineal, se puede repre-sentar como una superposici6n de dos. (Recuerden que el tema de este capitulo es
Ios efectos de sumar dos movimientos con frecuencias diferentes.) Por el!o, piensen
lo que sucederia si combinitsemos estas dos soludones. Si a t = 0 los dos movimientos ban empezado con amplitudes iguales y en la misma fase, la suma de los dos movimientos significa que una esferita, habi6ndosele dado un sentido por el primer
movimiento y el otro sentido por el segundo movimiento, esti a cero, mientras que
la otra esferita, habiendo sido desplazada en el mismo sentido por los dos movimientos, tiene una gran amplitud. A medida que pasa el tiempo, sin embargo, los dos
movimientos bisicos actUan independientemente, por lo que la fase de uno relativa al
otro se esti corriendo lentamente. Esto significa entonces, que despu6s de un tiempo
bastante largo, cuando el tiempo es suficiente para que un movimiento pueda haber
realizado "900 l /2" oscilaciones mien tr as el otro realiza solamente "900 ", la fase
relativa estaria justamente invertida con relaci6n a como estaba antes. Esto es, el movimiento de gran amplitud se habri hecho cero, y mientras tanto, naturalmente. !a
esferita inicialmente sin movimiento jhabril alcanzado intensidad completa!
Asi, vemos que podriamos analizar este movimiento complicado bien mediante
la idea de que hay resonancia y que uno entrega energia al otro, bien mediante la superposici6n de dos movimientos de amplitudes constantes a dos frecuencias diferentes.
N. de! T.: Dispersi6n estit usada aqui en un sentido anitlogo a la dispersi6n de un prisma; no
debe confundirse con la dispersi6n de ondas o particulas al chocar contra un objeto. 0 sea. que
estrictamente dispersi6n en este caso quiere dccir cl fcnOmeno por el cua! !a velocidad de fase de
una onda depende de su frecuencia.
48-15
49
Modos de vibracion
49-1
ReflexiOn de ondas
49-4
Ptltdulos acoplados
49-2
Ondas confinadas, con frecuenclas naturales
49-5
Sistemas lineales
49-3
Modos en dos dimensiones
49-1
ReflexiOn de ondas
Este capitulo consideranl a!gunos fen6menos notables que resultan de confinar
ondas en una regi6n finita. Esto nos llevarit primero a descubrir algunos aspectos
particulares relativos a las cuerdas vibrantes, por ejemplo, y luego la generalizaciOn
de estos hechos nos dara un principio que es probablemente el principio de mayor
alcance en la fisica matem.ittica.
Nuestro primer ejemplo de confinamiento de ondas sert\. limitar una onda por
un solo lado. Tomemos el ejemplo simple de una onda unidimensional en una cuerda. Del mismo modo se podria considerar el sonido en una dimensi6n contra una
pared, u otra situaci6n de naturaleza similar, pero el ejemp!o de una cuerda serit
suficicnte para los fines que nos hemos propuesto. Supongan que se sujetc la cuerda
por un extrema, por ejemplo atitndola a una pared "infinitamente s61ida ,.. Esto se
pucdc expresar matemiiticamente diciendo que en la posici6n x-= 0 cl dcsplazamiento y de la cuerda debe ser nulo. porque cl extrema no se mueve. Ahora bien.
sabemos que si no fucra por la pared la soluci6n general para el mmimiento es la
suma de dos funciones, F(x-cl) y G(x -t ct), la primcra rcprescntando una onda
que viaja en un sentido en la cuerda y la segunda una onda quc viaja en el otro
sentido en la cuerda:
y = F(x -
er)
+
G(x
+ er)
(49.1)
es la soluci6n general para cualquier cuerda. Pero ahora tenemos quc sa.tisfacer la
condici6n de que la cuerda no se mueve en un extrema. Si ponemos x =- 0 en la
ecuaci6n (49.l) y examinamos y para todo valor de t, obtenemos y - F( - ct) +
+ G( -t ct). Bien, si esto debe ser cero para todo tiempo. la funci6n G(cl) debe
ser -F( - ct). En otras palabras. G de cualquier cosa debe ser -F de menos la m1sma
cosa. Si se introduce este resultado
49-1
_/~.'.-----,,
I -c::v
Fig. 49-1. Reflexi6n de una onda como
superposici6n de dos ondas viajeras.
en la ecuaci6n (49.1), encontramos que la soluci6n de! problema es
y
=
F(x - ct) - F(-x - ct).
(49.2)
Es fitcil verifi.car que obtendremos y = 0 si poncmos x = 0.
La figura 49-1 muestra una onda que viaja en la direcd6n x negativa cerca de
x ~~ O y otra onda hipotetica que viaja en direcciOn opuesta con el signo invertido
y de! otro lado de! origen. Decimos hipotCtica porque natura!mente, no hay cuerda
vibrando de ese \ado del origcn. Se dcbc considerar el movimiento total de la cuerda
coma la suma de estas dos ondas en la regi6n de las x positivas. Cuando llegan
al origen, siempre se anular:in una a otra en x = 0 y finalmente la segunda onda
(la rcflejada) serit la lmica que existe para x positiva y, naturalmente, estara viajando
en direcciOn opuesta. Estos resultados son equivalentes a la siguiente afirmaci6n:
si una onda llega al extrema fijo de una cuerda, se refleja con un cambio de signo.
Sicmpre se puede comprender esa reflexiOn imaginando que lo que viene del extremo
de la cuerda sale invertido desde atr<'is de la pared. En suma, si suponemos que la
cuerda es infinita y que siempre que tenemos una onda que va en un sentido tenemos
otra que va en sentido opuesto con la simetria anotada, el dcsplazamiento en x "" 0
siempre serf! nulo y da lo mismo que fijemos o no la cuerda a!H.
El siguiente punto a discutir es la reflexiOn de una onda peri6dica. Supongan
que la onda representada por F(x-ct) es una onda sinusoidal y que se ha reflejado;
entonces la onda reflejada -F(-x-ct) tambien es una onda sinusoidal de la misma
frccucncia, pero que viaja en direcci6n opuesta. El modo m:i.s simple de describir
la situaci6n es usando la notaci6n de funcioncs complcjas: J.Yx-ct) = e'°"' (Hie) y
F(-x-ct) = e;,,. (I' .vc). Se puede ver que si se sustituye estas expresiones en (49.2)
y si se pone x igual 0, resulta y = O para todo valor de t, por lo que satisface la
condici6n necesaria. Por la propiedad de los exponenciales esto se puede describir
en una forma mas simple:
y = e""1(e-i"r/c -
eiwr/o) = -2iei"tsen (wx/c).
(49.3)
49-2
Aqui hay alga interesante y nuevo: esta soluci6n nos dice que si observamos en
cualquier x fijo, la cuerda oscila con frecuencia w. jCualquiera sea este punto, la
frecuencia es la misma! Pero hay algunos lugares, en particular cuando sen (wx/c)=
= 0, donde no hay ningUn desplazamiento. Mils aUn, si en cualquier instante t tomamos una instantilnea de la cuerda vibrante, la fotografia ser8. una onda sinuosidal.
Sin embargo, el desplazamiento de esta onda sinusoidal depender8. del tiempo t. Examinando la ecuaci6n (49.3) podemos ver que la longitud de un ciclo de la onda
sinusoidal es igual a la longitud de onda de cualquiera de las ondas superpuestas:
X = 27rc/w.
(49.4)
Los puntos donde no hay movimiento satisfacen la condici6n sen (wx/c) = 0, lo
cual significa que (wx/c) = 0, n, 2n... Estos puntos se llaman nodos. Entre dos nodos sucesivos cualesquiera, cada punto se mueve de arriba para abajo sinusoidalmente, pero el diagrama del movimiento permanece fijo en el espacio. Esta es la
caracteristica fundamental de lo que l!amamos modo de vibraci6n. Si podemos hallar
un diagrama de movimiento que tenga la propiedad de que en cualquier punto el
objeto se mueva en forma perfectamente sinusoidal y que todos !os puntos se muevan con la misma frecuencia (aunque algunos se moveriln mils que otros), entonces
tenemos lo que se llama un modo de vibraci6n.
49-2
Ondas confinadas, con frecuencias natura1es
El siguiente problema interesante es considerar lo que ocurre si se sujeta la
cuerda por los dos extremos, digamos en x = 0 y x = L. Podemos comenzar con
la idea de la reflexi6n de las ondas, empezando con alglln tipo de protuberancia
movitndose en una direcci6n. A medida quc pasa cl tiernpo es de esperar que la
protuberancia se acerque a un extrema, y cuando pase mils tiempo se convertir8.
en una especie de pequei'lo bamboleo, porque se combina con la imagen invertida
de la protuberancia, que vlene del otro !ado. Finalmentc la protuberancia original
desaparecer8. y la protuberancia imagen se mover8. en el otro sentido para repetir
el proceso en el otro extremo. Este problema tiene una so\uciOn foci!, pero una
cuesti6n intere~ante es si podemos tener un movimicnto sinusoidal (la soluci6n que
acabamos de describir es periOdica; pero, por supuesto, no es sinusoidalmente peri6dica). Probemos poner una onda sinusoidalmente periOdica en una cuerda. Si se
ata un extrema de la cuerda, sabemos que debe tener cl aspccto de nuestra soluciOn
anterior (49.3). Si se ata el 01~0 extrema, tiene que tener el mismo aspecto en ese
otro extrema. Lucgo, la lmica , osibilidad de movimiento pcri6dico sinusoidal cs que
la onda sinusoidal se ajuste perfectamente a la !ongitud de la cuerda. Si no se ajusta
a la longitud de la cuerda. no es una frecuencia natural a la que la cuerda puecle
seguir oscilando. En resumen. si inicialmcnte sc da a !a cuerda una forma de onda
sinusoidal que se le ajusta perfectamente, seguir8. teniendo esa forma perfecta de
onda sinusoidal y oscilar8. arm6nicamente con cierta frecuencia.
Matem<'i.ticamente, podemos representar la forma por sen kx, donde k es igual
al factor (w/c) de las ecuaciones (49.3) y (49.4). y esta funciOn seril cero en x = 0.
Sin embargo, tambitn debe ser ccro en el otro extrema. Lo significativo de esto es
que k ya no es arbitrario, como en el caso de la cuerda fija en un solo extrema.
Con la cuerda fija en ambos cxtrcmos. la lmica posibilidad es que sen (/.:L) = 0.
porque esta es la
49-3
Unica condici6n que mantendni ambos extremos fijos. Ahora bien, para que un seno
sea cero, el lingulo debe ser 0, n, 2n o cualquier otro mUltiplo entero de n. La
ecuaci6n
(49.S)
kL = mr
dar:i., por lo tanto, todos los k posibles, seglln que entero se introduzca. Para cada k
hay cierta frecuencia w que, conforme a la ecuaci6n (49.3), es simplemente
w = kc = mrc/L.
(49.6)
Hemos encontrado asi lo siguiente: una cuerda tiene la propiedad de poder tener
movimientos sinusoida!es, pero s6/o a ciertas frecuencias. Esta es la propiedad mils
importante de las ondas confinadas. Cualquiera sea la complicaci6n de! sistema,
sicmpre resulta que hay ciertos diagramas de movimiento quc tienen una dependencia
temporal perfecta, pero con frccuencias que son una propiedad de cada sistema en
natura\eza de los Hmites. En el caso de la cuerda tenemos muchas
particular y
frecuencias
diferentes, correspondiendo cada una, por definici6n, a un modo
de vibraciUn. porque un modo es un diagrama de movimiento que .se repite sinUsoidalmente. La figura 49- 2 muestra los tres primeros modos de vibraci6n de una
cuerda. La longitud de onda .l de! primer modo es 2L. Esto se puede ver continuando la onda hasta x '--- 2L para obtener un ciclo complcto de la onda sinusoidal. La
frecuencia angular r,, es 2nc dividido por la !ongitud de onda en general, y en este
caso. coma .<l es 2L. la frecuencia es rrc/ /,, lo cual estt't de acuerdo con (49.6) para
n = I. L!amemos w 1 a la frecuencia de! primer modo de vibraci6n. Ahora bien, el
modo de vibraci6n siguiente muestra dos !azos con un nodo en el medio. Entonces,
la longitud de onda de este modo de vibraciOn es simplemente L. El correspondiente
valor de k es el doble de grande y la frecuencia es dos veces mayor; es 2f~J 1 • La de!
tercer modo es 3w 1 y asi sucesivamente. Luego. todas las diversas frecuencias de la
cuerda son mUltiplos, l, 2, 3, 4, y asi sucesivamente, de la frecuencia mils baja w 1•
Volviendo ahora· al movimiento genera! de la cucrda, resulta que cualquier movimiento posible siempre se puede analizar diciendo que hay mas de un modo de
vibraciOn
Fig. 49-2. Los primeros tres rnodos
de una cuerda vibrante.
Primer modo
-de vibraci6n
-Onda compuesta
--- Segundo modo de vibraci6n
Fig. 49-3. Dos modos de vibraci6n
se combinan dando una onda viajera.
49-4
al mismo tiempo. En verdad, en un movimiento general un nUmero infinito
de modos de vibraci6n debe estar excitado al mismo tiempo. Para tener una idea de
esto, mostremos lo que ocurre cuando hay dos modos oscilando al mismo tiempo:
supongan que el primer modo estil oscilando como muestra la serie de dibujos de
la figura 49·3, que representa la deflcxi6n de la cuerda a intervalos iguales de tiempo
durante medio ciclo de la frecuencia mas baja.
Ahora bien, suponemos que al mismo tiempo hay una osci!aci6n de! segundo
modo de vibraci6n. La figura 49-3 tambiCn muestra una sucesi6n de gr8.ficos de
este modo de vibraci6n, el cu al est ii, al empezar, defasado en 90° del primer modo
de vibraci6n. Esto significa que al comienzo no tiene desplazamiento, sino que las
dos mitades de la cuerda tienen velocidades opuestas. Recordemos ahora un principio general relativo a sisternas lineales: si hay dos soluciones cualesquiera, su suma
tambiCn es soluci6n. En consecuencia, un tercer movimiento posib!e serla el desplazamiento obtenido sumando las dos soluciones mostradas en la figura 49-3. El resultado, que tambiCn se muestra en la figura, comienza a dar la impresi6n de una
protuberancia que corre de un \ado a otro entre Jos extremos de la cuerda, aunque
con s61o dos modos de vibraci6n no podemos dar una buena representaci6n; se
necesitan mils modos. Este resu\tado es en realidad un caso especial de un gran
principio para sistemas lineales:
Absolutamente cualquier movimiento se puede analizar suponiendo que es la
suma de los movimientos de todos los modos de vibraci6n diferentes, combinados
con amplitudes y fuses apropiadas.
La importancia del principio proviene de que cada modo de vibraci6n es muy simple
-es nada mils que un movimiento sinusoidal en el tiempo-. Es verdad que aun el
movimiento general de una cuerda no es realmente muy complicado, pero hay otros
sistemas, la oscilaci6n de! ala de un avi6n, por ejemplo, en Jos cuales el movimiento
es mucho mas complicado. No obstante, aun en el ala de un avi6n, encontramos
que hay cierta manera particular de torcerse que tiene una frecuencia y otras maneras de torcerse que tienen otras frecuencias. Si se puede encontrar estos modos,
siempre se puede analizar el movimiento completo como superposici6n de oscilaciones arm6nicas (excepto cuando la vibraci6n es de intensidad tal que ya no se puede
considerar que el sistema es lineal).
49-3
Modos de vibraciOn en dos dimensiones
El siguiente ejemplo a considerar es la interesante situaciOn de modos de vibra·
ci6n en dos dimensiones. Hasta ahora hemos hablado Unicamente de situaciones
unidimensionales --una cuerda tensa o las ondas sonoras en un tubo--. Finalmente
tendremos que considerar tres dimensiones, pero un paso m8.s f3.cil es el de dos dimensiones. Consideren para fijar ideas un parche rectangular de tambor, de goma,
limiLado de manera que no haya ning(m desplazamiento sobre el contorno rectangu·
lar, y sean a y b las dimensiones del rect3.ngulo, como muestra la figura 49-4. Ahora
preguntamos: lCU3.ies son las caracteristicas de los movimientos posibles? Podemos
empezar con el mismo procedimiento utilizado para la cuerda. Si no hubiese limitaci6n
alguna, esperariamos ondas propagilndose con algUn movimiento ondulatorio. Por
ejemplo, (eiw 1) (1!" 1k.XX + ik._p) representaria una onda sinusoidal viajando en una
direcci6n que depende de los valores relativos de kx y ky Ahora bien, ;,c6mo podemos
hacer que el eje x, o sea la linea y = 0, sea un nodo? Empleando las ideas
49-5
desarrolladas para la cuerda unidimensional, podemos imaginar otra onda representada por la funci6n compleja (-e'"' 1) (e-ikxx-ikyY). La superposiciOn de estas ondas dar8.
desplazamiento nulo para y = ~ independientemente de Jos valores de x y de t. (Aunque estas funciones estitn defimdas para y negativa donde no hay parche de tambor
vibrando, esto se puede ignorar ya que el desplazamiento es verdaderamente cero para
y-= 0.) En este caso podemos considerar a la segunda funci6n como onda reflejada.
Bordesfijos
Fig. 49-4.
Lamina rectangular vibrante.
Sin embargo, quercmos una lmea nodal en y o-c b aoemits de en y = 0. t,C6mo
haccrlo? La soluci6n estit relacionada con
que hicimos al estudiar la reflexiOn
en cristales. Estas ondas que se cancelan en
0 haril.n lo mismo en y = b sO!o si
2b sen 11 es un mllltiplo entero de J., dondc 11 es el 3.ngulo mostrado en la figura 49.4:
.5~-,
/
mA = 2bsen8,
m
=
0,1,2, ..
(49.7)
Ahora podemos hacer en la misma forma que e! eje y sea una linea nodal agre·
gando dos funciones m<is,-(ei< 1) (e + ikx-'" + ny.') y + (ei'"t) (e + ikx~-•kvY), cada una
de las cuales representa una reflexi6n de una de las otras dos ondas en la linea x = 0.
La condiciOn de quc haya una linca nodal en x ~ a es similar a la que teniamos
para)'-= b. Es que 2a cos 0 tambien dcbe ser un mUltiplo entero de.-\:
0
nA
=
2acos8.
(49.8)
El resultado final es entonces que las ondas que rebotan de un !ado a otro en la caja
producen un diagrama de ondas estacionarias, o sea un modo de vibraci6n definido.
Asi, pues, debemos satisfacer las dos condiciones anteriores si queremos tener
un modo de vibraciOn, Encontrcmos primero la longitud de onda. Se puede obtener
eliminando el itngulo 0 con (49.7) y (49.8), obteniendo la longitud de onda en funciOn de a, b, n y m. La manera mas facil de hacerlo es dividir ambos miembros de
las ecuaciones por 2b y la respectivamente, elevar las ecuaciones al cuadrado y sumarlas. E! resultado es sen 2 8 + cos 2 = 1 = (n.l/2a)1 + (m)./2bY, de donde se
puede despejar A:
e
(49.9)
De esta manera hemos determinado la longitud de onda en funci6n de dos enteros,
y de la longitud de onda obtenemos inmediatamentc la frecuencia <;.J porque, como
sabcmos, la frecuencia es igua\ a 2'.>fc dividido por la longitud de onda.
e importante que deberiamos deducirlo con un
puramcntc
en vez de hacerlo razonando sabre la~ reflexiones.
49-6
Representemos la vibraci6n con una superposici6n de cuatro ondas elegidas de ma
nera que las cuatro lineas x = 0, x """" a, y --" 0, y = b sean nodos. Adem3s, haremos
que todas las ondas tengan la misma frecuencia de manera que el movimiento resultante represente un modo de vibraci6n. Conforme al tratamiento que dimos anteriormente de la reflexi6n de la luz, sabemos que (e'"'9 (e-ikxx + lkyY) representa una
onda que se propaga en la direcci6n indicada en la figura 49-4. La ecuaci6n (49.6),
es decir /.. = w/c, sigue siendo vii.Iida siempre que
(49.10)
= k sen fJ.
Estil darn en la figura que k, "-- /..
Ahora nucstra ecuaci6n para el deo1>la"'"''''nto. rp digamos, de! parche rectangular de tambor adopta la forma
(49.lla)
Aunque esto parece mis bien un lio, la suma de estas cosas no es tan dificil. Se
puede combinar las exponencia!es para dar funciones seno, de modo que el desplazamiento resulta
(49.llb)
En otras palabras. es una oscilaci6n sinusoidal, si, con un diagrama que tambil:n e~
~inusoidal tanto en la direcciOn x como en la y. Por supuesto que nuestras cond1ciones de contorno cstUn satisfechas en x = 0 yen y = 0. Tambien qucrerno~ quc¢
~ea cero para x "-- a y para y = b. En consecuencia tenemos que introducir otras
~~:er~o~~i~i~~~~~'~e~~~ ~~~t~nq:U~:~ ;n~~~oe ~'e ~,.:tls~~~~ ~~te~~~~~~~~~
diatamente las ecuaciones (49.7) y (49.8) y de ellas Cl resultado final (49.9).
T omcmos ahora co mo ejemplo un rectitngulo cu yo largo es dos veces su alto.
Si tom"amos a= 2b y uti\izamos las ecuaciones (49.4) y (49.9), podemos ca\cu!ar
la frecucncia de todos los modos de vibracion:
(49.12)
La tabla 49-1 da algunos de Jos modos de vibraci6n simples y muestra tambiCn su
forma de manera cualitativa.
El pumo mils importante a recalcar sobre este caso particular es que las fre·
cuencias no son mUltiplos unas de las otras, ni son mU!tiplos de ningUn nUmero. La
idea de que las frecuencias natura!es estim relacionadas arm6nicamente no es cierta
en general. No es cierta para un sistema de mis de una dimensi6n ni es c1erta para
,istemas unidimensionales que sean mils complicados que una cuerda con densidad
y tensi6n uniformes. Un ejemplo de esto Ultimo es una cadena colgante en la cual
la tensi6n es mayor arriba que abajo. Si se pone esa cadena a oscilar arm6nicamente, hay varias frecuencias y modos de vibraci6n, pero ni las frecuencias son mUltiplos simples de algun numero, ni la forma de los modos de vibraci'--11 es sinusoidal.
49-7
Tabla 49-1
Forma de! modo de vibraci6n
(w/wo) 2
w/wo
1.25
1.12
2.00
1.41
3.25
1.80
4.25
2.06
5.00
2.24
Los modes de vibraci6n de sistemas mas ,complicados son aim mas complejos.
Pot ejemplo, dentro de la boca tenemos una cavidad encima de las cuerdas vocales.
y moviendo la lengua y los labios, etc., hacemos un tubo con el extreme abierto
o uno con el extrema cerrado de diferentes di!l.metros y formas; es un resonador
terriblemente complicado, pero no obstante es un resonador. Ahoia bien, cuando se
habla, las cuerdas vocales producen cierto tipo de tono. El tono es bastante complicado y
hay muches sonidos que salen, pero la cavidad de la boca modifica a Un mas ese to no de·
bido a las diversas frecuencias resonantes de la cavidad. Por ejemplo, un cantante puede
can tar varias vocales: a, o, u, etc., todas a !a mis ma altura, pero suenan diferentes porque
en esta cavidad Jos diversos arm6nicos estM .en resonancia en grados diferentes.
La grandlsima importancia de las frecuencias resonantes de una cavidad en la modificaci6n de los sonidos de la voz se puede demostrar por media de un experimento
simple. Como la velocidad de! sonido varia con la inversa de la ralz cuadrada de
la densidad, se puede variar la velocidad de! sonido usando gases diferentes. Si se
usa helio en vez de aire, de modo que la densidad es menor, la velocidad del sonido
es mucho mayor y todas las frecuencias de una cavidad se elevaran. Por consiguiente, si uno se llena los pulmones de helio antes de hablar, las caracteristicas de la
voz se alteraritn totalmente aun cuando las cuerdas vocales esten vibrando a la
misma frecuencia.
49-8
49-4
PCndulos acoplados
Finalm~nte
debemos recalcar que no solamente existen modos de vibraci6n en
sistemas continuos complicados, sino tambii:n en sistemas mecit.nicos muy simples.
Un buen ejemplo es el. sistema de dos pi:ndulos acoplados discutido en el capitulo
precedente. En ese cap1tulo se demostr6 que se podia analizar el movimiento como
superposici6n de dos movimientos arm6nicos de frecuencia diferente. Asi, pues, hasta
este sistema se puede analizar en ti:rminos de movimientos arm6nicos o modos. La
cuerda tiene un nfunero infinito de modos y la superficie bidimensional tambii:n tiene
un nllmero infinito de modos. En cierto sentido es una doble infinidad, si es que
sabemos c6mo contar infinitos. Pero un simple objeto mecit.nico que tiene Unicamente dos grados de libertad y que s6lo necesita dos variables para ser descrito,
tiene solamente dos modos.
R
Fig. 49-5.
Dos pilndulos acoplados.
Hagamos un anfilisis matemiltico de estos dos modos para el caso en que los
pendulos tengan la misma longitud. Sea x el desplazamiento de uno e y el de! otro,
como muestra la figura 49--5. Sin el resorte, la fuerza sobre la primera masa es proporcional al desplazamiento de la misma a causa de la gravedad. Si no hubiera resorte, habria cierta frecuencia natural UJ~ para este pi:ndulo solo. La ecuaci6n de
movimiento sin el resorte seria
m
d2 x
di2
=
2
(49.13)
-mw 0 x.
El otro pi:ndulo oscilaria de la misma manera si no hubiera resorte. Ademils de la
fuerza restauradora debida a la gravedad, hay una fuerza adicional que tira de la
primera masa. Esa fuerza depende de la distancia en exceso de x respecto a y y es
proporcional a esa diferencia, por lo que es cierta constante que depende de la geometria, multiplicada por (x-y). La misma fuerza en sentido inverso acttia sabre la
segunda masa. Las ecuaciones de movimiento a resolver son, por lo tanto,
m
~
=
-mw~x
- k(x - y),
m
~
=
-mw~y
- k(y - x).
(49.14)
Para hallar un movimiento en que las dos masas se mucvan a la misma frecuencia, dcbemos detcrminar cuilnto se mueve cada masa. En otras palabras, el pendulo x y el pC:ndulo y oscilarfui con !a misma frecuenda, pero sus amplitudes
49-9
deben tener ciertos valores, A y B, cuya relaci6n es fija. Probemos esta so\uci6n:
(49.15)
Si se sustituyen en la ecuaci6n (49.14) y se junta los terminos anilogos, los resul-
tados son
(w
2 -
( w2
-
w~ - ~)A=
- ~ B,
w~ - ~) B
-
=
(49.16)
~ A.
Para obtener las ecuaciones ta1 como estim escritas, se ha eliminado el factor comlm
ei"'' y se las ha dividido por m.
Ahora bien, vemos que tenemos dos ecuaciones para lo que aparentemente son
dos inc6gnitas. Pero en realidad no hay dos inc6gnitas porque la amplitud total de!
movimiento es algo que no podemos determinar a partir de estas ecuaciones. Las
ecuaciones precedentes s6lo pueden determinar el cociente entre A y B, pero ambas
deben dar el mismo cociente. La necesidad de que estas dos ecuaciones sean compatibles requiere que la frecuencia sea algo muy especial.
En este caso particular, esto se puede hacer bastante f3.cilmente. Si se multiplica
una ecuaci6n por otra, el resultado es
k)' AB (k)'
m AB.
(' ' m
w
-
Wo -
=
(49.17)
El factor AB se puede eliminar de ambos miembros a no ser que A y B sean cero,
lo cual significa que no hay ningU.n movimiento. Si hay movimiento, los otros factores deben ser iguales dando una ecuaci6n cuadriitica a resolver. El resultado es
que hay dos frecuencias posibles:
(49.18)
Mils alm, si se vuelve a sustituir estos valores de la frecuencia en la ecuaci6n (49.16),
encontramos que para la primera frecuencia A = B y para la segunda, A = -B.
Estas son las "formas de los modos de vibraci6n", como se puede verificar fii.cilmente con el experimento.
Estii. claro que en el primer modo, para el cual A = B, el resorte nunca se estira
y ambas masas oscilan con frecuencia w 0 como si el resorte estuviera ausente. En
la otra soluci6n, para la cual A = -B, el resorte contribuye con una fuerza restauradora y aumenta !a frecuencia. Resulta un caso mas interesante si los dos pendulos
tienen longitudes diferentes. El anil.lisis es muy parecido al dado mils arriba y se
deja al lector como ejercicio.
49-5 Sistemas lineales
Resumamos ahora las ideas discutidas precedentemente, que son todas aspectos
de lo que posiblemente sea el principio mils general y maravilloso de la fisica matemil.tica. Si tenemos un sistema lineal cuyas caracteristicas son independientes del
tiempo, el mov~miento
49-10
no tiene por quC tener ninguna simplicidad particular; en realidad puede ser
extremadamente complejo, pero hay movimientos muy cspeciales, por lo comU.n
una serie de movimientos cspcciales, en los ·cuales el diagrama global de! movimiento varia exponcncialmente con el tiempo. En los sistemas vibrantcs de que
hemos estado hablando ahora, la exponcncial es imaginaria y en vez de decir
··cxponencialmente'·, preferimos decir "sinusoidalmente" con el tiempo. Sin embargo, se puede ser mis general y decir que los movimientos variaritn exponencialmente
con el tiempo en modos muy especiales, con formas muy especiales. Siempre se
puede reprcsentar e! movimiento miis general de un sistema como una superposici6n
de movimientos en los que interviene cada una de las diversas exponenciales.
Vale la pena reafirmar esto para el caso de un movimiento sinusoidal: un sistema lineal no tiene por que moverse con un movimiento puramente sinusoidal, es
decir con una sola frecuencia definida, pero cualquiera sea la forma en que se
mueva, se pucdc rcpresentar este movimiento como superposici6n de movimientos
puramente sinusoidales. La frecuencia de cada uno de estos movimientos es una
caracteristica de! sistema, y el perfil, o forma de onda, de cada uno de estos movimientos tambien es una caracteristica del sistema. El movimiento general de cualquiera de estm sistemas se puede caracterizar dando la intensidad y la fase de cada
uno de
modos y sumiindolos todos. Otra manera de decir esto es que cualqt,1ier
sistema
lineal es equivalcnte a un conjunto de osciladores arm6nicos independientes, con
frccuencias naturales correspondientes a los modos de vibraci6n.
Concluimos cslc
notar la conexion cntre modos de vibraciOn
cuiintica, lo quc vibra, o lo que varia en el
de probabilidad que da la probabi\idad de
electrones, en una configuraci6n detcrminaen el espacio y en d tiempo y satisface, de
da. fata funci6n amplitud puede
hccho, una ecuaci6n lineal. Pero en la mec3.nica cuiintica hay una transformaci6n: ioque
llamamos frecuencia de la amplitud de probabilidad es igual, en el concepto cliisico, a energia
En consecuenc1a pock:mos traducir a este caso el principio emmciado miis arriba tomando
la palabra frC'cuencia y reemplaz3.ndola por energia. Se convierte en alga asi como:
no es necesario que un sistcma cu<intico, un ittomo por ejcmplo, tenga una energia
delinida, tal como no es necesario que un sistema mecilnico simple tenga una fre~
cuencia defimda; pero, sea cualquicra !a mancra en que se comporta el sistema, sicmpre
puede rcprcsentar su , •mportamiento como una superposicion de estados de
delinida. La energia de cada estado es una caracteristica de! :i.tomo y lo mis1110 c~ cl diagrama de amplitud que determina la probabilidad de encontrar particu"
l;is en
!ugares. El movirnicnto
se puede describir dando la arnplitud
estos estados d1ferentes
energia. Este es el origen de los niveles
en
meciinica cu:i.ntica. Como la mccanica cuiintirn est:i representada
cuando el electr6n no tiene energia 5uliciente para escapar a la larga
en las ondas confinadas de una
esas son ondas conflnadas. Tai
de la ecuac16n de onda para la
frecuencias delinidas para
cu<intica. I .a interpretacion
cs que Cstas son energ(as delinidas.
En consecuencia.
cuiintico puede tener cstados definidos de energia lija
por ondas: ejemplos de esto son los niveles de energia de
porque esta
lo~ diver~o~
50
A.rmOnicos
50-l
Tonos musicales
50-4
Coeticientes de Fourier
50-2
La serie de Fourier
50-5
Teorema de la energia
50-6
Respuestas no lineales
50-3 . Timbre y consonancia
50-1
T onos musicales
Se dice que Pititgoras descubri6 que cuando se hace sonar a la vez dos cuerdas
similares bajo la misma tensi6n y diferentes sO!o en longitud, dan un efecto que es
!lgradable al oido si las longitudes de las cuerdas estfi.n en proporci6n de dos mimeros enteros pequeii.os. Si las longitudes son coma uno es a dos, corresponden
entonces a la octava en mU.sica. Si las longitudes son como dos es a tres, c01Tesponden al intervalo entre do y sol, que se llama una quinta. Estos intervalos se aceptan
generalmente coma acordes que suenan ''agradable".
Pitagoras se impresion6 tanto con este descubrimiento que lo hizo la base de una
escuela -se llamaron pitag6ricos- que tuvo creencias misticas en los grandes poderes de los nllmeros. Se crey6 que algo parecido se encontraria en los planetas
-o "esferas"-. Algunas veces oimos la expresi6n: "la mllsica de las esferas". La
idea foe que habria algunas relaciones numfu-icas entre las 6rbitas de los planetas o
entre otras cosas en la naturaleza. La gente cree generalmente que esto foe solamente una especie de superstici6n mantenida por los griegos. Pero, les esto tan diferente
de nuestro inter6s cientifico en las re!aciones cuantitativas? El descubrimiento de Pitilgoras foe el primer ejemplo, fuera de la geometria, de una relaci6n numfuica en la
naturaleza. Debe haber sido muy sorprendente el descubrir de repente que habia un
hecho de la naturaleza que involucraba una relaci6n num6-ica senC"illa. Simples medidas de longitudes dieron una predicci6n de algo que no tenia conexi6n aparente
con la geometria -la producci6n de sonidos agradables-. Este descubrimiento condujo a la extensi6n de que quizils una buena herramienta para la comprensi6n de la
naturaleza seria el anfilisis aritmCtico y matemiltico. Los resultados de la ciencia moderna justifican este punto de vista.
Pititgoras solamente pudo haber hecho su descubrimiento mediante una observaci6n experimental. No obstante, este aspecto importante, parece no haberle impresionado. De lo contrario, la fisica hubiera tenido un comienzo mils temprano. (iSiempre
es fiicil reconsiderar lo que alguien ha hecho y decidir lo que 61 deberia haber
hecho!)
50-1
Presi6n
Ti em po
101
Fig. 50-1.
Unruido
Presi6n en funci6n del tiempo para (a) un ruido, y (b) una nota musical.
Podemos observar un tercer aspecto de este interesante descubrimiento: que el
descubrimiento tiene que ver con dos notas que suenan agradable al oido. Podemos
preguntarnos si nosotros hemos avanzado mlis que Pitilgoras en la comprensi6n de
por qui s6lo ciertos sonidos son agradables al oido. La teoria general de la est6tica
no estci probablemente mas adelantada ahora que en el tiempo 00 Pitcigoras. En este
descubrimiento de los griegos encontramos los tres aspectos: experimento, relaciones matem8.ticas y estCtica. La fisica ha tenido un gran adelanto solamente en las
dos primeras partes. Este capitulo trataril. sobre nuestra comprensi6n actual de! descubrimiento de Pitigoras.
Entre los sonidos que oimos hay una clase que 11amamos ruido. El ruido corresponde a una especie de vibraci6n irregular de! timpano producida por una vibraci6n
irregular de algUn objeto cercano. Si hacemos un diagrama para indicar la presi6n
de! aire en el timpano (y, por lo tanto, el desplazamiento de! mismo) en funci6n del
tiempo, la grafica que corresponde a un ruido puede parecerse a la que representa
la figura 50- l(a). (Tal ruido podria corresponder aproximadamente al sonido de un
zapatazo.) El sonido de la mUsica tiene un car8.cter diferente. La mUsica se caracteriza por la presencia de to nos mas o menos prolongados --o "notas" musicales-.
(jLos instrumentos musicales tambifo pueden hacer ruidos!) El tono puede durar
un tiempo rdativamente corto, como cuando se presiona una tecla en un piano, o se
puede prolongar casi indefinidamente, como cuando un flautista mantiene una nota
Jarga.
iCuiil es el car&cter especial de una nota musical desde el punto de vista de la
presi6n en el aire? Una nota musical difiere de un ruido en que hay una periodicidad
en su gril.fica. Hay una cierta forma irregular de la variaci6n de presi6n de! aire con
el tiempo y la forma se repite una y otra vez. La figura 50-l(b) muestra un ejemplo
de funci6n presi6n-tiempo que corresponderia a una nota musical.
Los mUsicos hablan corrientemente de un tono musical en tfrminos de tres caracterLsticas: intensidad, tono y "timbre". La "intensidad" corresponde a la magnitud de los cambios de presi6n. El "tono" corresponde al periodo de tiempo para
una repetici6n de la funci6n bil.sica de presi6n. (Las notas "bajas" tienen periodos
mas grandes que las notas "altas''.) El "timbre" de una nota tiene que ver con las
diferencias que somos capaces de oir entre dos notas de la misma intensidad y tono.
Un oboe. un violin, y una soprano .se pueden distinguir aun cuando den notas de!
mismo tono. El timbre tiene que ver con la estructura de! diagrama que se repite.
Consideremos por un momenta el sonido producido por una cuerda vibrante. Si
accionamos la cuerda, tirando de ella y so!tandola, el movimiento subsiguiente estar;i
determinado por !os movimientos de las ondas que hemos producido. Sabemos que
50-2
estas ondas viajariin en ambas direcciones y que se reflejarii.n en los extremos. Irii.n
hacia adelante y hacia atris durante mucho tiempo. Aunque la onda sea muy complicada, se repetirii.. El periodo de repetici6n es justamente el tiempo T necesario
para que la onda viaje dos longitudes completas de la cuerda. Porque este es exactamente el tiempo que necesita cualquier onda, una vez que ha comenzado, para
reflejarse en cada extremo, volver a su posici6n inicial y seguir en la direcci6n original. El tiempo es el mismo para ondas que comiencen en cualquier direcci6n. Cada
punto de la cuerda volverii, pues, a su posici6n inicial despu&s de un periodo, y de
nuevo un periodo mils tarde, etc. La onda de sonido producida debe tener tambien
la misma repet:ici6n. Vemos por que una cuerda accionada produce una nota musical.
50-2
La serie de Fourier
Discutimos en el capitulo precedente otro modo de considerar el movimiento de
un sistema vibrante. Hemos visto que una cuerda tiene diversos modos naturales de
oscilaci6n y que cualquier clase particular de vibraci6n que se pueda originar por las
condiciones originales, se puede considerar como una combinaci6n -en proporciones convenientes --de varios de los modos naturales oscilando a la vez. Encontramos
quelos modos normales de oscilaci6n para una cuerda tenian las frecuencias w 0 , 2(.u0 ,
3w0 , ... El movimiento mils general de una cuerda que ha sido pu\sada, por lo tanto,
esta compuesta de la suma de una oscilaci6n sinusoidal a la frecuencia fundamental
w 0, otra a la frecuencia de! segundo ann6nico 2w 0, otra a la de! tercer arm6nico 3w0 ,
etcetera. Ahora bien, el modo fundamental se repite cada periodo T1 = 2n Iw 0• El
segundo arm6nico se repite cada T 2 = 2n /2wo- Tambien se repite cada T 1 = 2T2,
despues de dos de sus periodos. Anitlogamente, el tercer modo arm6nico se repite
despues de un tiempo T 1 equivalente a 3 de sus periodos. Vemos de nuevo por que
una cuerda pulsada repite todo su diagrama con periodicidad T 1 • Produce una no ta
musical.
Hemos estado hablando de! movimiento de una cuerda. Pero el sonido, que es el
movimiento d.::I aire, es producido por el movimiento de la cuerda, por lo que sus
vibraciones tambiCn deben estar compuestas de los mismos arm6nicos -aunque no
estamos pensando ya en los mod9s normales de! aire-. lgualmente, la intensidad relativa de los arm6nicos puede ser diferente en el aire que en la cuerda, particularmente si la cuerda estit "acoplada" al aire mediante una caja de resonancia. La eficicncia dcl acoplamiento al aire es diferente para diferentes arm6nicos.
Si f(t) representa !a presi6n dcl airc en funci6n de! ticmpo para una nota musical lcomo la de la figura 50-I(b)l, entonces esperamos que se pueda escribir f(t)
como suma de un cierto nUmero de funciones arm6nicas simples de! tiempo -como
cos 1,1f- para cada una de las diversas frecuencias arm6nicas. Si el periodo de la vibraci6n es 7', la frecuencia angular fundamental serit w """"' br IT y los arm6nicos
serii.n 2t.1. 31,J. etc.
Hay una pequeiia complicaciOn. Para cada frecuencia podemos esperar que las
fases iniciales no serii.n necesariamente las mismas para todas las frecuencias. Por lo
tanto deberiamos usar funciones como cos (rot +- ¢). Sin embargo, es mits sencillo
usar en su !ugar funciones seno y coseno para cada frecuencia. Recordemos que
cos(wl
+rt>)= (cosq)coswt - senqisenwt)
(50.l)
50-3
y como ¢ es una constante, cualquier oscilaciOn sinusoidal de frecuencia w se puede
escribir como suma de un tfrmino con cos wt y otro tCrmino con sen wt.
Concluimos, entonces, que cualquier funciOn f(t) periOdica con periodo T se
puede escribir matemiticamente en la forma
f(t) = ao
+ a 1 cos wt+ b 1 senwr
+ a 2 cos2wt + b 2 sen2wt
+ a 3 cos3wt + b sen3wt
+.
+ ..
3
(50.2)
donde w = 2n IT y las a y b son constantes numi:ricas que nos dicen cu:lnto de
cada oscilaciOn componentc esti presente en la oscilaciOn/(t). Hemos puesto el termino a0 de "frecuencia cero" para que nuestra formula sea completamente general,
aunque corrientemente es cero para una nota musiC:aL Representa una desviaciOn
de! valor promedio (es decir, el nivel "cero ")de la presiOn de sonido. Con e1 nuestra
fOrmula se puede aplicar a Cualquier caso. La igualdaJ de la ecuaci6n (50.2) estti.
representada esquemiticamente en la figura 50-2. (Se debe escoger convenientemente
las amplitudes an y bn de las funciones armOnicas.- Est:'tn mostradas esquem:'tticamente y sin una escala particular en la figura.) La serie (50.2) se llama serie de Fourier def(t).
""h~
f\h''
=
+
+
.b_
,•
·~. •'·f'=-·
·w-· tvv-·
+
Fig.
50-2.
Cualquier
funci6n peri6dica
f(t) es igual a una suma de funciones arm6-
nicas simples.
Hemos dicho que cualquier funciOn periOdica se puede construir de este modo.
Deberiamos corregir eso y decir que cualquier onda de sonido, o cualquier funci6n
de las que ordinariamente encontramos en lisica se puede construir mediante ta!
suma. Los matem:'tticos pueden inventar funciones que no se pueden construir a
partir de funciones armOnicas simples -por ejemplo, una funci6n que tiene una
"vuelta hacia atras··-. jde modo que tiene dos valores para a!gunos valores de t!
No tenemos pvr quC preocupamos de esas funciones aqui.
50-3
Timbre y consonancia
Ahora estamos en condiciones de describir que es lo que determina el "timbre"
de una nota musical. Es la cantidad relativa de los diversos arm6nicos -los valores
de las a y b-. Una nota con el primer arm6nico solamente es una nota "pura ". Una
nota
50-4
con muchos arm6nicos fuertes es una nota "rica ".Un violin produce una proporci6n
de arm6nicos diferente de la que produce un oboe.
Podemos "fabricar" diversas notas musicales si conectamos diversos "osciladores" a un altoparlante. (Un oscilador produce corrientemente una funci6n arm6nica
simple casi pura.) Deberiamos escoger las frecuencias de los osciladores de manera
que sean "'' 2w, 3w, etc. Ajustando entonces el control de volumen de cada oscilador, podemos aiiadir cualquier cantidad que deseemos de cada arm6nico -y por
consiguiente producir notas de diferente timbre-. Un 6rgano elOCtrico trabaja de un
modo parecido. Las "teclas" seleccionan la frecuencia de\ oscilador fundamental
y las "clavijas" son Haves que controlan la proporci6n relativa de los arm6nicos.
Usando estas Haves se puede hacer que el 6rgano suene como una flauta, un oboe
o un violin.
Es interesante que para producir tales notas "artificiales" necesitamos solamente un oscilador para cada frecuencia -no necesitamos osciladores separados
para las componentes seno y coseno. El oido no es muy sensible a las fases relativas de los arm6nicos. Presta atenci6n principalmente al total de las partes seno y coseno de cada frecuencia. Nuestro anaJ.isis es mils exacto de lo necesario para explicar el aspecto subjetivo de la mUsica. Sin embargo, la respuesta de un micr6fono
o de cualquier otro instrumento fisico si depende de las fases y nuestro anaJ.isis com·
pleto se puede necesitar para tratar tales casos.
El "timbre" de un sonido hablado tambii:n determina los sonidos de vocales que
reconocemos en e! lenguaje. La forma de la boca determina !as frecuencias de los
modos naturales de vibraci6n del aire en la boca. Algunos de estos modos se ponen
en vibraci6n mediante las ondas de sonido provenientes de las cuerdas vocales. De
manera que las amplitudes de algunos de los arm6nicos del sonido se aumentan respecto a otras. Cuando cambiamos la forma de nuestra boca, damos preferencia a
arm6nicos de frecuencias diferentes. Estos efectos cuentan para la diferencia cntre un
sonido "e-e-e" y un sonido "a"a-a ".
Todos sabemos que un sonido vocal particular -"e-e-e'', digamos- alm "suena
coma" la misma vocal, ya lo digamos (o cantemos) en un tono alto o bajo. De! mecanismo que describimos, esperariamos que se acentuasen frecuencias particulares
cuando colocamos nuestra boca para una "e-e-e" y que no cambiasen cuando nosotros cambiamos el tono de nuestra voz. Asi, la relaci6n de Jos arm6nicos importantes al fundamental -esto es, el "timbre.,_ cambia cuando nosotros cambiamos el
tono. Aparentemente el mecanismo mediante el cual reconocemos el lenguaje no se
basa en relaciones arm6nicas especificas.
l.Que diriamos ahora acerca de! descubrimiento de Pitilgoras? Comprendemos
que dos cuerdas semejantes con longitudes en la proporci6n de 2 a 3 tendriln frecuencias fundamentales en la proporci6n de 3 a 2. Pero, l,por quC deberian "sonar
agradable" juntas? Quizils deberiamos buscar la explicaci6n en las frecuencias de los
arm6nicos. El segundo arm6nico mils bajo de la cuerda mils corta tendril igual frecuencia que el tercer arm6nico de la cucrda mils larga. (Es fiicii demostrar ---0 creer~
que una cuerda pulsada produce con mucha intensidad los diversos armOnicos mils
bajos.)
Quizils deberiamos dar !as siguientes reglas. Las notas son consonantes cuando
tienen arm6nicos de la misma frecuencia. Las notas son disonantes si sus arm6nicos
superiores tienen frecuencias cercanas, pero lo bastante separadas para que haya
50-5
pulsaciones ni.pidas entre las dos. Por que las pulsaciones no suenan agradab!es y
por que los unisonos de los arm6nicos superiores suenan agradables es algo que no
sabemos definir o describir. No podemos decir a partir de este conocimiento de lo
.que suena bien, Jo que deberia, por ejemplo, oler bien. En otras palabras, nuestro conocimiento de ello no es algo mils general que el aserto de que cuando estin al uni
sono, suen~ ?ien. No nos permite deducir nada mils que las propiedades de la arEs filcil comprobar las relaciones armonicas que hemos descrito mediante algunos experimentos sencillos con el piano. Llamemos a las trcs do sucesivos par la mitad
del teclado dop do 2 , do 1 , y a las sol inmediatamente superiore~, sol]> sol 2 , so! 1 . Entonces tendremos kls frecuencias relativas fundamentales como sigue:
do 1-2
sol 1- 3
do 1-4
sol 2- 6
do 3 -8
~;0!3·
l2
Estas relaciones arm6nicas se puc<len dcinostrar en !a ~iguiente forma: Supongan
que presionamos do 2 despacio -de esa manera no suena, pero hacemos que el amortiguador se levante-. Si entonces hacemos sonar do 1 producmi su fundamental propio y algunos armCmicos secundarios. El segundo armOnico pondni. en \'1braci6n las
cuerdas de dor Si soltamos do 1 (presionando alm do 2) el amortiguador drtendrii la
vibraciOn de las cuerdas de dop y podemos 01r (suavemente) la nota do 1 que sc va
apagando. De un modo semejante, cl tercer armlmico de do 1 puede causar una v1braci6n de sol2' 0 el sexto de do 1 (haciendose ahora mucho mils debil) puede ocasionar
una vibraciOn de! fundamental de sol 3 •
Se obtiene un resultado algu difcrente ~1 presiunamos.
mos sonar do 2 • E! tercer armOnico de do 1
so!P por lo que solamente se cxcitar<'i el cuarto
escuchamos de cerca) el sonido de sol 3 jque
que hcmos apretado! Es facil imaginar otras con'b;narnme"
Podemos seiialar de paso quc la escala mayor
diAnte la condiciOn de que los Ires acordes mayores
re) rcpresenten cada uno secuenc1as de notas con la
Estas relaciones -ademits de! hecho de que una
ne la relaci6n l :2- determina la esca!a total para caso
se llama ··entonaci6n justa ··. Los instrumentos de teclado
nan usualmente asi, pero se hace un poco de ··fraude .. para
aproximadameme corrcctas para todos los posiblcs tono~
esta afinaci6n, que se llama "templado". la octava (atin 1
los iguales para los cua!cs la relaciOn de frecuencia es
ne la relaciOn de frecuencia 3 , 2 , sino 27 1 ~ = I 499, que aparentemente
aproximada para la mayoria de los oidos.
ya no t1ee~ ba~tante
Hcmos establecido una regla de consonancia en
armOnicos. i,Es qui1its esta coinc1dcncia la raz011 de quc
-notas
tes? Un invcstigador ha sostenido que dos
mente para estar libres de armOnicos- no
sonancia cuando
50-6
las frecuencias relativas estlin colocadas en o cerca de las relaciones esperadas.
(Tales experimentos son dificiles porque es dificil fabricar notas puras por motivos
que mils adelante veremos.) Alln no podemos estar seguros de si el oido estii. apareando arm6nicos o hacienda aritmf:tica cuando nosotros decidimos que nos agrada un
sonido.
S0-4
Coelicientes
~e
Fourier
Volvamos ahora a la idea de que cualquier nota --esto es, un sonido peri~dico
se puede representar mediante una combinaci6n apropiada de arm{micos. Querriamos demostrar c6mo podemos encontrar que cantidad se requiere de cada arm6nico. Es f.icil, naturalmente, calcular j(t) usando la ecuaci6n (50.2), si se nos da
todos los coeficientes a y b. La cuesti6n es ahora: si se nos daf(t), (.c6mo podemos
conocer cu.iles deberian ser los coeficientes de los diversos tCrminos arm6nicos?
(Es f<'iciJ hacer una torta siguiendo una reccta; pero, (.pod~mos escribir la receta si
se nos da la torta ?).
Fourier descubri6 que en real id ad no era muy dificil. El tfamino a 0 es fiicil. Acabamos de decir que es justamente el valor promedio de f(t) en un periodo (desde
t = 0 hasta t =
Podemos ver que esto es realmente asi. El valor medio de una
funci6n seno o coseno sobre un periodo es cero. Sohre dos, o tres, o cualquier nUmero entero de periodos, tambifo es· cero. Por lo que el valor medio de todos los
tfrminos de! segundo miembro de la ecuaci6n (50.2) es cero, excepto para a 0 • {Recuerden que debemos tomar r11 = 2n /T.)
n.
Ahora bien, el promedio de una suma es la suma de los promedios. Por lo que el
promedio de j(t) es solamente el promedio de a 0 • Pero a 0 es una constante, por lo
que su promedio es justamente su valor. Recordando ta definici6n de promedio, te-
ao
=
~
iT
(50.3)
f(t) dt.
Los otros coeficientes son solamente un poquito m.is dificiles. Para encontrarlos
podemos usar un truco descubierto por Fourier. Supongan que multiplicamos los
dos miembros de la ecu.aci6n (50.2) por alguna funci6n arm6nica -por cos 7wt digamos-. Tenemas entonces
/(1) cos 1wt = a 0 ·cos 1wt
+ a cos wt· cos 1wt + b sen wt· cos 1wt
+ a2 cos 2wt ·cos 1wt + b 2 sen 2wt cos 1wt
+·
+·
+ a 7 cos 1wt cos 1wt + b 1 sen1wt cos 1wt
+·
+·
1
1
(50.4)
Ahora, promcdiemos ambos miembros. El promedio de a 0 cos 1wt sabre el tiempo
T es proporcional al promedio de un coseno sabre 7 periodos enteros. Pero esto es
justamente cero. El promedio de casi todos los tf:rminos restantes tambilin es cero.
Consideremos el
50-7
tetmino a 1 • Sabemos, en general, que
cos A cos B =
!
cos (A
+ B) + ! cos (A
- B).
(50.5)
El tennino a 1 se convierte en
!a 1 (cos Bwt +
cos 6wt).
(50.6)
Tenemos entonces dos cosenos, uno con 8 periodos completes en Ty el otro con 6.
Ambos promedian cero. El promedio de! tennino a 1 es por lo tanto cero.
Para el tfrmino a 2 , encontrariamos ai cos 9wt y a 2 cos 5(1Jf, cada uno de los
cuales tambi6n promedia cero. Para el t6'mino a 9 , encontrariamos cos 16wt y cos
(-2wt). Pero cos (-2wt) es igual a cos 2wt, por lo que los dos tienen promedio cero.
Resulta claro que todos los terminos en a tendriln un promedio cero, excepto uno.
Y este es el tfrmino a 7• Para eJ tenemos
!07(COS
14wt
+ cos 0).
(50.7)
El coseno de cero es uno y su promedio, naturalmente, es uno. Por lo que resu!ta
que el promedio de todos los tfrminos en o de la ecuaci6n (50.4) es igual a ! a 7 .
Los tfrminos en b son aUn mils fitciles. Cuando multiplicamos por cualquier
tennino en coseno tal coma cos nwt, podemos demostrar siguiendo el mismo mi=·
todo, que todos los terminos en b tienen el valor promedio de cero.
Vemos que el "truco" de Fourier ha actuado como una criba. Cuando mu!tiplicamos por cos 7wt y promediamos, todos los ti=nninos desaparecen excepto o 7
y encontramos que
promedio de IJ(t). cos 7wtl = 0 112.
(50.8)
Q7
=
?iT
f(t)
'COS
1wt dt.
(50.9)
Dejaremos que el lector demuestre que el coeficiente b7 se puede obtener multiplicando la ecuaciOn (50.2) por sen 7wt y promediando ambos miembros. El resul·
tado es
_,.
b1 = } }0 f(t)·sen7wtdt.
(50.10)
Ahora bien, lo que es verdad para 7 esperamos que sea verdad para cualquier
entero. Por ello, podemos resumir nuestra demostraciOn y nuestro resultado en la slguiente forma matemiltica mils elegante. Si m y n son enteros distintos de cero. y si
w = 2n- /T, entonces
I.
lo
T
sen nwt cos mw! dt
II. },{
1
0 , cos
=
nwt cos mwt dt =
(
III.
Jo
l
0.
{O
(50.11)
if n r:!'. m.
(50.12)
T1 2ifn = m.
seiinwtsenmwtdt =
50-8
+ 'j;1 On cos nwt + j; bn sen nwt.
(50.IJ)
IV.
f(t)
V.
ao =
~ iT f(t)·dt.
(50.14)
On =
~ iT f(t) ·cos nwt dt.
(50.15)
JT f(t) · sennwtdt.
(50.16)
= Oo
2
b,. = T
0
En capitulos anteriores fue conveniente usar notaci6n exponencia\ para representar un movimiento ann6nico simple. En lugar de cos wt usamos Re eiwt, la parte
real de !a funci6n exponencial. Hemos usado funciones seno y coseno en este capitulo porque hace un poco m:is claras quiz:is las derivaciones. Sin embargo, nuestro
resultado final de la ecuaci6n (50.13) se puede escribir en la forma compacta
(50.17)
donde an es el nU.mero complejo an-ibn (con ho= O~ Si deseamos usar la misma
notaci6n en todo el proccso, podemos escribir tambien
(50.18)
Ahora sabcmos c6mo ··ana1izar" una onda peri6dica en sus componentes arm6nicas. El procedimiento se llama andlisis de Fourier y los tl!rminos por separado se
Haman componentes de Fourier. No hemos demostrado, sin embargo, que una vez
que hemos encontrado y sumado todas las componentes de Fourier, obtenemos nuevamcnte nuestra f(I). Los matemilticos han demostrado, para una amplia gama de
funciones y en realidad para todas aquellas que son de interes para los fisicos, que si
podemos hacer las integrales obtenemos de nuevo f(t). Hay una pequefia excepci6n.
Si la funci6n f(l) es discontinua, esto es, si salta de repente de un valor a otro, la
suma de Fourier dari un valor en el punto de ruptura a medio camino entre el valor
superior e inferior de la discontinuidad. Asi, si tenemos la extrafla funci6nf(t) = 0,
0 :S:: t < t 0 y f(r) ~ 1 para t 0 S t:::;;: T, la suma de Fourier dara el valor correcto en
todos los puntos excepto en t 0 , donde tendr8: el valor ~ en lugar de l. No es bastante fisico, de todas formas, insistir en que una funci6n debe ser cero hasta t 0 y I
exactamente en t 0 • Por lo que quizils deberiamos dar la "regla" para los fisicos de
que cualquier funci6n discontinua (que solamente puede ser una simplificaci6n de
una funci6n fisica real) se deberia definir con el valor de! punto media de cada discontinuidad. Entonces, cualquier funci6n parecida ---con cualquier nllmero finito de
tales saltos~ asi como todas las otras funciones fisicamente interesantes, estfill dadas
correctamente por la suma de Fourier.
Como ejercicio, sugerimos que el lector determine la serie de Fourier de la funci6n mostrada en la figura 50-3. Como la fimci6n no se puede escribir en una
50-9
forma algebraica explicita. no podriln hacer las integrales desde cero hasta t en la
forma corriente. Sin embargo, las integrales son f!lciles si las separamos en dos partes: la integral desde cero hasta T/2 (donde fW = I) y la integral desde T/2
hasta T(dondef(t)= -1). El resultado debe ser
f(t)
=
~
(senwt
+fi-sen 3wt +}sen5wt +···),
(50.19)
con «1 = 271" IT. Encontramos asi que nuestra onda c1.1adrada (con la fase particular
escogida) tiene solamente arm6nicos 1mpares y sus amplitudes estiin en proporci6n
inversa a sus frecuencias.
Fig. 50-3. Funci6n onda cuadrada
+1 paraO < t < t/2,
-1 para T/2 < t < T.
f(t)=
f{t) =
Comprobemos que la ecuaci6n (50.19) nos da verdaderamente f(t) de nuevo
para alglln valor de t. Escojamos t = T/4, o sea wt x 71"/2. Tenemos
f(t)
=~(sen 1+~sen~~ sen~+··)
(50.20)
=~(1-~+!-~+··)·
(50.2!)
La serie"' tiene el valor 71"/4 y encontramos quef(l)
=
L
Teorema de la energia
50-S
La energia de una onda es proporcional al cuadrado de su amplitud. P:,i.ra una
onda de forma compleja, la energia en un periodo serit proporcional a J/f(t)dt.
Tambien podemos relacionar esta energia con los coeficientes de Fourier. Escribimos
}
{T /
0
2 (r)
dt
= }
{T [ a0
0
+
,E• an cos nwt + ,t:• 1bn sen nwt]' dt.
(50.22)
• La serie se puOOe evaluar del sigmente modo. Pnmero observamos que J~ldx/(l + x')ltan-'x
En segundo lugar. desarroUamos el integrando en serie: 1/(1 + x')= l ·-x' + x"-x" + ... lntegramo~
la serie til:rmino a tCrmino (desde cero ax) para obtener tan·• x 0 ~ l -x' I, + x' I, - x' I, ~
Hacien
tan-1 I= ,,.;4
do x = I, 1enemos el resultado establecido, puesto que
50-10
Cuando desarrollamos el cuadrado del corchete obtendremos todos los dobles productos posibles, tales como a~ cos 5wt b1 cos 7(;Jf. Hemos demostrado antes, sin
embargo IEcs. (50.11) y (50.12)1, que las integrales de: todos esos tfrminos sobre un
periodo son cero. Hemos dejado solamente los tfrminos cuadritticos como a;cos 25wt.
La integral de cualquier coseno o seno al cuadrado sobre un periodo es igua! a T/2,
por lo que obtenemos
l'
.(2(1) dt
=
=
+
Tafi
2
Tuu
r
(af
+ a~ + · · · + bi + b~ + · · ·)
f--. (an2 + b')
+ 2' ,f;:
"·
1
T
(50.23)
Esta ecuaciOn se llama "teorema de la energia" y dice que la energia total de una
onda es justamente la suma de las encrglas de todas las componentes de Fourier.
Por ejemplo, aplicando este tcorema a la serie (50.19) y puesto que lf(t/ 2 = 1 obte-
T =
~ · (~)
2
(I + ~ + ~2 + ·7~ · · -) .'
de donde aprcndemos que la suma de los cuadrados de los inversos de los nUmeros
enteros impares es '1" 2 /8. De un modo semejante, obteniendo primero la serie de
Fourier para la funciOn y usando el teorema de la encrgia podemos probar quc
J + l /2 4 + 1 /3 4 + ... cs >r 4 /90, resultado que necesittibamos en el capitulo 45.
50-6
Respuestas no lineales
Finalmente, hay un fen6meno importante en la teoria de los arm6nicos que se
debe seiialar a causa
su importancia pnictica ·d de los efectos no linea!es-. En
estado considerando hasta ahora, hemos supuesto que
todos los sistemas quc
todo era lineal, que. las respucstas a las fuerzas, digamos los desplazamientos o las
aceleraciones, eran sicmpre proporcionales a las fuerzas. 0 que las corrientes en los
circuitos eran proporcionales a los voltajes. etc. Quercmos considerar ahora casos
dunde no hay una estricta proporcionalidad. Consideramos, por el momento, algUn
dispositivo en el que la respuesta. que llamaremos x,ai al tiempo t, estit determinada
por la entrada x.,"' al tiempo t. Por ejemplo, Xem podria ser la fuerz.a y x,a1 podria ser el
desplazamiento. 0 .\·,,, 1 podria ser la corriente y x,ai el voltajc. Si el dispositivo es lineal,
tendriamos
donde K es una constante independientc de t y de xent· Supongan, sin embargo, que
el dispositivo es casi. pero no exactamente, lineal, de modo que podamos escribir
x,.i(l} =" Klxent(t) +
EX 2
enltJJ,
donde < es pequeii.o frente a la unidad. Las grilficas de la figura 50-4 muestran respuestas lineales y no lineales.
50-11
tot
Lineal
i~1
•
Sal.
Fig.
linea!.
Ent
50-4.
Nolineal
-~( .... 1-.t)
Sal.
Respuestas
Ent. Ent
lineal
y no
Fig. 50-5. Respuesta de un dispositivo no lineal a la entrada cos wt. Para
comparar se muestra una respuesta lineal.
Las respuestas no !ineales tienen muchas consecuencias pr<i.cticas importantes.
Ahora discutiremos algunas de ellas. En primer lugar, consideramos lo que sucede
si aplicamos una nota pura a la entrada. Hacemos Xent = cos wt. Si representamos
xw en funci6n del tiempo, obtenemos la curva continua que .muestra la figura 50-5.
La curva de trazos da, por comparaci6n, la respuesta de un sistema lineal. Vemos
que la salida ya no es una funci6n coseno. Es mis aguda arriba y mis llana abajo.
Decimos que la salida esta distorsionada. Sabcmos, sin embargo, que tal onda ya no
es mis una nota pura, que tendr<i. armOnicos. Podemos encontrar cufi.les son Jos
arm6nicos. Usando Xent = cos wt con la ecuaci6n (50.25), tenemos
XsaJ
= K(cos wt
+f
cos 2 wt).
(50.26)
De la igualdad cos 2 ()=.!(I -cos 28), tenemos
Xsal
= K
(cos wt+~~~ cos 2wt) · (50.27)
La salida no s6lo tiene una componente a la frecucncia fundamental, que estaba presente a la entrada, sino que tambi6n tiene alga de su segundo arm6nico. Tambien ha
aparecido a la salida un terntlno constante K(t /2) que corresponde al corrimiento
de! valor media, mostrado en la figura 50-5. El proceso de producir un corrimiento
del valor promedio se llama rectiflcacidn.
Una respuesta no lineal rectificara y producira arm6nicos de las frecuencias de
su seiial de entrada. Aunque la falta de linealidad que supusimos produjera solamente segundos arm6nicos, la falta de linealidad de orden mas alto --aquellas que
tienen tertninos como xJem y x4e 111 • por ejemplo- produciran arm6nicos mas altos
quc cl segundo.
Otro efecto que resulta de una respuesta no lineal es la modulaciOn. Si nuestra
runci6n de entrada contiene dos (o mils) notas puras, la salida tendra no solamente
sus arm6nicos, sino tambien otras componentes de frecuencia. Hagamos xem = A cos
~~:: A~~s:~tde1~~n~~~:~'lq~e~~ ;op~~ 1 irsee~~~ete~~~e~~!n
en relaci6n ar-
50-12
una componente a la salida dada por
X,ai = Kf(Acoswit
+ Bcosw 2 t) 2
= K~(A 2 cos,w 1 t
+
B 2 cos 2 w 2 r
(50.28)
+ 2ABcosw
1 tcosw 2 t).
(50.29)
Los dos primeros tfaminos dentro del parentesis en la ecuaci6n (50.29) son justamente los que dieron los tfaminos constantes y los segundos arm6nicos que encontramos antes. El Ultimo termino es nuevo.
Podemos considerar este nuevo "termino cruzado" AB cosuJ 1t cosw 2 t de dos
modos. En primer lugar, si las dos frecuencias son muy diferentes (por ejemplo,
si w 1 es mucho mayor que (1i 2) podemos considerar que el tCrmino cruzado representa una oscilaci6n cosenoidal de amplitud variable. Esto es, podemos considerar los
factores en esta forma:
(50.30)
C(r) = AB cos w 2t.
(50.31)
Decimos que la amplitud de cos w 1 est<i. modulada con la frecuencia (.tJ:i,.
Alternativamente, podemos escribir el tfamino cruzado en otra forma:
Ahora diriamos que se han producido dos nuevas componentes, una a la frecuencia
suma (1,1 1 + 111 2 ). otra a la frecuencia diferencia (w 1 -w 2).
Tenemos dos modos diferentes, pero equivalentes, de considerar el mismo resultado. En el caso especial en que w 1 > w 2, podemos relacionar estos dos puntos
de vista diferentes seftalando que como (w 1 + w 2 ) y (w 1 -w 2) son pr6ximas esperariamos observar pulsaciones entre elias. Pero estas pulsaciones tienen solamente
e! efecto de modular la amplitud de la frecuencia promedio w 1 en la mitad de la
frecuencia diferencia 2(.u 2 • Vemos entonces por que las dos descripciones son equivalentes.
En resumen, hemos encontrado que una respuesta no lineal produce varios efectos: rectificaciOn, generaci6n de armOnicos y modulaciOn o generaciOn de componentes con las frecuencias suma y diferencia.
Deberiamos notar que todos estos efectos (Ee. 50.29) son proporcionales no
solamente al coeficiente de falta de linealidad E, sino tambien al producto de dos
amplitudes ....-bien A1, bien B1, bien AB-. Es de esperar que estos efectos sean mucho
mas importantes para las seiialesfuertes que para las dCbiles.
Los efectos que hemos estado describiendo tienen muchas aplicaciones prilcticas. En primer lugar, respecto al sonido, se cree que el oido no es lineal. Se cree que
esto explica el hecho de que con los sonidos fuertes tenemos la sensaci6n de que
ofmos arm6nicos y tambien frecuencias suma y diferencia aunque las ondas sonoras
contengan solamente notas puras.
Los componentes que se usan en equipos de reproducci6n de sonido -amplificadores, altoparlantes, etc.- siempre tienen algo de falta de linealidad. Producen
distorsiones en
50-13
el sonido -generan arm6nicos, etc.- que no estaban presentes en el sonido original.
El oido oye esta~ nuevas componentes, que son aparentemente objetables. Es por
esta raz6n que los equipos "Hi-Fi" est.in disefi.ados para que sean lo mas lineales
posible. (Por que la falta de linealidad del oido no es objetable del mismo modo,
o c6mo sabemos que la falta de linealidad estii. en el aftoparlante y no en el oldo,
ino csta claro!)
Las faltas de linealidad son muy necesarias y, en la realidad, se hacen intencionalmente grandes en ciertas partes de los equipos radiotransmisores o receptores.
En un transmisor AM la sefial "voz" (con frccuencia de algunos kilociclos por se~
gundo) se combina con la seiial "portadora" (con una frecuencia de algunos megaciclos por segundo) en un circuito no lineal llamado modulador, para producir la
oscilaci6n modulada que se transmite. En el receptor, !as componentes de la seiial
recibida alimentan un circuito no lineal quc combina las frecuencias suma y diferencia de la portadora modulada para generar de nuevo la seiial voz.
Cuando discutimos la transmisi6n de la luz, supusimos que las oscilaciones inducidas de cargas eran proporcionales al campo electrico de !a luz --que la respuesta
era lineal-. Esto es en verdad una aproximaciOn muy buena. Ha sido solamente en
los Ultimas aiios que sc ha diseiiado fuentes de lu:z (l.ilscrcs) que producen una intensidad de luz lo bastante fuerte como para que se pueda observar los efectos no
\ineales. Ahora es posible generar armOnicos de las frecuencias de la luz. Cuando
una luz roja intensa atraviesa un trozo de vidrio, jsa!e un poquito de luz arnl --segundo armOnico!
50-14
51
Ondas
51-1
Ondas de proa
51-3
Ondas en sOlidos
51-2
Ondas de choque
51-4
Ondas superficiales
51-1 Ondas de proa
Aunque hemos terminado nuestro ani!isis cuantitativo de las ondas, este capitulo adicional sobre el tema esta destinado a dar cierta visi6n cualitativa de diversos
fen6menos asociados con las ondas, Jos cuales son demasiado complicados como
para analizarlos en deta!le aqui. Como hemos estado tratando ondas durante varios
capitulos, un nombre mils apropiado de! tema seria "algunos de !os fen6menos mas
complejos asociados con las ondas".
'•
Fig. 51-l.
El frente de onda de choque
yace sabre un cono con vertice en la fuente y
semiabertura(} = arcsenc 0 /v ·
E! primer t6pico a discutir se refiere a las efectos producidos por una fuente de
ondas que se mueve a una velocidad mayor que la de la onda, o velocidad de fase.
Consideremos primero ondas que tienen una velocidad definida, tal como el sonido
y la luz. Si tenemos una fuente de sonido moviendose a una velocidad mayor que la
de! sonido, ocurre algo asi: supongan que en cierto momenta se genera una onda
sonora en la fuente en el punto x1 de la figura 51-1; entonces, en el instante
siguiente, a medida que la fuente se traslada hasta x 1 la onda proveniente de x 1 se
expande hasta un radio r 1 menor que la distancia recorrida por Ia fuente; y por su·
puesto, otra onda sale de x 2• Cuando la fuente de sonido se ha movido al.in mils,
hasta x 3, y una onda estil saliendo alli, la onda proveniente de x 2 se ha expandido
ahora hasta r2 y la proveniente de x 1 has ta r3•
51-1
Naturalmente, la cosa ocurre continuamente, no a saltos, yen consecuencia tenemos
una serie de ondas circulares con una recta tangente comlm que pasa por el centro
de la fuente. Vemos que en vez de una fuente que genera ondas esfericas, como ocurriria si estuviese quieta, genera un frente de onda que forma un cono en tres dimensiones, o un par de rectas en dos dimensiones. El ;lngulo de! cono es muy ffi.cil de
hallar. Durante un intervalo dado de tiempo la fuente se mueve cierta distancia,
digamos que x.i - x 1 , proporcional a v, velocidad de la fuente. Mien tr as tan to, el frente de onda se ha movido una distancia r 3 proporcional a c0 , velocidad de la onda. En
consecuencia es evidente que el semiitngulo de abertura tiene un seno igual al cociente entre la velocidad de las ondas y la velocidad de la fuente, y este seno tiene soluci6n solamente si c0 es menor que v, o sea que la velocidad de! objeto es mayor que
la de la onda:
sen8=-%"-·
(51.1)
Entre parfotesis. aunque hemos supuesto implicitamente que es necesario tener
una fuente de sonido, resulta, y esto es muy interesante, que una vez que el objeto
se mueva mils rilpidamente que el sonido, producird sonido. Esto es, no es necesario
que tenga un carilcter vibracional con cierto tono. Cualquier objeto que se mueva en
un media con una velocidad mayor que la velocidad a la cual el medio transporta
ondas, generaril ondas a cada !ado, automitticamente, simplemente por el movimiento mismo. Esto es sencillo en el caso de! sonido, pero tambi61 ocurre en el caso de
la luz. A primera vista se podria pensar que nada se puede mover mils rilpido que la
tuz. Sin embargo, la luz tiene en el vidrio una velocidad de fase menor que la velocidad de la luz en el vacio y es posible disparar una particula cargada de energ!a
muy alta a travCs de un bloque de vidrio de modo que la velocidad de la particula
sea cercana a la velocidad de la luz en el vacio, mientras que la velocidad de la luz
en el vidrio puecle ser s61o j de la velocidad de la luz en el vacio. Una particula
que se mueve mils rilpido que la luz en el meclio produciril una onda c6nica de luz
con vertice en la fuente, como la onda de la estela de un bote (que en realidad proviene de! mismo efecto). Midiendo el imgulo del cono, podemos determinar la velocidad de la particula y es uno de los m6todos
51-2
para determinar su energia en la investigaci6n de alta energia. Todo lo que se necesita medir es la direcci6n de la luz.
Esta luz se llama a veces radiaci6n de Cerenkov porque Cerenkov fue el primero
en observarla. Franck y Tamm analizaron te6ricamente cu0.I deberia ser la intensidad de esta luz. El Premio Nobel de Fisica 1958 fue otorgado conjuntamente a los
tres por este trabajo.
La situaci6n correspondiente en el caso de! sonido estB. ilustrada en la figuta
51-2, que es una fotografia de un objeto movii:ndose a travi:s de un gas con una
velocidad mayor que la velocidad de! sonido. Las variaciones de presi6n producen
una variaci6n del indice de refracci6n y con un sistema 6ptico apropiado es posible
hacer visibles los hordes de las ondas. Vemos que el objeto que se mueve mils
rilpido. que el sonido produce, verdaderamente, una onda c6nica. Pero una observaci6n mils atenta revela que en realidad la superficie es curva. Es recta asint6ticamente, pero es curva cerca de! vi:rtice, y tenemos ahora que discutir c6mo puede ser
esto, lo cual nos Deva al segundo t6pico de este capitulo.
1b~~
Distancia
Fig. 51-3.
"lnstantaneas'" del frente de onda en instantes sucesivos de tiempo.
51-2 Ondas de ehoque
A menudo, la velocidad de las ondas depende de la amplitud; en el caso de! sonido la velocidad depende de la amplitud en la siguiente forma. Un objeto que se
mueve en el aire, tiene que apartar a i:ste de su camino, por lo que la perturbaci6n
producida en este caso es una especie de escal6n de presi6n, siendo la presiOn mils
alta detrils del frente de onda que en la regi6n no perturbada que aim no ha alcanzado la onda (que se mueve a velocidad normal, digamos). Pero el aire dejado atrils
despui:s que pasa el frente de onda, se ha comprimido adiabilticamente y en consecuencia la temperatura aumenta. Ahora bien, la velocidad de! sonido aumenta con la
temperatura, por lo que en la regi6n que estil detrils de! salto, la velocidad es mayor
que en el aire que estil al frente. Esto implica que cualquier otra perturbaciOn que
se haga detrils de este esca16n, digamos que empujando continuamente el cuerpo, o
cualquier otra perturbaci6n, se moveril mils rilpido que el frente, aumentando la velocidad con el aumento de presi6n. La figura 51-3 ilustra la situaci6n, con algunas
pequeiias protuberancias de presi6n agregadas al perfil de presi6n para ayudar a visualizar. Vemos que las regiones de mayor presi6n en la parte posterior sobrepasan
el frente con el transcurrir del tiempo, hasta que finalmente la onda de compresi6n
desarrolla un frente bien definido. Si la intensidad es muy alta, "finalmente"
significa repentinamente; si es mils bien debil, tarda mucho tiempo; tanto que, puede
ocurrir que el sonido se difunda y se extinga antes de que tenga tiempo de desarrollar este frente.
Los sonidos que hacemos al hablar son extremadamente di:biles respecto a la
presi6n atmosffrica -sOlo I en un mill6n m.is o menos-. Pero para variaciones de
presi6n de! orden de una atm6sfera, la vclocidad de la onda aumenta en a!rededor
de 20 por 100 y el frente de onda
51-3
se hace bien definido con una rapidez correspondientemente alta. Es de presumir
que nada ocurre en la naturalez.a infinilamente rt'tpido, y lo que llamamos frente
"bien definido" tiene, en realidad. un pequeiHsimo espesor; no es infinitamente abrupto. Las distancias sobre las cuales varia son del orden de un camino libre medio,
para las cuales la teoria de la ecuaciOn de onda comienza a faUar porque no hemos
considerado la t\Structura del gas.
Ahora bi en, refiriCndonos de nuevo a la figura 5 1- 2, vcmos que se puede comprender la curvatura si nos damos cuenta que cerca de! vCrtice las presiones son
mayores de lo que son mas atris, por Jo que el ingulo ()es mayor. Esto es, la curva
es el resu!tado del hecho de que la velocidad depende de la intensidad de la onda.
Por consiguicnte la onda producida por la explosiOn de una bomba at6mica viaja por
un corto tiempo a una veloddad mucho mils alta que la de! sonido, hasta que esti tan
alejada que es debilitada por la difusiOn, a ta! punto, que el pico de presi6n es
pequeiio comparado con la presi6n atmosfCrica. La velocidad de la perturbaciOn se
aproxima a la velocidad dcl sonido en el gas donde sc propaga. (Entre par6ntesis,
siempre resulta que la velocidad de la onda de choque es mis alta que la velocidad
de! sonido en el gas que estt't delante, pero cs m3.s baja que !a velocidad de! sonido
en el gas que estil atrils. Es decir, los impulsos provenicntes de atr3.s llegariin al
frcnte, pcro Cstc avanza hacia el media en el cual se mueve con velocidad mayor quc
!a velocidad normal de las scii.ales. Asi, pues,- no se pucde saber acU.sticamente que la
onda estil viniendo hasta que es dcmasiado tarde. La luz provcnientc de la bomba
!lega primero, pero no se pucde saber que viene la onda de choque hasta que llega,
porque no hay seii.al sonora que ia preceda.)
Figura 51-4
51-4
por el pist6n se adelanta y se amontona al frente. De nue".'o: lo que tenemos finalmente es simplemente agua con un frente bien delineado, teoncamente. Sin embargo,
como muestra la figura 51-4, hay complicaciones. Se ha fotografiado una onda que
recorre un canal; el pist6n est.i en el extremo derecho de! canal. Al principio puede
que haya aparecido como una onda que se porta bien, como seria de esperar, pcro
mils adelante en el canal se ha vuelto mils y mils puntiaguda hasta que ocurri6 lo
que se ha fotografiado. La superficie se revuelve terriblemente a medida que caen
porcion.es de agua, pero e.sencialmente es una elevaci6n bien neta sin ninguna perturbacion de! agua que esta adelante.
En realidad, el agua es mucho mils complicada que el sonido. Sin embargo, s6lo
para dar un ejemplo de esto, trataremos de ana!irnr la velocidad de esta gran ola en
un canal. Este pumo no tiene ninguna importancia b:isica para nucstros fines -no
es una gran generalizaciOn·-" es solamente para dar un ejemplo de que las !eyes de la
medtnica que ya conocemos son capaces de explicar el fenOmeno.
Fig. 51-5. Dos secciones transversales de
una gran o!a en un canal, siendo (b) un intervalo 4t posterior a (a)
tl.magmen por un momenta quc el agua tiene mB.s o
de la figura
1• y quc e! frcnte
51-5(a), que cl agua a la altura m:is alta h, se mueve con
se mueve con velocidad u hacia el agua nO perturbada que
la a!tura h 1• Que·
un tiempo !'o.!, un
rriamos determinar la vclocidad a la que se mueve el frente.
piano vertical inicialmente en x 1 se mueve a una distancia I'..'./ hasta x 2 mientras el
frente de la onda se ha movido u .11.
Ap!iquemos ahora las ecuaciones de
!a materia y de! momenpnmera: vemos que por
ancho del canal la cantum. F,n primer
quc ha pasado por x 1 (que sc rnuestra rayada) es.compensatidad h,rJt de
rayada de magnitud (hi ~ hJ u M. Luego, divtdiendo por
da por ·1a
Jt, rh! =-Esto no no~ basta. porquc aunque tenernos h 2 y h 1, no conocetrntando de obtener las dos.
51-5
multiplicada por g, multiplicada por la profundidad desde la superficie. Como la presi6n aumenta linealmente con la profundidad, la presi6n media sobre el piano que
estit en x 1, digamos, es ~ pgh 2, que es tambifo la fuerza media por unidad de ancho
y por unidad de altura, que empuja el piano hacia x 2• Por lo tanto multiplicamos
por otra h2 para obtener la fuerza total que se ejerce sobre el agua que cmpuja desde la izquierda. Por otro lado, estil tambien la presi6n en el agua de la derecha que
ejerce una fuerza opuesta sobre la regiim en cuesti6n, que por el mismo tipo de anitlisis es 1 pgh 2 1• Ahora debemos cquilibrar las fuerzas con la rapidez de variaci6n
de\ momentum. Asi, pues, tenemos que calcular cuilnto momentum en exceso hay en
la situaciOn (b) de la figura 51-5 respccto al que habia en (a). Vemos que la masa
adicional que ha adquirido la velocidad v es simplemente ph 2uM-ph 2v.1t (por unidad de ancho ); multiplicando esta masa por v se obtiene el momentum adicional a
igualar con el impulso FM:
(ph 2u t::..t - Ph2v t::..t)v
=
npgh~ - fpgh~) t::..t.
Si eliminamos r de csta ecuaci6n sustituycndo l'h, =
do, y simplificamos, obtenemos finalmenteque ul ~
Si la diferencia de alturas es muy pequeiia, de modo que h 1 y h2 son casi iguales,
esto nos dice que la velocidad = Jg!I. Como veremos mils adelante, esto es verdad
Unicamente si la longitud de onda de la onda es mayor que la profundidad de\ canal.
Tambien podriamos haber hecho Jo mismo para las ondas sonoras -~incluyendo
la conservaci6n de la energia interna, no la conservaci6n de la entropia porque la
onda de choque es irreversible-. Verdaderamente, al fijarse si se conscrva la energia
en el problema de la gran ola, se encuentra que la energia no se conserva. Si la diferencia de alturas es pequeiia, se conserva casi perfectamente, pero tan pronto como
la diferencia de alturas se hace muy apreciable, hay una pfrdida neta de energia.
Esto se mani!iesta coma calda de agua con e! consiguiente revoltijo mostrado en la
figura 51-4.
En las ondas de choque hay una correspondiente perdida aparente de energia,
desde el punto de vista de las reacciones adiabilticas. La energia de la onda sonora,
detrits de la onda de choque, se transforma en calentamiento de! gas despues que
pasa la onda de choque, lo cual corresponde al revoltijo del agua en la ola. Al
calcular esto resulta para el caso dcl sonido que son necesarias tres ecuaciones
para la soluci6n, y la temperatura detrii.s de la onda de choque no es igual a la
temperatura al frente, como hemos visto.
Si tratamos de hacer una ola invertida (h 1 < h 1), encontramos que la petdida de
energia por segundo es negativa. Como no hay energia disponible de ninguna parte,
esa ola no se puede mantener; es inestable. Si formitramos una onda de ese tipo, se
achataria porque la dependencia de la velocidad con la altura que daba lugar al
frente bien delineado en el caso discutido, tendria ahora el efecto opuesto.
51-3 Ondas en sOlidos
La siguiente clase de ondas a estudiar es la de las ondas mils complicadas en
s61idos. Ya hemos tratado ondas en gases y en liquidos y hay una analogia directa
con una onda sonora en un s6lido. Si se aplica a un s61ido un golpe repentino, se
comprime. Resiste la compresi6n y se establece una onda anitloga al sonido. Sin embargo, hay otro tipo de onda posib\e en un s6lido, y que no es posible
51-6
en un flliido. Si se defoirna un s61ido tirando de eJ lateralmente (de[ormaciOn de
corte) trata de volver a su forma original. Esto es por definici6n lo que distingue
un s61ido de un liquido: si deformamos un liquido (internamente), lo mantenemos
un minuto para que se calme y luego lo soltamos, se queda asi, pero si tomamos un
s6lido y lo deformamos, ta! como deformar lateralmente un pedazo de gelatina, y
luego lo soltamos, vuelve a como estaba iniciando una onda de corte que viaja de
la misma manera que las compresiones. En todos los casos la velocidad de la onda
de corte es menor que la de las ondas longitudinales. Las ondas de corte son parecidas, en lo que respecta a sus polarizaciones, a las ondas luminosas. El sonido
no tiene polarizaci6n, es simplemente como una onda de presi6n. La luz tiene una
orientaci6n caracteristica perpendicular a su direcci6n de propagaci6n.
En un s6lido, las ondas son de ambos tipos. Primero, hay una onda de compresi6n aniiloga al sonido, que corre a una velocidad. Si el s6lido no es cristalino se
propagara una onda de corte polarizada en cualquier direcci6n a una velocidad caracteristica. (Por supuesto que todos los s6lidos son cristalinos, pero si usamos
un bloque hecho de microcristales en todas las orientaciones posib!es, las anisotropias cristalinas se promedian y desaparecen.)
Otra pregunta interesante referente a las ondas sonoras es la siguiente: lquf:
ocurre si la longitud de onda en el s6lido se acorta mas, y mas, y mas? lHasta
d6nde se puede acortar? Es interesante que no se puede hacer mas corta que el espaciamiento entre Jos atomos, porque si se supone que hay una onda en la que un
punto va para arriba y el siguiente para abajo, etc., la longitud de onda mils corta
posible es evidentemente el espaciamiento at6mico. En tfrminos de modos de oscilaci6n decimos que hay modos longitudinales y modos transversales, modos de
ondas Jargas, modos de ondas cortas. Cuando consideramos longitudes de onda
comparables al espaciamiento entre atomos, las velocidades ya no son constames:
hay un efecto dispersivo en el que la velocidad no es independiente de! nUmero de
onda. Pero en Ultima instancia, el modo de vibraci6n mas alto de ondas transversales seria aquel en que cada :homo esta haciendo lo contrario de los ittomos vecinos.
Ahora bien, desde e! punto de vista de los il.tomos, la situaci6n es como los dos
pf:ndulos de que estuvimos hablando, para los cuales hay dos modos: uno en el que
ambos van juntos y otro en el que van en sentidos opuestos. Es posible analizar las
ondas en s61idos de otra manera, en tCrminos de un sistema de osciladores arm6nicos acoplados, como una cantidad enorme de pf:ndulos, siendo el modo mas alto
ta! que oscilan en forma opuesta y habiendo modos mits bajos con diferentes relaciones de sincronizaci6n.
Las longitudes de onda m:i.s cortas !o son tanto que de ordinario no son tf:cnicamente accesibles. Sin embargo, son de gran interf:s, porque en la teoria termodin<imica de un s6lido, las propiedades t6rmicas de un s6lido, por ejemplo los ca!orcs
especificos, se pueden analizar en funci6n de las propiedades de las ondas sonoras
cortas. Yendo al extremo de ondas sonoras de longitud de onda siempre mas corta.
se llega necesariamente a los movimientos individuales de los ittomos; en Ultima ins,
tancia las dos cosas son lo mismo.
Un ejemplo muy interesante de ondas sonoras en un s6Jido, tanto longitudinales
como transversales, es el de las ondas que hay en la tierra s61ida. No sabemos quien
hace los ruidos, pero de tiempo en tiempo, dentro de la tierra hay terremotos -alguna roca se des!iza sobre alguna otra-. Esto es como un pequeiio ruido. Asi, de esa
fuente parten ondas como las sonoras de longitud de onda mucho mils larga de lo
que comllnmente S{; considera en ondas sonoras, pero aUn son ondas sonoras y se
pro pagan
51-7
por la tierra. Sin embargo, la tierra no es homogfnea y las propiedade~ de presi6n,
densidad. compresibilidad, etc., varian con la profundidad } en comecuencia la ve
locidad varia con la profundidad. Entonces las ondas no v1ajan en linea recta -hay
una especie de indice de refracci6n y siguen lineas curvas-. Las ondas longitudinales y las transversales tienen velocidad distinta, por lo que hay soluciones difercntes
para las diferentes ve\ocidades. En consecuencia, si colocamos un sismligrafo en algU.n sitio y observamos c6mo se sacude despucs de que ha habido un terremuto en
alguna parte. no obtenemos simplemente una agitaci6n irregular. Podriamos obtener
una agitaci6n, luego un aquietamiento. y luego otra agitaci6n -!o que ocurre depen
de de la ubicaci6n"". Si estuviframos lo bastante cerca, primero recibiriamos ondas
longitudinales proveniente~ de la perturbaci6n. y luego, unos instantes mas tarde.
ondas transvcrsales ya que viajan mils lentamente. Midiendo la diferencia de tiempo
entre las dos, podemos decir a quC distancia est<i el terremoto si conocemos lo ~u
ficiente acerca de las velocidades y de la composici6n de las reglones internas afectadas.
Fig. 5i-6. Representaci6n esquem.3t1ca
de la t1erra, que muestra el recomdo de ondas
sonoras longitudinales y transversales
La figura 51-6 muestra un ejemp!o del diagrama de comportamiento de ondas
terrestres. Las dos clases de ondas estUn representadas por simbolos distintos. Si
hubiera un terromoto en el lugar marcado ·•fuente", las ondas transver~alcs y las
longitudes llegarian en tiempos diferentes a la estaciOn por !as rutas mils directas. y
tambiCn habria reflexioncs en !as discontinuidades, dando lugar a otros recorridos y
tiempos. Resulta que !a tierra tiene un nU.cleo que no transporta ondas transversales.
Si la estaciOn estti. opuesta a la fuente, las ondas transversales siguen llegando. pero
el tiempo no es el que corresponde. Lo que ocurre es quc la onda transversal llega
al nUcleo y siempre que las ondas transversales llegan a ur;a superficie oblicua entre
dos materiales, se generan dos nucvas ondas, una transversal y una longitudinal.
Pero una onda tranversal n_o se propaga dentro del_nucleo tcrresue (o gor lo menos
no hay evidencia de ello; solo la hay de ondas Jongitudinales): sa!e de nuevo en ambas formas y llega a la estaci6n.
Es a partir del comportamiento de estas ondas de terremotos-·que se ha determinado quc las ondas transversales no se pucden propagar dentm de\ circulo interior.
Esto significa que el centro de la tierra es liquido en el sentido de que en Cl no se
pueden P.ropagar ondas transversales. La Unic~ manera de saber lo que hay dentro
de la tiei-ra es estudiando los terremotos. As1, pues. usando una gran cantidad de
observacioncs de muchos terremctos en diferentes
51-8
estaciones ha sido posible
los detalles -se conoce la ve\ocidad, las curvas,
elcetera-. Sabemos cuilles son
velocidades de diversos tipos de ondas a cada profun.dtdad. Conoctendo esto, en consecuencia, es posible det.erminar Jos modos normales de la tierra, porque
la velocidad de propagaciim de las ondas sonoras
-en otras palabras, las
elilsticas de ambos tipos de ondas a cada profundidad-. Supongan que se
1a tierra en forma de elipsoide y se la soltara. Es
simplernente cuesti6n de superponer ondas que viajan por el elipsoide para deterrninar
el periodo y las formas de un modo de oscilaci6n libre. Hemos calculado que si hay
t.ma penurbaci6n, hay un mont6n de modos, desde el mils bajo, que es elipsoidal, hasta los modos mils altos con mils complejidad.
El terremoto chl!eno de mayo de 1960 hizo un "ruido ., lo suficientemente fuerte
que las sei'ia!es dicran vuelta a la tierra varias veces, y hubo nuevos
de gran delicadeza terminados justo a tiempo para determinar la freJos modos fundamentales de la tierra y compararlos con los valores
partir de la teori.a de! sonido con las velocidades conocidas, medidas
en terremotos independientes, El resultado de este experimento esta ilustrado en la
figura 51-7, que es una tepresentaci6n de la intensidad
Fig. 51-7. Potencia en funci6n de la ffecuencia registrada por sism6grafos en Nana,
Peru, e Isabella, California. La coherencia es
una medida de! acoplamiento entre las estaciones. [Tornado de Benioff, Press y Smith,
J. Geoph. Research 66, 605 ( 1961 )l
Fig. 51-8. Anillisis con alta resoluci6n de
uno de los registros sisrnogrilficos, mostrando
un doblete espectral.
51-9
de la seiia] en funci6n de la frecuenda de su osci!aci6n (un andlisis de Fourier).
Observen que a ciertas frecuencias determinadas se recibe mucho mils que a otras
frecuencias; hay mflximos muy definidos. Estas son las frecuencias naturales de la
tierra, porque son las frecuencias principales a las cuales pucde oscilar la tierra. En
otras palabras, si el movimiento entero de la tierra est& construldo con muches
modos diferentes, seria de esperar que en cada estaci6n se obtuvieran sacudidas
irregulares que indican superposici6n de muchas frecuencias. Si analizamos esto
en terminos de frecuencias, tendriamos que poder encontrar las frecuendas caracteristicas de la tierra. Las lineas oscuras verticales de la figura son las frecuencias
caiculadas: encontramos un acuerdo notable, acuerdo debido a que la teoria de! sonido es correcta para el interior de la tierra.
Hay un punto muy curioso que revela la figura 51-8, la cual muestra una medida muy cuidadosa, con mejor resoluci6n del modo de vibraci6n mas bajo: el modo
elipsoidal de la tierra. Observen que no hay un mfucimo Unico, sino dob!e: 54,7 minutos y 53,1 minutos -ligeramente diferentes-. La causa de las dos frecuenrias diferentes nose conocia en la epoca e.n que se midi6. aunque puede que haya sido encontrada
desde entonces. Hay por lo menos dos explicaciones posib\es: una seria quc puede
haber asirnetria en la dlstribuci6n de la tierra, lo cual daria lugar a dos modos similares. La otra posibilidad, aUn mas interesante, es esta: imaginen las ondas dando
vue\ta a la tierra en dos direcciones partiendo de !a fuente. Las velocidades no scrim
iguales debido a los efectos de la rotaci6n de la tierra en las ecuaciones de movimiento, Jos cuales no se han tenido en cuenta al hacer el anillisis. En un sistema
rotante el movimiento est.ii modificado par las fuerzas de C ·riolis, y estas podrian
originar el desdoblamiento observado.
Respecto al metodo con d cual se ha analizado estos terremotos. lo que se obtiene en el sismOgrafo no es una cun-a de amplitud en funcion de la frecuencia, sino
desplazamiento en funci6n de! tiempo, que siempre es una traza muy irregular. Para
hallar la cantidad de todas las ondas sinusoidales diferentes para todas las frecuencias diferentes, sabemos que el truco es multip!icar los datos por una onda sinusoidal de frecuencia determinada a lntegrar, es decir promediar, y en el promedio
desaparecen todas las otras frecuencias. Las figuras eran. pues, representaciones
de las integrales encontradas multiplicando los datos por ondas sinusoidales de
diferentes ciclos por minuto e integrados.
51-4 Ondas superficiales
Ahora, !as s1guientes ondas de interes, quc cualquiera puede ver facilmente y que
se usan comUnmente coma ejemplo de ondas en los cursos elementa!e~. son !as
ondas de agua. Como veremos inmediatamente, son el peor cjemplo poslble porque
no son de ninguna manera coma el sonido y la luz: tienen todas las complicaciones
que las ondas pueden tener. Comencemos con ondas de agua largas en aguas profundas. Si se considera e! oceano como infinitamente profundo y se hace una perturbaci6n en la superficie. se generan ondas. Ocurre toda clase de movimientos irregulares, pero el movimiento tipo sinusoidal con una perturbaciOn muy pequella, podria parecersc a las ondas lisas comunes del oceano que vienen hacia la costa. Ahora
bien, en esa onda el agua, naturalmente, permanece quieta en promedio, pero la onda se mueve. ~C6mo es el movimiento?, les transversal o longitudinal?
51-10
Ni lo uno ni lo otro; no es ni transversal ni longitudinal. Aunque en un lugar dado
el agua sea alternadamente un valle y una cresta, no puede estar simplemente moviendose hacia arriba o hacia abajo debido a la conservaci6n de! agua. Esto es, si
va para abajo, la dOnde va air el agua? El agua es esencialmente incompresible.
La velocidad de compresiOn de las ondas -es decir el sonido en el agua- es mucho,
pero mucho mils alta, y no estamos considerando eso ahora. Como el agua es incompresible en esta escala, cuando una loma baja, el agua tiene que salir de! lugar.
Lo que ocurre en realidad es que las particulas de agua cercanas a la superficie se
mueven aproximadamente en circunferencias. Cuando se acerca una ola lisa, una
persona flotando en un neum<itico puecie IT.irar un objeto cercano y ver que esti
movj6ndose en una circunferencia. Asi, es una mezcla de longitudinal y transversal,
para aumentar la confusiOn. A profundidades mayores en el agua, los movimientos
son circunferenciB.s mas pequefias hasta que, razonablemente abajo, no queda nada
del movimiento (Fig. 51-9).
Fig. 51-9. Las ondas en aguas profundas estfln formadas de partlculas que
se mueven en circunferencias.' Notar los
desfasajes sistemat1cos de circunferencia
a circunferencia. (C6rno Se mover(a un
objeto flotante?
.·-c:.-<"""""""'---_---,_.--v-:V''7'"'<:-,
Hallar la velocidad de esas ondas es un problema interesante: debe ser alguna
combinaci6n de la densidad del agua, la aceleraci6n de la graveciad, que es la fuerza
de restauraci6n que genera las ondas, y posiblemente la longitud de onda y la profundidad. Si tomamos el caso en que la profundidad se hace infinita, ya no dependera de la profundidad. Cualquiera sea la formula que obtengamos para !a
velocidad de las fases de las ondas, debe combinar los diversos factores para dar
las dimensiones apropiadas, y si intentamos esto de varias maneras, s6lo encon·
tramos una manera de C()mbinar la densidad, g y .l. para formar una velocidad:
\;g::T;" que de ningUn modo incluye !a densidad. En realidad, esta formula para la
veloddad de fase no es del todo correcta; un an:ilisis dinilmico completo, en el cual
no entraremos. muestra que los factores son los que tenemos, exceptuando 12n:
Vrasc =
ygAf'Iii, (para ondas gravitacionales)
Es interesante que las ondas Jargas van mas r.iipido que las cortas. Por lo tanto, si
una lancha crea ondas a !o lejos, porque hay un piloto de carros deportivos en una
lancha a motor que est3. pasando, entonces, un poco despuCs, las ondas llegailan a la
costa con chapa!eos lentos al principio y luego m.iis y mils rilpidos, porque b~ primeras ondas que Hegan son Jargas. Las ondas se aconan mas y mas a meciida que
pasa el tiempo porque !as velocidades son proporcionales a la raiz cuadrada de la
longitud de onda.
Se podria objetar: "Eso no est:i b!en, ;tenemos que considerar la velocidad de
grupo en el ct\.lculo." Claro que si. La formula para la velocidad de fase no nos
dice que es lo que va a l\egar primero; la velocidad de grupo es la que nos Jo dice.
Asi, pues, tcnemos que calcular la velocidad de grupo, y se deja como problema
demostrar que es la mitad de la velocidad de fase, suponiendo que la velocidad es
proporciona! a la raiz cuadrada
51-11
de la longitud de onda, que es todo lo que se necesita. La velocidad de grupo tamhiCn
es proporcional a la raiz cuadrada de la longitud de onda. lC6mo puede ser que la
velocidad de grupo sea la mitad de la de fase? Si se examina cl manojo de ondas que
hace una Jancha en movimiento, siguiendo una cresta particular, se encuentra que
avanza en el grupo y se hace gradualmente mils dCbil y desaparece al frente, y mistica
y misteriosamente una dCbil de atriis Se abre camino hacia adelante volviCndose mils
fuerte. En suma, las ondas se estiin moviendo a travCs de! grupo mientras que Cste
s61o se mueve a la mitad de la velocidad que se mueven las ondas.
Fig. 51-10.
la estela de una lancha.
Como las velocidades de grupo y las de fase no son iguales, las ondas producidas por un objeto en movimiento ya no son un cono simplemente, sino alga
mucho mils interesante. Podemos ver esto en la figura 51-10, que muestra las ondas
producidas por un objeto en movimiento sobre el agua. Observen que es completamente diferente de lo que tendriamos para el sonido, en el cual la velocidad es independiente de la lontigud de onda, donde tendriamos frentes de onda imicamente a lo
largo de! cono viajando hacia afuera. En lugar de eso tenemos ondas atriis con
frentes que se mueven paralelamente al movimiento de la lancha, luego tenemos onditas laterales a otros itngulos. Con ingenio. todo este diagrama de ondas se puede
analizar conociendo Unicamente esto: que la velocidad de fase es proporcional a la
raiz cuadrada de la longitud de onda. El truco es que el diagrama de ondas es estacionario respecto a la lancha (a velocidad constante); cualquier otro diagrama se distanciaria de la lancha.
Las ondas de agua que hemos estado considerando hasta ahora eran ondas Jargas en las que la fuerza de restauraci6n se debe a la gravedad. Pero cuando las
ondas en el agua se acortan mucho, la principal fuerza de restauraci6n es la atracci6n
capilar, es decir, la energia de la
51-12
superficie, la tensiOn superficiaL Para ondas de tensiOn superficial resulta que la
velocidad de fase es
Vrase =
J2rrT/Jip
(para los rizos).
donde T es la tensiOn superficial y p la densidad. Es exactamente lo contrario: la
velocidad de fase es mds alta cuanto mils corta cs la longitud de onda, cuando la
longitud de onda se hace muy pequeiia. Cuando tenemos tan.to la acci6n de la gravedad como la capilar, como ocurre siempre, obtencmos la combinaci6n de estas
dos:
donde k = 27T IA es el nllmero de onda. Asi, pues, la velocidad de las ondas de agua
es bastantc complicada. La figura 51-11 muestra la velocidad de fase en funci6n de
la !ongitud de onda; para ondas muy cortas es grande, para ondas muy Jargas es
grande, habiendo una velocidad minima a la que las ondas pueden avanzar. Se pue·
de calcular la velocidad de grupo a partir de la formula: es j de la velocidad de
fase para los rizos y ! de la ve\ocidad de fase para las ondas gravit~cionales. A la
izquierda de! minimo la velocidad de grupo es mils alta que la veloc1dad de fase; a
la derecha, la velocidad de grupo es menor que la velocidad de fase. Hay una cantidad
de fen6menos interesantes asociados con estos hechos. En primer lugar, como la ve!ocidad de grupo aumenta tan ril.pidamente a! disminuir la longitud de onda, si hacemos
una perturbaciOn habrt't un extremo mas lento de la perturbaci6n yendo a la velocidad
minima con la longitud de onda correspondiente, y lucgo al frente, yendo a la velocidad mas alta, habrt't una onda corta y una onda muy larga. Es muy dificil ver las Jargas, pero es facil ver las cortas en un tanque de agua.
Vemos asi que \os rizos qtte se usan a menudo como ejemplo de ondas simples
son completamente interesantes y complicados; no tiencn de ninguna manera un
frente de onda definido, como en el caso de las ondas simples como el sonido y la
\uz. La onda principal tienc pequeiios rizos que corren hacia adelante. Una perturbaci6n bien definida del agua no produce una onda bicn definida debido a la dis·
persi6n. Primera vienen las ondas menudas. Entre par6ntesis, si un objeto se mueve
en el agua a cicrta vdocidad, resulta un diagrama bastante complicado porque las
diversas ondas andan con velocidades diferentes. Se puede demostrar esto con una
bandeja con agua y ver que las mils rilpidas son las ondas capilares menudas. Hay
ondas lentas, de cierto tipc, que rnarchan detras. Inclinando el fondo se ve que donde
la profundidad es menor la velocidad cs menor. Si entra una onda a cierto t'tngulo
respecto a la linea de mt'txima pendiente, se tuerce y tiende a seguir esa linea. De
este modo se puede demostrar diversas cosas y concluimos que las ondas son mft.s
complicadas en el agua que en el aire.
La velocidad de las ondas !argas en agua con movimientos circulares es menor
cuando la profundidad es mcnor, mayor en aguas profundas. Por lo tanto, cuando el
agua avanza hacia una playa donde la profundidad disminuye, las ondas andan mas
lentamente. Pero donde el agua es mils profunda, las ondas son m8.s r8.pidas por lo
que obtenemos los efectos de ondas de choque. Aqui, como la onda no es tan simple. las ondas de choque son mucho mils retorcidas, y ia onda se repliega sabre si
misma en la forma familiar mostrada en la figura 51-12. Esto es lo que ocurre cuando las olas llegan a la playa, y la verdadera complejidad de la naturaleza se revela
bien en esa circunstancia. Nadie ha podido todavia calcular que fonna deberia tomai·
laolri
51-l 3
~.cm
Fig. 51-11. Veloc1dad de fase en
funci6n de la long1tud de onda para el
aguai.
Fig 51-12.
Onda de agua.
al romper. Es bastante facil cuando las olas son pequcil:i.s, pero cuando una se agranda y rompe es mucho mils complicado.
Se puede ver una caracterlstica interesante de
capilares en las perturbaciones producidas por un objeto que se mueve en agua. Desde el punto de vista
de! objeto mismo, el agua esta pasando y las ondas que a la larga se establecen a su
alrededor siempre son ondas que tienen justo la veloddad apropiada para permanecer quietas en el agua respecto al objeto. Anil.logarnente, alrededor de un objcto
en una corriente, con la corriente pasando, el dlbujo de las ondas es estil.tico y con
las longitudes de onda justas para andar a la misma velocidad a que estii. pasando el
agua. Pero si la velocidad de grupo es menor que la veloddad de fase, la pcrturbaci6n se propaga hacia atrits por la coniente, porque la velocidad de grupo no es
exactarnente suficiente como para mantenerse el paso de la corrientc. Si la velocidad
de grupo es mayor que la velocidad de fase, el diagrama de ondas aparecerti al
frente de! objeto. Si se observa atentamente un objeto en una corriente, se puede ver
que hay pequeii.os rizos al frente y largos "remolinos" atril.s.
Otrn caracteristica interesante de esta clase se puede observa.r vertiendo liquidos.
Por ejemp!o, si se vierte leche de una botella Jo bastante r3.pido, se puede ver una
gran cimtidad de lineas atravesando en ambos sentfidos la corriente que sale. Son
ondas que parten de la perturbaci6n en los bordes y se extienden en forma muy parecida a las ondas alrededor de un objeto en una corriente. Hay efectos prove·
nientes de ambos !ados que producen el dibujo cruzado.
Hemos investigado algunas propiedades interesantes de las ondas y las diversas
complicaciones de c6mo la velocidad de fase depende de la iongitud de onda, la velocidad de las ondas en profundidad, etc., que producen !os fen6menos realmente
complejos, y por lo tanto interesantes, de la naturaleza.
51-14
52
Simetria en las leyes flsicas
52-1
Operaciones de simetria
52-6
;,Cuat mano es la derecha?
52-2
Slmetria en el espacio y en el
tiempo
5 2-7
l La paridad no se eonserva I
52-3
Simeb'ia y leyes de conservaciOn
52-4
Reflexiones especulares
52-5
Vectores polares y axiales
52-1
52-8
Antimateria
52-9
Simetrias rotas
Operaciones de simetria
El tema de este capitulo es lo que podemos llamar simetria en las /eyes fisicas.
Ya hemos discutido ciertos rasgos de simetria en las !eyes fisicas en conexi6n con el
anitlisis vectorial (Cap. 11), la teoria de la relatividad (Cap. 16) y la rotaci6n(Cap. 20).
lPor que nos debe preocupar la simetria? En primer lugar, la simetria es fascinante para la inteligencia humana y todo el mundo gusta de objetos o diagramas que son
de algU:n modo simf:tricos. Es un hecho interesante el que la naturaleza nos ofrezca
con frecuencia ciertos tipos de simetria en los objetos que encontramos en el mundo
que nos rodea. Quizils el objeto mils simetrico imaginable sea una esfera, y la naturaleza est8. llena de esferas --estreUas, planetas, gotitas de agua de las nubes-. Los
cristales encontrados en las rocas presentan muchas clases diferentes de simetria, y el
estudio de las mismas nos dice algunas cosas importantes acerca de la estructura de
los s6lidos. Aun los mundos animal y vegetal muestran algUn grado de simetria, aunque la simetria de una flor o de una abeja no sea tan perfecta o tan fundamental como
la de un cristal.
Pero nuestro principal interes aqui no es el hecho de que los objetos de la naturaleza son con frecuencia simetricos. Mils bien, deseamos examinar algunas silnetrias,
mils notables alm, de! universo --las simetrias que existen en las mismas /eyes basicas
que gobiernan la marcha de! mundo fisico.
Ante todo t,que es simetria? t,C6mo puede una ley fisica ser "simetrica "?El problema de definir simetria es interesante y ya hemos apuntado que Wey! dio una buena
definici6n, cuya esencia es: una cosa es simetrica si hay a.Igo que podamos hacer con
ella de tal modo que despues que lo hemos hecho parece la misma cosa que antes.
Por ejemplo, un jarr6n simetrico es ta! que reflejtindolo o ginindolo tendr!'t el mismo
aspecto que antes. La cuesti6n que queremos considerar
52-1
Tabla 52-1
Operaciones de simetria
Traslaci6n en el espacio
Traslaci6n en el tiempo
Rotaci6n en un itngulo fiJO
Velocidad uniforme en !inea recta (transformaci6n de Lorentz)
lnversi6n de] tiempo
Reflexi6n del espacio
Intercambio de .iltomos identicos o particulas identicas
Fase cu3.ntica
Materia-antimateria {conjugaci6n de carga)
aqui es: que podemos hacer a los fen6menos fisicos o a una situaci6n fisica en un
experimento, y no alterar el rcsultado. La tabla 52-1 muestra una lista de operaciones conocidas frente a las cuales diversos fen6menos fisicos pcrmanecen invariantes.
51-2
Simetria en el espacio y en el tiempo
La primera cosa que podriamos tratar de hacer, por ejemplo, es trasladar el fen6meno en el espacio. Si reali7amos un experimento en una cierta regi6n y luego
construimos otro aparato en otro lugar del espacio (o trasladamos alli el original),
cualquier ::osa que pas6 en un aparato, en un cierto ordcn de tiempo. ocurrini. del
mismo modo si hemos arreg!ado la misma condici6n, con las atenciones debidas a
las restricciones que mencionamos antes: que todas las caracteristicas del ambiente
que estorban para quc se comporte igual se han quitado -hemos hablado de cOmo
definir cu3.nto deberiamqs incluir en estas circunstancias y no entraremos en estos
detalles de nuevo-.
Del mismo modo. tambien creemos hoy que el desplazamiento en el tiempo no
produce ningUn efecto en las !eyes fisicas. (Esto es, en cuanto a lo que sabemos hoy
dia -todas estas cosas son asi jen cuanto conoccmos hoy en dia!-) Esto significa
que si construimos un cierto aparato y lo hacemos funcionar en un cierto tiempo,
digamos el jueves a las 10 de la maiiana, y luego construimos el mismo aparato y
lo ponemos a tuncionar. digamos, tr es dias mils tar de en las mismas condiciones,
los dos aparatos experimentart'tn los m1smos movimientos cxactamente en la misma
forma en funcion del tiempo, cualquiera sea el instante de inicio de funcionamiento,
teniendo presente de nuevo, naturalmente, que las caractcristicas pertincntcs dcl ambicnte estt'tn tambien modificadas apropiadamente en el tiempo. Esta simetr!a significa,
por supuesto, que si alguien compr6 las acciones Jc General Motors hace tres meses,
jlo mismo le sucederia si las comprase ahora!
Tamb1Cn tenemos que tener en cucnta las difcrencias gcogrt'tficas, ya que hay, por
supucsto, variaciones en las caracteristicas de la superficie de la tierra. Asi, por ejem
plo, si mcdimos el campo magnCtico en una cierta regiOn y movemos el aparato a al
guna otra regi6n, puede ser que no trabaje precisamente de\ mismo modo ya que el
campo magnetico es diferente, pero decimos que esto ocurre porque el campo magnCtico est3. asociado con la
52-2
DespuE:s de una lista tan !arga de cosas que se puc<len hacer sin cambiar los fen(Jmenos, uno podria pcnsar que se podria hacer cua!quier cosa; demos algunos cjcmp!os
en contra para ver la diferencia. Supongan que preguntarnos: •·;,Son las leyes fisicas
simetricas frente a un cambio de cscala?". Supongan quc construimos una cierta pieza
de[ aparato y que luego construimos un aparato cinco veces mayor en cada una de
sus partes, ;,1rabajaril cxactamente del mismo modo'! La respucsta, en cstc caso, es
ino! La longitud de onda emitida, por ejemplo. por !os iitomos dentro de una caja
de iltomos de sodio y la longitud de onda de luz emitida por un gas de iltomos de sodio con un volumcn cinco veces mayor, no es cinco veces mis !arga, sino que es en
realidad exactamente igua! a la otrn. Por lo que e! cociente entre la longitud de onda
y el tamano del emisor cambiari.
Otro ejemplo: vemos en el periOdico, de vez en cuando, fotos de alguna gran catedral construida con palillos de fosforos --una obra de arte fantilstica realizada por
algUn tipo jubiladu quc se entreticne encolando palillos de fosforos-. Es mucho mils
elaborada
52-3
y maravillosa que cualquier catedral real. Si imaginam.os que esta catedral de madera
se construyese en realidad a escala de una catedral verdadera, vemos donde se en~
cuentra la dificultad; no duraria; el conjunto se desplomaria debido a que los palillos
de fOsforo construidos a escala no son lo suficientemente resistentes. "Si", alguien
podria decir, "pero tambi6n sabemos que cuando hay una influencia extema, tambien
se debe cambiar proporciona!mente •·. Estamos hablando de la habilidad de! objeto
para resistir la gravitaci6n. For lo tanto, lo que deberiamos hacer en primer lugar es
tomar la catedral modelo de f6sforos reales y la tierr.a real, y entonces sabemos que es
estable. Luego deberiamos tomar la catedral mils grande y una tierra mayor. Pero en.tonces es alm peor, jporque la gravitaciOn ha aumentado aim mils!
Hoy en dia, por supuesto, comprendemos el hecho de que los fen6menos dependen
de la escala bas<indonos en que la materia es atOmica por naturaleza y ciertamente
si construyesemos un aparato que fuese tan pequei'io que s61o contuviera dnco ii.tomos, seria da:ramente algo que no podriamos hacer a una esca!a mayor o mer'.Or arbitrariamente. La escala de un :itomo individual no es arbitraria de ninglln modo --es
algo definidc.
El hecho de que las leyes fisicas no quedan invariantes frente a un cambio dee;,
cala fue descubierto por Ga!i!eo. ComprobO que las r·esistencias de los materiales no
estaban cxactamente en proporci6n justa a sus tamaiios e llustrO esta propicdad que
acabamos de d1scutir, acerca de la catedral de palillos de fosforos, dibujando dos huesos, el hueso de un perro en la proporci6n justa para sostener su peso, y el hueso
imaginario de un "super perro" que seria, digamos, diez o cien ve(,es mayor -dicha
htieso era una cosa grande y sOlida con proporciones muy diferentes-, No sabemos
si llev6 su argumento hasta la conclusiOn d~ que las leyes de la naturaleza deben tener
una escala definida, pero se impresionO tanto con su descubrimiento que lo conslder6 tan 1mportantc como d dc~cubrimiento de las !eyes de! movimiento, ya que los
publicO en el mi~mo volumcn, tituiado "Sohre dos nuevas ciencias".
ejemplo en el que las leyes no son simetrica~, y que conocemos bastante bien,
es
un sistema en rotaci6n a velocidad angular uniforme no da las mismas lcyes
aparemes qur uno que no rota. Si hacemos un experime~to y !uego lo colocamos en
una nave cspacial y la tenemos girando en el espaclo vacio, completamente sola a una
velocidad angu~ar constante. el aparato no trabajara en !a misma forma porCJue, como
sabemos, ias cosas dentro del equipo seriln lam.adas hacia afuern, etc., debido .a la
fuerza centrifuga o de Coriolis, etc. De hecho, podemos decir que la tierra esta girando sin mirar fuera, si usamos un pendulo de Foucault.
Mencionaremos ahora una simetria muy interesante que evidcntcmente es falsa,
es decir, la reversibilidad en el tiempo, La~ \eyes fisicas aparentemente no pueden ser
reversibles en el tiempo porque, como sabemos, todos las fenOmenos evidentes son
irreversibles en una escala grande: .. E! dedo que se mue"e escrlbe, y habicndu e~c1ito
continUa". En cuanto a lo quc pudcmos dedr, esta irrcversibi!idad es debida al gran
nU.mero de particulas involucradas y si pudiesemos ver las mokculas individua!es, no
seriamos capaces de discerrnr si la maquinaiia estaba trabajando hacia adelante o
hacia atriis. Para scr mils precisos: construirnos un peque?io aparato en el que sabemos Jo que estil.n haciendo todos los il.tomos, en el que podemos observarlos agi~fmdo
se. Ahora construimos otro aparato como el anterior, pero que empieza su mov1mien·
to en el estado final de! otro, con todas las velocidades exactamente invertidas.
52-4
Entonces, ejecutard los mismos movimientos, pero exactamente al revis. Dicii:ndolo
de otro modo: si tomamos una pelicula, con detalle suficiente, de todos Jos mecanismos internos de un trozo de material y la proyectamos hacia atr<ls en una prntalla,
ningUn fisico seriL capaz de decir: "Esto es contra las !eyes de la fisica, jesto estit hacienda al go errOneo ! ". Si no vemos todos los deta11es, naturalmente, la situaci6n es tar ii
perfectamente clara. Si vemos un huevo estrelliindose en la acera y la cascara que se
abre resquebrajilndose, etc., entonces seguramente diremos: "Esto es irreversible, ya
que si proyectamos la pelicula hacia atr<ls el huevo se volveril a formar y la cilscara
a ser entera, !Y eso evidentemente es ridicu!o! Pero si consideramos a Jos ittomos mismos individualmente, las !eyes se presentan completamente reversibles. Este es, naturalmente, un descubrimiento mucho mis dificil de llevar a cabo, pero aparentemente es
verdad que las leyes fisicas fundamentales, a nivel microsc6pico y fundamental, iSOn
completamente reversibles en el tiempo!
52-3
Simetria y !eyes de conscrvaciOn
Las simetrias de las leyes fisicas son muy interesantes a este nivel, pero resulta, al
fin, que son al.in mas interesantes y excitantes cuando llegamos a la med:nica cuii.ntica. Por una raz6n que no podemos aclarar al nivel de la presente discusi6n -un
hecho quc la mayoria de los fisicos aim encuentran alga desconcertante, una cosa
muy profunda y bel\a-, es que, en med.nica cuii.ntica, para cada una de las reglas de
simetria hay una fey de conservaci6n correspondiente: hay una conexi6n definida
entre las leycs de conservaci6n y las simetrias de las !eyes fisicas. S6lo podemos decir
esto por ahora sin ningim intento de explicaci6n.
Por ejemplo, el hecho de que las lcycs son simetricas para la traslaci6n en el
espacio, cuando ai'ladimos los principios de mecii.nica cuii.ntica, resulta que significa
que el momentum se conserva
Que las !eyes son simetricas frente a una traslaci6n en el tiempo, significa en
med:nica cuilntica que la energia se conserva.
La invariancia frente a una rotaci6n de un ilngulo fijo en cl espacio corresponde
a la conservaci6n def momentum angular. Estas conexiones son cosas muy intere"
santcs y bellas, entre las cosas mii.s bellas y profundas de la fisica.
Entre parentesis, hay una cantidad de simetrias que aparecen en med:nica cuiintica que no ticncn anii.Jogo cl3sico, que no tienen metodo de descripciOn en fisica
clii.sica. Una de ellas es la siguiente: Si .µ es la amplitud de algUn proceso, sabcmos
que el cuadrado de! m6dulo de l/J es la probabilidad de que el proceso ocurra. Ahora bien, si algUn otro ruvicse que hacer sus cii.lculos, no con esta
·
1'' que difiere simplemente en un cambio de fase (digamos que i'!.
una constante
y mu!tipliquemos eii:. por la vieja qJ), el cuadrado del m6dulo de
que es la probabilidad del evento, es entonces igual al cuadrado de! m6dulo de
(52.1)
Por tanto, las ]eyes fisicas no varian si la fase de la funci6n de onda est.ii corrida
en una constante arbitraria. Esta es otra simetria. Las leyes fisicas deben ser de tal
naturaleza que un corrimiento de la fase cuilntica no altere nada. Como acabamos
de decir, en med:nica cuUntica hay una ley de
52-5
conservaci6n que se relaciona con la fase
cargo elictrica. jTodo esto en COOJunto es
52-4 Reflexio11es
e~peculares
resto de este
El problema
Lo podemos decir asi:
montones de ruedas y
dentro. Contemplano es que aspecto
en el espcjo. Pero
igual al aspecto que el primero tiene
el filete a la derecha en uno, usamos
correspondiente del otro; donde uno
la esfera del otro; cada resorte est.ii
opuesto en el rdoj imagen; cuando
ambos fisicos, que guardan entre si la
ambos son, recalcamos, objerelojes comienzan en la miscuerda, z.haran tic tac y
especulares perfectas'? (Esta
de las !eyes fisicas nos
relojes, la reflexion en
cambiamos todo de
no podemos notar la diferenesto cs verdad. Si fuera verdad.
"izqmcrda" mediante cualquie;
definir una vclocidad absoluta
seria imposible defimr abso!u·
par "derecha" en oposi-
52-6
Otro punto es que nuestra definiciOn de "derecha" no deberia depender de la
historia. Un modo fBcil de distinguir derecha de izquierda es ir a una ferreteria y
tomar un tornillo al azar. Las probabilidades son que tenga el filete a derecha -no
necesariamente, pero es mucho mils probable que lo tenga a derecha que a izquierda-. Esto es una cuest16n hist6rica o convendonal, o de! modo en que oeurre que
son las cosas, y tamp.om aqui cs cuesti(m de !eyes fundamentales. Como podemos
apredar bien, jtodo el mundo podria haber comenzado a fahricar tornillos izquierdos!
De este modo, debcmos tratar de encontrar alg{m. fenOmeno en el que '·a derecha"
sea una cosa ·fundamental. La pr6xima posibilidad que discutimos es el hecho de
que luz polarizada rota su piano de polarizaciOn cuando atraviesa. digamos, agua
azucarada. Como vimos en el eapitulo 33, rota, digamos a la derecha, en una cierta
soluciOn de azUcar. Este es un modo de definir "a la derecha", ya que podemo8
disolver un poco de azUcar en agua y entonces la poiarizaciOn va a la derecha. Pero
el azllcar proviene de cosas vivientes y si uatamos de fabricar azllcar artificialmente, descubrimos que ino rota el piano de polarizaci6n! Pero si tomamos esta
misrna azticar que hemos fabricado artificialmente y que no rota el piano de po!arizaci6n, y colocarnos en ella bacterias (se comen un poeo de azilcar) y luego filtramos las bacterias, encontramos que nos queda aim azUcar (casi la mitad de la que
teniamos antes) y ahora si rota el piano de polarizaciOn, jpero hacia el otro !ado!
Parece muy c.onfuso, pero se ha exolicado sencillamente.
Fig. 52-1.
(a) alanina L (1zquierdaL
v (b) atanina D (derecha)
Tomenos otro ejemplo: una de las sustancias que es comU:n a todas las criaturas
vivientes y fundamental para la vida es la proteina. Las proteinas consisten en cadenas de aminoitcidos. La figura 52-1 muestra un modelo de aminoitcido que resulta de una proteina. Este aminoilcido se llama alanina, y el arreglo molecular se
pareceria al de la figura 52-1 (a) si proviniera de una proteina de un ser viviente
real. Por otro !ado, si tratamos de hacer alanina a partir de diOxido de carbono,
etano y amoniaco {y la podemos hacer, no es una mol6cula complicada), jdescubrimos que estamos formando cantidades iguales de i:sta mo!ecula y de la que muestra
la figura 52-l(b)! La primera molecula. la que proviene de un ser viviente, se llama
alanina-L. La otra, quimicamente igual, porque tiene las mismas dases de 3.tomos y
las mismas conexiones entre ellos, es una molecula "a derecha ", comparada con la
alanina-L '"a la izquierda'', y se
52-7
parece como si los fenOmenos de la vida p-ermiten una distinci6n entre "dee "izquierda ", o la qu!mica permite una distincion ya que las dos mol6culas
son quimicamente diferentes. Pero no, ino ocurre asi! En tanto se puedan realizar
medidas fisicas, tales como de energia, velocidades de reacciones quimicas, etc., las
dos clases funcionan exactamente igual si realizamos todo tambien en una imagen
especular. Una mo!ecula rotar:i la luz a la derecha, y la otra la rotaril. a la izquierda
precisamente en la misma cantidad, si utilizamos la misma cantidad de flllido. Asi,
pues, en Jo que respecta a la fisica, estos dos aminoicidos son igua\mente satisfactorios. Como nosotros entendemos las cosas hoy en dia, los fundamentos de la
ecuaci6n de SchrOdinger exigen que las dos mul6culas se deberian comportar de
modos exactamente correspondientes, de manera que una es a derecha y otra a izquierza. No obstante, jen la vida todo ocurre de un solo modo!
Se presume que la raz6n de esto es la siguiente. Supongamos, por ejemplo, que
de alguna manera la vida estit en un momenta en una cierta condici6n, en la que
todas las proteinas en algunas criaturas tienen amlnoilcidos a izquierda, y que
todas las enzimas son desequllibradas --toda sustancia en la criatura viviente es
desequilibrada, no es simetrica-. Asi, cuando las enzimas digestivas tratan de
carnbiar los compuestos qulmicos de la comlda de una clase a otra, una clase de
compuesto "le viene bien" a la enzima, pero no a&i el otro (como la Cenicienta y
la zapatilla, excepto que es un "pie izquierdo" el que estamos probando ). En
cuanto a lo que sabemos, en principio, podriamos construir una rana, por ejemplo,
en la que cada mo!ecula estuviese invertida, todo es como la imagen especular "iz·
quierda" de una rana real; tenemos una rana izquierda. Esta rana izquierda andaria
bien durante un momento, pero no encontraria nada que comer, porque si se traga
una mosca sus enzimas no estiln construidas para digerirla. La mosca tiene la clase
"equivocada" de aminoilcidos (a menos que le demos una mosca a izquierda). Por
lo tanto, hasta donde nosotros sabemos, los procesos quimicos y vitales continuarian
de! mismo modo si todo se invirtiese.
Si la vida es enteramente un fen6meno fisico y quimlco, podemos entender que
las proteinas estiin todas formadas con el mismo tirabuz6n, so\amente a partir de la
idea de que al comienzo de todo algunas mol6culas vivientes, accidentalmente,
empezaron y unas pocas vencieron. En alglln lugar, una vez, una mol6cula orgfuiica
se desequilibr6 de una cierta manera, y de esta cosa particular sucedi6 que "derecha" empez6 a evoluclonar en nuestra geografia particular; un accidente hist6rico
particular fue unilateral, y por siempre desde entonces el desequilibrio se ha propagado. Una vez que ha llegado al estado en que se encuentra ahora, naturabnente,
continuarii siempre -todas. las enzimas digieren las cosas a derecha, fabrican las
cosas a derecha~; cuando el di6xido de carbono y el vapor de agua, etc., Hegan a
las hojas de las plantas, las enzimas que hacen el azllcar los desequilibran porque
ellas
52-8
estim desequilibradas. Si cualquier clase nueva de virus o cosa viviente se originase
en un tiempo posterior, sobreviviria solamente si pudiese "comer" la clase de materia
viviente ya presente. Por lo tanto, eJ tambiCn debe ser de la misma clase.
No hay conservaci6n del nUmero de mo!Cculas a derecha. Una vez empezado,
podriamos seguir aumentando el nU.mero de mo16culas a derecha Por consiguiente,
la suposici6n es, entonces, que en el caso de la vida los fen6menos no demuestran
una falta de simetria en las !eyes fisicas, pero si demuestran, por el contrario, la
naturaleza universal y lo comlln de! origen Ultimo de todas las criaturas de la tierra,
en el sentido anteriormente descrito,
52-5
Vectores polares y axiaies
Ahora avanzamos mils. Observam.os que hay una gran cantidad de lugares en
fisica donde tenemos reglas "de la mano derecha" y "de la mano izquierda ". De
hecho, al estudiar anil.lisis vectorial, aprendimos las reglas de la mano derecha que
teniamos que usar parn poder obtener el momentum angular, el torque, el campo
magnetico, etc. Por ejemplo, la fuerza sobre una carga que se mueve en un campo
magnetico es F= qv x B. En una situaci6n dada, en la que conocemos F, v y B,
Lno es esta ecuaci6n suficiente para definir la derecha? En realidad, si volv_emos atrits y
miramos de d6nde provenian Jos vectores, sabemos que la "regla de la mano derecha" era simplernente una convenciOn; era un truco. Las magnitudes originales,
como !os momenta angulares y las velocidades angulares, y otras cosas de esta especie, jno eran realmente vectores! Todos ellos estfui de algUn modo asociados con
un cierto piano, y es solamente porque hay tres dimensiones en el espacio por lo que
podemos asociar la cantidad con una direcci6n perpendicular a aquel piano. De las
dos direcciones posibles, escogemos la direcci6n "mano derecha ".
Asi, s1 las leyes de la fisica son simCtricas, encontrariarnos que si se escurriese
alglm demonio dentro de todos los laboratorios y reemplazase la palabra "derccha ··
por ·'Lzquierdu" en todos los libros donde se dan las ·'reglas de la mano dcrecha ", y
en su lugar tuvi6semos que usar ··rcglas de la mano izquicrda" uniformemente, cs to
no implicaria ninguna diferencia en las ]eyes fisicas.
Q
~Tu
.
_ Fig. 52-2.
Un paso en el espacio y
su
1magen especular.
Demos un ejemplo. Hay do~ clases de vectores. Hay vectorcs "honorables"", por
ejemplo, un paso L\r en el espacio. Si en nuestro aparato hay aqui una pieza y allil
algo mils, entonccs en el aparato imagen estarit la pieza imagen y el algo mils imagen, y si dibujamos un vector desdc la "picza ·· al "algo mils", un vector es la
imagen especular dcl otro (Fig. 52-2). La flecha del vector cambia su cabern, tal
como si todo e! espacio se da vuelta; este vector se llama vector [XJlar.
Pero la otra dase de vector, quc tienc quc ver con las rotaciones, cs Je natura!eza dlfcrente. Por ejemplo, supongan quc algo estit rotando en trc~ dimensioncs. como
52-9
Fig. 52-3. Una rueda que gira v su
imagen especu!ar. Observen que el "vector'" velocidad angular no ha invert1do su
direcci6n.
Fig. 52-4
pecular.
Un im8n
v su
imagen es-
muestra la figura 52-3. Entonces silo miramos en un espejo, estara rotando como se
indica, es decir coma la imagen especular de la rotaci6n original. Ahora bien, esta"
mos de acuerdo en representar la rotaci6n especular mediante la mis ma reg la: es un
"vector" que, en la reflexi6n, no cambia como ocurre con el vector polar. sino que
estii. invertido con relaci6n a Jos vectores polares y a la geometria dcl espacio; tal
vector se llama vector axial.
Ahora bien, si la ley de simetda por reflexi6n es correcta en foica, debe scr
verdad que las ecuaciones se dcbcn expresar de tal modo que si cambiamos el signo
de cada vector axial y de cada producto vectorial, que scria lo que corresponde a la
reflexiOn, nada sucederit. Por ejemplo, cuando escribimos una formula que dice quc:
el momentum angular es L -= r x p, esta ecuaci6n es muy correcta. porquc si cam
biamos a un sistema de coordenadas a izquicrda, cambiamos el signo de L, pero p
y r no cambian; se ha cambiado el signo de! producto vectorial, puesto que debemos
cambiar de una regla derecha a una izquierda. Otro ejemp!o: sabemos que la fuerza
sobre una carga que se mueve en un campo magnetico es F = qv x B, pero si cambiamos de un sistema derecho a uno izquierdo, coma sabemos que F y v son yectores polares, el cambio de signo requerido por el producto vectorial se debe cancelar
por un cambio de signo en B, lo que significa que B debe ser un vector axial. En
otras palabras, si efectuamos esa reflexil'm, B debe pasar a -B. Por lo que si cambiamos nuestras coordenadas derecha por izquierda. tambiCn debemos intercambiar los
polos norte y sur de los imanes.
Veamos cOmo funciona esto en un ejemplo. Supongan que tenemos dos imanes,
como en la figura 52-4. Uno es un imitn con el bobinado en un sentido y corrientc
en una direcciOn dada. El otro imitn parece la rd1exi6n de\ primero en un espejo -el
bobinado irii en el otro scntido, todo lo que sucede dcntro del alambre cs cxactamen·
te a !a inversa y la corriente va como se muestra-. Ahora bien. a partir de las !eyes
para la producciOn da campos magnCticos, que no conocemos aUn oficialmente,
pero que aprendimos muy probablemcnte en la escuela secundaria, resulta que el
campo magnCtico es como el que muestra !a figura. En un caso el polo es un polo
magnetico sur, mientras que en el otro imfut la corriente va en el otro sentido y el
campo magnCtico esta invertido -es un polo magnCtico norte-. Asi vemos que cuando intercambiamos derecha e izquierda, jpor cierto debemos intcrcambiar norte y
sur!
No les importe cambiar el norte al sur: tambiCn Cstos son meras convencioncs.
Hablemos de fen6menos. Supongan ahora que tenemos un electron mov!Cndose en
un campo que entra en la pilgina. Si usamos cntonces la fOrmula para la fuerza.
v x B
52-10
(recuerden que la carga es negativa), encontramos que el electrOn se desviara en la
direcd6n indicada de acuerdo a la ley flsica. Por lo tanto, e! fen6meno es que tenemos un arrollamiento con corriente en un sentido espedfico y un electr6n que se
desvia en un cierto camino -esto es ia fisica-, no importa c6mo llamemos a cada cosa.
Hagamos ahora el mismo experimen.to con un cspejo: enviamos un electrOn en
una direcci6n correspondiente y ahora la fuerza esta invertida si la ca\culamos siguiendo la misma regla, y esto estit muy bueno jporque los movimientos correspondientes son entonces im<igenes especulares!
52-6
;,Cuill mano es la dereeha?
Asi, pues, la realidad de las cosas es que al estudiar cualquier fen6meno hay
siempre dos reglas de la mano dcrccha, o un nUmero par de ellas. y el resultado
final es que el fen6meno siempre parece simCtrico. En resumen, no podemos distinguir, por io tanto, derecha de izquierda si tampoco somos capaces de distinguir
no rte de sur. Sin embargo, pucdc pareccr que podemos dccir cu ill es el polo no rte de
un imim. El polo norte de la aguja de una bri.ijula, por ejemplo, es el que apunta al
norte. Pero naturalmentc esto es de nuevo una propicdad local que tienc quc ver
con la geografia de la tierra; esto es lo mismo quc hablar de la direcci6n en que se
cncuentra Chicago, por lo que no cuenta. Si hemos vista agujas de bri.ijulas, puede
que hayamos notado que el polo que mira al nortc cs de una especic de color azulado. Pero sc de be justamente al hombre que pint6 el imitn. T odos estos criterios son
locales y convencionalcs.
Sin embargo si un im3.n tuviese la propicdad de que si lo miritsemos muy de
cerca, viibscmos pe!itos saliendo de su polo no rte y no en su polo sur, si Cs ta fuese
la regla general, o si hubicre algUn modo Unico de distinguir el polo norte de! sur
en un im:in, entonces podriamos decir cuUI de los dos casos tendriamos realmente, y
esto seria elfin de la fey de simetria por reflexidn.
Para ilustrar aUn mas claramcntc todo el problema, imagincn que estuviCsemos
hablando a un marciano por tekfono, o a quienquiera que sea, pero muy lejos. No
se nos permitc cnviarle ninguna muestra real para que la inspeccione; por ejemplo,
si pudi6semos enviar !uz, podriamos enviarle luz polarizada circularmcntc a derecha
y decir, "Esto es luz a derecha; observe simplemen'te el modo en que \lega". Pero
no podemos darle nada, solamente podcmos hablarle. Esta muy lejos, o en alguna
ubir.aci6n cxtraii.a, y no puede ver nada de !o quc nosotros vemos. Por ejcmplo, no
podemos decir: "Mire a la Osa Mayor; ahora mire cOmo est3.n dispuestas estas estrellas, Lo que nosotros entendemos por "derecha" es ... ". Solamente sc nos pennite
hablar por te!t':fono.
Ahora bien, nosotros queremos contar!e todo lo nuestro. Naturalmente, comenzamos defini6ndole en primer lugar !os nUmeros y decimos: "Tic, tic, dos; tic, tic, tic,
Ires; ... ", de modo quc gradualmente puedcn entender un par de palabras, etc. Desput':s de alglln tiempo puede ser que nos hagamos muy amigos de ese tipo y eJ nos
diga: "Com padre, t,4ut': aspecto tienen ustedes? ", Comenzamos a dcscribirnos y decimos: "Bueno. tenemos un metro setenta de estatura". El nos corta: "Un momento,
,:,qut': es un metro setenta?''. i,Es posible explicarlc lo que es un metro setenta?
iCiertamente! Decimos: "USted conoce el diiimetro de los <itomos de hidr6gcno;
j nosotros tenemos 17 .000,000.000 de 3.tomos de hidr6geno de altura!" Esto es posible
ya que las !eyes fisicas son invariantes frente a un cambio de escala y, por lo tanto,
podemos defin!r una long.itud absoluta. Y de! mismo modo
52~1
l
defin:imos el tamaiio de! cuerpo y le decirnos cuiil es el aspecto general -tiene salientes
con cinco bultos colgando en los extremos, etc.- y nos sigue; y terminamos describi6ndole nuestro aspecto externo, presumiblcmente sin encontrar dificultades mayores.
Es mils, estii. haciendo un modelo nuestro a medida que avanzamos. Nos dice: "Oye,
ustedes son ciertamente tipos muy buenos mozos; pero, lque tienen dentro? Comenzamos a describirle !os diversos 6rganos internos, y llegamos al coraz6n y le describimos cuidadosamente su forma y decimos: "Ahora coloca el coraz6n en -el !ado
izquierdo". Nos responde: "jQueeeeC!, lei !ado Izquierdo?" Nuestro prob\ema ahora
es describirle de que lado va el coraz6n sin que eJ vea nada de lo que nosotros vemos
y sin enviarle jamils una muestra de lo que entendemos por "derecha" -ningUn objeto
patr6n de derecha-. lPodemos hacer eso?
52-7
1La paridad nose conserva!
Resulta que las !eyes de gravitaci6n, las !eyes de electricidad y magnetismo, las
fuerzas nucleares, todas satisfacen el principio de la simetria por reflexi6n, por lo
que no se puede usar estas !eyes, o cualquier cosa que se derive de ellas. Pero hay
un fenOmeno Jlamado desintegraci6n beta, o desintegraci6n dlibil, asociado con las
muchas particulas que se han descubierto en la naturaleza. Un ejemplo de desintegraciOn d6bil, en conexi6n con una particula descubierta alrededor de 19 54, origin6 un enigma extraiio. Hab!a cierta particu!a cargada que se desintegraba en tres
mesones n, como muestra esquem3.ticamente la figura 52-5. A esta particula se le
llam6 durante algUn tiempo mes6n T. Ahora bien, vemos tambien otra particula, en
la figura 52-5, que se desintegra en dos mesones; uno debe ser neutro, debido a la
conservaci6n de la carga. A esta part[cula se le llam6 mes6n e. Por lo que tenemos
una particula Hamada T que se desintegra en tres mesones n. y una particu!a () que
se desintegra en dos mesones n. Pero pronto se descubri6 que Ty 0 tienen una masa
casi igua!; de hecho son igualcs, dentro del error experimental. Luego se encontr6
que el tiempo que tardaban en desintegrarse en tres n y en dos JT era casi exactamente el mismo; viven el mismo periodo de tiempo. DespuCs, que siempre que se
formaban lo hacian en la misma proporci6n; digamos 14 por 100 de Ty 86 por 100
de&.
Fig. 52-5.
D1agrama esquemat1co de la
desintegraci6n de una particula T' y de una
part!cu!ae+
Cualquiera con sentido cabal se da cuenta inmediatamente que deben ser la misma particula, que producimos simplemente un objeto que tiene dos modos diferentes
de desintegrarse; no dos particulas diferentes. Este objeto que se puede desintegrar
de dos modes diferentes tiene, en consecueneia, el mismo tiempo de vida y la misma
probabilidad de producd6n (ya que es sencillamente el cociente de las probabilidades con las cuales se desintegra en esas dos clases).
Sin embargo, fue posible probar (y aqui de ningim modo podemos explicar
c6mo) a partir de! principio de reflexi6n en meciinica cuiintica, quc era imposible
52-12
que los dos provengan de la misma particula -la misma particula no podia desintegrarse de ambos modos-. La ley de conservaci6n correspondiente al principio de la
simetria por reflexi6n es algo que no tiene an3logo clii.sico y por lo tanto esta c\as.e
de conservaci6n cuilntica se Uam6 conservaci6n de la paridad. Asi, fue un resultado
de la conservaci6n de la paridad o, mas precisamente, de la simetria de las ecuaciones cuiinticas para la desintegraci6n debil frente a reflexi6n, el que la misma particula no pudiese obrar de los dos modos, por lo que debia ser una especie de coincidencia de masas, tiempos de vida, etc. Pero cuanto mas se estudiaba, mas notable
era la coincidencia y gradualmente surgi6 la sospecha de que posiblemente la profunda ley de la simetria de la naturaleza respecto a reflexi6n pudiese ser falsa.
Como resultado de este fracaso aparente, los fisicos Lee y Yang sugirieron que
se deberian hacer otros experimentos en desintegraciones relacionadas para tratar de
probar si la ley era correcta en otros casos. El primer cxperimento de esta clase lo hizo Miss Wu de Columbia y es como sigue. Usando un imin muy potente a una temperatura muy baja, resulta que un cierto is6topo de cobalto que se desintegra
emitiendo un electr6n, es magnetico, y si la temperatura es lo bastante baja para que
las oscilaciones termicas no sacudan demasiado los imanes at6micos, estos se alinean en el campo magnCtico. Asi, pues, Jos atomos de cobalto se alineariin en este
campo intenso. Luego se desintegran emitiendo un electr6n y se descubri6 que cuando
los itomos estaban alineados en un campo cuyo vector B apunta hacia arriba, la
mayoria de los electrones se emitian hacia abajo.
Si no se esta al tanto de los Ultimas adelantos del mundo, ta! observaci6n no
parece nada significativa, pero si se aprecia los problemas y cosas interesantes de!
mundo, entonces se ve que es el descubrimiento mas sorprendente: cuando colocamos atomos de cobalto en un campo magnetico extremadamente intense, van mils
electrones de desintegraci6n hacia abajo que hacia arriba. Por lo que si lo pusi6ramos en un experimento correspondiente en un "espejo", en el que los iltomos de
cobalto estarian alineados en la direcci6n opu:!sta, escupirian sus e\ectrones hacia
arriba y no hacia abajo; ia acci6n es asimetrica. jLe han crecido pelos al imtin!
El polo sur de un imiin es de ta! suerte que los electrones de una desintegraci6n fi
tienden a alejarse de Cl; esto distingue, de un modo fisico, el polo norte de! sur.
Despues de Cste se hicieron muchos otros experimentos: la desintegraci6n de
A en prot6n y n; desintegraci6n de las L.; y muchas otras desintegraciones. De hecho, en casi todos
los casos donde se podia esperar, jse ha encontrado que ninguno de ellos obedece
la simetria de reflexi6n! La ley de la simetrla de reflexi6n es incorrecta, fundamentalmente a este nivel de la fisica.
n en µ y v; .11 en un electr6n y dos neutrinos; hoy en dia
En resumen, podemos decirle a un marciano d6nde colocar el coraz6n: decimos,
"Escuche, constrUyase un imiin, p6ngale las bobinas y haga pasar corriente; tome
entonces un poco de cobalto y baje la temperatura. Arregle el experimento de modo
que los electrones marchen de sus pies a su cabeza; entonces, la direcci6n en la que
!a corriente recorre las bobinas es la direcci6n que entra en lo que nosotros llamamos la derecha y sale a la izquierda ". En consecuencia, es posible definir derecha
e izquierda, ahora, haciendo un experimento de esta clase.
Se predijeron tambi6n muchas otras caracteristicas. Por ejemplo, resulta que el
espin, el momentum angular, del ni.icleo de cobalto antes de la desintegraci6n
es 5 unidades Ii y despues de la desintegraci6n es 4. El electr6n lleva momentum angular
de espin y tambifo interviene un neutrino. Es f3.cil ver a partir de esto que el electr6n
debe llevar su momentum angular de espin alineado seg(m su direcci6n de movimiento, y asimismo el neutrino. De este modo, parece como si el electr6n estuviese girando a la izquierda y esto tambifo se comprob6. De hecho, se comprob6 precisamente
aqui en Caltech por Boehm y Wapstra que el electr6n gira principalmente a la izquierda. (Hubo otros experimentos que dieron la respuesta opuesta, jpero estaban
equivocados!)
El problema siguiente, por supuesto, fue encontrar la ley de! fracaso de la conservaci6n de la paridad. lCuitl es la regla que nos dice c6mo va a ser de grande el fracaso? Esta: ocurre solamente en estas reacciones muy lentas, llamadas desintegraciones
debiles, y cuando ocurre, la regla es que las particulas que tienen espin, como el
electr6n, el neutrino, etc., salen con un espin que tiende a la izquierda. Es una regla
desequilibrada; relaclona un vector polar velocidad y un vector axial momentum angular, y dice que es mas probable que el momentum angular sea opuesto a la velocidad que segUn ella.
Esta es, pues. la regla, pero hoy no entendemos realmente !os por que y los por
consiguiente de ella. ;.Por qui es 6sta la regla correcta, cual es la raz6n fundamental
de ello, y c6mo se relaciona con cualquier otra cosa? Por el momenta nos hemos
quedado tan sorprendidos por el hecho de que es asimetrica, que no nos hemos podido recobrar lo suficiente para entender lo que significa con respecto a todas las
otras reglas. Sin embargo, es un asunto interesante, moderno y alm sin resolver, por
lo que parece apropiado discutir algunas cuestiones asociadas con el.
52-8
Antimateria
Lo primero que hay que hacer cuando se pierde una de las simetrias es volver
inmediatamente a la lista de simetrias conocidas o supuestas y preguntar si se pierde
alguna de las otras. Ahora bien, no mencionamos una operaci6n en nuestra lista,
que debe ser necesariamente investigada, y es la re1aci6n entre materia y antimateria.
Dirac predijo que ademits de los electrones debe haber otra particula, llamada posi~
tr6n (descubierta en Caltech por Anderson), que se relaciona necesariamente con el
electr6n. Todas las propiedades de estas dos particu\as obedecen ciertas reglas de
correspondencia: las energias son iguales; las masas son iguales; las cargas son
opuestas; pero, lo mils importante de todo, las dos cuando se juntan se pueden aniquilar entre si y liberar su masa completa en forma de energia, digamos rayos y. El
positr6n se llama antiparticula del electr6n, y esas son las caracteristicas de una
particula y su antiparticula Result6 claro del razonamiento de Dirac que todas las
demcl.s particulas de! mundo deberian tener tambifo antiparticulas correspondientes.
Por ejemplo, para el prot6n deberia haber un antiprot6n, que se simboliza ahora con
p. El j5 tendria una carga electrica negativa, la misma masa que un prot6n, etc. Sin
embargo, el rasgo mils importante es que cuando se unen un prot6n y un antiprot6n
se pueden aniquilar entre si. La raz6n por la que recaJcamos esto es porque la gente
no lo entiende cuando decimos que hay un neutr6n y tambifo un antineutr6n, ya
que dicen: "'Un neutr6n es neutro; por lo tanto (.c6mo
52-14
puede tener una carga opuesta?" La regla del "anti'' no es solamente que tiene la
carga opuesta, tiene cierto conjunto de propicdades y el wrijunto total de las mismas
es opuesto. El antincutrOn se distingue del neutr6n de! siguiente modo: si colocamos
dos neutrones juntos, permanecen simplemente como dos neutroncs, pero si colocamos un neutr6n y un antineutr6n juntas, se aniquilan liberfuidosc una gran explosi6n
de energ[a, con diversos mesones 7T, rayos y y muchas cosas mils.
Ahora bien, si tenemos antineutrones, antiprotones y antielectrones, en principio
podemos hacer antiiltomos. No se han hecho aim, pero es posible en principio. Por
ejemplo, un iltomo de hidr6geno tiene un prot6n en el centro con un electr6n dando
vueltas. Ahora bien, imaginen que en a1glln lugar podemos hacer un antiprot6n con
un positr6n dando vue!tas alrededor: i,daria vueltas? Bien, en primer Jugar, el antiprot6n es e!ectricamente negativo y el antielectr6n es electricamente positivo, por lo
que se atraen uno al otro de una manera correspondiente -las masas son iguales;
todo es igual-. Es uno de los principios de la simetria de la fisica, las ecuaciones
parecen demostrarlo, que si un reloj, digamos, se hiciese de materia por un !ado,
y luego hiciesemos el mismo reloj de antimateri.a, funcionaria de este modo. (Naturalmente, si colocamos los dos relojes juntos, se aniquilarian, pero esto es diferente.)
Entonces surge una cuesti6n inmediata. Podemos construir dos relojes de materia, uno que es "izquierdo" y uno que es "derecho". Por ejemplo, podriamos
construir un reloj que no se construye de un modo simple, sino que tiene coba\to
e imanes y detectores de electrones que detectan la presencia de electrones de desintegraci6n /J y los cuentan. Cada vez que se cuenta uno, el segundero se mu eve.
Entonces el reloj imagen, que recibe menos electrones no iril a la misma velocidad.
Pero evidentemente podemos construir dos relojcs en forma ta! que el reloj izquierdo no concuerda con el derecho. Construyamos de materia, un reloj que Hamaremos patrOn o reloj derecho. Ahora construyamos, tambien de materia, un reloj
que Uamaremos re!oj izquierdo. Acabamos de descubrir que, en general, los dos no
funcionariln de! mismo modo; anteriormentc a este famoso descubrimiento fisico,
se pensaba que lo harian. Pero tambien se supuso que la materia y la antimateria
eran equivalentes. Esto es, si construyesemos un reloj de antimateria, derecho, de la
misma forma, entonces funcionaria lo mismo que e! reloj de materia derecho, y si
hiciesemos el mismo reloj izquierdo funcionaria igual. En otras palabras, al principio
se crey6 que todos estos cuatro relojes eran iguales; ahora naturalmente sabemos
que los de materia derecho e izquierdo no son iguales. En consecuencia es presumible que los de antimateria derecho e izquierdo no son iguales.
Por lo tanto, la pregunta es: (.Cua.I va con cu3.l, si es que lo hacen? En otras
palabras, (.Se comporta el de matcria derecho como el de antimateria derecho? i,O es
que e! de materia derecho se comporta co mo el de antimateria izquierdo? Los experimentos de desintegraci6n p que usan desintegraci6n en positrones en lugar de
desintegraci6n en e!ectrones, indican que lbsta es la interconexi6n: la materia "dere·
cha" funciona lo mismo que la antimateria "izquierda ".
En i::onsecuencia, por fin, jes realmente verdad que la simetria derecha e izquierda se mantiene a Un! Si hicilbsemos un reloj izquierdo. pero hecho de la otra clase
de materia, antimateria en lugar de materia, funcionaria lo mismo. Asi, lo que ha
52-15
sucedido es que en lugar de tener dos reglas independientes en nuestra !ista de sime"
trias, dos de estas reg!as se unen para formar una nueva rcgla: la materia a derecha
es simCtrica de la antimateria a izquierda.
Por lo que si nuestro marciano estii formado de antimateria y le damos instrucciones para construir aquel mode!o "a derecha" como nosotros, saldr<i, naturalmente, al rev es. i, Que sucederia cuando, despuf:s de mucho charla que te charla, nos
hemos enseiiado el uno a1 otro a construir naves espacia!es y nos encontramos a
mitad de camino en el espacio vado? Nos hemos aleccionado uno al otro acerca de
nuestras costumbres, etc., y los dos nos apresuramos a estrecharnos las manos.
Bien, si eJ ofrece su mano izquierda, itenga cuidado!
52-9
Simetrias rotas
La pregunta siguiente es: i,quC podemos construir con las leyes que son casi
simCtricas? Lo maravllloso de todo esto es que para una gama tan amplia de fen6menos intensos e importantes -fuerzas nucleares, fen6menos eJCctricos, y aun los dCbiles como la gravitaci6n- en una enorme variedad de campos de ta fisica, todas sus
!eyes parecen ser simetri.cas. Por otro !ado, este pequeiio trozo adiciona! dice: "No,
jlas !eyes no son simCtricas!". i,C6mo es que la naturaleza puede ser casi sim6trica
y no perfectamente simetrica? l.QnC haremos con esto? En primer lugar, ltenemos
algUn otro ejemplo? La respuesta es que de hecho si tene.mos unos pocos ejempl?s
mils. Por ejemplo, la parte nuclear de la fuerza emre proton y prot6n, entre neutron
y neutr6n, y entre neutr6n y prot6n, es exactamente igual -hay para las fuerzas
nucleares una simetria, y nueva: que podemos intercambiar neutr6n y prot6n-, pero
evidentemente no es una simetria general, ya que la repu!si6n elf:ctrica entre dos protones a distancia no existe para neutrones. Por lo que no es generalmentc verdad que
siempre podemos reemplazar un prot6n por un neutr6n, es s6!o una buena aproximaci6n. i,Por que buena? Porque las fuerzas nucleares son mucho mas intensas que
las fuerzas ei&:tricas. Asi, i:sta es tambiCn una "casi" simetria. Tenemos entonces
ejemplos en otras cosas.
Tendemos, en nuestro interior, a aceptar la simetria como cierta clase de perfecci6n. De hecho es como la vieja idea de los griegos de que las circunfcrencias eran
perfectas y fue bastante horrible creer que las 6rbitas planetarias no eran circunferencias, sino s61o casi circunferencias. La diferencia entre ser una circunferencia
y una casi circunferencia, no es una diferencia pequei'ia, es un cambio fundamental
en lo que respecta a la inteligencia. En una circunferencia hay un signo de perfecci6n y simetria que no se encuentra en el momenta en que la circunferencia varia
ligeramente -es el fin-, ya no es mils simetrica. La cuesti6n es entonces por quC es
solamente casi una circunferencia -Csta es una pregunta mucho mils dificil-. El movimiento real de los planetas, en general, deberia ser elipses, pero a travCs de las
edades, a causa de las fuerzas de marea, etc., se han transformado en casi simetricas. La cuesti6n es ahora ver si tenemos aqui un caso parecido. El prob\ema desde
el punto de vista de las circunferencias es que si fuesen circunferencias perfectas
no habria nada que explicar, eso es claramente sencillo. Pero puesto que son so\amente casi circunferencias, hay mucho que explicar, y el resultado lmplic6 un gran
problema dininnico y ahora nuestro problema es explicar por qui: son casi simetricas considerando las fuerzas de marea, etc.
52·16
Asi, pues, nuestro problema es explicar de d6nde proviene la simetria. lPor quC
Ia naturaleza es tan casi simi=trica? Nadie tiene una idea de por quC. Lo imico que
podemos sugerir es algo como esto: Hay una puerta en Jap6n, en Neiko, que Jos
japoneses llaman algunas veces la puerta m.is hermosa de todo Jap6n; se construy6 en una Cpoca en que habia una gran influencia del arte chino. Esta puerta
es muy ornamentada, con muchos timpanos y hermosas estatuas y columnas y
cabezas de dragones y principes esculpidos en los pilares, etc. Pero cuando se mira
de cerca se ve que en el dibujo elaborado y complejo de uno de Jos pilares, uno de
Jos pequeiios elementos de diseiio est.i esculpido cabeza abajo; por Jo d~m.is todo es
completamente simCtrico. Si se pregunta por quC es asi, la historia es que se esculpi6
cabeza abajo para que los dioses no estuviesen celosos de la perfecci6n humana.
Asi, a prop6sito cometieron un error en ella, para que los dioses no estuviesen celosos y se enfadasen con !os seres humanos.
Nos gustaria invertir la idea y pensar que la verdadera explicaci6n de la casi
simetria de la naturalcza es Csta: jDios hizo las leyes solamentc casi simCtricas para
que asi nosotros no estuviCsemos celosos de Su perfecci6n!
52-17
lndice alfabetico
Aberraciones, 27- 7, 34-10
Absorci6n, 31-8 ss
Acci6n capilar, 51-8
Aceleraci6n, 8-8 ss
componentes de la, 9-3
de la gravedad, 9-4
Adams, J.C., 7-5
Adiabittica, compresi6n, 39-5
expansi6n, 44-5
Algebra, 22-1 ss
vectorial, 11-6 s
Amplitudes de oscilaci6n, 21-3
Amilisis de Fourier, 50-2 ss
Anderson, C. D., 52- IO
Angstrom (unidad), 1-3
Angulo, de Brewster, 33-6
de incidencia, 26-3
de reflexi6n, 26-3
Antena parab6lica, 30-6 s
Antimateria, 52-10 s
Antiparticula, 2-8
Arist6teles,5-1
Arm6nico, movimiento, 21-4, 23-1 ss
oscilador, IO-I, 21-1 s
forzado, 21-5 s, 23-3 ss
Arm6nicos, 50-1 ss
Atenuaci6n, 31-8
Atm6sfera, exponencial, 40-1 s
isotfrmica, 40-2
At6mica, hip6tesis, 1-2
At6mlcos, procesos, l-5 s
Atomo, 1-2
metaestable, 42-10
Atracci6n molecular, 1-3, 12-6 s
Aumento, 27-5
Avogadro, A., 39-2
Avogadro, nUmero de, 41-10
Bandas laterales, 48-4 s
Bastoncitos, 35-1, 36-6
Becquerel, A. H., 28-3
Birrefringencia, 33-3 ss
Boehm, 52-10
Bohr, N., 42-9
Bohr, radio de, 38-6
Boltzmann, 41-2
Boltzmann, ley de, 40-2 s
Born, M., 37-1, 38-9
Boyle, ley de, 40-8
Bremsstrahlung, 34-6 s
Briggs, H., 22-6
Brown, R., 41-1
Citlculo, diferencial, 8-4
numCrico, 9-6
vectorial, 11-5, 52-2
Calor, 1-3, 13-3
especifico, 40-75, 45-2
Caminata al azar, 6-5 ss, 41-8 ss
Camino libre medio, 43-3 s
Campo, elfctrico, 2-4, 12- 7, s
electromagnetico, 2-2, 2-5, 10-9
magnftico, 12-9 s
Campos, 2-2, 2-4, 2-5, I0-9, 12-7 ss,
13-8s,14-7ss
superposici6n de, 12-9
Canal de aire, IO 5
Capacitancia, 23-5
Capacitor, 14-9, 23-5
Capilar, acci6n, 51-8
Carga, conservaci6n de la, 4- 7
de! electr6n, 12-7
Carnot, S., 4-2, 44-3 ss
Catalizador, 42-8
Cavendish, H., 7-9
Cavendish, experimento de, 7-9
Celda unitaria, 38-5
Ce!ula de Kerr, 33-5
Centro de masa, 18-1 s, 19-1 ss
Cerenkov, P.A., 51-2
Cerenkov, radiaci6n de, 51-2
Cero absoluto, 1-5
Cicio de Carnot, 44-5 s, 45-2
Cinctica quimica, 42-7 s
Clausius, R., 44-2, 44-3
Clausius-Clapeyron, ecuaci6n de, 45-6 ss
Coeficiente, gravitacional, 7-9
de roce, 12-4
Colisi6n, 16-6
elilstica, 10-7
lNDICf
J
Compresi6n, adiabatica, 39-5
isotertnica, 44-5
Computadora ana16gica, 25-8
Conductividad, i6nica, 43-6 s
tennica de un gas, 43-9 s
Conos, 35-1
Conservaci6n, de la carga, 4-7
de la energia, 3-2, 4-1 ss
de! momentum angular, 4-7, 18-6 ss,
20-5
del momentum lineal, 4-7, iO-l ss
Contracci6n, hip6tesis de, 15-5
de Lorentz, 15-7
cornea, 35-1
Corteza visual, 36-4
Cop6nico, 7-1
Coulomb, ley de, 28-2
Cromaticidad, 35-6 s
Cuadrivectores, 15-8 s, 17-5 ss
Cuerpo negro, radiaci6n de, 41-5 s
Cuerpo rigido, 18-1
momentum angular del, 20-8
rotaci6n de un, 18-2 ss
Dedekind, R., 22-4
Densidad, l -4
Derivada, 8-5 ss
parcia!, 14-9
Desfasaje, 21-3
Desviaci6n normal, 6-9
Dicke, R.H., 7-1 l
Difracci6n, 30-1 ss
en cristales, 38-4 s
por una pantalla, 31-10 s
red de, 29-5, 30-3 ss
Difusi6n, 43-1 SS
molecular, 43- 7 ss
Dinfuuica, 7-2 S, 9-1 SS
relat!vista, 15-9 s
Dipolar, radiador, 28-5 s, 29-3 ss
Dirac, P., 52-10
ecuaci6n de, 20-6
Dlspersi6n de !a luz, 32-5 ss
Dispersi6n (de un medio), 31-6 ss
Distancia, 5-5 ss
medida de, por la re!aci6n brillocolor, 5-6
por triangulaci6n, 5-6
Distancia focal, 27-1 ss
media cuadril.tica, 6-6
Doppler, efecto, 17-8, 23-9, 34- 7 s,
38-6
Efecto, Doppler, 34-7 s, 38-6
Purkinje, 35-2
Eficiencia de una mitquina ideal, 44- 7 s
Einstein, A., 2-6, 7-ll, 12-12, 15-1,
16-1, 41-8, 42-8, 42-9
Eje Optico, 33-3
Ejes paralelos, teorema de los, 19-6
Electrodinitmica cu<intica, 2- 7, 28-3
Electromagn6tica, energia 29-2
radiaciOn, 26-1, 28-1 ss
Electr6n, 2-4, 37-1, 37-4 ss
carga de!, 12-7
radio dii.sico del, 32-4
Electronvolt (unidad), 34-4
Elipse, 7-1
EmisiOn espont:inea, 42-9
Energia, cal6rica, 4-2, 4-6, JO- 7, J0-8
cinCtica, 4-2, 4-5 s, 39-4
conservaci6n de la, 3- 2, 4-1 ss
de activacci6n, 42- 7
de ionizaci6n, 42-5
de mas a, 4- 2, 4-7
de rotaci6n, 19-7 ss
e1istica, 4-2, 4-6
elOCtrica, 4-2
e!ectromagn6tica, 29-2
gravitacional, 4-2 ss
nuclear, 4-2
potencial, 4-4, 13- I ss, 14-1 ss
quimica, 4-2
radiante, 4-2
relativista, 16-1 ss
teorema de la, 50- 7 s
Entalpia, 45-5
Entropia, 44-10 SS, 46- 7 SS
Ei:itvOs, 7-11
Equilibria, 1-6
termodinitmico, 41-3 ss
Escalar, 11-5
Espacio, 8-2
Espacio-tiempo, 2-6, 17-1 ss
Estrellas dob!es, 7-6
Euclides, 5 -6
Evaporaci6n, l-5 s
de un liquido, 4-3 s, 42-1 ss
Expansi6n, adiabitica, 44-5
isotCrmica, 44-5
"ExtraOeza", nUmero de, 2-9
Farad (unidad), 25-7
Fase de oscilaciOn, 21-3
Fermat, P .. 26-3
lNDICE
2
Fermi, E.,5-10
Fermi (unidad}, 5-10
Fisicoqulmica de la visi6n de los
colores, 35-9 s
Fluctuaciones estadisticas, 6-3 ss
Foco, 26-5
Fot6n, 2-7, 26-1, 37-8
Fourier, J., 50-2 s
analisis de, 5-2 ss
transformada de, 25-4
Fovea, 35-1
Frank, I., 51-2
Frecuencia, angular, 21-3
de osci!aci6n, 2-5, 29-2
Frente de onda, 47-3
Fuerza, centrlfuga, 7-5, 12-11
componentes de una, 9-3
conservativa, 14-3 ss
de Coriolis, 19-8 s
ekctrica. 2-3 s&
gravitacional, 2-3
molecular, l-3, 12-6 s
momento de, 18- 5
no conservativa, 14-6 s
nuclear, 12-12
seudo, 12-IO ss
Funci6n de Green, 25-4
Future afectable, 17-4
Galileo, 5-1, 7-2, 9-1, 52-3
Gas monoat6mico, 39-5
Gases idealcs, ley de !os, 39-10 ss
Gato de tomillo, 4-5
Gauss (unidad), 34-4
Gell-Mann, M., 2-9
Geomctria cudidiana, 12-3
Girmcopio, 20-5 ss
Grados de libertad, 25-2, 39-12
Gravedad, 13-3 ss
aceleraciim de la, 9-4
Gravitaci6n, 2-3, 7-1 ss, 12-2
Gravitacional, aceleraci6n, 9-4
campo, 12-8 ss, 13-8 s
coeficiente, 7-9
energia, 4-2 ss
Green, funci6n de, 25-4
Heisenber, W., 6-IO, 37-1, 37-9, 37-11,
37-12, 38-9
Helmholtz, H., 35-7
Henry (unidad), 25-7
Hipocicloide, 34-3
Hip6tesis, at6mica, 1-2
de contracci6n, 15-5
Hooke, ley de, J 2-6
Huygens, 15-2, 26-2
Impedancia, 25-9 s
compleja, 23- 7
Incidencia, ilngulo de, 26-3
Indeterminaci6n, principio de, 2-6,
6-10 s, 37-9, 37-11, 38-8 s
Jndice de refracci6n, 31-1 ss
Inducd6n magnetica, 12-10
Inductancia, 23-6
Inductor, 23-6
Inercia, 2-3, 7-11
momento de, 18-7, 19-5 ss
principio de, 9-1
Infrarroja, radiaci6n, 23-8, 26-1
Integral, 8-7 s
!nterferencia, 28-6, 29-1 ss
Interfer6metro, 15-5
?on, 1-6
Ionizaci6n, energia de, 42-5
tE:nnica, 42-5 ss
Isotermica, atm6sfera, 40-2
compresi6n. 44-5
expansi6n, 44-5
Is6topos. 3-4 ss
Jeans, J., 40-9, 41·6 ss
Joule (unidad), !3-3
Joule, calentamiento de, 24- 2
Kepler, J., 7-l
Kepler, !eyes de, 7-l s, 9-1, 18-6
Kerr, celula de. 33-5
Kirchhoff, !eyes de, 25-9
Laplace, P .. 47-7
Liiser, 32-6, 42-IO
Leibnitz, G. W., 8-4
Lente, formula de la, 27-6
Leverrier, U., 7-5
Logaritmos, 22-4
Longitud de onda, 26-1
Lorentz, H. A., 15·3
Lorentz, contracci6n de, 15· 7
transformaci6n de, 15-3, 17-1, 34-8,
52-2
Luz, dispersion de la, 32-5 ss
momentum de la, 34-10 s
polarizada, 32-9
INDICE
3
Magnetico, campo, 12-9 s
Magnetismo, 2-4
M3.quinas tt!rmicas, 44-1 ss
Mareas, 7-4 s
Masa, 9-1, 15-1
centro de, 18-1 s, 19-1 ss
cero, 2-10
energia de, 4-2, 4- 7
relativista, 16-6 ss
Masa-energia, equivalencia, 15-10 s
Milser, 42-10
Maxwell, J.C., 6-1, 6-9, 28-1, 40-8,
41-7, 46-5
Maxwell, ecuaciones de, 15-2, 25-3,
47-7
Mayer, J. R., 3-2
Mecimica cuimtica, 2-2, 2-6 ss, 6-10,
10-9, 37-1 SS, 38-1 SS
Mecimica estadistica, 3-1, 40-1 ss
Media de! cuadrado de la distancia,
6-5, 41-9
Media cuadratica, distancia, 6-6
Mendeleev, 2-9
Metodo cientifico, 2-1 s
Metro (unidad), 5- IO
MeV (unidad), 2-9
Michelson-Morley, experimento de,
I5-3ss
Miller, W.C.,35-2
Minkowski, 17-8
Modos de vibraciOn, 49-1 ss
Modulaci6n de amplitud, 48-3
Mol (unidad), 39-10
Mol&:ula, 1-3
Momenta, dipolar, 12-6
de fuerza, 18-5
de inercia, 18-7, 19-5 ss
Momentum, 9-1 s, 38-2 ss
angular, 7-7, 18-5 ss, 20-1
conservaci6n de!, 4-7, I 8-6 5S,
20-5
de la Juz, 34-10 s
lineal, 4-7, 10-1 ss
relativista, 10-8 s, 16-1 ss
MOssbauer, R., 23-9
Movimiento, 5-1, 8-1 ss
arm6nico, 21-4, 23-1 ss
browniano, 1-8, 6-5, 41-1 ss
circular, 21-4
con vinculos, 14-3
molecular, 41-1
parab61ico, 8-10
perpetuo, 46-2
planetario, 7-1 ss, 9-6 s, 13-5
MUsculo, estriado, 14-2
liso, 14-2
MUsica, 50-1
Nernst, teorema cal6rica de, 44-11
Nervio 6ptico, 35-2
Neutrones, 2-4
Newton, I., 8-4, 15-1, 37-1
Newton, !eyes de, 2-6, 7-3, 7-11, 9-1 ss
10-1SS,11-7 S, 12-1, 39-2, 41-1,
46-1
Newton-metro (unidad), 13-3
Nishijima, 2-9
Niveles de energia, 38- 7 s
Nodos, 49-2
Nube electr6nica, 6-11
Nuclear, energia, 4-2
fuerza, 12-12
secci6n eficaz, 5-9
NUcleo, 2-4, 2-8 ss
NUmero, de avogadro, 41-10
de onda, 29-2
NUmeros complejos, 22-7 ss, 23-1 ss
Nutaci6n, 20-7
Ohm (unidad), 25-7
Ohm, ley de, 25-7, 43-7
Ojo, compuesto, 36-6 ss
humano, 35-l s, 36-3 ss
Onda, ecuaci6n de, 47- l ss
frente de, 47-3
longitud de, 26- l
nfunero de, 29-2
Ondas, 51-1 ss
de corte, 51-4
interferentes, 374
sinusoidales, 29-2 s
Ondas electromagneticas, infrarrojas,
2-5, 23-8, 26-l
luz, 2-5
rayos c6smicos, 2-5
rayos gamma, 2-5
rayos X, 2-5, 26-1
ultravioletas, 2-5, 26-1
Optica, 26-1 ss
geometrica, 26-J, 27-1 ss
OscilaciOn, amortiguada, 24-3 s
amplitud de, 21-3
fase de, 21-3
JNDICE
4
frecuencia de, 2-5
peri6dica, 9-4
periodo de, 21-3
Oscilador, 5-2
arm6nico, 10-1, 21-1
forzado, 21-5 s, 23-3 ss
Pappus, teorema de, 194
Paradoja de los mellizos, 16-3 ss
~::~~~~s4 ~~~dsamentales,
2-9 s
Periodo de oscilaci6n, 21-3
Pitagoras, 50-1
Planck, M., 41-6, 42-8, 42-9
constante de, 5-10, 6-10, 17-8, 37-11
Plano inclinado, 4-4
Poder.de resoluci6n, 27-7 s, 30-5 s
Poincare, H., 15-3, 15-5, 16-1
Polarizaci6n, 33-1 ss
Potencia, 13-2
Presi6n, 1-3
Principia, de combinaci6n de Ritz, 3 8-8
de reciprocidad, 30- 7
de! tiempo minimo, 26-3 ss, 26-8
Principia, de indeterminaci6n, 2-6,
6-10 s, 37-9, 37-11, 38-8 s
de inercia, 9-1
de los trabajos virtuales, 4-5
Probabilidad, 6-1 ss
densidad de, 6-8 s
distribuci6n de, 6-7 ss
Problema de los tres cuerpos, 10-1
Procesos at6micos, 1-5 s
Producto vectorial, 20-4
Prot6n, 2-4
Pllrpura visual, 35-9
Radiaci6n, amortiguamiento por, 32-3 s
de Cerenkov, 51-2
de cuerpo negro, 41-5 s
efectos relativistas en la, 34-1 ss
electromagnetica, 26-1, 28-I ss
de frenado, 34-6 s
infrarroja, 23-8, 26-1
resistencia de, 32-1 ss
sincrotr6nica, 34-3 ss, 34-6
ultravioleta, 26-1
Radiador dipolar, 28-5 s, 29-3 ss
Radio, de Bohr, 38-6
de! electr6n, 32-4
Ramsey, N., 5-5
Rayleigh, criteria de, 30-6
ley de, 41-6
Rayos paraxiales, 27-2
Rayos X, 2-5, 26-1
Reacci6n quimica, 1-6 ss
Reciprocidad, principio de, 30-7
Rectificaci6n, 50-9
Reflexi6n, 26-2, s
Wtgulo de, 26-3
f6rmula de Fresnel para la, 33-8
Refracci6n, 26-2 s
an6mala, 33-9 s
indice, 31-1 ss
Relatividad, galileana, 10-3
teoria de la, 7-11, 17-1
teoria especial de la, 15- l ss
Relativista, dinfilnica, 15-9 s
energia, 16-1 ss
masa, 16-1 ss
momentum, 10-8 s, 16-1 ss
Reloj, at6mico, 5-5
de pfndulo, 5-2
radioactivo, 5-3 ss
Resistencia, 23-5
Resistor, 23-5
Resonancia, 23-1 ss
elfctrica, 23-5 ss
en la naturaleza, 23- 7 ss
Resonancias, 2-9
Respuesta transitoria, 21-6
Retina, 35-1
Roce, 10-5, 12-3 ss
coeficiente de, 12-4
Roemer, 0., 7-5
Rotaci6n, de un cuerpo rigido, 18- 2 ss
en dos dimensiones, 18-1 ss
de ejes, 11-3 s
en el espacio, 20-1 ss
plana, 18-1
Rueda dentada y trinquete, 46-1 ss
Ruido, 50-1
de Johnson, 41-2, 41-8
Rushton, 39-5
Rydberg (unidad), 38-6
Schr~.dinger, E., 35-6, 37-1, 38-9
Secc1on eficaz de dispersi6n, 32-7
de Thompson, 32-8
Segundo (unidad), 5-5
Seiial portadora, 48-3
Seudofuerza, 12-1 O ss
INDICE
5
Shannon, C., 44-2
Simetria, l-4, II-I SS, 52-1 SS
de las !eyes fisicas, !6-3
Simultaneidad, 15-7 s
Sincrotr6n, 15-9, 34-3 ss, 34-6
Sism6grafo, 51-5
Sistemas lineales, 25-1 ss
Smolochowski, 41-8
Snell, W., 26-3
Snell, ley de, 26-3, 31-2
Sonido, 2-3
Stevin, S., 4-5
Superposici6n de campos, 12-9
principio de, 25-2 ss
Tamm, l, 51-2
Temperatura, 39-6 ss
Teorla cinCtica, 42-1 ss
de gases, 39-l ss
Termodinfunica, 39-2, 45-I ss
leyes de la, 44- r
Tiempo, 2-3, 5-1 ss,
8-2
patrOn de, 5.. 5
periOdico, 5-1 s
transformaci6n de!, 15-5 ss
Tiempo mi."'l.imo, principio dcl, 26-3 ss,
26-8
de! tiempo, 15-5 ss
de la velocidad, 16-4 ss
Transformada de Fourier. 25-4
Transitorio, 24- l ss
e!Cctrico, 24-5 s
Traslaci6n de ejes, 11-1 ss
Tri3:ngulo de Pascal, 6-4
Tubo de rayos elcctr6nicos, J 2-9
Tycho Brahe, 7-1
Ultravioleta, radiaci6n, 26-1
Vector, 11-5 ss
Vector axial, 52-6 s
Velocidad, 8-2 SS, 9-2 s
componcntes de la, 9-3
de la luz, 15-J
transfonnaci6n de la, 16-4 ss
Velocidad, de fase, 48-6
del sonido, 4 7- 7 s
Versor, 11·10
Vinci, Leonardo da, 36-2
Visi6n, 36-1 SS
binocular, 36-4
de los colores, 35-1 ss
Wapstra, 52·10
Watt (unidad), 13-3
Weyl, H., !l-1
principio de los, 4-5
Fourier, 25-4
Young, 35·7
Yukawa, H., 2-8
Yustova, H., 35-8
Zenon, 8-3
!NOICE
6