V. MUSULMANES CEUTÍES
Sol Tarrés
La historia de los musulmanes en Ceuta, con todos los avatares que esta ha
sufrido a lo largo del tiempo, es la historia de la propia ciudad. En la Ciudad
Autónoma de Ceuta hay que hablar de una presencia musulmana secular, que
constituye uno de los grupos socio-culturales significativos en este enclave
africano. En la actualidad este colectivo supone entre el 40 y el 45% de la
población1, definiéndose a partir de su identidad múltiple como musulmán
y como ceutí y reivindicando, una gran mayoría de ellos, su reconocimiento
como una minoría nacional de pleno derecho.
Apuntes históricos
La presencia musulmana en Ceuta está ligada a la historia de los primeros
años de la expansión islámica en el occidente africano y europeo. La llegada
de los primeros musulmanes se sitúa a finales del siglo VII, bajo el gobierno de
Yulyan, también denominado conde Julián, quien, tras algunas alianzas con el
gobernador de Ifriqiyya (antigua provincia romana del norte de África), sufre
el hostigamiento de Tariq Ibn Ziyad. En el 709 se firma un pacto entre ambos, facilitando el paso del estrecho de Gibraltar y el inicio de la llegada de los
musulmanes al sur peninsular. La Ceuta islámica comprende, históricamente,
los siglos VIII al XV, es decir, desde el pacto mencionado hasta la conquista de
la ciudad por los portugueses en 1415.
El tiempo que va de mediados del siglo VIII hasta mediados del X se conoce
como los «siglos oscuros» de Ceuta, ya que en esta época la ciudad permanece
1. Según datos del Estudio demográfico de la población musulmana realizado por el Observatorio Andalusí y referidos al 31/12/2011.
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prácticamente abandonada, y es hacia el 830 cuando se refunda por los Banu
Isam. Entre el año 931 y el 1009 Ceuta se convierte en un bastión del califato
de Córdoba, lugar estratégico para las distintas acciones de los omeyas en el
Magreb, y se vincula, a partir de ese momento, muy directamente a los andalusíes. Tras la disgregación del califato de Córdoba, Ceuta pasará a constituirse
en taifa (pequeño principado gobernado por poderes locales), que durante
años mantendrá complejas relaciones con la taifa de Sevilla. En esta época
el prestigio intelectual de Ceuta era ya notable, «un lugar donde las ciencias
habían fijado su sede» (Hita y Villada, 2009: 221); este prestigio lo conservará
durante todo el período medieval. En el siglo XI Ceuta pasará a formar parte,
no sin resistencia, del imperio almorávide, y en el siglo siguiente del imperio
almohade, adquiriendo la ciudad una gran importancia como puerto comercial
y estratégico. En el primer cuarto del siglo XIII, con la caída de los almohades,
Ceuta comienza a ser una ciudad independiente, bajo el gobierno de influyentes
sectores sociales vinculados al comercio, y manteniendo una cierta autonomía
hasta principios del siglo siguiente. Destaca la influencia mariní al final de esta
época que culminará con la conquista marinida en 1327, con lo que finaliza
la independencia ceutí. Se trata de un período de gran esplendor económico
derivado del tradicional comercio con las repúblicas italianas (estaba designada
como Consulado General genovés) y con todo el Mediterráneo. Durante todo
el siglo XIV Ceuta se convierte «en manzana de la discordia que se disputan las
diferentes potencias regionales, generando una compleja dinámica que acabará
con la conquista portuguesa de 1415» (ibíd, 236)2.
La época andalusí es un período de esplendor. Ceuta se convierte en una
importante ciudad amurallada, y en un núcleo que articula un área relativamente
extensa (la ciudad es la capital de una región o distrito cuyos límites precisos
no se conocen en la actualidad, pero que en algunos períodos de la historia
llega hasta Fez). Desde ella se ofertan distintos bienes, servicios y funciones,
destacando sobre todo su papel en las actividades comerciales y mercantiles, sin
olvidar los vínculos culturales con al-Ándalus y todo el Mediterráneo; asimismo
se convierte en destino de muchos andalusíes ante el avance cristiano en la
2. Sobre la historia medieval de Ceuta existe una extensa bibliografía, publicada en su
mayor parte por el Instituto de Estudios Ceutíes, entre ella cabe destacar la obra de Gozalbes
Cravioto como, por ejemplo, El urbanismo religioso y cultural de Ceuta en la Edad Media. Otros
trabajos dignos de mención son la historia política y económica de Ceuta en el siglo XIII de M.
C. Mosquera, el estudio de Isabel Mendes sobre la Ceuta portuguesa, o la obra colectiva sobre la
Ceuta hispano-portuguesa editada en 1993. Asimismo debe reseñarse el trabajo emprendido por
Ahmed Liazid, antiguo imam de la mezquita Sidi Embarek, con objeto de recopilar la biografía
y obra de los «mil sabios más importantes de Ceuta» de la época medieval, entre ellos el geógrafo
ceutí del siglo XII, al-Idrissi.
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península. Durante este período la ciudad tuvo dos universidades, madrazas
y cientos de mezquitas vinculadas la mayoría de ellas a barrios en los que se
agrupaban los distintos oficios, y que se conocen a través de textos medievales
como es la obra de al-Badisi o la de al-Ansari.
En el siglo XV, tras la conquista lusitana, los musulmanes hubieron de abandonar la ciudad al ser expulsados de ella. Desde ese momento y hasta el siglo XVII
hay pocos musulmanes libres en la ciudad. No obstante, muchos habitantes de
las zonas vecinas se desplazaban hasta ella para realizar intercambios durante las
horas diurnas, dedicados al comercio y al avituallamiento de la población eran
los denominados «moros de paz». Estos recibían protección de las autoridades
ceutíes a cambio del pago de un tributo, pero tenían restringido el movimiento:
no podían hacer la oración en lugares públicos, tenían prohibido circular por
la calle en las fechas de las festividades religiosas católicas, etc.
No será hasta finales del siglo XVIII cuando algunos musulmanes, los mogataces, obtengan el permiso de residencia permanente en la ciudad, siendo
en 1860 (tras la guerra de África y el tratado de Wad-Ras) cuando vuelva a
permitirse oficialmente el asentamiento de musulmanes en ella. Los mogataces
eran los soldados argelinos procedentes del Oranesado que servían bajo bandera
española en la plaza fuerte de Orán (Argelia), y tras la entrega de esa ciudad
en 1791 fueron trasladados a Ceuta junto con sus familias. La compañía de
mogataces a caballo «se transformó en infantería en 1835, convirtiéndose en
un cuerpo de traductores e intérpretes, entre cuyos apellidos se recuerdan los de
Almanzor o Kaddur». En 1859, con la guerra de África, se necesitaron de nuevo
sus servicios «constituyendo en 1861 una sección denominada de Tiradores del
Rif», que pasó a ser denominada Compañía de Tiradores del Rif en 1887 y,
junto con la Compañía del Mar, constituyeron la Milicia Voluntaria de Ceuta
(Gómez Barceló, 2009a: 186). Finalmente, en 1915 fueron integrados en el
Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3. Los mogataces constituyen el primer y más antiguo grupo de musulmanes ceutíes contemporáneos
y, a pesar de ser su número reducido (muchos retornaron al lugar de origen
y otros se instalaron en la zona de Tetuán), forman parte de las familias con
más arraigo y presencia continuada en la ciudad, pudiendo contarse hasta diez
generaciones entre ellos.
El segundo origen de los musulmanes ceutíes, y que hoy en día constituye
el grupo más numeroso y significativo, es el marroquí. Su asentamiento se
autoriza a partir de 1860, tras la guerra de África y el aumento de los límites
geográficos de Ceuta, cuando esta se extiende por el denominado Campo Exterior. Se trata de una población que procede, fundamentalmente, de la región
limítrofe de Yebala. A principios del siglo XX la población musulmana de la
ciudad se incrementa considerablemente, llegando a suponer el 9,7% de la
población total en 1930 «debido a la inmigración ligada, fundamentalmente, al
aumento de las unidades indígenas como consecuencia del establecimiento del
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Protectorado, aunque comienza a crecer desde 1920 la dedicada al artesanado,
pequeño comercio y oficios no cualificados» (Alarcón, 2009: 216)3.
El aumento de la población musulmana en la década de los treinta, y la
necesidad por parte del gobierno de gestionar esta población, lleva a la creación
de la «Comunidad Musulmana en Ceuta» en 1937. Se trata de una asociación
con fines fundamentalmente sociales y de organización del culto islámico,
acorde al marco del denominado «gobierno indirecto» que se establece en el
Protectorado, según el cual el control político y militar recaía en los españoles,
mientras que el social y el religioso se depositaba en manos marroquíes (Mateo, 2003). La Comunidad Musulmana de Ceuta se disolverá en 1956, con la
independencia de Marruecos y el final del Protectorado. A finales de los treinta
se nombra como gestor a Hamu Ben Amar Yamina, primer concejal musulmán
que ejercerá como representante de este colectivo, convirtiéndose en el mediador
entre éstos y el poder político.
La población musulmana de Ceuta continuará aumentando en los siguientes años, de modo que en 1955 supone el 15% de la población censada. Este
crecimiento se debe tanto a la inmigración y a la aportación militar, como al
crecimiento vegetativo ya que en torno al 60% de los musulmanes censados han
nacido ya en la ciudad. A partir de 1956, con la independencia de Marruecos,
la inmigración desciende significativamente aumentando el flujo poblacional
hacia ese país de modo que, según el censo de 1960, la población musulmana
se redujo hasta el 9,7% de la población total, la mayoría de ellos vinculados a
oficios subalternos, la milicia, el comercio, la pesca y la marinería, tan solo el
1% se dedicaba a profesiones liberales (Alarcón, 2009: 289-290). Asimismo
a partir de ese momento los musulmanes de la ciudad debieron escoger entre
tener la nacionalidad española o la marroquí, eligiendo la mayoría la segunda
opción con objeto de no tener problemas a la hora de entrar en Marruecos por
cuestiones familiares, o por negocios (Marín, 2006: 66). En 1958 se establece
la Tarjeta Estadística: se trataba de un documento, creado por el Gobierno de
los Territorios de Soberanía, para dotar de algún documento de identidad a los
marroquíes que permanecen en Ceuta y en Melilla tras la independencia de
Marruecos, y que han optado por la nacionalidad de ese país. Esta situación
estará en la base del conflicto que surgirá en la segunda mitad de la década de
los ochenta.
La Ley Orgánica 7/1985, de 1 de julio, sobre Derechos y Libertades de los
Extranjeros, más conocida como Ley de Extranjería de 1985, marca un punto
3. Para profundizar sobre la evolución de la población musulmana en Ceuta, a partir de los
padrones de población hasta mediados de la década de los ochenta, puede consultarse el primer
capítulo del trabajo de Ana Planet: Melilla y Ceuta: espacios-frontera hispano-marroquíes.
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de inflexión en la situación de los musulmanes ceutíes. Esta Ley contemplaba
un trato preferencial para los extranjeros procedentes de las excolonias españolas,
en las que los musulmanes ceutíes y melillenses no estaban incluidos. A ello se
unía el hecho de que la posesión de la Tarjeta Estadística no suponía ningún
tipo de reconocimiento legal, por lo que esta Ley amenazaba a la mayoría de
los musulmanes de las dos ciudades con la expulsión. Esta situación da lugar
al inicio de una serie de reivindicaciones, fundamentadas en movimientos y
acciones vecinales, que culminarán con el reconocimiento de la nacionalidad
española a la mayoría de los musulmanes ceutíes que así la solicitaron4. Este
movimiento asociativo cristalizó en la formalización de asociaciones islámicas.
En esta movilización se establecieron dos grandes grupos de opinión: los
partidarios de las naturalizaciones representados por la Comunidad Musulmana
de Ceuta, encabezada por Ahmed Subaire, que sostenían la compatibilidad de
ser español y musulmán, y los contrarios a las naturalizaciones, representados
por la Asociación Musulmana de Ceuta, presidida por Mohamed Hamed Alí,
así como por Hassan Yasin, representante del Colectivo Musulmán de Ceuta,
quienes sostenían la incompatibilidad de ser español y musulmán, teniendo a
Marruecos como su principal marco de referencia (Stallaert, 1998a: 145-146).
La movilización ceutí no adquirió la virulencia de la melillense, dirigida por
Aomar Dudu, debido a la firmeza expresada por los líderes musulmanes de
querer mantener ante todo la convivencia como valor social y principio fundamental de la sociedad ceutí, base del dialogo y las negociaciones entre las
distintas comunidades etno-religiosas de la ciudad; así como a la moderación
de Subaire y a la división del colectivo (Alarcón, 2009; Stallaert, 1998a). No
obstante, la tensión en la sociedad ceutí se mantuvo durante los siguientes años.
En 1987 comenzó el proceso de nacionalizaciones, apoyado en el censo de población realizado el año anterior, según el cual los musulmanes representaban
el 22% de la población ceutí. Después de ese año no hay censos que reflejen la
proporción poblacional de cada comunidad.
4. El movimiento asociativo vecinal ceutí es históricamente muy importante ya que, como
comenta el presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos: «La gente está
muy implicada en el movimiento vecinal, se vuelcan a trabajar por sus barrios y por su ciudad, para
mejorar la calidad de vida de los vecinos». La Federación de Asociaciones de Vecinos de Ceuta se
crea en 1979 y, en la actualidad, está integrada en la Confederación de Asociaciones Vecinales
de Andalucía, CAVA.
Las relaciones entre las distintas comunidades musulmanas y las asociaciones de vecinos
de las barriadas donde se asientan suelen ser fluidas, a lo que contribuye el hecho de que, en
ocasiones, las mismas personas participan en unas y otras, si bien todos sostienen la independencia de funcionamiento y estructura entre unas y otras. Así, es relativamente frecuente
que las comunidades religiosas ofrezcan sus instalaciones a la asociación de vecinos del barrio
cuando esta así lo requiere, y a la inversa, que la asociación de vecinos sea la que ceda el espacio
a comunidades religiosas para que puedan reunirse.
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El reconocimiento de la nacionalidad española a los musulmanes supone un
primer paso en el de sus derechos, así como una lenta mejora de su calidad de
vida. El proceso de nacionalizaciones sumado a su crecimiento vegetativo conlleva el aumento de las necesidades de esta población, lo que desde el punto de
vista religioso se tradujo en el aumento de los espacios de culto o mezquitas de
barrio. Sin embargo, la apertura de numerosas mezquitas de barrio no implicó
la institucionalización de las mismas, de modo que tras la Ley de Extranjería del
85, y hasta ya entrado el siglo XXI, son pocas las asociaciones y entidades musulmanas que se han inscrito como tales en Ceuta. No ocurre lo mismo con los
partidos políticos de inspiración musulmana que se van creando desde mediados
de la década de los ochenta. Es a partir del proceso de nacionalización cuando
se va a explicitar la reivindicación de los derechos y de la identidad sobre la base
de la religión. Este hecho ha sido tenido en cuenta por los sucesivos gobiernos
de la ciudad. Así, por ejemplo, el Grupo Independiente Liberal (GIL), que
formó gobierno tras las elecciones de 1999, creó un Gabinete de Asesoría de la
Presidencia para Asuntos Islámicos, más conocido como de «asuntos étnicos».
Desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de la Ciudad de Ceuta en
1995 (Ley Orgánica 1/1995 de 13 de marzo), y tras las posteriores elecciones
autonómicas, líderes de las distintas formaciones políticas musulmanas han
participado en los distintos gobiernos de la ciudad. Entre ellos cabe mencionar
a Mustafa Mizzian Amar, presidente del Partido Democrático y Social de Ceuta
(PDSC), que fue el primer concejal musulmán electo en el Ayuntamiento de
Ceuta, y que tras las elecciones de 1995 formó parte de la Asamblea de la Ciudad
hasta las elecciones de 2007. Tras las recientes elecciones autonómicas celebradas
en mayo de 2011, son varios los políticos musulmanes del Partido Popular (PP)
que forman parte del Gobierno de la Ciudad: Rabea Mohamed Tonsi como
Consejera de Asuntos Sociales, Abdelhakim Abdeselam Al-Lal consejero de
Sanidad y Consumo, y Rachid Ahmed Abdel-Lah como viceconsejero de empleo.
Institucionalización de las comunidades musulmanas
El proceso asociativo y de institucionalización de las comunidades no ha seguido una línea uniforme al desarrollo de las comunidades y espacios de culto
de Ceuta. Las formas tradicionales de religiosidad, expresada en los oratorios
de barrio a cargo de un grupo de vecinos que voluntariamente los gestionan
(yama’a), no ha ido, generalmente, acompañada de su formalización hasta ya
entrado el siglo XXI.
Desarrollo de la implantación y formalización de las comunidades
En el proceso de formación, configuración e institucionalización de las comunidades musulmanas ceutíes actuales, se pueden distinguir cuatro momentos
diferenciados, aunque no excluyentes, ya que en cada uno de ellos se conservan
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y se adaptan muchas características de etapas anteriores. Estos períodos son:
desde finales del siglo XVIII hasta la década de los cuarenta del siglo XX, de 1940
a 1985, de 1985 a 2001 y de 2001 hasta la actualidad.
DESDE FINALES DEL SIGLO XVIII HASTA LA DÉCADA DE LOS CUARENTA DEL SIGLO XX
El asentamiento oficial de musulmanes en Ceuta tras 1860, la inmigración
ligada al desarrollo derivado de las obras del puerto, el aumento de militares,
el establecimiento del Protectorado español y las perspectivas de desarrollo
económico asociado al mismo, hicieron que la población musulmana de la
ciudad aumentase considerablemente (Alarcón, 2009: 250). Así, con el fin de
facilitar el gobierno de esta población, se constituye en 1937 la Comunidad
Musulmana de Ceuta, por Ordenanza de S. E. el Alto Comisario. La creación
de esta asociación tiene como objeto la salvaguarda de la religión musulmana,
así como los usos, costumbres e instituciones sociales de esta población. En
dicha Ordenanza se indicaba que «la Comunidad tendría domicilio oficial en
un local o edificio que se denominaría Casa de la Comunidad Musulmana, en la
que ondearían la bandera española y la verde del Imán». La Comunidad tenía,
como cometido, la construcción o habilitación de mezquitas, la contratación,
con carácter de empleado público, de un matarife del rito musulmán, la organización de la justicia islámica, la propuesta de creación de escuelas de niños
y niñas, la aprobación de la construcción de viviendas para excombatientes
indígenas en la zona del cuartel de Regulares, los baños (hammam), los zocos,
los cementerios, los recintos especiales para cárceles, el asilo de ancianos e inválidos, el reformatorio de niños, las Juntas de Beneficencia y la construcción
de alcaicerías (Valderrama, 1956). Esta asociación se disolvió en 1956 con la
independencia de Marruecos y el final del Protectorado.
Este período se caracteriza por una religiosidad tradicional fundamentalmente familiar, en la que las principales manifestaciones públicas son las
relacionadas con los tres morabitos de la ciudad (Sidi Bel Abbás, Sidi Embarek
y Sidi Brahim), y las cofradías sufís que se reunían en domicilios particulares.
Estas últimas fueron creadas, fundamentalmente, por militares del Grupo de
Fuerzas Regulares Indígenas entre las décadas de los veinte y cincuenta, según
los testimonios orales obtenidos (en el censo de 1935 figuran 1.323 musulmanes
en cuarteles, y otros 2.717 más en la ciudad). Este es el caso, por ejemplo, de la
Zauia al-Isauia y de la Zauia Tiyania, ambas ubicadas en el barrio del Príncipe
y que, a pesar de su antigüedad, no será hasta el año 2007 cuando se inscriban
como entidad religiosa en el Registro de Entidades Religiosas (RER) del Ministerio de Justicia. Estas zauias se configuran como espacios para la sociabilidad
con base religiosa, donde los fieles se reúnen para la salmodia de letanías en
común (dhikr) y la realización de distintos rituales religiosos, estableciendo fuertes lazos de ayuda común y solidaridad entre ellos. No obstante, estos espacios
no son considerados mezquitas al no celebrarse en ellos la oración del viernes.
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Igualmente, desde la década de los treinta, comienzan a establecerse oratorios
de barrio en las zonas con mayor concentración de población musulmana. Se
trata de «barraquitas» de autoconstrucción, sin minarete y en las que se realizan las oraciones preceptivas diarias, pero no la del viernes, ya que no suelen
tener jatib encargado del sermón. Funcionan también como pequeñas escuelas
coránicas para los niños, y poco a poco, gracias al apoyo de los vecinos, se irán
dignificando como lugares de culto. Este es el caso, por ejemplo, de la mezquita
de Cortijo Moreno, que debe su nombre a la barriada en la que se ubica, y que
comienza a funcionar entre las décadas de los cuarenta y cincuenta, edificándose
como mezquita en los noventa, al aumentar las necesidades de los vecinos.
No obstante, no será hasta el año 2007 cuando se inscriba en el Ministerio de
Justicia con el nombre de Comunidad Islámica Masyid Omar Ibn Abdelaziz.
ENTRE 1940 Y 1985
Durante este período son numerosas las mezquitas y oratorios de barrio que
comienzan su andadura. Sin embargo es la promulgación de la Ley reguladora
del derecho civil a la libertad religiosa de 1967 la que marca un punto de
inflexión en la dinámica habitual de las comunidades musulmanas, dando
comienzo su proceso de institucionalización. La primera en formalizar su
situación es la Zauia Musulmana de Mohamadia-Mahoma que, fundada
en la década de los sesenta tras la disolución de la mencionada Comunidad
Musulmana de Ceuta, se inscribe en el registro de asociaciones confesionales
no católicas en 19714. Esta cofradía será la única inscrita oficialmente en la
ciudad hasta 1985.
La mayoría de las mezquitas fundadas desde la década de los cuarenta no
formalizan su presencia hasta el siglo XXI. La construcción de la mezquita Muley
el-Mehdi en 1940 plantea nuevas necesidades a la población musulmana, como
es la de tener imam y jatib oficiales para la oración del viernes. Será el Majzen
de Marruecos5 quien se encargue de estos especialistas religiosos, todos ellos
marroquíes salvo excepciones, quienes dependerán de esa administración en
todos los sentidos. Esta práctica, iniciada durante el Protectorado, se ha convertido en consuetudinaria. También de la década de los cuarenta es la mezquita
4. Para un mayor conocimiento de los estatutos y fines de esta zauia se puede consultar el
artículo de Ana Planet en la revista Awraq: «Asociacionismo e Islam: El Acuerdo de Cooperación
del Estado Español con la Comisión Islámica de España y sus repercusiones en Melilla y Ceuta»,
del año 1997.
5. Durante el siglo XIX y hasta el final de los protectorados español y francés, se conoce con el
termino majzen al gobierno de Marruecos. El majzen era la administración con la que contaba el
sultán marroquí, y estaba compuesto por el ejército (fuerza policial destinada a mantener el orden
interno) y la burocracia (visires y secretarios de cancillería, así como funcionarios especializados
en lenguas europeas) (Ramiro de la Mata, 2002: 157).
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de Sidi Embarek (anteriormente había otra pequeña construcción a modo de
oratorio), en los terrenos próximos al morabito del mismo nombre, y junto
a la principal escuela coránica de la barriada. Y ya en la década de los sesenta
tiene lugar la construcción de la Mezquita del Príncipe que, inaugurada en
1966, es la principal y más antigua de esta zona, aunque no se inscribió como
entidad religiosa hasta el año 2007 bajo el nombre de Comunidad Islámica
Masyid al-Amir. Otra de las mezquitas, también con minarete, es la de Sidi
Abbas Sebti, que se inaugura en 1976 aunque su inscripción en el RER data
de 1995 bajo la denominación de Comunidad Islámica de Ceuta. Desde esta
mezquita se atiende a los vecinos de Pasaje Recreo Alto y Bajo, Patio Castillo
y de la zona colindante, pudiendo llegar a congregar a 400-450 personas en
los momentos de máxima afluencia al templo, como es la oración del viernes,
o durante el mes de ramadán.
La mezquita de al-Karidien se creó originariamente como una zauia sufi
en los cuarenta; se edifica en 1953 y en la década de los ochenta, tras una serie
de cambios internos, deja de funcionar por completo como una zauia para
convertirse en una mezquita. En el año 2001 la comunidad se inscribe como
asociación cultural y, posteriormente, en 2006 pasan a registrarse como entidad
religiosa con el nombre de Comunidad Islámica Abu Barkr. Igualmente, de la
década de los cuarenta es la denominada actualmente como mezquita At-Tauba,
creada originariamente como zauia Harrakia, en el barrio del Príncipe, que fue
ampliada en los setenta. En el año 2001 su gestión fue asumida por un grupo
de jóvenes con intereses y objetivos distintos a los de la comunidad anterior,
por lo que se generaron una serie de discrepancias internas que culminaron en
2006, cuando una nueva comunidad asume la gestión. La mezquita se inscribe
en el RER en 2008, con el nombre de Masyid At-Tauba.
Durante este período se siguen creando mezquitas-oratorios de barrio
(todavía situadas en domicilios particulares o en «barraquitas»), como es la de
la de la barriada del Poblado de Sanidad, que data de 1951, aunque ha sido
reconstruida en distintas ocasiones. La comunidad que sostiene esta mezquita
así como su escuela coránica se inscribió como entidad religiosa en el año 2007
bajo el nombre de Comunidad Islámica Masyid al Iman. En el barrio de Benzú
se alza la mezquita Ibn Ruch, de cuya fecha de creación original no hay un
recuerdo exacto, aunque algunos de los vecinos de la barriada hablan de los
años cuarenta. En 1998 se edifica el edificio actual en los terrenos adyacentes,
formalizando su situación en el año 2000. En el barrio del Príncipe se abrió la
mezquita al-Ansar; inicialmente era solo una escuela coránica que progresivamente se convirtió en oratorio de barrio sin perder sus funciones educativas;
en la década de los setenta se construye el edificio actual por suscripción popular de los vecinos de la zona; posteriormente ha sido de nuevo reformada y
dotada también de un minarete, (re)inaugurándose en el año 2002. En 2007
se inscriben como entidad religiosa bajo el nombre de Comunidad Islámica
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Masyid al-Ansar. De la década de los sesenta es la mezquita al-Fath, situada
en el barrio del Príncipe, y del año 1975 la mezquita Anas Ibn Malik, en la
barriada de Príncipe Alfonso, formalizada en 2006. También de esa década es la
Comunidad Arrahma, situada inicialmente en la barriada de Benzú, y que pasó
más tarde a desarrollar sus actividades en la mezquita al-Azhar, compartiendo
el espacio con la comunidad de esta última, e inscrita en el RER en el mismo
año que la anterior.
ENTRE 1985 Y 20016
El proceso social generado tras la promulgación de la Ley de Extranjería en 1985,
da paso a un movimiento asociativo que formaliza su situación en relación a
las asociaciones culturales y políticas como a las entidades religiosas, de modo
que en estos 15 años se inscriben el 14% de las existentes en la actualidad.
Este período va a contemplar, en sus primeros años, la creación de entidades
religiosas que surgen en relación a la Ley de Extranjería y, posteriormente, la
formalización de comunidades musulmanas preexistentes en la ciudad, con
fines estrictamente religiosos, como es el caso de la ya mencionada Comunidad
Islámica de Ceuta.
En 1985 se inscribe en el Ministerio de Justicia la Asociación Musulmana de
Ceuta, promovida por Mohamed Hamed Alí quien, junto a Mohamed Subaire,
participó en el movimiento contra la aplicación de la Ley de Extranjería a los
musulmanes de Ceuta. En sus estatutos se explicita, junto a los fines estrictamente religiosos, la voluntad de colaborar con las autoridades en sus relaciones con
la comunidad musulmana de la ciudad (Planet, 1998: 189-191). Inicialmente,
la asociación tuvo su sede social en la Mezquita de Muley el Mehdi, pasando
posteriormente a ocupar un espacio anexo a la mezquita de Sidi Embarek, de
donde se mudaron a un local en el centro de la ciudad mientras se remodelaba
esta, volviendo a fijar la sede social en ella algún tiempo después de la reforma
de la misma. En 1989 la Asociación Musulmana de Ceuta se une al proceso de
gestión del Acuerdo de Cooperación de 1992, siendo miembros fundadores de
6. Los estudios más profundos sobre la comunidad musulmana ceutí corresponden a este
período. Entre ellos cabe destacar la obra de Ana Planet sobre las comunidades musulmanas
de Ceuta y de Melilla, que atiende fundamentalmente al proceso de asociacionismo e institucionalización de las comunidades en estas ciudades, o al estudio antropológico de C. Stallaert
sobre el proceso de construcción de la identidad española, realizado a partir de su trabajo de
campo durante un año en Ceuta, cuyo último capítulo de su obra está dedicado precisamente a
la etnogénesis y etnicidad musulmana ceutí a finales del siglo XX. No obstante, estos trabajos se
centran en la temática de la institucionalización y en las asociaciones y comunidades registradas
como tales y que está ligadas a los procesos relacionados con la Ley de Extranjería de 1985, por
lo que apenas desarrollan la cuestión de los espacios de culto, las mezquitas de barrio y escuelas
coránicas que se van constituyendo en esta época.
132
la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), así como
ponentes en las distintas reuniones encaminadas a la firma del Acuerdo. En
1992, en Asamblea General Extraordinaria, se decide cambiar el nombre de la
asociación por la de «Comunidad Musulmana de Ceuta», y más tarde sufren
una escisión, por desacuerdos internos; una parte de los mismos crearán la
Asociación Musulmana del Estado Español, registrada en 1993 bajo el liderazgo
de Ahmed Aali, ya fallecido, y que en la actualidad carece de actividad.
En 1988 se constituye la Asociación Religiosa Musulmana Masyid AnNoor, con unos fines exclusivamente religiosos y ligada desde el comienzo a la
actividad de la Yama’a at-Tabligh en Ceuta.
En 1995, año en el que se aprueba el Estatuto de Autonomía de la Ciudad
de Ceuta, formaliza su existencia la ya mencionada Comunidad Islámica de
Ceuta, y pocos meses después se constituye la Comunidad Islámica de Ceuta
al-Bujari, que inicialmente había adoptado el nombre de Consejo Superior de
Religión Islámica Tabuk, en la misma barriada que la anterior, con estatutos y
fines también similares. Esta comunidad es la primera de la ciudad en adscribirse
a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), permaneciendo
en la actualidad en la federación nacional y no en UCIDE-Ceuta. Asimismo,
esta Comunidad formó parte del acuerdo inicial firmado para contar con la
presencia de profesores de religión islámica en la escuela pública. En la actualidad, al-Bujari tiene una actividad reducida y carece de espacio de culto propio.
En ese mismo año 1995, debido al deterioro en el que se encontraba la
mezquita de Sidi Embarek, se forma una comisión de vecinos del barrio con
objeto de recaudar fondos para la reforma de la mezquita. Tras la autorización
de la Comunidad Musulmana de Ceuta7 al colectivo vecinal impulsor del
proyecto (según documento privado fechado el 6 de mayo de 1995), que estaba
representado por Ahmed Liazid (imam de la mezquita Muley el Mehdi y asesor
religioso de dicha Comunidad Musulmana de Ceuta), y merced a los donativos
de los fieles, dan comienzo las obras, siendo inaugurado el nuevo edificio de la
mezquita en diciembre de 1997. En este último año, el grupo impulsor de la
obra formaliza su existencia bajo el nombre de Consejo Benéfico y Religioso
Luna Blanca, pasando a convertirse en una ONG islámica en 2001, siempre
vinculados a la mezquita de Sidi Embarek.
Al igual que ocurre en épocas anteriores, durante todo este tercer período se
van a ir creando nuevas comunidades musulmanas, con características similares
a las anteriores. Ejemplo de estos oratorios de barrio es la de Blond Mesa, abierta
7. La Comunidad Musulmana de Ceuta era la única entidad religiosa con sede en esta
mezquita en aquel año, por lo que estaba legitimada para autorizar la obra de remodelación en
primera instancia, y lo hace con la condición de tener un espacio para su sede en el nuevo edificio.
133
en 1987 aunque no se inscribió como entidad religiosa hasta el año 2006, con
el nombre de Comunidad Islámica Masyid Omar Ibn Aljattab. Su actividad
se centra en las oraciones preceptivas diarias, a las que acuden los vecinos del
barrio. También de la década de los ochenta es el pequeño oratorio-escuela de
Arcos Quebrados, en el barrio del Príncipe, una de las últimas «barraquitas»
que quedan en la ciudad y que atiende casi exclusivamente a los vecinos de las
viviendas que la rodean. Este oratorio fue inscrito en el RER en el año 2008
con el nombre de Comunidad Islámica Jalid Ibnul Walid.
Entre 1988 y 1989, una mujer que no tenía hijos a quienes transmitir sus
bienes, cede una «barraquita» para hacer en ella una escuela y mezquita, se trata
de la mezquita Badr, en el barrio del Príncipe que fue edificada como tal en
1997, registrándose en el RER como entidad religiosa dos décadas después. De
1990 es la construcción del edificio actual de la mezquita Uhud, una mezquita
con minarete cuya comunidad está conformada por los vecinos del barrio, y que
formalizó su situación en 2007. Entre las actividades de esta mezquita destacan
las orientadas a la reinserción y a la alfabetización de adultos. También de la
década de los noventa es la mezquita al-Umma, en la barriada Príncipe Felipe, si
bien el edificio actual fue inaugurado en el año 2003, y la comunidad formalizó
su situación en 2007. En 1992 se sitúa el origen de la mezquita Arrahman,
situada en el barrio de San Pablo. Inicialmente fue una escuela coránica que
amplía sus funciones a mezquita en 2004 y formalizando su situación en 2007.
De finales de esta década es la mezquita de la Almadraba, situada a orillas del
mar en la barriada de ese nombre, y que se inscribió como entidad religiosa en
2006 con el nombre de Comunidad Islámica de Ceuta, mezquita al-Gufran.
En la década de los noventa destaca la fundación de escuelas coránicas independientes de mezquitas. Este es el caso de la Asociación Islámica al-Manar,
cuyas actividades educativas se iniciaron en el seno de la mezquita al-Umma
en esos años, emancipándose de la misma al trasladar el Centro al espacio que
ocupan en la actualidad, e inscribiéndose como entidad religiosa en 1995.
También de mediados de esta década es la Asociación Cultural al-Kadi Ayyad,
creada inicialmente con fines culturales y deportivos para los niños de la barriada del Príncipe Alfonso y que, situada junto a la mezquita Uhud, pronto
asumió también las funciones educativas de escuela coránica independiente.
Esta asociación se inscribe como entidad religiosa en el año 2006, con el nombre de Comunidad Islámica de al-Kadi Ayyad. Una tercera escuela coránica
independiente creada también a mediados de los noventa es la de Charif alIdrissi, dándose de alta como entidad religiosa en el año 2006, con el nombre
de Comunidad Islámica Charif al-Idrissi.
La Comunidad Islámica Assalam se crea, al igual que las anteriores, a
mediados de los noventa, inscribiéndose como entidad religiosa en 1997. La
Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan tiene su origen en 1997, cuando miembros procedentes de otras comunidades islámicas existentes, y de asociaciones
134
vecinales y culturales se organizan en torno al hecho religioso, con el objetivo
puesto en el desarrollo de los musulmanes ceutíes y de toda la ciudad en general; esta comunidad se registra como entidad religiosa en 2006. En 1998 se
crea la mezquita Sidi Sebti, tratándose en este caso de una mezquita privada
familiar, situada en la planta baja de la vivienda de su fundador. A ella acuden
los familiares del propietario y amigos cercanos.
DESDE 2001 A LA ACTUALIDAD
El período que comprende desde el año 2001 hasta la actualidad se caracteriza
por la formalización de la mayoría de las asociaciones, comunidades y mezquitas
existentes, hasta un total de 24 (el 49% de las inscritas hasta julio de 2011);
menos de una decena de las entidades religiosas registradas en este período son
de nueva creación. Dos son los factores principales que van a generar esta dinámica asociativa. Por una parte la política de ayudas autonómicas destinadas a la
restauración de espacios de culto iniciada por el gobierno de Juan Vivas. En tanto
que estas ayudas debían tener a entidades con personalidad jurídica civil como
destinatarias, los grupos confesionales se van institucionalizando, así entre los
años 2000 y 2007 formalizan su situación el 32% de las entidades musulmanas
actuales. Las restauraciones de los espacios de culto islámicos han contribuido
significativamente a la concienciación de la existencia también de un patrimonio
cultural musulmán en la ciudad. El segundo hecho significativo en este período
es la creación de la federación UCIDCE (Unión de Comunidades Islámicas de
Ceuta) en 2007. Una de sus principales actividades ha sido la inscripción en
el RER de los espacios de culto islámicos de barrio, y de las escuelas coránicas
independientes, así como el apoyo a la creación de nuevas comunidades.
Las comunidades de nueva creación en este último período son las que gestionan mezquitas también de reciente creación. Algunas de ellas se encuentran
en proceso inscripción, como es el caso de la mezquita Dar Allah; mientras que
otras ya están inscritas como entidades religiosas. Estas últimas son la mezquita
Abul-Abbas Assabti (construida junto al morabito de Bel Abbás), la mezquita al-Ijlas y la mezquita al-Azhar. También de nueva creación son la escuela
coránica al-Fayr y las comunidades al-Kortobi y la Comunidad Islámica Badr
de Ceuta, esta última es la entidad religiosa del Consejo Benéfico y Religioso
Luna Blanca. La última comunidad en crearse cuando se cierra esta investigación (en 2011), es la Comunidad Islámica Imam Assabti, que está ubicada en
la mezquita Sidi Embarek.
Las federaciones musulmanas de Ceuta
A principios del siglo XXI el movimiento asociativo ceutí va a revitalizarse a
través, fundamentalmente, de la federación de las entidades islámicas.
Hacia el año 2000, y bajo el amparo de la FEERI, se crea la Comisión
Islámica de Ceuta, que está integrada inicialmente por ocho comunidades:
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Abbu Abbas Sebti que posteriormente pasa a ser Imam Malik, al-Kadi Ayyad,
al-Manar, Assalam -que estaba con la mezquita del Príncipe-, Consejo Benéfico
y Religioso Luna Blanca, Abu Bark, y la antigua comunidad de Benzú. La idea
con la que trabajaban era la de crear una federación similar a la Comisión Islámica de Melilla, formada años antes. Se redactaron los estatutos y se enviaron
al Ministerio de Justicia, pero no fueron aceptados por una serie de defectos
de forma, lo que hizo que sus impulsores desistieran de la idea de continuar el
proyecto. Esta Comisión Islámica de Ceuta tuvo una breve existencia en la que
se realizaron algunas actividades, como por ejemplo un campeonato de fútbol
entre colegios coránicos, algunas conferencias, etc.
Los miembros de otras entidades religiosas y asociaciones, que también habían
formado parte del movimiento asociativo ceutí desde los noventa, y que tenían
también el proyecto de crear una federación, se organizarán a finales de 2006.
Cuando la Comisión Islámica no prospera, deciden crear una entidad federativa
local junto a otras entidades que estaban también en UCIDE. Este proyecto
forma parte, asimismo, de la reestructuración que iniciara UCIDE en 2003 para
adaptarse a la realidad autonómica nacional, creando federaciones regionales
independientes que respondieran a las necesidades de cada autonomía. En abril
de 2007 se aprueban los estatutos de la nueva federación regional, y el 20 de
julio de 2007 se presenta oficialmente la Unión de Comunidades Islámicas de
Ceuta, UCIDCE, con la asistencia de las autoridades políticas, administrativas,
culturales y cuerpos de seguridad de la Ciudad Autónoma, del presidente de la
UCIDE, Riay Tatary y de los representantes musulmanes de la ciudad. Se trata de
«una federación dentro de otra federación» (L. Maateis, presidente de UCIDCE),
que como entidad religiosa federativa congrega a la mayor parte de las entidades
religiosas musulmanas de la Ciudad Autónoma y, a su vez, se adscribe a la federación nacional de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE).
Los objetivos de UCIDCE son los de ayudar, asesorar, colaborar, y cooperar
con las entidades religiosas, culturales, privadas, sociales, políticas y con la Administración desde una perspectiva independiente. Por ello pretenden conseguir
la unión de los musulmanes ceutíes, para lograr la mejora en la organización de
las entidades culturales y religiosas islámicas. Esta federación también trabaja por
el desarrollo de los derechos de los musulmanes y por favorecer la convivencia,
«que la gente se implique, y que se trabaje por mejorar las condiciones de vida
de la comunidad musulmana ceutí», así como por el desarrollo y la aplicación
efectiva del Acuerdo de Cooperación de 1992. «Y ese es nuestro trabajo, velar
por el interés de los musulmanes, legalizar la situación de los imames, regularizar las mezquitas, fomentar la educación, fomentar la convivencia, fomentar
la paz, la comunicación entre culturas, cooperar con las administraciones y...
queramos o no es un trabajo» (L. Maateis, presidente de UCIDCE).
La UCIDCE se ha convertido, en los últimos años, en el principal interlocutor de las comunidades musulmanas ceutíes ante la Administración española,
tanto la local-autonómica como la estatal. Esta federación integra en su seno
136
mezquitas y espacios de culto, comunidades religiosas con fines culturales y
comunidades religiosas con fines educativos. Todas las entidades religiosas
que integran la UCIDCE tienen personalidad jurídica propia, y mantienen
su independencia jurídica, administrativa, de gestión y de actividad, siendo la
federación la que las representa ante la Administración.
La UCIDCE se estructura en torno a varias comisiones: asuntos religiosos,
relaciones institucionales, cultura y deporte, asuntos sociales, gabinete de prensa,
asuntos jurídicos y exégesis coránica. Esta estructura, a su vez, se fundamenta
en un conocimiento profundo de la realidad asociativa islámica de la ciudad,
disponiendo de un completo archivo en el que se va sistematizando toda la
documentación de las mismas: información de todas las entidades federadas
(ubicación, historia, motivo de la creación, fecha de fundación, remodelaciones,
etc.). Este archivo no solo facilita las labores administrativas de la UCIDCE,
sino que también constituye un registro para la memoria islámica contemporánea de la ciudad.
Una de las primeras tareas que emprendió la UCIDCE fue la formalización
de los espacios de culto de la Ciudad Autónoma y la regulación jurídica de la
situación de los imames. Como ya se ha descrito, la mayoría de los espacios de
culto y de oratorios de barrio, funcionaban de la manera tradicional sin ningún
tipo de formalización jurídica, lo que dificultaba cualquier tipo de reconocimiento de las mismas. El primer paso en la inscripción de estos espacios y sus
comunidades como entidades religiosas fue la normalización de estos lugares, ya
que en muchos casos se trataba de donaciones de particulares a la comunidad,
sin que mediara ningún documento. Tras la normalización del espacio se procedió a la inscripción de las comunidades en el RER, para que estas tuvieran la
personalidad jurídica de entidad religiosa. En este proceso muchas comunidades
han cambiado el nombre, aquel por el que se las conocía popularmente (el de
la mezquita, o el del barrio) se ha modificado por uno nuevo con objeto de que
no existan duplicidades nominativas. Este hecho, y la cantidad de inscripciones
realizadas en un breve período, ha llevado a que en ocasiones se hable de la «entidades fantasma» en la ciudad, «ellos cuando escuchan Comunidad Gufran se
creen que nunca ha existido, claro que nunca ha existido con ese nombre, pero
como paredes y espacio físico ha estado toda la vida» (H. Mohamed, vicepresidente de UCIDCE). Simultáneamente se abordó la cuestión de la regulación y
normalización de los imames que ejercen sus labores en Ceuta.
Los proyectos de UCIDCE se formulan en torno a dos bloques: la religión,
las autoridades religiosas y los espacios de culto por una parte, y la educación, la
cultura y el deporte por otra. En relación al segundo bloque de actividades están
los programas para el fomento de la lectura, la lucha contra el fracaso escolar y el
esfuerzo para equiparar oportunidades sobre la base de la educación, celebración
de conciertos de cantos coránicos, cursos de árabe y de español, así como de
informática y de Internet. Todas estas actividades están destinadas tanto a niños
137
como a jóvenes y adultos de ambos géneros. Para llevar a cabo estos proyectos,
especialmente aquellos que tienen lugar en el espacio público, la UCIDCE cuenta, fundamentalmente, con las ayudas de la Ciudad Autónoma (conservación de
espacios de culto y actividades culturales) y con la de la Fundación Pluralismo
y Convivencia (proyectos relativos a la educación, cultura y deporte). Entre
los objetivos de estos proyectos está el de visibilizar las actividades organizadas
desde la UCIDCE, tanto en los barrios como en el conjunto de la ciudad, así
como la participación y compromiso de los vecinos en dichas actividades. En la
actualidad gestionan, también, ayudas para las comunidades y asesoramiento en
la elaboración y justificación de los proyectos que las comunidades presentan a
la Fundación Pluralismo y Convivencia, la cuestión de los profesores de religión
islámica en las escuelas públicas, aspectos relativos a temas sanitarios como es
la atención médica para niños desfavorecidos, la apertura de un oratorio para
musulmanes en el Hospital Universitario de Ceuta, etc.
La UCIDCE participa, asimismo, en las distintas actividades que se organizan en Ceuta, ya sea las organizadas por otras confesiones (como la asistencia a
inauguraciones de templos), o las organizadas por la ciudad u otras instituciones
de la misma, como por ejemplo la celebración en 2011 del centenario de la
creación del Cuerpo de Regulares.
En la actualidad la mayoría de las entidades religiosas musulmanas ceutíes
están integradas en UCIDCE. En cuanto a las demás: tres comunidades pertenecen a UCIDE nacional pero no a la federación local (Comunidad Islámica
de Ceuta, al-Bujari y Comunidad Islámica Imam Malik), y dos forman parte de
la FEERI (Comunidad Musulmana de Ceuta y Comunidad Islámica Badr de
Ceuta). Solo se ha mantenido independiente, sin unirse a ninguna federación,
la zauia Amigos del Islam.
La religiosidad musulmana en Ceuta
En la Ceuta contemporánea conviven, fundamentalmente, dos formas de religiosidad: una religiosidad tradicional articulada en torno a la vida cotidiana, la
familia y los espacios de sociabilidad religiosos habituales, como son la mezquita
y la escuela coránica; y un segundo tipo de religiosidad que, a partir del estudio
y análisis de los textos sagrados y teológicos, tiende hacia la ortopraxis aunque
respetando las formas y creencias tradicionales.
La religiosidad tradicional es aquella que se ha ido transmitiendo de generación en generación, de forma oral, aprendida y desarrollada en la vida cotidiana,
en el contacto con el entorno. Esta se vincula no solo a los preceptos islámicos
sino también a formas de espiritualidad específicas, a lugares con baraka, a
tumbas de santos, a tradiciones locales y a determinados ritmos y sabores; se
trata de una forma de expresión religiosa flexible que permite la adaptación a los
cambios socio-históricos. En esta forma de vivir el hecho religioso la mezquita
138
es un espacio masculino, que no forma parte de la tradición femenina, y que se
explicita en las relaciones que se establecen con las mezquitas-oratorios de barrio.
Antes los vecinos cuidaban a los imames, les daban de comer, les ayudaban,
y el imam vivía normalmente del colegio, los niños les daban una pequeña
mensualidad, los vecinos les traían la comida, el almuerzo, una vez a la
semana le daban un regalito, y de eso vivía lo que es la mezquita.
(Miembro de la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik)
El mantenimiento y funcionamiento de estos espacios, que son simultáneamente escuela coránica y vivienda del imam, ha sido asumido, tradicionalmente, por grupos de vecinos de la barriada en la que se ubica, constituidos en
comunidad informal, yama’a. Se trata de comunidades que van cambiando a
lo largo del tiempo y con ellas la propia dinámica del oratorio, de modo que
la historia de la mezquita se convierte en la memoria histórica del barrio y de
sus habitantes.
Sin embargo, estas formas tradicionales van cediendo terreno ante los procesos contemporáneos, basados más en la lectura y estudio de los textos que en
la recitación comunitaria del Corán. Asimismo, la institucionalización de las
comunidades, ante la creación de juntas directivas que dirigen el funcionamiento
de las mezquitas y se configuran como representantes de las mismas, las formas
tradicionales de yama’a de vecinos que cuidan de la mezquita están reduciendo
su presencia. En todas estas formas de religiosidad la mujer musulmana está
muy presente en las comunidades y en las mezquitas; hoy en día reivindican
su espacio y actividad en las mismas, por lo que forman parte de numerosas
juntas directivas. En las nuevas mezquitas edificadas se contempla la existencia
de un espacio específico femenino, y hay agrupaciones femeninas en su seno,
independientes del colectivo masculino. A ello se añade el surgimiento de asociaciones y comunidades organizadas y gestionadas por mujeres.
La cuestión de la autoridad religiosa: los imames
Un aspecto significativo en relación a la religiosidad musulmana en Ceuta atiende a los orígenes de este colectivo. Frente a la consideración de la religiosidad en
términos de continuidad (que desde hace unos años se denomina como «islam
marroquí» o «islam maliki»), otros musulmanes ceutíes enfatizan en las nuevas
formas de religiosidad. Esta confrontación habitualmente es interpretada como
una estrategia de reivindicación de la marroquinidad versus la españolidad de
los musulmanes de la ciudad. De modo que, como ya reflexionara Christiane
Stallaert en 1998, las comunidades se hallan en una situación complicada, ya
que si defienden su autonomía frente al mundo musulmán corren el riesgo
de perder su identidad ciudadana, mientras que si aceptan el apoyo de otros
musulmanes, especialmente desde Marruecos, se convierten en sospechosos de
139
conspirar contra la ciudad. La manifestación más evidente de esta problemática
está en la cuestión de los imames y de la autoridad religiosa.
La diversidad de posiciones existentes en la actualidad en relación a la religiosidad y a la autoridad religiosa, y el frágil equilibrio de fuerzas se deben,
en gran medida, a la herencia de la época del Protectorado. En esa época los
musulmanes ceutíes dependían del Estado centralizado español, tanto administrativa como políticamente. Sin embargo, el ámbito cultural y religioso —y los
aspectos administrativos y económicos de este— recaían en el Majzen marroquí,
que era el que nombraba y sostenía a los imames de la ciudad. Esta situación se
prolongará durante todo el Protectorado e incluso después de la independencia
de Marruecos (1956). En este contexto, el hecho de que los imames provengan
del país vecino se observa con normalidad por parte de los musulmanes ceutíes;
se trata de una situación que en la actualidad se justifica sobre la base de razones
históricas, afinidades lingüísticas, cuestiones económicas y, sobre todo, por la
inexistencia de un sistema formativo adecuado de imames en España.
Los imames de Ceuta, que yo recuerde, de toda la vida han venido de
Marruecos, primero por el idioma, y segundo porque aquí no tenemos formación de imames, y luego porque a un imam hay que pagarle su nómina,
su seguridad social, y no hay ninguna mezquita que sea capaz de pagar ese
dinero. Hay que ver la realidad. Vienen de Marruecos primero porque no
hay otros, y segundo por razones económicas. Y una mezquita tiene que
tener dos imames, porque éstos tienen sus necesidades que atender, y tiene
que haber siempre al menos un imam en la mezquita.
(Miembro de la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik)
La praxis religiosa y la cuestión de los imames de las ciudades de Ceuta y
Melilla, se entremezcla con las reivindicaciones marroquíes, desde su independencia, sobre las dos ciudades y las Islas Chafarinas que consideran «usurpadas»
por España. Aquellos que mantienen una postura promarroquí defienden lo que
denominan como «Islam maliki». Esta denominación no remite tanto a la escuela
jurídica maliki (que es la mayoritaria del norte de África y en España), como al
reconocimiento y fidelidad al rey alauí, quien aúna el poder político y el poder
religioso debido a su posición de «comendador de los creyentes». En palabras del
presidente de la Comunidad Musulmana de Ceuta: «El malikismo marroquí significa que Mohamed VI reconoce al malikismo como escuela, Malik era el imam
de la Medina, primer imam de la Medina, y significa que los musulmanes deben
reconocer al rey como comendador de los creyentes, y su autoridad religiosa.»
Frente a esta posición, otros colectivos musulmanes ceutíes, aún reconociendo el liderazgo religioso del rey de Marruecos por cuanto vela por el cumplimiento de la Ley e impulsa el estudio de las ciencias religiosas, no se muestran
conformes con su deseo de gestionar las comunidades asentadas fuera de ese
140
país. Estos colectivos reivindican su independencia del reino vecino en cuanto
a la gestión y administración de las mezquitas, sosteniendo que las mezquitas
ceutíes son espacios de culto de y en España. Tal y como comenta el presidente
de UCIDCE: «Quien profesa la religión no necesita la ayuda de nadie porque
tiene sus representantes, sus comunidades y estamos trabajando bastante bien.
Por ley, dependemos de la Dirección de Asuntos Religiosos de Madrid, y no
tenemos por qué desmentirlo» (El Faro de Ceuta, 1 de noviembre de 2009).
El proceso iniciado para la consecución de la regulación de la situación de
los imames de Ceuta es el detonante que vuelve a llevar a la actualidad este
debate, que se une al que se iniciara a raíz de los atentados terroristas de Madrid
en 2004 sobre la autoridad religiosa y el control del discurso de los imames,
así como el que se establece en relación a la colaboración de Marruecos en la
organización del islam en España y en Europa. A esta situación, en el caso de
Ceuta, se suman las tensiones internas habituales intra e inter comunidades. La
escenificación de esta compleja situación, del frágil equilibrio y de la división
existente en relación a las distintas formas de entender la religiosidad y las
fidelidades, tiene lugar desde hace unos años en la celebración de la musal-la
con ocasión de las dos fiestas religiosas canónicas: la fiesta que marca el final
del mes de ramadán y la fiesta del cordero.
En el año 2008 la ciudad autoriza la celebración de la musal-la, rezo colectivo
al aire libre con el que dan comienzo las fiestas islámicas, en los terrenos militares
cedidos por el Ministerio de Defensa en la zona denominada Loma Margarita.
Esta iniciativa tenía, entre sus objetivos, unir a todos los musulmanes de la
ciudad con ocasión de la fiesta. En este primer año ya comienzan a escenificarse
las tensiones existentes, por cuanto los representantes de la FEERI en Ceuta se
desmarcaron de esta iniciativa organizando un rezo alternativo en la explanada situada junto a la mezquita de Sidi Embarek, y el imam de esta mezquita,
Ahmed Liazid, rehusó dirigir la oración de Loma Margarita, manteniendo la
mezquita abierta para sus fieles a pesar de la petición, en sentido contrario y a
iniciativa de Marruecos, que le hicieron otros grupos que tienen su sede social
en la mezquita8. Esta situación se ha repetido en las distintas festividades hasta
la actualidad, convocándose paralelamente dos musal-la: la organizada por la
UCIDCE en Loma Margarita, y la de los afines a los planteamientos de la FEERI
en las inmediaciones de la mezquita Sidi Embarek. Estas convocatorias, a su
vez, han estado acompañadas de actividades de diversa índole encaminadas a
forzar la elección de una u otra musal-la a los musulmanes de la ciudad, como
por ejemplo cuando en el año 2009 se denunció la existencia de amenazas
contra aquellos imames que aceptaran la invitación de UCIDCE para oficiar la
8. Véase el apartado referido a la mezquita de Sidi Embarek.
141
oración en Loma Margarita9. La coexistencia de dos musal-la lleva a que algunas
comunidades opten por celebrar las festividades de forma independiente en sus
respectivas mezquitas, que permanecen abiertas en esas fechas.
Ceuta cuenta con unos 60 imames residentes, y algunos de ellos llevan
varias decenas de años atendiendo la misma mezquita10. La mayoría de las
mezquitas disponen de los servicios de dos imames, uno oficial que es el que
dirige las oraciones preceptivas diarias y atiende las necesidades espirituales de
la comunidad, y un segundo que es el «imam de los viernes», quien pronuncia
el sermón de la oración de este día, y es designado por el Mandub de la cercana
ciudad marroquí de Rincón-Mdiq. En ocasiones el imam residente cuenta el
apoyo de un ayudante, taleb, un varón que estudia junto al imam y que hace
las veces de asistente del mismo. Las mezquitas más grandes, así como aquellas
que tienen más actividad disponen de los servicios de tres imames, y algunas
hasta cuatro. La costumbre es que el imam oficial resida en el interior de la
mezquita, disponiéndose en estas de un espacio adaptado a su vivienda.
Los imames, en general, están en posesión de la titulación oficial como tales.
El origen foráneo de la mayoría de ellos conlleva que, en muchas ocasiones, no
conozcan el idioma español, por lo que en el año 2010 53 imames ligados a
comunidades adscritas a la UCIDCE se matricularon en el curso de español para
imames, superando ampliamente el cupo propuesto por los organizadores. Este
curso fue organizado por la Fundación Pluralismo y Convivencia en colaboración
con el Instituto Cervantes de Tetuán. Entre los objetivos de este curso está «el
de contribuir a la formación de los ministros del culto de la religión islámica o
líderes de las comunidades islámicas para que adquieran una buena competencia
a nivel de comunicación en castellano, conocimiento de la cultura y sociedad
española y desenvolverse en las situaciones de la vida cotidiana, haciendo especial
insistencia en alcanzar un cierto nivel de expresión oral»11.
Las mezquitas
En la actualidad la Ciudad de Ceuta cuenta con 31 mezquitas. Entre ellas las
más conocidas, por su antigüedad y por orden cronológico, son las siguientes:
9. «Acusan al delegado del Ministerio de Asuntos Religiosos marroquí en la vecina ciudad
de Mdiq (Rincón en tiempos del protectorado español) de maniobrar para impedir la oración
en la Loma Margarita. «Hubo coacciones», asegura […], que encabeza una asociación afiliada a
la UCIDCE. Desde la FEERI, en cambio, se reprocha a sus rivales de haberles amenazado con
privar de residencia, gracias a sus buenas relaciones con las autoridades españolas, a los imanes
que no colaboren con ellos» (El País, 21 de septiembre de 2009).
10. Sobre la cuestión de la autoridad religiosa y de los imames en España, pude consultarse:
MORERAS, J. (2007): Imams de Catalunya, Empurias, Barcelona.
11. Tomado de la Convocatoria 2010, para la solicitud de cursos gratuitos de castellano para
los imames y líderes de las comunidades islámicas de las Comunidades Autónomas de Madrid
y Murcia y la Ciudad Autónoma de Ceuta.
142
Mezquita de Sidi Embarek, Mezquita de Muley el Mehdi, Mezquita del Príncipe, Mezquita al-Karidien, Mezquita Ibn-Ruch, Mezquita al-Ansar, Mezquita
de Sanidad, Mezquita Badr, Mezquita an-Noor, Mezquita al-Umma, Mezquita
Abul-Abbaas Assabti Aljazrachi y Mezquita de la calle Sevilla.
MEZQUITA DE SIDI EMBAREK
La mezquita de Sidi Embarek, es una de las más emblemáticas de la ciudad
por el lugar donde se levanta, así como una de las más respetadas tradicionalmente en Ceuta. La mezquita se ubica en los terrenos contiguos al morabito
del mismo nombre, que data probablemente del siglo XVIII, y al cementerio
musulmán. Según los testimonios orales recabados, la primera mezquita data
de los años veinte del siglo XX, siendo entonces un pequeño edificio, y junto
a ella se levantaba una pequeña escuela coránica. En 1947 la mezquita inicial
recibe la primera de una serie de reformas, edificándose en ese momento el
alminar. La gestión de esta mezquita se hacía al modo tradicional, es decir, era
cuidada por los vecinos del barrio, y contaba con un imam nombrado entonces
por la mandubia tetuaní.
En 1995 la mezquita Sidi Embarek da muestras de un grave problema
de deterioro, y los técnicos municipales y los militares aconsejan su derribo, por lo que este grupo de personas, que trabajan ya previamente en el
mantenimiento de la misma, deciden la construcción de un nuevo edificio
en el mismo lugar, manteniendo el minarete en tanto que es patrimonio de
la ciudad. En ese año comienzan a recaudar fondos para la edificación, la
mayoría de ellos proceden de donativos de los vecinos, y con una ayuda del
gobierno marroquí.
La nueva mezquita se inaugura oficialmente en diciembre de 1997, contando
con la presencia de las autoridades políticas y militares de la ciudad, así como de
los representantes de todas las confesiones religiosas. La principal remodelación
de la mezquita, además de las mejoras en su estructura, consistió en la ampliación
de la sala de oración, la ampliación de los bajos traducidos en un cambio de
nivel, en una escuela más espaciosa con varias aulas, mejores servicios básicos,
accesos, etc. A instancias del imam Liazid, el grupo que se había hecho cargo de
la edificación se constituye formalmente con el nombre de Consejo Religioso
y Benéfico Luna Blanca, asumiendo Liazid el cargo de presidente del mismo.
En 1998 se constituye formalmente la escuela coránica, heredera de la anterior,
con el nombre de Colegio Abu al-Hasan Achcharri, de la que el imam Liazid
será su director hasta el año 2005, y que está situada en los bajos de la mezquita,
cerca de las oficinas y de la cocina12. Hasta el momento no se ha restituido a la
12. Sobre el Colegio Abu Al-Hasan Achcharri se hablará en el apartado dedicado a la enseñanza de la religión islámica.
143
Comunidad Musulmana de Ceuta el espacio acordado en la nueva mezquita;
sin embargo esta última sigue manteniendo como sede social la dirección de la
mezquita, y comparte el espacio con el Consejo Religioso y Benéfico.
Desde la inauguración de la nueva mezquita se va a ir formando una nueva
yama’a, integrada por los vecinos del barrio muy implicados en su mantenimiento y que se organizan en torno a la figura y guía espiritual del imam Liazid,
ceutí de nacimiento y cuyas jutbas, en dariya y en castellano, son ampliamente
valoradas por la comunidad musulmana. Esta yama’a es una comunidad integrada por hombres y mujeres que, inicialmente, se organizan al modo tradicional
y que van a implicarse de una manera significada en el Colegio.
En el año 2005 se produce una escisión en el seno del Consejo Religioso
y Benéfico Luna Blanca, debido a problemas internos de funcionamiento,
que traerá consigo la dimisión del imam Hamed Liazid como presidente del
Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca, y la desvinculación del Colegio del
Consejo Religioso y Benéfico que pasa a ser gestionado por la nueva yama’a.
Algún tiempo después Liazid cede la dirección del Colegio a su hija (que hasta
entonces había ejercido las funciones de subdirectora), y mantiene su posición y
funciones como imam de la mezquita Sidi Embarek. Como consecuencia de la
problemática surgida de la escisión, y con objeto de poder mantener el cuidado
y la administración de la mezquita, la yama’a de la mezquita se inscribe como
entidad religiosa en el RER en el año 2007. En sus estatutos recoge que entre
sus fines está la «Administración y gestión de los centros propios: La mezquita
Sidi Embarek, Cocina-comedor benéfico y colegio Abu al-Hasan Acharri»
(Art. 7), por lo que esta Comunidad se convierte en la representante legal de la
mezquita. En 2009 se adscriben a la UCIDCE según el acuerdo al que llegan
en una asamblea extraordinaria.
La formalización de la Comunidad Mezquita Sidi Embarek conlleva la
creación, por parte de Luna Blanca, de una segunda entidad religiosa, la Comunidad Islámica Badr de Ceuta, inscrita en el Registro de Entidades Religiosas
como tal en 2008, «Badr es la entidad religiosa de Luna Blanca» (M. Abdelkader,
representante de Luna Blanca).
A partir de ese momento las disensiones entre las distintas comunidades y
asociaciones que tienen su sede en la mezquita van a aumentar considerablemente. La existencia de dos entidades religiosas compartiendo un mismo espacio, y la pugna por la legitimidad y el control de la mezquita, ha generado una
serie de problemáticas que han trascendido los límites de la propia mezquita,
y que se han expresado tanto en la celebración de las fiestas religiosas islámicas,
como en los duros enfrentamientos tras las oraciones del viernes que condujeron a la dimisión definitiva de Hamed Liazid, como imam de la mezquita, en
marzo de 2010. En 2011 se constituye una tercera entidad religiosa ligada a la
mezquita Sidi Embarek, la Comunidad Islámica Imam Assabti, haciendo aún
más compleja la situación.
144
Las entidades religiosas iniciales creadas en torno a la mezquita de Sidi
Embarek llevan a cabo actividades diferenciadas, tanto en su organización
como en cuanto al espacio en el que tienen lugar. La Comunidad Mezquita
Sidi Embarek se encarga del Colegio Abu al-Hasan Achcharri, organiza charlas
religiosas en la mezquita seguidas de una cena en comunidad, etc. Igualmente
desarrolla un importante programa de actividades destinado a las mujeres, por
lo que han constituido una Comunidad de Mujeres de la Mezquita Sidi Embarek. Se trata de un grupo femenino que, que además de apoyar a la yama’a
masculina, organiza sus propios eventos, como son las charlas religiosas durante
el mes de ramadán.
La Comunidad Islámica Badr, por su parte, realiza actividades fundamentalmente culturales, como es la colaboración en la organización de La Amara o
romería a Sidi Embarek, la colaboración con la prensa con ocasión de las fiestas
musulmanas y el desarrollo de una página web (www.webislamceuta.com).
MEZQUITA DE MULEY EL MEHDI (COMUNIDAD ISLÁMICA IMAM MALIK)
La Mezquita de Muley el-Mehdi es una donación estatal a los musulmanes de
Ceuta. Fue construida según los planos del arquitecto municipal José María
Tejero y de Benito, e inaugurada el 18 de julio de 1940. Al acto de inauguración acudieron las autoridades militares y civiles tanto de la ciudad como del
Protectorado Español en Marruecos, contando también con la presencia del
Jalifa Muley El Hassan Ben El Mehdi. Días después de la inauguración oficial,
la mezquita se abría al culto. Se trata de un edificio de 300 metros cuadrados
en su interior, a los que se añaden otros 300 en el patio de acceso y la entrada;
en la actualidad puede llegar a acoger hasta 1.000 personas en la oración de los
viernes. Resulta significativo que carezca de espacio específico para las mujeres
debido a la época en la que fue edificada; no obstante, a iniciativa del imam
Liazid, entonces encargado de los aspectos espirituales de la comunidad, se
adaptó una parte del patio para ellas en la renovación del edificio en la década
de los noventa.
Esta mezquita ha estado a cargo de varias yama’a o comunidades de vecinos
o fieles que se ocuparon de las necesidades materiales, llevaban comida al imam
y este último ejercía también como profesor de la escuela coránica, de cuyo
sueldo vivía. En la década de los setenta la mezquita tuvo que ser reformada
por su deterioro. Esto fue seguido de un período de vacío organizativo, hasta
que en la década de los ochenta se crea una nueva comunidad, que «tenía más
visión política que otra cosa, era para crear la documentación de la gente, cuando termina lo de la ley de extranjería esa comunidad desaparece y es cuando
entramos nosotros, entramos en el 92» (miembro de la junta directiva de la
Comunidad Islámica Imam Malik). En 1992 un grupo de antiguos alumnos
de la escuela de la mezquita Muley el Mehdi observa que el edificio se está
deteriorando de nuevo y que necesita reparaciones por lo que, siguiendo las
145
sugerencias de las autoridades municipales en el procedimiento para solicitar
ayudas económicas, optan por conformarse como asociación, con el nombre de
Asociación Cultural Abu Abbas Assabti. A partir de su formalización comienzan
a trabajar en la restauración de la mezquita, la mejora de la escuela coránica,
etc. En el año 1996 hubo un intento de inscribir una comunidad denominada
Yama’a de la Mezquita Muley el Mehdi, cuya solicitud fue rechazada por un
defecto de forma en sus estatutos (Catalá, 2004: 474-476). Será en el año 2001
cuando la asociación se inscriba definitivamente como entidad religiosa bajo el
nombre de Comunidad Islámica Imam Malik.
En 2006 el Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca firma un convenio
con la ciudad, para rehabilitar las tres principales mezquitas de la ciudad, siendo
la de Muley el Mehdi la primera en beneficiarse de este convenio. La reforma se
realiza en 2007. Recientemente, debido al deterioro del minarete, la mezquita
ha afrontado otra restauración llevada a cabo mediante una subvención de urgencia concedida por la ciudad para este fin en marzo de 2011. Los miembros
de la comunidad Imam Malik se autodefinen como una comunidad abierta,
por no discriminar a nadie y recibir a todas las confesiones.
En la actualidad, además de la escuela coránica13, se desarrollan distintas
actividades por parte de la comunidad, como por ejemplo excursiones con niños
y jóvenes, participación en programas educativos de la ciudad, o en la Feria
del Libro de Ceuta, donde cuentan con un stand propio en el que se ofrece
bibliografía islámica, tanto en español como en árabe, etc.
Desde el punto de vista religioso organizan conferencias islámicas semanales
en las que se traen ponentes de otros lugares, y suelen tener lugar por las noches
en la mezquita. Durante el mes de ramadán ofrecen a los fieles un completo
programa de charlas, que en 2011 ha sido organizado en colaboración con el
Mandub y el Consejo Regional de Ulemas de Rincón (Marruecos). Asimismo
ofrecen cursos de formación específicos para la correcta realización del hach,
la peregrinación a La Meca. La organización de la conmemoración pública del
Mawlid, del nacimiento del Profeta, es una de las actividades más significativas.
MEZQUITA DEL PRÍNCIPE (COMUNIDAD ISLÁMICA AL-AMIN)
La Mezquita del Príncipe se encuentra en la barriada que le da el nombre y
por el que es popularmente denominada, en la zona conocida como Poblado
Legionario. El edificio actual fue inaugurado oficialmente en 1966. Se trata
de una mezquita con minarete, que, además de la sala de culto y un amplio
patio andalusí para las abluciones, dispone de espacio de las mujeres y de una
escuela coránica en su interior. La yama’a del barrio gestiona esta mezquita,
13. De la Escuela Coránica Imam Malik se hablará más adelante, en el apartado relativo a
la educación islámica.
146
que no se inscribió como entidad religiosa hasta el año 2007, con el nombre
de Comunidad Islámica Masyid al-Amir.
La mezquita se gestiona por la yama’a al modo tradicional, según las indicaciones de la junta directiva de la comunidad. Dispone de los servicios de tres
imames, todos ellos con permiso de residencia, que se encargan también de las
clases de árabe y Corán que se imparten en la escuela coránica. Esta última,
al igual que la sala de oración y reunión de las mujeres, se sitúa en edificios
construidos en el perímetro de la mezquita, y cuenta con cuatro aulas para las
clases. El espacio destinado a las mujeres fue construido años después de la
edificación principal ya que en aquella época no existía la costumbre de que
acudieran las mujeres. Los miembros de esta comunidad disponen de un amplio
programa educativo dirigido a las mujeres, basado en la formación religiosa y
en la alfabetización, tanto en español como en árabe clásico.
La atención a la infancia y la juventud es una de las principales preocupaciones de esta comunidad, debido al contexto en el que desarrolla sus actividades
(alto porcentaje de población infantil y juvenil, fracaso escolar, desempleo,
desestructuración social, etc.), orientando la formación de éstos fundamentalmente hacia el deporte. La mezquita cuenta con un club de fútbol, en el
que participan unos 120 niños en las distintas categorías, distribuidos en diez
equipos oficiales.
Interior de la mezquita del Príncipe
(foto: S. Tarrés)
Interior de la Mezquita
Abul-Abbas Assabti Aljazrachi (foto: S. Tarrés)
MEZQUITA AL-KARIDIEN (COMUNIDAD ISLÁMICA ABU BAKR)
La mezquita al-Karidien se encuentra situada en la barriada Vicedo Martínez,
y fue creada originariamente, a principios de la década de los cincuenta del
147
siglo XX, como una zauia sufí. Tras una serie de cambios internos significativos,
en la década de los ochenta deja de funcionar como zauia para convertirse en
una mezquita cuyo mantenimiento y gestión ha sido continuada por los descendientes de los fundadores.
Hacia el año 2000 deciden formalizar la comunidad como asociación cultural, bajo el nombre de Abu Bakr, y poco después comienzan los trámites para
registrarse como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia, obteniendo la
inscripción en el año 2006 bajo el nombre de Comunidad Islámica Abu Bakr.
Debido a que las instalaciones de la mezquita se habían quedado insuficientes para atender al creciente número de fieles, e impulsados por las mujeres
del barrio (algunas de las cuales forman parte de la junta directiva de la comunidad) que querían tener un espacio propio para sus oraciones, reuniones y
actividades, se decide su remodelación. En 2009 el antiguo edificio se derriba
para construir uno nuevo, en los mismos terrenos, que es inaugurado en el
mes de ramadán de 2010. La financiación del nuevo edificio se ha realizado
gracias a las aportaciones de la comunidad de fieles, tanto económica como
de mano de obra, y a través de la donación altruista de materiales, así como
a una subvención de la ciudad merced al convenio suscrito con el Consejo
Benéfico y Religioso Luna Blanca para la rehabilitación de las mezquitas. El
nuevo edificio dispone de dos plantas (la primera acoge la sala de oración
principal y la otra las aulas de la escuela coránica) y una entreplanta para
las mujeres. Dos de las plantas cuentan con un monitor para poder seguir la
oración del imam.
De las actividades que organiza la Comunidad Abu Bakr, además de las
habituales relativas a la escuela coránica, conferencias, etc., destaca el amplio
programa de actividades deportivas que desarrolla, orientadas fundamentalmente hacia los más jóvenes de la barriada. Tienen equipos, tanto femeninos como
masculinos, de balonmano y fútbol en las diferentes categorías; estos equipos
participan en competiciones y trofeos regionales. Entre los monitores deportivos
hay miembros de la comunidad de ambos sexos; estos se ocupan de los distintos
aspectos, tanto deportivos como de gestión de los distintos equipos. Asimismo,
las actividades deportivas están acompañadas de otras en las que se estimula la
sociabilidad y los modales islámicos como, por ejemplo, las meriendas periódicas
que se ofrecen a los niños de los distintos equipos de fútbol.
MEZQUITA IBN RUCH
La Mezquita Ibn Ruch se encuentra situada en la barriada de Benzú, por lo
que habitualmente se la conoce con ese nombre. La mezquita originaria de la
barriada, mezquita Imam Malik «que tenía un mini minarete», databa de la
década de los sesenta y estaba situada a unos 100 metros de la actual. Debido
a que sus instalaciones se quedaron pequeñas para las crecientes necesidades
de la población de la zona, tanto espirituales como educativas, en el año 1995
148
se decidió construir el nuevo edificio, lo que se hizo en un terreno militar (los
terrenos deportivos de un antiguo cuartel, del que se ha conservado la garita de
vigilancia, «la dejamos por la historia, para recordar el origen de esto»), cuyo
uso fue cedido para fines religiosos. El nuevo edificio fue inaugurado oficialmente en 1998. Inicialmente la comunidad se organizaba como asociación
cultual local, y será tras la edificación de la nueva mezquita cuando la yama’a
del barrio se constituya formalmente como entidad religiosa, en el año 2000,
con el nombre de Comunidad Islámica Ibn Ruch de Ceuta, estableciéndose
una continuidad generacional en la gestión de la misma. La mezquita consta
de dos plantas y minarete, la planta baja está destinada a las actividades de la
asociación cultural Ibn Ruch: las oficinas, una pequeña biblioteca y las aulas
de la escuela coránica14. La planta superior está destinada a uso exclusivamente
religioso, y la sala principal de oración está dividida en dos partes, una de ellas
reservada a las mujeres. También cuenta con una vivienda para el imam. La
mezquita dispone de los servicios de dos imames, que son hermanos y llevan
más de 40 años atendiendo a los vecinos de Benzú, uno se ocupa de las necesidades espirituales de los vecinos durante la semana, y el otro hace la jutba
los viernes, turnándose en estas labores. Los imames también imparten clases
religiosas para adultos, de Corán, jurisprudencia, etc. en el espacio interior
de la mezquita.
La Comunidad de Ibn Ruch forma parte de UCIDCE desde la creación de
esta última, y la presentación oficial de la federación tuvo lugar en esta mezquita.
Asimismo, con objeto de celebrar el primer aniversario de UCIDCE, en 2008,
se celebró un congreso, de dos días de duración, en el que se desarrolló un
completo programa de conferencias. Estos congresos de la federación se han
continuado celebrando anualmente.
Las actividades de la comunidad de Ibn Ruch abarcan distintos ámbitos,
como el religioso, el educativo y el deportivo. En este último caso, gracias a la
cercanía de un polideportivo, pueden mantener un equipo de fútbol así como
un grupo de jóvenes que practican el atletismo. Asimismo organizan distintas
competiciones, y en este caso reciben una pequeña ayuda del ayuntamiento
que se invierte en los trofeos para los ganadores «de las liguillas». Las mujeres
de la comunidad han conformado un grupo propio que desarrolla actividades
dirigidas a la población femenina, como es la celebración de conferencias religiosas que atañen a los distintos aspectos de la vida cotidiana, así como clases
de costura.
14. Sobre esta escuela coránica se hablará en el apartado relativo a la educación islámica.
149
MEZQUITA AL-ANSAR (COMUNIDAD ISLÁMICA MASYID AL-ANSAR)
La Mezquita al-Ansar, situada en la barriada del Príncipe, data de los años
setenta del siglo XX. Se trata de una mezquita de barrio que comienza gracias
a la donación que un vecino del barrio hace de una «barraquita», con objeto
de convertirla en escuela coránica para los niños, y que también servía para
las oraciones preceptivas diarias. Progresivamente, y gracias a la acción de los
vecinos, se va reformando y edificando dignamente. El edificio actual de la
mezquita, que cuenta con minarete, fue inaugurado en el año 2002. En 2007 se
inscribe en el Ministerio de Justicia como entidad religiosa, bajo el nombre de
Comunidad Islámica Masyid al-Ansar. La mezquita consta de una amplia sala
de oración para varones, y de un espacio destinado a escuela coránica. Disponen
de los servicios de dos imames, y en ella se celebra la oración de los viernes con
jutba. El imam oficial, además de atender a las necesidades espirituales de los
fieles, se encarga también de las clases de árabe y Corán a los niños que acuden
al lugar, en torno a la treintena.
MEZQUITA DE SANIDAD (COMUNIDAD ISLÁMICA MASYID AL IMAN)
La mezquita conocida como de Sanidad, por la barriada donde se ubica, tiene
su origen en la década de los ochenta. Se trata de una mezquita de barrio, construida por un musulmán devoto, siendo la única de la zona. Tras un período en
el que estuvo cerrada, se rehabilitó y volvió a abrirse a finales de los noventa.
Este lugar se inscribió como entidad religiosa en el año 2007 con el nombre
de Comunidad Islámica Masyid al Iman.
Los fieles que acuden a ella a las oraciones preceptivas diarias son personas
mayores del barrio, siendo la mezquita de Sidi Embarek la que tienen como
referencia para realizar la oración del viernes, por lo que solo cuentan con
los servicios de un imam. La mezquita consta de dos plantas, estando la sala
principal de oración en la primera, pero al ser de pequeñas dimensiones no
dispone de sala de mujeres; en el semisótano se encuentra el aula que sirve de
escuela coránica para niños y mujeres adultas, impartiéndose clases de árabe y
de Corán. La mezquita y la escuela se financian con las aportaciones voluntarias
de los vecinos, y recibe ayudas, en forma de material escolar, por parte de la
administración local. También ha contado con una pequeña ayuda por parte
de la Fundación Pluralismo y Convivencia para actividades concretas.
MEZQUITA BADR (COMUNIDAD ISLÁMICA MASYID BADR)
Se trata de otra mezquita de barrio ubicada en la barriada de Príncipe Alfonso, que no destaca tanto por sus características arquitectónicas cuanto por las
actividades e influencia que tiene en la barriada. La primera comunidad, que
data de 1986, tenía como actividad fundamental la realización de las oraciones
preceptivas diarias y las clases de Corán; y no será hasta el año 2007 cuando
se inscriba como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia. Debido a las
150
malas condiciones en las que se encontraba la barraca originaria, la comunidad
se movilizó para conseguir los fondos que permitieran construir un edificio
digno, consiguiendo construir en 1997 el edificio actual. La mezquita dispone
de un alto minarete, blanco y verde, y está estructurada en varias plantas, cada
una de ellas dedicada a una función distinta: sala principal de oración, escuela
coránica, vivienda del imam. Solo hay un imam en la mezquita, ya que en ella
no hay sermón los viernes, y lleva ejerciendo sus funciones en este lugar desde su
creación en 1986. Él se ocupa de dirigir las oraciones diarias, y las celebraciones
en los días festivos, como por ejemplo en la culminación del Ramadán, o en
la Fiesta del Sacrificio antes de que se realizara la musal-la colectiva en Loma
Margarita. Además ha impartido enseñanza coránica a menores y adultos, entre
ellos a muchos miembros de la junta directiva actual de la comunidad.
La remodelación del edificio en 1997 permitió la posibilidad de incluir
también a las niñas en las clases de árabe y Corán de la escuela, lo que llevó
a la comunidad a concienciarse de la importancia del papel de la mujer, y a
potenciar los roles de la misma en la comunidad, de modo que en la junta
directiva actual las mujeres están presentes. Las actividades principales que se
realizan son las formativas: clases de Corán, de árabe y de dariya. Asimismo
tienen un programa de alfabetización en castellano y en árabe para mujeres, y
talleres de corte y confección, manualidades, etc. La finalización del curso de
clases de árabe suele celebrarse con una fiesta para los niños. En el año 2009
esta fiesta coincidió con la Ashura, por lo que se realizó también la recitación
del Corán, y la organización fue posible gracias a la ayuda concedida por la
Fundación Pluralismo y Convivencia.
MEZQUITA AN NOOR (ASOCIACIÓN RELIGIOSA MASYID AN NOOR)
La Mezquita An Noor comienza su andadura en 1988, siendo el espacio de
culto (comprado mediante suscripción popular) y la sede social de la Asociación Religiosa Masyid An Noor. En sus estatutos recoge el carácter apolítico
de la asociación y la exclusión de cualquier actividad lucrativa relacionada
con esta, así como la necesidad de ser musulmán, mayor de edad y residente
en Ceuta para ser miembro (Planet, 1997: 191). Más tarde, en 1991, se
inscribirá como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia. Esta surge a
iniciativa de los miembros de la Yama’a at-Tabligh, como espacio en el que
poder desarrollar su programa. La mezquita consta de una gran sala principal
de oración, oficinas, vivienda de los imames y escuela coránica. La comunidad
tiene el proyecto de edificar un centro cultural islámico en los terrenos en
los que se alza la actual mezquita. Según el proyecto propuesto este centro
cultural contará, además de lo que es en sí la mezquita y sala de mujeres, con
cuatro plantas, dos minaretes, biblioteca general, biblioteca islámica, sala de
conferencias, restaurante amplio para la vecindad, aparcamiento de vehículos
y varias aulas de enseñanza.
151
Las actividades que se desarrollan en la mezquita forman parte del programa específico del Tabligh. Disponen de los servicios de tres imames, los cuales
además de atender a las necesidades de los fieles, son también profesores de la
escuela coránica. En la escuela hay, además, un profesor externo de árabe para
los niños. Esta consta de varias aulas, en las que se enseña árabe y Corán a niños del barrio e hijos de los fieles que acuden, de ambos géneros y con edades
comprendidas entre los 3 y los 12 años.
MEZQUITA AL-UMMA (COMUNIDAD ISLÁMICA DE CEUTA MEZQUITA AL UMMA)
La Mezquita al-Umma es de reciente creación, y se edifica gracias a la donación
del terreno que realiza una familia devota; su inauguración tuvo lugar en noviembre de 2003 y está ubicada en el barrio Príncipe Felipe, en la zona de Casas
Nuevas, más conocida como «las caracolas». La comunidad impulsora de esta
mezquita se forma a partir de dos comunidades preexistentes, la Comunidad
Assalam y la Comunidad al-Manar, hoy en día desaparecidas en tanto que se
unieron para crear esta. La Comunidad Islámica de Ceuta Mezquita Al-Umma
se inscribe como entidad religiosa en 2007.
La mezquita consta de un altísimo minarete, una gran sala de oración,
coronada por una cúpula, una sala de mujeres con entrada independiente y
situada en el nivel superior de la sala principal, una escuela coránica, salas de
conferencias, sala de descanso, así como vivienda en la planta superior de los
dos imames, jóvenes y titulados en ciencias islámicas, que ejercen sus funciones
en la mezquita. En este lugar se organizan actividades relacionadas fundamentalmente con los distintos aspectos de la práctica religiosa (conferencias, durus,
etc.), así como con aspectos educativos. En este sentido, y en un espacio propio
al que se accede desde una puerta independiente, tienen un colegio coránico.
Este colegio dispone de dos aulas, y está atendido por los dos imames y por un
profesor externo de árabe.
MEZQUITA ABUL-ABBAS ASSABTI ALJAZRACHI
La Mezquita Abul-Abbas Assabti Aljazrachi es de reciente creación y se ubica
en las inmediaciones del morabito de Sidi Bel Abbas, en la barriada de Sarchal.
La razón de esta mezquita está en la restauración patrimonial del morabito que
realiza la ciudad, siendo inaugurada en el año 2005. El año siguiente, tras el
atentado incendiario que lo arrasó, se aprovechó para realizar una remodelación
de la mezquita. Las obras de restauración del morabito fueron subvencionadas
por la ciudad, y en todo el proceso colaboraron la Asociación de Vecinos de
Sarchal y la yama’a del barrio. La reinauguración de ambos edificios tuvo lugar
en el año 2007, con la asistencia de las autoridades políticas y religiosas de la
ciudad. Simultáneamente a la construcción se gestionaba también la documentación para la inscripción de la comunidad que se ocupa del lugar como
entidad religiosa.
152
La mezquita carece de minarete, y la bandera verde del imán (la fe) ondea
en la parte superior. Se trata de una mezquita de una planta, la sala principal de
oración divide su espacio en zona masculina y zona de mujeres y tiene las paredes revestidas de madera. El edificio cuenta también con dependencias para las
abluciones y un pequeño apartamento que sirve de vivienda al imam residente.
Disponen de los servicios de dos imames, que se van turnando, y los viernes
dirigen la oración principal pronunciando la jutba el responsable de ello. El
imam residente es el encargado de las clases coránicas y de árabe, que se imparten
en el interior del antiguo morabito a más de 60 niños de distintas edades y en
diferentes turnos. Se organizan concursos de memorización del Corán entre los
propios alumnos cada tres meses, premiando con un regalo («les hago una bolsa
con chuches, o con algún juguetito») al ganador. Tres días por semana se celebran
conferencias religiosas para adultos a cargo del imam. Un día a la semana las mujeres son formadas por una vecina del barrio cercano, «es una profesora joven y muy
bien preparada, que gusta mucho a la gente por cómo habla y lo que dice», que
imparte charlas de formación islámica a las mujeres de la barriada en asuntos de
la vida cotidiana («sobre el din, sobre la educación, sobre educación matrimonial,
la familia, la educación de los niños, etc.» —presidente de la Comunidad— ),
pudiendo llegar a reunir hasta 60 personas en estas charlas.
Esta mezquita, enclavada en el paraje excepcional de Sarchal, así como
las distintas actividades que se realizan «han dado vida al barrio», tal y como
manifiesta el presidente de la Comunidad, y no solo desde un punto de vista
religioso sino también social en tanto que es frecuente que en ella se reúnan los
vecinos «a tomar la fresca y un vaso de té» aromatizado con la hierbabuena que
miembros de la comunidad cultivan en los bancales adyacentes a la mezquita.
MEZQUITA DE LA CALLE SEVILLA
Esta mezquita, que está ubicada en el barrio del Recinto, surge merced a la
cesión, por parte de un vecino, del terreno donde se alza en la actualidad el
edificio; construida gracias a los donativos y ayudas de los vecinos, fue inaugurada durante el mes de ramadán de 2006. Se trata de una mezquita de
barrio, organizada de la manera tradicional a partir de una yama’a, y con una
capacidad para 600 fieles. Cuenta con minarete, escuela coránica y vivienda
del imam residente, además de la sala de oración y el espacio para las mujeres.
La comunidad disfruta de los servicios de dos imames, uno es el residente que
cubre las necesidades religiosas y educativas de la comunidad, ocupándose del
espacio del culto y como profesor de la escuela coránica, y un segundo imam,
para los viernes, pronuncia también el sermón. La escuela coránica dispone de
dos turnos de clases, con 30 alumnos en cada turno; y cuentan también con
los servicios de una profesora que da clase de islam a las mujeres del barrio.
La yama’a, que se responsabiliza de las necesidades materiales, organizativas
y de gestión de la mezquita, ha adoptado el nombre de Comunidad Islámica
153
Dar Allah, y en la actualidad se encuentran en proceso de inscripción como
entidad religiosa.
Los morabitos
Los morabitos son espacios construidos en torno a la tumba de un santo, o
bien en parajes donde este santo habitó y ha conservado su baraka a lo largo
del tiempo. Los morabitos son lugares con un carácter sagrado y, se les supone,
dotados de caracteres sobrenaturales y milagrosos.
Los morabitos forman parte del patrimonio cultural de la ciudad, y constituyen una referencia patrimonial significativa para los musulmanes, hasta el
punto de que en la presentación oficial de UCIDCE, el 20 de julio de 2007,
se proyectaron una serie de imágenes sobre las distintas comunidades que
componían en ese momento la federación y al final se mostró el patrimonio
histórico islámico de la ciudad, representado por estos espacios.
El morabito más antiguo, y propiamente ceutí, que se conserva es el de Sidi
bel Abbás, y está situado dentro del perímetro original de la ciudad. Los otros
dos morabitos, Sidi Embarek y Sidi Brahim, fueron integrados en la ciudad
Diapositiva de la presentación oicial de UCIDCE,
el 20 de julio de 2007, en la que los morabitos se presentan
formando parte del patrimonio histórico islámico de la ciudad
154
tras la ampliación de los límites de esta al finalizar la guerra de África de 1860,
tal y como se ratifica en el tratado de paz que se firma en Wad Ras. En 1871, a
consecuencia de la libertad de culto reconocida en la Constitución de 1896, los
tres morabitos reciben su primera restauración (Gómez Barceló, 2009a: 166).
MORABITO DE SIDI BEL ABBÁS
El Morabito de Sidi bel Abbas está situado en el barrio de Sarchal, es el más
antiguo de la ciudad y su existencia aparece ya constatada en historias y crónicas medievales (Gozalbes Cravioto, 1995), siendo el único espacio de culto
islámico que respetaron las tropas de Juan I de Portugal cuando entraron en
Ceuta en 1415. Se levantó para honrar la memoria del sabio ceutí del siglo
XII d.C. Abul-Abbas Assabti, quien también fue compañero del sabio Al-Kadi
Ayyad, y desarrolló parte de su actividad en Marraquech, donde está enterrado
y es considerado uno de los siete hombres sabios. Bel Abbás constituye todo
un referente simbólico para los musulmanes ceutíes, por lo que son muchas las
comunidades que eligen su nombre como denominación.
Durante siglos se realizaron hasta él romerías, y junto a la puerta de entrada
al mismo se conservan dos pequeñas tumbas de niños cuyas identidades se han
perdido. Tanto el espacio del morabito como una zona próxima, cercana a los
restos de la muralla de la época portuguesa, siguen siendo objeto de la devoción
tradicional, lugares donde algunos musulmanes (tanto ceutíes como marroquíes)
buscan la sanación de sus dolencias15, o el cumplimiento de sus deseos.
El morabito fue restaurado por la ciudad en 2003, teniendo que volver a
ser restaurado en 2006 debido a un incendio provocado. Tras la restauración
del mismo, en la que se constató que no había nadie enterrado en la tumba
existente en su interior, se decidió convertir ese espacio en la escuela coránica
de la Comunidad Islámica Abul-Abbas Assabti Aljazrachi, responsable de la
mezquita del mismo nombre que se alza junto a este lugar.
MORABITO DE SIDI EMBAREK
El Morabito de Sidi Embarek se encuentra situado junto al cementerio musulmán del mismo nombre. Su origen es incierto, aunque habitualmente se
considera que data del siglo XVIII. Reformado en 1994, fue restaurado por la
ciudad en el año 2006, tras un incendio intencionado. Este dañó seriamente
el morabito, por lo que la restauración de la estructura conllevó también la
reforma completa de su interior. En la reforma se ha renovado la cúpula, el
15. Este santo desarrolló una explicación religiosa en torno al concepto y al hecho de la
enfermedad, por lo que muchos acuden al morabito en busca de sanación.
155
sistema eléctrico, el revestimiento de las paredes, la escayola, pulimentado el
suelo, el alfombrado de las salas anteriores a la de la tumba, etc. En el incendio
la tumba quedó destruida, siendo restaurada en mármol, y se comprobó que no
se encuentra allí el cuerpo del santo, pero como está considerado un espacio con
baraka, se mantienen las formas de religiosidad tradicional por parte de muchos
musulmanes ceutíes, siendo destino y objeto de devoción. Su cuidado está bajo
la responsabilidad del moqaddem, quien también se ocupa de la asistencia a
los familiares de los difuntos enterrados en el cementerio. Este cargo es electo,
debiendo tener quien lo ostenta un comportamiento islámico reconocido, una
preparación para las funciones y rituales que debe desempeñar, así como un
conocimiento en profundidad del Corán y la Sunna del Profeta.
MORABITO DE SIDI BRAHIM
El Morabito de Sidi Brahim se encontraba ligado a un antiguo palacio, hoy en
ruinas, del siglo XVIII. Este morabito fue restaurado a principios del siglo XX por
orden de Alfonso XIII atendiendo a la petición de los musulmanes de la ciudad.
En la actualidad no son muchos los musulmanes que acuden a él, ya que
se encuentra situado en un emplazamiento próximo a la frontera, bastante
alejado del núcleo urbano. Sin embargo, a pesar de las escasas visitas que recibe
es posible encontrar en él ejemplos de la devoción popular.
Las zauias
Las zauias se configuran como lugares de reunión, especialmente en los núcleos
urbanos. Se trata de agrupaciones sociales, con una base religiosa sufí o mística,
en las que la pertenencia a la misma confiere a los individuos una identidad
social específica, a veces limitada al ámbito restringido de los miembros de la
misma cofradía, así como unas obligaciones morales, religiosas y sociales. La
pertenencia a la cofradía suele formar parte de las costumbres familiares, y eso
se observa claramente en la ciudad de Ceuta, donde su gestión y responsabilidad
pasa de padres a hijos.
Las actividades en las zauias suelen desarrollarse por la noche, sobre todo
la noche del jueves al viernes, así como durante las fiestas religiosas (la celebración de la fiesta del nacimiento del Profeta, la Ashura —también denominada
«la fiesta de los muertos»—, y la noche del destino que se celebra el 27 de
ramadán son las más destacadas). Las actividades más singulares son las que
remiten a las peregrinaciones anuales a las tumbas de los santos fundadores,
conocidas con el nombre de moussems. Actualmente en Ceuta no se realiza
ningún moussem, aunque algunas de las zauias sí que participan en los que
tienen lugar en Marruecos.
La práctica más habitual entre las distintas actividades de las zauias es el
Dhikr, o rezo de letanías y oraciones con el rosario musulmán; la fórmula más
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frecuente es la repetición de los 99 nombres divinos de Allah. El Dhikr tiene
como objeto el de servir al recuerdo de Allah, pero también es una forma de
devoción y de acceso a estados superiores de conciencia.
Las cofradías sufíes ceutíes tienen, en general, más de 50 años de antigüedad.
Creadas algunas de ellas entre los años veinte y treinta del siglo pasado, están
íntimamente relacionadas con las tropas indígenas de la zona del Protectorado más cercana a Ceuta, como es la Milicia Voluntaria de Ceuta, pero sobre
todo están vinculadas con el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta.
Asimismo estas cofradías representan a pequeña escala el amplio abanico del
proceso de institucionalización de las comunidades musulmanas. En la Ciudad
de Ceuta existen varias zauias, con distinto carácter, antigüedad y actividades,
aunque en ninguna de ellas se celebra la oración de los viernes.
AMIGOS DEL ISLAM
La Zauia Amigos del Islam se constituye como entidad religiosa registrada
en el Ministerio de Justicia en 1990, y es la continuadora de la obra de la
antigua Zauia Musulmana de Mohamadia-Mahoma que se creó a finales de
los sesenta, y que, extinta al fallecer su impulsor, fue una de las asociaciones
pioneras en el asociacionismo musulmán español, y la única entidad religiosa
formal institucionalizada en la Ciudad de Ceuta hasta 1985. Se trata de una
zauia tradicional, en la que mantienen las prácticas sufíes y en la que destacan
las relaciones de sociabilidad cooperación y ayuda, a partir de los principios
que marca la cofradía, que se establecen entre sus miembros. También destaca
por sus funciones asistenciales a los más desfavorecidos, enfermos y ancianos.
ZAUIA AL-ISAUÍA DE CEUTA
Creada en la década de los años veinte del siglo XX ha funcionado ininterrumpidamente en el mismo lugar del barrio del Príncipe Alfonso. Se la conoce
también como «Mezquita Zaued Izua». El espacio inicial tuvo el mismo origen
que la mayoría de los espacios de culto musulmanes actuales en la Ciudad de
Ceuta. Originariamente era una «barraquita» que, con el esfuerzo de los fieles,
se construyó como un lugar «digno» en 1955. Hasta el año 2007, no se registra
como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia, y lo hace con el nombre de
Comunidad Islámica Zauia al-Isauía de Ceuta.
ZAUIA TIYANIA DE CEUTA
Esta zauia data de finales del siglo XIX, principios del XX, si bien el espacio actual
se crea en la década de los cuarenta, y está considerada por muchas personas del
Barrio del Príncipe Alfonso como una de las más antiguas de la localidad, y así
como origen de muchas otras comunidades (la mayoría ya extintas). Se trata de
una zauia muy dinámica, inscrita como entidad religiosa en el año 2007 con el
nombre de Comunidad Islámica Zauia Tiyania de Ceuta. Esta zauia, además
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de las actividades habituales de las cofradías sufis, y las educativo-religiosas
destinadas a los más jóvenes, participa activamente en las reuniones y congresos
sufíes que se celebran anualmente en la ciudad marroquí de Fez.
La diversidad islámica
La práctica totalidad de los musulmanes ceutíes se reconocen sunníes de la
escuela jurídica maliki. La escuela maliki es la que predomina en el norte de
África así como en España. Se fundamenta en la obra del imam Malik b. Anas
(m.795/179), el Kitab al-muwatta, considerada como la compilación de derecho
más antigua en el islam. En ella se recoge la Sunna de Medina (los actos y dichos
del Profeta tras la Hégira, durante su estancia en Medina), sobre cuestiones
legales y rituales, civiles y religiosas. Se admiten las fuentes de la razón, ra’y y
quiyas, pero se da más importancia a la Sunna mediní.
Ser musulmán en Ceuta implica también diversas formas de identificarse
como tal y de practicar esta fe. Son muchos los grados en la práctica, que van
desde la religiosidad tradicional a la más estricta ortopraxis, sin olvidar la presencia de aquellos que han abandonado completamente la práctica islámica,
y de los que consideran que ser musulmán es más una cuestión de identidad
cultural, o étnica, que de culto. Además de la religiosidad tradicional hay otras
formas de expresión islámica entre las que se puede señalar las siguientes:
EL MISTICISMO ISLÁMICO: LAS COFRADÍAS SUFÍES
El sufismo o misticismo marroquí, que está en el origen del ceutí, surge en
el siglo VI de la Hégira, ligado a la figura de Muley Abselam ben Machich. El
propósito del sufismo es la búsqueda de la Verdad por medio del Amor divino
y la devoción; esta es la tariqah o la senda espiritual hacia Dios. Se basa en
las prácticas específicas, entre las que cabe mencionar el perfeccionamiento
del individuo por la fe, el cumplimiento de los deberes religiosos, las buenas
obras, vivir en la pobreza natural o voluntaria, buscar lo bello y lo verdadero, el
convencimiento de la pequeñez de uno mismo y de la grandeza de los demás,
y la práctica de la devoción (Ramiro de la Mata, 2002: 152).
Los musulmanes sufies ceutíes beben de las fuentes del misticismo marroquí,
con el que están íntimamente relacionados desde la época andalusí, si bien
el sufismo actual tiene su origen, principalmente, en las prácticas y creencias
aportadas por los militares que componían el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas. Las cofradías sufíes ceutíes se organizan en torno a las zauias, que ya
han sido reseñadas, y cuya religiosidad es vista como tradicional.
EL TABLIGH EN CEUTA
La «Yama’a at-Tabligh» o Comunidad para la Propagación del Islam es la congregación de piedad transnacional islámica más amplia que existe en la actualidad
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en el mundo16. El Tabligh defiende e impulsa el islam desde la sencillez doctrinal
y se basa en la estricta observancia sunní, con objeto de organizar la existencia
del creyente musulmán en base a los principios coránicos, proponiendo un
sistema de vida basado en la estricta disciplina religiosa y la referencia al islam
como un sistema total y completo. No se trata tanto de una tendencia religiosa
islámica (el miembro del Tabligh, tablighi, sigue la escuela jurídica predominante del lugar donde reside), cuanto de un programa de vida, predicación y
enseñanza islámica, basado en los seis principios de actuación por los que debe
regirse (siffat). Estos principios remiten a la estricta observancia religiosa y a la
referencia al islam como un sistema total y completo que, a su vez, se ajusta al
contexto en el que se inscribe cada comunidad.
La presencia del Tabligh en Ceuta data de mediados de la década de los
ochenta, y lo hace a través de predicadores, fundamentalmente, marroquíes. Los
tablighis iniciales van a formalizar su organización como Asociación Musulmana
An Noor en 1988, en torno a la recién creada por ellos Mezquita An Noor,
inscribiéndose en 1991 como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia en
1991. Durante mucho tiempo los tablighis en Ceuta fueron denominados por
los demás musulmanes de la ciudad como los hermanos sunnis.
El objetivo principal del Tabligh es la depuración de las prácticas islámicas
del común de los musulmanes, procurando inspirarles una profunda fe. El
método utilizado para conseguir este objetivo se basa en las relaciones personales intensas y en la predicación. La predicación, y sobre todo la predicación
itinerante o viaje misional, es la característica más significativa de esta Comunidad. El viaje consiste en el desplazamiento de pequeños grupos de voluntarios
(yamaat’s) por distintos lugares y mezquitas predicando (tabligh), y haciendo
reuniones periódicas en las mezquitas en donde el aprendizaje es el aspecto
más significativo. El Tabligh, siguiendo varios hadices, como el que dice «El
mejor de vosotros es el que aprende el Corán y lo enseña», concede una gran
importancia a la educación religiosa, sobre todo y especialmente a lo que se
16. La Yama’a at-Tabligh surge en 1927 en la India y tiene como objetivo recuperar y mantener el fundamento religioso de la comunidad musulmana, especialmente en aquellos lugares donde
éstos son minoría. A sus miembros se les denomina también los «hombres del da’wa», da’i, por
su labor «misional» de llamamiento constante a los musulmanes al regreso a la práctica del islam.
Para conocer mejor a la Yama’a at-Tabligh, sus bases y fundamentos, puede consultarse Masud, M.K. (ed.) (2000), Travellers in faith. Studies of the tabligi Jama’at as a transnational islamic
movement for faith renewal, Brill, Leiden. Para acercarse al Tabligh en España puede consultarse
Tarrés, S. (2012), «La Yamaat al Tabligh en España», en P. Frank y R. Ortega (eds.) Los movimientos
islámicos transnacionales y la emergencia de un «islam europeo». Bellaterra, Barcelona, pp. 257-261,
así como Tarrés, S. (2011), «La Yama’a al-Tabligh al-Da’wa, Congregación para la Propagación
y el Llamamiento al Islam en España», Actas del XII Congreso de Antropología del Estado Español,
Asociación de Antropología de Castilla y León «Micael Kenny», León.
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refiere al conocimiento del Corán, la moral y la ética islámica, así como a la
correcta ejecución de los rituales. El hecho de aprender, comprender, conocer
y difundir los principios del islam se convierte en una obligación religiosa
que tiene gran recompensa, ya que la condición necesaria para hacerlo es el
pensamiento constante en Dios, el cual, a su vez, vivifica la fe a través de los
distintos rituales. En estos desplazamientos invitan a los demás musulmanes
al regreso al islam (da’wa), recordándoles sus obligaciones religiosas y rituales
fundamentales, es decir, promueven el regreso a la práctica islámica según el
modelo de vida del Profeta y de los compañeros de este. La forma de lograr
los objetivos planteados es por medio de una predicación activa en la que los
da’is o misioneros, exhortan e invitan a todos los musulmanes al regreso a la
práctica musulmana. Esta predicación, que tiene lugar tanto durante el viaje
como en la vida cotidiana, la realizan en la calle, abordando a aquellos que se
encuentran en situaciones de marginalidad social.
No hay ninguna comunidad, por ejemplo, que haga simplemente ir a los
cafetines, hablar con la gente, intentar llegar, intentar que vayan al rezo...
van a los cafetines, a la calle, se encuentran la gente, a los jóvenes les dicen:
mira vente a rezar que rezar es bueno, que evita problemas, y tal, no hagas
eso, que esto es malo, las drogas son muy malas.
(Vecino musulmán de la barriada de Vicedo Martínez)
De nuestra labor se han beneficiado muchas familias de esta ciudad, que han
visto cómo sus hijos, sobre todo, se perdían en el mundo de las drogas y de
la delincuencia. Y a muchos los hemos recuperado, los hemos reintegrado
en la sociedad y también en el mercado laboral.
(Entrevista a L. Maateis, publicada en El Faro de Ceuta el 16 de marzo de
2006)
Desde los primeros momentos, y hasta la actualidad, los miembros del Tabligh desarrollan una gran actividad social, trabajando mucho en las barriadas
musulmanas de Ceuta realizando tareas de reinserción social, organizando
actividades culturales y deportivas coincidiendo con fechas señaladas y fiestas,
etc. Destaca también la labor que llevan a cabo con los internos del Centro
Penitenciario de Los Rosales, donde desarrollan un amplio programa de actividades que tienen como pilares la enseñanza religiosa y el idioma árabe.
Los encargados tablighis de la atención penitenciaria cuentan para ello con
el permiso de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Asimismo
desarrollan un programa de visitas semanales a los hospitales.
La presencia del Tabligh en Ceuta conlleva actitudes diferenciadas y sentimientos contradictorios hacia ellos. Frente al hecho de contar con un número
creciente de personas que se adscriben al mismo (aunque cada uno con un grado
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de dedicación que depende de sus posibilidades), muchos musulmanes consideran que, aun reconociendo la obra social que realizan, son muy «agresivos»
en su da’wa (entendido este término como impetuoso, intenso o arrollador en
sus convicciones); incluso desde diversos contextos, tanto musulmanes como
cristianos, se les atribuye ser fundamentalistas y fanáticos en su forma de entender y practicar el islam.
AL-ADL WAL-L-IHSAN
Al-Adl wal-l-Ihsan se conoce, habitualmente, con el nombre de Justicia y Espiritualidad 17. Se trata de un movimiento político-religioso marroquí, fundado
a principios de los ochenta por el Sheij Abdelssalam Yassin, líder carismático
de toda la organización. Se trata de un movimiento inserto en la tradición
espiritual marroquí que mantiene posturas a favor de la no violencia y que
no reconoce la legitimidad de la monarquía alauí. En España en general, y en
Ceuta en particular, este movimiento se ha decantado por desarrollar la parte
más religiosa y espiritual, sufí en definitiva.
Nosotros compartimos la espiritualidad del movimiento, lo político se queda
en Marruecos, no tenemos relación con el tema ese en Ceuta. Ni tenemos
una vinculación jerárquica, sino que compartimos las cosas, la forma de
ver las cosas que tiene el sheij Yassin. Nosotros somos la vertiente sufí, de
buscar el conocimiento espiritual interno, nosotros creemos que el cambio
real tiene que empezar desde dentro, una reforma interior, un cambio en
las actitudes de las personas, en la relación con Dios, en la relación con las
personas que le rodean.
(Presidente de la Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan)
La organización de este movimiento en España se estructura en torno a
asociaciones, cuya dinámica se fundamenta en la predicación (da’wa) y la
educación. Refuerzan la cohesión («la hermandad») a través de convivencias,
viajes culturales, actividades deportivas, etc. Las prácticas religiosas, como es el
ayuno semanal, las sesiones de dhikr (recitación coránica), o el estudio semanal
del Corán y de los hadices, los mantienen vinculados al Sheij Yassin en tanto
que maestro y guía espiritual.
En Ceuta es la Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan la que se vincula con
la vertiente espiritual, sufí, de Al-Adl wal-l-Ihsan. Esta comunidad tiene su
origen en la actividad realizada desde 1997 por musulmanes ceutíes procedentes
17. Para un mejor conocimiento de este grupo, puede consultarse Arigita, E. (2010), «Al‘Adl wa-l-Ihsan en España: ¿Un proyecto nacional para un movimiento islámico transnacional?»,
Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, vol. LXV, n. 1, pp. 113-136.
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de diversas comunidades, así como de asociaciones vecinales y culturales que
deciden organizarse en torno al hecho religioso, con el objetivo de desarrollarse
desde un punto de vista religioso. En el año 2006 deciden formalizar su situación, inscribiéndose como entidad religiosa.
Las actividades que desarrolla la comunidad Aljair Wal Ihsan tienen las
dos vertientes mencionadas: la religiosa y la educativa, estando ambas íntimamente relacionas. Diariamente se imparten clases de árabe y recientemente se
ha introducido la memorización del Corán, a un total de 65 niños y niñas;
tras ellos tienen lugar las clases de árabe a los adultos. Asimismo, y de forma
periódica, se celebran charlas religioso-educativas, tanto para hombres como
para mujeres; en este último caso son ellas las que organizan sus propias actividades. También se organizan actividades puntuales relacionadas con las
festividades islámicas, como es, por ejemplo, una jornada religioso-educativo
de tres días con motivo de la conmemoración del nacimiento del Profeta,
el Mawlid, acompañado de una pequeña «feria del libro» sobre el tema. Se
realizan igualmente actividades específicas durante el mes de ramadán, como
es el iftar (ruptura del ayuno), tarahuih (oración específica de este mes sagrado), etc. Antes de la realización del hach, al que suelen acudir al menos 35
personas de esta comunidad, hay clases específicas de formación para realizar
correctamente la peregrinación.
A todo ello se añaden las actividades que son propiamente sufís. Unas son
diarias como es hacer dhikr, leer el Corán, la oración, etc., y otras periódicas,
como son los días de recogimiento personal, «en los que no se habla mucho,
en los que se busca la soledad con Allah, se hace dhikr, se lee el Corán» y que
se llevan a cabo generalmente en fines de semana, bien en el local o bien en
domicilios particulares cuando las dimensiones de los mismos lo permiten.
Estos retiros son voluntarios, y comienzan a realizarse a partir de los 17 o 18
años. Complementariamente, con objeto de fortalecer las relaciones intracomunitarias, y desde la perspectiva del comportamiento islámico, se organizan
salidas y excursiones estacionales (primavera, otoño, invierno) de convivencia
con jóvenes y adultos. Asimismo los fines de semana desarrollan actividades
deportivas (fútbol) con los más jóvenes, talleres puntuales de manualidades,
cocina, etc. que son impartidos por voluntarios de la comunidad.
Las mujeres tienen un papel protagonista y muy activo en esta comunidad,
siendo esta una de sus señas de identidad 18. Ellas tienen sus clases de árabe y
organizan y desarrollan las mismas actividades que los hombres, pero adecuadas a sus necesidades, como son las charlas islámicas periódicas realizadas por
18. Nadia Yassin, hija del sheij Yassin, representa un modelo significativo del feminismo
islámico y, a su vez, se encarga de la sección femenina de la organización.
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voluntarias, retiros espirituales con una dinámica similar a la de los varones,
excursiones culturales, etc. Asimismo las mujeres aprovechan días señalados del
calendario civil, como es el día de la mujer trabajadora o el día de la madre,
para realizar actividades culturales. Ellas también contribuyen a la financiación
de la comunidad, «una vez al mes hacemos repostería aquí, y lo vendemos
aquí, más que nada para pagar el local» (miembro femenino de la Comunidad
Islámica Aljair Wal Ihsan).
SALAFISMO EN CEUTA
El «salafismo» es un concepto polisémico que ha sido utilizado a lo largo del
tiempo para designar distintos contextos y tendencias socio-históricas. Etimológicamente la raíz árabe salaf significa preceder, y se aplica a las primeras generaciones de musulmanes piadosos, as-salaf as-salih, especialmente a los sahaba
(los compañeros del Profeta). Por lo tanto, aquellos que se autodefinen como
salafíes son los que declaran seguir las enseñanzas de estos primeros musulmanes, los que iniciaron la transmisión del mensaje revelado a Muhammad y, por
lo tanto, los primeros que comprendieron el verdadero significado del islam.
El término salafismo, en la actualidad, hace referencia, a grandes rasgos, a una
doble realidad: al salafismo académico o doctrinal, que es el que predomina, y
al salafismo combatiente o yihadista, que es excepcional.
El salafismo, aunque minoritario, también está presente en la Ciudad Autónoma, habiendo protagonizado algunos acontecimientos violentos en el pasado,
como fue el incendio de los morabitos de Sidi Embarek y de Sidi Bel Abbás.
Estos actos fueron cometidos por un «grupo de jóvenes radicales que se hicieron
con una mezquita, que eran de Marruecos y no tenían nada que ver con el barrio, la gente mayor dejó de ir a la mezquita porque no les gustaba eso» (vecino
musulmán de la barriada del Príncipe). Los responsables de estos actos violentos
fueron detenidos en la denominada «operación Duna», y la mezquita que les
servía de referencia fue completamente renovada en su junta directiva y autoridades religiosas. Estos acontecimientos han llevado a que muchas comunidades
tomen medidas, así por ejemplo el responsable de la Mezquita de la Comunidad
Dar Allah comenta: «Nosotros no queremos problemas, tenemos un escrito para
que lo vea la gente, que dice que está prohibido que venga cualquiera de la calle
aquí a dar charlas a la gente, nosotros lo tenemos aquí prohibido en el barrio».
Las festividades
Las fiestas canónicas del islam son dos: la fiesta que marca el final del mes sagrado
de ramadán, Eid el Fitr, y la fiesta que marca el final del período de peregrinación a La Meca, Eid el Adha. Estas fiestas son de obligado cumplimiento para
todos los musulmanes y constituyen una de sus principales señas de identidad,
hasta el punto de que incluso aquellos que no son practicantes cumplen con las
163
mismas. A estas dos ocasiones festivas, según los contextos culturales, se añaden
otras como es el Mawlid, en la que se conmemora el nacimiento del Profeta,
o la Ashura. En Ceuta también hay otra serie de celebraciones festivas ligadas
a las tradiciones culturales locales, como es el caso de la romería de la Amara,
cuya celebración se ha recuperado recientemente.
RAMADÁN Y EID EL FITR
El Ramadán constituye un proceso ritual religioso festivo19 que se caracteriza
por su triple dimensión: religiosa (individual y festiva), socio-comunitaria e
identitario-simbólica. Se trata de un mes, el noveno del calendario islámico, que
es el que da nombre a este proceso ritual, durante el cual el musulmán realiza un
rígido ayuno absteniéndose de introducir en su cuerpo sustancia alguna, ya sea
sólida, líquida o gaseosa, en las horas diurnas. Pero el Ramadán es mucho más
que el mero ayuno, ya que este debe ir acompañado de una serie de actitudes y
normas de comportamiento, perfectamente pautadas y que siguen una secuencia
delimitada, que se inicia la noche de la duda y concluye con la fiesta del Eid el Fitr.
Durante el mes de ramadán la Ciudad de Ceuta engalana las calles de los
barrios de mayoría musulmana, contribuyendo de esta manera a la visibilización
y normalización del islam en el espacio público ceutí. Durante las horas diurnas
la actividad cotidiana se ralentiza, adquiriendo gran vigor desde las horas previas a la ruptura del ayuno y en las nocturnas. Las mezquitas disfrutan de una
gran actividad durante este mes, en el que además de las oraciones preceptivas
se realiza el tarahuih u oración del descanso (durante el mismo se salmodia
cada día una parte del Corán, de modo que al finalizar el mes se ha leído en
su totalidad el libro sagrado), así como distintas actividades destinadas a los
fieles. La comida en familia y las visitas a familiares y amigos llenan las tardes
y noches de este mes.
Entre las distintas actividades que organizan las mezquitas y las comunidades
destacan las charlas y conferencias destinadas a los fieles. Es el caso, por ejemplo,
de las que se organizan desde UCIDCE y que cuentan con la presencia de destacados sabios musulmanes, o de las iniciativas desarrolladas desde las propias
comunidades, como fue el ciclo de charlas destinadas a las mujeres organizado
por la Comunidad de Mujeres de la Mezquita Sidi Embarek en 2009; otras se
organizan en colaboración con la Mandubía y el Consejo de Ulemas marroquí,
como es el caso de las charlas y conferencias religiosas celebradas en la mezquita
que gestiona la Comunidad Islámica de Ceuta, la mezquita Abou Abbas Sebti.
Asimismo las organizaciones benéficas islámicas, como es el caso de Luna
19. Para profundizar sobre el Ramadán puede consultarse: Tarrés, S. (1999), «Ramadán,
tiempo festivo y una luz en la hégira», en Demófilo nº 29; Tarrés, S. (1998), «Religiosidad musulmana en España: El Ramadán como tiempo festivo», en Zainak nº 18.
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Blanca, ofrecen comidas a las personas más necesitadas, tanto a musulmanes
como a no musulmanes.
Durante este mes las autoridades de la ciudad, además de felicitar a los
musulmanes, suelen visitar las distintas mezquitas y comunidades ceutíes,
celebrando el iftar (ruptura del ayuno) con los presentes. También en la prisión y en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se facilita el
seguimiento del ayuno de este mes, y en ambos lugares se celebra el Eid. En el
centro penitenciario de los Rosales el día festivo comienza con la oración preceptiva (que es dirigida por el imam de una de las mezquitas de la ciudad que
cuenta con permiso para ello), y a continuación se sirve un desayuno, al que se
unen tanto musulmanes como no musulmanes. También en el CETI disfrutan
de un menú especial tanto musulmanes como residentes de otras religiones.
La celebración del final de Ramadán, el Eid el Fitr, comienza con una
oración comunitaria en un espacio al aire libre, musal-la, seguida de un desayuno festivo, tras lo cual tienen lugar las visitas a familiares y amigos para
felicitarse por un ramadán bien cumplido. Desde el año 2008 la musal-la viene
celebrándose en dos espacios físicos distintos, como ya se ha indicado. El rezo
colectivo mayoritario, organizado por UCIDCE, tiene lugar en una explanada
acondicionada al efecto, en Loma Margarita. A este lugar acuden varios miles
de musulmanes. La segunda musal-la tiene lugar en la explanada anexa a la
mezquita de Sidi Embarek.
EL HACH Y LA FIESTA DEL CORDERO
Durante la época del Protectorado, y en el seno de las prácticas del gobierno
indirecto que ejercía España, las autoridades españolas organizaron hasta 1955 el
viaje de peregrinación a La Meca, hach, a musulmanes de la zona de protección
(Mateo, 2003). En la época democrática se dieron ayudas a la peregrinación en
cuatro ocasiones entre 1997 y 2001, coincidiendo su finalización con el plan
de ayudas de la ciudad a todas las confesiones religiosas20.
En la actualidad en Ceuta se sigue una pauta similar al resto del país en
relación al cumplimiento del quinto pilar del islam, según las directrices establecidas desde Arabia Saudí. Ceuta, en virtud al número de musulmanes, dispone
de una cuota de entre 180 y 200 peregrinos cuyo viaje está organizado por la
única agencia ceutí acreditada por el país árabe, Almina Tours, que se encarga de
todos los aspectos del viaje: desde los visados a las distintas circunstancias de la
20. Sobre la organización de la peregrinación a La Meca entre 1937 y 2001, puede consultarse:
Tarres, S. y Moreras, J. (2013): «Remembering the hajj: the reconstruction of the pilgrimage to
Mecca from Ceuta through personal documents (1937-2001)», en International Symposium
Europe and Hajj in the Age of Empires: Muslim Pilgrimage prior to the Influx of Muslim Migration in the West. Leiden University, Leiden.
165
estancia. Previa a la peregrinación en sí, desde las distintas mezquitas de Ceuta
se realizan sesiones formativas para aquellos que van a realizar la peregrinación,
relacionadas con los aspectos teológicos y rituales de la misma: significado del
hach, condiciones del mismo, las normas de conducta, la ruta que debe seguirse
una vez se ha llegado a La Meca así como los rituales asociados, etc.
El peregrinaje culmina con la fiesta mayor del islam: es el Eid el Kebir o
Eid el Adha, también denominada fiesta del borrego o fiesta del sacrificio. El
sacrificio del cordero, que se realiza en el seno de todas las familias musulmanas,
hayan peregrinado o no, adquiere un gran significado simbólico por cuanto
no solo es signo de entrega y sometimiento a Dios (islam), sino también de la
unión, tanto familiar y comunitaria como de la Umma, la comunidad global
de creyentes o «fraternidad religiosa espiritual», en tanto que por medio de
este ritual, al igual que ocurre durante el Ramadán, se refuerza anualmente la
adhesión y pertenencia a esta.
El día de la fiesta del sacrificio es festivo en las ciudades autónomas de Ceuta
y de Melilla desde el año 2010. En el caso de Ceuta la preparación de la fiesta
cuenta con la colaboración de las familias musulmanas, la UCIDCE, así como
de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, Cruz Roja, Protección
Civil y Brigadas Verdes. Los preparativos de la fiesta comienzan varias semanas
antes y se realiza desde distintas instancias. Las familias arreglan y decoran las
viviendas y las empresas ganaderas de la ciudad llevan los borregos desde la
península21. Desde principios del siglo XXI, las asociaciones de vecinos de los
barrios de mayoría musulmana solicitan la instalación de carpas para el sacrificio (realizar este en el domicilio particular está prohibido) a la Federación de
Asociaciones de Vecinos. Esta última se encarga de la logística: obtención de
los permisos de la Consejería de Sanidad y Consumo así como de la de Medio
Ambiente y Servicios Urbanos, distribución de las carpas donde se realizarán los
sacrificios22, contratación de los matarifes (cada carpa dispone de un matarife y
un ayudante contratados al efecto), distribución de las bolsas para los residuos
biológicos, etc.; y el día de la fiesta recorrerán las distintas carpas comprobando
que todo se desarrolla según lo previsto. Desde el punto de vista religioso, la
UCIDCE por una parte, y el Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca por
otra, se encarga de todos los preparativos de las musal-las respectivas.
21. A diferencia de la situación en Melilla, la aduana de Ceuta con Marruecos no es comercial,
por lo que los animales proceden de la península. En la ciudad autónoma hay varias ganaderías,
que también suministran a las carnicerías halal, y que disponen de corrales donde se guardan los
borregos vivos hasta el día de la fiesta.
22. Desde el comienzo de la práctica de la instalación de las carpas cada vez son más los
barrios que se unen a dicha práctica. En el año 2010 se instalaron catorce carpas en las siguientes
zonas: Bermudo Soriano, San José, Finca Guillén, Estación de ferrocarril, Benzú, Príncipe Alfonso, Príncipe Felipe, Loma Colmenar, Villajovita, Miramar Bajo, Sidi-Embarek-Los Rosales,
Sardinero, Nicaragua y Pasaje Recreo Alto.
166
El día de la fiesta comienza con la oración comunitaria en la musal-la, oración
a la que según la Sunna se debe acudir en ayunas, y a la que suelen acudir
también las autoridades políticas de la ciudad autónoma, donde después serán
agasajados con un refrigerio. Después de la oración los asistentes se felicitan
y regresan a sus casas a desayunar, tras lo cual cada familia acude a la carpa
más cercana con su cordero para sacrificarlo; una vez realizado el sacrificio en
sí, el animal se prepara para su consumo. La pieza de carne, una vez limpia y
desangrada, se trasladada por los varones de la familia al domicilio, donde será
troceada y preparada para el ágape familiar. Tras ello los musulmanes se visten
de fiesta y comienzan los denominados «traslados», que consiste en la visita a los
enfermos, las viudas, los necesitados y a la familia. Los presos musulmanes del
centro penitenciario de Los Rosales, así como del hospital de Ceuta, también
reciben parte de esta carne con objeto de que participen en la fiesta.
El MAWLID
El Mawlid es la conmemoración del nacimiento del Profeta Muhammad, celebrado tradicionalmente en la Ciudad de Ceuta y que tiene un gran seguimiento.
Con ocasión de la conmemoración del Mawlid, suelen organizarse diversas actividades, que duran algunos días y tienen lugar en el interior de las mezquitas.
Desde hace algunos años también se celebran actividades desde los colegios y
las escuelas coránicas, gestionadas desde las comunidades. Así, por ejemplo, en
el año 2011, la escuela coránica Abi Al Hassan Achcharri de la mezquita Sidi
Embarek celebró este día una jornada religiosa en la que los alumnos leyeron
pasajes de la biografía de Muhammad, recitaron versos coránicos siguiendo ritmos infantiles, etc. En este sentido, la celebración del Mawlid con más tradición
la mantiene la Comunidad Imam Malik y su escuela coránica. Además de los
actos celebrados en el interior de la mezquita Muley el Mehdi, destacan por la
organización de sesiones de música religiosa en el cercano IES Siete Colinas, un
evento público y abierto a todos los ceutíes que se viene realizando desde el año
2008. En este concierto suele participar el coro infantil de cánticos religiosos
del colegio Imam Malik, coro AzZohor, así como otros destacados cantantes
religiosos, como Touhami Harrak o Ahmed Bakkali23.
Durante la noche del Mawlid, la mayoría de las zauias y mezquitas de la
ciudad conmemoran este acontecimiento con lecturas del Corán, conferencias
sobre el nacimiento de Muhammad y cantos religiosos, siempre acompañado
de una comida en comunidad.
23. La celebración pública del Mawlid en el Instituto de Educación secundaria Siete Colinas, cuenta con la colaboración de la Fundación Pluralismo y Convivencia, la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer, así como otras asociaciones culturales de la ciudad, como es Luna
Blanca y la Asociación Cultural Al Kadi Ayyad.
167
La Amara, ROMERÍA DE SIDI EMBAREK
La Amara es una romería no religiosa, tal y como insisten sus organizadores,
una fiesta en la que actúan grupos folclóricos de canto y danza tradicional. Esta
romería había dejado de celebrase hacia 1995, y en 2008 se recuperó a iniciativa
de la FEERI, del Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca y de la Comunidad
Islámica al-Bujari. Su origen se remonta a principios de siglo XX, y fue introducida por el cuerpo indígena de Regulares. La celebración, con una duración de
dos días, no tiene lugar en una fecha exacta, sino que se celebra dependiendo
de la disponibilidad de los organizadores y del contexto de la ciudad.
El primer día de La Amara comienza la fiesta por la tarde, con un pasacalle
que se inicia en los aledaños de la mezquita Muley el-Mehdi y concluye en
la mezquita de Sidi Embarek. La mañana del día siguiente comienza con una
oración general, tras la cual tiene lugar la visita al morabito donde se celebran
distintos actos religiosos (lectura del Corán, du’a, etc.), y finalmente conferencias
y un festival de folklore en la carpa que Luna Blanca coloca en los terrenos de
su propiedad (aledaños a la mezquita de Sidi Embarek), acompañado de una
comida. Son varios los grupos de música religiosa y danza (cofradías gnawa,
aisawa, darqawa y yilala) que participan en esta festividad, tanto ceutíes como
marroquíes, variando cada año. Entre los grupos ceutíes cabe mencionar el de
Zaouia Shorafa Adaresa así como el del barrio de Los Rosales.
La educación y las instituciones educativas
La enseñanza y el aprendizaje del islam representan una obligación religiosa y
una forma de preparar a los más jóvenes para enfrentarse a los distintos retos
que se puedan encontrar en la vida cotidiana. Por ello la educación de los hijos
es una de las principales preocupaciones de los padres y, en la actualidad, es un
derecho constitucional de estos últimos el que los primeros reciban enseñanza
acorde a sus creencias (art. 27.3), que está recogido en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (art. 2.1c), en el artículo 10 del Acuerdo de Cooperación suscrito
entre el Estado Español y la Comisión Islámica de España (Ley 26/1992), y en
la Ley Orgánica de Educación.
Religión islámica en la escuela pública24
En la Ciudad de Ceuta la enseñanza religiosa en la escuela no es un logro adquirido con la democracia actual sino un derecho recuperado, en tanto que a
24. Para profundizar sobre este punto consultar: Tarrés y Rosón (2009): «La enseñanza
de las religiones minoritarias en la escuela. El caso de Andalucía», en ‘Ilu, Revista de Ciencias
de las religiones, nº 14. Y para una perspectiva general sobre la educación islámica en la escuela, consultar Rosón, Tarrés y Moreras (2009): «Islamic Religious Education in Spain», en
168
principios del siglo XX funcionaba una escuela municipal Arábigo-Española en
la que impartían clases un maestro español y un alfaquí pagado por Regulares,
ya que la mayoría de los alumnos pertenecían a las familias de los soldados de
este Cuerpo. A ella se añadieron, a partir de 1912, las Escuelas Hispano-Árabes
para niños musulmanes, inicialmente dirigidas a la formación de los varones,
que en 1923 pasaron a ser mixtas. En estas escuelas municipales se impartía formación primaria española, marroquí y coránica; la enseñanza española la pagaba
España y la coránica el Majzen. Estas escuelas hispano-árabes, en 1937 pasan
a denominarse escuela marroquí y, desde 1940, escuela primaria musulmana,
comenzaron a funcionar como escuelas nacionales, para los niños varones, desde
1942. En 1940 hay datos de la existencia de dos escuelas públicas de primaria
hispano-árabes en la ciudad (una en el barrio de Hadú y otra en el Príncipe), y
cinco escuelas privadas musulmanas, todas ellas en barrios donde esta población
era numerosa. En 1947 hay ya, en el barrio del Morro, una escuela hispanoárabe en la que se da clase de educación religiosa y cultura árabe, y en 1954 se
inaugura la primera escuela nacional de primaria para niñas musulmanas en el
barrio de Hadú, junto a la ya existente de varones, ambas en los aledaños de la
mezquita (Marín 2006: 172-179). La estructura administrativa de estas escuelas
tenía una doble dependencia: a efectos administrativos pertenecían al Ministerio
de Educación de España, quien pagaba el sueldo del director y del profesorado
español; el Ministerio de Instrucción Pública del Majzen era el responsable
del profesorado musulmán y del personal subalterno, concediendo ayudas al
desayuno, ropero y biblioteca. En cuanto al bachiller, durante la República se
crea el Instituto Hispano-Marroquí, que comenzó las clases en el curso 193233, y en el que se impartía formación religiosa en el denominado bachillerato
elemental indígena. En 1949, tras la creación del Instituto de Tetuán, se deroga
el Plan de Estudios Hispano-Marroquí (ibíd.).
Todas estas escuelas e institutos desaparecerán con la finalización del Protectorado español en Marruecos. La formación coránica no volverá a estar presente
en las escuelas públicas ceutíes hasta 1999, fruto de la aplicación del artículo
10 del Acuerdo de Cooperación. Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla
fueron pioneras en la implantación de enseñanza religiosa islámica (ERI) en
la escuela. En Ceuta hubo varias propuestas encaminadas a la aplicación del
Acuerdo de Cooperación, así por ejemplo en 1996 Mehdi Flores (del Colectivo Niqaba) propone la creación de un Centro de Estudios Árabo-Islámicos
en la ciudad, que coordinase las actividades relacionadas con la lengua y la
Álvarez, A., Dietz, G., Jozsa, D.-P., Bakker, C., Heimbrock, H.-G., Jackson, R. (eds.), Islam
in Education in European countries – Pedagogical Concepts and Empirical Findings, Waxmann,
Münster, Nueva York, 178-202.
169
cultura árabo-islámica, así como las de formación religiosa y pedagógica de los
maestros y profesores de religión islámica en la escuela pública, y la formación
religiosa y lingüística en árabe para niños y para mujeres, y de dariya a docentes
no musulmanes. Este proyecto no tuvo plasmación efectiva (Flores, 1996).
Finalmente se comenzó a impartir ERI en Ceuta en el año 1999. Los inicios
fueron titubeantes debido a varias causas: en unos casos no se estaba de acuerdo
con la selección de profesores, en otras porque las clases fueron propuestas en
horario extra-escolar (cuando la norma marca que sean en horario escolar), y
porque inicialmente la remuneración de los profesores (al igual que ocurría en
otros lugares con el profesorado de religión evangélica) tenía lugar a modo de
«gratificación» (dos pagas al año). No será hasta el curso 2001-2002 cuando
la implantación de la ERI y la regulación profesional y económica de los docentes se haga efectiva en la Ciudad Autónoma. Desde el curso 2009-2010,
Ceuta dispone de 14 profesores de ERI, siendo la única autonomía en la que
se imparte ERI en primaria y en secundaria.
En cuanto a los materiales didácticos, los alumnos de ERI disponen, desde
el curso 2006-2007, de un manual, Descubrir el Islam, realizado a iniciativa de
la CIE y publicado con la colaboración de la Fundación Pluralismo y Convivencia. Se trata de un manual, dirigido a alumnos de primaria, que tiene como
objetivo, además de la enseñanza del islam, su normalización en las instituciones
educativas. Se trata de una iniciativa pionera, escrita en lengua castellana, y
con un formato similar al que se utiliza para el resto de las asignaturas. En él,
de una forma didáctica, se siguen los distintos puntos del currículo aprobado
en 199625. Estos manuales son utilizados exclusivamente en la escuela pública,
mientras que en las distintas escuelas coránicas se utilizan generalmente los
mismos textos que en los centros educativos de Marruecos. Es muy significativo
que los responsables de las comunidades musulmanas expliciten esta diferencia, justificada en la diferencia de carácter entre unas instituciones y otras. Los
profesores ERI reciben una formación periódica en Ceuta, organizada desde
la UCIDCE. Estas clases han contado con la presencia de destacadas personas
del mundo islámico, tanto españolas (Riay Tatary y el ceutí Ali Mesnaui, por
ejemplo, han participado en estos cursos de formación) como extranjeras,
como Ahmed Alamiry.
Las escuelas coránicas
Desde mediados de la década de los noventa del siglo XX, se reactiva la actividad
de las escuelas coránicas existentes, y comienzan a crearse otras nuevas. En la
25. Orden de 11 de enero de 1996 por la que se dispone la publicación de los currículos
de Enseñanza Religiosa Islámica correspondiente a Educación Primaria, Educación Secundaria
Obligatoria y Bachillerato.
170
actualidad, en torno a un millar de niños reciben formación en árabe, educación
islámica y enseñanza coránica en las escuelas situadas en las instalaciones de
las mezquitas y en centros gestionados por entidades religiosas (muchas de las
cuales estaban inicialmente formalizadas como asociaciones culturales), que se
encuentran repartidos por distintas barriadas de la ciudad.
En estas escuelas se conjugan los sistemas tradicionales de enseñanza del
árabe y del Corán, con las nuevas necesidades de la población musulmana de la
ciudad, por lo que muchas de ellas ofrecen también clases de apoyo y refuerzo
escolar, con la intención de contrarrestar las elevadas tasas de fracaso escolar
existente entre la población musulmana de la ciudad26.
El profesorado y los educadores de estas escuelas son, en muchos casos,
personas de ambos géneros, y la mayoría de ellas cuentan con los servicios de
los imames de la mezquita de referencia. El material pedagógico que se utiliza
suele ser el mismo que el usado en los centros públicos marroquíes, «tanto el
libro de lectura, como de caligrafía, así como el método para la memorización
del Corán» (presidente de UCIDCE), y están visados por Marruecos. No obstante, también en este caso tiene cabida la mejora pedagógica, en tanto que
están empezando a utilizar un tipo de manuales orientados hacia los niños
musulmanes de Occidente.
Las escuelas coránicas de UCIDCE están utilizando unos libros de texto
especiales, publicados en Casablanca, y dirigidos a niños musulmanes europeos. Tienen el aval islámico de Marruecos, y están escritos y orientados
especialmente a niños musulmanes europeos, ya que éstos presentan unas
características distintas a los niños musulmanes que están en países musulmanes. En España se han distribuido unos 2.000 ejemplares de estos manuales
para ver qué tal funcionan. Estos libros usan un método muy fácil, muy
pedagógico, están escritos por religiosos y pedagogos musulmanes europeos
y adaptados al contexto europeo.
(Secretario de UCIDCE)
Desde la UCIDCE, en colaboración con la UCIDE, se ha realizado una
cierta unificación de criterios a la hora de enseñar árabe en las escuelas coráni-
26. Según los datos del informe «Magisterio» correspondiente al período 2002-06 la tasa de
fracaso escolar (abandono escolar antes de terminar la ESO, Educación Secundaria Obligatoria)
en Ceuta es una de las más altas de España, situándose en el 52% (la tasa a nivel estatal era del
30,8% en ese período), siendo mayor la tasa de fracaso entre las mujeres que entre los varones,
«aunque más de la mitad de ambos sexos no acaba la ESO», señala el estudio. Durante el curso
2006-07 la tasa de fracaso escolar en Ceuta se sitúa en el 48,2%, es decir, que esta se reduce en más
de 3 puntos. Hasta el momento no se ha realizado ningún estudio que haya planteado entre sus
hipótesis si hay alguna relación entre las escuelas musulmanas y la disminución del fracaso escolar.
171
cas adscritas a esta federación, estableciendo un equipo pedagógico y fórmulas
didácticas avanzadas con objeto de conseguir una enseñanza correcta del árabe.
Para ello se cuenta con la dilatada experiencia de los ceutíes en materia docente,
así como con la colaboración que desde hace años se ha establecido entre UCIDE
nacional y el ISESCO (Organización Educativa, Científica y Social Islámica)
en esta materia. Asimismo, desde esta federación se tiene el proyecto de crear
un colegio concertado musulmán homologado oficialmente, que funcione de
forma similar a los centros religiosos católicos concertados.
En Ceuta existen, a grandes rasgos, dos tipos de escuelas coránicas: las vinculadas a una mezquita y las independientes de cualquier mezquita.
Colegios independientes
Estas escuelas no están ligadas a ninguna mezquita en concreto sino que ofertan
educación no reglada islámica en espacios independientes, propios, específicos,
y con gestión autónoma. En esta ciudad hay, en la actualidad, una decena de
ellas, todas con personalidad jurídica de entidad religiosa. Estas escuelas, a medio
camino entre la escuela coránica y la madraza, surgen como una respuesta a
las necesidades de los barrios donde la población musulmana es mayoritaria.
Algunos de estos colegios son:
ASOCIACIÓN ISLÁMICA AL MANAR
La escuela al-Manar surge en el seno de la mezquita al-Umma, de la que más
tarde se independizan aunque siguen manteniendo las relaciones con ella, hasta
el punto de que uno de los profesores de al-Manar es también imam y profesor en
la mezquita mencionada. Comienzan su andadura como escuela independiente
en el año 1992, formalizando su existencia como asociación cultural y más
tarde, en 1995, se inscriben como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia.
Esta escuela es un proyecto que nació sin financiación, con la vocación de
la educación, de ofrecer una educación digna a los niños musulmanes, una
educación islámica para todos los aspectos de la vida, y orientada a la convivencia, en definitiva, enseñar el islam a los niños. En palabras del presidente:
«Nosotros trabajamos sin publicidad, sin publicitar nuestras enseñanzas, la
gente nos conoce por el boca a boca, porque a los padres les gusta cómo se
trabaja en esta escuela. Poco a poco, gracias al trabajo de sus profesores ha ido
aumentando y por eso en este momento podemos tener un sitio digno, y que
la situación económico-profesional del profesor esté reconocida y sea digna.»
La escuela dispone de dos aulas y una oficina, y las clases tienen lugar de
lunes a viernes por las tardes en horario ininterrumpido. En ella se ofrecen clases
de árabe, de Corán y de comportamiento islámico, y cuenta con la asistencia
de unos 150 alumnos, de ambos géneros y con edades comprendidas entre los
6 y los 18 años. La escuela se financia con las mensualidades de los alumnos,
172
contando con las ayudas que recibe de la Fundación Pluralismo y Convivencia
desde 2008, con lo que han logrado que todos los profesores ejerzan su trabajo
con contrato y seguridad social, destacando sus responsables que esta es la
primera escuela en conseguirlo.
MADRAZA AL KADI AYYAD
Se trata de una escuela de orientación religiosa, ubicada en el barrio del Príncipe. Toma su nombre e inspiración del Imam Kadi Ayyad. Ayyad Ben Musa el
Yahsubi al-Sabti fue un ulema, profesor y poeta ceutí que vivió entre los siglos
XI y XII, reconocido como uno de los eruditos más famosos del Fiqh maliki y
uno de los maestros de Averroes, ejerció como kadi (juez) en Granada, de donde
toma el título y, en la actualidad, es reconocido como uno de los siete santos
de Marrakech, donde está enterrado.
La Asociación Al Kadi Ayyad se crea en 1995 como asociación cultural, pasando a inscribirse como entidad religiosa en 2006. Se trata de una madraza de
barrio, orientada a la formación de los más jóvenes tanto física, como intelectual
y espiritualmente. Entre sus objetivos está «el de poner en relación y fortalecer
la unión de todos los pueblos y todas las civilizaciones, desarrollar la idea del
«encuentro entre civilizaciones» (expresidente de la Asociación al-Kadi Ayyad).
La escuela desarrolla su actividad en un edificio propio, de tres plantas, en las
que se encuentran las oficinas y una pequeña biblioteca de temas islámicos,
varias aulas para las clases y una gran sala de conferencias en el último piso, en
el que también se dispone de una amplia terraza donde tienen lugar reuniones
y actividades lúdicas con los niños.
El profesorado de esta escuela es, principalmente, voluntario y desarrollan su actividad con unos 115 niños y jóvenes, que son los que componen
el alumnado. En ella además de las clases de árabe y Corán, se dan también
clases de apoyo de francés e inglés a los más jóvenes; dispone, asimismo, de
un programa educativo para adultos de ambos géneros con clases de idiomas
(árabe, francés e inglés). Entre las distintas actividades que desarrolla la escuela
están los viajes y excursiones culturales y de convivencia que se organizan con
los más jóvenes.
Una práctica habitual en las escuelas coránicas y musulmanas es la celebración de concursos entre los alumnos de memorización del Corán. Los concursos
se realizan en dos partes: primero en el seno de cada escuela, y más tarde se
celebra una competición entre los ganadores de cada una de las escuelas. Los
ganadores, y también los participantes, en estos concursos reciben, en ceremonias al efecto, un diploma que acreditan su condición. Así, por ejemplo,
la Asociación al-Kadi Ayyad de Ceuta dispone de notas informativas sobre
este concurso y el ganador obtiene el «Trofeo Kadi al Ayyad». Estos concursos
tienen cada vez más aceptación y forman parte de las estrategias de prestigio
social dentro de la propia comunidad musulmana.
173
La escuela de al-Kadi Ayyad se caracteriza también por las actividades deportivas de sus jóvenes. Tiene varios equipos de fútbol de distintas categorías
(benjamín, alevín, infantil, cadete y juvenil) así como equipo femenino, y
organiza y participa en distintos campeonatos de este deporte. Asimismo, la
escuela colabora con otras similares en el desarrollo de diversas actividades culturales, como es la conmemoración del nacimiento del Profeta, que organizan
la Comunidad Islámica Imam Malik.
COMUNIDAD ISLÁMICA CHARIF AL IDRISSI
La escuela Charif al Idrissi se encuentra en la barriada del Príncipe. Su creación,
en 1995, se debe a la iniciativa de una persona que, tras un viaje al subcontinente indio donde la situación de los niños de la calle le hizo reflexionar sobre
su situación, decide fundar el colegio.
Esta escuela surge porque vi cómo vivían los niños en otros lugares, que
estaban todo el día en la calle, buscándose la vida y haciendo cosas «malas».
Por eso decidí hacer una escuela en Ceuta, para que los niños del barrio
tengan una educación [islámica], para ayudar al barrio y a la ciudadanía
formando a mejores personas.
(Presidente de la Comunidad Islámica Charif al-Idrissi)
Esta escuela tuvo unos comienzos humildes, pero poco a poco, gracias a
la labor de su presidente y al trabajo desarrollado en ella, ha llegado a contar
con tres centros y alrededor de 300 alumnos, de ambos géneros, con edades
comprendidas entre los 3 y los 12 años. Nueve docentes, entre profesores y
profesoras atienden los distintos niveles educativos. Hay clases de árabe, de
Corán y comportamiento islámico, así como de apoyo escolar de inglés; asimismo dispone de una guardería en una de las sedes. También hay clases de
español para adultos, contando con hasta 60 alumnos. La escuela se financia,
fundamentalmente, con las mensualidades de los alumnos, y recibe una pequeña
ayuda de la Fundación Pluralismo y Convivencia para proyectos concretos.
ESCUELA AL-FAYR
La escuela al-Fayr se ubica en la barriada Príncipe Alfonso. Esta escuela se crea,
en el año 2006, a iniciativa de los vecinos del barrio ante la imposibilidad de la
mezquita al-Amin del Príncipe, en cuyas inmediaciones se encuentra la escuela,
de asumir la formación de todos los niños de la zona. En consecuencia todos
los alumnos, en torno al centenar, son de la barriada. La escuela consta de un
despacho y una amplia aula, donde se distribuyen los niños, con edades comprendidas entre los 3 y los 13 años, por edades, género y nivel, en dos turnos.
Un profesor voluntario, que también trabaja como imam suplente en algunas
de las mezquitas de la ciudad, imparte las clases de árabe y de Corán. Los libros
174
de texto de árabe utilizados son los mismos que los que tienen los niños de los
colegios marroquíes, y el Corán está escrito en árabe, español y la trascripción
fonética castellana del árabe. Hay un tercer grupo en la escuela, conformado
por mujeres adultas, que reciben clases de alfabetización.
La escuela pronto formaliza su existencia, inscribiéndose como entidad
religiosa en el Ministerio de Justicia en 2008, con el nombre de Comunidad
Islámica al-Fayr. Se trata de una comunidad muy activa y preocupada por la
formación básica y religiosa de sus hijos, y mantienen relaciones de colaboración
con la Asociación de Vecinos Al-Jalifa y con la asociación cultural femenina
islámica Ambar, ubicada también en el mismo barrio. Además de las actividades propias de una escuela coránica, la Comunidad organiza también otras
actividades de carácter deportivo generalmente, junto a excursiones y salidas
conjuntas, así como talleres de dibujo, de caligrafía y de lectura.
Escuelas adscritas a una mezquita
La mayoría de las mezquitas y comunidades ofrecen educación religiosa, de
árabe y Corán, a los miembros más jóvenes de las mismas. Aquellas que, por
dimensiones y características desarrollan esta enseñanza en las salas principales
de oración de los espacios de culto ya han sido reseñadas. Junto a ellas, otras
mezquitas disponen en sus instalaciones de espacios específicos, gestionados
independientemente, desde los que se desarrolla una intensa labor. Las escuelas
coránicas dependientes directamente de las mezquitas son, por orden cronológico, las siguientes:
ESCUELA ABU AL- HASAN ACH CHARRI
Es la que tiene una mayor tradición, con más de un siglo de vida en tanto que
recoge el testigo de la originaria escuela coránica de Sidi Embarek. La escuela
Abu al-Hasan Ach Charri actual comienza su andadura en 1998, a raíz de la
edificación de la nueva mezquita, en cuyos bajos se ubica, bajo la dirección
del imam, Ahmed Liazid. Durante los primeros años de funcionamiento, la
escuela estuvo bajo el amparo del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca.
Sin embargo, tras la escisión de este y la posterior creación de la Comunidad
Islámica Mezquita Sidi Embarek, el colegio pasó a depender de esta última bajo
la dirección de Yalila Liazid. En la actualidad la escuela continúa bajo la dirección de la Comunidad Islámica Mezquita Sidi Embarek, si bien el conflicto que
Luna Blanca mantiene con ellos, al compartir ambos grupos el espacio físico,
dificulta el desarrollo armonioso de las actividades educativas.
La escuela cuenta con cuatro aulas, completamente equipadas, para más
de quinientos niños, que se distribuyen en varios turnos, y donde estudian el
idioma árabe y el Corán, además de tener clases de apoyo y refuerzo escolar. En
esta escuela, si bien se sigue en gran medida el método tradicional de enseñanza,
175
también se han comenzado a incorporar modelos de educación islámica moderna, con la intención de que deriven en una enseñanza reglada. La escuela está
perfectamente organizada, cuenta con una junta directiva y Consejo Escolar,
así como con un AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) desde
2006. Tiene diseñado un calendario escolar y se organizan las aperturas y cierres
del curso, tras la entrega de las notas. Cuenta con un profesorado, de ambos
géneros, seleccionado mediante concurso de méritos, y se financia mediante
las mensualidades que aportan los alumnos, de modo que la matrícula cubre
parte del sueldo de los profesores e incluye los libros de texto.
Desde la escuela se realizan también actividades encaminadas al apoyo de la
mujer a través de distintos proyectos, como son los cursos de árabe y español,
actividades culturales y educativas, o asesoría en distintos aspectos de la vida
cotidiana y el ámbito familiar.
ESCUELA CORÁNICA IMAM MALIK
La escuela coránica Imam Malik está gestionada por la comunidad del mismo
nombre y se encuentra situada en un espacio diferenciado dentro del perímetro
de la mezquita Muley el Mehdi. Dispone de cuatro aulas en las que se distribuyen,
en varios turnos, 260 alumnos de ambos sexos y edades comprendidas entre los
6 y los 16 años. La escuela cuenta con varios profesores marroquíes, que han
sido seleccionados mediante concurso de méritos. Los libros de texto utilizados
son los que habitualmente se utilizan en Marruecos, revisados por el Habus. La
educación que reciben los niños trata sobre árabe, ética islámica, educación y
cultura islámica, historia del islam y música islámica. Hacen bastante hincapié
en la enseñanza del árabe, ya que «Creemos que hay cosas que están mal planteadas: no hay que aprender el Corán para saber árabe sino al revés, primero deben
aprender árabe y una vez se conozca bien el árabe aprender Corán» (miembro de
la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik). A los alumnos que
terminan en la escuela coránica se les da un certificado de estudios, cuya validez
es reconocida en Marruecos. Asimismo, desde la escuela se organizan concursos
de memorización del Corán, y a los ganadores se les da un diploma.
Esta escuela es la única de la ciudad que imparte clases de música y cantos
islámicos, cantos de alabanza y en honor al Profeta. Los alumnos de música
han formado un coro, el coro AzZohor, que, además de participar en eventos
culturales relacionados con «las cuatro culturas» que se organizan en la ciudad,
también actúan en la conmemoración del mawlid que organiza anualmente
la comunidad.
ESCUELA DE LA MEZQUITA IBN RUCH
La escuela se articula como una madraza en tanto que además de la formación religiosa y de árabe, que está a cargo del imam, ofrece también clases de
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apoyo a los niños, de matemáticas, lengua española, francés, etc. Dispone,
asimismo, de un aula de informática, completamente equipada, en la que se
da formación en informática a los vecinos de Benzú y a los de otras barriadas.
Cuando las posibilidades de la comunidad lo permiten, ofrecen también clases de alfabetización para adultos. La escuela acoge a un número de alumnos
variable según la época del año, aumentando significativamente en verano.
Resulta significativo que haya mayor afluencia de alumnos en las clases de
apoyo que en las religiosas.
El profesorado de esta escuela trabaja de forma voluntaria. En la actualidad
hay un profesor voluntario que se encarga de las clases de apoyo, y que a cambio
recibe una gratificación que depende de la voluntad de los padres de los alumnos.
Las clases de informática, son impartidas bien por profesores voluntarios, bien
por profesores enviados desde los servicios sociales del Ayuntamiento. La mayor
parte de las actividades educativas y formativas dependen de las posibilidades
de los docentes, por lo que muchas no tienen la continuidad deseada, «desde
hace un tiempo todo el que viene lo hace voluntariamente, vienen profesoras,
profesores, pero duran muy poco porque como Benzú queda tan lejos y ellos
vienen de abajo, pues tienen que pagarse el autobús de su bolsillo, nosotros a
veces podemos ayudar, pero es que no llega…» (vicepresidente de la Comunidad
Islámica Ibn Ruch de Ceuta).
ESCUELA DE LA MEZQUITA ARRAHMAN
Ubicada en la barriada del Morro, en el año 1992 comienza la actividad de la
escuela coránica, que poco a poco ampliará sus funciones a mezquita en tanto
que era el único espacio para realizar las oraciones preceptivas diarias de la
zona. La transformación en mezquita data de 2004, y su formalización como
entidad religiosa, con el nombre de Comunidad Islámica Masyid Arrahman
de Ceuta, del año 2007.
La escuela, que consta de tres aulas perfectamente equipadas, está ubicada
en la segunda planta del edificio, y cuenta con los servicios de los dos imames
de la mezquita, así como con siete educadores o profesores. En esta escuela dan
clases de árabe y Corán a unos 80 niños, formación básica a unas 15 mujeres,
y alfabetización de adultos a unas 60 personas.
Centros de estudio y de formación islámica
Además de las escuelas coránicas, distintas entidades religiosas, que inicialmente formalizaron su actividad como asociaciones culturales, tienen también la
educación como objetivo principal. Este es el caso de la Comunidad Islámica
Assalam que, constituida como entidad religiosa en 1997, está integrada mayoritariamente por mujeres y cuenta con dos aulas para la enseñanza y estudio
del árabe y del Corán, y alfabetización de adultos.
177
El Centro de Estudios Árabes e Islámicos de Ceuta se crea en 1997, inscribiéndose como entidad religiosa una década después, adoptando el título de
Comunidad Islámica, con objeto de poder realizar matrimonios musulmanes
formalmente, de acuerdo a la tradición maliki y según la sunna del Profeta. Se
trata de un Centro que tiene como objetivo el fomento, la recuperación y la
protección de la historia cultural islámica de Ceuta, así como el desarrollo de
actividades de lengua árabe materializadas en clases de árabe y de castellano
para mujeres, y seminarios semanales de historia de la Ceuta califal, y de los
sabios y eruditos ceutíes para hombres.
El trabajo fundamental del Centro es la recuperación del patrimonio histórico y cultural musulmán ceutí, reuniendo documentación sobre la historia
de los antiguos cementerios y mezquitas de la Ceuta califal, así como de la
obra de los sabios y eruditos ceutíes de esa época (por ejemplo de la obra del
Kadi al-Ayyad o de Al-Hasan Ach Charri), con la intención de traducirlas al
castellano, porque «para nosotros es un honor y un orgullo si conseguimos
hacerlo, porque tenemos traducciones de libros de cultura, de religión de
marroquís, de egipcios, de libaneses… de todos menos de ceutíes» (presidente
de la Comunidad Islámica de Estudios Árabes e Islámicos de Ceuta). También
contribuyen, con otras comunidades de la península, en la edición de obras
islámicas bilingües castellano-árabe.
El Centro colabora, asimismo, con la administración local en relación a
la trascripción de los nombres árabes, «porque habitualmente se inscriben de
forma equivocada, se pierden los apellidos de la familia, y lo que queremos es
poder asesorar a la administración y a la comunidad musulmana sobre cómo se
escriben estos nombres, tanto de nacimientos como para los conversos» (presidente de la Comunidad Islámica de Estudios Árabes e Islámicos de Ceuta),
emitiendo certificados en los que se explicita la relación correcta de nombres y
apellidos. Esta iniciativa surgió al detectar que existían grandes deficiencias en
este tema y que algunos apellidos habían desaparecido por desconocimiento
del sistema de parentesco magrebí y la terminología asociada. La colaboración,
en este sentido, se traslada también a los traductores de árabe.
De creación más reciente (en 2010) es el Centro Cultural al-Idrissi. En su
junta directiva están muy presentes las mujeres musulmanas. Sus objetivos son,
entre otros, lograr «una convivencia verdadera» por medio de la integración de
todas las culturas (por lo que participan en distintas actividades multiculturales)
y, en segundo lugar, recuperar las tradiciones islámicas de la ciudad. Disponen de
un espacioso local en el que llevan a cabo sus numerosas e intensas actividades
culturales, si bien algunas de ellas se celebran en diversos espacios públicos de
la ciudad, con objeto de que toda la ciudadanía ceutí pueda participar en ellas.
Cuenta con una escuela coránica con diez aulas, que además de las clases de
Corán integra al coro de música islámica AzZohor, así como el premio para
los alumnos con mejor aprovechamiento y aprendizaje en la memorización
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del Corán. Organizan también cursos de formación para los musulmanes que
desean hacer la peregrinación a La Meca, actividades para la celebración del
Mawlid, diversas conferencias de temas islámicos así como otros de interés social,
exposiciones fotográficas, actividades culturales entre las que cabe destacar la
organización de la «Semana Cultural de la Mujer Musulmana» en 2013 con
charlas y talleres, etc.
Instituciones de atención social
La obra social y benéfica musulmana en la ciudad de Ceuta tiene en Luna Blanca
a una de las entidades más representativas. En el origen de esta ONG, creada
en 2003, están las actividades desarrolladas con la juventud (sobre todo con los
MENA —Menores no acompañados— en la década de los noventa) por parte
del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca. En su labor benéfica el Consejo
desarrolla diversas actividades, como son el comedor diario para 50 personas,
el comedor de los viernes para 90 personas, el reparto de alimentos durante el
mes de ramadán, etc. Una labor que se realiza gracias a la colaboración de los
voluntarios, y para la que no reciben ninguna ayuda económica por parte de
la ciudad, excepto una ayuda puntual en el mes de ramadán para las comidas
que ofrecen a los necesitados.
Como ONG, Luna Blanca desarrolla numerosas actividades: comedor social
para las personas sin hogar, asistencia a familias desfavorecidas, jornadas multiculturales y de integración, asistencia jurídica y social a inmigrantes, actividades
de ocio y deportivas con menores no acompañados, ayudas a farmacia, alquiler
y viaje para personas desfavorecidas, etc. Igualmente, prestan ayuda humanitaria
internacional, como, por ejemplo, tras el terremoto de Alhucemas (Marruecos)
en 2004, o su participación en la ayuda humanitaria a Gaza junto a la plataforma «Ceuta rumbo a Gaza». En reconocimiento a la labor realizada por Luna
Blanca, la ciudad les concedió, en el año 2004, la Medalla de la Autonomía.
Otra asociación islámica que desarrolla una intensa obra social, y que está
integrada mayoritariamente por mujeres, es la Asociación AMBAR. El trabajo
de esta asociación tiene dos ejes centrales de intervención: la ayuda a las personas inmigrantes en situación irregular y la cooperación en temas de salud con
población necesitada.
Desde la UCIDCE también se realiza una intensa obra social, así, por ejemplo,
en colaboración con la Delegación del Gobierno en Ceuta, el Instituto Nacional
de Gestión Sanitaria (INGESA) y diversos hospitales y ONG, gestionan algunos
aspectos relativos a la atención médica en España de niños marroquíes desfavorecidos. El coste de estos servicios médicos es sufragado, en algunas ocasiones
desde la UCIDCE, además de contar con la solidaridad de algunos facultativos.
La federación ha logrado, también, que el nuevo Hospital Universitario de Ceuta
cuente, desde el año 2011, con un oratorio para musulmanes.
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El cementerio de Sidi Embarek
El cementerio ceutí de Sidi Embarek es la necrópolis musulmana en uso más
antigua de España. Su existencia se constata ya en el siglo XIX, aunque probablemente su origen esté ligado al morabito del mismo nombre, en cuyas inmediaciones se enterraban los musulmanes devotos, al igual que ocurría en los
aledaños de los otros dos morabitos. Tras el tratado de Wad-Ras, en 1860, con
el aumento de los límites de la ciudad, la afluencia de rifeños de la Compañía
de Tiradores, el asentamiento de los musulmanes en el Campo Exterior, y la
cesión de uso de los terrenos, las inmediaciones del morabito de Sidi Embarek
se reafirman como cementerio musulmán de la ciudad.
Los enterramientos más antiguos se encuentran situados en los aledaños
al morabito, y poco a poco se van extendiendo por los bancales próximos. En
1909 se realiza el primer cerramiento de la zona, un murete de piedra en seco,
de un metro de altura, que separará el morabito y el cementerio de los terrenos
colindantes, como forma de protección. Durante el siglo XIX y la primera mitad
del XX las prácticas funerarias islámicas se hacen de forma privada y familiar:
las fosas las realizarán los familiares y no hay un orden en relación al aprovechamiento del terreno, ni un registro fiable de los fallecidos y sus ubicaciones.
A mediados de la década de los ochenta la Consejería de Sanidad del
Ayuntamiento27 firma un convenio con la Asociación Religiosa Masyid An
Noor, en virtud del cual estos se hacen cargo de la organización y gestión del
cementerio, por medio de personal musulmán contratado por la ciudad mediante concursos públicos, y que van a ocupar distintos puestos como es el de
responsable del cementerio, administración, vigilancia, peones, etc. De modo
que desde finales de 1986 y comienzos de 1987, la gestión del cementerio
de Sidi Embarek comienza a ser modernizada, actualizada e informatizada,
contando también con personas dedicadas al ritual funerario religioso (lavado
del cadáver, amortajamiento, etc.). fe de erratas: desde 1987 la gestión es solo municipal
Entre las primeras actuaciones que se realizaron está la clausura de la zona
antigua del cementerio por saturación, aunque se siguen produciendo algunos
enterramientos en el caso de familias que recuerdan dónde están inhumados
sus familiares. Asimismo las instalaciones funerarias anexas al morabito siguen
en funcionamiento: sala de cadáveres, almacén de material y casa del moqaddem. En la actualidad se utilizan los bancales situados frente a los terrenos
del morabito como cementerio. La oficina del cementerio se encuentra en el
cercano barrio de La Reina, siendo esta la sede administrativa desde la que se
27. En la actualidad el cementerio de Sidi Embarek figura como una unidad independiente
dentro del Departamento de Sanidad y Salud Pública de la Consejería de Sanidad y Consumo de
la Ciudad Autónoma. El otro cementerio dependiente de este organismo es el de Santa Catalina.
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gestiona la asistencia inicial a los familiares del difunto, la documentación, el
archivo de todas las tumbas y datos de los difuntos, así como el ordenamiento
del espacio funerario. En la actualidad, el cementerio de Sidi Embarek es
insuficiente para las necesidades crecientes de la comunidad musulmana de
la ciudad, por lo que está prevista su ampliación, ocupando una nueva zona
de 13.000 metros cuadrados, que unirá la parte clausurada con la que en la
actualidad está en uso, y que contará con nuevas instalaciones, como son las
oficinas administrativas, sala para la recepción de los familiares, sala de lavado
y preparación de los cadáveres, sala de depósito, almacén de material y garaje
para los coches fúnebres.
Las tumbas siguen, en general, la tradición magrebí, en las que el perímetro
se señala con pequeños muretes de piedra, en muchas ocasiones encaladas. Las
tumbas más antiguas han perdido, en su mayoría, la identificación del difunto,
mientras que en las actuales esta suele señalarse mediante el nombre y alguna
pequeña leyenda en árabe, o bien mediante el número de registro.
Vista del morabito y del cementerio antiguo de Sidi Embarek
(foto: S. Tarrés)
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ENCUENTROS
DivERSiDaD REligiOSa EN CEUTa y EN MElilla
Rafael Briones
Sol Tarrés
Óscar Salguero
Este libro es el resultado de una investigación sobre «Pluralismo religiosa en Ceuta y Melilla», llevada
a cabo gracias a la financiación de la Fundación Pluralismo y Convivencia, a través de un contrato
suscrito con la Universidad de Granada (Departamento de Antropología Social).
Diseño de la cubierta: Muntsa Busquets
Fotocomposición de la cubierta: Adriana Fàbregas
© Rafael Briones, Sol Tarrés y Óscar Salguero
© de esta edición Icaria editorial, s.a.
Arc de Sant Cristòfol, 11-23, 08003 Barcelona
www.icariaeditorial.com
icaria@icariaeditorial.com
© Fundación Pluralismo y Convivencia
Fernández de los Ríos, 2,1a planta - 28015 Madrid
www.pluralismoyconvivencia.es
fundación@pluralismoyconvivencia.es
Primera edición: septiembre de 2013
ISBN: 978-84-9888-523-1
Depósito legal: B-16.246-2013
Fotocomposición: Marina Herrera
Impreso en Romanyà/Valls, s.a.
Verdaguer, 1, Capellades (Barcelona)
Impreso en España. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducció total o parcial.
Este libro ha sido editado con papel ecológico, libre de cloro.