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V. MUSULMANES CEUTÍES Sol Tarrés La historia de los musulmanes en Ceuta, con todos los avatares que esta ha sufrido a lo largo del tiempo, es la historia de la propia ciudad. En la Ciudad Autónoma de Ceuta hay que hablar de una presencia musulmana secular, que constituye uno de los grupos socio-culturales significativos en este enclave africano. En la actualidad este colectivo supone entre el 40 y el 45% de la población1, definiéndose a partir de su identidad múltiple como musulmán y como ceutí y reivindicando, una gran mayoría de ellos, su reconocimiento como una minoría nacional de pleno derecho. Apuntes históricos La presencia musulmana en Ceuta está ligada a la historia de los primeros años de la expansión islámica en el occidente africano y europeo. La llegada de los primeros musulmanes se sitúa a finales del siglo VII, bajo el gobierno de Yulyan, también denominado conde Julián, quien, tras algunas alianzas con el gobernador de Ifriqiyya (antigua provincia romana del norte de África), sufre el hostigamiento de Tariq Ibn Ziyad. En el 709 se firma un pacto entre ambos, facilitando el paso del estrecho de Gibraltar y el inicio de la llegada de los musulmanes al sur peninsular. La Ceuta islámica comprende, históricamente, los siglos VIII al XV, es decir, desde el pacto mencionado hasta la conquista de la ciudad por los portugueses en 1415. El tiempo que va de mediados del siglo VIII hasta mediados del X se conoce como los «siglos oscuros» de Ceuta, ya que en esta época la ciudad permanece 1. Según datos del Estudio demográfico de la población musulmana realizado por el Observatorio Andalusí y referidos al 31/12/2011. 123 prácticamente abandonada, y es hacia el 830 cuando se refunda por los Banu Isam. Entre el año 931 y el 1009 Ceuta se convierte en un bastión del califato de Córdoba, lugar estratégico para las distintas acciones de los omeyas en el Magreb, y se vincula, a partir de ese momento, muy directamente a los andalusíes. Tras la disgregación del califato de Córdoba, Ceuta pasará a constituirse en taifa (pequeño principado gobernado por poderes locales), que durante años mantendrá complejas relaciones con la taifa de Sevilla. En esta época el prestigio intelectual de Ceuta era ya notable, «un lugar donde las ciencias habían fijado su sede» (Hita y Villada, 2009: 221); este prestigio lo conservará durante todo el período medieval. En el siglo XI Ceuta pasará a formar parte, no sin resistencia, del imperio almorávide, y en el siglo siguiente del imperio almohade, adquiriendo la ciudad una gran importancia como puerto comercial y estratégico. En el primer cuarto del siglo XIII, con la caída de los almohades, Ceuta comienza a ser una ciudad independiente, bajo el gobierno de influyentes sectores sociales vinculados al comercio, y manteniendo una cierta autonomía hasta principios del siglo siguiente. Destaca la influencia mariní al final de esta época que culminará con la conquista marinida en 1327, con lo que finaliza la independencia ceutí. Se trata de un período de gran esplendor económico derivado del tradicional comercio con las repúblicas italianas (estaba designada como Consulado General genovés) y con todo el Mediterráneo. Durante todo el siglo XIV Ceuta se convierte «en manzana de la discordia que se disputan las diferentes potencias regionales, generando una compleja dinámica que acabará con la conquista portuguesa de 1415» (ibíd, 236)2. La época andalusí es un período de esplendor. Ceuta se convierte en una importante ciudad amurallada, y en un núcleo que articula un área relativamente extensa (la ciudad es la capital de una región o distrito cuyos límites precisos no se conocen en la actualidad, pero que en algunos períodos de la historia llega hasta Fez). Desde ella se ofertan distintos bienes, servicios y funciones, destacando sobre todo su papel en las actividades comerciales y mercantiles, sin olvidar los vínculos culturales con al-Ándalus y todo el Mediterráneo; asimismo se convierte en destino de muchos andalusíes ante el avance cristiano en la 2. Sobre la historia medieval de Ceuta existe una extensa bibliografía, publicada en su mayor parte por el Instituto de Estudios Ceutíes, entre ella cabe destacar la obra de Gozalbes Cravioto como, por ejemplo, El urbanismo religioso y cultural de Ceuta en la Edad Media. Otros trabajos dignos de mención son la historia política y económica de Ceuta en el siglo XIII de M. C. Mosquera, el estudio de Isabel Mendes sobre la Ceuta portuguesa, o la obra colectiva sobre la Ceuta hispano-portuguesa editada en 1993. Asimismo debe reseñarse el trabajo emprendido por Ahmed Liazid, antiguo imam de la mezquita Sidi Embarek, con objeto de recopilar la biografía y obra de los «mil sabios más importantes de Ceuta» de la época medieval, entre ellos el geógrafo ceutí del siglo XII, al-Idrissi. 124 península. Durante este período la ciudad tuvo dos universidades, madrazas y cientos de mezquitas vinculadas la mayoría de ellas a barrios en los que se agrupaban los distintos oficios, y que se conocen a través de textos medievales como es la obra de al-Badisi o la de al-Ansari. En el siglo XV, tras la conquista lusitana, los musulmanes hubieron de abandonar la ciudad al ser expulsados de ella. Desde ese momento y hasta el siglo XVII hay pocos musulmanes libres en la ciudad. No obstante, muchos habitantes de las zonas vecinas se desplazaban hasta ella para realizar intercambios durante las horas diurnas, dedicados al comercio y al avituallamiento de la población eran los denominados «moros de paz». Estos recibían protección de las autoridades ceutíes a cambio del pago de un tributo, pero tenían restringido el movimiento: no podían hacer la oración en lugares públicos, tenían prohibido circular por la calle en las fechas de las festividades religiosas católicas, etc. No será hasta finales del siglo XVIII cuando algunos musulmanes, los mogataces, obtengan el permiso de residencia permanente en la ciudad, siendo en 1860 (tras la guerra de África y el tratado de Wad-Ras) cuando vuelva a permitirse oficialmente el asentamiento de musulmanes en ella. Los mogataces eran los soldados argelinos procedentes del Oranesado que servían bajo bandera española en la plaza fuerte de Orán (Argelia), y tras la entrega de esa ciudad en 1791 fueron trasladados a Ceuta junto con sus familias. La compañía de mogataces a caballo «se transformó en infantería en 1835, convirtiéndose en un cuerpo de traductores e intérpretes, entre cuyos apellidos se recuerdan los de Almanzor o Kaddur». En 1859, con la guerra de África, se necesitaron de nuevo sus servicios «constituyendo en 1861 una sección denominada de Tiradores del Rif», que pasó a ser denominada Compañía de Tiradores del Rif en 1887 y, junto con la Compañía del Mar, constituyeron la Milicia Voluntaria de Ceuta (Gómez Barceló, 2009a: 186). Finalmente, en 1915 fueron integrados en el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta nº 3. Los mogataces constituyen el primer y más antiguo grupo de musulmanes ceutíes contemporáneos y, a pesar de ser su número reducido (muchos retornaron al lugar de origen y otros se instalaron en la zona de Tetuán), forman parte de las familias con más arraigo y presencia continuada en la ciudad, pudiendo contarse hasta diez generaciones entre ellos. El segundo origen de los musulmanes ceutíes, y que hoy en día constituye el grupo más numeroso y significativo, es el marroquí. Su asentamiento se autoriza a partir de 1860, tras la guerra de África y el aumento de los límites geográficos de Ceuta, cuando esta se extiende por el denominado Campo Exterior. Se trata de una población que procede, fundamentalmente, de la región limítrofe de Yebala. A principios del siglo XX la población musulmana de la ciudad se incrementa considerablemente, llegando a suponer el 9,7% de la población total en 1930 «debido a la inmigración ligada, fundamentalmente, al aumento de las unidades indígenas como consecuencia del establecimiento del 125 Protectorado, aunque comienza a crecer desde 1920 la dedicada al artesanado, pequeño comercio y oficios no cualificados» (Alarcón, 2009: 216)3. El aumento de la población musulmana en la década de los treinta, y la necesidad por parte del gobierno de gestionar esta población, lleva a la creación de la «Comunidad Musulmana en Ceuta» en 1937. Se trata de una asociación con fines fundamentalmente sociales y de organización del culto islámico, acorde al marco del denominado «gobierno indirecto» que se establece en el Protectorado, según el cual el control político y militar recaía en los españoles, mientras que el social y el religioso se depositaba en manos marroquíes (Mateo, 2003). La Comunidad Musulmana de Ceuta se disolverá en 1956, con la independencia de Marruecos y el final del Protectorado. A finales de los treinta se nombra como gestor a Hamu Ben Amar Yamina, primer concejal musulmán que ejercerá como representante de este colectivo, convirtiéndose en el mediador entre éstos y el poder político. La población musulmana de Ceuta continuará aumentando en los siguientes años, de modo que en 1955 supone el 15% de la población censada. Este crecimiento se debe tanto a la inmigración y a la aportación militar, como al crecimiento vegetativo ya que en torno al 60% de los musulmanes censados han nacido ya en la ciudad. A partir de 1956, con la independencia de Marruecos, la inmigración desciende significativamente aumentando el flujo poblacional hacia ese país de modo que, según el censo de 1960, la población musulmana se redujo hasta el 9,7% de la población total, la mayoría de ellos vinculados a oficios subalternos, la milicia, el comercio, la pesca y la marinería, tan solo el 1% se dedicaba a profesiones liberales (Alarcón, 2009: 289-290). Asimismo a partir de ese momento los musulmanes de la ciudad debieron escoger entre tener la nacionalidad española o la marroquí, eligiendo la mayoría la segunda opción con objeto de no tener problemas a la hora de entrar en Marruecos por cuestiones familiares, o por negocios (Marín, 2006: 66). En 1958 se establece la Tarjeta Estadística: se trataba de un documento, creado por el Gobierno de los Territorios de Soberanía, para dotar de algún documento de identidad a los marroquíes que permanecen en Ceuta y en Melilla tras la independencia de Marruecos, y que han optado por la nacionalidad de ese país. Esta situación estará en la base del conflicto que surgirá en la segunda mitad de la década de los ochenta. La Ley Orgánica 7/1985, de 1 de julio, sobre Derechos y Libertades de los Extranjeros, más conocida como Ley de Extranjería de 1985, marca un punto 3. Para profundizar sobre la evolución de la población musulmana en Ceuta, a partir de los padrones de población hasta mediados de la década de los ochenta, puede consultarse el primer capítulo del trabajo de Ana Planet: Melilla y Ceuta: espacios-frontera hispano-marroquíes. 126 de inflexión en la situación de los musulmanes ceutíes. Esta Ley contemplaba un trato preferencial para los extranjeros procedentes de las excolonias españolas, en las que los musulmanes ceutíes y melillenses no estaban incluidos. A ello se unía el hecho de que la posesión de la Tarjeta Estadística no suponía ningún tipo de reconocimiento legal, por lo que esta Ley amenazaba a la mayoría de los musulmanes de las dos ciudades con la expulsión. Esta situación da lugar al inicio de una serie de reivindicaciones, fundamentadas en movimientos y acciones vecinales, que culminarán con el reconocimiento de la nacionalidad española a la mayoría de los musulmanes ceutíes que así la solicitaron4. Este movimiento asociativo cristalizó en la formalización de asociaciones islámicas. En esta movilización se establecieron dos grandes grupos de opinión: los partidarios de las naturalizaciones representados por la Comunidad Musulmana de Ceuta, encabezada por Ahmed Subaire, que sostenían la compatibilidad de ser español y musulmán, y los contrarios a las naturalizaciones, representados por la Asociación Musulmana de Ceuta, presidida por Mohamed Hamed Alí, así como por Hassan Yasin, representante del Colectivo Musulmán de Ceuta, quienes sostenían la incompatibilidad de ser español y musulmán, teniendo a Marruecos como su principal marco de referencia (Stallaert, 1998a: 145-146). La movilización ceutí no adquirió la virulencia de la melillense, dirigida por Aomar Dudu, debido a la firmeza expresada por los líderes musulmanes de querer mantener ante todo la convivencia como valor social y principio fundamental de la sociedad ceutí, base del dialogo y las negociaciones entre las distintas comunidades etno-religiosas de la ciudad; así como a la moderación de Subaire y a la división del colectivo (Alarcón, 2009; Stallaert, 1998a). No obstante, la tensión en la sociedad ceutí se mantuvo durante los siguientes años. En 1987 comenzó el proceso de nacionalizaciones, apoyado en el censo de población realizado el año anterior, según el cual los musulmanes representaban el 22% de la población ceutí. Después de ese año no hay censos que reflejen la proporción poblacional de cada comunidad. 4. El movimiento asociativo vecinal ceutí es históricamente muy importante ya que, como comenta el presidente de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos: «La gente está muy implicada en el movimiento vecinal, se vuelcan a trabajar por sus barrios y por su ciudad, para mejorar la calidad de vida de los vecinos». La Federación de Asociaciones de Vecinos de Ceuta se crea en 1979 y, en la actualidad, está integrada en la Confederación de Asociaciones Vecinales de Andalucía, CAVA. Las relaciones entre las distintas comunidades musulmanas y las asociaciones de vecinos de las barriadas donde se asientan suelen ser fluidas, a lo que contribuye el hecho de que, en ocasiones, las mismas personas participan en unas y otras, si bien todos sostienen la independencia de funcionamiento y estructura entre unas y otras. Así, es relativamente frecuente que las comunidades religiosas ofrezcan sus instalaciones a la asociación de vecinos del barrio cuando esta así lo requiere, y a la inversa, que la asociación de vecinos sea la que ceda el espacio a comunidades religiosas para que puedan reunirse. 127 El reconocimiento de la nacionalidad española a los musulmanes supone un primer paso en el de sus derechos, así como una lenta mejora de su calidad de vida. El proceso de nacionalizaciones sumado a su crecimiento vegetativo conlleva el aumento de las necesidades de esta población, lo que desde el punto de vista religioso se tradujo en el aumento de los espacios de culto o mezquitas de barrio. Sin embargo, la apertura de numerosas mezquitas de barrio no implicó la institucionalización de las mismas, de modo que tras la Ley de Extranjería del 85, y hasta ya entrado el siglo XXI, son pocas las asociaciones y entidades musulmanas que se han inscrito como tales en Ceuta. No ocurre lo mismo con los partidos políticos de inspiración musulmana que se van creando desde mediados de la década de los ochenta. Es a partir del proceso de nacionalización cuando se va a explicitar la reivindicación de los derechos y de la identidad sobre la base de la religión. Este hecho ha sido tenido en cuenta por los sucesivos gobiernos de la ciudad. Así, por ejemplo, el Grupo Independiente Liberal (GIL), que formó gobierno tras las elecciones de 1999, creó un Gabinete de Asesoría de la Presidencia para Asuntos Islámicos, más conocido como de «asuntos étnicos». Desde la aprobación del Estatuto de Autonomía de la Ciudad de Ceuta en 1995 (Ley Orgánica 1/1995 de 13 de marzo), y tras las posteriores elecciones autonómicas, líderes de las distintas formaciones políticas musulmanas han participado en los distintos gobiernos de la ciudad. Entre ellos cabe mencionar a Mustafa Mizzian Amar, presidente del Partido Democrático y Social de Ceuta (PDSC), que fue el primer concejal musulmán electo en el Ayuntamiento de Ceuta, y que tras las elecciones de 1995 formó parte de la Asamblea de la Ciudad hasta las elecciones de 2007. Tras las recientes elecciones autonómicas celebradas en mayo de 2011, son varios los políticos musulmanes del Partido Popular (PP) que forman parte del Gobierno de la Ciudad: Rabea Mohamed Tonsi como Consejera de Asuntos Sociales, Abdelhakim Abdeselam Al-Lal consejero de Sanidad y Consumo, y Rachid Ahmed Abdel-Lah como viceconsejero de empleo. Institucionalización de las comunidades musulmanas El proceso asociativo y de institucionalización de las comunidades no ha seguido una línea uniforme al desarrollo de las comunidades y espacios de culto de Ceuta. Las formas tradicionales de religiosidad, expresada en los oratorios de barrio a cargo de un grupo de vecinos que voluntariamente los gestionan (yama’a), no ha ido, generalmente, acompañada de su formalización hasta ya entrado el siglo XXI. Desarrollo de la implantación y formalización de las comunidades En el proceso de formación, configuración e institucionalización de las comunidades musulmanas ceutíes actuales, se pueden distinguir cuatro momentos diferenciados, aunque no excluyentes, ya que en cada uno de ellos se conservan 128 y se adaptan muchas características de etapas anteriores. Estos períodos son: desde finales del siglo XVIII hasta la década de los cuarenta del siglo XX, de 1940 a 1985, de 1985 a 2001 y de 2001 hasta la actualidad. DESDE FINALES DEL SIGLO XVIII HASTA LA DÉCADA DE LOS CUARENTA DEL SIGLO XX El asentamiento oficial de musulmanes en Ceuta tras 1860, la inmigración ligada al desarrollo derivado de las obras del puerto, el aumento de militares, el establecimiento del Protectorado español y las perspectivas de desarrollo económico asociado al mismo, hicieron que la población musulmana de la ciudad aumentase considerablemente (Alarcón, 2009: 250). Así, con el fin de facilitar el gobierno de esta población, se constituye en 1937 la Comunidad Musulmana de Ceuta, por Ordenanza de S. E. el Alto Comisario. La creación de esta asociación tiene como objeto la salvaguarda de la religión musulmana, así como los usos, costumbres e instituciones sociales de esta población. En dicha Ordenanza se indicaba que «la Comunidad tendría domicilio oficial en un local o edificio que se denominaría Casa de la Comunidad Musulmana, en la que ondearían la bandera española y la verde del Imán». La Comunidad tenía, como cometido, la construcción o habilitación de mezquitas, la contratación, con carácter de empleado público, de un matarife del rito musulmán, la organización de la justicia islámica, la propuesta de creación de escuelas de niños y niñas, la aprobación de la construcción de viviendas para excombatientes indígenas en la zona del cuartel de Regulares, los baños (hammam), los zocos, los cementerios, los recintos especiales para cárceles, el asilo de ancianos e inválidos, el reformatorio de niños, las Juntas de Beneficencia y la construcción de alcaicerías (Valderrama, 1956). Esta asociación se disolvió en 1956 con la independencia de Marruecos y el final del Protectorado. Este período se caracteriza por una religiosidad tradicional fundamentalmente familiar, en la que las principales manifestaciones públicas son las relacionadas con los tres morabitos de la ciudad (Sidi Bel Abbás, Sidi Embarek y Sidi Brahim), y las cofradías sufís que se reunían en domicilios particulares. Estas últimas fueron creadas, fundamentalmente, por militares del Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas entre las décadas de los veinte y cincuenta, según los testimonios orales obtenidos (en el censo de 1935 figuran 1.323 musulmanes en cuarteles, y otros 2.717 más en la ciudad). Este es el caso, por ejemplo, de la Zauia al-Isauia y de la Zauia Tiyania, ambas ubicadas en el barrio del Príncipe y que, a pesar de su antigüedad, no será hasta el año 2007 cuando se inscriban como entidad religiosa en el Registro de Entidades Religiosas (RER) del Ministerio de Justicia. Estas zauias se configuran como espacios para la sociabilidad con base religiosa, donde los fieles se reúnen para la salmodia de letanías en común (dhikr) y la realización de distintos rituales religiosos, estableciendo fuertes lazos de ayuda común y solidaridad entre ellos. No obstante, estos espacios no son considerados mezquitas al no celebrarse en ellos la oración del viernes. 129 Igualmente, desde la década de los treinta, comienzan a establecerse oratorios de barrio en las zonas con mayor concentración de población musulmana. Se trata de «barraquitas» de autoconstrucción, sin minarete y en las que se realizan las oraciones preceptivas diarias, pero no la del viernes, ya que no suelen tener jatib encargado del sermón. Funcionan también como pequeñas escuelas coránicas para los niños, y poco a poco, gracias al apoyo de los vecinos, se irán dignificando como lugares de culto. Este es el caso, por ejemplo, de la mezquita de Cortijo Moreno, que debe su nombre a la barriada en la que se ubica, y que comienza a funcionar entre las décadas de los cuarenta y cincuenta, edificándose como mezquita en los noventa, al aumentar las necesidades de los vecinos. No obstante, no será hasta el año 2007 cuando se inscriba en el Ministerio de Justicia con el nombre de Comunidad Islámica Masyid Omar Ibn Abdelaziz. ENTRE 1940 Y 1985 Durante este período son numerosas las mezquitas y oratorios de barrio que comienzan su andadura. Sin embargo es la promulgación de la Ley reguladora del derecho civil a la libertad religiosa de 1967 la que marca un punto de inflexión en la dinámica habitual de las comunidades musulmanas, dando comienzo su proceso de institucionalización. La primera en formalizar su situación es la Zauia Musulmana de Mohamadia-Mahoma que, fundada en la década de los sesenta tras la disolución de la mencionada Comunidad Musulmana de Ceuta, se inscribe en el registro de asociaciones confesionales no católicas en 19714. Esta cofradía será la única inscrita oficialmente en la ciudad hasta 1985. La mayoría de las mezquitas fundadas desde la década de los cuarenta no formalizan su presencia hasta el siglo XXI. La construcción de la mezquita Muley el-Mehdi en 1940 plantea nuevas necesidades a la población musulmana, como es la de tener imam y jatib oficiales para la oración del viernes. Será el Majzen de Marruecos5 quien se encargue de estos especialistas religiosos, todos ellos marroquíes salvo excepciones, quienes dependerán de esa administración en todos los sentidos. Esta práctica, iniciada durante el Protectorado, se ha convertido en consuetudinaria. También de la década de los cuarenta es la mezquita 4. Para un mayor conocimiento de los estatutos y fines de esta zauia se puede consultar el artículo de Ana Planet en la revista Awraq: «Asociacionismo e Islam: El Acuerdo de Cooperación del Estado Español con la Comisión Islámica de España y sus repercusiones en Melilla y Ceuta», del año 1997. 5. Durante el siglo XIX y hasta el final de los protectorados español y francés, se conoce con el termino majzen al gobierno de Marruecos. El majzen era la administración con la que contaba el sultán marroquí, y estaba compuesto por el ejército (fuerza policial destinada a mantener el orden interno) y la burocracia (visires y secretarios de cancillería, así como funcionarios especializados en lenguas europeas) (Ramiro de la Mata, 2002: 157). 130 de Sidi Embarek (anteriormente había otra pequeña construcción a modo de oratorio), en los terrenos próximos al morabito del mismo nombre, y junto a la principal escuela coránica de la barriada. Y ya en la década de los sesenta tiene lugar la construcción de la Mezquita del Príncipe que, inaugurada en 1966, es la principal y más antigua de esta zona, aunque no se inscribió como entidad religiosa hasta el año 2007 bajo el nombre de Comunidad Islámica Masyid al-Amir. Otra de las mezquitas, también con minarete, es la de Sidi Abbas Sebti, que se inaugura en 1976 aunque su inscripción en el RER data de 1995 bajo la denominación de Comunidad Islámica de Ceuta. Desde esta mezquita se atiende a los vecinos de Pasaje Recreo Alto y Bajo, Patio Castillo y de la zona colindante, pudiendo llegar a congregar a 400-450 personas en los momentos de máxima afluencia al templo, como es la oración del viernes, o durante el mes de ramadán. La mezquita de al-Karidien se creó originariamente como una zauia sufi en los cuarenta; se edifica en 1953 y en la década de los ochenta, tras una serie de cambios internos, deja de funcionar por completo como una zauia para convertirse en una mezquita. En el año 2001 la comunidad se inscribe como asociación cultural y, posteriormente, en 2006 pasan a registrarse como entidad religiosa con el nombre de Comunidad Islámica Abu Barkr. Igualmente, de la década de los cuarenta es la denominada actualmente como mezquita At-Tauba, creada originariamente como zauia Harrakia, en el barrio del Príncipe, que fue ampliada en los setenta. En el año 2001 su gestión fue asumida por un grupo de jóvenes con intereses y objetivos distintos a los de la comunidad anterior, por lo que se generaron una serie de discrepancias internas que culminaron en 2006, cuando una nueva comunidad asume la gestión. La mezquita se inscribe en el RER en 2008, con el nombre de Masyid At-Tauba. Durante este período se siguen creando mezquitas-oratorios de barrio (todavía situadas en domicilios particulares o en «barraquitas»), como es la de la de la barriada del Poblado de Sanidad, que data de 1951, aunque ha sido reconstruida en distintas ocasiones. La comunidad que sostiene esta mezquita así como su escuela coránica se inscribió como entidad religiosa en el año 2007 bajo el nombre de Comunidad Islámica Masyid al Iman. En el barrio de Benzú se alza la mezquita Ibn Ruch, de cuya fecha de creación original no hay un recuerdo exacto, aunque algunos de los vecinos de la barriada hablan de los años cuarenta. En 1998 se edifica el edificio actual en los terrenos adyacentes, formalizando su situación en el año 2000. En el barrio del Príncipe se abrió la mezquita al-Ansar; inicialmente era solo una escuela coránica que progresivamente se convirtió en oratorio de barrio sin perder sus funciones educativas; en la década de los setenta se construye el edificio actual por suscripción popular de los vecinos de la zona; posteriormente ha sido de nuevo reformada y dotada también de un minarete, (re)inaugurándose en el año 2002. En 2007 se inscriben como entidad religiosa bajo el nombre de Comunidad Islámica 131 Masyid al-Ansar. De la década de los sesenta es la mezquita al-Fath, situada en el barrio del Príncipe, y del año 1975 la mezquita Anas Ibn Malik, en la barriada de Príncipe Alfonso, formalizada en 2006. También de esa década es la Comunidad Arrahma, situada inicialmente en la barriada de Benzú, y que pasó más tarde a desarrollar sus actividades en la mezquita al-Azhar, compartiendo el espacio con la comunidad de esta última, e inscrita en el RER en el mismo año que la anterior. ENTRE 1985 Y 20016 El proceso social generado tras la promulgación de la Ley de Extranjería en 1985, da paso a un movimiento asociativo que formaliza su situación en relación a las asociaciones culturales y políticas como a las entidades religiosas, de modo que en estos 15 años se inscriben el 14% de las existentes en la actualidad. Este período va a contemplar, en sus primeros años, la creación de entidades religiosas que surgen en relación a la Ley de Extranjería y, posteriormente, la formalización de comunidades musulmanas preexistentes en la ciudad, con fines estrictamente religiosos, como es el caso de la ya mencionada Comunidad Islámica de Ceuta. En 1985 se inscribe en el Ministerio de Justicia la Asociación Musulmana de Ceuta, promovida por Mohamed Hamed Alí quien, junto a Mohamed Subaire, participó en el movimiento contra la aplicación de la Ley de Extranjería a los musulmanes de Ceuta. En sus estatutos se explicita, junto a los fines estrictamente religiosos, la voluntad de colaborar con las autoridades en sus relaciones con la comunidad musulmana de la ciudad (Planet, 1998: 189-191). Inicialmente, la asociación tuvo su sede social en la Mezquita de Muley el Mehdi, pasando posteriormente a ocupar un espacio anexo a la mezquita de Sidi Embarek, de donde se mudaron a un local en el centro de la ciudad mientras se remodelaba esta, volviendo a fijar la sede social en ella algún tiempo después de la reforma de la misma. En 1989 la Asociación Musulmana de Ceuta se une al proceso de gestión del Acuerdo de Cooperación de 1992, siendo miembros fundadores de 6. Los estudios más profundos sobre la comunidad musulmana ceutí corresponden a este período. Entre ellos cabe destacar la obra de Ana Planet sobre las comunidades musulmanas de Ceuta y de Melilla, que atiende fundamentalmente al proceso de asociacionismo e institucionalización de las comunidades en estas ciudades, o al estudio antropológico de C. Stallaert sobre el proceso de construcción de la identidad española, realizado a partir de su trabajo de campo durante un año en Ceuta, cuyo último capítulo de su obra está dedicado precisamente a la etnogénesis y etnicidad musulmana ceutí a finales del siglo XX. No obstante, estos trabajos se centran en la temática de la institucionalización y en las asociaciones y comunidades registradas como tales y que está ligadas a los procesos relacionados con la Ley de Extranjería de 1985, por lo que apenas desarrollan la cuestión de los espacios de culto, las mezquitas de barrio y escuelas coránicas que se van constituyendo en esta época. 132 la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas (FEERI), así como ponentes en las distintas reuniones encaminadas a la firma del Acuerdo. En 1992, en Asamblea General Extraordinaria, se decide cambiar el nombre de la asociación por la de «Comunidad Musulmana de Ceuta», y más tarde sufren una escisión, por desacuerdos internos; una parte de los mismos crearán la Asociación Musulmana del Estado Español, registrada en 1993 bajo el liderazgo de Ahmed Aali, ya fallecido, y que en la actualidad carece de actividad. En 1988 se constituye la Asociación Religiosa Musulmana Masyid AnNoor, con unos fines exclusivamente religiosos y ligada desde el comienzo a la actividad de la Yama’a at-Tabligh en Ceuta. En 1995, año en el que se aprueba el Estatuto de Autonomía de la Ciudad de Ceuta, formaliza su existencia la ya mencionada Comunidad Islámica de Ceuta, y pocos meses después se constituye la Comunidad Islámica de Ceuta al-Bujari, que inicialmente había adoptado el nombre de Consejo Superior de Religión Islámica Tabuk, en la misma barriada que la anterior, con estatutos y fines también similares. Esta comunidad es la primera de la ciudad en adscribirse a la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), permaneciendo en la actualidad en la federación nacional y no en UCIDE-Ceuta. Asimismo, esta Comunidad formó parte del acuerdo inicial firmado para contar con la presencia de profesores de religión islámica en la escuela pública. En la actualidad, al-Bujari tiene una actividad reducida y carece de espacio de culto propio. En ese mismo año 1995, debido al deterioro en el que se encontraba la mezquita de Sidi Embarek, se forma una comisión de vecinos del barrio con objeto de recaudar fondos para la reforma de la mezquita. Tras la autorización de la Comunidad Musulmana de Ceuta7 al colectivo vecinal impulsor del proyecto (según documento privado fechado el 6 de mayo de 1995), que estaba representado por Ahmed Liazid (imam de la mezquita Muley el Mehdi y asesor religioso de dicha Comunidad Musulmana de Ceuta), y merced a los donativos de los fieles, dan comienzo las obras, siendo inaugurado el nuevo edificio de la mezquita en diciembre de 1997. En este último año, el grupo impulsor de la obra formaliza su existencia bajo el nombre de Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca, pasando a convertirse en una ONG islámica en 2001, siempre vinculados a la mezquita de Sidi Embarek. Al igual que ocurre en épocas anteriores, durante todo este tercer período se van a ir creando nuevas comunidades musulmanas, con características similares a las anteriores. Ejemplo de estos oratorios de barrio es la de Blond Mesa, abierta 7. La Comunidad Musulmana de Ceuta era la única entidad religiosa con sede en esta mezquita en aquel año, por lo que estaba legitimada para autorizar la obra de remodelación en primera instancia, y lo hace con la condición de tener un espacio para su sede en el nuevo edificio. 133 en 1987 aunque no se inscribió como entidad religiosa hasta el año 2006, con el nombre de Comunidad Islámica Masyid Omar Ibn Aljattab. Su actividad se centra en las oraciones preceptivas diarias, a las que acuden los vecinos del barrio. También de la década de los ochenta es el pequeño oratorio-escuela de Arcos Quebrados, en el barrio del Príncipe, una de las últimas «barraquitas» que quedan en la ciudad y que atiende casi exclusivamente a los vecinos de las viviendas que la rodean. Este oratorio fue inscrito en el RER en el año 2008 con el nombre de Comunidad Islámica Jalid Ibnul Walid. Entre 1988 y 1989, una mujer que no tenía hijos a quienes transmitir sus bienes, cede una «barraquita» para hacer en ella una escuela y mezquita, se trata de la mezquita Badr, en el barrio del Príncipe que fue edificada como tal en 1997, registrándose en el RER como entidad religiosa dos décadas después. De 1990 es la construcción del edificio actual de la mezquita Uhud, una mezquita con minarete cuya comunidad está conformada por los vecinos del barrio, y que formalizó su situación en 2007. Entre las actividades de esta mezquita destacan las orientadas a la reinserción y a la alfabetización de adultos. También de la década de los noventa es la mezquita al-Umma, en la barriada Príncipe Felipe, si bien el edificio actual fue inaugurado en el año 2003, y la comunidad formalizó su situación en 2007. En 1992 se sitúa el origen de la mezquita Arrahman, situada en el barrio de San Pablo. Inicialmente fue una escuela coránica que amplía sus funciones a mezquita en 2004 y formalizando su situación en 2007. De finales de esta década es la mezquita de la Almadraba, situada a orillas del mar en la barriada de ese nombre, y que se inscribió como entidad religiosa en 2006 con el nombre de Comunidad Islámica de Ceuta, mezquita al-Gufran. En la década de los noventa destaca la fundación de escuelas coránicas independientes de mezquitas. Este es el caso de la Asociación Islámica al-Manar, cuyas actividades educativas se iniciaron en el seno de la mezquita al-Umma en esos años, emancipándose de la misma al trasladar el Centro al espacio que ocupan en la actualidad, e inscribiéndose como entidad religiosa en 1995. También de mediados de esta década es la Asociación Cultural al-Kadi Ayyad, creada inicialmente con fines culturales y deportivos para los niños de la barriada del Príncipe Alfonso y que, situada junto a la mezquita Uhud, pronto asumió también las funciones educativas de escuela coránica independiente. Esta asociación se inscribe como entidad religiosa en el año 2006, con el nombre de Comunidad Islámica de al-Kadi Ayyad. Una tercera escuela coránica independiente creada también a mediados de los noventa es la de Charif alIdrissi, dándose de alta como entidad religiosa en el año 2006, con el nombre de Comunidad Islámica Charif al-Idrissi. La Comunidad Islámica Assalam se crea, al igual que las anteriores, a mediados de los noventa, inscribiéndose como entidad religiosa en 1997. La Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan tiene su origen en 1997, cuando miembros procedentes de otras comunidades islámicas existentes, y de asociaciones 134 vecinales y culturales se organizan en torno al hecho religioso, con el objetivo puesto en el desarrollo de los musulmanes ceutíes y de toda la ciudad en general; esta comunidad se registra como entidad religiosa en 2006. En 1998 se crea la mezquita Sidi Sebti, tratándose en este caso de una mezquita privada familiar, situada en la planta baja de la vivienda de su fundador. A ella acuden los familiares del propietario y amigos cercanos. DESDE 2001 A LA ACTUALIDAD El período que comprende desde el año 2001 hasta la actualidad se caracteriza por la formalización de la mayoría de las asociaciones, comunidades y mezquitas existentes, hasta un total de 24 (el 49% de las inscritas hasta julio de 2011); menos de una decena de las entidades religiosas registradas en este período son de nueva creación. Dos son los factores principales que van a generar esta dinámica asociativa. Por una parte la política de ayudas autonómicas destinadas a la restauración de espacios de culto iniciada por el gobierno de Juan Vivas. En tanto que estas ayudas debían tener a entidades con personalidad jurídica civil como destinatarias, los grupos confesionales se van institucionalizando, así entre los años 2000 y 2007 formalizan su situación el 32% de las entidades musulmanas actuales. Las restauraciones de los espacios de culto islámicos han contribuido significativamente a la concienciación de la existencia también de un patrimonio cultural musulmán en la ciudad. El segundo hecho significativo en este período es la creación de la federación UCIDCE (Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta) en 2007. Una de sus principales actividades ha sido la inscripción en el RER de los espacios de culto islámicos de barrio, y de las escuelas coránicas independientes, así como el apoyo a la creación de nuevas comunidades. Las comunidades de nueva creación en este último período son las que gestionan mezquitas también de reciente creación. Algunas de ellas se encuentran en proceso inscripción, como es el caso de la mezquita Dar Allah; mientras que otras ya están inscritas como entidades religiosas. Estas últimas son la mezquita Abul-Abbas Assabti (construida junto al morabito de Bel Abbás), la mezquita al-Ijlas y la mezquita al-Azhar. También de nueva creación son la escuela coránica al-Fayr y las comunidades al-Kortobi y la Comunidad Islámica Badr de Ceuta, esta última es la entidad religiosa del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca. La última comunidad en crearse cuando se cierra esta investigación (en 2011), es la Comunidad Islámica Imam Assabti, que está ubicada en la mezquita Sidi Embarek. Las federaciones musulmanas de Ceuta A principios del siglo XXI el movimiento asociativo ceutí va a revitalizarse a través, fundamentalmente, de la federación de las entidades islámicas. Hacia el año 2000, y bajo el amparo de la FEERI, se crea la Comisión Islámica de Ceuta, que está integrada inicialmente por ocho comunidades: 135 Abbu Abbas Sebti que posteriormente pasa a ser Imam Malik, al-Kadi Ayyad, al-Manar, Assalam -que estaba con la mezquita del Príncipe-, Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca, Abu Bark, y la antigua comunidad de Benzú. La idea con la que trabajaban era la de crear una federación similar a la Comisión Islámica de Melilla, formada años antes. Se redactaron los estatutos y se enviaron al Ministerio de Justicia, pero no fueron aceptados por una serie de defectos de forma, lo que hizo que sus impulsores desistieran de la idea de continuar el proyecto. Esta Comisión Islámica de Ceuta tuvo una breve existencia en la que se realizaron algunas actividades, como por ejemplo un campeonato de fútbol entre colegios coránicos, algunas conferencias, etc. Los miembros de otras entidades religiosas y asociaciones, que también habían formado parte del movimiento asociativo ceutí desde los noventa, y que tenían también el proyecto de crear una federación, se organizarán a finales de 2006. Cuando la Comisión Islámica no prospera, deciden crear una entidad federativa local junto a otras entidades que estaban también en UCIDE. Este proyecto forma parte, asimismo, de la reestructuración que iniciara UCIDE en 2003 para adaptarse a la realidad autonómica nacional, creando federaciones regionales independientes que respondieran a las necesidades de cada autonomía. En abril de 2007 se aprueban los estatutos de la nueva federación regional, y el 20 de julio de 2007 se presenta oficialmente la Unión de Comunidades Islámicas de Ceuta, UCIDCE, con la asistencia de las autoridades políticas, administrativas, culturales y cuerpos de seguridad de la Ciudad Autónoma, del presidente de la UCIDE, Riay Tatary y de los representantes musulmanes de la ciudad. Se trata de «una federación dentro de otra federación» (L. Maateis, presidente de UCIDCE), que como entidad religiosa federativa congrega a la mayor parte de las entidades religiosas musulmanas de la Ciudad Autónoma y, a su vez, se adscribe a la federación nacional de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE). Los objetivos de UCIDCE son los de ayudar, asesorar, colaborar, y cooperar con las entidades religiosas, culturales, privadas, sociales, políticas y con la Administración desde una perspectiva independiente. Por ello pretenden conseguir la unión de los musulmanes ceutíes, para lograr la mejora en la organización de las entidades culturales y religiosas islámicas. Esta federación también trabaja por el desarrollo de los derechos de los musulmanes y por favorecer la convivencia, «que la gente se implique, y que se trabaje por mejorar las condiciones de vida de la comunidad musulmana ceutí», así como por el desarrollo y la aplicación efectiva del Acuerdo de Cooperación de 1992. «Y ese es nuestro trabajo, velar por el interés de los musulmanes, legalizar la situación de los imames, regularizar las mezquitas, fomentar la educación, fomentar la convivencia, fomentar la paz, la comunicación entre culturas, cooperar con las administraciones y... queramos o no es un trabajo» (L. Maateis, presidente de UCIDCE). La UCIDCE se ha convertido, en los últimos años, en el principal interlocutor de las comunidades musulmanas ceutíes ante la Administración española, tanto la local-autonómica como la estatal. Esta federación integra en su seno 136 mezquitas y espacios de culto, comunidades religiosas con fines culturales y comunidades religiosas con fines educativos. Todas las entidades religiosas que integran la UCIDCE tienen personalidad jurídica propia, y mantienen su independencia jurídica, administrativa, de gestión y de actividad, siendo la federación la que las representa ante la Administración. La UCIDCE se estructura en torno a varias comisiones: asuntos religiosos, relaciones institucionales, cultura y deporte, asuntos sociales, gabinete de prensa, asuntos jurídicos y exégesis coránica. Esta estructura, a su vez, se fundamenta en un conocimiento profundo de la realidad asociativa islámica de la ciudad, disponiendo de un completo archivo en el que se va sistematizando toda la documentación de las mismas: información de todas las entidades federadas (ubicación, historia, motivo de la creación, fecha de fundación, remodelaciones, etc.). Este archivo no solo facilita las labores administrativas de la UCIDCE, sino que también constituye un registro para la memoria islámica contemporánea de la ciudad. Una de las primeras tareas que emprendió la UCIDCE fue la formalización de los espacios de culto de la Ciudad Autónoma y la regulación jurídica de la situación de los imames. Como ya se ha descrito, la mayoría de los espacios de culto y de oratorios de barrio, funcionaban de la manera tradicional sin ningún tipo de formalización jurídica, lo que dificultaba cualquier tipo de reconocimiento de las mismas. El primer paso en la inscripción de estos espacios y sus comunidades como entidades religiosas fue la normalización de estos lugares, ya que en muchos casos se trataba de donaciones de particulares a la comunidad, sin que mediara ningún documento. Tras la normalización del espacio se procedió a la inscripción de las comunidades en el RER, para que estas tuvieran la personalidad jurídica de entidad religiosa. En este proceso muchas comunidades han cambiado el nombre, aquel por el que se las conocía popularmente (el de la mezquita, o el del barrio) se ha modificado por uno nuevo con objeto de que no existan duplicidades nominativas. Este hecho, y la cantidad de inscripciones realizadas en un breve período, ha llevado a que en ocasiones se hable de la «entidades fantasma» en la ciudad, «ellos cuando escuchan Comunidad Gufran se creen que nunca ha existido, claro que nunca ha existido con ese nombre, pero como paredes y espacio físico ha estado toda la vida» (H. Mohamed, vicepresidente de UCIDCE). Simultáneamente se abordó la cuestión de la regulación y normalización de los imames que ejercen sus labores en Ceuta. Los proyectos de UCIDCE se formulan en torno a dos bloques: la religión, las autoridades religiosas y los espacios de culto por una parte, y la educación, la cultura y el deporte por otra. En relación al segundo bloque de actividades están los programas para el fomento de la lectura, la lucha contra el fracaso escolar y el esfuerzo para equiparar oportunidades sobre la base de la educación, celebración de conciertos de cantos coránicos, cursos de árabe y de español, así como de informática y de Internet. Todas estas actividades están destinadas tanto a niños 137 como a jóvenes y adultos de ambos géneros. Para llevar a cabo estos proyectos, especialmente aquellos que tienen lugar en el espacio público, la UCIDCE cuenta, fundamentalmente, con las ayudas de la Ciudad Autónoma (conservación de espacios de culto y actividades culturales) y con la de la Fundación Pluralismo y Convivencia (proyectos relativos a la educación, cultura y deporte). Entre los objetivos de estos proyectos está el de visibilizar las actividades organizadas desde la UCIDCE, tanto en los barrios como en el conjunto de la ciudad, así como la participación y compromiso de los vecinos en dichas actividades. En la actualidad gestionan, también, ayudas para las comunidades y asesoramiento en la elaboración y justificación de los proyectos que las comunidades presentan a la Fundación Pluralismo y Convivencia, la cuestión de los profesores de religión islámica en las escuelas públicas, aspectos relativos a temas sanitarios como es la atención médica para niños desfavorecidos, la apertura de un oratorio para musulmanes en el Hospital Universitario de Ceuta, etc. La UCIDCE participa, asimismo, en las distintas actividades que se organizan en Ceuta, ya sea las organizadas por otras confesiones (como la asistencia a inauguraciones de templos), o las organizadas por la ciudad u otras instituciones de la misma, como por ejemplo la celebración en 2011 del centenario de la creación del Cuerpo de Regulares. En la actualidad la mayoría de las entidades religiosas musulmanas ceutíes están integradas en UCIDCE. En cuanto a las demás: tres comunidades pertenecen a UCIDE nacional pero no a la federación local (Comunidad Islámica de Ceuta, al-Bujari y Comunidad Islámica Imam Malik), y dos forman parte de la FEERI (Comunidad Musulmana de Ceuta y Comunidad Islámica Badr de Ceuta). Solo se ha mantenido independiente, sin unirse a ninguna federación, la zauia Amigos del Islam. La religiosidad musulmana en Ceuta En la Ceuta contemporánea conviven, fundamentalmente, dos formas de religiosidad: una religiosidad tradicional articulada en torno a la vida cotidiana, la familia y los espacios de sociabilidad religiosos habituales, como son la mezquita y la escuela coránica; y un segundo tipo de religiosidad que, a partir del estudio y análisis de los textos sagrados y teológicos, tiende hacia la ortopraxis aunque respetando las formas y creencias tradicionales. La religiosidad tradicional es aquella que se ha ido transmitiendo de generación en generación, de forma oral, aprendida y desarrollada en la vida cotidiana, en el contacto con el entorno. Esta se vincula no solo a los preceptos islámicos sino también a formas de espiritualidad específicas, a lugares con baraka, a tumbas de santos, a tradiciones locales y a determinados ritmos y sabores; se trata de una forma de expresión religiosa flexible que permite la adaptación a los cambios socio-históricos. En esta forma de vivir el hecho religioso la mezquita 138 es un espacio masculino, que no forma parte de la tradición femenina, y que se explicita en las relaciones que se establecen con las mezquitas-oratorios de barrio. Antes los vecinos cuidaban a los imames, les daban de comer, les ayudaban, y el imam vivía normalmente del colegio, los niños les daban una pequeña mensualidad, los vecinos les traían la comida, el almuerzo, una vez a la semana le daban un regalito, y de eso vivía lo que es la mezquita. (Miembro de la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik) El mantenimiento y funcionamiento de estos espacios, que son simultáneamente escuela coránica y vivienda del imam, ha sido asumido, tradicionalmente, por grupos de vecinos de la barriada en la que se ubica, constituidos en comunidad informal, yama’a. Se trata de comunidades que van cambiando a lo largo del tiempo y con ellas la propia dinámica del oratorio, de modo que la historia de la mezquita se convierte en la memoria histórica del barrio y de sus habitantes. Sin embargo, estas formas tradicionales van cediendo terreno ante los procesos contemporáneos, basados más en la lectura y estudio de los textos que en la recitación comunitaria del Corán. Asimismo, la institucionalización de las comunidades, ante la creación de juntas directivas que dirigen el funcionamiento de las mezquitas y se configuran como representantes de las mismas, las formas tradicionales de yama’a de vecinos que cuidan de la mezquita están reduciendo su presencia. En todas estas formas de religiosidad la mujer musulmana está muy presente en las comunidades y en las mezquitas; hoy en día reivindican su espacio y actividad en las mismas, por lo que forman parte de numerosas juntas directivas. En las nuevas mezquitas edificadas se contempla la existencia de un espacio específico femenino, y hay agrupaciones femeninas en su seno, independientes del colectivo masculino. A ello se añade el surgimiento de asociaciones y comunidades organizadas y gestionadas por mujeres. La cuestión de la autoridad religiosa: los imames Un aspecto significativo en relación a la religiosidad musulmana en Ceuta atiende a los orígenes de este colectivo. Frente a la consideración de la religiosidad en términos de continuidad (que desde hace unos años se denomina como «islam marroquí» o «islam maliki»), otros musulmanes ceutíes enfatizan en las nuevas formas de religiosidad. Esta confrontación habitualmente es interpretada como una estrategia de reivindicación de la marroquinidad versus la españolidad de los musulmanes de la ciudad. De modo que, como ya reflexionara Christiane Stallaert en 1998, las comunidades se hallan en una situación complicada, ya que si defienden su autonomía frente al mundo musulmán corren el riesgo de perder su identidad ciudadana, mientras que si aceptan el apoyo de otros musulmanes, especialmente desde Marruecos, se convierten en sospechosos de 139 conspirar contra la ciudad. La manifestación más evidente de esta problemática está en la cuestión de los imames y de la autoridad religiosa. La diversidad de posiciones existentes en la actualidad en relación a la religiosidad y a la autoridad religiosa, y el frágil equilibrio de fuerzas se deben, en gran medida, a la herencia de la época del Protectorado. En esa época los musulmanes ceutíes dependían del Estado centralizado español, tanto administrativa como políticamente. Sin embargo, el ámbito cultural y religioso —y los aspectos administrativos y económicos de este— recaían en el Majzen marroquí, que era el que nombraba y sostenía a los imames de la ciudad. Esta situación se prolongará durante todo el Protectorado e incluso después de la independencia de Marruecos (1956). En este contexto, el hecho de que los imames provengan del país vecino se observa con normalidad por parte de los musulmanes ceutíes; se trata de una situación que en la actualidad se justifica sobre la base de razones históricas, afinidades lingüísticas, cuestiones económicas y, sobre todo, por la inexistencia de un sistema formativo adecuado de imames en España. Los imames de Ceuta, que yo recuerde, de toda la vida han venido de Marruecos, primero por el idioma, y segundo porque aquí no tenemos formación de imames, y luego porque a un imam hay que pagarle su nómina, su seguridad social, y no hay ninguna mezquita que sea capaz de pagar ese dinero. Hay que ver la realidad. Vienen de Marruecos primero porque no hay otros, y segundo por razones económicas. Y una mezquita tiene que tener dos imames, porque éstos tienen sus necesidades que atender, y tiene que haber siempre al menos un imam en la mezquita. (Miembro de la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik) La praxis religiosa y la cuestión de los imames de las ciudades de Ceuta y Melilla, se entremezcla con las reivindicaciones marroquíes, desde su independencia, sobre las dos ciudades y las Islas Chafarinas que consideran «usurpadas» por España. Aquellos que mantienen una postura promarroquí defienden lo que denominan como «Islam maliki». Esta denominación no remite tanto a la escuela jurídica maliki (que es la mayoritaria del norte de África y en España), como al reconocimiento y fidelidad al rey alauí, quien aúna el poder político y el poder religioso debido a su posición de «comendador de los creyentes». En palabras del presidente de la Comunidad Musulmana de Ceuta: «El malikismo marroquí significa que Mohamed VI reconoce al malikismo como escuela, Malik era el imam de la Medina, primer imam de la Medina, y significa que los musulmanes deben reconocer al rey como comendador de los creyentes, y su autoridad religiosa.» Frente a esta posición, otros colectivos musulmanes ceutíes, aún reconociendo el liderazgo religioso del rey de Marruecos por cuanto vela por el cumplimiento de la Ley e impulsa el estudio de las ciencias religiosas, no se muestran conformes con su deseo de gestionar las comunidades asentadas fuera de ese 140 país. Estos colectivos reivindican su independencia del reino vecino en cuanto a la gestión y administración de las mezquitas, sosteniendo que las mezquitas ceutíes son espacios de culto de y en España. Tal y como comenta el presidente de UCIDCE: «Quien profesa la religión no necesita la ayuda de nadie porque tiene sus representantes, sus comunidades y estamos trabajando bastante bien. Por ley, dependemos de la Dirección de Asuntos Religiosos de Madrid, y no tenemos por qué desmentirlo» (El Faro de Ceuta, 1 de noviembre de 2009). El proceso iniciado para la consecución de la regulación de la situación de los imames de Ceuta es el detonante que vuelve a llevar a la actualidad este debate, que se une al que se iniciara a raíz de los atentados terroristas de Madrid en 2004 sobre la autoridad religiosa y el control del discurso de los imames, así como el que se establece en relación a la colaboración de Marruecos en la organización del islam en España y en Europa. A esta situación, en el caso de Ceuta, se suman las tensiones internas habituales intra e inter comunidades. La escenificación de esta compleja situación, del frágil equilibrio y de la división existente en relación a las distintas formas de entender la religiosidad y las fidelidades, tiene lugar desde hace unos años en la celebración de la musal-la con ocasión de las dos fiestas religiosas canónicas: la fiesta que marca el final del mes de ramadán y la fiesta del cordero. En el año 2008 la ciudad autoriza la celebración de la musal-la, rezo colectivo al aire libre con el que dan comienzo las fiestas islámicas, en los terrenos militares cedidos por el Ministerio de Defensa en la zona denominada Loma Margarita. Esta iniciativa tenía, entre sus objetivos, unir a todos los musulmanes de la ciudad con ocasión de la fiesta. En este primer año ya comienzan a escenificarse las tensiones existentes, por cuanto los representantes de la FEERI en Ceuta se desmarcaron de esta iniciativa organizando un rezo alternativo en la explanada situada junto a la mezquita de Sidi Embarek, y el imam de esta mezquita, Ahmed Liazid, rehusó dirigir la oración de Loma Margarita, manteniendo la mezquita abierta para sus fieles a pesar de la petición, en sentido contrario y a iniciativa de Marruecos, que le hicieron otros grupos que tienen su sede social en la mezquita8. Esta situación se ha repetido en las distintas festividades hasta la actualidad, convocándose paralelamente dos musal-la: la organizada por la UCIDCE en Loma Margarita, y la de los afines a los planteamientos de la FEERI en las inmediaciones de la mezquita Sidi Embarek. Estas convocatorias, a su vez, han estado acompañadas de actividades de diversa índole encaminadas a forzar la elección de una u otra musal-la a los musulmanes de la ciudad, como por ejemplo cuando en el año 2009 se denunció la existencia de amenazas contra aquellos imames que aceptaran la invitación de UCIDCE para oficiar la 8. Véase el apartado referido a la mezquita de Sidi Embarek. 141 oración en Loma Margarita9. La coexistencia de dos musal-la lleva a que algunas comunidades opten por celebrar las festividades de forma independiente en sus respectivas mezquitas, que permanecen abiertas en esas fechas. Ceuta cuenta con unos 60 imames residentes, y algunos de ellos llevan varias decenas de años atendiendo la misma mezquita10. La mayoría de las mezquitas disponen de los servicios de dos imames, uno oficial que es el que dirige las oraciones preceptivas diarias y atiende las necesidades espirituales de la comunidad, y un segundo que es el «imam de los viernes», quien pronuncia el sermón de la oración de este día, y es designado por el Mandub de la cercana ciudad marroquí de Rincón-Mdiq. En ocasiones el imam residente cuenta el apoyo de un ayudante, taleb, un varón que estudia junto al imam y que hace las veces de asistente del mismo. Las mezquitas más grandes, así como aquellas que tienen más actividad disponen de los servicios de tres imames, y algunas hasta cuatro. La costumbre es que el imam oficial resida en el interior de la mezquita, disponiéndose en estas de un espacio adaptado a su vivienda. Los imames, en general, están en posesión de la titulación oficial como tales. El origen foráneo de la mayoría de ellos conlleva que, en muchas ocasiones, no conozcan el idioma español, por lo que en el año 2010 53 imames ligados a comunidades adscritas a la UCIDCE se matricularon en el curso de español para imames, superando ampliamente el cupo propuesto por los organizadores. Este curso fue organizado por la Fundación Pluralismo y Convivencia en colaboración con el Instituto Cervantes de Tetuán. Entre los objetivos de este curso está «el de contribuir a la formación de los ministros del culto de la religión islámica o líderes de las comunidades islámicas para que adquieran una buena competencia a nivel de comunicación en castellano, conocimiento de la cultura y sociedad española y desenvolverse en las situaciones de la vida cotidiana, haciendo especial insistencia en alcanzar un cierto nivel de expresión oral»11. Las mezquitas En la actualidad la Ciudad de Ceuta cuenta con 31 mezquitas. Entre ellas las más conocidas, por su antigüedad y por orden cronológico, son las siguientes: 9. «Acusan al delegado del Ministerio de Asuntos Religiosos marroquí en la vecina ciudad de Mdiq (Rincón en tiempos del protectorado español) de maniobrar para impedir la oración en la Loma Margarita. «Hubo coacciones», asegura […], que encabeza una asociación afiliada a la UCIDCE. Desde la FEERI, en cambio, se reprocha a sus rivales de haberles amenazado con privar de residencia, gracias a sus buenas relaciones con las autoridades españolas, a los imanes que no colaboren con ellos» (El País, 21 de septiembre de 2009). 10. Sobre la cuestión de la autoridad religiosa y de los imames en España, pude consultarse: MORERAS, J. (2007): Imams de Catalunya, Empurias, Barcelona. 11. Tomado de la Convocatoria 2010, para la solicitud de cursos gratuitos de castellano para los imames y líderes de las comunidades islámicas de las Comunidades Autónomas de Madrid y Murcia y la Ciudad Autónoma de Ceuta. 142 Mezquita de Sidi Embarek, Mezquita de Muley el Mehdi, Mezquita del Príncipe, Mezquita al-Karidien, Mezquita Ibn-Ruch, Mezquita al-Ansar, Mezquita de Sanidad, Mezquita Badr, Mezquita an-Noor, Mezquita al-Umma, Mezquita Abul-Abbaas Assabti Aljazrachi y Mezquita de la calle Sevilla. MEZQUITA DE SIDI EMBAREK La mezquita de Sidi Embarek, es una de las más emblemáticas de la ciudad por el lugar donde se levanta, así como una de las más respetadas tradicionalmente en Ceuta. La mezquita se ubica en los terrenos contiguos al morabito del mismo nombre, que data probablemente del siglo XVIII, y al cementerio musulmán. Según los testimonios orales recabados, la primera mezquita data de los años veinte del siglo XX, siendo entonces un pequeño edificio, y junto a ella se levantaba una pequeña escuela coránica. En 1947 la mezquita inicial recibe la primera de una serie de reformas, edificándose en ese momento el alminar. La gestión de esta mezquita se hacía al modo tradicional, es decir, era cuidada por los vecinos del barrio, y contaba con un imam nombrado entonces por la mandubia tetuaní. En 1995 la mezquita Sidi Embarek da muestras de un grave problema de deterioro, y los técnicos municipales y los militares aconsejan su derribo, por lo que este grupo de personas, que trabajan ya previamente en el mantenimiento de la misma, deciden la construcción de un nuevo edificio en el mismo lugar, manteniendo el minarete en tanto que es patrimonio de la ciudad. En ese año comienzan a recaudar fondos para la edificación, la mayoría de ellos proceden de donativos de los vecinos, y con una ayuda del gobierno marroquí. La nueva mezquita se inaugura oficialmente en diciembre de 1997, contando con la presencia de las autoridades políticas y militares de la ciudad, así como de los representantes de todas las confesiones religiosas. La principal remodelación de la mezquita, además de las mejoras en su estructura, consistió en la ampliación de la sala de oración, la ampliación de los bajos traducidos en un cambio de nivel, en una escuela más espaciosa con varias aulas, mejores servicios básicos, accesos, etc. A instancias del imam Liazid, el grupo que se había hecho cargo de la edificación se constituye formalmente con el nombre de Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca, asumiendo Liazid el cargo de presidente del mismo. En 1998 se constituye formalmente la escuela coránica, heredera de la anterior, con el nombre de Colegio Abu al-Hasan Achcharri, de la que el imam Liazid será su director hasta el año 2005, y que está situada en los bajos de la mezquita, cerca de las oficinas y de la cocina12. Hasta el momento no se ha restituido a la 12. Sobre el Colegio Abu Al-Hasan Achcharri se hablará en el apartado dedicado a la enseñanza de la religión islámica. 143 Comunidad Musulmana de Ceuta el espacio acordado en la nueva mezquita; sin embargo esta última sigue manteniendo como sede social la dirección de la mezquita, y comparte el espacio con el Consejo Religioso y Benéfico. Desde la inauguración de la nueva mezquita se va a ir formando una nueva yama’a, integrada por los vecinos del barrio muy implicados en su mantenimiento y que se organizan en torno a la figura y guía espiritual del imam Liazid, ceutí de nacimiento y cuyas jutbas, en dariya y en castellano, son ampliamente valoradas por la comunidad musulmana. Esta yama’a es una comunidad integrada por hombres y mujeres que, inicialmente, se organizan al modo tradicional y que van a implicarse de una manera significada en el Colegio. En el año 2005 se produce una escisión en el seno del Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca, debido a problemas internos de funcionamiento, que traerá consigo la dimisión del imam Hamed Liazid como presidente del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca, y la desvinculación del Colegio del Consejo Religioso y Benéfico que pasa a ser gestionado por la nueva yama’a. Algún tiempo después Liazid cede la dirección del Colegio a su hija (que hasta entonces había ejercido las funciones de subdirectora), y mantiene su posición y funciones como imam de la mezquita Sidi Embarek. Como consecuencia de la problemática surgida de la escisión, y con objeto de poder mantener el cuidado y la administración de la mezquita, la yama’a de la mezquita se inscribe como entidad religiosa en el RER en el año 2007. En sus estatutos recoge que entre sus fines está la «Administración y gestión de los centros propios: La mezquita Sidi Embarek, Cocina-comedor benéfico y colegio Abu al-Hasan Acharri» (Art. 7), por lo que esta Comunidad se convierte en la representante legal de la mezquita. En 2009 se adscriben a la UCIDCE según el acuerdo al que llegan en una asamblea extraordinaria. La formalización de la Comunidad Mezquita Sidi Embarek conlleva la creación, por parte de Luna Blanca, de una segunda entidad religiosa, la Comunidad Islámica Badr de Ceuta, inscrita en el Registro de Entidades Religiosas como tal en 2008, «Badr es la entidad religiosa de Luna Blanca» (M. Abdelkader, representante de Luna Blanca). A partir de ese momento las disensiones entre las distintas comunidades y asociaciones que tienen su sede en la mezquita van a aumentar considerablemente. La existencia de dos entidades religiosas compartiendo un mismo espacio, y la pugna por la legitimidad y el control de la mezquita, ha generado una serie de problemáticas que han trascendido los límites de la propia mezquita, y que se han expresado tanto en la celebración de las fiestas religiosas islámicas, como en los duros enfrentamientos tras las oraciones del viernes que condujeron a la dimisión definitiva de Hamed Liazid, como imam de la mezquita, en marzo de 2010. En 2011 se constituye una tercera entidad religiosa ligada a la mezquita Sidi Embarek, la Comunidad Islámica Imam Assabti, haciendo aún más compleja la situación. 144 Las entidades religiosas iniciales creadas en torno a la mezquita de Sidi Embarek llevan a cabo actividades diferenciadas, tanto en su organización como en cuanto al espacio en el que tienen lugar. La Comunidad Mezquita Sidi Embarek se encarga del Colegio Abu al-Hasan Achcharri, organiza charlas religiosas en la mezquita seguidas de una cena en comunidad, etc. Igualmente desarrolla un importante programa de actividades destinado a las mujeres, por lo que han constituido una Comunidad de Mujeres de la Mezquita Sidi Embarek. Se trata de un grupo femenino que, que además de apoyar a la yama’a masculina, organiza sus propios eventos, como son las charlas religiosas durante el mes de ramadán. La Comunidad Islámica Badr, por su parte, realiza actividades fundamentalmente culturales, como es la colaboración en la organización de La Amara o romería a Sidi Embarek, la colaboración con la prensa con ocasión de las fiestas musulmanas y el desarrollo de una página web (www.webislamceuta.com). MEZQUITA DE MULEY EL MEHDI (COMUNIDAD ISLÁMICA IMAM MALIK) La Mezquita de Muley el-Mehdi es una donación estatal a los musulmanes de Ceuta. Fue construida según los planos del arquitecto municipal José María Tejero y de Benito, e inaugurada el 18 de julio de 1940. Al acto de inauguración acudieron las autoridades militares y civiles tanto de la ciudad como del Protectorado Español en Marruecos, contando también con la presencia del Jalifa Muley El Hassan Ben El Mehdi. Días después de la inauguración oficial, la mezquita se abría al culto. Se trata de un edificio de 300 metros cuadrados en su interior, a los que se añaden otros 300 en el patio de acceso y la entrada; en la actualidad puede llegar a acoger hasta 1.000 personas en la oración de los viernes. Resulta significativo que carezca de espacio específico para las mujeres debido a la época en la que fue edificada; no obstante, a iniciativa del imam Liazid, entonces encargado de los aspectos espirituales de la comunidad, se adaptó una parte del patio para ellas en la renovación del edificio en la década de los noventa. Esta mezquita ha estado a cargo de varias yama’a o comunidades de vecinos o fieles que se ocuparon de las necesidades materiales, llevaban comida al imam y este último ejercía también como profesor de la escuela coránica, de cuyo sueldo vivía. En la década de los setenta la mezquita tuvo que ser reformada por su deterioro. Esto fue seguido de un período de vacío organizativo, hasta que en la década de los ochenta se crea una nueva comunidad, que «tenía más visión política que otra cosa, era para crear la documentación de la gente, cuando termina lo de la ley de extranjería esa comunidad desaparece y es cuando entramos nosotros, entramos en el 92» (miembro de la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik). En 1992 un grupo de antiguos alumnos de la escuela de la mezquita Muley el Mehdi observa que el edificio se está deteriorando de nuevo y que necesita reparaciones por lo que, siguiendo las 145 sugerencias de las autoridades municipales en el procedimiento para solicitar ayudas económicas, optan por conformarse como asociación, con el nombre de Asociación Cultural Abu Abbas Assabti. A partir de su formalización comienzan a trabajar en la restauración de la mezquita, la mejora de la escuela coránica, etc. En el año 1996 hubo un intento de inscribir una comunidad denominada Yama’a de la Mezquita Muley el Mehdi, cuya solicitud fue rechazada por un defecto de forma en sus estatutos (Catalá, 2004: 474-476). Será en el año 2001 cuando la asociación se inscriba definitivamente como entidad religiosa bajo el nombre de Comunidad Islámica Imam Malik. En 2006 el Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca firma un convenio con la ciudad, para rehabilitar las tres principales mezquitas de la ciudad, siendo la de Muley el Mehdi la primera en beneficiarse de este convenio. La reforma se realiza en 2007. Recientemente, debido al deterioro del minarete, la mezquita ha afrontado otra restauración llevada a cabo mediante una subvención de urgencia concedida por la ciudad para este fin en marzo de 2011. Los miembros de la comunidad Imam Malik se autodefinen como una comunidad abierta, por no discriminar a nadie y recibir a todas las confesiones. En la actualidad, además de la escuela coránica13, se desarrollan distintas actividades por parte de la comunidad, como por ejemplo excursiones con niños y jóvenes, participación en programas educativos de la ciudad, o en la Feria del Libro de Ceuta, donde cuentan con un stand propio en el que se ofrece bibliografía islámica, tanto en español como en árabe, etc. Desde el punto de vista religioso organizan conferencias islámicas semanales en las que se traen ponentes de otros lugares, y suelen tener lugar por las noches en la mezquita. Durante el mes de ramadán ofrecen a los fieles un completo programa de charlas, que en 2011 ha sido organizado en colaboración con el Mandub y el Consejo Regional de Ulemas de Rincón (Marruecos). Asimismo ofrecen cursos de formación específicos para la correcta realización del hach, la peregrinación a La Meca. La organización de la conmemoración pública del Mawlid, del nacimiento del Profeta, es una de las actividades más significativas. MEZQUITA DEL PRÍNCIPE (COMUNIDAD ISLÁMICA AL-AMIN) La Mezquita del Príncipe se encuentra en la barriada que le da el nombre y por el que es popularmente denominada, en la zona conocida como Poblado Legionario. El edificio actual fue inaugurado oficialmente en 1966. Se trata de una mezquita con minarete, que, además de la sala de culto y un amplio patio andalusí para las abluciones, dispone de espacio de las mujeres y de una escuela coránica en su interior. La yama’a del barrio gestiona esta mezquita, 13. De la Escuela Coránica Imam Malik se hablará más adelante, en el apartado relativo a la educación islámica. 146 que no se inscribió como entidad religiosa hasta el año 2007, con el nombre de Comunidad Islámica Masyid al-Amir. La mezquita se gestiona por la yama’a al modo tradicional, según las indicaciones de la junta directiva de la comunidad. Dispone de los servicios de tres imames, todos ellos con permiso de residencia, que se encargan también de las clases de árabe y Corán que se imparten en la escuela coránica. Esta última, al igual que la sala de oración y reunión de las mujeres, se sitúa en edificios construidos en el perímetro de la mezquita, y cuenta con cuatro aulas para las clases. El espacio destinado a las mujeres fue construido años después de la edificación principal ya que en aquella época no existía la costumbre de que acudieran las mujeres. Los miembros de esta comunidad disponen de un amplio programa educativo dirigido a las mujeres, basado en la formación religiosa y en la alfabetización, tanto en español como en árabe clásico. La atención a la infancia y la juventud es una de las principales preocupaciones de esta comunidad, debido al contexto en el que desarrolla sus actividades (alto porcentaje de población infantil y juvenil, fracaso escolar, desempleo, desestructuración social, etc.), orientando la formación de éstos fundamentalmente hacia el deporte. La mezquita cuenta con un club de fútbol, en el que participan unos 120 niños en las distintas categorías, distribuidos en diez equipos oficiales. Interior de la mezquita del Príncipe (foto: S. Tarrés) Interior de la Mezquita Abul-Abbas Assabti Aljazrachi (foto: S. Tarrés) MEZQUITA AL-KARIDIEN (COMUNIDAD ISLÁMICA ABU BAKR) La mezquita al-Karidien se encuentra situada en la barriada Vicedo Martínez, y fue creada originariamente, a principios de la década de los cincuenta del 147 siglo XX, como una zauia sufí. Tras una serie de cambios internos significativos, en la década de los ochenta deja de funcionar como zauia para convertirse en una mezquita cuyo mantenimiento y gestión ha sido continuada por los descendientes de los fundadores. Hacia el año 2000 deciden formalizar la comunidad como asociación cultural, bajo el nombre de Abu Bakr, y poco después comienzan los trámites para registrarse como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia, obteniendo la inscripción en el año 2006 bajo el nombre de Comunidad Islámica Abu Bakr. Debido a que las instalaciones de la mezquita se habían quedado insuficientes para atender al creciente número de fieles, e impulsados por las mujeres del barrio (algunas de las cuales forman parte de la junta directiva de la comunidad) que querían tener un espacio propio para sus oraciones, reuniones y actividades, se decide su remodelación. En 2009 el antiguo edificio se derriba para construir uno nuevo, en los mismos terrenos, que es inaugurado en el mes de ramadán de 2010. La financiación del nuevo edificio se ha realizado gracias a las aportaciones de la comunidad de fieles, tanto económica como de mano de obra, y a través de la donación altruista de materiales, así como a una subvención de la ciudad merced al convenio suscrito con el Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca para la rehabilitación de las mezquitas. El nuevo edificio dispone de dos plantas (la primera acoge la sala de oración principal y la otra las aulas de la escuela coránica) y una entreplanta para las mujeres. Dos de las plantas cuentan con un monitor para poder seguir la oración del imam. De las actividades que organiza la Comunidad Abu Bakr, además de las habituales relativas a la escuela coránica, conferencias, etc., destaca el amplio programa de actividades deportivas que desarrolla, orientadas fundamentalmente hacia los más jóvenes de la barriada. Tienen equipos, tanto femeninos como masculinos, de balonmano y fútbol en las diferentes categorías; estos equipos participan en competiciones y trofeos regionales. Entre los monitores deportivos hay miembros de la comunidad de ambos sexos; estos se ocupan de los distintos aspectos, tanto deportivos como de gestión de los distintos equipos. Asimismo, las actividades deportivas están acompañadas de otras en las que se estimula la sociabilidad y los modales islámicos como, por ejemplo, las meriendas periódicas que se ofrecen a los niños de los distintos equipos de fútbol. MEZQUITA IBN RUCH La Mezquita Ibn Ruch se encuentra situada en la barriada de Benzú, por lo que habitualmente se la conoce con ese nombre. La mezquita originaria de la barriada, mezquita Imam Malik «que tenía un mini minarete», databa de la década de los sesenta y estaba situada a unos 100 metros de la actual. Debido a que sus instalaciones se quedaron pequeñas para las crecientes necesidades de la población de la zona, tanto espirituales como educativas, en el año 1995 148 se decidió construir el nuevo edificio, lo que se hizo en un terreno militar (los terrenos deportivos de un antiguo cuartel, del que se ha conservado la garita de vigilancia, «la dejamos por la historia, para recordar el origen de esto»), cuyo uso fue cedido para fines religiosos. El nuevo edificio fue inaugurado oficialmente en 1998. Inicialmente la comunidad se organizaba como asociación cultual local, y será tras la edificación de la nueva mezquita cuando la yama’a del barrio se constituya formalmente como entidad religiosa, en el año 2000, con el nombre de Comunidad Islámica Ibn Ruch de Ceuta, estableciéndose una continuidad generacional en la gestión de la misma. La mezquita consta de dos plantas y minarete, la planta baja está destinada a las actividades de la asociación cultural Ibn Ruch: las oficinas, una pequeña biblioteca y las aulas de la escuela coránica14. La planta superior está destinada a uso exclusivamente religioso, y la sala principal de oración está dividida en dos partes, una de ellas reservada a las mujeres. También cuenta con una vivienda para el imam. La mezquita dispone de los servicios de dos imames, que son hermanos y llevan más de 40 años atendiendo a los vecinos de Benzú, uno se ocupa de las necesidades espirituales de los vecinos durante la semana, y el otro hace la jutba los viernes, turnándose en estas labores. Los imames también imparten clases religiosas para adultos, de Corán, jurisprudencia, etc. en el espacio interior de la mezquita. La Comunidad de Ibn Ruch forma parte de UCIDCE desde la creación de esta última, y la presentación oficial de la federación tuvo lugar en esta mezquita. Asimismo, con objeto de celebrar el primer aniversario de UCIDCE, en 2008, se celebró un congreso, de dos días de duración, en el que se desarrolló un completo programa de conferencias. Estos congresos de la federación se han continuado celebrando anualmente. Las actividades de la comunidad de Ibn Ruch abarcan distintos ámbitos, como el religioso, el educativo y el deportivo. En este último caso, gracias a la cercanía de un polideportivo, pueden mantener un equipo de fútbol así como un grupo de jóvenes que practican el atletismo. Asimismo organizan distintas competiciones, y en este caso reciben una pequeña ayuda del ayuntamiento que se invierte en los trofeos para los ganadores «de las liguillas». Las mujeres de la comunidad han conformado un grupo propio que desarrolla actividades dirigidas a la población femenina, como es la celebración de conferencias religiosas que atañen a los distintos aspectos de la vida cotidiana, así como clases de costura. 14. Sobre esta escuela coránica se hablará en el apartado relativo a la educación islámica. 149 MEZQUITA AL-ANSAR (COMUNIDAD ISLÁMICA MASYID AL-ANSAR) La Mezquita al-Ansar, situada en la barriada del Príncipe, data de los años setenta del siglo XX. Se trata de una mezquita de barrio que comienza gracias a la donación que un vecino del barrio hace de una «barraquita», con objeto de convertirla en escuela coránica para los niños, y que también servía para las oraciones preceptivas diarias. Progresivamente, y gracias a la acción de los vecinos, se va reformando y edificando dignamente. El edificio actual de la mezquita, que cuenta con minarete, fue inaugurado en el año 2002. En 2007 se inscribe en el Ministerio de Justicia como entidad religiosa, bajo el nombre de Comunidad Islámica Masyid al-Ansar. La mezquita consta de una amplia sala de oración para varones, y de un espacio destinado a escuela coránica. Disponen de los servicios de dos imames, y en ella se celebra la oración de los viernes con jutba. El imam oficial, además de atender a las necesidades espirituales de los fieles, se encarga también de las clases de árabe y Corán a los niños que acuden al lugar, en torno a la treintena. MEZQUITA DE SANIDAD (COMUNIDAD ISLÁMICA MASYID AL IMAN) La mezquita conocida como de Sanidad, por la barriada donde se ubica, tiene su origen en la década de los ochenta. Se trata de una mezquita de barrio, construida por un musulmán devoto, siendo la única de la zona. Tras un período en el que estuvo cerrada, se rehabilitó y volvió a abrirse a finales de los noventa. Este lugar se inscribió como entidad religiosa en el año 2007 con el nombre de Comunidad Islámica Masyid al Iman. Los fieles que acuden a ella a las oraciones preceptivas diarias son personas mayores del barrio, siendo la mezquita de Sidi Embarek la que tienen como referencia para realizar la oración del viernes, por lo que solo cuentan con los servicios de un imam. La mezquita consta de dos plantas, estando la sala principal de oración en la primera, pero al ser de pequeñas dimensiones no dispone de sala de mujeres; en el semisótano se encuentra el aula que sirve de escuela coránica para niños y mujeres adultas, impartiéndose clases de árabe y de Corán. La mezquita y la escuela se financian con las aportaciones voluntarias de los vecinos, y recibe ayudas, en forma de material escolar, por parte de la administración local. También ha contado con una pequeña ayuda por parte de la Fundación Pluralismo y Convivencia para actividades concretas. MEZQUITA BADR (COMUNIDAD ISLÁMICA MASYID BADR) Se trata de otra mezquita de barrio ubicada en la barriada de Príncipe Alfonso, que no destaca tanto por sus características arquitectónicas cuanto por las actividades e influencia que tiene en la barriada. La primera comunidad, que data de 1986, tenía como actividad fundamental la realización de las oraciones preceptivas diarias y las clases de Corán; y no será hasta el año 2007 cuando se inscriba como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia. Debido a las 150 malas condiciones en las que se encontraba la barraca originaria, la comunidad se movilizó para conseguir los fondos que permitieran construir un edificio digno, consiguiendo construir en 1997 el edificio actual. La mezquita dispone de un alto minarete, blanco y verde, y está estructurada en varias plantas, cada una de ellas dedicada a una función distinta: sala principal de oración, escuela coránica, vivienda del imam. Solo hay un imam en la mezquita, ya que en ella no hay sermón los viernes, y lleva ejerciendo sus funciones en este lugar desde su creación en 1986. Él se ocupa de dirigir las oraciones diarias, y las celebraciones en los días festivos, como por ejemplo en la culminación del Ramadán, o en la Fiesta del Sacrificio antes de que se realizara la musal-la colectiva en Loma Margarita. Además ha impartido enseñanza coránica a menores y adultos, entre ellos a muchos miembros de la junta directiva actual de la comunidad. La remodelación del edificio en 1997 permitió la posibilidad de incluir también a las niñas en las clases de árabe y Corán de la escuela, lo que llevó a la comunidad a concienciarse de la importancia del papel de la mujer, y a potenciar los roles de la misma en la comunidad, de modo que en la junta directiva actual las mujeres están presentes. Las actividades principales que se realizan son las formativas: clases de Corán, de árabe y de dariya. Asimismo tienen un programa de alfabetización en castellano y en árabe para mujeres, y talleres de corte y confección, manualidades, etc. La finalización del curso de clases de árabe suele celebrarse con una fiesta para los niños. En el año 2009 esta fiesta coincidió con la Ashura, por lo que se realizó también la recitación del Corán, y la organización fue posible gracias a la ayuda concedida por la Fundación Pluralismo y Convivencia. MEZQUITA AN NOOR (ASOCIACIÓN RELIGIOSA MASYID AN NOOR) La Mezquita An Noor comienza su andadura en 1988, siendo el espacio de culto (comprado mediante suscripción popular) y la sede social de la Asociación Religiosa Masyid An Noor. En sus estatutos recoge el carácter apolítico de la asociación y la exclusión de cualquier actividad lucrativa relacionada con esta, así como la necesidad de ser musulmán, mayor de edad y residente en Ceuta para ser miembro (Planet, 1997: 191). Más tarde, en 1991, se inscribirá como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia. Esta surge a iniciativa de los miembros de la Yama’a at-Tabligh, como espacio en el que poder desarrollar su programa. La mezquita consta de una gran sala principal de oración, oficinas, vivienda de los imames y escuela coránica. La comunidad tiene el proyecto de edificar un centro cultural islámico en los terrenos en los que se alza la actual mezquita. Según el proyecto propuesto este centro cultural contará, además de lo que es en sí la mezquita y sala de mujeres, con cuatro plantas, dos minaretes, biblioteca general, biblioteca islámica, sala de conferencias, restaurante amplio para la vecindad, aparcamiento de vehículos y varias aulas de enseñanza. 151 Las actividades que se desarrollan en la mezquita forman parte del programa específico del Tabligh. Disponen de los servicios de tres imames, los cuales además de atender a las necesidades de los fieles, son también profesores de la escuela coránica. En la escuela hay, además, un profesor externo de árabe para los niños. Esta consta de varias aulas, en las que se enseña árabe y Corán a niños del barrio e hijos de los fieles que acuden, de ambos géneros y con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años. MEZQUITA AL-UMMA (COMUNIDAD ISLÁMICA DE CEUTA MEZQUITA AL UMMA) La Mezquita al-Umma es de reciente creación, y se edifica gracias a la donación del terreno que realiza una familia devota; su inauguración tuvo lugar en noviembre de 2003 y está ubicada en el barrio Príncipe Felipe, en la zona de Casas Nuevas, más conocida como «las caracolas». La comunidad impulsora de esta mezquita se forma a partir de dos comunidades preexistentes, la Comunidad Assalam y la Comunidad al-Manar, hoy en día desaparecidas en tanto que se unieron para crear esta. La Comunidad Islámica de Ceuta Mezquita Al-Umma se inscribe como entidad religiosa en 2007. La mezquita consta de un altísimo minarete, una gran sala de oración, coronada por una cúpula, una sala de mujeres con entrada independiente y situada en el nivel superior de la sala principal, una escuela coránica, salas de conferencias, sala de descanso, así como vivienda en la planta superior de los dos imames, jóvenes y titulados en ciencias islámicas, que ejercen sus funciones en la mezquita. En este lugar se organizan actividades relacionadas fundamentalmente con los distintos aspectos de la práctica religiosa (conferencias, durus, etc.), así como con aspectos educativos. En este sentido, y en un espacio propio al que se accede desde una puerta independiente, tienen un colegio coránico. Este colegio dispone de dos aulas, y está atendido por los dos imames y por un profesor externo de árabe. MEZQUITA ABUL-ABBAS ASSABTI ALJAZRACHI La Mezquita Abul-Abbas Assabti Aljazrachi es de reciente creación y se ubica en las inmediaciones del morabito de Sidi Bel Abbas, en la barriada de Sarchal. La razón de esta mezquita está en la restauración patrimonial del morabito que realiza la ciudad, siendo inaugurada en el año 2005. El año siguiente, tras el atentado incendiario que lo arrasó, se aprovechó para realizar una remodelación de la mezquita. Las obras de restauración del morabito fueron subvencionadas por la ciudad, y en todo el proceso colaboraron la Asociación de Vecinos de Sarchal y la yama’a del barrio. La reinauguración de ambos edificios tuvo lugar en el año 2007, con la asistencia de las autoridades políticas y religiosas de la ciudad. Simultáneamente a la construcción se gestionaba también la documentación para la inscripción de la comunidad que se ocupa del lugar como entidad religiosa. 152 La mezquita carece de minarete, y la bandera verde del imán (la fe) ondea en la parte superior. Se trata de una mezquita de una planta, la sala principal de oración divide su espacio en zona masculina y zona de mujeres y tiene las paredes revestidas de madera. El edificio cuenta también con dependencias para las abluciones y un pequeño apartamento que sirve de vivienda al imam residente. Disponen de los servicios de dos imames, que se van turnando, y los viernes dirigen la oración principal pronunciando la jutba el responsable de ello. El imam residente es el encargado de las clases coránicas y de árabe, que se imparten en el interior del antiguo morabito a más de 60 niños de distintas edades y en diferentes turnos. Se organizan concursos de memorización del Corán entre los propios alumnos cada tres meses, premiando con un regalo («les hago una bolsa con chuches, o con algún juguetito») al ganador. Tres días por semana se celebran conferencias religiosas para adultos a cargo del imam. Un día a la semana las mujeres son formadas por una vecina del barrio cercano, «es una profesora joven y muy bien preparada, que gusta mucho a la gente por cómo habla y lo que dice», que imparte charlas de formación islámica a las mujeres de la barriada en asuntos de la vida cotidiana («sobre el din, sobre la educación, sobre educación matrimonial, la familia, la educación de los niños, etc.» —presidente de la Comunidad— ), pudiendo llegar a reunir hasta 60 personas en estas charlas. Esta mezquita, enclavada en el paraje excepcional de Sarchal, así como las distintas actividades que se realizan «han dado vida al barrio», tal y como manifiesta el presidente de la Comunidad, y no solo desde un punto de vista religioso sino también social en tanto que es frecuente que en ella se reúnan los vecinos «a tomar la fresca y un vaso de té» aromatizado con la hierbabuena que miembros de la comunidad cultivan en los bancales adyacentes a la mezquita. MEZQUITA DE LA CALLE SEVILLA Esta mezquita, que está ubicada en el barrio del Recinto, surge merced a la cesión, por parte de un vecino, del terreno donde se alza en la actualidad el edificio; construida gracias a los donativos y ayudas de los vecinos, fue inaugurada durante el mes de ramadán de 2006. Se trata de una mezquita de barrio, organizada de la manera tradicional a partir de una yama’a, y con una capacidad para 600 fieles. Cuenta con minarete, escuela coránica y vivienda del imam residente, además de la sala de oración y el espacio para las mujeres. La comunidad disfruta de los servicios de dos imames, uno es el residente que cubre las necesidades religiosas y educativas de la comunidad, ocupándose del espacio del culto y como profesor de la escuela coránica, y un segundo imam, para los viernes, pronuncia también el sermón. La escuela coránica dispone de dos turnos de clases, con 30 alumnos en cada turno; y cuentan también con los servicios de una profesora que da clase de islam a las mujeres del barrio. La yama’a, que se responsabiliza de las necesidades materiales, organizativas y de gestión de la mezquita, ha adoptado el nombre de Comunidad Islámica 153 Dar Allah, y en la actualidad se encuentran en proceso de inscripción como entidad religiosa. Los morabitos Los morabitos son espacios construidos en torno a la tumba de un santo, o bien en parajes donde este santo habitó y ha conservado su baraka a lo largo del tiempo. Los morabitos son lugares con un carácter sagrado y, se les supone, dotados de caracteres sobrenaturales y milagrosos. Los morabitos forman parte del patrimonio cultural de la ciudad, y constituyen una referencia patrimonial significativa para los musulmanes, hasta el punto de que en la presentación oficial de UCIDCE, el 20 de julio de 2007, se proyectaron una serie de imágenes sobre las distintas comunidades que componían en ese momento la federación y al final se mostró el patrimonio histórico islámico de la ciudad, representado por estos espacios. El morabito más antiguo, y propiamente ceutí, que se conserva es el de Sidi bel Abbás, y está situado dentro del perímetro original de la ciudad. Los otros dos morabitos, Sidi Embarek y Sidi Brahim, fueron integrados en la ciudad Diapositiva de la presentación oicial de UCIDCE, el 20 de julio de 2007, en la que los morabitos se presentan formando parte del patrimonio histórico islámico de la ciudad 154 tras la ampliación de los límites de esta al finalizar la guerra de África de 1860, tal y como se ratifica en el tratado de paz que se firma en Wad Ras. En 1871, a consecuencia de la libertad de culto reconocida en la Constitución de 1896, los tres morabitos reciben su primera restauración (Gómez Barceló, 2009a: 166). MORABITO DE SIDI BEL ABBÁS El Morabito de Sidi bel Abbas está situado en el barrio de Sarchal, es el más antiguo de la ciudad y su existencia aparece ya constatada en historias y crónicas medievales (Gozalbes Cravioto, 1995), siendo el único espacio de culto islámico que respetaron las tropas de Juan I de Portugal cuando entraron en Ceuta en 1415. Se levantó para honrar la memoria del sabio ceutí del siglo XII d.C. Abul-Abbas Assabti, quien también fue compañero del sabio Al-Kadi Ayyad, y desarrolló parte de su actividad en Marraquech, donde está enterrado y es considerado uno de los siete hombres sabios. Bel Abbás constituye todo un referente simbólico para los musulmanes ceutíes, por lo que son muchas las comunidades que eligen su nombre como denominación. Durante siglos se realizaron hasta él romerías, y junto a la puerta de entrada al mismo se conservan dos pequeñas tumbas de niños cuyas identidades se han perdido. Tanto el espacio del morabito como una zona próxima, cercana a los restos de la muralla de la época portuguesa, siguen siendo objeto de la devoción tradicional, lugares donde algunos musulmanes (tanto ceutíes como marroquíes) buscan la sanación de sus dolencias15, o el cumplimiento de sus deseos. El morabito fue restaurado por la ciudad en 2003, teniendo que volver a ser restaurado en 2006 debido a un incendio provocado. Tras la restauración del mismo, en la que se constató que no había nadie enterrado en la tumba existente en su interior, se decidió convertir ese espacio en la escuela coránica de la Comunidad Islámica Abul-Abbas Assabti Aljazrachi, responsable de la mezquita del mismo nombre que se alza junto a este lugar. MORABITO DE SIDI EMBAREK El Morabito de Sidi Embarek se encuentra situado junto al cementerio musulmán del mismo nombre. Su origen es incierto, aunque habitualmente se considera que data del siglo XVIII. Reformado en 1994, fue restaurado por la ciudad en el año 2006, tras un incendio intencionado. Este dañó seriamente el morabito, por lo que la restauración de la estructura conllevó también la reforma completa de su interior. En la reforma se ha renovado la cúpula, el 15. Este santo desarrolló una explicación religiosa en torno al concepto y al hecho de la enfermedad, por lo que muchos acuden al morabito en busca de sanación. 155 sistema eléctrico, el revestimiento de las paredes, la escayola, pulimentado el suelo, el alfombrado de las salas anteriores a la de la tumba, etc. En el incendio la tumba quedó destruida, siendo restaurada en mármol, y se comprobó que no se encuentra allí el cuerpo del santo, pero como está considerado un espacio con baraka, se mantienen las formas de religiosidad tradicional por parte de muchos musulmanes ceutíes, siendo destino y objeto de devoción. Su cuidado está bajo la responsabilidad del moqaddem, quien también se ocupa de la asistencia a los familiares de los difuntos enterrados en el cementerio. Este cargo es electo, debiendo tener quien lo ostenta un comportamiento islámico reconocido, una preparación para las funciones y rituales que debe desempeñar, así como un conocimiento en profundidad del Corán y la Sunna del Profeta. MORABITO DE SIDI BRAHIM El Morabito de Sidi Brahim se encontraba ligado a un antiguo palacio, hoy en ruinas, del siglo XVIII. Este morabito fue restaurado a principios del siglo XX por orden de Alfonso XIII atendiendo a la petición de los musulmanes de la ciudad. En la actualidad no son muchos los musulmanes que acuden a él, ya que se encuentra situado en un emplazamiento próximo a la frontera, bastante alejado del núcleo urbano. Sin embargo, a pesar de las escasas visitas que recibe es posible encontrar en él ejemplos de la devoción popular. Las zauias Las zauias se configuran como lugares de reunión, especialmente en los núcleos urbanos. Se trata de agrupaciones sociales, con una base religiosa sufí o mística, en las que la pertenencia a la misma confiere a los individuos una identidad social específica, a veces limitada al ámbito restringido de los miembros de la misma cofradía, así como unas obligaciones morales, religiosas y sociales. La pertenencia a la cofradía suele formar parte de las costumbres familiares, y eso se observa claramente en la ciudad de Ceuta, donde su gestión y responsabilidad pasa de padres a hijos. Las actividades en las zauias suelen desarrollarse por la noche, sobre todo la noche del jueves al viernes, así como durante las fiestas religiosas (la celebración de la fiesta del nacimiento del Profeta, la Ashura —también denominada «la fiesta de los muertos»—, y la noche del destino que se celebra el 27 de ramadán son las más destacadas). Las actividades más singulares son las que remiten a las peregrinaciones anuales a las tumbas de los santos fundadores, conocidas con el nombre de moussems. Actualmente en Ceuta no se realiza ningún moussem, aunque algunas de las zauias sí que participan en los que tienen lugar en Marruecos. La práctica más habitual entre las distintas actividades de las zauias es el Dhikr, o rezo de letanías y oraciones con el rosario musulmán; la fórmula más 156 frecuente es la repetición de los 99 nombres divinos de Allah. El Dhikr tiene como objeto el de servir al recuerdo de Allah, pero también es una forma de devoción y de acceso a estados superiores de conciencia. Las cofradías sufíes ceutíes tienen, en general, más de 50 años de antigüedad. Creadas algunas de ellas entre los años veinte y treinta del siglo pasado, están íntimamente relacionadas con las tropas indígenas de la zona del Protectorado más cercana a Ceuta, como es la Milicia Voluntaria de Ceuta, pero sobre todo están vinculadas con el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas de Ceuta. Asimismo estas cofradías representan a pequeña escala el amplio abanico del proceso de institucionalización de las comunidades musulmanas. En la Ciudad de Ceuta existen varias zauias, con distinto carácter, antigüedad y actividades, aunque en ninguna de ellas se celebra la oración de los viernes. AMIGOS DEL ISLAM La Zauia Amigos del Islam se constituye como entidad religiosa registrada en el Ministerio de Justicia en 1990, y es la continuadora de la obra de la antigua Zauia Musulmana de Mohamadia-Mahoma que se creó a finales de los sesenta, y que, extinta al fallecer su impulsor, fue una de las asociaciones pioneras en el asociacionismo musulmán español, y la única entidad religiosa formal institucionalizada en la Ciudad de Ceuta hasta 1985. Se trata de una zauia tradicional, en la que mantienen las prácticas sufíes y en la que destacan las relaciones de sociabilidad cooperación y ayuda, a partir de los principios que marca la cofradía, que se establecen entre sus miembros. También destaca por sus funciones asistenciales a los más desfavorecidos, enfermos y ancianos. ZAUIA AL-ISAUÍA DE CEUTA Creada en la década de los años veinte del siglo XX ha funcionado ininterrumpidamente en el mismo lugar del barrio del Príncipe Alfonso. Se la conoce también como «Mezquita Zaued Izua». El espacio inicial tuvo el mismo origen que la mayoría de los espacios de culto musulmanes actuales en la Ciudad de Ceuta. Originariamente era una «barraquita» que, con el esfuerzo de los fieles, se construyó como un lugar «digno» en 1955. Hasta el año 2007, no se registra como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia, y lo hace con el nombre de Comunidad Islámica Zauia al-Isauía de Ceuta. ZAUIA TIYANIA DE CEUTA Esta zauia data de finales del siglo XIX, principios del XX, si bien el espacio actual se crea en la década de los cuarenta, y está considerada por muchas personas del Barrio del Príncipe Alfonso como una de las más antiguas de la localidad, y así como origen de muchas otras comunidades (la mayoría ya extintas). Se trata de una zauia muy dinámica, inscrita como entidad religiosa en el año 2007 con el nombre de Comunidad Islámica Zauia Tiyania de Ceuta. Esta zauia, además 157 de las actividades habituales de las cofradías sufis, y las educativo-religiosas destinadas a los más jóvenes, participa activamente en las reuniones y congresos sufíes que se celebran anualmente en la ciudad marroquí de Fez. La diversidad islámica La práctica totalidad de los musulmanes ceutíes se reconocen sunníes de la escuela jurídica maliki. La escuela maliki es la que predomina en el norte de África así como en España. Se fundamenta en la obra del imam Malik b. Anas (m.795/179), el Kitab al-muwatta, considerada como la compilación de derecho más antigua en el islam. En ella se recoge la Sunna de Medina (los actos y dichos del Profeta tras la Hégira, durante su estancia en Medina), sobre cuestiones legales y rituales, civiles y religiosas. Se admiten las fuentes de la razón, ra’y y quiyas, pero se da más importancia a la Sunna mediní. Ser musulmán en Ceuta implica también diversas formas de identificarse como tal y de practicar esta fe. Son muchos los grados en la práctica, que van desde la religiosidad tradicional a la más estricta ortopraxis, sin olvidar la presencia de aquellos que han abandonado completamente la práctica islámica, y de los que consideran que ser musulmán es más una cuestión de identidad cultural, o étnica, que de culto. Además de la religiosidad tradicional hay otras formas de expresión islámica entre las que se puede señalar las siguientes: EL MISTICISMO ISLÁMICO: LAS COFRADÍAS SUFÍES El sufismo o misticismo marroquí, que está en el origen del ceutí, surge en el siglo VI de la Hégira, ligado a la figura de Muley Abselam ben Machich. El propósito del sufismo es la búsqueda de la Verdad por medio del Amor divino y la devoción; esta es la tariqah o la senda espiritual hacia Dios. Se basa en las prácticas específicas, entre las que cabe mencionar el perfeccionamiento del individuo por la fe, el cumplimiento de los deberes religiosos, las buenas obras, vivir en la pobreza natural o voluntaria, buscar lo bello y lo verdadero, el convencimiento de la pequeñez de uno mismo y de la grandeza de los demás, y la práctica de la devoción (Ramiro de la Mata, 2002: 152). Los musulmanes sufies ceutíes beben de las fuentes del misticismo marroquí, con el que están íntimamente relacionados desde la época andalusí, si bien el sufismo actual tiene su origen, principalmente, en las prácticas y creencias aportadas por los militares que componían el Grupo de Fuerzas Regulares Indígenas. Las cofradías sufíes ceutíes se organizan en torno a las zauias, que ya han sido reseñadas, y cuya religiosidad es vista como tradicional. EL TABLIGH EN CEUTA La «Yama’a at-Tabligh» o Comunidad para la Propagación del Islam es la congregación de piedad transnacional islámica más amplia que existe en la actualidad 158 en el mundo16. El Tabligh defiende e impulsa el islam desde la sencillez doctrinal y se basa en la estricta observancia sunní, con objeto de organizar la existencia del creyente musulmán en base a los principios coránicos, proponiendo un sistema de vida basado en la estricta disciplina religiosa y la referencia al islam como un sistema total y completo. No se trata tanto de una tendencia religiosa islámica (el miembro del Tabligh, tablighi, sigue la escuela jurídica predominante del lugar donde reside), cuanto de un programa de vida, predicación y enseñanza islámica, basado en los seis principios de actuación por los que debe regirse (siffat). Estos principios remiten a la estricta observancia religiosa y a la referencia al islam como un sistema total y completo que, a su vez, se ajusta al contexto en el que se inscribe cada comunidad. La presencia del Tabligh en Ceuta data de mediados de la década de los ochenta, y lo hace a través de predicadores, fundamentalmente, marroquíes. Los tablighis iniciales van a formalizar su organización como Asociación Musulmana An Noor en 1988, en torno a la recién creada por ellos Mezquita An Noor, inscribiéndose en 1991 como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia en 1991. Durante mucho tiempo los tablighis en Ceuta fueron denominados por los demás musulmanes de la ciudad como los hermanos sunnis. El objetivo principal del Tabligh es la depuración de las prácticas islámicas del común de los musulmanes, procurando inspirarles una profunda fe. El método utilizado para conseguir este objetivo se basa en las relaciones personales intensas y en la predicación. La predicación, y sobre todo la predicación itinerante o viaje misional, es la característica más significativa de esta Comunidad. El viaje consiste en el desplazamiento de pequeños grupos de voluntarios (yamaat’s) por distintos lugares y mezquitas predicando (tabligh), y haciendo reuniones periódicas en las mezquitas en donde el aprendizaje es el aspecto más significativo. El Tabligh, siguiendo varios hadices, como el que dice «El mejor de vosotros es el que aprende el Corán y lo enseña», concede una gran importancia a la educación religiosa, sobre todo y especialmente a lo que se 16. La Yama’a at-Tabligh surge en 1927 en la India y tiene como objetivo recuperar y mantener el fundamento religioso de la comunidad musulmana, especialmente en aquellos lugares donde éstos son minoría. A sus miembros se les denomina también los «hombres del da’wa», da’i, por su labor «misional» de llamamiento constante a los musulmanes al regreso a la práctica del islam. Para conocer mejor a la Yama’a at-Tabligh, sus bases y fundamentos, puede consultarse Masud, M.K. (ed.) (2000), Travellers in faith. Studies of the tabligi Jama’at as a transnational islamic movement for faith renewal, Brill, Leiden. Para acercarse al Tabligh en España puede consultarse Tarrés, S. (2012), «La Yamaat al Tabligh en España», en P. Frank y R. Ortega (eds.) Los movimientos islámicos transnacionales y la emergencia de un «islam europeo». Bellaterra, Barcelona, pp. 257-261, así como Tarrés, S. (2011), «La Yama’a al-Tabligh al-Da’wa, Congregación para la Propagación y el Llamamiento al Islam en España», Actas del XII Congreso de Antropología del Estado Español, Asociación de Antropología de Castilla y León «Micael Kenny», León. 159 refiere al conocimiento del Corán, la moral y la ética islámica, así como a la correcta ejecución de los rituales. El hecho de aprender, comprender, conocer y difundir los principios del islam se convierte en una obligación religiosa que tiene gran recompensa, ya que la condición necesaria para hacerlo es el pensamiento constante en Dios, el cual, a su vez, vivifica la fe a través de los distintos rituales. En estos desplazamientos invitan a los demás musulmanes al regreso al islam (da’wa), recordándoles sus obligaciones religiosas y rituales fundamentales, es decir, promueven el regreso a la práctica islámica según el modelo de vida del Profeta y de los compañeros de este. La forma de lograr los objetivos planteados es por medio de una predicación activa en la que los da’is o misioneros, exhortan e invitan a todos los musulmanes al regreso a la práctica musulmana. Esta predicación, que tiene lugar tanto durante el viaje como en la vida cotidiana, la realizan en la calle, abordando a aquellos que se encuentran en situaciones de marginalidad social. No hay ninguna comunidad, por ejemplo, que haga simplemente ir a los cafetines, hablar con la gente, intentar llegar, intentar que vayan al rezo... van a los cafetines, a la calle, se encuentran la gente, a los jóvenes les dicen: mira vente a rezar que rezar es bueno, que evita problemas, y tal, no hagas eso, que esto es malo, las drogas son muy malas. (Vecino musulmán de la barriada de Vicedo Martínez) De nuestra labor se han beneficiado muchas familias de esta ciudad, que han visto cómo sus hijos, sobre todo, se perdían en el mundo de las drogas y de la delincuencia. Y a muchos los hemos recuperado, los hemos reintegrado en la sociedad y también en el mercado laboral. (Entrevista a L. Maateis, publicada en El Faro de Ceuta el 16 de marzo de 2006) Desde los primeros momentos, y hasta la actualidad, los miembros del Tabligh desarrollan una gran actividad social, trabajando mucho en las barriadas musulmanas de Ceuta realizando tareas de reinserción social, organizando actividades culturales y deportivas coincidiendo con fechas señaladas y fiestas, etc. Destaca también la labor que llevan a cabo con los internos del Centro Penitenciario de Los Rosales, donde desarrollan un amplio programa de actividades que tienen como pilares la enseñanza religiosa y el idioma árabe. Los encargados tablighis de la atención penitenciaria cuentan para ello con el permiso de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias. Asimismo desarrollan un programa de visitas semanales a los hospitales. La presencia del Tabligh en Ceuta conlleva actitudes diferenciadas y sentimientos contradictorios hacia ellos. Frente al hecho de contar con un número creciente de personas que se adscriben al mismo (aunque cada uno con un grado 160 de dedicación que depende de sus posibilidades), muchos musulmanes consideran que, aun reconociendo la obra social que realizan, son muy «agresivos» en su da’wa (entendido este término como impetuoso, intenso o arrollador en sus convicciones); incluso desde diversos contextos, tanto musulmanes como cristianos, se les atribuye ser fundamentalistas y fanáticos en su forma de entender y practicar el islam. AL-ADL WAL-L-IHSAN Al-Adl wal-l-Ihsan se conoce, habitualmente, con el nombre de Justicia y Espiritualidad 17. Se trata de un movimiento político-religioso marroquí, fundado a principios de los ochenta por el Sheij Abdelssalam Yassin, líder carismático de toda la organización. Se trata de un movimiento inserto en la tradición espiritual marroquí que mantiene posturas a favor de la no violencia y que no reconoce la legitimidad de la monarquía alauí. En España en general, y en Ceuta en particular, este movimiento se ha decantado por desarrollar la parte más religiosa y espiritual, sufí en definitiva. Nosotros compartimos la espiritualidad del movimiento, lo político se queda en Marruecos, no tenemos relación con el tema ese en Ceuta. Ni tenemos una vinculación jerárquica, sino que compartimos las cosas, la forma de ver las cosas que tiene el sheij Yassin. Nosotros somos la vertiente sufí, de buscar el conocimiento espiritual interno, nosotros creemos que el cambio real tiene que empezar desde dentro, una reforma interior, un cambio en las actitudes de las personas, en la relación con Dios, en la relación con las personas que le rodean. (Presidente de la Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan) La organización de este movimiento en España se estructura en torno a asociaciones, cuya dinámica se fundamenta en la predicación (da’wa) y la educación. Refuerzan la cohesión («la hermandad») a través de convivencias, viajes culturales, actividades deportivas, etc. Las prácticas religiosas, como es el ayuno semanal, las sesiones de dhikr (recitación coránica), o el estudio semanal del Corán y de los hadices, los mantienen vinculados al Sheij Yassin en tanto que maestro y guía espiritual. En Ceuta es la Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan la que se vincula con la vertiente espiritual, sufí, de Al-Adl wal-l-Ihsan. Esta comunidad tiene su origen en la actividad realizada desde 1997 por musulmanes ceutíes procedentes 17. Para un mejor conocimiento de este grupo, puede consultarse Arigita, E. (2010), «Al‘Adl wa-l-Ihsan en España: ¿Un proyecto nacional para un movimiento islámico transnacional?», Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, vol. LXV, n. 1, pp. 113-136. 161 de diversas comunidades, así como de asociaciones vecinales y culturales que deciden organizarse en torno al hecho religioso, con el objetivo de desarrollarse desde un punto de vista religioso. En el año 2006 deciden formalizar su situación, inscribiéndose como entidad religiosa. Las actividades que desarrolla la comunidad Aljair Wal Ihsan tienen las dos vertientes mencionadas: la religiosa y la educativa, estando ambas íntimamente relacionas. Diariamente se imparten clases de árabe y recientemente se ha introducido la memorización del Corán, a un total de 65 niños y niñas; tras ellos tienen lugar las clases de árabe a los adultos. Asimismo, y de forma periódica, se celebran charlas religioso-educativas, tanto para hombres como para mujeres; en este último caso son ellas las que organizan sus propias actividades. También se organizan actividades puntuales relacionadas con las festividades islámicas, como es, por ejemplo, una jornada religioso-educativo de tres días con motivo de la conmemoración del nacimiento del Profeta, el Mawlid, acompañado de una pequeña «feria del libro» sobre el tema. Se realizan igualmente actividades específicas durante el mes de ramadán, como es el iftar (ruptura del ayuno), tarahuih (oración específica de este mes sagrado), etc. Antes de la realización del hach, al que suelen acudir al menos 35 personas de esta comunidad, hay clases específicas de formación para realizar correctamente la peregrinación. A todo ello se añaden las actividades que son propiamente sufís. Unas son diarias como es hacer dhikr, leer el Corán, la oración, etc., y otras periódicas, como son los días de recogimiento personal, «en los que no se habla mucho, en los que se busca la soledad con Allah, se hace dhikr, se lee el Corán» y que se llevan a cabo generalmente en fines de semana, bien en el local o bien en domicilios particulares cuando las dimensiones de los mismos lo permiten. Estos retiros son voluntarios, y comienzan a realizarse a partir de los 17 o 18 años. Complementariamente, con objeto de fortalecer las relaciones intracomunitarias, y desde la perspectiva del comportamiento islámico, se organizan salidas y excursiones estacionales (primavera, otoño, invierno) de convivencia con jóvenes y adultos. Asimismo los fines de semana desarrollan actividades deportivas (fútbol) con los más jóvenes, talleres puntuales de manualidades, cocina, etc. que son impartidos por voluntarios de la comunidad. Las mujeres tienen un papel protagonista y muy activo en esta comunidad, siendo esta una de sus señas de identidad 18. Ellas tienen sus clases de árabe y organizan y desarrollan las mismas actividades que los hombres, pero adecuadas a sus necesidades, como son las charlas islámicas periódicas realizadas por 18. Nadia Yassin, hija del sheij Yassin, representa un modelo significativo del feminismo islámico y, a su vez, se encarga de la sección femenina de la organización. 162 voluntarias, retiros espirituales con una dinámica similar a la de los varones, excursiones culturales, etc. Asimismo las mujeres aprovechan días señalados del calendario civil, como es el día de la mujer trabajadora o el día de la madre, para realizar actividades culturales. Ellas también contribuyen a la financiación de la comunidad, «una vez al mes hacemos repostería aquí, y lo vendemos aquí, más que nada para pagar el local» (miembro femenino de la Comunidad Islámica Aljair Wal Ihsan). SALAFISMO EN CEUTA El «salafismo» es un concepto polisémico que ha sido utilizado a lo largo del tiempo para designar distintos contextos y tendencias socio-históricas. Etimológicamente la raíz árabe salaf significa preceder, y se aplica a las primeras generaciones de musulmanes piadosos, as-salaf as-salih, especialmente a los sahaba (los compañeros del Profeta). Por lo tanto, aquellos que se autodefinen como salafíes son los que declaran seguir las enseñanzas de estos primeros musulmanes, los que iniciaron la transmisión del mensaje revelado a Muhammad y, por lo tanto, los primeros que comprendieron el verdadero significado del islam. El término salafismo, en la actualidad, hace referencia, a grandes rasgos, a una doble realidad: al salafismo académico o doctrinal, que es el que predomina, y al salafismo combatiente o yihadista, que es excepcional. El salafismo, aunque minoritario, también está presente en la Ciudad Autónoma, habiendo protagonizado algunos acontecimientos violentos en el pasado, como fue el incendio de los morabitos de Sidi Embarek y de Sidi Bel Abbás. Estos actos fueron cometidos por un «grupo de jóvenes radicales que se hicieron con una mezquita, que eran de Marruecos y no tenían nada que ver con el barrio, la gente mayor dejó de ir a la mezquita porque no les gustaba eso» (vecino musulmán de la barriada del Príncipe). Los responsables de estos actos violentos fueron detenidos en la denominada «operación Duna», y la mezquita que les servía de referencia fue completamente renovada en su junta directiva y autoridades religiosas. Estos acontecimientos han llevado a que muchas comunidades tomen medidas, así por ejemplo el responsable de la Mezquita de la Comunidad Dar Allah comenta: «Nosotros no queremos problemas, tenemos un escrito para que lo vea la gente, que dice que está prohibido que venga cualquiera de la calle aquí a dar charlas a la gente, nosotros lo tenemos aquí prohibido en el barrio». Las festividades Las fiestas canónicas del islam son dos: la fiesta que marca el final del mes sagrado de ramadán, Eid el Fitr, y la fiesta que marca el final del período de peregrinación a La Meca, Eid el Adha. Estas fiestas son de obligado cumplimiento para todos los musulmanes y constituyen una de sus principales señas de identidad, hasta el punto de que incluso aquellos que no son practicantes cumplen con las 163 mismas. A estas dos ocasiones festivas, según los contextos culturales, se añaden otras como es el Mawlid, en la que se conmemora el nacimiento del Profeta, o la Ashura. En Ceuta también hay otra serie de celebraciones festivas ligadas a las tradiciones culturales locales, como es el caso de la romería de la Amara, cuya celebración se ha recuperado recientemente. RAMADÁN Y EID EL FITR El Ramadán constituye un proceso ritual religioso festivo19 que se caracteriza por su triple dimensión: religiosa (individual y festiva), socio-comunitaria e identitario-simbólica. Se trata de un mes, el noveno del calendario islámico, que es el que da nombre a este proceso ritual, durante el cual el musulmán realiza un rígido ayuno absteniéndose de introducir en su cuerpo sustancia alguna, ya sea sólida, líquida o gaseosa, en las horas diurnas. Pero el Ramadán es mucho más que el mero ayuno, ya que este debe ir acompañado de una serie de actitudes y normas de comportamiento, perfectamente pautadas y que siguen una secuencia delimitada, que se inicia la noche de la duda y concluye con la fiesta del Eid el Fitr. Durante el mes de ramadán la Ciudad de Ceuta engalana las calles de los barrios de mayoría musulmana, contribuyendo de esta manera a la visibilización y normalización del islam en el espacio público ceutí. Durante las horas diurnas la actividad cotidiana se ralentiza, adquiriendo gran vigor desde las horas previas a la ruptura del ayuno y en las nocturnas. Las mezquitas disfrutan de una gran actividad durante este mes, en el que además de las oraciones preceptivas se realiza el tarahuih u oración del descanso (durante el mismo se salmodia cada día una parte del Corán, de modo que al finalizar el mes se ha leído en su totalidad el libro sagrado), así como distintas actividades destinadas a los fieles. La comida en familia y las visitas a familiares y amigos llenan las tardes y noches de este mes. Entre las distintas actividades que organizan las mezquitas y las comunidades destacan las charlas y conferencias destinadas a los fieles. Es el caso, por ejemplo, de las que se organizan desde UCIDCE y que cuentan con la presencia de destacados sabios musulmanes, o de las iniciativas desarrolladas desde las propias comunidades, como fue el ciclo de charlas destinadas a las mujeres organizado por la Comunidad de Mujeres de la Mezquita Sidi Embarek en 2009; otras se organizan en colaboración con la Mandubía y el Consejo de Ulemas marroquí, como es el caso de las charlas y conferencias religiosas celebradas en la mezquita que gestiona la Comunidad Islámica de Ceuta, la mezquita Abou Abbas Sebti. Asimismo las organizaciones benéficas islámicas, como es el caso de Luna 19. Para profundizar sobre el Ramadán puede consultarse: Tarrés, S. (1999), «Ramadán, tiempo festivo y una luz en la hégira», en Demófilo nº 29; Tarrés, S. (1998), «Religiosidad musulmana en España: El Ramadán como tiempo festivo», en Zainak nº 18. 164 Blanca, ofrecen comidas a las personas más necesitadas, tanto a musulmanes como a no musulmanes. Durante este mes las autoridades de la ciudad, además de felicitar a los musulmanes, suelen visitar las distintas mezquitas y comunidades ceutíes, celebrando el iftar (ruptura del ayuno) con los presentes. También en la prisión y en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) se facilita el seguimiento del ayuno de este mes, y en ambos lugares se celebra el Eid. En el centro penitenciario de los Rosales el día festivo comienza con la oración preceptiva (que es dirigida por el imam de una de las mezquitas de la ciudad que cuenta con permiso para ello), y a continuación se sirve un desayuno, al que se unen tanto musulmanes como no musulmanes. También en el CETI disfrutan de un menú especial tanto musulmanes como residentes de otras religiones. La celebración del final de Ramadán, el Eid el Fitr, comienza con una oración comunitaria en un espacio al aire libre, musal-la, seguida de un desayuno festivo, tras lo cual tienen lugar las visitas a familiares y amigos para felicitarse por un ramadán bien cumplido. Desde el año 2008 la musal-la viene celebrándose en dos espacios físicos distintos, como ya se ha indicado. El rezo colectivo mayoritario, organizado por UCIDCE, tiene lugar en una explanada acondicionada al efecto, en Loma Margarita. A este lugar acuden varios miles de musulmanes. La segunda musal-la tiene lugar en la explanada anexa a la mezquita de Sidi Embarek. EL HACH Y LA FIESTA DEL CORDERO Durante la época del Protectorado, y en el seno de las prácticas del gobierno indirecto que ejercía España, las autoridades españolas organizaron hasta 1955 el viaje de peregrinación a La Meca, hach, a musulmanes de la zona de protección (Mateo, 2003). En la época democrática se dieron ayudas a la peregrinación en cuatro ocasiones entre 1997 y 2001, coincidiendo su finalización con el plan de ayudas de la ciudad a todas las confesiones religiosas20. En la actualidad en Ceuta se sigue una pauta similar al resto del país en relación al cumplimiento del quinto pilar del islam, según las directrices establecidas desde Arabia Saudí. Ceuta, en virtud al número de musulmanes, dispone de una cuota de entre 180 y 200 peregrinos cuyo viaje está organizado por la única agencia ceutí acreditada por el país árabe, Almina Tours, que se encarga de todos los aspectos del viaje: desde los visados a las distintas circunstancias de la 20. Sobre la organización de la peregrinación a La Meca entre 1937 y 2001, puede consultarse: Tarres, S. y Moreras, J. (2013): «Remembering the hajj: the reconstruction of the pilgrimage to Mecca from Ceuta through personal documents (1937-2001)», en International Symposium Europe and Hajj in the Age of Empires: Muslim Pilgrimage prior to the Influx of Muslim Migration in the West. Leiden University, Leiden. 165 estancia. Previa a la peregrinación en sí, desde las distintas mezquitas de Ceuta se realizan sesiones formativas para aquellos que van a realizar la peregrinación, relacionadas con los aspectos teológicos y rituales de la misma: significado del hach, condiciones del mismo, las normas de conducta, la ruta que debe seguirse una vez se ha llegado a La Meca así como los rituales asociados, etc. El peregrinaje culmina con la fiesta mayor del islam: es el Eid el Kebir o Eid el Adha, también denominada fiesta del borrego o fiesta del sacrificio. El sacrificio del cordero, que se realiza en el seno de todas las familias musulmanas, hayan peregrinado o no, adquiere un gran significado simbólico por cuanto no solo es signo de entrega y sometimiento a Dios (islam), sino también de la unión, tanto familiar y comunitaria como de la Umma, la comunidad global de creyentes o «fraternidad religiosa espiritual», en tanto que por medio de este ritual, al igual que ocurre durante el Ramadán, se refuerza anualmente la adhesión y pertenencia a esta. El día de la fiesta del sacrificio es festivo en las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla desde el año 2010. En el caso de Ceuta la preparación de la fiesta cuenta con la colaboración de las familias musulmanas, la UCIDCE, así como de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, Cruz Roja, Protección Civil y Brigadas Verdes. Los preparativos de la fiesta comienzan varias semanas antes y se realiza desde distintas instancias. Las familias arreglan y decoran las viviendas y las empresas ganaderas de la ciudad llevan los borregos desde la península21. Desde principios del siglo XXI, las asociaciones de vecinos de los barrios de mayoría musulmana solicitan la instalación de carpas para el sacrificio (realizar este en el domicilio particular está prohibido) a la Federación de Asociaciones de Vecinos. Esta última se encarga de la logística: obtención de los permisos de la Consejería de Sanidad y Consumo así como de la de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, distribución de las carpas donde se realizarán los sacrificios22, contratación de los matarifes (cada carpa dispone de un matarife y un ayudante contratados al efecto), distribución de las bolsas para los residuos biológicos, etc.; y el día de la fiesta recorrerán las distintas carpas comprobando que todo se desarrolla según lo previsto. Desde el punto de vista religioso, la UCIDCE por una parte, y el Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca por otra, se encarga de todos los preparativos de las musal-las respectivas. 21. A diferencia de la situación en Melilla, la aduana de Ceuta con Marruecos no es comercial, por lo que los animales proceden de la península. En la ciudad autónoma hay varias ganaderías, que también suministran a las carnicerías halal, y que disponen de corrales donde se guardan los borregos vivos hasta el día de la fiesta. 22. Desde el comienzo de la práctica de la instalación de las carpas cada vez son más los barrios que se unen a dicha práctica. En el año 2010 se instalaron catorce carpas en las siguientes zonas: Bermudo Soriano, San José, Finca Guillén, Estación de ferrocarril, Benzú, Príncipe Alfonso, Príncipe Felipe, Loma Colmenar, Villajovita, Miramar Bajo, Sidi-Embarek-Los Rosales, Sardinero, Nicaragua y Pasaje Recreo Alto. 166 El día de la fiesta comienza con la oración comunitaria en la musal-la, oración a la que según la Sunna se debe acudir en ayunas, y a la que suelen acudir también las autoridades políticas de la ciudad autónoma, donde después serán agasajados con un refrigerio. Después de la oración los asistentes se felicitan y regresan a sus casas a desayunar, tras lo cual cada familia acude a la carpa más cercana con su cordero para sacrificarlo; una vez realizado el sacrificio en sí, el animal se prepara para su consumo. La pieza de carne, una vez limpia y desangrada, se trasladada por los varones de la familia al domicilio, donde será troceada y preparada para el ágape familiar. Tras ello los musulmanes se visten de fiesta y comienzan los denominados «traslados», que consiste en la visita a los enfermos, las viudas, los necesitados y a la familia. Los presos musulmanes del centro penitenciario de Los Rosales, así como del hospital de Ceuta, también reciben parte de esta carne con objeto de que participen en la fiesta. El MAWLID El Mawlid es la conmemoración del nacimiento del Profeta Muhammad, celebrado tradicionalmente en la Ciudad de Ceuta y que tiene un gran seguimiento. Con ocasión de la conmemoración del Mawlid, suelen organizarse diversas actividades, que duran algunos días y tienen lugar en el interior de las mezquitas. Desde hace algunos años también se celebran actividades desde los colegios y las escuelas coránicas, gestionadas desde las comunidades. Así, por ejemplo, en el año 2011, la escuela coránica Abi Al Hassan Achcharri de la mezquita Sidi Embarek celebró este día una jornada religiosa en la que los alumnos leyeron pasajes de la biografía de Muhammad, recitaron versos coránicos siguiendo ritmos infantiles, etc. En este sentido, la celebración del Mawlid con más tradición la mantiene la Comunidad Imam Malik y su escuela coránica. Además de los actos celebrados en el interior de la mezquita Muley el Mehdi, destacan por la organización de sesiones de música religiosa en el cercano IES Siete Colinas, un evento público y abierto a todos los ceutíes que se viene realizando desde el año 2008. En este concierto suele participar el coro infantil de cánticos religiosos del colegio Imam Malik, coro AzZohor, así como otros destacados cantantes religiosos, como Touhami Harrak o Ahmed Bakkali23. Durante la noche del Mawlid, la mayoría de las zauias y mezquitas de la ciudad conmemoran este acontecimiento con lecturas del Corán, conferencias sobre el nacimiento de Muhammad y cantos religiosos, siempre acompañado de una comida en comunidad. 23. La celebración pública del Mawlid en el Instituto de Educación secundaria Siete Colinas, cuenta con la colaboración de la Fundación Pluralismo y Convivencia, la Consejería de Educación, Cultura y Mujer, así como otras asociaciones culturales de la ciudad, como es Luna Blanca y la Asociación Cultural Al Kadi Ayyad. 167 La Amara, ROMERÍA DE SIDI EMBAREK La Amara es una romería no religiosa, tal y como insisten sus organizadores, una fiesta en la que actúan grupos folclóricos de canto y danza tradicional. Esta romería había dejado de celebrase hacia 1995, y en 2008 se recuperó a iniciativa de la FEERI, del Consejo Religioso y Benéfico Luna Blanca y de la Comunidad Islámica al-Bujari. Su origen se remonta a principios de siglo XX, y fue introducida por el cuerpo indígena de Regulares. La celebración, con una duración de dos días, no tiene lugar en una fecha exacta, sino que se celebra dependiendo de la disponibilidad de los organizadores y del contexto de la ciudad. El primer día de La Amara comienza la fiesta por la tarde, con un pasacalle que se inicia en los aledaños de la mezquita Muley el-Mehdi y concluye en la mezquita de Sidi Embarek. La mañana del día siguiente comienza con una oración general, tras la cual tiene lugar la visita al morabito donde se celebran distintos actos religiosos (lectura del Corán, du’a, etc.), y finalmente conferencias y un festival de folklore en la carpa que Luna Blanca coloca en los terrenos de su propiedad (aledaños a la mezquita de Sidi Embarek), acompañado de una comida. Son varios los grupos de música religiosa y danza (cofradías gnawa, aisawa, darqawa y yilala) que participan en esta festividad, tanto ceutíes como marroquíes, variando cada año. Entre los grupos ceutíes cabe mencionar el de Zaouia Shorafa Adaresa así como el del barrio de Los Rosales. La educación y las instituciones educativas La enseñanza y el aprendizaje del islam representan una obligación religiosa y una forma de preparar a los más jóvenes para enfrentarse a los distintos retos que se puedan encontrar en la vida cotidiana. Por ello la educación de los hijos es una de las principales preocupaciones de los padres y, en la actualidad, es un derecho constitucional de estos últimos el que los primeros reciban enseñanza acorde a sus creencias (art. 27.3), que está recogido en la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (art. 2.1c), en el artículo 10 del Acuerdo de Cooperación suscrito entre el Estado Español y la Comisión Islámica de España (Ley 26/1992), y en la Ley Orgánica de Educación. Religión islámica en la escuela pública24 En la Ciudad de Ceuta la enseñanza religiosa en la escuela no es un logro adquirido con la democracia actual sino un derecho recuperado, en tanto que a 24. Para profundizar sobre este punto consultar: Tarrés y Rosón (2009): «La enseñanza de las religiones minoritarias en la escuela. El caso de Andalucía», en ‘Ilu, Revista de Ciencias de las religiones, nº 14. Y para una perspectiva general sobre la educación islámica en la escuela, consultar Rosón, Tarrés y Moreras (2009): «Islamic Religious Education in Spain», en 168 principios del siglo XX funcionaba una escuela municipal Arábigo-Española en la que impartían clases un maestro español y un alfaquí pagado por Regulares, ya que la mayoría de los alumnos pertenecían a las familias de los soldados de este Cuerpo. A ella se añadieron, a partir de 1912, las Escuelas Hispano-Árabes para niños musulmanes, inicialmente dirigidas a la formación de los varones, que en 1923 pasaron a ser mixtas. En estas escuelas municipales se impartía formación primaria española, marroquí y coránica; la enseñanza española la pagaba España y la coránica el Majzen. Estas escuelas hispano-árabes, en 1937 pasan a denominarse escuela marroquí y, desde 1940, escuela primaria musulmana, comenzaron a funcionar como escuelas nacionales, para los niños varones, desde 1942. En 1940 hay datos de la existencia de dos escuelas públicas de primaria hispano-árabes en la ciudad (una en el barrio de Hadú y otra en el Príncipe), y cinco escuelas privadas musulmanas, todas ellas en barrios donde esta población era numerosa. En 1947 hay ya, en el barrio del Morro, una escuela hispanoárabe en la que se da clase de educación religiosa y cultura árabe, y en 1954 se inaugura la primera escuela nacional de primaria para niñas musulmanas en el barrio de Hadú, junto a la ya existente de varones, ambas en los aledaños de la mezquita (Marín 2006: 172-179). La estructura administrativa de estas escuelas tenía una doble dependencia: a efectos administrativos pertenecían al Ministerio de Educación de España, quien pagaba el sueldo del director y del profesorado español; el Ministerio de Instrucción Pública del Majzen era el responsable del profesorado musulmán y del personal subalterno, concediendo ayudas al desayuno, ropero y biblioteca. En cuanto al bachiller, durante la República se crea el Instituto Hispano-Marroquí, que comenzó las clases en el curso 193233, y en el que se impartía formación religiosa en el denominado bachillerato elemental indígena. En 1949, tras la creación del Instituto de Tetuán, se deroga el Plan de Estudios Hispano-Marroquí (ibíd.). Todas estas escuelas e institutos desaparecerán con la finalización del Protectorado español en Marruecos. La formación coránica no volverá a estar presente en las escuelas públicas ceutíes hasta 1999, fruto de la aplicación del artículo 10 del Acuerdo de Cooperación. Las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla fueron pioneras en la implantación de enseñanza religiosa islámica (ERI) en la escuela. En Ceuta hubo varias propuestas encaminadas a la aplicación del Acuerdo de Cooperación, así por ejemplo en 1996 Mehdi Flores (del Colectivo Niqaba) propone la creación de un Centro de Estudios Árabo-Islámicos en la ciudad, que coordinase las actividades relacionadas con la lengua y la Álvarez, A., Dietz, G., Jozsa, D.-P., Bakker, C., Heimbrock, H.-G., Jackson, R. (eds.), Islam in Education in European countries – Pedagogical Concepts and Empirical Findings, Waxmann, Münster, Nueva York, 178-202. 169 cultura árabo-islámica, así como las de formación religiosa y pedagógica de los maestros y profesores de religión islámica en la escuela pública, y la formación religiosa y lingüística en árabe para niños y para mujeres, y de dariya a docentes no musulmanes. Este proyecto no tuvo plasmación efectiva (Flores, 1996). Finalmente se comenzó a impartir ERI en Ceuta en el año 1999. Los inicios fueron titubeantes debido a varias causas: en unos casos no se estaba de acuerdo con la selección de profesores, en otras porque las clases fueron propuestas en horario extra-escolar (cuando la norma marca que sean en horario escolar), y porque inicialmente la remuneración de los profesores (al igual que ocurría en otros lugares con el profesorado de religión evangélica) tenía lugar a modo de «gratificación» (dos pagas al año). No será hasta el curso 2001-2002 cuando la implantación de la ERI y la regulación profesional y económica de los docentes se haga efectiva en la Ciudad Autónoma. Desde el curso 2009-2010, Ceuta dispone de 14 profesores de ERI, siendo la única autonomía en la que se imparte ERI en primaria y en secundaria. En cuanto a los materiales didácticos, los alumnos de ERI disponen, desde el curso 2006-2007, de un manual, Descubrir el Islam, realizado a iniciativa de la CIE y publicado con la colaboración de la Fundación Pluralismo y Convivencia. Se trata de un manual, dirigido a alumnos de primaria, que tiene como objetivo, además de la enseñanza del islam, su normalización en las instituciones educativas. Se trata de una iniciativa pionera, escrita en lengua castellana, y con un formato similar al que se utiliza para el resto de las asignaturas. En él, de una forma didáctica, se siguen los distintos puntos del currículo aprobado en 199625. Estos manuales son utilizados exclusivamente en la escuela pública, mientras que en las distintas escuelas coránicas se utilizan generalmente los mismos textos que en los centros educativos de Marruecos. Es muy significativo que los responsables de las comunidades musulmanas expliciten esta diferencia, justificada en la diferencia de carácter entre unas instituciones y otras. Los profesores ERI reciben una formación periódica en Ceuta, organizada desde la UCIDCE. Estas clases han contado con la presencia de destacadas personas del mundo islámico, tanto españolas (Riay Tatary y el ceutí Ali Mesnaui, por ejemplo, han participado en estos cursos de formación) como extranjeras, como Ahmed Alamiry. Las escuelas coránicas Desde mediados de la década de los noventa del siglo XX, se reactiva la actividad de las escuelas coránicas existentes, y comienzan a crearse otras nuevas. En la 25. Orden de 11 de enero de 1996 por la que se dispone la publicación de los currículos de Enseñanza Religiosa Islámica correspondiente a Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. 170 actualidad, en torno a un millar de niños reciben formación en árabe, educación islámica y enseñanza coránica en las escuelas situadas en las instalaciones de las mezquitas y en centros gestionados por entidades religiosas (muchas de las cuales estaban inicialmente formalizadas como asociaciones culturales), que se encuentran repartidos por distintas barriadas de la ciudad. En estas escuelas se conjugan los sistemas tradicionales de enseñanza del árabe y del Corán, con las nuevas necesidades de la población musulmana de la ciudad, por lo que muchas de ellas ofrecen también clases de apoyo y refuerzo escolar, con la intención de contrarrestar las elevadas tasas de fracaso escolar existente entre la población musulmana de la ciudad26. El profesorado y los educadores de estas escuelas son, en muchos casos, personas de ambos géneros, y la mayoría de ellas cuentan con los servicios de los imames de la mezquita de referencia. El material pedagógico que se utiliza suele ser el mismo que el usado en los centros públicos marroquíes, «tanto el libro de lectura, como de caligrafía, así como el método para la memorización del Corán» (presidente de UCIDCE), y están visados por Marruecos. No obstante, también en este caso tiene cabida la mejora pedagógica, en tanto que están empezando a utilizar un tipo de manuales orientados hacia los niños musulmanes de Occidente. Las escuelas coránicas de UCIDCE están utilizando unos libros de texto especiales, publicados en Casablanca, y dirigidos a niños musulmanes europeos. Tienen el aval islámico de Marruecos, y están escritos y orientados especialmente a niños musulmanes europeos, ya que éstos presentan unas características distintas a los niños musulmanes que están en países musulmanes. En España se han distribuido unos 2.000 ejemplares de estos manuales para ver qué tal funcionan. Estos libros usan un método muy fácil, muy pedagógico, están escritos por religiosos y pedagogos musulmanes europeos y adaptados al contexto europeo. (Secretario de UCIDCE) Desde la UCIDCE, en colaboración con la UCIDE, se ha realizado una cierta unificación de criterios a la hora de enseñar árabe en las escuelas coráni- 26. Según los datos del informe «Magisterio» correspondiente al período 2002-06 la tasa de fracaso escolar (abandono escolar antes de terminar la ESO, Educación Secundaria Obligatoria) en Ceuta es una de las más altas de España, situándose en el 52% (la tasa a nivel estatal era del 30,8% en ese período), siendo mayor la tasa de fracaso entre las mujeres que entre los varones, «aunque más de la mitad de ambos sexos no acaba la ESO», señala el estudio. Durante el curso 2006-07 la tasa de fracaso escolar en Ceuta se sitúa en el 48,2%, es decir, que esta se reduce en más de 3 puntos. Hasta el momento no se ha realizado ningún estudio que haya planteado entre sus hipótesis si hay alguna relación entre las escuelas musulmanas y la disminución del fracaso escolar. 171 cas adscritas a esta federación, estableciendo un equipo pedagógico y fórmulas didácticas avanzadas con objeto de conseguir una enseñanza correcta del árabe. Para ello se cuenta con la dilatada experiencia de los ceutíes en materia docente, así como con la colaboración que desde hace años se ha establecido entre UCIDE nacional y el ISESCO (Organización Educativa, Científica y Social Islámica) en esta materia. Asimismo, desde esta federación se tiene el proyecto de crear un colegio concertado musulmán homologado oficialmente, que funcione de forma similar a los centros religiosos católicos concertados. En Ceuta existen, a grandes rasgos, dos tipos de escuelas coránicas: las vinculadas a una mezquita y las independientes de cualquier mezquita. Colegios independientes Estas escuelas no están ligadas a ninguna mezquita en concreto sino que ofertan educación no reglada islámica en espacios independientes, propios, específicos, y con gestión autónoma. En esta ciudad hay, en la actualidad, una decena de ellas, todas con personalidad jurídica de entidad religiosa. Estas escuelas, a medio camino entre la escuela coránica y la madraza, surgen como una respuesta a las necesidades de los barrios donde la población musulmana es mayoritaria. Algunos de estos colegios son: ASOCIACIÓN ISLÁMICA AL MANAR La escuela al-Manar surge en el seno de la mezquita al-Umma, de la que más tarde se independizan aunque siguen manteniendo las relaciones con ella, hasta el punto de que uno de los profesores de al-Manar es también imam y profesor en la mezquita mencionada. Comienzan su andadura como escuela independiente en el año 1992, formalizando su existencia como asociación cultural y más tarde, en 1995, se inscriben como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia. Esta escuela es un proyecto que nació sin financiación, con la vocación de la educación, de ofrecer una educación digna a los niños musulmanes, una educación islámica para todos los aspectos de la vida, y orientada a la convivencia, en definitiva, enseñar el islam a los niños. En palabras del presidente: «Nosotros trabajamos sin publicidad, sin publicitar nuestras enseñanzas, la gente nos conoce por el boca a boca, porque a los padres les gusta cómo se trabaja en esta escuela. Poco a poco, gracias al trabajo de sus profesores ha ido aumentando y por eso en este momento podemos tener un sitio digno, y que la situación económico-profesional del profesor esté reconocida y sea digna.» La escuela dispone de dos aulas y una oficina, y las clases tienen lugar de lunes a viernes por las tardes en horario ininterrumpido. En ella se ofrecen clases de árabe, de Corán y de comportamiento islámico, y cuenta con la asistencia de unos 150 alumnos, de ambos géneros y con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. La escuela se financia con las mensualidades de los alumnos, 172 contando con las ayudas que recibe de la Fundación Pluralismo y Convivencia desde 2008, con lo que han logrado que todos los profesores ejerzan su trabajo con contrato y seguridad social, destacando sus responsables que esta es la primera escuela en conseguirlo. MADRAZA AL KADI AYYAD Se trata de una escuela de orientación religiosa, ubicada en el barrio del Príncipe. Toma su nombre e inspiración del Imam Kadi Ayyad. Ayyad Ben Musa el Yahsubi al-Sabti fue un ulema, profesor y poeta ceutí que vivió entre los siglos XI y XII, reconocido como uno de los eruditos más famosos del Fiqh maliki y uno de los maestros de Averroes, ejerció como kadi (juez) en Granada, de donde toma el título y, en la actualidad, es reconocido como uno de los siete santos de Marrakech, donde está enterrado. La Asociación Al Kadi Ayyad se crea en 1995 como asociación cultural, pasando a inscribirse como entidad religiosa en 2006. Se trata de una madraza de barrio, orientada a la formación de los más jóvenes tanto física, como intelectual y espiritualmente. Entre sus objetivos está «el de poner en relación y fortalecer la unión de todos los pueblos y todas las civilizaciones, desarrollar la idea del «encuentro entre civilizaciones» (expresidente de la Asociación al-Kadi Ayyad). La escuela desarrolla su actividad en un edificio propio, de tres plantas, en las que se encuentran las oficinas y una pequeña biblioteca de temas islámicos, varias aulas para las clases y una gran sala de conferencias en el último piso, en el que también se dispone de una amplia terraza donde tienen lugar reuniones y actividades lúdicas con los niños. El profesorado de esta escuela es, principalmente, voluntario y desarrollan su actividad con unos 115 niños y jóvenes, que son los que componen el alumnado. En ella además de las clases de árabe y Corán, se dan también clases de apoyo de francés e inglés a los más jóvenes; dispone, asimismo, de un programa educativo para adultos de ambos géneros con clases de idiomas (árabe, francés e inglés). Entre las distintas actividades que desarrolla la escuela están los viajes y excursiones culturales y de convivencia que se organizan con los más jóvenes. Una práctica habitual en las escuelas coránicas y musulmanas es la celebración de concursos entre los alumnos de memorización del Corán. Los concursos se realizan en dos partes: primero en el seno de cada escuela, y más tarde se celebra una competición entre los ganadores de cada una de las escuelas. Los ganadores, y también los participantes, en estos concursos reciben, en ceremonias al efecto, un diploma que acreditan su condición. Así, por ejemplo, la Asociación al-Kadi Ayyad de Ceuta dispone de notas informativas sobre este concurso y el ganador obtiene el «Trofeo Kadi al Ayyad». Estos concursos tienen cada vez más aceptación y forman parte de las estrategias de prestigio social dentro de la propia comunidad musulmana. 173 La escuela de al-Kadi Ayyad se caracteriza también por las actividades deportivas de sus jóvenes. Tiene varios equipos de fútbol de distintas categorías (benjamín, alevín, infantil, cadete y juvenil) así como equipo femenino, y organiza y participa en distintos campeonatos de este deporte. Asimismo, la escuela colabora con otras similares en el desarrollo de diversas actividades culturales, como es la conmemoración del nacimiento del Profeta, que organizan la Comunidad Islámica Imam Malik. COMUNIDAD ISLÁMICA CHARIF AL IDRISSI La escuela Charif al Idrissi se encuentra en la barriada del Príncipe. Su creación, en 1995, se debe a la iniciativa de una persona que, tras un viaje al subcontinente indio donde la situación de los niños de la calle le hizo reflexionar sobre su situación, decide fundar el colegio. Esta escuela surge porque vi cómo vivían los niños en otros lugares, que estaban todo el día en la calle, buscándose la vida y haciendo cosas «malas». Por eso decidí hacer una escuela en Ceuta, para que los niños del barrio tengan una educación [islámica], para ayudar al barrio y a la ciudadanía formando a mejores personas. (Presidente de la Comunidad Islámica Charif al-Idrissi) Esta escuela tuvo unos comienzos humildes, pero poco a poco, gracias a la labor de su presidente y al trabajo desarrollado en ella, ha llegado a contar con tres centros y alrededor de 300 alumnos, de ambos géneros, con edades comprendidas entre los 3 y los 12 años. Nueve docentes, entre profesores y profesoras atienden los distintos niveles educativos. Hay clases de árabe, de Corán y comportamiento islámico, así como de apoyo escolar de inglés; asimismo dispone de una guardería en una de las sedes. También hay clases de español para adultos, contando con hasta 60 alumnos. La escuela se financia, fundamentalmente, con las mensualidades de los alumnos, y recibe una pequeña ayuda de la Fundación Pluralismo y Convivencia para proyectos concretos. ESCUELA AL-FAYR La escuela al-Fayr se ubica en la barriada Príncipe Alfonso. Esta escuela se crea, en el año 2006, a iniciativa de los vecinos del barrio ante la imposibilidad de la mezquita al-Amin del Príncipe, en cuyas inmediaciones se encuentra la escuela, de asumir la formación de todos los niños de la zona. En consecuencia todos los alumnos, en torno al centenar, son de la barriada. La escuela consta de un despacho y una amplia aula, donde se distribuyen los niños, con edades comprendidas entre los 3 y los 13 años, por edades, género y nivel, en dos turnos. Un profesor voluntario, que también trabaja como imam suplente en algunas de las mezquitas de la ciudad, imparte las clases de árabe y de Corán. Los libros 174 de texto de árabe utilizados son los mismos que los que tienen los niños de los colegios marroquíes, y el Corán está escrito en árabe, español y la trascripción fonética castellana del árabe. Hay un tercer grupo en la escuela, conformado por mujeres adultas, que reciben clases de alfabetización. La escuela pronto formaliza su existencia, inscribiéndose como entidad religiosa en el Ministerio de Justicia en 2008, con el nombre de Comunidad Islámica al-Fayr. Se trata de una comunidad muy activa y preocupada por la formación básica y religiosa de sus hijos, y mantienen relaciones de colaboración con la Asociación de Vecinos Al-Jalifa y con la asociación cultural femenina islámica Ambar, ubicada también en el mismo barrio. Además de las actividades propias de una escuela coránica, la Comunidad organiza también otras actividades de carácter deportivo generalmente, junto a excursiones y salidas conjuntas, así como talleres de dibujo, de caligrafía y de lectura. Escuelas adscritas a una mezquita La mayoría de las mezquitas y comunidades ofrecen educación religiosa, de árabe y Corán, a los miembros más jóvenes de las mismas. Aquellas que, por dimensiones y características desarrollan esta enseñanza en las salas principales de oración de los espacios de culto ya han sido reseñadas. Junto a ellas, otras mezquitas disponen en sus instalaciones de espacios específicos, gestionados independientemente, desde los que se desarrolla una intensa labor. Las escuelas coránicas dependientes directamente de las mezquitas son, por orden cronológico, las siguientes: ESCUELA ABU AL- HASAN ACH CHARRI Es la que tiene una mayor tradición, con más de un siglo de vida en tanto que recoge el testigo de la originaria escuela coránica de Sidi Embarek. La escuela Abu al-Hasan Ach Charri actual comienza su andadura en 1998, a raíz de la edificación de la nueva mezquita, en cuyos bajos se ubica, bajo la dirección del imam, Ahmed Liazid. Durante los primeros años de funcionamiento, la escuela estuvo bajo el amparo del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca. Sin embargo, tras la escisión de este y la posterior creación de la Comunidad Islámica Mezquita Sidi Embarek, el colegio pasó a depender de esta última bajo la dirección de Yalila Liazid. En la actualidad la escuela continúa bajo la dirección de la Comunidad Islámica Mezquita Sidi Embarek, si bien el conflicto que Luna Blanca mantiene con ellos, al compartir ambos grupos el espacio físico, dificulta el desarrollo armonioso de las actividades educativas. La escuela cuenta con cuatro aulas, completamente equipadas, para más de quinientos niños, que se distribuyen en varios turnos, y donde estudian el idioma árabe y el Corán, además de tener clases de apoyo y refuerzo escolar. En esta escuela, si bien se sigue en gran medida el método tradicional de enseñanza, 175 también se han comenzado a incorporar modelos de educación islámica moderna, con la intención de que deriven en una enseñanza reglada. La escuela está perfectamente organizada, cuenta con una junta directiva y Consejo Escolar, así como con un AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) desde 2006. Tiene diseñado un calendario escolar y se organizan las aperturas y cierres del curso, tras la entrega de las notas. Cuenta con un profesorado, de ambos géneros, seleccionado mediante concurso de méritos, y se financia mediante las mensualidades que aportan los alumnos, de modo que la matrícula cubre parte del sueldo de los profesores e incluye los libros de texto. Desde la escuela se realizan también actividades encaminadas al apoyo de la mujer a través de distintos proyectos, como son los cursos de árabe y español, actividades culturales y educativas, o asesoría en distintos aspectos de la vida cotidiana y el ámbito familiar. ESCUELA CORÁNICA IMAM MALIK La escuela coránica Imam Malik está gestionada por la comunidad del mismo nombre y se encuentra situada en un espacio diferenciado dentro del perímetro de la mezquita Muley el Mehdi. Dispone de cuatro aulas en las que se distribuyen, en varios turnos, 260 alumnos de ambos sexos y edades comprendidas entre los 6 y los 16 años. La escuela cuenta con varios profesores marroquíes, que han sido seleccionados mediante concurso de méritos. Los libros de texto utilizados son los que habitualmente se utilizan en Marruecos, revisados por el Habus. La educación que reciben los niños trata sobre árabe, ética islámica, educación y cultura islámica, historia del islam y música islámica. Hacen bastante hincapié en la enseñanza del árabe, ya que «Creemos que hay cosas que están mal planteadas: no hay que aprender el Corán para saber árabe sino al revés, primero deben aprender árabe y una vez se conozca bien el árabe aprender Corán» (miembro de la junta directiva de la Comunidad Islámica Imam Malik). A los alumnos que terminan en la escuela coránica se les da un certificado de estudios, cuya validez es reconocida en Marruecos. Asimismo, desde la escuela se organizan concursos de memorización del Corán, y a los ganadores se les da un diploma. Esta escuela es la única de la ciudad que imparte clases de música y cantos islámicos, cantos de alabanza y en honor al Profeta. Los alumnos de música han formado un coro, el coro AzZohor, que, además de participar en eventos culturales relacionados con «las cuatro culturas» que se organizan en la ciudad, también actúan en la conmemoración del mawlid que organiza anualmente la comunidad. ESCUELA DE LA MEZQUITA IBN RUCH La escuela se articula como una madraza en tanto que además de la formación religiosa y de árabe, que está a cargo del imam, ofrece también clases de 176 apoyo a los niños, de matemáticas, lengua española, francés, etc. Dispone, asimismo, de un aula de informática, completamente equipada, en la que se da formación en informática a los vecinos de Benzú y a los de otras barriadas. Cuando las posibilidades de la comunidad lo permiten, ofrecen también clases de alfabetización para adultos. La escuela acoge a un número de alumnos variable según la época del año, aumentando significativamente en verano. Resulta significativo que haya mayor afluencia de alumnos en las clases de apoyo que en las religiosas. El profesorado de esta escuela trabaja de forma voluntaria. En la actualidad hay un profesor voluntario que se encarga de las clases de apoyo, y que a cambio recibe una gratificación que depende de la voluntad de los padres de los alumnos. Las clases de informática, son impartidas bien por profesores voluntarios, bien por profesores enviados desde los servicios sociales del Ayuntamiento. La mayor parte de las actividades educativas y formativas dependen de las posibilidades de los docentes, por lo que muchas no tienen la continuidad deseada, «desde hace un tiempo todo el que viene lo hace voluntariamente, vienen profesoras, profesores, pero duran muy poco porque como Benzú queda tan lejos y ellos vienen de abajo, pues tienen que pagarse el autobús de su bolsillo, nosotros a veces podemos ayudar, pero es que no llega…» (vicepresidente de la Comunidad Islámica Ibn Ruch de Ceuta). ESCUELA DE LA MEZQUITA ARRAHMAN Ubicada en la barriada del Morro, en el año 1992 comienza la actividad de la escuela coránica, que poco a poco ampliará sus funciones a mezquita en tanto que era el único espacio para realizar las oraciones preceptivas diarias de la zona. La transformación en mezquita data de 2004, y su formalización como entidad religiosa, con el nombre de Comunidad Islámica Masyid Arrahman de Ceuta, del año 2007. La escuela, que consta de tres aulas perfectamente equipadas, está ubicada en la segunda planta del edificio, y cuenta con los servicios de los dos imames de la mezquita, así como con siete educadores o profesores. En esta escuela dan clases de árabe y Corán a unos 80 niños, formación básica a unas 15 mujeres, y alfabetización de adultos a unas 60 personas. Centros de estudio y de formación islámica Además de las escuelas coránicas, distintas entidades religiosas, que inicialmente formalizaron su actividad como asociaciones culturales, tienen también la educación como objetivo principal. Este es el caso de la Comunidad Islámica Assalam que, constituida como entidad religiosa en 1997, está integrada mayoritariamente por mujeres y cuenta con dos aulas para la enseñanza y estudio del árabe y del Corán, y alfabetización de adultos. 177 El Centro de Estudios Árabes e Islámicos de Ceuta se crea en 1997, inscribiéndose como entidad religiosa una década después, adoptando el título de Comunidad Islámica, con objeto de poder realizar matrimonios musulmanes formalmente, de acuerdo a la tradición maliki y según la sunna del Profeta. Se trata de un Centro que tiene como objetivo el fomento, la recuperación y la protección de la historia cultural islámica de Ceuta, así como el desarrollo de actividades de lengua árabe materializadas en clases de árabe y de castellano para mujeres, y seminarios semanales de historia de la Ceuta califal, y de los sabios y eruditos ceutíes para hombres. El trabajo fundamental del Centro es la recuperación del patrimonio histórico y cultural musulmán ceutí, reuniendo documentación sobre la historia de los antiguos cementerios y mezquitas de la Ceuta califal, así como de la obra de los sabios y eruditos ceutíes de esa época (por ejemplo de la obra del Kadi al-Ayyad o de Al-Hasan Ach Charri), con la intención de traducirlas al castellano, porque «para nosotros es un honor y un orgullo si conseguimos hacerlo, porque tenemos traducciones de libros de cultura, de religión de marroquís, de egipcios, de libaneses… de todos menos de ceutíes» (presidente de la Comunidad Islámica de Estudios Árabes e Islámicos de Ceuta). También contribuyen, con otras comunidades de la península, en la edición de obras islámicas bilingües castellano-árabe. El Centro colabora, asimismo, con la administración local en relación a la trascripción de los nombres árabes, «porque habitualmente se inscriben de forma equivocada, se pierden los apellidos de la familia, y lo que queremos es poder asesorar a la administración y a la comunidad musulmana sobre cómo se escriben estos nombres, tanto de nacimientos como para los conversos» (presidente de la Comunidad Islámica de Estudios Árabes e Islámicos de Ceuta), emitiendo certificados en los que se explicita la relación correcta de nombres y apellidos. Esta iniciativa surgió al detectar que existían grandes deficiencias en este tema y que algunos apellidos habían desaparecido por desconocimiento del sistema de parentesco magrebí y la terminología asociada. La colaboración, en este sentido, se traslada también a los traductores de árabe. De creación más reciente (en 2010) es el Centro Cultural al-Idrissi. En su junta directiva están muy presentes las mujeres musulmanas. Sus objetivos son, entre otros, lograr «una convivencia verdadera» por medio de la integración de todas las culturas (por lo que participan en distintas actividades multiculturales) y, en segundo lugar, recuperar las tradiciones islámicas de la ciudad. Disponen de un espacioso local en el que llevan a cabo sus numerosas e intensas actividades culturales, si bien algunas de ellas se celebran en diversos espacios públicos de la ciudad, con objeto de que toda la ciudadanía ceutí pueda participar en ellas. Cuenta con una escuela coránica con diez aulas, que además de las clases de Corán integra al coro de música islámica AzZohor, así como el premio para los alumnos con mejor aprovechamiento y aprendizaje en la memorización 178 del Corán. Organizan también cursos de formación para los musulmanes que desean hacer la peregrinación a La Meca, actividades para la celebración del Mawlid, diversas conferencias de temas islámicos así como otros de interés social, exposiciones fotográficas, actividades culturales entre las que cabe destacar la organización de la «Semana Cultural de la Mujer Musulmana» en 2013 con charlas y talleres, etc. Instituciones de atención social La obra social y benéfica musulmana en la ciudad de Ceuta tiene en Luna Blanca a una de las entidades más representativas. En el origen de esta ONG, creada en 2003, están las actividades desarrolladas con la juventud (sobre todo con los MENA —Menores no acompañados— en la década de los noventa) por parte del Consejo Benéfico y Religioso Luna Blanca. En su labor benéfica el Consejo desarrolla diversas actividades, como son el comedor diario para 50 personas, el comedor de los viernes para 90 personas, el reparto de alimentos durante el mes de ramadán, etc. Una labor que se realiza gracias a la colaboración de los voluntarios, y para la que no reciben ninguna ayuda económica por parte de la ciudad, excepto una ayuda puntual en el mes de ramadán para las comidas que ofrecen a los necesitados. Como ONG, Luna Blanca desarrolla numerosas actividades: comedor social para las personas sin hogar, asistencia a familias desfavorecidas, jornadas multiculturales y de integración, asistencia jurídica y social a inmigrantes, actividades de ocio y deportivas con menores no acompañados, ayudas a farmacia, alquiler y viaje para personas desfavorecidas, etc. Igualmente, prestan ayuda humanitaria internacional, como, por ejemplo, tras el terremoto de Alhucemas (Marruecos) en 2004, o su participación en la ayuda humanitaria a Gaza junto a la plataforma «Ceuta rumbo a Gaza». En reconocimiento a la labor realizada por Luna Blanca, la ciudad les concedió, en el año 2004, la Medalla de la Autonomía. Otra asociación islámica que desarrolla una intensa obra social, y que está integrada mayoritariamente por mujeres, es la Asociación AMBAR. El trabajo de esta asociación tiene dos ejes centrales de intervención: la ayuda a las personas inmigrantes en situación irregular y la cooperación en temas de salud con población necesitada. Desde la UCIDCE también se realiza una intensa obra social, así, por ejemplo, en colaboración con la Delegación del Gobierno en Ceuta, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) y diversos hospitales y ONG, gestionan algunos aspectos relativos a la atención médica en España de niños marroquíes desfavorecidos. El coste de estos servicios médicos es sufragado, en algunas ocasiones desde la UCIDCE, además de contar con la solidaridad de algunos facultativos. La federación ha logrado, también, que el nuevo Hospital Universitario de Ceuta cuente, desde el año 2011, con un oratorio para musulmanes. 179 El cementerio de Sidi Embarek El cementerio ceutí de Sidi Embarek es la necrópolis musulmana en uso más antigua de España. Su existencia se constata ya en el siglo XIX, aunque probablemente su origen esté ligado al morabito del mismo nombre, en cuyas inmediaciones se enterraban los musulmanes devotos, al igual que ocurría en los aledaños de los otros dos morabitos. Tras el tratado de Wad-Ras, en 1860, con el aumento de los límites de la ciudad, la afluencia de rifeños de la Compañía de Tiradores, el asentamiento de los musulmanes en el Campo Exterior, y la cesión de uso de los terrenos, las inmediaciones del morabito de Sidi Embarek se reafirman como cementerio musulmán de la ciudad. Los enterramientos más antiguos se encuentran situados en los aledaños al morabito, y poco a poco se van extendiendo por los bancales próximos. En 1909 se realiza el primer cerramiento de la zona, un murete de piedra en seco, de un metro de altura, que separará el morabito y el cementerio de los terrenos colindantes, como forma de protección. Durante el siglo XIX y la primera mitad del XX las prácticas funerarias islámicas se hacen de forma privada y familiar: las fosas las realizarán los familiares y no hay un orden en relación al aprovechamiento del terreno, ni un registro fiable de los fallecidos y sus ubicaciones. A mediados de la década de los ochenta la Consejería de Sanidad del Ayuntamiento27 firma un convenio con la Asociación Religiosa Masyid An Noor, en virtud del cual estos se hacen cargo de la organización y gestión del cementerio, por medio de personal musulmán contratado por la ciudad mediante concursos públicos, y que van a ocupar distintos puestos como es el de responsable del cementerio, administración, vigilancia, peones, etc. De modo que desde finales de 1986 y comienzos de 1987, la gestión del cementerio de Sidi Embarek comienza a ser modernizada, actualizada e informatizada, contando también con personas dedicadas al ritual funerario religioso (lavado del cadáver, amortajamiento, etc.). fe de erratas: desde 1987 la gestión es solo municipal Entre las primeras actuaciones que se realizaron está la clausura de la zona antigua del cementerio por saturación, aunque se siguen produciendo algunos enterramientos en el caso de familias que recuerdan dónde están inhumados sus familiares. Asimismo las instalaciones funerarias anexas al morabito siguen en funcionamiento: sala de cadáveres, almacén de material y casa del moqaddem. En la actualidad se utilizan los bancales situados frente a los terrenos del morabito como cementerio. La oficina del cementerio se encuentra en el cercano barrio de La Reina, siendo esta la sede administrativa desde la que se 27. En la actualidad el cementerio de Sidi Embarek figura como una unidad independiente dentro del Departamento de Sanidad y Salud Pública de la Consejería de Sanidad y Consumo de la Ciudad Autónoma. El otro cementerio dependiente de este organismo es el de Santa Catalina. 180 gestiona la asistencia inicial a los familiares del difunto, la documentación, el archivo de todas las tumbas y datos de los difuntos, así como el ordenamiento del espacio funerario. En la actualidad, el cementerio de Sidi Embarek es insuficiente para las necesidades crecientes de la comunidad musulmana de la ciudad, por lo que está prevista su ampliación, ocupando una nueva zona de 13.000 metros cuadrados, que unirá la parte clausurada con la que en la actualidad está en uso, y que contará con nuevas instalaciones, como son las oficinas administrativas, sala para la recepción de los familiares, sala de lavado y preparación de los cadáveres, sala de depósito, almacén de material y garaje para los coches fúnebres. Las tumbas siguen, en general, la tradición magrebí, en las que el perímetro se señala con pequeños muretes de piedra, en muchas ocasiones encaladas. Las tumbas más antiguas han perdido, en su mayoría, la identificación del difunto, mientras que en las actuales esta suele señalarse mediante el nombre y alguna pequeña leyenda en árabe, o bien mediante el número de registro. Vista del morabito y del cementerio antiguo de Sidi Embarek (foto: S. Tarrés) 181 ENCUENTROS DivERSiDaD REligiOSa EN CEUTa y EN MElilla Rafael Briones Sol Tarrés Óscar Salguero Este libro es el resultado de una investigación sobre «Pluralismo religiosa en Ceuta y Melilla», llevada a cabo gracias a la financiación de la Fundación Pluralismo y Convivencia, a través de un contrato suscrito con la Universidad de Granada (Departamento de Antropología Social). Diseño de la cubierta: Muntsa Busquets Fotocomposición de la cubierta: Adriana Fàbregas © Rafael Briones, Sol Tarrés y Óscar Salguero © de esta edición Icaria editorial, s.a. Arc de Sant Cristòfol, 11-23, 08003 Barcelona www.icariaeditorial.com icaria@icariaeditorial.com © Fundación Pluralismo y Convivencia Fernández de los Ríos, 2,1a planta - 28015 Madrid www.pluralismoyconvivencia.es fundación@pluralismoyconvivencia.es Primera edición: septiembre de 2013 ISBN: 978-84-9888-523-1 Depósito legal: B-16.246-2013 Fotocomposición: Marina Herrera Impreso en Romanyà/Valls, s.a. Verdaguer, 1, Capellades (Barcelona) Impreso en España. Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducció total o parcial. Este libro ha sido editado con papel ecológico, libre de cloro.