Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Respuestas de los autores

2013, Debates En Sociologia

JUAN OSSIO: Alguii cronista ubica la giierra de los chancas en la época de hlanco Capac. mientras que vemos que la mayor parte de ellos pone esta guerra en la época de Pachacutec: esto, que Iiistóricamente es incompatible, puede, en cambio entenderse al verse que ambos personajes c u n ~ p l e nroles que implican poner orden dentro de la sociedad. Esto, por ejemplo, me lleva a reevaluar la importancia del aspecto histórico en este tipo de análisis. RESPUESTAS DE LOS AUTORES MARlA ROSTWOROWSKI: Quería decir que en nuestro trabajo se ha utilizado la crónica de Betanzos porque era un quechuista experto, se podía comunicar directamente con la gente, n o necesitando de traductores. Betanzos era intérprete oficial del Cuzco, se había casado con una ñusta, doña Angelina, hija o hermana de Atahualpa; por lo tanto, estaba conectado muy de cerca a la Panaca de la ñusta. MAX HERNANDEZ: Se me han hecho una serie de sugerencias y preguntas que permiten precisar un poco los términos de nuestro encuadre metodológico; dentro de las varias propuestas, me pareció esencial la distinción entre lo inconciente en el sentido descriptivo del término, que podría abarcar procesos sociales objetivos, de los cuales n o tenemos conciencia, lo implícito social por llamarlo de alguna manera, y la noción más especificamente psicoanalítica de inconciente dinámico. Por otro lado, las referencias de Alvaro Rey de Castro al dios ocioso me parecen absolutamente pertinentes y exactas. Se plaliteO también, por parte de Juan Ansión, un punto de singular iniportancia, la transformación del sistema de parentesco. Sobre esto quisiera extenderme; y o había dicho esta mañana que nuestro trabajo sobre los chancas es parte de un proyecto más amplio; quisiera intentar un apretado resumen de las ideas que venimos discutiendo en el grupo de SIDEA. Trabajamos tres riioiiientos distintos. E1 primero se refiere a la leyenda de los hermanos Ayar. En el mito se trata de seres que pertenecen a una misma generación; son cuatro hermanos y cuatro hermanas. los cuales van a terminar dando origen a la pareja Manco Capac y Mama Ocllo, de la pareja originaria Ayar Cachi.Marna Huaco; en este mito se produce la petrificación a la que aludieron Imelda Vega Centeno y Juan Ansión. El texto de los hermanos Ayar nos remite, entonces, a una temporalidad mítica, contenida en esta forma de parentesco unigeneracional, es decir, n o hay movimiento n i sucesión, el tiempo es el tiempo estático de lo mítico, y está perpetuamente presente; la petrificación a la que h e aludido seria una metáfora de esta temporalidad mí- tica. Nosotros creeinos que. en la leyenda de la guerra de los cliancas. se produce u n vasto movimiento, una vasta animación del tienipo; como serial de esto, en la leyenda se r e k b r a invertida esta metáfora de la petrificacion, las piedras de las laderas cobran vida. Intentando entender esto. einpeiainos a utilizar ciertos términos psicoanalíticos que. por el momento, se han empleado como nieras analogías, para posteriormente. ir precisando su va:or conceptual para el trabajo que estamos haciendo. En la guerra de los cliancas. por ejemplo, llamanios la atención sobre el vínculo que existe entre este cambio drainitico del tiempo y que el sistenia de parcntcsco que aparece ya tiene una filiación y una tríada organizada, aunque ésta n o sea una tríada edípica en el sentido estricto del término: cuando decimos esto. lo edípico cobra para nosotros la calidad de una estructura histórica; esto último n o quiere decir ausencia de estructuras normativas e n el mundo andino -el ritual de la Capac Ucha es. por ejemplo, una evidencia fundaniental de cierta organización de la norniatividad superyoica-- sino que, en todas las crónicas que hemos podido revisar, en la leyenda de la guerra d e los chancas y el ascenso de Pacliacutec hay siempre dos instancias fundamentales: la primera es esta organización cuasi triangular, en la cual hay una oposición de generaciones cuyo eje es la defensa y posesión de la ciudad del Cuzco y que se organiza como u n ritual de coronación. tal c o m o Iia dicho Juan Ossio; la segunda cosa es esta visión. que tiene Pacliacutec antes de ser Pacliacutec, en la cual parece estarse constituyendo en su narcisismo: esto no nos parece que sea un problema del narcisismo de Pachacutcc sino que hay un texto histórico en el cual una serie de inserciones míticas y insgico-religiosas, que probableniente pertenecen al pensaniiento cuiqiiciio. hacen aparecer 1:i noción del cspcjo c o m o lugar donde se constituye el Sapa Iiica en vísperas de su coronaciUn. pero en donde taiiihicn se mira el Iiiiperio. Entonces, recapitulando. nosotros creemos que Pacliaciitcc sc:i éste I I H Inca, un tiempo histhico, la nocibn de Pacliacutec, etc.- está caracterizado por los inicios de la triangulación edípica y de la "ley del padre" y por la coiistitiicióri dc una identidad. Cuando viene el cataclisiiio de la conquista. se produce. a nivel de las estructuras psicológicas fundainentales. una doble catástrofe; de un lado se quiebra el espejo de la identidad posible y ésta entra en una profunda crisis, de otro lado se bastardiza la progenie, porque en este orden del padre. que coriienzaba a constituirse. aparece el conquistador español. ocupando el lugar de ese Otro. del cual viene "la Icy del padre". pero que en este caso, parad0.jicainente no es el padre. Estas ideas nos parecen importantes y entenderíamos el planteamiento que hace Alberto Flores como el intento por parte de este criollo,&abriel Aguilar, de reconstituir una identidad; esto se evidencia en ese sueño en el cusl el espacio del bautisterio es el nuevo lugar donde congregarse, nuevo espejo en el cual poderse mirar e instaurar un nuevo orden, reconstituyendo aquéllo quebrado en el trauma de la conquista. Finalmente, en relación a la discusión habida en la mañana sobre el recurso a lo histórico, creo que hay momentos en este trabajo en que nos hemos valido de él coino de una muleta, un zurcido; creo que hemos apelado al dato histórico en aquellos monientos en que no hemos logrado una comprens i h a fondo de las cosas, pero no es que el discurso histórico sea irrelevante; :iI contrario. es fundainental en nuestro intento de anali7ar estos tres momentos la leyenda de los Ayar, Pacliacutec y el Taqui Onccoy- tratar de entendcr en ellos los orígenes, apogeo y disolución del estado inca, tal como los cuzquefios podían entenderlos. Para este cometido, otro problema que debemos abordar es el advenimiento de la escritura, y no sólo el del conquistador. pues un elemento que se juega en todo esto es la tensión entre un texto oral y las coacciones del logocentrisrno de la palabra escrita, impuestas por los españoles.