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Los tres duelos de la guerra siria

2013, Energizando Ideas

CONTENIDO AÑO 15 | Nº 49 | 2013-2014 3 EDITORIAL 24 PYV GLOBAL 4 LATINOAMÉRICA: PROYECTOS ENERGÉTICOS EN MARCHA 26 GEOPOLÍTICA PYV LOS TRES DUELOS DE LA GUERRA SIRIA Diego J. González Cruz Víctor Mijares 12 BREVES 30 RESEÑA PYV 16 SEGURIDAD ENERGÉTICA EN VENEZUELA 32 IMPACTO DE LA NUEVA PRODUCCIÓN NORTEAMERICANA DE PETRÓLEO Nelson Hernández 14 VENEZUELA YA CUENTA CON SU PROPIA NORMATIVA EN ENERGÍA EÓLICA Carmen Bolívar Edgar Castro 34 GAS NATURAL: AUSTRALIA IMPRESIONANTE Álvaro Ríos Roca 18 ENERGÍA EMPRESARIAL 37 LITERATURA 20 INVESTIGACIÓN: CAMBIOS SUSTANCIALES EN EL MERCADO DE LOS HIDROCARBUROS 38 CINE TIFF 2013 Luis Sedgwick Báez Martín Durán García 40 BARRIL DE ORO INSTITUTE OF THE AMERICAS En esta edición Edgar Castro Dedicado actualmente a la consultoría comercial, a través de la cual asesora a empresas que desean establecer negocios con China y el continente asiático. Realizó estudios de Computer Information Systems en Mercy College, Nueva York. Trabajó para la firma DELL Computers, y como Consultor en el área de Sistemas de Información para Duke Energy en Charlotte, NC. Asimismo, en el sector educativo, trabaja en los distritos escolares de New York y Texas, y en la Universidad Miami Dade College. Cubre la parte de negocios para la revista Hola China en Shanghái, redactando artículos especialmente en el área energética. Martín Durán García Egresado en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, con Maestría en Economía de Hidrocarburos realizados en esa misma casa de estudios, y Maestría y Doctorado en Economía y Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Madrid, España. Catedrático y consultor en el área energética y los fundamentos de economía política que la rigen, es miembro de la Unidad de Investigación y Análisis del Grupo Petróleo YV. Nelson Hernández Ingeniero de Petróleo de la Universidad del Zulia, con Master Of Science en Ingeniería de Gas y Energía del Institute Of Gas Technology, EEUU. Consultor en Servicios Integrales de Eficiencia Energética (SIEE), y en ConinPyme, Profesor de Postgrado en la Universidad Metropolitana de Caracas, y de cursos profesionales y técnicos en el área energética y gestión empresarial. Miembro de la Comisión de Energía y Ambiente de la Academia Nacional de Ingeniería y el Hábitat (ANIH) y del Consejo Consultivo de la Asociación Venezolana de Procesadores de Gas (AVPG), entre otras organizaciones. Diego J. González Cruz Ingeniero de petróleo de la Universidades del Zulia y de Tulsa, Oklahoma, con post-grado del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Luego de 38 años en la industria petrolera venezolana, actualmente se desempeña como Consultor Senior en GBC Global Business Consultants, conferencista y escritor en materias estratégicas de gas y petróleo. Es | 2 | ENERGIZANDO IDEAS miembro de diversas organizaciones dedicadas a delinear políticas públicas para el sector petróleo, gas y de proyección estratégica integral. Víctor M. Mijares Profesor asistente de Ciencia Política la Universidad Simón Bolívar. En la misma institución es investigador y fue el director fundador del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad, en el marco del Instituto de Altos Estudios de América Latina. Es tesista doctoral en ciencias políticas por la Universidad Central de Venezuela, y actualmente investigador visitante auspiciado por el DAAD en el German Institute of Global and Area Studies (GIGA) en Hamburgo, Alemania. Sus trabajos académicos están referidos principalmente a la seguridad internacional bajo condiciones multipolares. Colaborador frecuente para medios de comunicación en América Latina, Estados Unidos, Europa y Medio Oriente. Álvaro Ríos Roca Ingeniero Químico graduado de Texas A&M University, College Station, Estados Unidos. Realizó una Maestría en la misma especialidad (MChE) con la Universidad de Houston. Trabajó en las empresas Carco International Corp., P.R.M. Corp. y Generon Systems (ubicadas en Houston, Texas), así como en Prosertec Ingeniería en su natal Bolivia. Fue Ministro de Minería e Hidrocarburos de dicho país entre 2003 y 2004, y Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) de 2006 a 2008. Actualmente es Socio Director de Gas Energy y Drillinginfo. Ha sido conferencista, panelista y moderador en foros y seminarios internacionales en temas energéticos, y columnista en publicaciones, revistas y medios bolivianos e internacionales. Luis Sedgwick Báez Posee una Maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Georgetown, y durante más de 25 años laboró en el Ministerio de Energía y Minas/Energía y Petróleo de Venezuela.Ha colaborado con diversos medios impresos y publicado las novelas “Un cierto mar de leva” y “El enigma de Federico”. Su pasión por el mundo del cine lo convierte en miembro de FIPRESCI (Federación Internacional de Críticos Cinematográficos). | COORDINADOR EDGARDO RICCIUTI | GeopolíticaPYV [ensayo] | AUTOR VÍCTOR M. MIJARES | | AUTOR CARLOS H. BRANDT S. | LOS TRES DUELOS DE LA GUERRA SIRIA El año 2011 fue, según el Heidelberg Institute for International Conflict Research, el más violento desde el final de la II Guerra Mundial. La mayor contribución a esta realidad proviene del complejo proceso de ruptura de la gobernabilidad que se ha dado en las repúblicas árabes, y que a falta de un nombre más preciso se le sigue llamando “Primavera Árabe”. La ruptura no solo se asoma en repúblicas con regímenes laicos, aunque todos autoritarios, sino también en monarquías conservadoras y vigilantes de la fe islámica. Las diferencias han estado en: i) la base de legitimidad del poder estatal, carismático en las repúblicas y tradicional en los reinos; ii) las capacidades de lucha de las faccio| 26 | E N E R G I Z A N D O I D E A S nes opuestas al poder estatal –sociedad civil con apoyo militar y paramilitar en unas, y levantamientos sociales inorgánicos en otros–; y iii) el apoyo internacional –un marcado aislamiento de los líderes laicos autoritarios, que contrasta con el apoyo, sobre todo occidental, a los petro-monarcas–. La guerra civil siria es el caso más violento dentro de ese proceso histórico, al menos hasta los momentos. Al escribir estas líneas, las estimaciones de las Naciones Unidas superan los cien mil muertos y se aproximan a los dos millones doscientos mil desplazados. El uso de armas químicas en una guerra en la que no parece haber un bando con una clara ventaja de cara al triunfo, no ha he- Demostración en la población de Kfar Nubul, al norte de Siria, que ha creado un revuelo internacional por sus creativas pancartas de protesta contra el régimen de al-Assad. Aquí, una crítica contra la nominación del presidente ruso, Vladimir Putin, al premio Nobel de la Paz cho sino complicar e internacionalizar aún más el conflicto. En esta guerra brutal, como todo conflicto armado interno, se vienen desarrollando tres duelos: El primero de ellos es el político, donde se mezclan ideología y poder de fuego. El segundo duelo es normativo internacional, y está referido, sobre todo, a la posibilidad de intervención extranjera. Y por último, pero no menos importante, el duelo geopolítico entre Oriente y Occidente, con protagonistas destacados, tales como Rusia e Irán, así como los Estados Unidos y Francia. FOTOS AFP PHOTO / HO /HUTHAIFA AL-MAARUF [geopolítica] El duelo interno El término “duelo” supone la confrontación entre dos partes. Es problemático hablar de duelo en una guerra civil, pues la historia nos enseña que apenas en marginales ocasiones hubo, en efecto, solo dos bandos claramente diferenciados. No obstante, las diferencias tácticas y estratégicas son susceptibles a dejarse de lado siempre que haya un adversario común. Eso es lo que sucede en Siria, como en tantos otros casos del pasado y el presente. Así, el duelo interno en la guerra siria se dirime entre un bando leal a al-Assad y otro múltiple, heterogéneo, y cuyo único rasgo común es querer derrocar al régimen. La primera parte de este duelo general es ideológica. La prolongación del régimen autoritario y dinástico de los al-Assad se ha sostenido sobre la base del poder de una minoría, los alauitas. Siendo una décima parte de la población, esta rama del Islam chiíta ha gobernado ante la fragilidad de otros grupos menos organizados y, por tanto, débiles hasta ahora. Lograron el control del aparato del Estado una vez conquistado el partido social-panarabista Baath, ofreciendo tolerancia a grupos leales, así como propinando penalidades a opositores. El laicismo ha sido la bandera de los alauitas en el poder, pues mal podrían alegar algo distinto siendo clara minoría frente a las ramas suníes. En contraposición, una constelación de grupos pro-democráticos, islamistas y republicanos se han organizado en la opositora confederación denominada “Consejo Nacional Sirio”, con sede oficial en Turquía y reconocimiento de Occidente y sus aliados regionales. Para el CNS no hay razón que justifique que los alauitas, y en particular los al-Assad y sus círculos inmediatos, sigan en el poder. Se ha desatado ideológicamente una confrontación entre el orden que ofrece el régimen y la libertad que ofrece la oposición. En política el orden es un valor en sí mismo, pues supone la condición mínima para la paz y la seguridad. No obstante, el orden tiene una tendencia opresora, como ocurría en Siria antes del estallido de la guerra. La libertad, por su parte, es la plataforma de despliegue de las capacidades humanas. El respaldo a los diversos intereses de poder en Siria está directamente vinculado al poder de fuego de cada bando. Es difícil establecer cifras precisas, no solo por lo confusa que resulta la información, sino porque ningún bando desea que se sepa con exactitud SE HA DESATADO ideológicamente una confrontación entre el orden que ofrece el régimen y la libertad que ofrece la oposición con qué cuenta (es un dicho común en el periodismo bélico que al iniciarse una guerra la primera víctima es la verdad). En cifras aproximadas, se estima que el régimen sirio cuenta con cuatrocientos veinticinco mil hombres en armas, entre fuerzas regulares e irregulares (fundamentalmente de su extendido servicio de inteligencia), mientras que el autodenominado “Ejército Libre Sirio” tiene setenta mil. Al-Assad contaría con 4.950 carros blindados, y el ELS solo catorce. Los rebeldes cuentan con una cantidad no determinada de armas anti-tanque, vehículos civiles artillados y armas ligeras, que han enviado potencias extranjeras (en especial europeas y árabes del Golfo). La ventaja oficial no se ha traducido en una tendencia favorable a la victoria, y ello puede explicarse a través de uno de los conceptos de Carl von Clausewitz: el “punto culminante de la victoria”. Sostener un esfuerzo de combate constante que muestre superioridad en el uso de la fuerza y su inteligente aplicación, requiere de consistencia en el tiempo, misma que puede ser interrumpida por fenómenos que, en un plano táctico, son externos. Luchar contra rebeldes en su propio territorio ya es un reto, pero hacerlo mientras se trata de conducir una diplomacia preventiva ante tentativas de intervención –y en el proceso cayendo en manos de aliados que tienden a buscar sus propios intereses– se convierte en una pesadilla para el liderazgo político. Además, y siguiendo de nuevo a Clausewitz, el tiempo se pone del lado de los rebeldes cuando adquieren mayor experiencia de combate. Los oficiales que se han ido a la oposición han tenido tiempo de transmitir nociones paramilitares. Si a ello sumamos las tácticas de guerra de guerrilla –históricamente difíciles de combatir para fuerzas convencionales y modernas– y las limitaciones en el uso de armas de destrucción masiva, podremos entender cómo, a pesar de las claras ventajas originales, las fuerzas oficiales no han alcanzado el punto culminante de la victoria en este duelo. El duelo normativo En el plano internacional, la guerra siria tiene un componente normativo que también es conflictivo. Dicho duelo sobre Siria no es el clásico debate entre intervenir o no, que se da cuando se contraponen los dos dogmas internacionales modernos: la soberanía nacional y los derechos humanos universales. Aunque la intervención militar de la OTAN en Libia, así como la llevada a cabo por Francia en Costa de Marfil y otras tantas en tiempos recientes, han sido enmarcadas en el principio R2P (acrónimo empleado para distinguir la “Responsabilidad de Proteger”). La propuesta de los EEUU y Francia responde a una razón distinta, que hace que el caso sirio sea incomparable con otros eventos de la Primavera Árabe. La intención de Occidente es, al menos en el plano normativo, mantener en pie un complejo sistema de gobernanza de seguridad global que se desarrolló en la Guerra Fría y se perfeccionó con los aportes de las democracias noratlánticas en el periodo posterior. Para lograr ese objetivo se requiere que los mecanismos normativos tengan un respaldo diplomático y, de ser necesario, militar. De lo contrario, el orden internacional correría a la deriva, como de hecho parece hacerlo en el actual ambiente de temprana multipolaridad. Cuando Barack Obama trazó una “línea roja”, a partir de la cual usaría la fuerza (la violación de la Convención sobre Armas Químicas), no lo hizo en defensa de la universalidad de los derechos humanos. Ya para ese momento era tarde para millones de sirios, entre muertos y desplazados. Las interpretaciones morales son erradas; lo que se busca es sostener la arquitectura de seguridad internacional en unas condiciones de inspiración occidental. A esto se opone otra regla que es la piedra angular de las relaciones internacionales modernas: la soberanía. Si bien Occidente renuncia a establecer términos morales universales, Siria y sus aliados, encabezados por Rusia, apelan a un criterio estructural. Ha E N E R G I Z A N D O I D E A S | 27 | [geopolítica] venido siendo la soberanía, en especial su definición clásica westfaliana, el mascarón de proa de aquellos líderes y gobiernos que han visto en la multipolaridad no solo un fenómeno real, sino deseable. En las últimas dos décadas hemos tenido ejemplos de ello en América Latina, pero el perfil que mejor encaja es Vladimir Putin. Para Washington y París existen razones para activar el principio de intervención, a Protesta contra el actual régimen sirio en Nueva York partir de una interpretación del jus ad bellum, es decir, del derecho y deber de ir a la guerra por razones justificadas; es la base de la “guerra justa”, aquella que se hace en nombre de una causa mayor y objetiva. En el caso sirio es la defensa de la Convención sobre Armas Químicas de 1993. Queda claro que para el bando de Damasco, Moscú y Teherán, una intervención no está justificada, ya que afectaría las posibilidades de triunfo del bando oficial, al que libran de responsabilidad en el | 28 | E N E R G I Z A N D O I D E A S LA IDEA MULTIPOLAR en el fondo es una idea de ruptura con respecto a la arquitectura de instituciones y valores occidentales uso de armas químicas. Para éstos, en todo caso, el tema es de jus in bello, es decir, de las reglas que deben seguirse en la guerra, y ésta en particular debe seguir siendo un conflicto interno. El jus in bello no se opone como principio al jus ad bellum, son por lo general complementarios en el esfuerzo humano por civilizar las hostilidades. Pero en el caso sirio, se han empleado como instrumentos para garantizar mejores condiciones para el bando favorito de cada potencia y, sobre todo, para sostener –o socavar– las bases de legitimidad del poder político internacional. El duelo geopolítico Una confrontación geopolítica implica la lucha por espacio y poder. Todos los pueblos en algún punto de su historia han experimentado la conquista, bien sea como conquistadores, conquistados o como un producto del mestizaje entre unos y otros. Hoy la geopolítica sigue recibiendo críticas, pero ya no por ser considerada una “ciencia nazi”, como se le catalogó luego del triunfo aliado en la II Guerra Mundial, sino porque la ola de globalización más reciente ha venido acompañada de impresionantes mejoras en transporte [geopolítica] y comunicaciones, llevando al capitalismo a una fase financiera de extensión mundial. La geografía, según las críticas, ha sido superada, y la conquista sería cosa del pasado. No obstante, las grandes potencias, que no por casualidad son los hogares nacionales de pueblos con conciencia histórica del poder y el espacio, piensan y actúan de otro modo, dándole a la geopolítica un lugar privilegiado. La tensión entre Oriente y Occidente es de importancia capital, así como la que, de manera subsidiaria, se desarrolla entre democracias liberales y autocracias. Pero quisiéramos ir más allá y asomarnos a una tensión más profunda y que toca los nervios del origen de la geopolítica como reflexión, incluso desde antes de que asumiera su nombre moderno. Nos referimos a la oposición entre tierra y mar, imperios terrestres versus talasocracias o potencias marítimas. El Antiguo Testamento lo ilustra como la lucha entre el Behemoth (terrestre) y el Leviatán (marítimo). Siria ocupa un espacio central en la encru- fluencia mundial pasa por tener libre acceso a la región y negárselo a los competidores. Esa es la clave en el duelo geopolítico sobre Siria. En un mundo multipolar, como ya lo comienza a ser el del siglo XXI, la confrontación no seguirá los cauces de la Guerra Fría, en especial en lo referido a la lealtad dentro de los bloques y alianzas conocidos que hoy se podrían considerar sólidos. Bajo las actuales condiciones, los intereses y compromisos pueden cambiar la dinámicade los juegos rápidamente, de allí que resulte indispensable mantener la atención sobre las tendencias históricas y no distraerse en maniobras diplomáticas como las que ahora practica Irán en su rapprochement hacia los EEUU. SIRIA OCUPA UN ESPACIO central en la encrucijada geopolítica más importante del mundo, el Oriente Próximo. No son sus recursos, como en el caso de las monarquías conservadoras, lo que la hace tan especial, sino su ubicación cijada geopolítica más importante del mundo, el Oriente Próximo. No son sus recursos, como en el caso de las monarquías conservadoras, lo que la hace tan especial, sino su ubicación. Una aspiración rusa ha sido formar parte del juego en esa encrucijada. Como enorme potencia terrestre, ha tenido que luchar en infinidad de frentes -incluidos los internos-, lo que ha distraído sus recursos de poder, sin contar que otras potencias, en especial las marítimas, han aplicado históricamente una estrategia de denegación de acceso contra Moscú. Quien ahora está a la cabeza de esa estrategia es Washington. Como herederos de la larga tradición de talasocracias, los EEUU saben que si su poder se reduce al espacio dominado, su influencia mundial perdería capacidad de penetración, como de hecho ya ha venido ocurriendo en un proceso progresivo, incluso en América Latina, otrora indiscutible área de influencia estadounidense. Puede que Siria y su guerra no sean decisivos espacio y episodio en el largo duelo geopolítico entre los EEUU y Rusia, pero tienen la cualidad de haber revelado de forma directa que esta confrontación sigue vigente, y que no se detendrá sea cual sea el resultado de esta guerra en particular. Eurasia sigue siendo el gran teatro de operaciones de la historia. Es cierto que la gravitación diplomática, económica y militar se ha desplazado hacia el oriente de este supercontinente, y que América Latina y el África subsahariana exhiben fenómenos que comienzan a llamar la atención, pero el peso del Oriente Próximo en la economía y política mundiales está fuera de discusión. Todo esfuerzo por establecer in- Conclusión Los tres duelos en Siria forman parte de la dialéctica usual de una guerra civil, pero este caso en particular se desarrolla en una coyuntura histórica trascendental, que ha dado mayor relevancia al conflicto: la transición hacia una reconocida y plena multipolaridad. El balance del poder de fuego en este duelo no es definitivo aún, y es por ello que las grandes potencias, actores de poder reales del drama sirio, se han enfrascado en un juego ya conocido por ellas, el del conflicto delegado. Alimentar a ambas máquinas de guerra ha costado decenas de miles de vidas sirias, y costará aún más, pues no hay todavía una ventaja evidente y sí mucha voluntad de lucha. El duelo normativo es un reflejo de la confrontación geopolítica. La posibilidad de una ruptura violenta del sistema de normas internacionales no parece estar en los planes de Rusia, Siria, Irán y el resto de los gobiernos alineados a la idea multipolar, que en el fondo es una idea de ruptura con respecto a la arquitectura de instituciones y valores occidentales. Todo conduce, de nuevo, a la geopolítica, a la eterna lucha de poder por el control de espacios. La guerra siria es un episodio que, sin ser en sí mismo decisivo, ocurre en un momento histórico clave, de allí que su resultado en materia de distribución de influencias sea, casi accidentalmente, crucial. | PYV | E N E R G I Z A N D O I D E A S | 29 |